Sísmica 3D en Áreas Urbanas
Sísmica 3D en Áreas Urbanas
Sísmica 3D en Áreas Urbanas
2. Abstract
Demand for minerals, oil and gas seismic exploration often requires underground in urban
areas. The analysis of the phenomena involved during the development of these tasks
using the proposed methodology allows to establish the related impact of this activity on
structures and people, propose mitigation measures and have a solid argument to achieve
a clear delineation of responsibilities, a favorable institutional and community interaction
and a positive environmental image.
Objetivos
Los objetivos del análisis propuesto son:
• establecer el impacto asociado a la actividad de prospección sísmica sobre
estructuras y personas.
• definir las medidas de mitigación de impactos.
• disponer de una sólida base argumental para lograr una clara delimitación
de responsabilidades, una favorable interacción institucional y comunitaria
y una imagen ambiental positiva.
3. Metodología
3.1. Trabajo de Campo
Se deben recorrer en toda su longitud las líneas de prospección propuestas, efectuándose
un relevamiento detallado del estado y tipología de las construcciones ubicadas a la vera
de la traza y la distancia estimada desde el eje de ésta al frente de la edificación. El
trabajo se completa registrando las coordenadas de cada punto con GPS y tomando
fotografías de lugares y sectores relevantes detectados durante los recorridos.
Se confeccionan tablas que resumen los datos relevados en el campo clasificados por
línea, detallándose la distancia de las construcciones al eje de la traza propuesta y el
estado y tipología de las mismas y, de existir, la fotografía correspondiente.
Por otra parte se superponen las trazas de las líneas sísmicas con el mapa de rocas y
suelos con el fin de clasificar los datos anteriores.
A partir de esta información se elaboran estadísticas globales y por línea, obteniéndose lo
siguiente:
• Clasificación de edificaciones según el terreno de fundación.
• Distancias al eje de la traza de las edificaciones.
• Tipos de construcción.
• Estado de las construcciones.
Velocidad
Desplazamiento
Aceleración
Los valores de PPV no pueden ser comparados con la escala de Richter. Un número de la
escala de Richter representa la magnitud total de un evento de movimiento de la tierra,
mientras que las lecturas de un sismógrafo indican la intensidad del movimiento del
terreno en un punto dado. La magnitud de un evento en particular seguirá siendo la
misma, pero la intensidad de la vibración variará dependiendo de cuán lejos se encuentre
el punto de registro del epicentro. En otras palabras, no hay manera práctica de relacionar
las lecturas de un sismógrafo en una ubicación en particular con respecto a la escala de
Richter.
Así como se mide la intensidad de una vibración en mm/s, la intensidad de un sismo se
mide mediante la escala de Mercalli modificada, la cual relaciona la intensidad con los
efectos visibles provocados por el movimiento. En forma simplificada, la escala varía
desde MM I, que corresponde a un movimiento sólo detectable por instrumentos de alta
sensibilidad, hasta MM XII, el cual representa la destrucción total de las estructuras. No es
posible correlacionar en forma directa valores de PPV a los doce niveles MM y
técnicamente no sería correcto hacerlo, ya que existen diferencias tan grandes entre las
vibraciones inducidas en el terreno por explosiones o vibración de maquinaria con
respecto al movimiento de un sismo que no es factible tratar de relacionarlos en forma
lógica. La frecuencia de las vibraciones inducidas por explosivos o maquinarias varían
desde algunos hertz hasta 700 o 1000 Hz, mientras que las frecuencias de un sismo son
tan bajas que normalmente no se miden en hertz sino en el número de segundos por ciclo
o período completo. En el caso de la vibración inducida por explosivos o maquinaria
pueden observarse altos valores de aceleración, pero los valores de desplazamiento son
tan bajos que no son causales de daños. Por ejemplo, las estructuras de puentes y de
autopistas pueden diseñarse para soportar niveles específicos de aceleración producidos
por un terremoto. Estos valores pueden ser del orden de 2 a 4 G. Si estos valores se
comparan con las aceleraciones esperadas durante una explosión o un vibrado, las que
pueden alcanzar valores de 4 o 5 G medidos en el terreno en la base de la estructura, la
situación podría ser preocupante si no se tienen en cuenta los valores de desplazamiento,
los cuales pueden ser del orden de algunas diezmilésimas de centímetro y que no dañan
la estructura.
La medición de las vibraciones debe efectuarse con un sismógrafo o conjunto de
instrumentos capaces de registrar los desplazamientos y la frecuencia de las vibraciones,
la velocidad de las partículas o la aceleración, en forma simultánea en tres direcciones
mutuamente perpendiculares (longitudinal, vertical y transversal). El valor de velocidad
máxima de las partículas será el vector suma máximo de tres componentes. La velocidad
de las partículas puede expresarse como:
PPV = 2 π f A
donde
f es la frecuencia en Hz
A es el desplazamiento de las partículas en mm
El grado de confiabilidad de los valores de PPV requiere de una medición precisa. Los
factores que afectan la precisión en la medición de estos valores son:
1. El acoplamiento del geófono con la superficie cuyas vibraciones se quieren medir
2. Los parámetros de adquisición de datos digitales.
Por ejemplo, los errores en los valores de PPV registrados en geófonos, para una
frecuencia de 10 Hz, oscilan desde –40% a +30%.
Asimismo, muchos de los fabricantes de equipo de monitoreo de vibraciones emplean
filtros o amplificadores para corregir la respuesta de los geófonos en bajas frecuencias.
Esto ilustra la importancia de corregir tanto la amplitud como la fase del sistema de
monitoreo para obtener valores de PPV confiables.
3.2.2. Efecto de las Vibraciones sobre las Personas
Los vehículos y las maquinarias exponen a las personas a vibraciones mecánicas que
pueden interferir con el confort, con la eficiencia laboral y, en algunos casos, con la salud
y la seguridad. En el caso de vibración en edificios, ésta se transmite a la persona a
través de la superficie que soporta el peso, como por ejemplo los pies cuando está
parada.
Las personas son muy sensibles a la vibración y pueden detectar niveles de PPV tan
bajos como 0,15 mm/s, aunque no son capaces de distinguir fácilmente diferencias en la
intensidad. La detección y la respuesta a la vibración varían de persona a persona. La
percepción de movimiento no es en sí misma molesta. El que sea “normal” o “anormal”
depende de la experiencia previa y de las expectativas del individuo. Por ejemplo, una
persona que vive y trabaja en edificios de varios pisos puede verse afectada en menor
medida por las vibraciones que otra persona que vive y trabaja en edificios bajos.
Las vibraciones pueden resultar inaceptables para los habitantes de viviendas y edificios
por una o más de las siguientes causas:
• Sensaciones físicas molestas para el cuerpo humano.
• Interferencia con actividades tales como dormir, conversar o trabajar.
• Ruidos molestos provocados por la vibración de los vidrios de las ventanas, muros
y objetos sueltos.
• Preocupación por el daño que las vibraciones puedan causar a la vivienda.
• Interferencia con la correcta operación de equipos o procesos sensibles.
Los niveles aceptables para el confort personal se encuentran muy por debajo de los
niveles que pueden causar daños superficiales, tales como agrietamiento de revoques o
daño estructural en cualquier elemento de un edificio. Los ensayos dirigidos por la British
Research Establishment muestran que aún para niveles de vibración que causan náuseas
sobre algunos ocupantes de un edificio, la seguridad de éste no se ve afectada. En la
Tabla N° 1 se describen algunas actividades hogareñas y el nivel máximo de vibraciones
que producen.
Debe tenerse en cuenta que cuando el nivel de vibración supera el umbral de detección
humano, la persona afectada reacciona con preocupación acerca de las tareas de
vibrado, debido a la posibilidad de que la vibración produzca daños en su propiedad.
Dicha preocupación puede referirse a daños que el propietario asigna a las tareas de
vibrado debido a un descubrimiento reciente de grietas, las que pueden haber estado
presentes en forma previa al comienzo de las operaciones o que pueden haberse
producido por procesos naturales. También la preocupación puede referirse al miedo del
propietario al daño futuro producido por las tareas de vibrado.
El grado de preocupación y la posibilidad de que esta preocupación derive en quejas
están gobernados por varios factores. Posiblemente el más obvio es la magnitud,
duración y frecuencia de la vibración. Sin embargo, la magnitud de vibración que genera
quejas en las personas afectadas varía mucho de un lugar a otro dado que no existe un
umbral de queja y esto debido al hecho de que los individuos distinguen con mucha
dificultad vibraciones de magnitudes diferentes. En la Tabla N° 5 se indica el porcentaje
de quejas esperado de acuerdo a la PPV.
PPV en mm/s Quejas en %
< 2.5 1.0
2.5 1.5
5.0 5.0
10.0 10
15.0 15
25.0 20
38.0 40
51.0 50
102.0 70
Tabla N° 5: Porcentaje de quejas esperable según el valor de PPV
Las fórmulas anteriores dan buenos resultados, con una precisión equivalente a la
determinación mediante procedimientos de cálculo sofisticados y complejos.
Dado que la cantidad de viviendas y estructuras que pueden verse afectadas por las
vibraciones inducidas por las tareas de prospección puede ser muy elevada, en
lugar de intentar evaluar las frecuencias naturales de vibración en forma individual
se prefiere determinar un valor indicativo en función de las características de altura
de las edificaciones observadas. De acuerdo a las fórmulas empíricas indicadas y a
modo de ejemplo, puede estimarse que las frecuencias naturales de vibración de
vivienda de una o dos plantas se encuentran entre 6 y 10 Hz.
Los valores de amortiguación son más difíciles de evaluar. Asimismo, si la estructura o su
uso son muy sensibles debe estimarse su rigidez, la magnitud de las fuerzas y el
acoplamiento del edificio con el medio que transmite las fuerzas.
Las frecuencias naturales de elementos de edificios tales como losas de techo o losas
entre pisos dependen fundamentalmente de sus dimensiones físicas.
Los casos donde las vibraciones han causado daños en los edificios y su contenido son
raros. Puede decirse que las vibraciones se vuelven molestas para los ocupantes mucho
antes de que alcancen valores que puedan dañar a la estructura. Como se ha dicho,
debido a la presencia de una fuente de vibración pueden recibirse quejas de los
ocupantes de un edificio debido a la observación de grietas en los cielorrasos, revoques o
en vidrios de ventanas así como del desprendimiento de tejas. Dichas quejas son
comunes debido a la extrema sensibilidad del cuerpo humano para detectar vibraciones.
Cuando actúa una fuente de vibraciones y alcanza valores que afectan al ocupante de un
edificio, éste se preocupa por los efectos estructurales que dicha vibración puede causar y
puede asumir que las grietas que observa son causadas por la vibración, cuando en
realidad éstas existían previamente. Hay muchas causas que provocan el agrietamiento
en las partes de un edificio y dicho efecto no debe ser asignado a la vibración hasta que
no se hayan eliminado las restantes causas. Los ensayos han demostrado que deben
aplicarse amplitudes de vibración en forma sostenida de 2,5 mm o superiores para
producir agrietamiento severo de revoques. Este valor se encuentra muy por encima de
las amplitudes producidas por el tráfico, compresores, maquinaria y otros tipos de
vibración. Sin embargo, aunque los niveles de vibración en edificios inducidos por fuentes
externas raramente llegan a ser lo suficientemente altos para causar daños, su presencia
puede contribuir al proceso de deterioración por otros motivos. Los edificios suelen tener
tensiones residuales en sus componentes como resultado de asentamientos diferenciales
del suelo, ciclos de humedad y temperatura, mantenimiento deficiente y/o remodelaciones
y reparaciones. Por lo tanto, niveles pequeños de vibración pueden funcionar como
disparadores de daños provocados por dichas tensiones residuales. En consecuencia no
es sencillo establecer un nivel de vibración por encima del cual podrían manifestarse
daños en los edificios. Puede suponerse que dicho daño podría aparecer por actividades
en la vivienda tales como saltar en la escalera o en los pisos, actividades que pueden
inducir niveles de vibración superiores a los provocados por la fuente externa. Por otra
parte, también puede sostenerse que las actividades en el interior de las viviendas y
edificios causan deformaciones locales y menos severas que las causadas por ondas
sísmicas.
Finalmente, cuando un edificio se encuentra sometido a vibraciones durante períodos
largos, la posibilidad de daños por fatiga existe si las tensiones dinámicas inducidas son lo
suficientemente altas. Además del daño causado directamente por la vibración, puede
existir un daño potencial indirecto causado por asentamientos diferenciales debidos a la
densificación del suelo. Lo anterior es particularmente susceptible de ocurrir cuando
suelos sueltos no cohesivos y saturados están sometidos a vibración.
Para el caso de estructuras, durante muchos años se consideró que la velocidad pico de
las partículas del suelo no debía superar los 50 mm/s. Posteriores estudios establecieron
umbrales de velocidad de partículas que dependen de la frecuencia de vibración. Se
encontró que mientras más bajas son las frecuencias, menores resultan los valores de
PPV potencialmente dañinos. Las relaciones entre valores de velocidad y frecuencia
cambian de acuerdo a las diversas normas existentes.
Para definir el daño en estructuras residenciales puede seguirse la siguiente clasificación:
• Daño cosmético o umbral de daños: Se refiere a la formación de grietas
delgadas o al crecimiento de grietas existentes en superficies revocadas o juntas
de mortero.
• Daño menor: Se refiere a la formación de grietas importantes o al
desprendimiento y caída de superficies de revoques, o la formación de grietas en
ladrillos o bloques de hormigón.
• Daño mayor o daño estructural: Se refiere a daños en los elementos
estructurales de un edificio.
Las normas del United States Bureau of Mining indican que para el rango de frecuencias
de 5 a 20 Hz las velocidades pico de las partículas debe mantenerse por debajo de los 12
mm/s para prevenir daños cosméticos en estructuras cercanas con muros revocados y
por debajo de los 18 mm/s para estructuras con muros de construcción seca. Estos límites
son conservativos, ya que en la exploración geofísica el tiempo de aplicación de las
vibraciones de baja frecuencia es muy corto. La Figura N° 4 muestra los límites en un
gráfico de PPV en función de la frecuencia de vibración.
100
Velocidad Pico de Partículas
(mm/s)
10
Construcción seca
Revoques
1
1 10 100
Frecuencia (Hz)
Pueden esperarse daños menores para magnitudes de vibración que superen el doble de
las indicadas y daños mayores o estructurales para magnitudes de vibración que superen
el cuádruple de las indicadas. Estos valores se aplican aún cuando una estructura
experimente la repetición de eventos de vibración.
Tomando en cuenta que la respuesta de las edificaciones varía en función de la
frecuencia de vibración y que los valores de PPV admisibles son menores para bajas
frecuencias, se indican a continuación los valores de PPV máximos que se sugiere
adoptar para que no se produzcan daños cosméticos, daños menores o daños mayores
según las normas estadounidenses. Los valores indicados en la Tabla N° 6 corresponden
a una frecuencia de 10 Hz, que es aproximadamente la frecuencia de arranque del barrido
del equipo y para edificaciones destinadas a vivienda y los indicados en la Tabla N° 7
corresponden a una frecuencia de 100 Hz, que es aproximadamente la frecuencia
superior del barrido del equipo y para edificaciones destinadas a vivienda.
Normas
U.S.B.M.
PPV Daño cosmético 12.5
en
Daño menor 25.0
mm/s
Daño mayor 50.0
Tabla N° 6: Valores máximos admisibles de PPV para una frecuencia de 10 Hz y para
edificaciones destinadas a vivienda
Normas
U.S.B.M.
PPV Daño cosmético 50
en
Daño menor 100
mm/s
Daño mayor 200
Tabla N° 7: Valores máximos admisibles de PPV para una frecuencia de 100 Hz y
para edificaciones destinadas a vivienda
Para obtener con vibradores una energía sísmica equivalente a la producida con dinamita,
deben emplearse varios vibradores, sumando varios barridos de varios segundos de
duración. Para lograr una energía equivalente a la proporcionada por la dinamita
Para que el proceso anterior sea coherente, el sistema electrónico-mecánico del vibrador
permite que todas las fuentes emisoras o vibradores se comporten como unidades
similares. Es decir, la amplitud del barrido de frecuencias sinusoidales generada es similar
para cada frecuencia componente y para todos los vibradores.
Se puede interpretar mejor este fenómeno mediante la Figura N° 3 que corresponde a una
gráfica de fuerza en función del tiempo. Sobre el terreno y en forma continua la plancha
del vibro ejerce una fuerza sobre la superficie del terreno equivalente a casi el total de su
peso (Hold Down Weight = 267 Kilo Newtons). Sobre esta fuerza constante y durante el
barrido de frecuencias se suma algebraicamente una fuerza mecánica sinusoidal
generada por el sistema hidráulico del vibrador. Esta fuerza transmitida al terreno tiene
una forma análoga a la señal sinusoidal electrónica que excita a la servoválvula, que es la
válvula que gobierna la acción hidráulica del Vibrador.
Tiempo (s)
Fuerza (N)
Esta aceleración es válida para las partículas más cercanas a la plancha del vibro y, como
se ha dicho en párrafos anteriores, se atenúa exponencialmente en función de la distancia
superficial a la misma y del tipo de suelo.
Es de interés sísmico concentrar la energía sísmica para lograr su propagación vertical,
evitando toda dispersión lateral, las que representan pérdidas de energía. El vibro ha sido
diseñado para tratar de optimizar esta relación señal / ruido.
A2 = A1 (r1/r2)α e-γ(r2-r1)
donde:
A1 es la amplitud de las vibraciones a la distancia r1 de la fuente
A2 es la amplitud de las vibraciones a la distancia r2 de la fuente
α es el coeficiente de atenuación geométrica
γ es el coeficiente de atenuación del material
La atenuación de la onda entre dos puntos está compuesta por el término (r2/r1)α, que
tiene en cuenta la radiación o amortiguación geométrica y por el término e-γ(r2-r1), que tiene
en cuenta la amortiguación del material.
Esta ecuación fue desarrollada originalmente para estimar la atenuación de las ondas de
Rayleigh de baja frecuencia con grandes longitudes de onda para las cuales el coeficiente
γ depende levemente de las propiedades de las capas superiores del suelo. En estas
condiciones el coeficiente γ varía en forma razonable dentro de un estrecho margen en el
cálculo de las propiedades de atenuación del suelo.
En la fórmula anterior los valores de A1 y A2 pueden reemplazarse por PPV1 y PPV2 para
calcular los valores de velocidad pico de partículas en lugar de amplitud de vibración.
Este método se usa para el cálculo preliminar de vibraciones en el terreno originadas por
fuentes industriales y trabajos de construcción. Las ondas generadas por trabajos de
construcción tienen frecuencias más altas y menores longitudes de onda que las ondas
generadas por sismos, y se propagan principalmente en el estrato superior del suelo,
cerca de la superficie del terreno. Es obvio entonces que el coeficiente γ es importante
para predecir con precisión la atenuación de la onda. Este coeficiente depende de
parámetros físicos relacionados con la fuente de vibración, la frecuencia, la distancia a la
fuente y las variaciones en la estratificación del suelo. Los suelos arcillosos exhiben una
amortiguación mayor que los suelos arenosos. La propagación de las ondas de Rayleigh
no es sensible a la presencia o ausencia de agua.
Las investigaciones para determinar los coeficientes de atenuación se han llevado a cabo
de dos maneras distintas. Un método ha consistido en despreciar la atenuación del
material, es decir, γ = 0, y ajustar las curvas de atenuación geométrica con los valores de
campo. El otro método supone una propagación de ondas de Rayleigh, es decir, α = 0.5, y
ajusta las curvas de atenuación del material con los valores de campo.
En el primer caso, con γ = 0 se asume que la atenuación sigue una línea recta en un
gráfico doble logarítmico de PPV en función de la distancia. En este caso α es la
pendiente de la línea. Los diferentes investigadores han encontrado valores de α entre 0.8
y 1,7.
En el segundo caso se establece α = 0.5 y se selecciona el valor de γ de acuerdo al tipo
de suelo. El uso de este método implica la suposición de que el grado de atenuación en
función de la distancia es independiente de la frecuencia.
Para determinar con este método los valores esperados de PPV a diversas distancias de
la fuente de vibración se sugiere tomar los casos más desfavorables para cada tipo de
suelo. Se adopta el valor de PPV a una distancia r de 0.3 m a partir de mediciones de
campo y se lo establece como valor a verificar para cada uno de los casos contemplados.
Los resultados se acompañan en la Tabla N° 8.
Autor
Tipo de γ α r2 (m)
suelo 0.3 2 5 10 15 20 25 50 100
Martin Arcillas 0.000 1.40 115.82 8.13 2.26 0.85 0.48 0.32 0.24 0.09 0.03
Barkan Arenas 0.040 0.50 115.82 41.91 23.51 13.61 9.10 6.45 4.72 1.23 0.12
arcillosas
Como puede verse en la Tabla N° 8, las arenas arcillosas atenúan menos los valores
de PPV en función de la distancia cuando se las compara con las arcillas.
PPV = k (D/(Wr)m)-n
donde
Wr es la energía de la fuente
k es el valor de la PPV a una distancia unitaria y varía con el confinamiento de la carga
explosiva o el acoplamiento entre la fuente vibratoria y el terreno.
m corresponde a la raíz cuadrada, es decir, vale 0.5. En algunos casos especiales como
cálculos de PPV muy próximos a la fuente o para grandes cargas explosivas se utiliza la
raíz cúbica, es decir, vale 0.33.
n es un coeficiente que varía entre 1.0 y 2.0, con un valor promedio de 1.5
Para la determinación de la energía liberada en cada ciclo por el equipo de vibrado debe
conocerse la máxima fuerza generada, la máxima amplitud y el rango de frecuencias de
operación para calcular el trabajo realizado por la fuerza en cada ciclo.
El valor de n, correspondiente a la pendiente de la atenuación de amplitud en un gráfico
doble logarítmico, se encuentra en un estrecho rango entre 1.0 y 2.0.
donde
α equivale a 48.8 x 0.252-n si la PPV está dada en m/s, D en m y Wr en t
n es el coeficiente de atenuación en función del tipo de suelo, el cual puede estimarse a
partir de la velocidad sísmica c.
Para determinar con este método los valores esperados de PPV a diversas distancias de
los vibros se sugiere aplicar los coeficientes más desfavorables dados por Malam. Se
adopta el valor de PPV a una distancia r de 0.3 m a partir de mediciones de campo y se lo
establece como valor a verificar para cada uno de los casos contemplados. Los resultados
se acompañan en la Tabla N° 9.
r (m)
Autor k n
0.3 2 5 10 15 20 25 50 100
Malam 0.369 0.91 115.82 20.53 8.90 4.73 3.27 2.51 2.05 1.09 0.58
4. Conclusiones
• Las tareas de exploración geofísica, tales como el uso de explosivos o equipos
vibradores son fuentes generadoras de vibraciones en el terreno y en estructuras
adyacentes. Estas fuentes de vibración tienen un amplio rango de energía y
velocidad en función del tiempo que son transmitidas por el terreno. Estas
vibraciones inducidas pueden afectar a los edificios adyacentes, por lo que resulta
de gran importancia predecir con exactitud las vibraciones esperadas en el terreno
y en las estructuras antes de comenzar las actividades de exploración con el fin de
evitar efectos no deseados provocados por dichas vibraciones.
• Las ecuaciones empíricas permiten calcular la amplitud vertical de las vibraciones
en el terreno, no siempre con suficiente exactitud. El método de Golitsin para el
cálculo de la velocidad pico de las partículas es probablemente el método más
apropiado para la predicción de los límites superiores de la PPV en el terreno. Sin
embargo, la ausencia de datos de atenuación de vibraciones tomados en las
zonas urbanas a prospectar dificulta la elaboración de un pronóstico preciso de los
valores de PPV.
• Se sugiere llevar a cabo un programa de ensayos previos en el área que permita
conocer el verdadero comportamiento del terreno a la propagación de las
vibraciones.
• Del análisis de las consideraciones teóricas del problema, de los límites admisibles
indicados por las normas internacionales y de los resultados de los ensayos
surgirán las recomendaciones a seguir en áreas urbanas para evitar daños
estructurales y menores y minimizar la posibilidad de daños cosméticos. Estas
recomendaciones se refieren a la distancia mínima entre vibros y edificaciones
adyacentes, la reducción de Ground Force y el monitoreo permanente de los
valores de PPV inducidos.
5. Bibliografía
• Estudio de Impacto Ambiental Previo “Programa Sísmico 3D Campamento
Central”, Chubut. Geólogos Asociados S.A.
• Deslizamientos en una franja costera de la ciudad de Comodoro Rivadavia. Néstor
Hirtz, Andrés Blachakis. Revista de Geología Aplicada a la Ingeniería y el
Ambiente, N°15
• Tigh Construction Blasting: Ground Vibration Basics, Monitoring and Prediction.
Frank Lucca, Terra Dinamica LLC
• Vibration Management at Martha Mine, Nueva Zelanda
• Seismograph Overview, Thomas Instruments, Inc.
• Subcapítulo G: Requirements for Monitoring, Pennsylvania Code.
• Anexo D: Controlling the Environmental Effects of Surface Mineral Workings,
Scottish Executive
• Ground Vibration & Airblast Control, Blasting Technology, Inc.
• Vibration Mitigation, Civil Engineering Dynamics
• Predicting Response in Historical Structures, Mohamad Sharif. Rock Products
Magazine.
• Groundshock Enhancement due to Reflections. Ioannis Sebos. EJGE, Inc.
• Ground Vibration Standards for Surface Coal Mines. Kentucky Code.
• Vibration Measurement and Control at the Pueblo Viejo Mine, República
Dominicana
• Construction Vibrations and their Impact on Vibration Sensitive Facilities. Hal
Amick and Michael Gendreau.
• Noise and Vibration. Associated British Ports.
• The Relation Between Stress and Particle Velocity for Rayleigh Pulses. K. Uenishi
and H. Rossmanith. Institute of Mechanics, Vienna University of Technology.
• Dinámica de Suelos. Noemí Maldonado. Universidad Tecnológica Nacional,
Facultad Regional Mendoza.
• Prediction and Calculation of Construction Vibrations. Mark Svinkin.
• Noise and Vibrations Arising from Blasting. City of Auckland – District Plan.
• Traffic-Induced Building Vibrations in Montréal. O. Hunaldi and M. Tremblay.
• Response of Buried Pipelines to Surface Impact Loads. A. Gupta. Department of
Civil Engineering, NC State University.
• Seismic Investigation. HOME Inc.
• Understanding Oil Exploration & The Drilling Process. A. Short. Amadeus Energy
Ltd.
• Evaluating and Managing Construction Blasting Risk. Instantel Inc.
• So You Think You are Monitoring Peak Particle Velocity. R. Farnfield. Department
of Mining and Mineral Engineering, University of Leeds, UK
• Article 14 Performance Standards, Fairfax County Zoning Ordenance
• The Value of 3D Seismic. N. Cooper, ANWR.
• An Introduction to Seismic Refraction Theory and Application. E. Cannon
• Ground Vibrations with Dynamic Compaction. Terra Systems Inc.
• Vibration – Environmental: Buiding Damage. Noise Net
• Exploration. Natural Gas Organization
• Exploration Seismology. Walter Kessinger.
• The Value of 3D Seismic in Today’s Exploration Environment in Canada and
Around the World. N. Cooper.