El Sujeto Del Aprendizaje - El Constructivismo
El Sujeto Del Aprendizaje - El Constructivismo
El Sujeto Del Aprendizaje - El Constructivismo
Cuevas, Florencia
Introducción
El constructivismo es una corriente de pensamiento que parte de la noción de que el
conocimiento es construido por cada sujeto a partir de estructuras y conocimientos previos por
lo que el aprendizaje significativo se presenta como el único modo en que la educación, sea de
la especialidad que sea, tenga un efecto en el educando, ya que es la única vía por la que es
posible modificar estructuras intelectuales construyendo un conocimiento nuevo a partir de
conocimientos previos.
Es importante para el estudio de la presente cuestión analizar la perspectiva de los tres autores
más importantes al respecto, que son Piaget, Ausubel y Vygotsky.
El educador constructivista
Debe estimular el saber, el saber hacer y el saber ser, es decir, lo conceptual, lo procedimental
y lo actitudinal, para lo cual debe actuar como moderador, coordinador, facilitador y mediador
en un ambiente afectivo, armónico y de mutua confianza.
Todo lo anterior sólo es posible siempre que el educador reconozca las diferencias entre cada
educando, así como sus limitaciones, sus intereses, sus necesidades evolutivas, los estímulos
de sus contextos familiares, comunitarios, educativos, etc. De modo que sea posible
contextualizar las actividades.
Si bien también la enseñanza debe individualizarse en el sentido de permitir a cada alumno
trabajar con independencia y a su propio ritmo, es necesario promover la colaboración y el
trabajo grupal, ya que se establecen mejores relaciones con los demás, se sienten más
motivados, aumenta su autoestima y aprenden habilidades sociales más efectivas.
El docente constructivista debe ser capaz de:
Enseñar a pensar: para que los educandos desarrollen el conjunto de competencias cognitivas
que le permitan optimizar sus procesos de razonamiento.
Enseñar sobre el pensar: para que puedan razonar acerca de sus propios procesos y
estrategias mentales (metacognición) y así poder controlarlos (autonomía).
Enseñarle sobre la base del pensar: para que incorporen objetos de aprendizaje relacionados
con las habilidades cognitivas.
Conclusión
El modelo constructivista propone primeramente un cambio en la concepción de sujeto
cognoscente, a partir de la cual es posible comprender que nace con estructuras a priori que le
posibilitan responder a estímulos básicos que garantizan su supervivencia temprana, pero que
posteriormente irán siendo completadas con nuevos elementos de conocimiento que harán
posible que el individuo responda favorablemente a nuevas situaciones.
Todo lo anterior requiere de la actuación del sujeto cognoscente, en contraposición a la
pasividad que se podría desprender de un modelo conductista.
En este accionar, el sujeto internaliza nuevos objetos de conocimiento gracias al estímulo de
agentes sociales que le sirven de andamiaje en la construcción cognoscitiva, por lo que
requiere a su vez de un ambiente adecuado y una predisposición a hacerlo por parte del
educando.
Estos nuevos aportes modifican a su vez la concepción misma de educador, dado que al
transformar la imagen de sujeto cognoscente como una unidad biológica y social en continua
construcción gnoseológica limitada por la estructura mental en la que se encuentra el individuo
de acuerdo a la etapa evolutiva de su vida, junto a las condiciones socio-culturales, sumado a
los conocimientos previos, es necesario notar que el educador ya no es un mero comunicador
de contenidos, sino un especialista en todos estos ámbitos de cada sujeto cognoscente en
particular.
Todo lo anterior requiere necesariamente reconocer las diferencias existentes entre los
educandos, de modo de propiciar adecuadamente las condiciones de aprendizaje para cada
caso en particular, respetando a su vez las limitaciones, desventajas y ventajas que cada uno
de ellos pueden poseer, para luego reconocer sus necesidades intelectuales y cumplimentar la
labor docente adecuadamente para que este sea capaz de construir su propio conocimiento
significativo y así alcanzar el tan deseado equilibrio y quizás de algún modo la felicidad.
(*) Este texto fue elaborado en la asignatura Pedagogía del Diseño I, del Programa Asistentes
Académicos de la Facultad de Diseño y Comunicación, dictada por la profesora Mariángeles
Pusineri. Año 2014.