Capítulo I

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CAPÍTULO I: Conceptos y definiciones fundamentales

Etimología.-La palabra eutanasia etimológicamente deriva de los


términos griegos eu =bien y thanatos = muerte en sentido lato el alivio en
el bien morir, suministrando. Por ej., almoribundo drogas que calman al
dolor.

Concepto.- La eutanasia procura la muerte sin dolor a quienes sufren.


Pero todavía estesentido es muy ambiguo, puesto que la eutanasia, así
entendida, puede significar realidadesno sólo diferentes, sino opuestas
profundamente entre sí, como el dar muerte al reciénnacido deficiente
que se presume que habrá de llevar una vida disminuida, la ayuda
alsuicida para que consume su propósito, la eliminación del anciano que
se presupone que novive ya una vida digna, la abstención de persistir en
tratamientos dolorosos o inútiles paraalargar una agonía sin esperanza
humana de curación del moribundo.

En general, eutanasia significa el hecho de provocar una muerte fácil y


sin dolores a unpaciente que está próximo a morir por causa de una
enfermedad terminal.Fue Francisco Bacón en el siglo XVII quien lo
empleo por primera vez. La prácticaconsistente en administrar las
drogas, fármacos u otras sustancias que alivien el dolor,aunque con ello
se abrevie su vida.

Eutanasia y su evolución histórica.

Desde siempre, a lo largo de la historia, se ha tratado de regular la muerte


producida de forma voluntaria, tanto la realizada por el propio sujeto como
la realizada por terceros, mediante normas escritas o no, siendo estas
normas un reflejo de las concepciones imperantes en cada época, ya
fueran religiosas, filosóficas científicas o de cualquier otro orden.

El término eutanasia deriva de los vocablos griegos "eu" cuyo significado


es bueno y de "thanatos" que significa muerte, por consiguiente su
significado etimológico es "buena muerte". En el transcurso de la historia
al término se le han ido atribuyendo diferentes significados, "muerte
rápida y sin dolor", "muerte tranquila, fácil, suave, natural".

Las prácticas eutanásicas y el suicidio por motivos altruistas, eran


bastante frecuente en los pueblos primitivos, pudiéndose destacar tres
categorías: suicidios de hombres una vez han llegado a la vejez o son
atacados por una enfermedad; suicidios de mujeres a la muerte de su
marido; suicidios de clientes o servidores a la muerte de sus jefes.

Tanto en Grecia como en Roma, hubo numerosos defensores y algún


detractor de la eutanasia, como lo atestiguan numerosos documentos y
testimonios literarios.

Platón en su obra Fedón describe el comportamiento de Sócrates en sus


últimos días. "Sócrates fue condenado a muerte, sus amigos le prepararon
un plan de fuga, pero él prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus
últimos días de vida con sus amigos y seguidores. Poco antes de cumplir su
sentencia se bañó, para evitar con ello que las mujeres tuvieran que lavar
su cadáver. Una vez limpio bebió el veneno, y cuando sintió sus piernas ya
pesadas, se acostó dignamente sobre sus espaldas, sin quejarse ni
mostrando sufrimiento alguno, si no al contrario él era la persona más
optimista que se encontraba en ese lugar ya que toda la demás gente
sufría al saber que Sócrates iba a morir, con esto despertó la admiración
de cuantos lo rodeaban", o en su libro III de La República también afirma
que "cada ciudadano tiene un deber que cumplir en todo estado bien
organizado y habrá que establecer una legislación para el estado que cuide
de los ciudadanos bien constituidos de alma y cuerpo, pero respecto a los
que no son sanos corporalmente se les dejará morir".

Hipócrates se opuso a la eutanasia. Para él eran fundamentales la santidad


de la persona y el verdadero bienestar del paciente. Reconoció, sin
embargo, que se podría violar fácilmente esta ética ya que los médicos, no
tienen sólo el poder para curar sino también para matar. Por esta razón
hizo que los médicos se comprometieran éticamente con el denominado
Juramento Hipocrático: "Y no daré ninguna droga letal a nadie, aunque me
la pidan, ni sugeriré un tal uso, y del mismo modo, tampoco a ninguna
mujer daré pesario abortivo, sino que, a lo largo de mi vida, ejerceré mi
arte pura y santamente." El juramento permitió a la medicina proteger al
paciente vulnerable.

El Estoicismo fue la filosofía más influyente en el Imperio romano durante


el periodo anterior al ascenso del cristianismo. La base de la ética estoica
se fundamenta en que el bien no está en los objetos externos, sino en la
condición del alma en sí misma, en la sabiduría y en el dominio, mediante
los que una persona se libera de las pasiones y deseos que perturban su
vida. Séneca, Epícteto y Marco Aurelio son los tres filósofos estoicos cuyos
escritos se conservan, y ven así la eutanasia.

Séneca, basándose en que la ley eterna fija un solo modo de iniciar la vida,
pero varios para salir de ella, nos ha transmitido su opinión al respecto
cuando dice "es al hombre a quien corresponde decidir libremente sobre el
sentido y su capacidad de soportar su existencia en el cuerpo", "no se debe
ni querer demasiado a la vida ni odiarla demasiado, sino buscar un término
medio y ponerle fin cuando la razón lo aconseje", "no se trata de huir de la
vida sino de saber dejarla" o "es preferible quitarse la vida, a una vida sin
sentido y con sufrimiento".

Epícteto ve la muerte como una afirmación de la libertad. "la vida a veces


no tiene rumbo alguno y solo provoca sufrimientos tanto para el enfermo
como para sus familiares, es por lo que el enfermo tiene el derecho a
decidir".

Marco Aurelio, en su Libro III "una de las funciones más nobles de la razón
consiste en saber si es o no, tiempo de irse de este mundo".

El cristianismo, en un principio, no solo no condenó el suicidio, sino que


incluso lo consideró como un gesto heroico, para escapar al deshonor o
como una forma de aceptar el martirio. A partir del siglo IV, es cuando
para evitar el gran número de suicidios de creyentes fanáticos, que
pretendían, a través de la inmolación, conquistar el paraíso, y para
restablecer un poco de valor a la vida humana, empieza a manifestarse en
su contra. San Agustín equiparó el suicidio al homicidio y no admitía
ningún tipo de excepción, ni en casos de gran dolor moral ni
desesperación. El pensamiento agustiniano influyó en gran medida en la
doctrina posterior de la Iglesia. El Código Canónico empezó a condenar el
suicidio a partir del Concilio de Arles en el año 452, estableciendo
sanciones como la prohibición de la celebración de la misa y el canto de los
salmos, cuando se acompañaba al difunto a la tumba, también la
prohibición de sepultura en campo santo, y la excomunión para quienes
solo lo hubieren intentado.

En la Edad Media la Iglesia Católica siguió condenando el suicidio, y por


tanto la eutanasia, por atentar contra: el amor debido a sí mismo, la
sociedad y el derecho exclusivo de Dios sobre la vida del hombre, y además
ordenó la confiscación de todas las propiedades del suicida y todo tipo de
humillaciones para el cadáver. Sin embargo, no logró suprimirlo del todo,
puesto que en determinadas circunstancias se siguió produciendo, en las
ordalías medievales se utilizaba un puñal corto y afilado para "rematar" a
los heridos sin posibilidad de curación, que recibía, no por casualidad, el
nombre de "misericordia".

En el Renacimiento se produce un cambio de mentalidad, y en lo que se


refiere a la eutanasia, a ésta se la relaciona con el buen morir en el sentido
físico, como el último proceso de la vida del ser humano. Tomas Moro, al
describir en su obra Utopía, la forma del Estado ideal, afirma por una parte
que se debe prestar a los moribundos todo cuidado y solidaridad. Pero
considera que, en casos de dolores extraordinarios, se puede recomendar
poner término a su vida. Se le puede causar la muerte al enfermo, si éste
está de acuerdo, privándole de los alimentos o administrándole un veneno.
También indica que se requiera el permiso de las autoridades y de los
sacerdotes para evitar posibles abusos.

En 1605 Francis Bacon introduce por primera vez, la actual concepción de


eutanasia: "la acción del médico sobre el enfermo incluyendo la posibilidad
de apresurar la muerte".

David Hume, (1711 a 1776) justifica la eutanasia cuando dice "si el


disponer de la vida humana fuera algo reservado exclusivamente al
todopoderoso, y fuese infringir el derecho divino el que los hombres
dispusieran de sus propias vidas, tan criminal sería el que un hombre
actuara para conservar la vida, como el que decidiese destruirla".

Los Utilitaristas, a finales del siglo XVIII y en el XIX, en su pensamiento


mantienen que cualquier acción es moralmente buena cuando produce
mayores beneficios que perjuicios, y por lo tanto, el valor ético de la
conducta está determinado por el carácter práctico de los resultados.
Bentham identifica el "bien" con el placer o la felicidad, y el "mal" con el
dolor o la infelicidad y defiende "el mayor bien para el mayor número de
gente". En relación a la eutanasia su posicionamiento está basado en que
será mayor el bien y la felicidad, tanto para el enfermo como para su
familia, si se ayuda al enfermo a morir de una forma digna, que si se le
ayuda a prolongar el sufrimiento.

La Revolución Francesa creó la tradición jurídica de la no punición del


suicidio que se refleja en la casi totalidad de la actual codificación penal.

Los Eugenistas buscan el perfeccionamiento de las cualidades de la raza


humana mediante el estudio de la herencia. Aunque la idea de eugenesia
estaba ya presente en la República de Platón, el actual concepto se fraguó
durante la segunda mitad del siglo XIX con el darwinismo social,
fundamentado en la perfección de la especie humana y en una confianza
cada vez mayor en la ciencia como forma de conocimiento. Cuando sus
lemas, "lucha por la supervivencia" y "ley del más fuerte", se aplicaron a la
sociedad, es cuando aparece la eugenesia moderna. A partir de 1900, con
la aparición de la genética moderna, las corrientes interesadas en
"mejorar" la raza humana se transformaron en un movimiento
institucionalizado, los Eugenistas, en el que cabe destacar dos corrientes:
la eugenesia positiva que se centra en aumentar el potencial educativo de
los individuos especialmente "adaptados", y la eugenesia negativa que
subraya la necesidad de apartar a aquellos particularmente "inadaptados".
Entre 1910 y 1940 el movimiento, estrechamente asociado con un
sentimiento de superioridad blanca anglosajona, fue especialmente intenso
en Inglaterra, Estados Unidos y Alemania.

Karl Binding y Alfred Hoche en 1920 utilizan el término eutanasia, para


proponer la muerte de personas social y económicamente inadaptadas
como los enfermos mentales o minusválidos.

A finales de 1939, Hitler autorizó, por primera vez, la aplicación de la


eutanasia, a un niño ciego, deficiente mental, y con sólo dos extremidades,
que se encontraba ingresado en una clínica de Leipzig. En 1939 la
Alemania Nazi aprobó una norma por la que se obligaba a informar a las
autoridades, del nacimiento de niños con defectos físicos, y tres peritos
decidían si el niño debía o no seguir viviendo. Poco después, Hitler dictó las
normas legales que legitimaron la eutanasia en Alemania. Por primera vez
en la historia, una autoridad política, emanada de unas elecciones
democráticas, aprobaba la supresión de "vidas humanas sin valor".

Después de la segunda guerra mundial la eutanasia se vuelve un tema


tabú.4

4.-
http://www.ub.edu/ciudadania/hipertexto/evolucion/trabajos/0304/3/2
.htm

Historia de la eutanasia
La eutanasia no es una práctica reciente, sino que se ha venido practicando y
debatiendo desde tiempos muy antiguos. El ser humano siempre está en busca
de experiencias placenteras y evitar aquellas que no lo son. Es aquí donde la
eutanasia cobra importancia, ya que su filosofía es evitar el sufrimiento
humano.

En los tiempos de la antigua Grecia no se planteaban hechos morales sobre la


eutanasia, ya que una mal vida, no era digna de ser vivida. Sin embargo
Hipócrates se opuso a tal práctica y obligó a los médicos a dejar de utilizar la
eutanasia activa y la ayuda al suicidio. Ya para la edad media la eutanasia se veía
como pecado. Esto porque en este tiempo, se comenzó a propagar el
cristianismo, de modo que la eutanasia era visto como suicidio u homicidio, ya
que sólo Dios puede quitarle la vida a una persona.
Para el tiempo de la modernidad se comienza a pensar que la perspectiva
cristiana no es la única, de modo que las ciencias naturales y la medicina,
cobran mucha importancia. En el 1623 el filósofo Francis Bacon fue el primero
en retomar el tema de la eutanasia y la diferenció en exterior e interior. Para él
la eutanasia exterior era la muerte del cuerpo, mientras que la eutanasia interior
es la preparación del espíritu para la muerte. Él ve la eutanasia como el arte del
buen morir y le da importancia a que los médicos ayuden a los enfermos a
morir. Él pensaba junto al autor de la obra Utopía, que la eutanasia se podía
practicar si ese era el deseo del paciente. Sin embargo, los médicos de ese
tiempo rechazaron la eutanasia activa y promovieron la eutanasia pasiva.

Para el sigo XIX, surgen enfoques como el darwinismo y la eugenesia, donde se


utilizan las leyes biológicas para el perfeccionamiento de la raza. Ya en el siglo
XX varias sociedades promulgan la legalización de la eutanasia, incluyendo a
médicos, abogados, filósofos y teólogos. Luego de esto, para la primera guerra
mundial, se sustentó la matanza de lisiados y enfermos por parte de los nazis.
Ellos querían tener una raza que fuese perfecta, así que se comenzó a utilizar la
eutanasia para darles muerte a personas que pudieran interferir con esta meta.

Hoy día, entendemos que la manera en cómo se ve la eutanasia en los


individuos depende de varios factores, incluyendo la cultura, la religión,
experiencias personales, etc. La práctica de la eutanasia es legal en varias partes
del mundo, incluyendo a Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Suiza y cuatro estados
de los Estados Unidos. En otros lugares como en Puerto Rico, es legal que se le
sean retirados los tratamientos a una persona moribunda o que se encuentre en
estado vegetativo. Lo que sí hay que recalcar es que en estos tiempos existen
muchas prácticas para trabajar con el trato de los moribundos, incluyendo los
cuidados paliativos e inclusive los testamentos vitales, aunque la eutanasia no
sea legal en la mayoría de los países.5

5 https://todosobreeutanasia.wordpress.com/2013/06/25/historia-de-la-
eutanasia/

La eutanasia (del latín científico euthanasia y este del griego


antiguo εὐθανασία /euthanasía)1 o mas conocida como la muerte dulce es la intervención
voluntaria que acelera la muerte de un paciente desahuciado, con su consentimiento, con
la intención de evitar sufrimiento y dolor. La eutanasia está asociada al final de la vida sin
sufrimiento.1
En un sentido más contemporáneo y restringido, la eutanasia es aquel procedimiento
voluntario, intencionado, estudiado y consciente que realiza un médico para acelerar la
muerte de un paciente terminal de algún padecimiento incurable; a solicitud consciente,
estudiada y deliberada del enfermo o familiares, quienes, plenamente enterados de que no
existe tratamiento curativo para la dolencia; le solicitan al médico que la realice sobre el
paciente para así dar fin con el dolor y sufrimiento intolerables e intratables.2
Existen diferentes leyes sobre la eutanasia en cada país. El Comité selecto de Ética
médica de la Cámara de los Lores británica define la eutanasia como «una intervención
deliberada emprendida con la intención expresa de poner fin a una vida, para aliviar el
sufrimiento intratable».3 En los Países Bajos y en Bélgica, es entendida como «la
terminación de la vida por un médico a petición de un paciente».4 Sin embargo, la ley
holandesa no usa el término eutanasia, sino que lo incluye bajo la definición más amplia de
«suicidio asistido y finalización de la vida a petición». 5 En Colombia la Corte
Constitucional en su sentencia C 239 de 1997 manifiesta que el homicidio por piedad es
«es la acción de quien obra por la motivación específica de poner fin a los intensos
sufrimientos de otro», y que «doctrinariamente se le ha denominado homicidio pietístico o
eutanásico».6 No obstante, en la sentencia T 970 de 2014, se lee que «las definiciones
sobre eutanasia son múltiples y actualmente no se cuenta con alguna totalmente
aceptada»7 pero aún así, se utiliza la definición de la doctrina jurídica para precisar los
elementos necesarios para que el homicidio corresponda al concepto doctrinario de
eutanasia; también usa la descripción doctrinaria para su clasificación. 7
La eutanasia está clasificada de diferentes formas: directa e indirecta según el accionar
médico, y voluntaria e involuntaria si se cuenta o no con el consentimiento del paciente. 8

Etimología[editar]
La palabra eutanasia proviene del latín científico euthanasia /eutʰanásɪa/, y este del
griego εὐθανασία /euuθaɳasía/, está compuesta por el prefijo εὖ /euu/ ‘bien’, ‘normalidad’; la
palabra θἀνατος /θánatos/ ‘muerte’ y el sufijo sustantivante ~σίᾱ /~síaː/.1
El morfema εὖ /euu/ ‘bien’, ‘normalidad’; está vinculado a la raíz indoeuropea *wesu~,
‘bueno’. Está presente en los neologismos aneuploide, eubacteria, eucalipto, eucáridos,
eucariote, eufonía, y muchos más.9
El lexema θἀνατος /θánatos/ ‘muerte’; está vinculado a la raíz indoeuropea *dʰ(u)enh₂-
‘muerte’. Puede vérsela con ese mismo significado en: tanatología, tanatopraxia,
tanatonauta y tanatoideo(a), atanasia, cacotanasia, ortotanasia, distanasia. 10
El gramema sustantivante ~σίᾱ /~síā/; proviene del griego, el cual a su vez es la
combinación de dos sufijos femininos: ~si(s)/~s(o) de los griegos ~σις/~σι~/~σο~/~σ~ que
significa ‘acción’, muy común en el lenguaje científico griego; 11 y el sufijo ~íā del griego
~ία que significa ‘cualidad’.12
Etimológicamente hablando, eutanasia significa: muerte apacible o muerte sin sufrmiento
físico, favorecida por otros. Es antónima de cacotanasia.

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