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CHINA:

PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA 11


CHINA:
PERSPECTIVAS SOBRE
SU CULTURA E HISTORIA
II

Romer Cornejo
Compilador

1
EL COLEGIO
DE MÉXICO
951
A6342
Antología de la revista Estudios de Asia y África. China :
perspectivas sobre su cultura e historia, II 1 Romer
Cornejo, compilador.-- la ed. --México, D.F.: El
Colegio de México, Centro de Estudios de Asia y
África, 2006.
467 p. : il., mapas ; 22 cm.

Incluye referencias bibliográficas.

ISBN 968-12-1235-5 (Obra completa)


ISBN 968-12-1236-3 (vol. 1)
ISBN 968-12-1250-9 (vol. 2)

l. China-- Historia-- Siglo XIX. 2. China-- Historia--


Siglo XX. 3. Socialismo en China (República Popular, 1949- ).
4. China-- Política y gobierno-- Siglo XIX. 5. China--
Política y gobierno-- Siglo XX. l. Cornejo Bustamante, Romer,
comp. II. t. China : perspectivas sobre cultura e historia, Il.

Open access edition funded by the National Endowment for


the Humanities/Andrew W. Mellon Foundation Humanities
Open Book Program.

The text of this book is licensed under a Creative Commons Attribution-


NonCommercial-NoDerivatives 4.0 International License:
https://creativecommons.org/licences/by-nc-nd/4.0/
Primera edición, 2006

D. R. O El Colegio de México, A.C.


Camino al Ajusco 20
Pedregal de Santa Teresa
10740 México, D.F.
www.colmex.mx

ISBN 968-12-1235-5 (Obra completa)


ISBN 968-12-1250-9 (Volumen II)

Impreso en México 1Printed in Mexico


ÍNDICE

ROMER CORNEJO 9
China: perspectivas sobre su cultura e historia II

La crisis del sistema imperial y la revolución


HARRIET EVANS 21
Transición intelectual a fines de la dinastía Qing
Estudios de AsiayAfrica 57: 1983, Vol. XVIII, núm. 3, pp. 369-426.
MARISELA CONNELLY 79
El levantamiento de Ping Liu Li
Estudios de Asia y Africa 68: 1986, Vol. XXI, núm. 2, pp. 181-206.
PAUL CLIFFORD 105
La revista "Nuevo siglo" y la revolución de 1911. Algunos
problemas para la interpretación del anarquismo chino
Estudios de Asia yA/rica 36: 1978, Vol. XIII, núm. 1, pp. 40-60.
FLORA BOTTON BEJA y ROMER CORNEJO 126
Tradición y modernidad: intelectuales chinos frente a
la familia, 1920-1940
Estudios de Asia y Africa 83: 1990, Vol. XXV, núm. 3, pp. 424-450.
MING K. CHAN 153
Guildas tradicionales y sindicatos modernos en China
meridional: evolución histórica
Estudios de Asia y Africa 32: 1976, Vol. XI, núm. 3, pp. 278-304.
HENRY G. SCHWARZ 180
La naturaleza del liderazgo. Revaloración de las relaciones
en el seno del movimiento comunista chino, 1930-1945
Estudios orientales 13: 1970, Vol. V, núm. 2, pp. 106-159.
ROMER CORNEJO 234
T aiwan y el imperio chino
Estudios de Asia yA/rica 105: 1998, Vol. XXXIII, pp. 53-74.

El Partido Comunista chino en el poder

W. A. C. H. DOBSON 259
China, pasado y presente
Estudios orientales 5: 1967, Vol. II, núm. 3, pp. 187-212.
JORGE ALBERTO LOZOYA 285
Las relaciones de la República Popular China
con América Latina
Estudios de Asia y Africa 55: 1983, Vol. XVIII, núm. 1, pp. 69-91.

7
8 CHINA: PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA 11

MARISELA CONNELLY 308


China: de la diplomacia revolucionaria a la diplomacia
de paz y desarrollo
Estudios de Asia y África 85: 1991, Vol. XXVI, núm. 2, pp. 296-314.
EUGENIO ANGUIANO 327
La República Popular China como potencia nuclear
Estudios de AsiayAfrica 114: 2001, Vol. XXXVI, núm. 1, pp. 129-153.
MARÍA TERESA RODRÍGUEZ 352
Reformas económicas en China. De una economía
socialista a una economía de mercado
Estudios de Asia y África 97: 1995, Vol. XXX, núm. 2, pp. 357-377.

La cultura en el socialismo y sus cambios


MASEN 375
Mao Tse-tung y la literatura: teoría y práctica
Estudios orientales 15: 1971, Vol. VI, núm. 1, pp. 20-37.
}OHN PAGE . 393
La desaparición del escritor profesional en China
Estudios orientales 18: 1972, Vol. VII, núm. 1, pp. 92-101.
FLORA BOTION BEJA 403
Wang Meng y la nueva narrativa china
Estudios de Asia y África 60: 1984, Vol. XIX, núm. 2, pp. 193-201.
YAO SOUCHOU 412
X u Bing y el placer banal del nacionalismo
Estudios de Asia y África 107: 1998, Vol. XXXIII, núm. 3, pp. 505-528.
FLORA BOTION BEJA Y ROMER CORNEJO 436
Gao Xingjian, un escritor chino en el exilio
Estudios de Asia y África 115:2001, Vol. XXXVI, núm. 2, pp. 295-314.

CRONOLOGÍA BÁSICA 457

ÜBRAS DE CONSULTA PUBLICADAS POR


EL COLEGIO DE MÉXICO 467

8
CHINA:
PERSPECTIVAS SOBRE
SU CULTURA E HISTORIA II

ROMER CORNEJO
Compilador

La historia contemporánea de China está plagada de elementos


que aluden a su pasado, que van desde la extensión de las fron-
teras del imperio hasta su sumisión ante las potencias extranje-
ras a través de tratados desiguales, ambos factores, por ejem-
plo, son componentes importantes de la construcción del
discurso nacionalista chino. Actualmente, localizada en el este
de Asia, en la costa occidental del océano Pacífico, China, con
las fronteras heredadas de la última dinastía, tiene un territorio
de 9 596 960 kilómetros cuadrados y una población que sobre-
pasa los 1 300 millones de habitantes. Comparte fronteras con
Afganistán, Bhután, Corea del Norte, India, Kazajstán,
Kyrgyzstán, Laos, Mongolia, Myanmar, Nepal, Pakistán, Ru-
sia, Tayikistán y Vietnam. 1 Además tiene una costa de unos
14 500 Km. y un total de área marítima de 4.73 millones de km2
con unas 5 400 islas, con lo cual extiende sus fronteras maríti-
mas desde Corea del sur y Japón hasta Filipinas, Vietnam, Ma-
lasia y Brunei. China no sólo está ubicada en el centro de un
área particularmente estratégica hoy día, sino que además su
impresionante desarrollo económico y su activa política exte-
rior la han llevado a hacer sentir su presencia de maneras muy
diversas en casi cada país del planeta.
La crisis del imperio Qing ha sido explicada de diversas ma-
neras. Por una parte, hay que considerar que a pesar de la siniza-
ción de la elite manchú se mantuvo cierto descontento por parte

1 Afganistán 76 km, Bhután 470 km, Corea del Norte 1416 km, India 3380

km, Kazajstán 1533 km, Kyrgyzstán 858 km, Laos 423 km, Mongolia 4673 km,
Myanmar 2185 km, Nepal236 km, Pakistán 523 km, Rusia 3645 km, Tayikistán
414 km, y Vietnam 1281 km.

[9]

9
10 CHINA: PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA 11

de las relegadas clases altas chinas, además, el férreo autoritaris-


mo no pudo evitar el surgimiento de núcleos de poder local ante
la enorme expansión del imperio. Por otra parte, las pesadas
exacciones impositivas para mantener a la burocracia imperial y
para satisfacer a los poderes locales sobrepasaron las capacidades
productivas del campesinado y de otros sectores económicos,
que provocaron continuos levantamientos campesinos. De ma-
nera paralela hubo un aumento muy importante de la población
de China durante esta dinastía, probablemente por los adelantos
científicos introducidos anteriormente, ello fue un factor de
peso en la crisis del imperio, ya que no logró que sus propios
avances científicos y técnicos condujeran al aumento de la pro-
ducción agrícola en la misma medida en que lo hacía la población.
La dinastía Qing ya se encontraba en crisis cuando tuvo que
lidiar con la expansión imperial europea de mediados del siglo
XIX, de esa manera la introducción del comercio del opio en
China por los ingleses y la reacción ante ello de funcionarios lo-
cales chinos desembocó en 1840 en la primera guerra del opio,
que resultó en la derrota del país y la consecuente firma de un
primer tratado desigual. A este tratado le siguieron otros en los
mismos términos desiguales con Estados Unidos, Francia, Rusia
y Japón, de tal manera que para principios del siglo XX China ha-
bía perdido gran parte de su soberanía ante las potencias extran-
jeras. Desde mediados del siglo XIX el descontento por la deca-
dencia imperial y por la firma de tratados desiguales agudizó la
descomposición social, económica y política generalizada que se
manifestó en grandes rebeliones populares que se extendieron
hasta principios del siglo XX. Así mismo, dentro de la elite impe-
rial también hubo una reacción intelectual que iba desde el in-
tento de restaurar la eficacia del régimen hasta la crítica acérrima
al pasado y la adopción de corrientes de pensamiento extranje-
ras, por lo que incluimos en esta selección un artículo sobre la
transición intelectual a fines de Qing y otro que ilustra uno de
los numerosos levantamientos campesinos que vivió el país.
No fue sino hasta 1911 que un movimiento conducido por
Sun Yatsen logró derrotar a la dinastía Qing y establecer, aun-
que fuera formal y efímeramente un gobierno republicano. En
este periodo de la historia de China fueron muy intensas las
discusiones entre las corrientes de pensamiento venidas de fue-

10
INTRODUCC IÓN 11

China durante principios de la dinastía Qing

MONGOLIA INTERIOR

Chen"gdu

11
12 CH INA: PERSPECTI VAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA JI

China bajo el dominio ext ranj ero

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12
INTRODUCCIÓN 13

ra, y que muchos intelectuales asumieron como tabla de salva-


ción ante la crisis del país. Sobre este fenómeno escogimos un
artículo sobre Nuevo Siglo, una de las revistas más influyentes
de esta etapa, así como otro artículo sobre las concepciones de
los intelectuales sobre la familia, núcleo fundamental de trans-
misión de valores en la sociedad china.
Muy pronto esta incipiente república sucumbió ante las pug-
nas de los señores de la guerra locales, fortalecidos por años de
inestabilidad. El4 de mayo de 1919 el movimiento nacionalista se
expresó en grandes manifestaciones contra la posición del go-
bierno de China ante el tratado de Versalles y, poco después, un
grupo de intelectuales, estudiosos del marxismo, entre los que se
encontraba Mao Zedong, fundó el Partido Comunista el 1o de
julio de 1921 en Shanghai. En 1924, el grupo político de Sun
Yatsen, el Guomindang, realizó su primer congreso y adoptó una
estructura de partido al estilo leninista y ese mismo año se alió al
Partido Comunista para llevar a cabo la unificación del país a tra-
vés de la llamada Expedición al Norte. Al año siguiente, a la
muerte de Sun Yatsen, el Guomindang quedó en manos de un
militar, Chiang .Kaishek, quien después de la citada expedición y
del establecimiento de un nuevo gobiérno, desató una persecu-
ción contra los comunistas en 1927, y los obligó a refugiarse en
Jiangxi, donde resistieron por un tiempo las campañas de aniqui-
lación del gobierno del Guomindang, hasta que en octubre de
1934 comenzaron a dirigirse hacia el norte, un evento que la his-
toriografía oficial luego llamaría la Larga Marcha.
En julio de 1937 Japón, que había estado penetrando en
territorio chino desde principios de la década, lanzó una cam-
paña abierta de invasión a China, lo cual forzó la formación de
un frente unido contra Japón entre el Partido Comunista y el
Guomindang, que se venía fraguando desde fines de 1935. Al
respecto de esta compleja etapa de la revolución incluimos un
artículo sobre la actuación de las viejas guildas y los sindicatos
modernos en el proceso político, así como un artículo sobre las
transformaciones en el liderazgo del Partido Comunista. Esta
alianza precaria terminó en 1945 con la derrota de Japón en la
segunda guerra mundial, y ambos partidos desatan de nuevo las
hostilidades que culminaron con el triunfo del Partido Comu-
nista en 1949 y el repliegue del Guomindang a la isla de Taiwan.

13
14 CHINA: PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA 11

Sobre esta isla incorporamos un artículo que establece el estado


de sus relaciones con el imperio chino.
El 1 de octubre de 1949 en una gran ceremonia en la plaza
Tiananmen en el centro de Beijing, ante unas 300 000 personas,
Mao Zedong proclamó el establecimiento formal de la Repú-
blica Popular China. Durante los primeros años se continuó
con la pacificación del país y se llevó a cabo la enorme tarea de
reconstrucción de la economía y de la infraestructura devasta-
da por la guerra, así mismo el Estado tomó el control de las in-
dustrias prioritarias y del sistema financiero. Dos leyes pro-
mulgadas en 1950 fueron fundamentales para establecer el
cambio social que implicaba el nuevo régimen: la Ley de Matri-
monio, que prohibía los casamientos arreglados e infantiles así
como la poligamia y concedía la igualdad de derechos a la mu-
jer sobre el matrimonio y el divorcio, y la Ley de Reforma
Agraria, que establecía la pequeña propiedad y daba a todos los
miembros mayores de edad de la familia el derecho a la propie-
dad. En el plano internacional el país se involucró en la guerra
de Corea y fue sustituido en la Organización de las Naciones
Unidas por el gobierno nacionalista exiliado en Taiwan. Esta-
dos Unidos le decretó un bloqueo y Beijing en esos primeros
años sólo obtuvo reconocimiento diplomático de la Unión So-
viética y algunos países de Europa y Asia.
En 1953 se inició la primera etapa autodenominada de
construcción socialista bajo el primer plan quinquenal y de
alianza con la Unión Soviética en el plano internacional, y pos-
teriormente se aprobó la primera Constitución de la República
Popular en 1954. Dado el peso que en el proyecto económico
tenía la acumulación en el campo y al atraso tecnológico de és-
te, en 1955, al margen del plan, se llevó a cabo la colectiviza-
ción de la agricultura con objeto de que esa reorganización del
trabajo condujera al aumento de la producción agrícola. En vis-
ta de las contradicciones entre el planteamiento de desarrollo
acelerado de la industria pesada de los planes quinquenales y
un amplio campesinado atrasado, en 1958 el Partido Comunis-
ta recurrió a políticas radicales de rápida industrialización del
campo y de creación de comunas. El carácter voluntarista de
estas políticas sumado a condiciones atmosféricas adversas
condujeron a un gran descalabro económico que produjo el re-

14
INTRODUCCIÓN 15

torno del hambre al país. En agosto de 1960 la Unión Soviética


retiró sus técnicos de China y ambos países congelaron al mí-
nimo sus relaciones.
Entre 1962 y 1965, se reformuló una estrategia de desarrollo
económico para mitigar las consecuencias del radicalismo, se re-
tomaron los parámetros del primer plan quinquenal modifica-
dos, y el país recurrió a la importación de maquinarias y equipos
de Europa y Japón en pequeña escala. Entre 1965 y 1969, el ala
radical del partido puso en práctica una gran campaña política
con una nueva concepción de la transformación revolucionaria,
la Revolución Cultural, lo cual trajo gran inestabilidad política y
movilizaciones de masas. Si bien, en su momento, EAA publicó
varios artículos de análisis coyunturales sobre este movimiento,
incluimos uno que relaciona el presente con el pasado y revela la
importancia del estudio de la historia. De 1970 a 1978, una in-
tensa lucha por el poder se desató en la cúpula del partido
comunista, en cuyo trasfondo estaban las diferencias ideológi-
cas entre los radicales de la Revolución Cultural y los mo-
derados que habían sido criticados durante ella, en esta lucha se
jugaba la sucesión del líder máximo, Mao Zedong. El aislamien-
to que la ruptura con la Unión Soviética había traído comenzó a
quebrarse con el acercamiento hacia Estados Unidos, el regreso
de China a la Organización de las Naciones Unidas en 1971 y el
consecuente reconocimiento diplomático por la mayoría de los
países del mundo. La muerte de Mao y el desmantelamiento del
principal grupo radical en 1976, trajo la depuración política de
los sectores radicales ortodoxos y el ascenso de un grupo de re-
formistas moderados, que veía en el desarrollo económico una
condición necesaria para la consecución de las metas socialistas
del partido y la reivindicación nacional ante la comunidad mun-
dial. En relación con la inserción de China en la comunidad in-
ternacional, seleccionamos un artículo sobre sus relaciones con
América Latina, otro sobre el cambio de la diplomacia revolu-
cionaria a la de la paz que acompañó a las reformas y finalmente
un análisis de China como potencia nuclear.
Bajo la égida de este grupo de reformistas, desde 1979 a la
fecha, se ha llevado a cabo en China un conjunto de reformas
que ha implicado el desmantelamiento de las formas de pro-
ducción cooperativa en el campo y su sustitución por los con-

15
16 C HI A: PERSPECTIVAS SOBRE- SU C ULTURA E H!STORJA ll

Repu' bl.1ca Popular Chi na

16
INTRODUCCIÓN 17

tratos de producción individual, la liberalización del mercado,


la inversión extranjera y el adelgazamiento y transformación de
la economía estatal. Ello ha conducido al país a un crecimiento
extraordinario de su economía, donde ha tenido una función
importante su estrecha relación económica con el exterior a
través de masivas inversiones extranjeras y de una creciente ex-
portación de todo tipo de bienes. Este desarrollo ha producido
una sociedad extremadamente compleja, con un empresariado
muy dinámico, una creciente clase media urbana y un contin-
gente inmenso de trabajadores con muy bajos salarios, sin em-
bargo la mayoría de su población sigue viviendo en el campo,
una parte importante de ella sumida en la pobreza. Todo este
proceso ha ocurrido mientras el Partido Comunista se mantie-
ne en el poder, como partido de Estado pero en continuo cam-
bio, legitimado por el crecimiento económico, renovado con la
aceptación del empresariado en sus filas y con un discurso con
un acento más nacionalista y participativo. Sobre este periodo
de transformaciones seleccionamos un artículo sobre el cam-
bio de la economía socialista a la economía de mercado. La
transformación en la cultura también ha sido radical, por ello
incluimos artículos que tocan desde la posición maoísta sobre
la literatura, la desaparición del escritor profesional, que ya se
había dado antes de la toma del poder por el Partido Comunis-
ta, pasando por el surgimiento de una nueva narrativa más li-
bre, escéptica, pero tolerada por el Partido, hasta la aparición
de corrientes estéticas radicales en pintura y de una literatura
aún no tolerada, como la de Gao Xingjian, el primer Premio
Nobel a un escritor en lengua china.
China es hoy un país que, junto al inmenso crecimiento
económico y enorme prosperidad para un sector importante de
la población, enfrenta enormes desafíos como la solución al
problema de la pobreza, la incorporación al desarrollo de cien-
tos de millones de campesinos que aún viven en condiciones de
atraso, la corrupción administrativa, el desempleo, la adecua-
ción del sistema político autoritario a las nuevas circunstancias
y el deterioro ambiental producto de un desarrollo industrial
que no ha tomado en cuenta este aspecto.

Enero de 2004

17
LA CRISIS DEL SISTEMA IMPERIAL
Y LA REVOLUCIÓN
TRANSICIÓN INTELECTUAL
A FINES
DE LA DINASTIA QING*
HARRIET EV ANS
El Colegio de México

LA TRANSICIÓN INTELECTUAL EN EL último período Qing de


China no es un tema nuevo. En realidad, como concepto apli-
cable al análisis de la naturaleza de la transformación revolu-
cionaria de China, se ha convertido en una frase de propagan-
da usada para caracterizar (y a veces oscurecer) un importante
aspecto de la historia moderna de China. En años recientes, se
han explorado numerosas ideas nuevas para explicar las fuen-
tes y modalidades de la transición, para rel~cionarla con el fra-
caso del liberalismo en China, para descubrir dentro de ella
las posibles tendencias que expliquen la irrelevancia última
de los intentos de asimilar a patrones de gobierno occidenta-
les a la política china, etc. Artículos recientes de académicos
chinos sugieren también el interés creciente en tales tópicos.
Sin embargo, ha sido escasa la discusión que trata ade-
cuadamente el imperativo de la transición intelectual como
Los términos ·'transición Intelectual'' y ·'transformación ideológica'' son casi si-
nónimos en este trabajo. Quizás debería hacerse una dara distinción entre conceptos
que son obviamente distintos, pero las razones para no hacerlo aquí son deliberadas.
Tal como se explica brevemente en el trabajo. la transformarión ideológica ( transi-
ción hacia. adopción y asimilarión de una ideología polítira y social que constituyó
un reto para los valores básiros y las prániras del Estado Qing). que fue una parte ne-
cesaria e indispensable dentro del proceso de realización de lo que implicaban las
exigencias reformistas en el cambio del siglo, tuvo que realizarse primero en las filas
de la intelligentsú china. Fue al mismo tierno un rambio ideológico dentro de un
estrato social intelectualmente dotado para artiwlar ese cambio. y una transición
dentro del mismo estrato entre dos o más "puntos de vista" identificables. Fue en·
tonces intelectual. primero en términos de su base:- social, y segundo porque:- se carar-
terizó por acercamientos sot·ialmentf' diferenriados del asunto de la reforma polítira.
que al principio tomó la apariencia de un debate intelectual. la transición ideológira
wmo una etapa de la práctica política fue subsecuente a la del pensamiento político:
surgió como una condición de ''intelectualidad'' antes de que pudiera transformarse
en la base conscic:-nte de la práctica política.
1 Un ejemplo relativamente reriente de una aproximación
semejante c:-s Zhongguo
jinduishi (Modern Hisrory of China), Shangai. 1975.

369

21
370 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

un determinante central de la actividad revolucionaria cons-


ciente; igualmente se ha descuidado el examen del proceso
específico de la transición intelectual como una fuerza condi-
cionada dentro de la revolución china moderna como un to-
do, tomo un sobredeterminante de la naturaleza específica
del cambio político, social y económico.
La realidad social es la expresión de la totalidad de las fuer-
zas y actividades humanas, de las estructuras y procesos ahí
generados y condicionados. La combinación y la relación
entre los procesos y las estructuras de la sociedad definen su
desarrollo. Un análisis comprensivo del desarrollo social de-
manda, así, un enfoque metodológico que considere los ele-
mentos infraestructurales y superestructurales como compo-
nentes distintos, heterogéneos y complementarios de un to-
do. El análisis de la transición intelectual como un proceso se-
parado, aunque no homogéneo ni diacrónico, puede enton-
ces parecer una tarea de alguna manera espúrea.
Las razones para hacerlo, sin embargo, son válidas, antes
que nada, para contrabalancear la tendencia frecuente a redu-
cir la cultura, la ideología y la política a una condición de total
de_pendencia de la base económica a una total autonomía de la
mtsma.
Hasta hace poco tiempo, la historiografía china no se había
ocupado de discutir acerca del problema del componente vo-
luntario en el hacer de la historia: los factores superestructura-
les se dejaron que se ''desarrollaran espontáneamente, al azar
y en germinación espQrádica", como poco más que reflejos
mecanicistas de cambios en la infraestructura; la investiga-
ción occidental sobre la China moderna, en cambio, ha enfa-
tizado el otro extremo. Al abstraer los elementos de la historia
intelectual para análisis de tipo monográfico, se ha oscurecido
el significado del desarrollo intelectual e ideológico dentro del
contexto de la transformación social.
En segundo término, cada sistema se diferencia de otros
por el tipo de relaciones, configuraciones sociales y estructuras
que establecen la unidad de la sociedad. La:s influencias ejer-
Althusser dismte la relat"ión 10pográfic1 entre base y supert·strunura en
""Ideología y aparato idcológiro dd Estado"'. en Afthusser, L., Lenin .V lafilosojl;~,
Méxim. Era, 1970.

22
EVANS: TRANSICION INTELECTUAL 371

ciclas por la infraestructuras son sentidas en forma global, ni


automática, ni mecánicamente. Ellas se manifiestan a través
de múltiples formas y procesos en correspondencia con la su-
perestructura. Así, la historia se afirma a través del mundo
multiforme de las superestructuras, a través de tradiciones,
ideologías, costumbres, prácticas, ciencias, técnicas, culturas
políticas, roles políticos, el aparato del Estado, su personal,
etc. 1
Dadas ciertas sociedades con modos de producción simila-
res, es a través de esta última estructura donde se manifiestan
sus diferencias; la especificidad de diferentes sociedades a me-
nudo se entiende a través de los complejos componentes de la
superestructura. Similarmente, la acumulación y fusión de es-
tos componentes -cada uno de los cuales posee sus propias
leyes y dinámica- es la que crea las formas históricas
específicas que definen y sobredeterminan la transformación
social. Así, en cualquier período de transformación social, co-
mo proceso único en una sociedad dada, debemos observar las
áreas a través de las cuales se afirma a sí mismo para clarificar
las modalidades específicas, la dinámica y las influencias de su
función. Debemos buscar su forma histórica, el marco cultu-
ral que moldea su forma, no por sus orígenes (la primera ins-
tancia debe ser siempre el marco geoecológico y geopolítico de
la producción material, el modo de producción), sino por los
factores internos que sobredeterminan y definen su forma,
pues. como escribió Patrick Kavanagh, "porque las cosas su-
ceden de una manera y no de otra, éste es a veces su punto" .4
Las deficientes articulaciones de los distintos elementos de la
superestructura en su función "relativamente autónoma"
dentro del proceso de cambio, deben examinarse en sí mismas
y en su perspectiva histórica para captar la naturaleza de su
influencia en sobredeterminar el curso del cambio social en
cualquier sociedad dada.
Este trabajo. por lo tanto, se realiza para examinar la transi-
ción intelectual en las primeras décadas de este siglo, con la
perspectiva de ubicar dentro de ella las respuestas
Para d papd de la "última instanria · · cf Al:husser. L.. ''Contradiction and
Overdl·termination"". en For MaiX. Alll·n Lane. Londres. The Penguin Press. 1969.
Kavanagh. P .. Ti>,, Perfea Stranga. Londres. Penguin.

23
372 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

político-culturales, las articulaciones y las configuraciones


que sobredeterminan el curso subsiguiente de la evolución
china. La experiencia de la transición intelectual, tanto por
sus actores como por sus sucesores, presentó una matriz de co-
nocimiento y conciencia acumulados que en su contenido,
forma y aplicación, 'funcionó en su momento para influir en
la naturaleza específica de la transformación social en China.
El hecho de la existencia semicolonial de China, los efectos
devastadores del imperialismo sobre la economía doméstica y
la extendida desubicación de las actitudes tradicionales hacia
la autoridad, las posiciones sociales y los roles -un proceso de
desintegración cultural que afectó por igual a educados y no
educados- produjo el impulso inicial para la búsqueda de la
redefinición de la posición cultural y política de China en un
mundo cambiante; sin embargo, la forma en la cual la bús-
queda fue conducida, los supuestos y las elecciones hechos pa-
ra interpretar la situación cambiante de China, de cómo in-
terpretar y ejercer el poder, de cómo tratar una tradición u ni-
versalista dentro de límites culturales particularizados que la
confrontación con el Oeste parecía invalidar, todo resultó en
una secuencia heterodoxa de formas culturales y políticas,
contradictorias, iconoclastas y aun mutuamente antagónicas
estimulada en gran medida por Ja dinámica y especificidad de
la propia búsqueda. Las ideas y las teorías nacían y morían; lo
que parecía radical se condenaba asimismo como conservador;
el cambio, como valor, podía ser identificado tanto con el
progreso como con la regresión; los ' 'ismos' ' emergían y se
sumergían a medida que su influencia daba lugar a otros. No
existía ninguna relación lineal entre estas "soluciones" a la
lucha nacionalista y las raíces que las hacían surgir. El conjun-
to complejo de ideas, plataformas y programas políticos en el
período de la transición intelectual y su culminación en la sin-
guiar formulación que el Partido Comunista Chino hiciera de
una teoría de la revolución campesina no pueden ser explica-
dos solamente en referencia a la base económica. La historia
de la transición intelectual operó por sus propias reglas, tanto
como por aquéllas de su marco material. En esto, contiene la
historia de la revolución china: fundamentalmente, explica el
rechazo cultural de la reforma y el republicanismo en favor de

24
EVANS: TRANSICION INTELECTUAL 373

la revolución guiada por los comunistas, una alternati-


va mucho más radical, pero paradójicamente más uni-
taria, coherente y aceptable para la transformación socio-
económica.
Desde esta perspectiva, el análisis de la t1ansición in-
telectual debe apuntar fundamentalmente a dos aspec-
tos generales; el aspecto más "básico" de la base social
y los intereses de clase, para explicar las razones globales
socioeconómicas de la formulación específica de diferen-
tes programas políticos hecha por diferentes grupos de
interés durante el período en cuestión; y el aspecto cul-
tural, esa área de tradición, ideologías sociales, normáS,
valores, formas de conducta, para explicar los mecanis~
mos internos de la transición intelectual que sobredeter-
minan su pasaje a través de la reforma hacia la revolución.
El tiempo y el espacio no nos permiten examinar el pri-
mer aspecto; una breve visión de los cambios económicos
y las nuevas fuerzas económicas puestas en movimiento por la
llegada del imperialismo a la China de mediados del siglo de-
be servir como magro sustituto que provea el contexto para la
discusión del segundo aspecto. Esta se centrará en la fun-
ción de la tradición dentro de ·la cultura nacional y popu-
lar china a través de las variadas interpretaciones, rein-
terpretaciones y aplicaciones en las diferentes etapas del pen-
samiento reformista y del pensamiento revolucionario de los
comienzos. Por razones que luego fueron claras, la cuestión
de cómo tratar a la tradición ocupó una posición central en la
respuesta intelectual al imperialismo, caracterizando todo el
espectro de las preocupaciones políticas. Más aún, las respues-
tas que emergieron estaban, entre los principales aspectos de
la transición. intelectual, sobredeterminando la naturaleza de
su resolución. La tradición podía funcionar como una fuerza
conservadora: la percepción de su valor dentro de la historia
reflejaba, a menudo, una posición de clase asociada con el
mantenimiento del statu quo, aun en condiciones en las que
la tradición y el reforzamiento de los valores y actitudes tradi-
cionales se usara para defender la soberanía nacional frente a
la intervención imperialista. Por otro lado, como la tradición es-
taba disociada de la cultura de la clase gobernante -en sus

25
374 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983
aspectos populares-, la reinterpretación de su función histó-
rica podía convertirse en una fuerza unificada para la movili-
zación en las tareas de cambios sociales y políticos. La función
interna de Ja tradición en determinar su propio rol en la tran-
sición intelectual dependía, principalmente de su uso: quiénes
la usaban y para quiénes. Era un asunto mucho más complejo
que una simple dicoto~a entre tradición y modernización, o
una simple identificacion entre tradición y conservadurismo,
modernización y progreso.
El rechazo total a la tradición como punto de valor dentro
del contexto de transformación social podía entonces ser, y de
hecho así fue considerado, una seria omisión en un programa
de reforma política. Interpretadas como un desplazamiento
(o desubicación) de ciertos elementos fundamentales para el
condicionamiento cultural de una nación, la reforma política
y la revolución pueden incluir una visión cultural totalmente
inaceptable para aquellos para quienes son diseñadas.
Pueden introducir una posición cultural alienada de las reali-
dades culturales existentes para proveer la cohesión ideológica
necesaria que garantice el éxito de la reforma, más aún cuan-
do el éxito de la reforma y1o de la revolución es identificado
con el apoyo popular. En una perspectiva histórica del largo
plazo, la tarea de la transformación social difícilmente está
servida por una comprensión del cambio basada en la imposi-
ción de un conjunto de valores extraños sobre una base cultu-
ral invariable. En períodos de ''despertar'' impulsados por re-
alizaciones repentinAS (inéditas) de, por ejemplo, la naturale-
za oscurantista y reaccionaria de un gobierno nacional, talco-
mo sucedió durante el ~uarto Movimiento de Mayo en Chi-
na, la iconoclastía cultural puede ser un invalorable cataliza-
dor para demostrar la necesidad del cambio. Como la pasión,
sin embargo, tales períodos no pueden vivir en sí mismos y
asimilar los elementos necesarios para extender la realización
subjetiva de la necesidad del cambio entre aquellos sectores
sociales, y menos en términos objetivos de clase, vinculados a
su pasado cultural. Tales breves períodos pueden ser una par-
te esencial del proceso en el cual se desarrolla la síntesis cultu-
ral necesaria para el éxito de la revolución. Sin embargo, ellos
no pueden sustituir esa síntesis puesto que si el significado de

26
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 375

la revolución incluye, entre otras cosas, el principio y la prácti-


ca de la participación de las masas, entonces tiene que produ-
cirse algún "encuentro" especial entre las posiciones cultura-
les de los "intelectuales'' de la revolución y su base social. Por
lo tanto, la tradición como parte de la cultura popular, no
puede ser ignorada.
A luz de estas generalizaciones, el ejemplo de China se
convierte en algo más que una experiencia histórica única. El
éxito del Partido Comunista Chino en poner en acción esta
síntesis cultural en la lucha revolucionaria se vuelve relevante
para el método de la revolución en otras sociedades de forma-
ción socioeconómica similar. En las primeras décadas de este
siglo, China era (y aún es) una sociedad rural; la gran mayoría
de la población era analfabeta, sin educación y condicionadac
política y moralmente por una tradición cultural universalista
que identificaba a China con el mundo. A principios de este
siglo, estas masas se habían convertido en el objetivo social, si
no todavía en la base social, de los programas para el cambio
social y político. La reforma constitucional, por razones que se
discutirán más adelante, se asociaba, para 1907, con el conser-
vadurismo cultural; su radicalismo inicial se había olvidado.
Unos pocos revolucionarios, como los radicales de París, reac-
cionaron violentamente contra las afirmaciones de valor de la·
cultura nacional y la esencia nacional, y se convirtieron en ico-
noclastas y radicales occidentalizadores. Muchos cuya fe en las
instituciones cv:cidentales existentes era más equívoca, se vol-
vieron anarquistas. La socialdemocracia y el socialismo de Es-
tado, tal como se proyectaron en el período que precedió a la
fundación del Partido Comunista, se hicieron irrelevantes, y
mientras los conceptos políticos occidentales no desapare-
cieron, emergieron otras tendencias políticas que pudieron
diseñar consciente y explícitamente configuraciones culturales
incorporadas en la mentalidad popu!ar para los propósitos de
la transformación revolucionaria. La simple imposición de
ideas progresistas, pero culturalmente ajenas, no podía ser su-
ficiente; la especificidad de la formación cultural china, como
nación y como pueblo, demandaba un programa que tuviera
) Cf Berna!, M., Chitrese Sori~-',:,.., to 1907, lthaca & Lardon, Comell University
Press, 1976.

27
376 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3, 1983

sus ralees en ellos y, al mismo tiempo, que extendiera su vi-


sión más allá de ellos, es decir, un programa de síntesis cultu-
ral. Que el Panido Comunista Chino fuera capaz de proveer
tal programa es tema aparte. Fundamentalmente, sin embar-
go, la creatividad de sus fundadores, aquellos que pudieron
construir los dilemas de la transición intelectual, descansa en
su interpretación de la tradición en términos geopolíticos, or-
ganizacionales y culturales, como un elemento indispensable
de movilización, apoyo y cohesión.

La temprana respuesta nacionalista al imperialismo

Dentro de los amplios estratos de intelectuales que estamos


tratando, la primera respuesta al cambio de identidad, a me-
diados del siglo XIX tomó la forma de la modernización eco-
nómica. Conocido popularmente como el movimiento yang-
wu (asuntos extranjeros) sus primeros resultados concretos
fueron la creación de una industria de armamentos en cone-
xión con la política ziqiang (autorreforzamiento ). Le siguió el
desarrollo de las comunicaciones, las minas y los textiles.
La meta inicial fue construir un potencial militar moderno, pues
a los ojos de pioneros como Lin Zexu y Wei Yuan la fuente de la
fuerza nacional radicaba en el aspecto militar de la "superiori-
dad" occidental. Paradójicamente, sin embargo, el esfuerzo se
realizó más en respuesta a la amenaza de rebeliones populares
que desestabilizaran internamente el gooierno dinástico, que a la
6 A pesar de que el gobierno Qingaadopta la politicajtmgwu en 1960, Esta y los
movimientos ziqiang fueron sustentados principalmente por altos oficiales más que
por el gobierno central. Sólo más tarde los intereses industriales y comerciales priva-
dos se vieron envueltos.
7 Lin Zexu (1785-1851), director general de la región del Rio Amarillo y goberna-
dor general de Lianghu, fue enviado a Cantón en 1839 como comisionado especial
para supervisar la aplicación de nuevas regulaciones contra el comercio y consumo de
opio, Lin perteneció al primer grupo de acadEmicos interesados en la ciencia y las tEc-
nicas occidentales, pero simultáneamente fue quien propuso estrictas medidas para
regular el comercio entre China y Occidente. Se le conoce por sus actividades contta
el comercio británico de opio durante la Primera Guerra del Opio. Wei Yuan ( 1794-
1856), al igual que Lin Zexu, fue miembro del circulo de reformadores conocido co-
mo grupo de ''asuntos contemporáneos''. Su influyente Atltn of the Countries Be-
yond the SetiS, publicado por primera vez en 1842, contenia sugerencias de politicas
más contemporáneas de "divide y vencerás", para defender China contra el impe-
rialismo.

28
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 377

interferencia imperialista externa. El movimiento ziqiang, desde


un comienzo, se caracterizó por la ambivalencia política acerca
del papel y el efecto de la presencia extranjera en China. El mo-
vimiento autofonalecedor puede haber surgido, en parte, de los
intereses nacionales de defensa. Oficiales como Zeng Guofan y
Fen Fuifen pueden haber señalado que el mantenimiento del
poder dinástico significaba un mínimo de préstamo de Occiden-
te. 8 Pero la comprensión del interés nacional se basó en gran me-
dida en la "corrección" o estabilización d~ factores internos, no
en una respuesta directa al imperialismo.
La industria de armamentos nació de las guerras de repre-
sión de los movimientos populares, y hasta 1884, su principal
tarea fue abastecer a los ejércitos centrales y provinciales que
luchaban contra los rebeldes. Lejos de reforzar el estado
central, sin embargo, el resultado más obvio e inmediato fue
apresurar la división y desintegración de un sistema de gobier-
no debilitado e inepto. Las armas modernas fortalecieron a los
líderes provinciales mucho más que al estado central, y más
tarde, el rechazo de algunos de tales líderes militares a coope-
rar con el gobierno central fue una de las causas de la derrota
china en la guerra sino-francesa. La competencia y rivalidad
entre los líderes provinciales ofreció posteriores oportunidades
para el control de Occidente sobre los nuevos arsenales. La
importación de maquinaria y materias primas remplazó los
abastecimientos domésticos; el déficit comercial aumentó; y el
uso generalizado de préstamos del exterior (por medio de los
oficiales asociados con el movimiento de auofortalecimiento,
tanto como con el gobierno Manchú), subyugaron posterior-
mente la economía doméstica a los intereses imperialistas.
A medida que ta economía tradicional declinaba (bajo los
efectos de la comercialización de algunos sectores agrícolas, la
elevación del poder mercantil, con la apertura de más puer-
tos, etc.), el contraste entre los beneficios de las empresas
8 Zeng Guofan (1811-1872), uno de los principales lideres de la Restauración, sur-
gió al poder en 1860 como comisionado imperial responsable de la represión de los
Taipings. Fen Guifen (1808-1874) fue imponante en el desanollo de ideas y pro-
puestas para tratar a los poderes extranjeros. Su ambigüedad fue caracteristica de sus
tiempos, pidiendo por una pane ayuda extranjera para construir arsenales; etc., y re-
conociendo, por la otra, que había que tomar prestado un mínimo de tecnología de
Occidente a fin de mantenér el poder imperial.

29
378 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

extranjeras y los enormes déficits detentados por los arsenales


gubernamentales era sorprendente. La administración y hasta
la utilidad de los arsenales fueron objeto de violentas criticas,
y en 1872, el Gran Consejo demandó la clausura de los arse-
nales Fuzhou y Jiangnan. La extensión de la actividad econó-
mica extranjera en áreas que se encontraban fuera de los puer-
tos de libre comercio, la inversión extranjera en la explotación
y construcción de minas, los intereses industriales y las comu-
nicaciones, demandó ·que la visualización de las necesidades
nacionales se desplazara de los intereses militares a otros más
amplios.
· As1 empezó la segunda etapa del movimiento yangwu. Fi-
guras influyentes como Li Hongzhang y Zuo Zongtang, an-
siosos por mantener las industrias de armamentos, el meollo
de su poder, decidieron establecer empresas no militares que
~uministraran los materiales y las finanzas necesarias para
mantener los arsenales. 9 Al eslogan de qiufu (enriquecimiento)
se le agregó el de ziqitJng, y después de 1872, el movimiento
yangwu se fue asociando paulatinamente con sectores ajenos a
la burocracia estatal tradicional: comerciantes, compradores y
académico-terratenientes.
El objetivo general en la utilización de la riqueza comercial
y la experiencia técnica para establecer nuevas empresas co-
menzó en 1872 con el establecimiento de la Compañ1a Co-
mercial de Navegación a Vapor de China, las minas de carbón
y las industrias textiles. Sin embargo, los temores provocados
por las amenazas a la soberan1a china y la competencia cre-
ciente entre los sectores público y privado significaron que el
intento "modernizador" estuviera, desde un comienzo, mar-
cado por la ambivalencia de las pol1ticas y objetivos. Entre
1872 y 188), se construyeron 11neas férreas y los sistemas te-
9 Li Hongihang (1823-1901), una de las principales figuras del Movimiento de
Restauración·, obtuvo el estratégico puesto de gobernador general de Zh1li en 1870,
donde permaneció hasta 189~. En 1867. sustituyó al prominente Zeng Guofan como
uno de los oficiales más altos en el control del desarrollo de la industria. Zuo Zong-
tang (1812-188~). luego de participar en la represión de los Taipings, fue hecho go-
bernador general de Zhejiang y Fujian en 1863, Shenxi-Gansu de 1866 a 1880, y
Liangjiang de 1881 a 1884. Fue en gran medida responsable de reprimir la rebelión
N ian y las insurrecciones de musulmanes en el Noroeste. También fue muy activo en
los intentos por restaurar la economía agraria y establecer empresas mpdernas.

30
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 379

legráfico y postal, que fueron destruidos y reconstruidos bajo


los auspicios de las mismas autoridades; en 1877, por
ejemplo, las autoridades centrales adquirieron, para
destruirla. una línea de ferrocarril que había sido construida
ilegalmente por comerciantes extranjeros, entre Shanghai y
Wusong; en 1880, las mismas autoridades aceptaron una soli-
citud de Li Hongzhang para la construcción de una red de
líneas con centro en Pekín y que se extendiera a Shanghai y
Hangzhou.
Junto con el desarrollo de la industria se construyó una serie
de escuelas nuevas, destinadas a preparar un número limitado
de alumnos para carreras de dirección industrial. El Instituto
de Ciencias Occidentales se abrió en Cantón en 1880, y en
Tianjian se creó una escuela de telegrafía ese mismo año.
También se inició un programa para enviar estudiantes chinos
a Europa y Norteamérica.
Al examinar los factores internos, se ha suge.tdo que, más
que los valores del confucianismo per se, fueron las preocupa-
ciones por la soberanía china y la sensibilidad que producía el
control occidental los que destruyeron el proceso de moderni-
zación industrial en el período post-Tongzhi, 10 aunque ambos
eran inseparables. La soberanía china era definida e interpre-
tada a luz de los preceptos tradicionales del confucianismo
respecto al Estado. Esos preceptos representados no tenían
significado si se los extraía del marco de referencia ideológico.
La percepción de un intelectual del Estado y de la nación se
definía por su relación con él. Su educación y logros sociales
dependían de la asimilación de los valores de la moral absolu-
ta del confucianismo. A la inversa, esos valores representaban
sus intereses sociales, y su posición como miembro de la élite
dependía de ellos. A los ojos de los "innovadores", todos
buenos confucianistas, la protección de la soberanía china era
así sinónimo tanto de la idea, como de la existencia de valores
incluidos en la estructura estatal tradicional.
Desde sus inicios, el movimiento yangwu se ganó la hostili-
dad de los círculos conservadores guiados por Wo Ren, tutor
10 Cf Sturdevam, S., "Jmperialism, Sovereignty and Self-Strengthening: A Reas-

sessment of the 1870's", en Cohen, Paul A. y Schrecker,John E., eds., Reform in


Nineteenth Century Chine, Cambridge, Mass. Harvard University Press, 1976.

31
380 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

del emperador y director de la Academia Hanlin. 11 La natura-


leza de la división entre las diferentes facciones se ilustra en la
-controversia de 1867 acerca de incorporar ciencit~s al programa
de Ton~ Wen Guan.l 2 Wo Ren, basando sus argumentos en
la interpretación ortodoxa del confucianismo de Zhu Xi
(1130-1200), manifestó que la ciencia occidental era incapaz
de curar las "enfermedades" morales que afectaban al Esta-
do. Si se abrían las puertas a influencias ajenas, se produciría
una mayor decadencia. El príncipe Gong replicó argumentan-
do que la ciencia proveía las armas superiores que China nece-
sitaba: había poco peligro de que la cultura china fuera re-
emplazada por otra, dado que sólo los académicos que habían
recibido una formación clásica serían los iniciados en las
nuevas disciplinas y todo el esfuerzo ziqiang sería dirigido por
la élite tradicional. 13 La diferencia entre las facciones no radi-
caba en la cuestión de los fines, "la adscripción de valores a la
tradición china", sino en los medios de preservarla. 14 Poco
distinguían las ideologías básicas acerca de puntos de vista
opuestos. La ''innovación'' intelectual en las primeras etapas
tomó la forma de ''agregados'' a una visión de mundo inalte-
rada que en sí permanecía incuestionada.
11 Wo Reo ( ? -1871), un mongol que tue varias veces Gran Secretario, tutor del

emperador y presidenre de la Academia Hanlin, lider de la oposición conservadora al


movimiento yangw11.
12 La Tong Wen Guan (Oficina de Traducción) se fundó en Pekin en 1862 por pe-
dido del prfncipe Gong y de Wen Xiang para entrenar a los int€rpretes que necesita-
ba el Zongli Yamen. En 1867, el prínctpe Gong hizo aftadir un departamento
cientifico a la escuela para educar a los ingenieros que necesitaban los arsenales. Wo
Reo y los conservadores vieron esto como una peligrosa concesión a la difusión de la
influencia occidental, y le pidieron al emperador que "aboliera instan~áneamente la
decisión anterior de establecer tales estudios en la escuda de lengua''. La petición de
Wo Reo está citada en Chesnaux.)., el al, eds., China.from 1he Opi11m Wars lo lhe
1911 Revol111ion, Nueva York, Pantheon Books, 1976, pp. 244-245.
13 El principe Gong (1833-1898), d principal rival de la emperatriz Dowager Ci
Xi durante d periodo de la reforma, firmó la convención de Pekin entre China, Gran
Bretaña y Francia en 1860, y en enero de 1861 creó el Zongli Geguo Shiwu Yamen
(Oficina para la AdministraCión General de Negocios con Todos los Paises). Fue de-
signado "principe consejero del gobierno" y se transformó en miembro del Gran
Consejo durante el periodo Tongzhi (1862-1874). Durante los años que precedieron
a la reforma, €1 estuvo claramente asociado a los "innovadores", pero se opuso a la
reforma en las últimas etapas a causa de sus implicaciones radicales.
14 Cf Levenson,J .R., Conft~cian China tmtl ils Motlern Fale, Berkeley y LosAnge-
les, University ofCalifornia Press, 1968, para una discusión acerca del conflicto entre
valor e historia en el desarrollo del movimiento de reforma.

32
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 381

El conflicto entre los círculos intelectuales y burocráticos se


agudizó entre 1870 y 1880. Cada proyecto de los que apoya-
ban al yangwu fue sistemáticamente atacado, y la élite qingli
(purificación) encabezó la oposición, fortalecida por la resis-
tencia popular a la mecanización. Las manifestaciones por el
asunto del ferrocarril Wusong, por ejemplo, en 1876, pudieron
ser usadas como evidencia de que la modernización económi-
ca conduciría a la ruptura de la ley y el orden. La emperatriz
Dowaget Ci Xi estimuló las rivalidades para asegurar su
control sobre ambas facciones.
La derrota en la guerra sino-francesa de 1885 extendió los
intentos de modernización a los círculos del gobierno central.
El período entre 1885 y 1894 produjo una variedad de pro-
puestas que iban desde la práctica de la vieja táctica de Li
Hongzhang de "usar un bárbaro para controlar a otro bárba-
ro'', hasta el uso que hizo Zhang Zhidong de las fundiciones
de hierro y acero. 11 Sin embargo, las divisiones internas
dentro de la burocracia y del gobierno, impidieron cualquier
esfuerzo efectivo de unidad, con lo que la penetración extran-
jera en China pudo continuar.
A pesar de la naturaleza esquemática del resumen hasta
aquí presentado, puede verse que la modernización fue con-
cebida como un "préstamo" de Occidente que fortaleciera el
Estado tradicional.
"Después de todo, los buques a vapor y las matemáticas
son cosas que debemos aprender, aunque debemos afirmar y
expresar la opinión de que la integridad moral del pueblo y el
sentido de vergüenza, así como nuestros principios e institu-
ciones básicas, son de fundamenta] importancia. " 11'
Esta afirmación de Wang Tonghe contiene la contradicción
básica que suscribieron todas las propuestas reformistas hasta
1 ~ Zhang Zhidong (1837-1909) sirvió como gobernador general de Lianguang has-
ta 1889, y de Huguang hasta 1907. Fue uno de los oficiales más prominentes rela-
cionados con el establecimiento de industrias con independencia de capital, técnicos
y materias primas extranjeras, pero su ambigua comprensión del concepto y actuali-
dad del poder político le impidió apoyar la reforma política.
16 Weng Tonghe (1830-1904), uno de los sustentadores de la reforma guberna-
mental, fue tutor del emperador y presidente del Ministerio de Hacienda desde 1886
a
hasta 1898. Más tarde, la influencia de los reformistas de 1898le debió mucho su
apoyo. La cita anterior de sus diarios se encuentra en Reform in Nineleenlh Cenlury
China, op. cit., p. 96.

33
382 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

la transición intelectual decisiva a finales del siglo. 17 La volun-


tad expedita de utilizar, emular e imponar de Occidente fue
apoyada en nombre de "los principios e instituciones
básicos" del Estado confucianista. Tanto el eclecticismo de
Zeng Guofan, al infundir elementos de la técnica occidental
en la civilización china, como la fórmula tiyong (esencia y
uso) del virrey Zhang Zhidong, para adaptar el cpnocimiento
occidental sobre '}utilidad" a los valores chinos de la
"esencia", perseguían las mismas metas. Anticipándose al
moralismo de Liang Qichao acerca de las malas prácticas que
debilitan al sistema, más que el sistema que da lugar a las ma-
las prácticas, estas tempranas propuestas insistían en la ''per-
fectibilidad'' del aparato tradicional a través de una simple
operación de transplante. El conocimieto occidental podía
usarse para defender la superioridad de la ·"esencia" china.
La dualidad de las primeras propuestas de modernización
tuvo un efecto paradójico. Primero, el de atrincherar el tradi-
cionalismo chino al "reforzar la compulsión de afirmar la
continuidad de los valores chinos frente a cualquier sugestión
de fracaso" . 18 Segundo, el de estimular las corrientes intelec-
tuales que culminaétan en un rechazo iconoclasta y casi total
de la tradición. Este último fue más tardío, y hasta 1890 el' di-
léma intelectual descansaba en el intento de cubrir la contra-
dicción entre el reconocimiento de la necesidad del cambio y
la íntima identificación con el pasado como fuente de valor.
El esfuerzo intelectual estuvo dirigido hacia la racionalización
de la necesidad del cambio, sin desvalorizar el pasado, sin,
por lo tanto, imputar la inferioridad de China. Si la superiori-
dad de China no podía ser sostenida, al menos podían hacerse
reclamos para racionalizar el cambio a través de una rein-
terpretación de los clásicos, como una respuesta emocional y
psicológica a las heridas, al orgullo y la identidad culturales. 1')
Irrelevante como puede haber parecido para la cuestión de la
reforma y el nacionalismo, la reapertura del debate acerca de
17 El término "reforma~· se usa aquí aplicando á los intentos "innovadores". tan·
to.en lo político como en lo económico, antes del Movimiento de Reforma de 1898.
1" Levenson, J.R., Liang Ch'i·Ch'ao ami the Mind of Modem Cl.>in.J. Harvard
University Press, 19')9, p. ').
19 Cf nuevamente la discusión de Levenson acerca del esfuerzo intdectual para SU·
perar la contradicción entre historia y valor.

34
EVANS: TRANSICIÚN INTELECTUAL 383

las diferentes escuelas de conocimiento a finales de 1880 y


principios de 1890 fue una clara manifestación de la compul-
sión intelectual a reconocer el valor dentro dé la autoridad de
la tradición moral y cultural. 2"
La racionalización contenía la falacia del simple sincretis-
mo, psicológicamente entendible, pero políticamente insos-
tenible. Dado que los chinos fueron forzados a aceptar la
ciencia moderna, esto podía ser presentado como un medio,
inferior a la cultura y a la moral chinas, porque no era un fin.
La falacia estaba en creer que los medios podían estar divor-
ciados de los fines, que los fines intentados podían ser preser-
vados intactos, no importa cuan ajenos a ellos fueran los me-
dios empleados. ''El conocimiento occidental no suplementó
el conocimiento chino como esencia. Pues en realidad, el co-
nocimiento chino había llegado a ser apreciado por su fun-
ción. Cuando su función fue usurpada, el conocimiento fue
dejado sin su objeto" .~ 1 La fórmula tiyong fue en el fondo un
intento desesperado por atenerse a una identidad anacrónica.
La ' 'esencia'' confucianista que estaba en el centro de esta
identidad no pudo sino desaparecer a medida que el conoci-
miento occidental vino a ser aceptado como el instrumento
práctico de la vida y del poder. El confucianismo perdió su
identidad viviente, ''a causa de una romántica promesa de no
rendición a un rival extranjero" .n
En 1898, la "ruptura" de China era inminente bajo los
nuevos alineamientos internacionales en el Lejano Este. La
victoria sobre China en 1895 mostró que Japón era un fuerte
contendiente en la rivalidad expansionista en Asia del Este; la
ocupación japonesa de Liaodong amenazó las posesiones rusas
en el Lejano Este y negó acceso al ferrocarril transiberiano al
puerto de aguas libres; con el apoyo de Francia y Alemania.
Rusia ejerció presión sobre Japón para que devolviese
20 El debate se centró sobre una lucha para determinar qué interpretación de los
textos confucianos era correcta. Kang Youwei basó sus argumentos en la tradición de
la escuela del "nuevo texto" (linwen), que afirmaba que la versión oficial de los clá-
sicos, el "antiguo texto" (g11wen) basado en los comentarios neoconfucianos de Zhu
Xi, no eran auténticos. Los que apoyaban ambas tendencias se identificaban abierta-
mente con la reforma y el conservatismo; sus metas políticas eran asi claras.
21 Levenson, J.R., Conj11cian Chinaand ils Modern Fate, p. 64.
22 Lcvenson, J.R., ibid., p. 61.

35
384 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

Liadong a China; Japón entregó oficialmente el territorio el 8


de noviembre de 1895 a cambio del pago de treinta millones
de azulejos. A los ojos de los. poderes que hablan intervenido,
este "servicio" a China naturalmente requería "garantías de
gratitud''. Así comenzó una mezcla de concesiones espe-
ciales, préstamos gubernamentales, franquicias ferroviarias,
reconocimiento de esferas especiales de influencia" y toda
una serie de intrigas diplomáticas y financieras entre los pode-
res imperialistas y el gobierno manchú. El tratado de Shimo-
noseki fue seguido por una rápida apertura de una serie de
puertos nuevos, y el tratado sino-germano de 1896 concedió a
Alemania las dos entradas e islas de la bahía de Jiaozhou por
noventa y nueve años.
El Movimiento de Reforma de 1898
y los comienzos de la transición intelectual
Fue en este marco de referencia que Kang Youwei, el princi-
pal teórico del movimiento de reforma, realizó sus peticiones
al emperador Guangxu. 23 Sus propuestas incluían la reforma
del sistema bancario y monetario; el estímulo gubernamental
a la industria privada, al comercio, al estudio de la
agronomía, la ciencia moderna y a temas de tipo técnico; la
construcción de más escuelas y bibliotecas; cambios en el sis-
tema de exámenes; la creación de consejos, a nivel local y na-
cional, que se eligirían anualmente y cuyas deliberaciones
serían sobre importantes temas financieros y políticos, etc. Las
peticiones circularon en los medios académicos, y el empera-
dor ordenó que el Gran Consejo enviara copias a todos los
gobe.rnadores provinciales. El surgimiento de "sociedades de
estudio", y la rápida expansión de la prensa, facilitaron la di-
fusión de las nuevas ideas reformistas. En verdad, uno de los
2.1 Kang Youwci (1858-1927) inició el Movimiemo de Reforma de 1898 al escribir
un texto de 10 000 caracteres dirigido al emperador Guangxu, el2 de mayo de 1898.
Fue enviado por 1 300 académicos de las provincias, reunidos en Pekín para presen-
tarse a los exámenes metropolitanos. Este segundo pliego petitorio (uno más pe-
queño había sido presentado ames) exigía que el Tratado de Shimonoseki no fuera
ratificado, que sus responsables fueran castigados y remplazados, que se transfiriera
la capital de Pekín a Xiang, que se reorganizara el ejército, ere. El emperador no vio
el texto pues fue imerceptado por el Comité de Censores. pero un mes más tarde le-
yó un tercer pliego petitorio. Un cuarto, que abogaba abierrameme por un gobierno
representativo, también fue detenido por los oficiales conservadores.

36
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 385

aspectos más sorprendentes del movimiento de reforma, en


contraste con intentos anteriores, fue su extensión geográfica
hacia el interior del país, desde los puenos sometidos a trata-
dos internacionales y las áreas costeras.
Quizás la característica más relevante del pensamiento de
Kang Youwei fue la inconsistencia y la autocontradicción in-
terna. Luego de una educación tradicional en el confucianis-
mo ortodoxo, Kang comenzó a explorar las ideas de los pensa-
dores "iluminados" del siglo XVII. los cuales acentuaban la
importancia de "los asuntos de actualidad" (historia,
geografía y política contemporánea), en contraste con las pre-
ocupaciones morales y filosóficas más abstractas del confu-
cianismo "oficial". En un viaje a Hong Kong en 1879, se pu-
so en contacto con el "saber occidental", y más adelante, en
1891, abrió una escuela en Cantón donde se enseñaban los
valores occidentales en las prácticas social y política, sobre la
base de interpretaciones del "nuevo texto" del confucianis-
mo. El autoritarismo confuciano y su absolutismo moral se
explicaron como consecuencia de interpretaciones erróneas de
la verdadera intención del sabio. Confucio sólo podía enten-
derse en su papel de innovador, sustentador de los ideales de-
mocráticos y de los derechos civiles. Por lo tanto, si se raciona-
liza desde la perspectiva de la ideología tradicional, la refor-
ma política podría situarse dentro del contexto de los ideales
confuc.ianos. Se propuso a la monarquía constitucional como
el medio estructural para reunir y fortalecer a un Estado
comprometido con los benevolentes valores del confucianis-
mo.
No obstante las posibles consideraciones tácticas de escon-
der el significado de la reforma bajo un disfraz tradicional, la
contradicción era evidente en el objeto implicado: una refor-
ma para preservar la "esencia" del confucianismo. El surgi-
miento de conceptos radicales tomados de una cultura
política extraña apenas si raspó la superficie, en el sentido de
reconocer las exigencias ideológicas e intelectuales de una re-
forma. Lo que limitó subjetivamente el alcance de la reforma
como práctica fue una posición ideológica básica que se
distinguía muy poco de l.a oposición conservadora. Otros pen-
sadores de la época, más radicales, estaban menos limitados
por las inconsistencias evidentes en los planteos de Yan Kang.

37
386 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

Fu, por ejemplo, sostuvo que el origen de la potencia occi-


dental estaba en una concepción completamente distinta de
la realidad. 24 Ni el poderío técnico ni la organización política
bastaban como soluciones para la crisis nacional. Lo que se
requería eran nuevas bases filosóficas y conceptuales; las
teoé1as de la evolución social de Darwin v Spencer contenían las
respuestas. Tan Sitong fue incluso mucho más lejos, llegando
a atac~! todas 1~ reglas. e ~n~tituciones ~ q~e restringían la
expreston de la hbertad mdtv1dual; el codtgo moral confu-
ciano; la doctrina de la legitimidad divina; el sistema de exá-
menes, y la dominación manchú sobre China. H Pero tales ide-
as no representaban al movimiento de reforma como un todo.
Más bien, eran representantes de una corriente, o una ten-
dencia, orientada a suministrar soluciones nacionalistas a tra-
vés de una reforma política consciente, cuyos fundamentos
ideoló~i~os implicab~ una transfo.r~acióJ? radical del apara-
to tradicional. Por pnmera vez se htcteroh mtentospor redefi-
nir las bases filosóficas y políticas de la reforma, a fin de hacer
un paralelo con sus aspectos materiales y darles apoyo. La re-
forma había tomado un sesso abiertamente político, que
contradecía a priori el propósito de preservar la tradición. Si
bien el movimiento de reforma como un todo se caracterizó
por la ambivalencia y la contradicción vistas en el
pensamiento de Kang Youwei, también desencadenó el pro-
ceso transicional desde la tradición hacia una nueva posición
ideológica capaz de garantizar el reconocimiento de las impli-
caciones totales de la reforma.
Se sugiere, por lo tanto, que la significación del movimien-
to reformista yace, no tanto en el contenido de las muchas
ideas reformistas d,el período, sino más bien en la posibilidad
que abrieron para resolver las contradicciones en la posición
de Kang Youwei. El fracaso· de la reforma destacó las limita-
ciones subjetivas de los reformistas, y la presencia de nuevas

24 Yan Fu (18H-1921) estuvo relativamente poco implicado en las actividades de


los reformistas, pero la influencia de los conceptos que fl introdujo a uavfs de ensa-
yos y traducciones fue mucho más amplía que el movimiento reformista. Entre sus
traducciones se encuentran Evo/ulion tmtl Elhics, de Thomas Huxley, y La Riqueza
rJe !lis 1111&iones, de Adam Smith.
2 s Tan Sitong (1865-1898) fue quizás el más radical de los reformistas. En su Ren

Xue (Estutlio tle la Bene•olen~itJ) propuso medidas que vindicaban nociones de Ji.
benad e igualdad en diferentes clases, entre hombres y mujeres, entre China y otras
naciones del mundo. fue ejecutado en 1898, en el golpe que puso ftn al Movimiento
de Reforma.

38
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 387

ideas políticas y una nueva terminología sentó un precedente


para futuras búsquedas fuera de los límites de los supuestos
aceptados. La combinación de ambos elementos imphcó que
las generaciones posteriores a 1898 podían empezar allí donde
Kang Youwei había terminado, libres del peso de sus preocu-
paciones por la tradición.
Pero, para comenzar por el principio, ¿cuál es el origen de
las contradicciones evidentes en el pensamiento reformista?
¿Qué grado de significación tuvieron para influenciar el curso
de la reforma? ¿Qué tipo de soluciones exigían?
El tiempo y el espacio no nos permiten discutir todos los
factores necesarios: los intereses de la élite intelectual por pre-
servar el statu quo tradicional; las amenazas a ese statu quo
contenidas en el predominio creciente de una clase comercial
e industrial armada de nuevas exigencias políticas; el ani-
quilamiento de la empresa privada por los monopolios guber-
namentales, etc. Sin embargo. habría que señalar un
elemento: la persistencia del tradicionalismo dentro deJa res-
puesta reformista pudo bloquear en forma efectiva el cambio,
a causa de la perspectiva oscurantista de su meta. La P.osición
ideológica fundamental manifestada en la identificaoón inte-
lectual con los valores de la tradición (no importa cómo se
presentara ésta), contradijo los objetivos afirmados por los
"modernizadores". La reforma tenía que fracasar, pues la
contradicción no se podía resolver hasta que no se abandonara
la ideología subyacente a las propuestas reformistas (represen-
tantivas). Una ideología dominante que incluía tanto intere-
ses innovadores como conservadores funcionaba, en términos
inmediatos, como una fuerza negativa dentro del proceso
político de cambio.
En el meollo, esta ideología descansaba sobre una percep-
ción idealista del Estado chino. Estaba arraigada en un siste-
ma conceptual orgánico (lo que Needham ha denominado
"materialismo orgánico"), en el que palabras visiblemente
distintas como naturaleza y hombre formaban un todo in-
tegrado al que gobernaban las mismas leyes. Las relaciones
entre diferentes fenómenos humanos y de otro tipo, expresa-
ban un sentido de unidad cosmológica y moral que ponía én-
fasis en el valor de la relación, ames que en la entidad indivi-
dual. Así, el gang chang (los tres lazos y las cinco relaciones),
el pilar moral del estado confuciano, constituyó una totalidad

39
388 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3, 1983

indivisible para la práctica moral (y política), la responsabili-


dad y la obligación. 26
Tanto la estructura del Estado como la posición y el papel
del intelectual reflejaron esta conceptualización totalitaria. El
término utilizado para imperio, con frecuencia sinónimo de
Estado, era tianxia (todo bajo el cielo). El Estado, como idea y
estructura, no reconocía la particularización de. funciones e in-
tereses, sino que proponra un foco totalizador de lealtades
culturales, polrticas y morales. El intelectual reflejó la misma
posición; fue al mismo tiempo un político, un burócrata y un
polrglota de "elevada cultura", adoctrinado en las virtudes
morales de la tradición confuciana. El universalísmo confu-
ciano definió al mismo tiempo lo que significaba ser un inte-
lectual y lo que era el objeto de la búsqueda intelectual. El
gobierno imperial era el símbolo institucional y el guardián
de la tradición cultural; el aparato burocrático-intelectual fue
la forma organizacional a través de la cual podía mantenerse
la tradición.
La debilidad central de semejante percepción fue su incapa-
cidad para reconocer las contradicciones de intereses dentro
del todo. El culteranismo caracter1c:tico de la noción tradi-
cional de Estado implicó un absolutismo moral que era auto-
existente: existió por su valor (que implicaba superioridad), y
contuvo valor porque existió, en un dominio que recuerda la
Idea Platónica. Las amenazas externas al poder dinástico se
habían desviado mediante la asimilación cultural, pero eso no
podra repetirse con el colonialismo del siglo XIX. Antes bien,
el efecto de la presencia occidental fue el de quebrar el cultu-
ralismo confuciano, e ir remplazándolo, a través de etapas,
por un nacionalismo que consideraba a la nación, diferente
del Estado tradicional, como el objeto de su práctica intelec-
tual. Sin embargo, hasta fines de 1890, el objetivo de lamo-
dernización y de la reforma seguía siendo el Estado de la tra-
dición; el Estado pudo llegar a ser ese objeto en la medida en
que se identificab~ con el universalismo confuciano. En el
26 El sangang w11chang se refería a los "tres lazos" de sumisión entre el súbdito y
el gobernante, el hijo y el padre, la esposa y el esposo, y a las "cinm constantes" del
código moral para un comportamiento "correcto'·: ren (benevolencia), yi (rectitud),
li (propiedad), h11i (sabiduría) y xin (confianza).

40
EV ANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 389

pensamiento de Kang Youwei, China, el Estado, la nación y


el pueblo eran por igual un todo indivisible, tal como lo de-
mostraba su gran esquema de la historia. Primero vino la épo-
ca del ''desorden''; en segundo lugar, la época de ''la paz
que se acerca" (taiping), sinónimo de la "gran unidad" (da-
long). En la última fase, todas las desigualdades serían aboli-
das, los gobiernos desaparecerían, y los hombres vivirían en
hermandad, felicidad y armonía. 27 El legado de la fórmula ti-
yong fue más que evidente, y el absolutismo del idealismo
datong continuó haciendo contradictorio el significado de la
reforma. El mito confuciano de la "gran unidad" no pudo
asimilar el cambio político estructural sin quedar en evidencia
como una ingenua falacia. La prueba descansa en la incapaci-
dad (predeterminada) del emperador -la personificación del
mito- para amalgamar todos los intereses, en 1898.
Los intelectuales del movimiento reformista comenzaron su
intento con los beneficios (sic) de una educación confuciana.
El objeto de su intento entró, sin embargo, en conflicto fun-
damental. con lbs valores políticos asumidos por ellos. Así, im-
buidos de los supuestos de la ideología tradicional, esos inte-
lectuales que intentaban encontrarle soluciones a la crisis de
China, se vieron objetivamente exigidos a renunciar a su he-
rencia. La adhesión intelectual (y sin duda psicológica) al pa-
sado inhibió el cabal reconocimiento de la China como una
nación entre otras, o como una nación asediada por las contra-
dicciones internacionales. La tradición exigió que el objeto de
preocupación siguiera siendo toda la China, pues si China co-
mo "todo bajo el cielo" era destruida, China no existiría
más.
Se ha señalado en otras partes que el principal resultado
claro de la experiencia reformista en 1898 fue el de acelerar el
proceso ya existente de -división y desintegración de China; y
que estos mismos efectos atomizantes influyeron en contra
del surgimiento del movimiento nacionalista. 2H Esta apre-

27 La teoría de la historia de Kang Youwei fue esbozada en el Datong Sh11 (El


Libro de la Gran Unidad). Su primer borrador data de 188~; en 1893 Kang hizo una
versión casi completa para sus discípulos, pero no se publicó en su totalidad sino has-
ta 193~.
28 Por ejemplo, cf Esherick, Joseph W. Reform anfi Re11oÚIIion in China: The,

41
390 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3, 1983

ciación, aunque cierta en algunos aspectos (por ejemplo, en el


aumento del faccionalismo burocrático, en el incremento de
la actividad comercial e industrial privada, en un intento por
volver ineficaz el control central) es demasiado limitada. Uno
de los impactos más importantes del fracaso de la Reforma de
los Cien Días fue el de polarizar las divisiones dentro de la in-
telligentsia. En el sector "progresista", un amplio rango de
teorías políticas diferentes, y con frecuencias contradictorias,
se impuso sobre las teorías de los reformadores de 1898, como
representación de la amplitud del espectro social y político oc-
cidental. Las contradicciones entre las "nuevas escuelas" de
pensamiento desafiaron en apariencia la meta de unidad,
esencial para la formación de un movimiento nacionalista.
Sin embargo, simultáneamente a esto, la necesidad de una
reforma política se transformó en el punto de partida para
una nueva generación de intelectuales. La justificación de esa
necesidad era irrelevante. Las tendencias hacia el incremento
de las diferencias políticas estaban contenidas dentro de un
nuevo marco ideológico; eran expresión de lo que habría de
convertirse rápidamente en una búsqueda nacionalista co-
mún. Así, el fracaso del movimiento de reforma fue un retro-
ceso temporal en el proceso de transición hacia una nueva vi-
sión nacionalista. Su impacto fue lo que aceleró ese proceso.
Quedan aún muchas preguntas por contestar: ¿En qué me-
dida es posible aislar el impacto intelectual y político de 1898,
de otros factores más ''materiales''? ¿Qué significación habría
que darle a ese impacto, al analizar las razones del vigoroso
apoyo que ganaron las nuevas ideas reformistas y nacionalistas
entre 1898 y 1911? En 1905 se abolió el sistema tradicional de
exámenes, cercenándose así los fundamentos ideológicos y eco-
nómicos de la lealtad intelectual a la dinastía. Se estableció un
Ministerio de Educación para establecer escuelas e institu-
ciones de ''nuevo aprendizaje''. Se llevó a cabo la moderniza-
ción militar y, en 1908, se introdujo un rudimentario proceso
electoral como una concesión ante las amplias demandas de
un parlamento constitucional. Por lo tanto, en una década, lo
que hasta entonces se había descartado por sacrílego, ahora se
1911 RevolutÚJn in Hunan y 1-lubei. Berkeley, Los Angeles y Londres, Univt·rsity of
California Press. 1976.

42
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 391

garantizaba (parcialmente) bajo los auspicios oficiales, en res-


puesta a la presión pública. ¿En qué medida el reformismo de
la década de 1890 tuvo un efecto autónomo sobre estos de-
sarrollos? ¿Qué conclusiones se pueden derivar acerca de la
naturaleza de la transición intelectual en esta etapa?
Dado el contexto de la reforma -la evidencia material de
la ''declinación'' de China desde las primeras décadas del
siglo XIX en adelante-, la reacción intelectual y política tar-
dó en responder adecuadamente. Ya se ha visto que las ten-
dencias, entre 1840 y el cambio de siglo, presupusieron no
tanto un proceso de reforma (como cambio de y dentro de las
estructuras e instituciones estatales), como una adhesión .a lo
que ya existía. Sin embargo, después de 1898, la reforma se
transformó rápidamente en el punto de partida de un amplio
rango de intelectuales comprometidos con las mismas metas
generalizadas. Pasó del. nivel del pensamiento político a la
práctica. Esta transformación estuvo ampliamente determina-
da por dos factores: primero, el fracaso del movimiento de re-
forma puso en claro el anacronismo ideológico de los refor-
mistas. La reforma ya había superado la dicotomíaOriente-
Occidente, pero la ambivalencia de los dirigentes acerca de sus
implicaciones aniquiló la posibilidad de éxito. La reforma se
siguió caracterizando por la antigua contradicción entre el sig-
nificado y la meta del cambio. La supresión violenta de la ac-
tividad reformista en 1898 enfrentó a sus sucesores con el
problema de resolver esa contradic.ción. La tragedia del expe-
rimento de 1898 exigió que toda la noción de reforma fuera
examinada, específicamente el problema de qué era necesario
reformar. Durante el proceso, la estructura estatal misma se
transformó en objeto de ataque. Los intentos por cambiar ele-
mentos dentro de la estructura fueron bloqueados por los
representantes establecidos de esa estructura, y la irrefutable
urgencia de la situación china exigió una evaluación
inequívoca de cuáles eran los intereses reales que se apoya-
ban, en oposición al cambio. El significado de la reforma pu-
do así emerger de las limitaciones de la ideología tradiciona-
lista, pues una vez que se plantearon esas interrogantes, muy
pronto se hizo evidente que el objetivo de la preocupación re-
formista más temprana, modelada por" la ideología tradi-

43
392 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

cional, no era viable como base de una práctica política exito-


sa.
La importancia de esta primera etapa de la transición inte-
lectual se encuentra en la comprensión de que era imperativo
renunciar allegado de la percepción tradicional de los valores,
para responder a los requerimientos de la reforma. Si la
estructura misma del Estado iba a transformarse en el nuevo
objetivo, había que descartar su identificación como. fuente
de los valores morales y políticos: la herencia confuciana pudo
entenderse finalmente como una inutilidad política.
En segundo lugar, la ausencia de un Estado colonial facilitó
tal transición, en la medida en que no existió uña obligación
inmediata, o físicamente observable, de responderle al impe-
rialismo mediante la simple ratificación de los valores de una
identidad nacional tradicional. Esto significa que la función
nacionalista de la tradición pudo dejar rápidamente camino a
una abierta búsqueda de soluciones nacionalistas, fuera de los
límites ideológicos y políticos que imponía la tradición, como
cultura aristocrática. El contacto intelectual con Occidente yJa-
pón señaló la dirección más inmediata y factible. Para
muchos, el ejemplo de la modernización de Japón ridiculizó
los desencaminados esfuerzos de reforma en China. El Occi-
dente, y por extensión el modelo postMeiji de Japón, se iden-
tificó con el progreso, como uso y como valor; la tradición fue
condenada, y se. le consideró inseparable del conservadurismo
manchú y de la cultura aristocrática. De esa manera, la tarea
de la reforma utilizó la dicotomía tradición/modernidad; la
justificación de la reforma se transformó en un asunto del pa-
sado. La reemplazó una reforma con una concepción totaliza-
dora de la modernidad.
En contra de este cambio en la percepción de los valores de
la tradición, Michael Gasster sugirió que la reforma necesita-
ba volverse revolución para realizar sus objetivos. 2'1 La natura-
leza de la transición intelectual, como "portadora" de las
implicaciones intelectuales internas del fracaso del movimien-
to de reforma, hizo esto parte indispensable, y aparentemen-
2 '~ Cf Gasstc:r, Michad, "Rc:form and Rc:volution in China's Political Modc:rnisa-

rion", en Wright, M.C. c:d., China in Revolution. The Fim Phase. 1900-1913. Nc:w
Haven, Conn., Yalc: Univc:rsity Prc:ss, 1968.

44
EV ANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 393

te inevitable, de la búsqueda nacionalista de China. El uni-


versalismo confuciano bloqueó una verdadera comprensión
de las tareas de la reforma, precisamente porque impidió una
comprensión del cambio como representante de intereses y
propósitos diferentes y contradictorios. En efecto, bloqueó la
comprensión de la naturaleza de clase del Estado feudal. El
monarquismo constitucional de Kang Youwei podría haber
visualizado una nueva estructura política que facilitara la
representación de nuevos intereses comerciales e industriales.
Sin embargo, su inconsistencia descansó en asumir que, me-
diante la reforma política, el supuesto tradicional de la.unani-
midad de intereses entre el Estado, la nación y el pueblo
podía reafirmarse en la práctica como base de una fuerza na-
cional. Como veremos más adelante, los acontecimientos pos-
teriores a 1898 le quitaron toda relevancia a este enfoque, y
hacia 1907 los sucesores constitucionalistas de Kang Youwei
habían orientado su credibilidad política hacia la creciente
tendencia del revolucionarismo republicano. Un programa
que en 1898 hubiera sido tan radical como para provocar un
golpe por parte de las fuerzas del statu quo, llegó a identifi-
carse con la oposición conservadora en el cambiante clima in-
telectual, político y social de 1907. Las evocaciones de la cul-.
tura tradicional, de la "esencia nacional", que alguna vez
sustentaron el cambio político, se usaban ahora para obstacu-
lizar el creciente radicalismo de la época. El momentum de la
reforma inicial lo empujaba, sin embargo, hacia la revolu-
ción.
El reformismo, como una forma embrionaria del naciona-
lismo, surgió así en nombre de una preservación de la tradi-
ción. Más tarde, se pudo crit~ar a la tradición en nombre del
nacionalismo. La sustitución del Estado chino tradicional por
el concepto moderno de nación significó poder atacar a la tra-
dición si ésta estancaba el desarrollo de lo que era útil para la
nación. Los distintos acercamientos a la tradición, identifica-
dos en forma variable con los constitucionalistas y los republi-
canos, reflejaron cambios y diferencias en la ideología de cla-
se, Ambos grupos podían ser igualmente duros al condenar la
tradición; otras veces lo eran muy poco, aparentemente para
distinguirse entre sí. Sin embargo, la tradición siempre fue

45
394 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3, 1983

una problemática central de las preocupaciones reformistas; el


esquema polltico republicano la ignoró, considerándola irre-
levante. .
Las dos secciones que siguen intentan extraer algunas
conclusiones acerca de la naturaleza de los acercamientos a la
reforma y la revolución, y las consecuencias de ello, en la épo-
ca posterior a 1898. Para eso se analizarán las dos principales
actitudes hacia la tradición. Las diferencias de perspectiva
fueron notables, pero ninguna dio respuesta a la crisis de Chi-
na. Se sugiere, dentro de los términos de nuestra discusión,
que las referencias culturales impllcitas en ambos acercamien-
tos a la tradición eran demasiado ajenas a la audiencia de la
reforma como para ser efectivas a largo plazo (la5 manifesta-
ciones concretas y definidas de esto se discutirán más tarde).

Liang Qichao y el dilema de la tradición

El desarrollo intelectual y polltico de Liang Qichao ilustra


con claridad el dilema que enfrentaron los intelectuales de ese
pedodo. 31' Evidencia un proceso de transición ideológica, de-
tenido y condenado por la adhesión a la tradición. Habiendo
empezado como un radical por cuya cabeza se pagaba recom-
pensa, Liang Qichao terminó como un conservador incapaz
de aceptar la trascendencia y necesidad de un cambio radicaL
Lo irónico de su posición se debió a la historia, pues lo que era
relevante según las condiciones del comienzo de su carrera pa-
só a tener poca relación con el clima político postetior. Sus
orígenes intelectuales lo condenaron al anacronismo, pues
orientaron su desarrollo intelectual alrededor de un núcleo in-
mutable -el continuum que unió las diferentes etapas de su
vida-: el pasado de China.
Levenson ha señalado que no debemos considerar a Liang
Qichao como un microcosmos, ''con toda la China moderna
encerrada en su mente arquetípica" Y En oposición a eso,
111 Liang Qachao ( 1873-1'.12'.1) fue el más cercano de los disdpulos de Kang Youwei
en el periodo de la reforma. Al igual que Kang, procedia de una familia de erudi10s
de Guangdong, pero miemras las ideas reformistas de Kang tuvieron que .evolu-
cionar a partir de una educación clásica, la educadón de Liang en esas ideas implicó
que su mmprcnsión de la reforma pudo tener implicaciones más :1mplias.
·11 Levenson,J.R., Liang Ch 'i-ch '.zo and the llfind of Modem Chi11.z, op. cit .. p.(,_

46
EVANS: TRANSICION INTELECTUAL 395

Huang sostiene que "la vida intelectual de Liang representa


un caso microcósmico del retroceso de las líneas defensivas del
confucianismo en una China que se occidentalizaba" .H Sea
cual fuere la opinión, muchos estaban en desacuerdo con él.
Pero sus opositores, así como otros reformistas, se pueden
incluir en su historia, porque ésta explica mucho más que su
propio fracaso; en verdad, contiene algunas de las claves para
comprender el eventual éxito de la revolución sobre la refor-
ma.
La vida de Liang Qichao se puede dividir en tres períodos
principales. 11 El primero comprende la etapa de su estrecha
relación con Kang Youwei hasta su traslado a Japón, luego
del abortado final de la Reforma de los Cien Días. Liang in-
tentaba repensar la tradición confuciana como para incluir en
ella lo que había de válido en Occidente, a fin de hacerle
frente a Occidente. Fue ésta una preocupación impuesta al
mismo tiempo por condiciones externas e internas. Una reali-
dad cambiente lo alejaba forzosamente de su tradición
histórica y lo obligaba a separarse de ella, pero su adoctrina-
miento le insinuaba que el valor de ese cambio sólo se podía
justificar a la luz de esa tradición. Liang se vio atrapado por la
historia, a pesar de la etiqueta de '' occidentalizado'', y la me-
moria de la historia de China dependió así de racionaliza-
ciones para "sofocar" las diferencias entre China y Occidente
"en una corriente de continuidad china" .H De acuerdo con
el modelo de Kang Youwei, el camino para descubrir en la
tradición nociones tales como ciencia, democracia y libertades
individuales lo ofrecía la reinterpretación del confucianismo.
La causa de los males de China podía encontrarse, por lo tan-
to, en una falta de reverencia hacia las palabras de los clásicos;
la mala interpretación de su sentido había oscurecido sus valo-
res.
De principio a fin, el problema era salvar a China de las
·11 Huang. P. C., Liang Ch '/-eh 'ao and Modern Chinese Liberlllism, University of
Washington Press, Seattle y Londres, 1972, p. 8.
H ~sta es la periodización de la carrera de Liang Qichao que hace Levenson en
Liang Ch 'i-ch 'ao and lhe Mind of Modern China. En general, es aceptada por otros,
como por ejemplo. Huang. P. C.. en Liang Ch'i-ch'ao and Modern Chine.re Libera-
lism, op. cil.
14 Levenson, J. R., Confucian China and ils Modern Fale, op. cit .. p. 8.

47
396 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

imputaciones de fracaso, pues admitirlo significaba la destruc-


ción del objetivo de la búsqueda de üang. Si cultura y civili-
zación se consideraban las unidades de comparación con Occi-
dente, eso sólo podía lograrse presentando las innovaciones
políticas occidentales bajo el manto de la autoridad clásica. La
perspectiva panasiática que Liang adoptó luego de su viaje a
Japón, como consecuencia del golpe en palacio, en sep-
tiembre de 1898, podría incorporarse fácilmente a esas ra-
cionalizaciones. Por una parte, ilustra el gran atractivo que el
Japón Meiji ejerció sobre muchos pensadores chinos de fines
de siglo, pero también revela una de las principales razones
de ese atractivo. Los ideales supranacionalistas del panasianis-
mo consideraban a la cultura y a la raza, más que a la nación,
como objetos de su lealtad. "üang pudo aceptar un ideal se-
mejante, en parte a causa de su inclinación confuciana a darle
mayor énfasis a la herencia cultural que a la entidad política,
y en parte a causa de que no vio ninguna amenaza contra la
integridad nacional de China, en esta visión utópica" .n Pron-
to se comprendió que el panasianismo podía usarse para ra-
cionalizar el expansionismo militar japonés, pero en 1898
eran muy claros sus lazos con los enfoques tradicionales, en
contra del imperialismo occidental.
El fracaso de la Reforma de los Cien Días y la promulgación
de penas de muerte para sus dos exponentes principales,
Kang Youwei y Liang Qichao, no le dejó a Liang otra alterna-
tiva que alterar su análisis de las causas de los males de China.
Las reformas planteadas en nombre de la tradición se en-
contraron con la oposición represiva del sector más interesado
en preservarla: la casa imperial. No pudo haber una indica-
ción más clara de que la China que constituía el foco de las. re-
formas de Liang, no era el benevolente estado confuciano de
sus reinterpretaciones filosóficas. Su primer intento de afir-
mar la equivalencia de China con Occidente había fallado. Su
segundo intento, entre 1898 y 1919, fue prescindir, en apa-
riencia, de los presupuestos culturalistas del primero, recha-
zando la tradición en nombre de la nación. La transición de las
lealtades culturalistas a las nacionalistas comenzó con el fraca-

n Huang, P. C., op. út., p. 49.

48
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 397

so intelectual y político de su sincretismo inicial, orientado a


apoyar el continuo universalismo del Estado chino tradi-
cional. Frente a las cambiantes condiciones materiales, la na-
ción tuvo que reemplazar a la cultura como unidad de compa-
ración con Occidente. Así, se pudo rechazar la primera bús-
queda de equivalencia entre civilizaciones, haciendo que la
nación, y no la cultura, fuera el punto de conflicto.
De esta manera, el antitradicionalismo fue el nuevo punto
de partida de Liang. La tradición "pudo ser desdeñada para
fortalecer a la nación, porque la nación, y no la cultura, era la
unidad de equivalencia" Y· Sin embargo, la capacidad de
Liang para rechazar la tradición y reconocer que China no era
un mundo sino una nación entre otras, sólo fue posible cuan-
do se vio acompañada de un rechazo similar de la noción de
civilización europea. Continuó la búsqueda de equivalencias.
Si defender la reforma significó rechazar el pasado de China,
también el desarrollo occidental tuvo que atribuirse al recha-
zo de la tradición occidental. Este nuevo giro fue apoyado ci-
tando ejemplos tales como Lutero, Bacon, Descartes y otros.
La racionalización de Liang en esta segunda etapa puso fin
a su breve flirteo con el Tong Meng Hui de Sun YatsenY
Después de ser uno de los primeros en abogar por la refJJrma
constitucional y la abolición del sistema de examen imperial,
su antitradicionalismo lo condenó a una posición reacciona-
ria frente a los revolucionarios del momento. El llamado de
unión de los primeros revolucionarios fue el antimanchuismo,
no un simple antitradicionalismo. Liang rebatió esto sugirien-
do que entre los Manchú y los Han no existían diferencias ob-
servables, y que la conclusión lógica del antimanchuismo iba
en contra de todas las minorías chinas. Subyacente a esta ar-
gumentación se encontraba, sin embargo, una profunda
antipatía hacia la revolución, un término y un acontecimiento
que implicaban un quiebre con el pasado imposible de ser
asimilado emocionalmente. Su voluntad de absorber y cam-
biar conceptos a luz de las variables condiciones materiales es-
36 Levenson,J.R. Litmg Ch'i·ch'110 . .. op. cit., p. 101.
37 El Tongmeng Hui fue fundado por Sun Yatsen en Japón, en 1905. Fue la prin·
cipal organización de la revolución de 1911. Liang Qichao tuvo una asociación breve
y ambigua con ella en Japón, en sus primeros aiios.

49
398 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

tuvo circunscrita por sus lazos emocionales con el pasado. La


transición ideológica pudo haber empezado, pero la bús-
queda permanente de una conciliación entre lo intelectual y
lo emocional impidió que fuera completa.
Esto quedó finalmente claro en la tercera y última etapa de
su carrera. La Primera Guerra Mundial le dio la oportunidad
de articular otra vez las obsesiones que su antitradicionalismo
había oscurecido. Le dio la posibilidad de reafirmar la básica
superioridad moral de China frente a Occidente. La válvula
de seguridad implícita en su primera sustitución de unidades
de equivalencia le permitió ahora regresar a una posición no
muy lejana de la de Zhang Zhidong en 1890. Dentro del mo-
delo de la fórmula tiyong, la Primera Guerra Mundial era un
símbolo de la degradación moral de Occidente, y la
"esencia" china podía reafirm3rse, incluso reconociendo la
"utilidad" del materialismo occidental. De esa manera, se
restauraba la tradición china. Pero su objetivo había cam-
biado. Antes se había usado para detener la marea de protesta
social y la revolución.
Liang fue incapaz de realizar la transición ideológica necesa-
ria para encontrarle una solución nacionalista a las necesidades
de China. Esa incapacidad y falta de voluntad pa_ra descartar
el culturalismo de su educación hizo que la asimilación de lo
tradicional, dentro de las innovaciones, fuera siempre un te-
ma más importante que las exigencias de una nación moder-
na, bajo la presión imperialista. Su retorno a la simplista
dicotomía materialista-espiritual, luego de la Primera Guerra
Mundial, contradijo su aparente deseo de romper con los va-
lores tradicionales del período medio. El valor ele China eles-
cansa en su legado ele/ pasado, en la supen'oriclacl que le clan
sus instituciones y su ideología tradicionales. Para Liang
Qichao, la nación siguió siendo esencialmente una entidad
cultural; si bien no era el mundo, seguía siendo el centro del
mundo. incluso aunque fuera de una dimensión más pe-
queña que en la tradición. Incapaz de restructurar en forma
fundamental su perspectiva del Estado chino, su reformismo
lo máximo que hizo fue ofrecer un modesto cambio dentro
del marco existente. Un cambio fundamental de la estructura

50
EVANS: TRANSICION INTELECTUAL 399

no se podía reconciliar con su necesidad de afirmar el conti-


nuo valor de la tradición.
Esto tuvo serias consecuencias, tanto para el destino indivi-
dual de Liang como reformista, como para el destino del re-
formismo en general. Su búsqueda de una equivalencia con el
Occidente le negó la posibilidad de ver las contradicciones y
divisiones, la heterogeneidad de China, la nación y el Estado.
A lo largo de las diferentes etapas intelectuales de su vida,
China siguió siendo un todo unificado. Admitir divisiones
dentro de ese todo hubiera implicado negar cualquier punto
de equivalencia con Occidente. La falacia de su argumenta-
ción está en identificar la cultura confuciana, una cultura aris-
tocrática, con los intereses culturales, políticos y morales de la
nación como un todo. La persistencia del universalismo tradi-
cional en su pensamiento limitó su búsqueda nacionalista a
asuntos de índole política y cultural. Sólo se pudieron poner
los eslabones sociales y políticos cuando se reconocieron las di-
visiones y contradicciones dentro de la sociedad china. Y, tal
como lo ha señalado Huang, Liang descartó la realidad de la
contradicción de las clases y del análisis de clase, al sostener
que en China no existía una división en clases similar a la de
Occidente, y que los futuros conflictos entre capitalistas y
obreros podían resolverse simplemente "mediante el espíritu
de coopt·ración y el camino medio". 18 Un reconocimiento de
esa contradicción implicaba el rechazo de la relevancia que
podía tener la preocupación general de Liang sobre la tradi-
ción. En una perspectiva histórica, ésta fue la .condición que
permitió que la transición intelectual se acercara más a la re-
alización del objetivo de la reforma.
El esquema anterior acerca de Liang Qichao es insuficien-
te para demostrar dos puntos principales. Primero, que a lo
largo de su carrera intelectual y política, el valor, la función y
la aplicabilidad de la tradición y la cultura se identificaron por
completo con una disyuntiva muy simple: aceptación o recha-
zo. La obsesión de Liang con el asunto de qué hacer con la
cultura, manifestada en la pasión con que trataba el tema, le
negó la posibilidad, incluso la capacidad, de realizar una apre-

3H Huang. P. C.. op. cit .. p. 58.

51
400 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

ciación objetiva de qué elementos, dentro de la tradición,


podían servirle funcionalmente para la causa de la reforma so-
cial y política. Lo mismo que con sus conceptos de Estado y
nación, tradición y cultura fueron vistos como totalidades ho-
mogéneas. Estos eran inseparables de la cultura aristocrática,
la ideología de la clase gobernante del imperio anterior. La ló-
gica de esto conduce al segundo aspecto fundamental de su
pensamiento: tal sincretismo, tal dualismo simplista, condu-
jeron inevitablemente a que el rechazo de la tradición, propio
de su segunda etapa, no pudiera incorporar un programa
político culturalmente aceptable, o posible, dentro de las
condiciones prevalecientes. El rechazo a la tradición iba a la
par de una inequívoca adopción del positivismo occidental,
un elogio tercamente invertido de los logros occidentales en el
proceso civilizatorio de la raza humana. En un ensayo escrito
en 1901, Liang señaló que sólo "los blancos", en el curso de
la historia humana, ''fueron capaces de difundir wenming '' y
wenming era "el proceso universal del mundo moderno" . 3''
La consecuencia fue una comprensión de la reforma dema-
siado ajena al pensamiento progresista chino contemporáneo,
como para ser tomada en cuenta seriamente. La influencia de
Liang en la difusión de las ideas políticas occidentales fue
enorme, incluso en esta etapa. Sin embargo, como práctica
política, ya había sido superada por los revolucionarios re-
publicanos de Sun Yatsen, precisamente poque estos últi-
mos no sólo fueron más flexibles para adaptarse y reflejar las
demandas de una respuesta nacionalista al imperialismo, sino
también porque pudieron asimilar y explorar -en una medi-
da no insignificante- ciertas configuraciones culturales de la
tradición popular china. En contraste con esto, como
ideología política, lo inadecuado del revolucionarismo de Sun
puede atribuirse a la misma cortedad de visión al interpretar
la cultura tradicional. que tuvieron los fallidos intentos de
Liang.
Dentro del contexto de la transición intelectual, la signifi-
39 Huang, P.C. ibid., p. 56. Wenming ~un concepto difícil de traducir, puestn
que no existe un equivalente exacto en inglés. Significa civilización, o civilizado,
cuando se usa como adjetivo, pero cubre un rango más amplio de conceptos que el
término inglés. pues incluye.cultura. tradición y moralidad.

52
EV:\:-.:S: TRANSICIÓN INTELECTUftl 401

cación de Sun Yatsen fue de naturaleza dual: por una parte,


él representó un movimiento hacia la síntesis cultural que ca-
racterizó la culminación de la transición intelectual en este
período; y por la otra, su función fue la de ilustrar uno de esos
efímeros períodos del proceso revolucionario en que el extra-
ñamiento cultural de su audiencia al mismo tiempo estimuló
y condenó su propia versión de la revolución.

Sun Yatsen y la irrelevancia de la tradición

Entre 1900 y 1906, surgió una nueva generación de intelec-


tuales que habría de dominar progresivamente la escena
política; una generación de estudiantes educados en el
extranjero y en las nuevas escuelas; una generación que actuó
a través de panfletos radicales, mítines y demostraciones para
propagar un nuevo nacionalismo. En parte, esta generación
estaba ampliando las enseñanzas del experimento de 1898;
en este aspecto, su aparición política fue el resultado de las
influencias intelectuales y políticas inherentes al fracaso del
Movimiento de Reforma. Desde otro punto de vista, sin em-
bargo, el creciente radicalismo del movimiento estudiantil
fue una consecuencia de la supresión oficial de la protesta an-
tiimperialista. Tal fue el caso de Hunan, por ejemplo. 411 En es-
te período, el nacionalismo estaba muy lejos de ser un con-
cepto homogéneo. Los factores regionales fueron básicos para
definir diferentes áreas políticas de actividad nacionalista,
mas hacia 1905, la rama del republicanismo revolucionario de
Sun Yatsen y el nacionalismo antimanchú dominaban clara-
mente la escena. En cuanto a la ideología política, ésta le de-
bió más a influencias externas en las corrientes intelectuales
dentro de China, que a las implicaciones internas de la expe-
riencia de la reforma. Este hecho fue decisivo para determinar
su destino.
La relación de Sun con el pensamiento político occidental y
con eLcristianismo comenzó con su educación en Hawai, don-
de el director de su escuela, el obispo Willis, era un ferviente
~o Cf Esherick, Joseph W .. Reform tZnd Revolution in China: The 1911 Revolu·
tion in Hunan and Huhei, Berkeley, Lo~ Angeles y Londres, University ofCalifornia
Press. 1976.

53
402 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3, 1983

antinoneamericano y antianexionista. Luego de su retorno a


su aldea canJonesa por un período muy breve, Sun se fue a
Hong Kong, luego a Honolulú, y de vuelta a China antes de
decidir su traslado al recién inaugurado Colegio de Medicina
para ChinosenHong Kong, en 1887. Quien estableció el Co-
legio fue el doctor Ho Kai (He Qi, 1859-1914), quizás el pri-
mer contacto de Sun con aquellos que intentaban modernizar
China según ·lineamientos occidentales. 41
Existen cier.tos desacuerdos en cuanto a la naturaleza del
compromiso pol1tico de Sun durante los cinco años que pasó
en Hong Kong. Los historiadores del guomindang tienden a
sugerir que para la guerra sino-francesa de 1895 era un confir-
mado revolucionario. Muchos académicos del continente le
dan más importancia a sus tendencias reformistas. 42 Sin em-
bargo, su oposición al régimen manchú era absoluta, y en
1893 dio nueva vida a un antiguo grupo de discusión, con la
meta de formar una organización antimanchú bajo el nombre
de Xing Zhong Hui (Revivir la Sociedad China). Fue el editor
de un suplem~rito chino que apareen en un semanario portu-
gués publicado en Macao, y que circulaba entre los chinos de
ultramar, del cual se dice que difundn una virulenta propa-
ganda antimanchú. 4J
Parece que antes de 1894 la visión poUtica de Sun no
difern sustancialmente de la corriente principal de la refor-
ma. En un documento que preparó para Li Hongzhang a fi-
nes de 1893, la argumentación de Sun sugern, de una mane-
ra que recordaba a Feng Guifen, que la fuente de la riqueza y
el poderlo occidentales no estaba en los barcos de guerra y las
armas sino en la óptima utilización del talento humano, lato-
tal explotación de la tierra y las materias primas, y el flujo
irrestricto de mercancns. 44 Sin embargo, después de 1894, se
separó de los canales de la reforma, reconocidos oficialmente,
para comprometerse en actividades revolucionarias a través de

41 Bta es la estimación de Harold Z. Schiffrin en S11n Yatsen 11nd the Origins of


lhe Chinese Revolulion, Berkeley y los Angeles, University of California Press,
1968.
42 Schiffrin, H.Z., ibid., p. 22.
4 3 Schiffrin, H.Z., ibid., p. H.
44 Schiffrin, H.Z., ibid., p. 36.

54
EV ANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 403

una alianza de jóvenes intelectuales descontentos, chinos de


ultramar y sociedades secretas. El Xing Zhong Hui, consti-
tuido en 1894, se transformó así en la principal alternativa or-
ganizada al movimiento de reforma de Kang Youwei.
La fundación de la Tongmeng Hui (Alianza Revoluciona-
ria), en 1905, consolidó la posición de Sun Yatsen como el
fundamental expositor de la revolución republicana. Los
eventos de ese año le dieron la oportunidad de crear una
nueva combinación revolucionaria a partir de los elementos
dispares que no aceptaban más la autoridad manchú. Ese fue
el año en que el gobierno'respondió a las presiones por el es-
tablecimiento de un gobierno constitucional al cabo de doce
años. La emperatriz Dowager Zi Xi aceptó enviar una comi-
sión al exterior para investigar sistemas constitucionales
extranjeros. En agosto, Yuan Shikai propuso la abolición del
tradicional sistema de exámenes, y ya hacia septiembre el tro-
no había aceptado. Ahora la modernización se consideraba
como un medio para facilitar la centralización del poder esta-
tal, de acuerdo con el modelo japonés. Sin embargo, en lugar
de revivir la autoridad imperial, las reformas abrieron camino
a una oposición inmediata pues, tal como lo ha señalado
Esherick, el peso financiero de las reformas, añadido al ya
enorme déficit, fue soportado por el campesinado y el
pobrerío urbano. La retórica de minquan (derechos popula-
res) acompañó todos los pedidos de reforma, pero enmascara-
ba la "realidad de un poder aristocrático intensificado" . 4 ~ El
antimanchuismo popular, el nacionalismo, las presiones
centrífugas de los sectores comercial, industrial e intelectual y
un amplio descontento social hicieron imposible un tránsito
fácil hacia la reforma desde arriba. Informes acerca de actos de
vandalismo cometidos por bandidos, revueltas a causa de los
impuestos, levantamientos de sociedades secretas, huelgas in-
dustriales y brotes antiextranjeros inundaron Pekín. La activi-
dad antiimperialista se intensificó a medida que los efectos
económicos del imperialismo se extendían hacia el interior. La
incipiente burguesía nacional resintió la competencia extran-
jera, y la presencia física del colonialismo en las áreas costeras
4~ Esherick, Jo~ph W., op. cit., p. 106.

55
404 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

significó un blanco adecuado para las quejas populares. En el


verano de 1905, los comerciantes y estudiantes chinos lanza-
ron el boicot antinoneamericano para protestar contra las le-
yes de exclusión norteamericanas.
Dentro de este marco, la nueva élite educada repudió el es-
fuerzo reformista oficial. Edictos oficiales contra la actividad
literaria y política "subversiva" traicionaron el intento de
alentar la industria moderna y la educación. Los estudiantes
en Tokio y en China consideraban los logros de Japón en la
modernización política y económica como el ejemplo para el
futuro de China, y antes de que hubiera transcurrido un año,
también pudieron contemplar el ejemplo de la revolución en
Rusia. Un disperso conjunto de soluciones políticas encontró
expresión al formarse muchos grupos y organizaciones
políticas diferentes, pero lo que se identificaba claramente co-
mo el lazo de unión entre todos era el antimanchuismo. Por
otra parte, el republicanismo, tal como estaba estructurado en
el programa de Tongmeng Hui, se transformó en el símbolo
de un compromiso político aparentemente unificado. Puesto
que estaba asociado a las exigencias de la acción, sus primeros
éxitos se derivaron, por una parte, de intentos por explotar la
tradicional antipatía popular contra la "bárbara" dinastía,
entre sociedades secretas tales como la Tríada y la Gelao Hui,
y por la otra, de sus extensos contactos con extranjeros, frente
a los cuales Sun presentó a los manchú como el obstáculo que
impedía el acercamiento con Occidente.46 Además, también
incluyó al antimanchuismo estudiantil bajo su manto. Para los
estudiantes, los manchú eran responsables de las conci-
liaciones con Occidente, al permitir la crisis económica y social
de las áreas urbanas. Así, mientras para algunos el republica-
nismo de Sun Yatsen era apenas algo más que un programa
de acción para derrocar al gobierno manchú, para los estu-
diantes significó la respuesta política del nacionalismo an-
tiim perialista.
46 El nacionalismo de Sun Yatsen en esta etapa sólo fue objetivamente antiimpe·
rialista, en la medida en que los intereses imperialistas apoyaban, en parte, al gobier-
no manchú. En términos subjetivos, Sun comprendió que la destrucción del gobier-
no manchú era la condición para un contacto económico y político mayor con Occi-
dente.

56
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 405

Ya desde el principio, el mensaje político de Sun Yatsen se


caracterizó por una actitud ambivalente hacia los valores cul-
turales. Para el momento de la formación del Xing Zhong
Hui en 1894, Sun Yatsen, entre los otros líderes del movi-
miento republicano, se abstuvo de exponer un programa
político definido en el manifiesto de la organización. Sin em-
bargo, debido a las implicaciones y la proyección de un senti-
miento personal, clamó por un esfuerzo nacional unificado
hacia la modernización y la reforma política, Sto importar que
fuera a expensas de la cultura tradicional. En contraste, los
medios organizativos puestos en práctica para lograr tales fi-
nes carecían de la menor visión crítica frente a los supuestos
de la tradición. El consecuente dualismo, incluso utilitarismo,
del acercamiento de Sun Yatsen a las formas culturales
indígenas; su asimilación de ciertos elementos culturales
dentro de su dimensión organizacional, pero el rechazo total
de su valor cognoscitivo, se hizo así evidente en las etapas for-
mativas del movimiento republicano. Y, tal como lo de-
mostrará la discusión que sigue acerca de la filosofía política
de Sun, la conocida dicotomía de tradición versus moderniza-
ción, entendida como una simple alternativa entre valores
político-culturales, no podía proporcionar la flexibilidad de
respuesta requerida para atraer, influenciar y transformar los
elementos sociales tradicionalistas del movimiento republica-
no sobre bases a largo plazo. La división entre tradición como
organización, y tradición como conocimiento y valor presentó
un obstáculo irresoluble para el desanollo exitoso del movi-
miento republicano. En términos organizativos, el empleo
del apoyo estructural disponible entre las sociedades secretas,
y la capitalización de su tradicional antimanchuismo en apoyo
de la revolución naciomlista no pudo revolucionarla ipso jac-
to. Ni tampoco la imposición de un programa político que ig-
noraba las realidades políticas de la audiencia del republica-
nismo que podían proporcionar la dinámica ideológica inter-
na necesaria para consolidar las dimensiones populares de un
movimiento nacionalista. El rechazo de la tradición no pudo
resolver el problema de qué hacer con ella dentro del proceso
de transformación social.
El San Min Zhuy1 (Tres Principios del Pueblo) contenía la

57
406 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

totalidad del programa politico de Sun para la reconstrucción


políticaY El primero, el Principio del Nacionalismo, se adop-
tó hacia 1894, en la época de la reorganización del Xing
Zhong Hui. Se refería casi por entero al derrocamiento de los
manchú y de la estructura dinástica. El antiimperialismo co-
mo objetivo del naciOnalismo brillaba por su ausencia. Así,
en 1912, cuando se produjo la abdicación del emperador
manchú, Sun pudo proclamar que ese objetivo se había alcan-
zado, y cuando se organizó el Partido Revolucion3Jio Chino,
en 1914, él pudo definir sus metas como la realización de los
principios de la democracia y de la subsistencia del pueblo,
sin mencionar el nacionalismo. En este período, el énfasis de
Sun en las relaciones internacionales se centraba en la coope-
ración con los poderes imperialistas, a fin de promover los
mutuos intereses económicos y políticos a través de la expan-
sión del comercio y para modernizar China con capital extran-
jero. Sólo luego que las implicaciones de la actividad impe-
rialista en China se hicieron claras durante y después de la Pri-
mera Guerra Mundial, Sun afirmó que todavía debía alcan-
zarse el Principio del Nacionalismo. Para 1924, su postura
abiertamente antiimperialista proporcionó una de las bases
políticas para la alianza con el Partido Comunista, en el pri-
mer frente unido.
El segundo principio estaba relacionado con el problema de
la democracia y la estructura del Estado. Constituía la parte
de su programa que se identificaba en forma más notoria con
la práctica política occidental. Basada en un análisis de la ex-
periencia occidental, la democracia aparecía como un concep-
to algo vago, asociado ampliamente a nociones de igualdad
de oportunidades y de estatus político, y que sólo podía al-
canzarse sobre la base de una estructura gubernamental sujeta
al control popular y sensible frente a la voluntad popular.
Utilizando uña metáfora de la experiencia de la democracia
burguesa occidental, Sun comparó los gobiernos con las in-

4 - El San Min Zh11yi (Tres Principios dd Pueblo) se: expuso primero t"omo un
programa integrado a fines de: la década de: 1890, cubriendo los principios del Na-
cionalismo, la Democracia y la Subsistencia del Pueblo. En 1921 fue: reinterprerado
para incorporar una cantidad de elc:mc:mos politicos más radicales, lo que: hizo po-
sible:, c:n 1924, una alianza.con el Panido Comunista Chino.

58
EVANS: TRANSICION INTELEC..TIJAL 407

dustnas modernas, el presidente y su equipo con los gerentes


y expertos, y el pueblo con los accionistas, que retenían el
control sobre el presidente pero sin interferir en la gestión. 4"
Para implementar esta idea, Sun propuso una constitución
con cinco poderes, siendo su meta crear un aparato estatal po-
deroso, libre de la dominación de cualquiera de las ramas.
Una de las críticas que esgrimió contra la práctica guberna-
mental de Occidente se relacionaba con el dominio del poder
legislativo, lo cual, desde su punto de vista, obstruía el fun-
cionamiento democrático del gobierno. Su propuesta de divi-
dir el gobierno en los poderes ejecutivo, legislativo, judicial,
examinativo y censorial estaba orientada a balancear la distri-
bución del poder administrativo. En contraste, el poder sobe-
rano iba a residir en el pueblo mediante el ejercicio de los de-
rechos de voto, anulación, iniciativa y referéndum: los pode-
res de la "demo-::racia directa" de Sun.
El tercer principio fue el de la Subsistencia del Pueblo;
se trataba de ''socialismo, comunismo, utopías,'', tal como
se cita que dijo Sun.·~'~ El comunismo se presentaba como
un concepto intercambiable por el de socialismo, basado en
los principios de la cooperación entre clases. En la lucha por
el mejoramiento económico y la industrialización, la confian-
za mutua y la cooperación se consideraban como esenciales
para el éxito: los efectos destructivos de la lucha de clases
podían muy bien obstruir el progreso social. "La sociedad
progresa a través del ajuste de los principales intereses econó-
micos, antes que a través del choque entre intereses. Si la
mayoría de los intereses económicos de la sociedad pueden ar-
monizarse, gran parte del pueblo se beneficiará y la sociedad
progresará''."~"
Sun propuso dos mérodos para resolver el problema de la
subsistencia: igualación de la propiedad de la tierra y regula-
ción del capital; abogó constantemente por el primer método
entre 1904 ~ 1924. Toda la plusvalía de la elevación de los
48 Tan, Ch~st~r C.. Chinese Política/ Thought in the Twenlieth Ce111t1ry, Jnc.,
Nueva York, Anchor Books, Doubleday & Company, 1971, p. 129.
49 Tan, ibiá., p. 132.
lO Citaclo en Tan, tbid., p. 134.

59
408 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

precios de la tierra irla al Estado, y la propiedad privada de la


tierra se abolirla gradualmente a través de politicas impositi-
vas escalonadas. Un discurso de 1924 sobre "Tierra para el
labrador'', se ha citado muchas veces para demostrar que Sun
adoptó la política del PCCH sobre confiscación de tierra y re-
distribución. Parecerla, sin embargo, que Sun consideraba
eso demasiado radical; insistió en que el problema de la tierra
debía resolverse gradualmente, para beneficiar a los campesi-
nos sin afectar la propiedad de los terratenientes.~~
En contraste con el eclecticismo un tanto simplista de la
filosofía política de Sun, su práctica organizativa demostró
una comprensión política mucho más sensible a la realidad
que la de sus seguidores. En la medida en que su audiencia
eran los pobres urbanos y los chinos de ultramar, la populari-
zación de un programa de acción que incorporara valores y
estructuras pertenecientes a la cultura popular pudo en-
contrar una respuesta.considerable. La percepción y el empleo
de la tradición popular constituían el núcleo de éxito organi-
zativo de Sun: propósitos colectivos, ideales de autosacrificio,
imágenes del líder absoluto, preocupación por consensos y
metas generales. La membresía, tanto del Tongmeng Hui co-
mo del Partido Revolucionario Chino, exigía votos de lealtad
al líder y una confesada relación de hermandad con la organi-
zación. Edward Friedman ha señalado que las ceremonias de
iniciación eran notoriamente similares a los ardides esotéricos
de las sociedades secretas, tales como las Trladas. ~ 2 Se le dio
mucho mayor imponancia a los aspectos organizativos que al
componente ideológico del movimiento revolucionario. El
énfasis en la acción reflejaba la preocupación esencial del mo-
mentq: construir un movimiento de unificación nacional; la
situación conduda más hacia las exigencias organizativas y ac-
tivistas de un movimiento nacional que hacia sus componen-
tes teóricos y filosóficos. Además, la combinación de una si-
tuación nacional y ciertas_ predisposiciones heredadas del pa-·

SI Tan, ibid., p. 139.


) 2 Para una discusión muy interesante acerca de la relación entre las sociedades
secretas y el Tongmc:ng Hui, cf. Fric:dman, E. Backward Tow.zrd Revolution: The
Chinese Revolutionary Party. Berkelc:y y Los Angeles, University of California Press,
1974.

60
EVANS: TRANSICIÚN INTELEClUAL 409

sado permitieron una actitud hacia la organizac10n que


contrastaba marcadamente con las implicaciones liberales del
republicanismo como ideología política. La centralización or-
ganizativa y política tenía más relevancia que las libertades ci-
viles, los derechos individuales y la legitimidad de los intere-
ses plurales, todos ellos asuntos centrales en la filosofo del re-
publicanismo, tal como la interpretaban los Tres Principios de
Sun Yatsen. Los lazos tradicionales que cimentaban las rela-
ciones entre el líder y la base podían servir funcionalmente al
propósito de una unidad organizativa y nacional, porque la
situación nacional exigía un énfasis en ''crear, no desafiar, un
poderoso centro nacional''. n
Según Friedman, muchas de las características de la organi-
zación tipo leninista que habría de desarrollar más adelante
el Partido Comunista Chino eran ya evidentes en el Partido
Revolucionario, mucho antes del advenimiento de la Revolu-
ción de Octubre.,.,
La Revolución de 1911 fue un paso en el extrañamiento
ideológico entre la élite revolucionaria y las masas populares.'~
EL programa político de Sun, esbozado brevemente más arri-
ba, manifestó compromisos y supuestos políticos tan alejados
de las realidades y necesidades de China como lo estaba el ses-
go aristocrático de la primera reforma. Nociones tales como
''democracia directa'' para el pueblo, representación de inte-
reses plurales ,etc., presuponían una etapa de construcción
nacional ajena por completo al faccionalismo y desintegración
política del período. Los clamores que exigían la destrucción
del gobierno manchú podían servir como metas de moviliza-
ción y apoyo financiero a corto plazo, pero no eran sustitutos
de las herramientas políticas necesarias para modelar y conso-
53 Friedman, E., ibitl., p. 1~.
54 Friedman sugiere, por implicación, que el &ito organizativo posterior del Parti-
do Comunista Chino le debió mucho a las tradiciones de un modelo altamente·
centralizado de la autoridad polrtica denrto de las organizaciónes populares.
55 Benjamfn Schwartz, en Chinese Communirm anrJ The Rise ofMiro, Cambrid-
ge, Mass, Harvard University Press, 19~2. sugirió que la alienación intelectual fue
una de las prinripales causas del surgimiento del movimiento nacionalista en China.
Esto, por supuesto, no explica el nacionalismo, en sus aspectos populares, como una
respuesta a la extendida inseguridad socioeconómica, pero sel'íala un imponante
elemento para comprender la naturaleza, con frecuencia iconoclasta, del nacionalis-
mo en sus etapas precomunistas.

61
410 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

lidar una lucha revolucionaria a largo plazo. La visión política


de Sun Yatsen no llenó esa función, ni podía hacerlo. Por un
lado, implicaba valores, supuestos y aspiraciones inseparables
de la especificidad histórica de la sociedad civil, principal-
mente valores que estaban ausentes de la configuración
cultural/ideológica de los diversos componentes del movi-
miento republicano. Por otro lado, sus dimensiones liberales
-aquellos elementos modelados en base a los logros políticos
occidentales- tenían muy poca relevancia para las necesida-
des de la unificación nacionalista. Tan sólo en términos con-
ceptuales, ellos cristalizaban la distancia cultural entre Sun
Yatsen y los otros intelectuales del republicanismo revolu-
cionario, y la base social del movimiento: el pobre urbano ca-
rente de educación, "el lumpenproletariado ribereño", las
sociedades secretas de orientación tradicionalista y los chinos
Je ultramar enfrentados con la desintegración de su tierra
madre. Presuponían, además, un proceso de aculturación de-
masiado grande como para que un éxito temporal lo sumer-
giera en la organización revolucionaria. En efecto, la separa-
ción y el conflicto entre conceptos de organización e ideología
eran sinónimos de la división entre los objetivos del liderazgo,
y los horizontes políticos, sociales, psicológicos e ideológicos
de la base.
La principal preocupación de Sun Yatsert no fue ni el prole-
tariado ni el campesinado. Él era un revolucionario que traba-
jaba para los intereses de la revolución democrática burguesa.
Por lo tanto, y tal como señalan correctamente los historiado-
res chinos, sus limitaciones políticas reflejaban fundamental-
mente su posición de clase. Su función fue apenas la de pro-
ducir un programa para la revolución proletaria. Es necesario,
sin embargo, ir más lejos, pues el fracaso de Sun Yatsen pre-
sagiaba el destino de la revolución burguesa como un todo. El
condicionamiento político-cultural de los seguidores de Sun
Yatsen exigía un concepto de liderazgo basado en el uso y
manipulación de mecanismos políticos e ideológicos que, al
mismo tiempo, pudieran mover las masas más allá, en térmi-
nos de visión política, y se identificaran con ellas a fin de pro-
piciar un amplio compromiso con la acción. Se exigía una
cierta relación cultural-orgánica entre los "intelectuales" de

62
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 411

la revolución y su base social. Sin esto, la creatividad organi-


zativa de Sun Yatsen pudo servir temporalmente para explo-
tar y ampliar elementos de la cultura popular hacia objetivos
inmediatos, pero no pudo transformarlos a largo plazo. La
falta de una ideología política persuasiva y atrayente implicó
que las suborganizaciones del movimiento de Sun Yatsen
permanecieran dentro del marco del poder político tradi-
cional. Las sociedades secretas no eran organizaciones de cla-
se; incluían elementos de la aristocracia y de los comerciantes,
del campesinado, eruditos, vagabundos y elementos desclasa-
dos. Al utilizar estas estructuras preexistentes para los fines de
una actividad revolucionaria, Sun no estaba ni "yendo hacia
el pueblo", en el sentido del populismo ruso, ni orientándose
hacia una estrategia basada en el campesinado, tal como la
que desarrollaría más tarde el PCCH. En parte, él seguía los
pasos de las élites locales que habían cooperado tradicional-
mente con las sociedades secretas cuando las necesitaban: un
camino muy alejado del de utilizar el descontento popular co-
mo una fuerza sociopolítica dinámica para remodelar la
estructura del poder. La imposición de modelos políticos
extranjeros, implicados en los Tres Principios del Pueblo,
sobre una base de clase orientada hacia la tradición, no pudo
conducir la revolución de Sun "hasta el fin".
Hacia el final de su vida, Sun alertó contra la ''imitación
esclavizada" de Occidente, particularmente en términos de la
práctica política. En términos de su propia comprensión de
los objetivos políticos de la revolución, este señalamiento lle-
gó demasiado tarde, pues a mediados de la década de 1920 ya
había signos de que la laguna cultural del programa de Sun
estaba siendo llenada por el PCCH. Desde un punto de vista
ideológico, el republicano Partido Nacionalista había perdido
terreno frente al naciente liderazgo comunista pues, a nivel
popular, este último pudo suministrar la necesaria cohesión
cultural para un movimiento revolucionario nacional, que la
aculturación política del republicanismo impedía.
No se trata de sugerir, a la manera de una retrospección
meranicista, que la rama del revolucionarismo de Sun deba
ser wndenada simplemente porque no era socialista. No se
trata de hacer un argumento siguiendo los lineamientos de la

63
412 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

crítica reformista. Lo que se sugiere, por el contrario, es que


las propuestas de Sun Yatsen reflejaron una etapa de la trans-
formación ideológica, necesaria para la eventual y exitosa evo-
lución de una síntesis política madura. La incorporación de
esto en la posterior "sinificación" del marxismo del Partido
Comunista no fue, sin embargo, una simple e inevitable con-
secuencia. de las leyes del desarrollo histórico. Pensamos que
hubo fuertes razones culturales a su favor. Para decirlo de otra
manera, el fracaso de Sun Yatsen en cuanto a los objetivos
políticos, estuvo en gran medida relacionado con su descuido
de los supuestos y valores culturales de sus seguidores. De
ninguna manera todos los intelectuales que identificaron a
Sun Yatsen como el líder de la revolución aprobaban sus Tres
Principios del Pueblo, pero la tendencia a ignorar las limita-
ciones culturales de la situación China fue común a todo el es-
pectro de la búsqueda política. Las v~riantes del anarquismo,
populismo, socialismo, etc., de este periódo no se dife-
renciaron en cuanto al grado de persuasividad y eficacia. Más
bien, estuvieron ligadas por su común incapacidad para res-
ponder frente a la realidad cultural de la situación China.
Como una segunda etapa principal de Ja transición intelec-
tual, la identificación que se hizo en este período entre
progreso y occidentalización-modernización política, fue en
parte una reacción necesaria contra las tendencias tradiciona-
listas de las primeras interpretaciones de la reforma. De igual
manera, fue parte de ese proceso intelectual que cimentó las
bases de un retorno a las condiciones político-culturales de
China, identificadas con las masas, como el punto de partida
para el desarrollo de un programa revolucionario. Por su total
rechazo del valor de la tradición y de la herencia cultural
dentro de la transformación de China, en sí misma no tuvo
más capacidad para proporcionar una solución a largo plazo
de la crisis de China, que la que tuvo la reafirmación obsesiva
de los valores de la tradición en la primera etapa de la transi-
ción. Ambas etapas representaron dos extremos de la bús-
queda política. La experiencia y superación de ambas, en una
perspectiva histórica, suministró la condición intelectual de su
solución. Cuando ésta surgió, significó un programa de revo-
lución capaz de asimilar y ampliar las lecciones de ambas eta-

64
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 413

pas en una vtsión política arriagada culturalmente en su


audiencia.

Li Dazhao y la síntesis cultural

Al mismo tiempo que Sun Yatsen exponía sus Tres Principios


del Pueblo, Li Dazhao (1889-1927) intentaba también for-
mular una respuesta ideológica integrada a la situación de
China. Aclamado como el "padre" del marxismo chino, Li
Dazhao fue el primer revolucionario de China que expuso
teorías de transformación social como reflejo sistemático de
los requerimientos materiales, culturales e ideológicos de un
movimiento basado en la nación. Si Liang Qichao y Sun Yat-
sen representaron los dos extremos en el dilema de la transi-
ción intelectual, entonces Li Dazhao puede presentarse como
un ''sintetizador'' de estas dos experiencias tempranas. No el
"sincretista", aquel capaz de ensamblar las diversas piezas
políticas e ideológicas en un todo, sino aquel que pudo, por
su tendencia, habilidad y visión, incluir las diferentes piezas
dentro de la situación de las realidades de China. Ni la tradi-
ción ni Occidente fueron su punto de partida; no se vio com-
pelido a reinterpretar el significado de China a fin de probar
el valor de la tradición o de Occidente como componentes
ineludibles del progreso social y político. Li Dazhao pudo em-
pezar desde China, la China de las masas populares. Sin em-
bargo, tanto la tradición como-Occidente pudieron encontrar
un lugar adecuado en un programa revolucionario, puesto
que China fue la base de percepción de su valor. Nunca más
su valor, afirmado en relación a sus diferentes localizaciones
políticas e ideológicas, se impuso desde afuera sobre una enti-
dad nacional y cultural única e indiferenciada.
Li Dazhao nació en 1898, en una familia campesina de la
provincia de Hebei. Recibió una educación tradicional hasta
la edad de dieciséis años, cuando dejó su aldea para enrolarse
en una escuela secundaria de la prefectura, donde el estilo
tradicional de enseñanza se combinaba con estudios occiden-
tales.
Durante los primeros años de la república, las ideas de Li
constituyeron una vaga y heterogénea mezcla de preceptos

65
414 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3,1983

morales confucianos con una teoría liberal constitucionalista.


Hablaba generalménte acerca de la "voluntad del pueblo", y
en 1913 sugirió que la actividad política partidista debería ba-
sarse en el principio de ''hacer un país más fuerte y hacer
próspero al pueblo". En su ensayo Da Ai Pian (La gran
pena), escribió:
La base de 'la virtud y la fuerza descansa en el apoyo de los campesi-
nos, la conducta del comercio, y en la garantia de beneficios para los
trabajadores. Lo que producen los campesinos es completado por los
trabajadores, y circula a través de los comerciantes [ ... ]. Si tuviéramos
un buen gobierno, entonces en menos de diez años habría abundan-
cia.

Su perspectiva no era sustancialmente distinta· del supuesto


tradicional de que el orden social consistía en campesinos
prósperos y gobernantes virtuosos.~(,
Fuqiang (riqueza y fuerza) fue otro término que recordaba
los aspectos tradicionales que aparecían con frecuencia en los
primeros escritos de Li Dazhao. Sin embargo, la interpreta-
ción de Li de los lemas tradicionales iba más allá de un simple
énfasis sobre la necesidad de un Estado fuerte; sus objetivos,
en términos de clase, presuponían intereses completamen-
te distintos de los de los "occidentalizados" del siglo XIX.
Igual, si no mayor, fue el énfasis puesto sobre la ''libertad na-
tural'' del pueblo, del cual se derivó una cierta ambivalencia
en la percepción del Estado. Un Estado fuerte, en sí mismo,
era inadecuado para proteger las libertades populares; por el
contrario, podía usurpar con facilidad esas libertades. En su
ensayo sobre lo Correcto y lo Erróneo (Shi Fei Pian), Li reco-
noció, sin_ embargo, que bajo ciertas circunstancias, la liber-
tad podía subordinarse a la unidad nacionalY Así, mientras
sugería que una de las causas principales de la Revolución de
1911 había sido la intromisión del Estado en la vida de la gen-
te, clamaba al mismo tiempo por un fortalecimiento del po-

~ 6 Da Ai Pum (La Gran Pena), en Li D11Zht10 X11anji (Obras Selectas de Li


Dazhao). Beijing. Renmin chuban she, 1978, 2a. ed., p. 3.
57 Shi Fei Pian (Ensayo sobre lo correcto y lo erróneo), citado en Meisner, Maurice.
LiTa Chao ant:lthe Origins of Chinese MMxism. Cambridge, Mass, Harvard Univer-
sity Press, 1967, p. 8.

66
EVANS: TRANSICION INTELECTUAL 415

der estatal a fin de ofrecer resistencia frente a las fuerzas inter-


nas y externas de la reacción. Exigió un control popular del
poder del Estado, aunque no por una relajación confuciana
del poder estatal. Su actitud recordaba y al mismo tiempo se
distinguía de las tradicionales teorías del estado del laissez-
faire.
Desde el principio, el compromiso político de Li Dazhao
fue distinto de las corrientes dominantes del constitucionalis-
mo, representadas por Liang Qichao, y del republicanismo
antimanchú, del cual era representante Sun Yatsen. Esto fue
en gran medida el resultado de su actitud reservada, aunque
no desinteresada, hacia la tradición; una actitud que pudo
evitar tanto la ecuación culturalista entre reforma y preserva-
ción de la tradición, como la identificación entre progreso y
modernización política según lineamientos occidentales.
Por una parte, pudo defender la tradición cuando ésta se
encontraba atacada. Por ejemplo, en respuesta a un juicio
de un extranjero acerca de que las tradiciones políticas chi-
nas mitigaban la posibilidad de una participación popular en
el gobierno representativo, Li concluía que "la condición na-
cional no puede ser discutida con extranjeros". Por otra par-
te, pudo reconocerla por lo que era ... , parte de una cultura
popular y nacional mucho más sujeta al cambio, al desarrollo
y a la transformación que el medio alrededor de ella. Su na-
cionalismo no exigió una defensa inequívoca de la tradición.
Meisner ha señalado que la respuesta de Li frente a la tradición
reflejó una "curiosa nostalgia" por la estabilidad del anti-
guo sistema, un anhelo por los supuestos ideológicos de la esen-
cia confuciana. Se podria incluso argumentar que tal sentimien-
to permaneció constante a través de toda su carrera política e in-
telectual, pero eso estaba muy lejos de las obsesiones del dile-
ma de Liang Qichao. Tal como escribió Li: "ahora no hay po-
der en el mundo que pueda resistir frente a las tendencias de
los tiempos" Su propósito fue, por lo tanto, tratar la tradi-
ción dentro de la universalidad del cambio; tomar el cambio, y
no la tradición o la modernización, como su punto de partida
intelectual. Sus lealtades básicas fueron hacia China como na-
ción y como pueblo, antes que hacia los v~lores y creencias

67
416 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

particulares del pasado o de Occidente. ~H Pudo asl mostrar


una flexibilidad y creatividad en su actitud frente a la tradi-
ción, la modernización y el cambio, que no podlan permitir
los principios diferentes y contrastados de Liang Qichao y Sun
Yatsen. Hasta fines de 1916, Li estuvo afiliado alJinbu Dang
(Partido Progresista), un partido constitucionalista conserva-
dor bajo el liderazgo de Liang Qichao. Tal como vimos, el
constitucionalismo unla convenientemente el quiebre entre la
autoridad de la tradición y la necesidad de la reforma. A par-
tir de su ruptura con elJinbu Dang, en 1916, los escritos de Li
tomaron un creciente tono radical; ahora describía la herencia
confuciana de China como ''la ética de una sociedad dictato-
rial que ha sido utilizada para apoyar una monarquía dictato-
rial''. A Confucio lo despreciaba como ''el esqueleto y los se-
cos huesos de hace varios miles de años", y como "la pantalla
que ha resguardado a la tiranla imperial" .~ 9 Un creciente in-
terés en la revolución no lo condujo, sin embargo, hacia la
corriente del movimiento de Sun Yatsen o de los anarquistas.
En cambio, se acercó al grupo de iconoclastas ''no políticos''
asociados a Chen Duxiu y a la publicación Xin Qingnian
(Nueva Juventud). Éste era el órgano rector de la surgiente in-
telligentsia occidentalizada de China, y en enero de 1918, Li
se unió formalmente a Chen Duxiu como uno de sus seis re-
dactores. Junto con muchos de los llderes del Movimiento de
la Nueva Cultura de 1915 a 1919, las ideas de Chen Duxiu de-
mostraban una total difamación de la cultura tradicional chi-
na. Lu Xun condensó la visión general al sugerir que la tradi-
ción era una enfermedad psicológica del pueblo chino. 1.o No
obstante esta cercana relación con el periódico, Li Dazhao
nunca se identificó por completo con semejantes puntos de
vista, lo que se tradujo en acercamientos diferentes y contras-
tados a la cuestión de la actividad revolucionaria, y en el pro-
ceso definió su posición como la más relevante frente a las ne-
cesidades inmediatas del pueblo chino. Chen Duxiu procla-
mó que la actividad revolucionaria necesitaba de un completo
)S Esto lo señala Meisner en ibid., p. 19.
~ 9 Citado en Mcisner, ibid., p. 34.
60 Cf lu Xun, Kua11gre11 Riji(Diario de un loco), abril de 1918, en Naham (Grito
de batalla), Hong Kong, Xuiyi Publishing House, 1967.

68
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 417

renacimiento cultural; antes de 1919, el resultado lógico de


esto fue un énfasis en las actividades intelectuales y cultura-
les. La actitud más equilibrada de Li hacia la cultura y la tradi-
ción, su rechazo a adoptar la posición iconoclasta de sus cole-
gas, significó que él tuviera la posibilidad de realizar un
compromiso inmediato con la actividad revolucionaria. El
marxismo, como base teórica de tal compromiso, pudo ejercer
un llamado mucho más inmediato sobre él, puesto que no tu-
vo que estar precedido de la idea de que los males de China
sólo se podían resolver mediante una renovación cultural.
Dicho en términos intelectuales, la perspectiva política de
Li Dazh~~, durante este período fue en gran medida conse-
cuencia de su visión del pasado dentro del proceso de cambio.
En su famoso ensayo Qing Chun (Primavera), escrito en 1916,
señaló:

Nuestros jóvenes deberían comprometerse a mostrarle al mundo no


que la antigua China va a vivir o morir, sino que estamos muy ocupa-
dos en pavimentar d camino parad resurgimiento de una joven Chi-
na; pues la vida es un ciclo de nacimiento y muerte, y nuestro
problema no es el de una supervivencia nacional sino el de nacer otra
vez y recobrar d tiempo primaveral de nuestra nación. 61

Un tipo de dialéctica premarxista, un evolucionismo dialéc-


tico fue la expresión de una de las tendencias intelectuales do-
minantes ql!e influyeron sobre la intelligentsia china moder-
na. Estimuló la apasionada novedad de la revolución en el
período del Cuatro de Mayo, y tuvo una inmensa significa-
ción más adelante, en la formación ideológica del Partido Co-
munista Chino. Dados los dilemas y conflictos por los que
habría de pasar la transición intelectual en China antes de al-
canzar la síntesis del marxismo chino, también satisfizo la ne-
cesidad de mantener un nexo con los valores tradicionales,
cuando las influencias de Occidente y la actividad revolu-
cionaria parecían exigir una completa ruptura con éstos. Tal
aproximación, identificada muy de cerca con las interpreta-
ciones cosmol_ógicas y filosóficas del cambio y el crecimiento,
pudo sugerir, no que lo nuevo estaba remplazando a lo viejo,
61 Li Dazhao. Qing Chun (Primavera), en Li Dazh110 X11anji, op. cit., p. 74.

69
418 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

m tampoco que lo nuevo (occidental) era mejor que lo viejo


(chino), sino que lo nuevo estaba surgiendo de lo viejo. Al in-
tegrarse al sistema de pensamiento de Li Dazhao, se transfor-
mó en una de las principales características que habrían de
distinguir su comprensión de la dialéctica, del cambio históri-
co y de la relación entre las fuerzas materiales y humanas, de
la comprensión de otros marxistas más ortodoxos. Le garanti-
zó la posibilidad de comprender las tareas revolucionarias de
China a la luz de la tradición cultural y de las teorías asimila-
das sobre la revolución, lo cual explicó su habilidad para reali-
zar la síntesis entre tradición y modernidad, entre China y
Occidente, característica específica de la naturaleza de su con-
ceptualización política. La misma perspectiva, determinó la
reacción de Li Dazhao frente a la Primera Guerra Mundial.
En 1917, la guerra y la Revolución Rusa de Febrero fueron
asuntos candentes para la intelligentsia radical de China. Los
resultados de la guerra cambiaron drásticamente las perspecti-
vas y opiniones de muchos, y en particular condujeron al rápi-
do desgaste de la imagen intelectual de Europa como fuente
de todos aquellos valores orientados hacia el beneficio y servi-
cio de la humanidad. Tal como ya vimos, la situación le dio a
Liang Qichao la posibilidad de reafirmar el valor moral y espi-
ritual de la tradición china, contra lo que él veía como la
degradación materialista de Occidente. Para otros, permitió
un destacado, aunque limitado y temporal, elogio de las vir-
tudes de la democracia liberal occidental. Para Li Dazhao, sin
embargo, garantizó la posibilidad de reafirmar la necesidad
de un cambio progresivo, no restringido ni por la identifica-
ción con un pasado de superioridad moral ni con la hostilidad
hacia un Occidente moralmente derrotado. Su actitud hacia la
guerra estuvo en gran medida determinada por aquellos ele-
mentos de su dialéctica que mantenían que la historia era un
proceso cíclico sin fin de inevitable surgimiento y declinación
de las naciones. Estaba convencido de que las avanzadas na-
ciones occidentales estaban en su declinación, y de que el fu-
turo le pertenecía a las naciones del mundo que emergían de
nuevo. A diferencia de Chen Duxiu, Li se opuso a la declara-
ción de guerra a Alemania aduciendo que una victoria aliada
no sería una victoria de la democracia, sino que sólo

70
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 419

beneficiaría a ''aquellos que defienden un gobierno burocrá-


tico''. El ejemplo de la Revolución de Febrero le sirvió para
reforzar esta perspectiva. Para él, el derrocamiento del régi-
men zarista en condiciones de "atraso" ofrecía la esperanza
de que eventos similares pudieran ocurrir en China, lo cual
era expresión de un celo que recordaba el de su ensayo ''Pri-
mavera". En octubre, pudo citar otra vez el atraso de China
como una positiva ventaja para el éxito revolucionario; en
contraste, la madurez material de Occidente era un preludio
de la declinación y la caída.
"Desde el punto de vista de la historia de la civilización,
cualquier civilización nacional particular tiene su período de
florecimiento y su período de declinación. Los países de Euro-
pa, tales como Francia e Inglaterra, han alcanzado un períoJo
de madurez en su civilización. Ya no tienen la fuerza para
avanzar más adelante. La civilización alemana de hoy es como
el sol en los cielos que controla las fuerzas del mundo [ ... ],
pero de acuerdo con la historia del pasado, un período de flo-
recimiento va seguido de un período de declinación. Incluso
aunque Rusia ocupe geográficamente una posición en el con-
tinente europeo, en comparación con los. otros países de Euro-
pa, en los tres siglos pasados la tasa de progreso de civiliza-
ción rusa ha sido lenta [ ... ]; y precisamente a causa de su
comparativa lentitud en la evolución de la civilización, tuvo
un excedente de energía para el desarrollo.' ' 62
La interpretación de Li Dazhao de la diálectica fue el pre-
ámbulo de cualquier familiaridad con las ideas de Marx, Le-
nin y Trotsky. No fue sino hasta 1919 que declaró su compro-
miso con el marxismo como un principio teórico, y esto a pe-
sar de su ferviente apoyo de la Revolución Bolchevique. Li se
inspiró en la Revolución de Octubre como acto, como prueba
de la posibilidad de ascenso de las naciones "atrasadas" del
mundo, como un ejemplo y una esperanza para China. Su
compromiso teórico con ella seguía localizado en sus dialéc-
ticas evolucionistas, no en la concepción marxista de la histo-
ria y de la lucha de clases.
Mis enfoques marxistas apareció por primera vez el 1o de
62 Citado en Meisner, Maurice, op. cit., p. 65.

71
420 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

mayo de 1919, en una edición especial del Xin Qingnian. Ya


entonces las semillas de su muy particular concepción marxis-
ta distinguían sus puntos de vista de los de su colega Chen
Duxiu. Primero, su preocupación por el campesinado y las
condiciones rurales. "La gran ola que barre la humanidad"
de 1917 daba pocas muestras de acercarse a las playas de Chi-
na. Para Li, la vida política de China se habla transformado
en ''un matadero adonde se lleva a nuestro pueblo como a
cerdos al sacrificio, y en el que nuestra sangre, carne y huesos
se le dan a los lobos civiles y militares ·para que se los
devoren". De nuevo, cuando vio la parálisis de la sociedad
urbana y el creciente aislamiento de los intelectuales de las
masas en cuyo nombre se intentaba la revolución, Li se volvió
hacia el campesinado. En lo que podr1a considerarse, en una
visión retrospectiva, como uno de los documentos más impor-
tantes del desarrollo temprano del comunismo chino, él
exhortó a los jóvenes intelectuales a ''ir a las aldeas'', a fin de
llevarle a los campesinos las ideas de la revolución. 63 "Sin su
liberación, nuestra nación entera no encontrará liberación; su
sufrimiento es el sufrimiento de toda nuestra nación; su igno-
rancia es la ignorancia de toda nuestra nación; las virtudes y
los defectos de sus vidas son las virtudes y defectos de nuestras
pol1ticas. Cuando toda la gente está {tan) confundida, ¿quién
puede levantarla, hacerle saber que debería exigir su libera-
ción, hablar claro sobre sus sufrimientos, desterrar su ignoran-
cia, exigir que sea ella misma la que decida las virtudes y de·
fectos de su propia vida, ex-cepto en la niñez?''. M Su mensaje
no pretendía sugerir que los campesinos mismos podían orga-
nizarse espontáneamente como la columna vertebral de la re-
volución, pero, precediendo a Mao Zedong en casi una déca-
da, él fue el primero en señalar que sin la participación direc-
ta de los campesinos la revolución sólo existiría de nombre.
Además, su señalamiento fue que el campesinado no se podía
excluir de una estrategia revolucionaria, no sólo numénca-
mente -dada su precaria situación económica- sino que

1>3 Qingnian yu Nongown (La Juventud y el campo), -c_n Li Dazhao Xuani, op


ÚJ .• p. 150.
(>4 !bid.. p. 146.

72
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 421

políticamente también era indispensable una ciena actitud


flexible. Li enfatizó el hecho de que la gran mayoría de los vo-
tantes, bajo la nueva forma de gobierno, estaría en las aldeas,
pero que para que las elecciones fueran totalmente efectivas
era' 'indispensable levantar el campo, indispensable capacitar
a los campesinos para alcanzar el conocimiento y la habilidad
de tomar una decisión libre" .65 La razón principal del depri-
mente fracaso de las anteriores elecciones había sido que no
hubo "jóvenes en las aldeas que fueran compañeros reales de
los campesinos, que pudieran hablarles acerca de los princi-
pios y el significado de las elecciones, gente que pudiera pre-
parar a los campesinos para elegir" .''1' La implicación era que
sin una comprensión popular del significado de las elecciones,
éstas seguirían estando abienas a manipulaciones por parte de
las élites políticas educativas y militares.
La segunda característica del pensamiento de Li Dazhao,
evidente en esta primera etapa, ha llevado a muchos a eti-
quetarlo como populista. Se trataba de una posición filosófica
que enfatizaba el papel de la conciencia en la hechura de la .
historia, el elemento humano o "espiritual" -como muchos
lo han llamado-, en contraste con el elemento material. Este
aspecto no fue menos significativo en el desarrollo del comu-
nismo en China que su actitud hacia el campesinado, y tuvo
particular influencia en la formación política inicial de Mao
Zedong. 1' 7 No existen evidencias en los escritos de Li Dazhao
de que hubiera sido influenciado directamente por el popu-
lismo ruso, y Meisner ha señalado que antes de la Revolución
de Octubre no sabía de la existencia del movimiento narod-
nik. Las similitudes principales eran generales antes que
específi-::as y, en parte, pueden haber funcionado para expli-
car la posibilidad de la revolución en condiciones objetivas, lo
que no permitía la teoría ortodoxa marxista. En Mis enfoques
65 /bid., P. 148.
66/bid.' p. 148.
67 En el periodo comprendido entre el Movimiento del Cuatro de Mayo y la funda-
ción del Partido Comunista, en 1921, ü Dazhao, Dim:tor de la Biblioteca de la Univer-
sidad de Pekfn, estableció un "Gruno de Investigación para estudios marxistas"
Fue ahr donde mucha gente joven entró por primera vez en contacto con las ideas
marxistas. Entre esos jóvénes se encontraba Mao Zedong, quien trabajaba como asis-
tente en la biblioteca dirigida por Li.

73
422 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

marxistas, Li criticó los aspectos deterministas de las interpre-


taciones corrientes del marxismo, que según su criterio alenta-
ban la pasividad. Señaló que el socialismo marxista estaba
arraigado en un sistema de principios éticos, pero criticó a
Marx por relegar el papel de la ética a la etapa de la ''verdade-
ra historia humana" del comunismo futuro. En oposición, Li
argumentó que ''en este período de transición, los movimien-
tos éticos y humanos deberían redoblar sus esfuerzos para eli-
minar los males del período inicial de la historia [ ... ]. No po-
demos depender sólo del cambio material" .68 Su compren-
sión del materialismo histórico tuvo así un acento que se ori-
ginó en su creencia premarxista en el valor del pensamiento,
de la conciencia y del papel del intelectual para efectuar el
cambio sociaL Una consecuencia de eso fue la ambivalencia
de su actitud hacía las exigencias más materialistas de la
filosofía marxista, que se expresó de la siguiente manera:
''Defendemos el humanismo para transformar el espíritu hu-
mano y, al mismo tiempo, al socialismo para transformar la
organización económica. Buscar la transformación del espíritu
humano sin transformar la organización económica sería, sin
duda, completamente ineficaz. Pero tampoco se lograría nin-
gún éxito transformando la organización económica sin trans-
formar el espíritu humano. Propiciamos la transformación de
la materia y la mente, la transformación del espíritu y la carne
juntos''.{,<¡
Un cierto voluntarismo romántico fue, pues, el principal
elemento que ligó el pensamiento de Li Dazhao con el popu-
lismo. Su creencia en el valor del "trabajo intelectual" en el
campo iba acompañado de una manifiesta convicción de que
los campesinos y la vida rural poseía una pureza e inocencia
de la que carecía la vida urbana. Una orientación campesina
coloreó su marxismo, lo cual, incluso antes de la fundación
del Partido Comunista Chino, ya lo situaba aparte de sus co-
legas menos creativos. Muchas de las ideas por las cuales Li ha
sido tildado de populista, sin embargo, nunca fueron
específicas de los movimientos populistas. Por ejemplo, su

68 Li Dazhao, Wode Mllkesi Shijieg11an (Mis en[oq11es marxistas). en Li Dazhllo


X1111nji, op. cit., p. 194.

74
EVANS: TRANSICIÓN INTELECfUAL 423

creencia en la posibilidad de que el atraso económico fuera


una ventaja en el cambio revolucionario fue defendida, en
parte, por Trotsky. En Li Dazhao se explica, como ya vimos,
en referencia a su propia, premarxista (y orientada hacia la
tradición} interpretación de la dialéctica.
La noción de que el hombre -y no las leyes- hace la his-
toria siguió siendo central en los escritos de Li Dazhao desde
los primeros años de la década de los veinte hasta su arresto y
ejecución en 1926. En contraste con sus colegas, eso le permi-
tió mantener una posición ideológica que, aunque se iden-
tificaba con las tareas y metas de la revolución socialista, pudo
partir de las condiciones políticas y culturales de las masa~;.
Sus metas se moldearon, en la interpretación que les dio, dentro
del contexto de lo que permitían las condiciones. _Pudo, por
ejemplo, concederle a las elecciones como práctiei democrá-
tica tanta importancia como Sun Yatsen, pero colocó su valor
dentro de los lúnites que podía aceptar la conciencia popular.
Debían ser parte de ellos, no una imposición.
La raíz de la creatividad política de Li Dazhao está en la
percepción de la relación entre el hombre, la historia y la tra-
dición, lo que le permitió superar la brecha entre él y su audi-
torio para los fines de la lucha revolucionaria. Los lazos cultu-
rales establecidos explican en gran medida no sólo su propio
éxito, sino los eventuales logros de esa formulación tan pani-
cular del marxismo del Partido Comunista Chino.

Conclusión
Entre la última década del siglo XIX y el surgimiento del
movimiento comunista en China, la transición intelectual pa-
só por tres etapas principales. Cada una de ellas representó
posiciones de clase distintas: la "tendencia" reformista de la
clase terrateniente feudal, la burguesía nacional y el proleta-
riado. Las razones fundamentales de esta panicular secuencia
de los intereses de clase, en la transición intelectual china, se
encuentran en·los cambios económicos que produjo en la so-
ciedad china la llegada del imperialismo. También la tempo-
ralidad de las dos primeras etapas de la transición intelectual
deben explicarse "en última instancia" en referencia a los

75
424 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVlll:. 3, 1983

mismos factores. Los intentos de Liang Qichao tendieron bá-


sicamente, y a pesar de sus objetivos aparentes, a consolidar el
sistema feudal. Los de Sun Yatsen, antes de su identificación
con el Partido Comunista, en 1924, no pudieron exigir una
posición de clase dominante a causa de la debilidad de la
burguesía nacional. La naturaleza de las demandas políticas
que propuso estaban demasiado lejos de los intereses de la
clase mayoritaria como para que encontraran el apoyo necesa-
rio. Sin embargo, esto no basta. Tales términos, por sí solos,
no pueden explicar los logros de la revolución socialista en
China. Si la burguesía nacional era económica y numérica-
mente demasiado débil como para lograr un éxito político en
la revolución nacional, el proletariado tambiéQ lo era. El fra-
caso de Sun Yatsen no fue ~implemente un fracaso de clase.
También fue cultural, una falla interna de las implicaciones
culturales de sus propuestas políticas.
Liang Qichao se identificó con la cultura de la tradición
aristocrática; Sun Yatsen con un sistema cultural totalmente
ajeno a China. En cada etapa, cada una de las respectivas po-
siciones tuvo claras implicaciones sobre la consecución de los
intereses de c:r.da individuo. En el primero, el interés se centró
en cómo conducir la reforma a fin de preservar la tradición
aristocrática. Dicho en términos filosóficos e intelectuales, se
autocontradijo y fue inconsistente, pues por una parte forta-
leció las exigencias de la burguesía emergente, y por la otra
contradijo sus intereses al reafirmar el valor "esencial" de la
tradición dinástica china. En el segundo, un rechazo global
de la tradición, de la cultura china como un locus de valor,
terminó en una identificación simplista entre progreso y cul-
tura extranjera. Eso significó que los valores asociados con la
práctica política extranjera se impusieran sobre las realidades
político-culturales existentes de la sociedad china, en vinud
de Sll superioridad inherente a todo lo que esas realidades pu-
dieran ofrecer. Fue equivalente a un intento por injertar en
un nuevo espíritu una formación material y éultural sin cam-
bio. La ausencia de cualquier esfuerzo por explicar la impor-
tancia de.) tales valores extraños a la luz de las condiciones exis-
tentes, sin ningún esfuerzo por "educar" a aquellos para los
cuales se proyectaban esos valores, hizo que no pudieran vol-

76
EVANS: TRANSICIÓN INTELECTUAL 42)

verse parte de la sociedad china/0 Tuvieron que permanecer


separados.
En contraste con estas dos primeras etapas, la tercera,
representada por Li Dazhao, pudo combinar una ideología
que presuponía metas ajenas a la conciencia popular, con mé-
todos de interpretación que pudieron sintetizar las culturas
indígenas y extranjeras. Su posición de clase implicó intereses
políticos y culturales que estaban tan divorciados de las condi-
ciones existentes, como los de Sun Yatsen. Sin embargo, la
manera en las que los interpretó pudo atraer (a largo plazo) el
interés popular de una manera inconcebible para Sun Yatsen.
En parte, dentro del contexto de la significación del marxis-
mo, esto fue una consecuencia del contenido de sus ideas:
aquellos aspectos de la teoría socialista relacionadas con acti-
tudes hacia el socialismo, por ejemplo, o hacia las dinámicas
del cambio social, tenían mucho más en común con el condi-
cionamiento cultural de China, que nociones como la libertad
de expresión. Asimismo, su éxito estuvo en relación con el
marco cultural que coloreó las interpretaciones de sus metas.
Pudo comprender el significado de las demandas por la re-
distribución de la tierra, por ejemplo, no dentro del contexto
del desarrollo industrial, como Sun Yatsen, sino en relación a
los campesinos directamente afectados. Pudo discutir las elec-
ciones no a luz de sus beneficios inherentes, sino en específica
relación con aquellos que debían beneficiarse de ellas. Pudo
realizar la síntesis cultural entre su auditorio y su ideología, lo
cual es una parte necesaria de cualquier revolución.
En lo que respecta a los factores "secundarios" para expli-
car los logros de la tercera etapa -aquellos factores que se re-
fieren a las modalidades internas de la ttansición intelectual
para sobredeterminar su propio curso-, la tradición era un
asunto central. En la primera etapa, preservar la tradición fue
una reacción obsesiva frente a la tendencia dominante del
cambio social. En la segunda, se la ignoró. El condiciona-

70 En la interpretación inicial de los Tres Principios del Pueblo, Sun Yatsen abogó por un

periodo de "tutelaje político" para preparar para un gobierno democrático a


aquellos que carecían de educación política. Iba a durar tan sólo un período limita·
do. El concepto de educación política de Sun Yatsen nunca se comprendió como un
componente a largo plazo del movimiento revolucionario.

77
426 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XVIII: 3. 1983

miento de la cultura popular se consideró como un elemento


determinante para el éxito final de una revolución política y
económica estructural. Para Li Dazhao el problema de qué
hacer con la· tradición se transformó esencialmente en algo
irrelevante. No se la asoció ni con la "esencia" de China ni
con todo lo que era políticamente negativo. Se pudo incorpo-
rar orgánicamente al concepto de una nueva China, tanto pa-
ra explicar la posibilidad de que lo nuevo surgiera de lo viejo,
como para interpretar el significado de lo nuevo. Cambió de
ser una justificación para el cambio a ser un componente ne-
cesario del cambio.
Estas tres diferentes etapas no fueron de ninguna manera el
resultado de una selección consciente. La posición de Li
Dazhao fue una consecuencia, tanto histórica como intelec-
tual, de sus predecesores intelectuales, y podría incluso argu-
mentarse que la adhesión y el rechazo alternados a la tradi-
ción, en el proceso de transformación, fueron etapas necesa-
rias por las que tuvo que pasar la transición intelectual a fin
de lograr su solución. Las asociaciones simplistas de Liang
Qichao y Sun Yatsen se pueden ver como las condiciones inte-
lectuales para el despegue de Li en relación con ellos. Las lec-
ciones que él sacó de su experiencia, en un proceso tanto cons-
ciente como inconsciente fueron, sin embargo, características.
No fueron comunes entre sus colegas comunistas. A diferen-
cia de Chen Duxiu, no sintió la necesidad de denigrar del pa-
sado de China como una entidad negativa inequívoca. Pudo
centrar sus intereses tanto en lo que era necesario como en lo
que era posible; pudo asimilar el condicionamiento, en lugar
de identificarlo como un blanco del cambio revolucionario.
En esto descansa la creatividad, y la necesidad del "modelo"
chino: no imposición desde afuera, sino cambio desde
adentro.

78
EL LEVANTAMIENTO
DE PING LIU LI
MARISELA CONNELLY
El Colegio de México

AL INICIARSE EL SIGLO XX, el imperio Qing se encontraba en


su fase final. Los intentos fallidos de reforma, la abolición del
sistema de exámenes en 1905, el movimiento para recobrar los
derechos sobre el ferrocarril y las minas que se encontraban
controladas por extranjeros, el desarrollo de una incipiente eco-
nomía moderna en la que cada vez intervenía más el capital
chino, las reformas constitucionales, el establecimiento de nue-
vas escuelas y de una nueva prensa, la organización de un nuevo
ejército, todos estos acontecimientos paradójicamente contri-
buyeron a la caída de la dinastía.
La reforma educativa de 1902-1905 produjo un tipo de estu-
diante que cada vez se volvía más radical y que manifestaba
su antiimperialismo en forma violenta. .
Las reformas económicas que se llevaron a cabo, en última
instancia a los que afectaban directamente era a los pertenecien-
tes a las clases más pobres, imponiéndoles impuestos que los
colocaban al borde de la muerte por inanición. Estas clases
empezaron a mostrar su descontento hacia las reformas, orga-
nizando movimientos en contra de la dinastía Qing. La élite
se alarmó ante estas manifestaciones de violencia popular y
empezó a ver la posibilidad de tomar el control de los movi-
mientos anti-Qing y de apoyar la Revolución de 1911, evitando
que su posición fuera dañada.
Es en este marco de efervescencia social y política en el
que se desarrolla el levantamiento de Ping Liu Li, en diciem-
bre de 1906, en la región fronteriza de las provincias de Hunan
y Jiangxi. En este ensayo se investiga el levantamiento empe-
zando por explicar las características del área, sus recursos eco-
nómicos, los grupos sociales que la integran, y las repercusio-
nes que tuvieron en estos grupos las nuevas ideas sobre el

181

79
182 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

nacionalismo y la democracia, que se infiltraron a través de


los estudiantes chinos que habían ido a estudiar ajap6n y que
en esos momentos regresaban a su país de origen. También
se discute la importancia de las sociedades secretas en el área
y sus actividades, principalmente de la Sociedad de Herma-
nos Mayores o Gelao Hui, ya que muchos de sus miembros
participaron en el levantamiento.
Por otro lado se analizan los efectos de la hambruna que
hubo en ese año de 1906 en el área estudiada, sobre todo entre
las clases pobres. Éste fue uno de los factores que empuj6 a
mucha de esta gente pobre a unirse al levantamiento. Ante su
crítica situaci6n, nada perdían y algo podían obtener si logra-
ban triunfar.
Posteriormente se discute el desarrollo del levantamiento
mismo, mostrando que por falta de organizaci6n y los pro-
blemas que se presentaron dentro del liderazgo, el levanta-
miento fue suprimido fácilmente por el ejército Qing, a pesar
de que se había iniciado con un gran vigor.
Para terminar se analizan varios componentes del levan-
tamiento, como son el liderazgo, la organizaci6n, la ideolo-
gía, la composici6n social y el apoyo popular. Es necesario
aclarar que los movimientos populares en China son muy difí-
ciles de analizar de una manera similar a como se analizan otros
movimientos en otros lugares del mundo; en Europa, por ejem-
plo. Esto se debe fundamentalmente a la carencia de datos para
realizar una explicaci6n cuantitativa, tal como lo indica Lucien
Bianco en su artículo: "Peasants and Revolution: The. Case
of China". Por ello, este análisis se limita s6lo a la informa-
ci6n disponible al respecto.

Antecedentes
Características del área
Los distritos de Liling y Liuyang estan localizados en la pro-
vincia de Hunan, y el distrito de Pingxiang en la provincia
de Jiangxi. Estos tres lugares constituyen un triángulo de una
considerable importancia econ6mica, política y social (véase
el mapa 1).

80
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU LI 183

MAPA 1

109 110 111 112 113 114

J Mapa de la 1
provincia de Hunan

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109 110 111 112 113 114

Fuente: Allan C. Wilford, Our Entry into Human, Londres, Roben Culley, 1908.

81
184 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

La economía del área estaba muy diversificada e incluía


la agricultura, la minería, las manufacturas y los ferrocarriles.
En Liling había un taller de alfarería establecido por Xiong
Xiling. En Liuyang la gente se dedicaba principalmente a la
agricultura. En Pingxiang había minas localizadas cerca de la
frontera con Hunan. Estas minas pertenecían a una compa-
ñía china, pero eran parcialmente supervisadas y financiadas
por alemanes. El emporio minero estaba localizado en Anyuan,
lugar cercano a Pingxiang, y el carbón que se producía allí era
trasladado a Liling por ferrocarril. El número de mineros en
esta región ascendía a 10 000. 1
También existía un gran interés comercial en el área por
parte de los poderes imperialistas, quienes desde la apertura
de Changsha como puerto de tratado, en 1904, habían aumen-
tado sus actividades en la provincia de Hunan. Los británicos
y los japoneses especialmente, deseaban monopolizar el comer-
cio de la provincia.2
Sin embargo, la élite hunanesa respondió a esta creciente
influencia extranjera con energía. En el campo minero, la élite
fundó la Compañía General de Minas de Hunan, para luchar
por la recuperación del negocio minero que se hallaba en manos
de extranjeros. A fines de 1907, la Compañía compró una parte
de las minas3 obstruyendo el desarrollo de las empresas
extranjeras. Para recuperar los derechos sobre los ferrocarri-
les utilizaron la misma táctica, pero esto era mucho más com-
plicado ya que en ello estaban involucradas varias provincias
y se necesitaba una gran cantidad de capital. Por último, sin
embargo, la élite hunanesa logró su objetivo de evitar la expan-
sión de la competencia extranjera, extendiendo y protegiendo
sus propios intereses económicos. De este modo, la élite huna-
nesa no sólo reafirmó su poder económico sino que manifestó

1 Hunan Jinbainian Dashi Jishu (Crónica cronológica de los acontecimientos


más importantes en Hunan, durante los últimos 100 años), Comité para la compila-
ción de la Gaceta Provincial de Hunan, 2 vol., Changsha, People's Press, 1959, vol.
1, p. 236.
2 Véase The North China Herald, 26 de octubre de 1906. El cónsul B. Giles de
Gran Bretaña se queja de que los japoneses están aumentando su influencia en el comer-
cio de Hunan, y los alemanes en la explotación de minas.
3 Hunan ]inbainian Dashi jishu, op. cit., p. 181.

82
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU LI 185

sus metas políticas, dirigidas obviamente a la protección de


sus intereses como clase.
En el aspecto social esta área había ido adquiriendo gran
importancia debido a la diversidad de los grupos que existían
en ella: mineros, obreros, campesinos, comerciantes. Todos
ellos, de uno u otro modo, estaban vinculados a las socieda-
des secretas que tradicionalmente habían ejercido su influen-
cia en la región.
Políticamente, la situación era efervescente. Al igual que
en otras provincias del país, existía un gran descontento con
el gobierno de los Qing, a los que se culpaba de haber dejado
que los poderes imperialistas se repartieran prácticamente a
China. La introducción de nuevas ideas que provenían del
extranjero, principalmente de Japón, fue llevada a cabo por
los estudiantes chinos que vivieron en ese país. Al regresar a
China, éstos propagaron conceptos políticos como el republica-
nismo, el nacionalismo y la democracia. Los estudiantes utili-
zaron estos conceptos para luchar en contra de la dinastía Qing.
Todos estos elementos deben ser tomados en cuenta para
poder entender por qué pudo explotar en esta región Hunan-
Jiangxi un levantamiento de tal magnitud y por qué tuvo reper-
cusiones a largo alcance.

Actividades de las Sociedades Secretas. La Gelao Hui


y su líder Ma Fuyi
Las sociedades secretas en China siempre tuvieron un papel
preponderante dentro de los grupos que se encontraban fuera
del marco social confuciano.
U na sociedad secreta es una asociación voluntaria que posee
ciertos conocimientos a los que no tienen acceso los que no
pertenecen a ella. En períodos de decadencia, por lo general,
las sociedades secretas dirigían movimientos en contra de las
dinastías y en tiempos de relativa estabilidad se dedicaban a
aglutinar a los social y económicamente desvalidos, y a activida-
des como el juego, la prostitución, el contrabando, etcétera. 4
4 Fei-ling Davis, Primitive Rewlutionaries of China: A Study of Secret Societies
in the Late Nineteenth Century, Honolulu, The University Press of Hawaii, 1977,
pp. 159 y 164.

83
186 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

Las sociedades secretas estaban organizadas en logias que


actuaban independientemente, pero que podían unirse cuando
tenían que llevar a cabo una empresa importante. Sin embargo,
sus métodos de alianza eran anárquicos, lo que les impedía rea-
lizar acciones a nivel nacional. Si lograban unirse con un grupo
revolucionario podían ser también agentes de cambio social
y político.
A fines del imperio Qing, una de las sociedades secretas
más importantes en China central fue la Gelao Hui o Socie-
dad de Hermanos Mayores. Es difícil precisar los orígenes de
la Gelao Hui, pero la mayoría de las fuentes concuerdan en
que el ejército fundado por Zeng Guofan en Hunan, para com-
batir a los taiping, fue el principal vehículo para la expa.nsión
de esta sociedad secreta. Cuando se disolvió el ejército de Zeng
Guofan, después de haber derrotado a los taiping, la Gelao
Hui continuó ganando adeptos y expandiéndose, ya que todos
los soldados quedaron desempleados, sin saber cómo obtener
los medios necesarios para regresar a sus pueblos de origen. 5
En 1891, la Gelao Hui se hizo notar otra vez por su parti-
cipación en los levantamientos que hubo en el valle del Yangzi
en la primavera y verano de ese año; y por la conspiración
que vinculaba a C.W. Mason, un empleado británico de la
aduana, con la sociedad secreta. Se le acusó de vender armas
a los miembros de la Gelao Hui, por lo que fue arrestado.
Durante la década de 1898-1907los intelectuales hunane-
ses disidentes proveyeron de liderazgo y de apoyo financiero
a la Gelao Hui, para que llevara a cabo varias insurrecciones.
En este tiempo, el imperialismo y las reformas elitistas crea-
ron un desequilibrio que benefició a la Gelao Hui que logró
expandirse y fortalecerse.
De 1900 a 1904 el líder más importante de la Gelao Hui
en Hunan fue Ma Fuyi, quien nació dentro de una familia
campesina de Liling. En su juventud fue miembro del ejército
Qing por un corto tiempo. Después de ingresar a la Gelao Hui

5 Charlton M. Lewis, "Sorne notes on the Ko-lao Hui in late Ch'ing China"
en Jean Chcsneaux, Secret Societies and Popular Mm>ements in China, 1840-1950, Stan-
ford, Stanford University Press, 1972, p. 99. Hunan jinbainian Dashi Jishu, op. cit.,
p. 94.

84
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU LI 187

y de alcanzar una posición estable dentro de ella, 6 organizó


una fuerza militar en Pingxiang y se dedicó a recorrer esta
área hasta Changsha, para promover insurrecciones y ganar
adeptos/
En 1904, Huang Xing, el líder nacionalista, organizó una
insurrección militar en contra de la dinastía Qing, y le pidió
aMa Fuyi la cooperación de la sociedad secreta que él dirigía.
Ma aceptó y se hizo cargo del área de Liuyang y Liling. El
levantamiento fracasó porque los notables locales lograron
obtener información acerca del levantamiento y se la comu-
nicaron de inmediato al gobernador de Hunan. 8 Ma Fuyi
huyó hacia la provincia de Jiangxi, pero fue arrestado en la
estación de ferrocarril de Pingxiang y finalmente ejecutado en
Liuyang el 20 de abril de 1905.9
Esta relación entre los líderes nacionalistas y los líderes
de las sociedades secretas fue importante eQ el sentido de que
logró fomentar el sentimiento antimanchú dentro de los miem-
bros de estas sociedades, un sentimiento que, aunque ambi-
guo, se manifestaría en los siguientes levantamientos que se
efectuarían en el área fronteriza de Hunan y Jiangxi.

La hambruna de 1906 en Hunan y Jiangxi

Casi todas las fuentes coinciden al afirmar que una de las cau-
sas del levantamiento de Ping Liu Li fue la hambruna que sufrió
el pueblo de Hunan y Jiangxi, como resultado de las inunda-
ciones de la primavera y el verano de 1906.
Desde mayo de ese año había empezado a diseminarse la
6 Acerca del ascenso de Ma Fuyi dentro de las sociedades secretas, las fuentes
difieren. Hunan Jinbainian Da:;hi ]ishu, op. cit., p. 204, dice: "Él fundó una sociedad
secreta, la Lungzhan Hui; posteriormente la~ ramas de la Gelao Hui en Fujian, Jiangxi,
Hunan y Hubei lo escogieron como su líder." En Qing Shi (Historia de la dinastía
Qing), 8 vol., Taipei, Comité para la Compilación de la Historia de la Dinastía Qing,
1961, vol. 8, p. 6242 dice: "Después de la muerte de Wang Zhiyu, Ma heredó su posi-
ción y organizó a sus seguidores... "
7 Xinhai Geming (La revolución de 1911), 8 vol., Beijing, Academia China de
Estudios Históricos, vol. 2, p. 463. Además, Ma Fuyi estableció 10 reglas para el ejér-
cito revolucionario.
8 Qing Shi, op. cit., p. 6241.
9 Hunan ]inbainian. .., op. cit., p. 204.

85
188 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

informaci6n sobre las grandes inundaciones de la provincia


de Hunan. El agua cubri6 todas las áreas de la regi6n; en Chang-
sha se elev6 a más de 12 metros, y el lago Dongting se des-
bord6. Como consec,uencia, toda la gente que habitaba el lugar
qued6 sin hogar, "sin alimento y sin medios para cultivar sus
parcelas cuando el agua baje de nivel" .te
El problema relativo a la escasez de arroz fue grave por-
que no s6lo en Hunan hubo hambruna en ese año de 1906,
sino también la hubo en el sur de Jiangxi, en el oeste de Hubei
y en el sureste de Sichuan; éstas eran las provincias que expor-
taban su grano a las grandes ciudades para alimentar a su cre-
ciente poblaci6n 11 (véase el mapa 2). Como consecuencia de
la hambruna, el precio del arroz subi6 en todo el país. En el
valle del río Yangzi, el precio del arroz subi6 alrededor de 50%
en dos semanas. 12 Para la mayoría de la gente pobre era impo-
sible comprar arroz. El gobierno Qing abri6 los graneros públi-
cos, pero esto no fue suficiente para alimentar al pueblo. De
acuerdo con el informe de un misionero que se encontraba
en Changsha en ese tiempo, los efectos de la hambruna se deja-
ron sentir con fuerza en la gran mayoría de la poblaci6n. Dice
lo siguiente:

Puedo afirmar sin lugar a dudas que nunca había visto, a lo largo
de mi experiencia en China, tanta acumulación de suciedad, de
putrefacción, de humanidad contaminada y contaminante, como
la que vi durante mis frecuentes visitas a los miserables hogares
de los pobres que viven al norte de Changsha. Me parece un
milagro que esta gente pueda aún existir... 13

Sin embargo, parece que la situaci6n era aún peor en otros


lugares que en Changsha ya que aunada a la hambruna se daba
la especulaci6n por parte de los notables locales, quienes escon-
dían el poco arroz que había, causando mayor escasez y
aumento de precios exorbitante.
10 The North China Herald, 11 de mayo de 1903, p. 323.
tt Ibidem., 15 de junio de 1906. p. 612. Véase también Xinhai Geming, op. cit.,
p. 463.
12 Dwight H. Perkins, Agricultura/ Development in China 1368·1968, Chicago,
Aldine Publishing Co., 1969, p. 154.
13 The North China Herald, 3 de agosto de 1906, p. 266.

86
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU Ll 189

MAPA2

Mapa de China

Fuente: Dwight H. Perkins, Agricultura/ Development in China, Chicago, Aldine Pub-


lishing Co., 1969.

87
190 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

Como puede observarse, la hambruna afectó seriamente


a la gran mayoría de la población de escasos recursos del área
de Jiangxi y Hunan. Por ello, no es de sorprender que mucha de
esta gente se decidiera a unirse a las bandas de salteadores que
merodeaban los caminos, tal como un oficial Qing afirmaba:

.. .la gente cae en la pobreza y el alimento es escaso, el robo ·


y el asalto han llegado a ser comunes entre la gente. Los bandi-
dos estan aprovechando la oportunidad para convencerlos que
se unan a ellos; como resultado, nueve de cada diez familias,
tienen un miembro que pertenece a estas bandas... 14

Indudablemente esta situación era favorable para que se


realizaran levantamientos como el de Ping Liu Li, pero no pue-
de afirmarse que éste fuera el factor más importante. Este levan-
tamiento no fue sólo un motín por hambre, como veremos
una vez que se analicen todos los elementos que lo componen.

Desarrollo del levantamiento de Ping Liu Li

Organización del levantamiento

El levantamiento de Ping Liu Li se llevó a cabo en diciembre


de 1906. En ese entonces, los miembros de la Tong Meng Hui
como Huang Xing, Chen Dienhua y Song Jiaoren se encon-
traban realizando sus actividades primordialmente en Tokio,
por lo que no participaron directamente en la organización
del levantamiento. Esta labor fue realizada por los líderes de
las sociedades secretas que eran antiguos seguidores de Ma Fuyi.
Cuando éste murió, después del fracaso del levantamiento de
1904, sus seguidores se dedicaron a organizar a la gente del
área de Hunan y Jiangxi para vengar la muerte de Ma. En ese
tiempo, las sociedades secretas en el área de Ping Liu Li esta-
ban divididas en tres grupos: la Gelao Hui o Sociedad de Her-
manos Mayores, la Hongfu Hui o Sociedad de Buena Fortuna,

14 ]indaishi Ziliao (Materiales sobre la historia de China), 4 vol., Beijing, Grupo


de traducción y edición de materiales históricos de la Academia China de Ciencias,
Instituto de Investigación de Historia Moderna, 1956, vol. 4, p. 65.

88
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU Ll 191

y la Wujiao Shi Hui o Sociedad de Mestros en Artes Marcia-


les. Los líderes de la Gelao Hui eran Gong Chuntai, Li Jinchi,
Fei N aigu y Xiao Kechang; el líder de la Hongfu Hui era Jiang
Shoudan; el líder de la Wujiao Shi Hui era Lu Renchu. 15
Estos líderes aceptaron la ayuda de estudiantes que perte-
necían a la Tong Meng Hui con sede en Tokio. Huang Xing
había establecido un cuartel de la Tong Meng Hui en Hunan
y había nombrado a Yu Zhimo como su director. 16
En 1906, la Tong Meng Hui envió dos estudiantes a Hunan
para que se introdujeran en el ejército Qing y persuadieran
a los soldados de que se unieran a ellos, para llevar a cabo una
reorganización de las sociedades secretas del área. Estos estu-
diantes fueron Cai Shaonan y W ei Zongquan. A su llegada
a Hunan se entrevistaron con Yu Zhimo y otros revoluciona-
rios. Acordaron que para lograr la toma de Changsha, la capi-
tal de la provincia de Hunan, era necesario realizar una acción
simultánea con todas las sociedades secretas del área. Una vez
acordado esto, los dos estudiantes se dedicaron a discutir sus
planes con los líderes de las sociedades secretas de Ping Liu
Li. 17 Deseaban convencerlos de que todas las sociedades secre-
tas del área se unieran en una sola organización para facilitar
las acciones. Los líderes de la Gelao Hui y de la Wujiao Shi
Hui respondieron favorablemente y se unieron formando un
solo grupo, al que llamaron Hongjiang Hui o Sociedad del Río
Hong, y Gong Chuntai fue nombrado su líder. 18 Durante la
reunión en la que decidieron unirse, juraron que destruirían
a los machúes y restaurarían una dinastía han o china.
Los estudiantes también se dedicaron a propagar entre los
miembros de las sociedades secretas las ideas políticas de la Tong
Meng Hui, principalmente sobre nacionalismo y republica-
nismo. Sin embargo, en esta etapa de la organización del levan-
tamiento, al mismo tiempo que aceptaban algunas de estas ideas,
15 Hunan ]inbainian. .., op. cit., p. 225.
ll• Acerca de las actividades de Y u Zhimo véase: H1man Lishi Zi/iao (Materia-
les históricos de Hunan), Changsha, Casa Publicitaria del pueblo de Hunan, 1960,
vol. 1, pp. 107-109.
17 Hunan ]inbainian. .., op. cit., p. 225. Xinhai Geming, op. cit., p. 463. Esta
última obra dice que los estudiantes participaron en el levantamiento como indivi-
duos y que la Tung Meng Hui no lo planeó. ]indaishi Zi/iao, op. cit., p. 60.
IK Hunan ]inbainian. .. , op. cit., p. 225.

89
192 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

sobre todo las relativas al nacionalismo, conservaban su posi-


ción respecto a la inst¡¡,uración de una dinastía han; es decir,
ellos veían la meta del levantamiento en forma tradicional, sólo
como un cambio de dinastÍa y no como un cambio de la forma
de gobierno en general. Esta mezcla de ideas puede observarse
en el juramento que hicieron al constituir la nueva sociedad:

Juro que seguiré los ideales de la República de China y que obe-


deceré al Hermano Mayor en forma absoluta. Estoy de acuerdo
con los otros miembros en seguir nuestra meta de destruir a
la dinastía manchú e instaurar una dinastía han. Si violo este
juramento seré castigado con la muerte. 19

Después del establecimiento de la Hongjiang Hui, sus miem-


bros se dedicaron a hacer campaña entre los mineros y los cam-
pesinos para ganar más adeptos. La organización se desarro-
lló muy rápido; en pocos meses se extendió su influencia por
el área de Jiangxi que comprendía los distritos de Ping Xiang,
Yichun, Fenyi, Wanzai, y por los distritos de Liuyang y Liling
en Hunan.
En julio de 1906 continuaron con los preparativos del
levantamiento. Gong Chuntai y Cai Shaonan convocaron a
una reunión de los principales líderes, con el fin de discutir
las medidas que se iban a tomar para llevar a cabo el levanta-
miento. Le ordenaron a la gente a su cargo que manufacturara
secretamente el equipo militar necesario; que se recolectara
dinero para constituir un fondo; que se pusieran en contacto
con los líderes de la Gelao Hui que todavía no se habían unido
a la nueva organización y con el líder de la Hongfu Hui, Jiang
Shoudan; que se informara a la gente de Shanghai, Hong Kong
y Guangzhou acerca de las actividades revolucionarias en
Hunan y Jiangxi, y al mismo tiempo, que se enviara un informe
sobre dichas actividades a los cuarteles de la Tong Meng Hui
en Tokio. 20
Finalmente lograron que los líderes de las otras ramas de

19 /bidem., p. 226. Lo mismo decía un documento encontrado por el coman·


dante del ejército de Pingxiang, que contenía además una lista de miembros de la
sociedad secreta. jindaishi Ziliao, op. cit., p. 60.
20 Hunan jinbainian.. ., op. cit., p. 227.

90
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU LI 193

las sociedades secretas, tales como Xiao Kechang, líder de los


mineros de Pingxiang, y el mencionado Jiang Shoudan se unie-
ran a la Hongjiang Hui. La labor de proselitismo también con-
tinu6 desarrollándose entre campesinos y mineros del área.
Cuando la gente se reunía en los templos, aprovechaban la oca-
si6n para explicarle la naturaleza del levantamiento y para
repartir cupones de ropa (piao bu).2t
Al principio los notables locales no le dieron importancia
a todas estas actividades que estaban -desarrollando las socie-
dades secretas, pues creían que no contaban con el apoyo popu-
lar. Esto puede verse claramente en el informe .9ue sobre la
situaci6n envi6 el jefe del ejército en Pingxiang. Este señalaba
que había tratado de convencer a los notables para "que busca-
ran en cada casa y pusieran en práctica la vieja ley del baojia"
pero " .. .los notables temieron echarse a cuestas esa carga y
se mostraron renuentes a hacerlo. Pensaban que la crisis pa-
saría, sin percatarse de que el punto más crítico estaba por
llegar". 22
Sin embargo, cuando vieron que los preparativos del levan-
tamiento continuaban, comprendieron que los temores del jefe
del ejército tenían fundamento. A principios de octubre, la Hong-
jiang Hui llev6 a cabo una celebraci6n del inicio de la esta-
ci6n en Ma Shi, donde se encontraban sus cuarteles generales.
Miles de personas se congregaron para este acontecimiento,
y los notables le pidieron al gobierno que enviara al ejército,
para acabar con esta reuni6n que ponía en peligro su tran-
quilidad.
Además de este incidente aconteci6 otro el 21 de octubre,
cuando Li Jinchi, de Liuyang, uno de los líderes de la Hong-
jiang Hui, fue apresado. Como consecuencia, los mineros de
Pingxiang reaccionaron violentamente y decidieron rescatarlo.
Pero el gobierno local, tratando de evitar que se efectuara un
levantamiento, envi6 un telegrama a las autoridades para
que se ejecutara a Li Jinchi, y a su vez envi6 otro telegrama
a las autoridades de Pingxiang para que vigilaran que los tra-
bajadores no llevaran a cabo actos de violencia. 23
21 Xinhai Geming, op. cit., p. 491. Jindaishi Ziliao, op. cit., pp. 58-59.
11 Jindaishi
Ziliao, op. cit., p. 65.
13 Xinhai Geming, op. cit., pp. 491-492. Jindaishi Ziliao, op. cit., "Informe del

91
194 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

El gobierno empezó a investigar a fin de descubrir quié-


nes eran los líderes principales. Cuando el jefe del ejército de
Pingxiang trataba de arrestar a uno de los miembros de la Hong·
jiang Hui encontró entre sus penenencias una lista con varios
de los nombres de los líderes, entre los que se incluía a Cai
Shaonan y Jiang Shoudan.l4
Para noviembre, la situación se volvió aún más crítica. Los
incidentes violentos se extendieron por los tres distritos de
Liling, Pingxiang y Liuyang. En Liuyang la gente pobre em-
pezó a reunirse y a quemar las casas de los notables y la esta-
ción de policía. Atacaron principalmente las propiedades de
aquellos notables que estaban panicipando en la organización
de ejércitos de civiles. 25 En Liling también hubo varios inci-
dertt~s en los cuales paniciparon trabajadores del taller de alfare-
ría. Estos trataron de comunicarse con los mineros de Anyuan,
pero los directores del taller se enteraron y pusieron al tanto
de todo a los representantes del gobierno local, 26 los cuales
enviaron un telegrama a las autoridades de los ferrocarriles para
que pararan la circulación de trenes. Fueron enviadas tropas
desde Changsha hacia Liling. 27
Por su pane, los líderes de las sociedades secretas y los estu-
diantes W ei Zongquan y Cai Shaonan ya habían formulado
un plan de acción para llevar a cabo el levantamiento. Según
este plan, las fuerzas tenían que ser divididas en tres seccio-
nes: una en Liling y Liuyang, otra en Anyuan y la tercera en
Yichun y Wanzai, en la provincia de Jiangxi. La primera sec-
ción atacaría Changsha, la segunda se dedicaría a proteger la
región minera, y la tercera atacaría Nanchang. 28 Este plan, sin
embargo, no se pudo llevar a cabo debido a la forma prema-
tura en que se inició el levantamiento.
El 3 de diciembre, la gente de Liling se encontraba prepa-
rando la ropa y las armas para el levantamiento, cuando las
Comandante del Ejército de Pingxiang al Gobernador de Jiangxi", p. 59. Hunan fin·
bainian. .., op. cit., p. 228. Se les repartía estos cupones para que pudieran adquirir
ropa de color blanco que les servía de identificación.
24 jindaishi Ziliao, op. cit., p. 60.
25 Xinhai Geming, op. cit., p. 467.
26 jindaishi Ziliao, op. cit., p. 66.
27 Hunan jinbainian. .., op. cit., p. 229.
28 Xinhai Geming, op. cit., p. 465.

92
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING UU U 195

fuerzas del gobierno empezaron a arrestar a algunos de ellos.


Uno de los arrestados, Luo Liangzhu, confes6 que los líderes
de la Hongjiang Hui estaban esparcidos por Changsha, Liu-
yang y Liling, en la provincia de Hunan, y en Pingxiang, W an-
zai y Yichun, en la provincia de Jiangxi, y que las fuerzas de
Pingxiang, Liling y Liuyang tenían programado un levanta-
miento simultáneo para el 20 de diciembre.2 9
Al mismo tiempo, Gong Chuntai y el resto de los líderes
de las sociedades secretas y los estudiantes se reunieron en un
lugar cercano a Ma Shi, para discutir qué debía hacerse ante
las circunstancias del momento. Gong Chuntai, Cai Shaonan
y Wei Zongquan opinaban que lo mejor sería posponer el
levantamiento, ya que el gobierno había descubierto todo, ade-
más de que todavía no tenían armas suficientes. Pero el resto
de los líderes opinaba que el levantamiento tenía que llevarse
a cabo de inmediato, aprovechando el apoyo popular que tenían
en esos momentos.
Uno de los líderes menores que asistieron a esta reunión,
un miembro de la Hongjiang Hui, decidió regresar a Ma Shi
y reunir a las dos mil personas que tenían en ese lugar para
proclamar el inicio del levantamiento. Usó como estandarte
una bandera blanca con el caracter han escrito sobre ella. 30
Cuando los líderes principales se enteraron de este aconteci-
miento decidieron secundarlo e inmediatamente le pidieron
a Xiao Kechang, líder de los mineros, que se uniera al levanta-
miento. Sin embargo, éste se rehusó, aduciendo que el
momento no era adecuado para iniciarlo. 31 Esta negativa de
Xiao Kechang es muy importante pues muestra que no había
coordinación entre los líderes y, por lo tanto, la mayoría de
las fuerzas de mineros que estaban comandados por Xiao
Kechang quedaron fuera del movimiento.
Además, había otras razones para que los mineros de Pin9-
xiang no se unieran al levantamiento. El gobierno ya habta
puesto en práctica una serie de medidas preventivas para evi-
tar una acción violenta por parte de los mineros y cuando el
29 jindaishi Ziliao, op. cit., p. 66.
30 Hunan Jinbainian . .. , op. cit., p. 229 .
.ll Xinhai Geming, op. cit., "Informe Conjunto del Comandante del Ejército
y del Gobernador de Jiangxi", p. 492.

93
196 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

levantamiento estall6, el gobierno envi6 sus tropas a Liuyang


para bloquear cualquier contacto entre este lugar y Pingxiang.
Por último, el levantamiento de Ping Liu Li estall6 espon-
táneamente el 4 de diciembre de 1906, sin una suficiente pre-
paraci6n y sin el apoyo de varios de los líderes más importantes.

El levantamiento

Después del estallido, la gente de los tres distritos de Liling,


Liuyang y Pingxiang empez6 a unirse al movimiento. De
acuerdo con las fuentes, fueron alrededor de treinta mil per-
sonas las que lo apoyaron; 32 sin embargo, las fuerzas del
gobierno eran de alrededor de cincuenta mil hombres.J3
El 7 de diciembre un grupo de rebeldes atac6 el pueblo
de Shangli y lo ocup6, s6lo para ser repelido por las fuerzas
d"el gobierno.
De acuerdo con el informe del director de las minas de
carb6n de Pingxiang, dirigido al gobernador de Jiangxi, ape-
nas el director se enter6 de lo crítico de la situaci6n envi6 inme-
diatamente a lós extranjeros a Changsha, para protegerlos y
así poder restaurar el orden entre los mineros. A la mañana
siguiente, decía, " ... todo estaba más o menos bajo control; la
producci6n de carb6n se realiz6 en la forma acostumbrada". 34
En el distrito de Liuyang, las fuerzas de la Honpfu Hui diri-
gieron el levantamiento. Su líder, Jiang Shoudan, decidi6 actuar
por su cuenta y proclam6 su propio manifiesto, el cual difería
del de Gong Chuntai. Ambos serán analizados más adelante.
En el distrito de Liling, los que participaron en el levanta-
miento fueron campesinos pobres, soldados y alfareros. 35 El
ejército del gobierno atac6 a las fuerzas revolucionarias de Liling
y Liuyang, pero en donde mayor énfasis se puso fue en Ping-
xiang, debido a su importancia econ6mica, tanto por las minas
\
32 Xinhai Geming, op. cit., p. 464. Great Britain Foreign Office, Papers on China,
Documento 10927, núm. 11. De Sir Jordan a Sir Edward Grey, Beijing, 21 de febrero
de 1907, p. 40.
33 Xinhai Geming , p. 465.
34 ]indaishi Ziliao, op. cit., "Informe del jefe de las minas de carbón de Ping-
xiang ai Gobernador de Jiangxi", p. 62.
35 Hunan ]inbainian. .. , op. cit., p. 235.

94
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU L1 197

como por el ferrocarril. Aunque el líder de los mineros, Xiao


Kechang, no se uni6 al levantamiento, varios grupos de mine-
ros de Anyuan estaban resueltos a luchar. Tanto los notables
locales como el gobierno estaban temerosos de la violencia que
pudieran desatar estos grupos. 36
Ante las proporciones que estaba tomando el levanta-
miento, el gobierno decidi6 unir el ejército de cuatro provin-
cias: Jiangxi, Hunan, Hubei y Jiangsu. Deseaban acabar con
el levantamiento tan pronto como fuera posible, y por ello
utilizaron todas las fuerzas disponibles. Como lo decía uno
de los jefes del ejército: "nuestro número es diez o veinte veces
mayor que el del enemigo; si matan a diez de nosotros, ten-
dremos a veinte o treinta más para remplazar a los que mu-
rieron ..."Y Además, el ejército del gobierno estaba bien
equipado con toda clase de rifles y armas modernas. Por el
contrario, los rebeldes s6lo contaban con cuchillos, pequeños
cañones y unos cuantos rifles que habían obtenido del campo
enemigo. 38
Las potencias imperialistas, representadas por Jap6n, Ale-
mania, Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos, se percata-
ron de la importancia del levantamiento, y aunque los lideres
del mismo habían señalado que serían respetadas las vidas y
las propiedades de los extranjeros, éstos estaban preparados
para intervenir militarmente si fuera necesario .. "Dos barcos
de guerra japoneses, uno alemán, uno inglés y otro americano,
fueron enviados a Zhuzhou". 39 Sin embargo, la intervenci6n
extranjera no fue necesaria. Las fuerzas del gobierno fueron
derrotando uno a uno a los grupos revolucionarios, a pesar

36 jindaishi Ziliao, op. cit., "Informe del Comandante del Ejército de Ping-
xiang", p. 67. Además el gobernador de jiangxi dice: "Envié dos telegramas para
que se establezca la ley marcial en Anyuan y para ordenar al comandante del ejérci-
to que no pierda tiempo." Xinhai Geming, op. cit., p. 480. El encargado de las minas
envió un telegrama al gobernador de Jiangxi pidiendo más soldados, p. 481. Los nota-
bles responsables del ejército de civiles comunicaron a las autoridades de los ferroca-
rriles, que había muchos bandidos en aquel lugar y que necesitaban más refuerzos.
3 7 jindaishi. .., op. cit., p. 71. "Informe del Comandante del Ejército de Ping-
xiang." Para mayores detalles sobre las fuerzas del gobierno, su número y su organi-
zación véase Xinhai Geming, op. cit., p. 469. The North China Herald, 14 de diciem-
bre de 1906 y 21 de diciembre de 1906.
_lg Ibidem , Great Britain... op. cit., de sir Jordan a sir Edward Grey, p. 40.
39 Hunan jinbainian. .., op. cit., p. 237.

95
198 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

de que éstos obtuvieron algunos triunfos al inicio del levan-


tamiento.
El 7 de diciembre, Gong Chuntai, el líder principal de las
fuerzas rebeldes, trató de ocupar Liling, pero sus soldados fue-
ron tomados por sorpresa por las fuerzas del gobierno y fueron
derrotados. 40 Al mismo tiempo, el ejército de Hunan arrestó
a uno de los rebeldes que iba de Liling a Pingxiang para entrevis-
tarse con Xiao Kechang. Al enterarse del incidente, los mineros
aumentaron los actos violentos, por lo que el gobierno reforzó
su ejército en el área minera evitando así que los mineros de
Anyuan se unieran con las fuerzas rebeldes de Liling y Liuyang.
El 12 de diciembre, el ejército Qing derrotó en Liuyang
a los rebeldes, quienes estaban mal organizados y mal pertrecha-
dos. Gong Chuntai y Cai Shaonan trataron de ponerse en con-
tacto con Fei N aigu, pero Caí Shaonan fue aprehendido y tor-
turado hasta morir; Fei Naigu fue ~esinado antes de que Gong
Chuntai se entrevistara con él. Gong al ver que no podía hacer
nada en esos momentos, decidió ir a Changsha en secreto. 41
El gobierno seguía preocupado por la amenaza que repre-
sentaban los mineros, a pesar de que tenía bien vigilada el área
de Anyuan y Pingxiang. El 25 de diciembre, el gobierno deci-
dió ejecutar al líder minero Xiao Kechang, para así dejar sin
cabeza a los rebeldes. 42 Además, se inició una investigación de
cada uno de los mineros y se estableció el sistema de baojia
para controlarlos. El gobierno de Jiangxi informó lo siguiente:

Después de la ejecución de Xiao Kechang establecimos un


cuerpo de vigilancia en Anyuan e investigamos a cada uno de
los trabajadores y a la gente del pueblo. Cada trabajador tenía
que ser avalado por otro. Hubo más de mil que no pudieron
presentar este aval. La mayoría de éstos eran gente proveniente
de Hunan que inmediatamente fue enviada de regreso. 43

40 Las fuentes afirman que en medio de la batalla pasó un tren con unos cuan-
tos soldados a bordo (60) pero que los rebeldes pensaron que eran muchos más. Por
ello se desorganizaron, corrieron en desbandada y fueron derrotados. Hunan ]inbai·
nian. .. , op. cit., p. 237, ]indaishi. .., op. cit., p. 70.
41 Hunan ]ibainian. .., op. cit., 240.
42 Jbidem , p. 238. ]indaishi Züiao, op. cit., p. 72.
43 Xinhai Geming, op. cit., p. 521. Véase también Hunan ]ibainian.. ., op. cit.,
p. 238.

96
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU LI 199

El gobierno continu6 buscando entre la gente del pueblo


a aquellos que consideraba sospechosos de haber participado
en el levantamiento. Se dieron instrucciones a los notables lo-
cales para que avisaran a las autoridades acerca de cualquier
anomalía en sus respectivas áreas, y que les enviaran a todos
aquellos que tomaran presos. Alguna gente pobre, que en la
mayoría de los casos era inocente, fue acusada y declarada cul-
pable de haber participado en el levantamiento, sin tener prueba
alguna de ello, como puede observarse en este dol.:umento de
la administraci6n de Pingxiang:

Los notables locales han enviado treinta y cinco bandidos. Los


notables no mandaron ninguna prueba de su culpabilidad. Ade-
más, no hubo testigos durante el interrogatorio. De modo que
es difícil dictar sentencia... 44

En términos generales, las autoridades siguieron una línea


muy estricta con la gente que tomaban presa. A los líderes del
levantamiento, es decir, a todos aquellos que participaron en
la planeaci6n y el estallido del mismo, en las diferentes áreas,
se les dict6 pena de muerte. Sus seguidores recibían un castigo
menor si cooperaban con las autoridades y revelaban los nom-
bres de otros rebeldes. La gente que intent6 unirse al levanta-
miento pero que de hecho no lo hizo, podía volver a su casa
si entregaba los cupones de ropa que les habían dado los "ban-
didos".45
Aparentemente, el levantamiento había sido sofocado sin
que obtuviera ningún resultado. Sin embargo, el que los miem-
bros de diferentes sectores de las clases sociales más desprote-
gidas se rebelaran y trataran de conjugar sus acciones con las
de estudiantes provenientes de Tokio, y el que mencionaran
algunas de las nuevas ideas en sus manifiestos, constituy6 un
avance en el proceso revolucionario en el área de Hunan y
Jiangxi. Sirvi6 para poner en evidencia el antagonismo entre
los intereses de los notables locales y los de los trabajadores

H lbidem , p. 496.
~s lbidem, p. 495. Great Britain ... op. cit., p. 41. Sir Jordan afirmaba que d
gobierno ofreció de 500 a 1 000 taels por las cabezas de los líderes más importantes
del levantamiento que todavía no habían sido aprehendidos.

97
200 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

y campesinos, que cada vez se percataban más de que consti-


tuían una clase diferente, en desventaja social.

Análisis del levantamiento

Para poder entender el porqué del fracaso del levantamiento


de Ping Liu Li y su significación para el proceso revoluciona-
rio, es necesario analizar elementos tales como el liderazgo,
el apoyo popular, la ideología y la organización.
Los líderes del movimiento tenían una extensa base popu-
lar, lo que les sirvió para llevar a cabo la acción. Sin embargo,
también tenían problemas de organización y de inconsisten-
cia ideológica que finalmente los condujeron al fracaso.
El liderazgo del levantamiento estaba constituido princi-
palmente por trabajadores que pertenecían a sociedades secre-
tas. Xiao Kechang era un minero que había pertenecido al ejér-
cito durante algún tiempo. Xiao vivió gran parte de su vida
en Anyuan, el centro de la industria minera del área. Desde
ese lugar pudo coordinar las actividades de las sociedades secre-
tas y convertirse en un líder importante. Xiao era uno de bs
que más conocía cuál era la situación política y social, y lo
arriesgado que podía ser el llevar a cabo una acción impetuosa.
Por ello, se opuso a la participación de sus fuerzas en el levan-
tamiento cuando éste estalló sin una preparación adecuada.
El grupo minero de Xiao Kechang constituía la fuerza más
importante del área. Los notables y el gobierno local sabían esto,
por ello tomaron medidas para impedir que pudieran unirse
con las fuerzas rebeldes de Liuyang y de Liling. El jefe del ejér-
cito de Pingxiang decía, respecto al poder de Xiao, lo siguiente:

Si Xiao Kechang toma la iniciativa, su poder sería suficiente


como para derrotar al ejército de Anyuan, y si esto sucede, el
de Liling también sería destruido. Tenemos que ser cautos con
Xiao Kechang. 46

Los otros dos líderes importantes, Gong Chuntai y Jiang

46 ]indaishi. .. , op. cit., p. 67.

98
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU Ll 201

Shoudan, de Liling y Liuyang, también eran trabajadores. Gong


era analfabeta; sin embargo, desde el inicio del levantamiento
tuvo un contacto directo con los dos estudiantes, Cai Shao-
nan y Wei Zongquan. Jiang Shoudan había sido minero y, al
igual que Xiao, había trabajado dentro del ejército.
Los dos estudiantes, Cai Shaonan y Wei Zongquan, no par-
ticiparon en el estallido del levantamiento. En un principio
colaboraron en su organización con los demás líderes, pero
no fueron capaces de tomar la dirección del movimiento ni
de convencer a todos los líderes de adoptar las nuevas ideas.
Cuando el levantamiento se desarrollaba, los dos estudiantes
iban rumbo a Tokio a informar a los líderes de la Tong Meng
Hui sobre las actividades que se llevaban a cabo en esta área
fronteriza de Hunan y Jiangxi. Al enterarse de que el levanta-
miento estaba en marcha, regresaron inmediatamente, pero ya
no pudieron hacer nada. Se encontraron con un foit accompli.
Otro factor importante que debe tomarse en cuenta, en
cuanto al liderazgo se refiere, es la diferencia de opiniones que
existía entre los líderes y la organización, y el modus operandi
del movimiento. Tanto las ideas como las acciones de los líde-
res fueron inconsistentes con lo que originalmente habían pla-
neado. El inicio del levantamiento se debió a una acción irre-
flexiva de uno de los líderes. Esta falta de organización y de
unidad entre ellos fue una de las causas del fracaso y de la
derrota del movimiento.
La falta de organización impidió el aprovechamiento de
los contactos que tenían las sociedades secretas entre las filas
del ejército Qing. Había muchos miembros de las socieda-
des secretas que se habían infiltrado en el ejército no sólo en
Hunan sino también en Jiangxi. Este hecho alarmó a las auto-
ridades, como puede observarse en este informe del goberna-
dor de Jiangxi:

...el ejército ha sido seriamente infiltrado por la Gelao Hui y


por revolucionarios antimanchú. Hace poco recibí un an6ní-
mo que decía que había 2 000 de ellos en Nachang y 4 000 en
Yujiang... 70% de los soldados tienen estos antecedentes .. Y
47 Xinhai Geming, op. cit., p. 501. También sir Jordan decía que un considera-
ble número de miembros del ejército simpatizaba con los rebeldes.

99
202 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

Los soldados, sin embargo, no apoyaron el levantamiento,


precisamente por la falta de comunicaci6n que había entre ellos
y los lideres del mismo.
Las discrepancias ideológicas entre los lideres son eviden-
tes si se leen los manifiestos publicados después del levanta-
miento. Por ejemplo, el de Gong Chuntai contiene ideas eclécticas
que reflejan sus propios puntos de vista y los de los estudian-
tes de la Tong Meng Hui. Gong manifestaba su disgusto por-
que el gobierno manchú permitía ser humillado por los pode-
res imperialistas que se beneficiaban de la debilidad del país,
y al mismo tiempo afirmaba que " .. .la propiedad y las vidas
de los extranjeros serian respetadas". 48 Afirmaba también que
no intentaba fundar un nuevo imperio sino establecer una repú-
blica" ... que beneficie igualmente a todos los ciudadanos". 49
Este manifiesto de Gong incluía también algunas ideas
sociales acerca de la distribución de la tierra y la riqueza, con
las cuales deseaba ganar el apoyo de los campesinos pobres:
"recurriremos a nuevos enfoques para resolver los problemas
sociales, distribuyendo la tierra equitativamente". 50 Gong
enfatizaba el hecho de que los sistemas igualitarios no habían
podido alcanzar su meta de distribuci6n equitativa de la riqueza,
ni siquiera en los paises occidentales. Para llevarlo a cabo en
China se necesitaría mucho tiempo, pero no seria imposible.
En su manifiesto, Jiang Shoudan, lider de la Hongfu Hui
también criticaba la actitud de la dinastía Qing ante los extran-
jeros, pero afirmaba que estaba en contra del establecimiento
de una república. Esta proclama es más tradicional que la de
Gong Chuntai. La Hongfu Hui planeaba seguir el modelo tra-
dicional chino de rebelión:

Si nosotros los han somos capaces de obtener el poder, enton-


ces estableceremos un tipo de dictadura que será como la del
abuelo en la familia. Se obedece su voluntad pero también se
comparte su prestigio, y si alguna vez golpea lo hace por su pro-
pio bien. Esto es muy diferente a ser esclavo. 51

48 Hunan ]ínbaínian. .. , op. cit., p. 232.


49 Ibídem , p. 232.
SO Ibídem.
51 Ibídem , p. 233.

100
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING UU U 203

No obstante el eclecticismo que reflejaban sus ideas y los


problemas que existían entre ellos, pudieron ganar el apoyo
de las masas. U no de los factores que les ayudó a ganar este
apoyo fue la pobreza en que se encontraba la mayoría de esta
gente, exacerbada por la hambruna de 1906.
De acuerdo con las fuentes, el levantamiento fue apoyado
por campesinos pobres, alfareros y mineros. Durante el año
de 1906, la mayoría de esta gente se encontraba en una situa-
ción crítica. En Anyuan había muchos desempleados que inme-
diatamente se unieron a las filas rebeldes. 52 Después del esta-
llido muchos trabajadores perdieron sus empleos en Liling.
El magistrado de Pingxiang, Zhang Zhirui, decía lo siguiente
al respecto:

Después del estallido del levantamiento de Liu Li, muchos tra-


bajadores han dejado su empleo y se han unido a él. Escuché
que justo después de la caída de la ciudad de Shangli, el número
de trabajadores que dejaba su empleo ascendía a cientos. Pero
después que las mayores fuerzas del levantamiento fueron derro-
tadas, los trabajadores regresaron secretamente; como ya no
tenían empleo, el bandidaje fue la consecuencia natural. 53

Probablemente los desempleados de Anyuan eran campe-


sinos pobres que a causa de la hambruna habían emigrado a
estos lugares, económicamente importantes, para tratar de con-
seguir empleo. Otros, como puede observarse en la cita ante-
rior, dejaron sus empleos para unirse al levantamiento. Desa-
fortunadamente no hay datos disponibles sobre el número de
desempleados.
Por otro lado, la actitud de las tropas rebeldes hacia el pue-
blo hizo que éste les diera su apoyo incondicional:

El ejército revolucionario está bien disciplinado. A dondequiera


que van, sólo le piden a la gente armas y alimentos. A los que han
ejecutado ha sido a los notables que dirigen milicias civiles, a
los ricos, y a aquellos que trabajan para los manchúes. A los

S2 Xinhai Geming, op. cit., p. 472.


s; jindaishi. .. , op. cit., p. 63. "Informe del Magistrado de Pingxiang Zhang Zhi-
rui y del representante de los notables, Li Youru".

101
204 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

estudiantes, hombres de negocios y a la gente ordinaria, no se


les molesta. 54

Otra manifestación de apoyo popular la constituyó la acti-


tud de la gente hacia la seguridad de los rebeldes. La informa-
ción que el gobierno podía usar contra los rebeldes era guar-
dada en sec~eto. Si se llegaba a preguntar a los campesinos lo
que sabían sobre los planes de las fuerzas rebeldes, aunque
lo supieran, guardaban silencio. 55
Los notables, por su parte, actuaban como clase, tratando
de proteger sus intereses, sobre todo en esta área tan impor-
tante económicamente. Cuando se enteraron de que los mine-
ros de Anyuan también apoyaban el levantamiento, inmedia-
tamente pidieron más ayuda militar al gobierno. En un informe
que se envió al gobernador Zhang Zhidong puede verse la
importancia del área y el miedo que tenía la gente relacionada
con los negocios de ferrocarriles y minería a ver dañados sus
intereses:

Ayer recibí un telegrama de la administración de las minas de


Pingxiang y del Presidente de Negocios de Shanghai, Sheng Zhi-
huai, diciendo que hubo un levantamiento en el área ... Si la
situación empeora, no sólo las minas y los ferrocarriles se verán
afectados. 56

Como puede verse, el levantamiento de Ping Liu Li preo-


cupó seriamente a los notables locales y al gobierno Qing. Y
eso era de esperarse, ya que fue un levantamiento en el que
participaron diversos grupos económicamente débiles, a los
que no sólo movía el deseo de derribar a la dinastía manchú,
como en anteriores rebeliones dirigidas por las sociedades secre-
tas, sino el deseo de llevar a cabo un cambio social. En el levan-
tamiento ya se reflejaban claramente los intereses que preocu-
paban a estos grupos como clase, pues no fue sólo un
levantamiento campesino sino obrero también. De hecho, éstos

54 Hunan ]inbainian . .. , op. cit., p. 233. Véase también Xinhai Geming, op. cit.,
p. 4.93.
55 ]indaishi. .. ,
op. cit., p. 66.
56 Xinhai Geming, op. cit., p. 499.

102
CONNELLY: EL LEVANTAMIENTO DE PING LIU LI 205

proveyeron al movimiento de liderazgo y fueron los que expre-


saron algunas ideas sociales en sus manifiestos. Es por ello que
puede afirmarse, como lo hace Esherick,57 que en este movi-
miento ya se deja ver una conciencia de clase. Los notables,
por su parte, demostraron en la actitud tomada hacia los rebel-
des que ante todo lo que les interesaba era preservar su posi-
ción. Esta misma actitud la tomarían más adelante cuando se
efectuó el levantamiento de Wuchang, en 1911, que habría de
culminar con la caída de los Qing. En esos momentos, los nota-
bles se apoderaron del movimiento revolucionario para evi-
tar precisamente que las masas de campesinos y de trabajado-
res llevaran al movimiento más allá del límite deseado y dañaran
sus intereses.

Consideraciones finales

El levantamiento de Ping Liu Li de 1 ~06


fue un movimiento
de masas a gran escala, en el que participaron no sólo campe-
sinos sino también mineros y obreros del taller de alfarería,
y en el que las sociedades secretas del área, especialmente la
Gelao Hui, jugaron un papel importante. El movimiento revo-
lucionario dirigido desde Tokio por la Tong Meng Hui no
desempeñó una acción directa en el levantamiento. Los dos
estudiantes enviados para que estudiaran la situación en el área
de Ping Liu Li, no participaron en el levantamiento mismo.
Este hecho es importante, porque muestra la debilidad del
movimiento revolucionario, el cual era incapaz de coordinar
las acciones que se llevaban a cabo en territorio chino contra
los Qing y el orden social establecido. Esto se hizo evidente
en 1911, cuando la Tong Meng Hui, el movimiento revolucio-
nario en sí, perdió la oportunidad de dirigir el cauce de la
naciente república.
Sin embargo, el contacto que se dio entre las masas popu-
lares y los estudiantes que repudiaban a la dinastía y a los extran-
jeros representó la unión, aunque muy pasajera, de dos fuer-

S7 Joseph Esherick, Reform and Revolution in China, The 1911 Revolution in


Hunan and Hubei, Berkeley, University of California Press, 1976, 324 pp., p. 65.

103
206 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXI: 2, 1986

zas que luchaban contra el mismo enemigo. Las ideas sobre


republicanismo que los estudiantes difundieron entre los rebel-
des lograron producir cierta transformaci6n de la ideología de
las sociedades secretas, ya que por lo menos uno de los grupos
incluy6 en su manifiesto la idea de establecer una república.
Por otra parte, la espontaneidad del levantamiento de Ping
Liu Li mostr6 como podían rebelarse las masas populares
cuando eran especialmente presionadas y se produda un recru-
decimiento de su miseria, como fue el caso de la hambruna
de 1906. Esta misma espontaneidad pudo verse en los subse-
cuentes levantamientos; por ejemplo, el de Changsha de 1910.
A pesar de la importancia del levantamiento, éste no triunf6
debido a varias razones. Primero, los problemas surgidos entre
los Hderes de las sociedades secretas, la falta de visi6n poHtica
de éstos y sus discrepancias sobre la organizaci6n y los objeti-
vos del movimiento. Segundo, la misma espontaneidad de las
acciones, que no permiti6 que se tomara en consideraci6n la
91pacidad y el poder del enemigo. Tercero, la falta de armas,
ya que los rebeldes s6lo contaban con unos cuantos rifles, cuchi-
llos e instrumentos de trabajo, mientras que el ejército Qing
y las milicias de civiles organizadas por los notables estaban
bien equipados con armas modernas compradas a los
extranjeros.
No obstante su derrota, el levantamiento de Ping Liu Li
mostr6 que las masas populares en un momento dado podían
rebelarse, y dar su apoyo a movimientos como el de 1911, enca-
minados a derribar a la dinastía Qing y, más tarde, a otro diri-
gido a cambiar todo el orden social y poHtico establecido, el
cual culminaría en 1949. Tal como sir Jordan, un miembro
del servicio exterior inglés afirmaba:

Ahora que ha sido sofocado [el levantamiento] y que las autori-


dades investigan cualquier síntoma de estallido, parece que hay
pocas probabilidades de que los revolucionarios organicen otro
movimiento con resultados positivos. Pero, como mencioné
antes, existe la posibilidad de que a la primera oportunidad que
se presente, seamos testigos de un recrudecimiento de estos
problemas. 58
sa Great Britain ... , op. cit., p. 41. "De sir Jordan a sir Edward Grey".

104
LA REVISTA NUEVO SIGLO" tt

'
Y LA REVOLUCION DE 1911.
ALGUNOS PROBLEMAS PARA
LA INTERPRETACIÓN DEL
ANARQUISMO CHINO
PAUL CLIFFORD
El Colegio de México

LA FUNDACIÓN de la Liga Revolucionaria China en Tokio


en agosto de 1905 marcó una nueva etapa muy importante
en el-movimiento que derrocó la dinastía Qing y estableció
la república en China. Pero esta alianza que se describe
con frecuencia como el primer partido político revolucionario
unificado de China 1 fue poco más que una débil federación
de diferentes grupos de revolucionarios exilados dispersos
por el mundo desde Japón hasta Estados Unidos y Europa.
La única base común era el acuerdo con el primer punto del
programa de los tres puntos de Sun Yat-sen: el ..Naciona-
lismo", que marcó el fin del gobierno extranjero manchú
en China, y que por su estructura ideológica abarcaba desde
la pqsición de la Sociedad de la Restauración 2 por su ala
dereéha (caracterizada por un abierto racismo antimanchú}
hasta el comunismo anarquista del grupo de los anarquistas
chinos de París asociado con el periódico Nuevo Siglo (xins-
hiji) fuildado en París en 1907.8 A pesar de que las ideas
del grupo de Nuevo Siglo constituyeron una corriente mar-

1 Véase por ejemplo The Ret•ollltion of 1911 (Peking, 1976), p. 39.


2 El G~~~~t~gf11h11i fundado por Zhang Binglin, Cai Yuanpei y Tao Cheng-
zhang en 1904.
8 Fundado en junio ~e ese año. A pesar de los intentos reiterados del
gobierno chino por lograr que las autoridades francesas lo cerraran, pudo

40

105
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 41

ginal o un "elemento discordante" • dentro de las tenden-


cias intelectuales más importantes anteriores a 1911, nos
permiten sin embargo conocer la concepción que la ultra·
izquierda tenía de su papel en el movimiento nacionalista y
evaluar. hasta qué punto el anarquismo, la tendencia socia-
lista dominante en China a comienzos de la década de los
veintes, se transformó o distorsionó en el proceso de ser
adoptado por los intelectuales chinos.
El grupo editorial del N11evo Siglo estuvo constituido
por Li Shiceng, \Vu Zhihui, O:tu Minyi y Zhang Jingjiang.11
Solamente después de su llegada a Francia se convirtieron
al anarquismo de Kr6potkin y de Bakunin. Sin embargo uno
de ellos, Wu Zhihui, había sido militante revolucionario na-
cionalista y fue obligado a abandonar China en 1903. En
1907, aún estaba presente la vieja meta de liberar a Oúna
de la monarquía pero las teorías anarquistas recientes pro·
veían perspectivas más amplias para una revolución social
total. Wu y sus camaradas tomaron como punto de partida
la oposición a toda autoridad ( q11iangqun). En primer lu-
gar esto significaba la abolición de todo gobierno, "la des-
trucción del destructor de la sociedad correcta" para lograr
"la libertad pura" .6 Pero su concepción de autoridad incluía
todas las formas de la coerción social, ya fueran instituciones
formales o modelos informales de conducta reforzada por
la ideología. Esto los llevó a declarar la guerra a la cultura
tradicional china que esperaban erradicar por la abolición
publicar 121 números hasta mayo de 1910, cuando interrumpió la publicación
por falta de fondos.
• Michael Gasster, Chinese Intellectnals and the Revollllion of 1911.
(Washington, 1969), p. 153.
11 Li Shiceng fue a París en 1902 para trabajar en la legación china. Llegó
al anarquismo por el estudio de la biologia y la ciencia evolucionista. Wu
Zhihui (1864-1953) era politicamente activo en Tokio y en Shangai, que
abandonó en 1903. Vivió por algunos años en Edinburgo y Londres estudiando
tecnología y teoría~ de la evolución hasta 1907, cuando se reunió con Li en Pa-
rís. Chu Minyi (1884-1946) llegó a París en 1908 cJesde Japón donde había
estudiado desde 1903. Zhang Jingjiang (1887-1950) como Li llegó a París
para trabajar en la legación china, pero pronto se alineó en las filas del anar-
quismo y se convirtió en una importante fuente de financiamiento de la revista
N11e11o Siglo y de Sun Yat-sen.
6 Li Shiceng: "Moushi yu xinshiji shu, fuda" en Xinshi¡i (en adelante
XSJ) No. 8, p. 3, y Anon: "Xinshiji zhi geming" en XSJ No. 1.

106
42 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XIII: 1, 1978

de la lengua china y la introducción del esperanto. Atacaron


particularmente las relaciones sociales confucianas represen-
tadas por los Tres Vínculos de autoridad: del gobernante,
del padre y del esposo.7 Levantaron el estandarte de la "re-
volución de la familia" para destruir la institución básica
de la familia y con ella la práctica del culto a los antepa-
sados, al que consideraban instrumento para lograr la obe-
diencia de los jóvenes. Insistieron en la necesidad de la li-
beración de la mujer, haciendo un llamado a la igualdad
económica de los sexos que podía abrir el camino del amor
libre y de la muerte de la familia.8
Se consideró a la monarquía como el obstáculo clave para
lograr estos cambios, de ahí la necesidad prioritaria de su
deposición. Se argumentó que Jios principios confucianos
de lealtad, reverencia y "recato y restauración de ritos" 9 se
propagaban para "prevenir la aparición de súbditos rebeldes.
y de hijos de bandidos" y de producir una naturaleza de
esclavos.10
Como Wu Zhihui escribió:
El bandido del pueblo (el emperador] desea fortalecer su
posición y para ello su primera tarea es la transmisión de las
enseñanzas esclavas que permitan crear el obstáculo para obstruir
los conocimientos del pueblo.u

Concluía que sólo con el fin de la monarquía y del


estrangulamiento ideológico que había provocado se podría
ofrecer una verdadera educación al pueblo.
Los métodos revolucionarios favoritos del grupo de París
estaban en la línea del clásico comunismo anarquista y el an~r-

7 Li Shiceng: "saugang geming"" en XSJ No. 11.


8 Li Shiceng: '"zuzong geming"" en XSJ No. 2, p. 3.
11 Wu Zhihui: "zhen bu na ren dang ren"" en W11 Zhib11i xianshmg
r¡Nanji (Taipei, 1974) (en lo sucesivo WZHXSQ/), vol. 7, pp. '0·55. El
concepto m4s reciente, "restringirse y restaurar los ritos"" ( Keji 1111i), fue
denunciado durante la campaña para criticar a Lin Biao y Confucio, en China
en 1974 por las mismas razones.
10 Wu Zhihui: "ji jiujinshan tongren shu"", en WZHXSQ], vol. 7, p. 163.
11 Wu Zhijui: "Zhi Aixin Juelno Caidian jun shu"", en WZHXSQJ,
vol. 7, p. 182.

107
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO

cosindicalismo dominante en la izquierda francesa a comien-


zos del s.iglo. Li Shiceng los ordenó del siguiente modo:
Propaganda: libros y discursos para "mover al pueblo".
Resistencia: Rechazo al pago de impuesto, al servicio militar
y a la instigación de huegas. ,
Asesinato: "propaganda del hecho".
Rebeliones de masas.12
Pero el pequeño grupo de revolucianarios asociado con
el Nuevo Siglo no era capaz de operar dentro de China; no
tuvo nunca una fuerza militar ni tampoco intentó tener una
que pudiera apoyar una revuelta. A pesar de sus manifesta-
ciones decididamente radicales especialmente contra "el go-
bierno", ellos intentaron tener un papel dentro de los límites
flexibles de la Liga Revolucionaria a la cual pertenecían
en calidad de individuos Li, Wu y otros miembros de la
revista. Consideremos cuál era la justificación teórica con
la que explicaban su adhesión total a lo que era no sólo
un movimiento antimonárquico sino también un movimiento
esencialmente republicano. Scalapino y Yu consideran que
su participación en la Liga era "un matrimonio por conve-
niencia y amistad y no por lógica".u Gasster piensa que se
trata de una "obvia respuesta" y de una "explicación fun-
damental" 14 afirmando que en general el argumento del
Nuevo Siglo era que la Liga "abogaba solamente por una
revolución parcial y por lo tanto sin sentido".111 El marxista
Zhu Hezhong también había argumentado en la misma lí-
nea diciendo que en el caso del grupo del Nuevo Siglo, el
aumento del interés por el anarquismo se daba al mismo
tiempo que una disminución de su apoyo a la revolución
republicana. En una recolección de ese periodo que coincidía
con el de su estancia en Europa, publicada en China en 1963,
afirma que la influencia de la Liga Revolucionaria en París
decayó:
)
12 Li Sbiceng: "geming"' en xinshi¡i congsh11. Primera colecci6n.
1ll Scalapino y Yu, The Chinese Anarcbisl Mo11emen1 (California, 1961),
p. 26.
14 Gasster, op. cit., p. 182.
15 Ibitl., p. 16,.

108
44 ESTIJDIOS DE ASIA Y AFRICA XIII:· 1, 1978

Porque Li Shiceng fue atraído por los anarquistas, consideró


a los románticos Proudhon y Bakunin como divinos sabios y les
rindió culto. Wu Jingheng (Zhihui) no conocía originalmente
los escritos europeos y además los siguió ciegamente al mismo
tiempo que se alejó de la revolución. 1 6

Todas estas afirmaciones contienen algo de verdad o de pers-


pectiva. No rechazaríamos la visión negativa de Zhu so-
bre el anarquismo en general ni tampoco su correcta afir-
mación de que Wu llegó al anarquismo por amistad con
Li Shiceng. Pero el interés de Wu creció gracias a un amplio
estudio sobre la ciencia de la evolución, siguiendo las en-
señanzas de Li y ele ninguna manera "ciegamente". Más aún,
como lo veremos más adelante, las creencias anarquistas lejos
de desmovilizar su nacionalismo le agregaron una nueva di-
mensión: la de cambio tanto político como social. Por lo
tanto uno puede preguntarse: ¿hasta qué punto las interpre-
taciones de Scalapino, Yu y Gasster son cuidadosas?
En verdad si se consideran los objetivos a largo plazo
del Nuevo Siglo para una revolución social, la revolución
de la Liga resulta solamente una "revolución parcial" .. Pero
una vez afirmado esto, no puede aceptarse que el grupo de
París consideró "sin sentido" la lucha a corto plazo; los
numerosos folletos anti-Qing publicados en el Nrtevo Siglo
dan testimonio de ello. Más aún puede encontrarse en los
escritos de Li Shiceng y sus colegas, evidencias demostrando
que de hecho existía una sólida lógica en los enfoques del
problema de participación en la Liga.
La editorial de apertura del Nuevo Siglo identificaba tres
categorías de revolución. En primer lugar existía el simple
cambio dinástico que no producía ninguna transformación
fundamental de la sociedad y preservaba intactos los derechos
de la minoría. La culminación del proceso revolucionario, la
tercera categoría, era la realización del anarquismo, como lo
ejemplificaba la comuna de París, "precursora de la revolu-
ción. social". Pero entre la categoría de la mera sustitución de

16 Zhu Hezhong: "ouzhou tongmenghuil jishi", en xh1hai ge-mÍizg hui-


)'ilu (Peking, 1963 ), vol. 6, p. 18.

109
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 45

un dan imperial por otro y la total "Revolución del nuevo


siglo" estaba la segunda categoría, un "periodo de transi-
ción" como el de la revolución francesa de 1789 que abolió
la monarquía y proclamó los derechos del pueblo. Esta etapa
de hecho estaba concentrada en el "primer año de la revo-
lución del nuevo siglo" .17
Chu Minyi lo expresó en forma similar. Describió la
revolución que simplemente cambió la dinastía como una
revolución que produjo grandes matanzas y caos y .por eso
se opuso a ella. Lo ideal, escribía, era que la "revolución
social" surgiera de una amplia mayoría o mejor aún de todo
el pueblo que sin opositores la realizara rápida y pacíficamen-
te. Pero identificaba un tipo de revolución que se sitúa entre
estos dos extremos: la "revolución política" que era menos
peligrosa que el antiguo cambio de dinastía y que teniendo
pocos opositores realizaba progresos relativamente rápidos.18
Li Shiceng igualmente se percató de la necesidad de tener
etapas en el proceso revolucionario. La revolución, escribió,
puede ser equiparada con la oposición al gobierno. El go-
bierno chino estaba manejado por manchúes "de modo que
oponerse a los manchúes y hacer la revolución era una misma
cosa". Pero enfatizaba que la oposición a los manchúes era
sólo una "etapa" ( duan), exactamente la de la "revolución
política".
Para derrocar la autoridad uno debe comenzar derrocando al
emperador. Así decimos que la revolución política es el poder
dado al pueblo. La revolución social es el punto final.19

Wu Zhihui, por su parte, admitía que la revolución social


total estaba muy lejos 20 y dedicó gran parte de su energía
a lograr un fin: el derrocamiento de la dinastía, describien-
do esta última lucha como "la revolución que es el primer
paso de la reforma de China" .21 Escribió que a pesar de que
17 "Xinshiji zhi geming" en XSJ No. 1, pp. 1·2.
18 Chu Minyi: "xu puji geming" en XSJ No. 17, p. 2.
19 Li Shiceng: "moushi yu xinshiji shu, fuda", en XSJ No. 8, p. 3.
20 Wu Zhihui: "ganggang jiajia zhi shidai", en WZHXSQJ Vol. 10,
p. 1178.
21 Wu Zhihui: '"wo shi shaonian", en WZHXSQJ Vol. 7, p. 267.

110
46 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XIII: 1, 1978

la república aparece como perfecta comparándola con la


monarquía, de hecho la evolución continúa y "luego las re-
públicas se desarrollan poco a poco hacia la anarquía... Lue-
go ofrecía una lista de las tendencias políticas que comen-
zaba con las masas recalcitrantes conservadoras y continuaba
hasta la categoría final, el "grupo verdad y evolución.. ( zhen-
li jinhua pai) formado por los anarquistas, quienes están
más próximos al punto de perfección. El grupo "igualdad
y libertad'' ( pingdeng ziyou pai) ligeramente menos evolu-
cionado que los anarquistas estaba asociado con el Minbao
(periódico del pueblo), órgano oficial de la Liga Revolu-
cionaria.22 Más que exhibir un exclusivismo sectáreo hacia
los otros grupos, los anarquistas de París usaban esta forma
de relativismo evolucionista para justificar su estrecha cola-
boración con otras tendencias políticas que compartían el
deseo de poner fin a la monarquía.
Pero esta colaboración fue estrictamente de apoyo crí-
tico. Antes de considerar la naturaleza de la crítica de los
anarquistas al programa de la liga, es necesario examinar
por qué esa crítica aparecía tan necesaria. Gran parte de la
hagiografía de este periodo tiende a describir el movimien-
to revolucionario de Sun como un movimiento que aunque
no exento de problemas, logró progresar con cierta firmeza.
De hecho, hacia 1907 la Liga enfrentó enormes problemas:
primero, en términos de saber cómo oponerse a las tácticas
usadas por el gobierno Qing para luchar contra la insur-
gencia revolucionaria, especialmente en el interior de China.
En segundo lugar, saber cómo continuar la lucha mientras
la Liga se debatía en faccionalismos que se ahondaban en
proporción a los reveses con los que se enfrentaban ~s re-
volucionarios al tratar de movilizarse en el interior del país.
Sin embargo ya en 1903 algunos oficiales habían hecho
sugerencias en el sentido de que China debía convertirse en
una monarquía constitucional pero sólo en 1905, después de
que la derrota de Rusia por Japón mostró la superioridad de
su forma de gobierno sobre la autocracia, la emperatriz viuda

22 Wu Zhihui: "'jinhua yu geming", en WZHXSQJ Vol. 1, pp. 133-137.

111
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 47

envió una misión al exterior para estudiar distintas formas


de constitución desde la de Estados Unidos hasta las de Ale-
mania y Japón. En los años subsiguientes, el gobierno esbozó
un programa de nueve años de transición al gobierno cons-
titucional que, aunque se llevara a cabo completamente, de-
jaría al trono con poderes aun mayores que los previstos por
la constitución japonesa autoritaria que le servía de modelo.
Como escribió un príncipe manchú en una memoria confi-
dencial a la emperatriz, esta forma de gobierno constitucional
se proponía para asegurar "la eterna consolidación del tro-
no imperial" y "la prevención de caos intemo".23 O bien,
como afirman los historiadores de hoy, se trataba de una
"falsa constitución para controlar la revolución".24 Aun si en
ese tiempo para los revolucionarios estaba perfectamente
claro que los manchúes no eran sinceros en sus propósitos
de dar poderes a las asambleas provinciales y en última ins-
tancia a la Asamblea Nacional, era igualmente cierto que
este programa resultaba atractivo para muchos intelectuales
reformistas en China que habían perdido ya la esperanza
de modificar la resistencia de la "dique" gobernante de la
corte Qing a cualquier cambio, especialmente después de
aplastar el movimiento de reforma de 1898. Wu Zhihui
expresaba en 1908 una gran preocupación por el modo en
que muchos estudiantes volvían a las ideas reformistas de
Kang Youwei y Liang Qichao y, como lo dijo, aún creían
que el "emperador bandido" era su padre. Escribió con algo
de impaciencia que "ellos no piensan en expulsar a los
tártaros manchúes, sino solicitar solamente un gobierno cons-
titucional" 211 y usó la imagen de "abrir una red para atrapar
peces" para describir el funcionamiento de los propósitos
constitucionales.26 El objetivo era "disipar la revolución para
forjar en el pueblo una mentalidad de esclavitud que día

23 Citado en Facultad de Historia de la Universidad de Fudan ed.,


Zhorzggtlo ¡indai ¡ianshi, p. 285.
24 Ibid., p. 284.
211 Wu Zhihui: ''diguo zhuyi zhi jieguo", en WZHXSQJ Vol. 10,
p. 1153.
26 Wu Zhihui: "woshi shaonil:n", en lf/ZHXSQJ Vol. 7, p. 266.

112
48 ESTUDIOS DE .ASIA Y ÁFRICA XIII: 1, 1978

a día alcanzaría mayores dimensiones" .27 Aunque dos años


antes Kang Youwei y los reformistas habían sufrido un
eclipse político seguido de una polémica desastrosa con los
revolucionarios de Japón, ahora las propuestas de los Qing
en cuanto a la reforma gubernamental ofreció nueva vida
a quienes preferían evitar el derrocamiento de la monarquía.
Además en 1907 no sólo se vio crecer entre los revolucio-
narios el interés por el anarquismo, sino también una ofen-
siva cultural concertada entre los oficiales del gobierno para
logra.r apoyo de los intelectuales. Esto representaba una
reacción contra las ideas científicas occidentales que habían
tenido gran aceptación en China desde fines del siglo XIX.
El slogan clave de esta tendencia hacia el conservadurismo
cultural era "conservar la esencia nacional" (baoctm goucui),
un término que ya se había usado en Japón hacia 1880 como
reacción a los intentos de total occidentalización.28 Un alto
oficial de provincia, Zhang Zhidong, que había prestado gran
atención a la reforma educativa, pidió ahora al emperador
que asumiera el papel de defensor de la esencia nacional
para combatir la revolución:
Si los estudios correctos decaen, las relaciones humanas serán
destruidas. Su efecto desdichado para el estado será que se pro-
ducirán inevitablemente súbditos rebeldes e hijos bandidos.29

Pero el alejarse del pensamiento occidental no estaba limi-


tado sólo a los oficiales conservadores como Zhang Zhidong.
Y an Fu, que se había dedicado a la introducción del pensa·

27 W~ Zhihui: "zhina jinri zhi yulun", en WZHXSQJ Vol. 7, p. 98.


28 M. Berna!: "Lui Shih-p'ei and National Essence", en C. Furth (Ed.),
The T.Jmits of Change (Cambridge, Mass.), 1976, p. 101. Los más importantes
divulgadores del concepto de esencia nacional en Japón fueron Mikayake
Setsurei y Shiga Shigetaka. Se observa que en el caso de China la defensa
de la esencia nacional fue tomada por ciertos revolucionarios que a pesar de
;er políticamente radicales permanecieron culturalmente conservadores en ex·
tremo. Fue el caso de Zhang Binglin que entabló una amarga polémica con
el Nuevo Siglo y en particular con Wu Zhihui sobre temas como la pro-
puesta anarquista de abolición de la lengua china.
29 Zhang Zhidong: "baocun goucui shu", citado en Yang Tianshi: "!un
xinhai geming quian de guocui", en Jin sanbainian xuesbN skhao Jun¡i,
iia¡i, p. 35.

113
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 49

miento occidental y había traducido los clásicos darwinistas


al chino, pronunció un discurso en el que se lamentaba del
hecho de que los jóvenes despreciaran a los antepasados e
hizo un llamado por la defensa de las costumbres y las tradi-
ciones chinas, especialmente las antiguas relaciones sociales.80
Esta contraofensiva cultural fue relacionada inteligentemente
por algunos oficiales de la dinastía Qing con la promesa del
gobierno de establecer una constitución en un intento de alejar
de la revolución a los estudiantes, especialmente. Como lo
expresó \Vu Zhihui:
El veneno del gobierno constitucional es aprovecharse de las
ideas nocivas (como la de esencia nacional) para lanzar el ata-
que.Bl
Estas amenazas externas al movimiento revolucionario
se equiparaban con un serio faccionalismo en la Liga. Zhang
Binglin había salido de la prisión en Shangai en 1906 y to-
mado la responsabilidad de editar el perió.dico de la Liga
Minbao que usó para atacar a Sun Yat-sen. Sun estaba en
posición muy débil. Entre 1906 y 1908 siete levantamientos,
de los cuales cinco fueron provocados por miembros de la
Liga, fracasaron. 32 Se suscitó también una gran controversia
sobre el manejo de los fondos de la Liga por Sun. Para
complicar las cosas, en 1907 el gobierno japonés obligó a
Sun a abandonar Japón, situación que dificultó el manteni-
miento de su autoridad en los cuarteles generales de la Liga
en Tokio. Eran tan serias las divisiones en la Liga que en
1907 Liang Qichao escribió con alguna satisfacción a Kang
Youwei que "el poder de los revolucionarios está paralizado,
los miembros del Minbao se atacan unos a otros, varios
grupos se han dispersado ... " 33
Fue necesario desviarse del examen de las ideas del grupo
del Nuevo Siglo para ofrecer los antecedentes fundamentales
30 Citado en ibid., p. 36.
31 Wi Zhihui: '"wuhu lixiandang", en WZHXSQJ Vol. 7, p. 88.
32 Li Chien-nung, The Polilical History of China (Stanford, 1956),
p. 221.
33 Liang Qichao: '"yu Nanhai fuzi daren shu", junio de 1907, en Umg
Rengong xiansheng nianp:1gao, vol. 1, p. 245.

114
so ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XIII: 1, 1978

a las críticas que los anarquistas hicieron del programa de


la Liga. Aun cuando retrospectivamente los Tres Principios
del Pueblo de Sun hayan sido aclamados como la piedra fun-
damental de la derrota última del gobierno Qing, no parece
haber sido ésa la vía para los anarquistas. El optimismo que
al principio provocó la adhesión de varios grupos revolu-
cionarios a la Liga en 1905 abrió el camino para que ocu-
rriera también un profundo desencanto entre los revolucio-
narios, y el Nuevo Siglo trató de proporcionar alguna rees-
tructuración y refuerzo ideológico que permitiera a la Liga
solucionar los serios problemas que enfrentaba.
En el otoño de 1905 en su artículo de presentación Min-
bao explicó a sus lectores los Tres Principios de Sun Yat-
sen: Nacionalismo, Democracia y lo que con frecuencia se
describe como Socialismo,34 que se convirtió en la columna
vertebral del programa revolucionario de la Liga. Los anar-
quistas del Nuevo Siglo definieron en varias ocasiones su
propio concepto de socialismo o comunismo, teniendo es-
pecial cuidado en explicar la diferencia entre "verdaderos
socialistas" como eran ellos y falsos "socialistas de asamblea"
cuyos típicos ejemplos eran los que participaban en los
gabinetes burgueses de Francia.80 Así no ponían en tela de
juicio detalladamente el concepto de Sun del Socialismo o
"bienestar del pueblo" ( minsheng) que de todos modos es-
taba expuesto muy vagamente. Pero el Nuevo Siglo se es-
forzó en criticar los principios de Nacionalismo y Democra-
cia. Al entender la revolución ideológica entre los anar-
quistas y la corriente más importante de la Liga, hay que
identificar el espíritu con que se hizo esa crítica. Gasster
ha escrito que está claro "que la oposición de los anarquistas
a la autoridad los puso en conflicto directo con sus camara-
das del Minbao". 3 oJ Esto implica que existía una seia hos-

34 Sun Yat-sen: ''minbao fak¡¡nci", en S1m Zho11gshan xttanji, vol. 1,


p. 71.
35 Wu Zhihui: "Baidouheng zhi sixing zhixing", en WZHXSQJ Vol. lO,
p. 1251. Al ser guillotinados ,·arios criminales en Bethume al norte de Franci:~,
Wu lanzó un ataque contra los parl:~mentos socialistas que hablan apoyado
al ~iemo francés en la restauración de la pena capital.
38 Gasster, op. cit., p. 165.

115
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 51

tilidad entre los anarquistas y los que seguían a Sun. De


hecho éste no era precisamente el caso. Chu Minyu escribió
un artículo importante en el que comparaba el tipo de so-
cialismo de los anarquistas con los principios de nacionalismo
y democracia expuestos por Sun. Explicaba que el estímulo
recibido desde el extranjero y su propia preocupación pro-
funda sobre la crisis que enfrentaba China, había transfor-
mado su entusiasmo anterior por el nacionalismo, en una
etapa mayor de compromiso con "el socialismo amplio y
más correcto". Pero enfatizó que el nacionalismo y la de-
mocracia no estaban tan ajenos al socialismo sino que se
diferenciaban solamente un poco de él. El socialismo atendía
las mismas finalidades de corto plazo como son el de la
libertad y la igualdad pero sin el egoísmo del nacionalismo
y la democracia, ya que se proponía alcanzar la libertad, la
igualdad y la felicidad, no sólo para una nación que es una
minoría, sino para toda la humanidad. Las dos escuelas de
pensamiento no se excluían mutuamente, las diferencias eran
cuantitativas y no cualitativas: "es una cuestión de grado
( daxiao); ser de largo alcance .o ser limitado". Chu habló
primero del nacionalismo que según su argumento difiere
de la posición socialista en que luchó sólo por una raza,
tratando de sustituir el poder político de los Han por el
de los manchúes. Señaló que esta forma de antimanchuis-
mo era "egoísta" porque "no faltan manchúes revoluciona-
rios o progresistas" .37 Chu criticaba por ejemplo los argu-
mentos que están contenidos en la cláusula primera del ma-
nifiesto de la Liga que exigía la "expulsión de los tártaros"
y que la justificaba aduciendo la ilegalidad de la brutal in-
vasión de China por los manchúes doscientos sesenta años
atrás.38 Chu no se dejaba impresionar por los que estaban
"ebrios de nacionalismo" y que querían restaurar las fron-
teras y "glorificar los antepasados". Puso énfasis en la de-
bilidad de su posición. El Emperador Amarillo de los tiem-

37 Chu Minyi: "shenlun minzu, minouan, shehui zhuyi zhi yitong zaida
laishu lun sinshiji fakan zhi quyi", en XS] Na. 6, pp. 3-4.
38 Sun Yat-sen: "Tongmenghui xuanyan", en Sun Zhongshan XNflll¡i
Vol. 1, pp. 68·69.

116
52 .ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XIII: 1, 1978

pos antiguos había venido a Asia noroccidental y el sur


de la China pertenecía a la minoría Miao. Así en la historia
antigua gran parte de Ouna había sido tomada por los Han
usando la fuerza y la "autoridad". Si la historia era así, ¿no
podían acaso los manchúes alegar que tenían el derecho
de retener la autoridad en China porque la habían tomado
doscientos años antes? Pensaba que los crímenes cometidos
por los manchúes durante la invasión no debían imputarse
a los descendientes que eran inocentes y concluía que el
"nacionalismo es revanchismo y el revanchismo es egoísmo".
El blanco de sus ataques eran exclusivamente aquellos man-
chúes que "hoy usan su poder y ambición para suprimir y
explotar la raza Han" .39 Este punto apuntaba no sólo al
nacionalismo de Sun sino también a las teorías racistas del
ala derecha de la Liga representada por hombres como Zhang
Binglin que sostenía la opinión de que si es cierto que los
manchúes hicieron masacres durante su invasión a China
mostrando su intención de aniquilar a los chinos, "el odio
chino por los manchúes debía ser odio por todos ellos"."'0
Habría que aclarar sin embargo que tanto Sun como Zhang
negaban que su antimanchuismo fuera básicamente racista.
Sun afirmaba que "nosotros no odiamos a los manchúes,
odiamos a aquellos manchúes que dañan a los Han".u Y
Zhang insistía que el antimanchuismo estaba dirigido sola-
mente a los manchúes que estaban en el poder y no a los
que trabajaban en el campo:"'2 Pero a pesar de estas afir-
maciones, permanece un tono antimanchú en los folletos
revolucionarios del tiempo que preocupaba a los anarquistas
no sólo porque se oponía a sus principios sino también por-
que los reformistas utilizaban con algún éxito la cuestión
de la raza en sus ataques a los revolucionarios. Acusaron
al Mi11bao de usar falsas teorías de "revolución racial" para

89Chu Minyi: ''shenlun mim:u ....., en XSJ No. 6, p. 4.


40Zhang Binglin: "bo Kan~ Youwei lun geming shu", en Zhongg11o
¡indai sixiangshi cankaa ziliao jianbian (Peking, 1957), p. 600.
41 Citado en Zhang Kaiyan: xhzhai geming qianye de yichang dalt~nzhan.
Peking, 1975, p. :;o.
42 Citado en ibid, p. 31.

117
CLIFFORD: EL .ANARQUISMO CHINO 53

dividir a los Han y los manchúes. Liang Qichao afirmaba


que la tarea principal era la oposición al mal gobierno y que
la cuestión Han-Manchú era irrelevante puesto que las dos
razas ya se habían mezclado. Le repugnaba especialmente
el revanchismo de Zhang Binglin, atacado por Chu Minyi
desde un punto de vista__p>lítico opuesto.43 Luego Chu se
convirtió a la democracia. Señalaba que aunque Japón,
Europa y Estados Unidos parecieran políticamente avanzados,
esto era ilusorio. En Japón el emperador tiene aún poderes
totales y nadie podría oponese a él. En los Estados Unidos,
donde se proclama que los derechos del pueblo son los más
avanzados, ni las mujeres ni los pobres tienen derechos polí-
ticos. La dictadura política ha sido reemplaza por el "veneno
del monopolio económico" de los ricos. Democracia significa
derechos sólo para los ricos y se constituye sobre la base de
los propios intereses. El socialismo en cambio no contiene
nada de ese egoísmo y propone una genuina igualdad.44
Un enfoque similar de la cuestión del programa de la
Liga, aunque menos didáctico y más práctico, se encuentra
en un artículo de Wu Zhihui titulado "El anarquismo puede
consolidar el sentido de responsabilidad de los revoluciona-
rios" _4l'i Su argumento era que aunque en el contexto chino
conceptos como nacionalismo y republicanismo pueden atraer
un gran apoyo para la revolución, tienen también grandes
desventajas, mientras que el anarquismo no las tiene.
Wu afirmaba que factores como un prejuicio racial bien
establecido aseguraban al nacionalismo buenas oportunidades
de ganar apoyo. Aun los más recalcitrantes como Zhang
Zhidong, un viejo oficial de provincia, y "vagabundos" como
Kang Youwei, líder de los reformistas, reconocían a veces
la iniquidad del gobierno manchú. Pero advertía que si

43 Liang Qichao: (zhongguo xinmin; seudónimo) '"zhengzhixue dajia


Bolunzhili zhi xueshuo", en xhzmin (ongbao Nos. 38, 39, p. 31. Para una
discusión más amplia de esre artículo y sobre la cuestión de la raza, véase
Qi Bingfeng: qingmo geming yu iunxian de lunzheng. Taibei, 1956, pp. 178·
189.
44 Chu Minyi: '"shenlun minzu ... ",en XS] No. 6, p. 4.
45 Wu Zhihui: "wuzhengfu shuyi keyi jianjue gemingdang zhi zerenxin",
en Jr'ZHXSQ] Vol. 10, pp. 1148·115!.

118
ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA Xlll: 1, 1978

se predica por la revolución racial, se está preconizando la


revancha haciéndose blanco de ataques aun de gente como
Liang Qichao y Kang que perseguían sus propios fines. Wu
afirmaba que Liang había sido muy influido por el na-
cionalismo y hasta cierto punto había tenido estrecha relación
con los revolucionarios pero que luego abandonó esa posi-
ción y comenzó a oponerse a la "revolución de la revancha" .46
Con este ejemplo Wu demostraba que el nacionalismo era
incapaz de impedir que "el sentido de responsabilidad" ( ze-
t•enxin ), es decir el compromiso del pueblo con la revolu-
ción, se "deteriora y se ha extinguido (jiansha).n
Luego Wu se ocupó del republicanismo. Eso significaba
que el poder ejecutivo estaba en manos del pueblo, y fue
este logro lo que paulatinamente provocó el derrocamiento
de los Qing. La revolución racial estaba implícita puesto
que "en tanto las ideologías se amplían van incluyendo las
más limitadas y no pueden impedir su realización" .48 Ob-
viamente no había esperanza de practicar el republicanismo,
mientras los manchúes monopolizaban el poder; y por eso,
afirmó, había razones de peso para adoptar el republica-
nismo como su propio slogan. Pero esto tampoco carecía de
problemas porque si uno permanecía en un marco estrecho de
este principio, sus oponentes harían seguramente compara-
ciones históricas, educacionales y políticas como de hecho
lo hada Liang Qichao arguyendo que el "nivel" ( chengdu)
de desarrollo cultural de los chinos era aún demasiado bajo
para permitir que funcionara la democracia. En cambio los
que deseaban debilitar los argumentos de los revolucionarios
ofrecían a los chinos una monarquía constitucional y a pesar

48 A pesar de que Liang nunca rompió con su mentor Kang Youwei


luego que éste fue obligado a dejar Japón en 1889, trabajó muy estrecha-
mente con los revolucionarios e incluso con Sun Yat-sen. Después de 1900
Liang y Sun se distanciaron pero Liang no volvió al campo de Kang inme-
diatamente. De hecho, en 1902, a pesar de que aún defendía al débil empe-
rador Guang Xu, atacó violentamente al grupo manchú gobernante. En 1903
como resultado de su desacuerdo con la "democracia" después de una visita
a Estados Unidos y rcfleianrlo aún la polarización entre reformistas y revo-
lucionarios, se volvió violentamente contra sus creencias radicales.
4'1 Wu Zhihui: "wuzhengfu zhuyi. .. ", en WZHXSQJ Vol. 10, p. 1148.
48 Ibid., p. 1149.

119
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 55

de que esta propuesta fuera claramente un engaño, el pueblo


tenía dudas sobre la posibilidad de una república para su
nivel de evolución. Así ellos aún sentían la necesidad de un
emperador y "no adoptaban con determinación la revolu-
ción" .49 De modo que el republicanismo adolecía de graves
fallas.
Wu en cambio proponía la difusión de las ideas anar-
quistas con el fin de
informar a los pueblos del mundo que en poco tiempo vendrá
la revolución datung (anarquista) y que las fronteras nacio-
nales serán borradas y las políticas republicanas no serán más
que algo lraJZsitorio y que no hay más cabida para un empe-
rador.50

Así Wu aceptaba la necesidad de una etapa transitoria


de desarrollo republicano puesto que, como luego explicó,
el reemplazo del gobiemo por una organización anarquista
flojamente federativa no podía cumplirse en una noche. Pero
afirmaba que el gobierno popular, que los republicanos pen-
saban establecer, sería inevitablemente superior al de los
Estados Unidos o Francia. También el gobierno no era sólo
"un órgano del fuerte para controlar al débil", sino tam-
bién "un órgano para la cooperación entre el pueblo" (sic).
En la transición de la organización gubernamental a la or-
~anización social anarqu,ista, era su deber lograr que fa.
opinión pública se volviera favorable al anarquismo, y así
escribió, subrayando lo que era más un proceso reformista
que un proceso revolucionario, que los aspectos coercitivos del
gobierno serían debilitados y reforzados los aspectos coope-
rativos y federales. Afirmaba que era "por el principio es-
tablecido de evolución" que mientras las nuevas ideas reem-
plazaban a las viejas, habría un periodo de transición, un
período de "p<;>lítica popular" apoyado tanto por los "falsos"
como por los "verdaderos'· socialistas. De modo que

49 Ibid., p. 1149.
50 Ibid., p. 1149. El subrayado me pertenece.

120
56 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XIII: 1, 1978

Si los revolucionarios pueden hacer del anarquismo la finali-


dad que se proponen y consideran que no hay alternativa pero
al mismo tiempo ac.eptan que un gobierno popular tiene una
función durante cierto periodo, no volverán la espalda a la idea
fundamental de que la revolución es algo que acelera la evolución
de la humanidad.n

En cuanto a los objetivos a corto plazo, la propagación


del anarquismo eliminaría toda justificación para tener una
monarquía. El pueblo no dudaría en derrocar a los manchúes
y un gobierno republicano parecería natural. En respuesta
a quienes sugerían que el anarquismo haría al pueblo menos
capaz de unirse a esta lucha inmediata, afirmaba que a pesar
de que el anarquismo representaba una etapa más avanzada
en la evolución de las ideas que el nacionalismo y el repu-
blicanismo, estas ideologías inferiores están incluidas en él
y por cierto ni las excluye ni las obstruye.G2 Desde esta
formulación evolucionista muy complaciente, se puede. ver
que los anarquistas pudieron compartir con otros en la Liga
la tarea de derrocar a la dinastía y al mismo tiempo, por
su participación en un amplio movimiento revolucionario,
esperaban actuar como grupo de ultraizquierda que intenta
abrir más amplias perspectivas revolucionarias a los que son
políticamente más atrasados. A través de la diseminación del
anarquismo planearon asegurar una rápida realización de la
revolución y proveer además metas para cumplir a largo
plazo, que impidieran un retroceso o pérdida del radicalismo
en las filas revolucionarias.
Durante los dos a,.ños de experiencia de democracia par-
lamentaria después de los levantamientos de Wuchang en
octubre de 1911 y al finalizar la monarquía, Wu Zhihui y
sus camaradas anticipaban cumplir un papel similar al que
trataron de jugar antes de la revolución. A pesar de que
en general se abstuvieron de formar parte del gobierno fue-
ron activos tratando de consolidar la república recién nacida.
Aun si él mismo no deseaba luchar por el poder político

lit !bid., p. 1150.


a2 Ibid., p. 1150.

121
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 57

Wu estimuló la formación de partidos políticos arguyendo


que aun si en el proceso de evolución ellos resultarían re-
dundantes son sin embargo importantes en el periodo de tran-
sición hacia el anarquismo para moldear la opinión pública
y estabilizar la constitución. Perfectamente consáente de
que enfrentaba a la teoría anarquista, agregó esta apología:
Como individuo yo tengo la mentalidad de un anarquista. El
programa en el que personalmente creo, está contra los partidos.
Pero sintiendo lástima por la joven China temo que si no pa-
samos por una etapa de política romana, morirá joven. Por eso
voy contra mi conciencia. 1!3

Así afirmamos, sin duda alguna, que su anarquismo había


sido dejado de lado para defender la república. Presumible-
mente cuando habla de una "etapa de política romana" se
refiere a la república romana de la antigüedad no al bajo
imperio, pero irónicamente en China esto casi resultó así,
ya que con la toma del poder y el intento de restauración
de la monarquía por Yuan Shikai, la democracia fue es-
trangulada al nacer.
El apoyo de Wu a la república y la participación de Zhang
Ji, un camarada anarquista de las épocas de París, en el
gobierno, M fueron duramente criticados por los anarquistas
jóvenes más radicales, uno de los cuales escribió que "los
partidos políticos son establecidos por la autoridad, la au-
toridad es el azote del pueblo y el enemigo público del so-
cialismo.511 Otro de esta nueva generación de anarquistas,
Liu Shifu de Cantón, aun cuando reconocía el papel impor-
tante del grupo de París en la introducción de las ideas de
Kropotkin y Bakunin, atacó el fracaso de sus miembros para
adherirse a los principios que se proponían:
Recientemente hubo quienes hablaron de "socialismo parcial"
y constantemente afirmaban que se puede usar la política para

153 Wu Zhihui: "zhi Jiang Kanghu taolun zhengdang han", en WZHXSQJ


Vol. 10, p. 1496.
M En 1912 Zhang Ji (1882-1947) fue representante electo por la provincia
de Fujian en el senado provisional y en abril de 1913 fue elegido presidente
del senado.
60 Minlibao, 5 de septiembre de 1912.

122
58 ES1UDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XIII: 1, 1978

alcanzar el objetivo del socialismo. Este tipo de teoría heterodo-


xa es una mancha para el socialismo. Zhang Ji y Wu Zhihui
han sido, ambos, defensores de ''anguardia de anarquismo.
Hace pocos años, cuando escribran en el Nuevo Siglo, eran muy
apasionados [defensores del anarquismo). Ahora Zhang Ji
es senador, Wu Zhihui a veces se asocia con el Partido Nacio-
nalista y cada vez se aleja más de socialistas y anarquistas.!"

Este alejamiento culminó con la participación de Wu


Zhihui, Li Shiceng y otros anarquistas del grupo de París
en el Partido Nacionalista después de 1924 como miembros
de la más recalcitrante facción anticomunista Colinas del
Oeste.117
Lo que aparece claro de un análisis de la actitud de los
anarquistas del Nuevo Siglo, respecto del movimiento repu-
blicano, es que aún en el colmo de su inmersión en el comu-
nismo anarquista en París antes de 1911, estas ideas radicales
nunca desplazaron totalmente al nacionalismo virulento que
profesaban antes de su compromiso con las teorías de Kro-
potkin y que luego resurgió como su impulso intelectual más
fuerte, dejando el datong anarquista o la utopía como algo
que, en las palabras de Wu Zhihui, tomará al menos tres
mil 3.11os para cumplirse.118
Para generalizar es necesario tener en cuenta que hay que
usar una gran cautela para analizar la asimilación de las
ideas occidentales por los intelectuales chinos. Si se acepta,
como algunos historiadores han tratado de hacerlo, que el
grupo del Nuevo Siglo abrazó el anarquismo europeo y el
anarco-sindicalismo sin juicio o distorsión, el resultado es que

5G Liu Shifu: Nota azai zhi V'u Zhihui shu", en Huimi11glu No. 2,
agosto 27 de 1913, p. 7. En años anteriores a 1911 Liu había tr:~b~j:1do
activamente en Hong Kong donde se hirió preparando bombas para enviar
a China y fue aprisionado por los ingleses. Murió en 1915 de tuber-
culosis.
57 Wu Zhihui, como miembro del Comité Supervisor del Partido Na-
cionalista Chino fue uno de los instigadores de las masacres de comunistas
en abril de 1927. Li Shiceng, Zhang Jingjiang, Cai Yuanpei y Wu se vol·
vieron los cuatro venerables estadistas del partido. Chu Minyi fue ejecut:~do
en 1946 por colaborar con los japoneses.
liS Wu Zhihui: "jinian Shifu xiansheng", WZflXSQJ Vol. 10, p. 1622.

123
CLIFFORD: EL ANARQUISMO CHINO 59

es difícil dar sentido al papel que tuvo el grupo en la Liga


revolucionaria de 1911. Es cierto que en teoría el comunis-
mo anarquista no tiene un concepto de etapas entre la socie-
dad existente y el orden anarquista, lo que hubiera hecho
de Li Shiceng y sus colegas, aliados naturales de un mo-
vimiento como el de Sun Yat-sen. Pero el apoyo de Kropot-
kin a los aliados contra Alemania durante la primera guerra
mundial debería alertarnos sobre el hecho que, en gran medida
y como resultado de su inhabilidad para relacionar su doctrina
utópica con la acción social efectiva, pocos anarquistas per-
manecieron fieles a sus principios.
Este asunto de la pureza anarquista es más complicado
en el caso de intelecuales de un país como China, que estuvo
luchando por liberarse no sólo de una monarquía feudal sino
también del imperialismo que en el contexto semicolonial
de Otina operó a través de la sumisa dinastía Qing. El cre-
cimiento del anarquismo en Europa durante el último siglo
era una respuesta directa a la consolidación de los estados-
nación industriales. Era una rebelión contra una concentra-
ción del poder sin precedentes en las manos del gobierno y
contra la ideología militarista del imperialismo que esto
generó. Li Shiceng, Wu Zhihui y una cantidad de otros chinos
fueron atraídos por la teoría de Kropotkin de ayuda mutua
que aún basándose en el evolucionismo rechazaba el pesi-
mismo del darwinismo social espenceriano y ofrecía posibi-
lidades para la cooperación entre los hombres más que para
el conflicto. Pero viniendo de una sociedad que era una víc-
tima más que un agente del imperialismo, ellos sostuvieron
el deseo fuerte de construir -antes que cualquier utopía
socialista pudiera instalarse- una nación-estado poderosa
que permitiera a China lograr independencia de las grandes
potencias y cierta paridad con ellas. En occidente el nacio-
nalismo había estado aparejado con la opresión y la escla-
vitud, pero en China el nacionalismo moderno surgía justa-
mente como una fuerza progresista. De modo que el grupo
del Nuevo Siglo operaba con un programa máximo y mí-
nimo aceptando con entusiasmo la necesidad de una república
de transición antes de lograr la última, que era la abolición

124
60 ESTUDIOS DE ASIA Y .ÁFRICA XIII: 1, 1978

de todo gobierno. Para ofrecer una justificación teórica a tal


posición . n,o convencional, aplicaron su evolucionismo para
producir una visión enteramente reformista en la cual as-
pectos no gubernamentales y cooperativos de· la sociedad
reemplazaran· gradualmente los aspectos coercitivo y guber-
namental dentro del contexto del orden republicano.
Según la experiencia de China moderna, durante la asi-
milación de las ideas extranjeras hay un proceso inevitable,
ya sea de distorsión o de adaptación. En el caso del marxismo,
pasa lo segundo, o sea una larga y finalmente exitosa trans-
formación de la práctica política que corresponde a las con-
diciones objetivas locales. En particular las teorías de Lenin
sobre la cuestión colonial permitieron una armonización con-
veniente de las metas socialistas y nacionalistas. Pero en el
caso del anarquismo, que aun en Europa había ofrecido pocas
guías prácticas a la acción polí?ca y hasta condujo o bien
al pesimismo y a menudo a actOs individuales de violencia
o bien a movimientos híbridos como el anarco-sindicalismo,
cuando se introdujo en el contexto chino quedó distorsiona-
do y finalmente sumergido por el nacionalismo con el cual
pudo existir sólo limitando y a veces negando su más im-
portante atractivo intelectual: una total e intransigente opo-
sición a todo gobierno.

125
TRADICIÓN Y MODERNIDAD:
INTELECTUALES CHINOS
FRENTE A LA FAMILIA, 1920-1940

FLORA BOTION BEJA


ROMER CORNEJO BUSTAMANTE
El Colegio de México

POCAS SOCIEDADES HAN SUFRIDO una transformación tan radical


como la que se produjo en China durante este siglo. En me-
·nos de cincuenta años, el país pasó de un régimen imperial
a un gobierno comunista; de una sociedad jerárquica y con-
trolada por normas rígidas que se afianzaban en la costumbre
y la tradición, a una sociedad con leyes nuevas que pretenden
asegurar la igualdad entre los ciudadanos.
La idea de cambio no es ajena a la tradición china; en mo-
mentos de crisis siempre surgieron reformadores que procura-
ban encontrar soluciones a la situación precaria imperante.

Sin embargo, se trataba de cambios dentro de una tradición aceptada,


y las referencias eran generalmente del pasado, considerado como mo-
delo de "normas correctas" ahora abandonadas. Es dentro de la inter-
pretación de qué era lo "correcto" en el pasado, en donde se podían
introducir ideas novedosas. 1

Sin embargo, las crisis internas y las presiones externas


que padeció China desde principios del siglo XIX, crearon
una situación en la que la existencia misma de ésta se veía
amenazada, de manera que el cambio -"-pero esta vez un
cambio diferente- era tal vez la única salida en semejantes
circunstancias.

1 Flora Botton Beja, "Zhang Boling: educador y patriota", Estudios de Asia


y África, vol. XXII, núm. 1, 1987, p. 46.

(424)

126
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 425

Aquellos que debían proponer los cambios que encami-


narían a China hacia la modernización, los intelectuales, eran
los guardianes de una tradición que ahora se ponía en duda.
Eran ellos quienes legitimaban la autoridad a través de sus in-
terpretaciones de la tradición, sobre la cual descansaba el po-
der, a la vez que se les garantizaban los privilegios de clase
que acompañaban su estatus de letrados. Es cierto que no fal-
taron intelectuales que señalaron las contradicciones que po-
dían ~urgir entre el ideal confuciano y la práctica política, y
algunos perdieron la vida por eso. Sin embargo, su papel rara
vez fue el de poner en entre.dicho la tradición y su rebeldía
consistía precisamente en defenderla. El descontento de los
intelectuales se podía expresar mediante el destierro volunta-
rio y el refugio en doctrinas como el budismo y el daoísmo,
o a través de obras fantásticas donde criticaban la sociedad en
la medida en que ésta se había alejado del justo medio de la
tradición. Peto esas opciones se aceptaban únicamente dentro
del sistema.
La defensa y las interpretaciones de la tradición, la discu-
sión sobre las contradicciones e~tre la teoría y la práctica, la
polémica con corrientes diferentes como el daoísmo y el bu-
dismo generaron ricos debates entre los letrados y difícilmen-
te se podría defender el argumento de que China se hallaba
aletargada y desgastada cuando sufrió el impacto de Occiden-
te. China estaba habituada al ejercicio del pensamiento, pero
lo que ahora resultaba evidente era que los problemas nuevos
que habían surgido no podían ser res~eltos con la experiencia
del pasado. 2 Fue así como a finales del siglo XIX comenzaron
movimientos de reforma que se enfrentarían a resistencias
muy fuenes. A pesa! de que siempre se habla de la lentitud
con la que China reaccionó frente a los cambios propuestos
y se señala la tenacidad de su tradición, nos olvidamos a veces
que en un lapso de sólo cincuenta años el pensamiento chino
sufrió cambios imponderables. Ésta es una hazaña aún mayor
cuando recordamos la larga trayectoria de su tradición confu-
ciana y el arraigo de ésta en todas las esferas de la sociedad.

2 1976, "Algunas reflexiones en torno -a los intelectuales chinos modernos",


Estudios de Asza y África, vol. XI, núm. 3. 1976, pp. 305-324.

127
426 ES1UDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3, 1990

A principios del siglo xx, surgió en China

un nuevo tipo de intelectual que no seria ya el guardián de la tradi-


ción, ni el representante de una élite especifica, sino el intelectual que
se inclinada hacia la evaluación critica de la cultura heredada, dispues-
to a sacrificar los antiguos valores y adoptar nuevas actitudes.3

El problema principal que le preocupa a este intelectual


es el de la supervivencia de China y esto le énfrenta directa-
mente a una evaluación crítica de la tradición, cuyo peso ve
ahora como un lastre que impide un cambio necesario. No
todos los intelectuales quisieron acabar con la tradición y los
primeros reformadores tuvieron la ilusión de poder conservar
la esencia de su cultura y adoptar de otras partes sólo aquellos
elementos que operarían una transformación, material. La si-
guiente generación fue mucho más radical. Esta ya había te-
nido la experiencia del fracaso de la revolución de 1911 y de
la humillación de la Conferencia de Versalles, que precipitó
el movimiento del4 de mayo de 1919 en el cual el cuestiona-
miento del pasado fue total. A esta generación penenecieron
Lu Xun, Li Dazhao, Chen Duxiu y Hu Shi; este último califi-
có esta época como un renacimiento y lo definió como ''un
movimiento de protesta consciente en contra de muchas de
las ideas e instituciones de la cultura tradicional y de emanci-
pación consciente del hombre y la mujer individuales de la
tiranía de las fuerzas de la tradición''. 4 La principal tarea de
estos intelectuales fue la de provocar una transformación
de fondo del carácter mismo del pueblo chino, liberándolo
del lastre de la tradición. El cambio debía ser económico, po-
lítico y social pero, sobre todo, cultural e ideológico; se pre-
tendía crear una nueva sociedad y una nueva conciencia social
que pudiera salvar a China. Si bieplo anterior era su platafor-
ma común, los intelectuales adoptaron ideologías diversas.
Hu Shi era un liberal partidario de la democracia al estilo oc-
cidental mientras que Li Dazhao y Chen Duxiu se afiliaron
al partido comunista.

3 Itlem, p. 311.
4 Hu Shih, The Chi,ese retltlis.umce, lhe HIISk.e/1/ecltlres. 1933, Nueva York.
Paragon Book Reprint Corp., 1963. 2a. edición, p. 44.

128
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 427

La actitud oficial estaba plagada de ambigüedades. El fra-


caso de la revolución de 1911 y el ascenso de Yuan Shikai sig-
nificaron un retroceso para las aspiraciones reformistas. Para-
dójicamente, el caos político que sobrevino a la muene de
Yuan en 1916 y que dejó al país acéfalo y desintegrado por
el regionalismo e inerme ante las ambiciones de las potencias
fueron las condiciones propicias pára el movimiento del '' 4
de mayo"* que marca el paneaguas político e ideológico en
el proceso de cambio de la China moderna. La reunificación
de China en 1927, bajo el gobierno de Chiang Kaishek, fue
la primera oponunidad real que tuvo la élite intelectual para
poner en práctica su proyecto de modernización. Sin embar-
go, la base social y política del régimen lo impidió. Hubo
cambios en la legislación que avalaban las exigencias de cier-
tos sectores sociales, pero tanto la situación política caótica
como la indiferencia del gobierno de Chiang Kaishek por di-
fundir y aplicar las nuevas leyes impedían que se operara un
verdadero cambio en la mayor pane del país. En algún mo-
mento Chiang, por razones políticas y para diferenciarse de
una actitud más radical, abogó por una vuelta a los valores
tradicionales básicos acompañada de cambios superficiales en
relación con actitudes cívicas adoptadas de Occidente (no es-
cupir, etc.) que garantizarían la aceptación de China como na-
ción "civilizada" sin tocar sus instituciones fundamentales.
Dentro de este marco, la familia, la institución china
que más sólidamente se había mantenido durante siglos,
tuvo que ser objeto de discusión y escrutinio. Hay que consi-
derar que la familia era el microcosmos de .todo un modelo
social y político que se impuso en China a panir de la dinastía
Song, cuando el neoconfucianismo triunfó y sentó las bases
de un estado autoritario y de una sociedad rígidamente jerar-
quizada. Es cieno que las vicisitudes sufridas por el imperio
habían afectado también a la familia, pero nunca la afectaron
lo suficiente como para provocar cambios fundamentales. La
crisis de sobrepoblación de fines del siglo XVIII y los movi-

*Cuando aquí hablamos del "4 de mayo" no nos referimos a una fecha espe-
cífica, sino a todo el movimiento que empezó probablemente en 1915 con la funda-
ción de la revista Nueva juventud.

129
428 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

mientas campesinos posteriores originaron una fuerte migra-


ción hacia las ciudades, que tuvo como consecuenica el énfa-
sis en la sobrevivencia individual más que en la familiar. Asi-
mismo, ya desde mediados del siglo XIX había habido una
penetración ideológica de corrientes de pensamiento occiden-
tales, del cristianismo, etc., que culminaron en la rebelión de
los Taiping que introdujo la idea de la igualdad entre los
hombres y las mujeres y de la vida comunitaria en vez de la
familiar,· y que fue el movimiento que más cerca estuvo
de acabar con la tradición.
La crítica a la institución familiar china ya aparecía con in-
tensidad variable en la literatura de la época imperial; así te-
nemos críticas veladas como las de Cao Xueqin en Sueño en
el Pabellón Rojo de mediados del siglo XVIII, o más directas
como las de Li Ruzhen, a principios del siglo XIX en Flores en
el espejo, pero se hizo más explícita con los reformistas de fi-
nes del siglo XIX: Kang Youwei (1858-1927), Liang Qichao
(1873-1929) y Tan Sitong (1865-1898).· Ellos criticaron dura-
mente el sistema autoritario y patriarcal de la familia china
y, sobre todo, la situación de subordinación de la mujer. 5
Kang Youwei en los capítulos v y VI de su libro propone la
abolición de las diferencias entre los dos sexos y la desapari-
ción de la familia. 6
A partir del movimiento "4 de mayo", se sistematizó la
idea de que la estructura ideológica tradicional se había cons-
tituido en el elemento permanente que sostenía la estructura
social después de la caída de la dinastía. Si se trataba de crear
una China nueva era necesario sustituir el pensamiento viejo
por ideas nuevas. Antes del. "4 de mayo" se ponderaba todo
lo que tenía sello de antiguo pues así se garantizaba su vali-
dez, pero a partir de ese momento -con la excepción de algu-
nos conservadores- toda la actividad intelectual estuvo enca-
minada hacia el cuestionamiento a veces feroz de la tradición
china y de todas las instituciones que se apoyaban en ella.

5 Kasuko Ono, Chinese women in 11 cenlury ofrevolulion, 18J0-19JO,Joshua


A. Fogel (comp.), Stanford, Stanford University Press, 1989, pp. 25-46.
6 Ta T'ung Shu, The one-worltl philosophy of K'11ng Yu-wei,. traducción, in-
troducción y notas de Laurence G. Thompson, Londres, George Allen & Unwin Ltd,
1958, pp. 149-209.

130
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 429

El movimiento de nueva cultura que floreció a panir del


4 de mayo de 1919, dio un enorme impulso a las publicacio-
nes periódicas. Antes de 1919 -salvo raras excepciones co-
mo, por ejemplo, Nueva juventud-las rev!stas y los periódi-
cos eran anticuados y estereotipados. Estos publicaban
ensayos en apoyo a la tradición y la moral tradicional y, aun-
que propugnaran algún cambio, tomaban como base a los
clásicos para justificarlo y usaban la lengua clásica como me-
dio de expresión. A partir del4 de mayo, en seis meses apare-
cieron 400 nuevos títulos de publicaciones periódicas en len-
gua vernácula. 7 Al mismo tiempo, proliferaron los libros
tanto originales como de traducciones de lenguas extranjeras;
por ejemplo, La Prensa Comercial, la casa editorial más im-
portante de la época, en 1920 publicó 1 284 libros mientras
que en 1915 había publicado 552. 8 La influencia de Japón y
de los países occidentales se manifestaba en la adopción de
teorías nuevas y en la aplicación de métodos de análisis cientí-
ficos para remplazar los estudios de texto que constituían el
método tradicional chino. Entre los estudiosos occidentales
que mayor influencia tuvieron en China cabe destacar aJohn
Dewey, el filósofo de la educación pragmatista, quien perma-
neció en China desde el 1 de mayo de 1919 hasta el 11 de
julio de 1921, impartiendo clases, dictando conferencias y su-
giriendo cambios para la educación china. 9 Otro visitante
importante fue Bertrand Russell, quien llegó a China invita-
do por Liang Qichao en septiembre de 1920 y permaneció
casi un año dictando conferencias. También eran conocidas
en China las obras de Montesquieu, Marx, Morgan, Darwin,
Comte, Bergson, Spencer, T.H. Huxley, JS. Mill, Adam
Smith y de la mayoría de los científicos sociales norteamerica-
nos y europeos que introducían ideas novedosas: desde el
sexólogo Havelock Ellis y la revolucionaria rusa Alexandra

7 Entre 1915 y 1923 aparecieron 700 publicaciones periódicas en China. Véase


Chow Tse-tsung, Research Guide lo the May Fourth Movement, Cambridge, Har-
vard University Press, 1963.
8 Chow Tse-tsung, The May Fourth Movement, Cambridge, Harvard Univer-
siry Press, 1960. pp. 176-178 y 182.
9 John Dewey, Lectures in China, 1919-1920, Honolulu, University Press of
Hawaii, 1973.

131
430 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3, 1990

Kollontai hasta la gran promotora del control natal que fue


Margaret Sanger.
Las publicaciones periódicas surgían a veces como proyec-
tos de· intelectuales y políticos conocidos, pero en su mayoría
representaban los puntos de vista de grupos políticos y de es-
tudio y de asociaciones de jóvenes, de estudiantes y de muje-
res. Generalmente su duración era limitada y precaria. A
veces las autoridades las prohibían y encarcelaban a los edito-
res, a menudo cambiaban de nombre y frecuentemente se que-
daban sin fondos. Se trataba en su mayoría de revistas libera-
les o francamente izquierdistas. El entusiasmo y la fe de estas
publicaciones queda de manifiesto en los títulos que ostenta-
ban: Nueva Vida, Nueva juventud, Nueva Cultura, Nuevo
Mundo, Nueva China, Nueva Era, Nueva Comente, Nue-
va Mujer, Renacimiento, Renovación, Reconstrucción, Des-
pertar, Ilustración, etcétera.1o
Los libros y los artículos de las revistas contenían propues-
tas para reformar la lengua, la literatura, la educación, el sis-
tema político y la sociedad. Era en el cambio de la sociedad
donde los autores encontraban el reto mayor. La sociedad chi-
na, debido a su sistema familiar, era reacia al cambio. Este
sistema familiar, base del autoritarismo y de la opresión de
jóvenes y mujeres, fomentaba el conservadurismo y, por su
énfasis en el interés de la familia o del clan, se veía como
opuesto al nacionalismo y al patriotismo. China probable-
mente sea el único país donde en un momento revolucionario
crítico la familia ha sido tomada como centro de transforma-
ciones sociales. Fue ésta una época rica en organizaciones y
asociaciones de mujeres y de jóvenes que discutían incesante-
mente sobre el problema familiar y organizaban eventos y
reuniones alrededor de ese tema. 11 Un hecho imponante en
el que hay que enmarcar estas asociaciones y sus actividades
es que en ese momento los grupos políticos no tenían el carác-
ter organizativo necesario para realizar movilizaciones nado-

10 Chow Tsc-tsung, 1963.


11 Véase la rescfta de los eventos organizados por algunas asociaciones de mu-
jeres enue 1920 y 1925 en Mai Huiting, Zhongquo jillling gaizao wenti (El problema
de la reforma de la familia en China), Shanghai, Shangwu Yin Shuguan, 1930 pp.
14-45.

132
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 431

nales. El partido comunista, fundado en 1921 en Shanghai,


era aún un pequeño grupo de intelectuales. El Guomindang,
que aglutinaba a la mayoría de los revolucionarios de la épo-
ca, tuvo en 1924 su primer congreso para constituirse en par-
tido político. El gobierno se había desmembrado después de
la muerte de Yuan Shikai en 1916; por lo tanto, estas organi-
zaciones eran brotes espontáneos que ante el caos político e
institucional hacían tímidos intentos de reordenamiento y re-
forma. El problema familiar se había agudizado, pues la crisis
económica y política hizo que los mecanismos tradicionales
internos de la familia patriarcal perdieran los controles socia-
les que solían regularla y llegaran así a límites extremos. Esta
situación se agudizaba si consideramos que la importancia de
la familia en el individuo chino era enorme; así la crisis global
del país era vivida por el individuo en una doble dimensión:
en el deterioro de sus relaciones inmediatas y en la crisis del
microcosmos en el cual desarrollaba su vida. Según investiga-
ciones de la Oficina de Asuntos Sociales de Shanghai, a fines
de la década de 1920 más del 60% de los suicidios se debía
al deterioro de las relaciones familiares. 12
La familia tradicional fue un blanco inmediato de los vo-
ceros del cambio. La institución familiar se veía como la fuen-
te misma del autoritarismo manifiesto en todos los ámbitos
de la sociedad china. Se criticó duramente la tiranía que el
patriarca ejercía sobre los jóvenes, la subordinación de la mu-
jer, el matrimonio arreglado y el sistema de clanes; conjunta-
mente con esta crítica al sistema familiar tradicional, se puso
en tela de juicio a su sustento, el confucianismo.
Sin embargo, junto al ataque a la familia tradicional era
necesario proponer algún remedio. Salvo excepciones, no se
propuso la desaparición de la familia sino su reforma, su mo-
dernización, para adecuarla a una sociedad nueva donde po-
dría florecer el individuo y se fomentaría la libertad de matri-
monio y la igualdad entre los sexos. En todas las culturas es
la familia, más que cualquier otra institución, la que provoca
reacciones viscerales, puesto que existe una marcada tenden-
cia a considerarla como la unidad básica de la sociedad, como

12 Iriem, p. 161.

133
432 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

el bastión de todos sus valores, como la garantía de la integri-


dad de la nación.13 El compromiso con la idea de la familia
y de su importancia dentro de la sociedad es algo que recono-
cen tanto sus defensores como sus detractores, los que quie-
ren conservarla y quienes quisieran destruirla.
Entre los dirigentes del '' 4 de mayo'', Chen Duxiu sería
el máximo exponente de las nuevas ideas y quien más dura-
mente atacaría la tradición. En 1915 fundó la revista Nueva
juventud desde cuyas páginas atacaba a la tradición en todos
sus aspectos y proponía cambios radicales. Gran parte de los
escritos de Chen Duxiu se refieren a la familia. En el primer
número de su revista publicó el artículo ''Llamado a la juven-
tud"14 en el que le señala a los jóvenes que deben ser due-
ños de sí mismos y no pertenecerle a otros. En el mismo año
apareció otro artículo suyo, ''Diferencias básicas del pensa-
miento de los pueblos de Oriente y de Occidente" , 1, donde
caracteriza a la civilización occidental como individualista,
democrática y preocupada por los derechos del individuo
mientras que la civilízación oriental familista subordina al in-
dividuo a los intereses familiares privándolo de la igualdad
ante la ley, impide el pensamiento creativo y alienta la de-
pendencia. Chen Duxiu concluye diciendo que es necesario
sustituir este familismo por el individualismo. En 1916,
cuando ya Yuan Shikai había manifestado su ambición de ser
emperador y trataba de· volver a los valores morales tradicio-
nales y de proclamar al confucianismo como religión estatal,
Chen escribió "El año 1916", 16 donde hacía una denuncia
feroz de todos estos valores, insistiendo sobre la opresión que
sufrían los jóvenes y, sobre todo, las mujeres, en la .vieja socie-

13 Peter Laslc:ll, "lmroduction: The hisrory of our family", en Perer Laslett,


y Richard \1C'all (mmps.), Householri anri family in past time, Londres, Cambridge
Universiry Press. 1972, p. 16.
14 Xin Qingnian. vol..!, núm. 1, 15 de septiembre de 1915, en Teng Ssu-yu
y John K. Fairbank, China's Response to the West. A Documentary Su,.,ey, Cam-
bridge, Harvard University Press, 1961, pp. 240-245.
n Xin Qingnian, vol. 1. núm. 4, 15 de diciembre de 1915, en Chow Tse-
tsung, 1960, p. 21)6.
16 Xin Qingnian, vol. 1, núm. 5, enero de 1916, en Chen Dongyuan, Zhon-
ghuo fun u shenghuo .rhi (Historia rie la viria rie las mujeres chin.Js), Shanghai,
Shangwu yin Shuguan, 1928, reimpreso en Taipei en 1977, p. 367.

134
BOTION Y CORNEJO: INTELECTIJALES CHINOS 433

dad. En un artículo posterior, "El confucianismo y la vida


moderna", 17 ataca la moral confuciana y señala la influencia
nociva de ésta, por su insistencia sobre la castidad de las mu-
jeres, la aprobación del suicidio de las viudas, el manteni-
miento de las mujeres en la ignorancia y la dependencia que
se les crea al impedirles estudiar. En el manifiesto que publi-
có la revista Nueva juventud después del movimiento del '' 4
de mayo", Chen Duxiu, su editor señala: "Creemos que res-
petar la personalidad y los derechos de las mujeres constin:.ye
una necesidad práctica para el progreso social en la actuali-
dad, y esperamos que ellas mismas tomen plena conciencia
de su deber hacia la sociedad" . 18 En la misma revista se pu-
blicaron numerosos artículos más que seguían la misma tóni-
ca tanto antes del "4 de mayo" como después. 19
El ataque más sistemático al sistema familiar tradicional
lo hizo Wu Yü -quien había estudiado derecho y política
en Tokio- en su artículo ''La familia tradicional y el sistema
de clanes es la base del despotismo'', que fue publicado en
la revista Nueva juventud en 1917. 20 En ese artículo, el au-
tor parte de la relación entre el confucianismo y el sistema fa-
miliar. Para Wu Yü, el paternalismo era la base del despotis-
mo, y la piedad filial había producido seres acostumbrados a
obedecer sin cuestionar, había impedido la propagación de la
planificación familiar, afirmado la opresión de las mujeres,
avalado una serie de tabúes sexuales absurdos y no había per-
mitido que se desarrollara el espíritu de aventura. En la mis-
ma vena, Fu Sinian afirmó en un artículo publicado en enero
de 1919, en la revista Nueva Marea (Xin Chao), que el siste-
ma familiar corrupto de China era la base de todos los males
que la aquejaban. 2 1

17 Xin Qingnian, vol. 11, núm. 4, diciembre de 1916, en Chen Dongyuan, op.
cit., p. 370.
18Xin Qingnian, vol. 7, núm. 1, diciembre de 1919, en Chow Tse·tsung,
1960, p. 175.
19 Tao Menghe, "El problema de la mujer", vol. 4, núm. 1, enero, 1918, en
Chen Dongyuan, op. cit., p. 373.
20 Xin Qingnian, vol. 2, núm. 6, febrero de 1917, en Chow Tse-tsung, 1960,
pp. 304ss.
21 Chow Tse-tsung, 1960, p. 185.

135
434 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

Cabe destacar que la posición de la mujer en la sociedad


fue un tema frecuentemente discutido por los reformadores
del siglo XIX y principios del XX. Aun antes del "4 de mayo"
aparecieron al menos 100 revistas dedicadas al tema de la mu-
jer y en muchas más se discutían asuntos peninentes a su
situación. No se podía hablar de reforma sin referirse al pro-
blema de la subordinación de la mujer en la sociedad y, sobre
todo, dentro de la familia, y fue así como todo ensayo que
tratara de la familia, el matrimonio, el divorcio, la castidad,
los hijos, etc., mencionaba el tema de la desigualdad entre
los sexos. 22 Sin embargo, aunque el movimiento "4 de ma-
yo" le dio un impulso aún mayor a la discusión de lo que en-
tonces se llamaba "el problema de la mujer", la mayoría de
los artículos fueron escritos por hombres y se dirigían básica-
mente a un público masculino; aun los editores y los lectores
de las revistas femeninas eran generalmente hombres. No de-
bemos olvidar que 90% de las mujeres era iletrado en aquella
época y que éstas difícilmente podían ser un público impor-
tante.23 Este interés por la mujer no panía de una conciencia
feminista sino de una conciencia reformista cuyo núcleo eran
los derechos individuales. Le tocaba a los hombres con ideas
nuevas señalar los aspectos más injustos de la sociedad tradi-
cional y la posición de la mujer era una de las mayores lacras.
En este espíritu se escribió la mayoría de los ensayos que toca-
ban estos temas, incluyendo el muy conocido de Lu Xun so-
bre la castidad donde, con su tradicional sarcasmo y agudeza,
denunció la estupidez, crueldad e hipocresía del concepto
tradicional de castidad desarrollado por hombres cuyo com-
ponamiento dejaba mucho que desear y que hacía a la mujer
responsable de la conducta moral de todo el pueblo chino. Lu
Xun fue más lejos al hacer un paralelismo entre el régimen
totalitario del despotismo tradicional chino y la exigencia de
castidad: ''Cuanto mayor lealtad exigía el emperador de sus

22 Roxane Witke, "Mao Tse-tung, women and suicide", en Marilyn Young


(comp.), Women in CllintJ, Ann Arbor, The University ofMichigan, 1973, páginas
7-31.
23 R. Witke, op. cit. y Jacqueline Nivard, "Women and the Women's Press:
the Case of The Ltulies' ]oumtÚ (Funii uzhi), 191,·1931", en Republiet~n ChintJ,
vol. X, núm. 18, noviembre, pp ..37-)5.

136
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 435

súbditos, tanto mayor castidad pedían los hombres de las


mujeres''. 24 Tampoco Mao Zedong fue ajeno a la problemá-
tica femenina; entre 1919 y 1920 publicó en diarios de Hu-
nao numerosos artículos en los cuales atacaba la opresión de
la mujer, la exigencia unilateral de castidad, el matrimonio
arreglado y otras lacras sociales que impedían a las mujeres to-
mar conciencia del papel político y social que les tocaba de-
sempeñar.2)
Entre la abundante literatura que apareció en China en
las décadas de 1920 y 1930 -y cuyos autores más destacados
ya mencionamos- hemos elegido para nuestro análisis algu-
nos que se encuentran identificados con las corrientes más re-
presentativas de esos veinte años. Nuestros autores no son
muy conocidos, pues no eran personalmente la vanguardia
política, pero dentro de la vastedad de la literatura de la épo-
ca constituyen una muestra representativa de la que se puede
extraer qué posición tenía la intelectualidad de la época sobre
el problema de la familia. Muchos son historiadores y otros
ensayistas, sin embargo, también hay sociólogos, exponentes
de una disciplina novedosa en China, quienes emplean méto-
dos modernos de análisis social y conocen a los autores occi-
dentales más destacados de la época, ya sea por haber estudia-
do en el extranjero o por haberlos leído en traducciones.
Algunos son radicales, otros nada más liberales, pero a todos
los une la preocupación por estudiar la realidad de su país ge-
neralmente con el ánimo de señalar problemas o lacras y pro-
poner algún remedio. Aquí nos referiremos a algunas obras
de los siguientes autores: Mai Huiting, Pan Guangdan, Yi
Jiayue, Luo Dunwei, Sheng Lanxi, Chen Guyuan, Chen
Dongyuan, Fu Shanglin, Liao Jianmin, Lei Haizong, Tai
Guangdian y Bao Zhen.
Todos los trabajos sobre la familia, el matrimonio, las
mujeres y la educación sexual hechos por los autores que ana-
lizamos aquí, exploran en primer lugar el pasado y estudian
las instituciones tradicionales para criticarlas y para proponer

24 Lu Xun, "My vies on Chastity", Selected Works, vol. 11, Beijing, Foreign
Languages Press, 3a. edición, 1980, p. 20.
25 R. Witke, op. cit.

137
436 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3, 1990

cambios necesarios en una época de modernización y de cons-


trucción nacional. Algunos autores piden un cambio radical,
una destrucción del pasado a favor del presente, pero para
otros había instituciones que, si se modificaban, podrían sal-
varse. Chen Guyuan en Hi'ston'a del matrimonio en China
antigua, 26 por ejemplo, investiga el sistema del matrimonio
antiguo, aunque afirma que su intención es en realidad socio-
lógica, puesto que las instituciones sociales tienen su origen
en el pasado. Investigar el pasado significa para él entender
el presente, poniendo así la historia al servicio de la sociología
y de la exploración del presente. Es preciso señalar que hablar
de familia antigua en ese entonces no significaba hacer el es-
tudio de un pasado remoto s6lo con valor de referencia, sino
rastrear el origen de muchos patrones de la vida familiar de
la época. En la primera pane de su libro El problema de la
reforma de la familia en China, 27 Mai Huiting expone la si-
tuación general de la familia respecto de sus orígenes, sus ba-
ses y tipos asfcomo su lugar en la sociedad tradicional; en la
segunda parte hace ya críticas específicas, a fin de justificar
la necesidad de cambiar la institución familiar dentro de un
marco en el cual la transformación debe darse en concordan-
cia con el desarrollo de la sociedad. Pan Guangdan en El pro-
blema de la familia china28 destaca la importancia del estu-
dio de la familia porque reconoce que ésta ha sido un centro
imponante de los problemas sociales, sin embargo, su análisis
del pasado también le sirve para sopesar cuáles son los aspec-
tos que podrían rescatarse y transformarse en beneficio de la
sociedad actual.
Retomando el tema de la coincidencia entre la autoridad
política y la autoridad familiar, Fu Shanglin en su anículo
"Estudio de la complejidad de la familia china actual" 29

26 Chen Guyuan, Zhongguo gudai hunyin shi (La historia del matrimonio en
China antigua), Shanghai, Shangwu Yin Shuguan, 1936.
27 Mai Huiting, op. cit.
28 Pan Guangdan, Zhongguo zhi jiating wenti (El problema de la familia chi·
na), Shanghai, Xinyue Shudian, 1929, 325 pp.
29 Fu Shanglin, "Zhongguo jiating Xianchun Fuzaxin de yanjilu" ("Estudio
de la complejidad de la familia china actual") Qinghua Xuebao, octubre, 1931, pp.
71·83.

138
BOITON Y CORNEJO: INTELECTIJALES CHINOS 437

sostiene que el sistema familiar de China es el modelo más


completo de autoridad patriarcal, donde cada miembro de la
familia tiene un papel definido, ocupa una posición fija y
debe cumplir con deberes precisos, lo cual origina que los in-
dividuos pierdan iniciativa y personalidad. Además, el com-
plicado sistema del ritual familiar ocasiona la pérdida de
tiempo en ceremonias carentes de sentido. En el libro Proble-
mas de la familia china, de Yi Jiayue y Luo Dunwei,3° se
afirma que la clave de la docilidad de los chinos ante la auto-
ridad es la piedad filial, virtud máxima en la tradición confu-
ciana. Según los autores mencionados, los poderososos de
cada dinastía promovían la piedad filial para que el pueblo
aprendiera a obedecer ciegamente (p. 141). En cuanto al pa-
triarcado, los autores lo identifican definitivamente como la
fuente de todos los conflictos, puesto que los padres tenían
el derecho de vida o m\mfte sobre sus hijos y esposas, y eran
dueños de toda la propiedad familiar (p. 4).
En lo que respecta a las propuestas de cambio, todos los
autores examinan primero lo que llaman la "familia extendi-
da", a la que identifican como el modelo de la estructura de
la fami!ia tradicional. Ahora bien, se sabe que en la historia
china el tipo de familia más común no era el de una familia
extendida cuyos miembros convivían todos bajo el mismo te-
cho; por lo tanto, la familia extendida que tanto preocupa a
nuestros autores es aquella que se concibe como grupos de
parentesco, en pocas palabr.as, como clanes, como asociacio-
nes de personas con lazos sanguíneos o derivadas de alianzas
matrimoniales que se identificaban como un grupo de interés
común. Para muchos pensadores liberales este sistema era el
impedimento para que China se constituyera en una nación.
Leí Haizong, historiador formado en Chicago, en su artículo
''El sistema familiar de China'' ,3 1 ve la familia como un ele-
mento que fue capaz de asegurar la estabilidad social de Chi-
na durante dos mil años; sin embargo, esta sociedad estaba
compuesta por núcleos que quizás formaban en su conjunto
30 Yi Jiayue y Luo Dunwei, Zhongguo ]illling Wenti (Problem111 de la fomilia
ehina), Shanghai, Taidong rushu ju, 1928, 177 pp.
31 Lei Haizong, "Zhongguo de jiazhu zhidu" ("El sistema familiar en Chi·
na"), Shehui Kexue, vol. 11, núm. 4, julio de 1937, pp. 643-661.

139
438 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

una "comunidad cultural" con un sistema político flojo,


pero que de ninguna manera podía ser considerada como una
nación, en el sentido moderno de la palabra. Poco tiempo an-
tes, en 1935, Liao Jianmin escribió un artículo titulado "Re-
laciones entre problemas matrimoniales y familia en Chi-
na" ,3 2 donde concuerda en que la familia contribuyó a
resguardar la unidad cultural, puesto que descansa sobre la
moral confuciana que es la base ideológica de la sociedad chi-
na. Pero aunque Liao Jianmin reconozca que lo primero en
la estructura de relaciones de China es la familia y luego vie-
nen el clan y después la nación, él propone aprovechar la co-
munidad de la familia y el clan para cimentar el nacionalis-
mo. Sus ideas posiblemente reflejen un regreso a actitudes
más conservadoras bajo el régimen de Chiang Kaishek. Fu
Shanglin se coloca en una posición intermedia al decir que la
f;pnilia china es demasiado compleja como para afirmar que
la eliminación de la familia extendida sería una solución, ya
que en China siempre han coincidido tanto familias extendi-
das como nucleares y no es fácil pasar del familismo al nacio-
nalismo, aunque esto sería ciertamente deseable. Chen Gu-
yuan, en su ensayo "Crítica del dan familiar" ,33 hace una
crítica del sistema de clanes planteando que si bien este siste-
ma en la época feudal' era importante y viable, en la época
moderna era nocivo e impedía el desarrollo de la sociedad.
¿Cuál es, entonces, la propuesta de nuestros autores
cuando critican a la familia extendida señalándola como el
origen de muchos de los males que aquejan a la sociedad chi-
na? Con algunas variantes en cuanto a los valores que se le
piden a la nueva familia, los autores coinciden en que ésta
debería ser pequeña, o sea que debía seguir el modelo occi-
dental, en particular el norteamericano, de la familia nuclear.
Yi Jiayue, en "El problema de la familia china" ,34 afirma

32 Liao Jianmin "Zhongguo hunyin wentin yu jiating guangxi" ("Relaciones


entre problemas matrimoniales y familia en China"), Zheng Feng, núm. 18, agosto
de 1935, pp. 129-134.
33 Chen Guyuan, "Jiazhu zhidu de piping" ("Crítica del clan familiar"), en
Mei sheng (comp.), Zhongguo funii wenti tao/un li (Discusión sobre el problem~~
de la mujer china), Shanghai, Xinwenhua Shushe, 1926.
34 YiJiayua, "Zhongguo de jiating wenti" ("El problema de la familia chi-

140
BOTION Y CORNEJO: INTELECTIJALES CHINOS 439

que la familia extendida y el sistema de clan de la tradición


china debían necesariamente desaparecer, y que la tendencia
natural que se perfilaba era la de su sustitución por la familia
nuclear. Chen Guyuan3 5 está de acuerdo y el mismo Fu
Shanglin36 encontraba deseable ese cambio, aunque era es-
céptico en cuanto a la posibilidad de que ocurriera pronto.
Tai Guangdian y Bao Zhen, en su ensayo "El concepto
de familia nueva'', consideraban que la familia nuclear de
tipo occidental era mejor que la familia pequeñ.a tradicional
de ChinaY Su esperanza radicaba en una familia que surgi-
ría de la fragmentación de los clanes en pequeñ.as unidades
donde reinaría la armonía y desaparecerían los conflictos tan
frecuentes entre los miembros de las grandes familias. En esta
nueva familia se podrían resguardar, transformadas, algunas
de las vinudes tradicionales como la piedad filial, que sería
únicamente amor y respeto hacia los padres y no obediencia
ciega; los padres, a su vez, tendrían la obligación de mante-
ner a los hijos. Los papeles que Tai y Bao proponen para los
miembros de la familia siguen los patrones noneamericanos
convencionales de la época: un padre proveedor y una madre
que administra el hogar y supervisa la educación de los hijos.
Siguiendo en ·su veta idílica, pero ya con matices de socialis-
mo utópico, los autores hacen una alabanza del campo, lugar
donde la familia podría desarrollarse en una mayor armonía
(aseveración difícilmente sostenida por la situación en China)
y se pronuncian en contra del empleo de sirvientes para que
los miembros de la familia aprendan a colaborar y a ser auto-
suficientes. Aconsejan el ahorro familiar y el cuidado de la hi-
giene del hogar a través de instalaciones sanitarias. El matri-
monio debía ser por amor y hasta cieno punto tardío.
En tres de los libros consultados, y que tratan específica-
mente de la familia, hay críticas precisas al sistema familiar
y propuestas concretas para su modificación. YiJiayue y Luo
Dunwei proponen los cambios necesarios para llegar a la fa-

na"), en Mei Sheng (comp.), op. cft., pp. 130·166.


35 Chen Guyuan, op. cit.
36 Fu Shanglin, op. cit.
37 Tai Guangdian y Bao Zhen, "Xin jiating zhi jushuo" ("El concepto de fa.
milia nueva"), en Mei. Sheng (comp.), pp. 210-214.

141
440 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

milia ideal. En primer lugar, hay que acabar con el machismo


y con la opresión de la mujer en todos los aspectos: matrimo-
nio, divorcio, exigencia unilateral de castidad, prohibición de
casamiento de las viudas, herencia, sistema de concubinato,
etc. 311 Cuando discuten las ventajas del individualismo en
contra del familismo, los autores llegan al extremo de propo-
ner que se acabe con el sistema familiar, tanto en su forma
de familia extendida como nuclear. La familia, por pequeña
que sea, siempre tendrá un carácter jerárquico y algunos
miembros dominarán a otros; sin la familia se alcanzaría una
sociedad compuesta de individuos libres de la opresión fami-
liar, que trabajarían para el bien de la humanidad sin estar
impulsados por intereses estrechos. Esta propuesta de la
eliminación de la familia es casi única entre los autores que
estud~mos, pero aun así la actitud de Yi y Luo es contradic-
toriat ambigua y posiblemente estéinfluida por ideas radica-
les que se proponían en una época en la que todo era cuestio-
nado. Mai Huiting adopta una actitud mucho más cautelosa
y si bien desea acabar con la familia extendida a favor de la
nuclear, propone llevar esto a cabo a través de campañas edu-
cativas (libros, artículos, conferencias) que cambiarían las ac-
titudes.39 Esta propuesta, arraigada en la tradición china de
la posibilidad de cambio mediante la persuasión y la educa-
ción, revela una actitud optimista y de confianza en el movi-
miento de nueva cultura. Aunque en la nueva sociedad la fa-
milia tendría un papel menos destacado, porque el estado
asumiría algunas de sus funciones, seguiría siendo importan-
te y necesaria por ser un lugar de resguardo, protección y so-
cialización y por constituir un microcosmos social. 40 Para Pan
Guangdan la familia constituye, desde el punto de vista his-
tórico, el centro del organismo social cultural. 41 Pan asume
el concepto de A. Comte de que la unidad básica del organis-
mo social no es el individuo sino la familia. Al mismo tiem-
po, la familia ha sido un centro importante de los problemas

38 Yi Jiayue y Luo Dunwei, op. cit., p. 176.


39 Mai Huiting, op. cit., p. 20.
40 Mai Huiting, op. cit., p. 48.
41 Pan Guangdan, op. cit.

142
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUAI.ES CHINOS 441

sociales y por eso no basta con estudiar la historia sino tam-


bién el futuro posible de los valores sociales. Dentro de la
concepción de Pan la vida del ser humano tiene dos caras: la
móvil, que es el progreso, y la estática, que es el orden; antes
la: familia contribuía con el orden. Como la cultura es produc-
to de una acumulación que se realiza durante varias genera-
ciones, la reforma social debe considerar este fenómeno esco-
giendo lo bueno y eliminando lo negativo. En vez de expresar
sus propuestas fuera de contexto, Pan hizo primero una en-
cuesta en el mes de junio de 1927, en las provincias deJiang-
su y Zhejiang, a través del diario Nuevo Penodico de Nove-
dades. Obtuvo así 31 7 respuestas de personas entre 14 y 57
años de edad (273 hombres y 44 mujeres). El 71% se mani-
festó en contra de la familia tradicional y a favor de la familia
nuclear; el 65% consideró que era justo cuidar a los padres
y a los abuelos; el 81% estuvo de acuerdo en acabar con los
ritos a la antigua, pero deseaba seguir con las ofrendas a los
antepasados y mantener viva la tradición familiar. Para eva-
luar las contestaciones a esta encuesta hay que tomar muy en
cuenta que la muestra podría ser considerada de vanguardia,
ya que se trataba de personas urbanas que leían el periódico
y que, además, tenían la disposición de responder a una en-
cuesta. Sin embargo, sobre la base de esos resultados, Pan
propuso una familia nuclear que no abandona a los padres y
abuelos y que reverencia en forma moderada y flexible a los
antepasados.
Dentro de la problemática familiar, el matrimonio ocupa
un lugar destacado. El derecho a elegir libremente a la pareja
se tornó la reivindicación más imponante de los jóvenes
que se oponían a la tiranía de la familia tradicional. En 1919,
una oleada de suicidios de mujeres jóvenes que no aceptaban
casarse con la pareja que su padre había elegido para ellas,
dio lugar a una serie de artículos de denuncia escritos por in-
telectuales destacados de la época, entre ellos Mao Zedong.
Otro de los temas que se discutía era el del divorcio, imposi-
ble para las mujeres y difícil para los hombres, quienes a veces
preferían tomar una concubina en vez de divorciarse. En los
años veinte y treinta, la situación de la mayoría de la gente
no había cambiado mucho y nuestros autores se preocupan

143
442 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

por estos temas y los discuten. Las reformas legales de 1931


y 1935, que tendían hacia la libenad del matrimonio y lamo-
nogamia, se desconocían y no se cumplían. 42 Al igual que
respecto de la familia, la mayoría de los autores estudiados
consideraba necesario el matrimonio, siguiendo así la tradi-
ción china que, por influencia de la moral confuciana y de la
exigencia de tener descendientes, no contempla alternativas
al matrimonio para la vida adulta. Liao Jianmin43 ve el ma-
trimonio como la condición para procrear y para la ayuda mu-
tua, pero también reconoce el derecho de los jóvenes a elegir
su pareja. En cuanto al divorcio, Liao lo acepta como un mal
necesario. Fu Shanlin44 era también un defensor del matri-
monio; se oponía al "amor libre" en un periodo de transi-
ción y quería que los cambios sucedieran gradualmente. Yi
Jiayue y Luo Dunwei45 abogan por una pronta resolución al
problema de los matrimonios arreglados que, según ellos,
originaban conflictos familiares porque los jóvenes ya no los
aceptaban. Usando criterios de moral, salud y sobrepobla-
ción, Yi y Luo criticaban los matrimonios de personas dema-
siado jóvenes; sin embargo, tampoco estaban de acuerdo con
los matrimonios tardíos porque, según ellos, éstos aumenta-
ban el número de solteros y la criminalidad, el alcoholismo,
la prostitución y los divorcios (pp. 45-57). También otros au-
tores usaron este argumento de la relación entre la soltería y
la corrupción pero es paradójico que aparezca también en Yi
y Luo, quienes no sólo pusieron en tela de juicio la existencia
de la familia sino que se manifestaron en principio contra
toda forma de matrimonio. Siguiendo con las paradojas en la
obra de Yi y Luo, también encontramos que para ellos el di-
vorcio es necesario en el caso de odio entre los cónyuges; en
otros casos de desamor proponen la tolerancia y la búsqueda
de una solución que no sea radical, porque el divorcio final-
mente es perjudicial para la sociedad y, sobre todo, para las

42 Para más detalles véanse los capítulos correspondientes a estos temas en


Marinus Johan Meijer, Marriage law aná policy in the Chinese People 's Republic,
Hongkong, Hongkong University Press, 1971.
43 Liao Jianmin, op. cit.
44 Fu Shanglin, op. cit.
45 Yi Jiayue y Luo Dunwei, op. cit., pp.11-15.

144
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 443

mujeres a quienes se desprecia si se divorcian (pp. 66-70).


Mai Huting ve en el matrimonio la manera de conservar la
raza humana y de satisfacer el deseo sexual. El matrimonio es
cooperación y ayuda mutua y sin él se acaba la moral social.
Mai consideraba que los casados gozan de mejor salud y son
más felices (tal vez porque precisamente así pod:an satisfacer
sus deseos sexuales, lo que sería inmoral fuera del matrimo-
nio); además, el matrimonio elimina la masturbación y la ne-
cesidad de la prostitución. En la perspectiva de Mai, los solte-
ros son considerados más propensos a la inmoralidad y al
abuso del alcohol y del sexo ilícito (pp. 220-226), Es intere-
sante observar aquí cómo la masturbación se consideraba
como una desviación peligrosa -remanentes de esta idea aún
subsisten en China. 46 De igual manera, es de destacar cómo
se descontextualiza la prostitución, a la que se ve más como
un problema sexual que como un fenómeno económico so-
cial. Por todo esto persiste la idea de que hay que tener caute-
la respecto de acabar con el matrimonio, aunque evidente-
mente éste necesite algunos cambios.
Cuando habla de las posibles reformas, Mai nos sorpren-
de con propuestas -que recoge de autores occidentales- so-
bre el matrimonio a prueba y otros tipos de uniones libres
prematrimoniales. Finalmente, Mai favorece el matrimonio a
prueba, en el cual los futuros contrayentes viven juntos du-
rante un periodo companiendo los gastos; si la prueba es exi-
tosa se casan y si no se separan sin ningún trámite (pp. 238-
243 ). Mai también toca el tema de la planificación familiar
para controlar la reproducción. Paradójicamente, en este caso
para él no es central el problema de la sobrepoblación, al que
reconoce pero no resalta, y sí argumentos como el de ''elegir''
a los descendientes sanos y eliminar a los de "mala calidad".
Así, pone especial atención en impedirle la reproducción a los
enfermos o a las personas mayores o muy jóvenes (pp. 358-
366). En su encuesta de 1927, Pan Guangdan también hizo
preguntas sobre el matrimonio. Según las respuestas, los ob-
jetivos más frecuentes del matrimonio eran tener hijos, con-

46 Para más dptalles véase Flora Botton Beja y Romer Cornejo Bustamame
"Sexualidad en China"', Estudios de As1it y Ajni:a, vol. XXIV, núm. 3. 1989.

145
444 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3, 1990

sumar el amor, satisfacer a los padres y satisfacer necesidades


sexuales. El 99.3% de los entrevistados estuvo en contra de
los matrimonios arreglados, pero un 81 % estuvo de acuerdo
en que se debía pedir opinión a los padres; el 80% se pro-
nunció a favor de la monogamia; el 94% dijo aceptar el di-
vorcio; el 33% prefirió tener pocos hijos y el 64% estuvo en
contra; finalmente, el 80% apoyó la igualdad entre los dos
sexos. En conclusión, Pan define al matrimonio como una
institución para procrear y para la protección de los mayores,
ya que para realizar el amor romántico o para satisfacer el de-
seo sexual no se necesita familia ni matrimonio. Él está de
acuerdo con Yi y Luo y con Mai en su oposición al matrimo-
nio tardío por las mismas causas que expresaron los autores
anteriores. De igual manera piensa que los jóvenes deben pe-
dir la opinión de los padres, porque a veces tienden a sobrees-
timar lo sexual. El sincretismo entre el positivismo occidental
y la tradición elitista y jerarquizante se expresa claramente en
sus ideas sobre los peligros de la planificación familiar, a la
que considera como un problema posible. puesto que la po-
blación de "mejor calidad" y más educada tiene una mayor
propensión a límitar su reproducción mientras que los menos
educados crecen a un ritmo más rápido. Pan Guangdan dedi-
ca la última parte de su libro a una crítica a la obra de Yi Yia-
yue y Luo Dunwei. Para Pan estos autores tienen una actitud
exaltada y se consideran los "salvadores del momento". Bási-
camente la crítica se centra en demostrar que los autores no
ven el problema familiar en una perspectiva global e históri-
ca, sino de manera individualista, atomizada. 47
El tema de la mujer, en mayor o menor grado, preocupa
a todos los autores. Aunque algunos manifiestan tendencias
más conservadoras que otros, ninguno pudo avalar la posición
de la mujer en la sociedad tradicional ni tampoco ignorar la
feroz opresión a la cual se la sometió desde tiempos antiguos.
Los historiadores reconocen que la situación de la mujer se
deterioró a partir del triunfo del neoconfucianismo en Song
(siglos x.xm), pero que siguió sin mejoría hasta la época con-
temporánea. Para algunos hay una dar~ correlación entre el

47 Pan Guangdan, op. cit., pp. 319-324.

146
BOTION Y CORNEJO: INTELECTUALES CHINOS 445

despotismo imperante en Ming (siglos XIV-XVII) y Qing (si-


glos XVII-XX) y la opresión de la mujer. Liao Jianmin denun-
cia la exigencia de castidad hasta la muene para las mujeres
y propone que la lealtad y la fidelidad sean acatadas por am-
bos sexos. Se opone al concubinato y a la poligamia, porque
los ve como una contradicción con la idea de la igualdad entre
el hombre y la mujer y, finalmente, lamenta la prohibición
de volver a casarse que pesa sobre las viudas. Aquí debemos
aclarar que esta preocupación por las viuda no se dirige a las
venerables matronas cuyos esposos fallecieron antes que ellas,
sino a las viudas jóvenes a las que se les impedía el matrimo-
nio. Lo que los pensadores modernos chinos encontraban más
absurdo era la "viudez" producto de un compromiso que se
había realizado durante la infancia de los futuros contrayen-
tes. En el caso de que falleciera el varón, su prometida, a
quien riunca había conocido, debía permanecerle fiel y no ca-
sarse nunca. Obviamente no pesaba la misma prohibición so-
bre los varones, cuya obligación era la de casarse y tener des-
cendencia. Yi Jiayue y Luo Dunwei reconocen que la moral
de tipo feudal y todas las instituciones que la avalan perjudi-
can a las mujeres (pp. 120-124 y 131). Mai Huiting hace una
resefia minuciosa de todas las actividades realizadas por los
grupos de mujeres preocupadas por el problema de la familia
y de la mujer. Pan Guangdan está de acuerdo con la igualdad
intelectual entre hombres y mujeres, pero cree que debido a
sus diferencias psicológicas deben tener una educación dife-
rente.
En 1928, precisamente a raíz de su interés en el tema de
la educación de las mujeres y por el hecho de que histórica-
mente la sociedad se hubiera preocupado poco por educarlas,
Chen Dongyuan escribió un libro sobre la vida de las mujeres
chinas. 48 En esa obra describió la situación de la mujer en la
historia, hizo una descripción de la situación contemporánea
~.ofreció algunas propuestas concretas para remediarla. Al ex-
poner los objetivos que persigue ese libro, Chen confiesa que
po pretendía poder cambiar la vida de las mujeres, pero que se
proponía sefialar un camino nuevo para el futuro que pudie-

48 Chan Dongyuan, op. cit.

147
446 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

ran aceptar tanto hombres como mujeres. Después de una re-


sefia histórica en la cual denuncia los males ya conocidos, exa-
mina la situación de la mujer en los afios veinte (pp. 383-
422). Chen divide su análisis por temas; la educación, la
profesión, el matrimonio, la sexualidad, el divorcio, el con-
trol natal y la participación política. Según el autor, la educa-
ción de la mujer se había vuelto más aceptable, pero los pro-
gramas de estudio eran diferentes y fomentaban estereotipos
de género; en el nivel universitario había aún pocas mujeres,
a pesar de los ideales expresados a raíz del movimiento del '' 4
de mayo". Las mujeres profesionistas no se aceptan sin pre-
juicios e incluso aun cuando lograban penetrar en el mundo
de trabajo masculino tenían que cumplir con una doble jor-
nada. En las fábricas se percibía un gran aumento de la mano
de obra femenina, pero las condiciones eran de explotación,
por un lado por parte de los duefios de las empresas y, por
el otro, por parte de sus propias familias, que dependían de
su salario para subsistir. Esta obligación era muy a menudo
un impedimento para casarse, pero si las mujeres no se casa-
ban eran criticadas y mal vistas por la sociedad. En China el
matrimonio seguía siendo arreglado y, con pocas excepciones,
era la manera más común de contraer nupcias. En esta situa-
ción estaban en desventaja las mujeres más educadas, a quie-
nes les resultaba difícil casarse, pues su nivel cultural asustaba
a la mayoría de los varones; a su vez ellas mismas desprecia-
ban a alguien con un nivel más bajo y eso creaba grandes pro-
blemas. Para el autor, esta situación era nociva, pues conside-
raba que lo natural era que todos se casaran. La mujer seguía
siendo un objeto sexual, un adorno del hombre, quien podía
poseer varias mujeres pero exigía que su esposa fuera virgen.
Estas actitudes se debían a la falta de educación sexual, indis-
pensable para cambiar la mentalidad. En caso de divorcio, un
hombre podía comenzar una nueva vida, p~ro la sociedad
despreciaba a las mujeres divorciadas y pocos hombres esta-
ban dispuestos a casarse con una divorciada o una viuda.
Chen se refiere al problema del control de la natalidad y
menciona a Margaret Sanger -a quien parece haber oído
cuando ésta ofreció conferencias en la Universidad de Beijing
en abril de 1922. Encuentra sensatas sus propuestas de practi-

148
BOTION Y CORNEJO: INTELECTIJALES CHINOS 447

car la anticoncepción para evitar a los hijos no deseados y per-


mitir que la mujer sea dueña de su propio cuerpo y se pueda
desarrollar. Cuando menciona la participación de la mujer en
la política a través de grupos de presión que piden igualdad
ante la ley, el autor encuentra legítimas estas demandas y en
esto no concuerda con los que se quejaban de que las mujeres
pedían demasiado. La emancipación de la mujer beneficiaría
al hombre y a la sociedad; si las mujeres se concientizaban po-
líticamente podían ayudar a los hombres siendo mejores com-
pañeras, madres, esposas y educadoras y, según el autor, a la
larga podían contribuir a la paz mundial debido a su natura-
leza menos agresiva. Al final Chen habla de la mujer en el
socialismo, y aunque manifiesta sus dudas de que algun día
hubiera socialismo en China, recoge algunas de las propues-
tas de éste que le parecen buenas para la mujer. Se manifiesta
por la socialización de las tareas domésticas, por el empleo fe-
menino y por el matrimonio por amor, que le permitiría a to-
dos casarse sin imponar su situación económica. Asimismo se
pronuncia en contra de las ceremonias nupciales costosas, por
la igualdad ante la sexualidad y, sobre todo, por una infor-
mación adecuada sobre este tema, cuyos beneficios se verían,
entre otras cosas, en una reducción de la tasa de natalidad.
En cuanto a los niños, éstos recibirían una educación comuni-
taria., la cual fomentaría su conciencia civil. Chen Dongyuan
fue cienamente un hombre ilustrado y de ideas muy avanza-
das para su época, aunque no pudo evitar prejuicidos tradi-
cionales cuando insistía sobre el matrimonio, ni estereotipos
de género respecto del papel de la mujer en la sociedad. Sin
embargo, sus ideas concuerdan con las ideas más avanzadas
de la época y ciertamente sus propuestas podrían parecer muy
radicales, aun en sociedades sin el pasado de China.
La mención que hace Chen Dongyuan de la educación se-
xual en 1928 fue sorprendente para la época; sin embargo, ya
en 1923 había aparecido un número monográfico de la Re-vis-
ta Educaci'ón cuyo tema era la educación sexual. 49 La sexuali-
dad era un tema novedoso en Occidente y en Japón, y la edu-

49 )iaoyu Zllzhi (Re11ista rle Educación) Xingjiaoyu zhuanhao. núm. 8, Shang-


hai, 1923.

149
448 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

cación sexual constituía una propuesta apenas esbozada.


Freud ya había explorado la sexualidad a través del psicoaná-
lisis y Havelock Ellis, en Inglaterra, fue uno de los primeros
expertos que estudiaron la sexualidad fuera del marco de la
higiene o de la medicina y aun fuera del análisis freudiano.
Las ideas de Ellis, extremadamente avanzadas para sus tiem-
pos (fines del siglo XIX y principios del xx), se conocieron en
China, y Pan Guangdan lo tradujo causando un gran escán-
dalo entre sus compatriotas. )O Ellis, quien estudia .la sexuali-
dad humana como un fenómeno universal pero con peculiari-
dades culturales y personales, tiene un enfoque científico y de
ninguna manera moralista. Este enfoque era más aceptable y
comprensible para los estudiosos chinos que el enfoque freu-
diano, demasiado arraigado en la civilización occidental. De
los artículos aparecidos en la revista arriba mencionada, elegi-
mos dos para comentarlos, uno escrito por Yi Jiayue y otro
por Sheng Langxi. 51 Ambos autores describen la sexualidad
como un impulso natural del ser humano que no puede ser
ni ocultado ni negado, y consideran que querer satisfacer el
deseo sexual es tan legítimo como querer alimentarse. Yi re-
conoce que hay una estrecha relación entre el tipo de sociedad
y la sexualidad así como respuestas raciales diferentes. Ambos
autores reconocen que la tradición china, con la separación de
los sexos exigida por el confucianismo y con la indulgencia
hacia los excesos de las clases dominantes, sumió a los indivi-
duos durante miles de años en la ignorancia respecto de la se-
xualidad, fomentando así prejuicios absurdos y generando
malas costumbres. Sin embargo, para Yi el deseo sexual no
es· únicamente un impulso animal sino que, combinado con
una comunión espiritual, se vuelve amor. La actividad sexual
por sí sola no es aconsejable y sus excesos son dañinos para la
salud del individuo y para la nación misma. El papel de
la educación sexual era el de proporcionar información para

50 Entrevista de los autores con Pan Naigu, hija de Pan Guangdan, en el vera·
no de 1987.
5I YiJiayue "Zhongguo de xingyu jiayu wenti" ("El problema de la educa-
ción sexual en China") y Sheng Lanxi "Xinjiayou zai xinxuezhi kechengshangde di-
wei" ("El lugar de la educación sexual en el nuevo sistema educativo"),]iaoyu za.
zhi, núm. 8, op. cit. ·

150
BOTION Y CORNEJO: INTELECfUALES CHINOS 449

eliminar los tabúes sobre el sexo, pero también debía ser una
educación de moral sexual, enseñando a evitar malas costum-
bres como la masturbación y a controlar los impulsos desboca-
dos. Para ambos autores la educación sexual debía impanirse
en las escuelas a partir de la primaria, con niveles diferentes
que iban desde conocimientos sobre el mundo natural hasta
temas más específicos de sexualidad. Ambos hicieron un pro-
grama detallado de los temas que deberían tocarse en estos
diferentes niveles y propusieron que se difundiera la informa-
ción para el público en general a través de libros, folletos,
medios masivos de comunicación, etc. Yi tenía la esperanza
de que una mejor información sobre la sexualidad acabaría
con lacras como la prostitución y las enfermedades de trans-
misión sexual, además de que influiría sobre el control de la
población. Sin embargo, mientras que no se produjera este
cambio, el autor proponía que se promulgaran leyes prohi-
biendo la prostitución y la venta de materiales pornográficos
y que se impidiera el matrimonio a las personas con enferme-
dades de transmisión sexual, por una pane para evitar que
otros se.contagiaran y también como un ejemplo y un castigo
para los que se habían enfermado seguramente por cometer
abusos. Es obvio que ninguno de los dos autores, sobre todo
Yi, está verdaderamente libre de prejuicios en torno a la se-
xualidad y que ambos muestran ·una actitud moralizadora
que posee fuenes raíces en la tradición china. Además, su dis-
curso tiene matices racistas cuando afirma que los japoneses
son pequeños de estatura porque tienen una actividad sexual
demasiado intensa. Sin embargo, una vez más hay que recor-
dar que para sus contemporáneos, las ideas expresadas debían
ser excesivamente liberales.
El examen que hemos hecho de algunos textos elaborados
por científicos sociales entre 1920 y 1940 nos muestra clara-
mente cómo los estudios sobre la familia difícilmente son fru-
to de un análisis totalmente objetivo y científico. Los autores
que hemos analizado vivían en un contexto de caos social y
político en el cual la urgencia del cambio era apremiante y la
sobrevivencia de China como nación estaba en constante peli-
gro. Tanto liberales como conservadores reconocían que la
clave para el cambio social era la transformación del sistema

151
450 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXV: 3. 1990

familiar imperante y su remplazo por otro más viable para


una época moderna, a veces transformando elementos exis-
tentes, a veces rechazando todo el pasado. En todos hay una
mezcla de conceptos conservadores con propuestas radicales.
Sorprende a veces la insistencia en ver los problemas sociales
como problemas morales más que socioeconómicos, como en
el caso de la prostitución. En lo que concierne a las mujeres,
todos deploran su suerte pero nadie propone soluciones que
salgan del contexto de una división tradicional de roles gené-
ricos. Aún así las propuestas eran, como ya hemos dicho, ra-
dicales para los tiempos, pero no llegaron a materializarse en
una China en crisis y en guerra, donde la tendencia fue la de
un atrincheramiento gradual en los valores tradicionales. Esto
habría de modificarse cuando llegó el gran cambio, al produ-
cirse la toma del poder por pane de los comunistas en 1949.

152
GUILDAS TRADICIONALES Y
SINDICATOS MODERNOS
EN CHINA MERIDIONAL:
' '
EVOLUCION HISTORICA
MING K. CHAN *
El Colegio de México y Universidad de Stanford

Es UN ERROR creer -tal como se sostiene comúnmente--


que el movimiento sindical chino comenzó en 1919, en Ja
época del Movimiento del 4 de mayo, pues las actividades
organizadas de los modernos trabajadores chinos tienen una
historia mucho más larga. De hecho, la historia del movi-
miento sindical chino es la de un proceso de largo desarrollo
de luchas laborales, de transformación socioeconómica y de
rebeliones políticas tanto como de cambios organizativos.
El sindicalismo chino moderno es el resultado de las nue-
vas condiciones socioeconómicas creadas en China por la in-
dustrialización y los cambios políticos. Mientras se forma-
ban nuevas organizaciones entre los obreros industriales,
hubo muchos casos de sindicatos modernos que surgieron de
la evolución de organizaciones socioeconómicas tradiciona-
les. Como en numerosos países europeos, el sindicalismo chi-
no, además de ser un fenómeno moderno, también tiene su
origen parcialmente en el sistema de guildas 1 y es muy in-
teresante, a este respecto, la situación en China meridional,

• El autor hace público su reconÓcimiento a Mr. Gary Glick del Depar-


tamento de Historia de la Universidad de Columbia, cuya tesis de maes-
tría, "The Chinese Seamen's Union and the Hongkong Seamen's Strike of
1922", significó una fuente de valiosa información para el capitulo sobre
los sindicatos de marineros, y también a Ms. Michele Worthing por su va-
liosa ayuda en una primera versión de este articulo.
1 R. H. Tawney, Land and Labor in China, Londres, 1932, p. 151.

278

153
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 279

donde las influencias de las guildas tradicionales fueron muy


fuertes durante un largo lapso.

Las guildas tradicionales

En la China tradicional, las guildas ( hangbui) pueden


clasificarse en tres categorías: guildas de artes y oficios
(gong suoJ de los artesanos; guildas comerciales ( gonghang
o co:-bong) de los comerciantes --como los famosos trece co-
hong de Cantón antes de la guerra del opio-- y las Lands-
mannschaften ( huiguan), asociaciones basadas en el ori-
gen geográfico común y compuestas por personas residentes
fuera de su lugar nativo. 2 De las tres, las guildas artesanales
estaban más relacionadas con los obreros y fueron predece-
soras de algunos sindicatos modernos. Por lo tanto, nuestro
análisis se concentrará principalmente en las guildas de ar-
t~s y oficios.
Durante generaciones, las -'guildas dominaron la vida
económica y social de los artesanos y obreros chinos. Las ar-
tesanales no estaban destinadas primordialmente a atender
los intereses individuales de los trabajadores, sino mas bien
a salvaguardar la profesión artesanal en sí misma y a man-
tener el monopolio de los intereses colectivos. Tanto los em-
pleadores (maestros artesanos) como los empleados (jornale-
ros) y algunos aprendices de la misma artesanía eran miem-
bros de la guilda. Las guildas reunían a los trabajadores y a
veces fomentaban su identificación como grupo profesional.
Sin embargo, ese carácter policlasista de las guildas tradicio-
nales se oponía al desarrollo de la conciencia de clase y de
:l Para los tres tipos de guildas chinas en general, cf, Chen Da, Zhong-
guo laogong u1enli, Shanghai, 1929, pp. 83-96; H. B. Morse, The Guild.r
of China, Londres, 1932, y Peter J. Golas, "Early Ch"ing Guilds··, en G.
W. Skinner, ed. The City in Late Imperial China, Stanford, 1976. Véase
también para los co-hong, Liang Jiabin Guangdpng shisanhang kao, Pekin,
1929; para las Landsmannschaften véase Ho Ping-ti, An Historical Survey
of Landsmannschaften in China, Taipei, 1966 y también John S. BurFs,
The Guilds of Peking, Nueva Yorli:, 1928 y Qu~ Hansheng, Zhongguo
hanghui zhichu shi, Shanghai, 1934.

154
280 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

las organizaciones puramente laborales de corte moderno,


con liderazgo sindical. Casi en todos los casos, los dueños de
grandes talleres y los maestros artesanos más antiguos domi-
naban o controlaban directamente la actividad de esas po-
derosas organizaciones socioeconómicas y generalmente los
dirigentes de la guilda eran elegidos cada año entre los miem-
bros de esta élite.
La guUda establecía la ética profesional, fijaba precios
y salarios, decidía la jornada de trabajo y los días feriados,
conservaba la calidad, normalizaba pesos y medidas y regu-
laba la competencia interna y externa limitando el número
de aprendices y el período de. aprendizaje y estableciendo
elevadas cuotas de admisión para ingresar a la profesión.
Todo estaba regulado por los estatutos escritos de la guilda
o por la costumbre y los antecedentes del ramo. Estas aso-
ciaciones también se ocupaban del bienestar y la ayuda mu-
tua de los miembros y se asistía con subsidios a la familia
de los miembros difuntos y, a veces, a los miembros enfer-
mos, incapacitados o desocupados. Los fondos provenían de
las cuotas · pagadas regularmente por los miembros, de los
derechos de admisión y de las donaciones, multas y comisio-
nes cobradas sobre las transacciones. Además, las guildas asu-
mían algunas funciones políticas casi legales, solucionando
disputas internas del gremio y representando a la profesión
y a sus miembros ante el gobierno en asuntos de tasas, de
servicios de ttabajo y otros problemas. La guilda también
ocupaba un importante lugar en las actividades religiosas
del· pueblo, al patrocinar el culto de las deidades patronas
del gremio y la celebración de festividades tradicionales. Con
frecuencia, las guildas funcionab~ en un templo local o
formaban parte de éste, y a menudo su nombre incluía pa-
labras que significaban templo.3
3 Para la organización, funciones y actividades de las guildas de artes
véase Mao Chaozhun y otros, Zhongg11o laogong y11ndon shi, Taipei, 19,8.
5 vols., citado en adelante como CLY, pp. 3'·37; Chen Da, 1929, pp. 83-
92; Peng Zeyi y otros, Zhongg11o iindai shongonye shi ziliao, Pekin, 19,,
4 vo.ls., 1, pp. 179-198 y 11 pp. 28-41; Nagano Akira, Shina no rodo 11ndo,
Tokio, 1927, pp. 2-8.

155
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN OiiNA 281

En algunas guildas artesanales, podían ser miembros tan•


to talleres como individuos. No era inusitado que todo un ta-
ller se inscribiera como miembro individual, haciendo caso
omiso del número de obreros que empleara. A veces, si en
la profesión predominaba gente de una determinada locali-
dad, la guilda podía tener también la naturaleza y las fun-
ciones de una Landsmannschaft o se convertía virtualmente
en una Landsmannschaft. En ciertos casos, en una ciudad
había más de una guilda para un determinado oficio, por la
sencilla razón de que cada uno de los principales grupos lo-
cales dedicados a este oficio tenía su propia corporación, in-
tegrada por los trabajadores del mismo origen geográfico:'
Sin embargo, posteriormente, el rápido desarrollo económi-
co y social llevó a una .mayor integración y a una declina-
ción paulatina de la homogeneidad geográfica de las guil-
das. Puesto que varias guildas orientadas geográficamente
se habían dividido previamente según el oficio o servicio de-
bieron decidir que para ejercer mayor control sobre la pro-
fesión y satisfacer su interés particular, debían fundirse en
una corporación individual.11 Además, con frecuencia el ori-
gen geográfico reforzaba la rígida demarcación profesional
entre los oficios, y a veces, dentro de cada oficio. En ocasio-
nes, la habilidad peculiar de los nativos de una región de-
terminada los capacitaba para monopolizar una ocupación,
como en. el caso de los mecánicos cantoneses en China sep-
tentrional y central y de los barqueros y q~líes en el valle del
bajo Yangzi conocido como el gang cantonés (bang), tér-
mino que indica ayuda o asistencia.8
En el delta cantonés, en China meridional, donde las ar-
tes y los oficios predominaron largo tiempo, en una econo~
mía floreciente y altamente ·comercializada, y donde los
vínculos monárquicos ciánicos tenían gran importancia, la
tradición de la guilda era· sumamente sólida. Un periódico

4 Ho Ping-ti, pp. 65-66; S. Van der Sprenkel, Legal Ins1i1111ions in Man-


chll China, Londres, 1960, pp. 89-96.
11 Ho Ping-ti, pp. 101-114; véase también Golas.
e CLY, p. 37.

156
282 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

de Foshan -un centro manufacturero al oeste de Can-


tón- publicó en 1923 la lista de doscientos cuarenta y ocho
guildas artesanales, de oficios y de comercio en el área lo-
cal.7 En la ciudad de Cantón existían las famosas setenta y
dos guildas principales de comercio.8 Generalmente algunas
calles o secciones de la ciudad del delta de Cantón, como
Foshan o Cantón, estaban dedicadas casi exclusivamente a
una determinada artesanía o profesión, pues la concentra-
ción de oficios del mismo tipo en un área dada facilitaba
la organización de las actividades económicas y sociales a
través del sistema de guildas. Así, la influencia de las guil-
das tradicionales se convirtió en un factor global de la or-
ganización espacial del desarrollo urbano del Delta, sobre
todo en cuanto a la descentralización y segregación a lo lar-
go de las rutas comerciales.
En cierto sentido, las guildas urbanas se asemejaban a
los clanes rurales en lo que respecta a la organización de las
funciones de la comunidad y a facilitar la integración intra
e intergrupal. El sistema de guildas, como fuerza organiza-
dora de la vida de la comunidad en los barrios comerciales
afectaba no sólo a los trabajadores; el tipo de relaciones que
mantenían las guildas entre sí a menudo significaba la paz
o el caos para una parte de la población de la ciudad. Cuan-
do estaban unidas, las guildas cantonesas a veces podían for-
zar la mano al gobierno local en pleitos con respecto al co-
bro de tasas u otras cuestiones.9

Fo!han Zhongyi xiang shih, Fatshan, edición de 1923.


7
No todas las setenta y dos guildas estaban relacionadas direct,amente
8
con la producción o los oficios artesanales, algunas eran guildas puramente
comerciales. Para una lista completa de esas guildas y su actividad, véase
Liang Dinqfan, PanyN xian xN zhi, Cantón, 1874, 12:32, Imperial Japa-
nese Govemment Railways, comp., A11 Official G11ide lo Easl A!ia, Tokio,
1915, IV, p. 347.
9 Véase Edward J. M. Rhoades, "Merchants Associations in Canton,
1895-1911"; en Mark Elvin y G. W. Skinner, eds., The Chinese City Bet-
ween two TJ7orlds, Stanford, 1974, pp. 101-102; y C. K. Yang, ''Sorne
Thoughts on the Study of Chinese Urban Communities", conferencia iné-
dita 1963, pp. 16-17 y 10; Peng Zeyi 11, p. 40; para¡ el emplazamiento de
las artesanfas (u oficios) y las guildas en Cantón, Lawrence J. C. Ma, Com-
mercia~ Developmellt and U,.ba1z Change in SNng Chhza, Ann Arbor, 1971,

157
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 283

Dentro de su propia profesión, las guildas cantonesas de


artes y oficios ejercían un rígido control no muy distinto del
ejercido por las guildas en Europa durante la Edad Media.
La regla eran los "talleres unidos", donde los trabajadores
estaban obligados a ser miembros de las guildas. Por ejem-
plo, los 7 300 barberos del Gran Cantón debían obtener un
permiso de la guilda antes de que pudieran rasurar a sus
patrones. 10 En 1901, el dueño de una zapatería de Cantón
fue amonestado por la guilda de zapateros por haber con-
tratado mano de obra no afiliada a la guilda, durante una
huelga de sus obreros que sí eran miembros de ella.U Ade-
más de las cotizaciones de los miembros ordinarios, se exi-
gía una suma considerable para ser admitido en las guildas
cantonesas. A veces, los trabajadores que venían de fuera
debían pagar más que los trabajadores locales. 12 Las guildas
artesanales también recibían comisiones o prebendas de los
abastecedores de materias primas. En general, las guildas
cantonesas tenían considerables recursos financieros y a me-
nudo poseían valiosas propiedades.13 Aunque las guildas ar-
tesanales de Cantón eran organizaciones mixtas de patronos
y obreros, estaban dominadas por los primeros con. tanta fre-
cuencia que los pleitos laborales dentro del oficio no siempre
podían ser resueltos a través de los mecanismos propios de
la guilda, tales como las negociaciones y los arbitrajes infor-
males. Por lo tanto, en muchas ocasiones, el obrero debía
declararse en huelga mientras los patrones recurrían a los
canales legales. Por ejemplo, en 1901 los zapateros canto-
neses hicieron una huelga exigiendo mayores. salarios. Sin
embargo~ dos años más tarde, sus patrones pleitearon contra
las demandas excesivas de los trabajadores. 14
pp. 82-91, quien destaca las estrechas relaciones existentes entre el gobierno
y las guildas en la época tradicional.
10 S. Well Williams, The .Middle Ki11gdom, Londres, 1848, I, p. 169;
P'eng Tse-i, 11, pp. 29-30.
11 Peng Zeyi, 11, p. 607.
12 Peng Zeyi, 11, pp. 29-30.
13 Great Britain, Foreign Office, Papers Respe,ting Labour Conditio11s
it1 China, Camd. 2442, Londres, 1925, p. 26.
14 Peng Zeyi, 11, p. 609.

158
284 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

En el Delta, el sistema de guildas estaba tan desarrolla-


do que poseía una jerarquía propia no muy distinta de la
existente en las modernas organizaciones laborales. En las
artes y oficios que abarcaban un área extensa y tenían mu-
chos obreros, la guilda podía tener más de un local. La guil-
da cantonesa que agrupaba a los trabajadores textiles de la
seda, conocida como la "guilda de tejedores" (Jitang gong-
suo) tenía una sede oriental en Cantón y una occidental en
Foshan.15 También la guilda de zapateros de Foshan tenía
dos sedes.16 A veces, los diferentes orígenes geográficos de
los trabajadores llevaban a la proliferación de guildas del
mismo oficio, como en el caso de la industria del laminado
de oro en Foshan, en la que había cuatro guildas: una era
exclusiva para trabajadores del condado de Xihui y las otras
tres incluían operarios de distintos orígenes.17 También los
maestros pasteleros de Suzhou, que trabajaban en Foshan,
tenían su propia guilda aparte de la de los pasteleros nati-
vos.18 Con frecuencia el origen geográfico era el único crite-
rio que permitía participar en la guilda o gang culí, como
ocurría en el gang Zhaozhou de Hongkong.19
También contribuían a la proliferación de guildas arte-
sanales en el Delta las estrictas y estrechas líneas de demar-
cación de los oficios. Entre los once mil trabajadores de las
casas de té de Cantón había cuarenta y tres guildas, una para
cada tipo de tareas: pasteleros; cocineros, mozos, lavaplatos,
etcétera/~0 Aunque todos reverenciaban a la misma deidad
patrona, los obreros metalúrgicos de Foshan pertenecían a
varias guildas diferentes según el tipo de metal que usaran
y los productos que fabricaran. Por lo tanto, había guildas
para los cobreros, los herreros, los orfebres, los plateros y los
hojalateros, así como había guildas para los que hacían mar-

111 Lie Dao, ed., Yai11an zhan zheng shi l11nwen zh11an¡i, Pekín, 1958,
p. 231 (¿o 281?).
16 Peng Zeyi, I, p. 185.
17 Peng Zeyi, 11, p. 608.
18 Fosban Zhongyi xiang zhi, V.
1'9 Nagano, pp. 4-6.
:.10 CLY, p. 106.

159
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 285

mitas de hierro, agujas y clavos del mismo metal.21 A pesar


de esta proliferación de guildas artesanales, existía .cierto
orden jerárquico en el que, generalmente las sedes de Can-
tón -la capital provincial- ocupaba el lugar más impor-
tante como guildas generales (zong gongsuo). Por ejemplo,
los trabajadores de la construcción de Shunde tenían una
sede local de la guilda, que estaba bajo la jurisdicción de
la sede central de Cantón.22 En muchos casos, también las
guildas cantonesas colaboraban en las acciones colectivas del
Delta cantonés, frente a las fuerzas externas. Por ejemplo,
en 1841, la guilda textil movilizó a los trabajadores en su
lucha contra los británicos durante el incidente de Sanyuan-
lí; en 1847 la guilda de la construcción organizó un boicot
para impedir el establecimiento de los británicos en la isla
de l:lainan en el puerto de Cantón; en 1884 la guilda de cu-
líes inició una huelga contra los barcos de guerra franceses
en Hongkong, en ocasión de la guerra franco-china, y en
1905 la guilda de panaderos impidió el uso de harina nor-
tamericana durante el boicot antinortFamericano.23
Sin embargo, esas guildas tradiciónales funcionaban efi-
cazmente sólo en una economía relativamente estática, den-
tro de una estructura social más o menos rígida y estable,
y en una atmósfera política conservadora que enfatizaba la
armonía entre el trabajo y el capital. Los drásticos cambios
en las condiciones socioeconómicas introducidos por el co-
mercio internacional, las empresas y la tecnología moderna
limitaron la envergadura de la organización y de las funcio-
nes de las guildas cantonesas. Esos nuevos elementos altera-
ron radicalmente los patrones existentes en los oficios y la
manufactura, introdujeron relaciones de tipo diferente en el
proceso productivo y generalmente produjeron cambios tan
profundos en el contexto socioeconómico que la decadencia
del sistema de guildas se hizo inevitable.
21 Peng Zeyi, II, pp. 41 y 185.
:!2Pat1yu xian xu zhi, 12:38-39.
Para esos incidentes, véase el Capítulo I del "Historical Sketch" en
:!:l
Ming K. Chan, "Labor and Empire: The Chinese Labor Movement in the
Canton Delta", Disertación doctoral, Stanford University, 1975.

160
286 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

En primer lugar, el advenimiento de la producción meca-


nizada y masiva y del transporte rápido y fácil llevaron a la
liquidación de los tradicionales circuitos de comercio. La
gran especialización de la producción provocada por el pro-
ceso de industrialización creó una mayor interdependencia
entre comunidades que previamente habían sido casi autosu-
ficientes. La distancia que separaba geográficamente a las
zonas productoras de materias primas de las regiones ma-
nufactpreras y de los puntos de distribución y consumo -en
cada uno de los cuales actuaban factores económicos diver-
sos-- hizo menos efectiva, si no imposible, para las guildas
de base local, la estricta regulación de la competencia y los
precios. En segundo lugar, nuevos bienes más baratos y técni-
cas más eficientes reemplazaron a los bienes producidos tra-
dicionalmente y con métodos antiguos. En verdad, la meca-
nización desplazó a muchos trabajadores manuales, mien-
tras el influjo masivo de las importaciones externas minó
casi totalmente los monopolios de las guildas. En tercer lu-
sar, las complejas empresas modernas, que abarcaban mu-
chos oficios y habilidades diferentes, desbarataban los com-
partimientos estancos de los oficios. Los nuevos desarrollos
rompieron con las rígidas demarcaciones profesionales y con
las estructuras compartimentadas del sistema tradicional de
las guildas. En cuarto lugar, se alteraron drásticamente las
relaciones íntimas y personales entre empleadores y emplea-
dos, típicas de los talleres tradicionales y de las pequeñas
factorías. El severo e impersonal trato de los capataces y
empresarios reemplazó a la actitud paternalista de los maes-
tros hacia los aprendices y los compañeros jornaleros. La
brecha existente entre los dos sistemas se ahondó más aún
al aumentar el número de grandes empresas, sobre todo por-
que pertenecían a corporaciones o propietarios ausentes y
extranjeros, muy lejanos a los trabajadores cantoneses. En
quinto lugar, el establecimiento de nuevas industrias originó
un gran número de trabajadores modernos, no incluidos en
el sistema de guildas existente, y que, por eso mismo, debían
buscar una nueva forma de organización.

161
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 287

Más todavía, los movimientos políticos y nacionalistas


progresistas, lo mismo que las nuevas corrientes intelectua-
les, aceleraron, sin ninguna duda, el naciente proceso de los
trabajadores, que ya había sido conmovido por la violenta
ruptura entre el trabajo y el capital. Los trabajadores que en
el pasado se habían sometido sin protestas al orden social y
económico existente, empezaron a comprender la importan-
cia de su servicio a la sociedad. Ahora exigían que se reco-
nocieran sus derechos y se protegieran sus intereses. Paulati-
namente llegaron a sentir la necesidad de organizarse sobre
bases nuevas y distintas, insatisfechos por el sistema de guil-
das, que ya no podía representar los intereses de los trabaja-
dores y era incapaz de enfrentarse con la situación cambian-
te. Aunque las guildas no desaparecieron del todo, su in-
fluencia fue declinando irremediablemente, y debieron ceder
ante los nuevos tipos de organización obrera.24 Sobre este
trasfondo emergieron gradualmente los modernos sindicatos
chinos.

Las organizaciones sindicales modernas

En general, las organizaciones sindicales modernas na-


cieron de un doble proceso. En ciertas circunstancias se for-
jó, entre obreros que no estaban organizados previamente, un
sindicato nuevo. Este fue el caso del primer prototipo de
sindicato moderno en China, la Asociación de empacadores,
que se formó en Cantón durante el período Xianteng (1851-
1861), poco después de la "apertura" de China al comercio
exterior.25 En otras, las guildas sufrieron un proceso de trans-
formación, ya fuera adoptando las reglas y la estructura de
los sindicatos modernos, ya fuera escindiéndose en una agru-
pación de empleadores y una asociación de trabajadores. Una
encuesta realizada en 1926 reveló que de los ciento ochenta

24 Nagano, pp. 6-10; Lowe Chuan-hua, Facing LAbor lss11es in China,


Londres, 1934, p. 37.
!l:l Chen Da, 1929, p. 99.

162
288 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

sindicatos de Cantón setenta y cuatro habían sido original-


mente guildas.26
El Sindicato de trabajadores de las casas de té de Cantón
fundado en 1918, era un ejemplo típico del modo en que
las guildas tradicionales se reorganizaban como sindicatos
'modernos adoptando nuevas reglas y nombrando o eligien-
do una conducción puramente obrera, así como implemen-
tando cambios estructurales. Inclusive antes del reinado de
Xianteng, se organizaron como guildas cierto número de se-
des y asociaciones profesionales, que respetaban las dif~
rentes especializaciones artesanales, tales como pasteleros,
fabricantes de pastas, etcétera, y que respondían a las nece-
sidades de once mil empleados de las casas de té de Cantón.
Pero en este ramo casi todo el mundo era empleado, de ma-
nera que las organizaciones estaban más orientadas "hacia
el lado obrero" y se asemejaban más a los modernos sindi-
catos obreros que las guildas tradicionales, dominadas por
los patrones. Con la ayuda de los anarquistas chinos y el
apoyo de Sun Yat-sen, los miembros de las euarenta y tres
sedes y guildas de las casas de té se reunieron y exigieron
nuevas regulaciones, se matricularon ante el gobierno y es-
tablecieron formalmente el nuevo y centralizado Sindicato
de trabajadores de casas de té, que en 1918 abarcó todo el
ramo de las casas de té. 27 Por otro lado, la historia tempra-
na del Sindicato cantonés de los mecánicos, una de la& orga-
nizaciones más poderosas y mejor organizadas de los traba-
jado.res chinos, ilustra muy bien el curso de la escisión y
evolución de una guilda tradicional transformada en un
sindicato moderno (Véase cuadro 1} .

26 El informe de la encuesta está incluido en G11angzhon shi sbizhe1zg


songbao (Informe municipal de Cantón), N._. 243, del 30 de diciembre
de 1926.
27 CLY, pp. 106-107 para la reorganización en nuevo sindicato, pp. 8'5-
86 y Deng Zhangxia, Zhonqg11o Zhigo1zg Jlllzdong ¡iansbi, 1919-1927, Pe-
kín, 19:53, pp. :5-6 y 20 para la influencia anarquista.

163
CUADRO I

EVOLUCióN HISTóRICA DE LAS ORGANIZAGONES


DE MECÁNICOS CANTONESES

HONG KONG CANT6N


1908 Cuatro clubes recreativos
.¡,
1909 Instituto chino para los es- 1909 Sociedad para los estudios
tudios de mecánica de mecánica en Guangdong

1912
; +
Sociedad general china de 1912
~ i
Sociedad general de inves-

in.~rr m~ku =r:;-~ ~


: Empleadores •
:~--- ----------- -------------·
/ r- trabajadores ·----·-"··-------
¡
,// Asociación de mecánicos de
__ toda China
Asociación unida
de beneficencia
de operarios de 1919-1920
talleres mecánicos clubes de trabajadores

Octubre de
1919 Sindicatos de mecá- Abril de 1920 Asociación
nicos chinos de Hong de ayuda de los mecáni-
Kong cos de la provincia de

Marzo-abril l Guandong

l
de 1920 Huelga económica

Octubre de 1920 Huelga


política
.J,
Febrero de 1922 Sindicato
de mecánicos de Guang-
dong
Octubre de 1923

l
sede en Cantóil -

Octubre de 1926 Sindicato nacio- Mayo de 1926


nal de mecánicos Sindicatos de me-
de toda China cánicos de Guan-
dong
l .¡,

164
290 ESTIJDIOS DE ASIA Y AFRICA XI: 3, 1976

1) El sindicato de mecánicos
A fines de 1908, después de un exitoso paro de brazos
caidos contra la brutalidad de los ingenieros extranjeros en
la concesión británica del puerto de Taiku, los mecánicos
chinos de Hong Kong formaron cuatro "clubes recreativos",
y en abril de 1909 organizaron el Instituto chino para es-
tudios de mecánica. Adoptaron una serie de reglas, fijaron
el monto de las cotizaciones mensuales de los miembros y
eligieron sus autoridades en un mitin general que reunió tres
mil obreros. Dos meses después se estableció su contraparte
cantonesa, la Sociedad kwantung para estudios de mecánica,
que reclutó sus miembros tanto entre los propietarios de ta-
lleres y mecánicos de la provincia como entre las comuni-
dades chinas de ultramar. Su programa era muy amplio, y
aspiraba al mejoramiento socioeconómico de sus miembros.
Su propósito confeso era proveer personal experto en el ma-
nejo de máquinas y el trabajo de metales para las industrias
chinas, ofreciendo a sus adherentes el entrenamiento técnico
en una escuela tutorial y en clases vespertinas. Muy pronto,
las dos organizaciones se convirtieron en el modelo para
sociedades similares para el estudio de la mecánica, tales
como las establecidas en Shanghai, Tianjin y Wuhan, don-
de había una gran concentración de mecánicos cantoneses.28
Debido a la atmósfera política y social de la época, esas
organizaciones debieron adoptar títulos vagos tales como
"sociedad de estudio" o "instituto" para evitar las sospe-
chas de las autoridades. Figt,~raban entre las nuevas organi-
:zaciones surgidas durante los últimos años de la dinastía
Qing para promover las industrias chinas --diferentes de
]:as extranjeras- aduciendo tanto el apoyo del trabajo como
del capital. En este período las relaciones entre los mecáni-
cos y sus patrones chinos eran todavía informales y perso-
28 CLY, pp. 50·52; Chen Da, "Labor Conditions in China", en Mon-
lhly· Labor Re11ieu·. Noviembre de 1924; Li Boyuan y Ren Gongtan, Guang
dong ¡i qi qongien fendon sbi, Taipei, 1955, pp. 27-29.

165
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 291

nales. En cierto sentido eran una extensión del ideal de la


guilda tradicional, en que amos y obreros podían marchar
juntos para proteger la profesión como un todo. Al mismo
tiempo, muchas de estas "sociedades de estudio" servían
también como proveedoras de ideas radicales y revoluciona-
rias y como unidades básicas a nivel popular, de la moviliza-
ción revolucionaria, tal como se evidenció en la participa-
ción de los mecánicos en las actividades antimanchúes de
los Tongmeng hui bajo la conducción de Sun Yat-sen.29
En la primavera de 1912, cuando ya se había establecido
la nueva república, la sociedad de Guangdong para estudios
de mecánica fue reorganizada como un organismo de orien-
tación más sindical con el nombre de Sociedad general para
la investigación de Jos mecánicos de Guangdong, con sede
en la isla de Hainan, en Cantón, donde había muchos talle-
res mecánicos. Hacia la misma época, el Instituto chino para
estudios de mecánica de Hongkong también fue reorgani-
zado como Sociedad general de investigación de los mecáni-
cos de Chi1za.30 A fines de la Primera guerra mundial, am-
bos grupos expresaron el deseo de mantener vínculos más
estrechos entre sí y con los mecánicos chinos de ultramar
tanto como con los mecánicos del resto de China. Bajo la
conducción de Huang Huanting y de Ma Chaozhun -ambos
destacados organizadores sindicales del Tongmeng hui (más
tarde Guomindang)- representantes de ambas ciudades y
de Asia sudorienta! decidieron formar, en junio de 1918, un
sindicato nacional, llamado Asociación de mecánicos de Chi-
na. La piedra fundamental de su sede central fue colocada
en octubre de 1919 por Wu Tingtang, un cantonés nativo,
mano derecha de Sun Y at-sen. A comienzos del verano de
1919 los mecánicos de Cantón declararon una huelga exi-
giendo que Wu fuera nombrado gobernador de Guangdong,
pero no tuvieron éxito.31
29 Para el papel de los mecánicos en la revolución republicana, véase
]\'Iing K. Olan, Capítulo 1 de "Historical Sketch" y también Jean Chesneaux,
The Chinese Labor Movemenl, 1919·1927, Stanford, 1968, p. 119.
30 Lowe Chuan-hua, p. 59; Li Po-yuan, pp. 38·39.
31 CLY, pp. 102-104; Li Po-yuan, pp. 52-57.

166
292 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

Mientras los mecánicos de Guangzhon (Cantón) , y Hong-


kong estaban preparando su asociación nacional, sus emplea-
dores chinos rompieron con la Sociedad general de Investi-
gaciones y formaron su propia Asociación unida de benefi-
cencia de operarios de talleres mecánicos precipitando así la
escisión con sus empleados y la separación entre el capital
y el trabajo. Sin embargo, algunos dueños de pequeños talle-
res continuaron siendo miembros de la asociación mecánica
y hasta simpatizaron con la causa de los trabajadores. Un
notable ejemplo de esto fue Huang Huanting.32
Después de la creación de sus organismos centrales a ni-
vel provincial y nacional, los líderes de los mecánicos canto-
neses procedieron a organizar a las masas a nivel popular,
para consolidar y expandir sus bases. Siguiendo el ejemplo
de los "clubes de ayuda mutua" anarcosindicalistas, se orga-
nizaron algunos clubes mecánicos en muchos talleres mecá-
nicos, grandes empresas, plantas de fuerza motriz y servicios
públicos, así como en las líneas ferroviarias del Delta. Ge-
neralmente se usaba el nombre de "club de trabajadores"
para evitar la interferencia de las autoridades locales. Esos
clubes reclutaron a muchos mecánicos y obreros afines que
no estaban organizados previamente y se convirtieron en las
unidades básicas locales que sostenían a la organización pro-
vincial. En abril de 1920, la Sociedad general de investiga-
ción provincial fue reorganizada nuevamente como un orga-
nismo puramente obrero, llamado Sociedad protectora de los
mecánicos de la provincia de Guangdong, con Ma Chaozhun
como director. La Sociedad protectora se convirtió fonnal-
mente en la contrapartida laboral de la Sociedad de socorros
mutuos de los patrones.33 En parte, esa acción seguía los pa-
sos de la Sociedad general de investigaciones de los mecáni-
cos de China de Honkong, que fue reorganizada en 1919

32 Lowe Chuan-hua, p. 58; Li Po-yuan, p. 40.


33 Li Boyuan, pp. 59-60; William Ayers, "The Hong Kong Strikes,
1920.-1926'" en Harvard Paper.r on China, NQ 4, 1950, p. 106; Chesneaux,
p. 164 y Lowe, p. 59, que indica el mes de abril de 19~_1 como fecha de la
fundación de la sociedad de socorros.

167
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 29~

como un sindicato moderno, puramente obrero, llamado Sin-


dicato de mecánicos chinos ele Hongleong.ru.
Cuando estuvieron firmemente organizados, los mecáni-
cos de Hongkong no tardaron en iniciar acciones para me-
jorar su situación. La huelga de matzo-abril de 1920 logró
un aumento de salarios del 20 al 32.5«fo, y más que una sim-
ple victoria de los mecánicos, fue también la primera y más.
importante huelga económica que hubo en el Delta hasta la
Primera guerra mundial. Su éxito estimuló enormemente a
los demás trabajadores cantoneses que a su vez desencadena-
ron una oleada de paros económicos. Sin embargo, no siem-
pre los mecánicos de Cantón tenían la misma suerte: en ju-
nio de 1920 sus intentos de desatar una huelga para lograr
aumentos salariales fueron contrarrestados por la Sociedad
de socorros mutuos de los empleadores, que contó con el
apoyo de las tropas de Guangxi, en ese entonces estaciona-
das en el Delta. Sólo después de la derrota y la retirada de
los militaristas kwangsi -en octubre de 192()..- los mecá-
nicos pudieron iniciar una huelga política y obtener mejo-
ras en las condiciones laborales. En junio de 1921 la Socie·
dad protectora apoyada por las autoridades del Guomindang,
que en ese momento controlaban Cantón logró, después de
muchas nesodaciones, un aumento de salarios del 40%.81
Después de su victoria, los mecánicos de Guangdong lan-
zaron una campaña en pro de la sindicalización y se instala-
ron sindicatos locales en varios puntos de la provincia. Con
sus bases sólidamente unidas, la Sociedad de socorros de los
mecánicos se reorganizó finalmente, en febrero de 1925, como
un organismo laboral plenamente maduro: fue el sindicato
de Mecánicos de Guangdong. El nuevo sindicato contó con
un departamento ejecutivo y otro de control. Los miembros
8' Li Boyuan, p. 56; Great Britain, Colonial Office, Gennal Co"'s·
pondem:e, Hong Kong, Snies Co 129, CO 129/461-32026.
35 Para las actividades de los mecánicos cantoneses y la situación labo-
ral en 1920-1921, véase Ayers, y Li Boyuan, pp. 61-73; Lowe Chuan-hua,
pp. 59-60; North China Hnald, del 10 de mayo de 1920; China W,ek/1
Review, del 8 de mayo de 192cJ y del 19 de febrero de 1921; Chen Da,
"The Labor Movement in China", en 1ntnnational IAbof' Review, vol. 15,
NC1 3, marzo de 1927.

168
294 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

de ambos fueron seleccionados por un cuerpo representativo


elegido por las unidades locales proporcionalmente al nú-
mero de adherentes. Como el régimen del Guomindang en
Cantón -conducido por Sun Yat-sen- simpatizaba con las
actividades de los obreros, fue posible crear una organiza-
ción laboral que ya se llamaba, realmente, "sindicato obre-
ro". Además, en 1921, aunque los intentos del Partido co-
munista chino de infiltrarse en la Sociedad de Socorros a tra-
vés de los miembros del partido que actuaban como tutores
en las clases vespertinas de los mecánicos fueran infructuo-
sos, no por eso dejaron de alarmar en gran medida a los lí-
deres mecánicos, que exigieron un mayor control interno.88
En octubre de 1923 se inauguraron formalmente las re-
cientemente construidas oficinas principales de la Asocia-
ción de mecánicos da toda China en la isla de Honam, aun
cuando la Asociación misma todavía no se había establecido
oficialmente y sólo funcionaba el cuerpo de directores. Sólo
tres años después, el 4 de octubre de 1926, inició su existen-
cia oficial la organización máxima de los mecánicos, el Sin-
dicato nacional de los mecánicos de toda China, en una con-
vención de representantes de los mecánicos chinos nacionales
} de ultramar, reunida en Cantón.87 Fue un avance muy
trascendente, que acrecentó el poder, la influencia de los me-
cánicos cantoneses en el momento más crítico de su lucha con
el sindicalismo manejado por el comunismo. Seis días des-
pués, el 10 de octubre, se dio por terminada la huelga ge-
neral y el boicot de dieciséis meses de Cant6n-Hongkong
en la que el Partido comunista chino había desempeñado
t~n papel preeminente. Sólo cinco meses antes, en mayo de
1926, el sindicato de mecánicos de Guangdong y sus ramas
locales habían sido totalmente reorganizados para impedir
la infiltración comunista, y, en especial, para contratacar a
la recién establecida Federación de trabajadores metalúrgi-
cos de Hongkong, organizada por el líder sindical comunista

38 Li Boyuan, pp. 71-73 y 77-78; entrevista con el l.!der de los mecá-


nicos cantoneses Ol'en Wei-yu.
37 Li Boyuan, PP.· 90-94 y 121-125; CLY, pp. 263-265, y 591-594.

169
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 295

Liu Shaoqi en Cantón.38 Hasta 1920, la historia del sindi-


cialismo de los mecánicos fue en gran medida la de una per-
manente oposición a la influencia comunista en el ámbito
laboral cantonés. Este período de auge terminó en 1927,
cuando los mecánicos colaboraron con las tropas del Guo-
mindang para reprimir la insurrección comunista en Cantón,
la llamada "comuna cantonesa". Con todo, fue un período
muy breve, pues poco después las rígidas regulaciones sin-
dicales del régimen del Guomindang de Nanjing hicieron
decaer la influencia y las actividades de los sindicatos.
Como los miembros del sindicato de mecánicos eran
obreros muy especializados, relativamente bien pagados, rí-
gidamente organizados y empleados en industrias modernas,
este sindicato fue el más importante en la acción sindical
cantonesa. Sin embargo, al mismo tiempo -y debido parcial-
mente a que se había originado en una guilda y a la poderosa
tradición artesanal que prevalecía en el Delta- el sindicato
de mecánicos, a pesar de su forma moderna, todavía man-
tenía una estrecha vinculación con las guildas y las organi-
zaciones de los comerciantes. La situación bastante peculiar
de Hongkong, donde los patrones eran casi en su mayoría
extranjeros explica en parte por qué la organización de los
mecánicos de Hongkong se convirtió en una organi~ación
puramente obrera antes que su similar de Cantón.
Aun en el desarrollo natural de las organizaciones pu-
ramente laborales que no tuvieron sus antecedentes en una
guilda, se dio muy a menudo un proceso evolutivo, sobre
todo entre las que se crearon en los primeros períodos. Por
ejemplo, en 1906, se creó en Cantón el ..club recreativo de
los empleados de correos de Guangdong", una de las pri-
meras organizaciones sindicales modernas de China. Como
todos sus integrantes eran trabajadores chinos empleados en
los servicios postales chinos administrados por extranjeros,
era un organismo puramente laboral, aunque escasamente
38 Li Boyuan, pp. 112-117; Lowe Chuan-hua, pp. 60-61; CLY, pp. 529-
530 y 537-541.

170
296 ES1UDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: ~. 1976

organizado, y ni siquiera se autodenominaron "sindicatos"


para no atraer la atención de las autoridades. Veinte años
después, en julio de 1925, cuando el movimiento antiimpe-
rialista estaba en auge, los trabajadores postales de Guang-
zhon aprovecharon la situación y transformaron el club en
un sindicato moderno, el Sindicato postal de Guangdong.89
Inmediatamente después, el sindicato lanzó una huelga exi-
giendo su reconocimiento oficial, aumento de salarios, dis-
minución de la jornada de trabajo y mejor trato de parte de
la administración británica. Apoyados por las autoridades
del Guomindang, los trabajadores postales cantoneses obtu-
vieron una victoria parcial, que a su vez inspiró a los traba-
jadores postales de Shanghai, quienes desencadenaron su
propia huelga y organizaron un nuevo sindicato. En Guang-
zhon, el sindicato postal se fue expandiendo hasta conver-
tirse en un maduro Sindicato general de los trabajadores pos-
tales de la provincia de Guangdong, con una serie de ramas
locales.40 Las etapas del desarrollo del sindicato de marine-
ros chinos, un pilar del movimiento sindical cantonés, pue-
den ilustrar más ampliamente este proceso evolutivo de la
sindicalización (véase cuadro II).

2) EJ sindicato de marineros chinos

De extrema movilidad, escindidos en varias rutas y cla-


sificaciones, divididos por líneas regionales y lingüísticas, y,
sobre todo, ignorantes, los marineros chinos, a primera vista,
parecen poco aptos para la sindicalización.41 Sin embargo,
una de las características inherentes a su ocupación, estimu-
ló, sin la menor duda, sus esfuerzos organizativos: se trata
de su exposición a las influencias extranjeras a través de sus
811 Li Boyuan, pp. BHSl.
40 CLY, pp. 51·52 y 419-422; Chen Da, 1929, pp. 128-131.
41 Los marineros chinos podían agruparse en cuatro categodas princi-
pales, siguiendo parámetros geográficos y lingüísticos: Guangzhou, Shanghai
Ningbo y Hankon. Véase CLY, p. 98; y Gary Glick, '"The Chinese Seamen·~
Union and the Hong Kong Seamen's Strike of 1922", ensayo de maestría
inédito; Columbia University, 1969, pp. 10-11.

171
CUADRO 11

EVOLUOóN DEL SINDICATO DE MARINEROS CHINOS

Antes de 1911 Club Unido de Virtud (de los marineros chinos) de 11/lra..

1911
tnal' Y'''~ "" """"""' """"' "' Li"''""~
Inglaterra :
••
••
1913 SociedaJ Unida Vir111d, Yokohama 1

~
Sociedad Unida Virt11d, filial en Hong Kong

i
Departamento de Comunicación de ultramar
.{,
1915 Soriedad de ayuda mutila de los marineros chinos
establecida por primera vez en el barco Monteagle,
después en otros barcos
.{,
Ce111ro de comtmkarión de la sociedaJ de ay11da mutila
de los marineros chinos, Yokohama
.J,
1917 Asociación filantrópica de los marineros chinos, Hong Kong
.J,
Feb. 1921 Federación general de los marineros chinos (Hong Kong)
(más conocida como Si•dicaiD de los marineros chmos)

En-marz. 1922 Huelga de los marineros en


Hong Kong
Abril de 1922 Sindicato de marineros chi-
nos, filial en Shanghai
1925 Sindicato de marineros chi-
nos, filial en Tientsin
Ene. 1926 Primer Congreso Nacional
Abril 1927 Sindicato de marineros chi- Disuelta y reorganizada
nos sede en Cantón.
Filial en Hong Kong Disuelta
Filial en Shanghai Disuelta
Nov. 1927 Se reorganiza el marineros chinos, con sede
en Shanghai

172
298 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

viajes al exterior y del contacto directo, a bordo, con los pa-


sajeros y oficiales occidentales. La presión y la hostilidad
sentidas en países extranjeros incitó desde temprano a los
marineros chinos a adoptar actitudes colectivas. Ya en 1911,
en Liverpool, se habían agrupado para contrarrestar el anta-
gonismo de los marineros británicos 42 y también establecie-
ron en los puertos de llamada algunos clubes recreativos
donde los marineros chinos podían pasar sus días de licen-
cia. De este tipo fue el club Virtud unida (de los marinos
chinos) de ultramar, en Yokohama.43
Sin embargo, la mera exposición al contacto externo· no
era en sí misma una causa suficiente para que se desarrolla-
ra, entre los marineros cantoneses, un sindicato moderno y
militante desde el primer momento. Después de todo, otros
grupos de marineros chinos y de obreros industriales, con
patrones extranjeros, también tenían cierto contacto con el
exterior. En realidad, fueron las actividades revolucionarias
de los marineros cantoneses, y en especial su contacto con
Sun Y at-sen, las que se convertirían en el factor crucial de
su primigenio caudal organizativo. Desde 1913 hasta s:u
muerte en 1925 mantuvo estrechas relaciones con los mari-
neros cantoneses. Sus vínculos regionales comunes fueron re-
forzados por la participación de éstos en el primer movi-
miento revolucionario. Como el mismo Sun, muchos de los
marineros cantoneses provenían del Delta, inclusive algu-
nos líderes, como Su Zhaozheng y Y ang Yin, ambos nati-
vos de Zhongshun y comprovincianos de aquél (xian). Al-
gunos de ellos, como Su y Y ang, también integraban el gru-
po revolucionario de Sun, el Tongmeng hui, probablemente
antes de 1911."4 En octubre de 1911, a raíz de la rebelión
antimanchú de Wuchang -que dio impulso a la revolu-
ción republicana- casi unos cien marineros cantoneses se
unieron al "pelotón suicida" organizado por Ma Zaozhun en

42 Lowe, Chuan-hua, p. 51.


43 CLY, p. 36.
44 Nym Wales (Helen F. Snow), The Chinese Labor }i{ovement, Nue-
va York, 1945, p. 290.

173
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 299

Hongkong y fueron a Huhei para luchar junto al ejército


revolucionario.45
Cuando Sun Yat-sen huyó a Japón, en el verano de 1913,
después del colapso de la segunda revolución contra Yuan
Shikai, el presidente dictatorial de China, apeló a los mari-
neros cantoneses como parte de sus esfuerzos para formar el
Partido revolucionario chino (?honghua yemingdang), un
predecesor semiclandestino del Guomindang. En Yokohama
reorganizó el club recreativo de los marineros, la Asociación
virtud unida de ultramar, que se convirtió en la Sociedad
virtud unida, con un departamento especial de Comunica-
ción de ultramar. Este departamento se encargaba de reclu-
tar marineros chinos para efectuar "tareas revolucionarias"
tales como trasmitir órdenes y mensajes secretos y contraban-
dear armas y hombres para el partido. Estas tareas secretas
adquirieron mayor importancia al comenzar la Primera gue-
rra mundial, cuando se impuso la ley marcial en muchos puer-
tos.46
Sin embargo, la Sociedad virtud unida estaba lejos de ser
un sindicato moderno. Organizada desde fuera, esta sociedad
fue una de las muchas organizaciones que abarcaba desde
sociedades secretas hasta un ejército del partido, y que Sun
Yat-sen intentó utilizar para lograr sus fines políticos du-
rante toda su vida. Su carácter celular y secreto llevaba el
sello del estilo casi conspirativo de Sun en esa época. En
1913, ni Sun ni sus compañeros manifestaban demasiado in-
terés por el potencial político de los modernos sindicatos
masivos.47 En realidad, los problemas básicos de los propios
marineros provocaron el siguiente paso hacia su organización.
La Sociedad virtud unida había establecido ramas en
varios barcos anclados en Yokohama, y Chen Bingzheng, un
45 CL'Y, pp. 61-62.
46 Lowe Chuan-hua, p. 51; CLY, p. 86.
47 Gary Glick, pp. 15-16; Augusta Wagner, Labor Legisla/ion in Chi-
na, Pekin, 1938, p. 203, indica que las medidas restrictivas del Códiso pe-
nal provisional de China --aprobado en marzo de 1912- que prohibia las
huelgas, recibió un caluroso apoyo de los representantes parlamentarios del
kuomingtang.

174
300 ESlUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

marino y político cantonés, compañero de Sun, estaba encar-


gado de ellas. En marzo de 1915, aprovechando un inciden-
te que afectó a un marinero chino enfermo, abandonado
a bordo por el Monteagle -un barco de la Canadian Paci-
fic- Chen y otros miembros de la rama correspondiente de
la Sociedad Virtud unida fonnaron una nueva asociación
entre los marineros.48 Esta asociación, llamada Sociedad de
socorros mutuos de los ·marineros chinos, corrió con los gas-
tos médicos de los marineros, proveyó medicinas y empleó
un médico chino para el barco. Sus recursos provenían de
un porcentaje fijo cobrado sobre los imprevistos asignados a
los marineros y de las donaciones de los pasajeros chinos.
Muy pronto la Sociedad de socorros mutuos estableció fi-
liales en otras líneas océanicas, y a fines de ese año, ya sus
miembros activos eran ciento setenta. Su oficina central, el
Centro de comunicación de la sociedad de socorros mutuos
de los marineros chinos, se estableció en Yokohama. Gra-
dualmente, las funciones originales de asistencia médica se
expandieron hasta abarcar el seguro de desempleo y los gas-
tos de entierro.
Por la orientación regional de su reclutamiento (todos
sus miembros eran cantoneses), las funciones originales de
Ja Sociedad de socorros mutuos no consistían en organizar la
resistencia a los propietarios de barcos, sino en actividades
de ayuda mutua típicas de las tradicionales guildas chinas.
Pero, en la medida en que era una agrupación de marineros
únicamente, tanto en su organización como en sus propósi-
tos (puesto que los oficiales y los propietarios de los hircos
no sólo eran por lo general extranjeros, sino que además te-
nían sus organizaciones propias) la sociedad sería una bue-
na base para un moderno sindicato industrial de los marine-
ros. También empezó allí su participación organizada en la
política revolucionaria: la Sociedad facilitó la huida de un
miembro del Guomindang que había asesinado a un repre-
sentante del régimen dictatorial de Yuan Shikai en Japón,

48 CLY, pp. 92·94; Lowe, p. 52.

175
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 301

y a fines de 1915 se comprometió a transportar provisiones y


hombres a través de Indochina para el ejército de protec-
ción nacional del general Cai O contra Yuan Shikai.49
A comienzos de 1916, ante la expansión de la Sociedad,
y deseando tener su sede más cerca de China, Chen Bing-
sheng estableció una nueva oficina central en Hongkong. Se
eligió esta ciudad porque era el principal centro de recluta-
miento y colocación de los marineros en China, y también
porque la inestabilidad política del país hacía que fuera
poco conveniente instalarlo en territorio continental. A co-
mienzos de 1917 fue registrada oficialmente ante el gobier-
no colonial con el nombre de "Asociación filantrópica de
los marineros chinos", con la condición de que también pu-
dieran ingresar los que no fueran marineros. Chen fue nom-
brado presidente, y abandonó su trabajo en el carguero Mon-
teagle para dedicarse a organizar a los marineros de la colo-
nia. Sin embargo, pronto encontró serias dificultades. Los
contrabandistas y las agencias de reclutamiento de marine-
ros de Hongkong, temiendo que una sólida organización de
éstos hiciera peligrar su monopolio del sistema de recluta-
miento, presionaron a los marineros para que se afiliaran.
Por lo tanto, sólo unos pocos se adhirieron formalmente a la
Asociación. Más aún, la política de libre adhesión impuesta
a la Asociación permitió el enrolamiento de muchos que no
eran marineros y que no sólo obstaculizaron y resistieron cual-
quier reacción contra los reclutadores sino que además blo-
quearon las actividades de ayuda mutua. Finalmente, mu-
chos de los marineros, guiándo~e por el pasado, considera-
ban a la Asociación como un mero frente revolucionario, y
permanecieron al margen de ella.50
La causa inmediata de la formulación del sindicato de
los marineros chinos fue la reacción de los trabajadores ante
un convenio de garantía mutua elaborado a comienzos de
1920 por la Canadian Pacific y el principal abastecedor de
barcos de Hongkong. Para evitar el continuo contrabando
49 CLY, pp. 93·94.
50 CLY, pp. 97-99; Lowe, p. :52.

176
302 ES1UDIOS DE ASIA Y AFRICA XI: 3, 1976

de chinos a Estados Unidos, las autoridades de inmigración


norteamericana habían decidido que, en caso de descubrirlo,
la firma naviera debía pagar una multa. Los navieros de la
ruta de California, sabiendo que muchos de sus marineros
conocían tácitamente ese contrabando y hasta participaban
activamente en él, les exigieron firmar contratos de garan-
tía mutua por el cual se aseguraban contra posibles multas
prendando los salarios. Más aún, los abastecedores de bar-
cos, con apoyo de la Canadian Pacific, convencieron a otros
propietarios para que exigieran a los marineros dejar cierta
suma en depósito, como precaución complementaria. Si un
marinero no cumplía, el abastecedor de buques debía respon-
sabilizarse por él, y a su vez cobrarle mensualmente dos dó-
lares chinos más los intereses. Esta forma de doble explota-
ción poco sutil despertó la ira de muchos marineros y los
impulsó a adoptar medidas para contrarrestada. Después de
una conferencia de la Asociación filantrópica, los marineros
cantoneses enviaron sus representantes para negociar con las
firmas navieras a través de las autoridades coloniales, pero
fue en vano. 51 A partir de entonces, los líderes de los mari-
neros cantoneses, como Chen Bingsheng y Su Zhaocheng,
agitaron el ambiente para formar una nueva organización de
tipo sindical que protegiera los derechos de los marineros.
A fines de 1920, un grupo de sesenta representantes de
los barcos y alojamiento de Hongkong rechazaron la sim-
ple reorganización de la Asociación filantrópica y resolvie-
ron unánimemente organizar un sindicato propio para los
marineros. Después de registrarse ante el gobierno, la nue-
va sede del sindicato en Hongkong fue abierta en diciembre
de 1920. En febrero de 1921 se inauguró formalmente con
el título de "Federación general de marineros chinos" (más
conocida como Sindicato de marineros chinos) , nombre acu-
ñado personalmente por Sun Yat-sen. Como era de esperar,
Ch' en Bingsheng se convirtió en presidente del nuevo sin-
dicato.52
111 Deng Zhongxia, p. 34; CLY, pp. 149-150; Lowe, pp. 52-53.
52· Hacia esa época, como consecuencia de la huelga de los mecinicos

177
CHAN: GUILDAS Y SINDICATOS EN CHINA 303

A pesar de la oposición inicial de jefes de grupo y re-


clutadores y de la obstrucción que éstos practicaran, el nue-
vo sindicato tuvo gran éxito de agremiación y pronto se
abrieron nuevas filiales en Guangzhon y Xiautou. En parte
el éxito se debió al clima politico favorable que existía, pues
a fines de 1920 Hongkong era un puerto relativamente se-
guro para las organizaciones laborales y el régimen canto-
nés de Sun Y at-sen simpatizaba abiertamente con los tra-
bajadores. Bajo una conducción sumamente apta surgida
entre las filas de los marineros, el sindicato alcanzó importan-
cia nacional y tuvo fama de ser el principal sindicato indus-
trial de China. Poco después de la victoria culminante en
la huelga de 1922 en Hongkong, se estableció en Shanghai
una filial del sindicato, pues allí se había organizado du-
rante la huelga un "Comité de apoyo a los marineros de
Hongkong". Al tener mayor cobertura geográfica y un ma-
yor número de miembros, el sindicato dejó de ser una orga-
nización puramente regional y tuvo alcance nacional.l13 En
1925 se abrió otra filial en Tianjin y en enero de 1926 se
reunió en Guangzhon -donde se había ubicado la sede cen-
tral- la primera conferencia nacional del sindicato de los
marineros chinos."
A partir de 1923, a raíz de las vinculaciones de sus prin-
cipales dirigentes con el comunismo, y en particular por las
altas posiciones que ocupaban en el partido comunista chino
algunos lideres de los marineros, como Su Zhoazheng y Lin
Weimin, en abril de 1927 se disolvió la sede de Guangzhon,
se reorganizó y se trasladó a Shanghai en noviembre, y fue

de Hongkong en 1920, el gobierno de esa ciudad adoptó una política de


tolerancia hacia los sindicatos, siempre que estuvieran registrados y actua·
ran legalmente. Deng Zhong xia, p. 23; Lowe, p. 53; CLY, pp. 150-151.
1S3 Para la huelga de los marineros de 1922 véase Gary Glick; CLY,
pp. 166-169 y 177-195; Chesneaux, pp. 180·185, y el estudio de caso en
Ming K. Chan, Capítulo X. Para la organización de la filial de Shanghai,
véase CLY, pp. 218-219; Norlh China Daily News, del 29 de junio de
1922 y también Great Britain Foreign Office, Embassy a_nd Consular Ar-
chives, Correspondenc~ Series I, Po. 228, Fo. 228/3140, Dossier 170-28,
Shanghai, 8 de julio de 1922.
5-l Chesneaux, 1, p. 194; CLY, pp. 499-501.

178
304 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XI: 3, 1976

controlada por el Guomindang. También fue declarada ile-


gal y disuelta la filial de Hongkong, cuyos líderes fueron
arrestados por las autoridades coloniales. En su lugar, la
compañia organizó un sindicato amarillo. El aborto de la
Comuna cantonesa en diciembre de 1927 provocó la muerte
súbita y definitiva del sindicato de marineros. 55
Asi se ve que muchos sindicatos modernos de Guang-
zhon, aunque originados en las guildas tradicionales o en
cuerpos protosindicales, crecieron, se expandieron, se con-
solidaron y progresaron a través de un proceso evolutivo que
corrió parejo con el desarrollo de huelgas económicas y lu-
chas políticas de los trabajadores. En el caso de los mecáni-
cos y los marineros cantoneses, se puede descubrir una tem-
prana y tentativa mezcla de politica revolucionaria y obre-
rismo. Inclusive en sus inicios, el sindicato de marineros
mostró rasgos que indican la influencia de otra institución chi-
na: la sociedad secreta. Más todavia, a pesar de la posición
política divergente de sus máximos líderes, el hecho de que
tanto el sindicato de mecánicos (derechista) como el de
marineros (izquierdista) fueran considerados como los más
poderosos y mejor organizados, y, en cierto modo, como los
"abanderados" en sus respectivos campos, atestigua la fuer-
za estructural, la cohesión interna y la experiencia organiza-
tiva de un moderno sindicato, provenientes de su proceso
evolutivo. Aún en el período posterior a 1927, cuando se asis-
te a la desaparición de muchos sindicatos chinos (en su ma-
yoría creaciones recientes, surgidas como hongos a mediados
de la década de 1920), el sindicato de mecánicos y el reor-
ganizado sindicato de marineros continuaron siendo respec-
tivamente el más importante sindicato artesanal y el más no-
table sindicato industrial de China.
Traducción del inglés por Magdalena Villaseñ01
511 Para el retroceso y la declinación en 1927 y años posteriores, véase
LoWe, pp. 54-56; CLY, pp. 677-668 y 696-697; Nym Wales, pp. 63-79; y
Ying-mao Kua, "Urban and Rural Strategies in the Chinese Communist
Revolution", en John W. Lewis, ed., Peasant Rebellion and Communist Re-
flolution in Asia, Stanford, 1974.

179
LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO
Revaloración de las relaciones en el seno
del movimiento comunista chino, 1930-1945
HENRY G. SCHWARZ
W estern Washington College

1ntroducción
EL VIGÉsiMO ANIVERSARIO del acceso al poder de los comunistas
chinos, es una ocasión oportuna para hacer el inventario de
los numerosos sucesos dramáticos que han tenido lugar a partir
de ese primer día de octubre de 1949 en que Mao Tse-tung
proclamó la nueva República Popular China. Sin embargo,
dicho aniversario es algo más que un producto fortuito del
calendario occidental. Se refiere a uno de esos períodos con-
vulsionados que sacudieron a China de tiempo en tiempo y
que han producido cambios fundamentales en el Estado y la
sociedad china. La creación de la República Popular hace
veinte años constituyó uno de estos períodos. Otro de ellos
fue el Gran Salto hacia Adelante de finales de la década del
cincuenta y la reciente Gran Revolución Cultural Proletaria
podría ser un tercero. Cada uno de estos acontecimientos ha
remodelado sustancialmente al Estado, a la sociedad o a ambos.
Desde una perspectiva histórica, el siguiente suceso importante
que bien puede ocurrir poco después del vigésimo aniversario
sería la muerte inminente de Mao Tse-tung y otros cofunda-
dores del estado comunista. Por lo tanto, este aniversario ofrece
una oportunidad para revalorar ·la actividad de los comunistas
chinos desde 1949, y comprender la postura y los problemas
que dentro de poco heredará la dirección postmaoísta.
No obstante, esta tarea no puede ser completa si no se
reexamina la naturaleza del liderazgo. En realidad, si no se es-
tudia la naturaleza del liderazgo, no podemos entender gran
cosa sobre un sistema totalitario donde en la teoría y en la
práctica el Partido es el que origina y ejecuta los cambios en
todos los principales aspectos del país más populoso del mundo.
Entre la multitud de facetas que posee el liderazgo, quizá
la más importante es la relación que existe entre el puñado de
106

180
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 107
hombres que, por lo menos hasta la Revolución Cultural, han
gobernado China Comunista. Antes de que podamos compren-
der a China, debemos comprender, específicamente, la influen-
cia relativa de cada uno de estos hombres dentro del proceso
de gobierno. En cuanto a la identidad de los que dirigen a
China, el investigador tiene a su disposición una selección casi
ilimitada que va desde la totalidad de los miembros del Par-
tido Comunista hasta un solo hombre. Este estudio designa
como líder al Buró Político. Se entiende, sin embargo, que aun
en un sistema político tan estructurado como el de China
Comunista, un estudio de la naturaleza del liderazgo necesita
a veces incluir a líderes que no son miembros del Buró Político.
Esta flexibilidad metodológica es todavía más necesaria en cual-
quier estudio del liderazgo comunista antes de 1949, cuando la
dirección estaba menos estructurada y tenía mayor fluidez.
Por extraño que parezca, no se ha eocrito ni una sola mo-
nografía sobre este tema vitalmente importante, después de
veinte años de detentar el poder del Estado y casi cincuenta
de existencia del Partido Comunista Chino. El único libro cuyo
título promete el estudio de la naturaleza de la dirección es
Leadership in Communist Chirut 1 (El liderazgo en la China
Comunista) de John W. Lewis. Pero el título es engañoso,
ya que, en vez de analizar la verdadera naturaleza del liderazgo,
presenta hábil y ampliamente ciertos ideales de dirección tal
como están expuestos en los lineamientos del Partido. Esto no
quiere decir que los especialistas en asuntos chinos hayan pasado
por alto la naturaleza del liderazgo; por el contrario, casi todos
los estudios del Partido y muchos estudios sobre otros ternas
ponen de manifiesto el concepto que sus autores tienen del
liderazgo. Sin embargo, en la mayoría de los casos, tales con-
cepciones no están tratadas por derecho propio. No son sino
imágenes aplicadas al tratamiento de algún otro terna. Tal
como lo han demostrado Isaacs y algunos otros, las imágenes
se adquieren subconscientemente y sólo en contadas ocasio-
nes se puede confiar en ellas. Están extraídas de una variedad
de experiencias adquiridas al azar, como, por ejemplo, recuer-
dos personales de la vida en China, información fragmentaria
adquirida en obras especializadas o generales, observaciones
aparentemente relevantes sobre otros países que son comu-
1 Ithaca, 1963.

181
108 ESTUDIOS ORIENTALES V:Z, 1970

nistas o asiáticos o económicamente subdesarrollados o cual-


quier combinación de ellos y muchas otras.
No existen dos especialistas en asuntos chinos que compar-
tan una imagen idéntica, pero en tanto que se dan muchas
diferencias de carácter menor, la mayoría de los especialistas
comparten una imagen general. Califico de cuasi colectiva a
esta imagen. Dicha imagen considera los asuntos como si fue-
ran decididos tras una discusión cabal y sin impedimento alguno
entre los siete hombres dentro del Comité Permanente, aun
cuando no tan libremente dentro del Buró Político, cuya am-
plitud es mayor. Tal liderazgo es colectivo, pero la imagen que
prevalece añade una importante diferencia. Describe la influen-
cia de Mao- Tse-tung como considerablemente mayor que la de
sus codirigentes. Se representa a Mao como algo más que el
primero entre sus iguales, en el sentido de que es probable
que sus poderes de decisión no se han visto impedidos, rela-
tivamente, por las acciones y opiniones de otros dirigentes.
Debido a prerrogativas explícitamente superiores y a sus propios
poderes de persuasión, se considera que Mao es capaz de influir
sobre el resultado de deliberaciones sobre la política. Más aún,
él y solamente él puede llevar a cabo medidas políticas en for-
mas algo divergentes de la letra y el espíritu de dichas medidas.
En sUÚla, la imagen proyecta un híbrido entre un liderazgo
colectivo y una dirección jerarquizada.
Un defecto básico de esta imagen es que maneja el concepto
del poder en una forma indiferenciada. Una excelente e impor-
tante obra de los últimos años empieza con una afirmación.
categórica: "la ascensión de Mao al poder es un hecho de
sobra conocido".2 Como no han sido capaces de disecar el
"poder" y someter a análisis sus miles de facetas que actúan
entre sí, muchos estudiosos se han inclinado a creer, en mi
opinión erróneamente, que el "poder" en todos los sistemas
políticos deberá gravitar inevitablemente en tomo a una sola
persona. El análisis de la dirección política basado en el "'po-
der" contribuye a producir una imagen que en ocasiones se
acerca peligrosamente a un punto de vista de todo o nada.
Sospecho que el concepto de "poder", tomado como un todo,
es demasiado imponente para permitir la disección.
2 John E. Rue, Mao Tse-tung in opposition, 1927-1935 (Staford
1966), p. l.

182
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 109
El profesor Rue proporciona claros ejemplos de este efecto
en relación con dos aspectos cardinales de la dirección. Sobre el
problema de las relaciones dentro de la dirección, meollo de su
estudio, Rue dice que "el séptimo Congreso [de abril de 1945]
fue para Mao el Congreso de los vencedores. Había vencido
a todos sus enemigos dentro del Partido Chino".a Los concep-
tos categóricos crean más conceptos categóricos: el "poder"
engendra "enemigos" y "vencedores". Dentro de la casi infi-
nita variedad de relaciones internas, la de "enemigo" es sólo
una de ellas; pero, se admite, la más tajantemente delineada
de todas las relaciones. El concepto de "vencedores", que en
el contexto de la oración no se refiere a los vencedores nacio-
nales de los japoneses, cuya derrota era ya segura en abril de
1945, sino a los vencedores dentro del Partido, es igualmente
categórico. No da cabida a nada que no sea su antítesis: los
"vencidos".
El concepto de "poder" indiferenciado, inherente a la ima-
gen cuasi colectiva, también afecta al análisis del control de la
dirección sobre la jerarquía del Partido. Rue afirma que

... a partir del Séptimo Congreso, el poder de Mao se basó


en dos factores íntim:¡mente ligados. Uno era el control del
aparato del Partido, el otro, la creencia, sustentada por otros
líderes del Partido chino, de que su línea política era correcta
y que su forma de pensar era la que mejor representaba la
ideología marxista leninista en China.4

Me extenderé más adelante sobre los méritos de esta afir-


mación. Por lo pronto, bastará con señalar que, al igual que
en la descripción de las relaciones entre los miembros de la
dirección, se representa a Mao como si fuera mucho más que
el primero entre sus iguales. f:l y sólo él "controlaba el aparato
del Partido".
Otro defecto fundamental de la imagen cuasi colectiva es
el que se basa en testimonios documentales que son muy es-
casos o carecen de fundamento. Un ejemplo representativo
que ilustra este defecto lo proporciona el profesor Lindbeck,
quien afirma que "durante treinta años Mao Tse-tung ha pre-
sidido firmemente el Partido y es su líder indiscutible. Es obvio
s Ibid., p. 4.
• Ibid., p. 5.

183
110 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

que sus hombres son las figuras clave". Este juicio rotundo
está basado únicamente en una "prueba", es decir, la preten-
sión de que "casi todos los hombres más antiguos y la mayoría
de los miembros del Comité Central compartieron con él la
Larga Marcha de 1934-35".5 Este punto de vista es insosteni-
ble por dos razones elementales: en primer lugar, la idea de
que exista un vínculo causal entre la participación en la Larga
Marcha y la naturaleza de la dirección a mediados de la década
de los sesenta es algo que da lugar a dudas, pues atribuye a la
Larga Marcha una importancia que Lindbeck no puede demos-
trar; en segundo lugar, el contenido de la oración citada es
falso. Suponiendo que por "hombres más antiguos" se alude
al Buró Político elegido en la primera y segunda sesiones del
Octavo Congreso del Partido, los datos confirman que sólo
quince de los veintiséis miembros y miembros suplentes com-
partieron la Larga Marcha con Mao Tse-tung. Resulta difícil
afirmar que éstos constituyen "casi la totalidad" del Buró Poli-
tiro. Más aún, un vistazo a cualquier diccionario biográfico,
como por ejemplo el Who's Who in Communíst China,S in-
formará al lector que solamente unos cuarenta y tres de los
noventa y siete miembros del Octavo Comité Central marcha-
ron con Mao Tse-tung en 1934-35.
El profesor Lindbeck eleva aún más la posición de Mao
cuando sostiene, sin ofrecer ninguna prueba documental, que
... ha sido su autoridad, su exposición de valores y doctrinas
y sus hombres los que han permeado el Partido y lo han convertido
de una banda regional de 40 000 miembros en 1937, a 17 millo-
nes en 1962 y, quizá, a 20 millones para 1965. No se permitió
el surgimiento de facciones, regionalismos, ni rivalidad de lealtades,
o fueron suprimidos rápidamente por el decidido y poderoso gru-
po que maneja el Partido.1
La imagen de una dirección cuasi colectiva ha sobrevivido
el violento ataque de sucesos que debieron, por lo menos, des-
pertar una revalorización de esa generalizada imagen cuasi co-

s M. H. Lindbeck, "Transformations in the Chinese Communist


Party", en Donald W. Treadgold (ed.), Soviet and Chinese Communism:
Similarities and Differences (Seattle 1967), p. 78.
e Hong Kong, 1966.
1 Treadgold, p. 79.

184
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 111
lectiva. Durante 1966 y 1967, en el apogeo de la Gran Revolu-
ción Cultural Proletaria, el grupo de Mao lanzó innumerables
acusaciones contra casi todos los miembros de la direcci6n del
Partido. El rasgo más importante, que contienen casi todas las
acusaciones, es que en ninguna ocasión, a lo largo de los últi-
mos treinta años, los dirigentes del Partido estuvieron unidos
en sus metas y motivaciones y que, durante la mayor parte de
esos años, Mao Tse-Tung no ocupó esa posición superior que
dan por sentada muchos especialistas en asuntos chinos.
Hasta ahora, estas revelaciones no han llevado a la mayoría
de dichos epecialistas a poner en tela de juicio su imagen de
una dirección cuasi colectiva. A pesar de conocer la profunda
desunión existente dentro de la dirección del Partido a raíz del
surgimiento de la Revolución Cultural, gran parte de los espe-
cialistas parecen adherirse aún a esta imagen. Algunos reafir-
man explícitamente su punto de vista de que, por lo menos, a
partir de la toma del poder estatal en 1949, Mao Tse-tung ha
sido quien ha tomado las decisiones supremas. Otros rechazan,
por considerarlas ex post facto, las acusaciones por actos anti-
maoístas que recientemente hiciera el grupo de Mao contra
Liu Shao-ch'i y muchos otros dirigentes. En esencia, su razo-
namiento es el siguiente: las acciones de las que hoy se acusa a
Liu Shao-ch'i haber perpetrado en varias épocas de su carrera
-en el caso de que hayan tenido lugar- son crímenes según
los criterios actuales del grupo de Mao, pero estaban dentro de
la línea de la política del Partido en la época en que se dice
que fueron sometidos. Parece ser que muchos de ellos no han
pensado que aun cuando dicho razonamiento no carace de
verdad, contiene una petición de principio sobre quién fue el
principal responsable de la formulación de dicha política.
Otros, por su parte, sostienen que Mao Tse-tung posible-
mente subestima su influencia en los años anteriores a 1966 a
fin de reforzar su causa contra Liu Shao-ch'i y otros dirigentes,
Con todo, dicho razonamiento resulta por ahora a la vez du-
doso y absolutamente imposible de verificar. Si Mao estaba
planeando debilitar a sus adversarios en esta forma, lógicamente
esperaba ganar el apoyo de los políticos, economistas y militares
de profesión, sin los cuales no pueden funcionar ni el Estado
ni la sociedad. Empero, si en realidad éste fue el motivo de Mao,
su táctica misma tendería a apoyar exactamente lo contrario de

185
112 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

lo que se ha supuesto. En otros términos, daría crédito a su


actual afirmación de que él no ha sido el líder indiscutible y,
por lo tanto, minaría la validez de la imagen de una dirección
cuasi colectiva. ·
Por último, algunos sostienen que Mao Tse-tung restringe
el uso de sus poderes de toma de decisión supuestamente supe-
riores durante los años precedentes a fin de sacar fuerza de su
presunta gran estimación entre la mayoría no profesional de la
población. Dejando de lado la popularidad de Mao, sujeta a
dudas, uno se inclina a la conclusión de que un llamado al apoyo
de las masas, como el que en realidad hizo Mao durante la
revolución cultural, conduce a los que proponen esta tesis a una
posición insostenible. Si Mao hubiese sido el líder indiscutible
del Partido, no hubiera tenido que atenerse a que los dirigen-
tes del Partido fuesen expulsados por medio de la violencia de
las masas.
La imagen de una dirección cuasi colectiva ha resistido tam-
bién exitosamente las pruebas en contra, relativas al período an-
terior a 1949. El profesor Lindbeck representa fielmente la opi-
nión compartida por muchos especialistas en asuntos chinos
de que Mao conservó la posición suprema dentro del Partido
desde la mitad de la década del trein,ta. La imagen de la direc-
ción cuasi colectiva abarca específicamente el período que co-
mienza con la Conferencia de Tsunyi en enero de 1935. Tal
como se mencionó anteriormente, el Prof. Lindbeck dijo en 1935
que Mao fue el "líder indiscutible" del Partido durante treinta
años, es decir, desde 1935. El general Griffith, para citar otro
ejemplo representativo, declaró en 1967, esto es, después del
surgimiento de la Revolución Cultural, que "en la conferencia
[de Tsunyi] Mao obtuvo suficiente apoyo como para ganar la
indiscutible posición que aún posee".8
Por supuesto, no cabe duda de que el período insurreccio-
na} tuvo una significación inusitada en la historia del movi-
miento comunista chino. Mediaron casi treinta años entre la
fundación del Partido en 1921 y su acceso al poder supremo
del Estado en la China Continental en 1949. Este período fue
más largo que los períodos insurreccionales de todos los demás
partidos comunistas que gobiernan Estados en la actualidad. El
s Samuel B. Griffith 11, The Chinese People's Liberation Army (Nue·
va York), p. 51.

186
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 113
Partido chino también se distingue del resto por la larga expe-
riencia que poseía antes de 1949 respecto de las técnicas de
gobierno en sus múltiples áreas de base entre 1928 y 1949.
Por lo tanto, es evidente que la naturaleza del liderazgo
a lo largo de los últimos veinte años estuvo profundamente
influida por sucesos ocurridos durante el período de más o me-
nos la misma duración antes de 1949. Tal corno lo sugiere el
título de este estudio. volveré a examinar las relaciones que se
dieron dentro de la dirección del Partido durante dicho período.
En realidad, el estudio se limita al período entre 1930 y 1945,
puesto que las dos fechas son puntos de referencia convenientes.
En 1930, un elemento importante, los bolcheviques, se intro-
dujo en el Partido, lo que alteró rápidamente la naturaleza del
liderazgo. En 1945, el Séptimo Congreso del Partido ratificó
los cambios que habían tenido lugar en la dirección en el curso
de la guerra contra Japón, eligiendo una nueva dirección, que
permaneció prácticamente igual hasta mucho tiempo después
del acceso al poder del Estado en 1949. En determinados pun-
tos clave, compararé ejemplos representativos de los juicios he-
chos por los especialistas en asuntos chinos con los hechos co-
nocidos y ofreceré una interpretación alternativa.
Por supuesto, resulta imposible presentar, en el poco espa-
cio que me ha sido conferido, un tratamiento cronológico com-
pleto de todos los sucesos relevantes entre 1930 y 1945. Por lo
tanto, limitaré este estudio a los acontecimientos que considero
más importantes.

El período de Kiangpi
El período de Kiangsi ( 1928-1934) corresponde a la época
en que el Partido abandonó su intento de iniciar una revolución
en las ciudades, intento que duró casi una década. El área
soviética central, situada en el sur de Kiangsi, construida princi-
palmente por Chu Te y Mao Tse-tung, fue el primer terreno de
prueba importante de la política agraria comunista bajo la égida
de un gobierno completamente desarrollado que controlaba va-
rios distritos.
, Para los fines de este artículo, lo más importante del pe-
rlododo de Kiangsi fue la encarnizadá lucha por la supremacía
dentro del Partido entre el grupo que rodeaba a Mao Tse-tung,

187
U4 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

Chu Te y otros dirigentes en el Area Soviética Central y el


Comité Central de Shanghai, que acabó siendo dominado por
los llamados veintiocho bolcheviques.8
Habían estudiado en la Universidad Sun Yat-sen de Moscú
a mediados de los años veinte, y la mayoría de ellos regresaron a
China en mayo de 1930. Estaban a_compañados de Pavel Mif,
quien había sido rector de la Universidad de Sun Yat-sen. Li Li·
san por aquel entonces secretario general del partido, fue de-
puesto de su cargo en el Tercer Pleno del Sexto Comité Central
en septiembre de 1930. Su puesto fue entregado a Hsiang
Chung-fa, reelegido en el Cuarto Pleno en enero de 1931.1 ° Con
una reputación de dirigente débil, se vio rodeado de bolchevi-
ques y quienes los secundaban. Además de elegir dieciséis miem-
bros y miembros suplentes del Buró Político, el Pleno también
eligió a Ch'en Shao-yü, Ch'in Pang-hsien, Chou En-lai, Hsiang
Chung-fa y Kang Sheng para el Comité Permanente del Buró
Político, la más alta organización del Partido.11 Ch'en y Ch'in
eran bolcheviques y los apoyaba firmemente el siempre adapta-
ble Chou En-lai. La influencia de los bolcheviques se hizo toda-
vía mayor en septiembre de 1931, después de que Hsiang Chung-
fa fue arrestado y ejecutado por el gobierno central y de que
Ch'en en Saho-yü fue llamado de nuevo a Moscú para con-
vertirse en el representante de los chinos comunistas ante el
Comintern. Dos bolcheviques, Chang Wen-t'ien y Wang Yün
ch'eng, ocuparon sus puestos y un tercer bolchevique, Ch'in
Pang-hsien, se convirtió en el nuevo secretario general del Par-

e Wang Chien-min hace la siguiente lista de ellos: Chang Ch'in-ch'iu,


Chang Wen-t'ien, Ch'en Ch'ang-hao, Ch'en Saho-yü, Ch'en Yüan-tao,
Ch'in Pang-hsien, Chu A-Ken, Chu Tsu-hsün, Ho Tzu-shu, Hsai Hsi, Kuo
Miao-ken, Li Chu-sheng, Meng Ch'ing-shu, Shen Tse-min, Sheng Ch'ung·
liang, Sun Chi-min, Tu-Tso-hsiang, Tu Yen, Wang Chia-hsiang, Wang
Hsiu, Wang Pao-Ii, Wang Sheng-jung, Wang Sheng-ti, Wang Yün-ch'eng,
Yang Shang-k'un, Yin Chien, Yüan Chia-yung y Yün Yü-jung (Wang
Chien-min, Chunkuo kungch'antang shihkao [Historia del Partido Comu·
nista Chino] (Taipei 1965), 11, p. 100.
10 Hsiao Tso-liang, Power Relations within the Chinese Communist
Movement, 1930-34: A Study of Documents (Seattle 1961), 1, p. 115:
ver también Wang, 11, p. 99.
u Según Ch'en Shao-yü, conforme a la cita de Kuo Hua-lun (Warren
Kuo), en Fich'ing Yüehpao (abreviado de aqui en adelante FCYP), abn1
1967, p. 9 5, y en Issues and Studier (llamado de aqui en adelante IS),
julio 1967, p. 41. Ver también Hsiao, 1, p. 115.

188
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO llS
tido.12 Además, los bolcheviques se apoderaron de los más im-
portantes departamentos del Comité Central, el de organiza-
ción y el de propaganda.18
En esa época Mao ocupaba un grado muy bajo en la di-
rección del Partido. En 1927 había sido expulsado de su cargo
como miembro suplente del Buró Político Provisional por haber
contravenido los planes estratégicos del Partido mientras servía
en el Comité Provincial de Hunan.u Puede ser que también
haya sido destituido del Comité Central.15 Sin embargo, al año
siguiente, cuando ya se encontraba a salvo en las montañas al
sur de Kiangsi, el Sexto Congreso del Partido -que se reunió
en Moscú- lo eligió (o reeligió, si es que en verdad había
sido depuesto en 1927) para el Comité Central, aunque no para
el Buró Político. Mao había destacado lo suficiente en la plaza
fuerte que se expandía con rapidez en el sur de Kiangsi, como
para que en abril de 1930 Li Li-san -que seguía siendo secre-
tario general del Partido- lo nombrara secretario del recién
establecido Comité General del Frente ( tsung ch'ien wei). La
función asignada oficialmente a este comité era la de preparar
y llevar a cabo levantamientos en Hunan, Hupei y Kiangsi.
La razón específica por la que Mao y no otro fuera nom-
brado secretario del Comité General del Frente estriba en que
había alcanzado un puesto importante en la milicia. Cuando
en abtil de 1928 unió las fuerzas, que lo habían acompañado
a Chingkangshan desde Hunan central, con las de ChuTe. los
dos hombres formaron el Cuarto Ejército Rojo, fuerza de cerca
de 10 000 hombres. Chu se convirtió en el comandante y Mao
fue el comisario político. En noviembre de 1928, una fuerza
mucho más pequeña, calculada en cerca de 1 000 hombres y
denominada Quinto Ejército Rojo, fue formada por P'eng Te-
huai, cerca del Cuarto Ejército Rojo de Chu y Mao en el sur
de Kiangsi. Otra reorganización a finales de 1929 vio la trans-
12 Kuomintang, Secci(m de Investigación, Fenpeng lihsi chih kungch'
antang (La desintegraci6n del Partido Comunista) (1931), citado por
Kuo en FCYP. julio 1966, pp. 111-112, y en IS, octubre 1966, p. 46.
11 Wang, 11, p. 99.
u "Resolutions of the Political Bureau on political discipline" (noviem-
bre 14, 1927), Kuo-wen choupao, v. 3 (15 de enero de 1928), pp. S-7,
traducido por Karl A. Wittfogel en su artículo "The legend of 'Maoísmo' ",
China Quaterly, núm. 2 (abril-junio 1960), pp. 32-33.
111 Rue, p. 81.

189
116 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

formación del Cuarto Ejército Rojo en Primer Cuerpo del Ejér-


cito Rojo, manteniendo Chu y Mao sus puestos de comandante
y comisario político respectivamente.16
La última reorganización militar de importancia durante el
período de Kiangsi ocurrió en febrero de 1930, cuando todas las
fuerzas que operaban al sur de Kiangsi y al sur de Hunan fue-
ron combinadas constituyendo el Primer Ejército del Frente.
Una vez más, ChuTe era el comandante y Mao el comisario
político.
Li Li-san ordenó un ataque general contra las ciudades,
pero cuando el primer ataque sobre Ch'angsha se convirtió en
un fracaso, Mao rehusó obedecer la orden de Li de realizar un
segundo ataque. A pesar de esta notoria desobediencia, Mao
no perdió ninguno de sus cargos ni fue castigado, hasta donde
sabemos, en forma alguna.
Sin embargo, sería un error interpretar estos acontecimien-
t35 como prueba de que Mao había obtenido una posición casi
indiscutible dentro del Partido. Como hemos visto, Li Li-san
afrontaba entre los bolcheviques una oposición mucho más po-
derosa e inmediata de la que Mao hubiese podido tener la
esperanza de reunir. El que Li no haya castigado a Mao pudo
deberse probablemente a su intento de detener a los bolche-
viques. Es probable también que se debiera a la gran distancia
existente entre el Comité Central de Shanghai y la plaza fuer-
te de las montañas de Kiangsi, lo que podría dejar sin efecto
cualquier censura.
Más aún, la lucha de Mao por la dirección suprema den-
tro del Area Soviética Central estaba muy lejos de terminar
Hacia fines de 1930, su posición se vio amenazada por algunos
dirigentes del Gobierno soviético recientemente establecido en
el Kiangsi suroccidental, situado bajo la jurisdicción del Area
Soviética Central. 17 A fines de noviembre o principios de di-
ciembre, Mao arrestó a varios dirigentes sospechosos de ser
agentes de la Liga A-B ( antibolchevique), incluyendo a Tuan
Liang-pi, Li Po-fang y Chin Wang pang. 18
Hl El Quinto Ejército Rojo recibió el nombre de Tercer Cuerpo del
Ejército Rojo y P'eng Te-huai continuó siendo su comandante.
17 Fue establecida el 7 de febrero de 19}0. ("Chiangshi ti chung-
yang Su-ch'ü" [El Área Soviética Central de Kiangsi], Hung-ch'i choupao,
núm. 24 (noviembre 27, 1931) citado en Hsiao, 1, p. 170.
1s Hsiao, 1, p. 98. La Liga A-B era aparentemente una organización

190
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 117

Tan pronto como Mao se deshizo de esta oposición, surgió


otra más seria en Tungku al sudoeste de Kiangsi, donde el 8
de diciembre de 1930, Liu Ti, comisario político del Vigésimo
Ejército, inició la conocida rebelión de Fut'ien. Derrocó al Go-
bierno soviético de Kiangsi suroccidental y arrestó a muchos de
sus dirigentes, a quienes creía partidarios de Mao. Además, dejó
en libertad a Tuan Liang-pi y a otros a quienes Mao había
arrestado poco tiempo antes (vid. supra.) Los rebeldes declara-
ron su apoyo a Chu Te, P'eng Te-huai y Huang Kung-lüeh
pero se opusieron a Mao. Para fortuna de Mao, los tres diri-
gentes lanzaron una declaración conjunta apoyando a Mao y
censurando a los rebeldes. Finalmente, la rebelión fue aplastada
por P'eng y su Tercer Ejército Rojo. 19
El Tercer pleno del Comité Central de septiembre de 1930,
que desplazó a Li Li-san de su cargo de secretario general del Par-
tido, también ordenó el reemplazo del Comité General del
Frente por un Buró Central para las áreas soviéticas (Su-ch'ü
chungyan chü). Sus nueve miembros fueron: Chou En-lai, Chu
Te, Hsiang Yin, Jen Pi..chih, Mao Tse-tung, Yü Fei, Tseng Shan,
y dos más. Aunque a primera vista parece que la dirección de
este nuevo organismo estaba diluida si la comparamos con la
posición única que tenía Mao en el Comité General del Fren-
te, probablemente su relativo poder no se debilitó mucho con
esta reorganización. Según se dice, Hsiang Ying era un hom-
bre con muy poca capacidad de organización. Más aún, él,
Chou, Yü y Jen quizá ni siquiera estaban presentes en el Area
Soviética de Kiangsi, sino en Shanghai. 20 De esta manera, quizá
sólo Tsen Shan, Chu Te y los dos hombres no identificados
compartieron en realidad el poder con Mao en Kiangsi. Hay
testimonios indirectos del continuo predominio de Mao en
Kiangsi, si no es que en todo el Partido, que provienen de una
orden enviada al día siguiente que fue establecido el Buró Cen-
tral. El Buró expulsó del Partido a los dirigentes de la rebelión
de Fut'ien, principalmente a Tuan Liang-pi, Li Po-fang, Hsieh
clandestina del Kuomintang en las áreas comunistas. No estaba dirigida
contra los comunistas que hablan regresado de la Unión Soviética y a
quienes este estudio designa como bolcheviques, más bien la Liga A-B
estaba dirigida contra todos los comunistas. Véase Ibid., 1, 98-113 y 11,
259-283 para el texto y el comentario sobre documentos relativos a la re-
belión de Fut'ien.
20 Ibid. 1, p. 150.

191
118 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

Han-ch'ang. Chin Wan-pang y Liu Ti.21 A principios de 1931,


por lo tanto, Mao Tse-tung había alcanzado posiciones en el
Partido, el gobierno y el ejército del Area Soviética Central
que, aunque no eran indiscutibles, estaban entre las principales.
Pero aún tenía que enfrentarse a su mayor desafío. Mien-
tras reforzaba su influencia en Kiangsi, los bolcheviques conso-
lidaban su influencia en el Comité Central de Shanghai. Ya
estaban listos para enfocar su atención al Area Soviética Central
de Kiangsi. Debido a la creciente presión del gobierno central de
Chiang Kai-shek en sus actividades en Shanghai, los bolche-
viques decidieron trasladar el Buró Político a Kiangsi. Al do-
minar el Comité Central y teniendo el apoyo del Comintern,
parecían capaces de tomar las riendas de la dirección en Kiangsi.
En septiembre de 1931, ya sea un poco antes o un poco
después de que el Buró Político fuera transferido de Shanghai
a Kiangsi, el Centro del Partido publicó una larga "carta de
instrucciones". Dictada aparentemente por Ch'in Pang-hsien,
quien había asumido el cargo de secretario general del Partido
después de que Hsiang Chung-fa fuera ejecutado por el gobier-
no central en junio de 1931, la carta parecía atacar la dirección
del Area Soviética de Kiangsi haciendo una lista de "los funestos
errores" imputados a Mao y otros dirigentes de Kiangsi.2 2
La carta también ordenaba que se estableciera lo que se
llamaba Gobierno soviético chino ( Chunghua suweiai chengfu)
durante un congreso programado para noviembre de 1931.28
Dicho congreso, el Primer Congreso Soviético de toda China,
se inició en Juichin el 7 de noviembre de 1931. En diciembre,
ya cerca de su clausura, el congreso eligió a sesenta y tres per-
sonas para el Comité Ejecutivo Central. Mao fue nombrado
presidente y Hsiang Yirig y Chang Kuo-t'ao fueron los vicepre-
sidentes. Bajo las órdenes directas del Comité Ejecutivo Cen-
tral se colocó un Consejo de Comisarios del Pueblo (Jenmin
weiyüanhui), también encabezado por Mao, quien fue encarga-

21 Ver Ibid. 1, p. 108 y 11, 269-273, "Chungyang chü t'ungkao


ti-erh-nao: tui Fut'ien shihpien ti chüehi" [Nota circular núm. 2 del
Buró Central: Resolución sobre el incidente de Fut'ienl-
22 Chungyang tui Su-chü chihshíh hsin" [Carta del Comité Central
del Partido a las áreas soviéticas], en Hsiao, 1, pp. 159-162 y 11, pp.
382-389.
2a Hsiao, Ibid.

192
SCHWARZ: LA NATURALFZA DEL LIDERAZGO 119
do de la administración cotidiana del Area Soviética Central,
es decir, la base principal de Kiangsi. 24
El nombramiento de Mao para la presidencia del Comité
Ejecutivo Central y su Consejo de Comisarios del Pueblo se-
ñaló el alto grado de influencia que tuvo Mao durante el pe·
ríodo de Kiangsi. Para entonces detentaba posiciones sobre-
salientes en las tres jerarquías. Era jefe del gobierno, era
comisario político general de las fuerzas armadas y era miem-
bro del Comité Central del Partido. Sin embargo, muy poco
tiempo después, los recién llegados bolcheviques empezaron a
restringir sistemáticamente su influencia. El primer ataque fue
dirigido contra su cargo militar. Dada la arremetida de diciem-
bre de 1930 de los primeros intentos coordinados del gobierno
central para echar fuera de su base de Kiangsi a los comunis-
tas, los cargos militares de los dirigentes comunistas se hicie-
ron más importantes que su gobierno y aun que sus puestos
en el Partido.
En 1932, durante la pausa de quince meses entre la tercera
y la cuarta campañas de aislamiento contra el Area Soviética
Central, se suscitó una disputa entre Mao Tse-tung y Chou
En-lai acerca de la estrategia defensiva conveniente. Mao era
partidario de operaciones militares a base de guerrillas móviles,
mediante las cuales podía engañar al enemigo y atraerlo den-
tro del territorio comunista, donde las tropas comunistas eran nu-
méricamente muy superiores y podían aislar y atacar a pequeños
contingentes de las tropas del gobierno. Esta estrategia había
sido usada contra las tres primeras campañas de aislamiento,
pero Chou En-lai, en su calidad de secretario del Buró Polí-
lico dominado por los bolcheviques, ordenó que. se suspendiera.
Una de las probables razones para hacerlo pudo ser el cre-
ciente descontento entre la población civil del Area Soviética
Hsiao, l, 173. Existían los siguientes nueve comisariados:
24
Relaciones exteriores: Wang Chia-hsiang
Trabajo: Hsiang Ying
Tierras: Chang Ting-ch'eng
Interior: Chou 1-li
Ejército: Chu Te
Finanzas: Teng Tse-hui
Educación: Chü Ch'iu-pai
Judicial: Chang Kuo-t'ao
Investigación Obrero-campesina: Ho Shu-heng
Ver Wang, 11, 286.

193
120 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

Central. El combate basado en guerrillas móviles exponía a


los civiles no sólo a la destrucción de su propiedad, sino tam-
bién a las represalias de las tropas gubernamentales. El sen-
timiento de inseguridad, así como el descontento con otras me-
didas comunistas, dieron como resultado una disminución en
la cooperación y unvmayor dificultad para efectuar recluta-
mientos. Chou En-lai, posiblemente para rehacer la moral de
los civiles, pugnó por una guerra de posiciones ("mantener al
enemigo más allá de las puertas") y por una estrategia de
llevar a cabo la lucha dentro de territorio enemigo. A su modo
de ver, la guerra de guerrillas aún podía ser útil pero sólo
debía librarse tras las líneas enemigas.
El choque entre estas dos estrategias alcanzó su culmina-
ción en agosto de 1932, cuando la Central del Partido con-
vocó a la Conferencia de Ningtu, que era una reunión ampliada
del Buró Central para las áreas soviéticas. La estrategia de
Chou En-lai, apoyada por los bolcheviques, triunfó y Mao fue
destituido del Comité de Asuntos Militares. Después de la
Conferencia la influencia de Mao empezó a decrecer rápida-
mente. Tanto Hsiao como Ch'en citan fuentes que dicen que
Mao estuvo inactivo debido a una enfermedad, verdadera o
en sentido político, y que Chou En-lai se convirtió de facto en
el dirigente político de las fuerzas armadas. 25 El nuevo
cargo de Chou fue confirmado el 8 de mayo de 1933, en que
fue formalmente designado para los dos puestos de Mao, co-
mo comisario político general de todas las fuerzas armadas y
como comisario político del Primer Ejército del Frente.26 La
estrategia guerrillera de Mao y, en consecuencia, Mao mismo,

25 Ch'ihfei fantung wenchien huipien [Colección de Documentos Reac-


cionarios Comunistas], 11, pp. 449-50, en Hsiao, 1, pp. 210-11, y Ku
Kuan-chiao, Sanshih-nien lai ti Chungkung [Treinta años de los comunis·
tas chinos], 76, en Jerome Ch'en, Mao and the Chinese Revolution (Nueva
York 1967), p. 176. Ch'en cita también las páginas 220-21 en Hsiao, pero
esto es incorrecto. Podía haberse referido a las páginas 210-11 (vid. supra)
en cuyo caso hubiese sido más fácil citar, tal como lo hace Hsiao, a la
fuente original. Sin embargo, deberá advertirse que durante la quinta
campaña de aislamiento, en 1934, la dirección abrigó reservas sobre la
estrategia de la guerra de posiciones. Pero ya era demasiado tarde, puesto
que la iniciativa estaba ya en manos de las tropas del gobierno central.
2s Hsiao, 1, p. 220; Hatano Ken'ichi, Chügoku kyósantó [Historia del
Partido Comunista Chino] (Tokyo 1961), IV, p. 271 y el cuadro al fin
del volumen.

194
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 121

fueron atacados aún más en febrero de 1933, cuando Lo Ming,


secretario interino del Comité Provincial del Partido en Fu-
kien, fue severamente criticado por Ch'in Pang-hsien, nuevo
secretario general del Partido, por aplicar la estrategia maoísta.
Luego Mao fue atacado indirectamente, de una manera que le
llegaba más de cerca, cuando la campaña contra la llamada
línea de Lo Ming fue dirigida contra su hermano Mao
Tse-t'an y Teng Hsiao-p'ing, secretaric. del Comité del Par-
tido en Kiangsi. 27
Cuando el Decimonoveno Ejército del gobierno central,
bajo los órdenes de Ch'en Ming-shu, se preparó para rebelarse
en Fukien, los comunistas de Kiangsi llegaron a un acuerdo
con Ch'en el 26 de octubre de 1933. Sin embargo, el 5 de
diciembre, el Comité Central del Partido, dominado por los
bolcheviques, denunció a los rebeldes de Fukien.28 Aun cuando
Mao Tse-tung y Chu Te deseaban supuestamente mantener
relaciones con los rebeldes, la influencia de Mao en el Partido
había ya alcanzado un nivel tan bajo que su defensa fue des-
oída.29

2 7 "Mao Tse-t'an t'ungshih ti San-kuo chihje' fEl entusiasmo del


camarada Mao Tse-t'an por el Romance de los tres reinos], Hung-se
Chunghua, núm. 92 (julio 8 de 1933) y Ch'en Shou-ch'an~ "Wei
chiach'iang tang tui koming chancheng ti lingtao erh toucheng' fLucha
por reforzar la dirección del Partido en la guerra revolucionaria, Toucheng,
núm. 16 (julio 15 de 1933), citado por Kuo en FCYP, abril 1967, pp.
98-99, e IS, julio 1967, pp. 48-49.
2s "Chungkuo kungch'antang chungyang weiyüanhui wei Fuchien shih-
pien kao ch'üan-kuo minchung" [Declaración del Comité Central de]
Partido Comunista chino a los habitantes de todo el pafs sobre el inci·
dente de Fukienl, citado por Hsiao, 1, p. 249 y 11, p. 676. En Hsiao, 11,
p. 676 viene una fotocopia del acuerdo de once puntos titulado "Fan-Jih
fan-Chiang ti ch'upu hsiehting'' fAcuerdo preliminar contra Japón y
Chiangl. En un artículo reciente, Jerome Ch'en da erróneamente el 26
de noviembre como fecha del acuerdo. Véase Jerome Ch'en, "Resolutions
of the Tsunyi Conference", The China Quarterly, núm. 40 (octubre-di·
ciembre de 1969), p. 28. Recibí este artículo dos días antes de mandar
mi manuscrito a la imprenta, por lo que no dispuse de suficiente tiempo
para comentar más extensamente el artículo de Ch'en. Bastará con unas
cuantas observaciones aqul. y en otras notas.
29 Muchos años después, Mao culpó a los bolcheviques de haber
roto las relaciones con los rebeldes de Fukien. Culpó expll.citamente
a este hecho el colapso del Area Soviética Central en una entrevista
con Edgar Snow en 1936 (Véase Edgar Snow, Red Star over China, Nueva
York [1938], p. 186). Lo mismo aparece de manera impll.cita en "'Kuanyü

195
122 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

La influencia de Mao también decreció en el Partido des-


pués de la Conferencia de Ningtu. Habiendo sido hasta no-
viembre de 1927 ·miembro suplente del Buró Político y, más
tarde, nombrado secretario del Comité General del Frente (vid.
supra), Mao se vio incapacitado para encontrar un sitio en la
Secretaría formada por nueve hombres, elegidos en el Quinto
Pleno del Comité Central en Juichin en enero de 1934. Los
bolcheviques continuaron dominando la Secretaría, cuyos miem-
bros eran Chang Wen-t'ien, Ch'en Shao-yü, Ch'in Pang-hsien,
Chou En-lai, Hsiang Ying, Liang Pai-t'ai, Liu Shao-ch'i, Chia-
hsiang y Wu Liang-p'ing. Ch'in Pang-hsien siguió siendo se-
cretario general del Partido.3il
Lo que es aún más importante, Mao fue excluido del Buró
Político y, por ende, de la dirección del Partido. tal como la
hemos definido en este estudio. Se dice que el Buró Político,
en la forma en que fue elegido en el Quinto Pleno, estaba
constituido por catorce miembros y suplentes: Chang Kuo-t'ao,
Chang Wen-t'ien, Ch'en Saho-yü, Ch'en Yün, Ch'in Pang-
hsien, Chou En-lai, Shu Te, Ho K'o-ch'üan, Hsiang Ying,
Jen Pi-shih, K'ang Sheng, Ku Tso-lin, Kuan Hsiang-ying y
Wang Chia-hsiang.31
Mao perdió influencia aun dentro del gobierno, la me-
nos importante de las tres jerarqu~s. El 3 de febrero de 1934,
durante el Segundo Congreso Soviético de Toda China. 32 que
tuvo lugar en Juichin, fue reelegido presidente del Comité Eje-
Jokan lishih went'i ti chüehi" [Resoluciones sobre algunos problemas
históricos] en Mao Tse-tung hsüanchi (Pekín 1964), 11, pp. 955-1002 y
en Selected Works of Mao Tse-tung (Pekín 1965), III pp. 177-225.
[Hay traducción espafiola1·
30 Wang, 11, p. 520, Brandt, Schwartz y Fairbank (p. 38), y Robert
North (p. 164) al citar a Chang Kuo t'ao, dicen que Chang Wen-t-ien
reemplazó a Ch'in Pang-hsien en este Pleno (Ver .Brandt, Schwartz y
Fairbank, A Documentay History of Chinese Communism, Histo~ docu-
mental del Comunismo chino. (Cambridge, Mass. 1952) y Robert North.
Moscow and Chinese Communists (Stanford, segunda edición 196 3) . Las
pruebas de que dispongo me han convencido de que esto no ocurrió sino
hasta la Conferencia de Tsunyi, un afio más tarde.
s1 Kuo, en FCYP, julio 1967, 106, y IS, octubre 1967, 38. El Comité
Permanente del Buró Político estaba compuesto por Chang Wen-t'ien,
Ch'en Yün, Ch'in Pang-hsien, Chou En-lai y Hsiang Ying (Kuo, ibid.)
32 "Chung-hua suweiai kunghokuo chungyang chihhsing. weiyüanhui
pukao, ti-i-hao" [Proclama del Comité Ejecutivo Central de la República
soviética china, núm. 1], citado en Hsiao, 1, pp. 280-1 y 11, -p. 762.

196
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 123
cutivo Central del Primer Congreso Soviético de Toda China,
cuando tenía que compartir sus poderes de gobierno sólo con
sus dos vicepresidentes, Chang Kuo-t'ao y Hsiang Ying. Ahora,
además de estos dos hombres, otros catorce, que constituían
el llamado Presidium (chuhsi-t'uan), fueron elegidos como
"órgano supremo del poder político". 33
Durante los funestos meses del verano y principios del oto-
ño de 1934, cuando la quinta campaña de aislamiento del
gobierno central estrechaba inexorablemente el lazo alrededor
del Area Soviética Central, parece ser que Mao fue destitui-
do de los cargos donde debía ser tomada la decisión para tratar
de escapar de la trampa que los iba cercando cada vez más.
Según Kung Ch'u, jefe del Estado Mayor del Distrito Militar
Central y Chang Kuo-t'ao, Mao fue puesto a prueba como
miembro del Partido por orden de Moscú a consecuencia de
la supuesta oposición de Mao a la denuncia que hizo el Par-
tido sobre la rebelión de Fukien. Kung dice que a Mao le
fue negado el acceso a todas las reuniones del Partido y que
no tomó parte en la decisión del 2 de octubre de abandonar el
Area Soviética Central y empezar lo que ahora se conoce como
la Larga Marcha. Cheng cree que Mao había sido virtualmente
privado de toda autoridad la víspera de la Larga Marcha. 3 ~
No tenemos una prueba concluyente de que las afirmacio-
nes de Kung y de Chang sean correctas, pero existen testimo-
nios indirectos de que pueden serlo. Se sabe que en alguna
época del verano, Mao ni siquiera estuvo en Juichin, donde
estaban localizadas todas las organizaciones importantes y don-
de se tomaban todas las grandes decisiones. En cambio, estaba
en Yütu, una ciudad a unos ochenta kilómetros al oeste de
Juichin, más o menos entre agosto y septiembre. Ch'uan Lien-
chang dice en su artículo "Mao Chuhsi Tsai Yütu (El pre-
sidente Mao en Yütu) que Mao enfermó de malaria y pasó
parte de septiembre en Yütu. 35 Otra fuente comunista dice que
Mao estaba en Yütu durante el verano de 1934, que partió para
Kaopinao, cerca de Juichin, "donde estuvo muy ocupado, con-
vocando juntas de los cuatro responsables en las localidades

3 3 Hung·se Chunghua. núm. 148 (12 de febrero de 1934), citado por


Kuo en FCYP, julio 1967, p. 114, y IS, octubre 1967, p. 52.
34 Hsiao, 1, pp. 296-7.
3s Hung-ch'i p'iao rFlamea la Bandera Rojal (Pekin, 1959) x, p. 3.

197
124 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

que visitaba o haciendo investigaciones en las aldeas", que re-


tomó a Yütu hacia fines de septiembre y que partió de ahí
en la Larga Marcha el 10 de octubre.36
Hsü Meng-ch'iu dio una versión diferente a Nym Wales
en 1937. Afirmaba que Mao fue a Juichin por poco tiempo,
quizá a finales de septiembre, donde participó en la decisión de
evacuar el Area Soviética Central. Según Hsü, la decisión
fue tomada por un consejo militar compuesto por Chou En-la~
Chu-Te, Liu Po-ch'eng, Mao Tse-tung, \Vang Chia-hsiang y
Li Te, asesor militar del Comintern.37 Dicho consejo, consti-
tuido probablemente ad hoc, no era el mismo que el del Comité
Militar Revolucionario del Partido, que algunas veces se ha
traducido como Consejo.
Dado que dos de las publicaciones que alaban sin reservas
a Mao omiten mencionar su supuesto papel en la toma de deci-
sión del 2 de octubre de 1934, creo que la afirmación de
Hsü es poco convincente.38 De cualquier forma, aun si supo-
nemos que Mao haya participado en la reunión, su influencia
dentro de la dirección debió ser escasa. En caso de que en
verdad se le hubiese permitido a Mao que asistiera a la reunión,
habría sido solamente en virtud de su presidenc~a titular del
Comité Ejecutivo Central de la República Soviética China.
Todos los puestos decisivos, tanto políticos como militares,
estaban ocupados por otros líderes en la víspera de la Larga
Marcha. Ellos eran: presidente del Comité de Asuntos Mili-
tares del Partido, Chou En-lai; director de la Oficina Nacional
de Protección Política, Teng Fa. Primer Ejército del Frente:
comandante, Chu Te; comisario político, Chou En-lai; jefe
del Estado Mayor, Liu Po-ch'eng (antes Yeh Chien-ying); di-
rector del Departamento Político, Wang Chia-hsiang. Dis-
trito Mi1itar Central: comandante, Hsiang Ying; comisario
político, Hsiang Ying; jefe del Estado Mayor, Kung Ch'u;
director del Departamento Político, Ch'en 1; director de la
aa Ch'en Chang-feng. On the Long March with Chairman Mao. (Pe-
kín, 1959), p. 19.
a1 Nym Wales, Red Dust: Autobiographies of Chinese Communists.
(Stanford 1952)~ p. 67.
as Hsü Men~-ch'iu era uno de los bolcheviques que para 1937 hablan
perdido gran parte de su antigua influencia. Es posible que al contarle
su confiado entrevistador que Mao tomó parte en la decisión, baya
tratado de congraciarse con Mao.

198
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 125

Secciona! de la Oficina Nacional de Protección Política, T'an


Chen-lin.89
En suma, en la víspera de la Larga Marcha, Mao no era
miembro de la dirección política, que estaba en manos de los
bolcheviques, como tampoco lo era de la dirección militar. Más
aún, si bien Mao retenía nominalmente la presidencia del
Comité Ejecutivo Central de la República soviética china, en
realidad dicho puesto dejó de existir cuando los comunistas
abandonaron el Area Soviética Central. Hasta donde podemos
saber, no se produjo ningún cambio en la dirección política
ni en la militar hasta la Conferencia de Tsunyi en enero de 1935.

Las Largas Marchas


Después de que el Primer Ejército del Frente ocupara
Tsunyi el 5 de enero de 1935, el Comité Central convocó a
una conferencia ampliada del Buró Político del 6 al 8 de
enero. La interpretación que habitualmente dan los comunistas
después de 1949 sobre la conferencia de Tsunyi, expresada
también por Ho Kan-chih, consiste en que los "oportunistas
de izquierda fueron destituidos de sus posiciones de mando y
que se estableció una nueva dirección del Partido encabezada
por el camarada Mao". Al igual que muchos especialistas en
asuntos chinos, los comunistas consideran la conferencia de
Tsunyi como el punto decisivo en la historia del Partido Co-
munista, o como lo dice Ho, "el principio de una nueva di-
rección en el Comité Central eq.cabezada por el camarada
Mao fue un cambio de gran impo'r-tancia histórica dentro del
Partido".40
Los hechos conocidos no avalan una afirmación tan abso-
luta. Deben ser tomados en consideración dos puntos cardina-
les: los participantes a la conferencia y las decisiones que se
tomaron. Quizá participaran veinte dirigentes, diecisiete de los
cuales han sido identificados por Kuo Hua-lun. Se dice que
fueron: Chang Wen-tien (Lo Fu), Ch'en Yün, el secretario
se W ang, 11, 622; Htsüeh Yüeh, Chúw-fei chishih (Historia del Cerco
contra los comunistas] (Taipei 1962), cuadro entre las páginas 14 y 15;
Kung Ch'u, Wo yü Hung-chün (El Ejército Rojo y Yo] (Hong Kong,
1954), pp. 405-6.
40 Ho Kan-chih, A History of the Modem Chinese Revolution (Pe-
kín 1959), p. 265.

199
126 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

general Ch'in Pang-hsien (Po Ku), Chou En-lai, Chu Te,


Ho K'o-ch'üan (K'ai Feng), Li Fu-ch'un, Li Wei-han (Lo
Mai), Lin Piao, Liu Po-ch'eng, Liu Shao-ch'i, Mao Tse-tung,
Nieh Jung..chen, P'eng Te-huai, Teng, Fa, Wang Shou-tao y
Yang Shang-k'un.n Aunque ésta es la más larga lista de que
disponemos sobre los participantes a la Conferencia de Tsunyi,
se sabe que no está completa y que posiblemente contiene erro-
res. Existe otra dificultad debido a la ausencia de una lista com-
pleta de los miembros del Buró Político.42 Hasta donde he po-
dido averiguar, eran cerca de trece miembros.
Entre los que Kuo identifica como participantes en Tsunyi,
probablemente siete eran miembros del Buró Político: Chang
Wen-tien, Ch'en Yün, Ch'in Pang-hsien, Chou En-lai, Li Wei-
han, Liu Shao-ch'i y Li Fu-ch'un.43 Nueve de los otros diez
identificados eran líderes importantes dentro del Partido y
el ejército. Probablemente Chu Te era miembro suplente
n Kuo, en FCYP, septidnbre 1967, p. 99, y en IS, enero 1968, p.
H. En la conferencia también estaba presente el consejero del Comintem
Li Te. (Otto Braum, alias Albert y Wagner) y Wu Hsiu-ch'üan, su
intérprete. Véase "Prueba irrefutable del crimen de la traición de
Wu Hsiu-ch'üan al Partido y al país". Hung-wei Chan-pao, 13 de abril
de 1967; traducida por el Consulado General de los Estados Unidos.
Hong Kong, Survey of China Mainland Press, No. 4007 ( 2 3 de agosto
de 1967), p. 4.
4 2 Aunque Hatano enumera once miembros en uno de sus cuadros,
me inclino a pensar que no se sabe con precisión quiénes eran miembros
del Buró Político en esa época. Véase Hatano, V, cuadro al final del
volumen.
4 3 Kuo puede estar en un error al enumerar a los últimos tres hom·
bres como miembros o miembros suplentes del Comité Central. Kuo,
Ibid. Ch'en, en su artículo en China Quarterly (p. 19) afirma que "'Liu
Shao-ch'i, según 14 opinión general, no tomó parte en la Larga Marcha".
(Las cursivas son mías.) Se podría mencionar una fuente que afirma
que Liu sí tomó ?.arte (Chingkangshan: Cuerpo de Combate del Cuarto
Hospital, Pekín, 'A Chronicle of Events in the Ufe of Uu Shao-ch'f'
(mayo 1967), traducido en el Consulado General de los Estados Unidos,
Hong Kong, Current Bctekground, núm. 834 (agosto 17, 1967, p. 3.) Sin
embargo, a falta de pruebas incontrovertibles, debemos suponer que
esta fuente es tan digna de confianza como cualquier otra. El meollo
de mi razonamiento es la situación tan inestable que prevalecía en
Tsunyi. Los dirigentes iban y venían en el curso de su estancia en el
área de Tsunyi; por ello resulta probable que las diferentes listas de parti-
cipantes puedan ser parcialmente correctas, lo que depende de la época
en que los varios testigos oculares estuviesen en el lugar de la confe-
rencia o en los alrededores.

200
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 127

del Buró Político y comandante en jefe del Ejército Rojo de


Trabajadores y Campesinos. Liu Po-ch'eng era su jefe de Estado
Mayor. Ho K'o-ch'üan, otro posible miembro suplente del Bu-
ró Político, era el comisario político del Octavo Cuerpo del
Ejército. P'eng Te-huai y Yang Shang-k'un eran comandante
y comisario político del Tercer Cuerpo del Ejército, respecti-
vamente. Lin Piao y Nieh Jung-chen eran, por su parte, co-
mandante y comisario político del Primer Cuerpo del Ejér-
cito. Wang Shou-t'ao era director del departamento político
del Noveno Cuerpo del Ejército. Li W ei-ham era comisario
político de la columna central de las fuerzas militares combi-
nadas que desalojaron el Area Soviética Central en octubre de
1934. Teng Fa era jefe del Buró de protección política de la
columna central. El único participante que no tenía un puesto
de mando dentro del Partido o en el ejército era Mao. Como
hemos visto anteriormente, Mao había perdido todos sus car-
gos al empezar la Larga Marcha. Por lo tanto, se puede espe-
cular que su inclusión en las deliberaciones de Tsunyi estaban
basadas en su presidencia puramente nominal de la difunta
República Soviética China y, posiblemente, en la invitación
que le dirigieran uno o más de los miembros del Buró Político.
En resumen, por lo menos diecisiete de los dirigentes, inclu-
yendo a siete miembros del Buró Político, participaron en las
deliberaciones de la importante Conferencia de Tsunyi.
Sin embargo, resulta de igual significación el hecho que
otros catorce dirigentes de igual importancia que los arriba
citados, incluyendo a los cinco probables miembros del Buró
Político, no hayan participado en la Conferencia. Los miem-
bros del Buró Político eran Ch'en Shao-Yü (Wang Ming),
que estaba en Moscú; Chang Kuo-t'ao, que estaba con el
Cuarto Ejército del Frente; Jen Pi-shih, comisario político del
Distrito Militar Central y, como tal, uno de los varios diri-
gentes que habían sido dejados atrás en la abandonada Area
Soviética Central y Wang Chia-hsiang, que no pudo asistir
a la conferencia debido a las heridas sufridas durante la Larga
Marcha.u Otros tres importantes dirigentes que estaban con
el Primer Ejército del frente pero de los que no se sabe que
hayan asistido a la Conferencia de Tsunyi fueron Yeh Chien-
ying, jefe del Estado Mayor del Primer Ejército del frente;
44 Su lugar en la conferencia fue ocupado por Li Fu-ch'un (vid. supra.)

201
128 ESTUDIOS ORIENTALES V:Z, 1970

Tung Cheng-t'ang, comandante del Quinto Cuerpo del Ejérci-


to y Lo P'ing-hui, comandante del Noveno Cuerpo del Ejér-
cito. Seis dirigentes no estaban con el Primer Ejército del Frente
y, por lo tanto, es indudable que no participaron en esa confe-
rencia. Estos eran Ho Lung, comandante del Segundo Ejér-
cito del Frente; Hsü Hsiang-ch'ien, comandante del Cuarto
Ejército del Frente; Hsiao K'o y Wang Chen, respectivamente
comandante y director del departamento político de la De-
cimoséptima División Independiente (antes del Sexto Ejér-
cito), y Ch'en 1 y Kung Ch'u, director del departamento polí-
tico y jefe del Estado Mayor del Distrito Central Militar,
respectivamente, quienes, junto con Hsiang Ying, habían sido
dejados atrás en Kiangsi.
El propósito de la Conferencia era discutir la estrategia y
otros temas militares. No existen pruebas que señalen que la
línea política general tuviese un lugar en la agenda. Ch'in
Pang-hsien presidió la conferencia. Presentaron informes Chou
En-lai, P'eng Te-huai, Mao Tse-tung y Liu Shao-ch'i, y quizá
otros dirigentes. Chou, en su calidad de presidente del Comité
de Asuntos Militares, leyó el informe militar. Los otros tres
oradores criticaron varios aspectos de la estrategia militar ante-
rior. P'eng, comandante del Tercer Cuerpo del Ejército, denun-
ció la evacuación total, la deserción v la lentitud de movimientos,
a los que se debían las grandes ba]as sufridas por los comunis-
tas a partir de su éxodo del Area Soviética Central en octubre
de 1934. Mao criticó la estrategia defensiva durante la quinta
campaña de aislamiento contra el Area Soviética Central. Liu,
director del departamento sindical del Partido, se quejó del
"aventurerismo de izquierda" que, según él, había surgido des-
pués del Cuarto Pleno del Buró Político en enero de 1930 y
que causó la desintegración total de las organizaciones del
Partido en las áreas "blancas", es decir, en . todas partes a ex-
cepción de unas cuantas áreas de base comunistas.45 Es impor-
tante señalar que Liu Shao-ch'i no apoyó el argumento de
Mao, sino que más bien parece ser que expuso su manera de pen-
sar como dirigente individual sobre lo que él consideraba ha-
bían sido serios errores en la política del Partido.
45 Wei K'o-wei (Carl Wei), "'Tsunyi huiyi chih lishih chenhsianJ
(hsia)" rLa verdad sobre la Conferencia de Tsunyi (Segunda Parte) 1•
en FCYP, noviembre 1968, p. 113 y IS, febrero 1969, p. 24.

202
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 129

En el siguiente debate, aparentemente la linea política


del Partido también se vio atacada. Sin embargo, fue hábilmen-
te defendida por el secretario general Ch'in Pang-hsien y
reafirmada por la conferencia en sus resoluciones (véase más
adelante). No hay suficientes testimonios de que existiera una
facción bien definida y coherente comandada por Mao, y por
tanto resulta engañoso hablar, tal como lo hace el Profesor
Rue, de un grupo maoísta. Los dirigentes individuales parecían
estar tratando de inducir a sus iguales entre los camaradas a
que los apoyaran en la votación formal al final de la conferen-
cia. No tuvieron éxito, como lo demuestra la transacción ofre-
cida por Chang Wen-t'ien. Este apoyaba al secretario general
Ch'in al aprobar la línea política general del Partido; pero lo
acusaban a él Chou En-lai y Li Te por la estrategia defensiva
durante la quinta campaña de aislamiento, con lo que se mos-
traba implícitamente de acuerdo con las críticas expuestas por
P'eng y Mao.
La posición intermedia de Chang Wen-t'ien triunfó. La
conferencia adoptó un documento titulado "Chungyang cheng-
chih chü K'uota huiyi chüeyi: chient'ao Po Ku, Chou En-lai,
Li Te t'ungchih chünshih luhsien ti ts'owu" (Resolucicnes
de la conferencia ampliada del Buró Político Central: Una
revisión de los errores en la línea militar de los camaradas Po
Ku, Chou En-lai y Li Te). Resumo las principales resoluciones,
sirviéndome de la· versión de uno de los conferencistas.46
El peligro que corría China de convertirse en una colonia
japonesa era creciente, ya que el Kuomintang prohibió a los
comunistas que se movilizaran hacia el norte a luchar contra
los japoneses. Prueba de ello es la quinta campaña de aislamien-
to y la expulsión de los comunistas del Area Soviética Central.
Desde el Cuarto Pleno del Buró Político en enero de 1931, el
Partido siguió, con la ayuda del Comintem, el camino correcto
y había evitado divisiones faccionales dentro de sus filas. Por
otra parte, la línea militar durante la quinta campaña de
aislamiento contenía serios errores. El principio de no ceder
territorio colocó a las tropas comunistas en una actitud con-

<~6 Kuo, en FCYP, septiembre 1967, pp. 100-1, y IS, enero 1968, pp.
45-47. Ch'en Jan, informante de Kuo, era director del Cuerpo central
de personal para el trabajo local en el Tercer Cuerpo de Te-huai durante
la Conferencia de Tsunyi. Usaba el seudónimo de Kuo Chien.

203
BO ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

servadora y pasiva. Dicha actitud se expresaba en la renuencia


a abandonar ciertos reductos soviéticos y a atraer a las tropas del
gobierno central bastante adentro de los territorios soviéticos
y lanzar contraataques dentro de los territorios ocupados por
el gobierno central. Los comunistas sufrieron severas bajas
debido a esta estrategia militar errónea. Durante la evacuación
del Area Soviética Central se abandonó la movilización polí-
tica bajo el pretexto de preservar secretos militares. Esto bajó
la moral de las tropas. Además, el transporte del equipo pesado,
imprentas, etc., retrasaron a las tropas, lo que ocasionó otras
fuertes pérdidas a manos de las tropas del gobierno central que
los seguían. Después de revisar y corregir la línea militar erró-
nea de la "simple defensa y deserción", el Partido debería
ser capaz de desplegar su excelente tradición en la guerra
móvil para luchar por llevar a cabo las tareas que a la sazón
les salían al paso.
La conferencia decidió continuar la marcha hacia el norte
á "través del río Yangtze a fin de reunirse con el Cuarto Ejér-
cito del Frente, comandado por Chang Kuo-t'ao. Se suprimie-
ron las divisiones y los oficiales fueron mandados a los regi-
mientos y compañías para reforzar su eficiencia en el combate.
La conferencia también decidió reorganizar el Comité
Central del Partido y el Comité de Asuntos Militares. Chang
W en-t'ien, quien había inducido a los conferencistas a adoptar
sus resoluciones de transacción, surgió como el líder del Par-
tido al reemplazar a Ch'in Pang-hsien como secretario general.
Ch'in fue nombrado director del Departamento Político Ge-
neral del Ejército Rojo, teniendo a Li Wei-han (Lo Mai) co-
mo director de su sección de organización y a Ho K' -chüan
como director de su sección de propaganda. A Ch'en Yün,
director del Comité de trabajo de las Areas Blancas, quien
había defendido a Li Te, se le ordenó que fuese a Moscú a
informar al Comintern sobre la Conferencia de Tsunyi y para
obtener la aprobación sobre las resoluciones. Su lugar fue to-
mado por P'an-nien, a quien se le dieron órdenes de establecer
centros de enlace en Hong Kong y Shanghai.
Para los fines que persigue este estudio, es sumamente
importante el que Mao haya reemplazado a Chou En-lai como
presidente del Comité de Asuntos Militares del Partido. Mao
también se convirtió en miembro del Buró Político y de su

204
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 131
Comité Permanente, en donde tomó el lugar de Hsiang Ying,
quien fue dejado atrás en la abandonada Area Soviética Cen-
tral.47 Estos dos nombramientos constituyeron dos conquistas
primordiales para Mao y fueron las únicas conquistas que
podemos decir con seguridad que obtuvo en Tsunyi. La infor-
mación está basada en apuntes de Ch'en Jan, uno de los
participantes de la conferencia. A mi juicio, la información de
Ch'en es más de confiar que las interpretaciones dadas por
muchos de los especialistas en asuntos chinos, ya que, como
se demuestra más abajo, o bien no se basan en ninguna fuente
o se apoyan en fuentes extremadamente vagas. Por supuesto,
es posible que los recuerdos de Ch'eng contengan errores o
que la información que se le dio y que fue presentada por
Kuo Hua-lun sea falsa en ciertos puntos. Pero sólo en caso de
una total falsificación, lo que en mi opinión es improbable,
los datos de Ch'en serían menos útiles y dignos de confianza
que las fuentes con que cuentan algunos especialistas en asun-
tos chinos.
Debemos conformamos con unos cuantos ejemplos re-
presentativos de las interpretaciones de la Conferencia de Tsun-
yi. John Roe y Stuart Schram afirman, sin ofrecer prueba algu-
na, que Mao se convirtió en presidente del Buró Político.
Schram añade que este puesto fue creado de nuevo en la Con-
ferencia de Tsunyi. 48 Brandt, Schwartz y Fairbank van todavía
más lejos al sostener que "Mao asumió formalmente la direc-
ción del Partido como presidente del [Comité Central y el]
Politburó".49 Al igual que Roe y Schram, no ofrecen ninguna
prueba que respalde sus interpretaciones. Hsiao, Lewis y
Swarup sólo hacen algunas observaciones vagas y no confirma-
das, tales como que "Mao le sacó ventaja a Ch'in [Pang-hsien]
y se hizo del control del Partido" (Hsiao ), "Mao se convirtió
en líder del Partido" (Lewis), "la decisión de la Conferencia
de Tsunti [elevó) a Mao a la cima de la dirección" (Swarup). 00
Como se señaló anteriormente, John Lindbeck dice que Mao
se convirtió en el ''lider indiscutido" y Samuel Griffith dice
47 Kuo, en FCYP, septiembre 1967, p. 101, y IS, enero 1968, pp. 47-48
s Rue, 270: Stuart Schram, Mao Tse-tung (Baltimore 1966), p. 182.
4
4&Br.mdt, Schwartz y Fairbank, p. 38.
50 Hsiao, 159; Shanti Swarup, A Study of the Chinese Communist
Movement, 1927-1934 (Oxford 1966), p. 257; Lewis, p. 22.

205
132 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

que obtuvo una "posición indiscutible" .51 Griffith también


demuestra de una manera concluyente que la imagen de una
dirección cuasi colectiva no se debilita por la ausencia de
testimonios que la respalden, ya que sefiala en la siguiente
oración que" hasta ahora, nadie fuera del estrecho círculo en
la cima del Partido sabe precisamente lo que pasó a puerta
cerrada en Tsunyi".12
El único especialista en asuntos chinos que hace un esfuer-
zo por fundamentar su afirmación de que Mao se convirtió en
presidente del Buró Político es Jerome Ch'en.13 Cita cinco
fuentes como pruebas. Desgraciadamente una de sus fuentes
no está por el momento a mi alcance, pero las otras cuatro
no avalan su afirmación. Una de las fuentes es la Sra. Helen
Foster Snow, quien señala en passant que "Mao llegó al po-
der".16 Una segunda fuente en la que Ch'en confía mucho
para su trabajo es la polémica de Ku Kuan-chiao contra los
comunistas chinos, en la cual Ku señala que Mao hizo de
Chang Wen-t'ien su títere (k'uei-lei) .1111 Estas dos fuentes no
requieren un examen más profundo. Una tercera fuente, Ho
Kan-chih, únicamente dice que la conferencia "estableció la
posición del camarada Mao Tse-tung como líder de todo el
Partido".56 La cuarta fuente, Liu Po-ch'eng, declara que "esta
conferencia ... inició una nueva dirección con el camarada Mao
Tse-tung a la cabeza del [Comité] Central [del Partido]"17 Tal
como sucediera con la decisión de evacuar el Area Soviética
Central (vid. supra), las fuentes disponibles no dan crédito

n Treadgold, p. 78; Griffith, p. 51.


52Griffith, p. 51.
5a Ch'en, p. 189.
&<~ Nym Wales, p. 14.
115 Ku Kuan-chiao, San shih nien lcti ti Chungkung [Treinta aíios de
los comunistas chinosl (Hong Kong 1955), pp. 77-8. En su reciente
articulo en el China Quarterly (p. 20), Ch'en repudia la observación
de Ku pero no menciona su antigua gran confianza en Ku. Pero aun cuan·
do Ch'en rechaza a Ku como prueba de apoyo, no se siente inclinado
a reconsiderar su afirmación de base, ya que en la p. 36 se refiere
de una manera muy segura a "I.a elección de Mao a la presidencia del
Politburó" en Tsunyi.
11e Ho Kan-chih, A History of the Modem Chinese Revolution (Pe-
km 1960), p. 265. Ch'en cita incorrectamente las pp. 260-70.
n Liu Po-ch'eng, "Huiku ch'ang cheng" fRememorando la Larga
Marchal Hsing-huo liao-yuan (Pekln 1960), p. 5.

206
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 133
a la opinión -presentada como si fuese un hecho estable-
cido- de que Mao se convirtió en presidente del Buró Polí-
tico. El libro de Ho Kan-chih y las reminiscencias de Liu
Po-eh'eng reflejan fielmente la intensa exaltación de Mao, ca-
racterística del período en que fueron publicados. Por lo tanto,
podría esperarse que mencionara el ascenso de Mao a la pre-
sidencia del Buró Político, si es que en realidad había sido
ascendido en Tsunti. Pero no es así: en vez de mencionarlo,
se complacen en lo que parece ser un lenguaje deliberadamente
vago, acudiendo a expresiones como "el líder de todo el Par-
tido" y "cabeza del Comité Central", ninguna de las cuales,
huelga decirlo, hace referencia a una posición verdadera den-
tro del Partido.
En suma, está claro que dos hombres salieron claramente
fortalecidos durante la conferencia de Tsunyi: Chang Wen-
t'ien y Mao Tse-tung. Ambos consiguieron que sus iguales
adoptaran sus puntos de vista y ambos fueron ascendidos den-
tro del Partido. Para Chang, fue el puesto más alto del Partido;
para Mao, un regreso al Buró Politice, del que había sido
destituido en 1927. Entre los dos cargos para los que Mao
fue elegido, quizá el más importante, mientras se prolongó la
Larga Marcha, fue la presidencia del Comité de Asuntos Mili-
tares. Dio a Mao una posición ventajosa desde la cual podía
tener una influencia determinante en las decisiones estraté-
gicas y tácticas de por lo menos uno de los cuerpos que cons-
tituían las tropas comunistas: el Primer Ejército del Frente.
En el más amplio de los sentidos, puede decirse que el
resultado principal de la Conferencia de Tsunyi no parece ha-
ber sido la victoria personal de Mao sobre sus rivales. Más
bien, la significación mayor de dicha conferencia fue el in-
flujo de un estado de ánimo militar dentro de la dirección del
Partido. Las grandes privaciones de la Larga Marcha requerían
de los comunistas chinos un alto grado de atención a los
asuntos militares, cosa a la que no se había visto obligada la
antigua dirección, escondida en las ciudades de China hasta
1931, Mao siempre tuvo inclinación por los asuntos militares.
El hombre cuyo lema de toda la vida ha sido "El poder se
origina en el cañón de un fusil" era en muchos aspectos el agen-
te más apropiado para la victoria del punto de vista militar
en Tsunyi. Este modo de ver no implica, por supuesto, que

207
13-4 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

Mao haya sido de alguna manera un instrumento pasivo de


fuerzas históricas impersonales. Después de todo, había hecho
pacientes y persistentes preparativos para su regreso a los más
altos niveles de la dirección del Partido. Sin embargo, dicho
modo de ver subraya la conjunción, durante la época de la con-
ferencia de Tsunyi, de los propios esfuerzos de Mao con las
fuerzas ambientales que chocaban con un Partido que luchaba
por sobrevivir.
Si las exigencias militares de la Larga Marcha permitieron
a Mao Tse-tung elevarse de nuevo a los más altos niveles de
la dirección del Partido, también pusieron agudas limitaciones
a su habilidad para obtener una posición indiscutible e indis-
cutida dentro de todo el Partido. Las pretensiones posteriores
a este respecto parecen pasar por alto a Chang Wen-t'ien,
nuevo secretario general del Partido, quien estaba con el Primer
Ejército del Frente. Aun cuando, gracias a su posición de pre-
sidente del Comité de Asuntos Militares y a la naturaleza mi-
litar de la Larga Marcha, Mao fuera capaz de afirmar su auto-
ridad en cuestiones militares, no era posible que la influencia
de Chang en asuntos políticos se hubiese desvanecido de la
noche a la mafiana.58
Por otra parte, Mao no podía haber adquirido el supremo
poder político sobre todo el Partido por la elemental razón de
que muchos de los que esgrimían el poder político militar en
el Partido no estaban en el Primer Ejército del Frente sino
en otra parte. El gobierno central había obligado al Primer
Ejército del Frente, al mando de Chu, Mao y Chou, a abando-
nar el Area Soviética Central que era una de alrededor de quin·
ce extensas regiones comunistas. Dos de ellas, la de Hunan-
Hupei Occidental (Hsiang-0-Hsi) y Hupei-Hunan-Anhui
(0-Yü-Wan), eran especialmente importantes. Sus grandes
fuerzas militares seguían en importancia a las del Area Sovié-
tica Central.
El área de base de Hunan-Hupei Occidental estaba con-
trolada por el Segundo Ejército del Frente bajo el mando de
58 En sus esfuerzos por disminuir la importancia de Chang Wen-t'ien,
algunos especialistas en asuntos chinos recurren a un lenguaje poco pre·
ciso. Stuart Schram, por ejemplo, dice que aun cuando Chang se con·
virtió en el nuevo secretario general del Partido, "en lo sucesivo el
verdackro poder perteneció a Mao." (Schram, 182, se aiiadieron las
cursivas.)

208
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 135
Ho Lung. Empezó su propia Larga Marcha el 19 de noviem-
bre de 1935, más de un año después que el Primer Ejército
del Frente, con el que no se encontró sino hasta que la mayor
parte de las tropas comunistas se concentraron al norte de
Shensi a principios de 1937. El Segundo Ejército del Frente,
compuesto de cinco divisiones, comprendía unos 20 000 hom-
bres en noviembre de 1935. Tras muchos y arduos combates, el
Segundo Ejército del Frente se reunió con el Cuarto Ejército
del Frente cerca de Kantze en Sikang en junio de 1936.59
El Cuarto Ejército del Frente, bajo las órdenes de Chang
Kuo-t'ao, era extremadamente importante, tanto por su tama·
ño mucho mayor como por la oposición de su dirigente a Mao
Tse-tung. Estacionado originalmente en el área de base de
Hupei-Hunan-Anhui, donde se decía que contaba con una fuer-
za de 20 000 hombres, 60 inició su Larga Marcha en diciembre
de 1932. Se dirigió hacia el límite entre Szechuan y Shensi,
en donde descansó y aumentó en gran medida sus tropas. Ya
para principios de la primavera de 1934, el Cuarto Ejército del
Frente de Chang Kuo-t'ao tenía firme control sobre una zona
lo suficientemente grande -cuya población se calculaba en
nueve millones- para establecer el "área soviética de Sze-
chuan-Shensi", con Chang Kuo-t'ao como presidente. Tam-
bién presidía un Comité Militar Revolucionario del Noroeste
creado recientemente (Hsipei koming chünshih weiyüanhui).
A fin de facilitar la marcha hacia el norte del Primer Ejército
del frente de Tsunyi, el Cuarto Ejército del Frente dejó su
base de Szechuan-Shensi en marzo de 1935 y se dirigió hacia
el oeste. Se dice que para ese entonces contaba con 80 000
hombres.61
Reducido a 70 000 hombres a causa de lo duro de la lucha,
60 Chungkuo kung-nung hung-chün ti-i fangmien chün eh' ang-cheng
chi fUn informe sobre la Larga Marcha del Primer Ejército del Frente
del Ejército Rojo de los Obreros y Campesinos Chinosl (Pekín 1958),
pp. 464-5 (de aquí en adelante se cita como Chungkuo-nung). La afir·
mación no comprobada de Ch'en referente a que los dos ejércitos se
encontraron en mayo probablemente es incorrecta (p. 386) .
60 'Ch'uan-Shen Su-ch'ü yü hung-ssu fangmien chün ti chingjen sheng-
li". [El área soviética de Szechuan-Shensi y las aplastantes victorias del
Cuarto Ejército del Frentel, Toucheng, núm. 64 (21 de febrero 1934),
citado por Kuo en FCYP, noviembre 1967, p. 108 y en IS, marzo
1968, p. 38.
61 Chungkuo kung-nung, p. 461.
136 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

pero habiendo descansado nuevamente y contando con buen


armamento, el Cuarto Ejército del Frente se reunió con el
Primer Ejército del Frente en Moukung, localidad del norte
de Szechuan, el 16 de junio de 1935.82 El Primer Ejército del
Frente había perdido gran parte de sus fuerzas, ya que su nú-
mero original de 90 000 hombres había sido reducido a 35 000
hombres exhaustos, hambrientos, mal vestidos y mal armados.
Los dirigentes de los dos· ejércitos convocaron a una con-
ferencia del Buró Político en la cercana localidad de Luang-
hok' ou el 25 de junio. Mao y otros proponían que se runieran
en una "Larga Marcha" hacia el norte de Shensi septentrio-
nal donde Hsü Hai-tung y Kao Kang habían establecido una
área de base con el propósito aparente de pelear contra los
japoneses. Por otra parte, Chang Kuo-t'ao pensó que esta
estrategia era poco realista en vista del gran debilitamiento
militar de los comunistas. En vez de ello, propuso que los
comunistas permanecieran en Sikang y Szechuan y establecie-
ran contacto más tarde con la Unión Soviética a través de
Sinkiang en caso de necesitar ayuda. Quizá Chang pensaba
que cualquiera que fuese la influencia alcanzada por Mao en
el Primer Ejército del Frente, como resultado de la Confe-
rencia de Tsunyi, ella no debería alcanzar su propio ejército.
Después de todo, Chang había sido más importante que Mao
en el Partido antes de la Conferencia de Tsunyi, a la que
Chang no había asistido y, lo que es más importante, sus
70 000 hombres eran superiores a los de Mao numéricamente
como en condiciones ñsicas. Ni Chang, ni, con toda seguridad,
ninguno de los participantes con excepción de Mao, pensa-
ban que Mao era, como dice Jerome Ch'en, el líder del
Partido a quien Chang tenía que obedecer".68
La conferencia terminó en un callejón sin salida y, acep-
tando la propuesta de Chu Te, que ofició de mediador, los
dos ejércitos decidieron quedarse. Se movilizaron hacia Mao-
erhkai en donde estuvieron descansando del 10 hasta el 29 de
julio.66 Durante este tiempo, la dirección del Partido sostuvo
otra conferencia para resolver el estancamiento producido antes
62 Ibid., 435. Ch'en, citando a Agnes Smedley y a Edgar Snow, dice
que el Cuarto Ejército del Frente tenía sólo 50 000 hombres en el
momento del encuentro (Ch'en, 193).
6a Ch'en, 193.
64 Chungkuo kung-nung, 4 36.

210
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 137
en Lianghok'ou. Resulta difícil saber con detalle la fecha de
esta conferencia. El Primer Ejército del Frente estuvo en
Maoerhkai en tres ocasiones diferentes. Como acabo de decir,
descansó ahí del 10 al 29 de julio. Partió ese día, regresó al
siguiente y volvió a partir el primero de agosto. Regresó a
Maoerhkai el 20 de agosto, antes de dejarlo definitivamente
tres días más tarde. 65 Kuo asegura que la conferencia duró
sólo un día, el 5 de agosto. 66 Esta fecha parece estar equivo-
cada, ya que de acuerdo con el itinerario de la Larga Marcha
en Chungkuo kung-nung (vid. supra), el primer Ejército del
Frente no estaba en Maoerhkai ese día. Por otra parte, varios
especialistas en asuntos chinos emplean el método de la es-
coyeta, es decir, amplían la duración de la conferencia y, sin
tomar en cuenta las entradas y salidas del Primer Ejército
del Frente a Maoerhkai despues del 29 de julio, asignan dos
meses completos, julio y agosto, como época en que se des-
arrolló la conferencia.67 Siempre existe la posibilidad de que
una u otra de las interpretaciones sea la correcta, pero ello no
es verosímil. Dada la extrema brevedad de las estadías en las
dos últimas ocasiones, es más probable que la conferencia haya
tenido lugar·durantc el prolongado período de descanso en el
mes de julio.
De nuevo los conferencistas de Maoerhkai no pudieron po-
nerse de acuerdo sobre una estrategia común, pero llegaron a
una especie de transacción. Los dos ejércitos del Frente fueron
divididos de modo que dos columnas, la del este y la del oeste,
estuvieran formadas por elementos de ambos ejércitos, Mao
Tse-tung debía estar al mando de la columna este, compuesta
de sus propios cuerpos del Primer y Tercer Ejércitos y el
Cuarto y Trigésimo Ejércitos del Cuarto Ejército del Frente.
Chang Kuo-t'ao debía dirigir la columna oeste, compuesta
por sus ejércitos Trigésimo Primero y Trigésimo Segundo y
por los cuerpos quinto y noveno del Primer Ejército del Frente.
Las dos columnas tenían una fuerza numérica más o menos
parecida, pero Chang llevaba una clara ventaja sobre Mao.
En primer lugar, casi todos los cuarteles generales del Ejército
Rojo, incluyendo al comandante en Jefe Chun Te, estaban
e5 Ibid.
es Kuo, en FCYP, noviembre 1967, p. 112, y en IS, marzo 1968, p. 46.
&7 Ver Brandt Schwartz y Fairbank, p. 38 y Wang 11, p. 648.

211
138 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

adscritos a su columna. En segundo lugar, poco después de


que la columna de Mao reinició su marcha hacia el
norte, una de sus unidades, el Trigésimo Ejército, bajo las
órdenes de Hsü Hsiang-ch'ien, se perdió y se vio obligada a
regresar a Maoerhkai donde se unió a las fuerzas de la colum-
na de Chang Kuo-t'ao. El hecho de que Chang creara un
Comité Central rival, con él a la cabeza, demostraba cuán
profunda se había vuelto la división entre Chang y Mao.68
Por tanto, resulta incontrovertible que mientras Mao Tse-
tung participó en la Larga Marcha, no le fue posible asumir
la posición de líder supremo dentro del Partido, a diferencia
de lo que han sostenido después los intérpretes chinos y occi-
dentales. Sin embargo, también es cierto que Chang Kuo-t'ao,
su más serio rival, pronto iba a ver diezmado su poderío mi-
litar por las tropas del gobierno central. Después de dirigirSe
al sur de Maoerhkai, la columna de Chang Kuo-t'ao sufrió
fuertes bajas en su intento de establecer una base viable en
Sikang. Una vez que se reunieron en Kantze (vid. supra), el
Segundo y el Cuarto Ejército del Frente decidieron proseguir
hacia el norte en dirección de Shensi, a donde había llegado
el Primer Ejército del Frente de Mao en noviembre de 1935.
Pero cuando se encontraron con elementos de dicho ejército
en Huining en octubre de 1936, Chang Kuo-t'ao decidió no
continuar hacia Shensi septentrional, sino trasladarse hacia el
oeste en dirección del Corredor de Kansu y Sinkiang.69 Para
lograrlo, reagrupó a la mayor parte de sus tropas en la llamada
Ruta Oeste del Ejército (Hsi-lu chün), que comprendía apro-
ximadamente 22 500 hombres. 70 En realidad sólo 700 sobrevi-
vientes llegaron a Urumchi.71 Acompafiado de un pufiado de
sobrevivientes, se dirigió al área de base del norte de Shensi.
Ha biendo perdido así su poder de negociación, Chang fue juz-
gado en enero de 1937, ordenándosele que "estudiara" hasta
que se hubiese librado de sus ideas "incorrectas". Traducido el
hecho a simples términos operacionales, el juicio significó
el fin de Chang Kuo-T'ao como miembro activo de la
68 Liu Po-ch'eng, "Huiku ch'ang-cheng" [Rememorando la Larga
Marcha], Hsing-huo liao-yüan, m, p. 12.
69 Chungkuo kung-nung. p. 466.
10 Kuo, en FCYP, marzo 1968, p. 115, y en IS, julio 1968, p. 46.
n Véase Li T'ien-huan, "Tsou-ch'u Ch'ilien shan" [Saliendo de las
montañas de Ch'ikien], Hsing-huo liao-yüan, III, p. 442.

212
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 139
dirección del Partido. Poco tiempo después, el 4 de abnl de
1938, dejó Yenan y, mientras estaba en Wuhan, se pasó al
Koumintang el 17 de abril. En ese momento fue despojado
formalmente de sus cargos en el Partido y de su calidad de
miembro. 72 Merece ser mencionada una pequeña consecuencia
del proceso a Chang. A principios de abril de 1937, se afirmó
que cerca de cien de los oficiales de Chang que habían asistido
al K'ang Ta (K'ang Jih chün-cheng tahsüeh, Academia Polí-
tico-Militar Antijaponesa) en Yenan, habían intentado suble-
varse. Fueron arrestados pero se les dejó en libertad poco des-
pués de que se inició la guerra contra Japón. 73 Aunque resulta
difícil de verificar, el informe parece cierto y se asemeja a
otros incidentes verificables que demuestran que la lealtad per-
sonal al propio comandante es a veces más fuerte que la lealtad
a los superiores más alejados. Hace muy poco, en 1967, durante
la Revolución Cultural, aún podía observarse este rasgo caracte-
rístico de una sociedad tradicional.

Respiro en el norte de Shensi


Poco después de que Mao había eliminado a Chang
Kuo-t'ao, otro rival potencial regresaba a China en un avión
soviético proveniente de Moscú. Ch'en Shao-yü, uno de los
bolcheviques, había permanecido en Moscú desde principios de
la década del treinta como representante del Partido Comu-
nista Chino y, además, como miembro del Comité Ejecutivo
del Comintem. 74 Dada su alta posición y sus obviamente ín-
timas relaciones con los líderes del Partido Comunista Sovié-
tico, Ch'en podría haber sido capaz de arrebatar la dirección
suprema del Partido en la zona norte de Shensi de las manos
de Mao Tse-tung. Pero no lo hizo.
El Buró Político sostuvo una conferencia del 9 al 13 de
diciembre de 1937, considerada la más grande desde el Quinto
Pleno de enero de 1934, a fin de elaborar una estrategia contra
los japoneses y de hacer preparativos para el Séptimo Congreso
12Hsin·Hua Jihpao, abn1 20, 1938; citado por Kuo en FCYP, no-
viembre 1968, p. 101. y en IS, febrero. 1969, p. 32.
73 Kuo, en FCYP, abril 1968, p. 108, y en IS, noviembre 1968,
pp. 46-7.
7 ~ Kuo, en FCYP, agosto 1968, 86, y en IS, noviembre 1968, p. 35.
Ch'en llegó a Yenan en los últimos días de octubre de 1937.

213
140 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

del Partido.75 La conferencia eligió también una nueva direc-


ción. Era notoria la creciente influencia de Mao. Como fue
suprimido del cargo de secretario general, Chang Wen-T'ien
se vio reducido a ser uno de los nu~ miembros de la Secretaría
Central de reciente creación. Los otros ocho miembros fueron
Chang Kuo-t'ao, Chang Wen-t'ien, Ch'en Saho-yü, Ch'en Yün,
Ch'in Pang-hsien, Chu Te, K'ang Sheng y Mao Tse-tung.
En julio de 1938, el gobierno central patrocinó un Consejo
Político Popular en Hankow, al cual fueron invitados los co-
munistas para que enviaran sus delegados. Ch'en Shao-yü fue
uno de los siete líderes que asistieron a Hankow. 76 Los otros
seis líderes eran Ch'in Pang-hsien, Tung Pi-wu, Chou-En-lai,
Lin Po-ch'ü, Tang Ying-ch'ao (La esposa de Chou En-lai), y
Wu Yü-chang. Los seis eran al mismo tiempo dirigentes del
Buró de Yangtze, establecido recientemente por el Partido.77
Ch'en regresó más tarde a Yenan cuando Hankao fue abando-
nado por los japoneses.
Así, durante varios meses cruciales, el intento de Mao de
acrecentar su propia influencia dentro de la dirección del Par-
tido se vio favorecido por la ausencia temporal de Ch' en Shao-
yü, quien era potencialmente su rival más peligroso, además
de otros dos, Chou En-lai y Ch'in Pang-hsien, de la Secretaría
Central. En cuanto a los cinco miembros restantes, Chang
Wen-t'ien acababa de bajar de categoría y Chang Kuo-t'ao
había sido censurado (vid. supra).
El accidente histórico debido al cual Mao fue el primero
de los que efectuaron las Largas Marchas en llegar al área de
base al norte de Shensi y el hecho de que los ejércitos de Chang
Kuo-t'ao hubieran sido diezmados, también ayudaron a
reforzar el prestigio de Mao en el norte de Shensi. Ahora

111 El Congreso no habrla de realizarse sino hasta más de siete


años después.
76 Who's who, p. 79.
77 The China Weekly Review, vol. 75, núm. 7 (julio 16, 1938), p.
238. Donald Klein fue quien me llamó la atención sobre esta fuente.
Véase también Who's who, pp. 139, 553·4, 587 y 653. A diferencia de
los otros seis delegados. Chou En-lai estaba ya en Hankow como repre·
sentante del CCP ante el gobierno central. Kuo parece estar en un
error cuando, en FCYP, septiembre de 1968, p. 119, y en IS, diciembre
1968, pp. 40-1, incluye en la lista a Ch'en Saho-yü, Ch'in Pang-hsien, Ho
K'o-ch'üan, Chou En-lai, Y eh Chien ying, Teng Ying Ch'ao, y Li K'o-hung.

214
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 1+1
también llevaba la ventaja de tener el mayor número de tropas
bajo sus órdenes. Quizá lo que más ayudó a Mao fue la
naturaleza relativamente pacífica y pequeña del área de ba·
se del norte de Shensi. Poco tiempo después del incidente de
Sian acaecido en diciembre 1936, el gobierno central dio fin
a las campañas de hostigamiento contra los comunistas. Una de
las consecuencias de este cambio de política fue que los asuntos
militares perdieron importancia y, en consecuencia, también
los oficiales militares, y que las cuestiones fundamentalmente
políticas aumentaron en importancia como correspondía; en
otros términos, dentro del movimiento comunista, el Partido
y los asuntos del Partido volvían a ser de primera importancia.
Esto permitió a Mao aplicar sus muy considerables poderes
de persuasión a otros miembros de la dirección del Partido
sin tener que acatar los deseos de los jefes militares. El re-
ducido tamaño del área de base del norte de Shensi también
ayudó a Mao, posibilitando frecuentes encuentros cara a cara
entre los dirigentes, oportunidad que no se había dado, por
lo menos desde los días de Kiangsi.
Las informaciones demuestran que gracias a una astuta
diplomacia personal y un agudo sentido de lo políticamente
viable, Mao se las arregló para lograr que sus ideas se vieran
traducidas en medidas políticas. El problema crucial para los
comunistas durante este período relativamente pacífico eran
sus relaciones con el Kuomintang. Aun antes del incidente de
Sian, que otorgó a los comunistas la tan ansiada atención na-
cional y, aparentemente, una promesa del secuestrado Chiang
Kai-shek de cooperar contra los japoneses, Mao Tse-tung em-
pezó a aconsejar que se formara un Segundo Frente Unido
con el Kuomintang. Tomando en consideración la desgarradora
prueba por la que acababan de pasar los veteranos de la Larga
Marcha, resulta notable que Mao fuese capaz de conseguir el
apoyo de la mayor parte de los dirigentes del Partido para
la política que había sugerido. Aquellos que no estuvieron de
acuerdo, principalmente Ch'en Shao-yü, sostenían que la polí-
tica de "bloque desde dentro" del Primer Frente Unido debe-
ría ser adoptada dado que el Kuomintang era incomparable-
mente más fuerte que los comunistas y que por tanto debería
dársele el mando supremo sobre todas las fuerzas que estaban
luchando contra los japoneses. Prevaleció la política propuesta

215
142 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

por Mao de un "bloque desde fuera". La mayor parte de la


dirección del Partido estuvo de acuerdo con Mao en que los
comunistas deberían retener el control único sobre sus tropas
en tanto se cooperaba con el Kuomintang en una alianza libre.
Ch'en Shao-yü fue censurado y aparentemente perdió todo
tipo de esperanzas que pudiera haber tenido de desalojar a
Mao de la posición suprema dentro del área de base del norte
de Shensi.
El último factor que es necesario mencionar en el surgi-
miento de Mao es su creciente reputación como escritor de
ensayos de acción política. Durante el mismo mes en el que
surgió el incidente de Sian, Mao escribió la obra "Problemas
estratégicos de la guerra revolucionaria de China", que fue el
primer programa de amplio enfoque para resistir las usurpa-
ciones japonesas al norte de China. Cuando en julio de 1937
se iniciaron abiertamente las hostilidades, Mao redobló sus
esfuerzos literarios, dedicó gran parte de su tiempo a escribir du-
rante los ocho años de guerra escondido y a salvo en su depar-
tamento cueva de Yenan. Gran parte de las obras publicadas
proporcionaban a los comunistas una perspectiva más amplia
en la cual sus esfuerzos aparecían relacionados de manera con-
vincente con el marco total de la guerra contra Japón. Esta gran
contribución al esfuerzo de la guerra fue valorado, sin lugar a
dudas, por muchos comunistas y contribuyó a que surgiera la
influencia de Mao dentro de la dirección del Partido.
Por tanto, podría sostenerse que la influencia de Mao,
quien como hemos visto se había elevado considerablemente
durante el interludio entre la Larga Marcha y la guerra con-
tra Japón, continuó elevándose durante la guerra hasta un
grado comparable a la influencia que gozó Stalin dentro del
Partido Comunista Soviético. Las pruebas disponibles no ava-
lan esta suposición: por el contrario, dan pábulo a la tesis
opuesta.

La guerra contra Jap6n


La renovada entente con el gobierno central y la guerra
contra el Japón ayudó al Partido a recuperar un relieve nacio-
nal y también pudo haber impedido, tal como lo aseguran
ciertos especialistas en asuntos chinos, la destrucción del área

216
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO IH
de base al norte de Shensi por las tropas del gobierno. Pero
la guerra también impuso tremendos esfuerzos a la unidad
del Partido y, lo que es más importante para este estudio,
moldeó las relaciones dentro de la dirección que permane-
cieron básicamente intactas hasta la Gran Revolución Cultural
Proletaria al final de los años sesenta.
Ambas condiciones se deben a la decisión de la dirección
comunista de mandar la mayoría de sus tropas tras las líneas
japonesas para establecer áreas de base, para comprometer al
pueblo en la guerra y para conducir operaciones de guerrilla.
Hacia el final de la guerra, había catorce áreas de base prin-
cipales, además del área de base del norte de Shensi donde Mao
Tse-tung y la Central del Partido permanecieron durante la
guerra. Las áreas de base eran Shansi-Chahar-Hopei, Shansi
Suiyüan, Shansi-Hopei-Honan-Shantung, Shantung, el norte de
Kiangsi, Kiangsi Central, el sur de Kiangsi, el norte de Huai, el
sur de Huai, Anhui Central, Chekiang oriental, Hupei-Honan-
Anhui, Tung Chian (el Río Este de Kwangtung) y Ch'iung
Yai (el área montañosa en la isla de Hainan).78
La rápida proliferación de estas áreas de base, cada una de
ellas con su propio gobierno y organizaciones de masas, re-
querían un aumento igualmente rápido de la cantidad de
miembros del Partido, qce había sido totalmente insuficiente
para la tarea de supervisar las muy ampliadas actividades del
Partido. Esta necesidad, así como la demanda para ingresar
al Partido por parte de gente de toda clase en estas áreas de ba-
se dieron como resultado el relajamiento de las normas de
admisión. Concordando con el análisis marxista de clases, el
Partido decretó que el período de prueba para obreros y jor-
naleros fuera completamente eliminado; un mes de prueba
para los campesinos pobres y artesanos; tres meses para los
estudiantes revolucionarios, intelectuales, funcionarios menores,
oficinistas, campesinos medios y soldados revolucionarios; y
seis meses para todos los demás. 79 Como resultado de esto,
el Partido creció de unos 40 000 miembros al principio de la gue-
78 Jenmin ch'upunshe, K' ang-Jih chancheng chihch'i chiehfang
ch'ü kctik'uang [Esquema de las Areas Liberadas durante la Guerra contra
Japón] (Pekin 1953), Mapa l.
7 9 Ch'en Yün. "How to be a good Communist-Party member" (ma-
yo 30, 1939), en Boyd Compton, Mao's China: Party Reform Docu-
ments. 1942-44 (Seattle 1952), pp. 96-97.

217
144 ESTUDIOS ORIENTALES V:Z, 1970

rra, a varios cientos de miles en los primeros años de la


década de cuarenta y continuó elevándose hasta un millón
doscientos mil al finalizar la guerra. Debido a la falta de
suficiente disciplina, muchos de los nuevos miembros del Par"
tido se mezclaron en actividades que amenazaron con destruir-
lo. Liu Shao-ch'i, en su ensayo Lun tang-nei toucheng (Sobre la
lucha interna del Partido) de 1941, se quejaba de que los
miembros del Partido tendieran a

... mezclarse en una lucha interna del partido inescrupulosamente


o sin tener en cuenta los procedimientos de organización, favo-
recer o atacar sin conciencia a los camaradas, provocando disen-
sión, traicionando o tramando en secreto contra los camaradas
o no hablando cara a cara, sino hablando mal a su espalda, criti-
cando irresponsablemente al Partido, difundiendo opiniones infun-
dadas, haciendo circular rumores, diciendo mentiras y columniando
a otros. 80

El problema se multiplicó con el creciente aislamiento en-


tre las áreas de base. Aun cuando los individuos podían ir y venir
de una área de base a otra, los bloques japoneses se hacían
cada vez más efectivos.
El peligro de que los miembros indisciplinados mina-
ran la cohesión del Partido era visto con alarma por todos los
miembros de la dirección. A lo largo de los dos años de la
campaña "cheng-feng", que se iniciara formalmente en febrero
de 1942, se introdujo un entrenamiento intensivo en todas las
áreas de base y se expulsó a los miembros indeseables. En el
cuartel general del área de base de Shensi septentrional, Mao
Tse-tung y la Central del Partido establecieron varias escuelas
creadas con el fin de inculcar una visión común y la disciplina
entre los miembros del Partido y otros cuadros.81
La campaña "cheng-feng", tal como la llevara a cabo el mis-
mo Mao Tse-tung en el cuartel general del Partido en el
área de base al norte de Shensi, perseguía un segundo pro-
pósito. Mao quería, como dice Stuart Schram, "dar a la
conciencia ideológica de los miembros del Partido una cualidad

so Brandt, Schwartz y Fairbank, p. 367.


s1 Dichas escuelas eran: la Escuela de la Central del Partido, la
Universidad de Yenan, K'ang Ta, la Academia de Lu Hsün, la Acade-
mia de Ciencias Naturales y el Instituto Central de Investigación.

218
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 145
especial y característica inspirada directamente por el mismo
Mao Tse-tung".82 Uno de sus resultados fue el inició de la vene-
ración a Mao en el área de base del norte de Shensi. No creo que
en esto haya estado de por medio la vanidad personal, como
creen algunos especialistas, pero aun si así fuera, probable-
mente era secundario a la preocupación de Mao sobre el
problema de la descentralimción del poder de decisión dentro
de la dirección del Partido.
A medida de que varias áreas de base se empezaron a
quedar cada vez más aisladas entre sí, la mayor parte del
poder de decisión tenían que ejercerlo sus dirigentes político
militares. Aun cuando se mantenía el contacto por radio y,
en menor proporción, el contacto por correo con la Central del
Partido en el norte de Shensi, estos dirigentes regionales
del Partido habían asumido necesariamente amplios poderes
de discreción. Una de las consecuencias de esto fue el des-
plazamiento de la iniciativa del norte de Shensi a las áreas
de base periféricas. Forzados por una grave situación que no
permitía a los dirigentes de estas áreas de base esperar a que
llegaran instrucciones detalladas desde la Central del Partido,
experimentaban continuamente con nuevas instituciones y
funciones de control político y social en las áreas de base peri-
féricas. Estos nuevos programas determinaron instrucciones ge-
nerales para la actividad política dictadas por la Central del
Partido y no a la inversa. Una y otra vez, los dirigentes de las
áreas de base periféricas tomaron la iniciativa y Mao Tse-tung
y la Central del Partido no tenían otra alternativa que san-
cionar los hechos consumados. Por ejemplo, ya en marzo de
1938, Liu Shao-ch'i informó que en el área de base de Shensi-
Chahar-Hopei se había formado un comité directivo de coali-
ción, compuesto por comandantes del ejército, funcionarios
del Partido Comunista y otros partidos y agrupaciones políti-
cas. También informó que varios meses antes se habían cons-
tituido "sociedades de salvación nacional" por ocupaciones para
hombres de negocios, obreros, agricultores y estudiantes.88 Des~
pués, Mao Tse-tung y la Central del Partido, así como el
Comité de Asuntos Militares de Chiang Kai Shek aprobaron
dichos comités directivos unificados.
82 Schram, p. 220.
8a En mi Liu Shao-chi y "People's War'' (Lawrence, Kansas, 1970).

219
146 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

En el mismo mes, al Buró Político sostuvo una confe-


rencia de tres días en Yenan, donde se trató la situación de
la guerra y las posibles medidas para mejomr las oportunidades
de los comunistas pam comprometer al pueblo a la guerra
contra el Japón. Una de las medidas "sugeridas" por el Buró
Político fue precisamente la creación de tales federaciones
ocupacionales.u De la misma manera, ·el "Programa para la
resistencia a la guerra y el desarrollo nacional" del Kuomintang,
adoptado en su congreso nacional extraordinario, celebrado en
Wuch'ang del 29 de marzo al primero de abril de 1938, hizo
casi idénticas "sugerencias" .83
El gmdo considerable de autonomía en el poder de toma de
decisiones de los dirigentes del Partido en las áreas de base
de la periferia fue reforzado, en su totalidad, por el rápido
aumento de los miembros del Partido. La naturaleza alboro-
tadora e indisciplinada de muchos novatos, que menciona Liu
Shao-ch'i, constituía una amenaza a los intereses de todos los
dirigentes, sea en Yenan o en . las áreas de base periféricas.
Fue por esto que, como hemos visto, todos los dirigentes tm·
taron de inculcarles disciplina por medio de la campaña
"cheng-feng". Pero el proceso mismo de "cheng·feng" traía
consigo la inevitable consecuencia de reforzar la autoridad de
los dirigentes del Partido en las áreas de base periféricas, tal
como fortaleciera la autoridad de Mao en el área de base
del norte de Shensi. La rápida expansión y el vuelco en el
curso de la guerra dio como resultado que el Partido estuviese
compuesto principalmente por nuevos miembros. Muchos de
ellos no ingresaron hasta después del inicio de la guerra. Asf,
sus compromisos personales de lealtad, amistad y confianza a
otros miembros del Partido y, lo que es más importante, a los
dirigentes del Partido estaban condicionados completamente
por las experiencias vitales de las áreas de base de la periferia.
El carácter predominante de la vida en las áreas de base
periféricas era militar y fue el principal modelador no sólo
de las relaciones de los miembros del Partido con sus líderes,
sino también de la naturaleza misma del liderazgo. Debido a
84 Ch'en Shao-yü, "San-yueh chengchih chü huiyi ti tsungchieh"
TResumen de la conferencia del Buró Politico en marzo], citada por
Kuo en FCYP, octubre 1968, p. 97, y en IS, enero 1969, p. +1.
811 Kuo, en FCYP, octubre 1968, p. 100, y en IS, enero 1969, p. +5.

220
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 147
que la mayor parte de las áreas de base periféricas eran menos
seguras que las áreas de base del cuartel general del Partido
en el norte de Shensi y a que se veían constantemente obliga-
dos a detener a las tropas japonesas y títeres que los cercaban,
sus dirigentes se preocupaban de asuntos militares. Si se pu-
diera interpretar esta preocupación como un peligro para la
unidad del Partido, dicho peligro seguramente no surgía de
algún desafío potencial a la supremacía del Partido dentro
del movimiento comunista provocado por un mando militar
unido, ni por una versión comunista de los señores de la
guerra. A lo largo de la guerra, las fuerzas comunistas fueron
ampliamente dispersadas. En China oriental el Nuevo Cuarto
Ejército era dirigido por Yeh T'ing y, después del incidente del
sur de Anhui, de enero de 1941, estuvo al mando de Ch'en 1,
quien había sido dejado atrás en 1934 cuando el Primer Ejército
del Frente fue separado en tres divisiones, cada una de las
cuales tenía un teatro de operaciones independiente: el 115o.
bajo Lin Piao, el120o. bajo Liu Po-ch'eng y Hsü Hsiang-ch'ien.88
Mayor importancia reviste el que los líderes politico mili-
tares de las áreas de base periféricas, como miembros antiguos
del Partido, estaban comprometidos muy firmemente con la
idea de la supremacía del Partido. Tampoco eran, con muy
pocas excepciones menores, el producto de academias militares,
y por tanto no estaban imbuidos del esprit de corps caracte-
rístico de los oficiales profesionales. Eran lo suficientemente rea-
listas como para saber que aun si hubiesen planeado labrar su
dominio personal de señores de la guerra después de la con-
tienda (contingencia sumamente improbable, a mi juicio) a
su enemigo fundamental, el gobierno central, no le habría sido
muy difícil derrotarlos uno a uno.
El obstáculo potencial surgido en el camino hacia la uni-
dad completa dentro de la dirección del Partido bajo el control
indiscutible de Mao después de la guerra era menos dramático
y menos tangible. Durante la guerra contra Japón, los diri-
gentes de cada una de las áreas de base formaron pequeños
grupos cohesivos, cuyos miembros cambiaron poco durante un
sa Durante la mayor parte de la guerra Lin Piao no estuvo real-
mente al mando de la 11 5a. División; como babia sido herido al principiar
la guerra, estuvo a]gón tiempo en la Unión Soviética para recibir tra-
tamiento y parece ser que vivió con Mao en Yenan hasta fines de
la guerra.

221
148 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

largo período (ocho años) y compartieron extraordinarias pena·


lidades, no tenían precedentes en la historia del comunismo
chino. Eran los ingredientes de núcleos de amistades, confianza
y lealtad que habría de persistir mucho tiempo después de
acabada la guerra.
Fue posible advertir los efectos de la guerra no sol~ente
en la naturaleza de la dirección, sino también en su cómposi-
ci6n. El Buró Político probablemente constaba de quince hom-
bres en 1937. Estos eran: Chang Kuo-t'ao, Chang Wen-T'Ien,
Ch'en Shao-yü, Ch'en Yün, Ch'in Panghsien, Chou En-lai,
Hsiang Ying, Jen Pi-shih. Li Fu-ch'un, Li Wei-han, Liu Shao-
ch'i, Mao Tse-tung, y Wang Chia-hsiang. Todos, menos Hsiang
Ying, estaban reunidos en el área de base del norte de Shensi a
fines de 1937.87 Cuando los comunistas convocaron su Sép-
timo Congreso del Partido en Yenan, entre el 23 de abril y
el 11 de junio de 1945 y eligieron a trece de sus miembros
p'ara el nuevo Buró Político, ocho de sus anteriores trece miem-
bros no lograron ser reelegidos. Hsiang Ying había resultado
muerto en el incidente del sur de Anhui en enero de 1941 y
Chang Kuo-t'ao fue expulsado del Partido en 1938. Pero otros
seis miembros del Buró que aún estaban vivos y eran miem-
bros que gozaban de una buena reputación en el Partido, tam-
poco lograron ser incluidos en el nuevo Buró Político por una
u otra razón. Ch'en Saho-yü y Ch'in Pang-hsien habízn sido
rivales de Mao y, en algunas ocasiones, sus adversarios, como
ya se ha demostrado en este estudio. Pasaron la mayor parte
de la guerra bajo la dominaci6n de Mao en el área de base del
norte de Shensi. En la época de las elecciones en el curso
del Séptimo Congreso del Partido, no s6lo no pudieron per-
manecer en el Buró Político, sino que apenas si pudieron arre-
glárselas para ingresar al Comité Central. Consiguieron el
último y penúltimo lugar entre los cuarenta y cuatro miembros.
A otro bolchevique, Wang Chia-hsiang, le fue aún peor: sólo
fue elegido como miembro suplente del Comité Central.88
Jen Pi..chih y Li Fu-ch'un fueron elegidos como los miembros
número cinco y catorce, respectivamente, del Comité Cen-
tral. El último hombre de este grupo, Li Wei-han, no consi-
87 Hsiang Ying habfa sido dejado atrás de la antigua Area Soviética
Central de Kiangsi (ver más arriba) .
88 Se convirtió un miembro titular del mismo en marzo de 1949.

222
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 149
guió ser elegido como miembro, ni miembro suplente del Co-
mité Central.89
Los ocho hombres que se sumaron al Buró Político en el
Séptimo Congreso del Partido. fueron Chu Te, K'ang Sheng,
Lin Po-ch'ü, Lin Piao, P'eng Chen, P'eng Te-huai, Teng
Hsiao-p'ing y Tung Pi-Wu. Si rastreamos sus paraderos durante
la guerra, descubrimos que los cuatro primeros pasaron la ma-
yor parte del tiempo con Mao en el área de base del norte
de Shensi, y los otros cuatro lo pasaron en sitios diferentes.
Casi todos ellos viajaron por cortos períodos lejos de los luga-
res que les habían asignado, pero esto no disminuye seriamente
el notable equilibrio entre los dirigentes de Yenan y, por decirlo
así, los de no-Yenan. No puede descartarse fácilmente este
equilibrio como accidental, ya que todo el nuevo Buró Político
estaba igualmente dividido en dirigentes de Yenan y dirigentes
que no estaban en Yenan, de la manera siguiente (los nóme-
ros indican el rango) :eo

YENAN No-YENAN

l. Mao Tse-tung 2. Liu Shao-ch'i


4. ChuTe 3. Chou En-lai
5. Ch'en Yün 9. Tung Pi-wu
6. Chang Wen-t'ien 11. P'eng Te-huai
7. K' ang Sheng 12. P'eng Chen
8. Lin Po.ch'ü 13. Teng Hsiao-p'ing
10. Lin Piao
Además, un equilibrio similar se dio en la Secretaría Ge-
neral formada por cinco hombres, cuyos rangos eran los cinco
más altos en el Buró Político.
Estos dos grupos numéricamnete equilibrados de dirigentes
del Partido estaban encabezados por Mao Tse-tung y Liu Shao-
ch'i, tal como lo indican la lista y los rangos arriba mencio-
nados. El ascenso de Liu a este alto rango fue excepcional-
s9 No puedo ofrecer una explicación adecuada en cuanto al sensa·
cional y aparatoso descenso de rango de Li.
9o Who's who, p. 705. La inclusión de Lin Piao y Teng-Hsiao-p'ing
puede ser errónea, debido a que por regla general se cree que no fueron
elegidos para el Buró Polltico sino hasta el Quinto Pleno de abril de
1955. Sin embargo, este posible error no altera el equilibrio entre los
líderes de "Yenan" y los del "no-Yenan".

223
150 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

mente rápido y particularmente significativo. Como hemos vis-


to, Liu había sido miembro del Buró Político desde antes de
la Larga Marcha, pero su influencia dentro de la dirección del
Partido en la víspera de la guerra contra Japón era menor sin
duda que la de Mao Tse-tung, Chou En-lai y aun que la de
ChuTe. Liu habría pasado la mayor parte de la guerra detrás
de las líneas enemigas en su condición de dirigente de todos
los comunistas en las áreas "blancas". Por ello, podría consi-
derársele como contrapartida de Mao, por estar Mao a cargo
de la Central del Partido y Liu a cargo de las zonas ocupadas
por los japoneses. Debido a que la mayoría de las áreas de base
periféricas estaban rodeadas de zonas ocupadas por los japo-
neses, mantenían un estrecho contacto con las organizaciones
clandestinas comunistas de las segundas. Liu Shao-ch'i era quien
supervisaba cientos de este tipo de organizaciones y quien de-
signaba a sus dirigentes, muchos de los cuales habrían de
obtener altas posiciones dentro del Partido. A causa de las
relaciones entre las áreas de base periféricas y las zonas ocupa-
das por los japoneses y la labor de Liu, probablemente tenía
también considerable influencia en las áreas de base perifé-
ricas. Es por esto que Liu se había convertido en el más alto
portavoz de las áreas de base de la periferia, así como de las
organizaciones clandestinas comunistas en las áreas ocupadas
por los japoneses cuando tuvo lugar el Séptimo Congreso del
Partido.
La composición de la nueva dirección, tal como se ve en el
equilibrio entre el Buró Político y la Secretaría General, estaba
dirigida a las importantes tareas del Partido en el período de
posguerra, conforme las percibía la dirección misma. La Cons-
titución del Partido, adoptada en el Séptimo Congreso del Par-
tido, anunciaba el principio de una "revolución antiimperia-
lista, antifeudal y neodemocrática de las masas bajo la dirección
del proletariado", en la cual la tarea más urgente del Partido
consistía en "organizar y unificar, atrayéndolos a su causa, a
los obreros, campesinos, la pequefia burguesía, la intelectua-
lidad, todos los elementos antiimperialistas y antifeudales chi-
nos y a todas las minorías nacionales". f:ste era un propósito
exhorbitante. Aun cuando el Partido se había fortalecido du-
rante la guerra y tenía bajo su control un número de personas
calculado en noventa millones en sus múltiples áreas de base,

224
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 151

su enemigo fundamental, el gobierno Central, parecía incom-


parablemente más fuerte. La Constitución del Partido advertía
que eran escasas las esperanzas de regresar pronto a las ciudades
y que "será primordialmente importante consolidar como bases
revolucionarias a las aldeas y será también necesario para el
Partido arrostrar un largo período de paciente labor entre las
masas populares".91 En otros términos, los preparativos para la
lucha final con el gobierno central deberían realizarse precisa-
mente en dichas áreas y con las técnicas sobre las que los dirigen-
tes de las áreas de base periféricas, y de modo especial, Liu Shao-
ch'i habían acumulado un profundo conocimiento Liu Shao-ch'i
y otros dirigentes del "No-Yenan" gozaban también de la
lealtad de miles de cuadros comunistas clandestinos de tales
áreas. El Partido necesitaba con urgencia contar con estas
ventajas si esperaba vencer al gobierno central.
Por otra parte, Mao carecía tanto del conocimiento de las
condiciones que imperaban en la China septentrional y oriental,
como de los lazos personales con los cuadros comunistas de
dichas zonas. Pero ofrecía otro ingrediente sumamente impor-
tante para la victoria, es decir, aparecía como símbolo de un
Partido unido, invencible y con un fin determinado. Al llamarlo
símbolo. no pretendo decir que Mao carecía de influencia.
No poseía unidades militares propias, a diferencia de los diri-
gentes de las áreas de base periféricas; pero gozaba de un
prestigo sin igual en la zona del cuartel general. del norte
de Shensi. Su contribución como símbolo residía en el hecho de
que en la relativa tranquilidad de su cueva-departamento de Ye-
nan, Mao había escrito varios ensayos de importancia, como
Maotun lun (Sobre la Contradicci6n) en 1937, Chungkuo ko-
ming ho Chungkuo kungch' antang (La Revoluci6n china y el
Partido Comunista chino.), en 1939 y Hsin minchu-chuyi lun
(Sobre la nueva democracia) en 1940.92
Estos escritos contribuyeron a fundamentar la afirmación
contenida en la Constitución del Partido, adoptada por el
Séptimo Congreso del Partido, en el sentido de que, "el Par-
91 .Br.mdt, Schwartz y Fairbank, pp. 422-3.
92 Mao fue un escritor muy prolífico durante la guerra. Dos volú-
menes enteros de los cuatro de las Mao Tse-tung hsüanchi [Obras com-
pletas de Mao Tse-tungl (Pekfn 1964) contienen sesenta y seis selec-
ciones que se dice fueron escritas entre junio de 1937 y el Séptimo
Congreso del Partido en abril de 1945.

225
152 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

tido comunista chino considera como guía de todas sus acciones


las teorías del marxismo leninismo y el pensamiento unifi-
cado de la práctica de la Revolución china, el pensamiento
de Mao". 83 Esta audaz declaración que ponía a Mao al mismo
nivel que a Marx y a Lenin no surgió del hecho de que los
dirigentes reconocieran a Mao como gran teórico o como líder
indiscutible del Partido, sino de su creencia de que el elevar
así a Mao sería una ayuda para la causa comunista en la
inminente lucha contra el gobierno central.
El propósito fundamental que se perseguía con la exalta-
ción de Mao en esta coyuntura crítica de la historia del comu-
nismo chino era el de convencer al pueblo chino de que en la
disputa entre comunistas y nacionalistas, Mao era un dirigente
más meritorio que Chiang Kai-shek. Ante las pequeñas élites
urbanas intelectuales, políticas y comerciales que sin embargo
eran sumamente importantes desde el punto de vista político
se representaba a Mao como el plasmador de una ideología
ya para entonces cabalmente china y que prometía a la vez
las comodidades de una sociedad ordenada y la esperanza de
un futuro dinámico. Ante el pueblo, en especial la gente mayor,
más apegada a la tradición, se representaba a Mao como hom-
bre digno de convertirse en el nuevo "emperador" capaz de
crear la armonía entre el cielo y la tierra.
En suma, lo más importante del Séptimo Congreso del
Partido fue la naturaleza del liderazgo, producto de una coali-
ción. Se trataba de una alianza entre Mao, símbolo de la "ola
del futuro" y los dirigentes de las áreas de base periféricas, espe-
cialmente Liu Saho-ch'i, quien con sus tropas y sus habilidades
políticas y de organización habría de hacer realidad esta "ola".

Conclusiones
Este estudio ha intentado demostrar que la característica
principal del movimiento comunista chino entre 1930 y 1945
era la falta de control centralizado en el Partido y en el Ejér-
cito; sólo desde finales de 1936 hasta septiembre de 1937 hubo
un control unificado indiscutible sobre estas dos organizaciones.
Antes de 1936, los dirigentes del Partido comandaban sus
propias tropas y sus propias áreas de base.
sa Brandt, Schwartz y Fairbank, p. 422.

226
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO IS3
Las tropas fueron incorporadas al llamado Ejército Rojo
de los obreros y campesinos chinos, en tanto que las áreas de
base estaban mandadas en teoría por el Buró Central para las
áreas soviéticas. Sin embargo, las dos organizaciones eran en
gran medida ilusorias en el sentido de que carecían de control
real sobre la totalidad de las tropas y las áreas de base. Como
hemos visto, el Buró Central para las áreas soviéticas ejercía
suficiente control sobre el Area Soviética Central del sur de
Kiangsi, como para expulsar del Partido a los dirigentes de la
rebelión de Fukien. No existen pruebas, sin embargo, de
que el Buró influyera en otras áreas de base más allá de los
que los dirigentes de ellas estimaran apropiado. Análogamente,
el cuartel general del Ejército Rojo de los obreros y campesi-
nos chinos comandaba efectivamente dicho ejército derivado
por completo del hecho de que su comandante y su comisario
político ocupaban concomitantemente los mismos cargos en el
Primer Ejército del Frente. La esfera de la autoridad real del
cuartel general no se extendía a los otros dos ejércitos del fren-
te ni, quizá, tampoco a las unidades militares menores es-
parcidas por todo el sur de China. Cuando después de la con-
ferencia de Maoerhkai fue trasladado el cuartel general al Cuar-
to Ejército del Frente, es probable que su influencia cesara
por completo debido a que Chang Kuo-t'ao, en su calidad de
dirigente de la Unidad militar más alta, no estaría dispuesto a
aceptar órdenes de nadie.
Dos factores inmediatos de importancia explican proba-
blemente la falta de control centralizado tanto en el Partido
como en el Ejército. Uno de ellos es la dispersión geográfica
de los dirigentes y el otro, la falta de consenso entre ellos
acerca de varios problemas políticos y militares. Otro factor,
aún más fundamental, que refuerza los efectos de la dispersión
geográfica y que agudiza las divergencias de opinión es lo que
llamo el "síndrome tradicionalista".
Sus componentes principales eran una visión particularista
del mundo, operaciones organizativas personalizadas y criterios
de selección de personal basados en la pertenencia a un grupo.
Al igual que en otras sociedades tradicionales, en la China ru-
ral de la cuarta y quinta décadas de este siglo, la visión que un
hombre tenía del mundo se veía reducida a una esfera geográ-
fica relativamente pequdía en que con frecuencia establecfa

227
154 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

contactos directos con quienes estaba ligado por lazos de amis-


tad, lealtad, responsabilidad, agradecimiento, amor u otro tipo
de relación; tales relaciones dependían de organizaciones como
la aldea, el distrito local, la familia (conyugal o ampliada), la
escuela o alguna sociedad local de campesinos y artesanos.
Esta visión particularista del mundo se había visto suma-
mente debilitada en las ciudades; pero incluso en ellas siguió
siendo lo suficientemente viable como para influir en las ope-
rc~ciones de organización. Cuanto más personalizada era una_
organización, tanto más eficientes eran sus actividades. Para
decirlo de manera concreta: en organizaciones nacionales como
el gobierno central, los partidos políticos, los sindicatos, etc.,
lo que determinaba el grado de cohesión de las mismas eran
más bien las relaciones de tipo particularista que los códigos
impersonales de la jerarquía burocrática o una lealtad común
a ciertos principios abstractos.
El Kuomintang, su gobierno y fuerzas armadas, así como
otras organizaciones nacionales, constituían un ejemplo de este
fenómeno. Durante el periodo analizado operaron las faccio-
nes determinadas por factores particularistas dentro de las orga-
nizaciones nacionales impersonales y más extensas. La 11amada
camari11a C.C., los generales de Kwangsi y los graduados de
Whampoa son sólo tres dentro de innumerables ejemplos. Asi-
mismo, se contrataba, despedía, ascendía y rebajaba de rango
a las personas no tanto conforme a los criterios formales del
mérito sino sobre la base de su pertenencia a uno o varios
grupos particularistas. La presencia e influencia del síndrome
tradicionalista en las décadas de los treinta y de los cuarenta
son demasiado conocidas para que se las pueda poner con se-
riedad en tela de juicio.
La cuestión decisiva reside en saber si los dirigentes del
Partido Comunista Chino, nacidos, criados y actuando en la
.nisma sociedad que acabamos de describir, habrían podido
sustraerse a las influencias del síndrome tradicionalista. La
respuesta debe ser, creo, absolutamente negativa. Los comunis-
tas chinos no podían haber querido un divorcio total de las
influencias con que la sociedad había estado continuamente
conformando sus pensamientos y acciones. Tampoco habría
deseado cortar sus lazos con estas influencias porque la pro-
babilidad de que tuvieran éxito y de que lograran la victoria

228
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO ISS
definitiva dependía de una relación simbiótica con la sociedad
entera. Eu otros términos, el principio guerrillero del "pez en
el agua" no era una mera táctica militar sino una estrategia
sociopolítica.
Con todo, la imagen de una dirección cuasi colectiva, que
abrazan muchos especialistas en cuestiones chinas, niega en
sustancia dicha relación natural y necesaria. Postula que, mien-
tras el síndrome tradicionalista siguió influyendo en todas las
otras organizaciones políticas del país, no desempeñó ningún
papel de importancia en la dirección del Partido. Por el con-
trario, la imagen presenta una dirección notablemente seme-
j~te a la dirección de países muy burocratizados. Tenemos
áquí la jerarquía perfectamente piramidal -que no es tan
familiar en Norteamérica, Japón y Europa y que constituye la
delicia de todo estudioso de la administración pública- ri-
giendo a un Partido que lucha por sobrevivir en los densos
bosques de China. Se nos cuenta, sin aportar pruebas feha-
cientes, que en algún punto entre 1930 y 1945 un hombre,
Mao Tse-tung, fue el líder único e indiscutible del Partido
Comunista en su totalidad. Se supone que la palabra de este
líder del Partido era aceptada por todos desde la conferencia
de Tsunyi, de la misma manera en que en ambientes más
conocidos acepta un edicto un administrador de correos de
Seattle o un "apparatchik" de Semipalatinsk. Las pruebas fe-
hacientes y las sugerencias posiblemente correctas en contrario
no han alterado esta imagen. Para citar sólo dos ejemplos, la
incapacidad que demostró Mao en Maoerhkai de superar a
Chang Kuo-t'ao y el hecho de que ratificara medidas políticas
iluportantes durante la guerra en lugar de originarlas no han
surtido un efecto terapéutico en una imagen que decreta que
Mao ha sido el líder desde la conferencia de Tsunyi.
Espero que este breve estudio haya demostrado que la ima-
gen de una dirección cuasi colectiva contiene serias fallas. En
primer lugar, la imagen se basa sustancialmente en una inter-
pretación de la Conferencia de Tsunyi que las pruebas no
respaldan. Como lo he demostrado, el examen de las fuentes
de que se sirve Jerome Ch'en, el único que ha intentado jus-
tificar su interpretación de dicha conferencia, no revela nada
de peso. En segundo lugar, la imagen se muestra influida por
nuestro conocimiento de la naturaleza del liderazgo en contex-

229
156 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

tos sociales sumamente diferentes de los que rodeaban a los


comunistas chinos entre 1930 y 1945. En tercer lugar, la
imagen no toma en cuenta la elevada probabilidad de que los
dirigentes estuvieran influidos de manera significativa por el
síndrome tradicionalista de la sociedad en que operaban. Por
supuesto, nadie es capaz de sostener en serio que los dirigentes
del Partido estaban tan influidos por este síndrome como los
rústicos habitantes del sur de Kiangsi o de Shensi septentrional.
Los dirigentes manifestaban su hostilidad hacia la tradición y
se veían a sí mismos como la élite política más modernizada
de China. Es posible que hayan estado en lo cierto, pero ello
no es lo mismo que decir que en realidad habían escapado por
completo de sus antecedentes y de su medio tradicionales.
Este estudio ha considerado a la dirección del Partido ~
mo auténticamente colectiva en el sentido de que varios de sus
miembros poseían una influencia aproximadamente igual en
todo el Partido. Esta imagen de una direcci6n colectiva se
basa en la convicción de que el síndrome tradicionalista había
constituido un factor importante de la naturaleza de la di-
rección del Partido entre 1930 y 1945. Creo que una breve
recapitulación del material presentado en este estudio confir-
mará esta interpretación.
Los bolcheviques habían establecido estrechos lazos como
compañeros de escuela cuando estuvieron en Moscú. Este
vínculo particularista se vio reforzado por sus lazos personales
con Pavel Mif, su mentor en Moscú, que se convirti6 en tutor
de los bolcheviques cuando regresaron a China. Dicho vínculo
fue afianzado también por el mandato que les había encomen-
dado el Comintern para que se apoderaran del control del
Partido. La dificilísima tarea tuvo que emprenderse poco a poco
debido a la dispersión geográfica del Partido. En consecuencia
los bolcheviques empezaron por concentrarse en el toma de las
organizaciones centrales, como el Comité Central, el Buró Polí-
tico y la Secretaría, todas las cuales se encontraban por ese enton-
ces en Shanghai. Para 1931 ya habían llevado a cabo en sustan-
cia esta tarea. Los bolcheviques habrían sido capaces de capturar
de facto el control del Partido por la misma época siempre que
el Partido hubiera sido una organización moderna. La dirección
de una organización moderna generalmente puede esperar que
sus medidas y órdenes sean aceptadas y ejecutadas de forma

230
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 1S7
rutinaria por todos los miembros a pesar de la dispersión geo-
gráfica. Debido a que el Partido Comunista Chino no era una
organización moderna, la dispersión geográfica impidió efecti-
vamente que los bolcheviques extendieran automáticamente su
autoridad desde el Partido Central a las diversas áreas de base.
El incremento de las relaciones de tipo particularista en
las propias áreas de base representó un segundo obstáculo. Los
dirigentes del Area Soviética Central y las áreas de base de Hu-
nan Hupec occidental y Hupei-Hunan-Anhui habían formado
sus propios grupos particularistas. Todos ellos, fuesen bolchevi-
ques o dirigentes de áreas de base, compartían una ideología co-
mún y un compromiso común con su revolución. En otros térmi-
nos, su visión del mundo contenía un compromiso con abstrac-
ciones que superaba las distancias geográficas. Pero todos ellos
seguían siendo en grados diversos producto de una sociedad
tradicional. Sus lazos particularistas de lealtad, confianza y amis-
tad, forjados en condiciones de peligro y privaciones extremos
dentro de grupos de líderes que mantenían contactos directos
entre sí en cada área de base, resultaron demasiado fuertes co-
mo para permitir que el compromiso común se extendiera des-
de las abstracciones a un control centralizado. Como hemos vis-
to, la esfera del control real de las organizaciones menores, co-
mo el cuartel general del Ejército Rojo de Obreros y Campesi-
nos chinos y el Buró Central para las áreas soviéticas, tampoco
pudieron extenderse más allá de los grupos de contacto directo
a los que estaban vinculados.
Si, como creo, el síndrome tradicionalista era responsable
de la ausencia de un control central durante el período de
Kiangsi, lo fue en mayor grado durante las Largas Marchas
porque entonces más que nunca los diversos grupos comunistas
estaban aislados entre sí y cada uno hacía frente a la gravedad
de sus propios peligros y privaciones. Como lo demuestra la
agenda de la Conferencia de Tsunyi, los dirigentes del Primer
Ejército del Frente no discutieron ideales abstractos ni pro-
blemas que afectaran a todo el Partido, sino que se limitaron
a problemas politicos y militares concretos que les atañían
exclusivamente.
En las conferencias de Lianghok'ou y Maoerhkai se pro-
dujo la manifestación más clara del poder del síndrome tra-
dicionalista. Si el Partido hubiera sido una organización en que

231
158 ESTUDIOS ORIENTALES V:2, 1970

entre otras cosas un hombre poseia un control indiscutido e in·


discutible, en virtud de su rango, los dos ejércitos del &ente ha-
brian marchado bajo Mao hacia el norte de Shensi. No sucedió
así porque se enfrentaron dos grupos cuyos vínculos particularis-
tas internos resultaron ser más fuertes que el compromiso co-
mún con ideales abstractos.
El breve respiro entre las Largas Marchas y la guerra con-
tra "el Japón constituyó la única época entre los afios 1930 y
1945 en que la mayoría de los dirigentes del Partido estuvieron
reunidos en un mismo lugar en condiciones relativamente pací-
ficas. Durante esta época podemos hablar por primera vez con
confianza de la supremacía de Mao en el área de base de Shen-
si septentrional. Varias versiones periodísticas contemporáneas
entre las cuales el libro de Edgar Snow, Red Star Over China
(Estrella Roja sobre China) que ha sido el más influyente de
todos, proyectaron la imagen de una dirección cuasi colectiva.
Creo que, en términos generales, dicha imagen representa una
descripción exacta de lo que era el liderazgo en 1936 y 1937.
Sin embargo, con el comienzo de la guerra la dirección
volvió a ser colectiva. Conforme a lo demostrado por este
estudio, surgió lentamente una tosca división del trabajo dentro
de la sumamente dispersa dirección colectiva. A medida que
la guerra se acercaba a su fin, dicha división del trabajo se
dirigia cada vez con más miras al periodo de posguerra y a la
lucha final contra el gobierno central. En el cuartel general del
Partido de Shensi septentrional, Mao Tse-tung redactaba una
serie de artículos políticos y ensayos teóricos. Dichos artículos
y ensayos constituyeron la base de la afirmación que hicieran
todos los dirigentes del Partido durante el Séptimo Congreso
de 1945, en el sentido de que los comunistas estaban en me-
jores condiciones que los nacionalistas para conducir a China
hacia la unidad interna y la soberanía externa. Ello no significa,
sin embargo, que Mao hubiera en realidad llegado a ser líder
único e indiscutible del Partido. Los lideres de las áreas de
base periféricas y Liu Saho-ch'i, que babia estado a cargo de la
creación de una infraestructura clandestina del Partido en las
áreas "blancas", poseían a la vez el poder militar y los conoci-
mientos político y de organización en la China septentrional
y oriental sin los cuales el Partido no podía tener la esperanza
de reemplazar al gobierno central como supremo I!ctor de

232
SCHWARZ: LA NATURALEZA DEL LIDERAZGO 159
China. No es probable que Mao haya ascendido a una posición
preeminente de influencia en el Partido durante la guerra de-
bido a la interdependencia esencial de Mao, Liu y los líderes
de las áreas periféricas de base. Tampoco es probable porque,
como lo ha sefialado este estudio, Liu y los dirigentes de las
áreas periféricas se habían convertido en nócleos de fuertes
vincules particularistas. Resultado de ello fue un bonito eqyili-
brio, firmemente sustentado en una ideología comón y dirigido
contra un enemigo comón, entre Mao Tse-tung y su grupo de
Yenan, por una parte Liu Shao-ch'i y los dirigentes de las áreas
periféricas de base y de otras partes, por otro lado.
A algunos estudiosos occidentales, acostumbrados a tratar
con jerarquías perfectamente piramidales les podrá parecer poco
natural o incómoda la naturaleza indefinida de una dirección
verdaderamente colectiva. Pero si este estudio ha logrado su
propósito, habrá demostrado que durante el período formativo
que va de 1930 a 1945, la dirección del Partido fue en efecto
colectiva.

Trctducci6n del inglés


RuBÉN Y CARMEN CHUAQUI

233
TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO*

ROMER CORNEJO BUSTAMANTE


El Colegio de Méxifo

LA HISTORIA DE LAS RELACIONES ENTRE Taiwan y el resto del


imperio chino se ha convertido recientemente en motivo de
disputa ideológica entre diversos grupos en la isla. La discu-
sión más reciente se planteó a mediados de 1997 en relación
con los libros de historia para la educación básica en Taiwan.
Durante la Ley Marcial, decretada en 1987, el solo cuestiona-
miento del contenido de estos libros, centrados en la historia
del continente, era un delito. Ya desde 1996 las dos mil escue-
las primarias de Taiwan comenzaron a dejar de usar los libros
de texto únicos. Se empezaron a usar más de diez textos dife-
rentes, editados por el sector privado y aprobados por el Ins-
tituto Nacional de Compilación y Traducción. Como pro-
ducto de esta reforma, en la enseñanza de la historia se dio un
vuelco importante y surgieron diversas tendencias que expre-
san las divisiones sociales que se han configurado a lo largo de
la historia de Taiwan. En la actualidad, diversos grupos sepa-
ratistas están construyendo un discurso histórico que preten-
de crear una ideología nacionalista taiwanesa propiamente di-
cha, con énfasis en las características especificas de la isla. Para
ello han echado mano de la reivindicación de los olvidados
grupos aborígenes -reducidos hasta la fecha a una curiosidad
folclórica- parte de los cuales se mezcló con los migrantes
continentales. Asimismo, se esgrimen las diferencias origina-
das por el establecimiento en la isla de grupos lingüisticos del
sur de China.

* Agradezco a la Fundación Ch'iang Ching-kuo su apoyo para la realización


de este trabajo, que es parte de un proyecto más amplio sobre historia contemporá-
nea de Taiwan. Aunque uso piii.Jifl para la mayor parte de los nombres en chino,
los nombres de lugares de Taiwan contemporáneo los dejé en la transcripción que
se usa en la isla con el fin de no confundir a los lectores no especializados.

(53]

234
54 EsnJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: t, 1998

Esta disputa no es más que la expresión de una vieja divi-


sión social entre los habitantes chinos de la isla que fueron
llegando a lo largo de la historia, y el grupo de nacionalistas
chinos que se instaló a partir de 1945 y se superpuso como
élite política. De una manera esquemática podríamos decir que
la sociedad taiwanesa presenta las siguientes divisiones: histó-
ricamente la isla estuvo habitada por una población aborigen
de probable origen malayo-polinesio, pero no homogénea; pos-
teriormente, en diversos momentos históricos, inmigraron po-
bladores continentales fundamentalmente del sur de China que
también traían sus propias diferencias lingüísticas y cultura-
les, hakka, hokien, cantoneses, etc. Parte de esta población
necesariamente se mezcló con la población aborigen dado que
en su mayoría era masculina. De igual manera, los comercian-
tes europeos que se establecieron en la isla dejaron su impron-
ta cultural. Sobre este contexto heterogéneo se impusieron
durante el siglo XIX las estructuras políticas, sociales y cultura-
les del imperio chino, lo que vinculó a la élite de la isla con los
patrones de la élite imperial china. La colonización japonesa
de la primera mitad del siglo XX complicó aún más este con-
texto. A partir de 1945 llegó el grupo masivo de nacionalistas
chinos y se sobrepuso como élite política. En todo este con-
texto hay que tener claro que los aborígenes como grupo siem-
pre fueron relegados, y en algunos casos exterminados, por lo
que en las mezclas resultantes de matrimonios perdían sus pa-
trones culturales dominantes.
El grupo hegemónico nacionalista, que dominó mediante
la Ley Marcial, construyó un discurso histórico que se basaba
en los esplendores del imperio chino, para legitimar sus fines
de reintegración nacional bajo su liderazgo. La apertura de-
mocrática y el envejecimiento de esta élite han permitido el
ascenso político de otros grupos sociales, e incluso el propio
presidente electo no proviene de los continentales que llega-
ron después de 1945, de ahi que se haya fortalecido la posi-
ción de quienes quieren cambiar el discurso histórico acen-
tuando la especificidad social de la isla. Desde el punto de vista
de los orígenes sociales, la situación de Taiwan puede resultar
un tanto confusa ya que quienes más defienden su autentici-
dad taiwanesa son descendientes de migrantes chinos que lle-

235
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 55

garon antes que los refugiados nacionalistas. Es cierto que mu-


chos de ellos se mezclaron con la población aborigen, pero no
se asimilaron culturalmente a ella.
Esta discusión ha permeado también la producción acadé-
mica de quienes se dedican al estudio de Taiwan o han realiza-
do investigaciones allí. Un ejemplo interesante es la crítica a
los investigadores sociales que realizaron trabajo de campo en
Taiwan e hicieron luego generalizaciones sobre toda China. A
éstos se les ha acusado de fomentar la creación de un discurso
nacionalista chino en detrimento de la especificidad taiwane-
sa. 1 En este trabajo pretendemos exponer algunos hechos his-
tóricos sobre la relación entre Taiwan y el continente, al mar-
gen de la mencionada disputa.

De la historia temprana

La historia de las relaciones entre Taiwan y el resto del impe-


rio chino difiere en cierta medida de la que se produjo entre
otras provincias y regiones alejadas del centro económico y
político del imperio. A lo largo de su historia el imperio chino
le dio un tratamiento específico a sus fronteras, que se conce-
bían en términos de la amenaza que podría representar para el
imperio la incursión de otros pueblos a través de ellas o de su
probable utilidad como medio para ampliar sus recursos. En
el caso de Taiwan, encontramos una primera etapa de contac-
tos eventuales con el imperio, después se produjo la inserción
de la isla en el marco de la estructura administrativa del impe-
rio en el siglo XVII, y posteriormente se le prestó mayor aten-
ción debido al peligro potencial que representaba, a fines del
siglo XIX, la pérdida del territorio ante la amenaza extranjera.
Las referencias a Taiwan en los registros históricos pre-
vios a la dinastía Ming no sólo son escasos sino también con-
fusos. Algunos historiadores, en su afán por demostrar que la
incorporación de la isla se encontraba consignada en los pri-

1 Véase Stephen O. Murray y Hong Keelung, Taiwanese Cltlt11rr, Taiwanese


Soaety. A Critica/ Review of Soda/ Saence Research Done on Taiwan, Lanham,
University PreEs of America, 1994.

236
56 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

meros registros históricos, han interpretado las referencias a


las islas en el sur, hechas entre el siglo 111 y la dinastía Tang,
como si fueran a Taiwan. Probablemente los primeros regis-
tros confiables de contactos con la isla son los de la dinastía
Song, ya que fue durante el periodo Song del sur (1127-1279)
cuando la región de Fujian, la parte del continente más cerca-
na a la isla, fue incorporada totalmente al imperio. Además,
durante este periodo se realizaron viajes marítimos importan-
tes, se hicieron campañas contra la piratería y se mejoraron
sustancialmente las técnicas de navegación. De esa época da-
tan referencias confiables sobre Penghu (Pescadores), islas cer-
canas a Taiwan. La emigración a estas islas continuó durante
la dinastía Yuan (1280-1367), y esta población ha debido tener
cierta importancia, ya que el gobierno Yuan nombró un
subprefecto en Penghu durante el periodo Zhiyuan del empe-
rador Shizi (1264-1294), lo que representa un hito que consti-
tuye la primera muestra de incorporación oficial de esas islas
al imperio. 2
Durante la dinastía Ming el subprefecto de Penghu fue
retirado; en 1372, ante la amenaza de los piratas japoneses, se
ordenó que los colonos salieran de las islas, y un año después
se prohibieron los viajes. Esto no significó que se suspendie-
ran los contactos con la población, pues durante el siglo XVI
los comerciantes y piratas del sur de China llegaron hasta el
sudeste de Asia y, probablemente, pasaban por Taiwan para
evadir a las autoridades. Según Hsu Wen-hsiung, los chinos se
referían a Taiwan como a "una pequeña isla oriental", ya que
estaba directamente al este de Penghu. Algunos autores atri-
buyen el origen del nombre de Taiwan a una corrupción de
tayo11an, 3 nombre del grupo aborigen al que los chinos creían
que perteneda la isla, y que viviría en una isleta cerca del ac-
tual Tainan.
Además de la lejanía geográfica de esta región respecto del
centro de poder del imperio chino, hay que considerar los

2 Véase Hsu Wen-hsiung, "From Aboriginal Island to Chinese Frontier: The


Development of Taiwan befare 1863", en Ronald G. Knapp (comp.), Cbina's lsland
Fronlier. St11dies in the Historital Geography of Tai•an, Honolulu, Thc Univcrsity
Press of Hawaii, 1980, pp. 3-29.
3 lbidem, p. 9.

237
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 57

obstáculos que enfrentaban los navegantes debido a las condi-


cioneE climáticas de la zona y a las características del mar, de
tal manera que muchos de los barcos que arribaban a Taiwan
lo haáan por necesidad o porque habían naufragado. Fue así
como llegaron a Taiwan muchos pescadores, comerciantes y
piratas; sin embargo, la mayoría de los habitantes llegó en pe-
queñas embarcaciones. Los registros de estos navegantes dan
cuenta de las dificultades que enfrentaban pata cruzar el estre-
cho de Taiwan. 4
Las fuentes portuguesas confirman que eventualmente los
barcos de Portugal tocaron la isla a fines del siglo XVI, y le
dieron el nombre de Formosa. Los japoneses mostraron un
interés más espeáfico durante la misma época, pero este inte-
rés temprano se terminó al implantarse la política de aisla-
miento nacional, en 1635. En ambos casos parece que sus pri-
meros contactos con la isla fueron producto de las dificultades
enfrentadas por sus barcos en las aguas cercanas.

Taiwan y las potencias europeas en el siglo XVII

El poco interés del gobierno Ming por establecer sus bases de


poder en Taiwan creó el vaáo necesario para atraer a las po-
tencias europeas, que en. el siglo XVII estaban en plena expan-
sión comercial en Asia.
Los holandeses llegaron a Penghu arrastrados por el vien-
to en agosto de 1604, cinco años depués de haber fundado la
Compañía Unida de las Indias Orientales. Poco después de que
en 1618 se estableciera la Compañía en Batavia, Java, los ho-
landeses emprendieron la exploración de Taiwan a partir de
Penghu en 1622. Cuando fueron expulsados de Penghu por
las tropas Ming, se establecieron en la costa del sudeste donde
construyeron un fuerte para asentar la Compañía, que fue de-
nominado posteriormente Zelandia. El primer asentamiento
propiamente holandés en Taiwan se logró en 1625, intercam-
biando con los aborígenes telas· por las tierras de lo que poste-

4 Véase Laurence G. Thomson, ''l'he junk passage aaoss the Taiwan strait: Two
early Chinese accounts", Htm~artl joiiT'IIIll of Asiatic Slllliits, 28, 1968, pp. 170-194.

238
58 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

riormente sería Tainan. A partir de esta primera factoría, la


Compañía holandesa controló gran parte del comercio de
la zona, particularmente después de que los portugueses fue-
ron expulsados de Japón, en donde los holandeses mantuvie-
ron dos enclaves.
La presencia de los holandeses en Taiwan no se redujo
sólo a la ocupación mediante la fuerza militar y a la explota-
ción mercantil, pues ellos también realizaron tareas de evan-
gelización desde muy temprano, como medio para someter a
los aborígenes que se resistieron. La población china que se
había establecido en la isla por diversas razones resintió la ex-
plotación holandesa y en septiembre de 1652 se organizó una
rebelión que involucró a la mayoría de la población china de
la isla. Para controlar el levantamiento, los holandeses utiliza-
ron a la población nativa, aprovechando las rivalidades entre
grupos o simplemente cooptándola a cambio de bienes que
los nativos apreciaban. Después de este levantamiento, el flu-
jo de población china a la isla disminuyó.
Una de las acciones más importantes de los holandeses en
Taiwan que tuvo consecuencias fue la introducción de pobla-
ción china para que realizara el trabajo agrícola. Parte de esta
población provenía del sudeste de Asia, pero la mayoría fue
llevada desde Fujian, aprovechando los problemas económi-
cos del sur de China. Es muy difícil precisar las cifras de po-
blación china en la isla al final del periodo de la dominación
holandesa, pero se calcula en alrededor de cincuenta mil per-
sonas, el doble de la población a la llegada de los holandeses.
Los chinos eran principalmente agricultores, comerciantes,
pescadores y culíes; ante el carácter generalmente temporal
del traslado, eran pocas las mujeres chinas en la comunidad.
Si bien la compañía holandesa no estimuló comercialmente
la agricultura, sí permitió que algunos chinos se dedicaran a
ella con fines de autoconsumo, a los que trataba como arren-
datarios de la Corona holandesa. Los cultivos que más pros-
peraron fueron la caña y el arroz, además se introdujeron
muchos productos como el tabaco, el tomate y el mango. Se
logró exportar un modesto excedente de azúcar y arroz, y la
explotación de los cueros de venado fue una actividad impor-
tante hasta la extinción de los animales a fines del siglo xvn.

239
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 59

Bajo la administración de la compañía holandesa, Taiwan se


convirtió en un punto de encuentro de chinos, japoneses y
holandeses, ya que estos últimos también tenían enclaves en
Japón. Los asentamientos de la colonia holandesa estaban con-
centrados en el suroeste, en la región de Tainan. --donde se
estableció el fuerte de Zelandia- y al norte de Kaohsiung.
Aunque los holandeses hicieron varias incursiones hacia otras
regiones, no lograron establecer más asentamientos, dada la
hostilidad de los nativos y la ausencia de recursos que motiva-
ran un empeño mayor.
Podríamos concluir en 1662 cuando la compañía holan-
desa fue expulsada por el rebelde ming Zheng Chenggong y
ésta dejó en Taiwan una población china incrementada, algu-
nos asentamientos agrícolas y un pequeño grupo de cristia-
nos, algunos de los cuales fueron alfabetizados. 5
La presencia de los holandeses en Taiwan atrajo la aten-
ción de los españoles, que ya estaban establecidos en Filipi-
nas. En mayo de 1626 zarpó de Cagayan una flota de 14 bar-
cos españoles con trescientos soldados al mando de Antonio
Carrendo de Valdés. La flota arribó a Keelung el 12 de mayo;
los españoles llamaron el lugar San Salvador y el 16 de mayo
declararon esa parte de Taiwan propiedad del rey de España.
Los españoles no lograron trasladar muchos colonos a la isla,
los cuales difícilmente superaban el medio millar; si bien lo-
graron pactar con algunos de los grupos indígenas, otros les
fueron muy hostiles. En su corta estancia en Taiwan los espa-
ñoles no desarrollaron una colonia muy significativa, proba-
blemente lo más relevante haya sido la conversión al catolicis-
mo de unos cuatro mil indígenas por unas tres decenas de
religiosos dominicos y franciscanos, y la construcción de al-
gunos fuertes e iglesias. 6 Los holandeses expulsaron a los espa-
ñoles de la isla en agosto de 1642.7

5 La colonización holandesa de Taiwan está muy bien documentada en Rev.


WM. F.R.G.S. Campbell, Formosa t1t1d1r th1 D11tth. Dmrih1d from Cottlllllj>orary
&rords, Londres, Kegan Paul, Trench, Tubner & Co. Ltd., 1903.
6 J. Dehergne SJ., "L'ile Formose au XVIIe Siecle. Essais éphemeres d'expansion
Euro~éenne", Mottttmlnla Nipponita, ~o!. IV, núm. 1, 1941, pp. 270-277.
Rev. F.R.G.S. Campbell, op. nt., pp. 495-498.

240
60 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

Taiwan durante la dinasda Qing

Podríamos afirmar que Taiwan participó de los eventos más


relevantes de la dinastía Qing, pues desde sus inicios fue el
reducto de los rebeldes de la dinastía Ming, con la que se ter-
minó el dominio de los gobernantes propiamente chinos. Como
producto de los intentos finales por fortalecer a la dinastía en
su decadencia, se aplicaron en la isla políticas reformistas; sin
embargo, a raíz de los tratados desiguales, Taiwan fue cedida
como colonia a Japón.
Al producirse la invasión de China por parte de los
manchúes, Zheng Chenggong' -uno de los rebeldes más po-
derosos- se refugió en la isla de Taiwan. Zheng nació en 1624,
y era hijo de madre japonesa y de un comerciante chino cuyas
redes mercantiles llegaban hasta Nagasaki. Su resistencia a los
Qing comenzó durante la década de los cincuent~ del siglo
XVII, pero ante las continuas derrotas sufridas, en 1662 se reti-
ró a Taiwan donde expulsó a los holandeses y se quedó con
los bienes de la Compañía. Zheng Chenggong murió poco
después, pero sus descendientes continuaron con el emporio
comercial hasta la ocupación manchú de la isla en 1683. Zheng
llegó a la isla con un ejército de 25 000 hombres, muchos de
los cuales se convirtieron en agricultores para poder asegurar
el abasto de alimentos. Durante el dominio de los Zheng, los
establecimientos chinos de la isla se ampliaron y al parecer
aumentó el número de habitantes por inmigración.

El estado Qing en Taiwan

Después de la derrota de los rebeldes Ming en 1683, finalmen-


te las autoridades del imperio chino comenzaron a prestarle
atención a Taiwan y a incorporarla a su sistema administrati-
vo. De esa manera, la isla se convirtió en prefectura ifu) de la
provincia de Fujian, y comenzó a ser administrada desde

8 Este personaje detentaba un apellido imperial dado por la dinastía Ming que
en el dialecto de Fujian se pronunciaba 'koksengia'. La pronunciación se ha co-
rrompido por lo que es conocido en la literatura como Koxinga.

241
CORNEJO: TAIWAN Y EL ·IMPERIO CHINO 61

Fuzhou. A partir de ese momento los flujos de población se


hicieron más regulares, intensificándose durante los periodos
de crisis económica en las provincias del sur de China. A me-
dida que la población de la isla crecía y las potencias occiden-
tales amenazaban la región, la administración de Taiwan fue
ascendiendo en la estructura del imperio hasta que, en 1885,
se le otorgó el estatus de provincia. La isla fue entonces reor-
ganizada en tres prefecturas, diez distritos, dos subprefecturas
y un departamento independiente ·en la costa este con fines
militares.
El distrito, que constituía el escalón más bajo de la admi-
nistración imperial formal, tenía a su cargo la recolección de
los impuestos, la administración de justicia, el mantenimien-
to de los graneros y la asignación de fondos para proyectos
locales de construcción. Cada distrito estaba formado por pue-
blos comerciales con aldeas satélites gobernadas por un grupo
de personas mayores que rendía cuentas a un funcionario
(liangbao), el cual servía de enlace entre las autoridades del
distrito y los grupos de aldeas. Cada pueblo estaba dividido
en barrios encabezados por un funcionario menor (ztmgqian
sho11) quien se asesoraba con los letrados locales. El dibao, el
funcionario de enlace entre los pequeños pueblos y las autori-
dades del distrito, tenía como responsabilidad recaudar im-
puestos, aprehender a los criminales y transmitir las órdenes e
informaciones de sus superiores. La eficacia de esta red de con-
trol formal dependía de variados elementos informales de ca-
rácter social que reforzaban la estructura de autoridad. 9
Durante el siglo XVIII se produjeron dos rebeliones impor-
tantes en Taiwan. En 1721, el rebelde Zhu Yigui se proclamó
descendiente de los Ming y tomó la capital de la isla. Para so-
meterlo, el gobierno tuvo que recurrir a las organizaciones
informales de los hakkas, trabajadores migrantes que fueron
transformados en milicia. Posteriormente, en la década de los
ochenta del siglo XVIII, Lin Shuangwen, líder de la Tríada del
Cielo y la Tierra -una sociedad secreta del norte de Taiwan-

9 Ramon H. Myers, ''Taiwan under Ch'ing Imperial Rule, 1684-1985: The


Traditional Order", Tbe ]o11ma/ of thl lt11tihlll of Cbinm St11tli11 of Tbe Cbinese
Uni111rsi~ of Hong Kong, vol. IV, núm. 2, 1971, p. 503.

242
62 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

se levantó en armas para protestar contra la ejecución de un


jugador y asesino proveniente de su mismo pueblo, por lo
que el gobierno tuvo que recurrir de nuevo a las milicias.
Ambas rebeliones contribuyeron a que la administración de
la isla adquiriera, durante el siglo XVIII, un carácter militarista.
En 1733 el sistema baojia se puso en práctica en los distri-
tos y se extendió hacia las aldeas y pueblos. Como sucedía en
el resto de China, cada diez familias eran agrupadas en un pai,
con un jefe y cada diez pai conformaban a su vez un fta, tam-
bién con un jefe; con esta base se formaron los bao, constitui-
dos por diez jia cuyos jefes eran responsables ante la oficina
del magistrado de distrito. A través de este sistema se registra-
ba a la población de acuerdo con su lugar de residencia. Sobre
esta base también se crearon cuerpos de autodefensa, sujetos a
las órdenes del ejército. Este sistema defensivo permitió con-
trolar las rebeliones del siglo XIX.
Con el fin de reclutar funcionarios para la administración,
desde 1684 se establecieron dos academias de estudio y ya para
1890 el número de éstas ascendía a 14, pero los exámenes se
hadan siempre en Fuzhou; no fue sino hasta 1727 cuando el
virrey de Zhejiang y Fujian dio el permiso para que se realiza-
ran en Tainan los exámenes para obtener los títulos de gong-
sheng o de jiiren. Los oficiales del ejército que obtenían el títu-
lo de jiiren excedían al número de civiles con el estatus de
sheni)Nan. En Taiwan el número de funcionarios letrados ex-
cedía· al de· otras regiones fronterizas, pero estos funcionarios
no pasaban de ser 0.5% de la población, pues ésta creda rápi-
damente por causa de la inmigración. 10
La administración de la justicia siguió las mismas líneas
de operación que en el resto de China, para garantizar que se
acataran las normas consuetudinarias en las cuales estaban in-
sertados los complejos códigos civiles y penales. Por el regis-
tro de casos penales y civiles se puede deducir que el derecho
civil tenía gran relevancia y estaba administrado por procedi-
mientos racionales dentro de su contexto. 11

JO Ramon H. Mycrs, op. tit.


11 Véase David C. Buxbaum, "Somc Aspccts of Civil Proccdurc and Practicc
at thc Trial Lcvcl in Tanshui and Hsinchu from 1789 to 1895", Jo•mal of Asia•
Sltltlüs, núm. 30, vol. 2, 1971, pp. 255-279.

243
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 63

La situación económica

Una parte importante de los suelos de la isla de Taiwan es fa-


vorable para el desarrollo de la agricultura. Inicialmente los
principales cultivos fueron el arroz y la caña de azúcar, pero
luego se introdujeron otros productos como el índigo y las
frutas que los campesinos usaban para intercambiar por sal,
azúcar, té, textiles y herramientas. La mayoria de los inmi-
grantes que se estableda en la isla tenía experiencia en el traba-
jo agrícola. La llegada progresiva de estos inmigrantes hizo que
se intensificara el reclamo de tierras. Si bien Taiwan estaba
dentro del marco de las relaciones de producción agraria pre-
valecientes en el sur de China, en la isla se presentaron rasgos
especificas, como la existencia de propiedades mayores de tierra.
Además de la propiedad privada, existían grandes extensiones
de tierra que se consideraban propiedad estatal y se rentaban a
particulares. Cuando la tierra era producto de reclamación,
durante un periodo corto -frecuentemente de tres años- el
colono no pagaba impuestos. De esta manera se fue consoli-
dando el sistema de los da~hu, que eran los grandes terrate-
nientes que a su vez arrendaban la tierra. El da~hu no tenía el
derecho de propiedad total, sino que recibía la tierra en una
especie de concesión de explotación con la obligación de sub-
arrendada, pero no podía usarla directamente y debía pagar
renta al Estado; asimismo, tenía la obligación de construir obras
de irrigación y otros servicios necesarios. Sus arrendatarios,
los xiao~hu, eran los que realmente administraban la tierra a
cambio de pagarle una renta anual al da~hu. Los xiao~hu le
rentaban la tierra a los agricultores subarrendatarios a cambio
de una renta en especie. Las relaciones entre los da~hu y los
xiao~hu consistían, por lo general, en arreglos a largo plazo
con rentas fijas, mientras que las relaciones entre los xiao~hu
y los agricultores eran más variadas, cambiantes y flexibles y
dependían de muchos factores ambientales y del mercado; en
este nivel, la renta variaba entre 40 y 60% de la cosecha. Estos
derechos de da~hu y xiaoxihu podían heredarse o venderse y
para fines del siglo XIX --cuando la tierra se había hecho más
escasa- existía todo un enorme tráfico de ellos, de manera
que adquirian varias veces su valor original.

244
64 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

Este complicado sistema de tres niveles resultaba adecua-


do frente a la continua reclamación de tierras y a la constante
incorporación de pobladores recién llegados, que solían co-
menzar como cultivadores directos, pero que en muchos ca-
sos se convertían en pequeños arrendadores. El sistema, sin
embargo, no resultaba muy eficaz para que el Estado recolec-
tara las rentas y en muchos casos no se registraba la reclama-
ción de nuevas tierras. Además, todas estas relaciones se reali-
zaban dentro de un marco informal, un arreglo de palabra
que ocasionaba disputas por la propiedad. En el contexto ge-
neral de este sistema, los arreglos fueron variando de acuerdo
con el tiempo, las regiones y el tipo de cultivo. 12
El producto agrícola más importante era el arroz y los
inmigrantes aportaron diversas variedades de este cereal así
como de caña de azúcar. Sin embargo, las variedades no se
seleccionaban sobre la base del rendimiento y sólo se aplica-
ban algunos fertilizantes de origen natural, por lo cual podría-
mos decir que el excedente de arroz se fundaba más en la rela-
ción favorable tierra-habitante que en la tecnificación de la
producción. En términos de exportación, el azúcar tenía pre-
eminencia sobre el arroz y se exportaba al norte de China y a
Japón; sin embargo, a fines del siglo XIX las maquinarias para
procesar la caña eran muy rudimentarias. En la década de 1870,
el té pasó a detentar el puesto de liderazgo en la exportación,
y ocupó entre 50 y 60% del valor de las exportaciones de la
isla.
A diferencia de lo sucedido con el arroz y el azúcar, la
producción de té se desarrolló como una consecuencia directa
de la apertura del comercio con Occidente. En 1866, el co-
merciante británico John Dodd importó a Taiwan retoños de
plantas de Fujian e invirtió capital para obtener una produc-
ción de té oo/ong que fuera comercialmente competitiva. Al
año siguiente se llevaron a Taiwan trabajadores de Fujian para

12 La tenencia de la tierra y la agricultura en general en Taiwan para la época


del imperio están poco estudiadas. Las fuentes originales son escasas y confusas de-
bido a la ptcsencia laxa del Estado y a que los agricultores distorsionaban la infor-
mación para evadir impuestos. Véase Edgar B. Wickberg. "Late Ninetccnth Century
Land Tenure in North Taiwan", en Leonard H.D. Gordon (comp.), Tai/llflll: Shldies
;, Loeal History, Nueva York, Columbia University Press, 1970.

245
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 65

que procesaran el té de la misma manera que se hada en Amoy


y, en 1881, un comerciante chino introdujo el método de fa-
bricación del té pouchong, un tipo de té aromático muy con-
sumido entre los chinos del sudeste de Asia. De inmediato se
aumentó el área de los terrenos dedicados al cultivo de este
producto, y la industria del té, que al principio estaba contro-
lada por extranjeros, contó luego con muchos empresarios
chinos. Sin embargo, la competitividad del té de Taiwan pronto
decayó debido a las prácticas fraudulentas y al bajo control de
calidad en la recolección, clasificación y embalaje del produc-
to. Todo ello a pesar de que la cámara de comercio de Amoy
emitió una serie de regulaciones para evitar estas prácticas.
Para la producción a gran escala y su comercio con países
lejanos, se crearon en Taiwan diversas instituciones de las cuales
las más comunes eran las hogu, firmas conjuntas que movili-
zaban capital, cuya forma de organización era muy variada y
que no sólo manejaban capital sino también información va-
liosa para sus negocios. Las hogu eran muy activas en la co-
mercialización del arroz, el pescado, la madera, en el procesa-
miento del cacahuate, en la distribución de té, y en la industria
del papel y el tabaco, entre otros. Su estructura interna era
jerárquica y las decisiones importantes las tomaba el conjunto
de los accionistas.
En la estructura comercial se distinguen dos tipos de mer-
cado, los pequeños mercados que operaban diariamente du-
rante un tiempo limitado, por lo general cerca de los templos,
y que eran los mercados locales, y las tiendas especializadas en
comercializar bienes en las ciudades y pueblos más grandes.
Además existían las asociaciones o guildas comerciales (chiao),
para asistir a los comerciantes y protegerlos de la competencia
foránea. Estas asociaciones mediaban en los casos de disputas
con clientes, ayudaban a las empresas con problemas y se en-
cargaban del mantenimiento y buen funcionamiento de las
estructuras de comunicación. Durante todo el periodo Qing
el comercio se desarrolló lentamente sobre la base de la ex-
pansión de la agricultura y la incorporación de bienes escasos
como el alcanfor, las nueces y las piedras preciosas. Las expor-
taciones de granos, azúcar y otros bienes sostenían la impor-
tación de textiles y otros bienes de consumo.

246
66 ES1UDJOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXDI: 1, 1998

Las unidades de organización de la producción y el co-


mercio tenían a su cargo el financiamiento. Una manera muy
extendida de obtener crédito era el dign, por medio del cual
un individuo podía obtener dinero cediéndole al prestamista
sus derechos sobre una tierra durante el tiempo en que se man-
tenía la deuda. Se trataba de acuerdos verbales. En las zonas
urbanas las casas de empeño, que existían en diversas catego-
rías, eran una opción generalizada. 13

El proyecto modernizador de Liu Mingchuan

La llegada de Liu Mingchuan a Taiwan hay que situarla en un


contexto histórico en el que la isla ocupaba en cierto sentido
un lugar periférico, lo que a fines del siglo XIX. comenzó a afec-
tarla significativamente. Las potencias occidentales, que desde
la década de los cuarenta del siglo XIX se habían establecido en
China mediante guerras y tratados desiguales, al principio no
manifestaron demasiadas ambiciones respecto de la isla. En
muchos casos su interés inicial por ésta obedecía a los naufra-
gios que eran tan frecuentes en los mares aledaños. Después
del Tratado de Nanjing, Inglaterra hizo un fuerte reclamo,
que no tuvo mayores consecuencias, debido a que en Taiwan
decapitaron a los sobrevivientes de dos barcos británicos.
Ya desde mediados del siglo XIX Taiwan había llamado
la atención de algunos sectores en Estados Unidos debido a la
potencial riqueza carbonífera de la isla; por esta razón el
comodoro Matthew C. Perry promovió la creación de un pro-
tectorado estadunidense. Él justificaba su posición argumen-
tando que Taiwan tenía una situación estratégica en la región,
además del obvio temor de que alguna. potencia europea se
quedara con la isla.
En 1858, como consecuencia del Tratado de Tianjin, Tai-
wan se abrió legalmente al comercio extranjero sin grandes

!3 Para un buen recuento del funcionamiento de la economía de Taiwan du-


rante Qing, véase Ramon H. Myers, ''Taiwan under Ch'ing Imperial Rule, 1684-
1895: The Traditional Economy", TIH ]onma/ of tbe btstitnte of Cbinese Stndies of
tbe Cbinese UniiJirsiry of Hong Kong, vol. V, núm. 2, 1971.

247
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPEIUO CHINO 67

consecuencias inmediatas. Posteriormente hubo incidentes que,


por razones diversas, provocaron la incursión de estaduniden-
ses e ingleses en la isla; sin embargo, la amenaza más impor-
tante la representó Japón, cuando en la primavera de 1874
envió una expedición militar con fines colonizadores al sur de
Taiwan. Después de álgidas negociaciones y gracias a la inter-
vención inglesa los japoneses consintieron en retirarse. 14
Taiwan fue posteriormente una pieza importante en el
conflicto entre Francia y China, ocurrido en 1884-1885. La con-
frontación estalló debido a la negativa de China a retirar sus
tropas de la frontera Yunnan-Indochina. Francia se apoderó
de las islas Pescadores y sitió los puertos taiwaneses de Keelung
y Tamsui, que resistieron el asedio; por su parte, Inglaterra y
Alemania impidieron que las pretensiones territoriales fran-
cesas fueran más allá de sus propios intereses. Fue en medio
de este conflicto que en 1884 se llamó a Liu Mingchuan para
que defendiera Taiwan.
Liu Mingchuan, nacido en Hefei, Anhui, en 1836, era un
soldado profesional que durante la época del gran levantamien-
to Taiping organizó un ejército privado para combatirlo. Sus
dotes militares llamaron la atención de Li Hungzhang, pode-
roso señor de la guerra nacido en el mismo lugar que Liu,
cuyas capacidades militares también eran reconocidas en la
corte. Entre 1865 y 1869 combatió también a los rebeldes nien,
después de lo cual se retiró por motivos de salud; pero en 1880
lo llamaron de nuevo ante la inminencia de un enfrentamien-
to con Rusia, que no se produjo. La mayor parte de los pro-
yectos que Liu cristalizó en Taiwan ya habían sido planteados
por sus antecesores; lo que él pudo llevar a la práctica no sólo
fue producto de su capacidad personal sino también de sus
conexiones políticas con el poderoso Li Hungzhang y funcio-
narios de la corte, lo cual revela el funcionamiento político de
China en esa época.
Liu llegó a Keelung en julio de 1884 para organizar la de-
fensa de Taiwan y en octubre de ese mismo año fue nombra-

14 Para un detallado recuento de estas incursiones extranjeras en Taiwan, véa-


se Leonard H.D. Gordon, "Taiwan and Powers, 1840-1895", en Leonard H.D.
Gordon (comp.), Tai111a11. Sltltiies ;, Chitrese IOfal History, Nueva York, Columbia
University Press, 1970.

248
68 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

do gobernador de Fujian, provincia bajo cuya jurisdicción es-


taba Taiwan. Después de la guerra, en julio de 1885, Liu obtu-
vo permiso para dejar la gubematura de Fujian y dedicarse
por entero a la administración de la isla. En octubre de ese
mismo año, la corte decidió establecer en Taiwan una oficina
de la gubernatura dirigida por Liu Mingchuan, aunque aún
mantenida bajo la dirección de Fujian. Liu propuso que se
sostuviera esta situación durante cinco años, con un subsidio
de 440 000 taels anuales. Aunque en 1887la corte decidió trans-
formar Taiwan en una provincia totalmente separada, el acuer-
do del subsidio se mantuvo y con ello se financió parte de los
ambiciosos planes modernizadores de Liu.
Liu Mingchuan formaba parte de ese grupo de la élite china
que, ante el deterioro del sistema imperial, el caos que produ-
cían las continuas rebeliones campesinas y la humillación que
significaban las derrotas ante las potencias y los tratados desi-
guales, repensaron al país en la búsqueda del autofortalecimien-
to. Ellos fueron los primeros en plantear proyectos de desa-
rrollo mediante los cuales se combinaban los recursos de China
con las tecnologías occidentales.
Dados sus antecedentes militares, casi todo el proyecto
modernizador de Liu estuvo centrado en su concepción de la
defensa, con lo cual justificó su interés por la minería. Cuan-
do Liu llegó a Taiwan, ya las minas de carbón de Keelung
habían llamado la atención de funcionarios locales y de ex-
tranjeros. Durante su defensa de Keelung, Liu ordenó la des-
trucción de las minas de carbón y cuando terminaron las hos-
tilidades trató de reiniciar la producción de éstas primero con
inversionistas locales -lo cual no funcionó- y luego con el
apoyo del gobierno. A principios de 1888 las minas ya produ-
cían 100 toneladas diarias, pero se presentaban dificultades en
cuanto al transporte. La operación de las minas presentaba
dificultades y si bien Liu contrató a un experto inglés, H.C.
Matheson, para que las hiciera funcionar, éste tenía que traba-
jar conjuntamente con un funcionario chino que no tenía co-
nocimiento del negocio. Esas y otras dificultades hacían que
las minas operaran con pérdidas. En julio de 1889, Liu llegó a
un acuerdo -que incluía además un tratado paralelo sobre el
queroseno- con un inversionista inglés llamado Hankard,

249
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 69

quien recibió una concesión de veinte años para la explota-


ción de dos minas de carbón y dos de producción de querose-
no. El gobierno se comprometía a construir infraestructuras
de comunicación y a mantener la estabilidad, pero este acuer-
do no fue aprobado por las autoridades imperiales. Otro in-
tento de Liu por atraer la inversión extranjera a la isla en ese
mismo sector también fue rechazado por la corte.
En la primavera de 1886, Liu envió a dos de sus hombres
al sudeste de Asia para que buscaran inversionistas entre la
comunidad china de la región, y con este propósito establecie-
ron una oficina en Singapur y, a su regreso otra en Taiwan.
Esta oficina, comúnmente conocida como Formosan Trading
Company (FrC), contaba con una inversión de 500 000 yuanes
(350 000 taels), 20% de ella era del gobierno y el resto de fuen-
tes privadas. Poco después se produjo el hundimiento de uno
de los dos barcos de la Compañía, lo cual significó un duro
golpe económico; el barco fue embestido por otro británico y
los ingleses no pagaron por ello. Posteriormente y por inicia-
tiva de Liu, la FrC consiguió financiamiento de la China Mer-
chants Steam Navigation Company (cMSNC), dirigida por
Sheng Xuanhuai y bajo el patronazgo de Li Hungzhang. Sin
embargo, el poderoso monopolio de la CMSNC impidió la ex-
pansión de la FI'C hacia el sudeste de Asia, que era el objetivo
de. Liu. Esta situación y otros incidentes condujeron a que
fracasaran los intentos de Liu de crear en Taiwan una buena
flota.
La visión estratégica que tenía Liu de darle importancia a
las comunicaciones no se redujo sólo a la flota naviera sino
que comprendió el proyecto de la comunicación cablegráfica
que unió a Tamsui con el continente y que, a su vez, se ligó
con una línea que unió a la isla de norte a sur, lo cual se com-
pletó para 1888. El funcionamiento de la línea no fue muy
satisfactorio, pues se presentaron muchas interrupciones de-
bidas a fallas técnicas, causas naturales y sabotaje. 15

15 La gestión de Liu Mingchuan en Taiwan puede consultarse en detalle en


Samuel C. Chu, "Liu Ming-ch'uan and Modernization of Taiwan", ]o11mal of Asian
S llftlies, vol. 23, 1963.

250
70 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

El ferrocarril fue otro de los proyectos retomados por Uu


Mingchuan. Éste ya tenía antecedentes al respecto pues había
propuesto activamente la construcción del ferrocarril en el
continente por razones militares, para lo cual pensaba que
debían usarse la inversión y la asesoría extranjeras. En su pro-
puesta a la corte de 1887, además de aducir las razones de de-
fensa y económicas, Uu proponía que la empresa ferrocarrilera
fuera operada bajo el sistema guandushangban, es decir, "ad-
ministrada por los comerciantes y supervisada por los funcio-
narios del Estado". 16 El financiamiento sería completamente
privado y el Estado contribuiría con los derechos de vía, con
soldados que harían las veces de obreros, los salarios del per-
sonal administrativo y otros gastos supleméntarios. La corte
aprobó el proyecto con rapidez y se inició la construcción de
la sección Keelung-Taipei del ferrocarril. Pronto surgieron
muchas dificultades técnicas, y además sólo se obtuvo 30%
del financiamiento privado que se pretendía y hubo que recu-
rrir entonces al financiamiento estatal, que no era suficiente
para los ambiciosos planes de Uu cuyo costo se había elevado
debido a dichas dificultades.
Mientras Uu luchaba por el proyecto del ferrocarril lo-
cal, paralelamente en la corte U Hungzhang defendía la am-
pliación de la única línea de ferrocarril existente en China en
ese momento, el corto trecho que unía Tianjin y Kaiping. Es
interesante reseñar lo que, en apoyo a este proyecto, Liu
Mingchuan argumentaba en 1889:

Me parece de lo mas extraño que algunos argumenten que nuestros


antepasados no habían oído hablar de ferrocarriles ni se habían com-
prometido en la construcción de ellos. Aparentemente esas personas
no saben que los asuntos humanos siguen los cambios de las condicio-
nes naturales ni que las políticas nacionales van según los cambiantes
deseos humanos. Si las personas de hoy no son las de antes, ¿cómo
pueden las polí~cas de hoy ser las de antaño?... La tecnología occiden-
tal se hace cada vez más excelente. Aun si China la adoptara inmedia-
tamente, ya estaría atrasada ... Otros dicen que los países extranjeros

16 Para conocer el funcionamiento de este tipo de empresas, véase Albert


Feuerwcrkcr, Cbi•a's EllljJ liiÚstriali!(alitm: SIH•g Hsiia•-b•ai 1844-1916 a•J
Ma•Jari• E•tnpris1, Cambridge, Harvard University Press, 1958.

251
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 71

sólo le dan valor a los comerciantes y que su fortaleza se debe a las


actividades comerciales, mientras que China se preocupa por las per-
sonas, basando su política en el interés de todos. Ellos no parecen dar-
se cuenta de que los comerciantes son personas, que las actividades
comerciales son el modo de vida de perSonas, y que estimular el co-
mercio es precisamente una manera de mostrar preocupación por las
personas. ... La población de China crece dfa con dia, mientras la tie-
rra disponible se hace insuficiente. Tener una vida decente es cada vez
más dificil. Por lo tanto, si China desea fortalecerse tiene que aumen-
tar su riqueza, y para hacerlo tiene que fomentar el comercio... 17

Liu también mostró interés por otros proyectos, como la


transformación urbanística de Taipei y el sistema educativo.
Además de las escuelas que respondían al sistema de exámenes
tradicionales, en 1887 Liu introdujo escuelas con un currícu-
lum al estilo occidental. En principio se proponía la enseñan-
za de lenguas extranjeras, pero el currículum era amplio, y
junto con los clásicos chinos se incluía el inglés, el francés, la
geografia, la historia, las matemáticas y las ciencias. En 1891,
el siguiente gobernador ordenó el cierre de estas escuelas.
Podríamos concluir que durante el periodo precolonial la
economía de Taiwan no tuvo un desarrollo significativo; hubo
diversas ventajas y recursos que se hubieran podido explotar,
pero la poca atención del gobierno central y la incipiente for-
mación de un empresariado local no fueron propicios. La
activa administración de Liu Mingchuan y sus frustrados pro-
yectos son un ejemplo de esto. La administración subsiguien-
te a lo sumo intentó continuar con sus proyectos, mientras
desmantelaba otros.

La sociedad taiwanesa

Uno de los elementos distintivos en la conformación de la


sociedad taiwanesa inicial fue el fenómeno de una inmigra-
ción predominantemente masculina, lo cual le dio a esa socie-
dad rasgos muy particulares. A medida que estos migrantes
fueron consolidando su situación económica, comenzó a lle-

17 Citado en Samuel C. Chu, up. tit.

252
72 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

gar un mayor número de mujeres y una cantidad significativa


de familias empezó a formarse. Es muy difícil reconstruir la
historia social de Taiwan durante este periodo dada la frag-
mentación de las fuentes --4 lo sumo hay datos- sobre aldeas
aisladas- por lo que no tiene caso intentar una reseña dada la
dificultad de la generalización. 18 Lo único que podemos hacer
es basamos en datos fragmentarios así como en las descripcio-
nes de los viajeros. Para fines del siglo XIX, cuando la sociedad
se había hecho más compleja por el aumento de la población
y la creciente llegada de mujerés, las aldeas tenían una pobla-
ción de entre SO y 100 núcleos familiares. Un número impor-
tante de estos núcleos estaba compuesto por personas que no
tenían ningún lazo formal entre sí o bien el núcleo no respon-
día al patrón tradicional. También hay evidencias de que exis-
tían grandes familias con un jefe y varios hijos casados que
formaban subdivisiones, fang y que vivían en secciones sepa-
radas de la misma casa. En su mayoría, sin embargo, las fami-
lias eran pequeñas y estaban formadas por los padres y los
hijos aunque eventualmente podían convivir algún hijo casa-
do, los abuelos o tíos. Por supuesto que los inmigrantes trata-
ron de reproducir en Taiwan la estructura familiar de la que
procedían y los ideales de la familia que les habían inculca-
do.19 Siguiendo la costumbre, en Taiwan la familia fue un im-
portante elemento para la redistribución de la riqueza. Las
herencias se solían repartir entre todos los hijos varones y eran
comunes los arreglos en los que se preveía que una parte de las
propiedades era para el mantenimiento de los ancianos, otra
para el culto a los antepasados y el resto -frecuentemente
60%-- para dividirlo entre los herederos. Todo esto hacía difí-
cil y largo el proceso de acumulación de riqueza por parte de
una sola familia; en caso de que se produjera tal acumulación,

18 Uno de los poeos estudios sobre la sociedad de Taiwan en el periodo preco-


lonial es el de Myers y está basado fundamentalmente en fuentes japonesas. Ramon
H. Myers, "Taiwan under Ch'ing Imperial Rule, 1684-1895: The Traditional
Society", en Tbe Jo•ma/ of tbe lflstilllte of CbifiiSI Sllldies of ~be Cbiflese Ufliversity of
Hoflg Koflg, vol. V, núm. 2.
19 Para tener mayor información acerca de la estructura de la familia tradicio-
nal china, véase Flora Botton y Romer Cornejo, B.go llfl fflismo te&bo. La jlllflilia
tradi&ioflal tbifla y s11 trisis, México, El Colegio de México, 1993.

253
CORNEJO: TAIWAN Y EL IMPERIO CHINO 73

era muy clara la dependencia de los lazos familiares y el uso


especifico de estos últimos para ese fin.
A medida que la migración fue en aumento, que la admi-
nistración imperial se hizo más precisa y que la economía se
volvió más compleja con la intensificación del comercio, el
acceso a la riqueza en la sociedad de Taiwan se tomó enorme-
mente diferenciado. Como en otras partes del imperio, la cla-
se adinerada de Taiwan puso gran énfasis en que sus mjembros
se incorporaran al grupo de los funcionarios letrados, ya fuera
por los medios regulares del estudio y los exámenes imperiales
o mediante la compra del estatus de funcionario -procedimien-
to frecuente a fines del siglo XIX- así la isla detentaba un nú-
mero considerablemente alto de letrados. Además, la posición
fronteriza de Taiwan determinó que la carrera militar consti-
tuyera una manera por medio de la cual los individuos de los
e'stratos económicamente inferiores pudieran adquirir poder
y notoriedad. Tal es el caso de la familia Un, de Wufeng-
estudiada por Meskill- que llegó a ser la más prominente del
centro de Taiwan. A partir del ascenso militar de sus miem-
bros, comenzó a adquirir tierras y cuando el comercio se hizo
importante diversificó sus actividades. A fines del siglo XIX,
los enlaces. matrimoniales de los Un con familias menos ricas
pero más prestigiosas los convirtió en una de las familias más
prominentes de toda la isla. 20

Consideraciones finales

Como se puede ver a través de este somero recorrido históri-


co, fue quizás la condición insular de Taiwan la que hizo que
su relación con el imperio chino fuera más laxa y lejana que la
de otras ·regiones consideradas fronterizas, tal vez porque es-
tas últimas podían ser presa de las incursiones de pueblos que
representaban una amenaza para la estabilidad del imperio.
No fue sino hasta fines del siglo XIX cuando, ante el peligro de

20 Véase Johanna M. Meskill, "The Lins of Wufeng: The rise of a Taiwanese


gentry family", en Leonard H.D. Gordon (comp.), Tailllat1: Shltlüs ;, Chit1111 Lo&a/
History, Nueva York, Columbia University Press, 1970.

254
74 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 1, 1998

perder esta área por el embate de las potencias, que la dinastía


Qing decidió prestarle mayor atención a la isla. La circuns-
tancia fortuita de que la isla hubiera tenido un gobernador
como Liu Mingchuan --que tenía un proyecto modernizador-
permitió consolidar las estructuras políticas y sociales del
imperio en la isla, por lo menos en lo que concernía a las élites.
Paralelamente se fue conformando una sociedad con caracte-
rísticas propias, que se vio afectada por las incursiones de
europeos, japoneses y chinos y, hasta cierto punto, por el mes-
tizaje de los aborígenes con estos últimos.
Sobre la base de los hechos históricos descritos, no es difí-
cil construir un discurso histórico que legitime la unión o la
separación de la isla respecto del continente. Los hechos histó-
ricos están allí para ser iluminados como convenga a los inte-
reses de una u otra posición. Más allá de los hechos pasados, el
destino de Taiwan será producto de una decisión de carácter
económico y geopolítico.

255
EL PARTIDO COMUNISTA CHINO
EN EL PODER
CHINA, PASADO Y PRESENTE
W. A. C. H. DOBSON
Universidad de Toronto

DuRANTE LA priiuera mitad del siglo xx, el centro de interés


de la gran estrategia de la política mundial dejó de concen-
trarse en el epicentro -Europa Occidental, sede de los Pode-
res Imperiales- para pasar a la periferia -los Estados Unidos
y la URSS. Al empezar el siglo, el escenario mundial estaba
dominado por un pequeño grupo de potencias de la Europa
Occidental, y casi todo el resto del mundo no europeo estaba
repartido entre ellas. Pero los Poderes Imperiales envolvieron
al mundo no europeo en dos "guerras mundiales", muy a su
pesar. Uno de los resultados de eso fue que Africa y Asia,
inactivas durante el siglo XIX, aprovecharon la oportunidad para
hacer reclamaciones -que hasta entonces casi no habían sido
expresadas- por su independencia. Los Poderes Imperiales
perdieron sus imperios. Otro resultado fue que, en gran parte
corno resultado del envolvimiento en esas guerras, se mani-
festó una especie de movimiento centrífugo, y el foco del po-
der mundial pasó del centro a la periferia, es decir, a los
Estados Unidos en el Occidente y a la Unión Soviética en el
Oriente. Las antiguas políticas de poderes nacionales cedie-
ron el puesto a nuevos poderes de tipo ideológico. El resulta-
do fue la guerra fría, la confrontación de democracia y comu-
nismo. Otra vez más, no sólo estaban envueltos en ella los
principales contrincantes occidentales -la Unión Soviética y
sus satélites, los Estados Unidos y sus satélites- sino que, de-
bido a la presión de las fuerzas económicas que estaban a la
disposición de esos dos gigantes, también implicaron al resto
del mundo, Africa y Asia.
En 1950 la mayoría de los observadores pensaba que el es-
cenario ya estaba preparado para el resto del siglo -una con-
frontación global, de tipo ideológico, entre los dos gigantes del
mundo occidental, la Unión Soviética y los Estados Unidos-
y que el problema para los decenios futuros, sin llegar a la
guerra, sería alcanzar algún acomodo o "coexistencia" entre
los países comunistas y los democráticos.
187

259
188 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

Pero en esos cálculos no se han tomado suficientemente en


cuenta los antiguos peones de la política del poder occidental:
las nuevas repúblicas de _Africa, las antiguas civilizaciones del
Islam, el mundo hindú, el Lejano Oriente y, sobre todo, Chi-
na. En 1950 resultaba difícil imaginar que este olvido tuviera
significación. La India, con todos sus problemas, acababa de
alcanzar la independencia, y tenía que afrontar una espanto-
sa guerra intestina. El Japón parecía estar conforme con la
tutela norteamericana. Las nuevas repúblicas de Africa toda-
vía no eran más que una promesa. El Medio Oriente estaba
terriblemente dividido entre las facciones. China, con gran
sorpresa y perplejidad de la mayoría se había hecho comunista;
muchos dudaban de que el comunismo pudiera sobrevivir ahí.
El factor que no se tenía en cuenta en aquel entonces, pero
que había sido elocuentemente expuesto por Jawaharlal Nehru,
apoyado en distintos tonos por el resto del mundo asiático y
africano, era la opinión de que la guerra fría era un problema
occidental, la confrontación de comunismo y capitalismo -una
neurosis europea- y que el mundo no occidental optaba por
no tomar partido. No querían tener nada que ver con la con-
frontación occidental. Debajo de esta decisión (cosa que fue
mal entendida por el mundo occidental) estaba el hecho des-
agradable de que el tomar partido era volver al estado de cosas
de antes de 1950, es decir, un reconocimiento tácito del predo-
minio "de Occidente, en una forma u otra, en los problemas
mundiales.
En 1950 Occidente, demasiado preocupado consigo mis-
mo, no tomó nota suficiente del nuevo orgullo de Asia y
Africa y concibió el mundo dividido en dos campos, ambos do-
minados por Occidente, y empezó a luchar por medio de ofer-
tas de ayuda. Todavía parecía que lo que ocurriría durante el
resto del siglo sería "\}na larga batalla para lograr la lealtad de
Asia y Africa y hacerlas tomar parte, de un lado o de otro, en
la lucha ideológica que se estaba iniciando. Sin embargo,
para el que tuviera conciencia de lo que sucedía en Asia, había
otra posibilidad. Era otro cambio en el alineamiento de pode-
res. El foco pasaría a Asia. El ambicioso joven diplomático
de los 1900 tenía puestos los ojos en las embajadas de Londres,
París, Roma, Madrid y BerHn. En el decenio de los años cin-
cuenta, un joven igualmente ambicioso miraba hacia Moscú y

260
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 189

Washington. ¿No estaría mirando hacia Pekín, Nueva Delhi


o Tokio antes de que acabara el siglo? En 1950, un hecho que
parecía estar en contra de esto era que China acababa de vol-
verse comunista. En aquel entonces, se pensaba que esto no
era más que una victoria para Moscú y para el comunismo, y
un atraso táctico de la guerra fría. Dieciséis años más tarde,
los Estados Unidos apenas se están recobrando del error fatal
de imaginar que los chinos eran títeres de Moscú, o satélites de
los rusos, en la batalla ideológica contra Occidente.
Incluso en 1950, todo indicaba lo contrario. Nehru adver-
tía a Occidente que la India no se volvería el satélite de la
democracia occidental en Asia. Para los chinos, ni siquiera va-
lía la pena decir que no eran el tftere de Rusia. Pero debido
a la preocupación occidental por los problemas y luchas pro-
pios mucha de la política estaba, y todavía está, basada e ins-
pirada en los problemas de la guerra fría. Para aquellos que
sabían algo de las profundidades y la orientación no occiden-
tal de las civilizaciones orientales, parecía más probable que
en el mundo no occidental se fuera cerrando cada vez más la
brecha entre esas antiguas civilizaciones y la tecnología mo-
derna. El problema inmediato, que los japoneses habían visto
muy pronto y los chinos más tarde, era que el atraso en la
ciencia y la tecnología había llevado a la dominación de Asia
por Europa, y que la liberación estaba en la ciencia y en la tec-
nología, en la "modernización", pero no en la "occidentaliza-
ción". Una vez cerrada la brecha podría reafirmarse el orgullo
nacional, hondamente enraizado en antiguas memorias y vieja
historia. Asia no tiene problema de "identidad". Su problema
es establecer las condiciones en que esa identidad pueda afir-
marse.
Apenas dieciséis años después de la mitad del siglo ya esta-
mos empezando a ver este cambio en el enfoque. China no
se ha desarrollado como un satélite leal del Comintem en
Moscú, sino como una potencia mundial, que no se distingue
tanto por su hostilidad al mundo democrático -que ya es bas-
tante temible- como por su hostilidad e irreconciliabilidad
frente al mundo comunista europeo. Los chinos ya están acu-
sando a los rusos de aliarse con los norteamericanos. No es
difícil ver por qué lo piensan. Recientes maniobras diplomá-
ticas rusas en Mongolia Exterior, Hanoi y Tashkent, y la pre-

261
190 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

sencia de los Estados Unidos en Corea, Taiwan y Vietnam, son


vistas por los chinos como parte de un complot organizado
para controlarlos.
Empieza a ser evidente que, a la larga, la mayor preocupa-
ción no es la rivalidad imperialista, ni las divisiones ideológi-
~s. sino la distancia, cada vez más grande, entre la riqueza
económica del Occidente y la pobreza del resto del mundo. Sin
embargo, cuando se haya cerrado esta brecha, la mayor ame-
naza será el predominio ideológico y filosófico de Occidente.
En todo esto, China es la que abre el nuevo camino del mundo
no occidental. Tal vez un ejemplo de lo que sucederá a la
la:zga lo constituya para nosotros la historia actual de China,
no por lo que sucederá en la lucha entre comunismo y demo-
cracia (estas dos ideologías están cambiando y van en camino
a la reconciliación, como lo podemos ver en Europa hoy en
día); no en el resultado de la lucha entre riqueza y pobreza
(China está demostrando al mundo que un país pobre puede,
prácticamente sin ayuda, elevarse con sus propios recursos eco-
nómicos); sino como un reto al predominio mundial de la civi-
lización occidental tal y como la conocemos, porque, una vez
que sean fuertes y seguras, las civilizaciones de Asia insistirán
en ocupar el lugar que les corresponde.
No se puede discutir la importancia del papel de China en
el plano mundial, tanto hoy como en el futuro. Se dice fre-
cuentemente, aunque el hecho sea difícil de asimilar, que Chi-
na tiene una quinta parte de la población mundial. Su política
es, por el momento, la preocupación principal de la URSS y
de los Estados Unidos. A pesar de esto, es el país acerca del
cual los occidentales sabemos menos.
La China moderna se ve más claramente a la luz de su pa-
sado. Esto puede sorprender a algunos lectores, pero un~ de
las consecuencias de nuestra ignorancia respecto a China es
que se están convirtiendo en dogmas algunas creencias basadas
en la observación superficial. Una de ellas, firmemente ancla-
da en las ideas actuales, es que en 1949 de la noche a la ma-
ñana los chinos repudiaron totalmente su pasado, que dejaron
de ser chinos para volverse comunistas sin raíces. Y nuestra
política se está basando en tales dogmas. Se piensa más o me-
nos de la siguiente manera: los marxistas no toman en cuenta
el pasado; los chinos son marxistas; luego los chinos no toman

262
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 191

en cuenta el pasado. En cualquiera de sus etapas, este razona-


·miento falla. Todo pueblo, sea o no marxista, es producto
consciente o inconsciente de su pasado, y no hay pueblo más
homogéneo, más apegado a sus lazos culturales, más unido por
el sentimiento de su singularidad esencial, que el pueblo chino.
Y esto vale hoy en día tanto como en la época clásica, hace
dos mil afios. Además, es fácilmente demostrable la falsedad
de la aseveración según la cual la China moderna ha intentado
repudiar su pasado. En ninguna época histórica de China han
sido tan florecientes como ahora los estudios históricos de to-
das clases. La literatura y la cultura chinas se cultivan actual-
mente con mayor asiduidad que en cualquier otra época. Pen-
sar que esto no es así significaría no tomar en cuenta las
energías y el dinamismo del nacionalismo chino, que lleva a
los chinos a grandes hazafias de resistencia física en la cons-
trucción de una nueva nación. Las teorías marxistas distinguen
entre el comunismo chino y el de la Unión Soviética. Cada
día se ve con más claridad que la insistencia está más en lo
chino que en lo comunista.
Una buena parte de las realidades contemporáneas en Pe-
kín son tan difíciles de entender para un experto en marxismo,
que discute con argumentos teóricos marxistas, como lo sería
para un tibetano con conocimientos teóricos de teología cris-
tiana explicar las realidades actuales en Canadá. Es del cono-
cimiento general que periodistas comunistas. polacos y húngaros
que se encuentran en Pekín, buscan a sus colegas democráti-
cos para tener el apoyo de ideales occidentales comunes al en-
frentarse a algunas de las manifestaciones más sorprendentes
de la mentalidad china.
Con esto no se niega que el régimen actual de China sea
comunista y marxista. Los dirigentes chinos serían los prime-
ros en insistir en que sí lo es. Pero un dogma político y eco-
nómico como el marxismo, fabricado con base en ciertos he-
chos sociológicos y económicos occidentales, puede producir
extrafias mezclas al ser injertado en una socied!!d tan distinta
como la china, que se expresa en un idioma tan diferente de
las lenguas occidentales.
Al hablar de la falta de conocimientos acerca de China, no
nos referimos primordialmente a la pobreza de nuestra infor-
mación sobre la China comunista, puesto que la prensa mun-

263
192 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

dial y algunos visitantes entusiastas nos cuentan una sorpren-


dente cantidad de cosas. Mucho más significativo es el fracaso
casi total de nuestras universidades occidentales al emprender
los profundos estudios académicos que son necesarios para la
comprensión, y que son lo que llama la atención sobre lo que
sabemos de China. Muchos de los hechos no se discuten; don-
de surgen errores peligrosos es en la interpretación de esos he-
chos, en la perspectiva con que los vemos.
Para un estudioso de la historia china, los acontecimientos
desde 1949 no aparecen como una innovación sobrecogedora
ni como un cambio de po~tura total; tampoco parecen sorpren-
dentes, ni necesariamente atípicos. Desde luego que hubo un
cambio, pero ningún estudioso del pensamiento chino podría
dejar de reconocer en el maoísmo algunos de los temas repeti-
dos y familiares de la filosofía china. (Una de las excentrici-
dades más curiosas de los estudiosos chinos es encontrar reflejos
o justificaciones del marxismo en los filósofos clásicos {;hinos,
en una especie de repudio xenófobo a las pretensiones rusas de
prioridad en la invención.)
Uno de los errores más peligrosos es pensar que nosotros
en Occidente, con nuestras ideas de individualidad, del valor
supremo del alma humana, de la justicia, de la virtud de la
ley, somos en algún modo la proyección universal de las espe-
ranzas y aspiraciones de toda la humanidad y que, si las condi-
ciones fueran propicias, todos los hombres escogerían abrazar
nuestros ideales y valores. Esto es una locura, una arrogante
locura. Pero también es peligroso. El marxismo ataca una
cantidad tan grande d~ nuestras más nobles aspiraciones que
ha sido repudiado por la mayoria del Occidente civilizado y, en
sus formas más toscas, ha sido modificado dentro del mundo
comunista europeo. Pero, en la interpretación de Mao Tse-
tung, el marxismo no ofende necesariamente los valores chinos
tradicionales, como se creyó en 1949, y desde entonces no ha
despertado hostilidad. La opinión casi unánime de los obser-
vadores es que el maoísmo es casi totalmente aceptado en
China. En resumen, la respuesta china al marxismo no fue
necesariamente igual a la europea, por una importante razón.
Cuando se habla del Occidente como una especie de todo
homogéneo, aquellos que tienen conciencia de las diferencias
entre europeos y americanos, franceses y rusos, pueden pre-

264
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 193

guntarse en qué sentido es posible pensar tal cosa. La respuesta


tiene raíces profundas en la historia. Si podemos hablar del
Occidente en un sentido unificado, si tenemos alguna con-
ciencia de ser occidentales, es porque, a pesar de nuestras dife-
rencias, tenemos una herencia común y, en lo más profundo
de nuestro ser, compartimos algunos valores y modos de pen-
sar, y el lenguaje mismo, con los griegos y romanos. En un
sentido profundo, somos hijos de Sócrates, Platón y Aristóte-
les, continuadores instintivos de los ideales romanos de ley y
justicia, de los ideales griegos de verdad y belleza. Nuestras
formas de pensar, de las que estamos plenamente convencidos,
son las de los griegos. Nuestras raíces están en el antiguo
mundo del Mediterráneo. Las semillas así sembradas han cre-
cido, han sufrido injertos, cambios y ampliaciones, pero el pro-
ceso final de ese condicionamiento cultural es lo que nos hace
ser occidentales, lo que da a americanos, franceses, rusos y
británicos algunos valores en común. Para la mayoría de la
gente estas cosas son instintivas, no conscientes. Pero nuestros
lazos comunes son reconocibles cuando nos enfrentamos a pue-
blos que están fuera de la órbita occidental.
Quizá la primera cosa que descubre el estudioso sobre Chi-
na sea que al aprender el chino -condición sine qua non para
todo estudio serio-- debe cruzar no sólo la frontera de una
sintaxis extraña, una escritura peculiar y un vocabulario exóti-
co, sino también de formas de pensamiento y concepto de las
que no existe paralelo en su conocimiento de los idiomas occi-
dentales. En esto está la raíz de uno de los problemas de co-
municación que existen entre China y el resto del mundo.
En primer lugar, este idioma pertenece a un grupo -en el
que también están el tibeto-birmano, el vietnamés y el tai -que
casi no tiene rasgos comunes con ningún otro grupo lingüísti-
co. Sus peculiaridades -que merecen la atención- no cons-
tituyen en sí barreras para la intercomunicación, pero una de
ellas -la naturaleza de la escritura china- tiene profundas
consecuencias políticas.
El sistema chino de escritura no simboliza sonidos, como
nuestros sistemas alfabéticos, sino ideas. En el lenguaje de la
teoría lingüística moderna, es un sistema que no está basado
en fonemas, sino en morfemas. Esto significa fundamental-
mente que el chino escrito puede ser leído por todos los chi-

265
194 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

nos, cualquiera que sea el dialecto o la época en que fue escri-


to, puesto que la escritura no toma en cuenta los cambios
fonéticos, históricos o regionales. Así, el imperio Han, cuya
época de apogeo es más o menos contemporánea del imperio
romano, no necesitó lingua franca para la comunicación. Ya
existía, debido a la naturaleza peculiar de la escritura. Este
curioso hecho lingüístico ha sido, y todavía es, un elemento
importante para la unificación de la vasta raza china, y para
facilitar la administración a gran escala. Una de las mayores
hazañas de la civilización china es haber conservado intactos
su enorme imperio y su cultura, durante dos mil años. Esta
posibilidad se debe en cierta medida al idioma y a su escritura.
Por lo tanto, el idioma no sólo aísla a China de influencias
extranjeras, sino que actóa como una fuerza unificadora y una
comodidad administrativa a través de su escritura, inventada
hace aproximadamente unos tres mil quinientos años.
Pero el lenguaje tiene otra influencia más en la formación
del ethos chino: su escritura especial hace que sean legibles en
la actualidad las obras de historia y filosofía de hace dos mil
años. El vocabulario del chino moderno está impregnado de
su pasado. En el uso moderno, casi cualquier palabra tiene su
historia, así como asociaciones literarias con la antigüedad. El
idioma, y la escritura en particular, conserva en sí tanto que
está culturalmente condicionado por el pasado, que incluso el
vocabulario del marxismo adquiere un sabor irresistiblemente
chino. En esto está una clave importante para la comprensión
de la China moderna. Si nosotros somos hijos de Sócrates, Pla-
tón y Aristóteles, los chinos son hijos de Confucio, Chuang
Tzu y Mo Tzu. Sus escritos han sido la base de toda la educa-
ción china desde que se tiene memoria. La génesis del pensa-
miento chino está en su período clásico, de los siglos VI a m
antes de Cristo, la era de Pericles de China. Aunque pocos
chinos de hoy en día conozcan a fondo a sus pensadores clá-
sicos, el vocabulario del pensamiento filosófico y político mo-
derno viene directamente de antecedentes clásicos. Así como
nuestras premisas básicas están profundamente enraizadas en
nuestra historia, las de los chinos están en la suya, y los pe-
ríodos clásico y formativo son tan distintos entre sí como la tiza
y el queso.
En China y en la Grecia antigua nos enfrentamos simul-

266
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 195

táneamente con un florecimiento repentino, y aparentemente


inexplicable, de la mente humana. Entre los siglos VI y m
a. c., por una razón sobre la cual sólo podemos hacer suposi-
ciones, surgió en la historia del género humano una serie de
maestros del pensamiento que, cada uno a su manera, hicieron
los moldes de pensamiento de grandes civilizaciones. Conoce-
mos los nombres de nuestros grandes pensadores, Sócrates, Pla-
tón y Aristóteles; pero quizá no estemos tan familiarizados con
los de Mencio, Micio y Chuang Tzu, los pensadores que for-
maron la civilización china. Sin embargo, es indispensable leer
a todos estos autores para poder llegar a cualquier clase de
comprensión de las costumbres y modos de pensar chinos. Los
filósofos chinos no suscitaron el mismo tipo de problemática
que los griegos, y no hay pruebas históricas que permitan su-
poner que existiera cualquier clase de comunicación entre el
mundo mediterráneo y las ciudades-estado de las llanuras del
Norte de China. Con la asombrosa versatilidad de la mente
humana, los griegos siguieron un camino, y los chinos otro
muy distinto. Si nuestra historia, como lo cree Croce, es la his-
toria de la evolución de la libertad individual, es porque los
griegos nos iniciaron en esa dirección. Una sociedad así condi-
cionada a las virtudes de la libertad humana responde en una
forma al marxismo-leninismo. Por otra parte, la historia de
los chinos es la de la búsqueda de una sociedad perfectamente
ordenada y, en cierto sentido, el maoísmo es un resultado per-
fectamente lógico de esa bósqueda. X. eso se debe que el maoís-
mo sea tan aceptable entre los chinos.
Pero el pensamiento crece en un ambiente. El ambiente
en que nació la filosofía china se parece bastante, en algunos
aspectos, al de la antigua Grecia.
Los primeros reyes de China fueron sacerdotes cautivos,
diputados del cielo en la tierra y, desde fechas tan alejadas
como el siglo x a. c., fueron llamados Hijos del Cielo. El cie-
lo, pensaban los antiguos chinos, confería su mandato para
gobernar el mundo a un hombre que designaba como su Hijo,
quien a su vez delegaba este mandato a feudatarios, que lo de-
legaban a sub-feudatarios, y establecían así una cadena feudal,
desde el rey al gobernador de la guarnición local. Los señores
feudales debían a su señor, por deber feudal, el reclutamiento
de tropas, el proporcionar carruajes bélicos en tiempos de gue-

267
196 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

rra, y mandar un tributo de sumisión en tiempos de paz. El


rey se mantenía del fruto de sus tierras, y los señores feudales
tenían dominio absoluto en las suyas. La clase feudal consti-
tuía una aristocracia. La gente del pueblo (el chino tiene dos
palabras para "gente": ren, usado exclusivamente para los aris-
tócratas, y min, para los siervos) cultivaba en común la tierra
del señor, y disfrutaba como recompensa del usufructo de los
campos que se le destinaban. La pirámide feudal se derrumbó
en el siglo VIII a. c. Los antiguos feudatarios proclamaron su
independencia, y las ciudades de guarnición se convirtieron en
ciudades-estado autónomas. En el siglo VII a. c. ocurrieron pro-
fundos cambios. Se generalizó el uso del hierro; empezó a
circular moneda. La aristocracia, que hasta entonces sólo se
había ocupado de la guerra y del sacerdocio, empezó a ocupar-
se del comercio y de enseñar el arte de la vida de la ciudad-
estado. En esos profundos cambios sociales y económicos, la
o.rganización poHtica de las ciudades-estado dio lugar a grandes
problemas. Había estados gobernados por príncipes, por oli-
garcas, y por dictadores de origen humilde. Se hicieron inten-
tos para formar coaliciones de las ciudades-estado -una especie
de Liga de Naciones- y una vez en el siglo VII, las ciudades-
estado soberanas intentaron comprometerse mediante un con-
venio a la abolición de la guerra y al desarme. Esta es la
primera noticia histórica que se tiene de una conferencia de
desarme.
Las ciudades- estado se convirtieron así en grandes foros de
discusión, en lugares de experimentación poHtica. En ese her-
videro de teorías y especulaciones fue donde nació la filosofía
china. Su problema central era el del orden social y poHtico,
su pregunta fundamental: "¿Cómo podemos gobernar bien el
Estado?" Los problemas centrales de la filosofía china son el or-
den y la unidad. Algunos de los príncipes de las ciudades-
estado fundaron academias, a las que invitaban a los filósofos
que estaban de paso para que expusieran sus teorías y promo-
vieran el progreso. Estas academias son los antecedentes direc-
tos de la Universidad china moderna. Mencio describe "caba-
lleros con docenas de carruajes en su séquito, y cientos de.
seguidores que iban de corte en corte". Los historiadores de ese
período, más o menos en la época de Cristo, se refieren a él
como la Era de las Cien Escuelas de Filosofía. Mao Tse-tung

268
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 197

se refirió a este hecho en 1957, cuando dijo: "Que florezcan


cien flores, que discutan cien escuelas", en el ya famoso mo-
vimiento de las "Cien Flores".
Sería imposible dar en un artículo de esta clase una descrip-
ción adecuada de este florecimiento de la especulación políti-
ca. Baste decir que en 1949, frente a la desintegración que
siguió a la guerra sino-japonesa y la debilidad interior de Chi-
na bajo los ataques de las potencias imperiales en el siglo XIX,
una China débil y dividida se enfrentaba a los problemas de
unidad y orden con un largo pasado de especulación política y
reflexión acerca de sus dificultades. De ninguna manera era
algo nuevo para ellos la idea de la especulación y de la solución
política.
Después del período de los Cien Filósofos, China se unificó
en el imperio Han (siglo n a. c. -siglo 11 d. c.); una filosofía,
el confucianismo, que en la era filosófica no había sido más
que una entre muchas, se volvió dominante, ortodoxa y todo-
poderosa, pero en este proceso -tal es el eclecticismo del pen-
samiento chino- tomó características de muchas otras filo-
sofías.
En el siglo rv a. c., competían tres filosofías rivales por el
favor de los gobernantes de las ciudades-estado. La primera
era el confucianismo, representado por Mencio; la segunda, el
utilitarismo, representado por Micio; y la tercera, el trascenden-
talismo, representado por Chuang Tzu.
Cada una de estas tres escuelas, muy diferentes entre sí, se
ocupaba de la misma pregunta: "¿Cómo se puede gobernar
bien el Estado, cómo puede ser ordenada la sociedad?" Difie-
ren tanto en su acercamiento como en sus soluciones al proble-
ma. A la pregunta: "¿Cómo sabemos?", Mencio respondía que
todo conocimiento, toda verdad, se encontraban en los clásicos
de la antigüedad. Su epistemología era escriptural. En el si-
.glo IV a. c. había una antología de poemas, himnos dinásticos
y canciones populares, escritos del siglo x al siglo VII a. c., cono-
cida como los Cantares, y una colección de documentos de
Estado recopilados hacia los siglos XI y x a. c., conocida simple-
mente como los Libros. Decían los confucianistas que esos
documentos presentaban una imagen de la utopía de la anti-
güedad, los tiempos de los reyes Wen y Wu. Por medio de
la interpretación de esos clásicos, en una forma conocida por

269
198 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

los estudiosos del Antiguo Testamento, sacaban, con una au-


toridad posiblemente escriptural, una imagen del Estado en
que el Rey Ideal gobernaba el mundo natural por la sola in-
fluencia de su virtud -y asi guardaba el orden de las estacio-
nes, de las épocas de siembra y labranza, de nacimiento, muerte
y renovación y de toda la familia humana. En los textos origi-
nales, "virtud" era una palabra que los antropólogos conocen
como "mana", el poder mágico que los sacerdotes y chamanes
manejan para controlar a las fuerzas hostiles. Pero en el voca-
bulario confucianista, "mana" se elevó a "virtud", de lo cual
se desarrolló un sistema ético del comportamiento caballeroso
ideal. Este código ético, este código del homb¡;e, se convirtió
en el ideal del administrador confucianista para todo el resto
de la historia. El orden contemplado se organizó en una se-
rie de deberes y obligaciones, empezando con la familia co-
mún, en la cual cada miembro tenia un orden ascendente de
importancia a medida que se acercaba a la vejez, y un conjunto
rígido de deberes y obligaciones. La armonía familiar, el cum-
plimiento fiel de los cinco grados de parentesco, los deberes
del hijo hacia el padre, todas esas cosas se convirtieron en lu-
gares comunes de la enseñanza confucianista, y son una de las
características de la vida familiar china hasta la fecha. Estos
parentescos entrelazados se extendieron de la familia al Esta-
do, en tal forma que el deber del hijo hacia el padre se con-
virtió en el deber del ministro hacia el príncipe, y todo el Es-
tado se concibió como una enorme familia armoniosa, con un
gobernante virtuoso, "padre y madre de su pueblo". La pala-
bra moderna para "nación" o "estado" es Kuo-fia, "ciudad-es-
tado y familia". Dentro de este ideal se incluía la oposición
al abuso, el derecho del pueblo a destituir a un gobernante que
perdiera la virtud, puesto que el cielo retira su mandato de go-
bierno a los que no son dignos de él. La corrupción del Kuo-
mintang y el comportamiento atribuido a Chiang Kai-shek y
su familia fueron interpretados por los chinos como una pérdi-
da del mandato de gobierno. Esta teoría del mandato celeste
fue muy importante en la historia china posterior. Es la justi-
ficación para un cambio de régimen; al tomar el poder los
comunistas, la propaganda más importante contra el régimen
anterior fue la historia de su corrupción. f:ste era un mensaje
que el más simple campesino podía comprender e interpretar.

270
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 199

El segundo de los pensadores del siglo IV es Micio. Decfa


que el pasado no tiene importancia para el presente, y que la
respuesta al problema del orden en la sociedad y en el Estado
era volver a empezar, a la luz pura de la razón. Sostenfa que
la suma de la experiencia humana prueba la existencia de una
Divinidad. La Divinidad tiene un propósito, una voluntad. Esa
voluntad y ese propósito se conciben en el amor y la compa-
sión. Debemos investigar la causa del desorden, porque sólo
así podremos curar sus males. Puesto que todos los hombres
tienen la atención del cielo, se deduce que todos los hom-
bres son iguales a los ojos del cielo. El cielo llueve por
igual sobre el justo y sobre el injusto. El cielo manifiesta
también su amor en todos, sin importar las distinciones de
persona. Así pues, la consecuencia lógica de esto es que to-
dos los hombres deben amarse sin distinción y con igual in-
tensidad.
La idea del amor universal en una sociedad de clases, ba-
sada en la familia, fue interpretada por sus oyentes como algo
en contra del orden natural de la vida humana. ':Ultraja todos
/los sentimientos humanos", protestó Mencio. Los confucia-
nistas tenfan cánones codificados con mucha precisión, que se
referían a los deberes y afectos que deberfan gobernar a los
miembros respectivos de la familia y los órdenes de la socie-
dad. Sin embargo, decfa Micio, el amor universal es el con-
senso común del bien común. Esto lleva a Micio a sus dos
axiomas políticos: el criterio del bienestar común (el mayor
beneficio para el mayor número) y la aceptación del común
acuerdo (la teorfa según la cual el sistema que produce los
mayores beneficios para todos debe ser aceptado por todos). De
ello se deduce, decfa Micio, que sólo los más competentes,
sin importar la clase o la familia, eran sirvientes adecuados de
la comunidad, y que a ellos deberían estar dirigidas sus mayo-
res recompensas.
La filosoffa de Micio falló en la solución final en el impe-
rio Han y ha llamado poco la atención desde entonces, hasta
fecha reciente. En 1882 un erudito alemán describió a Micio
como "un abogado del socialismo y el comunismo"; los escri-
tores nacionalistas de los años treinta trataron de revivir el
micianismo como "amor universal", una especie de cristianis-
mo nacional. Pero bajo el régimen comunista Micio ha sido

271
200 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

considerado en una nueva categoría, como el primer Marx que,


a diferencia de Marx (claro está), era chino. ··
El tercero de los pensadores del siglo IV, Chuang Tzu, en-
señaba que el único acceso al conocimiento era la experiencia
mística. El verdadero conocimiento sólo es asequible al adepto
en estado de trance. En los trances uno ve al universo entero,
la creación como Una, la unidad natural y el orden natural,
que el adepto, al "navegar con el Infinito", puede inducir en
el mundo real, negándose a intervenir y entregándose a la "mis-
midad" -es decir al Tao. En algunos de sus aspectos, esta
filosofía ha estado de moda en el Zen "Beatnik". Como los
adeptos al taoísmo, en su búsqueda de la droga de la inmorta-
lidad, fueron los primeros alquimistas, a los que se debe en
gran parte la recopilación de la farmacopea china en el si-
glo VIII de nuestra era, sus sucesores gozan de popularidad en
la China actual como los primeros tecnólogos del pueblo, y
los creadores de su ciencia.
En una forma más bien impresionista, lo anterior muestra
lo profundamente enraizado que está el pensamiento político
en China, lo amplios que han sido sus intereses, y la influen-
cia que ha tenido en la formación del ethos chino. El marxis-
mo teórico tiene puntos evidentes en común con la tradición
china: el Estado monolítico; el criterio de la virtud y de la in-
corruptibilidad; la obediencia a severas reglas éticas y morales;
la elevación al máximo de los ideales de orden y acuerdo; y la
prioridad de la sociedad y el Estado sobre el individuo. El in-
dividualismo -la idea del valor supremo del alma individual-
no tiene lugar en el pensamiento o en la organización social
china. Al contrario, el individuo no encuentra protección y
seguridad al afirmar su individualidad, sino al subordinarse al
bienestar común. La discusión -que es un elemento esencial
en el proceso democrática- es lo contrario al orden en la tra-
dición china; es un horrible luan (desorden) y, por lo tanto,
reprensible. U na idea común al confucianismo y al micianismo
es que los más competentes deben gobernar por el bien de la
comunidad. A través de la historia imperial china, la élite con-
fucianista, reclutada por medio de un examen de competencia,
ha gobernado el país. La idea de una élite ética y abnegada, ya
sea de eruditos confucianistas o de los cuadros del Partido Co-
munista, no es contraria a la tradición nacional. Finalmente,

272
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 201

una parte del folklore común del campo, resultado de siglos


de condicionamiento al pensamiento tradicional, ha metido
firmemente en la mentalidad china la idea que la suerte de la
gente del pueblo -el bienestar común- es el criterio defini-
tivo para juzgar si un gobierno es bueno, y que cuando la gente
sufre sin razón el cielo ordena que se retire su mandato a la
causa de ese sufrimiento.
Se dijo recientemente, frente al Comité de Relaciones ex-
teriores del Senado, del senador Fulbright, que en chino no
hay palabra para expresar "libertad" en el sentido democráti-
co. Hay una palabra, pero no tiene la connotación con que la
usaba el presidente Kennedy. Significa "actuar por sí mismo",
actuar en forma independiente del grupo y, por lo tanto, ac-
tuar en forma opuesta al bienestar común.
China, sea comunista o no, es un mundo cultural aparte
-aparte del Occidente. Parte de esa "separatidad" está en el
idioma y en el pensamiento mismo de los chinos. Para enten-
der la China moderna es fundamental comprender la natura-
leza de esa "separatidad".
La "separatidad" del pueblo chino no es sólo geográfica,
sino lingüística y de formas de pensamiento. Los orígenes his-
tóricos del pensamiento chino, y el larguísimo período de acos-
tumbramiento a pensar que ha tenido el pueblo chino son
profundos. El idioma protege ese pensamiento como algo sa-
grado y lo mantiene vivo, y sus peculiaridades son una influen-
cia unificadora. La naturaleza de la escritura y del idioma en
que se conserva su esencia constituye una explicación de la
viabilidad de la civilización china. Pero el idioma crea pro-
blemas de comunicación y comprensión con el resto del mun-
do. La respuesta china al marxismo-leninismo es muy distinta
a la del Occidente individualista y con ideales de libertad. La
teoría marxista sufre ciertos cambios al ser expresada en un
idioma que está tan lejos del pensamiento occidental. La clave
para entender el presente, en China, está en el pasado siempre
presente.
Una de las ideas más extraiias que circulan en Occidente
es que los chinos han repudiado su antigua cultura, que han
cambiado su ropa china por el traje rojo del comunismo, y
han dado la espalda a su pasado. Claro que no es así. La po-
sición maoista es que la literatura, la historia y el arte de China

273
202 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

son herencia de todo el pueblo, y que deben ser fácilmente


disponibles, no estar reservados a una élite erudita. China ha
sido gobernada durante dos mil años por una burocracia elegi-
da entre la intelligentsia. Dinastía por dinastía, los chinos han
competido en los exámenes provinciales e imperiales, han as-
cendido gradualmente en la jerarquía hasta llegar a los puestos
más altos del gobierno. Este gobierno por reyes filósofos hace
pensar en los ideales de los guardias de Platón, y en ,cierto sen-
tido eso ha sido. Pero esto ha segmentado la sociedad china
y ha creado un orden social muy diferente de cualquiera que
hayamos tenido en el Occidente. Después de la destrucción
intencional de la aristocracia hereditaria basada en la posesión
de la tierra, en el siglo m a. c., la sociedad se dividió en cuatro
clases tradicionales: eruditos, campesinos, artesanos y soldados,
en ese orden. Hasta hace relativamente poco, los eruditos usa-
ban ropa diferente, exhibían los grados obtenidos en los
exámenes por medio de borlas distintivas y botones en los som-
breros, y cuando caminaban por la calle, la gente de condición
más baja se hacía a un lado para dejarlos pasar. El sistema de
exámenes tuvo períodos de auge y depresión a través de los
siglos. Fue profanado: en las épocas malas, se vendieron diplo-
mas y se compraron preguntas de exámenes. En su mejor épo-
ca, el sistema produjo eruditos-estadistas -administradores de
los que han tenido que depender todos los conquistadores
de China para resolver el problema de la administración a gran
escala. No sorprende saber hoy en c;lía que los decretos de
Pekín llegan a todo el país, hasta al pueblo más pequeño. Esta
tradición de administración a gran escala, llevada a cabo por
eruditos-estadistas, tiene una historia de dos mil años, y en un
estudio reciente quedó demostrado que la totalidad de la élite
del Partido Comunista viene de la clase de los mandarines. Se
pensó en cierta época que el acceso a los libros y la facilidad
con que los ricos y poderosos podían educar a sus hijos signifi-
caba que existía, de hecho, una clase gobernante. Cierto es que
algunas familias reaparecen una y otra vez en la historia china;
pero estudios más recientes han mostrado el grado tan notable
de movilidad social que permitía el sistema de exámenes. De
todos modos, las clases sociales más altas siempre han sido las
más educadas, y la diferencia y el respeto a los eruditos ha creado
de hecho una élite, que se refugió cada vez más en la conserva-

274
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 203

ción de sus misterios -el conocimiento de los clásicos- hacien-


do que el idioma escrito se volviera cada vez más lapidario, más
y más alejado del lenguaje común. En la Revolución de 1911
fue cuando los revolucionarios hicieron el primer intento de de-
mocratizar la lengua escrita, de alejarse de las formas clásicas y
aproximarse más a la lengua hablada. Pero aun así, la capacidad
de leer y escribir y la educación clásica trazaron profundas lí-
neas divisorias entre letrados y analfabetos, haciendo que la cul-
tura china fuese el placer de una clase letrada y acomodada, y
estuviera fuera del alcance de los campesinos ignorantes y escla-
vizados. La posición comunista es que la cultura china es patri-
monio de todos los hombres, y desde 1949 se han invertido mu-
chísimas energías para eliminar el analfabetismo y para hacer
accesible a todos el patrimonio cultural común. Por lo tanto,
en vez de repudiar la herencia del pasado, los dirigentes de
Pekín están decididos a hacerla accesible para todos. Claro que
esto no se deriva en especial del dogma marxista, sino más bien
del nacionalismo y la autoestimación chinos. A través de toda
su historia, los chinos siempre han sido xenófobos, y han des-
preciado a los bárbaros (es decir, a los no chinos). Lo que ellos
ven como una invasión de China por los extranjeros, desde me-
diados del siglo XIX, no ha hecho otra cosa que estimular su
orgullo por las antiguas realizaciones chinas. Esto constituye el
meollo de un sentido de nacionalidad e identidad, y es la causa
de muchos de los sacrificios que los chinos están dispuestos a
hacer para reconstruir y modernizar su país.
La palabra china para "civilización" es wen-hua, que quiere
decir aproximadamente "el proceso de cambio que trae la lite-
ratura". El centralismo del esfuerzo erudito y literario, el presti-
gio de los eruditos y escritores, y la pasión casi morbosa por el
conocimiento, son parte del patrimonio chino, y pocas veces
ha sido tan evidente en tiempos recientes este rasgo del ethos
chino. Los occidentales han hecho notar con frecuencia la sor-
prendente avidez de conocimiento, la intensidad y seriedad de
los estudiantes chinos. Esto viene del adiestramiento de siglos
que han tenido todos los chinos en su respeto por el conoci-
miento y las recompensas que ganan todos los buenos eruditos.
Para un sinólogo, una de las consecuencias de la llegada del
régimen comunista es que los libros, que antes eran pocos, caros
y diñciles de obtener, de pronto son accesibles en ediciones bara-

275
20f ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

tas, cuidadosamente hechas,. con paginación correcta y buenos


índices. Una edición de una novela clásica del siglo xn, por
ejemplo, se lanza al mercado hoy en día con una impresión
inicial de seis millones, de ejemplares. La producción de publi-
caciones de Pekín ha sido tan abundante que en ciertos períodos
ha habido falta de papel. Otra consecuencia ha sido un enorme
aumento de las publicaciones periódicas de tipo erudito. En sólo
un campo, el de la lingüística, han aparecido tres nuevas publi-
caciones periódicas desde 1949.
En el arte chino, los efectos han sido totalmente contrarios.
Antes de 1949 no era difícil comprar porcelanas y pinturas chi-
nas de buena calidad, pero desde entonces se ejerce un control
riguroso sobre la exportación de los "tesoros nacionales", lo cual
ha ocasionado una enorme alza en el precio de las buenas pie-
zas, que están ahora fuera del alcance de los coleecionistas mo-
destos. Dentro de China, cada provincia tiene su museo, y los
museos de Pekín tienen fama de ser excelentes, no sólo por la
calidad de su contenido, sino también por las técnicas de pre-
sentación y exposición empleadas.
Otra consecuencia de la subida al poder del régimen de Mao
es el extraordinario impulso que se ha dado a la arqueología. Se
conocía la existencia de ricas zonas arqueológicas sin excavar,
pero en un período de gran descuido en la década de los vein-
tes, las más accesibles fueron saqueadas y explotadas; lo mejor
de las colecciones que se encuentran en los museos occidentales
viene de esa época de depredación. El Kuomintang, bajo la Aca-
demia Sínica, trató de ejercer algún control, pero con gran des-
cuido, y las excavaciones nunca se hicieron en gran escala. Desde
1949 han trabajado en las zonas unos cincuenta grupos arqueo-
lógicos importantes, y se han hecho enormes adelantos en el
estudio de la China prehistórica. Las piezas, como es natural,
van a los museos proyinciales y nacionales, y gran parte de ellas
todavía no han sido exhibidas fuera de China. No sólo ha ha-
bido gran progreso en las normas de excavación y documenta-
ción científica, sino también en informes y publicaciones, por lo
que los eruditos occidentales pueden mantenerse al día. Bajo
el régimen comunista, China, en vez de repudiar su pasado, lo
está reviviendo como en ninguna otra época.
Uno de los mayores tesoros culturales de China está en sus
historias dinásticas. Durante veinticinco dinastías, la costumbre

276
OOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 205

fue escribir la historia de la dinastia anterior, y esas Veinticinco


historias dinásticas han sobrevivido hasta la actualidad. Consti-
tuyen un relato detallado de los últimos dos mil años. Una
edición en microtipo, que está en posesión del autor, impresa
sobre papel biblia y sólo legible con la ayuda de una lente de
aumento, ocupa el doble de espacio que la Encyclopedia Britan-
.nica. La composición de textos históricos chinos empezó con los
anales de las ciudades-estado. Poseemos uno de estos anales
(721-479 a. c.), que registra brevemente un catálogo de los tra-
tados que se llevaron a cabo, hechos importantes y las idas y
venidas de la corte. Todos los estados tenian anales de este
tipo. Sólo poseemos uno completo y de otros únicamente se
conservan fragmentos o citas. También tenemos dos historias
narrativas de alrededor del siglo 111 a. c., que son fuentes muy
ricas para la historia social de ese período. Pero no fue sino en el
siglo 1 a; c. cuando un oficial de la Corte Imperial y su hijo, co-
menzaron a escribir las Historias dinásticas oficiales, que se con-
tinuaron, dinastia por dinastia, como parte esencial del gobierno
estatal, hasta 1927. El primer historiador, Szu Ma-ch'ien (ca.
145-90 a. c.), merece cuidadosa atención, y un lugar de honor
en cualquier panteón de los grandes estudiosos del mundo. Su
visión de la historia consistia en creer que la estabilidad social y
los ideales éticos sólo podían mantenerse si los sucesos cotidia-
nos se documentaban meticulosamente y si este registro inédito
se utilizaba como un espejo para los príncipes. También era
interesante su estructuración de la historia, que sirvió de mode-
lo para todas las demás dinastías por venir. La historia se escri-
bió en cinco partes. A la primera la llamó "hilo principal",
nombre que tomó de la imagen de coser en un telar partiendo
de la urdimbre. Este hilo principal era la sucesión imperial, la
trasmisión del Mandato Divino de un soberano a otro. Aquí se
encuentran las vidas y actividades de reyes y reinas y la conducta
de la corte. La segunda, que después abandonó, registra la his-
toria de las "casas hereditarias" -modo cortés de registrar las
historias de las ciudades-estados, que funcionaban independien-
temente de los Hijos del Cielo. La tercera parte es una crono-
logia tabulada, que consiste en tablas genealógicas y cuadros. La
cuarta es una serie de monólogos sobre múltiples y diversos te-
mas: el sistema monetario, observaciones astronómicas que se
realizaron durante la dinastfa, reglamentos comerciales y mer-

277
206 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

cantiles, reglamentos para el modo de vestir cortesano y civil; en


síntesis, una especie de historia socio-económica, tratada local-
mente. La quinta, que incluye las biografías de unos cien o
doscientos hombres prominentes de la dinastía, es un reconoci-
miento de que la historia es la suma total de las biografías y
constituye una especie de diccionario biográfico nacional. Esta
obra monumental, comenzada por el padre y concluida por de-
ber filial por su hijo, fue la primera y última historia auspiciada
semi-privadamente. En las dinastías subsiguientes, el trabajo se
escribió como un documento de Estado, y se compiló partiendo
de los expedientes oficiales diarios.
Es dificil describir la riqueza de materiales de estas histo-
rias, ninguna de las cuales ha sido traducida totalmente a otra
lengua. Otras historias diferentes se han escrito y se han con-
servado, sobre todo a partir del siglo xn. Existen, por ejemplo,
unas cinco mil historias locales de ciudades, distritos, a veces de
templos, otras, de familias. Desconocerlas -y pocos estudiosos
fuera de China las conocen- equivale a no entender una de las
batallas más interesantes y reveladoras que se llevan a cabo ac-
tualmente en Pekín. A medida que uno lee las actas históricas,
se aclara el dilema del historiador marxista ortodoxo que tiene
que enfrentarse a una documentación tan minuciosa, y precisar
los períodos marxistas familiares, para justificar las etapas histó-
ricas marxistas, y aun para decidir cuándo ocurrieron estas eta-
pas -si fuese íttil determinarlo. Esto es lo que divide hoy en
día a los historiadores chinos escrupulosos. Por otra parte, des-
de los tempranos veintes, los historiadores chinos con influencia
occidental, habían retado la visión tradicionalista de estas histo-
rias. Una consecuencia interesante de toda la controversia es
que este rico material histórico se está reexplorando con nuevas
perspectivas mentales. Una de éstas es la historia de la cien-
cia. Los lectores de los volúmenes introductorios de Needham
saben que, en la medida en que la ciencia y la tecnología se
desarrollan en China y se acumula evidencia de las ricas fuentes
que han sobrevivido, se ha hecho más claro que China tiene de-
trás una historia impresionante de inventos tecnológicos, que
sirve de base histórica para lo que construyen los nuevos cientí-
ficos chinos. Dos miembros de la Academia de Medicina de
Pekín, en visita reciente a Canadá, hablaban de la coexistencia
paralela de la medicina tradicional y de la occidental, en las es-

278
OOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 207

cuelas médicas chinas. Fue en la Pharmacopoeia china del


siglo XVIII donde se describieron por primera vez las propiedades
terapéuticas del efedrín, y es mucho lo que probablemente pue-
da encontrarse entre los resultados del descubrimiento empírico
chino, que pruebe ser de utilidad. En todos los hechos, no hay
otras personas tan minuciosas para registrar su historia, ni que
estén tan conscientes de ella, y hasta la generación actual de
estudiosos pocas veces había sido tan vivo y productivo el inte-
rés en la historia china, como lo es hoy día.
Los visitantes a la China Comunista traen consigo una sen-
sación de que todo es nuevo; impresión que los propagandistas
tratan de destacar y documentar en seguida. En algunos aspec-
tos sí hay novedades, pero el Partido Comunista tiene verdadero
interés en dar la impresión de que todo es nuevo y atribuible a
las virtudes del comunismo. Sin embargo, para cualquier cono-
cedor de la historia china, hay también mucho que parece fa-
miliar.
Entre los aspectos más ilustrativos de la historia china, que
colocan a la China moderna en una perspectiva más clara, el
primero, ya mencionado, es la larga historia de destrezas buro-
cráticas que han adquirido y han desarrollado los chinos. Las
historias dinásticas fueron escritas por sirvientes civiles y le han
servido siempre como guía a los administradores, pues los buró-
cratas siempre se han encargado del gobierno en China. La
"Política", las luchas por el poder, no han sido entre clase y
clase, entre un interés económico y otro, sino entre grupos riva-
les de burócratas que conocen los gajes del oficio. Estas destre-
zas burocráticas intuitivas son, en si mismas e independientes
de cualquier dogma, uno de los recursos de primera importancia
al gobernar un país tan grande y tan populoso como China. Y
como la tradición histórica ha sido que los burócratas se suscri-
ban a la ortodoxia -lo mismo en el pasado, al entrenamiento
confucianista con su código ético, que en el presente, a la disci-
plina del Partido- no es histórico suponer, como suele decirse,
que China está unida y bien gobernada por primera vez en la
historia. Esto, evidentemente, no es asL Si se le compara con
los afios decadentes del Manchú o los afios difíciles del Kuo-
mintang, el régimen comunista es, claro está, por marcado con-
traste, un gobierno honrado cuyo poder se extiende por todo el
territorio. Pero éste es un tema recurrente en la historia china.

279
208 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

No sólo ha habido uno, sino tres períodos de regímen~ draco-


nianos, períodos. de un totalitarismo atemorizador bajo el do-
minio de una fuerte figura patriarcal, que van seguidos de la
decadencia y de la disolución. El primero, en el siglo m a. c.,
fue el de Chin Shi Huang-ti, primer unificador de China. Una
vez execrado por historiadores ortodoxos y citado por historia-
dores occidentales como ejemplo horrendo de totalitarismo,
Chin Shi Huang-ti ha sido revaluado por los historiadores co-
munistas como uno de los arquitectos de la grandeza china. A
él se le acredita la quema de libros y la imnolación de doscien-
tos estudiosos para borrar la memoria del pasado, hecho por el
cual los confucianistas lo han maldecido desde entonces. Pero
Chin también construyó una enorme red de carreteras a través
de China, estandarizó pesas y medidas, nacionalizó la moneda
y erigió la Gran Muralla. Por estos trabajos prodigiosos, he-
chos a un costo terrible de vidas humanas, se le acredita en el ·
presente régimen. No se trata de algo nu~·o cuando se oye ha-
blar hoy de las grandes obras públicas, de la fabricación de pre-
sas y depósitos, realizadas por miles y miles de trabajadores; ya
ocurrió durante el reino del Primer Emperador. Volvió a ocu-
rrir bajo la dinastía Sui ( 590-618) -otro período de horrible
represión y de métodos totalitarios en el que también se hicie-
ron cosas necesarias, pues los Sui erigieron el gran sistema de
canales que hizo más expedito el .movimiento de granos a tra-
vés de todo el Imperio, y aumentó considerablemente la movi-
li7.ación de las fuerzas imperiales. No se puede sugerir, como
han intentado descubrir numerosos historiadores chinos del si-
glo xrr, que exista un patrón cíclico y recurrente en la historia
china. Pero los trabajos públicos a gran escala y los métodos
draconianos, no son novedosos en China y tampoco una inno-
vación de inspiración marxista. En el pasado, estos regímenes
duraron unos veinticinco años.
Otro tema recurrente de la historia china, que es parte esen-
cial del folklore de su pensamiento, es el mecanismo mediante
el cual puede quitarse y cambiarse un régimen que fracasa. Se
ha dicho que en el Africa moderna uno de los problemas de los
nuevos regímenes es que no existe ningún mecanismo político
que se aproxime a un golpe de Estado, para cambiar un régi-
men que haya perdido contacto con la realidad. Este mecanis-
mo ha existido siempre en la historia de China y está envuelto

280
DOBSON: CHINA, P.ASADO Y PRESENTE 209

en la teoría de la "virtud" del líder y el cese del Mandato del


Cielo. Cuando el lider pierde "virtud", así dice la teoría, el
"gran acuerdo" se rompe, la gente sufre y el descontento popu-
lar es señal del celeste y una justificación para quitarle el man-
dato y cambiar el régimen. Una de las nuevas fases de inter-
pretación de la historia china que compromete la atención de
los historiadores en el Pekín actual, es el estudio del proceso
mediante el cual surge el descontento popular, de cómo ocurren
las rebeliones campesinas y de cómo se cambian los regímenes.
Se han publicado una gran c~ntidad de escritos sobre este tema.
Esta teoría no supone, y ni siquiera considera, que la gente
común tenga alguna alternativa en la selección de sus gobernan-
tes. Supone que la condición de la gente es un indicio de la
"virtud" o efectividad del gobernante, que es cosa muy distin-
ta. La satisfacción popular con un régimen no se deriva de saber
que éste ha sido electo por ellos mismos. Se deriva del bienestar
de la gente. Es fácil ver cómo Chiang Kai-shek y su partido, en
términos tradicionales, han "perdido su mandato". Es también
fácil observar que el mejoramiento de muchos de los campesinos
es, en sí mismo (en los mismos términos tradicionales) , una
justificación, y de hecho, un voto de confianza al régimen que
eligieron.
Otro tema recurrente de la historia china, muy importante
en el presente, tiene relación con las nociones chinas acerca del
imperio. El Primer Imperio, el de Han, fue realmente una con-
solidación d~ las ganancias territoriales logradas por el empera-
dor Chin en el siglo m a. c. Este se basaba en algunas ideas
chinas acerca del mundo y del lugar de los chinos en él. Dentro
del pensamiento chino, el "mundo" es Tien hsia "todo bajo el
Cielo", y la soberanía es el derecho del Hijo del Sol para gober-
nar "todo bajo el Cielo". En las cosmogonías más tempranas,
se pensaba que el mundo era cuadrado, con los "cuatro mares"
en sus cuatro orillas. El mundo se convertía en "todo entre los
cuatro mares" y "todo bajo el Cielo", los dos clichés más comu-
nes entre los clásicos. Las ciudades-estado eran los "Estados-
centro" y, después de la unificación de China bajo el Chin,
China (el nombre deriva de Chin) se convirtió en el Estado
Central, el centro del Universo, y el lugar del virrey del Cielo
en la tierra. El Hijo del Cielo quedaba precisamente en el me-
dio. Este egocentrismo de los chinos ha influido poderosamente

281
210 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, ·1967

en sus puntos de vista sobre el mundo, tanto en la antigüedad


como en el presente. Una historia de las dinastías Chin y Han,
que fue publicada hace unos quince años, disfrutó de la inusi-
tada distinción de ser editada tanto en Pekín como en Taiwan.
El autor empezó describiendo el estado territorial de China
durante el siglo 1 a. c. -un Imperio que se extendía hasta el
Tibet y Asia Central, el Gobi, Mongolia, Manchuria y Corea, y
hacia el sur, hasta lo que es hoy Vietnam. Desde el punto de
vista chino, esto es el mundo: el del Reino Central y los reinos
de los cuatro bárbaros. El historiador declaraba entonces que
todos los chinos leales (queriendo decir Pekín y Formosa), te-
nían el deber sagrado de mantener intactos los confines del
otrora Imperio como chinos, histórica e irrevocablemente. En
la dinastía Han había debates interminables acerca de las "re-
giones occidentales" y los estados periféricos -sobre si gober-
narlos directamente o mantener sobre ellos una especie de so-
beranía liberal, que se simbolizara con un tributo nominal que
los bárbaros llevarían a la corte. Estas dos escuelas de pensa-
miento han chocado históricamente una y otra vez. La política
de ocupación fue avocada por los grupos militares y la de "go-
bernar por virtud" por los confucianistas. En el siglo XVIII la
disputa se resolvió a favor del gobierno por·virtud y todos estos
países -Tibet, Corea y Vietnam- tenían cortes, costumbres,
rituales y procedimientos casi chinos, pero rara vez fueron ocu-
pados o administrados directamente por China. En la historia
del Imperio Chino, una de las medidas de la "virtud" del régi-
men ha sido que los bárbaros de los cuatro cuarteles reconozcan
la soberanía china y presten tributo, atestiguando así la superio-
ridad de la cultura china y su deuda para con ella. Todo esto
es muy distinto, en forma y como concepción, de las prácticas
imperialistas occidentales. Pero es muy chino. Cualquier régi-
men en China, sea el Kuomintang o el comunista, tendrá que
~segurar que sus estados periféricos, por lo menos en cuanto al
tributo nominal, reconozcan la soberanía china, aunque esto
no signifique el uso de administradores chinos o la ocupación
militar. Es una~concepción del mundo, que desde el punto de
vista chino promete seguridad. Actualmente este modo de pen-
sar gana terreno en Pekín. China no ha sido nunca un poder
mercantil o naval, no se ha comprometido en empresas ultra-
marinas, ni tiene ambiciones que la lleven a conquistar el mun-

282
DOBSON: CHINA, PASADO Y PRESENTE 211

do o a romper los estados del sureste asiático mediante ocupa-


ciones sucesivas. Sin embargo, le importa vitalmente que los
estados periféricos sean pro-chinos. La presencia de extranjeros
en cualquiera de estas áreas afecta las sensibilidades chinas, y
una presencia que pueda constituir una amenaza al territorio
chino mismo provocaría, según creencia de este autor, una
guerra defensiva por parte de China. En el actual dilema en
Vietnam, así como en Corea y Taiwan, es importante enten-
der lo que sienten los chinos respecto a estas áreas, y saber que
cualquier régimen, comunista o no, sentiría lo mismo. Esto ex-
plica, quizás, la renuencia china para enviar tropas de combate
a Vietnam del Norte, pero también explica su empeño vital en
que Vietnam del Norte sobreviva. Personalmente, el autor
simpatiza con la advertencia de los Sinólogos Americanos al
Comité de Relaciones Extranjeras del Senado. de que es conve-
niente detener la expansión china, pero que fallar en el reco-
nocimiento de las urgencias emocionales que siente China de
mantener un status especial en estas áreas sensitivas, es algo su-
mamente peligroso y puede, más bien, iniciar lo que todos quie-
ren evitar: una guerra entre China y los Estados Unidos.
Por lo tanto, en resumen, la importancia de China en los
problemas mundiales, tanto hoy como en el futuro, parece se-
gura. Sin embargo, el aislamiento chino presenta problemas
muy grandes de comunicación y comprensión. La China Co-
munista no está funcionando, como un teórico político de orien-
tación occidental estaría tentado a creer, desde premisas teóricas
marxistas solamente. La clave para entender la China Comu-
nista, y por lo tanto, para llevar a cabo una política inteligente
respecto a ella, estriba en un conocimiento mucho más profun-
do de China y de su gente, tanto del pasado como del presen-
te, que el que prevalece hoy en Occidente.
Para Occidente, el problema chino y de todo lo que no es
occidental, como los nuevos estados que surgen en Africa y
Asia, consiste en la necesidad de un conocimiento mejor y de
una comprensión más inteligente de ellos. El deber preeminen-
te de las universidades es comprometerse al estudio académico
serio y por separado, de los mundos desconocídos del Islam, el
sur hindú de Asia, China y Japón, sobre los cuales puedan ba-
sarse políticas inteligentes. Las estrellas de estos países están en

283
212 ESTUDIOS ORIENTALES 11:3, 1967

ascensión. El interés y la importancia de ellos crecerá para


nosotros en el futuro. Un estratega clásico chino del siglo m
a. c., muy citado por Mao Tse-tung, ha dicho: "Conócete a ti
mismo y conoce a tu adversario, y así, aunque luches con él cien
veces, saldrás victorioso invariablemente."
Traducci6n: F. BOTION

284
LAS RELACIONES DE LA
REPÚBLICA POPULAR CHINA
CON AMÉRICA LATINA*'
JORGE ALBERTO LOZOYA
El Colegio de México

DURANTE EL XII CONGRESO DEL Partido Comunista Chino, el


6 de septiembre de 1982 fue aprobada una nueva constitución
de ese importante órgano político. Días antes, el secretario
general del Partido, Hu Yaobang, se había referido a la posibili-
dad de una "normalización" en las relaciones de la República·
Popular China (RPCH) con la Unión Soviética, hecho sin duda
vinculado al reforzamiento de la actual distensión entre China
y Estados Unidos, después de que el gobierno norteamericano
declarara su intención de reducir a mediano plazo la venta de
armamentos a Taiwán.
Durante el Congreso se afirmó la intención china de aplicar
una politica económica de "puertas abiertas" al exterior y
fortalecer la cooperación en los intercambios económicos y
técnicos con otros países. El gobierno chino expresó también
su deseo de que exista una mejor coordinación entre los princi-
pios de su política exterior y el comercio internacional. Ade-
más subrayó su intención de promover la cooperación econó-
mica y técnica con los países del Tercer Mundo, haciendo uso
activo de inversiones extranjeras e introduciendo tecnologías
avanzadas también foráneas, con el propósito fundamental de
acrecentar los fondos disponibles para el desarrollo de las
fuentes energéticas y otras industrias. Al finalizar el Congreso,
un vocero declaró que el futuro de China depende, en buena
medida, de que avance con la ayuda de los países industrializa-
dos no comunistas, con base en la orientación y las tareas
necesarias para la creación del "nuevo curso de la moderniza-
ción socialista" .1
• En su versión preliminar este articulo fue presentado como ponencia ante la 34
Reunión Anual de la Association for Asian Studies, Chicago, abril 2, 1982.
' tixt:élsior, sept. 12, 82.

69

285
70 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: 1, 1983

En vista de lo anterior, puede afirmarse que el porvenir de


las relaciones de la RPCH con América Latina se inscribe en
un contexto aperturista en el que los contactos de Estado a
Estado y por los conductos diplomáticos adquirirán ímpetu,
acrecentando la tendencia manifiesta a lo largo del último
lustro.
China ha recorrido un largo trecho en su política hacia
Latinoamérica. De 1949 a 1952la agresiva actitud del gobierno
de Estados U nidos respecto a Beijing, así como la necesidad
que el nuevo régimen chino sentía de obtener una amplia
legitimidad en el ámbito mundial, fenómeno éste vinculado a
la exclusión de la RPCH del sistema de las Naciones Unidas en
el que Estados U nidos ejercía una influencia sumamente
poderosa, condujeron a que la alianza política, ideológica y
militar con la Unión Soviética se robusteciera.
Por otra parte, la guerra fría y la bipolaridad habrían con-
vertido cualquier intento de neutralidad por parte de la RPCH
en una muy ardua tarea. Mao Zedong se manifestó repetida-
mente por el "frente unido" del bloque socialista e instó a "las
grandes masas revolucionarias de otros países" a promover la
lucha revolucionaria a nivel mundial. 2 Sin embargo, y a pesar
del tono incendiario de estas proclamas, durante el lapso en
cuestión el régimen de Beijing dedicó muy limitada atención a
América Latina, probablemente porque la consideraba todavía
demasiado lejana, a la vez que peligrosamente próxima a
Estados U nidos.
Después de la guerra de Corea, y tras la consolidación de la
RPCH manifiesta en el lanzamiento del primer plan quinque-
nal de desarrollo y en la promulgación de una nueva constitu-
ción política, se inició una etapa más flexible y conciliatoria de
la política exterior china. De 1953 a 1956 el llamado "espíritu
de Bandung" prevaleció como principio normativo de la rela-
ción de China con los países en desarrollo} En esencia, el

2 Mao Tsetung, ''On the Ptople's Democratic Dictatorships", Selected Workr,

Peking, Foreigh Languages Press, 1973, v. 4, p. 415.


J En 1955 ruvo lugar en Bandung, Indonesia, una conferencia afroasiática que
constituiría el origen del movimiento no alineado. Shou Enlai, como premier chino,
desempeñó un papel protagónico en la celebración del evento.

286
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 71

compromiso con el no alineamiento implicaba desde el punto


de vista chino el reconocimiento de la necesidad de propiciar la
coexistencia pacífica de diferentes sistemas sociopolíticos, con
el propósito prioritario de promover la paz internacional.
Como resultado de ello, disminuyó el énfasis puesto por la
RPCH en el principio ideológico de la promoción de la lucha
armada en los países en desarrollo y se buscó obtener un
acercamiento diplomático con los países no alineados de Asia y
África. En ese entonces los chinos, al igual que otros asiáticos y
los africanos, no parecían tener del todo claro si América
Latina debía incluirse en la incipiente formulación del llamado
Tercer Mundo. La mayoría de los latinoamericanos, entonces
todavía muy acriollados, habría compartido esa duda.
La revolución cubana vino a cambiar las cosas. Este aconteci-
miento fue saludado por la RPCH como modelo a seguir por
otros países en desarrollo y sus" puntos de coincidencia" con la
revolución china eran mencionados frecuentemente en la lite-
ratura de Beijing. La revista en español Pequin Informa empezó
a aparecer en ese entonces. Además se organizó la Asociación
de Amistad Sino-Latinoamericana y algunas transmisiones
radiofónicas en español fueron expresamente dirigidas
al hemisferio occidental.
Durante la década de los años sesenta, la disputa sino-
soviética dividió a los partidos comunistas latinoamericanos.
Algunos grupos de la izquierda consideraron que la posición
soviética de propiciar la distensión internacional era errónea y
que la tendencia paralela de los partidos· comunistas latinoa-
mericanos a abandonar la lucha armada era poco convincente y
peligrosa. Aparecieron entonces partidos comunistas prochi-
nos en Brasil, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador, República
Dominicana, Argentina y Chile. Sin embargo, debe señalarse
que no existe evidencia de que el gobierno de la RPCH se haya
involucrado directamente en ese proceso. Puede por otra parte
afirmarse que en esencia la división de los partidos latinoame-
ricanos fue el resultado de tensiones internas. No está demás
tampoco subrayar que el conocimiento de las tesis ideológicas y
de la experiencia histórica concreta de la RPCH que los gru-
pos llamados "maoístas" sustentaban era casi siempre superfi-

287
7!. ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: 1, 1983

cial y limitado. Habia mucho de emotividad y coyuntura en la


admiración que esos grupos sendan por China y poco e!>tudio
sistemático del proceso supuestamente admirado. Prueba de
ello fue la facilidad del posterior desmembramiento de los
mismos. 4
Las autonominadas facciones prochinas eran en América
Latina coaliciones laxas que con frecuencia comprendian a
veteranos comunistas ortodoxos, anarquistas e incluso trots-
kistas. El reconocimiento por parte de Beijing no era un hecho
automático a partir de la postulación fraccionaria. En el caso de
Brasil y Bolivia tomó un año; en el de Perú un mes y en el de
Chile los elementos prochinos fueron reconocidos incluso con
antelación a la integración formal de su partido. 5 Los dirigen-
tes eran invitados a visitar China y su fotografia a veces
publicada, pero casi siempre con poca difusión pública. En
todo caso, la mayoria de los partidos comunistas latinoameri-
canos eran, y siguen siendo, más simpatizantes de la Unión
Soviética que de la RPCH.
Se ha afirmado que la experiencia revolucionaria china
atraia al Che Guevara. 6 Sin embargo, la conexión poco eficaz
de este personaje con la guerrilla latinoamericana nunca reci-
bió el apoyo abierto de China. Además los partidos pro Beijing
tuvieron una participación minima tanto en los movtmtentos
rurales como en la guerrilla urbana latinoamericana del perio-
do, hecho tal vez relacionado de alguna manera con su casi
total carencia de apoyo popular, en agudo contraste con una
marcada tendencia hacia el abuso de las proclamas verbales.

4 Véase Anguiano, Eugenio, ''The People's Republic of China and lhe NIEO:
Relalions wilh lhe Third World" en jorge A. Lowya y A. K. Bhatlacharya, (eds), Asia
amlthe Neu·Intenltllion.d Ecrmomic Order, New York, Pergamon Press, 1981, pp.
53·89. Además eswy en deuda con Anguiano por varias comunicaciones personales.
Véase lambién el exceleme lraltajo Garza, Humberlo, Chi11a y el Terc11r M•n'ilo,
México, El Colegio de México, 1975, pp. 145-201.
Además, Van Ness, Peler, R111'olution a11d Chi11ese Foreign Policy, Berkeley,
U niversily of California Press. 1970;, Johnson, Cecil, Commtlnist Chines and Latin
America, 1959·67 New York, Columbia Universily Press, 1970.
~ Garza, op. cit., p. 149.
6 Véase franqui, Carlus, Retrato de Familia con-fidel, Barcelona. Seix Barral,1981,
pp. 452-463, 536.

288
WZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 73

La crisis en la relación entre Beijing y La Habana debilitó,


aún más, a los partidos afiliados con la RPCH. En 1966, los
cubanos no invitaron a los grupos prochinos a la Conferencia
Tricontinental. Si bien las resoluciones de la Conferencia re-
presentaron un intento de acuerdo entre los simpatizantes de
la lucha armada y los que defendían la coexistencia pacífica,
Cuba mostró desd~ entonces signos de preferencia por la
Unión Soviética. A partir de ese momento, los chinos abririan
un debate ideológico indirecto con el "castrismo", a través de
una serie de artículos publicados por los partidos prochinos
tanto en América Latina como en Europa. 7 Hoy el distancia-
miento entre los dos regímenes sigue siendo profundo y no
parece haber signos de cambio positivo a corto plazo.
La Revolución Cultural aisló a la RPCH de la comunidad
mundial a tal punto que por un corto período Beijing tuvo un
solo embajador en el extranjero, acreditado ante el Cairo. 8 La
atención prestada a América Latina durante ese complejo
proceso fue mínima. En 1971, con el acceso de la RPCH a las
Naciones Unidas, tuvo lugar un importante cambio en la
percepción china de quiénes eran sus enemigos y quiénes sus
amigos potenciales. Así, y siempre desde la óptica de la RPCH,
la Unión Soviética se convirtió en el principal antagonista y en
la más grave amenaza no sólo a la estabilidad interna de China,
sino a la paz mundial. Inspirada por el Primer Ministro Zhou
Enlai, la política exterior de Beijing tratada entonces por
todos los mediqs a su alcance de oponerse a lo que fue caracteri-
zado como "las ambiciones hegemónicas de las dos superpo-
tencias". Paralelamente, el Tercer Mundo fue percibido como
la fuente principal de combate contra el colonialismo, el impe-
rialismo y el hegemonismo.
A partir de entonces, las relaciones de gobierno a gobierno
fueron consideradas estratégicamente prioritarias, por encima de
los vínculos de partido a partido y "de pueblo a pueblo". En el
caso de América Latina, la desafortunada experiencia de los
partidos prochinos facilitó el giro hacia la diplomacia. Por su

' Garza, op. ciJ., p. 153.


8 Anguiano, op. cit., p. 85, n. 11.

289
74 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: l, 1983

parte, los gobiernos de la región que luchaban por eliminar a la


guerrilla, que era más afín con los partidos prosoviéticos,
reconocieron a la RPCH como potencia mundial emergente y,
uno a uno, le dieron la bienvenida en los cuerpos diplomáticos
acreditados en las capitales latinoamericanas.
A fines de 1981, la RPCH mantenía relaciones diplomáticas
con los principales países de América Latina, excepción hecha
de Panamá. Si bien la RPCH tiene vínculos comerciales con
ese país, es factible que el amplio volumen de las transacciones
con Asia, relacionadas con el tráfico por el Canal de Panamá y
con la flota mercantil que enarbola la bandera panameña, haya
retrasado el reconocimiento diplomático a Beijing, en benefi-
cio de Taipei.
Los lazos chinos más cercanos son probablemente con Mé-
xico, Venezuela, Brasil, Colombia y Guyana.9 El comercio con
la región ascendió en 1980 a 1 320 millones de dólares, de los
cuales 804 se referían a importaciones chinas. 10 El comercio
con México alcanzó la cifra de 100 millones de dólares. 11 Si
bien el volumen de estas transacciones es muy pequeño en el
contexto del comercio exterior chino, el valor de cuyas expor-
taciones de mercancías en 1979 se calcula en 13 987 millones

9 Cuba, Chile, Perú, México, Argentina, Guyana,Jamaica, Trinidad-Tobago, Vene-


zuela, Brasil, Surinam, Barbados, Ecuador, Colombia, Antigua y Barbados, en orden
cronológico.
IOBeijing Informa, 41, oct. 14,81 pp. 19-20 China importa de América Latina: trigo,
maíz, soya, azúcar, algodón, lana, cobre, plomo,' salitre, acero laminado, pulpa de
papel, madera, pieles y produccos químicos.
Los principales países exportadores son Argentina, Brasil, Cuba, México, Chile y
Perú. China exporta a América Latina: aceites, arroz, parafina, textiles de algodón,
productos químicos e industriales, alimentos enlatados y maquinaria. Los principales
compradores son Brasil, Cuba, Argentina, México, Panamá, Chile, Venezuela y Trini-
dad-Tobago. De acuerdo con los chinos los principales obstáculos para la expansión de
este comercio son el conocimiento rudimentario de los mercados, las normas de
empaque y el transpone. La RPCH se interesa en el mercado latinoamericano para sus
manufacturas de bajo costo y consumo popular; también pretende acrecentar su
exportación de maquinaria hacia la región.
11 Cabe indicar que existe también un interesante intercambio científico y tecnoló-

gico entre los dos países en los campos de la agricultura, la pesca y forestal. Se habla
también de cooperación futura en la industria petrolera. Declaración a la prensa de
Eugenio Anguiano, al partir hacia la RPCH en su segunda misión como embajador de
México ame ese país, Excélrior, marzo 12, 82.

290
LOZOYA: CHINA Y AM~RICA LATINA 75

de dólares y el de las importaciones en 17 266 millones, 12


significa con todo un cambio sustancial respecto al pasado y un
prospecto interesante para la expansión a futuro.
En octubre de 1981, Zhao Ziyang se convirtió en el primer
jefe de gobierno chino que visitó América Latina, cuando
viajara a México para asistir a la Reunión Norte-Sur de Can-
cún y permaneciera unos días más después de la Cumbre, en
visita oficial al país. El mismo mes el presidente de Venezuela,
Luis Herrera Campins, estuvo en China para firmar acuerdos
bilaterales de cooperación cultural y científico-tecnológica. Su
visita se vio precedida por el viaje a Caracas del ministro chino
de relaciones exteriores, Huang Hua, acaecida en agosto, tra-
vesía que dio oportunidad también para una visita del dignata-
rio chino a Bogotá. Esta fue la primera vez que un canciller
chino estuvo en Latinoamérica. El ministro colombiano de
relaciones exteriores, Carlos Lemos Simmons, firmó en octu-
bre un convenio cultural en Beijing. El canciller venezolano,
José A. Zambrano, visitó China en febrero. En esa ocasión, dijo
al Vicepresidente Deng Xiaoping: "Cerca de nosotros, allá en
Venezuela, existe un Vietnam latinoamericano", a lo que Deng
respondió: "Y cerca de nosotros, aquí, una Cuba". 13 En la
misma oportunidad, el primer ministro Zhao Ziyang expresó
que China respalda "las justas luchas" de los países y pueblos
latinoamericanos, "se opone a toda intervención extranjera y
aboga porque los asuntos de Latinoamérica sean resueltos por
los propios pueblos latinoamericanos". 14
Entre febrero y marzo de 1981 una delegación de alto nivel
de la Asamblea Popular Nacional de China viajó a Colombia,
Guyana, Barbados y Trinidad-Tobago. En todos los casos
recibió la bienvenida de las más altas autoridades del poder
ejecutivo y de las legislaturas nacionales. En reciprocidad, una
delegación parlamentaria de Colombia estuvo en China duran-
te el mes de mayo, así como B. Ramsaroop, Presidente del
Congreso Nacional Popular y vicepresidente de Guyana.

12 World Development Report. 1981, Washington D.C., The World Bank, 198l,p.
148.
1l Beijing Informa, 10, marzo 11, 81, p. 8.
14 Beijing Informa, 4, marzo 27, 82, p. 12.

291
76 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVlll: 1, 1983

En junio, una delegación del Partido Revolucionario Institu-


cional (PRI) de México llegó a China, seguida pronto por un
grupo del Movimiento al Socialismo (MAS) venezolano. En
septiembre, el dirigente del Partido Demócrata-cristiano de
Venezuela y ex presidente de la República, Rafael Caldera,
estuvo en la RPCH. En diciembre fue el turno del político
peruano Alfonso Barrantes, de Izquierda Unida, así como de
una delegación de la CLAT (Central Latinoamericana de Tra-
bajadores), movimiento con sede en Venezuela.
En ocasión de la muerte accidental del presidente ecuatoria-
no Jaime Roldós y del dirigente panameño Ornar Torrijos el
primer ministro Zhao Ziyang mandó sus condolencias en tono
altamente laudatorio. En octubre de 1981, la RPCH estableció
relaciones diplomáticas con Antigua y Barbados.
Las conversaciones entre Perú y Ecuador orientadas a en-
contrar una solución pacífica de su conflicto fronterizo, fueron
vistas positivamente por la RPCH, que hizo un llamado a
Venezuela y Guyana para que siguieran un procedimiento
similar, recordándoles el embarazoso antecedente de la guerra
Irán-Irak. 15 Durante el mismo año dos grupos organizados por
la Asociación sino-mexicana de Amistad fueron bienvenidos
oficialmente en China y hasta el cuarteto de música renacentis-
ta de la Universidad Católica de Chile se las arregló para dar
un concierto en Beijing.
En la primera parte de 1982, cabe destacar en marzo la
presencia en Beijing de Ramiro Saraiva Guerreiro, ministro
de relaciones exteriores de Brasil. El brasileño afirmó ante las
más altas autoridades chinas que "como país en desarrollo,
Brasil se siente hermanado con la RPCH y se enfrenta al
mismo desafío histórico". Añadió estar "profundamente con-
vencido de que el vigor, sabiduría y laboriosidad del pueblo
chino son garantía para la victoria en su lucha por el progre-
so". Además apreció el futuro de las relaciones sino-brasileñas
"con confianza y optimismo", expresión avalada con la firma
de un acuerdo bilateral de cooperación científico-técnica. 16

" Bl!ijÍIIJ( 111/ormtJ, 19, mayo 13, 81, p. 12.


,. n.,ijillg 111/ormtJ, 14, abril 7, 82, p. 6.

292
LOZOYA: CHINA Y AM~RICA LATINA 77

El interés de la RPCH por fortalecer vínculos diplomáticos


con América Latina debe entenderse en el contexto de la visión
de la realidad internacional sostenida por Beijing. De acuerdo
con ella, las dos superpotencias (Estados Unidos y la Unión
Soviética) compiten por obtener la hegemonía total sobre el
planeta. De las dos, probablemente porque en términos econó-
micos es menos vigorosa, la Unión Soviética se ha convertido
en la más agresiva y, por tanto, peligrosa para la paz mundial.
Los chinos afirman que si bien Europa Occidental sigue siendo
el principal blanco soviético en caso de una conflagración
generalizada dadas sus características geo-políticas y cultura-
les, la URSS avanza también hacia los puertos de aguas tem-
pladas del sudeste asiático, el Estrecho de Malaca y el Golfo
Pérsico. La situación en Vietnam, Kampuchea y Afganistán,
así como la guerra Irán-Irak, confirman para ellos esta aseve-
ración. El control sobre las rutas petroleras del Océano fndico y
del Golfo Pérsico pondría en manos de los soviéticos el sumi-
nistro de energía para Europa Occidental y Japón, por lo
menos. El avance soviético con tales propósitos es relacionado
en la perspectiva china con el reforzamiento militar de la
frontera sino-soviética por parte de Moscú, la otra pierna de la
tenaza para paralizar a China.
En cuanto al hemisferio occidental, China parece conven-
cida de que Cuba se encuentra bajo estricto control soviético y
que desempeña un papel significativo como amenaza a la
seguridad de Estados Unidos, dada su importancia estratégica
y la complejidad de la situación centroamericana. La RPCH
insiste en hacer una diferencia esencial, aunque difícil, entre la ·
oposición eruooccidental al holocausto nuclear y el apoyo al
"expansionismo soviético" disfrazado de "politica de disten-
sión". En el mismo sentido, la RPCH argumenta que el apoyo
a "los movimientos de liberación nacional" no debe conver-
tirse en vehículo para la penetración soviética o de sus "agen-
tes". El reciente cambio de gobierno en Jamaica, que ha resul-
tado en una actitud anticubana del nuevo régimen, y la presen-
cia de expertos cubanos y de armamentos del mismo origen en
Nicaragua son hechos evaluados por Beijing desde la misma
referencia. Parece ser una convicción de los dirigentes chinos

293
78 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVlll: I, 1983

que en este mundo lleno de crisis, algunas medidas que


parecerían aceptables desde puntos de vista parciales y tempo-
rales, pueden carecer de sentido en el largo plazo, si -se las
percibe desde el ángulo estratégico"Y
La RPCH afirma que Estados U nidos ha considerado siem-
pre a América Latina como su "esfera de influencia" y "reta-
guardia estratégica". China condena esta percepción hegemó-
nica18 y será "por siempre parte del Tercer Mundo", a pesar del
reciente florecimiento de sus relaciones con Estados Unidos,
hecho que no debe interpretarse como un apoyo a "algunas de
las políticas erróneas de Estados U nidos hacia el Tercer
Mundo". 19
Dado que América Latina, y en es pedal el Caribe y Centroa-
mérica, son objetivos importantes de la estrategia soviética de
dominación mundial, ·Estados U nidos trata, siempre según
Beijing, de reforzar la "estabilidad regional", a través de la
asistencia para el desarrollo, la ayuda militar y la "eliminación
de las fuentes de conmoción". Además, y con igual propósito,
Washington refuerza su presencia militar en el Caribe. Mien-
tras tanto, la Unión Soviética se infiltra en la región, tanto
política como económicamente. La lucha de las dos superpo-
tencias, dicen los chinos, hará de América Latina una zona
inestable del planeta por largo tiempo. 20
De acuerdo con la RPCH las condiciones del Tercer Mundo
no son uniformes. Algunos países "sufren con el expansionis-
mo hegemónico soviético, otros ven en Estados U nidos, o en
otros países, la mayor amenaza, y otros más luchan todavía
contra la dominación racista, el expansionismo israelí y por la
liberación e independencia nacionales". Internamente, las
1.undiciones también son diversas. Dado que los chinos profe-
san hoy la -convicción de que el comunismo chino es una
cuestión nacional y que su revolución no es exportable, como
n•, fue importada, el camino que cada país escoja para su

'' 811iji11g 111/urm,¡, 1, enero, 7, 81, pp. 10·12.


'" B11iji11g 111/urm.,, 2, enero 14, 81, pp. 9·10.
I?"P~1icy Towards Third Wor1d said to be Unchanged", Beijing, wuu•,¡ng, 8, ago,
10, 81, p ..H, en Chi11" R.-port,JPRS 79420, Nov. 12, 81, pp. H.
'" B~:iji11g 111/orm,¡, 2, enero 14, 81, p. 10.

294
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 79

desarrollo social, económico y político "es asunto de ese país,


en el que China nada tiene que ver". 21
Según lo anterior, ¿cómo evalúa Beijing el desarrollo social
de América Latina? Los chinos arguyen que durante las déca-
das de los años sesenta y setenta América Latina obtuvo un
rápido desarollo económico. Dado que a partir de las dos
guerras mundiales se realizó la transición de las sociedades de
la región de semifeudales y semicoloniales, al modo de produc-
ción capitalista, éste ocupa ahora una posición predominante
en los principales países latinoamericanos. Toda la región está
siendo incorporada a una nueva división internacional del
trabajo, en calidad de zona periférica del mundo capitalista. 22
Para Beijing, el capitalismo latinoamericano se caracteriza
por el papel protagónico que desempeña el Estado en el
desarrollo económico, fenómeno que lo diferencia de Estados
Unidos, Europa Occidental y Canadá. En este capitalismo
"atípico" existe una contradicción fundamental entre el
gobierno y el pueblo de un lado, y el imperialismo, del otro. A
esto los chinos han denominado "la contradicción nacional".
Una segunda contradicción aparece entre la burguesía nacio-
nalista en el poder, los trabajadores, campesinos y clases medias,
enfrentados a la gran burguesía y los remanentes de las clases
feudales-terratenientes. Ambos fenómenos constituyen el tras-
fondo social de las luchas políticas.
Significativamente, la RPCH arguye que el desarrollo
industrial y el crecimiento urbano han fortalecido a las clases
medias latinoamericanas, las que son de dimensión muy impor-
tante, si se las compara con las de otras regiones del Tercer
Mundo. Según ello, la clase media latinoamericana estaría
constituida por 30% de la población clasificada como pequeña
burguesía, aunada a más del 50% de los trabajadores que son

21 ''Policy Towards Third World .. ."', op. cit., p. 1-2.

llZheng Ting y Shang Wen, ''Sobre la naturaleza de lo~. sociedad en los países
latinoamericanos'', Beijing Informa, 45, nov. 11, 81, pp. 15-19.
Véase también Beiji11g Informa, 9, marzo 3, 82, p. 11; ''Resumen de la discusión
sobre la naturaleza social de América Latina··, Beiji11g In/ mua, 8, feb. 24, 82, pp.
15-18; Xu Shicheng, ""Naturaleza de la sociedad de cinco países andinos'', Beiji11g
Informa, 4, enero 27, 82, pp. 12-15; 23.

295
80 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: 1, 1983

ya "calificados". Tales cifras corresponderían a "los principa-


les países". Argentina, Brasil, México, Chile, Venezuela y
Uruguay podrían ser considerados como una "clase media
internacional", mientras Honduras, Salvador y Haití "han
sufrido pocos cambios en sus estructuras semifeudales y semi-
coloniales". Los otros países latinoamericanos formarían un
abanico de desarrollo entre estos dos polos.23
Las clases medias, los trabajadores y campesinos ··vehemen·
cemente desean modificar la injusta realidad social" (desem-
pleo, pobreza, distribución extrema del ingreso, inflación).
Para ello realizan constantes esfuerzos en ia promoción del
desarrollo democrático de la región. En la tarea encuentran
con frecuencia la ayuda de la "burguesía nacional", de tenden-
cia "nacionalista y antiimperialista."
La RPCH considera que bajo el control y la explotación
ejercidos por el imperialismo, América Latina sufre tanto los
males que se originan en el desarrollo capitalista, como los
provenientes de relaciones pro capitalistas generadas por el
mismo desarrollo disparejo e insuficiente. Esta es la causa
principal de la inestabilidad de las sociedades latinoamerica-
nas, la inacabable lucha de las masas y la profundidad de la
batalla contra el imperialismo y el hegemonismo.
La inestabilidad de las sociedades latinoamericanas ha resul-
tado en la proliferación de dictaduras militares reaccionarias.
Sin embargo, hacia fines de los años setenta, los chinos ven
acontecer un cambio significativo: la aparición de ciertas ten-
dencias hacia la "modernización". Mientras que los regímenes.
de Guatemala, El Salvador, Honduras y Paraguay conservan,
para la RPCH su naturaleza autocrática y semifeudal, los otros
gobiernos militares son de naturaleza diferente a "la dictadura
militar de viejo corte". 24
Los nuevos regímenes a veces permiten la sobrevivencia de
los partidos políticos, aunque el motivo central de esa toleran-
cia sea la manipulación de elecciones. Con frecuencia muestran
n Zheng Ting y Shang Wen. "Sobre la naturaleza ... ", Beijing Informa, 45, nov. 11,
81, pp. 15-19.
24 "Amér1ca Latina. Regímenes militares y democratización", Beijing lnfomza, 28,

julio 15, 81, pp. 28-30.

296
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 81

"tendencias nacionalistas" y "prestan cierta atención al des-


arrollo económico". Algunos promueven la economía de mer-
cado libre; otros se lanzan a transformaciones socioeconómicas
de "carácter reformista" y tratan de preservar los recursos
naturales, obteniendo con ello "el debilitamiento de las fuerzas
del capital monopolista extranjero" y "la promoción del pro-
greso de la economía nacional". 25
Siguiendo con la argumentación, en la mayor parte de los
casos la RPCH considera que la política exterior de los nuevos
regímenes militares subraya la independencia nacional y la
soberanía estatal, se opone al control e intervención de los
intereses extranjeros y proclama la necesidad de un nuevo
orden económico internacional. Algunos de ellos trabajan
también activamente por la cooperación económica regional.
"Entre ellos y Estados U nidos hay algunas contradicciones; los
primeros mostrando una tendencia centrífuga en relación al
último país, pero manteniéndose también alertas contra el
hegemonismo soviético". 26
A pesar de la "modernización", los regímenes militares
latinoamericanos aplican una política de "alta presión" para
reprimir a la oposición. En Brasil, Argentina y Chile el régi-
men se encuentra preso de múltiples contradicciones sociales y
es "bombardeado" por crisis políticas y económicas. Todo ello
hace difícil predecir su sobrevivencia. "Uno tras otro" apare-
cen movimientos de masas que luchan contra las dictaduras
militares y en pro de los derechos democráticos fundamenta-
les. La victoria contra So moza en Nicaragua y la lucha en otros
países contra el imperialismo "han tenido serias repercusiones
en varios países". Al mismo tiempo, el capital nacional está a
favor del desarrollo del capitalismo privado, fenómeno que
requiere la sustitución de los regímenes militares por otros de
corte representativo y democrático.
Dado que existe hoy un desarrollo "amplio y profundo" del
movimiento nacionalista democrático a nivel planetario, la
democratización de América Latina se apresura. Los Estados

21 lbid.
26 lbid.

297
H2 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁfRICA XVIII: 1, 1983

Unid· )S ejercen presión sobre los regímenes militares para que


"alivten las contradicciones de clase en los países, se adapten a
las demandas de las relaciones internacionales y mejoren su
imagen", todo ello orientado a prevenir la infiltración sovié-
tica y cubana. Sin embargo, y dado que los gobiernos carecen de
una base fuerte entre las masas populares, las medidas demo-
cratizantes son "limitadas, parciales e incompletas". Además,
están expuestas siempre a los sabotajes de la derecha reaccio-
naria. A pesar de los "zigzags y retrocesos", los chinos conside-
ran ~inalmente que el movimiento democrático latinoameri-
cano no puede ser detenido y merece "la simpatía de los
pueblos por su tendencia general". 27
Hoy por hoy, y siempre según los análisis realizados en las
publicaciones oficiales de la RPCH, "la mayoría de la gente" en
América Latina demanda el retorno a los procesos democráti-
cos. En los países bajo régimen militar "mucha gente está
extremadamente insatisfecha con la dominación castrense y
exige el retorno del poder a los civiles". La tendencia en ese
sentido es tan poderosa "que las juntas gobernantes en muchos
países han tenido que anunciar una agenda de procedimientos
para formar gobiernos constitucionales mediante elecciones".2 8
Por su parte, Estados Unidos ha declarado su apoyo a las
elecciones y "al proceso de democratización" de América Latina,
acto motivado por su deseo de estabilizar la situación y mante-
ner sus intereses en la región. Mediante las elecciones, Estados
Uni:ios espera que la URSS no se valga del caos actual como
vt~1' ;ulo para la creación permanente de problemas que minen
la puición estadounidense. Las dos superpotencias complican
el pru•:eso electoral y "están exacerbando los problemas res-
pons •. bles de la mayoría de la destrucción y el sufrimiento
humano en la región". 29
Para quien esté familiarizado con el proceso histórico con-
temporáneo de China y su interpretación "maoísta", es obvio
que el análisis que la RPCH hace hoy de las sociedades latinoa-

l7 /bid.
28 Beijill!( Informa, 9, marzo 3, 82, p. ll.
19 /bid.

298
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 83

mericanas tiene como antecedente inmediato la visión oficial


de su propia experiencia nacional. A lo largo del siglo XX los
comunistas chinos han tenido que adaptar las categorías euro-
centristas del marxismo a la complejísima trayectoria de la
República Nacionalista y, después, del régimen socialista. Lo
que se inició como un asunto teórico -la existencia real o
ficticia del modo asiático de producción- se convirtió en
asunto vital para los comunistas chinos a partir del derroca-
miento del imperio, el surgimiento de la República, la difícil
alianza con el Kuomintang, la batalla contra los nacionalistas y
el triunfo final de los comunistas. Los chinos tuvieron enton-
ces que adaptar el canon marxista a su experiencia concreta.
De ahí la maleabilidad que caracteriza a los análisis "maoís-
tas".
El trasplante a América Latina de las categorías sociales
chinas anteriores a 1949 es en extremo simplista. Sin embargo,
China no es la única potencia que con propósitos ideológicos
reduce la realidad internacional a su conveniencia. Por otra
parte, desde un punto de vista pragmático, y los chinos siem-
pre lo han sido, esta caracterización .tiene facetas interésantes .
. En primer término, es pluralista, en el sentido que admite las
diferencias sociopolíticas en Asia, África y América Latina con
mayor facilidad que otras interpretaciones marxistas. Así,
puede afirmarse que para la RPCH América Latina es algo
claramente diferente al Medio Oriente o África y que debe
percibiese desde una perspectiva autónoma dentro del Tercer
Mundo.
La concepción china del Tercer Mundo se vincula a su
definición del primero, constituido para Beijing exclusiva-
mente por las dos superpotencias, mientras que el segundo
correspondería al resto de los países industrializados, indepen-
dientemente de su régimen interno. Desde un punto de vista
estratégico, este esquema tiene connotaciones importantes
que algunos eventos recientes (Polonia, la oposición a las
armas nucleares en Europa Occidental, las tensas relaciones
europeas con los Estados Unidos, etc.) parecen corroborar.
Otro rasgo fundamental de esta visión radica en su declarada
vocación antiintervencionista. En un mundo pletórico de ten-

299
84 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: l, 1983

siones, con la conflagración nuclear siempre amenazante y a


punto de ser provocada en uno u otro rincón del planeta
(situación totalmente desconocida para Marx, Lenin o Trotsky)
es laudatorio que una potencia mundial condene la interven-
ción extranjera justificada en nombre de cruzadas morales o de
credos ideológicos.
En cuanto a la veracidad de la imagen china de América
Latina, y sin entrar en controversias prototeológicas reserva-
das a los marxistas, es un hecho que el crecimiento económico
de la región a partir de 1945 ha sido espectacular. Brasil,
México y Argentina son considerados por muchos en la escena
mundial, como "nuevos países industrializados". Además, las
peculiaridades del capitalismo latinoamericano fueron prime-
ramente enunciadas por los economistas criollos de la "depen-
dencia". Es también evidente que algunos de los regímenes
militares están reaccionando en formas novedosas a la nueva
problemática socioeconómica del subcontinente; el hecho es
reconocido incluso por quienes son víctimas de la opresión
política que ha acompañado a esos cambios. Por lo demás, los
chinos no ocultan su desaprobación del carácter represivo de
los regímenes militares latinoamericanos y al subrayar sus .
buenas relaciones con México, Venezuela o Colombia obvia-
mente tratan de demostrar en donde están sus simpatías
políticas.
A manera de ejemplo valga señalar la diferente interpreta-
ción dada a los recientes procesos electorales en México y en
Centroamérica. En el caso de México saludaron el triunfo de
Miguel de la Madrid, aunándolo a un retrato muy laudatorio
del PRI, al que consideraron un partido democrático que
cuenta "con una base de masas comparativamente amplia".
Según Beijing el PRI ha sido reformado y "perfeccionado
continuamente" en sus sistemas de organización. Su apoyo
popular lo convierte en el más grande partido latinoamericano
"por el número de militantes y el porcentaje de miembros en
relación con la población nacional".
"Se cree que el programa, la institución, la orientación y la
política elaborados por el partido corresponden a la realidad
del país. El PRI aboga por la democracia representativa en el

300
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 85

país, permite a Jos partidos de oposición tomar parte en los


asuntos estatales y trata de que el Estado desempeñe el papel
dirigente en la construcción económica; y en su política exte-
rior observa una política de paz internacional, se opone al
imperialismo y el hegemonismo, está por un desarme com-
pleto y cabal y la eliminación del peligro de guerra y participa
en la lucha por el establecimiento de un nuevo orden inter-
nacional razonable. A esto se debe su gran popularidad" .3°
En América Central, la RPCH ha sido cautelosa. La revolu-
ción sandinista es reconocida como movimiento de origen
popular, pero el régimen no recibe demasiada atención en los
medios de difusión chinos. Beijing se opone a la intervención
extranjera en Centroamérica, "venga de donde venga".3 1
Las malas condiciones de las economías centroamericanas
"han agudizado las contradicciones sociales e inestabilidad
política. La acelerada infiltración soviético-cubana que desafía
la dominación estadounidense ha convertido esta región en otra
área de intensa confrontación de las superpotencias".3 2 En El
Salvador, los chinos ven a Estados Unidos defendiendo sus
intereses creados, "so pretexto de la ayuda en armamentos
proporcionada por la URSS, Cuba, Vietnam y otros países. Se
trata de una guerrilla abierta entre las superpotencias".H Para
la RPCH la reforma agraria "promovida por Estados Unidos"
en ese país" fue planeada para beneficio de la clase en el poder
y del capital extranjero monopolista", pem dado que "en cierta
forma afecta los intereses de los grandes terratenientes, se
enfrenta a la oposición de la derecha, además de tampoco ser
aceptable para las guerrillas".34 La RPCH enérgicamente niega

Jo Beijing Informa, 29, julio 21, 82, p. 10 donde además se cita a De la Madrid
diciendo: "Creo que México debe seguir buscando aumentar sus contactos con China
en todos los órdenes, en el orden diplomático, en el orden cultural y en el orden
económico con la seguridad de que encontraremos acuerdos mutuamente benéficos".
Ibid. (entrevista de De la Madrid concedida a Guillermo Nasser director de la nueva
revista Nao de China editada para promover el comercio bilateral entre México y
China).
llBeijing Informa, 10, marzo 11, 81, p. 3.
l2 Beijing Informa, 9. marzo 3, 82, p. 11.
ll Beijing Informa, 10, marzo 11, 81, p. 3.
l4 Beijing Informa, 4, enero 28, 81, pp. 11-12.

301
86 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVlll: 1, 1983

el haber proporcionado armas a los revolucionarios salvadore-


ños. "A principios de los años sesenta, China ayudó a la
defensa de Cuba con algunas armas ligeras. El gobierno cubano,
movido por propósitos ocultos, las ha enviado ahora a las
guerrillas salvadoreñas", en un momento en el que la URSS
"introduce sus tentáculos en los asuntos políticos de El Salva-
dor, en su lucha hegemónica con Estados Unidos, lo que
complica aún más la situación".35
Los chinos están convencidos de la presencia cubana en
América Central, como instrumento de Moscú. Por ello subra-
yan su condena al papel que en la subregión desempeñan los
cubanos y paralelamente apoyan las declaraciones de México,
Venezuela, Brasil y Perú que exigen la no intervención de las
superpotencias en la zona.36 La RPCH considera que tanto los
americanos como los soviéticos en su política centroamericana
están diciéndose entre sí "que cada quien debe respetar la
esfera de influencia del otro". Beijing señala que Gran Bre-
taña, Francia, Alemania Occidental "y otros aliados europeos,
aunque concuerdan con la preocupación americana ante el
expansionismo soviético" en América Central, "apoyan algu-
nas de las medidas del gobierno americano" en la zona "pero
no darán su consentimiento a acciones que podrían ir dema-
siado lejos". El gobierno de El Salvador "dice que sus eleccio-
nes traerán la paz y la democracia al país, pero los políticos de
izquierda arguyen que [las elecciones] son en realidad un truco
para perpetuar el control militar" Y
En relación al golpe de Estado que en marzo de 1982 derrocó
al presidente de Guatemala, Fernando Romeo Lucas García, y
llevó al poder a Efraín Ríos Montt, Beijing opinó que "el caos
originó el golpe. El que éste vaya a poner fin al desorden es
algo que aún está por verse".3 8

Beijing Informa, lO, marzo 11, 81, p. 3.


~s
~6
Beijing Informa, 14, abril 8, 81, p. 9.
La oposición de la RPCH a la intervención extranjera en Centroamérica fue hecha
explícita por Zhang Wenjin, viceministro de Relaciones Exteriores, durante el 36
período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas (1981).
!7 Bttijing Re,·it¡u·, 9, marzo 1, 81, pp. 13-14.
1" Beiji11g lnfornw, 14, abril 7, 82, p. 15.

302
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 87

La RPCH asegura a los gobiernos latinoamericanos no estar


comprometida con ninguna actividad subversiva en la región.
Dado que incluso en el pasado cuando las prioridades ideológi-
cas de China eran otras, la participación directa de la RPCH en
los movimientos guerrilleros de Latinoamérica no fue nunca
probada, las declaraciones de Beijing en los casos recientes de
las guerrillas autonominadas maoístas de Perú y Bolivia pare-
cen legítimas. Además los peruanos de la guerrilla "Sendero
Luminoso" han hecho público su rechazo a la actual ortodoxia
china.39
Durante el conflicto de las islas Malvinas entre Argentina y
la Gran Bretaña, la RPCH se abstuvo de votar el 3 de abril de
1982 cuando las Naciones Unidas pidieron a ambos gobiernos
que buscaran una solución diplomática a la disputa. El repre-
sentante chino Ling Qing argumentó que dado que la resolu-
ción fue presentada por Gran Bretaña no "consideraba la
posición de los países no alineados en cuanto a la soberanía
sobre las islas" favorable a Argentina. 40 En el mismo contexto,
voceros oficiales de Beijing afirmaron que "el gobierno chino
se opone siempre y firmemente al colonialismo y apoya la
justa posición de todos los países en salvaguarda de su sobera-
nía e integridad territorial. China sigue de cerca la situación
[en las Malvinas]. . . y espera que ambos países resuelvan
pacífica y razonablemente mediante negociaciones este pro-
blema legado por la historia".41
En mayo, la RPCH declaró que "son comprensibles los
sentimientos ... del pueblo argentino por la salvaguarda de su
soberanía". Según ello, el Consejo de Seguridad debería ade-
más respetar la resolución del Buró de Coordinación de los
Países No Alineados y la de la reunión de Consulta a nivel de
ministros de Relaciones Exteriores de la OEA otorgando "su
apoyo a la demanda argentina por la soberanía sobre las
Malvinas". 42

J9 t:xcélsior, sept. 26, 82.


4° Bejjing llzforma, 15, abril 14, 82, p. 13.
41 Beijing Informa, 16, abril 21, 82, p. 12.
41 Beijing Informa, 22, junio 2, 82, p. 9.

303
88 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: 1, 19bJ

Beijing consideró también que las dos superpotencias


explotaban el conflicto en beneficio propio. Para los chinos,
Estados U nidos trató primero de mediar "y luego apoyaron
abiertamente al Reino Unido y aplicaron sanciones" contra
Argentina. Por su parte, la URSS "trató de aparecer imparcial
y objetiva, pero más tarde dio su apoyo a Argentina y criticó
enérgicamente a Estados U nidos y Gran Bretaña. El cambio de
actitudes norteamericana y soviética es una sombra de la
disputa de las superpotencias sobre el conflicto de las Malvi-
nas". Además la URSS "propaga enérgicamente las divergen-
cias entre los países eurooccidentales y Estados U nidos respecto
al conflicto, tratando de agravar las contradicciones entre
ellos". 4 ~
La RPCH consideró que "la brecha abierta por el conflicto
de las Malvinas entre los países de América Latina por una
parte, y Europa y la Comunidad Económica Europea (CEE)
debidas al apoyo político dado a Gran Bretaña así como a las
sanciones económicas aplicadas contra Argentina producirán
una influencia de largo alcance que va más allá del conflicto
mismo". Según ello, la abierta simpatía de Washington por
Inglaterra "ha provocado el resentimiento de los países lati-
noamericanos y perjudicado sus relaciones con ellos, lo cual
constituye un movimiento imprudente, según algunas perso-
nalidades políticas de Estados Unidos". 44 En cuanto a la CEE,
la prensa china citó al primer ministro peruano Manuel Ulloa
que consideró que las sanciones que aplicó contra Buenos Aires
provocaron "una alianza de los países industrializados contra
un Estado latinoamericano, en particular, y contra los países
del Tercer Mundo, en general". 4 5 Como no hay mal que por
bien no venga, la RPCH apuntó que un resultado positivo para
Argentina, dentro de lo doloroso de la situación, fue que ese
país ahora "conoce mejor a América Latina, porque la mayoría
de los países del continente l.lan apoyado sus demandas". 46

~~ Ibitl.
~~ Beijing lnfotmt~, 24, junio 16, 82, pp. 11-12.
~, lbiá.
~6Beijing Infotmt~, 28, julio 14, 82, p. 12.

304
WZOYA: CHINA Y AM:aRICA LATINA 89

Beijing apoyó en su momento la creación del llamado "Grupo


N assau", formado por Estados U nidos, México, Venezuela,
Canadá y Colombia para proporcionar asistencia financiera a
los países centroamericanos. En ese sentido, la RPCH parece
identificarse con la interpretación mexicana de la crisis en
América Central: "El gobierno mexicano está convencido de
que si las causas socioeconómicas de los problemas en Centroa-
mérica no son eliminadas, no podrá haber estabilidad, demo-
cracia ni alivio de las tensiones en la región". Al mismo
tiempo, "la inquietud política, resultado de los problemas socio-
económicos, proporciona oportunidades para la intervención e
infiltración en Centroamérica de fuerzas externas". 47
En el mismo espíritu, la RPCH saludó la iniciativa mexico-
venezolana de proporcionar petróleo y préstamos a bajas tasas
de interés a los países centroamericanos bajo el llamado Acuerdo
de San José.4 8
La cooperación regional latinoamericana es vista por Bei-
jing como una empresa muy positiva. El reciente estableci-
miento de la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integra-
ción), el Pacto Andino, el Tratado de Cooperación Amazónica
y el SELA (Sistema Económico Latinoamericano) son saluda-
dos como "reflejo de la determinación y voluntad de los países
latinoamericanos de defender sus derechos e intereses nacio-
nales".49 La Organización de Estados Americanos (OEA) reci-
bió recientemente una evaluación positiva de la RPCH dado
que "en vista de la decadencia de la potencia hegemónica de
Estados U nidos en el mundo y particularmente ante el impac-
to de las corrientes nacionalistas en América Latina, la Organi-
zación de Estados Americanos ha experimentado cambios

47 Beijing Re11iew, 40, oct. 5, 81, p. 27.


4a Beijing In/of"1'1W, 13, abril 1, 81, p. 12.
Según el Acuerdo de San José de agosto de 1980, los dos paises proveen 160 000
barriles de petróleo diarios a nueve paises de Centroamérica y el Caribe, además de
préstamos a largo plazo y a su interés reducido para uxiliarles en el pago del 30% de
ese energético. De esta manera los países más pequeiios se benefician de aproximada-
mente 700 millones de dólares en asistencia en forma anual. Los presidentes López
Portillo y Herrera Campins refrendaron en agosto de 1982 el compromiso que finca al
Acuerdo.
•• Beijing l11jorma, 2, enero 4, 81, pp. 9-10.

305
90 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XVIII: 1, 1983

positivos favorables a la lucha antiimperialista y antihegemó-


nica".50
Como toda la cooperación Sur-Sur, la integración regional
latinoamericana es concebida por la RPCH dentro del marco
de las relaciones Norte-Sur y en el contexto del estableci-
miento de un nuevo orden económico internacional. El récord
de apoyo de la RPCH a las negociaciones del NO El es sobresa-
liente. "La escala de sus propias necesidades y problemas
probablemente provocará limitaciones a la capacidad de la
RPCH para incrementar la ayuda directa a otros países en
desarrollo por algunos años venideros. Sin embargo, ha endo-
sado y suscrito el Fondo Común. Ha dado su firme apoyo al
Programa de Arusha para los Productos Básicos, al Programa
Integrado de Productos Básicos, el propuesto Código Interna-
cional de Conducta para la Transferencia de Tecnología y otras
posiciones y proyectos del NOEI. .. La RPCH ve como muy
promisoria la formación de sistemas regionales de coopera-
ción económica".5t
En la Reunión Cumbre Norte-Sur de Cancún, Zhao Ziyang
vinculó siempre la promoción del desarrollo económico con el
mantenimiento de la paz mundial y apoyó decididamente las
negociaciones globales en el marco de las Naciones Unidas. La
RPCH consideró la celebración de la Cumbre de Cancún como
una tendencia histórica positiva, dado que la reunión revirtió
la tendencia en el pasado de los países industrializados de
descuidar la consideración global de los complejos problemas
del desarrollo económico del Tercer Mundo. 52 En febrero de
1982, en la Conferencia Sur-Sur sobre Unidad y Cooperación
celebrada en Nueva Delhi;la RPCH declaró una vez más su
entendimiento de las negociaciones Sur-Sur y las Norte-Sur
como dos factores interrelacionados y necesarios para el pro-

)O Sha Ding y Yang Dianiu, ''La evolución histórica de la OEA y el papel que
desempeña", Beijing Informes, 44, nov. 4, 81, p. 27.
11 Lin, Paul T.K., "The People's Republicof China and the NIEO: The Strategyof

Domestic Development" en Jorge A. Lozoya y A. K. Bhattacharya, Asia a11d The New


lnternasional I::cunomic Order, New York, Pergamon Press, 1981, pp. 39·52. La cita
es de la p. 51.
)l Beijmg Rtn•ieu·, 44, nov. 2, 81, pp. 1)·16.

306
LOZOYA: CHINA Y AMÉRICA LATINA 91

ceso del establecimiento del NOEI.B Durante la Conferencia


Mundial sobre Políticas Culturales de la UNESCO, celebrada
en la ciudad de México en julio v agosto de 1982, la RPCH
reiteró también su voluntad de fomentar el intercambio cultu-
ral y científico con el Tercer Mundo. 54 Puede, en suma, decirse
que, en lo que atañe a los foros del sistema de Naciones Unidas,
el diálogo entre la RPCH y el llamado bloque de países latinoa-
mericanos ha sido fructífero. La activa participación de la
RPCH en las negociaciones multilaterales vinculadas al NOEI,
así como la reciente elección del perua·no Javier Pérez de
Cuéllar al cargo de Secretario General de la ONU, victoria
latinoamericana en la que el voto de China fue esencial, segura-
mente redundarán en una creciente apreciación por parte de
los chinos del papel de América Latina en la escena mundial.
China ha avanzado de prisa en sus vínculos latinoamericanos.
Esperemos que, según una expresión recientemente utilizada
en una publicación oficial de Beijing y en un contexto similar,
"con la benevolencia del cielo y la diligencia de los pueblos, las
relaciones entre nosotros sean más frecuentes, animadas y
extensas". 55

H BeijiiJg Ret·ieU', lO, marzo 8, 82, p. 12.


14 ChiiJa'r GeiJeral Cultural Policy and The Prerem State of her Cultural Exchange
u·ith l'oreig~z Countries a•zd itr Prerent State,GovernmentCultural Delegationof the
People's Republic uf China, World Conference un Cultural Policies, Mexico City,
July-August 1982, pp. 9-12.
" El voto optimista se refirió originalmente a las posibilidades futuras de la relación
emre Taiwan y la RPCH. ChiiJa, 1, 1981, p. 21.

307
CHINA: DE LA DIPLOMACIA
REVOLUCIONARIA
A LA DIPLOMACIA DE PAZ
Y DESARROLLO

MARISELA CONNELLY
El Colegio de México

DESDE LA FUNDACIÓN DEL ESTADO SOCIALISTA la política exte-


rior de China se ha basado en la concepción maoísta del
mundo, la cual fue experimentando cambios y adaptándose
a las condiciones que rodeaban al país en diferentes periodos.
Durante la década de los cincuenta, la línea política china po-
nía énfasis en las contradicciones existentes en el mundo y en
los campos antagónicos en los que éste se dividía. Se exalta-
ban los ideales de la revolución mundial y la lucha contra las
fuerzas imperialistas, y se le daba apoyo verbal a los movi-
mientos populares; asimismo, las relaciones de partido a par-
tido fueron las prevalecientes. Esta línea política corresponde
históricamente con el momento en que China se alinea con
la Unión Soviética, lanza sus ataques en contra de Estados
Unidos y pugga por lograr la aceptación de los nacientes paí-
ses de Asia y Africa. También corresponde a la década de los
sesenta, cuando por un lado China intenta tener un mayor
acercamiento con los países capitalistas de Europa occidental
y con los países del llamado Tercer Mundo, y, por el otro,
ataca a la Unión Soviética después de su rompimiento, califi-
cándola de "social-imperialista". Asimismo, se hace énfasis
en la línea de apoyo a los movimientos revolucionarios de di-
versos países y se alienta la formación de partidos comunistas
pro chinos.
En la década de los setenta, cuando se inicia el proceso
de acercamiento a Estados Unidos, China logra entrar a la
296

308
CONNEILY: DE LA DIPLOMACIA REVOWCIONARIA A LA DE PAZ 297

Organización de Naciones Unidas desplazando a Taiwan, la


poHtica exterior se orienta hacia las relaciones de estado-
estado. En 1974 se proclama la Teoda de los tres mundos
dentro de la cual se enmarca esta política. Después de la
muerte de Mao Zedong, en 1976, y especialmente durante la
siguiente década de 1980, el liderazgo pragmático dio priori-
dad a las relaciones económicas con los países industrializados
capitalistas, que podían proporcionarle a China los medios ne-
cesarios para llevar a cabo su modernización económica. Esto
condujo a delinear nuevos principios a seguir en la política
exterior. Así, se proclamó primero el principio de la política
exterior independiente y más tarde éste fue complementado
por el binomio paz y desarrollo.
En este artículo se discuten las ideas maoístas que sirvie-
ron de esquema a la poHtica exterior china, lo mismo que el
desarrollo posterior de los principios guías del actual lideraz-
go encabezado por Deng Xiaoping.

Diplomacia revolucionaria

Mao Zedong vinculó estrechamente su experiencia revolu-


cionaria con la teoda marxista-leninista, en su intento por
darle una explicación tanto al proceso revolucionario interno
como a la situación que imperaba en el resto del mundo.
Una de las ideas centrales dentro del pensamiento de
Mao fue la Ley de la contradicción. Para Mao esta ley era
r
inherente a la vida misma, a la sociedad al mundo entero;
el método dialéctico era el método anahtico adecuado para
entenderla y la lucha era el único proceso mediante el cual
podía resolverse dicha contradicción. De acuerdo con esto,
Mao afirmaba que el mundo estaba dividido en dos grandes
fuerzas antagónicas y que las contradicciones mayores y me-
nores debían identificarse dentro de ellas.
Cada una de las contradicciones tenía aspectos duales: po-
día ser cooperativa y conflictiva, universal y particular, prin-
cipal y secundaria. A pesar de esta diversidad, Mao afirmaba
que una contradicción podía ser caracterizada sin dificultad
dado que "lo que es correcto invariablemente se desarrolla en

309
298 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI:.2, 1991

la lucha sobre lo que es correcto". 1 En este universo la situa-


ción nunca es estática, pues los aspectos principal y secunda-
rio dentro de la contradicción están en constante transforma-
ción recíproca, de ahí que la naturaleza de las cosas cambie
también.
Por otro lado, Mao sostenía que dentro de un grupo de
contradicciones había que determinar cuál era la contradic-
ción principal, ya que las demás quedarían subordinadas a
ella. Por eso, tanto a nivel interno como externo, primero
había que identificar cuál era el principal enemigo y comba-
tirlo de inmediato. Una vez resuelto ese problema, los secun-
darios podrían resolverse con facilidad.
El método utilizado para resolver una contradicción va-
ría de acuerdo con las características específicas de dicha con-
tradicción. Si ésta es antagónica, debe resolverse por medio
de la lucha armada, en la que forzosamente debe haber un ga-
nador. Si la contradicción no es antagónica, puede resolverse
por medio de la crítica y de la autocrítica. De acuerdo con
Mao, la forma de distinguir cuándo una contradicción era an-
tagónica y cuándo no consistía en observar si la contradic-
ción se daba entre ellos y el enemigo; en ese caso, era antagó-
nica. Si se trataba de una contradicción entre ellos mismos,
entonces no era antagónica. Las primeras eran absolutas en
tanto que las segundas eran relativas y condicionales.2
Mao analizaba la situación internacional desde este punto
de vista. A este nivel los problemas se percibían como un rea-
juste de la lucha, la cual variaba con el tiempo, el lugar y el
actor. La competencia y el conflicto, así como la coexistencia
y la cooperación significaban una forma de lucha.
Este método de interpretar la propia exp~riencia china y
el medio ambiente internacional que la rodeaba, conduciría
a Mao a ampliar su conocimiento sobre los países a los que
en un momento dado consideraba como los representantes
de la contradicción principal y que serían, en primer térmi-
no, Estados U nidos, en segundo, el conflicto sino-soviético,

1 Mao Tse-tung, On tht cormt b.nJling of conrraáictions among tht people,


Beijint Foreign Languages Press, 1966, p. 37.
Ibükm, pp. 1 y 2.

310
CONNEILY: DE LA DIPLOMAOA REVOLUCIONARIA A LA DE PAZ 299

la Uni6n Soviética y, en tercero, los países no desarrollados. 3


Esta ley de la contradicci6n le sirvi6 a Mao para identifi-
car dentro de la escena internacional a los amigos y a los ene-
migos de China. Una vez identificados los enemigos, éstos se
podrían combatir de uno en uno, ya que Mao siempre se
mostr6 renuente a luchar en varios campos a la vez.
Si se sitúa esta teoría dentro de un contexto hist6rico
puede observarse claramente que durante el periodo de la
guerra sino-japonesa (1937-1945), Mao consider6 que la con-
tradicci6n entre China y el imperialismo se manifestaba espe-
dficamente entre ella y el imperialismo japonés. 4 Las contra-
dicciones con otras potencias imperialistas quedaron relegadas
a un segundo plano, lo mismo que las contradicciones inter-
nas en China.
En el periodo de la posguerra, iniciado en 1946, Mao afir-
maba que la situaci6n en esos momentos era favorable para
los movimientos revolucionarios. A mediados de 1949 Mao
ldesarroll6 su Teoría de la divisi6n del mundo en dos campos.
En su obra "Sobre la dictadura democrática del pueblo" Mao
explic6 lo que constituía la contradicci6n principal en el
mundo de la posguerra: "Todos los chinos, sin excepci6n, de-
ben alinearse del lado del Imperialismo o del lado del Socialis-
mo. Es imposible no decidirse, no existe un tercer·camino." 5
Sin embargo, una vez que China tuvo que enfrentarse a
toda la problemática que implicaba constituirse en un nuevo
país socialista e irse relacionando como tal con otros países
no alineados, la Teoría de los dos campos fue sufriendo algu-
nas modificaciones. Así pues, no fue sino hasta 1957 cuando
Mao deline6 su Teoría de la zona intermedia. El imperialis-
mo americano estaba interviniendo en los asuntos internos
de todas las naciones, especialmente en las naciones que cons-
3 En la entrevista que Mao Zedong sostuvo con el Sr. M.M. Ali de Zanzíbar,
el18 de junio de 1964, admitió que tenía un conocimiento superficial sobre los asun-
tos de los países africanos. En MiscellanyofMao Tse·tung 'Jboug/Jt, 1949-1968, Spring-
field, Joint Publications Research Service, 1974, 498 pp. (mimeografiado), p. 367.
4 Mao Tse-tung, "On Policy", 25 de diciembre de 1940, en Selecteá fiiOTies of
Milo Tse-rung, Beijing, Foreign Languages P.ress, 1965, vol. ll.
S Mao Tse-tung, "On the People's Democratic Dictatorship", 30 de junio de
1949, en K. Fan, Mao Tse-rung anáLin Pitio post rnJOiutionary vnitings, Nueva York,
Anchor Books, 1972, 536 pp., p. 10.

311
300 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI, 2, 1991

tituían la zona intermedia entre los bloques norteamericano


y soviético.6
En 1958, Mao explicó en varios de sus discursos lo que
entendía por zona intermedia y su significado para el mundo
socialista. En un discurso en la Segunda Sección del Octavo
Congreso del Partido dijo lo siguiente:
China es un componente importante de la comunidad internacional.
Cuando hablamos de la situación internacional tenemos que hablar
también de China. China es la prueba de que la gente trabajadora, los
oprimidos, tienen vigor. Ahora el socialismo tiene muchos aliados.
Los países que llevan a cabo movimientos de liberación nacional son
nuestros aliados [••.].7

Al iniciarse la década de 1960, y a consecuencia del cam-


bio sufrido en las relaciones con la Unión Soviética, Mao em-
pezó a revelar ciertos conflictos para adecuar su Teoría de las
contradicciones a la situación prevaleciente en esa época a ni-
vel internacional. Mao no definía con precisión cuál era el re-
presentante de la contradicción principal; sin embargo, conti-
nuo definiendo su Teorla de la zona intermedia.
En su discurso en el Décimo Pleno del Octavo Comité
Central del Partido Comunista del24 de septiembre de 1962,
Mao señaló que existían tres grandes fuerzas en la escena in-
ternacional: el imperialismo, el nacionalismo y el revisionis-
mo. Al mismo tiempo dejó ver, aunque veladamente, que la
contradicción principal en aquellos momentos era entre los
pueblos del mundo entero y el imperialismo. 8
Posteriormente, en 1964, Mao Zedong realizó una redefi-
nición del concepto de zona intermedia en su entrevista con
M.M. Ali de Zanzíbar y luego en la entrevista con los socia-
listas japoneses. Mao argumentó en esa ocasión que existían
dos zonas intermedias entre los dos campos: la primera zona
intermedia estaba formada por Asia, África y América Lati-

6 Renmin Sbouu, 1958, p. 295.


7 Mao Tse-tung, "Speeches at the Second Session of the Eighth Party Con-
gress", del 8 al 23 de mayo de 1958, en MiscJL.ny• .•, pp. 100-101.
8 Mao Zetlong SU:iang Wan.wi (Larga vida al pensamiento de Mao Zedong),
n.p., agosto de 1969, p. 433.

312
CONNEILY: DE LA DIPLOMACIA REVOWCIONARIA A LA DE PAZ 301

na; la segunda, por Europa occidental, Canadá y Oceanía. 9


Es interesante observar que China no está incluida en ningu-
na de estas zonas, lo que refleja la ambivalencia de Mao y su
tentativa de realizar un análisis de la situación internacional
que se modificaba con el tiempo.
Mao empezó a aplicar en el ambiente internacional la tác-
tica que empleó durante la lucha revolucionaria comunista
para la toma del poder. Así como ellos habían organizado al
campesinado en las zonas rurales para luego atacar las ciuda-
des, a nivel mundial, África, Asia y América Latina forma-
ban el área rural y Europa y N orteamérica constituían las
ciudades. Las primeras debían organizarse para cefcar a las re-
presentantes del área urbana. 10 Es notorio el contraste exis-
tente entre esta tipología del área urbana y rural, y la de las
cuatro zonas dentro del sistema internacional.
En lo que respecta a la identificación de la contradicción
principal, Lin Biao dio la siguiente explicación en su ensayo
sobre la guerra popular: "La contradicción entre los pueblos
revolucionarios de Asia, África y América Latina, y los impe-
rialistas encabezados por los Estados Unidos, es la contradic-
ción principal del mundo contemporáneo.'' 11
Durante los af!.os de la Revolución Cultura~ específica-
mente entre 1966 y 1968, Mao puso énfasis en el desarrollo
de la guerra popular como medio para combatir al imperialis-
mo a nivel internacional.12
Después de la Revolución Cultural, en el Primer Pleno
del IX Congreso del Partido Comunista Chino, en abril de
1969, Mao hizo una nueva interpretación de la situación in-
ternacional, analizando nuevamente las contradicciones exis-

9 Mao Tse-tung, "Entrevista con los socialistas japoneses", en Franz Schur-


mann, China Comunista, M~xico, F.CE., 1971, 879 pp., p. 513, y "Conversation
with Zanzibar expert... ", en MiJ«<lany.. ., p. 371.
10 ~lting Rwie'fll, núm. 13, 27 de marzo de 1964, p. 17. Lin Piao, "Teorla
maoista de la guerra del pueblo", en Schurmann, op. ciL, p. 483.
11 Lin Piao, op. ciL, p. 484.
12 En t~rminos generales, la esencia de la Teorla de la guerra popular es la si-
guiente: los comunistas en su lucha contra el imperialismo deben promover la
movilizaci6n del campesinado, dirigi~ndolo primero hacia la guerra de guerrillas y
mú tarde hacia la guerra regular. Esta lucha esti basada, fundamentalmente, en la
fuerza del pueblo y no en la fuerza de las armas.

313
302 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI: 2, 1991

tentes en el mundo. La primera contradicción se daba entre


los pueblos oprimidos, el imperialismo y el social-imperialis-
mo representado este último por la Unión Soviética; la se-
gunda, entre el proletariado y la burguesía en los países capi-
talistas y revisionistas; la tercera, entre los países imperialistas
y social-imperialistas y, a su vez, en las contradicciones entre
los mismos países imperialistas, y la cuarta, entre los países
socialistas y el imperialismo y el social-imperialismo. 13
Mao realizó los cambios en la Teoría de la zona interme-
dia con el fin de ajustarla a la cambiante situación internacio-
nal. En 1972, Mao hizo una nueva revisión de la teoría. Dis-
tinguía así cuatro zonas: la primera representaba la zona de
las superpotencias, compuesta por Estados Unidos y la
Unión Soviética; la segunda, era la zona socialista, formada
obviamente por los países socialist~s; la tercera era la zona in-
termedia, representada por Asia, Africa y América Latina; y
la cuarta representaba la segunda zona intermedia que com-
prendía los países capitalistas de Oriente y Occidente, con
excepción de las dos superpotencias. 14 En vista de que las
dos superpotencias se encontraban luchando por lograr ma-
yor influencia en las zonas intermedias, éstas podían unirse
constituyendo un frente unido. No obstante, la más peligro-
sa de las dos superpotencias y, por tanto, el principal enemi-
go de China, era la Unión Soviética. 15
De su análisis de la situación internacional Mao derivó fi-
nalmente una nueva teoría para interpretar el mundo. Ésta
fue la Teoría de los tres mundos, que dio a conocer en febre-
ro de 1974 en una entrevista con un líder de un país africano:

A mi juicio los Estados Unidos y la Unión Soviética constituyen el


primer mundo; fuerzas intermedias como Japón, Europa, Canadá, in·
tegran el segundo, y nosotros formamos parte del tercero. El Tercer
Mundo comprende una gran población. Toda Asia, excepto Japón,

IJ Peking Revie-..e', edición especial, 28 de abril de 1969, p. 26.


14 Hu a Zhihai, "Aprendiendo geografía", en Honggi, núm. 11, 1972, pp. 74-
78.
15 Esto fue afirmado en un documento secreto del EjércitÓ de Liberación Po-
pular en 1973: "The propaganda division of the political department of the Kun-
ming Military Region", núm. 41-43, 30 de marro de 1973, traducidos y publicados
en Issues and Studies, Taibei, 10 de junio de 1974, 94-108.

314
CONNEU..Y: DE LA DIPLOMACIA REVOLUCIONARIA A LA DE PAZ 303

pertenece al Tercer Mundo; África entera pertenece también e igual-


mente América Latina. 16

Posteriormente, Deng Xiaoping expuso esta teoría ante


la Sexta Sesión Especial de la Organización de Naciones Uni-
das ellO de abril de 1974. Después de explicar las condiciones
a nivel internacional y, sobre todo, el desmembramiento de
ambos bloques: del socialista debido al surgimiento del "so-
cial imperialismo" y del imperialista debido al desarrollo de-
sigual del capitalismo y a la creciente importancia de los paí-
ses de Asia, África y América Latina, Deng afirmó:

Juzgando los cambios en las relaciones internacionales, el mundo ac-


tualmetne está formado por tres partes, por tres mundos que están al
mismo tiempo interconectados y en contradicci6n uno con otro. Los
Estados Unidos y la Unión Soviética constituyen el primer mundo.
Los países subdesarrollados de Asia, África, Latinoamérica y otras re-
giones, constituyen el tercer mundo. Y los países desarrollados (excep-
tuando los ya mencionados) constituyen el segundo. 17

Diplomacia de paz y desarrollo


Después de la muerte de Mao Zedong y de Zhou Enlai en
1976 y cuando dos años después se da la preponderancia de
los llamados pragmáticos encabezados por Deng Xiaoping,
los cambios en la política exterior se percibieron más clara-
mente. Tal es cambios estuvieron vinculados con el proyecto
de modernización económica del grupo de los pragmáticos,
que deseaba utilizar la tecnología y las inversiones de los
países capitalistas desarrollados. Por tanto, se dio prioridad a
las relaciones económicas con estos países.
En el discurso político, se siguió afirmando la posición de
China como contraria al hegemonismo y defensora de los de-
rechos de los países del tercer mundo. Los ataques verbales

16 "La teoría del presidente Mao sobre los tres mundos constituye una gran
contribuci6n al marxismo-leninismo", en Pekin Informa, núm. 45, 4 de noviembre
de 1977, p. 2.
17 Pekin Informa, Suplemento, núm. 15, 12 de abril de 1974, p. l.

315
304 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI: 2,1991

contra la Unión Soviética continuaron hasta 1981, año en


que se iniciaron las conversaciones orientadas a la normaliza-
ción de las relaciones.
En 1982 se efectuó un cambio relevante dentro de los li-
neamientos de la poHtica exterior china: la proclamación del
Principio de la política exterior independiente. En su infor-
me ante el xn Congreso Nacional del Partido Comunista el
1 de septiembre, Hu Yaobang, secretario general del Partido,
afirmó que China no se vinculada en su poHtica exterior a
ninguna potencia ni intervendría en ningún país, y que las re-
laciones con otros países, incluyendo los socialistas, debían
basarse en los Cinco principios de coexistencia pacífica:
1) Respeto mutuo a la soberanía e integridad territorial; 2) no
agresión; J) no intervención de un país en los asuntos inter-
nos de otro; 4) igualdad y beneficio recíproco, y 5) coexisten-
cia pacífica. Hu puso énfasis en los intereses de China como
• 1
nacton:
Como patriotas que somos, jamás toleraremos ningún acto atentato-
rio contra la dignidad y los intereses nacionales de China. Como in·
ternacionalistas que somos, tenemos clara conciencia de que la realiza·
ci6n completa de los intereses nacionales de China es imposible al
margen de los intereses globales de toda la humanidad [•••]18

Más tarde, el primer ministro Zhao Ziyang puso énfasis


en estos principios en su "Informe sobre la labor del gobier-
no" rendido el 6 de junio de 1983 ante la Primera Sesión de
la VI Asamblea Popular Nacional.19
Otro cambio importante que se observa es el de la posi
ción de China respecto de la guerra y la paz. Todavía en la
década de los setenta los líderes chinos insistían en lo inevita-
ble de la guerra mundial; tarde o temprano, ésta estallaría y
tan sólo podía ser diferida.20 En la década de los ochenta, se
puso el énfasis en la paz. "El sistema social y los intereses
fundamentales de China determinan que apliquemos necesa-

18 Hu Yaobang, "Informe ante el XU Congreso Nacional del Partido Comu·


nista de China", 1 de septiembre de 1982, &ijing In{or11111, núm. 37, 1982, p. 26.
19 Ibükm, núm. 27, 1983.
20 Peltin lnfo'mlll, núm. 50, 1977, p. 25.

316
CONNEI.LY• DE LA DIPLOMACIA REVOWCIONARIA A LA DE PAZ 305

riamente una política de paz. No queremos la guerra y nos


oponemos firmemente a una nueva guerra mundial[••• ]"21
Los vecinos asiáticos de China han visto con recelo tanto
su política de modernizaci6n interna como su política exte-
rior, que se basa en la coexistencia pacífica. Aquéllos opinan
que una vez que China se convierta en un país fuerte y desa-
rrollado competirá por mercados e intentará intervenir en
sus asuntos internos. Los Hderes chinos han tratado de desva-
necer estos temores declarando que la modernizaci6n de Chi-
na sería beneficiosa para todos, pues así serían mayores las
aportaciones de ésta para establecer la paz en Asia. 22
Desde mediados de 1984 esta política exterior indepen-
diente, abierta y pacífica, sufri6 algunos cambios. La visi6n
de un frente unido contra la hegemonía de las superpotencias
se dej6 a un lado para dar paso a una más positiva, basada en
la cooperaci6n dentro de un mundo interdependiente. El bi-
nomio paz-desarrollo empez6 a leerse con frecuencia en los
discursos y ensayos de los Hderes e intelectuales chinos.
Li Peng en su "Informe sobre la labor del gobierno" dice
·lo siguiente:
Toda nuestra labor en los asuntos exteriores está al servicio de dos
grandes objetivos: la paz y el desarrollo. Otina, por actuar activamen-
te en la palestra internacional como una importante fuerza opuesta al
hegemonismo, defensora de la paz mundial y promotora del desarro-
llo conjunto, ha llamado cada vez más la atenci6n de los otros países
y se ha granjeado elogios universales [•••]_23

Otro cambio importante fue el relativo a la concepci6n


del mundo. Éste ya no era bipolar ni estaba dividido en tres,
como postulaba Mao, sino que era multipolar. Según los líde-
res chinos, el desarrollo de un mundo multipolar era positivo
ya que en él todos los países tendrían participaci6n y los con-

21 "Disl.-urso de Huang Hua en la LL Sesión Extraordinaria de la Asamblea


General de la ONU sobre el Desarme", 11 de junio de 1982 {Extra""tos), Beijing
lnfom~~~, núm. 25, 1982, p. 13.
2l Pei Monong, "Futura posición de China en Asia", Beijing lnfom~~~, núm.
16, 1983, p. 20.
23 Li Peng, "Informe sobre la labor del gobierno", 25 de marzo de 1988,
Beijing lnfom~~~, Suplemento, núm. 17, 1988, p. xxix.

317
306 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI: 2, 1991

flictos se solucionarían mediante la consulta, con respeto de


las opiniones de los países medianos y pequeños. En este
mundo multipolar ya no debe prevalecer la opinión de las su-
perrotencias, la influencia de éstas disminuye cada vez más
y e resto de los países se fortalece. Las dos superpotencias
han visto reducida su capacidad para dominar los asuntos
mundiales. La democratización de las relaciones internacio-
nales se hace necesaria.2 4
Según los líderes chinos, la multipolarización se da a ni-
vel político. A nivel económico existen tres polos: Estados
Unidos, Japón y la Comunidad Europea. En cuanto a fuerzas
militares existen dos: Estados Unidos y la Unión Soviética.z5
Esta situación le ofrece a China la oportunidad de inte-
ractuar y de obtener beneficios como ayuda e inversión ex-
tranjeras, aumento de su comercio exterior, exportación de
mano de obra, y al mismo tiempo, pone de relieve el papel
que China puede desempeñar, dadas sus características, en es-
te mundo multipolar. China ocupa una posición geográfica
de importancia estratégica; tiene la población más grande del
mundo; posee poderes industrial y militar; además, tiene
cierta fuerza política a nivel internacional ya que es miembro
permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Por todo
ello, debe ser tomada en cuenta en cualquier cambio de estra-
tegia de las superpotencias que conlleve a un nuevo equili-
brio en el mundo.
Esta posición de China como un país que finalmente ha-
bía logrado colocarse en el lugar que le correspondía en el
ámbito internacional y que había logrado institucionalizar su
vida política internamente, sufrió un descalabro después de
los sucesos del 4 de junio de 1989 en la plaza Tiananmen.
Los líderes conservadores de la vieja guardia china, que
supuestamente ya habían sido desplazados a un segundo tér-
mino, lograron hacerse oír y se aplicaron medidas basadas
más en la ideología que en el pragmatismo. En política exte-

24 "Discurso de Qian Qichen, ministro de Relaciones Exteriores ante la Co-


misi6n de Relaciones Exteriores de Estados Unidos", 31 de mayo de 1988, en Ibí-
dem, núm. 23, 1988, pp. 16-17.
25 Ding Xinghao, "PoHtica de China sobre un mundo multipolar", en ibídem,
núm. 14, 1989, p. 11.

318
CONNEILY: DE LA DIPLOMACIA REVOLUCIONARIA A LA DE PAZ 307

rior se trató de aplicar los mismos principios ideológicos, y


responder con ellos a las sanciones impuestas por Estados
U nidos y el resto de los países industrializados.
El 30 de junio de 1989, en una reunión del Comité Per-
manente de la Asamblea Popular Nacional, Deng Xiaoping
explicó que lo ocurrido en Tiananmen se había debido a la
conjugación de factores externos e internos. Empezó a hablar
de la llamada heping yanbian o "evolución pacífica" de los
países socialistas hacia el capitalismo. Los países capitalistas,
sobre todo Estados Unidos, tratan de atraer a su esfera a los
países socialistas mediante concesiones económicas y transfe-
rencia de tecnología; asimismo, los medios de comunicación
les han servido de instrumento para introducir los valores bur-
gueses y minar los socialist~6 La doctrina de los derechos
humanos y la lucha por la democracia son elementos que sir-
ven para intervenir en los asuntos internos de otros países.
China se convirtió en la defensora del sistema socialista
y del principio de no intervención. Al mismo tiempo que sus
líderes declaraban que mantendrían su política de puertas
abiertas y de reforma económica, también afirmaban que
China seguiría siendo un país socialista basado en los cuatro
principios cardinales: 1) continuar en el camino socialista;
2) dar apoyo a la dictadura del proletariado; 3) dar apoyo al
liderazgo del Partido Comunista, y 4) dar apoyo al marxis-
mo-leninismo-pensamiento Mao Zedong, y que la moderni-
zación económica no guiaría al país hacia el capitalismo sino,
por el contrario, hacia el fortalecimiento del socialismo.
Durante el mismo periodo en que en China ocurrieron
estos violentos cambios internos, en el resto de los países so-
cialistas, sobre todo de Europa oriental, diversas convulsio-
nes políticas derribaron a los regímenes autoritarios. En lo
político se empezaron a poner en práctica métodos democrá-
ticos y en lo económico, elementos de la economía de merca-
do. La misma Unión Soviética estaba efectuando reformas
políticas y económicas que dejaron abierta la caja de Pando-
ra, poniendo en libertad elementos de épocas prerrevolucio-

26 Wang Ling. "La dKada de 1980 en retrospectiva", G110ji Wmti Yanjiu (Es-
tudios Internacionales), núm. 4, 1989, pp. 1-5.

319
308 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVL 2, 1991

narias con consecuencias difíciles de predecir.


Todo esto hizo que los líderes chinos se afianzaran en su
posición conservadora y que volvieran a hablar sobre la lu-
cha entre los diferentes sistemas sociales y las distintas
ideologías, a pesar de la tendencia a la distensión en la situa-
ción intemacional.V Posteriormente suavizaron su posición
y ya no mencionaron más la lucha entre los sistemas sociales
sino la coexistencia de países con diferentes sistemas sociales.
Continuaron, sin embargo, defendiendo al sistema socialista
frente a las opiniones prevalecientes respecto de la destruc-
ción del socialismo. Los países socialistas, afirman los líderes
chinos, han enfrentado problemas económicos y desaciertos
en sus decisiones políticas que han impedido mostrar la supe-
rioridad del sistema socialista. "En realidad, el socialismo
nunca ha fracasado, y tampoco vale la pena mencionar algún
éxito del capitalismo [... ]."28
El mundo, por tanto, debe acomodarse a las nuevas con-
diciones y buscar un nuevo orden político internacional, en
donde los cinco principios de coexistencia pacífica sean las
normas que rijan para resolver los problemas políticos
intemacionales.2'
Los líderes chinos están tratando de lograr un reacomodo
a nivel internacional, al mismo tiempo que luchan interna-
mente porque prevalezca la autoridad del Partido Comunis-
ta. Desean realizar su sueño de convertir a China en un pafs
fuerte y moderno y para lograrlo necesitan continuar con la
reforma económica apoyándose en la obtención de financia-
miento y tecnología foráneas. Por ello, a pesar de quejarse de
la injerencia extranjera en sus asuntos internos y hablar de
contaminación de las ideas burguesas, no cierran las puertas
pues saben que no pueden hacerlo: China ya no puede estar

27 Véase la entrevista que concedi6 Qian Qichen, ministro de Relaciones Ex·


teriores a la revista Shiju Zhishi (Conocimientos Mundiales), en &ijing Infom~~~,
núm. 37, 1989, p. 11.
28 "Quian Qichen habla de la situaci6n internacional", en ibúlnn, núm. 3,
1990, p. 10.
29 Declaraciones de Deng Xiaoping tn su entrevista con Masoyoshi lto, presi·
dente de la liga de miembros de la Dieta por la amistad nipo-china el19 de septiem·
bre de 1989, en ibitkm, núm. 40, 1989.

320
CONNEILY• DE LA DIPLOMAOA REVOWCIONARIA A LA DE PAZ 309

fuera del contexto internacional. Además, saben que necesi-


tan el intercambio económico para poder resolver los agudos
problemas internos. La actitud ortodoxa y conservadora de
los líderes chinos ha prevalecido porque temen que en China
ocurra lo mismo que en Europa oriental. Sin embargo, han
hecho concesiones y han manejado su diplomacia con la sufi-
ciente pericia como para que el mundo olvide los hechos del
4 de junio de 1989, y para que poco a poco se anulen las san-
ciones impuestas. Como el mismo Qian Qichen ha dicho:
La política exterior china es la extensi6n de su política interna. En los
pr6ximos dos o tres aftos, <llina continuad saneando y rectificando
su economía y profundizando su reforma para lograr un desarrollo
econ6mico sostenido, estable y armonioso. Su primera tarea en el sec-
tor diplomático es velar por un ambiente internacional estable, pacífi-
co y favorable con el fin de salvaguardar los intereses nacionales y la
seguridad estatal. JO

Dentro de este contexto, las relaciones de China con el


Tercer Mundo también han sufrido cambios. Los lideres chi-
nos continúan ubicando a su país dentro de este grupo de paí-
ses pues China, al igual que aquellos, es un país en desarrollo
que ha tenido experiencias similares y que enfrenta proble-
mas comunes. Este Tercer Mundo no es, sin embargo, el mis-
mo que se ubicaba 9entro de la teoría de los tres mundos,
sino otro compuesto por países en v{as de desarrollo, pero en
el que también existen diferencias, por lo que no constituye
un. todo compacto y homogéneo. Debe ser considerado en-
tonces como "una asociación más en el mundo multipolar".31
En los últimos afl.os de la década de los oc;henta se obser-
vó una polarización entre los países del Tercer Mundo. Los
países asiáticos sobre todo Taiwan, Corea del Sur y Hong
Kong, se han desarrollado más rápido. Malasia y Tailandia
también han experimentado un desarrollo notable. Algunos
paÍSes latinoamericanos, como Brasil y México, han logrado

JO "Quian Qichen habla de la situaci6n internacional", ibitlem, núm. 3, 1990,


p. 12.
31 "Declaraciones de Huan Xiang, jefe del centro de investipci6n de proble·
mas internacionales", Ibiáem, núm. 2, 1985, p. 30.

321
310 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI: 2, 1991

avances en su industrializaci6n pero padecen la pesada carga


de la deuda externa. Los países africanos enfrentan una pro-
funda crisis y están sumidos en la pobreza. China, según este
análisis, se situada entre los dos polos de desarrollo del Ter-
cer Mundo. 32
El establecimiento de un Nuevo Orden Econ6mico In-
ternacional (NOEI) se hace imperativo. China siempre ha cri-
ticado el orden econ6mico prevaleciente que divide al mun-
do en países ricos y pobres. En los foros internacionales ha
participado en las discusiones sobre el NOEI y lo ha apoya-
do. Los paises del Tercer Mundo necesitan salvaguardar sus
derechos econ6micos y tener una mayor injerencia en las or-
ganizaciones econ6micas internacionales. 33
Los lideres chinos saben que su pais no tiene peso sufi-
ciente como para influir en las corrientes mundiales de trans-
ferencia financiera y tecnol6gica; sin embargo, su participa-
ci6n en las negociaciones del NOEI es importante. China
tiene una interpretaci6n propia de c6mo los países poco desa-
rrollados pueden lograr el avance y luchar por la mejora del
nivel de vida de sus pueblos. El concepto de autosostenimien-
to es un componente indispensable de esto. Zili Gengsheng,
que literalmente podría traducirse como "regeneraci6n a tra-
vés de los propios esfuerzos", significa para los chinos que un
pais tiene que basar su desarrollo en sus propios esfuerzos y
recursos, pero sin desechar las ayudas bilateral y multilateral
extranjeras. 34
En 1981, Zhao Ziyang explic6 cuáles eran los puntos que
debían tomarse en cuenta para constituir el NOEI: 1) dar apo-
yo a los paises subdesarrollados en sus esfuerzos por desarro-
llar sus economías nacionales; 2) restructurar el orden econ6-
mico internacional existente sobre la base de principios

32 Ibídem, núm. 1, 1989; núm. 7, 1990.


33 Zhang Shie, "Puntos de vista sobre un Nuevo Orden Económico Mun-
dial", Ibidem, núm. 13, 1984, pp. 28-32.
34 Samuel Kim en su libro 7he United Nations and the WorlJ Order (Prince-
ton, Princeton University Press, 1979) analiza en detalle la participación y posición
de China respecto al NOEI. Véase también Eugenio Anguiano ~och, "China: lapo-
Utica de cooperación con el tercer mundo", Estudios de Asia 'Y Á[rica, núm. 45, vol.
XIV, 1980, pp. 515-570.

322
CONNEILY: DE LA DIPLOMAOA REVOLUCIONARIA A LA DE PAZ 311

justos y razonables, de igualdad y beneficio mutuo; 3) inte-


grar el establecimiento de un orden económico internacional
con la solución de los problemas urgentes de los países subde-
sarrollados; 4) la aceptación, por parte de los países subdesa-
rrollados, de estrategias idóneas para sus condiciones especí-
ficas y, 5) promover las negociaciones norte-sur encaminadas
a mejorar el estatus de los países subdesarrollados.3s
En el contexto de las relaciones norte-sur, China ha redefi-
nido su apoyo al NOEI en términos de la cooperación sur-sur.
Ésta y el diálogo norte-sur son aspectos interrelacionados del
mismo proceso de transformación del viejo orden económico
internacional. La cooperación sur-sur no es una alternativa al
NOEI sino una forma más realista de encarar el problema del
desarrollo económico y sirve, a la vez, para fortalecer la soli-
daridad de los países del Tercer Mundo. Es cierto que para
que se dé esta cooperación existen obstáculos como la defen-
dencia económica respecto de los países desarrollados; e de-
sarrollo económico desigual de los países en vías de desarro-
llo, y los obstáculos que las corporaciones transnacionales
ponen a la cooperación técnica; sin embargo, la cooperación
sur-sur puede desarrollarse y constituir un elemento impor-
tante para d fortalecimiento de las economías de estos países.36
Dentro de este esquema de paz y desarrollo seguido por
los líderes chinos se observa la Inserción del concepto de in-
terdependencia global, según el cual todos los países del norte
y del sur, del este y de oeste están interrelacionados en un
solo mercado mundial Por tanto, los países desarrollados no
pueden seguir ignorando las necesidades de los países en desa-
rrollo. Tanto Estados Unidos como los países de Europa oc-
cidental y Japón dependen del mercado del Tercer Mundo y
están interesados en realizar inversiones en esos países.37
Pero al mismo tiempo, la situación se ha hecho mucho más
compleja porque los países tercermundistas y los países de
Europa del este, que desean desarrollar su economía, se en-
35 "Chinese Premier Zhao Ziyang'! statement delivered at the Cancun mee-
ting on october 22, 1981", Beijing Rwm., núm. 44, 1981, P,P· 14-15.
36 Xu Mei, "Cooperación Sur-Sur", Beijing ln/OJ'mll, num. 26, 1982, pp. 14-
15, núm. 47, 1986.
37 Ibükm, núm. 7, 1984, pp. 16-17.

323
312 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI: 2, 1991

cuentran en una competencia por ganar el financiamiento y


las inversiones de los paises desarrollados. China misma se si-
túa en este contexto. En los últimos años, China ha absorbi-
do capital de las organizaciones internacionales y de los pai-
ses· desarrollados, para su modernización económica.38
Es precisamente por este reacomodo del mundo, tanto a
nivel político como económico, por lo que China ha asumi-
do una actitud más realista en cuanto a su posición en él y
a su relación con el Tercer Mundo. La política china hacia
estos paises es de apoyo verbal a sus demandas por establecer
el NOEI y realiza también algunos esfuerzos por intervenir
en la cooperación sur-sur, pero su prioridad sigue siendo su
propio desarrollo económico y el papel que pueda desempe-
ñar en el futuro una China fuerte y modernizada. Por eso
este pafs ha puesto límites a la ayuda que puede prestar. Con
los principios de "igualdad y beneficio mutuo, énfasis en re-
sultados prácticos, formas diversificadas y logro de un pro-
greso común",39 ha advertido a estos países que no esperen
mucha ayuda de China. Posteriormente Li Peng volvió a ha-
cer énfasis sobre este asunto:
Es nuestro deseo intercambiar eiperiencias con los países del Tercer
Mundo y aprender unos de otros respecto al desarrollo económico y
a la construcción nacional. China, como integrante del Tercer Mundo
comprende las dificultades de los países en vías de desarrollo, se solida-
riza con ellos y ha ofrecido, hasta donde sw posibilidades lo permiten,
su ayuda a algunos de éstos. Sin embargo, como nuestro pafs cuenta
con una base económica débil y una población numerosa, su capaci·
dad de ayuda es limitada. ••40

Por otro lado, China ha puesto énfasis en su participa-


ción activa dentro del grupo de paises que comprenden el
Tercer Mundo. En todos los discursos sobre política exte-
rior, los lideres chinos insisten en que su política hacia·el Ter-

38 Rmmin Ribao, S de enero de 1991, p. 6 en FBIS/CHI-91.010, 1 de enero


de 1991, p. 10.
39 "Discurso del Primer Ministro Zhao Ziyang en la Conferencia Sur-Sur de
Beijing", 4 de abril de 1983, &ijing Info..,., n6m. 16, 1983, suplemento, p. 111~
40 Li Peng, "Informe sobre la Labor del Gobierno", 25 de marzo de 1988,
ibiclem, núm. 17, suplemento, 1988, p. xxix.

324
CONNElLYr DE LA DIPLOMAOA llEVOWCIONARIA A LA DE PAZ 313

cer Mundo es un punto clave de su política exterior, y lo


colocan como la fuerza de la paz. Según esto, cualquier pro-
greso significa un paso más a favor de la fuerza de la paz.41
China ha lovado, además, mejorar sus relaciones a nivel
político con vanos países del Tercer Mundo dado que ya no
apoya, ni siquiera en forma verbal, a los grupos disidentes en
estos paises. En 1990 estableció relaciones diplomáticas con
Indonesia y Singapur, la Federación de estados de Micronesia
y con Arabia Saudita. Los Hderes chinos han declarado que
"la revolución de ninguna manera puede ser exportada, ella
sólo puede ser el resultado de la opción por parte de los
pueblos de los diversos paises del mundo." 42
Los líderes chinos han sabido manejar esta relación con
los paises del Tercer Mundo de tal modo que éstos siempre
están dispuestos a ayudar a China en momentos dificiles. En
1989, después del aislamiento que los paises industrializados
le impusieron a China, ésta inmediatamente inició una ofen-
siva diplomática con los países del Tercer Mundo. El minis-
tro de Relaciones Exteriores, Qian Qichen, visitó seis paises
africanos: Botswana, Lesotho, Zimbabwe, Angola, Zambia y
Mozambique, durante julio y ~osto de ese aiio y cinco países
de Asia occidental y norte de Álrica en septiembre. El primer
ministro Li Peng viajó a Asia del sur: Pakistán, Nepal y Ban-
gladesh en noviembre. El presidente Yang Shangkun viajó al
Medio Oriente en noviembre y finalmente realizó su pos-
puesto viaje a América Latina en mayo de 1990.
Pero China también ha sufrido reveses con estos paises.
Algunos de ellos no han resistido la tentación de aceptar la
ayuda económica de Taiwan a cambio de darle reconoci-
miento diplomático. Los gobiernos de Liberia y Belice, en
1989, y los de Lesotho, Guinea Bissau y Nicaragua, en 1990,
aceptaron establecer relaciones con Taiwan. La República
Popular China inmediatamente reaccionó rompiendo rela-
ciones con estos países.
La relación de China con los países del Tercer Mundo le

41 Jbükm, núm. 2f. 1988, p. 7.


42Xie Yixian, "Importantes reajustes de la polltica exterior china", Ibitkm,
núm. 7 y 8, 1989, p. 20.

325
314 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXVI: 2, 1991

ha servido también para bloquear resoluciones que la afectan


en los organismos internacionales como la ONU. En la Se-
sión 46 del Comité de Derechos Humanos de la ONU del 6
de marzo de 1990, por ejemplo, Pakistán dirigió el grupo que
rechazó poner en la agenda la situación de los derechos hu-
manos en China.
En genera~ puede afirmarse lo mismo que decía Imma-
nuel Hsü43 respecto de China a fines del siglo XIX: que ésta
finalmente ha logrado entrar a formar parte de la familia de
naciones, pero esta vez no en forma desigual, sino como un
pais que no acepta imposiciones, que sabe el lugar que ocupa
y puede llegar a ocupar dentro de la comunidad internacio-
nal, que destaca como prioridad su desarróllo económico y
su interés como nación que persigue la unificación total de su
territorio. A pesar del regreso de los conservadores en 1989,
la retórica revolucionaria ha quedado atrás. Las relaciones
estado-estado y las negociaciones orientadas a lograr una ma-
yor participación de China en los asuntos internacionales
constituyen las bases de la política exterior china.

43 Immanuel C. Y. Hsü, Cbint~'s Entn~na into the Ft,nilyofN•tions, Cambrid-


ge, Harvard University Press 1960, 255 pp.

326
ASIA Y ÁFRICA ACTUALES

lA REPÚBLICA POPULAR CHINA


COMO POTENCIA NUCLEAR

EUGENIO ANGUIANO
El Colegio de México

Introducción

El 6 de agosto de 1945, un avi6n de la fuerza aérea estadouni-


dense arroj6 sobre la ciudad japonesa de Hiroshima la prime-
ra bomba at6mica de la historia, provocando la muerte inme-
diata de unas 75 000 personas; tres días después, una segunda
bomba de este mismo tipo fue soltada contra la ciudad de
Nagasaki, matando alrededor de 40 000 civiles más. Así co-
menz6la era nuclear, que en más de 56 años ha mostrado un
notable desarrollo en cuanto a la calidad, cantidad, potencia y
proliferaci6n de armas de destrucci6n masiva, tanto de fisi6n
como termonucleares Qa llamada bomba H). Lo que parecía
un monopolio de una sola naci6n -Estados Unidos- pronto
se rompi6 y hoy día existen cinco países que desde los años
sesenta son abiertamente reconocidos y "aceptados" como
potencias nucleares, y a ellos se han sumado recientemente
otros tres estados que tienen la posibilidad de armar artefactos
nucleares en "cualquier momento": Israel, India y Pakistán
(estos últimos dos efectuaron explosiones experimentales en
1998).
En una fecha tan temprana como noviembre de 1945, cuan-
do ya había acabado la Segunda Guerra Mundial y se mante-
nía una incierta alianza entre los países victoriosos, el presi-
dente de Estados Unidos y los primeros ministros de Gran
Bretaña y Canadá suscribieron una declaraci6n conjunta en la
que advertían que el conocimiento te6rico para fabricar ar-

[129]
327
130 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

mas atómicas lo poseían varios países y que en el futuro nin-


guno de ellos podría tener el monopolio de las mismas. No
obstante esta previsión, esos tres gobiernos no ocultaron un
sentimiento de pesadumbre cuando en septiembre de 1949, ya
iniciada la ruptura ideológica y política con su otrora aliado,
anunciaron a la opinión pública internacional que tenían cla-
ros indicios de que la Unión Soviética había detonado una
poderosa bomba atómica; la agencia T ASS confirmó a las 48
horas que efectivamente, los soviéticos habían realizado tal
experimento, y que los conocimientos para hacerlo los po-
seían desde 1947.
A partir de ese hecho, comenzó una verdadera carrera entre
estadounidenses y soviéticos por perfeccionar sus armas de
destrucción masiva, apoyándose en ensayos en la atmósfera -los
cuales ambas potencias después acordaron prohibir para dar
paso a los experimentos subterráneos- y por hacerse de arse-
nales nucleares y de los medios adecuados para transportarlos:
aviones bombarderos estratégicos, proyectiles dirigidos y sub-
marinos atómicos. Por otro lado, las otras tres naciones que,
coincidentemente, habían sido parte sustantiva en la victoria
lograda contra el nazifascismo y el militarismo japonés, o en
construir el nuevo orden político mundial, gradualmente fue-
ron fabricando su propias armas nucleares; así, Gran Bretaña
en 1952, Francia en 1960 y China en 1964 efectuaron sus pri-
meras pruebas, con lo que se unieron al club atómico.
El caso del ascenso de China como potencia nuclear es
muy especial, porque a diferencia de Gran Bretaña y Francia,
países donde se logró este avance bélico dentro de un mismo
sistema político y social, en el "país del centro" ocurrió una
revolución que llevó al partido comunista chino al poder en
octubre de 1949. Esto no estaba, de ninguna manera, previsto
c-uando se negoció entre los llamados "cinco grandes" -Esta-
dos Unidos, Unión Soviética, Gran Bretaña, China y Fran-
cia- el orden institucional de la posguerra: momento a partir
del cual esos países asumirían el papel de guardianes de la paz
internacional, desde su posición como miembros permanen-
tes de un Consejo de Seguridad diseñado por esas potencias
para que fuera el corazón político de la ONU, formalizada en
1945.

328
ANGUIANO: LA REPÚBLICA POPULAR CHINA 131

La explosión atómica experimental de la URSS y el triun-


fo de los comunistas en China fueron dos graves reveses para
Estados Unidos y sus aliados, entre los que estaban Gran Bre-
taña y Francia. Por eso, a pesar de que Washington logró un
rápido entendimiento con Moscú, su adversario sistémico, en
el sentido de buscar acuerdos políticos para evitar la prolifera-
ción de armas nucleares, no dejó de apoyar técnica y militar-
mente a los británicos, y, en un principio, a los franceses, a fin
de que tuvieran el know how necesario para el desarrollo de
esas armas. En cambio la República Popular, establecida por
lo comunistas chinos, tardó casi una década en formalizar acuer-
dos de cooperación con la Unión Soviética, su aliado y líder
moral, que les permitieran construir su bomba atómica; cuan-
do esa cooperación comenzó, afloraban ya diferencias entre
Beijing y Moscú en cuanto a qué camino debería seguir el
movimiento comunista internacional y cuál tipo de coexis-
tencia con los enemigos de sistema habría que adoptar. Esas
diferencias llevarían a una ruptura abierta a principios de los
sesenta, y desde entonces China desarrolló, por su propia cuen-
ta, sus armas nucleares.
La evolución de la capacidad bélica nuclear china se ha
logrado, junto con la francesa, a contracorriente de los acuer-
dos de prohibición parcial de ensayos nucleares y de no proli-
feración de armas nucleares que los otros tres países poseedo-
res de este tipo de armas impulsaron desde fines de la década
de los sesenta. A medida que tanto chinos como franceses de-
sarrollaron una capacidad de disuasión nuclear limitada, desde
luego no comparable con la de Estados Unidos y la ex Unión
Soviética, fueron gradualmente adhiriéndose a los diferentes
acuerdos internacionales para el control de armas nucleares, y
otras de destrucción masiva. No obstante, en el caso de Chi-
na, siguen existiendo fricciones importantes con Estados Uni-
dos, a pesar de que desde principios de los setenta se terminó
el estado de confrontación abierta entre ambos estados y de
que establecieron relaciones diplomáticas desde 1979.
Esas fricciones se manifiestan en materia de derechos huma-
nos, en diferencias comerciales y, desde luego, en materia de
política nuclear. Para China resulta actualmente una preocu-
pación constante las decisiones que adopte Estados Unidos en

329
132 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

lo relativo a sistemas de proyectiles o misiles defensivos, por-


que si tales sistemas se llegan a desplegar y a perfeccionar, el
limitado poder de disuasi6n nuclear chino quedaría totalmen-
te neutralizado. Por el contrario, si los tratados internaciona-
les para el control de armamentos nucleares funcionan bien,
Beijing tendrá menos interés en utilizar recursos econ6micos
y técnicos para seguir desarrollando su poderío nuclear, en
vez de destinarlos al bienestar de su poblaci6n.
En las siguientes páginas se hace una descripci6n del ori-
gen y desarrollo de la capacidad nuclear china, el grado relati-
vo de avance que ha logrado y su futuro. Las fuentes de infor-
maci6n consultadas para este ensayo son indirectas, aunque
varias de ellas se basan en informes y documentos chinos, así
como en estudios de personas e instituciones especializadas en
asuntos estratégicos y de armamentos, y en la prensa interna-
cional. No se pretende aquí agotar, ni mucho menos, un tema
tan complejo como es el relativo al estado que guarda el pode-
río nuclear chino, pero me parece que, por lo menos, se apor-
tan elementos informativos y analíticos que pueden servir de
orientaci6n a otros trabajos de mayor envergadura que se ha-
gan sobre tan importante asunto.

Inicio del programa nuclear chino

El15 de enero de 1955, el Bur6 Político del Partido Comunis-


ta de China (Pcc) tom6 la decisi6n, ante la insistencia de Mao
Zedong, de desarrollar y fabricar una bomba at6mica. La Re-
pública Popular China tenía poco más de cinco años de haber-
se establecido, y su primera Constituci6n política menos de
un año de haberse proclamado, lo mismo que los 6rganos del
Estado, derivados de dicha Constituci6n. Beijing había suscri-
to un tratado de amistad con la Uni6n Soviética, todavía en
vida de José Stalin, que no incluía medidas relacionadas con
una eventual ayuda de Moscú para un programa nuclear chi-
no. La terrible experiencia de la Guerra de Corea (mediados
de 1950 a mediados de 1953) estaba aún muy cercana, y el
régimen comunista chino sufría el cerco político que Estados
Unidos le había tendido, mismo que intentaba romper acer.,

330
ANGUIANO: LA REPúBLICA POPULAR CHINA 133

cándose a la India, su vecino más importante; no siendo


correligionarios políticos, el pundit Nehru y Zhou Enlai ha-
bían suscrito en 1954 un acuerdo de convivencia basado en los
llamados "cinco principios de coexistencia pacífica". 1
Es decir, en el horizonte internacional no había razón
aparente para que China Popular se embarcara en la costosa y
entonces aparentemente inalcanzable tarea de adquirir su pro-
pia fuerza nuclear. El tratado de asistencia mutua con la URSS
ponía al gobierno de Beijing bajo el paraguas protector de su
amigo y mentor ideológico, y el PCC postulaba una doctrina
internacional opuest1 al militarismo, el arniamentismo y la
hegemonía. En tal entorno, no tenía razón de ser la decisión
del liderazgo chino, a la que se dio mínima divulgación, de
establecer un programa destinado a colocar a China comunis-
ta en el mismo nivel de armamento no convencional de las
dos potencias que contendían por el dominio internacional, y
que en esos años eran, ademas de Gran Bretaña, 2 las únicas
poseedoras de armas nucleares.
El hecho es que los líderes chinos tomaron la decisión de
fabricar una bomba atómica, sin haber antes desarrollado en
el país la investigación conceptual básica en los campos de físi-
ca e ingeniería que les diera un sustento para la producción de
armas estratégicas. Entre 1955 y 1958, el Estado chino impul-
só la búsqueda y el desarrollo del uranio necesario para su
ambicioso plan, y puso en marcha la investigación fundamen-
tal y la estructura administrativa para llevar a cabo su proyec-
to. En el siguiente bienio, 1958-1960, ya con sustancial ayuda
soviética, se desarrolló en China la infraestructura minera e
industrial necesaria para procesar y enriquecer el uranio que
serviría de combustible para los venideros artefactos nuclea-
res {Lewis y Xue, 1987, p. 540).
1 No agresión, respeto a la integridad territorial de otros estados, no interven·

ción en los asuntos internos de otros paises,· beneficio mutuo en la cooperación y


coexistencia padfica.
2 El desarrollo nuclear de los británicos se dio como subproducto de la tempra-

na alianza habida entre Londres y Washington para enfrentar la amenaza del nazi-
fascismo en Europa. Desde- que comenzó en gran secreto el proyecto "Manhattan •,
para la fabricación de la bomba atómica estadounidense, el gobierno de Roosevelt
decidió que científicos británicos participaran en todos los trabajos correlativos. Así,
Gran Bretaña hizo su primera prueba atómica el 3 de octubre de 1952, sobre una
fragata que estaba anclada en la isla de Monte Bello, perteneciente a Australia.

331
134 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

La colaboraci6n nuclear sino-soviética del periodo 1956-


1957 se produjo en un contexto de coincidencia de intereses
entre los liderazgos chino y soviético, que se manifest6 en un
claro apoyo del primero a Nikita Khrushchev, durante la pug-
na de éste por ganarse a la mayoría del presidium del Partido
Comunista de la Uni6n Soviética (Pcus), e impedir que lo re-
movieran del cargo de primer secretario del partido, como lo
habían intentado sus adversarios políticos en junio de 1956. El
respaldo de Beijing a Khrushchev se dio a pesar de las diferen-
cias te6ricas entre chinos y soviéticos; Mao había justificado el
aplastamiento de la rebeli6n húngara por parte de Moscú, pero
meses después {en febrero de 1957), publicaba su ensayo "So-
bre el tratamiento correcto de las contradicciones en el seno
del pueblo", en el que señalaba la existencia de conflictos "no
antag6nicos" de intereses sociales dentro del socialismo, que
no deberían solucionarse mediante supresiones autoritarias
(Whiting, 1987, pp.481-482).
También existían diferencias tácticas, consistentes en que,
mientras Moscú consideraba necesaria una distensi6n en la ri-
validad con Estados Unidos y el bloque capitalista, a fin de
evitar un posible enfrentamiento nuclear, Mao sostenía la te-
sis de que los logros técnicomilitares de la URSS confirmaban
la superioridad sistémica del socialismo, lo que debería
traducirse en una posici6n dura de la URSS frente a los enemi-
gos "de clase", en vez de la adoptada, mediante la cual se tra-
taba de apaciguarlos, por el temor a una guerra en la que se
utilizaran bombas at6micas. Con motivo del 40 aniversario
de la revoluci6n bolchevique, Khrushchev convoc6 a una con-
ferencia de partidos comunistas en el poder, en noviembre de
1957 y, no obstante las diferencias ya mencionadas, el 15 de
octubre, la víspera de esa reuni6n cumbre, la URSS y China
concluyeron un "acuerdo sobre nuevas tecnologías para la
defensa nacional", mediante el cual Moscú se comprometía a
entregar a sus camaradas chinos un modelo de bomba at6mica
(Whiting, 1987, p. 483).
A pesar de que al poco tiempo Moscú incumpliría el com-.
promiso citado, su ayuda al programa nuclear bélico de la
República Popular fue una realidad inobjetable: el 11 de di-
ciembre de 1957 ambos países suscribieron en Moscú un acuer-

332
ANGUIANO: LA REPÚBLICA POPULAR CHINA 135

do de cooperaci6n científica por cinco años, seguido de un


protocolo de operaci6n para el bienio 1958-1960, cuyo princi-
pal componente era el desarrollo de armas nucleares chinas.
La cooperaci6n soviética se materializ6 en la exploraci6n geo-
16gica y construcci6n de una planta en Lanzhou, capital de la
provincia de Gansu, en el norte-oeste de China, destinada a
la obtenci6n y enriquecimiento de uranio. En junio de 1959,
los soviéticos comenzaron a frenar la transferencia de tecno-
logía nuclear y su colaboraci6n con China, hasta suspenderla
totalmente a mediados del siguiente año.
Antes de que se interrumpiera esa colaboraci6n sino-so-
viética, se realizaron conjuntamente cuidadosas exploraciones
geográficas en el vasto territorio chino, hasta que se localiz6 el
área apropiada para el desarrollo del proyecto nuclear; como
base para los venideros experimentos nucleares, los asesores
soviéticos sugirieron un lugar ubicado al noroeste del Lago
Lop Nur, en una extensa zona desértica de la Regi6n Aut6no-
ma de Xinjiang, al suroeste de la capital provincial {Urumchi).
El16 de octubre de 1959 se aprob6 oficialmente el estableci-
miento de dicha base, y su construcci6n comenz6 el primero
de abril de 1960.
A los largo de los siguientes cuatro años, decenas de milla-
res de trabajadores, muchos de ellos prisioneros, laboraron
bajo condiciones difíciles para construir las carreteras, aero-
puerto, barracas, plantas de electricidad y otras obras necesa-
rias para contar con una verdadera base de experimentaci6n y
desarrollo nuclear con fines bélicos (Norris, 1996, p. 48). Esta
fase del programa -1960-1964- se puso en marcha con recur-
sos humanos, tecnol6gicos e industriales estrictamente chinos,
y concluy6 satisfactoriamente con la detonaci6n de la primera
bomba de fisi6n, en una torre de ensayos de 102 metros de
altura, en Lop Nur, el16 de octubre de 1964. El artefacto pes6
1 550 kilogramos y fue identificado con el nombre en clave de
"596", equivalente al año y al mes Gunio de 1959) en que
Khrushchev decidi6 no entregar un prototipo de bomba a sus
aliados chinos. La bomba de implosi6n utiliz6 uranio-235, lo
cual result6 mucho más sofisticado que el diseño original de
"cañ6n ensamblado", y requiri6 de un combustible más enri-
quecido. Según las autoridades chinas, la energía liberada por

333
136 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

la explosión fue de 22 kilotones (Enciclopedia, 1990, pp. 157-


159). Treinta y dos meses más tarde, el7 de junio de 1967, se
lograba el primer ensayo de una bomba de hidrógeno que se
arrojó desde un avión bombardero de fabricación china, a una
altura de casi 3 000 metros, con una fuerza estimada en 3.3
megatones.

LopNur

El campo de pruebas de Lop Nur comprende más de 100 mil


kilómetros cuadrados y cuenta con unos 2 000 kilómetros de
carreteras, 3 lo que hace de esa base la más extensa área de expe-
rimentación nuclear del mundo. Pero a diferencia de otras
potencias nucleares, como Estados Unidos, Gran Bretaña y
Francia, que han utilizado diversos espacios tanto en sus res-
pectivos territorios nacionales como en posesiones de ultra-
mar (particularmente en el Océano Pacífico), o de la ex Unión
Soviética que contaba con bases experimentales en Siberia y
en Asia Central, el de China es el único campo existente, y allí
se han efectuado todas las detonaciones experimentales reali-
zadas por este país.
De acuerdo con diversas informaciones, en la base de Lop
Nur existen cuatro unidades experimentales diferentes para
ensayos nucleares: tres subterráneas y una atmosférica. En la
actualidad sólo dos de esas unidades o zonas, que comprenden
alrededor de 200 kilómetros cuadrados, están en uso. U na se
sitúa en la región de Qinggir {41 °57' Norte y 88°68' Este)
donde se ha efectuado la mayoría de la pruebas nucleares en
galeras verticales; la primera de ellas se llevó a cabo el 14 de
octubre de 1978, y en los años subsiguientes se hicieron 12
pruebas adicionales de galera, de las 13 verticales que ha prac-
ticado la República Popular {de un total de 20 ensayos subte-
rráneos). Las pruebas de galera tienen generalmente una ma-
yor fuerza equivalente de TNT que las experimentadas en túneles

l Guo Cheng, "Una visita al campo de pruebas nucleares de Lop Nur", Zhongguo
Xinwen She, traducción en JPRS TND-84-027, 2 de noviembre de 1984, pp. 4-5. (Ci-
tado por Roben S. Norris).

334
ANGUIANO: LA REPúBLICA POPULAR CHINA 137

horizontales o inclinados; la mayor detonación hecha fue de


600 kilotones, y ocurrió el21 de mayo de 1992.
Otras dos zonas, llamadas Nanshan y Beishan {montes sur
y norte), se localizan al noroeste y al suroeste de la región de
Qinggir; en Beishan se detonan artefactos nucleares en túneles
y ha sido utilizada solamente para dos pruebas subterráneas,
en 1969 y 1980. Siete de las pruebas nucleares subterráneas
han sido de túnel, con un poder explosivo de un rango de 1 a
3 kilotones. El área destinada a pruebas atmosféricas, y que se
localiza a unos 115 kilómetros al sureste de la región de Qinggir,
la última vez que se utilizó para efectuar en ella un ensayó
nuclear fue el16 de octubre de 1980, y desde entonces ha esta-
do inutilizada para fines de experimentación. Eso debido a
que el gobierno chino se plegó al Tratado de Prohibición Par-
cial de Ensayos Nucleares (PTBT), en cuanto a evitar las explo-
siones experimentales nucleares en la atmósfera, que fueron
duramente criticadas por la opinión pública internacional, dada
la alta contaminación radiactiva que provocan.
Como se desprende de la descripción anterior, la base de
experimentación nuclear de Lop Nur es de una gran exten-
sión, casi del tamaño de países como Guatemala o Grecia, y su
"cuartel general" es Malan, un asentamiento que no figura en
los mapas, ni en los índices de población de China. En todo
caso, se trata de una extensión territorial prácticamente desha-
bitada, y con muy escasos condados (xian) y aldeas (xiang).

Historia de los ensayos nucleares chinos

Hasta diciembre de 1995, se sabía que China había realizado


un total de 43 ensayos nucleares, con una potencia que había
variado desde un rendimiento de 1 kilotón a 3.3 megatones;
23 de las explosiones nucleares habían sido en la atmósfera y
20 subterráneas. Se estima que la fuerza total de esos 43 ensa-
yos es de 23.4 megatones, con 21.9 obtenidos en explosiones
en la atmósfera y 1.5 en el subsuelo. El programa chino repre-
senta sólo 2% de las 2 044 explosiones nucleares que se efec-
tuaron en el mundo entre 1945 y enero de 1996 {Norris, 1996,
p. 49).

335
138 ESTUDIOS DE ASlA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

De enero de 1996 a la fecha {octubre de 2000) se han regis-


trado en el mundo tres experimentos nucleares más, dos de
ellos múltiples: una prueba nuclear subterránea de China, en
Lop Nur, que los sismólogos australianos estimaron tuvo una
fuerza de 1 a 5 kilotones (Keesing's, 1996, p. 41189); tres ensa-
yos subterráneos en la India, elll de mayo de 1998, con una
fuerza acumulada de 55 kilotones, equivalente a cuatro de las
bombas arrojadas contra Hiroshima en 1945, y más de 10 ve-
ces la fuerza del último experimento chino; y cinco explosio-
nes subterráneas experimentales en Pakistán, en el desierto de
Baluchistán, el 28 del mismo mes y año, de una potencia tan
reducida que al principio los analistas militares estadouniden-
ses dudaban de la veracidad del anuncio de Islamabad, ya que
sólo se registró una débil señal sísmica (Keesing's, 1998, pp.
42267-9).
En todo caso, lo que importa destacar es que en la historia
de las detonaciones nucleares, que comenzó en 1945 con dos
bombas atómicas arrojadas sobre Hiroshima y Nagasaki, y las
únicas trágicamente de carácter no experimental, y hasta fines
del año 2000, se han registrado en el mundo 2 047 experimen-
tos con fuerza explosiva de diversos tamaños, y con bombas
tanto de fisión como termonucleares. De esos ensayos, a Chi-
na le corresponden 44, mientras que una potencia militar com-
parable, como Francia, ha efectuado 210 pruebas, 50 atmosfé-
ricas y 160 subterráneas, todas en territorios de ultramar
{Argelia, la Polinesia francesa, Muro roa y Fangataufa). 4 Los
experimentos franceses representan apenas una quinta parte
de los hechos por Estados U nidos, y los chinos una veinticin-
coava parte de los estadounidenses {Norris, 1996, p. 51).
La opinión de expertos en armamento nuclear, como
Roben N orris, del Natural Resources Defense Council, de Wash-
ington D. C., es que China ha logrado resultados técnicos
notables, con un número de pruebas nucleares relativamente
pequeño, lo cual ha sido posible gracias a un diseño de uso
genérico con una amplia capacidad de adaptabilidad a diferen~

4 El primer ensayo nuclear francés, cuyo nombre en clave era Gerboise Bleue,
ocurrió el 13 de febrero de 1960, más de tres años y medio antes que la primera
bomba atómica china.

336
ANGUIANO: LA REPÚBUCA POPULAR CHINA 139

tes formas de detonación y para equipar tanto armas estratégi-


cas Qas de destrucción masiva), como armas tácticas {destruc-
ción limitada). Según este mismo experto (op. cit., p. 50), los
chinos han desarrollado seis distintos tipos de ojivas nucleares
y de bombas:

• Tipo fisión, de bajo rendimiento explosivo y de aplica-


ciones tácticas {artillería, municiones atómicas de de-
molición, bombas tácticas o misiles de corto alcance);
• Bombas de fisión, que se lanzan por gravedad con po-
tencia de 20 a 30 kilotones;
• Ojivas atómicas para misiles balísticos de diferente al-
cance, con potencia de 20 a 40 kilotones;
• Ojivas termonucleares de 3 o más megatones de poten-
cia, para misiles de alcance intercontinental;
• Bombas termonucleares de 3 o más megatones de lanza-
miento por gravedad, y,
• Ojivas atómicas de entre 200 y 300 kilotones, para misiles
lanzados desde submarinos. 5

Doctrina nuclear

La determinación de fabricar bombas atómicas, tomada a me-


diados de la década de los cincuenta, fue seguida por la deci-
sión de convertir a la República Popular en una potencia nu-
clear, no como mero acto de desafío a Estados U nidos y otros
adversarios extranjeros, sino como "un corolario lógico en el
esfuerzo por desarrollar el necesario músculo económico y
militar, como única forma de ganarse el respeto" de tales ene-
migos {Gittings, 1974, p. 758). Tal decisión se adoptó en la
Comisión Militar Central del partido comunista chino, am-
bos órganos presididos por Mao Zedong, en junio de 1958, un
mes antes de que se efectuara un encuentro secreto en Beijing
entre Mao y Khrushchev para discutir varios sucesos interna-
cionales, particularmente en Yugoslavia y otros relativos a la
crisis del Medio Oriente, la cual había conducido al desembar-

s Submarinos (sLBM), tipo JL-1.

337
140 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

co de marinos estadounidenses en el Líbano. Lo extraño fue


que en ese encuentro el máximo dirigente chino no informara
a su colega soviético del inminente bombardeo que, pocoj días
después, China comunista lanzaría contra la isla nacionalista
de Quemoy, el cual provocaría una movilización militar ma-
siva, naval y aérea de Estados Unidos en el Golfo de Taiwan,
y una crisis política que enfrentaría a Beijing y a Moscú con
Washington.
Ese incidente vino a confirmar las suspicacias de Khrush-
chev sobre la proclividad de sus aliados chinos a desplegar ac-
ciones internacionales independientes, e incluso contrarias a
la línea estratégica que Moscú estableciera en un momento
dado en sus relaciones con Estados Unidos y con el bloque
militar capitalista. A partir de entonces, el liderazgo soviético
llegaría a la conclusión de que el "aventurerismo" de Mao y del
PCC no permitÍa que se proporcionaran al gobierno chino los
conocimientos necesarios para producir su propia capacidad
nuclear bélica. Como reacción a la limitante impuesta por los
soviéticos, Mao ratificó su intención de seguir un camino so-
cialista propio, por el que el desarrollo económico y militar
de China estaría fincado en una política de autosuficiencia, en
la que la búsqueda de ayuda externa pasaba a ser un objetivo
secundario (Schram, 1974, p. 178).
En su programa de desarrollo de armas atómicas y de hi-
drógeno, que como se explicó en párrafos anteriores resultó
sumamente exitoso, los chinos aplicaron su política de auto-
suficiencia, pero al hacerlo mantuvieron una retórica en la
que las armas nucleares eran consideradas como subsidiarias
de la doctrina de defensa nacional de China. Dicha retórica
pasó por etapas aparentemente paradójicas: en noviembre de
1957, Mao postulaba que las armas nucleares eran meros "ti-
gres de papel" del imperialismo, que no amedrentaban a los
pueblos ni a los movimientos revolucionarios y de liberación
nacional del mundo. En mayo de 1958, en una reunión del
Comité Central del PCC, Mao reiteraba su argumento de que
la humanidad sobreviviría cualquier guerra nuclear, diciendo
que a lo largo de la historia, la mitad de la población de China
había sido destruida un "buen número de veces", y que se ha-
bía recuperado otras tantas, y lo mismo haría en caso de una

338
ANGUIANO: LA REPÚBUCA POPULAR CHINA 141

guerra nuclear que, en cambio, "dejaría al mundo limpio del


capitalismo", y entonces "nosotros lo reconstruiremos de nue-
vo" {Gittings, 1974, p. 759}.
Para principios de 1965, cuando la disputa política e ideo-
lógica con la URSS ya era abierta, a la vez que China conti-
nuaba marginada de la ONU, y bloqueada por Estados Unidos,
Mao cambiaría su opinión sobre las armas nucleares, y lanza-
ría la directiva de que China necesitaba tales armas, a fin de
superar a otras naciones que las poseyeran, se tratara de bom-
bas atómicas o de hidrógeno. Para entonces, China ya había
detonado experimentalmente sus primeras bombas atómicas
y avanzaba en el dominio de la tecnología termonuclear. Dos
años antes, las tres potencias nucleares de la época -Estados
Unidos, Gran Bretaña y la Unión Soviética- habían negocia-
do y concluido en Moscú un Tratado de Prohibición Parcial
de Pruebas Nucleares (PTBT), que fue r~tificado y entró en vi-
gor en agosto de 1963. A fines de julio de ese mismo año, el
gobierno chino emitió un comunicado al respecto, denuncian-
do que dicho Tratado era un "sucio fraude" mediante el cual
las tres potencias impulsoras pretendían "preservar su mono-
polio nuclear", y acusando al gobierno soviético de haber per-
mitido "gustosamente" al imperialismo estadounidense lograr
la superioridad militar, y con ello traicionado a los pueblos
del campo socialista, incluido el pueblo soviético (Keesing's,
1963/1964, p. 19827}.
Por medio de su primer ministro Zhou Enlai, China inten-
tó infructuosamente convocar a una conferencia mundial para
la negociación de un desarme nuclear total. En realidad, se tra-
taba de un gesto propagandístico ante la reacción de repudio
que tuvo entre la mayoría de la opinión internacional la actitud
de Beijing de denunciar el PTBT, al cual se adhirieron en octubre
de 1963 otros 105 países, incluidos siete que todavía no ingre-
saban a la ONU, como las dos repúblicas alemanas y Corea del
Sur; casi toda América Latina, con la notoria ausencia de Cuba;
China nacionalista (República de China}, y los tres países que
se oponían a los esfuerzos de las potencias nucleares a favor de
la no proliferación. Estos eran, y siguen siendo en 2000, India,
Israel y Pakistán, que sí suscribieron el acuerdo de prohibi-
ción de todos los ensayos nucleares, excepto los subterráneos.

339
142 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

Durante el resto de la década de los sesenta y los primeros


años de los setenta, China Popular continuó con su programa
de ensayos nucleares, negándose a aceptar tanto el Tratado de
Moscú, de prohibición parcial de tales ensayos, como el trata-
do también impulsado por Washington, Londres y Moscú, de
no proliferación de armas nucleares, que entró en vigor en
1970, por un periodo de 25 años. La justificación de esa políti-
ca armamentista de Beijing no seguía los mismos razonamien-
tos de la tradicional doctrina de la disuasión nuclear, que ha-
bían utilizado Estados Unidos y la Unión Soviética (Gran
Bretaña simplemente se alineaba al Pacto del Atlántico con
Washington), para formar su arsenal atómico. Aunque el go-
bierno comunista chino estaba desarrollando una capacidad
de respuesta nuclear en contra de un posible ataque, no de su
enemigo tradicional que había sido Estados U nidos, sino de
su ex aliada, la Unión Soviética, posibilidad que en 1969 estu-
vo a punto de hacerse realidad, y con ello abrió el camino para
un acercamiento táctico a los estadounidenses; la intención
era que China ingresara en el club de los países nucleares (PN)
tolerados por los tratados internacionales, que por otra parte
eran el instrumento utilizado por dichos países para detener la
proliferación de estas armas de destrucción masiva (ADM) en
otras naciones.
La formulación política que la Republica Popular hacía so-
bre el problema del peligro de una guerra nuclear, y que pre-
valeció hasta 1975, se puede resumir de la siguiente manera.
China está en contra de las armas nucleares y de cualquier tipo
de guerra, incluida la nuclear, pero no le teme a la amenaza del
uso de armas nucleares que esgrimen las "superpotencias" (ma-
nera que tenían los chinos para referirse a Estados Unidos y la
URSS sin nombrarlos) cuando quieren imponer su voluntad
política sobre otras naciones, en especial las no nucleares; como
paso previo a la implantación de tratados internacionales de
prohibición de ensayos y de no proliferación de armas nuclea-
res, China propugnaba por la eliminación de todos los arsen~
les nucleares, y unilateralmente anunciaba el compromiso de
nunca ser los primeros en utilizar tales armas. Luego, se desa-
fiaba a las demás potencias nucleares a asumir un compromiso
similar, con lo cual no estallaría una guerra atómica.

340
ANGUIANO: LA REPÚBLICA POPULAR CHINA 143

Un planteamiento de ese tipo -que se resume arriba to-


mando elementos de varias declaraciones hechas por autorida-
des y dirigentes chinos de esos años (Keesing's, varios volúme-
nes)-, obviamente no resolvía el problema internacional de
cómo minimizar los riesgos de la proliferación y de la guerra
nucleares. Lo segundo se evitó durante los aproximadamente
45 años que en efecto duró la era de la Guerra Fría, simple-
mente por el llamado "equilibrio del terror", que hacía dema-
siado costosa, casi suicida, la posibilidad de iniciar una con-
frontación bélica entre países nucleares. En la era actual, en la
que ya no hay bloque socialista ni bipolarismo de poder mun-
dial, la disuasión nuclear tiene un significado diferente; con la
aparición de nuevos países nucleares y, en general, con la pro-
liferación de la tecnología de armas nucleares y la posesión de
las mismas, el papel de los tratados internacionales y de los
acuerdos para el desarme entran a una problemática muy dife-
rente. Sin intentar abordar el aspecto global de la prolifera-
ción nuclear y el papel de los tratados internacionales para
reducirla o eliminarla, en la última parte de este ensayo se
presenta un panorama de la posición de China como potencia
nuclear, en el que se refleja parte de la situación actual.

Posición y política nucleares de China

En octubre de 1971, la República Popular logró los suficientes


apoyos internacionales, incluido el indirecto de Estados Uni-
dos, 6 para ingresar a la ONU como el representante único del
estado nación llamado China. Con esto, el régimen comunista
chino rompía con los 22 años de aislamiento a los que había
sido sometido por Washington, y se incorporaba al orden
institucional del mundo. Esta incorporación significaba, en-

6 El presidente Nixon habla anunciado poco antes su decisi6n de aceptar la invi-

taci6n para visitar China que Mao Zedong le habla hecho, lo cual facilit6 a muchos
palses votar en la ONU por el ingreso de la RPC. Más diflcil fue la expulsi6n de T aiwan,
caso único en la historia de la ONU, que Washington trat6 de evitar y por eso, al final,
vot6 en contra de la resoluci6n que aprob6 la entrada de la República Popular y la
consecuente salida de la llamada República de China, dado que la Organización reco-
noce la existencia de una sola e indivisible China.

341
144 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

tre otras cosas, que al ganar legitimidad y reconocimiento in-


ternacionales, los dirigentes chinos aceptaban las reglas de co-
existencia establecidas en la Carta de las Naciones Unidas, en
sus diferentes acuerdos y en los tratados internacionales vi-
gentes. Entre estos últimos están los instrumentos que se han
adoptado para acotar la proliferaci6n de armas de destrucci6n
masiva, principalmente las nucleares, y caminar, a partir de
allí, a un hipotético desarme mundial; pero tales instrumentos
no son de validez universal, aunque tienden a ello.
China Popular se adecu6 muy rápido al sistema institu-
cional, comenzando con el 6rgano político de mayor impor-
tancia, el Consejo de Seguridad de la ONU. Como resultado de
los acuerdos alcanzados entre las potencias victoriosas de la
Segunda Guerra Mundial, los llamados "tres grandes" -Esta-
dos Unidos, Uni6n Soviética y Gran Bretaña- China es uno
de los cinco miembros permanentes de dicho Consejo. Algo
que no se proponían esas potencias en 1944, y que con la recu-
peraci6n del asiento de China en la ONU por parte de la Repú-
blica Popular simplemente ocurri(>, fue que desde fines de 1971
los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad
(es) son también las naciones poseedoras de armas q(icleares.
Es decir, a la tríada original-Estados Unidos, Uni6n Soviéti-
ca y Gran Bretaña- se agregarían por decisi6n nacional pro-
pia, y a contrapelo de los deseos de no proliferaci6n/ Francia
y luego China comunista. Mientras esta última no pudo acce-
der a la ONU, se daba el caso de que cuatro de cinco miembros
permanentes del es eran también potencias nucleares, en tan-
to que el quinto, la República de China en T aiwan, no lo era,
ni su protector político y militar, Estados Unidos, hubiera
permitido que llegara a serlo.
La incorporaci6n al sistema establecido puso en manos
del gobierno de Beijing una doble responsabilidad: la de cum-
plir con su papel de policía político, junto con los otros cuatro
países con derecho de veto a las resoluciones del Consejo de

7 El problema de la proliferación adquirió relevancia política en el momento

mismo en que la URSS detonó su primera bomba experimental, en 1949, rompiendo


el monopolio estadounidense al que sólo tenía acceso Gran Bretaña, un aliado incon-
dicional de Estados Unidos.

342
ANGUIANO: LA REPÚBUCA POPULAR CHINA 145

Seguridad de la ONU que tienen que ver con el mantenimiento


de la paz y la estabilidad internacionales; y la de asumir su
papel de potencia nuclear, a la que no le conviene el surgi-
miento de otros países poseedores de tales medios de destruc-
ci6n. En los 20 años siguientes, la República Popular desem-
peñaría con bastante responsabilidad su papel político en la
preservaci6n del statu quo internacional, pero resistiéndose a
adoptar los tratados relacionados con la prohibici6n de ensa-
yos nucleares, la no proliferaci6n y otros similares.
La raz6n de esa actitud se fundamentaba, al igual que en el
caso de Francia, el otro socio tardío del club nuclear de los
cinco, en la determinaci6n nacionalista de China de instalarse
como reconocida potencia militar de alcance internacional.
En el ánimo de dirigentes y estrategas chinos también pesaba
el deseo de contar con una fuerza de disuasi6n nuclear frente a
la Uni6n Soviética, que por lo menos de 1969 a 1985, fue su
principal amenaza externa potencial y, aunque parezca desca-
bellado, como disuasi6n también a Estados U nidos, por la asi-
metría habida frente a esta otra superpotencia en cuanto al
arsenal nuclear disponible y a los medios para lanzarlo. De esta
manera, la República Popular continu6 con su programa de ex-
perimentos nucleares, y con el de desarrollo de aviones, misiles
de mediano y largo alcance, bombas, ojivas nucleares, subma-
rinos y toda la parafernalia requerida para darle credibilidad
militar a la capacidad de respuesta o represalia a cualquier ata-
que externo del mismo tipo.
En la década de los noventa, China comenz6 a modificar
su actitud ante los acuerdos de desarme y de no proliferaci6n.
Al igual que Francia, suscribi6 el Tratado de No Proliferaci6n
(TNP), y particip6 en la quinta conferencia revisora {1995), en
la que se determin6 prolongar por tiempo indefinido ese T ra-
tado; China y Francia suscribieron también el Tratado de Pro-
hibici6n Total de Pruebas Nucleares (cTBT), cuya entrada en
vigor será cuando todos los países nucleares Qos cinco origina-
les, que ya firmaron, aunque el Senado de Estados U nidos re-
chaz6 en octubre de 1999 su ratificaci6n), y los 44 que se iden-
. tifican como "países en el umbral" Qos que poseen capacidad
técnica e industrial para fabricar estas armas), lo suscriban y
ratifiquen. Por cierto, entre 1995 y 1996, antes de adoptar una

343
146 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

moratoria unilateral a fin de estimular la ratificación y entra-


da en vigor del CTBT, tanto franceses como chinos se apresura-
ron a realizar varios ensayos nucleares.
No es éste el espacio para presentar un inventario de la ca-
pacidad bélica nuclear de China, y el lugar que ella ocupa en
relación con los otros países nucleares (PN). Bástenos con mos-
trar las cifras estimadas de arsenales nucleares estratégicos para
el año 2000:

ÜJIVAS ESTRATÉGICAS

Gran Bretaña 256 para lanzarse desde SLBM


China 72 ojivas para misiles balísticos, más un número
desconocido de ojivas transportable en
bombarderos estratégicos de modelo antiguo.
Francia 402, de los cuales 384 instalables en SLBM
y 18 transportables en ICBM
EUAyRusia START rr limita a 3500 ojivas por país. La mayoría
de ellas para lanzarse desde misiles balísticos
transportables por 3 medios (aire, tierra y mar)

FUENTE: Roben S. Norris, Andrew S. Burrows &: Richard W. Fieldhouse, Nu-


clear Weapons Data Book V: British, French and Chinese Nuclear Weapons (reproduci-
do en: Ruina, 1995, 273).

China no sólo tiene menos artefactos nucleares que los otros


cuatro PN, sino también un radio de alcance de sus misiles más
limitado que otras potencias. Solamente alrededor de 20 de los
proyectiles nucleares chinos tienen alcance intercontinental,
y como la mayoría de ellos son propulsados con combustibles
líquidos, son más vulnerables a misiles defensivos interceptores,
además de que se hallan instalados en lo que la jerga militar
llama "bajo estado de alerta", con el combustible, las ojivas o
cargas nucleares y el proyectil almacenados en sitios diferen-
tes. Se cree que actualmente China no tiene la capacidad para
lanzar un represalia "bajo advertencia", es decir, tan pronto
exista el aviso de que se ha iniciado un ataque de proyectiles
balísticos desde el exterior. Tampoco tiene Chyra una capaci-.
dad ofensiva estratégica triple -desde aire, tierra y mar- com-

344
ANGUIANO: LA REPÚBUCA POPULAR CHINA 147

parable a la de Estados U nidos o Rusia, ni menos la denomi-


nada habilidad 01 (capacidades de control, de comunicaci6n
y de inteligencia), crucial para garantizar la rapidez, precisi6n
y amplitud de una acci6n de guerra nuclear moderna.
A pesar de esa disparidad en cuanto a poder bélico estraté-
gico, existe entre los medios de comunicaci6n y los analistas
estadounidenses y occidentales una tendencia a exagerar la
amenaza potencial que representa la disponibilidad nuclear
china (véase, por ejemplo, a Brad et al., 2000). Lo más grave es
que una parte de los estrategas militares y civiles del gobierno
de Estados U nidos parecen compartir esa percepci6n, y por
ello han desarrollado una serie de esquemas defensivos, apo-
yados en misiles equipados con explosivos convencionales y
nucleares de alcance limitado, para interceptar y contrarrestar
posibles ataques nucleares, también de alcance limitado, que
puedan lanzar sorpresivamente contra bases militares estadouni-
denses en el exterior, o contra países aliados de Washington,
países considerados por este último como "truhanes"8 (Irak,
Corea del Norte, Libia, etc.) o grupos terroristas. Así, han
surgido los llamados sistemas de misiles defensivos de teatro
-áreas o regiones-, como los que Estados Unidos se propone
instalar en el archipiélago japonés para escudar esa zona ("tea-
tro") de los eventuales ataques de Corea del Norte, y al mismo
tiempo extender un manto protector virtual sobre T aiwan,
que disuada a China de cualquier intento de recuperar por la
fuerza a la "provincia rebelde", como llama Beijing a la isla.

El futuro

Parece claro que la República Popular China llega al siglo XXI


como una potencia nuclear de segundo orden, en compara-
ci6n con Estados Unidos y la Uni6n Soviética, e incluso con
menor capacidad logística y tecnol6gica que su pares relati-
vos: Gran Bretaña y Francia. Según algunos especialistas (por

1 La palabra en inglés es rogue, cuya traducci6n al español se hace frecuentemen-

te como •brib6n; granuja; truhán•. En los medios de comunicaci6n se usa •malhe-


chor•, como equivalente a rogue.

345
148 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

ejemplo, Johnston, 1996), China cuenta con la capacidad téc-


nica para incrementar en los años venideros sus fuerzas nuclea-
res en dos o tres veces su tamaño actual, y mejorar su flexibi-
lidad operativa. En cuanto al arsenal, las cifras que aportan los
centros de inteligencia extranjeros sobre el inventario chino de
ojivas nucleares varía mucho, y su margen de error es muy am-
plio; por ejemplo, según los cálculos de Norris y otros, hechos
en 1995, en la actualidad China dispondría de 72 ojivas estraté-
gicas (véase cuadro anterior), artefactos termonucleares con po-
tencia por ojiva superior a 1 megatón, mientras que Johnston
(ibidem) sitúa el número de ojivas en alrededor de 300.
En todo caso, hay coincidencia en que la flexibilidad de
operación de China es limitada, debido a que la mayor parte
de sus fuerzas de misiles {transportadores de las ojivas nuclea-
res) está constituida por proyectiles tierra-tierra, propulsados
principalmente por combustibles líquidos; a que sólo cuenta
con un submarino nuclear en operación (sSBN), el cual se pasa
casi todo el tiempo anclado en las bases navales, y en que la
fuerza de los bombarderos estratégicos es "extremadamente
anacrónica" Gohnston, 1996, p. 558).
En realidad, la fuerza nuclear de China le sirve sobre todo
para aplicar una estrategia de "disuasión limitada", a partir de
la cual puede definir áreas regionales de influencia y defender
sus intereses básicos, que en materia geopolítica se identifican
con dos elementos que han estado presentes en la preocupa-
ción de los dirigentes comunistas desde octubre de 1949: salva-
guardar sus fronteras y evitar hechos consumados en aquellos
tramos de la misma que están sujetos a controversia con sus
diferentes vecinos (por ejemplo, la zona del río Amur y Usuri
con la Unión Soviética; la línea fronteriza de los Himalayas
con la India, o la línea divisoria con Vietnam); así como con-
solidar el dominio soberano sobre extensiones de adquisición
relativamente reciente, como Xinjiang y Tibet (siglos xvm y
XIX), habitadas predominantemente por minorías no chinas; y
rescatar los territorios costeros (Hong Kong, Macao y T aiwan),
que le fueron arrebatados a China en los siglos XIX y xx, por
las potencias extranjeras.
La habilidad de China Popular -y el estÍmulo político-
para mejorar cualitativamente y aumentar cuantitativamente

346
ANGUIANO: LA REPÚBUCA POPULAR CHINA 149

su capacidad militar nuclear depende de restricciones y condi-


ciones como las siguientes:

• El ritmo de crecimiento econ6mico que pueda mante-


ner en el futuro y la fuerza de las demandas internas
para asignar recursos a fines civiles y no militares.
• La participaci6n de China en el Tratado de Prohibici6n
Total de Ensayos Nucleares (cTBT).
• La posibilidad de avance de un régimen internacional
de control de materiales fisibles que llegue a incluir un
sistema confiable de regulaci6n y limitaci6n de invent~­
rios de combustibles nucleares.
• Un sistema internacional que limite severamente los
ensayos sobre nuevos sistemas balísticos internaciona-
les, y la suerte que corra en el futuro el Tratado de Misiles
Antibalísticos (ABM).
• La determinaci6n de Estados Unidos de efectivamente
desplegar de 2005 en adelante el sistema de defensa na-
cional antimisiles (Mso), al que en su diseño para áreas
geográficas no estadounidenses, como Asia, denominan
sistema de defensa antimisiles por teatros (TMD).

Las condiciones anteriores pueden resumirse en tres ele-


mentos. Uno es el futuro desarrollo econ6mico de China, que
si logra mantener la tendencia del periodo 1980-2000 le permi-
tiría a ese país contar con los recursos necesarios para conti-
nuar con el programa nuclear que comenz6 en los años sesen-
ta. El estímulo para avanzar en esa carrera armamentista
dependerá de la percepci6n que los dirigentes chinos tengan
sobre las amenazas del exterior. Esto, a su vez, está relacionado
con dos factores claves: el avance que tengan los numerosos
acuerdos multilaterales de control de armamentos, y la evolu-
ci6n de los esquemas estadounidenses de misiles defensivos.
Los últimos dos elementos, tratados multilaterales de con-
trol de armas nucleares y la política estadounidense de misiles
defensivos estratégicos, son determinantes para la estrategia
nuclear que en un momento dado siga el gobierno chino. Si
los tratados se consolidan en cuanto a seguridad de conductas
y cumplimientos por parte de otras potencias nucleares, y de

347
150 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

países que estén en el umbral nuclear, China relajaría sus pre-


ocupaciones tácticas y estratégicas en lo referente a contar con
una capacidad de disuasi6n nuclear limitada (que en capacidad
de respuesta nuclear masiva no pretende competir con Esta-
dos Unidos o Rusia). Si tales tratados se hacen vulnerables a
conductas individuales de otras potencias nucleares, en parti-
cular de Estados Unidos, los dirigente chinos se volverán cada
vez más proclives a continuar su desarrollo nuclear militar,
independientemente de sus necesidades nacionales de desarro-
llo econ6mico civil.
La conducta que siga Estados Unidos con respecto a los
sistemas de misiles defensivos será, por tanto, crucial para el
comportamiento chino en materia de armamentos estratégi-
cos. Aquí el problema estriba en que los políticos estadouni-
denses se inclinan, cada vez más, en favor del perfeccionamiento
e implantaci6n de los sistemas de misiles defensivos, tanto re-
gionales como nacionales, que constituyen una violaci6n al
tratado de misiles antibalísticos (ABM), y son una invitaci6n a
una nueva escalada en el armamentismo de- tipo nuclear. En
suma, el mundo se halla ante la encrucijada de que en el siglo XXI
la doctrina de disuasi6n típica de la Guerra Fría (que en gran
medida correspondía a la obsesi6n estadounidense por contener
al comunismo), sea sustituida por el terror a la proliferaci6n
tecnol6gica y real en la posesi6n y producci6n de armas nu-
cleares en manos de muchas naciones, y eso lleve a una nueva
competencia por desarrollar y perfeccionar sistemas nucleares
defensivos, lo que a su vez conduciría a una nueva escalada,
definida por el ministro de Relaciones Exteriores de la India
como el "paradigma nuclear", consistente en emular a las po-
tencias que ya poseen estas armas (Schell, 2000, p. 31). •!•

348
ANGUIANO: LA REPúBLICA POPULAR CHINA 151

Glosario de términos técnicos

Bulletin of the Atomic Scientists (October 1999). Los países que


tenían más plutonio en grado de combustible para armas eran:
Rusia, 140 toneladas de material; Estados Unidos, 85 tonela-
das; Gran Bretaña, 7.6 toneladas; Francia, entre 6 y 7 toneladas;
China, entre 1.7 y 2.8 toneladas; Israel, 300 a 400 kilogramos
(suficiente para producir al menos 250 ojivas nucleares); India,
150 a 250 kilogramos; Corea del Norte, entre 25 y 35 kilogramos
(Keesing's, 1999, 43233).
Combustible nuclear. Elementos con más de 92 protones en su nú-
cleo, que sólo se encuentran en radioelementos artificiales (enri-
quecidos). Los más usuales para armas nucleares son uranio-235
y plutonio, que deben formar parte de una masa de combustible
natural radiactivo, en más de 25%. La bomba atómica arrojada
sobre Hiroshima ("Little Boy") se ensambló con uranio-235, y la
lanzada contra Nagasaki ("Fat Man"), con plutonio.
CTBT. (Comprehensive Nuclear Test Ban Treaty). Tratado de Prohibi-
ción Total de Ensayos Nucleares, suscrito en 1995, pendiente de
ser ratificado para que entre en vigor. En octubre de 1999, el
Senado de Estados Unidos rechazó la ratificación; Rusia lo ratifi-
có en abril de 2000.
Explosión. (Física y química). Salida brusca de un gas de un recipien~
te que lo contiene, por aumento muy rápido de su presión.
Explosión nuclear. (Física atómica). Liberación violenta de la ener-
gía nuclear en las reacciones de fisión y de fusión, acompañada
de fenómenos derivados de la propagación de las radiaciones y
de las ondas choque originadas por dichas radiaciones.
Fisión nuclear. (Fisión atómica). Reacción nuclear en la que tiene
lugar la rotura de un núcleo pesado, generalmente en dos frag-
mentos cuyos tamaños son del mismo orden de magnitud. Va
acompañada de emisión de neutrones y radiaciones, con libera-
ción de gran cantidad de energía.
Fusión. (Física). Tránsito del estado sólido al estado líquido de una
sustancia.
Fusión nuclear. (Física atómica). Reacción entre núcleos ligeros, que
produce un núcleo más pesado y libera partículas y energía.
Fusión termonuclear. (Física atómica). Fusión de dos átomos, pro-
vocada por agitación térmica a temperatura elevada, con despren-
dimiento de energía.
ICBM. lntercontinental ballistic missiles (misiles balísticos interconti-
nentales).

349
152 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 1, 2001

Implosión. (Física y química). Reducción brusca de la presión en un


recipiente, debida a una reacción química o bien a un cambio de
estado, que causa una irrupción del fluido de los alrededores.
Kilotón. (Metrología). Unidad empírica para medir la potencia de
una bomba nuclear, comparando la energía desprendida con la
que produce una carga de 1 000 toneladas de TNT.
MDS/TND. (Missile Defense System/Theatre Defense System). El pri-
mero se refiere a un sistema nacional estadounidense, y el segun-
do a un sistema que Estados Unidos pondría en operación, en
colaboración con otros gobiernos, como el de Japón y T aiwan,
para proteger regiones no estadounidenses ("teatros") de even-
tuales amenazas de ataques externos de misiles equipados con
ojivas nucleares o con otras armas de destrucción masiva.
Mega. (Metrología). Prefijo que en el sistema internacional de unida-
des se utiliza para expresar el múltiplo 106 de una unidad. Un
megatón es igual a un millón de kilotones; equivale a un mil
millones de toneladas de TNT.
Misil. Cualquier objeto (vehículo, proyectil, etc.) susceptible de ser
lanzado con cualquier tipo de propulsión hacia un blanco deter-
minado. Proyectil autopropulsado a lo largo de su trayectoria o
de una parte de ella (misil balístico). Acostumbran clasificarse en
función del medio del cual parten (suelo, mar y aire) y de aquél
en el que se encuentra su blanco (suelo, mar y aire).
Misil antimisil. Misil suelo-aire destinado a destruir los grandes misiles
suelo-suelo en la zona espacio extraterrestre (a 200-300 km de
altura).
Misil crucero. Misil constituido por un pequeño avión de reacción
impulsado por un turborreactor a velocidades de 600 a 800 km/
hora, y ponador de una computadora en cuya memoria han sido
registrados los principales accidentes del relieve que han de so-
brevolar. Puede alcanzar con precisión blancos situados a más de
2000km.
Nuclear Warheads. Ojivas o cabezas nucleares.
SLBM. Submarine-launched ballistic missiles (misiles balísticos lanzados
desde submarino).
START 1. Tratado de restricción de armas estratégicas, firmado en Mos-
cú el31 de julio de 1991, entre EUAy la URSS, para reducir en
30% las armas estratégicas ofensivas, en tres fases y a los largo de
7 años.
START u. Firmado en Moscú el3 de enero de 1993, entre Estados Uni-
dos y Rusia, para desmantelar los arsenales nucleares y dejar a
fines de 2007 un máximo de entre 3 000-3 500 ojivas nucleares
por país.

350
ANGUIANO: LA REPÚBLICA POPULAR CHINA 153

START m. Negociaciones preliminares para esta fase, que comenzaría


luego de cumplirse START n, se efectuaron en agosto de 1997, en-
tre los presidentes Clinton y Yeltsin, y continuaron en abril de
2000, entre Clinton y Putin; el objetivo es limitar las ojivas nu-
cleares a un máximo de 1 500 a 2 000 por país.
TNT. Trinitrotolueno; explosivo.

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351
ASIA Y ÁFRICA ACTUALES

REFORMAS ECONÓMICAS EN CHINA.


DE UNA ECONOMÍA SOCIALISTA
A UNA ECONOMÍA DE MERCADO

MARÍA TERESA RODRÍGUEZ

Introducción

LAs IMPORTANTES reformas económicas que se han llevado a


cabo en la República Popular China desde 1979 hasta la fecha
solamente se pueden comprender en su perspectiva histórica y
sistémica si se hace una descripción, aunque sea breve de los
elementos que configuran el sistema económico y político de
esa nación y de los acontecimientos políticos más significativos,
anteriores al cambio de estrategia.
La economía de China corresponde a la de un sistema
socialista de inspiración marxista-leninista -con imponantes
elementos de interpretación autóctona de tal ideología- con
una planificación centralizada y compulsiva que en los últimos
años se ha abieno considerablemente a la economía inter-
nacional. Su actual doctrina reformista consiste explícitamente
en modernizar el proceso de producción sin abandonar en lo
esencial la propiedad colectiva sobre los medios de producción,
pero aceptando con restricciones la propiedad privada de
algunas empresas y de algunas formas de patrimonio personal
y familiar, así como el hecho de que los inversionistas
extranjeros tengan usufructo de recursos y derechos en terri-
torio chino.
De acuerdo con definiciones estrictas, las reformas que se
practican en China llevarían a la creación de un híbrido
semejante a un modelo de economía capitalista mixta. No
[357)

352
3~8 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 1995

obstante, esta apreaacton puede resultar incompleta o


apresurada; debe considerarse el enorme peso que tiene el
sector colectivo -los chinos clasifican a las entidades produc-
tivas en estatales, colectivas, mixtas, privadas y extranjeras-
sobre el conjunto de la economía de China. La ''economía
socialista mercantilista'', como los economistas de ese país
denominan a la etapa actual del modelo chino, pretende
incorporar el juego de ofenas y demandas, intermedias y
finales, al proceso de fijación de precios y de asignación de
recursos productivos de una economía socialista.
Se aftrma que no es el carácter predominantemente
colectivo de los medios de producción lo. que inhibe la
productividad y competitividad de la economía socialista, sino
que más bien la planificación centralizada y la asignación de
''precios sombra'' (de acuerdo con la terminología del análisis
de insumo-producto) son incapaces de emitir las señales
apropiadas sobre preferencias económicas y sobre escaseces o
abundancias relativas. Lejos de suponer que las reformas en
boga sean la aceptación implícita del fracaso del socialismo, los
ideól~gos argumentan qué ahora se vive un estadio del
prolongado proceso evolutivo hacia el comunismo pleno.

Retorno a la racionalidad económica

Se han sucedido consignas de modernización, unas a otras, en


la República Popular China desde su fundación: cambios
institucionales y organizativos referentes a la reforma de la
tierra en 1951-1952; un movimiento de colectivización ace-
lerada y la campaña del Gran Salto Adelante a fines de los años
cincuenta; la ruralización cuasiforzada de millones de jóvenes
egresados de las escuelas secundarias y el exilio de intelectuales
en el campo durante la Gran Revolución Cultural Proletaria,
por ejemplo, fueron intentos más o menos fallidos por
modificar las instituciones y las estructuras económicas y
sociales. Sólo en momentos en los que el sistema procuraba
corregir los daños causados por la ''ultra izquierda'', cobraban
imponancia propuestas más ponderadas.

353
RODRíGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIAllSTA A UNA DE MERCADO 359

En 1975 existían diferencias sustantivas entre grupos


que se formaron alrededor de dos corrientes encontradas, que
pretendían analizar el papel de la Revolución Cultural desde
ángulos completamente opuestos. Algunas cuadros a los que
este movimiento había ayudado a subir escaños en la estructura
de poder continuaban defendiendo los experimentos políticos
y sociales derivados de ese periodo; frente a éstos se encon-
traban quienes buscaban un esquema institucional menos
cargado de ideología, que a la vez representara un retorno a la
congruencia político-económica. En realidad, lo más impor-
tante en aquellos momentos era tratar de reconstruir y poner
nuevamente en marcha las instituciones y organismos públicos
desmantelados durante los años más caóticos del movimiento,
a fin de que el país pudiera avanzar por la vía del desarrollo
económico.
A fines de 1976, algunos síntomas de cambio hacia un
esquema más racional favorecen el regreso de Deng Xiaoping
-político reformista- de su segundo exilio político ocurrido
en abril de ese afio (el primero fue un verdadero destierro que
duró desde fines de 1967 hasta abril de 1973). Poco después,
como resultado de su gradual fonalecimiento en la coalición de
fuerzas dentro del Comité Central del Partido, Deng logró
ocupar, en julio de 1977, una de las vicepresidencias del
Comité Central, aunque la presidencia y la jefatura del gobierno
siguieron en manos de Hua Guofeng, jefe del gobierno de
transición constituido a la muene de Mao Zedong.
A principios de 1978 Hua Guofeng presentó una alter-
nativa de crecimiento que no prosperó y que terminó por
desacreditarlo: se trataba de un plan decenal compuesto de
120 proyectos industriales de gran magnitud, que significaban
la imponación de plantas industriales completas con finan-
ciamiento proveniente de las potencias capitalistas, principal-
mente de Japón. Hua Guofeng no tomó en cuenta las
deficiencias locales en lo referente a planta industrial, a
infraestructura de transpones y a personal científico y técnico
capacitado para absorber la tecnología moderna inherente a los
proyectos. El énfasis en proyectos con tecnologías altamente
intensivas en capital no era consecuente con las dis-

354
360 ESnJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 1995

ponibilidades relativas de mano de obra y de capital pre-


dominantes en China.
Entretanto, Deng Xiaoping seguía buscando el apoyo
político necesario para la introducción de sus reformas -o
"cuatro modernizaciones", como se las llamaba-, las cuales
consistían en avances simultáneos en la agricultura, en la
industria, en la defensa nacional y en ciencia y tecnología, con
el fin de que China se conviniera en una nación desarrollada
para el año 2000.

La propuesta de reforma de Deng Xiaoping

En diciembre de 1978, durante la Tercera Sesión del Undécimo


Comité Central del Panido Comunista de China, finalmente
se. presentaron los lineamientos generales de una nueva
estrategia de desarrollo. Ésta tenía como contenido básico los
elementos que se presentan a continuación.

-Cambios institucionales y legales para flexibilizar el


sistema económico. Dentro de este renglón entraría la
sustitución de algunos mecanismos administrativos de
control por mecanismos macroeconómicos de regula-
ción de la economía, a saber, políticas de precios y
salarios, política fiscal y mecanismos monetarios.
-Siguiendo la pauta acostumbrada en los países socialis-
tas, se le dio una imponancia exagerada al logro de altos
niveles de producción material determinados sobre la
base de cuotas; desafonunadamente, en la presentación
del esquema no se incluyeron los cálculos de costos o los
niveles mínimos de eficiencia, ni se insistió en la
necesidad de desarrollar la infraestructura y los servicios
de apoyo a la industria.
-En cuanto a la construcción de capital (inversión),
únicamente se indicó que había que restringirla a los
proyectos indispensables para que la economía fun-
cionara normalmente; o sea, reducir al mínimo las
presiones inflacionarias. Como prioritarios se señalaron

355
RODRíGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIALISTA A UNA DE MERCADO 361

el desarrollo de la infraestructura de transportes y los


energéticos.
-Se modificaron las prioridades tradicionales entre
acumulación y consumo: en vez de propugnar una alta
tasa de ahorro y de inversión con una restricción del
consumo, se legitimizó la aspiración de la población a
mejorar sus niveles de vida. Más aún, se estableció un
compromiso con esa población: asociar la efectividad de
las políticas que se proponían con un aumento del
ingreso real.
Lo anterior implicaría cambios sustanciales de la estructura
económica para hacerla más equilibrada; es decir, se pretendió
corregir el desequilibrio existente entre los sectores
económicos, según el cual la industria, particularmente la de
bienes de capital, tiene una importancia relativa dentro del
Producto Nacional Bruto {PNB) muy por encima de la de los
otros sectores. Se trató de encontrar un balance para continuar
después con un crecimiento equilibrado de los sectores eco-
nómicos.
Las directivas reformistas colocaron el desarrollo de la
agricultura en primer lugar, colocando a la industria ligera en
segundo lugar y a la industria pesada en último término,
porque se consideró que ese ordenamiento estaba más de
acuerdo con los cambios en la escala de prioridades entre
acumulación y consumo y que las proporciones intersectoriales
que resultarían corresponderían mejor a los requerimientos de
la demanda.
La absorción de tecnologías más avanzadas se planteó
como un proceso gradual, derivado de la apertura al exterior, la
cual era parte integral de las reformas. La política de ''puertas
abiertas'', introducida en 1979, contrasta con la de la ''alianza
hacia un solo lado" que prevaleció entre 1949 y 1960, como
consecuencia obligada del bloqueo de los países capitalistas
en contra de China; posteriormente, a raíz de la suspensión de
la cooperación económica con la entonces Unión Soviética y
de la rivalidad ideológica y geopolítica de China con esa
nación, estuvo vigente una política de autosuficiencia en un
marco de aislamiento.

356
362 EsnJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 1995

Metas y requerimientos específicos

En la República Popular China continúa prevaleciendo la vieja


costumbre de formular planes con metas de crecimiento
extremadamente ambiciosas, aun en aquellos casos -o quizá
por eso- en los que se trata de lineamientos de política
económica para el mediano y largo plazos. Las reformas eco-
nómicas impulsadas por Deng Xiaoping no fueron una
excepción a esa regla, como puede observarse en las metas y
requerimientos específicos por cumplir entre 1980 y el afio
2000, así como en la enunciación de objetivos a largo plazo, a
los que nos referiremos a continuación.

MettZS

-Cuadruplicar el valor de la producción agrícola e


industrial.
-Incrementar el ingreso nacional per cápita de
aproximadamente 300 a 800 dólares estadunidenses, a
precios de 1980.
-Alcanzar una tasa media de crecimiento en la
producción de cereales de 2% anual, que tendría que
darse con aumentos de productividad y tomando en
cuenta una ciena reducción del área bajo cultivo. La tasa
media de crecimiento para el conjunto de los cultivos
tendría que ser de 3.6% anual, a fin de que se
cumpliera la meta de cuadruplicar la producción
agrícola para el afio 2000.
-En lo que respecta a la agricultura que dentro de la
acepción muy amplia del término que utilizan los
dirigentes chinos incluye la ganadería, la caza, la pesca,
los bosques, etc. la ganadería tendría un fuene in-
cremento.
-Una balanza comercial más o menos equilibrada en el
añ.o2000.

357
RODRfGUEZ: DE UNA ECONOMfA SOCIAilSTA A UNA DE MERCADO 363

Objetivo para el año 2050

Equipararse con los países occidentales más avanzados a


mediados del siglo :XXI.

Requerimientos para alcanur lo anterior

-Un máximo de 1 200 millones de personas para el año


2000.
-Cuadruplicar la generación de energía eléctrica.
-Producción de petróleo crudo de 200 millones de
toneladas para el afio 2000 (poco más de cuatro millones
de barriles diarios).
-Producción de carbón de 1 400 a 1 600 millones de
toneladas, esto es, más que duplicar su producción en
relación con 1980.
-La tasa de acumulación necesaria para lograr el in-
cremento esperado en el ingreso nacional a los niveles de
eficiencia anteriores a 1980 sería de 30%, pero con un
mejoramiento de la productividad la tasa de
acumulación requerida se reduciría.

Situación de la economía después de un


decenio de reformas

El afio de 1988 fue un parteaguas en el proceso de reformas


iniciado un decenio antes, pues se hizo necesario detenerse a
fin de analizar lo logrado y reconsiderar objetivos y prioridades
sobre la base de su viabilidad. Por lo pronto, puede decirse
que, aun en momentos de presiones inflacionarias y de otros
desajustes en la disponibilidad de insumas clave durante el
lapso 1979-1987, se mantuvo la confianza en alcanzar las
metas específicas de crecimiento fijadas para el afio 2000, ya
mencionadas. No sucede lo mismo cuando se piensa en el
objetivo estratégico de igualarse a las naciones más avanzadas
para el afio 2050, pues para lograr eso se requieren cambios
cualitativos que estaban previstos pero que hasta entonces
todavía no se habían producido.

358
364 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 1995

Los efectos positivos más imponantes -resultado de la


introducción de las reformas- han sido, por ejemplo, una
tasa media anual de crecimiento del ingreso nacional de 8. 5%
para el periodo 1978-1987, que se compara muy favorable-
mente con la tasa alcanzada durante el periodo de 195 3 a 1977,
que fue de alrededor de 5% anual; un incremento de la
producción bruta agrícola y de la producción bruta industrial,
ambas a precios corrientes, de 12.3% y 14.5%, respectiva-
mente, para el periodo de 1978-1987, en vez de 4.3% y 9%,
respectivamente, para el periodo entre 1953 y 1977. La tasa de
acumulación que se requirió para los años de aplicación de la
reforma anteriores a 1987 fue de 32.3%, mientras que la misma
tasa para los años de 1953 a 1977 fue de 27.7 por ciento. 1
Pero el rápido crecimiento de la economía china se redujo
marcadamente después de haber mostrado aparentes signos de
sobrecalentamiento en 1988. Una disminución de la
producción de granos en ese año provocó escasez de insumos
agrícolas para la industria y presión sobre los precios en
momentos en que la tasa de incremento de la producción
industrial total era de 20.7% .2 Aunque se superaron las metas
generales del 7° plan quinquenal (1986-1990), afloraron
des balances macroeconómicos durante ese año y el siguiente.

Inestabilidad macroeconómica

Como factores muy imponantes del sobrecalentamiento de la


economía china -que aparecieron por primera vez en 1988
pero que volvieron a presentarse en 1993 y en la primera mitad
de 1994- se han podido identificar, entre otros, los siguien-
tes: un monto excesivo de inversión en bienes de capital; una
situación · deficitaria crónica de las empresas propiedad del
Estado, lo que ha conducido al otorgamiento sostenido de

1 Elaboración de cifras oficiales chinas, tomado de Teresa Rodríguez de

Anguiano, Reform~~ económic• en ChintJ, Sudamericana, Buenos Aires, 1989, p. 116.


2 "Can the Economic Order Be Rectified?", Chin• News AntJiysis (CNA), núm.
1385,15 de mayo de 1989, p. 3.

359
RODRÍGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIAIJSTA A UNA DE MERCADO 365

/' créditos de alto riesgo y de subsidios gubernamentales; y altas


tasas de crecimiento industrial no acompañadas por un
desarrollo sostenido de la producción agrícola. El desarrollo
desequilibrado de los diferentes sectores de la economía, pero
quizá todavía más el desigual desarrollo regional -que
tampoco ha podido ser corregido, sino que más bien se ha
acentuado- también han provocado inestabilidad macro-
económica con inflación.
Entre los causantes de la rigidez de la estructura productiva
en 1988 -que se reflejaron por el lado de la ofena- se
encuentran la poca movilidad de los factores de la producción,
panicularmente del trabajo; la escasez de insumos industria-
les, entre ellos energía, cuyos precios no correspondían a su
disponibilidad relativa; una tecnología obsoleta en plantas
industriales viejas a las que se les habían añadido pequeñas
dosis de maquinaria moderna, y, como resultado de lo
anterior, cambios no apreciables en la productividad.
Frente a las altas tasas de inflación que amenazaban con
destruir lo alcanzado durante diez años de reformas, la
dirigencia respondió con actitudes ambivalentes. Por un lado
se veía la necesidad inaplazable de recurrir a correctivos de
emergencia que actuaran sobre la inflación, enemigo número
uno de la estabilidad; por otra pane, se sabía que era
insoslayable la introducción de palancas macroeconómicas a
mediano y largo plazos, si se pretendía continuar con altas tasas
de crecimiento y una relativa estabilidad de los precios.
En primera instancia se optó por aplicar medidas correc-
tivas de emergencia, entre las que se cuentan la cancelación
total de proyectos industriales; cienos ajustes necesarios para
mejorar la administración de las empresas propiedad del
Estado; fuenes controles a la imponación, y una reducción
forzada de las tasas de crecimiento de la producción industrial.
La política de austeridad, consistente en la suspensión
temporal de las reformas que se habían ido introduciendo y en
medidas estabilizadoras y de contracción de la actividad
económica, entró en vigor de manera oficial después de
aprobarse en septiembre de 1988, durante el Tercer Pleno del
Décimo Tercer Comité Central del Panido Comunista. En

360
366 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 1995

aquellos momentos se calculó un periodo tentativo de tres afios


para que dicha política alcanzara el efecto deseado. La
aplicación inmediata de medidas restrictivas permitió que
China entrara a su Octavo Plan Quinquenal (1990-1995) en
situación de estabilidad macroeconómica, después de haber
superado momentáneamente las presiones inflacionarias y de
balanza comercial con el exterior de los dos años inmediata-
mente anteriores.
Hubo que dejar temporalmente de lado las aspiraciones a
largo plazo respecto a metas de crecimiento y, sobre todo,
respecto a la necesidad de continuar con las reformas, a fm de
que se dieran los cambios cualitativos indispensables para
alcanzar los objetivos de modernización y desarrollo
tecnológico.
De cualquier manera, el enfoque conservador que se eligió
a finales de 1988 fue varias veces modificado, o por lo menos
matizado, según los lineamientos políticos y las condiciones
también cambiantes, hasta quedar en un enfoque que
podríamos llamar gradualista. Es decir, poco a poco se han
introducido las mencionadas palancas macroeconómicas,
específicamente las referentes a la reforma de precios y a una
fiscal. De manera complementaria, se han adoptado algunos
ajustes institucionales y legales que se han traducido en
modificaciones del sistema de participación en la propiedad de
las empresas estatales y de los sistemas bancario y financiero del
país. Una medida que podría calificarse de política, por estar
ineludiblemente ligada a la pugna por la sucesión, es la lucha
contra la corrupción y los crímenes económicos, emprendida
en la segunda mitad de 1993.

Algunos obstáculos al desarrollo

La restructuración de las instituciones y la creación de diversos


mecanismos de apoyo a la producción eran absolutamente
Dfcesarios para fundamentar un desarrollo más equilibrado,
pero aún son insuficientes. Algunos de sus efectos sólo se
producen una vez o en ocasiones los efectos positivos en un

361
RODIÚGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOOAUSTA A UNA DE MERCADO 367

sector se ven anulados por distorsiones en otro sector de la


economía; éste quizá sea el caso de los estímulos materiales
-en forma de subsidios a la producción y al consumo- que
no han correspondido a incrementos de productividad y que sí
se han convenido en una carga excesiva para el presupuesto
gubernarpental. En realidad, la única reforma en operación
hasta 1988 era el sistema de responsabilidad para la producción
en el medio rural, por el que se otorgaba tierra para el cultivo a
la unidad económica familiar durante un periodo de quince
años y a ésta se la exhortaba a invenir en el mejoramiento de la
tierra.
Desde su introducción, el sistema de responsabilidad para
la producción significó un estímulo para el agricultor, a quien
· se le permitía vender en el mercado libre cualquier cantidad
producida por encima de la cuota fijada por el gobierno. Esa
garantía se amplió en 1993 como resultado de la desaparición
del monopolio estatal sobre los mercados de granos y de otros
productos alimenticios. Actualmente, el agricultor está en
libenad de vender la totalidad de su producto directamente
en el mercado.
En el sistema socialista chino sigue existiendo una estruc-
tura de propiedad de las empresas del Estado que, hasta muy
recientemente, no admitía modificaciones y que daba lugar a
una contradicción todavía no resuelta: la decisión de conservar
dicha estructura y el propósito de que estas empresas se
manejen sobre la base de incentivos de mercado. Como
agravante de lo anterior, el sector de empresas estatales es,
hasta la fecha, el principal receptor de los subsidios guber-
namentales directos y es al que se le asignan los insumos más
escasos a precios también subsidiados; ello resulta en un doble
peso sobre la tesorería nacional, la que, además de no recibir
utilidades, carga con el costo de los subsidios.
Es cieno que a partir de 1979 se ha registrado un
crecimiento muy rápido de todos los sectores, que al inicio de
las reformas se caracterizó por su tendencia hacia un mejor
balance intersectorial, consecuente con la intención declarada
de los planificadores por modificar el equilibrio existente. En
algún momento del proceso de reformas debió de haberse

362
368 ESnJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 199S

revertido la tendencia, pues en 1990 la distribución intersec-


torial era apenas un poco más equilibrada que en 1978. De ello
se deriva que la tasa incremental capital-producto sea creciente
y además más alta en China que en otros países en un estadio
de desarrollo semejante, y mucho más alta que la que se
tendría con una participación mayor del sector servicios, y aun
de la agricultura, dentro del total. Es decir, la participación de
la industria en elPNB fue de aproximadamente 43% en 1990,
pero proporcionó únicamente 21.4% del total de empleos,
mientras que la agricultura, que contribuyó con 29% del PNB,
absorbió 60% de la fuerza de trabajo.)
Dado que una de las causas de inestabilidad macroeconó-
mica es el monto excesivo de inversiones fuera del plan central,
podría pensarse que la creciente importancia de las industrias
rurales obstaculiza el desarrollo porque afecta la estabilidad. El
hecho es que el sector de la industria rural tiene una alta
capacidad de absorción de mano de obra (en 1992 esas
empresas empleaban más de 100 millones de obreros, en su
mayoría provenientes del medio rural), además de que respon-
den a incentivos de mercado y generalmente utilizan recursos
disponibles localmente o producen para la exportación y
obtienen su financiamiento directamente del exterior. En
realidad, este sector contribuye a un desarrollo más equi-
librado en tanto su demanda por financiamiento e insumos
industriales no produzca cuellos de botella que agudicen la
tendencia inflacionaria.

Introducción de palancas macroeconómicas

La falta de mecanismos macroeconómicos de regulación de la


economía ya se habían traducido en irracionalidad en el uso
de los recursos, en un aumento mínimo de la productividad
en la industria y la agricultura y en un peso excesivo sobre el

3 United Nations Indusuial Development Organization, "China. Towards


Sustainable Indusuial Growth'', lnllt~slrilll Det~elopfllllnl Refliew Series, Alden Press,
Oxford, U.K., 1992, pp. 3 y 6.

363
RODIÚGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIALISTA A UNA DE MERCAD 369

presupuesto gubernamental; es decir, el Estado otorgaba


subsidios en forma indiscriminada y, al hacerlo, ocultaba las
ineficiencias en los diferentes sectores de la economía.

Reforma de precios

La creación de un sistema de precios relativos más cercanos a los


del mercado comenzó a configurarse en 1990; para 1991 se
calcula que se habían liberalizado los precios de alrededor de
65% de las materias primas y de cerca de 75% de los bienes
de consumo. 4 La continuidad de la reforma de precios se hizo
patente en 1992 y 1993, con la liberalización de los precios de
los cereales y de ouos alimentos básicos y con la desregulación
del mercado nacional de compra-venta de granos, medida que
pone fin a un monopolio estatal de más de 35 añ.os y reduce
pane importante de los subsidios otorgados por el gobierno.
Entre las materias primas industriales cuyos precios se
liberalizaron están el acero y el cemento.
No fue posible introducir las liberalizaciones de precios y la
desregulación del mercado de bienes sin afectar el nivel general
de precios. En 1991, más todavía a fines de 1993 y durante la
primera mitad de 1994, hubo connatos de inflación y hasta
escasez de bienes en los mercados desregulados, panicular-
mente en el de granos, por lo que fue necesario llevar al
mercado reservas de cereales aún en poder del Estado.
Finalmente, se optó por mantener la desregulación de los
mercados de cereales y de aceite vegetal, por ejemplo, pero con
salvaguardas para alimentos básicos, a fin de evitar el pánico en
momentos de escasez.
No obstante, no todas las alzas de precios han resultado de
la introducción de las reformas -como quieren hacer creer los
políticos más conservadores-; una buena pane de esos
aumentos se ha debido a la expansión monetaria en forma de
créditos otorgados a empresas estatales en mala situación

4 Far Etutem Economic Re11iew, ••Asia 1992 Yearbook'', en la panc correspon-


diente a China, Economy 1Infrastructurc, p. 103.

364
370 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 199,

financiera. Actualmente se dice que la inflación es un factor


con el que se tendrá que vivir por mucho tiempo en China.

SistemrJ de tiSigntJCión de impuestos

En marzo de 1994 se implantó en todo el territorio nacional un


Sistema de Asignación de Impuestos en sustitución del Sistema
de Responsabilidad Contractual Fiscal que operaba desde
1978. Con este nuevo sistema de asignación se buscó el retorno
a una distribución más racional de los ingresos fiscales entre las
tres instancias de gobierno -la central, la provincial y la
local-, acorde con las responsabilidades de cada nivel, y en
la que los ajustes al patrón de distribución y a la estructura
regional quedaban a cargo del gobierno central.
El sistema anterior de responsabilidad fiscal se había
pensado como un mecanismo para transferir recursos de las
regiones de mayor desarrollo hacia otras partes del país, pero
debido a algunas indefiniciones en su elaboración y aplicación,
dio lugar a confusiones que fueron aprovechadas por las
autoridades locales, que tenían autonomía para la utilización
de los ingresos fiscales. Un indicador del deterioro de las
finanzas gubernamentales del gobierno central entre 1978 y
1993 es que los ingresos fiscales, de representar 35% del PNB,
pasaron a significar alrededor de un 20 por ciento.,
El Sistema de Asignaciones actualmente en vigor tampoco
ha ayudado a mejorar la participación del gobierno central en
los ingresos fiscales totales (de un incremento de los ingresos
fiscales totales de 22.5% durante los meses de julio y agosto de
1994. el ingreso fiscal del gobierno central aumentó 11.5%,
contra 39% de aumento para las provincias)tí porque persisten
las indefiniciones en los reglamentos, pero, sobre todo, porque
falta el acuerdo entre las diferentes instancias afectadas, es
decir, entre el gobierno central y las autoridades locales. En

5 Zhang Jialin, "Guiding China's Market Economy", Curren/ History, sep-


tiembre de 1994, p. 278.
6 "Taxation Reform: Success or Failure?", CNA, núm. 1519, 1 de octubre de
1994,p. 4.

~65
RODRÍGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIAUSTA A UNA DE MERCADO 371

todo caso, se requiere un tiempo más largo de aplicación del


sistema para determinar si éste redundará en patrones de
distribución más favorables al gobierno central. Adicional-
mente, se buscan nuevas fuentes de ingreso y mayor eficiencia
en la recaudación, que permitan incrementar el ingreso fiscal
como proporción del PNB.

La ley corporativa. Participación en la propiedad de las


empresas del Estado

Un intento por limitar el papel del gobierno respecto de la


administración de las empresas de su propiedad -lo que a
la vez propicia la movilidad de los activos al promover fusiones
de empresas y otras agrupaciones de éstas a través de líneas
ministeriales y locales- se vio reflejado en la Ley Corporativa
(o de Compañías) que entró en vigor ell de julio de 1994, y
cuya aplicación está todavía sujeta a experimentación.
En otros sistemas económicos, la emisión de acciones o de
certificados de participación es un método de financiamiento
que se utiliza frecuentemente con fines de expansión y1o
modernización de la empresa emisora. En China, el hecho
de abrir el sector de la industria estatal a la participación de
inversionistas individuales o de personas legales es la expresión
de una decisión política que pretende convenir a las empresas
que lo forman en compañías de diversas características. Los
cambios en la estrUctura de la propiedad de las empresas del
Estado que resultarían de la aplicación plena de la Ley
Corporativa son un paso más hacia una economía de mercado.
Hasta el momento en China se han mencionado por lo
menos diez opciones posibles de participación en la propiedad
de las empresas estatales. Una de las más comunes es la
Compañía de Responsabilidad Limitada, cuyo capital puede
provenir de dos o más inversionistas fundadores, por lo que las
acciones emitidas no necesariamente serán de igual valor. Otra
modalidad de participación, comprendida en la mencionada
ley, conduce a la creación de la llamada Compañía Limitada, la
cual resulta de la emisión de acciones de igual valor suscep-

366
372 ESTI.JDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 199j

tibies de ser adquiridas por el Estado mismo o por personas


legales o físicas. ·
La intención reflejada en la Ley Corporativa no parece
corresponder a la decisión, declarada repetidas veces, de
introducir elementos de mercado en la economía siempre
dentro de un esquema esencialmente socialista; más bien, el
espíritu de la nueva ley se acerca demasiado a una economía
mixta sobre bases capitalistas. Habrá que esperar resultados;
podría ser que la complejidad de la transición de un tipo de
propiedad a otro, o la necesidad de modificar consecuente-
mente la administración de las nacientes compañías, rebasaran
la capacidad de adaptabilidad del gobierno y de las empresas
de su propiedad. Ni qué decir de un posible cambio de
orientación ideológica que vería a esta ley incompatible con los
objetivos de una economía socialista.

Restructuración del sistema bancario

A fines de 1993 se planteó en varios aspectos la restructura-


ción del sistema bancario con el objetivo de hacerlo más acorde
con los requerimientos de una economía de la que se espera
responda a los incentivos de mercado. Además de la trans-
formación del Banco Popular, a fin de responsabilizarlo de la
fijación de una política monetaria unificada -como co-
rresponde a un verdadero banco central-, se decidió la
creación de tres bancos de apoyo al desarrollo. Un tercer
aspecto de lo que podría llamarse una reforma del sistema
bancario consistió en convertir los bancos especializados en
comerciales.
No ha habido retrasos en lo referente a la creación de dos
de los bancos estatales de apoyo al desarrollo considerados en
el esquema de reforma: en abril de 1994 comenzó a operar el
Banco Estatal de Desarrollo, del que se espera garantice la
disponibilidad de fondos para importantes proyectos estatales
de inversión y, paralelamente, asegure la racionalidad y el
control macroeconómico de dichas inversiones. En el mismo
mes de abril se creó el Banco de Importaciones y Exportaciones
con la idea de que promueva el crecimiento sostenido del sector

367
RODRÍGUEZ: DE UNA ECONOMfA SOCIAUSTA A UNA DE MERCADO 373

externo de la economía. La conversión del Banco Popular en un


verdadero banco central y la creación del Banco Agrícola se
enfrentan todavía ·con dificultades derivadas de fallas en la
regulación de los sectores respectivos.
La conversión de los bancos especializados en comerciales
es la parte más problemática de la restructuración del sistema
bancario. El tradicional apoyo de los bancos especializados al
sector de la industria estatal en la forma de créditos difícil-
mente recuperables impide en estos momentos su conversión a
bancos comerciales. Según declaró Dong Fureng, vicepresi-
dente del Comité Financiero y Económico del Congreso
Nacional del Pueblo, en: mayo de 1994 en Hong Kong, no hay
esperanza para el éxito de la reforma del sistema bancario.
Simplemente, dijo, el capital de trabajo agregado de dichos
bancos es de 150 000 millones ·de yuanes·, mientras que las
pérdidas de las empresas propiedad del Estado alcanzan la
suma de 450 000 millones de yuanes. 7

Nuevas directivas

En octubre de 1992, durante la celebración del Décimo Cuarto


Congreso del Partido Comunista -pero prácticamente desde
febrero de ese afio-, Deng Xiaoping dio oficialmente por
terminado el periodo de ajuste y estabilización decretado más
de tres afios antes, y sefialó un nuevo giro hacia la expansión
económica, el cual inmediatamente respaldó con una
ampliación del crédito a la industria. La ola de optimismo que
se desató en todos los frentes, como consecuencia de la
iniciativa de Deng Xiaoping, condujo a un nuevo sobrecalen-
tamiento de la economía con tasas de inflación mayores a 20% ,
tendencia que trataron de contener en forma decidida apenas
16 meses después.
En julio de 1993, Zhu Rongji, viceprimer ministro y al
mismo tiempo director del Banco Popular (People's Bank),
quedó a cargo del aparato económico y de su regulación, tarea

7 "Bank Reform Delayed", CNA, núm. 1512, 15 de junio de 1994, p. 4.

368
374 ESTIJDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXX: 2, 199~

que supuestamente tenía que llevar a cabo con ayuda


únicamente de mecanismos macroeconómicos, pues los ad-
ministrativos de control se consideran demasiado ligados al
viejo sistema de planeación central. La idea general era
coordinar la economía de manera comprensiva, para lo cual
había que encontrar una relación adecuada entre el control
macroeconómico y la planeación. El hecho de que Zhu Rongji
también estuviera a cargo del Banco Popular y de que continúe
siendo su director significa que se ha aceptado como imposter-
gable la necesidad de unificar y regular las políticas monetaria,
bancaria y crediticia, como pane integral de cualquier política
que tienda a la estabilidad macroeconómica y al desarrollo
equilibrado.
A pesar de que en julio de 1993 parecía existir consenso en
cuanto a la necesidad de regular la economía y a controlar la
inflación, fue necesario reiterar tal propósito en varias
ocasiones posteriores. A fines de enero de 1994, el Consejo de
Estado emitió una circular cuyo propósito era _enumerar
detalladamente las formas en que se controlarían las inver-
siones en bienes de capital. Dicha circular fue la respuesta a
una solicitud de apoyo de Zhu Rongji en su lucha contra la
inflación.
Posteriormente, en una reunión del Consejo de Estado
realizada en agosto de 1994, Li Peng insistió en la imponancia
del control de la inflación por considerarlo el mecanismo más
idóneo para vincular las reformas y el desarrollo con la
estabilidad: como apoyo a las palabras del dirigente, se emitió
y distribuyó una nueva circular del mencionado Consejo de
Estado en la que se proponían diversos correctivos contra la
inflación.
Por su parte, Jiang Zemin, actualmente secretario general
del Partido y presidente de la República Popular China, a
principios de 1994 definió una nueva política que sustituyó
a la emitida por Deng en 1992. Se trata ahora de continuar
con las reformas como motor de crecimiento, teniendo co-
mo objetivo al desarrollo económico pero con la estabilidad
como prerrequisito ineludible. Una combinación perfecta que
para ser alcanzada necesita de un nuevo contrato social, en el

369
RODRÍGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIALISTA A UNA DE MERCADO 375

que el gobierno central y las autoridades locales tengan una


unidad de propósitos.
La realidad es que los mecanismos de control por parte
del Estado se han atrofiado considerablemente como resultado
del retroceso político ocurrido en 1989. Un creciente cinismo y
diversas formas de corrupción han sustituido a los ideales de los
periodos más sacrificados. El crecimiento económico está
definitivamente causando deterioro social y político, una de
cuyas manifestaciones es la poca colaboración de las autorida-
des provinciales y locales con el desarrollo conjunto del país.
La decisión explícita de luchar contra la corrupción,
expresada por las autoridades chinas en la segunda mitad en
1993, fue el inicio de una campaña en gran escala contra las
diversas formas usuales de este mal en China. El fenómeno
había ganado terreno poco a poco, de tal manera que
amenazaba el éxito mismo de las reformas por ser un factor de
desconfianza y de pérdida de credibilidad de la población
hacia sus representantes. La campaña también ha operado
como mecanismo del gobierno central para recuperar el control
del país. Se está dando gran publicidad a las sentencias
emitidas, lo cual es una advenencia velada a los funcionarios
locales que pudieran verse tentados a practicar el nepotismo, el
soborno o el contrabando.
Otro problema que muchos estudiosos vislumbran es la
creciente polarización entre áreas de rápido crecimiento
económico y regiones enteras que se debaten en el subdesarro-
llo. El peligro de una brecha entre las provincias costeras de
Guangdong y Zhejiang, el municipio de Shanghai, etc.,
donde están registrándose las tasas de crecimiento, ahorro-
inversión y empleo más altas del mundo, y el resto del país, es
una realidad. La inevitable transición de poder a la muene de
Deng Xiaoping es otro factor de riesgo que hay que considerar.
Lo más probable es que surja otra lucha faccional que, por lo
menos temporalmente, produzca confusión.

370
376 ESruDIOS DE ASIA Y ÁFIUCA XXX: 2, 1995

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371
RODIÚGUEZ: DE UNA ECONOMÍA SOCIALISTA A UNA DE MERCADO 377

Algunos indicadores económicos recientes

1994p
1991 1992 1993e 1994 19951!_
PBI per cipita 320 370 450 400 460
P8oreal, cree. (%) 8.2 13.0 13.8 (enero-sept.) 11.4 11.5 7.4
Inversión, cree. (%) 13.9 24.5 50.6 (enero-sept.) 43.9 45.0 13.0
Prod.lnd. cree.(%) 11.4 20.8 21.1 (enero-oct.) 26.4 17.0 10.0
Precios al menudo cree.
prom.(%) 3.0 6.2 13.0 21.0 14.0
Prttios al menudo cree.
fin periodo (%) 5.5 9.8 17.6 (sept.) 25.7 23.0 13.0
Inflación urbana cree.
prom.(%) 6.0 9.0 19.0 24.3 19.0
Inflación urbana
cree. fin periodo (%) 8.0 10.9 23.9 (sept.) 27.5 26.0 18.0
YuanidólarEE.UU.
(tasa Zwap final dd
periodo)
5.58 7.25 8.70 (nov.) 8.52 8.60 9.70
Exponacioncs
(FOamilesde
mili. dólares)
70.45 80.52 91.76 (enero-oct.) 89.84 116.80 128.50
Imponaciones
(CJFmiles de
mili. dólares) (enero-oct.) 87.44 118.80 133.90
62.57 76.35 103.95
Balanza comercial
(PDBCJFmiles de
mili. dólares) 4.17 12.19 (enero-oct.) 2.40 2.00 5.40
7.88
Balanza cta. corriente
(miles mili. dólares) 13.27 6.40 11.90 3.00 7.40
como % del PBI 2.2 0.6
3.5 1.5 1.3
Reservas en divisas
(miles mili. dólares) 43-67 20.62 21.20 (jun.) 33.10 31.00 32.00
Deuda externa 60.85 69.32 83.53 100.00 104.00
(miles de mill.dólares) 16.0 15.9 15.3 20.4
como% ddPBI

Fuente: China and North Asia Monitor, vol. 1, núm. 10, diciembre de 1994. (e),
estimado; (p), proyectado.

372
LA CULTURA EN EL SOCIALISMO
Y SUS CAMBIOS
MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA:
TEORíA Y PRACTICA *
MASEN
El Colegio de México

De la teorí.a a la práctica

MAo TsE-TUNG es un político, un estratega y un teórico del arte


y de la literatura, y muchos lo consideran un poeta al mismo
tiempo. No cabe duda que su teoría literaria, como su teoría
política y militar, es extraordinaria. No sólo se convirtió en
doctrina desde mucho tiempo atrás, propagada por el mundo
entero, sino también se convirtió en la base fundamental de la
política literaria en China y en el criterio supremo para todos
los literatos de la China entera. Por lo general, un teórico lite-
rario no es necesariamente un escritor. Pero .Mao Tse-tung es
un poeta, y como poeta, produjo ·obras; por eso debemos de
reconocer en forma provisional que l\Iao Tse-tung es un escritor,
teórico y práctico al mismo tiempo. En su famoso ensayo
Sobre la práctica, Mao dijo:
... tenemos una teoría justa, pero nos contentamos con hacer
de ella un tema de com·ersación y la dejamos archivada en
lugar de ponerla en práctica; semejante teoría, por buena que
sea, carecerá de significación.1
Según estas palabras, su teoría literaria tiene que manifes-
tarse en la práctica. Dijo también: "El conocimiento comienza
por la práctica, y todo conocimiento teórico, adquirido a través
de la práctica, debe volver a ella." 2
Entonces, parece que al menos una parte de su teoría lite-
raria debe proceder de sus creaciones poéticas. Naturalmente,
* El presente artículo es la traducción de la ponencia presentada en la
quinta conferencia anual de ASPAC, realizada en Oaxtepec en junio
de 1970.
1 "Sobre la práctica", Obras escogidas de Mao Tse-tung, Ediciones
en Lenguas Extranjeras, Pekín, 1968, tomo I, p. 327.
2 Ibid.

20

375
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 21

es difícil averiguarlo; sin embargo, al menos podemos advertir


cuánto conocimiento teórico ha vuelto a la práctica.
La esencia de la teoría literaria de Mao se encuentra prin-
cipalmente en su Intervenciones en el foro de Yan-:an sobre
arte y literatura (mayo 1942). Vamos a comparar el contenido
esencial de estas intervenciones con su obra poética, para ver
cuanto conocimiento teórico aplicó en la práctica.
Dijo en ellas

¿Cuáles son pues, nuestros problemas esenciales? A mi ver,


son fundamentalmente el de servir a las masas y el de cómo
servir a las masas. 3

Vamos a tomar estos dos puntos como base de nuestra


comparación.
Primero, Mao considera teóricamente que el arte y la litera-
tura deben ponerse al servicio de las masas. Así debemos pre-
guntarnos quiénes integran las masas. Según él, en primer
lugar, los obreros, en segundo, los campesinos, en tercero, los
soldados del ejército de liberación del pueblo, en cuarto, la
clase trabajadora de la pequeña burguesía urbana y los intelec-
tuales.4 En realidad, la cuarta categoría fue sin duda añadida
por Mao cuando pronunció su discurso para ganarla a su favor
ya que, luego de haber enumerado las cuatro categorías, dijo:
"Para servirlas tenemos que tomar la posición del proletariado
y no la de la pequeña burguesía." 5 Es lógico que para servir
al proletariado de los obreros, campesinos y soldados, haga falta
tomar la misma posición que ellos. De eso podemos deducir
que si la "pequeña b1.1rguesía" y los intelectuales pueden ser
considerados también como un grupo a quien hay que servir
¿por qué no se podría tomar la posición de la clase de los
pequeños burgueses? Dijo también:

Hoy los escritores que se aferran a la posición pequeño-


burguesa individualista, no pueden servir verdaderamente a las
masas de obreros, campesinos y soldados revolucionarios; su
a "Intervenciones en el foro de Yan-an sobre arte y literatura", Obras
escogidas de Mao Tse-tung, tomo 111, p. 73.
4 Ibid., p. 75.
s Ibíd.

376
22 ESTUDIOS ORIENTALES VI:1, 1971

interés se concentra princip~lmente en el reducido número de


intelectuales pequeñoburgueses.6

Claro que el fin de estas palabras es suprimir a la cuarta ca-


tegoría. De hecho, después habla solamente de los obreros,
de los campesinos y de los soldados, y ya no menciona más la
cuarta categoría.
Es por eso que en la actualidad la política literaria del
partido comunista chino declara que la literatura sirve sola-
mente a los obreros, a los campesinos y a los soldados. En
cuanto a la cuarta categoría, es decir las masas trabajadoras
de la pequeña burguesía urbana y los intelectuales, hace mucho
que han desaparecido del grupo a los que hay que servir. Por
consiguiente, según la teoría literaria de Mao, las tres cate-
gorías, es decir, obreros, campesinos y soldados, son las únicas
a las cuales la literatura debe servir. Entre estas tres categorías,
hay seguramente muchos analfabetos, no sólo en el tiempo de
Yan-an sino aún hoy. No cabe duda que la mayoría de ellos
no alcanza un nivel de cultura que les permita apreciar las
obras literarias escritas. Entonces, podemos temer que esta
teoría literaria fundamental se vuelva una teoría vacía. Admi-
tamos que las masas de los obreros, de los campesinos y de
los soldados puedan apreciar las obras literarias fáciles, pero
según la teoría de Mao, todos los escritores tienen que adoptar
el nivel cultural de aquéllos como criterio para escribir. Es pre-
cisamente el fin que los escritores chinos de hoy se esfuerzan
por alcanzar.· ¿Y en cuanto a Mao Tse-tung? Sus propios
poemas están todos escritos siguiendo formas usadas hace unos
mil años.
No solamente hoy en día, sino también en el tiempo de
las dinastías Tang y Sung cuando aquellas formas poéticas
florecían, se trataba de una literatura aristocrática que circulaba
entre las clases adineradas, por lo tanto no se pueden por nin-
guna razón considerar como "literaturas de masas" ni "literatura
proletaria". Esta clase de literatura puede servir ,solamente
a la gente letrada, y ningún obrero, ningún campesiho, ningún
soldado la puede entender. Es por esta razón que los poemas
de· Mao Tse-tung necesitan los comentarios y las explicaciones

6 lbíd., pp. 75-76.

377
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 23

de intelectuales de élite tales como Guo Mo-ruo,7 Zang Ke-jia. 8


Sin hablar de las masas de los obreros, de los campesinos y de
los soldados, el mismo Guo Mo-ruo, presidente de la Academia
de las Ciencias, reconoció que las obras de Mao eran dema-
siado profundas y de un nivel demasiado alto para que el
mismo Guo Mo-ruo las entendiera completamente. Ni siquiera
se atrevió a afirmar que lo que había comentado era correcto.9
Las personas a quienes Mao Tse-tung había dedicado sus
poemas eran todas intelectuales como Guo Mo-ruo y Liu
Ya-zi 10 y nunca dedicó un poema a ningún obrero, campesino
o soldado. Según esto, ¿cómo se podría decir que Mao Tse-tung
puso en práctica su propia teoría a fin de servir a las masas
por medio de la literatura?
Sobre la cuestión "¿Cómo servir a las masas?", Mao dijo:

A muchos camaradas les gusta hablar de "estilo de masas"


pero ¿qué significa realmente "estilo de masas"? Significa que
las ideas y sentimientos de nuestros artistas y escritores deben
fundirse con los de las grandes masas de obreros, campesinos
y soldados. Y para realizar esta fusión tendrán que aprender
concienzudamente el lenguaje de las masas. ¿Cómo puede uno
hablar de creación artística y literaria si le resulta ininteligible
gran parte del lenguaje de las masas? 11

Al compararlos con los poemas de las dinastías Tang y


Sung, los poemas de 1\lao, aunque contengan buena cantidad
de frases modernizadas, todavía están a diez mil leguas del
lenguaje de las masas. Cabe preguntar, según su propia teoría,
si sus poemas constituyen una creación literaria.

' Guo Mo-ruo ( 1892- ) , poeta, escritor, arqueólogo, actualmente


presidente de la Academia de las Ciencias en China.
s Zang Ke-jia, poeta contemporáneo especialmente conocido por sus
obras sobre los campesinos.
9 Ver "Respuesta a las preguntas principales sobre la poesía actual
dirigidas por el redactor de la Sociedad de la Revista de Poesfd' y "Las
palabras zuo-di, xun-túm, y otras" en la Colección de Ensayos Literarios e
Históricos de Guo Mo-ruo, Pekín, Prensa del Pueblo, 1961.
to Liu Ya-zi, conocido por sus poemas de estilo antiguo. Dos poemas
de Mao Tse-tung han sido dedicados a Guo Mo-ruo, otros dos a Liu
Ya-zi; un poema contesta a Li Shu-yi, profesora de Literatura en el Déci-
mo Liceo de Changsha, en la provincia de Hunan. Todos son intelectuales.
11 "Intervenciones en el foro de Yan-an sobre arte y literatura", Obras
escogidas de Mao Tse-tung, tomo 111, p. 71.

378
24 ESTUDIOS ORIENTALES Vl:1, 1971

A propósito de la cuestión "¿Cómo servir a las masas?", Mao


Tse-tung discutió sobre todo los problemas de elevar el nivel
de la literatura o popularizarla. Dijo:
Puesto que nuestro arte y nuestra literatura son, en lo fun-
damental, para los obreros, campesinos y soldados, populariza-
ción significa popularizar entre ellos y elevación significa ele-
var partiendo de su nivel. ~:Qué debemos popularizar entre
ellos? ¿Lo que necesita y acepta con facilidad la clase terra-
teniente feudal? ¿Lo que necesita y acepta con facilidad la
burguesía? ¿Lo que necesita y aceptan fácilmente los intelec-
tuales pequeñoburgueses? No, nada de eso; sólo lo que nece-
sitan y aceptan con facilidad los propios obreros, campesinos
y soldados. 12

Nos parece que los poemas de Mao no son los que los
obreros, campesinos y soldados necesiten ni los que éstos acep-
ten fácilmente. Al contrario, son probablemente los que la
clase terrateniente feudal, la burguesía y los intelectuales pe-
queñoburgueses necesitan y aceptan fácilmente.
Dijo también:
¿A partir de qué base, pues, debemos elevar el arte y la
literatura? ¿De la base de la clase feudal? ¿De la base de
la burguesa? ¿De la base de los intelectuales pequeñoburgue-
ses? No, de ninguna de ellas; sólo de la base de las masas de
obreros, campesinos y soldados. Y esto no significa elevar a
los obreros, campesinos y soldados hasta la "altura" de la clase
feudal, de la burguesía o de la intelectualidad pequeñobur-
guesa, sino elevar el arte y la literatura en la dirección en que
avanzan los propios obreros, campesinos y soldados, en la direc-
ción en que avanza el proletariado. 13
Aunque no se puede afirmar con certeza que los poemas
de Mao se basan en la ideología de la clase feudal, de la bur-
guesía o de los intelectuales pequeñoburgueses, es cierto tam-
bién que no se basan sobre la de las masas de obreros, campe-
sinos y soldados, ni siguen la dirección de su marcha. Es difícil
imaginar cómo se puede elevar su nivel hasta el de los poemas
de formas tan antiguas de Mao Tse-tung.
Dijo además:
12 Ibid., p. 79.
1a Ibid.

379
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 25
Tomar o imitar a los antiguos y a los extranjeros sin espíri-
tu crítico constituye en arte y literatura el dogmatismo más
estéril y pernicioso. Los artistas y escritores revolucionarios
de China, los artistas y escritores promisorios, tienen que ir a
las masas, tienen que ir durante largos períodos sin reserva
alguna y de todo corazón, a las masas de obreros, campesinos
y soldados, al fragor de la lucha y a la única fuente, la más
caudalosa y rica para observar, experimentar, estudiar y anali-
zar todos los tipos de gente, todas las clases, todas las masas,
todas las formas vivas de existencia y de lucha,· y toda la
materia prima artística y literaria; entonces podrán compren-
der su trabajo creador.J4

El movimiento de la reforma literaria en la época del 4 de


mayo de 1919 se oponía categóricamente a las creaciones litera-
rias de forma antigua. Mao Tse-tung, contemporáneo de esta
época, aunque no fuera uno de los promotores de este movi-
miento literario, simpatizaba con él, mencionando más de una
vez la contribución que éste hizo a la revolución. 15 Por eso,
cuando hablaba de la imitación de los antiguos y de los extran-
jeros y de las copias de estilo hechas sin espíritu crítico en el
campo del arte y de la literatura, no excluía a los hombres
modernos que usan las formas antiguas para escribir una obra
literaria. No sabemos si, cuando formuló su teoría literaria,
pensab::~. que sus propios poemas podían ser considerados, según
su propia teoría, como una clase de dogmatismo más estéril y
pernicioso. En el proceso de su creación literaria, es poco pro-
bable que primero haya observado, experimentado, estudiado
y analizado todos los tipos de gente, todas las clases, todas las
masas, todas las formas vivas de existencia y de lucha, y toda
la materia prima artística y literaria, antes de empezar -a escri-
bir. Podemos afirmar al menos que ninguno de los procedi-
mientos que había formulado aparece en sus propias obras.
Quizás se pueda decir que Mao Tse-tung no es un escritor
14 Ibid.,p. 80.
1s Se refiere principalmente a los ensayos de Mao Tse-tung titulados
"El movimiento del 4 de Mayo" (Obras escogidas de Mao Tse-tung,
tomo 11, pp. 243-245), .,La Orientación del Movimiento Juvenil" (ObrtU
escogidas de Mao Tse-tung. tomo 11, pp. 247-255), al capítulo titulado
"Características históricas de la revolución cultural de China" de "Sobre
la nueva democracia" (Obras escogidas de Mao Tse-tung, tomo 11,
pp. 386-388).

380
26 ESTUDIOS ORIENTALES VI:l, 1971

profesional y que su teoría concierne solamente a los escritores


profesionales. Sin embargo, la política literaria del partido
comunista chino se opone a la tendencia de crear escritores
profesionales. Aunque en su "Intervenciones sobre arte y litera-
tura en el foro de Yan-an" Mao no haya declarado pública-
mente que era necesario suprimir a los escritores profesionales,
el movimiento de xia-fang,l 6 el de aprendizaje para los intelec-
tuales, especialmente los escritores, en las fábricas y en el
campo; el de formación de los escritores y de los artistas entre
los obreros, los campesinos y los soldados; el que suprimía la
diferencia entre el trabajo manual y el trabajo intelectual,
¿todos ellos no tienen como finalidad negar la especialización
profesional de los escritores? Si el trabajo literario no debe de
ser profesional no hay ninguna razón para que Mao Tse-tung
no escriba según su propia teoría literaria.
A propósito del problema de saber qué es lo más importante
entre la popularización de la literatura y la elevación de su
nivel, Mao dijo:

El problema que hoy enfrentan los obreros, campesinos y


soldados es el siguiente: Sostienen una lucha despiadada y san-
grienta contra el enemigo, pero son analfabetos e incultos
como resultado del largo dominio de la clase feudal y de la
burguesía; por lo tanto, piden ansiosamente una campaña gene-
ral de ilustración, reclaman insistentemente educación y obras
artísticas y literarias que satisfagan sus necesidades inmediatas
y que sean fáciles de asimilar, a fin de acrecentar su entusiasmo
en la lucha y su confianza en la ,·ictoria y fortalecer su uni-
dad en interés de la lucha unánime contra el enemigo. Para
ellos. la necesidad primordial no es de "más flores en el bro-
cado", sino de "leña en medio de la nevada". Así, en las
condiciones presentes, la popularización es la tarea más apre-
miante. Es un error menospreciarla o descuidarlaY

No cabe duda que los poemas de Mao no se pueden poner


de ninguna manera en la categoría de "leña en medio de la
nevada". Pedir a los obreros, a los campesinos y a los soldados
que son analfabetos y sin cultura que aprecien los poemas de
I& Es un movimiento organizado por el gobierno para enviar a los
intelectuales a trabajar al campo provisionalmente o para siempre.
11 "Intervenciones en el foro de Yan-an sobre arte y literatura", Obras
escogidas de Mao Tse-tung, tomo III, p. 81.

381
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 27
Mao, que hasta el presidente de la Academia de las Ciencias
no entiende enteramente, ¿no es tan difícil como levantar mon-
tañas? ¿Cómo se puede decir que Mao se ha esforzado en la
tarea de popularización considerándola de primera urgencia?
¿Su actitud de desprecio y descuido de esta tarea no es errónea?
Quizás hay personas que consideran que los poemas de
Mao Tse-tung, cuyo fin es expresar sentimientos personales, no
están escritos para las grandes masas, y que así no hay una
preocupación por el problema urgente de la popularización.
Si los poemas de Mao nunca se hubieran publicado se podría
hablar así, pero en realidad todos ellos lo estuvieron desde
mucho tiempo antes. En 1957, cuando se publicaron por pri-
mera vez, Mao Tse-tung escribió una carta a Zang Ke-jia, el
editor de la Revista de Poesía, diciéndole:
- .. nunca quise publicar estas cosas porque están escritas en
una forma antigua. Temo que estas malas. semillas se pro-
paguen y perjudiquen a la juventud.
Estas palabras no impidieron la conclusión siguiente:
Ya que ustedes piensan que pueden publicarse, esto podría
ayudar a corregir las faltas de ortografía de las numerosa•
copias. Entonces, hagan como quieran.1 s
Por lo tanto, ¿no es cierto que aceptó finalmente publicar sus
poemas? Si éstos hubieran estado publicados solamente en la
Revista de Poesía, se podría decir que sus lectores fueron esca-
sos, pero durante la revolución cultural, todos los poemas de
Mao volvieron a publicarse diariamente en caracteres muy gran-
des en la primera página del Cotidiano del Pueblo. De modo
que no se puede decir que ellos no estén dirigidos a las grandes
masas.
Si analizamos frase por frase las intervenciones de Ma.o
Tse-tung en el foro de Yan-an sobre arte y literatura, encon-
tramos que casi todas sus palabras están en completa contra-
dicción con sus obras poéticas. No es necesario dar más ejem-
plos. Según lo que acabamos de analizar y comparar, podemos
ver no sólo que existe una gran contradicción entre la teoría
1s Ver la carta de Mao Tse-tung a Zang Ke-jia, fotocopiada en Mao
Tse-tung Nineteen Poems, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Pekin, 1958.

382
28 ESTUDIOS ORIENTALES VI:l, 1971

literaria de Mao y su práctica, sino además que son completa-


mente opuestas. Si decimos que esa contradicción entre su
teoría y su práctica es in'Consciente, ¿cómo hubiera podido decir
en su carta a Zang Ke-jia que teme "que estas malas semillas se
propaguen y perjudiquen a la juventud"? ¿Cómo hubiera po-
dido decir:
En poesía, la forma nueva es lo más importante. Sin embargo,
uno puede permitirse eséribir algunos poemas de forma antigua,
pero no hay 'que preconizados entre la juventud porque esta
clase de estilo restringe demasiado el pensamiento y al mismo
tiempo es muy difícil de aprender? 19

Según estas palabras, es muy evidente que estaba completa-


mente consciente que lo que había escrito eran malas semillas
que podían perjudicar a la juventud. Entonces, podemos hacer
dos preguntas: Primero: ¿por qué Mao Tse-tung no adoptó,
según su propia teoría, la forma de literatura vulgar que gustaba
más a los obreros, a los campesinos y a los soldados, tal como
"las canciones acompañadas por los tambores", "las canciones
campesinas", "las canciones de los arrozales", "las canciones de
la calle", "shu-lai bao"? 20 ¿Por qué no adoptó por lo menos
formas prácticas nuevas y fáciles, sino justamente la forma anti-
gua, diversión de los literatos de la clase burguesa? Segundo:
¿Por qué dejó propagar a propósito sus poemas ya que sabía
que eran no más que malas semillas que podían perjudicar
a la juventud?

¿Por qué existe una separación entre la teoría y la práctica


literaria de Mao?
Vamos primero a estudiar la priinera pregunta antes formu-
lada. El hecho que Mao no escriba según su teoría literaria
siendo una realidad, ¿cómo se puede explicar esta separación
entre sus conocimientos teóricos y su práctica? Supongamos
que su teoría literaria procede verdaderamente de la práctica
y que obtenga sus conocimientos teóricos a través de la prác-
tica, entonces, según su propia lógica, esta teoría debería volver
a la práctica. Ya que ahora sus conocimientos teóricos no están
19 Ibid.
20 Clase de canción cantada por los mendigos.

383
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 29

utilizados prácticamente, es problemático que ellos se obtengan


a través de la práctica.
Aunque no sepamos cuántos chinos y extranjeros consideran
a Mao Tse-tung como un poeta, al leer sus obras podemos
dudar que sea un poeta. Pensamos que todo el mundo debe
de reconocer que hay criterios fijos para ser un poeta o un
escritor. No se puede decir sin embargo que todos los que
escribieron algunos poemas o ensayos sean poetas o escritores.
Considerar o no a alguien como poeta o escritor depende de la
calidad y de la cantidad de sus obras. La razón por la cual
Li Bai 21 y Do Fu 22 se consideraron los más gmndes poetas de
la dinastía Tang, fue el haber dedicado toda su vida a la crea-
ción poética, y la calidad y cantidad de sus obras que sobresalían
de la norma general. Aunque Wang Zhi-huan 28 haya dejado
pocos poemas, lo podemos también considerar como un buen
poeta porque la calidad de sus poemas alcanzó un alto nivel.
Esta escasez de sus poemas se debe probablemente a pérdidas
o a una selección natural. Es difícil imaginar que durante
toda su vida haya escrito solamente algunos poemas y que todos
alcancen un nivel tan excelente. No cabe duda que su crea-
ción poética debió ser muy abundante. En la literatura, como
en otras formas artísticas, aunque haya genios, es imposible en-
contrar una calidad que no esté basada en la cantidad. Exami-
naremos ahora las obras poéticas de Mao desde el punto de
vista cuantitativo. Todo lo que escribió se reduce a algunas
decenas de poemas. En lo relativo a la calidad, ¿cuántos poemas
se puede decir que han alcanzado cierto nivel? Ninguno.
Seguramente es difícil pedir calidad si se basa en una cantidad
tan reducida. Si queremos insistir diciendo que Mao Tse-tung
es un poeta, haría falta decir que todos los literatos y los intelec-
tuales chinos acostumbrados a escribir poemas son poetas. En
tal caso, el término "poeta" ya no tiene ningún sentido. La
creación literaria es seguramente una ardua labor y por ello·
se puede hablar de su práctica propiamente dicha. El ardor·
con que los poetas de las dinastías Tang y Sung se dedicaron
al trabajo, se refleja en el poema de Jia Dao: 2' "Encuentro dos;

21 Li Bai (701-762}, poeta ilustrfsimo de la dinastfa Tang.


22 Du Fu (712-770), poeta ilustrísimo de la dinastía Tang.
28 Wang Zhi-huan, poeta de la dinastfa Tang.
2' Jia Dao (788-843), poeta de la dinastfa Tang.

384
30 ESTUDIOS ORIENTALES Vl:l, 1971

frases en tres años; al cantarlas, torrentes de lágrimas brotan


al mismo tiempo." Es solamente a través de la práctica de esta
labor que pueden nacer obras maestras y grandes poetas. En
cuanto a las imitaciones de los literatos de la época siguiente,
ya no eran más que juegos de vocablos que de ninguna manera
pueden considerarse creaciones literarias, y no se puede hablar
de su práctica. Los poemas de Mao pertenecen a esta categoría.
No tenemos ninguna intención de subestimar el talento de
Mao, pero pensemos solamente que una persona no puede
ser competente en todo. El talento de Mao reside en otros
campos, pero no en el campo literario. En realidad, es cierto
que durante la guerra revolucionaria dedicó todo su tiempo a la
estrategia política y militar, y llevó una vida sumamente ocu-
pada, ¿cómo hubiera podido dedicarse a la creación literaria?
Sus decenas de poemas no fueron más que una diversión dentro
de una vida muy densa. Es difícil de imaginar que haya to-
mado en serio sus poemas cuando los escribió. En aquellas
condiciones, no es posible que haya practicado la creación
literaria. Tampoco podía obtener conocimientos teóricos por
medio de la práctica. Ya que sus conocimientos teóricos no
proceden de la práctica, ¿son de su propia invención? Claro
que no. Su teoría literaria no es más que un resumen de las
teorías literarias de sus predecesores. ¿Por qué? En 1905 ¿no
había dicho Lenin que la literatura debe de servir al pueblo
que trabaja? En China, en 1926, La Sociedad de la Creación 25
había ya lanzado la propaganda en favor de una literatura revo-
lucionaria. Guo Mo-ruo escribió:
¡Jóvenes! ¡jóvenes!... Tienen que llenar su vida, tienen que
conocer la corriente principal de la literatura, tienen que ir
entre los soldados, los campesinos y a las fábricas, en el remo-
lino de la revoluci6n. 2 e
Cheng Fang-wu 27 dijo en su ensayo De la revolución literctria
a la literatura revolucionaria:
25 Sociedad literaria fundada por Guo Mo-ruo, Yu Da-fu y Cheng
Fang-wu en 1921.
26 Ver el ensayo "Revoluci6n y Literatura" de Guo Mo-ruo en Materia-
les de referencia de la historia de la literatura china moderna. Peldn,
Prensa de la Educaci6n Superior, 1959, vol. 1, p. 219.
21 Cheng Fang-wu, crítico literario a la época del Movimiento del ...
de Mayo de 1919.

385
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 31

Tenemos que esforzamos por lograr la noción de clase.


Tenemos que acercar nuestros modos de expresión al lenguaje
de las masas. Tenemos que tomar las masas de los campesi-
nos y de los obreros como el objeto de nuestros escritos. 28
Jiang Guatig-ci 29 dijo en su ensayo Sobre la literatura revolu-
cionaria:
La literatura revolucionaria se debe de oponer a la literatura
individualista. Los héroes de la literatura revolucionaria deben
de ser las masas y no los individuos.3o
Después de la creación de "La alianza de los escritores del ala
izquierda" "" en marzo de 1930, éstos consideraron a la literatura
de las rr s como una tarea esencial del movimiento litera-
rio de la ca. 32 Qu Qiu-bai 33 dijo en Los problemas reales de
la litera' de las masas:
iasta hay gente que dijo: No se puede bajar el nivel del
arte para que convenga al nivel de las masas. Solamente hace
falta elevar el nivel de las masas para que convenga al nivel
del arte. En vista de la situación actual en China estos propó-
sitos son absolutamente absurdos. El problema actual es que
los escritores revolucionarios deben aprender de las masas. 8 '
Y también:
En las obras escritas con el fin de organizar la lucha, es
decir, la lucha de clases en general, la lucha de clases en los
problemas diarios, se tiene que describir en primer lugar la vida

2s Ver "De la revolución literaria a la literatura revolucionaria" en


Materiales de referencia de la historia de la literatura china moderna,
vol. 1, p. 224.
2s Jiang Guang-ci (1901-1931), novelista revolucionario.
3o Ver "A propósito de la literatura revolucionaria" en Materiales de
referencia de la historia de la literatura china moderna, vol. 1, p. 230.
s1 Es un reagrupamiento de los escritores de tendencia revolucionaria
bajo la dirección de Lu Xun.
82 Ver el capítulo "Los diez afios de asociación de los escritores del
ala izquierda" en Esbozo de la historia de la literatura china moderna
de Wang Yao, Shanghai, Prensa de la Literatura Moderna, 1953.
8s Qu Qiu-bai ( 1899-19 35) , líder importante del partido comunista.
Fue secretario general de este partido en 1927.
34 Ver el ensayo "Los problemas actuales de la literatura de las masas"
de Qu Qiu-hai en Materiales de referencia de la historia de la literatura
china moderna, vol. 1, p. 307.

386
32 ESTUDIOS ORIENTALES Vl:1, 1971
de la clase obrera, la vida de los soldados, de los campesinos
y de los pobres, y describir sus luchas. 35

La teoría literaria de Mao Tse-tung con el fin de servir a


los obreros, a los campesinos y a los soldados, era justamente
la continuación de la teoría de "la literatura de la~ masas" y
de ''la literatura revolucionaria" mencionadas anteriormente.
Los puntos esenciales de las intervenciones de Mao Tse-tung
sobre arte y literatura en el foro de Yan-an, tuvieron funda-
mento en la política literaria soviética después de Lenin, y en
los movimientos de "la literatura de las masas" y de la "litera-
tura revolucionaria" en China. Por eso podemos decir que la
teoría literaria de Mao Tse-tung no es más que un resumen de
las opiniones de sus predecesores y que no contiene ninguna idea
personal o invención particular. Es preferible decir que es una
"teoría literaria de partido", de los partidos comunistas chino
y ruso, más que una teoría literaria del mismo Mao Tse-tung.
La revolución se parece a una enorme máquina: sus participan-
tes no pueden dejar de seguir el ritmo de la máquina. Mao
Tse-tung no podía ser la excepción. Desde el punto de vista
teórico, no pudo más que cantar la misma canción que los
otros revolucionarios. Sin embargo, desde el punto de vista prác-
tico, no había impedimento para que manifestara su propia
personalidad y sus propios gustos. Por consiguiente, su teoría
literaria y su práctica literaria se volvieron dos cosas distintas,
sin relación, y no es raro que exista contradicción entre ellas.
Ahora entendemos poco más o menos que esta contradic-
ción entre la teoría y la práctica literaria de Mao no es en
realidad la contradicción entre el conocimiento teórico y la prác-
tica de una sola persona, sino entre su ideología y su situación
concreta. La situación en la cual se encontraba Mao Tse-tung
era una revolución campesina, mientras que su ideología se que-
daba al nivel de los intelectuales pequeñoburgueses, lo cual se
puede comprobar en el contenido de sus poemas. Por ejemplo,
Mao se comparaba con los emperadores Wu de Han y Gao de
Tang, y Gengis-Kan. 38 Esta jactancia no sólo no tiene nada
que ver con la actitud que se espera de un revolucionario que
debe de ser altruísta y dar todo su corazón al pueblo y al par-
3~ Ibid., p. 313.
3& Ver el poema de Mao Tse-tung titulado "Nieve".

387
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 33

tido, sino la imagen del pensamiento feudal de los literatos


chinos en la sociedad antigua. Esto puede explicar también
que, en el momento de su creatividad poética no haya escogido
las formas de las canciones populares que estaban de acuerdo,
sin duda, con el gusto de los obreros, de los campesinos y de
los soldados, y que la clase letrada despreciaba, sino que haya
escogido justamente las formas antiguas de la poesía codifi-
cada que tanto gozaba la clase ilustrada y que no tiene ningún
punto de contacto con las grandes masas.

¿Por qué Mao def6 propagar sus poemas ya que él mismo


los consideraba como malas semillas?
Al respecto, pensemos que el culto extremo a la personalidad
de Mao durante la revolución cultural ya nos ha proporcio-
nado una respuesta objetiva. El mismo Mao Tse-tung había
dicho claramente que sus poemas eran malas semillas que no
podían más que perjudicar a la juventud revolucionaria, pero
eso no le impidió propagarlos ampliamente entre el pueblo.
Seguramente había una fuerza muy poderosa que lo empujaba
a obrar así. ¿Cuál fue esta fuerza? El deseo de poder y la
vanidad: El deseo de poder lo hizo usar cualquier medio
para conservar su posición. Ser venerado por todo el mundo
lo llenaba de satisfacción. Aun pensando que sus poemas po-
dían perjudicar a la juventud, los dio a conocer con el fin de ser
admirado como poeta además de serlo como genio político y
militar. No tenemos ninguna intención de reprobar a Mao,
todos los hombres pueden sentir vanidad y deseos de poder.
No puede haber excepción con Mao Tse-tung. Posee las cuali-
dades humanas y también los defectos. Mao Tse-tung es un
hombre entre los hombres, no un superhombre y menos aún
un dios. Otra razón que lo ha llevado a propagar sus obras
poéticas reside sin duda en su propia personalidad. Stuart
Schram dijo en su libro "Mao Tse-tung":
(Mao) no sólo considera la guerra como la aventura y la
prueba suprema del espíritu y de la voluntad humanas, sino
que también el talento guerrero de su temperamento y su imagi-
nación son tales que tiene la tendencia de poner los problemas
económicos, y hasta científicos y filosóficos en estos términos.87
37 Mao Tse-tung, Simon and Schuster, Nueva York, 1966, p. 271.

388
ESTUDIOS ORIENTALES Vl:l, 1971

Se puede notar que Schram comprendió ciertos aspectos carac-


teristicos del pensamiento de Mao pero éstos no corresponden
a los fundamentales de su personalidad. Sus cualidades y su
imaginación estratégicas no son más que una manifestación
de su talento táctico. De acuerdo con todo lo que ha hecho y
dicho, podemos ver que Mao Tse-tung es un verdadero táctico,
pero no un filósofo ni un pensador ni tampoco un politico
teórico. Todo lo que ha dicho o escrito tenia como fin con-
frontar situaciones determinadas. Hasta sus dos ensayos "Sobre
la práctica" y "Sobre la contradicción", que son aparentemente
análisis teóricos, se escribieron en realidad para evitar el peligro
de la desviación dogmática en el seno del partido. 38 Por ello,
muchas veces, hay contradicciones en las palabras de Mao pro-
nunciadas en diferentes momentos. Todas las teorlas de Mao
corresponden a un momento determinado y como las situacio-
nes cambian constantemente, ninguna de sus teorias puede ser
duradera. Parece que Mao ha sido absolutamente consciente de
ello, ya que nunca dio importancia a sus propias teorías, que
los demás consideran como reglas supremas. Es por esto que no
consideró algo grave propagar sus obras poéticas, las cuales con-
tradicen por completo su teoria literaria.

Conclusión
Las teorias literarias no son escasas en este mundo pero, por
lo regular, una teorla no representa más que la opinión de una
persona o de una escuela y no impide la existencia de otras
teorias de opinión diferente. Sin embargo, lo que se llama una
politica literaria es una novedad desde la revolución proletaria
rusa. La base teórica sobre la cual creen necesario establecer
una política literaria consiste en la idea de que la literatura
es un instrumento de lucha política. Sobre el plano táctico, la
idea de considerar la literatura como un instrumento de lucha
politica no se rechaza completamente; sólo en estas condicio-
nes, la politica literaria tiene que ser establecida según una
situación determinada. Las circunstancias concretas, como decia
Mao Tse-tung, están siempre cambiando. 39 Por eso, la política
as Ver las notas del editor del ensayo "Sobre la contradicci6n", Obras
escogidas de Mao Tse·tung, tomo 1, p. 333.
so Ver su ensayo "Sobre la contradicci6n".

389
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 35
literaria debe revisarse constantemente según el cambio de las
situaciones. Si no, si se practica por ejemplo una política lite-
raria prevista para un tiempo de guerra revolucionaria, durante
la reconstrucción del país no sólo no servirá para nadie en la
lucha política, sino que además la perjudicará. No es difícil
encontrar ejemplos concretos en Rusia y en China. Al comparar
la literatura china moderna antes y después de 1949, podemos
muy bien darnos cuenta que antes que existiera una política
literaria revolucionaria, China producía muchas obras literarias
revolucionarias, mientras que después del establecimiento de
una política literaria revolucionaria ya casi no se encuentran
obras literarias revolucionarias. Suponiendo que Lu Xun haya
escrito bajo el yugo de una política literaria como la de hoy,
es dudoso que haya podido escribir una nueva página en la litera-
tura china moderna.'0
Mao Tse-tung dijo en Sobre la práctica:

El problema de saber si una teoría corresponde a la verdad


objetiva no se resuelve ni puede resolverse completamente en el
movimiento arriba descrito del conocimiento desde lo sensorial
a lo racional. El único medio para resolver completamente
este problema es dirigir nuevamente el conocimiento racional
a la práctica social, aplicar la teoría a la práctica y ver si
conduce a los objetivos planteados.41

Según eso, Mao Tse-tung y los otros dirigentes chinos debían


lógicamente haber entendido desde hacía mucho tiempo que
su teoría literaria ya no convenía a la realidad y no podía alcan-
zar el fin previsto. Después de haber comprobado que su teoría
1iteraria había fallado al aplicarla a la práctica, tendrían que
4 0 Lu Xun dijo en su ensayo "La vulgarización de la literatura": "Sin
embargo, los lectores necesitan un cierto nivel cultural; en primer lugar,
deben de saber leer, en segundo, deben de tener conocimientos generales
y además su pensamiento y sus sentimientos deben de alcanzar cierto nivel
Si no, no pueden acceder a la literatura. Si la literatura trata de descender,
caerá fácilmente al nivel de las masas. Si desciende al nivel de las masas,
no les traerá ningún provecho." (Ver "Suplemento a la Colección fuera
de las Colecciones", Hong Kong, Prensa del Arte Nuevo, 1967, p. 230.)
Estos propósitos de Lu Xun contradicen evidentemente la teoría literaria
de Mao Tse-tung.
4 1 Ver "Sobre la práctica", Obras escogidas ele Mao Tse-tung, tomo 1,
p. 327.

390
36 ESTUDIOS ORIENTALES Vl:l, 1971
haber buscado el modo de cambiarla. Sin embargo, no se nota
actualmente ningún signo de cambio en la política literaria de
China. ¿No es eso también algo contradictorio? De hecho,
no es la única contradicción que existe entre la teoría y la prác-
tica del partido comunista chino. No podemos más que llamar
a este fenómeno un desarrollo anormal. Pero esta anomalía no
está privada de fundamento. Es justamente el resultado inevi-
table de las invasiones que China ha sufrido desde hace mucho
tiempo por parte de los países imperialistas y de la opresión
de las fuerzas conservadoras feudales; también refleja una psico-
logía contradictoria y vacilante del pueblo chino bajo el peso
de la civilización y de la historia tradicionales y bajo el impacto
del pensamiento occidental.
En ciertas circunstancias especiales, no nos opondremos a
que la literatura y el arte sean utilizados como instrumentos
de lucha política, de igual modo que en el momento de un
incendio todo se debe de poner al servicio de un solo fin,
apagar el fuego. El problema es que la literatura y el arte no
pueden quedar siempre en la etapa de ser instrumentos de
lucha política. No podemos negar que la literatura y el arte
poseen una función más fundamental, es decir, la comunica-
ción de los sentimientos y de las ideas entre los individuos.
Si los escritores escriben y publican sus obras lo hacen con este
fin. Es por eso que Mao Tse-tung, a pesar de todo lo que dijo
de su teoría literaria, cuando escribe no puede evitar hacer a un
lado su teoría y seguir el fin más general y más fundamental,
la comunicación entre los individuos.

Traducción del chino de ANNICK MA

Agradezco la colaboración de la Srta. Susana Devalle en la revisión


de la versión española.

391
MASEN: MAO TSE-TUNG Y LA LITERATURA 37
Anexo
En las notas señaladas a la izquierda, las transcripciones de
los nombres chinos corresponden a las siguientes grafías origi-
nales:

7. $-p ;,t..:J6 GL\0 Jlo-NO.

8. Jfit j¿ ~ Zang J:e-~1a.

!t .:J..e.. ~ "-.

*"
9. ZllO-di, XWl-tiallo

10. ~+ Lill Ya-d.

21. j: {::1 Li Bai.

22. ,f.!. ¡fj

~ Jia Dao;.
-17J ..g. Cheog l'aog-1111.

)), U M<. i:J Qli Qill-bai.

392
1

LA DESAPARICION DEL
ESCRITOR PROFESIONAL
EN CHINA
JOHN PAGE
El Colegio de México

DESDE 1917, año en que Hu Shih y Ch'en Tuhsiu dieron el


llamado a abandonar el wen-yen, la lengua hablada, las le-
tras chinas han seguido un desarrollo diferente al de su pa-
sado literario tradicionalmente erudito. Paso por paso, pare-
ce que el escritor chino se ha ido alejando también. de su
tradicional papel erudito burocrático hasta que la Revolu-
ción Cultural le quitó lo que le quedaba de la "torre de
marfil".
En noviembre de 1965, en vísperas de la Revolución Cul-
tural, Chou Yang, uno de sus destituidos más visibles, vice-
presidente de la Federación de Escritores y Artistas Chinos
y de la Unión de Escritores Chinos y portavoz de la línea
del partido en las letras desde los años treinta dijo:
Nuestros escritores que escriben en su tiempo libre no de-
ben por ningún motivo tratar de convertirse en escritores pro-
fesionales. Nuestras filas literarias consisten en dos contingen-
tes, el profesional y el aficionado. La mayoría son escritores
en su tiempo libre; sólo una minoría puede ser profesional.
En el futuro habrá más y más escritores de tiempo libre. Marx
dijo: "En la sociedad comunista no habrá artistas de tiempo
completo, sólo gente que, entre sus muchas actividades, se de-
dique a la pintura. Para entonces todos se dedicarán tanto al
trabajo manual como al trabajo mental." 1

Es evidente la implicación de que sólo una pequeña élite


pueda tener el privilegio de dedicar su tiempo completo a
las letras. Fue precisamente el elitismo, los intereses crea-
1 Chinese LilertiiMre, 1966, núm. ~. p. 12-4.

92

393
PAGE: LA DESAPARICióN DEL ESCRITOR PROFESIONAL 93

dos, las camarillas, los privilegios de la condición de espe-


cialista y de autoridad, y la repugnancia al trabajo manual,
los que fueron atacados por la Revolución Cultural como ca-
pitalismo en la superestructura. "La línea revisionista mo-
derna hace que los escritores y artistas corten con la revolu-
ción y las masas y lleven una vida regalada de élite privi-
legiada, hasta que por fin se vuelven hostiles a la revolución
y al pueblo, y queda listo el camino para la restauración
del capitalismo." 2
Tal vez la primera voz china a la HUe hacen eco las pa-
labras de 01ou Yang fue la de Kuo Mo-jo, novelista, poeta
y actualmente presidente de la Academia de Ciencias. En
un cuento publicado en agosto de 1923 escribió: "En vez de
hablar del Tao y de la moral, y recorrer el desierto de Gobi
se debe ir al pueblo y trabajar como campesino." 3 Y en
1932, recordando su aceptación del marxismo seis años an-
tes: "Pensaba ir a las masas; e ir a los soldados." •
En el mismo año de 1932, Ch'ü Ch'iu-pai crítico litera-
rio y prominente miembro del Partido Comunista Chino es-
cribió a propósito de una literatura de masas: " ... el movi-
miento literario proletario todavía no ha podido salir de la
etapa de 'investigación' 5 de los intelectuales. Todavía está
limitado a los intelectuales; aún no es un movimiento de
masas. Estos intelectuales revolucionarios, miembros de la
pequeña burguesía, aún no han entrado de todo corazón al
ejército de la clase obrera, sino que siguen creyéndose maes-
tros de las masas. Fundamentalmente se les escapa que ellos

2 Ibid., p. 122.
a Kuo, Mo-jo, Antología, Imprenta Wan Hsiang, Shanghai, 1936,
p. 71 (traducción alemana citada en Schickel, Joachim. China: Re11olución
en la Literatura, B~rral, Barcelona, 1970, p. 43).
4 Roy, David Tod, K110 Mo-io, The Early Yea1·s, Harvard, Cambridge,
1921, p. 157.
11 Referencia a la Sociedad de Investigación Literaria (1920-1932), pri-
mera asociación literaria organizada después del movimiento del 4 de mayo
de 1919 dedicada a la nueva literatura coloquial, a "el arte por la vida",
y a la publicación de traducciones de obras europeas sobre todo de paises
pequeños y oprimidos. Representaba desde su inicio la izquierda literaria,
desapareciendo poco después de la fundación de la Liga de Escritores de
Izquierda (febrero de 1930).

394
94 ESTUDIOS ORIENTALES VII:l, 1972

son los que tienen que ir a las masas para aprender'',8 y


Cheng Po-Chi: " ... debería ser una literatura que las masas
mismas puedan crear. Por consiguiente, el problema es:
¿cómo pueden las masas obtener una literatura totalmente
suya?" 7 Sin embargo, aunque la situación del escritor estaba
latente en todos los grandes debates de los 30, estos deba-
tes fueron precisamente entre escritores profesionales pre-
ocupados por problemas inherentes a la profesión frente a
los movimientos socio-políticos. Puesto que la mayoría de
los escritores eran de origen burgués, los de izquierda tu-
vieron que resolver el problema adoptando una "postura"
o "conciencia proletaria" que resultara aceptable a la Liga
de Escritores de Izquierda, aunque la definición no fuera
nunca muy precisa.
Menudearon los lemas: literatura realista, materialista,
proletaria, revolucionaria, para las masas, para la lucha re-
volucionaria nacional y de defensa nacionat.B Durante casi
veinte años cada uno ocupó sucesivamente la atención y las
energías de los hombres de letras de izquierda y derecha.
El gobierno del Kuomintang combatía no sólo contra el
Partido Comunista Chino, sino con la represión y la muerte
contra las actividades de los escritores de izquierda.
En 1942 en Yenan, Mao Tse-tung se ocupó en sus char-
las no sólo de la literatura y del arte, sino también del es-
critor y del intelectual. Primero sobre su propia experien-
cia, dijo: "Empecé como estudiante, y en la escuela adquirí
las costumbres del estudiante; entonces me parecía indigno
de mí hacer así fuera hasta un poco de trabajo manual,
como por ejemplo cargar mi propio equipaje en presencia
de mis compañeros, quienes eran incapaces de cargar cual-
quier cosa, bien en los hombros o en la mano. En esa época
pensaba que los intelectuales eran la única gente limpia en
el mundo, mientras, comparados con ellos, los obreros y
e Tagore, Amitendranath, Literary Debates in Modern China 1918-
1937, Centre for East Asían Cultural Studies, Tokyo, 1967, p. 143.
7 Ibid., p. 142.
s Ibid. Los capítulos 3 a 6 presentan un examen general de todos los
debates literarios de la época y sus principales protagonistas.

395
PAGE: LA DESAPARIOóN DEL ESCRITOR PROFESIONAL 95

los campesinos eran gente sucia." 9 De ahí pasó a los dos


conceptos ya canonizados en esta materia: "Si nuestros es-
critores y artistas, que vienen de la intelligentsia, quieren
que sus obras sean bien recibidas por las masas, tienen que
cambiar y reformar su manera de pensar y sus sentimien-
tos ... 10 tienen que ir a mezclarse con las masas de obreros,
campesinos y soldados al corazón de la lucha/, ... deben
aprender de estos camaradas y, por medio de ellos, nutrirse
de las masas para renovarse y enriquecerse, para que sus es-
pecialidades no se vuelvan "torres de marfil", desconecta-
das de las masas y de la realidad y desprovistas de conte-
nido o vida. 12 • • • los escritores y artistas revoluciona-
rios. . . deben integrarse completamente con las masas po-·
pulares". 18
En Y enan, Mao hablaba precisamente a los escritores
profesionales, en su mayoría de procedencia burguesa. En
1960, en Pekín, Chou Yang ya podía decir: "Una fuerza
artística y literaria grande y nueva ha surgido de entre los
obreros, campesinos y cuadros. . . Una fuerza potente de
literatura y arte revolucionarios, con escritores y artistas de
la clase obrera como su espina dorsal.14 No han ido en
calidad especial de escritores y artistas para recoger la ·~
periencia de la vida' sino como obreros ordinarios que viven
y trabajan entre el pueblo y participan de sus labores." 15
Se trata, pues, de auténticos obreros industriales, cam-
pesinos de las comunas, soldados, marineros y oficiales que
entre sus otras actividades se dedican a escribir. Las revistas
literarias los buscan en los pueblos y las fábricas, los alien-
tan, Jos critican y los publican. Hay una revista Meng Ya
(Capullos) dedicada exclusivamente a sus obras.

9 Mao Tse-tung, Obras euogidas de, Vol. 111, ediciones en lenguas


extranjeras, Pekín, 1968, p. 71.
1 0 Idem.
11 Ibid., p. 80.
12 lbid., p. 83.
13 lbid., p. 68.
14 Chinese Literalure, 1960, núm. 10, p. 31.
1á lbid., p. 25.

396
96 ESTUDIOS ORIENTALES VII:1, 1972

Nuestra nueva generación de escritores ya no se vale para


ganar fama de una o dos obras, después de las cuales se apar-
tan del trabajo y las masas para escribir en casa, volviéndose
una élite incapaz de reflejar correctamente el pensamiento y
las aspiraciones de los obreros. Al contrario, estos escritores de
tiempo libre que vienen de la masa obrera, permanecen en
sus puestos ... aún después de haber logrado el éxito perma-
necen en sus puestos haciendo buena labor en sus trabajos
cotidianos a la vez que escriben creativamente a lo largo de
sendas nunca desandadas en el pasado.16

¿Cómo impedir la vuelta del escritor intelectual, desli-


gado de las masas e instalado en su torre de marfil? Chou
Yang contesta: "La manera fundamental de asegurar que
nuestros trabajadores de la literatura y del arte no cambien
de carácter, es no cortando nuestro vínculo con los obreros,
los campesinos y los soldados, no cortando nuestro vínculo
con el trabajo ... El propósito de nuestra revolución cultural
socialista es hacer obreros de los intelectuales e intelectuales
de los obreros y campesinos, crear las condiciones para la
disminución paulatina de la diferencia entre el trabajo ma-
nual y el trabajo mental, hasta que por fin desaparezca
completamente ... " 17
La trayectoria tiene tres etapas, la primera, 1919-1942:
Aprovechar un movimiento literario de liberalización agru-
pando a los escritores intelectuales burgueses, dispuestos a
apoyar la revolución socialista por convicción; la segunda,
1942-1954: Invitar y, después, obligar a esos escritores inte-
lectuales burgueses a trabajar como obreros, campesinos y
soldados mientras se crea un movimiento literario nuevo de
escritores aficionados de tiempo parcial. Finalmente, desde
1966, impedir que la nueva generación de escritores aficio-
nados se convierta en profesionales y a la vez destruir la
burocracia literaria y sus privilegios de poder dictatorial.
El último paso hace caso omiso de tres postulados seculares
en occidente y también en China hasta la Revolución Cul-
tural: El trabajo físico impide el creativo, un hombre can-
1a op. riJ., 1966, Núm. 2, p. 93.
17 Op. tít., 1966, Núm. 3, p. 124.

397
PAGE: LA DESAPARICióN DEL ESCRITOR PROFESIONAL 97

sado no tiene tranquilidad y ánimo de leer y escribir; para


ser intelectual y escritor hay que dedicar el mayor tiempo
posible, hasta el cien por ciento, a leer y escribir; es atribu-
to de la mente privilegiada apartarse y gozar de la tranqui-
lidad y la introspección. En China el trabajo socialista no
embrutece, al contrario, puesto que es de todos y para to-
dos, alienta y alegra. Máxime que desde la Revolución Cul-
tural el gerente tiene que dedicarse a desempeñar todas las
tareas de los trabajadores que dirige. De no hacerlo o de
tratar de evitarse los más molestos, esos mismos trabajado-
res lo destituirán y eligirán a otro (u otra) en su lugar.
Igual acontece en el campo y las fuerzas armadas. 18 Hemos
visto arriba que Marx ya había refutado que el esfuerzo
creativo tuviera que ser de tiempo completo. Y, desde 1966
en China la "torre de marfil" es, por definición, incuba-
dora del capitalismo.
La repugnancia al trabajo manual fue durante siglos cos-
tumbre de la clase erudita terrateniente, la clase educada
que gobernaba según los libros clásicos. Ser estudiante sig-
nificaba estudiar para pasar los exámenes imperiales, entrar
a la gran burocracia, manejar el poder desde los apartados
y tranquilos recintos de la mansión del magistrado: poder
que degeneró en poder de vida o muerte. Según la tradición
el magistrado era benévolo y estudioso, estricto y lleno de
la sabiduría de los cánones clásicos. En la realidad, sobre
todo en los últimos siglos del imperio, era arbitrario, cuan-
do no cruel y corrupto, y los clásicos no le impedían abu-
sar del poder y de los seres humanos dentro de su juris-
dicción.
Si Mao recordaba en 1942 sus propios instintos como
estudiante, desde 1966 la Revolución Cultural se ocupó de
derribar el sistema que se prestaba todavía a cobijar esos
instintos. Se cerraron las escuelas y las universidades y, cuan-
do volvieron a abrir, se había reducido drásticamente la du-
ración de las carreras, los maestros aprendían de los alum-
1 8 Robinson, Joan, The Cultural Revolution in China. Penguin. Har-
mondsworth, 1970, para una exposición general de los resultados de IR
Revolución Cultural.

398
98 ESTUDIOS ·ORIENTALES VII:l, 1972

nos a la vez que les enseñaban y los centros docentes se ha-


bían vuelto centros de producción integrados a la economía.
El estudiante era mitad obrero y mitad estudiante. Los cen-
tros de enseñanza ya no eran semilleros de intelectuales sin
contacto con las masas, candidatos a la "torre de marfil".
¿Es reversible la Revolución Cultural? Cuando Mao, en
su propio cartel de grandes caracteres, ordenó "bombardear
la jefatura" ¿era bombardeable la jefatura máxima? Si el
sucesor de Mao quiere reinstalar los privilegios de posición,
de autoridad y de especialización, y que el partido vuelva
a ser la armadura indestructible del burócrata, ¿tornará el
escritor intelectual a su "torre de marfil"?

Yü Ta-fu fue muerto por la gendarmería japonesa en


Sumatra el 17 de septiembre de 1945. Había sido junto con
Kuo Mo-jo en los 20, creador y miembro activo de la So-
ciedad de Creación, asociación literaria portavoz en su pri-
mera etapa de "el arte por el arte". Cuando, primero Kuo
Mo-jo y después la Sociedad, se convirtieron al marxismo
militante, Yü Ta-fu empezó a estar cada día más en des-
acuerdo con sus colegas. Una declaración suya, diez años an-
tes de las charlas de Mao en Y enan, lo ubican en el pano-
rama político literario de su tiempo.
Ahora la gente está teniendo una idea más clara sobre la
Liga de Escritores de Izquierda. Al principio, pensaban que
los términos "un escritor de izquierda" y un "miembro del
partido comunista" son sinónimos. Los que todavía lo piensan
se equivocan. Debemos darnos cuenta de que los escritores de
izquierda son escritores de izquierda y los miembros del par-
tido comunista son miembros del partido comunista, si bien
algunos de los escritores de izquierda sí ingresaron al partido
comunista.
Efectivamente, yo fui uno de los iniciadores de la Liga
de Escritores de Izquierda. Pero la jefatura comunista no estuvo
satisfecha conmigo, diciendo que mis escritos eran individua-
listas. Reconozco esta acusación, soy de ascendencia pequeño-
burguesa, cosa que no puedo remediar. Pero, esta cosa que se
llama la sociedad, ¿no está compuesta de innumerables "indi-
viduos" ? Si así es, entonces creo que revdar la vida de ciertos

399
PAGE: LA DESAPARIOóN DEL ESCRITOR PROFESIONAL 9'

individuos es revelar la vida de ciertas cla,ses dentro de la


sociedad ...
Más tarde la jefatura comunista me destacó para hacer tra-
bajo de agitación. Les dije que distribuir folletos y dedicarme
a quehaceres de índole similar, estaba tal vez fuera de mi ca-
pacidad; entonces se tornaron aún más descontentos de mí.
Recientemente taché el nombre de Yü Ta-fu de la Liga de
Escritores de Izquierda.
Es muy difícil para una persona de ascendencia peque-
ñoburguesa hacer trabajo de agitación. Si contra su renuencia
se le obliga a hacerlo, sólo puede dañar la causa de las masas.
Como afirma el dicho: "es incompetente para ayudar a reali-
zar algo, pero más que capaz de destruido". Parece que hay
sólo un camino abierto a la pequeña burguesía: Ser maestros
y burócratas. 19

La Revolución Cultural le hubiera demostrado a Yü


Ta-fu que ni ese camino le quedaba.
Noches embriagantes de primavera 20 destaca tres peca-
dos del escritor de los '30: El individualismo, el distancia-
miento de la clase obrera, y el resultado de este último, la
ausencia de romanticismo revolucionario.
El protagonista de Noches embriagantes de primavera,
autobiográfico en muchos aspectos, ha llegado a ese grado
de agotamiento emocional y físico en el que el mundo pa-
rece circunscribirse a la penuria, aislamiento, hambre y es-
tupefacción propios. Rechaza el sentimiento protector que
le inspira la joven vecina indefensa. Lo que le preocupa es
su propia subsistencia; la vecina, obrera, tiene empleo. In-
somne y desnutrido, agotadas las últimas fuentes de trabajo,
no sale de día para no presentar el aspecto lamentable que
le daría la única prenda andrajosa que le queda. Rechaza
el trabajo manual por debilidad física, y cavila sobre el
suicidio. Con lo que aún le queda de ánimo, traduce. Con
el producto de la primera traducción compra un saco nuevo
y se baña, sin olvidar corresponder a la bondad de su ve-
19 Hsia, C. T., A History of Moáern Chinese Fiction. Yale, New Ha-
ven, 1961, p. 617. ·
20 Yü, Ta-fu, Ch'un feng shen lsui le wan shang, Chuang Zao Ji Kan,
Vol. 11, Núm. 2, julio 1923. Reimpreso en Liu Wu-Chi y Li T'ien-yi.
Reaáings in Conlemporary Chinese Literature, Yale, New Haven, p. 61.

400
100 ESTUDIOS ORIENTALES VII:l, 1972

cina con una generosa selección de dulces. Pero el cielo noc-


turno sigue reflejando su propia tristeza.
Hay un abismo entre los personajes. Las salidas noctur-
nas del enfermizo intelectual, inmóvil durante el día, lo
delatan a la obrera por lo menos como un malviviente, si
no como un malhechor. La obrera es huérfana, trabaja sin
descanso, obligada a excesivas horas de trabajo, ganando
un mísero sueldo que no alcanza ni a sus mínimas necesi-
dades y está a merced de las insinuaciones del lascivo capa-
taz. La reacción del escritor a la situación de su vecina es
de reprimir generosamente el deseo que le inspira, de con-
solarla con la seguridad de que ya se acostumbrará a las
horas extras y corresponder el obsequio de alimento cuando
tiene posibilidad de hacerlo.
La única disyuntiva implícita para la obrera, Er-mei, es
la de aguantarse o salir del trabajo exponiéndose al hambre
o a la prostitución. No hay asomo de ideas de resistencia,
mucho menos de rebeldía. No hay sindicato ni partido, ni
derechos humanos ni de la mujer. No hay lucha revolucio-
naria ni futuro glorioso. . . Para el intelectual vislumbra-
mos el restablecimiento paulatino, la publicación de más
traducciones, en fin, la rehabilitación literaria y social. Para
la obrera, nada.
La Revolución Cultural hubiera requerido a Yü Ta-fu,
bajo la consigna de romanticismo revolucionario, la canali-
zación del odio de Er-mei por los cigarros que produce, ha-
cia los capitalistas dueños de la fábrica y hacia el capataz,
lacayo de éstos y traidor a su clase. Er-mei organizaría a sus
compañeras de trabajo y se enfrentarían primero al capataz
y después a los dueños, resistiendo con coraje las vejaciones
consecuentes. Su preocupación por la manera de vivir del
intelectual se trocaría por una intensa labor de convenci-
miento para que abandonara las tinieblas y la autocondo-
lencia y dedicara su pluma a la agitación, la propaganda y
la lucha de clases. Juntos perecerían gloriosamente a manos
de los esbirros del Kuomintang, o bien juntos llegarían al
amanecer de la República Popular, o bien juntos destituirían
a los capitalistas de la superestructura, los administradores

401
PAGE: LA DESAPARICióN DEL ESCRITOR PROFESIONAL 101

revisionistas de la fábrica y el capataz, privilegiado cuadro


de la célula del partido.
Noches embriagantes de primavera es un ejemplo tem-
prano de los primeros pasos de la literatura china para ale-
jarse de su pasado erudito tradicional, de sus personajes
burgueses, letrados e imperiales, y del lenguaje milenario
de los clásicos y los cánones confucianos. Al emprender este
camino, el escritor chino parece haberse lanzado .también
a la transformación no sólo de su oficio sino de su propia
relación con el oficio y del lugar de ese oficio en la acti-
vidad social en general.

402
WANG MENG Y LA NUEVA
NARRATIVA CHINA
FLORA BOTION BEJA
El Colegio de México

EL 30 DE OCIUBRE DE 1979 se reunieron en Beijing 4 000 perso-


nas para asistir al 4o. Congreso Nacional de Escritores y Artis-
tas. Después de las vicisitudes de la Revolución Cultural, se
fijarían allí las normas de la creación artística en una China
librada ya de la opresión del ''ultraizquierdismo'' representa-
do por la tristemente famosa "banda de los cuatro". Eleven-
to atrajo a viejos y jóvenes y la lista de asistentes es un directo-
rio de lo más selecto en el mundo de la literatura, el arte, la
música, el teatro y el cine en China. En esta lista también
aparecieron fantasmas vueltos a la vida después de largos
períodos de persecución y de olvido.t Algunos, habían espe-
rado más de veinte años para ser reivindicados, otros habían
sido purgados en inquisiciones más recientes.
Entre el grupo de "viejos perseguidos" se encontraba un
escritor aún joven, quien en 1957 a los veintidós años de
edad, fue protagonista de una controversia que pondría en
duda la política de apertura del período de las "cien flores"
y culminaría con la campaña '' antiderechista'' cuando tu eron
perseguidos varios intelectuales entre los cuales se encontraba
el joven escritor, llamado Wang Meng. 2
Wang Meng escribió un cuento largo Un joven reci'én llega-
do al departamento de organización en d cual describía con
cierto escepticismo y cinismo algunos ''cuadros'' del partido y
que por mucha gente fue considerado un ataque frontal en

1 Para detalles sobre este Congreso, lléfiSe: Flora Botton Beja: 4o. Congreso Na-
cional rJe Escritores y ArlistfiS. ''Estudios de Asia y Mrica'', No. 48, Vol. XVI, Abril·
junio 1981.
2 VéfiSe descipci6n detallada en Merle Goldman: Lilerary Dissent in Comm11nist
China. Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts, 1967.

193

403
194 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICAXlX: 2,1984

contra del mismo partido.3 El cuento, publicado en sep-


tiembre de 1956 en el Renmin Wenxue (literatura Popular),
una de las revistas más importantes de literatura, iba acompa-
ñado de' un artículo del editor Qin Zhaoyang sobre lo que es
el verdadero realismo, y provocó una avalancha de reacciones.
La revista Wenyi Xuexi (Estudios literarios) que había ini-
ciado un debate en diciembre de 1956, dijo en marzo de 1957
haber recibido unas 1 300 opiniones sobre el cuento. Muy
pronto la discusión rebasó el círculo literario y se volvió pura-
mente política. Wang Menga quien poco se le permitió decir
fue enviado al campo para ser "reeducado entre las masas" y
pasó largos años en la lejana provincia del noroeste, en Xin-
jiang; Qin Zhaoyang el editor fue destituido; personas como
Liu Shaotang que lo habían defendido fueron castigadas.
En el Congreso de 1979, a pesar de tensiones y contradic-
ciones entre burócratas de la cultura y creadores verdaderos,
se respiraba un aire de esperanza y de optimismo. Es cierto
que se rumoraba que entre los dirigentes del partido había
aún los de línea dura pero también es cierto que se dijo, aun
por boca de oficiales, que es necesario liberar la creación
artística y tener algún contacto con el mundo exterior. En esta
misma ocasión el escritor Bai Hua, contemporáneo de Wang
Meng y perseguido en el pasado, lanza preguntas que estre-
mecen los principios mismos de las consignas literarias de la
Revolución Cultural: ''¿Debemos acaso ocultar las contradic-
ciones sociales que no pueden ser disimuladas? ¿Debemos
acaso cantar loas a la ignorancia que tanto le ha costado a
nuestro país?". Refiriéndose a lo que una gran cantidad de
asistentes ha sufrido en carne propia dice: "mucha gente
honrada perdió su puesto, su libertad, su pan de todos los
días y hasta su vida, mientras que muchos hipócritas ganaron

3 Véase David Arkush: One ofthe Huntlreri Flowers: W1111g Meng's "Young New-
comer", Papees on China", Vol. 18, Harvard Universitv. 1964.
Existe una traducción del cuento al inglEs en Nieh Huahng: Ülert~lure of the
Hunrireri Flowers. New York, Columbia University Press, 1981, y una infdita en es-
pafio!, Un jot1en recién 1/egtllio 111 tkptiTtllme,lo tk orgt~~~izllei6" por Duan Ruochan,
Xu Heling y Guillermo Quarrucci.

404
BOTION: WANG MENG YLA NtJ.EVA !IIARRATIVA OIINA

fama, dinero y puestos oficiales, no por su trabajo, sino por su


habilidad de atemorizar a los demás" .4
Wang Meng, en octubre de 1979 hada dos aiios que habla
regresado a la ciudad de Beijing y ya habla escrito y publicado
cuentos y ensayos. El joven, cuyo primer intento en la litera-
tura había sido más un éxito por el escándalo que un éxito li-
terario, en sí, era ya un escritor maduro y seguro de sí mismo.
Sin embargo, en algunos aspectos habla una continuidad
entre el que apuntó un dedo acusador en contra de la bu-
rocracia corrupta o indiferente y el que una vez más salpicaba
sus cuentos con notas amargas sobre una realidad que debiera
ser mejor y sobre seres humanos que más que buenos o malos
son débiles o fuenes, víctimas o forjadores de su propio desti-
no. Los cuentos de Wang Meng no pasan desapercibidos y con
el mismo afán de panicipación que caracteriza los movimien-
tos de masas en China, muy pronto se vuelve a iniciar la polé-
mica en torno de este escritor y se alaban, se critican y se ponen
en cuestión su temática y su estilo. En varios foros, en cartas,
en anículos, Wang Meng entabla un diálogo con sus lectores
e intenta explicarse mientras que sus amigos dan su opinión
en artículos que publican diarios y revistas. De fines de 1979 a
198~ es el estritor con mayor éxito pero también con mayores
prestones.
¿Cuál es la temática de Wang Meng? En casi todos sus
cuentos se combinan lo cotidiano, lo más trivial y lo más ba-
nal, con referencias al pasado para algunos cruel, para otros
humillante, para algunos lleno de suefios quebrados, para to-
dos doloroso. El dolor de los que fueron perseguidos o hu-
millados durante la Revolución Cultural, es mayor que el de
los que fueron torturados por el Guomindang puesto que es
una persecusión sin ideal al cual aferrarse. ptro de los temas
persistentes y congruentes con Un joven recién llegado ... es el
de los cuadros que no son ni héroes ni villanos, cuya responsa-
bilidad a veces abrumadora les quita un lado humano tan ne-
cesario, cuya proyección hacia afuera los hace ciegos con sus
seres más cercanos, cuyos privilegios se vuelven rutinarios y

4 Flora Botton, op. cit. p. 371.

405
196 ESnJDIOSDEASIA Y ÁFRICA XIX: 2,1984

que se dejan arrastrar por una corrupción banal y a veces in-


consciente. En El ojo de la noche. un intelectual desterrado en
la provincia en donde cría carneros, viene a la ciudad y en la
noche se dirige a la casa de un influyente para que le ayude a
conseguir unos repuestos de auto para su unidad de trabajo.
Lo único que logra es una breve y frustrante entrevista con el
hijo del influyente quien le pide alguna gratificación. El pe-
queño coraz6n del peluquero, nos cuenta la odisea de un alto
dirigente caído en desgracia pero quien al volver al poder no
ha aprendido nada. La cola de la cometa es una historia de
amor banal tal vez pero, patética; es la historia de miles de pa-
rejas de jóvenes chinos que no tienen privada y tampoco
tienen esperanzas de conseguir aloj~iento para casarse.
"Buscando y buscando llegaba la noche. ¡Ay, nuestro cielo y
nuestra tierra tan anchos, nuestro enorme vacío tridimen-
sional! ¿En qué rincón van a enamorarse, abrazarse y besarse
nuestros jóvenes? Sólo necesitan un lugar muy, pero muy pe-
queño. En el mundo caben tantos héroes intrépidos, insur-
gentes que estremecen el cielo y la tierra; caben los gusanos
malévolos e idiotas que han dañado a la humanidad; caben
campos de batalla, explosiones, plazas, sitios de reunión, lu-
gares de ejecución ... y no puede caber el amor apasionado
de Susu, con su metro sesenta y sus48 kilos, yJiayuan, con ca-
si un metro setenta y 54 kilos". La mariposa abarca treinta
años de la vida de un dirigente con sus altas y bajas y los de-
sastres en su vida personal, El lago profundo describe la visita
al museo de un joven con sus amigos y a través de un pequeño
incidente nos percatamos de una tragedia familiar, de la
destrucción moral del padre del protagonista. Voces de
primavera5 es el viaje de dos horas en un furgón, de un
científico que regresa de Alemania y va a ver a su padre en su
pueblo natal. Nos dice Wang Meng: "En un espacio limitado
y en un tiempo corto, en una circunstancia apurada el prota-
gonista ve la esperanza y el porvenir, el viraje de nuestra vida.

, Los cuentos mencionados aún no han sido publicados en español excepto ''Voces
de primavera" que apareció en Estudios áe Asia y Áfiica, No. ,,, Vol. XVIII, Enero-
marzo 1983. y "Un sinfín de visitantes" que apareció en Diálogos. núm. 113,
sept.-oct., 1983, pero existen traducciones inéditas hechas por estudiantes y profeso-
res de El Colegio de México.

406
BOTION: WANG MENG Y LA NUEVA NARRATIVA CHINA 197

Su estado de ánimo cambia de la depresión a la euforía''. 6 Un


cuento excepcional es Un sinfin de visitantes que como el mis-
mo Wang Meng afirma si bien se inspira en la vida cotidiana
''en ciertos aspectos se aproxima al absurdo''. 7 El nuevo di-
rector de una fábrica de pegamento corre a un empleado ha-
ragán. Este es pariente del secretario del partido del distrito y
una enorme cantidad de gente, 199.5 para ser exactos, desfi-
lan por la casa del director de la fábrica para persuadido que
no se deshaga del sujeto indeseable. En este cuento, la comi-
cidad, que en otras obras es a veces demasiado patética para
hacer reír, tiene rienda suelta.
La temática no es siempre del agrado del público ni de las
autoridades y se alzan voces críticas; ''para curar las heridas
causadas por cla banda de los cuatro», miles y miles de ciuda-
danos están haciendo esfuerzos por superarse. Sin embargo,
hay quienes están rumiando sus pequenas tristezas y derra-
man unas cuantas lágrimas de lástima por sí mismos' •s dice Ji
Yunyon en una crítica a La cola riela cometa. A los que se es-
candalizan por la irreverente presentación de cuadros, contes-
ta Chen Zhuntao: "los cuadros son servidores del pueblo. So-
lo el pueblo debe ser dueño de la sociedad. Un partido en el
poder, un cuadro dirigente, si no son capaces de compartir su
alegría y su tristeza ... no pueden lograr la confianza del
pueblo y por consiguiente no pueden mantener y consolidar
el poder'' .9 Y también su antiguo defensor y amigo, el escri-
tor Liu Shaotang explica por qué asombran los personajes tan
humanos de Wang Meng: "En años pasados nos acostumbra-

6 Wo t~~tm~OIIe titloiiiSmm (Por el camino de la explonción), discurso de Wang


Meng en el "Foro de discusión sobre obras de Wang Meng", 20 de agosto, 1980.
.Reproducido en Wang Meng, Yetkyan ji qiltl (El ojo de la noche y otros), Huacheng
chubanshe, Guangdong, 1981, p. 228.
7 IbirJ., 22)
8 Ji Yunyon: "Huanmiezhede weimode beiliang" (l,a tristeza nimia de los deses-
perados -comentario sobre "La cola de la cometa"). Beijing RjbtJo (Diario de
BeÜing) 7 de agosto, 1980. Reproducido en Yetky• op. cit. p. 3)6.
Chen Zhuntao: "Fajue renwude neixinshijie" (Explorar el mundo interior de
los personajes. ImpreSiones de la lectura de "La mariposa") WenlmibfiO (Informa-
ción) Shanghai, 27 de agosto, 1982. Reproducido en Yetley#11, op. cit., p. 337.

407
198 ESTUDIOS DE ASIA Y AFRICA XIX: 2, 1984

mos a un solo carácter, un solo tipo, en algo colectivo, por eso


en miles de obras aparece un rostro igual. y todos tienen la
misma fisonomía'' .1o
Los cdticos literarios en China reconocen que Wang Meng
es el creador de un estilo nuevo, original. Tal vez para el lec-
tor occidental resulte algo menos insólito y más conocido.
Wang Meng no cuenta una historia ~on un principio, un me-
dio y un fin sino que a través de .flash-back y de reflexione!~
provocadas por impresiones fugaces juega con el tiempo y el
espacio de una manera que agrada a los más modernos pero
desconcierta a muchos. El autor se ve en ocasiones obligado a
explicar su extraña técnica que no sigue un tiempo linear y
que juega con varias dimensiones del espacio. Es absurdo, se-
gún Wang Meng, seguir las mismas reglas del mundo "obje-
tivo", exterior para el mundo "subjetivo" interior. "El mun-
do objetivo se desarrolla según un orden temporal que viene
desde el pasado hasta ahora, en una dirección fija. Es impo-
sible que se traslade de repente de 1980 a 1956 ... El movi-
miento en el espacio también va de lo cercano a lo más lejano.
Los movimientos internos no siempre son así'' . 11 Ahora bien,
eso de subjetivo, es algo que se debe de explicar y justificar.
¿No es el marxismo la filosofía de lo objetivo? ¿No es la litera-
tura socialista un reflejo de la realidad objetiva?
Wang Meng hace un gran esfuerzo para convencer a su
público de que en primer lugar el mundo subjetivo es válido y
real y que en última instancia es más real que el otro, el su-
puestamente objetivo. Un poco impaciente con un crítico, le
dice que su malestar proviene ''porque tú estás acostumbrado
a leer cuentos con argumento" 12 en donde toda descripción
era comd enumerar elementos en una escenografía. Sin em-
bargo, después de la caída de "la banda de los cuatro", se
han roto tabúes sobre una exploración interna sobre lo que

10 Liu Shaotang: "Wo Kande Wang Mengde xiaoshuo" (Los cuentos de Wang
Meng que he leído) WeiiXJie Pingl11n (Comentarios Literarios) No. 3, 1982, p. 61.
11 Wo lilnst~ode . .. op. cit. p. 218.
12 Wang Meng: "Guanyu cQunzhishen• de tongxin" (Correspondencia sobre
"Voces de primavera"). Xillosht~o Y11ebao (Revista de cuentos escogidos) No. 1,
1980. Reproducido en Yeeleyan op. cit., p. 236.

408
BOTION: VI ANG MENG Y LA NUEVA NARRATIVA CHINA 199

acontece en la mente de cada individuo sin que por eso uno


sea acusado de ser uaidor a la causa del proletariado.
El revelar la psicología de los personajes es esencial para ser
objetivo. La psicología no es necesariamente patológica y "la
gente sana, activa y progresista también tiene actividad psico-
lógica'' .13 El mundo objetivo es tal vez igual a s1 mismo pero
no es igual para cada persona a cada una de las cuales produce
sensaciones muy diferentes. A uavés de las sensaciones se
pueden conocer muchas cosas del personaje y por eso hay que
describirlas. Sensaciones no equivalen a pensamiento o refle-
xión puesto que "en ellas están contenidos los pensamientos
pero no son descritos de una manera directa. En estas sensa-
ciones están contenidos profundos significados y profundas
reflexiones de nuestra vida pero son reflexiones aún sin
conclusión". 14 Para Wang Meng este juego de mundo objeti-
vo y subjetivo, esta transformación de lo externo por el juego
interno es a veces descrito como escenas subjetivas de cine o
exploraciones de radar que en un segundo revelan muchas es-
cenas. Otros apoyan a Wang Meng y He Xin dice que al pre-
guntar a jóvenes lectores qué les pareda el cuento El ojo de la
noche todos estuvieron de acuerdo en decir que "la originali-
dad de este cuento es lo real, lo asombrosamente real. Serena-
mente el autor diseca la vida nocturna de esta ciudad y al ha-
cerlo muestra un corte transversal de la vida de toda una épo-
ca. Se ven no sólo las venas y los nervios sino también los
huesos" .15
La exploración psicológica, el tiempo y espacio internos, la
asociación de sensaciones y reflexioAes, los j/IISh-bt~ck, hi-
cieron decir a cdticos occidentales que Wang Meng usa el mé-
todo, puesto de moda a principios de este siglo en occidente,
del "fluir de la conciencia" (stretJm of consci'ousness). Aquí
tanto Wang Meng como los críticos chinos tienen sentimien-
tos ambiguos sobre si es cierto eso y si es algo bueno o no.

u Jbitl.
14 Wo ltmst1otle . .. o/1. cil. p. 222.
n He Xin "Duyun jiangxinde jiazuo" (una obra maestra original. Comentario
sobre "El ojo de la noche" de Wang Meng. Dllsh11. (Revisra de lecturas), No. 10,
1980. Reproducido en Yetle,1111. op. cit. 373.

409
200 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XIX: 2, 1984

Chen Zhuntao dice que si bien los cuentos de Wang Meng no


siguen un patrón tradicional, sí tienen argumento aunque no
se cuente paso a paso y "además en las novelas tipo efluir de
la conciencia• de Occidente, el fluir de la conciencia de los
personajes se refiere a actividad mental subconsciente, o acti-
vidad psicológica mezquina, absurda y decadente. Pero en
los cuentos de Wang Meng no existen estos defectos. Casi no
describe la actividad subconsciente dd personaje y nunca se
refiere a la actividad mental decadente con implicaciones se-
xuales como vemos que sucede con frecuencia en las novelas
occidentales" . 16 El "casto" Wang Meng, agradece esta clase
de defensa pero no siente que "el fluir de la conciencia" sea
algo tan malo y admite que sí ha usado esta técnica. Sin
embargo, no puede escapar de la crítica de que es un estilo li-
terario occidental y se justifica diciendo que la descripción
psicológica está presente en la literatura tradicional china, co-
mo El sueño del pabellón rojo. aseveración en la cual lo apoya
FengJicai, quien afirma que ''muchos estilos en la literatura y
el arte contemporáneos en su esencia tienen similitudes con
los de la literatura y el arte clásico chinos y no son tan novedo-
sos" ,17 También, según Wang Meng, aunque esté influido
por la literatura extranjera, lo que expresa es puramente chi-
no y de China pero de una China actual, dinámica abierta ha-
cia el exterior, salpicada de palabras extranjeras, viva y cam-
biante pero esencialmente ella misma a pesar de todo.
A partir de 1982, se percibe un cambio en las declaraciones
de Wang Meng sobre su creación artística. Ya se notaba en
1981 una mayor discreción en cuanto a la crítica social tan evi-
dente en los cuentos de 1979-1980 y una mayor tendencia a
expresarse:; con corrección ideológica. No se pueden revisar en
pocas páginas los ataques y las críticas que se le hicieron, algu-
nas entre ellas reflejando un descontento oficial. Ya no habla
de realismo psicológico, ni de fluir de la conciencia, ni del de-
recho de expresarse literariamente de manera novedosa. El to-

16Chen Zhuntao, /bid.


17Feng Yicai: "Wang Meng zhaodaole ziji" (Wang Meng se ha encontrado a si
mismo), Wenxue Pinglun (Comentario Literario), No. 3, 1982.

410
BOTION: WANG MENG Y LA NUEVA NARRATIVA CHINA 201

no es más grave, menos humoéJStico con frases hechas que re-


cuerdan propaganda .oficial. Como lo que declara en el Diario
rJe la juventud el 20 de mayo de 1982: "Mi patria es grande,
atractiva, pobre, bella, con una población numerosa, firme,
laboriosa, llena de esperanza. Todas las ruinas esperan la re-
construcción y todas las empresas esperan una recuperación''.
Afirma que su experiencia en el exilio fue saludable y le ense-
ño a desembarazarse de la soberbia y aprender a ''tener los
pies sobre la tierra y reflexionar y decidir según la condición,
la voluntad y la necesidad del pueblo''. Sigue diciendo que
solamente el pueblo es la inspiración y el deber ser del escri-
tor. Este tipo de afirmaciones fueron repetidas en México,
cuando Wang Meng participó en una mesa redonda con escri-
tores latinoamericanos.
¿Que ha pasado? ¿Cómo es posible que un escritor con el
talento y la originalidad de Wang Meng se pierda en lugares co-
munes que huelen a propaganda? No podemos estar seguros
si es una verdadera conversión nacida de la convicción o es
presión sobre un ser humano, un artista a quien durante vein-
te años no se le permitió expresarse. De cualquier manera es
importante recordar las palabras que Hu Yaobang Secretario
General del Partido Comunista pronunció recientemente
sobre ''Algunos problemas en el frente ideológico que mere-
cen atención" y dijo refiriéndose a la literatura y el arte: "Los
que difundan intencionalmente ideas venenosas y contradi-
gan a nuestro sistema socialista, los que estimulen el culto y la
adulación a lo extranjero ... serán reprendidos por la opinión
pública, y aquéllos cuyas acciones tengan serias consecuencias
serán perseguidos por la ley'' .1s

18 Re,,;, IOIMo (Diario del Pueblo) 2 de enero, 1983.

411
XU BING Y EL PLACER BANAL
DEL NACIONALISMO*

YAOSOUCHOU
Universidad de Sydney

LA PRIMERA VEZ que me topé con el trabajo del artista chino


Xu Bing fue en 1994, cuando me encontraba viviendo en Sin-
gapur. Al poseer una poblaci6n en su mayoría china, Singapur
siempre se ha visto a sí misma como una "ciudad china" en
medio de Asia suroriental. Debido a que el cambiante clima
político -por no mencionar la fortaleza de su d6lar- lleva a
muchos chinos de vuelta a Singapur, su "hogar ancestral", con
la consecuente promoci6n del confucianismo, 1 éste es un lu-
gar interesante desde el cual reflexionar acerca de los com-
plejos significados de lo chino. Al igual que la sinidad en Sin-
gapur es una densa y multiestratificada entidad de inferencias
culturales, políticas y econ6micas err6neas, la validaci6n cul-
tural que encontramos en el Tian Shu de Xu Bing cambia de
manera similar mis propios sentimientos de ser e identidad.
Sin embargo, un oceano de diferencia divide las dos empre-
sas. Entre la "sinidad" promovida como una falsificaci6n ideo-
16gica por el Estado de Singapur y aquella que emerge de la
implacable deconstrucci6n hecha por Xu Bing subyace cie11o

* La idea del placer del nacionalismo fue explorada poi primera vez en el
artículo "Books from Heaven: literary pleasure, Chinese cultural text and the
'struggle against forgetting•• {Yao, 1997). Agradezco a Simryn Gill, Philip Mar y
Ashle(: Carruther por su estímulo y ayuda en la preparaci6n de este artículo.
En la década de los ochenta, el confucianismo se ofreci6 como una de las
materias del Conocimiento Religioso a los estudiantes chinos que no profesaban
ninguna de las religiones universales. En 1988-1989, estudios gubernamentales
oficiales mostraron que los cursos de Conocimiento Religioso estaban intensifi-
cando el fervor religioso y las diferencias entre los estudiantes. Estos cursos,
con su ética confuciana, fueron reformulados en los noventa; véase Chua (1995,
pp. 27-31).

[505]
412
506 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXDI: 3, 1998

descubrimiento personal para mí. Entrar en ese espacio es


entrar en la amarga contemplaci6n de un sentido de incerti-
dumbre, dislocaci6n cultural e, ir6nicamente, el placer de per-
.
tenecerse a s1' m1smo.
Tian Shu normalmente se traduce en Occidente como "Li-
bro del cielo" (A Bookfrom theSky). Puesto que la palabra tian
no s6lo tiene la connotaci6n de "cielo" sino también la más
espiritual o trascendental de "paraíso", el título de la obra de
Xu Bing podría ser renombrado más apropiadamente como
"Libro del paraíso" (A Book from Heaven). Me parece que esta
mezcla de connotaciones seculares y espirituales ofrece una
lectura mucho más rica, y abre otras posibilidades narrativas;
por lo tanto, me disculpo a mí mismo por tomarme esta li-
bertad semántica. El Tian Shu es probablemente la obra más
famosa del arte chino contemporáneo en Occidente en la ac-
tualidad.2 Después de su primera exposici6n en Beijing en
octubre de 1988, el Tian Shu ha viajado a Estados Unidos,
Jap6n, Taiwan, Hong Kong, el Reino Unido, Alemania, Aus-
tralia e Italia, donde sobresali6 en la Bienal de Venecia de 1993.
Xu Bing es un antiguo catedrático de grabado de la Academia
Central de Bellas Artes de Beijing, dej6 China en 1990, un
año después de Tiananmen, y desde entonces vive y trabaja
en Estados Unidos, actualmente en Nueva York. En los años
ochenta dedic6 tres años a tallar en bloques de madera más de
cuatrocientos caractere~. A partir de ellos produjo con una
prensa tradicional una serie de pergaminos y libros que des-
gués fueron encuadernados y montados de diversas maneras.
Estos son pegados en tableros como los "carteles de grandes
caracteres" (da zi bao) de China (figura 1), colgados del techo
como los pergaminos antiguos de los escritos budistas (figura
2), o simplemente encuadernados como libros a la manera tra-
dicional3 (figura 3).

2 La exposici6n del Tian Shu de Xu Bing se encuentra en diferentes artículos


de Public Culture 5(2), 1993. Otros trabajos acerca de la obra de Xu Bing son los de
Stone (1993), Wu (1993), Hamish (1993) y Taylor (1993), que aparecieron en Public
Culture 6(2), 1993. Véase también Roberts (1992) y Davidson (1994).
3 En el Tian Shu se incluyen un índice y un glosario, y tendrá un número ISBN
cumdo sea publicado como libro (Lee, 1993, p. 165).

413
SOUCH O U: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 507

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~J ~ itL t('}J ~ ~ ;t ~L ,2!~1 ~~~ f! :!ff ff:fff ~-
FIGURA l. Pergamino de caracteres sin significado, Xu Bing.

Pero lo que destaca de los caracteres de estas elaboradas


obras artesanales es que en realidad no tienen significado, son
escritura sin sentido, no existen entre los cientos de caracteres
chinos en uso. Las "palabras" del Tian Shu están hechas a partir
de radicales reconocibles o partes de palabras chinas, que "arbi-
trariamente" son armados por el artista para crear algo que
tiene toda la apariencia de caracteres chinos comunes. Por lo
tanto, la obra es un elaborado capricho. Para todo aquel que
lea chino o conozca algo de la forma caligráfica china, el Tian
Shu es una frustrante y sin embargo intrigante obra de arte. A
título personal, lo que encuentro fascinante en El Libro del
paraíso es el inmenso placer estético que ofrece, y este placer
inevitablemente da a estas palabras sin sentido un "significado"
específico. Desde sus inmaculados caracteres tallados hasta su
encuadernación tradicional y el comentario del coleccionista,

414
508 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 3, !998

( Ii )

FIGURA 2. Caligrafía de Nu Shu, al sur de Hunan, China.

415
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 509

FIGURA 3. Fu o amuleto de Thien Ti Hui, se usa para


protegerse de morir en batalla.

la obra muestra en su totalidad la estricta disciplina que ha


implicado su hechura. Es como si el artista hubiera intentado
deslumbrar a los espectadores con su talento y su fidelidad a
la forma. Y es indudablemente esta observancia de la forma,
esta reproducción de una estética tradicional caligráfica, la que
hace la lectura-apreciación de Tian Shu una experiencia tan
disfrutable.

Crítica cultural

Sin embargo, como nos recuerda Fredric Jameson, "no hay


placer por derecho propio" (1983, p. 2). El placer sólo puede
ser "experimentado lateralmente", "como subproducto de otra
cosa" Gameson 1983, p. 1). Cuando se toma el placer como
un fin en sí mismo, rápidamente se convierte en una obsesión
-en una desasosegada e insaciable pasión. La empresa de Xu
Bing está muy lejos de aquella de Sade o Don Juan, aunque
comparten una inestabilidad similar, la misma rápida astucia
se convierte en pasión en el placer de Tian Shu. Y esta trans-
formación potencial del placer a la pasión está imbuida en el
mismo trabajo, cuyo entrelazamiento se lleva adelante por

416
510 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 3, 1998

medio de cierto tipo de ley. Hay un momento muy intere-


sante en nuestro goce del Tian Shu en el cual de pronto nos
golpea el reconocimento de su "absurdo". Medio ahogados
por la belleza de la forma estética, nos toma por sorpresa el
"absurdo" siempre constante en la obra. Al inmenso goce que
provoca el Tian Shu lo precede su engaño. Existe un goce en
esto también, en la comprensi6n -que es casi como un shock-
de una decepci6n artística que desgarra el "encanto de lo real".
El poder del Tian Shu por lo tanto recae en un crucial doble
movimiento, de una resurrecci6n inmaculada de la forma ca-
ligráfica tradicional a su gentil abandono como una pura ilu-
si6n. Estos movimentos están relacionados dialécticamente y,
creo yo, implican la existencia de una sombría paradoja en el
Tian Shu como un proyecto de crítica cultural. Es ·una para-
doja que nace lejos de la discontinuidad temática atrapada en
medio de su propia ambivalencia inherente: ¿c6mo negociar
mediante una forma estética tradicional que es al mismo tiem-
po un índice de proeza literaria y una señal que evoca los re-
cuerdos del horror feudal del pasado chino?
Los escritores y curadores de Occidente generalmente han
interpretado el trabajo de Xu Bing como una invalidaci6n críti-
ca de la cultura literaria China debido a los poderosos efectos
ideol6gicos que ésta tiene en su gente, incluso en la actualidad.
El crítico chino-norteamericano Benjamin Lee comenta: "La
continuidad del sentido-absurdo de los caracteres individuales
a la de los productos hechos a partir de ellos es vista como
una deconstrucci6n sistemática del mundo escrito y una nega-
ci6n de la cultura china, una crítica a las políticas del Estado-
naci6n chino, cuyas burocracias han inundado y controlado
la vida diaria de una manera desprovista de sentido pero siste-
mática" (1993, pp. 165-166). Claire Roberts del Museo Power-
house de Sydney también ve el Tian Shu como "una poderosa
negación de la literatura, la historia y los círculos oficiales chi-
nos ... y de una cultura que se vanagloria de tener una larga
historia que está basada fundamentalmente en informaci6n
que ha sido transmitida por medio de textos escritos" (1992,
p. 125, las cursivas son mías). Sin duda, estos autores están en
lo cierto, pero s6lo si se toma la obra literalmente. Desde mi
punto de vista, existe una incertidumbre significativa, una

417
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONAUSMO 511

poderosa articulaci6n del deseo en el Tian Shu, que dificulta


que sea leído únicamente como un trabajo de "negaci6n cul-
tural". Cualquiera que sea la intenci6n crítica, el exquisito va-
ciado
1 •
caligráfico

del Tian Shu merece un reconocimiento por
mento prop1o.
W alter Benjamín fue quien nos record6 que existe una
integridad en la forma estética, pues lo que dijo acerca de la
"trascendencia formal" de la tragedia barroca alemana tam-
bién es cierto para el Tian Shu. Al conferir una atenci6n
inmaculada a los detalles y a las convenciones caligráficas, la
deslumbrante estética del Tian Shu tiene que tomarse "no
meramente como un signo de lo que existe para ser conocido,
sino [como] un objeto que es digno de conocerse por sí mis-
mo" (Benjamín, 1977, p. 184). Al igual que el Trauerspiel del
siglo xvrr, el Tian Shu reclama una identidad limpia diferente
a la funci6n que tiene como la encarnaci6n del significado,
que logra la "trascendencia" a través del "mundo del lenguaje
escrito [que permanece] autosuficiente y dedicado al desarro-
llo de su propia sustancia" (Benjamín, 1977, p. 201).
Este sentido de "trascendencia formal" hace imposible leer
la obra de Xu Bing de manera directa. Mediante la creaci6n
de las "palabras celestiales", el "absurdo" es inyectado en un
producto cultural que es el orgullo de una antigua civiliza-
ci6n. Como nos podemos percatar, la forma caligráfica es en
el mejor de los casos una elaborada prestidigitaci6n que de-
muestra, quizás, la absoluta viabilidad de una simple noci6n:
de que algo tan efímero como lo es un artista contemporá-
neo, puede manipular a su voluntad un texto clásico y un léxi-
co que, por un momento, parecen reales. Que una ilusi6n
como ésa pueda· ser tan fácilmente inventada, que el pasado
de una civilizaci6n pueda traerse a la superficie de una mane-
ra tan casual por medio del arte y sus obras, constituyen una
poderosa denuncia para una cultura y su discurso dominante.
Sin embargo, como una crítica cultural, el Tian Shu no
hubiera podido funcionar sin la observancia del protocolo de
la forma. Ésta es la profunda ironía del trabajo de Xu Bing.
¿C6mo vamos a leer una crítica cultural que insiste en la in-
maculada conservaci6n de la ~orma tradicional, y en dar placer
mediante la satisfacci6n del cultivado talento del espectador

418
512 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXDI: 3, 1998

para el examen literario? Porque en el tránsito del sentido al


absurdo, de la familiaridad a la traici6n, de la identificaci6n
literaria al shock de lo ex6tico, el Tian Shu le resta importancia
a su propia criticidad. Es casi como si Xu Bing necesitara regre-
sar, después de que la crítica cultural ha sido hecha, al placer
y a la poderosa validaci6n de la contemplaci6n del ser y del
destino de una naci6n que todavía le concierne.

Goce cultural

Para una persona como yo, educada en una escuela china en


Malasia, y que ahora trabaja en Occidente, el Tian Shu habla
poderosamente acerca de la ambivalencia que siempre he senti-
do frente a la cultura china. Cada vez que pienso en la parodia
ideol6gica de los textos tradicionales como aquellos del con-
fucianismo que incentivaron la represi6n feudal en el pasado
de China, recuerdo otros textos filos6ficos que han traído la
luz a la carga existencial del vivir. Para el chino, y sospecho
que para otra gente también, es sobre todo el goce lo que lo
liga a su cultura -a pesar de la tarea ideol6gica que ésta de-
sempeña. El goce cultural no s6lo es un paliativo contra la
mala tarea que uno le reconoce, sino que también nos incita a
tomar los productos culturales en su integridad: como un re-
pertorio de textos sustentados por las promesas del placer.
En lo personal, lo que me parece fascinante de las "palabras
celestiales" del Tian Shu es la manera en la que representa esta
dialéctica del deseo. Al delinear el intrincado contorno de
su dialéctica, .la realizaci6n del Tian Shu recoge la memoria
cultural de un pasado chino constituido por una cambiante
historia dinástica y por conquistas civilizadoras. En esta evo-
caci6n de la memoria, la "16gica" específica del Tian Shu s6lo
puede discernirse leyéndolo fuera de él mismo. Sin importar
lo que el postestructuralismo diga, en un caso. como este, es
s6lo al leerlo "más allá del texto", en la mediaci6n de la histo-
ria en la cual reclama un lugar, que el "sentido" de las "pala-
bras absurdas" puede ser descubierto. N o es s6lo que la forma
estética que da cuerpo al "absurdo" de las "palabras celestia-
les" de todas formas ocupe un lugar en el orden cultural de las

419
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 513

cosas, sino que también trabaja "lateralmente" al recordar el


repertorio de otras "caligrafías absurdas" de la sociedad chi-
na. Éste es un momento reivindicativo de la obra de Xu Bing.
Al moverse rápidamente más allá de su postura crítica, el Tian
Shu lucha por llegar a una nueva meta: aquélla en la que se
encuentran otros escritos absurdos. Uno piensa en los Nu Shu,
que son escritos esotéricos usados por las mujeres para expre-
sar el mundo Íntimo de la amistad femenina, la represión pa-
triarcal y los quehaceres domésticos (Silber, 1994, y Zhao,
1990). En un libro de Nu Shu del distrito de Kan Yan en Hunan
meridional, las mujeres usan una escritura codificada para re-
gistrar representaciones rituales, celebrar la "hermandad en-
tre mujeres" formada fuera de la familia y, sobre todo, para
she ku "narrar la amargura" de "mujeres ancianas, particular-
mente viudas, quienes después de [haber pasado por] algunas
calamidades, o en un estado de insoportable soledad, tratan
de sacudirse su dolor y sus recuerdos" (Zhao, 1990, p. 19).
También existen "palabras celestiales" inventadas por una
sociedad secreta china como la Tian Ti Hui (la Logia del Cielo
y la Tierra) para encarnar su mundo intangible de rituales arca-
nos y hermandades violentas (Schle~al, 1991, Ward y Stirling
1993 y Davis, 1977);fu o escritos magicos llenos de caracteres
absurdos codificados por medio de principios astrológicos chi-
nos que fueron repartidos por los líderes a los creyentes para
conferirles poderes mágicos y protección.
Para quienes han visitado un templo chino en China ,o en
el sureste asiático, hay ejemplos más familiares de fu. Estas
son "inscripciones celestiales" ofrecidas por los sacerdotes del
templo, frecuentemente escritas con la sangre de algún acto
de automutilación -cortarse la lengua o rajarse la espalda con
una espada- hecho en estado de trance. Otras caligrafías de
este tipo se encuentran en papeles rituales que se queman para
apaciguar a los muertos (Elliot, 1995). ·
En todas estas formas, el fu se caracteriza por su elabora-
ción estilística y su licencia formalista. Dichas formas están
basadas -mas nunca las borran- en las palabras familiares
del mundo secular. Enredados en un mundo de rituales esoté-
ricos y flebotomías, los caracteres fu integran lo que Bakhtin
(1981) llama un "lenguaje absoluto": semánticamente limita-

420
514 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXID: 3, 1998

do y autorreferente, un lenguaje que s6lo se habla a sí mismo


o a otro lenguaje absoluto. Los caracteres fu así como las pala-
bras absurdas del Nu Shu son signos lingüísticos codificados
que tienen en común el estar velados para la sociedad y el que
se les da un uso ritual; Por esotéricas que sean, estas escrituras
absurdas exigen ocupar un lugar en el orden social de las co-
sas. De la misma manera en la que fu hace un ademán de sú-
plica a los espíritus por un mundo mortal ansioso, el Tian
Shu debe evocar el repertorio estético de una cultura a fm de
interrogar a sus demonios y sus logros, y de la misma manera
en la que los caracteres fu son signos para el reino celestial e
incluso para este mundo, las palabras imaginarias de Xu Bing
deben alcanzar el pasado cultural chino, y lidiar con él, para
así poder examinar el presente.
En este sentido, el Tian Shu mantiene una gentil compli-
cidad con un proyecto cultural que trata de desestabilizar. Al
dar el placer del examen literario a aquéllos para quienes el
"absurdo" de Tian Shu finalmente "significa algo", el trabajo
de Xu Bing es autoaft.rmativo. Este placer ofrece, mediante
los mimos sensoriales del deseo, una poderosa afirmaci6n de
una habilidad literaria tradicional así como del estatus social
de aquellos que la han adquirido. Para ellos, el fin del Tian
Shu es evocar a través de su imaginería cultural una "comuni-
dad cultural"; una "comunidad" basada en una experiencia pe-
dag6gica común, un conocimiento-poder que proviene de la
habilidad de reconocer y entender la forma literaria china
como un tropo cultural. El sentimiento de "pertenencia" en-
tonces podría ser s6lo un vago sentido de una identidad y un
conocimento (chinos) compartidos. Pero éste no es· menos
efectivo en el momento de abarcarlos en el discernimiento, y
al dejar a otros fuera de los lazos del conocimiento discursivo
y de la experiencia social.

Modernidad china

Lejos de la negaci6n cultural, yo sugiero que el Tian Shu puede


ser más apropiadamente leído como una sofisticada promul-
gaci6n que tanto valora como deconstruye la goria del texto

421
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 515

clásico chino. Para un intelectual chino ni la glorificación ni


el ansioso borrar serftn la manera de responder a una forma
tradicional estética. Esta es sólo una actitud autorreflexiva de
alguien que está profundamente consciente del horror represi-
vo así como del placer y del valor fdosófico implícitos en los
textos clásicos y en sus ideas, misma que es una ambivalencia
que por mucho tiempo ha plagado la sensibilidad china mo-
derna, pues al tiempo que censuramos la farsa ideológica cul-
tural china también anhelamos sus posibilidades de redención
en el mundo moderno. Por lo tanto, considero que es necesa-
rio observar la postura crítica de Xu Bing ubicándola en este
proyecto de modernidad china, es decir, como una represen-
tación de la conciencia china moderna.
Comprometido con la liberalización intelectual de la era
posmaoísta y viviendo entonces en Beijing, Xu Bing empeñó
en gran medida su crítica "desde dentro" de China. De su elec-
ción de 4 000 palabras en el Tian Shu, él dijo en una entrevista
que le concedió a Christina Davidson, en Sydney en junio de
1993: "Tú te refieres a esto (el Tian Sbu) como una crítica.
Creo que lo es. Y o creé cerca de 4 000 palabras. ¿Por qué 4 000
palabras? Porque las publicaciones del,gobierno chino general-
mente usan cerca de 4 000 palabras. Este es el número de las
palabras comúnmente usadas en los periódicos chinos y en
los textos oficiales... Al gobierno chino no le gusta demasiado
mi obra ahora, porque al gobierno no le gusta que la gente
piense demasiado" (1994, p. 520).
Por lo tanto, las 4 000 palabras del Tian Shu intentan repro-
ducir el "peso numérico" de los caracteres chinos de uso coti-
diano. Xu Bing está recordando aquí la crítica familiar de la
"tiranía estructural" de los pictogramas chinos que tienen un "efec-
to inmovilizador" en el pensamiento chino (Zhang, 1985);' Xu
Bing quiere que su arte haga cosas de una manera. que él no
espera del arte occidental, como lo explica a un entrevistador
norteamericano: "En China, debido a [la existencia de] un muy

4 Más exactamente, las percepciones occidentales oscilan entre la adoración


cultural y la condena. Por ejemplo, Ezra Pound exalta el potencial p~tico de los
caracteres chinos como una representación pictórica perfecta de acciones e ideas.
Véase E. Fenollosa (1951).

422
516 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXlll: 3, 1998

particular trasfondo cultural y político, debido a sus experien-


cias particulares, los artistas sienten que hay cosas que tienen
que hacer... la rebelión debe tener un blanco... Como resultado,
los artistas chinos piensan en preguntas más amplias, ellos tra-
tan de hacer más con su arte" (faylor, 1993, pp. 324-325.)
"La rebelión debe tener un blanco" es sin duda una frase
evocativa. Suena casi pintoresca en esta era posmoderna de
nihilismo político y moral, nos regresa al incierto momento
del Tian Shu en el cual tanto la negación cultural como la
afirmación de la forma literaria reclaman un lugar. La distin-
tiva "dirección china" -si se me permitiera usar una frase tan
desatinada- del Tian Shu está precisamente en su negación a
renunciar a la instantaneidad y exuberancia de la "impotencia
figurativa" de la vida contemporánea que también marca la
empresa artística occidental. En cambio la obra insiste al mis-
mo tiempo, en relación con la cultura china, tanto en la nece-
sidad de la crítica como en la de la afirmación de su valor y su
placer. Es esta insistencia la que confiere al Tian Shu su espe-
cificidad, misma que sólo podemos descubrir "más allá del
texto", en las condiciones históricas y sociales en las cuales
Xu Bing ha hecho su obra.
Lo que el proyecto de Xu Bing generalmente subraya es
el drástico cambio político e ideológico de la China posmaoís-
ta. Desde su primera exhibición en la Galería de Arte de Chi-
na en Beijing, en octubre de 1988, el Tian Shu, con su amarga
e irónica intromisión en la cultura y la política chinas, ha ayu-
dado a reflejar la alienación que existe entre aquellos estudian-
tes e intelectuales cuyas demandas de cambio culminaron en
la manifestación de Tiananmen de junio de 1989.5 De lo que
se hablaba tan apasionadamente en aquel verano en Beijing
era de algo intensamente nacional, es decir, así como ellos cla-
maban por libertad y reforma política, el "manifestante" que-
ría, por encima de todo, democracia para y desde dentro de
China.

5 Para una excelente revisi6n del trasfondo de la politizaci6n del arte en la


China posmaoísta, v~ase G. Barme y L. Jaivin (1992); v~ase especialmente, en el
mismo volumen, • An Exhibition of Anarchy: Postmodern Art in Peking•, pp.
279-283.

423
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 517

Este interés nacionalista reaviva sueños y deseos que regre-


san a la tumultuosa historia de la lucha por la China moderna
-desde la reforma de K.ang Youwei al fmal de la dinastía Qing
hasta el movimiento del4 de mayo de 1919. La "revoluci6n
cultural" del4 de mayo tuvo una influencia increíble en las
agendas intelectuales de la crítica cultural china moderna. En-
frentados a la ambici6n imperial japonesa en el noreste, una
ambici6n condonada por los poderes occidentales, y la pro-
pia inmovilidad de China bajo un gobierno corrupto y sin
experiencia, era necesario para los brillantes hombres y muje-
res de la época buscar la desaparici6n radical de todo lo que
ellos percibían como las raíces de los problemas de China.
Querían la reforma o, más· frecuentemente, el rechazo abso-
luto de las instituciones del pasado feudal -control paterno,
matrimonios arreglados, concubinato, los pies vendados de la
mujeres- y de manera significativa, apoyaban el remplazo de
la forma literaria clásica por el chino vernáculo (bai hua o
"habla vulgar") como la herramienta para expresar los pensa-
mientos y sentimientos modernos (Schwarcz, 1986). Pero la
preocupaci6n por la renovaci6n cultural y la autoliberaci6n
conducida desde el Movimiento de la Nueva Cultura de 1917
fue ensombrecida por un asunto todavía más urgente: "salvar
a la naci6n" (jiu guo). jiu guo politiz6 la búsqueda de la mo-
dernidad y la occidentalizaci6n, una búsqueda que se resume
en el eslogan "La esencia de Occidente con la aplicaci6n chi-
na", o la siembra en tierra china de las ideas occidentales para
que China las usara. A ellos les preocupaba retrabajar el pasa-
do de China -abrumado por formas culturales turbias y líde-
res y burocracias corruptos- a fm de conducir a la naci6n
hacia un futuro político moderno.
Podría alegarse que el trabajo de Xu Bing se hace eco sutil-
mente de este proyecto hist6rico. Al igual que los escritores
chinos de las décadas de los veinte y los treinta, escritores como
Lu Xun, Lao She, Xu Zhimo y muchos otros que se inspiraron
en Dickens, Gorki y Turguéniev para abordar las trágicas reali-
dades de la época (Spence, 1982, capítulos 2-4), el anhelo nacio-
nalista es central en la obra de Xu Bing.
Y es precisamente este anhelo nacionalista el que crea un
rasgo distintivo en la actitud crítica del Tian Shu hacia la cultura

424
518 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXID: 3, 1998

literaria china. Es también este anhelo el que ayuda a darle


sentido a la palpable complicidad de Xu Bing con una cultura
de efectos ideológicos, mismos que él también desprecia. Es
interesante observar que los curadores y los críticos de Occi-
dente han ignorado largamente este elemento en la obra de
Xu Bing. Es como si, oculto en la soberbia reflexión acerca
del destino cultural y la forma estética, en la contemplación
autoritaria del placer y la tiranía de los textos literarios chi-
nos, subyaciera un secreto vergonzoso del cual la comunidad
de admiradores tiene que proteger al artista. ¿Y cuál es este
secreto, esta señal de una "carencia" en el Tian Shu, salvo el
nacionalismo cultural? Con respecto a las artes o a cualquier
tentativa figurativa, estamos entrando en un terreno evocativo
y que nos deja perplejos.

Nacionalismo malo

En la recta final rumbo al nuevo milenio, el fin de la Guerra


Fría parecía ser una promesa de una era de paz mundial e in-
cluso de mayor prosperidad económica. El colapso del Muro
de Berlín en 1989 marca la nueva reconfiguración institucional
e ideológica del mundo que muchos habían predicho con ante-
rioridad. Lo que el funeral de la Europa oriental comunista
anuncia es no sólo el golpe de gracia de un sistema político
arcaico, sino también el triunfo envanescente del capitalismo
global y su "libertad". En Malasia, donde crecí, la batalla contra
el comunismo había sido ganada desde hacía mucho, y la paz
eterna al final de la Guerra Fría era una oportunidad santifica-
da para llevar adelante un modelo (asiático) de capitalismo más
eficiente, más extractivo, menos cargado con políticas redis-
tributivas de corte social que en Occidente nunca se hubieran
podido inventar. En esta atmósfera espaciosa de capitalismo
triunfalista, en este panorama social de paz global y movilidad
posmoderna, existe sólo una nube ominosa en el cielo de la eter-
na claridad: el espectro del etnonacionalismo, que ensombre-
ce el optimismo engañoso del amanecer de un nuevo milenio.
El nacionalismo no es una buena nueva en el actual esta-
do de las cosas. Sin embargo, no es el nacionalismo como tal,

425
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONAUSMO 519

sino la ambición étnica que pelea por su "tierra natal" en varias


partes del mundo, lo que nos parece tan horrorizante. De Bos-
nia a Ruanda, de Chechenia a Irlanda del Norte la lucha nacio-
nalista siempre evoca una mezcla fatal de violencia y fanatismo
étnico. Al estar representándose el drama mortal de la exclu-
sión racial y la limpieza étnica, el nacionalismo se ha converti-
do en una aberración en el mundo contemporáneo. ¿No es el
regreso a lo "local", el recobrado grito sobre la descendencia
consanguínea, una anomalía en un mundo en el que cada
vez con mayor frecuencia no existen fronteras debido a las
interconexiones globales? Incapaces de penetrar en la profun-
didad y el encanto de estas aspiraciones étnicas, desde W as-
hington, París, Londres y Ginebra se les da un sesgo orienta-
lista. Lo que compele a los proyectos nacionalistas en Sri
Lanka, Palestina y en otros lugares, se discute generalmente,
es la "pasión irracional" de los Otros que todavía anhelan la
comunidad primordial eterna de la era premodema. Encendi-
dos por un anhelo tan arcaico, en estos proyectos nacionalis-
tas trabajan separatistas, guerrillas y terroristas, haciendo el
peor de los males en la Periferia del Centro Civilizado (Billig,
1995). Como Michael Ignatief describe dramáticamente al ini-
cio de su muy popular Blood and Belonging, "El reprimido ha
regresado, y se llama nacionalismo" (1993, p. 2).
La visión de Ignatieff es aquélla del colapso apocalíptico
de Europa. 6 Al examinar las formas de nacionalismo extre-
mista en Croacia-Serbia, Alemania, Ucrania, Quebec, Kur-
distán e Irlanda del Norte, él describe la manera en la que las
fuerzas irracionales del etnonacionalismo están amenazando
con hacer erupción en el mundo contemporáneo. La adverten-
cia hecha por Ignatieff del peligroso e irracional regreso del
nacionalismo encuentra paralelo con las enormemente influ-
yentes obras deBen Anderson (1983) y Ernest Gellner (1983).
Para Anderson, la nación tiene la cualidad fantasmal de una

6 lgnatieff claramente desea distanciarse de esta visi6n cuando se autonombra


"nacionalista cívico• antes que "etnonacionalista" y repudia la lealtad personal a
una única naci6n-Estado (1993, p. 6). Pero como Billig lo comenta: "El no describe
c6mo el 'nacionalismo-cívico' crea una naci6n-Estado con su propio mito; ...c6mo
demarcan a los 'otros' más allá de las fronteras (nacionales) .. ." (1995, p. 47).

426
520 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXDI: 3, 1998

"comunidad imaginada" (1983), mientras que Gellner (1983,


1997) ve el nacionalismo como una nueva pero finalmente
restrictiva "naturaleza de aquello con lo que los hombres se
identifican" en la sociedad postagraria (Gellner 1997, p. 87).
Situado frente a estos trabajos, el nacionalismo y su magia
posee todas las marcas del trabajo del diablo.
Pero, con todo, una pregunta puede suscitarse: ¿Es Bosnia
o Irlanda del Norte el único destino del nacionalismo? ¿Es el
goce de la propia nación indistinguible de la "pasión irracio-
nal" que trágicamente prepara el camino a la limpieza étnica?
Está todo arreglado para que Zizek ligue los placeres banales
del asunto nacional con sus excesivas y violentas articulacio-
nes, alegando que cada una está fundamentada por la misma
estructura de jouissance (Zizek, 1997, p. 38). Pero el reduccio-
nismo psicoanalítico de Zizek sólo puede llevarnos más lejos:
es como si los placeres étnicos-culturales cayeran sobre noso-
tros como un pecado original, del cual sólo podemos redimir-
nos por medio de desangramientos y furias genocidas. Por el
gusto de decirlo, la música folclórica -la cual incluso a Gellner
(1997, p. 83), según lo confiesa, le provoca que se le humedez-
can los ojos, con la ayuda de un poco de alcohol- está, social,
ética y fenomenológicamente muy lejos, por un largo trecho,
del horror sádico de la limpieza étnica. Nos olvidamos muy
fácilmente de todo esto. En nuestro ansioso borrar el horro-
rizante espectro del etnonacionalismo, no debemos hacer des-
aparecer también otras cosas nacionales, que aunque banales
e inocuas, son cruciales en nuestra negociación con las "opor-
tunidades de ser" de la vida diaria. El encanto de las cosas
nacionales es también el encanto de su posibilidad existencial
en la construcción de nosotros mismos. El nacionalismo no es
sólo aquello que los Otros hacen "por allá"; nosotros lo anhe-
lamos patética y apasionadamente -en el patio de nuestra casa.
Así como gritamos para apoyar a nuestra selección nacional
de futbol, así como en Australia imaginamos un nuevo senti-
do de identidad en la reforma constitucional de la cabeza del
Estado, nosotros también,. de muy buena gana, sucumbimos
a la magia del encantamiento nacionalista.

427
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 521

Las artes, el posmodernismo y el milenio

Lo que aquí se discute, disfrazado de un debate acerca de la


"lectura errónea" del Tian Shu, es la relaci6n dialéctica de la prác-
tica artística con las reconfiguraciones globales en el adveni-
miento de un nuevo siglo. ·Porque lo que de manera tan apre-
miante enfrentan las artes actualmente no es s6lo el asunto
inmediato de las bases de un nuevo régimen conservador, aun-
que esto sin duda es importante. Tampoco se refiere funda-
mentalmente a la vuelta te6rica hacia "los superficiales, sosos,
y sin historia, espacios de la cultura posmodema", y el aban-
dono del "sueño secreto de la autenticidad" (Eagleton, 1985,
p. 61). Los complejos e ingobernables cambios institucionales
y realineaciones ideol6gicas están especialmente involucrados
aquí. Pero si Eagleton está en lo cierto, entonces tanto la con-
tracci6n actual de los fundamentos del arte como el vacío del
intento ir6nico y de la memoria hist6rica de las prácticas ar-
tísticas contemporáneas llevan el mismo impulso de una eco-
nomía política globalizada/globalizante. Ambas se represen-
tan a sí mismas mediante la misma temporalidad cultural y
política. De la misma manera en la que el presupuesto guber-
namental constriñe el cambio de la atenci6n de la afrropia-
ci6n normal del capital a una "nueva realidad" de deficit fi-
nanciero enfrentada por el gobierno, la celebraci6n de la
movilidad y la hiperrealidad del posmodernismo encuentra
su paralelo en la naturaleza trasnacional del capital, que es
"inherentemente indiferente a los lazos de naci6n-Estado"
(Zizek, 1997, p. 43). Que todos estos procesos sean la obra del
movimiento expansivo del capital a algunos les parecerá dis-
cutible. Pero pocos, creo yo, estarían en desacuerdo con lo
siguiente: que la reconfiguraci6n ideol6fca y .estructural al
final del siglo XX no es meramente un telon de fondo para los
"cambios institucionales" que enfrentan los profesionales del
arte hoy día, esto estorba y da nueva forma a la verdadera
premisa de sus empresas. La llegada del nuevo milenio propicia
no s6lo nuevas esperanzas y nuevas posibilidades figurativas,
sino también un futurismo ambivalente. En el "valiente nuevo
mundo" de innovaciones técnico-científicas cada vez más des-
lumbrantes, de promesas cada vez más voluptuosas de consu-

428
522 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIII: 3, 1998

mo y libertad global, habrá sitios discursivos en los cuales ins-


cribir, consciente o neuróticamente, el manto deformado del
humanismo normativo. La gastada narrativa posmodernista
del presente eterno, desprovista de memoria histórica y pro-
fundidad irónica, no será capaz de enfrentarse con todo lo
que pasará en el nuevo milenio, ahora a escasamente dos años
de distancia.
¿Qué significa el compromiso discursivo de las artes en
este terreno de temporalidad turbulenta y orden espacial cam-
biante? Me gustaría abordar la pregunta una vez más en un
lienzo más estrecho que me concierne cercanamente. Si apa-
rentemente sugiero un reapropiamiento de la "realidad social",
no me refiero a la materialidad cruda y brutal de la "conce-
sión" del mundo que tengo en mente. Más bien, el regreso a
lo "social" es el regreso a la estructuralización social y cultu-
ral en la cual la memoria histórica encuentra un lugar débil,
negociando como siempre entre su construcción estratégica y
su desaparición. Los proyectos figurativos también tienen que
librar esta batalla contra las violentas políticas del olvido
(Kundera, 1983).

Memoria, resistencia y representación

Es en esta vena en la que he tratado de leer la obra de Xu


Bing, extrayendo su tan importante sentido de anhelo de histo-
ria y nacionalidad. La contemplación magnífica que hace el
Tian Shu del destino de la cultura china ensaya precisamente
esta "batalla contra el olvido", para usar la frase de Milan Kun-
dera {1983, p. 5). Al moverse de manera incierta entre la afirma-
ción cultural y la crítica ideológica, la ironía del "sentido" es-
pecífico del "libro celestial" lleva el pulcro binario del placer
de la cultura y su negación a un desorden inminente. Lo que
Xu Bing ha ofrecido no es una narrativa totalizante del Reino
Central como la meta principal de la comunidad nacional,
sino un "culturalismo" melancólico. Nutrido por la convicción
del valor de la cultura china, mas negando su respaldo chovi-
nista, este "culturalismo" marca la ansiedad disociante del Tian
Shu. La universalidad de la cultura china imperial siempre ha

429
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 523

sido retórica: fue una •estrategia defensiva" contra la realidad


de los Otros poderosos extranjeros que se encontraban en la
frontera -desde los invasores Jin y mongoles en el siglo xn
hasta los británicos y los japoneses en los siglos XIX y xx. La
universalidad china fue principalmente una doctrina ideológica
del Estado; si no nos dejamos engañar por sus pretensiones,
entonces la universalidad china se presenta ante nosotros como
una •forma escondida de relativismo" (Prasenjit Duara, 1996.
p. 33). Al enfrentarse a estos poderosos extranjeros, y a sus
percepciones alternativas del orden del mundo, el imperio es-
tatal fue incapaz de construir de manera convincente una •na-
ción china" puramente circunscrita por la noción de •patria"
(guo) y comunidad étnica homogénea (han). El compromiso
de guardar las apariencias fue una "carta de pertenencia" basada
en la •realización cultural". La •carta de pertenencia" a esta
comunidad se definía por una participación en un orden ritual
basado en los •principios culturales confucianos" de manera
que incluyeran •gente que étnicamente no fuera han -como
los manchurianos- siempre y cuando ellos aceptaran el fun-
damento cultural común" (Prasenjit Duara, 19%, p. 34). Por
lo menos teóricamente esta realización cultural daba, a cual-
quiera que estuviera preparado para aceptar la legitimidad
cultural china, derecho a ser •chino". En realidad, el proceso
era todavía exclusivo y no siempre factible en la práctica. Pero
sí le dio a la noción de nacionalismo chino un carácter signifi-
cativamente abierto y plural, lo que facilitó la incorporación
activa de los Otros en el baluarte de la nación china (min zu)
com9 miembros de una comunidad cultural.
Estos fueron dos momentos importantísimos y paralelos
del nacionalismo cultural chino. En Xu Bing, estos momen-
tos se convierten en la contemplación de lo críptico y lo
luminoso en el texto clásico chino. Cerrazón y apertura son
los destinos ambivalentes de la sensibilidad moderna china,
como hemos visto, de la misma forma que •sentido" y •ab-
surdo" son los destinos gemelos de las palabras chinas al
desplegarse éstas en los diversos y contrastantes usos sociales
de la vida diaria, pasada y presente, en su forma escrita y en la
tradición oral, al usarse como herramienta ideológica y tam-
bién como inscripción de placer estético. El nacionalismo cul-

430
524 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIn: 3, 1998

tural en este sentido se realiza por medio de una relaci6n que


cambia constantemente entre el Yo y el Otro, memoria his-
t6rica y contingencia política. Es éste el vector dinámico de
lo "real social" que confiere al nacionalismo chino su reden-
ci6n. La clase de nacionalismo que secretamente Xu Bing cer-
tifica no es aquella basada en una prístina condici6n de ser
sujeto constituida por la ficci6n burguesa de la autorrealiza-
ci6n. Más bien, su nacionalismo es aquel siempre formado
por una sensibilidad moderna alimentada de memoria hist6-
rica, placer cultural y sobre todo, por la búsqueda de signifi-
cado en la batalla por la "supervivencia nacional" (jiu guo).
En esta batalla, el "absurdo" de los textos clásicos chinos no
es el señalamiento vengativo vacío de (algunos) estigmas del
posmodernismo. De manera más afirmativa y crítica, el ab-
surdo de la "escritura celestial" es una inyecci6n deliberada
en la normalidad del "texto", siempre una verdad que se auto-
valida en la ideología confuciana. La defensa que hace Terry
Eagleton del modernismo posee una relevancia misteriosa en
relaci6n con el proyecto de Xu Bing. Escribe:

El hecho de que el modernismo continúe en la búsqueda del significado


es exactamente lo que lo hace tan interesante, ya que esta búsqueda
continuamente lo conduce hacia la fabricación de un sentido dentro
de los estilos clásicos, lo cual es inaceptable pero al mismo tiempo inevi-
table, éstas son las matrices tradicionales de significado que se han
quedado vacías de manera progresiva pero que sin embargo conti-
núan ejerciendo su fuerza inmaculada... Si el socavamiento del mo-
dernismo al humanismo tradicional es a la vez angustiante y estimu-
lante, es en parte porque existen pocos problemas intratables en la
época moderna que no sean distinguir entre aquellas críticas a la ra-
cionalidad clásica que es potencialmente progresiva, y aquellos que
son irracionales en el peor sentido. Es una elección, por decirlo de
alguna manera, entre feminismo y fascismo ... (Eagleton, 1985, p. 70,
las cursivas son mías).

También el nacionalismo -ya sea aquel prodigioso fruto


de la modernidad occidental o el constituido por múltiples
niveles de subjetividades hist6ricas, como en el caso de Chi-
na- sostiene la promesa de ser "potencialmente progresista".
No se trata del nacionalismo de la limpieza étnica, sino aquel
del placer banal; no el de la exclusi6n racial sino aquel que

431
SOUCHOU: XU BING Y EL PLACER BANAL DEL NACIONALISMO 525

galvaniza la batalla por la memoria. El nacionalismo cultural


como un punto de reunión para el movimiento antioccidental,
antimperialista en la China decimonónica, encuentra su con-
traparte en el sureste asiático, siglo y medio después. Las bata-
llas anticolonialistas en Indochina, Malasia, Indonesia, Birma-
nia, y en muchos otras partes al final de la segunda guerra
mundial clamaría de manera similar por un lugar fuera de la
teorización ortodoxa del nacionalismo. Sin esta imaginería na-
cionalista no podríamos tener una visión de un futuro político
fuera del colonialismo occidental, de la misma forma en la
que no existirían un Mao, un Sukarno o un Ho Chi Min. Si el
nacionalismo en Asia fue una fuerza progresista en el pasado,
tiene la tarea elegiaca en el presente de resistir el movimiento
homogeneizante de la globalización y el capital trasnacional.
Políticamente tímido, vigorizado por el debate acerca del or-
den hegemónico del mundo poscolonial, la ansiosa afirmación
de mucho del arte del sureste asiático se refiere a una insistencia
ardiente en lo "local". Ésta es una insistencia que rompe el
reclamo monopólico de la nación-Estado, pero que sin embar-
go siempre regresa al geográfico y, a veces, culturalmente senti-
do específico de "localidad", si no es que en el peor de los
casos sólo de memoria. Véase, por ejemplo, la enigmática me-
ditación del artista malayo Simryn Gill sobre una (dis)locación
en Washed Up {1993) exhibida en la Bienal de Venecia de 1993.
Las piezas de vidrio flotantes de las que está hecha la obra
Washed Up fueron recolectadas en las playas de Singapur y
Malasia, cerca del Estrecho Malayo, y son literalmente restos
de los viajes atlánticos y del comercio oceánico de antiguos
imperios y movimientos errabundos. Contra estos recuerdos,
Washed Up tiene que enfrentar la frivolidad de la instalación
discursiva de su propia ambición figurativa, ya que los despla-
zamientos de bienes y personas a través de la región no son
sólo eventos de los pasados colonial y premoderno, sino acon-
tecimientos que ligan el pasado con el presente. ¿No es éste el
significado clásico de la memoria? ¿No es ésta exactamente la
melancolía de la nostalgia benjaminesca? Para Simryn Gill,
así como en mucho para Xu Bing, insitir en lo -nacional y
geográficamente- "local" es insistir en una inmunidad desde
el gran apetito de aquel movimiento de globalización escasa-

432
526 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXIn: 3, 1998

mente discernible en el cual el capital se esconde a sí mismo.


Las "palabras" del Tian Shu y aquellas fundidas en las piezas
de vidrio en Washed Up están preñadas del sentido de su trági-
ca fractura. Aunque es precisamente en esta ruptura en la que
los artistas son capaces de esculpir un retomo a una evaluaci6n
normal-normativa de las cosas, y a un absolutamente impor-
tante "sentido" de su propio "absurdo".

Traducción del inglés:


GABRIELA LARA

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China-literatura Gao Xingjian Premio Nobel

GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR


CHINO EN EL EXIUO

FLORA BOTTON BEJA


ROMER ALEJANDRO CORNEJO
El Colegio de México

En el número de marzo-abril del 2000 de la revista bimestral


Xiaoshuo jie (Mundo de fzcción), el escritor Wang Meng public6
un artículo en el cual hacía una evaluaci6n del momento actual
de la literatura china. En ese artículo se refiere a las críticas
que se le han hecho a la creaci6n literaria después de 1949, las
cuales, aseveran que la literatura actual no tiene la grandeza que
encontramos en los escritores chinos anteriores al triunfo de
la revoluci6n. Esta situaci6n, según los detractores de la litera-
tura contemporánea, le había significado a China que ningún
escritor de esta nacionalidad hubiera sido merecedor del pre-
mio Nobel de Literatura. Wang Meng no compartía dicha vi-
si6n pesimista y afirmaba que cada autor es producto de su
época hist6rica y que es posible la creaci6n de obras maestras
equiparables a las grandes obras de la literatura tradicional siem-
pre que haya un espacio para la actividad del espíritu y la aper-
tura necesaria que le permita crear.
El12 de octubre de ese mismo año, Gao Xingjian, un escri-
tor chino, 1 recibi6 el premio Nobel de Literatura. Xingjian na-
ci6 en China y gran parte de su obra la gest6 y la escribi6 en ese
país, aunque tuvo que salir de él para encontrar el espacio nece-
sario para continuar su trabajo creativo. En el mundo hispano-
hablante se conoce poco la literatura china contemporánea, una
raz6n fundamental de ello es el prejuicio existente respecto a

Este articulo fue recibido por la dirección de la revista el19 de febrero de 2001
y aceptado para su publicación el15 de mayo de 2001.
1 Nació el 4 de enero de 1940, en Ganzhou, provincia de Jiangxi, su familia
provenía de Taizhou, en la misma provincia. Se graduó en 1962 en el Instituto de
Lenguas Extranjeras de Beijing en Francés. Empezó a publicar en 1979.

[295]
436
296 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

que la verdadera creación literaria no es posible por el peso aplas-


tante del Estado, por lo que es escaso el número de investigado-
res interesados en ella, lo cual a su vez ha impedido una investi-
gación minuciosa que revele los innumerables creadores que
han trabajado y siguen trabajando en medio del acoso del Esta-
do. En su momento Gao Xingjian fue un ejemplo de ello.
Si bien la servidumbre de la literatura ante las consignas
políticas ha sido una constante en la historia contemporánea
ele China, a partir ele 1978, después ele la muerte de Mao Zedong
y la caída de la facción "ultra izquierdista" de la llamada "ban-
da ele los cuatro", floreció en China una literatura más audaz y
menos sujeta a las normas del realismo socialista. En el Cuarto
Congreso de Escritores y Artistas, clel30 ele octubre de 1979,
a pesar ele las tensiones y contradicciones entre burócratas de
la cultura y creadores verdaderos, se respiraba un aire de opti-
mismo y de esperanza. Se discutieron y fijaron normas y di-
rectrices para la creación artística y literaria de China en los
próximos años. Los dirigentes prometieron mayor libertad ele
expresión y de creación, tolerancia para formas literarias y
artísticas tradicionales y aún occidentales y la apertura a con-
tactos con el mundo exterior. En esta misma ocasión, el escri-
tor Bai Hua lanzó preguntas que estremecieron los principios
mismos ele las consignas literarias de la revolución cultural:
"¿Debemos acaso ocultar las contradicciones sociales que no
pueden ser disimuladas? ¿Debemos acaso cantar loas a la igno-
rancia que tanto le ha costado a nuestro país?" Refiriéndose a
lo que una gran cantidad de asistentes ha sufrido en carne pro-
pia dice: "Mucha gente honrada perdió su puesto, su libertad,
su pan de todos los días y hasta su vida, mientras que muchos
hipócritas ganaronfama, dinero y puestos oficiales, no por su
trabajo, sino por su habilidad para atemorizar a los demás". 2
En este clima ele creación, muchos escritores y artistas enri-
quecieron el ambiente cultural de China de una manera que
no había sido vista desde las primeras décadas del siglo xx, se
experimentó con todo tipo de corrientes propias y extranje-

2 Flora Botton Beja, •cuano Congreso de Escritores y Anistas de la República

Popular China: Informe y comentarios, Estudios de Asia y Africa, vol. XVI, núm.
2(48), 1980, pp. 356-357.

437
BOTION-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 297

ras, fue el momento cuando Gao Xingjian se empez6 a cono-


c~n el país.

De sus años de formación

Gao Xingjian es un espíritu cercado por la realidad. Naci6 y


se cri6 en medio de las guerras de su país, a sus nueve años ya
estaba con su familia instalado en Nanjing, esa gran ciudad
que había sido escenario del intento fallido de nacimiento de
la república china moderna. Allí vivi6la educaci6n preuniver-
sitaria en medio del entusiasmo comunista. A los 17 años se
dirigi6 a Beijing a emprender la búsqueda solitaria de la paz
interior que impregnaría su obra. Su camino temprano: el fran-
cés, la cultura francesa, el otro, una lente diferente, una trinche-
ra aparentemente lejana desde donde dar sentido al caos. Se
sumergi6 con avidez en lo que la cultura francesa podía ofre-
cerle, allí encontr6 el existencialismo, que en su obra se funde
con la aproximaci6n daoísta de la tradici6n filos6fica propia,
encontr6 el llamado teatro del absurdo, que le daría un senti-
do a su cotidianidad. ·
Las vicisitudes de su país le ofrecieron a Gao en un bloque
comprimido, durante su juventud, todas las experiencias políti-
cas posibles. Primero observ6 ese gran movimiento de "las cien
flores", que incitaba a la expresi6n artística, intelectual y cien-
tífica, que desemboc6 un año después en una reacci6n del Es-
tado contra la libre expresi6n en las ciencias y las artes, lo que
oblig6 a muchos intelectuales a "reeducarse" en el campo du-
rante años. Sü propia madre, alguna vez actriz aficionada, se
march6 como voluntaria a una granja estatal donde muri6
ahogada en 1961. A los 18 años el país entero se sumergi6 en la
euforia de políticas comunalistas radicales que supuestamente
llevarían a China al desarrollo en poco tiempo, lo que culmi-
n6 en un estrepitoso fracaso y hasta en hambrunas. Tenía 25
años cuando estal16 la gran revoluci6n cultural, un enorme
movimiento de masas urbano que a la par que renovaba la
dirigencia política, condujo a los j6venes a una gran rebeli6n
contra la cultura establecida, la impuesta hasta ese momento
por el partido y la de las antiguas escuelas de pensamiento y

438
298 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

arte. Gao mismo participó en los inicios de este movimiento,


antes de que las luchas faccionalistas predominaran sobre el
idealismo inicial. 3 Su esposa lo denunció y el matrimonio ter-
minó en divorcio. En ese marco, a los 29 años, Gao Xingjiang
fue enviado a reeducarse a los campos del suroeste de China;
corría el año 1969 y Gao ya tenía una sólida cultura, por eso
su reeducación sí fue posible, no como el partido hubiera que-
rido, pero sí en las tradiciones literarias orales de las orillas del
Y angzi, allí se gestó su obra "Hombre salvaje", estrenada en
1985. Sobre este periodo de su vida Gao dice: "Yo puedo decir
que comencé a convertirme en escritor a partir del momento
en que fui enviado al campo, para mi pretendida reeducación
ideológica: yo tomé conciencia de mi pulsiÓI} por la escritura
en el momento en que se me prohibió [ ... ]"4 Ese fue el mundo
que nutrió la juventud de Gao Xingjian, pleno de ideales políti-
cos trastocados en miseria humana, el de la búsqueda de la dis-
tribución material colectiva y de la castración de la imagina-
ción creativa individual. Su refugio: la compañía de su espíritu
inquisitivo en la naturaleza humana, en las expresiones coti-
dianas de las representaciones del mundo del hombre sencillo
y, por supuesto, las lecturas furtivas y los apuntes incansables
donde iba construyendo el único mundo posible, el propio.
Un largo recorrido para regresar a la búsqueda intimista, indi-
vidual, solitaria, que durante siglos había sido el camino de los
grandes poetas, escritores y artistas de China, igualmente cer-
cados por los tentáculos de un estado autoritario que se alimen-
taba de hacer del intelectual un funcionario.

Gao Xingjian y la apertura de China

La madurez de Gao coincide con la apertura de China al exte-


rior y con la liberalización económica. En 1978, acompañó al
gran escritor BaJin a Francia, en 1980 regresó a ese país y pasó
por Italia con el poeta Ai Qing. En esta época de efervescen-

3 Gao Xingjian y Denis Bourgeois, A u Plus Pres du Réel, París, Editions de 1'Aube,
1997, p. 19.
4 Gao Xingjian y Denis Bourgeois, op. cit., p. 11.

439
BOTION-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 299

cia, en el marco del Cuarto Congreso de Escritores y Artistas,


regresaron a Beijing muchísimos escritores que habían sufrido
censura y persecuci6n a fines de los años cincuenta, algunos
veteranos, como Ding Ling, Ai Qing, otros mas j6venes como
Wang Meng y Bai Hua. También llegaron los "j6venes instrui-
dos" enviados al campo como consecuencia de la revoluci6n
cultural. Todos ellos habían vivido un exilio que, si bien los
aislaba del centro, tuvo la virtud de ponerlos en contacto con
una periferia que era conocida para la élite intelectual de los cen-
tros urbanos s6lo como objeto de estudio antropol6gico, más
que como una realidad del mismo país. A mediados de los años
ochenta surgi6 un movimiento literario llamado shungen, "bus-
cando las raíces" al cual se adhirieron con entusiasmo escritores
j6venes. Estos escritores, por alguna raz6n "sentían la necesi-
dad de buscar la fuente de sus propias raíces culturales -y por
ende, de su creatividad- en áreas que no fueran el centro polí-
tico, tal y como estuvo representado por más de cuarenta años
por la ideología maoísta y el Partido Comunista Chino". 5 Al
mismo tiempo, la apertura a la literatura occidental, les ofre-
cía formas diversas y novedosas para expresarse. Las obras de
escritores como Gabriel García Márquez y Juan Rulfo tuvie-
ron una gran influencia sobre esos j6venes, quienes se dejaban
seducir por el realismo mágico en su afán de sublimaci6n de
un localismo no folcl6rico. Los estrictos controles políticos se
relajaron y los intelectuales chinos creyeron que había llegado
el momento de la eclosi6n de su creatividad por tanto tiempo
contenida.· Era entonces cuando Gao Xingjian regresaba de su
exilio en el sur de China empapado de esta cultura local y fan-
tástica y, gracias a su dominio del francés, pronto conoci6 la
creaci6n literaria occidental contemporánea.
En junio de 1981 Gao empez6 a trabajar como escritor
para el Teatro de las Artes del Pueblo de Beijing. La intelec-
tualidad china vivía una explosi6n creativa y experimental que
atrajo pronto la atenci6n de la élite política que, como vimos,

5 Leo Ou-fan Lee, "On the Margins of the Chinese Discourse: Sorne Personal
Thoughu on the Cultural Meaning of the Periphery•, en Gregory B. Lee (ed.) Chinese
Writing and Exile, Chicago, The Center for East Asían Studies, The University of
Chicago, 1993, p. l.

440
300 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

desde principios de 1980 venía alertando sobre la necesidad de


"unidad y estabilidad" para lograr las Cuatro Modernizaciones.
A fines de 1981la editorial Huacheng de Guangzhou pu-
blicó de Gao el trabajo "Estudio preliminar sobre el arte de la
ficción moderna" (Xiandai xiaoshuo jiqiao chutan). Sobre dicho
trabajo, Gao recibió el apoyo de escritores como Wang Meng,
quien en junio de 1982 le escribió una carta abierta publicada
en Xiaoshuo jie (Mundo de ficción), recomendando el libro y esti-
mulando a Gao a continuar en el camino de la experimenta-
ción. Otros escritores como Liu Xinwu, Feng Jicai y Li Tuo
hicieron lo propio y se abrió un gran debate sobre el modernis-
mo en la literatura, que atrajo también la atención del gobier-
no sobre el escritor. Inevitablemente, Gao recibió una ola de
críticas, por parte del establishment que le reprochaba sus refe-
rencias "extranjeras" como el existencialismo, el absurdo, el
individualismo, etc. En éste y otros ensayos, Gao afirma que
es inaceptable querer limitar la obra de ficción a una historia
acabada, a un tema definido y con una secuencia lineal. Si se
trata de reflejar la realidad en la ficción, es importante conside-
rar que la vida no se comporta de esta manera, sino que es un
ir y venir de momentos que deben ser captados, de situaciones
que deben ser intuidas y el cine nos puede enseñar mucho para
lograr este efecto. Para Gao, las técnicas que pueden ayudar a
crear obras de ficción modernas son el fluir de la conciencia, el
flash back, el juego con el tiempo, los sueños reveladores de la
psicología de los personajes. Gao defiende su búsqueda de nue-
vas formas y afirma que utilizar técnicas diferentes a las tradicio-
nales no le hace perder a la literatura china su carácter nacional.
Algo importante es, sin duda, el uso de la lengua:

La lengua es el medio a través del cual pensamos y transmitimos nues-


tros pensamientos. Una obra escrita en la lengua de un nación reflejará
naturalmente la tradición cultural de esa nación, su modo de vida y su
pensamiento. Aunque un escritor chino emplee técnicas extranjeras, si
escribe en un chino correcto y típico, su obra definitivamente tendrá
un sabor nacional[...]

y más adelante después de dar ejemplos de escritores chinos ilus-


tres quienes escribieron siguiendo patrones y técnicas no chinas
y que siguen siendo escritores indudablemente chinos, afirma:

441
BOTTON-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 301

"La técnica artÍstica trasciende las fronteras nacionales y no es el


monopolio de una sola nación. El espíritu de una nación tiene
su propia historia que es más fuerte y más duradera que la vida
relativamente corta de una técnica". 6 Gao no es el único en to-
mar en cuenta estas técnicas y vemos en escritores como Wang
Meng una amplia utilización de estos elementos. 7
La primera de sus obras que fue puesta en escena fue "Señal
de alarma", ]uedui xinhao. Esta obra, escrita con Lui Huiyan, se
basa en los recuentos de este último sobre algunos incidentes
en trenes. "Señal de alarma", al principio censurada, se consi-
dera como la primera obra de teatro experimental en China. Se
montó bajo la dirección de Lin Zhaohua, en octubre de 1982,
en un pequeño auditorio en el Teatro de la Capital, Shoudu ]u-
chang, en un escenario casi vacío que no se distinguía del resto
del teatro, con el público sentado alrededor en el suelo, y con
discusiones posteriores a la escenificación entre el público y los
actores. El protagonista de la obra es un ladrón cuya convencio-
nal novia y un viejo obrero le hacen ver sus errores, y la escena
transcurre en el carromato de custodia de un viejo tren de va-
por. Independientemente del argumento, de su audaz puesta
en escena, del minimalismo de la escenografía, del protagonis-
mo de las luces y el sonido, esta obra marcó un parteaguas en
el teatro chino contemporáneo: por primera vez se experimen-
taba con la ruptura de los patrones textuales y formales de lo
que había sido el teatro institucional en China, experimentos
ya desde hacía tiempo vistos en otras latitudes, y donde no
podemos dejar de percibir algunas formas del teatro popular
ambulante de China. "Señal de alarma" fue muy bien acogida
por el público, llegó a cien representaciones y fue escenifica-
da por otras compañías en varias partes del país.
La segunda puesta en escena de una obra de Gao fue la de
"Una parada de autobús", Chezhan, en junio de 1983, a un mes
de su publicación, en el mismo espacio y dirigida también por
Lin Zhaohua. La obra fue suspendida después de diez funcio-

6 Gao Xingjian, "Contemporary Technique and National Character in Fiction",


Renditions, núms. 19-20, 1983.
7 Véase Flora Botton Beja, "Wang Meng y la nueva narrativa china•, Estudios de
Asia y Africa, vol. XIX, núm. 2, 1984 y Mabel Lee, "Without Politics: Gao Xingjian
on Literary Creation", en 7he Stockholmfournal ofEast Asian Studies, vol. 6, 1995.

442
302 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

nes. En ella se conjugan muchos elementos, por un lado no


deja de recordar el espíritu de "Esperando a Godot" de Beckett,
por otro lado utiliza, como lo había hecho Lao She en La casa
de té, el lenguaje coloquial de Beijing y recupera en el persona-
je del "hombre silencioso" al protagonista de "El transeúnte" de
Lu X un. 8 Cuando "Una parada de autobús" se escenific6, estu-
vo precedida por la puesta en escena del poema en prosa antes
mencionado de Lu Xun, escrito en 1925. En esta puesta en es-
cena, el actor que figuraba como "transeúnte" se quedaba en el
foro para encamar al del "hombre silencioso". En la discusi6n
al final de la representaci6n, Gao eludi6las referencias que el
público hacía a la influencia de Beckett y prefiri6 referirse a
las de Lu Xun, quien habiendo transitado en sus inicios por las
corrientes del nihilismo, pas6 luego a ser convertido por Mao
en icono de la literatura revolucionaria.
En "Una parada de autobús" se narra la historia de un
grupo de personas que durante años esperan en una parada de
autobús entre un suburbio y una gran ciudad. Muchos auto-
buses pasan y ninguno para. Un hombre silencioso abandona
al grupo, mientras el resto discute entre sí revelando sus sufri-
mientos e ilusiones. Al final se dan cuenta de su situaci6n y
deciden caminar a la ciudad sin lograrlo. Gao retrata la resig-
naci6n pasiva, la indecisi6n y la superficialidad de la sociedad
beijinesa, a través de sus personajes:

un vteJo,

[ ...] los que se conforman con mirar el cielo desde el fondo de un char-
co, tarde o temprano lamentarán su error( ...] Todo lo que quiero es
que me caven un hoyo y que mi tumba diga: Aquí cayó un loco del
ajedrez. No jugaba bien, pero le gustaba jugar. Nunca pudo enfrentar a
un campeón[..;] Murió como vivió: esperando.

un ama de casa,

¿Quién nos habrá hecho mujeres? Nuestro destino es esperar, siem-


pre esperar. Primero que una babieca nos quiera ¡No es fácil lograrlo!

1 Selected Works of Lu Hsun, vol. 1, Foreing Languages Press, Beijing, 1956,


pp. 332-338.

443
BO'ITON-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 303

Después los hijos y luego que crezcan. En ese momento ya estamos


viejas.'

La obra se mantiene con el tono de los diálogos de los per-


sonajes y al final, como para acentuar la inutilidad de la con-
versación, en el intento de los personajes de salir de su sole-
dad, los siete actores que quedan se enfrascan en un monólogo
simultáneo de nueve líneas, para finalmente retomar sus pape-
les y mantenerse en el mismo lugar.
La década de los ochenta fue difícil para los intelectuales. La
apertura que permitió introducir a China, literatura, teatro,
cine y arte occidental para avivar la creación propia inquietó a
las autoridades que volvieron a dictar normas de pensamiento
"correcto" para la creación literaria y artística, y esto dio lugar
a críticas y censuras que ponían trabas a la libre expresión. En
agosto de 1981 había empezado una campaña contra el escritor
Bai Hua a quien se le acusó de pesimismo contrarrevolucionario
por su obra"Amor amargo" y que continuó hasta el año siguien-
te. También fueron criticados escritores como Dai Houying, Sun
Jingxuan y Yu Luojin. En este marco se inscribe la campaña con-
tra la" contaminación espiritual" (1983-1984), catalogada como
la más grande hasta ese momento después de la revolución cul-
tural, que supuestamente fue causada por la "perniciosa" influen-
cia occidental y fue avalada por Deng Xiaoping. El secretario
general del Partido Comunista, Hu Y aobang, unió su voz a
las críticas y dijo:

Los que difundan intencionalmente ideas venenosas y contradigan a


nuestro sistema socialista, los que estimulen el culto y la adulaci6n a lo
extranjero[...] serán reprendidos por la opini6n pública, y aquellos cuyas
acciones tengan serias consecuencias serán perseguidos por la ley. 10

Esta campaña, desarrollada al mismo tiempo en que se fomen-


taba la apertura económica, no puede dejar de recordarnos el
movimiento de autofortalecimiento dirigido por intelectuales

9 Los siguientes extractos fueron tomados de la traducción directa del chino de

Jorge Svarzman de 1986.


10 "Algunos problemas en el frente ideológico que merecen atención•, en Renmin

Ribao, 2 de enero de 1983.

444
304 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

conservadores a fines de la dinastÍa Qing que pretendían conser-


var la esencia china a través de los valores confucianos y recha-
zaban toda influencia occidental salvo para fines prácticos.
Gao no pas6 inadvertido para las atentas autoridades chinas,
quienes estaban pendientes de las críticas sociales que pudieran
colarse entre la parafernalia de las innovaciones formales del
teatro de vanguardia. Los críticos del partido catalogaron la obra
"Una parada de autobus" como antisocialista, pues vieron en la
espera inútil una referencia a la falta de confianza en el socialis-
mo del autor, en cuyas ideas identificaron rápidamente la "con-
taminaci6n" de las visiones del mundo burguesas, idealistas y
egoístas, siempre atribuidas a corrientes extranjeras que se fil-
traban entre las numerosas importaciones de bienes de produc-
ci6n y de consumo que el país empezaba ávidamente a acoger
en su reciente apertura. El crítico oficial He Wen percibe que el
enojo, la frustraci6n y la desesperaci6n que sienten los persona-
jes no se dirigen a la compañía de autobús, sino que reflejan

[...]todo tipo de malas prácticas y tendencias malsanas de nuestra socie-


dad: transporte desordenado, malos servicios, carencia de ciertos pro-
ductos, corrupción, cohecho, malos modales, tráfico de influencias para
conseguir un trabajo, educación rural pobre, etc. Al ver esta represen-
tación, sentimos que nuestras vidas están en un caos completo y que no
hay esperanza para el futuro.

Es cierto que hay problemas en el país y en la sociedad, pero a


pesar de las dificultades China lucha por salir adelante y

[...]los escritores y artistas deben reflejar de manera verídica esta lucha


y su desarrollo. Es cierto que el arte debe también revelar el lado oscu-
ro de la vida, pero esta revelación debe de hacer algo más que llamar la
atención: debería privilegiar la confianza de encontrar un remedio.
"Parada de autobús" no ha podido producir este efecto y en realidad ha
fomentado la pérdida de la confianza.

En cuanto al hombre silencioso que según lo que insinúa Gao es


una extensi6n del viajero en la obra de LuXun "El transeúnte",
según He Wen, es una total falacia puesto que el personaje de
Lu Xun es un personaje positivo que señala la nueva era por
venir y está dispuesto a realizar sus ideales, mientras que el per-
sonaje en la obra de Gao, "¿por qué", se pregunta el crítico, "no

445
BOITON-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 305

le importa el sufrimiento del pueblo, no se une a las masas para


cambiar la situación, sino simplemente adopta una actitud in-
diferente a los que lo rodean y sencillamente se marcha?" La
mayoría de los creadores, insiste He, siguen la linea del partido
y avanzan con gran confianza, pero después de diez años de
turbulencia y de recibir influencias nocivas de una ideología
burguesa extranjera, algunos se desquiciaron y han producido
obras "que distorsionan la historia, falsean los hechos, propa-
gan todo tipo de ideas pesimistas, corruptas y vulgares, abogan
por puntos de vista burgueses, idealistas, egoístas que tienen
efectos nocivos sobre los lectores y los espectadores" .11
Para la crltica occidental, cuando Gao escribió dicha obra el
teatro del absurdo ya no era muy actual, además vieron en ella
algo de imitación y la consideraron un poco rancia. Sin em-
, b~o, dice Geremie Barme que a pesar de que Gao habla de
su deuda con Samuel Beckett, lonesco y Antonin Artaud, no
se trata de una versión china del significado de obras de esos
autores. Es cierto que en Beckett los personajes esperan a Godot
y que los de Gao están también esperando.

El autobús llega pero no se para, sin embargo, es más su propia culpa


que otra cosa. Es cierto que se quedan esperando, pero tienen una aspi·
ración que los dirige hacia algo y eso hace que su dilema no sea de
ninguna manera existencial ni absurdo. Se trata mas bien de estrategia y
de medios -cuándo y cómo deberían moverse. No existe duda alguna
de que pueden y deben moverse hacia la ciudad. La obra de Gao no
tiene como meta obligar al espectador a enfrentarse con los miedos
semiconscientes y las ansiedades de la mente humana. En realidad, su
visión positivista de la sociedad china contemporánea tiene un matiz
moral: uníos y trabajen juntos, pero no deben descuidar el valor impor-
tante del individuo. Gao posiblemente se inspiró en Beckett e Ionesco,
pero sus temas se mantienen dentro de la tradición didáctica de Ibsen y
de Stanislavsky.U

11 Véase •Postscript: On Seeing the Play 7be Bus-stop He Wen's Critique in

Literary Gazette", en Stephen C. Soong y John Minford (eds.), Trees on the Mountain.
An Anthology ofNew Chinese Writing, The Chinese University Press, Hong Kong,
1984, pp. 387-392.
12 Geremie Barmé, •A Touch of the Absurd -introducing Gao Xingjian, and

his play 7be Bus-stop", en Stephen C. Soong y John Minford (eds.), Trees on the
Mountain. An Anthology ofNew Chinese Writing, The Chinese University Press, Hong
Kong, 1984, pp. 375-376.

446
306 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

La apertura económica que promovió Deg Xiaoping fi-


nalmente tuvo consecuencias en la actitud hacia la cultura. Ya
en octubre de 1983, Deng hizo un llamado para poner fin a la
campaña de "contaminación espiritual" y a fines de diciembre
de 1984, en un Congreso de la Asociación de Escritores chinos,
los dirigentes del partido aseguraron que ya no habría censura
ni represión y que la apertura hacia el exterior incluida la lite-
ratura. Una semana más tarde, el S de enero de 1985, en una
declaración oficial del partido, se prometió a los escritores otor-
garles el derecho a "la democracia y a la libertad" y podían una
vez más "florecer cien flores y competir las cien escuelas". Al
mismo tiempo, para prevenir excesos, se les aconsejó aceptar
el liderazgo del partido y las directrices del marxismo-leni-
nismo. Sin embargo, sorprendentemente, en un discurso ese
mismo mes, Hu Yaobang instó a jóvenes cuadros a no aceptar
nunca más "estupideces radicales ultraizquierdistas" y se apo-
yó en los escritores Liu Binyan y Wang Meng quienes eran
vicepresidentes de la Asociación de Escritores. 13 Esta situación
permitió a Wang M~ng en 1986 describir lo que consideraba
ser el Estado ideal. Este seda realista, constructivo y racional
y a la vez respetuoso, flexible y reformista,· un Estado en el
cual "un escritor conserva el derecho a su propia imaginación
y voluntad, sin doblegarse a la opresión poHtica ni a la coer-
ción administrativa ni tampoco a las recompensas monetarias"
y agrega: "La libertad intelectual es un deber y a la vez un
derecho".H En este contexto se encontraba Gao Xingjian y
muchos de sus colegas contemporáneos, quienes "lanzaron ata-
ques conscientemente 'apolíticos' contra el autoritarismo del
partido y a la vez trataban de forjar nuevos espacios para su
creatividad artfstica". 15
Este ambiente de enrarecimiento poHtico pasó por la mi-
rada hueca que Gao le dirigía a la poHtica sin lograr que se mos-
trara aludido. En esos momentos, Gao fue erróneamente diag-

n W ang Meng fue ministro de cultura, pero cay6 en desgracia después de 1989 y
aún radica en China. Liu Binyan emigr6 a Estados Unidos y se convini6 en uno de
los críticos más feroces del gobierno chino.
14 Wang Meng, "The Imagination of the State", Chinese Literature, invierno,

1986, p. 188.
15 Leo Ou-fan Lee, op. cit., p. 5.

447
BOTION-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 307

nosticado de cáncer de pulm6n, 16 enfermedad de la que había


muerto su padre dos años antes, y mientras se aclaraba el diag-
n6stico se fue algunas semanas a Nanjing con su hermano. 17 En
medio de su enfrentamiento con la muerte y los rumores de que
sería enviado por el gobierno a la lejana provincia de Qinghai,
Gao pidi6 400 yuanes a la Editorial del Pueblo de Beijing en ade-
lanto por las regalías de su novela Lingshan (La montaña del
alma) y se fue a la provincia de Sichuan. Allí emprendi6 un largo
viaje de varios meses en el que recorri6 unos 15 000 km hasta
la costa oriental. Éste fue un periodo para Gao de reencuentro
con China, no s6lo volvi6 a las aldeas campesinas donde había
estado durante la revoluci6n cultural, sino que también visit6
los vestigios de los que habían sido grandes centros daoístas, mo-
nasterios budistas, las montañas que mil veces y de mil maneras
habían filtrado por su alma los grandes pintores de China. Des-
de hoy podemos ver este viaje como una despedida, una reco-
lecci6n exhaustiva y cuidadosa del equipaje esencial que lleva-
ría a su exilio dos años más tarde. Después de esta experiencia
Gao regres6 a Beijing y estimulado por W ang Mang public6
algunos cuentos. En octubre de 1984 escribi6 su obra "Hom-
bre salvaje".
Como la puesta en escena de "Hombre salvaje", Yeren, se
demor6 debido a la campaña contra la contaminaci6n espiri-
tual, la primera presentaci6n de ésta, se hizo en mayo de 1985,
en la sala principal del Teatro de la Capital, con escenografía del
escultor yunnanés Yin Guangzhong. En esta obra, con claro
acento autobiográfico, Gao retrata a un intelectual de edad me-
diana que vive la ruptura de su matrimonio, el caos político y
la desidia del gobierno local urbano. La obra prohibida fue poco
después.
A fines de 1985 Gao acept6 una invitaci6n a Berlín y de allí
realiz6 dos viajes a Francia. Regres6 a Beijing a principios de
1986 y escribi6 La otra orilla Bi an, que fue censurada y única-
mente se le permiti6 representarla sin diálogos. Después se
escenificaría con éxito en T aiwan y Hong Kong. Ésta es una
16 La referencia a este evento está en el capítulo 12 de Lingshan, Lianjing, T aipei,
1990, p. 73.
17 Mabel Lee, "Without Politics: Gao Xingjian on Literary Creation•, 7he Stock·

holm journal ofEast Asian Studies, vol. 6, 1995, p. 85.

448
308 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

obra formalmente más audaz que las anteriores, que incursiona


de una manera más contundente en el teatro total. En ausencia
de una línea argumental previamente estructurada, el desarro-
llo de la obra descansa en un trabajo intenso de los actores con
su relación entre sí, con su propia fantasía y con objetos de la
escenografía. La técnica adquiere un papel protagónico a tra-
vés del canto, la recitación, la mímica y el movimiento, lo que
acerca a Gao a la opera tradicional china.
La caída en desgracia de Hu Yaobang, quien había prote-
gido a algunos intelectuales liberales, desencadenó una nueva
campaña contra el "liberalismo burgués" en 1987, que le costó
a varios intelectuales perder la membresía del Partido Comu-
nista. En 1987 Gao fue invitado a Alemania en donde perma-
neció varios meses y finalmente se fue a Francia, lugar en el
cual radica todavía.

El exilio

Gao Xingjian es muy claro sobre esta condición que ha afecta-


do a tantos intelectuales y artistas en todas las latitudes. "Ir al
exilio, por supuesto, no es el propósito de nuestra existencia,
es sólo un medio para protegerse uno mismo. Es más impor-
tante dirigirse a una forma de exilio espiritual de la opresión
de la realidad". 18
¿Hasta qué punto es Gao un escritor chino a pesar de su
exilio en Francia? Gao responde en uno de sus ensayos a esta
duda, desde su propia individualidad:

Yo soy s6lo un escritor chino y no tengo manera de representar a los


otros. Para mí, China no es la naci6n colosal y el Estado abstracto,
sino el trasfondo cultural que se refleja en mis trabajos y la influencia
que esa cultura ha ejercido sobre mí desde que nad, es también el
modo de pensar inherente en la lengua china que escribo. Yo he adop-
tado también la,cultura occidental y estoy muy interesado en las cultu-
ras de Asia, de Africa y de otras naciones. Que los escritores y artistas
defiendan, en esta era de integraci6n cultural, una cultura nacional

11 Gao Xingjian, "The Voice ofthe Individual", en 'lhe Stockholm Journal ofEast

Asian Studies, vol.4, 1993, p. 78.

449
BOTION-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 309

pura no es más que un tipo de mitología, si no es que una consigna


engañosa. 19

Tanto él como otros escritores expatriados viven el dile-


ma de escribir en una lengua diferente a la del país en el que
viven, el de tener que inventar sus raíces desde el exterior, el
de lidiar con influencias que retan su cultura original. Esto
hace que se aferren a lo chino mucho más que cuando vivían
en China, en donde adoptar ideas y formas extranjeras se ha-
cía dentro de un contexto que al fin y al cabo les era familiar y
en donde sus lectores e interlocutores hablaban el mismo idio-
ma y compartían las mismas inquietudes. Un escritor chino en
el exilio está impelido a crear obras que por un lado no traicio-
nen estos orígenes tan difícilmente conservados y que a la vez
sean comprensibles para un público universal. El estudioso
sueco T. Loden habla del dilema al cual se han enfrentado los
escritores chinos desde los principios de la era moderna, cuan-
do la modernizaci6n del país era el elemento indispensable
para resistir la embestida de las fuerzas colonizadoras, pero
que al mismo tiempo corrían el peligro de ser despojados de su
propia cultura. Pasaron así por épocas contradictorias: desde
el movimiento de autofortalecimiento que aspiraba a encon-
trar la salvaci6n en la tradici6n a veces reinterpretada, hasta
los movimientos de Nueva Cultura y Cuatro de Mayo que
rechazaban la tradici6n y querían un total rompimiento con
el pasado confuciano, usaban la lengua vernácula y exaltaban
el individualismo, pero la intenci6n obvia era la de salvar a
China y el total rechazo de sus tradiciones no era el camino
más conveniente. Hasta 1949los escritores trataron de buscar
formas de ser chinos, pero valiéndose de instrumentos que
podían provenir de otras partes. Muchos tuvieron que vivir
en el exterior por razones políticas o simplemente para com-
pletar su educaci6n. Entre los ejemplos más destacados están
el escritor Lu Xun, quien radic6 en Jap6n, y el poeta Wen
Yido, quien vivi6 en Estados Unidos. Cuando en 1949 triunf6
la Revoluci6n, tanto el modernismo como el individualismo
fueron criticados y se enfatiz6 la creaci6n folcl6rica y popu-

19 Gao Xingjian, op. cit., pp. 80.81.

450
310 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

lar. Sin embargo, a pesar del valor que tuvo este rescate, al
imbuirlo de un contenido políticamente correcto se "mató una
gran parte de la cultura tradicional". 20 A principios de los años
ochenta, con la revaloración de aspectos de la cultura tradicio-
nal, incluyendo al confucianismo, se inició una vez más la dis-
cusión de los límites de lo que es chino propiamente dicho y
una renovación cultural que adoptara formas occidentales.
Como consecuencia de la historia contemporánea de Chi-
na y las exigencias de un nacionalismo omnipresente y com-
partido, un fenómeno peculiar de la literatura china es que se
dan varios niveles de exilio, por un lado los escritores radicados
en T aiwan y Hong Kong y por el otro los que viven en diferen-
tes paises occidentales, y todos convergen en la búsqueda de
una identidad "china" que si bien puede tener variaciones tiene
sus rafees en el reconocimiento de la misma cultura. Lo que C. T.
Hsia {A History ofModern Chinese Literature) llama "la obse-
sión por China" compartida por varios escritores chinos en el
exilio "es una obsesión que señala a los problemas de China
como específicamente chinos y que exige la lealtad de los chi-
nos en todas las partes del mundo". 21 Gao ha tratado de zafar-
se, de alguna manera, de estas ataduras:

Yo considero un tanto cuestionable utilizar un nombre colectivo cuan-


do se habla, y temo más ser sofocado por ese nombre colectivo sin
articular una palabra. "Intelectuales chinos" es un nombre colectivo, el
cual yo soy obviamente incapaz de representar y también temo que él
me vaya a representar a mí de manera tal que yo desaparezca de la vista.

Para Gao,

estudiar la historia y la realidad de China es en cierta forma ubicarse


uno mismo, pero no podemos cambiar la historia, ni cambiar al gigan-
tesco país que es China, por lo tanto, más vale tratar de salvarnos pri-
mero nosotros mismos[...] La independencia y la soberanía del espíritu
individual fue fácilmente devorada por la conciencia colectiva de la
nación y de las clases sociales.22

20 Torbjom Lodén, •world Literature with Chinese Characteristics: On a Novel


by Gao Xingjian", en The Stockolmfournal ofEast Asian Studies, vol. 4, 1993, p. 25.
21 Leo Ou-fan Lee, op. cit., p. 11.
22 Gao Xingjian, op. cit., pp. 71-73.

451
BOTION-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 311

Lejos de los barullos políticos, Gao ha continuado escri-


biendo con gran impulso en el exilio, en 1990 publicó eh
T aiwan su novela La montaña del alma, iniciada en 1982. Con
una obvia referencia autobiográfica, Lingshan cuenta la histo-
ria de un escritor quien después de ser diagnosticado de cáncer
terminal en los pulmones decide hacer un viaje por el sur de
China y adentrarse en las culturas de las diversas nacionalida-
des de la región. El cáncer desaparece y el escritor continúa su
plan de viaje por las provincias de Sichuan, Qinghai, y a lo
largo del río Y angzi por las provincias de Jiangsu y Jiangxi. La
obra es un recorrido complejo por la intimidad y la mirada de
diversos narradores en la búsqueda del refugio interior en la
montaña del alma, es un recorrido por los recovecos de los
sentimientos y sensaciones de los personajes, que se entrelaza
con las observaciones minuciosas a un mundo exterior habita-
do por la exuberancia de los paisajes, morada de diversos pue-
blos que son retratados en sus formas únicas de vida.
La situación que se suscitó después de los acontecimien-
tos de Tiananmen en 1989 obligó a varios intelectuales a dejar
China de modo voluntario o involuntario y comenzar una
nueva vida en el exilio, esta vez un exilio fuera de las fronteras
del país. Gao renunció al partido después de los acontecimien-
tos violentos de junio de 1989 en Tiananmen y fue invitado a
escribir una obra sobre ellos,23 el resultado fue "Los fugiti-
vos", Taowang. Por encima de cualquier ente social, Gao fue
fiel al individuo y mantuvo su mirada intimista. Si bien la obra
tiene como marco los tanques y disparos de Tiananmen, se
centra en tres personajes desconocidos entre sí quienes, ante la
llegada de los tanques a la plaza, se refugian en la oscuridad de
un almacén abandonado y con un diálogo que recuerda "A
puerta cerrada" de Sartre confrontan sus ideas, sus vivencias y
las razones que los han hecho encontrarse en esta situación
precaria. Uno de los personajes, "el hombre maduro" se en-
frenta con "el joven" quien le reprocha su falta de compromi-
so y entusiasmo por "la causa": "No quiero ser una baraja en
manos de alguien, manipulado por otros; quiero tener mi li-
bre albedrío, independiente y sólido" y más adelante, cuando

23 Mabel Lee, op. cit., p. 89.

452
312 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

el joven lo reta para que declare qué es: "¿Un individualista, un


nihilista? Más vale que le diga que no soy ningún 'ista', no nece-
sito adorar ningún 'ismo'. Soy simplemente un ser humano
que no puede soportar la idea de ser masacrado ni orillado al
suicidio". 24 Esta obra no satisfizo a los militantes disidentes ni
al gobierno de China que declaró al autor persona non grata.
Gao ha continuado escribiendo obras de teatro, cuentos y
novela. La más reciente, Yigeren de shengjing,25 o "La vida de
un hombre solo", tiene como marco la revolución cultural y,
como en La montaña del alma, hay una mezcla magistral de
todo tipo de técnica literaria con referencias autobiográficas y
disquisiciones ftlosóficas que lo revelan como un existencialista
posmoderno.

Tú no eres un dragón, no eres un insecto, no eres ni lo uno ni lo otro,


ese no ser, eso eres tú, ese no ser no es una negación, mejor dicho es una
realización, una impronta, un gasto, un resultado, antes de un agota-
miento total, es decir la muerte; tú no eres más que un mensaje de la
vida, una expresión, una palabra dicha al no ser.
Tú has escrito este libro para ti, un libro sobre la huida, el Libro de
un hombre solo, tú eres a la vez tu señor y tu apóstol, tú no te sacrifi-
cas por los demás ni pides que se sacrifiquen por ti, así es, no puede ser
más justo [...]2'

Gao Xin~ian no se caracteriza por ser precisamente un


disidente pohtico: "No me opongo a que los intelectuales se
comprometan con la política. Pero personalmente no preten-
do hacerlo, aunque no me niego a expresar opiniones políti-
cas. "27 Su cuestionamiento del sistema político en China lo ha
hecho no tanto con declaraciones o panfletos si no con obras
en donde los personajes a través de vivencias cotidianas refle-
jan su desazón, su inconformidad con el sistema. Su decisión
de emigrar se debió más a un afán por conseguir un espacio de

24 Gao Xingjian, •Fugitives, a Modern Tragedy in two Acts", en Gregory Lee

(ed.), Chint!st Writing and Exile, Chicago, The Center for East Asian Studies, The
University of Chicago, 1993.
25 Yigeren de shengiing, Lianjing, Taipei, 1999, al año siguiente fue publicado en
francés.
26 Gao Xingjian, Le liwe d'un homme seul, tditions L'Aude, Parls, 2000,
pp. 220..221.
71 Gao Xingjian, •The Voice of the Individual", en op. cit., p. 77.

453
BOTION-CORNEJO: GAO XINGJIAN, UN ESCRITOR CHINO 313

creaci6n sin trabas y sin condicionamientos, que a una necesidad


de militancia política. Para mantener la libertad de su pluma,
el escritor ha declarado que prefiere vivir de su obra pict6rica,
antes que de sus trabajos escritos.
El mismo escritor ha expresado directamente su posici6n
sobre las pertenencias a alguna corriente política:
En esta época de colapso ideol6gico y de explosi6n te6rica, con nuevas
tendencias que se reemplazan unas a otras cada vez más rápido, ya no
hay una corriente principal a la cual nos podamos acoger. Yo pienso que
podríamos también llamar a esta época una "era sin ismos", debido a
que las construcciones ideol6gicas ya han sido reemplazadas por métodos
en continuo cambio. Si un individuo desea buscar un asidero en este mun-
do, me temo que lo único que le queda es la duda. Lo que quiero expresar
con "duda" es un tipo de actitud, no un "ismo". Cuando un individuo
está construyendo su propio mundo espiritual, la duda también es en
cierta medida un punto de vista. Usar el lenguaje para llegar a la 16gica
no es muy confiable, ya que lo que las expresiones del lenguaje ofrecen
es s6lo una gama de posibilidades; el "yo" s6lo existe en d entramado de
las percepciones y es dependiente dd lenguaje para existir. En otras pala-
bras, la existencia del yo no es más que una expresi6n dd lenguaje, y el
yo s6lo puede encontrar confirmaci6n a través de la expresi6n de lo que
hace único al lenguaje de uno, lo cual no necesita y no puede ser probado.
Es a través del lenguaje que d individuo se mueve del campo obscuro del
yo hacia el mundo y es capaz de comunicarse con otras personas; así,
gracias a la ayuda de la raz6n, basada en la duda, evita la muerte inexpli-
cable, el suicidio y la locura.21

Desde 1986 ninguna de sus obras ha sido puesta en escena


de manera directa en China, lo que no signific6 que no fuera
conocido en los círculos literarios donde la huella de su obra
sigue estimulando la creaci6n literaria. El poeta Yu Jian, ba-
sándose en Bi an, escribi6 en 1992 el texto Una discusión gra-
matical sobre "El otro lado ..., en la que se subvertía el texto de
Gao, vaciándolo de su contenido dramático original. 29 Esta obra

21 Gao Xingjian, op. cit., p. 80.


29 Claire Huot, "Here, There, Anywhere", en Michel Hockx (ed.), The Litera·
ry Field ofTwentieth-Century China, University of Hawaii Press, Honolulú, 1999,
pp. 211-215.
30 Yu Jian, poeta, naci6 en 1954, vive en Kunming, es miembro de la Asociaci6n

de Escritores de Yunnan, trabaja como editor de la revista Yunnan wenyi pinglun. Ha


publicado varios libros de poemas. Mou Sen es uno de los más importantes hombres
del teatro experimental de China hoy, trabaja sus obras con Yu Jian.

454
'314 ESTUDIOS DE ASIA Y ÁFRICA XXXVI: 2, 2001

de YuJian fue puesta en escena por Mou Sen30 como obra poé-
tica en un acto durante una semana en febrero de 1993 en un
aula del Instituto de Cinematografía de Beijing con gran éxito
entre un público de artistas y escritores de vanguardia, des-
pués de lo cual se realizó un simposio. Éste fue un aconteci-
miento importante como el primer montaje en deconstrucción
teatral en China. Jiang Yue filmó un documental, titulado El
otro lado y Cui Jian, la super estrella del rock, escribió una
canción con el mismo nombre.
Gao Xingjian se nutrió y creó gran parte de su obra entre
los intersticios de un Estado interventor, y su huella sigue acom-
pañando a muchos espíritus libres que moran en esas rendijas,
mientras el aparato estatal se distrae aplacando manifestacio-
nes y asegurando su p~rmanencia con elevadísimas cifras
macroeconómicas. Este cerco no es lejano al que muchos espí-
ritus creativos viven en otros lados del mundo, donde el fan-
tasma del Estado interventor se transmuta en las múltiples
expectativas sociales hacia el intelectual y su sentimiento de
obligación con ellas. En.este sentido Gao responde desde la
experiencia propia y la de la historia de sus ancestros, el resul-
tado es que su reacción es rabiosamente individual, existencial,
situando al intelectual ep. un estado permanente de alerta ante
la alienación de las entelequias colectivas. •!•

Dirección institucional de los autores:


Centro de Estudios de Asia y Africa
El Colegio de México, A. C.
Camino al Ajusco 20
Pedregal de Santa Teresa
10740 México, D.F.

455
CRONOLOGÍA BÁSICA

1644-1912 Dinastía Qing.

1796-1804 Rebelión del Loto Blanco, de inspiración budista.

1800-1830s Aumento del comercio ilegal de opio, usado por los


europeos para balancear su comercio con China.

1839-1842 Guerra del opio. China es obligada a abrir cinco


puertos y a ceder Hong Kong. En 1842 Gran Bretaña fuerza a
China a firmar el Tratado de Nanjing, el primero de una larga
serie de tratados desiguales.

1850-1864 Rebelión Taiping. Producto de la desintegración so-


cial y política. Los rebeldes tenían, además, ideas cristianas y
de igualitarismo.

1860 Gran Bretaña y Francia ocupan Beijing.

1861-1895 Movimiento de autofortalecimiento: adopción selec-


tiva de tecnología y ciencia occidental para fortalecer al Estado
confuciano.

1895 Tratado de Shimonoseki. Después de una corta Guerra,


Japón logra que China le ceda Taiwan, entre otros privilegios.

1898 Reforma de los Cien Días. Intento del emperador de mo-


dernizar el régimen, fracasa y asciende al trono la emperatriz
viuda Cixi.

1900 Rebelión de los Boxer. Japón y varias potencias occidenta-


les invaden el norte de China y ocupan Beijing.

1901-1908 Reformas en el Estado, se eliminan los exámenes im-


periales en 1905.

457

457
458 CHINA: PERSPECfiVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA II

1911 10 de octubre, rebelión en Wuchang conducida por el líder


nacionalista Sun Yatsen (1866-1925) que conduce a la caída
de la Dinastía Qing.

1912 12 de febrero, la Dinastía Qing abdica y se establece for-


malmente la República.

1912-1916 Asume la presidencia el caudillo militar Yuan Shikai


quien se convierte en dictador.

1914 Japón ocupa la provincia de Shandong, que antes estaba


bajo control alemán.

1915 Japón hace 21 demandas de más concesiones en China.

1919 Ante la frustración porque el Tratado de V ersalles no res-


taura los territorios perdidos por el país, el 4 de mayo se desatan
una serie de levantamientos estudiantiles. Este movimiento es
parte de un proceso más amplio de reacción de los intelectua-
les ante las condiciones de China, centrado en el nacionalismo
y en los cambios de patrones autoritarios tradicionales.

1921 Se funda el Partido Comunista de China, Mao Zedong


(1893-1976) es uno de los fundadores.

1923 Miembros individuales del Partido Comunista (PC) se


unen al Guomindang (GMD), Partido Nacionalista, para for-
mar el Primer Frente Unido.

1924 Primer Congreso del GMD con la ayuda de asesores sovié-


ticos. En la academia militar de Whampoa se entrenan líderes
del GMD y del PC para iniciar una campaña de reunificación
nacional al mando de Chiang Kai-shek (1886-1975).

1925 Muerte de Sun Yatsen y ascenso de Chiang Kai-shek a la


dirección del Movimiento Nacionalista.

1926 La alianza GMD/PC lleva a cabo la expedición al norte en


contra de los caudillos locales.

458
CRONOLOGÍA BÁSICA 459

1927 Chiang Kai-shek desata el llamado terror blanco en contra


de los comunistas quienes se refugian en el campo.

1927-1937 El decenio de Nanjing, el GMD gobierna China.

1931 Incidente de Mukden, se inicia la penetración de Japón en


Manchuria.

1932 Japón ataca Shanghai.

1934-1935 Las bases revolucionarias del PC establecidas en


Jiangxi son cercadas por las tropas del GMD. Se lleva a cabo la
huida de los comunistas al norte, Mao Zedong establece su
liderazgo en el panido, y junto a Zhou Enlai (1898-1976),
Zhu De (1886-1976), Peng Dehuai (1898-1974), Lin Biao
(1907-1971) y otros crea las bases revolucionarias en Yenan
(1935-1947).

1937-1945 Japón invade China. El asalto a Nanjing en 1937


obliga al gobierno del GMD a establecerse en Chongqing. Se
forma el segundo frente unido entre el GMD y el PC contra
Japón.

1946-1949 Guerra civil entre el GMD y el PC. Después del triun-


fo del PC, Chiang Kai-shek se refugia en Taiwan.

1949 El 1 de octubre se proclama la República Popular China en


Beijing, como una dictadura democrática basada en la alianza
de cuatro clases democráticas: obreros, campesinos, intelec-
tuales y burguesía nacionalista. En diciembre Mao visita la
Unión Soviética. China inicia este periodo con el bloqueo de
Estados Unidos y sus aliados y expulsada de la ONU, donde el
puesto de China lo ocupa Taiwan.

1950 Rehabilitación de la economía. Se inicia el proceso de


construir una nueva estructura legal. En octubre tropas chinas
entran a Corea en apoyo a la resistencia contra la presencia de
Estados U nidos.

459
460 CHINA: PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA II

1951 Campaña de supresión de los contrarrevolucionarios. Cam-


paña de los Tres Anti: corrupción, dispendio y burocratismo.

1952 Campaña de los Cinco Anti: gratificaciones a los funciona-


rios, fraudes, evasión fiscal, malversación de bienes del Estado
y obtención ilegal de secretos del Estado.

1953 Se inicia el Primer Plan Quinquenal, con asistencia de la


Unión Soviética. En diciembre se lleva a cabo la primera gran
purga política, Gao Gang y Rao Shushi son expulsados del Par-
tido. Primer censo moderno, la población era de 582.6 millones.

1954 Se promulga la primera Constitución de la RPC y Mao


Zedong se convierte en el primer presidente de la República.

1955 Campaña de colectivización de la agricultura. El primer


ministro Zhou Enlai tiene un papel protagónico en la Confe-
rencia de Estados Afro-Asiáticos en Bandung.

1956 Campaña de las Cien Flores y Campaña anti derechista.


XX Congreso del PC de la URSS e inicio de las contradicciones
con el PC chino.

1957 Mao hace un segundo viaje a la Unión Soviética. Moscú


lanza el Sputnik.

1958 Segundo plan quinquenal, sigue las líneas del primero. Po-
líticas económicas radicales del Gran Salto Adelante y las
Comunas Populares.

1959 Comienzan a sentirse las graves consecuencias de las polí-


ticas económicas radicales, unidas a problemas atmosféricos.
Hay hambrunas en algunas partes del campo. El Dalai Lama
se exilia en India. Graves diferencias dentro del PC .chino, el
ministro de defensa Peng Dehui es expulsado de su cargo y
criticado. Lin Biao se convierte en Ministro de Defensa. Mao
renuncia a la presidencia de la República y se mantiene en la
presidencia del Partido.

460
CRONOLOGÍA BÁSICA 461

1960 China mantiene una posición crítica hacia la Unión Sovié-


tica, ésta retira sus técnicos del país.

1962 Se inician una serie de políticas económicas tendientes a


recuperar la maltrecha situación del país como producto del
radicalismo de 1958. Se inicia el Movimiento de Educación
Socialista. Cesan los esporádicos encuentros militares en la
frontera de China e India.

1963 Mao pone en práctica el Movimiento de Educación Socia-


lista en el campo. Se inicia la reforma en el teatro tradicional.

1964 China protesta por las incursiones de Estados Unidos en


Vietnam del Norte. En octubre explota su primera bomba
atómica. Se hace un censo de población, ésta asciende a 694.6
millones.

1965 En septiembre Mao convoca a la crítica a los intelectuales.


En noviembre se muda a Shanghai. Inicio de la Revolución
Cultural.

1966 Gran crítica a líderes del gobierno y del partido. Aparecen


los Guardias Rojos con el apoyo de Mao. Población aproxi-
mada: 750 millones.

1967 Grandes movilizaciones de población por la Revolución Cul-


tural. En junio China explota su primera bomba de hidrógeno.

1968 Mao comienza a frenar el radicalismo de la Revolución


Cultural.

1969 Enfrentamientos fronterizos con la Unión Soviética. Se


inicia el acercamiento con Estados Unidos.

1970 China pone en órbita su primer satélite. Continúan las


muestras de acercamiento con Estados Unidos.

1971 En julio Henry Kissinger y Zhou Enlai sostienen conver-


saciones privadas. En septiembre muere Lin Biao en un acci-

461
462 CHINA: PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA II

dente de aviación. En octubre Beijing recupera la representa-


ción de China en la ONU.

1972 En febrero, el presidente Richard Nixon de Estados Uni-


dos visita China, se firma el Comunicado de Shanghai, donde
Estados U nidos reconoce que Taiwan es parte de China.
México y Beijing establecen relaciones diplomáticas el 14 de
febrero.

1973 Reaparece Deng Xiaoping, protegido de Zhou Enlai, des-


pués de haber sido duramente criticado.

1975 En abril muere en Taiwan Chiang Kai-shek. El presidente


Gerald Ford visita China.

1976 El 8 de enero muere el primer ministro Zhou Enlai. Gran


campaña contra Deng Xiaoping, nombrado como "seguidor
del camino capitalista". El 5 de abril, los opositores a los radi-
cales organizan en Tiananmen una gran ceremonia en conme-
moración a Zhou Enlai y son reprimidos. El 7 de abril Hua
Guofeng ocupa el puesto de primer ministro y Deng Xiao-
ping es removido de todos sus cargos. 28 de julio, gran terre-
moto en T angshan, entre 300 y 600 mil muertos. El 9 de sep-
tiembre muere el presidente Mao. El 6 de octubre su esposa y
sus aliados son apresados y criticados como la "Banda de los
Cuatro". La población de China era de 925 millones.

1977 Deng Xiaoping regresa a algunos puestos secundarios.

1978 Noviembre, carteles en el muro de la democracia en Xidan,


Beijing, acusan a Mao de haber apoyado a la Banda de los
Cuatro. En diciembre la Tercera Sesión Plenaria del XI Con-
greso del Partido anuncia las Cuatro Modernizaciones y el
inicio de un gran proceso de reformas, que implicarán inver-
siones extranjeras y liberalización económica interna.

1979 El primero de enero China y Estados Unidos reestablecen


relaciones diplomáticas formales. El 7 de enero China denun-
cia la invasión de Vietnam a Camboya. Entre enero y febrero

462
CRONOLOGÍA BÁSICA 463

Deng Xiaoping visita Estados Unidos. Entre febrero y marzo


China invade parte de Vietnam. En abril el Congreso de Esta-
dos Unidos aprueba el Acta de Relaciones con Taiwan, donde
se compromete a defender la isla en caso de_ un ataque. En
diciembre se prohíben los periódicos murales políticos y fina-
liza el movimiento prodemocracia iniciado el año anterior. Se
inicia el Sistema de Responsabilidad Familiar en la agricultura
y las comunas empiezan a ser sustituidas.

1980 China es admitida en el FMI y el Banco Mundial. El 1O de


septiembre, Zhao Ziyang remplaza a Hua Guofeng como pri-
mer ministro. Se revisa la Ley de Matrimonio.

1982 En julio se realiza el tercer censo de población de China,


ésta supera los mil millones de personas. Se aprueba una nue-
va Constitución.

1983 Campaña contra la contaminación espiritual y los efectos


de la influencia occidental.

1984 El 19 de diciembre se firma la declaración conjunta con


Gran Bretaña sobre el regreso de Hong Kong a la sobera-
nía china.

1985 En marzo, Deng propone el esquema de "socialismo con


características chinas". Se inicia una renovación en el lideraz-
go, ascienden líderes más jóvenes.

1986 Noviembre-diciembre, manifestaciones de estudiantes por


la democracia en Beijing, Hefei y otras ciudades.

1987 Hu Yaobang renuncia a la secretaría general del PC y es


reemplazado por Zhao Ziyang. En marzo se firma el acuerdo
entre China y Portugal para el regreso de Macao a la sobera-
nía de China. En septiembre y octubre tienen lugar manifes-
taciones en Lhasa y éstas son reprimidas. En noviembre Li
Peng es nombrado primer ministro.

463
464 CHINA: PERSPECTIVAS SOBRE SU CULTURA E HISTORIA II

1988 Se reforma la Constitución para permitir legalmente la


existencia de la propiedad privada.

1989 En marzo tienen lugar manifestaciones antichinas en Lhasa


y se decreta la Ley Marcial. El15 de abril muere Hu Yaobang.
En mayo, Gorbachev visita China y se anuncia la normali-
zación de las relaciones chino-soviéticas. La muerte de Hu
Yaobang desencadena manifestaciones estudiantiles en las
que se pide su rehabilitación política y se reclama democracia.
Dichas manifestaciones continúan en varias ciudades, se de-
cretó la ley marcial en Beijing y a principios de junio se desató
una gran represión en Tiananmen. El24 de junio Zhao Ziyang
es relevado de todos sus cargos acusado de apoyar al movi-
miento estudiantil, Jiang Zemin lo reemplazó en la secretaría
general del Partido.

1990 En enero se levanta la Ley Marcial en Beijing. En mayo se


levanta la Ley Marcial en Lhasa.

1992 En enero, Deng Xiaoping viaja al sur, lo que marca la in-


tención del gobierno de seguir con la política de apertura co-
mercial y el fin de las restricciones impuestas al comercio con
China por muchos países después de la represión de Tianan-
men de 1989. El PIB crece al12% anual.

1996 Elecciones democráticas en Taiwan y ejercicios militares


amenazantes de China.

1997 En febrero muere Deng Xiaoping, en julio Hong Kong re-


gresa a la soberanía de China.

1998 En marzo Zhu Rongji sustituye a Li Peng como primer


ministro. El presidente William Clinton visita China. China
tiene una función estabilizadora en la crisis económica de
Asia. La población sobrepasa los 1200 millones de personas.
Se aprueba la versión definitiva de la Ley de Elecciones de Al-
deas, que regula las elecciones directas locales.

1999 Macao regresa a la soberanía de China.

464
CRONOLOGÍA BÁSICA 465

2001 Beijing es electa como sede de los Juegos Olímpicos de


2008. China ingresa a la Organización Mundial de Comercio.

2002 En el XVI Congreso del Partido se inicia un cambio genera-


cional en el liderazgo, el cual es asumido por la llamada cuarta
generación, donde predominan ingenieros. Hu Jintao es
nombrado secretario general del Partido en sustitución de
Jiang Zemin. China se convierte en el segundo receptor mun-
dial de inversión extranjera, después de Estados Unidos.

2003 En la reunión de la X Asamblea Popular Nacional se avanza


en el relevo de los puestos de dirección en el Estado. Hu ]in-
tao es nombrado presidente de la república en sustitución de
Jiang Zemin y Wen Jiabao primer ministro. El gobierno logra
controlar la epidemia del SARS. China envía con éxito su pri-
mera misión tripulada al espacio. China se convierte en el pri-
mer receptor mundial de divisas extranjeras.

465
OBRAS DE CONSULTA PUBLICADAS
POR EL COLEGIO DE MÉXICO

Anguiano, Eugenio (coordinador), China contemporánea. lA cons-


trucci6n de un pa(s (desde 1949), la ed., 2001,453 p.

Evans, Harniet, Historia de China desde 1800, la ed., 1989, 383 p.

466

466
China: perspectivas sobre su cultura e historia II
se terminó de imprimir en octubre de 2006 en los talleres
de Reproducciones y Materiales, S.A. de C. V.
Presidentes 189-A, Col. Portales, 03300 México, D.F.
Digitalización y formación: Literal, S. de R.L MI.
Portada de lrma Eugenia Alva Valencia
Cuidó la edición Gabriela Lara
y la Dirección de Publicaciones de
El Colegio de México.

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