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Editores
Susan Chen Mok
Jorge Bartels Villanueva
Ricardo Martínez Esquivel
951
E82e Estudios sobre China desde Latinoamérica : Geopolítica, religión
e inmigración / editores Susan Chen Mok, Jorge Bartels
Villanueva, Ricardo Martínez Esquivel. – 1. ed. – [San José], C.R. :
Sección de Impresión del SIEDIN, 2013.
xxiv, 288 p. : il (algunas col.) , mapas
ISBN: 978-9977-15-251-6
CC/SIBDI.UCR
CIP/2518
xiii Prefacio
xvii Introducción
1 Los estudios sobre China desde y en relación con Costa Rica
Ricardo Martínez Esquivel
ix
106 China: el gigante que sigue despertando
Ernesché Rodríguez Asien
Políticas administrativas
en la China contemporánea
Reseña
Con t e nid o xi
Prefacio
Este libro se centra en una de las culturas más antiguas, prolíficas y vitales que
la humanidad ha creado a lo largo de su compleja historia. Una historia que,
tanto en sí misma, como en sus relaciones con otras culturas y regiones del pla-
neta, plantea miríadas de temas y problemas tan complejos como apasionantes.
En esta presentación me limitaré a hacer una muy breve reflexión sobre uno
de tantos temas planteados por las relaciones entre China y nuestra región: la
distorsión que en ellas puede introducir el eurocentrismo.
Ni siquiera en aquellos países cuya única costa se sitúa sobre el Pacífico, le ha
dado históricamente América Latina a sus vínculos transpacíficos, la impor-
tancia que merecen. Contra lo que recomiendan diversas realidades históricas,
demográficas y culturales, la vocación eurocéntrica de la cultura oficial lati-
noamericana siempre privilegió nuestras conexiones con el mundo atlántico
occidental, minimizando los demás vínculos. Solo ello permite, por poner un
ejemplo evidente, que muchos piensen que nuestras relaciones con China son
recientes. Cualquier interesado en el tema sabe que ello no es así, pero incluso la
historia como disciplina, a como esta es practicada en Occidente, ha puesto su
énfasis en el mundo Atlántico. Prueba de ello es que mientras ya existe el cam-
po de la “historia atlántica”, aun se carece de una “historia pacífica” equivalente.
La impronta del eurocentrismo, o si se prefiere, del occidentocentrismo, es clara
en estos temas. Veamos un ejemplo: de los abundantes estudios sobre las cróni-
cas americanas del siglo XVI, ¿cuántos han explorado las relaciones entre estas
crónicas con las que, paralelamente, se escribieron sobre Asia? Sospecho que
muy pocos, a pesar de la evidente conexión entre ambas producciones.
xiii
Las relaciones históricas documentadas entre América y el Asia Pacífica em-
piezan en el siglo XVI, estructuradas a partir de una mediación europea que
definió no solo su facticidad básica, sino, más importante aún, también las imá-
genes acompañantes. Dicha mediación es evidente en el uso, por parte de di-
versos autores españoles de los siglos XVI y XVII, de la denominación “indios”
para referirse por igual a los muy diversos pueblos americanos y asiáticos con
los que entraron en contacto en esa época. Así, el capítulo IV del libro sexto
de la Historia natural y moral de las Indias, del jesuita José de Acosta, se titula:
“Que ninguna nación de indios se ha descubierto que use de letras”, y su lectura
hace evidente que los “indios” del título comprenden, por ejemplo, a chinos y
japoneses. En otras palabras, las imágenes asiáticas que los europeos aplicaron
en América generaron el nombre de “indios”, y luego las imágenes europeas
sobre América generaron en Asia, a su vez, a esos tan sorpendentes como in-
verosímiles “indios chinos”. Una cadena de mediaciones que se prolongará en
el México del siglo XVIII, al darse el nombre de “chino” a una de las castas ra-
ciales, elaboradas en la época a impulso del furor taxonómico de la Ilustración.
La misma mediación europea genera, en la segunda mitad del XVI, la apari-
ción de tópicos actuantes hasta hoy día, como la reducción del Asia pacífica,
en especial de China, a simple fuente de mercaderías abundantes y baratas, tan
apetecidas en América como temidas por la competencia europea. Los comer-
ciantes sevillanos, y sus aliados y representantes en América, se quejaron a me-
nudo del peligro que veían en las mercaderías chinas, cuyo menor precio no les
quedó más remedio que reconocer, lo cual trataron de contrarrestar acusándolas
de mala calidad. Así, en 1581 el virrey de Nueva España, Martín Enríquez,
le escribe al rey, hablando de las mercaderías chinas llegadas a Acapulco en el
Galeón de Manila, lo siguiente: “Lo que de las yslas [Filipinas] trayn todo son
bujerías y cosas inútiles y las sedas todas falseadas […] Mas con todo, la jente se
ua al barato y todo quanto traen se uende. Y el barato es comparándola al valor
que tienen las de España”.
Como se ve, las discusiones sobre el comercio de la región con China distan
de ser nuevas. Tampoco es nueva la sesgada utilización de temas como el libre
comercio. En la primera mitad del siglo XVI, el teólogo y jurista Francisco de
Vitoria conceptualizó y defendió el libre comercio, presentándolo incluso como
uno de los pocos “títulos legítimos” de la presencia española en América. Muy
poco después, sin embargo, la Corona española puso todo tipo de regulaciones
y prohibiciones a los vínculos comerciales entre América y Asia. No solo se
prohibieron los vínculos directos entre Manila y Lima, sino incluso el trasiego
de mercaderías asiáticas de Acapulco a Lima. Las reiteradas prohibiciones no
impidieron, sin embargo, que ambas cosas se realizaran, un hecho que nos
Pr e fac io xv
Introducción
xv ii
El idioma oficial de China es el putonghua o mandarín, al cual se le debe sumar
una variedad de dialectos, entre los que sobresale el cantonés por ser la len-
gua de ultramar y por ende, la que comúnmente se identifica como el idioma
chino. La hoy República Popular de China (en mandarín: 中华人民共和国
-Zhonghua Renmin Gongheguo-) es el cuarto país más grande del mundo (des-
pués de Rusia, Canadá y Estados Unidos), con una superficie de 9.6 millones de
kilómetros cuadrados, ocupando una cuarta parte del territorio de Asia. Limita
con catorce países y su territorio está dividido en veintidós provincias, cin-
co regiones autónomas, cuatro municipalidades y dos regiones administrativas
especiales. China es el país más poblado del mundo con más de 1.300 millones
de habitantes, correspondiente a una quinta parte de la población mundial. Su
población posee rasgos fenotípicos similares, pero étnicamente es muy diversa
(hay más de cincuenta etnias), aunque solamente los han constituyen el 94%
del total. China, además, es la potencia comercial más grande del mundo y la
segunda economía mundial. Su sistema político es unipartidista y liderado por
el Partido Comunista de China, aunque económicamente desde las reformas
de 1978 se ha desarrollado como un país capitalista. Esto es importante para
comprender parte del impacto que está teniendo China en el mundo, el cual se
refleja en todas las esferas sociales. Costa Rica no escapa a esta influencia, ya
que la presencia de China en el país tiene más de 150 años.
Los primeros inmigrantes chinos llegaron a Costa Rica en 1855, con el obje-
tivo de solucionar la falta de mano de obra en haciendas y la construcción de
infraestructura. En su mayoría fueron hombres en búsqueda de mejores con-
diciones materiales, muchas veces engañados y traficados como esclavos. No
obstante, con el cambio de siglo, empezaron a surgir los primeros comerciantes
y empresarios, las primeras generaciones nacidas en el país, fue más común la in-
migración de mujeres o familias completas, así como las nacionalizaciones y los
matrimonios exogámicos. Hasta el último censo poblacional (2011), los chinos
representaron el 5% del total de inmigrantes y 9.170 habitantes de 4.301.712, ét-
nicamente se autoidentificaron como chinos, dato que por el fuerte mestizaje no
se acerca a las cifras reales de los costarricenses descendientes en algún porcen-
taje de inmigrantes chinos. Por otro lado, desde el establecimiento de relaciones
bilaterales en el 2007, se ha estimulado aún más el interés sobre este país mile-
nario. Distintas instituciones gubernamentales, organizaciones empresariales,
asociaciones culturales, firmas privadas, descendientes chinos y ciudadanos en
general han incorporado en sus actividades asuntos e intereses relativos a China.
En Los estudios sobre China desde y en relación con Costa Rica, Ricardo Martínez
Esquivel realiza un balance y un apéndice bibliográfico de los estudios en este
país y propone una serie de problemáticas en relación con la inmigración china
en Costa Rica.
Desde una perspectiva más contemporánea, en China, el gigante que sigue des-
pertando, el economista Ernesché Rodríguez Asien plantea la hipótesis de que
China, a pesar del endeudamiento bancario y la baja en las inversiones extran-
jeras directas y el comercio exterior ocasionados por la crisis financiera inter-
nacional, ha evitado consecuencias mayores gracias a su modelo económico e,
incluso, ha logrado consolidarse como un factor clave para la economía mundial
I n t r od u cc ión xix
debido a que es uno de los países que más compra y vende, así como el hecho de
que es dueño de las mayores reservas de minerales del mundo.
Una segunda sección temática del libro explora las relaciones internacionales
y la geopolítica china contemporánea desde dos estudios de caso. La experta
en ciencias políticas y diplomática en China (2008-2010), Patricia Rodríguez
Hölkemeyer, con el trabajo El concepto de ‘poder inteligente’ de Joseph Nye y Zbigniew
Brzezinski: la geo-estrategia de Estados Unidos y sus aliados contra China, exami-
na la actual geopolítica estadounidense, que busca, con el apoyo de La Orga-
nización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), la extensión de su influencia
política, cultural y militar a Asia Central, la Federación Rusa, Asia del Este y
Australia, para así contrarrestar la supuesta amenaza proveniente del ascenso
económico y diplomacia de ‘poder blando’ de China. La autora explica que
estos objetivos van en línea con los planteados por la OTAN sobre la cons-
trucción de un Mar Mediterráneo y un Oriente Medio afines a Occidente y
propone la hipótesis de que este activismo es medular en la estrategia occidental
por controlar Eurasia, a lo que Barak Obama y Hillary Clinton aluden cuando
repetidamente mencionan el recurso al ‘poder inteligente’.
Esta segunda parte del libro finaliza con la investigación Tierras Raras, la im-
portancia de llamarse lantanio, de la directora del Instituto Confucio de la Università
di Napoli l’Orientale, Maurizia Sacchetti, quien analiza los procesos de ex-
tracción en modo industrial de las tierras raras por parte de China, que tanta
importancia han adquirido en la industria tecnológica y le han convertido en
el mayor productor y exportador de ellas. China produce el 97% de las tierras
raras, una cantidad tan alta que ha alertado al resto del mundo, cada vez más
dependiente, y cuya demanda crece de manera exponencial.
En la tercera sección temática se examinan las políticas educativas en la China
contemporánea. David Ignacio Ibarra Arana realiza un análisis histórico de las
reformas educativas chinas en el estudio Acercamiento a las reformas educativas
en China desde una perspectiva política (1977-1985). Este trabajo abarca un período
caracterizado por una serie de cambios estructurales e institucionales, como
la restauración de los exámenes de admisión para ingresar a las universidades
en 1977 y el desarrollo de la Conferencia Nacional sobre Educación en 1985,
evento que llevó a la creación de la Comisión Estatal de Educación y la diversi-
ficación de la educación, principalmente a nivel de secundaria.
La cuarta parte de este libro analiza la inserción de los inmigrantes chinos en
Latinoamérica con un énfasis en los casos de Cuba y Costa Rica. La socióloga
Yrmina Gloria Eng Menéndez, en el trabajo Los chinos de Cuba, el Caribe y
América Latina: un proyecto de investigación sobre el chino latino, propone indagar
cómo durante los procesos de surgimiento y evolución de la presencia china en
I n t r od u cc ión xxi
Kongzi para el pensador chino Confucio (tc) o K’ung-fu-tzu (WG), Mao Zedong
por Mao Tse-Tung (WG) en referencia al primer y máximo líder del Partido
Comunista de China, Beijing por Pekín (tc) o Pei-ching (WG) –capital china– o
Guangzhou por Cantón (tc), importante ciudad al sur del país y principal punto
de salida de los emigrantes chinos durante los siglos XIX y principios del XX.
Estudios sobre China desde Latinoamérica: Geopolítica, Religión e Inmigración es
producto del esfuerzo conjunto realizado por los investigadores, funcionarios
administrativos, docentes y estudiantes, quienes han creído en la importancia de
reflexionar sobre la temática. Un agradecimiento especial a todos ellos, porque
sin sus aportes este libro no habría sido posible.
Los Editores.
Puntarenas, Costa Rica, 2013.
KOREA
DEL NORTE JAPON
TURQUIA KOREA
DEL SUR
TAILANDIA
FILIPINAS
I n t r od u cc ión xxiii
Heilongjiang
Liaoning
Hebei
Xinjiang
Beijing
Tianjin
Ningxia Shanxi
Shandong Mar Amarillo
Qinghai
Jiangsu
Gansu
Shaanxi Henan Anhui
Xizang Shanghai
Sichuan Hubei
Zhejiang
Jiangxi
Hunan
Guizhou
Fujian
Guangdong
Yunnan Guangxi
Los estudios sobre China, desde y en relación con Latinoamérica, están expe-
rimentando una regeneración metodológica y de autores; desde el análisis de la
política, la economía, la cultura y las relaciones diplomáticas de China, hasta
los procesos de emigración, inmigración, inserción social y herencia cultural
de los chinos en la región. En este proceso Costa Rica, si bien a paso lento, no
se ha quedado atrás, principalmente desde el establecimiento de las relaciones
diplomáticas con China en el año 2007 (Chenga y Córdoba, 2009). De ahí que
sea necesario realizar un estado de la cuestión de los diversos trabajos realizados
desde Costa Rica, aquellos elaborados por costarricenses y los que tratan las
problemáticas de la relación China-Costa Rica.
Este trabajo se divide en tres partes: (i) un balance no exhaustivo pero sí sis-
temático de los estudios sobre China con las características antes dadas; (ii)
1 Esta investigación es parte del proyecto de investigación: “Inmigrantes chinos y sus estrategias de
inserción social en la ciudad de Puntarenas (1850-2010)”, adscrito a la Sede del Pacífico de la Universi-
dad de Costa Rica, Costa Rica.
2 Profesor de Historia e investigador en la Sede del Pacífico, y director de REHMLAC, Revista de Estu-
dios Históricos de la Masonería Latinoamericana y Caribeña (rehmlac.com/), todo en la Universidad
de Costa Rica, Costa Rica. Correo electrónico: ricardo.martinezesquivel@ucr.ac.cr.
Asimismo, es importante resaltar que el balance hecho sobresale por ser el pri-
mero en su tipo, ya que lo más cercano a éste fueron los estados de cuestión
realizados sobre estudios orientales o de Asia y África en la Universidad de
Costa Rica (UCR) por:
Gráfico 1
Desarrollo de los EChCR (1957-2012)
18
16
16
14 13
12
10
10
8 7 7
6
5
6 5 5
4 4 4
4 3 3 4
2 2 2 2 2 2
1 1
2 1 1 1 1 1 1 1 1 1
0
1957
1964
1973
1975
1977
1979
1982
1985
1987
1989
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
2010
2011
2012
El gráfico 1 inicia en 1957, porque en ese año fue realizada la primera publicación
de esta clase de estudios. En este gráfico se observa que la producción de este tipo
de trabajos ha sido mínima, ya que cuando hubo picos altos en el número de ellos
fue debido a la edición de compilaciones. Por ejemplo, en el año 2001, el Gobierno
de Taiwán financió el libro de trece investigaciones: América Latina y Taiwán:
desafíos de democratización, integración y cooperación; o en el 2010, tres años después
del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Costa Rica y China,
cuando el economista José Manuel Villasuso editó el libro de diez ensayos: El
TLC Costa Rica-China en el contexto de América Latina. No obstante, el pico del
Por otro lado, en los gráficos 2, 3 y 4 se muestran las áreas de conocimiento, los
temas y los tipos de producciones de los EChCR.
Gráfico 2
Áreas de conocimiento de los EChCR
Medicina 1
Matemáticas 1
Geología 1
Geografía 1
Derecho 1
Demografía 1
Artes (pintura) 1
Arquitectura 1
Archivística 1
Microbiología 2
Literatura 2
Lenguas 2
Biología
Lingüística 34
Interdisciplinario 4
Sociología 5
Antropología 10
Economía 18
Ciencias políticas 18
Relaciones internacionales 21
Historia 35
De los gráficos 2, 3 y 4 se puede observar que entre los EChCR hay un predo-
minio de las investigaciones realizadas desde las Ciencias Sociales del análisis
de las relaciones bilaterales entre China y Costa Rica, así como de los procesos
de emigración e inmigración de los chinos a Costa Rica, y que la mayoría de
estos trabajos han sido publicados como artículos de revistas académicas. De
hecho, la razón por la cual la mayoría de los EChCR provienen de disciplinas
sociales tiene que ver también con que los dos principales temas de investigación
(relaciones bilaterales y emigración-inmigración) son propios de estas ciencias.
China y arqueología 1
China y arte 1
China y educación 1
China y geografía 1
China y medicina 1
China y Occidente 1
China y sociedad 1
China y Taiwán 1
Costa Rica y flora 1
Vulcanología China-Costa Rica 1
China y flora 2
China y economía 3
China y política 3
Estados de cuestión 3
China y cultura 4
China y cultura 4
46
Relaciones bilaterales
Emigración-inmigración 55
Gráfico 4
Tipos de producciones de los EChCR
Programas 1
Simposios 2
Libros colectivos 2
Capítulos de libros 2
Talleres 3
Estados de cuestión 3
Cursos 4
Libros 4
Proyectos de investigación 7
Tesis 8
Folletos 14
Actas de conferencias 15
Zaida Fonseca Herrera 1979 Lic. Historia UCR Los chinos en Costa Rica en el siglo XIX.
Moisés León Azofeifa 1987 Doc. Antropología Tulane Chinese immigrants on the Atlantic
coast of Costa Rica. The economic
adaptation of an Asian minority in
a pluralistic society.
Cinthia Arguedas 1998 Lic. Derecho UCR Análisis histórico, político y jurídico
Gourzong de la situación China-Taiwán
Paula Ocampo García y sus repercusiones en la ONU.
Marlene Loría Chaves 2000 Lic. Historia UCR Los inmigrantes chinos dentro
Alfonso Rodríguez de la comunidad costarricense
Chaves (1870-1910).
Henry Angulo Jiménez 2011 Ma. Lingüística UCR El español como segunda lengua de
inmigrantes de origen chino en Costa
Rica: un análisis a partir del modelo
de aculturación.
David Ibarra Arana 2011 Ma. Estudios de COLMEX Orígenes y transformaciones del
Asia y África: sistema de educación mitad trabajo
Énfasis China mitad estudio en China, (1958-1985).
Así, entonces, después de haber realizado este somero balance sobre los EChCR,
en la siguiente sección se plantean y sistematizan algunas ideas y problemáticas
de investigación sobre los procesos de emigración e inmigración de los chinos
en Costa Rica. No se abordan o proponen posibles estudios sobre la China mis-
ma porque estos son tan complejos, amplios e infinitos, que una delimitación de
una serie de propuestas para los EChCR continuaría siendo arbitraria e injusta.
3 Por citar algunos ejemplos: (Siu, At the intersection of nations: Diasporic Chinese in Panama and
the cultural politics of belonging. Doctoral Theses in Anthropology, 2000), (Siu, Diasporic Cultural
Citizenship: Cheesiness and Belonging in Central America and Panama, 2001), (Kent, A Diaspora of
Chinese Settlement in Latin America and the Caribbean, 2003), (Wilson, The Chinese in the Caribbean,
2004), (Cesarín y Moneta, China y América Latina. Nuevos enfoques sobre cooperación y desarro-
llo. ¿Una segunda ruta de la seda?, 2005), (Lai, Essays on the Chinese diaspora in the Caribbean,
2006), (Santiso, ¿Realismo mágico? China e India en América Latina y África, 2006), (Siu, Chino Latino
Restaurants: Converging Communities, Identities, and Cultures, 2008), (Meagher, The Coolie Trade:
The Traffic in Chinese Laborers to Latin America, 2008), (Botton Beja, Historia mínima de China, 2010),
(Fairlie, Relaciones Económicas Perú-China, 2010), (Oropeza, China-Latinoamérica: Un encuentro ines-
perado, 2010), (Lai y Tan, The Chinese in Latin America and the Caribbean, 2010), (Chao, The Chinese
in Mexico, 1882-1940, 2012), (Paz, Are Latin American Economies and Foreign Policies Diversifying? The
Impact of Rising China and U.S. Reactions. Doctoral Theses in Political Science, 2012) y (Schiavone,
Chinese Mexicans: Transpacific Migration and the Search for a Homeland, 1910-1960, 2012).
4 Sitio Web: http://ilas.cass.cn/ens/.
5 Algunos de ellos están en Argentina: la Universidad de Buenos Aires y el Centro de Estudios Avan-
zados; en Colombia: la Universidad EAFIT; en Chile: la Universidad de Chile; en México: la Univer-
sidad Autónoma de Nuevo León, El Colegio de México, la Universidad de Guadalajara, el Instituto
Tecnológico de Monterrey y la Universidad Nacional Autónoma de México; y en Perú: Pontificia
Universidad Católica del Perú.
6 Han sido organizados institutos Confucio en cinco universidades mexicanas, cuatro peruanas,
dos colombianas, tres brasileñas, dos argentinas, dos chilenas, una cubana, una costarricense, una
jamaiquina, una ecuatoriana y una bahameña. Sitio Web: http://college.chinese.cn/en/.
• ¿El envío de los hijos nacidos en el país (primera, segunda, tercera y hasta
cuarta generación) por parte de las familias inmigrantes a China a estudiar
por temporadas de formación para que aprendan el idioma y la cultura, cómo
se articula con los procesos de construcción de identidades regionales o nacio-
nales? ¿Costarricenses, chinos, chino-costarricenses, costarricense-chinos o
puntarenenses7, como muchos inmigrantes chinos entrevistados señalan?
7 Esto es en relación con la ciudad portuaria de Puntarenas en el Pacífico de Costa Rica, lugar histó-
rico de recepción e integración de inmigrantes chinos en el país (Cubillo, 2011).
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Introducción
¿Cuál ha sido la influencia de la Globalización en nuestro concepto de los pro-
cesos históricos? ¿Nos ha motivado a replantear en algún modo la forma en que
analizamos la historia de las civilizaciones? ¿Será acaso posible que encontre-
mos en el estudio de una civilización específica un laboratorio adecuado para la
comprensión de los procesos amplios que afectan a todas las demás? Las preocu-
paciones investigativas del presente artículo se ubican dentro del contexto de
preguntas como las anteriores. Nos hemos propuesto, de hecho, llevar estas in-
terrogantes teóricas hasta su aplicación práctica –a su historización, en el sentido
más amplio– a través, en primer lugar, de una discusión sobre la transformación
del viejo concepto de “Historia Universal” en el más novedoso de “Historia
Mundial” –tomando en cuenta su diferencia con el también reciente concepto de
“Historia Global”–, todo esto desde la óptica de las discusiones recientes habidas
sobre estos conceptos y planteadas por historiadores como Bruce Mazlish (2001)
y José Manuel Santos (2002). En segunda instancia, y muy en particular, nos
1 Doctor en Historia. Profesor de las Escuelas de Historia y Estudios Generales e investigador del
Centro de Investigaciones en Identidad y Cultura Latinoamericana (CIICLA) de la Universidad de
Costa Rica, Costa Rica. Correo electrónico: edmadm@yahoo.es.
28
valdremos del estudio de la historia de China a manera de laboratorio o caso
privilegiado para el abordaje historiográfico de este tipo de temáticas. Así, la
historia de China, desde sus orígenes hasta el presente, nos mostrará cómo este
estudio no sólo es posible, sino que también resulta ser de urgente necesidad en
el contexto de los procesos mundiales de hoy, que nos enmarcan y nos afectan
a todos como miembros que somos del género humano.
2 Al lado de estas edades, se hizo además lugar para la evolución de la humanidad en el período
comprendido entre sus orígenes y la invención de la escritura, época que se bautizó entonces
con el nombre de Prehistoria. Esta subdivisión, sin embargo, supuso un sesgo relativo a la forma
en que se concebía el ejercicio de la investigación histórica como disciplina del conocimiento en
los siglos de la Modernidad: era una ciencia cuyo trabajo partía de la extracción de la información
contenida en documentos escritos. Por ello, todo tiempo anterior al nacimiento de la escritura de-
bía necesariamente quedar excluido de la posibilidad de ser considerado “Historia” en el sentido
estricto, pero, curiosamente, eso no dejaba a épocas como el Paleolítico y el Neolítico fuera de ser
consideradas parte del campo de estudios de la Historia Universal.
3 Desde luego, Keller, hombre del siglo XVII, nunca pensó que su época de brillo y esplendor alguna
vez podía terminar y, cuando ello sucedió, al sobrevenir las transformaciones acarreadas por la
Revolución Francesa y la industrialización, hubo de abrirse una nueva etapa en la historia de la hu-
manidad: la edad contemporánea, correspondiente en gruesos términos, al auge de la civilización
industrial, con el agravante de que este término ofrece serias dificultades de conceptualización,
pues es sinónimo del que se usó para conceptuar la era anterior (Edad Moderna).
4 Este ha sido definido como un nuevo modelo de desarrollo, caracterizado por el predominio
de la economía transnacionalizada, así como del capital financiero y liderado por la ciencia in-
formática, todo ello dentro del marco ideológico provisto por la doctrina económica conocida
como neoliberalismo. Esto es significativamente diferente de otros procesos similares de interdepen-
dencia económica y cultural que se han dado en otros momentos de la historia humana, por lo que
sería algo así como el estudio de la última y más reciente era de la Historia Mundial, aún vigente
en nuestro tiempo.
Aún en el nivel que podría esperarse más “básico” de sus estructuras internas, Chi-
na es ya un mundo por sí misma debido a su diversidad cultural, que nace del
hecho de que es un mosaico de etnias y culturas unificado bajo un solo imperio
desde lejanos tiempos. Para empezar, China cuenta con una enorme variedad
de idiomas y dialectos: más de 90 lenguas de carta cabal, que se dividen en
sino-tibetanas y uralo-altaicas, además de todas las del Asia Meridional, a las
que se suman las lenguas de al menos 56 etnias oficialmente reconocidas (Mar-
tínez, 2007, pp. 37-38). Todo este universo lingüístico es solo unificado por la
escritura ideográfica, antigua como la China misma, y por el uso común del
“Putonghua” oficial, la lingua franca china de origen Han. También, el país cuenta
con pueblos tan disímiles entre sí y con la etnia dominante de los chinos Han,
como los tibetanos, los uigures –recientemente alzados en rebelión contra el
régimen chino en su antigua capital Urumqui–, y grupos étnicos como la tribu
matriarcal de los Mosuo, ubicados cerca de la frontera con el Tíbet, que practi-
can el llamado “matrimonio ambulante”.
5 Proceso que luego sería repetido, pero en un sentido muy diferente, cuando Bruce Lee introduje-
ra las artes marciales en Occidente en la segunda mitad del siglo XX.
7 Aunque este autor señala que la palabra se usa en la literatura de la dinastía Zhou, al menos desde
el año 500 a.C.
8 La mayor parte de la bibliografía existente sobre estos temas ha sido producida en China y no es
accesible en nuestro medio, aunque los contactos comerciales de China con Occidente durante
estos siglos han sido documentados también por muchos otros autores.
10 Por otra parte, el azúcar y el comercio de esclavos actuaron también como pivotes del comercio
europeo en esta época, especialmente para potencias como Francia, cuya economía dependía
hasta en un 50% de estas fuentes de riqueza. Inglaterra, por su parte, dependió también de los
circuitos de tráfico de esclavos y azúcar del Caribe, los cuales eran manejados desde las Trece
Colonias de Norteamérica y acabaron por financiar el inicio de la Era Industrial en Gran Bretaña.
Conclusión
En conclusión, hemos visto cómo China es una civilización en sí misma –según
se ha dicho, la única de la Antigüedad que todavía existe– y que ha tenido una
enorme influencia en los procesos mundiales en los que ha influenciado y ha
sido influenciada intensamente por las otras civilizaciones del globo. Sin lugar
a dudas, esta potente civilización tiene múltiples sorpresas aún que mostrarnos
en el siglo XXI, cuando los centros de poder mundial se trasladen del Atlánti-
co –de las manos de las élites atlánticas que según algunos han gobernado desde
la Era de los Descubrimientos en un sistema que Chomsky llama “El Sistema
de los 500 años”– (Chomsky, 1991, p. 15) al Pacífico, por lo que del siglo XX,
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Introducción
La expansión islámica hacia el Asia Central (Ma Wara’ al-Nahr, o Transoxiana)
durante la época Omeya fue difícil y lenta. Si los musulmanes ganaban algunos
territorios muy pronto los perdían, para volver a recuperarlos al año siguiente. No
fue sino hasta las campañas militares de Qutayba Ibn Muslim cuando finalmente
los musulmanes lograron dominar estas regiones. Sin embargo, el remplazo
de la influencia china no fue inmediato. En la época ‘Abbásida, con la batalla
de Talas en el año 751, los árabes-musulmanes lograron sustituir la influencia
y poderío chino en Ma Wara’ al-Nahr. La batalla de Talas significó el primer
1 Doctor en Historia del Medio Oriente y de Estudios Islámicos. Profesor de Historia del Medio
Oriente y de Lengua Árabe en la Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Correo electrónico:
romagu_02@yahoo.com.
44
encuentro de las culturas china y árabe-musulmana. Los musulmanes como re-
sultado del triunfo sobre los chinos conocieron el arroz y el papel, dos importantes
productos que pronto difundieron por todo el Dar al-Islam (el Imperio Islámico).
Este ensayo analiza estos asuntos, así como la percepción china del Islam, de los
musulmanes y de su cultura, tal como se encuentra contenida en el recuento que
escribió Tu Huan, prisionero chino capturado en la batalla de Talas.
***
2 Es oportuno llamar la atención sobre la importancia del conocimiento en otras culturas, como
por ejemplo en la cultura china, en la que ha tenido una especial influencia en todos los campos.
Así, Isabelle Duceux escribió las siguientes líneas: Esta ordenación de los Clásicos deja ver una progre-
sión desde la formulación de los principios hasta su realización en los hechos. Consecuentemente, hay
en este orden un método para el conocimiento y uno para la acción. Una vez generado el conocimien-
to por medio de las lecturas, queda establecer las condiciones de posibilidad del conocimiento de las
cosas. En efecto, el estudio de los Clásicos debe seguirse del cultivo y conservación de ese conocimiento
para que éste no se degrade. Un ser humano puede tener mucha predisposición y facilidad para la sabi-
duría, pero sólo por medio del acto moral intencional tendrá acceso a ella. La sabiduría se alcanza
mediante un método y un camino. Por esto se debe “proteger la mente” y “nutrir la naturaleza”.
(Duceux, 2009, p. 286).
3 Hemos modificado ligeramente la traducción de Juan Vernet (1978) de esos pasajes del Corán.
4 Para mayores detalles sobre los movimientos fundamentalistas musulmanes (Dekmejian, 1995, p.
96); (Al-Mujtama‘, 1982a, p. 21; 1982b); (Al-Jumhuriyya, 1982a); (Ayubi, 1980, pp. 481-499); (Husayni,
1952); (Keles, 1984, p. 75, 192 ss., 207-208, 214-125 y 236 ss); (Al-Jumhuriyya, 1982b); donde descri-
be en detalle la procedencia social de los miembros de los grupos islamistas (Al-Ahram, 1981);
(Dekmejian, 1995, p. 97); (Ayubi, 1980, pp. 493-494; 1996, pp. 120-121); (Marín, 2000, pp. 53-108).
Para una interpretación novedosa y original sobre los orígenes, características e impacto de la
Revolución Islámica de Irán, véase Halliday (2003, pp. 42-73). Sobre las características específicas y
originales de esta Revolución, sui generis, por sus enfoques religiosos, frente a las grandes revolucio-
nes de posguerra, como la china, la cubana, la vietnamita, también revísese Halliday (2003, pp. 42-47).
5 Acerca de la formación mawali de los ejércitos que conquistaron al-Andalus, consúltese Crone
(1980, p. 53) y Marín (2006).
6 Acerca de las casas de monedas que introdujeron los primeros dirhams en árabe sin imágenes,
en 695 o 696 (Tabari, 1879-1901, p. 939) (Baladhuri, 1968, pp. 465-466); quien era de la opinión de
que las primeras monedas musulmanas, totalmente epigráficas, fueron acuñadas en 693 y 694 y
no en 695-696 (Mawardi, s.f., pp. 76-77) (Taha, 1985, pp. 97-101 y 164-166). Sobre la casa de moneda
islámica, revísese también Morony (1984, pp. 38-51), Taha (1985, pp. 160-181) y Kennedy (1986, p. 88).
7 Sobre el origen de la dinastía Omeya y Mu‘awiya Ibn Abi Sufyan, véase: Ibn Maja (1979, p. 27), Suyuti
(s.f.e., pp. 194-205), Ibn Qutayba (1969, pp. 344-345 y 349-350), Ya‘qubi (1883, Vol. II, pp. 216-224),
Amad (1981, pp. 43-48), Kennedy (1986, p. 83). Los habitantes de Siria le dieron a Mu‘awiya el ju-
ramento de fidelidad o bay‘a (Ibn Qutayba, 1969, Vol. I, p.74). Para una descripción detallada de la
vida y de las actividades de Mu‘awiya Ibn Abi Sufyan: (Baladhuri, 1971, Vol. IV A, pp. 11-138). Sobre
la bay‘a a Yazid Ibn Mu‘awiya y la práctica real del sistema dinástico, véanse: Baladhuri (1938, Vol.
IV B, pp. 12-13), Ibn Qutayba (1969, Vol. I, pp. 174-175). Es importante subrayar el hecho de que las
fuentes árabes no son objetivas cuando se refieren a la dinastía Omeya, en especial aquellas escri-
tas durante el período ‘Abbásida. Algunas fuentes tempranas en árabe no consideran a los Omeyas
como legítimos gobernantes. Por el contrario, se les considera usurpadores. Un claro ejemplo de
tales fuentes es Abu al-Hasan ‘Ali b. Husayn b. ‘Ali al-Mas‘udi, que en su Al-Tanbih wa al-Ishraf (1981)
se refiere al gobierno de los califas Rashidun como khilafa, a saber, califato, así como al de los
‘Abbásidas hasta al-Mustakfi y al-Muti‘ al-Fadl, sus contemporáneos. En su opinión, los gobernan-
tes Omeyas no eran califas sino reyes, con la única excepción de ‘Umar Ibn ‘Abd al-‘Aziz. Al-Mas‘udi
no explica su ocupación como gobernantes en términos de khilafas, sino que emplea el término
ayyam (los días o el período) de cada uno de los gobernantes Omeyas, con la excepción antes
mencionada. Por ejemplo, la biografía de Mu‘awiya comienza con el título de Ayyam Mu‘awiya Ibn
Abi Sufyan. Al-Mas‘udi también consideró a al-Hasan b. ‘Ali Ibn Abi Talib como un califa y su biogra-
fía inicia con el título Khilafat al-Hasan b. ‘Ali ‘alaihi al-Salam. Para más detalles, véase: (Mas‘udi, 1981,
pp. 276-278). La razón de todo esto era porque al-Mas‘udi era shi‘ita.
8 Para una explicación general de Yazid Ibn Mu‘awiya, véase Baladhuri (1938, Vol. IV B, pp. 1-11),
Ya‘qubi (1883, Vol. II, pp. 241-242), Ibn Qutayba (1969, pp. 351-352).
9 Sobre la descendencia de Banu de Abu Sufyan, véase Baladhuri (1938, Vol. IV B, pp. 124-149), Lammens
(1916, pp. 1-49).
10 Azd fue una de las tribus árabes más importantes, con más de 27 subdivisiones, conocidas como
Qahtan (Hasan, 1980, p. 22) (Yaqut, 1866-1873, Vol. III, pp. 330 y ss). Acerca de su movilización de
zonas que habían habitado anteriormente, en especial cerca de la Meca y de regiones al norte del
Hijaz, hacia al-Sham, véase Ibn Khaldun (1956, Vol. II, pp. 524-528). Sobre el Khurasan como frontera
del imperio musulmán, y una descripción clara del Khurasan como región fronteriza cerca de tie-
rras turcas (Ard al-Turk), véase Hamdani (1978, pp. 32-43).
11 Ya‘qubi explicó cómo después de la muerte de Yazid Ibn Mu‘awiya diversas tribus apoyaron a Ibn
al-Zubayr no sólo en el Hijaz, sino en otras partes del imperio musulmán y proporciona una lista
de distintos representantes de Ibn al-Zubayr en lugares como Hims, Kufa, Basra, Damasco, Filastin
(Palestina), Qinnasrin, Khurasan y en Egipto. Al-Ya‘qubi incluso mencionó que los egipcios estaban
sometidos (literalmente, debían obediencia) a Ibn al-Zubayr. Escribió: “Wa Ahl Misr fi Ta‘atihi [Ibn
al-Zubayr]” Para más detalles, véase: (Ya‘qubi, 1883, Vol. II, pp. 255-256). Consúltese además Ibn
Qutayba (1969, pp. 356 y ss), Kennedy (1986, pp. 87, 91 y 93), Crone (1980, pp. 34-36).
12 Sobre Marwan al-Hakam, véase Ibn Maja (1979, p. 29) y Mas‘udi (1981, pp. 282-286). Y acerca de
Mu‘awiyya Ibn Yazid: (Suyuti, s.f.e., pp. 210-211); (Mas‘udi, 1981, p. 281); (Ibn Qutayba, 1967, Vol. II, pp.
10-11 y 1969, pp. 353-358); (Brockelmann, 1960, pp. 76-78).
13 Sobre el apoyo de las tribus del norte a la revuelta de Ibn al-Zubayr, véase Baladhuri (1883, Vol.
V, pp. 136-140). ‘Amad hace la interesante observación de que las tribus del norte se unieron y
apoyaron a Ibn al-Zubayr por temor al poder que los yemeníes habían ganado gracias al apoyo
Omeya (‘Amad, 1981, p. 113).
14 Baladhuri, 1883, Vol. VI, p. 240 (manuscrito) citado en Hasan (1980, pp. 138) y Ibn Qutayba (1969, p.
357), donde se explica el nombramiento de al-Hajjaj como gobernador de Iraq por el califa ‘Abd
al-Malik Marwan después de que aquel derrotó a Ibn al-Zubayr en el Hijaz y después de que había
comenzado la reconstrucción de la Ka‘ba en la Meca (Ibn Qutayba, 1969, pp. 396-397).
15 Consúltese además Ruwayha (1963, pp. 154-156), Taha (1985, pp. 97-101), Kennedy (1986, p. 98) y
Gabrieli (1941, pp. 110-117). Sobre al-Hajjaj frente al grupo Azariqa en Iraq, véase Ya‘qubi (1883, Vol. II,
pp. 275-276) y Crone (1980, p. 39). Para un estudio de las tropas sirias enviadas a combatir al grupo
Azariqa en Tabaristán, consúltese Tabari (s.f.e., Vol. II, p. 1018) y Al-Baladhuri (1883, pp. 338 y ss). Con-
tra Shahib en Irak, véase también Tabari (s.f.e., Vol. II, pp. 943 y ss).
16 Sobre Wasit, véase Al-Athir (1869, Vol. IV, pp. 495-497), Hamdani (1978, p. 148), Morony (1984, pp.
158-159) y ‘Amad (1981, pp. 443-454). Este último autor afirmó (p. 443) que la verdadera razón
detrás de la fundación y construcción de Wasit fue la de proveer a al-Hajjaj de una nueva capital
para la administración y el control de su provincia (wilaya), así como el control de las tribus árabes.
Yaqut aseguró que quienes habitaron Wasit, además de las tribus sirias, fueron por lo general
árabes iraquíes, fundamentalmente de Kufa, que apoyaban a al-Hajjaj (Yaqut, 1866-1873, Vol. V, p.
348). También Yaqut explicó que al-Hajjaj quería construir una ciudad nueva y especial con fines
administrativos, ya que no deseaba permanecer en Kufa (Yaqut, 1866-1873, Vol. IV, p. 883) (Tabari,
Ta’rikh al-Rusul wa al-Muluk, Vol. VI, pp. 383-384 (edición egipcia, 1969-1970 y s.f.e., Vol. II, p.1125).
Qutayba explicó que al-Hajjaj construyó Wasit en el año 83 H. Entre los historiadores y geógrafos
musulmanes no existe un consenso acerca de por qué la ciudad se nombró Wasit (Ibn Qutayba,
1969, p. 357). Para una buena discusión sobre ello, así como una comparación entre distintas fuen-
tes árabes, revísese Taha (1985, pp. 153-154) y Al-Muqaddasi (1906, p. 118).
17 Para un buen estudio sobre las relaciones entre al-Muhallab y al-Hajjaj, consúltese Al-Dinawari
(1960, pp. 277-280). Patricia Crone asegura que al-Hajjaj Ibn Yusuf no favoreció a la confederación
de tribus Qays a expensas de los yemeníes. Para apoyar esta idea, ella ofrece una lista de subgo-
bernadores bajo la autoridad de al-Hajjaj (apéndice III, números 1 a 47), en donde se demuestra
claramente una división justa de poder y cargos entre ambas confederaciones (Crone, 1980, p. 43).
Sin embargo, es importante tener en mente que al-Hajjaj, un brillante líder y muy diestro político,
intentó procurar un equilibrio entre las tribus, aunque a la larga sus políticas favorecieron a los
Qays por encima de los yemeníes en lo que se refiere a cargos de poder y posesión de tierras,
como lo demuestran las evidencias en las fuentes árabes. Al-Hajjaj dio inicio a una nueva escuela
de gobernantes bajo su influencia que siguieron sus políticas. Resulta notorio que estos gober-
nantes, por lo general, procedían del grupo de los Qays. Acerca de la sustitución de Yazid Ibn
al-Muhallab por Qutayba Ibn Muslim al-Bahali, véase Al-‘Uyun wa al-Hada’iq fi Akhbar al-Haqa’iq
(1869, Vol. III, pp. 2-3). Véase también Ya‘qubi (1883, Vol. II, p. 285), quien explica que al-Hajjaj desti-
tuyó a Yazid Ibn al-Muhallab de la gobernatura de Khurasan y designó en su lugar a al-Mufaddil y
después a Qutayba Ibn Muslim al-Bahali.
18 Acerca de los asentamientos árabes tras las conquistas (futuh), para un estudio acerca de las tribus
después de la muerte de Yazid Ibn Mu‘awiya, sobre los asentamientos Qays en el Khurasan, acerca
de los Tamim y para los asentamientos Azd y las alianzas con otras tribus, véase Hasan (1980, pp.
163-191). Para una relación de varias de las pugnas entre Ibn al-Ash‘ath y al-Hajjaj Ibn Yusuf y acerca
de los acontecimientos ocurridos en Kufa y Basra, véase Mas‘udi (1981, pp. 288-289), Al-Athir (1869,
Vol IV, pp. 413-416, 461-462, 467-469 y 501-502), Ibn Qutayba (1969, p. 357), Ya‘qubi (1883, Vol. II, pp.
277-279), Dinawari (1960, pp. 316-324) y Ruwayha (1963, pp. 172-176). Sobre el hecho histórico de
que Yazid Ibn al-Muhallab envió a al-Hajjaj únicamente a los Qays que eran partidarios de Ibn
al-Ash‘ath, véase Ruwayha (1963, p. 174), Kennedy (1986, p. 102) y Tabari (s.f.e., Vol. II, pp. 1318 y ss).
19 Acerca de la oposición de Ibn al-Ash’ath a al-Hajjaj, véase Ruwayha (1963, p. 169-170) y Taha, (1985,
pp. 84-90). Taha analiza el papel de la religión en esta rebelión, que recibió el apoyo de un gran
número de qurra’ y de fuqaha’ (1985, pp. 84-87). Por otra parte, Taha hace hincapié en la idea
de que al-Hajjaj apeló también al Islam. Al-Hajjaj consideró a quienes apoyaban a Ibn al-Ash‘ath
como infieles (kafir) y como enemigos del Islam. (Taha, 1985, pp. 85-86). Acerca del apoyo de los
qurra’ y los fuqaha’ a Ibn al-Ash‘ath, véase Baladhuri (Ansab al-Ashraf, Vol. XI, p. 326), quien, explica
que la gente religiosa dio el juramento de fidelidad o bay‘a a Ibn al-Ash‘ath por encima del Libro
de Dios y la Sunna de su Profeta (Tabari, s.f.e., Vol. II, p. 1058), (Kennedy, 1986, pp. 101-102).
20 Según al-Tabari, al-Hasan al-Basri criticó a al-Hajjaj con palabras bastante fuertes (Tabari, s.f.e., Vol.
II, p. 1058). Para más detalles acerca de al-Hasan al-Basri, véase Ibn Khallikan (1972, Vol. II, pp. 69-73).
Ibn Khallikan proporciona la genealogía de al-Hasan al-Basri, lo cual resulta importante para enten-
der su condición de mawla, ya que su padre había sido mawla de Ziyad b. Thabit al-Ansari. Véase
también Ibn Qutayba, (1969, pp. 440-441), quien también proporciona la genealogía de al-Hasan
al-Basri, mostrándolo como cliente de al-Ansari (Taha, 1985, p. 87), (Wellhausen, 1963, p. 286).
22 Taha menciona, a partir del manuscrito de Ahmad b. ‘Uthman Ibn A‘tham, Futuh (Vol. II, p. 106 b),
que las órdenes del califa ‘Abd al-Malik b. Marwan a su hermano Muhammad b. Marwan y a su
hijo ‘Abd Allah, enviado para frenar las revueltas, eran las de someter a los iraquíes expulsando a
los sirios de las casas de los iraquíes (Taha, 1985, pp. 87 y 94). Estas órdenes fueron decisivas para
frenar la rebelión, con la esperanza de poner fin a la presencia de los sirios en dichas regiones.
Además, el ofrecimiento de un perdón general por parte de al-Hajjaj resultó vital. Sin embargo, la
presencia de tropas sirias era sumamente importante (Tabari, s.f.e., Vol. II, pp. 1060 y ss).
23 Para una descripción del apoyo que los mawali dieron a la rebelión encabezada por Yazid Ibn
al-Muhallab, véase Tabari (s.f.e., Vol. II, p. 1381 y Vol. II, p. 1403).
24 Acerca de la bay‘a en relación con al-Walid, véase Al-Athir (1869, Vol. IV, pp. 513-515 y 522-523)
y Dinawari (1960, p. 326). Acerca de las cuidadosas políticas del califa al-Walid I y las campañas
militares de Qutayba Ibn Muslim en Asia Central, véase Al-‘Uyun wa al-Hada’iq fi Akhbar al-Haqa’iq,
(1969, Vol. III, pp. 11 y ss.).
25 Sobre la discriminación contra los mawali, a quienes no se les pagaba igual que a los árabes por
los mismos servicios en el ejército , véase Tabari (s.f.e., Vol. II, p. 1354).
26 (Ibn Khallikan, 1972, Vol. IV, p. 87) (Kennedy, 1986, p.103) (Al-Athir, 1869, Vol. IV, pp. 571-576) (Dinawari,
1960, pp. 327-328) (Al-‘Uyun wa al-Hada’iq fi Akhbar al-Haqa’iq, 1969, Vol. III, p. 2) (Ya‘qubi, 1892, Vol.
II, pp. 286-287 y 293-294).
27 (Narshakhi, 1954, pp. 47-55, 1975) (Kennedy, 1986, p. 103) (Ibn Khallikan, 1972, Vol. IV, pp. 86-87)
(Ya‘qubi, 1892, Vol. II, pp. 285-286 y 292-293) (Al-Athir, 1869, Vol. IV, pp. 535 y 642) (Dinawari, 1960,
pp. 327-328) (Wellhausen, 1963, pp. 437-438) (Ruwayha, 1963, p. 192).
28 (Gibb, 1970, pp. 32-35) (Frye, 1965, p. 15) (Ruwayha, 1963, p. 192).
29 (Ibn Khallikan, 1972, Vol. IV, p. 87) (Al-‘Uyun wa al-Hada’iq fi Akhbar al-Haqa’iq, 1969, Vol. III, p. 2)
(Ya‘qubi, 1892, Vol. II, p. 286) (Kennedy, 1986, p. 104).
30 Véase además Gibb (1970, pp. 52-53), Shaban (1970, pp. 69-70), Wellhausen (1963, p. 436) y
Ruwayha (1963, p. 192). Para Farghana como una de las fronteras del Dar al-Islam, véase Al-Istakhri
(1927, pp. 6 y 11-12).
31 Sobre el califa Sulayman, véase Ibn Maja (1979, pp. 31-32), Dinawari (1960, pp. 329-330), Suyuti (s.f.e.,
pp. 225-228) y Mas‘udi (1917, Vol. V, pp. 396-415 y 1981, p. 291). Para más detalles sobre el califato
de Sulayman, véase Al-‘Uyun wa al-Hada’iq fi Akhbar al-Haqa’iq (1969, Vol. III, pp. 16-37) y Ya‘qubi
(1892, Vol. II, pp. 293-300). Acerca de la rebelión de Qutayba Ibn Muslim, véanse Tabari (s.f.e., Vol. II,
p. 1238) y Baladhuri (1968, pp. 422-424).
32 Al-Malik al-Mawid Abu al-Fida’, Mukhtasar min Ta’rikh al-Bashr, manuscrito número 1641 en la
Real Biblioteca de El Escorial, passim, especialmente p. 123. Véanse de Al-Baghdadi, (Kitab ‘Uyun
Akhbar al-A‘yan Mimman Mada fi Salif al-Usur wa al-Azman, pp. 37-40), donde este autor también
explica los acontecimientos en torno a la muerte del califa al-Walid I. Yasin Ibn Khayr Allah al-‘Umari
al-Mawsili, Al-Durr al-Maknun fi al-Ma‘athir al-Madiyya min al-Qur’an, manuscrito número 2412
(Mixt. 1607) en la Österreichischen Nationalbibliothek, Viena, especialmente pp. 26-27. Véase
también de Al-Shatibi, Kitab al-Juman fi Mukhtasar fi Akhbar al-Zaman (pp. 143 ss). Véase asimismo
el manuscrito anónimo número 5391 en Biblioteca Nacional de Madrid. Un estudio detallado de
este manuscrito revela que está basado casi enteramente en la obra de al-Shatibi Kitab al-Juman fi
Mukhtasar fi Akhbar al-Zaman, con la única diferencia de que está actualizado con las informacio-
nes de los tiempos más recientes durante los cuales vivió el autor anónimo del manuscrito aludi-
do en líneas anteriores. Esto podría también significar que el copista agregó la nueva información
que no contenía el Kitab al-Juman, pero cambió algunas palabras a lo largo de todo el texto, modi-
ficando ligeramente el estilo. Este manuscrito no provee ni el nombre del nuevo autor, ni el título
de la obra. La razón de esto puede ser porque la primera página del manuscrito no sobrevivió.
Además, es también muy difícil poder determinar si este manuscrito tenía la intención de que lo
consideraran como una obra escrita por un autor diferente, quizá bajo un título distinto. Lo único
diferente que contiene, como ya se dijo, es la información actualizada, pero no hay mención
del nombre de al-Shatibi. Para mayores detalles sobre este califa Omeya, véanse también Marín
(1990, pp. 21, 33, 67 y 101, 1993, pp. 283 y 310-311), Hawting (1986), Gabrieli (1971, pp. 493-496) y
Kennedy (1986, pp. 120ss).
33 Para mayores detalles véanse también Tabari (s.f.e., Vol. II, p. 1291) y Marín (2011).
El arroz lo dieron a conocer desde el oriente hacia el occidente, como parte del
proceso que entonces caracterizó a la Edad Media del traslado de productos,
técnicas, arte, ciencia y movimientos de pueblos, del oriente hacia el occidente.
La expansión árabe-musulmana también fue parte de este proceso al expan-
dirse asimismo por el Norte de África, el Mediterráneo y la Península Ibérica;
34 Para mayores detalles al respecto, véanse los valiosos trabajos de Arié (1987), la profesora e investi-
gadora Expiración García (1981-1982, pp. 139-178 y 1983-1986, pp. 237-278) y Marín (2006).
35 Para mayores detalles sobre la fabricación de papel y la confección de libros en la España musul-
mana, véase Hidalgo, Ávila y Jiménez (2004, pp. 239-265).
36 Rusta hace una detallada descripción de la fundación de la ciudad, su extensión, sus límites, su
puertas y los nombres de cada uno de los caminos que conectaban a Baghdad con las otras
regiones (Basra, Kufa, al-Shams -Siria- y el Khurasan). También describe las cúpulas verdes que
adornaban cada una de las puertas de la ciudad y finalmente el castillo de al-Mansur, el fundador
de la ciudad (Ibn Rusta, 1892, pp. 108-109). Véase también Ya‘qubi (1892, pp. 232 ss.), quien descri-
be la excelente ubicación y comunicación de la ciudad con otras regiones. También revísese Le
Strange (1900, pp. 5-29), Muir (s.f.e., pp. 459-462), Brockelmann (1960, pp. 109-111), Frye (1965, pp.
21-22) y Hourani (1991, pp. 33-34).
Tu Huan también asegura que la gente sigue el Islam como un río sigue su cauce.
Agrega que la ley se aplica con clemencia. Es conveniente recordar que la ley en
el Islam es la ley revelada; es decir, la legislación contenida en el Qur’an y en la
Sunna (dichos y hechos de Muhammad) y que debe aplicarse de forma estricta,
pero con toda justicia y con clemencia. Tal es la percepción del prisionero chino.
Asimismo afirma que los musulmanes intercambiaban regalos cuando celebra-
ban alguna festividad. Esto ha sido una costumbre muy común, en especial al
final del mes del ayuno (Ramadan). También asevera que se prohibía el consumo
de vino. Por extensión es posible afirmar que el Islam, tanto en el Qur’an como
en la Sunna, prohíbe el consumo, comercialización y producción de cualquier
bebida alcohólica. En teoría esta ha sido la prohibición, pero en la práctica, du-
rante la larga historia del Dar al-Islam, la realidad fue otra muy distinta y muchos
producían y consumían distintas bebidas alcohólicas. Su opinión de que los mu-
sulmanes no permitían la música debe tomarse con cautela, pues esta expresión
artística fue siempre válida, así como los cantos, los entretenimientos con diver-
sos instrumentos como el laúd, la flauta, los distintos tambores, etc. y las diferen-
tes formas de la interpretación musical. El desarrollo de muchos instrumentos,
como por ejemplo el laúd, al que Ziryab bn Nafi‘ le agregó a partir del siglo IX
una cuerda más, es ejemplo de la importancia de la música en la cultura islámica.
Es probable que Tu Huan se refiriera a ciertas prácticas musicales en las mez-
quitas durante los rezos diarios, más que a una prohibición general de la música.
Conclusión
En conclusión, es factible observar que la expansión del Islam hacia Ma Wara’
al-Nahr, es decir, hacia la región de Transoxiana (al este del río Oxus), fue difí-
cil y duró más o menos un siglo. Finalmente los árabes-musulmanes triunfaron y
lograron el control directo de toda Asia Central. Esto significó que los musulma-
nes desplazaron a los chinos de esta vasta región y les sustituyeron en el dominio
e influencia en la zona. El triunfo contundente de los árabes-musulmanes frente a
los ejércitos chinos en la batalla de Talas (751) tuvo una honda repercusión no
solo por el control musulmán de Ma Wara’ al-Nahr y el hecho de desplazar a los
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Introducción
A finales del año 1911, se estaban suscitando diversas revueltas en varias re-
giones de China. Estas, de una forma u otra, ponían en entredicho la legitimi-
dad de la dinastía Qing (manzu, originaria del norte de China e instalada en
el poder desde 1644)2. El encargado de reprimirlas, Yuan Shikai (1859-1916),
desistió de continuar dicha asignación e inició negociaciones con los rebeldes
para acabar con los levantamientos, principalmente con los del sur del país. La
toma de la ciudad de Nanjing, el 12 de diciembre de 1911, por parte de los in-
surrectos, dio la estocada final a cualquier posibilidad de defensa de la dinastía
reinante como fundamento del poder político, que tenía en Beijing su capital.
77
Para el 29 de diciembre de ese mismo año, el príncipe Chun, regente de su hijo
Puyi (próximo emperador cuando cumpliese la edad requerida), perdía toda
autoridad posible sobre China, tras declararse un Gobierno provisional que
nombró como Presidente Transitorio a Sun Yixian (1866-1925). Los rebeldes,
ahora en el poder, se presentaban a sí mismos como nacionalistas y republica-
nos; pretendían asumir la responsabilidad política de dirigir los destinos de la
ahora denominada República de China. La tarea emprendida era enorme, pero
procuraban introducir al país, en cuanto a su proyecto político, en un derrotero
muy diferente del que venía gestándose desde la dinastía recién depuesta.
Aunque este Gobierno provisional tenía ambiciones legítimas, el camino para
crear este nuevo horizonte político se presentaba como un desafío de gran en-
vergadura. La transición hacia un nuevo marco institucional iba más allá de una
voluntad política plasmada en las instituciones. La introducción de conceptos
políticos referidos al Estado desde el siglo XIX, bajo la presión imperialista eu-
ropea y estadounidense, tenía un recorrido espinoso que permeaba la forma en
que los chinos podían asumir su propio destino como sociedad. Por eso, cuando la
República empezó su existencia, la relación entre los marcos conceptuales y las
nuevas realidades institucionales apenas podía tener visos claros.
En efecto, los participantes en la transición política tenían una trayectoria muy
desigual, en tanto el compromiso político perseguido y las bases doctrinales e
ideológicas que poseían, al menos de los grupos que tenían esta condición más
clara. Esto se debía, en buena medida, a la forma en que arribaron al proyecto
republicano. Por eso, la primera etapa republicana china, entre la fundación de
la República en 1911 y el rompimiento del Guomindang con los comunistas y
sindicalistas en 1927, exhibe estas contradicciones.
De esta manera, el estudio sobre el sendero cursado de las ideas políticas en China
desde 1911, se vuelve clave para acercarse a lo complejo de la transición inmedia-
tamente después de la caída de la dinastía Qing. Por eso, para analizar el primer
proyecto republicano chino, es preciso encontrar los diversos componentes histó-
ricos que dieron pie a esta empresa, tomando como punto de partida la reflexión
que los mismos participantes de los hechos hacían desde los imaginarios políticos
en que se movían. Esto es lo que se pretende desarrollar en las siguientes páginas.
3 Para observar el proceso de cambio político a partir del siglo XVI, con los cambios significativos
acaecidos en el siglo XVIII en Europa, desde la historia de las ideas y de los conceptos políticos,
véanse Châtelet (1998, pp. 83-102), Ricciardi (2003, pp. 59-96), Accarino (2003, pp. 47-84) y Campi
(2006, pp. 112-125). Estos trabajos ofrecen una perspectiva analítica y metodológica que, con las
reservas requeridas al ser su tema central Europa, puede aportar a la comprensión de los cambios
conceptuales en las sociedades.
4 Ante el intento de centralización política que se fraguó desde el norte de China en el primer mile-
nio a. C., el mandato del cielo daba la legitimidad al emperador de ostentar el poder y traspasarlo
a sus descendientes. El Gobierno, bajo esta concepción, debía ser justo; de lo contrario, podía
perder el favor del cielo y ser destronado. El mandato continuaba jerárquicamente hacia la tierra
hasta llegar al hombre, como una triada. Sobre el origen del mandato del cielo (Franke y Trauzettel,
2010, pp. 39-44); (Martínez, 2005, pp. 413-418). Aunque Kongzi no impulsó la rebelión legítima,
en las pugnas que provocaron la llegada de otras dinastías se volvió común utilizarla como jus-
tificación para destronarlas con la lucha armada. Por ejemplo, si China sufría pestes, hambrunas,
inundaciones u otras calamidades, en contextos de pugnas políticas estos fenómenos se utilizaron
políticamente para enfatizar la pérdida del favor del cielo, justificando así la rebelión armada.
5 Sobre los primeros contactos entre los europeos y el Pacífico asiático (incluida China) veánse Chaunu
(1973, pp. 76-86), Mauro (1975, pp. 115-120) y Franke y Trauzettel (2010, pp. 285-288). Las misiones de los
jesuitas desde el siglo XVII son consideradas como una particular penetración de Occidente (Laven,
2012). Esto permite ver la condición cultural y ética que estaba detrás de esos primeros europeos
(dentro de la nueva realidad que vivían estos últimos desde el siglo XV) en China.
6 El antecedente notable de esta penetración vivida en el siglo XIX, fue cuando el funcionario de la
East India Company británica, James Flint en 1736 ofreció aprender la lengua china para favorecer
la entrada de la compañía al imperio chino (Golden, 2003, p. 14). El resultado a corto plazo fue
efímero, pero comenzó a evidenciar lo que sería en el siguiente siglo.
7 Uno de los puntos que más discutían las potencias sobre sus posibilidades comerciales con China, en
tanto su estrategia de Política Exterior, era cómo articular su religión con las diversas fuerzas polí-
ticas que iban apareciendo en China en el siglo XIX, considerando la competencia con sus rivales
imperialistas (Hyan, 2002, pp. 123-133).
8 En este trabajo se utilizará occidental como el marco de ideas (filosóficas, políticas) junto a lo ideo-
lógico y cultural que sustentaba la cosmovisión venida del pensamiento europeo que se estaba
convirtiendo en lo hegemónico a nivel mundial, cuya expansión estaba ligada a la expansión
imperialista. Desde el punto de vista chino, lo occidental era visto como extranjero.
9 Por el carácter mundial del proceso, otras sociedades en Asia, África y América vivieron circuns-
tancias similares (tanto en una situación colonial, así como Estados independientes), pero aquí se
enfatizará el Pacífico asiático por ser China el tema a desarrollar.
10 Los británicos ya habían exportado hacia China cerca de 400 millones de puros de opio en los 40
años anteriores a la primera Guerra del Opio (Xiaoyu, 2010, p. 290).
11 En 1856 y 1858 hubo otras dos Guerras del Opio que socavaron cualquier intento de controlar la
apertura comercial hacia el capital extranjero. Prácticamente, los puertos quedaron como encla-
ves de las potencias occidentales. Tras conseguir el primer objetivo para el capital extranjero (los
puertos), luego se iba a enfatizar la apertura de relaciones diplomáticas entre los Estados occiden-
tales expansionistas y China, como una pieza clave en el engranaje imperialista en el Pacífico.
12 Los movimientos en el sur eran principalmente en las ciudades. En el norte eran sobre todo en las
zonas rurales. Muchos de estos eran ocasionados por las sociedades secretas (Chesneaux, 1969, p.
55) (Murray y Baogi, 1994, pp. 95-110) (Ownby, 1996, pp. 179-186).
13 El nombre completo del movimiento era Taiping Tianguo (Reino Celeste de la Gran Paz).
14 Sobre los primeros contactos entre China y el Islam, revisar el trabajo de Roberto Marín Guzmán
incluido en este libro.
15 La historiografía china asumió un papel burocrático de primer orden bajo un tinte confuciano.
Su aparición se dio durante la dinastía Han (206 a.C.- 220 d.C.), pero se consolidó hasta la dinastía
Tang (618-907). Su labor eran tanto histórica (precisión de los hechos históricos dinásticos) como
normativo (crear un marco sociopolítico ideal que sustentara el poder imperial) (Iggers y Wang,
2008, pp. 47-50).
16 Para 1905 se abolieron los tradicionales exámenes que permitían la entrada a la burocracia impe-
rial. Esto provocó que cada ramo de esta implementara sus propios criterios (occidentales) para el
ingreso de sus burócratas (Anguiano, 2010, pp. 256-258). En lo militar, aunque las derrotas sufridas
con los occidentales desde 1842 fueron humillantes, la que les propinó Japón en 1894-1895 fue
la que caló más hondo para buscar cambios en este ámbito, ya que la intervención hacia el con-
tinente de parte de los japoneses daba su primer paso, cuando la península coreana entró a la
órbita de los intereses nipones (Anguiano, 2010, pp. 247-249) (Martínez, 2011, pp. 214-218) Jansen,
2002, pp. 430-436).
18 Su nombre era Iho Chüan (Puño por la Justicia y la Unión). Era un movimiento de corte religioso en
contra de la presencia extranjera. Tras asesinar al ministro alemán en Beijing, Clemens von Ketteler,
las potencias europeas (más Estados Unidos y Japón) organizaron una expedición contra los bó-
xers. Al declararle China la guerra a estos países por lo sucedido en Beijing, la ciudad fue sitiada y
los Qing huyeron al norte, regresando en 1902, tras haber firmado un protocolo donde asumían
todas las consecuencias del levantamiento. La propuesta de los bóxers en nada se asemejaba a
los movimientos políticos que pretendían el cambio político en China (Xiaoyu, 2010, p. 315)(An-
guiano, 2010, pp. 251-255).
Eso permitía, al menos en la crítica política, enfatizar las posibilidades y los lí-
mites de la misma civilización china. Lo que sucedía en Japón era un referente
que les pemitió pensar en otros términos su propia experiencia. El vecino país,
desde el ascenso de la dinastía Meiji en 1868, había comenzado un proceso de
industrialización19, aparejado con cambios en el sistema educativo, donde fue
Alemania el referente principal (Zha, 2008, p. 127). En lo político, Japón todavía
mostraba el peso de las estructuras tradicionales, ya que el referente conceptual
del periodo Tokugawa (1664-1868), en tanto la unificación política que hicieron,
permanecía, pero ahora con un lenguaje asociado a la figura del Emperador como
sostén (Jasen, 2002, pp. 334-335). Por ello, el avance de la dinámica electoral no
pudo deshacerse del esqueleto anterior, algo que reforzó más bien una política de
corte autoritaria (Chesneaux, 1969, pp. 47-48). Esta lectura de la política nipona
no era el principal referente para los chinos, sino sobre todo su industrialización
y cómo se ligó esto al desarrollo del país, social y culturalmente.
Así, cuando los chinos en los albores del siglo XX, se acercaron a construir o
deconstruir su propia experiencia, entendieron que mientras el anquilosamiento
se mantviese como característica de la estructura política, las posibilidades de
pasar a otra etapa de desarrollo se desvanecían. No obstante, esto les hizo re-
valorizar la traidición china, pero a partir de una adaptación históricamente
situada. De manera que, al hacer los cambios, la traidición entraba como una
variable a alterar.
19 La conquista de Japón sobre Taiwán (llamada en la época como la Isla Formosa) fue una de las
primeras conquistas de los japoneses sobre los chinos. En este contexto la isla se fue convirtiendo
en un espacio industrial que la caracterizará años después en la región (Gil, 1998, p. 43).
Pero esa reflexión pasó por un camino espinoso a partir de la abdicación del em-
perador Puyi en febrero de 1912. A pesar de que se formó un cuerpo político
que asumía la representación política de China declarando la fundación de la
República, el país aún carecía de un núcleo de poder estable. Era factible que
esto sucediera en una etapa tan temprana de la experiencia de representar a China
desde otra fuente de autoridad. Por ello, la República, aunque era el proyecto
a construir, tenía que resolver ese pesado pasado dejado por la dinastía Qing
respecto a la lógica de la autoridad y ligarlo a las nuevas circunstancias.
20 Sobre los distintos periodos de la historia política china entre 1911 y 1927, véase el anexo
de este trabajo.
Esta reflexión, a la par del ascenso desigual de la figura de los partidos políticos,
se veía mermado por las acciones del Gobierno reconocido desde Beijing, bajo la
autoridad del sempiterno Yuan Shikai. Éste, al asumir el poder con un corte auto-
ritario y militarizado, sumado a los vínculos con grupos que fueron presentando
rasgos político-militares, provocó que diversos sectores de la sociedad china liga-
dos a él, se alejaran de una perspectiva republicana como centro de disputa, tanto
en las discusiones de ideas (el papel de la prensa fue importante en este aspecto)
como en la política asociada a la representación. Las elecciones de 1913 donde el
Guomindang resultó ganador, demostraron lo limitado que era para China man-
tenerse en una línea ascendente en cuanto al Proyecto Republicano.
Yuan Shikai buscó desbaratar los resultados de las elecciones desde una postura
entre los poderes legítimos asociados al poder central asumido por él, y colo-
car al margen a las otras fuerzas políticas, aglutinadas principalmente desde el
Guomindang en el sur del país. El punto fuerte de Yuan Shikai fue asociar su
poder político a la desarticulación del poder central iniciado en 1911, trasladán-
dose hacia la lógica de lealtades de corte imperial, pero con alicientes políticos
que tomaban una referencia clientelar para crear los vínculos. De esta manera,
el personalismo que caracterizó su estancia en el poder (hasta su muerte en
1916), provocó que las diferencias regionales desbarataran al Proyecto Republica-
no como fuente política y de reflexión, incentivadas por él mismo para sostener
su posición desde el norte (Daokun, 2010, p. 487).
21 La provincia de Hunan, de donde surgió Mao Zedong (1893-1976), fue la única provincia que
alcanzó emitir una Constitución que se aplicaba sólo en su jurisdicción. El punto central era la
autonomía política, pero siendo parte de un proyecto político chino. Esta Constitución se aplicó
desde 1917 hasta 1926. El mismo Mao, junto a Liang Qichao, estuvieron de acuerdo con este
primer intento político. No obstante, el futuro máximo dirigente del Partido Comunista luego
se retractó de esta experiencia cuando asumió el marxismo como su fuente filosófica y política
(Daokun, 2010, p. 495).
22 Hasta la llegada al poder del Guomindang en 1928, los Señores de la Guerra fueron parte del esce-
nario político chino, aunque a partir de 1926 fueron perdiendo peso territorial, en buena medida
por la acción político-militar conjunta, pero con roces político-ideológicos constantes entre el
Guomindang y el Partido Comunista de China (Anguiano, 2010, pp. 258-283).
23 Que además estaba generando levantamientos y proyectos revolucionarios que fueron efímeros,
si se compara con el éxito alcanzado por el caso ruso. Sobre el fracaso de estas revoluciones eu-
ropeas véase Hobsbawm (1995b, pp. 74-76).
24 Nombre con el que se le conoce a la Tercera Internacional Comunista fundada por los rusos so-
viéticos en 1919, bajo el liderazgo de Vladimir Lenin (1870-1924). Hasta 1923, su propaganda se
mantuvo con un discurso internacionalista efusivo, para luego concentrarse en la consolidación
del poder en la recién creada Unión Soviética (Hobsbawm, 1995b, 82).
25 En los Tratados de Paz firmados tras la finalización de la Primera Guerra Mundial en 1919, China
quedaba en una situación desventajosa. Aunque no estuvo involucrada de forma directa en la
guerra, China fue parte del bando aliado, al igual que Japón, que tuvo un mayor protagonismo
en la guerra en contra de los intereses alemanes en la región, principalmente en China. Japón
salió fortalecida tras las concesiones que obtuvo, provocando la reacción e indignación entre
muchos chinos que acusaban de debilidad al Gobierno de Beijing al no defender los intereses
chinos. Su resultado fue el inicio de manifestaciones en todo el país, presionando por acciones
que salvaguardaran los intereses chinos. Las protestas en la plaza de Tian´anmen el 4 de mayo de
1919, fueron su punto culminante. A partir de ahí, el escenario político chino cambió radicalmente.
La resonancia mundial del movimiento fue reconocida inmediatamente por las potencias, por un
lado, y los movimientos intelectuales a nivel mundial, por el otro (Pye, 1984, pp. 101- 103) (Evans, 1989,
pp. 256-258) (Tung, 1971, pp. 94-119).
26 Muchos estudiantes chinos en el exterior mantenían una constante comunicación con sus coterrá-
neos y pese al crecimiento de la comunidad china en el mundo durante este periodo, estos estu-
diantes con preocupaciones políticas pretendían regresar e intervenir en la política interna del país
(Anguiano, 2010, pp. 258-279).
27 Lo que provocó que el lenguaje político que fue asumiendo el Partido Comunista de China bus-
cara una articulación entre el campesinado, la revolución socialista y la liberación nacional, esto
último en referencia a la lucha contra el imperialismo (Ricciardi, 2003, p. 189).
28 Pese a ello, era palpable que China había entrado a una dinámica económica muy compleja en el
comercio internacional. Esto provocó que las decisiones políticas asumidas respecto a su econo-
mía estuvieran influidas significativamente por las fluctuaciones del mercado mundial (Hernán-
dez, 1979, pp. 18-36).
29 Conferencia organizada entre noviembre de 1921 y febrero de 1922, que tomaba como punto de
referencia los Acuerdos de Paz firmados tras la Primera Guerra Mundial en 1919. En consecuencia,
se referían a los lineamientos que debían seguir las potencias respecto a su organización militar y
sus intereses geopolíticos. China estuvo presente, y las consecuencias no eran nada halagüeñas,
ya que las potencias exigían a China mantener la apertura comercial, mientras que Japón eviden-
ciaba más su intención de entrar con mayor peso al continente asiático como el regulador político
y económico del Pacífico (Martínez, 2011, pp. 218-222 y 240-249).
30 Cabe recordar que tanto China como Corea tuvieron sus representantes en el Primer Congreso de
la Tercera Internacional liderada por los rusos en 1919. La preocupación inmediata en esas circuns-
tancias sobre Asia era crear una estructura partidista inicial ligada al proyecto soviético, pero sin ir
más allá por las circunstancias que vivía el Pacífico en esos años. El objetivo central para la Tercera
Internacional en ese año, era el triunfo de la revolución en Alemania (Rue, 1966, pp. 16-17).
31 Se le conoció a esta alianza como el Frente Unido. Esto daba a entender el objetivo común que per-
seguían sus miembros, pero siempre anteponiendo las diferencias políticas e ideológicas a pesar
de buscar la conformación de un centro político que desarticulara el que funcionaba en Beijing.
Conclusiones
La puesta en práctica de un sistema republicano en China distó mucho de ser
un proceso unilateral en tanto la conformación institucional típica entre los Es-
tados que alcanzan ese nivel de desarrollo político. La reflexión desde las ideas
políticas tuvo diversos matices. Hubo algunos de ellos con una relación prácti-
camente superficial (o del todo nula) con el proyecto republicano (como diversos
sectores de los Señores de la Guerra), mientras que otros, en medio del marasmo
que se vivió tras la muerte de Yüan Shikhai en 1916, dieron el salto cualitativo
para pensar con enfoques más osados en construir las nuevas condiciones insti-
tucionales del país, en particular los que se adhirieron a las diversas tendencias del
pensamiento de la izquierda (siendo el marxismo la que mayor impacto produjo).
En este resultado, la experiencia imperialista que vivió China desde el siglo
XIX fue significativa en tanto la relación con la reflexión política y filosófica
fue surgiendo entre los propios chinos. Las guerras en las que se vio sumida
China desde 1839 fueron marcando esas coyunturas respecto a su posición en el
escenario internacional, con la dinastía Qing como el elemento que aglutinó la
defensa o el ataque a la institucionalidad política existente y el tipo de cambios
a implementar. En este rubro, el ejemplo de Japón marcó un profundo impacto,
ya que este último logró adelantarse a cualquier intervención extranjera para
adquirir, con bastante autonomía, los cimientos de la modernidad política, pero
con los límites que se señalaron en este artículo. De esta manera, hasta la con-
solidación del Guomindang como el representante político legítimo de China
en 1928, el país se mantuvo en una pugna conceptual entre los propios partici-
pantes. Después de esa fecha, la China que se disputaba ya tenía otros aspectos
que escapan a la pretensión de este trabajo.
Lo que siempre estuvo como eje transversal fue China en tanto unidad histórica.
Esto último puede parecer obvio, pero al ver los resultados, lo cierto es que la
discusión, crítica y la lógica del poder político, tuvo puntos de encuentro y desen-
cuentro sobre la dimensión que debía tener China como unidad histórica. Mientras
Cuadro 2
Gobiernos en la Primera Etapa Republicana de China (1911-1928)
Centro de Poder
reconocido (ubicado
Periodo Características
en el Norte con Beijing
como su capital)
Diciembre 1913- República Yuan Shikai disolvió el Parlamento y organiza una Comi-
1º de mayo 1914 bajo el mando sión Administrativa bajo su mando. El 1º de mayo pro-
de Yuan Shikai. mulgó una Constitución que lo convirtió en la cabeza
del Gobierno. Para esta labor política fue auxiliado por
un Consejo de Estado o Tsan Cheng Yuan.
1º de mayo Gobierno absoluto Se elevó la tensión entre Yuan Shikai y los disidentes y
1914-10 de y dictatorial comenzaron los enfrentamientos contra estos, sobre
octubre 1915 de Yuan Shikai. todo en el sur del país. Esta división política norte-sur
se mantuvo vigente en China hasta la década de 1920.
Fuentes: (Chesneaux, 1969), (Franke y Trauzettel, 2010), (Quesada, 2002), (Evans, 1989), (Pye, 1984), (Dubarbier, 1967),
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Introducción
El gigante asiático se hace cada vez más fuerte en medio de la crisis económica
mundial, pues uno de los motores impulsores del crecimiento económico es la
fuerte inversión en los últimos años y sus exportaciones. A partir de 2001, Chi-
na ha ido consolidando, de forma sostenida, su lugar de motor importante en la
economía mundial, sobre todo porque ha logrado elevar las tasas de crecimien-
to del Producto Interno Bruto (PIB), captar inversión extranjera directa (IED)
y desarrollar el comercio internacional y las infraestructuras.
Ya en 2005 se convirtió en la quinta economía del mundo y en la tercera potencia
exportadora. En 2009 empieza a ocupar el tercer lugar en la economía mundial,
lo cual se debe, en gran parte, a la sólida estrategia de crecimiento que fortalece
su modelo de desarrollo, sobre todo en dos campos fundamentales: el comercio
106
externo y la inversión. Todo ello ha sido posible gracias, también, a los sectores
industriales de alta tecnología que se están desarrollando.
Tras haber superado a Alemania, en el 2007, en el tercer puesto, la economía
china hace ahora lo mismo con Japón y se alza en los primeros lugares, solo de-
trás de Estados Unidos. China sobrepasó a Japón, en 2010, para transformarse
en la segunda economía del mundo, un cambio histórico que ha generado sen-
timientos encontrados en las dos potencias asiáticas: resignación teñida de in-
trospección en Japón y una mezcla de orgullo y cautela en una China renuente
a asumir nuevas responsabilidades globales.
Ante la difícil situación financiera y económica mundial, y la necesidad de pro-
teger su economía nacional, en los últimos años el gobierno chino ha aplicado
un grupo de medidas expansivas, entre las cuales destaca un gran paquete de
estímulo fiscal, aplicado en noviembre de 2008, que ascendió a cuatro millones
de millones de yuanes, equivalentes a $586.000 millones (dólares estadouni-
denses) (Oficina Económica y Comercial de España, 2009).
Estos estímulos económicos se han dirigido, fundamentalmente, a incrementar
el gasto en infraestructuras, construcción y sector inmobiliario, entre los que
destacan: las redes de transporte, la protección del medio ambiente, la infraes-
tructura rural, la facilitación del acceso a la vivienda de los más desfavorecidos,
así como a la renovación técnica, la reestructuración económica y, en menor
medida, a inversiones en seguridad social, salud, cultura y educación.
Actualmente, la economía china está entrando en una nueva etapa de desarrollo,
conocida como “enigma chino del desarrollo”, que ha llamado grandemente la
atención de los economistas e intelectuales de los diversos países del mundo. El
rápido y sostenido incremento de este país ha sido uno de los acontecimientos
más importantes de los últimos tiempos en la economía mundial.
Su PIB creció un 8,7% en 2009, el ritmo anual más lento desde 2001; sin em-
bargo, fue bastante bueno en comparación con el 8% de crecimiento previsto
por el gobierno chino.
Se trata del peor incremento trimestral en dos años y medio, desde el período
abril-junio de 2009, cuando fue de sólo un 7,9%; no obstante, este “aterrizaje
suave” de la economía estaba incluido en los planes del gobierno. Se prevé que
entre 2011 y 2015, el crecimiento sea de 7% (CEPAL, 2010).
Cuadro 3
Producto Interno Bruto
Tasas de variación con respecto al período anterior
Dentro del crecimiento económico del país asiático, hay que tener en cuen-
ta diferentes factores, entre los cuales destaca la participación en el comercio
mundial como potencia exportadora e importadora. Ejemplo de ello es que entre
1999 y 2004 pudo incrementar sus exportaciones a una tasa promedio anual de
17,8%, mientras que las importaciones crecieron en un 18,5%, lo cual provocó
que su participación en el comercio internacional aumentara de 4% a 6% en el
mismo período.
Otro aspecto importante es que la fuerza de trabajo china tiene un bajo precio
en relación con su elevada calificación promedio, o sea, la mano de obra es ba-
rata, lo cual ha incidido en la inversión extranjera directa.
No obstante, hay que reconocer que este país tiene características propias que lo
han ubicado en una mejor situación frente a la crisis, tanto en lo referente a su
impacto como en las repuestas a sus secuelas.
Uno de los ejemplos que demuestra el impacto de la crisis hacia China, es que se
estima que de los más de $1,9 billones que tenía China en reservas extranjeras a
mediados de 2008 (Oficina Económica y Comercial de España, 2009), al me-
nos la mitad estaba invertida en títulos de deuda y más de $400.000 millones
en activos de Fannie Mae y Freddie Mac (compañías patrocinadas por el Go-
bierno de EE.UU., que poseían o garantizaban una gran parte de los préstamos
hipotecarios y quebraron).
2010 Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agost. Sep Oct. Nov. Dic. Acum.
Exp. 109,5 94,5 112,0 119,9 131,8 137,4 145,5 139,3 144,9 135,9 153,3 153,9 1 577,9
Imp. 95,3 86,9 119,0 118,2 112,2 117,4 116,8 119,3 128,1 108,8 130,4 142,4 1 394,8
Bal.Com. 14,2 7,6 -7,0 1,7 19,6 20,0 28,7 20,0 16,8 27,1 22,9 11,5 183,1
2011 Enero Feb. Marzo Abril Mayo Junio Julio Agost. Sep Oct. Nov. Dic. Acum.
Exp. 150,7 96,7 152,2 155,7 157,1 162,0 175,1 173,4 169,7 157,5 174,5 174,7 1 899,3
Imp. 144,3 104 152,4 144,3 144,1 139,7 143,6 155,6 155,2 140,5 159,9 158,2 1 741,8
Bal.Com. 6,4 -7,3 -0,2 11,4 13,0 22,3 31,5 17,8 14,5 17,0 14,6 16,5 157,5
El superávit comercial anual del país se redujo en un 13,9% en 2011 con respecto
al año anterior y se situó en los $157.700 millones. Se debe señalar que este dato
ha venido descendiendo en comparación con los $295.470 millones de 2008, los
$196.070 millones de 2009 y los $183.100 millones de 2010 (cuadro 4).
En diciembre, las exportaciones crecieron en términos interanuales en 13,5%;
mientras que las importaciones lo hicieron en 11,1%. Al comparar con noviem-
bre, las ventas aumentaron levemente en 0,1% y compras disminuyeron en
1,1% (cuadro 4).
Otro factor afectado por la crisis fue la inversión extranjera directa, que mostró
una tendencia decreciente a partir del último trimestre de 2008. En mayo de
2009, la inversión descendió en un 17,8% hasta los $6.380 millones, siendo la
octava caída mensual consecutiva. Según el Ministro de Comercio de China,
en 2012 el país ha realizado esfuerzos más vigorosos para promover el desarro-
llo general y profundo de la cooperación en inversión extranjera.
La reducción de las exportaciones y de las inversiones ha tenido un impacto
muy negativo en la balanza comercial, pues ambas representan alrededor del
40% del PIB. En 2008, China tuvo la expansión más baja de los últimos 7
años y creció sólo en un 9%, experimentando la desaceleración más profunda
desde que comenzaron las reformas en 1978, 30 años antes. Según analistas,
esta economía tiene que mantener un crecimiento alrededor del 8% para poder
garantizar una estabilidad social y política, lo cual se traduce en el incremento
del empleo (Quintana, 2008) (Molina y Regalado, 2009).
También se debe tener en cuenta que se está creando una clase media urbana con
niveles de poder adquisitivo comparables con los de países europeos, lo cual está
incidiendo de forma importante en el consumo chino. Para 2025 se espera que
China tenga la clase media más grande del mundo. (Ferreyra y Vázquez, 2009).
Cuadro 5
Situación de los precios.
Comportamiento Índice de Precios al Consumidor (IPC)
(Variación porcentual con respecto al mismo período del año anterior)
Ene Feb Mar Abr May Jun Jul Ago Sep Oct Nov Dic
2010 1,5 2,7 2,4 2,8 3,1 2,9 3,3 3,5 3,6 4,4 5,1 4,6
2011 4,9 4,9 5,4 5,3 5,5 6,4 6,5 6,2 6,1 5,5 4,2 4,1
Otro aspecto ventajoso importante es que a escala global hay gran escasez de
recursos financieros disponibles para financiar inversiones y, en este sentido, el
país está fortaleciendo su estrategia de inversiones en el exterior, garantizando
recursos claves que aseguren su crecimiento económico sostenible y el acceso a
tecnología de punta.
Otro aspecto importante es que la situación fiscal es fuerte, solo con una deuda
gubernamental del 20% del PIB y un déficit presupuestario de 3% del PIB
(CNN Money, 2009), además de los enormes superávit comerciales que en
2008 llegaron a los $457.000 millones, lo que significó un crecimiento del 50%
con respecto al año anterior (Zhongxiu y Liangying, 2011).
En contraste con los programas anticrisis realizados por otros países, China po-
see las siguientes características en su estrategia (Zhongxiu y Liangying, 2011):
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122
Implicaciones de las reuniones de Estambul (2004)
y Riga (2006) de la OTAN para la toma de acciones
encaminadas a la contención de China
En lo que va de este siglo, la OTAN ha ido abandonando su objetivo de defen-
der los territorios de sus países miembros, para ir extendiendo su rango de ac-
ción hacia el este y el sur, con la finalidad de promover los valores occidentales y
la democracia multipartidista occidental, al calor de la idea que bien la expresó
el senador y excandidato presidencial de los Estados Unidos, John McCain, en
el Hoover Institution, en el 2006, de crear un ‘concierto de democracias’ como
un foro alternativo a la ONU y para el aseguramiento de la preservación de lo
que José María Aznar llamó una vez “el estilo de vida abierto y liberal”.
Desde las reuniones de Estambul y Riga, la OTAN busca extender su influen-
cia desde Lisboa, los Balcanes, el Mediterráneo, el Cáucaso, Medio Oriente,
Asia Central, hasta Vladivostok en el Pacífico. En las reuniones de Estambul y
Riga, la OTAN ha emprendido dicho objetivo con nuevos bríos.
En Riga se habló también de la necesidad de establecer “países de contacto”
(contact countries) en el Pacífico, tales como Australia, Nueva Zelanda, Corea
del Sur y Japón, con el objetivo de apoyar a la Fuerza de Asistencia de Seguri-
dad Internacional (ISAF). Esto explica el que el Presidente Obama haya anun-
ciado, en la reunión de APEC en Hawái y en la Cumbre de Asia del Este en
Bali, en noviembre del 2011, el regreso comercial y militar de Estados Unidos a
la zona. Es en ese contexto en que se puede comprender mejor el reciente recru-
decimiento de conflictos con respecto a la soberanía de varias islas en disputa en
el Pacífico, que involucran, por el momento, a Filipinas, Japón y China. En este
mismo contexto debe entenderse la reciente proliferación de ejercicios militares
marítimos bilaterales efectuados por Estados Unidos con Filipinas, Corea y Ja-
pón, así como el anuncio por parte de Estados Unidos, de establecer un escudo
antimisiles en territorio japonés. Estas manifestaciones, más los ataques contra
China que han caracterizado los discursos de campaña de los candidatos de uno
y otro partido en Estados Unidos, han llevado tanto a Rusia como a China a
expresar que se está produciendo un retorno a la Guerra Fría.
De la reunión de Estambul había surgido la propuesta de convertir el Diálogo
Mediterráneo (MD), establecido desde l994, en un verdadero diálogo político
y allí se estableció el acuerdo conocido como el Euro-Mediterranean Partership
for Peace, que agrupa a 44 países: 27 de la Unión Europea, más 16 socios, Al-
bania, Algeria, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Egipto, Israel, Jordán, Líbano,
Mauritania, Mónaco, Montenegro, Marruecos, Territorios Palestinos, Siria,
Túnez y Turquía. Igualmente, en esa oportunidad se formó la Iniciativa de
2 La Comisión Trilateral fue establecida en 1973 por iniciativa de David Rockefeller, miembro ejecu-
tivo del Council on Foreign Relations para fomentar una mayor cooperación entre Estados Unidos,
Europa y Japón. Reúne personalidades destacadas de la economía y los negocios en Estados
Unidos, Europa y Asia-Pacífico.
3 Los países que conforman los Balcanes son: Albania, Bosnia, Bulgaria, Eslovenia, Croacia, Grecia,
Macedonia, Montenegro, Serbia, Kosovo y Turquía.
4 Organizaciones no gubernamentales.
5 Tras la caída de Hosni Mubarak (2011), en Egipto ha habido gran controversia sobre la acción de
activistas agrupados en torno a ciertas organizaciones no gubernamentales (ONG) foráneas, y
recientemente en Egipto se ha llevado a los tribunales a algunos de sus miembros, acusándoseles
de promover distintas formas de sedición.
6 Este incidente fue ampliamente comentado en la prensa y televisión china y, de acuerdo con la
cultura china de promover la armonía, un miembro de la Academia China de Ciencias Sociales en
el programa Diálogo de la emisora de televisión china CCTV9, simplemente calificó a ese comen-
tario de “mal educado” (unpolite).
7 Desde sus inicios, la NED ha permanecido firmemente bipartidista. Creada conjuntamente por
republicanos y demócratas, la NED se gobierna por una junta balanceada entre ambos partidos y
disfruta del apoyo del Congreso.
Conclusión
El cálculo geopolítico normalmente conduce a acciones de las cuales los ciuda-
danos y sus representantes electos en las democracias occidentales no conocen
debidamente y que repercuten fuertemente en sus vidas. La geopolítica de los
valores pretendidamente ‘universales’ de la democracia de tipo occidental, pa-
radójicamente, ha tomado una forma precisamente no-democrática y el manejo
de las percepciones que llevan a las hostilidades que han terminado en inter-
venciones armadas, se convierten en profecías autocumplidas que comprometen la
seguridad de los votantes, más de lo que, supuestamente, el “poder inteligente”
está abocado a defenderla.
Si todavía se cree en la democracia multipartidista, lo primero que habría re-
flexionar es sobre la incidencia que están teniendo hoy en día, al interior de los
países, el activismo internacional, el cual cuenta con suficiente financiamiento y
tecnologías para crear percepciones acordes a sus intereses ideológicos y econó-
micos. El sufrimiento que dicho activismo está generando en los países de corte
autoritario en que los que se ha venido aplicando es notorio. Éste ha sido caldo
de cultivo para el recrudecimiento de viejas disputas de origen étnico y religioso,
lo que, supongo, no fue bien aquilatado por sus propulsores. En Libia, hoy,
existe una situación anárquica provocada por la persistencia de entre 200 y 500
milicias. Siria está sufriendo un baño de sangre por parte de activistas, mercenarios
y extremistas suníes, financiados, al parecer, por Catar y Arabia Saudita, con la
venia de Turquía y las potencias transatlánticas.
Contener a China u obligarla mediante la aplicación de la estrategia del poder
inteligente para que se vea forzada a adoptar las prescripciones occidentales que
chocan con el proceso de ensayo y error por el que ellos están delineando su
institucionalidad cada vez más democrática (Rodríguez-Hölkemeyer, 2012b),
irremediablemente llevará a contener también la propia recuperación económica
de Occidente y a alejar cada vez más la posibilidad de un mundo armonioso y
pacificado. Espero que en el futuro, dadas las consecuencias que esas políticas
han tenido en el mundo árabe, más el peligro potencial de una impensada in-
cursión de Estados Unidos en Asia Pacífico en apoyo de sus aliados en el tema
de la soberanía de las islas en disputa, no lleve a situaciones que lamentar, que
a la postre debiliten más la posición económica de las propias potencias tran-
satlánticas y sus aliados.
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Maurizia Sacchetti1
1 Profesora de Lengua y Cultura de China y directora del Instituto Confucio de la Università di Napoli
l’Orientale. Correo electrónico: masacche@unina.it.
138
Por lo tanto, el siguiente trabajo pretende acercarse a esta situación, que entre
otras, está catapultando a China como potencia mundial. El estudio de “La
Guerra de las Tierra Raras” es una temática tan actual, que todavía no ha llegado
su estudio a la Academia. Incluso, hoy en día no se encuentran bibliografías o
investigaciones científicas sobre ella, por lo que este ensayo es de los primeros
en su tipo. De hecho, actualmente, el debate sobre este tema se discute día a
día en la prensa, la televisión, los blogs digitales y hasta en las redes sociales
en internet como el Facebook. Por lo que se considera que el presente ensayo
funciona como un aporte importante a una situación que sin lugar a dudas está
reconfigurando la geopolítica internacional y se convertirá en una temática de
análisis obligatorio en la Academia. Las fuentes principales de este estudio son los
debates señalados y los datos suministrados en los sitios web de las diversas compa-
ñías dedicadas a la explotación de tierras raras.
57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 39
La Ce Pr Nd Pm Sm Eu Gd Tb Dy Ho Er Tm Yb Lu Y
TIERRAS RARAS LIGERAS TIERRAS RARAS PESADAS
Debido a que la mayoría de las propiedades son parecidas y algunos óxidos se en-
cuentran en los mismos minerales, son difíciles de separar y requieren tratamientos
muy complejos y contaminantes, además de una buena estructura industrial.
Las tierras pesadas son generalmente más escasas y más difíciles de procesar que
las tierras ligeras, que ya tienen un proceso de tratamiento bien establecido. A
estos materiales se asocian, por utilizaciones similares, el litio y el niobio.
Casi todos los lantánidos se extraen de la monacita y la bastnasita, las dos prin-
cipales menas de tierras raras (por mena se entiende un mineral del que se puede
extraer una cantidad suficiente de lantánidos para ser utilizados y comercializa-
dos). La monacita aparece normalmente en forma de pequeños cristales aislados
de color rojizo pardo y se extrae en Sri Lanka, los Montes Urales, Malasia, Con-
go, Irlanda, Brasil, Alemania, EE.UU., India, Madagascar, Sudáfrica y Canadá.
La bastnasita recibió este nombre por ser descubierta en la mina de Bastnas, en
Suecia. Se encuentra en gran cantidad también en Pakistán, en la mina de la
montaña de Zagi.
La utilización de las tierras raras ha sido, por mucho tiempo, muy limitada y
su extracción estaba distribuida en varios países, sobre todo en EE.UU. y en
Sudáfrica, que desde el año 1950, cuando se empezaron a utilizar las tierras
raras en la industria tecnológica, eran líderes en su producción gracias a la
mina de Mountain Pass (en el desierto entre la frontera de California y Colorado)
(Molycorp Inc., 2012) y a la mina de Great Western Minerals Group (2012), en
la zona de Namaqualand (en el semidesierto de la costa oeste de Sudáfrica).
Pero debido, sobre todo, a los precios de industrialización que se hacían siempre
más altos y a los problemas medioambientales, Sudáfrica cerró la mina en
1963 y EE.UU. en el 2002, por no ser ya rentable. Los motivos principales
Beijing ha confirmado más de una vez y por boca del representante del Minis-
terio de Industria e Información Tecnológica, el ingeniero Zhu Hongren, quien
el 28 de septiembre de 2010 aseveró que “China no usará nunca las tierras raras
como instrumento de negocios”, pero ha confirmado también que China no tie-
ne intención de aumentar las cuotas de exportación (Xinhua, 28 de septiembre
de 2010). En el mes de diciembre del año 2010, programó una reducción del 35%
de las cuotas del primer semestre del 2011 (Xinhua, 29 de diciembre de 2010),
pero en el segundo semestre, tras las protestas de los países interesados, aumentó
la exportación hasta llegar a la misma cantidad del año anterior (Zajec, 2010).
4 En el mismo día el gobierno chino ha contestado, con una declaración a la agencia de prensa es-
tatal Xinhua, que China se defenderá presentando sus consideraciones a la Organización Mundial
del Comercio (Xinhua, 2012).
5 Ya en el 2011, la Comisión de Ginebra dio a entender su posición desfavorable hacia China (Wall
Street Journal, 2011).
A la raíz de esto, los países solicitantes sostienen que la reducción de las cuotas
favorece a las empresas chinas. La limitación de las exportaciones, según el
Departamento de Comercio de EE.UU., provoca un “alza artificial” de los
precios en el mercado global, mientras que disminuyen en el doméstico, una
ventaja significativa para los fabricantes chinos. Asimismo, Japón sostiene que si las
fábricas chinas de automóviles híbridos son favorecidas por la cantidad y por el
precio más barato de las tierras raras, tienen mayores posibilidades de conquistar los
mercados internacionales (OMC, 2012).
6 Sumitomo Corporation es la más grande empresa comercial de Japón. Fue fundada en 1919. Ac-
tualmente tiene oficinas en 68 países, donde trabajan 440.000 dependientes. Ya tiene experiencia
en importantes proyectos en Kazakstán. Sitio Web: http://www.sumitomocorp.co.jp/english/.
7 La mina de Mountain Pass proyecta producir, en el 2013, 20.000 toneladas de tierras raras.
11 En la zona de Kuantan, los ambientalistas han dado vida a manifestaciones públicas protestando
contra las instalaciones de Lynas (France-Presse, 2012).
13 Libro blanco sobre política china de recursos naturales (China Internet Center, 2003).
Epílogo
En el año 2012, China ha dado una respuesta concreta y clara a las presio-
nes de los países occidentales aumentando el techo de las exportaciones, pero
quedan aún problemas no resueltos y no claros en el confronte internacional,
que apenas ahora empiezan a definirse. Empresas como Molycorp en EE.UU.,
Steenkampskraal en Sudáfrica y Lynas en Australia, en los próximos años
entrarán en el mercado internacional con una amplia producción de óxidos de
tierras raras, tanto de tipo pesado como ligero, determinando nuevas tarifas y
nuevos acuerdos internacionales sobre producción y exportación de estos im-
portantes recursos mineros.
En Mongolia, un extraño monumento situado en Baotou, da la bienvenida a
la zona de producción de tierras raras (La Repubblica Italiana, 2012), es una
irónica y curiosa combinación de contradicciones, donde las turbinas eólicas,
que representan energía limpia y ambiente ecosostenible, se encuentran junto al
monumento dedicado a las tierras raras, o sea, a los óxidos de metales altamente
contaminantes, que hoy son absolutamente necesarios para la producción de
energía verde (Von Reppert-Bismarck, 25 de noviembre de 2010).
Bibliografía
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Introducción
La educación ha sido tema de importancia a lo largo de la historia en Chi-
na. Muchos de sus fundamentos básicos los encontramos en el pensamiento
de Kongzi (551-479 a.C.), quien junto con Mengzi y Xun Zi, influyeron en el
desarrollo de políticas educativas a lo largo de varias dinastías que vendrían en
años posteriores. Estas políticas fueron objeto de algunos intentos de reforma;
por ejemplo, durante la dinastía Ming, con el fin de enfrentar las crisis políticas,
se estableció un sistema de examinación para adjudicar puestos en los gobiernos.
2 Máster en Estudios de Asia y África, con especialidad en China. Profesor de Historia en la Universi-
dad de Costa Rica, Costa Rica. Correo electrónico: davibarra@gmail.com.
158
Luego, en el siglo XVI, Wang Yangming, un reconocido educador de la época,
propuso algunos cambios de vanguardia para el sistema de educación de ese mo-
mento pero sin mucho éxito (Botton, 1977). A inicios del siglo XX, el educador
Zhang Boling consideró la implementación de materias nuevas de tipo tecnológico
y científico en China, para llegar a un nivel académico aceptable en comparación
con las demás naciones; estas intenciones no tuvieron acogida por parte de las
autoridades políticas. El Partido Comunista Chino, fundado en 1921, intentó
adecuar la ideología marxista a la realidad que vivía la China de la primera mi-
tad del siglo XX. Durante el período de invasión japonesa y luego, durante la guerra
civil, el Partido Comunista implementó reformas educativas novedosas en áreas
del país donde el partido tuvo presencia.
La primera etapa en la historia de la educación de la China actual comprende el
período entre 1949 y 1957 (Botton, 1989), en la cual intervino el modelo soviético
que se enfocaba a la preparación científica pero no desarrollaba la educación po-
lítica. Por ello, Mao Zedong (1893-1976) introdujo el estudio político dentro del
movimiento del Gran Salto Adelante, en 1958; sin embargo, el país experimen-
tó un desbarajuste económico, consecuencia de este movimiento. Durante otro
movimiento conocido como la Revolución Cultural (1966-1976), se efectuarían
cambios radicales en las políticas educativas, las cuales estaban marcadas por la
ideología socialista. Según el ideal de Mao, ellas debían permitir la construcción
de una sociedad igualitaria a través de la educación y adoctrinamiento político.
En la práctica, muchas de las propuestas educativas no resultaron adecuadas por
la pretensión de modificar en el corto plazo el sistema educativo y por hacer mella
en su calidad: por ejemplo, el cierre de universidades, la suspensión de las clases de
1966 a 1972 y su posterior reanudación de manera parcial; la persecución de estu-
diantes contra directores de escuelas y universidades, señalados como “seguidores
del capitalismo”; en todas las materias, ya fuera de ciencias o de inglés, se impartía
política, con consignas de apoyo a Mao y al Partido Comunista. Durante este
período, la educación estaría completamente desvinculada de la economía del país.
Fue a partir de 1977, bajo la dirección de Deng Xiaoping (1904-1997), que se
formularon nuevas políticas para modernizar el país y promover el desarrollo eco-
nómico. La educación fue integrada dentro de la economía como un componente
importante, razón por la cual se planteó la necesidad de reformar el sistema edu-
cativo. Este proceso de reformas corresponde al período que va desde 1977
hasta 1985, el cual se enmarcó dentro del modelo económico conocido como las
“cuatro modernizaciones”3. El proyecto educativo característico de este modelo
3 Las “cuatro modernizaciones” (sigexiandaihua 四个现代化) fueron las reformas propuestas por
Deng Xiaoping, que “consistían en avances simultáneos en la agricultura, en la industria, en la defensa
nacional y en ciencia y tecnología, con el fin de que China se convirtiera en una nación desarro-
llada para el año 2000” (Rodríguez, 1995, p. 360).
4 Este grupo estuvo compuesto por Jiang Qing, la esposa de Mao, y sus colaboradores: Zhang
Chunqiao, Yao Wenyuan y Wang Hongwen. Fue el grupo dirigente del Partido durante la primera
mitad de la década de 1970 hasta la muerte de Mao, ocurrida en 1976.
5 Este documento fungió como Constitución Política para la fundación de la República Popular China.
6 Esta política fue impulsada por Mao Zedong para el Gran Salto Adelante y se refería a la existencia
de dos tipos de educación. Deng mencionó un ejemplo para la educación superior: una pierna son
los centros docentes superiores y la otra, los diversos tipos de escuelas superiores de trabajo-estudio
y de tiempo libre (Deng, 1983, p. 71).
7 Las “dos evaluaciones” fueron críticas lanzadas por la “banda de los cuatro” contra el trabajo edu-
cacional de China. Una de ellas afirmaba que una línea revisionista dominó el campo educativo
durante los 17 años desde la fundación de la República Popular hasta el inicio de la Gran Revo-
lución Cultural Proletaria. La otra sostenía que la mayoría de los profesores y estudiantes, siendo
fundamentalmente burguesa su concepción del mundo, deben figurar entre los enemigos de
clase del socialismo (Teng, 1978).
8 La traducción es mía [(…) “education must serve proletarian politics and be combined with
productive labour” (…) it “must enable everyone who receives an education to develop morally,
intellectually and physically and become a worker with both socialist consciousness and culture”.]
(Peking Review, 1978b, p. 13).
9 La traducción es mía [(…) normal order and ideological education in the school were disrupted;
and students who did not study and showed no respect for the teachers were encouraged instead
of being criticized. Perplexed and at a loss, some of the youngsters went astray and a few even
committed crime. At that time rules and regulations were regarded as shackles restricting the
students’ freedom.] (Beijing Review, 1981b, p. 7).
10 La traducción es mía [These schools or short-term clases, run by factories or people’s communes,
provincial, municipal or county authorities as well as industrial departments under the State
Council are playing a great role to quickly training larger numbers of technicians urgently needed in
agricultural and industrial production. Moreover, they help the workers, peasants and soldiers
raise their educational level and acquire scientific and technical knowledge.] (Peking Review,
1978a, p. 11).
11 Las diferentes modalidades de educación que se ofrecían eran las siguientes: universidades de trabajo
comunista que preparan personal técnico-agrícola local, escuelas administradas por las comunas
populares para formar cuadros y técnicos entre los miembros de la comuna, cursos de televisión y
radio, y universidades por correspondencia.
12 La traducción es mía [To raise the quality of the students, the management of all these schools
no matter of what type must be strengthened and an examination system enforced. The aim of
these schools is the same as that of full-time state schools: turn out workers with both socialist
consciousness and culture.] (Peking Review, 1978b, p. 15).
13 Deng hace referencia de las menciones que Mao realiza respecto a este principio, tanto en
las pláticas sostenidas en la Fiesta de Primavera de 1961, en su directiva del 7 de mayo (carta),
en verano de 1971, como en su acotación del 21 de julio. Ver carta escrita el 30 de julio de 1961, en
Peking Informa (1977, agosto, 17).
Diversificación de la educación
Uno de los problemas que enfrentaba el país a fines de la década de 1970 era la
disparidad entre el número de estudiantes inscritos en las escuelas secundarias
regulares y las escuelas secundarias especializadas. Para 1979 había 65,48 mi-
llones de alumnos de secundaria de primer y segundo ciclos en todo el país, de
los cuales sólo 880.000 alumnos estaban inscritos en escuelas técnicas secun-
darias (Beijing Informa, 1979). Se consideraba conveniente una relación 1 a 1,
15 Deng comenta el papel radical de la “banda de los cuatro” con el ejemplo del joven Zhang
Diesheng, quien fue exaltado y se convirtió en un modelo por la “banda de los cuatro”, al dejar su
examen de admisión a la universidad sin contestar, alegando discriminación.
16 La traducción es mía [Middle schools in China have a double duty: sending qualified students to
institutions of higher learning and training competent workers for all branches of the economy.]
(Beijing Review, 1980a, p. 21).
17 La traducción es mía [But only 6 or 7 per cent of the graduates have the opportunity to continue
their studies in colleges and universities due to limited accommodations and other reasons.] (Beijing
Review, 1980b, p. 5).
18 La traducción es mía [(1) Some courses in the senior middle schools will be altered so that vocational
and technical courses can be added. (2) Some of the ordinary senior middle schools will be turned
into vocational schools or agricultural schools. These schools will enrol [sic] graduates of junior
middle schools and give them three to four years’ training, and the ratio between general courses
and vocational and technical courses in these schools will be 60-40. (3) Various types of vocational
or technical schools will be set up with the emphasis on vocational training, apart from giving
them a general education. (4) More secondary technical schools will be set up so that the ratio of
enrolment between institutions of higher learning and that of secondary technical schools will be
gradually changed to 1 to 2 or 3. The ratio now is less than 1 to 1.] (Beijing Review, 1980b, p. 6).
20 La traducción es mía [In their speeches, many delegates said that the conference was a magnificent
meeting unprecedented in China’s history of education and that central leading comrades had
set a good example for everyone in attaching importance to education.] (BBC Monitoring Service,
1985a, p. 7).
Conclusiones
Después de hacer un balance general del período de reformas educativas en la
República Popular China (1977-1985) se puede concluir que durante la prime-
ra etapa (1977-1982) se suscitó una serie de cambios pragmáticos, tal como la
restauración de los exámenes de admisión para ingreso a las universidades y la
diversificación de la educación. Se retomaron prácticas educativas anteriores al
período de la Revolución Cultural. A nivel del discurso político se observó una
crítica recurrente hacia las políticas implementadas durante la década de 1970,
achacándole a la “banda de los cuatro” la desviación de ideas de Mao Zedong.
Por otra parte, para fundamentar los cambios a nivel educativo se defendieron las
ideas de Mao, aunque bajo nuevas interpretaciones por parte de los líderes gober-
nantes y a la luz de las necesidades económicas del país. Esto se vería traducido
en el discurso predominante en las conferencias y reuniones donde se trataba de
enmarcar el problema educativo bajo el modelo de las “cuatro modernizaciones”.
Durante este primer período, la educación secundaria recibió una gran aten-
ción. Se propuso la diversificación de la enseñanza con el fin de ofrecer más
opciones de formación a la población estudiantil. Bajo esta idea de reformas se
rescató la implementación de la educación vocacional y técnica como parte de
la estrategia económica promovida por Deng Xiaoping. Se consideró como un
error tener sólo escuelas académicas (regulares) que preparaban para la educación
superior, descuidando así al resto de la población estudiantil que no lograba
aprobar los exámenes de admisión de las universidades.
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Education Commission. Summary of World Broadcasts (FE/7982/BII), 1.
178
otras regiones del mundo hasta donde la diáspora china tuvo presencia, como Nor-
teamérica, Asia, África y Europa, por lo que el análisis comparativo, más que un
recurso metodológico importante, se presenta como un objetivo de la investigación.
2 Cuba, coloso de la plantación caribeña del siglo XIX, representó más del 50% de los chinos llega-
dos a América Latina en poco más de un cuarto de siglo 1847-1874 (Eng, 2011).
La inserción de las grandes masas importadas tuvo que ver con las necesida-
des de expansión y la carencia de mano de obra propia para la explotación de
las riquezas descubiertas, con los fuertes intereses económicos de las metrópolis
y de las colonias –y de las ex metrópolis y de las ex colonias, dependientes aún de
las primeras en todos los sentidos–. Muy particularmente, ha tenido que ver con las
formas que las nuevas sociedades adoptaron, con el surgimiento de sus identidades
nacionales, culturales, sociales, étnicas; con sus estructuras socioeconómicas y
demográficas. En todos estos procesos participó y participa el componente chino.
Bibliografía
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David Kenley2
1 Traducción realizada por el M.A. Edwin Quesada Montiel, Coordinador del Bachillerato en la Ense-
ñanza del Inglés de la Sede del Pacífico “Arnoldo Ferreto Segura” de la Universidad de Costa Rica.
193
pagaría el transporte de los inmigrantes, los gastos de alojamiento y brindaría
un pequeño salario a cambio de un requerimiento de trabajo legalmente obli-
gatorio que tenía una vigencia de tiempo estipulada, usualmente de tres a siete
años. Muchos de los trabajadores contratados terminaron en Perú, México,
Guyana, Panamá o Cuba, y las prácticas explotadoras a menudo los forzaban a
trabajar más allá de la duración del contrato. A principios del siglo XX, Punta-
renas, Lima, La Habana y Mexicali tenían prósperos barrios chinos. Hoy, cerca
de 1,6 millones de chinos viven en Latinoamérica y el Caribe3.
En este documento se investiga el desarrollo de la identidad china en el ex-
tranjero dentro de este numeroso grupo, enfocándose en el rol que jugaron los
periódicos en la formación de su identidad. Lianhe, o Fraternidad, fue uno de
esos periódicos. Los editores de Fraternidad, publicado en La Habana, Cuba,
ayudaron a definir a la comunidad china, estableciendo las normas y los están-
dares a seguir por parte de la comunidad. Al mismo tiempo, las publicaciones
brindaban una esfera pública en la cual las sub-élites pudieron desafiar y opo-
nerse a estos estándares. A finales de la década de 1930 y principios de la década
siguiente (1940), un período de enorme estrés comunitario y ansiedad, Fraterni-
dad ayudó a despertar muestras públicas del nacionalismo chino mientras prote-
gían el sentido de identidad cubano-chino y el de solidaridad internacional. En
ámbitos más privados, definió normas del comportamiento de género, naciona-
lismo y el evidente consumo.
3 Estos números incluyen todos los chinos que viven fuera de las fronteras controladas de la Repú-
blica Popular de China (You-Bao, 2012a).
Cuadro 6
Periódicos de Cuba en lenguaje chino
4 Entre 1938 y 1944 hubo varias personas involucradas en la producción de Fraternidad / Lianhe.
Algunos de los más notorios son el Presidente de la Unión, Li Xunxun, los secretarios de la Unión,
Lin Runsan y Zhao Zhangmou, y los editores Huichang Zhang y Zhu Shiquan. Algunos encabeza-
dos incluyen una lista de estas personas. Véase, por ejemplo, Fraternidad / Lienhe, agosto de 1938,
enero de 1942 y enero de 1938.
El nacionalismo chino
en las páginas de Fraternidad, 1938-1941
A finales de la década de 1930 y principios de la década de 1940, China estaba
dedicada a una lucha de vida o muerte contra el Imperio del Japón. Hasta 1941,
Cuba se mantuvo estrictamente neutral con respecto a esta guerra. No obstante,
tanto antes como después de 1941, Fraternidad era un partidario confiable de la
nación china y su ejército. La cobertura de la guerra ocupaba casi la mitad de todas
Pocos meses después, el periódico tuvo otra sección dedicada a Jiang, el “dis-
cípulo del Dr. Sun Yat-Sen (Sun Yixian) [y] el salvador del pueblo Chino”. El
artículo era una respuesta a una acusación de Fedrerick Norman, Consejero
de la Embajada Japonesa en Cuba. Norman acusaba a Jiang de ser Bolchevique
y de ser parte de la disciplina de Stalin. Ante tales acusaciones, Fraternidad
apuntó que “no tenían sentido” (Fraternidad/Lianhe, agosto, 1938).
Para enero de 1938, la tragedia de Nanjing se hizo cada vez más difícil de ig-
norar, pues decenas y quizás centenares de miles de civiles fueron torturados,
violados y masacrados por las tropas japonesas. Aún así, Fraternidad continuó
valorizando a Jiang y las tropas chinas. “La fortaleza de China no ha sido que-
brantada por seis meses de dificultades militares,” señalaba el periódico, “por el
contrario, la determinación del gobierno y de las personas ha sido consolidada
por la presión de los invasores, por sus tácticas de crueldad y su evidente inten-
ción de subyugar a todo el país” (Fraternidad/Lianhe, enero, 1938). Ciertamente,
un escritor confesó, “en el amanecer de este nuevo año, mis pensamientos son
los mismos que los de nuestros lectores, y yo quiero ser el primero en dar un
caluroso saludo de año nuevo: RESISTAN ANTE JAPÓN Y CONTINÚEN
HASTA GANAR LA GUERRA!” (Fraternidad/Lianhe, enero, 1938).
Recordemos también con respeto a la población civil –la masa del pueblo,
sin olvidar a los chinos de ultramar– que ha mantenido firme y perseve-
rante su lealtad a la causa nacional, prestándole todo su apoyo, sin el cual
no podrían mantenerse por mucho tiempo los ejércitos de primera fila…
5 El periódico también buscó activamente contribuciones para la Fuerza Aérea de China. Los donan-
tes podían recaudar dinero para comprar un avión específico. Junto con las actividades de boico-
teo, estas representaban algunas de las más visibles respuestas financieras para la guerra dentro de
la comunidad china de Cuba. Ver Fraternidad/Lianhe, en la sección en chino, octubre de 1940.
Como se puede ver en estos ejemplos, el apoyo a la guerra fue uno de los prin-
cipales factores definitorios de la comunidad china. Periodistas de Fraternidad
llamados a la solidaridad de China en frente de la agresión japonesa. Sin em-
bargo, parece haber espacio para las personas de izquierda dentro de esta co-
munidad, siempre y cuando aceptaran el liderazgo de Jiang Jieshi. Desde 1937
hasta 1941, China estuvo sola frente a Japón, ya que los gobiernos de Estados
Unidos, Cuba y otros países mantuvieron neutralidad y distancia emocional de la
guerra. Para los chinos extranjeros en Cuba esa neutralidad no era una opción.
El cosmopolitismo chino
en las páginas de Fraternidad, 1941-1944
Sobre la portada de la sección en español de la edición de Fraternidad de diciem-
bre de 1941, había una pequeña hoja adjunta que anunciaba:
Con el ataque a la flota de los Estados Unidos en Pearl Harbor, China ya no estaba
sola en su batalla con Japón. No es sorprendente que, desde este punto en adelante,
Fraternidad pusiera gran énfasis en temas y eventos internacionales, la definición
de la comunidad china-cubana como parte importante del mundo cosmopolita.
Incluso, antes de diciembre de 1941, sería engañoso describir a los chinos ex-
tranjeros simplemente como miembros de una diáspora sin vínculos con Cuba ni
con la comunidad internacional mayor. Como argumenta el historiador Gregor
Benton, el estereotipo de los chinos del extranjero como “clanistas, enigmáti-
cos, xenófobos y profundamente introvertidos” nunca ha sido del todo correcto
(Benton, 2007). Los historiadores a menudo han pasado por alto los numerosos
ejemplos de cosmopolitismo, el internacionalismo y la cooperación trans-étnica
entre los migrantes chinos. Hay muchas historias y artículos en Fraternidad que
demuestran tal cosmopolitismo, especialmente después de diciembre de 1941.
La comunidad china de Cuba manifestó un deseo de cooperación internacional
en la guerra contra Japón. Al mismo tiempo, los miembros de esa comunidad
pusieron énfasis en los lazos culturales únicos entre Cuba y China. En otras
palabras, la comunidad china imaginada en Cuba era mucho más compleja de
lo que el estrecho patriotismo chino sugería.
Ya en enero de 1938, los editores del diario estaban tratando de avergonzar a
toda la comunidad internacional para que tomaran acciones, culpando a las “lla-
madas democracias” por no acudir en ayuda de China. “Los soldados de la nueva
China”, relataba el periódico, “equipados con modernos fusiles y ametralla-
doras, [están] defendiendo la libertad de su país que ha sido invadido por los
criminales imperialistas japoneses. Que la vergüenza caiga sobre quienes se
Durante los próximos meses, la sección en español se hizo cada vez más grande
a costa de la parte de idioma chino, y en 1940, los editores del periódico habían
dejado de tratar de mantener la apariencia de equilibrio lingüístico. Mientras que
las ediciones anteriores del periódico tenían una cubierta en español por un lado
y una cubierta en chino por el otro, la edición de enero de 1940 las tenía en espa-
ñol en ambos lados, con la sección en idioma chino metido entre las dos. Desde
este punto en adelante, sin importar cómo se viera el periódico, parecía estar total-
mente en español. Sólo después de recogerlo y hojear sus páginas, se encontraba
la parte en lengua china ubicado en el interior y fuera de la vista. La rapidez
de este cambio en el equilibrio lingüístico sugiere la identidad cambiante de la
comunidad chino-cubana.
6 Ver, por ejemplo, el aviso de Cristal de julio de 1941, el aviso del jabón Toro en la edición de no-
viembre de 1941 o el aviso del Oliveite V en la edición de octubre de 1942.
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Dijk, T. V. (Ed.). (1997). Discourse as Social Interaction. California: SAGE Publishing.
Introducción
En las últimas tres décadas han corrido ríos de tinta dedicados al fenómeno de
la migración. Ya sea la inmigración histórica de comunidades hacia Centroa-
mérica, o la emigración de grupos de centroamericanos hacia otras realidades,
casi todos los textos especializados se han centrado de una u otra manera en
las percepciones culturales del fenómeno. Las reflexiones establecidas permi-
ten conocer, en muchos casos, la realidad de los migrantes, los fenómenos que
produce la migración o los mecanismos que orientan estos flujos hacia un deter-
minado destino, y la realidad afrontada por estos grupos en ese lugar.
El fenómeno de la percepción ha sido central. Nos acostumbramos a discutir
sobre la construcción de los “otros” en cada sociedad y con cada grupo migrante.
No obstante, poco se ha escrito sobre el impacto de los grupos migrantes y sus
1 Máster en Historia del Mòn. Miembro del equipo de investigación La Construcción del Estado en
América Latina, Universitat Pompeu Fabrá, España (http://statebglat.upf.edu/). Correo electrónico:
pablo.rodriguez@upf.edu.
218
estrategias en la construcción de espacios de sociabilización que, a la larga,
tuvieron consecuencias palpables en la formación y desarrollo de las sociedades de
acogida, y en el Estado como un entramado de relaciones sociales.
2 No es objetivo del presente trabajo discutir entre las diferentes teorías migratorias existentes, por
lo que simplemente no se entrará en el tema. No obstante, para más datos al respecto, y en
relación con la comunidad china, pueden verse los trabajos de Massey (1994), McKeown (1990),
Townsend (1977) y Stark y Taylor (1991).
3 El antecedente más directo de la Ley de Exclusión fue la “Page Act” de 1875, que prohibió la inmi-
gración de personas consideradas “indeseables”. Entre los indeseables estaban: los trabajadores
braceros por contrato, una categoría que ya era una preocupación en el Burlingame Treaty; las mu-
jeres llegadas para prostituirse y personas en general que fueran convictos en su país, haciendo
siempre un énfasis en las personas venidas de Asia. Hay que señalar que esta prohibición sirvió
para cerrar casi completamente el ingreso de las mujeres chinas al país. La “Chinese Exclusion Act”
fue ampliada por medio de la “Scott Act” de 1888, que además prohibía a los trabajadores chinos
que salieran de Estados Unidos, volver a entrar. En 1892 la “Geary Act” extendió por el plazo de 10
años el efecto de la “Chinese Exclusión Act” y agregó una serie de limitaciones importantes. A partir
de esa ley, los miembros de la comunidad china no podía aplicar para un habeas corpus, su testi-
monio no valía en las cortes y debían registrarse ante las autoridades para que se les extendiera
un permiso de residencia, una especie de pasaporte sin el cual eran sujetos de deportación o de
trabajos forzados por un año. Estas prohibiciones fueron renovadas periódicamente hasta que
fueron derogadas por la “Manguson Act” de 1943.
4 El sistema de trabajo por contrato debe considerarse como un sistema para justificar legalmente
la trata y esclavitud de personas en los nuevos contextos del siglo XIX. Recordemos que el nuevo
sistema legal internacional, impulsado por Inglaterra y Estados Unidos, no aceptaba la esclavitud.
La firma de un contrato con obligaciones y “derechos” era una forma legal de mantener el sistema
de trata. Por ejemplo, la Ley de Trabajo Forzado de Isabel II, de España, en 1854, señala que: “Los
colonos, al firmar o aceptar sus contratas con los introductores se entiende que renuncian al ejercicio
de todos los derechos civiles, que no sean compatibles con el cumplimiento de las obligaciones que con-
vengan, a menos que se trate de algún derecho expresamente declarado por este reglamento” [la
cursiva es nuestra] (Archivo Nacional (Cuba), Reales Decretos y Órdenes, legajo 213, f. 209).
6 El primer ingreso de migrantes chinos al territorio de Costa Rica se llevó a cabo en 1855 para
trabajo agrícola en una hacienda en el Pacífico. No obstante, lo que marca el verdadero inicio de
dicha migración es el primer contrato para introducir braceros chinos para la construcción del fe-
rrocarril en 1874 (Huesmann, 1991). Ese tipo de contrato se repitió en los años posteriores, por ejemplo,
en 1887 se dio permiso a Minor Keith para la introducción de 2.000 braceros chinos (Decreto VI,
1887, pp. 419-421).
Sin embargo, hacia fines de la década de 1920 era uno de los grupos mejor
integrados a la sociedad costarricense. ¿De dónde surge ese fenómeno? ¿Cómo
se explica esta situación? No me extrañaría que el lector, en estos momentos,
mostrara signos de incredulidad ante la afirmación anterior, pero la imagen del
discurso anti-chino, que muchos autores han utilizado como base para cons-
truir una explicación del fenómeno migratorio, no coincide con la realidad de los
datos en el análisis de la integración de esta comunidad a la sociedad de Costa
Rica. Discurso y realidad no deben ser confundidos, aunque aquél pueda ser un
indicativo de ésta.
8 Con el tiempo y la posibilidad de capital se han encontrado casos de negocios entre miembros de la
comunidad y productores de dulce de caña o de licor, así como la importación de bienes para la venta.
Hay que recordar, y este es un elemento importante en el siguiente apartado, que los migrantes
chinos fueron protagonistas en los remates de licencias de licores.
9 En 1888, un protocolo notarial muestra que Teora Aguilar Bonilla y su hermana le estaban arren-
dando a Pelón un solar para su negocio por 40 pesos mensuales. Más adelante, ambos aparecen como
casados en el censo de 1904 en San José (ANCR, Protocolos Notariales, Exp. 0020, f. 62, 1888).
10 Atico Pelón era por naturalización ciudadano de Costa Rica, por lo que esto le brindó una protec-
ción contra las leyes de exclusión en Estados Unidos, permitiéndole viajar a hacer negocios.
Gráfico 5
Cartago. Primer matrimonio de Alán Ly, en 1900
hijos
Mientras que Abel Adam, naturalizado en 1910, en los mismos términos que
Apuy, hacía notar al Ministerio de Gobernación que:
Soy casado en China donde mi esposa falleció, dejando dos hijos legítimos
míos, José Adam de siete años de edad, y Chico Adam de cinco años, los
que de hecho son Costarricenses, tanto por haber nacido de Padre Cos-
tarricense, como por mi expresa voluntad, pues quiero que ya que yo opté
por esta Nación, ellos se eduquen y se hagan hombres bajo la protección
de nuestra bandera (sic) (ANCR, Gobernación, Exp. 34 867, f. 1., 1917).
Estas citas denotan un claro discurso de pertenencia, que aunque tuviera como
objetivo conseguir los permisos migratorios para sus hijos, cumple una función
de oposición contra el discurso negativo existente, tanto en los periódicos como
en la población12. No obstante, este discurso hubiera sido mucho menos efectivo
de no haber sido por la posibilidad de acceso al sistema judicial que lograron
mantener los migrantes durante el período en estudio.
En 1892, en Estados Unidos se excluyó a los migrantes chinos de la posibilidad
de participar o entablar juicios, incluso de pedir defensa de sus derechos por medio
de habeas corpus. Si bien en Costa Rica se siguieron una serie de normas inspira-
das en las tomadas en aquella sociedad, como la prohibición de ingreso de muje-
res chinas y el registro de miembros de la comunidad china en el país, la exclusión
de éstos del sistema judicial no fue posible. La naturalización (una estrategia
muy común desde 1880), el matrimonio con nacionales y el peso económico del
grupo les dieron el derecho, ganado a pulso por su inserción en la sociedad, de
mantener el acceso a la representación legal.
11 Nótese que a pesar de ser hijos e hijas nacidos de un hombre natural de China, y cuya madre es
también china, sus nombres ya están occidentalizados.
12 No se engañe el lector, aunque parece que hemos obviado la existencia de un nivel de realidad
que efectivamente genera una cierta violencia contra la comunidad china, estamos conscientes
de que esta se manifiesta en el discurso de la población misma, inspirado en los mismos estereo-
tipos ya mencionados antes. Lo que se ha tratado de enfatizar es que la comunidad china logró
oponer una serie de estrategias que fueron muy exitosas permitiendo, a pesar de lo ya mencio-
nado, un alto grado de integración.
Estrategias socioeconómicas,
nuevos discursos y el resultado de la integración
A partir de 1900 se produjo un cambio en el discurso periodístico sobre la co-
munidad china. Mientras que los artículos de prensa de las primeras décadas del
siglo XX enfatizaban un factor racial, cultural y moral como elemento negativo
contra la comunidad, se consolidaron una serie de nuevos estereotipos que se
convirtieron en el centro del ataque.
En 1911, un articulista del periódico El Noticiero escribía a ese respecto:
La labor de los chinos se traduce en estas localidades [de Guanacaste] á
explotar a los pueblos, fomentando vicios que, como el licor, que expenden
con mengua de la ley y de los intereses sociales y económicos que aparejan
á sus víctimas. (Sic)
Todavía vive en la memoria de los fidelfinos el recuerdo de aquellos esta-
blecimientos de comercio que mediante honrada labor, llegaron a constituir
la fortuna de distinguidos vecinos de esta villas…que sucumbiendo estre-
chados por la avaricia amarilla reinante hoy, sin duda con el beneplácito
del articulista de El Pacífico, pero nunca con el de los buenos y honrados
hijos de este pueblo (El Noticiero, 1911, p. 1).
En primer lugar, el discurso de ataque a los chinos sigue manteniendo las mismas
imágenes, los chinos son corruptores de la moral, pero el énfasis del ataque se centra
en lo que el autor del artículo nombra como “avaricia amarilla”, la que se define en
oposición al “trabajo duro y honrado” de los comerciantes costarricenses. El
crecimiento de la presencia comercial de los miembros de la comunidad china,
Cuadro 7
Costa Rica. Variación en el número de negocios y aporte trimestral
en impuestos comerciales por nacionalidad del propietario entre 1907-1915
Fuentes: (Oficial, Año 1907. Censo comercial de la República de Costa Rica (comercio e industrias patentadas), 1908), (Oficial, Año
1915. Censo comercial de la República de Costa Rica, 1917).
13 El aporte por negocio es un indicador interesante, ya que demuestra la cantidad de capital que
se encuentra invertido en el mismo, el valor del negocio para el fisco en sí mismo, los impuestos
que se pagan están en relación con el tamaño del negocio. En 1907 esto deja claro que a pesar de
existir solo 56 comerciantes alemanes, el valor de sus inversiones era alto.
Cuadro 8
Costa Rica. Total de negocios chinos,
divididos por su clasificación en urbanos y rurales
y como porcentaje por provincia del total de negocios minoristas en 1915
14 Nótese además que se trata de los negocios registrados por el censo y no de la totalidad de los
negocios. No obstante, aunque estamos conscientes de las posibles discrepancias con la realidad,
los números presentados son de gran utilidad y muy reveladores. Recuérdese que estos son datos
oficiales, así que los encargados de la política del Estado tomaban decisiones con base en estos
resultados, no en cuanto a la suposición de la realidad, por lo que para efectos de nuestro análisis,
estos datos son determinantes del impacto que el grupo posee en el Estado.
15 La clasificación de urbano y rural en este trabajo es muy laxa, aunque los trabajos sobre la época
han demostrado lo relativo de ambos términos, se ha optado por mantener esa clasificación atri-
buyendo arbitrariamente los términos de urbano a las cabeceras de provincia, y en algunos casos
a algunas cabeceras de cantón, rural es por definición todo lo demás. A pesar de que esta puede
resultar una clasificación no solo arbitraria sino que también imprecisa, nos es de mucha utilidad
en términos de análisis y en el trabajo empírico.
Con el tiempo, el municipio tuvo que volver a poner los impuestos en el nivel de
antes del conflicto, mostrando que no se trataba de una comunidad indefensa
y pasiva ante el discurso anti-chino. Este último, por otra parte, probaba no
encontrar un asidero firme en las poblaciones que necesitaban al comerciante
Conclusión
Este y otros grupos migrantes produjeron un fenómeno importante de reade-
cuación de las relaciones sociales que sostenían el andamio estatal. Al tiempo que
comenzaron a plantear un reto mismo a los Estados nacionales al conformar un
espacio más allá de ellos, donde las relaciones eran móviles y sin fronteras. ¿En
qué medida las complejas dinámicas sugeridas acá fueron fundamentales en el
replanteamiento y evolución de los Estados nacionales de América Latina en
el siglo XX?
Es un tema por discutir, en la medida que entendamos a los Estados como
entramados de relaciones sociales, que si bien muchas veces se estructuran de
manera vertical, también responden en gran medida a la intensidad y formas
de las relaciones horizontales de ese entramado. De esa manera, los migrantes, y
en este caso la comunidad china, tuvieron un impacto relevante en la compleji-
dad misma de la sociedad. Su resultado fue un set de normas y elementos que
diferenciaron la integración de inmigrantes a la sociedad nacional.
Hay que pensar con mucho mayor cuidado en la transnacionalidad propuesta
por Aihma Ong y Lok Siu, quienes desde su trabajo con la comunidad china
han abierto una puerta de análisis que se aplica a otros grupos de manera similar.
Lo que está en juego, finalmente, no es solo el estudio de casos y el entendimiento
de los fenómenos migratorios en sí mismos, sino también las definiciones de
Estado y el estudio de su evolución y contradicciones.
Hemos planteado que el tamaño del grupo migrante es un elemento clave en la
definición del éxito e intensidad de las estrategias que son utilizadas, tanto por tener
un impacto en la percepción de éste, como por determinar la necesidad que tiene
el individuo de establecer vínculos más o menos fuertes con la sociedad local. Por
otra parte, la posibilidad de éxito de las estrategias de inserción, aunque cam-
biante según el caso y las variables existentes, es fundamental en determinar
la integración que un migrante tiene en una sociedad. Dependiendo de cómo se
establezcan esos vínculos, esta comunidad puede encontrar medios de defensa, que
a su vez expandan el alcance de ésta y mejoren las posibilidades de éxito.
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Marco investigativo
La construcción de la identidad de cualquier país se basa en los aportes de las
diferentes culturas que han participado en su conformación, ya sean autóctonas
o inmigrantes. En el caso que se quiere resaltar en este estudio, es el aporte de
los inmigrantes chinos que llegaron a Costa Rica a partir de la década de 1850,
muchas veces en condiciones deplorables, pero que gracias a su espíritu inque-
brantable y a su deseo de salir de la situación de marginalidad, lograron superarse y
convertirse en un ingrediente importante para el desarrollo cultural del país. Hasta
hoy día, los descendientes de los inmigrantes chinos, ahora como costarricenses,
1 Esta investigación es parte del proyecto de investigación “Inmigrantes chinos y sus estrategias de
inserción social en la ciudad de Puntarenas (1850-2010)”, adscrito a la Sede del Pacífico de la Universidad
de Costa Rica, Costa Rica.
2 Máster en Economía. Profesor e investigador en proyectos de la Sede del Pacífico, del IICE y del
CIHAC de la Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Correo electrónico: jorge.bartels@ucr.ac.cr.
235
han impregnado con su sello particular la idiosincrasia de muchas comunidades
a lo largo y ancho del territorio nacional.
En el ideario nacional se puede escuchar todavía aquella famosa frase que decía:
“parece pulpería de chino, tiene de todo pero mal acomodado”, y es que esta fra-
se responde a la realidad de aquellos comercios, que a pesar de no ser pequeños,
por la gran diversidad de mercancías que en ellos se contenía, no guardaban un
orden o estética como se conoce en estos días. También se recuerda el papel de
los comerciantes chinos, los cuales no solo se dedicaban a la venta de mercancías,
sino que en muchos casos actuaron como financistas, proveyendo dinero a los
agricultores para financiar herramientas, semillas y otros enseres que hacían
posible que los campesinos pudieran producir, quienes luego pagaban a sus
prestamistas, ya fuera en metálico o en especie con parte de su producción. En
este sentido, el papel de esos comerciantes también tuvo gran repercusión en el
desarrollo económico nacional, sobre todo si se considera que muchos de esos cam-
pesinos no tenían acceso a otras fuentes de financiamiento.
Cuadro 9
Costa Rica: población nacional y extranjera,
según los censos poblacionales (1864-1927)
Fuentes: (Oficial, Censo general de la República de Costa Rica. 27 de noviembre de 1864 , 1868, pp. 66-67); (Oficial, Censo general
de la República de Costa Rica. 30 de noviembre de 1883, 1885, pp. 66-67); (Oficial, Censo general de la República de Costa Rica. 18
de febrero de 1892 , 1893, pp. 120-121); (Oficial, Censo de población de Costa Rica. 11 de mayo de 1927, 1960, pp. 61-63).
Gráfico 6
Costa Rica población nacional y extranjera,
según los censos poblacionales (1864-1927)
500000
450000
Costa Rica
400000
Extranjeros
350000
300000
250000
200000
150000
100000
50000
0
1864 1883 1892 1927
Por otro lado, si se observa el cuadro 10, se pueden apreciar las diferentes nacio-
nalidades de los inmigrantes extranjeros radicados en el país durante el período
en estudio. Las personas provenientes de países latinoamericanos ocuparon el
mayor porcentaje, seguidas por las personas provenientes de los países del Caribe
y, en tercer lugar, las provenientes de Europa. Es importante señalar que el
porcentaje de los extranjeros provenientes de Estados Unidos se mantiene cons-
tante durante el período. En el caso de los chinos, que es el que más nos inte-
resa, su mayor participación se dio alrededor del año 1883, cuando alcanzó un
4,8%, disminuyendo su participación a final del período (1927). No obstante,
Cuadro 10
Costa Rica: Nacionalidades de los extranjeros,
según los censos poblacionales (1864-1927)
Gráfico 7
Costa Rica: Nacionalidades de los extranjeros,
según los censos poblacionales (1864-1927)
20000
Latinoamérica Caribe
15000
10000
Estados Unidos (China)
5000
0
1864 1883 1892 1927
3 Esto sin considerar a los hijos de estos inmigrantes, que cuantitativamente aumentaron el tamaño
de este grupo en el país.
Cuadro 11
Costa Rica: Inmigrantes chinos por regiones,
según censos poblacionales (1864-1927)
Gráfico 8
Costa Rica: Inmigrantes chinos por regiones,
según censos poblacionales (1864-1927)
250
150
100
50
0
1864 1883 1892 1927
* Sólo se registran en las ciudades.
** Para los tres primeros censos, sólo se registra la ciudad de Liberia.
*** Sólo hay datos de las ciudades de Puntarenas y Esparza.
**** Se refiere solamente a la ciudad de Limón.
Cuadro 12
Costa Rica: Nacionalidad de los propietarios de comercios en Costa Rica,
según censos comerciales (1907-1915)
Fuentes: (Oficial, Censo comercial el 31 de diciembre de 1907. Comercios e industrias patentada, 1909) (Oficial, Censo comercial
año 1915, 1917).
Cuadro 13
Costa Rica: Comercios de inmigrantes chinos por regiones,
según censos comerciales (1907-1915)
Caribe
Pacífico central
Pacífico norte
1915
1907
Valle central
Los datos del gráfico 9 también permiten resaltar que la importancia de los co-
mercios de propiedad de inmigrantes chinos no solo representó medios de inser-
ción social para éstos, sino que además, significó desarrollo para las diferentes
comunidades donde se ubicaron y mecanismos de movilidad social para estos
individuos. Las primeras personas que llegaron –en muchos casos como prisione-
ros–, mostraron a sus familias y amigos que se encontraban en China, las buenas
expectativas que presentaba el país, a pesar de la política oficial migratoria y la
difícil inserción social de éstos (los chinos durante el siglo XIX eran maltrata-
dos y tratados como esclavos, por ejemplo) (Fonseca, 1979) (Loría y Rodríguez,
2001) (Soto, 2009). Las nuevas actividades que se generaron en los puertos fue
el incentivo para que estos inmigrantes se quedaran y promovieran la venida de
otros compatriotas. El aumento de este grupo en las costas pacífica y caribeña se
explica por el control existente en esas zonas periféricas y la creciente actividad
comercial que se gestaba producto del movimiento portuario, ferroviario y de trán-
sito hacia otras zonas (León, 1987) (León, 1997) (Murillo, 1994) (Putnam, 1999)
(Botey, 1999) (Chen, Bartels, y Martínez, 2010) (Cubillo, 2011).
Ejemplos de inmigrantes chinos que encontraron un medio de inserción en la
sociedad costarricense por medio de las actividades comerciales, así como una
herramienta de movilidad social, fueron los casos de Gil Con, José Chen Apuy
y Antonio Alan Chen. Con en 1907 solo tenía una pulpería y una vinatería,
pero para 1915 era dueño de dos pulperías, una taquilla, una vinatería y un ne-
gocio de transportes en la ciudad de Puntarenas. Chen Apuy, en 1907 no poseía
Y el caso más complejo fue el de Alan Chen, quien nació en 1884 en Guangzhou,
China. En 1892 llegó a Costa Rica, a la edad de ocho años, ingresando por el
puerto de Puntarenas; no asistió a la escuela, pero en su casa aprendió a leer
y escribir, tanto cantonés como español. En 1907 era dueño de una pulpería y
una tienda en la ciudad de Puntarenas, para 1915 tenía dos pulperías, dos tien-
das y dos taquillas, una de cada una, en las ciudades de Puntarenas y Cartago.
Para 1925 se nacionalizó costarricense y dos años después (1927), a los 43 años, se
encuentra casado con una inmigrante china de 36 años y nacionalizada, llamada
Jonvo. Se declara sin propiedades pero trabaja como director de una empresa
industrial, especie de fábrica (no se especifica el nombre de ésta). Alan Chen, en
el censo de 1927, a pesar de estar nacionalizado, no se encontró registrado en el
registro cívico y en éste fue catalogado como empresario y administrador, mien-
tras que la ciudad de San José fue reportada como su lugar de residencia.
Por último, otro aspecto que nos interesa resaltar es la cantidad de comercios
en manos de propietarios chinos y cómo estos lograron concentrar en buena
medida el comercio, ya sea por la importancia de éstos o por la diversificación
de sus actividades.
Cuadro 14
Costa Rica: Total de comercios chinos
por regiones, según censos comerciales (1907-1915)
Por otro lado, en el cuadro 15 se muestran las principales actividades a las que se
dedicaban los negocios de propietarios chinos en Costa Rica durante el período
1907-1915. A partir de éstos, se utilizaron cinco categorías (Chen, Bartels, y
Martínez, 2011), a saber: (I) abarrotes: compuesto por negocios como agencias
de provisiones, almacenes al por mayor, panaderías, pulperías y truchas; (II)
ocio, comprende los negocios como las cantinas, billares, cervecerías, lugares de
juego, refresquerías, restaurantes, vinaterías y taquillas; (III) ropa, accesorios y
calzado: compuesta por las tiendas y zapaterías; (IV) industriales: integrado por
las fábricas; y (V) servicios: integrada por negocios como lavanderías, transporte y
otros. Vale agregar que se tuvo cuidado en que los datos contabilizados en el cua-
dro 15 no sumaran doble la información que se repite en los censos comerciales.
Fuentes
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1 Esta investigación es parte del proyecto de investigación “Inmigrantes chinos y sus estrategias de
inserción social en la ciudad de Puntarenas (1850-2010)”, adscrito a la Sede del Pacífico de la Universi-
dad de Costa Rica, Costa Rica.
253
inserción del chino en la sociedad costarricense (León, 1987) (Cubillo, 2011)
(Chen, Bartels y Martínez, 2011) (Rodríguez, 2012) (Bartels, 2012).
La fuente primaria utilizada fue una entrevista cerrada (anexo 1) aplicada a 27
comerciantes chinos (los informantes) de un total de 753, esto debido a que fueron
los únicos que estuvieron de acuerdo con responder la entrevista. De estos 27
informantes, 14 son inmigrantes. No obstante, la cifra anterior equivale al 36%
del grupo, lo cual debido al tamaño de la ciudad (83,4 km²) consideramos que
es suficiente para realizar la caracterización propuesta.
Antecedentes
Si ha habido un elemento que nos permite comprender significativamente el desa-
rrollo socio-histórico de Costa Rica, es el inmigrante. Desde de la Independencia
del país, inmigrantes europeos, estadounidenses, latinoamericanos, criollos del
Caribe, provenientes de Medio Oriente e incluso de la China misma, han con-
tribuido en transformar la sociedad costarricense política, económica y cul-
turalmente. A partir de mediados del siglo XIX, con el éxito de la economía
agroexportadora, se incrementó la llegada de los inmigrantes debida, ante
todo, a las necesidades estructurales de mano de obra especializada y barata.
Y en las últimas décadas, en un contexto de globalización y de expansión del
mercado internacional, la estabilidad sociopolítica y el turismo como una de las
principales fuentes de ingreso, han mantenido a Costa Rica como un lugar atrac-
tivo para el inmigrante.
De hecho, para el censo poblacional del año 2000, en una Costa Rica que alcanza-
ba con costos los cuatro millones de habitantes, su 7,8% correspondía a los grupos
inmigrantes. Este dato es importante porque mantiene al país como el único país
centroamericano que porcentualmente no deja de crecer en este rubro (Avendaño,
2011). Asimismo, desde la década de 1990, en Latinoamérica, Costa Rica posee la
cuarta tasa más alta de inmigración4, eso sí, bajando en el número de inmigrantes
provenientes de Europa, África y Asia (mayoría en el siglo XIX).
No obstante, en Costa Rica, entre los grupos de inmigrantes más constantes se
encuentran los chinos (Bartels, 2012), quienes incluso, según el censo del año
3 Por lo tanto, las fuentes del mapa 3 y los diversos gráficos que presentamos a continuación son
los resultados del trabajo de campo realizado.
4 Después de Argentina, Brasil (a quien Costa Rica superó cuantitativamente durante la década de
1990) y Venezuela; países que sumaron el 80% del stock de inmigrantes en Latinoamérica (Aven-
daño Flores, 2011).
5 A éstos podríamos agregar a los inmigrantes taiwaneses, que para el censo de dicho año ocupa-
ron la posición décimo novena (Avendaño Flores, 2011).
Gráfico 10
Ocupación, condición del negocio y país de nacimiento
del chino comerciante en Puntarenas
1
No responde
5 3
19% Comerciante Iniciado
3 Heredado
Administrador 4
81% Comprado
6 4 Alquilado
1
China Costa Rica
Gráfico 11
Clases de negocios de los chinos comerciantes en Puntarenas
19
14
8
7
6
4
3
2 2 2 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1 1
Tienda
Alimentación
alquiler local
Ferretería
Abastecedor
Muelle
Máquinas
Licorera
Almacén
Hospedaje
Clínica
Bar
Salón belleza
Gasolinera
Ebanistería
Ciclo
Pescadería
Internet
Bodega
Librería
Distribuidora
Financiero
Gráfico 12
Edad (en años) de los comerciantes chinos en Puntarenas
8
7
6
5
4
3
2
1
0
21-30 31-40 41-50 51-60 61-70 más 70
Rango de edad
Gráfico 13
Razones de la inmigración de los comerciantes chinos de Puntarenas
4% 4% Razón de la inmigración
15% 26%
Economía Problemas políticos en China
Familia Trabajo
11%
Negocios Tranquilidad/Mejor vida
4% No responde Visión
7%
29%
Por otra parte, ante la consulta de cómo fue su traslado a Costa Rica, los in-
formantes respondieron diferentes medios, ante todo relativos a los lugares de
procedencia. La mayoría de los informantes inmigrantes son individuos que
emigraron a Costa Rica durante la segunda mitad del siglo XX, en condiciones
muy distintas a los primeros inmigrantes chinos en el siglo XIX y la primera
mitad del siglo XX. Lo anterior, debido a que, por un lado, su traslado al país era en
condiciones solo comparables a las del comercio de esclavos en el siglo XVIII; y
por otro lado, ya que su ingreso al país era ilegal (Fonseca, 1979) (Cohen, 2008)
(Soto, 2009). La migración de chinos al país durante la segunda mitad del siglo
Gráfico 14
Modos de traslado de los inmigrantes chinos a Puntarenas
Barco Familia
4% Barco, Avión y Tren Solo
No responde No aplica
26% 26%
El gráfico 14 nos muestra que la mayoría llegaron por avión o barco; además,
que la mayoría de los inmigrantes chinos vinieron a Costa Rica solos o con fami-
lia. El 48% referente a “no aplica” corresponde a los que nacieron en el país.
Otro aspecto que nos interesó del grupo en estudio fue su condición civil. Por
ende, en primera instancia les consultamos a los informantes sobre si se han na-
turalizado o nacionalizado, a lo cual de las 14 personas provenientes de China,
nueve respondieron positivamente sobre la adquisición de la ciudadanía cos-
tarricense por este medio. Los resultados se pueden observar en el gráfico 15.
Gráfico 15
País de nacimiento y número de nacionalizados
de los chinos comerciantes en Puntarenas
No aplica
9
48% 52% China 13 Sí
No
Costa Rica
5
11%
8
4% Casado Costa Rica
Divorciado China
18%
Soltero
Unión Libre 9 2
4% Viudo 1 1 2
3
1
63%
Casado Divorciado Soltero Unión Libre Viudo
Gráfico 17
El matrimonio en los comerciantes chinos de Puntarenas
China No aplica
1 No responde
1 En el negocio
5
1
2 Casa
3
2
1 1 1
Abuelo Cónyuge Madre No Padre Padre Solo
responde y madre
Costa Rica
1 1
4 4 1 China
3 1
1 2
Comida China Comida Comida Tica Desayuno tico No responde
Tica y Comida y Almuerzo
China Chino
2
3
4 No responde
2
Bebidas Ticas y Chinas
6 7 Bebidas Ticas
Bebidas chinas
2 1
China Costa Rica
Por otro lado, una de las características culturales chinas es el otorgarle un lugar pri-
vilegiado al momento de la comida, sea el desayuno, el almuerzo o la cena. Desde
épocas milenarias, el arte de la cocina ha sido una de las principales expresiones de
la cultura china. El comer en familia y el transmitir, de generación en generación,
recetas y los secretos culinarios, ha sido una de las características culturales de los
chinos, lo cual no ha sido la excepción dentro del grupo de inmigrantes de la ciudad
de Puntarenas (Cubillo, 2011, pp. 102-107). En consecuencia, el momento de la
comida y los hábitos alimenticios del grupo de informantes podrían mostrarnos
Gráfico 19
Actividades en el tiempo libre de los comerciantes chinos de Puntarenas
4
Costa Rica
4 China
3 4
1
2 2
1 1 1 1 1 1 1
con amigos
Ejercicios
Hacer aseo
Ninguna
No responde
tiempo
Pasear
visitar familia
en casa/descansar
computadora
Pasear
Compartir
No tienen
Pasear y
Visitar familia,
Quedarse
Gráfico 20
Religiones de los comerciantes chinos en Puntarenas
11
Costa Rica
China
1
1 4
3 3 2
1 1
Gráfico 21
La educación de los comerciantes chinos en Puntarenas
2 7
1 4
2 4
7 6
6
5
3 3
2 1 1
China Costa Rica China Costa Rica
Gráfico 22
Interés en la política de los comerciantes chinos en Puntarenas
2 2 Sí
11 3 No responde
8 No
Los datos del gráfico 22 igualmente se reflejan, por ejemplo, en las prácticas
electorales, ya que los resultados de las entrevistas cerradas determinan que ape-
nas seis de los 27 informantes participan en ellas, cinco chino-costarricenses y
un chino nacionalizado. De hecho, ninguno de los informantes manifestó que
haya una tradición política en sus familias, independientemente de cuántas ge-
neraciones hayan nacido en Costa Rica. Las respuestas dadas por lo informantes
sobre sus participaciones e intereses por la política nacional fueron muy en línea
con el comportamiento histórico de la ciudad de Puntarenas, la cual se ha carac-
terizado por el fuerte abstencionismo electoral (Raventós y otros, 2005, p. 45).
Bibliografía
Avendaño, I. (2011). Flujos e itinerarios inmigratorios en Costa Rica. Revista
Reflexiones, 90 (1), 51-85.
Fonseca, Z. (1979). Los chinos en Costa Rica en el siglo XIX. Tesis de Licenciatura
en Historia. San José, Costa Rica: Universidad de Costa Rica.
Datos básicos
• Año de nacimiento:
• Lugar de nacimiento:
• Fecha en que llegó a Costa Rica:
• Lugar de residencia:
• Ocupación:
• Nacionalizado (año):
• Religión:
• Nacionalidad:
• Estado civil:
• Año de matrimonio:
• Miembro del Club Chino de Puntarenas (periodo):
• Miembro de las Damas Chinas de Puntarenas (periodo):
• Miembro de alguna organización de inmigrantes chinos:
“Emigrando”
Ocupaciones
Comidas
Actividades de la familia
Religión
Educación
Matrimonio
1 Máster en Ingeniería Industrial. Presidente de la Asociación Filatélica de Costa Rica. Correo electró-
nico: cesaralonso@costarricense.cr.
278
La emisión estuvo constituida por tres valores de 1, 3 y 5 candarines y mues-
tran, en colores verde, rojo y naranja, la imagen de un dragón. Actualmente son
sellos escasos y muy buscados por muchos filatelistas en todo el mundo. Su valor
de catálogo es de 1475 dólares estadounidenses por los tres sellos.
La actual República Popular China comenzó a emitir sellos en 1949, con una
emisión de cuatro sellos, mostrando una linterna y la puerta de la paz celestial,
en sellos de cuatro colores y valores faciales de 30, 50, 100 y 200 yuanes.
R e se ñ a 279
En coordinación con la Sede del Pacífico “Arnoldo Ferreto Segura” y el Instituto
Confucio de la Universidad de Costa Rica, esta muestra fue presentada en el
marco del Simposio Internacional de Estudios de China, en el mes de junio de 2012.
Las colecciones mostradas, en esta ocasión, fueron las siguientes:
• “La seda: un regalo que vino de Oriente”: colección temática de Carlos
Fernando Díaz.
• “Pintura china”: muestra filatélica oficial del correo chino.
• “Poesía china”: colección oficial del correo chino.
• “Shanghai 2010. Convirtiendo nuestros deseos en realidad”: muestra filaté-
lica conmemorando la Exposición Mundial del 2010 en China.
• “Seguimiento marítimo y control de vuelos espaciales tripulados de China”,
colección de astrofilatelia de Xiao Hong (China).
• “Correo en mal estado reparado con etiquetas del correo oficial chino 1916-
1949”: colección de historia postal de Xiao Hong (China).
• “Correos de buques de guerra de USA en puertos de Costa Rica”, colección
de maximofilia de Luis A. Escalante.
• “Las últimas pruebas de la emisión de Costa Rica de 1901-1903”, historia
postal de Fred O’Neill.
• “Los sellos de correo provisionales de 1926”, colección de historia postal de
Fred O’Neill.
• “Los barcos en los sellos postales”, colección temática de la American Philatelic
Society (Sociedad Filatélica de los Estados Unidos).
• “Variaciones del logotipo de Correos en sobres Porte Pagado”, colección de
Erick Hidalgo.
• “Algunas modalidades de correo”, muestra filatélica de Agustín Muñante.
• “La diversidad de la cerámica y sus materiales”, colección temática de Tom
Fortunato (Estados Unidos).
Respecto de las colecciones con temas de la cultura china, la primera corresponde
a un estudio temático, es decir, que la colección filatélica gira alrededor de un
tema específico, en este caso la seda. Esta muestra realiza un viaje, ilustrado
con material filatélico, por el origen de la seda en Oriente, sus usos, proceso
de elaboración, productos como los tejidos y el papel, además de mencionar la
Ruta de la Seda y su influencia en la cultura, hábitos y costumbres.
R e se ñ a 281
Otra de las colecciones mostradas corresponde a una selección de pinturas del
artista chino Fu Baoshi, cuyas obras han sido utilizadas como motivos en mate-
rial filatélico de China.
Imagen 25. Pieza filatélica en la que el motivo del sobre, las estampillas y
el matasellos tienen relación con el pintor chino Fu Baoshi.
Dentro de las colecciones mostradas en esta ocasión, se encuentra una que se refie-
re a material filatélico relacionado con la Exposición Mundial del 2010, celebrada
en Shanghai. Esta muestra incluye material filatélico, especialmente de China y
también de otros países, presentando temas relacionados con este evento global.
Imagen 27. Ejemplo de sobre reparado con las etiquetas oficiales del
correo chino.
R e se ñ a 283
Imagen 28. Sobre que conmemora una misión espacial tripulada de China
con información incluida en el sello postal, el sobre y el matasellos.
Bibliografía
Scott Publishing Co. (2010). Scott catalogue of postage stamps. Sydney, OH:
Amos Press.
285
IMAGEN 24. Parte de la colección temática IMAGEN 27. Ejemplo de sobre reparado
de la seda donde se explica, a con las etiquetas oficiales
partir del material filatélico, la del correo chino. ................................283
Ruta de la Seda ...................................281
IMAGEN 28. Sobre que conmemora una
IMAGEN 25. Pieza filatélica en la que el misión espacial tripulada de
motivo del sobre, las estam- China con información inclui-
pillas y el matasellos tienen da en el sello postal, el sobre
relación con el pintor chino y el matasellos. ................................... 284
Fu Baoshi. .............................................282
Índice mapas
MAPA 1 Ubicación geográfica de China ....xxiii MAPA 3 Negocios comerciales de in-
migrantes o descendientes
MAPA 2 Provincias de China. .........................xxiv chinos en la ciudad de Pun-
tarenas (2012) .....................................256
Índice de cuadros
CUADRO 1 Tesis defendidas sobre EChCR ............8 CUADRO 5 Situación de los precios.
Comportamiento Índice de
CUADRO 2 Gobiernos en la Primera Etapa Precios al Consumidor (IPC)
Republicana de China (1911-1928)....100 (Variación porcentual con res-
pecto al mismo período del
CUADRO 3 Producto Interno Bruto año anterior) ........................................ 114
Tasas de variación con
respecto al período anterior...........108 CUADRO 6 Periódicos de Cuba en
lenguaje chino....................................195
CUADRO 4 Sector Externo. Comercio de
China con el mundo, diciem- CUADRO 7 Costa Rica. Variación en el
bre 2011 (miles de millones número de negocios y apor-
de dólares) ........................................... 111 te trimestral en impuestos
comerciales por nacionalidad
del propietario entre 1907-1915 ......229
Índice de gráficos
Í NDIC E S 287
GRÁFICO 11 Clases de negocios de los GRÁFICO 17 El matrimonio en los comer-
chinos comerciantes en ciantes chinos de Puntarenas ........265
Puntarenas ............................................259
GRÁFICO 18 La alimentación en los comer-
GRÁFICO 12 Edad (en años) de los comer- ciantes chinos de Puntarenas ...........266
ciantes chinos en Puntarenas.........261
GRÁFICO 19 Actividades en el tiempo
GRÁFICO 13 Razones de la inmigración libre de los comerciantes
de los comerciantes chinos chinos de Puntarenas .......................267
de Puntarenas .....................................262
GRÁFICO 20 Religiones de los comercian-
GRÁFICO 14 Modos de traslado de los in- tes chinos en Puntarenas ................268
migrantes chinos a Puntarenas ........263
GRÁFICO 21 La educación de los comer-
GRÁFICO 15 País de nacimiento y número ciantes chinos en Puntarenas.........269
de nacionalizados de los
chinos comerciantes en
Puntarenas ............................................263 GRÁFICO 22 Interés en la política de los co-
merciantes chinos en Puntarenas ..270
GRÁFICO 16 Estado civil del chino
comerciante de Puntarenas........... 264