TP Unidad #1 - Blutman

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Resumen Unidad Nº 1:

Introducción: El objetivo es analizar las transformaciones de la sociedad argentina en materia de


políticas sociales, la formación del Estado intervencionista argentino y su crisis en la década del ’90
con la adopción de políticas neoliberales, analizando los textos acerca de la combinación entre las
condiciones estatales y las acciones de los actores políticos y socioeconómicos predominantes.

Susana Hintze: En su libro “Políticas sociales argentinas en el cambio de siglo” establece que se
deben situar dos momentos históricos: el auge del Estado de Bienestar en Argentina a mediados del
siglo pasado, y la década del ’90 en la cual el avance arrollador del neoliberalismo termino de poner
en jaque las conquistas sociales de la etapa anterior. Los principios del Estado de Bienestar se
desarrollaron al calor del modelo de Sustitución de importaciones en sus diferentes modalidades: el
populismo peronista de 1945-55, el periodo democrático de Frondizi (1958-62) y la dictadura del
Gral. Onganía en 1966 que finalizó con el ascenso del tercer gobierno peronista 1973-76.Ejemplos
de las políticas sociales implementadas: expansión de las obras sociales sindicales y fortalecimiento
del sistema público de salud, ampliación de la cobertura y beneficios previsionales, crecimiento de
la política pública de vivienda, derechos del trabajador y educación gratuita, publica y laica, etc.

El gobierno de Carlos Menem llevó a cabo las propuestas del “Consenso de Washington”. Los rasgos
más destacados de los cambios de la década del ’90 son las políticas de ajuste estructural: Ley de
convertibilidad, desregulación de la economía y los mercados, privatización de empresas públicas,
cambios profundos en la legislación laboral (flexibilización), reprogramación de la deuda externa
con permanente endeudamiento. El Estado Nacional se contrajo al liberarse de su aparato
productivo vía privatizaciones, desregulación de organismos y descentralización de servicios
públicos y de grandes contingentes de personal. Las políticas sociales en este periodo se han
caracterizado por: redefinición del concepto y las áreas de competencia de los bienes públicos y
privados, fomento de vínculos entre aportes y beneficios sociales, segmentación de las necesidades
y de las demandas, impulso de normas a favor de eliminar desequilibrios presupuestarios,
denuncias de corrupción y clientelismo político, reducción de eficacia y eficiencia de iniciativas
sociales, estructura de imposición regresiva; en consecuencia se modifican y erosionan las fuentes
de financiamiento de las políticas sociales. Cortes y Marshall (1999) observan que en el contexto las
mayores transformaciones fueron las realizadas en los sectores de políticas ligadas al éxito de la
estrategia económica neoliberal, que reducían la protección y los costos laborales por un lado, y por
el otro permitían la expansión del capital privado en la prestación de servicios sociales (jubilaciones
y pensiones).

Características del proceso de transformación del Estado: cambios en el empleo público y de la


presencia del Estado Nacional, cambios en las funciones y en la relación entre el Estado Nacional y
subnacional, adopción de políticas de descentralización, cambios en las unidades organizativas.

Javier Lindenboim y Claudia Danani: Establecieron en si obra “Entre el trabajo y la política” que
hacia fines de 2002 y principios del 2003 tres términos fueron puestos en cuestión y relación:
trabajo, política y políticas sociales.

En lo político las instituciones y las prácticas políticas llevaron al hartazgo a la ciudadanía. En


cuanto a las políticas sociales, el programa social del periodo (Plan Jefas y Jefes de Hogar) se situó
en el centro de la discusión acerca de que comportamientos sociales favorecía y la contribuìa de
forma efectiva a la inclusión social.

La experiencia neoliberal constituye un proceso de transformación global que en lo político adoptó


un rasgo distintivo que fue la erradicación de la política: movilizaciones callejeras, el llamado “voto
bronca”, el fracaso de las formas y contenidos políticos de la época. El neoliberalismo argentino
“triunfó” en con dos devastaciones diferentes: 1º La devastación de del sentido de lo comunitario y
2º la devastación institucional; activando el desprestigio de la política.

Durante las dos últimas décadas se produjo la “naturalizada” identificación entre la política y la
corrupción, entramados de relaciones que tiene asiento en intereses particulares y personales de
los políticos. El clientelismo es la sospecha permanente sobre la relación entre política y políticas
sociales.

En nuestro país, el proceso de construcción neoliberal se inició con la instauración de la dictadura


militar. Sin embargo, el análisis de las condiciones lleva a hablar del peronismo, caracterizado como
el partido de “la igualdad social” representada en la mejora de las condiciones de vida, de expresión
de intereses de los trabajadores y de los sectores populares.

A mediados de los ’80 la Argentina había aumentado la desigualdad en la distribución de ingresos.


La ofensiva neoliberal contra el trabajo no es más que una nueva ofensiva del capital contra el
trabajo. Estuvo presente la posibilidad de sustitución plena de la fuerza de trabajo humana por
maquinas, poniendo en cuestión la condición productiva del trabajo. En efecto, la cuestión social de
la época se ha consagrado en términos del riesgo de exclusión social.

Ricardo Sidicaro: En su libro “La crisis del Estado y los actores políticos y socioeconómicos en la
Argentina (1989-2001)”define la crisis del Estado a partir de distintas dimensiones empíricas que
manifiesta la pérdida o debilitamiento de las capacidades políticas, burocráticas y administrativas
para realizar normalmente sus funciones. Se puede observar la crisis en las funciones legislativas
cuando se deteriora el respeto a la división de poderes o cuando los cuerpos legislativos revelan
escasa racionalidad e idoneidad, en la función de la justicia se evidencia cuando pierde autoridad
para preservar la defensa de los derechos adquiridos, en las funciones estatales de policía se
reconocen en la declinación de los niveles normales de protección de la seguridad de las personas,
de la propiedad y del orden público. Las funciones de los estados encargadas de la salud, la higiene
pública, la educación, la política social registran crisis al no alcanzar las metas estimadas legal y
socialmente; en materia de recaudación fiscal la indican los porcentajes de evasión tributaria y la
ausencia de sanciones al respecto. Los problemas fiscales del Estado, con el crecimiento de sus
gastos y de su personal, constituyen una cuestión típica que enfrentaron la mayoría de las
sociedades modernas.

El Estado Intervencionista en la Argentina: El caso argentino centra su atención en las funciones


socioeconómicas del Estado. Las críticas al Estado fueron muy frecuentes en la opinión pública en
las últimas décadas. Los actores socioeconómicos son los diferentes sectores empresarios o
intereses económicos cuyas actividades afectaban las orientaciones del sistema económico
nacional.

La primera etapa del intervencionismo estatal: 1930-1955: Las primeras instituciones de


regulación de la economía que dieron origen al moderno Estado intervencionista argentino se
establecieron en 1930: se propuso preservar los intereses de los grandes propietarios rurales y se
mantuvieron las ideas favorables de la “economía dirigida”. Desde mediados de los años 40, los
peronistas buscaron reforzar sus posiciones de poder mediante la expansión del intervencionismo
estatal en lo económico y la creación de nuevas legislaciones y organismos orientada al desarrollo
industrial y a mejorar las condiciones de vida de los sectores asalariados y de la población más
pobre. El período se cerró al decidir una parte de la burocracia militar revelarse contra el gobierno
peronista.
La crisis del Estado y la profundización del intervencionismo: 1955-1976: En esta etapa se
continuó con la construcción de instituciones y organismos burocráticos para regular la vida social y
económica. La acción de la burocracia militar destituyó a todos los gobiernos civiles, se crearon
estructuras burocráticas con funciones mal definidas y superpuestas, incrementando la crisis. Las
iniciativas favorecían del desarrollo de un determinado sector de actividades; las consecuencias de
las frecuentes situaciones de crisis dieron lugar a reglamentaciones de emergencias luego
convertidas en permanente. El acceso a las posiciones centrales del gobierno peronista de los años
1973-76 agudizaron la crisis del Estado.

La dictadura militar y la desarticulación estatal: Los años del “proceso” correspondieron al


comienzo del tercer período del intervencionismo y un salto en la crisis del Estado. La dictadura
militar condujo al colapso de las instituciones y lo que cabe definir como un no-Estado. La supresión
de reglas y procedimientos propios del imperio del derecho. La dictadura se propuso desarticular el
intervencionismo económico y restablecer la libertad de mercado. Los intereses propios de los
militares constituyeron un obstáculo para concretar el anunciado programa de achicamiento
estatal. La desorganización estatal fomentó las actividades especulativas, lo que Weber denomina
capitalismo aventurero. Los actores socioeconómicos más beneficiados fueron los grupos
económicos concentrados y el capital financiero nacional e internacional. El régimen dictatorial
introdujo nuevos actores: los acreedores internacionales. Encontraron en el endeudamiento
externo una forma de fortalecer sus disponibilidades presupuestarias. La deuda dejó establecida en
el plano externo una situación de merma de la soberanía nacional. Los acreedores externos
presionan constantemente al Estado para que pague la deuda dejando de invertir en el gasto
público (salud, vivienda, educación). La situación empeora con la estatización de la deuda en el año
1982.

El cuarto período y las consecuencias de las capacidades estatales para la democracia (1983-
1989). Durante los años del gobierno de Alfonsín se encararon pocas reformas para mejorar las
capacidades estatales. Para reconstruir el Estado de Derecho, el objetivo principal fue la
despolitización de la burocracia militar. Los juicios a las juntas constituyeron un hito de enorme
trascendencia en la conciencia pública. Los grandes problemas económicos dejados por el
“proceso” y la desarticulación de la estructura industrial y las obligaciones de la deuda externa se
agravaron por la ausencia de capacidades estatales para desarrollar políticas de fomento de la
producción. La realización de algunas privatizaciones de empresas públicas despertó la oposición
del peronismo. Con el caos de la hiperinflación los precios de los productos perdieron referencia y
los denominados “saqueos” aparecieron como respuesta de quienes no encontraban garantizado el
compromiso que tenía el Estado de asegurar el valor de su papel moneda.

De la identidad peronista tradicional a la gestión neoliberal. Desde su fundación el peronismo se


presentó como una fuerza política preocupada por lograr mayor equidad social. El gobierno de
Menem llevó adelante una gran ruptura con la tradición peronista. La apertura del mercado y las
privatizaciones hicieron que se perdiera el efecto simbólico de las conquistas logradas durante
anteriores gestiones peronistas, generando creciente malestar social y debilitando a los sindicatos.

La década menemista: neoliberalismo y globalización. El gobierno de Menem asumió como propio


el programa neoliberal. La apertura importadora de la economía al comercio mundial se encontró
con las consecuencias de la crisis estatal. El deficiente funcionamiento del control aduanero
impedía el cobro de los impuestos. Durante el curso de la década la trama de los intereses de los
actores socioeconómicos predominantes conoció un desplazamiento en beneficio de los
inversionistas extranjeros. Las privatizaciones de empresas públicas suprimieron mecanismos
estatales para orientar actividades económicas y sociales. Los hechos de corrupción son frecuentes
en las privatizaciones de las empresas públicas. Entre las manifestaciones de la crisis de las
capacidades estatales, la evasión impositiva era considerada como la más grave del país. A
comienzos de 1991 con la designación del ministro Cavallo la política neoliberal se completó con el
plan de convertibilidad, la cual era un problema político que se resumía en la renuncia estatal en el
plano de la regulación de la moneda, cediendo potestades a otros actores. Las deudas públicas
obligaron a destinar sumas de dinero cada vez mayores, independizadas de las necesidades de los
ciclos económicos internos. La apertura y la desregulación de la economía crearon un escenario en
el que permitieron actuar directamente a inversionistas mundiales, reduciendo los poderes de los
grandes propietarios argentinos. Con la apertura económica neoliberal llegan grandes capitales
especulativos.

La crisis del Estado, del modelo y de la Alianza: El programa denominado “La carta de los
argentinos” reunía una serie de propuestas que se alejaban del neoliberalismo sin por ello anunciar
el retorno al intervencionismo estatal. El gobierno optó por la continuidad del “modelo” y
profundizar en aspectos lo que su antecesor no había tenido éxito: el caso más notorio es la
reforma laboral. Necesidad de de cumplir con las condiciones perdidas por el FMI. Renuncia del
vicepresidente fundada en la imposibilidad de erradicar y castigar la corrupción en el cuerpo
legislativo. Se profundizó la crisis estatal sumada a los efectos del neoliberalismo, desorganización
de la administración pública, quiebre de la convertibilidad lo que llevó a la decisión estatal de
congelar los depósitos bancarios (corralito).

Conclusión: Coincidencia de los cientistas sociales argentinos acerca de la radicalidad y profundidad


de los cambios ocurridos en las funciones, la configuración y administración del Estado. El aumento
de la desprotección del trabajo, la precariedad del vínculo entre trabajadores y empleadores, la
destrucción del empleo, la adopción de políticas orientadas a resolver situaciones de pobreza a
través de la provisión de bienes y servicios muy básicos caracterizan las políticas de ajustes
adoptadas en materia de política social bajo el neoliberalismo.

Sidicaro al definir la crisis del estado, el concepto remite al deficiente cumplimiento de las
funciones propias del Estado en las modernas sociedades capitalistas. La crisis no implicó un
desplome completo del aparato estatal, sino que se combinó con la expansión del intervencionismo
y de allí salieron muchos de sus rasgos específicos.

En la etapa neoliberal se abandonó el proyecto intervencionista, por lo que creció la importancia


de los actores socioeconómicos predominantes y su influencia para determinar las decisiones
públicas, en la sociedad se modificó la percepción del mal funcionamiento de las instituciones y la
sospecha de corrupción cubrió el centro de la visión espontánea de la crisis estatal.

Sería saludable que la ciudadanía recupere la voluntad de imponer límites y la desnaturalización de


la relación entre la corrupción y la política.

Bibliografía
 HINTZE, S., (2007), Políticas sociales argentinas en el cambio de siglo, Espacio, Buenos Aires.
 SIDICARO Ricardo (2002), La Crisis del Estado y los actores políticos y socioeconómicos en la
Argentina (1989 – 2001) EUDEBA
 DANANI, C. Y LINDENBOIM, J. (2003), “Trabajo, política y políticas sociales en los 90: ¿hay algo
de particular en el caso argentino?”, en LINDENBOIM, J. Y DANANI, C. (Coordinadores): Entre el
trabajo y la política. Las reformas de las políticas sociales argentinas en perspectiva comparada,
Biblos, Buenos Aires.

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