Sísmica 3D en Áreas Urbanas

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 23

CONTROL DE VIBRACIONES INDUCIDAS POR TAREAS

DE PROSPECCIÓN GEOFÍSICA EN ÁREAS URBANAS


1. Resumen
La demanda de minerales, gas y petróleo suele requerir la prospección sísmica del
subsuelo en áreas urbanas. El análisis de los fenómenos que intervienen durante el
desarrollo de estas tareas mediante la metodología propuesta permite establecer el
impacto asociado de esta actividad sobre estructuras y personas, proponer las medidas
de mitigación y disponer de una sólida base argumental para lograr una clara delimitación
de responsabilidades, una favorable interacción institucional y comunitaria y una imagen
ambiental positiva.
La metodología comprende tareas de campo previas, de gabinete y de monitoreo. En el
primer caso se analizan las líneas sísmicas propuestas, se toman en cuenta las
limitaciones de maniobra de los equipos, se identifican los suelos del área y se relevan las
construcciones existentes.
Las tareas de gabinete incluyen la definición de los límites de vibración tolerables para
habitantes y estructuras y la estimación de los valores de vibración transmitidos por los
equipos y de las atenuaciones esperadas. Se comparan dichos valores con los límites
tolerables para delimitar los tramos con afectación potencial. Posteriormente se
confeccionan mapas con la información elaborada. Finalmente, se establecen pautas de
mitigación de acuerdo a los niveles de vibración esperados.
Las tareas de monitoreo incluyen la confección de un programa previo de ensayos para
medir los valores de atenuación en función de la distancia y del suelo y de un programa
de control de las construcciones durante el desarrollo de las tareas de prospección.

2. Abstract
Demand for minerals, oil and gas seismic exploration often requires underground in urban
areas. The analysis of the phenomena involved during the development of these tasks
using the proposed methodology allows to establish the related impact of this activity on
structures and people, propose mitigation measures and have a solid argument to achieve
a clear delineation of responsibilities, a favorable institutional and community interaction
and a positive environmental image.
Objetivos
Los objetivos del análisis propuesto son:
• establecer el impacto asociado a la actividad de prospección sísmica sobre
estructuras y personas.
• definir las medidas de mitigación de impactos.
• disponer de una sólida base argumental para lograr una clara delimitación
de responsabilidades, una favorable interacción institucional y comunitaria
y una imagen ambiental positiva.

3. Metodología
3.1. Trabajo de Campo
Se deben recorrer en toda su longitud las líneas de prospección propuestas, efectuándose
un relevamiento detallado del estado y tipología de las construcciones ubicadas a la vera
de la traza y la distancia estimada desde el eje de ésta al frente de la edificación. El
trabajo se completa registrando las coordenadas de cada punto con GPS y tomando
fotografías de lugares y sectores relevantes detectados durante los recorridos.
Se confeccionan tablas que resumen los datos relevados en el campo clasificados por
línea, detallándose la distancia de las construcciones al eje de la traza propuesta y el
estado y tipología de las mismas y, de existir, la fotografía correspondiente.
Por otra parte se superponen las trazas de las líneas sísmicas con el mapa de rocas y
suelos con el fin de clasificar los datos anteriores.
A partir de esta información se elaboran estadísticas globales y por línea, obteniéndose lo
siguiente:
• Clasificación de edificaciones según el terreno de fundación.
• Distancias al eje de la traza de las edificaciones.
• Tipos de construcción.
• Estado de las construcciones.

3.2. Determinación de Límites de Vibración Admisibles


3.2.1. Impacto Asociado a las Vibraciones
Las vibraciones en general pueden describirse por su amplitud y su frecuencia. A su vez,
la amplitud puede caracterizarse por el desplazamiento, la velocidad y/o la aceleración de
las partículas. Ver la Figura N° 1. La medición del impacto de las vibraciones en el terreno
originadas por equipos de vibración o voladuras se basa casi exclusivamente en la
medición del nivel pico de vibración producido por dichas operaciones. Esta medición se
conoce como Velocidad Pico de Partículas o PPV por sus siglas en inglés, y es la máxima
velocidad de vibración registrada en el punto de interés. El registro de PPV se utiliza para
valorar el impacto de la vibración tanto en términos de daños estructurales como de
respuesta humana, dado que este valor puede relacionarse en forma directa con las
deformaciones impuestas a las estructuras. Como consecuencia, el control de las tareas
que generen vibraciones en el terreno deberá diseñarse de acuerdo con las técnicas para
el control de los valores de PPV.

Velocidad

Desplazamiento

Aceleración

Figura N° 1: Variables de las vibraciones en función del tiempo

Los valores de PPV no pueden ser comparados con la escala de Richter. Un número de la
escala de Richter representa la magnitud total de un evento de movimiento de la tierra,
mientras que las lecturas de un sismógrafo indican la intensidad del movimiento del
terreno en un punto dado. La magnitud de un evento en particular seguirá siendo la
misma, pero la intensidad de la vibración variará dependiendo de cuán lejos se encuentre
el punto de registro del epicentro. En otras palabras, no hay manera práctica de relacionar
las lecturas de un sismógrafo en una ubicación en particular con respecto a la escala de
Richter.
Así como se mide la intensidad de una vibración en mm/s, la intensidad de un sismo se
mide mediante la escala de Mercalli modificada, la cual relaciona la intensidad con los
efectos visibles provocados por el movimiento. En forma simplificada, la escala varía
desde MM I, que corresponde a un movimiento sólo detectable por instrumentos de alta
sensibilidad, hasta MM XII, el cual representa la destrucción total de las estructuras. No es
posible correlacionar en forma directa valores de PPV a los doce niveles MM y
técnicamente no sería correcto hacerlo, ya que existen diferencias tan grandes entre las
vibraciones inducidas en el terreno por explosiones o vibración de maquinaria con
respecto al movimiento de un sismo que no es factible tratar de relacionarlos en forma
lógica. La frecuencia de las vibraciones inducidas por explosivos o maquinarias varían
desde algunos hertz hasta 700 o 1000 Hz, mientras que las frecuencias de un sismo son
tan bajas que normalmente no se miden en hertz sino en el número de segundos por ciclo
o período completo. En el caso de la vibración inducida por explosivos o maquinaria
pueden observarse altos valores de aceleración, pero los valores de desplazamiento son
tan bajos que no son causales de daños. Por ejemplo, las estructuras de puentes y de
autopistas pueden diseñarse para soportar niveles específicos de aceleración producidos
por un terremoto. Estos valores pueden ser del orden de 2 a 4 G. Si estos valores se
comparan con las aceleraciones esperadas durante una explosión o un vibrado, las que
pueden alcanzar valores de 4 o 5 G medidos en el terreno en la base de la estructura, la
situación podría ser preocupante si no se tienen en cuenta los valores de desplazamiento,
los cuales pueden ser del orden de algunas diezmilésimas de centímetro y que no dañan
la estructura.
La medición de las vibraciones debe efectuarse con un sismógrafo o conjunto de
instrumentos capaces de registrar los desplazamientos y la frecuencia de las vibraciones,
la velocidad de las partículas o la aceleración, en forma simultánea en tres direcciones
mutuamente perpendiculares (longitudinal, vertical y transversal). El valor de velocidad
máxima de las partículas será el vector suma máximo de tres componentes. La velocidad
de las partículas puede expresarse como:

PPV = 2 π f A
donde
f es la frecuencia en Hz
A es el desplazamiento de las partículas en mm

El grado de confiabilidad de los valores de PPV requiere de una medición precisa. Los
factores que afectan la precisión en la medición de estos valores son:
1. El acoplamiento del geófono con la superficie cuyas vibraciones se quieren medir
2. Los parámetros de adquisición de datos digitales.

Por ejemplo, los errores en los valores de PPV registrados en geófonos, para una
frecuencia de 10 Hz, oscilan desde –40% a +30%.
Asimismo, muchos de los fabricantes de equipo de monitoreo de vibraciones emplean
filtros o amplificadores para corregir la respuesta de los geófonos en bajas frecuencias.
Esto ilustra la importancia de corregir tanto la amplitud como la fase del sistema de
monitoreo para obtener valores de PPV confiables.
3.2.2. Efecto de las Vibraciones sobre las Personas
Los vehículos y las maquinarias exponen a las personas a vibraciones mecánicas que
pueden interferir con el confort, con la eficiencia laboral y, en algunos casos, con la salud
y la seguridad. En el caso de vibración en edificios, ésta se transmite a la persona a
través de la superficie que soporta el peso, como por ejemplo los pies cuando está
parada.
Las personas son muy sensibles a la vibración y pueden detectar niveles de PPV tan
bajos como 0,15 mm/s, aunque no son capaces de distinguir fácilmente diferencias en la
intensidad. La detección y la respuesta a la vibración varían de persona a persona. La
percepción de movimiento no es en sí misma molesta. El que sea “normal” o “anormal”
depende de la experiencia previa y de las expectativas del individuo. Por ejemplo, una
persona que vive y trabaja en edificios de varios pisos puede verse afectada en menor
medida por las vibraciones que otra persona que vive y trabaja en edificios bajos.
Las vibraciones pueden resultar inaceptables para los habitantes de viviendas y edificios
por una o más de las siguientes causas:
• Sensaciones físicas molestas para el cuerpo humano.
• Interferencia con actividades tales como dormir, conversar o trabajar.
• Ruidos molestos provocados por la vibración de los vidrios de las ventanas, muros
y objetos sueltos.
• Preocupación por el daño que las vibraciones puedan causar a la vivienda.
• Interferencia con la correcta operación de equipos o procesos sensibles.

Los niveles aceptables para el confort personal se encuentran muy por debajo de los
niveles que pueden causar daños superficiales, tales como agrietamiento de revoques o
daño estructural en cualquier elemento de un edificio. Los ensayos dirigidos por la British
Research Establishment muestran que aún para niveles de vibración que causan náuseas
sobre algunos ocupantes de un edificio, la seguridad de éste no se ve afectada. En la
Tabla N° 1 se describen algunas actividades hogareñas y el nivel máximo de vibraciones
que producen.

Actividad Nivel de vibración (PPV en mm/s)


Saltar < 250
Patear el suelo < 150
Clavar un clavo < 100
Caminar < 40
Cerrar una puerta < 30
Deslizar una puerta < 10
Tabla N° 1: Niveles de PPV provocados por actividades humanas
En la Tabla N° 2 se presentan las reacciones humanas a distintos valores de PPV. Las
vibraciones debidas a equipos de construcción caen dentro del rango de 10 a 30 Hz y
usualmente ocurren alrededor de los 15 Hz. Las frecuencias debidas al tráfico exhiben un
rango similar de frecuencias. Sin embargo, debido a los sistemas de suspensión, los
ómnibus urbanos a menudo generan frecuencias de alrededor de 30 Hz. Es poco común,
pero posible, medir frecuencias de tráfico superiores a los 30 Hz.

PPV en mm/s Reacción humana


0,15 – 0,48 Umbral de percepción humana
2,00 Las vibraciones son perceptibles
2,50 La vibración continua comienza a ser molesta
5,00 La vibración es molesta para personas dentro de edificios
10,00 – 15,00 Vibraciones molestas e inaceptables para caminar sobre
puentes
Tabla N° 2: Reacciones humanas para distintos niveles de vibración

Si la detección humana se relaciona con las amplitudes pico de la vibración, puede


decirse que el cuerpo humano puede detectar amplitudes tan pequeñas como 1 micrón.
Amplitudes de 0.5 micrón pueden detectarse con la punta de los dedos.
En la Figura N° 2 se indican las tolerancias a las vibraciones de personas y estructuras.
Como puede verse, los niveles de tolerancia de las personas se encuentran muy por
debajo de los límites para los cuales se esperan daños en las estructuras.
Figura N° 2: Tolerancia de personas y estructuras a las vibraciones

La sensibilidad humana a la amplitud de la vibración se ha establecido mediante la escala


Reither – Mesiter, la cual fue desarrollada hace más de 60 años. Su validez todavía es
aceptada en la actualidad para vibraciones estables, aunque para vibraciones transitorias
de una frecuencia dada, como por ejemplo la vibración del piso provocada por gente
caminando, existen evidencias de que se necesitan amplitudes mucho mayores que las
dadas por la escala para ser percibidas.
En la investigación de Reither – Mesiter se observó que la vibración vertical se detecta
con mayor facilidad si la persona está parada y que la vibración horizontal se percibe
mejor si la persona se encuentra acostada. La sensación producida depende de la
frecuencia y de la amplitud. Una amplitud de 100 micrones constituye una vibración
molesta si la frecuencia excede los 5 Hz y se vuelve insoportable si excede los 20 Hz.
Una amplitud de 10 micrones es apenas perceptible a 5 Hz, pero se vuelve molesta a 50
Hz.
El problema de la percepción humana a movimientos aleatorios está contenida en la
norma DIN 4150. En esta norma, el grado de percepción K se calcula mediante la
siguiente fórmula:
4
K = 0.0005 a f
100 + f2
donde
a es el desplazamiento en micrones
f es la frecuencia en Hz

La mayoría de los problemas de vibración se encuentra cerca de los valores de tolerancia


humana a sus efectos. En la Tabla N° 3 se indica la relación entre los valores de K y la
percepción humana del movimiento. Podrían incluirse valores de K de 25 y de 63, pero no
es posible distinguir sus efectos sobre las personas. Los datos son aplicables tanto para
vibraciones horizontales como verticales y reflejan la realidad en forma razonable.

Valor de K Grado de percepción


< 0.1 No percibida
0.1 Umbral de detección
0.25 Apenas perceptible
0.63 Perceptible
1.6 Fácilmente perceptible
4.0 Fuertemente detectable
10.0 Muy fuertemente detectable
Tabla N° 3: Relación entre valores de K y la percepción humana del movimiento

En la Tabla N° 4 se indican los niveles de vibración aceptables de acuerdo al destino del


edificio en función de los valores de K
Tipo de edificio Hora Vibración Vibración Vibraciones
continua repetida ocasionales
Hogar de Día 0.1 0.1 2.5
ancianos Noche 0.1 0.1 0.1
Residencias en Día 0.1 0.2 (0.1) 4.0
áreas suburbanas Noche 0.1 0.1 0.1
Residencias y Día 0.3 (0.15) 0.63 (0.3) 8.0
oficinas en ciudades Noche 0.1 0.1 0.1
Industria Día 0.63 (0.3) 0.8 (0.4) 12.0
Noche 0.63 (0.3) 0.8 (0.4) 12.0
Los valores entre paréntesis se aplican en casos donde las frecuencias son
inferiores a 15 Hz
Tabla N° 4: Niveles de vibración aceptables de acuerdo al destino del edificio en
función de valores de K

Debe tenerse en cuenta que cuando el nivel de vibración supera el umbral de detección
humano, la persona afectada reacciona con preocupación acerca de las tareas de
vibrado, debido a la posibilidad de que la vibración produzca daños en su propiedad.
Dicha preocupación puede referirse a daños que el propietario asigna a las tareas de
vibrado debido a un descubrimiento reciente de grietas, las que pueden haber estado
presentes en forma previa al comienzo de las operaciones o que pueden haberse
producido por procesos naturales. También la preocupación puede referirse al miedo del
propietario al daño futuro producido por las tareas de vibrado.
El grado de preocupación y la posibilidad de que esta preocupación derive en quejas
están gobernados por varios factores. Posiblemente el más obvio es la magnitud,
duración y frecuencia de la vibración. Sin embargo, la magnitud de vibración que genera
quejas en las personas afectadas varía mucho de un lugar a otro dado que no existe un
umbral de queja y esto debido al hecho de que los individuos distinguen con mucha
dificultad vibraciones de magnitudes diferentes. En la Tabla N° 5 se indica el porcentaje
de quejas esperado de acuerdo a la PPV.
PPV en mm/s Quejas en %
< 2.5 1.0
2.5 1.5
5.0 5.0
10.0 10
15.0 15
25.0 20
38.0 40
51.0 50
102.0 70
Tabla N° 5: Porcentaje de quejas esperable según el valor de PPV

La susceptibilidad de las personas a la vibración varía de individuo a individuo


dependiendo de factores tales como la edad, la salud y, en mayor medida, a la exposición
previa. Es usual que los comentarios adversos sean menos comunes en los vecindarios
acostumbrados a percibir efectos de vibración.
A partir de los valores indicados en la Tabla N° 4 y tomando en cuenta la corta duración
del vibrado se sugiere adoptar un valor límite admisible de 8 mm/s en habitaciones
ubicadas frente a la traza prevista.

3.2.3. Efecto de las Vibraciones sobre Ductos Enterrados


Entre las cargas dinámicas superficiales que se consideran para verificar la seguridad de
ductos enterrados pueden nombrarse al tráfico, a los cruces con vías férreas, a la
colocación de pilotes, el impacto debido a la caída de cuerpos pesados sobre la superficie
del terreno en proximidades al ducto y a las ondas provocadas por explosiones o tareas
de vibrado en exploración geofísica. Los efectos sobre la cañería de estas vibraciones
provocadas por estas fuentes se reducen a medida que aumenta la profundidad del ducto
y la distancia a la fuente vibratoria. El daño en una tubería provocado por una onda viajera
puede expresarse en términos de tensiones en el terreno, las que se relacionan con la
velocidad pico de las partículas. Para tuberías de acero el criterio de falla se ha
establecido para una PPV de 100 mm/s a una profundidad de 1,5 m.

3.2.4. Efecto de las Vibraciones sobre las Estructuras


Cuando una perturbación afecta a una estructura, ésta vibra a una o más de sus
frecuencias naturales, las cuales dependen de su distribución de masa y rigidez. Las
frecuencias más altas del sistema siempre son un múltiplo de la frecuencia fundamental.
Estas características de la estructura son los factores que controlan la respuesta a una
carga dinámica tal como una vibración del terreno. Para calcular las propiedades
dinámicas de una estructura puede utilizarse el método teórico de análisis modal o el
método experimental de función de respuesta de frecuencias.
En el caso de estructuras deben tomarse en cuenta dos elementos: la fuente que causa
las fuerzas que inducen la vibración y la respuesta de la estructura a dichas fuerzas.
La ocurrencia de cargas repetitivas no suele ser un problema para la integridad de la
estructura, salvo que la frecuencia coincida con la frecuencia natural de algún elemento
del edificio. Como se ha dicho, el efecto sobre los ocupantes puede volverse
inaceptable mucho antes de que ocurra algún daño estructural.
La respuesta de las estructuras a la vibración depende de los siguientes factores:
a. La relación entre las frecuencias naturales del edificio o partes de él y la frecuencia
de la fuente de vibración.
b. La amortiguación de la resonancia del edificio o de la de sus partes.
c. La dispersión del edificio o de sus partes.
d. La magnitud de las fuerzas actuantes sobre el edificio.
e. La interacción del edificio o de sus partes con la fuente de vibración.

Los factores a. y b. en conjunto pueden definirse como una función compleja de la


respuesta de frecuencias de un edificio o parte de él. La proximidad de las frecuencias de
las vibraciones horizontales del suelo a las frecuencias naturales del edificio puede
generar las condiciones de resonancia en él. Por otra parte, las vibraciones verticales en
el terreno pueden causar asentamientos estructurales peligrosos.
La frecuencia natural fn de un edificio o parte de él depende principalmente de su tamaño
y, en menor medida, de su fundación y puede calcularse aproximadamente como

fn = 46 / H para edificios con muros

fn = 30 / H para edificios con pórticos


donde H es la altura del edificio en m. Ver la Figura N° 3.

Las fórmulas anteriores dan buenos resultados, con una precisión equivalente a la
determinación mediante procedimientos de cálculo sofisticados y complejos.
Dado que la cantidad de viviendas y estructuras que pueden verse afectadas por las
vibraciones inducidas por las tareas de prospección puede ser muy elevada, en
lugar de intentar evaluar las frecuencias naturales de vibración en forma individual
se prefiere determinar un valor indicativo en función de las características de altura
de las edificaciones observadas. De acuerdo a las fórmulas empíricas indicadas y a
modo de ejemplo, puede estimarse que las frecuencias naturales de vibración de
vivienda de una o dos plantas se encuentran entre 6 y 10 Hz.
Los valores de amortiguación son más difíciles de evaluar. Asimismo, si la estructura o su
uso son muy sensibles debe estimarse su rigidez, la magnitud de las fuerzas y el
acoplamiento del edificio con el medio que transmite las fuerzas.
Las frecuencias naturales de elementos de edificios tales como losas de techo o losas
entre pisos dependen fundamentalmente de sus dimensiones físicas.
Los casos donde las vibraciones han causado daños en los edificios y su contenido son
raros. Puede decirse que las vibraciones se vuelven molestas para los ocupantes mucho
antes de que alcancen valores que puedan dañar a la estructura. Como se ha dicho,
debido a la presencia de una fuente de vibración pueden recibirse quejas de los
ocupantes de un edificio debido a la observación de grietas en los cielorrasos, revoques o
en vidrios de ventanas así como del desprendimiento de tejas. Dichas quejas son
comunes debido a la extrema sensibilidad del cuerpo humano para detectar vibraciones.
Cuando actúa una fuente de vibraciones y alcanza valores que afectan al ocupante de un
edificio, éste se preocupa por los efectos estructurales que dicha vibración puede causar y
puede asumir que las grietas que observa son causadas por la vibración, cuando en
realidad éstas existían previamente. Hay muchas causas que provocan el agrietamiento
en las partes de un edificio y dicho efecto no debe ser asignado a la vibración hasta que
no se hayan eliminado las restantes causas. Los ensayos han demostrado que deben
aplicarse amplitudes de vibración en forma sostenida de 2,5 mm o superiores para
producir agrietamiento severo de revoques. Este valor se encuentra muy por encima de
las amplitudes producidas por el tráfico, compresores, maquinaria y otros tipos de
vibración. Sin embargo, aunque los niveles de vibración en edificios inducidos por fuentes
externas raramente llegan a ser lo suficientemente altos para causar daños, su presencia
puede contribuir al proceso de deterioración por otros motivos. Los edificios suelen tener
tensiones residuales en sus componentes como resultado de asentamientos diferenciales
del suelo, ciclos de humedad y temperatura, mantenimiento deficiente y/o remodelaciones
y reparaciones. Por lo tanto, niveles pequeños de vibración pueden funcionar como
disparadores de daños provocados por dichas tensiones residuales. En consecuencia no
es sencillo establecer un nivel de vibración por encima del cual podrían manifestarse
daños en los edificios. Puede suponerse que dicho daño podría aparecer por actividades
en la vivienda tales como saltar en la escalera o en los pisos, actividades que pueden
inducir niveles de vibración superiores a los provocados por la fuente externa. Por otra
parte, también puede sostenerse que las actividades en el interior de las viviendas y
edificios causan deformaciones locales y menos severas que las causadas por ondas
sísmicas.
Finalmente, cuando un edificio se encuentra sometido a vibraciones durante períodos
largos, la posibilidad de daños por fatiga existe si las tensiones dinámicas inducidas son lo
suficientemente altas. Además del daño causado directamente por la vibración, puede
existir un daño potencial indirecto causado por asentamientos diferenciales debidos a la
densificación del suelo. Lo anterior es particularmente susceptible de ocurrir cuando
suelos sueltos no cohesivos y saturados están sometidos a vibración.
Para el caso de estructuras, durante muchos años se consideró que la velocidad pico de
las partículas del suelo no debía superar los 50 mm/s. Posteriores estudios establecieron
umbrales de velocidad de partículas que dependen de la frecuencia de vibración. Se
encontró que mientras más bajas son las frecuencias, menores resultan los valores de
PPV potencialmente dañinos. Las relaciones entre valores de velocidad y frecuencia
cambian de acuerdo a las diversas normas existentes.
Para definir el daño en estructuras residenciales puede seguirse la siguiente clasificación:
• Daño cosmético o umbral de daños: Se refiere a la formación de grietas
delgadas o al crecimiento de grietas existentes en superficies revocadas o juntas
de mortero.
• Daño menor: Se refiere a la formación de grietas importantes o al
desprendimiento y caída de superficies de revoques, o la formación de grietas en
ladrillos o bloques de hormigón.
• Daño mayor o daño estructural: Se refiere a daños en los elementos
estructurales de un edificio.

Las normas del United States Bureau of Mining indican que para el rango de frecuencias
de 5 a 20 Hz las velocidades pico de las partículas debe mantenerse por debajo de los 12
mm/s para prevenir daños cosméticos en estructuras cercanas con muros revocados y
por debajo de los 18 mm/s para estructuras con muros de construcción seca. Estos límites
son conservativos, ya que en la exploración geofísica el tiempo de aplicación de las
vibraciones de baja frecuencia es muy corto. La Figura N° 4 muestra los límites en un
gráfico de PPV en función de la frecuencia de vibración.

100
Velocidad Pico de Partículas
(mm/s)

10

Construcción seca
Revoques

1
1 10 100
Frecuencia (Hz)

Figura N° 1: Normas estadounidenses de PPV máximos para evitar daños


cosméticos en función de la frecuencia de vibración

Pueden esperarse daños menores para magnitudes de vibración que superen el doble de
las indicadas y daños mayores o estructurales para magnitudes de vibración que superen
el cuádruple de las indicadas. Estos valores se aplican aún cuando una estructura
experimente la repetición de eventos de vibración.
Tomando en cuenta que la respuesta de las edificaciones varía en función de la
frecuencia de vibración y que los valores de PPV admisibles son menores para bajas
frecuencias, se indican a continuación los valores de PPV máximos que se sugiere
adoptar para que no se produzcan daños cosméticos, daños menores o daños mayores
según las normas estadounidenses. Los valores indicados en la Tabla N° 6 corresponden
a una frecuencia de 10 Hz, que es aproximadamente la frecuencia de arranque del barrido
del equipo y para edificaciones destinadas a vivienda y los indicados en la Tabla N° 7
corresponden a una frecuencia de 100 Hz, que es aproximadamente la frecuencia
superior del barrido del equipo y para edificaciones destinadas a vivienda.

Normas
U.S.B.M.
PPV Daño cosmético 12.5
en
Daño menor 25.0
mm/s
Daño mayor 50.0
Tabla N° 6: Valores máximos admisibles de PPV para una frecuencia de 10 Hz y para
edificaciones destinadas a vivienda

Normas
U.S.B.M.
PPV Daño cosmético 50
en
Daño menor 100
mm/s
Daño mayor 200
Tabla N° 7: Valores máximos admisibles de PPV para una frecuencia de 100 Hz y
para edificaciones destinadas a vivienda

3.3. Vibraciones Transmitidas al Terreno por Equipos Geofísicos


3.3.1. Equipos de Vibrado para Exploración Geofísica
Los vibradores constituyen una fuente de energía alternativa a la energía desarrollada por
fuentes impulsivas. El mayor exponente de energía impulsiva en la exploración sísmica
convencional es la dinamita.
Las fuentes impulsivas desarrollan su potencia en un tiempo muy pequeño (teóricamente
cero), a diferencia de las fuentes vibratorias, que distribuyen su potencia durante un
intervalo de tiempo apreciable (generalmente de varios segundos). Para obtener con
vibradores una energía sísmica equivalente a la producida con dinamita deben emplearse
varios vibradores, sumando barridos de varios segundos de duración. La duración de un
barrido puede variar desde los 8 s hasta los 20 s.
Para lograr una energía equivalente a la proporcionada por la dinamita se deben generar
sobre la superficie del terreno esfuerzos alternados, siendo las más adecuadas las
oscilaciones sinusoidales. A estas oscilaciones se las denomina Barrido Sísmico (Sweep)
y se trata de barridos de frecuencia y no de una única frecuencia de oscilación, donde se
utiliza (barre) un rango definido de frecuencias sinusoidales durante el desarrollo temporal
del evento (Sweep Length). El límite inferior de las frecuencias aplicadas al terreno es de
8 a 16 Hz y el límite superior es de 95 a 150 Hz.
La aplicación de una fuerza sinusoidal sobre el terreno provoca un desplazamiento de las
partículas, también sinusoidal.
Desplazamiento = a sen (w t + θ)
Velocidad = a w cos (w t + θ)
Aceleración = -a w2 sen (w t + θ)
donde
w=2πf
f = frecuencia de vibración
a = amplitud de la vibración
t = tiempo del período de oscilación
θ = fase del movimiento

La energía desarrollada en un barrido generalmente no es suficiente para satisfacer el


requisito propuesto y por lo tanto otros barridos (similares o no) deben ser emitidos por
más de un vibrador en la misma locación, cuyas energías son sumadas en el sismógrafo,
el cual censa las respuestas de cada barrido luego de que la señal acústica viaja por el
subsuelo, regresa a la superficie y es captada por el dispositivo de recepción (ristras de
geófonos).
La energía transmitida por el equipo vibrador al terreno es:

Evibro (J) = Pvibro (w) x Tvibro (s)

Para obtener con vibradores una energía sísmica equivalente a la producida con dinamita,
deben emplearse varios vibradores, sumando varios barridos de varios segundos de
duración. Para lograr una energía equivalente a la proporcionada por la dinamita

Pdinamita x Tdinamita = N° de equipos x Pvibro x Tvibro

Para que el proceso anterior sea coherente, el sistema electrónico-mecánico del vibrador
permite que todas las fuentes emisoras o vibradores se comporten como unidades
similares. Es decir, la amplitud del barrido de frecuencias sinusoidales generada es similar
para cada frecuencia componente y para todos los vibradores.
Se puede interpretar mejor este fenómeno mediante la Figura N° 3 que corresponde a una
gráfica de fuerza en función del tiempo. Sobre el terreno y en forma continua la plancha
del vibro ejerce una fuerza sobre la superficie del terreno equivalente a casi el total de su
peso (Hold Down Weight = 267 Kilo Newtons). Sobre esta fuerza constante y durante el
barrido de frecuencias se suma algebraicamente una fuerza mecánica sinusoidal
generada por el sistema hidráulico del vibrador. Esta fuerza transmitida al terreno tiene
una forma análoga a la señal sinusoidal electrónica que excita a la servoválvula, que es la
válvula que gobierna la acción hidráulica del Vibrador.

Fuerza instantánea = Fuerza pico x sen (w t + θ)

Tiempo (s)

Fuerza (N)

Fuerza Pico = 267000


Newtons

Figura N° 3: Diagrama de fuerza en función del tiempo durante un barrido sísmico

El valor de esfuerzo máximo a considerar es el valor Instantáneo pico de la fuerza


dinámica desarrollada por acción hidráulica del vibrador (267 kN). Este valor pico
generalmente es expresado en función de G (aceleración ejercida por la gravedad
terrestre a nivel del mar), que es como técnicamente se miden los esfuerzos sísmicos.
Fuerza = Masa x Aceleración
Fuerza dinámica pico = 267 kN = Mvibro x A

Si la masa del vibro es de 3505 kg, entonces

A = Fuerza dinámica pico/Mvibro = 267/3.505 = 75.2 m/s2


Dado que g es igual a 9,81 m/s2, entonces la fuerza sísmica, expresada en valores de g
equivale a:
Fuerza sísmica = 75,2 / 9,8 = 7,7 g

Esta aceleración es válida para las partículas más cercanas a la plancha del vibro y, como
se ha dicho en párrafos anteriores, se atenúa exponencialmente en función de la distancia
superficial a la misma y del tipo de suelo.
Es de interés sísmico concentrar la energía sísmica para lograr su propagación vertical,
evitando toda dispersión lateral, las que representan pérdidas de energía. El vibro ha sido
diseñado para tratar de optimizar esta relación señal / ruido.

3.3.2. Atenuación de las Ondas Sísmicas Superficiales


Afortunadamente las amplitudes de las vibraciones en el terreno se amortiguan con la
distancia al punto de aplicación. Debe tenerse en cuenta sin embargo que en algunos
casos suelen presentarse fenómenos de magnificación de las vibraciones, especialmente
en estructuras residenciales de baja altura, donde es posible encontrar niveles de
magnificación de hasta 2,0. La magnificación real dependerá de varios factores, siendo el
de mayor importancia la frecuencia de la vibración y en menor medida la duración de la
vibración y las frecuencias naturales del edificio o de partes de él.
Por otra parte, algunos lugares presentan una frecuencia por debajo de la cual los valores
de vibración son extremadamente bajos. A ésta se la denomina frecuencia de corte del
lugar, es decir, el terreno no propaga vibraciones con frecuencias inferiores a la de corte.
Este fenómeno aparece en un lugar cuando la capa superior de suelo blando, como por
ejemplo arcilla, descansa sobre un suelo mucho más rígido o sobre un lecho rocoso.
Mientras más blanda y/o más profunda es la capa de suelo más baja es la frecuencia de
corte.
Para prevenir efectos indeseables debido a las vibraciones es importante poder predecir
las vibraciones esperadas en el terreno y en las estructuras. Para ello pueden utilizarse
algunas fórmulas empíricas, tales como la ecuación de Golitsin y el método de la distancia
escalada.

3.3.3. Fórmula de Golitsin


Ya en 1912 Golitsin sugirió la siguiente ecuación para calcular la reducción de la amplitud
de las ondas de Rayleigh generadas por un sismo, entre dos puntos a distancias r1 y r2
desde la fuente:

A2 = A1 (r1/r2)α e-γ(r2-r1)
donde:
A1 es la amplitud de las vibraciones a la distancia r1 de la fuente
A2 es la amplitud de las vibraciones a la distancia r2 de la fuente
α es el coeficiente de atenuación geométrica
γ es el coeficiente de atenuación del material

La atenuación de la onda entre dos puntos está compuesta por el término (r2/r1)α, que
tiene en cuenta la radiación o amortiguación geométrica y por el término e-γ(r2-r1), que tiene
en cuenta la amortiguación del material.
Esta ecuación fue desarrollada originalmente para estimar la atenuación de las ondas de
Rayleigh de baja frecuencia con grandes longitudes de onda para las cuales el coeficiente
γ depende levemente de las propiedades de las capas superiores del suelo. En estas
condiciones el coeficiente γ varía en forma razonable dentro de un estrecho margen en el
cálculo de las propiedades de atenuación del suelo.
En la fórmula anterior los valores de A1 y A2 pueden reemplazarse por PPV1 y PPV2 para
calcular los valores de velocidad pico de partículas en lugar de amplitud de vibración.
Este método se usa para el cálculo preliminar de vibraciones en el terreno originadas por
fuentes industriales y trabajos de construcción. Las ondas generadas por trabajos de
construcción tienen frecuencias más altas y menores longitudes de onda que las ondas
generadas por sismos, y se propagan principalmente en el estrato superior del suelo,
cerca de la superficie del terreno. Es obvio entonces que el coeficiente γ es importante
para predecir con precisión la atenuación de la onda. Este coeficiente depende de
parámetros físicos relacionados con la fuente de vibración, la frecuencia, la distancia a la
fuente y las variaciones en la estratificación del suelo. Los suelos arcillosos exhiben una
amortiguación mayor que los suelos arenosos. La propagación de las ondas de Rayleigh
no es sensible a la presencia o ausencia de agua.
Las investigaciones para determinar los coeficientes de atenuación se han llevado a cabo
de dos maneras distintas. Un método ha consistido en despreciar la atenuación del
material, es decir, γ = 0, y ajustar las curvas de atenuación geométrica con los valores de
campo. El otro método supone una propagación de ondas de Rayleigh, es decir, α = 0.5, y
ajusta las curvas de atenuación del material con los valores de campo.
En el primer caso, con γ = 0 se asume que la atenuación sigue una línea recta en un
gráfico doble logarítmico de PPV en función de la distancia. En este caso α es la
pendiente de la línea. Los diferentes investigadores han encontrado valores de α entre 0.8
y 1,7.
En el segundo caso se establece α = 0.5 y se selecciona el valor de γ de acuerdo al tipo
de suelo. El uso de este método implica la suposición de que el grado de atenuación en
función de la distancia es independiente de la frecuencia.
Para determinar con este método los valores esperados de PPV a diversas distancias de
la fuente de vibración se sugiere tomar los casos más desfavorables para cada tipo de
suelo. Se adopta el valor de PPV a una distancia r de 0.3 m a partir de mediciones de
campo y se lo establece como valor a verificar para cada uno de los casos contemplados.
Los resultados se acompañan en la Tabla N° 8.
Autor
Tipo de γ α r2 (m)
suelo 0.3 2 5 10 15 20 25 50 100
Martin Arcillas 0.000 1.40 115.82 8.13 2.26 0.85 0.48 0.32 0.24 0.09 0.03
Barkan Arenas 0.040 0.50 115.82 41.91 23.51 13.61 9.10 6.45 4.72 1.23 0.12
arcillosas

Tabla N° 8: Valores esperados de PPV en función de la distancia de acuerdo a la


fórmula de Golitsin

Como puede verse en la Tabla N° 8, las arenas arcillosas atenúan menos los valores
de PPV en función de la distancia cuando se las compara con las arcillas.

3.3.4. Método de la Distancia Escalada


Este método relaciona la velocidad, la distancia y la energía del terreno y fue propuesto
por Attwell y Farmer en 1973 para calcular la velocidad pico de las partículas a una
distancia D de una fuente de energía normalizada. Se la escribe de la siguiente manera:

PPV = k (D/(Wr)m)-n

donde
Wr es la energía de la fuente
k es el valor de la PPV a una distancia unitaria y varía con el confinamiento de la carga
explosiva o el acoplamiento entre la fuente vibratoria y el terreno.
m corresponde a la raíz cuadrada, es decir, vale 0.5. En algunos casos especiales como
cálculos de PPV muy próximos a la fuente o para grandes cargas explosivas se utiliza la
raíz cúbica, es decir, vale 0.33.
n es un coeficiente que varía entre 1.0 y 2.0, con un valor promedio de 1.5

Para la determinación de la energía liberada en cada ciclo por el equipo de vibrado debe
conocerse la máxima fuerza generada, la máxima amplitud y el rango de frecuencias de
operación para calcular el trabajo realizado por la fuerza en cada ciclo.
El valor de n, correspondiente a la pendiente de la atenuación de amplitud en un gráfico
doble logarítmico, se encuentra en un estrecho rango entre 1.0 y 2.0.

Una ecuación similar a la anterior es la siguiente:


PPV = α (D/(Wr)m)-n

donde
α equivale a 48.8 x 0.252-n si la PPV está dada en m/s, D en m y Wr en t
n es el coeficiente de atenuación en función del tipo de suelo, el cual puede estimarse a
partir de la velocidad sísmica c.

Para determinar con este método los valores esperados de PPV a diversas distancias de
los vibros se sugiere aplicar los coeficientes más desfavorables dados por Malam. Se
adopta el valor de PPV a una distancia r de 0.3 m a partir de mediciones de campo y se lo
establece como valor a verificar para cada uno de los casos contemplados. Los resultados
se acompañan en la Tabla N° 9.

r (m)
Autor k n
0.3 2 5 10 15 20 25 50 100
Malam 0.369 0.91 115.82 20.53 8.90 4.73 3.27 2.51 2.05 1.09 0.58

Tabla N° 9: Valores esperados de PPV en función de la distancia de acuerdo al


método de la distancia escalada

3.4. Pronóstico de Afectación Potencial


Para establecer las características de los suelos de fundación de las estructuras y
viviendas ubicadas en proximidades de las líneas sísmicas, deben superponerse éstas
con la Carta de Suelos y Rocas del área. Como resultado de esta tarea se agrupan los
suelos de fundación. Se asumen los valores de vibración en función de la distancia
obtenidos por el método de Golitsin, ya que son mayores que los obtenidos por el método
de la Distancia Escalada.
Teniendo en cuenta el análisis teórico previo se determina la atenuación de las
vibraciones en función del tipo de suelo y las distancias mínimas a respetar para evitar
daños cosméticos, menores o estructurales.

3.5. Medidas para Reducir la Afectación Potencial


Con base en los pronósticos obtenidos a partir del análisis teórico de la propagación de
vibraciones y de eventuales ensayos previos, se pueden establecer las siguientes
medidas para reducir la afectación a estructuras y viviendas durante las tareas de
prospección:
1. Definición de la distancia mínima entre la fuente de emisión y las edificaciones para
evitar la probabilidad de ocasionar daños estructurales y daños menores.
2. Dada la posibilidad de ocasionar daños cosméticos a las viviendas o estructuras
ubicadas a una distancia mínima de 11 m de los vibros, reducción de la Ground Force
de los vibros.
3. En casos especiales, evaluar la posibilidad de modificar la traza de la línea emisora,
de ejecutar zanjas de atenuación o de interrumpir el vibrado.
4. Efectuar el monitoreo permanente de los valores de PPV. Este monitoreo permite
controlar las vibraciones actuantes sobre estructuras y viviendas, lo que permitiría
tomar decisiones en el campo sobre los porcentajes de Ground Force a aplicar que no
generaran valores de PPV superiores a los límites establecidos.

Fotografía N° 1: Prospección geofísica en área urbana de la ciudad de Comodoro


Rivadavia

4. Conclusiones
• Las tareas de exploración geofísica, tales como el uso de explosivos o equipos
vibradores son fuentes generadoras de vibraciones en el terreno y en estructuras
adyacentes. Estas fuentes de vibración tienen un amplio rango de energía y
velocidad en función del tiempo que son transmitidas por el terreno. Estas
vibraciones inducidas pueden afectar a los edificios adyacentes, por lo que resulta
de gran importancia predecir con exactitud las vibraciones esperadas en el terreno
y en las estructuras antes de comenzar las actividades de exploración con el fin de
evitar efectos no deseados provocados por dichas vibraciones.
• Las ecuaciones empíricas permiten calcular la amplitud vertical de las vibraciones
en el terreno, no siempre con suficiente exactitud. El método de Golitsin para el
cálculo de la velocidad pico de las partículas es probablemente el método más
apropiado para la predicción de los límites superiores de la PPV en el terreno. Sin
embargo, la ausencia de datos de atenuación de vibraciones tomados en las
zonas urbanas a prospectar dificulta la elaboración de un pronóstico preciso de los
valores de PPV.
• Se sugiere llevar a cabo un programa de ensayos previos en el área que permita
conocer el verdadero comportamiento del terreno a la propagación de las
vibraciones.
• Del análisis de las consideraciones teóricas del problema, de los límites admisibles
indicados por las normas internacionales y de los resultados de los ensayos
surgirán las recomendaciones a seguir en áreas urbanas para evitar daños
estructurales y menores y minimizar la posibilidad de daños cosméticos. Estas
recomendaciones se refieren a la distancia mínima entre vibros y edificaciones
adyacentes, la reducción de Ground Force y el monitoreo permanente de los
valores de PPV inducidos.

5. Bibliografía
• Estudio de Impacto Ambiental Previo “Programa Sísmico 3D Campamento
Central”, Chubut. Geólogos Asociados S.A.
• Deslizamientos en una franja costera de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Néstor
Hirtz, Andrés Blachakis. Revista de Geología Aplicada a la Ingeniería y el
Ambiente, N°15
• Tigh Construction Blasting: Ground Vibration Basics, Monitoring and Prediction.
Frank Lucca, Terra Dinamica LLC
• Vibration Management at Martha Mine, Nueva Zelanda
• Seismograph Overview, Thomas Instruments, Inc.
• Subcapítulo G: Requirements for Monitoring, Pennsylvania Code.
• Anexo D: Controlling the Environmental Effects of Surface Mineral Workings,
Scottish Executive
• Ground Vibration & Airblast Control, Blasting Technology, Inc.
• Vibration Mitigation, Civil Engineering Dynamics
• Predicting Response in Historical Structures, Mohamad Sharif. Rock Products
Magazine.
• Groundshock Enhancement due to Reflections. Ioannis Sebos. EJGE, Inc.
• Ground Vibration Standards for Surface Coal Mines. Kentucky Code.
• Vibration Measurement and Control at the Pueblo Viejo Mine, República
Dominicana
• Construction Vibrations and their Impact on Vibration Sensitive Facilities. Hal
Amick and Michael Gendreau.
• Noise and Vibration. Associated British Ports.
• The Relation Between Stress and Particle Velocity for Rayleigh Pulses. K. Uenishi
and H. Rossmanith. Institute of Mechanics, Vienna University of Technology.
• Dinámica de Suelos. Noemí Maldonado. Universidad Tecnológica Nacional,
Facultad Regional Mendoza.
• Prediction and Calculation of Construction Vibrations. Mark Svinkin.
• Noise and Vibrations Arising from Blasting. City of Auckland – District Plan.
• Traffic-Induced Building Vibrations in Montréal. O. Hunaldi and M. Tremblay.
• Response of Buried Pipelines to Surface Impact Loads. A. Gupta. Department of
Civil Engineering, NC State University.
• Seismic Investigation. HOME Inc.
• Understanding Oil Exploration & The Drilling Process. A. Short. Amadeus Energy
Ltd.
• Evaluating and Managing Construction Blasting Risk. Instantel Inc.
• So You Think You are Monitoring Peak Particle Velocity. R. Farnfield. Department
of Mining and Mineral Engineering, University of Leeds, UK
• Article 14 Performance Standards, Fairfax County Zoning Ordenance
• The Value of 3D Seismic. N. Cooper, ANWR.
• An Introduction to Seismic Refraction Theory and Application. E. Cannon
• Ground Vibrations with Dynamic Compaction. Terra Systems Inc.
• Vibration – Environmental: Buiding Damage. Noise Net
• Exploration. Natural Gas Organization
• Exploration Seismology. Walter Kessinger.
• The Value of 3D Seismic in Today’s Exploration Environment in Canada and
Around the World. N. Cooper.

También podría gustarte