Orientaciones para La Pastoral Sacramental
Orientaciones para La Pastoral Sacramental
Orientaciones para La Pastoral Sacramental
10 ABRIL 2008
1
SIGLAS
AA Apostolicam Actuositatem.
BEND Bendicional.
BIA Bautismo e Iniciación de Adultos, CONALI 1994.
CATIC Catecismo de la Iglesia Católica
CDC Código de Derecho Canónico.
CECH Legislación complementaria de la Conferencia Episcopal Chilena al CDC.
CT Catechesi Tradendae.
DA Documento Aparecida, Va Conferencia del Episcopado Latinoamericano.
DM Carta Encíclica «Dives in Misericordia» (S.S. Juan Pablo II).
DP Documento de Puebla
DPS Directorio de Pastoral Sacramental de la CECH, 1983.
DPSS Directorio de Pastoral Sacramental de la Arquidiócesis de Santiago 1994.
EA Ecclesia in America.
EE Ecclesia de Eucaristía
FC Familiaris Consotio.
GS Constitución Pastoral sobre la Iglesia en el mundo actual (Vat II).
ID Constitución Apostólica «Indulgentiarum Doctrina» (S.S. Pablo VI).
IGMR Introducción General del Misal Romano.
IRIC Introducción al Ritual de Iniciación Cristiana.
LG Constitución Dogmática sobre la Iglesia (Vat II).
MTM Manual para la tramitación y celebración del matrimonio (Mons.
José Luís Ysern de Arce). (Parte, capítulo, número).
OCCH Orientaciones para la Catequesis en Chile, CECH.
OT Decreto sobre la Formación Sacerdotal (Vat. II).
PDV Exhortación Apostólica «Pastores Dabo Vobis» (S.S. Juan Pablo II).
PO Decreto sobre el Ministerio y Vida de los Presbíteros (Vat. II).
PRBI Praenotanda del Ritual del Bautismo de los niños, en la parte de
Iniciación Cristiana.
PRBN Praenotanda de Ritual del Bautismo de los niños.
PRC Praenotanda del Ritual de Confirmación.
PRE Praenotanda del Ritual sobre la Eucaristía fuera de la Misa.
PREX Praenotanda del Ritual de Exequias.
PRM Praenotanda del Ritual de Matrimonio.
RITP Praenotanda Ritual de la Penitencia.
RP Exhortación Apostólica «Reconciliatio et Paenitentia» (Juan Pablo
II).
RUE Praenotanda del Ritual Romano para la Pastoral de Enfermos y el
Sacramento de la Unción.
SC Sacrosanctum Concilium.
SCar Sacramentum Caritatis, Benedicto XVI.
2
MÁS BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
I. ORIENTACIONES DOCTRINALES
1. - “Éramos por nuestro natural hijos de cólera… Pero Dios, que es rico en
misericordia, por el gran amor con que nos amó, aun cuando estábamos muertos por
nuestros pecados, nos vivificó con Cristo: por pura gracia han sido salvados“. (Ef 3,5).
Por esta razón, “Contando con el auxilio de María, la Iglesia en América desea
conducir a los hombres y mujeres de este Continente al encuentro con Cristo,
punto de partida para una auténtica conversión y para una renovada comunión y
solidaridad. Este encuentro contribuirá eficazmente a consolidar la fe de muchos
católicos, haciendo que madure en fe convencida, viva y operante”1.
1
Ecclesia in América 12
3
“En el encuentro con Cristo queremos expresar la alegría de ser discípulos del
Señor y de haber sido enviados con el tesoro del Evangelio. Ser cristiano no es una
carga sino un don: Dios Padre nos ha bendecido en Jesucristo su Hijo, Salvador del
mundo”.2
2. Pero ¿dónde poder encontrar a este Jesucristo, ya que “no existe bajo el
cielo otro Nombre dado a los hombres por el cual podamos alcanzar la salvación” ?
(Hech 4,12).
El Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, da la respuesta: “Para que la búsqueda
de Cristo presente en su Iglesia no se reduzca a algo meramente abstracto, es
necesario mostrar los lugares y momentos concretos en los que, dentro de la Iglesia,
es posible encontrarlo”3.
A continuación el Papa enumera tres grandes lugares y momentos para nuestro
encuentro con Cristo:
o en primer lugar la sagrada Escritura;
o en segundo lugar la sagrada Liturgia;
o en tercer lugar las personas, especialmente los pobres, con los que Cristo se
identifica.
Aquí es cometido nuestro detenernos y desarrollar la pastoral implicada en el
segundo lugar para nuestro encuentro con Cristo: la sagrada Liturgia, especialmente
la que se refiere a los Sacramentos.
3. – “La liturgia, por cuyo medio se ejerce la obra de nuestra redención sobre
todo en el divino sacrificio de la Eucaristía, contribuye en sumo grado a que los fieles
expresen en su vida y manifiesten a los demás el misterio de Cristo y la naturaleza
auténtica de la verdadera Iglesia”4. En efecto, como Dios quiere que todos los
hombres se salven, Cristo fue enviado por el Padre, y Él, a su vez, envió a los
apóstoles y a los discípulos llenos del Espíritu Santo, no sólo para anunciar la
salvación, sino también para realizarla.
2
DA 28
3
Ecclesia in América 12
4
SC 2
5
SC 7
4
nos encontramos con la persona de Jesús: en la Asamblea que celebra en virtud de su
promesa: “Donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de
ellos” (Mt 18,20); está presente en el que preside la celebración; en la palabra que se
proclama es él mismo quien nos habla; está presente sobre todo con su Cuerpo y
Sangre en la eucaristía. Cristo bautiza, perdona, consagra… junto con todo ministro
que bautiza, que consagra el pan y el vino, que perdona los pecados, con los novios
que se casan… Cristo siempre realiza sus gestos salvadores junto con su Esposa la
Iglesia.6 Los sacramentos son pues, signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo
y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina, y darán fruto
en quienes los reciben con las disposiciones requeridas.
7. - Y así el Espíritu hace que, por los sacramentos todo cristiano participe del
Sacerdocio de Cristo: sacerdocio común y sacerdocio ministerial10: san Pedro nos
anuncia: “Al acercarse a él, la piedra viva, rechazada por los hombres, pero elegida y
preciosa a los ojos de Dios, también ustedes, a manera de piedras vivas, son
edificados como una casa espiritual, para ejercer un sacerdocio santo y ofrecer
sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesucristo… Ustedes son una raza
elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las
maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pe 2,4-5;9).
6
EA, SC 7; CATIC 1088.
7
El Misterio de la Encarnación y el Misterio Pascual no se deben separar: uno implica el otro. En el fondo se trata
del mismo Misterio de la Persona de Jesús. El Papa Juan Pablo II lo rememora en el siguiente texto de Ecclesia de
Eucharistia (55): “La Eucaristía, mientras remite a la pasión y la resurrección, está al mismo tiempo en continuidad
con la Encarnación. María concibió en la anunciación al Hijo divino, incluso en la realidad física de su cuerpo y su
sangre, anticipando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las
especies del pan y del vino, el cuerpo y la sangre del Señor.”
8
Tertuliano, La resurrección de la carne VIII, PL 2, col. 806.
9
Cf. CATIC 1104; 1085.
10
Cf. CATIC 1119-1121; 1132.
5
También el Concilio Vaticano II nos recuerda la hermosa realidad de nuestro
sacerdocio común y ministerial. “Cristo Señor, Pontífice tomado de entre los hombres
de su nuevo pueblo hizo… un reino y sacerdotes para Dios, su Padre. Los bautizados,
en efecto son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo como
casa espiritual y sacerdocio santo, para que, por medio de toda obra del hombre
cristiano, ofrezcan sacrificios espirituales y anuncien el poder de aquel que los llamó
de las tinieblas a su luz admirable… El sacerdocio ministerial forma y dirige el
pueblo sacerdotal, confecciona el sacrificio eucarístico en la persona de Cristo y lo
ofrece en nombre de todo el pueblo a Dios. El sacerdocio común de los fieles y el
sacerdocio ministerial o jerárquico, aunque diferentes esencialmente y no sólo en
grado, se ordenan, sin embargo, el uno al otro, pues ambos participan a su manera
del único sacerdocio de Cristo… Lo fieles, en virtud de su sacerdocio regio, concurren
a la ofrenda de la Eucaristía y lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la
oración y acción de gracias, mediante el testimonio de un vida santa, en la
abnegación y caridad operante”.11
8. - “Los sacramentos de la Iglesia fueron instituidos por Cristo y son siete, a saber,
Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Penitencia, Unción de los enfermos, Orden
sacerdotal y Matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y
todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y
crecimiento, sanación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta
semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual”.12
9. - Otra de las bellas acciones del Espíritu Santo en los sacramentos es producir en
nosotros la espiritualidad, él “es el pedagogo de la fe del Pueblo de Dios”14. Así
comenta el Papa Juan Pablo II: “Por espiritualidad, que es la meta a la que conduce la
conversión, se entiende no una parte de la vida, sino la vida toda guiada por el
Espíritu Santo… La espiritualidad se alimenta ante todo de una vida sacramental
asidua por ser los sacramentos raíz y fuente inagotable de la gracia de Dios… Esta
vida ha de estar integrada con los valores de su piedad popular, los cuales a su vez
se verán enriquecidos por la práctica sacramental y libre del peligro de degenerar en
mera rutina. Por otra parte la espiritualidad no se contrapone a la dimensión social
del compromiso cristiano”15.
10. - A su vez, el Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que “en la liturgia se
realiza la cooperación más íntima entre el Espíritu Santo y la Iglesia… y por eso la
11
LG 10
12
CATIC 1210; cf S. Tomás de A., s. th. 3,65,3.
13
DPSS 2; DPS 9;10
14
CATIC 1091
15
EA 29
6
Iglesia es el gran sacramento de la comunión divina que reúne a los hijos de Dios
dispersos. El fruto del Espíritu en la Liturgia es inseparablemente comunión con la
Trinidad Santa y comunión fraterna”16. Él nos hace realmente anticipar la comunión
plena con la Trinidad Santa.
Dice el CATIC: “La Iglesia pide al Padre que envíe el Espíritu Santo para que
haga de la vida de los fieles una ofrenda viva a Dios mediante la transformación
espiritual a imagen de Cristo, la preocupación por la unidad de la Iglesia y la
participación en su misión por el testimonio y el servicio de la caridad.”17
12. - Son signos y medios con los que se expresa y fortalece la fe, se rinde culto a
Dios y se realiza la santificación de los hombres, y por lo tanto contribuyen en gran
medida a crear, corroborar y manifestar la comunión en la Iglesia; por esa razón,
tanto los ministros como los demás fieles deben comportarse con grandísima
veneración y con la debida diligencia al celebrarlos19.
14. - Conviene por lo tanto, que cada sacramento revista siempre un carácter
digno, solemne, festivo, alegre y comunitario. Los pastores deben vigilar para que
no sólo se observen las leyes relativas a la celebración válida y lícita sino también
para que los fieles participen en ella consciente, activa y fructuosamente. Evitando
todo lo feo, rutinario, improvisado, individualista y formalista21.
16
CATIC 1108
17
CATIC 1109
18
CT 1, 5, 18
19
Cf. CATIC 1101
20
DPS 31.34
21
SC 11; CDC 841
7
cumplir el mandato del Señor; es un acto de esperanza frente al futuro del Reino de
Dios y es querer construirlo con la actividad de toda su vida22.
Acogida
17. - Los fieles deben sentirse pastoralmente acogidos en el nombre del Señor
Jesús. Una cálida acogida suele ser el inicio de la evangelización, unida al llamado
del Señor y la invitación de su Espíritu para esa persona. Cada persona y cada caso
requieren un trato adecuado y deferente. Esto facilitará el discernimiento necesario
para realizar una preparación al encuentro sacramental adecuada al grado de
evangelización de cada uno23.
La acogida será siempre amable con mucho respeto a los demás,
reconociendo que la fe no se impone sino que se propone. Se trata de una actitud de
diálogo capaz de compartir los valores y las riquezas de los demás, una capacidad de
presentar una propuesta bella y atractiva, como quien sirve un banquete y un
mensaje ofrecido en forma convencida y convincente.
Discernimiento
22
DPS 12
23
DPS 38
24
DPS 39; CDC 843 #2
25
DPS 40
26
DPS 41
8
21. - Resolverán en favor de los fieles los problemas y situaciones particulares
que no se ajustan a las disposiciones comunes, buscando de común acuerdo otros
modos de preparación27.
En los casos de los fieles que realmente no puedan participar de la preparación
establecida, se les ofrecerá soluciones alternativas posibles. No se deben poner
exigencias superiores a las capacidades de los fieles28.
22. - En los casos en que falta todo compromiso con Cristo y con la Iglesia,
diferir (no negar) el sacramento hasta que se den las condiciones suficientes para
dicho compromiso. Serán exhortados con caridad y comprenderán que esta demora
pedagógica es para su mayor bien; tendrán la oportunidad de progresar en la fe y los
pastores buscarán formas de ayudarlos a progresar en el descubrimiento del Señor
Jesús29.
Catequesis
27
DPS 42
28
DPSS 15
29
DPS 44
30
Evitemos la palabra “charla”: se trata de encuentros con el Señor y con la comunidad; se trata de catequesis, es
decir de educación de la fe. (Cf. Orientaciones para la Catequesis en Chile, n° 123)
31
DPSS 9
32
DPSS 10
33
OCCH n° 52-57
9
subsidios catequísticos elaborados a partir del Catecismo de la Iglesia Católica y del
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, estableciendo cursos y escuelas de
formación permanente para catequistas”.34
La celebración
28. - Fuera de la distinción que deriva de la función litúrgica y del orden sagrado y
exceptuados los honores discretos debidos a las autoridades civiles, no se hará
acepción alguna de persona o de clase social en las celebraciones y en el ornato
externo38.
29. – La música y el canto litúrgico. El Papa Benedicto XVI dice: “En el ars
celebrandi desempeña un papel importante el canto litúrgico. Con razón afirma san
Agustín en un famoso sermón: « El hombre nuevo conoce el cántico nuevo. El cantar
es expresión de alegría y, si lo consideramos atentamente, expresión de amor». El
Pueblo de Dios reunido para la celebración canta las alabanzas de Dios. La Iglesia, en
su historia bimilenaria, ha compuesto y sigue componiendo música y cantos que son
un patrimonio de fe y de amor que no se ha de perder”.39
La música y los cantos que se ejecutan durante las celebraciones deben ser de
carácter religioso y apropiado a lo que se está celebrando, a la vez que debe
fomentar la oración de los fieles.
34
DA 299
35
Benedicto XVI, SCar 35
36
DPS 27
37
DPS 27
38
SC 32; DPS 28
39
Benedicto XVI, El canto litúrgico n° 42
10
Tomarán en cuenta los tiempos litúrgicos y los momentos de la celebración. No
basta que la letra sea religiosa y la música tomada de composiciones profanas, todo
el conjunto debe ser oración. Es oportuno ensayar los cantos antes de las
celebraciones40.
La fructuosidad
32. - Quiso Jesús que su Iglesia fuera perpetuamente una comunidad de discípulos
guiados y servidos por los Apóstoles44. Por ello es una comunidad constituida por
Laicos y Pastores, todos enriquecidos con dones y carismas para el bien común.
Toda comunidad bien organizada necesita estructuras que la mantengan en la unidad
y en coordinación a fin de poder realizar su misión: de aquí nace la necesidad de
algunas normas jurídicas.
33. - Después del Obispo del lugar, los Vicarios Generales y los Vicarios
Episcopales son los representantes del Obispo en su Zona o en un determinado
campo específico de la pastoral, y gozan de la potestad vicaria ordinaria que el
40
DPS 29; Cf. “Musicam Sacram” del Papa Pablo VI; “Quirógrafo sobre música sacra” de Juan Pablo II; Instrucción
Pastoral «Servicios Litúrgicos Encomendados a Laicos». Enero, 1992.
41
DPS 30
42
SC 59
43
EA 29
44
LG 18
11
derecho común les concede, y por lo tanto, son responsables de la misión pastoral de
la Iglesia, dentro de los criterios generales fijados para la diócesis por el Obispo45.
36. - Es deber de todos los pastores estudiar y hacer estudiar los Praenotanda
de los nuevos rituales, ricos en doctrina sacramental, en criterios pastorales y en
indicaciones prácticas y normativas para las diversas celebraciones.48
En la celebración de los sacramentos, los pastores válganse de las
riquezas litúrgicas que allí se ofrecen y obsérvense fielmente los libros litúrgicos
aprobados49.
45
DPSS
46
CDC 515; 518
47
DPSS 18
48
CDC 836
49
CDC 838; 846
50
DPSS
12
o Libro de Misas (Intenciones de Misa).
o Libros de Pías Fundaciones, si las hay.
Deben conservarse todos los documentos.51
39. - Los Párrocos deben firmar y pueden corregir debidamente los Libros, en
cuanto a ortografía y fechas según documentos oficiales civiles. Pueden anotar
Bautismos, si tienen la certeza de que se realizó y no ha sido registrado.
Al comenzar sus tareas como párrocos han de hacer el asentamiento en los
Libros parroquiales52. También señalarán la fecha en que dejan su cargo y harán el
traspaso a un nuevo párroco.
40. - En cuanto a las ofrendas por la celebración de los sacramentos recuérdese que
la administración de los sacramentos ha de ser gratuita, salvo los gastos propios de
la habilitación del lugar y de lo necesario para la celebración de ellos. Recordar que lo
que se ha recibido gratuitamente, se ha de dar también gratuitamente.53
o Nunca el aporte económico debe ser impedimento para que alguien reciba el
sacramento que legítimamente solicita.
o El aporte es libre y adecuado a la realidad económica de cada creyente.
o En las catequesis sacramentales se les explicará el sentido de este aporte
(ofrenda).
o El modo de solicitar el aporte debe ser respetuoso de la dignidad del
sacramento y de la dignidad del fiel que lo solicita.
o Han de ponerse de acuerdo los decanatos y parroquias vecinas en lo que se
solicitará por servicios de secretaría (certificados) y ofrendas voluntarias.
o Hay que evitar toda apariencia de unión de las celebraciones de la Iglesia con
una exigencia de dinero54. (Ver ANEXO 2° de este capítulo, en la página ….
51
CDC 535
52
CDC 535
53
DPS 45
54
CDC 848.
13
ANEXO.
OFRENDAS CON OCASION DE UN ACTO DE
CULTO Y AL 1% A LA IGLESIA
I. ORIENTACIONES DOCTRINALES
41. - Proclama san Juan: “…Después de beber el vinagre, dijo Jesús: ‘Todo se ha
cumplido’. E inclinando la cabeza, entregó su espíritu… uno de los soldados le
atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. El que vio esto lo
55
DPSS 28.
14
atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también
ustedes crean” (Jn 19,30; 34-35).
42. - San Juan insiste en que él es testigo veraz: no se trata simplemente de ser
testigo de un hecho histórico, sino de un misterio. El Espíritu que Jesús entrega no es
sólo el aliento, sino el Espíritu que viene de Dios. La sangre y el agua no son
solamente elementos fisiológicos, sino se trata del misterio de la eucaristía y del
bautismo. Por eso comenta san Juan Crisóstomo: “Mira de dónde brotó y cuál sea su
fuente. Empezó a brotar de la misma cruz y su fuente fue el costado del Señor… salió
agua y sangre: agua, como símbolo del bautismo; sangre, como figura de la
eucaristía… Pues bien, con estos dos sacramentos se edifica la Iglesia… Del costado
de Jesús se formó, pues, la Iglesia, como del costado de Adán fue formada Eva”.56
43. - Se nos abre aquí el misterio de los tres sacramentos de la iniciación cristiana: el
bautismo –el agua-, la confirmación –el Espíritu- la eucaristía –la sangre-. Nacen del
misterio Pascual del Señor. ¿Por qué tres sacramentos? Así anuncia Tertuliano: “No se
nace cristiano, se hace”. Se vive un proceso, un crecimiento, un camino. El camino es
el mismo Jesús.
48. - Hay que tener presente que el misterio de la Pascua con su fruto Pentecostal
supone el misterio de la Encarnación: es decir la integración de lo humano con lo
divino. Esto es importante para la pastoral y la catequesis, porque sin la encarnación
en lo humano, la Pascua es simplemente un acontecer histórico sin actualidad. Los
sacramentos quieren encarnar en la persona humana el misterio total de Cristo, para
que se vuelva vida “cristiana”. Por esta razón todo sacramento tiene un aspecto
humano visible: el signo; y un aspecto divino invisible: el significado.
50. El RICA comienza diciendo: “El ritual de la iniciación cristiana que se describe a
continuación está destinado a los adultos que después de haber oído el anuncio del
misterio de Cristo, habiendo el Espíritu Santo abierto sus corazones, buscan
consciente y libremente al Dios vivo y emprenden el camino de la fe y de la
conversión. Este Ritual les proporcionará una ayuda espiritual durante su preparación
de manera que, a su debido tiempo, puedan celebrar fructuosamente los
sacramentos”. Se trata de toda una pastoral en la que los sacramentos son un punto
de referencia, pero no un punto aislado y terminal.
65
DA 153.
16
adultos, que es muy variado según la gracia multiforme de Dios, la libre cooperación
de los catecúmenos, la acción de la Iglesia las circunstancias de tiempo y lugar”.
66
DGC 66
67
CIC 1231. También la Exhortación apostólica Christifideles Laici la llama catequesis
postbautismal (n° 61).
68
DGC 152.
69
DA 288.
70
DA 162.
71
CIC 230.
17
c) Se habilite a cooperar en la incorporación del mundo y de la sociedad en el
Reinado de Dios, por medio de la solidaridad72. En el Pueblo de Dios la
comunión es misionera: por tanto sus miembros, como discípulos
misioneros, “gozan del derecho, tanto personal como asociadamente, de
trabajar para que el mensaje divino de salvación sea conocido y recibido
por todos los hombres”.73
72
LG 34: Los Laicos “consagran el mundo mismo a Dios”; LG 31: “A los Laicos corresponde, por propia vocación
tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos temporales y ordenándolos según Dios… contribuyan a
la santificación del mundo como desde dentro, a modo de fermento”. Cf. también Ecclesia in America en su título y
contenido. También DA 163.
73
CIC 225.
74
EA 41.
75
Christifideles Laici n° 33; EA n° 66.
76
EA 44.
18
EL BAUTISMO EN LA PASCUA DE CRISTO
I ORIENTACIONES DOCTRINALES
55. - “Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como
Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una vida nueva”
(Rom 6,4). “En el bautismo, ustedes fueron sepultados con él, y con él resucitaron,
por la fe en el poder de Dios que lo resucitó de entre los muertos” (Col 2,12). “Todos
ustedes que fueron bautizados en Cristo han sido revestidos de Cristo” (Gal 3,27).
58. - Los dos efectos principales, son la purificación de los pecados –original y
actuales- y el nuevo nacimiento en el Espíritu Santo.
o Por el Bautismo, todos los pecados son perdonados, así como todas las penas
77
Cf. CATIC 1213
78
Cf. CATIC 1213; Cf. CDC 849 y 856; Cf. BIA 1
79
Cf. CATIC 1214; Cf. BIA 2
19
del pecado. En el Credo proclamamos: “para la remisión de los pecados”.
o Hace también del neófito “una nueva creación” (2 Cor 5,17), un hijo adoptivo
del Padre Dios, que lo hizo “partícipe de la naturaleza divina, miembro de
Cristo, coheredero con Él, y templo del Espíritu Santo”80.
59. - El Bautismo produce estos efectos por la fuerza del misterio de la muerte y
resurrección del Señor. Quienes son bautizados, son injertados en Él por una
muerte semejante a la suya; y son también vivificados juntamente con Cristo y
resucitados con Él. Pues en el Bautismo se recuerda y se vive el misterio de la pascua
de Cristo:81 de ahí la condición pascual de la vida cristiana, con su conversión y
muerte al pecado y vivencia de la vida nueva de la gracia.
60. - El Bautismo hace de nosotros miembros del Cuerpo de Cristo. “Por tanto
somos miembros los unos de los otros” (Ef 4, 25). El Bautismo incorpora a la Familia
de Dios, la Iglesia. De las fuentes bautismales nace el único Pueblo de Dios de la
Nueva Alianza: “Porque en un sólo Espíritu hemos sido todos bautizados, para no
formar más que un cuerpo” (1 Cor 12,13).82
61. - Los bautizados venimos a ser “piedras vivas” para la “edificación de un edificio
espiritual, para un sacerdocio santo” (1 Pe 2,5). Por el Bautismo el Espíritu nos hace
participes del sacerdocio de Cristo, de su misión profética y real: somos “linaje
escogido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las
alabanzas de aquel que nos ha llamado de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pe 2,9).
Por el Bautismo participamos en el sacerdocio común de los fieles. El Espíritu imprime
en nosotros un sello espiritual indeleble de nuestra pertenencia a Cristo: es el
“Carácter” dado una vez por todas, por el cual el Bautismo no puede ser reiterado.83
Pero sí, con la Iglesia, renovamos cada año en la Vigilia Pascual y en otras
circunstancias los compromisos que significan el ser bautizados.
62. - Hay una imprescindible vinculación entre Bautismo y comunidad eclesial. Cristo
y su Espíritu, por medio del Bautismo, nos incorporan a la comunidad de la Iglesia
para hacernos explícitamente partícipe de la salvación; y por nuestra vida en
comunión eclesial, realizar la misión de ser señal e instrumento de salvación en
medio de los hombres.84 Dice el documento de Aparecida: “Los fieles de este
continente… en virtud de su bautismo, están llamados a ser discípulos y misioneros
de Jesucristo”85
EL BAUTISMO ES EL SACRAMENTO DE LA FE
80
Cf. CATIC 1262; Cf. BIA 3
81
Cf. IRIC 6; Cf. BIA 4
82
Cf. CATIC 1267; Cf. BIA 6
83
Cf. CATIC 1268;1272; Cf. BIA 7
84
Cf. LG 1; Cf. BIA 8
85
DA 10
20
63. - Jesús, al iniciar el anuncio de la Buena Nueva, hace una invitación que contiene
dos llamados: a la conversión y a la fe. “Se ha cumplido el tiempo y el Reino de
Dios es inminente. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio” (Mc 1,15). Al despedirse de
sus discípulos, en el momento de su ascensión les deja un mandato: “Vayan por el
mundo entero y prediquen la Buena Nueva a toda criatura. El que crea y se bautice
se salvará” (Mc 16,15-16).86
65. - La liturgia de la Iglesia abarca la celebración de todos los sacramentos que son
“sacramentos de la fe”. No sólo la suponen, dice el Concilio Vaticano II, sino que
también la alimentan y la robustecen.88 “Para que los hombres puedan llegar a la
liturgia es necesario que antes sean llamados a la fe y a la conversión”.89
66. - Cuando se trata de bautizar a los niños, la garantía que exige la Iglesia es la fe
de sus padres, padrinos y de la misma comunidad.90 Esta garantía se expresa
claramente en el Ritual:
— En la profesión de fe: por tres veces los padres y padrinos afirman: Sí,
creo.
— Antes del bautismo: “¿Quieren, por tanto, que su hijo sea bautizado en
esta fe de la Iglesia?...” “Sí, queremos”.91
El documento de Aparecida resume todo lo anterior de esta manera: “Al
recibir la fe y el bautismo, los cristianos acogemos la acción del Espíritu Santo que
lleva a confesar a Jesús como Hijo de Dios y a llamar a Dios “Abba”. Todos los
bautizados y bautizadas de América Latina y El Caribe, a través del sacerdocio común
86
DPS 49.
87
Cf. BIA 11.
88
SC 59.
89
SC 9
90
CDC 868
91
DPS 50
21
del Pueblo de Dios, estamos llamados a vivir y transmitir la comunión con la Trinidad,
pues la evangelización es un llamado a la participación de la comunión trinitaria”.92
A. BAUTISMO DE NIÑOS
ACOGIDA
67. El hecho de pedir la celebración del Bautismo es una oportunidad que debe ser
bien aprovechada pastoralmente para promover el encuentro con el Señor y con
la Iglesia e intensificar la vida cristiana, animada por el Espíritu, en el hogar, dentro
de un cuadro realista de la familia chilena.93
68. - El Bautismo tiene un profundo sentido comunitario como dice el ritual: “la
comunidad cristiana te recibe con gran alegría”. En ella están presentes y actúan
Cristo y su Espíritu. Para esto es importante:
70. Siempre son los padres (papá o mamá), o los que tienen tuición del niño, los que
deben presentarse personalmente para solicitar la inscripción a la parroquia que
corresponde a su domicilio o cuasidomicilio. Solamente lo podrá hacer una tercera
persona si vive con el niño, o está a cargo de él.96
92
DA 157
93
BIA 14. Cf. CATIC 1250
94
CF. BIA 12
95
CDC 857; 867; PNBN 10
96
CDC 867 Y 868
22
DISCERNIMIENTO
71. - El discernimiento quiere asegurar unas mínimas garantías de que este don del
Bautismo podrá desarrollarse mediante una verdadera educación de la fe y de la vida
cristiana, de modo que el sacramento alcance su verdad total. Debe evitarse todo
rigorismo en esta investigación, como también un excesivo laxismo. En todo
caso, la petición del sacramento presentada por los padres o por alguien que los
represente adecuadamente, involucra una presunción favorable para conceder el
sacramento, ya que esta petición manifiesta al menos una mínima adhesión y
pertenencia a la Iglesia o búsqueda de Dios y una inspiración interior del Espíritu
Santo. Con esta presunción no debe ya negarse el Bautismo. Hay que tener en
cuenta que el momento de la inscripción es, para muchos, el primer contacto con la
Iglesia después de largo tiempo alejado de ella. Debe procurarse, entonces, que esta
acogida sea especialmente grata e invite a integrarse más a la Iglesia; por lo cual,
quien inscriba debe ser idóneo y con adecuada formación.97
Será útil entregar, en ese momento, una cartilla que puedan llevar a su casa,
que explique lo que es el Bautismo, el papel de los padres y padrinos, los requisitos
para la elección de los padrinos, fecha de los encuentros de preparación al Bautismo
y todas aquellas cosas prácticas que normalmente se preguntan.98
73. - Si los padres forman un hogar que vive generosamente su fe en el Señor, se les
debe invitar a integrarse más a la parroquia y que se transformen, con su ejemplo y
palabra, en verdaderos apóstoles para el resto de las familias, que también están
preparándose para el Bautismo.99
97
BIA 17
98
BIA 18
99
BIA 19
100
BIA 20
23
Discernimiento y Casos especiales
76. a) Bautismo de niños cuyos padres no tienen fe, o son incrédulos: o bien
se trata de padres que, después de ser bautizados, nunca fueron iniciados en la vida
de la fe. O bien se trata de padres que positivamente niegan valores de la fe y no
obstante piden el Bautismo para sus hijos, tal vez movidos por el Espíritu del Señor.
En estas situaciones se requiere un diálogo serio de las verdaderas motivaciones que
llevan, a estos padres, a pedir el Bautismo para sus hijos. El párroco se cerciorará de
si habrá condiciones favorables para que el niño pueda ser iniciado y amparado en la
fe, después de llegar al uso de razón.
77. - b) Bautismo de niños cuyos padres tienen vida irregular: Con la expresión
“vida irregular”, queremos caracterizar la situación de los padres que no han
contraído matrimonio religioso, o que habiéndolo contraído se han separado,
formando un nuevo hogar, o bien llevan públicamente un tipo de vida no conforme
con la enseñanza de la Iglesia.
78. - En caso de padres que no están casados y puedan casarse por la Iglesia, por
no estar ya vinculados por un anterior matrimonio religioso, éste es el momento de
invitarlos a celebrar el sacramento del matrimonio. Pero en ningún caso el Bautismo
101
BIA 21-26
24
de sus hijos debe ser una presión para recibir el matrimonio sin la debida libertad. Ni
su negativa debe ser ocasión para que el niño quede sin bautizar, aunque debe
discernirse la coherencia entre su despreocupación por el matrimonio, si fuere este el
caso, y su deseo de bautizar a un hijo. Normalmente se da el caso de que no pueden
casarse o no quieren casarse, pero tienen fe y no pueden separarse a causa de otros
hijos. En estos casos no hay problemas en bautizar a sus hijos.
En el tercer caso, los padres no cumplieron la promesa hecha con ocasión del
Bautismo de los otros hijos.
25
mismo tiempo que se preparan los padres y padrinos para el nuevo bautizado. Así los
padres son ayudados y dan prueba de seriedad en su propósito.
84. - En la medida de lo posible, se deben bautizar los niños que nacen con poco
tiempo de gestación, si aún viven. Se instruirá al personal de la salud acerca de
esto.104
85. - No se bautizan con el rito de párvulos. Tengan la catequesis con los niños que se
preparan para la iniciación a la Eucaristía o a la Confirmación. 106 (Ver más adelante
n° 188-193).
CATEQUESIS
86. - La catequesis bautismal tiene que subrayar con fuerza el aspecto del Bautismo
como realización y vivencia con Jesús del Misterio Pascual y de su Espíritu; así se
evitará dar al Bautismo un valor meramente social o cultural y -menos aún- mágico.
102
CIC 868 # 1, 2°
103
CIC 870
104
CIC 871
105
CIC 875
106
CIC 852
26
La fe en Cristo muerto y resucitado es la condición básica para recibir el
Bautismo. En él morimos al pecado y resucitamos para vivir la vida nueva de los hijos
de Dios.
87. - Relacionado con el Misterio Pascual, se puede hacer también una catequesis
sobre el pecado original. Sólo a la luz del Misterio Pascual se puede entender el
misterio del pecado original. Téngase en cuenta que a los fieles les cuesta creer que
una criatura recién nacida e inocente está en pecado o en el poder del demonio. Por
eso se debe cuidar el vocabulario que se usa al respecto. El Ritual del Bautismo ha
tenido muy en cuenta estas consideraciones, lo mismo que el Catecismo de la Iglesia
Católica. Véase en el Ritual, las oraciones del exorcismo.107
88. - Los sacramentos de iniciación constituyen, pues, para toda la familia, una etapa
providencial, destinada a profundizar la propia comprensión cristiana del
matrimonio y de la familia y, por consiguiente, también la responsabilidad educativa
para con los propios hijos. Si esta etapa es vivida por los padres como parte de una
historia en la que ellos mismos aprenden siempre de nuevo a abrazar la propia
existencia a la luz del amor del Padre, como vocación y misión, también a los hijos se
hará más connatural afrontar la propia vida con los ojos de la fe.
89. - Hay que discernir el grado de preparación cristiana que presentan los padres,
para poder adecuar la preparación al nivel y motivaciones espirituales de ellos.108
90. - Los cristianos que reciben formación catequística por su participación activa y
habitual en la Iglesia -ya sea porque se están preparando a recibir algún
sacramento de iniciación o porque están en la catequesis familiar, o son catequistas,
agentes pastorales o miembros activos de la comunidad cristiana del sector o de una
comunidad cristiana de base o de algún Movimiento con una formación permanente-
no necesitan, por eso, sino de una preparación inmediata al sacramento, es decir, el
último encuentro de padres y padrinos con el ministro que prepara el rito del
Bautismo y/o realizar alguna celebración de la Palabra.109
91. - Los padres que se han preparado para el Bautismo de un hijo mayor. Para
ellos es conveniente un certificado que será válido por tres años, e invitarlos a una
preparación diferente. Pueden darse grupos de evangelización más profundos para
estos padres; o invitarlos a integrar alguna comunidad o actividad de la Iglesia o que
participen en alguna celebración litúrgica de la comunidad o parroquia.110
92. - No se pretenda hacer una catequesis completa con ocasión del Bautismo. Debe
ser una evangelización que despierte el deseo de Dios, el encuentro y la conversión
a Jesucristo en el Espíritu; un llamado a incorporarse a la vida de la Iglesia según las
posibilidades de cada cual, a través de la comunidad cristiana o de algún movimiento.
Debe incluir, además, algunos momentos fuertes de oración en común, de
107
BIA 5. Para profundizar ver CATIC n° 387-389
108
PRBN 3
109
BIA 30
110
DPS 59; BIA 31
27
participación a la eucaristía dominical y una preparación para el rito del Bautismo.111
94, - Son muy recomendables las visitas a las familias de los bautizandos, con el fin
de integrarlas mejor a la comunidad eclesial, con lazos de verdadera amistad y fe;
visitas que pueden realizar tanto el sacerdote como un miembro del equipo bautismal
u otro agente pastoral de la parroquia o de algún movimiento.112
97. - Debe procurarse que, a partir de la preparación sacramental del Bautismo, los
padres vayan insertándose en la catequesis permanente de la Iglesia. Ya sea la
Catequesis Familiar o la Catequesis de Iniciación de Adultos para alguno de los padres
que les falte algún sacramento de iniciación, u otros modos habituales de catequesis
permanente como son, en primer lugar, la Misa Dominical, participación en alguna
comunidad o movimiento, o cierto grado de pertenencia a algunas actividades
solidarias de la Iglesia. Después de las catequesis sacramentales debe invitarse a los
padres a seguir participando en alguna de estas diversas maneras en la Iglesia. Así,
pues, toda parroquia debe tener algún modo de seguimiento posterior de los padres
que se han preparado en esta catequesis sacramental.114
98. - La preparación, de acuerdo a las directivas de cada Diócesis, debe alcanzar a los
padres y también a los padrinos, al menos para éstos, en uno de los encuentros.
111
CIC 851, 2°
112
Cf. BIA 36
113
BIA 33
114
BIA 34
115
BIA 37
28
posible, hacer al menos uno de los encuentros de la preparación sacramental. Los lai-
cos que realicen estas catequesis serán capacitados para este servicio y tendrán
formación permanente, además de su personal espiritualidad y testimonio de vida
cristiana.116
101. - Salvo para el Bautismo de urgencia -en peligro de muerte del niño- siempre se
requiere la debida preparación de los padres o quienes representen al niño y los
padrinos. Por lo tanto, ningún ministro conferirá el Bautismo a un niño cuando no
conste que sus padres y padrinos hayan tenido la adecuada preparación. Por eso,
cuando acudan a una parroquia que no es la propia, deben llevar un certificado de la
preparación realizada; si no lo han hecho, deben volver a prepararse en su propia
parroquia, evitando que en parroquias vecinas haya diferentes criterios para la
preparación. Se debe mantener la unidad de criterios en toda la diócesis.117
CELEBRACIÓN
Aspecto festivo118
103. - Se cuidará la belleza del lugar y de los objetos: limpieza, ornato floral,
acogida cordial.
“Todo templo parroquial debe tener una pila bautismal fija”.119 No deberá
colocarse en el presbiterio.
En las capillas, se evitarán mesas con fuentes y jarros de plástico en medio de
la nave.
El canto ayudará a crear el ambiente festivo. El Ritual señala 7 momentos
para los cantos y aclamaciones. Es recomendable tener hojas con los Cantos.
116
Cf. BIA 38
117
BIA 39
118
BIA 70
119
CIC 858
29
Se valorizarán, en lo posible, las procesiones previstas por el Ritual: procesión
de entrada, al Evangelio, a la fuente bautismal, al altar.
Aspecto comunitario120
105. Al menos, alguna vez, en cada parroquia conviene bautizar a alguien en la Misa
Dominical para mostrar el nexo entre el Bautismo y la incorporación a la Iglesia. De
todos modos conviene invitar a la comunidad parroquial a participar, o al menos, a
orar, por los bautizados.
107. - Los Ritos introductorios expresan la entrada del bautizado en la Iglesia: sobre
todo la acogida a la puerta y la signación121. Esto ayuda a comprender que el
Bautismo es la puerta de entrada a la Iglesia, Pueblo de Dios y Cuerpo de Cristo.
En el caso de numerosos bautismos, los otros ritos: saludo, motivación, diálogo
inicial, llamado de cada niño por su nombre, pueden realizarse una vez que cada
familia ha sido acomodada en su lugar.
108. La letanía, enriquecida con la invocación de los santos patronos de los niños y
de la comunidad local, recuerda que formamos una sola Iglesia. Puede ser cantada.
Aspecto Pascual122
120
BIA 71-76
121
Cf. CATIC 1235
122
BIA 77
123
Cf. CATIC 1238
30
El Cirio pascual: puede encabezar la procesión hasta la pila bautismal. Se
cuidará su ubicación.
Velas encendidas: los padrinos encienden sus velas directamente del Cirio
pascual, expresando así su compromiso de mantener encendida la llama de la fe en sí
mismos y en el niño124. Se recomienda a los padres que guarden la vela bautismal,
para que el niño la use en el día de su iniciación a la Eucaristía.
La Vestidura Blanca: El bautizado se ha revestido de Cristo125. Se puede
invitar a las madrinas y padrinos a traer un chal blanco para revestir a su ahijado (a)
después del rito bautismal.
Compromiso bautismal: se dará mucha solemnidad a la renovación del
compromiso bautismal: renuncia al demonio y profesión de la fe.
Santo crisma: conviene recordar que esta unción es señal de la consagración
obrada por el Espíritu y de que el Bautismo se realiza haciendo a los bautizados partí-
cipes de la misión profética, sacerdotal y real de Cristo el Ungido126. Para que el rito
sea realmente expresivo, úsese óleo puro (en una copa hermosa usualmente de
metal), y no solamente algodón humedecido con poquísimo óleo.
Aspecto creyente127
111. - Puede suceder que los niños se molesten y lloren durante la celebración,
máxime cuando el grupo de bautizados es numeroso. Conviene en tales casos que los
niños sean llevados por la madrina o uno de sus familiares a un lugar a parte,
espacioso, durante la proclamación de la Palabra y la homilía.129
FRUCTUOSIDAD
113. Después de conferido el Bautismo, los padres, y con ellos los padrinos, por gra-
titud a Dios y fidelidad al don recibido del Espíritu, están comprometidos a conducir
al niño al conocimiento de Dios Padre, de quien ha sido hecho hijo de adopción, y
también a prepararlo para celebrar la Confirmación en el Espíritu y participar del
sacrificio de Jesús en la Santísima Eucaristía.
124
Cf. CATIC 1241
125
Cf. CATIC 1243
126
Cf. CATIC 1241
127
BIA 78-80
128
Cf. CATIC 1236
129
PRBN 14
31
114. Habrá que ayudar a los participantes a agradecer a Dios por el don de la vida,
manifiesto en el hijo que ha nacido; por la salvación que se le ofrece gratuitamente
uniéndose en el bautismo a la muerte y resurrección del Señor; a la venida del
Espíritu en el corazón. Todas estas reflexiones podrán ayudar a tomar conciencia
del origen de la propia vida en la bondad del Padre eterno, y de estar destinados por
su gracia a ser hijos suyos, incorporados por el Espíritu al Primogénito, a Jesucristo.
116. - Se debe cuidar que los pastores y los agentes pastorales no impongan a los
padres esta responsabilidad, sino que traten de ayudarlos y acompañarlos en todo
sentido, para que puedan educar en la fe a sus hijos. Por eso la pastoral –
comunidades, equipos, pastoral familiar, movimientos u otros- acompañará con
esmero a los padres en su participación activa en la iniciación cristiana de los niños
(Bautismo, Confirmación, Eucaristía), tanto en la preparación a los sacramentos,
como en la catequesis ulterior.130
117. - El Bautismo debe ser un encuentro con el Señor Jesús por medio de la propia
comunidad parroquial y su pastor. Por eso el Obispo, el Párroco del lugar, los Vicarios
Parroquiales y Diáconos adscritos son los ministros ordinarios del Bautismo. Para
actuar en parroquias donde no están adscritos, los Sacerdotes y los Diáconos
necesitan la previa autorización del Párroco. A su vez, “por norma general” los fieles
deben inscribirse en sus parroquias y prepararse en ellas. “A no ser que una causa
justa aconseje otra cosa”: puede ser el caso de querer prepararse en la parroquia del
lugar de su trabajo.131 Cf. también n° 135.
119. - El ministro extraordinario nunca debe llegar a ser el ministro ordinario del
sacramento del Bautismo. Debe procurarse, por todos los medios, que en la medida
130
Cf. BIA 13
131
CIC 857, 2°; 861; 862; IRIC 11; PRBN 7; CATIC 1256
132
CIC 861, 1°
32
de lo posible, siempre sea el sacerdote o el diácono el que bautice. En todo caso, es
posible adaptar la celebración para que el sacerdote o diácono pueda administrar el
sacramento ayudado por algunos ministros extraordinarios.133
121. - Los ornamentos que se deben utilizar en el Bautismo solemne son, al menos,
el alba y la estola, a no ser en caso de emergencia. En el caso de los ministros
extraordinarios del Bautismo, se les recomienda el uso de algún sobrio signo
distintivo como una cruz.135
LOS PADRINOS
124. - Los padrinos tienen la misión, juntamente con los padres, de presentar al niño
que va a recibir el Bautismo y procurar que después lleve una vida cristiana de
acuerdo a su fe y cumpla fielmente los compromisos contraídas en el Bautismo.136
133
IRIC 15
134
CIC 861,2; IRIC 16 Y 17; CATIC 1256
135
BIA 45
136
CIC 872; 873
137
CIC 872; 873; IRIC 6; 8
33
125. - Al elegir a los padrinos es importante tomar en cuenta el rol que la Iglesia le
asigna, como se puede deducir de cuanto dice el RICA al respecto. 138 El padrino será
elegido en razón de su ejemplo, cualidades y amistad, delegado por la comunidad
cristiana del lugar y aprobado por el sacerdote, se prepara en las catequesis para
acompañar al futuro ahijado el día de la celebración del bautismo y en el tiempo de
su crecimiento en la fe. Junto con los padres, le corresponde mostrar familiarmente la
práctica del Evangelio en la vida y en la convivencia con la comunidad eclesial,
ayudarlo en sus dudas y crisis, darle testimonio de una vida cristiana y velar por el
incremento de su vida bautismal. Esta función conserva su importancia cuando el
ahijado se prepara para los otros sacramentos de la iniciación y necesita su ayuda
para permanecer fiel a las promesas bautismales.
126. _ El Código de Derecho canónico señala las siguientes exigencias para ser
padrino:
1. Que haya sido elegido por el que va a bautizarse, por sus padres o por quienes
ocupen su lugar, o por quien el párroco determine;
2. que haya cumplido 16 años;
3. que sea católico, confirmado y haya celebrado su Primera Comunión y lleve
una vida congruente con la fe y la misión que va a asumir;
4. que no sea el padre o la madre de quien se ha de bautizar;
5. además de no estar afectado por una pena canónica legítimamente impuesta y
declarada.139
127. - Los padrinos, en caso de ser casados, deben serlo también por la Iglesia. No
podrán ser padrinos los no creyentes, los que pertenecen a alguna secta,
divorciados y vueltos a casar, miembros de otra confesión religiosa y convivientes.140
128. - Se podrá admitir como padrino o madrina del niño que se bautiza, a un
hermano o una hermana mayor, de menos de 15 años de edad, con tal que se
esté preparando para la iniciación a la vida Eucarística o a la Confirmación. Por el
hecho de vivir juntos bajo el mismo techo, generalmente son excelentes padrinos que
se preocupan de la educación cristiana de su hermanito o hermanita.141
138
Cf. RICA 43
139
CIC 874
140
CIC 874; IRIC 10
141
BIA 48
142
Cf. CIC 874, 2
34
130. - El bautizado que pertenece a una comunidad eclesial no católica, sólo
puede ser admitido junto con un padrino católico, y exclusivamente en calidad de
testigo del Bautismo.143
TIEMPO Y LUGAR
131. - El bautizo de los párvulos debe ser “quam primun”, o sea dentro de las
primeras semanas de vida. Se entiende aquí por “niño” o párvulo, todo aquel que por
no haber llegado al uso de la razón, es todavía incapaz de asumir la fe cristiana como
una opción personal adecuada a su edad y ha de recibir el Bautismo sobre la base de
la fe de la Iglesia. Es el caso también de toda persona que no tenga pleno uso de ra-
zón. Si el niño se encuentra en peligro de muerte, debe ser bautizado
inmediatamente. Hay que evitar que se generalice la mentalidad falsa de “dejarlo
que elija cuando grande”. Esto está contra toda la tradición de la Iglesia y el sen-
tido común, ya que al niño se le transmite durante los primeros años de su vida
muchos valores que los padres les enseñan y que luego asumen libremente cuando
crecen. ¿Por qué no transmitirles el más grande de los valores: la fe?144
132. - El lugar del Bautismo debe ser una Iglesia o capilla, preferentemente en la
pila bautismal del templo parroquial. Cuando ésta no exista, debe ser el lugar donde
la comunidad celebra habitualmente la liturgia.
135. - Por regla general, no se debe bautizar en casas privadas, salvo en caso de
enfermedad o peligro grave para su salud, en cuyo caso se empleará el rito de
“Bautismo en peligro de muerte”, indicando a los padres que cuando el niño haya
recobrado la salud, debe ser presentado a la Iglesia para completa el rito.147
136. - A no ser que el Obispo diocesano establezca otra cosa, no se puede celebrar
el Bautismo en hospitales o maternidades, exceptuando el caso de la necesidad
o cuando lo exija otra razón pastoral.
143
BIA 49
144
CIC 867; Cf. Instrucción sobre el Bautismo de los niños. Sagrada Congregación de la Doctrina de la Fe. 20 de
octubre de 1980
145
CIC 857; 858; 859; IRIC 18-25; PRBN 10-11
146
CIC 857, 2
147
CIC 860; PRBN 12-13
35
137. - En lugares de culto distintos a la parroquia propia, se podrá bautizar sólo
con permiso del ordinario o del párroco del lugar. Los santuarios no aceptarán
bautismos de parroquias, bajo el justificativo de ‘‘cumplir una manda’’. En este caso,
el rector dialogará con el peregrino para buscar un cambio de la manda.
INSCRIPCIONES
138. - Todo Bautismo que se realice, debe ser inscrito diligentemente y sin demora
en el libro de Bautismos en la parroquia en que se realizó. Si los papás tienen la
libreta del matrimonio religioso, el recién bautizado debe ser inscrito también allí.
Esta libreta sirve como certificado de Bautismo, salvo en caso de que se necesite
para contraer matrimonio.148
139. - Los hijos que han sido adoptados en conformidad con el derecho civil, se
consideran en las leyes de la Iglesia hijos de aquellos que los adoptaron.149 Por lo
tanto, para los efectos de la inscripción del Bautismo de un hijo adoptivo se debe
hacer lo siguiente:
140. - No se debe bautizar sin autorización del párroco; al que por alguna razón
especial lo haya hecho y posteriormente pida su inscripción, se le debe remitir al
Ordinario para que sea éste el que autorice dicha inscripción.150
148
CIC 887
149
CIC 110
150
CIC 878
36
conveniente preparación de los padres y padrinos se procederá entonces a realizar el
ritual de “presentación en la Iglesia de un niño ya bautizado” y se le darán los
padrinos que tenga en adelante. En esa ocasión se procede a inscribirlo en el libro de
Bautismo con la totalidad de los datos.151
BAUTISMO DE URGENCIA
Una vez que sane el niño, los padres deberán realizar en la Parroquia de su domicilio
la Presentación de su hijo en el Templo, designación de los padrinos e inscripción del
Bautismo en el registro parroquial.
Testigos: ………………………………………………………………….
. …………………………………………………………………
142. – Dice el CIC: “Procuren los padres, los padrinos y el párroco que no se imponga
un nombre ajeno al sentir cristiano”.152 Por tanto invítense a los padres para que
pongan, al menos, un nombre cristiano a su hijo.
151
BIA 57
152
Cf. CIC 855
153
BIA 59-69
37
a) Aceptar los certificados de Bautismo emitidos por nuestras
respectivas Iglesias y
b) Estudiar la implementación de una formulación común para los
certificados de Bautismo, en el que conste que la persona ha sido
bautizada con agua y la fórmula trinitaria.
Firmaron:
- Iglesia Católica (Firmó el arzobispo de Santiago Card. Francisco Javier
Errázuriz).
- Iglesia Católica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquia; Iglesia
Evangélica Luterana en Chile; Iglesia Metodista de Chile; Misión Iglesia Pentecostal;
Iglesia Comunión de los Hermanos; Iglesia Evangélica Reformada; Corporación
Evangélica Wesleyana; Iglesias Pentecostales Libres; Iglesia Misión Apostólica
Universal; Fraternidad Ecuménica de Chile (FRAECH).
146. - Se ha de tener en cuenta que el rito de “Presentación de los niños” que tienen
algunas comunidades no católicas, no es Bautismo. También es dudoso el Bautismo
en nombre de Jesucristo.
148. - Toda persona que hubiera nacido y recibido el Bautismo fuera de la plena
comunión con la Iglesia Católica no es culpable del pecado de separación eclesial. Su
incorporación a la comunión plena, una vez establecida la validez del Bautismo ya
recibido, según los criterios enunciados, requiere la adecuada preparación y
catequesis y la Profesión de Fe Católica. El rito de la “Profesión de Fe Católica” (ex-
abjuración) se encuentra en el Ritual de Iniciación de Adultos. Cap. V.
154
CIC 869, 3
38
149. - Si no hubiera recibido el sacramento de la Confirmación, el presbítero que
sea delegado para admitirlo a la plena comunión de la Iglesia, queda facultado para
administrarle este sacramento en esta misma ocasión.
152. – A los niños mayores de 7 años, que se hayan de bautizar, se les invita a
ingresar, junto con sus compañeros, a la Catequesis de iniciación a la vida
eucarística y bautizarse al final del primer año, o en un momento que, junto al
párroco, se estime. Si sus padres no son practicantes, algún vecino, padrino, cate-
quista o cualquier miembro de la comunidad, puede hacer las veces de padre o
madre y preocuparse de su formación, realizando así el auténtico papel de padrino.
Habrá que preocuparse también, en lo posible, de la educación en la fe de los
padres no practicantes.156
154. - Los jóvenes mayores de 14 años que se hayan de Bautizar, deben ser
preparados junto al sacramento de la Confirmación, y luego celebrar el Bautismo, la
Confirmación y la Eucaristía, de ser posible, el mismo día y por el Obispo.157
155. - Para el caso de los niños que están en la Catequesis Familiar y los
155
CIC 852
156
Cf. CECH 788,3
157
Cf. CECH 788,4
39
jóvenes que estén en la Catequesis de Confirmación y que no están
bautizados, la preparación debe ser la normal de sus catequesis. Y sólo poco antes
del Bautismo tendrán una preparación inmediata para la recepción fructuosa del
Bautismo. Este Bautismo ha de ser un acontecimiento eclesial, preparado
oportunamente por todo el grupo en el cual están integrados estos jóvenes, y una
ocasión para que todos renueven sus propios compromisos bautismales.
156. - Cuando se pide el Bautismo con ocasión del Matrimonio: si hay suficiente
tiempo, debe hacerse el Catecumenado de adultos; si no lo hay, debe concederse la
dispensa de disparidad de culto para celebrar el Matrimonio e invitarlos a integrarse
desde ya a la iniciación de adultos.
163. - Es deseable que en cada parroquia, al menos en cada decanato -en aquella
parroquia que presente más facilidades de acceso-, se realice un auténtico
catecumenado de adultos, según el Código.164
166. - En todo este proceso catequístico y litúrgico es de suma importancia el rol del
Padrino. Aténgase a cuanto dice el RICA en el n° 43:
165
CIC 863; 866; CECH 788, 16
166
RICA 43
42
ANEXOS
Firma y Timbre
43
CERTIFICADO DE BAUTIZO
y timbre de la Iglesia
El Espíritu es el más grande de los dones del Padre, fruto de la Pascua del
Señor. El Espíritu Santo hace actual a Jesucristo y su obra entre nosotros:167 nos hace
hijos del Padre, miembros del Cuerpo de Cristo, nos ha marcado con su sello (2 Cor
1,22), nos llena de dones (Is 11,2-3 ) y frutos (Gal 5,22-25); nos da el carisma de la
espiritualidad168 y la santidad, junto con otros carismas personales y comunitarios en
bien de la Iglesia y su misión en el mundo.169
168. - Los oyentes conmovidos le “dijeron a Pedro y a los otros Apóstoles: ‘Hermanos,
¿qué debemos hacer?’ Pedro les respondió ‘Conviértanse y háganse bautizar en el
nombre de Jesucristo para que les sean perdonados los pecados, y así recibirán el
don del Espíritu Santo’” (Hech 2 37-38).
169. - Este sacramento tiene fisonomía propia, pero es preciso que no pierda nunca
su conexión y su relación con los otros dos sacramentos de la iniciación cristiana.171 El
objetivo de los sacramentos de la iniciación cristiana es ante todo incorporar
gradualmente el fiel a Cristo y a su Iglesia. Se trata de un proceso que se vive en sus
diferentes etapas.172
174. - Cristo se encuentra bajo el impulso del Espíritu179 desde el seno de María (Lc
1, 35). Su proclamación pública como Mesías y el inicio de su misión en el Jordán se
realizan bajo la influencia del Espíritu (Mc 1, 10 ss.). Su victoria sobre el tentador en
el desierto acontece bajo la dirección del Espíritu (Mt 4, 1-11). Cristo mismo proclamó
176
SCar 17
177
DPS 87-89
178
CDC 879; DPS 91-93.
179
CATIC 1286.
46
su misión de evangelizador a los pobres, porque el Espíritu del Señor está sobre él (Lc
4, 18 ss). Misterios parecidos acontecen en Pentecostés para los Apóstoles y la Iglesia
que nace. Todos estos acontecimientos bíblicos clarifican el sentido del Don del
Espíritu dado al confirmado: que es una mayor configuración con Cristo y una plena
comunión y participación como miembro de la Iglesia en la misión de vencer el mal y
evangelizar a todas las criaturas, con especial atención a los pobres.180
176. - El Obispo, como sucesor de los apóstoles preside a los diversos carismas de
los miembros de la comunidad. Esto nos hace entender por qué es el ministro
“originario” y ordinario de la confirmación. Los oportunos casos de delegación no
deben obscurecer esta realidad.182
180. - Todo signo sacramental es una realidad visible –objetos, gestos y palabras- que
contiene otra realidad invisible. Su fundamento lo encontramos en el misterio de la
encarnación, en el cual la visibilidad de la humanidad de Jesús revela la invisibilidad
de su Persona divina. Jesús al instituir los sacramentos escogió realidades humanas
de uso diario, como signos de la eficacia de su Pascua-Pentecostés. El hombre
moderno valora mucho el cuerpo: será importante subrayar la materialidad corporal
de los signos sacramentales. En la celebración del sacramento de la Confirmación
tenemos diferentes gestos y signos anunciadores de la acción de Cristo y su Espíritu.
184
Cf. CATIC 1303; DPS 98-101
48
181. - La imposición de las manos: el signo de la imposición de las manos, que
realiza el Obispo junto con los presbíteros al rezar la oración “Dios omnipotente”, está
dado, no como constitutivo de la confirmación, pero sí como preparación a la
imposición personal de las manos en el momento del signo crismal.185
185
Cf. CATIC 1299.
186
Const. Apost. “Divinae consortium naturae”; CATIC 1300; CDC 880, § 1
187
Cf. LG 10; 11; 13; 33; y AA 3.
49
para algunos, llamados a trabajar en el ámbito “intraeclesial”.188
San Pablo afirma que también a nosotros los cristianos Dios nos ha marcado con
su sello (Ef 1, 13). Lo mismo se afirma en la Apocalipsis (7, 3-4), donde se habla de
la señal que manifiesta la pertenencia a Dios en el día escatológ¡co. El carácter hace
que el sacramento de la confirmación no sea repetible.189
184. - “El beso de paz, con el que concluye el rito del sacramento, significa y
manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles”190
DISCERNIMIENTO
186. - De por sí en cualquier edad se tiene derecho a pedir el don del Espíritu en el
sacramento de la Confirmación tan pronto como se esté debidamente preparado. Sin
embargo por razones pastorales y siguiendo las indicaciones de la Iglesia, los Obispos
188
Cf. EA 44.
189
Cf. CDC 845 § 1; CATIC 1295; 1334-1335; EA 35.
190
CATIC 1301.
191
Cf. CDC 890.
50
de Chile hicieron la siguiente opción: “La edad en la que ordinariamente debe
administrarse la confirmación es la edad juvenil, esto es, alrededor de los quince
años.”192 De este modo el adolescente en el umbral de la vida adulta, tiene la oportu-
nidad de revivir un nuevo proceso en la educación de la fe, renovar con mayor
compromiso sus promesas bautismales y completar su iniciación cristiana.193
188. - Los adultos mayores de 20 años que piden ser confirmados, recibirán una
catequesis adecuada que se llamará "Iniciación Cristiana de Adultos". En ésta,
se prepararán juntos, alrededor de un año, los que pidan cualquiera de los tres
sacramentos de Iniciación. Al final de esta preparación recibirán, en una sola
celebración y de ser posible por el Obispo, los sacramentos de la Iniciación que les
faltaren.194 (Cf. lo que a este respecto aparece en el sacramento de¡ Bautismo de
estas Orientaciones: n°157- 166).
189. - Para los adultos que participen en una comunidad cristiana estable o
movimiento, bastará solamente una preparación inmediata al sacramento del
Espíritu Santo, de alrededor de cinco encuentros, más un retiro y el sacramento de la
Reconciliación.
Para acceder a esta preparación deben pertenecer, al menos un año, a una
comunidad estable o movimiento de la Iglesia, con reuniones periódicas distanciadas
de no más de dos semanas una de la otra, en la cual haya algún tipo de catequesis
permanente. El párroco deberá juzgar personalmente si en cada caso se cumplen
estas condiciones.195
190. - Para los padres que están en la Catequesis Familiar, también es posible
celebrar el sacramento de la Confirmación, haciendo una preparación inmediata a la
acogida del Espíritu Santo, consistente en cinco encuentros, el retiro y la liturgia
penitencial; esto con tal de que el que se a va confirmar haya participado
semanalmente en la reunión de padres.196
192
CECH 891.
193
CDC 891; Ritual, Introducción 11; Puebla 1202.
194
PRC 3; 11; 12
195
DPSS 112
196
DPSS 113
51
191. - Para las parejas que se preparan al Matrimonio y no hayan acogido
todavía en sus vidas al Espíritu Santo en el sacramento de la Confirmación,
aprovéchese esta ocasión para insistir en la necesidad de celebrarlo, e invitarlos a la
Iniciación Cristiana de Adultos. De modo que puedan celebrar el sacramento antes o
después del matrimonio, según si alcanzan o no a realizar convenientemente el
período de preparación de la Iniciación Cristiana de Adultos.
En el caso de los casados por la ley civil que ya viven juntos, o simplemente los
convivientes, celebrarán el sacramento de la confirmación necesariamente después
de haber celebrado el sacramento del Matrimonio.197
194. - Los niños en peligro de muerte antes de tener uso de razón, deben ser
confirmados para no verse privados de los beneficios del don del Espíritu, en tal caso,
el párroco, e incluso cualquier presbítero, puede confirmar.200
195. - Los fieles que tienen uso de razón y se encuentran en peligro de muerte,
tienen derecho a acoger el Espíritu Santo en la confirmación con la preparación
espiritual adaptada a cada caso en particular. Ya sean encuentros especiales, la visita
del sacerdote, la compañía de la pastoral de enfermos durante su enfermedad, u
otros grupos que acompañen a los enfermos. No debe esperarse demasiado para
administrar el sacramento en estos casos.201
197
PRC 12: DPS 110; DPSS 114
198
DPS 110; DPSS 115
199
DPSS 116
200
CDC 883; 891; PRC 11; DPS 111
201
CDC 891; PRC 12; DPS 112; DPSS 118
202
DPSS 119
52
con una «catequesis especial»; si la preparación es imposible de hacer, igual deben
ser confirmados, confiándolos al Espíritu.203
198. - Los jóvenes y adultos que han nacido y recibido el bautismo fuera de
la plena comunión con la Iglesia Católica y que no hayan celebrado el
sacramento de la confirmación, al incorporarse a la comunión plena, una vez
establecida la validez del bautismo ya celebrado, según los criterios enunciados en la
parte del bautismo de estas Orientaciones, deben ser confirmados por el mismo
ministro que los admite a la plena comunión con la Iglesia Católica, inmediatamente a
continuación de la profesión de fe, según lo prescrito en el capítulo V del Ritual de
Iniciación Cristiana de Adultos.
CATEQUESIS
A. JÓVENES CONFIRMANDOS
203
DPSS 120
204
DPSS 121
205
AAS 67(1975), 348
206
DGC 181.
207
DGC 232
53
202. - Los objetivos nacen de la necesidad que tienen los adolescentes de realizar
su maduración humana y cristiana. Necesitan ser profundamente evangelizados y
catequizados en vista del sacramento: por tanto no poner el acento sobre la
recepción misma del sacramento, sino en la iniciación a la vida cristiana a través de
la confirmación y la eucaristía. Necesitan ser formados espiritualmente a través de un
proceso catecumenal que vaya más allá del simple aprendizaje de doctrinas, por
supuesto, sin excluirlo.
Por tanto el proceso comprenderá los siguientes pasos:208
o Crecer en una actitud de conversión, que cambie sus vidas según el Evangelio:
proponerse educar no a la moral entendida como buenos modales, sino al
comportamiento moral que nace del encuentro y del amor a Jesucristo, en el
Espíritu. Acudirán con cierta frecuencia al sacramento de la reconciliación.
o familiarizarse con el Dios vivo, con Cristo actuante en la propia historia
personal y ambiental y con el Espíritu su Maestro interior, que lo conduce a la
santidad en el quehacer diario: la santidad de lo cotidiano;
o Participar activamente en la Eucaristía dominical, junto con la comunidad;
o Haber adquirido el hábito de la oración personal, ya sea en conversación
frecuente con el Padre Dios, el Señor Jesús, en la meditación orante de la
Sagrada Escritura, (Lectio divina) en la adoración eucarística, en el rezo a María
con el rosario, u otros.
o experimentar la presencia de Jesús en la vida comunitaria eclesial, en el propio
grupo y en la parroquia;
o reflexionar personal y comunitariamente sobre los contenidos doctrinales de la
fe; y leer habitualmente la Sagrada Escritura, especialmente el Nuevo
Testamento.
o Dar un testimonio de vida adecuado y un compromiso laical en su ambiente.
Además de tener un compromiso solidario y mostrar una inquietud por la
justicia y la proclamación del Reino.
o tener intención de mantener una formación habitual de la fe.
o crecer progresivamente, con acciones concretas evaluables, en el ejercicio del
apostolado en la misma comunidad eclesial (catequesis, liturgia...) y dando
testimonio de compromiso laical en su ambiente, mostrándose solidario.
203. - Al final del proceso, los confirmandos deberán estar capacitados para tomar
una decisión personal en cuanto a acoge al Espíritu Santo en la celebración del
sacramento y sus exigencias; y serán evaluados por los catequistas que los han
preparado y por el párroco.
208
DPS 114; DPSS 126.
209
CIC 889, 2; DPSS 127; DPS 114
54
Más que atenerse a las fechas de la celebración es necesario personalizar y
atender a la madurez cristiana de cada uno de los jóvenes. Lo cual puede suponer
que de un mismo grupo no se confirmen todos los jóvenes a la vez, sino en el
momento que están preparados.
B. ADULTOS CONFIRMANDOS
206. - La preparación para los adultos deberá ser de un año, confirmándose al final
de éste, en lo posible en relación con la fiesta de Pentecostés. Se seguirán los pasos
de un verdadero itinerario catecumenal, inspirándose en el RICA.212 Muchos aspectos
que se han dicho en referencia a los jóvenes, pueden también referirse a los adultos
que se preparan a su propio Pentecostés en la acogida del Espíritu.
CELEBRACIÓN
210
DPSS 128
211
DPS 115; DPSS 129-130
212
DPSS 125
55
208. - Se recomienda hacer lo posible, para que la confirmación se celebre en torno
a la fiesta de Pentecostés, por su significado litúrgico y teológico. La pastoral
antigua giraba normalmente alrededor del Año Litúrgico y sus solemnidades; hoy, a
menudo, funciona en forma independiente más bien relacionada con el año escolar.
Desde un punto de vista pedagógico, al celebrar la confirmación durante el tiempo
Pascual, puede también asegurar una mayor perseverancia en los compromisos de
los confirmados durante los meses siguientes del año.213
Aspecto comunitario
213. - La idea central que ha guiado la renovación del rito de la confirmación a partir
del Concilio Vaticano II, ha sido sin duda la de poner de relieve la unidad de los
sacramentos de la iniciación cristiana. Pablo VI lo recuerda varias veces en la
Constitución Apostólica “Divinae consortes naturae”.219 Por tanto es importante que
el sacramento de la confirmación se celebre durante la eucaristía con su Liturgia de la
Palabra y Liturgia eucarística y la renovación de los compromisos bautismales.
Aspecto sacramental
219
“Divinae Consortes Naturae” 7-10; CIC 881; PRC 4: 13
220
PRC 13; DPSS 154
221
CDC 880; PRC 13; DPSS 155-156; DPS 127
222
DPSS 157
57
216. - El párroco inscribirá en el libro correspondiente el nombre de los
confirmados, del ministro, de los padres y de los padrinos, el día y lugar de la
confirmación, además de la anotación que se hace en el libro de los bautismos, según
las normas del derecho.
Si el párroco de algún confirmado no hubiera estado presente, el ministro, por sí
mismo o por otro, debe comunicarle cuanto antes la administración de la
confirmación.223
FRUCTUOSIDAD
218. - Las “Orientaciones para la Catequesis en Chile” nombra, entre los desafíos de
nuestra pastoral catequística, “la escasa reflexión nacional en torno a la catequesis
de Confirmación, cuya práctica sufre de activismo y poca inserción y compromiso
eclesial” (n° 31). Podríamos agregar, de seguimiento pastoral para quienes
celebraron el sacramento.
221. - Se tendrá una reunión con los padres y padrinos de los confirmandos ya
antes de celebrar el sacramento, a fin de instruirlos en su papel de guías en la nueva
etapa de la vida cristiana, que inician estos jóvenes o adultos que se confirman.226
222. - Con gran empeño pastoral se procurará que quienes se han confirmado
continúen perteneciendo a algún grupo o comunidad o movimiento o actividad
permanente de la Iglesia para que sigan sintiéndose parte viva de ella. En todo caso,
también para quienes no puedan pertenecer a algún grupo, la gran vinculación
insustituible será para todos la participación dominical en la Eucaristía.227
223. - Habrá que interpelar a las pastorales especializadas –con jóvenes, con las
familias…- a los movimientos y espiritualidades, para que busquen, inviten y acojan
en sus comunidades a las personas que celebraron su confirmación en la fe.
Responsables de la preparación.
225. - Podrán también por derecho propio preparar a la confirmación, todos aquellos
colegios católicos vinculados oficialmente a la Vicaria para la Educación y/o a la
Comisión diocesana de Catequesis. El Vicario para la Educación, la Comisión de
Catequesis y los párrocos tendrán entre sí un diálogo pastoral al respecto. El rector
del colegio, en este caso, es el responsable último de todo el proceso de la
confirmación.
Los colegios particulares -aunque se confiesen católicos- podrán preparar a
la Confirmación cuando cuenten con la autorización del párroco, tanto para iniciar la
226
DPS 122; DPSS 144
227
DPSS 132
228
CDC 890; DPS 116; DPSS 133
59
preparación como para la celebración del sacramento. En este caso es también el
párroco el responsable de esta preparación.229
228. - Los Catequistas son los representantes del Obispo y de la comunidad, que en
forma más directa, se preocupan del proceso de formación de los confirmandos.
Pueden ser religiosos, personas casadas o solteras, padres de los confirmandos,
Profesores y aún en cierto modo jóvenes monitores con madurez y formación
específica.
229. - Cada Iglesia es presidida por su Obispo, a quien, como a los Apóstoles, se le
ha dado la plenitud del Espíritu, para comunicarlo a la comunidad.
Por eso se le llama Ministro originario234 y ordinario235 del sacramento de la
Confirmación.
229
DPS 116; DPSS 134
230
DPS 116; DPSS 135
231
DPS 116; DPSS 136
232
DPS 126: DPSS 138
233
DPSS 139
234
PRC 7
235
CDC 882
60
Por esta razón es deber y conveniencia pastoral que todas las celebraciones de
este sacramento sean realizadas en lo posible por él personalmente.
En circunstancias que esto no sea posible “cuide que lo celebre otro Obispo; pero,
si la necesidad lo requiere, puede conceder facultad a uno o varios presbíteros
determinados”.236 Los presbíteros facultados hagan expresa referencia al Obispo
durante la celebración del sacramento237.
230. - Todo presbítero que está facultado tanto para bautizar a un adulto o a un
joven mayor de 15 años, como para admitir a la plena comunión en la Iglesia
Católica, o a la readmisión en ella de un apóstata, tiene la facultad para confirmar al
candidato, en la misma celebración del bautismo, o en el acto de profesión de fe
católica, a fin de destacar la unidad de los tres sacramentos de la iniciación.238
232. - A partir del bautismo los padres son los principales responsables de la
educación de la fe de sus hijos. Entre sus deberes está el de animar, orientar y
acompañar a los hijos en todas sus etapas sacramentales. El cumplimiento de estas
tareas servirá a los padres al mismo tiempo para actualizar su fe y renovar su
compromiso eclesial y apostólico.
El día de la confirmación es conveniente que toda la familia, sobre todo los
padres, participen activamente en la celebración del sacramento240.
236
CDC 884, 1
237
Cf. CDC 882 y 883
238
CDC 863; CDC 866; CECH 788,3; DPS 78; PRBI 12
239
CDC 883
240
CDC 890; DPS 120; DPSS 158; PRC 3
61
comporte como verdadero testigo de Cristo y cumpla fielmente las obligaciones
inherentes al sacramento”.241
Para realizar esta tarea ciertamente necesitan el apoyo de los agentes pastorales,
a través de encuentros, folletos, etc.
235. – Una clara descripción del ideal de padrino que la Iglesia quiere, es la que
encontramos en el RICA: “El padrino, elegido por el catecúmeno en razón de su
ejemplo, cualidades y amistad, delegado por la comunidad cristiana del lugar y
aprobado por el sacerdote, acompaña al candidato el día de la elección, en la
celebración de los sacramentos y en el tiempo de la mistagogía. A él le corresponde
mostrar familiarmente al catecúmeno la práctica del Evangelio en la vida y en la
convivencia con la comunidad, ayudarlo en sus dudas y crisis, darle testimonio de
una vida cristiana y velar por el incremento de su vida bautismal. Designado antes de
la elección, desempeña públicamente su función a partir del día de la elección,
cuando da su testimonio acerca del catecúmeno ante la comunidad; y esta función
conserva su importancia cuando el neófito, después de haber recibido los
sacramentos, necesita su ayuda para permanecer fiel a las promesas bautismales”.242
No siempre es fácil encontrar el padrino ideal: en la práctica pastoral, se hará
todo lo posible para acercarse lo más que se pueda al ideal descrito por los
documentos de la Iglesia.
236. - El CIC señala las siguientes condiciones para la elección del padrino:
o Que haya sido elegido por quien va a confirmarse, en caso de que éste tenga
uso de razón.
o Haya cumplido 16 años.
o Sea católico.
o Esté confirmado.
o Tenga una vida congruente con la fe y la misión que va a asumir.
o No esté afectado por una pena canónica.
o Si es casado, que lo sea por la Iglesia.
o No sea el padre o la madre del confirmando (salvo excepción).
Es conveniente que el padrino de la Confirmación sea el mismo del Bautismo,
para poner en claro la estrecha relación entre ambos sacramentos. Siempre y cuando
cumpla con las condiciones requeridas.
No podrán ser padrinos los no católicos, divorciados y vueltos a casar y
convivientes.243
241
CDC 892; DPS 121; DPSS 159; PRC 5
242
RICA 43
243
CDC 893; 874; DPS 123-125; DPSS 160; PRC 5-6
62
“El Espíritu sopla donde quiere tú oyes el ruido que
hace, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va.”.
LA EUCARISTÍA
238. Por ser la eucaristía la presencia del Cuerpo del Señor ella es “fuente y cima de
toda la vida cristiana”.245 Los demás sacramentos, como también todos los ministerios
eclesiales y las obras de apostolado, están unidos y se ordenan a Cristo por la
eucaristía. La eucaristía contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, es decir, Cristo
mismo, nuestra Pascua.246 Ella es “el lugar privilegiado para el encuentro con Cristo
vivo”.247
Para que la comunión con El fuera cada vez más plena, Jesucristo se entregó a
sus discípulos como el Pan de su Pascua. Así culmina la iniciación cristiana.248 En el
bautismo y en la confirmación gozamos de la acción pascual de Cristo; mas en la
eucaristía es El mismo en persona con su muerte y resurrección.249
244
PG 58, C507
245
LG 11;CATIC 1324
246
PO 5; CATIC 1324
247
EA 35
248
CATIC 1322
249
Cf. CECH, OO PP 2001-2005, n° 30; 51
63
Sacrificio, presencia, comunión, misión
240. - La eucaristía es sacrificio. Dice san Cipriano: “La pasión del Señor es el
sacrificio que ofrecemos”; este sacrificio tiene dos aspectos, porque “Cristo tenía que
ofrecer al caer el día, para significar con la hora misma del sacrificio el atardecer y el
ocaso del mundo…, pero nosotros celebramos de mañana la resurrección del
Señor”251. Y san Atanasio dice: “Cuando todos juntos comemos la carne del Señor y
bebemos su sangre es su pascua lo que celebramos”.252 “En cuanto sacrificio, la
Eucaristía es ofrecida también en reparación de los pecados de los vivos y los
difuntos, y para obtener de Dios beneficios espirituales o temporales”.253
250
EA 35
251
Cipriano, Ep. 63
252
Atanasio, Carta 4; SC 47; CATIC 1323; 1330; 1362-1372
253
CATIC 1414
254
Cf. DGC 85
255
CATIC 1373-1381; 1384-1390; 1396-1401
256
Atanasio, Carta 5
257
CATIC 1331
258
DA 251
259
CATIC 1331
64
“Misa” es misión, hasta que El vuelva. En la eucaristía la Iglesia sigue recibiendo de
Cristo una misión que va más allá de las paredes del templo: lanza a la comunidad
eclesial por los caminos del mundo260 a consagrar a Dios el mundo mismo, a realizar
la solidaridad especialmente con los más marginados.261 Dice el documento de
Aparecida: “La eucaristía, fuente inagotable de la vocación cristiana es, al mismo
tiempo, fuente inextinguible del impulso misionero”.262
Así lo proclama San Pedro: “Todos ustedes son linaje escogido, sacerdocio real,
nación santa, pueblo adquirido para anunciar las alabanzas de aquel que los ha
llamado de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pe 2,9).
Este sacerdocio común del pueblo bautizado, que había caído en un cierto
olvido en la teología y en la espiritualidad eclesiales, ha sido resaltado sobre todo por
el Concilio, concretado en los libros litúrgicos y asumido explícitamente en el
Catecismo267.
260
Cf. Benedicto XVI, fiesta del Corpus Christi 2005
261
EA 35; CATIC 1332; 1397
262
DA 251
263
SC 10; CIC 897; IGMR 1; DPS 130
264
SCar 17
265
Fiesta del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, antífona de vísperas.
266
SC 7
267
LG 10; IGMR 3; 62; CATIC 1546
65
246. - “Cristo, Señor de su pueblo, hizo un Reino y sacerdotes para Dios, su Padre. Los
bautizados son consagrados por la regeneración y la unción del Espíritu Santo como
sacerdocio santo... En virtud de su sacerdocio, concurren a la ofrenda de la
eucaristía y lo ejercen en la recepción de los sacramentos, en la oración y acción
de gracias, mediante el testimonio”.268 Los fieles bautizados “ofrecen, no sólo por
manos del sacerdote, sino juntamente con él, la hostia inmaculada y aprenden a
ofrecerse con ella”269
247. - Dentro del pueblo sacerdotal, por medio del sacramento del Orden, surge el
sacerdocio ministerial de los Obispos y los Presbíteros, confiado por Cristo a los
apóstoles y sus sucesores, y que está al servicio del primero, el sacerdocio común de
todo el pueblo de Dios. Los Obispos y los Presbíteros que han sido llamados a
participar del sacerdocio de Cristo de un modo distinto, recibiendo el Espíritu que les
hace actuar en “la persona de Cristo”, cabeza, para ser pastores de la comunidad con
la palabra y la gracia de Dios270.
Pablo, por su parte, aún hablando del cáliz de bendición, se sirve únicamente
del verbo “dar gracias” para definir la plegaria de Jesús en la narración de la
institución del sacramento (1 Cor 11,24). Lo mismo hace Lucas (22,17). San Juan
Crisóstomo explica que el motivo por el cual llamamos Eucaristía -acción de
gracias- a los santos misterios “es porque ellos son el recuerdo de muchos
beneficios, porque nos muestran el punto fundamental del plan de salvación de Dios
y porque nos disponen para darle siempre gracias… Por eso el sacerdote, cuando
ofrece el divino sacrificio, nos manda dar gracias por el mundo entero, por los que
han vivido y por los que viven”.272 Por eso en Aparecida dicen los Obispos:
268
LG 10
269
SC 48; IGMR 62
270
CATIC 1547
271
DA 191
272
Homilía sobre el Evangelio de Mateo, PG 57, col. 331
66
“Bendecimos a Dios que se nos da en la celebración de la fe, especialmente en la
Eucaristía pan de vida eterna”.273
Los signos del pan y del vino
II ORIENTACIONES PASTORALES
251. - Los obispos de la CECH reiteradamente han considerado que es urgente para el
país que se legisle para defender el domingo como día de descanso.276
252. - En efecto los cristianos bendecimos a Dios cada Domingo, el “primer día de la
semana”:277
o Es el “día de la Creación” y por eso bendecimos al Creador de la belleza.
Es el “día del Señor”, llamado por eso “Domingo”, en que nosotros honramos
el nombre de Dios. Es el día que resume y orienta la semana, el que inspira
nuestra actividad.
Es el “día de Cristo”, resucitado de entre los muertos. Desde esa madrugada
de la resurrección, para toda la humanidad, la muerte es sólo el “paso” hacia
una vida plena y feliz. Los fieles estamos invitados a vivirlo intensamente.
o En este día derramó sobre sus apóstoles y la primera comunidad el Espíritu
Santo que les había prometido. Ese día de Pentecostés nació la Iglesia para
anunciar el Evangelio hasta los confines más alejados de la tierra.
273
DA 25
274
CATIC 1333
275
Cf. Benedicto XVI, SCar 72-73
276
OO PP 2001-2005, n° 92-93; COP, Declaración del 8 de junio de 2003
277
Cf. Juan Pablo II, Carta apostólica “Dies Domini”, 7 de julio de 1998
67
oEl Domingo es igualmente el “día de la Iglesia”: desde el campo o la ciudad
acudimos a celebrar la Eucaristía, es decir, el memorial de la Pascua del Señor.
Es un día para acrecentar nuestra fe en Cristo, la esperanza en su retorno
glorioso y la caridad con nuestros hermanos.
o Es también “día de la Iglesia Doméstica”. Por eso damos a la familia un
tiempo especial.
o Es el “día del Hombre”, día de fiesta, de alegría, “de descanso y de reposo”,
“Día de la Solidaridad” con los enfermos y pobres, los impedidos y
encarcelados.
Somos invitados también a leer en “Sacramentum Caritatis” de Benedicto XVI, en
los n° 72-73.
253. Por todas estas razones el día del Señor los fieles son convocados por el Padre
celestial, con el precepto dominical, a participar en la Santa Misa, el sábado en la
tarde o a cualquier hora del domingo. De modo que, el que pudiendo asistir, y
sabiéndolo no lo hace, comete una falta, que puede llegar a ser pecado mortal.278
255. – Dice el documento de Aparecida: “A las miles de comunidades con sus millones
de miembros que no tienen la oportunidad de participar de la Eucaristía
dominical, queremos decirles, con profundo afecto pastoral, que también ellas
pueden y deben vivir “según el domingo”. Ellas pueden alimentar su ya admirable
espíritu misionero participando de la “celebración dominical de la Palabra”, que hace
presente el Misterio Pascual en el amor que congrega, en la Palabra acogida y en la
oración comunitaria. Sin duda, los fieles deben anhelar la participación plena en la
Eucaristía dominical, por lo cual también los alentamos a orar por las vocaciones
sacerdotales”.280
278
DPSS 198
279
DA 252
280
Da 253
68
Sacerdote.281 Les proporcionarán el material necesario para la misma celebración de
acuerdo al documento de la Santa Sede llamado: «La asamblea dominical en
ausencia del Presbítero».282
1. CELEBRAR LA EUCARISTÍA
El lugar de la celebración
256. La Santa Misa debe celebrarse en un contexto apropiado y digno. El lugar propio
de la celebración es el templo, capilla u oratorio. Donde estos lugares no existen,
se buscará lo más conveniente y adecuado para celebrar.
El equipo litúrgico
281
CDC 1248,2; DPSS 199
282
DPSS 200
283
CDC 929; IGMR 254; 256; DPSS 171
284
CECH, OOPP 2001-2005, n° 5
285
IGMR n° 58-73
69
De este modo la participación de los Laicos enriquece grandemente la
celebración y la vida cristiana con el patrimonio litúrgico de la Iglesia y su
inagotable contenido espiritual.286
En el ejercicio de los ministerios y servicios se respetarán los roles de cada
uno: presidente, diáconos, ministros y laicos, cumpliendo cada cual su papel
específico.287
260. - La Asamblea litúrgica. “La Iglesia con solícito cuidado, procura que los
cristianos no asistan a este misterio de fe como extraños y mudos espectadores, sino
que, comprendiéndolo bien a través de ritos y oraciones, participen consciente
piadosa y activamente en la acción sagrada”.289 La Asamblea es verdadera
celebrante. Las posturas y gestos, las acciones, las respuestas, las aclamaciones, la
salmodia, los cantos y la oración de la Asamblea tienen la función de manifestar la fe
durante la acción comunitaria. La unidad de las posturas es signo de la comunión y
unidad de la asamblea, pues expresa y fomenta la participación en la misma fe y
sentimientos de los participantes. Edúquese a la Asamblea en el significado de cada
rito en la Misa.290
261. - El Monitor. En las celebraciones más importantes puede ser útil que haya un
Monitor que ubique a la Asamblea en lo que se está celebrando, mediante brevísimas
explicaciones y admoniciones, disponiendo a los fieles a una mejor comprensión. Es
necesario que las admoniciones del Monitor estén preparadas con toda precisión y
sean notables por su sobriedad. Evitará acaparar la atención de la Asamblea y
eclipsar al Presidente, quien es el verdadero animador y guía de la Asamblea.291 Se
dirige a la Asamblea y no al Señor con oraciones. Recuerda que el ambón es el lugar
exclusivo de la proclamación de la Palabra y por tanto se ubicará en otro lugar
adecuado, usando otro micrófono, por ej., junto a los músicos.292
262. - Los Lectores. Los lectores deben ser muy idóneos y han de prepararse
concienzudamente (tanto en lo espiritual como en lo práctico) para que la
proclamación de la Palabra de Dios sea realmente fructuosa. Se reprueba la
costumbre de pedir a cualquier miembro de la asamblea sin preparación alguna, que
«lea» alguna lectura.
286
CECH, OOPP 2001-2005, n° 82
287
CDC 907; IGMR 10-13; DPSS 168
288
DPSS 183
289
SC 48
290
CDC 898; 912; IGMR3;20-22; DPSS 175
291
IGMR 68; DPSS 177
292
IGMR 68; 272
70
El ambón debe reservarse exclusivamente a la proclamación de la Palabra: lecturas
bíblicas, salmos, oración universal, homilía. No es el lugar del Monitor o de los avisos
que deben darse desde otro lugar. Todos los que usen el micrófono durante la
celebración, estarán convenientemente instruidos en el adecuado uso de este
instrumento.293
263. - Los Acólitos. Es de desear que en todas las parroquias y capillas haya un
grupo de jóvenes-acólitos o ayudantes para el servicio del altar. Pueden ser también
niños pero que en lo posible, se hayan iniciado a la eucaristía y celebrado su primera
comunión. Si son jóvenes o adolescentes, conviene que también tengan una
actividad apostólica. Para la selección de este grupo, algunos criterios: espíritu de
servicio, de generosidad, de fidelidad, sentido de lo sagrado, responsabilidad. Se les
educará en una auténtica piedad eucarística. A veces, los grupos de acólitos son
semilleros de vocaciones.294
En cuanto a las niñas acólitas tener presente que “Una interpretación oficial de
la Comisión Pontificia para la Interpretación del Derecho Canónico, en fecha del 15 de
marzo de 1994 reconoce que la palabra ‘laicos’ del canon 230, párrafo 2, designa
tanto al varón como a la mujer. Las funciones litúrgicas pueden ser confiadas a laicos
hombres o mujeres. Fue confirmado por el Santo Padre”.295 Y en Redemptionis
Sacramentum, n° 47, se dice: “A esta clase de servicio al altar pueden ser admitidas
niñas o mujeres, según el juicio del Obispo diocesano".
264. - Músicos y Coro. En las celebraciones debe darse gran importancia al canto.
“La finalidad de la música sacra es la gloria de Dios y la santificación de los fieles”. 296
Es deseable que en toda celebración haya un pequeño coro: el cual “ejerce su propio
oficio litúrgico, pues le corresponde ocuparse de las partes reservadas a él… y
favorecer la activa participación de los fieles en el mismo canto”.297 En este servicio
litúrgico cuiden no sustituir la participación cantada de la Asamblea. El estribillo ha de
cantarlo siempre la asamblea, las estrofas, el coro. Se recomienda también para la
belleza del canto, la alternancia de voces, hombres, mujeres, o en el caso de salmos,
responsos o letanías, solista alternando con la asamblea. La letra de los cantos debe
tener relación con el momento de la S. Misa, el tiempo litúrgico y, en lo posible, con el
mensaje bíblico del día.298
293
IGMR 18; DPSS 178
294
IGMR 68; DPSS 179
295
Revista SERVICIO nº 185, julio de 1994, pág. 6
296
SC 12
297
IGMR 33 Oficios y ministerios
298
IGMR 19: DPSS 173; 174
299
DPSS 173
71
265. - Al mismo tiempo procúrese educar en el sentido del silencio en las
celebraciones litúrgicas, ya que éste es parte de la celebración. El silencio ayuda a
recogerse en el espíritu y a meditar en lo que se está celebrando.300
267. - Los textos litúrgicos ofrecen mucha riqueza para una adecuada celebración
adaptada a las distintas asambleas y situaciones, para que sea bien aprovechada.
Por este motivo, es importante respetar lo establecido en los rituales y sus
adaptaciones, ya que el sentido de comunión en la Iglesia se expresa especialmente
en las acciones litúrgicas. La Iglesia vive y se construye en la comunión con el Sumo
Pontífice y los obispos, de modo que desobedecer las normas litúrgicas, además de
desorientar a los fieles, no manifiesta la comunión con la Iglesia.
Es oportuno tomar en cuenta el Motu Proprio del Papa Benedicto XVI titulado
“Summorum Pontificum”, donde se dice: “Es lícito celebrar con el Misal romano del
Papa Juan XXIII según la edición típica del año 1962”.302 Si se presenta la ocasión se
conversará con el Ordinario del lugar.
Es conveniente dedicar un tiempo para prepararse a la celebración de la
Eucaristía, tanto para el sacerdote como para los fieles.303
Educarse a la celebración
300
IGMR 23; DPSS 176
301
CDC 900; 928; DPSS 167
302
“Summorum Pontificum”, art. 1
303
CDC 909
304
IGMR 8; DPSS 172
305
SC 7
72
El sacerdote que preside es signo y sacramento de Jesucristo. Estará muy
atento al “arte de presidir”. Lo hará desde la sede, que significa que hace las
veces de Cristo rey y pastor.306
El Monitor intervendrá después del saludo del Presidente, quien es el
que constituye la Asamblea celebrante.307
271. - Los Lectores no leen, sino “proclaman” la Palabra. Con espíritu de fe,
prestan su voz a los Profetas –primera lectura- y a los Apóstoles –segunda
lectura. Por respeto a la misma Palabra lo hacen desde el Leccionario y no
desde hojas sueltas.
274. - La homilía es parte de la liturgia. Por mandato del Señor, la Iglesia habla
en su nombre. Se recomienda encarecidamente, pues es alimento necesario
para la vida cristiana. Se prepara con mucha dedicación y no es demasiado
extensa, porque produce fastidio en los fieles o va en desmedro de los demás
momentos de la celebración. El Santo Padre en Sacramentum Caritatis, n° 46
dice: “Se ha de tener presente la finalidad catequética y exhortativa de la
homilía. Es conveniente que, partiendo del leccionario trienal, se prediquen a
los fieles homilías temáticas que, a lo largo del año litúrgico, traten los grandes
temas de la fe cristiana, según lo que el Magisterio propone en los cuatro «
pilares » del Catecismo de la Iglesia Católica y en su reciente Compendio: la
profesión de la fe, la celebración del misterio cristiano, la vida en Cristo y la
oración cristiana”. Al mismo tiempo, se tendrá que tomar en cuenta las
necesidades y situaciones propias de la Asamblea.308
278. - “Oigamos qué es lo que nos pide el Apóstol: “Los exhorto por la
misericordia de Dios, a presentar sus cuerpos como hostia viva” (Rom 12, 1ss).
Este ruego del Apóstol promueve a todos los hombres a la altísima dignidad del
sacerdocio. Inaudito ministerio del sacerdocio cristiano: el hombre es a la vez
víctima y sacerdote; el hombre no ha de buscar fuera de sí qué ofrecer a Dios,
sino que aporta consigo, en su misma persona lo que ha de sacrificar a Dios…
Este sacrificio, hermanos, es semejante al de Cristo quien inmoló su cuerpo
vivo por la vida del mundo… Sé, pues, oh hombre, sacrificio y sacerdote para
Dios.”313
279. - Será preciso revalorar el gesto de las ofrendas en dinero con una catequesis
adecuada. El sentido de la colecta no es «dar una limosna» o «hacer una colecta»; es
traducir la oblación de sí mismo junto a la ofrenda de Cristo, es reconocimiento a
Dios, origen de todo bien: es incorporación del fruto de nuestro trabajo; es comunión
con nuestros hermanos; capacidad de compartir lo que poseemos. La ofrenda en
dinero será presentada junto con el pan y el vino, lo cual exigiría que se haga con
rapidez y en forma expedita antes de la procesión de las ofrendas cultuales. Sólo se
colocan sobre el altar el pan y el vino. Las demás cosas o junto al altar o sobre una
mesa, pero siempre fuera del altar.314
309
IGMR 45-47; DPSS 181
310
IGMAR 49
311
IGMR 18
312
CELAM “La celebración de la Eucaristía según el misal de Pablo VI”, Bogotá, 1981
313
SAN PEDRO CRISÓLOGO, Obispo, Sermón 108
314
IGMAR 50; PRE 14; DPSS 182
315
Cf. Ef 4,28; DPSS 182
74
281. - “…pronunció la bendición…”. Es la gran Oración eucarística. “La
Plegaria Eucarística, culmen de toda la celebración, es la plegaria de acción de
gracias y de santificación… la proclama el ministro sacerdote, quien interpreta
la voz de Dios, que se dirige al Pueblo y la voz del Pueblo que eleva su espíritu
a Dios”.316 Esto hace que el ministro se mantenga fiel a la oración de la Iglesia,
cuidando de no alterar sus palabras, especialmente de la Plegaria eucarística.
316
CONGR. CULTO DIVINO, Carta “Las Plegarias eucarísticas”, 5 de agosto de 1973
317
PRE 21; DPSS 187
318
Pio XII, Enc. Mediator Dei
319
DPSS 188
75
288. - Los fieles se empeñan en prepararse para comulgar en la Misa en que
participan. Incluso podrán comulgar una segunda vez en el día, si participan
en una segunda Misa completa.320
El rito de la comunión termina con la Oración post-comunión.
289. - EL MOMENTO DEL RITO DEL ENVÍO: Con el rito del envío “se
disuelve la Asamblea, para que cada uno vuelva a sus quehaceres alabando y
bendiciendo al Señor”.321 Se deberá dar relevancia a este rito: La palabra
“Misa” significa precisamente “misión”, “envío a la misión”; no significa
simplemente que la Misa ha terminado. El Presidente invita a la Asamblea a ir a
la vida, ir a la semana a vivir eucarísticamente: a vivir y a anunciar a la
sociedad lo que la Palabra de Dios ha proclamado en la eucaristía, el Sacrificio
que Jesús realizó por los pecados de todos y la comunión fraterna realizada con
Cristo. Al respecto es interesante cuanto enseña Benedicto XVI en
Sacramentum Caritatis n° 84-85.
290. - Después de la Oración post-comunión se dan los anuncios o avisos que son
útiles para edificar la vida de la comunidad: ellos cobran el sentido de enlazar la
eucaristía con la vida cristiana. Se hace con sobriedad. Nunca se dan durante el
silencio de la comunión, sino después de la oración post-comunión.322
291. - Luego, en el momento del envío a la vida cotidiana, Cristo, por medio del
Presidente, quiere una vez más bendecir a los suyos, como lo hizo el día de la
Ascensión (Lc 24,50). Para tal bendición se aprovecharán también las
bendiciones solemnes o las 26 Oraciones sobre el pueblo, según el Misal.
293. - Los fieles recibirán a Jesús en la Sagrada Comunión, al menos una vez al
año, preferentemente en el tiempo pascual.323
320
CDC 917
321
IGMR 57 b
322
CELAM, La misa según el Misal de Pablo VI
323
CDC 120
76
294. - Quien se dispone a recibir a Jesús en el Sacramento de la Eucaristía se acercará
a él con pureza de conciencia y con una recta disposición. “El amor a la Eucaristía
lleva también a apreciar cada vez más el sacramento de la Reconciliación”; son
palabra de Benedicto XVI.324 A la luz de las palabras de S. Pablo: “examínese, pues,
cada cual, y coma así el pan y beba el cáliz” (1 Cor 11,28), nadie que tenga
conciencia de estar en pecado grave, se acercará a recibir el Cuerpo de Cristo, sin la
previa reconciliación sacramental. Cuando concurra un motivo grave y ante la
imposibilidad real de realizar el sacramento de la reconciliación, sólo recibirá el
Cuerpo del Señor con el firme propósito de reconciliarse sacramentalmente cuanto
antes. Esta última circunstancia constituye siempre una excepción: por lo mismo no
puede emplearse de manera constante. Dado que el propósito de reconciliarse
incluye la voluntad de apartarse de las ocasiones de pecado, solamente podrá tener
lugar cuando el que desea comulgar en tal circunstancia no se encuentra ligado por
una situación objetiva y estable de pecado. Por tal motivo, no pueden hacer uso de
ello los convivientes o los divorciados vueltos a casar y otras situaciones similares.
295. - El ayuno eucarístico se guardará una hora antes de comulgar, excepto las
personas ancianas o enfermas, que necesiten recibir algún medicamento,
alimentación o bebida. Esto se entiende también para las personas que viven o
cuidan a los enfermos, a quienes se le recomienda participar en la celebración junto
al enfermo.325
296. - En casos especiales, hay personas que no pueden asumir pan preparado
normalmente: en este caso “el fiel celíaco, que no pueda recibir la comunión bajo la
especie del Pan, incluido el pan con una mínima cantidad de gluten, puede comulgar
bajo la sola especie del Vino”.326
324
CSar 20
325
CDC 919; PRE 24; DPSS 186
326
Congregación para la Doctrina de la Fe, Prot N. 89/78 – 17498
327
CONC. DE TRENTO, DS 1638
328
CDC 916: PRE 23; DPSS 190
77
298. - Los ministros ordinarios de la Comunión son el obispo, los presbíteros y los
diáconos. Extraordinarios son, en forma estable, el varón que ha sido instituido
acólito por el ordinario (el obispo, o el superior mayor en caso de los religiosos).
También son ministros extraordinarios, pero no en forma estable, los religiosos,
religiosas, laicos y laicas que han recibido de parte de la autoridad eclesial
competente el encargo temporal de ayudar en la distribución de la Sagrada
Comunión.329
302. - Todas estas personas pueden ayudar (en la Santa Misa o en la visita a los
enfermos) a los presbíteros y diáconos, pero no deben tomar su lugar cuando ellos
pueden cumplir convenientemente su ministerio. También todo sacerdote que
preside la Eucaristía puede pedir a algún fiel conocidamente idóneo, que asuma
por una sola vez la misión de ayudarle a distribuir la sagrada Comunión, cuando
ocurra una causa justa, como podrá ser la de no alargar excesivamente la Comunión
de los fieles.333
329
CDC 910; PRE 17; DPSS 192
330
DPSS 193
331
PRE 20; DPSS 194
332
DPSS 195
333
DPSS 196
78
Adoración a Jesús en el Santísimo Sacramento
303. - “Cristo Jesús que murió, resucitó, que está a la derecha de Dios e intercede por
nosotros” (Rom 8,34), está presente de múltiples maneras en su Iglesia; pero “sobre
todo bajo las especies eucarísticas”.334
“Mediante la conversión del pan y del vino en su Cuerpo y Sangre, Cristo se
hace presente en este sacramento. Los Padres de la Iglesia afirmaron con fuerza la fe
de la Iglesia en la eficacia de la Palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo
para obrar esta conversión.”335
304. - Por eso todos los fieles cristianos adoran a Jesús en el Santísimo
Sacramento con el culto que se le debe al mismo Dios, ya que fue instituido por
Cristo para que todos lo recibamos y nos llenemos de la nueva vida que surge de él.
Para crecer en el amor hacia el sacramento de la Eucaristía, hay que
considerarlo en toda su amplitud, es decir, en la celebración de la Misa y en el culto
del pan consagrado, que es el signo de la presencia de Cristo.336
334
SC 7; CATIC 1373; PRE 1-2; Cf. DPSS 203
335
CATIC 1375; Cf. Benedicto XVI SCar 66-68
336
PRE 3-4; DPSS 204
337
CATIC 1379; PRE 5; DPSS 205; Cf. Benedicto XVI SCar 69
338
CDC 934; 938; PRE 9-10; DPSS 208
339
CDC 939; PRE 7; DPSS 206
340
CATIC 1380; Cf. Ga 2,20.
341
CDC 934; 937; PRE 8; DPSS 207
79
308. - Es muy recomendable la práctica de exponer el Santísimo para la
adoración a Jesús de los fieles. Se recomienda que se hagan actos especiales de
culto a la Eucaristía en la solemnidad del «Cuerpo y Sangre de Cristo» o en otras
celebraciones litúrgicas (como vigilias, etc.). Todos estos actos se harán con la
máxima solemnidad y con asistencia de fieles.342
Diversas celebraciones
312. - Todo párroco se esforzará para que la Eucaristía sea el centro de la vida
parroquial. “La Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana, hace que nuestras
parroquias sean siempre comunidades eucarísticas que viven sacramentalmente el
encuentro con Cristo Salvador”.346 El Párroco, por tanto, está obligado a celebrar cada
342
CDC 941-42; 944; DPSS 209
343
CDC 943; DPSS 210
344
DPSS 211
345
DPSS 213
346
DA 175 a)
80
domingo y fiesta de precepto una misa por el pueblo que se le ha confiado. A esta
Misa Parroquial, presidida con mayor solemnidad por el propio párroco, se le debe
dar especial importancia, y ha de ser una expresión cada vez más auténtica de la
Iglesia, adherida a su Pastor, el Obispo, y congregada por él, en unión con el
presbiterio, en el Espíritu Santo, por medio de la Palabra y de la Eucaristía.
313. - Los sacerdotes, teniendo presente que la Eucaristía es el centro de toda la vida
cristiana, se empeñan por cumplir su principal ministerio celebrando diariamente la
Santa Misa. A causa de la escasez de sacerdotes o por necesidades pastorales, puede
pedirse autorización al Obispo, o al Vicario Episcopal del lugar, para celebrar
habitualmente dos Misas cada día o una tercera cada domingo.
314. - Nunca se celebrará una S. Misa para grupo particular en día Domingo, a no
ser que la necesidad pastoral lo requiera.
315, - Los horarios y el número de las Misas deben ser determinados en atención a
las posibilidades de la mayor parte de los fieles y deben ser mantenidos con
suficiente estabilidad. Si un solo sacerdote debe atender varias comunidades de fieles
distantes entre sí, proveerá oportunamente de la celebración dominical de la Sta.
Misa en ellas de manera rotativa; y preparará a ministros laicos o propiamente, si es
posible, a diáconos, para la celebración de la Liturgia de la Palabra, con posibilidad de
administrar la Sagrada Comunión, en los demás días festivos, siguiendo para ello el
ritual pertinente y las disposiciones de estas orientaciones.347
318. - Ante un desconocido que se presenta como sacerdote, sin sus credenciales, si
el rector de la iglesia juzga personalmente con prudencia, que nada le impide
celebrar, podrá admitirlo por una única vez a celebrar privadamente la Santa Misa,
sin ningún tipo de homilía a los fieles ni tampoco recibir estipendio por su
celebración.350
347
CDC 904-5; DPSS 216
348
CDC 902; IGMR 153-160; DPSS 217
349
CDC 906; DPSS 218
350
CDC 561; 903; DPSS 219
81
Ofrendas
319. - Es una antigua costumbre de la Iglesia el que los fieles, impulsados por su
sentido religioso y eclesial, quieran dar su aportación personal (colecta o limosna)
para una participación más activa en la celebración eucarística, contribuyendo así
a las necesidades de la Iglesia y al sustento de los ministros.
Cada sacerdote puede aplicar la Misa por cualquier persona, tanto viva como
difunta. Pero se recomienda encarecidamente a los sacerdotes que celebren la Misa
por las intenciones de los fieles, sobre todo de los necesitados, aunque no reciban
ningún estipendio. En esta materia se evite hasta la más pequeña apariencia de
negociación o comercio.352
321. - El monto del estipendio lo fija la provincia eclesiástica por decreto. Ningún
sacerdote ha de pedir un estipendio mayor al fijado. Puede recibir uno mayor, si
libremente le es ofrecido en atención a su persona, o uno menor si así lo acepta el
celebrante.353
323. - El sacerdote autorizado para celebrar una segunda o tercera Misa en un día,
puede recibir un segundo o tercer estipendio, según lo disponga el Ordinario del
lugar. Si la segunda Misa es una concelebración, no ha de recibir estipendio, bajo
ningún título.355
351
CDC 945-958; DPSS 221; Cf. L'Osservatore Romano Nº 13 (1161) 29 de marzo de 1991, pg 5
352
CDC 945; 948-949; DPSS 222
353
CDC 952; DPSS 223
354
CDC 950; 953; DPSS 224
355
CDC 951; DPSS 225
82
324. - Todo Párroco ha de llevar anotado en su parroquia el cumplimiento de las
intenciones. Y cada sacerdote procure llevar ordenadamente la cuenta de las Misas
cuyas intenciones le han sido encomendadas, así como de su efectiva celebración.356
325. - Para facilitar a las personas de escasos recursos para que puedan pedir por
sus intenciones, es posible acumular sus ofrendas para la celebración de una sola
misa, siempre que ellos libremente estén de acuerdo.357
326. - Queda, por lo tanto, estrictamente prohibido el recoger indistintamente
estipendios para la celebración de Misas de acuerdo con intenciones particulares y,
acumulándolas sin que los oferentes lo sepan, “cumplirlas” con una única santa Misa
celebrada según una intención llamada «colectiva».358
328. Las Familias más que interesarse para que sus hijos “hagan una primera
Comunión”, se preocuparán para que ellos se inicien a la vida eucarística.362
No habrá que poner el acento sobre la preparación a la primera comunión, sino
en la iniciación a la vida cristiana a través de la eucaristía.
356
CDC 955; 958; DPSS 226
357
Cf. DPSS 227
358
DPSS 228
359
OCCH 136
360
DPS 137; DPSS 229. Cf. Puebla 608; 639; Congregación para el Culto divino; Misa con niños 10
361
Benedicto XVI, SCar 19
362
OCCH 31
363
DPS 139; DPSS 230
83
conveniente que haya una pastoral para niños en general, con apropiadas catequesis
y un tipo de celebraciones dominicales para niños.364
ACOGIDA
332. – “Las Comunidades cristianas a las que pertenece cada una de las familias y
en las que viven los niños, tienen obligaciones respecto a los niños bautizados en la
Iglesia. La Comunidad cristiana que da testimonio del Evangelio, que vive la caridad
fraterna, celebra activamente los misterios de Cristo, es la mejor escuela de
formación cristiana y litúrgica para los niños que viven en ella.
DISCERNIMIENTO
333. - Los padres de familia están llamados a ser los primeros educadores de la fe
de sus hijos, y por tanto participarán directa y activamente en la catequesis.367
Cuando la familia ya ha participado una vez en la catequesis familiar y
quiere preparar otro hijo, puede volver a repetir la formación, si lo quiere. En caso
contrario, puede integrarse a otros grupos de mayor profundidad, ya sea una
comunidad cristiana o trabajar en una pastoral; o finalmente, participarán sólo una
vez al mes en las reuniones con los papás y asistirá a todas las celebraciones
estipuladas; pero todas las semanas harán la catequesis al niño, en un día y hora
fijado previamente, y éste participará regularmente en su grupo.368
364
DPSS 231
365
CDC 914
366
Congregación para el Culto, Misa con niños, n. 11
367
CDC 914
368
DPS 151; DPSS 242
84
334. - Los niños en situación familiar irregular serán integrados en un proceso de
iniciación a la vida eucarística, que reúna las condiciones ya señaladas (método de
catequesis familiar), pero con la excepción de que cualquier persona preparada y
reconocida por el párroco podrá hacerse cargo de ellos y hacer las veces de
apoderado, conversando con ellos semanalmente y educándolos en la fe, para evitar
así que un niño quede sin el don de la eucaristía. Lo anterior vale también para los
niños que, por dejación de sus padres, no podrán acceder a la fe y a la vida
sacramental.369
336. - Los niños entre 12 y 15 años pueden ser preparados en grupos guiados por
un catequista mayor, adecuado para ellos. El texto que puede usarse podrá ser
cualquiera adecuado a esa edad; se hará todo lo posible por contarse con el
encuentro periódico de los padres, cada quince días o cada mes.371
340. - Los niños en peligro de muerte, pueden recibir el Cuerpo del Señor, si son
capaces de distinguir el pan eucarístico del alimento común y de recibirlo con
reverencia.375
369
DPS 149; DPSS 254
370
DPSS 255
371
DPS 148: DPSS 256
372
DPSS 257
373
DPSS 258
374
DPSS 259
375
CDC 913
85
CATEQUESIS
345. - Los niños, además de ser catequizados por sus padres, se reunirán
periódicamente a cargo de catequistas de niños de la comunidad, quienes les
ayudarán a vivir la experiencia de comunidad eclesial y de celebración de la fe a su
nivel de niños, además de reforzarlos en el aprendizaje de la fe.380
346. - Los criterios para admitir a un niño a la plena celebración eucarística, una
vez cumplidos los dos años de catequesis, serán:
o que el niño tenga una adhesión viva a la persona de Jesús y la capacidad de
manifestarla a través del amor al prójimo.
o que demuestre empeño por mejorar su conducta;
376
CDC 914; DPS 142; DPSS 327
377
DPSS 238
378
DPSS 239
379
DPSS 240
380
DPSS 241
86
o que sepa dar razón de su fe pudiendo explicar, de acuerdo a su edad, lo que es
ser cristiano.
o que haya adquirido cierta práctica de oración personal, comunitaria, litúrgica y
cierto hábito de la misa dominical. Cf. 351.
o que sepa hacer la señal de la cruz, rezar el Padre Nuestro, el Ave María y el
Credo, como hábitos personales adquiridos.
o que se muestre sensible y generoso para la vida en comunidad de la Iglesia y
solidaridad con los más necesitados.
o que dé una razonable garantía de perseverancia en la vida cristiana
catequística y sacramental, apoyado por sus mayores.
o que se haya preparado y celebrado el sacramento de la reconciliación.381
CELEBRACIÓN
350. - El presbítero que recibe la confesión del niño, sobre todo cuando acude las
primeras veces, debe acogerlo con el afecto propio de quien representa la
paternidad de Dios y la fraternidad de la comunidad cristiana. Evite interpretar su
acusación según los esquemas morales propios de la vida adulta y facilítele una
experiencia de alegría por el perdón de Dios.385
381
DPS 143; DPSS 249
382
CDC 914; DPS 145; DPSS 261
383
DPSS 248
384
DPSS 261
385
DPS 145; DPSS 262
87
educadores en el colegio procurarán esto mediante celebraciones adecuadas de
iniciación de los niños.386
352. - Se recomienda tener un retiro para quienes van a acoger al Señor Jesús en
la eucaristía por primera vez. También será muy útil ofrecer un retiro a los padres de
familia para preparar el ambiente en que el hijo celebrará por primera vez este gran
sacramento.387
354. - La celebración debe revestir para los niños y sus familias una fiesta bella y
de profundo sentido cristiano y eclesial, evitando siempre los gastos excesivos o
inútiles que puedan ofender a las familias que carecen de lo indispensable.389
La celebración no será demasiado masiva con un número excesivo de niños y
familiares: esto iría en desmedro de la atención debida a las personas.390
355, - Nunca hay que perder de vista que el encuentro con Jesucristo en la
eucaristía forma parte del proceso de Iniciación cristiana comprendida por los
sacramentos del bautismo, la confirmación y la Eucaristía. Será oportuno, por tanto,
que los niños en esa festiva celebración renueven personalmente, en forma solemne,
las promesas del bautismo para confirmar esta unidad.391
FRUCTUOSIDAD
357. - “El primer anuncio de la Eucaristía dividió a los discípulos: dijeron: “Es duro
este lenguaje, ¿Quién puede escucharlo?” (Jn 6, 60).393 Esto sucede también hoy día:
no todos perseveran en la vida eucarística.
386
DPS 146; DPSS 250
387
DPS 140; DPSS 263
388
DPS 147; DPSS 251
389
DPS 147; DPSS 152
390
DPS 147; DPS 153
391
DPS 136; DPSS 232
392
DPSS 214
393
CATIC 1336
88
Por tanto, es fundamental que, al término de la catequesis, los niños logren ser
cristianos eucarísticos, más que “haber cumplido, recibiendo la primera
comunión”. La finalidad de la catequesis no es el sacramento, sino el crecimiento de
la fe y la vida sacramental: en definitiva la santidad. Como dice Juan Pablo II: “La
vocación a la santidad hunde sus raíces en el Bautismo… principalmente en la
Eucaristía… Los cristianos son ‘santos’, y por eso quedan capacitados y
comprometidos a manifestar la santidad de su ser en la santidad de todo su
obrar”.394
358. - Con este fin, aunque la preparación e incluso la celebración de los sacramentos
de la primera reconciliación y comunión se pueden realizar en la escuela o en otro
lugar distinto de la sede parroquial, la catequesis a los padres y los hijos debe
orientarlos explícitamente a la participación habitual en su respectiva
parroquia o comunidad de Iglesia más estable.395
359. - Debe procurarse un gran empeño para continuar los grupos de papás, en
comunidades estables en lo posible, u otras formas de integración más activa a la
Iglesia. Y los niños, ojalá, puedan continuar en grupos prejuveniles de profundización
y encuentro con Cristo eucarístico, de actividades apostólicas y misioneras y de
búsqueda de su propia vocación.396 Es importante que no se pierda la vinculación con
el sacramento de la confirmación que les permitirá completar la iniciación cristiana.
Todo esto, sin olvidar que será siempre la Eucaristía dominical el gran momento de
encuentro y de vinculación de los niños con la comunidad eclesial.397
La catequesis permanente ayudará a madurar la profesión de fe bautismal a
proclamarla en la eucaristía y a renovar los compromisos que implica.
360. - Las parroquias, las CEBs, los colegios y los movimientos, las pastorales
familiar, con niños, con jóvenes… propondrán estructuras de acogida y canales de
participación para los grupos de niños y de padres de familia que se forman con
ocasión de la catequesis, para que en lo sucesivo continúen su participación y
comunión en la Iglesia evangelizadora. Pero el encuentro normal para todos será
siempre la eucaristía del domingo, la fiesta del Señor.398
394
Ch L 16
395
DPS 138; DPSS 233
396
DPS 150; DPSS 264
397
DPS 150; DPSS 265
398
DPS 147
89
forma de catequesis familiar y a condición que el párroco del lugar así lo autorice
previamente. Esta catequesis queda bajo la dirección y responsabilidad de este
mismo párroco. En ese caso podrán realizar la eucaristía en el colegio o en la
parroquia.
363. - Tanto los catequistas guías como los catequistas de niños han de contar con
una adecuada capacitación, acreditada por la Comisión diocesana de catequesis.
Los vicarios, párrocos y demás coordinadores de catequesis velarán por la
permanente formación espiritual, doctrinal y metodológica del personal
catequístico.401
364. - Los catequistas guías serán, en lo posible matrimonios, que hayan hecho el
curso de formación correspondiente, que permanentemente se estén renovando y
que den un testimonio de vida coherente con lo que enseñan.402
365. - Los catequistas de niños serán jóvenes con buen criterio, mayores de 18
años, confirmados, cuyo testimonio de vida sea coherente con lo que enseñan, que
hayan realizado el curso de formación correspondiente y que permanentemente se
estén renovando en su formación.403
399
CDC 914; DPS 140; DPSS 243
400
DPSS 244
401
DPS 139; DPSS 245
402
DPS 139; DPSS 246
403
CDC 913; DPS 143; DPSS 247
90
LOS SACRAMENTOS DE LA SANACIÓN
366. - “El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpo, que
perdonó los pecados al paralítico y le devolvió la salud del cuerpo, quiso que su
Iglesia continuase, con la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación (o sanación) y
de salvación, incluso en sus propios miembros. Esta es la finalidad de los dos
sacramentos de curación (o sanación): del sacramento de la Penitencia y de la Unción
de los enfermos”404.
EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA Y DE LA
RECONCILIACIÓN
I. ORIENTACIONES DOCTRINALES
367. - Así reza el Salmista:
369. - La conversión a Cristo, el nuevo nacimiento por el bautismo, el don del Espíritu
Santo, el Cuerpo y la Sangre de Cristo recibidos como alimentos nos han hecho
“santos e inmaculados ante él” (Ef 1,4). Sin embargo, la vida nueva acogida en la
iniciación cristiana no suprimió la fragilidad y la debilidad de la naturaleza
humana, ni la inclinación al pecado. Contra él es la lucha de la conversión constante
404
CATIC 1421
91
del cristiano con miras a la santidad y la vida eterna a la que el Señor no cesa de
llamarnos.405
370. - “Ustedes han muerto con Cristo al pecado, pero están vivos para Dios en
Cristo Jesús” (Rom. 6, 11). La muerte y resurrección de Cristo han realizado una
transformación radical: nos han reconciliado con el Padre y nos han hecho capaces de
reconciliarnos mutuamente. Esto no solamente es válido para el sacramento del
bautismo, sino también para el sacramento de la reconciliación406.
371. - “El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está cerca; conviértanse y crean
en la Buena Nueva” (Mc 1,15). Esta llamada de Cristo a la conversión sigue
resonando en la vida de los cristianos. Esta segunda conversión es una tarea
ininterrumpida para toda la Iglesia que “recibe en su propio seno a los pecadores” y
que siendo “santa al mismo tiempo que necesita de purificación constante, busca sin
cesar la penitencia y la renovación”.407
372. - Este esfuerzo de conversión no es sólo una obra humana. Es el movimiento del
“corazón contrito” (Sal 51,19), atraído y movido por el Espíritu santo a responder
al amor misericordioso del Padre.408
374. - Jesús no sólo perdonó los pecados, sino que a los pecadores los vuele a
integrar en la comunidad del Pueblo de Dios, de donde el pecado los había alejado
o incluso excluido.410 Al hacer partícipes a los apóstoles de su propio poder de
perdonar los pecados, el Señor les da también la autoridad de reconciliar a los
pecadores con la Iglesia.411
376. - El sacramento de la reconciliación como los demás, son celebrados por toda
la Iglesia y no sólo por el ministro ordenado: tanto el sacerdocio bautismal como el
ministerial obran juntos en la remisión de los pecados.412
El Ritual asume estos elementos y nos hace descubrir que se vive este proceso
en comunidad; por eso desarrolla toda la pastoral penitencial en el ámbito
comunitario.413
378. - La pérdida del sentido del pecado, es uno de los más grandes males de
nuestro siglo: consiste en perder la fina sensibilidad y la aguda percepción de los
fermentos de muerte que están contenidos en el pecado. La pérdida del sentido del
pecado está unida a la pérdida del sentido de Dios.414
380. - “El pecado es una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna. Es
una ofensa a Dios, Se alza contra Dios en una desobediencia contraria a la
obediencia de Cristo”.415
412
Revista SERVICIO 231-232, (1999).
413
DPS 154.
414
RP 18; DPSS 272
415
CATIC 1871.
416
Cf. CATIC 1872; DPSS 269.
93
383. - En sus aspectos eclesiales el pecado es excomunión, ruptura de la comunión
fraterna.
384. - En sus aspectos escatológicos el pecado es muerte eterna: “El que odia a su
hermano es un homicida; y ustedes saben, que ningún homicida posee la Vida
eterna” (1 Jn 3,15).
385. - El pecado como una mancha de aceite parte del interior del hombre, se
extiende a sus actitudes, invade las instituciones y alcanza las estructuras.417
En referencia a los actos el pecado puede ser grave o leve, destacando el grado
de traición de un valor o el daño infligido. Por ejemplo es distinto dar una bofetada a
un desconocido, a un amigo o a los padres.
417
RP 16; DPSS 270.
418
CATIC 1854-1864; RP 17; DPSS 271.
419
Ecclesia de Eucaristía 37.
94
Valorar el proceso420
420
Para todo este párrafo Cf. SERVICIO 231-232, (1999), EA 32.
95
1. Catequesis sobre la reconciliación: debe fundamentarse sobre reflexiones
bíblicas especialmente del Nuevo Testamento. Versará sobre la necesidad de
restablecer la alianza con el Padre en Cristo y como consecuencia sobre la
necesidad de reconciliarse con el hermano. También se “integrará en síntesis
los elementos de la psicología, de la sociología y de las otras ciencias humanas
que pudiesen servir para aclarar las situaciones”.
2. Catequesis sobre la penitencia: también aquí la fuente principal es la
Biblia.
3. Catequesis sobre hacer penitencia: aceptar y practicar los sacrificios que
significa la corrección del pecado. Estará inspirada en el amor y no tanto en el
temor, como aceptó Jesús la pobreza y el sufrimiento por amor al Padre y a sus
hermanos los hombres.
4. Catequesis sobre la conciencia y su formación: es el “ojo interior”, es la
“voz de la trascendencia”.421
5. Catequesis sobre el sentido del pecado: que se ha atenuado no poco en
nuestro tiempo.
6. Catequesis sobre la tentación: también Jesús fue probado, menos en el
pecado.
7. Catequesis sobre el ayuno y la limosna.
8. Catequesis sobre la cuádruple reconciliación: con Dios, consigo mismo,
con los hermanos y con la creación (ecología).
421
Consultar revista SERVICIO 231-232 (1999), pág. 26ss.
422
Cf. EA 64.
423
CATIC 1423-1442.
96
397. - El ritual nos presenta cuatro formas fundamentales para celebrar el rito
penitencial.424 Esto tiene como finalidad permitir una valoración de los variados
aspectos de la penitencia, manifestando así la diversidad de la vida eclesial:
1. Las celebraciones penitenciales no sacramentales425, en las cuales se
reúne el pueblo de Dios para escuchar su palabra. Se invita a la conversión
y a la renovación de vida. Son una preparación útil a la celebración del
sacramento o una etapa para una reconciliación sacramental en la
iniciación de los niños. Puede ser presidida por un Diácono o un Catequista.
2. La reconciliación individual,426 que se realiza cuando el confesor entra en
diálogo personal con un solo penitente cada vez. Esta permite, de una
manera irreemplazable, manifestar que el perdón alcanza a cada uno en lo
más personal de su ser con una palabra de Dios para él, hoy.
3. La reconciliación de varios penitentes durante una celebración
comunitaria427 con confesión y absolución individual, en que varios
penitentes se reúnen para recibir el sacramento, pero se preparan a ella con
una celebración de la palabra de Dios y luego cada uno se presenta al
sacerdote confesor. Permite de esta manera manifestar el carácter eclesial
del sacramento, donde todos se ayudan mutuamente con la oración
alabando al Señor.
4. La celebración comunitaria con la absolución colectiva428 en lugar de
absolución individual; es sólo para casos excepcionales y con la autorización
del Ordinario del lugar, como se explicará más adelante (n° 424).
CELEBRACIÓN COMUNITARIA
CON CONFESIÓN Y ABSOLUCIÓN INDIVIDUAL
DISCERNIMIENTO
424
DPSS 283.
425
Apéndice II del ritual de Penitencia.
426
Capítulo I del ritual de Penitencia, n° 41-47.
427
Capítulo II del ritual de Penitencia, n° 48-59.
428
Capítulo III del ritual de Penitencia, n° 60-66.
429
RITP 13; DPS 166-7; 193; DPSS 284.
430
DPS 168,
97
400. - El Concilio Vaticano II destaca un nuevo sentido de Iglesia, no mirada
exclusivamente como institución jerarquizada, sino como comunión de hermanos, y
promueve la participación activa de todos los miembros de la asamblea como sujetos
de la celebración. El sacerdocio común lo ejercitan todos los miembros de la
asamblea que celebra. Ningún acto litúrgico es meramente individual o privado,
tampoco el sacramento de la reconciliación.431
ACOGIDA
CELEBRACIÓN433
431
SERVICIO 231-232, (1999).
432
DPS 171-172; revista SERVICIO 231-232 (1999).
433
RITP 23-30; DPS 173; DPSS 286.
98
Palabra de Dios y no de una lista de pecados: es la Palabra de Dios y no la moral, la
que nos cuestiona.
408. - Cuando se han terminado los penitentes, los sacerdotes vuelven al presbiterio
y junto a la asamblea proclaman la misericordia de Dios con un salmo o cántico
apropiado.
Finalmente, se concluye la celebración con una oración de acción de gracias y
el envío de los penitentes, a realizar lo celebrado.
Podría pensarse en invitar al saludo de paz y a una posible convivencia para
celebrar la fiesta del perdón.
409. - Un signo elocuente del carácter eclesial del sacramento serán las liturgias
penitenciales a nivel de ciudad, decanal o zonal. Se recomienda, por lo tanto, que
en la medida de lo posible, los sacerdotes a niveles del decanato o de las parroquias
vecinas, organicen diversas formas de liturgias penitenciales con absolución
individual. También se recomienda que los sacerdotes vecinos se ayuden en la
práctica penitencial en los días, en que en las diferentes parroquias, haya liturgias
penitenciales o sean días dedicados especialmente a este sacramento. Tener
presente que el promedio razonable para cada sacerdote es alrededor de diez
penitentes. 434
434
RITP 22; DPS 185-186; 192; DPSS 290.
435
RITP 36 Y 37; DPSS 291.
99
CELEBRACIÓN INDIVIDUAL
ACOGIDA Y DISCERNIMIENTO
CATEQUESIS Y CELEBRACIÓN
412. - El sacerdote acoge con amor fraterno al penitente, le dice palabras amables,
luego hacen juntos la señal de la cruz e invita al penitente a hacer un acto de
confianza en la misericordia de Dios. Aún en el caso de una celebración individual,
debe haber un momento para escuchar la Palabra de Dios y recibir los consejos del
sacerdote, que no deben reducirse a un mero mensaje moralista. Por lo tanto, es
conveniente también, leer o recordar algún trozo de la Sagrada Escritura, que le dé
luz al fiel para conocer sus pecados.437
413. - Entre los actos del penitente tiene primacía la contrición que “es un dolor
del alma y una detestación del pecado cometido con la resolución de no volver a
pecar” (Conc. de Trento: DS 1676). De esta contrición del corazón depende la
autenticidad de la penitencia, porque la conversión debe mover interiormente al
hombre a conocer más profundamente su interior, y a llegar a ser cada vez más
semejante a Cristo.438
414. - “La confesión de los pecados, incluso desde un punto de vista simplemente
humano, nos libera y facilita nuestra reconciliación. Por la confesión, el cristiano se
enfrenta a los pecados de que se siente culpable; asume su responsabilidad y, por
ello, se abre de nuevo a Dios y a la comunión de la Iglesia, con el fin de hacer posible
un nuevo futuro”.439
436
CDC 978, 979; DPS 170.
437
RITP 16-17; DPS 170; 173;179; DPSS 301.
438
CDC 987; CATIC 1451-1453; RITP 6,A; DPS 156; 178; DPSS 298.
439
CATIC 1455.
100
se contará con un confesionario con las características mencionadas.440
416. - El lugar propio para oír confesiones es una iglesia u oratorio. Por justa causa,
pueden oírse confesiones fuera del confesionario.441
417. - “Según el mandamiento de la Iglesia ‘todo fiel llegado a la edad del uso de
razón debe confesar al menos una vez al año, los pecados graves de que tiene
conciencia’. Sin ser estrictamente necesaria, la confesión de los pecados veniales,
sin embargo, es recomendada vivamente por la Iglesia”.442
418. - El sacerdote hará una breve exhortación, ofreciendo oportunos consejos para
empezar una nueva vida: junto con mirar el pasado, debe proyectarse al futuro. El
confesor además de juez que valora la gravedad del pecado y el arrepentimiento del
penitente, es pastor, padre, médico y formador de la conciencia cristiana.443
440
CDC 964, 991; CECH 962,2; DPS 179; DPSS 304; Benedicto XVI, SCar 21.
441
CDC 964; RITP 12; DPSS 305.
442
CATIC 1457-1458.
443
RP 31; CDC 978; RITP 10, 18; DPS 157, 181; DPSS 307.
444
CDC 979; RITP 18; DPSS 308.
445
CATIC 1449.
446
DPSS 315.
101
FRUCTUOSIDAD
CELEBRACIÓN COMUNITARIA
CON CONFESIÓN Y ABSOLUCIÓN GENERAL
425. - Los criterios que ha determinado la Conferencia Episcopal para que un obispo
establezca los casos en los que se da la grave necesidad de recurrir, en forma
excepcional, a la reconciliación de varios penitentes con confesión genérica y
absolución general, cuando juzga que se dan las condiciones requeridas a tenor del
canon 961 & 1 n.2., son:
o deben ser casos en los que el grupo de penitentes no tenga posibilidad de
encuentro próximo (durante un tiempo notable) con algún confesor. Se
considera tiempo notable para estos efectos un tiempo de dos meses.
o deben ser casos, excepto en peligro inminente de muerte, en los que los fieles
se congreguen cómo penitentes, esto es, con el ánimo de celebrar el
sacramento de la reconciliación.
o debe siempre tenerse presente que, únicamente podrá tener lugar la
absolución general, si se verifican las condiciones siguientes exigidas por el
canon 961: gran número de penitentes, insuficiencia de confesores,
molestia sentida por los fieles al quedar por largo tiempo fuera de la gracia
sacramental o de la Santa Comunión.
o debe hacerse un acto preparatorio, en forma responsable, en el que cada
uno de los que se disponen a recibir la absolución general exprese su confesión
general: ya sea con palabras (por ej. Yo confieso) ya sea con signos (por ej.
golpes de pecho o un cántico). Se han de rechazar los modos de proceder que
puedan generar confusión, sorpresa o duda en los fieles que, sin haber tenido
la intención de acceder al sacramento de la reconciliación, se encuentran
dentro de un grupo o multitud que recibe la absolución general.449
447
RITP 20; DPS 183; DPSS 316.
448
CATIC 1483; DPSS 319; SCar 21.
449
CDC 961; CECH 961,2; DPSS 321.
102
426. - Para que un fiel reciba válidamente la absolución sacramental, dada a
varios a la vez, se requiere no sólo que esté debidamente dispuesto, sino que se
proponga hacer a su debido tiempo y antes de otra absolución general, una confesión
individual de todos los pecados graves, que en la presente circunstancia no ha podido
confesar de ese modo. Se hace necesario cotejar la conciencia y no vivir de
absoluciones generales.450
427. - La reconciliación de los penitentes puede celebrarse en todo tiempo y día. Sin
embargo, el tiempo de cuaresma es el más conveniente para la celebración del
Sacramento de la Reconciliación.451
429. - Se invita a todos los fieles, especialmente a los sacerdotes, ministros del
sacramento de la reconciliación, a fomentar una pastoral de la reconciliación y de
la penitencia. Esto se logrará con una adecuada catequesis sobre la penitencia, la
celebración misma de este sacramento, y el ejemplo de los ministros
consagrados, que han de confesarse también con frecuencia, para mantener
un atento espíritu de santidad.455
IDICACIONES JURÍDICAS
450
CDC 962-3; RITP 33-4; CATIC 1483; DPS 190, 191: DPSS 322.
451
RITP 13; DPSS 344.
452
DPSS 345; Benedicto XVI SCar 21.
453
CDC 986; DPSS 346.
454
DPSS 347.
455
Cf. EA 32; DPSS 350.
103
430. - Toda la Iglesia, como pueblo sacerdotal, actúa de diverso modo en el
ejercicio de la obra de reconciliación que el Señor le ha confiado, llamando a la
penitencia por la predicación de la Palabra de Dios, intercediendo por los pecadores,
ayudando con maternal, cuidado y solicitud a los penitentes para que reconozcan y
confiesen sus pecados y alcancen la misericordia de Dios, quien es el único que
puede perdonar los pecados. Además, la Iglesia es instrumento de la conversión y de
la absolución de los penitentes por el ministerio entregado a los apóstoles y sus
sucesores.456
432. - Para absolver válidamente de los pecados se requiere que el ministro, además
de la potestad de orden, tenga la facultad de ejercerla sobre los fieles a quienes da
la absolución.458
433. - Quienes tienen la facultad de oír confesiones como anexa al oficio que
ejercen en la Iglesia (Ordinario diocesano, canónigo penitenciario, párroco y quienes
se equiparan al párroco en el Derecho), pueden ejercerla sobre todos los fieles en
cualquier parte del mundo, mientras ejerzan legítimamente ese oficio eclesiástico.
437. - El sacerdote con facultades para ello, concede el perdón de Dios mediante la
absolución al penitente arrepentido que ha confesado sus pecados. No debe
negarse ni retrasarse la absolución, si el confesor no duda de la buena disposición
del penitente y éste pide ser absuelto. Pero si el penitente no da señales de
arrepentimiento o no puede o no quiere dejar su situación de pecado, no puede
tampoco recibir la absolución. En casos como éste, debe hacerse una especial
reflexión al penitente según las circunstancias, para que cuanto antes pueda arreglar
su vida conforme a la voluntad de Dios y de la Iglesia. Debe tenerse especial cuidado
de acogerlo con cariño; que entienda lo que se le está enseñando y que no sea ésta
una ocasión de sentirse excomulgado o quedar fuera de la Iglesia o simplemente
retirarse de toda actividad eclesial.
460
CDC 967-8; DPSS 327.
461
CDC 969-975; RITP 9; DPSS 328.
462
CDC 976; RITP 9; DPSS 329.
463
CDC 978, 980; DPSS 331.
464
RP 34; DPSS 332.
105
439. - Todo sacerdote debe procurar estudiar convenientemente lo que el derecho
canónico pide a los sacerdotes confesores.
Los sacerdotes confesores deben prepararse continuamente para cumplir
mejor su función en este sacramento y guiados fielmente por el magisterio de la
Iglesia y la constante oración a Dios, deben ejercer su oficio con sabiduría y
prudencia.465
445. - Los pecados que caen bajo pena de excomunión reservada a la Santa Sede (y a
ella hay que remitir al penitente) son:
o Profanar las sagradas especies.
o Atentar contra el Santo Padre.
o Absolver al cómplice carnal.
o Quebrantar el sigilo sacramental.
o Consagrar a un Obispo sin mandato apostólico.
446. - Han de tenerse en cuenta las causales que, según el Derecho Canónico,
eximen de contraer una censura latae, sententiae, CIC 1324 #1 y 3, (excomunión,
suspensión o entredicho), y que pueden compendiarse como siguen:
o edad inferior a los dieciocho años cumplidos;
o ignorancia sin culpa acerca de la norma penal, que ha violado (a ella se
equipara la inadvertencia o el error);
o lo que afecta gravemente a la voluntad para determinarse libremente;
469
DPSS 337.
470
CDC 508,1; CDC 1354; DPSS 338.
471
CDC 1354; DPSS 339.
472
CDC 1354,3; 1367; 1370,1; 1378,1; 1388; 1382; DPSS 340.
107
o lo que, según el Derecho, constituye causa atenuante para otro tipo de
sanciones penales.
En peligro de muerte, todo fiel puede ser absuelto por cualquier presbítero
de toda censura, incluidas las reservadas a la Sede Apostólica y las que por decreto
han sido declaradas o impuestas sobre la persona de ese penitente. El confesor debe
hacer presente a quien así es absuelto en tales circunstancias, que en caso de
restablecerse su salud, tiene el deber de recurrir a la autoridad eclesiástica
correspondiente para su absolución definitiva.
448 - Cuando a tenor del derecho, un sacerdote absuelve una censura no declarada a
un penitente, bien dispuesto en el fuero sacramental, no debe cambiarse la fórmula
de la absolución sino que basta que además tenga intención de absolver de las
censuras. Sin embargo, según el Ritual de Penitencia, también puede el confesor
emplear la siguiente fórmula antes de absolver los pecados: «En virtud del poder que
se me ha concedido, yo te absuelvo de todo lazo de excomunión (o entredicho, o
suspensión), en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo» R.- Amén.
Tal fórmula ha de usarse siempre para absolver de una peculiar censura fuera
del sacramento de la Reconciliación.475
473
CDC 1323; 1324, #1 Y 3; DPSS 341.
474
CDC 508; 566,2; 1355,2; 976; 1357,3; 1357, 1-2; DPSS 342.
475
DPSS 343.
108
APENDICE: LAS INDULGENCIAS
449. - “La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal merecida por
los pecados, ya perdonados en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo
determinadas condiciones, consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como
administradora de la redención distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las
satisfacciones de Cristo y de los Santos”.476
450. - Los fieles tienen derecho a ser convenientemente instruidos acerca de
la doctrina de la Iglesia sobre las Indulgencias, como una expresión de la
eficacia de la Redención obrada por el Salvador y encomendada a la Iglesia. En la
enseñanza de estas verdades, se ha de tomar como base la Constitución Apostólica
de S.S. Paulo VI «Indulgentiarum Doctrina», 5.
A los fieles habrá de recomendárselas el hacer las obras enriquecidas con
indulgencias.477
452. - Todo fiel puede ganar para sí mismo o aplicar a los difuntos, a manera de
ofrenda, las indulgencias tanto parciales como plenarias. Pero nadie puede aplicar a
una persona que aún vive las indulgencias que él ganó.479
453. - Para ganar una indulgencia para sí mismo, es necesario estar bautizado, no
excomulgado, y hallarse en estado de gracia por lo menos al final de las obras
prescritas. El fiel debe tener además la intención de ganarse la indulgencia, y cumplir
dentro del tiempo determinado, las obras prescritas.480
476
CATIC 1471; CDC 992-997; 992f.
477
DPSS 352; Benedicto XVI SCar 21.
478
CDC 993; DPSS 353.
479
CDC 994; DPSS 354.
480
CDC 996; DPSS 355.
109
h) recitando la oración «amado buen Jesús», ante un crucifijo y después de la
comunión, los viernes de cuaresma y en el tiempo de pasión. (cf.
«Enchiridion Indulgentiarum» 1986).481
455. - Para ganar indulgencia plenaria se requieren la ejecución de la obra
enriquecida con la indulgencia (si se trata de visitar una iglesia u oratorio, debe ser la
visita piadosa de la misma, en la cual se rezan el Padrenuestro y el Credo) y el
cumplimiento de estas tres condiciones: confesión sacramental en la semana anterior
o posterior al que se realiza la obra para ganar la indulgencia, comunión eucarística: y
alguna oración por las intenciones del Santo Padre. Además, se debe excluir todo
afecto hacia cualquier pecado, incluso venial.482
456. - En general, se puede ganar sólo una indulgencia plenaria cada día, y varias
parciales el mismo día.483
457. - Los confesores pueden conmutar tanto la obra prescrita como las
condiciones en favor de aquellos que, afectados por un impedimento legítimo, no
pueden practicarlas.484
459. -“La enfermedad y el sufrimiento se han contado siempre entre los problemas
más graves que aquejan la vida humana. En la enfermedad, el hombre experimenta
su impotencia, sus límites y su finitud. Toda enfermedad puede hacernos entrever la
muerte”.
La enfermedad puede conducir a la angustia, al repliegue sobre sí mismo,
a veces incluso a la desesperación y a la rebelión contra Dios. Puede también hacer a
la persona más madura, ayudarla a discernir en su vida lo que no es esencial, para
volverse hacia lo que lo es. Con mucha frecuencia, la enfermedad empuja a la
búsqueda de Dios, un retorno a él”.486
460. - “La compasión de Cristo hacia los enfermos y sus numerosas sanaciones de
dolientes de toda clase son un signo maravilloso de que “Dios ha visitado a su
pueblo” (Lc 7,16). Él vino a sanar al hombre entero, espíritu y cuerpo; llega hasta
identificarse con ellos: “Estuve enfermo y me visitaron” (Mt 25,36). Su amor de
predilección para con los enfermos no ha cesado a lo largo de los siglos.”487
Por estas razones la enfermedad puede constituir un nuevo encuentro con
Cristo: “Por su pasión y su muerte en la cruz, Cristo dio un sentido nuevo al
sufrimiento: desde entonces éste nos configura con él y nos une a su pasión
redentora”.488
La misión de la Iglesia
485
CATIC 1502
486
CATIC 1500-1501
487
CATIC 1503
488
CATIC 1505
489
Cf. CATIC 1506-1507;Benedicto XVI, SCar 22
111
462. - Siguiendo las huellas del Maestro, la Iglesia siempre se preocupó de los
enfermos. Mucho antes de que los Estados modernos crearan organismos
especializados (Servicio Nacional de Salud, Hospitales, etc.) ella había fundado
lazaretos, hospitales y hogares para ancianos. Surgían, para el servicio de los
enfermos, numerosas congregaciones religiosas y grandes santos que son el honor de
la humanidad: San Juan de Dios, San Vicente de Paúl, San Pedro Claver, San Martín de
Porres, Raúl Follereau...
463. - Pero la Iglesia no desempeñaría más que una parte de su misión, si se limitara
a sanar los cuerpos y a manifestar interés y cariño hacia los dolientes. Tiene como
tarea propia la de alcanzar al hombre en lo más profundo de su ser, en su alma. Por
esto prescribe a los párrocos visitar personalmente a los enfermos para llevarles,
además de manifestaciones de simpatía humana, palabras de fe. Les recuerda las
palabra de san Pablo: “Completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo,
a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1,24). Ella tiene en su liturgia misas y
oraciones especiales para los enfermos, y prescribe que entre las intenciones de la
oración universal de la misa dominical, se mencione la de los que sufren. Fomenta
todo lo que puede ayudarlos a hacer de su misma enfermedad un medio para su
progreso espiritual y la salvación de los demás: misas radiales o televisadas,
peregrinaciones, asociaciones, pastoral de la salud, etc.490
465. - “Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros,
toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para
que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y
muerte de Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios”.492
490
DPS 239
491
CDC 998
492
LG 11; CATIC 1499
493
Cf. CATIC 1520
112
II° ORIENTACIONES PASTORALES
467. - En el Cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, si sufre un miembro, todos los demás
sufren con él (1 Cor 12, 26). Por lo cual, la misericordia para con los enfermos y las
obras de caridad para aliviar todas las necesidades humanas, son consideradas por la
Iglesia como de máxima importancia en la sociedad. Todo trabajo que realice
cualquier persona humana al servicio de los enfermos se considera como una
preparación del Evangelio y participan de esa manera en el ministerio del alivio
que proporciona por ellos el mismo Jesucristo.494
468. - Por tanto, es muy conveniente que los bautizados participen de este
ministerio de caridad mutua en el Cuerpo de Cristo, luchando contra las
enfermedades, amando a los enfermos y participando en la celebración de los
sacramentos instituidos para ellos.495
469. - Los parientes y los que asisten a los enfermos tienen una parte activa en este
ministerio de alivio. A ellos principalmente corresponde ayudar a los enfermos con
conversaciones llenas de fe, con oraciones en común encomendarlos al Señor
paciente y glorificado, y exhortarles para que se unan gustosamente a la Pasión y
Muerte de Cristo, y contribuyan así al bien de todo el pueblo de Dios. Y cuando se
agrava la enfermedad les corresponde a ellos avisar al párroco, y preparar al enfermo
con la debida prudencia y caridad, para que se disponga a recibir los sacramentos
oportunamente.496
471. - La acción pastoral con los enfermos debe considerarse como una prioridad en
cada parroquia, porque constituye un camino para contactarse con familias a veces
alejadas de la Iglesia y sobre todo es un signo privilegiado de la presencia del reino
en medio de los que sufren.498
494
RUE 32; DPS 239; DPSS 370
495
RUE 33; DPSS 371
496
CDC 1001; RUE 13; 34; DPSS 372
497
DPS 245; DPSS 374
498
DPSS 389
113
mejor argumento para desvirtuar prejuicios contra el sacramento de la Unción o la
Iglesia y su clero; al mismo tiempo ayudará al pastor a dar una constante y
actualizada dimensión redentora al misterio de la Cruz, cuando se hace presente en
el dolor y en la enfermedad.499
476. - Cada diócesis, según sus posibilidades, creará una Comisión para la Pastoral
de Enfermos: ella organizará los cursos para formar a los servidores de pastoral
domiciliaria de enfermos. Pondrá a disposición de cada párroco la nómina de los
servidores que hayan hecho cada curso, para que se integren en el equipo pastoral
de la parroquia.503
499
DPSS 391
500
DPSS 390
501
DPSS 392
502
DPS 246; DPSS 375-376
503
DPSS 377
114
ni religiosas, el Delegado Episcopal para la Pastoral de Enfermos, de acuerdo con el
voluntariado de Caritas, donde exista, y de otras personas, nombrará un responsable
pastoral que coordine la evangelización y la atención espiritual de los enfermos y del
personal.504
478. - Donde sea posible, para la formación del voluntariado de Caritas que
atiende a los hospitales, se contará con la escuela de capacitación de Caritas.
Una vez hecho el curso correspondiente, la escuela mantendrá la nómina y la
organización de todo el personal que preste sus servicios en los hospitales. La misma
escuela mantendrá cursos periódicos para la formación de funcionarios de hospitales
que irán integrando la pastoral de los enfermos.505
504
DPS 247; DPSS 378
505
DPSS 379.-
115
El Sacramento de la Unción
ACOGIDA
DISCERNIMIENTO
482. - Se puede celebrar la Unción de los Enfermos con todo cristiano bautizado, que
teniendo el uso de razón comienza a estar en peligro por enfermedad o vejez. De
modo que los sujetos del sacramento son los enfermos graves en general, sin
referencia precisa al peligro o la inminencia de la muerte. Queda dicho, entonces, que
los niños son sujetos del sacramento, siempre y cuando comprendan su significado.
En la duda de que si el enfermo ha alcanzado el uso de la razón debe administrarse
este sacramento.
506
CDC 1001; DPS 248; DPSS 381.
507
DPSS 382.
508
DPS 246; DPSS 388.
116
483. - La Unción no es pues específicamente el sacramento de la última
etapa.509
La gravedad de la enfermedad no hay que interpretarla solamente en el
sentido del diagnóstico médico; se ha de considerar principalmente el trastorno de
la persona determinado por la enfermedad, en relación con Dios, con los demás y
con la vida.
Cuándo el enfermo encuentra que pierde su relación con Dios, porque le cuesta
aceptar la enfermedad, o se siente inútil ante los hermanos y trastorna sus relaciones
humanas, haciéndolo dependiente e impotente, son situaciones tan graves que
necesitan una intervención y acción sacramental de parte de Cristo y de la Iglesia.
Son, por lo tanto, estas personas las que deben celebrar el sacramento.510
En este caso, junto con los efectos que le son propios, el sacramento produce
el perdón de los pecados que no pueden confesar en ese momento: para ello es
suficiente que el enfermo haya deseado recibir la Unción y esto se supone en
todo fiel que haya vivido como tal y tenga dolor, al menos de atrición, de sus
pecados, aún cuando no pueda actualizarlo o manifestarlo en esa ocasión.513
CATEQUESIS
501. - Hay que educar la comunidad cristiana para que se convenza que el cristiano
normalmente debe celebrar la Unción en estado consciente y con las mejores
disposiciones: así podrá aprovechar todas las gracias que brotan del Misterio de la
Pascua del Señor. El sacramento de la Unción de los enfermos no hay que identificarlo
únicamente con las personas agonizantes.520
515
DPSS 402.
516
CDC 1006; RUE 14; DPSS 404.
517
DPSS 429.
518
CDC 1007; DPS 279; DPSS 428.
519
CDC 1005; RUE 15; DPS 280; DPSS 429.
520
CDC 1001; RUE 13; DPS 248; DPSS 383.
521
DPS 252; DPSS 384.
118
forma de apostolado. El dolor de cada uno se vuelve cooperación con Cristo para la
redención y liberación de los hermanos.522
CELEBRACIÓN
508. - Estas celebraciones deben ser bien preparadas y con tiempo. Las personas
que participan en ellas, enfermos, parientes, los que atienden y fieles en general,
recibirán una catequesis previa adaptada a las condiciones de los enfermos o de la
edad.
Se debe invitar a los enfermos a pedir libremente el sacramento por una
opción personal de la fe, en una celebración festiva y comunitaria. Celebrar el
sacramento durante la Eucaristía, junto con toda la comunidad, es lo más significativo
y conveniente.
A los enfermos y los ancianos se les propondrá que celebren el sacramento
de la reconciliación antes de la Unción.527 Esto será necesario si hay conciencia
de tener algún pecado mortal. Además, ha de recibirse la sagrada comunión que
le será otorgada en forma de viático según las circunstancias.
525
DPS 137.
526
LG 11; CDC 837; 1002; DPS 242; 256-261; 256-7; DPSS 393.
527
DPS 258-261; 271; DPSS 394.
528
DPSS 395.
120
510. - Invítese a los familiares del enfermo a la celebración de la Unción de los
enfermos, sea comunitaria o en su propia casa. Explíqueseles de qué se trata y
aprovéchese esta oportunidad para hacer una breve catequesis sobre la salvación
que nos trae Jesucristo.529
515. - Está permitido a todo sacerdote llevar consigo el óleo bendito, de manera
que, en caso de necesidad, pueda administrar el sacramento de la Unción de los
Enfermos.535
529
RUE 13; DPSS 406.
530
Cf. SC 4 1.
531
CDC 999; RUE 5; 20-1; DPS 269; DPSS 412.
532
RUE 22; DPSS 413.
533
CDC 999; RUE 22; DPS 269; DPSS 414.
534
CDC 530; 548; 1003; RUE 16; DPS 268; DPSS 408.
535
CDC 1003,3; RUE 18; DPSS 410.
536
CDC 998; 1000; RUE 23-4; DPSS 415.
121
517. - Junto con la celebración del sacramento, en el caso de una persona próxima a
presentarse delante del Señor, ténganse presente las “Oraciones de Asistencia a los
moribundos”, que están en el ritual del Sacramento. Además téngase presente la
oportunidad de impartir la Bendición Apostólica “In artículo Mortis”, con indulgencia
plenaria, después de la confesión, o durante la celebración del Sacramento de la
Unción de los Enfermos después del acto penitencial.
FRUCTUOSIDAD
521. - Cuando un fiel está en peligro inminente de muerte se le debe administrar la,
comunión en forma de viático. Esto significa, que el fiel, cristiano en su paso de esta
vida a la eterna recibe la comunión y se fortalece con esta prenda de la resurrección
al participar en el misterio pascual celebrado en el Sacrificio de la Misa, es decir, el
misterio de la muerte del Señor y de su tránsito al Padre. En ella el fiel, a punto de
dejar esta vida, robustecido con el Cuerpo de Cristo, se ve protegido por la garantía
de la resurrección según las palabras de Cristo: “El que come mi carne y bebe mi
sangre, tiene vida eterna y yo lo resucitaré en el último día”, (Jn 6, 54).540
522. - Así pues, la participación del enfermo en la Eucaristía debe ser favorecida
lo más posible por el significado particular que adquiere en este momento crítico de
la vida. La Eucaristía es un alimento del peregrino, y especialmente, un alimento para
la última etapa del viaje. En este momento, más que nunca, la liturgia terrena es
pregustar ya el gozo de la liturgia celestial.541
537
DPSS 405.
538
DPSS 407.
539
CDC 213; 843; 1003; DPS 268; DPSS 409.
540
RUE 26; DPS 273; DPSS 417; Benedicto XVI, SCar 22.
541
DPS 272; DPSS 418.
122
523 - El ritual sugiere que en lo posible el Viático se reciba dentro de la Misa; en
tales circunstancias ella puede ser celebrada en la casa del enfermo; de esta manera,
él podrá comulgar bajo las dos especies. Es también conveniente que durante el
Viático el enfermo renueve las Promesas Bautismales, con lo cual reafirma su
condición de hijo adoptivo de Dios y de heredero de las promesas eternas.542
525. - Todos los bautizados que pueden recibir la Sagrada comunión deben recibir
el viático. Pues los fieles, que se encuentran en peligro de muerte, están obligados
bajo precepto a recibir la sagrada Comunión; los pastores deben velar para que la
celebración de este sacramento no se difiera, de modo que los fieles sean
fortalecidos con él cuando aún están en plena posesión de sus facultades.544
542
RUE 28; DPS 274; DPSS 419.
543
DPSS 420.
544
RUE 27; DPSS 421.
545
RUE 29; DPSS 422.
546
RUE 30; DPS 275; DPSS 423.
547
DPS 275; DPSS 424.
123
528. - El Viático es el sacramento propio del morir cristiano, pero en el caso de
las personas que no han tenido hace muchísimo tiempo la práctica de la comunión,
es la oración la que es oportuno revalorar.548
529. - Con respecto a los niños en peligro de muerte, como a los adultos en
peligro de muerte, si no lo hubieren celebrado, se les confiere el sacramento de la
Confirmación según lo dicho en el Ritual de la Unción de los Enfermos, capítulo sexto.
Si tiene uso de razón y hay posibilidad, se le proporciona una preparación previa para
tal caso.549
EL ORDEN SACERDOTAL
548
DPS 275; 278; DPSS 425.
549
RUE 31; DPS 276; DPSS 426.
550
CDC 890; 883, 3; RUE 31; DPS 276-277; DPSS 427.
551
CATIC 1211.
124
Nacional del Clero, la Comisión Nacional del Diaconado Permanente y la Comisión
Nacional de la Pastoral Vocacional.
EL MATRIMONIO
SACRAMENTO DE CRISTO Y DE LA IGLESIA
“…como Cristo ama a su Iglesia…” ( Ef 5, 25).
I° ORIENTACIONES DOCTRINALES
532. - Escribe san Juan: “…el amor procede de Dios y el que ama ha nacido de Dios y
conoce a Dios… porque Dios es amor… él nos amó primero y envió a su Hijo como
víctima”(1 Jn 7-10). El sacramento del matrimonio está en el corazón del mismo Dios:
del Padre creador, de Cristo enviado como víctima y del Espíritu que es Amor.
Es un sacramento ligado a los inicios: el Padre “creó al hombre a su imagen :
lo creó a imagen de Dios, los creó varón y mujer y los bendijo diciéndoles: sean
fecundos” (Gn 1, 27-28).
552
Cf. CATIC 1621.
125
“Esta gracia del matrimonio cristiano es un fruto de la cruz de Cristo, fuente de todos
vida cristiana”.553
Es un sacramento en el que “los esposos reciben el Espíritu Santo como
comunión de amor esponsal de Cristo y de la Iglesia. El Espíritu Santo es el sello de la
alianza de los esposos, la fuente siempre generosa de su amor, la fuerza con que se
renovará su fidelidad”.554
534. - “Todo hombre… vive la experiencias del mal. Esta experiencia se hace sentir
también en las relaciones entre el hombre y la mujer… viven la amenaza de las
553
CATIC 1615; Cf. CECH, “Matrimonio y Familia” 10-22.
554
CATIC 1624, Cf. Benedicto XVI SCar 27.
555
Cf. Benedicto XVI “Deus Caritas est” 3-8,
556
LG 11; Cf. FC 21.
557
CATIC 1657.
558
CECH Carta Pastoral a las Familias, 2005, n° 92.
559
Id. n°20.
560
DA 117.
126
discordias, el espíritu de dominio, la infidelidad, los celos y conflictos que pueden
conducir hasta el odio y la ruptura.”561 “Para sanar las heridas del pecado, el hombre
y la mujer necesitan la ayuda de la gracia”.562
535.- El sacramento del matrimonio origina una compleja y delicada situación de vida
entre los bautizados. Esto implica para la Iglesia la organización de una cuidadosa
acción pastoral que involucra a muchos agentes. A esto apuntan las siguientes
Orientaciones.
ACOGIDA
DISCERNIMIENTO
561
Cf. CATIC 1606.
562
CATIC 1608.
563
Benedicto XVI “Deus Caritas est” 18.
564
DA 119.
127
537. - No es posible acceder de cualquier modo al pedido del sacramento. Por tanto al
realizar el discernimiento, los Agentes Pastorales se fijarán ante todo si están las
condiciones para un Matrimonio válido, lícito, fructuoso y con esperanza de éxito,
precaviendo posibles fracasos. Los pastores tomarán en cuenta las diferentes
situaciones y circunstancias concretas de las personas y su vida de fe, conjugando
el respeto a las normas, con la amable acogida propia del pastor, pensando siempre
en la persona y en el don de Dios. A continuación se analizan las diferentes
situaciones.
539 - A los convivientes y a los católicos unidos con mero vínculo civil, se les
sondeará con gran caridad; se conocerá su real situación y el motivo para no casarse;
se les interesará en la vida de las respectivas comunidades y se les invitará a
prepararse para recibir el sacramento.566
542. - Habrá que considerar a su vez con atención otros factores que pueden
hacer inválida la celebración del matrimonio, como son los problemas
siquiátricos y sicológicos, síntomas de alcoholismo y drogadicción, como también una
inestabilidad laboral habitual. Ante la presencia de estos casos habrá que discernir si
existe plena libertad y si hay responsabilidad y madurez en los contrayentes. Habrá
de tenerse en cuenta que si bien estos elementos señalados no obstan a la
celebración válida del matrimonio, deberán ser asumidos responsablemente por
ambos cónyuges e informados de los medios que han de emplear ambos, para
remediar una situación que puede derivar en fracaso de la convivencia. En lo posible
565
CECH, Declaración sobre el divorcio, n° 7, 1982: CDC 1072; DPS 224; DPSS 596.
566
Cf. Familiaris Consortio n° 81-82; DPS 222-23; DPSS 597.
567
DPS 223; DPSS 598.
568
DPS 223; DPSS 600.
128
hay que encaminarlos además hacia personas o instituciones que los puedan ayudar
efectivamente.569
545 - En cualquier caso en que haya que diferir la celebración del matrimonio, ésta
siempre será presentada como una postergación y debe ir acompañada de un
seguimiento posterior (encuentros, visitas, invitaciones, búsqueda de una nueva
fecha, etc.). Habrá de conjugarse adecuadamente el juicio del párroco, con el derecho
de los fieles a contraer matrimonio.572
547.- Es conveniente que se aconseje a los novios, según las circunstancias, de que
hagan bendecir sus anillos, como signo de la seriedad con que se preparan a este
paso futuro y como ocasión para evangelizarlos.574
548. - La bendición de los anillos puede hacerse con cierta solemnidad de acuerdo
al «Bendicional». Pero el párroco, o quien bendiga los anillos, clarificará los límites del
569
CDC 1066; DPSS 599.
570
DPSS 601.
571
CDC 1071; 1105; MTM 2,1,5; DPSS 602.
572
CDC 1058.
573
DPSS 575.
574
DPSS 576.
129
compromiso adquirido y que todavía no es el matrimonio, con todas sus
características.575
549. - Se puede bendecir los anillos solamente de aquellos que luego van a contraer
el sacramento del matrimonio, para evitar así equívocos y simulaciones de
matrimonios canónicos.576
Inscripción en la Parroquia.
550. - Los novios harán la inscripción de su futuro matrimonio, por lo menos dos
meses antes del proyectado matrimonio, en la Parroquia del novio o de la novia, o
del cuasidomicilio del novio o de la novia, o donde hayan residido durante un mes, o
donde permanezcan habitualmente.
En este encuentro se le entrega a los novios una ficha, que explique los
pasos que ellos deberán dar; y contenga además una breve catequesis sobre lo qué
es el sacramento del matrimonio, como también una motivación a prepararse
convenientemente.577
551. - Este primer encuentro pastoral será en lo posible con el párroco mismo o
con otro sacerdote o diácono, a cargo de la pastoral local, y no como simple
trámite. Esta puede ser una ocasión muy importante para que los novios piensen con
serenidad en lo que van a contraer y una primera evangelización que el sacerdote les
dará (sobre todo si no han bendecido sus anillos). En caso de que ninguno de los
anteriormente señalados estuviera en condiciones de asumir esta entrevista inicial,
se cuidará de preparar para ello a algunos miembros de la Pastoral con las Familias.578
Información matrimonial.
552.- A la parroquia que le corresponde la celebración del matrimonio (o sea,
donde se han inscrito los novios según se dijo en el número 543, le corresponde
también la investigación previa, es decir, la información matrimonial.579
575
BEND 198ss; DPSS 577.
576
DPSS 578.
577
CDC 1115; MTM 2,1,1-2; DPSS 579.
578
DPSS 580.
579
CDC 1115; MTM 2,1,2; DPSS 581.
580
DPSS 582.
130
libres de todo impedimento. Deberán sí, anotarse los datos que los identifiquen y la
libertad de consentimiento.581
559. - Pedirá declaración a dos testigos (que han de estar libres de toda sospecha
de falsedad y ser mayores de edad, no necesariamente católicos y pueden ser
familiares consanguíneos) que los conozcan durante un tiempo suficiente (al menos
dos años) y puedan dar seguridad sobre la ausencia de impedimentos, capacidad e
idoneidad y estado de libertad de los contrayentes.588 Si no hay dos testigos que
conozcan suficientemente y en forma simultánea a ambos contrayentes, se pedirá
declaración a dos testigos por cada contrayente. La declaración se tomará siempre
por separado y previo juramento debidamente motivado, como acto religioso.589 Si el
párroco conoce personalmente a los contrayentes y tiene seguridad sobre los datos,
581
CDC 1068; 1079; DPS 219; 225; MTM 2,1,5.
582
CECH 1067, 1; DPS 225; MTM 2,1,3.
583
DPSS 584.
584
CECH 1067, 2; DPS 225; MYM 2,1,4.
585
CDC 1066; 1114 CECH 1067.
586
CECH 1067, 3, 2°.
587
CDC 1065; CECH 1067, 3, 3°; MTM 2,1,5.
588
CECH 1067, 3, 4°; MTM 2,1,5.
589
DPSS 588,
131
no es necesario que pida testigos, basta que él, como ministro de fe, deje constancia
de lo que él conoce.590
560. - Si hay que pedir dispensa de algún impedimento, el párroco hará la solicitud
correspondiente al Superior eclesiástico a quien corresponda para los asuntos
matrimoniales expresando las causales.591
564. - En cuanto a documentos, hay que pedir siempre la partida del bautismo en
original, para averiguar si los novios están realmente bautizados y que no tengan un
vínculo matrimonial canónico que esté vigente. El documento puede tener fecha no
más antigua que seis meses. Eventualmente se puede necesitar también certificado
de defunción del cónyuge anterior (basta presentar la libreta de familia anterior, y
levantar acta de haber visto la constancia de la defunción en la libreta), o declaración
de muerte presunta (en este caso hay que recurrir al Superior eclesiástico para
Asuntos Matrimoniales para que acepte la declaración civil como suficientemente
probatoria luego de realizar un juicio que es bastante serio), documento sobre nulidad
o disolución del matrimonio anterior, documento de dispensa de impedimento,
documentos sobre gestiones realizadas.597
590
CECH 1067, 3, 4°.
591
CECH 1067, 3, 5°; DPSS 589.
592
CECH 1067, 3, 6°.
593
CECH 1083, #2.
594
CECH 1067, 3, 7°.
595
DPS 228; MTM 2,1,5; DPSS 591
596
CDC 1069-70; MTM 2,1,5; CECH 1067, 3, 8°; DPSS 592.
597
CDC 1707; DPSS 593; MTM 2,1,5; CECH 1067, 3, 9°.
132
sacramento siendo ya adulto y a una sagaz investigación de la veracidad de lo que se
dice.
No ha de negarse a bendecir un matrimonio por falta de certificado de
bautismo, cuando, por otro lado, se tiene la certeza moral que en realidad los
contrayentes son bautizados y no tienen un vínculo anterior.598
Impedimentos600
567. - Se debe tener presente los impedimentos que la Iglesia señala para la válida
celebración del matrimonio (es decir, inhabilitan a una persona para contraer
matrimonio) que son:
o La edad (14 y 16 años para la mujer y el hombre, respectivamente).
o La impotencia para consumar la unión conyugal antecedente y perpetua, ya
sea por parte de uno u otro cónyuge (la esterilidad no es impedimento).
o Vínculo matrimonial anterior todavía subsistente (no en caso de viudez).
o Disparidad de Culto (matrimonio de un católico con un no bautizado).
o Orden Sagrado (Diaconado, Presbiterado, Episcopado).
o Voto perpetuo de castidad emitido en un Instituto religioso.
o Rapto (si se rapta a una mujer en vista de contraer matrimonio).
o Crimen (quien con el fin de contraer matrimonio con una determinada persona,
comete homicidio o femicidio -y también sobre aquel o aquella que colaboró en
dicho delito-601 causando la muerte del cónyuge de ésta o de su propio
cónyuge).
o Consanguinidad (no se puede contraer matrimonio entre hermanos, tíos con
sobrinos, ni entre primos hermanos, tampoco entre ascendientes o
descendientes en línea recta (padre con hija, etc.). Cf. n° 562
o Afinidad (invalida el matrimonio entre padrastro e hijastra, o entre suegra y
yerno, o entre madrastra e hijastro, o entre suegro y nuera).
o Pública honestidad (no se puede contraer matrimonio con el padre o la madre
del o la conviviente ni con los hijos o hijas de ella).
o Adopción legal (se da entre el adoptado y sus padres adoptivos o con sus
hermanos adoptivos).602
568. - En todos estos casos hay que enviar el caso al Superior eclesiástico para
asuntos matrimoniales acerca de las posibilidades o no de dispensar.603
598
CDC 876; DPSS 594.
599
CDC 1065; DPS 227; DPSS 595.
600
CDC 1073-82; MTM 2,2,A.
601
CDC 1090,2.
602
CDC 1083-1094; MTM 2,2,B; DPSS 604.
603
MTM 2,3; DPSS 605.
133
569. - Al respecto, se ha de tener presente la existencia de impedimentos que
jamás son dispensados:
a) Consanguinidad en línea recta en cualquier grado (a nadie se le permite
casarse con un ascendiente suyo o con un descendiente).
b) Consanguinidad en segundo grado de línea colateral (no se permite nunca un
matrimonio entre hermanos).
Si existiera duda acerca de si los contrayentes pudieran ser hermanos o
descendientes en línea recta uno del otro, nunca puede permitirse el
matrimonio, mientras dicha duda no llegue a resolverse negativamente.
El resto de los casos de consanguinidad los puede dispensar el Superior
eclesiástico para los asuntos matrimoniales.
c) Impotencia. Tampoco este impedimento admite dispensa. Ahora bien, si el
impedimento de impotencia es dudoso, no se debe impedir el matrimonio.
d) Vinculo matrimonial. El matrimonio válido entre bautizados, una vez que ha
sido consumado, no puede ser disuelto por ningún poder humano ni por
ninguna causa, fuera de la muerte.
e) Rapto. No se dispensa. Lo que ha de hacerse es dejar en libertad a la mujer.
Al cesar el rapto o la retención violenta, cesa el impedimento.604
571. - Los demás impedimentos pueden, ser dispensados por el Ordinario del
lugar.606
604
CDC 1041; 1061; 1078; 1084; 1085; 1089; 1091; MTM 2,3; DPSS 606.
605
CDC 1078; 1087; 1088;1 090; 1142; DPSS 607.
606
CDC 1078; MTM 2,3; DPSS 608.
134
ellos y tienen familia, sin que otras personas estén enteradas de su situación. En
este caso se tendrá en cuenta lo dicho en los números 547 y 628.607
577. - A veces un contrayente, ya casado por el civil, pretende casarse por la Iglesia
con otra persona; otras veces, algunos viudos, por razones previsionales o
patrimoniales también solicitan sólo el matrimonio religioso excluyendo el civil. Estos
casos debidamente ponderados deben ser presentados al Ordinario del lugar o al
Vicario Episcopal para Asuntos Matrimoniales quien tomará una decisión al respecto.
Distinto es el caso de la celebración del matrimonio en secreto, en cuyo caso se ha de
recurrir también al Ordinario del lugar o al Vicario Episcopal para asuntos
matrimoniales, el cual es el único autorizado para permitir dicha celebración e indicar
el camino a seguir, conforme a los cánones 1130-1133.612
607
CDC 1079,2; DPSS 609.
608
MTM 2,3; DPSS 610.
609
CDC 1058; MTM 2,3; DPSS 611.
610
CDC 1072; 1083; CECH 1083,2; DPS 221; DPSS 612.
611
CDC 1083; DPSS 613.
612
CDC 1071; DPSS 614.
135
578. - En caso de los matrimonios mixtos, (un católico con un bautizado no
católico) la Iglesia piensa que la dificultad real, que encuentran los cónyuges, está en
que la diferencia de religión puede producir desunión entre los cónyuges, o bien,
llevarlos a una mutua indiferencia religiosa. En muchas denominaciones protestantes
chilenas no se permite, absolutamente, que un miembro de ella contraiga matrimonio
con parte católica. En la preparación al matrimonio hay que presentar estas reales
dificultades confirmadas por la experiencia, y declarar los medios necesarios y
posibles para obviarlas, especialmente haciendo hincapié en que la común fe en
Jesucristo sea el gran punto de encuentro entre los esposos. En todo caso, se
guardarán las cautelas en lo referente al bautismo y a la educación de los hijos en la
fe católica.
613
CDC 1125; PMR 8; MTM 2,2,B;2,3; DPSS 615.
614
CDC 1086;1125-1128; CECH 1126; DPS 230; DPSS 616.
136
El párroco deberá cuidar que no falte al cónyuge católico y a los hijos nacidos
de este matrimonio, la asistencia espiritual para cumplir sus obligaciones, y han
de ayudar a los cónyuges a fomentar la unidad de la vida conyugal y familiar.615
CATEQUESIS
581. - Para la celebración del sacramento del matrimonio el Papa Juan Pablo II señala
un triple período de preparación:
o preparación remota,
o preparación próxima,
o y preparación inmediata.616
Deben esforzarse los fieles para que, en la sociedad civil, las leyes que regulan
la formación de los jóvenes provean también a su educación religiosa y moral en las
mismas escuelas, según la conciencia de sus padres.617
615
DPSS 617.
616
Familiaris Consortio n° 66.
617
CDC 795; CDC 799; CECH “Matrimonio y Familia” 48-54; DPS 214; DPSS 561.
618
DPS 215; DPSS 562.
619
DA 437 c); también al hablar de la Pastoral con jóvenes n° 446.
137
584. - Existe también una preparación inmediata para el Sacramento del
Matrimonio. Debe haber en toda parroquia y movimiento, algún tipo de pastoral que
ayude a los jóvenes en sus pololeos, para su mutuo conocimiento, en vista de una
progresiva integración y a fin de evitar los riesgos de la incompatibilidad; para que
descubran el matrimonio como una verdadera vocación divina, y puedan llevarlo de
acuerdo a la ley de Dios y de la Iglesia, buscando el bien de su futuro matrimonio, si
es que se llegara a realizar.620
586. - Esta preparación debe durar cuatro encuentros, con Cristo y la comunidad,
que no deben ser simplemente charlas.622 A estos encuentros habrá que agregar el de
la acogida e inscripción, más la última entrevista con el párroco o vicario.
587. - Los monitores o catequistas deben ser matrimonios con vida cristiana,
posiblemente con más de diez años de vida matrimonial, para que puedan
acompañar a estos novios. Estarán debidamente preparados en cursos aprobados por
la Comisión de Catequesis de la diócesis y cada año se renovarán con cursos
especiales para la ocasión.623
620
DPS 216; DPSS 563.
621
Familiaris Consortio 66; DPS 216; DPSS 564; MTM 1,2
622
DPS 216; DPSS 565.
623
DPS 219; DPSS 567.
624
DPSS 568.
625
CIC 1065; DPS 220; DPSS 569.
138
Diferentes tipos de preparación
590. - Deberá, en lo posible, diferenciarse los tipos de preparación en
conformidad al nivel de vivencia cristiana de los novios.626
591. - Deben distinguirse los que necesitan ser evangelizados y ayudados a una
verdadera conversión, donde los temas relativos a la fe deben tener primera
importancia. Será una primera evangelización relativa a la visión cristiana del
matrimonio; del conocimiento del amor de Dios hacia los hombres, la captación de la
sexualidad como creada por Dios y una revisión de su propia visión sobre la
sexualidad a la luz del plan de Dios; además del conocimiento del misterio de Cristo,
de la Iglesia y del Reino futuro; como también los aspectos sacramentales y legales
del matrimonio, la familia como Iglesia doméstica y la explicación del rito.627
592. - También puede haber grupos especiales de preparación para los novios que
ya participan en comunidades o movimientos de la Iglesia.628
593. - Otro grupo serán las parejas que ya llevan muchos años casados por el
civil o convivientes, que ahora desean regularizar su situación, a quienes se les
debe ayudar a tomar conciencia de la novedad y riqueza del matrimonio como
sacramento.629
594. - El último grupo serán los jóvenes que son capaces de una participación
más profunda: que quieren optar a una preparación al matrimonio más larga de
catecumenado, donde podrán ser orientados a formar grupos o comunidades de
recién casados.630
626
DPS 218: DSS 570.
627
Familiaris Consortio 66; DPS 217; 218; DPSS 571.
628
DPS 218; DPSS 572
629
DPS 218; DPSS 573.
630
DPS 218; DPSS 574.
631
DPS 218.
139
La sexualidad es un don de Dios
597. - Los dos relatos bíblicos de la creación (Génesis cap. 1 y 2) hablan de la
sexualidad en forma positiva como un don del Padre Dios. Al mismo tiempo se insinúa
que el pecado ha quebrado también el maravilloso equilibrio sexual de la pareja
humana. Por tanto también esta dimensión del hombre necesita redención.
Sexualidad y persona
598. - Hay quienes confunden sexualidad con genitalidad. La sexualidad es una
dimensión de toda la persona que abarca lo corporal y lo espiritual. Una sexualidad
bien orientada es personalizante. Ella es un dinamismo libre: de tal manera que una
determinada persona puede servirse de ella para expresar la profundidad de su amor
hacia otro ser del sexo opuesto, a quien quiere asociar para siempre a la aventura
maravillosa de su existencia. O también puede renunciar a su ejercicio para encauzar
todas las energías del amor en favor de los demás o como respuesta al Amor de Dios
en vista del Reino (Mateo 19, 10). Al mismo tiempo los cristianos sabemos
comprender y respetar las situaciones diferentes de algunas personas.633
Sexualidad y amor
599. - La sexualidad es también un lenguaje de comunicación, de diálogo: un
lenguaje del amor entre el varón y la mujer.
Ni la masculinidad ni la feminidad agotan la totalidad del ser Hombre. Por eso
el Génesis dice: “No está bien que el hombre esté solo.., y creó Dios a la mujer” (2,
18). El perder de vista estas verdades fundamentales ha dado origen al “machismo”
por un lado, a la depreciación de la mujer por el otro y a desviaciones sexuales de
todo tipo.
Para que sea posible el verdadero diálogo y encuentro en el amor es necesario
restituir el concepto de igualdad de las personas en su sexo, como lo hace la Biblia:
“carne de la misma carne y huesos de los mismos huesos” (Génesis 2, 23). Dice el
Papa Juan XXIII: “El varón y la mujer son seres que tienen los mismos derechos y los
632
DPS 196, CECH “Un enfoque ético-cristiano de la vida y de la sexualidad” 1990;
“Matrimonio y Familia” 2005.
633
CECH “Matrimonio y Familia” 27; DPS 197.
140
mismos deberes”.634
Sexualidad y vida
600. - La vida tiene su fuente de existir en Dios, a través de la sexualidad: “Dios los
bendijo y les dijo: Sean fecundos y multiplíquense y llenen la tierra“ (Gn. 1, 28).
Así la sexualidad vincula a toda persona con los antepasados y al mismo
tiempo la proyecta hacia el futuro.
Dios es “el que es”, es el Viviente, es la Fuente de toda Vida. La sexualidad es
también un don formidable, por su cooperación con la obra creadora del Padre.635
Hoy, por el contrario, se oye con bastante frecuencia la voz contestataria que
reclama la absoluta emancipación del amor. El amor se dice, es asunto privado; la
sociedad no tiene derecho a inmiscuirse.
Es verdad que el amor debe ser una elección libre, pero no hay que olvidar que
es también un hecho social. Toda la realidad humana tiene siempre una dimensión
social. La familia es el vivero de la sociedad civil y es el núcleo inicial de la Iglesia. “La
primera comunidad de base es la familia”;636 aún más, ella es una pequeña Iglesia
(Rom. 16, 5; Col. 4, 15); es la “Iglesia doméstica”.637
Amor y matrimonio
602. - Al hablar de amor, habrá que afirmar su aspecto de donación y entrega: amor
oblativo. Cuando el amor llega a su máxima expresión, el amante ya no da cosas,
sino que se entrega a sí mismo: “No hay mayor amor que éste: dar la vida por sus
amigos” (J. 15, 12). Esto es lo que acontece entre el varón y la mujer cuando deciden
entregarse mutuamente. Es oblación de la propia persona, oblación sin retorno. El
amor genuino exige la totalidad de la propia entrega.639
634
Pacem in terris, 1ª parte, n. 15; DPS 198.
635
DPS 199.
636
Cf. DP 586.
637
L.G. 11.
638
DPS 200.
639
DPS 201.
640
CDC 1056.
141
603. - La unidad consiste en la unión conyugal de un solo varón con una sola mujer
“de manera que ya no son dos sino una sola carne” (Mt. 19, 6). El amor conyugal es
tan íntimo, profundo y total que excluye de partida la presencia o la intromisión de
extraños. El que se entrega totalmente al otro ya no posee nada más para
entregar.641
La virtud de la fidelidad
605. - Para conservar el matrimonio en su unidad indisoluble, hace falta la virtud de la
fidelidad. La fidelidad es la señal más deslumbrante de la madurez personal.
Con un acto plenamente libre los novios condensan en el instante presente todo su
futuro. Por la fidelidad el amor surge a la categoría de eterno. No sólo se defiende de
las usuras del tiempo y de las posibles corrupciones internas y externas, sino que se
renueva constantemente en una perenne juventud.644
Dar la vida a otros seres es un acto maravilloso que no puede dejarse a la zaga
del instinto y del capricho; sino que debe fundarse en la “paternidad,
responsable”, en la voluntad consciente y libre del padre y de la madre, que
641
DPS 202; Cf. Benedicto XVI, SCar 28.
642
CDC 1057 § 1.
643
DPS 203; Benedicto XVI, SCar 29.
644
DPS 204.
645
GS 50.
646
Puebla 584.
142
cooperan con la acción creadora de Dios.647
El matrimonio es un sacramento648
607.- Para los cristianos el matrimonio, además de ser una realidad humana, es
también uno de los sacramentos de la Nueva Alianza. La novedad cristiana no estriba
en una transformación radical de la alianza conyugal o de la familia, sino en la plena
incorporación de estas realidades en la Historia de la Salvación. La constitución
pastoral del Vaticano II “Gaudium et Spes” lo expresa bien en el n. 48:
“Dios es amor” dice S. Juan (1 Jn 4, 16). Dios amó tanto al mundo por él creado
que le entregó a su propio Hijo (J. 3, 16). Pues bien, el mismo Dios quiso expresar su
amor a la humanidad valiéndose del simbolismo conyugal. A partir del Profeta Osea
hasta el Apocalipsis aparece constantemente la presentación del Dios-esposo fiel,
paciente, generoso y misericordioso.652
647
Cfr. Juan Pablo 11 “Familiaris Consortio” n. 14-15; DPS 205.
648
CDC 1055 § 1; CATIC 1612-1617; DPS 206.
649
Cf. también Juan Pablo II “Familiaris Consortio” n. 12 y 13.
650
CATIC 1615.
651
CDC 1057 § 2; DP 582; DPS 207.
652
CATIC 1601; 1611; DPS 207.
143
En otras palabras: los esposos en el matrimonio cristiano simbolizan el
amor gratuito de Dios por la Humanidad y de Cristo por su Iglesia, siendo el Espíritu
la nupcialidad: se preparan a vivir la vida del Reino, haciendo una experiencia
humana de ese amor divino, y por la gracia participan anticipadamente en la vida
eterna.
609. - Los ministros del sacramento del matrimonio son los mismos esposos, en
virtud de su sacerdocio bautismal. “Como ministros de la gracia de Cristo, se
confieren mutuamente el sacramento”. El sacerdote que preside la liturgia es testigo
calificado de esta acción sacramental realizada por ellos.653
653
CATIC 1623. DPS 208.
654
CATIC 1644; CDC 1056; FC 19; DPS 209.
655
DPS 209.
656
LG 11.
144
por momentos de oración, lectura de la Palabra de Dios, revisión de vida... capacitan
a los esposos en el ejercicio eficaz del sacerdocio común de los fieles.
CELEBRACIÓN
657
DP 584.
658
CATIC 1655-1657; DPS 210.
659
DP 185; CECH Matrimonio y Familia 18-22 DPS 211.
660
DA 433.
661
CATIC 1625-1632.
662
CIC 1103.
663
CIC 1057; MTM 2,4,1; DPSS 618.
145
615. - Por tanto, son incapaces de contraer matrimonio quienes carecen de uso
de razón, quienes no tienen la capacidad ni la madurez para comprometerse a
cumplir los deberes esenciales del matrimonio y los que no puedan asumir las
obligaciones esenciales del matrimonio por causas de naturaleza síquica.664
618. - Los párrocos, los vicarios parroquiales, los diáconos y los laicos autorizados
para actuar como testigos cualificados adscritos a una parroquia, asisten siempre
válidamente dentro de su jurisdicción. En el caso de asistir a un matrimonio fuera de
ella, los Obispos, los Presbíteros y los Diáconos necesitan una expresa delegación
del respectivo párroco u ordinario del lugar. Los laicos autorizados para asistir como
testigos cualificados sólo pueden ejercer esta labor dentro de los límites para los que
le fue concedida, en forma expresa por el Obispo o por el Vicario General con
mandato especial. No pueden ser delegados por ningún otro ministro, ya sea por el
párroco o el vicario zonal.667
664
CDC 1058;1095; MTM 2,4,1; DPSS 619.
665
CIC 1096-1103; DPSS 620.
666
CIC 1108-1110;1112-1113; CECH 1112,1; MTM 2,4,2; DPS 229; DPSS 621.
667
CIC 1108;1111; MTM 2,4,2; DPSS 622.
146
619. - Los párrocos y los vicarios parroquiales pueden delegar a otros presbíteros o
diáconos para bendecir matrimonios dentro de su jurisdicción; el párroco puede
conceder esta delegación en forma general por escrito. Los laicos no pueden delegar
ni conceder ninguna dispensa.668
Forma Canónica
620. - La forma canónica de la celebración del matrimonio es condición
indispensable para su validez. No obstante, el Ordinario del lugar puede
dispensar también de la forma canónica, solamente para el caso de matrimonios
mixtos o contraídos con dispensa del impedimento de disparidad de culto, cuando
concurran causas graves que dificultan el cumplimiento de esta condición:
o Como es la posición irreductible de la parte no católica;
o El que un número considerable de familiares de los contrayentes rehuya la
forma católica canónica;
o La pérdida de amistades muy arraigadas;
o El grave quebranto económico;
o Un grave conflicto de conciencia de los contrayentes, insoluble por otro medio;
o Si una ley civil extranjera obligase a una forma diferente de la canónica.669
668
CIC 1111; MTM 2,4,2; DPSS 623.
669
CIC 1079; 1086; 1108; 1124;1127; CECH 1127,2; DPS 213; DPSS 624.
670
CECH 1127,2; DPS 232; DPSS 625.
147
El matrimonio celebrado sin la forma canónica deberá ser registrado en los
libros parroquiales del lugar donde se hizo la información matrimonial, juntamente
con el rescripto del Ordinario del lugar.671
671
CIC 1127;1128; 1121; DPSS 626.
672
CIC 1108;1127; DPSS 627.
673
MTM 2,4,3.
674
CIC 1066; 1108;1119: DPSS 628.
675
CDC 1118; DPSS 629.
676
CDC 1118; PSS 630.
148
deberían responsablemente estar en condiciones de delimitar las exterioridades de su
boda e ir al encuentro de las varias necesidades de la comunidad eclesial y nacional.
También mediante estos gestos concretos de caridad, los nuevos esposos cristianos
se hacen «signo creíble» de aquel amor de entrega, a que los llama el Señor en este
sacramento.677
630. - Hay que ofrecer a los novios, antes del matrimonio, la posibilidad del
sacramento de la Reconciliación . Esto debe ir acompañado de una breve
catequesis al respecto.680
677
CDC 1119; DPSS 631.
678
DPS 632.
679
CDC 1065;1119; DPSS 633.
680
CDC 1065; DPSS 634.
681
DPSS 635.
682
CATIC 1624; DPSS 636.
149
633. - Habrá que tener especialmente en cuenta a los no católicos o alejados de la
fe, que asistan a las celebraciones matrimoniales. Esta puede ser una ocasión de
acercamiento o de conversión. Los sacerdotes y diáconos son ministros del Evangelio
para todos.683
637. - Recibida la copia del acta, la parroquia en que se hizo la información, anotará
en el índice del libro de Matrimonios, que dicho matrimonio se efectuó, indicando la
parroquia donde se celebró y procederá a archivar la documentación.688
683
PRM 9; DPSS 637.
684
PRM 12; DPSS 638.
685
MTM 2,5.
686
CDC 1121; DPSS 639.
687
DPSS 640.
688
DPSS 641.
689
CDC 1122; DPSS 642.
690
DPSS 643.
150
640. - Recibidos estos avisos, la información es archivada en la misma parroquia
donde se hizo esta información.691
FRUCTUOSIDAD
Sacramento y vida
641 - “Entró en vigencia en Chile la ley de Matrimonio civil… En ella hay una cláusula
que otorga efectos civiles al matrimonio religioso. Recomendamos vivamente
esta posibilidad a nuestro fieles, de manera que sea la modalidad habitual. Les
permite contraer matrimonio una sola vez, ante Dios y para toda la vida, conforme a
su conciencia y a su fe, y obtener los efectos civiles de su matrimonio religioso una
vez ratificado el consentimiento dado, mediante la inscripción del matrimonio ya
contraído. Pueden ratificarlo en los ocho días siguientes a la boda en cualquier oficina
del Registro Civil, también ante un oficial que asista al matrimonio. La ley determinó
plazos muy estrechos, lo cual exigirá de los novios adaptarse a esa situación”. 692 Es
de lamentar que los esposos cristianos, todavía cumplen con el esquema antiguo:
doble celebración de Matrimonio.
642. - Los esposos cristianos, mediante el sacramento del Matrimonio, han expresado
el amor y la unión entre Cristo y la Iglesia, a la vez que participan de él.
691
DPSS 644.
692
CECH “Matrimonio y Familia”, 55;65.
693
El matrimonio canónico y su reconocimiento en el campo civil. Diócesis de Osorno,
Noviembre 2004.
151
Mutuamente se ayudan a santificarse en la vida conyugal cotidiana, en la procreación
y educación de los hijos, y tienen así una misión y una gracia propios en el Pueblo de
Dios.694
643. - Los esposos cristianos procuren nutrir y fomentar su mutua unión con un
acercamiento cada día mayor a Cristo, una perseverancia en la fidelidad, tanto
en lo próspero como en lo adverso, una preocupación cada vez mayor por el bien de
su familia, en la santificación de todos los miembros en el ejercicio de lo cotidiano,
sin olvidar la misión que, como todo cristiano, tienen en el Reino de Dios.
El sacramento del matrimonio hizo de la familia una “Iglesia doméstica”; por
lo tanto, la familia debe ser sujeto y objeto de evangelización.695
646. - Nos motiva el documento de Aparecida: “La familia es uno de los tesoros más
importantes de los pueblos latinoamericanos y caribeños, y es patrimonio de la
humanidad entera. En nuestros países, una parte importante de la población está
afectada por difíciles condiciones de vida que amenazan directamente la institución
familiar. En nuestra condición de discípulos misioneros de Jesucristo, estamos
llamados a trabajar para que esta situación sea transformada, y la familia asuma su
ser y su misión en el ámbito de la sociedad y de la Iglesia”.698
En el ámbito de la sociedad, “es necesario promover, en diálogo con los
gobiernos y la sociedad, políticas y leyes a favor de la vida, del matrimonio y la
familia”.699
694
MTM, 1,1; PRM 1; DPSS 557.
695
PRM 3; DPS 210-11 DPSS 558; CECH “Matrimonio y Familia”,91;92.
696
GS 50; DPSS 559.
697
CECH “Matrimonio y Familia”, 93.
698
DA 432.
699
DA 437 d).
152
o El equipo de los Consejeros matrimoniales y los Movimientos que se preocupan
por las Familias.
o Celebración a nivel comunitario parroquial de acontecimientos como los
aniversarios de boda (25 y 50 años) de los matrimonios de la parroquia.
o Renovación de las promesas matrimoniales en determinadas ocasiones.
o El primer domingo de Adviento la bendición de las madres embarazadas.
o La celebración de la Fiesta de la Sagrada Familia.700
Matrimonios en Dificultades
649. - “Somos conscientes de que, por muchas razones, no todos consiguen
mantenerse fieles a su compromiso de alianza matrimonial. Hay un número creciente
de matrimonios separados y de hijos que sufren la separación de sus padres. Los
separados por razones válidas y con un discernimiento responsable, no han atentado
contra su matrimonio. A veces, en vista del bien de los hijos y de uno de los esposo, o
aun de ambos, la separación es necesaria.
Hay también esposos que, en una segunda unión, procuran alcanzar la plenitud
que no pudieron o no supieron lograr en su matrimonio.
650. - Por eso no hay que quedarse sólo en estas constataciones. Hay que
“acompañar muy de cerca a las parejas que viven crisis en sus matrimonios, y no
abandonarlas en sus rupturas. Como siempre, criticar lo malo no significa condenar a
las personas. Al revés, conscientes de que el Señor ha venido al mundo para la
salvación de todos y, especialmente, para quienes sufren los mayores rigores de la
vida, los cristianos deseamos estar siempre junto a los que sufren”.703
700
DPSS 645.
701
DPSS 646.
702
CECH “Matrimonio y Familia” 94.
703
Id. 95.
153
Dios ha dispuesto para ellas, continúan teniendo los derechos fundaménteles de los
hijos de la Iglesia, participan en su misión y se les invita a cumplir con sus deberes
cristianos en todo aquello en lo que no están impedidos… como hijos de Dios sigan
participando en todo aquello en que legítimamente pueden hacerlo, se alimenten con
la oración y la Palabra de Dios, y presten servicios caritativos y solidarios. En ello
pueden encontrase vitalmente con el Señor Jesús. En efecto, lo que hacemos al
menor de los hermanos, a él se lo hacemos”.704
653 - Siempre habrá que impedir las ambigüedades, por tanto se evitará bendecir
los anillos u otra invocación religiosa sobre quienes se van a casar sólo por el civil,
cuando coexiste el matrimonio religioso de uno de ellos. Esto produciría confusión,
porque aparentaría que la Iglesia bendice esa unión que no es unión sacramental. 706
Esto no quita que se rece “privadamente” por esas personas.
704
CECH “Matrimonio y Familia” 96.
705
Id 97.
706
DPSS 655.
154
APÉNDICE
CELEBRACIÓN DE LA MUERTE
(Exequias)
I. ORIENTACIONES DOCTRINALES
“Así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo”
(1 Cor 15,22).
707
CATIC 1680
708
CATIC 1681
709
DPSS 658
710
CATIC 1682
711
CATIC 1683
155
658. - La Iglesia celebra por los difuntos el sacrificio eucarístico de la Pascua de
Cristo y reza y ofrece sufragios por ellos, de modo que, comunicándose entre sí,
todos los miembros de Cristo impetran para los difuntos el auxilio espiritual, y para
los deudos, el consuelo de la esperanza. Se entiende así por exequias, el conjunto de
ritos y plegarias con que la Iglesia acompaña la muerte de un cristiano.712
659. - En la celebración de las exequias por sus hermanos, procuren los cristianos
afirmar la esperanza en la vida eterna, pero teniendo en cuenta las costumbres
del lugar y de la familia. Aprueben de buen grado todas las costumbres buenas, que
en ellas se encuentran, y procuren transformar paulatinamente, todo lo que aparezca
como contrario al evangelio, de modo que las, exequias cristianas manifiesten la fe
pascual y el verdadero sentido evangélico.713
660. - Es necesario honrar los cuerpos de los difuntos que han sido templos del
Espíritu Santo. Por eso en los momentos más importantes entre la muerte y la
sepultura (velatorio, Eucaristía y/o responso y sepultación) se debe afirmar la fe en
la vida eterna y orar por los difuntos.714
663. - Es una obra de caridad y misericordia rezar por los difuntos, acompañarlos en
su entierro y confortar a sus familiares. Ha de aprovecharse oportunamente las
exequias, para ejercitar la caridad, rezar, pedir perdón por los pecados, y
renovar la fe en la Vida Eterna y en la Misericordia de Dios.
De esa manera, todos aquellos que asisten a las exequias deben tomar parte
activa en las oraciones y cantos, y los que no asistan, han de rezar y ofrecer obras
de caridad, penitencia, indulgencias y -periódicamente- la santa Misa, por los difuntos
de su comunidad y de toda la Iglesia, y así se expresará mejor la comunión de los
santos.717
712
CATIC 1683; DPSS 659
713
PREX 2; DPSS 660
714
CDC 1176,2; PREX 3; DPSS 661
715
CDC 1177, 1-3; DPSS 662
716
PREX 16; DPSS 663
717
PREX 17; DPSS 664
156
Ministros de las celebraciones
665. - No siendo posible que un sacerdote o diácono normalmente presida todas las
etapas que constituyen las exequias, los párrocos elegirán y prepararán algunos
laicos para que, en ausencia de un ministro sagrado, realicen la celebración
exequial.719
669. - Los laicos no usarán ningún ornamento, vestirán con sencillez y dignidad, y
ojalá puedan llevar una cruz visible colgada al cuello. Podrán utilizar el libro llamado
“Resucitó”, el “Oremus”, “El Velorio Cristiano” o el mismo ritual “Exequias Cristianas”.
También pueden recitar oraciones y Salmos según las circunstancias.723
718
PREX 17; DPS 297; DPSS 665
719
PREX 19; DPS 298; DPSS 666
720
DPS 299; Ver «Servicios Litúrgicos Encomendados a Laicos» III
721
DPSS 668
722
DPS 302
723
DPS 300; DPSS 670.
157
Velorio o Celebración de la Palabra
671. - El lugar elegido para el velatorio (sea el templo o capilla, o un lugar que se
habilite en la casa) debe ser digno y religioso. Ha de mantenerse limpio y con algunos
signos religiosos, como crucifijo, imágenes, textos bíblicos relativos a la resurrección,
etc.
672. - Foméntese una pastoral que tenga como misión el acompañar con la
oración y el canto a las familias que estén velando a algún difunto, o a los que se
velan en las capillas o templos parroquiales. Sabiendo que es una obra de
misericordia rezar por los difuntos, y un servicio de gran valor. Muchas familias no
tienen otro contacto con la Iglesia que éste. Podría aprovecharse muy bien para una
fructífera labor apostólica, dado el momento de especial sensibilidad que se vive.726
673. - El capítulo 1° del Ritual de Exequias trae sugerencias para el momento del
velorio. Pueden rezarse salmos u oraciones allí estipuladas al momento de amortajar
y acomodar el cuerpo del difunto en la urna.727
724
PREX 3; DPSS 671.
725
DPSS 672.
726
DPSS 673.
727
DPSS 674.
728
DPSS 675
158
675. - Momento importante durante el velorio será el rezo del Rosario. Puede
rezarse, en lo posible, alternado con breves pensamientos de la Santa Biblia y con
cantos. Es una ocasión propicia para evangelizar sobre el papel intercesor de la
Santísima Virgen.729
La celebración exequial
678. - La primera forma que es la más típica, consta de la recepción del difunto en
la iglesia: procesión de entrada a la iglesia y deposición del féretro ante el altar,
liturgia de la Palabra, normalmente liturgia eucarística, última recomendación y
despedida, procesión hacia el nicho sepulcral, bendición del nicho sepulcral y
finalmente sepultación y oración de los fieles. Esta forma está en el capítulo 2° del
Ritual de Exequias.732
680. - La tercera forma consta también de una sola reunión: en la casa del difunto.
En ella se celebra una liturgia de la Palabra y la última recomendación y despedida.
Pudiendo hacerse también la procesión hacia el nicho sepulcral, bendición del nicho
sepulcral y finalmente sepultación y oración de los fieles. Esta forma está en el
capítulo 4° del Ritual de Exequias.734
681. - Ha de procurarse que durante las exequias los fieles que participan en ella,
puedan comprender el carácter pascual de toda la celebración. Deben destacarse
para ello algunos signos importantes: los cantos pascuales y de resurrección, el cirio
pascual y las flores. Todo esto debe dar un ambiente de alegría en la fe y de
esperanza cristiana.735
729
DPSS 676
730
PREX 11-12
731
PREX 4; DPSS 678
732
PREX 5; DPSS 679
733
PREX 7; DPSS 680
734
PREX 8; DPSS 681
735
DPSS 682
159
682. - Durante la procesión de entrada ha de cantarse algún salmo adecuado. De
lo contrario puede recitarse, alternando alguna antífona (ver capítulo 7° del Ritual de
Exequias). Se explicará a los fieles que la procesión de entrada del cadáver, recuerda
las sucesivas entradas del difunto a la asamblea cristiana y también su acogida
definitiva en la asamblea de los santos.736
684. - Encima del féretro, puede colocarse el libro de los Evangelios, la Sagrada
Biblia o una cruz. Alrededor de la urna pueden disponerse algunos cirios encendidos;
pero es ciertamente preferible sólo el cirio pascual. También es significativo encender
el cirio pascual al momento de leer el Evangelio, como recuerdo de la luz pascual.738
688. - Luego de la introducción al rito, viene la aspersión con agua bendita, que
recuerda que por el bautismo el difunto se hizo hijo de Dios e inició su caminar hacia
la vida eterna. Luego se puede incensar el féretro, como signo de la honra al cuerpo
736
DPSS 683
737
DPSS 684
738
DPSS 685
739
PREX 10; IGMR 338; DPS 301
740
PREX 13; DPS 246
741
PREX 14; DPSS 688
160
del difunto, el cual fuera templo del Espíritu Santo. Se acompañan estos dos
momentos con algún cántico. De lo contrario, el ministro, una vez que termine la
aspersión y cuando la haya, la incensación, puede rezar alguna de las antífonas allí
propuestas. Termina este momento con el canto de despedida que ha de notarse que
es la cumbre de este rito. Si no hay canto, el ministro proclamará las antífonas allí
sugeridas, o el salmo.742
692. - En cada una de las formas de celebrar las exequias, se prevé tanto la inclusión
de la Eucaristía dentro de ellas, como la celebración sin Eucaristía. La decisión de
celebrar u omitir la Misa dentro del rito exequial se tomará siempre de acuerdo con la
familia y teniendo en cuenta la categoría del día litúrgico y las posibilidades del
ministro.
742
PREX 14; DPSS 689
743
DPSS 690
744
DPSS 691
745
DPSS 692
746
CDC 1177; DPSS 694
161
delegado, y que preside en nombre de la Iglesia. Habrá que educar paulatinamente a
los fieles en este sentido.747
696. - Cuando tenga lugar la celebración de la misa exequial, conviene tener presente
la disposición de la Iglesia que pide que todos los familiares del difunto participen en
el sacrificio eucarístico ofrecido por él, acercándose a la comunión, debidamente
preparados.750
A veces familiares o amigos del difunto piden decir algunas palabras durante la
eucaristía. Es aconsejable que se les sugiera que toda intervención se haga en el
cementerio o, a lo sumo, una vez dada la bendición final de la misa.
697. - La Eucaristía, para ser celebrada, supone una asamblea capaz de participar en
ella con una conciencia verdadera de su Bautismo. Si por el nivel de práctica
religiosa de los deudos no pareciera oportuna la celebración de la Misa exequial, de
común acuerdo con ellos, se procederá a las exequias sin la Misa.751
698. - En algunos casos excepcionales la misa exequial podrá tener lugar en el templo
después de la sepultación, con asistencia de los familiares más próximos,
acompañados por vecinos suyos y miembros de la comunidad cristiana.752
747
DPSS 695
748
DPSS 696
749
PREX 6; DPSS 697
750
IGMR 339; DPS 282
751
DPS 281
752
DPS 281
162
• Cuando la celebración del funeral se hace a una hora diferente del horario
regular de la comunidad parroquial, conviene pastoralmente celebrar la Misa
propia del difunto, con la sola excepción de los días de Navidad, Semana
Santa, Resurrección, Ascensión y Pentecostés.753
700. - Otras misas que tienen mayor preferencia por los difuntos en la liturgia son
aquellas que se celebran: después de recibida la noticia de la muerte; con
ocasión de la sepultura definitiva; en el primer aniversario de su muerte. Estas
misas pueden ser celebradas también en los días en que en el calendario litúrgico
ocurre una memoria obligatoria.754
701. - Las otras misas de difuntos o misas cotidianas pueden celebrarse los mismos
días en que se permiten las Misas votivas, con tal que realmente se apliquen por los
difuntos.755
704. - Los días domingo y fiestas de preceptos, han de evitarse las largas listas de
difuntos que hacen perder el sentido de la celebración de los aniversarios y de los
difuntos recién fallecidos. Esas largas listas podrán ponerse en la puerta del templo,
pero no ser leídas durante la Misa. Durante las Misas sólo se leerán los aniversarios o
recién fallecidos. Puede dejarse uno o dos días de la semana para que los fieles pidan
por todos sus familiares difuntos, no los domingos.758
705 - En las Misas por los difuntos adultos, se recomienda el uso del color blanco
como expresión de la pascua; o de color morado como expresión de dolor de la
separación; o el color verde de la esperanza de la vida eterna.
Cuide atentamente el que preside que esta elección responda a la elección de
los familiares y no sólo a una opción propia sujetiva.759
753
IGMR 336; DPS 283
754
IGMR 337; DPS 284
755
IGMR 337; DPS 285
756
DPS 286
757
DPS 287
758
DPSS 706
759
DPS 292
163
Exequias de Párvulos
Cremación
710. - Es conveniente que en las exequias de fieles cuyos cadáveres serán cremados,
se haga especial énfasis en la supervivencia de la persona y la recompensa o
castigo que reciben inmediatamente después de la muerte y en la resurrección final
de los cuerpos en el Día del Señor.764
711. - Los ritos exequiales han de tener lugar antes de proceder a la cremación:
pues, además de orar por los difuntos, tienen la finalidad de honrar su cuerpo que
durante la vida mortal fue santificado como templo del Espíritu Santo y está llamado
a participar de la Resurrección de la carne en el Ultimo Día.
760
DPS 293
761
DPS 294
762
CDC 1183,2; DPS 295
763
CDC 1176,3; PREX 15; DPS 303-304
764
DPS 305
164
712. - Todos los fieles difuntos deben tener Exequias conforme al ritual. Este es un
derecho al cual no se puede renunciar, puesto que uno de los fines de las exequias
es consolar con la esperanza a los vivos, además de honrar al difunto y de pedir para
él la ayuda divina. De modo que se han de hacer exequias a todo bautizado o
catecúmeno que fallezca.765
713. - Según el juicio prudente del Ordinario del lugar, se pueden conceder exequias
a los bautizadas que estaban adscritos a una Iglesia o comunidad eclesial no
católica, con tal que no conste la voluntad contraria de éstos, y no pueda hacerlas su
ministro propio.
En estos casos debe hacerse la necesaria catequesis, explicando con toda
claridad a los fieles los motivos de orden ecuménico que hacen posible tal
celebración, y para prevenir cualquier escándalo o peligro de relativismo religioso.
Entre estos motivos, se han de destacar: el bautismo único, la vinculación aunque no
plena a la Iglesia y la común fe en la resurrección de la carne.
En todos estos casos se ha de proceder con pleno acuerdo con los familiares
del difunto.766
715.- Se han de negar las exequias eclesiásticas, a no ser que antes de la muerte
hubieran dado alguna señal de arrepentimiento solamente:
• A los notoriamente apóstatas, herejes, o cismáticos.
• A los que pidieron la cremación de su cadáver por razones contrarias a la fe
cristiana.
• A los demás pecadores manifiestos a quienes no pueden concedérselas las
exequias eclesiásticas sin escándalo público de los fieles.768
716. - En el caso de que surja alguna duda, hay que consultarlo con el Obispo o
Vicario y atenerse a sus disposiciones.769
718. - El caso de los suicidas debe estudiarse con especial cuidado. Se estima
actualmente que pueden ser muchos los motivos personales del difunto que le
restaron plena conciencia para llevarlo a esa situación extrema. Por lo tanto, previo
765
CDC 1176,1; 1183,1; DPSS 715
766
CDC 1183,3; DPSS 716
767
DPS 306
768
CDC 1184,1; DPS 307
769
CDC 1184,2; DPS 307
770
CDC 1185; DPSS 720
165
discernimiento, se aconseja normalmente hacer la Misa exequial respectiva. Cuando
sea necesario, es bueno dar prudentemente una explicación a los fieles, haciendo
notar que dichas exequias no comportan una aprobación acerca de la circunstancia
de la muerte de dicha persona, sino que son una oración a Dios de parte de la Iglesia,
encomendando a este hijo suyo a la misericordia divina y, al mismo tiempo, son
testimonio de la fe de la comunidad cristiana en la resurrección de la carne y en la
vida eterna.771
720. - Todo esto no significa que no se pueda rezar por el difunto, ni ofrecer misas
por él, encomendándolo a la Misericordia de Dios. Sólo Dios conoce los corazones.773
Ofrendas
721- La comunidad eclesial se esforzará por ser lo más fiel posible a su Señor. Por
eso, los párrocos y rectores de Iglesias prestarán gratuitamente estos servicios
eclesiales. Esto no impide aceptar una libre y espontánea colaboración a la Iglesia
que entregan sus familiares en memoria del difunto.774
722. - Nada de esto obsta para recibir los estipendios en las Misas en memoria de
algún difunto, según está indicado en la parte del Sacramento de la Eucaristía de
estas Orientaciones n° 319-326.
En todo caso debe tenerse claro que nunca alguien quedará sin recibir una
exequia o recuerdo de un difunto por no poder aportar nada a la Iglesia. Debe
evitarse cualquier acepción de personas, o que los pobres queden privados de las
exequias debidas.775
723. - Con respecto a las “coronas de caridad”, siempre son recomendables, ya que
hacer una donación para los más necesitados en nombre de un fiel difunto es una
obra de caridad. Sin embargo, deben ir, en lo posible, acompañadas de oraciones por
los difuntos.
771
DPS 307; 308
772
DPS 309
773
DPS 310; DPSS 723
774
CDC 1181; DPS 311
775
CDC 1181; DPS 311
166
En todo caso, ninguna institución de Iglesia puede dar coronas de caridad, sin
previa consulta e información al Ordinario del lugar.776
724.- Los vicarios zonales y los párrocos que tengan cementerios en sus respectivas
zonas, han de procurar algún tipo de atención pastoral a los que allí acuden
diariamente. Podrá contarse con los diáconos de la diócesis para este servicio. La
presencia y la oración son un gran instrumento evangelizador y de caridad fraterna.777
776
DPSS 726
777
DPSS 727
778
DPSS 728
779
DPSS 729.
167