Contestacion de Demanda Guardia y Custod
Contestacion de Demanda Guardia y Custod
Contestacion de Demanda Guardia y Custod
EXP.1112/17/IV
ESTE HECHO ES PARCIALMENTE FALSO: Por una parte es cierto que en esa
fecha regreso a la que en ese entonces era mi casa, ya que el llego a las 5 de la
mañana con un mariachi, y con familiares de el para anunciar que el había
regresado, por lo que es falso que ese día me hubiera encontrado con alguien y
por otra parte declaro que yo me encuentre viviendo sola con mis hijo y que hasta
la fecha me he mantenido soltera
ARTICULO 233 Los cónyuges deben darse alimentos; la Ley determinará cuándo queda
subsistente esta obligación en los casos de divorcio y otros que la misma Ley señale. Los
concubinos están obligados, en igual forma, a darse alimentos si se satisfacen los
requisitos señalados por el artículo 1568.
Artículo 233 Bis. La mujer que demande el pago de alimentos con el argumento de que se
dedicó preponderantemente al trabajo del hogar o al cuidado y educación de los hijos,
tiene a su favor la presunción de necesitarlos.
Tengo que pagar mis alimentos diarios aproximadamente $70 pesos diarios
para poder comer y andar en la ciudad.
De acuerdo a lo anterior solicito a Su Señoría que dicte una sentencia justa y
equitativa de acuerdo a las posibilidades del suscrito, y tomando en consideración
que la actora también trabaja, y que ella tiene la obligación de proporcionar
también una pensión suficiente a favor de nuestros hijos, y esta H. Autoridad
también deberá de tomar en consideración que el suscrito adquirí un inmueble a
favor de mis hijos para otorgarles una seguridad y comodidad presente y futura.
Solicitando desde luego a su Señoría que de inmediato me sea liberada la
obligación de dar pensión provisional a la señora actora por su propio
derecho, reduciendo de inmediato la pensión provisional a una cantidad
equivalente a $__________________________ Lo que se pide desde luego
mediante el correspondiente incidente de reducción de pensión
alimenticia provisional, el cual solicito sea abierto desde este momento y
bajo los siguientes argumentos:
EXCEPCIONES Y DEFENSAS
Obligación de alimentos
No tiene la obligación que impone este artículo, el cónyuge que carezca de bienes
propios y esté imposibilitado para trabajar, ni el que por convenio tácito o expreso
con el otro, se ocupe de las labores del hogar o de la atención de los hijos
menores. En estos casos, el otro cónyuge solventará íntegramente esos alimentos.
Precepto legal que es plenamente vigente para aplicarse a los hijos nacidos del
concubinato de conformidad con lo establecido en el precepto 298 del mismo
Código Civil.
Los alimentos han de ser proporcionados a las posibilidades del que debe
darlos y a las necesidades de quien debe recibirlos. Determinados por convenio o
sentencia, los alimentos tendrán un incremento automático mínimo equivalente al
aumento porcentual del salario mínimo general diario vigente en el Estado, salvo
que el deudor alimentario demuestre que sus ingresos no aumentaron en igual
proporción. En este caso, el incremento de los alimentos se ajustará al que
realmente hubiese obtenido el deudor. Estas prevenciones deberán expresarse
siempre en la sentencia o convenio correspondiente.
Si fueren varios los que deben dar los alimentos y todos tuvieren posibilidad para
hacerlo, el Juez repartirá el importe entre ellos en proporción a sus haberes.
De lo dispuesto por los artículos 308 y 311 del Código Civil para el Distrito Federal
se desprenden las bases que el legislador dispuso se tomaran en cuenta para
determinar el monto de la pensión alimenticia, las cuales obedecen a los principios
de proporcionalidad y equidad que debe revestir toda resolución judicial sobre
alimentos, sea ésta provisional o definitiva. Ahora bien, si conforme al artículo 308
del citado Código Civil, en el concepto de alimentos se encuentran inmersos los
rubros de comida, vestido, habitación, asistencia en casos de enfermedad,
educación, esparcimiento, etcétera, y el deudor alimentario acredita que
proporciona habitación a sus acreedores alimentarios porque el inmueble en que
éstos habitan es propiedad del deudor, dicha circunstancia debe ser tomada en
cuenta para considerar que contribuye con el rubro de habitación y, por ende, que
cumple con parte de su obligación alimentaria al momento de fijar el monto de la
pensión alimenticia, pues, de lo contrario, no se observarían los principios de
proporcionalidad y equidad que rigen la materia de alimentos; sin que ello
signifique que se encuentre satisfecha la totalidad de las necesidades alimentarias,
para lo cual habrá que atenderse a los demás rubros y al estado de necesidad del
acreedor y a las posibilidades reales del deudor para cumplirla, además, debe
tomarse en consideración el entorno social en que éstos se desenvuelven, sus
costumbres y demás particularidades que presenta la familia a la que pertenecen.
I.11o.C. J/1
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De conformidad con el artículo 397 del Código Civil del Estado de Guerrero, la
proporcionalidad de los alimentos es la que debe existir entre las posibilidades del
deudor y las necesidades del acreedor; en tal circunstancia, si en el juicio natural
queda demostrado que ambos padres perciben un salario, luego entonces,
conforme a tal disposición, debe repartirse equitativamente la carga alimentaria de
acuerdo a los ingresos obtenidos, pues en términos del precepto 392 del invocado
ordenamiento, los padres están obligados a dar alimentos a sus hijos, ya que si
bien la posibilidad del deudor alimentista depende del monto de su salario o
ingresos, o el valor de sus bienes, los que han de ser bastantes para cubrir la
pensión alimenticia que le corresponde, también debe atenderse a sus propias
necesidades, sobre todo cuando aquél se encuentra separado de sus acreedores
alimentarios, lo que obviamente ocasiona que los mismos sean mayores, pues las
necesidades de los alimentistas han de establecerse atendiendo de manera
preferente a los conceptos que se comprenden bajo la palabra alimentos, en los
términos dispuestos en los artículos 387 y 388 del referido Código Civil.
XXI.1o. J/9
Amparo directo 270/97. Nelly Rosa Pineda Giles. 30 de mayo de 1997. Unanimidad
de votos. Ponente: Joaquín Dzib Núñez. Secretario: Salvador Vázquez Vargas.
PRUEBAS
Marzo 2017
Registro: 2005456
Página: 660
GUARDA Y CUSTODIA DE LOS MENORES DE EDAD. LA DECISIÓN JUDICIAL RELATIVA A SU
OTORGAMIENTO DEBERÁ ATENDER A AQUEL ESCENARIO QUE RESULTE MÁS BENÉFICO PARA EL
MENOR (INTERPRETACIÓN DEL ARTÍCULO 282, APARTADO B, FRACCIÓN II, TERCER PÁRRAFO, DEL
CÓDIGO CIVIL PARA EL DISTRITO FEDERAL).
Como ya lo ha establecido esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aquellas
disposiciones legales en las cuales se establece una preferencia para que la madre tenga la guarda
y custodia de sus menores hijos, deben preservar el interés superior del menor, toda vez que en
nuestro orden jurídico no existe una presunción de idoneidad absoluta que juegue a favor de
alguno de los progenitores. Así las cosas, el intérprete, al momento de aplicar el artículo 282,
apartado B, fracción II, tercer párrafo, del Código Civil para el Distrito Federal, el cual dispone que
la madre tendrá en todos los casos en que no viva con el padre de sus hijos, el derecho preferente
de mantener bajo su cuidado a los que fueren menores de doce años, a menos de que concurra
alguno de los supuestos previstos en el propio artículo, deberá atender no sólo al menor perjuicio
que se le pueda causar a los menores, sino al mayor beneficio que se les pueda generar a los
mismos. Lo anterior es así, pues la sola existencia de supuestos taxativos establecidos por el
legislador para el otorgamiento de la guarda y custodia no implica que los mismos sean armónicos
con el interés superior del menor, ni implica que protejan de forma integral a dicho principio en
cada supuesto de hecho que pudiese presentarse. Por tanto, incluso en el supuesto de que el
legislador hubiese establecido un catálogo de supuestos "limitativos" en torno a una preferencia
legal de que sea la madre quien ejerza la guarda y custodia, no impide que el juzgador, en atención
al interés superior del menor, otorgue la guardia y custodia al padre de los menores involucrados a
pesar de que no se actualice alguno de tales supuestos. En consecuencia, si bien el legislador del
Distrito Federal estableció una serie de supuestos de excepción para la preferencia de que la
madre detente la guarda y custodia, de cualquier manera, el juzgador deberá valorar las especiales
circunstancias que concurran en cada progenitor y determinar cuál es el ambiente más propicio
para el desarrollo integral de los menores y, por tanto, cuál es el régimen de guarda y custodia
idóneo para el caso en concreto.
Amparo en revisión 310/2013. 4 de diciembre de 2013. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García
Villegas, quien reservó su derecho a formular voto concurrente, y Jorge Mario Pardo Rebolledo.
Disidente: José Ramón Cossío Díaz, quien reservó su derecho a formular voto particular. Ponente:
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González.
Esta tesis se publicó el viernes 7 de febrero de 2014 a las 11:16 horas en el Semanario Judicial de la
Federación.