Citar como:

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Ortiz Gamino, Diana, A. I. Ortiz Ceballos. 2018. Belleza extravagante y funcionalidad:
lombrices de tierra. CONABIO. Biodiversitas, 138:12-16

Belleza extravagante y funcionalidad:

LOMBRICES
DE TIERRA
DIANA ORTIZ GAMINO* 1 Y ÁNGEL I. ORTIZ CEBALLOS*
En la historia de la humanidad hay una estrecha relación longevas. En los animales, los programas de conserva-
entre lo que se considera bello y bueno y utilizar alguno ción se han orientado hacía mamíferos de gran tamaño
de esos calificativos posiciona a un ente en un peldaño como felinos, osos, elefantes. Las especies de importan-
superior al de sus semejantes.1 Hemos catalogado como cia económica no se quedan atrás.2 Pero ¿qué pasa con
igual de importante aquello que ante nuestros ojos es la funcionalidad?¿Todas las especies son igual de im-
bonito, atractivo, o interesante, incluso lo hemos pues- portantes para el mantenimiento de los ecosistemas? La
to en el mismo nivel de relevancia que lo funcional. En respuesta es un NO rotundo. Tampoco son los animales
Lumbricus terrestris, cuanto a la biodiversidad, se ha hecho especial énfasis más bellos quienes encabezan la lista, ni los seres hu-
espécimen fotografiado en las especies que son llamativas visualmente, ya sea manos somos quienes más influimos en la vida en la Tie-
en el norte de plantas o animales. El relativo aumento de programas rra, aunque sí somos la especie más egocéntrica. A de-
Wallaceburg, Ontario,
California.
de conservación y monitoreo para especies prioritarias cir del historiador Christopher Lloyd: “the most influential
Foto: © Herman Giethoorn de plantas se ha dirigido a aquellas que son bonitas o species (defined as the species that has most changed
life on Earth) is… the earthworm”.3 Lo que parece lógico,
ya que de la dinámica biológica del suelo depende todo
lo que se encuentra sobre éste. Pero ¿cuál es el aspecto
más sobresaliente para determinar que una especie es
prioritaria?: ¿belleza o funcionalidad?, ¿tamaño o longe-
vidad?, ¿atractivo visual o importancia económica?
Las lombrices de tierra son consideradas importan-
tes y funcionales desde Aristóteles (384-322 a. C.) quien
las llamó “los intestinos del suelo”. Darwin (1881)12 cap-
turó la importancia de estos organismos a través de mi-
nuciosas observaciones, y afirmó que la actividad de las
lombrices de tierra era extraordinaria ya que se encarga-
ban de formar el mantillo vegetal; para ello dedicó todo
un libro donde describió sus características y señaló su
importancia. Darwin decía que “Man is but a worm”, por
lo que una revista publicó una caricatura sobre el famoso
naturalista donde aparecía como el último eslabón de
la evolución que comenzaba en las lombrices de tierra,
pasaba por otros animales de mayor tamaño hasta llegar
al ser humano.

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Biodiversidad en México LOMBRICES DE TIERRA EN EL ECOSISTEMA
Las lombrices de tierra pertenecen a los llamados “in-
genieros del ecosistema”, quienes modifican la distri-
bución y abundancia de las comunidades bacterianas y EPIGEA
Piel pigmentada
fúngicas dentro del suelo, contribuyen al mejoramiento Escretas Pequeño tamaño
de su estructura y función al incorporar materia orgáni- Sin galerías

ca, formar agregados y mover partículas, influyendo así

en la porosidad, aeración, infiltración y fertilidad; como
ENDOGEA
consecuencia, promueven el crecimiento y productividad
de las plantas,8, 9 a pesar de ello, aún no son el grupo
Sin pigmento
de organismos más estudiados en México. Hasta 2014, Geófaga
Deposición Tamaño mediano
en nuestro país fue descrito por taxonomía tradicional de capullos ANÉCICA Profundidad hasta
el 1.7 % de lombrices de tierra, esto es, 102 (51 nativas Piel pigmentada 30-50 cm
Gran tamaño
y 51 exóticas)4 de las 6 000 especies que han sido re-
gistradas alrededor del mundo; cada vez se tiene más
evidencia de especies que han sido descritas morfoló-
gicamente con un nombre, pero que en el nivel molecu-
lar ya no corresponden a esa especie, son las llamadas
especies crípticas.5 En la actualidad se ha calculado una
cifra aproximada de 30,000 especies de lombrices de
tierra a nivel global.10
En ambientes tropicales la especie más estudiada
es Pontoscolex corethrurus,6 originaria de la Guyana
Francesa, también Balanteodrilus pearsei y algunas per-
tenecientes al género Diplocardia.11 En ambientes tem- de superficie o epigeas: se desplazan en la capa super-
plados, dentro de las especies más comunes se encuen- ficial del suelo y llegan a introducirse en éste unos cinco
tran Amynthas gracilis, Octolasion tyrtaeum y Lumbricus cm, se encuentran expuestas a los cambios ambientales
rubellus, todas ellas de la región europea. No todas las más bruscos, son pigmentadas, frecuentemente de color
especies nativas en ambientes templados han sido es- rojo intenso o marrón, con altas tasas de fecundidad. Se
tudiadas, pero sí algunos especímenes recolectados a encargan de hacer más pequeña la materia orgánica,
más de 2700 msnm, como Eutrigaster lineri y Zapotecia que es principalmente su alimentación. En este grupo se
amecameca.4 A nivel mundial, Eisenia foetida y E. andrei encuentran las lombrices composteras como E. foetida,
son las más conocidas por su funcionalidad en activida- mejor conocida como roja californiana. En México, apro-
Excretas de lombrices
des de lombricomposta. ximadamente el 25% de las especies descritas corres- de tierra.
Las lombrices de tierra son más complejas de lo que ponde a esta categoría.11 Foto: © Diana Ortiz Gamino

aparenta su simple morfología externa. Todas son her-

mafroditas, aunque también hay reproducción sexual
y asexual. Existen especies con ciclos de vida largos
y otras con ciclos cortos; tasas de fecundidad diferen-
tes y también variadas respuestas a las condiciones y
recursos de los ambientes donde habitan. El grupo de
oligoquetos comparte la misma belleza (cuerpo cilíndrico
segmentado y repleto de “quetas” para impulsarse den-
tro del suelo) y su extraordinaria funcionalidad.

Clasificación ecológica global

y función dentro del suelo
Las funciones que las lombrices de tierra realizan en el
suelo están asociadas a la categoría ecológica en la que
se han clasificado. Ésta fue propuesta por Bouché en
1972, y está en función de la distribución vertical de las
lombrices dentro del suelo y de sus principales hábitos
alimenticios.7 La primera categoría agrupa a las especies
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 En la siguiente categoría, las conocidas como endo- dad azulada, amarillenta o café, dependiendo del suelo
geas, se encuentran las lombrices que se alimentan de ingerido. Tienen tasas de fecundidad relativamente al-
suelo con la materia orgánica asociada y se desplazan tas pero más bajas que las especies de superficie. Las
dentro de éste hasta los 30-50 cm de profundidad. La estructuras que construyen en el suelo son conocidas
actividad que realizan propician el cambio de las pro- como galerías y son los canales por donde se desplazan,
piedades del suelo visiblemente ya que al ser de los además de ser los conductos que permiten aireación e
organismos de mayor tamaño son capaces de ingerir infiltración en el suelo, por lo que cambian notoriamente
bacterias y hongos que se encuentran en el suelo y, así, las características físicas del sustrato. Las lombrices de
desplazarlos hacia otras capas u otros lugares. No po- tierra son capaces de construir cámaras de estivación
seen pigmento en la piel, pero pueden tener una tonali- y cámaras de deposición de capullos. Además, las ex-
cretas que depositan en la superficie son químicamente
Pontoscolex corethrurus, diferentes del suelo circundante, y el contenido de nitró-
espécimen recolectado
geno inorgánico es mayor.
en Naolinco, Veracruz,
México. Alrededor del 75 % de las especies descritas en
Foto: © Diana Ortiz Gamino nuestro país corresponde a lombrices de tierra endo-
geas.11 El efecto que tienen estas especies dentro del
suelo depende de las condiciones y recursos disponi-
bles, pero también de las características inherentes
de la especie. Así, P. corethrurus —que en México es
Pontoscolex considerada una especie introducida, exótica, peregri-
corethrurus, espécimen na o invasora— parece estar ocupando los nichos que
fotografiado en Victoria,
Amazonas, Colombia.
no son aptos para las especies nativas y tiene efectos
Foto: © Daniel Castro mayormente positivos en el crecimiento de plántulas. El

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resultado que tiene al coexistir con la fauna nativa posi- Las tres categorías juntas, es decir, un acoplamien-
blemente sea neutro cuando los recursos son suficientes to de la actividad de epigeas, endogeas y anécicas,
para ambas, o cuando se encuentra coexistiendo con son una representación perfecta de lo que fue descrito
especies que corresponden a alguna de las otras dos como intestinos del suelo y formadoras del mantillo ve-
categorías. Incluso, debido a la plasticidad fenotípica getal. El suelo con lombrices de tierra es un suelo vivo,
que muestra esta especie se ha propuesto como modelo un suelo fértil. Posiblemente no sean los organismos
en la remoción de metales pesados o de hidrocarburos más bellos de la historia de la Tierra desde una visión
en los ambientes donde ya está presente. tradicional, pero de acuerdo con Charles Baudelaire:
En la última categoría se encuentran las especies “Lo bello es siempre extravagante, tiene siempre un
anécicas, que hasta 2001 ninguna había sido descrita en punto de sorpresa que lo convierte en algo especial”.
México.11 Son una combinación de las primeras dos cate- Que pertenezcan a las especies más influyentes en la
gorías, es decir, se alimentan de materia orgánica —como vida en la Tierra las embellece aún más. Las lombrices
las especies de superficie— y también realizan activida- de tierra cumplen a la perfección con el concepto de
des en ese estrato, pero su distribución dentro del suelo especies sombrilla,2 ya que de éstas depende el fun-
puede llegar a ser más profunda que un metro, por lo que cionamiento e integridad del ecosistema terrestre; su
se consideran especialistas en mezclar materia orgánica presencia influye notablemente en la distribución y
en capas profundas. A ellas pertenece Lumbricus terres- abundancia de otros grupos completos de organismos
tris. El efecto que tienen estas especies dentro del suelo (comunidades de hongos, bacterias y colémbolos). En
va más allá de lo que se ve reflejado en el rendimiento general, la actividad que realizan mejora considerable-
de las plantas. Al ser consumidoras de materia orgánica mente las propiedades fisicoquímicas del suelo, por lo
y llevarla hacia capas profundas, son las encargadas de que son idóneas como objeto de estudio para la ciencia Lombriz de tierra roja
californiana (Eisenia
mezclar el suelo, además de que proporcionan infiltra- básica y aplicada, tanto por su belleza extravagante foetida).
ción, aireación y porosidad a estas profundidades. como por su funcionalidad. Foto: © John Lodder

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 Turdus migratorius
con lombrices.

Suelo vivo; espécimen

fotografiado en
Portland, Oregon.
Foto: © Michael Sulis

Agradecimientos 7
Bouché, M. 1972. Lombricidés de France. Écologie et sys-
A Héctor Ortiz Gamino, Miguel Ramo, Alba J. Flores Es- tématique. París: Institut National des Recherches Agricul-
trada y Edel Pérez López por enriquecer el manuscrito turales.
con sus comentarios. Al Dr. Carlos Fragoso por la literatu-
8
Brown, G. G., C. Fragoso, I. Barois, P. Rojas, J. C. Patrón, J.
Bueno, A. G. Moreno, P. Lavelle, V. Ordaz y C. Rodríguez.
ra recomendada. Gracias a los amantes de la naturaleza
2001. “Diversidad y rol funcional de la macrofauna edáfica
por compartir fotografías originales de lombrices de tierra.
en los ecosistemas tropicales mexicanos”, Acta Zoológica
Mexicana (n. s.) 1: 79-110.
Bibliografía 9
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1
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2
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3 Lloyd, Christopher. 2009. What on Earth Evolved?: 100
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lution_most_influential_species/. 11
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4
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5
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ble en https://doi.org/10.7287/peerj.preprints.3024v1.
6
Ortiz Gamino D., P. Pérez Rodríguez y Á. Ortiz Ceballos. * Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada (inbioteca),
2016. “Invasion of the tropical earthworm Pontoscolex Universidad Veracruzana, Xalapa, Veracruz.
1
Instituto de Investigación de Zonas Desérticas/Facultad de
corethrurus (Rhinodrilidae, Oligochaeta) in temperate
Agronomía y Veterinaria, Universidad Autónoma de San Luis
grasslands”, PeerJ. 4: e2572, disponible en https://doi. Potosí, Soledad de Graciano Sánchez, San Luis Potosí.
org/10.7717/peerj.2572. diana.gamino@gmail.com.

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