Ensayo Penal

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El nuevo procedimiento penal abreviado y el acusador

privado

Luis Yordy Palma Delgado1

RESUMEN

Este artículo trata de la Ley


colombiana 1826 de 2017, que
introduce un proceso penal
específico cuya finalidad es
descongestionar el sistema
judicial nacional. Al mismo tiempo,
analiza las funciones del acusador
privado introducidas por la Acto
Legislativo 6 de 2011 y
recientemente regulado por la Ley
1826 de 2017.

Palabras clave: Proceso


abreviado, acusador privado,
conversión de la acción penal.

1
Bachiller Pedagógico, Técnico en Sistemas Y
Actualmente Estudiante de Derecho de la
Universidad Libre Seccional Pereira.
The new abbreviated criminal procedure and the private
accuser

ABSTRACT

This article deals with the


Colombian Law No. 1826 of 2017,
which introduces a specific
criminal process whose purpose is
to decongest the national judicial
system. At the same time, it
analyzes the functions of the
private accuser introduced by
Legislative Act No. 6 of 2011 and
recently regulated by Law No.
1826 of 2017.

Keywords: Simplified and


Shortened Proceeding, Private
Accuser, Conversion of Criminal
Action.
1.1. INTRODUCCION

l proceso previsto en la Ley 906 del 2004, que a partir de la

E
1.2.
Ley 1826 del 2017 podría denominarse proceso penal
ordinario, era el único modelo procesal existente para tramitar
todas las imputaciones que se realicen por la comisión de
cualquiera de los cientos de delitos contemplados en el
Código Penal. Sin importar la cantidad de delitos, la gravedad o su
naturaleza, y salvo los fueros constitucional y legalmente reconocidos,
tampoco importan sus autores o participes. Un único modelo procesal para
enfrentar prácticamente toda la criminalidad del país. No debe sorprender
a nadie que exista semejante nivel de congestión judicial y de ciudadanos
reclamando que su denuncia no termine en la impunidad.

Una de las iniciativas verdaderamente necesarias para lograr un adecuado


funcionamiento del sistema procesal se convirtió en ley de la República el
pasado 12 de enero. Consiste en la creación de un proceso penal abreviado
para la acusación y el juzgamiento de algunas conductas punibles de
menor gravedad. Y de forma conjunta se incluye la figura del acusador
privado, que releva a la Fiscalía General de la Nación de su función
constitucional de investigar y acusar a los autores y partícipes de una
conducta punible, para entregársela a la víctima del delito, quien mediante
apoderado judicial asumirá las facultades y obligaciones del acusador
público.

2.1. Problema de investigación


2.2. ¿La implementación de un proceso bipartito para la acusación y
juzgamiento de conductas punibles consideradas de menor lesividad, pero,
recurrentemente realizadas, cumple con los fines de afianzar un proceso
penal ágil y eficaz que respeta las garantías procesales que exige nuestro
modelo de Estado?
3.1 Metodología
3.2. El método aplicado a este trabajo es sistemático combinado con
el método deductivo, de esta manera la interpretación de la norma jurídica
resulta clara y relacionada con el ordenamiento jurídico.

4.1. Estructura del proceso especial abreviado

4.2. Se prevé un procedimiento mucho más ágil a comparación del


procedimiento que algunos denominan ordinario (Calvete, 2017), es decir,
el proceso por el que se tramitarán las conductas punibles que no deban
adelantar por el proceso especial conforme a la regulación mencionada
precedentemente, advirtiéndose la reducción y eliminación de algunas
audiencias públicas en contraste con el proceso ordinario, tal y como se
esquematiza en el gráfico 1.

A simple vista se advierte una reducción de audiencias significativa, ya que


de cinco audiencias obligatorias4 que prevé el proceso ordinario
(formulación de imputación, audiencia de formulación de acusación,
audiencia preparatoria, audiencia de juicio oral y de lectura de fallo) a dos
que establece el procedimiento especial (audiencia concentrada y de juicio)
supone una simplicidad y agilidad en la acusación y juzgamiento de las
conductas punibles objeto de esta ley.

Sin embargo, esta supuesta agilidad se debe a la integralidad de dos


audiencias propias del procedimiento ordinario y la verdadera eliminación
de dos audiencias, lo que nos obliga a afirmar que realmente el proceso
especial, en sus entrañas, está compuesto por tres audiencias y de las
preliminares en el supuesto de presentarse una captura en flagrancia o por
orden de autoridad competente. Sobre este asunto trataremos más
adelante por cuestiones de organización y metodología, e iniciaremos el
análisis del proceso especial a partir de la hipótesis de una noticia criminal
sin capturado.
Gráfico 1. Esquema proceso especial abreviado

Notificación

Noticia Traslado Audiencia Audiencia por escrito


de la

criminal acusación concentrada de juicio sentenciadela


> > > >

Gráfico 2.

5 días para

Traslado radicar el 60 días para


Noticia Juez 10

> >
de la escrito de preparar días

Criminal acusación acusación defensa

fiscal

> Audiencia
concentrada

5.1. Las audiencias preliminares en el proceso penal especial

5.2. La eliminación de la audiencia de formulación de imputación ante


los jueces de control de garantías no implica que per se la no audiencias
preliminares en el proceso especial no se efectúen.

Una de las situaciones que exigirá celebrar audiencias preliminares se


presentará cuando exista un sujeto capturado en flagrancia o que la
privación de la libertad se produzca por orden de autoridad competente. El
trámite en estos casos, teniendo en cuenta la eliminación de la audiencia
de formulación de imputación, será de excesiva exigencia para el fiscal del
caso, ya que dentro de las treinta y seis horas siguientes a la privación de
la libertad deberá proceder a legalizar la captura del sujeto privado de la
libertad, posteriormente realizar el traslado de la acusación junto con el
descubrimiento probatorio total y, si lo considera pertinente, proceder a
solicitar la medida de aseguramiento. Una labor maratónica en cabeza del
fiscal del caso, quien debe evaluar la necesidad de solicitar la medida de
aseguramiento teniendo en cuenta los requisitos legales y evitar
privaciones injustas de la libertad8 con las repercusiones económicas que
debe asumir el estado. En el evento en el que el fiscal evalúe que no es
necesario solicitar la medida de aseguramiento deberá dejar en libertad al
capturado y proceder al traslado de la acusación o realizarla en otra
oportunidad, para lo cual citará al indiciado y a su defensa.

6.1. La aceptación de cargos en el proceso


abreviado

6.2. El nuevo proceso penal especial expresa-mente establece tres


momentos procesales de riguroso cumplimiento en los que el investigado o
acusado podrá aceptar cargos y, como consecuencia, se proferirá una
sentencia condenatoria que implica una rebaja de la pena a imponer
dependiendo del momento procesal en que lo haga.

El primer momento para acceder a una rebaja de hasta la mitad de la pena


a imponer, debe el investigado aceptar los cargos comunicados hasta antes
de la celebración de la audiencia concentrada. (Ley 906, 2004, art. 539)

En este escenario no se advierte dificultad alguna, ya que a partir del


traslado de la acusación y hasta antes de la celebración de la audiencia
concentrada el investigado podrá manifestar al acusador su intención de
allanarse a la situación fáctica y jurídica atribuida, sin embargo, si el
acusador radicó el escrito de acusación, deberá proceder a adicionar a este
la aceptación de cargos para que el juez en la audiencia concentrada
evalúe su procedencia.

El segundo momento procesal regulado por la ley establece que el acusado podrá
acceder a una rebaja de una tercera parte de la pena a imponer si este
acepta cargos una vez instalada la audiencia concentrada, y un tercer
momento en la iniciación de la audiencia de juicio que conllevará a un
descuento de la pena correspondiente a una sexta parte.

7.1. Acusador privado


7.2 Conforme a lo referido precedentemente sobre los antecedentes
histórico-normativos del acusador privado en nuestro contexto nacional y
sobre su asiento constitucional, es preciso abordar acá todo lo relacionado
a su regulación, lo que obliga analizar el sujeto legitimado para interponer
la querella, y por ende fungir como acusador privado, debido a que la Ley
1826 de 2017 extiende a otras personas distintas al sujeto pasivo del delito,
por otra parte, la oportunidad legal para solicitar el ejercicio de la acción
penal tanto para la víctima del delito querellable como para la víctima del
delito investigable de oficio y, por último, los problemas derivados de la
implementación de esta figura que a partir del Acto Legislativo 3 de 2002,
inciso final, modificó el artículo 66 del CPP, fundando así las bases
constitucionales del acusador privado. (Bermúdez, 2017)

8.1. Querellante legítimo


8.2Con las anteriores expresiones el legislador, a través de la Ley
1826 de 2017, modificó y estableció los sujetos que pueden solicitar a la
fiscalía el ejercicio de la acción penal (Ley 906, 2004, art. 71) en cuanto a
los delitos que exigen querella, puesto que para los demás delitos no
perderán su naturaleza de investigables de oficio. La norma ahora
establece que la víctima del delito es la facultada para interponer la
querella, ampliando esta capacidad no sólo al sujeto pasivo del delito sino
a las personas perjudicadas con la realización del delito. Interesante
modificación que tiene como fin la iniciación de la acción penal y su ejercicio
a través del acusador privado se materialice, puesto que mediante esta
modificación amplía a cualquier persona perjudicada directa o
indirectamente por la conducta punible, sin embargo, su operatividad estará
cuestionada por los inconvenientes propios de la determinación y alcance
de quienes pueden ser considerados perjudicados o víctimas.

9.1. Oportunidad y requisitos para solicitar el ejercicio de la


acción penal

9.2 Tanto en la CPC como en el CPP se utiliza la expresión conversión


para definir el mecanismo jurídico mediante el cual la víctima, a través de
su abogado o el estudiante de derecho adscrito al consultorio jurídico,
solicita a la Fiscalía el ejercicio de la acción penal, sin embargo, advierto
impropia el empleo de dicha expresión, por cuanto la autorización para el
ejercicio de la acción no puede entenderse como la transformación de la
acción penal en privada, cuando la acción penal siempre es pública. La
CPC en el artículo 250, parágrafo 2 jamás establece que la acción penal
sufra una mutación de pública a privada, lo que señala es que conforme a
unos criterios podrá el legislador autorizar el ejercicio de la acción penal a
la víctima o a otras personas diferentes al ente acusador.

De acuerdo con la regulación expedida por la Fiscalía General de la Nación


sobre la figura del acusador privado, la solicitud de ejercicio de la acción
penal debe ser presentada por parte de la víctima, actuando a través de su
abogado o estudiante de derecho adscrito al consultorio, debe presentarla
por escrito, dirigida a la Fiscalía General de la Nación y deberá contener
los siguientes requisitos:

“a. (…) los datos de dirección de correo eletrónico y/o domicilio para la notificación y
contacto; b. Acreditarse la calidad de víctimas y demostrar que se trata de un delito
susceptible de ser tramitado mediante el procedimiento abreviado (…); c. Adjuntarse el
poder del abogado de confianza o estudiante de consultorio jurídico (…); d. En caso de
existir pluralidad de víctimas, la solicitud deberá contar con una manifestación expresa
de los afectados coadyuvando su petición; e. Radicarse ante el despacho del fiscal que
tiene asignado el caso, antes de que se corra traslado del escrito de acusación”.
(Resolución 2417, 2017, art. 7)

En el evento de no cumplir con los requisitos legales y reglamentarios


exigidos, la solicitud será inadmitida y la víctima contará con tres días para
que la complemente o subsane, de no cumplirse en el término señalado se
procederá a negar la solicitud. En cuanto a los requisitos legales la ley
establece que no podrá concederse el ejercicio de la acción penal cuando
se trate de delitos contra bienes del Estado, no se haya acreditado la
condición de víctima, no se haya individualizado o identificado al autor del
delito, cuando el presunto autor haga parte de una organización criminal,
cuando el sujeto investigado sea un inimputable, cuando existan varias
víctimas como abogados y no haya acuerdo en cuanto al ejercicio de la
acción o a la elección del abogado o estudiante que representará a todas
las víctimas, en el evento de existir razones de política criminal,
priorización, contexto que exijan la prevalencia del interés colectivo sobre
el particular y cuando se trate de procesos de responsabilidad penal de
adolescentes. (Ley 906, 2004, art. 554)
10.1. Reintegro de la acción penal a la Fiscalía

10.2 Conforme al artículo 560 del CPP, el legislador haciendo uso de la


expresión reversión para significar el tratamiento del reintegro de la acción
penal a la fiscalía, en concreto a al fiscal que autorizó su ejercicio, lo anterior
con base en el imperativo constitucional que faculta a esta a actuar de
forma preferencial.

En ese orden de ideas, el reintegro de la acción penal podrá decretarla el


fiscal competente cuando alguna de las situaciones previstas en el artículo
554 del CPP sucedan, o “cuando el acusador el acusador privado sea
sorprendido en actos de desviación de poder por el ejercicio de los actos
de investigación, o por una ausencia permanente del abogado de confianza
del acusador privado”. (Fiscalía General de la Nación, 2017, p. 28)

La materialización de la figura del acusador privado es cuestionable a pesar


de la base constitucional y su desarrollo legal que ostenta para su
legitimación, pues la objeción se advierte por la desigualdad que dicha
institución encierra, convirtiéndose en un derecho que pocos pueden
acceder debido a los altos costos que devienen de la contratación de un
abogado y un grupo de investigadores que lo asistan, transformándose en
una figura desalentadora para las víctimas (Mendoza, 2017), quienes
observan como las víctimas con recursos económicos notables acceden
con mayor facilidad al sistema judicial, o como el ente investigador
abandona sus funciones en espera de su impulso y ejercicio.

11.1. Conclusiones

11.2 Las bases constitucionales, a partir del Acto Legislativo 3 de


2002 y 6 de 2011 y legales han permitido la expropiación de la acción penal
facultando a la víctima a ejercer funciones públicas que habían estado en
cabeza de la Fiscalía General de la Nación. No obstante, su materialización
y efectividad se advierten, a corto plazo, imposibles de cumplir debido a la
desigualdad económica entre las víctimas del delito
La participación de los estudiantes adscritos a los consultorios jurídicos es
completamente nula, esto debido a la carencia de recursos humanos y
económicos que se exigen para poner en funcionamiento la figura de la
acusación penal privada. Piénsese solamente en los recursos que tiene que
emplear una universidad para la custodia de los elementos materiales
probatorios y evidencia física que sea entregada a los estudiantes. Por otra
parte, el ejercicio transitorio de funciones públicas conlleva a eventuales
responsabilidades penales y disciplinarias, lo que obliga a las universidades
del país a ejercer mayor vigilancia y control, destinando para tal fin recursos
que solamente algunas instituciones educativas cuentan.

La Resolución 2417 de 2017, artículo 9, parágrafo 2, expedida por el Fiscal


General de la Nación, en virtud del artículo 32, parágrafo único de la Ley
1826 de 2017, mediante la cual adicionó el artículo 554 de la Ley 906 de
2004, faculta al Fiscal General de la Nación a resolver las solicitudes de
ejercicio de la acción penal sin consideración de espacio temporal preciso,
lo que conlleva a que todas las solicitudes tengan que pasar por el control
omnímodo del Fiscal General, poder no establecido en la ley que ha sido
por el mismo adjudicado a través de vías de hecho, generando, entre otras
consecuencias, la congestión en este tipo de trámites con la consecuente
inoperatividad de la acusación penal privada.

En cuanto a la agilidad y eficacia del proceso penal especial abreviado, no


es posible cuestionar su naturaleza expedita en compa-ración con el
proceso ordinario. Se prevé la eliminación de dos audiencias y la fusión de
dos audiencias que se ejecutan en una sola denominada audiencia
concentrada.

De las vistas públicas suprimidas, encontramos la audiencia de formulación


de imputación, reemplazada por el traslado del escrito de acusación sin
necesidad de convocatoria y celebración de audiencia. La segunda, la
audiencia de lectura de fallo, trámite procesal que se efectuará a través de
la notificación de la sentencia mediante la entrega de esta previa citación
al despacho del juez.

La integralidad de la audiencia concentrada está conformada por la


realización de las actividades propias de las audiencias de acusación y
preparatoria, no obstante, sufren una reorganización que impide que sean
interrumpidas.

El momento procesal para proceder al descubrimiento material probatorio


debe efectuarse, totalmente, con el traslado del escrito de acusación,
produciendo un cambio importante en la estructura procesal y exigiendo
mayor esfuerzo al fiscal o acusador privado.

En cuanto al incidente de reparación integral, se advierte una importante


reducción de términos siempre y cuando el ejercicio de la acción penal la
dirija el acusador privado puesto que la ley establece que tanto las
pretensiones penales y civiles serán resueltas a través de una sola
decisión.
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