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LOS DELITOS FINANCIEROS EN EL PERÚ:

A PROPÓSITO DEL DELITO DE LAVADO DE ACTIVOS

CONTENIDO:
1. Introducción. 2. Realidad problemática. 3. Ley Penal contra el Lavado de
Activos. 4. Naturaleza del derecho penal. 5. El tipo penal. 6. Los delitos
financieros. 7. El delito de lavado de activos en la economía 8. Propuestas de
solución. 9. Conclusiones. 10. Bibliografía.

1. Introducción.

El derecho penal es una rama del derecho público que tiene por objeto
establecer las conductas que califican como ilícitos penales, en la
medida que vulneren determinados bienes jurídicos protegidos por la ley,
y al mismo tiempo establece sus respectivas sanciones punitivas.

Sin embargo, el derecho penal constituye la última ratio, dado el carácter

que encierra, por representar la potestad sancionadora del Estado. Bajo
esta premisa, el trabajo que presentamos a continuación, desarrollará la
naturaleza jurídica de los delitos financieros, centralmente especialmente
en el delito de lavado de activos.

Basándonos en la doctrina, la legislación y, la jurisprudencia,

abordaremos este tema delicado para la labor jurisdiccional del Poder
Judicial, el Ministerio Público y, el ministerio de defensa constituido por
los abogados defensores, dado que este delito se ha vuelto muy
recurrente en los últimos años en el Perú.

La prensa nacional a diario da las noticias que determinados políticos y

empresarios –inclusive personajes mediáticos de la farándula- son
investigados o se les apertura procesos penales por la comisión del
delito de lavado de activos. Entre los casos más emblemáticos podemos
mencionar al de los ex Presidentes Alejandro Toledo y Ollanta Humala –

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 éste último en compañía con su esposa la ex Primera Dama de la
Nación, Nadine Heredia-.

Ahora bien, ¿de dónde proviene o cuál es la causa de las actividades

ilícitas o ilegales? Tanto la corrupción, como la informalidad y las
actividades ilícitas fuente del delito de lavado de activos, encuentran sus
causas en enfoques muy variados, los principales se basan en aspectos
culturales, políticos, sociológicos, administrativos, económicos y legales.

Hay quienes sostienen que el problema es fundamentalmente moral, que

refleja la degradación de los valores tradicionales y la ausencia de ética
en la política. Algunas connotaciones éticas y morales de este problema
surgen cuando una sociedad va perdiendo sus valores, como:
responsabilidad, honestidad y honradez, espíritu de servicio, tolerancia y
otros universalmente compartidos como normas de comportamientos
individuales.

Pero también, el fenómeno se desarrolla cuando se abusa del poder y

de la capacidad de decisión, mientras la falta de controles institucionales
y sociales lo permiten, y la organización y participación ciudadana es
poca o nula.
Es ésta la realidad problemática de la cual partimos. Existen tanto
recursos, tanto del sector público como del sector privado, que muchos
políticos y empresarios, además de personas que obtienen su patrimonio
de manera ilícita, no ven otros canales para blanquear su dinero, que
procediendo al lavado de activos. De esto trataremos en las siguientes
páginas.

2. Realidad problemática.

En el actual contexto de la política nacional convulsionada por mega

casos de corrupción, como “Lava Jato” y “Odebrecht”, además de la
creciente realidad del avance del narcotráfico y otras actividades ilícitas

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 como la minería ilegal y la trata de personas, los delitos financieros y el
delito de lavado de activos vienen creciendo.

En medio de dicha realidad problemática es que nos permitimos formular

las siguientes interrogantes a manera de problemas:

¿En qué medida el delito de lavado de activos incide en actividades

ilícitas como el narcotráfico, la minería ilegal y la trata de personas?

¿En qué medida el Estado cuenta con herramientas jurídicas y procesal

contra el delito de lavado de activos?

¿En qué medida la informalidad y las actividades ilícitas son el efecto de

una excesiva regulación normativa por parte del Estado?

Es sobre la base de estas interrogantes, que a continuación

plantearemos un marco teórico, a manera de ensayo, el cual no
pretende concluir el debate, ni mucho menos dar respuestas definitivas,
sino más bien por el contrario, abrir el debate para una mayor
participación de un tema de mucho interés.

3. Ley Penal contra el Lavado de Activos.

En el Perú, se ha introducido mediante el Decreto Legislativo 1106. El

decreto en cuestión, mediante la disposición complementaria derogatoria
única derogó a la Ley 27765, Ley Penal contra el Lavado de Activos,
modificada por el Decreto Legislativo 986.

Este decreto los prevé en sus artículos 1, 2 y 3, que a la letra precisan

las siguientes conductas ilícitas:

“Artículo 1º.- Actos de conversión y transferencia

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El que convierte o transfiere dinero, bienes, efectos o ganancias cuyo
origen ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de evitar la
identificación de su origen, su incautación o decomiso, será reprimido
con pena privativa de la libertad no menor de ocho ni mayor de quince
años y con ciento veinte a trescientos cincuenta días multa”.

“Artículo 2º.- Actos de ocultamiento y tenencia

El que adquiere, utiliza, guarda, administra, custodia, recibe, oculta o
mantiene en su poder dinero, bienes, efectos o ganancias, cuyo origen
ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de evitar la identificación
de su origen, su incautación o decomiso, será reprimido con pena
privativa de la libertad no menor de ocho ni mayor de quince años y con
ciento veinte a trescientos cincuenta días multa”.

“Artículo 3º.- Transporte, traslado, ingreso o salida por territorio

nacional de dinero o títulos valores de origen ilícito
El que transporta o traslada dentro del territorio nacional dinero o títulos
valores cuyo origen ilícito conoce o debía presumir, con la finalidad de
evitar la identificación de su origen, su incautación o decomiso; o hace
ingresar o salir del país tales bienes con igual finalidad, será reprimido
con pena privativa de libertad no menor de ocho ni mayor de quince
años y con ciento veinte a trescientos cincuenta días multa”.

Como muy bien señalan Jorge Gonzáles, Pilar Ponce, Jacqueline Rojas
y Benito Villanueva:

“El delito de lavado de activos responde a un proceso de expansión de la

sociedad y por ende, la evolución negativa de los comportamientos de
sus miembros, donde se da un proceso por el cual se encubre el origen
de los fondos generados por el desarrollo de actividades ilegales o
criminales. Entre los casos más comunes encontramos al tráfico de

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 drogas, contrabando, corrupción, crímenes, prostitución, extorsión,
terrorismo, etc.”1.

Resulta ilustrativa una sentencia emitida por la Sala Penal Nacional

(Colegiado “C”) en el Expediente 151-2010-0-5001-JR-PE-03, contenida
en la resolución de fecha 02 de Febrero del 2016, sobre el delito de
lavado de activos en agravio del Estado, contra los acusados Víctor
Dionicio Joy Way Rojas y Lilia Abdel Troncoso Assen de Joy Way. En la
referida sentencia –absolutoria por cierto-, el Colegiado desarrolló
doctrina jurisprudencial en los siguientes términos:

“5.2.4.El delito de lavado de activos es un delito de resultado. Por tanto,

los actos de conversión, transferencia, ocultamiento y tenencia de
activos de procedencia ilícita, se perfeccionan o consuman cuando el
agente logra con tales conductas, cuando menos momentáneamente,
dificultar la identificación de su ilícito origen, a o su incautación o
decomiso. Esto es, logra asegurar, siquiera mínimamente, tales activos y
su potencial o real aplicación o integración en el circuito económico. En
consecuencia, si dichos resultados no se realizan, esto es, se frustra de
cualquier modo la operación de cubierta que el agente busca construir o
consolidar sobre los activos que pretende lavar, se debe calificar a tal
inicio de ejecución como una tentativa la cual será punible conforme a lo
dispuesto en el artículo 16 del Código Penal” 2.

Ahora bien, debemos contextualizar el delito de lavado de activos en el

Perú. Durante los últimos años en el Perú se han incrementado las
actividades ilícitas provenientes del narcotráfico, la minería ilegal y, la
trata de personas así como el tráfico de armas. Por otro lado, así mismo
se han incrementado los delitos de corrupción de funcionarios por la
1
GONZÁLES MIRANDA, Jorge, Pilar Ponce Mullisaca, Jacqueline Rojas Sulca y, Benito
Villanueca Haro. Lavado de activos. Trabajo de investigación. Director Dr. Julio Rodríguez.
Universidad de San Martín de Porres. Lima, 2011. Rescatado de:
http://www.derecho.usmp.edu.pe/postgrado/doctorado/trabajo_de_investigacion/2011/13_Lavad
o_de_activos.pdf, p. 5.
2
Sentencia de fecha 02 de Febrero del 2016, recaída en el expediente 151-2010-0-5001-JR-
PE-03, expedida por el Colegiado “C” de la Sala Penal Nacional. Recuperado de:
http://www.justiciaviva.org.pe/webpanel/doc_int/doc11022016-173256.pdf.
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 concesión de obras públicas, así como dineros ilícitamente obtenidos
para la financiación de campañas políticas electorales.

Es en este escenario, que ingentes caudales de dinero ilícitamente

obtenido necesita ser ingresado al circuito económico formal, mediante
la realización de otras actividades legales de fachada, configurándose
los ilícitos penales previstos en los artículos 1, 2 y 3 del Decreto
Legislativo 1106.

Hoy en día, el Estado, a través de sus distintas instituciones, como la

Unidad de Inteligencia Financiera, las Procuradurías del Estado, el
Ministerio Público, el Poder Judicial, así como sendas comisiones
investigadoras del Congreso de la República, viene realizando
denodados esfuerzos en la lucha contra este delito, que le juega sucio al
Estado y a los agentes económicos de sistema financiero.

4. Naturaleza del derecho penal.

Como ya hemos adelantado, el derecho penal es una rama del derecho

público. El derecho público garantiza el orden y la seguridad. Tanto el
derecho penal como el derecho administrativo constituyen las
potestades sancionadoras del Estado. El primero lo hace en resguardo
de determinados bienes jurídicos, mientras que el segundo por
infracciones administrativas. La sanción del derecho penal consiste en la
privación de la libertad, mientras que la del derecho administrativo una
multa.

Ahora bien, el insigne penalista Raúl Peña Cabrera nos ofrece una
definición del derecho penal en los siguientes términos:

“(…) podemos decir que el Derecho penal es la parte del Derecho

Público que trata del conjunto de normas establecidas por el Estado, que
determina los delitos, el castigo y las medidas de seguridad que se

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 aplican, a los titulares de los hechos punibles, con la finalidad de
prevenir y reprimir dichos hechos”3.

El derecho penal es objeto de estudio de las ciencias penales. La

dogmática penal parte del estudio de determinados bienes jurídicos que
deben ser protegidos y amparados por la ley, mediante la tipificación de
determinadas conductas como ilícitos penales, con sus correspondientes
penas.

Hoy en día contamos con un derecho penal racionalizado. El derecho

penal moderno parte de la premisa de otorgar una serie de garantías, no
sólo al agraviado, sino a la parte procesada. Fue gracias a los aportes
de Césare Beccaria, que hoy en día contamos con un derecho penal
garantista, dejando atrás ese derecho penal inquisitivo, donde al
procesado ya se asumía de antemano como el autor del delito. Beccaria
abogada por un derecho penal garantista para el procesado, con
proporcionalidad entre los delitos y las penas, garantizando la
presunción de inocencia del procesado durante el desarrollo de juicio,
con la posibilidad de no auto-inculparse ni obtener la prueba mediante la
tortura.

En resumen, y lo más importante, es que Beccaria sostenía la idea de

que los delitos debían reposar en el principio de legalidad, como una
garantías para las personas, en la medida que los ilícitos no fueran el
resultado de las pasiones y la arbitrariedad de los gobernantes del
momento. Así, sostenía que:

“La primera consecuencia de estos principios es que sólo las leyes

pueden decretar las penas sobres los delitos; y esta autoridad no puede
residir más que en el legislador, que representa a toda la sociedad unida
por un contrato social”4.

3
PEÑA CABRERA, Raúl. Derecho Penal Peruano Parte General. Sesator. Lima, 1977, p. 17.
4
BECCARIA, Césare. De los delitos y las penas. Ediciones Orbis, S.A. Buenos Aires, 1984, p.
47.
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 En resumen, el derecho penal tiene una naturaleza pública,
sancionadora y, de última ratio.

5. El tipo penal.

Bajo la idea sostenida por César Beccaria, uno de los principios

consagrados en la Constitución Política del Perú en su artículo 2 inciso
24 literal d, es que:

“Nadie será procesado ni condenado por actor u omisión que al tiempo

de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de manera
expresa e inequívoca, como infracción punible; ni sancionado con pena
no prevista en la ley”.

Principio constitucional que guarda conformidad con lo previsto en el

artículo II del Título Preliminar del Código Penal, que a la letra dice:

“Nadie será sancionado por un acto no previsto como delito o falta por la
ley vigente al momento de su comisión, ni sometido a pena o medida de
seguridad que no se encuentren establecidas en ella”.

Se trata pues de un triunfo del derecho penal moderno y racionalizado.

La garantía de que sólo es delito lo que está previamente contemplado
por la ley penal, al momento de la comisión del hecho.

El maestro Luis Jiménez de Asúa nos ofrece algunas ideas y

definiciones en torno al tipo penal:

“He aquí lo que es el “tipo”: la definición del hecho que se ha

considerado delito en cada caso, y cuando se habla del robo, del hurto,

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 del prevaricato o del homicidio, la ley ha dado en pocas líneas un
concepto de esos actos”5.

Ahora bien, dentro del tipo debemos distinguir entre la tipicidad objetiva y
la tipicidad subjetiva. La primera se refiere a la conducta descrita en el
artículo correspondiente de la ley penal, refiriéndose además a quienes
pueden cometer el ilícito penal y quién puede ser agraviado. Mientras
que la segunda se refiere a los grados en que se comete el hecho,
pudiendo ser con dolo o con culpa.

6. Los delitos financieros.

Los delitos financieros se encuentran previstos en el capítulo primero del

título décimo del libro segundo del Código Penal. El bien jurídico que la
ley penal busca proteger y resguardar estableciendo como conductas
ilícitas determinados hechos, es el orden y la seguridad financieros,
dado que constituye un patrimonio del orden público.

Entre los delitos financieros previstos en el Código Penal pueden

precisarse los siguientes:

Artículo 244.- Concentración crediticia.

Artículo 245.- Ocultamiento, omisión o falsedad de información.

Artículo 245 A.- Falsedad de información presentada por un emisor en el

mercado de valores

Artículo 246.- Instituciones financieras ilegales

Artículo 247.- Financiamiento por medio de información fraudulenta

5
JIMÉNEZ DE ASÚA, Luis. Problemas de Derecho Penal. Librería y Editorial “La Facultad”.
Buenos Aires, 1944, p. 25.
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 Artículo 248.- Condicionamiento de créditos

Artículo 249.- Pánico financiero

Artículo 250.- Omisión de las provisiones específicas

Artículo 251.- Desvío fraudulento de crédito promocional

Artículo 251 A.- Uso indebido de información privilegiada – Formas

agravadas

Artículo 251 B.- Manipulación de precios en el mercado de valores

Como precisa Ladislao Adrián Reyes Barragán, en torno a los delitos

financieros:

“Los delitos financieros comprenden los actos bancarios, de ahorro y

crédito popular, bursátiles, de seguros, de fianzas y de organizaciones y
actividades auxiliares de crédito. En la actualidad los delitos financieros
que tipifican las leyes especiales, no inhiben su comisión, lo cual se
traduce en el perjuicio patrimonial y pérdida de confianza de los
inversionistas”6.

Los delitos financieros, también conocidos como los delitos cuello banco,
se configuran en el escenario de las transacciones financieras. Uno de
los delitos que está cobrando mayor auge durante los últimos años, es el
delito de lavado de activos –lavado de dinero-. Se trata de un fenómeno
que no es exclusivo del Perú, sino de gran parte del mundo, y especial
de América Latina. Delito asociado con la corrupción, y otros delitos
como el tráfico ilícito de drogas, y la realización de actividades
económicas ilícitas.

6
REYES BARRAGÁN, Ladislao Adrián. Los delitos financieros y los tipos penales. X Congreso
de la Academia de Ciencias Administrativas. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. San
Luis de Potosí, Mayo del 2006, p. 3.
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7. Delito de lavado de activos en la economía

Podemos conceptualizar o definir a la economía como el indicador de

medición que permite conocer situación actual, así como el pronóstico
económico sobre el futuro de un país. Cabe señalar que uno de los
principales fines u objetivos que tiene la sociedad es que pueda haber
un mayor crecimiento de la economía, que se genera por la mayor
extracción, producción, distribución y consumo de productos o servicios.
Dichas transacciones de bienes y servicios pueden expresarse desde
tres ámbitos:
Desde el ámbito de la formalidad, en el que las
transacciones de productos y servicios se llevan a cabo
bajo el cumplimiento de los requisitos y de la normativa
establecida.

Desde el ámbito de la informalidad, es decir de aquellas

transacciones que se originan fuera de la normatividad, en
otras palabras, aquellas transacciones que no cumplen con
lo previsto en nuestro ordenamiento jurídico, debido a las
ventajas que otorga u obtienen al ser informales y al poco
control que ejerce el Estado en esos ámbitos.
Precisamente al haber este campo informal, se da paso a
que se ejerza un gran desarrollo los grupos criminales —
crimen organizado—dedicadas en este caso específico al
delito de lavado de activos.

Por último, también se puede identificar un ámbito mixto,

en donde las transacciones de bienes y servicios cuentan
con características de los dos primeros ámbitos como ser
el formal e informal. Este sería el caso de una organización
criminal que cuenta con un negocio o empresa que es
utilizada como una fachada, la misma que cumple con

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 todas las formalidades y los requisitos legales para que se
lleve a cabo su constitución, respeta y cumple la normativa
con la finalidad de que el estado no se dé cuenta, ni tenga
la mínima sospecha de que el verdadero fin de la empresa
es de introducir los activos de origen ilícito al sistema
económico.

Mediante esto se desprende que las transacciones de bienes y servicios

participantes en la economía no solo son pasibles de que puedan tener
un origen lícito, sino que, también algunas de ellas pueden poseer un
carácter ilícito.

Por ejemplo; En Colombia cualquier tipo de actividad económica que se

desarrolla, se encuentra bajo el monitoreo, supervisión y control de
alguna Superintendencia, cosa que lamentablemente no sucede en
nuestro territorio ya en el Perú se tiene un sistema muy libre que permite
ejercer las actividades económicas si llevar control alguno, lo que puede
resultar muy beneficioso en algunos aspectos, pero también es
perjudicial para el seguimiento e investigación del delito de lavados de
activos.

Adicionalmente, el ingreso de dinero ilícito a la economía implica en

muchos casos si no son en toda corrupción, llegando hasta las
instancias más altas del aparato estatal, como se visto en la realidad
donde alcaldes y regidores tiene depósitos en sus cuentas no
justificados, que luego han sido relacionados con empresas contratistas.
De acuerdo a los reportes revisados de Unidad de Inteligencia
Financiera en el Perú, el narcotráfico constituye una actividad ilícita que
genera mayor cantidad de operaciones sospechosas, pero
lamentablemente muchas veces es difícil comprobar tal ilícito.

Si bien nuestro país cuenta con los instrumentos normativos con los
cuales puede enfrentar a este fenómeno complejo y difícil, tanto para

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 poder realizar la prevención como para sancionar actividades de lavado
de activos que se presenten; sin embargo, se puedo corroborar que a
pesar de eso aún existe una escaza capacidad de control y supervisión
por parte de las autoridades responsables, que tiene como consecuencia
que se atenta contra la vigencia de un sistema eficiente que luche contra
el lavado de activos.

Cabe precisar, que existe otra razón de la escasez de condenas por este
delito y radica en el “desorden jurisprudencial” y las dificultades que se
tiene al momento de presentar o construir la prueba indiciaria.

8. Propuesta de solución.

De todo este marco teórico, normativo y problemático, es que a

continuación formulamos las siguientes propuestas de solución, de
manera de hipótesis, las cuales no pretenden dar por concluido el tema,
sino más bien generar el debate que el tema demanda por su alta
complejidad.

Así, a la pregunta: ¿en qué medida el delito de lavado de activos incide

en actividades ilícitas como el narcotráfico, la minería ilegal y la trata de
personas? Al respecto podemos precisar que, efectivamente, el delito de
lavado de activos incide significativamente en las actividades ilícitas
como el narcotráfico, la minería ilegal y la trata de personas, pues estas
actividades son la fuente ilícita de dinero que finalmente es blanqueado
e introducido en el mercado formal, precisamente bajo la modalidad de
lavado de activos.

Como propuesta de solución, nos inclinamos por más controles

institucionales y sociales de aquellas actividades económicas por parte
del Estado.

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Por otro lado, en cuanto a la pregunta: ¿En qué medida el Estado cuenta
con herramientas jurídicas y procesal contra el delito de lavado de
activos? De esta manera, con la vigencia de los Decretos Legislativos
1104 y 1106 se perfecciona la legislación que sanciona y reprime el
delito de Lavado de Activos para que el Estado cuente con herramientas
jurídicas y procesales más eficaces en su lucha contra la criminalidad
organizada sin que ello afecte los derechos fundamentales de las
personas como la presunción de inocencia y el debido proceso.

En la reforma legislativa efectuada, se destaca el hecho de que ahora, el

Lavado de Activos constituye un delito autónomo. Hasta hoy, la política
existente en la administración de justicia establecía la necesidad de que
exista una actividad ilícita preexistente comprobada, de la cual se podía
colegir el Lavado de Activos. Sin delito preexistente no había lavado.

No importaba si al funcionario público, al presunto narcotraficante o

extorsionador le encontraban dinero sin origen lícito conocido o
justificable. Con esta reforma legislativa, ahora el lavado de activos (LA)
es un delito autónomo por lo que, para su investigación, procesamiento y
eventual sentencia condenatoria, no es necesario que hayan sido
descubiertas y sancionadas las actividades criminales que produjeron el
patrimonio sin origen legal conocido.

Se reafirma la obligación de las instituciones bajo supervisión de la SBS

para que mejoren el control de operaciones y que reporten a la UIF
(Unidad de Inteligencia Financiera de la SBS). Se establece que todas
las entidades del Estado colaborarán con la UIF.

Finalmente, a la tercera pregunta: ¿en qué medida la informalidad y las

actividades ilícitas son el efecto de una excesiva regulación normativa
por parte del Estado? Podemos precisar lo siguiente: existen múltiples
estudios realizados en el Perú, desde “Desborde popular y crisis del

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 Estado” (1984) del sociólogo José Matos Mar, o “El otro sendero” (1986)
de Hernando De Soto, donde se explica el fenómeno de la informalidad
generada por la migración del interior del país a la capital.

Miles de provincianos en la capital y las principales ciudades de la costa

configuraron un comercio informal, vivienda informal, trabajo informal. En
una clara respuesta a la excesiva reglamentación estatal, que tenía
ribetes de mercantilismo, es decir, para favorecer a los que era amigos
del gobierno. La informalidad, es entonces el efecto de la excesiva
legislación. Y las actividades ilícitas, entre ellas el lavado de activos,
también obedecen al esquema reglamentista del Estado, de pretender
regular todos los aspectos de la realidad.

Ahora bien, con ello no está justificando el estado de cosas. Y con

mucha mayor razón creemos que deben penalizarse y castigarse las
actividades ilícitas. Pero la política criminal no puede ser diseñada para
favorecer a unos y perseguir a otros.

Por ello, ante esta interrogante, proponemos como solución la

desregulación y la despenalización del delito de lavado de activos, por
cuanto nuestra realidad social nos advierte que muchos patrimonios se
han formado sobre la base de actividades ilícitas, y hoy en día operan
dentro de la formalidad, mientras que a los recién llegados se les castiga
con todo el peso de la ley.

9. Conclusiones.

Del estudio del presente tema, podemos formular las siguientes

conclusiones:

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Primero.- En los últimos años vienen presentándose muchos casos
sobre el delito de lavado de activos. Principalmente casos ligados a
personajes de la política. El caso emblemático detrás de todo ello es
“Lava Jato” y “Odebrecht”, en el que muchos políticos peruanos están
involucrados e investigados por desbalance patrimonial, corrupción, y
lavado de activos.

Segundo.- Se ha introducido la figura del delito de lavado de activos, en

el Perú, dado el contexto en el cual, muchas personas vienen amasando
grandes fortunas, producto de determinadas actividades económicas
ilícitas, entre ellas el narcotráfico, la minería ilegal, la trata de personas,
así como el financiamiento ilegal de partidos políticos.

Tercero. - Se ha sostenido que, para acreditar el delito de lavado de

activos, en primer lugar, debe acreditarse el origen ilícito de la fuente de
dinero. Ello evidentemente redobla los esfuerzos de los encargados de
realizar las investigaciones, es decir, los fiscales. Por ello todos los
sectores de la sociedad deben verse comprometidos en la lucha frontal
contra este delito, considerado de cuello blanco.

Cuarto. - Un antecedente reciente, fue precisamente el sonado caso de

los “Panama Papers”, sobre empresas constituidas en paraísos fiscales,
para eludir las reglamentaciones estatales, dado que el origen de sus
patrimonios provenía de fuentes ilícitas. En el Perú, salió a la luz la lista
de personajes mediáticos que habían constituido sus empresas off shore
en este paraíso fiscal.

Quinto.- Sin embargo, uno de los principales argumentos de estas

personas que prefirieron constituir sus empresas fuera del país, fue el
hecho de que la excesiva reglamentación estatal constituye, no un
paraíso fiscal, sino un infierno, por las desmesuradas reglamentaciones.

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 Sexto.- Al respecto, resulta oportuno que nos detengamos a analizar, si
verdaderamente como argumentan estas personas, estos países, como
el Perú, contienen excesivas reglamentaciones que terminan empujando
a muchos a constituir sus empresas en el extranjero.

Sétimo. - Y es que debemos advertir que el Perú es eminentemente un

país informal, con alrededor del 70% de su economía informal. La
excesiva reglamentación constituye un factor que eleva los costos de
transacción.

10. Bibliografía.

1. BECCARIA, Césare. De los delitos y las penas. Ediciones Orbis,

S.A. Buenos Aires, 1984.

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2. GONZÁLES MIRANDA, Jorge, Pilar Ponce Mullisaca, Jacqueline
Rojas Sulca y, Benito Villanueca Haro. Lavado de activos. Trabajo de
investigación. Director Dr. Julio Rodríguez. Universidad de San
Martín de Porres. Lima, 2011. Rescatado de:
http://www.derecho.usmp.edu.pe/postgrado/JIMÉNEZ DE ASÚA,
Luis. Problemas de Derecho Penal. Librería y Editorial “La Facultad”.
Buenos Aires, 1944.
3. PEÑA CABRERA, Raúl. Derecho Penal Peruano Parte General.
Sesator. Lima, 1977.
4. REYES BARRAGÁN, Ladislao Adrián. Los delitos financieros y los
tipos penales. X Congreso de la Academia de Ciencias
Administrativas. Universidad Autónoma del Estado de Morelos. San
Luis de Potosí, Mayo del 2006. Rescatado de:
doctorado/trabajo_de_investigacion/2011/13_Lavado_de_activos.pdf
.
5. Sentencia de fecha 02 de Febrero del 2016, recaída en el
expediente 151-2010-0-5001-JR-PE-03, expedida por el Colegiado
“C” de la Sala Penal Nacional. Recuperado de:
http://www.justiciaviva.org.pe/webpanel/doc_int/doc11022016-
173256.pdf.

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