Gaston Bacheler
Gaston Bacheler
Gaston Bacheler
Plasmo aquí unas sumarias notas con respecto a la obra “La formación del espíritu
científico. Contribución a un psicoanálisis del conocimiento objetivo”, 1938, haciendo
brevísima referencia a su autor, de nacionalidad francesa, Gastón Bachelard (1884-1962);
por demás, filosofo (epistemólogo), físico y poeta, se titulara Doctor en la parisina
universidad Sorbona y oficiara de docente en la misma institución, cual excelso profesor
titular.
Por todo cuanto atrás se ha expresado, el gran desafió en aquel entonces consistiría: en
contraposición a la guerra y muerte, racionalidad epistémica y legitimidad constructa.
Mente preclara como la de Bachelard asumiría el reto de repotenciar a la Razón-moderna
y posmoderna-, de cara al dogma y la intolerancia florecientes. Y fue así como, con
basamento en principios de filosofía moral, psicología analítica y epistemología
constructivista: dio inicio a su muy fecunda producción estética y científica.
II
Al pergeñar a nivel más profundo la noción de Obstáculo sin perderle el rastro a los
<<ídolos>> de Bacon: tribu, cueva, foro y teatro, Bachelard aguzando el alma de lo
dialectico vuelve a la carga cual gladiador invencible y en función del orden muy a la
manera de manifiesto por la ciencia proclama: Frente a lo real, lo que cree saberse
claramente ofusca lo que debiera saberse. Un hecho mal interpretado por una época,
sigue siendo un hecho para el historiador. Según el epistemólogo es un obstáculo. Solo la
razón dinamiza a la investigación. La ciencia, por principio y necesidad se opone a la
opinión. Ella (la opinión) es el primer obstáculo a vencer. Para un espíritu científico todo
conocimiento es una respuesta a una pregunta. Si no hubo pregunta no puede haber
conocimiento científico. El hombre es una especie que necesita mutar…sufre si no cambia.
III
De la Experiencia básica dirá que es lo natural, concreto, directo y fácil de aprehender por
los sentidos. Experiencia que la conciencia, en ocasiones, no abstrae objetivamente por
disfunciones psicológicas. En tanto que el Conocimiento general en su búsqueda de la
totalidad no identifica el detalle y se extravía en la especulación pueril. Totalidad que
opaca lo particular. ¿Cuál es el aporte de la Fenomenología del Espíritu, de Hegel, a
Bachelard? Dicen las buenas lenguas que esencial. En punto al Obstáculo verbal, como
quiera lo diáfano, cristalino o claro al entendimiento humano adquiere carácter de axioma:
verdad que no demanda explicaciones; lo tautológico, en veces, enceguece y da margen al
error. Circunstancia bastante repetitiva en la tradición oral y usual en el sistema de
creencias del despotismo ilustrado. A tenor del Conocimiento unitario y pragmático, “al
explicarse el todo, automáticamente se explican sus partes”. El concepto <<unidad>>
oculta lo diverso y plural: nuevas posturas, nuevas explicaciones. Al pragmatismo se
recurre con frecuencia, empero no es del todo fiable, puesto que, puede cercenar o
mutilar a la racionalidad creadora. Con estos desarrollos y seguramente sin hacer pausa,
Bachelard presenta el obstáculo Sustancialista, unión de la sustancia y sus cualidades;
bifurcándolo en (i) sustancialismo de lo Oculto: el problema de abrir lo encerrado apenas
superficial o epidérmicamente para mostrar su sustancia (ii) sustancialismo de lo Intimo:
más problemático por estar encerrado a mayor profundidad, y por ende casi imposible de
abrir (percibir) ,y, (iii) sustancialismo de lo Evidente: explicación simplísima y por tan
sencilla, entonces más peligrosa. Cuando ha ascendido cinco escalones, Bachelard
pareciera tomar una bocanada de aire para oxigenar los pulmones y tener aliento de llegar
a la cúspide. Reanuda la trepada y se encuentra con un nuevo obstáculo El psicoanálisis
del Realista, cuyo mayor peligro en asecho es el idealismo. “Lo real por ser tan manifiesto
no debe ser estudiado”. Lo practico es no cuestionar a lo real, hacerlo es perder el tiempo.
En referencia al obstáculo Animista, nuestro autor reconoce cuán importante es la
exultación del ánimo. No obstante, creer que a todo lo natural (seres, objetos y
fenómenos) le guía un alma o principio vital, atrofia a la razón. Más próximo a la cima,
cuando la escalera más se empina: aparece el obstáculo Mito de la Digestión. La idea de
fuego y alimento (caldera) cuando la gula impera, aletarga al espíritu. ¿Por qué Bachelard
reconviene a la Libido? Aquel poder de transformar el mundo real y de influir en la esfera
de lo intangible y subliminal, en veces, no se refrena. No se inhibe, cuando ejerce dominio
sobre otros. Sucede esto con relativa frecuencia en las relaciones docente-diciente: el
profesor pretende domeñar al estudiante y coarta el ímpetu propio de la juventud y por
ello el espíritu juvenil no crea e innova, pues carga con los prejuicios de lo viejo, es decir,
envejece. La libido así mismo es voluptuosa y da rienda suelta a las pasiones y tiende a
enmascarar la realidad. ¿Qué tanto fue influido Bachelard, en estos respectos por Jung y
Freud? Finalmente, su excurso concerniente a los obstáculos epistemológicos incluirá lo
que denominará Conocimiento cuantitativo, que, se alimenta de datos. Su ciencia y arte
pasa por lo matemático y geométrico. La cuantificación es su deleite. Una personalidad
consagrada a buscar el punto de equilibrio entre lo racional y lo empírico, vale decir, entre
lo formal y lo factual, o, entre lo concreto y abstracto: no tenderá a los extremos. Por ello,
sentirá preocupación porque lo cuantitativo anule u obstruya a lo cualitativo. ¡Hurra!
Bachelard planta bandera. Se ha formado el espíritu científico. Estamos en presencia de
uno nuevo. ¡Alcanzó la cima! Bachelard, se despidió de este mundo material: hará
cincuenta y seis años. Dos interrogantes, ahora, son ineludibles: ¿Progresan las ciencias
tanto de la naturaleza, cuanto las formales, y del espíritu? ¿Es posible la Epistemología?