La Mishna Completa - Carlos Del Valle PDF
La Mishna Completa - Carlos Del Valle PDF
La Mishna Completa - Carlos Del Valle PDF
LAMISNA
Edición de
CARLOS DEL VALLE
SEGUNDA EDlCIÓN
REVISADA Y CORREGIDA
EDICIONES SÍGUEME
SALAMANCA
2011
A Elvira, con toda la ilusión
que alumbra en mi alma
ISBN: 978-84-301-1763-5
Depósito legal: S. 268-2011
Impreso en España/ Unión Europea
Imprime: Gráficas Varona S.A.
PRÓLOGO
consiguiente, todo lo que se refiere a la halajá. Hay que tener en cuenta que
cada una de las «balaj ás» de la Misná puede ser llamada también «misná» y un
conjunto de halajot pueden denominarse mishnayyot.
Una vez clarificados estos términos, conviene recordar que todo el proceso
que se extiende a lo largo del periodo mísnico, desde los «hombres de la Gran
Asamblea» hasta el cierre de la Misná, y que se caracteriza por el estudio, pro-
fundización, recolección y transmisión de la ha/ajá, vino desencadenado por
las medidas tomadas por Esdras el Escriba a raíz del exilio babilónico.
Esdras el Escriba supo descubrir a las masas judías la Torá como norma
de conducta, como modo concreto y práctico de vida judía, y supo asimismo
enseñar al pueblo cómo estudiar y cómo interpretar la Torá (cf. Neh 8). Una
de las transcendentales medidas adoptadas por Esdras consistió en la lectura
semanal de la Torá en el Templo los lunes y jueves, coíncidien<lo con los días
de mercado en Jerusalén. Otra de las medidas importantes tomadas por Esdras
fue la creación de dos cuerpos, uno básicamente legislativo, los «hombres de
la Gran Asamblea>> (o de la «Gran Sinagoga»), y otro de carácter didáctico-
investigador, los escribas.
Los «hombres de la Gran Asamblea)), tal como los presentan las fuentes
rabínicas, constituyeron en la práctica un verdadero cuerpo legislativo. Ellos
hicieron de la Torá, en su sentido pleno (revelación oral y escrita), el funda-
mento de la vida judía; recogieron y ordenaron recoger todas las tradiciones
heredadas del pasado enmarcándolas dentro del judaísmo; por otra parte, esta-
blecieron normativas nuevas, algunas de ellas sin soporte bíblico. Se les hace,
por ejemplo, responsables de haber ftjado el texto de ciertas bendiciones, de
haber establecido el rito del quiddush al comienzo del sábado y el de la habda-
/á al final del mismo, de haber introducido la fiesta de Purim, de haber incluido
el libro de Ester en el canon, de haber incidido en el ordenamiento de los libros
de Esdras, Daniel, profetas menores ...
Se debate hasta cuándo subsiste y se mantiene la institución de los «hom-
bres de la Gran Asamblea». Según la Misná, Simeón el Justo sería uno de los
últimos residuos de los <<hombres de la Gran Asamblea». Esto situaría el perio-
do final de la institución a finales del siglo III o del siglo II a.C. dependiendo
de la identificación histórica que se baga de Simeón el Justo. Hay autores que
alargan la vida de la institución más allá del periodo tannaítico. Hay que recor-
dar aquí que una buena parte de la crítica niega toda realidad a la institución de
«los hombres de la Gran Asamblea».
JO .lntroducción
Los ESCRIBAS
Los escribas tenían wia doble tarea, una respecto al cuerpo legislativo y
otra respecto a las masas judías. En relación con el primero, esto es, con los
«hombres de la Gran Asamblea)), a los escribas les correspondía escrutar las
Escrituras en busca de significados nuevos que sirvieran de pauta para las di-
versas actividades de la vida; estaban encargados asimismo de recoger las an-
tiguas tradiciones de Israel entendídas como nonna a la que todo judío debía
atenerse. En el estudio de la Torá, una de las principales tareas del escriba era
la conservación y fiel transmisión del texto bíblico. Precisamente el nombre de
escriba (sofer/soferim, <<el que cuentro>) procede de una de las técnicas que usa-
ban para la salvaguardia y transmisión fiel del texto bíblico: los recuentos. Son
sorprendentes los detallados recuentos de letras de todos los textos bíblicos.
Esta actividad la reemprenderlan, ya en el periodo medieval, los masoretas. En
relación con el pueblo, los escribas eran los maestros, los enseñantes; en cierto
modo, pues, eran el brazo ejecutivo de los <<hombres de la Gran Asamblea».
El ideal de los escribas -hacer de la Torá (oral y escrita) la nonna viva de la
conducta deljud[o bajo la interpretación autoritativa de una persona especiali-
zada, es decir, del escriba- fue asumido plenamente por el partido fariseo, muy
activo en el periodo neotestamentario.
Los PARES
La posición de Abraham Ibn Daud (siglo XII) puede ser considerada como
representativa de todo el judaísmo rabínico. Dice así: «Los hombres del Tal-
mud y ciertamente los sabios de la Misná no dijeron la más mínima cosa de su
propia cosecha fuera de algunas enseñanzas que de común acuerdo impartieron
para poner un cerco a la Torá».
No es extraño, pues, que los autores rabínicos remonten a la revelación
sinaítica las diferentes halajot. Recogeré algunos testimonios: «Najum el Es-
criba les decía: He recibido de R. Measa que lo recibió de su padre y éste de
los 'pares' y éstos de los profetas, que es precepto de Moisés del Sinaí que si
uno siembra su campo con dos especies de trigo ... ». En otro lugar se dice: <<He
recibido una tradición de Yojanán ben Zakay que oyó de su maestro y éste del
suyo como decisión legal que remonta a Moisés en el Sinaí que (los israelitas)
de Amón y de Moab han de apartar el diezmo de los pobres en el año séptimo>>
(Yad 4, 3); «los primeros profetas establecieron veinticuatro guardias (en el
Templo) ... » (Taan4, 2). En San 10, 1 se afirma que no tendrán parte en el reino
de los cielos los que afirmen que la Torá no viene de Dios.
No hay que pensar, sin embargo, que los rabinos ilustrados creyeran que
todas las leyes, todas las halajot, todas las mishnayyot, fueran dadas a Moisés
en el Sinaí. Tal como enseña Maimónides, muchas de las halajot provienen del
Sinaí sólo en cuanto que son deducciones legítimas de principios promulgados
en la revelación sinaítica. Todas las halajot pertenecen al mismo acervo de la
revelación sinaítica, bien que muchas hayan tenido una fonnulación histórica
posterior, deducidas legítimamente desde unas normas generales reveladas.
Esta es la posición del rabínismo ilustrado.
MISNÁ y ESCRITURA
CONTENIDO DE LA MJSNÁ
MISNÁ Y CRISTIANISMO
SIGNOS DIACRÍTICOS
EN EL APARATO CRÍTICO
SEMILLAS
(zeraim)
Bendiciones
La esquina de tu campo
El producto de diezmo dudoso
Las especies diversas
El año sabático
Ofrendas
Diezmos
Segundo diezmo
Masa
Árboles frntales incircuncisos
Primicias
BENDICIONES
(berajot)
Sólo los cuatro últimos capítulos de este tratado tratan de las bendiciones, fundamen.
talmente de las que preceden y siguen a las comidas, que son de origen bíblico (Dt 8, 1O).
Los cinco primeros capítulos se refieren a las oraciones diarias, concretamente el «Oye,
Israel)) y la tefilá (= la oración de las 18 .bendiciones). Estas oraciones tienen fonna de
bendiciones (berajot) y van acompafiadas de bendiciones.
La razón de incluir este tratado en el orden de las «semillas)) tal vez hay que buscarla
en la circunstancia de que las bendiciones se recitaban singulannente tras la degustación
de ciertos productos de la tiena.
El tratado contiene nueve capítulos:
Cap. I: Tiempo de la recitación del «Oye, Israel», por la mañana y por la tarde, posi-
ción del cuerpo mientras se recita, bendiciones antes y después de recitarlo.
Cap. 2: Condiciones en la recitación del <<Oye, Israel>>, su interpretación.
Cap. 3: Quiénes están exentos de la recitación del ((Oye, Israel», y de la tefilá.
Cap. 4: Tiempos de la recitación de la tefilá, su abreviación, recitación con devoción,
oración adicional.
Cap. 5: La intención en la recitación de la tefilá, inclusión de otras peticiones, nor-
mas sobre su recitación pública.
Cap. 6: Bendiciones que recitar con la degustación de ciertos alimentos y bebidas.
Cap. 7: Acción de gracias común.
Cap. 8: Lavatorio de las manos, acción de gracias sobre el vino, la habdalá al final
del sábado.
Cap. 9: Bendiciones para ocasiones especiales.
CAPÍTULO l
1. ¿Desde qué momento puede ser recitado el 0'e, lsraeJL por la tarde?
Desde el momento en el que los sacerdotes entran2 para comer de la ofrenda 3
hasta el final de la primera vigilia4 • Ésta es la opinión de R. Eliezer. Pero los sa-
bios5 dicen (que se puede recitar) hasta la media noche. Rabán Gamaliel afirma
(que se puede recitar) hasta la salida de la aurora. Ocurrió una vez que volvie-
l. Dt 6, 4-9; 11, 13-21; Nm 15, 37-41. Esta plegaria, shemá (oye), se reza mañana y tarde.
2. Los sacerdotes que habían contraído impureza legal tenían que hacer el bafio de puri-
ficación y esperar a la caída del sol para poder entrar en el Templo y comer de la ofrenda.
3. Frutos de la tiena y del campo debidos a los sacerdotes (Nm 18, 8).
4. La noche se dividía en tres vigilias.
5. Los tanaitas, los maestros de la Misná.
Ber 1, 2-4 Orden primero: Semillas - zerain 24
ron sus hijos de un convite y le dijeron: «No hemos recitado el 0;e, Israel».
Les dijo: «Si todavía no ha salido la aurora, estáis obligados• a recitarlo». Pero
no sólo en este caso, sino en todos en los que los sabios han dicho: «Hasta
media noche», la obligación subsiste hasta la salida de la aurora. La cremación
de las grasas y de los miembros (del animal sacrificadob) ha de hacerse hasta
la salida de la aurora. De todo lo que ha de comerse en el día6 subsiste la obli-
gación hasta la salida de la aurora. Si es así, ¿por qué dijeron los sabios <<hasta
media noche»? Para apartar al hombre de la transgresión.
2. ¿Desde qué momento se puede recitar el ()ye, Israel por la mañana?
Desde que se puede distinguir entre lo azul y lo blanco. R. Eliezer dice: Entre
azul y un color verduzco. (Su realización) puede tener lugar hasta la aparición
de los rayos del sol. R. Yehosúa dice: Hasta la tercera hora, ya que tal es la cos-
tumbre de los príncipes de levantarse en la hora tercia7. El que lo recita después
de este momento no pierde nada, como tampoco el que lee en la Torá8•
3. La escuela de Samay dice: Por la tarde todos tienen que estar reclinados
durante la recitación, mientras que por la mafí.ana tienen que estar de pie, ya
que está escrito: Cuando te acuestes, cuando te levantes 9 • La escuela de Hile],
en cambio, afirma que cada cual lo puede recitar a su manera, ya que está es-
crito: Cuando viajes. Si es así, ¿por qué se dice: Cuando te acuestes y cuando
te levantes? (Porque significa}: cuando los hombres acostumbran a estar acos-
tados o en pie. R. Tarfón relata: Me encontraba una vez de viaje y me recliné
para la recitación (del Oye, Is rae[) según la enseñanza de la escuela de Sama y
y me puse en peligro de vida a causa de los ladrones. Le dijeron: «Lo hubieras
merecido por haber desoído la enseñanza de la escuela de Hileb> º. 1
4. Por la mañana se dicen dos bendicíones 11 antes del ()ye, Israel y una
después 12 • Por la tarde se dicen dos bendiciones antes 13 y otras dos después 14;
una es larga y la otra corta. En el lugar donde se ha ordenado recitar la larga no
está permitido recitar la corta, y a la inversa, en el lugar donde se ha ordenado
recitar la corta no está permitido recitar la larga. Asimismo, en el lugar donde
se ha ordenado recitar la fórmula fina!l 5 no está permitido no decirla, y donde se
ha ordenado no recitarla no está permitido decirla.
CAPÍTULO 2
l. Si uno está leyendo en la Torá ( el pasaje del Oye, Israel) y llega el tiem-
po de su recitación, si hace intención en su interior ( de recitarlo), cumple con la
obligación; de lo contrario, no cumple. Entre un párrafo y otro ( del Oye, Israel)
se puede saludar a otra persona por respeto y se le puede también responder al
saludo. (Si uno se encuentra recitando) la mitad ( del párrafo), puede saludar
a otra persona por temor y le puede responder (por la misma razón) al saludo.
Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yehudá enseña que en la mitad se puede salu-
dar a otro por temor y se puede responder al saludo <le otra persona por razón
del respeto debido; entre los párrafos se puede saludar por razón del respeto y
se puede responder al saludo de cualquier persona.
2. Estos son los intersticios entre los párrafos: entre la primera y la segunda
bendición, entre la segunda y el Oye, Israel, entre el Oye, Israel y ocurrirá si
obedecéis, entre ocurrirá si obedecéis y dijo, entre dijo y verdadero y firme. R.
Yehudá dice: Entre dijo y verdadero y firme no se hace ninguna interrupción.
Yehosúa ben Qorjá dice: ¿Por qué el Oye, Israel precede al ocurrirá si obede-
céis? Para que cada cual acepte el yugo del reino de los cielos primeramente y
luego acepte el yugo de los mandamientos. ¿Por qué el ocurrirá sí obedecéis
precede al dijo? Porque el ocurrirá sí obedecéísl 8 se aplica al día y a la noche,
mientras que el dijo sólo se aplica al día.
3. Si uno recita el Oye, Israel y no hace oír la letra a su oído, cumple con
su obligación. R. Yosé dice que no cumple. Si recita, pero no pronuncia distin-
tamente las letras, dice R. Yosé que cumple con su obligación, mientras que R.
Yehudá afinna que no. Si uno lee no guardando el orden, no cumple. Si uno lee
y se equivoca, debe comenzar de nuevo a partir del lugar donde se equivocó.
4. Los trabajadores pueden hacer la recitación 19 sobre la copa de un árbol o
encima de un muro, cosa que no pueden hacer durante la recitación de la tefilá 20 •
16. En la plegaria del Oye, Israel se tenía que recitar el texto de Nm 15, 41, que hacía
referencia a la salida de Egipto, a pesar de que la perícopa de las filacterias (ibid.) sólo obli·
gaba a su recitación durante el día.
17. Dt 16, 3.
18. Que habla del estudio de la Tora.
19. Del C>ye, Israel cuando llega el tiempo de su realización.
20. La ((Oración», la plegaria de las dieciocho bendiciones (cf. 4, lss).
Ber 2, 5-3, 3 Orden primero: Semillas - zeraín 26
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
1. ¿De qué modo se recita la bendición sobre los frutos? Sobre los frutos
de los árboles se ha de decir: «(Bendito seas ... )49 creador del fruto del árbol»,
dejando aparte el vino, ya que sobre el vino se dice: « ... creador del fruto de
la vid». Sobre los frutos de la tierra se dice: <e. creador del fruto de la tierra:»,
dejando aparte el pan, ya que sobre éste se dice: « ... el que hace germinar el
pan de la tierra)). Sobre las verduras se dice: <<. .• creador del fruto de la tierra».
R. Yehudá dice: «. .. creador de las diferentes especies de hierbas)).
2. Si uno recita sobre los frutos del árbol la bendición: «... creador del fm-
to de la tierra», cumple su obligación; pero si recita sobre los frutos de la tierra
la bendición <<... creador del fruto del árboh>, no cumple su obligación. En
cualquier circunstancia, sí dice ( «Bendito seas ... ) porque todo existe mediante
tu palabra», cumple con su obligación.
3. Sobre algo que no crece de la tierra se dice: « ... porque todo existe me•
<liante tu palabra». Sobre el vinagre, los frutos inmaduros caídos y las langostas
comestibles se dice: <<. .. porque todo existe mediante tu palabnm. Sobre la le-
che•, el queso y los huevos se dice: <<... porque todo ... ». R. Yehudá dice: Sobre
todo lo que es una especie de maldición50 no puede recitarse una bendición.
4. Cuando una persona tiene delante de sí diferentes clases (de frutos), dice
R. Yehudá que sí entre ellos se hallan algunos de los síete51, ha de recitar la
bendición que le es adecuada. Los sabios, en cambio, dicen que puede recitar
la bendición que corresponda a cualquiera de ellos, a libre elección.
CAPÍTIJLO 7
CAPITULO 8
1. Estas son las cosas en las que se diferencian las escuelas de Samay y de
Hílel respecto a la comida. La escuela de Samay dice: Se recita la bendición
sobre el día 59 y luego sobre el vino. La escuela de Hile!, en cambio, afirma: Se
recita la bendición sobre el vino y luego se recita la del día.
CAPÍTULO 9
las montañas, colinas, mares, ríos y desiertos dice: «Bendito sea el que hizo la
obra de la creación». R. Yehudá díce: Si uno ve el mar grande dice: «Bendito
sea el que hizo el mar grande», siempre que lo vea ocasionalmente. Con las
lluvias y las buenas noticias dice: «Bendito sea el que es bueno y hace el bien».
Con las noticias malas dice: «Bendito sea el juez de verdad».
3. Si uno construye una nueva casa o adquiere objetos nuevos dice: <(Bendi-
to sea el que nos mantiene en la vida (nos conserva y nos hace llegar hasta esta
hora)». Se recita la bendición sobre una desgracia sin consideración de lo bueno
que pueda resultar de ella y sobre una cosa buena sin consideración de lo ma-
lo que pueda seguirse. Si uno clama (a Dios) por algo ya ocurrido, es ésa una
oración vana. ¿Qué significa? Si, por ejemplo, uno cuya mujer está embarazada
dice: «Dios quiera que mi mujer dé a luz un níño», es ésta una oración vana. Si
uno va por el camino y, oyendo gritos en la ciudad, dice: «Dios quiera que no
sea nadie de mi casa», es ésta una oración vana.
· 4. Sí uno entra en W1a ciudad amurallada, recita una oración dos veces, una
al entrar y otra al ~alir. Ben Azay dice: Cuatro veces, dos al entrar y dos al salir,
dando gracias por,leJ pasado y rogando por el futuro.
5. Cada uno está obligado a bendecir a Dios en el mal, del mismo modo
que le bendice en el bien, ya que está escrito: Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu poder64 . Con todo tu corazón, es
decir, con tus dos inclinaciones, la buena y la mala; con toda tu alma, es decir,
incluso cuando te quita tu vida; con todo tu poder, es decir, con todas tus rique-
zas. Otra explicación de con todo tu poder: en cualquier medida con la que Él
te mida le darás gracias (con todas tus fuerzas). Nadie ha de comportarse con
ligereza frente a la Puerta Oriental, ya que está frente al Santo de los Santos.
Nadie puede entrar en el monte del Templo con su bastón, o con sus zapatos,
o con su cartera, o con polvo sobre sus pies, ni hacer de él un atajo, ni mucho
menos se puede escupir en él. Al final de toda bendición dicha en el Templo
se acostumbraba a decir: «Desde la eternidad». Pero después que los herejes65
la corrompieron y dijeron que sólo hay un mundo 66 , se dispuso que se dijera:
«Desde la eternidad hasta la eternidad». Se dispuso que cada cual pudiera sa-
ludar a su prójimo con el nombre de Dios, puesto que está escrito: Llegó Boaz
desde Belén y dijo a los segadores: El Señor esté con vosotros, contestándole
ellos: El Señor te bendiga61 • También se dice: El Señor esté contigo, valiente
héroe68 . Asimismo: No desprecies a tu madre cuando envejeciere69. Se dice tam-
bién: Es tiempo de hacer para el Señor, pues han violado tu ley1°. R. Natán dice:
Han violado tu ley, porque era el tiempo de obrar para el Señor.
64. Dt 6, 5.
65. Algunos textos leen: saduceos.
66. El término 'olam significa en hebreo tanto <(eternidad» como «mundo».
67. Rut 2, 4.
68. Jue 6, 12.
69. Prov 23, 22.
70. Sal 119,126.
LA ESQUINA DE TU CAMPO
(peá)
Este tratado versa sobre unas antiguas disposiciones en favor de los pobres: la esqui-
na de tu campo, la rebusca y la gavilla olvidada. La que trata con más amplitud es la refe-
rente a la «esquina de tu campo» en tomo a la obligación de todo propietario de dejar sin
recoger una esquina de su campo en favor de los pobres (Lv 19_, 9; 23, 22; Dt 24, 19-21).
Este tratado, como todo el resto del orden de las semillas, exceptuando el primer
tratado Berajot, no tiene comentario en el Talmud babilónico.
El tratado contiene ocho capítulos:
Cap. J: Qué cosas no tienen medida determinada, medida rabínica y lugar del pre-
cepto de la esquina de tu campo; qué productos están sujetos al precepto.
Cap. 2: Cómo se determinan los campos en relación al precepto.
Cap. 3: Casos especiales, bienes declarados sin propiedad.
Caps. 4-5: Cómo se distribuyen los frutos de «la esquina de tu campm>, la rebusca.
Cap. 6: Disposiciones en tomo al precepto de la gavilla olvidada.
Cap. 7: Derechos del pobre sobre olivos y viñas.
Cap. 8: Tiempo de la rebusca, credibilidad de los pobres sobre sus derechos, el diez-
mo del pobre, el pobre itinerante, quiénes pueden disfrutar de tales derechos.
CAPÍTULO l
l. Estas son las cosas sobre las que no hay medida fijada 1: la esquina de
tu campo 2, las primicias3, la presentación en el Templo4, el ejercicio de las
obras de misericordia 5 y el estudio de la Torá. Estas son las cosas cuyo fruto
puede disfrutar el hombre en este mundo y cuyo capital permanece a su favor
para la vida futura: el respeto al padre y a la madre6, la caridad, y el restable-
cer la paz entre un hombre y su prójimo. Pero el estudio de la ley aventaja a
todas ellas.
1. Por parte de la Torá, ya que por parte rabínica está establecido que se deJe al menos
· 1/60 de los frutos del campo.
2. Lv 19, 9; 23, 22.
3. Que debían ser llevadas al Templo (Ex 23, 19).
4. Con motivo de las tres grandes fiestas de peregrinación (Ex 23, 17) .
. 5: «Guemil.lutjasadiro», expresión que denota algo más qlle simple caridad y obras de
m1sencordia y que comporta un servicio personal a todos los hombres.
6. Ex 20, 12; DI 5, 16.
Pea 1, 2-6 Orden primero: Semillas - zerain 36
7. Del total del campo. Naturalmente está permitido dejar más cantidad.
8. Estando exento del diezmo, ya que de «la esquina de tu campo» no se separa diezmo.
9. Y, en cuanto tal, puede ser adquirido tanto por el pobre como por el rico.
10. Tdgo, avena, cebada, centeno ...
11. Rhus coriaria.
12. Sólo se aducen algunas especies en plan de ejemplo.
13. Incluso del fruto ya recogido.
14. Los distintos tipos de diezmo que gravaban sobre el israelita eran los siguientes:
1) El denominado «primer diezmo)), que se entregaba al levita (Nm 18, 21), quien a su vez,
de aquella cantidad recibida, tenía que separar otro diezmo para el sacerdote (Nm 18, 26).
2) El llamado «segundo diezmo», que el propietario debía de comer en Jerusalén (Dt 14, 23).
Podía ser vendido por dinero, con el que, añadiéndole un cuarto ele su valor, se adquirían
alimentos en Jerusalén y allí eran consumidos. 3) El año tercero y sexto del ciclo septena[
había que entregar un diezmo a los pobres, de ahí que se le llamara «diezmo del pobre» (Dt
14, 29; 26, 12).
15. C( Dt 14, 28.
16. Llena de grano.
17. Luego han de ser entregados los diezmos a otro levita.
La esquina de tu campo - peá Pea 2, 1-6
37
CAPÍTULO 2
18. Hacen que un campo se considere dividido en diversas secciones, en las que hay que
respetar el precepto de «la esquina de tu campo».
I 9. Que tiene cuatro codos de ancho, frente a los dieciséis del camino público.
20. De una altura mínima de diez palmos.
21. Donde tenia el sanedrín su sede (Mid 5, 4).
22. Algunos entienden «Abbro> como nombre propio.
Pea 2, 7-3, 3 Orden primero: Semillas - zeraín 38
los «pares» 23, y éstos de los profetas, que es precepto de Moisés desde el Sínaí
que si uno siembra su campo con dos especies de trigo y las pone en una misma
era, establece sobre ellas una sola (unidad en lo concerniente a la satisfacción
del precepto) de la esquina (de tu campo); pero si hace dos eras, establece dos
(unidades).
7. Si un campo ha sido segado por gentiles o por ladrones, o ha sido con-
sumido por las hormigas, o lo ha destrozado la tormenta o el ganado, queda
exento 24 • Si uno ha segado la mitad y los ladrones siegan la otra mitad, que-
da exento, porque la obligación (del cumplimiento del precepto) de la esquina
(de tu campo se aplicaba) al trigo que quedaba en pie 25 •
8. Si los ladrones han segado la mitad del campo y uno siega la otra mitad,
tiene que satisfacer (el precepto) de la esquina (de tu campo) en lo concerniente
a aquello que siega. Si ha segado la mitad y vende la otra mitad, el comprador
tiene que satisfacer por entero (el precepto) de la esquina (de tu campo). Si ha
segado la mitad y consagra la otra mitad, el que la redime de las manos del te-
sorero tiene que satisfacer por entero (el precepto) de la esquina (de tu campo).
CAPITULO 3
l. En cuanto a los espacios cuadrados 2¡, con trigo que hay entre los olivos 27 ,
la escuela de Samay dice que se ha de establecer una unidad (respecto a la
satisfacción del precepto) de la esquina (de tu campo) por cada uno de ellos,
mientras que la escuela de Hilel afim1a que vale uno por todos. Están de acuerdo
en que si los extremos de las líneas se mezclan, entonces se establece una unidad
por todos (respecto a la satisfacción del precepto) de la esquina (de tu campo).
2. Si uno síega por franjas su campo y deja los tallos verdes, R. Aquiba
dice que se establece una unidad (respecto a la satisfacción del precepto) de
la esquina (del campo) por cada una (de las franjas). Los sabios, en cambio,
dicen: Una por todas. Pero los sabios están de acuerdo con R. Aquiba en que si
uno siembra eneldo o mostaza en tres lugares ha de satisfacer (el precepto) de
la esquína (de tu campo) en cada uno de ellos.
3. Si uno recoge cebollas frescas para el mercado y deja las secas para la
era, ha de satisfacer (el precepto) de la esquina (de tu campo) por separado res-
pecto a las unas y respecto a las otras. Del mismo modo hay que hacer respecto
a los guisantes y a las uvas. Si uno disminuye (la cantidad de cebollas) 28 , da
23. El sanedrín estaba presidido por dos personalidades, los «pares)), en los dos últimos
siglos anteriores a la era cristíana.
24. Del precepto de «la esquina de tu campo».
25. Después de la siega de la primera mitad.
26. Los espacios libres que mediaban entre los árboles eran sembrados, generalmente
adoptando una forma cuadrada.
27. U otros árboles.
28. Es decir, sí arranca cebollas (u otras plantas) para dejar más espacio entre ellas y
pennitir un mejor desarrollo.
39
La esquina de tu campo - peá Pea 3, 4-8
del resto según lo que dejó. Pero si arranca (las cebollas) de una sola parte 29,
establece sobre el resto (lo que debe satisfacerse del precepto de la esquina de
tu campo) según la totalidad (inicial).
4. Las cebollas de siembra están sujetas (al precepto) de la esquina (de tu
campo). R. Yosé las declara eximidas. Respecto a las parcelas de cebollas que
se encuentran entre vegetales, R. Yosé dice que están sujetas cada una de ellas
(a la satisfacción del precepto) de la esquina (de tu campo). Los sabios, en
cambio, dicen «una por todas».
s. Los hennanos que están separados satisfacen cada uno por su cuenta
(el precepto) de la esquina (de tu campo). Si vuelven a asociarse, lo satisfacen
conjuntamente. Sí dos personas compran un árbol, satisfacen conjuntamente (el
precepto) de la esquina (de tu campo). Si uno ha comprado la parte del norte y
otro la del sur, cada cual satisface por separado ( el precepto) de la esquina ( de tu
campo). Si uno vende troncos de árbol dentro de su campo, tiene que satisfacer
( el precepto) de la esquina ( de tu campo) por cada uno de ellos. R. Yehudá dice:
¿Cuándo? Cuando el dueño del campo no deja nada (en él); pero si deja, enton-
ces ha de satisfacer (el precepto} de la esquina (de tu campo) de modo global.
6. R. ELiezer dice: Un terreno de un cuarto de kab está sujeto (al precepto)
de la esquina (de tu campo). R. Yehosúa afama: Si produce dos seás 30 . R. Tarfón
dice: Si tiene seis palmos por seis. R. Yehud᪠ben Betera dice: De modo que
puede segarse de dos vueltas. La halajá es según su opinión. Enseña R. Aquiba
que todo terreno de cualquier dimensión está sujeto (al precepto) de la esquina
(de tu campo) y de las primicias, y (basta) para escribir el prosbol3 1 y para ad-
quirir bienes muebles por dinero, documento o por usucapión.
7. Si uno estando gravemente enfermoll asigna ( a otro) por escrito sus bie-
nes y deja para sí un terreno de la dimensión que sea, su donación es válida. Pe-
ro si no deja níngún terreno de la dimensión que sea, su donación no es válida.
Si uno asigna sus bienes a sus hijos por escrito y asigna a su mujer un terreno
de cualquier dimensión, pierde ésta su ketubá 33 • R. Yosé dice: Si ella está de
acuerdo14 , a pesar de que ( el marido) no se lo asignara, pierde su ketubá.
8. Si uno asigna sus bienes por escrito a su esclavo, queda éste emancipa-
do. Pero si conserva para sí un terreno de cualquier dimensión que sea, no que-
da emancipado. R. Símeón dice que en cualquiera de los casos es un hombre
libre, a excepción de que el (dueño) diga: «Mira, todos mis bienes han de ser
entregados a fulano, mi esclavo, excepto la diezmilésima parte de ellos» 3;.
a. R. Yehudá: R. Yehoshúa
29. Ya para su propia necesidad o ya para la venta.
30. Un terreno que tenga una producción de dos seás de fruto.
31. Todas las deudas cesaban con el año sabático. Pero podían mantenerse incluso tras
el año sabático estableciendo un contrato previo, cuyo documento era Jlamado pros bol. Sólo
era posible si el deudor disponía de bienes inmuebles.
32. Aunque recuperándose más t.arde.
33. La dote que le corresponde en su viudez o en el caso de ser divorciada. Cf. Ket 5, l.
34. De heredarlo con los hijos.
35. Ya que en esa parte exceptuada puede incluir al propio esclavo.
Pea 4, 1-8 O,-den primero: Semillas - zeraín 40
CAPiTUL04
pués del tiempo de los diezmos y los rescata, quedan obligados. Si los dedica
al Templo antes de madurar y maduran cuando están bajo el tesoro y luego los
rescata, están eximidos, ya que en el tiempo de su obligación estaban exentos.
9. Si uno 47 ha recogido ( frutos que caen bajo el título del precepto) de la
esquina de tu campo y dice: «Son para el pobre fulano», R. Eliezer afirma que
]os ganó para aquél, mientras que los sabios sostienen que los ha de entregar al
primer pobre que encuentre. (Los frutos) de la rebusca, de la gavilla olvidada
y de la esquina de tu campo de un gentil están sujetos al precepto del diezmo a
no ser que se hayan declarado sin dueño.
10. ¿Cuál es (el fruto) de la rebusca? Lo que cae al suelo en el tiempo de la
cosecha. Si uno recoge la cosecha a manos llenas o arranca (una planta) a puño
lleno y se clava una espina cayéndosele de la mano ( el fruto), éste pertenece al
dueño. Lo que cae del medio de la mano o de la hoz pertenece al pobre, pero lo
que cae por detrás de la mano o de la punta de la hoz pertenece al propietario.
Lo que cae de la punta de los dedos o del extremo de la hoz pertenece, según
R. Ismael, a los pobres, mientras que, según R. Aquiba, al propietario.
11. (El grano) que se halla en los agujeros de las hormigas que se encuentra
entre el trigo aún no segado pertenece al dueño; si es después de la siega, el
que está arriba pertenece a los pobres; el que está debajo (de tierra), al dueño.
R. Meír afuma que todo pertenece a los pobres, ya que lo que es dudoso de si
es o no es rebusca, cae bajo (la categoría) de la rebusca.
CAPITULO 5
CAPÍTULO 6
50. Pobres.
51. Que era separado de lo ya segado.
52. En su condición de pobre.
53. La rebusca, gavilla olvidada y esquina de tu campo.
54. Prov 22, 28. Otra versión: «No removerás los linderos de los pobres)>.
55. En pequeños montones, de carácter provisional, para hacer luego un gran montón.
La esquina de tu campo - peá Pea 6, 2-6
43
f-Iilel dice: No puede considerarse nada sin propietario mientras no sea declara-
do también sin propietario a favor de los ricos como en el año de la remisión 56 •
Si todas las gavillas del campo son de un kab 57 y una es de cuatro kab y fue
olvidada, según la escuela de Samay no debe ser considerada como gavilla ol-
vidada, pero según la escuela de Hile) sí.
2. Si una gavilla está apoyada a una pared o a un montón de trigo o junto al
ganado o junto a unos objetos y fue olvidada, la escuela de Samay afoma que
no entra en la categoria de gavilla olvidada, mientras que la escuela de Hile!
sostiene que sí.
3. En los extremos de las líneas, la gavilla que está de frente tiene un valor
probatorio. Sí una gavilla ha sido recogida para ser transportada a la ciudad y
es olvidada, están de acuerdo (ambas escuelas) en que no entra en la categoría
de gavilla olvidada.
4. Para los extremos de las líneas vale lo siguiente: si empiezan dos (a reco-
ger las gavillas) por el medio de la línea, uno vuelto hacia el norte y el otro hacia
el sur, olvidando (algunas gavillas) delante y detrás de ellos, las que quedan de-
lante de ellos se consideran como gavillas olvidadas, mientras que las que que-
dan detrás de ellos no se consideran como tales. Si una persona sola comienza
por el extremo de la línea y olvidó (algunas gavillas) que estaban unas delante y
otras detrás de él, las que están delante de él no se consideran como gavillas ol-
vidadas, mas las que están detrás sí, pues a esto se aplíca: No te volverás atrás 58 •
Ésta es la regla general: Todo a lo que puede aplicarse el no te volverás atrás es
considerado como gavilla olvidada, mientras que si no puede aplicarse el No te
volverás atrás no se considera como gavilla olvidada.
5. Dos gavíllas pueden entrar en la categoría de gavilla olvidada, pero no
tres. Dos montones de aceitunas o algarrobas pueden entrar en la categoría de
lo olvidado, pero no tres montones. Dos hatillos de lino pueden entrar en la ca-
tegoría de lo olvidado, pero no tres. Dos gajos pueden entrar en la categoría de
gajos caídos, pero no tres. Dos espigas pueden entrar dentro de la categoría
de la rebusca, pero no tres. Estas (normas) son conformes a las palabras de
Hilel. En todos estos casos, la escuela de Samay dice que tres son del pobre,
mientras que cuatro ya pertenecen al propietario.
6. Si una gavilla contiene dos seás y es olvidada, no se la considera como
gavilla olvidada. Si son dos gavillas que juntas hacen dos seás, según Rabán
Gamaliel pertenecen al propietario, mientras que según los sabios pertenecen
a los pobres. Rabán Gamaliel les puso la cuestión: Con la multiplicación de
las gavillas, ¿se fortalece o se debilita el derecho de los propietarios? Le res-
pondieron: Se fotialece. Les dijo: Si cuando se trata de una sola gavilla que
contiene dos seás y es olvidada, no se considera como gavilla olvidada, ¿no
56. El séptimo año de cada semana de años se redimen todas las deudas, el terreno no se
trabaja y lo que crece espontáneamente de la tierra pertenece a todos (Ex 23, 10; Dt 15, lss).
57. Cf. el Glosario de términos hebreos, p. 1089.
58. Dt24, 19.
Pea 6, 7-7, 1 Orden primero: Semillas - zerain 44
hay que inferir que si son dos gavillas que contienen juntas dos seás no han de
ser consideradas dentro de la categoría de olvidadas? Le replicaron: ¡No! Si tú
babias de una gavilla que es como un montón, ¿hablarás de dos gavillas que
son como dos hatillos?
7. Si hay trigo aún no segado que hace dos seás y es olvidado, no entra en
la categoría de lo olvidado. Si no contiene dos seás, pero es apto para producir
dos seás, aunque sea de la calidad de las habichuelas 19 , es considerado como si
fueran granos de cebada.
8. El trigo aún no segado salva a la gavílla60 y al trigo aún no segado (que
está en tomo). La gavilla, en cambio, no salva ni a la gavilla ni al trigo aún no
segado. ¿Cuál es el trigo aún no segado que salva a la gavilla? Aquél del que
no fue olvidado ni tan siquiera un tallo.
9. Un seá de trigo cortado y otro de trigo todavía no cortado, lo que es
aplicable asimismo a los árboles, a los ajos y a las cebollas, no se unen para
formar dos seás, sino que pertenecen a los pobres. R. Yosé dice: Si el derecho
del pobre se mete por medio de los dos, entonces no se unen; pero si no se
mete, se unen.
10. El trigo que se da para pienso o para enlazar la gavilla y lo mismo
vale para las ristras de ajos y cebollas, no entra en la categoría de lo olvidado.
Todo lo que está oculto en la tierra, como, por ejemplo, el sarrillo 61 , el ajo y la
cebolla, no entra en la categoría de lo olvidado según R. Yehudá. Los sabios,
en cambio, sostienen que sí puede entrar.
11. Si uno siega durante la noche y hace gavillas o si es ciego, se aplica
el precepto de la gavilla olvidada. Si (el tal) se propone coger las gavillas más
grandes, no se aplica la ley de la gavilla olvidada (a las pequeñas). Si uno dice:
«Segaré con la condición de que pueda coger lo que olvidé», se aplica en este
caso la ley de la gavilla olvidada.
CAPÍTULO 7
1. Si un olivo tiene en el campo una especial fama, tal como el olivo que
destila (mucho aceite) en su estación y es olvidado, no entra en la categoría de
lo olvidado. ¿A qué se aplica esto? (Al olivo conocido) por su fama o por su
producción o por su lugar. Por su fama, cuando es un sifkoni o un besaní 62 • Por
su producción, cuando da mucho. Por su lugar, cuando está al lado de un lagar
o de una brecha (de muro). En el resto de los olivos, dos pueden entrar en la
categoría de lo olvidado, pero no tres. R. Yosé dice: La ley de lo olvidado no se
aplica a los olivos.
2. Si un olivo se encuentra entre hileras (de olivos) con dos parcelas (entre
cada una) y es olvidado, no entra en la categoría de lo olvidado. Si un olivo que
contiene dos seás (de aceituna) es olvidado, no entra en la categoría de produc-
to olvidado. ¿Cuándo se aplica esto? Cuando no se ha comenzado (a recoger
la aceituna), pero una vez que se ha comenzad.o, aunque fuese el olivo que
destila (abundantemente) en su tiempo, si es olvidado, entra en la categoría de
producto olvidado. En tanto (el propietario) tenga algo suyo debajo del olivo,
le pertenece lo que está en su copa. R. Meír dice: Sólo cuando el vareador se
va (se aplica al olivo la ley del producto olvidado).
3. ¿Qué son los gajos de la rebusca? Son los gajos que se caen en el mo-
mento de vendimiar. Si el vendimiador corta un racimo que al entrelazarse
entre las hojas cae de sus manos al suelo soltándose los gajos, en este caso
pertenecen al propietario. El que coloca un cesto debajo de la cepa en el mo-
mento de la vendimia es un expoliador de los pobres. De éste está escrito: No
r~moverás los linderos antiguos 63 .
4. ¿Cuáles son los racimos de la rebusca? Aquellos que no tienen cuerpo en
los laterales ni tampoco en la punta. Si tienen cuerpo en los laterales o en la pun-
ta, pertenecen al propietario. Si hay duda, pertenecen a los pobres. Los racimos
de Ja rebusca que se encuentran en los nudos (de la cepa), si son vendimiados
con los racimos buenos, pertenecen al propietario; sí no, son de los pobres. Si
tienen un solo gajo, R. Yehudá dice que es un racimo nom1al, mientras que los
sabios afinnan que es un racimo de rebusca.
5. Si uno aligera un poco las cepas, del mismo modo que puede aligerar
lo suyo puede aligerar lo que es de los pobres. Ésta es la opinión de R. Yehudá.
R. Meír dice: Lo suyo está permitido (aligerarlo), pero no lo de los pobres.
6. Si una cepa tiene cuatro años 64, según la escuela de Samay no se le aplica
(la ley) del quinto65 ni del alejamíento61>, mientras que la escuela de Hílel afirma
que se le aplica. La escuela de Samay sostiene que se le aplica la ley de los gajos
caídos y de los racimos de la rebusca. Los pobres pueden hacer el rescate para sí
mismos. La escuela de Hilel, en cambio, dice que todo es para el lagar.
7. Sí una viña tiene sólo racimos de rebusca, según R. Eliezer pertenecen al
propietario, mientras que según R. Aquiba pertenecen a los pobres, R. Elíezer
arguyó: Sí vendimias, no has de recoger los racimos de la rebusca 67 . Pero si
no hay vendimia, ¿cómo habrá racimos para la rebusca? Le replicó R. Aquiba:
No harás la rebusca de tu viña 68 , incluso cuando toda ella no tenga más que
racimos de rebusca. Sí es así, ¿por qué está escrito: Cuando vendimies tu viña
no has de recoger los racimos de la rebusca? (Para mostrar que) los pobres no
tienen derecho a los racimos de la rebusca antes de la vendimia.
8. Si uno dedica su viña al Templo antes de que se puedan reconocer en ella
los racimos de la rebusca, no entran los tales dentro de la categoría de racimos
de rebusca para los pobres, pero, si es después de que se puedan reconocer, sí
entran dentro de esa categoría. R. Yosé afinna que se deben dar como recom-
pensa de su cultivo al Templo. ¿Cuándo se aplica la ley del producto olvidado
a la cepa que está sostenida por apoyaturas? Cuando uno no puede extender su
mano y alcanzarla. ¿Cuándo se aplica la ley de producto olvidado a la cepa que
se extiende por el suelo? Después que ( el vendimiador) la deja.
CAPiruLO 8
que (se debe dar tanto) como para que se puedan vender y comprar a su cambio
aJímento para dos comidas.
6. Esta medida se aplica a los sacerdotes, a los levitas y a los israelitas (po-
bres). Si uno quiere salvar (para sus parientes pobres algo), puede tomar una
mitad y entregar la otra mitad. Si le queda muy poca cosa, la coloca ante ellos
y éstos se la reparten entre sí.
7. Al pobre que va de un lugar a otro no se le da menos de un bollo de un
pondio, cuando cuatro seás (de trigo) valen una selá. Si pasa allí la noche, se
le provee de lo necesario para pernoctar. Si es sábado, se le ha de dar alimento
para tres comidas. Si uno tiene alimentos para dos comidas, no cogerá del plato
de (los pobres). Si tiene para catorce comidas, no cogerá nada de la caja (de los
pobres). (El dinero) de la caja es recogido por dos personas y su distribución es
hecha por tres.
8. Si uno tiene doscientos sús, no podrá tomar los frutos de la rebusca, ni de
lo olvidado ni de la esquina de tu campo ni del diezmo de los pobres. Si tiene
doscientos menos un dinar, podrá tomarlos incluso cuando mil (propietarios)
le den simultáneamente (un producto). Si han sido dados en prenda al acreedm
0 para ketubá de su mujer, podrá tomarlos. No se le puede obligar a vender su
casa o los objetos de su uso.
9. Si uno tiene cincuenta sús y hace negocio con ellos, no podrá tomar
nada. Todo aquel que no necesite tomar nada y, sin embargo, lo toma, no se
despedirá de este mundo sin que haya tenido que necesitar a los otros hombres.
Pero todo aquel que necesita tomar y no lo toma, no morirá en su ancianidad
sin que haya podido sustentar a otro con sus riquezas. De él dice la Escritura:
Bendito es el varón que confía en el Señor y cuya esperanza es el Señor74 . Esto
mismo se aplica al juez que emite un juicio justo según verdad. Todo aquel que
no es paralítico, ni ciego, ni cojo y se comporta como si lo fuera, no morirá en
su ancianidad sin que se haya convertido como uno de ellos, ya que está escri-
to: Al que busca el mal, le vendrá el ma/ 75 , y también: Sigue estrictamente la
justicia 16 • Todo juez que recibe dádivas y se aparta de la justicia no morirá en
su ancianidad sin que se hayan apagado sus ojos, como está escrito: No recibas
regalos que ciegan a los prudentes 71.
74. Jr 17, 7.
75. Prov ll, 27.
76. Dt 16, 20.
77. Ex 23, 8.
EL PRODUCTO DE DIEZMO DUDOSO
(demay)
El presente tratado recoge las prescripciones que afectan a los productos provenientes
de gente inculta, sospechosa de uo haber hecho la debida separación del diezmo.
Para la intelección de esta normativa hay que recordar las leyes bíblicas que vigían so-
bre todos los productos de la tierra. Una vez recogido el producto, se separaba la ofrenda
(teruma gedola) debida al sacerdote (Nm 18, 8s). En la Torá no se establecía la cantidad
exacta de la ofrenda, pero la práctica la hacía consistir en el uno por 60, por 40 o por 30,
según la generosidad de cada cual. Lo habitual era el uno por 50. El producto del que
00 se había apartado la ofrenda era conocido bajo el apelativo de tebel. La degustación
de Ja ofrenda o del tebel por un laico era considerada sacrilegio (Lv 22, 10.14). Una vez
separada la parte de la ofrenda, se apartaba un diez por ciento del resto, que era entregado
a los levitas (Nm 18, 21-24) y constituía el primer diezmo. Del primer diezmo, el levita
separaba otro diezmo que entregaba al sacerdote y constin1ye la llamada ofrenda del diez-
mo (terumat ma'asero teruma qetanna; Nm 18, 25-28). La degustación de la ofrenda del
diezmo por parte de uo laico era también considerada sacrilegio.
Una vez descontada la ofrenda y el primer diezmo, del resto se apartaba en el pri-
mero, segundo, cuarto y quinto años del septenio otro diezmo(= segundo diezmo), que
el propietario debía llevar a Jerusalén y consumirlo allí. Para evitar las molestias del
transporte, se permitía venderlo en provincias y emplear su equivalente (más un quinto
de su valor) en adquisición de alimentos en Jerusalén, donde debían ser consumidos. En
los años tercero y sexto del septenio, este diezmo era entregado a los pobres (Dt 14, 22-
29; 26, 12-15), y por esto era llamado «diezmo de los pobres».
Sobre la separación de la ofrenda no solía haber remisos, tanto por razón de la peque-
ña cantidad como por la severidad de las penas. Sin embargo, respecto al cumplimiento
de la obligación del diezmo existía la sospecha sobre algunos israelitas, especialmente
gente inculta, no instruida en la Torá ( 'am ha-are_s). De ahí que los productos proceden-
tes de tales personas se consideraran dudosos en relación con el diezmo. Quien adquiría
productos de diezmo dudoso tenía, en principio, que asumir frente a ellos la responsa-
bilidad del diezmo, pero en la práctica se resolvía su obligación con la separación de la
ofrenda del diezmo. En lo tocante al primer díezmo y al diezmo de los pobres le bastaba
declarar que estos diezmos se encontraban en tal y tal parte del producto, pero no estaba
oblígado a entregarlos al levita o al pobre, respectivamente, a no ser que éstos demostra-
ran que el anterior propietario no había apartado el diezmo. El segundo diezmo podía ser
cambiado por dinero y empleado más tarde en Jerusalén.
La institución del demay se adscribe tradicionalmente a Juan Hircano (135-104 a.C.).
El contenido del tratado, sin embargo, corresponde a la situación social de Judea y Galilea
durante el siglo II d.C.
El término demay con el que se designa al producto de diezmo dudoso lo derivan
algunos de la expresión aramea da may (¿qué es esto?) o de meay (de un ciento), que
Dem 1, 1-2 Orden primero. Semillas - zeraín 50
aludiría a la ofrenda del diezmo. Otros lo derivan del griego demos, pueblo, por cuanto
son precisamente los productos procedentes de la gente inculta (en hebreo, «pueblo del
país>)) los que se consideran de diezmo dudoso.
El tratado contiene siete capítulos:
Cap. 1: Qué productos no están sujetos a la ley del demay, qué semejanzas tiene con
el producto comün, en qué se emplea.
Cap. 2: Productos que están sujetos a la ley del demay, obligaciones del asociado que
intenta observar las leyes de pureza, compra y venta.
Cap. 3: Cuándo se puede comer y cuándo se ha de separar el diezmo.
Cap. 4: Normas sobre la degustación de productos de diezmo dudoso con personas
que no son dignas de crédito respecto al diezmo.
Cap. 5: Reglas sobre el producto de diezmo dudoso adquirido a varias personas.
Cap. 6: Normativa sobre el diezmo de productos procedentes de campos en arriendo
o en sistema de participación de los beneficios, frutos originarios de Siria.
Cap. 7: Comida eo casa de una persona que no es fiable en cuanto a los diezmos,
diezmo por «designación», qué se debe hacer con productos «mezclados».
CAPITULO 1
1. El término hebreo para designar el diezmo dudoso es demay, quizá derivado del griego
demos («pueblo»). Precisamente la llamada «gente del pueblo», por ser ignorante de la ley,
caía baJo la sospecha de no separar el diezmo de sus productos.
2. Una variedad que producía dos cosechas al año.
3. En el segundo diezmo, sacado de productos dudosos, no era necesario añadir el quinto
a su valor como era lo dispuesto.
4. Cf. Dt 26, 13.
5. Cf. Dt 26, 14.
6. Aunque se prevea que los ingiera sin observar las leyes de la pureza.
7. En Jerusalén.
El producto de diezmo dudoso - demay Dem 1, 3-2, 3
51
3 . El que compra algo 8 para semilla o para el ganado, o harina para las pie-
les. O aceite para las lámparas o aceite para engrasar las herramientas, está libre
de ·la ley de los productos de diezmo dudoso. Desde Kesib9 en adelante se está
exento de esta ley de los productos de diezmo dudoso. La masa de la ofrenda 10
de un hombre inculto, el producto mezclado 11 , lo que ha sido comprado con di -
nero del segundo" diezmo y los restos de los sacrificios farináceos están libres
de la ley de los productos del diezmo dudoso. El aceite perfumado está sujeto a
la ley de los productos de diezmo dudoso según la escuela de Samay, mientras
que según la escuela de Hilel no lo está.
4. Con los productos de diezmo dudoso se puede preparar el erub 12 y la
coparticipación 13 • Se puede recitar sobre ellos la bendición y decir en común la
acción de gracias 14 • Puede apartarse de ellos (el diezmo) aun estando uno des-
nudo'5 y al atardecer16 • Si se adelanta el segundo diezmo al primero, no importa.
El aceite que el tejedor usa para untar sus dedos está sujeto a la ley de productos
dudosos, mientras que el que el cardador pone en la lana no está sujeto.
CAPiruL02
l. Estas son las cosas de las que se debe separar el diezmo cuando pertene-
cen al grupo del diezmo dudoso: torta de higos, dátiles, algarrobas, arroz y co-
mino. Pero cualquiera que se sirva de arroz de fuera de Palestina está eximido.
2. El que se propone ser digno de crédito 17 separa el diezmo de las cosas
que come, de lo que vende y de lo que compra. No se hospeda en casa de una
persona judía inculta. R. Yehudá dice: También el que se hospeda en casa de
una persona judía inculta puede ser digno de crédito. Le replicaron: Si no es
digno de crédito con respecto a sí mismo, ¡cómo lo va ser respecto de otros!
3. Si uno se propone ser un asocíado 18 no ha de vender a una persona judía
inculta nada húmedo 19 ni seco 20, y no ha de adquirir de ella ningún producto
CAPÍTULO 3
21. Aunque sí seco, ya que éste tiene menos posibilidad de devenir impuro.
22. Pues podría contraer impureza.
23. Por razón de la impureza, ya que, por ejemplo, hay que sospechar que se sentó sobre
ellos su mujer en el periodo de la menstruación.
24. La crianza de ganado menor se consideraba prohibida en Palestina, por el temor de
que el pastor lo llevara a los campos ajenos y de ese modo se practicase el robo.
25. Que tenga más tarde que anular.
26. No pertenecen a las leyes de pureza.
27. Que son «asociados».
28. Que es el uno por ciento.
29. Cf. Nm 15, 20.
30. Es decir, la pequeña se considera como grande.
31. A ojo de buen cubero.
32. El término misnico aksanya, del griego xenos, puede entenderse también como re-
ferido a soldados, tropas de paso.
El producto de diezmo dudoso - demay Dem 3. 2-6
53
33. Con el alzamiento de la mercancía ya la ha adquirido para sí, aunque no sepa exac-
tamente el precio.
34. La adquisición de los bienes muebles tenía lugar o a través de un pequeño arrastre
hacia la dirección del comprador o por alzamiento de la mercancía.
35. No existe fundamento para sospechar que hayan cambiado el trigo.
36. Se puede sospechar que lo cambió por el de otro saco.
37. Están libres del diezmo.
38. Porque podían haber sido cambiados por los productos de otros israelitas que esta-
ban bajo su custodia.
39. T'ara cocinar.
40. Se puede pensar que ella haya querido proporcionarle una pieza mejor que la que
el huésped le entrega.
41. Por esto cambia los alimentos malos por otros mejores.
42. Porque siendo eso una transgresión grave no se piensa que pueda tener lugar.
Dem4, l-6 Orden primero: Semillas - zeraín 54
CAPÍTULO 4
1. Si uno compra frutos de una persona que no es digna de fiar con relación
al diezmo y, olvidándose de separar el diezmo, le pregunta en sábado ( al ven-
dedor), puede comerlos según lo que aquél le diga 41 . Pero sí ya ha oscurecido
al final del sábado, no los comerá mientras no haya separado el diezmo. Si no
encuentra al (vendedor), pero otro, que tampoco es digno de fiar con relación
al diezmo, le dice que han sido diezmados, puede comerlos según lo que aquél
le diga. Pero si ya ba oscurecido al final del sábado, no los comerá mientras
no haya separado el diezmo . Si la ofrenda del diezmo de productos de diezmo
dudoso vuelve a su lugar4 4, R. Simeón Sezurí dice: Está permitido en los días
de semana preguntar (al vendedor) y comerla según diga 45 •
2. Sí uno constriñe a s,1 compañero a hacer un voto de ir a comer a su casa y
no es hombre digno de fiar en reiación con los diezmos, puede comer con él el
primer sábado 46 , a pesar de que no sea digno de crédito respecto a los diezmos,
con tal que le diga que fue separado el diezmo. Al segundo sábado, aunque el
otro haga voto de no sacar beneficio de él, no comerá si antes no ha separado
el diezmo.
3. R. Eliezer enseña: No es necesario que uno designe el diezmo de los
pobres de entre los productos de diezmo dudoso. Los sabios dicen: Se puede
designar, pero no es necesario apartarlo.
4. Si uno designa la ofrenda del diezmo de entre los productos de diezmo
dudoso o el diezmo del pobre de entre los productos ciertamente no «diezma-
dos)), no podrá tomarlos en sábado. Pero si un sacerdote o un pobre comen
ordinariamente en su casa, pueden venir y comer con tal que se le infonne41 •
5. Sí uno dice a alguien que no es digno de crédito con relación a los diez-
mos: «Compra para mí a quien es digno de crédito y separa el diezmo», no es
digno4 s de fiar. <iCompra a Fulanito», en este caso es digno de fiar. Si se fue a
comprar a casa de aquél y, (viniendo), le dice: «No lo encontré y te compré las
cosas en casa de uno que es digno de crédito», no es digno de fiar.
6. Si uno entra en una ciudad donde no conoce a nadie y pregunta: «¿Quién
es aquí digno de crédito?, ¿quién separa aquí el diezmo?», y uno le dice: <,Ym>,
este tal no es digno de fiar. Pero si le dice: «Fulanito es digno de crédito», enton-
ces es digno de fiar4 9 • Si se va luego a comprar a casa de aquél y, preguntándole;
«¿Quién vende aquí productos añejos?», le responde: «El que te envió junto a
nú», a pesar de que se favorezcan el uno al otro, ambos son dignos de crédito.
7 . Si unos arrieros entran en una ciudad y uno dice: «Lo mío es de este año,
ero lo de mi compañero es añejm>, o: «Lo mio no está aneglado, pero lo de mi
~ornpañero si», no son dignos de crédito. R. Yehudá, sin embargo, afinna que
son dignos de fiar.
CAPÍTULO 5
CAPiTULo6
68. El sacerdote.
69. Sin separar el diezmo de la parte correspondiente al dueño.
70. A cambio de una cantidad fijada.
71. Norma que tiene por fin último evitar que los israelitas tomen campos de propieta-
rios paganos.
72. El israelita puede dar la parte de la ofrenda a otro sacerdote.
73. El sacerdote se queda con la parte que corresponde de ofrenda y el levita con la
parte del diezmo, ya que alquilaron el campo con esa presunción.
74. Se presume que dejaron el campo con la condición de adquirir el derecho al diezmo.
Dem 6, 6-12 Orden primero: Semillas• zeraín 58
CAPin.:w 7
él mezclarlo 96 y beber.
5. Si uno97 tiene en su casa higos de los que no separó el diezmo y se en-
cuentra en la casa de estudio o en el campo 98 , dice: «Los dos higos que separe99
sean la ofrenda, otros diez el primer diezmo y nueve el segundo diezmo». Si
son de diezmo dudoso dirá: «Lo que separaré mañana será el diezmo y el resto
del diezmo le está anejo. Lo que hice diezmo sea la ofrenda del diezmo, el
segundo diezmo esté a su norte o a su sur y sea convertible al uso profano a
través del dinero» 100 •
CAPÍTULO I
2. Azufaifo.
3. Arbusto, que le proporcionaría sombra y, con ello. frescor.
4. Que prohíbe la siembra, no un simple ocultamiento.
5. El diezmo sólo obliga en el momento de realizar la cosecha. Estos frutos se suponen ya
diezmados y no quedan sujetos a nuevo diezmo W1a vez que son sacados de su «escondite».
6. Puesto que ya están arrancados.
Las especies diversas - kiloyím Kil2,l-5
63
CAPÍTULO 2
7. Es decir, hay que disminuir la proporción de modo que la otra semilla no alcance un
cuarto de kab respecto a 1.a seá. Entonces puede sembrarse.
8. La expresión «ha11 dicho justamente» (be 'eme/ ameru) introduce en la Misná una
sentencia, una normativa, que se hace remontar a Moisés en el Sinaí.
9. En terreno húmedo unos tres días.
1O. Que son profundos para que penetre bien el agua.
l l. Superando esa proporción se quebranta d precepto de las especies diversas .
. 12. Porque existe el peligro de que haya semillas imperceptibles que maduran sólo des-
pues de pasados tres años.
13. Por haberse majado allí muchas especies de cereales.
Kil 2, 6-10 Orden primero: Semillas - zerain 64
14. Primero, porque no sembró la otra especie. En segundo lugar, porque tales especies
son en ese caso indeseables y no puede levantar la sospecha de que planta especies diversas.
15. En caso contrarío daría la impresión de que quiere mantener especies diversas.
16. Unos dos codos.
17. Porque se verá que la única finalidad es probar el terreno para la siembra del lino.
18. Por salvar la proporción permitida.
19. Un cuarto de kab de espacio.
65 Las especies diversas - kilayim Kit 2, 11-3,5
11. Si una especie de trigo se inclina sobre otra especíe de trigo, o una de
legumbres sobre otra de legumbres, o una de trigo sobre legumbres, o de le-
gumbres sobre trigo, todas están permitidas, a excepción de la calabaza griega.
R. Meír dice: También el pepino y la alubia egipcia; sin embargo, prefiero su
opixúón a la mía.
CAPÍTULO 3
CAPÍTLILO 4
24. El campo no debe causar la impresión como que estuviere plantado con semillas o
plantas de especies diversas.
25. En medio, entre las hileras de cebollas.
26. La hilera tiene una anchura de cuatro codos. La distancia que media entre una
hilera y otra de calabazas es de doce palmos.
27. Se les ha de dejar un espacio de seis palmos.
28. Que sólo necesita seis palmos.
29. Algo más de cien palmos cuadrados.
30. Espacios mínimos requeridos para que se puedan plantar en ellos otra semilla.
31. Cuatro codos quedan para la propia cepa.
Lw; especies diversas - kilayim Kil 4, 2-8
67
9. Si uno planta su viña con dieciséis codos (de separación)36 está permitido
sembrar allí otra semilla. R. Yehudá dice: Ocurrió una vez en Salmón que uno
plantó su viña dejando dieciséis codos de espacio y volvió el follaje de cada dos
hileras hacia un lado 37 y sembró el terreno arado (libre). Al año siguiente volvió
el follaje hacia la otra parte y sembró el ten-eno que había quedado baldío. Se
trajo la cosa a los sabios y éstos lo permitieron. R. Meír y R. Simeón enseñan:
También si uno planta su viña con ocho codos de espacio está permitido.
CAPÍTULO 5
1. Si una viña ha sido devastada y quedan en ella para vendimiar diez cepas
en un espacio de una seá y están plantadas según el orden establecido38 , se la
llamará viña pobre. Si la viña está plantada de manera desordenada, pero si
existe la posibilidad de alinear dos frente a una, en ese caso se considera viña;
de lo contrario, no se considera viña. R. Meír enseña: Debido a que tiene la
apariencia de viña, se considera como viña.
2. Si una viña se planta dejando libre menos de cuatro codos de espaciol9,
R. Simeón dice que no es viña. Los sabios, en cambio, afirman que sí es viña y
que hay que considerar (las hileras) del medio como si no existieran40 •
3. De una fosa que atraviesa la viña con una profundidad de diez (palmos)
y cuatro de ancho, dice R. Eliezer ben Jacob: Si se extiende de un extremo
a otro de la viña tiene la apariencia como sí estuviera entre (dos) viñas y se
puede sembrar dentro de ella. Si no es así, se le considera como un lagar. Si el
lagar que está dentro de la viña tiene diez palmos de profundidad y cuatro de
anchura, dice R. Eliezer que se puede sembrar en él. Los sabios, en cambio,
lo prohíben. En el lugar de la guardia de la viña41 , que tenga diez (palmos) de
altura y cuatro de anchura, se puede sembrar. Pero si el ramaje se entrecruza
está prohibido.
4. Si una cepa está plantada dentro de un lagar o de una hondonada, se la
deja espacio para su cultivo y se puede sembrar el resto. R. Yosé enseña: Si no
hay allí un espacio de cuatro codos, no se puede sembrar otra semilla. Si hay
una casa en la viña, se puede sembrar en su interiot4 2 •
5. Si uno planta legumbres en una viña o deja que allí crezcan, tiene que
consagrar cuarenta y cinco cepas 43 • ¿Cuándo? Cuando están plantadas en (hile-
ras) de cuatro o cinco (palmos de espacio entre cada una). Si están sembradas
36. Con una separación de dieciséis codos entre una y otra hilera.
37. En direcciones contrarias.
38. Como se indica en 4, 6.
39. Para que haya posibilidad de sembrar otra semilla debe haber un espacio intenne-
dio de más de cuatro codos.
40. Se consideran como pura leña y las dos hileras externas se unen en una sola viña.
41. El montículo donde se asienta el guardia y desde donde divisa la viña.
42. En el patio interior.
43. Que han de ser quemadas.
Las especies diversas - ki!ayím Kíl5,6-<5,2
69
en (hileras) de seis palmos de espacio o siete, tiene que consagrar dieciséis
codos en cada dirección, haciendo un círculo, no un cuadrado.
6. Si uno ve legumbres en la viña y dice: «Cuando llegue a ellas, las re-
cogeré», está permitido. Pero si dice: «Cuando vuelva, las recogeré», y han
crecido en el entretanto en una o dos centésimas partes, está prohibido.
7. Si uno pasa por medio de la viña y se le caen algunas semillas o si vienen
junto con el estiércol o con el agua o si uno siembra y el viento le arrebata la
semilla llevándola tras sus espaldas, no hay que darle importancia alguna44 . Si
el viento la arrebata y la lleva hacia la parte delantera del sembrador, R. Aqui-
ba dice: Si es lúerba (la que crece con ello), se debe revolver (la tierra); si es
espiga, se corta; si tiene grano, se quema.
8. Si uno deja crecer espinos en la viña, dice R. Eliezer que debe consa-
grarla45. Los sabios, en cambio, afinnan que no se consagra sino sólo lo que se
deja crecer de modo ordinario. La hierba buena, la hiedra, el lirio real y todas
Jas especies de semillas no se consideran especies diversas en la viña46 • El cá-
ñamo no es, según R. Tarfón, especie diversa, pero según los sabios, sí lo es.
La alcachofa es especie diversa en la viña.
CAPITUL06
encuentra a diez palmos del suelo no se une (para el cómputo) con la otra. De
lo contrarío, sí se une.
3. Si uno lleva la vid hacía una parte del soporte, no puede sembrar tampo-
co nada debajo de la otra parte. Pero, sí lo ha sembrado, no tiene que consagrar-
lo. Si la nueva cepa crece, queda prohibido. Lo mismo se ha de aplicar cuando
se monta la vid sobre una parte de un árbol silvestre.
4. Si uno monta la vid sobre una parte de un árbol que produce fruto, está
permitido sembrar semilla debajo de la otra parte. Si la nueva cepa crece, se la
hace volver. Ocurrió una vez que R. Yehosúa vino junto a R. Ismael a Pueblo
Fue1ie50 y éste le mostró una viña que había sido montada sobre la parte de una
higuera. Le preguntó: ¿Puedo sembrar semilla debajo de la parte restante? Le
respondió: Está permitido. Lo llevó de allí a Bet Ha-Maganyá y le mostró otra
vid que había sido montada sobre parte de las ramas y del tronco de un sicómo-
ro que tenía muchas ramas. Le dijo: Debajo de esta rama está prohibido, pero
debajo de las otras está permitido.
5. ¿Qué se entiende por árbol silvestre? Todo aquel que no da frutos (co-
mestibles). R. Meír, en cambio, dice que todos, menos el olívo y la híguera,
son árboles silvestres 51 • R. Yosé afuma: Todo árbol, de cuya especie no está
plantado el campo entero, es para los efectos árbol silvestre.
6. Una viña con empalizada ha de disponer de ocho codos y un poco más.
Todas las demás medidas que han establecido los sabios respecto a la viña no
tienen que tener un poco más, a excepción tan sólo de la viña con empalizada.
Estas son las partes de la viña con empalizada: si una viña con empalizada ha
sido devastada en el centro quedando en un lado cinco cepas y otras cinco en el
otro, sí hay allí ocho codos de espacio libre no se puede sembrar en él, pero, si
hay más de ocho codos, se le deja un espacio para su cultivo y se puede sem-
brar el resto.
7. Si una viña con empalizada sale de un muro desde un ángulo y allí aca-
ba, se le deja un espacio libre para su cultivo y se puede sembrar el resto. R.
Yosé enseña: Si no hay cuatro codos de espacio libre, no se puede sembrar.
8. Sí las cañas de la viña con empalizada crecen fuera y se las quiere dejar
sin cortar, está permitido (sembrar) frente a ellas. Pero, si fueron puestas para
montar sobre ellas a la nueva vid, está prohibido.
9. Si un sarmiento de la viña con empalizada crece fuera, se puede consi-
derar como que una plomada pendiera de él y está prohibido (sembrar) directa-
mente bajo él. Lo mismo vale para una cepa. Si uno extíende el ramaje 52 entre
árbol y árbol, queda prohibido (sembrar) debajo. Pero, si lo ha sujetado con
una cuerda o con hierbas, está permitido (sembrar} debajo de la ligadura. Sin
embargo, sí se hlzo con el objetivo de que la nueva cepa pudiera montar por
encima, está prohibido.
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
dice: Todos los vástagos de una yegua, aunque su padre haya sido un asno, pue-
den (uncirse) uno con otro; asimismo, los vástagos de una burra pueden también
( ncirse) uno con otro a pesar de que su padre haya sido un caballo. Pero está
~ohibido (uncir) los vástagos de yegua con los vástagos de burra67 .
p 5. En cuanto a los mulos 68 , está prohibido (uncirlos), pero los engendrados
por caballo están permitidos. Los hombres sal:'ajes69 se consideran _como _bes-
tias. R. Yosé dice: (Cuando mueren) producen impureza en un espac10 cub1erto
como el cadáver de un hombre. El puercoespín y la ma1ta se consideran como
bestias. Respecto a la marta, según R. Yosé la escuela de Samay afirma que se
adquiere impureza transportando (de su cadáver) un trozo del tamaño de una
aceituna o tocándole aunque sólo sea un trocito como una lenteja grande.
6. El buey salvaje es de la especie del ganado. R. Yosé afirma, por el con-
trario, que es de la especie de las bestias. El perro es de la especie de las bestias.
R. Meír, en cambio, afimm que es de la especie de ganado. El cerdo es de la
especie de ganado (animal doméstico). El asno salvaje es de la especie de las
bestias. El elefante y el mono son de las especies de las bestias. El hombre
puede con todas ellas arrastrar objetos, arar y conducirlas.
CAPÍTULO 9
71. Llevándola sobre los hombros, aunque haya tejidos de especies diversas.
72. Pues seria como usarla de vestido.
73. Colocando el paño sobre las rodillas.
74, Significado poco claro. Algunos lo entienden como especies de cobertores de cama.
75. Dt 22, 11.
76. Mezclado con W1a especie diversa.
77. Porque tienen que enlazar&e con el tejido de lino.
78. Para sujetar una canúsa.
79. Por el ojal de la camisa.
80. No se hace culpable.
EL AÑO SABÁTICO
(shebiit)
Ex 23, ¡ 0-11 recoge las leyes sobre el año séptimo: «Sembrarás tu tierra seis años; al
séptimo la dejarás descansar, q~e comnn los pobres ~e tu pu~blo y lo que quede lo coman
las bestias del campo. Eso haras tambJén con las vinas y olivares»; Lv 25, ls: « ... pero
el séptimo año será un sábado de descanso para la tierra, sábado en honor del Señor. Ni
sembrarás en él tu campo, ni podarás tu viña, ni recogerás lo que dieren; ni el trigo que dé
tu campo ni las uvas que dé tu viña las vendimiarás; será para la tierra afio de descanso.
Lo que la tierra diere de sí os servirá de comida a ti, a tu siervo y a tu sierva, a tu jornalero
y al extranjero que habita contigo, a tus bestias y a los animales de tu tierra; todo su pro-
ducto os servirá de alimento»; y Dt 15, Is: «Cada séptimo afio harás la remisión. He aquí
cómo has de hacer la remisión: Todo acreedor que haya prestado condonará al deudor lo
prestado; no lo exigirá ya más a su próJimo, una vez publicada la remisión del Señor».
EJ presente tratado desarrolla toda la normativa rabínica acerca del trabajo del cam-
po, de los productos, de las transacciones durante el año séptimo y de la remisión de
las deudas. ~Cuál sería el fin último de la institución del año sabático? Mostrar que el
poseedor último de todas las cosas es Dios y que todos los hombres son iguales ante Él.
El tratado contiene diez capítulos:
Cap. 1: Hasta cuándo se pueden trabajar los campos con árboles en la vigila del año
sabático.
Cap. 2: En campos de trigo, en semilleros de pepinos y calabazas, trabajos pemliti-
dos en año sexto y sus plazos, frutos permitidos en años séptimo.
Cap. 3: Casuística en torno a trabajos prohibidos o permitidos en el año sabático
(abonar, explotación de canteras, remoción de piedras, construccióD de muros, excava-
ción de fuentes, pozos ... ).
Cap. 4: Continúa, en parte, el argumento nnterior, campos cultivados en el año sép-
timo por un gentil, cuándo se pueden comer los frutos del año séptimo en el campo y
cuándo se pueden llevar a casa.
Cap. 5: Cuándo tiene lugar el año sabático de algunos frutos, norn1as sobre 1.a serpen-
taria, prestación o venta de utensilios durante el año séptimo.
Cap. 6: Zonas donde está vigente la ley del año sabático, normativa sobre algunos
frutos que crecieron espontáneamente durante el año séptimo, normas sobre compra y
venta de frutos en el año siguiente al séptimo, exportación.
Cap. 7: Qué frutos están Sll_Íetos a la ley del año séptimo.
Cap. 8: Usos que se han de dar a los productos del año sabático, prohibición de hacer
cualquier transacción con productos del afio sabático, la recolección no puede hacerse
de la manera usual.
Cap. 9: Qué plantas pueden ser compradas en el año séptimo; alejamiento de los
productos del año séptimo, zonas y tiempos.
Cap. 1 O: Remisión de las deudas en el año séptimo, el pros bol, la conveniencia del
pago a pesar de la remisión.
Shebi 1, 1-6 Orden primero: Semillas - zeraín 76
CAPÍTULO 1
CAPITULO 2
l. ¿Hasta cuándo puede ararse un campo blanco 10 en la vigilia del año sabá-
tico? Hasta que se acaba la humedad (de la tierra), o sea, durante el tiempo en
que La gente ara para plantar senúlleros de pepinos o calabazas. R. Simeón dice:
Esto significaría que pondóa la ley en manos de cada cual 11 • Es mejor (arar) un
campo blanco hasta Pascua y un campo de árboles hasta la fiesta de las Semanas.
2. Se pueden abonar o cavar los semilleros de pepinos o calabazas hasta
año nuevo. Igualmente los campos de regadío 12 . Se pueden cortar las protu-
berancias de los árboles, arrancar las hojas secas, cubrir las raíces con tierra,
fumigar los árboles 13 hasta año nuevo. R. Simeón ensefia: También se puede
quitar la hoja de la viña durante el año sabático.
3. Se pueden quitar las piedras del campo hasta año nuevo. Se pueden po-
dar las ramas secas, cortar las ramas verdes de los árboles y arrancar las no
servibles hasta año nuevo. R. Yehosúa enseña: Tal como se verifica el corte y
la poda en el quinto año 14 se realiza en el sexto. R. Simeón dice: En tanto puedo
cultivar el árbol puedo podarle las ramas no servibles.
4. Se puede untar a los árboles jóvenes con aceite 15 , atarlos 16, apuntarlos,
protegerlos con un toldo o regarlos hasta año nuevo. R. Elíezer bar Sadoq dice
que también se pueden regar las ramas dtu·ante el afio sabático, mas no las raíces.
5. Hasta año nuevo se pueden untar los higos verdes 17 y agujerearlos 18 • Los
higos verdes del sexto año que se conservan hasta entrado el afio sabático o los
del año sabático que se conservan basta después de haber terminado el mismo,
CAPÍTULO 3
19. Alude a Jugos inmaduros del afio séptimo que aún se conservan en el árbol en el oc--
tavo. Los frutos del año séptimo no podían ser comidos hasta el 15 de Shebat (enero-febrero).
20. Por haber echado raíces en el año sexto.
21. En los años sexto y séptimo.
22. Durante el año séptimo se amontonaba en un lugar y luego se esparcía en el campo.
23. Algunos textos leen: «Una vez que los transgresores cesan de cometer la transgre-
sió1m, es decir, después de que los infractores del año sabáctico cesal'I..
El año sabático - shebiit Shebi 3, 2-7
79
2. i.,Cuánto estiércol se puede llevar? Hasta tres montones por cada espacio
de una seá, diez cestos por cada montón, un letek24 por cada cesto. Se puede
aumentar (el número) de cestos, mas no el de los montones de estiércol. R. Si-
rneón', sin embargo, sostiene que (se puede aumentar también el número) de los
montones de estiércol.
3. Cual quiera puede poner en su campo tres montones de estiércol en cada
espacio de teneno de una seá. Según la opinión de R. Si meón están permitidos
más de esos, mientras que los sabios lo prohíben a no ser que los hundan tres
(palmos) o los suban tres (palmos) más (sobre el nivel del terreno) 25 • En todo
caso se pennite el amontonamiento del estiércol. R. Meír lo prohíbe en tanto no
se hunda en una profundidad de tres (palmos respecto al terreno) o no lo alce a
una altura de tres (palmos sobre el nivel del suelo). Si se dispone de poco (es-
tiércol), se va h·ayendo progresivamente. R. Eleazar ben Azarías afirma: Está
prohibido en tanto no se hunda en una profundidad de tres (palmos), o se eleve
a una altura de tres (palmos), o se coloque sobre una roca.
4. Si uno quiere habilitar el campo para el ganado, puede hacer un redil en
un campo de dos seás de extensión26 • Luego arranca tres lados dejando el de
en medio27 • Así se puede alojar el ganado en un espacio de cuatro seás. Rabán
Simeón ben Gamaliel afirma: En un espacio de ocho seás. Si el campo es sólo
de cuatro seás de extensión, se deja libre una pequeña parte a causa de la apa-
riencia28. Se puede llevar (el estiércol) desde el redil y ponerlo en el campo al
estilo de los que llevan el estiércol29•
5. Nadie puede abrir en su campo por vez primera una cantera (durante el
año sabático), a no ser que haya ya tres filones, cada uno de tres (palmos de
largo) por tres (de ancho) y otros tres de alto, en total veintisiete piedras 30 •
6. Si en un muro hay díez piedras, cada una de ellas del peso que pueden
llevar dos hombres, pueden ser removidas. La altura del muro debe ser de
diez palmos. Si es menos de eso, se considera como una cantera y se puede
desmoronar hasta una altura menor a la de un palmo sobre el terreno. ¿Cuán-
do se aplica esto? Cuando está dentro de su campo. Pero si está en el campo
del vecino, puede tomar lo que quiera. ¿Cuándo se aplica esto? Cuando no se
comenzó en el año sexto, pero si comenzó en el año sexto, se pueden remover
tantas como quiera.
7. Las piedras que han sido removidas por el arado o que estaban cubiertas
y han quedado al descubierto, pueden ser removidas en caso de que entre ellas
a. R. Simeón: R. Yehudá
24. Quince seás.
25. Así se muestra que estáo allí como lugar de almacenaje del estiércol, no como abono.
26. No está permitido si la intención del propietario es abonar de ese modo el campo .
. , 27. C~iando el redil, o sea, el espacio del campo cercado para el ganado. está lleno de es-
t,ercol, quita tres de los lados del cerco y deja otro con el que forma a continuación otro redil.
28. Por evitar la impresión de que se quiera abonar el campo.
29. O sea, tres montones por cada seá.
30. Menos podría causar la impresión de que se trata de labrar el campo.
Shebi3, 8--4,2 Orden primero: Semillas - zerain 80
haya dos que sean del peso de carga de dos hombres. Si uno limpia su campo
de piedras, toma las de a1riba y deja las que están tocando tierra. Del mismo
modo, de un cúmulo de piedrecíllas o de un montón de piedras se pueden co-
ger las de arriba, pero no las que están en contacto con el terreno. Pero si hay
debajo de ellas una roca o paja, entonces se pueden remover".
8. En el año sexto no se pueden construir escaleras 32 en las entradas de los
valles después que han cesado las lluvias, puesto que sería prepararlos para el
año sabático. Pero en el año sabático sí se pueden construir después que han
cesado las lluvias, ya que sería como prepararlos para el año venidero. No se
pueden reforzar con tierra33 , aunque sí puede hacerse un dique34 • Toda piedra
que puede alcanzar y coger con la mano, la puede quitar.
9. Piedras que hay que cargar en las espaldas se pueden trasladar desde cual-
quier lugar. El constructor puede llevar también las piedras desde cualquier lu-
gar. Estas son las piedras de espaldas: todas aquellas que no se pueden coger con
una sola mano, según la opinión de R. Meír. R. Yosé dice: Piedras de espalda
son todas aquellas que, según su nombre, llevan dos o tres sobre las espaldas.
1O. Si uno construye un muro entre su propiedad y otra de dominio pú-
blico, puede profundizar hasta alcanzar la roca. ¿Qué hace con la tierra? La
amontona en el terreno de dominio público y luego la ordena. Tal es la opinión
de R. Yehosúa. R. Aquiba afirma: Del mismo modo que no se puede desorde-
nar nada en terreno de dominio público, tampoco se puede ordenar nada. ¿Qué
se hace con la tierra? La amontona sobre su propio terreno como hacen los
hombres que recogen estíércoP 5 • Del mismo modo se comporta el que excava
una fuente, o un pozo, o una cueva.
CAPÍTUL04
31. Porque no hay peligro de que se aparente que se pretende sembrar allí.
32. Se construían terrazas para acumular el agua.
33. Tierra o bao-o entre las piedras que bloquee la salida de agua.
34. Un muro de contención eventual, imperfecto, que no es considerado como un trabajo
propiamente dicho.
35. Formando tres montones.
36. Este trabajo podría causar la impresión de que uno esta limpiando su campo.
37. Los que en el propio campo recogían tanto las piezas grandes como las pequeñas.
38. Dmante el año séptimo.
El año sabático - shebiil Shebi 4, 3-7
81
redil, no se puede sembrar en él al fin del año sabático. En cuanto al campo bien
cultivado afinna la escuela de Samay que no pueden comerse sus frutos en el
año séptimo. La escuela de Hile!, en cambio, sostiene que sí pueden comerse.
La escuela de Samay enseña que no pueden comerse los frutos del año séptimo
corno un favor3 9 • La escuela de Hilel, en cambio, enseña que se pueden comer
tanto con acción de gracias como sin acción de gracias. R. Yehudá afirma: Las
opiniones son aquí contrarias, ya que la escuela de Samay adopta en esto la
posición más benévola, mientras que la escuela de Hilel adopta la más rigurosa.
3. Se puede recibir en arriendo un campo labrado de un gentil en el año
séptimo, pero no de un israelita. Está pennitido apoyar a un gentil durante el
año sabático 40 , pero no a un israelita. También se puede saludar (al gentil) por
razón de las buenas relaciones 41 •
4. Si uno quiere aligerar un poco los olivos•2, dice la escuela de Samay
que puede cortar, mientras que la escuela de Hile! afirma que puede arrancarlos
desde la raíz. Pero (ambas escuelas) están de acuerdo en que si lo que se intenta
es allanar el campo sólo se puede cortar. ¿Qué significa aligerar? (Cortar o
arrancar) uno o dos. Y ¿qué significa allanar? (Cortar, al menos), tres que están
uno al lado de otro. ¿Dónde se aplica esto? Al campo propio, pero en el del
vecino, incluso cuando se trata de allanar, se pueden arrancar desde la raíz.
5. Si uno corta ramas de un olivo, no puede recubrir la parte cortada con
tierra 43, aunque sí puede hacerlo con piedras o paja44 • Si uno corta ramas de un
sicómoro, no puede recubrir la parte cortada con tierra, aunque sí puede hacerlo
con piedras o paja. Los sicómoros jóvenes no pueden ser podados en el año sa-
bático, pues eso significa su cultivo. R. Yehudá enseña: Está prohibido según la
manera habitual, pero se puede dejar diez palmos de alto o cortar a ras de tierra.
6. Si uno corta las puntas de los sarmientos de la viña o corta cañas, según
R. Yosé el Galileo tiene que dejarles (al menos) un palmo 45 . R. Aquiba ense-
ña: Se puede cortar como es habitual con un hacha, o con una hoz, o con una
sierra, o con lo que se quiera. Si un árbol se ha desgajado, se le puede hacer
una atadura en el año sabático, no para que crezca, sino para que no continúe
(desgajándose más).
7. ¿A partir de qué momento se pueden comer los frutos en el año séptimo?
Los higos no maduros cuando comienzan a tomar color4 6. Se pueden comer
con pan en el campo. Cuando comienzan a madurar, se los puede llevar a casa.
Igualmente, en semejantes circunstancias, se ha de separar el diezmo en el resto
de los años de cada septenio.
39. Pues el huerto pertenece a todos. No es preciso, pues, dar gracias a un propietario.
40. Como deseándole que tenga una buena cosecha.
41. Incluso en los días festivos gentiles, que podría dar a entender que se muestra cierta
tolerancia hacia la idolatJ:ía.
42. Para favorecer su crecimiento.
43. Pues eso supondría mejorar el árbol.
44. Para impedir que se seque.
45. Sobre el terreno, de ese modo no se considera como trabajo de la tierra.
46. Los frutos han de ser comidos en el año séptimo cuando están maduros.
Sheb.i 4, 8-5, 4 Orden primero: Semillas - zerain 82
8. Cuando las uvas verdes comienzan a tener jugo, se pueden comer acom-
pañando al pedazo de pan en el campo. Si maduran, se las puede llevar a casa.
Igualmente, en semejantes circunstancias, se separa el diezmo en el resto de los
años del septenio.
9. Cuando los olivos dan un cuaiio de log por cada seá de terreno, se pueden
machacar (las aceírunas) y comerlas en el campo. Si dan medio log, se pueden
triturar y usarlas en el campo para engrasar. Si dan un tercio (de la producción),
se pueden machacar en el campo y llevar a casa (el aceite). Igualmente, en seme-
jantes circunstancias, en el resto de los años del ciclo sabático, se está obligado
a separar el diezmo. Sobre los demás frutos de árbol, su tiempo de degustación
en el año séptimo se corresponde con el tiempo de la separación del diezmo.
10. ¿A partir de qué momento no se pueden podar los árboles en el año
séptimo? La escuela de Samay dice: (No se puede cortar) ningún árbol después
de que comienza a germinar. La escuela de Hile! afüma: Los algarrobos, des-
pués de que sus ramas comienzan a entrelazarse; las cepas, después de que los
racimos van formando granos; los olivos, después de que echan flor; el resto de
los árboles, después de que germinan. Pero todo árbol, cuando llega el tiempo
de los diezmos, puede ser coitado. ¿Cuánto debe producir un olivo para que
no esté permitida su poda? Un cuarto (de kab). R. Símeón ben Gama\iel dice:
Todo depende de la naturaleza del olivo.
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
1. En relación con el año sabático hay que distinguir tres zonas: toda la zona
que ocuparon los emigrantes de Babílonía56 en Israel hasta Kezib57, allí no se
puede comer (el fruto del año séptimo) ni cultivar la tierra (durante ese año); la
zona ocupada por los emigrantes de Egipto desde Kezib hasta el río58 y Amaná59 ,
en ella se puede comer (el fruto), pero no cultivar la tierra; la zona desde el río y
Amaná hacia el interior, en ella se puede comer y cultivar la tierra60.
2. En Siria se puede trabajar en los productos ya arrancados del suelo, pero
no en los que todavía están unidos a la tierra. Se puede majar, aventar el grano,
pisotear la uva, hacer gavillas, pero no se puede segar, ni recoger la cosecha,
ni varear los olivos. R. Aquiba estableció una norma general: Todo lo que está
permitido hacer en Israel está permitido hacerlo en Siria.
3. Si ha caído lluvia sobre las cebollas y han germinado, si sus hojas se han
puesto negras61 , están prohibidas; pero si están amarillentas, están permitidas.
R. Jananías benAntígonos dice: Si se pueden arrancar del suelo con sus hojas,
están prohibidas; pero en el año siguiente al séptimo, están permitidas.
4. ¿A partir de qué momento está pemlitido comprar verduras al término
del año sabático? Tan pronto como maduren de nuevo. Cuando la nueva cose•
cha ha madurado está permitida la vieja. Rabí ha declarado permitido incluso
el vender verduras inmediatamente después de terminar el año séptimo.
5. El aceite que ha de ser quemadoó 2 y los frutos del año séptimo no se
pueden sacar del país hacia el extranjero. R. Simeón dice: Oí explicitamente
que se pueden sacar para Siria, pero no para el extranjero propiamente dicho63 .
6. La ofrenda no se puede traer desde el extranjero a Israel 64 • R. Simeón
dice: He oído decir expresamente que puede se traer desde Siria, pero no desde
fuera de Israel.
CAPÍTULO 7
añil y de falso azafrán. Todos ellos están sometidos a la ley del año séptimo, lo
·smo que el dinero obtenido en su venta. Están sujetos también a la ley del
:jamiento, lo mismo que el dinero obtenido en su venta.
2. Se estableció todavía otra norma general: Todo lo que' no es comestible
ara el hombre o para el ganado, lo queb no es especie de los tintoreros y lo que
~e conserva en tien-a, quedan sujetas a la ley del año séptimo, como asimismo
el dinero obtenido en su venta. Pero no están sujetas a la ley del alejamiento,
como tampoco el dinero obtenido de su venta. ¿Cuáles son? Las raíces de la
serpentaria silvestre, las raíces de la planta de la menta, la lengua de ciervo, el
asfodelo y el espicanardo. ¿Especies de los tintoreros? La rubia de los tinto-
reros y la reseda. Todas ellas están sujetas a la ley del año séptimo, lo mismo
que el dinero obtenido en su venta. Pero no están sometidas a la ley del aleja-
miento, como tampoco el dinero obtenido en su venta. R. Meír dice: El dinero
obtenido en su venta queda sujeto a la ley del alejamiento hasta año nuevo. Le
replicaron: Sí la ley del alejamiento no se aplica a las plantas, con menos razón
se ha de aplicar al dinero obtenido en su venta.
3. La cáscara de granada y su flor, las cáscaras de nueces y las pepitas están
sujetas a la ley del año séptimo, lo mismo que el dinero obtenido en su venta. El
tintorero puede teñir para él, pero no mediante pago de jornal, ya que está pro-
hibido hacer negocio con los frutos del año séptimo; tampoco con los animales
primogénitos, ni con los frutos de ofrenda, ni con carroña, ni con animales des-
pedazados, ni con animales impuros, ni con reptiles. Tampoco se puede recoger
legumbres del campo y venderlas en el mercado, aunque uno puede recogerlas
y venderlas su hijo por él68 . Sí uno las ha recogido para sí y le sobran, puede
venderlas.
4. Si uno ha comprado un animal primogénito69 para el banquete de boda
de su hijo o para la fiesta y resulta que luego no lo necesita, puede vender-
lo70. Los cazadores y los pescadores que apresan eventualmente especies im-
puras, pueden venderlas. R. Yehudá afinna: También el que accidentalmente
se encontrara en el camino (con algunas de esas especies). puede prenderlas y
venderlas con tal que no sea ése su oficio. Los sabios, en cambio, lo declaran
prohibido.
5. Las ramas de serbal y algarrobo están sujetas a la ley del año séptimo,
como asimismo el dinero obtenido con su venta. Están sujetas también a la ley
del alejamiento, como asimismo el dinero obtenido en su venta. Las ramas de
encina, de terebinto y de espino están sujetas a la ley del año séptimo, como
asinúsmo el dinero obtenido en su venta; pero no están sujetas a la ley del ale-
jamiento, como tampoco el dinero obtenido en su venta. Las hojas, en cambio,
están sujetas a la ley del alejamiento, porque caen de sus ramas.
6. Tanto las rosas como el ciprés, el bálsamo y el loto están sujetos a la ley
del año séptimo, así como todo el dinero que se obtenga por su venta. Enseña
R. Simeón: El bálsamo no está sujeto a la ley del año séptimo, debido a que no
es un fruto.
7. Si una rosa nueva se pone en conserva con aceite viejo 71 , se puede re-
tirar la rosa 72 • Si se trata de una rosa antigua en aceite nuevo, queda u • o obli-
gado a aplicar la ley del alejamiento. Si se han puesto en conserva algarrobas
frescas en vino añejo, o viejas en vino nuevo, quedan sujetas a la ley del ale-
jamiento. Ésta es la norma general: Si una cosa da a otra su sabor, siendo de
especie diferente, quedan ambas sujetas a la ley <lel alejamiento; si son de la
misma especie, cualquiera que sea su cantidad. Un fruto del año séptimo, en
cualquier cantidad que sea, convierte en prohibido a otro de su misma especie
(que se mezcle con él), y aunque no sea de la misma especie, cuando le comu-
nica su sabor.
CAPÍTULO 8
71. Una rosa del año séptimo con aceite del año sex.to.
72. Para utilizarla.
73. No se puede emplear con fines medicinales. Se acostumbraba a masticar lTigo o un
higo y colocarlo sobre la herida.
74. El fundamento de esta norma se encuentra en Lv 25, 6: «Lo que la tierra diere de sí
os servirá de comida ... ».
75. Lv 25, 7.
76. En el momento de su recolección.
77. Es decir, destinados para comida, bebida o unción.
78. Sólo el óleo impuro de ofrenda y sólo e! óleo puro del segundo diezmo pueden ser
quemados. El del año séptimo puede ser puro u impuro.
El año sabático - shebitt Shebi 8, 3-8
87
3. Los frutos del año séptimo no se pueden vender con medida ni con peso
ni con número; los higos no se pueden vender por número ni las legumbres por
19 La escuela de Samay dice: Tampoco por haces. La escuela de Hile!, en
peSo .
cambio, enseña: Lo que se habitúa a atar en casa se puede vender en haces en el
mercado, tal como, por ejemplo, los puerros y la flor de leche.
4. Si uno dice a un trabajador (en el año séptimo): «Aquí tienes un ísar;
recógeme para mí hoy algunas legumbres», el salario en ese caso está permiti-
do. (Si le dice:) 1<Recógeme hoy a cambio de él algunas legumbres>), su salario
en este caso no está pennitido 80 • Si uno toma del panadero una hogaza de un
pondio (y Je dice): _«~uan~o recoja l~gumbr~s del campo, te traeré algunas_», en
ese caso está permitido. S1 la toma sm especificar, no puede pagarle con dmero
obtenido con frutos del año séptimo, ya que no se puede pagar ninguna deuda
con dinero proveniente de la venta de frutos del año séptimo.
5. No se puede pagar con ello al perforador de pozos1· al propietario del ba-
1
,
9. Sí una piel 87 ha sido untada con aceite del año séptimo, dice R. Eliezer
que debe ser quemada. Los sabios, en cambio, sostienen que se debe consumir
un equivalente (a lo gastado). Se dijo delante de R. Aquiba que R. Eliezer
solía enseñar que si una piel era untada con aceite del año séptimo, debía ser
quemada. R. Aquiba les replicó: Callad, no os diré lo que R. Eliezer sostiene
a este respecto 88 •
1O. Dijeron todavía delante de él que R. Eliezer solía decir que quien come
pan de los samaritanos era como quien comía carne de cerdo. Les replicó: Ca-
llad, no os diré lo que a ese respecto dice R. Eliezer.
11. En baño calentado con tamo o con paja del año séptimo está pennitido
bañarse. Sin embargo, cualquiera que se tenga en consideración nunca se ba-
ñará allí 89 •
CAPÍTULO 9
87. U otro objeto. Se cita la piel por ser lo más habitualmente untado con aceite.
88. R. Aquíba fue discípulo de R. Eliezer. No quería manifestar la opinión del maestro
por considerarla demasiado indulgente.
89. En el baño se usan hierbas de combustión odoríticas que son comestibles y se apar-
tan así del uso que tienen para el año sabático.
90. Por ser productos silvestres, no custodiados.
91. Como alimento.
92. Debido a que no se suelen conservar.
93. No es planta que crezca espontáneamente en el campo.
94. Basándose en Lv 25, 7, se pensaba que en tanto el ganado hallaba pasto en el campo
se le podía dar de comer en casa de los mismos productos del año séptimo. Pero una vez ago-
tados los productos en el campo, había que deshacerse de los guardados en casa quemándo-
los, tirándolos al mar, consumiéndolos inmediatamente o dándolos. Este tiempo era diverso
según las zonas.
95. Perea.
El año sabático - shebiit Shebi 9, 3-7
89
a. R. Aquiba: R. Yehudá
la caída de las segundas lluvias. ¿Hasta cuándo pueden entrar los pobres en
los hue1ios?rn 6 Hasta que caigan las segundas lluvias. ¿Desde qué momento
se puede hacer uso o quemar el tamo y la paja del año séptimo? A partir de la
caída de las segundas lluvias.
8. Si uno tiene frutos del afio séptimo y llega el tiempo del alejamiento,
tíene que distribuirlos como alimento para tres comidas al máximo por per-
sonaio7. Los pobres pueden comer después que haya comenzado el tiempo del
alejamiento, pero no los ricos. Tal es la opinión de R. Yehudá. R. Yosé enseña:
Tanto el pobre como el rico pueden comer de ellos después de haber llegado el
tiempo del alejamiento.
9. Si uno posee frutos del año séptimo que le han tocado en herencia o que
le han sido donados, según R. Eliezer tiene que darlos a quienes puedan comer-
los 108. Pero los sabios enseñan: No hay que recompensar al pecador, sino que se
han de vender a los que puedan comerlos, y el dinero obtenido con la venta ha de
distribuirse entre toda persona. Si uno come de la pasta hecha con productos del
año séptimo sin que haya separado antes la masa de la ofrenda, es reo de mue11e.
CAPITULO 10
1. El año séptimo cancela todo préstamo 109, ya se haya hecho con docu-
mento110 o sin éL Pero no cancela la deuda debida al tendero, aunque, si la hízo
préstamo, también la cancela. R. Yehudá enseña: Sí son las primeras de todas,
se cancela. El salario de los obreros no queda cancelado, pero si se convirtió
en préstamo, sí queda cancelado. R. Yosé afirma: (Las deudas referidas a) todo
trabajo que se intenumpe con el año séptimo quedan canceladas; mas las de los
trabajos que no se interrumpen con el año séptimo no quedan canceladas.
2. Si uno mata una vaca y la distríbuye 111 en afio nuevo, si el mes es in-
tercalar112, quedan canceladas (las deudas contraídas por los compradores); de
lo contrario, no quedan canceladas. (Las mu Itas) del violador, del seductor 113 ,
del calunmiador114 y todos los actos del tribunal1 15 no caen bajo el efecto de \a
116. Dt 15, 9.
117. En este párrafo se hace referencia a una declaración que se realizaba delante del
tribunal, en virtud de la cual las deudas contraídas por préstamo no se remitían en el año
séptimo. Cf. Peá 3, 6.
118. Es decir, por préstamos que están garantizados por un bien inmueble.
119. El deudor que recibe el préstamo.
120. El prestamista.
121. Lo mismo que un terreno.
122. Dt 15, 2.
Shebi IO, 9 Orden primero.· Semillas • zeraín 92
123. Dt 19, 4.
OFRENDAS
(terumot)
CAPÍTULO 1
2. Un sordo que habla, pero no oye, no tiene que hacer la ofrenda; pero si
la hace, es válida. El sordo del que suelen hablar los sabíos en la may01ía de
los casos es aquel que ni oye ni puede hablar2.
3. En cuanto al menor al que todavía • o le han salido dos pelos 3, R. Yehudá
dice que su ofrenda es válida. R. Yosé enseña al respecto: Sí hace la ofrenda
antes de llegar a la edad de poder hacer votos4, su ofrenda no es válida; si es
después de la edad de poder emitir un voto, es válida.
4. No se puede hacer ofrenda de aceitunas en sustitución del aceite ni de
uvas en sustitución del vino. Pero si se hace, dice la escuela de Samay que es la
ofrenda del propio producto la que en ellas se computa5 • La escuela de Hile!,
en cambio, afim1a que su ofrenda no es válida.
5. No se puede hacer la ofrenda con frutos de la rebusca, o de la gavilla o
fruto olvidado, ni del rincón de tu campo, ni de lo que no tiene propiedad, ni del
primer diezmo del que fue separadoª su ofrenda6, ni del segundo diezmo o de lo
que fue consagrado y ha sido rescatadob 7 • (Tampoco se puede hace ofrenda de
fmtos) que están sujetos (a la ofrenda) en sustitución de otros que están exentos,
o, inversamente, de frutos exentos (de la ofrenda) por otros que si están sujetos.
(Tampoco se puede hacer ofrenda) de :frutos arrancados por frutos que todavía
están plantados o de frutos que están plantados en sustitución de otros que están
ya arrancados, nt de los que son nuevos 8 por los que son añejos9, ni de los que
son añejos por los que son nuevos, ni de los frutos del interior del país por los
frutos de fuera del país, ni asimismo de los frntos de fuera del país por los del
interior del país. En caso de que se ofrezcan, la ofrenda no es válida.
6. Cinco tipos de personas no deben ofrecer la ofrenda, aunque si la ofre-
cen se considera válida: el mudo, el borracho, el desnudo, el ciego 10 y el que ha
tenido una polución nocturna 11 • Pero sí hacen la ofrenda, se considera válida.
7. La ofrenda no se puede hacer con medida, peso o numeración 12 . Pero sí se
puede ofrecer algo que ha sido medido, pesado o numerado. No se puede hacer
la ofrenda en un cesto o en una caja que contienen medida, pero sí se puede ofre-
cer en ellos la mitad o el tercio. No se puede hacer la ofrenda (en un recipiente
que contenga) la mitad de una seá, ya que esa mitad es una medida determinada.
a. del que fue separado: del que no fue separado b. y ha sido rescatado: y no ha sido
rescatado
2. Sordomudo de nacimiento.
3. Los signos de la pubertad.
4. Doce años y un día en los muchachos y once años y un día en las muchachas.
5. Es decir. es la ofrenda debida a las aceitunas y uvas, teniendo que hacer luego la
ofrenda correspondiente al aceite y al vino.
6. La ofrenda menor que conespondia al levita.
7. Variante: «No ha sido rescatado».
8. Frutos del aiío ach1al.
9. Frutos del año anterior.
1O. El borracho y el ciego no están capacitados para buscar los mejores frutos que deben
formar parte de la ofrenda según Nm 18, 29.
ll. Lv 15, 16.
12. La cantidad de la ofrenda se da por aproximación, según la voluntad del donante.
Ofrendas - temmot Ter 1, 8-2, 3
95
CAPÍTULO 2
13. El tal israelita laico tiene que dar al sacerdote el valor de la ofrenda y además un
quinto de su valor total (cf. Lv 5, 16).
14. Ya que la segunda ofrenda ha sido impuesta como multa y no tiene la santidad de
la primera dispuesta por la Torá.
15. Lo que está prohibido.
Ter 2, 4-3, 1 Orden primero. Semillas - zeraín 96
CAPÍTUL03
16. Pues existe la sospecha de que no se intente observar la normativa de! año sabático.
17. La pequeña entera tiene más duración.
18. Porque es «mejor» que !a pequeña.
19. Porque las primeras son mejores,
20. Como pena por no haber comprobado el fruto.
21. Ya que vino y vinagre son dos especies diferentes.
Ofrendas - terumot Ter 3, 2-7
97
00 causa por sí misma que ( otro producto sobre el que cayera) se haga también
ofrenda y, (si es comída inadvertidamente por un laico), no queda obligado a la
ley del quinto (afiadido). Lo mísmo vale para la segunda 22 •
2. Si una de ellas cae sobre un producto profano, no lo sujeta a la ley de la
ofrenda, incluso cuando la segunda cae en otro lugar sobre producto común.
Pero si caen las dos en un mismo lugar, quedan sujetas a la ley de la ofrenda
(según la medida) de la más pequeña de entre ellas 23 .
3. Si dos asociados hacen la ofrenda uno tras otro, dice R. Aquiba: La
ofrenda de ambos es válida. Los sabios, en cambio, afimrnn que sólo la ofren-
da del primero es válida. R. Yosé afirma: Si el primero hizo la ofrenda según
la medida, la ofrenda del segundo no es válida; pero si el primero no hizo la
ofrenda según medida, la del segundo es válida.
4. ¿Cuándo se aplica esto? 24 Cuando no se ha dispuesto nada previamen-
te25_ Pero si uno dio pemtiso a su hijo o a su síen10 o a su sierva para que sepa-
rasen la ofrenda, en ese caso la ofrenda es válida. Si la anula y la anulación tie-
ne lugar antes de hacer la ofrenda, la ofrenda no es válida. Pero si la anulación
tiene lugar después de haber hecho la ofrenda, ésta es válida. Los operarios no
pueden recibir permiso para hacer la ofrenda, a excepción de los pisadores de
Ja uva, ya que éstos 26 hacen el lagar inmediatamente impuro.
5. Si uno dice: «La ofrenda de este montón de grano esté dentro del mis-
mo», o: «Su diezmo esté dentro del mismo», o: «La ofrenda del díezmo esté
dentro del mismo», según R. Simeón con esas palabras lo ha designado27 • Pero
los sabios dicen que (no lo designa) hasta que no diga: «En su parte norte», o:
«En su parte surn. R. Elíezer Jisma enseña: Sí uno dice: «La ofrenda de este
montón de grano sea (tomada) de él mismo para sí mismo», lo ha designado.
R. Eliezer ben Jacob afirma: Sí uno dice: «La décima parte de este diezmo se
convierta en la ofrenda del diezmo que le es debido», lo ha designado.
6. Si uno hace la ofrenda sacerdotal antes de haber entregado las primicias
o el primer diezmo antes de la ofrenda sacerdotal o el segundo diezmo antes del
primero, a pesar de quebrantar un precepto negativo, sus actos tienen validez, ya
que está escrito: No diferirás la ofi·enda de tu cosecha y de tu vino nuevo 28 •
7. ¿De dónde sabemos que las primicias preceden a la ofrenda sacerdo-
tal, siendo así que el uno es llamado ofrenda y principio, y el otro ofrenda y
princípío? 29 Las primicias preceden a todo, ya que son lo primero de todo. La
22. Como hay duda, se puede decir gue la ofrenda real fue la otra.
23. Si el producto profa110 es cien veces más que el producto de ofrenda, no prevalece
el carácter de ofrenda.
24. La sentencia de R. Aquiba.
25. Cuando cada uno de los asociados obró por su cuenta.
26. Los propietarios que son generalmente «gente inculta».
27. Y ha de apartar la ofrenda del diezmo del dicho montón.
28. Ex 22, 28, enseñando que no se puede variar el orden de las entregas.
29. Las primicias son llamadas ofrendas en Dt 12, 6 («ofrenda de vuestras manos))) y
principio (,do primero de las primicias de tu campo», Ex 23, 19). La ofrenda es llamada ofrenda
(«la observancia de mis ofrendas)), Nm 18, 8) y princ.ipio («lo primero de tu trigo>>, Dt 18, 4).
Ter 3, 8-4, 3 Orden primero Semillas - zerain 98
C.'\PiTULO 4
1. Si uno separa sólo una parte de la ofrenda o de los diezmos, puede sacar
de aquel (mismo montón) la parte de la ofrenda que resta (para cumplir) con la
misma, pero no puede tomarla de otro lugar. R. Meír afitma: También puede
tomar de otro lugar la ofrenda y los diezmos.
2. Si uno tiene sus frutos en la despensa y dio de ellos (la cantidad de) una
seá3° a un levita 31 y otra a un pobre32 , pueden separar ocho seás y comer de
ellos, Ésta es la opínión de R. Mefr. Los sabios, en cambio, dicen: No puede
separarlos si no es conforme a una cuenta exacta.
3. Medida de la ofrenda: una persona generosa da uno por cuarenta. La
escuela de Samay enseña: Uno por treinta. La persona media da el uno por ci.n-
cuenta. La poco generosa, el uno por sesenta. Si uno hace la ofrenda y resulta
que fue el uno por sesenta, la ofrenda es válida y no necesita volverla a hacer.
Si de nuevo ha añadido algo, está obligado al diezmo 34 • Si resulta que fue el
uno por sesenta y uno, la ofrenda es válida, pero tiene que volver a repetirla
tal y como está acostumbrado y esto puede hacerlo conforme a medida, peso
y número. R. Yehudá dice: (Puede hacerlo) incluso de productos que no están
cercanos los unos a los otros.
CAPÍTULO 5
la masa de modo que en ningún lugar quede junta la cantidad como del tamaño
de un huevo.
3. Sí una seá de ofrenda pura cae dentro de cien seás de productos impuros
de uso común, queda neutralizada y se ha de comer en forma de pan seco o
rano tostado o se amasa en jugo de frutas o se reparte en la masa de modo que
!n ninguna parte baya junto más de la cantidad como la de un huevo.
4. Si una seá de ofrenda impura cae dentro de cien seás de ofrenda pura, la
escuela de Samay prohíbe ( su uso), mientras que la escuela de Hile! lo penníte.
La escuela de Hile! dijo a la escuela de Samay: Sí la ofrenda pura está prohi-
bida a Jos extraños48 y la impura a los sacerdotes, resulta que si la pura queda
neutralizada la impura también queda neutralizada. La escuela de Samay le
replicó: No, de ninguna manera; sí el producto de uso común, al que se aplica
la norma más benévola, ya que está permitido a los laicos, puede neutralizar a
lo que es puro 49, la ofrenda, a la que se aplica la norma más severa y que está
prohibida a los laicos, ¿no neutralizará a lo que es impuro? Después que (la
escuela de Hilel) aceptó (la opinión de la escuela de Samay), dijo R. Eliezer:
Se debe separar la ofrenda y quemarla. Pero los sabios enseñan: Queda perdida
a causa de su poca cuantía.
5. Si una seá de ofrenda cae dentro de cien (de uso común) y alzándola cae
de nuevo en otro lugar, R. Eliezer dice; Lo convierte en producto sujeto a la
ley de la ofrenda como si fuera una verdadera ofrenda. Los sabios, en cambio,
dicen: Lo convierte en producto sujeto a la ley de la ofrenda sólo en la propor-
ción (de la cantidad caída)'º.
6. Si una seá (de ofrenda) cae dentro de una cantidad menor a cien seás (de
producto profano) y se convierte el todo en producto equiparable a la ofrenda
y Juego cae parte del producto convertido en equiparable a la ofrenda en otro
lugar, R. Eliezer dice: Lo convierte en ofrenda como si se tratase de una ver-
dadera ofrenda. Los sabios, en cambio, dicen: Lo convertido en equiparable a
ofrenda no lo convierte a su vez en producto equiparable a ofrenda sino sólo
según una justa proporción. De igual modo la masa fetmentada (con ofren-
da) que se mezcla con otra masa fermentada (de productos comunes) la hace
( ofrenda) según la proporción. Asimismo, el agua que es sacada artificialmente
no hace inválida la piscina a no ser según la proporción.
7. Si una seá de ofrenda cayó dentro de cien y, al recogerla, se cae de nuevo
dentro de otro producto, y, si al recogerla otra vez, cae una vez más dentro de
otro producto, (ese producto) está pem1itido en tanto que la ofrenda no supere
al producto de uso común.
8. Si una seá de ofrenda cae dentro de cien (de producto común) y no se
tiene ocasión de recogerla hasta que cae otra, en este caso quedan prohibidos.
R. Simeón, en cambio, los declara permitidos.
CAPÍTULO 6
51. Lv 22, 1.4. El quinto es el cuarto del valor de !a ofrenda. Así, si la ofrenda valía un
dinar, ba de pagar un dinar y cuarto.
52. Si comió la ofrenda y pagó su valor más el quinto añadido y luego comió de nuevo
este quinto, ha de sustituir el quinto añadiéndole otro quinto.
53. Que, como tal, pertenece, al sacerdote.
54. De los que ya se separó el diezmo.
55. Por ser una disposición de la Torá.
56. Ex 22, 3.
57. Destinada por el sacerdote para mejoras en el Templo.
Ofrendas - ierumot Ter 6, 5-7, 3
103
CAPÍTULO 7
a. del que se apartó: del que no se apartó b. que ha sido rescatado.· que no ha sido
rescatado
58. Lv 22, 14.
59. Sin haber sido amonestado pre.viamente, porque, en tal caso, recibe los treinta y
nueve azotes y no tiene que restituir nada.
60. No deviene ofrenda.
61. Porque todavía tiene una vinculación con la clase sacerdotal.
62. Como un bastardo, etc. Cf. Qid 4, lss.
63. Se la c.onsidera alejada de la clase sacerdotal.
Ter 7, 4--8, 1 Orden primero: Semillas - zerain 104
CAPÍTULOS
64. Porque se puede suponer que cayó la que contenía producto de uso profano.
65. Si uno siembra inadvertidamente semilla de ofrenda tiene que levantar lo sembra-
do. En este caso existe la presunción de que sembró semilla «profana».
66. Mujer de un sacerdote y facultada por ello para comer de !a ofrenda.
67. Esclavo de un sacerdote.
]05 Ofrendas - 1erumot Ter 8, 2-7
68. Los que se encuentran en las situaciones señaladas no pueden comer de la ofrenda.
69. Entrando en el patio, quedan los frutos sujetos al diezmo.
70. Incluso tampoco en el huerto, en tanto no separe el diezmo.
71. Dentro del sábado está prohibido separar el diezmo (Shab 2, 7).
72. Transcurrido el sábado puede completar su consumición.
73. Por temor de que haya sido bebido por una serpiente y haya dejado err él su veneno.
74. Por no ser apetecibles a la serpiente.
75. Para ser utilizada como bebida.
76. Está prohibida.
Ter 8, 8-9, 2 Ot'de11 pt'imero: Semillas - zeraín 106
CAPÍTULO 9
3. Están sujetos además a la ley del diezmo y del diezmo de los pobres.
Tanto los israelitas pobres como los sacerdotes pobres pueden aceptarlo 82 •
únicamente que los israelitas pobres tienen que vender lo suyo a los sacer-
dotes al precio de la ofrenda, pero el dinero les pertenece a ellos. El que trilla
con mayal es digno de alabanza. El que trilla sirviéndose de una bestia (¿cómo
debe hacerlo?). Cuelga cestos del pescuezo de la bestia y pone en ellos (pienso)
de aquella misma especie; de ese modo resulta que no pone bozal a la bestia y
no le da de comer del fruto de la ofrenda.
4. Lo que crece de semílla de ofrenda es también ofrenda, pero lo que crece
indirectamente de lo ya genninado es producto de uso común. (Lo que crece)
de productos de los que no se apartó el diezmo o del primer diezmo o de lo
que germina espontáneamente en el año séptimo, o de productos de ofrenda
de fuera del país o de producto común mezclado con otro de ofrenda, o de las
primicias, es fruto de uso común. Lo que crece de un producto consagrado y
del segundo diezmo es de uso común, pero se ha de rescatar (según el valor que
tenía) en el tiempo de su siembra83 .
5. Si hay cien terracillas en el huerto con productos de ofrenda y una con
productos de uso común 84, todas están permitidas cuando se trata de una semi-
lla que perece. Pero si es una semilla que no perece, aunque sean cien terraci-
llas de productos de uso común y una de ofrenda, todas están prohibidas.
6. Lo que crece de un producto del que no se separó el diezmo está per-
mitido cuando se trata de una semilla que perece, pero si se trata de una semi-
lla que 110 perece, incluso lo que crece de sus brotes, está prohibido. ¿Cuál es
el producto cuya semilla no perece? Tal como la serpentaria, el ajo, la cebolla.
R. Yehudá afim1a: El ajo es como la cebada85.
7. Si uno escarda puerros en el campo de un gentil, puede comer eventual-
mente de ellos a pesar de que no haya sido separado el diezmo de sus produc-
tos. Si plantas de ofrenda que han contraído impureza se planta de nuevo, se
hacen puras en cuanto que no transmiten impureza, pero queda prohibida su
comida hasta que no se corte la parte comestible86 . R. Yehudá dice: Hasta que
se corte lo que crece por segunda vez.
CAPÍTULO 10
11. R. Yosé dice: Todo lo que está cocido con espinacas está prohibido,
debido a que éstas comunican el sabor. R. Símeón afirma: La coliflor de un
terreno de regadío con la coliflor de un terreno de secano está prohibida, ya
que una absorbe (el jugo de la otra). R. Yehudá' díce: Todo lo que est<i cocido
conjuntamente está permitido, excepción hecha si están con carne. R. Yojanán
ben Nurí dice: El hígado hace a las demás cosas prohibidas, pero no se hace a
sí mismo prohibido, ya que libera jugo, pero no lo absorbe.
12. Si un huevo está cocido con especias prohibídas, no está pem1itido.
Incluso la yema del huevo está prohibida, porque es absorbente. El agua de la
cocción y el agua de la conserva de productos de ofrenda están prohibidas a
todos los no sacerdotes.
C.A.Plnr:LO 11
a. R. Yehudá: R. Aquiba
92. Preparado con agua y miel..
93. Cf. Lv 11, 34.38.
94. Agua, rocío, vino, aceite, miel, leche, sangre.
95. Maksh 6, 4.
96. Bik 1, 3.
Ter 11, 4-IO Orden primero: Semillas - zeraí11 IlO
4. Los pedunculos de los higos frescos, de los higos secos, de las bellotas
y de las algarrobas de ofrenda están prohibidos a los no sacerdotes.
5. Las pepitas de los frutos de ofrenda están prohibidas en tanto sean re-
cogidas (por el sacerdote), pero si éste las arroja, están permitidas. Del mismo
modo, los huesos de los anímales sacrificados están prohibidos en tanto sean
reservados para sí por el sacerdote, pero si éste los tira, están permitidos. El
salvado burdo está permitido. El salvado fino de (trigo) nuevo está prohibido,
pero el de trigo viejo está permitido. Por lo demás, con la ofrenda hay que
comportarse de la misma manera que se hace con los productos de uso común.
Si uno prepara harina fina, como un kab o dos kab de una seá, no dejará co-
rromper el resto, sino que lo colocará en un lugar retirado.
6. Si uno desaloja trigo de ofrenda de un granero, no está obligado a sen-
tarse e ir recogiendo los granos uno por uno, sino que lo limpia como de cos-
tumbre y puede meter luego en él grano de uso común.
7. Igualmente, cuando una jarra de aceite se derrama, no se está obligado a
sentarse y recogerlo con las manos, sino que se comporta uno del modo usual
(para recoger aceite) de uso común.
8. Si uno vacía (aceite)9 7 de un cántaro en otro y le gotean todavía tres
gotas, puede verter (en el vacío) aceite de uso común. Si inclina el cántaro y se
junta allí aceite, es ofrenda. ¿Cuánto debe haber allí de la ofrenda del diezmo
de productos de diezmo dudoso para que haya que traérselo al sacerdote? Una
octava parte del octavo (de un log).
9. (El sacerdote) puede dar de comer al ganado, a los animales y a las galli-
nas arveja de ofrenda. Si un israelita ha recibido en alquiler la vaca de un sacer-
dote, puede darle de comer la arveja de ofrenda. Pero si un sacerdote recibió en
alquiler la vaca de un israelita, a pesar de que esté obligado a su manutención,
no le puede dar de comer arveja de ofrenda. Si un israelita tiene la vaca de
un sacerdote (para cebarla), no le puede dar de comer arveja de ofrenda. Pero un
sacerdote que tiene la vaca de un israelita (para cebarla), sí que puede darle de
comer arveja de ofrenda. '
10. El aceite de combustión98 se puede encender en las sinagogas, en las
casas de esu1dio, en las entradas oscuras, junto a los enfermos con el penni-
so de un sacerdote. Si la hija de un israelita se ha casado con un sacerdote y
acostumbra a venir junto a su padre, éste puede encenderlo en su presencia. Se
puede encender también en una casa de fiesta, pero no en una casa de luto. Ésta
es la opinión de R. Yehudá. R. Yosé dice: En casa de luto, pero no en casa de
fiesta. R. Meír lo prohíbe en uno y otro caso. R. Simeón, en cambio, lo declara
permitido en ambos casos.
97. De ofrenda.
98. Aceite de ofrenda que ha de ser quemado por devenir impuro.
DIEZMOS
(maaserot)
Una vez que se apartaba y se entregaba al sacerdote la ofrenda (ten11na gedola) que,
según la disposición rabínica, debía de ser por término medio el uno por cincucuta de la
producción obtenida en el campo, del resto había que separar un diezmo que era desti-
uado a los levitas, llamado «primer diezmo)) o «diezmo de los levitas». Son diversos los
lugares del Pentateuco donde aparece esta obligación: «Toda décima de la tierra, tanto de
las semillas de la tierra como de los frutos de los árboles, es del Señor, es cosa consagrada
al Señor» (Lv 27, 30); \<Y doy como heredad a los hijos de Leví todos los diezmos, por el
servicio que prestan, por el servicio del Tabernáculo de la reunión» (Nm 18, 21).
Del diezmo, los levitas tenían que apartar a su vez otro diezmo, la llamada «ofrenda
del diezmo». Del primer diezmo hay que diferenciar e! segundo diezmo (Dt 14, 22-29),
que es el objeto del próximo tratado, y el diezmo de los pobres, que había que dar a los
pobres los años tercero y sexto del ciclo septena! (Dl 14, 28; 26, 12).
El tratado contiene cinco capítulos:
Cap. 1: Qué frutos están sujetos al diezmo, en qué momento ha de hacerse el diezmo.
Caps. 2-4: En qué casos pueden comerse frutos sin haber separado el diezmo.
Cap. 5: Aplicación del diezmo en casos de replantación, de venta, de aprovechamien-
to de subproductos; plantas libres del diezmo.
CAPITULO 1
1. Establecieron una norma general sobre los diezmos: Todo lo que es co-
mestible, lo que es guardado 1 y lo que crece de la tierra2 está sujeto al diezmo.
Todavía establecieron otra norma general: Todo aquello que en su comienzo
es comestible y en su terminación también es comestible, a pesar de que se le
conserve para que aumente la porción comestible, está sujeto al diezmo_, sea
grande o pequeño. Todo aquello que en su comienzo no es comestible, pero sí
en su tém1ino 3 , no está sujeto al diezmo en tanto no se haga comestible.
2. ¿A partir de qué momento quedan sujetos los frutos al diezmo? Los hi-
gos desde el momento en que comienzan a madurar; las uvas y los agraces
desde el momento en que comienzan a madurar; el zumaque y la mora desde
el momento en que se ponen rojos, lo mismo que todos los demás frutos que
adquieren color; las granadas después de que se ablandan; los dátiles, después
de que se expanden como si fueran masa fermentada; los melocotones, una vez
que muestran algo así como venas. R. Yehudá afinna: Las nueces y las almen-
dras, desde el momento en que se ha formado la cáscara.
3. Las algarrobas, luego que adquieren manchas; de igual modo, los frutos
de color oscuro, tan pronto como adquieren manchas. Peras, pyrus crustumi-
num4, nísperos, nísperos italianos, desde el momento en que calvean 5 ; igual-
mente todos los frutos de color blanquecino, tan pronto como calvean. El heno
griego, cuando es apto para ser sembrado; trigo y aceitunas, después de que
han alcanzado un tercio de su crecimiento.
4. Entre las hortalizas: los pepinos, las calabazas, las sandías, los melones,
las manzanas y los limones están sujetos al diezmo, los grandes y los pequeños.
R. Simeón declara exentos a los limones cuando éstos son pequeños. Cuando
uno está sujeto al diezmo de las almendras amargas queda exento en relación
con las dulces y si está sujeto al diezmo con las almendras dulces queda exento
en relación con las amargas.
5. ¿Cuál es el momento de la cosecha en relación con el diezmo? Los pe-
pinos y las calabazas, después de que pierden la pelusilla y, si no pierden la
pelusilla, después que se amontonan. Las sandías, también después de que les
cae la pelusilla y, sí esto no ocurre, luego que han sido extendidas. Las legum-
bres que se atan en fajos, después de ser atadas; si no se atan, luego que se ha
llenado el recipiente. Sí no se llena el recipiente, luego que se ha recogido lo
necesario. El cesto (de fruta), después de que ha sido cubie1to. Sí no se cubre,
después de que se ha llenado el recipiente. Si no se llena el recipiente, después
de haber recogido todo lo necesario. ¿Cuándo se aplica esto? Cuando se llevan
al mercado. Pero si se llevan a casa pueden comerse de modo eventual hasta
que se alcanza la casa.
6. Los granos secos de granada, las uvas pasas y las algaiTobas (están su-
jetos al diezmo) después de ser amontonados; las cebollas, después de ser pe-
ladas; si no son peladas, después de ser amontonadas. El trigo, después de
ser aventado; si no se avienta, después de ser amontonado. Las legumbres,
después de ser cribadas; sí no se criban, después de ser limpiadas. Aunque se
hayan limpiado se pueden coger los trozos y lo que ha quedado esparcido por
los lados y de lo que está mezclado con la paja y comerlos.
7. El vino, después de que espumea. Pero incluso después de haber espu-
mado se puede recolectar de la parte alta del lagar o del conducto de salida y
beber. El aceite, después de bajar a la cubeta. Pero incluso después de bajar se
puede tomar de la prensa, del que fluye entre las piedras o de entre los maderos
de la prensa y untar un dulce o un plato con él. Sin embargo, no se puede echar
(ese aceite) en una olla o en una tartera cuando están cociendo. R. Yehudá dice:
Puede ponerlo en todas partes, a excepción de donde hay vinagre o salmuera.
CAPITULO 2
l. Si uno 7 pasa por el mercado y grita: «Coged higos para vosotros», pue-
den comerlos y están exentos8 . Pero si se !levan a casa, hay que disponer de
ellos como si fueran productos de los que ciertamente no fue separado el diez-
mo. Si grita: <<Cogedlos y llevadlos a vuestras casas», no se pueden comer ni
eventualmente. Si se llevan a casa, hay que disponer de ellos como si fueran
productos dudosos respecto al diezmo.
2. Si están sentados a la puerta de la casa o en la tienda y dice: «Coged
higos»9, pueden comer de ellos y están exentos, pero el dueño de la casa o de
la tienda está obligado al diezmo. R. Yehudá declara a éste eximido, en tanto
no cambie la dirección del rostro o el lugar en el que se encuentra.
3. Quien trae frutos de Galilea a Judea o se acerca a Jerusalén, puede comer
de ellos 10 en tanto no alcance el lugar al que se encamina. De igual modo en
el camino de vuelta desde Judea. R. Meír afirma: En tanto no alcanza el lugar
donde ha de pasar el sábado. Los vendedores de especias que van por las ciu-
dades pueden comer de ellas en tanto no alcancen el lugar donde van a pasar la
noche. R. Yehudá dice que la primera casa (que encuentren) se considera para
los efectos su casa.
4. En cuanto a los frutos de los que se apartó la ofrenda antes de que ter-
minara su cultivo, R. Eliezer prohíbe comer de ellos incluso eventualmente 11 ;
los sabios, en cambio, lo permiten, a no ser que se trate de un cesto de higos.
Si de un cesto de higos se apartó la ofrenda, R. Simeón permite (comer alguno
de modo eventual), mientras que los sabios lo prohíben.
5. Si uno le dice a su vecino: «Ahí tienes un isar, dame a cambio cinco
hígos» 12 , no puede comer en tanto no haya separado el diezmo. Tal es la ense-
ñanza de R. Meír. R. Yehudá dice: Si los come uno a uno, (distanciados), está
exento; pero si los come seguidos, está obligado. R. Yehudá dice; Ocurrió que
en un jardín de rosas de Jemsalén se vendían tres y hasta cuatro higos por un
isar y no se apartó jamás de ellos la ofrenda y el diezmo 13.
6. Si uno le dice a su compañero: «Ahí tienes este isar por diez' higos que
me escogeré», puede escogerlos y comer. «Por un racímo que me escogeré>>,
puede ir cogiendo grano a grano y comerlos. <<Por una granada que me escoge-
ré», puede ir cogiendo sus granos y comerlos. «Por la sandía que me escogeré»,
puede ir cortando trozos y comerlos. Pero si él le dice: «Por esos veinte higos»,
«por estos dos racimos», «por estas dos granadas», ((por estas dos sandías»,
puede comerlos 14 según es habitual, porque los compró mientras estaban aún
ligados a la tierra.
7. Si uno contrata a un obrero para que corte con él higos y éste le dice:
«Con la condición de que pueda comer higos», los come y está exento 15 • «Con
la condición de que los podamos comer yo y mi familia», o: «Que los pueda
comer mi hijo a cambio de mi salario», él los puede comer y está exento, pero
su hijo queda obligado a separar el diezmo de lo que coma. «Con la condicíón
de que pueda comerlos mientras dura la operación de la recogida y también
después de ella», durante el tiempo de la recogida puede comerlos y está exen-
to; pero después de la recogida, sí los come, está obligado, ya que ( en tal caso)
no puede comerlos (como se deduce) de la Torá. Ésta es la norma general:
Quien come en virtud de la Torá, está exento, y quien no come en virtud de la
Torá, está obligado.
8. Si uno recoge higos de mala calidad, no debe comer los tardíos de mejor
calidad, y si recoge los tardíos de mejor calidad, no debe comer los de mala ca-
lidad; pero puede abstenerse hasta que alcance el lugar donde están los buenos
y entonces los puede comer. Si uno cambia con su compañero (los higos), ya
sean higos frescos por higos frescos, o higos secos por higos secos, o frescos
por secos, está obligado. R. Yehudá enseña: Si uno cambia (higos frescos) con
el objeto de comerlos, está obligado; pero si son secos, está eximido.
G<\PÍTULO 3
1. Si una persona pasa por su patio higos para ponerlos a secar, sus hijos y la
gente de su casa pueden comerlos y están exentos (del diezmo). Los obreros que
le ayudan, si no corre a cargo de él su manutención, pueden comerlos y están
exentos. Pero si su alimentación corre a cargo de él, no pueden comer de ellos.
2. Si uno lleva obreros al campo y no correb a cargo de él su alimentación,
pueden comer y están exentos. Pero si la alimentación correº a cuenta de él,
pueden comer uno que otro del árbol, pero no del cesto, ni de la caja, ni del
Jugar donde están extendidos para secar.
3. Si uno contrata a un obrero para que le trabaje en los oh-vos y éste le di-
ce: «Con la condición de que pueda comer aceitunas», puede comer de una en
una y está exento; pero si las come juntas, está obligado. (Si lo contrata) para
escardar cebollas y aquél le dice: «Con la condición de que pueda comer de sus
hojas», puede ir cortando hoja a boja y comerlas; pero si (las come) seguidas,
está obligado.
4. Si uno encuentra en el camino higos cortados, (dispuestos para secar),
incluso aunque sea al lado de un campo donde hay higos cortados o también
cuando una higuera se inclina sobre el camino y encuentra debajo de ella hi-
gos, están pennitidos por no caer esto dentro de la categoría del robo y están
exentos del diezmo. Pero si se trata de aceitunas o alganobas, está obligado 16 .
Sí encuentra higos secos y la mayoría de las personas ya han apisonado (los
higos), está obligado; en caso contrario, está exento. Si uno encuentra trozos
de una torta de higos, está obligado, puesto que es sabido que se trata de una
cosa terminada. En cuanto a las algarrobas, si uno da de ellas al ganado antes de
ponerlas en el tejado, está exento, ya que puede volver el resto (a su sitio).
5. ¿Cuál es el patio que está sujeto al diezmo? 17 R. Ismael dice: El patio
de estilo de Tiro 13 donde se pueden guardar los objetos en su illterior. Afir-
ma R. Aquíba: Todo aquel donde uno pueda abrir y otro cerrar19 está exento.
R. Nehemías enseña: Todo aquel donde la gente no tiene reparo en comer en
su interior está sujeto. R. Yosé dice: Todo aquel en el que se puede entrar y
ninguno pregunta: «¿Qué buscas aqui?», está exento. R. Yehudá dice: De dos
patios, uno junto al otro, el más interior está obligado, mientras que el más
exterior está exento.
6. Los tejados están exentos 20 , aunque pertenezcan a un patio que está su-
jeto {al diezmo). El portal, el pórtico y la galería se regulan por el patio; si éste
está sujeto, aquellos también; si éste está libre, aquellos también están libres.
7. Barracas, chozas, cobertizos, están exentos. La cabaña de Genesaret21 ,
aunque haya en ella piedras de moler y gallinas, está exenta. En cuanto a la ca-
baña del alfarero, la parte interior está sujeta, mientras que la parte exterior está
exenta. R. Yosé dice: Todo lo que no sirve de residencia en el tiempo del verano
y en el tiempo de las lluvias está exento. La cabaña construida para la fiesta de
los Tabernáculos obliga durante la fiesta {al diezmo de los productos contenidos
en su interior), según R. Yehudá, aunque no según la opinión de los sabios.
8. Si hay una higuera en el interior del patio, se pueden comer higos aisla-
dos y está uno eximido (del diezmo). Si los come seguidos, está sujeto. R. Si-
meón afirma: (Se pueden tener simultáneamente) uno en la mano derecha, otro
en la izquierda y otro en la boca. Si uno sube a la copa del árbol, puede llenar
su seno y comer de ellos.
9. Si hay plantada una cepa en el interior del patio, se puede coger todo un
racimo; igualmente si hay un granado o una planta de sandías. Tal es la opinión
de R. Tarfón_ R. Aquiba dice: Puede ir cogiendo los gajos de un racimo, o los
granos de una granada, o los trozos de una sandía. Sí hay plantado coriandro
en el interior del patio, se pueden cortar hojas sueltas y comer de ellas. Si (se
cortan varias) seguidas, queda uno sujeto. Berros, hisopo y tomillos que se
encuentran en un patio, si están guardados, quedan sujetos (al diezmo).
1O. Si una higuera está plantada en un patio y se inclina hacia un huerto, se
pueden comer ( desde el huerto) los higos según la manera habitual y está uno
exento. Si está en el huerto y se inclina sobre el patio, se pueden comer higos
sueltos y está uno exento; pero si se comen varios juntos, está uno obligado.
Si se encuentra en Israel y se inclina hacia otro terreno fuera ya de Israel o si
se encuentra fuera de la tierra de Israel y se inclina sobre ésta, todo se regula
según la raíz. En lo que respecta a las casas de una ciudad amurallada, todo se
regula según los cimientos. En cuanto a una ciudad de refugio 22 , todo se regula
según el ramaje 23 . En Jerusalén todo se regula según el ramaje.
CAPÍTliL04
1. Si uno pone frutos en conserva, los cuece o los pone con sal2 4 , incluso en
el campo, está obligado. Si los mete en la tierra25, está exento. Quien los moja2~
mientras está todavía en el campo, está exento. Si uno machaca las aceitunas
para que desprendan el jugo fuerte, está exento. Si uno oprime aceitunas sobre
su cuerpo, está exento. Si las oprime y pone ( el jugo) en su mano, queda obli-
gado. Si uno quita la espuma del vino en un plato de cocido, está exento; pero
en una olla, está obligado, ya que ésta es como una pequeña cuba.
2. Si niños escondieron higos para (comerlos) el sábado y olvidaron sepa-
rar el diezmo, tampoco podrán comerlos después del sábado en tanto no hayan
apartado el diezmo. Un cesto (de higos) destinado para el sábado está exento,
según la escuela de Samay, mientras que, según la escuela de Hile!, está sujeto
( al diezmo). R. Yehudá dice: También el que ha tomado un cesto de higos para
enviarlos a su amigo no ha de comer de ellos mientras no separe el diezmo.
3. Si uno toma aceitunas de la cubeta, puede mojarlas una a una en agua
salada y comerlas; pero si las ensala y las coloca delante de él, está sujeto.
22. Dt 19, 2.
23. Tan pronto corno el asesino se pone bajo la copa de un árbol, cuyas raíces se en-
cuentran dentro de la ciudad de asilo, está protegido del vengador de la sangre.
24. Mientras todavía está en el campo.
25. A fin de que maduren.
26. En salmuera o vinagre y come.
J 17 Diezmos - nmaserot Maas 4, 4-5, 4
R. Eliezer afirma: Si son de una cubeta pura, está obligado 27; pero si es de una
cubeta impura, está exento, porque puede volver a su lugar el sobrante.
4. Si uno bebe del lagar, ya esté el vino mezclado con agua ~aliente o fría,
está exento. Tal es la opinión de R. Meír. Pero R. Eliezer ben R. Sadoq lo de-
clara obligado. Los sabios dicen: Con agua caliente, está obligado; con agua
fría, está exento.
5. Sí uno desgrana cebada, puede ir desgranando grano a grano y comerlo;
pero si la desgrana y pone (los granos) en la mano, está sujeto. Si uno machaca
espigas maduras de trigo, las puede echar de una mano a otra y comerlas; pero si
las echa y deja caer en su seno, queda sujeto. Si uno ha plantado coriandro para
semilla, la planta está exente; pero si la sembró a causa de la planta, están suje-
tos al diezmo la planta y las semillas. R. Eliezer dice: En el eneldo está sujeto al
diezmo la semilla, la planta y la umbela. Los sabios afirman: No están sujetos
al diezmo la planta y la semílla, sino sólo en los berros y en las orugasis.
· 6. Rabán Simeón ben Gamalíel dice: Los brotes del heno griego, de la
mostaza y de las alubias blancas están sujetos al diezmo. R. Eliezer dice: En
la alcaparra están sujetos al diezmo los retoños, las bayas y las flores. R. Aqui-
ba dice: Sólo se aparta el diezmo de las bayas de la alcaparra, pues son el fruto.
CAPÍTULO 5
27. Se trata de una persona en estado de impureza que toma una aceituna de una cubeta
pura y que no puede restituirla a su lugar porgue contaminaría a todo el conjunto.
28. Eruco saliva.
29. El suelo del piso es considerado como si fuera el mismo suelo del campo.
Maas 5, 5-8 Orden primero.· Semi/las - zemín 118
ofrenda, ya que el que hace la ofrenda tiene en mente a los granos triturados, a
lo que yace en los lados y a lo que está metido en la paja.
5. Si uno compra un campo de hortalizas en Siria antes de que llegue el
tiempo de los diezmos, está sujeto; si lo compra después, está exento y pue-
de recoger la cosecha en la manera habitual. R. Yehudá dice: También puede
contratar obreros para recoger la cosecha. Rabán Símeón ben Gamaliel afir-
ma: ¿Cuándo se aplica esto? Cuando uno ha adquirido el terreno; pero cuando
no ha adquirido el terreno, si todavía no llegó el tiempo de los diezmos, está
exento. Rabí' dice: (Se tiene que hacer también el diezmo) de acuerdo con la
calculada proporción 30 .
6. Si uno hace vino sirviéndose del hollejo de uva echando agua según de-
terminada medida y luego se encuentra con igual medida, está exento. R. Yehu-
dá, en cambio, lo declara obligado. _Si encuentra más de la medida, puede apar-
tar (el diezmo) de otro vino de acuerdo con la proporción ( que utilizó).
7. (El grano que se encuentra) en los agujeros de las hormigas que han
pernoctado al lado de un montón de trigo sujeto al diezmo, está también sujeto,
ya que es sabido que (las hormigas) han ido arrastrando (granos) del trigo ya
dispuesto para el uso durante toda la noche.
8. Ajos que provocan el lloro de los ojos, cebollas de Rijpá31 , habas de Ci-
lícia y lentejas egipcias (según R. Meír, también habas de agua), según R. Yo-
sé asimismo las legumbres, están exentas del diezmo y se pueden comprar a
cualquiera en el afio sabático. La semilla superior de la serpentaria, la semilla
de los puerros, la semilla de la cebolla, la semilla de la remolacha y todas las
demás semillas de hue110 no comestibles están exentas del diezmo y se pueden
comprar a cualquiera durante el año séptimo y se pueden comer incluso aunque
procedieran originariamente de productos de ofrenda.
a. Rabi: R. Meír
30. Se aparta el diezmo de lo que ha crecido después de la compra, eo d caso de que la
adquisición hubiera sido hecha después de separar el diezmo.
31. Una aldea al sur de Baalbeck.
SEGUNDO DIEZMO
(maaser shen[)
CAPÍTl!l-0 1
a. aceite + y vinagre
1. Ni tampoco muerto, ya que la grasa y la saogre han de ser sacrificadas y la carne
comida en Jerusalén.
2. Considerado como una especie de transacción (Qid 2, 8.9).
3. Dt 15, 19-23.
4, El sacerdote, ya que es propiedad suya,
5. Con el dinero del segundo diezmo.
6. Porque es prácticamente agua.
7. La bestia no puede ser ofrecida en sacrificio.
8. Disposición que tiene el propósito de animar al israelita a emplear el segundo diez-
mo en la adquisición de sacrificios pacificos.
9. Lo adquirido continúa siendo profano.
10. Ignorando que el dinero era del segundo diezmo.
11. Tras su destrucción.
121 Segundo diezmo - maaser shení Jv[Sh 1, 6-2, 3
CAPiTULO 2
12. En Jerusalén.
13. Opinando que el aceite del segundo diezmo es para la comida, no para unción.
14. El primero se puede dar a comer a los animales, mientras que el segundo puede ser
comido húmedo o seco.
MSh 2, 4-9 Orden primero.· Semillas - zeraín 122
todos los actos que les conciernen (han de realizarse) en pureza, a excepción
de friccionar 15; según la escuela de Hile!, en cambio, todos los actos que les
conciernen pueden realizarse en impureza, a excepción de su maceración 16•
4. La arveja del segundo diezmo sólo se puede comer como planta joven.
Si ha sido introducida en Jerusalén, se puede sacar de a1Jíl 7 • Si contrae impure-
za, dice R. Tatfón que se debe distribuir entre los trozos de la masa de harina 1s.
Los sabios, en cambio, dicen que se debe redimir. En cuanto a la arveja de
ofrenda dice la escuela de Samay que puede ser puesta a remojo y cortada en
trozos cuando está en estado de pureza y se da como pienso cuando se encuen-
tra en estado de impureza. La escuela de Hile! dice: Se pone a remojo en estado
de pureza y se corta en trozos y se da como pienso en estado de impureza.
Samay afirma: Se ha de dar como pienso seco. R. Aquiba dice: Todos los actos
que le conciernen pueden ser realizados estando en estado de impureza.
5. Sí se han despan-amado monedas de dinero de uso profano y monedas
del dinero del segundo diezmo 19, todo lo que se recoja pertenece en primer lu-
gar al segundo diezmo hasta que se completa (su suma), mientras que el resto
constih1ye lo de uso profano. Si se han mezclado y se recogen por puñados,
(han de ser distribuidas) según cálculo. Ésta es la regla general: Las que se
recogen una a una, (son primeramente) para el segundo diezmo. Si están mez-
cladas, (se separan) según la proporción originaria.
6. Sí una selá del segundo diezmo se mezcla con otra de uso profano, se
trae una seló de monedas (de cobre) y se dice: «La selá del segundo diezmo, en
cualquier lugar que esté, sea sustituida por estas monedas>>. Entonces escoge lo
mejor ( del fruto) de ambas y lo cambia por aquéllas. {Se obra de este modo) ya
que dijeron: En caso de apuro se puede cambiar plata por cobre, pero no para
que eso se mantenga así, sino para que pueda ser cambiado de nuevo por plata.
7. Según la escuela de Samay, nadie puede cambiar sus selás por denarios
de oro. La escuela de Hilel, en cambio, lo permite. R. Aquiba relata: Yo mismo
cambié plata por denarios de oro para Rabán Gamaliel y R. Yehosúa.
8. Si uno cambia el valor de una selá del dinero del segundo diezmo, dice
la escuela de Samay: (Puede cambiar) las monedas de cobre por una selá. La
escuela de Hilel, en cambio, afama que puede cambiarlo por un siclo de plata
y por un siclo de monedas (de cobre). R. Meír dice: No se puede hacer de uso
profano la plata y los frutos por plata. Los sabios, en cambio, lo pennilen.
9. Si uno quiere cambiar en pequeña moneda una selá del segundo diezmo
en Jerusalén, la escuela de Samay dice: (Ha de cambiar) toda la selá en pe-
queña moneda. La escuela de Hilel afirma: (Puede cambiarla por) un siclo de
plata y un siclo de moneda de cobre. Los que discutían delante de los sabios 2º
dijeron: (Puede cambiarla por) tres denarios de plata y un denario de monedas
de cobre. R. Aquiba dice: Por tres denarios de plata y el cuarto en monedas de
cobre. R. Tarfón dice: Cuatro aspros de plata. Samay enseña: Lo puede depo-
sitar en una tíenda y va comiendo Jo que co1Tesponde a su valor.
10. Si uno tiene hijos, de tos cuales algunos se encuentran en estado de
impureza y otros de pureza, deposita en el suelo la selá y dice: «Lo que beban
ahora Jos que están en estado de pureza sea sustituido por esta sefá))_ De este
modo, tanto los que están en estado de pureza como los que están en estado de
impureza pueden beber del mismo jarro21 •
CAPÍTULO 3
20. Los tales eran Simeón ben Azay, Simeón ben Soma y Janán el egipcio, además de
Jananías ben Jakinay y Simeón ben Nanás. Estos no habían alcanzado todavía la edad, se
sentaban en la academia a los pies de los sabios y respondían a las preguntas que se les bacía.
21. El vino bebido por los hijos «puros» se convierte en segundo diezmo; el bebido por
los hijos <Ümpuros» (sin que- haya, por supuesto, contacto con la jarra) permanece <<profano».
22, Sobre el propietario pesa la obligación de transportarlos.
23. Esa formulación no es de contrato, sino de invitación.
24. La ofrenda sólo podría ser comida por sacerdotes en estado de pureza.
25. Penn.itiendo que sean adquiridos con dinero del segundo diezmo.
26. Se hace abominable el sacrificio si durante el sac-ri ficio se hace la intención de
comerlo fuera del plazo fijado para ello.
27. Lo que queda del sacrificio después de haber pasado el plazo fijado para su consu-
mición (Ex 29, 34; Lv 7, 17).
28. Cf Lv 7, 20.
29. Del segundo diezmo.
30. Para otros gastos.
31. Que no observa las leyes de pureza.
MSh 3, 4-8 Orden primero: Semillas - zerain t24
CA.PfTULO 4
1. Si uno lleva frutos del segundo diezmo 37 de un lugar donde los precios
son altos a otro donde están más bajos o de un lugar donde los precios son
bajos a otro donde son más altos, los puede rescatar según el precio del lugar.
Si uno trae frutos de la era a la ciudad o lleva del lagar jarras de vino para la
ciudad, el incremento (en el precio) va a parar al segundo diezmo, mientras que
los gastos corren a cuenta propia.
2. Se puede rescatar el segundo diezmo según el precío más bajo, tal como,
por ejemplo, lo compraría el tendero, pero no como éste lo vendería; tal como el
banquero cambiaría (billetes grandes) en pequeña moneda, pero no como éste
cambiaría pequeña moneda en billetes grandes. El segundo diezmo no se puede
rescatar haciendo una simple estimación. Si es conocido su precio, se rescata
según la declaración de un testigo; pero si no es conocido, se rescata según la
declaración de tres, como, por ejemplo, cuando el vino se agria, o la fruta se
pudre, o las monedas se oxidan.
3. Si el propietario ( ofrece por el segundo diezmo) una selá y otra persona
ofrece también una selá, el propietario tiene preferencia, ya que él tiene que
añadir el quinto. Si el propietario dice: «Una selá» y la otra persona dice: «Una
selá y un isar», el que ofrece la selá y el isar tiene preferencia, porque aumen-
ta el valor. Si uno rescata su segundo diezmo tiene que añadirle un quinto, ya
fuere suyo, ya se lo hubieren dado en regalo.
4. Está petmitido comportarse astutamente en relación con el segundo
díezmois_ ¿De qué manera? Uno puede decir a su hijo o a su hija ya mayores
o a su siervo o sierva hebreos: «Aquí tienes monedas. Rescata con ellas este
segundo diezmo». Pero no puede hablar de esa manera a su hijo o a su hija me-
nores de edad nía su siervo o su sierva cananeos, ya que su acción se considera
como la suya.
5. Si uno se encuentra en la era y no tiene consigo dinero, puede decir a su
compañero: «Mira, estas frutas te son dadas en regalo». Y luego puede volver
a decir: «Estas (frutas) sean pe1mutadas por el dinero que tengo en casa» 39 .
6. Si uno ha arrastrado hacía sí un segundo diezmo por el precio de una
selá y no ha podido rescatarlo 40 antes de que se duplicara de precio, le entrega
una selá y se gana una selá y el segundo diezmo le pertenece41 . Sí arrastra hacia
42. El vendedor.
43. Señalando ai dinero como de segundo diezmo.
44. Es decir, dos isarcs.
45. Que podrían pensarse que son del segundo diezmo.
46. «Sacrificio».
MSh 4, 12-5, 5 Orden primero: Semillas • zeraín 128
12. Si uno dice a su hijo: «El segundo diezmo se encuentra en aquel án-
gulo» y lo encuentra en otro ángulo, aquello no es segundo diezmo. Si había
puesto alli cien denarios y encuentra doscientos, el resto es profano; si puso
doscientos y encuentra sólo cien, todo es diezmo.
CAPÍTULO 5
47. En los tres primeros años tras su plantación no podía gozarse de su fruto. En el
cuarto año, su fruto era consumido en Jerusalén como el segundo diezmo. Cf. Lv 19, 24.
48. Cuando todos los frutos se consideran sin propietario.
49. Actualmente no se conoce ningún lugar cou ese nombre y a esa distancia de Jerusalén.
50. De vigilancia, de escardado, etc.
129 Segundo diezmo - moaser shení MSh 5, 6-10
5 l . Eran quemados.
52. Del segundo diezmo o de la planta del cuarto año.
53. Incluso el dinero ha de ser alejado o destruido.
54. A quién hace partícipe del diezmo.
55. Diezmo de los pobres.
56. Guardián de los pobres.
57. La ofrenda del diezmo, o sea, el diezmo del primer diezmo que los levitas debían
entregar a los sacerdotes.
58. Sacerdote.
59. De Pascua.
60. Cf Dt 26, 13.
MSh 5, 11-15 Orden primero: Semillas -zeraín 130
61. Se puede hacer la confesión aunque no se haya dado esto a los pobres.
62. En el Sal 44, 24, considerado como irreverente.
63. Se heria al animal entre los cuernos para que le fluyera sangre sobre los ojos y le
dificultara ver, y así resultaba más fácil apresarlo.
64. En los días festivos intermedios. Él lo prohibió.
65. Juan Hircano (135-104 a.C.) ordenó que todos los productos de una persona inculta
fuesen «diezmados)) por los propios compradores,
MASA
(jalá)
La ¡alá (!JaUa) designa la torta, el bollo y, en el uso talmúdico, la masa. Una vez que
el isra~lita había cumplido con sus obligaciones fundamentales respecto a los productos
del campo (ofrenda, diezmo primero, diezmo segundo), la masa del grano (de trigo, ceba-
da, espelta, avena y centeno), con la que se preparaba el pan, estaba sujeta a otra entrega,
la;olá, que consistía en una porción de la masa que se daba a los sacerdotes. La Torá no
señala la cantidad exacta de masa que ha de ser entregada. Nm 15, 20, dice: i<Como pri-
micia de vuestra masa ofreceréis un pan (jalá), del mismo modo que ofrecéis las primicias
de vuestra era>>. Los rabinos fijaron !a cantidad que era una pa1te de veinticuatro para el
israelita normal y una parte de cuarenta y ocho para los panaderos. La observancia del
precepto se restringe a la Tierra Sanla y a los israelitas. En la actualidad continúa siendo
normativa la separación de lajalá, una parte entre cuarenta y ocho, que se quema, «por no
haber sacerdote limpio que la coma», d[ce un antiguo rabino sefardí,
El tratado contiene cuatro capítulos:
Cap. 1: Granos sujetos a la entrega de la jalá, cuándo pueden estar sujetos a la ley
de la masa y no del diezmo y viceversa, masa no sujeta a la entrega, penas y sacralidad.
Cap. 2: Dónde obliga la ley de la masa, medida mínima que ha de tener la masa para
quedar sujeta a la ley, cantidad de la masa que ha de ser entregada.
Cap. 3: Circunstancias en que un no sacerdote puede comer la masa, su rescate, la
masa de un no israelita y de un prosélito, masas donde se mezcla una especie sujeta a la
ley con otra no sujeta.
Cap. 4: Fijación de la cantidad mínima cuando la masa procede de varias personas
o de especies diversas, distinc-ión de zonas o países respecto a la obligación de la jalá.
CAPÍTULO 1
1. ./alá designa una especie de bol lo, tortita. Eo el Talmud indica un pedazo de masa.
2. Cf. l, 4; 2-6.
3- Antes de la cosecha se presentaba en el Templo una gavilla de la nueva cosecha (el
ómer) Y se agitaba ritualmente aílte el Sei10r. Hasrn qut, se re~.lizarc. esta ceremonia. estaba
prohibidc, cc•n-1,:-r de l.J .rlll•'·v;:i -=-c:"'.,_._cb1 (L \' :3. ! '}:~sL
Hall, 2-7 Orden primero: Semillas - zeraín 132
8. La masa preparada para los perros, si comen de ella los pastores, está
sujeta a la ley de la masa. Se puede uno servir de ella para el erub y para el
erub participado; hay que decir la bendición sobre ella y también la bendición
común 9; se puede preparar en día festivo y se cumple con ella la obligación en
la Pascua10 . Pero si los pastores no comen de ella, no está sujeta a la ley de la
masa ni se puede servir de ella para preparar el erub ni tampoco el erob parti-
cipado. No se díce la bendición sobre ella ni la bendicíón común. No se puede
preparar en día festivo y no se cumple con ella ta obligación en la Pascua. En
cualquier caso es susceptible de la impureza que afecta a los alimentos.
9. Por la masa y la ofrenda se incurre en la pena de muerte 11 y en el pago
del quinto 12 • Ambas están prohibidas a los que no son sacerdotes. Ellas son, en
efecto, propiedad del sacerdote. Quedan neutralizadas en el ciento y uno e im-
ponen el lavado de manos 13 y la espera hasta la puesta del sol 14. No se puede
separar puro por lo impuro; se toma además sólo de lo que está junto y cuyo
trabajo ha sido ya terminado. Si uno dice: «Todo el fruto de mí era sea ofrenda
o toda mi masa sea masa para el sacerdote», no tiene ninguna validez mientras
no deje para él una pequeña cantidad 15 •
CAPÍTUL02
J. Los frutos del exterior del país, que son introducidos en Israel, están su-
jetos a la ley de la masa. Si son sacados del interior (del país) y llevados al exte-
rior, R. Eliezer los declara sujetos, mientras que R. Aquiba los declara exentos.
2. (Un producto crecido y cultivado en) tierra del exterior del país que ha
sido introducido en Israel en barco está sujeto a la ley del diezmo y del año
séptimo. R. Yehudá pregunta: ¿Cuándo? Cuando el barco toca (tierra). La masa
de harina que ha sido amasada conjugo de frutas está sujeta a la ley de la masa
y puede ser comida con manos impuras 16•
3. Una mujer puede, sentada y desnuda, cortar la masa (debida al sacerdo-
te), ya que ella puede cubrirse a sí misma, pero no puede hacer tal un varón. Si
uno no puede preparar en pureza la masa de harina, puede prepararla en por-
ciones de un kab 17, pero no puede prepararla (toda) estando en estado de impu-
reza. R. Aquiba dice: La preparará en estado de impureza, pero no la preparará
en porciones de un kab, ya que del mismo modo que puede designar lo que es
puro tiene que designar lo que es impuro; tiene que designar lo uno masa (para
el sacerdote) y lo otro masa (para el sacerdote), mientras que las porciones de
un kab no pueden participar en esa designación.
4. Sí uno prepara la masa de harina en porciones de un kab y se tocan una a
otra, están libres de la ley de la masa (debida al sacerdote) núentras no se fundan
totalmente. R. Eliezer dice: Si uno saca fuera (del horno panes) y los mete en un
cesto, el cesto los une para efectos de la masa (debida al sacerdote).
5. Si uno separa su masa como harina, no se puede considerar como tal y
eso es como un robo en manos del sacerdote (que la acepta) 18 • En ese caso, la
masa misma queda sujeta a la ley de la masa (debida al sacerdote). La harina
asimismo, si tiene la medida requerida, queda sujeta a la ley de la masa (de-
bida al sacerdote) y está prohibída a los no sacerdotes. Tal es la opinión de R.
Yehosúa. Le replicaron: Ocurrió una vez. que un anciano no sacerdote tomó
· un puñado (de tal harina y la comió). Les respondió: Pero él se hizo daño a sí
mismo y proporcionó a otros la posibilidad de aprovecharse 19•
6. Cinco cuartos de (kab) de harina están sujetos a la ley de la masa (debida
al sacerdote). Esto es, la harina, la levadura, el salvado fino o burdo, si hacen
en conjunto cinco cuartos (de kab ), están sujetos. Si se quita de allí el salvado
burdo y luego se vuelve a poner, en ese caso están exentos.
7. La medída de la masa (debida al sacerdote) es la vigésima cuarta parte de
la masa. Si uno prepara para sí la masa o si lo hace para el banquete (de boda)
de su hijo, dará una vigésima cuarta parte. El panadero que prepara (la masa de
harina) para vender (el pan) en el mercado, y la mujer que la prepara para vender
(el pan) en el mercado, (dan) una cuadragésima octava parte. Si la masa de hari-
na (de una mujer) se hace impura, por error o por una fuerza mayor, (se da) sólo
la cuadragésima octava parte. Si se hace impura a propósito, (se da) la vigésima
cuarta parte, a fin de que un pecador no obtenga ventaja de su pecado.
8. R. Eliezer dice: Se puede tomar de lo purn en sustitución de lo impuro.
¿Cómo? Si una masa de harina está en estado de pureza y otra en estado de im-
pureza, se puede tomar la masa 20 ( debida al sacerdote) de aquella masa de harina
de la que todavía no se ha apartado la masa (debido al sacerdote) y coloca en
medio (de las dos) una cantidad menor que la de un huevo, de modo que toma
(la masa debida al sacerdote) de lo que está unido 21 • Los sabios prohíben esto.
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
1. Si dos mujeres preparan dos kab (de harina para hacer la masa) y éstas21
entran en contacto, aun cuando sean de la misma especie, están exentas. Cuan-
do son de una misma mujer, si se trata de una especie con otra de la misma
especie, está sujeta; si no es de la misma especie, está exenta.
2. ¿Qué significa una especie con otra de la misma especie? El trigo no se
puede unir con ninguna otra especie a no ser con la espelta. La cebada se puede
unir con todas las otras especies, a excepción del trigo. R. Yojanán ben Nurí
dice: El resto de las especies se pueden unir unas a otras 28 •
3. Si entre dos kab (de masa de harina) bay un kab de masa de arroz o un
kab de ofrenda sacerdotal, no se unen (para formar la cantidad requerida). Si
un producto, del que se había apartado ya la masa sacerdotal, se encuentra en
medio de ellos, se unen (a efectos del cálculo), ya que estaba sujeta a la ley de
la masa ( debida al sacerdote).
4. Si un kab de masa vieja se pega a otra de masa reciente, dice R. Ismaelª
que se toma (la masa sacerdotal) de la parte del medío. Los sabios, en cambio,
lo prohíben. Si uno toma la masa (debida al sacerdote) de un kab, dice R. Is-
mael que es válido. Los sabios, en cambio, no lo consideran válido.
5. Si uno tiene dos kab (de masa de harina) y separa por cada una de ellas
la masa sacerdotal, y luego vuelve a hacer con ellas una sola masa, R. Aquiba
la declara exenta, mientras que los sabios la declaran sujeta. Resulta así que la
normativa más severa se hace en este caso más indulgente.
a. R. Ismael: R. Aquiba
26. Por los pobres, que están libres del diezmo.
27. Las dos masas.
28. Se consideran como de la misma especie.
137 Masa -jalá Hal 4, 6-9
6. (Si una persona tiene una masa de productos de diezmo dudoso que ha
devenido impura}, puede coger la ofrenda de la masa de otra masa (pura) de
Ja que aún no se ha apartado la ofrenda de la masa, de modo que la prepara en
pureza separando (de la masa pura) la ofrenda sacerdotal debida a la masa de
productos de diezmos dudosos hasta que ésta se corrompa, ya que la masa
sacerdotal de los productos de diezmo dudoso puede ser tomada de lo que es
puro en sustitución de lo que es impuro y también de lo que no está junto.
7. Si un israelita en Siria se convierte en airendatario de un no judío29 , R
Eliezer declara sus frutos sujetos a las leyes de los diezmos y del año séptimo.
Rabán Gamaliel, en cambio, los declara exentos. Rabán Gamaliel dice: En
Siria hay que separar dos veces la masa sacerdotal. R. Eliezer, por el contrario,
afirma: Una sola vez. En un primer momento se aceptó la norma más benévola
de Rabán Gamaliel y la norma más .benévola de R. Eliezer, pero después se
volvió a tomar como norma de conducta la enseñanza de Rabán Gamaliel en
ambas materias.
8. Rabán Gamaliel enseña: En relación con la masa sacerdotal, se distin-
guen tres regiones. Desde el país de Israel hasta Kezib se separa una sola vez
la masa sacerdotal. Desde Kezib hasta el rio y hasta Amaná dos veces, una
para el fuego y otra para el sacerdote. La del fuego ha de atenerse a la medida
fijada, pero no la del sacerdote. Desde el río y desde Amaná en adelante se
separa dos veces la masa sacerdotal, una para el fuego y otra para el sacer-
dote. La del fuego no tiene medida fijada, pero la del sacerdote si. El que se
sumerge durante el día puede comer de ella30 . R. Yosé dice: No tiene necesidad
de sumergirse 31 • Pero está prohibida para los hombres y mujeres que padecen
flujo, para las menstruantes y para las parturientas. Puede ser comida (por un
sacerdote) en presencia de un laico en la misma mesa y se puede dar a cual-
quier sacerdote.
9. Las siguientes cosas se pueden dar a cualquier sacerdote: Todo lo que
se consagra por anatema32 , los primogénitos (de los animales )33 , el rescate por
el hijo primogénito34 , el rescate por el primer nacido del asno, la espaldilla,
las quijadas, el cuajar 35 , la primicia del esquileo de la oveja36 , el aceite de que-
mar37, Jo santo que (se lleva) al Templo38 , las primicias de los frutos 39 . R. Yehu-
dá prohíbe las primicias. R. Aquiba declara pennitidas las ofrendas de arveja,
pero los sabios lo prohíben.
29. Si recibe de un gentil un campo con la condición de que le haga partícipe de la cosecha.
30. A pesar de que sólo alcanza la pureza ritual tras la puesta del sol.
31 . Para comer de la masa.
32. Lv 27, 28.
33. Defectuosos, inservibles para el sacrificio.
34. Ex 13, 13; Bek 1, lss.
35. Cf. Dt 18, 3.
36. Dt 18, 4.
37. Aceíte de ofrenda devenido impuro.
38. Partes del sacrificio que se comían en el Templo.
39. Ex 23, 19.
Ha! 4, 10-11 Orden primero: Semmas - zerain 138
10. Nitay de Técoa trajo la masa sacerdotal desde Bétar'º y no le fue acep-
tado. Gentes de Alejandría trajeron desde allí su masa sacerdotal y no les fue
aceptada. Gentes de la montaña de Seboím trajeron sus primicias antes de la
fiesta de las Semanas y no les fueron aceptadas, por causa de lo que está escrito
en la Torá: La fiesta de la cosecha, las primicias de tus obras, cuanto hubieres
sembrado en el campo 41 •
11. El hijo de Anti.nos trajo desde Babilonia a Jerusalén los primogénitos
de los animales, pero no se los aceptaron. Yosef el sacerdote trajo las primicias
de vino y aceite, pero no se las aceptaron. Él mismo trajo a sus hijos y a la gen-
te de su casa para celebrar una pequeña pascua en Jerusalén, pero se les hizo
volver a fin de que aquello no se fijara como obligación. Aristón trajo sus pri-
meros frutos desde Apamia y se los recibieron, debido a que se estableció que
quien adquiere en Si.ria (un campo) es como el que lo adquiere en la cercanía
de Jernsalén'.
Durante los tres primeros años tras la plantación de los árboles frutales, estaba prohi-
bido comer sus frutos. Se consideraban or/á (= prepucio), incirrnncisos. o sea, impuros.
En el cuarto año eran llevados a Jerusalén o rescatados por dinero, como el segundo diez-
mo. A partir del quinto año su fruto se podía consumir sin restricciones. Esta prescripción
se fundamenta en L v 19, 23-25: <<Cuando hayáis entrado en la tierra y hayais plantado
árboles fnitales de cualquier especie, sus frutos los miraréis como incircuncisos; durante
tres años serán para vosotros incircuncisos y no los comeréis. Al cuarto año, todos sus
frutos serán consagrados al Señor. Al quinto año comeréis ya sus frutos, y el árbol au-
mentará vuestras utilidades. Yo, el Señor, vuestro Dios)).
Según Maimónides, este proceder tendría su origen en prácticas mágicas que hacían
los paganos con las plantas jóve11es para aumentar su producción. En todo caso, responde
a la concepción israelita dominada en todo instante por la consideración del sobrenatural.
El tratado contiene tres capítulos:
Cap. J: Qué árboles quedan sujetos a la ley de los árboles incircuncisos, elementos
que quedan prohibidos y otros permitidos, regulación sobre los retoños de los árboles.
Cap. 2: Disposiciones en torno a la mezcla de los frutos de árboles incircuncisos con
profanos o con otros que tienen aneja otra santidad.
Cap. 3: Disposiciones en tomo a vestidos y otros productos que hao sido hechos
sirviéndose de frutos de árboles incircuncisos. Semejanzas y desemejanzas entre la tierra
de lsrael, Siria y otros países en tomo a los frutos de árboles incircuncisos dudosos, sobre
los frutos de otlá y sobre semillas mezcladas.
CAPITULO 1
l. Si uno planta (árboles) para que sirvan de vallado o para obtener madera,
está exento de la ley de los árboles incircuncisos. R. Yosé enseña: Incluso si uno
dice: «La parte que da al interior será destinada a comida y la del exterior para
cerca>), la interior queda sujeta, mientras que la exterior queda exenta.
2. Cuando llegaron nuestros antepasados a Israel, los árboles que allí en-
contraron ya plantados quedaron exentos. Pero los que plantaron de nuevo, a
pesar de no haber sido todavía conquistado el país, füeron sujetados (a la ley
de la orlá). Sí uno planta1 un árbol (para usufructo) de muchos, queda sujeto.
R. Yehudá, en cambio, lo declara exento. Si uno planta en terreno de dominio
2. En beneficio de un israelita.
3. Que ya no es (<incircunciso)).
4. Porque se considera como nueva plantación.
5. Una especie de injerto sin necesidad de cortar los sarmientos.
6. Es decir, quedan sujetos a la ley de la orlá.
7. De manera que no puedan diferenciarse.
8. Si los árboles pennitidos son doscientas veces más que los prohibidos, quedan éstos
también permitidos.
9. Fuera de Jerusalén.
10. Que no puede gozar del fruto de la vid.
11. Arbol o planta que es venerado idolátricamente.
12. Para hacer queso.
13. Ya que R. Eliezer considera a la savia o resina como «fruto,i.
141 Á,·bolesfrutales incírc11ncisos - orlá Orl l, 8-2, 3
leche) con la savia de las hojas y con la savia de las raíces está permitido, mien-
tras que con la savia de higos verdes está prohibido, porque éstos son ya fruto.
8. Uvas verdes 14, las pepitas, el hollejo de la uva, el vino de mala calidad
que de ésta se saca, la cáscara de la granada y su flor, la cáscara de las nueces
y ¡05 granos están prohibidos en el tiempo en que la planta está sujeta a la ley
de tos árboles incircuncisos o cuando proceden de aserá; también al que hizo
voto de nazireato. Pero están permitidos en el año cuarto 15 • Los frutos caídos
están todos prohibidos.
9. R. Yosé dice: Se puede plantar un retoño de un árbol incircunciso, pero
no se puede plantar una nuez de un nogal incircunciso, ya que es un fruto.
Tampoco se puede injertar (un retoño) en dátiles incircW1cisos.
CAPITULO 2
a. oí de: pregunté a
19. Es decir, cuando Samay era miembro del Sanedrín.
20. De ofrenda.
21. Pto fanas.
22. Prohibidas bajo diversos títulos como ofrenda, fnitos de árboles incircuncisos, etc.
23. De la misma clase, como pimienta, jengibre y comino de planta incircuncisa.
24. Sí la levadura de ofrenda cae la última, todo se hace producto mezclado; si la leva-
dura de pcoducto común cae la última, la masa queda permitida, pero sólo si la levadura de
ofrenda fue removida antes de que cayera la profana.
)43 Arboles frutales incircuncisos - orld Orl 2, 12-3, 2
Pero los sabios dicen: Ya haya caído la levadma (de la ofrenda) al principio o
al final no hace lo demás prohibido mientras no haya al menos la cantidad sufi-
ciente para causar la fermentación.
12. Yoezer, de la Birá25, que era uno de los discípulos de la escuela de
Samay, dijo: Pregunté una vez a Rabán Gamaliel el Viejo cuando estaba en la
puerta oriental y me dijo: Nunca prohíbe lo dernás mientras no tenga al menos
la cantidad suficiente para causar la fennentación.
13. Si uno unta un objeto con aceite impuro y luego lo vuelve a untar con
aceite puro, o lo unta con aceite puro y después con aceite impuro, dice R. Elie-
zer: Me regulo por el prímero 26 . Los sabios, en cambio, dicen: Por el último.
14. Si levadura de ofrenda y de productos de especie diferente de la viña
caen en medio de una masa de harina, no habiendo en una ni en otra cantidad
suficiente para hacerla fermentar, pero,_uniéndose, la fermentan, está prohibida
a los laicos y permitida a los sacerdotes. R. Símeón la declara permitida a los
laicos y a los sacerdotes.
15. Si especies de ofrenda y de productos de diferente semilla de la viña
caen dentro de una olla y no hay ni en las unas ni en las otras cantidad suficien-
te para condimentarla, y uniéndose la condimentan, queda aquélla prohibida a
los laicos, pero permitida a los sacerdotes. R. Simeón, en cambio, la declara
permitida a los laicos y a los sacerdotes.
16. Si un trozo de carne perteneciente a los sacrificios más santos o de
carne declarada abominable o de un resto es cocido con otros trozos, están
prohibidos a los laicos y permitidos a los sacerdotes. R. Simeón, en cambio,
los declara permitidos a los laicos y a los sacerdotes.
17. Si la carne de los más santos sacrificios o de los menos santos es cocida
con carne común, queda prohibida a los que se encuentran en estado de impu-
reza y se permite a los que se encuentran en estado de pureza 27 .
CAPJTULO 3
25. Empleado en el Templo. La Birá era el lugar del Templo donde eran quemados los
sacrificios impuros.
26. Es decir, decido si el objeto está puro o impuro.
27. La carne de los sacrificios más santos está prohibida incluso a los laicos puros; la de
los menos santos está permitida a los laicos puros y a los sacerdotes aun en estado de impureza.
28. El sit es la distancia entre el dedo índice y el medio cuando están separados al máximo.
29. El hilo teñido.
Orl 3, 3-9 Orden primero: Semi/las - zerain 144
30. No puede ser trasquilado el primogénito de las ovejas (Dt 15, 19). Se trata aquí de un
primogénito defectuoso, pues el perfecto es sagrado y debe ser entregado íntegro al sacerdote.
31. Que son rescatables.
32. En la venta,
33, Un tipo de pan, grueso.
34. Si todavía está unido al terreno, está prohibido.
35. Antes de la ofrenda del ómer.
36. Que viene del Sinai.
PRIMICIAS
(bíkkurim)
El precepto de las primicias se encuentra en Ex 23, 19: «Llevarás a la casa del Señor,
tu Dios, las primicias de los frutos de ni suelo)>. Aunque el texto se expresa de modo
general, la tradición restringía las primicias a las siete especies (trigo, cebada, uvas, hi-
gos, granadas, aceite, miel de dátiles). Por primicia se entiende el primer fruto «brotado
y apuntado en el árbol». El dueño solía visitar a menudo su campo, y cuando descubría
que un fmto, por ejemplo, un higo, comenzaba a madurar, le ataba una pajita para que
sirviese de distinción. Cuando todo el árbol estaba ya en sazón, lo llevaba juntamente
con los demás frutos. La ceremonia de su traslado al Tempki era de lo más típico y se
describe con pormenores en el capítulo tercero.
El tratado contiene cuatro capítulos:
Cap. J: Quiénes son capacitados para llevar las primicias y quiénes no, qué frutos
están sujetos a la ley de las primicias, la confesión que acompaña a la ofrenda.
Cap. 2: Coincidencias y semejanzas entre primicias, ofrenda y segundo diezmo.
Cap. 3: Cómo eran llevadas las primicias a Jerusalén.
Cap. 4: La posición del andrógino.
CAPÍTULO l
l. Algunos traen las primicias y hacen la recitación 1• Otros las traen, pero
no hacen la recitación. Hay otros, por último, que no tienen que traerlas. Estos
son los que no tienen que traerlas: el que planta (la planta) en terreno propio,
pero hunde un retoño en el terreno de un particular o comunal 2; igualmente
el que hunde un retoño de una planta hincada en el teneno de un particular
o comunal, pero de modo que crece en su propio terreno; el que planta en su
propio terreno y hunde el retoño en su propio terreno, por medio del cual pasa
un camino privado o comunal. Estos no traen (las primicias). R. Yehudá, en
cambio, dice: Este último tiene que traerlas.
2. ¿Por qué razón no han de traerlas? Debido a que está escrito: Las primi-
cias de los frutos de tu suelo3, (lo que significa) que toda la producción ha de
ser de tu campo. Los arrendatarios que participan de beneficios o por pago de
una cantidad fija4, los que se han apoderado por la violencia y los ladrones no
las tienen que traer por dicha razón, debido a que está escrito: Las primicias de
los frutos de tu suelo.
3. Sólo se traen las primicias de las siete especíes5• Pero ni incluso se traen
las primicias de los dátiles de montaña ni de los fr.utos de los valles ni de las
aceitunas que no son de las mejores. Las primicias no se pueden traer antes de
la fiesta de las Semanas. La gente de la montaña de Seboím trajo sus primicias
antes de la fiesta de las Semanas y no se las aceptaron, porque está escrito en la
Torá: También la solemnidad de la recolección, de las primicias de tu trabajo,
de cuanto hayas sembrado en tus campos 6 .
4. Estos son los que traen las primicias, pero no hacen la recitación: el
prosélito las ofrece, pero no hace la recitación porque no puede decir: Que
juraste a nuestros padres damos 1• Si su madre era israelita, puede ofrecerlas
y hacer la recitación. Cuando ora en privado ha de decir: «Dios de los padres
de Israel». Cuando ora en la sinagoga, dirá: «Dios de vuestros padres». Si su
madre es israelíta, puede decir: «El Dios de nuestros padres».
5. R. Eliezer ben Jacob dice: Una mujer, hija de prosélitos, no puede casar-
se con un sacerdote si su madre no es israelita. Da lo mismo que sea (hija) de
prosélitos o esclavos liberados, incluso hasta diez generaciones. (Sólo pueden
ser dadas en casamiento al sacerdocio) sí su madre era israelíta8 • Un tutor, un
comisionado, un esclavo, una mujer, uno de género dudoso9, un andrógino,
pueden traer las primicias, pero no pueden hacer la recitación, ya que no pue-
den decir: Que tú, Señor, me diste 10 .
6. El que adquiere dos árboles del campo del vecino, trae las primicias, pe-
ro no hace la recítación. R. Meír" dice: Las trae y hace la recitación. Si la fuente
está seca, sí el árbol está cortado, las trae y no hace la recitación. R. Yehudá di-
ce: Las trae y hace la recitación. Desdeb la fiesta de las Semanas hasta la fiesta
de los Tabernáculos las puede traer y hacer la recitación. Desde la fiesta de los
Tabernáculos hasta la fiesta de la Dedicación las puede traer, pero no hacer la
recitación 11 • R. Yebudá ben Betera dice: Las puede traer y hacer la recitación.
7. Si uno ha separado las primicias y luego vende su campo, las trae, pe-
ro no hace la recitación. El otro (que compró el campo) no tiene que traerlas
de aquella misma especie, pero las de otra especie las trae y hace la recitación.
R. Yehudá dice: También traerá las de la misma especie y hará la recitación.
8. Si uno ha s¡;:parado ya las primicias y le son arrebatadas, o se pudren, o
son robadas, o se pierden, o contraen impureza, trae otras en su lugar y no hace
la recitación. Sobre las segW1das no está obligado al quinto. Si han contraído
impureza en el atrio del Templo, se esparcen 12 y no se hace la recitación.
9. ¿De dónde se sabe que uno está responsabilizado hasta que se traen al
monte del Templo? Porque está escrito: Llevarás a la casa del Señor, tu Dios, las
primicias de los frutos de tu suelo 13, lo cual significa que uno queda responsabi-
lizado hasta que las traiga a la montaña del Templo. Si ha traído las primicias de
una especie y ha hecho la recitación, y vuelve a traer luego las primicias de otra
especie, no tiene que hacer la recitación.
10. Estos son los que traen las primicias y hacen la recitación-. (el que
las trae) desde la fiesta de las Semanas basta la fiesta de los Tabernáculos; (el
que trae) las de las siete especíes o las de los frutos de las montañas o las de las
palmeras de los valles o las de las aceitunas de aceite. En cuanto a1 otro lado
del Jordán dice R. Yosé el Galileo: No se traen las primicias del otro lado del
Jordán, ya que no es un país que mana leche y miel.
11. Si uno compra tres árboles en el terreno del vecino, trae las primicias y
hace la recitación. R. Meír dice: Incluso si compra dos. Si uno compra el árbol
con el terreno, trae las primicias y hace la recitación, R. Yehudá dice: También
los arrendatarios por participación de beneficios o por pago de alquiler las
traen y hacen la recitación.
CAPÍTULO 2
CAPITULO 3
30. Lv 7, 23.
31. El propietario puede decir: «Demostrad que es ganado y no bestia».
32. Existían en Palestina 24 circunscripciones por razón de los 24 tumos sacerdotales.
33. Jr 31, 6. En el camino decían: «Me he alegrado cuando me han dicho: Vayamos a
la casa del Señorn. Al llegar a Jerusalén exclamaban: ((Nuestros pies están en tus puertas,
oh Jerusalén>>. Al alcanzar la montaña del Templo entonaban: «Aleluya, alabad a Dios en su
santuario». En el atrio: (<Alabe toda alma al Señorn.
34. Destinado al sacrificio pacifico.
35. Ordenándolas y poniendo las mejores en primer lugar.
36. Del Templo.
Bik3,4-ll Orden primero: Semillas - zerain 150
12. ¿Por qué se ha dicho que las primicias son como la propiedad del sacer-
dote? Porque él puede adquirir con ellas esclavos., terrenos y ganado impmo.
El acreedor puede cogerlas a cambio de su fianza, una mujer (como pago) de
su ketub~S, tal (como se puede hacer con un) rollo de la ley. R. Yehudá dice:
Solamente se pueden dar a un asociado como regalo. Los sabios, en cambio,
afirman: Se pueden entregar a los sacerdotes de guardia y éstos las pueden
repartir entre ellos como cosas santas.
CAPÍTULO 446
l. Entre los andróginos hay cosas en las que son iguales a los varones y en
otras a las mujeres. Hay otras cosas que son comunes con los varones y muje-
res y otras en que no son comunes a los varones y las mujeres.
2. ¿En qué se iguala a los varones? Se contamina con lo blanco 47 , como los
varones; se ha de vestir tal cual lo hacen los varones'; puede casarse, pero no
puede ser tomado como mujer, tal como acune con los varones. Como en el
nacimiento de los varones, su madre continúa impura en la sangre de la purifi-
cación48. No puede estar solo con mujeres 49 , como los varones. Como los varo-
nes, no es alimentado con las híjas 50 ; tal como ocurre a los varones, no puede
quebrantar el precepto No os raparéis en redondo la cabeza ni raeréis los lados
de vuestra barbd 1 y Que ninguno se contamine por un muerto52 • Está sujeto a
todos los preceptos establecidos en la ley, como los varones.
3. ¿En qué se parece a las mujeres? Se contamina con el rojo 5l, como las
mujeres. No puede estar solo con los hombres, al igual que las mujeresº. No
está sujeto' a la ley del levirato, al igual que las mujeres. No toma parte de la
herencia de los hijos, al igual que las mujeres. No puede comer de las cosas
santas, al igual que las mujeres. Su madre tiene que esperar5 4 a causa de él por
la impureza de su sangre, al igual que las mujeres. Es inhábil para dar testimo-
nio, al igual que las mujeres. En casod de haber tenido una unión inmoral es
inhábil para la ofrenda\ al igual que las mujeres.
a. varones + está obligado a cumplú· con el levirato, al igual que /os varones; se cubre y
afeita como las mujeres b. como las mujeres + No quebranta (el precepto m,gativo) no os
raparéi:f w redondo la cabeza ni os rasuraréis los lados de vuestra barba y que ninguno se
contamine por un muerto (Lv 19, 27; 21, 1), al igual que las mujeres c. No está sujeto ... con
las mujeres] d. En caso de haber tenido: no ha tenido e. para la ofrenda: para el sacerdocio
45. Dote matrimonial.
46. AJeno como tal al tratado, pero incluido en todas las ediciones impresas.
47. Eufemismo para designar e! semen (Lv IS, 2. 16; Zab 2, ! ).
48. Teniendo que esperar 40 días (cf. Lv 12, Iss).
49. Cf. Qid 4, 12.
50. Ket 4, 6. BB 9, 2.
51.Lvl9,27.
52. Cf. Lv 21, l.
53. Sangre de la menstruación (Lv 15, l 9ss).
54. Ochenta días.
Bík4, 4-5 Orden primero: Semillas - zerain 152
4. ¿En qué se parece a los hombres y a las mujeres? Si uno lo golpea o rnal-
díce, queda obligado, al igual que a hombre o mujer. Sí unob lo mata inadver-
tidamente, puede escapar55; pero si lo mata intencionadamente, (el homicida)
ha de ser muerto, como (cuando se mata) a un hombre o a una mujer. Su madre
tiene que traer por él un sacrificio56 , como se hace por los varones y las muje-
res. Puede comerc en los santuarios de las fronteras, como hombres y mujeres.
Puede recibir cualquier herencia, como los hombres y mujeresd.
5. ¿En qué no se parece ni a los hombres ni a las mujeres•? No se quemaf
nínguna ofrenda a causa de la impureza de su flujo ni incurre en pena por la en-
trada en el Templo (en tales circW1stancías), (no como ocurre a los hombres y
mujeres}. No puede ser vendido como esclavo hebreo, no como ocurre con los
hombres y mujeres. No puede ser valorado57, no como los hombres y mujeres.
Si uno dice: «Soy nazír, si éste no es hombre ni mujer»_, en tal casos es nazir.
R. Yoséh dice: El andrógino es una criatura aparte. Los sabios no pueden deci-
dir sí es hombre o si es mujer. Pero el de género dudoso no es así, unas veces
es hombre, otras veces mujer'.
a. o mujer + (su madre) se sienta a causa de la sangre de la purificación, como los va-
rones y las m1{ieres b. Si uno lo mata ... las mujeres] c. Puedecomer ... fronteras: puede
participar de las cosas santas (que se comen fuera de Jerosalén), como los hombres y mu/eres
d. rm¡ieres + Si dice: Mira, soy nazír si éste es varón y hembra, es na:tir e. las mujeres +
no se queda obligado por golpearlo o maldecirlo, no como los hombres y mujeres f. No se
quema ... las mujeres} g. en tal caso es nazir: en tal caso no es nazir h. R. Yosé: R ..lvfeir
i. Ha terminado el orden de las <rSemillas» con once tratados:
Bendiciones, nueve capítulos.
Esquina de tu campo, ocho capítulos.
El producto de diezmo dudoso, siete capítulos.
Las especies diversas, nueve capítulos.
El año sabático, diez capitulas.
Ofrendas, once capítulos.
Segundo diezmo, cinco capítulos.
Diezmos, cinco capítulos.
Afasa. cuatro capítulos.
Arbolesji71tales incircuncisos, tres capítulos.
Primicias, cuatro capítulos.
El número total de capítulos son setenta y cinco.
55. A las ciudades de refugio.
56. Cf. Lv 12, 6.
57. Cf.Lv27,2-8.
ORDEN SEGUNDO
FIESTAS
(moed)
Sábado
Fusión
Pascua
Siclos
Día del perdón
Fiesta de los Tabernáculos
Días festivos intennedios
Año Nuevo
Días de ayuno
El rollo de Ester
Fiestas menores
Sacrificio festivo
SÁBADO
(shabbat)
santo, aquel lugar se consideraba como si fuera su residencia, y desde allí se comenzaba
a contar los dos mil codos. El tratado del sábado está lleno de estas matizaciones, que han
de ser resaltadas ante las exageraciones históricas del legalismo judío.
El del sábado es el primer tratado del segundo orden misnico de las fiestas. Cabe pre-
guntarse si existió alguna razón para que los redactores colocasen este tratado a la cabeza
del segundo orden. Podría pensarse que la actual disposición se realizó bajo el influjo de
Lv 23, lss, donde el sábado inaugura la lista de las fiestas israelitas. Pero al examinar el
orden dado en Lv 23 se comprueba que en nada se parece al orden mísnico de las fiestas.
Parece ser que el verdadero principio directivo en la ordenación fue la extensión de los
tratados. El del sábado, por ser el más extenso, inauguró la serie.
El tratado no presenta ninguna ordenación sistemática, y en el estadio actual de las
investigaciones resulta dificil decir cosas seguras sobre el proceso de redacción. Si tie-
ne fundamento la distinción de dos grnpos de elementos o misnayot. Los primeros se
unifican en tomo a un pensamiento guía, y los segundos constituyen una suma de cosas
diversas.
Al primer grupo de misnayot, que establecen qué cosas está permitido 11evar en sá-
bado, pertenecen los capítulos 1, I; 5, 6 y 7, 3-4; 8 y 9, 5; 11 y 16-18.
CAPÍTULO 1
l. Hay dos modos de transportar en día de sábado que son cuatro para el
que está dentro y otros dos que son cuatro para el que está fuera. ¿De qué ma-
nera? En el caso de que (en sábado) un pobre esté fuera y el dueño de la casa
esté dentro, si el pobre introduce la mano y deposita algo en la mano del dueño
de la casa o si coge algo de aquél y lo saca, entonces el pobre es culpable y el
dueño de la casa está exento. Si el dueño de la casa saca la mano y deposita
algo en manos del pobre o si retira algo de las manos del pobre y lo introduce,
en este caso el duefio de la casa es culpable y el pobre no lo es. Si el pobre
introduce la mano y el dueño de la casa toma algo de ella, o deposita en la mis-
ma algo y lo saca, ambos están exentos. Si el dueño de la casa saca su mano y
el pobre recoge algo de las manos de aquél o si deposita algo en sus manos y
aquél lo introduce, ambos están exentos 1•
2. La oración vespertina (minjá) es la que había que recitar antes del atardecer. La pro-
hibicióo de ir al barbero o peluquero poco antes del tiempo de \a oración se debe al peligro
de que se olvide de su recitación, que obligaba en un tiempo fijo. Esta prohibición se refería
tanto a las tardes del viernes como a las de los otros días de la semana.
3. En plan paradigmático se pone el ejemplo de la curtiduría, como trabajo que necesita
un largo tiempo de realización y que tenía el peligro de hacer olvidar el tiempo de la oración.
4. La recitación del Oye, Israel tenía un tiempo fijado por la Ley, mientras que la lla-
mada Oración (Tefilá), conocida también como Shemoné esré ( C<dieci.ocho» plegarias), no.
5. Se ponen dos ejemplos de trabajadores que fácilmente pueden olvidarse del propio
instrumento de trabajo, llevando la aguja prendida en la ropa, corno el sastre, o la pluma
sobre la oreja, corno el escriba. La santidad y absolutez del sábado obliga a tales nimiedades.
6. Al usar la lámpara tendría necesidad de reavivarla, quebrantando el reposo sabático.
7. Fórmula que evoca una antigua halajá (cf. Glosario, p. 1089). La prohibición de des-
pulgar la ropa y matar insectos cae bajo la norma general de no matar animales en sábado (7,
2). Aquí discrepaban aún !os samaítas y los hilelitas: los primeros prohibían matar un piojo
en sábado, los segundos lo peimitían. En el fondo, se trata de una superstición.
8. Los niños no suelen estar interesados en continuar la lectura, de ahí que no haya que
presumir el peligro de que reaviven la lámpara. En camblo, en el maestro sí s.e da ese peligro.
9. Lo mismo que en sábado hay que evitar el peligro de transgresión, así el hombre con
flujo no ha de comer con la mujer en periodo de menstruación, para evitar el peligro de la
unión sexual, severamente prohibida en tales circunst.ancias (Lv 15, 24).
1O. Ananías, hijo de Ezequías, hijo de Gurión, fue una de las cabezas de la escuela de
Samay (en la generación anterior a la destrncción del Templo). Su gran mérito consistió en
resolver las dificultades que presentaba el libro de Ezequiel para ser incluido entre los libros
sagrados (Bacher, Agada I, 19). Ananías se opuso así a la resolución de su propia escuela,
que pretendía poner a Ez.:quiel entre los apócrifos. Eo casa de Ananías se votaron 18 dispo-
siciones, imponiéndose las más severas, propug11adas por la escuela de Samay. Estas halajot
se registran en los dos talmudes, dos de las cuales se incluyeu en la mismi anterior.
l l. El reposo sabático lo extendía la escuela de Samay a las cosas inanimadas. La leyenda
del río Sambatíón sería un reflejo de esa mentalidad. Según la kyenda, se trataría de un río
c~ud.1loso que en &füado qu_cd,1?,i pi1raJi7,1do fcf, Gn l 1°]. En R Josd<) la kycnda~:;e_i,wierte.
El l"l") r·.s1,J,n~, seco i:,~ <:;.1~1? dJ;.);,..; :· ,: b>, -.,nn;· f1<., \ _.,.,,ji',,,[ .,~ptllrh.) urr-:-~ ·i~ ( "···1,I I,·,..-f. ( .·,. j J
159 Sábado - shabbat Shab 1, 6-11
CAPÍTULO 2
1. ¿Con qué está permitido encender y con qué no está? 18 No se puede en-
cender con fibra de cedro, ni con lino, ni con borras de seda, ni con mecha de
cañamazo, ni con pabilo del desierto, ni con el musgo que tlota sobre las aguas,
ni con pez, ni con cera, ni con aceite ricino, ni con aceite de combustión, ni con
aceite de la grasa de la cola 19, ni con sebo 20 . Najum el Persa decía: Se puede
encender con sebo cocido. Pero los sabios dicen: Ya esté cocido o no lo esté,
no se puede encender con él.
2. No se puede encender con aceite de combustión en día festivo 21 • Rabí
Ismael decía: No se enciende con aceite pez por la dignidad del sábado. Los
sabios lo permiten con todos !os aceites: con óleo de sésamo, con aceite de
nueces, con aceite de colza, con aceite de pescado, con aceite de coloquinto,
con alquitrán y con nafta. R. Tatfón decía: No se enciende sino exclusivamente
con aceite de oliva.
3. De todo lo que procede del árbol sólo se usa para encender el lino y de
todo lo que procede del árbol nada se contamina con la impureza de la tienda
a no ser el lino 22 • De una mecha hecha de vestidos, que está retorcida, pero
no quemada, decía Rabi Eliezer: Es impura y no se puede encender con ella.
R. Aquiba decía: Es pura y se puede encender con ella.
4. Nadie puede agujerear la cáscara de un huevo, llenarla de aceite y poner-
la sobre la lámpara a fin de que gotee, incluso aunque fuere de arcilla. R. Ye-
hudá lo permite. Pero si el alfarero lo unió desde un principio, está permitido,
ya que es un solo obj eto 23 • Nadie ha de llenar el plato de aceite ni colocarlo al
lado de la lámpara sumergiendo el extremo de la mecha en él a fin de que ésta
absorba. R. Yehudá lo pennite.
5. El que apaga la vela por temor a los gentiles 24 , o a los ladrones, o al mal
espíritu, o a causa del enfermo que duerme, no es culpable. Pero si lo hace para
ahorrar vela, o aceite, o mecha, es culpable. R. Yosé exime de culpabilidad en
todos los casos fuera de la mecha, debido a que la convierte en carbón25 .
18. Alude a la lámpara del sábado. La prohibición de encender fuego se basa en Ex 35, 3.
19. De la cola de los animales. La identificación de estas sustancias no es segura.
20. La razón de la exclusión de estas sustancias de baja calidad para la combustión hay
que buscarla probablemente en el peligro de que uno alimente o espabile la lámpara para ver
mejor o que debido a la poca luz que expande renuncie al deber de encenderla.
21. Estaba prohibido quemar óleo de ofrenda, devenido impuro, en dia festivo, lo mis-
mo que en sábado, corno asimismo en la tarde que precedía al sábado o día festivo.
22. Si una tienda de lino alberga o proyecta su sombra sobre un cadáver todo lo que bay
en ella y ella misma contrae impureza. No ocuniría así si la tienda fuese de otra sustancia.
Esta norma está tomada de Nm 19, 14.
23. Si el cascarón de huevo, ya sea real, ya sea de arcilla, está sobrepuesto en la lámpa-
ra, cabe el peligro de que uno lo coja inconscientemente para servirse del aceite que hay en
él y apague antes de tiempo la lámpara. Observa Dan by que la lámpara palestina de la época
no podía contener más aceite que para arder durante una hora.
24. De los persas se dice que en dete1minados días consagrados a su divinidad no pem1i-
tían encender fuegos fuera del Templo.
25. Realiza una obra prohibida.
161 Sábado - shabbat Shab 2, 6----3, 2
6. A causa de tres transgresiones mueren las mujeres al dar a luz: por no ha-
ber observado las leyes de la pureza, de la ofrenda de la masa y del encendido
de la lámpara26 .
7. La tarde del sábado, cuando comienza a oscurecer, el hombre debe de-
cir en su casa tres cosas, a saber: «¿Habéis apartado el diezmo? 27 ¿Habéis
dispuesto el erub? 28 Encended la lámpara». Cuando se duda si ha oscurecido o
no, no se aparta el diezmo de los productos que ciertamente no han sido diez-
mados, ni se sumergen los utensilios, ni tampoco se encienden las velas, pero
sí se diezman los productos de diezmo inseguro, se puede preparar el erub y
cubrir las cosas calientes.
CAPÍTI.fLO 3
J. Sobre un fogón 29, que ha sido rescaldado con paja y con abrojosl 0 , se
pueden colocar alimentos cocidos 31 • (Si fue encendido) con orujo y con le-
ña, no se pueden colocar alimentos en tanto no se haya escarbado o no se ha-
ya recubierto (el fuego) con ceniza. La escuela de Samay enseña: (Se pueden
colocar alimentos) calientes, pero no cocidos. La escuela de Hilel sostíene:
Tanto (alimentos) calientes como cocidos. La escuela de Samay dice: Se pue-
den quitar, pero no volver a poner. La escuela de Hilel afirma: También se
pueden volver a poner 32 •
2. En un horno, que ha sido encendido con paja y con abrojos, no se ha de
meter nada 31 ni tampoco poner nada encima de éP4. Al hornillo, encendido con
26. La mujer era la encargada, por precepto rab[nico, de encender la lámpara del sábado.
La importancia que se da a esta costumbre se pone de manifiesto en el temor que se trata de
infundir a la mujer judía descuidada. Los otros dos preceptos, sobre la menstruación (Lv 15,
19) y la masa de harina (Nm 15, 20), son de origen bíblico.
27. De los alimentos que habían de ser ingeridos había que apartar el diezmo antes del
sábado, ya que durante el sábado no se podía hacer.
28. El erub fue un ingenioso invento rabínico para aligerar el sábado. El reposo sabático
prohibía alejarse más de dos mil codos de la ciudad, pero si la víspera una persona colocaba
alimentos para dos comidas en un lugar dentro del línúte sabático, tal lugar pasaba a ser
considerado una residencia temporal y podía caminar otros dos mil codos a partir de él en
cualquier dirección. El mismo recurso se usaba entre varios vecinos colocando alimentos
en un patio para crear la presunción de tratarse de una sola casa. AsI quedaba permitido el
transporte de objetos en su interior. El baño de inmersión hacía a los objetos aptos para el uso,
pero no podía realizarse en sábado.
29. El término ki,·a (fogón) deriva del verbo kará, que significa «excavar», ya que se
trataba de una fosa alargada, en cuyo fondo se encendía fuego y sobre la cual se colocaba la
olla. Generalmente tenía capacidad para dos ollas, de ahí el dual bíblico kirayim (Lv 11, 35).
Cf. Kel 5, 2.
30. Antes de irrumpir el sábado.
31. En el mismo día del sábado para calentarlos. Se permite sí fue encendido con paja
y abrojos, debido a que éstos no dejan brasas, pero no si fue rescaldado con orujo y leña, ya
que dejan brasa y cabria peligro de atizarla para calentar más rápidamente los alimentos.
32. En sábado.
33. Alimentos cocidos, en día de sábado.
34. A causa del calor intenso que produce el horno.
Shab 3, 3-6 Orden segundo: Fiestas - moed 162
paja y con abrojos, se aphca la misma norma que al fogón con orujo y leña,
pues es como un horno.
3. No se puede poner un huevo al lado de una caldera35 para que se cueza,
ni romperlo sobre un paño 36 • R. Yosé lo permite. Tampoco puede ser ocultado
en la arena o en el polvo del camino para que cueza.
4. La gente de Tiberias hizo pasar en otro tiempo un tubo de agua fría a
través de un canal de agua caliente37 • Los sabios les dijeron; Si esto se realiza
en sábado, es lo mismo que el agua que se calienta en sábado que está prohibi-
da para lavarse y para beber. Si se realiza en un día festivo, es como agua que
se calienta en día festivo, que está prohibida para baño 3&, pew permitida para
bebida39 • Si un calentador4º ha sido limpiado de sus cenizas, se puede beber <le
él en día de sábado; pero si es un calentador de tipo antikí 41 , a pesar de que
haya sido limpiado de sus cenizas, no se puede beber de él42 .
5. En un calentador retirado del fuego no puede meterse agua fría con el
objetivo de que se caliente, pero sí se puede verter en ella o en un vaso (agua
fifa) a fin de que se entibie. En una sartén o en una olla, que se han retirado del
fuego mientras hervían, no se pueden meter especias, pero sí se pueden poner
en el plato o en una fuente 43 . R. Yehudá decía: Pueden echar (especias) a todo,
a excepción de lo que lleva vinagre y salmuera44 .
6. No se puede colocar4 5 un vaso debajo de la lámpara con el fin de re-
coger el aceite4b en él, aunque si se coloca dentro del día, sí está permitido.
No se puede hacer uso de él debido a que no estaba preparado para eso. Una
lámpara nueva se puede trasladar47 , pero no una vieja. R. Simeón enseñaba:
Todas las lámparas pueden ser trasladadas, a excepción de la lámpara que
arde en sábado 48 . Está permitido colocar un vaso debajo de la lámpara con el
fin de recoger los chisporroteos, pero no se le puede poner agua, porque esto
apagaría (la llama).
CAPÍTULO 4
1. ¿Con qué se puede cubrir y con qué no? 49 No se puede cubrir con orujo,
ni con estiércol, ni con sal, ni con cal, ni con arena, ya estén húmedos o secos.
Tampoco con paja, ni con el ho!lejo de la uva, ni con 11arapos, ni con hierbas
que todavía están verdes, aunque si puede cubrirse con éstas cuando están se-
cas. Se puede cubrir con ropa y con fmtos 50 , con alas de paloma, con serrín, con
estopa de lino fino. R. Yehudá prohíbe el fino y permite el grueso.
2. Se pueden cubrir con pieles y se las puede trasladar; también con vellón
de lana, aunque entonces no puede trasladarse. ¿Cómo se hace? Se coge la ta-
padera y (la lana) cae 51 . R. Eleazar ben Azarías decía: El cesto se inclina hacia
un lado y se extrae a fin de que no haya que retirar (la olla) y no se pueda volver
a poner 51.. Los sabios, en cambio, dicen: Se puede retirar y volver a poner, Si no
cubrió (la olla) dentro del día, no se puede cubrir después de haber oscurecido.
Pero si la cubrió y se destapó, está permitido el cubrirla. Se puede llenar la j ana
y ponerla debajo de una almohada o un cojín53 .
CAPÍTULO 5
J. ¿Con qué puede salir una bestia en sábadoª y con qué no? 54 El camello
puede salir con el cabestro, la camella con el aro de la nariz, el asno libio con
el freno, el caballo con las bridas. Todos los animales que porten cadena salen
con cadena y se les lleva por la cadena. Se los puede aspe1jar y sumergir en su
propio lugar5 5 •
2. El asno puede salir con una cobertura56 cuando ya la tenia ceñida, los
machos cabríos pueden salir cubiertos 57 , las ovejas pueden salir descubiertas,
atadas o revestidas con un paño. Las cabras pueden salir con la ubre recogida.
a. en sábado}
49. Una vez retirada la olla del fuego el viernes por la tarde se la colocaba entre elemen-
tos que le mantuvieran el calor, pero no que se lo aumentaran.
50. Tal como el grnno.
51. Cuando se quiere extraer el alimento, se alza la tapadera y las lanas que la recubrían
caen por sí solas.
52. la olla o la tartera, cubierta o rodeada de lana, se colocaba en un cesto o en un ca-
jón. El cesto o el cajón se inclinaba hacia un lado para extraer los alimentos sin sacar la olla o
tartera, ya que según R. Eleazar no podía ésta volver a ser colocada en su sitio, mientras que
los sabios lo permitían si se conservaba el hueco vacío.
53. Para mantener el agua tibia, o c.alenw.rla un poc.o, o mantener su frescor en verano.
54. El reposo sabático obliga también a las bestias (cf. Ex 20, 1O). No se considera carga
lo que es necesario o cumple la función de proteger al animal.
55. Si la cadena de la bestia ha devenido impura por el contacto con un muerto, se puede
asperjar mientras está en el pescuezo del animal o se sumerge al animal con ella puesta y
adquiere de nuevo !a pureza.
56. lvianta o paño que ,e coloca sobre el lomo del animal para protegerlo del frío.
57. Al macho cabrío se le recubría el falo con llna piel para impedir que montase sobre
la hembra. Por la n1isma razón se ataba la col~ del animal u In pierna o, cuando se quería
consL·guir el l'.fL;Gt·J conlrnrio. ~,L. "'llj~talT.i b cok1 ai h. Lt10.
1
Shab 5, 3-6, 1 O,y;/en segundo: Fiestas - moed 164
Rabí Yosé prohíbe todo, a excepción de las ovejas revestidas con un paño. Rabí
Yehudá dice: Las cabras pueden salir con la ubre recogida si es por mantenerla
seca, pero no si es por causa de la leche 58 •
3. ¿Con qué no pueden salir? El camello no puede salir con un paño orna-
mental59, ni atado 60 , ni ligado de patas 61 • Esto vale para el resto de las bestias.
No se puede atar un camello al otro y conducirles, pero sí se pueden coger las
cuerdas y llevarlos con tal que aquéllas no se enrnarafien62 .
4. El asno no puede salir con una cobertura cuando ésta no la tiene ceñida,
ni con el cencerro aun estando obturado, ni con el dispositivo en forma de
escalerita en el pescuezo63, ni tampoco con las correas de las patas. Las galli-
nas no pueden salir con cintas ni con bandoleritas en las patas64 . Los machos
cabríos no pueden salir con la carreta que se coloca debajo de su cola65, ni las
ovejas con el aro de madera66 , ni el ternero con el yugo, ni la vaca con la piel
de erizo67 y con las correas entre los cuernos. La vaca de Rabí Eleazar ben
Azadas andaba con una correa entre los cuernos, lo cual no era del beneplácito
de los sabios.
CA.PíWL06
l. ¿Con qué puede salir una mujer y con qué no puede? Una mujer no
puede salír con hilos de lana, ni con ovíllos de líno, ni con lazos en la cabeza68 •
No podrá bañarse mientras no los haya soltado69 • No puede salir tampoco con
una cinta en la frente, ni con una guimalda cuando no estén cosidas, ni con una
redecilla en lugar público, tú con una corona dorada70 , ni con collar, ni con aros
58. La ubre puede ser recubierta con una bolsa o saco para evitar que se dañe al arras-
trarla por el suelo, pero no para impedir que gotee la leche en el suelo.
59. Un paño que pendía sobre la cola y servía de distintivo.
60. La pata delantera.
61 . Ligaban las patas anteriores a las posteriores para impedir la huida.
62. Al mezclarse podían quebrantar el precepto de la diversa semilla (Kil 9, 1).
63. Un aparato, en forma de escalerita, que se colocaba en el pescuezo del animal para
impedir que moviese la cabeza y hurgara en la herida.
64. Que servían de distintivo.
65. Para proteger el bolsón de sebo que suelen tener estos animales en la región del
medio Oríente.
66. En el aro se colocaba una planta que provocaba el estornudo en la oveja y así ale-
jaba aquellos insectos que se introducían por la nariz y causaban enfermedades.
67. Con la que se Je recubrían las ubres para evitar que culebras y otros reptiles se acer-
caran a ellas.
68. En sábado la mujer no puede salir al área de dominio público con nada que no sea
estrictamente vestido u ornamento; en caso contrario, sería computado como carga y estaría
obligada a ofrecer un sacrificio, de imposición bíblica. Pero incluso aquellas piezas de vesti-
do u ornamento sobre las que amenaza el peligro de que se caigan o que se pueden sacar para
enseñárselas a otro, etc., están prohibidas por imposición rabínica. Sin embargo, en caso de
contravención, no se está obligado a ofrecer sacrificio en tal circunstancia.
69. Esta regla es independiente del sábado y se refiere al baño ritual de la mujer tras el
periodo de la menstruación. Cf. Miqw 9, 1.
70. Ed 2, 7.
165 Sábado - shabbat Shab 6, 2-5
de nariz, ni con anillo sin sello, ni con aguja sin agujero. Si sale (con tales co-
sas), no está obligada al sacrificio por el pecado.
2. El hombre no debe salir71 con sandalias cosidas a aguja, ni con una
sola72 si su píe no tiene herida, ni con fi.lacterias 73 , ni con un amuleto si no es
de un entendido74 , ni con coraza, ni con yelmo, ni con botas75 • Si sale, no está
obligado al sacrificio por el pecado 76 •
3. Una mujer no puede salir con una aguja que tenga agujero17 , ni con un
anillo que tenga sello, ni con un gorro en forma de caracol, ni con un ánfora ni
con un fracaso de perfumes. Si sale, está obligada a un sacrificio por el pecado.
Ésta es la opinión de Rabí Meír. Los sabios la absuelven cuando se trata de un
ánfora o un frasco de perfumes.
4. El hombre 110 puede salir con la espada, ni con el arco, ni con el escudo,
ni con una porra, ni con la lanza. En. caso de que salga, queda obligado a un
sacrificio por el pecado. Rabí Eliezer decía; Son como adornos para él. Los
sabios, en cambio, decían: No son sino para oprobio, ya que está escrito: De
sus espadas harán rejas de arado, y de sus lanzas, hoces. No alzarán la espada
gente contra gente, ni se ejercitarán para la guerra18 • Las ligas son puras y
se puede ir con ellas en día de sábado 79• Las cadenillasso son impuras y no se
puede salir con ellas en sábado.
5. Una mujer puede salir con trenzas, ya sea suyo (el cabello), ya de otra
mujer, ya de pelo de animal. Pueden salir también con una cinta en la frente
o una guirnalda si está cosida, con una redecilla, con una peluca dentro de
un patio, con un algodón en los oídos, con un algodón en las sandalias, con un
algodón que preparó para su menstruación; con pimentón, con granos de sal y
con cualquier otra cosa que pueda meterse en la boca81 con tal que no la intro-
duzca en el sábado. Si se cae, no lo puede reintroducir. Los dientes postizos y
los dientes de oro, Rabí los permite, mientras que los sabios los prohíben.
71. El área del dominio público, aunque otros dicen al propio patio. El cosido de la
sandalia podría romperse y quedaría expuesto a transportarla.
72. Si llevara una sola sandalia pudiera dar ocasión a sospechar que la transporta escon-
dida entre los vestidos o también podría ser motivo de mofa y de este modo provocar en él el
retirarla y transportarla. En caso de herida está pennitido llevarla, porque todos verán que lo
hace por la herida. Discuten los sabios si en tal caso puede llevar también calzado el píe sano.
73. Cápsulas de cuero conteniendo un pergamino donde están reproducidos los textos
de Ex 13, 1-10; 13, II-16;Dt6,4-9; 11, 13-21.Actualmenteseponenenlaoracióndelos
días de la semana ciñendo la frente y el brazo izquierdo.
7 4. El amuleto podía consistir en un escrito o en un haz de raíces que se llevaban col-
gadas del cuello con objetivos curativos o a las que se atribuían poderes superiores.
75. Estas tres últimas piezas eran usadas en periodo de guerra. Según algunos estaban
prohibidas porque no podían considerarse estrictamente como vestidos; según otros, porque
entrafiaban el peligro de que las quitaran y las transportaran.
76. Debido a que es tan sólo precepto rabínico,
77. Es decir, apta para coser (lo cual estaría dentro de las obras prohibidas en sábado).
78. Is 2, 4,
79. Las ligas no son ni ornamento ni tampoco una pieza autónoma, sino que sirven de
complemento a otra.
80. Ligas con cadenillas llevadas ordinariamente por las muchachas.
81. Para corregir el aliento.
Shab 6, 6-7, l Orden segundo: Fiestas - moed 166
6. Se puede sal ir con una moneda adosada a la parte inflamada 32 . Las niñas
pequeñas pueden salir con lazos, incluso con cordoncitos en las orejas 83 • Las
mujeres árabes pueden salir con el velo y las persas con el paño. También pue-
de salir así cualquier otra persona, únicamente que los sabios hablaron de su
tiempo presente84 .
7. La mujer puede abrochar el vestido con una piedrecita, con una nuez,
con una moneda con tal que no se abroche primeramente en sábado.
8. El cojo puede salir con su pierna de palo. Tal es la opinión de Rabí Meír.
Rabí Yosé lo prohibía. Si tiene una cavidad85 que pueda recibir un cojinete, es
impura. La apoyatura 86 tiene la impureza de asiento 87 • Se puede salír' con ellas
en sábadob y entrar con ellas en el atrio del Templo. El asiento y sus apoyaturas
tienen la impureza de asiento y no puede salirse con ellos en sábado ni entrar
con ellos en el atrio del Templo. Los zuecos 88 son puros, pero no se puede salir
con ellos.
9. Los niños pueden salir con ligaduras y los principes con campanillas.
Cualquier otra persona (puede salir así), únicamente que los sabios hablaron
de su tiempo presente.
1O. Se puede salir con un huevo de langosta 89 , con un diente de zorra 90 , con
el clavo de un crucificado91 , por razones de salud. Ésta es la opinión de Rabí
Meír". Los sabiosd, en cambio, dicen que esto está prohibido incluso en los días
ordinarios por razón de ser esto un comportamiento de paganos.
CAPÍTULO 7
a. Se puede salir: No se puede salir b. y entrar: ni entrar c. Rabí Meir: R. Yosé d. Los
sabios, en cambio, dicen que esto está prohibido: R. lvfeír lo prohíbe
82. Según otros, se trata de un remedio para los callos.
83. Los cordoncitos tenían por finalidad impedir el cierre de los agujeritos de la oreja
hechos para llevar los pendientes.
84. Importante observación. La tipificación rabínica estaba en fünción de un tiempo
concreto sin afán de agotar las posibilidades de la ley.
85. Kel 2, 1; 15, lss. Todo el artículo trata del tema desarrollado en Kelim 15.
86 Se refiere a los utensilios que lleva en las rodillas el mutilado de ambas piernas.
87. Cie1tas personas, como la parturienta o el hombre que sufre gonorrea, comunican im-
pureza al obJeto sobre el que se sientan, se acuestan o cabalgan (Lv 12, 2; 15, 2.25). Son sus-
ceptibles de impureza los objetos adecuados para sentarse, acostarse o cabalgar. Cf. Zab 2, 4.
88. El significado concreto es muy controve1tido.
89. Se introducía en el oído como remedio al mal de oído.
90. Se le considern ba de eficacia contra el insomnio.
91. Según l\,faimónides, era considerado como remedio contra las fiebres terciarias. Se
llevaba prendido al cuello.
92. T,Jd,) LI cruc 1µ¡1r-!·r~ i¡, oblig-,KdF~ f! 1 nJ~,.ncP!Ji d1. ! ~(\b;•1_:,.)
J67 Sábado - shabbat Shab 7, 2-8, 1
tiples trabajos en muchos sábados, está obligado por cada uno de los sábados.
El que sabe que es día de sábado y realiza múltiples trabajos en muchos días
de sábado, está obHgado por cada uno de los trabajos principales realizados. El
que realiza muchos trabajos de una misma especie no está obligado más que a
un sacrificio por el pecado.
2. Los trabajos principales son cuarenta menos uno: sembrar, arar, segar,
engavillar, majar, bieldar, limpiar, moler, cribar, amasar, cocer, esquilar, lavar la
lana, mullirla, teñirla; hilar, tejer, hacer dos cordoncillos, tejer dos hilos, separar
dos hilos; hacer nudos, soltarlos, hacer dos costuras, desgarrar algo con objeto
de hacer dos costuras, cazar un ciervo, matarlo o despellejado, salarlo, curar la
piel, pulirla, cortarla; escribir dos letras, borrar con el fin de escribir dos letras';
edificar, demoler, apagar, encender; golpear con martillo, transportar de un ám-
bito a otro. Estos son los cuarenta trabajos fundamentales menos uno 93 .
3. Establecieron todavía otra norma general: Si alguien transporta en sába-
do cualquier cosa apta para ser conservada y en la cantidad que se conserva,
está obligado a un sacrificio por el pecado. Pero si alguien transporta en sábado
algo que no es apto para ser conservado o en la cantidad que no se conserva, no
está obligado, sino que sólo lo está el que lo conserva.
4. Si uno transpo1ia paja igual a la que podría servir para llenar la boca de
una vaca, o pajuela como para llenar las fauces del camello, o cebad.a como
para llenar la boca de un cordero, o hierba como para llenar las fauces de un
cabrito, y hojas frescas de puerro o de cebolla en la cantidad como de un higo
seco o secas como para colmar las fauces de un cabrito (es culpable). Todas
estas cosas no se unen debido a que difieren en la medída 94 • El que transporta
alimentos (como del tamaño) de un higo, está obligadoh. Estos se unen uno al
otro a causa de que son iguales en su medida, a excepción de la piel, pepita,
tallos, salvado y moyuelo 95 . Rabí Yehudá decía: A excepción de la cascarilla de
las lentejas que se cuecen con ellas 96 •
CAPÍTULO 8
1. El que transporta vino como para escanciar un vaso 97 , leche como para
un sorbo, miel corno para poner sobre una herida 9&, aceite como para poder un-
gir un pequeño míembro 99 , agua como para diluir el colirio, un cuarto (de log)
de cualquier otro líquido, un cuarto (de log) de todo lo que se puede derramar
(queda obligado). Rabí Simeón decía: Para todos, un cuarto; no establecieron
estas medidas sino en atención de los que querían conservar (estas cosas).
2. El que transporta cuerda como para hacer un asa a un cesto o juncos
como para hacer un colgante a un tamiz o a una criba (queda obligado). Rabí
Yehudá dice: Como para tomar con ella la medida de un zapato de niño. El que
transporta un papel como para poder escribir en él la nota de los colectores de
impuestos 100 y el que transporta la nota de los colectores de impuestos es cul-
pable; lo mismo que el que transporta un papel raido 101 para envolver el cuello
de un pequeño frasco de perfume.
3. Una piel como para hacerse un amuleto, un pergamino como para es-
cribir en él una perícopa pequeña de las filacterias que es el Oye, Israel; tinta
como para escribir dos letras o colírío como para pintarse un ojo 1º2 •
4. Pasta pegadiza como para colocar encima de la rama 103 ; pez o betún
como para reparar un hueco 104; cera como para obturar una pequeña cavidad;
arcilla como para hacer la boca del horno de los acrisoladores del oro. Rabí Ye-
hudá decía: Como para hacer el soporte 'º5 . Salvado como para poner encima de
la boca del horno'º" del orfebre, cal como para blanquear el dedo meñique de
una niña 107 . Rabí Yehudá decía: Como para hacer un emplasto. Rabí Nebemías
decía: Como para recubrir la frente 1º8•
5. Arcílla como para un sello 109 de saco. Ésta es la opinión de Rabí Aquiba.
Los sabios decían: Como para un sello de carta. Estiércol o arena fina como
para abonar el tallo de un algarrobo. Ésta es la opinión de Rabí Aquiba. Los sa-
bios decían: Como para abonar un puerro. Arena gorda como para poner sobre
una paleta llena de cal. Una caña como para hacer una pluma. Si es gruesa o
está quebrada como para poder cocer con ella el más pequeño de los hueveci-
llos, mezclado (con aceite) y puesto en la sartén.
6. Un hueso como para hacer una cuchara. Rabi Yehudá decía: Como para
hacer de él el díente de una llave. Un vidrio como para poder raspar con él el
extremo de la lanzadera; un canto o una piedra como para poder arrojarlas con-
tra un pájaro. Rabí Eliezer ben Jacob decía: Como para poder arrojarlas contra
una bestia 110 •
1OO. Los recaudadores de impuestos escribían en un papel dos letras para señalar que el
impmte había sido ya percibido.
1Ol. No apto para escribir.
102. Quien transporta cualquiera de esas cosas es culpable y tiene que ofrecer el sacrifi-
cio de reparación.
103. Se colocaba encima de la rama, en el árbol o en la viña, para que cuando los pájaros
se acercasen quedasen prendidos en ella.
104. Hacer significa aquí reparar, es decir, tapar, semejante al caso siguiente.
105. Cf. Kel 5, 11; 6, l.
106. Para conservar el calor.
107. Se refiere a las prácticas depilatorias.
108. Quien transporta cualquiera de esas sustancias se hace culpable.
109. Cf. Ohal 17, 5. Era aun medida para el sel lo de \os sacos de mercancía.
110. Quien los transporta se hace culpable.
!69 Sábado - shabbat Shab 8, 7-9, 4
7. Trozos de arcilla como para poder colocarlos entre una y otra estaca 111 ;
ésta es la opinión de Rabí Yehudá. Rabí Meír decía; Como para atizar con ellos
el fuego. Rabí Yosé decía: Como para recoger con ellos un cuarto de log de
liquido. Decía Rabí ~1Ieír: Aunque no haya prueba para esto, al menos hay una
alusión en Hasta no quedar siquiera un tejón para sacarfuego del hogar 112 • Ra-
bí Yosé le decía: Hay una prueba en el verso: O para sacar agua de la cisterna.
CAPITULO 9
l. Rabí Aquiba decía: ¿De dónde sabemos que un ídolo aporta impureza
al acarrearlo, igual que la mujer menstruante? 113 Porque se dice: Los arrojarás
como cosa inmunda, les dirás: Fuera 11 4. Así como la menstruante hace impuro
a quien la lleva, el ídolo transmite la impureza a quien lo acarrea.
2. ¿De dónde sabemos que un barco tiene pureza? Porque está escrito: El
camino de la nave está en el corazón del mar 11 '. ¿De dónde sabemos que en
un huerto, de seis palmos cuadrados, se pueden sembrar cínco semillas, cuatro
en cada uno de los cuatro lados del hue110 y una en el centro? 116 Porque está
escrito: Como produce la tierra sus gérmenes y como hace brotar el huerto sus
semillas 111 • No dice semilla, sino semillas.
3. ¿De dónde sabemos que una mujer que suelta espenna al tercer día es
impura? 118 Porque está escrito: Aprestaos tres días 119 • ¿De dónde sabemos que
se puede bañar en el tercer día a un niño círcuncidado aun cuando ocuna en día
de sábado? 120 Porque está escrito: Al tercer día, cuando estaba con los dolo-
res 121 • ¿De dónde sabemos que se ataba una cinta escarlata en el testuz del chivo
expiatorio? 122 Porque está escrito: Aunque fuesen tus pecados como la grana,
quedarán blancos como la nievem.
4. ¿De dónde sabemos que el ungirse en el día de la expiación es como
el beber? 124 Aunque no hay prueba para esto, sí hay una alusión, ya que está
escrito: Penetre como agua en sus entrañas y como aceite en sus huesos 125 •
111.Neg 12, 4.
112.Is 30, 14
113.Lv 15, 19; Kel I, 3. Cf. Nid I y 2.
114.Is 30, 22. La impureza se obtiene con el transporte, aunque no haya contacto directo.
115. Prov 30, 19. La observación de que el barco está en e! mar significa que el barco es
equiparable al mar, el cual no puede conh·aer impureza.
116. Kil 3, l.
117. Is 61, 11
118. Contradice a lv[iqw 8, 3. El manuscrito de Budapest decía primitivamente «pura».
119. Ex: 19, 15.
120. «El baño caliente vigoriza al niño circunciso y acelera la curación. Está, pues, per-
mitido bañar al niño al tercer día, aun cuando sea sábado, ya sea con agua calentada en el día
a ese propósito o ya, con más razón, con agua calentada en el día precedente» (Castiglione).
121. Gn 34, 25.
122. Cf. Yom 4, 2.
123. ls 1, 18; Yom 6, 8.
124. Yom 8, 1. Son acciones prohibidas y punibles.
125. Sal 109, 18.
Shab 9, 5-[0, 1 Orden segundo: Fiestas - moed 170
5. El que saca leña como para cocer un huevecito; especias como para con-
dimentarlo (_teniendo en cuenta que éstas) se suman una a otra 126, cáscaras de
nueces o de granadas, plasto 121 o rnbia 123 como para teñir con eUos un pequeño
paño de cofia. Orina, nitro, potasa, yeso de cimolia 129 o jabón espumante como
para lavar con ellos un pequeño pafio de cofia I30 • R. Yehudá dice: Suficiente
como para extenderlo sobre una mancha.
6. Pimentón 131 en cualquier cantidad_, aceite de pescados en cualquier can-
tidad, especias de perfume o metales en cualquier cantidad; piedras del altar o
tierra del altar, partes deterioradas de los libros y sus envoltorios en cualquier
cantidad, ya que se guardan para ocultarlos. Rabí Yehudá decía: También el
que saca cualquier cosa perteneciente al culto del ídolo en cualquier canti-
dad132. Porque está escrito: Que no se te pegue a las manos nada de lo que fue
dado al anatema 13 3.
7. El que transporta la caja de un perfumista, a pesar de que haya en ella
muchas especies (de perfumes), no queda obligado más que a un sacrificio
por el pecadon 4 _ Semillas de huerto en menos cantidad que un higo seco. Rabí
Yehudá ben Betera decía: Cinco (semillas). Semilla de pepino dos, de calabaza
dos, de haba egipcia dos; una langosta viva en cualquier tamaño, muerta como
un higo seco. El pájaro de las viñas 135 , ya esté vivo o muerto, en cualquier
cantidad, ya que es conservado para objetivos medicinales. Rabí Yehudá decía:
También el que transporta una langosta viva impura de cualquier tamaño, que
se guarda para que los niños jueguen con ella.
C.,v,irnLO 10
l. Si una persona conserva I36 algo para emplearlo como semilla, o para
muestra, o para objetivos medicinales, y lo transporta en día de sábado, sea
cual fuere la cantidad, es culpable. Cualquier otra persona no es culpable, a no
ser que tenga la medida. Sí la introduce de nuevo, es culpable únicamente si
tiene la medida.
126. Las especias, aunque sean diversas, se suman unas a otras a efectos de computar la
cantidad prohibida.
127. Hierba de la que se extraía un colorante azul.
128. Hierba de la que se sacaba una tintura roja.
129. «Una especie de yeso colorante en blanco que se encuentra en Cimolia, pequeña
isla en las cercanías de Creta, en el Mar Egeo» (Castiglione).
130. El que los saca es culpable.
131. Se refiere aquí a una especie olorosa usada para combatir el mal aliento de la boca.
Cf. Shah 6, 5.
132. El sacar fuera cualquiera de estas cosas está prohibido.
133. Dt 13, l7.
134. La caja unifica a las diversas especies, de modo que su transporte se computa como
una sola cosa.
13 5. Una especie de langosta.
136. Cf. 7, 3.
171 Sábado - shobba1 Shab 10, 2-11, 1
CAPÍTULO 11
gar privado a otro privado teniendo por medio un lugar público, Rabí Aquiba 144
lo declara culpable, mientras que los sabios lo absuelven.
2. ¿De qué manera? Si hay dos bakones 145 frente por frente en lugar pú-
blico, el que alarga la mano o arroja algo del uno al otro, está exento. Si están
ambos en la misma línea, el que alarga la mano es culpable, mientras que el
que an-oja está exento. Tal era el trabajo de los levitas: había dos carros en lugar
público, uno detrás del otro, y pasaban las vigas del uno al otro, pero no las
arrojaban 146 . Si uno coge una piedra de la cistema147 o una roca de diez palmos
de altura por cuatro de ancho y la coloca sobre las espaldas, es culpable; sí es
menor cantidad de la indicada, está exento.
3. Si uno arroja un objeto contra un muro a una distancia de cuatro codos
y a más altura de diez palmos es como si lo hubiera arrojado al aire 148 , pero
si es más abajo de diez palmos es e.orno si lo hubiera arrojado contra la tierra.
Sí uno lo arroja a tierra a cuatro codos de distancia, es culpable. Si arrojó el
objeto dentro de los cuatro codos de distancia y rodó más allá de éstos, está
exento 149; si lo arrojó más allá de los cuatro codos y vuelve rodando al espacio
de los cuatro codos, es culpable.
4. Si uno arroja un objeto al mar a una distancia de cuatro codos, está
exento 150 • Si hubiese una marisma y un ámbito público la atravesara, el que
arroja a ella un objeto dentro de los cuatro codos es culpable 151 • ¿Hasta cuándo
se puede hablar de marisma'? 152 Cuando es meno1 de diez palmos. Si hubiese
marisma y un ámbito público la atraviesa, el que arroja un objeto a ella dentro
de los cuatro codos es culpable.
5. Si uno arroja un objeto desde el mar a tierra 153 o desde tierra al mar, o
desde el mar al barco 154 o desde el barco al mar, o desde una nave a otra, está
exento. Si las naves están unidas unas a otras, se puede transportar de una a
la otra 155 • Si no están unidas, aunque estén contiguas, no se puede transpo1iar
nada de una a otra 156 •
6. Si uno arroja un objeto y se acuerda de (que es sábado) después de que
ya fue despedido por su mano, o cuando lo retiene otro, o un perro o se consu-
CAPITI.TLo 12
a. dos letras]
157. Cf. Lv 4, 27s.
158. El reposo sabático muestra aquí su absolutez.
159. La finalidad práctica hace del acto un auténtico trabajo.
160. De ahí que esas dos letras constituyen ya algo completo y cerrado en sí mismo, y el
que las escribe se hace culpable aunque su intención no hubiera sido ésa.
16 l. Olvidándose de que es sábado.
Shab 12, 5-13, 6 Orden segundo: Pies/as - moed 174
5. Si escribe con líquidos, con jugo de frutas, con polvo del camino, con
arena de escriba, con cualquier cosa perecedera, está exento. (Si escribe) con el
reverso de su mano, o con el pie, o con la boca, o con el codo; o si pone una letra
al lado de un escrito, o si escribe encima del escrito, o si se propone escribir het y
escribe dos zayim, o sí escribe una en el suelo y otra en la viga, o sí escribe sobre
las dos paredes de la casa, o sobre las dos páginas del libro sin que puedan leerse
juntamente, estl exento 162 . Si escribe una letra con notaricón 163, Rabí Yehosúa
ben Betera lo declara culpable, mientras que los sabios lo declaran exento.
6. Si uno escribe dos letras en dos momentos de olvido, una por la mañana
y otra por la tarde, Rabán Gamaliel lo declara culpable, mientras que los sabios
lo declaran exento.
CAPÍTULO 13
1. Rabí Eliezer decía: El que teje desde el principio con tres hilos o (añade)
uno a un tejido, es culpable. Los sabios decían: Ya sea al principio, ya sea al
final, la medida son dos hilos.
2. Si uno hace dos trencillas en el entramado de un tejido, o en un pliegue,
o en un tamiz, o en una criba, o en un cesto, es culpable. El que da dos puntadas
o rompe 164 en orden a dar dos puntadas (es culpable).
3. El que rasga el vestido por un arrebato de cólera o a causa de una defun-
ción y todos los que destrnyen 165 , están exentos. El que destmye algo con el
objetivo de repararlo, su medida corresponde a la de la reparación.
4. La medida para el que lava la ropa, o la sacude, o la tiñe, o la teje es como
la extensión doblada de un sil 66 . Si teje dos hilos, la medida es un sit entero.
5. Rabi Yehudá decía: Si uno caza un pájaro en una torre o un ciervo en
una casa, es culpable. Los sabios decían: Un pájaro en una torre, un ciervo
en una casaª, en un patio, en un coto. Rabán Simeón ben Gamaliel decía: No
todos los cotos son iguales. Ésta es la norma: Si todavía necesita ser cazado,
está exento; si no necesita ser cazado, es culpable 167 •
6. Si un ciervo entra en la casa y uno cierra la puerta tras él, es culpable 168 •
Si la cerraron dos, están exentos; pero si uno solo no la podía cerrar y la cerra-
ron dos, son culpables 169 • Rab[ Simeón los declara exentos.
7. Si uno está sentado en la puerta sin que la bloquee totalmente y otro está
sentado junto a ella bloqueándola 17°, este último es culpable. Si el primero es-
tá sentado en la pi..:etia bloqueándola y llega otro y se sienta junto a él, a pesar
de que el primero se levante y se vaya, éste es culpable 171 y el segundo está
exento. ¿A qué se parece esto? Al que cierra la casa para guardarla y se encuen-
tra en ella a una gacela.
CAJ>iTULO 14
CAPÍTULO 15
l. Estos son los nudos por los que se hace uno culpable (haciéndolos en
sábado): el nudo de los camelleros 181 y el nudo de los maríneros 182 • Del mismo
modo que uno se hace culpable realizando el nudo, se hace también culpable
desatándolo. Rabí Meír decía: Por cualquier nudo que pueda ser deshecho con
una sola mano no se es culpable.
2. Existen nudos por los que no se adquiere culpabilidad como en el caso
de los nudos de los camelleros y marineros 183 . Una mujer puede atar la abertura
de su camisa, los cordones de la redecilla o de la cintura, las correas de los
zapatos o de las sandalias, los pellejos de vino o aceite, o una olla con carne.
Rabí Elíezer ben Jacob decía: Se puede atar una cuerda ante el ganado para que
éste no salga. Un cubo puede ser atado a un cíngulo, pero no a una cuerda. Rabí
Yehudá lo permite. Rabí Yehudá daba una regla general: Por un nudo que no es
finne no se hace uno culpable.
3. Los vestidos pueden plegarse hasta cuatro y cinco veces 184 • Las camas
puede hacerse en la noche del sábado para el sábado, pero no en el sábado para
el fin del sábado. Rabí Ismael decía: Se pueden plegar los vestidosª y preparar
la cama en el día de la expiación 185 para el sábado y las mejores piezas del
sábado 186 pueden ofrecerse 187 en el día de la expiación 188 • Rabí Aquiba decía:
Lo del sábado no se puede ofrecer en el día de la expiación ni lo del día de la
expiación puede ofrecerse en sábado 189•
CAPITULO 16
lengua, han de guardarse en el almacén 193 • ¿Por qué algunos no se leen'? A cau-
sa de la distracción en el estudio (de la Torá) 194 • Se puede salvar el estuche del
rollo con el rollo y el estuche de las filacterias con las filacterias, a pesar de que
hubiese dentro dinero. ¿En dónde se les puede poner a salvo? En un pasadizo
no abierto. Ben Betera decía: Incluso abierto.
2. Se puede salvar la comida de tres refecciones 195 • La que es propia del
hombre para el hombre, la que es propia de los animales para los animales.
¿De qué modo? Si se declara un incendio en la noche del sábado, se puede
rescatar la comida de tres refecciones; si se declara por la mañana, se rescata
la comida de dos refeccíones; si se declara por la tarde, se rescata la comida de
una refección. Rabí Yosé decía: Siempre está permitido rescatar la comida
de tres refecciones 196 •
3. Se puede salvar un cesto lleno de panes, aunque haya en él para cien re-
fecciones; asimismo una torta de higos o una botella de vino 197 . Se puede decir
a los demás: Venid y rescatad para provecho vuestro 198 • Si éstos son inteligen-
tes, harán cuentas con el dueño una vez pasado el sábado 199 . ¿En dónde pueden
ponerse a salvo? En un patio, en el que está dentro el e1·ub 200• Ben Betera decía:
También en uno que no tenga erub.
4. Allí pueden llevar todos los vestidos de su uso, vestirse de todo lo que
puedan vestirse y cubrirse con todo lo que puedan arroparse. Rabi Yosé decía:
Dieciocho vestidos 2º1, pero puede volver a vestirse y sacar (los vestidos) y
decir a los otros: «Venid y salvadlos conmigo».
5. Rabí Simeón ben Nanás decía: Se puede extender la piel de un cabrito
encima de un armario, de una caja o de un bufete, en los que ha prendido el fue-
go, porque aquélla sólo se chamusca202 • Se puede hacer una partición entre los
objetos, ya estén llenos o vacíos, con el objetivo de que no se extienda el fuego.
Rabí Yosé prohibía hacer esto con recipientes nuevos de arcilla llenos de agua,
ya que éstos no pueden resistir el fuego, se quiebran y apagan el fuego203 .
6. Al no judío que viene a apagar el fuego no se le puede decir: «Apaga)), o:
«No apagues», ya que el reposo sabático no les afecta. Pero si un menor2° 4 viene
a apagar el fuego, no se le permitirá, porque el descanso sabático le obliga.
193. El término técnico que designa la cámara donde se depositan los libros sacros fuera
de uso es gueniza. Cf. 9, 6. Pero los allí depositados no pueden salvarse en día de sábado.
194. Los hagiógrafos, a causa de su argumento dispar, pueden distraer la mente del ob-
jeto primordial del día del sábado, que era aprender la Ley.
195. No se pueden salvar más para impedir que se apague el fuego. Pero los rabinos
conceden permiso para apagar cualquier fuego, incluso en casa de llll no israelita.
196. Las requeridas para el día del sábado.
197. Debido a que se realiza en un solo acto.
198. Es decir, para vuestra propiedad.
199. No le exigirán una paga, pero le devolverán lo salvado por un precio simbólico.
200. Cf. ernb en el Glosario de ténninos hebreos, p. 1089.
201. La Guemará (120a) describe las dieciocho piezas.
202. No origina nuevo fuego. Cf. 7, 2; Ex 35, 3.
203. Que está también bajo la prohibición.
204. Un judío menor de trece años.
Shab 16, 7-17, 3 Orden segundo: Fiestas - moed 178
CAPÍTULO 17
l. Todos los objetos, juntamente con sus puertecitas 208 , pueden ser trans-
portados en sábado, aun cuando se hayan separado en sábado, ya que aquéllos
no se asemejan a las puertas de las casas209, puesto que no se consideran como
algo ya preparado.
2. Se puede coger el martillo para cascar con él las nueces, o la hacheta para
partir la torta de higos, o un seJTucho para serrar el queso con él, o una escobilla
para recoger los higos secos, o una cuchara o un tenedor para dar de comer a
un niño, un huso o una lanzadera para introducirlos, o una aguja de mano para
sacar con ella una espina, o una de saco para abrir con ella la puerta.
3. La caña de olívo 210 es susceptible de impureza si tiene en su extremo
un nudo211 • Si no lo tiene, no adquiere impureza. En uno y otro caso se puede
transportar en sábado 212 .
CAPÍTULO 18
1. Se pueden retirar hasta cuatro o cinco cestos de paja o de trigo por razón
de los huéspedes o por razón de la molestia que causarían en la casa de estudio.
Pero no se puede (limpiar) todo un granero. Se puede retirar la ofrenda pura219
y el producto de diezmo dudoso, el primer diezmo 22 º del que ya se ha apartado
213. Se pueden remover para dejar sitio libre o para ponerlos al abngo de los ladrones.
214. Tal como aclara la Guemará, se trata de fragmentos que se han fracturado en día
de sábado. Se pueden emplear para la misma función a la que los objetos estaban destinados
antes del sábado. Los fragmentos que se han fracturado antes del sábado pueden ser trans-
portados, incluso aun cuando no sean usados para la misma función, ya que existían para eso
en el sábado.
215. En el cubo se colocaba una piedra para que se sumergiera en el agua. Parece que
se trataba de una calabaza seca ahuecada que servia para sacar el agua del pozo. Si la piedra
no se cae, se considera como ligada al cubo y no es llevada por éste.
216. Ya que podría aparecer como algo añadido a la casa.
217. Tal como pozos, cisternas.
218. Tengan o no asa.
219. La ofrenda que el israelita tenía que hacer al sacerdote. La medida fijada por los
sabios era )a siguiente: la persona generosa daba el uno por cuarenta (o el treinta); la persona
media el uno por cincuenta; la poco generosa el uno por seseo ta, tanto de los frutos del campo
como de la lana de las ovejas (cf. Ter 4, 2).
220. Es el diezmo que según Nm 18, 21 había que entregar a los levitas de los frutos del
campo y de los árboles. Los levitas, a su vez, entregaban a los sacerdotes una décima parte
de! diezmo (Nm 18, 24.26).
Shab 18, 2-19, 1 Orden segundo: Fiestas - moed 180
CAPÍTULO 19
l. Rabí Eliezer decía: Si no fue llevado 228 el cuchillo 229 antes de la tarde del
sábado, se puede llevar manifiestamente en sábado. En tiempos de peligro se
oculta ante todo posible denunciante 230 • Rabí Eliezer decía además: Se puede
cortar leña para hacer brasas y templar en ellas el cuchillo de hierrorn. Rabí
221. Basándose en Dt 14, 22; 26, 14, una vez apartado el diezmo se separaba del resto
un segundo diezmo que pertenecía al propietario y se comía de modo ritual en Jerusalén. Si
la distancia del lugar respecto a Jernsalén era grande, se podía redimir los fruros, es decir,
venderlos y adquirirlos luego en Jerusalén.
222. Otra lectura: «cabras)), en Jugar de «pobres».
223. Simeón ben Gamaliel U, padre de Yehudá Ha-Nasi, que perteneció a la tercera
generación de tanaítas.
224. De los cuervos amansados.
225. Debido a que no se le crea un nuevo sitio. ((R. Yehudá decía en nombre de Rab: Si
una vaca cae en un pozo, se pueden tomar cojines y almohadas. y colocarlos debajo de ella.
Si de este modo sube ella por sí misma, subida queda)) (cf. Mt 12, 11 ).
226. En el patio o corral.
227. Cf. Ned 3, 11.
228. Acasa.
229. Para servirse de él en la circuncisión.
230. Durante la persecución religiosa de los judíos por Antíoco IV, que prohibió la cir-
cuncisión (1 Mac 1, 48) lo mismo que Adriano, esta adquirió tal valor como signo de la
Alianza que muchos aceptaron a causa de ella el martirio y desplazó en importancia al propio
sábado (cf. Jn 7, 22s). En tiempos antiguos parece que realizaba la ceremonia de la circunci-
sión el suegro o la suegra del padre ( cf. Gn 2, 24); en época más reciente, el padre (Gn 17, 23)
o a veces la madre (Ex 4, 25; 1 Mac l, 60); en tiempos mísnicos, un especialista, el mohel. «En
tiempos de peligro» significa épocas en que la práctica de la circuncisión estaba prohibida.
231. En una época primitiva se usaban cuchillos de piedra (cf. Ex 4, 25; Jos 5, 3).
181 Sábado - shabbat Shab 19, 2-5
Aquiba daba la siguiente norma 232 : Si un trabajo puede ser realizado antes de la
tarde del sábado, no puede ser desplazado el sábado (por su causa) 233 . Pero si
no se puede realizar antes de la tarde del sábado, desplaza al sábado.
2. Todo lo que la circuncisión lleva consigo puede hacerse en día de sába-
do: incisión, desgarre (de la membrana), succión214 , colocación de compresas
y de comino. Si no fue triturado 235 antes de la tarde del sábado, se mastica con
los dientes y se aplica. Si no fue mezclado vino con aceite antes de la tarde
del sábado, se aplica cada uno por separado 236 • No se puede preparar en aquel
momento una venda desde el principio, pero se puede recubrir con un girón
de tela. Si ésta no estuvo dispuesta antes de la tarde del sábado 237 , puede uno
envolverla en tomo a su dedo y llevarla, incluso desde otro patio 238 .
3. Está permitido bañar a los nifios antes y después de la circuncisión, y
asperj arios con la mano, aunque no con un recipiente. Rabí Eliezer ben Azarías
decía: Se puede baftar al nifto en el día tercero que ocurre en sábado, porque es-
tá escrito: Al tercer dia, cuando estaban con los dolores 239 . Por causa del niflo
de género dudoso24 º o hennafrodita no debe profanarse el sábado. Rabí Yehudá
lo permitia en relación con el hennafrodita.
4. Si uno tiene dos infantes, uno para circuncidar pasado el sábado y otro
en el mismo sábado, y, olvidándose, circuncida en día de sábado al que tenía
que circuncidar después del sábado, es culpable. Si a uno lo tiene que circun-
cidar en la vigilia del sábado y a otro en sábado y, olvidándose, circuncida en
sábado al que tenía que circuncidar en la vigilia del sábado, Rabí Eliezer lo
declara obligado a un sacrificio por el pecado 241 , mientras que Rabí Yehosúa
lo declara exento 242 .
5. El niño puede ser circuncidado al octavo día, al noveno, al décimo, al
undécimo, al duodécimo, ni antes ni después. ¿De qué modo? Habitualmente
al octavo día. Si nace en el crepúsculo, se le circuncida en el octavo día. Si nace
en el crepúsculo de la vigilia del sábado, se circuncida al décimo 243 • Si ocurre
un día festivo tras el sábado, se circuncida el día undécimo. Si ocurren los dos
CAPÍTULO 20
l. Rabí Eliezer decía: En día festivo se puede colocar un filtro 246 y en sá-
bado, ya colocado, se puede verter (vino) en él. Los sabios dicen: No se puede
colocar un filtro en día festivo ni verter en él (líquido) en sábado. Pero en día
festivo puede (ve1ierse) sobre uno ya colocado.
2. Se puede echar agua sobre los posos del vino para diluirlos y hacer pasar
el vino por un paño o por un tamiz egipcio. Se puede poner un huevo en un
filtro de mostaza y preparar un vinomiel2 47 , en sábado. Rabí Yehudá decía: En
sábado, en un vaso; en día festivo, en botella; en los días intermedios de fiesta,
en una jarra. Rabí Sadoq 248 decía: Todo depende de los huéspedes.
3. No se puede disolver genciana249 en agua tibia, pero sí se puede meter en
vinagre. No se puede empapar la veza ni lavarla, pero sí se puede poner en un
tamiz o en un cesto. No se limpia la paja con una criba ni se coloca en un lugar
alto para que caíga el tamo, pero sí se puede coger con la criba y colocarlo en
el pesebre.
4. Se puede limpiar (la cuadra) del buey cebado y apartar hacia los lados
(el forraje) a causa de los excrementos. Ésta es la opinión de Rabi Dosa"º· Los
sabios lo prohíben. Está pennitido quitar (el forraje) delante de unos animales
y colocarlo delante de otros el día de sábado.
5. La paja que está encima de la cama no la puede uno remover con la
mano, pero sí con el cuerpo. Pero sí es alimento para el ganado o si hay encima
de ella un cojín o un paño, se pueden remover con la mano. Una prensa de
lavar pueden abrirla los propietarios, pero no se puede lavar con ella; la de los
lavanderos no se puede tocar. Rabí Yebudá decía: Si estaba suelta en la vigilia
de sábado, se puede soltar enteramente y sacar (la ropa).
244. Una vez sano se le comienzan a contar ocho días, pero en este caso no se le puede
circuncidar en sábado.
245. En el supuesto de que fuese sacerdote, pues sólo estos podían comer de la ofrenda.
246. AW1que esto aparezca como una operación semejante a extender una tienda.
247. Vino mezclado con miel.
248. Tanaíta de la primera generación. Tenía un nieto de igual nombre, lo que hace du-
dosa su identificación.
249. Empleada como especia y medio curativo.
250. R. Dosa ben Harldnas forma parte del grupo mayor de la segunda generación de
tanaítas.
183 Sábado - shabba1 Shab 21, 1-22, 2
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
] . Si se rompe una jarra, se puede recuperar de ella ( el vino) para tres co-
midas258. Se puede decir a los otros: «Venid y recuperadlo para vuestro benefi-
cio», con tal que nadie recoja con la esponja (el vino). No se debe exprimír259
la fruta para sacar de ella el jugo. Si éste mana por sí mismo, queda prohibido.
Rabí Yehudá decía: Si (la fruta. está destinada) para comida, lo que fluye de ella
está permitido, pero si (estaba destinada) para bebida, lo que mana de ella está
prohibido. Sí se desmenuza un panal de miel en la vigilia del sábado y fluye
espontáneamente la miel, queda prohibido (su uso). Rabí Elazar26º lo permite.
2. Todo lo que se calentó en la vigilia del sábado puede ser sumergido en
agua caliente en día de sábado. Pero todo lo que no se calentó en agua caliente
en la vigilia del sábado sólo puede lavarse con agua caliente en día de sábado,
a excepción del pescado salado viejo, los peces ensalados pequeños y el atún
español, ya que su lavado es su preparación definitiva.
3. Se puede romper una jarra para comer de ella higos secos con tal que no
se tenga la intención de hacer con ella un vaso. No se puede agujerear el tapón
de la jarra. Ésta es la opinión de Rabi Yehudá. Los sabios lo permiten•. Tampo-
co puede ser perforada por el flanco. Si está agujereada, no se Je puede poner
cera, porque sería una operación de untar. Rabí Yehudá decía: Fue traído un
caso a Rabán Yojanán ben Zakay 261 enArab y dijo: Dudo que no esté obligado
al sacrificio por el pecado.
4. Se puede colocar un plato de comida cocida en una cisterna para su con-
ser,iación y agua buena en mala para que se refresque y agua fría en caliente
para que se rescalde. A quien de camino se le cayó su ropa en el agua, puede
continuar con ella el camino sin preocupaciones 262 y cuando llegue al patio más
externo la puede extender al sol, aunque no a la vista del públíco 263 .
5. Si uno se baña en el agua de una gruta o en el agua de Tiberiades 264 y
para secarse usa hasta diez toallas, no las puede llevar en sus manos. Pero sí
diez personas se enjugan con una toalla la cara, las manos y los pies, pueden
llevarla en la mano.
6. Se puede ungir y hacer fricciones en el vientre, pero sin que se llegue a
la fatiga y sin rascar. No se puede descender al lugar pantanoso y hacer uso de
medios artificiales para provocar el vómitoh. No se puede enderezar a un ni-
ño265 ni recomponer algo que está roto. El que se ha dislocado la mano o el pie,
no puede ponerlos en agua fría, pero sí puede bañarlos en la forma habitual, y
si cura con ello, queda curado.
CAPITULO 23
1. U na persona puede pedir a su vecino una jarra de vino o aceite, con tal
que no le diga: «Déjamelo en préstarno» 266 • Del mismo modo puede pedir una
mujer pan prestado. Si carece de confianza puede depositar su manto y hacer
las cuentas después de transcurrido el sábado. Asimismo, en Jerusalén, en la
CAPÍTULO 24
267. Los juegos de azar, como los dados, estaban prohíbidos también en los días feriales.
268. Ofrendas hechas a los sacerdotes y que se podrían estropear.
269. Que se acostumbra a entregar a los huéspedes después de la comida (Bes 5, 7).
270. La frontera del sábado es el punto de máxima distancia que se permite recorrer ese
iia. Eran dos mil codos a partir del lugar donde uno vivía (Er 4, 3; 5, 7).
271. Tanaíta de la tercera generación (130-160 de la era vulgar).
272. Que sería una especie de construcción.
273. Porque sería como apurar su muerte.
274. Al no judío no le obligaba el precepto del descanso sabático. En la Guemará 153a
;e dice: <<El descanso del asno te ha sido preceptuado, pero el del gentil no». El judío, sin
:mbargo, no podía servirse directamente de otro, aunque fuera gentil, para hacer algo que
Shab 24, 2-5 Orden segundo. Fiestas - moed 186
asno. Cuando llegue al cortil más exterior, puede coger los objetos que están
permitidos coger en sábado. Si hay objetos que no se pueden alzar el día de
sábado, puede soltar las cuerdas de modo que caígan por sí mismas a tierra.
2. Se pueden desatar haces de paja delante del ganado y esparcir la hierba,
pero no si están atados fuertemente. No se debe desmenuzar el heno ni la al-
garroba ante el ganado, ya sea mayor o menor. Rabí Yehudá lo permitía en el
ganado menor en relación con la algarroba.
3. No se debe sobrealimentar al camello ni forzarle a comer, aunque sí se le
puede poner el forraje en la boca. No se debe cebar2 75 a los terneros, aunque sí
se les puede poner el forraje en la boca. Se puede poner el pienso en el pico de
las gallinas y el agua en el salvado, pero sin amasarlo. No se debe poner agua
delante de las abejas o delante de las palomas que están en el palomar2 76 , pero
sí delante de las ocas, gallinas y palomas domésticas.
4. Se puede cortar en trozos la calabaza delante del ganado y carroña 277
delante de los perros. Rabí Yehudá decía: Si no era todavía carroña en la vigilia
del sábado, está prohibido, debido a que no es de lo que está preparado.
5. Se pueden anular los votos 278 en sábado. Se puede pedir 279 la anulación
para aquellos que se refieren a cosas que son necesarias para el sábado. Se
puede cerrar una ventana, medir un paño 28º o una piscina281 • Ocunió en tiempos
del padre de R. Sadoq 282 y de Abá Saúl ben Botnit2 83 que cerraron una ventana
con una vasija de barro y ataron una marmita con juncos para averiguar si en la
vasija había o no un orificio de un palmo de grande 28·4. De sus palabras apren-
demos que se puede cerrar, medir y atar en sábado.
estaba prohibido en sábado. Pero en este caso lo permitieron, porq11e existía el peligro de que
en caso contrario llevase el propio judío la bolsa.
275. «Cebar es hacer engullir el alimento a un animal. Este trabajo está prohibido en
sábado» (D. Qimhi).
276. Ya que éstas se provisionan por si mismas.
277. Carne de animal muerto (no sacrificado según los preceptos rituales).
278. El padre o esposo podían anular los votos de la hija o esposa (Nru 30, 5.8.13; cf.
Ned I O, 1.8).
279. A un rabino o doctor (cf. Ned 9, 1).
280. Para comprobar si es suficientemente largo (tres dedos de ancho), para contraer o
comunicar impureza (cf. Kel 27, 1).
281. Que deberla tener al menos un codo de ancha y larga y tres de altura (cf. !Vfiqw 1, 7).
282. Se trata del nieto de R. Sadoq, de la primera generación de tanaítas.
283. Tanaíta de la tercera generación.
284. Guemará 157 ofrece una explicación: Se trataba de dos casas separadas por wi
muro en el que había lUJ ventanuco tapado con una vasija de barro rota, con grietas. En aquel
sábado yacía un muerto en una de las casas y no se sabía sí la grieta de la vasija era mayor o
menor de W1 palmo. En caso de ser mayor, la impureza del muerto se habría transmitido a la
casa vecina. Por eso cerraron primero la claraboya de la terraza, para que si algún sacerdote
quería ir a ella, no se contaminase. Luego trataron de medir el hueco existente en el ventanu-
co de la pared, pero debido a que la ventana se encontraba en la mitad de la pared y no era
alcanzable ni desde el suelo ni desde la terraza, cogieron una vara y le ataron en un extremo
una marmiw de 1111 palmo de tamaño. Si la mamlita cabía en el hueco, éste tenía que ser lógi-
camente igual o mayor a un palmo y la impureza del difunto se había n·ansmiiido.
FUSIÓN
(erub)
Este tratado sigue con plena razón al del sábado, pues versa sobre los problemas que
plantea el reposo sabático (o de día festivo) en lo que respecta al movimiento y el trans-
porte. Los rabinos interpretaron la imposición bíblica del reposo absoluto de acuerdo con
el principio de los dominios o campos. Así, distinguieron tres campos: zona de dominio
pú.blíco, zona de dominio privado y zona de dominio neutral. Dentro de la zona de domi-
nio público (reshut ha-rabbim) y de dominio neutral (karmelít) está prohibido el transpor-
te más allá de los cuatro codos (cada codo corresponde a 68 centímetros), exceptuando el
vestido puesto. En cambio, en el interior de la zona de dominio privado (reshut ha-yahid)
el transporte, acarreo o movimiento de los objetos no tiene limitación.
El paso de una a otra zona está prohibido. Mientras que en la zona de dominio público
o neutral se permite el transporte de un objeto dentro del espac.io de cuatro codos, no está
pe1111itido trasladar ni un solo codo un objeto de la zona de dominio privado a otra de
dominio público, o incluso a otra zona de dominio privado. Dos vecinos, por ejemplo, no
pueden sacar un objeto de su casa y ponerlo en el corredor o en el patio común, ni pueden
introducir en su casa ningún objeto que se encuentre en el patio, en el con-edor o en el
zaguán común, ya que traspasarían las zonas. En cambio, dentro del patio cerrado, aun en
el caso de que pertenezca a varios vecinos, pueden trasladarse los objetos de un lugar a
otro sin limitación, pues se está dentro de una misma zona de dominio privado.
El problema capital, pues, que se plantea en el rabinismo y en tomo al cual se mueve
buena parte de la casuística sobre el reposo sabático, es el de la definición o caracteriza-
ción de la zona de dominio privado. En definitiva, son dos los elementos que constituyen
la zona de dominio privado: uno material, que sea un lugar cercado, y otro espiritual, que
pertenezca a un individuo o familia.
Los dos primeros capítulos del tratado tratan precisamente de las condiciones que ha
de tener el cerco y se contemplan varios casos: un patio común a varios vecinos que ha de
tener al menos tres lados cerrados y una entrada con arquitrabe y jambas; una caravana,
que puede forn1ar el cerco con los propios obJetos que lleva, con tal que los espacios libres
no sean mayores de diez palmos; el cerco también lo pueden hacer de cuerdas y de cañas;
un pozo que está en zona libre y que ha ser vallado con unos postes dentro de un espacio
mínimo en el que al menos la cabeza y la mayor parte del cuerpo del animal estén dentro
cuando beben; un jardín o huerto, que posee una garita o caseta para el guardia.
Los capítulos siguientes, 6-9. tratan fundamentalmente del otro aspecto que hemos
llamado espirihial, es decir, la constitución de la familia. Aparte del grupo familiar es-
tricto, padres, hijos, siervos, una familia puede ser integrada por todos los vecinos de
un patio, aunque no tengan relaciones de parentesco ni de dependencia entre ellos, que
eligen a uno de los propietarios como jefe de familia y anuncian su elección trayendo a
su casa ant~s de corn•:nzar el ~ábad,-:, ,m p~11. d,i.ndo así a C(l!W,',:r ,u intención ele com("r
('·.~ "-i: 1 fW'. ·k ';1" !f-1ta:-'.· ., :1 ·1·1-,'., \ ,._\ fon~ili:"'
Orden segundo: Fiesta~· - moed 188
CAPÍTULO 1
1. Toda entrada1 que supere los veinte codos de altura deberá ser achicada2•
Rabí Yehudá decía que no es necesario. Si es más ancha de diez codos debe ha-
cerse más estrecha3 • Pero sí tiene la forma de una puerta, aunque sea más ancha
de diez codos, no es necesario que sea achicada4 •
2. ¿Qué es lo que constituye una entrada? 5 La escuela de Samay dice: La
jamba y el arquitrabe. La escuela de Hile! enseña: O la jamba o el arquitrabe.
Rabí Eliezer decía: Dos jambas. Un discípulo6 enseñaba delante de R. Aquiba
en nombre de R. Ismael: La escuela de Samay y la escuela de Hílel están de
acuerdo en lo que respecta a una entrada menor de cuatro codos que puede es-
tar constituida o por una jamba o por un arquitrabe. ¿En qué están en desacuer-
do? En relación con una entrada más ancha de cuatro codos -hasta diez-, de la
que la escuela de Samay dice que (se constituye) por jamba o por arquitrabe.
Rabí Aquiba dice: Estaban en desacuerdo en ambos casos.
3. El arquitrabe7, del que decían que su longitud debería ser suficiente
como para acoger medio ladrillo. El medio ladrillo es la mitad de un ladrillo de
tres palmos. Basta que el arquitrabe tenga un palmo de longitud para que acoja
al medio ladrillo en su amplitud.
4. Su longitud ha de ser (suficiente) para acoger medio ladrillo y fuerte
para soportarlo. Rabí Yehudá decía: Largo, aunque no sea fuerte.
5. Si (el arquitrabe) es de paja o de caña, se considera como si fuese de
metal8. Si es curvo, se le considera como si fuera recto. Si es redondo, se le
considera como si fuese cuadrado. Todo (arquitrabe) que tenga tres palmos de
circunferencia tiene un palmo de anchura.
6. Las jambas, de las que dicen que su altura debe ser de diez palmos y
su anchura y grosor de cualquier medida 9 • Rabí Yosé decía: Su anchura, tres
palmos.
7. Se pueden hacer las jambas con cualquier cosa, incluso con seres vi-
vos'°. Pero Rabí Yosé lo prohibía. Transmiten impureza si sirven de piedra
sepulcral 11 • Rabí Meír lo declara puro. Se puede escribir sobre ellos 12 un libelo
del repudio de una mujer. Rabí Yosé el Galileo lo declara inválido.
8. Si una caravana 13 acampa en un valle y lo circuhvalan con utensilios del
ganado, está permitido transportar dentro de ella 14 los objetos con tal que la
valla tenga la altura de diez palmos. Los espacios libres no deben ser mayores
que la estructura total (del cerco). Todo espacio libre de unos diez codos está
permitido 15 , pues funciona a modo de puerta; más de eso está prohibido.
9. Se puede circunvalar con ayuda de tres cuerdas, cada una encima de la
otra, con tal que entre una y otra no haya tres palmos 16• El tamaño y grosor de
sus cuerdas debe ser mayor de un palmo a fin de que todo tenga diez palmos.
1O. Se puede circunvalar con cañas con tal que entre una y otra no haya
tres palmos 17 • R. Yehudá dice que eso se refería a una caravana, pero los sabios
dicen que no se habló de la caravana sino como (ilustración) del presente 18 .
Toda separación que no sea de urdimbre y trama 19 no es separación. Ésta es
la opinión de R. Yosé ben R. Yehudá. Los sabios dicen que (basta) una de las
dos cosas 20 • Cuatro cosas están permitidas en el campamento: traer leña desde
cualquier lugar, y estar eximidos del lavado de las manos 2 ', de la oferta de los
productos dudosos 22 y de preparar el enib 23 •
10. Se insiste en que cualquier elemento puede formar parte del mabó (entrada); servi-
rían incluso seres vivos, como, por ejemplo, una bestia que es atada e inmovilizada.
11. Alude a un animal. Si un animal se echa sobre una tumba, se le considera como la lo-
sa que la tapa. De ahí que transmitiese impureza aun después de haber dejado de servir como
piedra sepulcral. R. Meír rechaza considerar a un animal vivo como piedra sepulcral.
12. Sobre un animal vivo, como en el cuerno del buey, pero en tal caso el libelo de rcpu•
dio, que iba escrito en el cuerno del buey, había de ser entregado juntamente con el animal.
13. Aquí se contemplan las condiciones que ha de reunir un campamento de nómadas
para que esté permitido en su interior la carga y descarga en día de sábado. El campamento ha
de estar vallado, lo que implica que la valla alcance al rnenos diez palmos de altura, los huecos
han de ser menores que las zonas valladas y ningún hueco ha de ser mayor de diez codos.
14. Hay que sobreentender: «en día de sábado».
15. Diez codos era la anchura de la puerta del Templo. Con más de diez perdería el
carácter de puerta.
16. Se discuten las condiciones que ha de cumplir un cercado con cuerdas. Entre las cuer-
das, y lo mismo entre el terreno y la primera cuerda, no deben mediar más de tres palmos.
17. La disposición se aplica a una comunidad, no a un particular o a dos individuos,
que en tal caso sólo podrían aplicar lo aquí dispuesto a un campo de dos seás de siembra.
Tres personas se consideran ya una comunidad y éstas pueden aplicar la ley hasta un terreno
de seis seás de sembrado.
18. Los ejemplos son solo ilustrativos, no agotan las posibilidades de aplicacióo de la ley.
19. Se señalan los dos ingredientes de todo tejido que se entrecruzan en la linea hori-
zontal y vertical formando el paño, para indicar que el vallado o cerco hecho con cuerdas o
cañas ha de estar formado al estilo del tejido, es decir, entrecruzando las cuerdas o las cafias.
20. Pero esto vale para el pa11icular cuyo cerco se fonna entrecruzando los elementos.
21 , A.ntes de las comidas, pero no después, ya que esto es obligación.
22. Se refiere a productos (trigo) de los que no se está seguro que haya sido separado
el diamo. En otras circunstancias obliga el apai1amiento del diezmo.
23. Todo el campamento se considera como zona privada. Se puede, pues, twnsporta1
objetos <le! campamenlo a la tienda 1 vICcversa. sin ne, ~sidad de oreparnr el en,/,
191 F11sió11 - erub Er 2, 1-5
CAPÍTULO 2
1. A los pozos 24 se les pone una valla de cuatro postes dobles que parecen
ocho 25. Ésta es la opinión de R. Yehudáª. Rabí Meír dice: Ocho que parecen
como si fueran doce, cuatro dobles26 y cuatro simples. Su altura es de diez
palmos, su longitud de seis y su grosor de cualquier medida. Entre uno y otro
debe haber un espacio de dos yuntas con tres bueyes cada27 . Ésta es la opinión
de R. Meír. R. Yehudá dice: Cada una de cuatro bueyes, atados, no sueltos, de
la que una entra y otra sale.
2. Está permitido acercarlos 28 al pozo con tal que la cabeza de la vaca y la
mayor parte de su cuerpo estén dentro cuando bebe. Se pueden alejar todo lo
que requieran con tal que se multipliquen las tablas de la valla.
3. R. Yehudá decía: (Se pueden alejar) hasta dos seás29 • Le replicaron:
No dtjeron dos seás sino para un huerto o para un lugar cerrado. Pero si es un
establo o un redil o un almacén o patio, aunque tenga cinco kor:i 0, incluso diez
kor, está permitido. Se pueden alejar todo lo que se requiera con tal que se
multipliquen las tablas de la valla.
4. R. Yehudá dice: Si un camino público pasa por medio de ellos se le hace
desviar a uno de los lados 31 • Pero los sabios dicen que esto no es necesario.
Tanto a la cisterna pública como al pozo público y al pozo privado se les puede
poner una valla de tablas. A la cisterna privada, sin embargo, se le pone un
muro de diez palmos de altura 32 • Ésta es la opinión de Rabí Aquiba. R. Yehudá
ben Baba dice: Sólo se pone valla de tablas al pozo públíco33 , mientras que a
los demás se les construye un cerco de diez palmos de altura.
5. R. Yehudá ben Baba dice además: Si el jardín o el lugar cenado de se-
tenta codos al cuadrado 34 esta rodeado por un muro de diez palmos de alto, se
pueden trasladar dentro de él (los objetos) con tal de que haya en ellos una ga-
a. Yehudá: Aquiba
24. AW1que el pozo, de diez palmos de profundidad por cuatro de anchw-a, es considera-
do como zona de dominio privado, al encontrarse dentro de zona de dominio público, estaría
prohibido sacar agua de él eJl día de sábado. A esta dificultad sale al paso esta mísná, que
acepta el principio de que un espacio cercado es zona de dominio privado.
25. Cada uno de los postes constítuye un ángulo recto en los cuatro ángulos del pozo.
26. Los de los ángulos.
27. Teniendo el buey un ancho aproximado de un codo y tres cuartos, para los seis se
requeriría, según R. Meír, un ancho de diez codos; según R. Yehudá, trece codos y un tercio.
28. Se pueden acercar más los postes al pozo y reducir el espacio cerrado.
29. Superficie igual a la extensión del atrio del Templo (cien codos de largo por cincuen-
ta de ancho, es decir, cinco mil codos cuadrados).
30. Cada kor tiene treinta seás.
31. Ya que si pasare por la zona cercada perdería ésta su carácter de privada.
32. Debido a que es previsible que dentro de su espacio, cuando no hay agua en la pisci-
na, se transporten los objetos de una parte a otra.
33. Vallado defectuoso, en atención a los peregrinos que subían a Jemsalén y daban de
beber a los animales con el agua de las cisternas públicas.
34. El shirayim corresponde a unos dos tercios del codo. Los setenta codos y fracción al
cuadrado corresponden más o menos a un espacio de cinco mil codos cuadrados.
Er2, 6-3, 1 Orden segundo: Fiestas - moed 192
rita para el guardia o una vivienda o que esté pegando a la ciudad35 • R. Yehudá
dice: Incluso aunque no haya en ellos sino una cisterna o un pozo o una cueva
se pueden trasladar las cosas dentro de su recinto. Rabí Aquiba dice: Incluso
aunque no haya en ellos ninguna de estas cosas se pueden trasladar las cosas
en su interior con tal que su superficie sea setenta codos y una fracción al cua-
drado. R. Eliezer dice: Si su longitud es mayor que su anchura, incluso un codo
más, no está permitido el transportar los objetos dentro de su recinto. R. Yosé
decía: Incluso si su longitud es dos veces su anchura, se pueden transportar los
objetos en su interior3 6.
6. R. Elay dice: He oído a R. Eliezer: Incluso aun si tuviere como un kor3 7 •
Le oí asimismo: Si uno de los moradores de un patio se olvida y no preparó
el erub 38 , no puede ni introducir ni sacar nada, aunque los otros sí pueden
hacerlo. También le oí decir que se cumplía en la Pascua {comiendo la hierba)
lengua de ciervo 39 • Me dirigí junto a sus discípulos y me busqué un compañe-
ro40, pero no encontré ninguno.
CAPÍTIJLO 3
46. No consagrados, en oposición a la ofrenda que, como consagrada, sólo podía ser co-
mida por los sacerdotes.
47. Cf. Ohal 17, l.
48. Cf. ibid., 8, 1SS.
49. Según Shab 2, 7 está pemütido al atardecer separar el diezmo de los productos du-
dosos (demai) y de ese modo hacerlos aptos para el erub.
50. Del primer diezmo, que era entregado a los levitas, éstos debían entregar a su vez a
los sacerdotes la décima parte.
51. Cf. supra, nota 43.
52. Guemará 31 b: puede separarse el erub incluso cuando el rescate no se ha completado
aún, o sea, cuando se ha pagado ya el valor fundamental, pero no el quinto correspondiente.
53. Algwios textos omiten esta última anotación.
54. Negaron validez al erub los samaritanos, los saduceos, los caraítas.
55. Que Jo recoja y lo ponga en un determinado lugar.
56. A partir de los diez palmos de altura se considera el árbol zona de dominio privado;
por debajo de los diez palmos, karmelit, es decir, zona ni de dominio público ni privado, de ahí
que al atardecer sea aún posible coger los alimentos y ponerlos en zona de dominio público.
57. Se considera zona karmelit.
58. Porque se piensa que antes de entrada la noche se pueden cortar los cordones que
tenían sujeto el candado.
59. R. Eliezer no admite el corte de los cordones.
60. El erub se hace operativo al entrar la noche del viernes ( comienzo del sábado), cuan-
do está colocado dentro del límite sabático.
61 . Que han de ser apartadas para ser cogido.
62. Imagen que expresa incertidumbre. El arriero se pone detrás del asno para condu-
cirlo; el camellero, delante. El arriero cmuellero tendría que ir delante y detrás a la vez para
llevar a ambos animales. Aparecida vacilación está sometido guíen no sabe si el erub rodó o
padeció dentro del día o entrada ya la noche.
Er 3, 5-7 Orden segundo: Fiestas - moed 194
R. Simeón dicen: Si hay duda, el erub es válido. R. Yosé dice: Abtolemos tes-
tifica en nombre de cinco sabios que, si hay duda, el erub se considera válido.
5. Una persona puede poner condiciones respecto a su erub diciendo: Si
vienen paganos por el lado del este, mi erub será el del lado del oeste. Pero
si vienen del occidente, mi erub será el del oriente63 • Si vienen de uno y otro
lado, podré ir al lugar que quiera. Sí no vienen ni de un lado ni de otro, enton-
ces seré como un paisano más de mi ciudad64 • Si viene un sabio 65 del lado
oriental, mi erub estará en el este; sí viene del lado occidental, mi erub estará
en el oeste. Si viene de uno y otro lado, iré al lugar donde quiera. Si no viene
ni de un lado ni de otro, seré como un paisano de mi ciudad. R. Yehudá dice: Si
uno de ellos es su maestro, irá junto a su maestro. Si ambos son sus maestros,
podrá ir al lugar que quiera.
6. R. Eliezer dice: Si un día festivo se une al sábado, ya sea precediéndole
o siguiéndole, se pueden preparar dos erub y decir: <<Mi primer erub estará en
el lado oriental y el segundo en el occidental»66 , o «el primero en occidente y
el segundo en oriente», o «mi erub sea para el primer día y en el segundo sea
como uno de los paisanos de mi ciudad», o «mi erub sea para el segundo día y
en el p1imero sea como uno de los paisanos de mí ciudad» 67 • Los sabios dicen:
O se hace el erub en una dirección o no se hace de ningún modo, o se hace el
erub para dos días o no se hace de ningún modo68 • ¿Cómo se ha de bacer?69 Lo
transporta en el primer día y permanece con él hasta que anochezca70 , lo coge y
luego se va 71 • El segundo día72 permanece con él hasta que anochezca y luego
Jo come. Resulta así que se beneficia del camino y del ernb. Si fue comido el
primer día, es erub para el primer día, pero no para el segundo. R. Eliezer les
decía: Estáis de acuerdo conmigo en que son dos santidades.
7. R. Yehudá dice: Un año nuevo, cuando uno teme que haya intercala-
ción 73 , se pueden preparar dos erub y decir: «Mi erub esté el primer día en la
parte oriental y el segundo en la occidental», o: <<El primer día en occidente y
el segundo en oriente,>, o: «Mi erub sea en el primer día y en el segundo dia
63. Puede colocar dos erubin, resultando válido únicamente aquel que cumple la condi-
ción impuesta.
64. Es decir, tiene el derecho de moverse dos mil codos en cualquier dirección.
65. Saludar a un sabio o maestro igual que oír sus palabras se consideraba deber reli-
gioso que justifica el erub.
66. Se preparan dos erubin, uno para cada día. Los erubin deben de encontrarse dentro
del límite sabático, de modo que pueda ser alcanzado dentro del atardecer del segundo día.
67. En ambos casos, un solo erub. El otro día cae bajo la disposición común a todos,
es decir, con la posibilidad de moverse dentro del límite sabático.
68. Consideran los dos días como una sola fiesta, por tanto sólo admiten un solo erub.
69. Para que el erub sea válido para los dos días.
70. Al anochecer el en1b se hace operativo, o sea, válido para todo el día que comienza.
71. Se vuelve de nuevo a casa y Jo guarda para la tarde siguiente.
72. Lo lleva de nuevo hasta e.1 límite del sábado.
73. La fiesta de año nuevo se celebraba el primero de Tisri, en solo día; pero cuando
los mensaJeros que anunciaban la aparición de la luna nueva llegaban con cierto retraso se
intercalaba un día más por temor de que no se hubiese acertado con el día exacto. En tal caso,
el primer día se consideraba perteneciente al año viejo y el segundo al nuevo.
195 ' Fusión - erub Er 3, 8-4, 2
sea como el de los paisanos de nú ciudad>> 74 , o: <iMi erub sea en el segundo día
y en el primero sea como el de los paisanos de mí ciudad». Los sabios 75, sin
embargo, no están de acuerdo con él.
8. R. Yehudá dice además: Puede uno poner condiciones al cesto en el pri-
mer día festivo 76 y comer de él el segundo. Así, un huevo que ha sido pt1esto
en el primer día puede ser comido en el segundo. Pero los sabios no están de
acuerdo con éL
9. R. Dosa ben Harkinas dice: El que pasa delante del arca77 el día festivo
de año nuevo dice: «Fortalécenos, Señor, Dios nuestro, en el primer día de este
mes, ya sea hoy, ya sea mañana». Al día siguiente dirá: «Ya sea hoy, ya fuese
ayer». Pero los sabios no están de acuerdo con él.
CAPITULO 4
l. El que ha sido sacado por los gentiles (fuera de los límites del sábado) o
por un mal espíritu 78 tiene sólo cuatro codos 79 . Si lo traen de nuevo es como si
no hubiera salido. Si lo transportan a otra ciudadso o sí lo meten en un establo o
en una p1isión, Rabán Gamaliel y R. Elazar ben Azarías dicen: Puede andar to-
do el espacio. R. Yehosúa y R. Aquiba dicen: Sólo tiene cuatro codos81 • Ocw1ió
que cuando vinieron <le Brindis y el barco navegaba por el mar, Rabán Gama-
liel y R. Elazar ben Azarias lo recorrían todo entero, mientras que R. Yehosúa
y R. Aquíba no se movían <le los cuatro codos, puesto que querían aplicarse a
sí mismos el máximo rigor.
2. En una ocasión no entraron en el puerto hasta que no hubo oscurecido.
Le preguntaron a Rabán Gamaliel: ¿Podemos desembarcar? 82 Les respondió:
Sí, podéis hacerlo, porque hice ya las observaciones83 y estábamos dentro de
los límites del sábado antes del anochecer.
74. Se renuncia al erub del segundo día, pero se coge el derecho de moverse dentro de
los <<límites» como los otros ciudadanos.
75. Estos sabios consideraban los días de año nuevo como un único día, de ahí que ex-
tendieran la eficacia del erub al segundo día, a pesar de que ya hubiera sido consumado en el
primero.
76. Guemará 40a da una explicación. Ante dos cestos con productos no diezmados pue-
de decir uno el primer día: «Si hoy es día profano, sea el producto de este cesto ofrenda por
el dd otro, pero si es santo, sean mis palabras inválidas», puesto que el diezmo y la ofrenda
no se pueden separar en día santo. Al día siguiente dice: «Si ayer fue día santo y hoy profano,
lo que ayer declaré ofrenda sea hoy ofrenda por el resto, pero si hoy es día santo, sean mis
palabras inválidas». Luego puede comer del cesto de los productos diezmados dejando aparte
el de la ofrenda.
77. Ber 5, 3.
78. Por un ataque de locura.
79. No puede ir más a!lá de cuatro codos del límite permitido.
80. Circundada de muros, que se considera como lugar privado.
81. Consideran que, para que tuviera libertad total de movimientos, debería haber sido
trasladado antes del sábado, pero éste no es el caso aqui.
82. ¿Descender y movernos libremente o quedarnos limitados a los cuatro codos?
83. Con un instrumento de cálculo, como podría ser el astrolabio.
Orden segundo: Fieslas - moed 196
3. Si uno ha salido (más allá de los limites del sábado) con pem1iso84 y se le
dice: «Ya se ha hecho la cosa»85 , tiene dos mil codos en cualquier dirección. Si
estuviere dentro de los límites del sábado, es como si no hubiera salido. Todo
el que haya salido por razón de salvar (a otro), puede volver a su lugar.
4. Si uno en el camino se sienta86 y después, al alzarse87 , observa que está
cerca de su ciudad, debido a que no tenía la intención, no debe entrar. Ésta es
la opinión de Rabí Meír. Rabí Yehudá dice: Puede entrar 88 • R. Yehudá decía
que una vez ocurrió que R. Tarfón entró sin que hubiera tenido previamente la
intención.
5. Si uno se queda dormido en el camino y no se percata de que ha oscure-
cido, tiene dos mil codos en cualquier direccións 9 • Tal es la opinión de R. Yo-
janán ben Nurí. Los sabios dicen: Solamente tiene cuatro codos 90 • Rabí Eliezer
dice: Estando él en el medio de ellos 91 • R. Yehudá dice: Puede ir en la dirección
que quiera. R. Yehudá está de acuerdo en que quien toma una decisión no pue-
de volverse atrás.
6. Sí hay dos personas y se introducen algunos de los codos que pertenecen
a uno en medio de los del otro, pueden traer al centro (los alimentos) y comer-
los allí con tal que el uno no salga de su espacio entrando en el del compañero;
si son tres y el (espacio) del que está en medio está cogido en parte por el de los
otros dos, puede ( comer) con ellos y ellos con él, mientras que los dos externos
no pueden (comer) el uno con el otro. Rabí Simeón dice: ¿A qué se puede ase-
mejar esto? A tres patios abiertos mutuamente uno al otro y abiertos asimismo
a un lugar públíco 92 . Si los dos externos preparan el erub con el central, está
permitido (el acceso) de éste a aquéllos y de aquéllos a éste, mientras que (el
acceso) entre los dos externos está prohibido93 •
7. Si a uno le sorprende el anochecer en el caminoª y reconoce a un árbol
o a un muro94 y dice: «El lugar de mi reposo está debajo de aquél», es como
si no hubiere dicho nada 95 • (Si dice:) i<El lugar de mi reposo está en su raiz»,
puede caminar desde el lugar en que se encuentra hasta la raíz dos mil codos y
desde la raíz a su casa otros dos mil codos. Resulta, pues, que camina después
de haber anochecido cuatro mil codos.
8. Si no conoce nada o no está impuesto en la halajá96 y dice; <iMi lugar de
reposo está en mi lugarn, le da su lugar el derecho (de recorrer) dos mil codos
en cualquier dirección dentro del circulo 97 . Ésta es la opinión de R. Janina ben
Antígonos. Los sabios dicen: En cuadrado, como una tabla cuadrada para que
tenga ventaja en los ángulos.
9. Esto es lo que dijeron: El pobre hace el erub con sus pies 98 . R. Meír dice:
Concierne esto sólo al pobre. R. Yehudá dice: Igual da que sea pobre o rico.
No dijeron que se preparase el erub con pan, sino para facilitar que el rico no
saliese y preparase el erub con sus pies.
JO. Si uno sale camino de la ciudad en la que va a preparar el erub y su
compañero le hace volver99 , puede ir (de nuevo), mientras que a los habitantes
de la cíudad les está prohibido 100 • Ésta es la opinión de R. Yehudá. R. Meír
dice: Quien pudo preparar el erub y no lo hizo, es como un arriero camellero 1º1•
11. Sí uno sale fuera del límite, aunque sólo sea un codo, no puede volver.
R. Eliezer dice: Sí son dos, puede volver; pero si son tres, no. Si a uno le sor-
prende el anochecer fuera del límite, aunque sólo sea un codo, no puede entrar.
R. Símeón dice: Incluso aunque sean quince codos puede entrar, debido a que
los agrimensores no son muy rigurosos en las medidas a causa de los que yeJTan.
CAPÍTULO 5
a. monumentos: sepulcros
95. Por no haber precisado con exactitud el lugar.
96. Que le permitiría esa treta de escoger un lugar que podría alcanzar aun no viéndolo.
97. Un círculo, por consiguiente, de 4 004 brazos de diámetro, porque a los 2 000 bra-
zos han de añadírsele los cuatro del propio lugar.
98. El pobre o el viandante que carece de alimentos puede establecer el erub yendo en
persona al lugar elegido. Según R. Meír, la base del ernb es la comida y se hace esa condescen-
dencia con el pobre o el viandante. Según R. Yehudá la base es el traslado de la propia persona
Yse hace la condescendencia con el rico de que pueda enviar a través de otro la comida al lugar.
99. Por el 1nal es lado del camino, peligros, etc.
100. Porque el ernb no fue preparado; en cambio, el que llevaba el el'Ub sí puede ir,
porque ya se había puesto de camino con aquella intención.
1O1. Cf. supra, nota 62.
102. Para fijar los límites de la ciudad y luego el límite sabático se usa el criterio más
amplio, incluyendo dentro todo lo que pertenece a dla, incluso lo más externo, y trazando
sobre ella un cuadrado que permita sacar ventaja de los ángulos.
Er 5, 2-7 Orden segundo: Fiestas - moed 198
J03. Un cerco, un espacio detrás de la casa donde se almacenaba la leña. No debía tener
más de 70 brazos con 2/3 para poder llevar dentro de él objetos en día de sábado. Según R.
Meír, ese espacio cercado ha de ser contado a la ciudad. Según !os sabios, el cerco sólo se
aplica a dos ciudades cercanas que no distan entre sí más de 70 brazos con 2/3 y que a efectos
del límite sabático se consideran como una sola ciudad.
104. Se entiende, naturalmente, que la distancia que media entre la del medio y las otras
no alcanza los dos mil codos.
l05. La medición se bacía por dos personas que sostenían la cuerda tirante por los ex-
tremos a la altura del pecho para que hubiese uniformidad. Mientras una quedaba parada, la
otra avanzaba hasta el máximo que le permitía la cuerda. Luego se ponía la otra en su lugar
y ésta avanzaba de nuevo.
106. Se horada en sentido metafórico, es decir, se mide como si se perforase la montaña.
Guemará 58b explica que para ello se mide con una cuerda menor (de sólo cuatro brazos).
Uno de los agromensores sostiene la cuerda a la altura del pecho y otro a ras de los pies. Asi
se avanza por todo el declive.
107. Se sigue siempre lo más favorable.
108. Se trata del erub del patio, que permite transportar los objetos libremente en día de
sábado dentro de sus límites.
l 09. Por temor de que se pierda conciencia de la ley con la falta de práctica.
l JO. A no ser que fuera de la ciudad se establezca W1a pequeño habitáculo donde no se
puede aplicar el erub, como ocurría con Jadasá con relación a otra ciudad vecina.
111. Antes del sábado.
199 Fusión - erub Er 5, 8-6, 2
en el lado oriental», si entre éJ y su casa hay dos mil codos, mientras que hasta
el erub hay todavía mayor distancia, puede ir a su casa, pero no hasta el erub.
Si hasta el erub hay dos mil codos y a su casa mayor distancia, no puede ir a su
casa, pero sí a su erub. Si uno pone su erub dentro del terrítorio de la ciudad,
es como si no hubiere hecho nada; si lo puso fuera del límite sabático, aunque
sólo fuere un codo, lo que gana de un lado lo pierde de otro.
8. Los habitantes de una gran ciudad pueden recorrer una pequeña ciudad
entera 112 , pero los habitantes de una pequeña ciudad no pueden recorrer toda
una gran ciudad• 113 • ¿De qué modo? Si uno habita en una gran ciudad y pone
su erub en una ciudad pequeña, o en una ciudad pequeña y pone su erub en
una ciudad grande, puede recorrerla toda entera y dos mil codos fuera de ella.
R. Aquíba dice: Desde el lugar de su erub sólo tiene dos mil codos.
9. R. Aquiba les decía: ¿Acaso no estáis de acuerdo conmigo en que quien
coloca su erub en una cueva no tiene desde el lugar de su erub más que dos
rni'l codos? Le contestaron: ¿Cuándo? Cuando no hay en ella habitantes, pero
si bay en ella habitantes, se puede recorrer toda entera y dos mil codos fuera de
ella. Resulta, pues, menos riguroso su interior que su exteríor 114 • AJ medidor,
del que hablaron, se le dan dos mil codos, incluso cuando el fin de su medición
termina en una cueva.
CAPÍTULO 6
1. Si uno vive en un patio juntamente con un gentil o con uno que no re-
conoce la validez del erob, éstos implantan la prohíbición sobre aqué1 11 s. Ésta
es la opinión de R. Meír'. R. Eliezer ben Jacob dice: Tal persona no implania
prohibición mientras no baya dos israelitas que se prohíban uno al otro.
2. Rabán Gamaliel 116 dice: Ocurrió que un saduceo 117 habitaba con noso-
tros en una de las calles de Jerusalén y nuestro padre nos dijo: «Apresuraos y
sacad ]as cosas a la calle antes de que él las saque 1:g y de ese modo establezca
una prohibición sobre vosotros». R. Yehudá lo expresa de otro modo: Apresu-
raos y haced todo lo necesario en la calle antes de que él saque (sus cosas) y
establezca una prohibición sobre vosotros.
9. Si hay dos patios, uno tras el otro, si el más interior prepara el erub y el
más exterior no lo prepara, el más interior tiene permiso, pero el más exterior
no. Sí prepara el erub el más exterior y no el interior, ambos quedan prohibidos.
Si cada uno ha hecho el erub por su cuenta, cada uno tiene la posibilidad dentro
de su recinto. R. Aquiba lo prohíbe al más exterior, porque el derecho de entrada
se lo prohíbe. Los sabios dicen: El derecho de entrada no lo prohíbe.
1O. Si uno del patio más exterior se olvidó y no preparó el erub, los del
interior sí pueden, pero los del exterior no. Si uno del patio interior se olvidó
y no preparó el erub, ninguno de los dos pueden. Si colocaron su erub en un
lugar y uno, ya sea del patio interior, ya del exterior, se olvidó y no preparó el
erub, en ese caso ninguno de los dos puede. Si cada uno está habitado por un
solo indivíduo 129 , no es necesario preparar el erub.
CAPÍTULO 7
l. Si entre los dos patios hay una ventana de cuatro (palmos) cuadrados, a
diez palmos (del suelo), pueden preparar el erub separadamente, pero, si quie-
ren, pueden prepararlo mancomunadamente. Si son menos de cuatro palmos
cuadrados o está por encima de diez, se prepara el erub separadamente y no
mancomunadamente 130•
2. Si existe un muro entre los dos patios de diez palmos de altura y de cua-
tro de anchura, se prepara el erub separadamente y no mancomunadamente. Si
encima de él hay frutos, tanto los de uno como del otro pueden subir y comer
con tal que no se bajen abajo. Sí el muro tiene una grieta de hasta diez codos,
se prepara el erub separadamente, pero, si se quiere, se puede preparar manco-
munadamente, porque es como sí fuera una puerta. Más de eso, se prepara el
erub mancomunadamente y no separadamente.
3. Si entre los dos patios hay una fosa de diez (palmos) de profundidad y
cuatro de anchura, se prepara el erub separadamente y no mancomunadamen-
te, incluso aunque esté llena de paja o pelaza. Pero si está llena de tierra o de
piedrasu 1, se prepara el erub mancomunadamente y no separadamente.
4. Si se ha colocado sobre la fosa un madero de cuatro palmos de anchura;
asimismo, si se coloca sobre dos balcones situados frente a frente, se celebra el
erub por separado; pero, si se quiere, puede celebrarse mancomunadamente. Si
es menos de esto 132, se prepara el erub separadamente y no mancomW1adamente.
5. Si entre los dos patios hay un montón de paja de diez palmos de alto, se
hace el erub separadamente y no mancomunadamente. Unos pueden dar pienso
(a los animales) desde un lado y los otros desde el otro. Sí el montón de paja no
llega a diez palmos, se hace el erub mancomunadamente y no separadamente.
129. O familia.
130. Quedando prohibido por consiguiente trasladar los objetos del uno al otro patio.
131. En ese caso ya no separa realmente los patios.
132. Sí es menor de cuatro palmos, no parece que constituya WJa unión entre los patios.
Er 7, 6-8, 1 Orden segundo. Fiestas - moed 202
CAPÍTULO 8
133. Lo mismo que prepara el en1b en los patios haciendo de los vecinos una familia,
se puede preparar el shimif en la calle haciendo de los vecinos una comunidad.
134. Con vino o aceite, u otros alimentos (excepto agua y sal).
135. La donación no tiene valor si no es aceptada por nn tercero. Un modo, pues, fácil
es el aquí señalado.
136. Pero no dentro del sábado.
137. Según R. Yehudá, cuaodo son más de dieciocho personas.
138. Comida como la cantidad de un higo seco, cuyo transporte, en menos de esa can-
tidad. no estaba prohibido en sábado.
139. Seis maás constituían un denario.
140. Para la adquisición de vino o alimentos, para el shittuf
141. Para la adquisición de pan para el erub.
142. Para cumplir con una obligación religiosa fuera del lúnite sabático está permitido
preparar un erub comunitario para toda la ciudad, con tal que no se superen los dos mil codos
hasta e! lugar del erub y luego hasta el lugar de la reunión.
203 Fusión - erub Er 8, 2-6
la casa mortuoria o a la casa del festín». Quien lo haya aceptado para sí siendo
aún de día, le está permitido; pero si es después de haber oscurecido, le está
prohibido, debido a que el erub no se puede preparar después de oscurecer.
2. ¿Cuál es la cantidad prescrita? Alimentos para dos comidas por per-
sona, alimentos de días feriales y no de sábado. Ésta es la opinión de R. Meír.
R. Yebudá dice: De sábado y no de día ferial. Pero tanto uno como otro tienen
Ja intención de prescribir lo más indulgente. R, Yojanán ben Baroka ensefia:
(La cantidad) de una hogaza de un pondio, del que cuatro seás cuestan una
selá. R. Simeón dice: Dos tercios de una hogaza, de la que hacen tres de un
kab. La mitad es (la cantidad prescrita) para una casa afectada por la lepra 143 y
la mitad de su mitad es la que hace al cuerpo no apto 144.
3. Si los habitantes del patio o del conedor se olvidaron y no prepararon
el erub, todo lo que sea de diez pahnos de alto pertenece al coITedor, y todo lo
que sea menor de esto, al patio. El muro parapeto en tomo al pozo y la roca que
alcancen diez palmos de altura pertenecen al corredor; si tienen menos de esa
altura, al patio. ¿Cuándo se aplica esto? Para lo que está al lado, pero para lo
que esté separado, aunque tenga diez palmos de altura, pertenece al patio. ¿Qué
es Jo que está al lado? Todo lo que no esté más de cuatro palmos alejado.
4. Si uno deposita su ernb en la puerta, o en el pórtico, o en el corredor, no
es ernb. El que habita allí no implanta prohibición por esto. Si lo deposita en el
pajar, o en el establo, o en la leñera, o en la bodega, el erub es válido y el que
habita allí implanta prohibición por esto 145 • R. Yehudá enseña: Si el dueño de la
casa tiene allí derecho, entonces (el que habita allí) no implanta prohibición.
5. Si uno deja su casa y se va a pasar el sábado a otra ciudad, ya sea judío o
no judío, el tal implanta prohibición. Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yehudá
dice: No implanta prohibición. R. Yosé dice: Un no judío implanta la prohibi-
ción, pero no un judío, ya que no es costumbre del judío volver a casa en día de
sábado. R. Símeón dice: Incluso cuando deja su casa y se va a pasar el sábado
junto a su hija en la misma ciudad, no implanta prohibición porque ya apartó
de su mente (la idea de volver),
6. Sí entre dos patios 146 hay una cisterna, no se puede sacar agua de ella en
sábado a no ser que exista una línea divisoria de diez palmos de altura, ya sea en-
cima, debajo o totalmente fuera del agua 147 . Rabán Simeón ben Gamaliel enseña:
La escuela de Samay dice «encimai>; la escuela de Hilel, «debajo». R. Yehudá
dice: La línea divisoria no debe ser mayor del muro que hay entre ambas.
143. Cf. Lv 14, 33ss. La persona que entraba en casa de un leproso devenía automática-
mente impllra, pero sólo tenía que lavarse los vestidos si se detenía el tiempo suficiente como
para comer la mitad de un pan (Neg 13, 9).
144. No apto para comer carne sacrificíal, en tanto no hiciera el baño de purificación.
145. El erob de los patios descansa en la ficción lega! de que todos los vecinos fonnan una
familia. Si uno no participa y no cede su derecho, tal ficción se rompe y se impide a los otros
vecinos ejercer su derecho. Pero se requiere que el lugar donde se deposita el erub tenga carác-
ter de residencia privada, como podría ser el establo, la leñera, pero no una puerta, pórtico ...
146. Que no prepararon mancomunadamente el erub.
147. Esa línea divisoria hace aparecer las dos partes como separadas.
Er 8, 7-9, 1 Orden segundo: Fiestas - moed 204
CAPÍTULO 9
l. Todos los tejados de la ciudad constituyen un dominio úníco 151 con tal
que un tejado no sea más alto de diez (palmos) o más bajo de diez. Ésta es la
opinión de R. Meír. Los s_abios dicen: Cada ~no es un dom!n~o por separa~o 158 •
Simeón dice: Techos, patios, cercados constituyen un domm10 para los objetos
que estaban allí, pero no para los que se encontraban en el interior de la casa.
2. Si un tejado grande está pegando con uno pequeño, en el grande está
permitido, pero no en el pequeño. Si un gran patio tiene una abertura a uno pe-
queño, en el grande está permitido, pero en el pequeño está prohibido, porque
es como la puerta del grande. Sí un patio tiene una abe1tura al dominio público,
el que introduce desde él (algún objeto) al dominio privado o desde el dominio
privado a su interior, es culpable. Esta es la opinión de R. Eliezer". Los sabías
dicen: Desde su interior al dominio público o desde el dominio público a su
interior, está exento, porque es como una zona neutral.
3. En un patio que tiene una brecha al dominio público en dos ángulos, y,
del mismo modo, en una casa que tiene una brecha en dos lados, o en una entra-
da de la que se quitaron el arquitrabe y las jambas, está permitido en aquel mis-
mo sábado 159 , pero está prohibido en el futuro. Ésta es la opinión de R. Yehudáb.
R. Yosé dice: Si está pe1mitido para aquel sábado, está permitido para el futuro,
y si está prohibido para el futuro, está prohibido para aquel sábado.
4. Si uno construye una habitación superior 16º encima de dos casas, co-
mo asimismo puentes abiertos 161 , se pueden transportar (los objetos) debajo
de ellos en día de sábado 162 . Ésta es la opinión de R. Yehudá. Los sabios, en
cambio, Jo prohfüen 16 '. R. Yehudá dice además: Se puede preparar el erub en
una entrada abierta. Pero los sabios lo prohíben.
CAPÍTULO 10
1. Si uno halla filacterias, las puede introducir por pares 164 • Rabán Gama) iel
dice: De dos en dos pares. ¿A qué se aplica esto? A las viejas 165, porque, si son
nuevas, está exento. Si las encuentra en pares o envueltas, espera a que anochez-
ca y entonces las introduce. En tiempo de peligro 166 puede cubrirlas e irse.
2. Rabí Simeón dice: Uno las entrega a su compañero 161 y este otro al suyo
hasta que lleguen al patio más externo. (Puede darlas) asimismo a su hijo 168 , y
éste a su compañero, y éste al suyo, incluso cien. R. Yehudá dice: Una persona
puede dar una jarra 169 a su compañero y éste al suyo incluso fuera del limite
sabático. Le dijeron: Ésta no puede andar más que su amo 17°.
3. Si uno lee un rollo 171 en el umbral y el rollo se le va de la mano 172 ,
puede enrollarlo hacia su propia dirección. Si está leyendo en la parte alta 173
del tejado y el rollo se le va de la mano hasta una distancia que no llega a los
diez palmos, puede enrollarlo en su propia dirección 174 • Si sobrepasa los diez
palmos, lo vuelve del lado de la parte escritam. R. Yehudá dice: Aun cuando
sólo estuviere distante del suelo el grosor de una aguja, lo puede enrollar hacia
su propia dirección. R. Simeón dice: Incluso aunque esté en el suelo, lo puede
enrollar hacia su propia dirección, porque no existe nada que derive del reposo
sabático que pueda mantenerse ante la Sagrada Escritura176 •
4. Sobre el pretil de la ventana se pueden colocar (objetos) y también qui-
tarlos en día de sábado. Un hombre puede estar en dominio privado y trasladar
objetos al dominio público, o en dominio público y h·asladar objetos al domi-
nio privado con tal que no los saque fuera de los cuatro codos.
5. No se puede estar en zona de dominio privado y minar en dominio pú-
blico, o en dominio público y orinar en dominio privado. Del mismo modo,
no se puede escupir. R. Yehudá dice: Pero después de haberse desprendido la
saliva en la boca no puede caminar más de cuatro codos sin que escupa.
6. No se puede estar en dominio privado y beber en dominio público, o
en dominio público y beber en dominio privado, a no ser que meta la cabeza
y el cuerpo en el lugar en el que bebe. Lo mismo vale para el lagar. Se puede
recoger agua de una gotera 177 más abajo de los diez palmos 118 ; de una acequia
se puede beber en cualquier Jugar.
7. De una cisterna en dominio público con un parapeto de diez palmos de
altura se puede sacar agua en día de sábado a través de una ventana que quede
por encima de ella. Si en el dominio público hay un montón de estiércol de diez
palmos de altura, se puede echar agua sobre él en sábado desde una ventana
que le quede encima 179 .
La Pascua abre el año litúrgico judío, de ahí que, siendo después del sábado la prime-
ra fiesta del afio, viene a conti• uacíón de los tratados del sábado y del erub. La Biblia lla-
ma a esta fiesta lJag ha-ma~·~ot, «fiesta de los ácimos»; sólo en una ocasión (Ex 34, 25) la
denomina l;iag ha-pesah, «fiesta de la Pasc.ua)), refiriéndose allí sólo a la celebración del
sacrificio pascual que introduce la fiesta. En este tratado míso ico, la fiesta de la Pascua
abarca los siete días (ocho en la diáspora) que siguen al sacrificio pascual. Juntamente
con la fiesta de las Semanas y la de los tabernáculos, la Pascua constituía una de las h·es
fiestas de peregrinación ,1ue celebraba periódicamente el antiguo Israel.
Resulta llamativo que este tratado tenga un nombre en plural, pesa/Jim (pascuas).
Unos lo justifican argumentando que versa sobre dos pascuas, la primera que se celebra el
¡5 de Nisán y la segunda el 15 de Iyyar. Para otros,pesal;iim haría referencia a la multitud
de sacrificios que se realizaban en la fiesta. Pero también resulta extraño que el segundo
orden mísnico, del que forma parte el tratado de la Pascua, lleve un nombre en singular,
rno 'ed (fiesta), cuando lo que cabría esperar era el plural. Dicha forma es tanto más cho-
cante cuanto que existe un tratado llamado mo 'ed, que para diferenciarlo del orden segun-
do se le ha añadido qatan (mo 'ed qa{an, ((fiesta;;). Quizá en este caso se escogió la forma
singular para distinguirlo del seder mo 'edot, que significaba la doctrina del calendario.
La celebración pascual constaba de la comida del cordero, junto con el pan ácimo y
las hierbas amargas, acompañada de la narración de los acontecimientos históricos en los
que se basa la fiesta (haggadá). Más tarde se introdujeron los himnos de alabanza y la
disposición de tomar cuatro copas de vino, según un orden ritual, en señal de alegría por
los cuatro dones que aportó la Pascua: libertad, salvación, redención y elección.
La fiesta se celebraba anualmente el 15 de Nisán, coincidiendo con el plenilunio de la
primavera, en familia. En la tarde del 14, se sacrificaba ritualmente en el Templo un corde-
ro o cabrito. La sangre y la grasa se ofrecían en el altar. La carne se llevaba a casa, se asaba
y se empezaba a comer en cuanto oscurecía. Debía ser consumida totalmente antes de la
media noche; para ello, solíao agruparse varias familias. Quien no hubiera podido celebrar
la Pascua el l 5 de Nisán estaba obligado a hacerlo en el mes siguiente, el 15 de Iyyar.
Durante los siete ( u ocho) días de la fiesta, existía la prohibición de comer sustancia
farinácea fermentada, incluso el poseerla. La prohibición se hace efectiva a partir del me•
diodía del 14. La búsqueda del l_¡ame~ (sustancia farinácea fe1mentada) y su combustión
o su liquidación constituye uno de los actos preparatorios de la Pascua.
El tratado está ordenado de modo lógico y con criterio cronológico:
Caps. 1-3: Noches 13 y 14 de Nisán: disposiciones en torno al bame.s.
Cap. 4: 14 de Nisán: trabajos permitidos en la vigilia pascual.
Caps. 5-8: Tarde del 14 de Nisán: sacrificio pascual.
Cap. 9: 14 de lyyar, celebración de la segunda Pascua.
Cap. 10: Noche del 14 de Nisán, celebración de la Pascua en el ámbito familiar.
Pes 1, 1-4 Orden segundo: Fiestas - moed 210
CAPÍTULO 1
1. Catorce del mes de Nisán. El mes de Nisán, que corresponde en buena parte a nuestro
mes de abril, abre el año litúrgico judío. Los judíos tomaron de los babilonios el comienzo
del año en primavera, coincidiendo con la luna llena del equinoccio de la primavera. El 14 de
Nisán se considera como vigilia de la fiesta de Pascua.
2. Se refiere en general a todo tipo de cereal en el que por contacto del agua o de otro
líquido se haya producido fermentación.
3. En la bodega hay posibilidad de acercarse a la hora de la comida a buscar vino lle-
vando en la mano un trozo de pan.
4. Los samaítas defienden aquí la posición más severa. Han de examinarse las dos
filas de botas o recipientes en todos los planos de almacenamiento. Los hilelitas dicen que
basta examinar las dos filas superiores que están a la misma entrada de la bodega.
5. Un trozo de pan o sustancia fennentada.
6. Para comerlo, regalarlo o venderlo al día siguiente o para quemarlo en el momento
prescrito.
7. Como el sol en Nisán se pone hacia las seis de la tarde, la hora quinta corresponde a
entre las once y doce de mediodía.
8. La prohibición de comer sustancia fermentada comenzaría a partir del mediodía.
9. No se come, pero se puede vender, darlo a los animales ...
2il Pascua - pesal;iim Pes 1, 5-2, 1
5. R. Yehudá dice además: Dos panes del sacrificio de acción de gracias 1°,
que se habían hecho inservibles, eran colocados sobre el tejado del pórtico. En
tanto que estaban allí, el pueblo podía comer. Cuando quitan uno, quedaba en
suspenso sin comer y sin quemar. Cuando quitaban los dos, comenzaba todo
el pueblo a quemar. Rabán Gamaliel dice: Las cosas profanas 11 se pueden
comer durante toda la hora cuarta, la ofrenda 12 durante toda la hora quinta y
se quema al conúenzo de la hora sexta.
6. R. Janina, prefecto de los sacerdotes, dice: Jamás los sacerdotes se han
abstenido de quemar la carne que se ha hecho impura con impureza oríginada 13
juntamente con la carne que se ha hecho impura con impureza originante 14, a
pesar de que se añada una impureza a otra impureza 15• R. Aquiba decía además:
Los sacerdotes jamás se abstuvieron de quemar el aceite, hecho inservible por
el contacto con uno que se ha sumergido en el mismo día16, dentro de una lám-
para que había devenido impura por contacto con un muerto, a pesar de que
añadían una impureza a otra.
7. R. Meír dice: Aprendemos a través de sus palabras que se puede quemar
una ofrenda pura 17 junto con la impura en la Pascua18 • R. Yosé Je dijo: Ésa no es
la consecuencia. R. Eliezer y R. Yehosúa coinciden en que ésta se puede quemar
por separado y la otra por separado. ¿En qué discrepan? En lo que se refiere a
la cosa suspensa y lo impuro. Respecto a lo cual decía R. Eliezer que se podían
quemar una y otra por separado. R. Yehosúa dice: Ambas juntas 19 .
CAPÍTULO 2
con ella ni el horno ni el fogón. R. Yehudá dice: Apai1ar20 las sustancias con le-
vadura no es otra cosa que quemarlas. Los sabios dicen: Se pueden desmenuzar
y esparcirlas después al viento o tirarlas al mar.
2. El producto fermentado de un no israelita sobre el que pasó ya la Pascua
puede ser utilizado, pero no el de un israelita, ya que está escrito: No se verá
contigo pan fennentado 21 •
3. Si un no israelita ha hecho un préstamo a un israelita por su producto
fermentado 22 , una vez pasada la Pascua puede utilizarlo. Pero un israelita que
hizo un préstamo a un no israelita por su producto fermentado, una vez pasada
la Pascua no puede utilizarlo. Producto fermentado sobre el que ha caído un
montón de ruinas es como si estuviese apartado. Rabán Gamaliel dice: Con tal
que el perro no puede alcanzarlo.
4. El que come ofrenda de levadura en la Pascua, si lo ha hecho inadver-
tidamente23, ha de pagar su valor más un quinto; si lo ha hecho intencionada-
mente, está exento tanto del pago24 como del precio de la leña.
5. Estas son las cosas con las que se cumple en la Pascua con su obligación 25 :
trigo, cebada, espelta, avena, centeno. Se cumple la obligación con productos
de los que se está dudoso de que se haya apartado el diezmo, con los frutos del
primer diezmo de los que se ha apartado la ofrenda, con los frutos del segun-
do diezmo y consagrados que han sido redimidos. Los sacerdotes (cumplen la
obligación también) con la masa a ellos reservada 26 y con la ofrenda, pero no
con productos de los que no se ha retirado el diezmo, ya sea el primer diezmo
del que no se apartó la ofrenda, ya sea el segundo diezmo o cosas consagradas
que no han sido redimidas. Con los panes de acción de gracias 27 y la torta del
nazir 28, si los hizo para sí mismo, no cumple (su obligación). Pero si los hizo
para venderlos en el mercado, cumple.
6. Estas son las verduras con las que se cwnple su obligación en la Pascua29 :
lechuga, escarola, perifollo, eringío, hierbas amargas. Se cumple con ellas, ya
estén frescas, ya estén secas, mas no en conserva, ni hervidas, ni cocidas. Se
unen para formar el volumen de una aceituna30 . Puede cumplirse la obligación
con su tallo, o con productos dudosos, o con primer diezmo del que no se apar-
tó la ofrenda, o con el segundo diezmo, o con cosas consagradas que no se han
redimido.
CAPÍTULO 3
1. Estas son las cosas que han de ser apartadas en la Pascua: pasta babiló-
nica, cerveza persa, vinagre edomíta, cerveza egipcia, el caldo de los tintores,
la torta de los cocineros y la pasta de los escribas. R. Eliezer dice: También los
cosméticos 33 de las mujeres. Ésta es la regla general: Todo lo que sea de alguna
especie de trigo ha de ser apartado en la Pascua. Estas cosas están dentro de la
admonición, pero con ellas no se incurre en pena de extenninio.
2. La masa que se halla en las fisuras de la artesa, si en un lugar hay tanta
como el volumen de una aceituna, se está obligado a apartarla. Si hay menos,
se deja por su carácter tan reducido. Lo mismo ha de aplicarse en lo concer-
niente a la impureza 34 • Si uno quiere ser meticuloso respecto a aquélla, cons-
tituye (la masa) una separación. Pero si se quiere que permanezca, entonces es
como una artesa. Una masa apagada 35 está prohibida cuando hay otra semejan-
te fermentada.
3. ¿Cómo se separa la pasta, que se ha hecho impura, en día festivo? 36
R. Eliezer dice: No ha de ser nombrada 37 mientras no esté cocida. R. Yehudá
ben Betera dice: Se mete en agua fría 38• R. Yehosúa dice: Ésta no es la sustancia
con levadura de la que se haya dado la admonición: no será vista 39 ni encontra-
da40. Pero la separa y la deja hasta la noche. Si fermentó, fermentó.
4. Rabán Gamaliel dice: Tres mujeres pueden amasar simultáneamente y
cocer en un mismo horno, una tras otra41 • Los sabios dicen: Tres mujeres pueden
CAPÍTUL04
48. En el año sabático se dejaba reposar los campos (Lv 25, !). Lo que crecía espontá•
neamente en el campo servía de alimento. Solo podía ser comido en tanto hubiera todavía en
el campo producto de la misma especie. Si en el campo ya no había, terúan que tirarlos.
49. Es decir, deja los que tienes y coge de los que hay en este campo.
50. Por temor a que los hagan trabajar en sábado, ya que el israelita tiene la obligación
de dejar descansar a sus animales en sábado.
51. Que se usaba en oriente para cabalgar y no para trabajar.
52. Tras la destrucción del Templo, algunos no comían carne asada para evitar la apa·
riencia de que fuera carne de sacrificio pascual, prohibido tras la destrucción.
53. Aniversario de la destrucción del Templo.
54. Porque hacen preparativos para celebrar la fiesta.
55. Donde las gallinas ponían los huevos y los incubaban.
56. Se entiende clueca.
Pes 4, 8-5, 2 01·den segundo: Fiestas - moed 216
otra en su lugar5 7• El 14 se puede limpiar la zona junto a las patas de los anima-
les, pero en la fiesta se aparta (la suciedad) hacia los lados. Se pueden llevar y
traer utensilios de la casa del a11esano, aunque no sean necesarios para la fiesta.
8. Seis cosas hacían los habitantes de Jericó. Por tres fueron reprendidos
y por otras tres no Jo fueron. Estas son por las que no fueron reprendidos: in-
jertaban las palmeras durante todo el día, acortaban el Oye, Israel y segaban y
hacían las gavillas antes del ómer 58 , pero no fueron reprendidos. Estas son por
las que fueron reprendidos: pennitían ramas consagradas59 , comían en sábado
de los fiutos caidos60 y dejaban un rincón (en el hue110) para la verdura61 • Los
sabios les reprendían por estas cosas.
9. Seis cosas hizo el rey Ezequías 62 . En tres cosas asintieron (los sabios),
pero en otras tres no. Transportó los huesos de su padre en un ataúd de cuerdas
y asintieron; destruyó la serpiente de bronce y asintieron 63 ; ocultó el libro de las
medicinas y asintieron. En tres cosas no asintieron: partió las puertas del Templo
y las entregó al rey de Asíria64 y no asintieron; cegó las aguas del Guíjón supe-
rio~5 y no asintieron; intercaló el mes de Nisán en Nisan 6~ y no asintieron.
CAPlTULO 5
71. Para la validez del sacrificio se requiere que todos los actos de la ofrenda se realicen
con la intención de cumplir con el sacrificio pascual. Cf. Zeb 1, 1.4. Son cuatro los actos
rituales que se señalan: 1) inmolación del cordero; 2) recogida de la sangre; 3) trasladarla al
altar; 4) verterla a los pies del altar. Se necesita además: 1) declarar explícitamente que se
trata del sacrificio pascual; 2) anunciarse como comensal del cordero pascual antes de que
éste sea sacrificado. En caso contrario, la sangre no sería rociada a favor suyo.
72. Ni tan siquiera la cantidad de una aceituna, que es mínimo obligado.
73. Antes de sacrificar el cordero había que señalar quiénes iban a participar en su
comida.
74. Que no podían comer la carne de ningún sacrificio. Cf. Nm 9, 6s.
75. Ex 12, 6.
76. Del sacrificio pascual.
77. Ex 34, 25.
78. Es decir, como sacrificio pascual y teniendo aún en casa sustancias fermentadas.
79. No como sacrificio pascual.
80. Por ser inválido el sacrificio.
81. Ex 12, 6.
82. Es decir, laico.
Pes 5, 7-6, 1 Orden segundo: Fiestas - moed 218
El sacerdote que se encontraba más cerca del altar la vertía de una vez sobre
las basas ( del altar).
7. Cuando salía el primer grupo, entraba el segundo. Cuando salía el segun-
do, entraba el tercero. Tal corno actuaba el primero, así actuaban el segundo y el
tercero. Recitaban el Halel 83 • Cuando tenninaban, lo repetían por segunda vez y
cuando completaban esta segunda recitación, volvían por tercera vez a recitarlo,
aunque nunca ocurrió que pudieran tenninarlo en la tercera vuelta. R. Yehudá
dice: Jamás los del tercer gmpo llegaron hasta Amo al Señor porque me oye 84,
ya que estaba formado por poca gente.
8. Tal como se actuaba en los días feriales 85 así se actuaba en sábado, a ex-
cepción de que los sacerdotes despejaban 36 el atrio, aunque contra la voluntad
de los sabios. R. Yehudá decía: Se llenaba un vaso con la sangre mezclada y
era vertido de una vez sobre el altar. Los sabios, sin embargo, no estaban de
acuerdo con esto.
9. ¿De qué manera se cuelga y se despelleja?87 En las paredes y las pi-
lastras se fijaban unos garfios de hierro de los que eran colgados y desde los
que se despellejaban. Para aquellos que no tenían lugar para colgar (el cordero
pascual) y despellejarlo, había allí unas pértigas finas y lisas que se colocaban
sobre el propio hombro y el hombro del compafiero, de las que se colgaba y
despellejaba. R. Eliezer dice: Cuando el 14 caía en sábado, uno colocaba su
mano sobre el hombro del compañero y éste la suya sobre el de aquél88 , y así se
colgaba y despellejaba.
10. Una vez partido y separadas las porciones 89, lo colocaban en una ban-
deja y lo quemaban sobre el altar. El primer gmpo salía y se detenía en el mon-
te del Templo90 , el segundo en el contrafuerte y el tercero quedaba en su propio
lugar. Al ponerse el sol, se iban y asaban su propio cordero pascual.
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
todavía crudo, debe ser lavado; si está asado, le pelan la parte externa. Si lo
untaron con aceite del segundo diezmo, no se carga su precio sobre los partici-
pantes del grupo, ya que el segundo diezmo no se puede redimir en Jerusalén.
4. Cinco cosas se pueden ofrecer en estado de impureza, aunque no se pue-
den comer en ese estado: el ómer112 , los dos panes 113 , el pan de la proposición 114,
los sacrificios pacíficos de la comunidad 1' 5 y los cabritos de los novilunios 116 • Si
el sacrificio pascual es ofrecido en estado de impureza, se puede comer en ese
estado, ya que desde el principio no ha sido ofrecido sino para ser comido.
5. Si la carne se hace impura, pero la grasa pennanece (pura), no se vierte
la sangre. Si la grasa deviene impura y la carne permanece (pura), se vierte la
sangre. En los otros sacrificios no es así, sino que aunque la carne se haga im-
pura y la grasa permanezca (pura), se vierte la sangre.
6. Si la comunidad o la mayor parte de ella se encuentra en estado de impu-
reza, o si los sacerdotes están en estado de impureza y la comunidad en estado
de pureza, se prepara en estado de impureza. Si sólo una parte pequeña de la
comunidad se halla en estado de impureza, los que están en estado de pureza
preparan el primero 117 y los que están en estado de impureza el segundo 11 8•
7. Si de un sacrificio pascual, del cual ya se ha vertido la sangre, se sabe
luego que estaba impuro, el frontal del sacerdote lo hacía aceptable 119 • Pero si
el cuerpo (del oferente) estaba en estado de impureza 120 , el frontal no lo hacía
aceptable, porque decían: Respecto al nazir y al que celebra la Pascua, el fron-
tal lo hace aceptable cuando es a causa de la impureza de la sangre, pero no a
causa de la impureza del cuerpo. Si la impureza es del abismo 121 , el frontal lo
puede hacer aceptable.
8. Si se hace impuro totalmente o en su mayor parte, tienen que quemarlo
delante de la Birá sirviéndose de la leña destinada al altar; sí se hace impuro
sólo una pequeña parte o si queda algo sobrante, se quema en los propios patios
o sobre las terrazas con leña propia. Los poco generosos lo quemaban delante
de la Birá aprovechando la leña del altar.
9. Si el cordero pascual ha sido sacado (fuera de Jerusalén) o se ha hecho
impuro, es quemado inmediatamente. Si los propietarios 122 se han hecho impu-
ll2. La gavilla de cebada que se ofrecía antes de comenzar la recolección de los nue-
vos frutos (Lv 23, 10).
113. Que se ofrecían en esta fiesta (Lv 23, 17).
114. Se renovaba cada viernes sobre la mesa de oro del Templo (Ex 25, 30; Lv 24, 5-9).
115. Lv 23, 19-20.
116. Nm 28, 15.
117. El primer sacrificio pascua!.
118. El segundo sacrificio pascual que tiene el lugar el 15 del mes siguiente de Iyyar
(Nm 9, 6-\l; Pes 9, lss).
119. El oferente quedaba por tanto libre de ofrecer otro sacrificio en la segunda Pascua.
Cf. Zeb 8, 12; Ex 28, 36-38.
120. Por haber tenido contacto con un cadáver.
121. Impureza que sobreviene por el contacto con un muerto, pero que no es sabida,
como cuando uno pasa por un ten-eno donde está sepultado un muerto ignorándolo.
I 22. Aquellos para quienes había sido sacrificado e! cordero pascual.
Pes 7, 10-8, l Orden segundo. Fiestas - moed 222
ros o murieron, se deja que se desfigure su aspecto 123 y será quemado el día 16.
R. Yojanán ben Baroca dice; También éste debe ser quemado inmediatamente,
ya que no hay nadie que vaya a comerlo.
1O. Los huesos, los tendones y el sobrante se quema el día 16. Si el 16 cae en
sábado se quema el 17, de modo que no se desplace ni al sábado ni al día festivo.
11. Todo lo que se puede comer de un gran buey se puede comer de un
tierno cabritíllo, las extremidades de los omoplatos y la ternilla. Si uno rompe
un hueso de un cordero pascual 124 puro incurre en el castigo de los 40 azotes 125.
Pero el que deja sobrante del (cordero pascual) puro o rompe (el hueso) de uno
impuro no queda sujeto a la pena de los cuarenta azotes.
12. Si un miembro (del cordero pascual) sobresale un poco 126 , se corta has-
ta alcanzar el hueso y se pela basta alcanzar la articulación y se corta. En los
otros sacrificios se corta con un hacha, ya que no hay (disposición alguna)
sobre la rotura de los huesos. Desde la hoja de la puerta al interior, se considera
.como interior y desde la hoja de la puerta al exterior se considera como exte-
rior. Las ventanas 127 y la espesura del muro se consideran como interior.
13. Si dos grupos comen en una misma casa, uno dirige su rostro hacia una
parte y come, y el otro vuelve su rostro hacia la otra parte y come 128 , mientras
que la cazuela de calentar está en medio. Cuando el servidor 129 se levanta para
hacer la libaciónD 0 , cierra la boca 131 y vuelve su cabeza hasta que llega junto a
su gmpo y come. La novia 132 puede volver su rostro y comer.
CAPÍTULO 8
13 7. El segundo ha de ser quemado. Según Ex 12, 5 se podía usar cordero o cabrito para
la celebración de la Pascua.
138. Porque no se ftjó previamente quién debía comerlos.
139. Porque se cumplió con lo fundamental, la inmolación y el vertimiento de la sangre.
140. Esta decisión es conforme a los que creen que un mismo sacrificio pascual puede
ser comido por dos grupos separados.
141. Lv 15, 13.
142. Quedando impuro por ley durarite siete días.
143. Meg 2, 4; Hor 1, 3; Nid 4, 7; Zab 1, l. Se refiere a una mujer que entre los once
días que corren entre una menstruación y otra ha sufrido un flujo. Ésta, haciendo el baño de
inmersión al día siguiente, ha de esperar un día más y, si no hay flujo de nuevo, se considera
pura. De ahí que al segundo día, si en él ocurre la noche de Pascua, pueda ya comer el cordero.
144. Lv 15, 25ss.
145. Que ha caído sobre una persona, que quizás sea cadáver y puede comunicar por su
contacto la impureza legal. Cf. Yom 8, 7.
146. Es decir, sí se producen en alguno de estos casos las circunstancias que invalidan
el sacrificio.
Pes 8, 7-9, 3 Orden segundo: Fiestas - moed 224
CAPÍTULO 9
154. Cf. 7, 6.
155. Lv 15, 19ss.
156. Lv 12, 1-8.
157. Lv 7, 20s.
158. Ex 12, 1-13.
159. Tal como se ordena en Ex 12, 14-20.
160. Que no son aptos para el sacrificio pascual,
161. Que sólo pueden comerlos los sacerdotes.
Pes 9, 10-10, 2 Orden segundo. Fiestas - moed 226
cuál de los dos fue inmolado primero o si ambos fueron sacrificados al tiempo,
aquél come de lo suyo, pero el gmpo no puede comer con él, mientras que el
cordero pascual del grupo ha de ser quemado y quedan exentos de celebrar
la segunda Pascua. Pero si aquél dijese a los del grupo: «Si me retardo, salid
vosotros e inmolad por mí», y se va, y lo encuentra, y lo sacrifica, mientras
el grupo compra (otro cordero pascual) y lo sacrifica, si el cordero del grupo
fue sacrificado primero, el grupo come de lo suyo y aquél puede comer con
ellos; si fue el de aquél el primero en ser inmolado, come el suyo y el grupo
come el suyo. Si no se sabe cuál de los dos fue inmolado primero o si fueron
sacrificados ambos al tiempo, el grupo come el suyo, pero aquél no puede
comer con ellos. El suyo ha de ser llevado al lugar de la cremación y él queda
libre de celebrar la segunda Pascua. Si aquél les hubiere dicho 162 y el grupo le
hubiere dicho a él 163 , comen todos del primero, y si no se sabe cuál de ellos fue
imnolado primero, ambos serán llevados al lugar de la cremación. Si no les
hubiere dicho nada y el grnpo no le hubiere dicho nada, no son responsables
el uno del otro.
10. Si los corderos pascuales de dos grupos se mezclan (sin poderlos dis-
tinguir), uno toma uno y el otro toma el otro. Uno de un grupo se pasa al del
otro y otro de éste al otro, y dicen de este modo: «Si este cordero pascual es el
nuestro, renuncias al tuyo y eres contado entre nosotros. Pero si este cordero
pascual es el tuyo, renunciamos al nuestro y somos contados en el tuyo». Lo
mismo se hace cuando son cinco grupos, cada uno de cinco o diez participan-
tes. Cada grupo toma uno y dice del mismo modo.
11. Si son dos personas cuyos corderos pascuales se han mezclado, una co-
ge uno y la otra coge otro. El uno asocia a sí a una persona de la plaza y el otro
asocia a sí a una persona de la plaza. Luego éste viene junto a aquél y aquél
junto a éste, y dicen del siguiente modo: «Si este cordero pascual es el mío, tú
renuncias al tuyo y te haces partícipe del mío, y si este cordero pascual es tuyo,
yo renuncio al mío y me hago partícipe del tuyo».
CAPÍTULO 10
167. Ber 8. l.
168. En la que untaban las hierbas amargas para aliviar su amargor.
169. El orden de esta misná se altera en algunas ediciones.
170. Dt 26, 5s.
171. Explicando su significado o pronunciando los versos concemieotes a estas tres co·
sas (Ex 12, 27.39; \, 4).
172. Ex 13, 8.
173. Generalmente se refiere a los salmos Ha/el (113-118).
174. Final del Sal 113.
175. Final del Sal 114.
Pes 10, 7-9 Orden segundo: Fiestas - moed 228
nos redimió y redimió a nuestros padres en Egipto, sin otra conclusión. R. Aqui-
ba dice: El Señor nuestro Dios y el Dios de nuestros padres nos haga llegar con
salud a otras pascuas y a otras fiestas que vienen a nuestro encuentro, gozosos
por la reconstrucción del Templo de tu ciudad y alegres (por la restauración)
de tu culto. Que podamos comer de los otros sacrificios y del sacrificio pas-
cual'76 ... hasta Bendito seas tú, Señor, que redimiste a Israel.
7. Luego se escancia la tercera copa. Se pronuncia la bendición sobre la co-
mida. En la cuarta (copa) se termina (la recitación) del Hale! y a continuación
se recita la bendición del cántico. Entre una y otra copa, si uno quiere beber,
puede, pero entre la tercera y cuarta no puede.
8. Después del cordero pascual no se despiden con un postre. Si algunos
se adormecen, pueden comer; pero si se adormecen todos, no pueden comer.
R. Yosé dice: Si cabeceaban, podían comer; pero si dormían profundamente,
no podían comer.
9. El cordero pascual, pasada la media noche, hace impuras las manos 177 .
El sacrificio que se ha hecho abominable y los restos 178 hacen impuras las ma-
nos. Si uno pronunció la bendición del sacrificio pascual, queda exento de la
del sacrificio festivo 179 . Pero si recitó la bendición del sacrificio festivo, no está
exento de la del sacrificio pascual. Ésta es la opinión de R. Ismael. R. Aquiba
dice: Ni ésta exime de aquélla ni aquélla de ésta.
176. Añaden otras ediciones: 1<cuya sangre ha tocado la pared de tu altar para compla-
cencia (tuya))).
177. El sacrificio pascual había que comerlo antes de la media noche.
178. Que sobran de un sacrificio.
179. Cf. 6, 3-4.
SICLOS
(sheqalim)
primero de Nisán; el de los países circunvecinos, medio mes antes de la fiesta de las Se-
manas: el de los países lejanos, medio mes antes de la fiesta de los Tabernáculos.
El dinero recolectado se usaba para hacer frente a las necesidades cultuales del Tem-
plo (4, 1-4) de orden público o comunitario. Entre fariseos y saduceos se suscitaba la
cuestión de sí era pennitido a un privado sufragar los gastos de un sacrificio comunitario.
Según los fariseos, todos los sacrificios públicos debían con·er a cuenta de la partida de
los siclos.
La obligación de satisfacer el siclo cesó con la destrucción del Templo, ya que es-
taba en función de las necesidades cultuales. Sin embargo, por orden de Vespasiano.
la costumbre se impuso como ley de Estado, únicamente que ahora la recaudación fue
destinada para el Templo de Júpiter capitolino de Roma y constituyó el llamado fiscus
iudaicus (Bell. Jud. 7, 6.6). En tiempos de Adriano parece que hubo un intento por parte
del gobierno romano de reconstruir el Templo jerosolimitano y, con este fin, se dispuso
de nuevo que entrara en vigor la recaudación del siclo (Gn R 64 [40d]).
Los dos primeros capítulos del tratado se ocupan de la recogida del impi1esto; los dos
siguientes de su empleo; el quinto de la administración del Templo; el sexto de las trece
puertas, mesas y cestos del Templo; los dos últimos del problema de cuándo un objeto
encontrado se ha de considerar puro o impuro, santo o profano.
El tratado tiene huellas de una redacción tardía. Es posible que tras la destrucción
del Templo los rabinos quisieran perpetuar en el recuerdo de las generaciones posteriores
todas estas normas que perdieron desde entonces su efectividad.
CAPiTULO 1
l. El primer día del mes de Adar 1 se hace el pregón (de los preceptos
relativos) al siclo 2 y a la doble semilla3 . El 15 del mismo mes se lee el libro
de Ester en las ciudades amuralladas4, se reparan los caminos, las plazas y las
piscinas (de inmersión)S, y se hacen todas las cosas necesarias del ámbito pú-
blico, se señalizan las sepulturas 6 y también salen (los encargados) por razón
( del precepto) de la doble semilla.
2. R. Yehudá dice: En un principio escarbaban (arrancando la semilla mez-
clada) y lo arrojaban delante de aquéllos 7. Cuando aumentaron los transgreso-
res, escarbaban (arrancando) y lo arrojaban a los caminos. Luego dispusieron
que se declarase todo el campo (donde había sido plantada semilla mezclada)
como sin propietario.
3. El 15 del mismo mes se colocaban las mesas en el ámbito de las provin-
cias; el 25 se colocaban en el Templo. Una vez que las habían colocado en el
1. Adar era el último mes del año litúrgico judío, correspondiendo mayonnente a nuestro
mes de marzo.
2. Con este impuesto se pagaban los sacrificios públicos cotidianos, que a partir del pri-
mero de Nisán debían ser adquiridos con la nueva colecta.
3. Cf. tratado Kilayim.
4. En las ciudades amuralladas se celebraba la fiesta de Purim el 15 de Adar.
5. Dañados por el invierno.
6. Esta señalización es necesaria por razón de las leyes de pureza legal.
7. Esta misná se refiere al precepto de la doble semí!la.
231 Siclos - sheqalim Sbeq 1, 4-7
ser comidos?
5. Aunque se dijo que no se embargaba a mujeres, siervos y menores, si és-
tos pagan el siclo, es aceptado. Pero a los gentiles y a los samaritanos que pagan
el siclo no se les acepta directamente. Tampoco se aceptaba directamente el par
de pichones de los pacientes de flujo, o de las mujeres que sufrían asimismo
flujo, o de las que recientemente habían dado a luz, ni los sacrificios por el pe-
cado, ni los sacrificios por la culpa17 • En cambioª, sí se aceptaban directamente
los sacrificíos por voto y los sacrificios voluntarios. Ésta es la regla: Se puede
aceptar directamente todo lo que se trae por voto o voluntariamente, pero no se
puede aceptar directamente lo que no se trae por voto o voluntariamente. Así fue
expresamente declarado por Esdras, en cuanto que está escrito: No conviene que
ed{fiquemos juntos la casa de nuestro Díosl 8•
6. Estos son los que están sujetos a una sobretasa: levitas, israelitas, pro-
sélitos y los esclavos que han adquirido la libertad. No, en cambio, [los sacer-
dotes]", las mujeres, los esclavos y los menores. Si uno paga el siclo [por un
sacerdote], o por una mujer, o por un esclavo, o por un menor, queda eximido
(de la sobretasa). Si paga por él mismo y por su compañero, queda sujeto a
una sobretasa 19 • R. Meír dice: Dos sobretasas. Si uno da una selá 2º y recibe un
siclo 2 ', está sujeto a dos sobretasas.
7. Si uno paga el siclo por un pobre, o por su vecino, o por un conciudada-
no, queda exento. Pero si les hace préstamo, queda obligado. Los hermanos y
los socios 22 que están sujetos a sobretasa quedan exentos del diezmo del ganado,
pero cuando están obligados al diezmo del ganado 23, quedan libres de la sobre.
tasa. ¿Cuál es la sobretasa? Una maá de plata24 . Tal es la opinión de R. Meír.
Los sabios dicen: Media.
CAPÍTULO 2
1. Está permitido cambiar los siclos en dáricos25 a causa del transporte por
el camino. Del mismo modo que había cajas 26 en el Templo, así las había en las
provincias. Si los habitantes de una ciudad han enviado 27 los siclos y estos son
robados o si se pierden, si la oblación fue ya hecha, hacen un juramento ante
los tesoreros (del Templo); si no, lo hacen ante los ciudadanos de la ciudad y
estos tienen que pagar los siclos en sustitución de los otros. Si son encontrados
(los siclos) o si los ladrones los restituyeron, tanto los unos como los otros son
siclos y al año siguiente no se les cuenta28 •
2. Si uno da su siclo a su compañero pz.ra que pague por él y éste lo entrega
como si fuera por él mismo, si la ofrenda fue hecha, comete un sacrilegio. Si
uno paga el siclo con dinero consagrado 29 y si la oblación ha sido hecha y los
animales han sido ofrecidos, comete sacrilegio. (Si paga el siclo) con el dinero
del segundo diezmo o del afio septimo, come lo que corresponde a ello.
3. Si uno reúne monedas y dice; «Éstas serán para mi siclo>), la escuela de
Samay dice (de él): El excedente es para sacrificios voluntarios. La escuela
de Hilel dice: El excedente puede dedicarse a cosas profanas 30• (Si dice:) «Co-
geré de aquí mi siclo», están de acuerdo (ambas escuelas) que el excedente
puede ser dedicado a usos comunes. (Pero si dice:) «Estos son para un sacri-
ficio por el pecado», están de acuerdo en que debe ser destinado a sacrificios
voluntarios. (Sí dice:) «Cogeré de ellos para un sacrificio por el pecado», están
de acuerdo en que el excedente puede ser destinado a usos comunes.
4. R. Simeón dice: ¿Qué diferencia existe entre siclos y sacrificio por el
pecado?31 Los siclos tienen uo límite fijado, pero el sacrificio por el pecado
no. R. Yehudá dice: Pero los siclos tampoco tienen límite fijado. Cuando los
22. Herma.nos que han repartido la herencia paterna, pero que fonnan una sociedad. Hay
una variante: «Los hennanos que son socios ... )l.
23. Por no haber dividido todavía los bienes del padre.
24. Correspoadía a una vigesimocuarta parte de un siclo.
25. De oro, con valor de dos siclos.
26. Para depositar el impuesto.
27. Al Templo.
28. Al año siguiente quedan descargados del impuesto.
29. Destinado al Templo.
30. Porque faltaba la intención de dedicarlo al Templo.
31 . Se entiende entre el dinero que uno va recogiendo para pagar el impuesto del medio
siclo y el que se acumula para adquirir el sacrificio por el pecado. La escuela de Hile] consi-
dera en el primer caso el excedente como profano, mientras en el segundo lo considera sacro
(destinado a sacrificios voluntarios).
233 Siclos - sheqalim Sheq 2, 5-3, 2
CAPÍTTJLO 3
dice: Estaba esc1ito en letras griegas: a!fa, beta, gamma. El que cogía la obla-
ción no entraba con manto, ni con zapatos, ni con sandalias, ni con filacterias,
ni con amuleto, no sea que se empobreciere y se dijere de él: «Por el pecado
cometido en la cámara se ha empobrecido», o que se enriqueciere y se dijere
de él: <<Con lo sacado de la cámara se ha enriquecido», ya que el hombre debe
cumplir tanto con las creaturas como con Dios. Está escrito: Quedaréis libres
de responsabilidad ante el Señor y ante Jsrael3 7, y hallarás buena opinión ante
Dios y ante los hombres 38 .
3. Los miembros de la familia de Rabán Gamaliel solían entrar teniendo
entre los dedos el siclo y lo arrojaban delante del encargado de la recogida de
la oblación39 • Este hacía la intención y lo empujaba a la caja. El encargado
de recoger la oblación no la recogía hasta no haber dicho a los circunstantes:
«¿Recojo la oblación?». Aquéllos le respondían: «Recoge, recoge, recoge»,
tres veces.
4. Cuando recogía por primera vez la oblación la cubría con un cobertorº.
La segunda vez volvía a cubrirla con el cobertor. En la tercera ocasión no la
cubría para evitar que pudiera olvidarse y recogiera como oblación de la sus-
tancia que ya había sido recogida. La primera recogida se hacía a nombre de
la tierra de Israel 41 , la segunda a nombre de las ciudades de su entorno, y la
tercera a nombre de Babilonia, de Medía y de las provincias lejanas.
CAPÍTULO 4
CAPITULO 5
l. Estos eran los que estaban encargados en el TemploM: Yojanán ben Pinjas
(estaba encargado) de los sellos67 , Ajías de las libaciones, Matías ben Samuel
de las suertes 68, Petajías de los sacrificios de las aves. Este Petajías es Mardo-
queo. ¿Por qué se llamó Petajías? Porque sabía ab1ir69 y exponer temas. Cono-
cía setenta lenguas. Ben Ajías (estaba encargado) de los enfermos del vientre 70 ;
71. Responsable del agua (cisternas, pozos) que necesitaban los peregrinos que acudían
a Jerusalén.
72. Llamaba todas las mañanas en el Templo a sacerdotes y levitas para que cumplieran
sus oficios.
73. Con la que se zurraba los pies de los sacerdotes o levitas que se quedaban dormi-
dos en la vigilia nocturna (Mid 1, 2).
74. Cf. Tam 7. 3.
75. Cf. Yom 3, 11.
76. Ropa que usaban los sacerdotes en las funciones.
77. Guardaban el dinero del Templo y proveían a sus necesidades.
78. Pecador se refiere aquí a leproso.
79. Lv 14, 10.
80. Para evitar que un sello perdido pudiese ser usado al día siguiente.
Sheq 6, 1-4 Orden segundo: Fiestas - moed 238
querían hacer una donación voluntaria. Cada treinta días, los tesoreros la abrían.
Todo utensilio que allí encontraban necesario para el tesoro del Templo lo deja-
ban. El resto era vendido y su valor revertía a la cámara del tesoro del Templo.
CAPÍTULO 6
81. Cf. 2 Cr 3 5, 3, donde se indica que Josías ordenó a los levitas colocar en el Templo
el arca y que fue base de la tradición aquí referida.
82. Cf. Ez 47, 1-5.
83. Cf. Tam 3, 5; Mid 3, 5.
84. Destinadas para el sacrificio. El frescor del mármol ayudaba a conseivar la carne.
85. Que se renovaba todos los viernes. Cf. Ex 25, 23-30.
239 Siclos - sheqalim Sheq 6, 5-7, l
CAPÍTULO 7
CAPITULO 8
El día del perdón, yom Kippur, o yom ha-Kippurím como era llamado en tiempos
antiguos, o simplemente forna, es decir, «el día», el día por antonomasia, constituye en el
judaísmo tardío el culmen del año. En este día el hombre se libra de sus pecados con tal
que, mediante el arrepentimiento, se haga digno de ello. Es un día de ayun~ t~tal, sin que
esté permitido comer ni beber nada desde el atardecer hasta al atardecer s1gmente. Tam-
bién quedan prohibidos todos los trabajos que no son lícitos en sábado, no admitiéndose
las excepciones válidas en día festivo. La fiesta penitencial se celebra el l O del mes de
Tisri (septiembre-octubre), es decir, a los diez días de haber comenzado el Año Nuevo.
Durante el periodo de la existencia del Templo, el día del perdón recibía una impron-
ta sacra a través de los especiales sacrificios celebrados en el santuario. Era el único día
del año en que e.1 Sumo Sacerdote entraba en el Santo de los Santos y pronunciaba de
modo explícito el nombre del Señor. La singularidad de la fiesta también se marcaba por
el hecho de que únicamente el Sumo Sacerdote era quien podía realizar los sacrificios ese
día, para los que se preparaba con una semana previa de reclusión y de prácticas. El Sumo
Sacerdote tenía asimismo que revesliise de un vestido sencillo blanco de lino cuando
realizaba los actos específicos del Día de la Expiación, dejando los preciosos ornamentos
que revestía para el sacrificio diario y para los sacrificios festivos. De ese modo tenía que
cambiar cinco veces las vestiduras durante ese día, precediendo y siguiendo cada vez una
pw-ificacióu de manos y de pies.
El momento cumbre de la celebración lo constituía el ofrecimiento del incienso en el
Santo de los Santos. El Sumo Sacerdote recogía brasas del altar con un brasero e incienso
con una paleta de oro. Con la paleta en la mano izquierda y con el brasero en la derecha,
se dirigía al Santo de los Santos. Al llegar ante el Arca, colocaba en el suelo el brasero
y ponía el incienso en él. Mientras el lugar santo se llenaba de humo, el Sumo Sacerdo-
te salía afuera y decía una breve oración. Según los saduceos, el Sumo Sacerdote debía
echar el incienso sobre las brasas al llegar a la cortina, de modo que entrase al Santo de los
Santos en medio del humo. De ahí que, cuando entre las filas sacerdotales aumentaron
los partidarios de la secta saducea, se tomaba juramento al Sumo Sacerdote, en la vigilia
de la fiesta, de que obraria según la opinión de los fariseos.
E! tratado desanolia fundamentalmente lo relativo al sacrificio del día. Tan pronto
como despuntaba el día, el Sumo Sacerdote, revestido con sus ornamentos, sacrificaba el
cordero del sacrificio matutino cotidiano, recogía la sangre en una escudilla y la anojaba
sobre el altar exterior. Se dirigía luego al Hekal, donde quemaba sobre el altar de oro el
incienso diario y ponía en orden las lámparas del candelabro de oro. Luego volvía otra
vez al altar exterior, donde entretanto el cordero había sido descuartizado, y ofrecía las par-
tes del animal sacrificado con la correspondiente oferta de harina y vino, como asimismo
su sacrificio personal de pan. Después tenían lugar los sacrificios fostivos o adicionales,
excluyéndose el del cabrito o camero, que tenían lugar tras el sacrificio expiatorio del día.
Orden segundo. Fiestas - moed 244
Luego el Sumo Sacerdote se ponía las vestiduras blancas para iniciar la tercera parte
de la liturgia, la más significativa. Se acercaba al joven toro que ofrecía de su propio pe-
culio como sacrificio por el pecado, colocaba sus manos sobre su testuz y recitaba la con-
fesión de los pecados, por si y por su familia. Cuando en esta ocasión el Sumo Sacerdote
pronunciaba distintamente el nombre divino de Yhwh, el cual en ningún otro día del afio
se osaba pronunciar, la multitud, que se apiñaba en el atrio del Templo, caía de rodillas y
exclamaba: «Bendito sea el nombre de la gloria de su reino por siempre jamás».
A continuación, se dirigía el Sumo Sacerdote a la parte norte del altar de los holo-
caustos, donde le esperaban dos machos cabríos. A través de !as suertes se decidía cuál
era para Dios y cuál para Azaz.el. Ataba luego a éste una cinta caimesi en los cuernos
como distintivo y al otro en el pescuezo. Volvía a colocar las manos sobre el testuz del
toro y hacía la confesión de los pecados por toda la casa de Aarón. Pronunciaba de nuevo
el nombre divino provocando la misma reacción en la multitud.
Sacrificaba a continuación el toro, recogiendo la sangre en una escudilla que colocaba
provisionalmente en el suelo. Llegaba entonces el momento solemne de penetrar en el
Santo de los Santos para quemar incienso ante el Arca. Este momento era de gran expecta-
ción y emoción para los creyentes circunstantes. De ahí que el Sumo Sacerdote apresuraba
al máximo la vuelta y decía una corta oración al salir. Tomaba luego la escudilla con san-
gre y volvía al Santo de los Santos. Mojaba ocho veces los dedos en la sangre y rociaba el
Arca de la Alianza, una vez en dirección hacia arriba y siete hacia abajo.
Salía y sacrificaba en el atrio el macho cabrío destinado por las suertes «para Dios».
Recogía la sangre en una segunda escudilla y volvía por tercera vez al Santo de los San-
tos y rociaba de nuevo ocho veces el Arca con la sangre. En el Hekal, hacia la mitad de
la cortina, realizaba otras dieciséis aspersiones, ocho con la sangre del toro y ocho con la
del macho cabrio. Vaciaba luego la sangre de las dos escudillas en otra tercera escudilla y
la mezcla la derramaba una vez sobre los «cuernos» del altar interior de oro y siete veces
sobre la superficie. El resto de la sangre lo vertía en las basas del altar exterior.
Después iba junto al macho cabrío destinado para Azazel. Colocaba sobre su cabeza
las manos y hacía Ja confesión de los pecados por todo el pueblo. Otra vez pronunciaba
claramente el nombre divino y el pueblo caía de rodillas con la mísma expresión de ala-
banza en la boca. El macho cabrío era entregado al guía, que debía conducirlo al desierto.
Muchos de los notables de Jerusalén acompañaban la marcha hasta la primera de las diez
covachas. Llegado al lugar previsto del desierto, el guía se subía a una roca, partía una
cinta roja en dos mitades, una parte la sujetaba a la roca, la otra la ataba a los cuernos del
carnero, y a continuación lo despeñaba por el precipicio.
Entretanto, el Sumo Sacerdote abría los dos anímales sacrificados, recogía en una
fuente las partes que habían de ser quemadas en el altar y el resto, carne y piel, era quema-
do fuera del recinto del santuario. Cuando llegaba la noticia del despeñamiento del macho
cabrío, el Sumo Sacerdote leía la pericopa correspondiente del libro de Levítico y pronun-
ciaba de memoria la de Números. Se ponía después sus vestiduras de oro y realizaba los
sacrificios adicionales, junto con su propio macho cabrío. Las partes que había colocado
antes en !a fuente las echaba al fuego en el altar exterior. Realizaba luego el sacrificio
diario vespertino. Se cambiaba de vestiduras y se dirigía por última vez al Santo de los
Santos a recoger la paleta de oro y el brasero. Volvía a vestirse los ornamentos preciosos
y en el Hekal quemaba incienso eu el altar de oro y ponía en orden las siete lámparas del
candelabro de oro. Así se cerraba este día tan ajetreado y lleno para el Sumo Sacerdote.
Dos son los textos bíblicos que hacen referencia al sacrificio del Día del Perdón,
Lv 16, 1-43, y Nm 29, 7-11. El carácter compuesto de la perícopa de Levítico ha sido
reconocido por la crítica. Entre los dos textos surgen algunas diferencias en la interpre-
tación. Entre los rabinos se discuten fundamentalmente dos problemas. Primero, si los
Día del perdón - yom ha-kippurim Yom 1, l-3
245
•[tcios adicionales, que en los otros días festivos se celebran entre los dos sacrificios
sacn ·
idianos, bao de tener lugar mme d.Jatamente despues · coh·ct·1ano matutino
· de1 sacn'ti1c10 ·
:º~espués del sacnficio expiatorio. Segundo, sí el macho cabrío demandado en Lv 16, 5
1rnismo mencionado en Nm 29, 8.
es e La fiesta del Yom Kippur es tardía, ciertamente postexílica. Resulta imposible preci-
sar en qué momento se ha introducido, pero parece que en tiempos de Esdras y Nehemías
0 estaba aún vigente.
0 El tratado consta de ocho capítulos que desarrollan las prescripciones relativas al sa-
crificio del día de la expiación en el Templo, aunque también contienen otras relaciona-
das simplemente con el Templo. El capítulo primero trata de la preparación del Sumo
Sacerdote para el Día de la Expiac.ión. El segundo, de la distribución de oficios entre los
sacerdotes. Del tercero al séptimo, se prescribe el orden de las ceremonias. El octavo versa
sobre el ayuno y el significado de la liturgia del Yom Kippur, el perdón de los pecados.
Es importante el último capítulo, porque muestra que el culto judío no es una magia
que obtenga unos efectos espirituales o sobrenaturales a cambio de unas ceremonias ex-
ternas. El perdón de los pecados no se obtiene si no hay arrepentimiento de corazón. Por
otro lado, la moral judía que aquí se retleja no es sólo vertical, sino también horizontal.
Los pecados cometidos contra los demás sólo obtienen su perdón cuando éstos lo otorgan.
Esto evoca aquellas palabras de Jesús: «Sí vas a presentar una ofrenda ante el altar y alli
te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar, ve pri-
mero a reconciliarte con tu b.ermauo y luego vuelve a presentar tu ofrenda)> (Mt 5, 23-24).
CA.PITIJLO 1
1. Siete días antes del Yom Kippur 1 (Día del Perdón) el Sumo Sacerdote
es separado de su familia y (llevado) a la Cámara de los Consejeros 2. Asignan
(también) a otro sacerdote que lo sustituya en caso de que ocurra algo que lo
baga inepto. Rabí Yehudá afirma: Incluso se le ha de asignar otra mujer, no sea
que su esposa muera, ya que está escrito: Hará la expiación por sí mismo y
por su casa 3 • Por su casa, o sea, su mujer. Le replicaron: Si fuese así, esto no
tendria término.
2. Durante los siete días ha de asperjar la sangre, quemar el incienso, cui-
dar las lámparas, ofrecer la cabeza y los pies (del animal sacrificado). En los
otros tiempos, si quiere ofrecer, puede hacerlo, ya que el Sumo Sacerdote tiene
la primacía en ofrecer cualquier parte (del animal) y en retirarla para sí4.
3. Ponen a su disposición algunos de !os ancianos del tribunal que han
de leerle el ritual del día. Le dicen: «Mi señor, Sumo Sacerdote, recita con tu
CAPÍTULO 2
1. Antiguamente todo aquel que 16 deseaba retirar las cenizas del altar podía
hacerlo. Cuando eran muchos, corrían, subían la rampa (dd altar) y todo el que
adelantaba a su compañero cuatro codos, adquiría el derecho (de retirar las ce-
nizas). Sí llegaban dos al mismo tiempo, el inspector les decía: Alzad el dedo 11.
·Cuántos alzaban? Uno o dos, pero en el Templo no se alzaba jamás el pulgar.
i 2. Se cuenta que una vez quedaron dos iguales al correr y subir la rampa, y
uno de ellos empujó al compañero, que cayó y se rompió una pierna. Cuando
el tribunal se apercibió del peligro a que estaban expuestos, dispuso que la lim-
pieza del altar se hiciera por suertes. Se echaban allí cuatro (servicios) a suertes
y ésta era la primera suerte.
3. La segunda suerte: quién habría de sacrificar, quién asperjar, quién fon-
piar el altar interior, quién asear el candelabro, quién subir las partes (del animal
sacrificado) a la rampa del altar; la cabeza y la pierna (derecha), las dos patas,
las nalgas y la pierna (izquierda), el pecho y el pescuezo, los dos laterales, las
entrañas, la harina fina 18, las tortas' 9 y el vino 2º. Trece sacerdotesº adquirían ese
derecho. BenAzay dijo delante de Rabí Aquiba en nombre de Rabí Yehosúa: Se
ofrecen según el modo de su movimiento 21 .
4. Tercera suerte: «Vengan (sacerdotes) jóvenes para el incienso y echen a
suertes». La cuarta: «(Vengan sacerdotes jóvenes y ancianos (y echen a suerte)
quién ha de subir las partes (del animal sacrificado) desde la rampa al altar>,.
5. El sacrificio diario lo ofrecían nueve, once, doce (sacerdotes), no más
ni tampoco menos. ¿De qué modo? El sacrificio mismo nueve. En la fiesta (de
los Tabernáculos) uno tenía en sus manos el ánfora del agua22 y, de ese modo,
eran diez; por la tarde eran once; para el sacrificio propiamente dicho nueve y
otros dos con dos brazadas de Jefia 23 • En sábado, once; para el sacrificio pro-
piamente dicho nueve y dos más tenían en sus manos las bandejas de incienso
para el pan de la proposición. En día de sábado coincidente con la fiesta (de los
Tabernáculos) otro tenía el ánfora del agua24 •
6. El carnero era ofrecido por once (sacerdotes). La carne por cinco; las
entrañas, la harina fina y el vino, por dos cada cosa25 •
a. sacerdotes]
16. De entre los sacerdotes en turno.
17. Con el fin de hacer en recuento.
18. Nm28, 5.
19. Lv 6, 21s.
20. Nm 28, 7; Ex 29, 40.
21. Es decir, se debí~n ofrecer las partes del animal, comenzando por aquellas que son
las pnmeras en el movimiento natmal del animal: cabeza, pierna derecha, pescuezo ... ; otros
decían que se debían ir ofreciendo primero las mejores y luego las peores.
22. Suk4, 9.
23. Para el fuego del altar.
24. Eran, por tanto, doce.
25. Nm 15, 6ss.
Yom2, 7-3, 5 O,den segundo: Fiestas - moed 248
CAPÍTULO 3
11. Las siguientes (se recordaban) para oprobio: la familia de Gannú que no
quiso enseñar a otros cómo se preparaba el pan de la proposición, la familia de
Abtínas que no quiso enseñar cómo se preparaba el incienso; Hugrás ben Leví
que conocía el arte de cantar y no quiso enseñarlo: Ben Qamsar, que no quiso
enseñar el oficio de escribir; de los primeros se dice: La memoria de/justo es
para bendición 44 • De éstos se dice: La memoria de los impíos desaparezca45 •
CAPíTUl.04
l. Toma4'; la caja y saca las dos suertes47 . Sobre una está escrito: «Para
DioS>l; sobre la otra: «Para Azazel» 48 • El prefecto• está a su derecha y el jefe
de la casa de su padre a su izquierda. Si la {suerte) de «Para Dios» cae a su de-
recha, el prefecto le dice: «l'vli señor, Sumo Sacerdote, alza tu mano derecha>).
Sí la de «Para Dios» cae hacia su izquierda, el jefe de la casa de su padre le
dice: «rvli señor, Sumo Sacerdote, alza tu mano izquierda>>. Las coloca sobre
los machos cabríos y dice: «Para el Señor49 como sacrificio por el pecado». Ra-
bí Ismael dice: No es necesaiio decir: «Como sacrificio por el pecado», sino:
«Para el Señorn; los demás le responden: «Bendito sea el nombre de la gloria
de su reino por siempre jamás>>.
2. Ata una cinta de lana de púrpura sobre la cabeza del macho cabrío emi-
sario y lo coloca en dirección al lugar a donde ha de ser enviado; al (macho
cabrío) que ha de ser sacrificado lo coloca en dirección al lugar donde ha de ser
sacrificado. Viene por segunda vez junto a su novillo, coloca sus manos sobre
él y hace la confesión de los pecados. Así suele decir: «Oh Dios, te ofendí,
transgredí, pequé delante de Ti, yo, mi familia y los hijos de Aarón, tu pueblo
santo. Oh Dios, perdona las culpas, las transgresiones, los pecados con los que
te ofendí, transgredí y pequé delante de Ti, yo, mi fam.ilia y los hijos de Aarón
tu pueblo santo, como está escrito en el libro de la Ley de Moisés tu siervo:
Porque en ese día se hará la expiación por vosotros para que os purifiquéis
ante el Señor de todos vuestros pecculos 5º>>. Aquellos le responden: «Bendito
sea el nombre de la glo1ia de su reíno por siempre jamás)).
3. Lo sacrifica y recoge en un cáliz su sangre; la entrega luego a uno que la
agite en la cuarta terraza del Templo para impedir que se coagule, toma el brase-
ro y s11 be hasta el extremo del altar, remueve las brasas de una parte a otra y saca
las más consum.idas, baja y lo coloca sobre la cuarta terraza que está en el atrio.
4 . En los días ordinarios acostumbra a sacar las brasas con una paleta de
Jata;1 y vaciarlas en otra de oro, pero en este día las saca con una de oro con
ia que las introduce. En los días ordinarios remueve (con una paleta) de cuatro
kab (de contenido) y las vacía en otra de tres kab, pero en el día de hoy remue-
ve (con una paleta) de tres kab y con ella las introduce. Rabí Yosé dice: En los
días ordinarios remueve con una de una seá ( de contenido) y las vacía en otra
de tres kab, pero en el día de hoy remueve con una de tres kab y las introduce
con ta misma. En los días ordinarios es una pesada, en el dia de hoy es una li-
gera. En los días ordinarios su mango es corto, e~ el día de hoy es largo. E~. los
días ordinarios es de un dorado verduzco, en el dia de hoy de un dorado roJ1zo.
Es Ja opinión de Rabi Menajem. En los días ordinarios se ofrece media mina
(de incienso) por la mañana y por la tarde, hoy se añade un puñado completo.
En los días ordinarios es fino; hoy es el fino de entre los finos.
5. En los días ordinarios los sacerdotes suben por la parte oriental de la
rampa (del altar) y descienden por la occidental, hoy el Sumo Sacerdote sube
por el centro y desciende por el centro. Rabí Yehudá dice: El Sumo Sacerdote
sube siempre por el centro y desciende por el centro. En los días ordinarios
el Sumo Sacerdote santifica sus manos y sus pies en la fuente y hoy en una
palangana de oro. Rabí Yehudá dice: El Sumo Sacerdote santifica siempre sus
manos y píes en una palangana de oro.
6. En los días ordinarios hay allí cuatro montones de leña 52, hoy cinco;
palabras de Rabí Meír. Rabí Yosé dice: En los días ordinarios tres, hoy cuatro.
Rabí Yehudá dice: En los días ordinarios dos, hoy tres.
CAPÍTULO 5
a. recoge en el cuenco la sangre: vierte su sangre b. Entra ... había entrado] c. uno,
uno y uno ... etc.] d. del Señor+ y expía sobre él
55. Cf. Sheq 6, 1.2
56. Sobre la cual reposaba el arca.
57. En el Santo de los Santos.
58. Para el inci.enso.
59. Hacia la copertura del arca.
60. Lv 16, 18.
61. Ex 30, 1ss.
62. Mediante la aspersión.
63. Zeb 5, 3.
253 Día del perdón - yom ha-kippurim Yom5. 6-6,2
6. Asperja la parte limpia64 del altar siete veces; el resto de la sangre acos-
tumbraba a derramarlo sobre la basa occidental del altar exterior. En el altar
exterior solía derramarla sobre la basa del sur65 . Uno y otro se mezclan en el
canal y van a parar al torrente Cedrón. Se vende a los hortelanos como estiér-
col. Están sujetas a la (ley) del sacrilegio66 •
7. Toda la actuación del Día de la Expiación está fijada en su orden. Si se
adelanta un acto a otro, es como si no se hubiera ejecutado nada. Si se adelan-
ta la sangre del macho cabrío a la sangre del toro, hay que repetir asperjando
con la sangre del macho cabrío después ( de haberlo hecho) con la sangre del
toro. En caso de que antes de terminar la aspersión del interior se consumiera
la sangre, se trae más sangre y se vuelve a asperjar en el interior desde el prin-
cipio. Asimismo, en el santuario y en el altar de oro, ya que cada uno de ellos
es un acto de expiación independiente. R. Elazar y R. Símeón dicen: Desde el
Jugar donde se intenumpió se continúa.
CAPiTULO 6
1. Los dos machos cabríos del día de la expiación: el precepto que les con-
cierne es que sean iguales en aspecto, tamaño, precio y hayan sido comprados
juntamente. Pero aunque no sean iguales, son válidos. Sí uno fue comprado
un día y el otro al día siguiente, son válidos. Si muere uno de ellos y la muerte
acaece antes de echar las suertes, se compra un compañero para el otro. Pero
sí ocurre la muerte después de haber echado las suertes, se trae otro par y se
echan de nuevo a suertes y se dice: (Sí murió el destinado para Dios) sobre
el que recaiga la suerte «Para Dios», ése estará en su lugar. Pero si murió el
«De Azazel», ése estará en su lugar. Al segundo67 se le dejará pastar hasta
que contraiga impureza 68 , y entonces será vendido. Sus beneficios serán des-
tinados para sacrificios voluntarios, porque el sacrificio por el pecado de la
congregación no muere 69 • R. Yehudá dice: Muere. Dice R. Yehudá además: Sí
se derrama la sangre, morirá el chivo emisario; si muere el chivo emisario, se
derramará la sangre.
2. Se acerca junto al chivo emisario, coloca sobre él sus dos manos y recita
la confesión. Así solía decir: «Oh Dios, te ofendió, transgredió, pecó delante de
Ti tu pueblo, Israel. Oh Dios, perdona• las culpas, las transgresiones, los peca-
dos con los que te ofendió, delinquió, pecó tu pueblo, Israel, como está escrito
en la Ley de Moisés, tu siervo: Porque en este dia os perdonará purificándoos
de todos vuestros pecados, delante del Se,ior seréis purificados10». Los sacerdo-
tes y pueblo estaban en el atrio y cuando oían el Nombre que pronunciaba cla-
ramente el Sumo Sacerdote, se arrodillaban, se postraban con el rostro en tierra
y decían: «Bendito el nombre de la gloria de su reino por siempre y jamás».
3. Luego era entregado a aquel que había de conducirlo 71 . Todos eran aptos
para llevarlo, aunque los Sumos Sacerdotes establecieron una costumbre y no
era confiado a ningún israelita 72 para conducirlo. Dice R. Yosé: Se cuenta que
lo condujo Arselá', que era un israelita.
4. Se le hizo una rampa a causa de los babilonios que solían arrancar su
pelo y decían: «Coge 73 y vete, coge y vete». Algunos de los nobles de Jerusa-
lén solían acompañarlo hasta la primera covacha. Diez covachas había desde
Jerusalén al bananco, noventa ris (que son siete y medio respecto a la milla).
5. En cada covacha le decían 74 : «He aquí forraje y agua•>, y le acompaña-
ban de covacha en covacha, a excepción de la últimab, puesto que ( el acom-
pañante) no llegaba con él hasta el barranco, sino que permanecía retirado y
contemplaba cómo reaccionaba.
6. ¿Qué solía hacer? Solfa partir la cinta carmesí, una mitad la ataba a la
roca y la otra la ataba entre los dos cuernos. Lo empujaba hacia atrás y caía
rodando; no solía alcanzar la mitad del monte sin haberse hecho antes trizas.
Venía y se sentaba debajo de la primera covacha hasta que oscurecía. ¿Desde
cuándo hace sus vestidos impuros?7 5 Desde que sale fuera del muro de Jerusa-
lén. R. Simeón dice: Después que da el empujón en el barranco.
7. Se acerca ( el Sumo Sacerdote) junto al toro y junto al macho cabrio que
habían de ser quemados 76 ; los abría, recogía las partes sacrificiales77 , las co-
locaba en una fuente y las quemaba sobre el altar. Los enlazaba con un lazo y
los sacaba al lugar de la cremación. ¿Desde qué momento se contaminan los
vestidos? 78 Desde que sale fuera del muro del atrio. R. Simeón decía: (Cuando)
el fuego (alcanza} a la mayor parte (de los anímales).
8. Decían al Sumo Sacerdote: «Llegó el macho cabrío al desierto». ¿Cómo
sabían que el macho cabrío había llegado al desierto? Ponían atalayas y hacían
señales con lienzos, y así sabían si el macho cabrio había llegado al desierto.
Decía R. Yehudá: ¿No tenían señal mejor? Desde Jerusalén hasta Bet Hiddudo70
a.Arselá + de Sipporin b. de la última. del último (de los conductores del macho cabrio)
70. Lv 16, 30.
7 l. Al desierto.
72. Un laico.
73. Nuestros pecados.
74. En las covachas hab(a personas que se habían dirigido allí en la vigilia y acompaña-
ban la conducción del chivo de covacha en covacha. Proporcionaban al guía pienso y agua
para que el chivo restaorara sus fuerzas, no ocurriera que no pudiese llegar hasta el barranco.
75. Lv 12, 26.
76. Lv 16, 27.
77. Lv 4, 8-10.
78. Lv 16, 28.
79. Según otros, Bet Horon, lugar fronterizo con el desie1to.
!55 Día del perdón - yom ha-kippurim Yom 7, 1-3
hay tres millas; podían caminar una milla, rehacer de nuevo otra milla, hacer
una pausa de duración correspondiente (al camino) de lll1a milla y sabían que
el macho cabrío había llegado al desierto. R. Ismael' decía: ¿Acaso no dis-
ponían de otra señal? La cinta cannesí estaba atada en la entrada del Templo
y, cuando llegaba el macho cabrío al desierto, la cinta comenzaba a palide-
cer, porque está escrito: Aunque vuestros pecados fúesen como la grana, como
nieve blanquearán80 .
C,v,irULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 1
dos, mientas que la escuela de Hilel dice que se separen o que se quite uno de
cada dos. R. Meír dice: Se quita uno de cada dos y no hay que separarlos.
8. Si uno cubre el techo de su cabaña con barras o con los largueros de la
cama, si entre ellos hay un espacio que es semejante a su propia longitud, (el
techo) es apto. Si uno ahueca una montanera de paja para hacerse una cabaña,
no puede ser considerada como cabaña.
9. Si uno deja caer los lados (de la cabaña) de arriba hacia abajow, si la
distancia del suelo es de tres palmos 11 , es inservible. Si la construye de abajo
hacia arriba y si alcanza sobre la tierra diez palmos, es válida. R. Yosé dice:
Del mismo modo que de abajo a arriba hay diez palmos, asimismo de arriba a
abajo (bastan) diez palmos. Si uno distancia el techo de los flancos tres palmos,
es inservible 12 •
10. Si una casa está dañada 13 y se cubre por la parte superior14, si entre los
muros y la cobertura hay cuatro codos, es inservible. Igualmente un patio que
está rodeado por un pórtico. Si una cabaña grande está rodeada por material
que no es apto para cubrir el techo y si aquél ocupa un espacio de cuatro codos,
es inservible.
11. Si uno construye su cabaña en fonna piramidal o si la apoya sobre un
muro, R. Eliezer la declara inservible debido a que carece de techo, mientras
que los sabios la declaran válida. Una gran estera de juncos 1s que ha sido
fabricada para servir de lecho es susceptible de impureza y no sirve para cubrir
el techo. Si fue fabricada para servir de cobertura, se puede tapar el techo con
ella y no es susceptible de impureza. R. Eliezer dice: Ya sea pequeña o ya sea
grande, si fue fabricada para servir de lecho, es susceptible de impureza y no
se puede cubrir con ella; si fue fabricada para el techo, se puede servir de ella
para la cobertura y no es susceptible de impureza.
CAPÍTULO 2
cabaña. Por esta razón duem1e debajo de la cama. De ahí aprendemos inciden-
talmente que si uno duerme debajo de la cama, no cumple su obligación.
2. Si uno apoya la cabaña sobre las patas de la cama, es válida. R. Yehudá
dice: Si no puede mantenerse por sí misma, no es válida. Sí la cabaña no está
bien cubierta, pero de tal modo que la parte de sombra es mayor que la del sol,
es apta. Si (el techo) es grueso como el de las casas, a pesar de que no se vean
a través de él las estrellas, es válido.
3. Si uno construye la cabaña encima de un carro o sobre la cubierta de
un barco, aquélla es válida y se puede subir a ella en día festivo. Si se alza la
cabaña sobre la copa de un árbol o sobre la gíba de un camello, es válida, pero
no se puede subir a ella en día festivo. Si dos (de los lados de la cabaña están
fom1ados) por árboles y otro por obra humana, o si dos por obra de hombre y
otro por un árbol, es válida, pero no se puede subír 17 a ella en día festivo. Si
tres son mano de hombre y el otro (está formado) por un árbol, es válida y se
puede entrar a ella en día festivo. Ésta es la regla general: Aquella cabaña que
quitado el árbol continúa manteniéndose por sí misma es válida y se puede
subir a ella en día festivo.
4. Si uno construye su cabaña entre árboles de modo que los árboles sirvan
de pared, es válida. Los que han sido enviados por mandato 18 están exentos de
la obligación de la cabaña. Los enfennos y las personas que los atienden están
libres asimismo de la obligacíón de la cabaña. De modo eventuaP 9 se puede
comer y beber fuera de la cabaña.
5. Ocurrió una vez que trajeron a Rabán Yojanán ben Zakay alimento co-
cido para probar y a Rabán Gamaliel dos dátiles secos y un cubo de agua, y
dijeron: «Subidlos a la cabaña». Cuando se entregaba a Rabí Sadoq comida en
menor cantidad que un huevo, la cogía con una servilleta 20 y la comía fuera
de la cabaña, pero no recitaba la bendición al terminar.
6. R. Eliezer dice que cada cual tiene que comer catorce comidas en la ca-
baña, una de día y otra de noche. Los sabios, en cambio, dicen que no hay nada
fijado para esto, a excepción sólo de la noche del primer día festivo de la fiesta.
R. Eliezer dice además: Si uno no pudo comer en la noche del primer día festivo
lo puede compensar en la noche del último día festivo. Los sabios, en cambio,
dicen que esto no es factible de compensación, ya que a ello se le puede aplicar
el dicho: Lo tuerto no puede enderezarse y lo.falto no puede completarse 21•
7. Sí uno tiene la cabeza y la mayor parte de su cuerpo en la cabaña, mien-
tras que la mesa está dentro de la casa, la escuela de Samay declara esto invá-
lido y la escuela de Hilel lo declara válido. Los de la escuela de Hilel dijeron
a los de la escuela de Samay: ¿Acaso no es un hecho que los ancianos de la
escuela de Samay y los ancianos de la escuela de Hile! fueron a visitar a Rabí
CAPÍTULO 3
4. R. Ismael dice 29 : Tres ramas de mirto y dos de sauce, una palma y una ra-
ma de limonero y una cidra30 , incluso aunque dos tengan cortadas (las puntas)
y una no lo esté. R. Tarfón enseña: Incluso tres cortadas. R. Aquiba dice: Del
mismo modo que una palma y una cidra, así una rama de mirto y otra de sauce
(son requeridas).
5. Una cidra robada o seca es inservible. La que ha servido al culto idolá-
trico o procede de una ciudad apóstata, es inservible. La que es de una planta
joven menor de tres años es ioservible 31 ; la de una oferta impura es también
inservible; la de una oferta pura no se debe coger, pero si se coge es válida.
En cuanto a la del diezmo dudoso, la escuela de Samay la declara inservible,
mientras que la escuela de Hile! la declara válida. La del segundo diezmo en
Jerusalén no se coge, pero si se coge es válida.
6. Si le ha sobrevenido a la mayor parte (de la cidra) una erupción, si se
le ha quitado el pezón, si ha sido pelada, si ha sido rajada, agujereada o si le
falta algo, es inválida. Si la erupción le ha sobrevenido únicamente sobre una
mínima parte, si se le ha quitado el rabillo, está agujereada y no le falta nada,
es válida. El limón etíope es inválido. En cuanto al limón verde, es lo mismo
que en cuanto al puerro, R. Meir lo declara válido, mientras que R. Yehudá lo
declara inválido.
7. En cuanto a la medida de la cidra más pequeña, R. Meír dice: Como una
nuez. R. Yehudá opina: Como un huevo. En cuanto a las más grandes, que se
puedan coger dos en una sola mano. Ésta es la opínión de R. Yehudá. R. Yosé
dice: Incluso una (que se pueda asir) con las dos manos.
8. No se puede atar la palma 32 si no es con algo de su misma especie. Ésta
es la opinión de R. Yehudá33 • R. Meír dice: Incluso (se puede atar) con un
cordón. R. Meír dice: Es un hecho que los habitantes de Jerusalén ataban sus
palmas con lazos de oro. Le replicaron: Peroª por debajo las ataban con algo de
su misma especie.
9. ¿Cuándo se agitaban? Al principio y al final de Dad gracias al SeFwr 34
y de Ah, Señor, sálvanos 35 . Ésta es la opinión de la escuela de Hilel. La escuela
de Samay dice: También en Ah, Seño,; haznos prosperar 16 • R. Aquiba dice:
Estuve observando que Rabán Gamaliel y Rabí Yehosúa, mientras todo el pue-
blo agitaba sus palmas, ellos tan sólo las agitaron en (la perícopa) Ah, Seño1;
sálvanos. Si uno se encuentra de camino y no tiene una palma para asirla en su
mano, cuando llega a su casa la toma (con su mano) aun estando en la mesa.
CAPiTULO 4
a. Si el primer dio ... sábado: Todo el pueblo b. haznos prosperar: sálvanos c. sál-
vanos + ani waho, sálvanos
48. Los sacerdotes acostumbrabari a dar vueltas en tomo al altar con una rama de sauce
en la mano durante los días de la fiesta.
49. Dependiendo de si se celebraban también en sábado o 110.
50. Cf.3,9-lL
51.Dt16,14.
52. La obligación de habitar en la cabaña.
53. Que tenía lugar tras el sacrificio matutino.
54. Cf. 5, 1-4.
55. En el primer día de la fiesta había que coger la palma y agitarla aunque cayera en
sábado, porque en esa ocasión quedaba desplazado el sábado.
56. El día precedente, o sea, el viernes.
57. Para evitarles el atropellamiento en el momento de la recogida.
58. Pues en el prlmer día de la fiesta sólo se podía cumplir el precepto con un lulav propio.
59. Jos 18, 26.
60. Cf. RhSh 4, 9; Pes 5, 5.
61. Sal 118, 25.
62. En lugar de pronunciar el nombre del Señor.
63. El séptimo.
267 Fiesta de los Tabernáculos - sukká Suk4, 6-S, 1
tomo al altar. En la séptima', al separarse (del altar), ¿qué decían? «La belleza
es tuya, oh altar», «La belleza es tuya, oh altar». R. Eliezer dice: «Del Señor y
de ti, oh altar; del Señor y de ti, oh altar».
6. Tal como se hacía en dia ferial, se hacía en sábado, a excepción de que
se acostumbraba a recogerlos en la vigilia del sábado y se colocaban en vasos
de oro para evitar que se ajasen. R. Yojanán ben Baroca dice: Traían ramos de
dátiles y golpeaban con ellos el suelo a los lados del altar. Aquel día era llama-
do día del golpeo de los ramos de palma.
7. A continuación los niños tiraban las palmas y comían las cidras64 •
8. El Hale! y el jolgorio, ocho (días). ¿De qué modo? Quiere decir que uno
está obligado a la recitación del Hale/, al jolgorioº y a hacer los honores al úl-
timo día de la fiesta como a los restantes días de la misma. (El precepto) de la
cabaña, siete días. ¿De qué manera? Una vez que ha terminado de comer~\ no
puede deshacer la cabaña, pero sí puede llevar los utensilios a partir de la tarde
por respeto al último día de la fiesta.
9. ¿Cómo (se hacía) la libación del agua? Se llenaba (con agua) de Siloé un
frasco de oro, de tres log de capacidad. Cuando llegaban a la puerta del agua,
sonaban el sojár con tono sostenido, luego clamorosamente y después de nuevo
con tono sostenido. Subía (luego el sacerdote) la rampa del altar y se volvía a su
izquierda donde había dos cuencos de plata. R. Yehudá dice: Eran de yeso, aun-
que su parte externa se había ennegrecido por el vino. Tenían unos huequecitos
como dos pequeñas narices. (El huequecito) de uno era algo mayor que el del
otro, para que pudieran vaciarse al tiempo 66 • El del oeste era del agua, el del este
del vino. Si vertía el del agua en el del vino o el del vino en el del agua, cumplía
su obligación. R. Yehudá dice: Con un solo log se puede hacer la libación los
ocho (días). Al que bacía la libación le decían: «Alza la mano», porque una vez
vertió la libación sobre sus pies y todo el pueblo lanzó contra él sus cidras.
1O. Del mismo modo que se hacía en el día ferial, se hacía en sábado, a
excepción de que en la vigilia del sábado se llenaba ya el frasco de oro, no
santificado, (con agua) de Siloé y era colocado en la cámara. Si se vertía o si
se descubria, lo llenaban ( con agua) del pilón, ya que el vino o el agua que han
estado al descubierto no son aptos para el altar.
CAPÍTULO 5
entre el día ferial y el sábado. En la vigilia del sábado que caía en medio de la
fiesta de las Cabañas se hacían cuarenta y ocho (toques): tres al abrir las puer-
tas, tres (al abrir) la puerta superior, tres (al abrir) la puerta inferior, tres al sacar
el agua73 , tres por el altar74 , nueve en el sacrificio cotidiano de la mañana, nue-
ve en el sacrificio cotidiano del atardecer, nueve por los sacrificios adicionales,
tres para que el pueblo dejase de trabajar y otros tres para marcar la diferencia
entre el día ferial y el sábado.
6. El primer día de la fiesta había allí trece toros, dos carneros y un cabrito 75.
Quedaban allí aún catorce corderos para los ocho tumos sacerdotales 76 • En el
primer día, seis' (tumos sacerdotales) ofrecían cada uno dos y los otros (dos)
uno cada uno. En el segundo día, cinco (tumos) ofrecían cada uno dos y el resto
(los otros tres) uno cada uno. En el tercer día, cuatro (tumos) ofrecía cada uno
dos y el resto (cuatro) uno cada uno. En el cuarto día, tres (tumos) ofrecían cada
uno dos y el resto (cinco) uno cada uno. En el quinto día, dos (turnos) ofrecían
cada uno dos y el resto uno cada uno. En el sexto día, un (tumo) ofrecía dos y
el resto (siete) uno cada uno. En el día séptimo, todos hacían igual. En el día
octavo se volvían a hacer suertes como en las fiestas de la peregrinación y se
decía: Quien ofrezca hoy los toros no los ofrecerá mañana y se pone en el tumo.
7. En tres épocas del año 77 eran iguales todos los turnos sacerdotales res-
pecto a la repartición de los sacrificios festivos y a la distribución del pan de la
proposición. En la fiesta de las Semanas se decía: «Aquí hay pan ácimo, aqui
hay pan con levadura». El turno sacerdotal, al que le correspondía el servicio
semanal, ofrecía los sacrificios cotidianos, los sacrificios de voto, los sacrificios
voluntarios y el resto de los sacrificios de la comunidad. Ofrecía, en definitiva,
todos. En el día festivo próximo al sábado, bien precediéndole, bien siguiéndo-
le, todos los turnos eran iguales en la distribución del pan de la proposíción.
8. Si ocurre un día intermedio entre los dos, el tumo que esta de servicio
toma diez panes y el turno que debía retenerse (por razón del sábado) toma dos.
En todos los demás días del año, el tumo que entra toma seis (y el que sale otros
seis). R. Yehudá dice: El tumo que entra toma siete y el que sale cinco. Los
que entraban dividían (los panes) en la parte septentrional y los que salían en
la parte meridional. Pero (el tumo) de Bilga78 hacía la distribución siempre en la
parte meridional, donde su anillo estaba fijo y su ventana cerrada.
a. seis + sacerdotes
73. Y haberla llevado al atrio a través de la puerta del agua.
74. Después de que se habían colocado en tomo a él los ramos de sauce.
75. Nm 29, 13.16.
76. Los sacerdotes se distribuían en veinticuatro grupos o tumos. Los días festivos actua-
ban todos. Cada grnpo ofrecía uno de !os dieciséis sacrificios. Quedaban, pues, ocho grupos
que ofrecían los catorce corderos restantes, un par cada uno, menos los dos últimos, que ofre-
cían uno. Como cada día se iba ofreciendo un toro menos, al día siguiente eran nueve los tur-
º?s q_ue_quedaban para los corderos, teniendo que ofrecer cinco dos cameros y cuatro uno. El
dia septtmo quedaban catorce grupos para los catorce corderos; así, estaban todos igualados.
77. En las tres fiestas principales.
78. 1 Cr 24, 14.
DÍAS FESTIVOS INTERMEDIOS
(yom tob o be~á)
Este tratado es llamado füm tob (día festivo) por ocuparse de las disposiciones gene-
rales que conciernen a los días festivos, a diferencia de otros tratados (Pascua, Día de la
Expiación, Tabernáculos ... ) que contienen las disposiciones especiales para determina-
das fiestas. Se Je denomina también Be¡á (huevo) por comenzar la primera misná con una
disposición acerca del huevo que ha sido puesto en un día festivo.
Buena parte de la regulación que afecta al dia festivo tiene también su aplicación para
el sábado. Pero existe una diferencia fundamental entre uno y otro en lo que respecta a la
preparación de la comida. En día festivo se pueden realizar todas aquellas actividades ne-
cesarias para la preparación de la comida, como sacrificar el animal, despellejarlo, ama-
sar, cocer, meter en el horno; en sábado no. Otros trabajos, como seleccionar las legum-
bres, partir leña, afilar cuchillos, machacar ... están prohibidos si se realizan del modo
habitual, aunque uo si se llevan a cabo de una manera insólita. En cambio, otros trabajos,
como segar, majar, cribar, cazar. .. están prohibidos aun en el caso de ser necesarios para
la comida. Es muy dificil reducir a un principio unitario la casuística tan variada del día
festivo. Pero quizá pueda servir como orientativo el principio de que en día festivo está
permitido realizar aquellos trabajos que son necesarios para la preparación inmediata de
la comida o que se realizan de un modo inusual que obliga a hacer sólo lo imprescindible,
manteniendo la conciencia de la sanlidad del día.
Por la santidad del día festivo, todo lo que se usa en ese día ha debí do ser preparado
con ese objetivo antes de comenzar la fiesta, es decir, se ha de haber hecho la intención
previa de hacer uso de ello. Así, si uno quiere matar una paloma en día festivo tiene que
haber determinado precedentemente cuál. Lo mismo si quema leña o si usa un objeto.
Todos los objetos que no han sido destinados previamente para su uso en día festivo se
consideran «segregados», quedando prohibido no sólo su uso, sino su simple tocamien·
to. Se distinguen cuatro artes de «segregado»: 1) lo que ha nacido en el mismo día festivo
(como un ternero, un huevo ... ) o que se hace servible en ese día; 2) todo aquello que con
el uso se deteriora en mayor o menor grado; 3) aquello que provoca repugnancia; 4) lo
que sirve a una actividad prohibida, corno un azadón, una aguja. Los objetos comprendi-
dos en la última especie se pueden usar para cosas permitidas en día festivo y se pueden
remover si el espacio por ellos ocupado resulta necesario.
Un caso especial lo constituye la coincidencia de sábado en el día siguiente al fes·
tivo. En tal circunstancia está prohibido preparar en día festivo la comida del sábado,
aunque sí está permitido completarla y terminarla si la preparación comenzó ya antes
de iniciarse el día festivo. Esta preparación, que resulta, en definitiva, una mezcla de la
comida preparada para el sábado y para el día festivo, es lo que se denomina erub tab-
shilim (mezcla de cocinados) y es objeto de las disposiciones del capítulo 2 del tratado.
El orden seguido en los cinco capítulos del tratado no es muy lógico y disposiciones
de carácter diverso se mezclan y entrecruzan.
Bes l, 1-5 Orden segundo: Fiestas - moed 272
CAPÍTULO I
asa12 ni tampoco alzarla a no ser que haya en ella como una aceituna de carne.
ra escuela de Hilel, en cambio, lo permite. La escuela de Samay enseña: No se
puede sacar a un menor, ni la palma 13, ni el libro de la Torá a lugar de dominio
público. La escuela de Hilel, en cambio, lo permite.
6. La escuela de Samay enseña: No se lleva al sacerdote la masa 14 ni los
regalos 1l en día festivo, ya se haya hecho la oferta el día anterior o el mismo
día. La escuela de Hile!, en cambio, lo pennite. La escuela de Samay dice a
aquéllos con una analogía: La masa y los regalos son dones para el sacerdote.
La ofrenda 16 es también un don para el sacerdote. Ahora bien, del mismo modo
que no se puede llevar la ofrenda, así tampoco se pueden llevar los regalos.
La escuela de Hile! le replica: No, si decís que la ofrenda no se puede ofrecer,
debéis decir que los regalos se pueden ofrecer.
7. La escuela de Samay dice: Las especias se machacan en un mortero de
leño, la sal en una escudilla• o en el (hueco) del madero (en el que se coloca)
Ja cazuela. La escuela de Hile!, en cambio, enseña: Las especias se machacan
según es costumbre en mortero de piedra, la sal en mortero de madera.
s. Si uno limpia legumbres secas en día festivo, la escuela de Samay dice:
Puede recoger lo comible y comerlo. La escuela de Hile! dice: Hace la selección
según el modo habitual (colocándolas) en su seno, o en un cesto, o en un plato,
pero no encima de la mesa, ni sobre el mantel, ní en la criba. Rabán Gamaliel
dice: También puede meterlas en agua y retirar (las malas con la mano).
9. La escuela de Samay enseña: El día festivo solamente se envían porcio-
nes17 (comestibles ya preparadas). La escuela de Hile! enseña: Se puede enviar
ganado, anímales, aves, ya vivos, ya sacrificados; se puede enviar asimismo
vinos, aceites, harina, legumbres secas, pero no trigo 18 • Por su parte, R. Simeón
pennite el trigo.
1O. Se pueden enviar vestidos, tanto cosidos como no cosidos, incluso a
pesar de que haya en ellos (tejido) de dos semillas 19, sí sirven a las necesidades
de la fiesta. Pero no se pueden enviar sandalias cosidas con aguja20 ni zapatos
no cosidos. R. Yehudá dice: (Tampoco se pueden enviar) zapatos blancos21 ,
porque requieren al artesano. Ésta es la regla general: Todo lo que puede ser
conveniente22 se puede enviar en día festivo.
CAPiTIJLO 2
CAPÍTULO 3
5. Si una bestia muere no puede ser removida de su lugar. Ocurrió que una
vez interrogaron a R. Tarfón acerca de esto y acerca de la masa (de la oferta)
devenida impura. Se fue a la academia, preguntó y se le dio la respuesta: No
pueden ser removidos de su lugar.
6. No se pueden asignar previamente las partes de la bestia en día festivo,
pero sí se pueden asignar en la vigilia del día festivo. Pueden sacrificarla y dis-
tribuirla entre ellos. R. Yehudá dice: Se puede pesar la carne, ya sea en relación
con un objeto o ya sea en relación con el hacha. Los sabios dicen: No se ha de
prestar ninguna atención al platillo de la balanza30 .
7. En día festivoª no se puede afilar el cuchillo, aunque sí puede ser frotado
con otro cuchillo. Nadie puede decir al carnicero: «Dame carne por el precio de
un denario», sino que aquél sacrifica (al animal) y se lo reparten entre ellos.
8. Uno puede decir a su compañerob: «Lléname este vaso», pero no «con
medida». R. Yehudá dice: Si el vaso es de medida, no lo puede llenar. Se tiene
el hecho de que AbẠSaúl ben Botnit solía llenar sus (recipientes) medidos
en la vigilia del día festivo y los entregaba a los compradores en día festivo.
Abá Saúl decía que obraba así rncluso en las fiestas intermedias 31 por razón<l
de la ínequivocidad de la medida. Los doctores decían que se comportaba así
incluso en los días feriales por razón de la precisión en la medida. Una personaº
puede acercarse al tendero que frecuenta y decirle: «Dame huevos y nueces en
detennínado número», ya que éste es el modo de contar el dueño de la casa en
su propia casa.
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
2. Todas aquellas cosas por las que uno se hace culpable a causa del reposo,
o de la libre elección42 , o de mandamiento en dia de sábado, son también por las
que uno se hace culpable en día festivo. Estas son aquellas por las que uno se
hace culpable a causa del reposo sabático: no está permitido subir a un árbol, ni
montar sobre una bestia, ni nadar sobre las aguas, ni batir palmas, ni palmotear
los flancos, ni bailar. Estas son aquellas (por las que uno se hace culpable) por
razón de ser opcionales: no está permitido hacer juicio, ni celebrar matrimonio,
ni quitar el zapato43 , ni realizar el matrimonio del levirato. Estas son aquellas
(por las que uno se hace culpable) por razón de ser de mandamiento: no se pue-
den hacer consagraciones, ni estimacíones 44 , ni dedicaciones, ni está permitido
apartar la ofrenda o los diezmos. Si todas estas cosas fueron dichas para el día
festivo, con tanta más razón para el sábado. Entre el día festivo y el sábado no
hay más diferencia que en lo que respecta a la comida45 •
3. Los animales y los objetos (se regulan) según los pies del dueño 46 • Si
uno entrega su bestia a su hijo o al pastor, en tal caso éstos (se regulan) según
los pies del dueño. Sí los objetos son del uso particular de uno de los hermanos
que están en la casa, entonces (se regulan) según los pies de aquél. Si no son
del uso particular, entonces (se regulan) según el lugar al que pueden ir4 1 •
4. Sí uno pide a su compañero un objeto en la vigilia de un día festivo, (se
regula) de acuerdo con los pies del pedidor. Si es en día festivo, de acuerdo con
los pies del que prestó. Si una mujer píde a su vecina en présramo condimentos,
o agua, o sal para la masa, éstos (se regulan) de acuerdo con los pies de ambas.
R. Yehudá lo declara exento con relación al agua debido a que no hay en ella
nada sustancial 43 .
5. El carbón encendido (se regula) según los pies del propietario, pero la
llama (puede ser transportada) a todo lugar. Si la brasa es del Templo, está
sujeta a la ley del sacrilegio 49 . De la llama (en ral caso) no se puede sacar pro-
vecho y no está sujeta a la ley del sacrilegio. (Sí unoª saca una brasa a lugar
público, se hace culpable, pero por la llama queda exento). En cuanto al pozo
de una persona privada, (se regula) según los pies de ésta; si es de la población
de la ciudad, (se regula) según los pies de los habitantes de aquella ciudad50 ; si
es de los que vienen de Babilonia, (se regula) según los pies del que llena (los
recipientes).
6. Si uno tiene sus frutos en otra ciudad y los habitantes de esta ciudad pre-
pararon el erub para traer a él algunos de sus frutos, no está permitido que se los
traigan. Pero sí él mismo preparó el erub 51 , sus frutos (se regulan) según él.
7. Si uno ha invitado a huéspedes, éstos no pueden llevarse en sus manos
regalos a no ser que aquél se los hubiere entregado en la vigilia del día festivo.
No se pueden abrevar ni sacrificar animales de pasto, pero sí se pueden abrevar
y matar los animales domésticos. Estos son domésticos: los que pasan la noche
en la ciudad. Estos son los de pasto: los que pasan la noche en el prado.
51. Que le pem1ite llegar hasta el lugar donde tiene los frutos.
AÑO NUEVO
(rosh ha-shaná)
En la tenninología mísnica., Año Nuevo designa la misma fiesta que la Biblia llama
Día de los clamores (Nm 29, 1) o fiesta solemne, anunciada al son de trompetas (Lv 23,
24). Lo característico de la fiesta del Año Nuevo es el toque del sofar, que el creyente
debe escuchar con atención ese día. En la liturgia se incluían tres bendiciones: Maljuyyot,
Zikronot y Sofarot, acompañadas del toque del sofar. En cada una se pone de manifiesto
la triple significación del día como principio de año, día del juicio y fiesta del sofar. La
primera bendición celebra a Díos como rey del universo; la segunda lo describe como juez
del mundo que piensa en sus creaturas con gracia y misericordia; la tercera hace referen-
cia a la fuerza del sofar. Los dos últimos capítulos del tratado versan precisamente sobre
\as disposiciones en tomo al toque del sofar y a la recitación de las bendiciones.
El año nuevo, que es aquí celebrado y por el cual se computaban los años del cóm-
puto general y de los reyes no israelitas, comenzaba el 1 de Tisri, coincidiendo con la
neomenia. En la época mísnica no existía todavía un calendario fijo, y el comienzo de los
meses, que coíncidía con los novilunios, era fijado en cada caso por un colectivo de sabíos
basándose en los testimonios sobre la aparición de la luna nueva. El examen de los testi-
gos se celebraba al modo de un proceso, con un cuestionario preestablecido. El colectivo
tenía autoridad sobre toda la comunidad judía y sus decisiones eran comunicadas a toda
la diáspora por medio de delegados que partían de inmediato de Jerusalén tras la procla-
mación del novilunio, a fin de que las comunidades celebrasen las fiestas en el día exacto.
Debido al modo rudimentario usado en la fijación de la neomenia, unos meses eran de 29
días y otros de 30, en un orden voluble. Esta imprecisión terminó cuando se íntrodujo el
calendario moderno, que señala con exactitud el comienzo de cada novilunio.
Los dos primeros capítulos del tratado tratan precisamente de las disposiciones acer-
ca del calendarío, del novilunio, de las testificaciones, de su proclamación y de su comu-
nicación a las comunidades judías a través de los emisarios.
CAPITULO 1
, l._ A partir del I de Nisán eran contados los años de los reyes en documentos públicos.
A.si, s1 un rey era entronizado en el mes anterior, Adar, a partir del primero de Nisán comien-
za a computarse su segundo año.
2. Nm 28, 16ss.
3. Mes sexto del calendario judío, coincidente con nuestro _agosto-septiembre.
RhSh I, 2-4 Orden segundo: Fiestas - moed 282
año para el diezmo del ganado 4 • R. Elíezer y R. Simeón opinan, en cambio, que
es el primero de Tisri 5 • El primero de Tisri es el comienzo del año en relación
(al cómputo) de los años6, a los años de la remisión, a los años deljubileo7, a la
plantación (de árboles)8 y a los vegetales 9 . El primero de Sevat 10 es el primero
del año en relación a los árboles 11 , según la opinión de la escuela de Samay. La
escuela de Hile!, sin embargo, opina que es el quince del mismo mes.
2. En cuatro momentos, el universo es sometido ajuicio 12 : en la fiesta de
la Pascua, por razón del trigo; en la fiesta de las Semanas, por razón del fruto
de los árboles; en Año Nuevo, todos los seres que han venido al mundo pasan
delante de Él como un ejército, ya que está escrito: Él ha plasmado todos los
corazones y conoce a fondo todas sus obras 11 ; en la fiesta de los Tabernáculos
son juzgados por razón del agua 14 •
3. En seis novilunios salían los mensajeros 15 : en el de Nisán, por razón de
la Pascua 16; en el de Ab, por razón del ayuuo 17; en el de Elul, por razón del Año
Nuevo 18 ; en el de Tisri, por razón de la ordenación de las fiestas 19; en el de Kis-
leu20, por razón de la fiesta de la Dedicación"; en el de Adar22, por razón de la
fiesta de Purim21 . Cuando todavía existía el Templo salían también en el del mes
de Iyyar24, por razón de la pequeña Pascua25 •
4. En dos novilunios estaba pennitido profanar el sábado2•: en el de Nisán
y en el de Tisri, ya que en éstos los mensajeros llegaban hasta Siria27 y según
4. Para cumplir con el diezmo era preciso ftjar los límites en que nacía el ganado, ya que
el ganado nacido en un año no se podía dar como diezmo para otro año diferente (Lv 27, 32).
5. Séptimo mes del calendario israelita.
6. Desde la creac.ión y en relación con los reinos no israelitas. Cf. Git 8, 5.
7. Dt 15, lss; Lv 25, 8ss. En ese año se condonaban todas las deudas y quedaban pro-
hibidas ciertas actividades, como arar y servirse de esclavos.
8. Para determinar el cómputo que seguir para la «circuncisión» del árbol (Lv 19, 23).
9. Los recogidos tras esa fecha no podían darse en diezmo por los recogidos antes.
10. Undécimo mes.
11. Para el diezmo de los frutos.
12. Que se hace perceptible en la suerte de la cosecha y que está en dependencia del
comportamiento humano en el año precedente.
13. Sal 33, 15.
14. Sobre las lluvias del año venidero. Por este motívo se hacía durante esas fiestas la
libación del agua.
15. Delegados del gran tribunal de Jerusalén que se trasladaban a los lugares más lejanos
de la díásporajudía a comunicar en qué día había sido fijado el novilunio.
16. Para que se supiese con exactitud en qué día caía el 15 de Nisán.
17. El nueve de Ab.
18. Que tenía lugar treinta días despttés de novilunio de Elul.
19. El día de la Expiación y Tabernáculos.
20. Noveno mes.
21. Que tenía lugar el 25 de Kisleu.
22. Duodécimo mes.
23. El 14 de Adar.
24. Segundo mes (abril-mayo).
25. Pascua para los impuros, en el 14 de Iyyar.
26. Los testigos de la luna nueva podían quebrantar los preceptos relativos al límite sabá-
tico y venir a Jerusalén a informar de ello a las autoridades.
27. Por estQ se necesitaba la máxima diligencia.
283 Año Nuevo - rosh ha-shaná RhSh 1, 5-2, 1
ellos se ordenaban las fiestas. Cuando todavía existía el Templo estaba penni-
tido profanar (el sábado) en todos (los novilunios) por razón de la regulación
de los sacrificios18 -
5. Ya sea que se vea indudablemente, ya sea que no se vea indudablemente,
se puede profanar el sábado a causa de ello. R. Yosé dice: Si se ve claramente,
no está permitido a causa de ello profanar el sábado29 .
6. Ocurrió en una ocasión que pasaron más de cuarenta parejas (de testi-
gos) y que fueron retenidas en Lod por R. Aquiba. Rabán Gamaliel ordenó que
se Je dijera: «Si tú retienes a la multitud, vas a ponerles un obstáculo para que
vengan en el futuro».
7. Si padre e hijo ven la nueva luna, van, no para unir (los dos testimonios ) 3º,
sino porque, si uno es declarado inepto, pueda el otro asociarse a otro (en la
deposición del testimonio). R. Simeón dice: El padre, su hijo y parientes son
aptos para el testimonio de luna nueva. R. Yosé dice: Ocurrió a Tobías, el mé-
dico, que una vez vio la luna nueva en Jerusalén, juntamente con su hijo y con
su esclavo manumitido. Los sacerdotes recibieron (su testimonio) y el de su
hijo y rechazaron el de su siervo. Pero cuando vinieron al tribunal acogieron
(su testimonio) y el de su siervo, y rechazaron el de su hijo.
8. Estos son los no aptos (para testimoniar): el que juega a los dados, el
usurero, el que hace huir a las palomas 3 1, los traficantes con (productos) del año
sabático 32 y los esclavos. Ésta es la regla general: Todo testimonio para el que
no es apta una mujer no son tampoco aptos aquéllos.
9. Si uno ha visto la luna nueva y no puede caminar, se deja transportar so-
bre un asno 13 , incluso en una litera. Si alguien les insidia, pueden llevar en sus
manos bastones. Si el camino es largo, pueden tomar consigo alimentos, ya que
para una andadura de una noche y un díaJ 4 está permitido profanar el sábado e
ir a deponer testimonio sobre la luna nueva, porque está escrito: Éstas son las
fiestas del Señor que proclamaréis a su tiempo 35 •
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
l. Si el tribunal y todo Israel han visto (la luna nueva)5 2 o si los testigos
fueron examinados y no se Uegó a decir «Santificado» antes del anochecer,
entonces (se consideraba) el mes como de treinta y un días. Si sólo la ha visto
a. Del mismo modo puedes decir: Y de modo semejante dijo el Señor a Moisés
53. De veintitrés miembros.
54. Los toques prescritos para la fiesta de Año Nuevo había que realizados con el sofar,
una especie de trompeta formada de cuerno de carnero o de cabrón, pero no de buey o de vaca.
55. Plural de sofar.
56. Jos 6, 5.
57. Usado en el Templo.
58. Que se leía en la fiesta de Purim.
59. Ex 17, 11. Este hecho demuestra la importanc.ia de la intención.
287 Año Nuevo - rosh ha-shaná RhSh 4, 1-4
un asta, y cuantos mordidos la miren, sanarán60 • Pero ¿hace morir una serpiente
0 hace vivir? Más bien (es para enseñarte) que cuando Israel dirigía su mente
hacia ¡0 alto y sometía su corazón a su Padre que está en los cielos, era curado y,
cuando no, se desvanecía. Un sordomud_o, un imbécil o un menor no satisfacen
la obligación respecto a la comunidad. Esta es la regla general: Todo el que no
está sujeto a una obligación no puede librar a la comunidad de su obligación.
CAPÍTULO 4
60. Nm 21, 8.
61. Esto es, füera del Templo. Por temor de que se profanase el sábado transporumdo el
sajar más de cuatro codos, los rabinos tomaron esta disposición.
62. Porque éste puede vigilar la observancia del sábado.
63. Dentro del límite sabático.
64. De la fiesta de los Tabernáculos.
65. El 16 de Nisán, en el que se agitaba el ómer-.
66. No sabían si entonar los cantos feriales o festivos.
67. Donde el tribunal tenía el derecho de declarar el novilunio incluso en ausencia del
presidente.
RhSh 4, 5-8 Orden segundo: Fiestas - moed 288
sea con algo cuyo uso va contra el reposo sabático, ya sea con algo cuyo uso
está prohibido por un precepto negativo. Pero si uno quiere poner en su interior
agua O vino 85 , lo puede hacer. No se debe impedir a los niños sonar el sofár,
pero hay que ocuparse de ellos hasta que aprendan. Si uno se ocupa en plan
de ejercicio, no cumple con su obligación, y el que oye al que hace ejercicio,
tampoco cumple con su obligación.
9. El orden de los toques del sofar es de tres, tres veces. La duración del
toque sostenido es como el de tres toques cortos; la longitud del toque corto es
como el de tres toques de alatma. Sí uno toca primero la nota sostenida y luego
prolonga la segunda corno si fueran dos, no tiene en su haber más que uno. Si
uno ha recitado la bendición y luego consigue un so/ar, toca un sonido soste-
nido, luego con sonido breve y a continuación tres veces con sonido sostenido.
Del mismo modo que e[ representante de la comunidad está obligado, quedan
obligados cada uno de los particulares. Rabán Gamaliel dice que el representan-
te de la comunidad satisface la obligación respecto de la comunidad.
Este tratado aparece en las ediciones mísnicas bajo el nombre de la 'anil (ayuno), en
singular, mientras que en los manuscritos y en la primera edición de la Misná (Nápoles ), lo
mismo que entre los autores antiguos, como Maimónides, se designa con la forma plural,
ta'aníyyot (ayunos). Este último ténnino cuadra mejor con el contenido del tratado, que
establece el orden que se ha de seguir en la celebración de los ayunos, o al conmemorar un
hecho nefasto para la historia de Israel, o ante una desgracia para el pueblo, refiriéndose
en especial a los ayunos que acompañaban las rogativas en época de sequía.
La razón de que la 'anft siga al tratado de Año Nuevo y no al Meguilá -que continúa
la serie de antiguas fiestas de Israel- se debe a la conexión que el propio tratado de Año
Nuevo (1, 2) establece con las lluvias. Allí se dice que en la fiesta de los Tabernáculos son
juzgados por razón del agua. En este tratado se establece precisamente la noimativa que se
ha de seguir cuando falten las lluvias en su tiempo (meses octubre-abril), que constituyen
en Palestina la principal fuente de aprovisionamiento de agua.
El primer capitulo señala cuando se ha de hacer la primera mención de la lluvia en la
segunda bendición de la oración llamada de las dieciocho bendiciones y cuándo la ple-
garia por la lluvia se ha de inserir en la novena bendición. Luego se describen los ayunos
que se han de celebrar en caso de sequía.
El segundo capítulo desarrolla el ceremonial u orden litúrgico que se debía seguir
cuando se proclaman ayunos comunitarios. Se indican también las personas y los días
excluidos del ayuno.
El tercer capítulo habla de eventos de tipo catastrófico que pueden motivar la impo-
sición de ayuno y de rogativas públicas.
En el cuarto y último capítulo se trata de los días en que los representantes de la comu-
nidad han de ayunar, de los sacrificios de leña de sacerdotes y pueblo, del 17 de Tammuz
y del 9 de Ab, y de las fiestas populares el 15 de Ab y en el Día de la Expiación.
CAPÍTULO l
a que las lluvias no son durante la fiesta más que un signo de maldicíón4, ¿por
qué se ha de mencionar? R. Eliezer replicó: Pero yo no he hablado de pedir (la
lluvia), sino sólo de mencionarla, de modo que haga soplar los vientos y descen-
der la lluvia a su tiempo. Le contestó: Si es así, que se haga mención siempre.
2. No se pide por las lluvias sino cerca (de la estación) de las lluvias. Dice
R Yehudá: El que pasa delante del Arca 5 el último día festivo de la fiesta de los
Tabernáculos, el último 6 hace mención, pero el primero no. El día primero de
la fiesta de Pascua, el primero hace mención, pero el último no1. ¿Hasta cuándo
se pide la lluvia? R. Yehudá dice: Hasta que haya pasado la Pascua. R. Meír
dice: Hasta que pase el mes de Nisán, pues está escrito: Os dará la lluvia a su
tiempo, oto1ial y primaveral en el primer mes3•
3. El tres del mes de Marjesván 9 se pide por la lluvia. Rabán Gamaliel dice:
El siete del mismo mes, es decir, quince días después de la fiesta de los Taber-
náculos de modo que el último israelita1º llegue al río Éufrates.
4. Si llegaba el diecisiete del mes de Marjesván sin que hubiera descendido
la lluvia, comenzaban las personas individuales a celebrar tres ayunos. Podían
comer y beber después de ponerse el s0P 1 y les estaba permitido el trabajo, el
baño, la unción, el calzar sandalias y la relación sexual marital.
5. Si llegaba el novilunio del mes de Kislev 12 sin que hubieran descendido
las lluvias, el tribunal decretaba tres ayunos para la comunidad. Se podía co-
mer y beber después de ponerse el sol y estaba pennitido el trabajo, el baño, la
unción, el calzado de sandalias y la relación marital.
6. Si pasaban estos días y no habían sido escuchados, el tribunal decretaba
otros tres ayunos para la comunidad. Se podía comer y beber dentro del día,
pero estaba prohibido el trabajo, el baño, la unción, el calzado de sandalias, la
relación marital. Los baños públicos se cerraban. Sí pasaban estos días sin ha-
ber sido escuchados, el tribunal les imponía de nuevo siete (días de ayuno), que
eran trece ayunos de la comunidad. Estos superaban a los primeros en cuanto
que en éstos se sonaba el sofar y se cerraban las tiendas. El lunes se entreabrían
(las pue11as de las tiendas) al oscurecer, mientras que el jueves quedaban per-
mitidas a causa del respeto al sábado 13.
7. Si pasaban estos días sin haber sido escuchados, se disminuían los ne-
gocios, las edificaciones, las plantaciones, los esponsales, las bodas, el saludo
entre uno y su prójimo como hombres que sufren el castigo divino. Las per-
sonas individuales pueden de nuevo volver a ayunar hasta que pase el mes de
Nisán. Si transcurre el mes de Nisán y no han descendido las lluvias, es signo
de maldición, ya que está escrito: ¿No es hoy la siega del trigo?1'
CAPÍTULO 2
hoy. Bendito seas tu, Señor de Israel». En la segunda 32 decía: «Aquel que es-
cuchó a vuestros padres en el Mar Rojo, os escuche a vosotros y atienda el
clamor de vuestros gritos en el día de hoy. Bendito sea tú, Señor, que recuerdas
lo olvidado)). En la tercera decía: «Aquel que escuchó a Josué en Guilgal, os
escuche y atienda el clamor de vuestro grito en el día de hoy. Bendito seas
tú, Señor, que escuchas el clamor». En la cuarta decía: «Aquel que escuchó a
Samuel en Mispá, os escuche y atienda el clamor de vuestros gritos en el día de
hoy. Bendito seas tú, Señor, que escuchas el grito». En la quinta decía: «Aquel
que escuchó a Elías en el Monte Carmelo, os escuche y atienda el clamor de
vuestros gritos en el día de hoy. Bendito seas tú, Señor, que escuchas la ple-
garia». En la sexta decía: «Aquel que escuchó a Jonás en el vientre del pez, os
escuche y atienda el clamor de vuestros gritos en el día de hoy. Bendito seas tú,
Señor, que respondes en el tiempo de la angustia•>. En la séptima decía: «Aquel
que escuchó a David y Salomón, su hijo, en Jerusalén, os escuche y atienda el
clamor de vuestros gritos en el día de hoy. Bendito seas tú, Señor, que te apia-
das de la tierra».
5. Ocun-ió en los días de R. Jalafta y de R. Jananías ben Teradión que pasó
uno delante del Arca y recitó la bendición33 hasta el final sinª que a continua-
ción respondieran «Amém>. ((Sonad 34, sacerdotes, sonad el sofar 35. Aquel que
escuchó a Abraham, nuestro padre, en el monte Moria, os escuche y atienda
el clamor de vuestros gritos en el día de hoy. Tocad clamorosamente, hijos
de Aarón; tocad clamorosamente. Aquel que escuchó a vuestros padres en el
mar Rojo, os escuche y atienda el clamor de vuestros gritos en el día de hoy».
Cuando la cosa llegó a conocimiento de los sabios dijeron: Esto no era costum-
bre sino en la puerta oriental, en el monte del Templo.
6. En los tres primeros días de ayuno, los sacerdotes de guardia 36 (de la
semana) ayunaban, aunque no completamente37 , mientras que los sacerdotes
del tumo del día no ayunaban en absoluto. En los otros tres días de ayuno,
los sacerdotes de guardia ayunaban completando ( el ayuno), mientras que los
sacerdotes del tumo del día ayunaban, pero sin completar (el ayuno). En los úl-
timos siete (días de ayuno), tanto unos como otros ayunaban completando (el
ayuno). Ésta es la opinión de R. Yehosúa. Los sabios decían: En los tres prime-
ros días de ayuno tanto unos como otros no ayunaban en absoluto. En los otros
tres días de ayuno, los sacerdotes de guardia ayunaban, pero sin completar el
ayuno, mientras que los sacerdotes del tumo del día no ayunaban en absoluto.
CAPÍTULO 3
3. Del mismo modo, sí en una ciudad no ha caído lluvia, según está escrito:
Haré llover sobre una ciudad y sobre otra no, lloverá sobre un campo ... 43, esa
ciudad hará ayuno y sonará el so.far clamorosamente. En todos sus entornos
se ayunará, pero no se sonará el sofar clamorosamente. R. Aquiba dice: Sona-
rán el sofar, pero no ayunarán.
4. Del mismo modo, sí en una ciudad se declara la peste o se derrumban los
muros, esa ciudad ayunará y sonará el sofar, mientras que en todos sus entor-
nos se ayunará, aunque no se suene el sofar. R. Aquíba dice: Se suena el sofar,
pero no se ayuna. ¿Cuándo se considera que hay peste? Cuando en una ciudad
que puede suministrar quinientos soldados de a pie son transportados fuera de
ella tres muertos en tres días consecutivos, eso es peste. Sí es menosª de esto,
no es peste.
5. A causa de las siguientes cosas se suena el sajar en todo lugar: a causa
del tizón, añublo, langosta, pulgón, fieras o espada. Se suena el sofar porque es
una plaga creciente.
6. Ocurrió que cuando bajaron los ancianos desde Jerusalén a sus respec-
tivas ciudades impusieron un ayuno debido a que en Ascalón se pudo apreciar
añublo como para llenar la boca de un homo 44 • Impusieron además otro ayunoº
a causa de que los lobos comieron a dos niños en la parte oriental del Jordán.
R. Yosé dice: No porque comieron (a los niños), sino simplemente porque hi-
cieron acto de presenciac.
7. Por las siguientes causas se suena el so/ar con estrépito en sábado: por
una ciudad que ha sido asediada por gentiles, o cercada por un torrente, o por el
barco que es arrebatado por el mar4 5• R. Yosé decía: Como demanda de ayuda,
no como grito. Simeón el yemenita decía: También a causa de una epidemia,
aunque los sabios no estaban de acuerdo con él.
8. Por cualquier1 desgracia, que quiera Dios que no afecte jamás a la co-
munidad, se suena con estrépito el so/ar, a excepción de la lluvia excesiva%.
Ocurrió una vez que dijeron a Onías, el marcador de círculos, que orara para
que descendiesen las lluvias. Les dijo que salieran y metieran dentro las estufas
de Pascua47 para que no se deshicieran 48 . Oró, pero no descendieron las lluvias.
¿Qué hizo? Trazó un círculo, se colocó en el centro y dijo ante Él: «Señor del
universo, tus hijos se han dirigido a mí por cuanto que yo soy como un hijo de
casa ante Ti. Juro por tu gran Nombre que no me moveré de aquí en tanto' que
no desciendan las lluvias>>. Comenzaron entonces a desprenderse unas gotas.
Exclamó: «No he pedido esto, sino la lluvia de las cisternas, de las fosas y de
las grutas». Comenzó luego a llover con furia. Exclamó: «No es esto lo que pe-
dí, sino lluvia de benevolencia, de bendición, de generosidad». Descendieron
las lluvias con moderación (pero continuadamente), de modo que los israelitas
tuvieron que salir de Jerusalén al monte del Templo a causa de la lluvia. Se le
acercaron y le dijeron: «Del mismo modo que oraste para que descendieran las
uuvias, ora para que cesen». Les dijo: «Id y ved si la piedra de los errantes49
ha desaparecido» 50 . Simeón ben Sataj envió a decirle: «Si' tú no fueras Onías,
te impondría una excomunión. Pero ¿qué puedo hacer yo contigo? Tú te com-
portas con Dios como un ímportnno y Él cumple tu voluntad, como un niño
que importuna a su padre y éste le satisface su deseo. De ti dice la Escritura:
Alégrense, pues, tu padre y tu madre, y gócese la que te engendró>> 51 •
9. Si ayunan y descienden las lluvias, si ocurre esto antes de despuntar los
rayos del sol, no completan el ayuno; si ocurre después de despuntar los rayos
del sol, lo completan. R. Elíezer enseña: (Si llueve) antes de mediodía, no lo
completan; si después de mediodía, lo completan. Ocurrió una vez que se decre-
tó un ayuno en Lod y llovió antes del mediodía. R. Taifón les dijo: «Id, comed y
bebed, haced (de hoy) un día festivo». Se fueron, comieron, bebieron e hicieron
día festivo. Al atardecer vinieron y entonaron el gran himno de alabanzabsi.
CAPÍTUL04
l. En tres periodos del año: en los días de ayuno, en los días de presencia
de los representantes y en el día de la expiación, los sacerdotes alzaban sus
manos 5) cuatro veces al día, a saber, en la oración de la mañana, en la adicional,
en la vespertina y al cierre de las puertas.
2. Estos son los representantes del pueblo, tal como está escrito: Habla a
los hijos de Israel y diles: Cuidad de presentarme a sus tiempos mis ofrendas,
mis alimentos, los sacrificios de combustión ... 54 Pero ¿cómo va a ser ofrecido
el sacrificio de un hombre si él no está presente? Los primeros profetas estable-
cieron veinticuatro guardias 55 y a cada guardia correspondía lllla representación
mes, los hijos de Pajat Moab ben Yeht1dá65 ; el 20 de Elul, los hijos de Adin ben
Yehudá 66 , el 1 de Tébet volvían por segunda vez los hijos de Parós. El primero
de Tébet no había reunión de los representantes, ya que tenía Jugar la recitación
del himno de alabanza, el sacrificio adicional y el sacrificio de la leña.
6. Cinco cosas acaecieron a nuestros padres el 17 del mes de Tammuz y
cinco el 9 del mes de Ab. El 1 7 del mes de Tammuz fueron rotas las tablas de
Ja Ley67, cesó el sacrificio cotidiano68 , se abrió brecha en la ciudad69 . Apósto-
mos7º quemó el rollo de la Torá y colocó un ídolo en el Templo. El 9 del mes
de Ab fue decretado a nuestros padres que no entrasen en la tierra de Israei7 1,
fue devastado el Templo por primera y segunda vez, fue conquistada Bet Tor12
y arada la ciudad. Entrado el mes de Ab, se restringen los regocijos.
7. En la semana en la que cae el 9 de Ab está prohibido cortarse el pelo y
lavar la ropa, aunque el jueves sí está pennitido por honor del sábado. En la
vigilia del 9 de Ab nadie debe comer dos comidas ni comer carne ní beber vi-
no. Rabán Simeón ben Gamaliel decía: Se hace alguna variación73 • R. Yehudá
declaraba como oblígatorio la inversión del lecho 74, pero no estaban de acuerdo
con él los sabios.
8. Rabán Simeón ben Gamaliel decía: No había días más alegres en Israel
que el 15 del mes de Ab y el Día de la Expiación, en los que las muchachas de
Jerusalén salían con vestidos blancos de préstamo a fin de que no se avergon-
zaran las pobres. Todos los vestidos estaban Sttjetos al baño de inmersión. Las
muchachas de Jerusalén salían a bailar en las viñas. ¿Qué decían? «Joven, alza
tus ojos y mira qué escoges. No pongas tus ojos en la belleza, sino colócalos en
la familia. Engmiosa es la hermosura, vana la belleza, sólo la mujer tememsa
de Dios es digna de alabanza75 ». Decían: «Dadle los frutos del trabajo de sus
manos y alábenla sus hechos en las puertas 76». Del mismo decían: «Salid, hi-
jas de Sión, a ver al rey Salomón con la diadema con que le coronó su madre
el día de sus desposorios, el día de la alegría de su corazón77 ». El día de sus
desposorios es la donación de la Torá. El día de la alegría de su corazón es la
edificación del Templo. ¡Que se reconstruya pronto en nuestros días! Amén.
El 14 del mes de Adar o, en caso de año intercalar, el 14 del segundo Adar se celebra-
ba la fiesta de Purim, que tenía como centro el festejo de los eventos narrados en el libro
de Ester. La fiesta era precedida por un día de ayuno, que se celebrada el l 3 de Adar.
El acto más importante de la liturgia sinagoga! del día era la lectura del rollo o libro
de Ester, que se imponía como una obligación sobre todo creyente. El tratado mísnico
Meguilá ( «rollo» o libro) trata básicamente de la lectura que se ha de realizar del libro de
Ester para cumplir con la obligación de la fiesta, así como de los condicionamientos para
su validez. También era propio de la fiesta el intercambiarse regalos y el hacer limosnas.
La fiesta tenía, con todo, un carácter marcadamente profano, y se celebraba con banque-
tes y jolgorios. Más tarde, se introdujo la costumbre de disfrazarse, convirtiéndose en el
carnaval de los judíos.
En los dos primeros capítulos del tratado se contienen las prescripciones acerca de
la lectura del rollo de Ester. Al final del capítulo segundo se enumeran una serie de pre-
ceptos que solamente pueden realizarse durante el día y otros que únicamente pueden
realizarse durante la noche.
En el capítulo tercero (que es el cuarto en el talmud babilónico) se trata de ciertas
disposiciones acerca de la venta de objetos sagrados y de las perícopas que han de leerse
en detenninadas fiestas y días de ayuno.
En el capítulo cuarto, normas sobre la lectura de la Torá y de los Haftarot.
CAPITULO 1
6. Lunes l3 o 12.
7. Se impide leer el rollo de Ester en sábado con el objeto de evitar el peligro de que
alguien Jo pueda transportar más de cuatro codos.
8. Los tiempos de la lectura del rollo.
9. Algunas familias estaban comprometidas a llevar a Jemsa!én en tiempos determina-
dos leña para el fuego del altar. Cf. Taan 4, 5.
1O. El ayuno del 9 de Ab, conmemorando la destrucción del primer y segundo Templo.
11. Un sacrificio pacífico opcional que era ofrecido por las personas privadas en honor
de la fiesta, habituahnente el primer día de la fiesta.
12. Que tenía lugar en la fiesta de los Tabernáculos, en el primer afio de cada septenio,
para escuchar la lectura del Deuteronomio (Dt 31, 10-13 ).
13. Al sábado.
14. En los que se lee el rollo antes de su tiempo.
15. Limosnas a las que se está obligado el día de la fiesta de Purim.
16. Que debían celebrarse en el segundo Adar para cumplir con la obligación.
17. En el tratado del día festivo, o llamado comúnmente del \\huevo>), se señalan las
diferencias entre el día festivo y el sábado respecto de las comidas. Cf. Bes 2, l.
18. Que se dejaba en las manos de Dios (Lv 23, 30).
303 El rollo de Ester• meguilá Megt,6-11
19. Ned 4, l.
20. El último puede realizar estos actos, el primero no.
21. Es decir, que si uno hacía voto de ofrecer un sacrificio, tenía que ofrecerlo aun en
caso de pérdida del animal.
22. Lv 15, 1-15.
23. Sacrificio de purificación, al que el primero no estaba obligado.
24. Lv 13, 1ss; Neg 8, 8.
25. De los que está libre el primero.
26. Mesusá.
27. Se refiere a los rollos de uso privado.
28. La escritura cuadrada hebrea es llamada asiria debido al área de su procedencia.
29. Tras la muerte de Josías quedó abolida la unción con el óleo santo y el Sumo Sacer-
dote era consagrado solamente con la inducción de los paramentos sagrados que le eran ex-
clusivos (Castiglione).
30. Que sólo eran ofrecidos por el primero.
31. Lugar sacrificial, como Nob y Gabaón, antes de la construcción del Templo.
32. Que sólo podía ofrecerse en la altura grande.
33. Silo fue centro religioso del pueblo en tiempos de Josué (Jos 18, 1).
34. Tales como el sacrificio pacífico, primogénitos, diezmo del ganado.
Meg 2, 1-5 Orden segundo: Fiestas - moed 304
Pero tanto en un lugar como en otro los sacrificios mas santos 35 se comian tras
las cortinas36 . La santidad de Silo permitió tras él (ofrecer sacrificios en las
alturas), pero la santidad de Jerusalén no lo ha permitido.
CAPÍTULO 2
de los toros 50 , para la confesión con motivo del diezmo 51 , para la confesión
en el Día de la Expiación 52 , para la imposición de las manos 5 3, para sacrificar,
para agi tar 54 , para acercar, para coger un puñado, para quemar el incienso"., pa-
ra torcer la cabeza a las aves 56 , para recibir la sangre 57, para la aspersión 58 , para
suministrar el agua a la sospechosa adúltera 59 , para desnucar al temero 60 y pa-
ra purificar al leproso 61 •
6. Toda la noche es válida para recoger el ómer62 y para quemar las grasas
y las otras partes del sacrificio~3• Ésta es la regla general: Todo lo que está
preceptuado para el día se puede realizar durante todo el día; todo lo que es-
tá preceptuado para la noche se puede realizar durante la noche.
CAPÍTULO 3
50.
Ofrecido por los pecados involuntarios del Sumo Sacerdote o de la comunidad (Lv 4).
51.
Dt 26, 13-15.
52.
Lv 16, 21.
53.
Lv 1, 4; 3, 2.
54. Lv 7, 30; 23, 11.20; Nm 5, 26; 6, 20.
S5. Lv 2, 2.
56. Lv 1, 15; 5, 8.
57. Del animal sacrificado en un cuenco.
58. De la sangre en el altar.
59. Las aguas amargas (Lv 5, 24).
60. En expiación por un asesino no identificado (Dt 21, 1-9).
61. Lv 14.
62. Lv 23, 10-11.
63. Lv 6, 2.
64. Como lo ilustran los ejemplos que se aducen, con el precio o ganancia obtenido por
un objeto de santidad menor se puede adquirir uno de santidad mayor, pero no a la inversa.
Meg 3, 3-6 Orden segundo: Fiestas - moed 306
65. Como ejemplo de uno de los trabajos rudos que necesitan un gran espacio, cual el de
una sinagoga, para su realización.
66. Lv 26, 31.
67. Para que cause tristeza y para que todos recen por la restauración del lugar santo.
68. Ex 30, 11-16; Sehq 1, 1, con el objeto de incitar al pueblo a la donación del siclo.
69. Segundo sábado.
70. Se lee la perícopa "Recuerda ... » lDt 25, 17-19).
71. Nm 19, recordando al pueblo la necesidad de pureza ritual para la ofrenda del sa-
crificio pascual.
72. Ex 12, 1-20.
73. La lectura ordinaria de la Torá.
74. Cf. Taan 4, 2.
75. Lv 23, lss.
76. Esto es, libro del. Levítico.
77. Dt l 6, 9ss.
78. Lv 23, 23ss.
79. Lv 16, 1-24; cf. Yom 7, l.
80. Nm 29, l 7ss.
81. Nm7, 1-89.
82. Ex 17, 8ss.
83. Nm 28, 1lss.
84. Gn 1, 1-23; cf. Taan 4, 3.
85. Lv 26, 3-46.
307 El rollo de Ester - meguilá Meg 4, 1-4
aunque no se toman en cuenta86, puesto que está escrito: Moisés promulgó las
fiestas del Señor a los hijos de JsraeZS 1 • Su precepto obliga a que se lea cada
una a su debido tiempo.
CAPÍTULO 4
1. El que lee el rollo puede estar en pie o estar sentado. Si lo lee uno o si
¡0 leen dos, cumplen la obligación. En los lugares donde se acostumbra a decir
una bendición, se dice; donde no se acostumbra, no se dice. El lunes, jueves
y el sábado por la tarde 88 , lo leen tres, ni más ni menos. No se lee la perícopa
de los profetas89 . El que abre la lectura de la Torá y el que la cierra dice una
bendición; el primero antes, el segundo después.
2. En los novilunios y en los días ordinarios de una fiesta lo leen cuatro,
ni más ni menos, y no se terminan (los oficios) con la lectura de un profeta. El
que abre y el que cierra la lectura de la Torá recita una bendición al comienzo
y al final respectivamente. Ésta es la regla general: Siempre que haya oración
adicional y no sea día festivo lo leen cuatro. En día festivo, cinco. En el día de
la expiacíón, seis. En sábado, siete. No pueden ser menos de estos, aunque sí
pueden ser más. Se termina el oficio con la lectura de los profetas. El que abre
y el que cierra la lectura de la Torá recita una bendición al comienzo y al final
respectivamente.
3. No se recita el Oye, Israel, no se pasa delante del arca90 , no se alzan
las manos 91 , no se lee la Torá, no se hace la lectura final de los profetas, no se
realiza la ceremonia del ponerse en pie y del sentarse92, no se dice la bendición
de las personas en luto ni las palabras de consuelo para los que tienen luto ni
la bendición de los esposos, no se menciona el nombre divino si no hay menos
de diez personas presentes. Para los terrenos 93 se requieren nueve laicos y un
sacerdote. Para un hombre, igualmente.
4. El que lee la Torá 94 no lee menos de tres versos. Al traductor no le lee
más de un verso95, pero de los profetas lee tres 96 . Si los tres constituyen tres
pericopas diversas, se leen de uno en uno. En la lectura de los profetas se pue-
den hacer saltos, pero no en la del Pentateuco. ¿Cuánto puede uno saltar (en la
lectura)? Sólo tanto que no permita al traductor hacer una pausa.
5. Quien hace la lectura final de los profetas recita el Oye, Israel, pasa ante
el arca97 y alza las manos 98 • Si es un menor, lo sustituyen su padre o su maestro.
6. Un menor puede leer el Pentateuco y hacer la traducción, pero no puede
recitar el Oye, Israel, no puede pasar ante el arca y no puede alzar las manos.
Un descamisado puede recitar el 0,>e, Israel y traducir, pero no puede leer el
Pentateuco ni pasar delante del arca ni alzar las manos. Un ciego puede recítar
el 0,1e, Israel y traducir. R. Yehudá dice: Quien no ha visto jamás las lumina-
rias de los cielos no puede recitar el Oye, Israel9 9•
7. Si un sacerdote tiene un defecto en las manos no puede alzar las manos.
R. Yehudá dice: También el que tenga sus manos con un color azulado o rojizo
no alzará sus manos, porque el pueblo se fijaría en él.
8. Si uno de ellos dice: «No pasaré ante el arca con vestiduras de colores>>,
no podrá pasar tampoco con vestiduras blancas. (Sí dice:) HNo pasaré con san-
dalias», tampoco podrá pasar descalzo. Si uno hace sus filacterias redondas, se
expone a un peligro y no cumple con ellas el precepto. Si uno las coloca sobre la
frente o sobre la palma de la mano, hace según el modo de los herejes 100 • Si las
recubre de oro y las pone sobre su manga, obra según el modo de los sectarioswi_
9. Si uno dice: «Te bendigan los buenos», esto es del estilo de los herejesrn 2,
o: «Hasta el nido de los pájaros llega tu misericordia», o: «Por la bondad sea
recordado tu nombre», o: «Te damos gracias, te damos gracias», se le hace ca-
llar. Si uno hace paráfrasis (a las leyes) de la desnudez, se le hace callar. Si uno
dice: De tu descendencia no darás a nadie para que pase ante Molok 103 , o: De
su descendencia no darás a nadie una mujer aramea para que quede encinta,
se le hace callar con un reproche.
1O. La historia de Rubén 104 puede ser leída, pero no traducida. La historia
de Tamar 105 puede ser leída y traducida. La primera historia del becerro 106 se
puede leer y traducir; la segunda 107 leer, pero no traducir. La bendición de los
sacerdotes 1°8, la historia de David 109 y de Amnón 1w no se pueden leer ni tradu-
cir. No se puede concluir con el carro 111 • R. Yehudá Jo permite. R. Eliezer dice:
No se puede concluir con Comunica a Jerusalén 112 •
Este tratado es llamado comúnmente mo 'ed qatan (fiesta menor), entendiendo por
fiestas menores los días intermedios entre el primero y el último día de la fiesta de Pas-
cua y de los Tabernáculos. La santidad de los días festivos intermedios es controvertida
debido a que la Escritura pone el acento sólo en los días primero y ú ltímo de la fiesta (Ex
12, J6; Lv 23, 7-8.35-36; Nm 28, 18.25; 29, 12.53), aunque simultáneamente dice que la
celebración ha de durar siete días. Estos dos extremos dan pie a dos actitudes. El tratado
se denomina también con el titulo de mashqin (se puede regar), por ser la palabra con
que se abre el primer capitulo.
Los dos primeros capítulos tratan fündamentalmente de los trabajos que está permi-
tido desempeñar durante los días festivos intermedios. Como principio se establece que
pueden realizarse aquellas tareas necesarias para la fiesta, excepto cortar el cabello y lavar
la ropa, que han de realizarse antes para recibir dignamente la fiesta. Los demás trabajos
están permitidos si no son muy laboriosos y si su omisión ocasiona pérdidas. Con el ob-
jetivo de que se viva la alegría de la fiesta, se prohíben todos aquellos actos que pueden
provocar tristeza (como luto) o crear una alegría ajena a la fiesta (bodas, etc.).
El tercer y último capítulo tratan de las excepciones a la prohibición de cortar el pelo
y lavar la ropa, así como disposiciones generales sobre el luto en días festivos.
CAPÍTULO 1
a. si no se hace: si se hace
4. Cf. Sbeq 1, l.
5. Lv 19, 19; Kíl 1, 1.9.
6. Lv 13, Is.
7. Para no aguar la alegría de las tiestas.
8. Es decir, durante los días intermedios está prohibido realizar la inspección.
9. Antiguamente se acostumbraba a hacer una inhumación temporal y luego, cuando
el cuerpo estaba ya deshecho, los huesos eran trasladados a la tumba o mausoleo, metidos en
pequeñas cajas (osarios).
1O. Pero ajena a la de la fiesta.
11. Con propósitos depilatorios.
Fiestas menores • moed qatán MQ 1, 10-2, 5
311
1O. Está permitido hacer un parapeto para el tejado o para un pasadizo ele-
vado como obra de inexperto, pero no como obra de un especialista. Se pueden
cubrir las fisuras y nivelarlas con un cilindro usando la mano o el pie, pero no
con la paleta. Si se rompe la bisagra de la puerta, o el quicio, o la cerradura, o
la llave, se pueden reparar en los días intermedios de fiesta con tal que no se
haya previsto dejar el trabajo para tales días. Cualquier tipo de conserva, que
es lícito comer durante los días intermedios de fiesta, se puede conservar.
CAPiTVLO 2
1. Si uno ha revuelto las aceitunas 12 y le acaece un luto 13, o una fuerza ma-
yor, 0 si es engañado por los oper~rios", puede cargar la primera viga 14 y dejarla
es
quieta hasta después de la fiesta. Esta la opinión de R. Yehudá. R. Yosé dice:
Puede hacerlas escurrir totalmente y tapar (las jarras) del modo habitual.
2. Del mismo modo, si uno tiene su vino en la cisterna y le acaece un luto,
0 una fuerza mayor, o es engaliado por los operariosb, puede hacerlo escurrir to-
talmente y taparlo del modo habitual. Ésta es la opinión de R. Yosé. R. Yehudli
dice: Se le puede poner una cubierta de tablas de madera para que no fermente.
3. Se pueden meter dentro las frutas a causa de los ladrones y se puede
quitar el lino del remojo para que no se estropee con tal que no se haya previsto
realizar ese trabajo en los días inte1medios de fiesta. En todos esos casos, si se
ba previsto realizar el trabajo en los días intermedios de fiesta, se han de dejar
que perezcan.
4. No se pueden comprar casa, esclavos o ganado a no ser que sea para la
necesidad de los días de la fiesta o para la necesidad del vendedor que no tiene
qué comer. No está permitido transportar objetos de una casa a otra, pero sí de
una casa al propio patioº. No se pueden traer objetos de la casa del artesano.
Pero si se tiene miedo por ellos 15, se los puede llevar a otro patio 16 •
5. Se puede cubrir una torta de higos con paja 17• R. Yehudá dice: Se pue-
den también amontonar. Los vendedores de fruta, ropa y objetos pueden ven-
der con discreción' 8 para (satisfacer) la necesidad de la fiesta. Los cazadores,
los molineros y los preparadores de la cebada pueden realizar su trabajo con
modestia para (satisfacer) la necesidad de la fiesta. R. Yosé dice: Tienen que
aplicarse a sí mismos la nonna más rigurosa'~-
a. po,. /os operarios} b. por los operarías] c. propio patio + porque es para él mo-
tivo de alegria
12. Para que maduren antes de prensarlas.
13. Que i.mponía durante tres días la prohibición de trabajar.
14. El madero que presionaba a las aceitunas er1 la prensa y les hacía sacar e! jugo.
15. Que sean robados.
16. Para ponerlos a seguro.
17. Para protegerla de la lluvia.
18. De modo privado.
19. No trabajar en los días intermedios de la fiesta.
MQ 3, 1-4 Orden segundo: Fiestas - moed 312
CAPITULO 3
1. Estos son tos que pueden cortarse el pelo durante los días intermedíos de
fiesta: el que viene de una provincia marítima o de la cautividad, el que ha sa-
lido de la prisión, el expulsado 20 al que le han concedido la licencia los sabios.
Del mismo modo, el que ha solicitado penniso a un sabío 21 y se lo ha otorgado,
el nazir y el leproso que pasa del estado de impureza al de pureza.
2. Estos son los que pueden lavar la ropa en los días intermedios de fiesta:
el que viene de una provincia marítima o de la cautividad, el que ha salido de la
prisión y el expulsado al que le han dado licencia los sabios. Asimismo el que
ha pedido permiso a un sabio y se lo ha concedido. Asimismo se pueden lavar
toallas, paños de barberos y lienzos para el baño. Los hombres" y mujeres que
sufren flujo 21 , las menstruantes 23, las parturientas 24, todos los que pasan del
estado de impureza al de pureza pueden lavar su ropa. El resto de los hombres
no pueden hacerlo 25 .
3. Estas cosas se pueden escribir durante los días intermedios de fiesta:
un acta matrimonial, un libelo de divorcio, un recibo, un testamento, una do-
nación, una interrupción de la anulación del año sabático 26 , cartas de evalua-
ciónii, cartas de alimentación 28 , un documento sobre la liberación del matri-
monio con la cuñada o de rehusamiento 29, documentos de arbitraje, decisiones
del tribunal, cartas oficiales.
4. En los días intermedios de fiesta no está pennitido escribir papeles de
deuda. Sin embargo, si no tiene credibilidad o no tiene para comer, se pueden
escribir. No se pueden escribir libros 30, filacterias y los textos que se colocan
sobre las puertas 31 en los días intermedios de fiesta, ni siquiera se puede corre-
gir una sola letra, incluso en el libro que se encuentra en el atrio del Templol2_
R. Yehudá dice: Se pueden escribir las filacterias y los textos que se colocan
sobre las puertas en beneficio propio y se puede tejer sobre el costado lana azul
para la franjan.
Tres veces al año los israelitas estaban obligados a acudir «en peregrinación al lugar
que el Señor se elija: por la fiesta de los Ácimos, por la fiesta de las Semanas y por la
fiesta de las Chozas. Y no se presentarán al Señor con las manos vacías. Ofrec.ed cada
uno vuestro don según la bendición que os haya dado el Seflor,> (Dt 16, 16-17). De ahí la
obligación de presentar con tal ocasión un (<sacrificio de cornparecenciai) (re 'iyy 'á), que
era un holocausto (Lv 1, 3-13). La sangre era derramada sobre el altar, la piel quedaba
para ]os sacerdotes y la carne con la grasa era quemada sobre el altar.
Además, en otro lugar se dice: «Tres veces al año me ofreceréis un sacrificio festivo»
(Ex 23, 14). Aquí se encontró apoyo para establecer que, junto con el de comparecencia,
había que ofrecer un «sacrificio festivo>) (l:wgigá). Este pertenecía a la clase de sacrificios
pacíficos, en el que la sangre y la grasa eran dedicados al altar, mientras que la carne era
comida en estado de pureza por el propietario y su familia. Si el sacrificio festivo no bas-
taba para satisfacer a las necesidades de los comensales, se ofrecían otros h.asta cubrir la
necesidad. Estos eran llamados «sacrificios de alegría», alegria que se experimentaba en
la cercanía de Dios y se materializaba en la degustación de carne sagrada. Los sacrificios
de comparecencia y festivo eran obligatorios, mientras que los de alegría no, aunque éstos
no se colocaban al nivel de los sacrificios voluntarios. Por un lado, se podían conseguir
con productos del segundo diezmo; por otro, podían ser ofrecidos en día festivo, cosas
que no eran aplicables a los sacrificios voluntarios.
Los tres sacrificios, al menos los obligatorios, debían ofrecerse el primer día de la
fiesta, si era posible. No obstante, en este punto discrepaban las dos escuelas tradicionales.
Según la de Samay, había que ofrecer el sacrificio de comparecencia el segundo día, pues
ningún holocausto que no fuera público podía ofrecerse el mismo día de la fiesta.
La primera parte del tratado ( 1, 1-6 y 2, 4) contiene las disposiciones para el sacrificio
festivo. El resto recoge algunas normas de pureza; su inclusión aquí se explica porque
son un presupuesto tanto para la presentación en el Templo como para la degustación del
sacrificio festivo. Estas nonnas son de origen rabínico y generalmente de gran antigüedad.
CAPÍTULO 1
4. Ex 23, 14. Regalim es usado en este pasaje en el sentido de veces (tres veces).
5. Todos los que comparecían en el Templo tenían que presentar dos sacrificios, uno por
la comparecencia que debía quemarse sobre el altar y otro festivo.
6. Cf. apéndice II.
7. No del segundo diezmo.
8. Segundo diezmo.
9. De ofrecer sacrificios pacíficos y sumarse a la alegría de la fiesta.
10. Ivieg 1, 6.
11. Lv 7, 31-34.
12. Que eran traídos por los peregrinos y de los que solamente podían comer los sacer-
dotes (Nm 18, 9s).
13. Cuya carne era comida sólo por los sacerdotes y sus familias (Nm 18, 17-19).
14. Lv 7, 29s.
15. Que no estaban a la altura de la fiesta.
16. Poco ganado.
17. Dt6, 17.
18. Hag 1, 2.
19. Dt 16, 17.
317 Sacrificio festivo -jaguigá Hag 1, 7-2, 2
CAPÍTULO 2
a. Nitay: Mitay
20. Ecl 1, 15.
21. Lv 18, 6-18.
22. A través de un sabio (Ned 9, ls; 10, 2s).
23. No tiene base bíblica evidente (pero cf. Nm 30, 8-9).
24. Lv 5, 14-16.
25. Lv 18, 6s.
26. Está prohibido hablar de tal tema ante más de dos personas.
27. Gn 1, 1-3; se refiere a conocimientos esotéricos.
28. Ez 1, 4s; Meg 4, 1O; también se refiere a conocimientos esotéricos de tipo místico.
29. Cf. Ab 1, 4-10.
30. Lv 1, 4. El punto de la controversia estribaba en saber si la imposición de !as manos,
que suponía un esfuerzo, debía preceder inmediatamente a! sacrificio, siendo considerado por
tanto como un requisito necesario para la preparación de la comida, esto es, para el banquete
sacrificial, o por el contrarío se podía realizar en el día anterior, de modo que no se profanase
el día festivo realizando un acto 110 necesario.
Hag 2, 3-6 Orden segundo: Fiestas - mued 318
ben Sataj decía que se imponían. Semayas decía que se imponían. Abtalión de-
cía que no se imponían. Hile! y Menajem no diferían en la opinión. Cuando salió
Menajem31 entró Samay32 • Samay decía que no se imponían y Hile! decía que se
imponían. Los primeros 33 eran presidentes34 ; los segundos, jefes del tribunaP 5 .
3. La escuela de Samay decia 36 : Se pueden ofrecer sacrificios pacíficos y
holocaustos sin que se impongan sobre ellos las manos, pero no holocaustos.
La escuela de Hilel, en cambio, afirmaba: Se pueden ofrecer sacrificios pacífi-
cos imponiendo sobre ellos las manos.
4. Si la fiesta de las Semanas37 ocurre en la vigilia del sábado, la escuela de
Samay decía que el día del sacrificio de los animales 3ª se dejaba para después
del sábado. La escuela de Hilel, en cambio, afirmaba que no tenía lugar el día
de la matanza de los animales después del sábado. Pero estaban de acuerdo en
que si la fiesta caía en día de sábado, el día del sacrificio de los animales se de-
jaba para después del sábado>9 . El Sumo Sacerdote no se viste sus vestiduras 40
y están permitidas las exequias y el ayuno 41 de modo que no se confirmen las
palabras de los que afirman que la fiesta de las Semanas sigue al sábado 42 .
5. Hay que lavar las manos43 (para la comida de alimentos) no consagrados,
productos del diezmo u ofertas. Para las cosas santas hay que sumergirlas 44 • En
cuanto al sacrificio por el pecado, si sus manos están en estado de impureza, se
considera también su cuerpo como impuro 45 .
6. Si uno se sumerge con vistas (a comer alimentos) no consagrados y res-
tringe su intención a los alimentos no consagrados, no puede comer de los
diezmos 46 . Si uno se sumerge con vistas (a comer alimentos) de los diezmos
y restringe su intención a los alimentos de los diezmos, no puede comer de la
ofrenda47 . Si uno se sumerge con vistas (a comer los alimentos) de la ofrenda y
tos que comen la ofrenda50 • Los vestidos de los que comen la ofrenda tienen la
impureza de asiento para los que comen las cosas santas. Los vestidos• de los
que comen las cosas santas tienen la impureza de asiento para los que comen
del sacdficio por el pecado. Yosé ben Yoezer era uno de los más piadosos entre
los sacerdotes, pero su chal era considerado como poseedor de la impureza de
asiento para las cosas santas. Yojanán ben Godgadá estuvo comíendo toda su
vida con la pureza debida a las cosas santas, pero su chal era considerado como
poseedor de la impureza de asiento para el sacrificio por el pecado.
CAPiTULO 3
l. Hay que observar más rigor con las cosas santas 51 que con la ofrenda,
ya que en la ofrenda se pueden sumergir los objetos dentro de otros objetos,
pero no en las cosas santas. En la ofrenda (se distingue) lo exterior, lo interior
y el mango52 , pero no en las cosas santas. Si uno es pm1ador de algo impuro
con impureza de asiento puede llevar (simultáneamente) una ofrenda, pero no
las cosas santas. Los vestidos de los que comen la ofrenda se consideran con
impureza de asiento para (los que comen) cosas santas. La norma (para la in-
mersión) de los vestidos y para {aquellos que comen) ofrenda no es como la
que rige para (aquellos que comen) cosas santas, porque en las cosas santas hay
que soltar53 , secar5 4 , sumergir y luego abrochar, mientras que en la ofrenda se
abrocha y luego se sumerge.
2. Los objetos terminados en estado de pureza necesitan un baño de inmer-
sión para las cosas santas, pero no para la ofrenda. Un recipiente unifica en sí
todo lo que contiene en su interior respecto a las cosas santas' 5, no respecto a la
ofrenda. El cuarto grado de impureza hace inválidas las cosas santas; el tercero,
la ofrenda 56 • En la ofrenda, si una mano se ha hecho impura, la otra pennanece
pura. En las cosas santas hay que sumergir ambas, ya que una mano comunica a
la otra el estado de impureza en las cosas santas, pero no en la ofrenda.
3. Está permitido comer alimentos secos con manos sucias 57 juntamente
con la ofrenda, aunque no con las cosas santas. El que está en duelo y el que no
ha hecho expíación58 necesitan baño de inmersión para las cosas santas, pero
no para la ofrenda.
4. En la ofrenda se aplica gran rigurosidad, puesto que en Judea59 se con-
sideran dignas de crédito las personas respecto al estado de pureza del vino y
del aceite todo el tiempo del afio, pero solamente en el tiempo de la vendimia
y de la prensa de la aceituna respecto a la ofrenda. Si pasó el tiempo de la ven-
dimia y de la prensa de la aceituna, y traen 60 una jarra de vino para la ofrenda,
(el sacerdote) no la debe aceptar, pero (el propietario) la puede dejar hasta la
próxima temporada de la vendimia61 • Si, en cambio, le dice: «Separé de ella
un cuarto de log como cosa santa», es creíble. Respecto a las jarras de vino y
aceite que han sido mezclados 62 , son considerados dignos de crédito en la tem-
porada de la vendimia y de la prensa de la aceituna y setenta días63 antes del
tiempo de la vendimia.
5. A partir de la ciudad de Modim64 hacia el interior'" se consideran dig-
nos de crédito respecto a objetos de arcilla66; desde Modim hacia fuera no se
consideran dignos de crédito. ¿De qué modo? Sí es un cacharrero que vende
ollas de Modím hacia el interior, es digno de crédito siempre que se trate del
mismo cacharrero, de las mismas ollas y de los mismos compradores. Si sale,
no merece más crédito.
6. Los colectores de impuestos que entran en una casa6 7 y los ladrones
que devuelven los objetos (robados) son dignos de crédito cuando dicen: «No
tocamos nada». En Jerusalén se tiene crédito respecto a las cosas santas y en el
periodo de las fiestas de peregrinación también respecto a la ofrenda.
56. Si A, «padre de impureza» (es decir, que puede comunicar impureza tanto a hom-
bres como a objetos, mientras que lo por ello tocado -impureza originada- únicamente
contamina alimentos y líquidos), toca a B, y B toca a C, y C toca a D, si Des una cosa santa,
se hace inválida, y si C es una ofrenda, la hace inválida. En cambio, si Des una ofrenda, no
es inválida.
57. No lavadas.
58. No ha ofrecido el sacrificio de expiación por un delito.
59. Judea estaba separada de Galilea, en cuya región había samaritanos y de los que se
podía temer que contaminasen el vino.
60. Una persona no instruida.
61. Y presentarla entonces al sacerdote, que la considerará pura.
62. Con productos de ofrenda.
63. Cuando comienzan a limpiarse los recipientes para el vino.
64. Cf. Pes 9, 2.
65. Hacia Jernsa!én.
66. Se consideraría digno de crédito el hombre no instruido que afirma haber sido prepa-
rado con pureza.
67. Para coger un objeto en prenda por una deuda.
321 Sacr/ficio festivo - jaguigá Hag 3, 7-8
MUJERES
(nashim)
Las cuñadas
El documento matrimonial (y la dote)
Los votos
El nazireato
La sospechosa adúltera
Documento del divorcio
Esponsales
LAS CUÑADAS
(yebamot)
entre un Sumo Sacerdote y una viuda), no hay obligación de levirato, pero el levir ha de
someterse a lajalutsá. 4) Cuando el matrimonio del levirato no está prohibido ni resulta-
ría ilegítimo, pero existen razones que lo desaconsejan (enfermedad. gran diferencia de
edad ... ), no se realiza y el /evir se somete a la ceremonia del zapato.
El tratado contiene dieciséis capítulos:
Cap. 1: Se enumeran las muJeres (y coesposas) con las cuales está prohibido el ma-
trimonio del levirato e incluso lajalutsá. En seis casos las coesposas están pennitidas.
Cap. 2: El levirato no afecta al hombre nacido después de que su hermano fallezca
sin descendencia. Matrimonios prohibidos por disposición rabínica a causa de la ((San-
tidad». Casuística en tomo a esponsalicios con una persona que no se conoce. Otros
matrimonios prohibidos (para evitar las habladurías).
Cap. 3: Casuística en tomo al casamiento de varios hermanos con varias hem1anas y
en qué casos el levir está obligado al matrimonio o a someterse a lajalutsá.
Cap. 4: Qué hacer cuando la cuñada resulta que está embarazada. A quién pertenecen
los bienes de la cuñada. A quién afecta en primer lugar la obligación del levirato. Tiempo
de espera para la realización del matrimonio del levirato o de lajalutsá.
Cap. 5: Consecuencias legales para la cuñada de la promesa de matrimonio, de la
unión sexual, de la carta de divorcio y de la jalutsá.
Cap. 6: Sobre las variedades de cohabitación, las mujeres prohibidas al sacerdocio y
la obligación de la procreación.
Caps. 7-9: Personas que por la relación que guardan con un sacerdote o levita pueden
comer de la ofrenda o del diezmo.
Cap. 10: Matrimonios realizados a causa de una falsa noticia acerca de la mue1ie de
uno de los cónyuges. Consecuencias legales de la unión sexual con un menor.
Cap. 11: Matrimonio con mujer violada o seducida, levirato con hijos de prosélita,
casos de hermanos cuyo origen es incierto.
Cap. 12: Descripción de la ceremonia de quitar el zapato.
Caps. J3-14: Derecho de la esposa a recusar al marido con el que fue casada en su
minoría de edad. Matrimonio de sordomudos.
Caps. 15-16: Cuándo es digna de crédito !a noticia de la muerte de uno de los cón-
yuges y cuándo la viuda puede contraer matrimonio.
CAPÍTlJLO 1
1, Se refiere a las viudas de un varón sin bijos que, según Dt 25, 5s, han de desposarse
con el cuñado.
2. El término hebreo es ~ara ( enemiga, rival), y se refiere a las restantes mujeres del
marido difunto. Cf. Lv 18, 18; 1 Sm l, 6.
3. Las coesposas de la rival a través de un segundo matrimomo.
4. Al cuñado que no quería cumplir con el precepto del levirato.
5. Si una de las mujeres del difunto está prohibida al cuñado por razón de incesto,
todas las restantes esposas le quedan prohibidas aunque no tengan con él parentesco.
6. Del cuñado.
Las cuñadas - yebamot Yeb 1, 2-3
327
7. El precepto del levirato no se extiende a los hermanos que nacen tras la muerte de
otro hermano (cf. Lv 18, 16).
8. Que tras la muerte de su hijo ha desposado un hermano suyo.
9. Antes de que muera el marido.
\O. Tenía el derecho a rehusar el matrimonio la esposa cuando era menor de edad o
inmediatamente después de acceder a la mayoría de edad, antes de la cohabitación, en caso
de haber sido desposada como huérfana por su madre o hermanos o incluso por su padre si el
marido la divorció y luego volvió a casarse todavía en minoría de edad.
11. Porque han tenido hijos.
12. Porque habiendo dado a luz tenían que tener ya mayor!a de edad.
13. Por razón del parentesco.
14. Los hermanos, sin embargo, que no tengan ningún parentesco con las viudas están
SUJetos a la ley del levirato y a la ceremonia de quitar el zapato.
15. Cuando la hija u otra con parentesco en grado prohibido era menor de edad quepo-
día haber ejercido con el marido el derecho de rehusamiento, en caso de que el marido muera,
aquélla impide al cuñado el matrimonio con las coesposas, aunque éstas no quedan liberadas
mientras no realicen la ceremonia de quitar el zapato.
16. De parentesco.
17. Las quince señaladas en l, l.
18. Estuvieron casadas indebidamente con el hermano.
19. Que no tiene con ellas ninguna relación de parentesco.
Yeb 1,4-2, 2 Orden tercero: 111ujeres - nashim 328
CAPiTUL02
45. No podrá casarse con ninguna por el peligro de que se una a la que le está prohibida.
46. Sin dejar descendencia.
47. Debido a que no sabe cuál es su cuñada.
48. Si ésta era la cuñada, el matrimonio está justificado. En caso de no serlo, debido a
la acción de quitar el zapato realizado por la otra le estaría ya permitida.
49. Antes de haberse informado suficientemente de su situación.
50. Porque está prohibida para el seductor.
51. Designación de todos los países fuera de Palestina, exceptuando Babilonia.
52. Con la mujer de aquél que la divorció.
331 Las cuñadas - yebamot Yeb2, l{}-3,4
con su mujer. R. Yehudá dice: (Si declara:) «Lo maté», ella no podrá casarse
de nuevo 53, (pero si declara:) «Lo hemos matado>;, ella podrá volver a casarse.
JO. Si un sabio ha prohibido a la esposa para el maiido a causa de un voto,
no puede casarse con ella 54 • Si una mujer ha realizado el derecho del rehusa-
miento o ha realizado la ceremonia de quitar el zapato delante de éP 5 , entonces
puede casarse con ella, porque esto se realiza (ante) el tribunaJl 6 • En todo caso,
si tienen 57 mujeres y mueren, pueden las otras 53 casarse con ellos y, si se han
casado con otros y divorciado o si devienen viudas, pueden casarse con ellos.
Todas ellas están permitidas ( en matrimonio) para sus hijos o sus hermanos.
CAPÍTULO 3
o con una mujer y con la hija de su hijo, en tal caso éstas han de realizar la
ceremonia de quitar el zapato 63 y no pueden casarse con el cuñado. R. Simeón,
en cambio, lo permite. Si una de ellas le está prohibida por razón del grado
de parentesco, le está prohibida aquélla, pero le está pennitida su hermana. Si
la prohibición proviene por precepto rabínico o por razón de la santidad (del
propio estado), en tal caso han de realizar la ceremonia de quitar el zapato y no
pueden casarse con el cuñado.
5. Si son tres hermanos y dos de ellos se casan con dos he1manas, mientras
que el otro queda soltero y resulta que uno de los casados con las hermanas mue-
re y el soltero promete (a la cuñada viuda tomarla por esposa) y luego muere el
otro hermano, entonces la escuela de Samay enseña que su mujer64 ha de quedar
con él, mientras que la otra queda libre por razón de ser hermana de su mujer.
La escuela de Hilel, en cambio, enseña que ha de despedir a su mujer con libelo
de repudio y ha de dejarse someter a la ceremonia de quitar el zapato, por parte
de la mujer de su hermano. Este es el caso del que se ha dicho: «Ay de aquél a
causa de su mujer y ay de aquél a causa de la mujer de su hermano» 65 .
6. Si son tres hermanos y dos de ellos se casan con dos hermanas y el tercer
hermano se casa con una extrafia, sí resulta que muere uno de los maridos de
las hermanas y el hermano que se casó con la extraña la toma como esposa y
luego muere, la primera queda libre (respecto al cuñado vivo) por ser hennana
de su mujer y la segunda por ser coesposa. Si sólo había dado la palabra de
tomarla por esposa y muere, la extraña ha de realizar la ceremonia de quitar
el zapato y no puede contraer matrimonio de levirato. Si son tres hennanos y
dos de ellos están casados con dos hermanas y el otro con una extraña y resulta
que muere el hermano casado con la extraña y uno de los maridos de las her-
manas la toma por esposa y luego muere, la primera queda libre por razón de
ser hermana de su mujer y la segunda por ser coesposa. Si sólo le había dado
palabra (de tomarla por esposa) y muere, la extraña ha de realizar la ceremonia
de quitar el zapato y no puede contraer el matrimonio del levirato.
7. Si son tres hermanos y dos de ellos se casan con dos hermanas, mientras
que el otro se casa con una extraña y resulta que muere uno de los maridos
de las hermanas y el hermano casado con la extrafia toma (a la viuda de su
hermano) por mujer, Juego muere la mujer del segundo y por último muere el
hermano casado con la extraña, en tal caso queda ésta prohibida pe1petuamente
para el (cuñado vivo), debido a que en un tiempo le estaba prohibido 66 . Si son
tres hennanos, dos de ellos casados con dos hermanas y el tercero con una
extraña y uno de los maridos de las hermanas repudia a su mujer, luego muere
63. Con el tercer hermano, en caso de que los otros hubieran fallecido.
64. Es decir, la cuñada viuda a la que le dio palabra de matrimonio. Según la escuela
de Samay, la palabra de matrimonio constituye acto legal constitutivo.
65. Por levirato tenía que haber recibido la mltier de su hermano, pero tiene que perder
aun la propia.
66. En el momento de la muerte del primer hermano estaba prohibida al scgW1do como
hermana de la mujer.
333 Las cuñadas - yebamot Yeb 3, 8-10
67. Debido a que la extraña fue desposada después de haber sido divorciada una de las
he1n1anas y no haber sido, por tanto, rival de la mujer del hermano todavía vivo.
68. Los quince enumerados al principio del tratado.
69. Por parte del hermano difunto, sin hijos.
70. Sólo es válido si quedó cerca de ella.
71. Dt 25, 5.
72. Antes de la muerte de su esposa y después de la muerte del marido de ella le esluvo
prohibida por ser hermana de la mujer.
73. Lv 18, 18.
74. Lv 18, 19.
75. De sus maridos.
76. Los hijos de tales uniones son bastardos, sobre los que hay una regulación jurídica
especial. Hay que tomar precauciones para gue no pasen como legítimos.
77. Lv 22, 12-13.
Yeb 4, 1-6 Orden tercero: Afujeres - nashim 334
CAPÍTULO 4
CAPÍTULO 5
105. Si uno muere dejando dos viudas y el /evir da primero libelo de repudio a una y
luego a otra, el segundo no tiene validez y las parientes de ella no le quedan a él prohibidas.
Lo mismo se aplica al caso de una viuda y dos cuñados, cada uno de los cuales le da a ella un
libelo de repudio.
106. Con la primera promesa ya se ha cumplido con la obligación del levirato, siendo,
por tanto, la segunda inefectiva.
l 07. El acto matrimonial realizado con otra no tiene ningún efecto legal respecto a la
contracción del matrimonio.
108. Con la primera ya se rompió el lazo existente entre el levir (o levires) y la viuda ( o
viudas). Con la segunda, la mujer no se hace inepta para casarse con un miembro de la familia
sacerdotal.
109. Porque no desaparece la obligación total mientras no se realice la ceremonia de de-
jarse quitar el zapato.
11 O. Porque el matrimonio se ratifica con el acto matrimonial.
l 11. Porque la ceremonia de dejarse quitar el zapato sólo lo libera de la obligación del
levirato, no de la promesa de matrimonio.
112. Por la duda de que el primer libelo sea válido.
Yeb 5, 4-6 Orden tercero: Mujeres - nashim 338
mo que se trate de una sola cuñada viuda, o de un solo levír o de dos cuñadas
viudas para un solo levir.
4. ¿De qué manera se ha de entender esto? Si el levir dio palabra de matri-
monio a una y a otra 113 , ha de dar dos libelos de repudio y debe someterse a la
ceremonia de quitar el zapato (por parte de una de ellas} 114• Si a una dio palabra
de matrimonio y a la otra libelo de repudio, en tal caso (a la primera) debe dar
libelo de repudio y (con la segunda) debe someterse a la ceremonia de quitar
el zapato. Sí a una dio palabra de matrimonio y con la otra consumó el acto
matrimonial, es necesario que imparta libelos de repudío y que se someta a la
ceremonia de quitar el zapato por parte de una de ellas. Sí dio a una palabra de
matrimonio y se sometió a la ceremonia de quitar el zapato por parte de la otra,
a la p1imera ha de entregar el libelo de repudio. Si tanto a una como a otra entre-
gó el libelo de repudio, ha de someterse por parte de una de ellas a la ceremonia
de quitar el zapato. Si a una dio el libelo de repudio y con la otra consumó el
acto del matrimonio, es necesario que se dé (a ésta) el libelo de repudio 115 y
que se someta a la ceremonia de quitar el zapato. Sí a una entregó el libelo de
repudio y a otra dio palabra de matrimonio, necesita ésta libelo de repudio y ha
de someterse a la ceremonia de quitar el zapato 116 . Si a una dio libelo de repudio
y se sometió a la ceremonia de quitar el zapato por pa11e de la otra, tras la cere-
monia de quitar el zapato nada tiene validez 117 .
5. Si el levir se sometió a la ceremonia de quitar el zapato tanto por parte de
una como de la otra, o si se sometió por parte de una a la ceremonia de quitar el
zapato y a la otra dio palabra de matrimonio, o si dio a una libelo de repudio y
con la otra consumó el acto del matrimonio, o si consumó el acto de matrimonio
tanto con una como con otra, o si consumó con una el acto del matrimonio y a
la otra dio palabra de matrimonio o si a una dio libelo de repudio y se sometió
por parte de la otra a la ceremonia de quitar el zapato, (todo lo que se haga) tras
la ceremonia de dejarse quitar el zapato no tiene validez, ya se trate de un solo
levir para dos cuñadas o de dos levires para una sola cuñada.
6. Si se somete a la ceremonia de quitar el zapato por pa11e de ella y luego
le da palabra de matrimonio, o si le da libelo de repudio y luego consuma con
ella el acto del matrimonio o si consuma con ella el acto del matrimonio y luego
le da palabra de matrimonio, o si le da libelo de repudio y luego se somete por
parte de ella a la ceremonia de quitar el zapato, no tiene validez lo que sigue a
la ceremonia de quitar el zapato, ya haya tenido lugar al principio, en la mitad o
al final. Si la consumación del acto del matrimonio ha tenido lugar al principio,
tras él nada tiene validez. Pero si ha tenido" lugar en la mitad o al final, lo que le
sigue tiene validez 118 • R. Nehemías dice: Es lo mismo que sea consumación del
acto del matrimonio o sumisión a la ceremonia de quitar el zapato. Ya tengan
Jugar al principio, ea la mitad o al final, lo que les sigue no tiene validez.
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
l. Sí una viuda (se casa) con un Sumo Sacerdote 137 , o si una divorciada o
mujer que ha realizado la ceremonia de quitar el zapato (se casa) con un simple
sacerdote y le trae esclavos de su propiedad 138, ya sea sin responsabilidad por
parte de su marido, ya sea con ella 139, los esclavos de su propiedad sobre los que
el marido no tiene responsabilidad no pueden comer de la ofrenda, pero aque-
llos sobre los que el marido tiene responsabilidad pueden comer. Estos son los
esclavos sobre los que el marido no tiene responsabilidad: los que, si mueren, es
la mujer quien sufre la pérdida, y si mejoran 140, la mejora es para ella. Aunque el
marido sea responsable de su manutención, ellos no pueden comer de la ofrenda.
y éstos son los esclavos sobre los que el marido tiene responsabilidad: los que,
sí mueren, es para el maiido la pérdida, y si mejoran, es para él la mejora. Como
está obligado a responder de ellos, éstos pueden comer de la ofrenda.
2. Si una israelita se casa con un sacerdote y aporta (como dote) esclavos,
ya sean aquellos en los que el marido no toma la responsabilidad o aquellos
en quienes la toma, éstos pueden comer de la ofrenda141 • Pero si la hija de un
sacerdote se casa con un simple israelita y aporta (como dote) esclavos, ya sean
aquellos en los que el marido no toma la responsabilidad o aquellos en quienes
la toma, éstos no pueden comer de la ofrenda.
3. Si una israelita se casa con un sacerdote y éste muere dejándola en esta-
do, en tal caso los esclavos de ella no pueden comer de la ofrenda, debido a que
Ja parte (del marido) le pertenece al niño todavía en feto 142 , ya que éste puede
hacer inhábil (para comer de la ofrenda), pero no puede conceder el derecho de
co:rper de ella. Ésta es la opinión de R. Yosé. Le dijeron: «Después de que tú nos
has testificado acerca de una israelita (casada) con un sacerdote, ¿(testificarías)
también que si la hija de un sacerdote (se casa) con un sacerdote y éste muere,
dejándola en estado, no podrían sus siervos comer de la ofrenda debido a que
su parte pertenece al niño todavía en el seno de la madre?».
4. El niño, mientras se encuentre todavía en el seno de la madre 143 , el le-
vir144, los esponsalicios 145 , el sordomudo 146 , el niño de nueve años y un día,
pueden hacer inhábil (para comer de la ofrenda) 147 , pero no pueden conceder
el derecho para comer de ella 148, ya se dude que tiene o que no tiene el niño
nueve años y un día o ya se dude de que le han salido dos pelos 149 o no. Si se
ha desplomado sobre él y sobre la hija de su hermano 15º una casa y no se sabe
quién murió primero, la coesposa debe realizar la ceremonia de quitar el zapato
y no puede contraer el matrimonio del levirato 151 •
5. El violador, el seductor y el idiota no pueden hacer inhábiti 52 (para comer
de la ofrenda) ni tampoco conceder el derecho para comer de ella 153 • Si no son
141. Mediante el matrimonio válido adquiere el derecho tanto la mujer como los esclavos.
142. Solamente habiendo nacido puede transmitir a sus esclavos el derecho a comer de
la ofrenda.
143. Cuya madre es o la hija de un sacerdote, casada con un israelita o la hija de un
israelita, casada con un sacerdote y cuyo padre falleció antes de su nacimiento.
144. Siendo la cuñada viuda o hija de sacerdote (siendo él y su hennano israelita) o hija
de un israelita (siendo él y su hermano sacerdotes).
145. O de una hija de sacerdote con un israelita o de una hija de un israelita con un
sacerdote.
146. Que es un israelita casado con la hija de un sacerdote o un sacerdote casado con la
hija de un israelita.
147. A la mujer, hija de sacerdote.
148. A la mujer, hija de un israelita.
149. Signo de la pubertad.
150. Con la que está casado.
151. Porque es posible que el marido muriese primero y que la coesposa, por tanto, que-
dase prohibida al levir por ser rival (coesposa) de su hija.
152. A la mujer, hija de sacerdote.
153. Si son sacerdotes y ella hija de un israelita.
Yeb 7, 6---8, 1 Orden tercero: Mujeres - nashim 342
aptos para entrar (en la congregación de) lsrael 154 , en tal caso la hacen inhábil
para (comer de la ofrenda) 15 S. ¿De qué manera? Si un israelita tiene unión se-
xual 156 con la hija de un sacerdote, puede ésta comer de la ofrenda. Pero si aqué-
lla queda en estado, no puede comer de la ofrenda. Si el feto es descuartizado
dentro de sus entrafias, puede comer 157 • Si un sacerdote tiene unión sexual con
una israelita, no podrá comer ésta de la ofrenda. Si queda en estado, no podrá
comer de ella. Si da a luz, puede. Resulta, pues, que el poder del hijo es mayor
que el del padre. El esclavo la hace inhábil (para comer de la ofrenda) por razón
de la unión sexual, pero no por razón de la descendencia 158 • ¿De qué manera?
Si una israelita (está casada) con un sacerdote, o la hija de un sacerdote con
un israelita, y dan a luz un hijo y luego el hijo (ya mayor) se va y tiene unión
sexual con una esclava, dándole ésta un hijo, en este caso éste es un esclavo 159 •
Si la madre de su padre es una israelita ( casada) con un sacerdote, no podrá ésta
comer de la ofrenda. Si la hija de un sacerdote (está casada) con un israelita,
podrá comer de la ofrenda. El bastardo hace inhábil (para comer de la ofrenda)
y puede conceder el derecho (para comer de ella). ¿De qué manera? Si una is-
raelita (está casada) con un sacerdote, o la hija de un sacerdote con un israelita
y les dan a luz una hija, y ésta más tarde se casa con un esclavo o con un gentil
y da a luz un hijo, ése es un bastardo, y si la madre de su madre era una israelita
(casada) con un sacerdote, ella puede comer de la ofrenda; si era la hija de un
sacerdote ( casada) con un israelita, no podrá comer de la ofrenda.
6. A veces el Sumo Sacerdote la hace inhábil (para comer de la ofrenda).
¿De qué manera? Si la hija de un sacerdote (está casada) con un israelita y da
a luz una hija, y luego ésta se va y contrae matrimonio con un sacerdote y da a
luz un hijo, éste es apto para devenir Sumo Sacerdote y para estar y ministrar
en el altar y conceder a su madre el derecho para comer (de la ofrenda) 160, pero
hace inhábil a la madre de su madre (para comer de ella). Esta puede decir:
«Que no sea como mí nieto, Sumo Sacerdote, que me hace inhábil para comer
(de la ofrenda)».
CAPiTULO 8
pueden comer de ella 162 . Respecto a aquellos cuyos órganos genitales hayan si-
do aplastados o amputados I63 : ellos y sus siervos sí pueden comer (de la ofren-
da); pero sus mujeres no pueden comer (de la ofrenda) 164 • Sin embargo, si no
tienen relación sexual con sus mujeres después de que sus órganos sexuales
hayan sido aplastados o amputados, en tal caso aquéllas (sus mujeres) también
pueden comer de la ofrenda.
2. ¿A quién se considera con los órganos sexuales aplastados? Aquel que
tiene sus testículos dañados, al menos uno de ellos. Y ¿a quién se considera con
Jos órganos sexuales amputados? Aquel cuyo miembro genital ha sido cortado.
Pero en caso de que le quede del glande al menos como un hilo de un pelo,
es apto. El de miembros genitales aplastados o amputados puede casarse con
una prosélita o con una esclava manumítida. Sólo tienen prohibido el entrar en
la asamblea 165, ya que está escrito: No será admitido en la asamblea del Señor
aquel cuyos órganos genitales hayan sido aplastados o amputados 166 •
3. Está permanentemente prohibido a ammonitas y moabitas (casarse con
israelitas) 167, pero a sus mujeres les está permitido de inmediato 168 . A los egip-
cios y edomitas, tanto varones como mujeres, les está prohibido sólo hasta la
tercera generación 169 • R. Simeónª permite a las mujeres (casarse) sin dilación
alguna. R. Simeón afirma: Es una argumentación afortiori; si en la circunstan-
cia de que se prohibe de modo perpetuo a los varones (casarse con israelítas)
se permite a las mujeres {del mismo grupo étnico casarse con israelitas) sin
dilación alguna, en la circunstancia de que se prohíba a los varones (casarse
con israelitas) sólo en tres generaciones, ¿no habrá que inferir que las mujeres
(del mismo grupo étnico) podrán casarse (con israelitas) sin dilación alguna?
Le dijeron: Si esto es halajá I70 , la recibimos; pero si es una simple deducción 171 ,
puede ser rebatida. Les contestó: No es tal, sino que os digo la halajá: Los bas-
tardos y los guibeonitas no pueden jamás (casarse con israelitas), así los varo-
nes como las mujeres.
4. R. Yehosúa dice: He oído decir que un eunuco se ha de someter a la
ceremonia de quitar el zapato y que (sus hermanos) se han de someter a la ce-
remonia de quitar el zapato por parte de su mujer, pero (también he oído decir)
que un eunuco no ha de someterse a la ceremonia de quitar el zapato, ni tam-
poco (sus hermanos) han de someterse a ella por parte de su mujer. No puedo
CAPÍTULO 9
1. Hay mujeres que están permitidas a sus maridos y prohibidas a sus cu-
ñados 175; otras, permitidas a sus cuñados y prohibidas a sus maridos, y otras,
permitidas a unos y a otros o prohibidas a unos y a otros. Estos (son los casos en
los que las mujeres) están permitidas (en matrimonio) a sus maridos y prohibi-
das a sus cuñados: si un simple sacerdote se ha casado con una viuda y tiene un
hennano Sumo Sacerdote; sí un varón, que desciende indebidamente' del tronco
sacerdotal, se casó con una mujer apta (para casarse con la estirpe sacerdotal)
y tiene un hermano que es intachabJeb (en cuanto a su descendencia); si un is-
raelita se casó con una israelita y tiene un hermano bastardo; si un bastardo se
casó con una bastarda y tiene un hermano israelitac. (En tales casos, las mujeres)
están pennitidas (en casamiento) a sus maridos y prohibidas a sus cuñados.
2. Estos (son los casos en los que las mujeres) están permitidas (en ca-
samiento) a sus cuñados y prohibidas a sus maridos: si un Sumo Sacerdote
contrae esponsales con una viuda y tiene un hermano que es simple sacerdote;
si un sacerdote, que desciende debidamente de la estirpe sacerdotal, se casa
con una mujer que desciende indebidamente del tronco sacerdotal y tiene un
hermano que desciende indebidamente del tronco sacerdotal; si un israelita se
casó con una bastarda y tiene un hermano bastardo; sí un bastardo se casó con
una israelita y tiene un hermano israelita. (En tales casos) están pennitidas (en
casamiento) a sus cuñados y prohibidas a sus maridos. Están prohibidas a unos
y otros (en los siguientes casos): si un Sumo Sacerdote se casó con una viuda y
tiene un hennano Sumo Sacerdote o simple sacerdote; si un sacerdote, que des-
ciende debidamente del tronco sacerdotal, se casó con una mujer que desciende
indebidamente de la estirpe sacerdotal y tiene un hermano que desciende de-
bidamente del tronco sacerdotal; si un israelita se casó con una mujer bastarda
y tiene un hermano israelita; si un bastardo se casó con una israelita y tiene un
hermano bastardo. (En tales casos) están prohibidas a unos y otros. El resto de
\as demás mujeres están permitidas a sus maridos y a sus cuñados.
3. Respecto a las mujeres que se encuentran en el segundo grado (de im-
pedimento para el matrimonio) según la prohibición de los escribas 176, si una
mujer se encuentra en el segundo grado (de impedimento) para su marido, pero
no para su cuñado, en tal caso está prohibida (en casamiento) al marido y per-
mitida al cuñado. Si se encuentra en segundo grado (de impedimento) respecto
al cuñado y no respecto a su marido, está prohibida al cufiado y pennitida al
marido. Si se encuentra en segundo grado (de impedimento) tanto respecto de
uno como del otro, está prohibida al uno y al otro. No tiene derecho (en tal
caso) a la dote, ni al usufructo 177 , ni a la alimentación, ni a los vestidos dete-
riorados. Pero el hijo es apto (para el sacerdocio). Se ha de obligar al marido a
que la expulse. Sí es viuda (que estuvo casada con) un Sumo Sacerdote, o una
divorciada, o una que ha realizado la ceremonia de quitar el zapato (que estuvo
casada con) un simple sacerdote, o una bastarda, o una guibeonita (que estuvo
casada) con un israelita, o una israelita (que estuvo casada) con un guibeonita
o un bastardo, en tal caso tiene derecho a la dote.
4. Sí una israelita es prometida a un sacerdote, o ha quedado en estado por
parte de un sacerdote, o está esperando el matrimonio del levirato con un sacer-
dote, asimismo si la hija de un sacerdote está casada con un israelita, en tal
caso no pueden comer de la ofrenda. Si una israelita es prometida a un levita,
o queda en estado por parte de un levita, o está esperando contraer el matri-
monio del levirato con un levita, asimismo si una hija de levita (se encuentra
en situación similar) respecto a un israelita, no puede comer del diezmo 178 • Si
la hija de un levita está prometida a un sacerdote, o queda en estado por parte
de un sacerdote, o está esperando la contracción del matrimonio del levirato
con un sacerdote, asimismo si la hija de un sacerdote está prometida a un levi-
ta, en tales casos no podrán comer ni de la ofrenda ni del diezmo.
5. Si una israelita se casa con un sacerdote, puede comer de la ofrenda. Si él
muere y ella tiene un hijo de él, puede comer de la ofrenda. Si se casa119 con un
levita, puede comer del diezmo 180 • Si muere él y ella tiene un hijo de él, puede
comer del diezmo. Si se casa con un israelita, no puede comer ni de la ofrenda
ni del diezmo. Si él muere" y ella tiene un hijo de él, no podrá comer ni de la
ofrenda ni del diezmo. Si muere su hijo por parte del israelita, podrá comer del
diezmo. Si muere su hijo por parte del levita, podra comer de la ofrenda. Si mue-
re su hijo por parte del sacerdote, no podrá comer ni de la ofrenda ni de 1diezmo.
6. Si la hija de un sacerdote se casa con un israelita, no podrá comer de la
ofrenda. Si él muere y le queda un hijo de él, no podrá comer de la ofrenda. Si
se casa con un levita, podrá comer del diezmo. Si él muere y le deja un hijo,
podrá comer del diezmo. Si se casa con un sacerdote, podrá comer de la ofren-
da. Si muere y le deja un hijo, podrá comer de la ofrenda. Si muere su hijo por
parte del sacerdote, no podrá comer de la ofrenda. Si muere su hijo por parte
del levita, no podrá comer del diezmo. Si muere su hijo por parte del israelita,
puede retornar a la casa de su padre. De ésta está escrito: Si vuelve a la casa de
su padre como en su juventud, pocká comer el pan de su padre 181 •
CAPITULO 10
la alimentación, a los vestidos deteriorados, ni por parte de uno ni por parte del
otro. En caso de que haya recibido algo del uno o del otro, lo ha de devolver.
El hijo que tenga de cualquiera de ellos es bastardo. Ninguno de ellos contrae
impureza a causa de ella (por su muerte) 181 , ni tiene derecho a sus hallazgos 184,
ni a la obra de sus manos 135 , o a rescindir sus votos 1ª6 . Si era la hija de un
israelita, se hace inepta (para el matrimonio) con un sacerdote; si era hija de
un Jevita (se hace inhábil para comer) del diezmo; si era hija de un sacerdote
(se hace inhábil para comer) de la ofrenda. Ninguno de los herederos de los
maridos puede heredar su dote. Sí mueren, los hennanos de uno y del otro han
de someterse a la ceremonia de quitar el zapato y no pueden contraer el ma-
trimonio del levirato. R. Yosé dice: Su dote se asigna a cargo de los bienes del
primer marido. R. Eleazar dice: El primero tiene derecho a sus hallazgos, a la
obra de sus manos y a rescindir sus votos. R. Simeón enseña: Sí el hermano del
primer (marido) consumó la unión sexual con ella o se sometió a la ceremonia
de quitar el zapato, en tal caso ella libera a su coesposa (de la obligación del
matrimonio del levirato) y el niño habido de él no es bastardo. Pero si se casó
sin consentimiento (del tribunal), está libre para volver al primero.
2. Si se casó (por segunda vez) con el consentimiento del tribunal de justi-
cia, ha de abandonar (el segundo marido), y queda eximida de ofrecer un sacri-
ficio. Pero si se casó sin e] consentimiento del tribunal de justicia, ha de aban-
donarlo, y queda obligada a ofrecer un sacrificio. Tal es la fuerza del tribunal de
justicia que queda exenta de ofrecer un sacrificio. Si el tribunal de justicia dio
instrucción de que podía volver a casarse, pero ella contrae una unión ilícita, en
tal caso está obligada a ofrecer un sacrificio, ya que no le habían permitido más
que casarse de nuevo 187 •
3. Si el marido y el hijo de una mujer han partido para una ciudad del mar y
se le comunica a ella: ((Murió tu marido y luego 188 murió tu hijo» y, casándose
de nuevo, le es dicho: «Ocurrió del modo contrarío» ( esto es, primero murió tu
hijo y luego tu marido), debe abandonar (el segundo marido), y el hijo (nacido)
antes o después del segundo (testimonio) es bastardo. Si le dicen: «Murió tu hijo
y luego murió tu marido», y contrae matrimonio de levirato, y pasado un tiempo
le dicen del siguiente modo: «Ocurrió del modo contrarío)), en tal caso debe
abandonar ( el segundo marido), y el hijo (nacido) antes o después del (segundo
testimonio es bastardo). Sí le dicen: ((Murió tu marido», y se casa, y luego le
dicen: «Estaba todavía vivo, pero ya murió», debe' abandonar (a su segundo
marido), y el hijo (nacido) antes (del segundo testimonio es bastardo), pero el
nacido después no es bastardo. Si le dicen: «Murió tu marido» y contrae espon-
sales, y luego resulta que su marido retorna, puede volver de nuevo a él. A pesar
de que el último le entregue un libelo de divorcio, no la inhabilita para (contraer
matrimonio) con un sacerdote. Esto lo expuso R. Eleazar ben Matías: La mujer
divorciada de su marido 189 , pero no por un hombre que no es su marido.
4. Si la mujer de uno partió para una ciudad marítima y le es comunicado:
«Murió tu mujer», y él se casa con la hem1ana de ella y luego resulta que su
mujer regresa, puede ella volver a él' 90 • Él, por su parte, puede casarse con los
parientes de la segunda mujer, y ésta con los parientes de él. Si murió la pri-
mera, puede (casarse) con la segunda. Si le dicen: «Murió tu mujer», y se casa
con la hermana de ella, y luego le dicen: «Vivía todavía, pero ya ha muerto»,
el hijo (nacido) antes (de la muerte de su primera mujer) es bastardo, pero el
nacido después no lo es. R. Yosé enseña: Todo lo que inhabilita (a su mujer
para casarse) con otros, lo inhabilita a él mismo y todo lo que no inhabilita (a
su mujer para casarse) con otros, no lo inhabilita a él mismo.
5. Si le dicen: «Falleció tu mujern, y se casa con la hennana de ella por par-
te del padre (y luego le dicen): <Murió también ella», y se casa con la hermana
de ella por parte de su madre (y si luego le dicen): «Murió también ella», y se
casa con la hermana de ella por parte del padre (y si luego le dicen): (<Murió
también ellru>, y se casa con la hermana de ella por parte de su madre y resulta
luego que todas viven, en tal caso puede continuar con la primera, la tercera y
la quinta191 , mientras que las demás coesposas quedan libres. No puede conti-
nuar con la segunda ni la cuarta 192 • La unión sexual con cualquiera de las dos
no libera a las otras coesposas. Si tiene unión sexual con la segunda después
de haber muerto la primera, en tal caso puede continuar con la segunda y con
la cuarta, y quedan libres las otras coesposas. No puede (en tal caso) continuar
con la tercera y con la quinta, y a pesar de que tenga una unión sexual con una
de ellas no quedan liberadas las coesposas.
6. Un niño de nueve años y un día puede inhabilitar (a la cuñada viuda
para casarse) con sus hermanos 193, y sus hermanos pueden inhabilitarla (para
casarse) con él, pero con la circunstancia de que él puede inhabilitarla sólo al
principio, mientras que los hermanos pueden hacerlo al principio y al final.
¿De qué manera? Si el chico de nueve años y un día tiene una unión sexual
con su cuñada viuda, la hace inhábil para sus hermanos. Pero si los hermanos
han tenido unión sexual con ella, o si le han dado palabra (de matrimonio), o
si le han dado libelo de repudio, o si se han sometido a la ceremonia de dejarse
quitar el zapato, en tal caso la hacen inhábil para él.
7. Si un niño de nueve años y un día tiene unión sexual con su cuñada viuda,
y luego tiene unión sexual con ella su hermano de nueve años y un día, éste la
inhabilita para el primero. R. Simeón, en cambio, afinna que no la inhabilita.
189. Lv 21, 7.
190. Por ser el segundo matrimonio inválido.
191. Que no tienen entre si vínculo de parentesco.
192. Debido al matrimonio válido con sus hennanas.
193. Si tuvo Wlión con ella o si le dio palabra de matrimonio.
349 Las cuñadas - yebamot Yeb 10, 8-11, 3
8. Si un niño de nueve años y un día tíene unión sexual con su cuñada viuda,
y Juego tiene unión sexual con su coesposa, las hace inhábiles (para casarse) con
él mismo 194 • R. Simeón dice: No las hace inhábiles. Si un niño de nueve años y
un día tiene unión sexual con su cuñada viuda, y muere, ella ha de realizar la ce-
remonia de quítar el zapato con sus cuñados, y no puede contraer e! matrimonio
del levirato. Si se casó con otra mujer, y muere, entonces aquélla está libre 195 •
9. Si un niño de nueve años y un día tiene unión sexual con su cuñada viu-
da, y, una vez crecido 196 , se casa con otra mujer y muere, en caso de no haber
tenido unión sexual con la primera después de haber crecido, la primera mujer
ha de realizar la ceremonia de quitar el zapato, y no ha de contraer matrimonio
de levirato, mientras que la segunda o realiza la ceremonia de quitar el zapato o
contrae el matrímonio de levirato. R. Símeón dice: Él puede contraer el matri-
monio del levirato con cualquiera de ellas que él desee, y ha de someterse a la
ceremonia de quitar el zapato por parte de la otra. Es lo mismo para los efectos
que sea un niño de nueve años y un día o un joven de veinte años en quien no
genninaron los dos primeros pelos.
CAPÍTULO 11
l. Uno puede casarse (con los parientes) de una mujer a la que violó o
sedujo 197 • Pero si uno viola o seduce (a los parientes) de su propia esposa, es
culpable. Un hombre puede casarse con una mujer violada o seducida por su
padre o violada o seducida por su hijo. R. Yehudá lo declara prohibido respecto
a la violada o seducida por su padre.
2. Si los hijos de una prosélita se hacen prosélitos con ella, no han de some-
terse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato ni pueden contraer el matrimonio
del levirato 198 , aun cuando el primero fue concebido en estado de no santidad199
y dado a luz en santidad, mientras que el segundo fue concebido o dado a luz en
santidad. También los hijos de una esclava que son manumitidos con ella.
3. Si los niños de cinco mujeres se han mezclado (al nacer, y no se sabe
cuál es la madre de cada cual), y crecen mezclados 200, y si luego se casan y
mueren, cuatro (de sus hermanos que no han nacido mezclados) han de some-
terse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato por parte de una (de las viudas),
mientras que el otro puede contraer matiimonio del levirato con aquella201 .
Luego, él y otros tres hermanos han de someterse a la ceremonia de dejarse
194. Porque el matrimonio del levirato sólo se puede realizar con una de las viudas.
195. Ta11to del matrimonio del levirato como de realizar la ceremonia de quitar el zapato.
196. De tener la edad para el matrimonio.
197. Sólo los parientes de la esposa <<casada)> están sujetos a la ley del incesto.
198. En caso de que muriese uno de los hermanos sin dejar sucesión.
199. Esto es, antes de la conversión.
200. Sin saber quién viene de quién.
201. Porque o era su cuñada, y entonces el matrimonio está justificado, o no lo era, y
entonces la ceremonia de quitar el zapato la bace permitida a cualquiera.
Yeb 11, 4-5 Orden tercero: Mujeres - nashim 350
quitar el zapato por parte de otra de las viudas, y el otro contrae matrimonio de
levirato con ella. Resulta, pues, que cada una realiza cuatro veces la ceremonia
de quitar el zapato y contrae una vez el matrimonio del levirato.
4. Si un recién nacido de una mujer se mezcla con el recién nacido de su
nuera y crecen confundidos (sin poder detenninar quién pertenece a quién), y
luego se casan y mueren, los hijos de la nuera han de someterse a la ceremonia
de dejarse quitar el zapato, y no pueden contraer el matrimonio del levirato,
porque en cada caso subsiste la duda de si es la mujer de su hennano o la mujer
del hermano de su padre. Los hijos, en cambio, de la anciana202 o se someten a
la ceremonia de dejarse quitar el zapato o contraen matrimonio, pues subsiste la
duda de si es la mujer de su hermano o la del hijo de su hermano 203 • Si mueren
los que eran hábiles204 , los hijos cuyas madres no se conocen con certeza han de
someterse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato por parte (de las mujeres)
de los hijos de la anciana, y no pueden contraer con ellas el matrimonio del le-
virato, ya que subsiste la duda de si es la mujer de su hennano o la del herma.
no de su padre 2º5 • En cuanto a los hijos de la nuera, uno se somete a la ceremonia
de quitar el zapato y el otro puede contraer el matrimonio del leviratü2° 6 •
5. Si el recién nacido de la mujer de un sacerdote se confunde con el re-
cién nacido de su esclava, ambos pueden comer de la ofrenda 2c• 7 y pueden te-
ner parte en la era; no pueden contraer impureza por razón de un difunto, ni
pueden casarse con mujeres, ya sean hábíles o ya sean inhábiles (para casarse
con sacerdotes). Si crecen confundidos y luego son manumitidos uno y otro,
deben casarse sólo con mujeres aptas para el sacerdocio, y no deben contraer
impureza por razón de un difunto; pero sí contraen impureza, no incurren en
la pena de los cuarenta azotes 208 . No pueden comer de la ofrenda 209 . Sí comen,
no tienen que pagar el valor y un quinto210 . No tienen parte de la era; pueden
vender los frutos de la ofrenda y conservar el precio 211 ; no tienen pa11e en las
cosas más santas212, no se les pueden dar cosas santasm, pero nadie se las pue-
de quitar de sus manos. Están eximidos (de dar al sacerdote) la espaldilla, la
quijada, el cuajar2 14 . Sus animales primogénitos han de ser dejados para pasto
basta que contraigan una mancha21 5. A ellos se les ha de aplicar la normativa
más severa referente a los sacerdotes y a los laicos.
202. De la suegra.
203. Que, aunque no sea cuñada, le está permitida.
204. Aquellos sobre los que no cabe duda acerca de su origen.
205. Que está prohibida para el matrimonio.
206. Pues, aun siendo su sobrina, por la ceremonia de quitar el zapato le queda pennitida.
207. Pennítida también al esclavo de un sacerdote.
208. Porque cada cual puede decir que no es sacerdote.
209. Ya que uno de ellos no es sacerdote ni esclavo de sacerdotes.
210. Lv 22. 11.
21 l. Ningún sacerdote puede reclamárselo, pues cada uno puede decir que es sacerdote.
212. Las partes de los sacrificios que se distribuyen entre los sacerdotes.
213. Por ejemplo, primogénitos de animales.
214. Dt 18, 3; Hui 10, Is.
215. De modo que se hacen inhábiles para el sacrific.io y quedan permitidos para comida.
351 Las cuñadas - yebamot Yeb 11, 6---12, 1
6. Si una mujer aún no ha pasado tres meses (desde que se separó el marido)
y se casa de nuevo, dando a luz, y no se sabe si es un niño de nueve meses per-
teneciente al primer marido o un niño de siete meses perteneciente al último, en
caso de tener hijos del primer marido y también del segundo, éstos tendrán que
someterse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato, y no podrán contraer el ma-
trimonio del levirato (con la viuda del hermano cuya paternidad no es segura).
De igual modo, él2 16 ha de someterse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato
y no podrá contraer matrimonio de levirato (con las viudas de sus hermanos).
Si él tiene hennanos del primer y segundo (casamientos), pero no por parte de
la madre, ha de someterse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato o contraer
el matrimonio del levirato. En cuanto' a ellos, uno se somete a la ceremonia de
dejarse quitar el zapato y el otro puede contraer matrimonio de levirato.
7. Si uno (de los dos esposos) era laico y el otro sacerdote, puede casarse
con una mujer apta para el sacerdocio21 7, y no puede contraer impureza a causa
de un difunto, pero si la contrae, no incurre en la pena de los cuarenta azotes 218 •
No puede comer de la ofrenda, pero si come de ella no ha de pagar su valor y
un quinto. No tiene parte en la era, puede vender la ofrenda y quedarse con el
dinero. No tiene parte en las cosas más santas; no se le pueden dar las cosas
santas, pero tampoco se las han de quitar de sus manos. Está exento de dar la
espaldilla, la quijada y el cuajar. Los primogénitos de sus animales los ha de
dejar pastar hasta que contraigan una mancha. A él se le ha de aplicar la norma-
tiva más severa concerniente a los sacerdotes y a los laicos. Si ambos (maridos)
eran sacerdotes, tiene que hacer duelo por ellos' 19 y ellos por él, pero no puede
contraer impureza a causa de ellos 220 ni ellos a causa de él. No los puede here-
dar, pero ellos, en cambio, sí lo pueden heredar a él2 21 • Queda exento por razón
de golpeo o maldición222 de uno o de otro. Puede subir (a servir en el Templo)
en el tumo del uno o del otro, pero no puede tomar parte223 • Si ambos coinciden
en el mismo tumo, puede coger una parte 224 .
CAPÍTULO 12
)S jueces~, y dirá de este modo: «Así haga Dios al varón que no levanta la
,a de su hermano 233 >J. Hasta aquí acostumbraba a leer. Pero cuando R. Hirca-
; hizo leer debajo de la encina, en la aldea de Etán, toda la perícopa, hasta el
al, se asentó la costumbre de terminar la perícopa: «Se conocerá su nombre
Israel como la casa del que le quitaron el zapato». Esto era una prescripción
a los jueces, y no para los discípulos. R. Yehudá dice: Era una obligacíón de
os los allí presentes el decir: «¡El hombre al que se le quitó el zapato!, ¡el
nbre al que se le quitó el zapato!, ¡el hombre al que se le quitó el zapato!».
CAPITULO 13
233. Dl 25, 9.
234. Al llegar a la mayoría de edad pueden rehusar el matrimonio para el que habían
, propuestas, siendo todavía menores, por la madre o el hermano.
235. En tal caso es el matrimonio válido según los rabinos.
Yeb 13, 5-8 Orden tercero: Mujeres - nashim 354
en tal caso él no puede casarse con los parientes de ella y eJla no puede casarse
con los parientes de él, y la inhabilita para el sacerdocio. Si le entrega el libelo
del divorcio y vuelve luego a tomarla, o si ella lo rehúsa y se casa con otro, o si
enviuda, o si es divorciada, puede volver a él. Si ella ejerce contra él el derecho
de rehusar y luego él se casa con ella, o si él le entrega el libelo del divorcio y
ella se casa con otro, o si enviuda, o es divorciada, en tal caso no puede volver
a él. Ésta es la regla: Si el libelo de divorcio sigue al ejercicio del derecho de
rehusamiento, no puede volver a él; si, por el contrario, el ejercicio del derecho
de rehusamiento sigue al libelo del divorcio, puede volver a él.
5. Si una mujer ejerce el derecho de rehusamiento frente a un hombre, y
luego se casa con otro que se divorcia de ella, y luego con otro frente al que ella
ejerce el derecho de rehusamiento, y luego con otro que se divorcia de ella, y
luego con otro frente al que ella ejerce el derecho de rehusamiento, no puede
volver a todos aquellos de los que fue alejada con libelo de divorcio, pero sí a
aquellos de los que se alejó sólo por el ejercicio del derecho de rehusamiento.
6. Sí un hombre se divorcia de su mujer y vuelve luego a tomarla, en tal caso
ella puede casarse con el hermano de su marido difunto. R. Eliezer lo declara
prohibido. Igualmente, si un hombre se divorcia de su mujer, que es huérfana, y
vuelve a casarse de nuevo con ella, en tal caso ella puede contraer el matrimonio
del levirato con un hermano del marido difunto. R. Eliezer lo declara prolubi-
do. Si una menor ha sido dada en matrimonio por su padre, y es divorciada, se
la considera como una huérfana en vida del padre236 • Si vuelve (el marido) a
casarse con ella, todos están de acuerdo que en tal caso ésta no puede contraer
matrimonio del levirato con los hermanos del marido difunto.
7. Si dos hermanos están casados con dos hermanas 23 7, huérfanas y meno-
res, y si muere el marido de una de ellas, en tal caso la viuda está exenta (del
matrimonio del levirato) por razón de que su hermana es la esposa. De igual
manera cuando son dos sordomudas 238 • Si una es mayor de edad y la otra me-
nor, y muere el marido de la menor, la menor queda exenta en virtud de que su
hermana es esposa. Si muere el marido de la mayor de edad, R. Eliezer dice: Se
ha de instruir a la menor para que ejerza frente a él el derecho del rehusamien-
to. Rabán Gamaliel enseña: Si ejerce el derecho del rehusarniento, ejercido
está; pero si no, ha de esperar hasta que alcance la mayoría de edad y luego
queda exenta a causa de que su hermana es esposa. R. Yehosúa dice: ¡Ay de él
por su mujer y ay de él por la mujer de su hermano! Ha de despedir a su mujer
con el libelo del divorcio y ha de someterse al rito de quitar el zapato por parte
de la mujer de su hermano.
8. Si un hombre está casado con dos hennanas, huérfanas y menores de
edad, y muere, la unión sexual o el ejercicio del rito de quitar el zapato por
parte de una de ellas libera a la coesposa. Igualmente si son dos sordomudas.
236. Si el padre la casa otra vez, siendo menor, puede ejercer el derecho del rehusamiento.
237. Casadas por su madre o hem1anos.
238. Cuyo matrimonio sólo tiene validez rabínica.
355 Las cuñadas - yebamot Yeb 13, 9-13
Si una es menor de edad y la otra sordomuda, en tal caso la unión sexual con
una de ellas no libera a la coesposa. Si una es normal y la otra sordomuda, la
unión sexual con la nomml libera a la sordomuda, pero la unión sexual con
la sordomuda no libera a la normal. Si una es mayor de edad y la otra menor, la
unión sexual con la mayor libera a la menor, pero la unión sexual con la menor
no libera a la mayor.
9. Si uno está casado con dos huérfanas menores de edad, y muere, y el
levir tiene unión sexual con la primera y luego también con la segunda, o si su
hennano tiene unión sexual con la segunda, en tal caso no inhabilita a la prime-
ra (para el matrimonio del levirato). Igualmente si son dos sordomudas. Si una
es menor y otra sordomuda, si el levir tiene unión sexual con la menor y luego
también con la sordomuda, o si su hermano tiene unión sexual con la sordomu-
da, no inhabilita a la menor. Si el levir tiene unión sexual con la sordomuda y
luego también con la menor, o sí su hermano tuvo unión sexual con la menor,
en tal caso inhabilita a la sordomuda (para el matrimonio del levirato).
1O. Si una es normal y la otra sordomuda, si el levir tiene unión sexual con
la normal y luego también con la sordomuda, o si su hermano tuvo unión se-
xual con la sordomuda, no inhabilita a la normal. Pero si el levír tuvo primero
unión sexual con la sordomuda y luego también con la nonnal, o si su hennano
tuvo unión sexual con la normal, inhabilita a la sordomuda.
11. Si una es mayor de edad y la otra es menor, y si el levir tiene unión se-
xual con la mayor y luego también con la menor, o si su hermano tuvo unión
sexual con la menor, no se inhabilita a la mayor. Pero si el levir tiene unión se-
xual con la menor y luego también con la mayor, o si su hermano tuvo unión
sexual con la mayor, en tal caso se inhabilita a la menor. R. Eleazar dice: Se
instruye a la menor para que ejerza el derecho de rehusar.
12. Si un levir, menor de edad, tiene unión sexual con la mujer de su her-
mano difunto, también menor de edad, se ha de esperar a que ambos alcancen
la mayoría de edad 239 . Si tuvo unión sexual con su cuñada viuda mayor de
edad, ella ha de esperar hasta que él alcance la mayoría de edad. Si una cuñada
viuda declara dentro de los treinta días240 : <<No he consumado (con él) la unión
sexuah>, se le obliga a que se someta al rito de dejarse quitar el zapato por parte
de ella. Si lo declara después de los treinta días, se le pide a él que se someta a
la ceremonia de dejarse quitar el zapato por parte de ella. Cuando es él mismo
quien lo confiesa241 , incluso aunque hayan pasado doce meses, se le compele a
someterse al óto de dejarse quitar el zapato.
13. (Si la cuñada viuda) había hecho voto de no sacar beneficio de su cuña-
do levir, en caso de que eso lo hubiera hecho en vida de su marido, se compele
al levir a que se someta al rito de dejarse quitar el zapato por parte de ella. Si
fue después de la muerte del marido, se le pide que se someta al rito de dejarse
quitar el zapato. Pero si hizo voto con tal intención ( de liberarse del matrimo-
nio del levirato), aunque lo hiciera en vida del marido, hay que rogarle sólo al
levir que se someta a la ceremonia de dejarse quitar el zapato.
CAPÍTULO 14
CAPÍTIJLO 15
a. o de la vendimia] b. o que vaya de una ciudad a otra: o que venga de una ciudad
maritima
246. Permitiendo que se case a pesar de que el marido puede vivir.
247. Para heredar la propiedad se requiere el testimonio de dos testigos.
248. Que ella recibe en tal caso la dote.
249. Anunciando gue falleció el marido.
250. Se trata de dos nntjeres de un mismo marido que regresan de una ciudad marítima.
359 las cuñadas - yebamot Yeb 15. 7-16, 1
CAPITIJLO 16
Cap. 12: Obligaciones del marido respecto a la hija de su mujer y de los herederos
respecto a la viuda de su padre.
Cap. 13: Sentencias de los jueces Janán y Admón sobre materia matrimonial, dere-
cho del marido a fijar el lugar de residencia, moneda en la que se ha de pagar la dote
preferencia de Israel como lugar de residencia. '
CAPÍTULO 1
1. Una mujer vírgen ha de casarse en miércoles y una viuda en jueves, de-
bido a que el tribunal de justicia se reúne dos veces por semana en las cíudades,
a saber, los lunes y los jueves, de modo que si ( el novio) tiene una reclamación
respecto a la virginidad de la mujer pueda acercarse de mañana al tribunal.
2. La dote de una virgen es de ·doscientos (denarios); la de una viuda, de
una mina. La dote de una virgen que ha enviudado, o ha sido divorciada, o
ha realizado la ceremonia de quitar el zapato después de haber realizado los
esponsales es de doscíentos (denarios), y existe el derecho' de presentar una
reclamación respecto a su virginidad. La dote de una mujer prosélita, o cautiva,
o esclava manumitida, o que se ha hecho prosélita, o que ha sido hecha libre
cuando tenía menos de tres años y un día es de doscientos (denarios), y se pue-
de presentar reclamación respecto a su virginidad.
3. Si un mayor de edad tiene unión sexual con una menor, o si un menor
tiene unión sexual con una mayor de edad o con una que ha perdído la virgini-
dad por causas fo1tuitas, en tal caso la dote de éstas es de doscientos (denarios).
Tal es la opinión de R. Meir. Los sabios, en cambio, dicen: La dote de la que
perdió fortuitamente la virginidad es de una mina.
4. La dote de una mujer virgen que ha enviudado, o que ha sido objeto de
divorcio, o que ha realizado la ceremonia de quitar el zapato después de haber
contraído esponsales es de una mina, y no hay derecho a reclamar nada en rela-
ción con su virginidad. La dote de una prosélita, o cautiva, o esclava manumi-
tida, o que se ha hecho prosélita, o que ha obtenido la manumisión después de
haber cumplido tres años y un día es de una mina, y no hay derecho a reclamar
nada en relación con su virginidad.
5. Si uno come en casa de su suegro, sin que haya presencia de testigos, en
Judea, no tiene derecho a presentar una reclamación por razón de la virginidad
(de su esposa), debido a que estuvo solo con ella. Igual es la viuda de un laico
que la viuda de un sacerdote': la dote de ambas es una mina. El tribunal de los
sacerdotes 3 solía imponer (como dote) de una mujer virgen cuatrocíentos sús,
sin que los sabios lo reprobaran.
6. Si un hombre se casa con una mujer y no halla en ella los signos de la
virginidad, y ella dice: «Después de haberme desposado contigo he sido for-
CAPÍTULO 2
boca que declara prohibido8 es la misma boca que declara permitido 9 • Si hay
testigos que testifiquen que era de su padre y él afirma: «Lo he adquirido de
él», no ha de ser creído.
3. Si hay testigos que dicen: «Ésta es escritura de nuestras manos, pero
fuimos constreñidos a ello», o: «Éramos menores de edad», o: <&ramos inep-
tos para testimoniarn, los tales son dignos de crédito. Pero si hay testigos que
testifican que es escritura de las manos de aquellos o que es escritura de sus
manos como la existente en otro escrito, no son dignos de crédito.
4. Si uno dice: «Ésta es escritura de mi mano», y: «Ésta es escritura de la
mano de mi compañero», y si otro dice: <<Ésta es escritura de mi mano y ésta
otra de la mano de mi compañero», son dignos de crédito'º· Si uno dice: <<Ésta
es escritura de mi mano», y el otro dice: «Ésta es escritura de mí mano», están
necesitados de unir a otro con ellos. Ésta es la opinión de Rabí. Los sabios di-
cen: No necesitan unir a ellos (otro testimonio), sino que un hombre que afinna:
· «Esta escritura es mía» es digno de crédito.
5. Si una mujer dice: «Fui mujer desposada, pero ahora estoy divorciada»,
ha de ser creída, ya que la boca que prohíbe es la boca que permite. Pero si hay
testigos que declaran que es mujer desposada y ella afirma: «Estoy divorciadm>,
no ha de ser creída. Si dice: «He sido llevada cautiva, pero estoy pura», ha de
ser creída, ya que la boca que prohíbe es la misma que permite. Pero si hay tes-
tigos que afimrnn que es cautiva y ella dice: «Estoy pura», no ha de ser creída.
Si los testigos se presentan después que ella ha contraído matrimonio, no ha de
ser despedida 11•
6. Sí dos mujeres han sido llevadas en cautiverio y una dice: «He sido to-
mada cautiva, pero estoy pura», y la otra afím1a: «He sido tomada cautiva, pero
estoy pura>>, no han de ser creídas. Cuando cada una de ellas testifica de la otra,
entonces son dignas de crédito.
7. Igualmente, si hay dos hombres y uno dice: «Soy sacerdote>), y el otro
dice: <<Soy sacerdote», no son dignos de crédito. Cuando uno testifica del otro,
en tal caso han de ser creídos.
8. R. Yehudá dice: No puede ser admitido uno al estado sacerdotal basán-
dose en el dicho de un solo testigo. R. Eleazar dice: ¿Cuándo tiene lugar esto?
Cuando hay alguien que proteste 12 , pero cuando nadie proteste se puede admi-
tir a uno al estado sacerdotal basándose en el dicho de un solo testigo. Rabán
Simeón, hijo de Gamalíel, dice en nombre de R. Símeón, hijo del Prefecto: Se
puede admitir al estado sacerdotal basándose en el dicho de un solo testigo.
9. Si una mujer ha sido metida en prisión por los gentiles a causa de (un
delito) de dinero, queda permitida a su esposo; pero si es a causa de un crimen,
queda prohibida a su esposo. Si una ciudad ha sido tomada por tropas, todas
\as mujeres que en ella se encuentran, que eran aptas para el sacerdocio, se ha-
cen inhábiles. Si tienen testigos 13, aunque sea un esclavo o una esclava, no han
de ser creídas. Nadie ha de ser creído cuando testifica en favor de sí mismo.
R. zacarias, hijo de Kasab 14 , dijo: «¡Por el Templo!, que no ha movido suma-
no de mí mano desde que entraron los gentiles en Jernsalén y salíeron de ella>,.
Le replicaron: «Nadie puede testificar en favor de sí mismo».
1O. Las siguientes personas, cuando alcanzan la mayoría de edad, han de
ser creídas en lo que vieron siendo menores. Es digno de crédito un hombre
que dice: «Ésta es es~ritura de la mano de mi padre», o: «Ésta es escritura de la
mano del rabÍ», o: <<Esta es escritura de la mano de mi hermano», o: «Recuerdo
que Fulanita salíó con el velo de virgen y con los cabellos sueltos», o: «Ful a-
nito de Tal fue de la escuela a hacer la inmersión para comer la ofrenda» 15 , o:
«Acostumbraba a participar con nosotros en la era», o: «Este lugar es un lugar
donde ha sido enterrado un muertm>, o: «Hasta aquí acostumbrábamos a llegar
en día de sábado». Pero ninguno es digno de crédito cuando afirma: «Fu\anito
tenía aquí un camino en este lugar», o: «En este lugar tenía Fulanito el puesto
donde solía lamentarse>,.
CAPÍTULO 3
I. Éstas son las jóvenes por cuya causa se ha de pagar una multa 16; si un
hombre tiene unión sexual con una bastarda, o una guibeonita, o una sama-
ritana, o si tiene unión sexual con una prosélita, o una cautiva, o una esclava
manumitida, o que se ha hecho prosélíta, o que ha sido liberada antes de cum-
plir el tercer afio de edad y un día, o si tiene unión sexual con su hermana, o la
hennana de su padre, o la hennana de su madre, o la hermana de su mujer, o
la mujer de su hermano, o la mujer del hermano de su padre, o con una mujer
durante el periodo de la menstruación, en tales casos se impone a causa de ellas
una multa. A pesar de que esos (transgresores) están sujetos al exterminio 17 , no
están sujetos a la pena capital por parte del tribunal de justicia.
2. Éstas son aquéllas por las que no se paga multa: si uno tiene una unión
sexual con una mujer prosélita, o una cautiva, o una esclava manumitida, o
que se ha convertido, o que ha sido liberada después de haber cumplido tres
años y un día. R. Yehudá dice: La cautiva que ha sido rescatada permanece en
su santidad18 , incluso aunque sea mayor de edad. Si uno tiene unión sexual con
su hija, o la hija de su hija, o la hija de su hijo, o la hija de su mujer, o la hija
del hijo de ella, o la hija de la hija de su mujer, no tiene que pagar multa, ya
que es reo de muerte 19, cuya decisión queda en manos del tribunal de justicia
y todo reo de muerte no está obligado a .pagar una multa de dinero, ya que
está escrito: Será ciertamente castigado, a no ser que ocurra una desgracía 20 .
3. Respecto a la joven que ha contraído esponsales y que ha sido objeto de
divorcio, enseña R. Yosé el Galileo: No se paga a causa de ella multa. R. Aqui-
ba, por el contrario, afirma: Hay que pagar multa a causa de ella y su montante
revierte en su beneficio21 •
4. El seductor paga por tres conceptos, el violador por cuatro: el seductor
paga por razón de la vergüenza, por razón de la indignidad y por razón de la
multa. El violador añade a estos motivos la razón del dolor causado. ¿Qué dífe-
rencia existe entre el violador y el seductor? El violador paga por razón del dolor
inferido, mientras que el seductor no paga; el violador ha de pagar inmediata-
mente, el seductor sólo cuando despide (a la mujer); el violador ha de beber de
su propio vaso 22 , mientras que el seductor, si quiere despedirla, puede hacerlo.
5. ¿Cómo se ha de entender el beber de su propio vaso? (Ha de casarse con
ella) incluso aunque sea coja, o ciega, o esté plagada de furúnculos. Pero si se
encuentra en ella inmoralidad o si no es apta para casarse con israelita23 , en tal
caso aquél no tiene permiso para continuar unido a ella, ya que está escrito: Le
será para él muje,24, es decil; una m0er apta para él.
6. Si una huérfana contrae esponsales y luegoª es objeto de divorcio, en-
seña R. Eleazar: El seductor está exento ( de pagar la multa) 25 , pero el violador
queda obligado.
7. ¿Cuál es (el castigo) por razón de la vergüenza? Todo se regula con-
forme (a la condición) de aquel que comete la vergüenza y de aquella que la
sufre 26 • Y ¿por razón de la indignidad? Se ha de considerar como si fuera una
esclava para vender, cuánto valía y cuánto vale. La multa es igual para cual-
quier varón. Todo lo que ha sido fijado expresamente en la Torá es igual para
cualquier persona.
8. Siempre que haya posibilidad de venta no tiene lugar la multa y cuando
hay posibilidad de multa no tiene lugar la venta. Una menor de edad27 puede
ser vendída28 y no se paga por ella multa. Por una joven29 se paga multa y no
puede ser vendida. La adulta no puede ser vendida y no se paga por ella multa.
a.y luego: o
19. Sujetos al abrasamiento (San 9, 1).
20. Ex21,22.
21. No para su padre.
22. Tiene que quedarse con la mujer, ya sea a gusto o contra su voluntad.
23. A causa de su origen.
24. Dt 22, 29.
25. Porque se supone que ella dio el consentimiento, y siendo ella huérfana, la multa
iría a sus manos, y tiene derecho a renunciar a ella.
26. Cuanto menor sea la posición del ofensor, mayor la vergüenza, y cuanto menor sea
la posicíón de la ofendida, menor la vergüenza.
27. Menor de duce años.
28. Su padre la puede vender como esclava.
29. De doce a doce años y medio.
369 El documento marrimonial (y la dote) - ketubbot Ket 3, 9-4, 3
CAPÍTULO 4
30. Quien confiesa por iniciativa propia una transgresión castigada con una multa está
libre del pago.
31. Cf. Ex 21, 37; 22, 3.
32. Por el que tiene que pagar treinta siclos (Ex. 21, 32).
33. Como herederos del padre.
34. BM 1, 5.
35. Quienes tienen obligación de alimentarla.
36. Menor de edad.
37. Con el casamiento ha salido de la órbita del dominio del padre.
38. Después de los esponsales.
39. Y no por apedreamiento (cf. Dt 22, 21).
40. Como a una israelita (Dt 22, 21 ).
41. En caso de ser acusada falsamente (Dt 22, 19).
Ket4, 4-7 Orden tercero: A1uferes - nashim 370
Sí la concepción no tuvo lugar en santidad 42 , pero el dar a luz sí, en ese caso
(ha de ser muerta) por lapidación. No se le aplica, sin embargo, lo de la puerta
de la casa de su padre ni lo de las cien selás. Si tanto la concepción como el
dar a luz tuvieron lugar en santidad, se considera como una israelita en todos
los efectos. Si tiene padre, pero no tiene la puerta de fa casa de su padre4 i, o si
tiene la puerta de la casa de su padre, pero no tiene padre, en tal caso (ha de
ser mue1ia) por lapidación, ya que no se dice la puerta de la casa de su padre
sino por precepto.
4. El padre tiene derecho sobre la hija44 en lo tocante a su casamiento, ya
se efectúe por dinero, documento o unión sexual. Tiene también derecho sobre
lo que ella encuentra y sobre la obra de sus manos, puede anular sus votos 45 y
recibir el libelo de su repudio 46 . No puede, sin embargo, hacer usufructo de sus
bienes 47 mientras ella viva. Si ella está desposada, le lleva la ventaja el marido,
ya que éste puede beneficiarse del usufructo de sus bienes mientras ella viva.
Pero está obligado a cuidar de su manutención, proveer su rescate 48 y encargar-
se de su entieJTo. R. Yehudá dice: Incluso el más pobre de Israel no dispondrá
de menos de dos flautas y una plañidera49 •
5. Ella permanecerá siempre bajo la autoridad paterna hasta que no pase°,
con las nupcias, a la dependencia del marido. Si el padre la entrega a los en-
viados del marido, ella pasa a depender de la autoridad del marido. Si el padre
se va con los enviados del marido o si los enviados del padre se van con los
enviados del marido, entonces está bajo la autoridad del padre. Si los enviados
del padre la entregaron a los delegados del marido, pasa a depender de la auto-
ridad del marido.
6. El padre no está obligado a la manutención de su hija. Ésta es la explica-
ción que dio R. Eleazar ben Azarias delante de los sabios en la viña de Yavne:
«Los hijos heredan y las hijas reciben la manutención». Del mismo modo que
los hijos no heredan sino tras la muerte del padre, así las hijas no reciben la
manutención sino tras la mue1ie de sus padres.
7. Si (el marido) no le escribió el documento nupcial, la mujer virgen tiene
derecho a percibir doscientos denarios y la viuda una mina, ya que es una con-
dición impuesta por el tribunal. Si él le ha asignado un campo de una mina de
valor en lugar de doscientos sús y no escribe: <ffodos los bienes que poseo han
de responder por tu dote», está obligado. ya que es una condición impuesta por
el tribunal.
a. no pase, con las nupcias, a la dependencia de/ marido.· no pase bajo el baldaquino
42. Antes de la conversión de la madre.
43. Si su padre no tiene casa.
44. Menor de doce años y medio.
45. Nm 39, 5.16.
46. En caso de ser despedida como prometida.
47. Que le corresponden por parte materna.
48. En caso de quedar cautiva.
49. En el entierro.
371 El documento matrimonial (.y le, dote) - ketubbot Ket4, 8-5, 2
CAPÍTULO 5
1. Aunque se haya dicho que una mujer virgen tiene derecho a percibir
doscientos denarios y una viuda una mina, si quiere añadir más, aunque sean
cien minas, puede hacerlo. Si enviudó o si fue objeto de divorcio, ya sea des-
pués de los esponsales, ya después del casamiento, tiene derecho a percibir la
totalidad. R. Eleazar ben Azarias enseña: Después del casamiento tiene dere-
cho a percibir la totalidad. Después de los esponsales, la virgen tiene derecho a
percibir doscientos denarios y la viuda una mina, ya que le hizo la asignación 52
sólo para el caso de que se casara. R. Yehudá dice: Si quiere (el esposo) puede
escribir para la mujer virgen un recibo de doscientos denarios, en tanto que ella
escribe: «Recibí de ti una mina», o para la viuda (un recibo) de una mina, en
tanto que ella escribe: «Recibí de ti cincuenta sús». R. Meír dice: Si uno asigna
a una virgen menos de doscientos denarios y a una viuda menos de una mina,
su unión es inmoral.
2. A la virgen se le conceden doce meses, después de haber sido solici-
tada por el marido", para que se provea a sí misma. Del mismo modo que se
concede a la mujer, así se ha de conceder también al varón para que se provea
CAPÍTULO 6
L Las cosas que la esposa encuentra y el fruto del trabajo de sus manos per-
tenece al ma1ido. De su herencia tiene el usufructo el marido mientras ella viva.
(La compensación debida) por razón de la vergüenza inferida o de la indignidad
le pertenece a ella. R. Yehudá ben Betera enseña: Si todo ocurre sin que se se-
pa, dos partes pertenecen a ella y una a él. Pero si la cosa es sabida, dos partes
pertenecen a él y una a ella. La parte de él ha de ser dada de inmediato. Con la
parte de ella se adquiere un terreno y el marido tiene el usufiucto 61 .
2. Si un hombre intentó dar a su yerno dinero y el yerno muere, dicen los
sabios: Puede decir: «A tu hermano estaba dispuesto a darle, pero a ti no».
3. Si una mujer intenta traer a su maridoM mil denarios, él le ha de asignar6 5
correspondientemente quince minas. Pero en relación con cualquier otra cosa
58. Semanalmente.
59. Idumea, en el sur de Palestina.
60. Literalmente, ((de otra parte;;,
61. Según R.ashí, anualmente.
62. Eo las lres grandes fiestas de peregrinación.
63. Sólo tras la muerte del marido o tras el divorcio recupera el usufmcto.
64. En el matrimonio.
65. Para su dote matrimonial.
Ket 6, 4-7, l Orden tercero: Mujeres - nashim 374
CAPÍTULO 7
1. Si uno obliga a su mujer con voto a renunciar a todo beneficio por patte
de él y (si el voto) dura hasta treinta días, debe proveer a su sustento. Si es por
más tiempo, ha de despedirla y darle la dote. R. Yehudá dice: Si se trata de un
a. con su consentimiento]
66. Bienes muebles.
67. Del valor estimado.
68. Del objeto dado en la boda.
69. Un tercio más.
70. Que ella trae al matrimonio.
71. Sin acordar ningún regalo o donación.
72. Para que adquiera un campo para ella o para que lo dé como dote tras su muerte.
73. Demandando, consiguientemente, que se le entregue a él el depósito.
74. Y puede disponer del dinero de la venta, que puede entregar al marido.
375 El documento 111atrimonü1l (y la dote) - ketubhor Ket 7, 2-7
laico, puede mantenerla (como esposa) si la cosa dura un mes; pero si dura dos
meses, debe despedírla y entregarle la dote. Si se trata de la mujer de un sacer-
dote, puede mantenerla sí la cosa dura dos meses; si son tres, ha de despedirla
y entregarle la dote 75 •
2. Si uno obliga por voto a su mujer a no probar un determinado fruto, ha
de despedirla y entregarle la dote. R. Yehudá dice: Si se trata de un laico y la
cosa dura un día, puede conservarla. Si dura dos, ha de despedirla y entregarle
!a dote. Si se trata de la mujer de un sacerdote y la cosa dura dos días, puede
conservarla; si dura tres, ha de despedirla y entregarle la dote.
3. Si uno obliga a su mujer con voto a no embellecerse con un determinado
artificio, ha de despedirla y entregarle la dote. R. Yosé enseña: Si se trata de
pobres, cuando no le fijó ténnino 76 ; sí se trata de ricas, cuando le fijó treinta días.
4. Si uno oblíga 77 por voto a su mujer a que no vaya a casa de su padre y
éste habita en la misma ciudad que ella, si se extiende (la prohibición) por un
mes, la puede conservar; por dos meses, ha de despedírla y entregarle la dote.
Si el padre habita en otra ciudad distinta, (si la prohibición se extiende) a una
sola de las fiestas de peregrinación, puede conservarla; si se extiende a las tres,
ha de despedirla y entregarle la dote.
s. Si uno obliga a su mujer con voto a no ir a casa de duelo o a una fiesta,
ha de despedirla y entregarle la dote., porque le cierra (toda puerta). Si él argu-
menta que lo hace por otra razón, está pennitído. Si él le dice a ella 78 : «Con la
condición de que digas a Fulanito lo que tú me has dicho a mí o lo que yo te he
dicho a ti», o: «(Con la condición de que) llenes (calderos de agua) y los vie11as
en el estiércol», ha de despedirla y entregarle la dote.
6. Estas son las mujeres que han de ser despedidas sin entregarles la dote:
aquella que quebranta la ley de Moisés o la ley judía. ¿Cuál es la ley de Moisés?
Si da, por ejemplo, de comer sin haber separado antes el diezmo 19 , o si tiene
relación sexual durante el periodo de la menstruacíón 80 , o si no separa la masa
sacerdotal 81 , o si hace votos y no los observa82 • ¿Cuál es la ley judía? Si sale con
el pelo suelto, o si teje en la plaza, o si habla con cualquier hombre. Abá Saúl
enseña: También aquella que maldice a sus padres en su presencia. R. Tatfón
dice: También una chillona. ¿Quién es la mujer chillona? Aquella que, cuando
habla en casa, la oyen los vecinos.
7. Si un hombre contrae esponsales con una mujer con la condición de que
no tenga ella hecho voto alguno y resulta después que tenía votos, los esponsa-
les son nulos. Si la toma como esposa sin haber hecho condición alguna y resul-
ta que el Ia había hecho votos, la puede despedir, sin tener que darle dote alguna.
(Si uno se casa con una mujer) con la condición de que no tenga ningún defecto
físico y resulta después que lo tiene, el casamiento es nulo. Si se ha casado con
ella sin haberle puesto condición alguna y resulta después que tenía defectos
fisicos, la puede despedir sin darle dote. Todos aquellos defectos corporales que
hacen a uno inepto para el sacerdocío 83 hacen también ineptas a las mujeres.
8. Si los defectos corporales se encuentran en ella mientras todavía es-
tá en casa de su padre, éste ha de aportar pruebas de que aquellos defectos
sobrevinieron después de que ella había contraído los esponsales y que, por
consiguiente, su campo había sido devastado 84 • Si ya ha pasado a depender del
marido, éste debe aportar pruebas de que los defectos corporales los tenía ella
antes de los esponsales y que su adquisición, por tanto, había sido errónea. Ésta
es la opinión de R. Meír. Los sabios dicen: ¿Cuándo se aplica esto? Cuando son
defectos corporales que no están a la vista, pero si se trata de defectos visibles
no se puede poner objeción alguna. Si en aquella ciudad hay un baño público,
tampoco puede poner objeción alguna por razón de defectos corporales ocul-
tos, ya que la puede hacer examinar a través de sus propios familiares.
9. Si a un hombre le sobrevienen defectos corporales, no se le puede cons-
treñir a despedir a su mujer. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: ¿Cuándo se
aplica esto? Cuando se trata de defectos corporales insignificantes, pero si se
trata de defectos corporales mayores se le ha de obligar a despedirla.
1O. Estos son los que han de ser constreñidos a despedir a la mujer: el que
está llagado, el que tiene pólipos, el que recoge (excrementos de perro), el fun-
didor de cobre y el curtidor de pieles, ya hubieren sobrevenido (los defectos cor-
porales) antes de haber contraído matrimonio o después. De todos estos casos
dice R. Meír: A pesar de que ella hubiere aceptado (casarse con él, no obstante
los defectos), puede decir: «Creía que podría resistirlo, pero en verdad no pue-
do». Los sabios, en cambio, dicen: Ha de resistir incluso por fuerza, excepto en
caso de que el marido esté afligido de llagas, porque en tal caso ella lo podría
consumir85 . Ocurrió una vez en Sidón que un curtidor de pieles murió, quedán-
dole un hermano que también era cunidor de pieles. Los sabios dijeron: (La
mujer viuda) puede decir: «A tu hermano pude soportarlo; a ti, no».
CAPíTIJLO 8
C1,PÍTULO 9
1. Si uno declara por escrito a su mujer: «No tengo ningún derecho ni re-
clamación frente a tus bienes», en tal caso puede tener él el usufiucto mientras
ella viva, y si muere (su mujer), puede heredarla. Si es así, ¿por qué le declara
por escrito: «No tengo ningún derecho ni reclamación frente a tus bienes»? De-
bido a que si ella los vende o los dona, su actuación es válida. Si le declaró por
escrito: «No tengo ningún derecho ni demanda frente a tus bienes y sus frutos)>,
en tal caso no puede gozar del usufructo mientras ella viva, pero si muere (la
mujer), puede heredarla. R. Yehudá enseña: Él puede tener el usufructo (de los
bienes de la mujer) a no ser que escriba: «No tengo ningún derecho ni deman-
da frente a tus bienes ni a sus frutos ni a los frutos de sus frutos por siempre
jamás». Si le declaró por escrito: «No tengo derecho ni demanda frente a tus
bienes, a sus fmtos y a los frutos de sus frutos, en vida tuya y en muerte tuya»,
00 puede gozar del usufructo mientras ella viva, y si muere, no puede heredar-
la. Rabán Simeón ben Gamaliel enseña: Si (la mujer) muere, puede heredarla,
puesto que puso una condición contraria a lo establecido en la Torá, y cualquier
condición contraria a lo establecido en la Torá no tiene validez.
2. Si uno muere y deja mujer, acreedores y herederos, y tenía un depósito de
dinero o un préstamo en manos de otros, dice R Tarfón: Se han de dar al más
quebradizo de entre ellos 91 • R. Aquiba enseña: En la justicia no tiene lugar la
compasión, sino que se han de dar a los herederos, ya que todos los demás tienen
necesidad del juramento, mientras que los herederos no tienen necesidad de él.
3. Si dejó frutos ya arrancados de la tierra, el primero (en cogerlos) adquiere
eJ derecho sobre ellos. Pero si la mujer adquirió más de lo que corresponde a la
dote o si el acreedor se apropió más de lo que corresponde a la deuda, el sobran-
te, de acuerdo con R. Tarfón, se da al más quebradizo de entre ellos. R. Aquiba,
en cambio, enseña: En la justicia no tiene lugar la compasión, sino que se da
a los herederos, ya que todos los demás necesitan de un juramento, mientras
que ]os herederos no.
4. Si uno hace a su mujer tendera o la nombra administradora, puede obli-
garle a prestar juramento 92 siempre que quiera. R. Eliezer enseña: Incluso de su
buso y de la masa93 •
5. Si Je declaró por escrito: «No te impondré voto o juramento alguno)), no
puede obligarle a prestar juramento, pero sí puede obligar a prestar juramento a
sus herederos y a los que vienen con su poder94. (Sí declara:) «No te impondré
voto o juramento alguno ni tampoco a tus herederos ni a los que vengan con tu
poder», no puede obligarle a prestar juramento, ni a eHa, ni a sus herederos ni
a los que vengan con su poder. Pero sus herederos pueden exigir de ella prestar
juramento, así como de sus herederos y de los que víenen con su poder. (Si
declara por esc1ito:) «No te impondré voto ni juramento alguno ni yo, ni mis
herederos, ni ninguno de los que vengan con mí poder, a ti, a tus herederos o a
los que vengan con tu podern, no puede exigirle juramento ni él, ni sus suce-
sores, ni los que vengan con su poder, (no se le puede exigir) ni a ella, ni a sus
herederos, ni a los que vengan con su poder.
6. Si ella se va de la tumba de su marido, a la casa de su padre o si vuelve
a casa de su suegro y no es nombrada administradora, los herederos no pueden
exigirle ningún juramento. Pero si es nombrada administradora, los herederos
pueden exigirle juramento respecto al futuro, pero no sobre el tiempo ya pasado.
7. Sí una mujer causa perjuicio a su dote, no se le paga (el resto) a no ser
bajo juramento. Si hay un testigo que afirme que ella ya recibió el montante
CAPITULO 10
l. Si está casado con dos mujeres y muere, la primera mujer tiene prece-
dencia sobre la segunda y los herederos de la primera tienen precedencia sobre
los de la segunda. Si se casó con una mujer y luego ésta murió, y sí luego se
casó con una segunda y él falleció, la segunda y los herederos de ésta tienen
precedencia sobre los herederos de la primera.
2. Si uno estuvo casado con dos mujeres que luego murieron y más tarde
falleció él también, si los hijos huérfanos demandan el contrato matrimonial
de Ja madre y no hay a disposición más que (los fondos) de los dos contratos
matrimoniales, se reparten por partes iguales. Si existe un denario sobrante, en
tal caso unos reciben el contrato matrimonial de su madre y los otros reciben
asimismo el contrato matrimonial de su madre. Sí los huérfanos dicen: «Consi-
deramos los bienes de nuestro padre por valor de un denario más» a fin de reci-
bir Jo correspondiente al contrato matrimonial de su madre, no se les ha de hacer
caso, antes bien, se ha de hacer una estimación de ellos delante del tribunal.
3. Si existen otros bienes que irán (a engrosar la herencia), no se les ha de
considerar como si ya estuvieren poseídos. R. Simeón enseña: Incluso aunque
haya allí bienes muebles, no ayudan nada, en tanto no haya bienes inmuebles
cuyo valor sobrepase en un denario a las dos ketubbot.
4. Si uno estaba casado con tres mujeres y muere, y si la dote de la primera
era de una mina, la de la segunda de doscientos denarios y la de la tercera de
trescientos, y no hay más que una mina, se reparte en partes iguales. Si hay dos-
cientos denarios, la de una mina recibe cincuenta denarios, mientras que la de
doscientos y la de trescientos reciben cada una tres denarios de oro. Pero si dejó
trescientos denarios, la de una mina toma cincuenta, la de doscientos W1a mina
y la de trescientos seis denarios de oro. De igual modo, si tres personas pusieron
el dinero en una bolsa, ya ganen, ya pierdan, se la reparten proporcionalmente.
5. Si uno está. casado con cuatro mujeres y muere, la primera precede a la
segunda, la segunda a la tercera y la tercera a la cuarta. La primera ha de prestar
juramento a la segunda 1º1, la segunda a la tercera y la tercera a la cuarta. La
cuarta, sin embargo, es pagada sin juramento. Ben Nanás dice: ¿Sólo por ser la
última tendrá ventaja? Tampoco ella será pagada si no presta juramento. Si todas
fueron despedidas el mismo día, toda la que precede a su compañera, aunque só-
lo sea por una hora, tiene derecho sobre ella; por esto en Jerusalén se acostumbra
a indicar por escrito la propia hora. Sí todas habían sido despedidas en la misma
hora y no había más que una mina, se repartía entre ellas a partes iguales.
6. Si uno está casado con dos mujeres y vende su campo y la primera mu-
jer declara por escrito al comprador: «No tengo frente a ti ningún derecho ni
reclamación», la segunda puede demandarlo del comprador, la primera de la
segunda y el comprador de la primera y así indefinidamente hasta que lleguen a
un compromiso. Lo mismo se ha de aplicar a un acreedor o a una acreedora.
l O1. En caso de que ésta sospeche que la otra recibió ya la dote en vida del marido.
Ket 11, l-6 Orden tercero ..Mujeres - nashim 382
CAPÍTULO 11
l 02. Bienes del marido difunto, para establecer su dote o para su sustento.
103. Un campo.
!04. Porque ha vendido parte sobre lo que no tiene derecho.
105. Porque puede reponer la diferencia.
l 06. De los bienes a vender para formar la dote.
107. Sí los compradores inspeccionaron debidamente el terreno.
383 El documento matrimonial (y la dote) - ke1ubbut Ket 12, 1-4
CAPÍTULO 12
1. Si uno contrae matrimonio con una mujer y ésta le impone como con-
dición que provea la manutención de su híjaio 9 durante cinco años, éste queda
obligado a alimentarla por cinco años. Si la refe1ida mujer contrae matrimonio
con otro hombre y le impone como condición que provea a la alimentación de
su hija durante cinco años, está obligado a alimentarla durante cinco años. El
primero no podrá decir: «Cuando venga junto a mí la alimentaré», sino que
tiene que enviarle los alimentos al lugar donde está la madre. Del mismo modo
no pueden decir ambos: «La alimentaremos conjuntamente», sino que uno la
ha de alimentar y el otro le ha de dar el precio de su alimentación.
2. En caso de casarse 11 º, el marido ba de alimentarla, mientras que los otros
le entregarán el precio correspondiente a la alimentación. Si (los que fueren sus
maridos) mueren, las hijas son alimentadas a costa de los bienes libres mientras
que ella es alimentada a costa de los bienes subyugados, ya que ella es conside-
rada como una acreedora. Los más alertados acostumbraban a escribir: «Con la
condición de que alimente a tu hija cinco años siempre que tú estés conmigo».
3. Si una viuda dice: «No deseo moverme de la casa de mi marido», los
herederos no pueden decirle: «Vete a la casa de tu padre y nosotros proveeremos
a tu sustentm>, sino que han de alimentarla en casa de su marido y darle una
habitación conforme a su dignidad. Si dice: «No deseo movenne de mi casa
paterna», los herederos pueden decirle: «Si vienes junto a nosotros, tendrás el
sustento (por parte nuestra), pero si no vienes junto a nosotros, no proveeremos
a tu sustento». Si ella arguye debido a que es joven y que ellos son jóvenes, han
de proveer a su sustento y ella puede permanecer en la casa de su padre.
4. En tanto que ella permanezca en la casa paterna, puede demandar siem-
pre su dote; pero cuando víve en la casa de su marido, sólo puede recuperar
su dote dentro de los veinticinco años, porque en veinticinco años puede hacer
tanto bien (a los parientes) como correspondía a su dote. Tal es la opinión de
R. Meír que habló en nombre de Rabán Simeón ben Gamaliel. Pero los sabios
dicen: Cuando vive en casa del marido, puede recuperar en cualquier momento
la dote, mientras que si habita en la casa paterna no puede recuperarla sino
después de veinticinco años. Si ella muere, sus herederos deben demandar su
dote dentro de los veinticinco años.
CAPiTULO 13
El tratado Nedarim versa sobre los votos, cuya base bíblica se halla en Nm 30, 2-17.
El Pentateuco distingue dos tipos de votos: 1) Voto de consagración, en virtud del cual
una persona dedica al altar o al servicio del Templo un bien de su propiedad. Este voto
reviste dos modalidades principales: a) puede ser «personal», y entonces es obligatoria su
realización aun cuando el objeto o animal haya desaparecido, muerto, etc.; b) puede estar
referido al objeto concreto, de modo que si éste, por ejemplo, un animal, muere o se hace
inepto, cesa la obligación del voto. 2) Voto de abstención, en virmd del cual una persona
se prohíbe a sí misma o a otra el uso o beneficio de algo de su propiedad, o se prohíbe a
sí misma obtener beneficio de los bienes de otro. Estos votos tienen fuerza cuando son
pronunciados con una de estas fóm,ulas: a) explícitamente, como: «Este objeto me esté
prohibido como un sacrificio»; b) usando un sustitutivo a la palabra, como: «Este objeto
sea para mí conam¡¡; e) sólo alusivamente, como: «Me esté prohibido por voto tal cosa»,
En el presente tratado se consideran los votos del segundo tipo, de abstención, mien-
tras que los de consagración se tratan básicamente en el tratado Qiddushim.
Según Maimónídes, la razón de incluir el tratado Nedarim justo después del tratado
Ketubboi y en el orden de las «mujeres» se debe a que el capítulo de los votos (Nm 30)
se refiere básicamente a los votos de la mujer y a su anulación por el padre o el marido.
El tratado tiene once capítulos, cuyo contenido es el siguiente:
Cap. 1: Fórmulas impropias de juramento con fuerza vinculante,
Cap. 2: Fórmulas no vinculantes, diferencia juramento-voto, fórmulas ambivalentes.
Cap. 3: Cuatro tipos de votos que son inválidos.
Caps. 4-5: Votos que impiden a otro sacar beneficio de otro.
Caps. 6-7: Votos que vedan a otro la comida, el vestido, enseres, etc. de otra persona.
Cap. 8: Votos cuya operancia está ligada a un plazo o a una condición.
Cap. 9: Anulación de votos.
Cap. 1O: Personas capacitadas para la anulación del voto de una joven o una mujer.
Cap. 11: Votos que puede anular el padre o marido, errores en relación con los votos,
personas en las que los votos tienen siempre fuerza vinculante.
CAPÍTULO 1
compañero: «Me obligo por voto a no sacar beneficio alguno de parte tuya»,
o: «Me obligo a apartanne de ti», o: <<Me obligo a alejarme de tí», o: ((No
probaré nada de lo tuyo», o: «No gustaré nada de lo tuyo», en tal caso le queda
prohibido. (Si le dice:) «Sea yo para ti como un anatematizado», R. Aquiba
solía ínclinarse a la aplicación de la norma más severa4. (Sí le dice:) <(Sea
como el voto de los impíos»\ su voto es constringente en lo tocante al voto de
nazíreato, de ofrenda y de juramento. (Si le dice:) «Sea como el voto de los
hombres honrados», no tienen valor sus palabras. (Pero si dice:) «Sea como
sus oblaciones volunta:iias», su voto es constringente en lo tocante al voto de
nazireato y de ofrenda.
2. Si uno dice a su compañero: Conam, cona}, conás, estas palabras son
sustitutivas de corbán («ofrenda»). (Si dice:) Jerek, o jérej, o Jéref, estas pa-
labras son sustitutivas de jérem («anatema»). (Si dice:) Nasik, o nasij, o pasij,
estas palabras son sustitutivas de nesinít («nazireato» ). (Si dice:) Sebutá o se-
cucá, o si en el voto se sirve de la palabra rnotá, estas palabras son sustitutivas
de shevuá («juramento») 6.
3. Si uno dice: «Sea no profano 7 lo que coma de ti», o «no apto», o «no
permitido», o «puro», o «impuro», o <<cosa sobrante», o «cosa aborrecible>>, en
tal caso aquello que se intentaba con el voto queda prohibido. (Si dice: «Sea
la tal cosa para mí) como el cordero» 8, o «como las habitacíones»9, o «como la
lefia», o «como el fuego», o i<como el altar», o «como el Templo», o «como
Jerusalén», o si hace el voto por cualquiera de los utensilios del altar, en tal ca-
so, aunque no haya mencionado la palabra corbán («sacrificio»), se considera
como voto de sacrificio. R. Yehudá enseña: Si uno dice «Jerusalén» 10, es como
si no hubiera dicho nada.
4. Si uno dice: «Sacrificio>), u «holocausto», o «sacrificio de ofrenda)>, o
«sacrificio por el pecado», o «sacrificio de acción de gracias», o «sacrificio
pacífico sea lo que como de ti», en tal caso le está prohibido. R. Yehudá, en
cambio, lo permite 11• (Si dice:) «Lo que coma de tí sea el sacrificio», o «como
un sacrificio», o «un sacrificio», le queda prohibido. (Si dice:) «Por un sacrifi-
cio que no comeré de ti», R. Meír lo declara prohibido. Si uno dice a su com-
pañero: «Conam sea mi boca si habla contigo», o «mi mano si trabaja contigo>>,
o «mi píe si camina contigo>>, le queda prohibido.
CAPiTULO 2
1. Los siguientes (votos) no son vinculantes. (Si dice:) «Sea profano lo que
coma de ti», o: «Como carne de cerdo» 12, o «como culto idolátrico» 13 , o «como
pieles agujereadas en la parte del coraz.ón» 14 , o «carne mortecina» 15 , o «co-
mo bestia desgarrada» 16, o <{como cosa abominable» 17 , o «corno reptiles» 13 , o
«como la masa de ofrenda de Aarón» 19 , o «como su ofrenda» 20 , en tales casos
le está permitido. Si uno dice a su mujer: «Seas para mí como mi madre» 21 ,
se le ha de abrir una puerta22 por otro lugar a fin de que no lo tome a la ligera23 •
(Si dice:) «Conam si duermo)), o «si hablo», o <<si camino»; si uno dice a su
mujer: «Conam si cohabito contigo>>, al tal (se le ha de aplicar el precepto):
No profanarás su palabra24 • (Si uno dice:) «Juro que no dormiré», o «que no
hablaré», o «que no caminaré», le está prohibído 25 .
2. (Si uno dice:) «Corbán que no comeré de lo tuyo», o: «Corbán que co-
meré de lo tuyo», o: «No corbán que no comeré de lo tuyo», le está permitido.
(Pero si dice:) «Juro que no comeré de lo tuyo», o: «Juro que comeré de lo
tuyo», o: «No juro que no comeré de lo tuyo>>, en tal caso le está prohibido.
Se aplica más severidad al juramento que al voto y también más severidad al
voto que al juramento. ¿De qué manera? Si uno dice: «Conam la cabaña que yo
haga», o «el lulav que yo coja», o «las filacterias que me ponga», si lo hizo con
voto, está prohibido; pero si lo hizo con juramento, está permitido, ya que no se
puede hacer juramento de transgredir los preceptos.
3. Hay votos dentro de otros votos, pero no puede haber un juramento
dentro de otro. ¿De qué manera? Si uno dice: «Sea nazir si como», «sea nazir
si como», y come, está obligado por cada uno de ellos 26 . (Sin embargo, si uno
dice:) «Juro que no comeré», <~uro que no comeré», y come, es culpable por
una sola vez27 •
4. A los votos sin explicitación se les aplica la nomm más severa, pero con
los votos con explicitación se ha de usar la norma más indulgente. ¿De qué
manera? Si uno dice: <<(Esto) sea para mí como carne salada» o «como vino de
12. Lv 11, 7.
13. Dt 7, 25.
14. AZ2, 3.
15. Dt 14, 21.
16. Ex 22, 31. Cf. ten'fá en el Glosario de términos hebreos.
17. Lv 11, 11.
18. Lv 11, 29.
19. Nm 15. 20.
20. Nm 18: 8.
21. Es decir, prohibida.
22. Para la anulación del voto.
23. Las relaciones maritales con su mujer.
24. Nm30, 3.
25. Es decir, el juramento es vinculante.
26. Cada una de las expresiones se considera como un voto por separado, quedando,
consiguientemente, obligado a cumplir dos veces con el voto del nazireato.
27. Queda obligado a la presentación de un solo sacrificio.
Ned 2, 5-3, 1 Orden tercero: lvlujeres - nashim 390
CAPiTULO 3
6. Si uno hace voto (de no sacar beneficio) de los que hacen viaje por
mar, le está pennitido (sacar beneficio) de los que residen en tierra. Pero si
hace voto (de no sacar beneficio) de los que habitan en tierra, le está también
prohibido (sacar beneficio) de los que viajan por mar, ya que los que viajan
por mar están comprendidos junto con los que residen en tierra. (Por viajeros
del mar se entienden) no sólo los que van de Acre a Yafa, sino también los que
habitualmente se embarcan hacia alta mar.
7. Sí uno hace voto de no sacar beneficio de nadie que vea al sol, le está
prohibido asimismo sacar beneficio de un ciego, ya que la verdadera intención
era todo aquel a quien el sol contempla.
8. Si uno hace voto de no sacar ningún beneficio de aquellos de pelo negro,
le está prohibido asimismo sacar beneficio de los calvos y de los que tienen
cabellos encanecidos. Pero puede sacar beneficio de las mujeres y niños, ya
que <<pelo negro» sólo se dice de los hombres.
9. Si uno hace voto de no sacar beneficio de los ya nacidos, le está penni-
tido sacar beneficio de los que todavía han de nacer. Pero si hace voto de no
sacar beneficio de los que han de nacer, le está prohibido sacarlo de los que ya
han nacido. R. Meír, en cambio, declara pennitido sacar beneficio de los ya na-
cidos. Los sabios afirman; No se refiere40 sino a aquellos de los que es habitual
generar vida.
1O. Si uno hace voto de no sacar beneficio de los que reposan en sábado, le
está prohibido sacar beneficio de un israelita y de un samaritano. Si uno hace
voto de no sacar beneficio de los que comen ajo, le está. prohibido sacar bene-
ficio de un israelita o de un samaritano. Si uno hace voto de no sacar beneficio
de los que van a Jerusalén, le está prohibido sacar beneficio de un israelita,
pero no de un samaritano.
11. (Si uno díce:) «Conam si obtuviere algún beneficio de los hijos de
Noé», le está pe1mitído sacar beneficio de un israelita y prohibido de las na-
ciones del mundo. (Si uno dice: «Conam) si obtuviere algún beneficio de la
descendencia de Abraham,>, le está prohibido sacar beneficio de un israelita,
pero no de las naciones del mundo. (Si uno dice: <(Conam) si obtuviere algún
beneficio de un israelita», ha de comprarles pagando más del precio y ha de
venderles por debajo del precio. (Si uno dice: «Conam) si un israelita obtu-
viere algún beneficio de parte mía, ha de comprarles por debajo del precio y
venderles por encima de él, si los otros' tienen consideración de su situación.
(Si uno dice: «Conam) si yo obtuviere algún beneficio de ellos y ellos de mÍ»,
podrá obtener beneficio de los extrañosb. (Si uno dice:) «Conam si obtuviere
algún beneficio de los incircuncisos», le está permítido sacar beneficio de los
incircuncisos de Israel y prohibido obtenerlo de los circuncisos de las nacio-
nes. (Si uno dice:) «Conam si obtuviere algún beneficio de circunciso», le está
CAPÍTULO 4
1. Entre aquel que por voto no puede sacar beneficio alguno de su com-
pañero y aquel otro que por voto no puede comer de lo (de su compañero). no
hay más diferencia que la pisada de los pies 50 y el uso de objetos que no sirven
para preparar en ellos la comida. Si un hombre tiene prohibido por voto no
tomar ningún alimento de su compañero, no debe prestarle ni un cernidor, ni
una criba, ni un molino, ni un horno, aunque sí puede prestarle una camisa, o
un anillo, o un abrigo, o unos aros de nariz, es decir, cualquier objeto que no
obtener de él beneficio alguno antes del año séptimo, puede ir a su campo, pero
no puede comer los frutos. En el año séptimo puede ir y comer.
6. Si uno tiene prohibido por voto no sacar beneficio de su compañero, no
puede prestarle nada ni mmpoco pedirle nada prestado, no puede dejarle dinero
en préstamo ni pedírselo, no puede venderle nada ni tampoco comprarle nada.
Sí le dice: «Préstame tu vaca» y el otro le contesta: «No está libre», a lo cual
aquél replica: «Conam sea mi campo si lo aro con tu vaca alguna vez», en tal
caso, si él lo araba habitualmente, no puede hacerlo, pero los demás sí 60 • Pero sí
él no Jo araba habitualmente, tanto él como cualquier otro no pueden hacerlo.
7. Si uno tíene prohibido por voto sacar beneficio de su compañero y no
tiene nada para comer, el compañero puede acercarse al tendero y decirle: «Fu-
Ianito tiene prohibido por voto sacar beneficio de parte mía y yo no sé ahora qué
hacer». El tendero entonces puede entregarle (alimentos) a aquél y cobrar luego
a éste. Si su casa necesita ser construida o su valla levantada o en su campo hay
que recoger la cosecha, va junto a los trabajadores y les díce: «Fulanito de Tal
tiene prohibido por voto sacar beneficio de parte mía y yo no sé qué hacen>. Los
trabajadores trabajan para aquél y luego vienen a cobrar a éste el jornal.
8. Si (los dos) se encuentran de viaje por el mismo camino (y el que tiene
prohibido por voto no sacar beneficio del compañero) no tiene qué comer,
el compañero puede dar a un tercero (alimentos) a título de regalo y de ellos
podrá comer aquél. Si no les acompaña nínguna otra persona, puede dejar (los
alimentos) sobre una roca o sobre un muro y decir: «Estos (alimentos) quedan
para posesión de quien los quiera)). Entonces el compañero puede cogerlos y
comerlos. R. Yosé, por el contrario, lo declara prohibido.
CAPÍTULO 5
dijeron: «Todo don, del que no puede disponer libremente quien lo recibe, si es
consagrado no se considera como tal ni tampoco como regalo».
CAPITULO 6
pero ¿cuándo es así? Cuando uno dice: «Esta carne me sea prohibida», ya que
cuando uno hace voto de abstenerse de un alimento y éste se mezcla con otro y
le comunica su sabor, también este otro queda prohibido.
7. Si uno hace voto de abstenerse del vino, le está permitido comer un plato
que tenga sabor de vino. Pero si dice: «Conam si gusto de este vino» y cae éste
en el plato de comida, en caso de comunicarle el sabor, le queda prohibido. Sí
uno hace voto de abstenerse de uvas, le está permitido tomar vino. (Si hace vo-
to de abstenerse) de aceitunas, Je está permitido tomar aceite. Si dice: «Conam
sean las aceitunas y las uvas si gusto de ellas», le están prohibidas ellas y lo que
se saca de ellas.
8. Si uno hace voto de abstenerse de dátiles, le está pennitido tomar la miel
de dátiles. (Si hace voto de abstenerse) de uvas invernales, le está pem1itido el
vinagre hecho con ellas. R. Yehudá ben Betera enseña: En todo aquello que es
llamado con el nombre de su origen y de lo que uno hace voto de abstenerse,
queda también prohibido lo que de él se deriva. Los sabios, en cambio, lo de-
claran permitido.
9. Si uno hace voto de abstenerse de vino, le está permitido tomar sidra. Si
de aceite, le está permitido aceite de sésamo. Si de miel, le está permitido miel
de dátiles. Si de vinagre, le está permitido vinagre de uvas de invierno. Si de
puerros, le están permitidos los chalotes. Si de vegetales, le están permitidos
los vegetales silvestres, ya que tiene un nombre especificativo 7°.
1O. (Si uno hace voto de abstenerse) de coles, le están prohibidos los espá-
rragos. Si de espárragos, le están permitidas las coles. Si de habas, le está per-
mitido el potaje. R. Yosé, en cambio, lo declara permitido. Si de potaje, le están
permitidas las habas. Si de potaje, le está prohibido el ajo. R. Yosé, en cambio,
lo declara permitido. Si de ajo, le está permitido el potaje. Si de lentejas, le están
prohibidas las lentejas torrefactas, molidas y preparadas con miel. R. Yosé, en
cambio, lo declara permitido. Si de lentejas torrefactas', molidas y preparadas
con miel, le están pennitidas las lentejas simples. (Si uno dice: «Conam) si
tomo cualquier forma de grano de trigo», le queda prohibido tanto si se trata en
forma de harina o de pan. (Si dice: «Conam) si pruebo cualquier tipo de habai>,
le quedan prohibidas tanto crudas como cocidas. R. Yehudá enseña (que si llllO
dijere): «Conam si gusto habas o trigo», le está permitido masticarlos crudos.
CAPÍTULO 7
respondió: «No encontré más que calabazas»? 71 Les replicó: Así es en verdad.
pero ¿,por qué no le respondió: «No encontré más que legumbres»? Porque las
calabazas están comprendidas en las verduras, mientras que las legumbres no.
Le están prohibidas asimismo las habas egipcias frescas, y permitidas las secas.
2. Si uno hace voto de abstenerse de trigo, le están prohibidas las habas
egipcias secas. Ésta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, enseñan
que sólo le están prohibidas las cinco especies 72 . R. Meír dice: Sí uno hace voto
de abstenerse de los productos del campo, sólo le están prohibidas las cinco
especies. Pero si uno hace voto de abstenerse de trigo, le está prohibido todo,
aunque le están pennitidos los frutos de los árboles y las verduras.
3. Si uno hace voto de abstenerse de vestido, le está permitído llevar saco,
un lienzo o un paño. Si uno dice: «Conam si pongo sobre mí lana>l, puede ves-
tirse con vellones de lana. (Si dice: «Conam) si pongo sobre mí lino», puede
vestirse con borra de lino. R. Yehudá dice: Todo depende (de la intención) del
votante. Si uno iba cargado sudando y despidiendo mal olor, y dice: «Conam si
pongo sobre mí lino o lana», le está permitido vestirse (con ellos), pero prohi-
bido echárselos sobre las espaldasn.
4. Si uno hace voto de abstenerse de su casa, le está permitido usar la ha-
bitación superior. Ésta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, dicen
que la babítación superior está comprendida en la casa. Pero si uno hace voto
de abstenerse de la habitación superior, le está permitido usar la casa.
5. Si uno hace voto de abstenerse de la cama, puede hacer uso de un diván.
Ésta es la opinión de R. Meír. Los sabios, sin embargo, afinnan que el diván
se encuentra comprendido en la cama. Pero si uno hace voto de abstenerse del
diván, le está permitido hacer uso de la cama. Si uno hace voto de no entrar en
una ciudad, sí puede entrar en el área circundante de la ciudad, pero no puede
entrar en sus límites. Sí uno hace voto de no entrar en una casa, no puede entrar
más allá del umbral.
6. (Si uno dice:) «Que estas frutas sean conam para mí», o «que seanconam
en mi boca», o «que sean conam para mi boca», le están prohibidas las cosas
que se han obtenido por su cambio o que han crecido de ellas. (Pero si dice:
«Conam) si las como o si las gusto», puede comer las cosas que se han obtenido
a cambio de ellas o que han crecido de ellas, cuando se trata de plantas cuya se-
milla se consume, pero cuando se trata de plantas cuya semilla no se consume,
le están prohibidos incluso los productos de los mismos productos.
7. Si uno dice a su mujer: «Sean para mí conam las obras de tus manos», o
«conam sean en mi boca», o «conam sean para mi boca>>, le están prohibidas
las cosas obtenidas a cambio de ellas o que han crecido de ellas. (Si dice: «Co-
nam) sí como (de ellas) o si las gusto», le están permitidas las cosas obtenidas
a cambio de ellas o que han crecido de ellas, cuando se trata de plantas cuya
semilla perece, pero si se trata de plantas cuya semilla no perece, le están pro-
hibidos incluso los productos de los productos.
8. (Si un hombre dice a su mujer: «Conam) si como de lo que tú haces
antes de Pascua>), o «sí me visto con lo que tú hagas antes de Pascua», y ella
le hace algo antes de Pascua, le está pennitido comerlo o vestirlo después de
Pascua. (O si le dice: «Conam) si como de lo que tú hagas hasta Pascua», o «si
me visto de lo que tú hagas hasta Pascua>), le está prohibido comerlo o vestirlo
después de Pascua.
9. (Si un hombre dice a su mujer: «Conam) sea todo lo que te beneficies
de mí hasta Pascua sí te vas a casa de tu padre antes de la fiesta» 74 , en caso de
que ella se vaya antes de Pascua, le quedará prohibido sacar beneficio de él
hasta Pascua. (Pero si ella se va) después de Pascua75, (entonces se aplicará e]
precepto) No profanará su palabra 76 • (Si le dice: «Conam) si tú o btíenes algún
beneficio de mi parte hasta la fiesta en caso de que te vayas a casa de tu padre
antes de Pascua», y ella se va antes de Pascua, le está prohibido obtener algún
beneficio de él antes de Pascua, pero le está permitido ir después de Pascua.
CAPÍTLTLO 8
l. (Si uno dice:) «Conam si gusto hoy del vino», sólo le está prohibido
hasta que anochece. (Si dice:) «Esta semana», le está prohibido toda la semana
y el sábado se incluye en la semana pasada 17. (Si dice:) «Este mes», le está
prohibido todo el mes y el comienzo del mes siguiente. (Si dice:) «Este año)),
le esta prohibido durante todo el año y el comienzo del año siguiente. (Sí dice:)
<<Este septenio», le está prohibido durante todo el septenio y el año séptimo
está incluido (en el septenio) que pasó. Sí dice: <<Un día>>, <<una semana», (<un
mes>>, «un año», «un septenio», le está prohibido (contando) de día a día.
2. (Si dice:) «Hasta Pascua», le está prohibido en tanto no llegue; «hasta
que sea Pascua)>, le está prohibido hasta que no pase Pascua; «hasta antes de
Pascua», en este caso dice R. Meír: Está prohibido hasta que llegue. En cam-
bio, R. Yosé dice: Está prohibido hasta que no pase.
3. (Sí dice:) <<Hasta la cosecha», o «hasta la vendimia», o «hasta la recogi-
da de la aceituna», sólo le está prohibido hasta que llega ese tiempo. Ésta es la
regla general: Cuando la cosa tiene un tiempo fijo y dice «hasta que llegue»,
está prohibido hasta que llegue. (Si dice:) «Hasta que sea», le está prohibido en
tanto no sea. Cuando Ja cosa no tiene tiempo fijo, ya diga: <<Hasta que sea», o
ya diga: «Hasta que llegue», sólo le está prohibido hasta que llegue.
4. (Si dice:) «Hasta el verano>), o <<hasta que sea verano», (se entiende)
hasta que Ja gente comienza a traer (los frutos) en los cestos. (Si dice:) «Hasta
que pase el verano», (se entiende) «hasta que los cuchillos no sean retirados» 78 ;
(<hasta la cosecha», (se entiende) «hasta que comienza la gente a recoger la co-
secha del trigo», pero no la cosecha de la cebada. Todo se regula según el lugar
donde se hizo el voto. Si estaba en el monte, como en el monte 7°; si estaba en
la llanura, como en la llanura.
5. (Si uno dice:) «Hasta las lluvias», o «hasta que haya lluvia>), (se entiende)
hasta la caída de las segundas lluvias primaverales. Rabán Simeón ben Gama-
liel dice: «Hasta que llegue el tiempo en el que suelen caer las lluvias primave-
rales». (Si dice:) «Hasta que cesen las lluvias», (se entiende) hasta que termine
todo el mes de Nisán. Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yehudá, en cambio, dice:
Hasta que pase la Pascua. (Si dice:) «Conam si gusto este año el vino» y el año
es declarado intercalar, le está prohibido en el año, y en el mes intercalado. (Si
dice:) «Hasta principios del mes de Adw>, (se entiende) «hasta principio del
primer Adar». «Hasta el fin de Adam, (se entiende) «hasta el fin del primer
Adarn. R. Yehudá enseña (que si uno dice): «Conam si gusto del vino hasta que
sea Pascua», sólo le está prohibido hasta la noche de Pascua, porque no tenía
otra intención que hasta el momento en que la gente suele beber el vino.
6. Si uno dice: <<Conam si gusto la carne hasta que sea el tiempo del ayu-
no», sólo le está prohibido hasta la noche del ayuno, ya que no tenía otra in-
tención que (abstenerse) hasta el momento en que la gente suele comer came80 .
R. Yosé, su hijo, decía: «Conam si como ajo hasta que no sea el sábado», sólo
le está prohibido hasta la noche del sábado, ya que no tenía otra intención que
(abstenerse) hasta el momento en que la gente acostumbra a comer ajo.
7. Si uno dice a su compañero: «Conam si yo obtengo algún beneficio de ti
si tú no vienes y no coges para tus hijos un kor de grano o dos jarras de vino»,
el compañero puede anular el voto sin necesidad de intervención de un doctor
diciéndole: «Lo has dicho para hacerme un honor» y eso 81 es un honor. Igual-
mente, si uno dice a su compañero: «Conam si tú obtienes un beneficio de parte
mía si no vienes y no das para mi hijo un kor de trigo y dos jarras de vino», dice
R. Meír: Le está prohibido en tanto no se lo dé. Los sabios dicen: También éste
puede anular el voto sin necesidad de intervención de un doctor diciendo: «Es
como si Jo hubiera recibido». Le rogaban a uno con insistencia que se casara
con la hija de su hermana y él declaró: «Conam si ella obtiene alguna vez be-
neficio de parte núa». Del mismo modo, si uno divorcia a su mujer diciendo:
«Conam sea mi mujer si obtiene de mí alguna vez beneficio»; en tales casos
ellas pueden obtener beneficio de él, ya que él se refería sólo al matrimonio.
Si uno ruega insistentemente a su compafiero que venga a comer a su casa y el
compañero dice: «Conam sea tu casa si entro en ella», le está permitido entrar
en su casa y beber allí agua fría, ya que sólo se refería a la comida y bebida.
CAPÍTIJLO 9
R. Aquiba y éste declaró obligado (al marido) a entregarle la dote. Éste le dijo:
«Rabí, mi padre dejó ochocientos denarios; mi hermano se quedó con cuatro-
cientos y yo con otros cuatrocientos. ¿No es acaso suficiente que ella se quede
con doscientos y yo con otros doscientos?». R. Aquiba le replicó: Aun cuando
tuvieras que vender los pelos de tu cabeza, tendrías que darle su dote. Aquél
añadió: «Si hubiera sabido que es así, no hubiera hecho el vot@. R. Aquiba
entonces le liberó de la obligación (de cumplir el voto).
6. Se puede hacer la introducción aludiendo a los días festivos y al sába-
do92. Antiguamente se solía decir: En estos días está permitido, mientras que
en el resto está prohibido, hasta que llegó R. Aquiba y enseñó que el voto que
se disuelve en parteª se disuelve enteramente.
7. ¿De qué manera se ha de entender esto? Sí uno dice: «Conam si yo saco
beneficio de cualquiera de vosotros», en caso de que se le permita (sacar bene-
ficio) respecto a uno, lo puede respecto a todos los demás. (Sí dice:) «Conam
sí saco beneficio de éste y de éste», en caso de que pueda hacerlo respecto del
primero lo podrá respecto de todos los demás. Pero sí puede hacerlo con el
último, con éste podrá hacerlo, aunque no con los otros. Si puede hacerlo con
el del medio, puede hacerlo con él y con los que están debajo de él, pero no
con los que están encima de él. (Si dice:) «Corbán si saco beneficio de éste y
corbán sí saco beneficio de aquél», en este caso es necesario abrir (el camino
del an-epentimiento) a cada uno de ellos en particular.
8. (Si uno dice:) «Conam sí gusto el vino, ya que el vino sienta mal al
íntestino» y le dicen: «¿Acaso el víno viejo no hace bien al intestino?», en tal
caso puede tomar el vi.no viejo, pero no sólo el viejo sino cualquier suerte de
vino. (Si llilO dice:) «Conam sí gusto de la cebolla, ya que la cebolla es mala
para el corazón» y otro dice: «Pero la cebolla de Chipre hace bien al corazón>>,
puede tomar cebolla, pero no sólo la cebolla de Chipre, sino cualquier tipo de
cebolla. Ocurrió una vez un hecho (semejante) y R. Meír declaró pennitido
tomar cualquier clase de cebolla.
9. Se puede hacer la introducción refiriéndose al honor personal y al de los
propios hijos. Se le dice: «Si hubieras sabido que el día de mañana dirán de ti:
'Tal es el carácter de Fulanito que se divorcia de sus mujeres' 93 . Y de tus hijas
dirán: 'Son hijas de una divorciada, ¿qué hizo su madre para recibir el divor-
cio?'». Si él dice: «Si hubiera sabido que es así, no habría hecho el voto •>, en
tal caso (su voto) queda disuelto.
10. (Si uno dice:) «Conam si me caso con Fulanita, que es horrenda»,
cuando en realidad es agradable; o <<que es negra», cuando es blanca; o «que
es baja», cuando es alta, puede tomarla, no porque era horrenda y devino agra-
dable, o negra y se hizo blanca, o baja y se hizo alta, si.no porque se trató de
a. en parle: en su generalidad
92. Si hizo voto de ayunar, por ejemplo, tal periodo, pero sin percatarse que coincidían
en él días festivos y sábado.
93. En caso de haber hecho voto de separarse de la mujer.
Ned 10, 1-6 Orden tercero: Mujeres - nashim 404
un voto erróneo. Ocurrió en cierta ocasión que uno hizo voto de no gozar de
la hija de su hermana. Llevaron (a la chica) a casa de R. Ismael y la embe-
llecieron. Luego le dijo R. Ismael al (que habría de desposarla): «Hijo mío.
¿hiciste el voto a causa de ésta?». É.I respondió: (<No». Entonces R. Ismael¡~
declaró permitido (el tomarla como mujer). R. Ismael lloró en aquella ocasión
y exclamó: «Las hijas de Israel son todas agradables, únicamente la pobreza
las afea». Cuando falleció R. Ismael, las hijas de Israel entonaron una lamen-
tación: (<Llorad, hijas de Israel, a R. Ismael». Es dicho asimismo de Saúl:
Llorad, hijas de Israel, a Saú/9 4.
CAPÍTULO 10
94. 2 Sm 1, 24.
95. Prometido en los esponsales.
96. Desde que la pidió el marido para el matrimonio.
405 Los votos - nedarim Ned 10, 7-11, 3
CAPÍTULO 11
l. Estos son los votos que puede anular (el marido): todos aquellos que
implican una mortificación del cuerpo. (Como si dice:) Que me baño o que no
me baño, que me adorno o que no me adorno. R. Yosé afirma que estos votos
no implican una mortificación del cuerpo.
2. Estos son los votos que implican una mortificación del cuerpo. Si ella
dice: «Sean para mí conam todos los frutos del mundo», él puede anularlo.
«Sean para mí (conam) los frutos de esta ciudad», se los traerá entonces de otra
ciudad. (Sí dice:) «Sean para mí (conam) los frutos de este tendero», no puede
anularlo. Si no hubiera para ella otra fuente de sustento que aquél, el marido
puede anularlo. Tal es la opinión de R. Yosé.
3. (Si dice:) «Conam si saco beneficio de cualquier persona», no puede
anularlo, aunque ella puede beneficiarse de la rebusca98, del fruto olvidado99
y de la esquina de tu campo" 1ºc'. (Si dice:) <<Conam los sacerdotes y los levitas
que se beneficien de mí», se lo cogen por la fuerza 101 • (Pero si dice: «Conam)
estos sacerdotes y levitas que se beneficien de mí», otros le pueden coger (los
frutos debidos).
4. (Sí dice:) «Conam que no trabajaré para mi padre)), o <<para tu padre»,
o «para mi hermano», o «para tu hermano», no puede anularlo. «Que no tra-
bajaré para ti», en tal caso no tiene necesidad de anularlo. R. Aquiba dice: Ha
de anularlo, para que no le sobrecargue más de lo que le conviene. R. Yojanán
ben Nurí dice: Ha de anularlo, no sea que se divorcie de ella y quede prohibida
para él.
5. Si su mujer hizo un voto y él piensa que fue la hija o sí hizo un voto la
hija y él piensa que fue la mujer, o si hizo voto de abstención y él piensa que
lo hizo de sacrificio, o si lo hizo de sacrificio y él piensa que lo hizo de absten-
ción, o si hizo voto de abstenerse de higos y piensa que hizo voto de abstenerse
de uvas, o si hizo voto de abstenerse de uvas y piensa que lo hizo de abstener-
se de higos, debe anularlo de nuevo.
6. Sí ella dice: «Conam si gusto de estos higos y de estas uvas», y él 1º2 lo
mantiene para los higos, todo el voto se mantiene. Sí lo anula para los higos, la
anulación no tiene efecto mientras no la extienda también a las uvas. Si dicen:
«Conam si gusto higos, (conam) si gusto uvas>l, se trata en tal caso de dos votos.
7. (Si uno dice:) «Sé que existen votos, pero no sé sí se pueden anular», en
tal caso puede también anularlos. (Pero si dice:) «Sé que se pueden anular, pero
no sé que esto sea un voto», afim1a R. Meír: No puede anularlo. Los sabios, en
cambio, enseñan que puede anularlo.
8. Si uno está impedido por voto a tener cualquier beneficio de su suegro y
éste quiere entregar a su hija dinero, puede decirle: «Mira, este dinero te lo doy
en regalo con tal de que tu marido no pueda disponer de él y te sirva sólo para
tu beneficio».
9. El voto de la viuda o de la divorciada le obliga a ella. ¿Cómo se ha de
entender esto? Sí ella dice: «Me abstendré hasta dentro de treinta dias» 103, aun
cuando vuelva a casarse dentro de los treinta días, el marido no puede anular-
lo. Pero si hizo el voto estando bajo la autoridad del marido, puede anulárselo.
¿De qué manera? Si dice: «Me abstendré hasta dentro de treinta días», aun
cuando enviude o reciba el divorcio dentro de los treinta días, queda anulado.
Si hizo el voto en el día y en el mismo día fue divorciada y vuelta a tomar
como esposa, no puede (el marido) anularlo. Ésta es la norma general: Siem-
pre que ella haya quedado fuera de su dominio, aunque sólo sea una hora, no
puede anularlo.
10. Los votos de nueve clases de jóvenes se mantienen: la adulta 104 huér-
fana105; la niña106 que luego se hace adulta y es huérfana; la niña que todavía
no es adulta, pero que es huérfana; la adulta, a la que le murió el padre; la niña
que (luego) se hizo adulta y a la que le murió el padre; la niña que todavía no
devino adulta y a la que le falleció el padre; la niña a la que le falleció el padre
y después de haber fallecido el padre se hizo adulta; la adulta a la que le vive
todavía su padre; la niña que se hizo adulta y a la que le vive todavía el padre.
R. Yehudá' dice: También si uno casa a su hija menor y ésta enviuda o recibe
el divorcio y vuelve a él 107, continúa siendo considerada como menor.
11. (Si una mujer dice:) «Conam si saco algún beneficio de mi padre o de
tu padre trabajando para beneficio tuyo, o si saco beneficio de ti trabajando
para mi padre o para h1 padre», puede anularlo.
12. Antiguamente se solía decir; Hay tres tipos de mujeres a las que se debe
dar el divorcio y toman para sí la dote debida; la que dice: «Soy impura para
ti))ia 8 , o: «Los cielos están entre yo y tú» 109, o: «Estoy excluida de los judíos,> 110 .
Luego (los sabios) cambiaron de parecer y dijeron: Para que la mujer no ponga
]os ojos en otro y se burle del marido, si dice: «Soy impura para ti», ha de apor-
tar pruebas para sus palabras; o (si dice): «Los cielos están entre yo y tú», se
debe buscar modo de persuadida; o (si dice): «Estoy excluida de los judíos»,
se le anula el voto en Jo referente al marido y continúa sirviéndole, pero quedan-
do excluida para los otros judíos.
a. R. Yehudá: R. 1vfeir
104. Hizo el voto siendo adulta.
105. Huérfana eo la vida del propio padre. Si una menor contrae matrimonio y luego reci-
be el divorcio o enviuda, no pasa a la autoridad del padre, aun cuando continúe siendo menor.
106. Que hace voto siendo menor.
107. A la casa paterna.
108. Si es mujer de sacerdote y afinna que ha sido violada, queda prohibida al marido.
Cf. Ket2, 9.
109. Si el marido es impotente.
11 O. No puede soportar la relación marital.
EL NAZIREATO
(nazir)
El tratado del nazireato contiene las disposiciones en tomo al voto de nazireato, que
es el contenido de la perícopa Nm 6, 1-2 L
El nazir (apartado, consagrado) se obligaba a no probar el vino ni ningún producto
de la vid, como uvas frescas o pasas, pulpa o grano u hollejo de la uva, ni nada que es-
tuviese mezclado con vino o empapado en él. Durante el tiempo que duraba el voto, el
nazir no podía cortarse el pelo. Tampoco podía contraer impureza legal por el contacto
con un muerto, aunque fuese un pariente cercano, como los propios padres o hermanos,
pero exceptuando el caso del muerto que yace abandonado. En ese caso su obligación era
proveer a su entierro y no provocaba la impureza legal. Al finalizar el voto, el nazit tenía
que ofrecer tres sacrificios: un cordero como sacrificio de holocausto, una oveja como
sacrificio por el pecado y un carnero como sacrificio pacifico, aparte de las ofrendas
farináceas y libaciones. Luego se cortaba el pelo y lo arrojaba al fuego, dentro de una
acción sacrificial. A continuación el sacerdote le dejaba mecer ritualmente algunas de las
partes del animal sacrificado. De este modo terminaba su nazireato y podía comenzar a
desarrollar su vida normal.
El nazireato se intenumpía en caso de que el nazir contrajese impureza legal por el
contacto con un muerto, ya fuese voluntaria o involuntariamente. En tal caso, el nazir
tenía que cortar su pelo al séptimo día de haber contraído la impureza, al octavo ofrecía
dos tórtolas como sacrificio por el pecado, dos palominos como holocausto y un cordero
como sacrificio por la culpa. Los días pasados en el nazireato no eran computados y tenía
que comenzar de nuevo la cuenta según la duración que había prometido en el voto.
Este tratado podría tener mejor cabida en el quinto orden mísnico, Qodashirn. La
razón de estar incluido en el tercer orden, nashim o de las mujeres, se debe a la circuns-
tancia de que el nazireato es un voto y ese voto puede ser anulado por el marido cuando
lo ha realizado la esposa o por el padre cuando lo ha realizado la hija. Por esta conside-
ración ha encontrado este tratado cabida dentro del tercer orden misnico.
El tratado contiene nueve capítulos:
Cap. 1: Formulas del voto del nazireato. Nazireato perpetuo y nazireato de Sansón.
Cap. 2: Qué votos de nazireato son válidos; conjunción de dos nazireatos.
Cap 3: Compleción e interrupción del nazireato, testimonio sobre el voto realizado.
Cap. 4: Anulación del voto o imposición.
Cap. 5: Consagración errónea de un objeto y su aplicación en el nazireato.
Cap. 6: Qué cosas están prohibidas al nazir, sacrificios que ha de realizar en la inte-
rrupción o en la compleción del nazireato.
Caps. 7-8: Impureza legal del nazir por contacto con un muerto.
Cap. 9: Nazireatos de una mujer, esclavo o pagano, disquisición sobre el nazireato
de.Samuel.
Naz 1, 1-5 Orden tercero: 1\1ujeres - nashim 410
CAPiTULO 1
CAPÍTULO 2
CAPiTIJLO 3
l. Si uno dice: «Seré nazin>, puede cortarse el pelo el día treinta y uno. Si se
lo corta a los treinta días, cumplió con su obligación. Pero si dice: «Seré nazir
treinta días» y se lo corta el día trigésimo, no cumplió con su obligación.
2. Si uno ha hecho voto de doble nazireato, puede cortarse el pelo la pri-
mera vez el día trigésimo primero, y la segunda vez el día sexagésimo primero.
Si se lo corta la primera vez el día trigésimo, puede cortárselo la segunda vez
el día sexagésimo. Si se lo corta el dia sexagésimo menos un dia, cumple con
la obligación. Éste es el testimonio que depuso R. Papías acerca de uno que
había hecho voto de dos nazireatos que, si se cortó el pelo la primera vez el
día trigésimo, puede cortárselo la segunda vez el día sexagésimo. Pero si se lo
corta el día sexagésimo menos un día, cumple con su obligación, porque el día
trigésimo entra en la cuenta.
3. Si uno dice: «Seré nazir» y contrae impureza el día trigésimo, anula
todo. R. Eliezer enseña: Sólo hace nulo siete días. {Si dice:) «Seré nazir treinta
días», en este caso, si contrae impureza en el día trigésimo anula todo.
4. (Si dice:) «Seré nazír cien días», y contrae impureza el día centésimo,
anula todo. R. Eliezer señala: Solo anula treinta días. Si contrae impureza el día
centésimo primero, anula treinta días. R. Eliezer enseña: Solo anula siete días.
5. Si uno hace voto de nazireato núentras está en un cementerio, incluso
aun cuando estuviere allí treinta días, no comienzan a contársele y no ha de
ofrecer el sacrificio por la impureza'~. Pero si lo abandona y vuelve a entrar, se
le cuenta y ha de ofrecer un sacrificio por la impureza. R. Eliezer dice: No, sí
ocurre en el mismo día, ya que está escrito: Caerán los primeros días 19 , es decir,
sólo cuando se le pueden computar días precedentes.
6. Si uno ha hecho voto de un largo nazireato y lo cwnple y luego entra en el
país (de Israel), la escuela de Samay enseña: Será nazir treinta días. La escuela
de Hilel, en cambio, dice: Será nazir desde el principio. Ocunió a la reina Ele-
na1º que su hijo se fue a la guerra y dijo: «Si mi hijo vuelve salvo de la guerra,
seré nazir siete años>). Volvió su hijo de la guena y fue nazir durante siete años.
Al cabo de los siete años vi.no a Israel y la escuela de Hilel le indicó que tenía
que ser nazir todavía otros siete años más. Al cabo de esos siete años contrajo
impureza y resultó que estuvo de nazir veintiún años. R. Yehudá díce: No estuvo
de nazir más que catorce años.
7. Si dos pares de testigos deponen testimonio sobre una persona y unos
dicen que hizo voto de cumplir dos nazireatos y otros que hizo voto de cinco,
enseña la escuela de Samay que estando desacordes los testimonios no hay
lugar a ningún nazireato. La escuela de Hilel, en cambio, afirma: Dentro de los
cinco se contienen los dos, de ahí que debe cumplir con dos (nazireatos).
CAPÍTULO 4
18. El sacrificio por la impureza tiene lugar ctiando se intermmpe el nazireato. lo que no
ocurre aquí.
19. Nm6,12.
20. Reina de Adiabene, hacia el año 40 de la era común.
21. De su voto.
Naz 4, 2-5 Orden 1ei-cero: 1\1ujeres - nashim 414
CAPÍTULO 5
29. Eo el apartamiento del diezmo del ganado se dejaba a los animales ir pasando de uno
en uno y el décimo era señalado con una vara (Lv 27, 32).
30. Por haber hecho el voto dependiente de \mas circunstancias sobre las que no tenía
certeza.
31. De modo que no es reconocible el viandaote.
32. Sobre la que subsiste duda acerca de si pertenece al ganado doméstico o a las bestias
salvaJes.
417 El nazireato - nazir Naz 6, 1-5
CAPÍTULO 6
tados. Si se rasuró después del holocausto o después del sacrificio pacífico que
no habían sido nominados, y luego ofreció sacrificios bajo su nombre, su rasu-
ramiento no es válido y sus sacrificios no le son computados. R. Simeón ense-
ña: Aquel sacrificio no se cuenta, pero el resto de los sacrificios sí. Si se rasuró
después de los tres sacrificios y uno de ellos resultó válido, su rasuramiento es
válido y ba de ofrecer luego el resto de los sacrificios.
11. Sí uno por el que ha sido vertida la sangre de uno de los sac1ificios
contrae impureza, dice R. Elíezer: Invalida todo46 • Los sabios, en cambio, afir-
man: Ha de ofrecer el resto de los sacrificios cuando esté purificado. Le dijeron:
Ocurrió a Miriam de Tadmor que vertieron por ella la sangre de un sacrificio y
vinieron a comunicarle que su hija estaba enfenna. Ella fue y la halló muerta 47 •
Los sabios decidieron que ofreciese los otros sacrificios tras haberse purificado.
C..\PlTULO 7
3. Por razón del techo (que puede haber ofrecido el ramaje tupido de un ár-
bol bajo el cual había un trozo de cadáver), por unas ruinas48 , por el espacio de
separación (que circunda a la sepultura), por un país de gentiles49 , por la piedra
que cierra la tumba, por la piedra (de la tumba) en la que se apoya, por un cuar-
to (de lag) de sangre, por (el contacto) con una tíenda50, por un cuarto (de kab)
de huesos, por objetos que han tocado a un muerto, por los días que le contaron
o por los días que debió complementar, por todas estas cosas el nazir no ha de
cortarse el cabello, pero ha de hacerse asperjar el día tercero y el séptimo; no
invalida con ello los días precedentes. Comienza a contar inmediatamente51 y
no tiene que ofrecer un sacrifico52 . Con razón afinnaron que los días del que
sufre o de la que sufre flujo 53 y los días del encerramiento del leproso54 han de
ser contados 55 • ·
CAPITULO 8
1. Si una persona dice a dos nazireos: «He visto que uno de vosotros ha
contraído impureza, pero no sé cuál de vosotros ha sidm>, ambos se cortarán el
cabello 56 y ofrecerán57 un sacrificio de impureza y otro de pureza. Uno dirá: «Si
yo soy el impuro, el sacrificio de impureza sea mío y el sacrificio de pureza sea
tuyo, pero si yo fuere el puro, el sacrificio de pureza sea el mío y el de impureza
CAPÍTULO 9
l. Los gentiles no están sujetos al voto del nazireato. Las mujeres y los
esclavos sí que pueden estarlo. Se aplica mayor severidad a las mujeres que
a los esclavos, ya que se puede forzar al esclavo ( a beber vino), pero no a su
propia mujer. Se aplica mayor severidad a los esclavos que a las mujeres, ya
que puede anular el voto de su mujer, pero no el voto de su esclavo. Si anula el
voto de su mujer, lo anula de modo definitivo. Pero si anula el voto del esclavo
Y éste adquiere la libertad, ha de temlinar de cumplir el voto de nazireato. Si
huyó (de su dueño), R. Meír dice: No puede beber (vino). R. Yosé, en cambio,
afinna: Sí puede beber.
Naz 9, 2-5 Orden tercero: Afujeres - nashim 422
Este tratado describe el procedimiento que había que seguir con !a mujer sospe-
chosa de adulterio, desarrollando las disposiciones de Nm 5, 11-3 L Cuando el marido
tenía sospecha de que su mujer le había sido infiel, fundamentada en una conducta no
transparente por parte de ella, la llevaba ante el sacerdote para someterla a la p111eba de
las aguas amargas. El sacerdote la conjuraba imprecando que, si la mujer no tenia culpa,
superase felizmente la prueba del agua y, sí era culpable, que pereciese presa de dolo.res
a consecuencia de ella. En el agua que se le daba a beber se había diluido tierra del suelo
del Templo y la tinta de la escritura de las maldiciones. El marido ofrecía una oblación
de cebada.
En el Código de Hammurabi hay precedentes a esta práctica hebrea. Ali[ se dice que
si coue fama de la infidelidad de la mujer, ésta, por el amor al marido, debería someterse
a la ordalía del agua. La esposa era arrojada a la corriente del Éufrates. Si salía con vida,
era considerada inocente, pero si perecía, era tenida por culpable. En Israel la prueba de
las aguas amargas debió de ser raramente practicada y sólo se aplicaba a las sospechosas
adúlteras, no a las que confesaban y declaraban su culpabilidad.
La razón de estar unidos los dos tratados, nazi.reato y sospechosa adúltera, se debe,
según la aclaración de la Guernará, al hecho de que las leyes concernientes a ambos
extremos se encuentran situadas una tras otra en el texto bíblico (Nm 5, ll-31; 6, 1-21 ).
El tratado tiene nueve capítulos:
Cap. 1: Disposiciones en torno a la verificación de la sospecha, admonición a la
mujer, prohibición de relaciones maritales y de degustación de la ofrenda hasta la reali-
zación de la prueba, el tribunal ha de urgir a la esposa la confesión de su culpa.
Caps. 2-3: Oblación que ha de ofrecer la sospechosa adúltera, las aguas amargas,
diluimiento de los textos de maldición en el agua, efectividad del agua, diferencias entre
hombre y mujer respecto a las leyes.
Cap. 4: Cuándo no se han de dar a beber las aguas amargas.
Cap. 5: Consecuencias de la prueba para el adúltero, disposiciones emanadas por
tanaitas en un mismo día (cuando R. Eleazar ben Azarías fue nombrado presidente del
tribunal).
Cap. 6: Testimonios acerca de la infidelidad de la mujer.
Cap. 7: Qué es lo que se puede decir en cualquier lengua y qué es lo que se ha de
decir sólo en hebreo en la conjuración de la sospechosa adúltera.
Cap. 8: Alocución del sacerdote al ejército que va a la batalla, quiénes participan en
la batalla y quiénes no.
Cap. 9: Desnucamiento de la vaca roja a causa de un asesinato de autor desconocido,
leyes que por diversos motivos han dejado de practicarse, cualidades extraordinarias que
han adornado a diversas personalidades, tiempo de la venida del Mesías.
Sot l, 1-4 Orden tercero: Nfu;eres - nashim 424
CAPiTIJLO 1
l. Si uno tiene celos I por su mujer, dice R. Eliezer: Debe declararle sus
celos delante de dos testigos2 y le hace tomar la bebida 3 basándose en el tes-
timonio de un testigo o de si mismo4. R. Yehosúa ensefia que ha de declararle
sus celos delante de dos testigos y que ha de constringirla a tomar la bebida
basándose en el testimonio de dos testigos.
2. ¿Cómo ha de declararle sus celos? Ha de decirle delante de los testigos:
«No hables con Fulanito de Tal». Si habla ella con él, todavía le estará pennitido
ir a su casa 5 y comer de la ofrenda6. Pero si entra con él en un lugar oculto y
permanece con él el tiempo suficiente como para hacerse impura 7, le está prohi-
bido ir a su casa y comer de la ofrenda. Si (el marido) muere 8, ha de realizar la
ceremonia de quitar el zapato y no puede contraer matrimonio de levirato.
3. Las siguientes mujeres 9 no pueden comer de la ofrenda: la que dice (a su
marido): «Soy impura para ti>>w, aquella de la que dos testigos testimonian que
es impura; la que dice que no habrá de beber; aquella cuyo marido no quiere
constringirla a beber; aquella cuyo marido tiene contacto 11 con ella durante el
camino 12• ¿Cómo ha de tratarla? La conducirá al tribunal de justicia del lugar
que pondrá a su disposición dos discípulos de los sabios para evitar que él
tenga unión sexual con ella durante el camino 13. R. Yehudá afirma: El marido
es digno de crédito respecto a ella.
4. La llevaban al tribunal supremo de Jerusalén y allí trataban de atemori-
zarla como se hace asimismo con los testigos de una pena capita1 4, diciéndo- 1
le: <<Hija mía, mucho (pecado) aporta el vino, mucho la risa, mucho la juven-
tud, mucho los malos vecinos; hazloª 15 por el nombre de Dios, que está escrito
con santidad, para que no sea borrado por el agua». Se le dicen además otras
cosas 16 que no serían dignas de ser oídas ni por ella ni por toda la familia de la
casa de su padre.
a. hazlo por el nombre ... agua: no hagas que su gran Nombre, que está escrito en san-
tidad, se borre por el agua
l. Sí la amonesta a causa de los celos por razón del trato que ella tiene con otro hombre.
2. Condición para poder elevar contra sí la acusación de sospecha (Nm 5, 12ss).
J. El agua de la maldición (Nm 5, 17).
4. Testificando que después de la amonestación la mujer y aquel hombre se han .recluí"
do en un lugar apartado.
5. Tener relaciones conyugales con su marido.
6. En caso de ser mujer de sacerdote.
7. Para realizar un acto sexual.
8. Antes de ser sometida a la prueba del agua de la maldición.
9. Esposas de sacerdotes, sospechosas de adulterio.
10. Reconociendo su adulterio.
11. Relación sexual.
12. Mientras se dirigen al juicio.
13. En el viaje a Jerusalén, donde tiene lugar la prueba de las aguas amargas.
14. Cf. San 4, 5.
15. Reconociendo la verdad.
16. Relatos y ejemplos de personas que confesaron su culpabilidad.
425 La sospechosa adúltera - sotó Sot 1, 5-9
s. Si ella dice: <<Soy impura», declara por escrito haber recibido su dote 17
y se va 13• Pero si dice: <<Soy pura», se la lleva a la pue11a oriental que está a la
entrada de la puerta de Nicanor, puesto que era allí donde se hacía tornar la be-
bida a las sospechosas adúlteras y donde se purificaba a las parturientas y a los
leprosos. Un sacerdote la prendía por los vestidos y, sí se desgarraban, quedaban
desgarrados; si se deshacían, quedaban deshechos, hasta que le descubría el
pecho y Je soltaba el cabello. R. Yehudá enseñaba: Si su pecho era hennoso, no
se lo debía descubrir, y si su cabello era hennoso, no se lo debía soltar.
6. Si estaba vestida con vestidos blancos, se la vestía de negro; si tenía
puestos objetos de oro, cadenas, aros, pulseras, se las quitaban a fin de afearla.
Después se le traía un cinturón egipcio y se le ceñía por encima de los pechos 19•
Todo el que quería verla podía hacerlo, a excepción de sus siervos y siervas,
ya que su corazón se hace altanero coi;i ellos. Todas las mujeres tenían permiso
para verla, ya que está esc1ito: Y escarmentarán todas las mujeres y no imita-
rán vuestras infamias 20 •
7. Con la medida que el hombre mide será medido. Se embelleció a sí mis-
ma para cometer una acción inmoral y Dios la afeará. Se desnudó para el peca-
do y Dios la desnudará ahora. Inició la transgresión primeramente con los mus-
los y Juego con el vientre, por eso debe ser azotado primero el muslo y luego el
vientre 21 • Pero el resto del cuerpo tampoco quedará a salvo.
8. Sansón se fue detrás de sus ojos, por eso los filisteos le atravesaron los
ojos, como está escrito: Lo apresaron los filisteos y le atravesaron los ojosn.
Absalón se pavoneaba de su cabello, por eso quedó pendido por él. Debido a
que tuvo unión sexual con las diez concubinas de su padre, le dieron diez lanza-
das, como está escrito: Lo rodearon diez hombres de la guardia de Joab 23 • De-
bido a que robó tres corazonesª, a saber, el corazón de su padre, el corazón del
tribunal y el corazón de Israel, como está escrito: Absalón robó los corazones
de los hombres de Jsraefl4; por eso le clavaron tres dardos, como está escrito:
Cogió tres dardos en su mano y los afincó en el corazón de Absalón 25 .
9. Lo mismo cuando se trata de algo bueno. Miriam esperó a Moisés una
hora, como está escrito: Estaba ella de pie a lo lejos 26 ; por eso se retuvo el pue-
blo a causa de ella siete días en el desierto, tal como está escrito: El pueblo no
partió hasta que no se reíntegró Miriam 21 ; José mereció enterrar a su padre y no
hubo entre sus hermanos nadie más grande que él, tal como está escrito: Subió
José a enterrar a su padre y subieron con él carros y caballeros 28 • Quién es para
nosotros más grande que José, que no se ocupó29 de él más que Moisés. Moisés
mereció (recoger) los huesos de José y no hubo en Israel nadie mayor que él, tal
como está escrito: Moisés tomó los huesos de José consigo 30• Quién más grande
que Moisés, del que no se ocupó más que Dios, tal como está escrito: Lo enterró
en el valle3 1• Pero no se dijo así sólo de Moisés, sino de todos los justos, ya que
está escrito: Tu justicia irá delante de ti y la gloria del Seiior te recogerá 32 .
CAPÍTULO 2
CAPlTULO 3
C'i.PtTULO 4
54. Sacrificios por el pecado y por la culpa, sacrificios pacíficos por la congregación.
55. Si es leproso (Lv 13, 45).
56. Naz 4, 6.
57, Puede ofrecer el sacrificio adjunto al corte del cabello por el nazireato del padre.
58, Después de haber sido ejecutado (Dt 21, 22).
59. Ex 22, 2.
60. Nm5, 29.
61. Se enumera una serie de matrimonios prohibidos.
62. Algunos interpretan: o beben o, en caso contrario, no reciben la ketubá.
63. Pasados dos años.
Sot4,4-5,3 Orden tercero: Mujeres - nashim 430
CAPÍTULO 5
l. Del mismo modo que el agua pone a prueba a la mujer, así también el
agua pone a prueba al varón (adúltero), tal como está escrito: Entmron, y de
nuevo: Entraron65 . Del mismo modo que ella queda prohibida para su marido,
así queda prohibida para el amante, como está escrito: Se hace impura, y de
nuevo: Se hace ímpura66 . Tal es la opinión de R. Aquiba. R. Yehosúa dice: Así
comentaba Zacarías ben Kasab. Rabí dice: De las dos veces que se dice en la
pericopa Si se hace impura, si se hace impura, una se refiere al marido y la otra
al amante.
2. En aquel mismo día67 hizo R. Aquiba el siguiente comentario: Si en un
recipiente de arcilla cae algo en su interior, todo lo que hay en su interior se
hará impuro" 8• No dice: «Es impuro», sino: «Se hará impuro», es decir, hará
impuros a otros; enseña que un pan con segundo grado de impureza convierte
a otro impuro en tercer grado de impureza. R. Yehosúa exclamó: ¡Quién te
quitará el polvo de tus ojos, Rabán Yojanán ben Zakay!, porque estás diciendo
que otra generación declarará pirro el pan con tercer grado de impureza debido
a que no hay pasaje de la Torá que diga que es impuro. ¿Acaso no es Aquíba, tu
discípulo, el que trae un verso de la Torá para decir que es impuro, ya que está
escrito: Todo lo que está en su interior se hará impuro?
3. En aquel mísmo día hizo R. Aquiba el siguiente comentario: Mediréis
desde el exterior de la ciudad a levante dos mil codos 69 . Otro texto dice: Desde
el muro de la ciudad haciafaera, mil codos a la redonda 70 . No es posible de-
cir mil codos cuando acaba de decir precisamente dos mil, ni tampoco es po-
sible decir dos mil codos cua• do ha dicho mil. ¿Cómo se ha de entender es-
to? Mil codos de terreno 71 y dos mil codos de zona (permitida) para el sábado.
R. Eliezer ben R. Yosé el Galileo decía: Mil codos de terreno y dos mil codos
de campos y viñas.
4. En aquel mismo día hizo R. Aquiba el siguiente comentario: Entonces
entonaron Moisés y los israelitas un cántico al Señor exclamandol2_; y no ense-
ña qué exclamaron. ¿Qué significa «exclamaron>,? Significa que los israelitas
repetían tras Moisés cada una de sus palabras, tal como se recita elHale/ 13; por
eso está escrito: exclamando. R. Nehemías decía: Tal como se recita el Oye,
Jsrael 14 y no tal como se recita el Hale!.
5. En aquel mismo día, R. Yehosúa ben Hircanos hizo el siguíente comen-
tario: Job sirvió al Señor, bendito sea, sólo por amor, ya que está escrito: Aun•
que me matara, esperaría en é/ 15 • Todavía la cosa está dudosa. ¿(Significa)
que esperaré en él o no esperaré? Pero la Escritura dice: Hasta que perezca no
retiraré mi inocencia de mí 76, lo que enseña que lo hizo por amor. R. Yehosúa
exclamó: ¡Quién te quitará el polvo de tus ojos, Rabán Yojanán ben Zakayl,
puesto que has estado siempre haciendo la siguiente exposición: Job no sirvió
al Señor sino por temor, tal como está escrito: Hombre perfecto y recto, teme-
roso de Dios, que se aparta del ma/77 • ¿Acaso Yehosúa no es discípulo de un
discípulo tuyo el que enseña abora que lo hizo por amor?
CAPÍTULO 6
CAPÍTUL07
102. Dt 26, 5.
103. Dt 27, 14.
104. Dt 25, 9.
105. Dt 11, 30.
106. Jos 8, 33.
107. Cf. Dt27, 15.
108. Dt 27, 15.
l09. Según está dividida en el texto de Nm 6, 24-26. Al fin de cada verso e! público
respondía (<Amén», mientras que en el Templo no.
110. Lv 9, 22.
Sot 7, 7-8, 1 Orden tercero: i\1ujeres - nashim 434
CAPÍTULO 8
Jengua santa. Les dirá: Escucha, Israel, hoy vais a entablar batalla con vuestros
enemigos 124, no con vuestros hermanos, no Judá contra Simón ni Simón contra
Benjamín, que si cayerais en sus manos tendrían misericordia de vosotros, tal
como está escrito: Designaron expresamente a algunos para que se hiciesen
cargo de los cautivos. A los que estaban desnudos los vistieron con trajes y
sandalias del botín; luego les dieron de comer y beber, los ungieron, montaron
en burros a los que no podían caminar y los llevaron a Jericó, la ciudad de las
palmeras, con sus hermanos. A continuación se volvieron a Samaría 125 • Voso-
tros vais a ir contra vuestros enemigos que no tendrán misericordia de vosotros
si caéis en sus manos. No desmaye vuestro corazón ni temáis ni os asustéis.
No desmaye vuestro corazón por los relinchos de los caballos y el refulgir de
las espadas. No temáis por la colisión de las corazas ni por la multitud de los
soldados. No os asustéis por el estrépito de los cuernos. No perdáis el ánimo
por los gritos de gue1rn, porque el Señor vuestro Dios está con vosotros 126 •
Ellos vienen con la fuerza de la carne y de la sangre, pero vosotros con la de
Dios. Los filisteos vinieron con la fuerza de Goliat. ¿Cuál fue su fin? Al final
cayó por la espada y con él cayeron todos los demás. Los amonitas vinieron
con la fuerza de Sobak. ¿Cuál fue su fin? Al final cayó por la espada y con él
cayeron todos los demás. Pero vosotros no estáis en la misma situación. Porque
el Señor vuestro Dios está con vosotros para combatir en favor vuestro. Éste
es el campamento del arca santa.
2. Los oficiales hablarán al pueblo diciendo: Si uno ha construido una
casa nueva y todavía no la ha dedicado, que se retire y vuelva a su casal 27.
Da igual que baya construido una casa para la paja, o para el ganado, o para
la leña, o para depósito, y da lo mismo que la haya construido, o comprado, o
heredado, o que la haya recibido como regalo. Si uno ha plantado una viña y
no ha gozado de ella 12ª. Da igual que haya plantado una viña o cinco árboles
frutales, incluso de las cinco especies diferentes, y da lo mismo que los haya
plantado, o que los haya puesto en tierra doblados, o que los haya injertado,
y es igual el que los compra como el que los recibe en herencia o como un
regalo. Si uno se ha desposado con una mujer ... 11 ? Es igual que haya contraí-
do esponsales con una virgen, o con una viuda, o incluso con la cuñada que
esperaba contraer el matrimonio del levirato. Si oyere incluso que su hermano
ha muerto en la guerra 130, puede volverse. Todos éstos, al escuchar las palabras
del sacerdote cuando ya estaban en las filas del ejército dispuesto para la ba-
talla, podían retirarse, pero debían proveer (al ejército) con agua y alimentos,
y reparar los caminos.
124. !bid.
125. 2Cr28, 15.
126. Dt 20, 4.
127. Dt20, 5.
128. Dt20: 6.
129. Dt20, 7.
130. Adquiriendo con esto la situación de l~ir.
Sot 8, 3-5 Orden tercero: Jvfujeres - nashim 436
131. Tal vez se refiere a una porleria donde el portero permanece de modo accidenta\.
132. En latín, exedra, un patio abierto que antecede a la casa.
133. O galería que, a través de una escalera, comunica de los pisos de la casa al palio.
Estas edificaciones no se pueden considerar como lugares habituales de residencia.
134. Que no producen fruto.
135. Sólo puede volverse el que recibe una mujer «nueva» para él.
136. En todos estos casos no vuelven porque se trata de matrimonios prohibidos.
137. Porque no vale para él como casa «nueva» (Dt 20, 5).
138. Las casas de ladrillo en la arenosa llanura de Saróo tenían poca consistencia y había
que reedificarlas al menos cada siete años.
139. O la adquirió por otro modo.
140. En el cuarto año de su plantación (Lv 19, 24).
141. Contrayendo el matrimonio del levirato.
142. Dt 24, 5.
143. Lo mismo aplican los sabios al que adquirió una casa o W1a viña.
144. Dt 20, 8.
145. La diferencia entre R. Yosé el Galileo y R. Yosé estriba, según la Guemará, en que,
de acuerdo con el primero, basta transgredir un precepto rabínico para volverse, mientras que,
437 La sospechosa adúltera - sotá Sot 8, 6-9, 3
C."J'íTULO 9
a. hijo. casa
J55. Según R. Elíezer, la sede de la vida es el ombligo, y según R. Aquiba, la nariz.
156. Cuya única función era la de medir.
157. La más cercana al cadáver.
158. Como la bacía inválida para el sacrificio.
159. Dt21,4.
160. Ya que estos trabajos son independientes de la tierra misma.
l 61. Puesto que en caso contrario podrían ser responsables de la muerte.
162. Dt21,5.
163. Dt 21, 8.
164. Como a cualquier animal profano.
165. No puede ser comida.
166. Todo el rito dejaba de celebrarse cuando alguien conocía al mitor de los hechos.
167. Famoso bandido, miembro del grupo celota (Josefo Flavio, Bel/. Jud. 11, 12, 4; 13, 2).
439 La so.spechosa adúltera - sotá Sot9,10-J4
cesaron ( de suministrar) las aguas amargas. Fue Rabán Yojanán ben Zakay quien
las hizo cesar, pues está escrito: No castig,wé a vuestras hijas por sus desho-
nestidades ni a vuestras nueras por sus adulterios ... 168 Cuando murieron Yosé
ben Yoezer de Sereda y Yosé ben Yojanán 169 de Jerusalén cesaron los racimos 170 ,
como está escrito: No quedan racimos que come,; higos que desea mi ser 171 •
10. El Sumo Sacerdote Yojanán 172 abolió la confesión del diezmo 173 • Tam-
bién terminó con aquellos que tenían la misión de despertar 174 y de golpear 175 •
Hasta sus días batió el martillo en Jerusalén 176 • En su tiempo nadie necesitaba
preguntar {sí un fruto) era de diezmo dudoso.
11. Cuando cesó el sanedrín, cesó el canto en los festines, como está escri-
to: No beberéis vino con cánticos ... 177
12. Cuando murieron los profetas primeros, cesó el urim y el tummin 178 •
Cuando fue devastado el Templo, cesó el samir 17 ~ y la miel pura, se acabaron
los hombres fieles 180 , como está escríto: Sálvanos, Señ01; que se acabó eljus-
to181. Rabán Simeóo ben Gamaliel decía en nombre de R. Yehosúa: Desde el
día en que fue devastado el Templo no ha habido un día sin maldición, el rocío
no ha caído para bendición y los frutales han perdido su sabor. R. Yosé decía:
Los frutos perdieron también su grosor.
13. R. Simeón ben Elazar decía: (Cuando cesó) la pureza, cesó el sabor y e I
buen olor (de los frutos); (cuando cesaron) los diezmos, cesó el grosor del gra-
no. Los sabios decían: La deshonestidad y los sortilegios terminaron con todo.
14. Con la guerra de Vespasiano se prohibieron la corona del novio 182 y los
tambores 183 • Con la guerra de Tito se prohibió el uso de las coronas a las novias
y que se enseñara griego al propio hijo 1&4. En la última guerra 1'' 5 se prohibió que
168. Os 4, 14.
169. Constituyen ambos el primer par de sabios nombrados en Ab 1, 4.
170. Expresión bíblica para significar a los sabios más sobresalientes.
171. Miq 7, l.
172. Yojanán Hircano, príncipe macabeo y Sumo Sacerdote.
173. La razón de !a abolición se basaba en la circunstancia de que desde Esdras sólo
se daban las primicias a los sacerdotes, no a los levitas. De ahí que no tuviera sentido una
fórmula donde se dec.ía que se entregaban también a los levitas (Dt 26, 13).
174. Los levitas solían incluir en el canto cotidiano el verso: ((¡Despierta, Señor! ¿Por
qué duermes'J¡¡ (Sal 44, 24). Fue suprimido para evitar alusiones blasfemas.
175. Antes de sacrificar al animal se le hacía un corte entre los cuernos para que la
sangre fluyese sobre los ojos y fuera más fácil abatirlo. Según otra explicación, se golpeaba
al animal con bastones.
J 76. En los días semifestivos. É.J prnhibió el trabajo artesano en tales días.
177. Is 24, 9. El general romano Gabinio puso fin a la autoridad del gran sanedrín a
mediados del siglo Ta.C.
178. Oráculo divino (Ex 28, 30).
179. Un extraordinario gusano con el cual se grababan en las piedras del efod los nom-
bres de las tribus israelitas.
180. Hombres caracterizados. según la Guemará, por su gran confianza en Dios.
181. Sal 12. 2.
182. Cf. Cant 3, 11.
183. Que se usabaa en las bodas.
184. Según la Guemará, la filosofia griega.
185. En el periodo de Bar Kokba.
Sot 9, 15 Orden tercem: Mujeres - nashím 440
la novia saliera bajo baldaquino por medio de la ciudad. Pero nuestros doctores
permitieron que la novia saliera con el baldaquino por medio de la ciudad.
15. Con la muerte de R. Meír se temtinaron los narradores de parábolas.
Con la muerte de Ben Azay se acabaron los estudiosos. Con la muerte de Ben
Soma cesaron los expositores (de la Escritura). Con la muerte de R. Yehosúa se
acabó la bondad en e! mundo. Con la muerte de Rabán Simeón ben Gamaliel
llegó la langosta y se multiplicaron las desgracias. Con la muerte de R. Elazar
ben Azarías se fue la riqueza de los sabios. Con la muerte de R. Aquiba cesó la
glo1ia de la Toráª. Con la muerte de R. Janina ben Dosa se acabaron los hombres
activos (en el bien). Con la mue1te de R. Yosé el Mínimo cesaron los justos. ¿Por
qué se le llamó el Mínimo? Porque era el mínimo de los justos. Con la muerte de
Rabán Yojanán ben Zakay cesó el brillo de la sabiduría. Con la muerte de Rabán
Gamaliel el Viejo cesó la gloria de la Torá y pereció la pureza y la abstinencia.
Con la muerte de R. Ismael ben Pabi cesó el brillo del sacerdote. Con la mue1te
de Rabí cesó la modestia y el temor al pecado. R. Pinjas ben Yaír decía: Después
que fue devastado el Templo, los colegas y los hombres libres estaban avergon-
zados e iban con la cabeza cubierta, se debilitaron los hombres activos ( en el
bien) y se fortalecieron los violentos y deslenguados. No había quien expusiera
ni quien buscara ni quien preguntara. ¿En quién podemos apoyamos? En nuestro
padre que está en los cielos. R. Eliezer el Grande decía: Desde el día en que fue
devastado el Templo comenzaron los sabios a ser como escribas (maestros de
escuela), y los escribas como servidores de la sinagoga, y los servidores de la
sinagoga como la gente del pueblo, y la gente del pueblo se va empobreciendo y
no hay nadie que busque. ¿En quién habrá que apoyarse? En nuestro padre que
está en los cielos. En la cercanía (dela venida) del Mesías, la insolencia crecerá,
la carestía llegará al máximo grado; la vid dará su fruto, pero el vino será caro. El
reino se pasará a la herejía y no habrá nadie que reprenda. La casa de reunión se
conve1tirá en casa de prostitución. Galilea será devastada y Gablán 186 desolada.
La gente de los confines circulará de ciudad en ciudad y no hallará gracia. La
sabiduría de los escribas se corromperá, los temerosos del pecado serán despre-
ciados, la verdad estará ausente. Los jóvenes dejarán lívidos a los ancianos; los
ancianos deberán servir a los menores. El hijo deshonrará al padre, la hija se
alzará contra su madre, la nuera contra la suegra, los enemigos serán los propios
familiares. La faz de esta generación será como la de un perro. El hijo no tendrá
vergüenza del padre. ¿En quién habremos de apoyamos? En nuestro padre que
está en los cielos. R. Pinjas ben Yaír decía: El trabajo asiduo trae la inocencia, la
inocencia la pureza, la pureza la abstinencia, la abstinencia la santidad, la santi-
dad la modestia, la modestia el temor del pecado, el temor del pecado la piedad,
la piedad el espíritu santo, el espíritu santo la resurrección de los muertos, la
resurrección de los muertos vendrá con Elías, de bendita memoria. Amén.
CAPÍTULO 1
l. Si uno 1 trae un documento de divorcio desde una ciudad del mar', debe
decir: «Fue escrito delante de mí y delante de mí fue firmado» 3 . Rabán Gama-
liel dice: También si uno lo trae desde Rekem 4 o desde Jéguer. R. Eliezer dice:
Incluso desde Kefar Ludim 5 hasta Lod. Los sabios, en cambio, afirman que no
necesita poder decir: «Fue escrito delante de mí y delante de mí fue firmado>>,
sino sólo el que lo trae desde una ciudad del mar o lo transporta6 • Si uno lo
lleva de una ciudad a otra de las ciudades del mar, necesita poder decir: «Ha
sido escrito delante de mí y delante de mí ba sido firmado». Rabán Simeón
Gamaliel dice: Incluso desde una jurisdicción a otra.
2. R. Yehudá dice: De Rekem al oriente y Rekem es como si fuera oriente.
Desde Askalón hacía el sur y Askalón es como si fuera el sur. Desde Acre al
norte y Acre es como si fuera el norte. R. Meír decía: Acre es como tierra de
Israel para efectos del documento del divorcio1.
3. Si uno lleva el documento del divorcio dentro de la tierra de Israel, no
necesita decir: «Fue escríto delante de mí y delante de mí fue firmado>>. Si
se alzan contra él protestas 3 , se autentifica con los signatarios. Si uno trae un
documento de divorcio desde una ciudad del mar y no puede decir: «Delante
de mí fue escrito y delante de mí fue finnado», si tiene testigos, se autentifican
sus firmas.
4. En lo que concierne al que lo lleva o lo traslada, son iguales el libelo de
divorcio y el documento de emancipación de un esclavo9 • Es ésta una de lasco-
sas en las que son iguales el libelo de divorcio y el documento de emancipación.
5. Todo documento escrito gue esté testificado por un samaritano 10, es in-
válido, a no ser el libelo de divorcio y el documento de emancipación. Ocunió
que presentaron a Rabán Gamaliel en Kefar Otnay1 1 el libelo de divorcio de
una mujer, del que unos samaritanos eran los testigos y lo declaró válido. To-
dos los documentos públicos que se presentan a las instancias de los paganos,
aunque sus signatarios sean paganos, son válidos, a excepción del libelo de
divorcio y del documento de emancipación. R. Simeón enseña: Incluso éstos
son válidos, ya que no serian mentados ( como inválidos) sino en el supuesto de
haber sido hechos por gente inepta.
6. Si uno dice: <iDad este libelo de divorcio a mi mujer» o «este documento
de emancipación a mi esclavo», si quiere volverse atrás, en ambos casos, puede
hacerlo 12 • Ésta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman: Con el
libelo de divorcio (puede hacerlo), pero no con el documento de emancipación,
puesto que se puede obrar ventajosamente para una persona en su ausencia, pe-
ro no se puede asumir ninguna obligación para ella en su ausencia. Si no quiere
alimentar a su esclavo, está en su poder; pero si no quiere alimentar a su mujer,
no está en su poder (el hacerlo) 13 • Les dij o: Él puede inhabilitar al esclavo para
(comer) de la ofrenda'\ lo mismo que puede inhabilitar a su mujer. Le respon-
dieron: (Puede hacer así con el esclavo) porque es su propiedad. Si uno dice:
<<Dad este libelo de divorcio a mi mujern, o «este documento de emancipación
a mi esclavo» y muere, no se lo entregan después de la muerte. Pero si dice:
«Dad una mina a Fulanito» y muere, se la darán después de la muerte.
CAPiTULO 2
J. Si uno lleva un libelo de divorcio desde una ciudad del mar y dice: «Ha
sido escrito delante de mí, pero no ha sido finnado delante de mí», o: «Delante
de mí ha sido firmado, pero no ha sido escrito delante de mh>, o: «Delante de
nú ha sido escrito entero y ha sido firmada la nútad (de la firma)» o: <<Delante
de mí se escribió la mitad y delante de mí se firmó entero», es inválido. Si uno
dice: «Ha sido escrito delante de mí>>, y otro dice: <<Delante de mí ha sido fir-
madm>, es inválido. Si dos dicen: «Ha sido escrito delante de nosotros», y uno
dice: «Ha sido firmado delante de mí», es inválido. R. Yehudá lo declara válido.
Si uno dice: «Delante de mí ha sido escrito», y dos dicen: «Ha sido firmado
delante de nosotros>i, es válido.
2. Si ha sido escrito en el día y firmado en el mismo día, o escrito en la
noche y firmado en la misma noche, o firmado en la noche y firmado al día
(siguiente}, es válido. (Si ha sido escrito) en el día y firmado en la noche, es
inválido. R. Simeón lo declara válido, porque R. Simeón solía decir que todo
documento escrito durante el día y signado en la noche era inválido, a excep-
ción del libelo de divorcío.
3. Se puede escribir con todo: con tinta, con sosa, con tintura roja, congo-
ma, con sulfato de cobre, con toda sustancia que es durable. No se puede es-
cribir con una bebida, ni con zumo de frutas, ni con ninguna sustancia que no
es durable. Se puede escribir sobre cualquier cosa: sobre la hoja de un olivo,
sobre el cuerno de una vaca -pero se le ha de dar la vaca-, sobre la mano de un
esclavo -pero se le ha de dar el esclavo-. R. Yosé el Galileo decía: No puede
escribirse sobre nada que tiene vida ni sobre comestibles.
4. No se puede escribir sobre lo que está ligado al terreno. Si lo escribió
estando todavía ligado al teJTeno y lo anancó, lo firmó y se lo entregó, es váli-
do. R. Yehudá lo declara inválido en tanto no ha sido esc1ito y firmado estando
arrancado. R. Yehudá ben Betera decía: No se puede escribir ni sobre un papel
13. El drvorcio supone un daño para la m113er, m icntras que la Iibe ración es una ventaja
para el esclavo.
14. El esclavo de un sacerdote puede comer de la ofrenda (Lv 22, l l). Una vez libera-
do, no puede comer. De ahí que la liberación pueda hacer algo de daño.
Git 2, 5-3, l Orden tercero· Mujeres - nashim 444
borrado ni sobre una piel no preparada, ya que se puede falsificar. Los sabios,
en cambio, lo declaran válido.
5. Todos son aptos para escribir el libelo de divorcio, incluso el sordomu-
do, el simple, el menor de edad. La mujer puede escribir su libelo de divorcio
y el marido puede escribir el documento del recibo, ya que el documento sólo
adquiere valor con la firma. Todos pueden llevar el libelo de divorcio, a excep-
ción del sordomudo, el simple, el menor, el ciego 1' y el gentil.
6. Si lo recibió un menor que luego alcanzó la edad adulta, o un sordomudo
que después recuperó el oído, o un ciego que recuperó la vísta, o un simple que
devino cuerdo, o un gentil que se ha hecho prosélito, es inválido. Pero sí lo re-
cibió uno sano de sentidos que devino sordomudo y luego de nuevo sano, o un
sano que devino ciego y luego recuperó la vista, o una persona normal que devi-
no ímbécíl y luego se hizo de nuevo cuerda, es válido. Ésta es la norma general:
Todo lo que en el comienzo 16 y al final 17 se hace con conocimiento es válido.
7. Incluso las mujeres que no son dignas de crédito cuando dicen: «Murió su
marido», son fiables cuando traen el líbelo de divorcio: su suegra, la hija de su
suegra, la coesposa, la cuñada, la hija de su marido. ¿Qué diferencia hay entre el
libelo de divorcio y (el testimonio) del fallecimiento? Que el mismo escrito es
prueba 18. La propia mujer puede llevar19 su propio libelo de divorcio con tal que
pueda decir: «Ha sido escrito delante de rrú y delante de mí ha sido firmado».
CAPÍTULO 3
«Delante de mí fue escrito y delante de mí fue firmado», sino que dice simple-
mente: i<Soy un emisario del tribunah>.
7. Si uno presta dinero a un sacerdote, o a un levita, o a un pobre con la
intención de apartarles la parte suya correspondiente 31 , puede hacerlo bajo la
presunción de que viven y no duda de que haya muerto el sacerdote o el levita
o que el pobre se haya emiquecido. Sí murieron, necesita recabar el permiso de
los herederos. Si el préstamo se hizo ante tribunal, no necesita solicitar permi-
sos a los herederos.
8. Si uno deposita frutos para separar a cuenta de ellos la ofrenda y el diez-
mo, o dinero para apartar a cuenta de él el segundo diezmo, puede hacerlo en
la presunción de que todavía existen. Pero sí pierden, ha de presuponer (que se
perdieron) en las últimas veinticuatro horas. Ésta es la opinión de R. Elazar ben
Samúa. R. Yehudá dice: En tres ocasiones se ha de examinar el vino 32 : cuando
sopla el viento oriental al término de la fiesta de los Tabernáculos, cuando sa-
len los capullos y cuando el jugo entra en las uvas verdes.
CAPÍTULO 4
31. Es decir. descontándolo de la ofrenda, del diezmo y del diezmo de los pobres.
32. Vino depositado para ofrenda o diezmo.
33. El marido.
34. Cf. Shebi 10, 4.
441 Documento del divorcio - guitlín Git4, 5-8
debe continuar como esclavo. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: En uno y otro
caso debe continuar como esclavo. Sí el dueño ha dado a otros su esclavo en
hipoteca y luego lo libera, según el tenor de la ley el esclavo no queda obliga-
do a nada, aunque por el buen ordenamiento de la sociedad se ha de obligar
al amo a que lo haga libre y él3 5 escriba un documento por su valor. Rabán
Simeón ben Gamaliel dice: No ha de escribir sino aquel que le declara libre.
5. Si uno es mitad esclavo y mítad libre 36 , sirve un día a su amo y otro a
beneficio de sí mismo. Ésta es la opinión de la escuela de Hile!. Pero la escuela
de Samay Je arguyó: Habéis ordenado bien para el amo, pero no para él mismo.
No puede casarse con una esclava, porque es mitad libre", ni tampoco con una
mujer libre, porque es mitad esclavob. ¿Ha de quedar célibe? Pero ¿acaso no fue
creado el mundo para el crecimiento y la multiplicación, como está escrito: No
fo creó para que fúese un desierto, sino que lo formó para que fuese habitado 37?
Mas bien, por el buen ordenamiento de lá sociedad se ha de obligar al amo a que
Jo declare libre y él escribe un docwnento por la mitad de su valor. La escuela
de Hile! cambió de parecer y enseñó como la escuela de Samay.
6. Si uno vende su esclavo a un gentil o para fuera de IsraeP 8, deviene
libre. No se pueden rescatar cautivos por encima de su valor real por el buen
ordenamiento de la sociedad. No se ha de facilitar la huida de los p1isioneros
por el buen ordenamiento de la sociedad. Rabán Simeón ben Gamaliel dice:
Por el buen ordenamiento de los prisioneros. No se compran líbros, filacterias
o mesusot 39 de manos de los gentiles por encima de su valor real para el buen
ordenamiento de la sociedad.
7. Si uno despide a su mujer por mala fama, no debe volver a tomarla. Si
fue a consecuencia de un voto, no debe volver a tomarla. R. Yehudá enseña:
Si se trata de un voto que conocen muchos, no puede volver a tomarla; pero si
se trata de un voto que no conocen muchos, puede volverla a tomar. R. Meír
dice: Si se refiere a un voto que necesita del escrntínio de un sabio, no puede
volver a tomarla; pero si se refiere a un voto que no necesita del escrutinio de
un sabio, puede volver a tomarla. R. Elazar decía: No prohibieron (los sabios)
esto sino a causa de lo otro. R. Yosé Bar Yehudá refiere que ocurrió en Sidón
que uno dijo a su mujer: «Conam si no te divorcio>> y se divorció de ella. Pero
los sabios le permitieron que volviera a tomarla por el buen ordenamiento de
la sociedad.
8. Si uno se divorcia de su mujer por ser estéril, dice R. Yehudá que no pue-
de volver a tomarla. Los sabios, en cambio, afirman: Sí puede volver a tomarla.
Si ella se casa con otro hombre y tiene de él hijos y ella reclama su dote40 , dice
R. Yehudá: Se le puede decir; «Tu silencio es mejor para tí que tu hablarn 41 .
9. Si uno se vende a sí mismo y a sus hijos a un gentil, no se leª puede res-
catar, pero se pueden rescatar a los hijos tras la muerte del padre. Sí uno vende
su campo a un gentil y un israelita lo volvió a comprar de nuevo, el comprador
ha de aportar las primicias por el buen ordenamiento de la sociedad.
CAPÍTULO 5
1. Los daños se pagan con las tíerras de mejor calidad, al acreedor con las
tíerras de calidad intermedia, la dote de una mujer con las de ínfima calidad.
R. Meír dice: La dote de una mujer se paga también con las tierras de calidad
intermedia.
2. No se puede pagar con bienes ya empefíados cuando existen bienes li-
bres, incluso aunque sean los de peor calidad. No se puede hacer ningún pago
con bienes de huérfanos a no ser con los de ínfima calidad.
3. No se puede demandar indemnización por la comida de los frutos, por
el mejoramiento de los terrenos, por la alimentación de la mujer y de las hijas
a cargo de bienes empeñados por el buen ordenamiento de la sociedad. Si una
persona encuentra un objeto perdido no necesita hacer un juramento por el
buen ordenamiento de la sociedad.
4. Si unos huérfanos son confiados a un cabeza de familia o si su padre les
asignó un tutor, está obligado a separar el diezmo de sus frutos. El tutor que ha
sido nombrado por el padre de los huérfanos tiene que prestar juramento42 • Si
lo nombra el tribunal no tiene que prestar juramento. Abá Saúl afirma: Es todo
lo contrario. Si una persona hace impuro ( un alimento) o si mezcla un producto
de ofrenda con otros de uso profano o mezcla vino con vino de libación por
error, está exenta (de pagar indemnización); pero si lo hace intencionadamente,
está obligada. Los sacerdotes que intencionadamente hacen en el Templo im-
puro (un alimento), están obligados (a indemnizar).
5. R. Yojanán ben Godgadá testificaba que una mujer sordomuda, casada
por su padre (cuando era menor de edad), puede ser despedida con el líbelo de
divorcio; que una menor de edad, ísraelita, casada con un sacerdote, puede co-
mer de la ofrenda; que en caso de que ella muriera, el marido podría heredarla;
que de una viga robada usada para la construcción de un edificio, ( el propieta-
rio) ha de recibir el importe de su valor, para beneficio de los penitentes; que
un sacrificio por el pecado que ha sido robado, si no es conocido por muchos,
expía, para beneficio del altar.
43. Ley sobre la invalidez de una compra hecha por un sicario(= asesino, bandido).
44. Por la presunción de que ha obrado por temor.
45. Se puede presumir que la mujer consintió para evitar la querella con el marido.
46. Se presupone que el usurpador vendió lo robado a un 75 % más del valor real.
47. Sordomudos y niños son incapaces como tal para realizar actos de de.techo, pero
los rabinos lo conceden por el bien general.
48. En la lectura sinagoga! de la Torá.
49. Lv 19, 9; 23, 22.
50. Dt 24, 19s.
51. Asociado al grupo de los «compañeros», que se preocupaban al máximo por la pu-
reza legal.
Git6, 1-4 Orden tercero: Muieres - nashim 450
mujer de uno del pueblo 52 : un tamiz, una criba, y puede cernir, moler y limpiar
el grano con ellos. Pero, una vez que echa el agua, no puede tocarle, debido
a que no se puede vigorizar las manos de los transgresores. Todas estas cosas
sólo fueron dichas por el bien de la concordia. Se puede animar a los gentiles
(a que trabajen los terrenos) en el año séptimo, pero no a los israelitas, y se les
puede dar el saludo por el bien de la paz.
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
a. es libelo de divorcio válido por una parte e inválido por otra: no es libelo de divorcio
válido
60. Se considera libelo de divorcio desde ese instante si se cumple la condición de futuro.
61. Porque, cumpliéndose la condición de futuro, a partir de entonces sería divorciada.
62. No se avergüenza ante la esclava.
453 Documemo del divorcio - guittfo Git 7, 7-8, 2
CAPÍTULO 8
a. o fallece el padre]
63. En la frontera con Galilea, pero dentro del temtorío de Judea.
64. Porque les había comisionado a escribir el libelo tras haber pasado los doce meses.
Git 8, 3-5 Orden tercero: Mujeres - nashim 454
tarlo los parientes que son aptos para testificar en otro lugar. ¿Cuál es el libelo de
divorcio «calvo»? Aquel cuyos pliegues son más numerosos que los testigosªº·
CAPÍTULO 9
a. Yehudá: Yudá
CAPÍTULO J
5. Ex 21, 2.
6. Cf. Lv 25, 39.
7. Al cabo de seis años de servicio (Ex 21, 2; Dt 15, 12).
8. Lv 15, 40.
9. Si el esclavo se hace con dinero, puede pagar al duefio la suma de dinero que co-
rrespondería a los años de servicio que le faltan por cumplir.
10. Ex 21, 6.
1l. Lv 25, 45; esclavo no judío.
12. Dinero que le fue entregado para ese objetivo.
13. El comprador agarra al animal.
14. El comprador alza al animal.
15. El comprador trae al animal hacia sí.
16. Bienes inmuebles.
17. Que sobre bienes muebles solos no se presta juramento.
18. La consagración (de un objeto para el Templo).
19. Como circuncisión o rescate de primogénito, enseñanza de la Torá y de un oficio, etc.
20. Tal como respeto paterno.
461 Esponsales - qiddushin Qid 1, 8-2, 1
Con relación a los preceptos positivos las mujeres están exentas 21 . Pero en
cuanto a los preceptos positivos que no tienen tiempo fijado 22 , tanto varones
como mujeres están obligados. En cuanto a los preceptos negativos, ya tengan
tiempo fijado o no lo tengan, tanto hombres como mujeres están obligados,
a excepción de no cortaréis (los ángulos de la barba), no redondearéis23 (las
esquinas del pelo de la cabeza) y no os contaminaréis con los muertos14 .
8. La imposición de las manos 25, la agitación rituaF6, el acercamiento (de
la harina del sacrificio)27, la cogida del puñado (de incienso), la combustión, el
retorcimiento de la cabeza (en las aves del sacrificio), la aspersión 28 , la recogida
(de la sangre), se acostumbran a realizar por los hombres y no por las mujeres,
a excepción de la ofrenda de harina de la sospechosa adúltera y de la nazir, en
la que ellas realizan la agitación ritual.
9. Todo precepto que depende de la tierra de lsrae\2 9 obliga sólo en Israel'.
Sí no depende de Israel, se ha de realizar tanto dentro como fuera de Israel,
a éxcepciónb de los árboles íncircuncisosJ 0 y de la doble semilla31 . R. Eliezer
dice: También exceptuando el producto nuevo32 •
l O. Cualquiera que cumple un solo mandamiento tendrá bienestar, se le
prolongarán sus días y heredará la tierra 33 • Sin embargo, a aquel que no cumple
un solo precepto no le saldrán las cosas bien, no se le alargarán sus días y no
heredará la tierra. Todo aquel que está instruido en la Biblia, en la Misná y en
las costumbres del país no pecará con facilidad, tal como está escrito: Un triple
hilo no se rompe fácilmente 34 • Todo aquel' que no está instruido en la Biblia ni
en la Mísná ni en las costumbres del país no es del mundo civilizado.
CAPITULO 2
7. Si uno contrae esponsales con una mujer y su hija, o con una mujer y su
hennana a la vez, los esponsales no son válidos. Ocurrió a cinco mujeres, entre
las que había dos hermanas, que un tal recogió un cesto de higos que pertenecía
a ellas y que eran del año séptimo, y les dijo; «Todas vosotras contraéis esponsa-
les conmigo a través de este cesto» y lo recíbíó una de ellas en nombre de todas.
Los sabios resolvieron que las hermanas no habían contraído esponsales.
8. Si un hombre3i contrae esponsales con una mujer por su porción, ya sea
de las cosas santísímas 3s, ya de las cosas ligeramente santas 39, los esponsales
no son válidos. (Si uno contrae esponsales) con productos del segundo diezmo,
ya sea erróneamente, ya intencionadamente, los esponsales no son válidos. És-
ta es la opinión de R. Meír. R. Yehudá dice: Si es erróneamente, los esponsales
no son válidos, pero si es intencionadamente, sí son válidos. Si se hace con
algo consagrado, en caso de que haya sido intencionadamente, los esponsales
son válidos; si ha sido effóneamente, los esponsales no son válidos. Ésta es la
opinión de R. Meír. R. Yehudá enseña: Enóneamente son válidos, intenciona-
damente no son válidos.
9. Si uno contrae esponsales con una mujer por frutos de árboles incircun-
cisos, o por productos de semilla diversa de la viña, o por un buey que ha de
ser lapidado40, o por una ternera que ha de ser desnucada41 , o por las aves del
leproso 42 , o por la cabellera de un nazir, o por el primogénito de un asno 43 , o
por (un plato) de carne mezclada con leche 44 , o por animales profanos sacrifi-
cados en el Templo, los esponsales no son válidos. Pero si los vendió y con su
precio contrajo los esponsales, éstos son válidos.
l O. Si uno contrajo los esponsales por productos de ofrenda45, o del diez-
mo46, o por regalos 47 , o por el agua del sac1ificio por el pecado48 , los espon-
sales son válidos, incluso aunque sea un israelita.
CAPITIJLO 3
37. Sacerdote.
38. Es decir, aquellos sacrificios que sólo pueden comer los sacerdotes.
39. Que pueden ser comidas por las mujeres, hijos y esclavos del sacerdote.
40. Ex 21, 28.
41. Dt 21, lss.
42. Lv 14, 4.
43. Ex 34, 20.
44. Ex 23, 19; 34, 26; Dt 14, 21.
45. Que había que dar al sacerdote.
46. Que todos los años había que entregar a los levitas y el que cada tres y seis había
que dar a los pobres en lugar del segundo diezmo.
4 7. Donados a los sacerdotes.
48. Nm 19, 9ss.
Qid 3, 2-5 Orden tercero: A1ujeres - nashim 464
6. Si uno dice a una mujer: «Te desposas conmigo con la condición de que
hable de ti a la autoridad superior», o «que trabaje para ti como operario» y él
habla a la autoridad superior o trabaja para ella como operario, los esponsales
son válidos. En caso contrario, no lo son. «Con la condición de que consienta
mi padre» y el padre consiente, en tal caso ella queda desposada. En caso con-
trarío, no queda desposada. Si el padre falleció, queda desposada. Si murió el
hijo, se ha de indicar al padre que le diga que no consiente 52 •
7. (Si uno dice:) «He dado a mi hija en esponsalicio, y no sé con quién la
comprometí>) y viene uno y dice: <<Yo contraje los esponsales con ella», ha de
ser creído. Si uno dice: <<Yo contraje los esponsales con ella», y otro también
dice: «Yo contraje los esponsales con ella», ambos deben darle libelo de divor-
cio, o si quieren, uno Je da libelo de divorcio y otro se casa con ella.
8. (Si uno dice:) «Comprometí a mi hija»ª, o «la comprometí y acepté el
libelo de divorcio cuando era todavía menor de edad» y ella es menor de edad,
es digno de crédito. (Pero si dice:) «La comprometí y acepté por ella el libelo
de repudio cuando era menor de edam> y es ya mayor, no es creíble. (Si dice:)
«Estaba cautiva y la rescaté», ya sea menor, ya mayor de edad, no es digno de
crédito. Si uno en la hora de su muerte dice: «Tengo hijos», es creíble. (Pero sí
dice): «Tengo hermanoS>l, no ba de ser creído. Sí uno compromete a su htja sin
señalar cuál, las que han pasado la pubertad53 no entran en cuenta.
9. Si uno tiene dos grupos de hijas de dos mujeres y dice: «Comprometí
a mí hija mayorn, pero no sé si es la mayor de las mayores o la mayor de las
menores o si es la menor de las mayores que es la mayor entre las mayores de
las menores, todas quedan prohibidas a excepción de la menor entre las me-
nores. Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yosé dice: Todas están permitidas, a
excepción de la mayor de entre las mayores. (Si dice:) «Comprometí a mi hija
menor, pero no sé sí es la menor de las menores o si es la menor de las mayores
o la mayor de las menores que es la menor de las menores entre las mayores»,
todas quedan prohibidas a excepción de la mayor entre las mayores. Ésta es
la opinión de R. Meír. R. Yosé, en cambio, enseña: Todas están pem1itidas a
excepción de la menor entre las menores.
l O. Si uno dice a una mujer: «He contraído esponsales contigo>) y ella dice:
«No los contrajíste», él no puede (casarse) con los parientes de ella, pero ella
sí puede hacerlo con los parientes de él. Si ella dice: «Tú contrajiste esponsales
conmigo» y él dice: (<No los contraje», él puede (casarse) con los parientes de
ella, pero ella no lo puede hacer con los parientes de él. (Si dice:) «He contraído
contigo esponsales» y ella dice: «No, sino que contrajiste esponsales con mi
hija)), él no puede (casarse) con los parientes de la mujer mayor, pero ella sí
lo puede hacer con los parientes de él. Él, por su parte, puede (casarse) con los
parientes de la mujer menor y la menor puede hacerlo con los parientes de él.
a. hija + menor
52. Para anular los esponsales y evitar que la viuda quede obligada al cuñado.
53. Mayores de doce años y medio.
Qid 3, 11-4, 3 Orden tercero: Mujeres - nashim 466
11. (Si uno dice:) «Contraje esponsales con tu hija», y ella dice: i<No, sino
que con quien contrajiste esponsales fue conmigo>), él no puede contraer ma-
trimonio con los parientes de la menor, mientras que la menor si lo puede con-
traer con los parientes de él. Él puede (casarse) con los parientes de la mujer
mayor, pero ésta no puede hacerlo con los parientes de él.
12. Cuando los esponsales han sido válidos y no ha habido transgresión,
(la condición) del nacido ( del matrimonio) es conforme a la del varón. ¿De qué
manera? Cuando una hija de sacerdote o de levita o de israelita se casa con
un sacerdote o con un levita o con israelita. Cuando los esponsales han sido
válidos y ha habido transgresión, el nacido sigue la parte defectuosa. ¿Cuándo
tiene lugar esto? Cuando se trata de una viuda casada con un Sumo Sacerdote
o una divorciada o una mujer que ha realizado la ceremonia de quitar el zapato
con un simple sacerdote, o una bastarda o una guibeonita con un israelita, o
una israelita con un bastardo o con un guibeonita. Si los esponsales con aquel
hombre no han sido válidos, pero pudieran haberlo sido con otro hombre, el na-
cido es bastardo. ¿Cuándo tiene lugar esto? Cuando uno tiene relación sexual
con una de aquellas de grado de parentesco prohibido por la Torá. Cuando los
esponsales con aquel hombre no han sido válidos, ni tampoco podían serlo con
otro hombre, el nacido tiene la condición de la madre. ¿Cuándo ocu.n-e esto?
Cuando es el nacido de una esclava o de una gentil.
13. R. Tarfón enseña: Los bastardos pueden purifícarse54 • ¿De qué mane-
ra? Si un bastardo se casa con una esclava, el nacido es esclavo. Si le dan a él
libertad, su hijo se hace libre. R. Eliezer dice: Es un esclavo bastardo.
CAPÍTUL04
de uno cierto y de otro dudoso, o de uno dudoso y de otro cierto o de dos dudo-
sos, está prohibido. ¿Cuáles son los dudosos? Los de familia desconocida, los
recogidos y los samaritanos.
4. Si (un sacerdote) se quiere casar con la hija de un sacerdote, ha de inqui-
rir por cuatro madres, que son ocho: su madre, la madre de su madre, la madre
del padre de su madre, la madre de ésta, la madre de su padre, la madre de ésta,
la madre del padre de su padre y la madre de ésta. Si es la hija de un levita o de
un israelita, se le añade todavía otra más.
5. No es necesario inquirir (sobre la genealogía de los que sirven) en el
altar ni de los que (suben) al estrado ni (de los que forman parte) del sanedrín.
Todas aquellas cuyos padres han desempeñado puestos públicos o han sido co-
lectores de limosnas pueden ser tomadas como esposas por los sacerdotes y no
es necesario inquirir por ellas. R. Yosé dice: También aquellos cuyos nombres
estaban firmados en los viejos archivos de Séforis. R. Janina ben Antígonos
decía: También aquellos que estaban adscritos al ejército real.
6. La hija de un profanado varón es inhábil perpetuamente para casarse con
un sacerdote. Si un israelita se casó con una mujer del grupo de los profanados,
su hija es hábil para casarse con sacerdotes. Si un profanado se casa con una
israelita, su hija es inhábil para casarse con sacerdotes. R. Yehudá decía: La
hija de un prosélito varón es como la hija de un profanado varón.
7. R. Eliezer ben Jacob dice: Si un israelita se casa con una prosélita, su
hija es hábil para casarse con sacerdotes. Si un prosélito se casa con una israe-
lita, su hija puede casarse con sacerdotes. Pero si un prosélito se casa con una
prosélita, su hija es inhábil para casarse con sacerdotes. Lo mismo se aplica
al prosélito como al esclavo manumitido, incluso hasta diez generaciones.
{Su hija es inhábil) en tanto su madre no sea israelita. R. Yosé enseña: Si un
prosélito se casó con una prosélita, su hija también es hábil para casarse con
sacerdotes.
8. Si uno dice: «Mi hijo es bastardo», no es creíble. Incluso si ambos 57
afirman que el niño que está en el vientre es bastardo, no son dignos de crédito.
R. Yehudá, en cambio, afirma que sí son creíbles.
9. Si uno da poder a un procurador para casar a su hija y luego él se va y
la casa 58 , si los esponsales que le prometió precedieron a los del otro, son váli-
dos. Pero si precedieron los del procurador, los esponsales prometidos por este
último son los válidos. Si no se sabe, ambos han de darle el libelo de repudio.
Pero, si quieren, uno le da el libelo de divorcio y el otro la toma como esposa,
Igualmente, si una mujer da poder a un procurador para que contraiga espon-
sales y ella se va y los contrae por sí misma 59, si se adelantó al procurador, sus
esponsales son válidos. En caso de que el procurador se adelantara a ella, los
esponsales prometidos por éste son los válidos. Si no se sabe (cuáles fueron los
primeros), ambos han de darle a ella el libelo de divorcio. Pero, si quieren, uno
le da libelo de divorcio y el otro se casa con ella.
1O. Si uno partió juntamente con su mujer a una ciudad marítima y luego
vuelven él, la mujer y los hijos y afirma: «Ésta es la mujer que se fue conmigo
hacía la ciudad marítima, ésta es ella y éstos son mis hijos», no necesita aportar
pruebas ni respecto a ella ni respecto a sus hijos. (Pero si dice:) «Ella murió y
éstos son sus hijos», ha de aportar pruebas respecto a los hijos, pero no respec-
to a la mujer.
11. (Si uno dice:) «Me desposé con una mujer en la ciudad marítima, ésta
es ella y éstos son sus hijos>>, ha de aportar pruebas respecto a la mujer60 , pero
no necesita aportarlas en relación con los hijos. (Si dice:) «Ella murió y éstos
son sus hijos», ha de aportar pruebas respecto a la mujer y a los hijos.
12. Un hombre no puede quedar a solas con dos mujeres, pero una mujer
sí puede quedar a solas con dos hombres. R. Sirneón decía: También un hombre
puede quedar a solas con dos mujeres si su propia mujer está presente. Puede
dormir con ellas en la fonda, porque su mujer lo custodia. Un hombre pue-
de quedar a solas con su madre y con su hija y puede dormir con ellas a su lado.
Si son ya adultos, ella ha de dormir con sus vestidos y él con los suyos.
13. Un hombre célibe no puede ser maestro de niños tú tampoco una mujer
puede ser maestra de niños. R. Eliezer dice: Tampoco quien no tiene mujer no
debe enseñar a los escolares.
14. R. Yehudá enseña: Un hombre célibe no debe pastorear el ganado y dos
célibes no deben dormir bajo el mismo cobertor. Los sabios, en cambio, lo per-
miten. Todo aquel que por profesión ha de estar con mujeres no ha de quedar a
solas con ellas. Nadie debe enseñar a su hijo profesiones que se desarrollan en-
tre mujeres. R. Meír' enseña: Cada cual enseJiará siempre a su hijo profesiones
decentes y fáciles y ha de orar a Aquel de quien son las riquezas y los bienes,
porque no hay profesiones que tengan la pobreza o la riqueza, ya que la pobre-
za no viene de la profesión ni la riqueza procede del oficio, sino que todo es
a. R. Meír enseña ... fati,ro y esperanza: R. Afeír dice: Nunca enseñará {un padre) a su
hijo (una profesión) a no ser una en la que halle el sustento. Feliz aquel que aprendió una
profesión menor que le sos tiene económicameme y el espíritu de las crea turas reposa en ella.
R. Yehudá decía: .Nunca enseñará el hombre a su hijo una profesión a no ser una profesión
limpia y fácil, pues no tienes profesiones donde no tengas en ellas ricos y pobres, ya que lo-
do es conforme al mérito del hombre. Solía decir: ¿Has visto jamás a un león de cargadora ,1
un ciervo de segador o a un zorro de tendero o a un lobo de limpiador de molinos? Por tanto,
con mayor razón, sí estos quefiieron creados, no para servir a .su Creador, se mantienen sin
pesares, yo, que he sido creado para servir a mi Creador; ¿no habré de ser mantenido con
mayor motivo sin pesares? Decía: Ay, que mis pecados han dañado a mis obras y he dañado
(mi derecho a obtene1) el sustento. R. Nehomy decía: Yo dejo a un lado todas las profesio-
nes del mundo y no enseño a mi hijo más que la Torá, para que coma de la recompensa del
esfuerzo en este mundo y tenga un capital para el mundo futuro. No tienes ningún oficio que
permita al hombre la subsistencia.fuera del (que ejerza) en su juventud. Cuando le sobre-
viene la enfermedad 11 otros males o llega la vejez y no puede realizar su trabajo, muere de
hambre. Pero (con el estudio de) la Torá no ocurre así; éste guarda al hombre de todo mal
en su juventud y le da futuro y esperanza en su ancianidad.
60. En relación con su ascendencia.
469 Esponsales - qiddushín Qid 4, 14
confonne al mérito. R. Simeón ben Elazar enseñaba: ¿Has visto jamás que las
bestias o las aves tengan profesión? Ellas se alimentan sin preocupación. ¿No
fueron acaso creadas para mi servicio y yo no he sido creado para servir a mi
Creador? ¿No habrá, pues, que inferir que obtendré el alimento sin preocupa-
ción? Pero yo obré el mal y he dañado (mi derecho a obtener) la alimentación.
Abá Gorión de Saidán decía en nombre de Abá Guryá: Ninguno debe ense-
ñar a su hijo ( el oficio) de arriero, o de camellero, o de barbero, o de marinero,
0 de pastor, o de tendero, porque sus profesiones son profesiones de ladrones.
R. Yehudá decía en su nombre: Los arrieros son generalmente malvados, los ca-
melleros son mayormente honestos, los marineros son en su mayoria devotos;
el mejor de los médicos es digno del infierno y el más honesto de los carniceros
es socio de Amaleq. R. Nehoray decía: Yo dejo a un lado todas las profesiones
del mundo y no enseño a mi hijo más que la Torá, ya que el hombre come de su
recompensa en esta vida y tiene un capital permanente para la vida futura. En
el resto de las profesiones no ocurre así. Cuando un hombre enferma, o alcanza
la ancianidad, o le sobrevienen males, no puede ocuparse con su trabajo y tiene
que morir de hambre. Pero ( en el estudio) de la Torá no ocurre así, sino que ésta
le protege contra todo mal en su juventud y le da en su vejez futuro y esperanza.
De su juventud, ¿qué dice (la Escritura)?: Los que esperan en el Señor renuevan
sufaerza61 • De su ancianidad, ¿qué es lo que está escrito?: Tendrán descenden-
cia en su ancianidad 62 • Así dice, en efecto, de Abraham nuestro padre -la paz
sea con él-: Abraham era anciano ... y el Señor bendecía a Abraharn en todo 63 •
Encontramos que Abraham cumplía toda la ley antes de que hubiera sido pro-
mulgada, ya que está esc1ito: A causa de que Abraham ha escuchado mi voz y
ha guardado mis preceptos, mandatos, normas y leyes• 64 .
DAÑOS
(nesiqin)
Puerta primera
Puerta media
Puerta última
Sanedrín
Azotes
Juramentos
Testimonios
Idolatría
Padres
Decisiones
DAÑOS
(nesiqin)
Los tres primeros tratados del cuarto orden, Puerta primera, Puerto media y Puerta
última, coostituyeron inicialmente un único tratado, el llamado tratado nesiqin o de <,da-
ños», como todavía se denomina en el Talmud y en otras fuentes. Fue dividido en tres
grandes secciones debido a su extensión (treinta capítulos), como se hizo también con el
otro tratado extenso, el de kelím o de los «utensilios».
Corresponden, por su contenido, a lo que en el lenguaje jurídico moderno se llamaría
derecho civil. La Puerta primera trata de los daños ocasionados a otra persona o su pro-
piedad. La Puerta media trata de conflictos en tomo a cuestiones monetarias, préstamos,
trabajo. La Puerta última contiene las disposiciones legales sobre ventas, documentos.
La Puerta primera contiene diez capítulos:
Cap. 1: Causas o fuentes del daño; principios generales; distinción entre causa de da-
ño conocida previamente y, por lo tanto, prevista (muad), y causa de daño no conocida,
imprevista (tam).
Cap. 2: Cuándo se considera que la pata o el diente de un animal son causas de da-
ño previsto; responsabilidades del daño directo y del indirecto; el hombre se considera
siempre como causa de daño previsto.
Cap. 3: Daños en zona de dominio público ocasionados por haber dejado un objeto
indebidamente o por algo vertido o por choque o tropiezo. Casos sobre el buey que cor-
nea, y responsabilidades.
Cap. 4: Más daños sobre el buey que cornea o causa daños. Responsabilidades.
Cap. 5: Daños en zona de dominio privado. Dafios indirectos. Daños ocasionados por
excavación de un pozo.
Cap. 6: Dafios ocasionados por el ganado al pastar o por el fuego.
Cap. 7: Restitución del doble, del cuádruple o del quíntuple en el robo. Animales que
no se pueden criar en ámbitos determinados.
Cap. 8: Daños e injurias al prójimo en su propia persona. Condición para el perdón.
Cap. 9: Forma de la restitución (devolución de la cosa según el valor que tenía en
el momento del robo). Casos en que el objeto robado cambia de naturaleza sin parte o
culpa del ladrón. Obligaciones del artesano respecto a objetos de propiedad ajena que se
le confian. Casos de perjurio en materia de robo.
Cap. 1O: Cuándo los hijos o herederos de uno que ha robado están obligados a resti-
tuir. Conducta sobre objetos robados que han pasado a manos de otros. Resarcimiento en
caso de duda. Prohíbición de compra, de aquellos que tienen ocasión de vender lo ajeno.
La Puerta media contiene diez capítulos:
Caps. 1-2: Propiedad sobre las cosas halladas. Casos de disputa entre dos que re-
claman el derecho de lo encontrado. Qué documentos encontrados han de ser devueltos
Y cuáles no. Qué cosas encontradas pueden guardarse y cuáles han de ser pregonadas.
Comportamiento con la cosa perdida.
Orden cuarto: Daños - nesiqin 474
CAPÍTULO l
l. Cuatro pueden ser las causas del dafi.0 1: el buey2, la fosa3, el animal que
pasta4 y el íncendio5 • No es equiparable el buey (que cornea) al animal que
pasta, ni el animal que pasta al buey (que cornea); ni ninguno de éstos, que son
seres vivos, son equiparables al fuego, que es un ser inanimado; ni ninguno
de estos tres, que pueden desplazarse y dafiar, son equiparables a la fosa, cuya
naturaleza no es la de dañar desplazándose. El aspecto común a todos ellos es
su propiedad de causar daño y tu obligación de tener cuidado con ellos. Cuan-
do se ha causado daño, el dañante está obligado a indemnizar con lo mejor 6 de
su tierra.
2. De todo aquello que tengo obligación de custodiar soy yo el responsable
del daño que produzca. Si soy tan sólo responsable de parte del daño, estoy
obligado a la indemnízación como aquél que es responsable del daño total.
(Esto se aplica) a los bienes que no están sujetos a la ley del sacrilegio 7, a los
bienes de los hijos de la Alianza y a los bienes de individuos particulares, y esto
en todo lugar fuera del dominio particular del dañante y del dominio común del
dañado y del dañante. Sí causa daño, el dañante está obligado a indemnizar con
lo mejor de su tierra.
3. El importe (del daño) o la evaluación del dinero (a indemnizar) se ha
de hacer delante del tribunal, basándose en el testimonio de testigos, hombres
libres y correligionarios. Las mujeres están incluidas también en las leyes re-
ferentes a los daños inferidos 8• El dañado y el dañan te participan ( en ciertos
casos) en la indemnízación9 •
CAPíruL02
a. y no acornea]
16. Se paga no lo correspondiente al valor de lo comido, sino del beneficio sacado; si un
animal comió una cantidad de dátiles, se paga, por ejemplo, según el valor correspondiente a
una cantidad similar de cebada.
17. Por estar, en este caso, en dominio privado del dañado.
18. Se testifica ante el tribunal que el animal causó daños en tres días consecutivos.
19. Cf. Nid 4, 6; Nm 12, 14.
BQ 2, 6-3, 5 Orden cuarto: Daños - nesiqin 478
con los daños causados por el diente o la pata de la bestia en dominio público
y severamente por los causados por cuerno y si se aplica la norma más severa
para el daño causado por el diente o la pata de un animal en el territorio del da-
ñado, ¿no habrá que inferir que hemos de ser rigurosos en el daño inferido por
cuerno? Le contestaron: Basta que la ley inferida sea como aquella de la cual
se deduce. Del mismo modo que del dafio causado (por cuerno) en territorio de
dominio público hay que indemnizar sólo la mitad del daño, así por el causado
en dominio del dañado hay que indemnizar también sólo la mitad del daño.
6. El hombre es considerado siempre como causa de daño prevista, ya obre
por error o intencionadamente, en vigilia o dormido. Si uno causa la ceguera
en el ojo de su prójimo o rompe unos objetos, ha de indemnizar el daño totaJ2º.
CAPÍTULO 3
24. De la diferencia que existe entre el daño causado eo uno y otro. Así, sí un buey cau-
sa en el otro un daño estimado en cien sús y éste causa en aquél un daño estimado en treinta
siis, la diferencia es setenta sús. El propietarío del primero ha de pagar al segundo la mitad
del dafío de la diferencia, es decir, treinta y cinco sús.
25. Cien sús.
26. Ex 21, 35.
BQ 3, 10-11 Orden cuarto: Daños - nesiqin 480
un buey de doscientos sús de valor cornea a otro buey que vale otros doscientos
y cuyos despojos valen cincuenta sús, cada uno recibirá la mitad del vivo y la
mitad del muerto.
10. Hay quien se hace culpable por la obra de su buey, mientras que que-
da absuelto por la propia obra y hay quien queda absuelto por la obra de su
buey, mientras que se hace culpable por su propia obra. Si su buey es causa de
ignominia (para otro) 27 , (su dueño) queda absuelto, pero si es él el que causa ig-
nominia, es culpable. Sí su buey causa la ceguera en el ojo de su esclavo o le
hace caer un diente, queda absuelto, pero, si es él el que causa la ceguera en el
ojo de su esclavo o le hace caer un diente, es culpable28 • Si su buey hiere a su
padre o a su madre, es culpable29 , pero si es él mismo quien hiere a su padre o
a su madre, queda absuelto30• Si su buey provoca el incendio del pajar en sá-
bado, es culpable, pero si es él mismo el que causa el incendio del pajar en
sábado, queda absuelto, porque ya se responsabiliza con la propia vida.
1l. Si un buey persigue a otro y éste reporta daño y uno (de los propietarios)
dice: «Es tu buey el que lo hirió», mientras que el otro afirma: «No es verdad_,
sino que se hirió con una piedra», el que pretende la indemnización por parte de
su compañero debe aportar las pmebas31 • Si ambos se perseguían mutuamente y
uno (de los propietarios) dice: «Es tu buey el que lo hirió», y el otro afirma: «Ha
sido tu buey el que le causó daño», ambos quedan absueltos. Pero si los dos son
del mismo dueño, ambos son culpables32 • Si uno (de los bueyes) es grande y el
otro pequeño y el dañado dice: «Fue el grande el que causó el dafio», mientras
que el dueño afuma: «No es así, sino que ha sido el pequeño el causante del
daño», o si uno no era considerado como causa de daño prevista y el otro sí, y el
dañado dice: «Fue el considerado como causa de daño prevista el que oca-
sionó el daño>>, mientras que el dueño (del buey dañante) afirma: «No es tal,
sino que causó el daño el buey no considerado como causa de daño prevista>>, el
que pretende lograr una indemnización por parte de su compañero debe aducir
las pruebas. Si son dos (los bueyes) dañados, uno grande y otro pequeño, o si
son dos los que causan el daño, uno grande y otro pequeño, y el propietario del
dañado dice: «El grande hirió al grande y el pequeño al pequeño», mientras que
el propietario del buey dañante afirma: «No es así, sino que el pequeño ha si-
do el que ha herido al grande y el grande al pequeño», o si uno no era conside-
rado como causa de daño prevista y el otro sí, y el propietario del dañado afinna:
«El buey considerado como causa de daño prevista causó daño al buey grande
CAPÍTULO 4
l. Si un buey cornea a cuatro o cinco bueyes, uno tras otro 33, se ha de in-
demnizar34 comenzando por ei último y, si queda sobrante, se aplica a favor del
anterior y, si aún queda sobrante, a favor del precedente inmediato. El último
es el que tiene la ventaja. Tal es la opinión de R. Meír. R. Simeón afinna: Si un
buey que vale doscientos sús cornea a otro buey que vale también doscientos sús
y cuyos despojos no valen nada, cada uno de ellos 35 recibe una mina 36 • Si vuelve
a acornear a otro buey cuyo valor estimado es de doscientos sús, el (propietario
del) último ( de los dañados) recibe una mina y, respecto al anterior, cada uno
de los propietarios recibe cincuenta sús. Si vuelve a acornear a otro buey que
vale doscientos sús, el último (de los propietarios del buey dañado) percibe una
mina, el anterior cincuenta sús y los dos primeros un denario de oro 37•
2. Un buey puede ser considerado como causa de daño prevista para los
de su especie, pero no para aquellos que no son de su propia especie; puede
ser considerado como causa de dafio prevista para el hombre, pero no para el
ganado; para los animales pequeños, pero no para los grandes. Por aquelª que
es considerado como causa de daño prevista se ha de indemnizar el daño total,
mientras que por aquel que se considera como causa de daño no prevista sólo se
ha de indemnizar la mitad. Dijeron delante de R. Yehudá: ¿Qué significa que es
considerado como causa de daño prevista para día de sábado, pero no para día
ferial? Les respondió: En sábado hay que indemnizar el daño total, mientras que
en días feriales sólo la mitad ¿Cuándo se puede considerar como causa de daño
no prevista? Cuando no ha vuelto (a causar daño) en tres sábados seguidos.
3. Sí el buey de un israelita cornea a un buey perteneciente al Templo o si
un buey que pertenece al Templo cornea al buey de un israelita, queda absuel-
to, puesto que está escrito: El buey de tu compañero 38 y no el buey del Templo.
Si el buey de un israelita cornea al buey de un pagano, queda (el israelita)
absuelto, pero si es el buey de un pagano el que cornea al buey de un israelita,
CAPÍTULO 5
a. es culpable]
56. Cf. Ex 21, 22.
57. Antes del parto, la mujer corre el peligro de morir en el parto. De esta manera, no
tendría nada que pagar.
58. En caso de que el marido, esclavo manumitido o prosélito, haya muerto sin dejar
herederos.
59. Ex 21, 33.
60. A reparar daños si con ello causa perjuicios.
61. Ex 21, 33.
62. Debido a que en Ex 21, 33 se habla de «un buey» o «un asno», pero no de sus arneses.
63. Ex 21, 33.
64. Según Ex 19, 12.
485 Puerta primera - babá qammá BQ 6, 1-4
CAPITULO 6
CAPÍTULO 7
1. El pago del doble 83 es mucho más frecuente que el pago del cuádruple
o del quíntuple, ya que la normativa del pago del doble se aplica tanto a seres
vivos como a cosas inanimadas, mientras que la del pago del cuádruple o del
quíntuple sólo se aplica al buey o a la oveja por cuanto que está escrito: Si roba
un hombre un buey o una o veja y lo sacrifica o lo vende ... 84 Si uno roba a un
74. Ex 22, 6.
75. De dieciséis codos. Cf. BB 6, 7.
76. De modo que el autor del incendio sea considerado responsable de los daños.
77. El kor era equivalente a treinta seás. Cf. Glosario de términos hebreos, p. 1089.
78. Es decir, sólo porlo que era visible.
79. Está obligado a indemnizar el cabrito, pero no está obligado a pagar el rescate del
esclavo ni se hace culpable de la muerte, ya que aquél pudo escapar.
80. De la indemnización del cabrito_. porque éste pudo huir. Respecto al esclavo, no
tiene lugar la indemnización porque se ha hecho merecedor de la muerre (3, IO).
81. El que golpea con el martillo.
82. De los fuegos que se encendían ante las casas en la fiesta de Januká (aniversario de la
reconsagración del Templo por los Macabeos). Empezaba el 25 de Kislev y duraba ocho días.
83. Ex 22, 7.
84. Ex 22, l.
487 Puerta primera • babá qammá BQ7,2-5
C..I\PÍTIJLO 8
l. Si uno hiere a su prójimo, queda obligado con él por cinco causas: por el
daño, por el dolor, por la curación, por la pérdida de tiempo y por la injuria. Por
el daño: ¿de qué modo? Si uno produjo la ceguera al ojo de su prójimo o cortó su
mano o quebró su pierna, se le ha de considerar 1º1 como un esclavo vendido en el
mercado y se hace una estimación de cuánto valia antes y cuánto vale ahora. Por
el dolor: si uno causó dolor a su prójimo con una aguja o con un alfiler, incluso
sobre una uña donde no produce herida, se ha de hacer una estimación de qué
compensación querría un hombre semejante a él para someterse a aquel dolor.
Por la curación: si hirió a su prójimo, está responsabilizado de su curación. Si le
sobrevienen úlceras a causa del golpe, está obligado 102 ; pero si no es a causa del
93. O sea, se hizo «carroña», carne del animal que no ha sido inmolado ritualmente.
94. Cf. Hui 2, l.
95. Cf. Qid l, 4.
96. Ex 13, 13.
97. Uno de estos últimos.
98. Debido a que destroza los campos sembrados. Cf. Dem 2, 3.
99. Las comidas santas que pueden manchar las gallinas con sus picos.
100. La séptima parte de una milla, esto es, 266 codos con 2/3.
101. Al prójimo.
102. A sobrevenir a los gastos de la curación.
489 Puerta primera - babá qammá BQ 8, 2-5
a. buey+ y de nuevo más severidad respecto al hombre que en relación al buey b. por
ef dolor ... la injuria]
103. Ha de indemnizarle por el tiempo que ha perdido sin trabajar, por el paro (Ex 21, 19).
104. Se le ha de indemnizar por el trabajo que puede realizar en las presentes circuns-
tancias, no en las antiguas, ya que el daño inferido al pie o la mano ha sido indemnizado.
105. Cf Ket 3, 7; Ar 3, 4.
106. Dt 25, 11.
107. En caso de que golpee a una embarazada y provoque un aborto (Ex. 21, 22).
10&. Ya que en Ex. 21, 22 sólo se habla del hombre.
109. Ex. 21, 15.
II0. Lv 25, 39s.
111. Lv 25, 44s.
112. Cf. 3, 10.
BQ 8, 6-9, l Orden cuarto: Daños - nesiqin 490
CAPÍTULO 9
de lana y la trasquila, ha de restituir según el valor de una vaca que está a punto
de parir o de una oveja que está a punto de ser trasquilada. Pero si roba una
vaca que luego es preñada en su casa y pare, o una oveja que se hace lanuda en
su casa y la trasquila, ha de pagar según el valor que tenía en el momento del
robo. Ésta es la norma: Los ladrones han de pagar conforme al valor que tenía
la cosa en el momento del robo.
2. Si robó ganado que envejeció (en su compañía) o esclavos que enveje-
cieron, ha de indemnizar según el valor que tenían en el momento del robo.
R. Meír opina que respecto a los esclavos puede decir (al propietario): <<Aquí
tienes' lo que es tuyo». Si robó una moneda y ésta se rompe, o fmta y esta se
corrompe, o vino que se avinagra, ha de restituir conforme al valor que tenían
las cosas en el momento de realizar el robo. Si roba una moneda que luego se
pone fuera de uso, o una ofrenda que se hace ímpura 121 , o sustancia fermentada
sobre la que ha pasado luego la Pascua 122 , o ganado con el que luego se cometió
una transgresión123 o que se hizo inepto para el altar o que fue condenado a ser
lapidado 124 , le puede decir: «He aquí lo que es tuyo».
3. Si entregó (un objeto) a un artesano para su reparación y éste lo estro-
pea, (el artesano) está obligado a pagar la indemnización. Si uno entrega a un
carpintero un cofre o un cajón o un armario para que lo arregle y él lo estropea,
está obligado a indemnizar. Si un albañil se encargó de cerrar la gríeta del muro
y lo que hace es destrozar las piedras y dañarlo, está obligado a pagar una in-
demnización. Si cuando está tapiando de un lado se cae el otro, no es culpable,
pero si se produce a causa de sus golpes, está obligado a la indemnización.
4. Si uno entrega lana al tintorero y el caldero la quema, ha de devolverle el
precio de la lana. Sí la tiñe mal, cuando la mejora supera a los gastos 125, le ha de
resarcir los gastos 126, pero si los gastos son mayores que la mejora obtenida, le
ha de entregar sólo lo correspondiente a la mejora. (Si entregó la prenda) para
que la tiñera de color rojo y la tiñe de negro, o para que la tiñera de color negro
y la tiñe de rojo, dice R. Meír: Ha de devolverle el precio de la lana. R. Yehudá
opina: Si la mejora supera a los gastos, le entregará el valor de los gastos, pero
si los gastos superan a la mejora, ha de dar Jo correspondiente a la mejora.
5. Si uno roba a su prójimo algo por valor de unaperutá y jura (falsamente) 127 ,
ha de llevárselo incluso aun cuando estuviere 128 en Persía. No se lo dará ni a su
hijo ni a su mandatario, aunque sí lo entregará al enviado del tribunal. Si murie-
se, lo devolverá a los herederos.
a. (Esta misná se repite con la única variante que en vez de ,do robó él, ha de pagar el
doble», dice:"'º comió él, ha de pagar el valor básico»)
129. Que ha de añadir al valor básico (Lv 6, 5).
130. Con falsedad.
131. Lv 5, 21-22.
132. Otros textos repiten: «(Si uno dice:) '¿Dónde está mi depósito?', y el otro dice: 'Ha
sido robado', en caso de que aquél le diga: 'Júramelo', y éste responda: 'Amén', y los testigos
depongan contra él afirmando que lo ha robado, ha de indemnizar el doble. Pero si lo confiesa
por si mismo, ha de pagar su valor, el quinto (añadido) y el sacrificio por la culpa».
133. Nm 5, 8.
134. El ladrón que robó al prosélito.
135. Del ladrón. Debido a que el prosélito murió sin dejar herederos.
493 Puerta primera - babá qammá BQ 9, 12-10, 4
12. Si dio el dinero a los sacerdotes que están de turno 136 y luego muere,
los herederos no pueden demandar su devolución, puesto que está escrito: Si
alguien da algo al sacerdote, será de éste 137 • Si dio el dinero al turno de Yeho-
yarib y la víctima por la culpa al de Yedayás, cumplió 138 • Si entregó la víctima
del sacrificio por la culpa a Yehoyarib y el dinero a Yedayás, si la víctima por
la culpa subsiste todavía, la ofrecerán (los sacerdotes} del turno de Yedayás. Si
no subsiste, ha de traer otro nuevo sacrificio por la culpa, porque quíen resti-
tuye lo robado antes de ofrecer el sacrificio por la culpa cumple su obligación,
mientras que quien lo ofrece sin haber devuelto antes lo robado, no la cumple.
Si uno restituyó el valor (de lo robado), pero no el quinto, esto no es óbice (para
que pueda ofrecer el sacrificio por la culpa).
CAPíTIJLO 10
136. Taan 2, 6.
137. Nm 5, 10.
138. Con su obligación.
BQ 10, 5-10 Orden cuarto: Daños - nesiqin 494
CAPíTULO 1
l. Si dos cogen un manto y uno dice: «Lo encontré yo», mientras que el
otro afirma: <<Lo hallé yo»; si uno dice: <<Me pertenece enteramente a mí», y
el otro dice: «Es todo mío», cada uno ha de jurar que no tiene de él menos de la
mitad, y de ese modo se lo han de repartír. Si wio dice: <<Es enteramente mío»,
y el otro afinna: «La mitad es mío», el que declara ser enteramente suyo ha
de jurar que no reclama de él menos de tres partes, y el que dice: «La mitad es
mio» ha de jurar que no reclama menos de la cuarta parte. Aquél tomará tres
partes y éste la cuarta parte'.
2. Si dos hombres van montados sobre una bestia, o si uno va montado y el
otro conduce' la bestia, y uno díce: «Es todo mío», mientras que el otro afirma:
«Es todo mio», el uno ha de jurar que no reclama de ello menos de la mitad, y
el otro ha de jurar asimismo que no le corresponde de ello menos de la mitad,
y se reparten por partes iguales. Cuando los dos están de acuerdo o cuando hay
testigos, lo pueden distríbuir sin necesidad de juramento.
3. Si uno va montado sobre una bestia y dívisa un objeto perdido, y dice a su
compañero: «Dámelo», y éste lo coge y dice: «Yo me lo apropio», toma pose-
sión de él. Si después de haberlo entregado le dice: «Tomé yo primero posesión
de ello», es como si no hubiera dicho nada.
4. Si uno divisa un objeto perdido y se echa sobre él, mientras que llega
otro y lo agarra, el que lo agarra adquiere el derecho sobre él. Si uno apercibe
a gente que corre tras un objeto perdido, por ejemplo, tras un ciervo cojo o tras
pichones que no pueden volar, y dice: «Mi campo me ha dado el derecho sobre
él», éste le ha conseguido el tal derecho. Pero si el ciervo corre de manera usual
o si los pichones vuelan y dice: «Mi campo me ha dado derecho sobre él», es
como sí no hubiere dicho nada.
5. Los objetos perdidos encontrados por el hijo o por la hija menores de
edad2, o por el esclavo o la esclava cananeos3, o por la propia mujer, le pertene-
cena él. Pero los objetos perdidos encontrados por su hijo o por su hija mayores
de edad, o por su esclavo o esclava hebreos4, o por su mujer divorciada, incluso
aunque no le haya dado la dote5 , son de ellos.
6. Si uno encuentra un documento de deuda, que está respaldado por una
hipoteca, no tiene que devolverlo, porque el tribunal' puede hacerse pagar. Si
no tiene hipoteca, ha de devolverlo, ya que en ese caso el tribunal no puede
hacerse pagar. Ésta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, dicen: Ni
en uno ni en otro caso tiene que devolverlo, ya que el tribunal puede hacer que
se pague.
7. Si uno encuentra un documento de dívorcio, o de la manumisión de un
esclavo, o de un testamento, o de una donación, o de un recibo, no tiene que
devolverlo, pues yo puedo decir: «Estaban ya escritos, pero después decidió (el
autor) no entregarlos» .
.8. Si uno halla cartas de evaluación6, o cartas de alimentación\ o docu-
mentos referentes a la ceremonia de quitar el zapatoª, o del rebusamiento9,
o documentos de arbitraje 10 , o cualquier otro documento emanado del tribu-
nal, ha de devolverlo. Si uno encuentra (los documentos) en una cartera, o en
una bolsa, o un manojo de documentos, o un envoltorio de documentos, ha de
devolverlos. ¿Cómo ha de estimarse si es un envoltorio de documentos? Si hay
tres ligados conjuntamente. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: Si se trata del
documento de un deudor respecto a tres acreedores, ha de devolverlo al deudor,
pero si se trata del documento de tres deudores a un acreedor, lo ha de devolver
al acreedor. Si encuentra entre sus documentos uno cuyo alcance ignora 11 , lo
dejará tranquilo hasta la venida de Elías 12 • Si entre los documentos se encuen-
tran escritos posteriores restrictivos, se ha de obrar conforme a éstos.
CAPÍTULO 2
l. ¿Qué objetos hallados se hacen propiedad inmediata del que los en-
cuentra y cuáles deben pregonarse? He aquí las cosas que pertenecen al que
las encuentra: fruta esparcida, monedas esparcidas, pequeñas gavillas en lu-
gar público, torta de hígos, hogazas de panadero, ristras de pescado, trozos
de carne, flecos de lana procedentes de provincia, manojos de lino, jirones
13. Al no haber sido usadas, carecen de las señales por las que pudieran ser reconocidas.
14. Debido a que tienen señales y pueden ser reconocidas.
15. Al que los halló, debido a que no se sabe a quién pertenecen y que hay indicios de
que el dueño renunció a ellos.
16. Abandonado.
17. Cuyo hallazgo ha de ser pregonado (Dt 22, 3).
18. Es decir, por qué se menciona aparte.
19. El que perdió el obj elo.
BM 2, 7-9 Orden cuarto: Daños - nesiqin 498
20. Ot22, 2.
21. Que ha sido encontrado.
22. Como una vaca o un asno, que con el trabajo gaoa tanto como consume de pienso.
23. En tanto está en poder del que lo encontró.
24. Dt22, 2.
25. La bestia consumiría más pienso que lo que ella vale.
26. Obtenido de la venta.
27. Aunque no lo haya usado y lo pierda, está responsabilizado, debido a que podía ser-
virse de él.
28. A fin de que sean abiertos y no se enmohezcan.
29. Podría detenerse demasiado en un lugar y deteriorarlo.
30. Debido a que uno tiraría del rollo hacia un lado y el otro hacia otro y se romperia.
31. Para airearlo.
32. Porque no se acomoda con su dignidad.
33. Dt 22, l.
34. Al propietario del animal perdido.
35. Sobre qué retribución ha de darle por el tiempo perdido.
36. No está obligado a coger lo perdido y devolverlo al propietario.
499 Puerta media - baba mesiá BM 2, 10-3, 1
CAPÍTULO 3
a. y en caso de ... responsabilidad} b. y por esto ... de él] c. ya lo deje atado o suelto:
ya de un modo, ya del otro d. y por esto ... a nada/
57. Una sexta parte.
58. De lugar.
59. En caso de pérdida y tiene que resarcirlo.
60. Un privado que no negocia con el dinero.
61. Cf. Meil 6, 5.
62. Lo utiliza para su servicio.
63. Si se da el caso de que el valor del depósito ha disminuido, tiene que restablecerlo en
su valor primitivo.
64. Si tras el uso el depósito aumenta de valor, ha de entregarlo en esa situación.
BM 4, 1-3 Orden cuarto: Daños - nesiqin 502
ción. Si uno hace la intención de servirse del depósito, la escuela de Samay di-
ce que es culpable65 , mientras que la escuela de Hile! afirma que no es culpable
en tanto no se sirva de él, puesto que está escrito: Si no extendió su mano a los
bienes de su pr1iimo66 • ¿Cómo se entiende esto? Si inclinó el cántaro y sacó de
él un cuarto de log' 1 y se quiebra68 , no ha de pagar sino lo correspondiente al
cuarto de log. Pero si lo alzó y sacó de él un cuarto de log y se quiebra, ha de
pagar el valor total.
CAPÍTULO 4
a. El oro adquiere ... el oro: La plata adquiere al oro, pero el oro no adquiere la plata
65. En caso de que se pierda, incluso aunque no se haya servido de él.
66. Ex 22, 8.
67. De vino.
68. Después, aunque sea por accidente.
69. Si uno da a su prójimo un denario de oro a cambio de 25 denarios de plata, cuando
éste atrae hacia sí el denario de oro, aquél adquiere inmediatamente los 25 denarios de plata.
70. La Tosefta da la siguiente explicación: ((Si uno da 25 denarios de plata a su prójimo
a cambio de un denario de oro, no lo adquiere hasta tanto no lo atraiga hacia SÍ)). El principio
aquí implicado es el siguiente; el elemento constitutivo de la compra no es la entrega del
dinero al vendedor, sino el acto por el que comprador arrastra o atrae hacia sí el objeto.
71. Fuera de curso.
72. De ahí que con la entrega de un objeto se ha adquirido el objeto cambiado aun
cuando estuviere en la propiedad del otro. Cf. Qid l, 6.
73. Gn 6, 13.
74. Gn 11, 9. La Baraíta aiiade: «a los hombres de Sodoma y Gomorra y de Egipto en
el mar».
75. Si el comprador ha entregado ya el dinero, pero no ha arrastrado hacía sí la mer-
cancía, el vendedor puede volverse atrás, pero no el comprador.
76. Maás de plata.
77. Una selá hace cuatro denarios y un denario seis maás.
78. En tal caso, el vendedor ha de devolver el recargo o el comprador puede deshacer
el contrato.
503 Puerta media - babá mesiá BM 4,4-7
de una perutá, y perjura, está obligado a restituírselo, aunque para ello tenga
que ir tras él a Persi a 95 •
8. En cinco casos está prescrito el quinto 96 : si uno come de la ofrenda 97 , 0
de la ofrenda del diezmo98 , o de fa ofrenda del diezmo de productos dudosos 99,
o de la rnasa 100, o de las primicias 1º1, debe añadir el quintoio2 • Si uno redime
( el fruto) de las plantas del cuarto afio 103, o su segundo diezmo 1°4, debe añadir
el quinto. Si uno redime algo consagrado 105, debe añadir el quinto. Si uno se
beneficia de cosas consagradas 106 por valor mínimo de una perutá, debe añadir
un quinto. Si uno roba algo a su compañero por valor mínimo de una perotá, y
hace perjurio, ha de añadir un quinto 1º7•
9. Éstas son las cosas a tas que no se aplica la ley del fraude: esclavos,
documentos, terrenos, cosas consagradas 1°6 . Por ellas no hay lugar a la indem-
nización del doble, del cuádruple o _del quíntuple 109 . El guardián gratuito no
tiene que emitir juramento, ni el asalariado tiene que restituir. R. Simeón dice:
En todas aquellas cosas consagradas sobre las que tiene que responder 11 º se
aplica la ley del fraude, mientras que en aquellas sobre las que no tiene res-
ponsabilidad no se aplica. R. Yehudá dice: También si uno vende el rollo de
la Torá, o ganado, o perlas, no se aplica la ley del fraude. Le contestaron: No
establecieron (más excepciones) que éstas 111 •
l O. Del mismo modo que puede haber fraude en la compra o en la venta,
puede haber fraude también en las palabras 112 • Una persona no puede decir:
«Cuánto vale esto», y no tener intención de comprarlo. Si se trata de un peni-
tente, no se le puede decir: «¡Recuerda tu antigua conducta!». Si se trata de un
prosélito, no se le puede decir: «Recuerda las obras de tu padre», puesto que
está escrito: No oprimirás ni vejarás al emigrante 1ii.
11. No se ha de mezclar un fruto con otro 11 4, ni incluso nuevo con nuevo,
ni es necesario decir nuevos con viejos. A decir verdad, en cuanto al vino, se
95. Cf. BQ 9, 5.
96. Añadido al valor básico.
97. Cuando es un laico (Lv 22, 14).
98. La décima parte del diezmo, que el levita entregaba al sacerdote (Nm 18, 26).
99. Cf. Dem 1, 2.
100. Ha! !, 9.
10 l. Bik 2, l.
102. Al hacer la restitución, tiene que devolver el valor básico más un quinto del valor.
Estos cinco casos se tratan como uno solo, ya que en todos se trata de productos de ofrenda.
103. MSh 5, l.
104. Msh 4, 3.
105. Lv27, 19.
106. Lv 5, 16.
107. BQ 9, 7.
108. La razón se da en la Baraita que se contiene en la Guemará 56b.
109. Cf. BQ 7, l.
11 O. Que han de ser resarcidas en caso de daño o pérdida. Cf. BQ 7, 4.
111. Los cuatro conceptos descritos arriba.
112. Lv 25, 17.
l 13. Ex 22, 20.
114. U no de mala calidad con otro de buena, porque sería fraude.
505 Puerta media - babá mesiá BM 4, 12-5,2
permite mezclar viejo con nuevo, porque mejora. No se pueden mezclar las he-
ces del vino con vino, pero se le pueden entregar 115 las heces del suyo 116 • Aquel,
cuyo vino fue mezclado con agua, no puede venderlo en tienda, a no ser que lo
declare, pero no lo puede vender a un comerciante incluso aun cuando se lo de-
clare, ya que éste no lo compraría sino para engañar con él. En aquellos lugares,
sin embargo, donde sea habitual meter agua en el vino, se puede hacer.
12. Un comerciante puede comprar (grano u otro producto) de cinco eras
y ponerlo todo en un solo granero, o de cinco lagares y ponerlo todo en una
cuba, con tal que no tenga intención de mezclarlos 111 • R. Yehudá enseña: El
tendero no debe distribuir grano torrefacto o nueces entre los niños, porque los
acostumbraría a venir a éP 18 . Los sabios, en cambio, lo permiten. Incluso no
podrá vender por menos precio del habitual. Los sabios <l,icen: Sea recordado
para bien 119 • No ha de escoger las alubias machacadas 120 • Esta es la opinión de
Abá Saúl. Los sabios, en cambio, lo permiten, pero están de acuerdo en que no
puede escoger sólo la parte de arriba del depósito, porque esto no haría sino
engañar la vista. No se debe embellecer (lo que se quiere vender), ni personas,
ni animales, ni objetos.
CAPÍTULO 5
l. ¿Qué es usura 121 y qué es interés? ¿Qué se entiende por usura? El prestar
unaselá 122 por cinco denarios o dos seás de trigo por tres (está prohibido) 123 ,
porque el tal (<muerde» 124 • ¿Qué se entiende por interés? El hacer ganancia con
sus productos. ¿De qué manera? Sí uno compra a otro trigo por un denario de
oro 125 el Icor, según el precio corriente 126 , y luego se pone el trigo a treinta de-
narios y dice (el comprador al vendedor): «Dame mi trigo que quiero venderlo
y comprar con él vino», y el otro le responde: (<TU trigo me sea computado a
treinta denarios y así tienes ahora un título sobre mi vino (por igual valor)>>,
siendo así que no lo tiene.
2. Sí uno presta algo a su prójimo, no le está permitido habitar gratis en
su patio ni coger en alquiler algo por menos del precio corriente, porque tal
cosa sería usura. Se puede aumentar el precio del alquiler, pero no se puede
aumentar el precio de venta. ¿De qué manera? Si le alquila su patio diciéndole:
115. Al comprador.
116. Que pertenecen al vino comprado.
117. Con propósito de fraude.
118. Lo que perjudicaría a otros tenderos.
119. Si obra de tal modo.
120. Para subir el precio.
121. Etimológicamente: mordedura.
122. Que vale cuatro denarios.
123. Algunos códices incluyen esta cláusula: «Esto está prohibido».
124. Es un usurero.
125. Que vale veinticinco denarios de plata.
126. Dejando para más tarde la entrega efectiva del trigo.
BM 5, 3-6 Orden cuarto: Daños - nesiqin 506
«En caso de que me pagues ahora, lo tendrás por diez selás al año, pero si el
pago lo vas a realizar por mensualidades, lo tendrás por una selá al mes», esto
está permitido. Si le vende su campo y le dice: «Si me pagas ahora, te lo doy
por mil sús, pero si me lo pagas en el tiempo de la cosecha, te lo doy por doce
minas» 127; esto está prohibido.
3. Si uno vende a otro un campo y éste le entrega una pai.te del dinero y
aquél le dice: «Cuando quieras trae el (resto del) dinero y coge lo tuyo>>, está
prohibido 128 . Si uno hace un préstamo a otro sobre su campo y le dice: «Si no
me pagas de aquí a tres años, será mío», entonces será suyo. Así hizo Baitos,
hijo de Sonín 129, según la sentencia de los sabios.
4. No se puede establecer un tendero 130 con la condición de recibir la mitad
de la ganancia, ni tampoco darle dinero para comprar productos con la con-
dición de recibir la mitad de la ganancia, a no ser en el caso de que se asigne
una retribución como a un operario. No se puede dejar que otro críe gallinas
a mitad de ganancias, ni tampoco temeros y asnos, a no ser que se asigne una
retribución por razón del trabajo y de la alimentación. Se pueden, sin embargo,
aceptar temeros 131 y asnos a mitad de ganancias y criarlos hasta que alcanzan
el tercio de su desarrollo; el asno, hasta que sea apto para llevar cargas.
5. Una vaca, un asno y todo lo que trabaja y come se puede poner a mitad de
ganancias. En el lugar donde sea costumbre repartir la cria inmediatamente, se
puede hacer; donde sea costumbre criarlos, se crían. Rabán Simeón ben Gama-
liel afirma: Se puede poner 132 a un ternero con su madre o a un asno con la suya.
Se puede pagar un mejor alquiler por el campo sin temor del interés 133 •
6. Ganado menor no se puede aceptar de un israelita en condiciones de
hierro 13 4, porque se cuenta como interés, pero sí de un pagano. De éste se puede
recibir en préstamo y dar en préstamo con intereses. Lo mismo se aplica al ex-
tranjero residentem. Un israelita puede dejar en préstamo el dinero de un gen ti 1
con el consentimiento de éste, pero no con el consentimiento del israelita 136 •
137. En el mercado. Si cuando entrega el producto más tarde éste hubiera subido de pre-
cio, habría entonces una ganancia para el comprador que podría equipararse a una percepción
de intereses.
138. Un vendedor.
139.Disponiendo de un producto antes de que se fije el precio en e! mercado.
140.Los terrones ovalados de arcilla de los que se hacen potes.
141.Cuando el precio aumenta y así tendría que pagar los intereses.
142.Porque unas veces es el trabajo más duro que otras y podria haber como percep-
ción de «interés».
BM 5, 11---6, 4 Orden cuarto: Dcños - nesiqin 508
afirma: Puede haber interés con palabras. No se puede decir a uno: «Has de
saber que Fulanito de Tal vino de tal lugar» 143 •
11. Los siguientes quebrantan un precepto negativo: el prestamista, el pres-
tatario, el avalista, los testigos. Los sabios afirman: También el escriba. Que-
brantan los preceptos negativos: no darás 144 , no tomarás de é/14 ', no serás para
él como un acreedor y no le impondrás interés usurario 146 , delante del cielo no
deberás poner ocasión de tropiezo y temerás a tu Dios, yo el Señor" 7 •
CAPÍTULO 6
143. Dando una información para recibir a cambio un préstamo. Otros textos leen: «In-
fórmate si ha venido ... ».
144. «No Je prestes tu dinero a usura» (Lv 25, 37).
145. Lv 25, 36.
146. Ex 22, 24.
147. Lv 19, 14.
148. Que pueda ser contratada por el mismo salario.
149. Pagándoles más y reclamando a los primeros la diferencia.
150. Prometiéndoles más salario, pero dándoles después el acordado primero.
151. Si interrumpen el trabajo y el dueño tiene que contratar a nuevas personas a un
costo más alto, quita del salario que ha de dar a los primeros la diferencia de aumento. Tam-
bién saldrían perjudicados si el costo de la mano de obra en aquel momento ha disminuido.
509 Puerta medía - babá mesiá BM 6, 5-7, 1
CAPITULO 7
mida. Cuando volvió junto a su padre, éste le dijo: <<Hijo mío, incluso aunque
les hubieres dispuesto en su momento un banquete como el de Salomón, no
cumplirías con ellos tu obligación, ya que son hijos de Abraham, de Isaac y
de Jacob. Pero ahora vete antes de que comiencen el trabajo y diles: 'Con la
condición de que no me exijáis más que pan y legumbres' •>. Rabán Simeón ben
Gamaliel dijo que no era necesario decir tal, ya que todo se ha de regular por
la costumbre de la región.
2. Estos son los que pueden comer161 por prescripción de la Torá I62 : quien
trabaja (en plantas) todavía no arrancadas de la tierra (puede comer) cuando
tennina su trabajo; si están arrancadas, en tanto dura el trabajo 163 • Esto se aplica
a cosas que se crían en la tierra. Estos son los que no pueden comer: el que tra-
baja (en plantas) todavía no arrancadas del suelo, en tanto no haya tenninado
el trabajo o en plantas ya arrancadas después de haber tenninado el trabajo y
no puede comer cosas que no se crían en la tierra 164 •
· 3. Si trabaja con las manos, pero no con los píes, o con los pies, pero no
con las manos, incluso aunque sea con la espalda, puede comer. R. Yosé bar
Yehudá enseña: Sólo si trabaja con las manos y los pies.
4. Si uno trabaja con higos, no puede comer uvas o, si trabaja con uvas,
no puede comer higos. Pero uno puede abstenerse hasta que llegue a un lugar
donde la fruta es mejor y comer. De todos éstos no dijeron (que podían comer)
sino durante el momento del trabajo•, pero para poder restituir lo perdido 165 a
su dueño dijeron: Los operarios pueden comer cuando van de un surco a otro o
cuando vienen del lagar. El asno (puede comer) cuando está descargado.
S. Un operario puede comer pepinos incluso por valor de un denario o dáti-
les incluso también por valor de un denario. R. Elazar Jisma enseña que un ope-
rario no puede comer por mas valor de lo que constituye su paga. Los sabios, en
cambio, lo permiten. Sin embargo, se ha de educar al hombre para que no sea
un glotón y no se cierre así las puertas 166 •
6. Uno puede estipular (las condiciones de contrato) 167 para sí mismo o
para el hijo o hija mayores de edad o para el esclavo o esclava mayores de
edad o para su mujer, porque tienen entendimiento. Pero no se puede estipular
el contrato para un hijo o una hija menores de edad ni para el esclavo o esclava
menores de edad ni para el ganado, porque carecen de entendimiento.
7. Si uno contrata operarios para trabajar en una plantación del cuarto año 168,
no pueden comer de ella. Pero si (el propietario) no se lo advirtió, debe redimirla
y dejarles comer. Sí sus tortas de higo se han desmenuzado o si sus jarros se han
abiertoª 169 , aquéllos no pueden beneficiarse de ello. Pero si no se lo advierte,
debe apartar el diezmo y dejarles comer.
8. Los guardianes de los frutos pueden comer según las costumbres de las
regiones, no por prescripción bíblica. Hay cuatro clases de guardianes: el guar-
dián gratuito, el prestatario, el guardián a pago y el arrendador. El guardián gra-
tuito debe prestar en todo juramento (en caso de pérdida o daño). El prestatario
debe restituir en todo caso. El guardián a pago y el arrendador deben prestar
juramento en caso de que el animal se rompa una pata o haya sido llevado en
cautividad o haya muerto y restituir en caso de pérdida o de robo.
9. Si un solo lobo (ataca a un rebaño), se ha de considerar como un acci-
dente evitable, pero si son dos, se considerará como accidente inevitable. R. Ye-
hudá enseña: En época de incursión de lobos, el ataque de un lobo se considera
como accidente inevitable. Pero, si ataéan dos perros, no se considera como
accidente inevitable. Yadúa, el babilonio, decía en nombre de R. Meír: Si pro-
ceden de una misma dirección, no se considera como accidente inevitable; pero,
sí proceden de dos direcciones, sí. Un ladrón se considera como accidente ine-
vitable. El león, el oso, el leopardo, la pantera, la serpiente se consideran como
accidente inevitable. ¿Cuándo tiene lugar esto? Cuando surgen de improviso,
pero, si uno conduce (al ganado) a un lugar infestado por fieras o ladrones, no
se puede considerar el accidente como inevitable.
10. Si el animal muere de muerte natural, se considera como accidente ine-
vitable. Pero, si lo maltrata y muere, no es accidente inevitable. Si lo lleva hasta
la cima de una roca y cae, se considera como accidente inevitable. Si lo sube a la
cima de una roca y cae y muere, no se considera como accidente inevitable. Un
guardián gratuito puede pactar ser absuelto de la obligación de prestar el jura-
mento, el prestatario de tener que restituir y el guardián de pago y el arrendador
del juramento y de la restitución.
11. Si uno pone como condición algo contrario a la Torá110, su condición es
nula. Toda condición que depende de un acto anterior es nula. Pero si a uno le
es posible realizar la condición al fin y le fue impuesta al principio, la condi-
ción es válida.
CAPITULO 8
5. Si uno vende sus olivos para leña y producen 174 menos del cuarto (de
log) 175 por seá, perteneceran al (nuevo) dueño de los olivos. Si sucede que pro-
ducen176 un cuarto (de /og) por seá y uno dice: <<Lo crió mi árbol» y el otro afü-
ma: «Lo crió mi terren0>>, deben repartirlo. Si un río inunda un olivar y arrastra
(los olivos) al campo de otro y uno dice: «Lo produjeron mis olivos» y el otro
afuma: «Lo produjo mi terreno», deben repartirlo en partes iguales.
6. Si uno alquila a otro su casa en la época de las lluvias 177, no puede despe-
dirlo en el intermedio que va de la fiesta de las Cabañas a la Pascua; si lo hace
en la época seca (debe avisarle de la rescísión del contrato) con treinta días (de
antelación). En las grandes ciudades, ya sea en el tiempo seco, ya sea en la épo-
ca de las lluvias, debe avisarse con doce meses de antelación. Para las tiendas,
tanto en las ciudades grandes como en las pequeñas, debe avisarse con doce
meses de antelación. Rabán Símeón ben Gamaliel dice: En cuanto a las tiendas
de los panaderos y los tintores, debe avisarse con tres años de antelación 178 •
7. Si uno alquila una casa a otro, el que alquila está obligado a proveerla
de puerta, canalones, cerradura y todo aquello que necesita de un artesano.
Pero las cosas que no requieren un artesano las hace el inquilino. El estíércol1 79
pertenece al propietario de la casa. Al inquilíno corresponde lo que procede 180
del horno y de la estufa.
8. Si uno alquila una casa a otro por un año y el año es declarado interca-
lar181, es intercalar para el inquilino. Si la alquiló por unos meses y el año es
declarado íntercalar, es intercalar a favor del arrendador. Ocurrió en Séforis
que uno alquiló un baño por doce denarios de oro al año, un denario por mes y
fue presentado el caso ante Rabán Simeón ben Gamaliel y ante R. Yosé. Éstos
resolvieron: Deben repartirse (el precio) del mes intercalar182 .
9. Si uno alquila una casa a otro y ésta se desmorona, está obligado a pro-
porcionarle otra. Si era pequeña, no tiene que hacerla grande. Sí era grande, no
tiene que hacerla pequeña. Si era una casa, no tiene que hacer dos. Si eran dos,
no tiene que hacer una. No debe disminuir ni tampoco aumentar el número de
ventanas a no ser con consentimiento mutuo.
CAPÍTULO 9
a. si uno recibe ... un campo: si uno adquiriendo derecho sobre él b. Si lo recibió para
sembrar grano ... sembrar en él grano: si lo recibió para sembrar legumbre, no puede sem-
brar trigo; si para trigo, sí puede sembrar legumbres
184. Que soportan a la viña.
185. Que son necesarias todos los años para la viña.
186. Es decir, puede entregarle menos producto del pactado.
187. Por lo que daría el campo trabajado en las mejores condiciones.
188. Cf. Peá 5, l.
189. Porque afecta a la fertilidad del suelo durante varios años.
515 Puerta medía - habá mesiá BM 9, 10-13
para siete años, en el primer año puede plantar lino y tiene derecho a cortarse
ramas del sicómoro 19º.
1o. Si uno recibe en arriendo un campo por un septenio al precio de sete-
cientos sús", el año séptimo entrab dentro del número 191 • Pero si lo recibe por sie-
te años al precio de setecientos sús', el año séptimo, no se íncluyed en el número.
Il. El que es contratado 192 de día puede recoger sus honorarios durante
toda la noche; el que es contratado de noche puede recogerlos durante el día; el
que es contratado por horas puede recogerlos durante el día y la noche. El con-
tratado por semana, mes, años o septenio, si termina en día, puede recoger sus
derechos durante el día; pero, si termina en la noche, puede recogerlos durante
la noche y durante el día.
12. La misma norma vale para el salario del obrero que para el alquiler
de las bestias o de los objetos, a saber: Le darás en el mismo día su salario 19\
No pernoctará contigo hasta la mañana el salario de un jornalero 194 • ¿Cuándo?
Cuando aquél lo pide. Pero si no lo pide, no quebranta 195 (el precepto}. Si lo
envía a un tendero o a un cambista, no quebranta (el precepto). Si un jornalero
(demanda su salario) en tiempo debido, ha de hacer juramento196 y recibe sus
derechos. Pero si pasó su tiempo, no ha de jurar ni recibe sus derechos. Si hay
testigos que testifican que aquél lo había demandado, ha de prestar juramento y
será pagado. Respecto al extranjero residente rige la norma: Le pagarás el sa-
lario en el mismo dia, pero no la otra: No pernoctará contigo hasta la mañana
el salario de un jornalero.
13. Si uno otorga un préstamo 197 a su prójimo, no tomará de él ninguna
prenda sin el consentimiento del tribunal ni entrará en su casa para coger la
prenda, puesto que está escrito: Se quedaráfi,era 198 • Si (el deudor) tuviere dos
utensilios, (el acreedor) podrá coger uno, pero dejará el otro. Debe devolver el
colchón en la noche y el arado en el día. Si muriere (el deudor), (el acreedor)
no tiene que devolverlo 199 a los herederos. Rabán Simeón ben Gamaliel enseña:
Incluso al deudor mismo no tiene que devolverlo antes de treinta días. A partir
de los treinta días los venderá con consentimiento del tribunal. De una viuda,
ya sea pobre o rica, no se ha de coger nada en prenda, porque está escrito: No
tomarás en prenda las ropas de la viuda 200 • Si uno toma en prenda un molino,
quebranta un precepto negativo y se hace culpable por razón de coger dos
CAPÍTULO 10
201. Dl 24, 6.
202. Dt 24, 6.
203. La casa o planta baja a una y el piso superior a otra.
204. Si las de la planta baja, por ejemplo, eran más propicias para romperse, éstas se las
queda el propietario de la planta baja en la repartición.
205. El propietario de la casa habita el piso bajo y ha alquilado a otro el piso superior.
Se trata de un caso en el que el propietario no tiene que procurar al inquilino nueva vivienda
en caso de desmoronamiento del edificio.
206. En las mismas condiciones de la misná 1.
207. Luego tendría que retirarse y construir el piso superior.
208. El piso inferior.
Puerta media - babá mesiá BM I0,6
517
de hacer caso. Pero, si después de haber aceptado, el otro le dice: ((Éstos son
tus gastos, tomo lo que es mío», no se le ha de hacer caso. Si uno contrata a un
trabajador para ayudarle a recoger paja o rastroj os y le dice: {<Dame mi salario»
y el otro le contesta: «Toma como salario lo que tú has trabajado», no se le ha
de hacer caso. Si después de haber aceptado209 , le dice: «Ahí tienes tu salario
y yo tomo lo que es mío», no se le ha de hacer caso. Si uno saca su estiércol a
una zona de dominio público, mientras uno lo saca, otro lo debe meter (en su
campo). No se puede disolver arcilla en lugar de dominio público ni hacer en
él ladrillos, pero sí se puede dejar endurecer arcilla en lugar de dominio públi-
co, aunque no para ladrillos. Si uno construye en lugar de dominio público, al
tiempo que uno trae las piedras, el otro las debe ir colocando; si se causa daño,
se ha de indemnizar lo dañado. Rabán Simeón ben Gamaliel enseña: También
puede preparar su trabajo con treinta día~ de antelación.
6. Si un jardín está encima de otro, la hierba que crece entre los dos perte-
nece, según R. Meír, al superior, mientras que, según R. Yehudá, al inferior. R.
Meír decía: Si el de arriba quisiera coger su tierra, no habría hierba. R. Yehudá
opinaba: Si el de abajo quisiera Henar su jardín, no habría hierba. R. Meír
respondía: Dado que el uno puede obstaculizar al otro, se ha de observar de
qué parte crece la hierba. R. Simeón opina: Todo lo que el de la parte superior
puede agarrar con su mano y coger, le pertenece; lo demás es de] propietario
del jardín inferior.
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
mano ha de mantenerse alejado del muro, de modo que la piedra inferior esté
al menos a tres palmos de distancia y la superior a cuatro; en cuanto al horno,
su base ha de estar alejada del muro tres palmos y la parte superior cuatro.
2. Nadie debe meter dentro de casa un horno al menos que no quede encima
de él (un espacio libre) de cuatro codos de alto 17 • Si lo pone en el piso superior,
ha de tener en la parte inferior un enyesado de tres palmos 1&; sí se trata de un
fogón 19, un sólo palmo. En caso de causar daño, ha de pagar indemnización20•
R. Símeón afirma que se establecieron todas estas medidas de modo que, si se
causa un daño, no esté nadie obligado a pagar una indemnización.
3. Nadie puede abrir una panadería ni una tintorería21 debajo del granero
de su prójimo, como tampoco un establo. En verdad, si se trata de una bodega,
lo permitieron22 , pero no un establo. Cada cual puede oponerse (a la apertura)
de una tienda en un patio de vecinos diciendo: ((No puedo dormir a causa del
ruido de los que entran y de los que salen». El que fabrica útiles puede salir y
venderlos en la plaza. Nadie puede protestar contra otro diciendo: «No puedo
conciliar el sueño a causa del ruido del martillo o del molino o de niños»23 •
4. Sí uno tiene un muro junto al de su prójimo, no puede arrimarle otro muro
más a no ser que quede distante de él cuatro codos 24 • (Si uno construye un mu-
ro frente) a las ventanas (de su prójimo), ya esté más alto o más bajo que aqué-
llas o al mismo nivel, ha de guardar siempre cuatro codos (de alejamiento)25 •
5. La escalera ha de tenerse alejada del palomar26 al menos cuatro codos a
fin de que no pueda trepar la marta. El muro ha de estar alejado al menos cuatro
codos del canalón (de su vecino), de modo que éste pueda poner su escalera27 .
Un palomar se ha de tener alejado de la ciudad al menos cincuenta codos. Na-
die puede hacerse un palomar en terreno propio a no ser que disponga al menos
de cincuenta brazos de solar en todas las direcciones2 s. R. Yehudá afirma: Una
extensión de cuatro kor, que es la distancia de vuelo de una paloma. Sin embar-
go, sí uno adquiere el palomar, aunque sólo tenga una extensión de un cuarto
de lcab, está en su legítima posesión 2?_
6. Si un pichón se encuentra dentro de los cincuenta codos de terreno, per-
tenece al dueño del palomar; si se encuentra fuera de esa distancia, pertenece a
mano ha de mantenerse alejado del muro, de modo que la piedra inferior esté
al menos a tres palmos de distancia y la superior a cuatro; en cuanto al horno,
su base ha de estar alejada del muro tres palmos y la parte superior cuatro.
2. Nadie debe meter dentro de casa un horno al menos que no quede encima
de él (un espacio libre) de cuatro codos de alto 17 • Silo pone en el piso superior,
ha de tener en la parte inferior un enyesado de tres palmos 1s; si se trata de un
fogón 19, un sólo palmo. En caso de causar dafio, ha de pagar indemnización20 •
R. Simeón afirma que se establecieron todas estas medidas de modo que, si se
causa un daño, no esté nadie obligado a pagar una indemnización.
3. Nadie puede abrir una panadería ni una tintorerla 21 debajo del granero
de su prójimo, como tampoco un establo. En verdad, sí se trata de una bodega,
lo permitieron22 , pero no un establo. Cada cual puede oponerse (a la apertura)
de una tienda en un patio de vecinos diciendo: «No puedo donnír a causa del
ruido de los que entran y de los que salen». El que fabrica útiles puede salir y
venderlos en la plaza. Nadie puede protestar contra otro diciendo: «No puedo
conciliar el sueño a causa del ruido del martillo o del molino o de niños»23 •
4. Sí uno tiene un muro junto al de su prójimo, no puede arrimarle otro muro
más a no ser que quede distante de él cuatro codos24. (Si uno construye un mu-
ro frente) a las ventanas (de su prójimo), ya esté más alto o más bajo que aqué-
llas o al mismo nivel, ha de guardar siempre cuatro codos (de alejamiento)21 •
5. La escalera ha de tenerse alejada del palomar26 al menos cuatro codos a
fin de que no pueda trepar la marta. El muro ha de estar alejado al menos cuatro
codos del canalón (de su vecino), de modo que éste pueda poner su escalera27 .
Un palomar se ha de tener alejado de la ciudad al menos cincuenta codos. Na-
die puede hacerse un palomar en terreno propio a no ser que disponga al menos
de cincuenta brazos de solar en todas las dírecciones28 . R. Yehudá afirma: Una
extensión de cuatro kor, que es la distancia de vuelo de una paloma. Sin embar-
go, si uno adquiere el palomar, aunque sólo tenga una extensión de un cuarto
de kab, está en su legítima posesión29 •
6. Si un pichón se encuentra dentro de los cincuenta codos de terreno, per-
tenece al dueño del palomar; si se encuentra fuera de esa distancia, pertenece a
14. Si un árbol extiende sus ramas sobre una zona de dominio públíco, se
ha de cortar de modo que pueda pasar un camello con el camellero encima. R.
Yehudá dice: Un camello cargado de lino o con haces de sarmientos, R. Simeón
dice: Todo árbol ha de ser cortado según la plomada, a causa de la impureza34 •
CAPITULO 3
CAPÍTULO 4
1. Si uno vende una casa, no vende por eso una construcción aneja, aun-
que esté abierta a la casa, ni tampoco la habitación que está detrás de la casa,
ni el tejado cuando tiene una balaustrada de diez palmos de altura. R. Yehudá
dice: Si tiene forma de puerta57 , aunque no tenga diez palmos de altura, no
queda vendido.
2. Tampoco queda vendida la cisterna ni la bodega, aunque le hubiera escri-
to: «bajo y alto». Él tiene, sin embargo, que comprar 58 una entrada hacia ellos.
Ésa es la opinión de R. Aquiba. Los sabios, en cambio, dicen que no tiene que
comprar el derecho de entrada. R. Aquiba está de acuerdo en que si le ha dicho:
«A excepción de estas cosas», no necesita adquirir derecho de entrada. Si los
vende a otro, dice R. Aquiba que éste no necesita adquirir derecho de entrada.
Los sabios, en cambío, afirman que necesita adquirir derecho de entrada.
3. Si uno vende la casa, vende también la puerta, aunque no la llave. Deja
vendido el mortero fijo, pero no el movible; la piedra inferior del molino, pero
no la superior; ni tampoco el horno y el fogón. Pero si dice: <<La casa y cuanto
hay dentro de ella>>, queda todo vendido.
4. Si uno vende un patio, vende las casas, las cisternas, las fosas y las cue-
vas, pero no las cosas movibles. Pero si particulariza: «El patio y cuanto hay en
él», queda todo vendido. Sin embargo, en ninguno de los casos queda vendido
el baño o el lagar que se encuentra en su interior. R. Eliezer dice: Si uno vende
un patio, no vende más que el espacio libre que comprende.
5. Si uno vende un lagar, vende el barreño, la piedra y los pilares, pero no la
plancha•, la rueda y la viga. Pero si precisa: <<El lagar y cuanto hay en él», queda
todo vendido. R. Eliezer dice: Si uno vende el lagar, vende también la viga.
6. Si uno vende un baño, no vende los tablones59, ni los bancos60, ni las cor-
tínas61. Pero si dice: «El baño y cuanto hay en éb>, queda todo vendido. Pero, en
níngún caso, quedan vendidos los recipientes de agua y los depósitos de leña.
7. Si uno vende una cíudad, vende las casas, las cisternas, las fosas, las
cuevas, los baños, los palomares, los lagares, los terrenos de regadío, pero no
los bienes muebles. Si dijere: «La ciudad y cuanto en ella hay», queda todo
vendido, incluso aunque hubiera en ella ganado y esclavos. Rabán Simeón ben
Gamaliel dice: Si uno vende una ciudad, vende también al vigilante 62 •
8. Si uno vende un campo, vende las piedras que son necesarias para el
campo, las pértigas que necesitan las viñas, los frutos que todavia permanecen
unidos al suelo, una mata de cañas que no alcance un cuarto de kab, la casa del
guardián que no esté construida con barro, el algarrobo que todavía no ha sido
injertado, el sicómoro virgen 63 •
9. En cambio, no vende (con el campo) las píedras que no se necesitan, ni
las pértigas de la viña que no son necesarias, ni los frutos ya arrancados del
suelo. Pero si dice: «El campo y cuanto hay en él», queda todo vendido. No obs-
tante, en ningún caso vende la mata de cañas que alcanza un cuarto de kab, ni la
choza de barro del vigilante, ni el algarrobo injertado, ni el tronco del sicómoro
(ya podado), ni el pozo, ni la cuba, ni el palomar, esté vacío o poblado. Aun
así, debe adquirir el derecho de entrada. Ésta es la opinión de R. Aquiba. Según
los sabios, en cambio, no lo necesita. R. Aquiba coincide en que si se pone la
cláusula: «Fuera de estas cosas», no necesita adquirir ese derecho. Si los vende
a otro, dice R. Aquiba: No necesita adquirir derecho de entrada. Los sabios, en
cambio, afirman: Necesita adquirirse derecho de entrada. ¿Cuándo tiene apli-
cación esto? Cuando se trata de una venta, pues si se trata de una donación, se
consideran todas estas cosas donadas. Si unos hermanos hacen un reparto64 y ad-
quieren el derecho sobre un campo, adquieren el derecho sobre todas las cosas.
Si uno se apodera de los bienes de un prosélito65 y se apodera de Wl campo, se
apodera de todo lo que en él hay. Si uno consagra66 un campo, consagra cuanto
en él hay. R. Simeón dice: Si uno consagra un campo, sólo ha consagrado el
algarrobo injertado y el tronco del sicómoro (que ya ha sido podado).
CAPÍTULO 5
los sacos, ni la carga. Si puso, sin embargo, la cláusula: «El barco y cuanto hay
en él», queda vendido. Si uno vende un carro, no vende con ello las mulas;
si uno vende las mulas, no vende con ello el carro. Si uno vende un yugo, no
vende con ello el ganado vacuno; si uno vende ganado vacuno, no vende con
ello el yugo. R. Yehudá enseña: El precio es lo que decide. ¿Cómo se ha de
entender esto? Si le dice: «Véndeme tu yugo por doscientos sús», la intención
está clara, porque un yugo no vale doscientos sús. Los sabios, en cambio, afir-
man que el precio no es ninguna prueba.
2. Si uno vende un asno, no vende con ello los arneses. Najún, el persa,
afüma, sin embargo, que vende con él también los arneses. R. Yehudá dice:
A veces están incluidos en la venta y otras veces no. ¿Cómo se entiende esto?
Si el asno está delante de él, con sus arneses, y Je dice: «Véndeme este asno
tuyo», en ese caso los arneses quedan vendidos; pero sí sólo dice (<tu asno», los
arneses no quedan incluidos en la venta.
3. Si uno vende una burra, queda también vendida67 la cría. Pero si uno
vende una vaca, no vende con ello su cría. Si uno vende un estercolero, vende
con ello el estiércol que hay en él. Si uno vende un pozo, vende con ello su
agua. Si uno vende una colmena, vende con ello las abejas. Si uno vende un pa-
lomar, vende con ello las palomas. Si uno compra a su vecino la producción de
un palomar68 , deja volar la primera pichonada69 • Si uno adquiere la producción
de una colmena70, coge tres enjambres de abejas y luego (el vendedor) las hace
estériles7 1• Si uno compra panales de miel, ha de dejar dos 72 . Si compra olivos
para cortar, ha de dejar al menos dos ramas 73 •
4. Si uno compra dos árboles del campo de su vecino, no adquiere con
ello el terreno. R. Meír, en cambio, afirma que sí adquiere el terreno. Cuando
crecen74, no los puede 75 enderezar7". Lo que sale del tronco le pertenece, pero
lo que nace de la raíz es del propietario del terreno. Si mueren, el terreno no le
pertenecen. Si compra, en cambio, tres árboles, adquiere con ellos el terreno y,
cuando crecen, puede 78 enderezarlos, y cuanto sale del tronco y de las raíces le
pertenece. Si mueren, el terreno es suyo.
5. Si uno vende la cabeza de un animal de ganado mayor, no vende con
ello las patas, y si vende las patas, no vende con ello la cabeza. Si uno vende la
tráquea 79 , no vende con ello el hígado; si vende el hígado, no vende con ello la
tráquea. Pero, cuando se trata de ganado menor, si uno vende la cabeza, vende
con ello las patas, aunque, sí vende las patas, no queda incluida en la venta la
cabeza; si vende la tráquea, queda incluido en la venta el hígado; pero, si vende
el hígado, no queda incluida en la venta la tráquea.
6. Cuatro normas vigen en la compra. Si uno vende trigo como de buena
calidad y resulta que es de mala calidad, el comprador puede rescindir la com-
pra. Si lo vendió como de mala calidad y resulta que es de buena, el vendedor
puede rescindir la venta. Si lo vendió como de mala calidad y es de mala cali-
dad, o como de buena calidad y es de buena calidad, ninguna de las partes pue-
de rescindir la venta. Si vendió el grano como moreno y resulta que es blanco,
o como blanco y resulta que es moreno, o como leña de olivo y resulta que es
de sicómoro, o de sicómoro y resulta que es de olivo, o como vino y resulta
que es vinagre, o como vinagre y resulta que es vino, tanto una como otra parte
pueden rescindir el contrato.
7. Si uno vende un producto a un vecino, en caso de que (el comprador) lo
arrastre hacia sí, aunque no lo haya pesado80 , ya lo ha comprado, pero si lo pesó
y no lo arrastró hacia sí, todavía no lo ha comprado. Si es inteligente, alquila
el lugar donde se encuentra81 • Si uno compra lino a su compañero, no se cierra
la compra hasta que no lo traslade de un lugar a otro. Si el lino estaba todavía
unido al suelo y arranca Jo más mínimo, con eso ya lo adquiere.
8. Sí uno vende a su prójimo vino o aceite y resulta que el precio se encare-
ce o se abarata, en tanto no haya repleto la medida sigue perteneciendo (el vino
o el aceite) al vendedor& 2; tras haber repleto la medida, pertenece al comprador.
Si existe un intermediario entre ellos y el cántaro se quiebra, se quiebra en per-
juicio del intermediario. Está obligado a dejar escurrir al menos tres gotasB 3 • Si
vuelca (el recipiente) y lo deja gotear, esto pertenece al vendedor 84 . El tendero
no está obligado a dejar escurriI tres gotas. R. Yehudá dice: Sólo no est᪠obli-
gado en la vigilia del sábado, cuando se aproxima el anochecer8 5•
9. Si uno envía a su hijo junto al tendero con un pondio en la manob y el
tendero le mide por valor de un isar 86 de aceite y le da un ism·, si (el niño)
rompe la botella y pierde el isar, el tendero se hace responsable. R. Yehudá
lo declara absuelto porque (su padre) lo envió contando con esa eventualidad.
Los sabios están de acuerdo con R. Yehudá en que si la botella está en manos
del niño y el tendero hace la medida en ella, el tendero no es responsable.
1O. El negociante debe limpiar las medidas 87 al menos una vez cada treinta
días; el dueño de la casa88 un vez, al menos, cada doce meses. Rabán Simeón
ben Gamaliel dice: Lo contrario es lo verdadero 89 • El tendero90 debe limpiar sus
medidas dos veces por semana y pulir los pesos al menos una vez por semana.
Ha de limpiar también la balanza91 en cada pesada.
11. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: ¿Cuándo se aplica esto? Cuando se
trata de líquidos; pero cuando se trata de cosas sólidas, no es necesario. Ha de
dejar que se incline hacía él92 un palmo. Si hace una medida exacta, ha de darle
un pequeño excedente: uno por diez cuando es líquido y uno por veinte si es
cosa sólida. Donde sea costumbre medir con medidas pequefias, no se puede
medir con grandes, y donde sea costumbre medir con medidas grandes, no se ha
de medir con pequefias. Donde sea costumbre de raspar la medida, no se debe
amontonar, y donde sea costumbre amontonar, no se debe raspar.
CAPiTUL06
87. De líquido, cuya capacidad puede quedar disminuida con los sedimentos.
88. Que las utiliza raramente.
89. Ya que con el uso frecuente se pega menos la suciedad.
90. Que usa las medidas todavía con mayor frecuencia que el negociante o mayorista.
91. Los platillos que acumulan porquería.
92. El vendedor ha de dejar que el platillo se incline a favor del comprador.
93. Sin especificar si se trata de grano apto para sembrar o sólo para comida.
94. Que tiene seis kab.
95. Computándose el año en curso.
BB 6, 5-8 Orden cuarto: Daños - nesiqin 530
a. es el Templo]
96. Debido a sus pequei\as proporciones.
97. Si el edificio tiene diez por diez, la altura ha de ser diez.
98. Pasando por la casa del vecino.
99. El dueño del pozo o de la cisterna y el dueño de la casa.
100. De la portezuela del pozo o de la cisterna.
101. Que quieren comprar el producto del huerto.
102. El propietario cuyo huerto queda más exterior.
103. Que utiliza el otro propietario para pasar a su huerto.
104. San 2, 4. El rey tiene derecho a expropiar para estableceT su camino.
105. Los portadores del féretro pueden pasar poT campos sembrados.
106. Donde, tras el entierro, se sitúan los parientes del difunto y se dan las condolencias.
531 Puerta última - babá batrá BB 7, 1-4
grutas, una a un lado y la otra al otro. R. Simeón dice: Cuatro, a los cuatro
lados (del atrio). Rabán Simeón ben Gamaliel afinna: Todo de acuerdo con la
naturaleza de la roca.
CAPÍTULO 7
l. Si uno dice a otro: «Te vendo un kor de terreno» 107, y existen allí fosas
con una profundidad de diez palmos o rocas con una altura de diez palmos, no
se han de medir con el terreno, pero sí tienen menos de la profundidad o altura
señaladas, se miden. Si le dice: «Como un kor de terreno», aun cuando hubiere
allí fosas con una profundidad mayor de diez palmos o rocas con una altura
mayor de diez palmos, se han de medir con el terreno.
2. Sí uno dice a otro: «Te vendo un kor de terreno con medida de cordel»,
en caso de que fuera algo menos, podrá aquél disminuir108; si, en cambio, sobre-
pasare algo, aquél tendrá que devolver. Si dice: «Falte algo o sobre algo», aun
cuando faltare o sobrare un cuarto de kab respecto a una seó (la adquisición está
hecha). Sí se sobrepasa (esta medida), se hará un cálculo 109 • ¿Qué ha de devol-
ver? Dinero 110, y si quiere, el terreno 111 • ¿Por qué se estableció lo de devolver
el dinero? Para favorecer el derecho del vendedor, pues si en el campo sobran
nueve kab y en el huerto medio kab y, en la opiníón de R. Aquíba, un cuarto de
kab, ha de devolverle el terreno y no sólo el cuarto de kab, sino todo lo sobrante.
3. (Si dice:) «Te vendo con medida de cordel, sea más o menos>>, la cláusula,
«más o menos» anula la medida de cordel. Si dice: «Más o menos, con medida
de cordel», la condición «medida de cordel» 112 anula a la cláusula «más o me-
nos». Ésta es la opinión de Ben Nanás. (Si le dice: <<Te vendo un kor de suelo
tal como esta señalado) por sus mojones y sus límites», la venta es válida (sí la
diferencia) es menor de un sexto; sí llega al sexto, se hará una deducción 11 3.
4. Si uno dice a su compañero: «Te vendo la mitad del campo», ambos han
de hacer una estimación conjunta 114 y aquél coge la mitad del campo 115 • Sí le
dice: <<Te vendo la mitad de la parte sur», ambos harán una estimación conjunta
y aquél coge la mitad de la parte meridional.Él 116 ha de aceptar sobre sí la obli-
gación de dar el espacio para el muro 117 y para la pequeña y gran fosa 118. ¿Cuál
es la extensión de la fosa grande? Seis palmos. ¿Y la de la pequeña? Tres.
CAPÍTULO 8
1. Hay quien hereda 119 y deja en herencia y hay quien hereda y no deja en
herencia, hay quien deja herencia y no hereda y hay quien no hereda ni deja
herencia. Éstos son los que heredan y dejan herencia: el padre respecto a los
hijos y los hijos con respecto al padre y a los hemrnnos de su padre. Éstos
heredan y pueden dejar en herencia. El varón 12º respecto a su madre, el marido
respecto a su mujer y a los hijos de las hermanas, pueden heredar, pero no
dejar en herencía 121 • La mujer puede dar herencia a sus hijos, a su marido y a
los hermanos de la madre, pero no puede heredar de ellos. Los hermanos de la
madre no heredan ni dejan en herencia.
2. Éste es el orden de herencia: Si uno muere y no tiene hijo varón, pasa la
herencia a la hija1 22 . El hijo precede a la hija y todos los descendientes del hijo
preceden a la hija. La hija precede a los hermanos (del padre) y todos los des-
cendientes de la hija preceden a los hermanos (del padre). Los hermanos pre-
ceden a los tíos paternos y todos los descendientes de los hermanos preceden a
los tíos paternos. Ésta es la norma general: Cuando alguien tiene preferencia en
la heredad, la tienen también sus descendientes. El padre tiene la preferencia
sobre todos sus descendientes 123 .
3. Las bijas de Salfaj ad ' 24 tomaron tres partes en la herencia 125 : la parte de
su padre, que era de los salidos de Egipto; la pa11e que éste tenía con sus her-
manos de los bienes de Jefer, quien, como era primogénito, tuvo dos partes.
4. Hijo e hija 126 son iguales en lo que respecta a la herencia, a excepción
de que el hijo 127 recibe el doble de los bienes paternos, aunque no de los bienes
maternos. Las hijas han de ser alimentadas a costa de los bienes paternos, pero
no de los bienes matemos.
5. Sí uno dice: «Fulanito de Tal, hijo primogénito, no heredará el doble>>,
o «Fulanito, mi hijo, no heredará con sus hermanos», no ha dicho nada, pues
formuló unas condiciones contrarias a Jo escrito en la Torá 12~. Si uno divide 129
verbalmente sus bienes entre sus hijos, aumentando a unos y disminuyendo a
otros o equiparando al primogénito con los otros, sus palabras tienen valor. Pero
si dice: «como herencia», no tienen valor. Si escribe o al principio, o en medio,
o al final: «como don» 130 , sus palabras tienen valor. Si lmo dice: «Fulanito me
heredará>>, en tanto que éJ tiene una hija, o: «Mi hija me heredará», siendo así
que tiene un hijo varón, sus palabn1s no tienen validez, ya que dispuso algo
contra lo escrito en la Torá. R. Yojanán ben Beroca afirma: Si lo dijo de uno
que tiene aptitud para heredar, sus palabras son válidas. En cambio, si lo dijo de
uno que no es apto para heredar, sus palabras no son válidas. Si uno asigna sus
bienes a extraños y pasa por alto a sus hijos, lo que ha hecho, hecho queda, pero
en él no se complacen los sabios. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: Si sus hijos
no han tenido un comportamiento correcto, sea recordado para bien.
6. Si uno dice: «Éste es mí hijo», es digno de crédito. «Éste es mi hermano>>,
no es digno de crédito, pero el otro puede coger con él su porción 131 • Si él 132
muere, los bienes vuelven a su lugar primero 133• Si le sobrevienen bienes por
otro lado, sus hermanos heredarán con éll 34 • Si uno muere y aparece un testa-
mento135 ligado a su pierna, éste no tiene validez 136 • Pero (si lo entregó) y en él
concede derecho a otro, sea o no de los herederos, sus palabras tienen validez 137 •
7.. Si uno 138 asigna sus bienes a sus hijos, debe escribir: «Desde hoy hasta mi
muerte» 139 • Ésta es la opinión de R. Yehudá. R. Yosé dice que no es necesario 140 •
Si uno asigna sus bienes a su hijo para después de su muerte, este padre no podrá
vender nada, porque (los bienes) fueron asignados al hijo. El hijo, por su parte,
tampoco los puede vender, porque están bajo la potestad del padre. Sí el padre,
sin embargo, los vendiere, se consideran vendidos sólo hasta su fallecimiento; si
fuere el hijo quien los vendiere, el comprador no tiene sobre ellos derecho hasta
tanto no fallezca el padre. El padre 141 puede arrancar (los frutos) del suelo 142 y
darlos en usufructo a quien quiera. Lo que queda de Jo arrancado pertenece a los
herederos. Si deja hijos mayores de edad y otros menores de edad, los mayores
no han de vivir a costa de los menores ni los menores se han de alimentar a costa
de los mayores, sino que han de hacer una repartición paritaria. Si los mayores
contraen matrimonío 143 , los menores también pueden hacerlo. Si los menores
dijeren: <<Vamos a contraer matrimonio del mismo modo que vosotros lo hicis-
teis», no se les ha de hacer caso. Lo que les dio el padre, dado está.
8. Si uno deja hijas mayores de edad y otras menores, las mayores no se
han de sustentar a costa de las menores ni las menores se han de alimentar a
costa de las mayores, sino que se ha de hacer una repartición paritaria. Si las
131. Si de dos hermanos hay uno que no reconoce a un tercero como hermano, el que no
lo reconoce recibe la mitad de la herencia y la otra mitad se reparte entre los otros dos (dos
tercios para el segundo y un tercio para el tercero).
132. El hermano controvertido.
133. Es decir, al hermano con el que tuvo que repartir su porción.
134. Con el hermano que repartió su porción.
135. Se trata realmente de una donación.
136. Porque pudo haber cambiado de decisión.
137. Ya que se considera como una provisión oral.
138. Con buena salud.
139. Después de la muerte no vale una donación.
140. Poner tal cláusula.
141. Que asignó los bienes a su bijo.
142. Que ha adscrito a su hijo.
143. Cargando los gas!Qs sobre los bienes heredados antes de que hayan sido repartidos.
BB9, 1-4 Orden cuarto: Daños - nesiqin 534
mayores• contraen matrimonio 144 , también pueden contraerlo las menores 145 .
Si las menores dijeren: «Nos casaremos del modo que vosotros lo habéis he-
cho», no se les ha de hacer ningún caso. Aquí se aplica mayor severidad a
las hijas que a los hijos, puesto que las hijas son alimentadas a costa de los
hijos 146, pero no a costa de otras hijas 147 •
CAPÍTULO 9
l. Si uno muere dejando hijos e hijas, cuando los bienes son abundantes, los
hijos heredan y las hijas son alimentadas 148 . Si los bienes son escasos, las hijas
son alimentadas y los hijos pedirán limosna. Admón dice: ¿Por ser varón he de
tener perjuicio? Rabán Gamaliel dice: A,pruebo las palabras de Admón.
2. Si uno deja hijos e hijas y uno de género neutro, cuando los bienes son
abundantes, los hermanos varones lo pueden apartar con las hermanas; si los
bienes son escasos, las hermanas lo pueden apartar con los hermanos varones.
Sí uno dice: «Si mi mujer da a luz a un varón, recibirá éste una mina», en caso
de que dé a luz a un varón, recibirá una mina. Si dice: «Si mi mujer da a luz
a una niña, recibirá ésta doscientos sús 149 ; en caso de nacer niña, recibirá los
doscientos sús. Si dice: «Una mina si es niño y doscientos sús si es niña», si
da a luz a un niño o a una niña, el niño recibe una mina y la niña doscientos
sús. Si da a luz a uno de género neutro, no recibirá nada. Pero si dice: «Sea Jo
que diere a luz mi mujer recibirá tanto», en ese caso recibirá. Si no hay más
heredero que él, heredará todo.
3. Si uno deja hijos mayores y menores de edad y los mayores mejoran la
herencia 150 , la mejora es para el común. Si dicen 151 : «Mirad lo que dejó nues-
tro padre, nosotros trabajaremos y tendremos su usufruct0>l, la mejora es para
ellos. Del mismo modo, si la mujer mejora la herencia 152 , la mejora es para el
común. Pero si ella dice: «Mirad lo que me dejó mí marido, quiero trabajarlo y
tener el usufructo», en tal caso la mejora es para sí misma.
4. Si unos hermanos están asociados (respecto a la herencia patema)' 5J y
uno de ellos consigue un oficío 154, el beneficio es para el común. Si uno enferma
y se hace curar, la cura corre a su cuenta. Si algunos de los hermanos hacen un
regalo de bodas durante la vida del padre, en caso de que tal regalo sea devuelto,
la devolución va en beneficio común, ya que el regalo de bodas se puede recu-
perar por el tribunal I ss. Si uno envía a su vecino unos jarros de vino o aceite, no
puede recuperarlos por el tribunal, pues se computan con un acto bueno.
5. Si uno envía regalos de esponsales a la casa de su (futuro) suegro, aun-
que fueran cien minas, y comió allí una comida como yerno, incluso aunque
fuera sólo por el valor de un denario, no puede recuperar (los regalos envia-
dos). Pero si no hizo allí nunca comida como yerno, puede recuperarlos 156 • Si
envió muchos regalos con la condición de que retornen con ella a la casa del
marido, éstos pueden ser recobrados. Si fueron pocos regalos para que se sir-
viesen de ellos en casa de su padre_, éstos no pueden ser recuperados.
6. Si uno gravemente enfenno asigna todos sus bienes a extraños y deja pa-
ra sí una mínima cantidad de terreno, su donación es válida. Pero si no deja para
sí absolutamente nada de terreno, su donación no es válida 157 • Si no escribió:
«gravemente enfermo» 158 y él dice que estaba gravemente enfermo, mientras
que los otros afirman que estaba sano, tiene que probar que estaba gravemente
enfermo. Ésta es la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman: El que
reclama algo de su prójimo tiene que aducir las pruebas 159 •
7. Si uno distribuye sus bienes verbalmente, dice R. Eliezer: Tanto sí está
sano como si está gravemente enfermo, los bienes inmuebles 160 se adquieren
o por dinero, o por documento, o por prescripción, mientras que los bienes
muebles se adquieren sólo arrastrándolos hacia s1 161 • Le dijeron: Ocurrió a la
madre de los hijos de Rojel que se puso enferma y dijo: «Dad mi velo a mi
bija», el velo que valía doce mínas. Ella murió y cumplieron su palabra. Él les
respondió: A los hijos de Rojel debía enterrar su propia madre 162 • Los sabios
dicen que en sábado sus palabras 163 tienen validez, porque no se puede escribir,
pero, en días feriales, no. R. Yehosúa dice: Sí establecieron esto así para el
sábado, con tanta mayor razón para el día ferial. Parecido es lo siguiente: Se
puede tomar posesión de una cosa para un menor de edad 164, pero no para un
mayor de edad 165 • R. Yehosúa dice: Sí lo establecieron para un menor de edad,
con tanta más razón para un mayor de edad166 •
8. Si una casa se derrumba sobre uno y sobre su padre o sobre uno y sobre
el que ha de darle la herencia y tenía que pagar la dote matrimonial a la mujer
o era deudor, los herederos del padre pueden decir: «El hijo murió primero 167 ,
luego falleció el padre». En cambio, los acreedores pueden decir: ((El padre mu-
rió primero y después el hijo». La escuela de Samay enseña: Se ha de hacer una
partición. La escuela de Hile! dice: Los bienes permanecen en su posesíón 168 •
9. Sí una casa se derrumba sobre un hombre y su mujer, y los herederos del
marido dicen: «Murió primero la mujer169 y luego el marido •>, y los herederos
de la mujer dicen: «Murió primero el marido y luego la mujen>, la escuela de
Samay enseña: «Se han de dividir (los bienes)», mientras que la de Hile! afirma
que los bienes permanecen con sus poseedores; la dote queda en posesión de los
herederos del marido; en cambio, los bienes que han sobrevivido y que se han
ido con ella 17º quedan en posesión de los herederos del padre.
10. Sí una casa se derrumba sobre hijo y madre 171 , tanto unos como otros
están de acuerdo en que deben repartirlos. R. Aquiba dice: Confieso que en
este caso los bienes permanecen en sil posesión 172 • Ben Azay le respondió:
Nosotros lamentamos las disputas y tú vienes a disputar con nosotros sobre lo
que están de acuerdo.
CAPITULO 10
167. Así, no heredó al padre, y los acreedores del hijo no tienen derecho a la herencia.
168. De los herederos, ya que quien reclama algo del prójimo debe aportar las pruebas.
169. No heredó, por tanto, al marido.
170. Bienes que han sido propiedad de la mujer y sobre los que el marido únicamente
tenía el usufructo.
171. Y se disputa entre los herederos de ambos quién murió primero.
172. De los herederos.
173. De los testigos.
174. Quitando el cosido.
17 5. Mien Iras que en el cómputo ordinario debían ser veinticinco selá.s.
176. O sea, cien sús, porque se supone que las treinta selás están disminuidas.
537 Puerta última - babá batrá BB 10,3-7
ellos. Si se encuentra entre los documentos de una persona uno ( en el que está
escrito): «La obligación de deuda de Yosefben Símeón ha sido pagada», las
obligaciones de deuda de ambos se consideran pagadas. ¿Cómo deben hacer?
Deben escribir sus nombres hasta la tercera generación, y si los nombres de las
tres generaciones son iguales, deben ponerse distintivos, y si los distintivos son
iguales, escriba: <<sacerdoteª». Si uno 181 dice a su hijo: «Una de mis obligacio-
nes está pagada, pero no sé cuál de ellas», todas las obligaciones se consideran
pagadas. Si se encuentran dos obligaciones respecto a una misma persona, la de
mayor cuantía se considera pagada y la de menor no. Si uno presta algo a otro
por medio de un avalista, no se hará pagar (inmediatamente) del avalista 183 • Si
dice: <<Con la condición de que me haga pagar de quien quiero», puede hacer-
se pagar del avalista. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: Si el prestatario tiene
bienes, ni en uno ni en otro caso se hará pagar del avalista. Del mismo modo
solía enseñar Rabán Simeón ben Gamaliel: Si uno garantiza a una mujer la do-
te matrimonial y su marido la repudia, el marido debe jurar no estar dispuesto
a sacar beneficio de ella, no sea que conspiren contra los bienes del garante y
vuelva a coger a su mujer.
8. Si uno da un préstamo a su vecino mediante recibo, puede recuperarlo
mediante bienes hipotecables. Si sólo lo hizo ante testigos, lo puede recupe-
rar mediante bienes no hipotecables. Si uno escribe un autógrafo en el que se
declara deudor, se puede hacer pagar de bienes no hipotecables. Sí el garante
firma el documento tras los testigos, (el acreedor) sólo puede hacerse pagar
de sus bienes líbres 184 • Se presentó un caso a R. Ismael, que resolvió que se
hiciese pagar de sus bienes libres. Ben Nanás le respondió: No puede hacerse
pagar ni a costa de los bienes hipotecables ni de los bienes libres. Le preguntó:
¿Por qué? Le respondió: Si uno está atormentando a otro en el mercado 185 y lo
encuentrab su compañero y le dice: <~Déjalo'» 186 , no está obligado, porque no
fue a causa de su fidelidad por la que el acreedor concedió el préstamo. ¿Quién
es el garante obligado a pagar? El que dice: «Préstale, que yo te pagaré», éste
está obligado, ya que a causa de su fe en él concedió el acreedor el préstamo.
R. Ismael dice: Quien quiera hacerse sabio ocúpese con litigios concernientes
a la propiedad, porque no hay rama más importante en la Torá que ésta, ya que
es como una fuente que mana. Quien quiera ocuparse de litigios concernientes
a dinero vaya a servir 187 a Sirneón ben Nanás.
Los dos tratados actuales, Sanhedrin y Makkot, constituyeron en otro tiempo un úni-
co tratado, como ponen de manifiesto fuentes antiguas. Ambos tratados forman lo que se
podría llamar el derecho criminal rabínico.
El sanedrin era el tribunal que, en la parte final del periodo del segundo Templo,
administraba justicia según la ley mosaica. Tal institución no sobrevivió a la destrucción
de Jerusalén en el afio 70 d.C. Existió un sanedrín mayor o tribunal supremo fonnado
por setenta y dos miembros, y un sanedrín menor constituido por veintitrés miembros.
Ambos tribunales eran competentes en casos criminales. Los dos miembros más distin-
guidos del gran sanedrín eran el nasí (presidente) y el ab bet din (padre del tribunal),
títulos, al parecer, simplemente honoríficos.
El tratado Sanhedrín contiene once capítulos:
Caps. 1-2: Composición de los tribunales según los asuntos, el gran sanedrin y el
pequeño sanedr[n, posición del Sumo Sacerdote y del rey respecto al juicio.
Cap. 3: Formación de tribunales para procesos civiles, inhabilidad para ser juez o
testigo, exploración de los testigos, anulación de la sentencia.
Caps. 4-6: Proceso criminal, disposíción del sanedrín, amonestación de los testigos,
su inquisición, deliberación de los jueces, declaración de sentencia, pena de lapidación.
Cap. 7: Diversas penas de muerte (lapidación, abrasamiento, decapitación, estrangu-
lamiento). Crimenes penados con lapidación.
Cap. 8: El hijo rebelde y contumaz, el ladrón que se introduce subrepticiamente, a
quien se puede matar para evitar que caiga en el pecado.
Caps 9-10: Crímenes penados con abrasamiento y con decapitación, homicidio,
apostasía, quiénes no tienen parte en el mundo futuro.
Cap. 11: Crímenes penados con el estrangulamiento; el maestro de la ley, rebelde;
gravedad del quebrantamiento de los preceptos rabínicos, el falso profeta.
El tratado Makkot tiene tres capítulos:
Cap. 1: En qué casos los testigos falsos han de ser azotados, penas contra los falsos
testigos, disposiciones sobre las testificaciones.
Cap. 2: Quíénes han de exilíarse en ciudades de refugio.
Cap. 3: Crímenes o delitos penados con azotes, número de los azotes, cómo se daban
los azotes, efecto de los azotes, utilidad de los preceptos.
SANEDRÍN
(sanhedrin)
CAPÍTULO}
de las plantas del cuarto año 21 y el segundo diezmo 2' , del que no es conocido
su valor2 ', por tres 24 • Cosas consagradas 25 , por tres. Evaluaciones 26 con bienes
muebles 27 , por tres 28 • R. Yehudá afuma: Uno de ellos debe ser sacerdote29 • Te-
rrenos3º, por nueve y un sacerdote. Lo mismo vige para el bombre 31 •
4. Delitos que llevan aneja la pena capital, por veintitrés 3'. En relación al
crimen de bestialidad actuado o sufrido por una bestia, por veintitrés, ya que
está escrito: Matarás a la mujer y a la bestia33 . Y en otro lugar: Mataréis a la
bestia3 4• El buey que ha de ser apedreado 35 , por veintitrés, puesto que está escri-
to: El buey será apedreado y su propietario será puesto a muerte36 • Del mismo
modo que el propietario es puesto a muerte37 , así el buey. La muerte de un lobo,
de un león, de un oso, de un leopardo, de una pantera o de una serpiente, por
veintitrés 38 . R. Elíezer dice: Quien primero los mata39 se hace digno de mérito.
R. Aquiba afirma que su muerte debe ser decidida por veintitrés jueces.
5. No se puede juzgar a una tribu 40 , ni a un falso profeta41 , ni a un sumo
sacerdote, a no ser por un tribunal compuesto de setenta y un míembros 42 . No
se sale43 a una guerra voluntaria44 a no ser por sentencia de un tribunal de se-
tenta y un miembros. No se puede alargar la ciudad45 ni los atrios de! Templo 46 ,
a no ser mediando sentencia de un tribunal de setenta y un miembros. No se
pueden establecer sanedrines 47 para las tribus, a no ser mediante sentencia de
un tribunal de setenta y un miembros. No se puede declarar a una ciudad após-
tata48, a no ser que medie sentencia de un tribunal de setenta y un miembros.
CAPÍTULO 2
49. Y destruir la ciudad, síno que se castigará en ese caso sólo a los culpables.
50. Tosefta: para no destruir a Israel.
51. Cf. Dt 17, 8ss.
52. A los que, según unas fuentes, se les ha de sumar el presídente (cf. Hor, 1, 4; Zeb I,
3; Yad 4, 2).
53. Nm 11, 16.
54. Nm 35, 24-25.
55. Nm 14, 27.
56. Cf. Nm 13.
57. Ex 23, 2.
58. En la absolución del reo.
59. Ex.23, 2.
60. El veredicto de absolución.
61. Veredicto de condenación.
62. En caso de que una congregación absuelva y la otra condene; se necesitan veintidós
miembros (doce condenando).
63. Para que se forme siempre una mayoría.
64. Cf. Ex 18, 2l.
543 Sanedrín - sanhedrín San 2, 2-4
real no tiene ninguna medida79 • Todo el pueblo, cuando saquea, ha de poner ante
él (el botín) teniendo el derecho de escoger la mejor parte. No tomará para él
muchas mujeres80 , sino sólo dieciocho81 • R. Yehudá dice: Puede tener muchas
con tal que no le extravíen el corazón. R. Simeón afinna: Aunque sólo fuese
una y ésta le extraviara el corazón, no podría casarse con ella. Si es así, ¿por
qué está escrito: No tomará para él muchas mujeres? Incluso ni como Abigail82 •
No aumentará sus caballos83 sino tan sólo los que necesita para su carroza. No
acumulará plata y oro84, sino lo suficíente para pagar las soldadas. Se le ha de
escribir un rollo de la ley para su servicio: cuando salga a la guerra, lo llevará
consigo; cuando regrese, lo traerá con él; cuando se siente en el tribunal, lo
tendrá con él; cuando esté sentado a la mesa, lo tendrá frente a él, porque está
escrito: Lo tendrá consigo y leerá en él todos los días de su vida85•
5. No está permitido cabalgar sobre su caballo ni sentarse sobre su trono ni
servirse de su cetro. No se le debeª observar cuando le están cortando el pelo,
ni cuando está desnudo, ni cuando está en el baño, porque está escrito: Pondrá:,,
sobre ti un rey86 , de modo que te infunda respeto.
CAPÍTULO 3
a. No se le debe observar ... des nudo: No se le mirará desnudo a no ser cuando se corta
el pelo b. especialísta + según la declaración del tribunal
79. Cf. BB 6, 7.
80. Dtl7, 17.
81. David tenía seis mujeres (2 Sm 3, 2ss) y el profeta le dice que todavía podía aña-
dirle dos veces más (2 Sm 12, 8).
82. Mujer piadosa y casta (cf. 1 Sm 25, 3).
83. Dt 17, 16.
84. Dt 17, 17.
85. Dt l 7, 19.
86. Dt 17, 15.
87. Cada una de las partes del litigio.
88. Cf. misná 3.
89. En derecho.
545 Sanedrín - sanhedrin San 3, 3-6
R. Meír afirma: Puede retractarse 90 . Los sabios, en cambio, dicen que no puede
volverse atrás. Si uno tiene que hacer un juramento a su prójimo y éste le dice:
«Hazme voto por tu propia vidirn 91 , afirma R. Meír que puede retractarse 92 • Los
sabios, en cambio, sostienen que no puede volverse atrás.
3. Los siguientes son inhábíles93 : el jugador de dados, el usurero, los que
dejan volar a las palomas 94, los que comercian con los productos del año sép-
timo95. R. Simeón enseña: Al principio se les llamaba recolectores de los pro-
ductos del año séptimo, pero después que los opresores 96 se multiplicaron se
les pasó a llamar traficantes de los productos del año séptimo97 • R. Yehudá
dice: ¿Cuándo?92 Cuando no tienen más oficio que aquél; pero, en caso de que
tengan otro oficio, son hábiles.
4. Los siguientes son considerados parientes 99 : el padre', el hermano, el tio
paterno, el tío materno, el cuñado, el marido de la hem1ana del padre, el marido
de la hermana de la madre, el marido de la madre, el suegro, el marido de la
hennana de la mujer, éstos juntamente con sus hijos y sus yernos y el hijastro
solo. R. Yosé afirma: Ésta es una misná de R. Aquiba, pero la primera misná 100
sonaba: El tío, el hijo del tío. Además, todo el que era apto para heredarlo. To-
do aquél con el que está emparentado en aquel momento (es inhábil). Pero si
estuvo emparentado y luego se rompió el lazo del parentesco, es apto. R. Yehu-
dá dice: Aunque haya muerto la hija y tenga el yerno hijos de aquélla, éste se
considera pariente.
5. El amigo y el enemigo 1º1• El amigo tal como el camarada de boda 102 • El
enemigo es aquel que no le habla durante tres días por enemistad. Le dijeron:
Los israelitas no son sospechosos de esto.
6. ¿Cómo se examinan los testigos? Se les introduce en el interior y se les
da una amonestación severa. Luego se echa a todos fuera, se retiene sólo al
mayor de ellos y se le dice: (<¿Cómo sabes que éste debe [dinero] a tal otro?>>.
Si responde: «Me dijo que le debía~> o «Fulanito de Tal me dijo que le debía)),
no tiene valor, en tanto no pueda decir algo así como: «En nuestra presencia
reconoció que le debía doscientos sús». Luego introducen al segundo y se le
a. el padre]
90. Incluso después que ha sído dada sentencia.
91. Renunciando al juramento en nombre de Dios ante el tribunal.
92. Pudiendo exigir que sea hecho el juramento.
93. Para juzgar o testificar,
94. Hacen apuestas en vuelos de palomas. Según otros, adiestran palomas para llevar a
otras a su palomar.
95. Cf. Lv 25, 6.
96. Los alcabaleros que exigían tasa incluso de los productos del año sabático.
97. Significando en este caso que los simples recolectores son hábiles, mientras que los
traficantes con esos productos son inhábiles.
98. Cuándo se aplica esa norma a los jugadores de dados y a los que hacen volar palomas.
99. Por tanto, inhábiles para ser jueces.
100. La que se enseiiaba antes de R. Aquiba.
1Ol. Son irü1ábiles.
102. Cf. BB 9, 4.
San 3, 7-4, l Orden cuarto: Daños - nesiqin 546
CAPÍTU/.0 4
para absolver como para condenar; los procesos de sangre pueden volver a ser
vistos para absolver, pero no para condenar. En los procesos pecuniarios todos
los jueces pueden aducir razones en favor de la absolución o de la condenación
del reo, pero en los procesos de sangre pueden todos aducir razones en favor
de la absolución, aunque no pueden aducir todos razones en favor de la conde-
nación. En los procesos pecuniarios, el juez que ha aducido razones en favor
de la absolución las puede aducir también en favor de la condenación y el que
las adujo en favor de la condenación puede aducirlas también en favor de la
absolución; en los procesos de sangre, sin embargo, el juez que aduce razones
en favor de la condenación las puede aducir en favor de la absolución, pero el
que adujo razones en favor de La absolución no puede volverse atrás y aducir
razones en favor de la condenación. Los procesos pecuniarios tienen lugar en el
día y se pueden decidir en la noche. Los procesos de sangre se celebran de día
y la decisión ha de ser tomada de día. Los procesos pecuniarios pueden ser con-
cluidos en el día, ya sea con sentencia absolutoria o condenatoria. Los procesos
de sangre se pueden cerrar en el mismo dia si media sentencia absolutoria, pero
al día siguiente si la sentencia es condenatoria. Por eso no puede realizarse un
proceso de sangre en la vigilia del sábado o de un día festivo.
2. En los procesos relativos a cuestiones' de impureza o pureza 1°6, las de-
liberaciones las abría el más anciano de los jueces; en cambio, en los procesos
de sangre las abría (uno de los jueces que se sentaban) al Lado 101 • Todos son
aptos para participar en un proceso pecuniario, pero no todos son aptos para
participar en un proceso de sangre, sino tan sólo los sacerdotes, los levitas y los
israelitas que pueden casar a sus hijas con miembros del grupo sacerdotal 1°8 •
3. El sanedrínJo9 estaba dispuesto como si fuera la mitad de una era, semi-
circular, de modo que uno podía ver al otro. Dos escribas judiciales se colo-
caban delante de los jueces, uno a la derecha y otro a la izquierda, y pasaban
a escrito tanto las alegaciones en favor de la absolución como en favor de la
condenación. R. Yehudá dice: Tres, uno escribía las alegaciones absolutorias,
otro las alegaciones condenatorias y un tercero unas y otras.
4. Tres hileras de los discípulos de los sabios tomaban asiento frente a ellos.
Cada cual conocía ya su sitio. Sí era necesario nombrar un nuevo juez 11 º, se
nombraba de entre uno de la primera fila, pasando uno de la segunda fila a la
primera, otro de la tercera fila a la de la segunda y escogiendo a otro de la co-
mwiidad 111 para ocupar el puesto libre dejado en la tercera fila. No se sentaba,
sin embargo, en el puesto de su predecesor, sino en el que le convenía a éli 12 •
a. cuestiones + de propiedad
106. En relación con procesos pee un iarios.
107. A fin de que los jueces de menor autoridad no fuesen influidos por los ancianos.
l08. Cuya ascendencia no dejaba lugar a dudas.
109. De veintitrés miembros que juzgaba causas criminales.
110. Cuando fallecía, por ejemplo, un miembro del sanedrín.
111. Otros estudiosos que estaban en pie tras las filas de los discípulos de los sabios.
112. Que era el último, ya que todos corrían un puesto.
San 4, 5-5, I Orden cuarto: Daños - nesiqin 548
CAPÍTULO 5
CAPITIJL06
a. dos] b. o incluso ... y uno decía <<nosé»] e.y otro hombre se encontraba montado
a caballo: y el caballo estaba
128. En caso de ser condenado a ese tipo de pena, que aquí se señala por ser la más dura.
129. Lv24, 14.
130. En el tribunal.
551 Sanedrín - sanhedrin San 6, 3-4
Dios de Israel ... 131 ¿De dónde sabemos que la confesión le sirvió de expiación?
Porque está escrito: Josué le dijo: Hágate sufrir hoy el Señor lo que tú nos has
deparado 132 • Hoy serás tú disturbado, pero no lo serás en la vida futura. Si no
sabía hacer la confesión, le decían: «Di: Sea mi muerte expiación por mis pe-
cados». R. Yehudá dice: Sí él sabía que era objeto de falso testimonio, decía:
«Sirva roi muerte como expiación de todos mis pecados, a excepción de este
delito>>. Le dijeron: Si es así, todos tendrían que expresarse del mismo modo
para probar su inocencia.
3. Cuando se hallaba a cuatro codos de distancia del lugar de la lapidación,
se Je despojaba de la ropa. Si era un hombre, se le cubría por la parte delante-
ra; si era una mujer, tanto por delante como por detrás. Ésta es la opinión de
R. Yehudá. Los sabios dicen: El hombre es apedreado desnudo, pero la mujer
no es apedreada desnuda.
4. El Jugar de la lapidación tenía una altura como de dos hombres. Uno de
los testigos le golpeaba en uno de los costados. Si caía vuelto sobre la parte del
corazón, se le volvía de la parte del costado. Si había muerto, estaba satisfecha
la obligación. En caso contrario, el segundo testigo cogía la piedra y la arro-
jaba contra la parte del corazón del reo. Si éste moría a consecuencia de ello,
quedaba satisfecha la obligación. En caso contrario, era apedreado por todo
Israel, pues está escrito: La mano de los testigos será la primera para ponerlo
a muerte y la mano de todo Israel al final 133 • Todos los reos apedreados son
luego colgados. Tal es la opinión de R. Eliezer. Los sabios, en cambio, dicen:
Nadie es colgado, salvo el blasfemo y el idólatra. Al hombre se le cuelga con
la cara vuelta hacia el pueblo y a la mujer con la cara vuelta hacia el árbol. Tal
es la opinión de R. Eliezer. Los sabios, en cambio, afirman que el varón es
colgado, pero la mujer no. R. Eliezer les dijo: ¿Acaso• Simeón ben Sataj 1J4 no
colgó a mujeres en Ascalón? Le dijeron: Colgó a ochenta mujeres y no se pue-
de procesar a dos en un mismo día. ¿Cómo lo colgaban? Hundían un madero
en tierra. Otro madero sobresalía de aquél. Se le ataban las manos, una sobre la
otra y era colgadom. R. Yosé dice: El madero era apoyado sobre el muro y se
le colgaba al modo que lo hacen los carniceros. Luego se le soltaba inmediata-
mente. En caso de que pasara la noche colgado, se quebrantaba un precepto ne-
gativo, tal como está escrito: Su cadáver no pasará la noche pendido del árbol,
sino que lo enterrarás en el mismo día, porque el ahorcado es una maldición de
Dios ... 136, esto es 137 : «¿Por qué fue colgado éste?, porque blasfemó el nombre
de Dios», y resultaría el nombre de Dios profanado.
5. R. Meír dice: Cuando el hombre sufre 138 , ¿qué expresión usa la Dívi-
nidadº? «Mi cabezab 139 es demasiado pesada para mí, mi brazo es demasiado
pesado para mfo. Sí Diosº se aflige de tal modo por la sangre del prevaricador
que es derramada, ¡con cuánta más razón no se ha de afligir por la sangre de
los justos! Pero no sólo esto, todo el que deja pernoctar a su muerto quebranta
un precepto negativo. Si lo dejó pernoctar por su propia dignidad, como pa-
ra procurarle un ataúd o para proporcionarle una vestidura, no quebranta el
precepto. No se le enterraba en la sepultura de sus padres, sino que existían
dos sepulturas que estaban habilitadas para el tribunal, una para decapitados y
estrangulados y otra para lapidados y quemados.
6. Cuando la carne se había consumido, recogían los huesos y los enterra-
ban en su lugar. Los parientes venían y saludaban a los jueces y a los testigos,
como para decir: «No hay en nuestro corazón rencor contra vosotros, pues
habéis juzgado con juicio justo». No guardaban luto, pero sí se afligían, porque
la aflicción sólo está en el corazón.
CAPíTUL07
sala del juicio y preguntan" al testigo de más dignidad. Le dicen: «¿Qué oíste
de modo explícito?». Aquel lo dice. Entonces los jueces se ponían en pie y
rasgaban sus vestiduras, que no podían volver a unir. El segundo testigo decía:
«También yo (oí) lo que él», y el tercero afirmaba: «También yo (oí) como él>>.
6. El idólatra: lo mismo se aplica al que adora, al que sacrifica, al que quema
incienso, al que ofrece libaciones, al que se postra, al que lo acepta como su
dios, al que dice: «Tú eres mi dios». Pero el que abraza(un ídolo), el que lo besa,
el que barre o rocía (el pavimento ante él), el que lo lava, el que lo unge, el que
lo viste, el que lo calza, quebranta un precepto negativo 157 • Si uno hace un voto
en su nombre o lo cumple, quebranta un precepto negativous_ Si uno satisface
sus necesidades corporales delante de Baal Peor 159 , es una forma de adorarlo 16º.
El echar una piedra a Mercurio 161 es otra forma de adorarlo.
7. Si uno ofrece su prole a Molok 162 no es culpable en tanto no la entregue
a Molok y la haga pasar por el fuego. Si la entregaba Molok y no la hace pasar
por el fuego, o si la hace pasar por el fuego pero no la entrega a Molok, no es
culpable, en tanto no la entregue a Molok y no la haga pasar por el fuego. El
nigromántíco 163 es el Pitón que habla desde sus sobacos. El adivino es el que
habla con su boca. Éstos han de ser muertos por lapidación. El que los consulta
quebranta un precepto negativo 164 •
8. El que profana el sábado 165 : por un acto realizado con premeditación se
hace culpable de la pena de exterminio 166; sí profana el sábado por error está
obligado a ofrecer un sacrificio por el pecado 167 . El que maldice a su padre y a
su madre 168 : no es culpable en tanto no los maldiga nominalmente. Si los mal-
dice usando una expresión sustitutoría, dice R. Meír que es culpable, mientras
que los sabios no lo declaran culpable.
9. El que tiene relación sexual con una joven prometida169 : no es culpable
en tanto no seajoven170, virgen y prometida 171 y se encuentre en la casa de su
padre. Si son dos los que tienen unión sexual con ella, el primero es condenado
a muerte por lapidación y el segundo por estrangulamiento.
I O. Un inductor: es una persona particular 172 que induce a otra persona par-
ticular (a la idolatría). Si uno dice a otro: i<Hay un dios en tal lugar, come así,
bebe así, hace bien así, hace daño así», para ninguno de los delitos que están
castigados con la pena capital en la ley se ponen testigos ocultos a no ser para
éste. Si lo dijo a dos y éstos se convierten en sus testigos, lo llevan al tribunal
y es lapidado. Si lo dice a uno, éste puede decir: «Tengo amigos que se com-
placerán en ello». Si es astuto y no quiere hablar delante de ellos, le prepara
testigos ocultos detrás del muro y le dice: «Cuéntame con más detalle lo que
referiste». Si el otro se lo repite, le dice: «¿Cómo podemos abandonar a nuestro
Dios, que está en los cielos, e ir a adorar a lefios y piedras?». Sí se retracta, va
bien. Pero si, en cambio, insiste: «Éste es nuestro deber y así nos conviene>>,
los que estaban detrás del muro se personan, lo llevan al tribunal y es apedrea-
do. Si uno dice: «Quiero adorar (a tal ídolo)», «quiero ir y adorarlo», <<vayamos
y adorémoslo», «quiero ofrecerle un sacrificio)}, «quiero ir y ofrecerle un sacri-
ficio», «vayamos y ofrezcámosle un sacrificio», <(quiero quemarle incienso»,
«quiero ir y quemarle inciens0>l, «vayamos y quemémosle incienso», «quie-
ro ofrecerle una libación», «quiero ir y ofrecerle una libación», «vayamos y
ofrezcámosle una libación», «quiero postrarme ante él», <<quiero ir y postrarme
ante él», (<vayamos y postrémonos ante él», (el tal es culpable). El seductor 113
es el que dice: «Vayamos y adoremos (a tal ídolo)».
11. El mago 174 es el que realiza un acto culpable, pero no el que sólo engaña
a los ojos. R. Aquiba dice en nombre de R. Yehosúa: Si dos reúnen pepinos 175 ,
uno de los colectores no es culpable y el otro sí. El que realiza el acto es culpa-
ble y el que sólo engaña a la vista no es culpable.
CAPÍTlJLO 8
log de vino. Si comió• en una asamblea de precepto 181 , o si comió con motivo
de la fiesta de la intercalación del mes 182 , o si comió el segundo díezmo en
Jerusalén 183 , o si comió carroña 1s-i o carne de animal despedazado 185, de ani-
males abominables 186 o de reptiles 187, si comiób productos no diezmados 188 , o
del primer diezmo del que no se había apartado la ofrenda 139 , o del segundo
diezmo, o de cosas consagradas que no han sido rescatadas, si comió algo con
lo que ejerció un mandamiento 190 y quebrantó otro, o comió cualquier otra co-
mida, pero no comió carne, si bebió cualquier bebida, pero no bebió vino, no
se le trata como hijo rebelde y contumaz, en tanto no coma carne y beba vino,
porque está escrito: Glotón y bebedor191 • Aunque no exista ninguna prueba de
ello, hay un indicio 192 en el texto: No te encuentres entre los bebedores de vino
y devoradores de carne 193 •
3. Si robó bienes paternos y los usufructuó en territorio de dominio paterno
o si robó bienes ajenos y los consumió en territorio de dominio ajeno, o si robó
bienes ajenos y los consumió en territorio de dominio paterno, no se considera
hijo rebelde y contumaz en tanto no robe bienes paternos y no los consuma en
territorio de dominio ajeno. R. Yosé bar Yehudá dice: En tanto no robe bienes
paternos y matemos.
4. Si el padre quiere (denunciarlo) y la madre no, o sí el padre no quiere
y la madre sí, no se considera hijo rebelde y contumaz en tanto no quieran
ambos. R. Yehudá dice: Si la madre no es la adecuada para el padre 194, en tal
caso no se le puede considerar como hijo rebelde y contumaz. Si uno de ellos
es manco, o cojo, o mudo, o ciego, o sordo, no puede considerarse como hijo
rebelde y contumaz, porque está escrito: Lo prenderán padre y madré 95 y no
lo pueden hacer mancos; lo conducirán, y esto no lo pueden hacer los cojos;
dirán, y esto no lo pueden hacer mudos; éste, nuestro hijo, y esto no lo pueden
hacer ciegos; no obedece nuestros mandatos, y esto no lo pueden hacer sordos.
Deben amonestarlo ante tres jueces y hacerlo azotar. Si de nuevo comete actos
viles, ha de ser juzgado por veintitrés jueces, pero no habrá de ser lapidado en
a. Si comió en una asamblea de precepto] b. si comió productos ... no han sido res-
catados}
181. Como en una boda o al celebrar la circuncisión.
182. Cf. RhSh 3, 1.
183. Dt 14, 26.
184. Dt 14, 21.
185. Terefá. Cf. Ex 22, 31.
186. Lv 11,4ss.
187. Lv 11, 42s.
188. De los que no fue apartado el diezmo.
189. La décima parte del diezmo (Nm 18, 26).
190. Aunque sólo sea rabínico.
191. Dt21,20.
192. Cf.Sbab8,7.
193. Prov23,20.
194. Si no debía haberse casado con el padre (Ket 3, 5).
195. Dt21, 19-20.
557 Sanedrín - sanhedrín San 8, 5-9, 1
tanto no estén allí los tres primeros, porque está escrito: éste, nuestro hijo, que
fue azotado ante vosotros. Si huye antes de haber sido pronunciada la sentencia
y luego le crece en tomo la barba inferior (del pubis}, queda absuelto. Pero si
huye después de haber sido pronunciada la sentencia y luego le crece en tomo
la barba inferior, es culpable.
5. El hijo rebelde y contumaz será juzgado por razón de lo que sería su fin.
(La ley dice 196 :) «Muera como justo y no como culpable>>, ya que la muerte del
impío es beneficiosa para ellos y para el mundo; en cambio, la muerte de los
justos es mala para ellos y para el mundo. El vino y el sueño de los impíos es
beneficioso para ellos y beneficioso para el mundo; en cambio, el de los justos
es malo para ellos y para el mundo. La dispersión de los impíos es beneficiosa
para ellos y beneficiosa para el mundo; en cambio, la de los justos es mala
para ellos y para el mundo. La unión de los impíos es mala para ellos y para el
mundo; en cambio, la de los justos es beneficiosa para ellos y beneficiosa para
el mundo. La tranquilidad de los ímpíos es mala para ellos y para el mundo; en
cambio, la de los justos es beneficiosa para ellos y beneficiosa para el mundo.
6. El ladrón que se introduce subrepticiamente 197 ha de ser juzgado porra-
zón de to que seria su fin. Si se introduce subrepticiamente y rompe un cántaro,
en caso de que sea culpable de derramamiento de sangre 198 , tiene que indemni-
zar199; si no, no tiene que índemnizar2°0 •
7. Los siguientes pueden ser salvados (de la transgresión) aun a costa de
sus vidas20 !; el que persigue a su prójimo con el fin de matarlo, o va tras un
varón, o tras una joven prometida. Pero el que persigue a una bestia, el que
profana el sábado, el idólatra, no pueden ser salvados (de la transgresión) a
costa de sus vidas.
CAPÍTIJLO 9
l. Éstos son los que han de ser abrasados: el que tiene relación sexual con
una mujer y con su hija 202 , la hija del sacerdote que ha cometidoª adulterio2º3•
En la ley de «la mujer y su hija» están comprendidas: su hija, la hija de su hija,
la hija de su hijo, la hija de la mujer (del hijo), la hija de la hija de ésta, la hija
del hijo de ésta, su suegra, la madre de su suegra, la madre de su suegro. Los
siguientes son los que han de ser decapitados: el homicida204 y los habitantes de
una ciudad apóstata205 • El homicida que golpea a su prójimo con una piedra o
un hierro o que lo sumerge en el agua o en el fuego y no puede librarse de ello
y muere, es culpable. Si lo empujó hacia el agua o hacía el fuego y puede salir
de allí, pero muere, no es culpable. Sí azuzó contra él a un perro o a una ser-
piente, no es culpable. Si lo hizo morder por una serpiente R. Yehudá lo declara
culpable, mientras que los sabios no lo declaran culpable. Sí uno golpea a su
prójimo con una piedra o con el puño, de manera tal que es considerada co-
mo mortal, si luego se mejora y posteriormente se agrava y muere, es culpable.
R. Nehemías dice: No es culpable, porque la cosa tiene una base206 •
2. Si intentaba matar a un animal y mata a un hombre, o matar a un pa-
gano y mata a un israelita, o a un feto y mata a un recién nacido apto para la
vida, no es culpable. Si intentaba golpearle en el costado y no era presumible
que le acarreara la muerte golpeándole en el costado, pero el golpe va hacia
el corazón, teniendo fuerza como para hacerle morir y muere, no es culpable.
Sí 'intentaba darle en el corazón, teniendo fuerza como para hacerle morir y el
golpe va al costado, donde no era presumible la muerte, y muere, no es culpa-
ble. Sí tenía intención de golpear a un mayor y el golpe no se presumía mortal
para un mayor, pero se desvía hacia un pequeño, donde el golpe es presumi-
blemente mortal, y muere, no es culpable. Si intentaba golpear a un pequeño,
siendo el golpe presumiblemente mortal para el pequeño, pero se desvía hacia
un mayor, en el que el golpe no se presumía mortal, pero con todo éste muere,
no es culpable. Pero si intentaba golpearlo en el costado, con fuerza suficiente
como para provocar la muerte con el golpe en el costado y se desvía el golpe
al pecho y muere, es culpable. Si intentaba golpear a un mayor, con suficiente
fuerza como para provocar la muerte y el golpe se desvía hacia un pequeño y
muere, es culpable. R. Simeón dice: Aunque tuviere intención de matar a otro,
pero mata a éste, no es culpable.
3. Sí un homicida logra confundirse con otras personas, todos quedan ab-
sueltos. R. Yehudá dice: Son llevados• todos a prisión. Si los que se mezclan y
confunden eran todos reos de muerte, se les condena con la pena (capital) más
ligera. Sí condenados a morir lapidados se confunden con condenados a mo-
rir por abrasamiento, dice R. Simeón que deben ser condenados a morir ape-
dreados, porque el abrasamiento es todavía una pena más grave. Los sabios,
en cambio, afirman que deben ser condenados al abrasamiento porque la lapi-
dación es más grave. R. Simeón les repuso: Si el abrasamiento no fuese más
grave, no sería impuesto a la hija del sacerdote que ha cometido adulterio. Le
dijeron: Si la lapidación no fuera más grave, no sería impuesta al blasfemo y al
idólatra. Sí reos a muerte por decapitación se confunden con reos a muerte por
estrangulamiento, dice R. Simeón que deben morir por la espada. Los sabios,
en cambio, dicen: Por estrangulamiento.
CAPÍTULO 10
1. Todo Israel• tiene parte en la vida del mundo futuro, porque está escrito:
Todo tu pueblo está for·mado de Justos, herederá l,1 tierra por síempre, una ra-
ma de mi plantación, obra de mis manos para que yo sea glorificado 213 , Éstos
son los que no tienen parte en la vida futura: el que dice: <<No hay resurreccíón
de los muertos según la Torá», que la Torá no viene del cielo, y los epicúreos 214 •
R. Aquiba afirma: También el que lee libros extraños 215 y el que susurra sobre
una herida21 6, de la siguiente manera: Todas las enfermedades que impuse a los
egipcios no las impondré sobre ti, porque yo soy el Señor, tu médico211 • Abá
Saúl dice: También el que pronuncia el nombre de Dios con sus letras" 18 •
2. Tres reyes y cuatro personas comunes no tendrán parte en el mundo fu-
turo. Tres reyes: Joroboam 219 , Ajab 22º y Manasés 221 • R. Yehudá dice: Manasés
tendrá parte en el mundo futuro, porque está escrito: Rezó y lo oyó, escuchó su
plegaria y le dejó volver a Jerusalén a su reino 222 • Le objetaron: Le dejó volver
a su reino, pero no a la vida del mundo futuro. Cuatro personas comunes: Ba-
laam223, Doeg224 , Ajitófel2 25 y GehazF26 •
3. La generación del diluvio no tendrá parte en el mundo futuro, ni estará
en pie durante el juicio, porque está escrito: Mi espíritu no juzgará al hombre
etemamente" 221 • No tendrán\ pues, ni juicio ni espíritu228 • La generación de la
dispersión no tendrá parte en el mundo futuro, porque está escrito: El Señor los
dispersó desde allí por todo el haz de la tierra229 • El Señor los dispersó-en este
mWJdo; desde alli los dispersó el Señor- en el mundo futuro. Los habitantes de
Sodoma no tendrán parte en el mundo futuro, porque está escritoº: Los hombres
de Sodoma eran impios y pecadores contra el Señor de modo extraordinaria23º.
Impíos, en este mundo; pecadores, para el mundo futuro. Pero estarán pre-
sentes en el juicio. R. Nejemías dice: Tanto unos como otros no estarán presen-
tes en el juicio, porque está escrito: Por esto los malvados no estarán presentes
en el juicio ni los pecadores en la congregación de los justos2; 1• Por esto los
malvados no estarán presentes en el juicio, ésta es la generación del diluvio.
Ni los pecadores en la congregación de los justos, estos son los habitantes de
Sodoma. Le objetaron: No estarán en la congregación de los justos, pero sí en
la congregación de los impíos. Los espfasd no tendrán parte en el mundo futuro,
porque está escrito: Murieron aquellos hombres que habían difúndido mala fa-
ma del país por una plaga delante del Señor ... 232 • Murieron, en este mundo; por
una plaga, en el mundo futuro. La generación del desierto no tendrá parte en el
mundo futuro y no estarán en el juicio, porque está escrito: En este desierto mo-
rirán, allí moriránm. Ésta es la opinión de R. Aquiba. R. Eliezer dice: De ellos
dice el texto: Congrégame mis fieles, aquellos que han establecido mi pacto
sobre el sacrificío 234 • La congregación de Koraj no habrá de resucitar, porque
está escrito: Los cubrió la tierra2'5, en este mundo;perecieron de en medio de
la asamblea, para el mundo futuro. Ésta es la opinión de R. Aquiba. R. Eliezer
dice: De ellos afirma el texto: El Señor da la muerte y da la vida, hace bajar al
seo! y hace resucitar 236 . Las diez tribus no retomarán jamás, pues está escrito:
Los arrojó a otra tien-a como hoy 23 7; del mismo modo que el día de hoy se va y
no vuelve más, así aquéllas se fueron y no retomarán más. Tal es la opinión de
R. Aquiba. R. Eliezer dice: Igual que el día de hoy oscurece y luego se ilumina,
así a las diez tribus sobre las que se cernió la oscuridad les vendrá la luz.
4. Los habitantes de una cíudad apóstata no tienen pa1te238 en el mundo
futuro, como está escrito: Salieron hombres, hi¡os de Belial_. de en medio de ti
que sedujeron a los habitantes de su ciudad 23 ?. Sólo serán condenados a muerte
si seducen a los habitantes de su misma ciudad o de su misma tribu, y si es
seducida la mayoría de sus habitantes, y sí los que seducen son hombres. Si los
que seducen son mujeres o menores de edad, o si sólo fue seducida una pequeña
parte, o si los seductores eran extraños a la ciudad, en t.al caso son tratados in-
dividualmente24u, necesitándose dos testigos y una admonición previa para cada
uno. Para los individuos en cuanto tales se aplica más rigor que para una comu-
nidad, ya que los individuos en cuanto tales son ajusticiados por apedreamiento,
de ahí que su fortuna quede incólume; en cambio, si se trata de una comunidad,
muere por la espada y por eso su fortuna no queda incólume.
5. Hiere a los habitantes de la ciudad con la espada 241 . Un grupo de arrie-
ros o camelleros que pasan de un lugar a otro puede salvarla242 . Dedicarás al
exterminio la ciudad con todo lo que hay dentro de ella ... De ahí resulta que
las propiedades de los justos que residen en ella perecerán también; las que se
encuentran fuera de ella, sin embargo, se salvan; en cambio, las de los impíos,
se encuentren fuera o dentro, han de perecer.
6. Porque está escrito: Reunirás su botín en medio de su plaza 243 • Si no
tiene plaza, se le habilita una plaza. Si la plaza está fuera, se trae dentro. Que-
marás con juego la ciudad y todo su botín en honor del Señor, tu Dios. Su
botín, pero no el botín que pertenece al cielo. Por esto dijeron que las cosas
consagradas244 que hay en ellas han de ser rescatadas, las ofrendas 245 se dejarán
corromper, el segundo díezmo 24 ó y las Escrituras Sagradas se guardarán 247 . En
honor del Señor, tu Dios: dice R. Símeón: El Santo, bendito sea, dice: «Si ha-
céis justicia a una ciudad apóstata, os lo computaré como si me ofrecierais un
sacrificio perfecto en mi presencia». Será por siempre un montón de ruinas, no
será reedificada jamás, no se harán ni siquiera jardines ni huertos. Ésta es la
236. 1 Sm 2, 6.
237. Dt 29, 28.
238. Algunos textos omiten «no tienen parte en el mundo futuro».
239. Dt 13, 13.
240. Cf. 7, 10.
241. Dt 13, 15.
242. Haciendo de los no pervertidos la mayoría.
243. Dt 13, 17. Cf. Taan 2, 1; Meg 3, l.
244. Lv 27, 14ss.
245. Que se entregaron al sacerdote.
246. Lv 27, 30.
247. Porque su uso quedará prohibido.
San 11, 1-2 Orden cuarto: Daños - nesiqín 562
CAPÍTULO 11
l. Estos son los que morirán por estrangulamiento: el que hiere a su padre
o a su madre24s, el que rapta a un israelita249, el anciano25º que se rebela contra la
sentencia del tribunal, el falso profeta, el que profetiza en nombre de un ídolo,
el que tiene relación sexual con la mujer de otro, el que levante falso testimonio
contra la hija de un sacerdote o se acuesta con ella. El que golpea a su padre
o a su madre no es culpable en tanto no le haga una herida. Se ha de aplicar
más severidad a quien maldice que a quien hiere, porque quien los maldice
tras la muerte es culpable, pero quien los hiere tras su muerte no es culpable.
Quien rapta a una persona de Israel no se hace culpable hasta tanto no la haya
introducido en su propiedad. R. Yehudá dice: Hasta tanto no ]a introduzca en su
propiedad y se sirva de eJla, porque está escrito: O esclavice o venda251 • Si uno
rapta a su hijo, afirma R. Ismael, hijo de R. Yojanán ben Beroca, que es cul-
pable, mientras que los sabios lo declaran absuelto. Si uno rapta a una persona
que tiene una parte de esclavo y otra de hombre libre252 , R. Yehudá lo declara
culpable, mientras que los sabios lo absuelven.
2. El anciano que se rebela contra la sentencia del tribunal, porque está
escrito: Si te es ignorada la razón de una decisión 253 • Allí 254 había tres tribu-
nales: uno estaba establecido a la entrada del monte del Templo25 5, otro a la
entrada del atrio256 y otro en la sala de las piedras cuadradas 251 . lban258 primero
al tribunal que estaba establecido a la entrada del monte del Templo, y éste
decía: «Así lo he expuesto y así lo han expuesto mis compañeros, así lo he
enseñado y así lo han enseñado mis compañeros». Si ellos han oído (alguna
tradición), se la ponen de manifiesto. En caso contrario, se dirigían al tribunal
que tenía su sede a la entrada del atrio, y éste decía: «Así lo he expuesto y
así lo han expuesto mis compañeros, así lo he ensefiado y así lo han enseñado
la mujer de su prójimo 276 _, tan pronto como ella ha entrado en la propiedad del
marido por el matrimonio, aunque todavía no hubiera realizado el acto marital
con ella; el que tiene relación sexual con ella será muerto por estrangulamien-
to. Los que levantan falso testimonio contra la hija de un sacerdote y su aman-
te, porque los falsos testigos sufren primero aquella pena de muerte (a la que
estarían ligados los acusados), a excepción de los que levantan falso testimonio
contra la hija de un sacerdote 277 y su amante.
CAPÍTULO 1
J. Componamiento con los falsos testigos cuando no se les puede aplicar el principio de
Dt 19, 9 («le haréis a él lo que intentaba hacer a su hermano»).
2. Divorciada del marido antes del nacimiento del hijo. Tal mujer no puede casarse con un
sacerdote y, en caso de casarse, sus hijos son inhábiles para el sacerdocio (cf Lv 21, l5).
3. Que, por prescripción rabínica. como una divorciada, no puede casarse con sacerdote.
4. Cf Dt 25, lss.
S. Hacia una de las ciudades de refugio por haber cometido un homicidio involuntario.
6. Cf. Ket 4, 7. La mujer recibe su dote o al fallecimiento del marido o tras su divorcío.
7. Literalmente, «hoy o mañana».
8. Los testigos falsos tendrán que pagar otro tanto al acusado.
9. Título o disposición de la Ley.
10. Ex 20, 16.
11. Dt 19, 19.
Mak 1, 3-7 Orden cuarto: Daños - nesiqin 566
trar que el testimonio de tres es falso. ¿De dónde sabemos (que dos testigos
pueden) incluso (probar el falso testimonio) de cien (testigos)? La Escritura
dice: Testigos. R. Simeón enseña: Del mismo modo que dos testigos no son
condenados a muerte en tanto ambos no sean convictos de falso testimonio,
así tres no serán ejecutados en tanto no se demuestre su falso testimonio. ¿De
dónde sabemos (que esto se aplicaría) incluso a un centenar? La Escritura dice:
Testigos. R. Aquiba ensefia: El tercer testigo no es mencionado sino para que
se le aplique el mismo rigor y la misma sentencia que a los otros. Si, pues, la
Escritura castiga asi a los que se asocian a los transgresores como si ellos mis-
mos hubieran realizado la transgresión, con cuánta más razón no va a retribuir
a aquellos que se asocian a los cumplídores de los preceptos como sí ellos
mismos hubieran realizado el precepto.
s. Del mismo modo que sí de dos testigos uno es verificado como pariente
de ellos o como inepto 20 , su testimonio no es válido, así, si de tresª resulta uno
paúente de ellos o inepto, su testimonio no es válido. ¿De dónde sabemos que
esto se aplica incluso a un centenar? La Escritura dice: Testigos. R. Yosé dice:
¿Cuándo se aplica esto? En sentencias capítales, pero en juicios pecuniarios se
sustancia el testimonio con el resto ( de los testigos). Rabí enseña: Lo mismo
se aplica a los procesos con sentencia no capital como a aquellos con sentencia
capital cuando aguellos 21 conjuntamente lo han amonestado 22 • Pero si no lo han
amonestado, ¿qué harán dos bermanos 2; que vieron conjuntamente a uno matar
a una persona?
9. Si dos Jo ven desde una ventana y otros dos desde otra ventana, y uno en
el medio lo amonesta, si algunos de ellos ven a los otros, su testimonio es consi-
derado como único24 ; de lo contrario, como dos testimonios. Por eso, si un grupo
de ellos es convicto de falso testimonio, tanto el acusado 2; como ellos serán
ejecutados, mientras que el segundo grupo queda libre. R. Yoséb enseña: No será
ejecutado basta que los dos testigos lo hayan amonestado, pues está escrito: Por
boca de dos testígos 26 • Otra explicación: Por boca de dos testigos, esto significa
que el sanedrín no puede oír (la acusación) por boca de un intérprete 27 ,
10. Si uno, tras haber sido dictada la sentencia, huyó, y luego se presenta an-
te el mismo tribunal, no pueden revocar la sentencia. En cualquier lugar donde
haya dos que digan: «Testificamos contra Fulano que fue sentenciado (a muerte)
por el tribunal, y Fulanito y Zutanito son sus testigos», el tal será ejecuta.do. El
sanedrín ejerce sus funciones tanto en Israel como fuera de Israel. Sí un sanedrin
sentenciara a muerte a un hombre para que se cumpla (la sentencia) dentro de
un septenio de años, sería eso un desastre. R. Elazar ben Azarias dice: Lo mis-
mo que sí fuera para dentro de setenta años. R. Tarfón y R. Aquíba afirman: Si
estuviéramos en el sanedrín, jamás sería ejecutado ninguno. Rabán Simeón ben
Gamaliel dice: Pero ellos multiplicarían los derramadores de sangre en Israel.
CAPÍTULO 2
1. Éstos son los que habrán de exilíarse 28 : el que mata a otro por error. Si uno
está manejando un cilindro y cae sobre una persona y la mata; o si uno, al bajar
un cántaro, éste cae sobre una persona y la mata; o si bajando de una escalera,
cae sobre otro y lo mata, éstos tendrán que ir al exilio. Pero si uno recogía el
cilindro y éste cae sobre el otro y lo mata, o si estaba sacando un cántaro y, rom-
piéndose la cuerda, cae sobre otro y lo mata, o si estaba subiendo por la escalera
y se cae sobre otro y lo mata, éstos no tienen que ir al exilio. Ésta es la nonna
general: El que (causa la muerte) mientras baja (el objeto mortal) tiene que ir al
exilio, pero si no es mientras bajaba (el objeto mortal), no tiene que ir al exilio.
Si a uno se le escapa el hierro del hacha y mata a una persona, dice Rabí que
no tiene que exiliarse. Los sabios, en cambio, afinnan que tiene que exiliarse.
Si una astilla de leña (escapa) al partirse (y mata a wia persona), dice Rabí que
tiene que ir al exilio, mientras que los sabios establecen que no.
2. Si uno lanza una piedra a un lugar de dominio público y mata a alguien,
tiene que ír al exilio. R. Elíezer ben Jacob dice: Si después de haber lanzado la
piedra uno saca la cabeza y recibe la pedrada, queda absuelto. Si lanza la piedra
contra su propio patio y mata a una persona, en caso de que el dañado tuviera de•
recho a entrar en el patio, tendrá que ir al exilio; en caso contrario, no tendrá que
exiliarse, porque está escrito: si uno va con su compañero al bosque29 • Como en
el bosque tiene derecho de entrada tanto el dañante como el dañado, así queda
excluido10 el patio de un propietario donde el dañado no tiene derecho a entrar.
Abá Saúl dice: Igual que cortar leña es un acto arbitrario, (así un homicidio vo-
luntario es sólo punible) en los actos arbitrarios, excepto el padre que pega a su
hijo, el maestro que castiga al discípulo y al alguacil del tribunaP 1•
3. El padre va al exilio por causa del hijo32 y el hijo por causa del padre.
Todos 33 tienen que ir al exilio a causa de un israelita y un israelita a causa de
ellos, a excepción de un extranjero residente 34 • El extranjero residente no tiene
35. San 3, 5.
36. Cf. BQ 1, 4.
37. Nm 35, 14.
38. Nm 35, 13.
39. Dt 19, 3.
40. Cf. Sot 1, 3.
41. Persuadiéndole que no lo matara.
42. Dt 19, 4. Cf. Shebi JO, 8.
43. Nm 35, 25.
44. Según Nm 5, 25.
45. Cf. Sot 8, 1; Dt 20, 2ss.
Mak2, 7-3, 1 Orden cuarto: Daños - nesiqin 570
CAPÍTULO 3
l. Éstos son los que reciben los azotes54 : el que tiene unión sexual con su
hennana, o con la hermana de su padre, o con la hermana de su madre, o con la
hermana de su mujer, o con la mujer de su hermano, o con la mujer del hennano
de su padre, o con una menstruante 55 , o con la viuda de un Sumo Sacerdote56, o
a. (el matarlo) + R. Aquiba dice: el vengador de la sangre tiene permiso (para mata..Jo),
mientras que cualquier otra persona no se hace culpable (si lo mata)
46. Como la aparición de la luna nueva (RhSh 1, 6ss).
47. Nm 35, 25.
48. Comprendida entre los límites del sábado, dos mil codos en tomo a la ciudad.
49. Algunos textos añaden: «R. Aquiba dice: El vengador de la sangre tiene el permiso
(para matarlo) míentrns que cualquier otra persona no se hace culpable a causa de él)).
50. Cf. Maas 3, 10.
51. Dt 19, 4.
52. En las ciudades levíticas, pero no en las seis ciudades de refugio.
53. Tras la muerte del Sumo Sacerdote.
54. Sólo se especifican algunos casos.
55. Cf. Lv 20, 17-21.
56. Cf. Yeb 2, 4.
571 Azotes - makkot Mak3, 2
a. con una bastarda o una netinea casada con un israelita o con una ísrae/ita casada con
un bastardo o con un netineo] b. la ofrenda devenida ímpura]
57. Lv 21, 7.
58. Yeb 4, 13; Dt 23, 3. Bastardo es el hijo nacido de incesto o adulterio, inhábil para
casarse con un miembro de la comunidad.
59. Descendiente de los antiguos guibeonitas, pertenecientes a los heveas de Canaán.
Por medio de una astucia lograron asociarse a lsrael (cf. Jos 9, 3ss). Su matrimonio con
israelítas está. prohibido (Dt 7, t ss. ).
60. El Sumo Sacerdote que la despose.
61. Por cada una de las dos situaciones prohibidas (Lv 21, 14).
62.. Ya que la prohibición de no casarse con la que realizó la ceremonia de quitar el
zapato es sólo rabínica, deducida de Lv 21, 7.
63. Tal como carne sacrificial (Lv 7, 20).
64. Cf. Nm 5, 3.
65. Lv 3, 17.
66. Ex 29, 34. Los sacrificios tenían un plazo limitado para ser comidos.
67. Lv7, 18.
68. Lv 7, 19.
69. Lv 17,4.9.
70. Dt 16, 3.
7 l. Lv 23, 27.29. Cf. Yorn 8a.
72. Lv 23, 28.39.
73. Ex 30, 32-33.
74. Ex JO, 37.
75. Ex 30, 32.
76. Carne de animal que se ha muerto o que no ha sido sacrificado según el ritual.
77. Ter~fá, afligido de un daño mortal (Ex 22, 30).
78. Animales inmundos (Lv 11, 11).
79. De los que no se ha separado la ofrenda y el diezmo.
80. Nm 82, 26s.
81. Cf. MSh 3, 9.
82. Cf. Lv 11, 42.
Mak3, 3--7 Orden cuarto: Daños - nesiqin 572
8. Si97 uno se hace impuro por contacto con muertos durante toda lajorna-
da, no se hace culpable más que una sola vez. Pero si le dicen: «¡No devengas
impuro, no devengas impuro!», se hace culpable tantas cuantas veces (es amo-
nestado). Si se está rasurando durante toda la jornada, no se hace culpable más
que por una sola vez. Pero si le dicen: «¡No te rasures, no te rasures!>>, y él sera-
sura, se hace culpable tantas cuantas veces (es amonestado). Si uno está vestido
con género de doble semilla98 durante toda la jornada, no se hace culpable más
que una sola vez. Pero sí le dicen: «¡No te vistas, no te vistas!», y él se desviste
y vuelve a vestirse de nuevo, es culpable por cada una de las veces.
9. Si uno ara un surco, puede hacerse culpable (de transgredir) ocho pro-
hibíciones99: si ara con buey y asnos (uncidos juntos)1°0, si son consagrados 101 ,
si hay doble semilla en la viña 102, sí es año séptimo 103, si es día festivo 104, si es
sacerdote o nazir en lugar impuro 105 • Jananías ben Jakinay dice: Podría darse el
caso de vestir con género de doble semilla106 • Le respondieron: No pertenece a
este título 107• Les contestó: Tampoco el nazir pertenece a este título.
10. ¿Cuántos azotes reciben? Cuarenta menos uno, pues está escrito: En nú-
mero de cuarenta' 08 , o sea, un número cercano a los cuarenta. R. Yehudá enseña:
Recíbe exactamente cuarenta. ¿Dónde recibe el añadido? 109 Entre la espalda.
11. Se le estimaban los azotes de modo que se pudieran repartir en tres
partes. Si se le estimó capaz de recibir los cuarenta azotes, y una vez que ha
recibido una parte se juzga que no es capaz para recibir los cuarenta, se le deja
libre. Si se le estimó capaz para recibir dieciocho azotes, y después de haberlos
recibido se le juzga capaz para recibir los cuarenta, se le deja libre. Si cometió
una transgresión quebrantando dos prohibiciones, se hace una estimación úni-
ca, recibe los azotes y se le deja libre. En caso contrario, recibe los azotes y se
le deja restablecer, luego vuelve a recibir los azotes (que faltan).
12. ¿Cómo se daban los azotes? Se le ataban las manos a una columna a
ambos lados; luego el servidor de la sinagoga le agarraba de los vestidos y, si se
rasgaban, se rasgaban, y si se destrozaban, se destrozaban, hasta que le quedaba•
el pecho descubierto. Tras él había colocad.a una piedra sobre la que se subía el
servidor de la sinagoga con una correa de ternero en su mano. Ésta estaba dobla-
da primero en dos y las dos en cuatro; otras dos correas subían y bajaban en ella.
En este tratado se especifican los diversos tipos de juramento (de expresión, vano,
de testificación, sobre un depósito) y se asientan los principios sobre los que se afirman,
destacando las penas en que incurren quienes juran en falso o deniegan un testimonio en
juicio. Aparte de esto, en los dos primeros capitulas se habla de la expiación del pecado
del impuro que se introduce en el Templo o come alimentos sagrados.
El tratado contiene ocho capítulos:
Caps. 1-2: Tipos de juramento. En qué casos se debe ofrecer un sacrificio cuando,
en estado de impureza, se entra en el Templo o se come alimentos sagrados. Expiación.
Cap. 3: Diferentes tipos de juramento. Obligaciones en el quebrantamiento. Jura-
mento de expresión y juramento vano.
Cap. 4: Juramento de testificación. Cuándo quedan obligados a ofrecer un sacrificio
los que deniegan este jw-amento.
Cap. 5: Juramento sobre un depósito. Juramento sobre la participación en un hecho.
Cap. 6: Jw-amento ante el juez, condiciones para que obligue. Cuándo no hay que
prestar juramento.
Cap. 7: El asalaríado, el robado, el herido, aquel cuyo rival es sospechoso de perju-
rio, el tendero, pueden jurar y hacerse pagar. Juramento para entregar la dote. Personas
obligadas a prestar juramento aunque no se les haga reclamación alguna.
Cap. 8: Los guardianes y el juramento.
CAPÍTULO 1
l. Positivos y negativos.
2. Ya que cada una de las clases puede tener aspecto aseverativo o promisorio.
3. En Lv 5, 3 se establece que por un pecado de impureza que se ha cometido inad-
vertidamente, y que es advertido posterionnente, se ha de ofrecer un sacrificio. Como la
obligación del sacrificio depende del conocimiento, se llaman a los cuatro casos, en los que
se está obligado al sacrificio, «advertencias de la impureza)>.
4. El impuro puede pecar o por entrar en el santuario o por comer cosas santas.
5. En cada caso puede ocurrir o que uno se olvide de su impureza o que se ignore la
santidad del lugar o de la comida.
6. El signíficado real es el de sacar o transportar un objeto_ Cf. Sahb 1, l.
7. Cf. Neg l, l.
Shebu 1, 2-4 Orden cuarto: Daños - nesiqin 576
a. el cabrito. cuya sangre ... y el día de la expiación]: el cabrito cuya sangre era asper-
jada en el interior en el día de la expiación... b. el cabrito cuya sangre era asperjada en
el exterior y el día de la expiación]: el cabrito cuya sangre era asperjada en el exterior en el
día de la expiación c. en lo que hubo advertencia al principio, pero no al fin: en lo que no
hubo advertencia alfln
8. De su impmeza.
9. O de su impureza o de la santidad del lugar o de la comida.
10. Llamado así ya que el objeto del sacrificio sube en valor o baja según los medios
de que disponga el oferente, pudiendo ofrecer un cordero, o un par de tórtolas o un décimo
de una efá de harina. Cf. Lv 5, 6.7.11.
11. Cf. Lv 16, 15; Yom 5, 9.
12. Cf. Nm 29, 11.
13. Nm29, ll.
14. Ofrecidos como sacrificios expiatorios.
15. Cf. Nm 28, 14.22.30; 29, ll.l8.
16. Ya ofrecidos en las tres fiestas de peregrinación, ya en las neomenias.
17. Es decir, en el día señalado para los unos ofrecer los otros.
577 Juramentos - shebuot Shebu 1, 5-2, 1
CA.PiTULO 2
CAPÍTULO 3
l. Los juramentos son de dos clases, que, en definitiva, son cuatro 38 , talco-
mo: «Juro que comeré» o <<que no comeré», «que comí», o <<que no comí». Si
jura que no come y come cualquier cantidad, por mínima que sea, es culpable39 •
Ésta es la opinión de R. Aquiba. Le dijeron a R. Aquiba: ¿Dónde encontramos
que uno que come una cantidad mínima sea culpable y que el ta.l ha de ser
culpable? 4º Les respondió R. Aquibaª: ¿Dónde encontramos que por el hablar4 1
hay que ofrecer sacrificios y que éste hable42 y tenga que ofrecer un sacrificio?
Si uno dice: «Juro que no comeré», y come y bebe, no es culpable más que una
sola vez. Si dice: «Juro que no comeré ni beberé», y come y bebe, es culpable
por dos títulos.
2. Si dice: «Juro que no comeré)>, y come un pan de trigo, un pan de cebada
y un pan de comino, es culpable por un solo titulo. «Juro que no comeré pan de
trigo, ni pan de cebada, ni pan de comino», y come, es culpable por cada una
de las cosas.
3. Si dice: «Juro que no beberé», y bebe mucha bebida, es culpable de
modo unitario. Pero si dice: «Juro que no ingeriré vino, ni aceite, ni miel>), e
ingiere, es culpable por cada una de las cosas.
4. Si dice: «Juro que no comeré», y come cosas no aptas para ser comidas o
bebe líquidos no adecuados para ser bebidos, no es culpable. Si dice: «Juro que
no comeré», y come carroña, o carne de animal despedazado o abominable,
o reptiles, es culpable. R. Simeón lo declara absuelto. Si dice: «Sea conam 43
para mí gozar de mi mujer si como hoy>>, y come carroña, o carne de animal
despedazado o abominable, o reptiles, su mujer le queda prohibida.
5. Es absolutamente igual que se trate de cosas 44 que le conciernen a él
mismo o a otros, que sean materiales o inmateriales. ¿Cómo se entiende esto?
Si uno dice: «Juro que daré esto a Fulanito de Tal», o «que no lo dar6>; «que
di» o «que no di»; «que dormiré», o «que no dormiré>>; «que domti», o «que no
dormí»; «que arrojaré una piedra al mar>>, o <<que no mojaré>); «que arrojé», o
<<que no arrojé)>, (para efectos del juramento es indiferente). R. Ismael enseña:
Sólo es culpable (para juramentos) de futuro, tal como está escrito: Para hacer
mal o bien45 • R. Aquiba le objetó: Si es así, no puedo hacer juramento sino
a. R. Aquibal
38. 1, l.
39. Quedando obligado a los sacrificios prescritos eo Lv 5, 6ss.
40. Para hacerse uno culpable de comer un alimento prohibido tiene que ingerir una can-
tidad mínima, como una aceituna. Por tanto, los sabios que interrogan a R. Aquiba sostienen
que no se quebranta el juramento mientras se coma una cantidad menor que una aceituna.
41. Por hablar y no mantener la palabra.
42. El que hace voto de no comer y coma algo mínimo que le haga quebrantar el voto.
43. Expresión sustitutiva de qorbán («sacrificio»), cf. Ned 1, 2, y que viene a sacrificar
como: «Me sea prohibido esto como sacrificio o cosa santa>).
44. Sobre las que se hace el juramento.
45. Lv 5, 4.
Shebu 3, 6- IO 01'den cuarto: Daños - nesiqin 580
en lo concerniente a hacer el mal o bien, pero ¿de dónde sabemos que puede
afectar a cosas independientes de hacer el mal y el bien? Le respondió: Por la
ampliación (del sentido) de la Escritura. Le contestó: Si la Escritura extendió
(el sentido) en esa significación, la extendió también en la otra46 •
6. Si uno jura no cumplir un precepto, pero después lo cumple, no es cul-
pable. Si jura cumplirlo y no lo cumple, no es culpable. Habría que inferir que
es culpable ateniéndose a la opinión de R. Yehudá ben Betera. R. Yehudá ben
Beteraª decía: Sí por juramento en cosas opcionales, a las que no se impuso
juramento sobre ellas desde el monte Sinaí, se es culpable por su causa, ¿no
habrá que inferir con más razón que se es culpable por juramentos que concier-
nen un precepto sobre el que se impuso juramento desde el monte Sinaí? Le
dijeron: De ninguna manera; sí dices eso de un juramento sobre cosas opciona-
les, donde el sí es tan legítimo como el no, lo habrás de decir de un juramento
sobre algo obligado donde la afirmáción no se equipara a la negación, porque,
si unob jura no cumplir y cumple, no es culpable.
7. Sí uno dice: <<Juro que no comeré esta hogaza», o: «Juro que no la come-
ré», <~uro que no la comeré»47, y la come, sólo es culpable de modo unitario.
Éste es el juramento llamado de expresión 48 ; quien lo quebranta premeditada-
mente recibe azotes; quien inadvertidamente, ha de ofrecer un sacrificio que
«sube y baja». Por un juramento vano se hace uno culpable de azotes si se hace
premeditadamente, mientras que queda absuelto si se hizo inadvertidamente.
8. ¿Cuál es el juramento vano? Cuando uno jura que es diverso algo que es
bien conocido a la gente, como sí dice que una columna de piedra es de oro, o
que un hombre es una mujer, o que una mujer es un hombre, o si jura por una
cosa que no es posible, como: «Juro que he visto un camello volando por el
aire», o que «he visto m1a serpiente (tan voluminosa) como la viga del lagar».
Si uno dice a los testigos: «Venid y testimoníad en favor mío», y aquéllos le res-
ponden: «Juramos que no depondremos testimonio por ti», o si jura no cumplír
un precepto, como no hacer la cabaña49, no coger el ramo de lulav 50 , no ponerse
las filacterias 51 , es juramento vano, por el que se hace uno culpable de los azotes
si lo hizo premeditadamente, y queda absuelto si lo hizo inadvertidamente.
9. Si uno dice: «Juro que comeré esta hogaza», «juro que no la comeré>>, el
primero es un juramento de expresión, el segundo es un juramento vano. Si la
come, quebranta el juramento vano; si no la come, quebranta el de expresión.
10. El juramento de expresión se aplica a hombres y mujeres, a extraños
y parientes, a aptos (para testimoniar) y a no aptos, ya se realice delante de
un tribunal o no, con tal de que salga de la propia boca. Si es premeditado, se
CAPÍTUL04
52. Lv 5, l.
53. Si uno ha dicho a los testigos: «Os conjuro que depongáis testimonio para mí», y
ellos responden: «No tenemos testimonio para ti».
54. Sí sabían que el juramento era falso y que, por tanto, están obligados a un sacrificio.
55. Sabían que el juramento era falso, pero no que por ello debían ofrecer un sacrificio.
56. Olvidando, por ejemplo, el testimonio.
57. Sijuran falsamente.
58. El conocimiento que tienen.
59. Los dos testigos llamados.
Shebu 4, 5-1 l Orden cuarto: Daños - nesiqin 582
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
l. Aquellos que según la ley han de jurar, juran y no tienen que pagar. Estos
son los que han de jurar y serán satisfechos en su demanda: el asalariado, el ro-
bado, el herido, aquel cuyo rival es sospechoso de perjurio, el tendero a causa de
su libro de cuentas. El asalariado, ¿de qué manera? Si le dice: «Dame mi salario
que tienes en tu poder», y el otro replica: «Ya te lo di», a lo cual aquél contes-
ta: «Yo no he recibido nada», ha de prestar juramento y ha de ser pagado. Dice
R. Yehudáª: Sólo cuando allí se admite parte en la confesión. ¿Cómo se entiende
esto? Si le dice: «Dame mi salario, los cincuenta denarios que están todavía en
tu poder», y el otro responde: «Ya has recibido un denario de oro»J0 1•
2. El robado, ¿de qué manera? Si testigos testimonian contra él que entró
en casa de otro para coger sin permiso un objeto que tenía en prenda y el (que
fue robado) dice: «Cogiste mis objetos», y el otro replica: «No los cogí», ha
a. R. Yehudá: R. Simeón
93. Por esto no se impone el juramento.
94. De trigo o de un producto.
95. De dinero.
96. Por encima de la ventana.
97. El prestatario.
98. A jurar que era del valor de tres denarios.
99. El deudor.
1OO. Probando que el deudor juró falsamente.
1Ol. Es decir, veinticinco denarios de plata.
Shebu 7, 3-6 Orden cuarto: Daños - nesiqin 588
CAPITuLo 8
perdió, o (si responde): «Fue robado», siendo así que murió, o que se rompió
las patas, o que fue llevado en cautividad, o que se ha perdido, o (sí responde):
«Se ha perdido», siendo así que murió, o que se rompió las patas, o que fue
llevado en cautividad, o que ha sido robado, si (el dueño) le dice: «Te llamo a
juramento», y aquél responde: «Amén», no está oblígado 114 •
3. Sí dice: «¿Dónde está mi buey?», y le responde: «No sé de qué hablas»,
siendo así que murió, o que fue llevado en cautividad, o que se rompió una
pata, o que se perdió, y aquél dice: «Te llamo a juramento», y el otro responde:
«Amén», no está obligado. Si dice: «¿Dónde está mí buey?», y responde: «Se
perdió», y sí aquél dice: «Te llamo a juramento», y el otro responde: «Amén»,
siendo así que hay testigos que testifican que él se lo comió, ha de pagar su
valor. Si él mismo lo confiesa, ha de pagar el valor, el quinto y el sacrificio por
la culpa 115 • Si dice: «¿Dónde está mi buey?», y le responde: <<Fue robado», y le
. dice: «Te Hamo a juramento», a lo que aquél responde: <<Amén)), y hay testigos
que testimonian que él lo robó, ha de pagar el doble 116 • Si él mismo lo confiesa,
pagará el valor, el quinto y el sacrificio por la culpa.
4. Si dice a uno en la plaza: «¿Dónde está mi buey que robaste?», y aquél
responde: «No lo rob黕, y hay testigos que testimonian que lo robó, ha de pa-
gar el doble. Si lo mató y lo vendió, ha de pagar el cuádruple o el quíntuple 117 •
Sí aquél ve que los testigos se van acercando lentamente y dice: «Lo robé, pero
no lo sacrifiqué ni lo vendí», no ha de pagar más que su valor118 •
5. Sí uno dice al que tomó (el animal) en préstamo: «¿Dónde está mi buey?»,
y aquél responde: «l\.furíó», siendo así que se rompió una pata, o que fue lle-
vado en cautividad, o que fue robado, o que se ha perdido, o (sí responde): «Se
rompió una pata», siendo así que murió, o que fue llevado en cautividad, o que
fue robado, o que se ha perdido, o (si responde): «Fue llevado en cautividad»,
siendo así que murió, o que se rompió una pata, o que fue llevado en cautivi-
dad, o que se ha perdido, o (si responde): «Fue robado>>, siendo así que murió,
o que se rompió una pata, o que fue llevado en cautividad, o que se perdió, o (si
responde): «Se perdió», siendo así que murió, o que se rompió una pata, o que
fue llevado en cautividad, o que fue robado, sí (el propietario) dice: «Te llamo
a juramento», y aquél responde: «Amén», no está obligado.
6. Si dice: «¿Dónde está mi buey?», y responde: «No sé de lo que hablas»,
siendo así que murió, o que se rompió una pata, o que fue llevado en cautivi-
dad\ o que se perdió, y dice: «Te llamo a juramento», a lo que el otro responde:
«Amén», está obligado. Si dice al guardián asalariado o que tomó en alquiler:
«¿Dónde está mi buey?», y aquél responde: «Murió», siendo así que se rompió
una pata, o que fue llevado en cautividad, o (si responde): «Se rompió una
pata», siendo así que murió, o fue llevado en cautividad, o (si responde): «Fue
IJevado en cautividad», siendo así que murió, o se rompió una pata, o (si respon-
de): «Fue robado», siendo así que se perdió, o (si responde): «Se perdió», sien-
do así que fue robado, si aquél dice: «Te llamo a juramento», y el otro contesta:
«.Amén», no está obligado. (Si responde:) «Murió», o: «Se rompió una pata»,
o: «Fue llevado en cautividad>), siendo así que fue robado o se perdió, y dice:
«Te llamo a juramento», a lo que el otro contesta: «Amén», está obligado. (Si
responde:) «Se perdió», o: «Fue robado», siendo así que murió, o que se rompió
una pata, o que fue llevado en cautividad, y aquél dice: «Te llamo a juramento»,
a lo que el otro responde: «Amén», no está obligado. Éstaª es la norma general:
El que trastoca una culpa por otra o un caso en el que no estaba obligado por
otro en el que tampoco está obligado, o uno en el que no está obligado por otro
en el que sí está obligado, está exento, pero si cambia un caso en el que está
obligado por otro en el que no está obligado, es culpable. Ésta es la regla; El que
jura para ponerse en situación fácil está obligado, pero el que jura para ponerse
en situación difícil está exento.
El nombre de este tratado, Testimonios, obedece al hecho de que muchas de las nor·
mas legales en él contenidas fueron testimoniadas por los sabios ante el tribunal de Yavne,
De hecho, muchas halajot se introducen con la fónnu\a: «Rabí. .. testifica ... ». En el Tal·
mud babilónico es llamado bejirta (el elegido). Este téimino es interpretado por algunos
como «el excelente», debido al carácter obligatorio que tienen aquí todas las decisiones.
Otros lo entienden en el sentido de «lo selecto», por cuanto en este tratado se contendría
una selección de las decisiones principales de la Misná. Esto explica el carácter miscelá·
neo de los Testimonios.
Según una baraíta recogida en el Talmud babilónico, este tratado fue enseñado el día
en que R. Elazar ben Azarías fue elegido presidente de la academia de Yavne. Quizá en
aquella sesión se pusieron las bases del tratado que sería complementado posteriormente.
El tratado tiene ocho capítulos:
Cap. 1: Casos en que los sabios se apartan de las opiniones de Sama y y de Hile!, ca•
sos en que la escuela de Samay se aparta de Samay, disputas entre Samay y Hile!, casos
en que la escuela de Hile\ adoptó las opiniones de la escuela de Samay.
Cap. 2: Testimonios de R. Janina, R. Ismael, R. Aquiba.
Cap. 3: Testimonios de R. Dosa bar Arquinas, R. Sadoq, R. Gamaliel, R. Elazar ben
Azarías (y la opinión contraria de los sabios).
Caps. 4•5: Controversias entre la escuela de Sarnay y de Hilel, y en las que, en contra
de lo habitual, la de Samay adopta un punto de vista más indulgente que la de Hile!.
Caps. 6-8: Tradiciones y testimonios de diversos rabinos.
CAPÍH.JLO 1
l. Samay dice: A todas las mujeres 1 les basta el momento (en el que se
dan cuenta de su impureza). Hilelª enseña: (Se ha de considerar impura) des-
de el (último) examen al siguiente examen, incluso cuando medien entre ellos
muchos días. Los sabios, en cambio, afirman: No es ni según la enseñanza de
(Samay) ni según la enseñanza de (Hilel), sino que (ha de considerarse impura)
desde esta hora del día (a la anterior) hora del día cuando esto es menor (que el
tiempo) entre el examen (anterior) y el examen (presente) o desde un examen a
otro cuando (el tiempo intennedio) es menor de veinticuatro horas. En las muje-
res que tienen un periodo estable, les basta su tiempo. La que se sirve de paños,
esto se computa como sí fuera un examen y puede disminuir tanto el intervalo
de las veinticuatro horas como el que media entre un examen y otro.
2. Samay enseña: A partir de un kab (de masa) se ha de apartar la masa de
la ofrenda1 . Hile! dice: A partir de dos. Los sabios, en cambio, afirman: No es
ni conforme a la enseñanza de (Samay) ni tampoco a la de (Hile!), sino que a
partir de kab y medio se está obligado a apartar la masa de la ofrenda. Luego
que se agrandaron las medidas, se estableció que se está obligado a partir de
los cinco cuartos de kab. R. Yosé díce: Con cinco cuartos, se está exento; con
cinco cuartos y algo más, se está obligado.
3. Hilel enseña: Un hin3 lleno de agua sacada artificialmente hace inválido
el baño ritual4 • (Así fue dicho) porque. cada cual ha de emplear las expresiones
de su maestro5• Samay enseña: Nueve kab. Los sabios, en cambio, afinnan: No
es ni según la enseñanza de uno ní del otro; pero cuando vinieron dos tejedores
de la puerta del estiércol de Jerusalén6 y testimoniaron en nombre de Semayas
y de Abtalión que tres log de agua sacada artificialmente hacen inválido el baño
ritual, los sabios confirmaron su opinión.
4. ¿Para qué se recuerdan las enseñanzas de Samay y de Hílel vanamente?7
Para enseñar a las generaciones venideras que nadie debe persistir en sus ense-
ñanzas, ya que los propios padres del mundo no persistieron en sus enseñanzas.
5. ¿Por qué se menciona la opinión de un individuo entre la opinión de la
mayoría siendo así que la norma legal es conforme a la mayoría? A fin de que
si un tribunal acepta la opinión de un individuo, se pueda apoyar en ella, ya
que un tribunal no puede anular la sentencia de otro tribunal a no ser que lo
supere en sabiduría y en número. Si lo supera en sabiduría, pero no en número
o en número, pero no en sabiduría, no puede anular su sentencia, en tanto no lo
supere en sabiduría y en número.
6. R. Yehudá dice: Si es así, ¿para qué se recuerda la opinión de un indivi-
duo entre la opinión de la mayoría de modo vano? 8 Para que si uno dijere: «Así
lo he recibido», se le pueda contestar: «Lo oíste según la opinión de Fulanito»9•
7. La escuela de Samay enseña: Un cuarto de kab de huesos, sea de dos o
tres muertos'º. La escuela de Hílel enseña: Un cuarto de kab de huesos de un
mismo cadáver, ya sea de huesos que constituyen la mayor parte del esqueleto
o cuando son el mayor número. Samay afirma: Aunque sea de un solo hueso.
8. La arveja 11 de ofrenda, según la escuela de Samay, se ha de empapar y
frotar en pureza12, pero se puede dar en comida (a los anímales) en estado de
impureza. La escuela de Hile!, en cambio, enseña: Se empapan en estado de pu-
reza y se pueden frotar y dar en comida en estado de impureza. Samay afüma:
Se puede comer seca. R. Aquiba dice: Todos los actos que le conciernen pueden
realizarse en estado de impureza13 •
9. Si 14 uno cambia el valor de una selá de monedas del segundo diezmo 15
en Jerusalén, según la escuela de Samay puede cambiar las monedas de cobre
por una selá 16 • La escuela de Hilel, en cambio, enseña: Puede cambiarlo por un
siclo de plata y un siclo de monedas de cobre 17 • R. Meír enseña que no se puede
cambiar plata y frutos por plata18; los sabios, en cambio, lo declaran permitido.
JO. La escuela de Samay enseña que quien cambia en Jerusalén 1~ una selá
del segundo diezmo, debe cambiar todo el selá por monedas de cobre'º. La es-
cuela de Hilel enseña que puede cambiarlo por WI siclo de plata y por otro siclo
en monedas de cobre. Los que juzgaban delante de los sabios 21 decían: Por tres
denarios en plata y por un denario en monedas de cobre'2 • R. Aquiba enseña:
Por tres denarios en plata y, del cuarto, por plata y por un cuarto en monedas de
cobre23 , R. Tarfón dice: Cuatro aspros de plata24 • Samay afirma: Se deposita en
una tienda y se va consumiendo lo que corresponde a su valor.
11. Si25 a una silla de novia le ha sido quitado el acolchado, según la escue-
la de Samay es susceptíble de impureza, mientras que según la escuela de Hile!
no lo es. Samay dice: También el armazón de la silla es susceptible de impure-
za. Si una silia es fijada a una artesa, la escuela de Samay la declara susceptible
de impureza mientras que la escuela de Hile! la declara no susceptible. Samay
dice: También aunque hubiera sido hecha (desde el principio) para la artesa.
12. Éstas son las cosas sobre las que cambiaron de opinión los de la escuela
de Hile! para enseñar conforme a las sentencias de la escuela de Samay: Sí 26 una
mujer víene de una ciudad marítima y dice: «Murió mi marido», puede volver a
casarse; o: «Murió mí marido» 27 , puede contraer el matrimonio del levirato 28 • La
escuela de Hile!, en cambio, dice: Sólo lo hemos oido 29 para el caso de una mu-
jer que vino de la recogida de la cosecha. La escuela de Samay les rearguyó: Es
lo mismo que venga o de la recogida del trigo o de la aceituna o de una ciudad
marítima30 • Hablaron de la recogida de la cosecha como de un hecho acaecido
presente. La escuela de Hile! cambió de opinión y enseñó según la escuela de
Samay. La escuela de Samay enseña: Puede volver a casarse y coger la dote ma-
trimonial. La escuela de Hile!, en cambio, dice: Puede casarse de nuevo, pero no
puede coger la dote matrimonial. La escuela de Samay les reargüía: Sí declaráis
permitida la unión, que es lo más grave~', ¿no vais a declarar pe1mitida la pro-
piedad, que es menos importante? La escuela de Hile! les contestaba: Encontra-
mos que los hermanos no entran en la herencia basándose en la sola deposición
de su boca. Les dijeron los de la escuela de Samay: Acaso no lo aprendemos del
documento matrim01úal, donde está escrito: «Sí te desposares con otro tomarás
lo que fue prescrito para ti>>. La escuela de Hile! cambió de opinión y enseñó
según la opinión de la escuela de Samay.
13. Quien 32 sea mitad esclavo y mitad libre ha de servir un día al amo y
otro día a sí mismo. Ésta era la doctrina de la escuela de Hile!. Pero los de la
escuela de Samay les dijeron: Lo habéis establecido bien para el amo, pero no
para él mismo: (así) no puede casarse con una esclava33 ni tampoco con una
mujer libre34. ¿Ha de permanecer, pues, célibe? Pero, ¿acaso no fue creado el
mundo para su crecimiento y multiplicación, tal como está escrito: No lo creó
para que fuese un desierto, sino que lo formó para ser habitadol 5? Por el bien
general del mundo se ha de obligar al amo a que la conceda la manumisión y a
que él le escriba 36 un documento por la mitad de su valor. La escuela de Hile!
cambió de opinión y enseñó según la escuela de Samay.
14. Un recipiente de arcilla defiende todo 37 (dela impureza), según la doctri-
na de la escuela de Hilel. La escuela de Samay enseña: No protege a no ser sólo
a los alimentos, a las bebidas y a otros recipientes de arcilla38 • Les dijeron los
CAPiTULO 2
dio testimonio de que si una aguja48 se halla en la carne (de un animal sacrifica-
do), el cuchillo y las manos49 permanecen en estado de purezasº, pero la carne es
impuras 1• Mas si se halla entre los excrementos, todo se considera puro52 •
4. R. Ismael dijo tres cosas delante de los sabios en la academia 53 de Yavne:
que si54 un huevo batido se ponía sobre hortalizas de ofrenda constituía (con
ellos) una unidad; pero siss forma una especie de sombrero no constituye una
unidad; que si una espiga de la cosecha, cuya cabeza toca al trigo todavía en pie,
en caso de que pueda ser recogida con el trigo, pertenece al propietario; en caso
contrario, a los pobres; que si un pequeño huerto está rodeado de cepas entrela-
zadas56, en caso de que haya cabida57 en una y otra parte para el vendimiador y
su cesto, puede ser sembrado58; en caso contrario, no puede ser sembrado.
5. Tres cosas fueron dichas delante de R. Ismael, sobre las cuales éste no
declaró• ni que estuvieren prohibidas ni permitidas y que aclaró R. Josué ben
M~tías. Si uno abre un absceso en día de sábado, en caso de hacerlo para ha-
cer allí una abertura 59 , es culpable60 ; pero si lo hace para dejar salir el pus, no
es culpable; si uno atrapa a una serpiente en día de sábado, en caso de que se
ocupare de ello a fin de evitar su mordedura, no es culpable; pero si lo hace con
fines terapéuticos, es culpable; que si hay recipientes ironios61 , no son suscep-
tibles de impureza cuandob se encuentran bajo la misma tienda donde yace un
muerto62 , pero se hacen impuros si los transporta un hombre que sufre flujo 63 •
R. Elazar ben Sadoq decía: Son también puros si los transportó un hombre que
sufre flujo, porque su trabajo no está ultimado64 •
6. R. Ismael dijo tres cosas, sobre las que no estuvo de acuerdo R. Aquíba.
En cuanto a los ajos, agraces y grano de espigas verdes que son triturados den-
tro del día, decía R. Ismael que se podía completar el trabajo después de haber
oscurecido, mientras R. Aquiba afirmaba que no se podía completar.
7. Tres cosas fueron dichas delante de R. Aquiba, dos de ellas en nombre
de R. Eliezer y una en nombre de R. Josué. Dos en nombre de R. Eliezer: que
una mujer6 5 puede salir (en día de sábado llevando sobre la cabeza) una (<ciudad
de oro>> 66 y que los que hacen volar a las palomas 67 son inhábiles para dar testi-
wonio. Una en nombre de R. Josué: si una comadreja68 lleva en su boca un reptil
muerto y pasa por encima de panes de ofrenda, en caso de haber duda de sí (el
cuerpo muerto del reptil) los tocó o no, se consideran puros por estar en duda.
8. R. Aquiba dijo tres cosas, en dos estuvieron de acuerdo con él y en una
no: que una sandalia69 de (las que usa) el albañiFº es susceptible de la impureza
de asiento y que los restos de un homo 71 deben tener al menos cuatro (palmos
de alto)72, mientras que antes decían que debían tener tres 7'. Sobre estas cosas
estaban de acuerdo con él. Pero sobre una cosa no estuvieron de acuerdo con
él: si a una silla se le quitan dos tablas contiguas, según Aquiba es susceptible
de impureza, mientras que según los sabios no lo es 74 .
9. Solía decir: El padre conquista para el hijo belleza, fuerza, riqueza, sabi-
duría, afios 75 y el número de las generaciones que le preceden 76, de modo que
éste7 7 es el témúno 7s, como está escrito: Llama a las generaciones desde el prin-
cipio19. Aunque está escrito: Los esclavizaron y los a:fhgieron por cuatrocientos
años 8'l; también está escrito: Los de la cuarta generación retornarán aqui 81 •
JO. Solía también decir que cinco cosas tenían doce meses de duración:
el juicio de la generación del diluvío82 se prolongó por doce meses; el juicio
sobre Job 81 otros doce meses; el juicio sobre los egipcios otros doce meses; el
juicio sobre Gog y Magog84 durará otros doce meses; el juicio sobre los impíos
en el infieino durará otros doce meses, porque está escrito: Será de un mes al
(mismo) mes85 • R. Yojanán ben Nurí decía: Desde Pascua a la fiesta de las Se-
manas86 como está escrito: De un sábado al próximo sábado 87 •
CAPÍTULO 3
Los sabios, en cambio, afirman que si las manos devienen impuras, deviene
impuro el cuerpo'º'.
3. R. Dosa declara pennitido dar a los extraños el interior de un melón y el
desecho de verduras de ofrenda 1°2• Los sabios, en cambio, lo prohíben. Sí cinco
ovejas 103 esquiladas dan cada una mina y media de lana, están sujetas a la ley de
la primicia del esquileo. Ésta es la opinión de R. Dosa. Los sabios, en cambio,
dicen: Si son cinco ovejas, cualquiera que sea la cantidad que producen.
4. Todas las esteras 104 no son susceptibles más que de impureza de cadáver.
Esta es la opinión de R. Dosa. Los sabios, en cambio, afirman que también son
susceptibles de la impureza de asiento 105.Todos los trenzados son puros, excepto
los usados para cíngulo. Ésta es la opinión de R. Dosa. Los sabios, en cambio,
dicen que todos son impuros a no ser los usados por los tratantes de lana.
5. La honda, cuyo receptáculo (para la piedra) está tejido, es impura. Si es
de cuero 1°6, R. Dosa ben Arquioas la declara pura 1°7 , mientras que los sabios la
declaran impura. Si el lugar por donde se sujeta con los dedos está cortado, es
pura; en cambio, si la manecilla está cortada, es susceptible de impureza.
6. Una cautiva 108 puede comer ofrenda 109• Ésta es la opinión de R. Dosa. Los
sabios, en cambio, afirman que hay cautivas que pueden comer de la ofrenda y
otras que no pueden comer de ella. ¿Cómo se entiende esto? Si una mujerilº de-
clara que ha sido llevada cautiva y que es pura, puede comer, porqueª la misma
boca que prohíbe es la que declara permitido. Pero si hay testigos que declaran
que ha sido llevada en cautividad y ella afinna que es pura, no puede comer.
7. R. Josué declara impuros cuatro casos dudosos 111 , mientras que los sabios
los declaran puros. ¿De qué manera? Si uno que es impuro está en píe y otro
puro pasa a su lado, o si uno puro está en pie y otro impuro pasa a su lado, o si
la impureza está en zona de dominio privado y la cosa pura en zona de dominio
público, o si la cosa pura se encuentra en zona de dominio privado y la impureza
en zona de dominio público, cuando existe la duda de si tocó o no tocó, de si
proyectó su sombra o no proyectó, de si movió o no movió, según R. Josué el
tal individuo es impuro, mientras que según los sabios es puro.
8. R. Sadoq declara impuras tres cosas 112, mientras que los sabios las de-
claran puras: el clavo del cambista, la caja de traficantes de avena y el clavo
del reloj de sol. R. Sadoq las declara susceptibles de impureza, mientras que
los sabios lo niegan 113 •
9. Cuatro cosas 114 las declara Rabán Gamaliel impuras, mientras que los sa-
bios las declaran puras: la tapadera metálica del cesto que se utiliza en las casas,
el colgante de la almohaza, los utensilios de metal todavía no terminados y una
plancha dividida en dos partes iguales. Pero los sabios estaban de acuerdo con
R. Gamalíel en que si la plancha está dividida en dos partes, una grande y otra
menor, la grande es susceptible de impureza, mientras que la pequeña no.
10. En tres cosas 115 fue Rabán Gamaliel severo, siguiendo la doctrina de la
escuela de Samay: no se pueden cubrir los alimentos ca1ientes del día festivo
para el día del sábado; no se puede aderezar ningún candelabro en día festivo y
no se pueden cocer panes gruesos, sino tan sólo finos. Rabán Gamaliel dice:
Desde que existe la casa de mi padre no se cocieron panes gruesos sino sola-
mente finos. Le dijeron: ¿Qué podemos inferir de la casa de tu padre que eran
rigurosos consigo mismos, pero indulgentes con Israel para que cociesen panes
gruesos y pan especial? 116
11. Pero también dijo tres cosas 117 aplicando la nonna más indulgente: se
puede limpiar entre los divanes, se puede colocar perfume (en las brasas) en
día festivo y se puede preparar cabrito asado en la noche de Pascua. Los sabios
lo prohíben.
12. R. Elazar ben Azarías permitía tres cosas 118 que los sabios prohibían: su
vaca salia (en día de sábado) con una correa entre los cuernos, permitía cardar
el ganado en día festivo y moler el pimiento en el molino adecuado. R. Yehudá
dice: No se puede cardar al ganado en día festivo porque esto puede causarle
una herida, pero sí se le puede atusar 1I9 , Lo sabios afirman: No se puede cardar
ni tampoco atusar.
CAPíTOLO 4
2. Respectoª 121 al ganado que nace en día festivo todos están de acuerdo
en que está permitido 122 y respecto al pollito que sale del cascarón, todos están
de acuerdo en que está prohibidom. Si uno mata una bestia o un volátil en día
festivo 124, dice la escuela de Samay que puede cavar con un azadón y tapar (la
sangre). La escuela de Hile!, en cambio, afinna que no ha de matarlos, pero
que, si lo hace, ha de tener ya preparada la tierra. Sin embargo, están de acuer-
do en que, si los mata, puede cavar con su azadón y tapar (la sangre), ya que la
ceniza del horno se considera como preparada.
3. La escuela de Samay enseña 125 : Lo que fue declarado sin propiedad en
favor de los pobres ha de declararse sin propiedad. La escuela de Hile] dice: No
ha de considerarse sin propiedad en tanto no se declare sin propiedad también
a favor de los ricos como el producto del año de remisión. Si todas las gavillas
del campo son de un kab y una es de cuatro kab y fue olvidada, la escuela de
Sarnay sostiene que no ha de considerarse olvidada, mientras que la escuela
de Hile] afirma que ha de considerarse olvidada.
4. Si una gavilla 126 yace junto a un muro, o junto a un madero o junto al
ganado o a instrumentos (de labranza) y fue olvidada, la escuela de Samay dice
que no debe ser considerada como olvidada, mientras que la escuela de Hile!
dice que se ha de considerar como olvidada.
5. De la viña del cuarto año 127 , enseña la escuela de Samay que no está su-
jeta al quinto ni al alejamiento, mientras que la escuela de Hile! afirma que está
sujeta a las leyesb del quinto y del alejamiento. La escuela de Samay enseña
que está sujeta a la ley de los gajos caídos y de los racimos de la rebusca 128 • Los
pobres pueden redimirlos para sí mismos 129 • La escuela de Hile!, en cambio,
afirma que todo es para el lagar 130 •
6. En cuanto al cántaro de aceitunas adobadas, la escuela de Samay afirma
que no es preciso agujerearlo, mientras que la escuela de Hile) sostiene que debe
ser agujereado 131 • Pero están de acuerdo en que, si es agujereado y [el agujero] es
cerrado por las heces, se considera puro 132 • Si uno se unge con óleo puro y luego
a. Respecto al ganado ... prohibido} b. a las leyes del quinto y del alejamiento]
121. Esta frase hasta «está prohibido» se omite en muchos códices.
122. Su comida en el día festivo.
123. Porque al comenzar la fiesta no estaba determinado para alimento. En el ganado, en
cambio, la cría estaba ya determinada juntamente con la madre.
124. Bes l, 2.
125. Peá 6, l.
126. Peá 6, 2.
127. Peá 7, 6; MSh 5, 3.
128. Lv 19, 10.
129. Si no quieren llevarlos después a Jerusalén.
130. El propietario ha de pisar toda la uva y llevar todo el vino a Jerusalén, tal como
ocurre con e! segundo diezmo.
131. Los frutos se pueden hacer impuros cuando están humedecidos queriéndolo su due-
ño. Como el mosto que desprenden las aceitunas habilita al fruto para recibir la impureza
(Makh 6, 4), se ha de agujerear el cántaro para mostrar que eso no es querido.
132. No es susceptible de impureza.
Ed4, 7-8 Orden cuarto: Daños - nesiqin 604
9 , Si bay tres hermanos 143 , de los cuales dos están casados con dos henna-
mientras que el otro es célibe y muere uno de los casados con las he1manas
nas,¡ célibe da pa1abra de matnmomo
. . a l a vrn
. da, s1. luego muere el otro herma-
y e según la escuela de Samay su mujer queda con él y la otra queda libre por
00 ' hermana de la esposa. La escuela de Hilel enseña que ha de despedir a su
143. Yeb 3, 5.
144. Ket 5, 6.
145. Ker 1, 6.
146. Nm 15, 38; Dt 22, 12.
147. Maas 4, 2.
148. Un cesto lleno de frutas destinado para el sábado.
149. Se puede, pues, comer de él eventualmente antes del sábado sin haber hecho la
separación del diezmo.
150. Naz 3, 2.
151. Nm 6, 2ss.
152. Por más de treiota días.
153. En el extranjero, cuya tierra han declarado los rabinos como impura.
15_4. El nazireato en tierra impura no es válido, pero la escuela de Samay acepta como
cumplido el voto y sólo impone un nazireato de treinta días como castigo.
155. Naz 3, 7.
156. Ohal 11, 3.
Ed 5, l-2 Orden cuarto: Daños - nesiqin 606
CAPITULO 5
la ofrenda de la masa). Se puede hacer el baño de purificación 173 bajo una casca-
da, según la enseñanza de la escuela de Samay. La escuela de Hile!, en cambio,
sostiene que no se puede. Si un prosélito 174 se hace judío en la vigilia de la Pas-
cua, la escuela de Samay enseña que puede realizar el baño de purificación y
comer el cordero pascual al atardecer. La escuela de Hilel, en cambio, sostiene
que quien se separa del prepucio es como quien se separa de una tumba175 •
3. R. Ismaelª 176 dice que la escuela de Samay sigue en tres cosas la inter-
pretación más indulgente, mientras que la escuela de Hilel sigue la más severa.
Según la enseñanza I77 de la escuela de Samay, el libro de Qohelet no vuelve
impuras las manos 17s, míentras que la escuela de Hilel afirma que sí las vuel-
ve impuras. El agua I79 de purificación 180, con la que se ha cumplido el precepto,
es pura I8I , según la enseñanza de la escuela de Samay, e impura según la escue-
la de Hile!. La escuela de Samay declara I82 al comino negro no susceptible de
impureza, mientras que la escuela de Hílel lo declara susceptible: igualmente
(extienden la disputa a todo lo que está sujeto) a los diezmos.
4. R. Eliezer afinna que en dos cosas sigue la escuela de Samay la inter-
pretación más indulgente, y la escuela de Hile! la más severa. En cuantom a la
sangre de una mujer parturienta184 que no ha realizado el baño de purificación,
enseña la escuela de Samay que ha de ser considerada como su esputo y sus
orines 185 • La escuela de Hile!, en cambio, afirma que propaga impureza, ya esté
húmeda o seca. Están, sin embargo, de acuerdo en que la mujer que dio a luz
padeciendo de flujo propaga impureza, ya esté (su sangre) húmeda o seca.
5. Si dos 186 de cuatro hermanos se casan con dos hermanas y mueren los
dos hennanos casados con las dos hermanas, éstas han de realizar la ceremonia
del zapato y no pueden casarse con sus cuñados. Pero sí adelantándose se casa-
ran, han de ser despedidas. R. Eliezer dice: Según la escuela de Samay, pueden
ser retenidas; según la escuela de Hile!, han de ser despedidas.
6. Aqabias ben Mahalalel daba testimonío de cuatro cosas. Dijéronle: «Aqa-
bias, retráctate de esas cuatro cosas que has dicho y te haremos padreis 7 de tri-
a. R. Ismael: R. Simeón
173. Miqw 5, 6.
174. Pes 8, 8.
175. Que permanece siete días impuro.
176. Variante: <<R. Simeón».
177. Cf. Yad 3, 5.
178. No pertenece a los libros canónicos.
179. Cf. Par 12, 4.
180. Nm 19, 9.
181. No contamina a quien la toca o transporta.
182. Uq 3, 6.
183. Nid 4, 3.
184. Después que han pasado siete días del parto si dio a luz a un varón y catorce si dio
a luz a una hembra y se encuentra en el periodo de purificación de la sangre. Cf. Lv 12, 4.
185. Que contaminan en estado húmero, pero no estando secos.
186. Yeb 3, l.
187. Ab betdin.
Ed 5, 7 Orden cuarto: Daños • nesiqín 608
bunaJ en Israel». Les respondió: «Prefiero ser llamado idiota toda mi existencia
que devenir culpable 183 aunque sólo sea por una hora delante de Dios y que
no se diga de mi que se retractó para obtener un oficio». Declaró 139 impuro el
pelo residual 190 y la sangre amarillenta191 . Los sabios, en cambio, los declara-
ron puros. Declaraba 192 permitido el uso del pelo de un animal primogénito
defectuoso 191 que se había desprendido y colocado en una ventana194 y tras ello
sacrificado el animal. Los sabios, en cambio, lo declaraban prohibido. Solía
decir que no se debía de hacer beber (el agua amarga)l9 5 a una proséfüa ni a una
esclava manumitida. Los sabios, en cambio, decían que se podía dar de beber.
Le dijeron: «Ocurrió que a Karkemit, una esclava manumitida de Jerusalén,
Semayas y Abtalión le hicieron beber el agua (de la maldición)». Les respon-
dió: «Le hicieron beber sólo algo parecido» 196 . Lo excomulgaron entonces 197
y murió en la excomunión. El tribunal ordenó lapidar su féretro 198 • R. Yehudá
afirmaba: Dios me libre de pensar que fuere Aqabias excomulgado, porque el
atrio del Templo no fue cenado a nadie en Israel con la sabiduría y el temor
del pecado como a Aqabias ben Mahalalel. ¿A quién excomulgaron entonces?
A Eliezer ben Janok que suscitó dudas en tomo al precepto de purificarse las
manos 199 • Cuando murió, envíó emisarios al tribunal y colocaron una piedra
sobre su féretro. Esto enseña que el féretro de todo excomulgado, que muere
en la excomunión, ha de ser apedreado.
7. En la hora de su muerte200 le dijo a su hijo: «Hijo mío, retráctate de las
cuatro cosas que he dicho». Le respondió: «¿Por qué razón no te retractas
tú?». Le contestó: «Yo las he oído de boca de una multitud y ésta de la boca
de otra multitud. Yo me mantengo en lo que he oído y ellos se mantuvieron en
lo que a su vez habían oído. Sin embargo, tú las has oído de boca de un indi-
viduo y (lo contrario) de boca de una multitud. Resulta preferible abandonar
la sentencia de un individuo solo y atenerse a la sentencia de una multitud».
Le respondió: «Padre, recomiéndame a tus compañeros». Le dijo: «No puedo
recomendarte». Le volvió a decir: «¿Acaso encontraste en mí una causa (de
queja)?». Le contestó: «No, tus propias obras serán las que te acercarán y las
que te alejarán».
CAPÍTULO 6
l. R. Yehudá ben Babá dío testimonio de cinco cosas: que se puede indu-
cir2º1 a niñas menores de edadioi a ejercer el derecho del rehusamiento, que se
puede desposar de nuevo a una mujer2°3 basándose en un solo testigo 2º4, que
fue apedreado un gallo205 en Jerusalén por haber matado a un hombre, que vino
de cuarenta días fue derramado como libación sobre el altar2°6, que el sacrificio
cotidiano de la mañana fue ofrecido en la hora cuarta207 •
2. R. Josué y R. Nejonías• ben Elinatán, de Kefar Habablí, testificaron que
el miembro208 de un difunto produce impureza209• Con relación a esto, R. Elie-
zer decía que aquello había sido establecido respecto al miembro de una per-
sona viva210• Le arguyeron: ¿No es acaso una inferencia a fortiorí? Sí de una
persona viva, que es pura, un miembro separado de ella produce impureza,
¿no habrá que inferir que un miembro separado de un cadáver, que es impuro,
produce impureza? Les respondió: No fue dicho sino referido a un miembro
de una persona viva. Otra explicaciónrn: Es mayor la impureza del vivom que
la del difunto, porque el vivo hace que aquello que le sirve de lecho o asiento
comunique impureza al hombre y a los vestídos213 y que aquello que está sobre
él, por contacto indirecto214 , comuníque impureza a alimentos y bebidas21 5, im-
pureza que no comunica un difunto216 •
3. R. Eliezer declara impurom un trozo de carne, como del tamaño de una
aceituna, separado de un miembro de una persona viva, mientras que R. Josué
a. R. Nejonías: R. Nejemías
201. En ciertas ocasiones.
202. Que huérfanas fueron casadas por su madre o por sus hennanos. Tal matrimonio
sólo es válido por disposición rabínica, de ahí que la joven, tan pronto alcanza la mayoría de
edad, tiene derecho a rehusarlo (Yed 13, l) y a ser declarado nulo.
203. Cf. Yeb 16, 7; 8, S.
204. Que testifica la muerte del marido.
205. Cf. Ex 21, 28.
206. Antes de los cuarenta días no puede emplearse como libación (BB 97a).
207. Cuando en una ocasión Jerusalén fue asediada por los sirios.
208. Aunque no alcance el tamaño de una aceituna.
209. Debajo de la tienda (Ohal 2, 1).
210. Por el contrario, cuando se trata del miembro de un cadáver, la cantidad mínima
contaminante es como la de una aceituna.
211. De R. Eliezer.
212. Que sufre de gonorrea.
213. Cf. Lv 15, Sss; Zab 4, 6; Par 10, 1ss. Comunican impureza de asiento o midrás.
214. Impureza de acercamiento (maddaj). Si hay cien mantas sobre el que padece flujo
Y él solo toca a la más inferior, todas las demás contraen impureza de acercamiento.
215. Pero no a hombres y utensilios, de ahí que esta impureza sea menos grave que la
impureza de asiento.
216. Con el cadáver se contaminan solo tres objetos (en línea directa). El objeto que toca
al cadáver se hace impuro en la categoría de «padre de los padres de la impureza~>. El objeto
que toca éste se hace impuro como <<padre de impureza». Un tercer objeto que tocare al segun-
do contrae impureza de primer grado. El cuarto objeto no se vuelve ya impuro, pues hombres
Y objetos sólo pueden contraer impureza por contacto con un ((padre de la impureza)).
217. Propaga impureza por contacto, transporte y proyección de sombra.
Ed6,3 Orden cuarto: Daños - nesiqin 610
218. Propaga impureza por contacto y transporte, aunque no por proyección de sombra
(Ohal 2, 3).
219. Cf. Ohal 2, l.
220. Lv 11, 29-30. Cf. Kel 1, l.
221. De un ser vívo; según R. Josué y R. Nejonías también de un difunto.
222. Cf. Kel 1, S.
223. Contamina al menos por contacto y transporte, aunque no bajo la tienda.
611 Testimonios - eduyol Ed 7, 1-3
CAP!TuLO 7
CAPÍTULO 8
l. R. Josué ben Betera testificó que la sangre de una carroña es pura 252 •
R. Simeón ben Betera testificó que sí la ceniza del sacrificio por el pecado253 es
tocada sólo en parte por un impuro, deviene toda ella impura. R. Aquiba añade
también que si la flor de harina254, el incienso, el olíbano y las brasas255 eran
tocadas sólo en parte por una persona que había realizado en aquel mismo día
el baño de inmersión, devenían todas inhábiles.
2. R. Yehudá ben Babáb y R. Yehudá Ha-Cohen testificaron que sí una
menor de edad, hija de un laico, se casa con un sacerdote, puede comer de
la ofrenda256 tan pronto como haya entrado bajo el baldaquino251 , aunque no
haya consumado el acto matrimonial. R. Yosé Ha-Cohen y R. Zacarías ben Ha-
Kasab testificaron que una niña fue cogida en prenda258 en Ascalón y que sus
farniliares 259 la alejaron de ellos 260, aunque los testigos testificaron que ella no
se había escondido261 y que no había devenido impura. Les dijeron los sabios:
Si creéis que ha sido cogida en prenda, creed que no se ha ocultado y devenido
impura, pero si no creéis que se ha ocultado y devenido impura, no creáis que
ha sido cogida en prenda.
3. R. Josué y R. YehudẠben Betera testificaron que la viuda de un hombre
de familia de origen dudoso es apta para casarse con un sacerdote, ya que los
miembros de la familia de origen dudoso pueden declarar lo que es puro y lo
que es impuro, alejar y acercar. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: Aceptamos
vuestro testimonio, pero ¿qué hemos de hacer si Rabán Yojanán ben Zakay
En el tratado Sanedrín (7, 6-7) se señalan penas para los idólatras. Sin embargo, las
disposiciones rabínicas en torno a la idolatría fueron tan numerosas e importantes que
necesitaron un tratado específico para ellas. El nombre Abodá zará («culto extraño»)
designa el culto idolátrico.
El tratado contiene cinco capítulos:
Cops. J-2: Disposiciones acerca del trato o comercio con idólatras.
Caps. 3-4: Ídolos y otros objetos (como montañas, colinas, templos, árboles ... ) que
reciben veneración idolátrica, su desacralización.
Cap. 5: Vino de libación, cómo se purifican los objetos comprados a los gentiles.
CAPÍTULO 1
J. Tres días antes de las fiestas de los paganos está prohibido tener trato
comercial con ellos, prestarles o recibir de ellos prestado alguna cosa, pres-
tarles dinero o recibirlo de ellos prestado, pagarles o hacerse pagar de ellos 1•
R. Yehudá afinna: Se pueden hacer pagar de ellos, ya que eso los pone en si-
tuación de aprieto. Le arguyeron: Aunque de momento los pone en situación de
apríeto, luego se alegran.
2. R. Ismael afirma: Está prohibido tres días antes de las fiestas y tres días
después. Los sabios, en cambio, enseñan que en los tres días que precede está
prohibido, pero que en los tres días que siguen está permitido.
3. Las siguientes son fiestas de los paganos: las calendas2, las satumales3,
e! día de la victoria4, el día del aniversario de los reyesS, el día del nacimiento 6
y el día de la muerte. Tal es la enseñanza de R. Meír. Los sabios afinnan: En
toda muerte donde haya cremación hay culto idolátrico, pero donde no haya
cremación no hay culto idolátrico. El día del rasuramiento de la barba o del
bucle7, el día en que toma de un viaje marítimo, el día en que se sale de prisíón
o en que un pagano• celebra un banquete de boda para su hijo, no está prohibi-
do8 sino sólo aquel día y con aquella persona sola9 •
4. Si una ciudad tiene el ídolo en su interior, fuera de ella está permitído 10 •
Si el ídolo está fuera de ella, dentro está permitido. ¿Qué hay sobre el ir allí? 11
Cuando el camino se dirige exclusivamente a aquel lugar, está prohibido su
uso, pero cuando se puede ir por él a otro lugar, está permitido. Si en una ciu-
dad hay un ídolo y hay en ella unas tiendas adornadas y otras no adornadas,
tal como ocurría en Bet Seán, en tal caso establecieron los sabios que en las
adornadas está prohibido (el comprar) 12 y en las no adornadas permitido.
5. Éstas son las cosas que están prohibidas vender a un pagano 1l: piñas,
higos blancos con sus rabillos, incienso, un gallo blanco. R. Yehudá afirma que
está permitido venderle un gallo blanco juntamente con otros gallos 14 • Cuando
se le vende solo, se le corta un dedo y se le vende, ya que no se ofrece algo
defectuoso a un ídolo. En cuanto a otras cosas, si no está especificado (su uso
para el culto idolátrico), está permitida su venta; en caso contrario, prohíbida.
R. Meír dice: Tampoco está permitido vender a un pagano dátiles selectos,
dátiles del tipo llamadojasav y los dátiles de Nicolás 15 •
6. Donde sea costumbre vender ganado menor a los paganos, se vende, y
donde no sea costumbre venderlo, no se vendeb. Pero en ninguna parte se les ha
de vender ganado mayor 16, temeros y asnos, perfectos o defectuosos. R. Yehudá
declara permitida la venta de los defectuosos y Ben Betera la de los caballos.
7. No se les puede vender osos ni leones ni nada que pueda ocasionar daño
a la gente 17. No se puede construir con ellos una basílica 18 , ni un patíbulo, ni un
estadio, ni una tribuna, pero sí se les puede ayudar en la construcción de baños
públicos y privados. Cuando llegan, sin embargo, a la bóveda donde se ha de
colocar el ídolo, les está prohibido prestar su colaboración en la construcción.
CAPITULO 2
a. No se pueden hacer ... anillas de dedoJ b. pero no camposJ c. porque asi ayuda ...
idolatría)
19. Para impedir que adquieran algún derecho sobre la tierra de Palestina.
20. Una casa a un gentil.
21. Dt 7, 26.
22. Sería llamado según et nombre del propietario, del israelita. Ahora bien, cuando el
gentil calentare el baño en sábado, podría pensarse que lo hace por encargo del israelita.
23. Cf. Lv 19, 14.
24. Cf. San21 a b.
25. Esta razón falta en el manuscrito de Múnich y en la edición de Nápoles.
26. Es deci.r, en la casa de la israelita.
27. Literalmente, ((Curación del dinero».
28. Literalmente, «curación de los cuerpos». De acuerdo con la Guemará, la \\Curación
del dinero» es también !a curación de los animales, y la «curación de los cuerpos», la cura-
ción de una persona.
AZ2, 3-5 Orden cuarto: Daños - nesiqin 618
beneficio de él? 44 Lo llevó luego hacia otro tema45 y le pregwitó: Ismael, her-
mano mío, ¿cómo lees tú46 ki tobim dodekcf7 mi-yayin («es mejor tu amor que
el vino») o ki tobim dodayik 48 («es mejor tu amorn )? Le contestó: Es mejor tu
amor (ki-tobim dodayik). Le arguyó: No es así, porque el siguiente verso da
una información sobre él, la fragancia de tus 49 selectos ungüentos.
6. Estas son cosas de los gentiles que están prohibidas, pero que no está
prohibido sacar algún beneficio de ellas: la leche ordeñada por un gentil sin
que Jo baya visto ningún israelita, su pan, su aceite -Rabí y su tribunal decla-
raron permitido el aceite-, legumbres cocídas, conservas donde sea habitual
echar vino o vinagre, pescado salado hecho pedazos, salmuera en la que no hay
ningún pescado50 , en la que no flota ningún pez kalbit" 51 ,jilaq52 , un trozo de
asafétida y sal perfumada. Estas cosas están prohibidas, pero no está prohibido
sacar ningún beneficio de ellas .
. 7. Las siguientes cosas están permitidas para comida: la leche ordeñada
por un pagano estándolo observando un israelita, la miel53, panales de miel
destílantes -a cuyo mosto no se aplica la ley que hace susceptibles de impureza
a los alimentos-, conservas en las que no sea habitual meter en ellas vino o
vinagre, pescado salado no cortado en rodajas, salmuera en la que hay algún
pescado, hojas de asafétida y torta de aceitunas machacadas. R. Yoséº dice: Si
están sueltas, están prohibidas. Las langostas que proceden del cesto54 están
prohibidas55 , mientras que las que vienen del depósito están permitidas. Lo
mismo se aplica a la ofrenda56 •
CAPITIJLO 3
1. Todas las imágenes están prohibidas57 , porque son adoradas una vez al
año. Ésta es la enseñanza de R. Meír. Los sabios dicen que no están prolúbidas
sino las que tienen en su mano un bastón, o un pájaro, o una esferass. Rabán
Simeón ben Gamaliel dice: Todas aquellas que tengan algo en su mano.
2. Si alguno encuentra fragmentos de una imagen, los tales son permitidos.
Pero sí encuentra la figura de una mano o de un píe, éstos están prohibidos,
porque piezas similares son adoradas.
3. Si uno encuentra un objeto en el que está la figura del sol, o de la luna,
o de un dragón, ha de arrojarlo al Mar Muerto59 . Rabán Simeón ben Gamaliel
dice: Si se encuentran60 sobre objetos de valor están prohibidos, pero si son de
poco valor están permitidos. R. Yosé dice: Ha de despedazarlos y esparcirlos al
viento o arrojarlos al mar. Le dijeron: Incluso así se convertirán en estiércol, y
está escrito: No se adherirá a tu mano nada de lo dedicado al exterminio61 •
4. Proclo, hijo del filósofo, preguntó a Rabán Gamaliel en Acre cuando se
bañaba en el baño de Afrodita: Está ese-rito en vuestra ley que no se pegará a
tu mano nada de lo dedicado al extermino, ¿por qué entonces tú te bañas en
el baño de Afrodita? Le dijo: No se puede dar una respuesta en el baño 62 • Al
salir le dijo: Yo no he penetrado en sus dominios, sino que ella63 ha penetrado
en los míos 64. No se dijo: «Hagamos un baño a Afrodita como ornamento»,
sino que se dijo: «Pongamos a Afrodita como ornamento del baño». Otra co-
sa: aunque se te entregara mucho dinero, no te presentarías• desnudo ante tu
ídolo, o después de haber tenido una polución, ni orjnarías delante de él. Éste,
sin embargo, está en la boca de la cloaca y toda la gente orina delante de él.
El texto dice: sus dioses 65 , es decir, aquello con lo que se comportan como di-
vinidad está prohibido, y aquello con lo que no se comportan como divinidad
está permitido.
5. Sí los gentiles adoran a montañas o a colinas, éstas están permitidas66 ,
mientras que lo que está encima de ellas67 está prohibido, porque está escrito:
No desearán la plata ni el oro que está encima de ellos, ni lo cogercis68 . R. Yo-
sé el Galileo decía: Sus dioses sobre los montes69 , y no: «Los montes son sus
dioses»; Sus dioses sobre las colinas, y no: <<Las colinas son sus dioses». ¿Por
qué estáb prohibida la aserá? 70 Porque hay en ella la impronta de la mano del
hombre y todo en lo que hay impronta de la mano del hombre está prohibido.
a. cuarro codos]
71. El pasaje de Dt 12, 2.
72. Falta en algunos textos.
73. Contamina por contacto, pero no por transporte, si no es tocado (cf. Lv 11, 31 ).
74. Dt 7, 26.
75. Is 30. 22.
76. Cf. Shab 9. l
77. En !o conc~rniente a la idolatría.
78. Y queda permitido su uso.
79. En relación con el culto idolátrico.
80. Y se permite su utilización.
81. De la aserá.
82. Debajo de las ramas del árbol.
AZ 3, 9-4,4 Orden cuarto: Daños - nesiqin 622
CAPÍTULO 4
1. R. Elíezer' dice: Tres piedras, una junto a otra90, al lado de Mercurio, están
prohibidas. Si son dos, pennitidas. Los sabios, en cambio, afinnan que si apare-
cen como sí estuvieran con él, están prohibidas; en caso contrario, permitidas.
2. Si uno encuentra sobre su cabeza91 monedas, vestidos u objetos, éstos
están pennitidos~2• En cambio, racimos de uvas, coronas de espigas, (frascos)
de vino o aceite o flor de harina y cualquier cosa como éstas que se ofrecen
sobre el altar, están prohibidas.
3. Si a un ídolo pertenece un jardín o un baño, se puede hacer utilización
de ellos, en caso de que no haya que hacer acción de gracias, pero no se puede
hacer utilización de ellos con acción de gracias. Si pertenece a él y a otros, se
puede hacer utilización de él, ya con acción de gracias, ya sin acción de gracias.
4. El ídolo perteneciente a un gentil está prohibido de inmediato, pero el
perteneciente a un israelita no queda prohibido hasta que no sea adorado. Un
a. y el de su compañero: y el de un israelita
93. Resultando desfigurado.
94. Pedestales sobre los que se coloca el ídolo cuando pasa por aquella ciudad el rey.
95. Tosefta: los filósofos.
96. Vino dedicado al ídolo o, en un sentido más amplio, vino de gentil tocado por ma-
nos paganas.
97. El gentil.
AZ4, 11-5, 2 Orden cuarto: Daños - nesiqin 624
CAPÍTULO 5
1. Si uno 104 contrata a un operario 105 para preparar con él vino de libación,
su salario está prohibido'°6• Pero si lo contrata para hacer con él otro trabajo,
aunque le diga: «Transpórtame el cántaro del vino de libación de éste a aquel
lugar», su salario está permitido. Sí (un gentil) alquila su asno 107 para transpor-
tar sobre él el vino de libación, la paga por el alquiler está prohibida. Pero si lo
alquíló para que montar sobre él, en tal caso, aun cuando el gentil pusiera sobre
él su odre, la paga por el alquiler está permitida.
2. Si cae vino de libación sobre uvas, se lavan y quedan permitidas. Pero
sí están reventadas, quedan prohibidas. Sí cae' sobre higos o sobre dátiles, en
caso de que éstos adquieran el gusto (del vino), quedan prohibidos. Ocurrió
una vez que Baytos ben Sonínbios traía higos secos en un barco y que un cán-
taro de vino de libación se quebró, y cayó el vino sobre aquellos. Él consultó a
los sabios y éstos los declararon permitidos. Ésta es la norma general: Cuando
reporta beneficio a causa del gusto adquirido, está prohibido; en caso contrario,
está permitido, como, por ejemplo, si cae vinagre sobre habas.
Este tratado recoge una colección de dichos y sentencias de los «padres)), de los
sabios de Israel, desde Simón el Justo hast_a R. Yehudá el Patriarca, editor de la Misná.
Abarca, pues, un periodo que va desde el 300 a.C. al 200 d.C. Las máximas son funda-
mentalmente de carácter ético y muchas de ellas exaltan la Torá.
El tratado es llamado también Pirqe Abot (capítulos de los padres). El capítulo 6,
Qinyan Tora (adquisición de la Torá) es una baraíta y no pertenece, por tanto, a la Misná,
pero se incluye en todas las ediciones modernas. El objetivo del tratado es demostrar la
cadena ininterrumpida de la tradición desde Moisés.
El tratado tiene cinco ( o seis) capítulos:
Caps. 1-2: Dichos de los sabios, desde los hombres de la Gran Sinagoga hasta Yo-
janán ben Zakay.
Caps. 3-4: Sentencias de unos cuarenta sabios, fuera de orden cronológico.
Cap. 5: Dichos anónimos.
Cap. 6: Alabanza de la Torá.
CAPÍTULO I
CAP!TIJLO 2
a. Rabán: Rab
19. Vivieron hacia el 30 a.C.-10 d.C.
20. Cf. Sal 34, 16.
21. En sabiduría.
22. Para su propio provecho.
23. De la Torá.
24. Sólo, sin preocupación por los otros.
25. Cf. Ter 4, 6.
26. La expansión de la Ley.
27. Zac 8, 16.
28. R. Yehudá el Príncipe, compilador de Misná.
29. Con el cumplimiento del precepto.
Ab 2, 3-8 Orden cuarto: Daños - nesiqin 630
cado. Todos los que se esfuerzan por la comunidad, han de esforzarse por Dios,
ya que el mérito de sus padres les ayuda y su justicia permanece eternamente.
A vosotros os daré gran recompensa como si los hubíérais cumplido.
3. Sed precavidos con los poderosos, porque no suelen acercar a sí al hom-
bre a no ser para su propia necesidad. Se muestran como amigos en el momen-
to de su provecho, pero no están con uno en la hora del apuro.
4. Salia decir: Cumple su30 voluntad como si fuera la tuya, para que Él ha-
ga la tuya como si fuera la suya. Anula tu voluntad a causa de la suya para que
Él anule la voluntad de otros a causa de la tuya. Hilel decía: No te separes de
la comunidad, no confíes en ti mismo hasta el día de ni muerte, no juzgues a
tu prójimo hasta que no estés en sus mismas circunstancias. No digas que una
cosa es imposible de ser escuchada porque al final será escuchada. No digas:
«Cuando esté libre estudiaré», que quizás no estés libre nunca.
5. Acostumbraba a decir: El inculto no teme el pecado, la gente ignorante
no es piadosa, el tímido no aprende, el colérico no es adecuado para ensefiar,
quien se da excesivamente al comercio no se hace sabio, y donde no hay hom-
bres, esfuérzate tú por ser hombre.
6. Una vez vio una calavera que flotaba sobre la superficie de las aguas y
le dijo: Por haber tú sumergido, te sumergieron y al final los que te han sumer-
gido serán sumergidos.
7. Solía decir: Cuanta más carne, mas gusanos; cuanta más riqueza, más
preocupaciones; cuantas más mujeres, más sortilegios; cuantas más criadas,
más incontinencia; cuantos más esclavos, más robo; cuanto más estudio de la
Ley, más vida; cuantaª más escuela, más sabiduria; cuanto más consejo, más
inteligencia; cuanta más justicia, más paz. Quien se consigue buena fama, la
adquiere para él mismo. Quien se consigue las palabras de la Torá, adquiere
para él la vida futura.
8. Rabán Yojanán, hijo de Zakay31 , la recíbió de Hilel y de Samay. Solía
decir: Si estudiaste mucha Torá, no te lo tomes como mérito, porque para eso
fuiste creado32 • Rabán Yojanán, hijo de Zakay, tuvo cinco discípulos 33 : Rabí
Eliezer, hijo de Hircanos; Rabí Josué, hijo de Ananías; Rabí Yosé, el sacerdote;
Rabí Simón, hijo de Natanael y Rabí Elazar, hijo de Araj. Resaltaba frecuente-
mente sus cualidades. R. Eliezer, hijo de Hircanos, es una cisterna encalada que
no pierde una gota de agua; R. Josuéb, ¡feliz la que le dio el ser!; R. Yoséº es un
hombre piadoso; R. Simón, hijo de Natanael, es temeroso del pecado; R. Elazar,
hijo deAraj, es una fuente que crece constantemente. Acostumbraba a decir: Si
todos los sabios de Israel estuvieran en el platíllo de la balanza y E1iezer, hijo
de Hircanos, en el otro platillo, inclinaría a su lado el platillo de la balanza. Abá
a. cuanta más escuela ... más paz] b. R. Josué + hijo de Ananías c. R. Yosé + el
sacerdote
30. La de Dios.
31. Hacia el 80 d.C.
32. Por lo tanto, has cumplido sólo tu deber.
33. Más sobresalientes.
Padres - abot Ab 2, 9-14
631
15. R. Tarfón42 decía: El día es corto, el trabajo mucho, los operarios pe-
rezosos, pero la retribución es grande y el dueño de la casa apremia.
16. Solía decir: No depende de ti la coronación del trabajo; sin embargo,
no eres libre para excusarte de él. Si estudiaste mucho la Torá, se te dará" una
retribución grande. Tu patrón es fiel, de modo que te dará la compensación de
tu trabajo. Pero hash de saber que la recompensa de los justos tendrá lugar en la
vida futura.
CAPÍTULO 3
eJlos palabras de la Torá, es como si comieran de la mesa del Señor, bendito sea,
tal como está escrito: Me dijo: Ésta es la mesa que está ante el Señor 53 .
4. R. Ananías, hijo de Jakinay54 , decía: Quien hace vigilia en la noche, cami-
na solitario por los caminos y dirige su corazón a cosas vanas, se hace culpable
de muerte.
5. R. Nejonías, hijo de Aqaná55 , decía: Al que acepta sobre sí el yugo de
la Torá, se le ha de eximir del yugo del reino5á y del yugo de lo terreno, pero a
todo aquel que rompe el yugo de la Torá, se le ha de imponer el yugo del reino
y de la ocupación temporal.
6. R. Jalafta'7, de la aldea de Anaruas, decía: Si diez se sientan y se ocupan
de la Torá, la presencia de Dios está en medio de ellos, por cuanto que está
escrito: Dios está en medio de la comunidad de Dios58 • ¿De dónde (sabemos)
que está incluso con cinco? Por cuanto• está escrito: Su haz 59 lo fimdó sobre la
tierra 60 • ¿De dónde sabemos que está incluso con tres? Por cuantob que está es-
crito: En medio de ellos Dios sentenciaá 1• ¿De dónde (sabemos) que está incluso
con dos? Por cuanto que está escrito: Cuando los temerosos de Dios hablan uno
al otro, el Señor los oye y escuchct2. ¿De dónde (sabemos) que está incluso con
uno? Por cuanto que está escrito: En todo lugar donde yo recuerde mi nombre,
vendré a ti y te bendeciré 63 •
7. R. Elazar', de Bartota64, decía: Dale65 lo que es suyo, ya que tú y tus
cosas le pertenecéis. De igual manera se dice por David: De ti es todo y por tu
mano te lo entregamos 66 • R. Simónd 67 decía: Quien hace camino y aprende e in-
terrumpe su estudio diciendo í qué árbol tan hermoso!, ¡qué campo tan bonito!,
lo computa la Escritura como si se hubiera hecho culpable de muerte.
8. R. Dostay, bar Yanay 68 , decía en nombre de R. Meír: A quien olvidare
una sola palabra de cuanto ha aprendido, la Escritura• se lo computa como si
se hubiera hecho culpable de muerte, por cuanto que está escrito: Ten cuidado
a. su haz lo fimdó sobre lo tierra: en su medio Dios do sentencio b. en med;ode ellos Dios
sentenda: su hoz lo fundó sobre lo tierra c. R. E/azar + hijo de R. Yehudá d. R. Simón:
R. Jacob e. la Escritura]
53. Ez 41, 22.
54. Un discípulo de R. Aquiba y de R. Yosué.
55. Vivió hacia el 70-130 d.C.
56. De pagar el impuesto a las autoridades o de tener que prestar servicios personales.
57. Algunos teJCtos añaden: «Ben Dosa». Fue discípulo de R. Meír. Vivió en la segunda
mitad del siglo II.
58. Sal 82, 1. La comunidad se fonna con al menos diez personas. Cf. Meg 23b; San 1, 6.
59. Haz o grupo de cinco personas. No se demuestra la suposición.
60. Am 9, 6.
61. Sal 82, l. El tribunal debe constar, al menos, de tres miembros {cf. San 3b).
62. Mal 3, 16.
63. Ex 20, 24.
64. Contemporáneo de R. Aquiba.
65. ADios.
66. 1 Cr 29, 14.
67. Según otros textos, R. Jacob, padre de R. E!iezer ben Jacob (primera mitad del siglo Il).
68. Segwida mitad del siglo H.
Ab 3, 9-14 Orden cuarto: Daños - nesiqin 634
y guarda solicitamente tu alma, no sea que olvides las palabras que vieron
tus ojos69 • ¿Se puede (esto aplicar) incluso cuando el aprendizaje fue duro? La
Escritura dice: Que no se desvíen de tu corazón todo el tiempo de tu vida10• No
se hace culpable de muerte en tanto no se siente y los aparte de su corazón.
9. R. Janina, hijo de Dosa71 , decía: En aquél, cuyo temor al pecado prece-
de a su ciencia, ésta se mantiene. Pero en aquél, cuya ciencia precede al temor
del pecado, su ciencia no se mantiene. Solía decir: En aquél, cuyas obras son
más nwnerosas que su ciencia, ésta se mantiene, pero en aquél, cuya ciencia es
más numerosa que sus obras, su ciencia no se mantiene.
I O. Acostumbraba a decír: En aquél, en el que los hombres se complacen,
se complace también Dios y en aquél, en el que los hombres no se complacen,
tampoco se complace Dios. R. Dosa, hijo de Arquinas 72 , decía: Sueño ma-
ñanero, vino al mediodía, palabrería con los niños, frecuentación de lugares
concuITidos por personas incultas, sacan al hombre del mundo 73.
11. R. Elazar74, de Modim 75, decía: Si uno profana las cosas santas,
desprecia las fiestas, avergüenza a su prójimo en público, anula la alianza de
Abraham, nuestro padre -la paz esté con él-, desvela• sentidos en la Torá que
no son conformes a la ha/ajá, a pesar de que disponga a su favor de la Torá y
de muchas obras buenas, no tiene parte en la vida futura.
12. R. lsmael76 decía: Sé pronto 17 para con el superior, amable con los
jóvenes 18 , recibe a todos los hombres con alegría.
13. R. Aquiba19 decía: El chiste y la ligereza acostumbran al hombre a la
incontinencia. La tradiciónb es una valla para la Torá, el diezmo• es una vaUa
para la riqueza, los votos son una valla para la abstinencia, el silencio una va-
lla para la ciencia.
14. Solía decir: El hombre es amado 80, porque fue creado a imagen (de
Dios). Le fue manifestado un gran amor, pues fue creado a imagen (de Dios),
como está escrito: Creó al hombre a imagen de Diosª'. Israel es querido, por
cuanto que es llamado hijo de Dios. Un extraordinario amor le fue manifestado
por cuanto que es llamado hijo de Dios, puesto que está escrito: Sois hijos del
Señor, vuestro Dios82 • Israel es querido por cuanto que Je fue dado un instru-
mento precíoso83 • Un enorme amor le fue manifestado por cuanto le fue dado
un instrumento precioso por medio del cual fue creado el mundo, tal como está
escrito: Porque os he dado una doctrina buena, no abandonéis mi ley 84.
15. Todo es observado 85 y la libertad es un don recibido 86 • El mundo será
juzgado con benevolencia. Todo sera conforme a la cuantía de las accíooes 87 •
16. Solía decir: Todo 88 ha sido dado bajo préstamo89 y una red está ex-
tendida sobre todo vívíente90 • La tienda91 está abierta, el tendero concede a
crédíto92 , el libro de registro está disponible y la mano escribe93. Quien quieraª
recibir en préstamo, que venga y recíbirá. Los recaudadores vuelven incesan-
temente todos los días y se hacen pagar, bien de forma voluntaria, bien por la
fuerza. Tienen en qué apoyarse 94 • El juicio es justo y todo está dispuesto para
el convite.
17. Elazar, hijo de Azarías9 5, decía: Sin Torá no hay comportamiento co-
rrecto y sin comportamiento correcto no hay Torá. Si no hay sabiduría, no hay
temor, y sí no hay temor, no hay sabiduría. Sí no hay inteligencia, no hay cien-
cia, y sí no hay ciencia, no hay inteligencia. Si no bay harina, no hay Torá, y
sí no hay Torá, no hay harina. Acostumbraba a decir: ¿A quién se parece aquél
cuya ciencia es superior a sus obras? A un árbol de hojas frondosas, pero de
raíces raquíticas. Viene el viento, lo arranca y lo vuelca de cabeza, como está
escrito: Será como un arbusto en la estepa que no ve cuándo le viene el bien,
habita en lugares áridos en el desierto, en tierras salitrosas 96 . Pero ¿a quién
se parece aquél cuyas obras son más abundantes que su ciencia? A un árbol de
pocas ramas, pero de muchas raíces, que, aun cuando se congregasen todos los
vientos de la tierra y soplasen, no podrían moverlo de su lugar, tal como está
escrito: Será como un árbol plantado junto a las aguas, que extiende sus ralees
al lado del riachuelo, no mira cuándo llega el calo,; su ramaje está verdeante
y no se preocupa de la sequía ni cesa de dar fruto 97 •
18. R. Elazar, hijo de Jísma98, decía: (Los preceptos) relativos a los nidos
de pájaro99 y comienzo de la menstruación 100 pertenecen al cuerpo de la ha/ajá;
pero la astronomía y la guematria son el aperitivo 101 de la ciencia.
CAPltuLO 4
decía: No las 112 conviertas en corona para gloriarte de ellas, ni en azada para
cavar con ellas 113. Así acostumbraba a decir Hilel: Quien se sirve de la corona,
pereceu 4 • Aprende, pues; quien se beneficia de las palabras de la Torá, arranca
su vida del mundo.
6. R. Yosé 115 decía: Quien honra la Torá, será honrado de las criaturas, pero
quien profana a la Torá, será despreciado por las criaturas.
7. R. Ismael, su hijo, decía: El que se abstiene de emitir juicio, aparta de sí
la enemistad, el robo y el perjurio. El que es arrogante en la decisión, es estulto,
impío y orgulloso.
8. Solía decir: No juzgues en solitario, pues nadie puede juzgar solo sino a
uno mismo nada más. No digas 116 : «Acepta mi opinión», porque son ellos 117 los
que tienen el poder y no tú.
9. R. Yonatán 118 decía: Quien observa la Ley en la miseria, terminará por
observarla en la riqueza. Quien descuída la Ley en la riqueza, al final la des-
cuidará también en la pobreza.
1O. R. Meír119 decía: Ocúpate menos de otras cosas y más de la Torá. Sé
humilde con toda persona. Si descuidas (el estudio) de la Torá, tendrás a mu-
chos otros desocupados frente a ti. Si te esfuerzas, en cambio, (en el estudio)
de la Torá, tiene (Dios) abundante recompensa para darte.
ll. R. Eliezer ben Jacob 120 decía: La persona que cumple uno solo de los
preceptos adquiere un defensor, y la persona que comete una transgresión se
gana un acusador. El arrepentimiento y las obras buenas son como un escudo
contra el castigo. R. Yojanán el Zapatero 121 decía: Toda asamblea en nombre
de Dios termina por subsistir; pero sí no se hace en nombre de Dios, acaba por
desaparecer.
12. R. Elazar, hijo de Samúa, decía: Sea para ti el honor de tu discípulo
tan querido como• el tuyo propio y el honor de tu colega como el respeto a tu
maestro y el respeto a tu maestro como el respeto a Dios.
13. R. Yehudá122 decía: Sé cauto con la doctrina, ya que un error en la doc-
trina es causa de transgresión intencionada. R. Símeón decía: Hay tres coronas:
la corona de la Ley, la corona del sacerdocio y la corona del reino, pero la
corona del buen nombre supera a todas.
CAPÍTULO 5
l. El mundo fue creado con diez palabras 135 • ¿Qué quiere decir esto? ¿No
pudo haber sido creado con una sola palabra? Esto ocurrió para castigar a los
impíos que destruyen el mundo que fue creado con diez dichos y para retribuir
a los justos que sostienen el mundo que fue creado con diez mandatos 136•
2. Hubo diez generaciones de Adam a Noé para manifestar su paciencia,
porque todas aquellas generaciones Je estaban incitando a la ira hasta que trajo
sobre ellas el diluvio. Hubo diez generaciones de Noé a Abraham para mani-
festar su paciencia, porque todas aquellas generaciones le estaban incitando a
la ira hasta que vino Abraham y recibió para él la retribución de todos.
3. Abraham, nuestro padre, la paz esté con él, fue sometido a diez pruebas
y resistió a todas ellas, para demostrar qué grande era el amor de Abraham,
nuestro padre, la paz sea con él.
4. Diez prodigios fueron hechos a nuestros padres en Egipto y otros diez
en el mar. El Santo, bendito sea, trajo diez plagas a los egipcios en Egipto y
otras diez en el mar. Nuestros padres tentaron diez veces a Dios, bendito sea,
en el desierto, tal como está escrito: Me tentaron diez veces y no escucharon
mí vozm.
5. Diez prodigios fueron hechos a nuestros padres en el Templo: nunca
abortó una mujer a causa del olor de la carne de los sacrificios; nunca se co-
rrompíó la carne consagrada; nunca se vio una mosca en el lugar del sacrifi-
cio138; nunca padeció polución el Sumo Sacerdote el día de la Expiación 139 ;
nunca apagó la lluvia el fuego de la leña del altar; nunca el viento logró vencer
a la columna de humo; nunca se encontró imperfección en el ómer 14 en los º,
dos panes 141 , y en el pan de la proposición 142 ; estaban en pie muy apiñados, pe-
ro podían postrarse con holgura; nunca una serpiente o un escorpión hizo daño
en Jerusalén; nunca dijo nadie a su compañero: me resulta estrecho el lugar 143
como para que pueda pasar la noche en Jerusalén.
6. Diez cosas fueron creadas en la vigilia del sábado•, al atardecer. Tales
fueron: la boca de la tierra 144 , la boca del pozo 145, la boca de la burra146, el ar-
co iris 147 , el maná, la vara 1•8, el samir 149, la escritura 150 , el texto 151 , las tablas.
Algunos dicen: También los espíritus malos, la tumba de Moisés y la encina de
Abraham, nuestro padre. Hay quienes dicen: También las tenazas se hacen con
otras tenazas 152 •
7. Siete cualidades tiene el necio y otras siete el sabio. El sabio no habla
delante de aquel que es mayor que él en cienciab; no interrumpe las palabras
de su compañero; no es precipitado en la respuesta; pregunta lo adecuado y
responde como conviene; trata primero lo que es primero y en segundo lugar
lo que es segundo; en relación con lo que no oyó, dice: «No lo oí»; reconoce la
verdad. El necio hace lo contrario.
8. Siete castigos vienen al mundo por siete tipos de delito: Cuando unos
retiran el diezmo y otros no lo retiran, sobreviene el hambre por sequía, de mo-
do que algunos padecerán hambre y otros nadarán en la abundancia. Cuando
nadie retira el diezmo, sobreviene un hambre por la rebelión y por la sequía.
Cuando no se aparta la masa 153 , sobreviene un hambre de destrucción. La peste
viene al mundo por las penas de muerte sancionadas en la Torá y (cuya ejecu-
ción) no es encomendada al tribunal y por los productos del año séptimo. La
espada viene al mundo por la demora del juicio, por la perversión del juicio y
por aquellos que enseñan la Torá de modo no adecuado.
9. Bestias salvajes vienen al mundo por el juramento falso y por la profana-
cíón del nombre divino. El exilio viene al mundo por la idolatría, por la inde-
cencia, por el homicidio y por (no observar los preceptos relativos) al descanso
de la tierra 154 • En cuatro peóodos la peste se incrementa: en el año cuarto, en el
año séptimo, al final del año séptimo y al final de la fiesta de los Tabernáculos,
todos los años. En el año cuarto, a causa del diezmo 155 de los pobres del año
tercero; en el año séptimo, a causa del diezmo de los pobres del año sexto; al
final del año séptimo, a causa de los productos del año séptimo; al final de la
f¡esta anual de los tabernáculos, por el robo de los dones 156 de los pobres.
10. Hay cuatro tipos de hombre: El que dice: «Lo que es mio es mío y lo
que es tuyo es tuyo», éste es el tipo normal y hay quienes dicen que éste es el
tipo sodomita. <<Lo mío es tuyo y lo tuyo es mío», es propio del ignorante. «Lo
mio es tuyo y lo tuyo tuyo», es propio del hombre piadoso. «Lo mío es mío y
Jo tuyo es mío», es propio del malvado.
11. Hay cuatro tipos de temperamento: el que es fácil a la ira y fácil al
aplacamiento: su ganancía se desvanece con su pérdida; el que es difícil para la
ira y dificil para el aplacamiento: su pérdida se desvanece con su ganancia; el
que es dificil para airarse y fácil para aplacarse: tal es el hombre pío; fácil para
airarse y dificil para aplacarse: tal es el impío.
12. Hay cuatro tipos de discípulos: aquél que es rápido para escuchar y rá-
pido para olvidar: su ganancia se desvanece con su pérdida; aquél que es duro
para escuchar y duro para olvidar: su pérdida se desvanece con su ganancia;
aquél que es rápido para escuchar y duro para olvidar: es el sabio; aquél que es
duro para escuchar y rápido para olvidar: es la peor parte.
13. Hay cuatro tipos entre los que dan limosna: el que quiere dar, pero no
que otros den: su ojo es malo para con los otros; el que quiere que den los otros,
pero él no da: su ojo es malo para él; el que quiere dar y que otros den: tal es el
hombre piadoso; el que no da ni quiere que otros den: tal es el impío.
14. Hay cuatro tipos entre aquellos que frecuentan la escuela: el que va,
pero no cumple: tiene la recompensa de ir; el que cumple, pero no va: tiene la
recompensa de las obras; el que va y cumple: es el hombre pío; el que no va y
no cumple: es el hombre impío.
15. Cuatro típos de personas se síentan delante de los sabios: aquel que es
como una esponja, o como un embudo, o como un colador, o como una criba.
La esponja absorbe todo; el embudo toma por una parte y lo saca por otra; el
colador deja pasar el vino y retiene las heces; el cernidor deja pasar la harina y
retiene la más selecta.
16. Cuando el amor depende de una cosa, si desaparece la cosa, desaparece
el amor; mas cuando el amor no depende de una cosa, no desaparece nunca.
¿Cuál es el amor que depende de una cosa? El amor de Amnón por Tamar 157 •
¿Cuál es el amor que no depende de una cosa? El amor de David y Jonatán 158 •
17. Cualquier disputa hecha por Dios, conseguirá al fin su objetivo, pero
cuando no se hace por Dios, no acabará por conseguir su objetivo. ¿Cuál es la
disputa hecha por Dios? Tal fue la disputa de Hile! y de Samay. ¿Cuál la que
no se hace por Dios? La disputa de Coraj y toda su congregación' 159 •
a. y toda su congregación)
156. La rebusca (cf. 19, JO; 23, 22; Dt 14, 28-29).
157. 2 Sm 13, lss.
158. 2 Sm 1, 26.
159. Nm 16, lss.
Ab5, 18-23 Orden cuarto: Daños - nesiqin 642
18. Al que induce al público a hacer el bien, le queda lejos el pecado, pero
al que induce a la gente a pecar no le será posibilitado el hacer penitencia.
Moisés consiguió méritos e hizo que el pueblo los consiguiera, de tal modo que
el mérito del pueblo se hace depender de él, tal como está escrito: Cumplió la
justicia del Señor y sus juicios con lsrael160• Jeroboam pecó e indujo al pueblo
a pecar, de tal modo que el pecado del pueblo le es atribuible, tal como está
escrito: Por los pecados de Jeroboam, hijo de Nebat, que él cometió y por los
que indujo a Israel a pecar161 •
19. Quien tiene estas tres cosas es de los discípulos de Abraham, nuestro pa-
dre, y quien tiene otras tres es de los discípulos de Balaam el impío. Ojo bueno,
espíritu sencillo, alma humilde (caracterizan) al discípulo de Abraham, nuestro
padre. Ojo malo, espíritu altanero, alma ambiciosa (caracterizan) al discípulo
de Balaam el impío. ¿En qué se diferencian el discípulo de Abraham, nuestro
padre, y el discípulo de Balaam el impío? Los discípulos de Abraham, nues-
tro ·padre, gozan de este mundo y heredan el mundo futuro, como está escrito:
Hay para hacer heredar a los que aman, llenaré tus tesoros 162 • En cambio, los
discípulos de Balaam el impío heredarán el infierno y descenderán a la fosa, co-
mo está escrito: Tú, oh Dios, los haces descender a la fosa, los hombres sangui-
narios y tramposos no llegarán a alcanzar la mitad de sus dias. En ti conjio 163 ,
20. Yehudá, hijo de Temá 164 , decía: Sé fuerte como la pantera, ligero co-
mo el águila, rápido como el ciervo, valeroso como el león para cumplir la
voluntad de tu Padre que está en los cielos. Solía decir: El desvergonzado es
para el infierno, pero el verecundo para el paraíso. Sea tu voluntad, oh Señor,
Dios nuestro, que se reconstruya tu ciudad rápidamente en nuestros días y pon
nuestra parte en tu Torá.
21. Solía• decir: El niño de cinco (debe comenzar el estudio) de la Biblia;
con diez, la Misná; con trece años (ha de comenzar a observar) los preceptos;
con quince (ha de comenzar) a estudiar el Talmud; a los dieciocho, para el
matrimonio; a los veinte, para perseguir (un oficio); a los treinta, para el vigor;
a los cuarenta, para la prudencia; a los cincuenta, para (impartir) consejo; a los
sesenta, para la ancianidad; a los setenta, para la canas; a los ochenta, para el
sepulcro; a los noventa, para andar encorvado; a los cien, es como si ya estu-
viere muerto y como si hubiere ya pasado y desaparecido de este mundo.
22. El hijo de Bag Bab 165 decía: Vuelve y revuelve ( en la Ley), porque todo
está en ella; estúdiala, hazte viejo en ella, gástala, no te apartes de ella, ya que
no tienes cosa mejor que ella.
23. El hijo de He-He decía: A la medida del esfuerzo será la recompensa.
CAPÍTULO 6 166
Enseñaronª los sabios en lengua mísnica. Bendito seas que los eliges a ellos
y a su doctrina.
1. R. Meír decía: Todo aquél que se ocupa de la Torá por su propio valor 161
se hace merecedor de muchas cosas, pero no sólo esto, sino que el mWldo en-
tero sería digno de estar sólo para él. Él es llamado amigo, amado, ama a Dios,
ama a las criaturas, alegra a Dios, alegra a las criaturas; lo reviste 1ó8 de humil-
dad y de temor; lo hace apto para ser justo, piadoso, recto, fiel; lo aleja del
pecado; lo acerca al merecimiento; de él se puede recabar consejo y prudencia,
sabiduría y fortaleza, tal como está escrito: Mío es el consejo y la inteligencia,
mia es la sabiduría, mía la faerza'w. A él le entrega el reino, el dominio y el
escrutínío del derecho; a él se le revelan los secretos de la Torá, se hace fuente
que aumenta siempre sus caudales, tio que no cesa jamás; se hace modesto, pa-
ciente, perdonador de las ofensas; lo engrandece y exalta por encima de todas
las obras (de Dios).
2. R. Josué, hijo de Leví 17º, decía: Diariamente sale un eco del monte Ho-
reb con la siguiente proclama: ¡Ay de las criaturas que ofenden a la Torá! Todo
el que no se ocupa de la Torá es llamado miserable, tal como está escrito: Ani-
llo de oro en hocico de cerdo es la mujer bella pero insensata 171 • Está escrito:
Las tablas son obra de Dios y la escritura, escritura de Dios, grabada en las
tablas 112 • No leas harnt (grabadas), sino b,erut (libertad), porque nadie es libre
sino quien se ocupa del estudio de la Torá. Todo el que se ocupa permanen-
temente de la Torá, se exalta, tal como está escrito: De las donaciones a la
herencia divina y de la herencia divina a las alturas 173 •
3. Si uno aprende de su compañero un párrafo, o una sentencia, o un ver-
so, o un dicho, o, incluso, una sola letra, ha de rendirle honor, porque así lo
encontramos en David, rey de Israel, quien sólo aprendió de Ajitofel nada más
que dos cosas y lo llamó maestro, jefe, amigo, tal como está escrito: Eres un
hombre de mi condición, mi jefe y mi amigo 114 • De ahí se puede argumentar
a fortiori: Si David, rey de Israel, que sólo aprendió de Ajitofel dos cosas, le
llamó maestro, jefe, amigo, el que aprende de su compañero un párrafo, una
sentencia, un verso, un dicho o incluso una sola len·a, ¿con cuánta no menos ra-
zón ha de rendirle honor? No hay otro honor que el del (estudio) de la Torá, por
cuanto está escrito: Los sabios heredarán el honor 175 ; los peifectos heredarán
el bien 116 • No hay mejor bien que la Torá, tal como está escrito: Una doctrina
buena os he dado, no abandonéis mi Ley 177 •
4. Este es el sendero de la Torá: aliméntate de pan con sal, bebe agua con
moderación 178 , duerme sobre el suelo, lleva una vida de privaciones, esfuérzate
en (el estudio) de la Torá. Si obrares así, serás feliz y te irá bien 179 ; serás feliz
en esta vida y te irá bien en la vida futura.
No busques para ti grandezas, no ambiciones honores. Insiste más en las
obras que en el estudio, no apetezcas las mesas de los reyes, porque tu mesa es
más grande que la suya y tu corona mayor que la suya. Tu amo es fiel, de modo
que te dará la retribución de tu obra.
5. La Torá es más importante que el sacerdocio y la realeza, porque la
realeza se consigue con treinta cualidades, el sacerdocio con veinticuatro, pero
-la Torá con cuarenta y ocho: con el estudio, con el oído, con la adecuada orde-
nación de los labios, con la inteligencia del corazón, con la prudencia del cora-
zón, con el miedo, con el temor, con la humildad, con la alegria, con el servicio
a los sabios, con el examen minucioso en compañía de otros colegas, con las
díscusiones de los discípulos, con la reflexión, con la lectura de la Escritura y
la Misná, con poco sueño, con poca conversación, con pocos placeres, con po-
ca disipación, con poca ocupación en negocios temporales, con mansedumbre,
con corazón bueno, con la fe en los sabios, con la aceptación de los castigos.
6. Se 18º ha de reconocer el propio puesto, alegrarse con su parte, poner una
valla a las propias palabras, no atribuirse mérito a sí mismo, ser amable, amar
a Dios, amar a la criaturas, amar lo recto, amar las reprensiones, amar el dere-
cho, tenerse alejado de los honores, no apartar el corazón de la enseñanza, no
alegrarse en el propio magisterio, conllevar el yugo con el compañero, juzgarlo
por la parte buena, darle a conocer la verdad, ponerlo en situación de paz, po-
nerse en estado de tranquilidad para estudiar, preguntar y responder, escuchar
y crecer (el conocimiento), aprender para enseñar, aprender para llevar (las
enseñanzas) a la práctica, hacer más sabio al maestro, ser preciso en las cosas
que oyó, decir la palabra en nombre del maestro. Has aprendido que quien dice
una sentencia en nombre de quien la dijo trae la redención al mundo, tal como
está escrito: Dijo Ester al rey en nombre de Mardoqueo 1&•.
7. Grande es la Torá, porque da la vida a quien la observa en este mundo y
en el mundo venidero, tal como está escrito: Es vida para quien la encuentra y
cura para toda carne 182 • Está escrito: Es cura para tu cuerpo y refrigerio para
tus huesos 183 • También está escrito: Es un árbol de vida para quienes se agarran
a ella, ¡quien la sostiene es feliz1 184 Igualmente: Corona esplendorosa es para tu
cabeza, collar para tu cuello 1&5 • Asimismo: Corona preciosa pondrá en tu cabe-
za, una guirnalda maravillosa te entregará 186 • Otro lugar: En su mano derecha
la longevidad, en su mano izquierda la riqueza y la gloria 181 • Igualmente: Se te
acrecerán los días y los años de la vida como asimismo el bienestar 188 •
8. R. Simeón, hijo de Menasya 189 , decía en nombre de R. Simeón, hijo de
Yojay: La belleza, la fuerza, la riqueza, el honor, la sabiduria, la ancianidad,
la canicie, los hijos, constituyen un ornato tanto para los justos como para el
mundo, tal como está escrito: Las canas son corona gloriosa, las encontrarás
en el camino de la justicia 190 • También está escrito: La corona de los sabios son
sus riquezas 191 • Igualmente: La corona de los ancianos son los hijos; la gloria
de los hijos, sus padres 192 • Asímísmo:La gloria de los jóvenes es su fuerza; el
prestigio de los ancianos, sus canas 193 • En otro lugar: Se avergonzará la luna
y se correrá el sol, porque reinará el Señor de los ejércitos sobre Sión y sobre
Jerusalén y delante de sus ancianos habrá honor194 . R. Simeón, hijo de Me-
nasya, decía: Estas siete cualidades, que contabilizaron los sabios en el justo,
se encuentran todas en Rabí y en sus hijos.
9. R. Yosé, hijo de Quismá 195, decía: En una ocasión iba yo de camino y
me encontró un hombre. Él me saludó y yo le devolví el saludo. Me dijo: «Ra-
bí, ¿de qué lugar vienes?». Le respondí: «De una gran ciudad de sabios y de
escribas» 196 • Me dijo: «¿Quisieras venir a residir con nosotros en nuestro pue-
blo? Te daré millones de denarios de oro y de piedras preciosas». Le contesté:
«Hijo mío, aunque me dieras toda la plata, todo el oro y todas las piedras pre-
ciosas que hay en este mundo, no residiria sino en el lugar de la Torá, porque en
el momento en que fallece el hombre no le acompaña ni la plata, ni el oro, ni las
piedras preciosas, sino exclusivamente la Torá y las buenas acciones, tal como
está escrito: Cuando camines, te guiará; cuando yazcas acostado, te custodia-
rá; cuando te despiertes, hablará contigo 191 . Cuando camines, te guiará -en
este mundo-; cuando yazcas acostado, te vigilará-en el sepulcro-; cuando te
despiertes, hablará contigo -en el mundo venidero-. Así está escrito en el libro
183. Prov 3, 8.
184. Prov 3, 18.
185. Prov 1, 4.
186. Prov 4, 9.
187. Prov 3, 16.
188. Prov 3, 2.
189. Otros textos: «hijo de Yehudá».
190. Prov 16, 31.
191. Prov 14, 24.
192. Prov 17, 6.
193. Prov 20, 29.
194. Is 24, 23.
195. Contemporáneo de R. Ananías ben Teradión.
196. Dándole a conocer que tenía que irse de allí por falta de soporte material.
197. Prov 6, 22.
Ab 6, 10-11 Orden cuarto: Daños - nesiqin 646
CAPÍTULO 1
cia por error y toda la comunidad obra por error22 , se ofrece un novillo23 • Si el
tribunal obró con premeditación y la comunidad por error, ofrecen24 una oveja
y una cabra25 • Si el tribunal obró por error y la comunidad con premeditación,
aquellos26 no son culpables.
5. Si el tribunal tomó una decisión27 y toda la comunidad o la mayor parte
de ella obró conforme a su veredicto, se ofrece un toro28 ; si permitió un ac-
to de idolatría, ofrecen un toro y un cabrito29 • Ésta es la enseñanza de R. Meír.
R. Yehudá dice: Las doce tribus ofrecen doce toros y, si fue permitida la idola-
tría, ofrecen doce toros y doce machos cabríos. R. Simeón dice: Trece toros y, si
fue permitida la idolatría, trece toros y trece machos cabríos; un toro y un macho
cabrío por cada una de las tribus y lli1 toro y un macho cabrío por el tribunal. Si
el tribunal toma una decisión y siete tribus o la mayoría obran según su veredic-
to, se ofrece un toro y, si fue perrnitida,la idolatría, se ofrece un toro y un macho
cabrío. Ésta es la enseñanza de R. Meír. R. Yehudá dice: Las siete tribus que
pecaron ofrecen siete toros y el resto de las tribus que no pecaron ofrecen por
aquellas un toro, porque aunque éstas no pecaron han de ofrecer un sacrificio
por los que pecaron. R. Simeón dice: Ocho toros y, si fue permitida la idolatría,
ocho toros y ocho machos cabríos; un toro y un macho cabrio por cada una de
las tribus y un toro y un macho cabrío por el tribunal. Si el tribunal de una de las
tribus tomó una decisión errada y aquella tribu obró conforme a su veredicto,
aquelJa tribu está obligada, mientras que el resto de las tribus está exento. Ésta
es la enseñanza de R. Yehudá. Los sabios, en cambio, dicen que sólo son culpa-
bles a través de la decisión del gran tribunaP0 , tal como está escrito: si toda la
congregación de Israel errase31 y no la congregación de aquella tribu.
CAPÍTULO 2
2. Si tomó una decisión para sí mismo y obró también para sí mismo, expía
por sí mismo. Si tomó una decisión con el pueblo y actuó con el pueblo_, ex-
pía por él con el pueblo. Igual que el tribunal no es culpable en tanto no tome la
decisión de abolir una parte de la ley y de dejar vigente otra, así también respec-
to a la decisión que tome el sacerdote ungido. Iguabnente respecto a 1a idolatría,
no son culpables en tanto no decidan abolir una parte y dejar en pie otra35 •
3. No son culpables36 , a no ser que sea ignorada una cosa37 , de lo que se
siga un acto38 por error. Lo mismo vale para el Sumo Sacerdote ungido. Del
mismo modo respecto a la idolatría: no son culpables, a no ser que sea ignora-
da una cosa, de lo que se siga un acto por error. El tribunal no es culpable en
tanto no tome una decisión sobre algo cuya acción premeditada incluya la pena
de exterminio y cuya acción por error incluya un sacrificio por el pecado. Lo
mismo vale para el Sumo Sacerdote ungido. En relación con la idolatría, no
son culpables en tanto no sentencie algo cuya acción premeditada incluya el
exterminio o, sí por error, un sacrificio por el pecado.
4. No son culpables 39 en relación a preceptos afirmativos o negativos refe-
rentes al Templo, y no se ofrece ningún sacrificio por la culpa40 por razón del
quebrantamiento de un precepto positivo o negativo referente al Templo. Pero
son culpables respecto al precepto afirmativo o positivo referente a la mujer
menstruada, y han de ofrecer un sacrificio por la culpa por la razón del quebran-
tamiento de un precepto positivo o negativo referente a la mujer menstruada.
¿Cuál es el precepto positivo respecto a la mujer menstruada? Separarse de ella.
Y ¿cuál es el precepto negativo? No te acercarás a la mujer menstruada.
5. No son culpables a causa (de un pecado)41 en relación con el juramento
del testigo42, o con la expresión (ligera) de los labios43 , o con la impureza del
Templo y sus cosas santas44 • Lo mismo se aplica al príncipe. Esto enseña R. Yoé
el Galileo. R. Aquiba, en cambio, dice: El príncipe es culpable por todas estas
cosas, excepto en lo referente al juramento del testigo, pues el rey no puede
juzgar ni ser juzgado, y no puede testimoniar ni ser objeto de testimonio.
6. Por todos aquellos preceptos de la ley por cuya transgresión premedita-
da se hace uno reo de exterminio y por cuya transgresión por error se está obli-
gado a un sacrificio por el pecado, el particular ha de ofrecer una oveja o una
cabra45 , el príncipe un macho cabrío46 y el Sumo Sacerdote ungido y el tribunal
35. Supra, I, 3.
36. Los miembros del tribunal. No están obligados a ofrecer el sacrificio.
37. Una prescripción o precepto, de lo que se sigue una decisión errada.
38. Por parte de la mayoría del pueblo.
39. Por una decisión que quebranta un precepto.
40. Lv 5, 17.
41. Por quebrantamiento por inadvertencia.
42. Cuando dos testigos rehúsan testificaren apoyo de su prójimo y juran no saber nada
(Shebu 4, 3).
43. Lv 5, 4.
44. Cf. Shebu 1, 2ss.
45. Lv 4, 27ss.
46. Lv 4, 22ss.
651 Decisiones - horayot Hor2, 7-3, 4
CAPÍTULO 3
61. Inadvertida.
62. Que ofrecía el Sumo Sacerdote en funciones.
63. Que sólo ofrece el Sumo Sacerdote en el sacrificio cotidiano.
64. Lv 21, 13.
65. Lv 21, 14.
66. Lv21, 11.
67. Cf. Mak 2, 6.
68. Cuando fallece alguno de sus más íntimos allegados, siete en total (padre, madre, hijo,
hija, hermano, hermana, esposa).
69. Por uno de los familiares (Lv 4, 16) en el dia del fallecimiento. Los escribas ex-
tienden esa simación a toda la noche que sigue.
70. Lv 10, 19.
71. Dt 26, 14.
72. Cf. Zeb 10, l.
73. En una operación de salvamento.
74. 1,4.
ORDEN QUINTO
COSAS SAGRADAS
(qodashim)
-
Sacrificios
Oblaciones
Profanos
Primogénitos
Votos de evaluación
Sustitución de sacrificios
Exterminio
Sacrilegio
El sacrificio cotidiano
Medidas
Sacrificios de aves
SACRIFICIOS
(zebajim)
El tratado de los sacrificios (zehajim) recoge básicamente las disposiciones sobre los
sacrificios de animales (cuadrúpedos). Dado que con la destrucción del Templo se abolie-
ron Jos sacrificios, el tema cayó en el olvido largo tiempo, incluso durante el periodo de
gestación del talmud. Su nombre primitivo, Shejitat qodashim (inmolación de los anima-
les sacrificiales), aparece en BM 109 b. En la Tosefta se le llaina Qorbanol (sacrificios).
El tratado contiene catorce capítulos:
Cap. 1: Necesidad de la intención en el sacrificio.
Caps. 2-3: Irregularidades que pueden hacer al sacrificio inválido o abominable o,
en casos, no impiden su validez.
Cap. 4: Aspersión de la sangre. Sacrifidos de paganos. Adónde se ha de dirigir la
intención del celebrante.
Cap. 5: Lugar de la inmolación, la aspersión de la sangre y la ingesta de la víctima.
Cap. 6: Continúa en pa11e lo anterior, sacrificios de pájaros.
Cap. 7: Irregularidades en los sacrificios de aves.
Cap. 8: Disposición para el caso de mezcla de diversos sacrificios.
Cap. 9: Fuerza santificadora del altar y sus consecuencias.
Cap. 1O: Precedencia entre los sacrificios.
Cap. 11: Limpieza de vestidos a los que ha salpicado la sangre del animal, tratamien-
to de los objetos en que se han cocinado porciones sacrificiales.
Cap. 12: Repartición del animal sacrificado entre los sacerdotes celebrantes. Dónde
han de ser quemados los toros y machos cabríos.
Cap. 13: Prohibición de sacrificar fuera del atrio del Templo, prohibición de comer
cosa santa devenida impura o en estado de impureza.
Cap. 14: Cuándo se permite sacrificar fuera del Templo. Historia de los santuarios.
CAPÍTULO l
l. Todo sacrificio que es realizado bajo otro título1, es vá1ido 2• Sin embar-
go, en tal circunstancia su duefio no cumple con la obligación1, exceptuando
CAPÍTULO 2
l. Todo sacrificio cuya sangre sea recogida por un laico o por un (simple
sacerdote) que está de luto o que se ha inmergido en aquel mismo día (a causa
de la impureza)1 7 o que no está vestido con todas las vestimentas preestable-
cidas18 o que está todavía necesitado de expiación 19 o que no se ha lavado las
manos y los pies 20 o que está incircuncidado o impuro o que (ministra) senta-
do21 o que está en pie encima de un objeto o sobre una bestia o sobre los pies de
su compaüero, es inválido. También si (el sacerdote) recoge (la sangre) con la
mano izquierda, ( el sacrificio) es inválido. R. Simeón, sin embargo, lo declara
válido. Si se derrama sobre el pavimento y luego la recoge, (el sacrificio) es
inválido. Si arroja la sangre contra la rampa del altar 22 y no sobre las basas o
si arroja la que ha de ser rociada abajo hacia arriba o la que ha de ser rociada
arriba hacia abajo23 o la que ha de ser rociada en el interior, en el exterior o la
que ha de ser rociada en el exterior, en el interior, ( el sacrificio) es inválido,
pero no incurren en la pena de exterminio (los que comen de él).
2. Sí uno sacrifica (un animal) en sacrificio con la intención de den-amar
su sangre fuera (del Templo) o sóloº parte de su sangre fuera (del Templo) o
de quemar sus porciones sac1ificales o sólo algunas de ellas fuera (del Templo)
o de comer fuera su carne o sólo una porción de ella como del tamaño de una
aceituna o de comer fuera de la piel de la cola como la porción de una aceitu-
na24, ( el sacrificio) es inválido, pero no incurren en la pena del exterminio (quie-
nes comen de él). (Si sacrifica con la intención) de derramar al día siguiente su
sangre o aunque sólo sea una parte de la sangre, o de quemar al día siguiente las
porciones sac1ificiales o aunque sólo sea una parte de las porciones sacrificiales,
o de comer al día síguiente la carne del sacrificio o aunque sólo sea una porción
del tamaño de una aceituna de su carne, o de comer al día siguiente una par-
te del tamaño de una aceituna de la piel de la cola, (el sacrificio) es abominable 2i
y (quienes comieren de él) incurren en la pena de exterminio.
3. Ésta es la norma general: Si uno sacrifica un animal en sacrificio, recoge
su sangre, la transporta y la arroja (con la intención) de comer aquello que es
comible o de quemar aquello que habitualmente se quema fuera del lugar que
es propio, el sacrificio es inválido, pero no incurren en la pena de exterminio
(quienes comen de él). Sin embargo, (si se propuso hacerlo) fuera del tiempo
debido, el sacrificio es abominable y (todos aquellos que comen de él) incurren
en la pena del exterminio, con ta,l que lo que hace permisible (el sacrificio) sea
ofrecido según las normas establecídas.
4. ¿Qué se ha de entender por «la cosa que lo hace pennisible sea ofrecida
según las normas establecidas»? Si ha sacrificado la víctima en silencio 26 , pero
ha recogido la sangre o la ha transportado o la ha arrojado (proponiéndose
un acto) fuera de su tiempo o si sacrificó la víctima (proponiéndose un acto)
fuera del tiempo debido y recogió la sangre, la transpo1tó y la asperjó en si-
lencio o si sacrificó la víctima, recogió su sangre, la transpo1tó y la asperjó
(proponiéndose realizar un acto) fuera del tiempo debido, en este caso Jo que
hace permisible el sacrificio se ofrece según las normas establecidas. ¿Qué se
entiende por aquello que hace pennisible (el sacrificio) que no se ofrece según
las normas establecidas? Si ha sacrificado la víctima (proponiéndose un acto)
füera del lugar debido y ha recogido la sangre, la ha transportado y la ha asper-
jado (proponiéndose un acto) fuera del tiempo debido o si sacrificó la víctima
(proponiéndose realizar un acto) fuera del tiempo debido y recogió la sangre, la
transportó y la asperjó (mientras que hacía intención en su interior de comer el
sacrificio) fuera de su lugar o si sacrificó la víctima, recogió la sangre, la trans-
portó y la asperjó (con la intención de comer la carne sacrificial) fuera del lugar
debido o si sacrificó un sacrificio pascual o un sacrificio por el pecado a título
no propio 27 y recogió la sangre, la transportó y la asperjó (con la intención de
comer de la carne sacrifícial) fuera del tiempo debido o si sacrificó la víctima
(proponiéndose su degustación) fuera del tiempo debido y recogió su sangre,
la transportó y la aspe1jó a título impropio o si sacrificó la víctima, recogió la
sangre, la transportó y la asperjó a título impropio, en tal caso aquello que hace
permisible el sacrificio no se ofrece según las normas establecidas28 •
5. (Si un sacrificio es ofrecido con la intención) de comer de él tanto corno
la cantidad de una aceituna fuera (del lugar debido) o al día siguiente o tanto
CAPÍTULO 3
J. Si una persona no apta 30 sacrifica una víctima, el acto del sacrificio es vá-
lido, ya que la inmolación 31 la puede realizar un laico, una mujer, un esclavo, un
impuroª, incluso cuando se trata de sacrificios santísímos32, con tal que ningún
impuro toque la carne. Por eso pueden hacer inválido el sac1ificio con una inten-
ción (incorrecta). Si cualquiera de éstos 33 recoge la sangre ( con la intención de
realizar un acto) fuera de tiempo o fuera del lugar debido, si todavía hay sangre
fluyente 34 (en la víctima), puede una persona apta recogerla de nuevo35 •
2. Si la recoge una persona apta y la entrega a una no apta, ésta puede de-
volverla a una apta. Si ( el sacerdote) recogió la sangre con la mano derecha y
luego la pasó a la izquierda, puede volver a pasarla a la derecha. Si la recogió
en un vaso sagrado y luego la puso en un vaso profano, puede volver a poner-
la en un vaso sagrado. Si fue vertida del vaso al pavimento y es recogida, per-
manece válida. Si la pone en la rampa del altar y no en las basas, si pone lo que
se ha de poner debajo arriba, o lo que se ha de poner arriba debajo, o lo que se
ha de poner dentro fuera, o lo que se ha de poner fuera dentro, si aún hay sangre
fluyente en la víctima, una persona apta puede recogerla de nuevo.
3. Si uno sacrifica un sacrificio (con la intención) de comer aquello que
habitualmente no es comido o de quemar aquello que ordinariamente no se
quema, el sacrificio es válido. R. Eliezer, en cambio, lo declara inválido. Si Jo
a. un impuro]
29. Por tanto, en ninguno de los dos presupuestos se alcanza el mínimo prohibido.
30. Como las enumeradas en 2, l.
31. Dar muerte al animal. ·
32. Cf. la nota 8.
33. No aptos.
34. Cf. Lv 17, 11.
3 5. Vertiéndola sobre el altar y haciendo, de esa manera, válido el sacrificio.
Zeb 3. 4-6 Orden quinto. Cosas sagradas - qodashim 660
CAPÍTULO 4
míte que sean ofrecidas (sobre el altar) sus porciones sacrificiales. R. Simeón
afirma que (en aquellos sacrificios cuya sangre no se ofrece) sobre el altar
externo, tal como los sacrificios pacíficos, no se incurre con su transgresión en
la pena del sacrificio abominable.
5. Por víctimas sacrificiales de los idólatras no se incurre en la pena de
lo abominable ni del remanente ni de lo impuro. Si uno la sacrifica fuera (del
tiempo o lugar debido), no es culpable. Esta es la opinión de R. Meírª. R. Yo-
sé, en cambio, lo declara culpable. Hay cosas por las que no se incurre en la
pena de lo abominable, aunque sí en la pena del remanente y de la impureza, a
excepción de la sangre. R. Simeón enseña: Por las cosas que habitualmente se
comen; pero por aquéllas, como la leña, el incienso, el perfume, no se queda
sujeto a causa de ellas a la pena por razón de la implll'eza.
6. Un sacrificio puede ser sacrificado a título de seis cosas: a nombre del
sacrificio, a nombre del oferente, a nombre de Dios, a nombre de los fuegos
del altar, a nombre del olor, a nombre de la fragancia. Si es un sacrificio por el
pecado o por la culpa, a nombre del pecado. R. Yosé enseña: Si no ha existido
en la intención ninguno de estos títulos, el sacrificio es válido, porque es una
disposición establecida por el tribunal que la intención depende de aquel que
realiza el acto.
CAPÍTULO 5
a. R. Meir: R. Simeón
59. Y también de la recogida de la sangre.
60. Cf. n. 8.
61. Del arca.
62. Cf. Yom 5, 4ss.
63. Lv4, 1-12.
64. Ofrecidos por el pecado de idolatría.
663 Sacrificios - zebajim Zeb 5, 3-5
iropedía (la expiación). Tanto los unos como los otros 65 eran quemados en el
Jugar de la ceniza· 66 .
3. Sacrificios expiatorios de la comunidad y del indíviduo 67 • Estos son los
sacrificios expiatorios de la comunidad: la inmolación de los machos cabríos de
Jas neomenias68 y las fiestas 69 tenía lugar en el lado norte (del altar), su sangre
se recogía en vasos litúrgicos en el lado norte y debía hacerse con ella cuatro
aspersiones 70 en los cuatro ángulos del altar71 . ¿De qué manera? (El sacerdote)
subía la rampa, se dirigía a la platafonna circunvalante12 e iba al ángulo sur-
oriental, al nororiental, al noroccidental y al suroccidental. El resto de la sangre
se vertía en la basa meridional. Los sacrificios eran comidos en el interior, desde
las cortinas 73, por los miembros varones de la clase sacerdotal, en cualquier tipo
de preparación74, durante todo el día y por la noche hasta medianoche 75 .
4. La inmolación del sacrificio de holocausto, que está en la categoría de lo
santísimo, tenía lugar en el lado norte, su sangre era recogida en vasos litúrgi-
cos. en el lado norte y con su sangre había que hacer dos aspersiones que eran
cuatro 76 y tenía que ser despellejado, troceado y quemado tota11nente 77 •
5. Sacrificios pacíficos de la comunidad78 y sacrificios de reparación. Estos
son los sacrificios de reparación: sacrificio de reparación por un robo 79, sacri-
ficio de reparación por sacrilegío80 , sacrificio de reparación por (la violación)
de una esclava prometida81 , sacrificio de reparación del nazir 82 , sacrificio de
reparación del Jeproso 83 , sacrificio de reparación por culpa dudosa84 • La inmola-
ción (de las victimas de estos sacrificios) tenía lugar en el lado norte {del altar),
su sangre se recogía en vasos litúrgicos en el lado norte y había que hacer con
65. El resto del animal, una vez quemadas sobre el altar las porciones sacrificiales.
66. Situado fuera de Jerusalén, donde se descargaba la ceniza del altar (cf. Lv 6, 4).
67. En las dos misnayot precedentes se ha tratado de sacrificios expiatorios, con cuya
sangre se asperjaba el altar interior. En cada misná se trata de sacrificios expiatorios con cu-
ya sangre se asperja el altar exterior.
68. Nm 28, 16ss.
69. Nro 28, 16-31; 29, 1-38.
70. rvfás que asperjar, el sacerdote mojaba el dedo en la sangre y untaba el altar.
7 J. El altar exterior tenía en sus cuatro extremos unos salientes llamados «cuernos».
72. Sobeb, que circunvalaba al altar.
73. Lv 6, 19.
74. No como el sacrificio pascual, que sólo podía ser comido asado.
75. La limitación de comer la carne sacrificial sólo hasta medía noche es de origen rabí-
nico (cf. Ber 1, 1).
76. Cf. Lv 1, 5. Se asperjaban los ángulos nororiental y suroccidental (en diagonal) de
modo que con dos aspersiones se abarcaban las cuatro direcciones.
77. Lv 1, 9.
78. Los únicos sacrificios pacíficos de la comunidad eran los dos corderos que se ofre-
cían juntamente con los dos panes nuevos en la fiesta de las Semanas (Lv 23, 19).
79. Lv 6, 6.
80. Lv 5, 15.
81. Lv 19, 20-22.
82. Nm6, 12.
83. Después de su curación, Lv 14, 12.
84. Cuando se dudaba de si se había cometido un delito de fom1a consciente, castigado
con el exterminio, o de fonna inadvertida, que requería un sacrificio expiatorio (Lv 5, 17-19).
Zeb 5, 6-8 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 664
ella dos aspersiones que eran cuatro. Eran comidos en el interior, dentro de las
cortinas, por los miembros varones de la clase sacerdotal85 , siendo admisible
cualquier preparación del alimento, dentro del día y la noche hasta medianoche.
6. La inmolación del sacrificio de acción de gracias 86 y del camero del
nazir7, que pertenecen a la categoría de sacrificios de santidad menor, podía
verificarse en cualquier lugar del atrio, y su sangre debía ser asperjada dos
veces que eran cuatro. Podían ser comidos dentro de la ciudad entera88 , por
cualquier persona, bajo todo tipo de preparación, durante el día y la noche has-
ta medianoche. En lo que era ofrendado89 por ellos valía lo mismo, únicamente
que de lo ofrendado por ellos comían (sólo) los sacerdotes, sus mujeres, hijos
y siervos 90 .
7. La inmolación de los sacrificios pacífi.cos 91 , que pertenecen a la cate-
goría de sacrificios de santidad menor, podía verificarse en cualquier lugar
del atrio, y su sangre debía ser asperjada en <los actos que eran cuatro. Podían
ser comidos dentro de la ciudad entera, por cualquier persona y preparados
de cualquier manera, durante dos días y una noche92 . A lo por ellos ofrendado
se aplicaba lo mismo, únicamente que lo ofrendado sólo era comido por los
sacerdotes, sus mujeres y sus esclavos.
8. La inmolación de los sac.rificios del primogénito93 , del diezmo (del
ganado )94 y de Pascua, que son sacrificios que pertenecen a la categoría de san-
tidad menor, se verificaba en cualquier lugar del atrio y su sangre se aspe1jaba
de una sola vez, con tal que la aspersión se hiciera delante de las basas (del
altar). Existe una diferencia en el modo de comerlos. El sacrificio del primo-
génito era comido por los sacerdotes95 y el del diezmo por cualquier persona.
Pueden ser comidos en la ciudad entera96, bajo cualquier tipo de preparación,
durante dos días y una noche. El sacrificio pascual, sin embargo, sólo puede
ser comido por la noche 97 y no más allá de medianoche93 . No pueden comer de
él más que los asignados99 y sólo se puede comer asado'ºº.
85. Lv 7, 6.7.
86. Lv 7, 12-15.
87. Que ofrecía al final del nazireato, Nm 6, l 4.
88. Jerusalén, considerada «lugar puro».
89. De cada sacrificio pacífico y de acción de gracias había que entregar al sacerdote el
pecho y la pierna derecha, más un pan de cada W1a de las cuatro especias ofrecidas (Lv 7, 34).
90. Lv 10, 14.
91. Excluyendo los de la congregación que fueron meocionados en la misná 5.
92. El día del sacrificio, el siguiente y la noche que mediaba entre los dos días. Lo que
sobraba era quemado al tercer día (Lv 7, 17- 18).
93. El primogénito ((macho)) de la vaca, oveja y cabra (Nm 18, 17).
94. Lv 27, 32.
95. Nm 18, 18.
96. Hay textos que añaden: !<por cualquier persona•>.
97. Ex 12. 8.
98. La cuestión de si esta limitación es de origen bíblico o rabínico fue objeto de contro-
versia entre R. Eleazar ben Azarías y R. Aquiba.
99. Cf. Pes 5, 3.
100. Ex 12, 9.
665 Sacrificios - zebajim Zeb 6, 1-5
CAPÍTULO 6
un corte, pero sin separar las partes. Sin embargo, si las partes se separaban, el
sacrificio era válido. Luego lo ensalaba bien y lo arrojaba a las llamas.
6. Si no quitó el buche ni las plumas ni las vísceras que salían del cuerpo
y si no fue bien ensalado, esto es, sí introdujo un cambio de cualquier tipo
después de que ha sido escurrida la sangre, (el sacrificio) es válido. Si separó
(la cabeza del cuerpo) en el sacrificio de expiación, pero no lo hizo en el holo-
causto, (el sacrificio) es inválido. Si escurrió la sangre de la cabeza, pero no la
sangre del cuerpo, es inválido. Sin embargo, si escurrió la sangre del cuerpo,
pero no la sangre de la cabeza, es válido.
7. Si en el sacrificio expiatorio de ave se hace el retorcimiento bajo otro
título' 13 o si se escurre la sangre bajo otro título o bajo título propio y bajo título
ajeno o bajo título ajeno y bajo título propio, el sacrificio es inválido. Si es un
holocausto de aves, es válido, pero no es computado a su propietario (como
cumplimiento de su obligación). Si en el sacrificio expiatorio de ave o en el
holocausto de ave se ha retorcido (la cabeza del animal) y se ha escurrido su
sangre (con el propósito) de comer aquello que habitualmente se come 114 o de
quemar aquello que habitualmente se quema 115, fuera de su lugar, (el sacrificio)
es inválido, aunque no se incurre en la pena de exterminio (comiendo de él).
Pero, (si se propuso comer de él o quemarlo) fuera de su tiempo, se hace abo-
minable y se incurre a causa de él en la pena de extenninio, con tal que aquello
que lo hace permisible haya sido ofrecido según los preceptos rituales 116 • ¿De
qué manera se ofrece según los preceptos rituales aquello que lo hace permisi-
ble? Si se hace el retorcimiento en silencio y escurre la sangre (proponiéndose
un acto) fuera de su tiempo o si hace el retorcimiento (proponiéndose un acto)
fuera de su tiempo y escuu-e la sangre en silencio o si hace el retorcimiento y
escurre la sangre (mientras se propone realizar un acto) fuera de su tiempo, en
todos estos casos se ofrece aquello que lo hace pennisible según los preceptos
rituales. ¿De qué manera no se ofrece aquello que hace permisible según los
preceptos rituales? Sí retorció (el cuello del ave proponiéndose realizar un ac-
to) fuera del lugar propio, o escunió la sangre (proponiéndose un acto) fuera
de su tiempo, o si retorció el cuello (proponiéndose un acto) fuera de su tiempo
y escurrió la sangre (proponiéndose un acto) fuera de su lugar, o si retorció el
cuello y escurrió la sangre (proponiéndose realizar un acto) fuera de su lugar;
si en el sacrificio expiatorio de ave retorció el cuello a título ajeno y escunió
la sangre (proponiéndose un acto) fuera de su tiempo o sí retorció el cuello
(proponiéndose un acto) fuera de su tiempo y escuuíó la sangre a título ajeno o
si retorció el cuello y escurrió la sangre bajo título ajeno, en estos casos no se
ofrece aquello que lo hace permisible según los preceptos rituales. (Si se pro-
pone) comer como la cantidad de una aceihma fuera y como la cantidad de una
113. Cf.1,1.
114. Sacrificio expiatorio de ave.
115. Holocaustodeave.
116. En caso contrario sería inválido y no se baria «abominable».
667 Sacrificios • zebajim Zeb 7, l-4
CAPÍTULO 7
a. permitido + Todos son inválidos cuando el retorcimiento (del cuello del ave) es invá-
lido y no comunican imputeza en el garguero. b. si ha sido una persona ... en el garguero]
l 24. En lugar de! prescrito lado norte. Por esta circunstancia se hacían inválidos.
125. Cf. Meil 1, l.
126. Las porciones sacrificia!es de los sacrificios de santidad menor estaban sujetas a
la ley del sacrilegio; la carne, no.
l27. El sacrificio expiatorio de aves carece de porciones sacrificia!es.
128. El retorcimiento, frente a la inmolación, sólo puede realizarlo el sacerdote.
129. Terefá, trefá, término que indica el animal que tiene una herida por causa de la cual
no podrá vivir más de doce meses. Tal animal no puede ser comido ni ofrecido en sacrificio.
Sacrificios - zebajim Zeb 8, 1-2
669
~ ¿no habrá que inferir en consecuencia que en los despojos de un ave, que no
z a~san contaminación por tocamiento o transporte, la inmolación purifica al ave
~espedazada de la impureza? Igual que hallamos que la inmolación hace (al ani-
mal) apto para ser comido y purifica (al animal) despedazado de su impureza,
así el retorcimiento (del cuello del ave) la hace apta para ser comida y purifica
al ave despedazada de su impureza. R. Yosé decía: Es suficiente si es como los
despojos de un animal. La inmolación purifica, mas no el retorcimiento.
CAPÍTULO 8
un primogénito o con animales del diezmo, se les deja pastar hasta que <leven.
gan defectuosos. Luego son comidos como animal primogénito o de diezmo.
Todos pueden mezclarse, a excepción del sacrificio expiatorio y del sacrificio
por la culpa 143 •
3. Si el animal de un sacrificio por la culpa se mezcla con otro de sacrificio
pacífico, se les dejaª pastar hasta que contraigan un defecto. R. Simeón enseña:
Se les inmola en el lado n01te y se comen según el rito del más grave de entre
ellos 144 • Le dijeron: No se puede permitir que las cosas santas se expongan a
devenir inválidas. Si se mezclan trozos de carne con otros, a saber, de sacrifi-
cios santísimos con otros de santidad menor, o aquellos que han de comerse
dentro del día con otros que pueden comerse dentro de dos días, se comen
según el rito del más grave de entre ellos.
4. Si los miembros 145 de un sacrificio expiatorio 146 se mezclan con los
miembros de (un animal) de holocausto, ensefia R. Eliezer: Se han de colocar
en la parte superior 147 y considero la carne del sacrificio expiatorio, que está en
la parte alta, como leña. Los sabios, en cambio, dicen que se ha de dejar que
desfiguren su aspecto y luego se llevan al lugar de la cremación.
5. (Si se mezclan) los miembros (de un sacrificio de holocausto) con miem-
bros de animales defectuosos, enseña R. Eliezer: Si ofreció ya el testuz de uno
de ellos, puede ofrecer el testuz de todos los otros; si ofreció la pierna de uno de
ellos, puede ofrecer la pierna de todos los otros. Los sabios, en cambio, afinnan
que incluso aun cuando hubiere ofrecido a todos, exceptuando uno solo, debe
llevar éste al lugar de la cremación.
6. Si la sangre se mezcla con agua y conserva el aspecto de sangre, es ser-
vible14s. Si se mezcla con vino, se considera como si fuera agua. Si se mezcla
con la sangre de un animal común o con la de una bestia del campo, se consi-
dera como si fuese agua. R. Yehudá ensefia: La sangre no invalida la sangre.
7. Si se mezcla con la sangre de animales de sacrificios inválidos, ha de ser
vertida en el canal. Si se mezcla con la sangre exprimida, ha de ser vertida en
el canal. R. Eliezer la declara válida. Pero si (el sacerdote) no toma consejo y
hace la aspersión, es válida.
8. Si se mezcla la sangre de anímales íntegrosb con la sangre de animales
defectuosos, se ha de verter en el canal. Si se mezcla (la sangre) de un vaso (de
animales defectuosos) con la de otro (de animales íntegros), enseña R Eliezer:
Si se ha ofrecido (la sangre) de un vaso, se puede ofrecer la de todos los otros.
Los sabios, en cambio, afirman que incluso aunque se hayan ofrecído todos y
quede sólo uno, se ha de verter en el canal.
9. Si la sangre que debía ser asperjada por debajo (de la línea roja del
altar) 149 se mezcla con aquella que debía ser asperjada por encima (de la línea),
R. Elíezer enseña: Se rocía por encima (de la línea) y considero (la sangre) que
se asperjó debajo cuando tenía que ser rociada por encima como agua. Después
vuelve a asperjarse por debajo. Los sabios, en cambio, sostienen que ha de ser
vertida en el canal. Pero si (el sacerdote) no pidió consejo e hizo la aspersión,
es válido.
JO. Si sangre con la que se debe hacer una sola aspersión se mezcla con
otra con la que se deben hacer dos aspersiones 150 , se hace en cada caso una sola
aspersión. Si sangre con la que se deben hacer cuatro aspersiones se mezcla
con otra con la que se deben hacer también cuatro aspersiones 151 , se asperja con
cuatro aspersiones. Si la sangre con la que se deben hacer cuatro aspersiones
se mezcla con otra con la que se debe hacer una sola aspersión 152 , R. Eliezer
enseña: Se asperja con cuatro aspersiones. R. Josué, en cambio, sostiene que se
ha de hacer con ella una sola aspersión. R. Eliezer le dijo: ¿No se transgredirá
de esa manera (el precepto): No habrás de quitar nada? 151 Le respondió R. Jo-
sué: ¿Y no se quebraotara así (el precepto): No aumentarás nada? 154 Le repli-
có R. Eliezer: Se dijo: No aumentarás nada cuando se aplica a la cosa mis-
mam. R. Josué Je contrarreplicó: Se dijo: No habrás de quitar nada cuando se
aplica a la cosa Illlsma. R. Josué le dijo además: Si tú haces (las cuatro asper-
siones), quebrantas el precepto: No añadirás nada y realizas un acto con tus
propias manos. Pero si no haces las aspersiones, quebrantas el precepto: No
habrás de quitar nada, aunque no realizas un acto con tus propias manos 156 .
11. Si la sangre que ha de asperjarse en el inteiior se mezcla con aquella
que ha de rociarse en el exterior 157 , se ha de verter en el canal. Si se rocía en el
exterior y Juego se vuelve a rociar en el interior, es válida. Pero si se rocía en
el interior y luego se vuelve a rocíar en el exterior, declara R. Aquiba que es
inválida. Los sabios, en cambio, la declaran válida. R. Aquiba solía decir: Toda
sangre que haya sido introducida en el interior del santuario 158 para la expiación
es inválida159 • Los sabios, en cambio, afirman: Sólo la del sacrificio expiatorio.
R. Elíezer dice: También la del sacrificio de la culpa, puesto que está escrito:
Del mismo modo que el sacr¡ficio expiatorio así el sacrificio por la culpd 60 •
149. Que era la sangre de todos los sacrificios, a excepción de la del sacrificio expiato-
rio de animales y del de holocausto de aves.
150. Por ejemplo. la sangre de un primogénito con la sangre del diezmo de ganado.
151. Por ejemplo, la sangre de holocausto y de sacrificio por la culpa.
152. Por ejemplo, la sangre de holocausto y de sacrificio pacífico.
153. Dt 12, 32.
154. !bid.
15 5. Al caso específico definido por la ley, pero no cuando ese caso no se da y se hace
precisamente a causa de él.
156. Sólo habría pecado de omisión.
157. En el altar exterior.
158. E! Hekal.
159. Cuando tenía que ser rociada en el exterior.
160. Lv 7, 7.
Zeb 8, 12-9, 2 01·den quinto: Cosas sagradas - qodashim 672
C.,v,lruw9
el líquido, los vasos de medida para cosas secas santifican lo seco. Pero los
vasos para los líquidos no santifican lo seco ni los vasos de medida para lo
seco santifican los líquidos. Sí los vasos sagrados están agujereados y se hace
uso de ellos como cuando estaban íntegros, santifican; en caso contrario, no
santifican. Ninguno de ellos santifica, a no ser en el ámbito del santuario.
CAPÍTVLO 10
177. Hor3,6.
178. Que sólo se celebran en sábados y días festivos.
179, Nm 28, 23.
180. Hor 3, 6.
181. Ofrendas de harma.
182. Cuando se apartan dos palomas, una para sacrificio expiatorio y otra para holocaus-
to, se separa primero la del sacrificio expiatorio.
675 Sacrificios - zebajím Zeb 10, 5-11, 1
CAPÍTULO 11
183. Lv 5, 15.
184. Muy cocido.
185. Entre los sacerdotes.
186. Men 6, 3; Lv 2, 4.
187. Lo que quedaba después de haber ungido al leproso les correspondía a los sacerdo·
tes (Lv 14, 12).
1ss. Lv 6, 23.
189. Lv 6, 21.
190. Lv 6, 20.
191. Lv 6, 19.
Zeb 11, 2-6 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 676
que son comidos como de aquellos internos 192 es necesario lavar (el vestido),
tal como está escrito: La ley del sacrificio expiatorio 193, es decir, una misma ley
para todos los sacrificios expiatorios.
2. Si el sacrificio expiatorio no es válido, su sangre no exige lavado, tanto
sí ha sido en un tiempo válido como si nunca lo hubiere sido. ¿Cuál es aquel
que en un momento fue válido? Aquel (cuya sangre) ha quedado durante la
noche o ha devenido impura o ha sido sacada fuera. ¿Cuál es aquel que nunca
fue válido? Aquel que fue inmolado (mientras se tenía intención de realizar
un acto) fuera de su tiempo o fuera de su lugar o cuya sangre fue recogida 0
aspe1jada por personas no aptas.
3. Si la salpicadura se produjo desde el pescuezo (de la víctima) al ves-
tido, entonces no es necesario el lavado. Si tuvo lugar desde el ángulo o las
basas del altar, no necesita lavado. Si (la sangre) es vertida sobre el pavimento
y es recogida, no necesíta lavado. Solamente requiere lavado la sangre que
ha sido recogida en vaso y es destinada a la aspersión. Si salpica la piel antes
de ser separada (del cuerpo del animal), no necesita lavado; después de haber
sido separada, sí que necesita lavado. Tal es la opinión de R. Yehudá. R. Ela-
zar sostiene que incluso después de separada no necesita lavado. Solamente
requiere lavado la mancha de sangre en todo aquello que es susceptible de
impureza y de ser Iavado 194 •
4. Tanto el vestido, como el saco, como la piel requieren ser lavados en
un lugar santo 195 • El rompimiento de los vasos de arcilla 196 tiene lugar también
en un lugar santo. El vaciamiento' y lavado de vasos 197 de cobre tendrá lugar
asimismo en el lugar santo. En esto se aplica más rigurosidad en lo tocante al
sacrificio expiatorio que a los otros sacrificios pertenecientes a la categoría de
santisimos 198 .
5. Si un vestido fue sacado fuera de las cortinas, se le trae de nuevo dentro
y se lava en lugar santo. Si contrajo la impureza fuera de las cortinas, se le des-
garra 199, se introduce de nuevo dentro y se lava en lugar santo. Si un recipiente
de arcilla ha sido sacado fuera de las cortinas, se le introduce de nuevo dentro
y se rompe en lugar santo. Si ha contraído impureza fuera de las cortinas, se
la hace un agujero 200 , se introduce de nuevo dentro y se rompe en lugar santo.
6. Si un vaso de cobre es sacado fuera de las cortinas, se introduce de nue-
vo dentro y es vaciado y enjuagado en lugar santo. Si contrajo impureza fuera
CAPÍTULO 12
a. Vaciado con agua caliente y ... con agua fria: El vaciado y el enjuagado se hace con
agua.fria
201. No requiere vaciado y lavado.
202. Que no es válida.
203. Como el leproso o la parturienta, que, aunque purificados, no han ofrecido todavía
el sacrificio de expiación.
204. Lv 7, 33.
Zeb 12. 2-6 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 678
205. Lv 7, 8.
206. A pesar de que !a carne de la víctima haya de ser quemada.
207. Cf. 5, 2.
208. Lv 16, 28.
209. Debido a que se han hecho inválidos.
210. Al ser transportados al lugar de la ceniza.
211. Que cogían las pértigas por la parte delantera.
679 Sacr(ficios - zebajim Zeb 13, 1-4
CAPiTULO 13
l. Si uno inmola y ofrece (un sacrificio) fueraª (del atrio del Templo), se
hace culpable tanto por razón de la inmolación212 como por razón del ofrecí-
nliento213. R. Yosé el Galüeo enseña: Si hizo la inmolación en el interior y el
ofrecimiento en el exterior, es culpable, pero si hizo la inmolación en el exte-
rior y el ofrecimiento en el exterior, no es culpable 21 4, ya que no ha ofrecido
fuera sino una cosa inválida. Le dijeron: También el que hace la inmolación
en el interior y hace el ofrecimiento en el exterior, en el momento de sacarlo
fuera lo ha hecho inválido 215 .
2. Si un impuro come, ya sea una cosa santa impura, ya sea una cosa santa
pura, es culpable 216 • R. Yosé el Galileo enseña: Si un impuro come cosa pura,
es culpable, pero si come cosas impuras, no es culpable, puesto que no comió
más que algo impuro. Le dijeron: También el impuro, cuando come algo puro,
en el momento de tocarla la vuelve impura. Si un puro come algo impuro, no
es culpable, puesto que uno se hace culpable sólo por la razón de la impureza
del cuerpom.
3. Hay mayor rigurosidad respecto a la inmolación que respecto al ofre-
cimiento y, por otra parte, una mayor rigurosidad en el ofrecimiento que en
la inmolación. Hay mayor rigurosidad en la inmolación, porque si uno hace la
inmolación (fuera del Templo) para una persona particular21 s es culpable; sin
embargo, si hace el ofrecimiento por una persona particular, no es culpable 219 •
Hay mayor rigurosidad en el ofrecimiento, porque si dos personas cogen el cu-
chillo y degüellan el animal, no son culpables 22 º; sin embargo, si dos toman un
miembro (de la víctima sacrificial) y lo ofrecen, son culpables 221 • Si uno hace
un ofrecimiento y luego ofrece otra vez y después, de nuevo, vuelve a hacer
otro ofrecimiento, es culpable por cada una de las veces. Tal es la opinión de
R. Simeón. R. Yosé, en cambio, afinna que sóloº es culpable una única vez y
que no es culpable en tanto no lo ofrezca sobre el altar. R. Simeón sostiene que,
incluso si lo ofrece sobre la roca o sobre la piedra, es culpable.
4. Es lo mismo que sean cosas santas válidas que cosas santas no válidas
que se hicieron inválidas en el santuario: quien las ofrezca en el exterior es
culpable. Sí uno hace el ofrecimiento de una cantidad como (del tamaño de)
una aceituna de la víctima de holocausto, y de miembros sacrificíales222 fuera
(del Templo), es culpable. Si uno ofrece fuera la cantidad como de una aceitu-
na del pufiado (de harina) 223 , del incienso, del perfume, de la oblación de los
sacerdotes, de la oblación del sacerdote ungido, de la oblación de las libacio-
nes, es culpable. R. Elazar lo declara absuelto en tanto no haya ofrecido todo.
Si todas estas cosas son ofrecidas en el interior y queda remanente una cantidad
como la de una aceituna y se ofrece fuera, es culpable. Pero si en cualquiera de
ellos falta una parte mínima y los ofrece fuera, no es culpable224 •
5. Sí uno ofrece fuera ( del atrio del Templo) víctimas santas 215 juntamente
con sus porciones sacrificiales22 6, es culpable. Si uno ofrece fuera la libación
antes de retirar de ella el puñado (de harina), no es culpable. Pero si ha sido
retirado el puñado y si el puñado ha sido de nuevo dejado en su interior y la
ofrece fuera, es culpable.
6. Sí ofrece fuera el puñado (de harina) o el incienso, es culpable. R. Ela-
zar• lo declara absuelto en tanto no haya ofrecido también el segundo 227 . Si
ofrece uno en el interior y otro en el exterior, es culpable. Si de las dos cucha-
radas de incíenso ofrece una de ellas en el exterior, es culpable. R. Elazar lo
declara absuelto en tanto no ofrezca la segunda. Si ofrece una en el interior
y otra en el exterior, es culpable. Si uno arroja una parte de la sangre en el
exterior, es culpable. R. Elazar dice: También el que hace libación fuera (del
atrio del Templo) con agua de la fiesta ( de los tabernáculos) en el día de la
fiesta es culpable. R. Nehemías dice: Si uno ofrece el resto de la sangre fuera,
es culpable.
7. Si uno retuerce el cuello de un ave en el interior y la ofrece en el exterior,
es culpable. Si uno realiza el retorcimiento en el exterior y hace el ofrecimiento
en el exterior, no es culpable. Si uno inmola un ave en el interior y lo ofrece en
el exterior, no es culpable. Si hace la inmolación en el exterior y el ofrecimien-
to en el exte1ior, es culpable. Resulta, pues, que el comportamiento que lo hace
válido en el interior lo absuelve de culpa en el exterior y el que lo hace válido
en el exterior lo absuelve de culpa en el interior. R. Simeón enseña: Por todo
aquello por lo que se es culpable en el exterior, se es culpable si se hace en el
interior y si se ofrece en el exterior, a excepción del caso en el que se inmola
(un ave) en el interior y se ofrece en el exterior.
8. Si recogió la sangre del sacrificio expiatorio en un vaso y la roció fuera
y luego la volvió a rociar dentro, o dentro y luego de nuevo fuera, es culpable,
a. R. Elazar: R. Eliezer
222. Cuando la porción del holocausto y de los miembros sacrificiales alcanzan juntos
como la cantidad de una aceituna.
223. Cf. en 4, 3 éste y los otros conceptos.
224. Ya que la parte que falta lo hace inepto para ser ofrecido en el interior.
225. Carne de la víctima que no pertenece al altar.
226. Todavía no separadas.
227. Puñado e incienso se ofrecen ambos en la oblación.
Saaificios • zebajim Zeb 14, J-2
681
orque todo debía ser usado en el interior. Sí recogió la sangre en dos vasos
~ ha hecho la aspersión con los dos en el interior, no es culpable; con los dos
fuera, es culpable; con uno dentro y otro fuera, no es culpable; con uno fuera
con otro dentro, es culpable por el de fuera, aunque el de dentro provoca la
~xpiación. ¿A qué se asemeja es~o? A uno que ha puesto aparte un sacrific~o
expiatorio que luego lo ha perdido. Después separa otro en su lugar y mas
tarde aparece el primero. Resulta, pues, que ambos están ahí. Si inmola a am-
bos dentro, no es culpable; si inmola a ambos fuera, es culpable; si inmola a
uno dentro y a otro fuera, no es culpable"; si inmola a uno fuera y a otro dentro,
es culpable por el de fuera, pero el de dentro provoca la expiación. Del mismo
rnodo que (la aspersión) de la sangre libera a su came (de la ley del sacrilegio),
así libera también la came del otro sacrificio228 •
CAPITULO 14
a. no es culpable: es culpable
228. En caso de que ambos hubieren sido inmolados en el interior.
229. Nm 19, 2ss.
230. Situad~ en el Monte de los Olivos. A\!í era degollada y quemada,
231. Lvl6,IO.
232. Lv 17, 4.
233. Cf. 8, l.
234. Lv 17, 4,
235. Dt 12, 8J 3.
Zeb 14, 3-4 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 682
253. Después de haber pasado el Jordán, el tabernáculo estuvo catorce días en Guílgal
hasta que fue construido el santuario en Silo.
254. Jos 18, l.
255. 1 Sm 1, 24.
256. Aludido en la Escritura (Dt 12, 9).
257. l Sm21, l.
258. 1 Re 3, 4.
259. Dt 12, 9.
260. De Jerusalén.
261. Que eran fijados para el sacrificio.
262. Dt 12, 11.
263. Dt 12, 13.
264. Destinados para e! tabernáculo.
265. Como el de Guilgal, Nob y Gabaón.
266. Los siguientes conceptos no eran necesarios en los sacrificios de los altos privados.
Zeb 14, 10 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 684
267. Lv 1, 3ss.
268. Lv 1, 1l.
269. Lv !, 5.
270. Lv 14, 12.
271. Lv 2, 8.
272. Lv 17, 6.
273. Ex 28, 43.
274. Nm 4, 12.
275. Ex 27, 5.
276. Ex 30, 20; 40, 31 ss.
277. Dentro del cual debían ser consumidos los sacrificios.
278. Una vez pasado el plazo de la degustación el remanente tenla que ser quemado.
279. Un impuro no podía ofrecer sacrificios.
OBLACIONES
(menajot)
El tratado de las oblaciones contiene las disposiciones en tomo a los sacrificios pre-
parados con harina y a las libaciones que les acompañaban. El término minl;a (mily'á)
designaba primitivamente cualquier tipo de sacrificio (Gn 4, 3; 1 Sm 2, 17) e incluso se
usaba con un valor no religioso en el sentido de don o regalo (cf. Gn 32, 14). Posterior-
mente adquirió un uso específico como sacrificio de harina o de cereales.
Los holocaustos y los sacrificios pacíficos, a excepción de los de aves, iban acompa-
ñados de sus respectivas oblaciones y libaciones, cuya cuantía estaba ftjada en relación
con la especie del sacrificio del animal. Aparte de esto, había oblaciones farináceas que se
ofrecían independientemente, sin acompañar a los sacrificios de animales, tanto a nombre
de la comunidad como del individuo privado. Las oblaciones de la comunidad eran de tres
especies: el ómer o manípulo que se ofrecía en el segundo día de Pascua, los dos panes
que se ofrecían en la fiesta de las Semanas y los panes de la proposición que se renovaban
todas las semanas. Las oblaciones individuales eran de cinco especies: 1) la del pecador;
2) la de la sospechosa adúltera; 3) la de acción de gracias; 4) la torta del sacerdote ungido;
5) la voluntaria. Esta, a su vez, tenia cinco modalidades.
El tratado contiene trece capítulos:
Caps. 1-2: La necesidad de la intención, cuando !a oblación se hace inválida o abo-
minable.
Caps. 3-4: Irregularidades que no quitan validez a la oblación; de nuevo cómo una
oblación puede devenir inválida; oblación del Sumo Sacerdote.
Cap. 5: Preparación de la oblación, reglas sobre el balanceo ritual.
Cap. 6: De qué oblaciones se retira el puñado y de cuáles no, más normas sobre la
preparación de las oblaciones.
Cap. 7: Sacrificio de acción de gracias, del nazir y de consagración.
Cap. 8: Disposición acerca del origen y preparación de la harina de la oblación, del
aceite de la oblación y del vino de la libación.
Cap. 9: Medidas en uso en el santuario y su aplicación a las oblaciones, libaciones e
imposición de las manos, balanceo ritual.
Cap. 1O: Sacrificio del ómer.
Cap. 11: Los dos panes de la fiesta de las Semanas (Pentecostés) y los panes de la
proposición.
Cap. 12: Rescate de oblaciones y líbaciones, oblaciones y libaciones de voto.
Cap. 13: Disposiciones para el caso de un voto indetenninado. Templo de Onías.
Men l, 1-3 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 686
CAPÍTULO 1
a. quemar + el puñado fuera o como lo cantidad de una aceituna del puñado fiiera o
quemar
l. En las oblaciones farináceas, el sacerdote cogía un puñado de la harina y la quemaba
en el altar. El resto era consumido por los sacerdotes.
2. Es decir, bajo otro nombre, b,tjo otro tipo de oblación ( cf. capítulo 6.1 ).
3. El propietario queda obligado a ofrecer de nuevo la oblación que había prometido
o a la que estaba obligado.
4. Lv 5, ll-13.
5. Ofrecida cuando había duda sobre la infidelidad de la mujer (Nm 5, 15; Sot 2, 1).
6. No ha ofrecido todavía el sacrificio expiatorio.
7. Cf. Lv 14, 15.
8. La piedrecita, el grano o el troc-ito impiden al puñado ser completo.
9. La medida era un log de aceite por cada décima de efa de harina (Lv 2, l; 5, l l ).
10. La medida era un puñado, independientemente de la cantidad de !a oblación.
11. Cf. Zeb 2, 2.
687 Oblaciones - menajot Men I, 4
CAPÍTULO 2
a. no es válida: es abominable
15. Cruento, de animales, que se hace inválido cuando en la inmolación se hace la inten-
ción de quemar al día siguiente las porciones sacrificíales.
16. El incienso y el puñado hacen la oblación válida.
17. Se ofrecían como sacrificio pacífico en la fiesta de las Semanas (Lv 23, 19), junto
con los dos panes de las primicias.
18. Lv23,l7.
19. Lv 14, 7, una cucharada por cada uno de los panes de la proposición.
20. Los doce panes estaban dispuestos en dos órdenes.
21. De comerlos fuera de su tiempo.
689 Oblaciones - menajot Men2, 3-5
CAPITULO 3
7. Los siete brazos del candelabro64 se impiden mutuamente. Las siete lám-
paras65 se impiden mutuamente. Las dos perícopas (bíblicas) de la mesusá~6 se
impiden mutuamente, incluso el tracto de una letra67 puede impedir (su validez).
Las cuatro perícopas (bíblicas) de las filacterias 68 se impiden mutuamente; in-
cluso (el tracto) de una sola letra puede impedir (su validez). Las cuatro bor-
las69 se impiden mutuamente, ya que las cuatro forman parte de un solo precepto,
R. Ismael, en cambio, afirma que las cuatro son cuatro preceptos.
CAPÍTULO 4
l. El azul no impide (la validez) del blanco 70 ni el blanco impide (la vali-
dez) del azul. La filacteria del brazo no impide la validez de la (filacteria) de la
cabeza y la de la cabeza la del brazo. La flor de ha1ina y el aceite no impiden
fa validez del vino 71 ni el vino impide la validez de aquellos. Las aspersiones
(de la sangre) sobre el altar exterior no se impiden mutuamente.
2. Los toros, los carneros y los corderos 72 no se impiden mutuamente. Afir-
ma R. Símeón: Si hay muchos" toros, pero no hay suficientes libaciones para
ellos, se ofrece un toro con su libación y no muchos toros sin su conespondien-
te libación.
3. El toro, los carneros, los corderos y el cabrito 73 no impiden la validez del
pan ni el pan impide la de éstos. El pan impide la validez de los corderos 74 , pero
los corderos no impiden la validez de los panes. Tal es la opinión de R. Aquiba.
Simeónº ben Nanás decía: No es así, antes bíen los corderos impiden la validez
del pan, mientras que el pan no impide la validez de los corderos, puesto que,
del mismo modo que encontramos que en los cuarenta años que estuvo Israel en
el desierto ofrecieron corderos sin pan, así ahora se pueden ofrecer también cor-
deros sin pan. R. Simeón afirma: La norma legal es según las palabras de Ben
Nanás, pero no por la razón que expone, porque todo lo que se dice en el libro de
}'1úroeros fue ofrecido en el desierto, mientras que todo Io que se dice en la Ley
de ]os sacerdotes 75 no fue ofrecido en el desierto. Sólo después de haber llegado
al país se ofrecieron los unos y los otros. ¿Por qué dig_o _que s~ pueden ofrecer ~os
corderos sin pan? Porque los corderos se hacen penms1bles sm el pan, pero, s1 el
an es ofrecido sin corderos, no hay nada que lo haga pemúsible7b.
p 4. Los sacrificios cotidianos 77 no impiden la validez de los sacrificios adí-
cionales78 ni los adicionales impiden la validez de los sacrificios cotidianos
ni los adicionales se impiden mutuamente. Si no ofrecieron un cordero por la
mañana, pueden ofrecerlo por la tm·de. R. Simeón enseña: ¿Cuándo? Cuando
estuvieron constreñidos o no se dieron cuenta; pero, si lo hicieron consciente-
mente y no ofrecieron un cordero por la mañana, no lo pueden ofrecer tampoco
al atardecer. Si no quemaron el incienso por la mañana 79, lo pueden ofrecer al
atardecer. R. Simeón dice (al respecto): Se quemaba entero al atardecer, ya que
el altar de oro sólo se consagra con la cremación de los perfumes80 , mientras
que el altar del holocausto se consagra sólo con el sacrificio cotidiano de la
mañana, la mesa con los panes de la proposición el sábado, el candelabro con
las siete lámparas al atardecer.
5. Las tortas del Sumo Sacerdote81 no se ofrecían en dos mitades, sino
que se traía una décima entera82 , se dividía en dos partes iguales y se ofrecía
una mitad por la mañana y otra al atardecer. Si un sacerdote ofreciere una mi-
tad por la mañana y falleciere, se nombra a otro sacerdote en su lugar, pero no
puede traer la mitad de la décima de su propia casa ni tampoco la del primero
(fallecido), sino que ha de traer una décima entera, la divide, ofrece una mitad
y la otra la deja perder. Resulta, pues, que dos mitades son ofrecidas y otras dos
se dejan perder. Si no se nombraba otro sacerdote, ¿a costa de quién se ofrecía?
R. Símeón" afirma: A expensas de la comunidad. R. Yehudá" dice: A expensas
de los herederos y era ofrecida entera.
CAPÍTULO 5
l. Todas las oblaciones son ofrecidas de pan ácimo, a excepción de las fer-
mentadas en el sacrificio de acción de graciassi y los dos panes84 , que eran ofre-
cidos con levadura. R. Meír dice: La levaduraª es puesta aparte de entre ellasi
y se deja fennentar. R. Yehudá afirma que esa manera no es la mejor, sino que
se ha de traer la levadura, se pone dentro del recipiente de medida y se llena
luego el recipiente de medida. Le dijeron: También de esa manera (la cantidad
prescrita para la oblación) unas veces es defectiva y otras sobreabundante86 .
2. Todas las oblaciones han de ser amasadas con agua templada y ha de
tenerse el cuidado de que no fermenten. Si se deja fermentar el resto de la obla-
ción, se quebranta un precepto negativo, pues está escrito: Toda la oblación que
ofreciereis al Señor será sin levadura 37 . Se puede incurrir en culpa tanto en la
acción del amasar, como en la de preparar, como en la de cocer.
3. Algunas (oblaciones) requieren aceite e incienso; otras, aceite sin in-
cienso; otras, incienso sin aceite; otras, ni aceite ni incienso. Las siguientes
requieren aceite e incienso: la oblación de flor de harina 88, la oblación a la sar•
tén 89 , la oblación a la parrílla90, la de las roscas y la de las tortas 91 , la oblación
de los sacerdotes, la oblación del sacerdote ungído 92 , la oblación de un gentiJ 9 l,
la oblación de las mujeres 94, la oblacíón del ómer95. La oblación de la libación
requería aceite, pero no requería incienso. El pan de la proposición96 requiere
incienso, pero no requiere aceite. Los dos panes, la oblación del pecador y la
oblación de los celos, no requieren ni aceite ni incienso.
4. Uno puede hacerse culpable por razón del aceite en sí mismo y por razón
del incienso en sí mismo. Sí pone en ella aceite, se hace inválida, y si incienso,
ha de recogerlo de nuevo. Si puso aceite en el resto de la oblación, no quebran-
ta un precepto negativo. Si colocó un recipiente sobre otro 97 , no es inválida.
5. Hay algunas que requieren el acercamiento 98 , mas no la agitaciónritua1°9;
otras requieren la agitación ritual, mas no el acercamiento; otras requieren acer-
camiento y agitación ritual; otras no requieren ni agitación ritual ni acercamien-
to. Las siguientes requieren acercamiento, pero no agitación ritual: la oblación
de flor de haiina, la oblación a la sa1tén, la oblación a la panilla, la de las roscas
y la de las tortas, la oblación de los sacerdotes, la oblación del sacerdote ungido,
la oblación de un gentil, la oblación de las mujeres, la oblación del pecador.
CAPÍTULO 6
1. Estas son las oblaciones de las que se retira el puñado y cuyo resto per-
tenece a los sacerdotes: la oblación de flor de harina, la oblación a la sartén, la
oblación a la parrilla, la de las roscas y la de las tortas, la oblación de un gentil,
la oblación de las mujeres, la oblación del ómer, la oblación del pecador, la
oblación de los celos. R. Simeón ensefia: También de la oblación de un pecador
de entre los sacerdotes se retira el puñado de harina, pero el puñado se ofrece
aparte y el resto también aparte 108 .
2. La oblación de los sacerdotes, la oblación del sacerdote ungido y la
oblación de las libaciones pertenecen al altar, y los sacerdotes no tienen parte
en ellas. Aquí tiene preponderancia el derecho del altar sobre el derecho de los
sacerdotes. Los dos panes y el pan de la proposición pertenecen a los sacer-
dotes, y no al altar. En esto tiene preponderancia el derecho de los sacerdotes
sobre el derecho del altar.
3. Todas las oblaciones que se hacen en un recipiente requieren tres verti-
dos de aceite: en el vertido, en la mezcla y en el recipiente antes de la prepara-
ción. Las roscas se mezclan también (con aceite), tal es la opinión de Rabí 109 .
Los sabios afirman: Sólo la flor de harina. Las roscas requieren ser mezcladas
(con aceite) y las tortas untadas. ¿Cómo se ungen? En forma de unaji 11 º. El
resto del aceite es consumido por los sacerdotes.
4. Todas las oblaciones preparadas en el recipiente requieren ser desmenu-
zadas en trozos. En la oblación de un laico se dobla uno en dos, dos en cuatro
y se separan. En la oblación de los sacerdotes se dobla uno en dos y dos en
cuatro, pero no se separan. En la oblación del sacerdote ungido no se hace
doblamiento. R. Simeón enseña que en la oblación de los sacerdotes y en la
oblación del sacerdote ungido no tiene lugar el desmenuzamiento, debido a
que en ellas no se retira el puñado de harina y donde no hay puñado no hay des-
menuzamiento. Todas han de ser desmenuzadas en pequeñas piezas del tamaño
de una aceituna.
106. Pequeña cocina de barro con un orificio para una sola olla.
107. Bes4,7.
108. Se queman separadamente, ya que en la oblación de los sacerdotes había que
quemar enteramente la harina.
109. R. Yehudá el patriarca.
110. Letra griega con forma de aspa: X.
697 Oblaciones - menajol Menó, 5-7, 2
CAPÍTULO 7
111. Lv 24, 5.
112. Lv 7, 12ss.
113. De !as medidas usadas por los israelitas en el desierto.
114. Con motivo de la introducción de Aarón y sus hijos en el servicio sacerdotal (Lv 8).
ll 5. Nm 6, 15.
116. Lv 7, 14.
Men 7, 3-6 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 698
del ganado mayor123 • Pero ¿acaso el sacrificio pascual no se ofrece tan sólo de
los corderos o de los cabritos? Si es así, ¿por qué se dice: Del ganado menor y
del ganado mayor? Para igualar todos los anímales que se ofrecen del ganado
mayor o del ganado menor con el sacrificio pascual. Del mismo modo que el
sacrificio pascual es obligatorio y ha de ser ofrecido de productos comunes, así
todo ( otro sacrificio) que sea obligatorio ha de ser ofrecido a costa de productos
comunes. De ahí" que si uno dice: «Me obligo a ofrecer un sacrificio de acción
de gracias», o: «Me obligo a ofrecer un sacrificio pacífico», debido a que son
obligatorios, no puede ofrecerlos sino a costa de productos comunes. Las liba-
ciones deben proceder en todo caso de productos no consagrados.
CAPÍTULO 8
a. De ahi que s1 uno dice rime obligo a ofrecer im sacr(ficio de acción de gracias!>]
123. Dt 16, 2.
124. Esd 2, 27; 1 Sm 13, 2.
125. Jos 15, 34.56.
126. Jos 19, 19.
127. Se disputa si el objeto de referencia es la harina del ómer y de los dos panes o la
harina de la oblación en general.
128. Los árboles quitan fuerza al teneno y dañan la tierra.
129. Para obtener un buen grano.
130. Am 1, 1.
131. Probablemente la Ragaba de Flavio Josefo (A.ni. XIII. 15 .5).
Men 8, 4-6 Orden quinto: Cosas sagradas • qodashim 700
puede ofrecer (aceite) de aceitunas secas que han sido puestas a remojo, ni de
aceitunas en conserva, ni de aceitunas cocidas. Si se ofrece, no es válido.
4. Hay tres (artes de preparar) la aceituna, y de cada una de ellas proce.
den tres tipos de aceite. El primer arte (de preparar) la aceituna es el siguiente:
se recoge la aceituna de la copa del olivo, se machaca y se mete en el cesto.
R. Yehudá dice: Alrededor del cesto es la primera clase. Luego se oprime con
una viga. R. Yehudá dice: Con piedras. Es la segunda clase. Luego se vuelve a
machacar y a oprimir. Es la tercera clase. La primera clase es para el candela-
bro y las otras para las oblaciones. El segundo arte (de preparar) las aceitunas
es el siguiente: se recogen (las aceitunas) que se hallan al nivel dei tejado 132 , se
machacan y se meten en el cesto. R. Yehudá dice: Alrededor del cesto, (de allí
sale) la primera clase. Luego se oprimen con una viga. R. Yehudá dice: Con
piedras. De ahí proviene el aceite de segunda clase. Se machacan y se estrujan
de nuevo: de ahí proviene la tercera clase. La primera se usa para el candela-
bro, las restantes para las oblaciones. El tercer arte (de preparar las aceitunas)
es el siguiente: se amontonan en casa hasta que maduran completamente, luego
se suben arriba y se dejan secar en el tejado, después se machacan y se meten
en el cesto. R. Yehudá dice: (de las que están) alrededor del cesto (proviene el
aceite) de primera clase. Luego se estrujan con la viga. R. Yehudá dice: Con
las piedras. De ahí proviene el aceite de segunda clase. De nuevo se machacan
y se estrujan. De ahí resulta el aceite de tercera clase. El de primera se usa para
el candelabro, los otros para la oblación.
5. La primera clase de aceite del primer arte (de preparar las aceitunas) es
la mejor de todas. La segunda del primer arte y la primera del segundo son de
igual categoría. La tercera del primer arte, la segunda del segundo y la primera
del tercero son de igual categoría. La tercera del segundo y la segunda del ter-
cero son de igual categoría. La tercera del tercero es la peor de todas. También
habría que inferir que la oblación debe ser hecha con aceite de oliva puro,
porque si el aceite del candelabro, que no se usaba para la comida, debía ser de
aceite puro de oliva, ¿no habría que inferir que el aceite de las oblaciones, que
se usaba para la comida, debería ser también puro de oliva? La Escritura dice:
(Aceite) puro, (de aceitunas) machacadas para la lámpard 33 , pero no puro ma-
chacado para las oblaciones.
6. ¿De dónde se traía el vino? Kerutimª 134 y Hatulimb 135 tenían el mejor
vino. El segundo en calidad procedía de Bet R.immá y Bet Labán 136 en la mon-
taña y de Kefar Signa 137 en la llanura. Todas las tierras son válidas, pero se
solía traer de allí. Sin embargo, no puede traerse de una viña con estiércol, ni
de regadío, ni de aquella que tiene sembrado entre cepa y cepa. Pero si se trae,
es servible. No se trae tampoco vino proveniente de uvas secadas al sol, aunque
sí se trae, es servible. Tampoco se puede traer vino viejo, según la opinión de
Rabí. Los sabios, en cambio, lo declaran válido. No se puede traer vino dulce,
ni ahumado, ni cocido. En caso de que se traiga, no es válido. Tampoco se trae
víno procedente de sarmientos trepadores, sino de la uva que crece en tierra y
de las cepas cultivadas.
7. No se le metía en grandes tinajas, sino en pequefias cubetas. Las cubetas
no se llenaban hasta los bordes, a fin de que la fragancia se expandiera. No se
cogía el vino de la parte alta a causa de la espuma 138 ni tampoco del hondo a
causa de las heces, sino que se cogía del tercio (de la cubeta) o del medio. ¿De
qué manera era examinado? El tesorero se sentaba teniendo en su mano una
caña. Si (el vino) arrojaba la telilla, golpeaba con la caña. R. Yosé bar Yehudá
afirma que el vino que tiene en superficie espuma no es servible, puesto que
está escrito: Habrán de ser para vosotros sin defecto y vuestras oblaciones 139 y
habrán de ser para vosotros sin defecto y vuestras libacíones 140 •
CAPÍTIJLO 9
3. ¿Para qué servía el cuarto de log? Para el cuarto (de log) de agua del le-
proso 143, para el cuarto (de log) de aceite del nazir 144 • ¿Para qué servía el medio
log? (Para medir) el medio log de agua de la sospecha adúltera 145 y el medio log
de aceite del sacrificio de acción de gracias 14 <í. Con el !og se medía (el aceite)
para todas las oblaciones. Incluso para una oblación de sesenta décimas 147 se
medían sesenta log. R. Eliezer ben Jacob decía: Incluso para una oblación de
sesenta décimas no se requiere más de un log, por cuanto que está escrito: Para
una oblación de un log de aceite 14ª. Seis (log) se requerían para el toro, cuatro
para el camero, tres para el cordero y tres y medio para el candelabro (medio
log para cada lámpara).
4. Se pueden mezclar las libaciones (que acompañan a los sacrificios) de
los cameros con las libaciones de los toros, las libaciones de los corderos con
las libaciones de los corderos, las del individuo con las de la comunidad, las
del día con las del día anterior. Pero no se pueden mezclar las libaciones de los
corderos con las libaciones de los toros y cameros. Una vez que se han mez-
clado149 cada una por separado, en caso de que se confundan, son válidas 15º; si
todavía no se habían mezclado, no son válidas. El cordero que se ofrecía con el
ómer, aunque tenía doble oblación 151 , no tenía doble libación.
5. Todas las medidas del Templo se daban colmadas, excepto la del Sumo
Sacerdote que contenía ya en su interior (la medida) colmada. En las medidas
de líquidos, el excedente es santo, mientras que en las medidas de áridos el ex-
cedente es profano. R. Aquiba dice: Las medidas de líquidos son santas, por eso
su excedente también es santo, mientras que las medidas de los áridos son pro-
fanas, de alú que su excedente sea profano. R. Yosé precisa: No por esta razón,
sino porque lo líquido se confunde, mientras que lo sólido no se confunde.
6. Todos los sacrificios de la comunidad y del individuo particular requie-
ren libaciones 152 , a excepción del sacrificio del animal primogénito, del diezmo
(del ganado), del sacrificio pascual, del sacrificio expiatorio y del sacrificio de
reparación; sin embargo, el sacrificio expiatorio del leproso y su sacrificio por
la culpa requieren libaciones 153 .
7. Ningún sacrificio de la comunidad requiere la imposición de las manos,
a no ser (el sacrificio) del toro que se ofrece por el quebranto de cualquier
mandamiento 154 y el sacti fi.cio del chivo expiatorio 1; 5 • R. S imeón afirma: Taro-
bíén los cabritos por el pecado de idolatría 156 • En cambio, todos los sacrificios
del individuo particular requieren la imposición de las manos, a excepción del
sacrificio del primogénito, del diezmo ( del ganado) y del sacrificío pascual. (Si
el propietario muere), el heredero puede realizar el rito de la imposición de las
manos, traer las libaciones y sustituir (el animal del sacrificio).
8. Todos son aptos para imponer las manos, a excepción del sordomudo,
del imbécil, del menor de edad, del ciego, del extranjero, del esclavo, del man-
datario, de la mujeL La imposición de las manos es un apéndice del precep-
to157; Se colocan ambas manos sobre la cabeza de la víctima y en el mismo
lugar donde se imponen las manos se degüella el animal. La inmolación sigue
inmediatamente a la imposición de las manos.
9. Hay mayor severidad en la imposición de las manos que en el balanceo
ritual, y mayor severidad en el balanceo ritual que en la imposición de las ma-
nos, porque el balanceo ritual lo puede realizar uno por todos los participantes,
mientras que la imposición de las manos no la puede realizar uno por todos los
participantes. Por otro lado, hay mayor severidad en el balanceo ritual, pues el
balanceo tiene lugar con los sacrificios del individuo particular y con los sacri-
ficios de la comunidad, con el animal vivo y con el animal degollado, con los
seres vivos y con los objetos, lo cual no ocurre con la imposición de las manos.
CAPÍTULO 10
1. R. Ismael dice: Si el ómer 158 era ofrecido en día de sábado 159 se ofrecía
de tres seás (de cebada); si caía en día de semana, de cinco seás. Los sabios, en
cambio, afirman que es lo mismo que sea sábado o día ordinario: se ofrecía de
tres seás. R. Ananías, prefecto de los sacerdotes, dice: En sábado era recogido
por un hombre, con una hoz y con un cesto; en día ordinario, por tres, con tres
cestos y con tres hoces. Los sabios, en cambio, afirman que es lo mismo que
sea sábado o que sea día ordinario; ha de recogerse por tres hombres, con tres
cestos y con tres hoces.
2. El precepto del ómer es que sea traído de las cercanías. (Si la cebada)
cercana a Jerusalén no había madurado todavía, se traía de cualquier otro lugar.
Ocurrió una vez que fue traída de Gaggot Serifin 160 y los dos panes 161 de la
llanura de En Sojer 162 ,
3. ¿De qué manera se hacía? Los emisaiios del tribunal salían la víspera del
día festivo y hacían haces (con la cebada) mientras estaba todavía unida a la
tierra para que fuese más cómodo segarla. Todas las ciudades de las cercanías se
reunían alli de modo que la siega se hiciese con gran aparato. Cuando oscurecía
preguntaba163 : «¿Se ha puesto ya el sol?». Le contestaban: «Sí». «¿Se ha puesto
ya el sol?». Le decían: «Sí». «¿Es ésta una hoz?». Le respondían: «Sí». <<¿Es és-
ta una hoz?». Le contestaban: «Sfo. «¿Es éste un cesto?». Le respondían: i<Sh>.
«¿Es éste un cesto?». Le contestaban: «Sí». En día de sábado les preguntaba:
<<¿En este sábado?». Le respondían: «Sí». <<¿En este sábado?>}. Le contestaban:
«SÍ». «¿Puedo segar?». Le respondían: «Siega». «¿Puedo segar?». Le contesta-
ban: «Siega». Tres veces repetían cada pregunta y otras tres se le respondía: «Sí
sí, sí». ¿Para qué todo esto? A causa de los betuseos 164 que decían que la sieg;
del ómer no podía tener lugar al terminar el día festivo.
4. Una vez que segaban (la cebada), la ponían en cestos, la llevaban al atrio
(del Templo) y se flameaba al fuego para cumplir con el precepto del tueste 16s.
Estas son palabras de R. Meír. Los sabios afirman: Se golpeaba con cañas 0
con tallos de plantas 166 a fin de que no se estrujara 167 • Luego la introducían por
un tubo que estaba agujereado, de modo que el fuego tuviese el dominio sobre
el todo. Después la extendían en el atrio (del Templo) de modo que el viento
la aventase. La ponían luego en un molino que no trituraba fino, sacaban de
él una décima y la pasaban por trece cedazos. El resto podía ser rescatado y
podía ser comido por cualquiera. Estaba sujeto a la ley de la masa 168 , pero libre
del diezmo. Según R. Aquiba, en cambio, estaba sujeto a la ley de la masa y del
diezmo. Iba luego junto a la décima, ponía su aceite y su incienso, vertía, mez-
claba, hacía el balanceo ritual, la acercaba, retiraba el pufiado y lo quemaba. El
resto era comido por los sacerdotes.
5. Una vez que era ofrecido el ómer, se solía salir y se encontraba el merca-
do de Jerusalén repleto de harina y de grano tostado, lo cual no era del agrado
de los doctores. Estas son palabras de R. Meír. R. Yehudá, en cambio, afinna
que se realizaba con agrado de los sabios. Después de que era ofrecido el ómer,
quedaba permitido de inmediato el uso del nuevo producto. Los que habita-
ban lugares lejanos podían hacer uso de él a partir del mediodía. Después de
la destrucción del Templo, ordenó Rabán Yojanán ben Zakay que estuviese
prohibido durante todo el día del balanceo ritual 169 • R Yehudá dice: ¿No está
rohibido acaso por la ley?, ya que está escrito: Hasta este mismo día 170 • ¿Por
pué causa a los que habitaban en lugares lejanos les estaba permitido (hacer
~ 50 del nuevo producto) a partir del mediodía? Porque sabían que el tribunal
no obraba descuidadamente a ese respecto 171 •
6. El ómer permitía (el uso del nuevo producto) en todo el país y los dos
anes 1n en el Templo. No se podían ofrecer oblaciones, rn primogénitos, ni
ia oblación que acompañaba el sacrificio de animales antes del ómer. Si se
ofrecían, eran inválidas. Tampoco se ofrecían antes de los dos panes, pero si
se ofrecían, eran válidas.
7, El trigo, la cebada, la espelta, la avena y el centeno están sujetos a la ley
de la masa 173 , se unen 174 , están prohibidos en cuanto cosecha nueva antes de
la pascua y no pueden ser segados antes del ómer. Si han echado raíces antes
de ser ofrecido el ómer, éste los hace permisibles; en caso contrario quedan
prohibidos hasta que se ofrezca el ómer al año siguiente.
8. Podían recoger la cosecha (antes de ofrecer el ómer) en los campos de
regadío, pero no se podían hacer montoneras. Las gentes de Jericó recogían la
cosecha con consentimiento de los sabios, pero no amontonaban con el agrado
de )os sabios. Sin embargo, los sabios no lo reprobaron 175 • Estaba pennitido
segar (cereales) verdes y darlos como pienso a los animales. R. Yehudá dice:
¿Cuándo? Cuando han despuntado sin alcanzar todavía el tercio (de su desarro-
llo). R. Simeón enseña: También se puede recoger y darlo como forraje incluso
después de haber alcanzado el tercio de su crecimiento.
9. Se puede segar si es necesario para una plantación, o para un estaciona-
miento de luto 176, o para evitar el paro de la casa de estudio. Pero no se hacían
haces, sino que se depositaban en pequeños fajos. El precepto del ómer es
de ofrecerlo sacado del grano todavía en pie 177 • Si no se encuentra, se puede
ofrecer de grano seco. El precepto es traerlo del grano fresco, pero si no se en-
cuentra, se ofrece del seco. El precepto es recogerlo de noche, pero sí se recoge
de día, es válido. (La siega del ómer) desplaza al sábado.
CAPiTULO 11
a. y no desplazaban al sábado)
180. Por consiguiente, tenían que ser amasados el día anterior al sábado eri caso de
comcidencía,
J8l. Lugar cercano al monte del Templo.
182. Lv 6, 21.
183. Cf. Shab I 9, 2; Pes 6, 2.
184. Salientes eo los extremos.
J85. Palabras mnemotécnicas que señalan respectivamente a través del valor numérico
de las letras las medidas de los dos panes (7, 4, 4) y de los panes de la proposición (10, 5, 7}.
186. Ex 25, 30.
187. Cf Ex 25, 23.
707 Oblaciones - menajot Men 11, 6-8
188. Lv 24, 7.
l89. Nm 2, 20. En este verso, la preposición 'al significa <tjunto». Asimismo, según Abá
Saúl, en Lv 24, 7, la preposición 'al significa <~unto» (<tjunto a cada grupo») y no «sobre».
190. Los doce panes de la proposición eran colocados en dos grupos.
191. Es decir, entre el este y el oeste, excepto el arca, que estaba entre el norte y el sur.
192. La sala que precedía al Santo de los Santos.
193. Ex 25, 30.
194. Nm29, 11.
195. Debido a que a causa del sábado no podía ser cocinado.
J 96. Porque las cucharadas no han permanecido siete días sobre la mesa; los panes no
pueden ser comidos por los sacerdotes.
Men 11, 9-12, 2 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 708
minable, al remanente y a lo impuro 197 • Sí los panes y las dos cucharadas han
sido colocadas en sábado, en caso de que se quemen las cucharadas después del
sábado no es válido, pero no se incurre por causa de ellos en la pena debida a ¡0
abominable, al remanente y a lo impuro. Si los panes y las cucharadas fueron
colocados después del sábado", en caso de que se quemen las cucharadas en sá-
bado, no es válidob. ¿Cómo se debe hacer? Las deja hasta el sábado siguiente19s
pues aunque estén muchos días en la mesa no tiene importancia 19?_ '
9. Los dos panes tenían que ser comidos no antes del segundo día ni más
allá del tercero200 • ¿De qué manera? Sí eran cocidos en la vigilia del día festivo,
eran comidos en el día festívo 2º1, es decir, el segundo día. Pero si el día festivo
caía en el día siguiente al sábado, eran comidos en el día tercero. Los panes de
la proposición tenían que ser comidos no antes del día noveno (de su cocción)
ni más allá del día undécimo. ¿De qué manera? Si habían sido amasados el vier-
nes, eran comidos el sábado (dela siguiente semana), es decir, el día noveno; si
un día festivo coincidía con la vigilia del sábado, se comían al décimo día; si los
días festivos del año nuevo caían (en un viernes), eran comidos el día undéci-
mo. (Su cocción) no desplaza ni al sábado ni al día festivo. Rabán Simeón ben
Gamaliel afuma, en cambio, en nombre de R. Simeón, hijo del prefecto, que (su
cocción) desplaza al día festivo, pero no al día de ayuno 202 •
CAPirnLO 12
1. Las oblaciones y las libaciones, que han contraído impureza antes de ser
apartadas en el recipiente (litúrgico), pueden ser rescatadas, pero, después de
haber sido santificadas en el recipiente (sagrado), no pueden ser redimidas 203 •
Aves, leña, incienso y objetos litúrgicos no pueden ser rescatados 20 4, ya que la
norma del rescate se aplica sólo al «ganado».
2. Si uno dice: <<11e obligo a ofrecer una oblación a la sartén» 2º5 y la ofrece
a la parrilla 206 , o «a la parrilla>> y la trae a la sartén_, lo ofrecido, ofrecido queda,
pero él no cumple con su oblígación. Sin embargo, si dice: (<Me obligo a ofre-
cer esta (harina) como obligación a la sartén» y la ofrece a la parrilla, o <<a la
parrilla» y la ofrece a la sartén, es inválida. Si dice: «Me obligo a traer dos dé-
ciroas en un solo recipiente}> y las trae en dos, o «en dos recipientes» y las trae
en uno, Jo ofrecido, ofrecido queda, pero él no cumple con su obligación. Sin
ernbargo, si dice: «Me obligo a traer estas (dos décimas) en un solo recipiente»
y las trae en dos, o <<en dos recipientes» y las trae en uno, no son válidas. Si
dijese: «Me obligo a ofrecer dos décimas en un solo recipiente» y las ofrece en
dos, y le dijeren: ,<Hiciste voto de ofrecerlas en un solo recipiente», en caso de
que las ofrezca en un solo recipiente, son válidas; si las ofrece en dos, no son
válidas. Si dijese: «Me obligo a ofrecer dos décímas en dos recipientes» y las
trae en uno, en caso de que le dijeren: «Hiciste voto de traerlas en dos recipien-
tes>>, si las ofrece en dos recipientes, son válidas. Si en cambio las pone en un
solo recipiente, son como dos oblaciones que se hubieran mezclado.
3. Si uno dice: «Me obligo a ofrecer una oblación de cebadai>, tiene que
ofrecerla con harina de trigo 207 . Sí dice: «Harina», ha de ofrecer flor de harina.
Si dice: «Sin aceite ni incienso», ha de ofrecerla con aceite e incienso. Sí dice:
«Media décima», ha de ofrecer una décima entera. Si dice: «Una décima y me-
dia», ha de ofrecer dos. R. Simeón, en cambio, lo declara libre, ya que no hizo
su oferta voluntaria a la manera que suelen hacerla los oferentes voluntarios.
4. Cualquiera puede ofrecer como oferta voluntaria una oblación de sesen-
ta décimas y presentarlas en un solo recipiente. Si dice: «Me obligo a ofrecer
sesenta y una (décimas)», ha de presentar sesenta en un recipiente y una dé-
cima en otro recipiente, ya que de ese modo ofrecía la comunidad sesenta y
Wla (décimas) el primer día festivo de la fiesta cuando caía en sábado 208 y al
individuo privado le basta con una menos que la comunidad. R. Simeón hace
la observación: ¿Acaso no eran unas para los toros y otras para los corderos,
sin que se pudieran mezclar unas con otras? 209 Antes bien, porque sólo hasta
sesenta pueden mezclarse 21 º. Le dijeron: Sesenta pueden mezclarse y sesenta y
una ¿no pueden mezclarse? Les contestó: En todas las medidas de los sabios es
así: en cuarentaseás (de agua) 211 se puede hacer la inmersión, pero en cuarenta
seás (de agua) menos un kartov 212 no se puede hacer la inmersión. Nadie puede
hacer una oferta voluntaria de un log (de vino), de dos o de cinco, sino que ha
de ofrecer tres o cuatro o seis o más de seism.
5. Se puede ofrecer como oferta voluntaria sólo vino, pero no sólo aceite.
Esta es la opinión de R. Aquiba. Según R. Tarfón, en cambio, puede ofrecerse
como ofrenda voluntaria sólo aceite. R. Tarfón razonaba del siguiente modo: del
mismo modo que encontramos que en lo concerniente al vino se puede ofrecer
a título obligado y a título voluntario, del mismo modo el aceite puede ofrecer-
se a título obligatorio y a título voluntario. Le contradecía R. Aquiba: De ningu-
na manera, si puedes afirmar eso del vino, que se puede ofrecer en sí mismo a
tínilo obligatorio, ¿vas a decirlo del aceite que no se puede ofrecer en sí mismo
a título obligatorio? Dos personas no pueden ofrecer como ofrenda voluntaria
una décima (de harina) conjuntamente21 4, pero sí pueden ofrecer volunta.riamen-
te un holocausto o un sacrificio pacífico o, cuando son aves, una sola pieza215 •
CAPÍTULO 13
220. Se ofrecían ciento cuarenta log el primer día de la fiesta de los Tabernáculos cuan-
do caía en sábado.
221. Lo mínimo para cumplir con la obligación (Lv 1, 14).
222. Incluyendo también las oblaciones.
223. Recuérdese que la mina valía cien denarios y una selá cuatro.
224. Ya que se había obligado a un animal determinado y que a causa del defecto cor-
poral no es ya apto para el sacrificio.
Men 13, 10-11 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 712
Si dice: «Estos dos bueyes queden destinados para holocaust0>l y resulta que
se hacen defectuosos, si quiere, puede ofrecer por el dinero que con ellos ob-
tenga un solo buey. Rabí declara esto prohibido. Si dice: «Este camero sea
holocausto» y resulta que se hace defectuoso, si quiere, puede ofrecer por el
dinero que con él obtenga una oveja. Si dice: «Esta oveja sea holocausto» y
resulta que se hace defectuosa, si quiere, puede obtener con el precio por ella
logrado un camero. Rabí, en cambio, Jo declara prohibido. Si uno dice: <,Una
de mis ovejas sea santa», o: «Uno de mis bueyes sea santo» y tiene dos, el más
grande' de cada se ha de considerar como santo; en caso de que tenga tres, se
ha de considerar como destinado al Templo el intermedio de cada. Si dice:
«Especifiqué, pero no sé ahora qué especifiqué», o si dice: «Mi padre me dijo,
pero no sé qué"», el mayor de ellos se ha de considerar santo.
1O. Si uno dice: «Me obligo a ofrecer un holocausto», lo ha de ofrecer en
el Templo. Si lo ofrece en el templo de Oruas 225 , no cumple con su obligación.
Si dice: «Lo ofreceré en el templo de Onías», ha de ofrecerlo en el Templo (de
Jerusalén), pero si lo ofrece en el templo de Onías, cumple con su obligación.
R. Simeón dice: Esto no es holocausto. Si uno dice: «Me obligo al nazireat@,
ha de ofrecer el sacrificio del corte del cabello en el Templo y si lo ofrece en el
templo de Onías no cumple con su obligación. Pero si díce: «Haré el sacrificio
del corte del cabello en el templo de Onías», ha de hacerlo en el Templo (de
Jerusalén), aunque si lo hace en el templo de Onías cumple con su obligación.
R. Simeón dice que el tal no es nazir. Los sacerdotes que hayan ministrado en
el templo de Onías no pueden ministrar en el Templo de Jerusalén y no es ne-
cesario decir nada de los que hayan ministrado a cualquier otra cosa226 , puesto
que está escrito: Pero los sacerdotes de los altos no subirán al altar del Señor
en Jerusalén, aunque sí pueden comer los panes ácimos con sus hermanos 227,
es decir, son considerados como (sacerdotes) poseedores de un defecto que
pueden recibir su parte de comida, pero que no pueden ofrecer sacrificios.
11. Del holocausto del ganado se dice un fuego de grato olor 128 , y de1 ho-
locaustoc de aves se dice también un fuego de grato olor 129 , y de la oblación un
fuego de grato olor 230, para enseñar que es lo mismo que un hombre ofrezca
mucho o poco con tal que el pensamiento del hombre esté dirigido a Dios.
CAPÍTULO 1
1. De los excluidos.
Hui l. 2-6 Orden quinto: Cosas sagradas - qodoshim 714
2. De modo que puedan testificar que el degüello tuvo lugar según las normas.
3. Como la carne de un animal muerto por sí mismo.
4. Hacíéndose reo de la pena de exterminio si lo hizo deliberadamente (Ker 1, 1).
5. Excepto los señalados en 1, L
6. Incluso la noche.
7. Fijados en la quijada de un animal muerto, dado que entre los dientes hay huecos.
8. Se refiere a la vaca roja (N m 19).
9. La vaca debe ser sacrificada por degüello, mientras que la ternera por desnucamiento.
JO. Los sacerdotes no tenían límite de edad en su ministerio, mientras que los levitas sí
(Nm 4, 23: 8, 23-26).
11. Un recipiente de barro permanece puro si sólo ha tenido un contacto externo con algo
impuro, mientras que cualquier otro recipiente contrae impureza.
12. Los otros recipientes sólo contraen impureza por contacto, mientras que los reci-
pientes de barro la pueden adquirir sin contacto.
715 Profanos - julin Hui l, 7-2, 1
CAPÍTULO 2
1. Si uno degüella (cortando) uno ( de los conductos )n del pájaro o los dos
de una bestia, el degüello es válido. La mayor parte de cada uno es como si
fuera el todo. R. Yehudá dice: Sólo cuando corta las arterias 23 • Si corta sólo la
mitad (de uno de los dos conductos) en el ave o uno y medio en la bestia, el
degüello no es válido. Pero si corta la mayor parte de uno en el ave y la mayor
parte de los dos en la bestia, el degüello es valido.
a. y hace inválido el baño ritual] b. y no hace inservibles las aguas del baño ritual]
c. toque de so/ar + ¿De qué manera?
13. Los utensilios de madera sólo contraen impureza cuando tienen una cavidad, no así
los de metal (Kel 15, 1). Por el contrario, los utensilios de madera no terminados contraen
impt1reza; los de metal, no.
14. Se logra vertiendo agua sobre la uva ya exprimida.
15. Segundo diezmo.
16. Miqw 7, 2.
17. Sheq !, 7.
18. Ket 3, 8.
19. Yeb 13, lss.
20. Que señala la terminación del sábado.
21. La forma usual de la bendición dice: «Bendito seas tú ... que baces distinción entre
lo santo y lo profano».
22. Esófago y tráquea.
23. Según el Talmud, esta afirmación de R. Yehudá se refiere a la inmolación de las aves.
Hui 2, 2-6 Orden quinto: Cosas sc,gradas - qodashim 716
2. Sí uno degüella dos cabezas de una sola vez, el degüello es válido. Si dos
agarran el cuchillo y degüellan el animal, aunque sea uno por la paiie de arriba
y otro por la parte de abajo, el degüello es válido.
3. Si uno quita la cabeza de un solo golpe, (el degüello) no es válido. Si
mientras degüella quita la cabeza de un solo golpe, en caso de que el cuchillo
sea tan largo como lo ancho del pescuezo, (el degüello) es válido. Sí mientras
degüella arranca dos cabezas de un solo tajo, en caso de que el cuchillo sea tan
largo como lo ancho del pescuezo, (el degüello) es válido. ¿Cuándo se apli-
ca esto? Cuando (el cuchillo corta) hacia delante sin volver atrás o hacia atrás
sín volver adelante, pero (si el cuchillo corta) haciendo un movimiento en una
dirección y en la contraria, aunque sea peque:fio, aunque sea un escalpelo, (el
degüello) es válido. Si el cuchillo cayó (por sí mismo) y degolló (al animal), a
pesar de que lo haya degollado según el modo acostumbrado, (el degüello) no
es válido, pues está escrito: Lo sacrificarás ... y lo comerás 2 4, esto es, lo que tú
sacrifiques es lo que comerás. Si le cayó el cuchillo y lo levantó, o si se le caye-
ron sus vestidos y los alzó, o si estuvo afilando el cuchillo y se cansó y vino otro
y lo degolló, sí el retraso fue tanto como el que dura un degüello, no es válido.
R. Simeón dice: Si se retrasó tanto como el tiempo que dura el examen25 •
4. Si le ha cortado el esófago y arrancado la tráquea, o si ha cortado la trá-
quea y arrancado el esófago, o si ha cortado uno de ellos y luego ha esperado a
que el animal muera, o si ha sepultado el cuchillo debajo del segundo (conduc-
to) y luego lo arranca, R. Yesebav dice que es carroña. R. Aquiba díce que es
despedazado26 . R. Yesebav dio una norma general en nombre de R. Josué: Todo
animal que se hace inservible por el degüello se considera como canoña, y to-
do aquel que ha sido degollado convenientemente, pero que ha devenído inser-
vible por otro motivo, se considera despedazado. R. Aquiba coincide con él.
5. Sí uno degüella animales domésticos, o selváticos, o aves y no sale de
ellos sangre, se consideran como servibles y se pueden comer sin lavado previo
de manos, ya que no adquirieron su validez a través de la sangre 27 • R. Simeón
afirma que adquirieron su validez a través del degüello.
6. Si uno degüella a un animal que está a punto de morir, Rabán Simeónª
ben Gamaliel dice que (no es servible para comida) en tanto no dé una sacudida
con la pata delantera y con la pata trasera. R. Eliezer, en cambio, declara que
es suficiente con que (la sangre) borbote. R. Simeón afinna que si uno dego-
lló al animal de noche y al día siguiente al alzarse encuentra las paredes lle-
nas de sangre, es servible, porque (la sangre) borbotó, conforme a la nonna de
R. Eliezer. Los sabios, en cambio, dicen (que no es servible como alímento) en
tanto no sacuda la pata delantera o la pata. trasera o en tanto no mueva la cola.
a. Simeón]
24. Dt 12, 21.
25. Que se ha de hacer al cuchillo.
26. Terefá.
27. Maksh 6, 4; Lv 11, 34.
717 Profanos - julín Hui 2, 7-10
Esto vale tanto para las bestias pequeñas como para las grandes. Si una bestia
pequeña (en el degüello) estira_ la pata d~lantera, pero no l_a vuelve ª?'ás, es
inservible, ya que esto no es mas que el signo de haber expirado. ¿Cuando se
aplica esto? Cuando el animal está cogido por la enfe1medad, porque si goza
de salud, aunque no se den ninguno de estos signos, es servible.
7. Si uno degüella un animal para un gentil, el degüello es válido. R. Elie-
zer, en cambio, lo declara inválido. R. Eliezer afirma que incluso si degolló el
animal para que el gentil comiese sólo el diafragma, es inservible, porque de
modo general el pensamiento del gentil está düigido al ídolo 28 • R. Yosé argu-
mentaba, usando un raciocinio de lo menor a lo mayor: si aquello en lo que la
intención puede hacerlo inválido, a saber, en los sacrificios de animales, todo
se regula por aquel que realiza el acto, ¿no habrá que inferir que en aquello
donde la intención no inválida, a saber, en el degüello de animales profanos,
todo se ha de regular por aquel que realiza el degüello?
8. Si uno degüella un animal en honor de los montes, o de las colinas, o
de los mares, o de los ríos, o de los desiertos, su degüello no es válido. Si dos
aga.irnn el cuchillo y degüellan, uno de ellos por alguna de estas cosas y el otro
por algo admisible, el degüello no es válido.
9. No se puede degollar un animal dentro del mar, o del río, o de un reci-
piente29, pero sí se puede degollar dentro de una zanja con agua o en un bar-
co sobre un recipiente10 . No se puede degollar el animal de ninguna manera
dentro de una fosa, pero está pennitido hacer una fosa en la propia casa para
recoger en ella la sangre11 . Sin embargo, no se puede hacer así en la calle, pa-
ra no afianzar a los herejes (en sus prácticas)32 .
10. Si uno degüella un animal a título de holocausto, o de sacrificio pacífi-
co, o de sacrificio de reparación por culpa dudosa31 , o a título de sacrificio pas-
cual, o de acción de gracias, el degüello no es válido. R. Símeón, en cambio, lo
declara válido. Si dos agarran el cuchillo y degüellan el animal, mientras que
el uno lo hace por uno de estos títulos y el otro por título permitido, el degüello
no es válido. Si uno degüella un animal (profano, fuera del Templo) a título de
sacrificio por el pecado, o a título de sacrificio de reparación por culpa cierta,
o a título de sacrificio del primogénito, o a título del diezmo (del ganado), o a
título de sacrificio de sustitución, el degüello es válido. Esta es la norma ge-
neral: Si el animal es degollado a nombre de lo que puede ser objeto de voto o
de ser ofrecido como ofrenda voluntaria, no es válido; pero, si es degollado a
nombre de lo que no puede ser objeto de voto o de ser ofrecido como ofrenda
voluntaria, es válido.
CAPÍTULO 3
CAPÍTULO 4
1. Si una bestia tiene dificultades en el parto y la cría saca una pata y luego
la vuelve a meter, (la cría) puede ser comida 47 . Si saca la cabeza, a pesar de
que la vuelva a meter, se considera como nacida. Si la cría es descuatiizada
mientras todavía está en el vientre de la madre, puede ser comida 48 • Pero si
se descuartiza el bazo o los riñones 49 , queda prohibida su comida. Esta es la
norma general: Cuando se trata de algo que pertenece al propio cuerpo, queda
prohibido; cuando no pertenece al propio cuerpo, queda permitido.
5. Si uno degüella una bestia y encuentra en ella una cría de ocho meses
viva o muerta o de nueve meses muerta, la puede desgarrar para que fluya su
sangre 59 • Si encuentra (en el vientre de la bestia) una cría viva de nueve meses,
tiene que ser degollada y quebranta el precepto de la madre con su cría60 . Tal es
la opinión de R. Meír. Los sabios, en cambio, afimian que la inmolación de la
madre la purifica. R. Simeón de Sezur dice que incluso aunque tuviese ocho"
años y arase la tierra, la inmolación de la madre la purifica. Si el animal fue
desgarrado y se encuentra en su vientre una cría de nueve meses viva, ha de ser
degollada, ya que la madre no fue degollada.
6. Si a una bestia le han sido cotiadas las patas desde las rodillas hacia aba-
jo, es servible; por encima de las rodillas, no es servible. Igualmente si le fue
quitada la conjunción de los nervios. Si se le ha roto el hueso, pero se mantiene
la mayor parte de la carne, la inmolación lo hace puro; en caso contrario, el
degüello no lo hace puro.
7, Si uno degüella una bestia y encuentra en ella la placenta, puede comerla
si está dotado de naturaleza robusta61 • En todo caso, aquélla no contrae impu-
reza, ni la impureza de los alimentos, ni la impureza de la carroña62 . Si uno la
considera como alimento, puede contraer la impureza de los alimentos, pero
no la de la carroña. Si sólo salió afuera una parte de la placenta63 , no puede ser
comida. La placenta es la señal de una criatura en una mujer y de una cóa en
la bestia hembra. Si una bestia que pare por primera vez expulsa la placenta
en parto abortivo, ésta ha de ser arrojada a los peiros; si es de animal consagra-
do, se entiena. Pero no se puede enterrar en un cruce de caminos ni colgar de
un árbol al estilo de los amorreos64 .
CAPÍTULO 5
a. ocho: cinco
59. Se puede comer, pero no su sangre.
60. La cría no puede ser inmolada en el mismo día que es degollada la madre.
61. Si no le produce repugnancia. Cf. Men 11, 7; AZ 2, 5.
62. No se considera ni alimento ni came.
63. Antes de degollar a la bestia-madre.
64. Prácticas supersticiosas para evitar nuevos abortos.
65. Cf. Lv 22, 28; se discute si otó se refiere sólo a la madre o también a! padre.
66. Por haber transgredido un precepto negativo.
Hui 5, 2-3 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 722
de exterminio61 y los dos son inválidos y por los dos se hace sujeto de la pena
de los cuarenta azotes. Si son animales profanos y son inmolados en el interior
(del atrio del Templo), los dos son inservibles y por el segundo queda sujeto
al castigo de los cuarenta azotes. Si son animales santos, que degüella en el
ínterior ( del atrio del Templo), el primero es válido y por razón de él no se hace
culpable, pero por el segundo incune en la pena de los cuarenta azotes y (su
carne) no es servible.
2. Si uno es animal profano y el otro consagrado (y los degüella) fuera (del
Templo), el primero es servible y por razón de él no es culpable, pero por el se-
gundo queda sujeto al castigo de los cuarenta azotes, y (su carne) no es servible.
Si uno es animal consagrado y el otro profano y los degüella (fuera del atrio del
Templo), por el primero incurre en la pena de extennínio y (su carne) no es ser-
vible; el segundo, en cambio, es servible y por ambos queda sujeto al castigo de
los cuarenta azotes. Si uno es animal profano y el otro animal consagrado y (los
degüella) dentro (del atrio del Templo), ambos son inservibles y por el segundo
se hace sujeto al castigo de los cuarenta azotes. Sí uno es animal consagrado y el
otro animal profano y (los degüella) dentro (del atrio del Templo), el primero es
servible y por razón de él no es culpable, pero a causa del segundo queda sujeto
al castigo de los cuarenta. azotes y éste no es servible. Si son animales profanos
y a uno lo degüella fuera (del atrio del Templo) y a otro dentro, el primero es
servible y por razón de él no es culpable, pero por el segundo queda sujeto al
castigo de los cuarenta azotes y no es servible. Si son animales consagrados y
degüella a uno fuera ( del atrio del Templo) y al otro dentro, por razón del pri-
mero incurre en la pena del extenninio, los dos son inservibles y por razón de
los dos queda además sujeto al castigo de los cuarenta azotes. Si son animales
profanos y degüella a uno en el interior (del atrio del Templo) y a otro en el
exterior, el primero es inservible, aunque por razón de él no es culpable, pero
por razón del segundo incurre en el castigo de los cuarenta azotes; sin embargo,
éste (el segundo) es servible. Si son animales consagrados y degüella a uno en
el interior (del atrio del Templo) y al otro en el exterior, el primero es servible y
por razón de él no es culpable; sin embargo, por razón del segundo queda sujeto
al castigo de los cuarenta azotes y éste no es servible.
3. Si uno degüella un animal y resulta que es «despedazado», o si uno de-
güella un animal con fines idolátricos, o si degüella la vaca (roja) del sacrificio
expíatorio 68 , o un buey que había de ser apedreado60 , o un ternero que había
de ser desnucado" 7º, R. Simeón lo declara absuelto, mientras que los sabiosb
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
5. Si el nervio femoral ha sido cocido con otros nervios87 , (ha de ser remo-
vido) cuando es identificable y (en el resto decide) aquello que da sabor18 ; si no
es reconocible, todos quedan prohibidos. El caldo queda prohibido (si el nervio
femoral) le comunicó su sabor. Lo mismo' se aplica a un trozo de carne que sea
carroña o a un trozo de pescado impuro que ha sido cocido con otros trozos;
si son identificables, (han de ser removidos y el resto queda prohibido) si le
han comunicado el sabor; sí no son identificables, todos quedan prohibidos. El
caldo ( queda prohibido) si le han comunicado el sabor.
6. (El precepto de no comer el nervio femoral) tiene vigencia con los ani-
males puros, pero no con los impuros. R. Yehudá, en cambio, afirma que tam-
bién rige para los animales impuros. R. Yehudá argumenta así: ¿Acaso no está
prohibido el nervio femoral desde (el tiempo) de los hijos de Jacob cuando los
animales impuros todavía les estaban permitidos? Le replicaron: (El precepto)
fue dado en el Sinaí, pero fue puesto por escrito en su luga1.a 9•
CAPÍTULO 8
sabor de la leche a toda la olla, todo• queda prohibido. Las mamas de la hembra
han de ser cortadas y la leche (que en el las se encuentre) extraída, pero si no son
cortadas, no se quebranta el precepto. El corazón debe ser también cortado y su
sangre extraída, pero si no es cortado, no se quebranta el precepto 94 • Si uno sirve
a la mesa carne de ave junto con queso, no quebranta el precepto negativo.
4. Está prohibido cocer carne de un animal puro en la leche de un animal
puro, así como sacar de ello cualquier beneficio. Pero está pennitido cocer carne
de animal puro en leche de animal impuro o carne de animal impuro en leche de
animal puro, así como sacar beneficio de ello. R Aquiba dice: Las bestias sal-
vajes y los volátiles (no están incluidos en la prohibición) según la Torá, puesto
que está escrito tres veces 95 : No cocerás el cabrito en la leche de su madre h, co-
mo para excluir de modo especifico las bestias salvajes, las aves y los animales
impuros. R Yosé el Galileo dice: Está escrito: No comeréis carroña alguna 96 , y
está también escrito (en el mismo verso): No cocerás al cabrito en la leche de su
madre. Por lo tanto, lo que está prohibido por ser cao-oña está también prohibido
cocerlo con la leche (de la madre). De ahí que si el ave está prohibida bajo la
ley de la carroña, ¿no quedará prohibida cocerla con la leche? Pero la Escritura
dice: Con la leche de su madre, quedando, por consiguiente, excluidas las aves,
ya que en éstas no se da lo de la leche de su madre.
5. (El cuajo de leche que se encuentra) en el estómago (de un animal inmo-
lado) por un gentil o (hallado en el estómago) de un animal considerado carro-
ña, está prohibido. Si uno cuaja la leche con la piel del estómago de un animal
servible97 , en caso de que (la leche) le comunique el sabor, está prohibido. (Si el
cuajo de leche se encuentra en el estómago de un) animal válido que succionó
(la leche) de un animal «despedazadm,98 , queda prohibido. (Si se encuentra en
el estómago) de un animal despedazado que succionó (la leche) de un animal
valido, está permitido, porque se encuentra almacenado en sus entrañas.
6. Hay mayor severidad con la grasa que con la sangre y mayor severidad
con la sangre que con la grasa. Mayor severidad con la grasa, ya que la grasa
está sujeta a la ley del sacrilegio99 y a causa de ella se puede hacer uno culpable
por razón de lo abominable, del remanente y de lo impuro'ºº. No ocurre esto
con la sangre. Mayor severidad con la sangre, ya que (la ley que prohíbe) la
sangre 1º1 tiene vigencia con el ganado, con la bestias salvajes y con las aves, ya
sean impuros o puros, mientras que (la ley que prohíbe) la grasa1º2 sólo tiene
vigencia con el ganado puro.
CAPÍTIJLO 9
l. La pieli 03 , el jugo (de carne) 1º4, los sedimentos 105 , la chicha reseca, los
huesos, los nervios, los cuernos, las pezuñas, se unen (para formar la cantidad
que es suficiente) para transmitir la impureza de los alimentos 1°6, pero no la de la
impureza de la carroña. De igual manera, si uno degüella un animal impuro para
un gentil y aquél sacude todavía (sus extremidades), comunica la impureza de
los alimentos 1°7, pero no la de carroña, en tanto no muera o se le corte la cabeza.
Son, pues, más numerosos los casos en los que hay comunicación de la impure-
za de los alimentos que la de la caiToña. R. Yehudá afirma que si se reúne chicha
reseca de modo que haya en un lugar tanta como la cantidad de una aceituna, se
puede hacer uno culpable a causa de ella.
2. De los siguientes (animales) su piel es considerada como su camelos:
la piel del hombre, la piel de un cerdo doméstico, (R. Yosé díce: También la
de un jabalí), la piel de la jiba de un camello joven, la piel de la cabeza de
un ternero joven, la piel de las uñas, la piel de la pelvis 109, la piel de un feto,
la piel que se encuentra debajo de la cola, la piel del erizo, del camaleón, deÍ
lagarto y del lución. R. Yehudá afirma: El lagarto es como la comadreja. En
caso de que estas pieles hayan sido trabajadas o que se haya pasado tanto por
encima de ellas para ponerlas a punto, se consideran puras, a excepción de la
piel humana. R. Yojanán ben Nurí dice que la ptel de los ocho reptiles 11 º se
considera como piel.
3. Si uno despelleja a un animal, sea ganado o animal salvaje', puro o im-
puro, grande o pequeño, para hacer de la piel un cobertor, basta cuanto es sufi-
ciente para cogerla con la mano 111 • Si lo hace para fabricarse un pellejo, hasta
que no despelleje el pecho. Si ha comenzado el despellejo por las patas, toda
(la piel) es solidaria en la impureza, tanto para recibir la impureza como para
comunicarla. Respecto a la piel del pescuezo dice R. Yojanán ben Nurí que no
es solidaria, mientras que los sabios afirman que es solidaria en tanto no sea
despellejada totalmente.
4. Si una piel tiene ligada a ella tanta carne como la cantidad de una acei-
tuna, quien tocare alguno de sus filamentos que se desprenden de ella o alguno
de los pelos de la parte contraria es impuro. Si hay ligados a ella dos trozos de
a. salvaje + o un ave
103. Cuando queda prendido a la piel un trozo de carne menor del tamaño de un huevo.
104. Que suelta ésta al cocer o al asar.
105. Que quedan en el fondo de la olla.
106. Los alimentos impuros comunican la impureza cuando alcanzan al menos la can-
tidad como de un huevo. La carne que se encuentra adherida a estos elementos se une para
fonnar la cantidad de un huevo.
107. En caso de haberse hecho impuro a través del contacto con algo impuro.
108. Para transmitir la impureza.
109. De llil animal.
110. Lv 11, 29.
111. Cuando alcanza ese tamaño mínimo, es decir, dos palmos, ya no se considera li-
gada a la carne.
729 Profanos -julín Hui 9, 5-8
carne del tamaño de media aceituna cada uno, comunica' impureza en su trans-
porte, pero no con su tocamiento. ~s~ es la opinión de R. Ismael. R. Aquiba,
en cambio, afirma (que no transmite impureza) m con el transporte m con el
tocamiento. Sin embargo, R. Aquiba reconoce que, si uno clava con una astilla
los dos trozos de carne del tamaño cada WlO de media aceituna y los remueve,
es impurob. ¿Por qué R. Aquiba declara puro (a qui.en toca o transporta) la piel?
Debido a que la piel los anula 112 •
s. Si uno toca el hueso femoral de un cadáver o el hueso femoral de un
animal consagrado, ya esté íntegro o agujereado, deviene impuro. Si uno toca
el hueso femoral de un animal considerado carroña o el hueso femoral de un
reptil, en caso de que estén íntegros, permanece puro; en caso de que estén
agujereados, comunican impureza a través del contacto. ¿De dónde sabemos
que también comunican impureza con su transporte? Porque dice la Escritura:
El que toca y el que transporta 113 , es decir, lo que entra dentro de la norma del
tocamiento entra dentro de la norma del transporte y lo que no entra dentro de
ta norma del tocamiento no entra dentro de la norma del transporte.
6. El huevo de un reptil, ya desarrollado II 4, es puro. Pero si está agujerea-
do, por mínimo que sea, es impuro. Si uno toca al ratón°, que es mitad carne y
mitad tierra I1 \ en caso de que toque la carne, deviene impuro; sin embargo, en
caso de que toque la tierra, permanece puro. R. Yehudá afinna que también el
que toca a la tierra que está frente a la carne deviene impuro.
7. El miembro o la carne de un animal doméstico II6 que penden de él I17
comunican la impureza de los alimentos mientras están en su lugar y necesitan
ser primero habilitados (para recibir la impureza) II '. Si el animal es inmolado,
son habilitados por la sangre. Esta es la opinión de R. Mefr. R. Simeón dice
que no son habilitados. Si el anímal muere, la carne ha de ser habilitada (para
poder recibir la impureza): el miembro (que está colgado del animal) transmite
impureza por razón de ser el miembro de un ser vivo, pero no por razón de ser
el miembro de un animal carroña. Esta es la enseñanza de R. Meír. R. Simeón,
en cambio, lo declara puro.
8. El miembro o la carne de un hombre que penden de él son puros. Si el
hombre muere, la carne es pura; el miembro transmite impureza a título de ser
miembro de un ser vivo, pero no a título de ser miembro de un cadáver. Esta en
la enseñanza de R. Meír. R. Simeón, en cambio, lo declara puro.
CAPÍTULO 10
1. La ley de la espalda, las quijadas y el cuajar 119 vige tanto en Israel como
fuera de Israel, durante la existencia del Templo y después del Templo, con los
animales profanos, pero no con los consagrados. En realidad se podría argu-
mentar: si con los animales profanos, sobre los que no hay obligación de dar
el pecho y la pierna 120 , se está sujeto a estas donaciones, ¿no habrá que inferir
que con los anímales consagrados, sobre los que hay obligación de dar el pecho
y la pierna, se está sujeto (a estas tres) entregas? La Escritura, sin embargo,
dice: Se los daré a Aarón y sus hijos como estatuto eterno 121 , es decir, que no
le perteneceª más que lo que está prescrito.
2. Todos los animales dedicados aJ altar 122 , sí tienen un defecto duradero
antes de ser dedicados, pueden ser rescatados y quedan entonces sujetos a la
ley de los primogénítos 123 y de las entregas 124 y se hacen como los animales
comunes que pueden ser trasquilados y puestos a trabajar. Sus crías y su leche
quedan pemütídas para el uso común después de haber sido rescatados. Si uno
los degüella fuera (del atrio del Templo), no es culpable. No se les aplica la ley
de la sustítución 125 • Si mueren, pueden ser rescatados, a excepción del primo-
génito y del diezmo (del ganado ) 126 • Todos los anímales dedicados al altar que
han sido consagrados antes de tener el defecto, o que han recibido un defecto
pasajero antes de ser consagrados, o que después de la consagración ha surgido
en ellos un defecto estable y que han sido redimidos, están libres de la ley de
los primogénitos y de las entregas y no pueden, al igual que los animales pro-
fanos, ser trasquilados o empleados en el trabajo. Sus crías y su leche quedan
prohibidos incluso después de ser rescatados. Si uno los degüella fuera (del
attio del Templo), es culpable. Están sujetos a la ley del sustituto. Si mueren,
han de ser enterrados.
3. Si un primogénito 127 se mezcla entre cien (animales), en caso de que sean
degollados por cien personas, están éstas libres (de hacer las entregas) I28 • Pero
en caso de que sea una sola persona la que sacrifica a los ciento (uno), queda
a. no le pertenece: no te pertenece
119. Dt 18, 3. Todo el que sacrificaba un toro o una oveja tenía que entregar estas por-
ciones al sacerdote.
120. Partes entregadas a los sacerdotes de los sacrificios pacíficos (Lv 7, 31).
121. Lv7,34.
122. Dedicados al sacrificio o por cuyo rescate se ofrece un sacrificio.
123. Que sólo obliga a los animales profanos. En caso de que paran un animal primo-
génito macho tienen que entregarlo al sacerdote (Lv 18, 15-18).
124. Si el animal es sacrificado tienen que entregar al sacerdote la espalda, las quijadas
y el cuajar.
125. Lv 27, 10. Es decir, si es cambiado por otro animal, éste no es sagrado.
126. Lv 27, 32.
127. Que ha sido entregado a W1 sacerdote y éste, debido a que ha recibido un defecto,
al ser inhábil para el sacrificio, lo vende a un israelita.
128. Cada una de ellas puede alegar que degolló al primogénito que estaba libre de la
ley de las entregas.
731 Profanos -ju/in Hui I O, 4-11, 2
exenta ( de la ley de las entregas) sólo respecto a uno. Si uno degüella el animal
para un sacerdote o para un gentil, no está sujeto a la ley de las entregas. Si tiene
alguna participación con ellos, ha de señalarlo 129. Si él 130 dice: «Aparte de las
porciones de entrega)), aquél 131 queda exento de hacer las entregas. Si dicem:
«Véndeme los interiores de la vaca,> y entre ellos se encuentran las porciones
de la entrega, ha de darlas al sacerdote y no se quita nada del precio. Pero sí las
compró a peso, las entrega al sacerdote y se les descuenta del precio.
4. Si un prosélito se ha convertido al judaísmo y tiene una vaca, si ésta es
degollada antes de tener lugar su conversión, está exento (de la ley de las entre-
gas); en caso de que sea degollada después de la conversión, está obligado. Si
hay duda, no está obligado, porque quien demanda algo a su compañero debe
ofrecer primero las pruebas. ¿Qué se entiende por espalda? Desde el lugar de
la articulación de la rodilla hasta el omóplato de la pierna delantera, Esta es ((la
espalda» prescrita para el nazir 133 . La parte correspondiente en la piema trasera
se llama pierna. R. Yehudá dice: La pierna comprende desde la articulación
de la rodilla hasta el lugar de la ramificación (de muslos) de la pierna trasera.
¿Qué se entiende por quijadas? La parte comprendida desde la articulación de
la quijada hasta el primer anillo de la tráquea.
CAPÍTULO 11
1. La ley de las primicias de la lana del esquileo 134 tiene vigencia tanto en
Israel como fuera de Israel, tanto durante la existencia del Templo como des-
pués de él, con los animales profanos, pero no con los consagrados. Hay mayor
severidad (en la ley de la entrega) de la espalda, de las quijadas y del cuajar que
en la ley de las primicias de la lana del esquileo, ya que la ley de la espalda,
de las quijadas y del cuajar se aplica tanto aJ ganado vacuno como al lanar,
tanto si son muchos como si son pocos, mientras que la ley de las primicias del
esquileo se aplica sólo a las ovejas y sólo cuando son muchas 135 •
2. ¿Qué se entiende por muchas? La escuela de Samay dice: Dos ovejas,
puesto que está escrito: Cada uno mantendrá a una ternera y a dos ovejasn 6 •
La escuela de Hilel, en cambio, afirma: Cinco, puesto que está escrito: Cinco
ovejas adobadas 131 • R. Dosa ben Arquinasª dice: Si el esquileo de cinco ove-
a. ben Arquinas]
129.Para que sepan todos que uo sacerdote o un gentil tiene parte.
130.
El sacerdote o el gentil.
El israelita que hace la compra.
131.
132.Un israelita a otro.
133.Nm 6, 19.
134.Dt 18, 4.
135. El término .¡on (ganado lanar) es colectivo y se aplica siempre a varios individuos,
no a uno solo.
136. [s 7, 21.
137. 1 Sm 25, 18.
Hu! 12, l-3 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 732
jas cada una da mina y media (de lana), hay obligación de dar la primicia del
esquileo. Los sabios precisan: Cinco ovejas que dieren lo que dieren de lana.
¿Cuánto debe darle? 138 Un peso de cinco selás en Judea, que son diez selás en
Galilea; blanca, no sucia, de modo que pueda hacerse con ella un pequeño ves-
tido, tal como está escrito: le darás 139 ; debe haber tanta como para que pueda
ser considerada como un regalo. Si no tuvo tiempo de entregarle (las primicias
del esquileo) antes de teñirla, queda exento; pero si la ha blanqueado y no co-
loreado, queda obligado. Si uno compra lana de oveja a un gentil, está exento
de la ley de las primicias del esquíleo. Si uno compra la lana del esquileo a un
compañero, en caso de que el vendedor se quede con una parte, el vendedor
queda obligado; en caso contrario, es el comprador quien queda obligado. Sí
tenía dos especies de lanas, una oscura y otra blanca, si le vende la oscura, pero
no la blanca, o si le vende la de macho, pero no la de hembra, cada uno tiene
que entregar por su cuenta (las primicias del esquileo).
CAPÍTULO 12
l. La ley de dejar libre (la madre cuando se encuentra) un nido 140 tiene
vigencia tanto en Israel como fuera de Israel, tanto durante el Templo como
después de él, con los pájaros profanos, pero no con los consagrados. Hay
mayor severidad en la ley de cubrir la sangre que en la de soltar a la madre del
nido, ya que la ley de cubti.r la sangre se aplica tanto a las bestias salvajes como
a las aves, con aquellas que están cautivas como con aquellas que no lo están.
La ley de soltar a la madre del nido se aplica, sin embargo, sólo a las aves y
no tiene vigencia más que con aquellas que no están cautivas. ¿Cuáles son las
que no están cautivas? Por ejemplo, los gansos y las gallinas que anidaron en
el huerto, pero si anidaron en casa (como asimismo las palomas herodianas) 14 1,
está exento (de la ley) de soltar (a la madre del nido).
2. Si el pájaro es impuro, no se aplica la ley de soltar a la madre del nido. Si
es un pájaro impuro que está incubando los huevos de un pájaro puro o si es un
pájaro puro que está incubando los huevos de un pájaro impuro, tampoco tiene
vigencia la ley de soltar a la madre. Si se trata de una perdiz macho' 42 , R. Eliezer
declara que la ley obliga, mientras que los sabios afirman que no obliga.
3. Si la madre aletea y sus alas están tocando el nido, vige la ley de soltar
a la madre; pero en caso de que sus alas no toquen el nido, no vige la ley de
soltar a la madre. Si hay allí un polluelo solo o un huevo solo, se está obligado
a soltar a la madre, puesto que está escrito: un nido de pájaros, es decir, cual-
quier tipo de nido. Si hay allí polluelos que ya vuelan o huevos pochos, no se
aplica la ley de soltar a la madre, puesto que está escrito: La madre acostada
sobre los polluelos o sobre los huevos. Del mismo modo que los polluelos han
de ser aptos para vivir, así los huevos han de ser aptos para suscitar la vida,
excluyéndose, por tanto, los huevos podridos. Asimismo, del mismo modo que
los huevos necesitan de la madre (para ser fecundados), así los polluelos ne-
cesitan de la madre, quedando excluidos, por consiguiente, los polluelos que
ya pueden volar. Si se ha soltado a la madre y ésta vuelve, si se la suelta de
nuevo y otra vez retorna, incluso aunque se hiciera cuatro o cinco• veces, se
está obligado (a soltarla), ya que está escríto: Habrás de soltar (a la madre).
Si uno dice: «Yo me quedo con a la madre y suelto a los hijos», está obligado
a soltar (a la madre), porque esta escrito: Soltarás a la madre. Si uno agarra a
los polluelos y los vuelve al nido y luego retoma la madre junto a ellos, no esta
obligado a soltar (a la madre).
4. Si uno coge a la madre con los polluelos, según R. Yehudá se hace mere-
cedor de la pena de los cuarenta azotes, pero no queda obligado luego a soltar a
la madre. Los sabios, en cambio, afirman que ha de soltar a la madre y que no
incurre en la pena de los cuarenta azotes. Ésta. es la notma general: Por cual-
quier precepto negatívo, que lleva incluido otro positivo, no se quedaº sujeto a
la pena de los cuarenta azotes 143 •
5. Nadie debe tomar a la madre con los polluelos ni siquiera para purificar
a un Ieproso 144 • Si la Torá de un precepto tan insignificante del valor de un
isar 145 dice: Así te irá bien y prolongarás tus días 146 , ¿con cuánta mayor razón
no la va a decir de los preceptos más graves que hay en la ley?
Este tratado contiene las disposiciones sobre el primogénito del hombre y el ganado, y
asimismo sobre el diezmo del ganado (cf. Ex 13, 2; 11, 13; 22, 28s; 34, 19s; Lv 27, 26; Nm
3, J 3; 18, 15-18; Dt 15, 19-23; 14, 23; Neh 10, 37; Lv 27, 32). Básicamente se reducen a
estas: 1) Si una mujer, en su primer parto, da a luz un varón, el padre ha de rescatarlo entre-
gando cinco siclos de plata a un sacerdote a partir del trigesimoprimer día del nacimiento.
Si el padre es sacerdote o levita, o si la madre es hija de sacerdote o levita, el niño no tiene
que ser rescatado. 2) Si una hembra animal (vaca, oveja, cabra) en su primer parto tiene un
macho, el propietario deberá entregarlo al sacerdote a partir del trigésimo día, en caso de
ganado menor, o del quincuagésimo, si era ganado mayor. El sacerdote llevaba el animal
primogénito al Templo, lo ofrecía, y su carne era comida por los sacerdotes dentro de Je-
rusalén. Si el animal tenía un defecto que lo descalificaba para el altar, el sacerdote podía
disponer de él a su antojo. Desaparecido e! sacrificio, el primogénito ha de ser dejado libre
para el pasto hasta que contraiga un defecto (que lo invalidaría para el altar). Ese defecto
ha de ser verificado por un especialista o por tres personas expertas y fiables. Confirmado
el defecto, el animal puede ser degollado y comido o vendido. No se puede trasquilar a!
primogénito o emplearlo en trabajos, ni causarle defecto alguno. Las mismas disposicio-
nes vigen para los primogénitos de sacerdote o levita, que éstos no tienen que entregarlos
a otros sacerdotes o levitas. 3) Sí una bu1Ta pare por vez primera un macho, éste ha de ser
rescatado por el propietario entregando a un sacerdote un cordero o algo equivalente. Sí el
propietario no quiere rescatarlo, ha de desnucarlo. Mientras no tenga lugar el rescate, no
se puede sacar provecho alguno del animal. Estas disposiciones no se aplican a las crías de
sacerdotes y levitas. 4) De todas las crías de ganado vacuno, ovejas y cabras nacidas du-
rante el año se ha de apartar el diezmo. Antes de hacerlo, se puede disponer libremente de
las crías para la venta o el sacrificio. El diezmo de ganado se ofrecía como sacrificio en el
Templo, pero la carne pertenecía al propietario, que había de comerla dentro de Jerusalén.
Si el animal tenía defecto que lo hacía inepto para el altar, podía ser inmolado y comido.
No estaba permitido vender el animal del diezmo. Desaparecido el sacrificio, los rabinos
prohibieron el diezmo del ganado, para evitar que un animal destinado para el sacrificio
pueda ser inmolado füera del santuario o empleado en otros usos.
El tratado contiene nueve capítulos:
Cap. 1: Primogénito del asno.
Caps. 2-3: Primogénito de ganado.
Cap. 4: Entrega del primogénito, inmolación del defectuoso, verificación del defecto.
Cap. 5: Disposición sobre venta, inmolación y consumo del primogénito con detecto.
Cap. 6: Por qué defectos un primogénito no es apto para el sacrificio.
Cap. 7: Defectos corporales que inhabilitan a un sacerdote para ministrar en el altar.
Cap. 8: Derechos del primogénito, rescate del primogénito.
Cap. 9: Diezmo del ganado.
Bekh 1, 1-4 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 736
CAPITIJLO 1
15. Ex l 3, 13. Este verso no se ofrece como prueba de lo anterior, sino como prueba
de la prescripción de redimir el prirnogéníto del asno con un cordero.
16. En caso de que lo adquiera de nuevo del sacerdote.
l 7. Se trata de un cordero que fue separado para un primogénito dudoso.
18. Un cordero que fue puesto aparte para redimir a un asno, pero que muere antes de
ser entregado al sacerdote.
19. Animal de identidad dudosa. Según una fuente del Talmud, sería el fruto del crnce
entre un macho cabrío y una cierva.
20. Que conservará. como suyo.
21. Ed 7, 21.
22. Nm 18, 16. Las cinco sefás que han de darst: como rescate del primogénito, si fueron
puestas aparte y se han perdido, han de ser reemplazadas por otras.
23. Que de perderse no tiene que ser indemnizado.
24. A no ser a disponer del cordero muerto.
25. Porque ya se considera rescatado una vez que el propietario separó el cordero.
26. Ex 34. 20.
27. Ex21:8.
Bekh 2, 1-4 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 738
CAPiTULO 2
a. es culpable}
28. Lv 27, 27.
29, Que todavía no ha parido nunca.
30. En la propiedad del animal.
31. Nm 3, 13.
32. Este párrafo y el que sigue reproducen literalmente Hui l O, 2.
33. Literalmente, ((rebaño de hierrm>. De este modo se designa un tipo de contrato (Bl\il
5, 6) en el que un gentil (A) vende a un judío (B) un rebaño con la condición de que B haga
partícipe de los beneficios a A en tanto B no pague totalmente el precio ajustado, c.orriendo
exclusivamente a cuenta de B los pqjuicios.
739 Primogénitos - bejorot Bekh2, 5-8
están sujetas 34 . Sin embargo, si (el israelita estipuló con el gentil) el entregarle
]as crías en lugar de las madres, las crías' de las crías están exentas, pero las
críasb de las crías de estas crías quedan sujetas. R. Simeón ben Gamaliel dice:
Incluso hasta la décima generación están exentas, ya que el gentil tiene el de-
recho a tenerlas como garantía.
5. Si una oveja pare una especie de cabra o una cabra pare una especie de
oveja, no vige la ley de los primogénitos. Pero si existen (en el nacido) los
rasgos predominantes (de la madre), tiene vigencia la ley.
6. Si una oveja, que no ha parido nunca, alumbra a dos machos y éstos sa-
can simultáneamente la cabeza, dice R. Yosé, el Galileo, que ambos pertenecen
al sacerdote, puesto que está escrito: Los machos serán para el Señor 35 . Los
sabios, en cambio, dicen que no puede ser así, sino que uno es del propietario
y otro del sacerdote. R. Tarlón dice que el sacerdote puede escoger el mejor.
R. Aquiba dice: Se hace una estimación entre ellos y al otro 36 se le deja pas-
tar hasta que resulte defectuoso y quede sujeto a la ley de las entregas (debidas
al sacerdote) 37 • R. Yosé, en cambio, lo declara exento. Si muere uno de los dos,
dice R. Tarfón que se han de dividir en partes iguales 18 . R. Aquiba afirma: Quien
demanda algo de su prójimo debe tener las pruebas. Si (la oveja pare) a un ma-
cho y a una hembra, el sacerdote no tiene ningún derecho 39 .
7. Si dos ovejas que no han parido nunca alumbran a dos machos, el propie-
ta1io ha de entregar ambos al sacerdote. Si alumbran a un macho y a una hem-
bra, el macho es para el sacerdote. Si alumbran a dos machos y a una hembra,
uno (de los machos) es para el propietario y el otro para el sacerdote. R. Taifón
dice: El sacerdote puede escogerse el mejor. R. Aquiba, en cambio, afirma que
se ha de hacer una estimación entre ellos y al otro se le deja pastar hasta que re-
sulte defectuoso, quedando sujeto a la ley de las entregas (debidas al sacerdote).
R. Yosé, en cambio, lo declara exento. Si muríera uno de los dos, dice R. Tarfón
que se han de repartir por partes iguales. Sin embargo, R. Aquiba dice que quien
tiene una exigencia respecto de su prójimo ha de aportar primero las pruebas.
Si alumbran a dos hembras y a un macho o a dos machos y a dos hembras, el
sacerdote no tiene ningún derecho.
8. Si una oveja tuvo ya un parto anterior y otra no ha parido nunca y alum-
bran a dos machos, uno pertenece al propietario y el otro al sacerdote. R. Tar-
fón dice que el sacerdote puede escogerse el mejor. R. Aquiba, en cambio,
sostiene que debe hacerse una estimación y que al otro'º se le ha de dejar pas-
a. las crías de las crías: las crías b. pero las crías de las crías de estas crías: pero las
crías de las crias
34. El gentil sólo tiene derecho al fruto de la primera generación.
35. Ex 13, 2: machos en plural.
36. El que queda en poder del propietario.
37. Cf. Hui 10. l.
38. Los dos a,;imales, el vivo y el muerto.
. 39. Pues no es seguro que el macho naciera primero. Pero, como existe duda, el propieta-
no debe dejar pastar al animal hasta que adquiera algún detecto. Entonces puede ser comido.
40. El que queda en poder del propietario.
Bekh 2, 9-3, 2 Ordt·n q1iinto.· Cosas sagradas - qodashím 740
tar hasta que resulte defectuoso, quedando sujeto a la ley de las entregas (de-
bidas al sacerdote). R. Yosé, en cambio, lo declara exento, porque solía decir
R. Yosé: Todo animal, del cual el cambio se encuentra en manos del sacerdote,
está exento de la ley de las entregas. R. Meír, sin embargo, lo declara sujeto.
Si muere uno de los dos, dice R. Tarfón que se han de dividir en partes iguales.
Pero R. Aquiba afirma que quien demanda algo de su prójimo ha de ap01iar
primero las pruebas. Si alumbran a un macho y a una hembra, el sacerdote no
tiene ningún derecho.
9. Si un animal (p1imogénito) es extraído del lado41 y luego nace otro, dice
R. Tarlón que a ambos se les ha de dejar pastar hasta que resulten defectuosos,
pudiendo luego, con sus defectos, ser comidos por el propietario. R. Aquiba
afinna que ninguno de los dos puede ser considerado como primogénito, el
primero por no ser el que abrió el útero materno y el segundo porque fue pre-
cedido por otro.
CAPiTULO 3
CAPÍTULO 4
42. Según el Talmud, no es preparar el lugar con el cuchillo, sino para el cuchillo.
43. Para que no trabe la acción del cuchillo. El arrancado se verifica con la mano.
44. Para evitar la ímpresión de que se está trasquilando al animal, operación prohibida
en el primogénito (Dt 15, t 9).
45. Que ha sido inmolado.
46. Criarlo antes de entregarlo al sacerdote.
47. Porque en este caso parecería que entrega el primogénito a aquel sacerdote a causa
de que éste cargue con su crianza, mientras que el don del primogénito se ha de hacer sin
ninguna compensación.
48. Dt 15, 20.
49. Se trata de wi defecto que inhabilita a un animal para el sacrificio. Pero sí se trata de
un defecto que afecta al ojo, el propio R. Yehudá lo declara prohibido para alimentación.
Bekh 4. 4-8 Orden quinto: Cosas sagradas - qodoshim 742
a. Todos: Todros
50. Lego o inexperto.
51. Según el Talmud, la mitad del valor si es ganado mayor y la cuarta parte si es menor.
52. Otros textos: Todros (Teodoro).
53. Pensaba que tenía en tal caso que indemnizar por el primogénito «impedido» de la
vaca y para esto vender su asno.
54. Sobre el que se había contaminado con el contacto de un muerto.
55. Disolviendo en agua las cenizas de la vaca roja (Nm 19, 17).
56. Agua estancada, mientras que el agua de expiación debía ser viva, de manantial.
57. Es decir, sin ningún valor.
58. El que examina e! primogénito o dicta sentencia o testifica o prepara el agua ...
59. Si sacrifica, por ejemplo, primogénitos defectuosos que le han sido dados.
743 Primogénitos - bejorot Bekh 4, 9-5, 3
CAPÍTULO 5
1. Los animales consagrados que han devenido inválidos pueden ser ven-
didos en el mercado (después de haber sido rescatados), pueden ser degollados
en el mercado y pueden ser vendidos según peso 62 , a excepción de los animales
primogénitos y de los anímales del diezmo, en los que el provecho corresponde
al propietario. El aprovechamiento de los animales consagrados, devenidos
impuros, pertenece al santuario. Está pe1mitido pesar una mina (de carne) de
animal primogénito por otra mina.
2. La escuela de Samay afirma que no se puede invitar a un israelita laico
(a comer carne) de un animal primogénito juntamente con el sacerdote. La es-
cuela de Hilel, en cambio, lo declara permitido, incluso aun cuando se invitara
a un gentil. Si un animal primogénito enfenna por exceso de sangre, no se le
puede hacer Wla sangría, incluso aunque de otro modo perezca. Esta es la opi-
nión de R. Yehudá. Los sabios, en cambío, lo declaran permitido con tal que
no se le produzca un defecto corporal. Pero sí el animal padece un defecto, por
esta causa no se le puede degollar a cuenta de ello. R. Simeón, sin embargo,
dice que se le puede hacer una sangiia, incluso aunque de esta manera le pueda
aparecer un defecto corporal.
3. Si uno hace una hendidura en la oreja de un animal primogénito, no
podrá ser nunca degollado. Esta es la opinión de R. Eliezer. Los sabios., en
cambio, dícen que si surge en él otro defecto podrá ser degollado a causa de
éste. Ocunió una vez que un comisario63 vio a un carnero viejo que tenía la
lana muy floja y preguntó: ¿De qué naturaleza es este animal? Le respondie-
ron: Es un primogénito y no puede ser sacrificado mientras que no surja en él
CAPÍTULO 6
do, fue encontrado pegado a los lomos. Entonces R. Aquiba declaró el animal
permitido, mientras que R. Yojanán ben Nurí lo declaró prohibido.
7. Si tiene cinco patas, o si sólo tiene tres, o si tiene las pezuñas cerradas
como las de un asno, o si está dislocado o cojo (es animal defectuoso). ¿Qué
significa «dislocado»? Que el hueso femoral se ha salido de su sitio. ¿Qué sig-
nifica ,<cojo»? Que una de sus ancas es más alta.
8. Si está roto el hueso de la pata delantera o de la pata trasera, incluso aun-
que esto no sea conocido ( el animal es defectuoso). Estos defectos los enumeró
Ila en Yavne y los sabios estuvieron de acuerdo con él. Añadió todavía tres
más, pero le dijeron: No hemos oído nada acerca de éstos, a saber, si la cavidad
del ojo es redonda como la del hombre, si su hocico se asemeja al del cerdo y
si falta la mayoría de la parte delantera de la lengua. El tribunal, sin embargo,
que vino después de ellos dijo que éstos son también defectos. ·
9. Ocunió una vez que la quijada inferior de un animal sobresalía sobre la
superior. Rabán Simeón ben Gamaliel consultó a los sabios y éstos le respon-
dieron que aquello había que considerarlo como defecto. (Ocurrió una vez)
que las orejas de un cab1ito eran dobles y los sabios dijeron: Si tienen un solo
hueso, es defecto, pero si no tienen un solo hueso, no es defecto. R. Janinaª ben
Gamaliel afirma que si la cola de un cabrito es semejante a la de un cerdo o si
no tiene tres junturas, eso es defecto.
1O. R. Janina• ben Antígonos dice: Si tiene una verruga en el ojo, o si está
dañado 15 el hueso de la pata delantera o de la pata trasera\ o si está roto el hue-
so de la mandíbula, o si tiene un ojo grande y otro pequeño, o una oreja grande
y otra pequefia, de modo que es cosa manifiesta y no necesita ser medida (en
tales casos el animal es defectuoso). R. Yehudá dice: También cuando uno de
los testículos es dos veces más grande que su compañero. Los sabios, sin em-
bargo, no estuvieron de acuerdo con él.
11. Si la cola del ternero no alcanza el corvejón (es defectuoso). Los sabios
afim1an que éste suele ser el caso en la mayoría de los temeros; cuanto más
crecen, más se alargan. ¿Cuál es el corvejón del que hablan? R. Janinad ben An-
tígonos dice: El corvejón que se halla por la mitad de la zanca. A causa de estos
defectos se degüella a los animales primogénitos, y los animales consagrados,
que a causa de estos defectos se han hecho ínválidos, pueden ser redimidos.
12. Por razón de estos defectos no se puede inmolar (un animal primogéni-
to) ni en el Templo ni en el país: si la catarata o la lacrimación son permanentes;
si los dientes traseros están picados, mas no arrancados; si tiene tifia o verru-
gas; si tiene sama; si es viejo, está enfrrmo o es maloliente; si se ha cometido
con él un crimen; si ha matado a un hombre y sólo' puede testificar un testigo 1'
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
93. El primogénito recibía de la herencia el doble que los otros hermanos (Dt 21, 17). Cf.
B88,4.
94. En lo que respecta al dinero que era obligatorio entregar al sacerdote para el rescate
(Nm 18, 16).
95. Ex 13, 2.
96. O sea; de la familia sacerdotal.
97. Mezclándose los hijos y sin saber quién pertenece a quién.
98. Después de la concepción. Era el periodo que se consideraba necesario para la for-
mación del embrión.
Bekh 8, 2-5 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 750
En caso de que den a luz a dos hembras y a un varón o a dos varones y a dos
hembras, el sacerdote no tiene ningún derecho.
6. Si la mujer de un hombre ha dado ya precedentemente a luz, mientras
que la mujer de otro marido todavía no ha dado nunca a luz, en caso de que
ambas alumbren un varón 106 , el marido, cuya mujer no había dado preceden-
temente a luz, ha de entregar cinco selás al sacerdote. Si alumbran a un varón
y a una hembra, el sacerdote no tiene ningún derecho- Si el hijo muere dentro
de los treinta días, a pesar de que las monedas hubieran ya sido entregadas al
sacerdote, éste tiene que devolver las cinco selás. Pero si fallece después de los
treinta días, a pesar de que no las hubiera entregado (al sacerdote), tiene que
entregárselas. Si muere en el día trigésimo, es como si hubiera muerto un día
antes. R. Aquiba afirma que, si las entregó, no puede reprenderlas de nuevo y,
sí no las entregó, no tiene por qué darlas. Si murió el padre dentro de los treinta
días, hay que presumir que no pagó el rescate del hijo primogénito en tanto no
sé aporten pruebas de que lo pagó. En cambio, si falleció después de los treinta
días, hay que presumir que el hijo está ya rescatado en tanto no se aporten las
prnebas que evidencian que no fue rescatado. Si uno tiene que pagar el precio
del rescate por sí mismo y por su hijo 1(n, él tiene precedencia al hijo. R. Yehu-
dá, en cambio, afirma que el hijo tiene la precedencia, ya que la obligación de
su rescate incumbía a su padre, mientras que la obligación del rescate del hijo
le incumbe a él.
7. Las cinco selás del primogénito 108 deben ser pagadas en moneda de Tiro.
Las treinta de I esclavow 9 , las cincuenta del violador 11 e, y del seductor 111 , las cien
del calumniadorll 2, han de ser pagadas según el valor de los siclos del Templo,
en moneda de Tiro. Todo se puede rescatar con plata o con el equivalente a la
plata, a excepción del impuesto del sicloll3.
8. No se puede rescatar al hijo primogénito ni mediante un esclavo ni me-
diante un pagaré ni a cambio de un terreno ni de cosas consagradas 114 • Si uno
escribe un papel de deuda a un sacerdote afirmando que le debe cínco selás,
está obligado a dárselos, y su hijo, entre tanto, no está rescatado. Por eso, si el
sacerdote quiere devolverle (el papel de deuda) como regalo 115 , puede hacerlo.
Si uno aparta el dinero del rescate de su hijo y lo pierde, está obligado a reem-
plazarlo, porque está escrito: Será tuyo y lo rescatarás 116•
9. El hijo recibe parte doble de los bienes del padre, pero no de los bienes
de la madre. No recibe parte doble de los bienes que se han incrementado 117 ni
tampoco de aquellos a los que tiene un derecho 118 ni de aquellos que ya están en
su posesión. Del mismo modo, a cuenta de los bienes que se han incrementado,
o de los que se tiene solo derecho, o de los que ya están en posesión, no puede
la mujer reclamar su dote ni las hijasª la manutención 119 ni el levir (los bienes
del hermano difunto).
10. Lo siguiente no retoma {al primitivo propietario) en el año del jubi-
leo120: la parte del primogénito, lo que hereda el marido de su mujer, lo que
hereda el levir que se ha casado con la mujer de su hennano, los regalos. Ésta
es la enseñanza de R. Meír. Los sabios, sin embargo, dicen que el regalo es
como una venta. R. Elazar afirma que todas las cosas vuelven (a su primitivo
propietario) en el año del jubileo. R. Yojanán ben Beroca dice que quien here-
da de su mujer debe devolver lo heredado a los miembros de la familia ( de la
mujer), substrayendo algo de su valor.
CAPÍTULO 9
l. La ley del diezmo del ganadorn tiene vigencia en Israel y fuera de Israel,
durante el Templo y después de él, con los animales profanos, pero no con los
consagrados. Se aplica tanto al ganado mayor como al menor, aunque no se
puede dar el diezmo del uno por el de otro. Se aplica tanto a las ovejas como a
las cabras, y en este caso se puede dar el diezmo de las unas por el de las otras.
Tíene vigencia asinúsmo tanto con el ganado nuevo 122 como con el viejo, pero
no se puede dar el diezmo del uno por el del otro. Se podria hacer un argumento
de deducción: si en relación con los animales nuevos y viejos, que no constitu-
yen especies diversas, no puede hacerse el diezmo de los unos con individuos
de los otros, ¿no habrá que inferir que respecto a las ovejas y a las cabras, que
constituyen especies diversas, no se podrá tampoco hacer el diezmo de los unos
con individuos de los otros? Pero la Escritura dice: ganado menor 123 , significan-
do, por tanto, que el ganado menor es una misma cosa {respecto al diezmo).
2. En el diezmo de ganado se unen (en un solo rebaño a efectos del cómpu-
to los anímales que se mueven) dentro de un área en la que suele desplazarse
el ganado de pasto. ¿Cuál es el área en la que se mueve el ganado de pasto?
Dieciséis millas. Si entre uno y otro rebaño hay una distancia de treinta y seis
a. ni las hijasJ
117. El incremento o mejora habida en los bienes del padre desde su muerte o la repar-
tición de !a herencia.
118. Que el padre todavía no poseía, pero que le sobrevinieron después de su muerte.
119. Ket 13, 3.
120. Lv 25, \Oss.
121. Lv 27, 32.
122. Nacido tras el primero de Elul, considerado año nuevo para e! diezmo del ganado.
123. Lv 27, 32.
753 Primogénitos - bejorot Bekh 9, 3-6
millas, no se unen (a efectos del cómputo). Pero si en medio (de los dos hay
orro rebaño), los lleva y hace el diezmo en el medio 124 • R. Meír enseña que el
Jordán constituye la línea de separación respecto al diezmo del ganado 115 .
3. El animal que ha sido comprado o que ha sido recibido como regalo no
está sujeto a la ley del diezmo. Si unos hennanos asociados 126 están obligados
a pagar la sobretasa 127, están libres del diezmo del ganado. Por el contrario,
si están obligados al diezmo del ganado, están libres de la sobretasa. (Si los
hermanos) compraron el ganado a costa de los bienes de la casa (del padre) 128,
están obligados; en caso contrario, están exentos. Sí se han repartido el ganado
y vuelven a hacerse socios, quedan sujetos al pago de la sobretasa, pero exen-
tos del diezmo del ganado.
4. Todos los animales han de ser introducidos en el establo para separar el
diezmo, a excepción de los nacidos de cruzamiento, de los despedazados, los
extraídos del lado del útero, los que no alcanzan la edad 129 y los huérfanos.
¿Cuáles se consideran huérfanos? Aquellos a los que le murió la madre o ha
sido degollada. R. Josué, en cambio, dice que incluso aun cuando haya sido
degollada la madre, si la piel está allí 130 , no se considera huérfano.
5. Hay tres estaciones para el diezmo del ganado: medio mes antes de Pas-
cua, medio mes antes de pentecostés y medio mes antes de la fiesta de los Ta-
bernáculos rn. Estas palabras son de R. Aquiba. Ben Azay enseña: El 29 de Adar,
el uno de Siván y el 29 de Ab. R. Elazar y R. Simeón dicen: El 1 de Nisán, el
l de Siván y el 29 de Elul. ¿Por qué establecieron el 29 de Elul y no el primero
de Tisri? Debido a que éste es un día festivo y no es posibleª separar el <liezmo
en un día festivo. Por esta causa lo adelantaron al 29 de Elul. R. Meír afirma: El
l de Elul es primero de año para el diezmo del ganado. Ben Azay enseña: Con
los nacidos en Elul se aporta el diezmo separadamente.
6. Todos los animales nacidos entre el primero de Tisrí y el 29 de Elul1 32
se unen (para separar el diezmo). Cinco días antes de año nuevo y cinco días
después de año nuevo no se unen, pero cinco días antes de cada estación y
cinco días después de ella se unen. Sí es así, ¿por qué fue dicho que son tres
las estaciones para el diezmo del ganado? Porque mientras no llega la estación
está pennitido vender y sacrificar el ganado, pero, llegada la estación, no se
puede sacrificar, aunque, sí se inmola (el ganado), no se es culpable.
a. y no es posible: es posible
124. El texto no indica que haya que llevar el ganado de los extremos al centro, sino que
para la aplicación del diezmo se computan todos unidos, los de los lados con los del centro.
125. Apoyándose en Jos 18, 20.
126. Se reparten fa herencia paterna tras morir el padre y luego se unen en sociedad.
127. Que se daba al Templo para compensar la pérdida que acarreaba el cambio del siclo
o del medio siclo en otras monedas.
128. Sin que se lo hayan repartido.
129. Que tienen menos de siete días.
130. La piel de la madre con la que en algunos lugares se recubre la cría.
131. Cf. Sheq 3, l.
132. Primer y último día del afio, respectivamente.
Bekh 9, 7-8 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 754
CAPÍTULO 1
CAPÍTULO 2
a. No se ponía ... jlauta.· No se ponía punto final a la pieza musical con una sola flauta
13.
De 30 días.
\4.
Lv 23, 17.
15.
Men 11, 9.
16.
Que era puesto fresco cada sábado sobre la mesa del Ternplo.
17.
Cf. Shab 19, 5.
18.
En un solo día (cf. Suk 5, 5).
19.
En la música del Templo.
Los días en que eran recitados enteramente los salmos Halle) (Sal 113- J18).
20.
21. Quince de Nísún.
22. Catorce de Iyyar.
23. Suk 5, l.
24. Por tanto, venían de faaúlias de antecedentes irreprochables (cf. Qid 4, !).
25. En los sacrificios cotidianos de la mañana y de la noche, se sacrificaban dos corde-
ros que tenían que haber sido inspeccionados cuatro días antes para comprobar su aptitud.
Después de haber escogido los dos para el sacrificio cotidiano, tenía que haber al menos seis
corderos de repuesto.
26. Posibilidad máxima de días fes ti vos consecutivos.
27. Mid 2, 6.
Ar 3, 1-3 Orden quinto: Cotas sagradas - qodashim 758
en pie cantando. Tampoco podía (ningún menor) acompañar el canto con arpa o
con lira, sino sólo con la boca, para dar armonía al canto. R. Eliezer ben Jacob
decía que aquéllos 28 no entraban a fom1ar parte del número ni se ponían de pie
sobre el estrado, sino que se colocaban de pie sobre el suelo, con sus cabezas
entre los pies de los levitas. Se les llamaba• los atom1entadores 29 de los levitas 3º.
CAPÍTULO 3
Es lo mismo que haya matado al más hennoso de los esclavos que al más feo
de ellos, en los dos casos hay que pagar treinta selás 4i. Pero si ha matado a un
hombre libre, pagará por su valor. Si ha dañado al uno o al otro, ha de pagar4 4
por el daño completo.
4. En la ley del violador y del seductor puede haber indulgencia y puede
haber severidad. ¿Cómo se entiende esto? Es lo mismo que haya violado o
seducido a la hija mayor de un sacerdote que a la hija menor de un israelita 45 ,
en cada caso ha de pagar cincuenta selás. (La compensación) por la deshoma
y el bochomo se hará confonne a la condición del ofensor y del ofendido.
5. En la ley del difamador puede haber indulgencia y puede haber seve-
ridad. ¿De qué manera? Es lo mismo que difame a la hija mayor de un sacer-
dote que a la hija menor de un israelita, en cualquier caso pagará cien selás 46 .
Resulta, pues, que quien habla cou su boca padece más que quien comete el
acto. Puesto que así encontramos que el veredicto contra nuestros padres en el
desie1to no fue tomado sino a causa de su difamación. En efecto, está escrito:
ivfe probaron diez veces y no escucharon mi voz 41 •
CAPITULO 4
CAPÍTULO 5
50. Lv 27, 7.
51. Ni un día más.
52. Para efectos de la evaluación.
53. Hasta que el agua alcanza el máximo nivel.
761 Voto de evaluación - arajin Ar 5, 2-6
carne con otra carne o unos huesos con otros huesos? Antes bien, se ha de hacer
una estimación de cuánto pueda pesar la mano.
2. Si uno dice: «Me obligo a dar el precio de mi rnan0», se ha de hacer un
estimación de lo que vale con mano y de lo que valdría sin mano. En este as-
pecto hay más severidad en los votos que en las evaluaciones y más severidad
en las evaluaciones que en los votos. ¿De qué manera? Si uno dice: «Me obligo
a entregar al santuario mi valor» y muere, sus herederos tienen que hacer la
entrega. Pero sí uno dice: «Me obligo a entregar mi precio», y muere, los here-
deros no tienen que hacer la entrega, ya que el precio de un muerto es nulo. Si
uno dice: <<Me obligo a entregar el valor de mi mano o de mi pie», es como si
no hubiera dicho nada. Si dice: «Me obligo a entregar el valor de mi cabeza»,
o «de mi hígado~>, tiene que dar el valor entero de su persona. Esta es la norma
general: Si uno hace la evaluación de una parte del organismo de la que depende
la vida, ha de dar por el valor entero de la persona.
3. Si uno dice: «Me obligo a entregar la nútad de mi valor», entrega la mi-
tad de su valor. Pero si dice: «Me obligo a entregar el valor de una mitad mía»,
tiene que entregar el valor entero de su persona. Si dice: «Me obligo a entregar
la mitad de mi precio», entrega la mitad de su precio, pero si dice: «Me obligo
a entregar el precio de mi mitad», ha de entregar el precio entero de su persona.
Esta es la norma general: Si uno hace la evaluación de una parte del organismo
de la que depende la vida, ha de dar el valor entero de la persona.
4. Si uno dice: «Me obligo a entregar al Templo el valor de fulanito» y
mueren tanto el que hizo el voto como el que fue objeto del voto, los herederos
tienen que pagar. Si uno dice: «Me obligo a entregar al Templo el precio de
Fulanito» y muere el que hace el voto, los herederos tienen que pagar, pero si
muere el que fue objeto del voto, sus herederos no tienen que pagar, ya que el
precio de los muertos es nulo.
5. Si uno dice: «Este buey sea holocaust0>>, o: «Esta casa sea sacrificio»,
y muere el buey o se derrumba la casa, no está obligado a pagar. Pero si dice:
«Me obligo a entregar el precio de este buey como holocausto», o: «El precio
de esta casa como sacrificio», y muere el buey o se derrnmba la casa, está
obligado a pagar.
6. A los que están obligados a pagar una evaluación se les puede embar-
gar. Sin embargo, a los que están obligados a un sacrificio por el pecado o
por la culpa no se les puede embargar. En cambio, a los que están obligados
a holocaustos o sacrificios pacíficos se les puede embargar, a pesar de que no
obtengan la expiación en tanto no den su consentimiento, conforme al texto
que dice: Para su agradci54. De ahí que se les ha de forzar hasta que digan:
<<Quiero». Lo mismo se ha de aplicar a los libelos del divorcio de la mujer 55 : se
le ha de forzar hasta que diga: «Quiero».
54. Lvl,3.
55. El divorcio es válido sólo cuando hay consentimiento por parte del marido. En caso
de matrimonio legal se ha de arrancar por la füerza, si es preciso, el consentimiento del marido.
Ar6, 1-5 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 762
CAPíTUL06
1. (Los bienes) de los huérfanos (que han sido valorados por un h·ibunal
para hacer frente a las deudas del padre han de ser puestos en venta) durante
treínta días y los del Templo 56 sesenta días. Se hace el pregón (de la venta) por
la mañana y por la tarde. Sí uno dedica sus bienes al Templo y tiene que pagar
la dote matrimonial de su mujer, R. Eliezer dice: Si se divorcia, ha de hacer
voto de no sacar beneficio de ella 57 • R. Josué, en cambio, dice que no es nece-
sario. De modo parecido dice Rabán Símeón ben Gamaliel: Si uno deja a una
tercera persona como garante de la dote de la mujer y su marido la divorcia, ha
de hacer voto de no sacar beneficio, no sea que conspiren de común acuerdo
contra los bienes de aquél5 8 y luego vuelva a tomar a su mujer.
2. Si uno dedica sus bienes al Templo y tiene que pagar la dote a su mujer
y una deuda a un acreedor, ni la mujer puede hacerse pagar la dote con los
bienes consagrados ni el acreedor la deuda, pero el que redima los bienes tiene
que hacerlo con la condición de dar a la mujer su dote matrimonial y de pa-
gar al acreedor su deuda. Si dedicó sus bienes al Templo con un valor de no-
venta minas y su deuda es de cien, añade 50 un denario y redime él 60 estos bienes
con la condición de dar la dote a su mujer y pagar la deuda a su acreedor.
3. A pesar de que se ha establecido que a los que son deudores de una
evaluación se le han de embargar sus bienes, se le ha de dejar alimento para
treinta días, vestido para doce meses, lecho provisto, calzado y filacterias pa-
ra él, pero no para su mujer e hijos. Si es artesano, se le dejan dos piezas de ca-
da uno de los instrumentos de su oficio. Si es carpintero, se le dejan dos hachas
y dos sierras. R. Eliezer dice: Si es labrador, se le deja una yunta de bueyes, y
si es arriero, un asno.
4. Si de una especie (de utensílio) tiene muchos ejemplares y de otra poco,
no se le ha de decir que venda aquellos de los que tiene muchos y compre de
los que tiene pocos, sino que se le han de dejar dos ejemplares de los que tiene
muchos y todos de los que tiene pocos. Si uno dedica al Templo sus posesio-
nes, quedan también comprendidas sus filacterias.
5. Es igual que uno dedíque sus bienes al Templo o que se comprometa a
entregar al Templo el valor de su persona, (el Templo no tiene derecho para ha-
cerse pagar) ni a los vestidos de su mujer, ru a los vestidos de sus hijos, ni a los
vestidos que se hizo teñir para sus necesidades, ni al calzado nuevo que compró
para sus necesidades. A pesar de que ha sido establecido que «los esclavos han
de ser vendidos con sus vestidos para mejorarn (la venta), puesto que si se le
56. En caso de que ur10 compre un campo y lo consagre, se pone luego a la venta por el
mismo valor que pasa al Templo.
57. Ya que podría divorciarse de ella para que reclamase al Templo su dote matrimonial
y luego volverla a e&posar.
58. Del garante.
59. El acreedor, como préstamo.
60. El propietario.
763 Voto de evaluación - arajín Ar 7, 1-4
CAPiTIJLO 7
de él) ni tampoco pagar su precio, sino que el campo ha de ser llamado abando-
nado hasta el segundo jubileo. En caso de que llegase el segundo jubileo y no
hubiese sido rescatado, se le llamará «campo doblemente abandonado» hasta el
tercer jubileo. Los sacerdotes no pueden entrar a tomar posesión de él mientras
que otro no lo redima.
5. Si uno compra un campo a su padre y éste muere, y luego ( el hijo) dedi-
ca el campo al Templo, se considera como el campo de su posesión 67 • Pero si lo
consagra y luego muere el padre, se considera como campo de compra68 . Ésta
es la opinión de R. Meír. R. Yehuda y R. Simeón dicen: Se considera como
campo de su posesión, puesto que está escrito: Si el campo que ha comprado
no es campo de su posesión 69 , es decir, un campo que no es apto para devenir
campo de su posesión, excluyendo, por consiguiente, a éste que es apto para
devenir el campo de su posesión. Un campo que ha sido comprado no pasa a
posesión de los sacerdotes en el año jubilar, puesto que nadie puede dedicar
al Templo algo que no es suyo. Los sacerdotes y los levitas siempre pueden
consagrar (sus campos) y siempre pueden consagrarlos, ya sea antes del año
jubilar como después de él.
CAPÍTULO 8
1. Si uno dedica al Templo su campo cuando la ley del año jubilar no esta en
práctica7°, se le dice: «Comienza tú p1imero», ya que el propietario ha de dar el
quinto añadido y cualquier otra persona no. Ocunió una vez que uno consagró
su campo debido a que era malo y le dijeron: «Comienza tú primero». Él les
dijo: ,<Es mío por un iscm>. R. Yosé precisa que no dijo eso, sino: <,Es mío por
un huevo», ya que las cosas consagradas pueden ser rescatadas por dinero o
por algo equivalente a dinero. Le dijeron: <,Es tuyo». Resultó, pues, que perdió
un isar y el campo fue de nuevo suyo.
2. Si uno dice: «Es mío por diez selás», y otro dtce: «Por veinte», y otro
dice: «Por treinta», y otro dice: ((Por cuarenta», y otro dice: «Por cincuenta>>,
en caso de que éste que ha ofrecido cincuenta se vuelva atrás, se embargan de
sus bienes lo correspondiente a diez selás. Si el que ofreció cuarenta se retira,
se le embargan de sus bienes lo correspondiente a diez selás. Si el que ofreció
treinta se retira, se le embargan de sus bienes lo correspondiente a diez selás.
Si el que prometió veinte se desdice, se le embargan de sus bienes lo corres-
pondiente a diez selás. Si el que ofreció diez se retira, se vende el campo por su
valor y se hace pagar la diferencia a quien ofreció diez. Si el propietario ofrece
veinte y todos los demás veinte, tiene la preferencia el propietario, ya que éste
ha de añadir un quinto (al valor).
3. Si uno dice 71 : «Es mío por veintiuno», el propietario debe dar veintiséis.
Si el otro dice: «Veintidós», el propietario ha de dar veintisiete. Si el otro dice:
«Veintitrés», el propietario ha de dar veintiocho. Si el otro dice: «Veinticuatro»,
el propietario ha de dar veintinueve. Si el otro dice: «Veinticinco», el propietario
ha de dar treinta, ya que no tienen que añadir un quinto al aumento del otro. Si
uno dice: «Es mío por veintiséis», en caso de que el propietario quiera dar trein-
taiún selás y un denario, éste tiene la precedencia. Si no, le dicen: «Es tuyo».
4. Un individuo puede separar como cosa dedicada 72 parte de su rebaño
0 de su ganado, o de sus esclavos o esclavas cananeos, o del campo de su
posesión. Pero s! separó como cosa dedicada todos sus bienes, no ha realizado
un acto válido. Esta es la enseñanza de R. Elazarª. R. Elazar ben Azarías dice
que si un individuo no puede separar para Dios como cosa dedicada todas sus
posesiones, con cuánta más razón no va a ser obligación del hombre no des-
pilfarrar sus bienes.
5. Si un hombre separa como cosa dedicada a su hijo o a su hija, o a su escla-
vo o esclava hebreos, o al campo que ha comprado, su acto no tiene validez, ya
que nadie puede separar como cosa dedicada lo que no es suyo. Los sacerdotes y
)evitas no pueden separar (sus bienes) como cosa dedicada. Ésta es la enseñanza
de R. Yehudá. R. Símeón dice: Los sacerdotes no pueden separar (sus bienes)
como cosa dedicada, porque aquello que es separado como cosa dedicada les
pertenece. Los levitas, en cambio, sí pueden separar (sus bíenes) como cosa
dedicada, ya que aquello que es separado como cosa consagrada no les pertene-
ce. Rabí dice: La opinión de R. Yehudá es aceptable para los bienes inmuebles,
porque está escrito: Es su posesión perpetua 73 , y la de R. Simeón para los bienes
muebles, ya que lo que es separado como cosa dedicada no les pertenece.
6. Todas las cosas que han sído separadas como cosas dedícadas 74 para
los sacerdotes no pueden ser rescatadas, sino que han de ser entregadas a los
sacerdotes. R. Yehudá ben Betera afinna: Todas las cosas que han sido sepa-
radas como cosas dedicadas sin especificar condición alguna se destinan pa-
ra reparación del Templo, puesto que está escrito: Lo dedicado es propiedad
sagrada del Señor75 • Los sabios, en cambio, sostienen que las cosas que han
sido separadas como cosas dedicadas sin que se haya especificado condición
alguna pertenecen a los sacerdotes, pues está escrito: Como campo dedicado,
será propiedad del sacerdote 76• Si es así, ¿por qué se ha dicho: Lo dedicado
es propiedad sagrada del Señor? Para mostrar que se aplica tanto a las cosas
santísimas como a aquellas de santidad menor.
a. R. Elazar: R. Eliezer
71. Después que el propietario ofreció veinte.
72. Puede declarar jérem (cf. Lv 27, 28). Estos bienes declarados jérem no pueden ser
rescatados o vendidos de nuevo.
73. Lv 25, 34.
74. Como jérem.
75. Lv 27, 28.
76. Lv 27, 21.
Ar 8, 7-9, 2 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 766
CAPÍTULO 9
a. R. E/azar.· R. Eliezer
77. Si hizo voto de ofrecer un sacrificio y separó ya el animal y luego aparta a éste cosa
dedicada (jérem).
78. Dt 15, 19.
79. Lv 27, 26.
80. Lv 25, 15. «Años», en plural, no pueden ser menos de dos.
81. Cien denarios.
82. Lv 25, 27.
767 fél!O de evaluación - arajin Ar 9, 3-6
tido. Se aplica, pues, mayor severidad a las cosas de propiedad privada que a
aquellas que peitenecen al Templo.
3. Si uno vende una casa de entre las casas de una ciudad amurallada83, pue-
de rescatarla inmediatamente y puede rescatarla en el curso de doce meses. Esto
es W1a especie de usura, pero, en realidad, no es usura 84. Si muere el vendedor,
puede redimirla su hijo, y si muere el comprador, puede ser redimida de ma-
nos de su hijo. El año se cuenta a partir del momento de la venta, tal como está
escrito: Hasta que se le cumpla un año íntegro' 85 . Al decir íntegro significa que
incluye el mes intercalar. Rabí dice: Se incluye el afio y los días intercalares86 .
4, Si llegó el (último) día de los doce meses y no ha sido redimida (la casa),
se hace definitivamente suya87 , indiferentemente que la hubiera comprado o
que la hubiera recibido en regalo, puesto que está escrito: En perpetuidad 88 .
Antiguamente, (el comprador) se escondía cuando llegaba el último día de los
doce meses a fin de que se hiciera definitivamente suya. Pero Hilel el viejo
dispuso que (el vendedor) pudiera echar el dinero en la cámara (del Templo),
pudiera romper la puerta y entrar y que el otro pudiera venir cuando quisiera y
recoger su dinero.
5. Todo lo que se encuentra dentro de las murallas se considera como una
casa en ciudad amurallada89 , a excepción de los campos. R. Meír dice: Incluso
los campos. Según R. Yehudá, una casa construida sobre la muralla no se con-
sidera como casa de ciudad amurallada. R. Simeón, en cambio, afirma que el
muro externo es como si fuera la muralla de la ciudad.
6. (Una casa) en una ciudad cuyas murallas las constituyen los tejados de
las casas o que no estuvo amurallada desde la época de Josué, hijo de Nun, no
se considera como casa de ciudad amurallada. Valen como casas de ciudad amu-
ralladas aquellas (en cuya ciudad hay al menos) tres patios con dos casas cada
uno, rodeados con muro desde los tiempos de Josué, hijo de Nun, como, por
ejemplo, la vieja fortificación de Séforis90 , la fo1ialeza de Gos-Jalab 91 , la vieja
YodafatH?., Gamla93 , Gadud94 , Jadid95 , Onó 96 , Jernsalén y otras por el estilo.
7. A las casas de patio se les conceden los derechos de las casas de ciudad
amurallada y los derechos que pertenecen a los campos: pueden ser redimidas
inmediatamente y pueden ser redimidas en el curso de doce meses como las
casas (de ciudad amurallada), pasan (a posesión del primer propietario) en el
año jubilar y se pueden recuperar con menor precio como los campos. É.stas
son las casas de patio: aquellas (que se encuentran en un lugar) con dos patios
de dos casas cada uno, aunque esté rodeado de muralla desde los tiempos de
Josué, hijo de Nun. Las tales son casas de patio.
8. Si un israelita heredó (una casa en una ciudad de levitas) del padre de su
madre, que era levita, no la puede redimir según este orden 97 • De igual modo,
si un levita heredó (una casa en una ciudad de israelitas) del padre de su madre,
que era israe!ita9ª, no puede rescatarla según este orden, ya que está escrito:
Porque las casas de las ciudades de los levitas 99, es decir, (que el orden no se
aplica) en tanto no sea levita y la ciudad sea de los levitas. Tal es la enseñanza
de Rabí 0 100 • Los sabios, en cambio, afmnan que tales palabras fueron dichas
solamente en relación con las ciudades levíticas. No se puede hacer de un cam-
po un ejido 1° 1, ni de un ejido un campo, ní del ejido una ciudad, ni de la ciudad
un ejido. Según R. Eliezer esto se aplica a las ciudades de los levitas, pero en
las ciudades de los israelitas se puede hacer de un campo un ejido, pero no de
un ejido un campo; de un ejido, una ciudad, pero no de una ciudad un ejido, a
fin de que no se destruyan las ciudades de Israel. Los sacerdotes y los levitas
pueden vender en cualquier momento (una casa) y rescatarla en cualquier mo-
mento, tal como está escrito: (Referente a las ciudades de los levitas), éstos tie-
nen derecho perpetuo a rescatar (las casas de las ciudades de su propiedad) 1º1.
a. Rabí: R. Meír
97. Lv 25, 32.
98. Laico.
99. Lv 25, 33.
100. El texto de Cambridge lee: «.R. Meírn.
101. El espacio libre que circunvalaba hl ciudad y la embellecía (cf Nm 35, 3).
102. Lv 25, 32.
SUSTITUCIÓN DE LOS SACRIFICIOS
(temurá)
Este tratado desarrolla sobre todo el precepto de Lv 27, l O: «No se puede cambiar ni
sustituir animal bueno por malo, o viceversa. Y si se cambia un animal por otro, ambos
quedan consagrados». El ténnino temurá designa tanto la operación de cambio de un
animal sacrificial por otro profano, como al animal profano sustituto. Tal operación está
prohibida, pero si se hace, el animal sacrificíal no sólo mantiene su santidad, sino que se
la comunica al sustituto. El tratado recoge también disposiciones sobre animales dedica-
dos al altar o al Templo. Comprende siete capítulos:
Cap. 1: Quiénes realizan una sustitución válida y su castigo, quiénes no pueden sus-
tituir, qué se puede sustituir, casos en que no es posible aplicar la sustitución.
Cap. 2: Regulaciones especiales para sacrificios del individuo y otras para sacrificios
comunitarios, diferencia en la regulación respecto al animal consagrado y su sustituto.
Cap. 3: Santidad del animal consagrado, de sus crías y del sustituto y sus crías, en
las diversas especies de santidad.
Cap. 4: Disposiciones sobre sustitutos de animales dedicados a sacrificios expiatorios.
Cap. 5: Argucia para eludir la entrega del prímogénito, dedicación de la cría y de la
madre, caso de varias dedicaciones simultáneas.
Cap. 6: Animales que no pueden ser ofrecidos en el altar.
Cap. 7: Animales consagrados para el altar y animales consagrados para la restaura-
ción del Templo, animales que han de ser enterrados y animales que han de ser quemados.
CAPÍTULO 1
C..c\PiTULO 2
1. Existen regulacíones para los sacrificios privados que no se dan para los
sacrificios de la comunidad y, viceversa, existen regulaciones para los sacrifi-
cios de la comunidad que no tienen vigencia con los sacrificios privados. Así,
en los sacrificios privados se puede hacer la sustitución. Sin embargo, en los
sacrificios de la comunidad no se puede hacer la sustitución. En los sacrificios
privados se pueden utilizar animal macho o hern bra. Sin embargo, en los sacrifi-
cios de la comunidad sólo se pueden utilizar animales machos. En los sacrificios
a. La comunidad y}
25. En este ténnino se comprenden también las oblaciones que acompañaban al sacrifi-
cio del animal.
26. Pueden ser ofrecidos en sábado y también cuando el sacerdote ha contraído impu-
reza por el contacto con un muerto.
27. Lv 6, 21; cf. Men 4, 5.
28. Todo sacrificio de tiempo establecido o fijado desplaza al sábado, ya sea sacrificio
individual o comunitario.
29. Si el animal que había sido apartado para el sacrificio fue reemplazado por otro que
fue sacrificado y luego vo1vió a aparecer.
30. De que se han de dejar morir.
31. En los sacrificios de la comunidad no pueden nunca darse ninguno de los tres con-
dicionantes, porque a) el animal que ofrece es macho; b) porque no tiene sustituto; e) porque
el oferente, la comunidad, no muere.
32. El animal utilizado en el sacrificio expiatorio no debía alcanzar el año de edad.
773 Sustitución de los sacrificios - temurá Tem 3, 1-3
CA.PíTULO 3
l. Estos son los animales consagrados en los que sus crías y sus sustitutos
tienen la misma santidad: la cría de un sacrificio pacífico y su sustituto, las
crías de éstos y las crías de sus crías de modo ilimitado. Todos éstos tienen la
misma condición que los animales del sacrificio pacífico y requieren la impo-
sición de las manos, las libaciones, la agitación ritual y (la entrega) del pecho
y la pierna. R. Eliezer dice: La cría de un sacrificio pacífico no se ha de ofrecer
como sacrificio pacífico 34 . Los sabios, en cambio, afirman que se ha de ofre-
cer. R. Simeón precisa que la divergencia de pareceres no estriba en que no se
sacrifique la cría de la cría de un sacrificio pacífico o la cría de la cría del sus-
tituto. ¿En dónde estriba, entonces, la divergencía de pareceres? En la cria, de
la que dice R. Eliezer que no se debe ofrecer, mientras que los sabios afirman
que se debe ofrecer. R. Josué y R. Papías testifican que la cría del sacrificio
pacífico se puede ofrecer como sacrificio pacífico. R. Papías dijo: Testifico
que tenlamos una vaca que destinamos a sacrificio pacífico y la comimos en
Pascua y a su cría también la comimos como sacrificio pacífico en la fiesta ( de
las semanas)3.s.
2. La cría de un sacrificio de acción de gracias, su sustituto, las crías de és-
tos y las crías de las crías hasta el fin del mundo tienen la misma condición que
el sacrificio de acción de gracias, únicamente que no requieren la ofrenda de
pan. El sustituto de un holocausto, la cría del sustituto, sus crías y las crías de las
crías hasta el fin del mundo tienen la misma condición del animal de holocausto
y requieren el despellejamiento, el descuartizamiento y la combustión total.
3. Si uno dedica un animal hembra para holocausto y pare un animal ma-
cho, se ha de dejar a éste pastar hasta que contraiga defecto, luego se vende
y con su precio se ofrece un holocausto. R. Elazarª afirma, en cambio, que él
mismo puede ser ofrecido en holocausto. Si uno dedica un animal hembra para
un sacrificio por la culpa36, se le ha de dejar pastar hasta que contraiga defecto,
luego se vende y con su precio se ofrece un sacrificio por la culpa. Pero si ya
a. R. E/azar: R. Eliezer
33. Al ser traídos corno sustitutos.
34. Síno que se ha de dejar morir.
3 5. Es decir, en la fiesta siguiente.
36. Para el que sólo es válido un animal macho.
Tem 3, 4-5 O,-den quinto: Cosas w,gradas - qodashim 774
a. R. E/azar: R. Eliezer
37. El holocausto.
38. Cf. Bek 5, l.
39. En caso de contraer defecto son comidos por los dueños.
775 Susritución de los sacr/ficios - temurá Tem 4, 1-3
CAPiTULO 4
a. R. Meír: R(abbí)
40. Cf. Naz 4, 4.6; AZ 3.3.9. Se arrojaba allí con el fin de que no fuera encontrado ni
füera de nuevo hallado.
Tem 4, 4--5, 4 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 776
CAPITULO 5
CAPÍTUL06
l. Todos los animales que no pueden ser ofrecidos sobre el altar hacen
prohibidos (a aquéllos con los que se mezclaren), cualquiera que sea su canti-
dad. Tales son: el animal que se comportó activamente o de modo pasivo en la
realización de un delito antinatural48 , el que ha sido puesto aparte (para fines
idolátricos), el que ha sido adorado, el que ha sido salario de ramera, el que
ha sido precio de prostituto, el bastardo, el despedazado 49 , el que ha salido del
lado del útero. ¿Qué se entiende por animal apartado? Aquél que es apartado
para la idolatría. El animal mismo está prohibido, pero lo que está adosado a
él 5º está permitido. ¿Qué se entiende por animal adorado? Aquél al cual han
adorado. En este caso, el animal mismo y cuando esté encima de él está prohi-
bido. Pero, tanto el uno como el otro son aptos para ser comidos.
2. ¿Cuál es (el animal) salario de ramera? Si uno le dice a una meretriz;
«(Este cordero) es tuyo como paga>>, incluso aunque fueren cien, todos quedan
prohibidos. Igualmente si uno dice a su compañero: <<Este cordero es tuyo con
tal que tu esclava yazca con mi esclavo», afirma Rabí que éste no es salario de
ramera, mientras que los sabios sostienen que se ha de considerar como animal
salario de ramera.
CAPÍTULO 7
l. Hay regulaciones para los animales consagrados para el altar que no vi-
gen para los que son consagrados para la restauración del Ternploi 7 y hay regu-
laciones para los anímales consagrados para la restauración del Templo que no
tienen vigencia con los animales consagrados para el altar. Así, en los anímales
consagrados para el altar se puede traer sustituto y a causa de ellos se hace uno
culpable (por la transgresión de las leyes) de lo abominable 58 , de lo sobrante59
6. Todos los animales consagrados que han sido degollados fuera del Tem-
plo o fuera de lugar han de ser quemados. El sacrificio por la culpa dudoso 73
ha de ser quemado. R. Yehudá afinna, en cambio, que ha de ser enterrado.
El sacrificio expiatorio de ave que se ofrece por pecado dudoso 74 ha de ser
quemado. R. Yehudá dice: Se arroja al canal7 5 • Todos los animales que han de
ser quemados no se entierran y los que han de ser enterrados no se queman.
R. Yehudá dice que si uno quiere ser riguroso consigo mismo quemando los
que han de ser enterrados, puede hacerlo. Pero le dijeron: No está permitido el
hacer cambios.
73. Ofrecido por un pecado del que se duda haya sido cometido.
74. Cf Ker 1, 4.
75. Del Templo, que lo llevaba al torrente Cedrón.
EXTERMINIO
(keritot)
Este tratado señala las «prevaricaciones» que acarrean la pena de exterminio. Tal
pena sólo tenia lugar cuando la prevaricación había sido realizada con premeditación. Si
había existido previamente una advertencia y, a pesar de eso, se cometió la prevaricación
ante testigos, se le podía aplicar al prevaricador en unos casos la pena de muerte, en otros
la flagelación. De todos modos, el exterminio era considerado como pena cuya ejecu-
ción competía a la divinidad y se verificaba como muerte prematura., es decir, antes de
cumplir los sesenta años. En caso de que la prevaricación se realizara por inadvertencia,
el prevaricador estaba obligado a ofrecer un sacrificio expiatorio si la prevaricación era
cierta, o un sacrificio de reparación condicionado si la prevaricación era dudosa.
El tratado contiene seis capítulos:
Cap. 1: Prevaricaciones que llevan anejo el exterminio, obligación que surge si fueron
realizadas por inadvertencia, sacrificío que ha de ofrecer la mujer que aborta o sufrió flujos.
Cap. 2: Casos en que se ha de ofrecer un sacríficío expiato{io sin haber cometido
pecado o incluso habiéndolo cometido.
Cap. 3: Sacrificios expiatorios por haber comido sebo, un solo acto puede obligar
a varios sacrificios expiatorios, preguntas de R. Aquiba a Rabán Gamaliel y R. Josué.
Cap. 4: Sacrificio por la culpa en caso dudoso.
Cap. 5: Pena por la degustación de sangre, casos dudosos.
Cap. 6: Qué ocurre cuando en los sacrificios condicionantes por la culpa se resuelve
la duda en sentido positivo o negativo.
CAPÍTULO 1
5. Lv 20, 6; San 7, 7.
6. Ex 31, 14.
7. Lv 22, 3.
8. Lv 15, 31; Nm 19, 13.20.
9. Lv 7, 25.
10. Lv 7, 26.
1\. Lv 19, 8.
12. Lv 7, 18.
13. Lv 17, 4.
14. Lv 17, 9.
15. Ex 25, 15.
16. Lv 23, 29.
17. Lv 23, 30.
18. Ex 30, 33.
19. Ex 30, 38.
20. Ex 30, 33.
21. Nm 9, 13.
22. Gn 17, 30.
23. Aunque sin mediar amonestación de testigos.
24. Para tanto no salga de la duda. Pero, en el momento de tener certeza de la trans-
gresión, tiene que ofrecer un sacrific.io expiatorio.
25. Un sacrificio cuyo valor sube y baja según el poder económico del oferente. El aco-
modado ofrece una oveja o una cabra; el pobre, dos palomas; el muy pobre, un décimo de efá
de harina (Lv 5, 5-13).
26. Por transgresión involuntaria no tiene que ofrecer sacrificio expiatorio y, por tanto,
por transgresión dudosa tampoco ha de ofrecer el sacrificio por la culpa de carácter provisorio.
27. Nm l5, 29.
28. El sacrificio expiatorio que juntamente con el holocausto ha de ofrecer la mujer
que ha dado a luz después de los días de su purificación (Nm l2, 6).
783 Exterminio - keritot Ker 1,4-6
7. Si una mujer tiene duda de haber sufrido cinco flujos 34 o cinco abortos,
ofrece un solo sacrificio35 y puede comer de los sacrificios de anímales. Del
resto36 no está obligada. Sí tuvo con seguridad cinco abortos o sufrió con toda
certeza cinco flujos, ofrece un solo sacrificio, puede comer (la carne) de los sa-
crificios de los animales, pero queda obligada a ofrecer los otros sacrificios37 •
Ocurrió una vez que un par de tórtolas costaron en Jerusalén un denario de
oro 38 • Rabán Símeón ben Gamaliel exclamó: ¡Por el Templo! No me acosta-
ré esta noche hasta que no estén a un denario (de plata). Entró en la sala del
tribunal y enseñó: Si una mujer ha tenido con toda certeza cinco abo1tos o ha
sufrido con toda certeza cinco flujos, ha de ofrecer un solo sacrificio, puede
comer ( de la carne) de los sacrificios de animales y no está obligada a ofrecer
otros sacrificios. En aquel mismo dla el precio del par de tórtolas se puso en un
cuarto de denario (de plata).
CAPÍTULO 2
a. plaga (de la lepra) + ofrece los pájaros y si es cogido por la plaga (de la lepra) b. (en
los sacrificios ... animal macho))
48. Que está prometida a otro hombre.
49. Nm 5, 14-15.
50. Cuando después de haber pasado el tiempo de su purificación (Lv 14, 9) y antes
de ofrecer el sacrificio de expiación es cogido de nuevo por la enfermedad.
51. Lv 14, 4.
52. Lv 14, 19.
53. Lv 14, 12.
54. Después de haber dado a luz a una niña.
55. Cf. Lv 5, l.
56. Que promete y luego premeditadamente no cumple.
57. Cf. Shebu 2, t.
58. Cf. Lv 19, 20.
59. Que afectan en este caso sólo al varón.
60. Que ha de ofrecerlo sólo él.
61. De ofrecer un sacrificio.
Ker 2, 5-3, 3 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 786
5. ¿De qué esclava se trata? De la que es mitad esclava y mitad libre, pues
está escrito: No ha sido totalmente redimida 62 • Esta es la opinión de R. Aquiba.
R. (smael afirma: Se trata de una esclava cabal. R. Elazar ben Azarías dice: En
las uniones incestuosas se expresa claramente63; en cuanto al otro caso, (la tra-
dición) que poseemos es que se trata de una mujer mitad esclava y mitad libre.
6. En todas las uniones incestuosas, sí uno es mayor de edad y el otro menor
de edad, el menor de edad no es culpable; sí uno está en vigilia y el otro está
dormido, el que está donnído no es culpable; si uno obra por inadvertencia y el
otro premeditadamente, quien obra por inadvertencia está obligado a un sacrifi-
cio por el pecado y quien obra premeditadamente se hace reo de extenninio.
CAPÍTULO 3
62. Lvl9,20.
63. Que se trata de mujeres libres.
64. Lv 3, 17; 7, 23.
65. Lv 4, 28.
66. En tal caso no estaría obligado a ofrecer un sacrificio. Por tanto, ha de ser creído
cuando dice, en contra de los testigos, que no ha comido, porque, si quisiera librarse del sacri-
ficio, le bastaría decir una mentira.
67. ¿Dentro de qué tiempo han de ser comidas las dos cantidades como de media aceituna
para que sean computadas como una sola cosa?
68. Que se comen uno a uno y exigen un cierto tiempo para masticarlos y tragarlos.
787 Extenninío - keritot Ker 3, 4-6
a. en su boca: en sábado
69. Cf. Er 8, 2; Neg 13, 9.
70. Si uno come como un cuarto de pan de comidas impuras no puede comer de la
carne sacrificial o de la ofrenda sin que antes haya hecho el baño ritual.
71. Tampoco puede comer cosas sagradas sin haber antes hecho el baño ritual.
72. Un sacerdote.
73. A ministrar.
74. No es transgresión por comer, sino por profanar el sábado.
75. Que es su hermana debido a que fue el fruto de la unión incestuosa con la propia
madre y que se casó primero con su he1mano y luego con su tío.
76. A la hija de la hija de su hijo.
77. Puede estar obligado a ofrecer seis sacrificios.
78. Donde pueden concurrir las circunstancias que Je obliguen a siete sacrificios.
79. En el caso, por ejemplo, de que una mujer, Ana, tenga una hija de una unión inces-
tuosa con su padre y el que se case con ésta tenga unión incestuosa con Ana.
Ker 3, 7-9 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 788
CAPÍTUL04
ante él sebo y grasa 91 comió de uno de ellos, pero no sabe de cuál, o si teniendo
a su mujer y a su hermana en casa realiza una unión sexual inadvertidamente
pero luego no sabe con cual de ellas tuvo lugar la unión sexual por inadve1ien~
cia o sí era sábado o día ferial y realizó un trabajo en uno de ellos sin que sepa
en cuál de ellos fue, en tales casos ha de ofrecer un sacrificio por la culpa de
carácter transitorio 98 •
2. Del mismo modo que si uno en un momento de olvido come varías ve-
ces sebo no está obligado más que a un solo sacrificio expiatorio, así, cuando
uno no tiene certeza de la transgresión, no tiene que ofrecer más que un sacri-
ficio por la culpa (de carácter provisorio). Asimismo, del modo que si en el
entretanto uno se ha hecho consciente de la transgresión ha de ofrecer un sacri-
ficio de expiación por cada uno de los actos, así, en iguales circunstancias, ha
de ofrecer un sacrificio por la culpa de carácter provisorio por cada uno de los
actos. Del mismo modo que si uno, en un acto de olvido, come sebo, sangre,
remanente de sacrificio o cosa abominable queda obligado (a un sacrificio) por
cada uno de los actos, así cuando la transgresión no es conocida con seguridad,
ha de ofrecer un sacrificio por la culpa de carácter provisorio por cada uno de
los actos. Si uno tenía ante sí sebo y remanente de sacrificio y comió de uno
de ellos, pero no sabe de cuál o si su mujer estaba en el periodo y su hermana
estaba con él en casa y tuvo una unión sexual por inadvertencia, pero sin que
sepa con cuál de ellas tuvo la unión sexual inadvertidamente o si realizó un
trabajo en el atardecer previo al sábado o al día de la expiación y no sabe en
cuál de ellos lo realizó, según R. Eliezer el tal está obligado a un sacrificio por
el pecado, mientras que según R. Josué está exento. R. Yosé dice: No difieren
de opinión en cuanto al que realiza el trabajo al atardecer (del que dicen que)
está exento. Porque yo puedo suponer que parte del trabajo fue realizado en un
día y otra parte al día siguiente. ¿Sobre qué disputan entonces? Sobre el que ha
realizado el trabajo en el día, pero no sabe si lo hizo en sábado o en el día de la
expiación o sobre uno que realizó un trabajo, pero no sabe qué tipo de trabajo
fue. R. Eliezer declara al tal obligado a un sacrificio por el pecado, míentras
que R. Josué lo declara exento. R.Yehudá precisa: R. Josué lo declara también
exento del sacrificio por la culpa de carácter provisorio.
3. R. Simeón Sezurí y R. Simeón decían que (aquellos dos doctores) no
disputaban de si era uno culpable cuando se trataba de una transgresión que caía
bajo la misma categoría99 • ¿Sobre qué disputaban entonces? Sobre una trans-
gresión que cae bajo diversas categorías 1°0 , en lo que R. Elíezer declara obliga-
do al culpable a un sacrificio expiatorio, mientras que R. Josué lo declara libre.
R. Yehudá dice: Incluso si uno se propone recoger higos y recoge uvas o uvas
y recoge higos o negros y recoge blancos o blancos y recoge negros, R. Eliezer
CAPÍTOLO 5
l. (Sí uno come la cantidad como una aceituna) de la sangre 102 que fluye
en el degüello de un animal o de una bestia salvaje o de un ave, ya sean puros
0 impuros, o de la sangre que mana en una estocada o tras el descuaje (de la
tráquea o del esófago), o de la sangre que corre y que es causa de la muerte 1°3,
se hace culpable 1°4. Pero (si uno ingiere) la sangre del bazo o del corazón o de
los testículos o la sangre de pez o de langosta o la sangre exprimidal05 , no se
hace culpable 106 • Sin embargo, R. Yehudá declara culpable (a quien degusta)
sangre exprimida.
2. R. Aquíba declara a uno obligado a ofrecer un sacrificio por la culpa de
carácter provisorio cuando hay duda de haber cometido sacrilegio 107, mientras
que los sabios lo declaran exento. Pero está de acuerdo R. Aquiba en que no tie-
ne que indemnizar por su sacrilegio en tanto no tenga certeza de él y entonces
presenta conjuntamente un sacrificio incondicional por la culpa. R. Tarfón dice:
(<¿Por qué ha de ofrecer dos sacrificios por la culpa?>> 1º8• Más bien, indemni-
za lo correspondiente al saciificio añadiendo un quinto 109, ofrece un sacrificio
por la culpa de dos selásnº y dice; «Si en verdad cometí sacrilegio, sea esto la
indemnización por el sacrilegio y esto mi sacrificio de reparación; pero si es
dudoso, las monedas sean dedicadas para sacrificios voluntarios y el sacrifi-
cio de reparación sea de carácter condicional», ya que ha de ofrecer el mismo
tipo de sacrificío 111 para el caso de que haya certeza (de sacrilegio) como para
el caso de que no la haya.
3. Le dij o R. Aquiba: Tus palabras parecen aceptables cuando se trata de un
sacrilegio de poca monta. Pero en caso de que tenga duda de un sacrilegio por
valor de cien minas, ¿no será mejor para él traer un sacrificio por la culpa de
dos selás y que no tenga que indemnizar por el sacrilegio, de carácter dudoso,
101. Lv 4, 23.
102. Lv 3, 17; 7, 26; JO, 14; 19, 26; Dt 12, 16.23; 15, 23.
103. Por sangría.
104. De exterminio.
105. La que se recoge después que ha fluido la sangre «vital».
106. Según la disposición legal, quien degusta la sangre del bazo o el corazón, o sangre
exprimida, merece azotes. La sangre de los testículos está prohibida por disposición rabínica.
107. Lv 5, 15.
. 108. Uno de carácter provisorio por la duda y otro incondicional cuando resuelve posi-
tivamente la duda.
109. Lv 5, 16.
110. Lv 5, 15.
11 l. Un carnero, de dos selás.
Ker 5, 4-7 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 792
CAPÍTULO 6
apedreado 125 . Si (se conoce que no cometió el daño) antes de ser apedreado,
se le deja marchar y pastar con la vacada; si es después de ser apedreado, está
permitido sacar beneficio de él. Igualmente tampoco ocurre así con la ternera
que ha de ser desnucada 126 . Si (el homicida es hallado) 127 antes de que sea
desnucada, se la deja marchar y pastar con la vacada. Sí es después de haber
sido desnucada, ha de ser enterrada en el propio lugar, porque, como había sido
ofrecida inicialmente por un acto (de autor) desconocido, expió por el acto (de
autor) desconocido y cumplió así su finalidad.
3. R. Eliezer dice que un hombre puede ofrecer voluntariamente un sacri-
ficio por la culpa de carácter condicional en cualquier día y en el momento
que le plazca, y es llamado i<sacrificio por la culpa de los piadosos)). Se cuenta
de Baba ben Butíª que ofrecía voluntariamente todos los días un sacrificio
por la culpa de carácter condicional a excepción del día siguiente al Día de la
Expiación. Decía: ¡Por el Templo!, que si me lo hubieran permitido lo hubiera
ofrecido 128. Pero me decían: Espera hasta que te surja la duda. Los sabios, en
cambio, afirman que no se ofrece un sacrificio por la culpa de carácter condi-
cional, sino por una transgresión que, si ha sido realizada premeditadamente,
comporta la pena de exterminio, y si ha sido por inadvertencia, un sacrificio
expiatorio.
4. Sí uno está obligado a ofrecer un sacrificio expiatorio o un sacrificio
cierto por la culpa y pasa por él el D[a de la Expiación, ha de ofrecerlos des-
pués del Día de la Expiación. Pero si está obligado a sacrificios por la culpa de
carácter condicional, está exento 129 . Si a uno le surge la duda de haber come-
tido una transgresión en el día mismo de la expiación, incluso aunque sea al
anochecer, está exento, ya que todo el día expía.
5. Si una mujer está obligada a ofrecer un sacrificio expiatorio de ave
debido a un caso dudoso y pasa por ella el Día de la Expiación, está obligado
a ofrecerlo después del Día de la Expiación, ya que ella es hecha hábil para
comer de los sacrificios de animales (con este sacrificio). Si el sacrificio ex-
piatorio de ave es ofrecido por un caso dudoso y, después de haber retorcido
el pescuezo del ave, se le hace conocido a ella (que no tenía que ofrecerlo), ha
de ser enterrado.
6. Si uno aparta dos selás para un sacrificio por la culpa130 y con ellas com-
pra dos carneros para el sacrificio por la culpa y uno de ellos vale ya dos selás,
puede ofrecer éste sólo y el otro dejarlo pastar hasta que contraiga defecto.
Luego lo vende y el dinero de la venta va a parar (al tesoro del Templo) para
a. Butí: Batá
125. Ex 21, 28.
126. Dt21,3.
127. Sot 9, 7.
128. Al día siguiente de! Día de la Expiación.
129. Cf. Lv 16, 30.
130. Para la mayoría de este tipo de sacrificios el valor mínimo prescrito era de dos selás
(Lv 5, 15).
795 Exterminio • kerilot Ker 6, 7-9
sacrificios voluntarios. Si compró con ellas dos cameros para uso profano, uno
de ellos de dos selás de valor y el otro de diez sus, puede ofrecer el que vale
dos selás como sacrificio por la culpa y el otro como indemnización por el
sacrilegio. (Si con las dos selás) compró un carnero para el sacrificio por la
culpa y otro para uso común y el carnero para el sacrificio por la culpa es del
valor de dos selás, ha de ofrecer éste como sacrificio por la culpa y el otro como
indemnización por el sacrilegio, juntamente con una selá y el quinto (añadido).
7. Si un hombre ha puesto aparte (el animal) para un sacrificio por el pe-
cado y muere, su hijo no puede ofrecerlo después de él 131 • Tampoco se puede
ofrecer el sacrificio por un pecado (cuando se había apaiiado el animal) a cau-
sa de otro; ni incluso uno destinado por el sebo comido ayer se puede ofrecer
por el sebo comido hoy, conforme a lo que está escrito: Lo ofrecerá ... por su
pecadom, es decir, su sacrificio ha de ser ofrecido por el pecado para el que
ha sido asignado.
8. (Con el dinero) dedicado para la adquisición de un cordero (para un
sacrificio expiatorio) se puede comprar una cabrarn o un cordero con el que
había sido destinado para una cabra. Del mismo modo, (con el dinero) desti-
nado para la adquisición de un cordero o una cabra se pueden comprar tórtolas
o pichones 1J 4 y con el destinado a la adquisición de tórtolas o palomas, un
décimo de e/ii 13 '. ¿De qué manera? Si un hombre apartó (el dinero) para la
adquisición de una oveja o de una cabra y deviene pobre, ofrece un ave; si
todavía se hace más pobre, ofrece un décimo de efá. Por el contrario, si separó
(el dinero) para comprar un décimo de efá de harina y deviene rico, ofrece
un ave y, si todavía se hace más rico, ofrece un cordero o una cabra. Si puso
aparte a una oveja o a una cabra y devienen éstos defectuosos, si quiere puede
ofrecer con su precio sacrificios de aves. Pero si apartó un ave y ésta deviene
defectuosa, no tieneª que ofrecer con su precio un décimo de efá de harina,
porque el ave no tiene rescate.
9. R. Simeón dice: Los corderos preceden a las cabras en todos los lugares
(de la Escritura) 136 • ¿Se debe a que son preferidos? Pero la Escritura dice: Si
ofrece un cordero como sacrificio expiatorio 137 , enseñando así que ambos son
del mismo valor. Las tórtolas preceden a los pichones en todos los lugares (de
la Escritura). ¿Se debe a que son preferidas? Pero la Escritura dice: Un pichón
o una tórtola para sacrificio por el pecado 138 , enseñando así que ambos son de
igual valor. Igualmente el padre precede a la madre en todos los lugares (de la
a. no tiene: tiene
l 31. Ni por sí ni por su padre.
132. Lv 4, 28.
133. Cf. Lv 5, 6.
134. Lv 5, 7.
135. Que puedan ofrecer quienes no están en condiciones de adquirir lo más caro.
136. Se mencionan en primer lugar.
137. Lv 4, 32. La conjunción «si» hace del cordero una simple alternativa a la cabra.
138. Lv 12, 6.
Ker 6, 9 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 796
139. Lv 19, 3.
140. El hijo, discípulo.
SACRILEGIO
(me 'ilá)
CAPiTULO 1
por razón de las unas como de las otras 8 se puede hacer uno culpable en razón
(de transgredir las leyes) de lo abominable, del remanente y de la impureza.
En los sacrificios de santidad menor la consecuencia es siempre severa. ¿De
qué manera? Así, en los sacrificios de santidad menor, antes de la aspersión
de la sangre, no se aplica la ley del sacrilegio ni a las porciones sacrificiales
ui al resto de la sangre. Sin embargo, después de la aspersión de la sangre se
aplica la ley del sacrilegio a las porciones sacrificiales, aunque no al resto de la
carne, y tanto por unas como por otras se puede hacer uno culpable por razón
(de transgredir las leyes) de lo abominable, del remanente y de la impureza.
Resulta, pues, que la acción de la sangre en los sacrificios santísimos tiene una
secuela indulgente y otra severa, mientras que en los sacrificios de santidad
menor sólo se da una secuela severa.
CAPÍTULO 2
8. Tanto por las partes destinadas al altar como por el resto de la carne.
9. Cuando la aspersión de la sangre no tiene lugar el mismo día o cuando después de la
aspersión de la sangre se deja la carne toda la noche.
1O. Sobre la pared del altar, lo que corresponde en el holocausto del ave a la aspersión
en el sacrificio expiatorio (cf. Zeb 6, 5).
11. Cf. Zeb 5, 2.
12. Cf. Zeb 4, 4.
13. lbid.
Meil 2, 4-8 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 800
Después que ha sido asperjada la sangre. se puede hacer uno culpable por su
causa en razón de la transgresión de las leyes de lo abominable, del remanente
y de la impureza y se les aplica la ley del sacrilegio en el mismo lugar de la
ceniza hasta que la carne se disuelva.
4. La ley del sacrilegio se aplica al holocausto desde el momento de su
dedicación. Después de haber sido el animal inmolado, se hace susceptible de
invalidez a través del contacto con uno que ha realizado en el mismo día el ba-
ño de inmersión (a causa de la impureza) o cuya expiación todavía no es com-
pleta o dejándolo pernoctar. Si la sangre ha sido asperjada, puede uno devenir
culpable por su causa en razón de la transgresión de las leyes de lo abominable,
del remanente y de la impureza; a su piel no se aplica la ley del sacrilegio, pero
sí a su carne en tanto no sea transportada al lugar de la ceniza.
5. La ley del sacrilegio se aplica al sacrificio expiatorio, al sacrificio por la
culpa y a los sacrificios pacíficos de la comunidad desde el momento de su de-
dicáción. Tras la inmolación se hacen susceptibles de invalidez a través del con-
tacto con uno que ha realizado en el mismo día el baño de la inmersión (a causa
de la impureza) o cuya expiación aún no es completa y dejándolos pernoctar.
Después de que la sangre ha sido asperjada, uno puede devenir culpable por su
causa en razón de la transgresión de las leyes de lo abominable, del remanente
y de la impureza. La ley del sacrilegio no se aplica a su carne, pero sí a sus por-
ciones sacrificiales, hasta que no sean transportadas al lugar de la ceniza.
6. La ley del sacrilegio se aplica a los dos panes 14 desde el momento de su
dedicación. Una vez que la masa se endurece en el horno se hacen susceptibles
de invalidez a través del contacto con uno que ha realizado en el mismo día
el bafio de la inmersión (a causa de la impureza) o con uno cuya expiación
todavía no es completa y, a partir de ese momento, pueden ser degollados los
animales de sacrificio que le corresponden 15• Después que la sangre de los cor-
deros ha sido asperjada, puede hacerse uno culpable por su causa en razón de
la transgresión de las leyes de lo abominable, del remanente y de la impureza
y no se le aplica la ley del sacrilegio.
7. La ley del sacrilegio se aplica a los panes de la proposición 16 desde el
momento de su dedicación. Una vez que se endurecen en el horno se hacen
susceptibles de invalidez a través del contacto con uno que haya realizado en el
mismo dia el baño de la inmersión (a causa de la impureza) o cuya expiación no
es todavía completa y pueden ser ya ordenados sobre la mesa. Una vez que ya
han sido ofrecidas las cucharadas de incienso puede uno hacerse culpable por su
causa en razón de la transgresión de las leyes de Jo abominable, del remanente
y de la impureza y no se les aplica la ley del sacrilegio.
8. La ley del sacrilegio se aplica a las oblaciones desde el momento de su
dedicación. Una vez que han devenido santas en el recipiente litúrgico se hacen
CAPITULO 3
6. La ley del sacrilegio se puede aplicar a cualquier cosa que sea apta para
el altar, aunque no para la restauración del Templo, o que sea adecuada para la
restauración del Templo, pero no para el altar, o que ni sea conveniente ni para
el altar ni para la restauración del Templo. ¿De qué manera? Si uno dedica una
cisterna llena de agua 30, o un estercolero lleno de estiércoP 1, o un palomar lleno
de palomas32, o un árbol lleno de fruta 33 , o un campo rebosante de hierba, se les
aplica la ley del sacrilegio, tanto a la cosa misma como a todo lo contenido en
ella. Pero si dedicó una cisterna y luego fue henchida de agua, o un estercolero
y Juego fue llenado de estiércol, o un palomar y luego fue repleto de palomas,
0 un árbol y luego se colmó de frutas, o un campo y luego se inundó de hierba,
se aplica la ley del sacrilegio a la cosaª misma, pero no a la contenida en ella.
Estab es la enseñanza de R. Yehudá. Sin embargo, R. Simeónc34 dice: Si un
hombre dedica un árbold, la ley del sacrilegio se aplica tanto al árbol' como a
sus frutos, pues éstos son productos de cosa dedicada. La cría de un animal del
diezmo no debe amamantarse de un animal de diezmo 35 . Pero hay quien hace
la donación con esa condición36 • La cría37 de animales santificados no puede
amamantarse de animales santificados. Pero hay quienes donan el animal só-
lo bajo esa condición. Los operarios 36 no pueden comer de los higos secos que
han sido dedicados al Templo. Tampoco la vaca 39 puede comer de la arveja de-
dicada al Templo.
7. Si las raíces de un árbol en un terreno privado se extienden por un campo
dedicado al Templo, o sí las raíces de un árbol en terreno santificado se extien-
den por un terreno privado, no puede sacarse beneficio de ellas, pero no están
sujetas a la ley del sacrilegio. Si una fuente 40 mana en medio de un campo santi-
ficado, no puede sacarse beneficio de ella, pero no está sujeta a la ley del sacrile-
gio. Mas sí fluye por fuera del campo, puede ser aprovechada. No se puede sacar
provecho del agua del jarro de oro41 , pero no está sujeta a la ley del sacrilegio.
Sin embargo, una vez que era introducida en la botella42 quedaba sujeta a la ley
del sacrilegio. No puede sacarse ningún provecho de las ramas de sauce43 , pero
la ley del sacrilegio no se les aplica. R. Elazar dice en nombre de R. Sadoq que
los ancianos acostumbraban a hacer de ellos sus ramos 44 •
8. No puede sacarse provecho del nido que está en la copa de nn árbol de-
dicado, pero no está sujeto a la ley del sacrilegio. Si se encuentra en la copa de
un árbol dedicado a la idolatría, puede tirarlo con una caña 45 . Si uno dedica al
Templo un bosque, todo lo que en él hay queda sujeto a la ley del sacrilegio. Si
los tesoreros del Templo compran árboles 46 , quedan sujetos a la ley del sacrile-
gio, pero no las vírutas 47 ni el follaje.
CAPÍTULO 4
1. Las cosas dedicadas al altar se unen una con otra para formar la canti-
dad prohibída48 por la ley de sacrilegio o para hacerse culpable por razón (de
la transgresión de las leyes) de lo abominable, del remanente y de la impu-
reza49. Las cosas dedicadas para la restauración del Templo se unen una con
otra, como asimismo las cosas dedicadas al altar se unen con las dedicadas a
la restauración del Templo para formar la cantidad prohibida por la ley del
sacrilegio.
2. En los holocaustos se unen 50 cinco cosas una con otra: la carne, el sebo,
la flor de harina, el vino y el aceite. Seis se unen en el sacrificio de acción de
gracias: la carne, el sebo, la flor de harina, el vino, el aceite y el pan. La ofren-
da51, la ofrenda del diezmo 52, la ofrenda del diezmo de productos dudosos
(respecto del diezmo )53 , la masa54 y las primicias55 se unen unas con otras para
formar la cantidad prohíbida56 y también para obligar por su causa al pago del
quinto (añadido) 57 .
3. (Para formar la cantidad prohibidaª) se une lo abominable de varios sa-
crificios, lo remanente de varios sacrificios, las diversas especies de carroña 58 ,
todos los reptiles, la sangre y la carne de un reptil. R. Josué estableció una regla
CAPÍTULO 5
lo que uno goza y lo que da de comer a su compañero se unen uno con otro 11,
incluso con mucho tiempo de intervalo.
CAPÍTULO 6
a. o hígado]
77. Para fonnar laperutá de valor.
78. Que dio el mandato.
79. Perteneciente tanto lo uno como lo otro al Templo.
80. Para comprar alimentos con dinero perteneciente al Templo.
81. De que el dinero pertenece al Templo.
82. Algunos textos leen: «ambos», en sentido positivo.
83. Pertenecientes al Templo.
84. Fmta semejante al limón.
Meil 6, 5-6 Orden quinto.· Cosas sagradas - qodashím 808
CAPÍTULO 1
1 . Durante la noche.
2. Cf. Sheq 5, 1; Yom l, 5; 3, 11; Mid l, l. Se encontraba en la parte meridional,junto
o encima de !a puerta del agua, donde los sacerdotes de la familia sacerdotal de Abtinas pre-
paraban los perfumes.
3. Cf. Mid, l, 5. Allí se alimentaba una !!arna pennaneute con la que se encendía e! fuego
de! altar cuando éste se apagaba.
4. En ella se calentaban los sacerdotes.
5. Literalmente: «ancianos de la casa del padre». Los sacerdotes estaban distribuidos en
24 guardias y cada semana servía en el Templo una guardia. Cada guardia se distribuía a su
vez en siete familias (baté abot), por cada día de la semana.
Tam 1, 2-4 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 810
a. Cuando unos ... se encontraban: Cuando unos y otros llegaban al fogar donde se
hacían las tortas
6. Cf. Mid 1, 9.
7. Algunos entienden el término birá como una plaza especial del Templo.
8. Cf. Miqw 8, 4.
9. Ya que no era apto para ministrar en el Templo ní para comer de la ofrenda, debido
a que no se ponía en estado de pureza hasta el atardecer.
10. Cf. Lv 6, 3.
11. A quien competía la distribución de los diversos oficios.
12. Cf. Yom 1, 8.
13. Cf. Yom 2, l.
14. Si todos los objetos necesarios para el culto estaban en orden.
15. Cf. Men 4, 5; Mid 1, 4; Lv 6, 21. Se encontraba en el ángulo suroriental del atrio del
Templo. Las tortas !as tenía que ofrecer diariamente el Sumo Sacerdote.
16. La paleta con la que removía la ceniza.
17. Cf. Ex 30, 17ss.
811 El sacrificio n>tidiano - ramíd Tam2, 1-4
CAPÍTULO 2
CAPÍTULO 3
l. El encargado les decía: Venid y echad las suertesw (para ver a) quién le
toca realizar la inmolación, a quién asperjar la sangre, a quién limpiar las ce-
nizas del altar interior, a quién las del candelabro, a quién subir a la rampa las
porciones sacrificiales: la cabeza y la pierna (derecha), las dos patas delante-
ras, las nalgas y la pierna (izquierda), el pecho y el pescuezo, los dos costados,
las entrañas, la harina fina, las tortas y el vino. Echaban a suerte y tocaba a
quien tocaba.
2. El encargado les decía: <(Salid y mirad si ha llegado la hora de la inmo-
lación». Si había llegado, el que había salido a mirar decía: «Luce la luz» 31 •
Matías ben Samuel decía: ¿Está iluminada la parte oriental? ¿Hasta Hebrón?b
Aquél respondía: Sí.
3. Luego les decía: «Salid y traed un cordero de la cámara de los corderos» 32 •
La cámara de los corderos se encontraba en el ángulo noroccídental. Allí había
cuatro cámaras 33 : la cámara de los corderos, la cámara de los sellos, la cámara
del fuego y la cámara donde eran hechos los panes de la proposición.
4. Iban a la cámara de los utensilíos 34 y traían de allí noventa y tres utensi-
lios de plata y de oro. Al cordero, que iba a servir para el sacrificio cotidiano,
le hacían beber de un recipiente de oro. A pesar de que ya había sido inspeccio-
nado en la vigilia, lo inspeccionaban de nuevo a la luz de las antorchas.
5. A quien tocaba inmolar el cordero del sacrificio cotidiano, lo arrastraba
y lo llevaba al lugar de la inmolación35 y aquellos a quienes tocaba llevar las
porciones sacrificiales iban detrás de él. El lugar de la inmolación se encon-
traba en el lado norte del altar. Allí había ocho pilares pequeños, sobre los que
se asentaban unos tablones de madera de cedro. En ellos estaban fijados unos
garfios de hierro 36 , teniendo cada tablón tres órdenes ( de garfios), de los cuales
colgaban (a los animales sac1ificados). Estos eran despellejados sobre unas
mesas de mármoP 7 que había entre los pilares.
6. A quienes les habia tocado en suerte limpiar de cenizas el altar interior y
el candelabro, se adelantaban llevando en sus manos cuatro utensilios: un cu-
bo, un jarro y dos llaves. El cubo se asemejaba a una gran medida que contiene
tres kab de oro, mientras que él contiene dos kab y medio. El jan-o se asemeja-
ba a una ánfora de oro. Dos llaves, con una tenía que bajar hasta «las axilas» 38 ;
con la otra se abría la puerta directamente.
7. Iba 39 al portillo 40 septentrional. La puerta grande 41 tenía dos portillos, uno
al norte y otro al sur. Por el del sur no entró jamás nadie, lo que fue dicho ex-
presamente por Ezequiel: Me dijo el Señor: Esta puerta estará cetrada y no se
abrirá ni nadie entrará por ella, porque el Señor, Dios de Israel, pasó por ella.
Quedará cerrada 42 . Cogía la llave y abría el portillo, entraba en la estancia y de
allí en el Santo hasta que alcanzaba la puerta grande, Llegado a la puerta grande
retiraba el cerrojo y los candados y abría. A quien tocaba inmolar (el cordero)
no lo ínmolaba en tanto no oía el estrépito de la puerta grande al abrirse.
8. Desde Jericó se podía percibir el estrépito de la puerta grande cuando se
abria. Desde Jericó se podla olr el sonido de la magrefá43 • Desde Jericó se po-
día oír el estruendo de la máquina de madera hecha por Ben Qatío para el pilón.
Desde Jericó se podía sentir la voz de Gabini, el pregonero 44 . Desde Jericó se
podía escuchar el sonido de la flauta. Desde Jericó se podía entreoír el sonido
del túnpano. Desde Jericó' se podía captar la voz de los cantos. Desde Jericó se
podía sentir el clangor del sajar y hay quien dice que incluso la voz del Sumo
Sacerdote cuando invocaba el Nombre divino el Día de la Expiación, (se oía
desde Jericó). Desde Jericó se podía percibir el olor del perfume cuando estaba
siendo preparado. R. Eliezer ben Daglay refiere que su familia tenía cabras
en el monte de Mijvar4 5 y que comenzaban a estornudar cuando percibían los
olores del perfume al momento de ser preparados,
9. A quien tocaba limpiar las cenizas del altar interior, entraba, agarraba el
cubo y lo ponía delante de él. Las recogía a puñados y las metía dentro. Al final
)arría el resto46 dentro, dejaba allí (el cubo) y se iba. A quien tocaba limpiar de
:enizas el candelabro, entraba, y si encontraba las dos lámparas, situadas en la
Jarte oriental, encendidas, limpiaba el resto y dejaba a aquellas ardiendo en su
;itio. Si las encontraba apagadas, las limpiaba y las prendía con las otras que
!Staban encendidas. Luego limpiaba de las cenizas el resto. Delante del cande-
.abro había una piedra y en ésta tres gradas, sobre las que se ponía el sacerdote
:>ara arreglar las lámparas. Dejaba luego el jarro sobre la segunda grada y se iba.
CAPiTVL04
a. cortaba: cogía
51. Cf Mid 5, 3.
52. Literalmente, «agujereaba», ya que al partir el pecho se fonnaba como un orificio
entre las dos partes.
Tam 5_, 1-5 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 816
CAPÍTULO 5
CAPÍTULO 6
CAPÍTULO 7
dos trompetas de plata en sus manos. Tocaban primero con un tono sosten.ido,
luego clamorosamente y después de nuevo con tono sostenido. Venían luego
y se colocaban junto a BenArsa84 , uno a su derecha y otro a su izquierda. Cuan-
do se encorvaba para hacer la libación, movía el prefecto ritualmente las toallas,
Ben Arsa batía el cimbalo y los levitas entonaban el canto. Cuando llegaban a
una pausa85, tocaban las trompetas con tono sostenido y el pueblo se postraba.
En todas las pausas había un toque de tono sostenido y en todo tono sosteni-
do tenía lugar una postración. Este era el orden litúrgico del sacrificio cotidiano
en la liturgia de la casa de nuestro Dios. Sea su voluntad que sea reconstruido
rápidamente en nuestros días. Amén.
4. Los cantos que entonaban los levitas en el Templo eran: el primer día,
Al Señor pertenece la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y sus habitantes86 ; el
segundo día, Grande es nuestro Dios y sumamente ensalzado en la ciudad de
nuestro Dios, su monte santo 87 ; el tercer día, Dios se levanta en la asamblea
divina, en medio de los dioses juzga 88 ; el cuarto día, Dios de las venganzas,
Señor, Dios de las venganzas, mues/rate89 ; el quinto día, Aclamad a Dios, nues-
tra fuerza, dad vítores al Dios de Jacob 90 ; el día sexto, El Señor reina, vestido
de majestad 91 ; el sábado, Salmo, canto para el sábado 92 , salmo, un canto para
el tiempo que ha de venir, para el día que todo él ha de ser sábado, reposo
para la vida eterna.
84. Así se llamaba a quien tocaba el címbalo, en razón de un personaje de ese nombre
que tuvo tal oficio (Sheq 5, l ).
85. Al final de un canto o de una parte determinada del canto.
86. Sal 24.
87. Sal 48.
88. Sal. 82.
89. Sal 94.
90. Sal 81.
91. Sal 93.
92. Sal 92.
MEDIDAS
(middot)
Este tratado contiene una descripción del segundo Templo, de sus edificaciones prin-
cipales y concomitantes. Se denomina «las medidas» porque ofrece datos sobre las medi-
das de los diversos componentes de la fábrica del Templo.
El tratado contiene cinco capítulos:
Cap. J: Guardias de sacerdotes y levitas, puertas del monte del Templo, puertas del
atrio, cámara del fuego.
Cap. 2: La montaña del Templo, sus entradas, enrejado, muros, atrio de las mujeres,
atrio de Israel.
Cap. 3: Altar de los holocaustos, rampa, lugar de Ja inmolación, vestíbulo.
Cap. 4: El santo, la puerta grande, construcciones anexas, medidas del Templo.
Cap. 5: El atrio del Templo, sus medidas, sus dependencias.
CAPÍTULO 1
éste que hay en el atrio?». «El rumor' de un levita que ha sido golpeado y cuyos
vestidos han sido quemados a causa de haberse quedado dormido en su guar-
dia». R. Eliezerben Jacob refiere que una vez encontraron dormido al hennano
de su madre y le quemaron el vestido.
3. Había cinco puertas en el monte del Templo 6: las dos puertas de Ju\da 7
al sur, que servían como lugar de entrada y salida; la de Coponio al oeste, que
servía también como lugar de entrada y salida; la de Tadí 8 al norte, que no te-
nía ningún uso, y la puerta oriental, sobre la que había una representación del
palacio de Susa9 • Por ella salían al monte de los olivos el Sumo Sacerdote que
había de quemar la vaca roja 1°, la vaca y todos los que le prestaban ayuda.
4. Había siete puertas en el atrio del Templo: tres al norte, tres al sur y una
al este. Al sur, la puerta del encendimiento 11 ; junto a ella, la puerta de los pri-
mogénitos°, y en tercer lugar, la puerta del agua 12. Al este, la puerta de Nica-
nor13, que tenía dos cámaras, una a la derecha y otra a la izquierda. Una era la
cámara de Pinjas 14 , que era el encargado de los vestidos. La otra era la cámara
de los que preparaban las tortas 15 •
5. Al norte, la puerta de la llama 16 • Era como una especie de galería, so-
bre la que estaba construida una cámara superior de modo que los sacerdotes
podían hacer guardia en la parte alta y los levitas en la baja. Tenía una pue1ia
que daba al muro. Junto a ella estaba la puerta del sacrificio 17 • En tercer lugar,
estaba (la puerta) de la cámara del fuego 1~.
6. La cámara del fuego tenía cuatro habitaciones, como celdas abiertas a
una sala, dos situadas en lugar santo 19 y dos situadas en lugar profano 20 . Los
extremos de las piedras talladas marcaban el límite entre el lugar santo y el
lugar profano. ¿Qué uso tenían? La occidental-meridional era la cámara de
los corderos del sacrificio 21 ; la meridional-oriental era la cámara de los que
CAPÍTULO 2
ya que todo leño donde había gusanos era inepto para (arder) sobre el altar.
La del ángulo noroccidental era la cámara de los leprosos44 • De la de! ángulo
sudoccidental decía R. Eliezer ben Jacob que había olvidado su finalidad. Abá
Saúl decía que allí colocaban el vino y el aceite, y que por esto era llamada
cámara de la casa del aceite. (El atrio de las mujeres) era originariamente liso 45 ,
pero (posteriom1ente) fue circunvalado de una galería, de modo que las mujeres
podían ver desde arriba y los hombres desde abajo, a fin de que no se mezclasen.
Desde allí subían quince gradas hasta el atrio de Israel 46, correspondiendo a los
quince salmos graduales 47 y sobre los que los levitas entonaban sus cantos. No
eran cuadrados, sino curvos, como la mitad de una era circular.
6. Había bajo el atrio de Israel cámaras que daban al atrio de las mujeres,
donde los levitas depositaban las arpas, liras, címbalos y los demás instrumentos
musícales 48 • El atrio de Israel tenía una longitud de ciento treinta y cinco codos
por once de ancho. El atrio de los sacerdotes tenía asimismo ciento treinta y
cinco codos de largo por once de ancho. Los extremos de las piedras talladas
señalaban el límite entre el atrio de Israel y el atrio de los sacerdotes. R. Eliezer
ben Jacob dice: Había una grada de un codo de altura sobre la que estaba coloca-
do el estrado49 y que tenía otras tres gradas de medio codo cada una. Resultaba,
pues, que el atrio de los sacerdotes era dos codos y medio más alto que el atTio
de Israel. Todo el atrio tenía una longitud de ciento ochenta y siete codos de
largo por ciento treinta y cinco de ancho. Allí se hacían trece postraciones50 •
Aba Yosé ben Janán dice: Frente a las trece puertas. Las puertas meridionales
que estaban cercanas al ángulo occidental eran: la puerta superior 51 , la pue11a del
encendimiento, la puerta de los primogénitos y la puerta del agua. ¿Por qué era
llamada puerta del agua? Porque por ella era introducido el frasco del agua para
la libación de la fiesta de los Tabernáculos 52 . R. Eliezer ben Jacob decía: Allí
manaban las aguas y saldrán en el futuro por debajo del umbral del Templo 53 •
Frente a ellas, en el norte, cercanas al lado occidental: la puerta de Yejonías, la
puerta del sacrificio, la puerta de las mujeres y la puerta del canto. ¿Por qué era
llamada pue1ta de Yejonías? Porque por allí salió Yejonías para el exilio 54 • En el
oriente, la puerta de Nicanor, que tenía dos portillos, uno a la derecha y otro a la
izquierda. Había dos en la parte occidental que no tenían nombre.
CAPITULO 3
inválidas (las piedras para el altar) con el simple contacto o con cualquier de·
terioro. Si una de las piedras sufre un deterioro, se hace inepta, pero las demás
son hábiles. Las blanqueaban dos veces al año, una vez en Pascua y otra vez
en la fiesta de los Tabernáculos. El Santo era blanqueado una vez (al año), en
Pascua. Rabí refiere que todas las vigilias del sábado limpiaban el altar con un
paño a causa de la sangre. No se le daba una capa de cal sirviéndose de una
paleta de hierro, no sea que tocara (la piedra) y la hiciera inválida, ya que el
hierro fue creado para abreviar la vida del hombre, mientras que el altar fue
creado para alargarla. No es justo blandir aquello que abrevia contra aquello
que alarga.
5. En la parte norte del altar había anillos, seis órdenes con cuatro anillos
cada una 64 • Algunos dicen: cuatro órdenes de seis anillos cada uno. En ellos de-
gollaban a los anímales del sacrificio. El lugar de la inmolación se encontraba
al norte del altar. Allí había ocho pilares pequeños, sobre los que se asentaban
unos tablones de madera de cedro. En ellos estaban fijados unos garfios de
hierro, teniendo cada tablón tres órdenes (de garfios) de los cuales colgaban (a
los anímales sacrificados). Estos eran despellejados luego sobre unas mesas de
mármol que había entre los pilaresó 1.
6. El pilón se encontraba entre el vestíbulo y el altar, tirando más hacia el
sur. Entre el vestíbulo y el altar había veintidós codos. Allí había doce gradas;
la altura de cada una de ellas era de medio codo y su extensión otro codo,
(luego otro) de un codo, (otro) de otro codo y un terrazo de tres codos 66 . De
nuevo, uno de un codo, otro de otro codo y un terrazo de tres; en la parte más
alta había uno de un codo, otro de otro codo y un terrazo de cuatro. R. Yehudá
dice: En la parte más alta había uno de un codo, otro de otro codo y un terrazo
de cinco.
7. La entrada al vestíbulo tenía una altura de cuarenta codos y una anchura
de veinte. Encima de él había cinco comisas de madera de fresno. La más in-
ferior sobresalía de la entrada un codo por una y otra parte. Asimismo, (cada
una) de las superiores sobresalía respecto a su inferior un codo por una y otra
parte. Resultaba, pues, que la más superior tenía treinta codos. Entre cada una
de ellas había un estrato de piedras.
8. Entre el muro del Santo y el muro del vestíbulo estaban fijadas unas
vigas de cedro a fin de que no vacilase. En el artesonado del vestíbulo estaban
fijadas unas cadenas de oro por las que subían los sacerdotes jovencitos para
ver las coronas67 , como está escrito: Las coronas quedarán en el Templo del
Señor como recordatorio para Jelem, Tobías, Yedayas y len, hijo de Sofonías68 .
Una cepa de oro estaba a la entrada del Santo, soportada por las vigas. Todo
aquel que queria ofrecer voluntariamente una boj a., o un gajo, o un racimo ( de
oro), lo traía y se colgaba de ella. R. Elazar bar Sadoq refiere que ocurrió una
vez que fueron asignados trescientos sacerdotes por su causa69 .
CAPÍTIJLO 4
1. La entrada al Santo tenía veinte codos de alto por diez de ancho. Dispo-
nía de cuatro puertas, dos por el lado interno y otras dos por el lado externo, ya
que estaba escrito: El Santo y el Santísimo tenían dos puertas70 • Las externas
se abrían hacia el interior de la entrada y cubrían el espesor del muro. Las
internas se abrían hacia el interior del edificio, cubriendo la parte que está de-
trás de la puerta, porque todo el edificio estaba recubierto de oro, a excepción
de la parte que queda detrás de las puertas. R. Yehudá dice: Se encontraban
en medio de la entrada; era en fonna de puerta de doble hoja que se plegaba
hacia atrás, (cubriendo) cada una dos codos y medio, teniendo la jamba de la
puerta a uno y a otro lado (la espesura) de medio codo, tal como está escrito:
Las puertas tenían dos hojas, dos puertas giratorias cada puerta, dos puertas
en cada una71 •
2. La puerta grande tenía dos portillos 72, uno hacia el norte y otro hacia el
sur. Por el del sur nunca entró persona alguna, lo que fue dicho expresamente
por Ezequiel. Me dijo el Señor: esta puerta estará cerrada y no se abrirá ni
nadie entrará por ella. porque el Señor, Dios de Israel, pasó por ella. Quedará
cerrada73 . Cogía la llave y abría el portillo, entraba a la estancia y de allí al
Santo. R. Yehudá dice: Caminaba (a través del corredor que iba) por el espesor
del mmo hasta que se encontraba situado entre las dos puertas. Entonces abría
las externas desde el interior y las internas desde el exterior.
3. Había allí treinta y ocho celdas: quince en el norte, quince en el sur y
ocho en el oeste. Las del norte y las del sur estaban construidas cinco sobre
cinco y encima otras cinco74 • Las del oeste, tres sobre tres y encima otras dos.
Cada una tenia tres entradas: una para la celda de la derecha, otra para la celda
de la izquierda y otra para la celda de arriba. La que se encontraba en el ángulo
nororiental tenía cinco entradas: una para la celda de la derecha, otra para la
celda de arriba, otra para el pasaje circular, otra para el portillo y otra para el
Santo.
4. El piso inferior tenía cinco codos de anchura y el techo seis; el del medio
tenía seis de anchura y el techo siete; el de arriba, siete, tal como está escrito: El
piso bajo media cinco codos de ancho; el piso intennedio. seis codos de ancho:
el tercero, siete codos de ancho 75.
CAPiTUW 5
l. Todo el atrio tenía una longitud de ciento ochenta y siete codos por cien-
to treinta y cinco de ancho. Desde la parte oriental a la occidental había ciento
ochenta y siete codos: el espacio que pisaban los israelitas¡¡.¡ once codos, el
espacio que pisaban los sacerdotes 85 once, el altar treinta y dos, el espacio entre
el vestíbulo y el altar veintidós, el Santo cien, tras el propiciatorio once.
2. Desde el norte a mediodía había ciento treinta y cinco codos: la rampa
y el altar sesenta y dos, desde el altar a los anillos ocho, el lugar de los anillos
veinticuatro, desde los anillos a las mesas cuatro, desde las mesas a los pilares
cuatro, desde los pilares al muro del atrio ocho, el resto 86 se hallaba entre la
rampa y el muro y el lugar de los pilares.
3. En el atrio había seis cámaras, tres al norte y tres al sur. Las del nor-
te eran: la cámara de la sal, la cámara de la Parvá 87 y la cámara del lavado.
En la cámara de la sal se depositaba la sal para los sacrificios. En la cámara
de la Parvá se ensalaban las pieles de los anímales sacrificados y en su techo
estaba el lugar del baño de inmersión para el Sumo Sacerdote en el Día de la
Expiación. En la cámara del lavado se enjuagaban las entrafias de los animales
sacrificados. Desde allí un pasadizo circular subía hasta el techo de la cámara
de 1aParvá.
4. Las cámaras de! sur eran: la cámara de la leña, la cámara del exilio y la
cámara de los sillares. De la cámara de la leña dice R. Eliezer ben Jacob: He
olvidado para qué servía. Abá Saúl dice: Era la cámara del Sumo Sacerdote y
se encontraba detrás de las otras dos y las tres tenían un techo común. En la
cámara del exilio había un pozo permanente, había sobre él una rueda y desde
allí se sumínistraba agua a todo el patio. En la cámara de los sillares tenía su
sede el gran Sanedrín88 de Israel que juzgaba a los sacerdotes. Si en un sacer-
dote era encontrado algo inhabilitante, se vestía de negro, se cubría de negro,
salía y se iba. Sí no se encontraba en él nada invalidante, se vestía de blanco,
se recubría de blanco, entraba y ministraba con sus hermanos los sacerdotes.
Celebraban una fiesta por no haberse hallado nada invalidante en la gene-
ración de Aarón, el sacerdote. Así solían decir: «¡Bendito sea Dios, bendito
sea!, que no se ha encontrado defecto en la generación de Aarón. Bendito" sea
el que escogió a Aarón y a su descendencia para servir al Señor en la casa del
Santo de los Santos».
Qinnim significa «par de páJaros»; se designa así al tratado por contener las disposi-
ciones sobre los sacrificios de aves, mayonnente un par de tórtolas o pichones. Los casos
en !os que había obligación de ofrecer sacrificio de aves se señalan en Lv 5, 1-10; 12,
8; 14, 22.30-31; 15, 14-15; 15, 29-30; Nm 6, 9-l l. Cuando el sacrificio era obligatorio,
un pájaro se destinaba a holocausto y el otro a sacrificio expiatorio. Cuando e! sacrificio
era voluntario, los dos pájaros debían ser holocausto. La sangre de los pájaros ofrecidos
como holocausto era asperjada por encima de la línea roja que dividía el altar, mientras
que la de los pájaros ofrecidos como sacrificio expiatorio era asperjada por debajo de la
línea. Puesto que las ocasiones de ofrecer el sacrificio de aves eran numerosas, ocurría
a veces que se mezclaban los pájaros de unos y otros, o que la sangre no era asperjada
debidamente. De todo esto se hace eco el tratado, que contiene tres capítulos:
Cap. 1: La aspersión de la sangre en los sacrificios de ave, sacrificio de obligación,
voto y ofrenda voluntaria, mezcla de aves, diferentes casos.
Cap. 2: Mezcla de aves en casos diversos.
Cap. 3: Validez de los sacrificios o invalidez en caso de mezcla, situaciones diversas.
CAPÍTULO 1
entre votos y ofrendas voluntarias? Ninguna otra a no ser que sí mueren o son
robados4, en el voto queda uno responsabilizado por ellos (y ha de sustituirlos
por otros), mientras que si en las ofrendas voluntarias mueren o son robados, no
queda uno responsabilizado por ellos.
2. Si un animal dedicado a sacrificio expiatorio se mezcla5 con otro desti-
nado a holocausto, o viceversa, uno destinado a sacrificio expiatorio se mezcla
con otro dedicado a holocausto, incluso aunque fuera uno entre diez mil, se les
ha de dejar a todos morir. (Si un pájaro), que ha sido asignado como sacrificio
expiatorio, se mezcla (con otros) de sacrificio de obligación6, son sólo tantos vá-
lidos cuantos son los sacrificios expiatorios incluidos en los sacrificios de obli-
gación7. Igualmente, si se mezclan holocaustos con sacrificios de obligación,
son sólo tantos válidos cuantos son los holocaustos que se contienen en los sa-
.crificíos de obligación, siendo indiferente que los sacrificios de obligación sean
numerosos y los sacrificios voluntaiíos pocos, o que los sacrificios voluntarios
sean numerosos y los de obligación pocos, o que unos y otros sean iguales.
3. ¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando se trata de sacrificios de obliga-
ción que se confunden con sacrificios volunta1ios, pero si se mezclan sacrificios
de obligación entre sí, un par perteneciente a una mujer con otro par pertene-
ciente a otra mujer, o dos pares pertenecientes a una mujer con otros dos pares
pertenecientes a otra mujer, o tres pares de una con los tres pares de otra, en tal
caso una mitad es válida y la otra inválida. Si un par de una se mezcla con los
dos pares de otra, o con los tresª pares de otra, o con los diez pares de otra, o con
los cien pares de otra, sólo los menos son válidos8, siendo indiferente que hayan
sido traídos por un motivo o por otro, por una o por dos mujeres.
4. ¿Qué significa por un motivo? (Si una mujer trajo los pájaros a causa) de
un paito9 y la otra también a causa de parto, o si una los trajo a causa de un flujo
y la otra también a causa de un flujo, son del mismo motivo. ¿Qué se entiende
por motivos diferentes? Si una los trajo a causa de un parto y la otra a causa de
un flujo. ¿Qué se entiende por dos mujeres? Si una los trajo a causa de un parto
y la otra a causa de un parto, o si una a causa de un flujo y la otra a causa de un
flujo, en este caso se cuentan por el mismo motivo. ¿Cuándo por dos motivos?
Sí una los trajo a causa de un parto y la otra a causa de un flujo. R. Yosé dice: Si
dos mujeres compraron sus pares de pájaros mezcladamente o si dieron el dine-
CAPÍTULO 2
CAPITULO 3
de modo que los asperjados por encima no sean de una mujer y los asperjados
por debajo sean de otra, tanto si son asperjados por encima como por debajo,
una mitad son válídos y otra mitad no son válidos. Pero siempre que no puedas
dividir los pares sino de modo que sean de una mujer, ya sean asperjados por
encima o por debajo, la mayor parte son válidos.
3. Si el sacrificio expiatorio pertenece a una mujer y el holocausto a otra,
en caso de que asperje la sangre de todos por encima (de la línea roja), una
mitad es válida y la otra mitad inválida; si asperja la sangre de todos por de-
bajo, una mitad es válida y la otra mitad inválida; si asper:ia la sangre de una
mitad por encima y la otra mitad por debajo, ambos son inválidos, puesto que
se puede decir: El sacrificio por el pecado ha sido ofrecido por encima y el
holocausto por debajo.
4. Si hay un sacrificio expiatorio y un holocausto y un par indetenninado
y otro determinado, en caso de que aspe1je la sangre de todos por encima, una
mitad son válidos y otra mitad inválidos. Si aspe1ja la sangre de todos por
debajo, una mitad son válidos y otra mitad inválidos. Si aspe1ja la sangre de la
mitad por encima y la sangre de la otra mitad por debajo, no son válidos más
que los del par no determinado y este par ha de ser repartido entre ellas.
5. Si pájaros destinados a sacrificio expiatorio se mezclan con otros (to-
davía no determinados) de sacrificio de obligación, de ellos son sólo válidos
cuantos sacrificios expiatorios se contengan en el sacrificio de obligación. Si
los sacrificios de obligación son el doble de los sacrificios expiatorios, una
mitad son válidos y otra mitad no son válidos. Si los sacrificios expiatorios
son el doble de los sacrificios de obligación, son válidos tantos cuantos se con-
tengan en los sacrificios de obligación. De igual modo, si pájaros destinados a
holocausto se mezclan con otros de sacrificios de obligación 17, son sólo válidos
cuantos son los holocaustos que se contienen entre los de sacrificio de obliga-
ción. Si los de sacrificio de obligación son el doble de los de holocausto, una
mitad son válidos y otra mitad no válidos. Si los de holocausto son el doble de
los de sacrificios de obligación, son válidos tantos cuantos se contengan en el
sacrificio de obligación.
6. Si una mujer dice: «Me obligo a ofrecer un par de pájaros si doy a luz un
niño», en caso de que dé a luz a un niño tiene que ofrecer dos pares, uno por
razón de su voto y otro por razón de su obligación 18 • Si (antes de determinar-
los) los entregó al sacerdote, éste ha de aspeijar la sangre de tres pájaros por
encima (de la línea roja) y la de otro por debajo. Si no procede así, sino que
aspe1ja la sangre de dos de ellos por encima y la de los otros dos por debajo,
y no se ha informado previamente, la mujer ha de ofrecer de nuevo otro pája-
ro y es ofrecido (asperjando la sangre) por encima de la línea. Esto en el caso
de que fueran de la misma especie 19 • Si son de especies diferentes, ha de ofre-
17. No determinados.
18. Lv 12, 6.
19. Las dos tórtolas o pichones.
Qin 3, 6 Orden quinto: Cosas sagradas - qodashim 836
cer dos 20 • Si ella había señalado expresamente cuáles se ofrecían por su voto,
ha de traer todavía tres pájaros de la misma especie. Pero si son de dos espe-
cíes, ha de traer todavía cuatro. Si había fijado en su voto (ofrecer su sacrificio
de obligación y su sacrificio de voto al mismo tiempo y de la misma especie),
ha de traer todavía cinco pájaros, si son de la misma especie. Si son de dos
especies, seis. Si Los entregó al sacerdote y no se sabe qué es lo que dio y el
sacerdote se fue e hizo la aspersión sin que se sepa cómo lo hizo, la mujer ha
de traer cuatro pájaros para su sacrificio de voto, dos para su sacrificio de obli-
gación y uno como sacrificio expiatorio. Ben Azay dice: Dos como sacrificio
expiatorio. R. Josué dice: Esto es de lo que fue dicho: «Mientras (el animal
sacrificial) vive tiene una voz, pero después de muerto siete>,. ¿De qué manera
su voz es séptupla? Los dos cuernos se hacen dos trompetas, los dos huesos
femorales dos flautas, su piel un tambor, sus entrañas liras, sus tripas arpas.
Hay quien dice: También su lana se usaba• para hacer las granadas de púrpura
violácea (del Sumo Sacerdote) 21 . R. Símeón ben Aqasya dice: Los viejos igno-
rantes, cuanto más envejecen, más confusos se vuelven en sus ideas, conforme
al texto que dice: Quita la palabra a los confidentes y priva de sensatez a los
ancianos 22 . Sin embargo, los ancianos instruidos en la Torá, cuanto más enve-
jecen, más se afirman sus ideas, conforme al texto que dice: En los ancianos
está la sabiduría, en la longevidad la inteligencia 23 •
PUREZAS
(tohorot)
Utensilios
Tiendas
Plagas
La vaca roja
Purezas
Baños rituales de inmersión
Menstruante
Habilitantes
Los que sufren flujo
El que se sumergió en aquel día
Manos
Rabillos
UTENSILIOS
(kelim)
El sexto orden de (das purezas» contiene las disposiciones sobre la impureza ritual y
su purificación. La impureza de la que aquí se trata no se mueve en la esfera de la higiene
corporal, sino que navega por un mar mental cuya penetración última nos está vedada.
En este sentido, decía Rabán Yojanán ben Zakay que había leyes y decretos sobre los que
no se debe reflexionar. Así pues, la razón última de muchas de las disposiciones en tomo
a la pureza se ocultaba incluso a los propios sabios tanaítas.
La impureza puede ser originan te ( «padre de la impurezm)) u originada («hijo de la
impureza))). Dentro de la impureza originada se distinguen varios grados: primero, impu-
reza derivada del contacto con una impureza origínante; segundo, impureza derivada del
contacto con una impureza de primer grado; tercero, impureza derivada del contacto con
una impureza de segundo grado; cuai10, impureza derivada del contacto con una impureza
de tercer grado. A las cosas profanas les puede afectar sólo el primero y segundo grado; a
la ofrenda, también el tercero; a las cosas santas o consagradas, también el cu.arto.
El cadáver humano es llamado «padre de los padres de la impureza», porque con-
vierte a los objetos que entran en contacto con él en <<padres de impureza». Las impure-
zas originantes o «padres de la impureza>) pueden ser reducidos a tres categorías:
l. Impureza derivada de algo muerto: a) cadáver humano (Nm 19, 11 ); b) reptil muer-
to (Lv 11, 3 I ); c) carroña de animales, donde se distinguen: carroña de animales puros
(Lv 11, 39) y carroña de animales impuros (Lv 11, 26); e) carroña de aves puras (o sea,
permitidas para comida) (Lv 17, 15). La carrofia de aves impuras no contamina.
2. Impureza derivada del cuerpo humano vivo: a) mujer menstruante (Lv 15, 19); b)
mujer con flujo anormal de sangre (Lv 15, 25); c) parturienta (Lv 12, 2); d) hombre con
flujo (gononea) (Lv 15, 2); e) eyaculación del semen (Lv 15, 16); f) lepra (Lv 13, 14).
3. Impureza derivada de medios de purificación o expiación: a) la vaca roja (Nm
19, 7) u otros sacri fícios expiatorios que han de ser quemados (L v 16, 28); b) agua de
purificación (Nm 19, 21); e) macho cabrío de Azazel (Lv 16, 26).
Pueden ser afectados de la impureza: los hombres, los objetos, incluidos la ropa, los
alimentos y las bebidas. Según la Torá, al hombre y a los objetos sólo les afecta la impu-
reza originante, pero según las disposiciones rabínicas también las impurezas derivadas.
Los objetos de madera sólo contraen impureza si tienen un receptáculo; los metáli-
cos, aunque sean lisos. Objetos de barro (no cocido), de piedra o de estiércol, de plantas
acuáticas o de animales marinos no son susceptibles de impureza.
La impureza se comunica ante todo por contacto, pero también por transporte del ob-
jeto impuro (aunque no se le toque), por agitación (aunque no haya traslado), por la unión,
por el aire. Esto último se aplica a los objetos de arcilla. Si un utensilio de arcilla tiene
impureza, cualquier cosa que cuelgue o simplemente pase por uno de sus huecos interiores
contrae impureza. Otros medios de propagación de la impureza son la tienda, el entrar, el
asiento, el cabalgar, el comer. Si un cadáver se halla en una tienda o habitación, las per-
Orden sexto: Purezas - tohorot 840
sonas y objetos que allí se encuentran contraen impureza. Si un leproso entra en una casa,
todo lo que en ella se encuentra deviene impuro. La impureza de asiento la comunica el
hombre o la mujer que padecen flujo, la menstruante y la parturienta, y afecta a todo aque-
llo sobre Jo que se sientan, acuestan o apoyan, o a lo que de ellos cuelga. No es necesario
el contacto directo; si un hombre con flujo se recuesta sobre diez mantas, las diez devienen
impuras. La impureza de asiento se comunica al hombre que toca lo «manchado» por una
de dichas personas y afecta también a su ropa. Las mismas personas comunican la impu-
reza a la silla sobre la que cabalgan. Esta impureza es de grado menor que la de asiento.,
ya que afecta sólo a la persona y no a la ropa de quienes entran en contacto con ella. Por
último, quien come la carroña de ave pemütida deviene impuro junto con su ropa.
Los alimentos, excepto los de animal vivo y de plantas no arrancadas de la tierra,
pueden devenir impuros si se mojan con agua, rocío, aceite, vino, miel de abeja, leche o
sangre. Todas las bebidas asimismo pueden contraer impureza; aunque, según algunos,
sólo las siete mencionadas.
La purificación depende de la naturaleza del agente y el objeto contaminado. Las
personas se purifican por inmersión en una piscina ritual (miqvé); para los varones esa
obligación se abolió en el periodo talmúdico. Aparte, existen otras disposiciones para la
purificación humana. En algunos casos, la purificación tenía que ser completada con un
sacrificio. En la impureza por cadáver se requería además la aspersión con agua mezcla-
da con cenizas de vaca roja. Se dice que tras la destrucción del Templo se conservaron
(durante unos tres siglos, según algunos) cenizas de vaca roja para usarlas con tal pro-
pósito. Terminadas las cenizas, se agotó la posibilidad de purificar al contaminado, y así
desapareció la razón para observar las leyes de pureza. En el caso de la lepra, apaiie de la
inmersión, el afectado tenía que cumplir una serie de ceremonias (Lv 14).
Para los objetos de arcilla, la única vía de purificación era romper el objeto. En los
demás objetos y vestidos, la inmersión.
Las leyes de purificación tenían especial aplicación en el ámbito cultual, sacrificios y
objetos sagrados. Debían ser observadas escrupulosamente por los sacerdotes y aún hoy
los judíos de ascendencia sacerdotal les dedican especial atención. Quienes observaban
las leyes de pureza eran llamados javer (compañero) y constituyeron en una época un
grupo social. En el fondo, las leyes de la purificación intentaban llevar el ámbito cultual
a todos los dominios de la vida; en definitiva, hacer de Israel un pueblo sacerdotal.
El primero de los tratados del sexto orden se centra en la impureza respecto de los
objetos. Es el más amplio de la Misná y de muy dificil traducción debido a la cantidad de
términos inusuales, de significado a veces oscuro. He aquí su contenido:
Cap. 1: Impurezas originantes, grados de impureza.
Caps. 2-4: Objetos de arcilla.
Caps. 5-9: Hornillos, fogones, hornillas.
Cap. JO: Protección contra la impureza.
Caps. 11-14: Objetos de metal.
Caps. 15-16: Objetos de madera y cuero.
Cap. 17: Qué deterioros o daños en el objeto lo incapacitan para la impureza.
Caps. 18-20: Objetos que son susceptibles de la impureza de asiento.
Cap. 2 l: Qué partes del objeto pueden aportar impureza como el objeto mismo.
Caps. 22-24: Objetos susceptibles de la impureza de asiento.
Cap. 25: Se distingue parte posterior y parte interna en los objetos.
Cap. 26: Objetos provistos de correas, influjo de la intención.
Caps. 27-28: Medidas de los objetos en relación con la posibilidad de contaminación.
Cap. 29: Elementos que sirven de nexo o unió •.
Cap. 30: Objetos de cristal.
841 Utensilios - kelim Kel 1, 1-4
CAPÍTULO 1
l. Elementos que comwiican, como de fuente, la impureza tanto a personas como a ob-
jetos. «Hijo de la impureza» es todo aquello que tiene impureza originada, es decir, recibida
de los «padres de la impureza», y puede comunicarla a objetos, no a personas. La impureza
originada tiene hasta cuatro grados.
2.Lvll,31.
3. Una vez obtenida la curación, el leproso tenía que ofrecer un sacrificio de aves, cor-
tarse el cabello y pennanecer siete días fuera de su tienda (Lv 14, 8). Este tiempo es llamado
<<días de su cuenta».
4. Agua de fuente mezclada con ceniza de la vaca roja (Nm l9, 17).
5. Par 12, 5.
6. No es necesario que toquen al objeto. Basta que el padre de impureza se encuentre
dentro del «hueco» del utensilio.
7. Es decir, la impureza se obtiene cuando hay tocamient.o en el transporte.
8. Doode se recuesta. Si hubiera debajo de él diez esteras, todas devienen impuras, aun-
que no haya habido contacto directo.
9. Y ha sido utilizado por un hombre que padece flujo.
10. En el que se ha recostado un hombre que padece flujo.
11. Comunica impureza a la persona y a los vestidos.
Kel l, 5-6 Orden sexto: Purezas - tohorot 842
7. Las ciudades amuralladas (de Israel) son más santas que las otras partes
(del país), ya que los leprosos eran expulsados de su interior; se puede acarrear
a ellas a un muerto, en tanto que lo permitan, pero, una vez que ha salido de
ella, no lo pueden volver a introducir.
8. Mayor santidad tiene la zona dentro de los muros24, porque en ella se pue-
den comer los sacrificios de santidad menor y el segundo diezmo. La montaña
del Templo25 tiene todavía mayor santidad, ya que no pueden entrar en ella los
hombres o mujeres que padecen flujo, ni las menstruantes ni las parturientas. La
empalizada26 es todavía más santa, ya que no pueden entrar en ella los gentiles
y los que se han contaminado con impureza de cadáver. El atrio de las mujeres
es todavía más santo, ya que no puede entrar en él nadie que haya tomado el
baño de purificación en el mismo día. Sin embargo, a causa de ello no queda uno
obligado a ofrecer un sacrificio. El atrio de Israel es todavía más sa11to, porque
nadie puede entrar en él que le falte todavía la expiación y se hace uno sujeto
por su causa a un sacrificio. El atrio de los sacerdotes es todavía más santo, ya
que ningún israelita21 puede entrru· en él a no ser cuando es necesario: para la
imposición de las manos 2s, para la inmolación y para la agitación ritual2 9•
9. La zona entre el vestíbulo y el altar es todavía más santa, ya que no pue-
den entrar en ella los que tienen defecto corporal o con los cabellos sueltos. El
Santo30 es todavía más santo, ya que nadie puede entrar en él sin las manos y los
píes lavados. El Santo de los Santos es todavía más santo, ya que nadie puede
entrar en él a no ser el Sumo Sacerdote el Día de la Expiación en el momento de
la liturgia. R. Yosé enseña: En cinco cosas el espacio entre el vestíbulo y el altar
era igual al Santo: que no pueden entrar en él (sacerdotes) con defecto corporal,
nadie con el pelo suelto; o que haya bebido vino, o que no se haya lavado las
manos y los pies, y que todos deben separarse del espacio comprendido entre el
vestíbulo y el altar en el momento de la combustión del incienso 31 •
CAPÍTULO 2
24. De Jerusalén.
25. Mid 2, l.
26. Alusión al espacio libre que precedía a los muros del atrio y que medía diez codos
(Mid 2, 3).
27. Laico.
28. Lv 3, 2.
29. Lv 7, 30.
30. Hekal.
31. Cf. Tam 6, 3.
32. Donde se pueden recoger y contener las cosas.
Kel 2, 2-3 Orden sexto: Purezas - tohorol 844
33. Si un objeto impuro penetra en el hueco del utensilio, lo hace impuro, aunque no
toque el utensilio.
34. Si el utensilio tiene en el fondo, en la parte posterior, una concavidad y recibe una
impureza, todo el utensilio deviene impuro.
35. Cf. Shab 8, 1. Algunos entienden «pequeño» como el <(dedo pequeño» de un bebé.
36. Cualquier cantidad mínima que puedan contener los hace susceptibles de impureza.
37. Como el agua de la lluvia.
3 8. Útil antiguo de cocina que sirve para cocer en él.
39. Para aprender a nadar o como salvavidas.
40. Cf. Shab 9, 2.
845 Utensilios - kelim Kel 2, 4-7
a. R. E/azar: R. Eliezer
41. Se refiere a aquellos utensilios que tienen una concavidad en su parte posterior que
puede servir de receptáculo.
42. En este caso, el embudo se convierte en receptáculo.
43. Hay quienes interpretan neyarot, papiro, como nombre de lugar.
44. Provisto de varios compartimentos.
45. Gemelo por disponer de un receptáculo para la tinta y otro para la pluma.
46. Cf. Maksh 6, 4.
47. El grosor de \a pared que separa el compartimento impuro de su vecino.
Kel 2, 8-3,4 Orden sexto: Purews - toho1vt 846
CAPiTULO 3
partes son susceptibles de impureza por contacto, aunque sólo deviene impura
por razón del espacio libre 50 la parte que queda enfrente (de la impureza).
5. Si uno da un revoque a un utensilio de cerámica que se halla en estado
perfecto, R. Meír y R. Simeón declaran (aJ revoque) impuro (en caso de que
el utensilio devenga impuro). Los sabios, en cambio, afirman que sí uno da un
revoque a un utensilio de cerámica que se halla en estado perfecto, (el revoque)
no es susceptible de impureza; pero si el recipiente está estallado, el revoque es
susceptible de impureza. Lo mismo vale para el aro de calabaza51 .
6. Sí uno toca la pasta de la planta52 con la que se han pegado (los frag-
mentos) de una tinaja, deviene impuro 53. La tapadera de barro de un jarro no se
considera como cosa unida 54. Lo que toca el revoqtte dado a un horno (que ha
devenido impuro), contrae impureza.
7. Si un calentador ha sido revocado con barro y con arcilla, quien toca el
barro deviene impuro (en caso de que el calentador estuviere en estado de im-
pureza), mientras que quien toca a la arcilla no deviene impuro. Si un puchero
se agujerea y es obturado el orificio con pez, según R. Yosé no es susceptible de
impureza, ya que no puede contener ni el agua caliente ni la fría. Lo mismo solía
decir de los utensilios de pez 55 . Si un utensilio de cobre está calafateado con pez,
no es susceptible de impureza; pero si se usa para el vino, es susceptible.
8. Si se ha producido un orificio en un jarro y es obturado con más pez de la
necesaria, quien toca la pez que es necesaria deviene impuro; pero quien toca en
la masa de la pez que no es necesaria no deviene impuro. Si gotea brea sobre un
jarro, quien la toca no deviene impuro. Si un embudo de madera o cerámica ha
sido obturado con pez, según R. Elazar ben Azarias es susceptible de impureza.
R. Aquiba, en cambio, declara susceptible de impureza al embudo de madera,
mas no al de cerámica. Según R. Yosé, ni uno ni otro es susceptible de impureza.
CAPÍTULO 4
CAPírnw 5
a. Ajnay: Jakinay
70. Para darle estabilidad.
71. Perpendiclllannente.
72. La capa de barro que se le ha dado a las paredes para mantener mejor el calor.
73. Generalmente estos hornillos tenían forma cilíndrica.
74. Para unir las partes.
75. Por estar cortado no es susceptible de impureza.
76. Que mantengan las partes unidas.
77. Incapaz de contraer impureza según la opinión de R. Eliezer.
851 Utensilios - kelim Kel 5, ll-6, 3
En cuanto a las calderas de los árabes que son metidas profundamente en tierra
y que tienen un revocado de barro, en caso de que el barro sea consistente y
pueda mantenerse por sí mismo, son susceptibles de impureza; de lo contrario,
no son susceptibles. Tal es el tipo de hornillo de Ben Dinay18 .
ll. Un hornillo de piedra o de metal no es susceptible de impureza, aun-
que si es susceptible de impureza por razón de ser un utensilio de metal. Si se
agujerea, o se daña, o se fisura y se le da un revoque o una capa de barro, es
susceptible de impureza. ¿Cómo debe ser de grande el agujero? Tan grande
como para que puedan salir por él las llamas. Igualmente para un fogón: si el
fogón es de piedra o de metal, no es susceptible de impureza, aunque, en cuan-
to utensilio de metal, sí es susceptible de impureza. Si se agujerea, o se daña, o
se fisura, y se le ponen soportes 79, es susceptible de impureza. Si se le embarra
con barro, por dentro o por fuera, no es susceptible de impureza. R. Yehudá, en
cambio, opina que si es embadurnado por dentro, es susceptible de impureza,
y si por fuera, no.
CAPÍTULO 6
l. Si uno hace sobre el terreno tres pies y los une con arcilla de modo que
pueda colocar sobre ello una olla, tal utensilio es susceptible de impureza. Si
fija tres clavos en el teffeno de manera que pueda colocar sobre ellos la olla, a
pesar de que encima de ellos ponga un dispositivo que permita asentar la olla,
tal utensilio no es susceptible de impureza. Si uno hace de dos piedras un fogón
y las une con arcilla, tal utensilio es susceptible de impureza. R. Yehudá afuma
que no es susceptible en tanto que no le ponga una tercera piedra o lo arrime al
muro. Si una piedra (es unida a otra) con arcilla y la (tercera) sin arcilla, no es
susceptible de impureza.
2. La piedra sobre la que se coloca la olla, de manera que ésta está colocada
sobre ella y al mismo tiempo sobre el homillo 80 , o sobre el fogón s1 , o sobre la
homilla 82 , es susceptible de impureza. Pero si la olla está sobre la piedra y al
mismo tiempo sobre otra piedra, o sobre una roca, o sobre un muro, no es sus-
ceptible de impureza. Este era el tipo de fogón de los nazireos en Jerusalén 83,
colocado frente a una roca. Cuando en el fogón del carnicero una piedra está
puesta al lado de otra, si una de ellas contrae impureza, no la contraen por eso
todas las demás.
3. Si de tres piedras se hacen dos fogones y una de las externas contrae im-
pureza, (la mitad) de la piedra del medio que sirve a la impura deviene impura,
mientras que la otra mitad, que sirve a la pura, continúa manteniendo su pureza.
78. Sot 9. 9.
79. Pies de barro que lo sustenten.
80. Tannur.
81. Kirá.
82. Kuppah.
83. Cf Mid 2, 5. En él preparaban su sacrificio pacifico y quemaban su cabello.
Kel 6, 4-7, 3 Orden sexto: Purezas - tohorot 852
C."PÍTULO 7
84. Movible, en fonna de cesto, con un fondo grueso donde ardía el carbón y teniendo
arriba un orificio en el que se colocaba la olla.
85. Por uno de los costados, de modo que caen y se desparraman las brasas.
86. A los sabios que disentían de él (5, 6).
87. Una placa sobre la que se colocaba el fogón y que se colgaba de la pared con clavos.
Servía para mantener la comida caliente. Según Maimónides, se trataba de una caja llena de
brasas con la cubierta agujereada, donde se colocaban las ollas.
88. Alimentos o bebidas.
853 Utensilios - kelim Kel 7, 4-6
89. Literalmente, «atrio»; se trataba de una placa de arcilla, con paredes, en cuyo medio
se encontraba el fuego.
90. De modo que un extremo toque la pared del fogón y el otro la pared de la antecámara
del fogón. Resulta as/ que se fonna un espacio comprendido por las paredes del fogón y de la
antecámara y por el propio asador. Cualquier impureza contenida en ese espacio contamina
por razón del espacio libre.
91. Porque hay más fogón para considerarlos como parte integrante del fogón.
92. La base del fogón, redonda, que es tres veces más ancha que el fogón.
93. Entre los pies sustentadores.
Kel 8, 1-3 Orden sexto: Purezas - tohomt 854
CAPÍTULO 8
1Ol. De arcilla.
102. Según algunos, aquí se hace referencia a un hueco en el fondo del hornillo para
permitir la entrada del aire.
103. Que ha de calentar el agua.
104. Un orificio en la tierra, murado.
105. Sobre los que se puede colocar la olla.
Kel 8, 10-9. 2 Orden sexto: Purezas - tohoroz 856
CAPITULO 9
CAPÍTULO 10
grasienta ni con masa amasada con jugo de fruta para evitar hacer inválido (el
contenido del recipiente). Pero si se fija, ofrece protección.
3. La tapadera de un jaITo que se mueve, pero que no se desprende, según
R. Yehudá ofrece protección, mientras que, según los sabios, no ofrece pro-
tección. Si el lugar donde se coloca el dedo 128 se inmerge en su interior y es
encontrado allí un reptil, el jarro deviene impuro. Si el reptil se encuentra en el
jarro, los alimentos que en él se contienen devienen impuros.
4. Si se pone sobre la boca del jarro una bola o una masa de juncos y se la
embadurna por los lados, no ofrece protección, en tanto no sea embadurnada
por arriba y por abajo. Lo mismo se ha de decir si se hace con harapos de tela.
Si (la tapa) es de papel o de piel y está atada con una cuerda, en caso de que sea
embadurnada por los lados, ofrece protección.
5. Si el jarro está desconchado, pero subsiste todavía la pez -asimismo los
toneles de salmuera que han sido enyesados por los bordes-, dice R. Yehudá que
no ofrece protección. Los sabios, en cambio, afirman que ofrece protección.
6. Si un jarro está agujereado, pero las heces (del vino) obturan (el orifi-
cio), ofrecen protección. Si lo obtura con un zarcillo· de vid, (no ofrece pro-
tección) en tanto no lo embadurne por los lados; si son dos", en tanto no lo
embadurne por los lados y un zarcillo con el otro. Si coloca una plancha sobre
la boca de un hornillo, en caso de que lo embadurne por los lados, ofrece
protección; si son dos, en tanto no lo embadurne por los lados y una plancha
con la otra. Si son fijadas con clavos o conjunturas 129, no es necesario emba-
durnarlas en el medio.
7, Si un hornillo viejo 130 se halla dentro de uno nuevo y el viejo tiene (sobre
su boca) un colador, de modo que quitando el horníllo viejo cae el colador, todo
se hace susceptible de impureza. En caso contrario, todo se mantiene en estado
de pureza 131 • Si un hornillo nuevo se halla dentro de otro viejo y hay un colador
sobre la boca del viejo, y entre el nuevo y el colador no hay el espacio de un
palmo, todo lo que está dentro del hornillo nuevo permanece en pureza 132 •
8. Si hay varias cacerolas unas dentro de las otras y tienen los bordillos
iguales, en caso de que se encuentre un reptil en la más superior o en la más
inferior, sólo aquélla deviene impura, mientras que las demás se mantienen
en estado de pureza. Si se encuentran de tal modo (deterioradas) que puede
filtrarse en ellas líquido y se halla un reptil en la más superior, todas contraen
impureza; pero si se halla en la más inferior, ésta deviene impura, mientras que
todas las demás se mantienen en estado de pureza. Si el reptil se encontrase en
la cacerola superior y la inferior tuviese un bordillo más alto que ésta, tanto la
CAPITULO 11
l. Todos los utensilios de metal, sean lisos o tengan cavidad, son suscepti-
bles de impureza; si se quiebran, devienen puros. Si se vuelven a hacer (de las
piezas o fragmentos) utensilios, se hacen de nuevo susceptibles de la impureza
primitiva. Rabán Simeón ben Gamaliel dice: No se hacen susceptibles a toda
impureza, sino sólo a la del cadáver.
2. Todo utensilio de metal que tiene nombre propio es susceptible de im-
pureza, a excepción de las puertas, del pestillo, del candado, del quicial, del
gozne, de la barra 133, porque están destinadas a fijarse en el suelo.
3. Si uno hace utensilios de hierro o de masa metálica 134 o del aro (de hie-
rro) de una rueda, o de láminas de metal, o de recubiertas metálicas, o de las
basas, o de los bordíllos, o de las asas de otros utensilios, o de recortes de me-
tal, o de limaduras de metal, los tales utensilios no son susceptibles de impure-
za. R. Yojanán ben Nurí dice: También los hechos de añicos (de metal) 135 • (Los
objetos hechos) de fragmentos de otros utensilios o de restos, o de clavos, que
se sabe fueron hechos de utensilios, son impuros. En cuanto (a los utensilios)
hechos de clavos, la escuela de Samay los declara impuros, mientras que la
escuela de 1-Iilel los declara puros.
4. Si hierro impuro se mezcla con hierro puro y la mayor parte es impuro,
todo es impuro, pero si la mayor parte es puro, todo es puro. Sí las partes eran
iguales, todo es impuro. Lo mismo se ha de aplicar a la mezcla de barro y de
estiércol. La barra de hierro 136 es susceptible de impureza, mientras que si sólo
es una tranca revestida (de capa metálica) no es susceptible de impureza. Los
ganchos de la cerradura y la cerradura son susceptibles de impureza. Respecto
a la bana, dice R. Josué que se puede quitar de una puerta y colgarla en otra en
día de sábado. R. Tarfón enseña que es como cualquier otro objeto y se puede
trasladar dentro del patio.
5. La mordedura 137 del freno es susceptible de impureza, mientras que las
piezas laterales no son susceptibles de impureza 138 . R. Elíezer declara también
impuras las piezas laterales (del freno). Los sabios, en cambio, dicen que sólo
es susceptible de impureza la mordedura del freno, pero cuando está puesto (en
las fauces del animal), todo es susceptible de impmeza.
133. Para el cierre de las puertas. El término hebreo puede significar también «viga».
134. Que tiene la fonna de un pan.
135. De otros objetos.
136. Que sirve para cerrar una puerta.
137. La parte del freno que se introduce en las fauces del animal.
138. No se consideran como utensilios, sino como adornos.
861 Utensilios • kelim Kel 11,6-J2, 1
CAPÍTULO 12
a. médicos: drogueros
142. Donde eran sujetados sus pies.
143. Esto implica que sea de una sola juntura.
144. De los que se pende la lana para pesarla.
145. Dargéh, especie de sofá que sirve de lecho.
146. Especie de silla o poltrona.
147. Susceptible de impureza.
148. Instrumento con el que se cogía el caldero hirviendo para vaciar el contenido.
149. Hierro con el que se atiza el fuego. Para otros sería un hierro para asar.
150. Para saher, a través de su disposición, si alguien ha encontrado o salido de la casa.
863 U!ensilios - ke/im Kel 12, 6-13, 1
CAPÍTULO 13
a. Yosé]
151. Del que cuelga la balanza o con el que limpia las monedas.
152. De arcilla con bordillo.
153. Es inservible como moneda.
154. La selá.
155. O sea, la mitad.
156. Para evitar fraudes.
157. Según Maimónides, se trata de una pluma metálica.
158. Que se coloca sobre las aceitunas triniradas para exprimirlas.
159. De uso doméstico.
Ke! 13, 2-5 Orden sexto: Purezas - tohorot 864
160. Instrumento en cuya parte baJa hay una especie de pala ron la que se sac.a el pan del
horno y en la superior tiene un diente con el que se arrastran las brasas.
16 I. Tenía en un extremo una especie de paletlla para limpiar los oídos y en el otro un
saliente puntiagudo que se empleaba para pintar los ojos.
162. Con e! que se escribía en las tablillas de cera.
163. En el que se sujeta e! palo.
J64. Con la que se esparcen las cenizas en el homo.
165. Distancia entre el dedo pulgar y el índice.
166. Usado habitualmente en la circuncisión.
865 Utensilios - kelim Kel 13, 6-14, 1
CAPÍTULO 14
167. Según algunos, unos utensilios de madera con garfios de los que se colgaban bote-
llas con agua para refrescarlas.
168. Que estos objetos no han de ser susceptibles de impureza por ser de madera lisa y
que e! diente de metal no los hace susceptibles de impureza.
169. En ese caso, sólo quedarían dos dientes hábiles.
170. Qué tamaño han de tener los fragmentos de un objeto de metal que se rompe para
que sean susceptibles de impureza o para que continúen impuros.
17 l. Pequeñas monedas.
Kel 14,2-7 Orden sexto: Purezas - tohmot 866
R. Eliezer. R. Josué afuma: La aspersión tiene lugar lo más pronto el tercer día
{para la primera aspersión) y el séptimo (para la segunda).
8. Si una llave plegada en fo:nna de rodilla se rompe por la juntura, no es
susceptible de impureza. R. Yehudá, sin embargo, la declara susceptible, ya que
con su parte interior hay posibilidad de abrir (la puerta). Sí la llave tiene la for-
ma de (la letra griega) gamma y se rompe por la juntura, no es susceptible. Pero
si quedan en ella los dientes y los entalles, es susceptible. Si le caen los dientes,
continúa siendo susceptible de impureza a causa de los entalles. Si los entalles
son cegados, continúa siendo susceptible a causa de los dientes. Si le caen los
dientes y se ciegan los entalles o si los unos entraron en el campo de los otros 178 ,
Ja llave no se hace susceptible. Si en un filtro de mostaza se rompen por la parte
de abajo tres agujeritos, uno al lado de otro, no es susceptible de impureza. El
embudo metálico (del molinero) es susceptible.
CA.PlruLO 15
a.seós]
178. Los dientes en los entalles y viceversa.
179. No son SL1sceptibles de impureza.
180. Barco grande, para largos viajes de mar.
181. Recipiente redondo, de madera.
182. Con las que introduce la masa de pan en el horno.
183. Tabla metálica sobre la que se coloca el pan cocido.
Kel 15, 3-6 Orden sexto: Purezas - tohorot 868
CAPITULO 16
l. Todos los objetos de madera que se dividen en dos partes no son suscep-
tíbles de impureza, a excepción de la mesa plegable, del plato (con diversos
compartimentos) para la comida y del escabel de los dueños de las casas. Dice
R. Yehudá: Lo mismo se ha de aplicar a la bandeja y a la escudilla babilónica.
¿A partir de qué momento se hacen susceptibles de impureza los utensilios de
madera? La cama y la litera desde el momento en que han sido pulidas con la
piel de pescado. Pero si se decidió no pulirlas, son susceptibles de impureza.
R. Meír dice: La cama (es susceptible de impureza) tan pronto como se hayan
entrecruzado tres mallas.
2. Los cestos de madera (se hacen susceptibles de impureza) tan pronto se
terminan los bordes y se cortan (las puntas salientes). Si están hechos de palma,
son susceptibles de impureza a pesar de que no hayan sido cortados interior-
mente, ya que éstos pueden quedar así. La cesta 194, tan pronto como han sido
terminados sus bordes, cortadas las puntas salientes y acabada el asa. El por-
tabotellas y el portavasos son susceptibles de impureza a pesar de que no hayan
sido cortadas interiormente las puntas salientes, ya que pueden quedar así.
3. Los cestillos y los cestos de mano, tan pronto como son terminados los
bordes y cortadas las puntas salientes. Los cestos grandes y los cestillos de
zarcillos de vid, tan pronto como se hayan hecho en su ancho dos círculos. El
tamiz grande, la criba y el plato de la balanza, tan pronto como se haya hecho
en ellos un círculo en su ancho. El cesto de mimbre, tan pronto como se hayan
hecho en su ancho dos vueltas. El cesto de corcho, tan pronto como se haya
hecho en él una vuelta.
4. ¿A partir de qué momento se hacen susceptibles de impureza los obje-
tos de piel? La mochila, tan pronto como es rematada, cortados los extremos
sobrantes y hechas las correas (de cierre). R. Yehudá enseña: Tan pronto como
le haya hecho dos asas. El mandil de cuero, tan pronto como ha sido rematado,
cortados los salientes y hechos los cordeles. R. Yehudá dice: Tan pronto como
le hayan sido hechos los anillos 195 • El tapete de cuero 196 , tan pronto como hayan
sido rematados y cortados los salientes. R. Yehudá dice: Tan pronto como le
hayan sido hechas las correas 197 . La almohada y el cojín, tan pronto como han
sido rematados y cortados los salientes. R. Yehudá dice: Tan pronto como estén
cosidos y no quede abierto más de cinco palmos.
5. El cesto de los higos es susceptible de impureza, pero el cefótO del trigo
no es susceptible. Los cestillos de hoja no son susceptibles de impureza, pero
los de ramas sí. El cesto para los dátiles verdes, en el que se puede meter y
sacar, es susceptible de impureza. Pero si esto no puede hacerse sin romperlo o
sin soltarlo, no es susceptible.
6. El guante de los que avientan el grano, de los viajeros y de los que tra-
bajan el lino es susceptible de impureza, pero el de los tintoreros y el de los
herreros no es susceptible. R. Yosé dice: Lo mismo se ha de aplicar al guante
de los vendedores de cebada 198 • Ésta es la regla general: El que está hecho para
contener (o recibir algo), es susceptible de impureza; pero el que está hecho
sólo a causa del sudor, no es susceptible.
7. La bolsa del ganado para el estiércol 199, el bozal, el espanta-abejas y el
abanico no son susceptibles de impureza. La tapadera de la caja de los adornos
es susceptible, pero la de los vestidos no es susceptible. La tapadera de una
caja o de un cesto, la prensadora del carpintero, el cojín debajo de un arca o la
cubierta abovedada encima de ella, el atril para los libros, el estuche del cerrojo
o de la cerradura o de la mesusá1-00, el estuche del arpa o de la lira, la horma de
madera sobre la que se hacen los turbantes, el caballete1° 1 de los músicos, el
instrumento de la plañidera, la sombrilla del pobre 2 º2 , los sostenes de la cama,
las molduras de las filacterias, el modelo de las modistas, todos estos objetos
no son susceptibles de impureza. R. Yosé estableció esta regla general: Todos
aquellos objetos que sirven al hombre tanto en el momento del trabajo como
fuera de él son susceptibles de impureza, pero todos aquellos que sólo sirven
en el momento del trabajo no son susceptibles.
8. La vaina de la espada o del cuchillo o del puñal, el estuche del cuchillo
plegable o de las tijeras o de la navaja de afeitar, el estuche del utensilio para
pintar los ojos, la cajita de los coloretes, el estuche del punzón 20 3, el estuche
con diversos compartimentos, el estuche de una tabla204, el mandil de cuero, la
aljaba de las flechas y el carcaj de las jabalinas son susceptibles de impureza. El
estuche de la flauta doble es susceptible de impureza cuando ésta es colocada
por arriba, pero si es colocada por el lado, no es susceptible. Al estuche de flau-
ta lo declara R. Yehudá no susceptible de impureza porque aquélla es colocada
por el lado. La cubierta de la maza, del arco y de la lanza no son susceptibles de
impureza. Ésta es la norma general: Si están hechos para estuche, son suscepti-
bles de impureza; pero si están hechos sólo para cubierta, no lo son.
CAPÍTULO 17
las cajas de los hortelanos vale como medida un fajo de hortalizas, en las de los
dueños de casa (un haz) de paja y en las de los encargados de los balnearios (un
mazo) de viruta. R. Josué afuma: En todos la medida es una granada.
2. En el pellejo, la medida es un ovillo de la trama {de un tejido). Sí no
acoge a un ovillo de la trama, pero sí de la urdimbre, es susceptible de impu-
reza. Si el portaplatos no puede contener platos, pero sí fuentes, es susceptible
de impureza. La bacinilla que no puede contener los orines, pero sí los excre-
mentos, es susceptible de impureza. Rabán Gamaliel, en cambio, la declara no
susceptible, ya que no ocurre así'.
3. En los cestos del pan, la medida es una hogaza de pan. Si en objetos
de papiro se han puesto cañas de abajo para arriba con el fin de darles consis-
tencia, no son susceptibles de impureza. Pero si le son hechas asideras 206 , son
susceptibles. R. Simeón enseña: Si no pueden ser cogidos por las asideras, no
son susceptibles.
4. Las granadas a las que se ha aludido antes son las que van unidas de tres
en tres 207 . Rabán Simeón ben Gamaliel dice: En el tamiz y en la criba basta (que
la granada caiga) cuando es cogida y movída; en las cajas, cuando son cargadas
a la espalda. En todos los demás objetos que no pueden contener granadas, co-
mo por ejemplo en los que tienen sólo un cuarto de kab de capacidad, o medio
cuarto, o cestillos pequeños, la medida es la mayor parte (de su fondo) 2º8• Ésta
es la opinión de R. Ivleír. R Simeón dice: Una aceituna. Sí tiene fisuras por los
lados, la medida es una aceituna; si están cortados por los bordes, la medida ( que
les hace susceptibles de impureza) es que puedan contener cualquier cantidad.
5. La granada de la que se ha hablado no es una granada pequeña ni tam-
poco grande, sino de tamaño intermedio. ¿Por qué han sido mencionadas las
granadas de Badán?2º9 Porque santifica a las demás en cualquier cantidad que
fueren 210 . Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yojanán ben Nuri dice: Para me-
dir con e11as (las fisuras) en los recipientes. R. Aquiba dice: Fueron menciona-
das tanto por una cosa como por otra, es decir, para que sirvan de medida en
los recipientes y para que produzcan efecto santificador en cualquier cantidad.
R. Yoséb dice: Las granadas de Badán y las hierbas de Gueba211 no fueron men-
cionadas sino para mostrar que doquiera que haya productos ciertamente no
diezmados deben ser diezmados.
6. El huevo del que bablan212 no es un huevo ni grande ni pequeño, sino
intermedio. R. Yehudá dice: Se introduce el huevo más grande y el huevo más
213. El agua que desborda del vaso al introducir los huevos se divide en dos partes y
cada parte conesponde al volumen de un huevo de tamaño medio.
214. Por ejemplo: Shab 7, 4; Er 7, 8.
215. Cf. Ber7, l;Kil 8, 5; Pes 3, 2,etc.
216. Cf.Naz7,2;Ed6,3;Kel 1,4.
217. Cf. Kil 8, S; Ohal 1, 7; Neg 4, 6.
218. Cf. Kil 3, 6; Er 1, l; Yom 5, 1; RHSh 2, 5.
219. Seis palmos.
220. Así se denominaba la puerta oriental de la montaña del Templo a causa de las pin-
turas persas. Cf. Mid 1, 3.
221. Como prototipos.
222. Usado por Moisés al constrnir el tabernáculo. Según Maimónides, de seis palmos.
223. Usados en [talia meridional. Cf. Ed 4, 7; Qid 1, 1; Shebi 1, 2.3.
224. En tiempos de Moisés. ·
225. Lv 16, 12.
873 Utensilios - kelim Kel 17, 12-14
los alimentos para las dos comidas del erub, entendiéndose alimentos para días
feriales, no para sábado. Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yehudá dice: Para
sábado, no para día ferial. Tanto• el uno como el otro tenían la intención de dar
la norma más indulgente. R. Simeón dice: (Las dos comidas se forman) con
las dos terceras partes de una hogaza, de las que tres hacen un kab. R. Yojanán
be Beroca dice: Con una hogaza de un pondio, cuando cuatro seásb ( de trigo)
cuestan una selá.
12. A veces establecieron la medida grande. Así, por ejemplo, un cucharón
de cosa putrefacta 226 es como el cucharón grande empleado por los médicos 227 ;
el haba de la que se habla en los signos de la lepra 228 es el haba de Cilicia. (Se
estableció que uno es culpable) cuando come en el Día de la Expiación como
la cantidad de un dátil grande, es decir, el dátil juntamente con su hueso. En
los pellejos de vino o aceite, la medida229 es como su gran nudo. En un vano
de luz230 no hech.o por industria humana, la medida es como un gran puño, tal
como el puño de Ben Batiaj 231 • R. Yosé afirma que hay puños tan grandes como
lllla cabeza humana grande. Cuando el vano de luz está hecho por mano del
hombre, la medida es el orificio que hace el gran taladrador que se encuentra
en una de las dependencias del Templo que es como un pondio itálico, o como
una selá neroniana, o como un orificio del yugo.
13. Todos los animales del mar son puros232 , a excepción de las focas, por-
que éstas toman refugio en tierra. Ésta es la opinión de R. Aquiba. Si uno hace
un utensilio sirviéndose de lo que crece en el mar y le añade algo de lo que cre-
ce en tierra, aunque sea sólo un hilo o un bramante, cuando es algo que recibe
impureza, es susceptible de impureza.
14. Algunas de las cosas creadas en el primer día131 pueden contraer impu-
reza, pero no las creadas en el segundo día 234 . En Jas creadas en el tercer día23 i
puede haber impureza, pero no en las creadas en el cuarto 236 y en el quinto
dia237 , a excepción (de los utensilios hechos) con las alas del halcón y con el
huevo recubierto del avestruz 238 • R. Yojanán ben Nurí dice: ¿En qué se diferen-
cia el ala del halcón de las alas (de las otras aves)? Todas las cosas creadas en
el día sexto 239 son susceptibles de impureza.
15. Si uno hace un útil que tenga un receptáculo de cualquier clase, el tal
útil es susceptible de impureza. Si uno construye un objeto en el que sea posi-
ble acostarse o sentarse de cualquier manera, el tal objeto es susceptible de im-
pureza. Si uno hace una bolsa con cuero no trabajado o con papel, la tal bolsa
es susceptible de impureza. La granada, o la bellota, o la nuez que han cortado
los niños para medir con ellas la tierra o que han sido dispuestas para servir
de platillo de balanza son susceptibles de impureza, porque lo que se tiene en
cuenta en ella es la función, no la intencionalidad.
16. El brazo de la balanza o el rasurante 24 (• que tienen un receptáculo metá-
lico, el atuendo del cargador que tiene un receptáculo para monedas (robadas),
la caña del pobre que tiene un receptáculo para el agua, el bastón que tiene
un receptáculo para la mesusá o para perlas son susceptibles de impureza. De
todas estas cosas dice R. Yojanán ben Zakay: ¡Ay de mí si hablo de ellas y ay
de mí si no hablo de ellas! 241
17. La parte baja del ínstrumento que usan los orlebres es susceptible de
ímpureza, pero no la del instrumento de los herreros. El instrumento de afilar242
es susceptible de impureza cuando tiene un receptáculo para el aceite; si no lo
tiene, no es susceptible. La tablilla de escribir que tiene un receptáculo para la
cera es susceptible de impureza; en caso contrario, no es susceptible. La estera
de paja y el tubo de pajas son susceptibles de impureza, según R. Aquiba, mien-
tras que, según R. Yojanán ben Nurí, no son susceptibles. R. Simeón dice: Lo
mismo se aplica (a la estera) de coloquíntidas. La estera de caña o de juncos no
es susceptible de impureza. Si una caña es cortada para hacer de ella un recep-
táculo, no es susceptible de impureza en tanto no se le extraiga todo el meollo.
CAPÍTULO 18
245. Sí !a caja se encuentra perfectamente cerrada dentro de una tienda donde hay un
cadáver, protege a los objetos contenidos en su interior de la impureza de cadáver. Pero si la
caja tiene un orificio de un palmo, no protege de la impureza a \os obJetos a pesar de que d
orificio esté tapado en parte por el carrito, ya que el carrito no se considera unido a ella.
246. Es decir, como un triángulo, que se fonna con la base de la caja y las dos Hneas
ideales que van desde los extremos a unirse en el punto más alto de la cubierta. Todo lo que
quede dentro de ese 1ríángu lo se considera perteneciente a la caja.
247. Según algunos, los adornos, revestimientos, de la e.ama.
248. Por la impureza del cadáver (Nm 19, 11).
Kel 18, 8-19, 3 Orden sexto: Purezas - tohorot 876
impuro con la impureza de siete días, mientras que la cama permanece impura
sólo hasta el atardecer. Si el pie de la cama deviene impuro con la impureza que
dura hasta el atardecer y se une a la cama, toda ella deviene impura con impu-
reza que dura hasta el atardecer. Si luego es separado, aquél permanece impuro
con la impureza que dura hasta el atardecer, mientras que la cama queda libre
de impureza. Lo mismo se ha de aplicar al diente del escardillo.
8. Las filacterias se consideran compuestas de cuatro objetos. Si se suelta la
p1imera sección249 y es reparada, pennanecen impuras con la impureza del cadá-
ver; de igual modo si la segunda o tercera sección (se sueltan y son reparadas).
Pero si se suelta también la cuarta, quedan libres de la impureza de cadáver,
aunque permanecen impuras con la impureza del contacto con un muerto. Sí
de nuevo vuelve a soltarse la primera y es reparada, son impuras con impureza
de contacto, y de igual modo la segunda. Pero si se suelta la tercera sección, se
hacen libres de impureza, ya que la cuarta sólo era impura por contacto, y una
impureza por contacto no puede producir otra impureza por contacto.
9. Si a una cama le ha sido robada la mitad, o si se perdió su mitad, o si
unos hermanos o unos socios la dividieron en dos partes iguales, se hace libre
de impureza. Si de nuevo es restablecida a su situación primitiva, desde ese
momento en adelante es susceptible de impureza. La cama contrae la impureza
en su conjunto y se hace libre de impureza en su conjunto. Ésta es la opinión
de R. Elíezer. Los sabios, en cambio, afirman que puede contraer impureza en
las diferentes partes y devenir libre de impureza en las diferentes partes.
CAPÍTIJLO 19
249. Después que las filacterias se han convertido en fuente de impureza por el contacto
con cadáver.
250. A causa de haber contraído impureza de asiento o de cadáver.
251. Como cuando hay que mmergirla en el baño de purificación.
877 Utensilios - kelim Kel 19, 4-8
252. La cinta tiene impureza de asiento como la cama y se convierte en «padre de im-
pureza». Lo que es tocado por ella contrae impureza de primer grado y lo tocado por éste
contrae impureza de segundo grado. A su vez, la impureza de segundo grado hace inválida a
la ofrenda (como impureza de tercer grado).
253. Es decir, el segundo.
254. Que está en estado de impureza.
Kel 19,9-20,3 Orden sexto. Purezas - tohorot 878
CAPÍTULO 20
1. Los jergones, las almohadas, los sacos y las bolsas son susceptibles de la
impureza de asiento a pesar de que estén dañados 255 . El morral2 56 de cuatro kab
de contenido, la mochila de cinco kab, el saco de viaje de una seá 157 , el pellejo
de siete kab -R. Yehudá dice: También la bolsa de las especias- y la bolsa de
viaje, cualquiera que sea su tamaño, son susceptibles de la impureza de asiento.
Pero todos éstos, si se dañan, devienen puros, porque, cesando lo principal,
cesa lo accesorio.
2. La bolsa de la flauta no es susceptible de la impureza de asiento. La ar-
tesa de los albañiles es susceptible de la impureza de asiento, según la escuela
de Hile!, mientras que, según la escuela de Samay, es sólo susceptible de la
impureza de cadáver. Si una artesa de dos log a cuatro kab de contenido se
fisura, puede ser susceptible de impureza de asiento. Si se la expone a la lluvia
de modo que (la madera) se hincha258 , es susceptible de la impureza de cadáver.
Si se la expone al viento solano y se raja, se hace susceptible de la impureza de
asiento. Aquí se aplica más severidad a los remanentes de un objeto de madera
que a su situación primera. También se aplica más severidad a los restos de los
objetos de mimbre que a su situación original, porque en la situación original
no son susceptibles de impureza, en tanto no esté terminado su bordillo. Una
vez que ha sido terminado su bordillo, son susceptibles de impureza a pesar de
que le hayan caído los bordes y sólo quede algo mínimo.
3. Si de un bastón se hace un mango para un hacha, se considera como
unido en relación con la impureza durante el tiempo de rn uso. El aspa259 se
considera unida durante el tiempo de su uso en relación con la impureza. Si
260. Al aspa.
261. Para tal objetivo.
Kel 21, 1-22, 3 Orden sexto. Purezas - tohorot 880
CAPÍTULO 21
CAPÍTULO 22
262. Se trata del caso en que un tejido, cuando estaba siendo tejido, se encontraba dentro
de una tienda donde hay un cadáver y que, consiguientemente, ha contraído impureza.
263. Para evitar que el tejido se manche y que, una vez terminado, se quita.
264. De un carro impuro.
265. Y si el hierro contrae impureza, toda la trampa es impura.
266. De tres píes, sobre la que se colocaban los alimentos.
267. De tres pies.
268. La tabla del banco.
881 Utensilios - kelim Kel 22, 4-10
CAPiruLO 23
1. Si uno toca una pelota, una horma de zapato, uu amuleto o unas filac-
terias (que han contraído impureza de cadáver) y se han desgarrado, deviene
impuro, pero quien toca lo que está dentro de ellos no contrae impureza. Si una
silla de montar se desgarra y uno toca lo que tiene dentro, contrae impureza, ya
que el cosido une (el forro y el relleno).
2. Las cosas siguientes son susceptibles de impureza por razón de servir pa-
ra cabalgar: la cincha de Ascalón, el almirez persa 270 , la albarda del camello, la
manta del caballo. R. Yosé afirma: También la manta del caballo es susceptible
de impureza en cuanto que sirve para asiento, ya que en las carreras se ponen
sobre ella. La sitia de montar de una camella es susceptible de impureza.
3. ¿Qué diferencia existe entre (la impureza) de silla de cabalgar y la de
asiento? En la cabalgadura hay diferencia entre el tocar y el transportar, mien-
tras que en el asiento no se da esa diferencia. La albarda del burro, sobre la que
uno se puede sentar (en momento de necesidad), no es susceptible de impure-
za. Pero si ha cambiado los huecos o si los ha deshecho, es susceptible.
4. El féretro, la almohadilla y el cojln de un muerto son susceptibles de la
impureza de asiento. La silla de la novia, la silla del parto de la pruturienta, el
sedil del lavandero donde se amontonan los vestidos no se han de considerar
como asientos, según la opinión de R. Yosé.
5. La red de pescar es susceptible de impureza a causa de la bolsa. Las
redes, las artimañas, las trampas, los lazos, los cepos de los que levantan di-
ques271 son susceptibles de impureza. El anzuelo, el cesto para cazar pájaros y
la jaula no son susceptibles.
CAPITULO 24
270. Un largo y grueso madero en cuyo centro hay tallado un mortero y en cuyos extre-
mos se sienta la persona que machaca.
271. Pescadores que levantan diques para dirigir el agua hacía el cepo que hao preparado.
272. Cf. 15, 1.
883 Utensilios• kelim Kel 24, 4-14
4. Hay tres clases de caja: la caja que se abre de costado y que es sus-
ceptible de impureza de asiento; la caja que se abre por la parte superior y es
susceptible de impureza de cadáver, y la caja que contiene la medida prescrita,
que está libre de toda impureza.
5. Hay tres clases de sacos de cuero: el de los barberos, que es susceptible
de la impureza de asiento; aquel sobre el que se come., que es susceptible de la
impureza de cadáver, y el de las aceitunas, que está libre de toda impureza.
6. Hay tres clases de tarima: la que se pone delante de la cama y delante de
Jos escribas, que es susceptible de la impureza de asiento; la de la mesa de tres
pies 273 , que es susceptible de la impureza de cadáver, y la de un armario, que
está libre de toda impureza.
7. Hay tres clases de tablas de escribir: la de papiro, que es susceptible de
la impureza de asiento; la que tiene un receptáculo para la cera, que es suscep-
tible de la impureza de cadáver, y la lisa, que está libre de toda impureza.
· 8. Hay tres clases de cama: la cama que se utiliza para lecho, que es sus-
ceptible de la impureza de asiento; la cama de los cristales, que es susceptible
de la impureza de cadáver; y la cama de los fabricantes de arreos, que está Ji.
bre de toda impureza.
9. Hay tres clases de cesto de carga: el que sirve para transportar el estiér-
col, que es susceptible de la impureza de asiento; el que sirve para la paja, que
es susceptible de la impureza de cadáver; y el cesto de los camellos, que está
libre de toda impureza.
10. Hay tres clases de estera: la hecha para servir de asiento, que es sus-
ceptible de la impureza de asiento; la de los tintoreros, que es susceptible de la
impureza de cadáver, y la de los lagares, que está libre de toda impureza.
11. Hay tres clases de pe! lejos y tres clases de mochilas: los que contienen
la medida prescrita, que son susceptibles de la impureza de asiento; los que 110
la contienen, que son susceptibles de la impureza de cadáver, y los de piel de
pescado, que están libres de toda impureza.
12. Hay tres clases de pieles: la preparada para ser extendida274 , que es
susceptible de la impureza de asiento; la que sirve para envolver objetos, que
es susceptible de la impureza de cadáver, y la preparada para servir de correa o
para las sandalias, que está libre de toda impureza.
13. Hay tres clases de lienzos: el hecho para la cama, que es susceptible de
impureza de asiento; el dispuesto para cortina, que es susceptible de la impu-
reza de cadáver; y el preparado para imágenesm, que está libre de cualquier
impureza.
14. Hay tres" clases de pañuelos: el de las manos, que es susceptible de la
impureza de asiento; el usado con los libros, que es susceptible de la impureza
a. Hay tres clases ... impureza (invierte el orden colocándose tras la misná 16).
273. Llamada délfica.
274. Por tierra y sentarse sobre ella.
275. Para representar en él imágenes, figuras.
Kel 24, 15-25, 3 Orden sexto: Purezas - tohorol 884
de cadáver; el que se utiliza para envolver, y el de las arpas de los levitas, que
está libre de toda impureza.
15. Hay tres clases de guantes de cuero 276 : los que utiliza el cazador de bes-
tias salvajes y de aves, que son susceptibles de la impureza de asiento; los que
emplea el apresador de langostas, que es susceptible de la impureza de cadáver,
y los que usan los recolectores de frutos 277 , que están libres de toda impureza.
16. Hay tres clases de redecilla para la cabeza: la que usa la niña, que es
susceptible de la impureza de asiento; la que utiliza la anciana, que es sus-
ceptible de la impureza de cadáver, y la de la prostituta, que está libre de toda
impureza.
17. Hay tres clases de cestos 278 : si un cesto gastado es puesto como parche
a uno nuevo, hay que regularse por el nuevo; si uno pequeño es puesto como
parche a uno grande, hay que regularse por el grande; sí son iguales, hay que
regularse por el más interior. R. Simeón afirma: Si el platíllo de una balanza
(que ha contraído impureza) es unido como parche a un calentador en el inte-
rior, éste contrae impureza; en caso de que la unión se realizase por el exterior,
permanece puro. Pero si se le une como parche en el lateral, permanece puro,
ya tenga lugar en el interior o en el exterior.
CAPÍTULO 25
l. Todos los objetos tienen una parte posterior y una interior2 79 , tal como
almohadones, cojines, sacos, bolsas. Tal es la opinión de R. Yehudá. R. Meír
afirma que todos los objetosª que tienen hebilla tienen parte posterior y parte
interior, y todos los que no tienen hebilla no tienen parte posterior ni parte in-
terior. Una mesa común y una mesa de tres pies tienen parte posterior y parte
interior, según la opinión de R. Yehudá. R. Meír dice: No tienen parte posterior.
Lo mismo vale para el tablero que no tiene bordillo.
2. La aguijada tiene parte posterior y parte interior. (La parte posterior) es la
comprendida entre los siete palmos de la cuchilla y los cuatro palmos del pun-
zón. Ésta es la opinión de R. Yehudá. R. Meír, en cambio, afirma que (la aguija-
da) no tiene una parte posterior y otra interior, sino que se mencionan las medi-
das de cuatro y siete palmos en relación sólo con el resto (de una aguijada) 28º.
3. La medidas para el vino y para el aceite, la cuchara-tenedor281 , el :filtro
de mostaza, el filtro del vino tienen una parte posterior y otra interior. Esta es
está impura, no tiene que temer si acaso el líquido ha devenido impuro en subo-
ca a causa de la parte posterior del vaso y que luego haya a su vez contaminado
la copa. Si una olla284 hierve, no hay que preocuparse por si quizás sale líquido
de su interior y toca su parte posterior y luego vuelve de nuevo al interior.
9. En los utensilios sagrados no se distingue una parte posterior y una parte
interior, ní tampoco el lugar del asidero. Los utensilios sagrados no se pueden
inmergir estando los unos dentro de los otros' 85. Todos los objetos pueden con-
traer impureza por la intención 286 y sólo pueden perder esta susceptibilidad sí
cambian con un acto, ya que el acto (nuevo) anula la acción precedente y la
intención. Sin embargo, la intención no puede anular ni un acto (presente) ni
una intención (antigua).
CAPÍTULO 26
también susceptibles, pero los guantes de cuero no son susceptibles. Todo tipo
de guante no es susceptible de impureza, a excepción de los que utilizan los
recolectores de la cosecha, ya que éstos son usados para contener a las bayas
del zumaque 294. En caso de que se rasguen, si no pueden contener la mayor
parte de las bayas, no son susceptibles de impureza.
4. Si a una sandalia (que ha contraído la impureza de asiento) le es arran-
cada una de sus correas laterales y luego reparada, permanece impura con la
impureza de asiento. Si se le an-anca la segunda correa y es reparada, queda
libre de la impureza de asiento, pero queda impura por el contacto con una
impureza de asientoª. Si la correa primera no fue reparada antes de que se
arranque la segunda, deviene purah. Sí es an-ancada la parte del talón o si le es
quitada la punta o si es dividida en dos, la sandalía deviene pura. Si la suela
está desgarrada en cualquier parte que sea, deviene pura. Un zapato roto que
no pueda contener a la mayor parte del pie deviene puro. Si el zapato todavía
se encuentra en la ho1ma, según R. Eliezer, no es susceptible de impureza,
mientras que, según los sabios, es susceptible. Todos los pellejos que (después
de haber sido agujereados para que deviniernn puros)295 han sido atados no
son susceptibles de impureza, excepto los atados con el nudo árabe 296 • R. Meír
dice: Si el nudo es pasajero, no son susceptibles de impureza; pero si los nudos
son estables, son susceptibles. R. Yosé afirma: Todos los pellejos que estén
atados no son susceptibles.
5. Las siguientes pieles son susceptibles de la impureza de asiento: la piel
que está concebida para servir de alfombra297 , el mandil de cuero, la piel de los
jergones, la piel de los aJTieros, la piel del algodonero, la piel de los cargadores,
la piel del médico, la piel de una cuna, la piel que se pone al niño sobre el co-
razón298, la piel de la almohadilla, la piel del cojín. Todas éstas son susceptibles
de la impureza de asiento. La piel que se coloca sobre el lino cardado y la piel
que se pone quien escarda el lino es susceptible de la impureza de asiento,
según R. Eliezer, mientras que, según Los sabios, es susceptible sólo de la im-
pureza de cadáver.
6. La bolsa de badana299 o la funda para los vestidos son susceptibles de la
impureza de asiento. La cubierta y la funda para la púrpura son susceptibles de
la impureza de asiento, según la escuela de Samay, mientras que, según la es-
cuela de Hilel, sólo son susceptibles de la impureza de cadáver. La piel que se
ha acomodado para servir de cubierta a objetos no es susceptible de impureza;
si es para pesas, es susceptible. R. Yosé, en cambio, la declara no susceptible
en nombre de su padre.
7. En todos aquellos casos en que no haya falta de trabajo 300 , la intención (de
hacer uso del objeto) lo hace susceptible de impureza. Pero en todos aquellos
casos en que haya defecto de trabajo, la intención no lo puede hacer susceptible
de impureza, a excepción de la cubierta que se pone sobre la silla de montar.
8. A la piel del dueño de casa la hace la intención susceptible de impureza,
pero a la piel del curtidor no la hace la intención susceptible. La intención ha-
ce susceptible de impureza las pieles de un ladrón, pero no las de un salteador.
R. Simeón dice: Es exactamente lo contrario; a las del salteador las hace la in-
tención susceptibles de impureza, mientras que a las del ladrón no las hace sus-
ceptibles, debido a que los propietarios no se desesperan por volverlas a tener.
9. Si una piel ha contraído la impureza de asiento y se pretende servirse
de ella para hacer correas o sandalias, en cuanto se pone sobre ella la cuchilla,
deviene pura. Ésta es la opinión de R. Yehudá. Los sabios, en cambio, afaman
(que no deviene pura) en tanto no quede reducido su tamaño a menos de los
cinco palmos. R. Elazar bar Sadoq dice: Incluso sí se hace una toalla con la piel,
es susceptible de impureza'. Pero si se hace eso con un cojín, deviene pura.
CI\PíTULO 27
a. es susceptible de impureza]
300. Cuando el objeto está completamente terminado.
301. Como receptáculo, como asiento, como tienda, corno tejido, como materia.
302. O tela para vestido.
303. Tejido con pelo de cabra.
889 Utensilios - kelim Kel 27, 3-9
304. O sea, en la que es menor la cantidad exigida para que sea susceptible de impureza.
305. Con la lntención de servirse de él para asiento.
306. Tres palmos para la impureza de asiento y tres dedos para la impureza de cadáver.
Kel27, 10-28,2 Orden se.xro.· Purezas - tohoror 890
con una impureza de asiento. R, Yosé dice: ¿Qué impureza de asiento ha tocado
la cortina? Más bien, si un hombre que padece flujo la toca, contrae impureza
por contacto de un hombre que padece flujo.
1O. Si una pieza de tela de tres palmos cuadrados (que ha contraído impure-
za de asiento) es dividida en dos partes, queda libre de la impureza de asiento,
pero permanece impura por el contacto con impureza de asiento. R. Yosé dice:
¿Qué impureza de asiento ha tocado? Más bien, si un hombre que padece flujo
la toca, contrae impureza por contacto con un hombre que sufre de flujo.
11. Si una pieza de tela de tres palmos cuadrados se encuentra en un es-
tercolero, (es susceptible de impureza de asiento) cuando está íntegra y sirve pa-
ra envolver saP 07 • Si se encuentra en casa, basta o que esté íntegra o que sir-
va para envolver sal. ¿Cuánta sal se ha de poder envolver? Un cuarto de kab.
R. Yehudá dice: Se trata de sal fina. Los sabios, en cambio, afirman: Sal gorda.
Pero tanto aquél como éstos tienen el propósito de dar la n01ma más indulgen-
te.· R. Simeón enseña: Una pieza de tres palmos cuadrados encontrada en un
estercolero es igual a la de tres dedos cuadrados hallada en casa.
12. Si una pieza de tela de tres palmos cuadrados se desgarra y es puesta
sobre una silla y la carne (del que se sienta sobre ella) toca la silla, no es sus-
ceptible de impureza; en caso contrario, es susceptible. Si en una pieza de tela
de tres dedos cuadrados se gasta uno de los hilos o si se halla en él un nudo o
dos hilos gemelos, no es susceptible de impureza. Si una pieza de tela de tres
dedos cuadrados es arrojada en el estercolero, no es susceptible de impureza.
Pero si se retira, se hace de nuevo susceptible, El tirarlo lo hace siempre no
susceptible, mientras que el retirarlo lo hace siempre susceptible, a excepción
de la pieza de púrpura o de escarlata fina. R Eliezer dice que lo mismo se ha
de aplicar a un remiendo nuevo. R. Simeón dice: Todos devienen puros• 308 .
Fueron mencionados por razón de la (obligación) de devolver lo perdido.
CAPÍTULO 28
1. Si una pieza de tela de tres dedos cuadrados se mete dentro de una pelo-
ta o si se hace de ella misma una pelota, no es susceptible de impureza, Pero
si se mete dentro de una pelota una pieza de tela de tres palmos cuadrados, es
susceptible de impureza. Sin embargo, si se hace de ella misma una pelota, no
es susceptible, porque el cosido lo disminuye.
2. Si una pieza de tela menor de tres palmos cuadrados es dispuesta para
servir de tapón en el baño o para (aganar) una olla (hirviendo) y vaciarla opa-
ra limpiar un molino, ya esté preparada o no, es susceptible de impureza. Ésta
es la opinión de R. Eliezer. R. Josué afinna: Esté o no preparada, no es sus-
lados, no se le considera unido 315 • Pero si se cose a los dos lados opuestos, se
considera unido. Si es cosido como una especie de letra griega gamma, según
R. Aguiba, es susceptible de impureza, mientras que, según los sabios, no es
susceptible. R. Yehudá dice: ¿A qué se aplican estas palabras? A un manto.
Pero en una camisa, si el remiendo ha sido cosido arriba, se considera unido; si
ha sido abajo, no se considera unido.
8. Los vestidos de los pobres son susceptibles de la impureza de asiento
a pesar de que no mida ninguna pieza tres dedos cuadrados. Si un manto ha
comenzado a desgarrarse, tan pronto como esté desgarrado la mayor parte, (las
diferentes piezas) no se consideran unidas. En las telas muy gruesas o muy
finas no tiene aplicación la medida de tres dedos cuadrados.
9. La almohadilla de los cargadores de pesos es susceptible de la impureza
de asiento. El filtro de vino no puede devenir impuro como asiento. La redecilla
de la cabeza de una anciana puede devenir impura como asiento. La camisa de la
prostituta que está tejida como una redecilla no es susceptible de impureza. Un
vestido hecho de una red de pescar, no es susceptible de impureza, pero si es de
la bolsa 31 6, es susceptible. R. Eliezer ben Jacob enseña: También si es hecho un
vestido de una red de pescar y dobla (el entramado), es susceptible de impureza.
10. Si se comienza a hacer una redecilla para la cabeza desde el borde, no
es susceptible de impureza en tanto no sea te1minado su fondo. Si se comíenza
a hacer desde el fondo, no es susceptible de impureza en tanto no sea terminado
su borde. Pero su cinta de la frenteJ 17 es susceptible de impureza en sí misma.
Sus cordeles son susceptibles de impureza por unión. Sí una redecilla para la
cabeza se rompe y no puede contener en sí la mayor parte del pelo, no es sus-
ceptible de impureza.
CAPÍTULO 29
tanto para la impureza como para la aspersión321 . En caso de que las piezas
superen el número señalado, se da unión respecto de la impureza, pero no res-
pecto de la aspersión. R. Yosé afirma, sin embargo, que tampoco se da unión
en relación con la impureza.
3. El cordel de la plomada (sirve de conexión hasta una longitud) de doce
palmos; el del carpintero, hasta dieciocho; el del albañil, cincuenta codos. Lo
que sobrepasa a esto, incluso aunque se quiera dejarlo allí, no es susceptible de
impureza. El de los enyesado res y moldeadores (es susceptible de impureza)
en cualquier medida que tenga.
4. El cordel de la balanza de los orfebres y de los pesadores de púrpura fina
(sirve de conexión hasta una longitud) de tres dedos. La de un mango de hacha,
por la parte posterior, tres dedos. R. Yosé enseña: Si sobrepasa un palmo, no es
susceptible de impureza.
5. El cordel de la balanza de los tenderos y de los padres de fanúlia (sirve
de conexión hasta una longitud) de un palmo. (La medida) en el mango de un
hacha, por la parte delantera, es de un palmo. Del mismo modo, la medida en
el mango del pico del picapedrero es un palmo.
6. (La medida) en el cordel de la balanza de los vendedores de lana y de
los que pesan cristal es de dos palmos. La medida del mango del escoplo usado
para las piedras de molino es dos pahnos. La medida del mango del hacha de
guerra de las legiones es de dos palmos. La medida del mango del martillo del
orfebre es de dos palmos; la del henero, tres palmos.
7. La medida del resto de una aguijada por la parte superior es de cuatro
palmos 322 . La medida del mango de un azadón es de cuatro palmos, la del
mango de una escardadera cinco palmos, la del mango de un pequeño martillo
cinco palmos, la del mango de un martillo (grande) seis palmos, la del mango
de un hacha para cortar leña o de un azadón seis palmos, la del mango del mar-
tillo del picapedrero seis palmos.
8. La medida en el resto de la paleta de la aguijada, por la parte de abajo, es
siete palmos. La medida del mango del rastrillo de los amos de casa es, según
la escuela de Samay, siete palmos; según la escuela de Hile!, ocho. La de los
enyesadores es nueve palmos según la escuela de Samay y diez según la escuela
de HileJ. Si queda más de esto y se quiere dejar así, es susceptible de impureza.
La medida del mango de los utensilios para el fuego es cualquier longitud.
CAPÍTULO 30
321. Si una de las piezas unidas contrae impureza por contacto con un muerto, basta con
asperjar una de ellas (Nm 19, 18) y las demás devienen puras.
322. Si la aguiJada se rompe y en la parte superior junto al aguijón queda un trozo de
cuatro palmos, forma esto una unión con el aguijón.
Kel 30. 2-4 Orden sexto: Purezas - tohomt 894
Este tratado versa fundamentalmente sobre la impureza que propaga el cadáver bajo
la tienda de campaña, de la que se hace eco el libro de Números (19, 14): «Ley para cuan-
do un hombre muere dentro de la tienda: El que entre en la tienda y todo lo que hay en ella
quedan impuros>). Además de la tienda propiamente dicha, se entiende por tal todo aque-
llo que ofrece techo o proyecta sombra, como un palo, una mano, un animal, una losa, el
mismo cadáver. .. De hecho, se escogió el ténnino oholot, con la forma inusual del feme-
nino, para indicar que aquí se trata de tiendas en un sentido más amplio que el ordinario.
El tratado contiene dieciocho capítulos:
Cap. 1: Diversas leyes concernientes a la transmisión de la impureza de cadáver.
(.ap. 2: Cosas que comunican la impureza de la tienda, cantidad mínima.
Cap. 3: Casos en que la cantidad no llega al mínimo requerido, diferentes situacio-
nes, qué aperturas o vanos pueden impedir la penetración de la impureza.
Cap. 4: Objetos en los que no penetra la impureza.
Cap. 5: De las diversas aberturas que pueden dejar pasar la impureza o detenerla.
Cap. 6: Qué puede hacer de tienda para propagar la impureza, mas no para detenerla.
Cap. 7: Propagación de la impureza en el muro, las partes inclinadas de la «tienda)),
las puettas de la casa, el nacimiento de un nii'ío muerto.
Caps. 8-9: Cosas que dan paso a la impureza y la detienen, y cosas que no.
Cap. 10: Vanos en una casa.
Cap. JJ: Rotura en un tejado.
Cap. 12: Diversos modos de hacer tienda.
Cap. 13: Medidas de ventanas y otros vanos para que pueda pasar la impureza.
Cap. 14: Saledizos y otros apéndices.
Caps. 15-16: Objetos que pueden dar paso a la impureza.
Caps. 17-18: Campos funerarios, casas de los gentiles.
CAPÍTULO l
1. A veces dos cosas pueden contraer la impureza del cadáver, una por siete
días I y otra hasta la rnrde 2 • Otras veces tres cosas pueden contraer la impureza
del cadáver, dos por siete días y una hasta el atardecer. En otras ocasiones,
cuatro cosas pueden contraer la impureza del cadáver, tres por siete días y una
hasta la tarde. ¿De qué manera <los? Si un hombre toca un cadáver, contrae
impureza por siete días, y si otro hombre toca a éste, permanece impuro hasta
que se pone el sol.
2. ¿De qué manera tres? Si unos objetos tocan un cadáver y estos objetos
a otros objetos, contraen impureza por siete días. El tercero, sea una persona o
sea un objeto, (que toca a estos objetos), contrae impureza hasta el atardecer.
3. ¿De qué manera cuatro? Unos objetos que tocan un cadáver, un hom-
bre que toca a estos objetos y unos objetos que tocan a este hombre, contraen
impureza por siete días. El cuarto, sea persona o sea objeto, contrae impureza
hasta el atardecer. R. Aquiba afirma: Sé todavía de un quinto 3 , a saber, si una
estaca es clavada en una tienda\ la tienda, la estaca, la persona que toque la es-
taca y los objetos que toquen a este hombre, contraen impureza por siete días;
el quinto, (que toque a éstos), sea persona o sea objeto, deviene impuro hasta
el atardecer. Le dijeron: La tienda no es incluida en la cuenta.
4. El hombre y los objetos devienen impuros (con el contacto) con un muer-
to. En un aspecto se aplica mayor severidad al hombre que a los objetos, y en
otro, mayor severidad a los objetos que al hombre. Así, si un objeto (toca un ca-
dáver), tres cosas (devienen impuras)>; pero si un hombre (toca un cadáver), sólo
dos (devienen ímpuras) 6. En otro aspecto se aplica mayor severidad al hombre,
pues cuando el hombre está en medío son cuatro cosas (las que pueden contraer
impureza)7; sin embargo, cuando el hombre no está en medio son sólo tres.
5. Hombre y vestidos devienen impuros por contacto con un hombre que
padece de blenorragia. En un respecto se aplica mayor severidad a la persona
que a los vestidos y, en otro, mayor severidad a los vestidos que a la persona.
Así, si un hombre toca a una persona que sufre de flujo, contamína sus vesti-
dos. Sin embargo, si los vestidos tocan a una persona que padece flujo, no con-
taminan a otros vestidos. También, en otro respecto, se aplica mayor severidad
a los vestidos, ya que los vestidos (o paños) que soportans a un blenorrágico
pueden contam:ínar a un hombre, mientras que la persona que lleva a un bleno-
rrágico no puede contaminar a otra persona.
6. El hombre no propaga impureza mientras no haya expirado. Incluso aun
cuando estuviere mortalmente herido o agonizante (no contamina), constriñe
al matrimonio del levirato 9 y libera de él 10 , puede habilitar para la comida de la
ofrenda 11 o inhabilitar12 • Del mismo modo, un animal doméstico o salvaje no
contamina en tanto no expire. Si les han sido cortadas las cabezas, a pesar de
que todavía se agiten (las extremidades), son impuros, tal como, por ejemplo,
el rabo de la lagartija que se agita.
7. Los miembros (del cuerpo) no tienen medida prescrita: incluso aunque
sea menos de la cantidad de una aceituna de un cadáver o de una carroña, o de
la cantidad de una lenteja del cuerpo muerto de un reptil propagan impureza.
8. En el cuerpo humano hay doscientos cuarenta y ocho miembros: treinta
en la palma del pie, esto es, seis en cada dedo, diez en el tobillo, dos en la pier-
na, cinco en la rodílla, uno en el muslo, tres en la cadera, once costillas, trein-
ta en la mano, a saber, seis en cada dedo, dos en el antebrazo, dos en el codo,
uno en el brazo superior, cuatro en los hombros. O sea, ciento uno de un lado y
ciento uno del otro lado. Además, dieciocho junturas en la columna vertebral,
nueve en la cabeza, ocho en el cuello, seis en el pecho y cinco en los orificios.
Cada uno de éstos puede contaminar por contacto, transporte y por estar bajo un
mismo techo. ¿Cuándo? Cuando tienen la carne que les conviene, pero cuando
no tienen la carne que les conviene propagan impureza por contacto o transpor-
te, aunque no contaminan por estar bajo el mismo techo.
CAPITULO 2
17. Contamina por siete días y requiere la aspersión para la purificación, porque posi•
blemente hay un resto humano, aunque sólo füere como un grano de cebada, allí enterrado.
Esta es sólo una disposición rabínica (cf. Shab 14b y 22a). Si un judío va a tierra extranjera,
aunque no la toque, deviene impuro, aunque sólo hasta el atardecer.
18. Un terreno donde hubo una sepultura, y que ha sido arado con el peligro de que los
restos del esqueleto hayan sido dispersos.
19. Cf. Kel 17, 12.
20. Sobre las que se apoya la piedra circular.
21. Si no alcanzan la medida.
899 Tiendas - oholot Ohol 3. 1-2
CAPÍTULO 3
CAPÍTUL04
CAPí.TULO 5
CAPÍTULO 6
59. Puede• como cobijar otros objetos. Si el hombre proyecta su sombra sobre un cadáver
y un objeto puro, éste deviene impuro como si estuviera en una tienda junto con el cadáver.
60. No protegen contra la impureza.
61. Sin ayuda del hombre o de la llave.
62. Un vano, de al menos un palmo cuadrado, que comunica entre dos habitaciones, en
una de las cuales hay un muerto.
63. En donde no está el muerto.
64. Una interior y otra exterior.
65. En una de las fisuras o grietas del muro.
66. Por tanto, aunque la impureza se encontrase en la mitad externa del muro, es como
si se encontrase dentro de la casa.
905 Tiendas - oholot Ohol6, 4-7
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
1. Hay cosas que propagan impureza y alzan como un muro contra ella.
Otras dan paso a la impureza, pero no alzan como un muro frente a ella. Otras
levantan como un muro (frente a la impureza) y no le dan paso. Por último,
otras ni le dan paso ni levantan un muro frente a ella. Las siguientes propagan
la impureza y levantan un muro frente a ella: una caja, un arca, un anuario, una
colmena de paja, una colmena de cañas, el tanque de un barco alejandrino que
tiene fondo (plano) y no contiene menos de cuarenta seás de líquido que co-
rresponden a dos kor de producto seco, una cortina, un mandil de cuero, un jer-
gón de cuero, lienzos, una alfombra o estera que se extienden como una tienda,
un rebaño de ganado impuro o puro, manadas de bestias o de aves•, un pájaro
que está empollando 33 , el rinconcito que la madre prepara a su hijito entre las
espigas84, una flor de lis, la hiedra, las hierbas de asno35, la calabaza griega y
los alimentos puros 86 • Rabí Yojanán ben Nurí no está de acuerdo respecto a los
alimentos puros, a excepción de la torta de higos secos.
2. (Igualmente) los saledizos 87 , los balcones, los palomares, las hendidu-
ras de las piedras, las rocas, los salientes de las peñas, los peñascos, los enra-
mados y los saledizos que pueden aguantar un estuco fino. Ésta es la opinión
de R. Meír. Los sabios dicen: Que pueda aguantar un estuco mediano. ¿Qué
se entiende por emamado? El árbol que hace como de cortina sobre el suelo.
¿Qué se entienden por saledizos? Los que sobresalen en el muro.
3. Las siguientes cosas dan paso a la impureza y no levantan como un mu-
ro frente a ella: una caja, un arca, un annario, una colmena de paja, una col-
mena de cañas, un tanque de un barco alejandrino que no tiene fondo (plano)
y no contiene al menos cuarenta seás de líquido que corresponden a dos kor
de producto seco, una cortina, un mandil de cuero, un jergón de cuero, lienzos,
alfombra o estera que no se extienden como una tienda, ganado o animales sal-
vajes muertos, alimentos impuros. Hay que añadir todavía el molino (movido)
por mano humana.
4. Las siguientes cosas levantan como un muro contra la impureza y no le
dan paso: la urdimbre de un tejido, los cordeles de la cama, los cestos de carga,
la rejilla de la ventana.
5. Las siguientes cosas no dan paso a la impureza ni levantan contra ella
como un muro: las semillas, las hortalizas en tanto están ligadas al terreno,
excepto las hortalizas mencionadas antes; la piedrn de granizo, la nieve, la es-
carcha, el hielo, la sal, lo que salta de un lugar a otro88 , lo que brinca de un lugar
a otro, el pájaro que vuela, un manto que es llevado en volandas 89 , un barco que
navega por el agua. Pero si el barco ha sido amarrado con algo que lo mantiene
firme o si se ha sujetado el manto con una piedra 90 , en tal caso propagan la
impureza. R. Yose enseña que una casa sobre un barco no propaga la impureza.
a. o de aves}
83. Según otros, se trata de un pajaro que está atado.
84. Mientras la madre trabaja en el campo deja a su hijo en el trigal que le defiende del sol.
85. Al parecer, una especie de pepinos.
86. No susceptibles de impureza.
87. De 1ma piedra o de una madera en un muro.
88. Por encima de la impureza.
89. Por el viento.
90. De modo que una parte está sujeta, mientras que !a otra es agitada por el viento,
proyectando asi sombra como una tienda.
909 Tiendas - oholot Ohol 8, 6-9, 4
CAPÍTULO 9
12. Si la colmena está alzada un palmo del suelo y una impureza se en-
cuentra debajo de ella o encima, todo deviene impuro, a excepción de lo que
hay en su interior. Si la impureza está en su interior, todo contrae impureza.
¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando la colmena se puede considerar como
un útil98 • Si está deteriorada y obturada con paja o si contiene cuarenta seás 99
confonne a los sabios 100 y se encuentra debajo de ella un trozo de cadáver co-
mo del tamaño de una aceituna, todo lo que se encuentra frente a la impureza
hasta el abismo deviene impuro. Si la impureza está encima de la colmena,
todo lo que se encuentra frente a ella hasta el cielo contrae impureza. Si la im-
pureza está en el interior, únicamente deviene impuro lo que está en el interior.
Sí la colmena está alzada un palmo del suelo y una impureza está debajo de
ella, todo lo que está debajo deviene impuro. Si está la impureza en el interior,
Jo que está en el interior deviene impuro. Si está encima de ella, lo que está
frente a ella hasta el cielo contrae impureza.
13. Si la colmena se asienta sobre su fondo 1º1 y se considera como un enser,
en caso de que se encuentre una impureza debajo de ella, o en su interior, o
encima de ella, la impureza penetra subiendo y descendiendo 1º2 • Si está alzada
un palmo sobre el terreno y está cubierta o volteada sobre su boca, en caso de
que se encuentre una impureza debajo de ella, o en su interior, o encima de ella,
todo deviene impuro.
14. ¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando la colmena se puede considerar
como un útil. Pero sí está deteriorada y obturada con paja o contiene cuarenta
seás conforme a la opinión de los sabios y una impureza se encuentra debajo
de ella, en su interior o encima de ella, la impureza penetra subiendo y descen-
diendo. R. Elazar 103 y R. Simeón afirman que la impureza no sube en ella hacia
arriba ni baja hacia abajo. Sí la colmena está alzada un palmo sobre el terreno
y una impureza se encuentra bajo ella, deviene impuro lo que está debajo de
ella. En cambio, si está la impureza en su interior o encima de ella, lo que está
directamente sobre ella hasta el mismo cielo deviene impuro.
15. Si un féretro es ancho en la base y estrecho en la parte de arriba y un
muerto se halla en su interior, en caso de que uno lo toque por su parte baja, per-
manece puro; en cambio, si uno lo toca por su parte de arriba, contrae impureza.
Si es ancho por la parte de arriba y estrecho por la parte de abajo, quienquiera
que lo toque en cualquiera de sus partes deviene impuro. Sí el féretro tiene igua-
les dimensiones (arriba como abajo), quienquiera que lo toque en cualquiera de
sus partes deviene impuro. Esta es la opinión de R. Eliezer. R. Josué enseña: Sí
toca de un palmo para abajo, permanece puro; de un palmo para arriba, contrae
impureza. Si el féretro tiene la forma de un armario para la ropa, quienquiera
CAPITULO 10
l. Si una casa dispone de una claraboya que tiene una abertura de un pal-
mo cuadrado y se encuentra una impureza en el interior de la casa, lo que está
directamente debajo de la claraboya 10& permanece puro 107 • Si la impureza es-
tá directamente debajo de la claraboya, la casa pennanece pura. Si la impureza
se encuentra, ya sea (en cualquier otro lugar) de la casa o ya sea directamente
debajo de la claraboya y uno pone su pie encima (de la claraboya) 1º8, éste
mezcla la impureza109 . Si una parte de la impureza se epcuentra en casa y otra
parte directamente debajo de la claraboya, la casa permanece pura y lo que se
encuentra directamente encima de la impureza deviene impuro.
2. Si el vano de la claraboya no tiene un palmo cuadrado y la impureza se
encuentra en la casa, lo que está directamente debajo de la claraboya permanece
puro. Si la impureza está directamente debajo de la claraboya, la casa pennane-
ce pura. Si la impureza está en la casa y uno pone su pie encima de la claraboya,
éste" permanece puro 1H'. Si la impureza está directamente debajo de la clarabo-
ya y uno pone su pie encima de ella, segím R. Meir, deviene impuro, mientras
que los sabios afuman que, si la impureza estaba allí antes de que pusiera su pie,
contrae impureza; pero si adelantó su pie antes de que la impureza estuviere allí,
permanece puro. R. Simeón dice: Si dos colocan su pie uno sobre otro (encima
del vano de la claraboya) antes de que estuviere la impureza (en la casa) y el
primero retira su pie de modo que queda allí el píe del segundo, éste pennanece
puro, porque el pie del primero había precedido a la impureza.
3. Sí parte de la impureza se halla en la casa y otra parte está directamente
debajo de la claraboya, la casa deviene impura, así como lo que está directa-
mente encima de la impureza. Tal es la opinión de R. Meír. Según R. Yehudá,
en cambio, la casa deviene impura, mientras que lo que está directamente enci-
ma de la impureza (y directamente debajo del vano de la claraboya) pennanece
puro. R. Yosé enseña que si la impureza es tal que dividiéndola (cada una de
las paites) contamina la casa y lo que está directamente encima de la impureza,
todo deviene impuro; en caso contrario, la casa deviene impura, mientras que
Jo que está directamente encima de la impureza permanece puro.
4. Si hay varias claraboyas unas junto a otras y tienen un vano mínimo de
un palmo cuadrado, en caso de que se encuentre en el interior de la casa una
impureza, lo que está directamente debajo de las claraboyas permanece puro.
Si la impureza se encuentra directamente debajo de las claraboyas, la casa
permanece pura. Si la impureza se encuentra, ya en la casa o ya directamente
debajo de las claraboyas y se pone una cosa que sea susceptible de impureza,
ya sea en la claraboya superior, ya en la inferior, todo deviene impuro. En cam-
bio, si se pone algo que no es susceptible de impureza, lo que está debajo suya
deviene impuro; lo que está encima permanece puro.
5. Sí el vano de las claraboyas no tiene un palmo cuadrado y una impure-
za se encuentra en el interior de la casa, lo que está directamente debajo de las
claraboyas permanece puro. Si la impureza se halla directamente debajo de
las claraboyas, la casa pennanece pura. Si la impureza está en la casa y se colo-
ca algo, ya sea susceptible de impureza o no lo sea., sobre la claraboya superior
o sobre la inferior, sólo contrae impureza (la casa) inferior. Si la impureza está
directamente debajo de las claraboyas y se pone algo susceptible de impureza
sobre la claraboya superior o inferior, todo deviene impuro. Si, en cambio, se
pone algo que no es susceptible de impureza encima de la claraboya superior o
inferior, sólo contrae impureza (la casa) inferior.
6. Si hay en (el tejado) de la casa una claraboya y está colocada bajo ella
una olla de tal modo que, si fuere alzada, sus bordes no tocarían (el marco) de
la claraboya, en caso de que se encuentre una impureza debajo de la olla, o
en su interior, o encima de ella, la impureza penetra tanto ascendiendo como
bajando. Si la olla está alzada un palmo del suelo y se encuentra debajo de ella
una impureza o se encuentra en la casa, lo que esk'i. debajo de ella y la misma
casa contraen impureza. En cambio, lo que está en su interior y encima de ella
permanece puro. Si la impureza está en el interior o encima de ella, todo devie-
ne impuro.
Ohol 10, 7-11, 4 Orden sexto: Pur'ezas - 1ohorot 914
7. Si una olla se encuentra al lado del umbral (de una puerta) de tal modo
que si fuere alzada (verticalmente) tocaría un palmo del dintel de la puerta, en
caso de que una impureza se encuentre debajo de ella, o en su interior, o enci-
ma de ella, la impureza penetra subiendo y bajando 111 • Si está alzada un palmo
sobre el suelo y la impureza se encuentra debajo de ella o en la casa, lo que
está debajo de ella y la casa devienen impuros, mientras que lo que está en su
interior o encima de ella permanece puro. Si la impureza está en su interior o
encima de ella, todo deviene impuro. Si la olla estuviere de tal modo colocada
que alzándola (verticahnente) no tocare un pahno del dintel de la puerta o si
estuviere ligada al dintel y una impureza se encuentra debajo de ella, sólo con-
trae impureza lo que está debajo de ella.
CAPÍTULO 11
1. Si (el tejado) de una casa está rasgado 1I2 y hay una impureza en la parte
extema II3 ( de la casa), los objetos que se hallan en la parte interior II4 permane-
cen puros. Si la impureza se encuentra en la parte interior, los objetos que se
hallan en la parte externa, según la enseñanza de la escuela de Samay, perma-
necen puros si la brecha alcanza cuatro palmos de ancha. La escuela de Hile!,
en cambio, afinna (que pe1manecen puros) cualquiera que sea la amplitud de
la brecha. R. Yosé afirma en nombre de la escuela de Hilel que debe tener un
palmo de amplitud.
2. Si (el tejado) de una galería 115 tiene lllla brecha y bay una impureza en
una de las partes, los objetos que están en la otra parte permanecen puros. Si es
puesto un pie o una caña encima de la brecha, se mezcla la impureza 11 6• Sí uno
pone una caña en el pavimento (directamente debajo de la brecha), no propaga
la impureza en tanto no esté alzada sobre el suelo un palmo.
3. (Si uno pone allí) un manto grueso de lana o un tronco gordo de madera,
éstos no dan paso a la impureza en tanto no estén alzados un palmo sobre el
suelo. Si unos vestidos son puestos allí plegados unos sobre los otros, no dan
paso a la impureza en tanto no esté el superior alzado un palmo sobre el suelo.
Si un hombre es puesto allí (debajo de la brecha del tejado), según la escuela
de Samay no da paso a la impureza. La escuela de Hílel, en cambio, enseña que
el hombre es hueco y que su parte superior da paso a la impureza.
4. Si uno está mirando por la ventana y proyecta su sombra sobre unos
sepultureros 11 7, la escuela de Samay afirma que no da paso a la impureza I18 •
pennanece pura; pero si está vuelto hacia el exterior, la casa deviene impura,
ya que la impureza sale por su pa1ie trasera. R. Yehuda ben Betera afirma: En
cualquiera de los casos, la casa deviene impura. ¿Cuánto tiempo ha de per-
manecer la impureza en sus entrafias? 122 Tres días completos. (Si la impureza
estuviere en las entrañas) de aves o de peces, tiempo suficiente para caer en un
fuego y quemarse. Ésta es la opinión de R. Simeón. R. Yehudá ben Betera dice:
En las aves y los peces un día entero.
8. Si en 1a cistema I23 de una casa I24 hay un candelabro y sus brazos sobresa-
len (por encima del espacio de la cisterna) y si encima de ellos hay colocado un
cesto para las aceitunas 125 puesto de tal modo que, sí se quitare el candelabro,
el cesto quedaría sobre la boca de la cistema 126, la escuela de Samay dice: La
cisterna pem1anece pura, mientras que el candelabro contrae impureza. La es-
cuela de Hile!, en cambio, enseña que el candelabro también permanece puro.
Sin embargo, están (ambas escuelas) de acuerdo en que si es quitado el cande-
labro y el cesto cae, todo deviene impuro.
9. Aquellos objetos que se encuentran entre la orla del cesto y el bordillo
de la cistema 127 , incluso hasta lo más profundo, pennanecen puros I28 • Si hu-
biere allí 129 una impureza, la casa deviene impura. Si la impureza estuviere en
la casa, respecto a los objetos que estuvieren en las paredes de la cisterna vale
lo siguiente: en caso de que haya allí un espacio de un palmo cúbico 130, los
objetos permanecen puros; en caso contrario, devienen impuros. Si las paredes
de la cisterna son más anchas que las de la casa, en cualquiera de los casos
pennanecen puros.
CAPÍTULO 12
129. En la cisterna.
130. En las hornacinas de la pared.
131. Todavía no rescaldado y, por consiguiente, no susceptible de impureza ( cf. Kel 5, l ).
El hornillo se encuentra al aire libre.
132. Esta parte que sobresale vale como tienda e impide que la impureza que se halla
debajo penetre la \dona» de la tienda. Si el hornillo estuviera ya rescaldado y, por tanto, fuera
un utensHio, la tie • da que se apoya en un utensilio no protegería contra la impureza ( cf. 6, l ).
133. Tanto lo que está encima como lo que está debajo del tablón y dentro del hornillo.
134. Viejos o rescaldados.
135. Del tipo de un cedazo.
136. De modo que los salientes se proyectan fuera un palmo por todos los lados.
137. Lo que se encuentra encima o debajo de los salientes.
138. Ya que el hornillo estaba herméticamente cenado.
139. La impureza se propaga hacia arriba, pero no hacia abajo, ya que la boca está her-
méticamente cerrada.
917 Tiendas - oholot Ohol 12, 4-8
4. Si para colocar la calza 140 de una cuna se ha hecho una perforación (en el
techo de una habitación superior) de modo que haya una abertura de un palmo
cuadrado que da a la habitación (de abajo) 141 , todo contrae impureza. En caso
contrario, se cuenta142 como se cuenta con la impureza de cadáver 143 •
5. Sí las vigas de la casa y del piso superior no tienen revestimiento de
estuco y se corresponden exactamente 144 , en caso de que se encuentre una im-
pureza debajo de una de ellas 145 , deviene impuro sólo lo que está debajo de ella.
Sí la impureza se encuentra entre la viga inferior y la superior, el espacio que
media entre ellas deviene impuro. Si la impureza se encuentra sobre la viga
superior, todo lo que está directamente sobre ella, hasta llegar al mismo cielo,
deviene impuro. Si las vigas superiores (no se corresponden con las inferiores,
sino) con los espacios que median entre las vigas inferiores y se encuentra una
impureza debajo de una de ellas, el espacio que está bajo todas ellas deviene
impuro. Si la impureza está encima de una de ellas, todo lo que está directa-
mente encima de ella, hasta llegar al mismo cielo, deviene impuro.
6. Si una viga está colocada de muro a muro y una impureza se encuentra
debajo de ella, en caso de que la viga tenga una anchura mínima de un paJmo,
da paso a la impureza hacia todo lo que está debajo de ella. En caso contrario, la
impureza se propaga ascendiendo y bajando. ¿Qué perímetro debe tener la vi-
ga146 para que tenga un ancho de un palmo? Cuando son cilíndricas, el períme-
tro debe medir tres palmos. Cuando son cuadradas, cuatro, ya que el perímetro
(de tma viga) cuadrada es un cuarto más que el de una viga cilíndrica.
7. Si una columna yace al aíre libre y tiene un perímetro de veinticuatro
palmos, propaga la impureza a todo lo que está debajo de sus costados. Si no
tiene ese perímetro, la impureza penetra ascendiendo y bajando.
8. Si un trozo de un cadáver como del tamaño de una aceituna está adheri-
do al umbral de una casa 147, R. Eliezer declara que la casa es impura. R. Josué,
en cambio, declara que es pura. Si la impureza se encuentra debajo del umbral,
se considera mitad por mitad 148 • Sí está (la impureza) adherida al umbral, la
casa deviene impura. R. Yosé la declara pura. Si la impureza se encuentra en
el interior de la casa y uno toca el dintel de la puerta 149 , éste contrae impureza.
Si uno toca el umbral, según R. Elíezer es impuro. R. Josué dice: Si toca una
parte (del lado externo del umbral) a menos de un palmo del suelo, pennanece
puro; si es a más de un palmo, contrae impureza.
CAPITULO 13
1. Si uno hace un vano nuevo de luz, su medida (para que pueda dar paso
a la impureza) es como el grosor del orificio que realiza el gran taladrador que
está en las dependencias del Templo. Si se trata de un vano de luz que ha sido
dejado sin tenninar, la medida es de dos dedos de alto por un pulgar de ancho.
¿Qué se entiende por un vano de luz que ha sido dejado sin terminar? Cuando
una ventana ha sido obturada, pero no se ha completado el trabajo. Pero si el
orificio lo ha hecho el agua o un reptil o lo ha ido comiendo el salitre, la medida
es un puño 15º. Pero si una persona ha pensado servirse de él, la medida es de
un palmo cuadrado. Sin embargo, si quiere servirse de él como vano de luz,
la medida es la del taladrador. (Los vanos) de una rejilla o de una celosílla se
unen para formar la amplitud del 01ificio que realiza el taladrador (del Templo)
según la escuela de Samay. La escuela de Hile1, en cambio, afirma (que no se
alcanza la medida) mientras no haya un vano que sólo él tenga la amplitud del
orificio realizado por el taladrador. (Un vano de luz de las medidas descritas
basta) para dejar entrada a la impureza y para dejarla salir. R. Simeón dice (que
basta) para dejar entrada a la impureza, pero para dejar salir a la impureza se
requiere un vano de al menos un palmo cuadrado.
2. En una ventana abierta al aire libre, la medida es la amplitud del orificio
que realíza el taladrador. Si por la parte de fuera de ella se construye una casa111 ,
la medida es un palmo cuadrado. Si la viga del tecbo 151 se coloca en medio de la
ventana 153, la medida en la parte de abajo es un palmo cuadrado, mientras que
en la parte de arriba es la amplitud del orificio realizado por el taladrador.
3. La medida en un orificío en la puerta es un puño. Ésta es la opinión
de R. Aquiba. R. Tarfón, en cambío, sostiene que es un espacio de un palmo
cuadrado. Si el carpintero dejó en la parte superior de la puerta o en su parte
inferior un orificio o si uno ha cerrado la puerta pero no de modo completo o sí
el viento la abrió, la medida es un puño.
4. Si uno habilita un lugar 154 para colocar una caña o una espátula 155 o una
lumbre, su medida es, según la escuela de Samay, tanta cuanta es necesaria
para el uso. La escuela de Hilel, en cambio, dice que es un palmo cuadrado. Si
uno hace un orificio para solazar sus ojos o para hablar con su vecino o para
servirse de otro modo de él, la medida es un palmo cuadrado.
CAPÍTULO 14
Aquél cuya parte delantera tira hacia arriba. ¿En qué caso dijeron que el sale-
dizo, cualquiera que sea su medida, da paso a la impureza? Cuando el saledizo
esta tres órdenes de piedra por encima de la puerta, es decir, doce palmos. Si
tiene más altura de esto, da paso a la impureza sólo sí sobresale al menos un
palmo. Las comisas de las puertas y de las ventanas dan paso a la impureza
sólo si sobresalen al menos un palmo.
2. Un voladizo sobre la puerta da paso a la impureza si tiene un palmo (de
profundidad). El voladizo sobre una ventana de dos dedos de altura o sobre un
vano que tenga la amplitud del orificio que realiza el taladrador (da paso a la
impureza) cualquiera que sea su medida. R Yosé dice: La misma medida 161 .
3. Si una caña está puesta sobre la puerta 162 , incluso aunque estuviere a una
altura de cien codos, da paso a la impureza cualquiera que sea su longitud. Ésta
es la opinión de R Josué. R Yojanán !;)en Nurí afirma que no se debe aplicar
en este caso mayor severidad que con los saledizos 163 •
4. Si un saledizo circunvala toda la casa y sobre la puerta alcanza sólo tres
dedos 164 , en caso de que se encuentre en la casa una impureza, los objetos que
se hallan debajo del saledizo devienen impuros. Sí la impureza se encuentra
debajo del saledizo, R. Eliezer declara que la casa contrae impureza, mientras
que R Josué afirma que la casa permanece pura. Lo mismo se aplica al patio
que está rodeado de unos soportales.
5. Si hay dos saledizos, uno encima de otro, cada uno de un palmo de
profundidad y mediando entre los dos un espacio de un palmo, en caso de que
haya una impureza debajo de ellos, todo lo que se encuentra debajo de ellos
deviene impuro. Si la impureza se encuentra en el espacio que media entre
ellos, todo lo que se hatla en ese espacio intermedio deviene impuro. Si la im-
pureza se encuentra encima de ellos, todo lo que está directamente encima de
ellos, hasta el mismo cielo, deviene impuro. Si el saledizo superior sobresale
un palmo sobre el inferior y una impureza se encuentra debajo de ellos o en el
espacio que media entre los dos, todo lo que está debajo de ellos o en el espacio
intermedio deviene impuro. Si la impureza está encima de ellos, todo lo que
se encuentra directamente encima, hasta el mismo cielo, deviene impuro. Si el
saledizo superior sobresale del inferior menos de un palmo y se encuentra una
impureza debajo de ellos, todo lo que se halla debajo de ellos o en el espacio
que medía entre los dos deviene impuro. Si la impureza está en el espacio in-
te1medio que media entre los dos o debajo del saledizo que tiene mayor apén-
dice, R. Eliezer enseña que lo que está debajo de ellos o entre ellos devíene im-
puro. R. Josué, en cambio, afama que lo que está entre ellos y lo que está bajo el
saledizo de mayor prominencia deviene impuro, mientras que lo que está debajo
de ellos permanece puro.
CAPÍTULO 15
169. En la entrada siempre se deja un espacio libre por donde puede <<salio> la impureza.
170. En el espacio vacío que está al lado de la puerta.
171. Jos 7, 26.
172. Por tanto, toda la viga contrae impureza.
173. Cuando son alej rulos de la twnba, ya que un objeto de arcilla hem1éticamente ce-
rrado está protegido de la impureza.
174 Cf. Er 1, 7.
923 Tiendas - oholot Ohol 16, 1-3
toca a un muerto y Juego proyecta su sombra sobre unos objetos, éstos perma-
necen puros. Pero si su mano tiene una extensión de un palmo cuadrado 175 , los
objetos devienen impuros. Si dos trozos de cuerpo de un cadáver, cada uno del
tamaño como media aceituna, se encuentran en dos casas y un hombre alargó
hacia ellos sus dos manos, en caso de que éstas tengan una extensión de un pal-
mo cuadrado, aquella persona propaga la impureza; en caso contrario, no.
CAPÍTULO 16
l. Todos los objetos movibles propagan la impureza con tal que tengan el
grosor de una aguijada. R. Tarfón decía: ¡Que quede privado de mis hijos si
esta ha/ajá no está perve1tida! En verdad, quien la oyó, ha enado, esto es, que
un labrador pase con su aguijada sobre el hombro, que uno de sus extremos
proyecte su sombra sobre un sepulcro y le contamine, a causa de los objetos
que proyectan su sombra sobre un muerto. R. Aquiba dijo: Quiero rectificar (la
sentencia legal) de modo que las palabras de los doctores se mantengan váli-
das: todos los objetos movibles propagan la impureza176 a la persona que los
transporta si tienen el grosor de una aguijada; sobre ellos mismos, cualquiera
que sea su medida; sobre otras personas y objetos, sólo cuando tienen una ex-
tensión mínima de un palmo.
2. ¿De qué manera? Si un huso está clavado en la pared y se encuentra
debajo de él un trozo del cuerpo de un cadáver como del tamaño de media
aceituna y otro trozo encima, a pesar de que esos dos trozos no se corresponden
exactamente, el huso contrae impureza. Resulta, pues, que propaga a sí mismo
la impureza cualquiera que sea su tamaño. Si un cacharrero pasa Gunto a un
sepulcro) y lleva sobre sus espaldas el palo 177 de modo que uno de sus extremos
proyecta su sombra sobre el sepulcro, los objetos que están en el otro extremo
del palo permanecen puros. Pero si el palo tiene una anchura de un palmo, con-
traen también impureza. Los túmulos que se encuentran cercanos a una ciudad
o a la carretera, ya sean nuevos o viejos, son impuros. En cuanto a los lejanos,
sí son nuevos, son puros, y si son viejos, son impuros. ¿Cuándo se considera
cercano? Cuando está dentro de los cincuenta codos. ¿Cuándo se considera vie-
jo? Cuando tiene más de sesenta años. Ésta es la opinión de R. Meír. R. Yehudá
dtce que es cercano cuando no hay otro más cercano y es viejo cuando nadie se
acuerda (cuándo fue levantado).
3. Si uno encuentra de modo inesperado un cadáver que yace en la manera
que es usual (a los israelitas), puede removerlo 178 juntamente con la tierra que
está debajo de él. Si encontrare a dos muertos, puede igualmente removerlos
juntamente con la tierra que está debajo de ellos. Si encontrare a tres y entre
uno y otro hubiere una separación de cuatro a ocho codos, es decir, tanta cuanta
es necesaria para el ataúd y los acompañantes, en tal caso se trata de una reu-
nión de sepulturas y debe examinar todavía veinte codos más a partir de allí. Si
encuentra otro muerto al final de los veinte metros, ha de examinar de nuevo
otros veinte codos a partir de allí, porque la cosa tiene buen fundamento. Pero
si uno encuentra allí por vez pri.mera 119 a un muerto, puede removerlo junta-
mente con su tietTa.
4. El que examina, escruta un codo cuadrado y deja otro libre hasta que
alcanza la roca o la tierra virgen. Si uno remueve la tierra de un lugar impuro 18º,
puede todavía comer de la ofrenda. Pero si uno desescombra unas minas 181 , no
puede comer de la ofrenda.
5. Si mientras realiza la indagación llega a un río, o a un canal, o una vía
pública, suspende la indagación. En el campo donde hayan sido matados varios
hombres se recoge hueso por hueso y todo es puro 182 • Si uno quita un sepulcro
de en medio de su campo, recoge también hueso por hueso y todo es puro. Si
el fruto de un aborto o un hombre que ha sido asesinado son anojados a una
cisterna, se recoge hueso por hueso y todo se considera puro. R. Simeón• dice:
Si la cisterna fue acomodada desde un principio para servir de sepultura, se le
considera como perteneciente a ella la tierra sobre la que yacen los muertos.
CAPÍTULO 17
1. Si uno ara (un terreno) donde hay una sepultura, hace de aquel campo un
campo funerario. ¿Hasta qué extensión? Todo un surco, es decir, cien codos, un
espacio de cuatro seás. R. Yosé dice: Un espacio de cinco seás, cuando es una
bajada; pero, cuando es una cuesta, se pone un cuarto de semilla de arveja en
la cama del arado y hasta el lugar donde germinen tres semillas de arveja una
al lado de la otra, hasta allí se considera campo funerario. R. Yosé dice: (Esto
se aplica) cuando se trata de bajada, no de cuesta.
2. Si uno ara y tropieza con una roca o con un muro 1s3, o si sacude el arado,
hasta allí convierte al terreno en campo funerario. R. Eliezer dice: Un campo
funerario hace a otro campo funerario. R. Josué afirma: Unas veces sí lo hace,
otras no. ¿De qué manera? Si un hombre ara medio surco y luego vuelve a
arar otro medio y del mismo modo los lados, convierte al terreno en campo
funerario. Pero si ara un surco entero y luego desde alli ara hacia fuera, éste no
convierte al terreno en campo funerario.
a. R. Simeón dice]
179. inesperadamente.
180. Un terreno donde ha sido hallado un muerto.
181. Una casa que se ha desmoronado matando quizás a alguna persona.
J82. No es necesario remover la tierra que ha estado debajo de los muertos.
183. Produciendo una sacudida en el arado que provoca el desprendimiento de la tierra
que le está adherida.
925 Tiendas - oholol Ohol 17. 3-18, 1
CAPÍTULO 18
192. Por el temor de que al arrancar la planta lleve adheridas en las raíces restos de
cualquier cadáver y de que puedan ser introducidos en casa.
193. Cf.2,3.
194. Segundo de los tres tipos mencionados de campo funerario.
195. No se sabe en qué lugar exacto se encuentra.
196. Aquí no cabe el temor expresado en el anterior, pues el cadáver no está disperso y las
raíces de las semillas oo penetran tanto como para llegar adonde yacen los restos del difunto.
197. Tercero de los tipos de campo funerario.
198. No muy alejado de la sepultura. Allí se colocaba el ataúd y se pronunciaba el ser-
món fü• ebre.
199. Carnes y panes para los sacrificios.
200. En la manera que después se describe.
201. Ya que podría haber contraído impureza y no estaría posibilitado para ofrecer el
sacrificio. Cf. Nm 9, 6.
202. Cf. Nm 6, 6.
927 Tiendas - oholot Ohol 18, 6-9
a. que son robustos ... de una bestia] b. La escuela de Hile! dice) c. gentil]
203. Cf. 2, 3; 17, 5.
204. Aunque no haya allí ninguna sepultura, hay que temer que ha sido transportada allí
tierra «contaminada».
205, Tal cosa solamente resulta posible si entre Israel y el campo comprado no media
tierra de gentiles.
206. Incluso dentro de Israel.
207. Porque entierran en sus propias casas a los abortos.
208. Cf. Ni<l 3, 7.
209. Criado cananeo de un israelita.
210. Ya estos animales devoran el más mínimo cadáver.
211. Que también era considerada dudosa.
Ohol 18, 10 Orden sexto: Purezos - tohorot 928
10. Diez lugares no se hallan sujetos a las nonnas que se aplican a las casas
de los gentiles: las tiendas de los árabes, las cabañas, las chozas de junco, las
chozas para guardar el fruto, las chozas de verano, la garita del vigilante de
las puertas de la ciudad, el espacio libre de un patio, la casa de baño, el depó-
sito de las flechas, el cuartel de las legiones.
PLAGAS
(negaim)
CAPÍTULO 1
1. Los aspectos de la lepra son dos 1, los cuales resultan, en definitiva, cua-
tro2. La mancha, que es intensamente blanca como la nieve. La subespecie
de la misma, que es (blanca) como la cal del Templo. La inflamación, que es
(blanca) como la cáscara de un huevo. La subespecie de la misma, como blanca
lana. Éstas son palabras de R. Meír. Los sabios dicen: La inflamación, como
blanca lana; la subespecíe de la misma, como cáscara de huevo.
2. (La mancha blanca) como la nieve mezclada con (algo rojo) es como
vino entremezclado con nieve. (La mancha blanca) como la cal mezclada con
algo rojo es como sangre mezclada con leche. Ésta es la opinión de R. Ismael.
R. Aquiba díce que el color rojizo que aparece en ambos casos es como el del
vino mezclado con agua, únicamente que con la mancha blanca como la nieve
es intenso, mientras que con la mancha blanca como la cal es pálido.
3. Estos cuatro coloridos se unen uno con otro para declarar a uno libre (de
los signos de la lepra), para certificar (la presencia de la lepra), para decidir un
aislamiento 3• Para decidir el aislamiento del que ha permanecido invariado al
fin de la primera semana. Para declarar libre al que ha pem1anecido invariado
al fin de la segunda semana. Para certificar la presencia de la lepra cuando ha
surgido una llaga o cuando el pelo se ha vuelto blanco, ya sea desde un primer
momento, ya al fin de la primera semana, ya al fin de la segunda o ya sea des-
pués de haber sido declarado libre. Para certificar la presencia de la lepra cuan-
do ha tenido lugar una extensión (de la mancha), ya sea al final de la primera
semana, ya sea al final de la segunda o ya después de haber sido declarado libre.
Para certificar la presencia de la lepra cuando, después de haber sido declarado
libre, toda la piel ha devenido blanquecina. Para declarar libre (de los signos
de la lepra) cuando, después de haber sido certificada la lepra o decrerado el
aislamiento, toda la piel ha devenido blanquecina. Estos son los coloridos de la
lepra, de los que dependen todas las disposiciones en tomo a la lepra.
4. R. Jananías', prefecto de los sacerdotes, dice: Los colores de la lepra son
dieciséis. R. Dosa ben Arquinas afüma: Los colores de la lepra son treinta y
seis. Aqabias ben Mahalalel sostiene: Setenta y dos. R. Jananías, prefecto de
los sacerdotes, dice: No se hace la inspección de los signos de la lepra por vez
primera en el día siguiente al sábado, porque la semana4 le caería en sábado.
Tampoco en el segundo día (después del sábado), porque la segunda semana se
le cumpliría en sábado. Tampoco en el tercer día (se ha de hacer por vez primera
la inspección de los signos de la lepra) de las casas, porque la tercera semana
se les cumpliría en sábado. R. Aquiba dice que la inspección se puede hacer en
cualquier día5 y que en caso de que (la semana) se cumpla en sábado se deja
para el día siguiente, lo cual puede ser una facilitación o un agravamiento.
5. ¿Cómo puede ser facilitación? Si (en sábado) tenía (el afectado) pelo
blanco 6 y ( al día siguiente) le ha desaparecido el pelo blanco o si ( en sábado)
tenía (dos) pelos blancos y (al día siguiente) se le han vuelto negros, da lo mis-
mo que uno quede blanco y el otro se vuelva negro o que los dos se vuelvan
negros; o si eran largos ( en sábado) y se han hecho cortos (al día siguiente )7,
da lo mismo que uno quede largo y el otro se haga corto o que los dos se hagan
cortos; o si (después del sábado) afecta la llaga a ambos o a uno de ellos; o si
la úlcera o la llaga de la úlcera, o la quemadura o la llaga de la quemadura o un
herpe ha separado a ambos pelos; o si (en sábado) había llaga y (al día siguien-
te) ha desaparecido; o si {la llaga) tenía forma cuadrada y (al día siguiente) se
ha hecho redonda o alargada; o (si en sábado la llaga) estaba circundada {por
la afección) y (al día siguiente) aparece sólo en un lado; o si (en sábado) estaba
concentrada y (al día siguiente) desparramada; o si (al día siguiente) sobreviene
una úlcera penetrando en la zona afectada; o si la úlcera o la llaga de la úlcera, o
la quemadura o la llaga de la quemadura, o un herpes la ha circundado, o dividi-
do, o disminuido; o si (en sábado) ha tenido lugar una expansión (de la afección
cutánea) y (al dia siguiente) esa expansión ha desaparecido; o si la mancha pri-
mera ha desaparecido o se ha achicado de tal modo que junto con su expansión
no alcanza el tamaño de una haba 8; o si una úlcera o la llaga de la úlcera, o una
quemadura o la llaga de la quemadura o un herpes introducen una separación
entre la mancha primera y su expansión. En estos casos es una facilitación.
6. ¿Cómo puede ser un agravamiento? Si (en sábado) no tenía pelo blanco
y (al día siguiente) le aparecen (dos) pelos blancos o si los pelos eran negros y
(al día siguiente) se han vuelto blancos, da lo mismo que un pelo permanezca
negro y el otro se vuelva blanco o los dos se vuelvan blancos; o si eran cortos
y (al día siguiente) largos, da Jo mismo que uno permanezca corto y el otro se
haga largo o que los dos se hagan largos; o si una úlcera afecta a los dos o a uno
de ellos o si una úlcera circunda a los dos o a uno de ellos; o si una úlcera o la
llaga de una úlcera, o una quemadura o la llaga de una quemadura o un herpes
introducen una separación entre ellos, pero (al día siguiente) desaparecen; o si
(en sábado) no había llaga y (al día siguiente) aparece; o si tenía forma redonda
o alargada y ( al día siguiente) ha adquirido forma cuadrada; o si estaba a un la-
do y (al día siguiente) aparece circundada (por la afección); o si estaba dispersa
y (al día siguiente) aparece concentrada; o si una úlcera sobreviene y penetra
en ella; o si una úlcera o la llaga de una úlcera, o una quemadura o la llaga de
una quemadura, o un herpes la circunda, o la separa, o la disminuye y (al día
siguiente) desaparecen; o si ( en sábado) no ha tenido lugar una expansión (de
la mancha) y (al día siguiente) sobreviene esta expansión; o si (en sábado) una
úlcera o la llaga de una úlcera, o una quemadura o la llaga de una quemadura o
un herpes introducen una separación entre la mancha original y su expansión y
(al día siguiente) desaparecen. En estos casos es un agravamiento.
CAPÍTULO 2
mael dice: Los israelitasª -sirva yo de expiación por ellos- son como el haya: ni
negros ni blancos, sino de color intermedio. R. Aquiba dice: Los pintores tienen
colores para pintar figuras negras, blancas y de colores intermedios. Se coge un
color medio y se circunvala (la afección cutánea) por su periferia y entonces se
presenta como un color intermedio. R. Yehudá afirma que en los colores de la
lepra hay que seguir la norma más indulgente, no la más severa. Así, el germa-
no es juzgado con indulgencia (según el color) de su piel, como asimismo el
etíopeb es juzgado con indulgencia (según el color) intermedio. Los sabios, en
cambio, afirman que a uno y a otro se le juzga según el color intermedio.
2. No se hace la inspección de los signos de la lepra de madrugada, ni al
atardecer, ni dentro de casa, ni en día nublado, ya que la mancha blanca oscura
aparece como intensamente blanca; tampoco a mediodía, ya que la mancha in-
tensamente blanca aparece como oscura. ¿Cuándo, pues, se hará la inspección?
En la hora tercia, cuarta, quinta, séptima, octava y nona. Ésta es la opinión de
R. Meír. R. Yehudá afinna: En la hora cuarta, quinta, octava y nona.
3. Si un sacerdote está ciego de uno de sus ojos o si tiene la vista muy débil,
no debe examinar los signos de la lepra, por cuanto está escrito: Cuanto puede
observar el sacerdote9. En una casa oscura no hay que abrir en ella vanos 10 para
inspeccionar la afección cutánea.
4. ¿Cómo se hace la inspección de la afección cutánea? El hombre se pone
como uno que cava o como uno que recoge aceituna. La mujer adopta la posi-
ción como la de aquella que prepara la masa o que da de amamantar a su hijo o
como la mujer que teje en un telar erecto de modo que 1a axila del brazo derecho
se le hace visíble. R. Yehudá dice: También como la que teje lino (si la afección)
está en el brazo izquierdo. Del mismo modo que uno se muestra para la inspec-
ción de la afección cutánea así se muestra uno para el afeitado del pelo 11 •
5. Toda persona puede inspeccionar cualquier afección cutánea, excepto
las propias. R. Meír dice: Tampoco las afecciones cutáneas de los parientes.
Un hombre puede anular cualquier voto, excepto los suyos propios. R. Yehudá
dice: Tampoco los de su mujer relativos a otras personas. Un hombre puede
inspeccionar a cualquier animal primogénito 12 , excepto los suyos propios.
CAPÍTIJLO 3
a. los israelitas (los hijos de Israel): la casa de Israel b. como asimismo el etíope ...
intermedio]
9. Lv 13, 12.
JO. Abrirlos por vez primera, no en caso de que existan ya ventanas y estén cerradas.
11. Lv 14, 9.
12. Cf. Bekh 6, lss.
13. Que • o están sujetos a la ley de la impureza.
933 Plagas - negaim Neg3, 2-5
C>.PíTUL04
CAPÍTULO 5
1. En toda duda sobre una afección cutánea se considera a ésta como pura,
a excepción de la antedicha 31 y otra más. ¿Cuál es esta otra? Si una persona
tiene una mancha como una haba de grande y es aislada y luego, al final de la
semana, ha devenido como una selá de grande y hay duda de si es la misma o
si ha sobrevenido otra en su lugar, en tal caso se considera a la persona afectada
como impura.
2. Sí se ha declarado (la afección cutánea) como impura a causa del pelo
blanco y desaparece el pelo blanco y luego vuelve a aparecer otro; asimismo,
si ha sido declarada impura a causa de una llaga o de una expansión, ya tenga
lugar al principio o al fin de la primera semana, o al final de la segunda semana,
0 después de haber sido declarada pura, en tal caso permanece como era32 • Si
se ha declarado (la afección cutánea) impura a causa de una llaga y desaparece
la llaga y luego aparece otra, como asimismo si es a causa de pelo blanco o de
una expansión, ya tenga lugar al comienzo, o al final de la primera semana, o
al final de la segunda semana, o después de haber sido declarada libre, en tal
caso permanece como era. Si se decide que (una afección cutánea) es impura a
causa de una expansión y desaparece la expansión sobreviniendo después otra,
Jo mismo si es a causa de pelo blanco, ya sobrevenga al final de la primera se-
mana, o al final de la segunda semana, o después de haber sido declarada libre,
en tal caso permanece como era.
3. Aqabias ben Mahalalel declara impuro el pelo subsistente. Los sabios, en
cambio, lo declaran puro. ¿Cuál es el pelo que ha quedado subsistente? Si una
persona tiene una mancha y en ella pelo blanco, y luego desaparece la mancha
y queda en su lugar pelo blanco y después aparece de nuevo la mancha, (a ese
pelo) lo declara Aqabias ben Mahalalel como impuro, mientras que los sabios
lo declaran puro. R. Aquiba afirma; En este caso estoy de acuerdo en que es
puro. ¿Cuál es el pelo subsistente? Si una persona tiene una mancha como una
haba de grande y en ella hay dos pelos y desaparece de ella como la extensión
de media haba, pero queda en el lugar de la mancha pelo blanco y luego vuelve
a aparecer. Le dijeron: Del mismo modo que fueron anuladas las palabras de
Aqabias, así tus propias palabras no tienen ninguna consistencia.
4. Todo caso de duda acerca de la naturaleza de una afección cutánea,
cuando tiene lugar al comienzo, se considera como puro en tanto no sea ligado
a la impureza. Después de haber sido ligado a la impureza, el caso dudoso
se considera impuro. ¿De qué manera? Si dos personas se presentan ante el
sacerdote teniendo una de ellas una mancha como una haba de grande y otra
como una selá y luego, al cabo de una semana, la mancha de aquél se ha hecho
grande como una selá y la mancha de éste ha quedado como una selá, sin que
se sepa en cuál de las dos personas se expandió, ya sea en un hombre o en dos,
(este caso dudoso) se considera como puro. R. Aquiba dice: Si se trata de una
sola persona, es impura; si se trata de dos, son puras.
5. Después de haber sido ligado a la impureza33 , el caso dudoso se considera
como impuro. ¿De qué manera? Si dos personas se presentan ante el sacerdote
teniendo una de ellas una mancha como una haba de grande y otra como una
selá y al cabo de una semana se hace (la mancha) en la primera como una selá
y algo más y en la segunda como una selá y algo más, ambas personas son
impuras. Pero incluso aun cuando en ambas personas volviere (la mancha) a
tener el tamaño de una selá, son ambas impuras, en tanto no torne la mancha al
tamaño de una haba. Esto es lo que se significó con el dicho: después de haber
sido ligado a la tmpureza, el caso dudoso se considera como impuro.
CAPiTULO 6
CAPÍTULO 7
R. Eliezer ben Jacob las declara en tal caso impuras, ya que el comienzo y el
final es impuro. Los sabios, en cambio, las declaran puras.
2. Si cambia el color (de la afección cutánea), ya sea para algo donde se
aplica la norma más indulgente o para algo donde se aplica la nonna más seve-
ra, ¿qué se ha de entender «para algo donde se aplica la norma más indulgen-
te>>? Si la mancha era blanca como la nieve y se vuelve su color como la cal del
Templo, o como lana blanca, o como la cáscara del huevo, o se vuelve como la
subespecie de la inflamación, o como la subespecie de la mancha intensamen-
te blanca. ¿Qué se entiende «para algo donde se aplica la norma más severa»?
Si era (blanca) como la cáscara del huevo y se vuelve como la lana blanca, o
como la cal del Templo, o como la nieve, en tal caso declara R. Eliezer pura (la
mancha). R. Elazar Jisma dice: Si (cambia el color para algo) donde se aplica
la norma más indulgente, es pura; si es para algo donde se aplica la no1ma más
severa, se ha de realizar una nueva inspección. R. Aquiba• afirma que ya tenga
lugar el cambio para algo donde se aplica la norma más indulgente o para algo
donde se aplica la norma más severa, se ha de realizar una nueva inspección.
3. Si (una persona) tiene una mancha39 y no hay en ella nada40 , al comienzo
o al final de la primera semana se ha de decretar el aislamiento. Sin embargo,
al final de la segunda semana y luego de haber sido declarada libre, ha de ser
declarada libre 41 • Si (el sacerdote) estaba a punto de decretar su aislamiento o
de declararla libre y surgen en ella señales de impureza, en tal caso la declarará
impura. Si es una mancha donde bay señales de impureza, la declarará impura.
Si (el sacerdote) está a punto de declararla impura y desaparecen las señales de
la impureza, ya sea al principio o al final de la primera semana, ha de decretar
el aislamiento. Si esto tiene lugar al final de la segunda semana o después de
haber sido declarada libre, habrá de declararla libre.
4. Si uno arranca las señales de la impureza o si quema la llaga, quebranta
un precepto negativo 42 • En cuanto a la pureza, si (arrancó las señales) antes de
venir junto al sacerdote, es puro; si después de haber sido declarado impuro,
es impuro. R. Aquiba dice: Pregunté a Rabán Gamaliel y a Rabí Josué, cuando
iban a Gadvad43 , cómo habría que regularse cuando esto ocurría en el periodo
en el que (el enfenno) estaba aislado. l\lle contestaron: No hemos oído nada al
respecto, pero sí hemos oído que ,<en tanto no se presente al sacerdote es puro,
pero después de haber sido declarado impuro, es impuro». Entonces comencé
yo a presentarles pruebas de que ígualmente como si estuviere (el enfermo)
delante del sacerdote, como si estuviere en reclusión es puro en tanto que el
sacerdote no lo declare impuro. ¿Desde qué momento ha de ser considerado
puro? R. Eliezer dice: Cuando le ha aparecido otra afección cutánea y ha vuelto
a devenir pw-o respecto de ella. Los sabios, en cambio, afirman: Cuando (la
afección) se ha extendido por todo su cuerpo o hasta que la mancha haya clis-
minuido hasta alcanzar una dimensión menor que la de una haba.
5. Si uno tenía una mancha y fue sajada, la tal mancha se considera pura.
Si la sajó premeditadamente, R. Eliezer dice ( que deviene puro) en caso de que
le haya surgido otra afección cutánea y se haya purificado de ella. Los sabios
dicen: (No deviene puro) en tanto no se haya extendido por todo su cuerpo. Si
(la mancha) se encuentra en el vértice del prepucio, ha de ser circundado.
CAPITULO 8
(la parte de la piel) que no puede devenir impura por una mancha de lepra no
impide la expansión. ¿Cómo se entiende esto? Si (la afección cutánea) se ha
extendido por todo el cuerpo, pero no por la cabeza, ni por la barba, ni por la
úlcera, ni por la quemadura, ni por la inflamación que son reacias (a la cura)
y luego la cabeza y la barba que vuelven a ser afectadas por la calvicie, o la
úlcera, o la quemadura, o la inflamación cicatrizan, en tales casos (los afecta-
dos) son puros. Si (la afección) se extiende por todo el cuerpo, a excepción de
una zona del tamaño como de media lenteja cercana a la cabeza, o a la barba,
o a la úlcera, o a la quemadura, o a la inflamación, y luego la cabeza o la barba
que vuelven a ser afectadas por la calvicie, o la úlcera, o la quemadura, o la
inflamación cicatrizan, en tal caso la persona afectada es impura, incluso aun
cuando en el lugar de la llaga haya surgido una mancha, en tanto la afección no
se extienda a todo el cuerpo.
6. Si hay dos manchas, una impura y la otra pura, en caso de que (la afec-
ción) se extienda de una a otra y luego se extienda por todo el cuerpo, la per-
sona afectada es pura. (Si hay dos manchas, cada una como media haba), una
en el labio superior y otra en el inferior, o en dos de sus dedos, o en los dos
párpados, a pesar de que estén adheridas una a otra y aparezcan como si fueran
una sola, la persona afectada es pura. Sí (la afección) se extiende por todo el
cuerpo, pero no por donde hay un herpes, la persona afectada es impura; en
caso de que {la afecóón) se retire de los extremos de los miembros dando lugar
a una especie de herpes, la persona afectada es pura. Si (la afección) se reti-
ra de los extremos de los miembros menos que el grosor de una lenteja, según
R. Meír, la persona afectada es impura. Los sabios enseñan que un herpes me-
nor que una lenteja es señal de impureza al comienzo, pero no al final.
7. Si un hombre viene (junto al sacerdote) teniendo todo su cuerpo blanco,
(el sacerdote) ha de decretar su aislamiento. Si aparece en él pelo blanco, ha de
declarar su impureza. Si dos (pelos) se vuelven negros o sólo uno de ellos, o si
dos se hacen cortos o sólo uno de ellos, o si se les ani.ma a los dos una úlcera
o a sólo uno de ellos, o si la úlcera circunda a ambos o a sólo uno de ellos, o si
los separa una úlcera o la llaga de una úlcera, o una quemadura o la llaga de una
quemadura, o un herpes, en caso de que aparezca en él una llaga o pelo blanco,
el tal es impuro. Sin embargo, si no aparece en él llaga o pelo blanco, es puro.
En todos estos casos, si (la afección) se retira de los extremos de los miembros,
la persona afectada se queda como estaba. Si (la afección) se extiende a sólo
parte del cuerpo, la persona afectada es impura; pero si se extiende a todo el
cuerpo, es pura.
8. Sí (la afección cutánea) se extiende simultáneamente por todo el cuer-
po, después que había devenido pura, la tal persona es impura. Pero sí ocurre
esto después de haber sido declarada impura, es pura. El que es declarado puro
después de un aislamiento está libre de llevar suelto y desordenado su cabello.
de llevar harapos, de raparse 47 , del sacrificio de las aves. Pero si es declarado
puro después de haber sido declarado impuro, está obligado a todo. Tanto el
uno como el otro propagan impureza48 al entrar en una casa.
9. Si uno se presenta (junto al sacerdote) teniendo toda su piel blanca y una
llaga como una lenteja de grande y luego se extiende (la afección) a todo su
cuerpo 49 y más tarde se retira de los extremos de sus miembros, díce R. Ismael
que es como si se retirase (la afección) de los extremos de los miembros en una
mancha grande. R. Elazar ben Azarías dice: Como si se retirase de los extre-
mos de los miembros en una mancha pequeña.
10. En ciertas ocasiones, mostrando uno su afección cutánea al sacerdote
para inspección, obtiene ventajas, y en otras ocasiones recibe perjuicio. ¿De
qué manera? Si uno ha sido declarado impuro y desaparecen de él las señales
de la impureza, en caso de que antes de que pudiera presentarse al sacerdote
para la inspección se expandiera en él (la afección) por todo el cuerpo, es puro,
mientras que, si se hubiera presentado al sacerdote para la inspección, será
impuro. Si uno tiene una mancha en la que no se encuentra ninguna (señal de
lepra), en caso de que antes que pudiera presentarse ante el sacerdote 50 para la
inspección irrumpiera por todo su cuerpo (la afección cutánea), es impuro; en
cambio, si se hubiera mostrado al sacerdote, sería puro.
CAPÍTULO 9
CAPÍTULO 10
a. ben Nurí]
56. Tal como se ha expresado en la misná anterior.
57. Acabada la primera semana podría ser declarado puro; acabada la segunda, impuro.
58. En tal caso, si la afección disminuye de dimensión, no alcanza el mínimo prescrito
y habría que declararle puro.
59. Que se encuentra sobre la cicatriz de la primera úlcera.
60. En ese caso, la persona afectada es impura, ya que la expansión de una úlcera a otra
vale como expansión.
61. Cf. 3, 5.
62. Ya que, según él, daq (ralo) se refiere al grosor del cabello, no a su longitud.
63. Por la afección cutánea.
64. Ya sea que primero estaba la afección cutánea y luego apareció el pelo amarillo y
ralo, o viceversa.
65. Si dentro de la zona afectada, aparte de dos pelos blancos, hay pelo negro, éste no
puede anular la virtualidad de los dos pelos blancos.
66. Cuando primero estaba la afección cutánea y luego surgió el pelo blanco.
945 Plagas - negaim Neg 10, 3-7
y ralo, cuyos efectos pueden ser anulados por otro pelo, no hace impura (a la
persona afectada) sino sólo cuando es trasmutado? R. Yehudá dijo: Doquiera
que es necesario decir «trasmutado», (la Escritura) dice: Trasmutado. Pero de
la afección a la cabeza o a la barba se dice: No le ha aparecido pelo amarillo 61 ,
significa que hace impuro trasmutado o no trasmutado.
3. (El pelo negro) que crece ofrece protección contra los efectos del pelo
amarillo y de la expansión, ya esté concentrado o disperso', circundado o no.
(El pelo negro) resídual 68 anula6 los efectos del pelo amarillo y de la expansión
(de la afección), ya esté concentrado o disperso o circundado, pero no si está
en un lado en tanto no esté alejado del pelo subsistente por dos pelos. Un pelo
amarillo y otro negro o uno amarillo y otro blanco, no anulan los efectos.
4. Si el pelo amarillo precedió a la afección de la cabeza o de la barba, es
puro. R. Yehudá, en cambio, lo declara impuro. R. Eliezer ben Jacob dice: No
hace impuro, pero no anula los efectos. R. Simeón dice: Todo aquello que no
es señal de impureza en las afecciones de la cabeza o de la barba, es señal de
pureza en las afecciones de la cabeza o de la barba.
5. ¿Cómo se afeita la afección de la cabeza o de la barba? Se afeita la
parte circundante y se dejan dos pelos cercanos a ella de modo que pueda ser
reconocida una expansión (de la afección). Si una persona ha sido declarada
impura a causa del pelo amarillo y desaparece luego el pelo amarillo y más
tarde vuelve a aparecer -e igualmente cuando se trata de una expansión- ya
sea al comienzo o al final de la primera semana o al final de la segunda semana
o después de haber sido declarada pura, en tal caso permanece como era antes.
Si una persona ha sido declarada impura a causa de la expansión (de la afec-
ción) y desaparece luego la expansión y más tarde vuelve a aparecer -igual-
mente si se trata de pelo amarillo-, ya sea al final de la primera semana o al
final de la segunda semana o después de haber sido declarado libre, permanece
como era antes.
6. Sí son dos las afecciones de la cabeza o de la barba, una junto a la otra y
una hilera de pelo establece una separación entre las dos, en caso de que en un
lugar se rompa (la línea), la persona afectada es impura; pero si se interrumpe
en dos lugares, es pura. ¿Qué dimensiones debe tener la interrupción? El espa-
cio de dos pelos. Si se rompe en un solo lugar como el espacio de una haba, la
persona afectada es impura.
7. Si hay dos afecciones de la cabeza o de la barba, una dentro de la otra,
y una hilera de cabellos introduce una separación entre ambas, en caso de que
en un lugar (la hilera) se interrumpa, la persona afectada es impura, pero si se
interrumpe en dos lugares, es pura. ¿Qué dimensiones ha de tener la interrup-
ción? (Un espacio) de dos pelos. Si la interrupción tiene lugar en un solo lugar,
la persona afectada es pura si tiene la intenupción 1a dimensión de una haba.
CAPÍTULO 11
l. Todos los vestidos 71 pueden devenir impuros por una infección, a ex-
cepción de aquellos que pertenecen a los gentiles72 • Si uno adquiere vestidos a
los gentiles, deben ser antes examinados. Las pieles de los animales marinos
no se hacen impuras por infección, pero si una persona les une algo que crece
de la tierra 73 , aunque sea sólo un hilito, o una cinta, algo, en definitiva, que es
susceptible de impureza, en tal caso pueden devenir impuras.
CAPiTULO 12
a. haces de leño}
83. Lv 14, 35.
84. Lv 14, 36.
85. Sacar de la casa objetos no susceptibles de contagiarse de lepra, como haces de leila.
86. Qué cosas hace impura la lepra en la casa.
87. A !os que la inmersión no vuelve puros, sino que deben ser rotos.
88. La casa i.n fectada con Ia Iepra.
89. Lv 14, 38,
90. En caso de que la mancha se haya extendido.
91. Lv 14, 39.
92. Del precepto según el cual, en caso de que irrumpa la lepra en una casa, los propi-
etllrios del muro común han de participar en el derribo y construcción del muro.
93. Según una tradición, la lepra era un castigo del pecado de la difamación.
94. Para reconstruir el muro común.
95. Aquel en cuya casa irrumpió la lepra.
96. Lv 14, 42.
951 Plagas - negaim Neg 12, 7-13, 3
CAPITULO 13
con ella sus piedras, su maderamen y su argamasa. Sólo se salvarán los mar-
cos1º1 y las rejillas. R. Yehudá enseña que se ha de derribar con la casa el marco
construido en su paite superior (para las vigas). Las piedras, el maderamen y
los cascotes del revoque contaminan si alcanzan el volumen de una aceituna.
R. E lazar Jisma precisa que (contaminan) en cualquier cantidad que sean.
4. La casa que ha sido cerrada contamina por la parte interior 10Z, y la que ha
sido declarada impura contamina tanto por la paiie interior como por la exterior.
En uno y otro caso contamina a quien entra en ella.
5. Si uno construye una casa, que no está contaminada, smiéndose (de las
piedras) de una casa que ha sido ce1Tada (por sospecha de lepra), en caso de que
haga aparición en aquella casa la mancha de la lepra, ha de quitar las piedras
(infectadas). Si la mancha reaparece en las piedras, la primera casa ha de ser
denuida, mientras que las piedras que siryen para la segunda casa han de quedar
bajo vigilancia respecto a las señales (de la lepra) 103_
6. Si una casa cubre 104 a otra casa que está infectada por la lepra; de igual
modo, si un árbol cubre ( con sus ramas) a una casa que está posesionada por
la plaga de la lepra, en caso de que uno entre a la más exterior 105 , permanece
puro. Ésta es la enseñanza de R. Elazar ben Azarías. R. El azar dijo: Si una sola
piedra de la casa puede contaminar a quien entra en ella, ¿no contaminará la
casa misma a quien entre en ella?
7. Sí un impuro (de lepra) se encuentra debajo de un árbol y pasa por alli
uno que está puro, éste se hace irnpw-0 106 . En cambio, si uno que es puro (res-
pecto de la lepra) está debajo de un árbol y pasa por allí un impuro, permanece
puro. Pero si el impuro se detiene allí, contrae ( el puro) impureza. Del mismo
modo, (si es transpo1iada por debajo del árbol) una piedra afectada por la plaga
de la lepra, el que se encuentra allí pennanece puro. Pero si la piedra es depo-
sitada allí, contrae impureza.
8. Si un hombre puro introduce su cabeza y la mayor parte de su cuerpo en
una casa impura (de lepra), se hace impuro. Si un hombre impuro (de lepra) in-
troduce su cabeza y la mayor parte de su cuerpo en una casa pura, ésta se hace
impura. Si se introducen tres dedos cuadrados de un manto puro en el interior
de una casa impura, el manto se hace impuro. Si el manto es impuro (de lepra)
y se introduce una parte insignificante de él como una aceituna de grande en el
interior de una casa pura, ésta contrae impureza.
9. Si uno entra en una casa afectada por la lepra y lleva sus ropas sobre la
espalda y sus sandalias y anillos en la mano, tanto él como ellos contraen inme-
diatamente impureza. Sin embargo, si entra vestido con sus ropas llevando sus
CAPÍTULO 14
l. ¿De qué manera se hacía la purificacíón del leproso? 1º8 (El leproso) traía
un cuenco nuevo de arcilla, vertía en su interior un cuartoª de log de agua de
manantial y traía dos pájaros que habían estado viviendo basta entonces en li-
bertad. (El sacerdote) inmolaba uno de ellos sobre el cuenco de arcilla y sobre
el agua de manantial, cavaba una hoya y lo encerraba allí. Cogía luego madera
de cedro, hisopo y lana carmesí de púrpura, los envolvía luego con los extre-
mos sobrantes de la tira (de lana); acercaba después a ellos los extremos de las
alas y la punta de la cola del segundo pájaro, los sumergía 1º9 y asperjaba siete
veces el dorso de la mano del leproso. Según otros, (asperjaba siete veces) su
frente. De igual modo asperjaba desde fuera el dintel de la casa.
2. Luego se iba a soltar el pájaro vivo, sin que volviera su rostro hacia el
mar, o hacia la ciudad, o hacia el desierto, pues está escrito: El ave viva la sol-
tará en el campo, fuera de la ciudad 110 • Luego volvía para cortar la cabellera
del leproso. Después, él pasaba la navaja por toda su piel, lavaba sus ropas y
se inmergía. Entonces quedaba sin que contaminase entrando en la casa, pero
si contaminaba como un reptil 111 • Podía entrar dentro del muro de la ciudad,
pero debía permanecer todavía siete días fuera de casa y le estaba prohibida la
unión sexual.
3. A los siete días se le cortaba de nuevo el cabello como la primera vez,
lavaba sus ropas y se inmergía. Entonces quedaba puro, sin que contaminase
como un reptil, aunque era como quien había hecho la inmersión en el mismo
día 112 • Podía comer (del segundo) diezmo. Una vez puesto el sol, podía comer
de la ofrenda. Tras ofrecer su sacrificio de expiaciónu 3 podía comer de las cosas
santas. Así pues, se daban tres grados de purificación en el que había sido lepro-
so y también tres grados de purificación en la mujer que había dado a luz 114 •
4. Tres tipos de personas han de cortarse el pelo, y ese corte de pelo es una
obligación religiosa: el nazir 11 5, el leproso 116 y el levita 111 • Cualquiera de estos
que no cortara el pelo con navaja o que dejara simplemente dos pelos no cum-
plía con su obligación.
5. Respecto a las aves (del sacrificio), estaba ordenado que fueran iguales
en apariencia, en tamaño y en precio, y que hubieran sido compradas simultá-
neamente. Pero aunque no sean iguales son válidas. Si compró• una un día y
otra al día siguiente, son válidas. Si inmoló una de ellas y resulta que es un ave
que no ha estado viviendo en libertad, se adquiere otra pareja para la segunda
ave. La primera entonces queda permitida para comida. Sí la inmoló y resulta
ser un ave despedazada 11 8, se adquiere otra pareja para la segunda ave. La pri-
mera entonces queda permitida para sacar provecho de ella. Si la sangre (de la
primera ave) ha sido derramada 11 9, ha de morir el ave que había de ser dejada
libre. Pero si muere el ave que había de ser dejada en libertad, será derramada
la sangre (de la otra ave).
6. El precepto respecto a la madera de cedro es que ésta tenga una longitud
de un codo y que su grosor sea el cuarto de la anchura del pie de una cama,
es decir, como si se dividiera (un pie) en dos partes y las dos partes en cuatro.
El precepto respecto al hisopo es que no sea un hisopo griego 120, ni un hisopo
azulado, ni un hisopo romano, ni un hisopo del desierto, ni un hisopo que tenga
algún nombre adicional.
7. El día octavo 121 traía tres animales: un sacrificio expiatorio 122 , un sacri-
ficio por la culpa 113 y un holocausto 124 . El pobre, en cambio, traía un ave como
sacrificio expiatorio y otra ave como holocausto 125.
8. Se acercaba 126 junto al sacrificio por la culpa e imponía sus manos sobre
Ja víctíma. (El sacerdote o un israelita) lo imnolaba y dos sacerdotes recogían
su sangre, uno en un cuenco y el otro en la mano. El que la recibía en el cuenco
iba y la asperjaba sobre la pared del altar. El que la recibía en la mano se iba
junto al leproso 127 . El leproso hacía la inmersión en (1 a piscina) de la estancia de
los leprosos 128 , se venía y permanecía en pie en la puerta de Nicanor 12 ~. R. Yehudá
afirma que no necesitaba hacer ningún baño de inmersión.
9. (El leproso) introducía su cabeza (dentro del atrio del Templo y el sacer-
dote) ponía (un poco de sangre) en la ternilla de su oreja; después introducía
la mano y el sacerdote le untaba el pulgar; introducía el pie y le untaba el dedo
gordo del pie. R. Yehudá dice que introducía los tres miembros simultánea-
mente. Si carecía de pulgar o de dedo gordo en el pie o de oreja derecha, no
podía volver a ser puro. R. Elíezer, en cambio, afirma que se debía untar las
partes correspondientes ( del cuerpo). R. Sirneón sostiene que, si se untaban los
miembros de la parte izquierda, se cumplía con la obligación.
JO. (El sacerdote) cogía el cuarto de log de aceite uº y lo vertía en lama-
no131 de otro (sacerdote). Pero si lo vertía en su propia mano, cumplía con el
precepto. Inmergía (su dedo en el aceite) y aspe1jaba siete veces en direccíón al
Santísimo, imnergiendo ( el dedo) en cada una de las aspersiones. Luego se iba
junto al leproso y en los lugares donde había puesto sangre ponía aceite, por-
que está escrito: En el lugar donde habia untado con la sangre de la víctima.
El resto del aceite que quede en la mano del sacerdote lo derramará sobre la
cabeza del pur{ficando para que sirva de expiación 132 • Si lo ha derramado, ha
expiado; si no lo ha derramado, no ha expiado. Esta es enseñanza <le R. Aquiba.
R. Yojanán ben Nurí dice: Esto no es más que un resto del precepto 133, de abí
que ya se derrame o no se derrame, ha expiado; pero se le computa como si
no hubiera expiado. Sí el log es incompleto antes de ser denamado, puede ser
completado; después de ser derramado, ha de ser ofrecido otro de nuevo. Tal
es la opinión de R. Aquiba. R. Simeón enseña que si el log es hallado defectivo
antes de untar con él (los miembros del leproso), ha de ser completado; en caso
de ser hallado defectivo después de haber realizado la unción, ha de ser traído
otro de nuevo.
11. Si un leproso ofreció su sacrificio como pobre y en el entretanto se ha
hecho rico, o como rico y en el entretanto se ha hecho pobre, todo se regula
por el sacrificio expiatorio 134 . Ésta es la opinión de R. Simeón. R. Yehudá, en
cambio, afirma que se ha de regular todo según el sacrificio de la culpa.
12. Si un leproso pobre ofrece un sacrificio de rico, cumple con su obliga-
ción. Sin embargo, si un leproso rico ofrece un sacrificio de pobre, no cumple
con su obligación. Un hombre puede ofrecer un sacrificio de pobre por su hijo
o por su hija, o por su siervo o por su sierva, y posibilitarles de ese modo comer
de los sacrificios de animales. R. Yehudá dice que debe ofrecer un sacrificio
de rico por su mujer y de igual modo por todo sacrificio a la que ella estuviere
obligado.
13. Sí los sacrificios de dos leprosos se entremezclan 135 y uno de ellos ha
ofrecido su sacrificio, que es el de uno de los dos, y el otro muere, es sobre
esto sobre Jo que consultó la gente de Alejandría a R. Josué. Él les dijo: Ha de
asignar sus bienes a otra persona y ofrecer un sacrificio de pobre.
Este tratado se denomina originariamente Pará, es decir, vaca, pues versa sobre la
preparación del agua de purificación que se obtenía mezclando las cenizas de la vaca roja
con agua, según dispone Nm 19, 1-22. Quien había contraído la impureza del cadáver
tenía que hacerse asperjar con el agua de purificación al tercer y séptimo día. Con ello,
más el baño de inmersión, recuperaba la pureza.
El tratado contiene doce capítulos:
Cap. 1: Edad de la vaca.
Cap. 2: Requisitos que ha de cumplir la vaca roja.
Cap. 3: Preparación del sacerdote que debía quemar la vaca, elaboración del agua de
purificación, quién la prepara.
Cap. 4: Condiciones para la inmolación y la cremación, causas invalidantes.
Cap. 5: Vasija, calabaza, caña para las cenizas y para el agua de purificación, quiénes
pueden mezclar la ceniza con el agua, abrevaderos.
Cap. 6: Santificación del agua, causas de invalidez.
Cap. 7: Trabajos accesorios en el proceso de santificación del agua que la invalidan.
Cap. 8: Invalidez del agua, contaminación de la persona.
Cap. 9: Causas que pueden invalidar el agua.
Cap. JO: Cómo puede devenir impura el agua de purificación, los objetos que la
contienen y las personas que tienen contacto con ella.
Cap. Jl: De nuevo causas invalidantes o contaminantes del agua de purificación, qué
hisopo se ha de usar en la aspersión.
Cap. 12: Cómo se ha de hacer la aspersión, sus efectos, consideración especial de
objetos que están unidos respecto a la aspersión.
CAPITULO 1
1. Según Dt 21, 1-9, cuando aparecía un hombre asesinado en el campo y no era iden-
tificado el asesino, los habitantes de la ciudad más próxima tenían que desnucar una ternera.
2. Sin sobrepasarlo.
3. La vaca roja que era sacrificada para preparar con sus cenizas el agua de purificación,
con la que el impuro con impureza de cadáver debía purificarse (Nru 19).
4. Pasado el año, la ternera se hacia vaca. Si sobrepasaba los dos años, continuaba sien-
do válido, aunque R. Eliezer opinaba que el animal de dos años tenía preferencia.
Parl,2-3 Orden sexto: Purezas - tohorot 958
5. Como por llevar yugo o por contracción de un defecto (Nm 19. 2).
6. En hebreo, vaca «tercera.», es decir, de tres años.
7. Shelishít.
8. Sheloshit.
9. Rebi'i.
10. Reba'i.
11. De harina. Cf. Neg 13, 9.
12. En la seá había seis kab.
13. Cf. Nm 15, l8ss. La ofrenda de la masa había que hacerla cuando en la masa había
más de cinco cuartos de k.ab de harina. En cambio, los tres panes hechos de un kab de harina
no contienen esa medida.
14. De la seá, de la que se hacen dieciocho panes, hay que quitar la ofrenda de la masa,
lo que significa que cada pan contiene algo menos del 1/18 de la seá o 1/3 del kab.
15. Nm 8, 8.
16. Plages, que ha salido de la niñez y oo ha llegado todavía a la juventud.
17. Noqed.
18. El término parkarigma es aplicado a un rey que ha sido destronado o que ha sido
desplazado por otro.
959 La vaca roja - pará Par l, 4-2, 3
CAPITULO 2
C.,v,truw 3
32. Ya que, según Nm 19, 2, no debe jamás ser puesto «yugo>> alguno sobre el!a.
33. La expresión que usa el texto es: «en un mismo vasol> (kas). Según algunos, se trata
de hondonadas circulares en la piel del animal, en las que crecen varios pelos.
34. O. quizás, enfrente el uno del otro.
35. Cf. Yom 1, l.
36. Para algunos. birá es el Templo ( cf. l Cr 19, 1). Para otros, era una torre.
37. De cada vaca de expiación que habla sido quemada desde los más remotos tiempos
se conservaba parte de la ceniza en el Templo.
38. Siempre cabe la posibilidad de que en la profundidad esté enterrado un cadáver y,
si no hubiere sobre el cadáver un espacio libre de un palmo que haga de tienda, la impureza
podía salir al patio.
39. Que hacían de tienda, de modo que protegían contra la impureza.
961 La vaca Yoja - pará Par 3, 3-7
sobre ellos que llevaban vasos de piedra 40 en sus manos. Una vez llegados a Si-
loé, descendían y llenaban sus vasos, luego subían y se sentaban otra vez sobre
los lomos de los bueyes. R. Yosé dice: Desde el lugar (en el que se encontraba
el niño) bajaba (el vaso) y lo llenaba.
3. Cuando llegaban al monte del Templo, descendían. El monte del Tem-
plo y los atrios tenían debajo de ellos un espacio hueco por la eventualidad de
una tumba en profundidad. A la entrada del atrio estaba dispuesto un cántaro
con la ceniza de la aspersión. Traían un camero, le ataban una cuerda entre
los cuernos, se sujetaba y enlazaba con el extremo de la cuerda un bastón y se
arrojaba al interior del cántaro. El camero era golpeado y retrocedía espantado
hacia atrás 41 (derramando parte de la ceniza). (El niño) cogía entonces (la ce-
niza) y la mezclaba con el agua hasta que se hacía perceptible en la superficie
del agua. R. Yosé dice: No deis a los saduceos• la ocasión de ponerse sobre
nosotros42 , antes bien que (el niño) coja (directamente la ceniza del jano) y la
mezcle con el agua.
4. No se podía usar como vaca de purificación sirviéndose de la purifica-
ción realizada en otra vaca de purificación41 o un niño sirviéndose de la puri-
ficación de otro niño. Los mismos niños tenían que ser asperjados44 • Ésta es la
enseñanza de R. Yosé el Galileo. R. Aquiba, en cambio, afirma que los niños
no tenían que ser asperjados.
5. Si no había ceniza de siete vacas, se preparaba con la ceniza de seis, o de
cinco, o de cuatro, o de tres, o de dos, o de una. ¿Quién las preparó? Moisés pre-
paró la primera. Esdras preparó la segunda y cinco fueron preparadas después
de Esdras. Ésta es enseñanza de R. Meír. Los sabios, en cambio, afirman que
siete fueron preparadas después de Esdras. ¿Quiénes las prepararon? Simeón
el justo y Yojanán el Sumo Sacerdote prepararon dos cada uno; Elihoenay ben
Haqof, Janamel el Egipcio e Ismael ben Piavi prepararon una cada uno.
6. Se hacía una rampa desde el monte del Templo al Monte de los Olivos,
formada de arcos sobre arcos y un arco sobre cada pilar, por la eventualidad
de una tumba en las profundidades 45 . Por ella salían al Monte de los Olivos el
sacerdote que había de quemar la vaca, la vaca y todos sus ayudantes.
7. Si la vaca no quería andar, no se hacía ir con ella otra vaca negra, a fin
de que no se dijera: <~Han inmolado a una vaca negra»; tampoco se hacía ir con
ella a otra vaca roja, a fin de que no se dijera: «Han inmolado a dos». R. Yoséb
dice que no es por esta razón, sino debido a que está escrito: La hará salir 46 , es
decir, sola. Los ancianos de Israel acostumbraban a ir delante, a pie, al monte
de los olivos. Allí había un baño para la inmersión. Se contaminaba, en efecto,
al sacerdote que tenía que quemar la vaca a causa de los saduceos para que no
pudieran decir: Ha sido preparada por quien ha esperado la puesta del sol (para
su purificación) 47 •
8. Imponían sus manos sobre él y le decían: <{Mi señor, Sumo Sacerdote,
sumérgete una vez». Entonces aquel descendía y se sumergía, subía y se se-
caba. Allí había leña ordenada: leña de cedro, de pino, de ciprés y piezas de
higuera lisa. Se hacía con ella como una especie de torre, en la que se dejaban
vanos, con su parte delantera hacia el occidente 48 .
9. Se ataba (la vaca) con una liana de juncos49 y se colocaba sobre la pila (de
leña), dirigiendo su testud hacia el sur y su morro hacia el oeste. El sacerdote
estaba en pie en la parte oriental con el rostro vuelto al oeste. Inmolaba con la
derecha y recibía la sangre con la izquierda. R. Yehudá dice que acostumbraba a
recibir la sangre con la mano derecha, la ponía luego en la izquierda y asperjaba
con la derecha. Inmergía la mano y aspe1jaba siete veces en dirección del Santo
de los Santos, inmergiendo la mano en cada aspersión. Una vez terminada la
aspersión, secaba su mano en el cuerpo de la vaca50 ; luego descendía y encendía
el fuego con astillas. R. Aquiba dice: Con ramas secas de palmera.
1O. Una vez que (la vaca) había reventado, se ponía de pie fuera de la hon-
donada, cogía la madera de cedro, el hisopo y la lana carmesí de púrpura y les
decía: «¿Es esto madera de cedro? ¿Es esto madera de cedro? ¿Es esto hisopo?
¿Es esto hisopo? ¿Es esto lana carmesí de púrpura? ¿Es esto lana carmesí de
púrpura?». Tres veces (preguntaba) por cada una de las cosas y aquellos le
respondían: «Sí, sí'», tres veces por cada cosab.
11. Lo ligaba con el resto de la cinta y lo arrojaba en medio del fuego (don-
de ardía la vaca). Una vez que estaba quemada, se golpeaba con bastones y era
cribada con cribas. R. Ismael dice que se usaban para ello martillos de piedra
y cribas de piedra'. El trozo negro carbonizado que tenía ceniza era descuarti-
zado; si no tenía ceniza, se le dejaba. Los huesos, en cualquiera de los casos,
eran descuartizados. Después se dividía (la ceniza) en tres partes: una parte era
depositada en el terraplén51 , otra en el Monte de los Olivos y otra era dividida
entre las guardias sacerdotales 52 .
CAPíTUL04
J. Si la vaca de expiación fue inmolada bajo otro tíh1lo 53, o si ha sido reci-
bida o asperjada su sangre bajo otro titulo, o a tín1lo propio y a título ajeno, o
a título ajeno y a título propio, es inválida. R. Eliezer', en cambio, la declara
válida. (Si el sacerdote que quemaba la vaca) no había lavado manos y pies,
era inválida. R. Eliezer, en cambio, la declara válida. Si no era inmolada por
el Sumo Sacerdote, era inválida. R. Yehudá, en cambio, la declara válida. (Si el
sacerdote la inmolaba) sin llevar puestas todas las vestiduras prescritas, no era
válida. Se usaban para ello vestidos blancos.
2. Si era quemada fuera de la hoya o en dos hoyas o si eran quemadas dos
en una hoya, era inválida. Si (la sangre) no era asperjada en la dirección de la
entrada (del Santo de los Santos), no era válida. Si se hubiera asperjado como
si fuera la séptima vez cuando era la sexta y luego se repite la séptima, (la vaca)
es inválida; pero si se hubiera asperjado como si fuera la octava vez cuando era
la séptima y luego se repite la séptima, es válida.
3. Si fue quemada sin servirse de leña o con cualquier clase de leña, aun con
paja ob rastrojo, es válida. Si fue despellejada y troceada, es válida. Si fue in-
molada con intención de comer su carne o beber su sangre, es válida. R. Eliezer
enseña que ninguna intención, ( aunque sea errada), puede invalidar la vaca roja.
4. Todos aquellos que se ocupaban de la vaca desde el principio hasta el fin
contaminaban sus vestidos y la hacían inválida con cualquier otro trabajo14 . Si
durante la inmolación ocunía algo que la invalidase, no contaminaba los ves-
tidos. Si durante la aspersión ocurría algo que la invalidase, todo aquel que se
ocupaba de ella antes de devenir inválida contaminaba los vestidos; tras devenir
inválida, no contaminaba sus vestidos. Resulta, pues, que con la severidad 55 va
también la indulgencia 56 . Durante todo el tiempo está sujeta a la ley del sacri-
legio57. Está permitido echar más leña (al fuego). Todas las operaciones han de
hacerse durante el día y por un sacerdote. Otro trabajo diferente la hace inválida
en tanto no se haya convertido en ceniza. Del mismo modo, cualquier otro tra-
bajo diferente hace al agua inválida en tanto no sea puesta la ceniza en ella58 .
CAPÍTULO 5
dá enseña que también puede traerlo de casa y es válido, ya que en relación con
el agua de la purificación todos son dignos de crédito. Si se trata de la ofrenda,
puede abrir el horno y coger (enseguida cualquier cuenco o jarro). R. Simeón
dice: De la segunda fila 60 • R. Yosé afirma: Sólo de la tercera fila.
2. Si el cuenco para el agua de purificación es inmergido en agua no apta
para la mezcla con la ceniza, hay que secarlo; mas sí es inmergido en agua apta
para ser mezclada con la ceniza, no es preciso secarlo. Pero (si es ínmergido)
para henchido más con agua de purificación, hay que secarloª en cualquier caso.
3. Si una calabaza61 ha sido inmergida en agua que no es apta para ser mez-
clada con la ceniza, se puede utilizar para mezclar en ella la ceniza con el agua
en tanto no contraiga impureza. Pero si contrae impureza, no se puede utilizar
para mezclar en ella la ceniza con el agua. R. Josué enseña que, si se puede
mezclar en ella la ceniza con el agua al principio, se puede hacer también al
final; pero si no se puede mezclar en ella la ceniza con el agua al final, tampoco
se puede hacer al principio. Sin embargo, en ninguno de los casos puede reco-
ger con ella agua que ya ha sido mezclada con la ceniza.
4. Si una cafia62 ha sido c011ada (para servir de receptáculo al agua o ceni-
za) de la purificación, dice R. Eliezer que ha de ser sumergida inmediatamente.
R. Josué afirma que ha de ser contaminada y luego sumergida63 . Todos son
aptos para mezclar la ceniza con el agua, a excepción del sordomudo, del idiota
y del menor de edad. R. Yehudá, en cambio, declara válido al menor de edad,
aunque declara no apta a la mujer y a la persona de doble sexo.
5. Se puede hacer la mezcla de la ceniza con el agua en cualquier vasija,
incluso en vasijas hechas de estiércol, de piedra o de barro. También dentro
de un barco 64 . Pero no se puede hacer la mezcla de la ceniza con el agua en
el costado de una vasija (rota), ni tampoco en el fondo de un cubo, ni en el
tapón (de arcilla) de un jarro, ni en el cuenco de la mano, ya que sólo se puede
recoger el agua, mezclar la ceniza y asperjar el agua de la purificación con una
vasija. Sólo las vasijas provistas de tapadera fij ar, 5 pueden proteger ( contra la
impureza de la tienda donde yace un cadáver) y sólo vasijas ofrecen protección
contra (la impureza que está presente) en una vasija de arci!la 66 •
6. El «huevm> 67 del alfarero es válido. R. Yosé, en cambio, lo declara in-
válido. El huevo66 de gallina lo declaran R. Meír y R. Yehudá válido, mientras
que los sabios lo declaran inválido.
CAPÍTULO 6
69. Una tapadera simple protege sn interior de la impureza de la tienda donde yace un
muerto (Ohal 5, 6).
70. Si el agua de manantial o de lluvia de abrevadero se vierte en una piscina «rituahl,
aunque ésta no tenga la medida de agua prescrita, no se considera aquélla como agua «ex-
traída» que hace a la piscina inválida para el baño ritual.
71. El agua que se contiene en la corona.
72. Es decir, se ha mezclado en él la ceniza con el agua.
73. En el supuesto de que se santifique el agua de uno de los receptáculos.
74. De la vasip, en la que se hace la mezcla.
75. No se puede utilizar como agua de purificación.
76. Donde se contiene la ceniza.
77. Realizando operaciones ajenas a la santificación del agua.
78. Para evitar que se derrame la ceniza.
Par 6, 2-7, 1 Orden sexto: Purezas - tohorot 966
CAPITULO 7
l. Si cinco personas llenan cinco jarros para mezclar en los cinco la ceniza
con el agua y luego cambian de idea y deciden santificarlos con una sola san-
tificación o si, por el contrario, se habían propuesto originariamente santificar-
los con una sola santificación y luego cambian de idea y deciden santificarlos
usando para cada uno una santificación, en tal caso el agua es válida. Si un
individuo sólo llena cinco jan-os de agua con el propósito de santificarla reali-
zando cinco santificaciones y, cambiando de parecer, decide santificarla rea-
lizando una sola santificación, sólo queda santificada el agua del último jarro 1'.
En cambio, si. había proyectado santificarlas con una sola santificación y luego,
cambiando de parecer, decide santificarlas con cinco santificaciones 65, sólo es
válida el agua del jarro que santificó primero86 . Si uno dice a otro: «Santifica
para ti estos jarros», sólo el agua del primero es válida. Pero si le dice: «Santi-
fica para mí estos jarros», en tal caso todos son válidos 87 •
2. Si uno llena (el recipiente) con una mano y con la otra mano realiza un
trabajo, o si llena (el recipiente) para él y para otro, o si llena a la vez dos (re-
cipientes), el agua de los dos no es válida, pues realizar un trabajo accesorio en
Ja operación de llenado hace al agua inservible, ya lo haga para él o para otro.
3. Si uno mezcla la ceniza con el agua sirviéndose de una mano mientras
que con la otra mano realiza un trabajo, en caso de que mezcle la ceniza para él,
el agua es inservible; pero si es para otra persona, es válida. Si mezcla las ceni-
zas con agua para él y para otra persona (por separado), la suya no sirve; pero la
del otro sí. Si hace la mezcla para los dos a la vez, ambas son inservibles.
4. (Sí uno dice a otro): «Mezcla las cenizas por mi, que yo las mezclaré
luego por ti», la primera88 es válida. (Sí le dice:) «Lléname (el recipiente) que
luego te lo llenaré yo a ti», la última es válida. Sí le dice: «Mezcla por mí las
cenizas, que yo luego llenaré por ti {el recipiente)», ambas son válidas. Si le
dice: «Llena por mí (el recipiente), que yo luego mezclaré por ti las cenizas)),
ambas son inservibles.
S. Si uno saca agua para sus necesidades y para el agua de purificación, ha
de sacar primero el agua para sus necesidades y atar (el cubo o jarro) a la pérti-
ga89. Luego saca el agua que ha de usar para la santificación. Si sacase primero
el agua que ha de usar para la santificación y luego el agua que necesita para él,
aquélla es inservible. (El cubo o vasija) del agua para sus necesidades lo cuelga
de la parte de atrás (de la pértiga) y el del agua que va a emplear para la santifi-
cación lo cuelga por la parte delantera. Si el del agua de santificación lo cuelga
por detrás, el agua es inservible. Si el agua de ambos (cubos) es para santifica-
ción, cuelga a uno delante y al otro detrás, ya que no hay otra posibilidad.
6. Sí uno transporta la cuerda90 en su mano y le cae de camino91 , es válida
(el agua); si no le cae de camino, no es válida. Por un caso semejante se acercó
uno en las tres fiestas 92 a Yavue93 y en la tercera fiesta la declararon válida co-
mo disposición transitoria.
7. Si uno va enroscando la cuerda (del cubo a medida que saca el agua),
ésta es válida. Pero si se enrosca al final 94, es inservible. R. Yosé afirma que al
tal se la declararon válida como disposición transítoria9'.
86. Ya que la santificación del primer jarro ha interrumpido el proceso en los siguientes.
87. Ya que quien llenó los jarros no ha hecho ningún otro trabajo accesorio y el que
mezcla la ceniza no puede invalidar el agua, porque no es suya.
88. El agua que primeramente ha sido santificada.
89. O palo que usan los portadores de agua.
90. Prestada y que ha sido utilizada para sacar el agua.
9l. Si para devolvérsela al dueño no tiene que hacer ningún rodeo especial.
92. En las llamadas fiestas de peregrinación.
93. Para que los doctores resolvieran el problema.
94. Una vez ya sacado el cubo.
95. Para aquella sola vez.
Par 7, 8-8, 1 Orden sexto: Purezas - tohorot 968
C'\PiTIJLO 8
a. Elieze,·: Elazar
96. O arcíl!a.
97. A través de la pértiga, de cuyos extremos cuelgan los cubos.
98. Aunque no interrumpa su propio camino.
99. Como diciendo: (<Si tú me ayudas a mí a subir el cubo, yo te ayudo a ti».
1OO. Antes de santificar el agua.
lOL Sin albergar en mente ningún proyecto de acción después de comer.
969 La vaca roja - paró Par 8, 2-7
es válida, ya que está bajo la protección del primero. Pero si ambos se hacen
impuros simultáneamente, el agua es inservible. Si uno de ellos realiza un tra-
bajo accesorio, el agua es válida, ya que está bajo la proteccíón del otro. Si el
primero se pone en pie (dejando de trabajar) y el segundo realiza un trabajo
accesorio, el agua es válida, ya que está bajo la protección del primero. Pero si
ambos realizan al mismo tiempo un trabajo accesorio, el agua es inservible.
2. El que consagra el agua de purificación 102 no ha de calzar sandalias, ya
que, si cae algún líquido sobre la sandalia, ésta se hace impura y le pasa la impu-
reza a él. En tal caso, éste le podría decir: «Lo que te hace a tí impuro no me hace
a mí impuro, pero tú si me comunicas tu impureza»1<>3 , Si le cae líquido en su
piel, pem1anece puro. En cambio, si cae sobre su vestido, éste contrae impureza
y le comuníca a él la impureza. En tal caso, éste le podría decir: «Lo que te hace
a ti impuro no me hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas tu impureza».
3. El que quema la vaca roja y los toros 1°4, el que conduce al chivo emisa-
rio105 contamina sus vestidos. Pero la vaca, los toros o el chivo emisario en sí
no contaminan los vestidos. Aquí podría el tal decir: «Lo que te hace ímpuro a
ti no me hace impuro a mí, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza».
4. Si una persona come la canoña de un pájaro impuro y se encuentra ya
en su faringe 106 , contamina sus ropas; sin embargo, la carroña en sí misma no
contamina los vestidos. El tal podría decir: «Lo que te hace a ti impuro no me
hace a mí impuro, pero tú sí me comunicas a mí tu impureza».
5. Ninguna impureza derivada hace impuros a los objetos, a excepcíón de
los líquidos. Si el líquido contrae impureza, comunica a los objetos su impure-
za. Aquí se podría decir: «Lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro,
pero tú sí me comunicas a mí tu impureza)).
6. Ningún objeto de arcilla contamina a otro objeto, pero sí a un líquido.
Sin embargo, si el liquido contrae impureza, éste puede contaminar a aquél.
Entonces se podiía decir: «Lo que te hace a ti impuro no me hace a mí impuro,
pero tú sí me comunicas a mí tu impureza».
7. Todo aquello que hace a la ofrenda inservible 107 contamina a los líquí-
dos108 con una impureza de primer grado, que comunica la impureza a uno y
hace inservible a otro 109, a excepción de la persona que ha realizado el baño de
inmersión en el mismo día (a causa de la impureza) 110 • En este caso se podría
CAPÍTULO 9
111. kfiqwé.
112. En hebreo, tambiérl miqwé.
113. Gn 1, 10.
114. El Mediterráneo.
II5. Que no son servibles para bebida.
116. Dejan de fluir. Son intermitentes.
11 7. Porque ha sído cegada la fuente.
118. Algunos lo identifican con el río Abana (2 Re 5, 12).
119. Según algunos, un afluente del Abana.
120. No mencionado en ninguna otra patte.
121. A los pies del Hennón, de donde fluye el Banias, afluente del Jordán.
122. En su aspecto.
123. Cf. 6, 5.
124. lncluso sin la vigilanc.ia.
125. Para que el agua sea pura.
971 La vaca roja - pará Par 9, 2-6
ella dos veces 126 • Los sabios, en cambio, declaran (el agua del frasco) no váli-
da. Si desciende en su interior rocío, R. Eliezer dice que se ha de dejar al sol
y de ese modo el rocío desaparece. Los sabios, en cambio, la declaran inváli-
da. Sí cae en su interior un líquido 127 o jugo de fruta, ha de ser vaciado y seca-
do128. Si cae tinta o goma, o vitriolo, o cualquier otra cosa que deja vestigio, ha
de ser vaciado, pero el frasco no necesita ser secado.
2. Si caen en su interior insectos o reptiles y revientan, o si el agua cambia
de aspecto, se vuelve inválida. El escarabajo negro invalida el agua en cual-
quiera de los casos, ya que es como un tubo 129 • R. Símeón y R. Eliezer ben Ja-
cob dicen que (si cae en el interior del frasco) un cuco o un gorgojo que anidan
en el trigo, el agua es válida, ya que aquellos no tienen humedad.
3. Si ha bebido (del agua de purificación) un animal doméstico o selvático,
el agua se hace inválida. Cualquier ave la hace inválida, a excepción de lapa-
loma, ya que ésta chupa. Ninguno de los reptiles la hace inválida, a excepción
de la comadreja, porque ésta lame. Rabán Gamaliel dice: También la culebra,
porque ésta escupe. R. Eliezer afimm: También el ratón.
4. Si uno hace la intención de beber el agua de purificación, según R. Elie-
zer la hace inválida. R. Josué, en cambio, afirma (que la hace ínválida) cuando
inclina (el recipiente). R. Yosé dice: ¿Cuándo tíene esto aplicación? Cuando
se trata de aguas que todavía no están santificadas; pero si se trata de aguas ya
santificadas, dice R. Eliezer (que se hacen inválidas) cuando inclina (el reci-
piente), mientras que, según R. Josué, cuando bebe de ella. Cuando se vierte en
la garganta 130, permanece válida.
5. Si el agua de purificación se hace inválida, no ha de amasarse ban-o con
ella, a fin de no poner obstáculo a los otros 13 1• R. Yehudá afim1a que pierde su
virtud 132 • Si una vaca bebe agua de purificación, su carne es impura veinticua-
tro horas. R. Yehudá, en cambio, afirma que el agua ha perdido su virtud en el
interior de sus entrañas.
6. Al agua de purificación y a la ceniza de purificación no se las ha de
hacer pasar por un río mediante un barco, ni se las ha de dejar flotar por la
superficie de las aguas 133 , ni se pueden pasar estando uno en un lado del río
y anojándolas al otro lado, aunque sí pueden pasarlas teniendo el agua hasta
el cuello 134 • El que esté puro para el agua de purificación puede pasar (el río)
llevando en su mano una vasija vacía pura para el agua de purificación y con
agua todavía no santificada.
CAPITULO 10
1. Todo aquello que es apto para la impureza de asiento 137 comunica la im-
pureza de «acercamiento» 138 respecto al agua de purificaciónD9, independien-
temente de que (la vasija o recipiente) esté en estado de pureza o impureza. Lo
mismo vale para el hombre 140 • Todo aquello que es susceptible a la impureza
del cadáver 141 no comunica, según R. Eliezer, la impureza de «acercamiento»,
ya esté (el recipiente) puro o impuro. Según R. Josué, en cambio, sí comunica
la impureza de acercamiento. Los sabios enseñan: Si es impuro, comunica la
impureza de «acercamiento»; si es puro, no la comunica.
2. Si una persona que está pura para el agua de purificación toca un obje-
to que es impuro con la impureza de acercamiento, se hace impura. Sí un fras-
co destinado para agua de purificación toca un objeto impuro con impureza de
acercamiento, se hace impuro. Si una persona pura para el agua de la purifica-
ción toca alimentos o bebidas 142 con su mano, se hace unpura; pero si los toca
con el pie, pennanece pura. Si uno los agita con su mano, según R. Josué se
hace impuro; según los sabios, en cambio, permanece puro.
3. Si un jarro conteniendo la ceniza de la vaca roja viene en contacto con
un reptil (muerto), permanece puro. Si es colocado encima del reptil, según
135. De horno.
136. Ya la toque con las manos o con el cuerpo.
137. Cf. Shab 6, 8; Bes 2, 10; Kel 18, 5-7; 20, 22; 24, 1-16; Neg 11, 11; Toh 5, 7.
138. Maddaf, una impureza menos grave que la de asiento. Cf. Zab 4, 6.
139. Si uno toca, transporta o mueve un objeto así, que no ha sido guardado puro para
el agua de purificación, se bace impuro para el agua de purificación, lo mismo que si tocara,
transporta o moviera un objeto impuro con la impureza de asiento, ya que está dentro de lo
posible que tenga tal impureza.
140. Ya que puede estar impuro por flujo sin que lo sepa.
141. Aunque no a la de asiento.
142. Independientemente de que estén en estado de pureza o no, a no ser que hayan sido
mantenidos puros especialmente para el agua de purificación.
973 La vaca roja• pará Par 10,4-11, 1
R. Elíezer permanece puro 143 ; en cambio, según los sabios deviene impuro. Si
viene en contacto con alimentos o con líquidos o con las Sagradas Escrituras 144,
pennanece puro. Si es puesto encima de éstos, según R. Yosé permanece puro;
en cambio, según los sabios deviene impuro.
4. Sí uno que es puro para el agua de purificación toca un horno con lama-
no, se hace impuro; pero si lo toca con el pie, permanece puro. Sí uno está en
pie encíma del horno y extiende su mano por fuera del horno con su frasco 145
en la mano; del mismo modo, si una pértiga de los acarreadores de agua es
puesta encima del horno colgando dos cubos, uno por cada extremo; según
R. Aquiba, son puros; en cambio, según los sabios devienen impuros.
5. Si uno está en pie fuera del horno y alarga su mano a la ventana y coge
de allí el frasco y lo pasa por encima del horno, según R. Aquiba deviene im-
puro; en cambio, según los sabios permanece puro. Sin embargo, uno que es-
ta puro para el agua de purificación puede estar en pie encima del horno tenien-
do en su mano una vasija vacía que está pura para el agua de purificación o con
agua que todavía no ha sido mezclada con las cenizas.
6. Si un frasco conteniendo agua de purificación viene en contacto con
un recipiente que contiene cosas consagradas o de ofrenda, el frasco con el
agua de la purificación se hace impuro, mientras que el recipiente que contiene
cosas consagradas o de ofrenda permanece puro. Pero si uno tiene a ambos,
cada uno en su mano, los dos devienen impuros. Sin embargo, sí los dos están
envueltos en un papel, permanecen puros. Si el frasco conteniendo el agua de
purificación está envuelto en un papel y al recipiente con la ofrenda lo agarra
con la mano (desnuda), ambos se hacen impuros. Si el recipiente que contiene
la ofrenda está envuelto con papel y el frasco del agua de purificación es cogi-
do directamente con la mano, ambos permanecen puros. R. Josué, en cambio,
sostiene que el frasco del agua de la purificación se hace impuro. Si están
puestos en tierra y él los toca, el frasco del agua de purificación deviene impu-
ro, mientras que el recipiente que contiene las cosas consagradas o la ofrenda
permanece puro. Si los agita, según R. Josué se hacen impuros, mientras que
según los sabios permanecen puros.
CAPÍTULO 11
Gamalíel, una culebra o que haya caído en él rocío, el agua es inválida. El agua
de purificación no está protegida ( contra la impureza de la tienda donde yace
un cadáver) con una tapadera fija. Sin embargo, el agua todavía no santificada
sí está protegida (contra la impureza) con una tapadera fija.
2. En todo caso de duda en que se considera puro respecto a la ofrenda se
considera también puro respecto del agua de puríficación 14s. En casos en gue
exista suspense 149 respecto de la ofrenda, se derramará el agua de purificación
cuando concurren en ésta circunstancias similares. Si con esta agua de purifi-
cación 150, (que debía ser derramada, es asperjado un hombre impuro que toca)
cosas puras, éstas quedan en suspense 151 • Las celosías de madera son siempre
puras 152 tanto para las cosas santas, como para la ofrenda, como para el agua de
purificación. E. Eliezer enseña que, en caso de que las celosías sean tan poco es-
tables que cedan a la menor presión, son impuras para el agua de purificación 153 .
3. Si una torta de higos de ofrenda cae dentro del agua de purificación
y uno la coge y la come, en caso de que su cantidad fuera al menos la de un
huevo e independientemente de que estuviere pura o impura, el agua se hace
impura y el que la come es culpable de muerte 154 • Si la cantidad era menor que
la de un huevo, el agua permanece pura, pero quien come de ella es culpable
de muerte. R. Yosé dice: Si la torta de higos era pura, el agua permanece pura.
Si uno que está puro para el agua de aspersión introduce la cabeza y la mayor
parte de su cuerpo dentro del agua de purificación, se hace impuro.
4. Todo aquel que necesite realizar el baño de inmersión por precepto de
la ley1 55 contamina las cosas santas, la ofrenda, las cosas profanas y el diezmo.
No le está permitido entrar en el Templo. Después de la inmersión contamina
las cosas santas y hace inválida la ofrenda•. Ésta es la opinión de R. Meír. Los
sabios afirman que hace inválidas las cosas santas y la ofrendaº, pero le están
permitidas las cosas comunes y el diezmo. Si entra en el Templo, ya sea antes
de la inmersión o después de ella, es culpable.
5. Todo aquel que está necesitado del baño de inmersión por prescripción
de los escribas 156 contamina las cosas santas y hace inválida la ofrenda, pero le
están permitidas las cosas comW1es y el diezmo. Ésta es la opinión de R. Meir.
Los sabios, en cambio, declaran que le está prohibido el (segundo) diezmo.
a. la ofrenda + pero le están permitidas las cosas comunes y del diezmo b. y la ojhmda}
148. Hay duda de si la ofrenda se ha hecho impura y se decide por su pureza. En caso
similar, aplicado al agua de purificación, se decide por su pureza.
149. No se puede decidir el caso, porque, por una parte, la ofrenda no aparece pura y no
puede ser comida, y, por otra pa1te, no aparece realmente impura y no puede ser quemada.
150. O, también, las cenizas de la vaca roja.
151. No pueden ser comidas ni quemadas.
152. Ya que no son como tal recipiente y no les puede afectar la impureza de asiento.
l S3. Porque pueden ser usadas para servir de asiento.
154. Por comer la ofrenda en estado de impureza sobrevenido por el agua de purificación.
155. Que ha sido contaminado por una impureza (<origínante>J o «padre de impureza)).
Cf. Lv 11, 32.
156. Como cuando uno come alÍJnentos impuros o bebe bebidas impuras (cf. Zab 5, 12).
975 La vaca roja - pará Par li,6-12, l
Después del baño de inmersión le está permitido todo 151 • Si entra en el Templo,
ya sea antes del baño de inmersión o después de él, no es culpable.
6. Todo aquel que necesita el baño de inmersión, bien por prescripción de
la ley, bien por precepto de los escribas, contamina el agua de la purificación, la
ceniza de la purificación y a aquel que realiza la aspersión con el agua de purifi-
cación, tanto a través del contacto como de su transporte. Contamina además al
hisopo que ha sido hecho susceptible (para la impureza), al agua que aún no ha
sido santificada y al recipiente vacío que es puro para el agua de purificación,
ya por contacto, ya con su transporte. Tal es la ensefianza de R. Meír. Según los
sabios, en cambio, (contamina) por contacto, mas no con su transporte.
7. Cualquier hisopo que tenga un nombre complementario 153 es inválido,
pero et hisopo a secas es válido. El hisopo gtiego, el hisopo azulado, el hisopo
romano y el hisopo del desierto no son válidos. El hisopo de ofrenda impura
no es válido. Si es de ofrenda pura, no debe usarse para asperjar. Sin embargo,
si se asperja, es válido. No se puede asperjar ni con los ramos jóvenes ni con
las bayas (del hisopo). Pero si uno es asperjado con los ramos jóvenes, no se
hace culpable al entrar en el Templo. R. Eliezer afirma que tampoco (se hace
culpable si fue asperjado) con las bayas. ¿Qué se entiende por ramos jóvenes?
(El hisopo) antes de que las yemas maduren.
8. El hisopo, que ha sido utilizado para asperjar, es adecuado para purificar
con él al leproso 159 • Si ha sido recogido como leña y cae sobre él un líquido, ha
de ser secado y es válido. En cambio, si fue recogído para alimento y cae sobre
él un líquido, no es válido, a pesar de que se seque. Si ha sido recogido para
ser utilizado con el agua de purificación, es como si hubiera sido recogido para
alimento. Ésta es la enseñanza de R. Meír. R. Yehudá, R. Yosé y R. Simeón
dicen: Es como si hubiera sido recogido para leña.
9. El precepto respecto al hisopo es que sea de tres tallos con tres yemas.
R. Yehudá dice: Cada uno con tres yemas. Si un hisopo tiene tres tallos, los se-
para y los une. Pero si los ha separado y no los ha unido, o si los ha unido y no
los ha separado, o si no los ha separado ni unido, es válido. R. Yosé afirma que
el precepto respecto al hisopo es que tenga tres tallos y en ellos• tres yemas.
(Continúa siendo válido después de su uso) sí le quedan al menos dos (tallos),
cualquiera que sea el tamaño de los trozos.
CAPÍTULO 12
de la ventana de un edificio público 16". Pisaban (el te1Teno) sin detener (su paso
al Templo), porque decían: «El agua de la purificación que ha cumplido su
objetivo ya no contamina».
5. Si un hombre puro sujeta con el extremo de su vestido un hacha impura
y Ja asperja, a pesar de que haya allí tanta agua como para una aspersión, per-
manece puro. ¿Cuánta agua se requiere para una aspersión? Tanta como para
jnmergir las puntas de las yemas del hisopo y poder asperjar. R. Yehudá dice:
Se consideran como si estuvieran en un hisopo de cobre.
6. Sí se hace la aspersión con un hisopo impuro y hay en él tanto como un
huevo, el agua es inválida y la aspersión es inválida. Si no hay en él ni como
un huevo de sustancia, el agua es válida, pero la aspersión es inválida. (El
bisopo) 163 contamina a su compañero 164 y éste a otro, incluso aunque sean cien.
7. Si las manos de uno que es puro para el agua de purificación contraen
impureza, se contamina también su cuerpo y contamina a su compañero y éste
al suyo, y así incluso aunque füeran cien.
8. Sí la parte externa de un frasco que contiene agua de purificación con-
trae impureza, contrae también impureza la parte interna y contamina a su
compañero, éste al suyo, y así incluso aunque fueran cíen. La campana y el
badajo se consideran unidos 165 • En el huso de juncos 166 no se ha de asperjar ni
el huso ni el verticilo, pero si se asperja, la aspersión es válida. Sin embargo,
en el huso para lino se consideran como unidos. El jergón de cuero de una cuna
que está sujetado con anillos se considera unido. El armazón (sobre el que se
coloca la cama) no se considera unido ni respecto a la impureza ni respecto
a la pureza. Todas las manecillas agujereadas de los utensilios se consideran
como formando una unidad con el utensilio. R. Yojanán ben Nurí dice: Incluso
cuando (los mangos) son puntiagudos 167 •
9. Las bolsas 168 de la alforja, el tablón del trillo, el cuerno del ataúd 169, los
cuernos (para beber) de los caminantes, la cadena de las llaves, las puntadas de
los lavanderos 17º y el vestido cosido con hilos de diferentes semillas 171 se consi-
deran unidos respecto a la impureza, pero no en relación con la aspersión.
l O. Si la cubierta de un calentador está unida por una cadena, según la es-
cuela de Samay, están unidos respecto de la impureza, pero no en relación con
la aspersión. La escuela de Hilel dice: Si se asperja el calentador, se considera
Este tratado expone las leyes de la pureza y la impureza de los alimentos y los líqui-
dos, la propagación de la impureza por su medio a otros alimentos y líquidos, a las perso-
nas y a los objetos. Su título es idéntico al d'el sexto orden, taharal (purezas), que muchos
lo entienden como eufemismo por tum 'ot (impurezas). Pero aunque el tratado versa sobre
las impurezas que pueden sobrevenir a los alimentos y líquidos, dado que es obligatorio
mantener éstos en pureza, podemos tomar el título de este orden en sentido literal.
El tratado contiene diez capítulos:
Cap. 1: Impureza de la carroña del ave pura y de la impura, unión de elementos para
formar la cantidad mínima prohibida y la impureza que les afecta.
Cap. 2: lmpureza de alimentos y líquidos por contacto con un impuro, impureza
del que come alimentos impuros, contaminación de la ofrenda, de los alimentos santos.
Cap. 3: Impureza en los líquidos.
Caps. 4-6: Casos dudosos, disposiciones generales.
Caps. 7-8: Casos dudosos debidos a la presencia de una persona ignorante o de su
mujer, regla general sobre el alimento.
Cap. 9: Impureza de las aceitunas por razón del mosto, diferentes situaciones (con-
tacto con líquidos impuros, manos impuras, reptil).
Cap. JO: Impureza en el lagar.
CAPÍTULO 1
l. Por «carroña)) se entiende el cuerpo del animal que no ha sido sacrificado ritualmente.
2. Para que propague impureza.
3. La carroña de un ave pura contamina al hombre que la come y le hace, en el momento
de la deglución, «padre de ímpureza>l, contaminando sus vestidos o los vestidos u objetos que
toque con impureza de primer grado. En las grandes ciudades, donde suele rnmerse, se con-
sidera, independientemente de la intención de comerla. como impura de primer grado. En las
aldeas judías, donde no se come, sólo se hace impura cuando se tiene la intención de comerla.
4. Cf. Maksh 6, 4.
5. Si un trozo de carroña, grande al menos como un huevo, toca otros alimentos, los hace
impuros con impureza de segundo grado.
Toh l, 2-4 Orden se.xto: Putezas - rohorot 980
impuros a los alimentos, pero no (para formar la cantidad como una aceituna)
para contaminar con la impureza de la carroña. Igualmente, si uno inmola una
bestia impura para un gentil y aquélla aún agita (sus extremidades), contamina
con la impureza de los alimentos, mas no con la impureza de la carroña en tanto
no muera o se le corte la cabeza. Son, pues, más numerosos los casos en los que
hay comunicación de la impureza de los alimentos que la de la carroña.
5. El alimento que ha devenido impuro a través de una impureza originan-
te17 y el alimento que ha devenido impuro a través de una impureza originada1ª
se unen (para fonnar la cantidad mínima) que transmite impureza en el menor
grado de impureza de los dos. ¿De qué manera? Si se mezclan como medio hue-
vo de alimento impuro en primer grado y como otro medio huevo de alimento
impuro en segundo grado, se consideran como impuros de segundo grado. Si se
mezclan como medio huevo de alimento impuro en segundo grado y como me-
dio huevo de alimento impuro en tercer grado, se consideran como impuros en
tercer grado. Pero si se mezclan como un huevo de alimento impuro en primer
grado y como un huevo de alimento impuro en segundo grado, se consideran
como impuros en primer grado. Si son divididos, cada una de las dos partes
tiene la impureza de segundo grado 19 • Si cada una de ellas por separado cae
sobre una hogaza de pan de ofrenda, la hacen inválida. Si caen las dos simultá-
neamente sobre ella, la hacen impura con impureza de segundo grado.
6. Si se mezclan como un huevo de alimento impuro en segundo grado y
como un huevo de alimento impuro en tercer grado, se consideran impuros en
segundo grado. Si son divididos, cada una de las dos partes tiene la impure•
za de tercer grado. Si cada una de ellas por separado cae sobre una hogaza de
pan de ofrenda, no la hacen inválida. Si caen las dos simultáneamente sobre
ella, la hacen impura con impureza de tercer grado. Si se mezclan como un hue-
vo de alimento impuro en primer grado y como un huevo de alimento impuro
en tercer grado, se consideran impuros con impureza de primer grado. Si son
divididos, cada una de las partes es impura con impureza de segundo grado,
ya que el de tercer grado al tocar al de primer grado se hace impuro con im-
pureza de segundo grado. Si se mezclan como dos huevos de alimento impuro
en primer grado y como dos huevos de alímento impuro en segundo grado, se
consideran como impuros en primer grado. Si son divididos, cada una de las dos
partes se considera impura en primer grado. Si son divididos en tres o cuatro
partes, entonces éstas se consideran impuras con impureza de segundo grado.
Si se mezclan como dos huevos de alimento impuro en segundo grado y como
dos huevos de alimento impuro en tercer grado, se consideran impuros con im-
pureza de segundo grado. Si son divididos, cada una de las partes se considera
impura con impureza de segundo grado. Sí son divididos en tres o cuatro partes,
éstas se consideran impuras con impureza de tercer grado.
CAP[TULO 2
20. De modo que no sea posible separarlas sin que se arranque algo de la otra.
21. En caso de que no hayan sido defendidas especialmente contra la impureza, las manos
se consideran impuras con impureza de segundo grado.
22. Como los dos panes o las oblaciones, que se tocan unos con otros.
23. La primera hogaza, que se hac_e impura en primer grado, contamina a la siguiente,
que deviene impura en segundo grado. Esta invalida a la tercera, que se hace impura en tercer
grado. Cuarto grado no se da en la ofrenda.
24. De ofrenda.
25. El líquido se hace impuro en primer grado, lo que contamina a la hoja en segundo
grado y tsta al resto en tercer grado.
26. Haciéndose, por tanto, impura en primer grado.
983 Purezas - toharo/ Toh 2, 2-7
ya sea por lugar húmedo, en caso de que tenga el volumen como de un huevo,
todo deviene impmo. Si no tiene como el volumen de un huevo, la hoja se hace
impura y el resto (que se contiene en la olla) permanece puro. Sí una mujer que
ha realizado en aquel mismo día el baño de inmersión (a causa de la impureza)
vacía la olla teniendo las manos no lavadas y percibe humedad en sus manos
y tiene duda de sí proviene de la olla o sí un troncho ha tocado sus manos, la
hortaliza se hace inválida, mientras que la olla permanece pura.
2. R. Eliezer dice que si uno come un alimento impuro en primer grado,
deviene impuro en primer grado; si el alimento es impuro en segundo grado,
se hace impuro en segundo grado; si el alimento es ímpuro en tercer grado, se
hace impuro en tercer grado. R. Josué enseña que quien come un alimento im-
puro en primer grado o en segundo grado, se hace impuro en segundo grado; si
el alimento es impuro en tercer grado, se hace impuro en segundo grado para
las cosas santas, pero no impuro en segundo grado para la ofrenda. Se trata de
alimentos profanos que se guardan en la pureza propia de la ofrenda27 •
3. Los alimentos comunes con impureza de primer grado son impuros y
hacen (a la ofrenda) impura; impuros de segtmdo grado hacen inválida (la ofren-
da), pero no impura; impuros de tercer grado se pueden comer con un potaje de
ofrenda.
4. Ofrendas con impureza de primer grado o segundo grado son impuras y
hacen (a las cosas santas) impuras; si tienen impureza de tercer grado, hacen
(a las cosas santas) inválidas, pero no impuras; si tienen impureza de cuarto
grado, se pueden comer con un potaje de alimentos sagrados.
5. Los alimentos santos con impureza de primer, o segundo, o tercer grado
son impuros y hacen (a las cosas santas) impuras. Los de cuarto grado son in-
válidos, pero no hacen (a las cosas santas) impuras; los de quinto grado pueden
ser comidos con un potaje de alimentos santos.
6. Un producto profano con impureza de segundo grado hace impuro al
líquido profano 28 y hace inválidos a los alimentos de ofrenda. La ofrenda con
impureza de tercer grado hace impuro el líquido santo y hace inválidos los ali-
mentos santos si han sido guardados en la pureza de las cosas santas. Pero si han
sido guardados en la pmeza de la ofrenda, hace impuro en el primero y segundo
(contacto) y hace inválidas a las cosas santas en un tercer (contacto).
7. R. Elazar29 dice: Las tres categorías son iguales. Las cosas santas, la
ofrenda y los alimentos profanos que sufren impureza en primer grado hacen im-
puras (las cosas sagradas) en dos vueltas e inválidas en una vuelta; hacen impu-
ra la ofrenda en una vuelta e inválida en otra vuelta; al producto común lo
hacen inválido. Los tresiº, cuando son impuros en segundo grado, hacen impu-
ras las cosas santas en una vuelta y las invalidan en otra vuelta; hacen impuro
el líquido profano e invalidan los alimentos de ofrenda. Los tres, cuando tie-
nen impureza de tercer grado, hacen impuro al líquido santo e inválidos los
alimentos santos.
8. El que come alimentos impuros en segundo grado no puede trabajar en
una prensa de aceite 31 . Producto profano, que ha sido guardado en la pureza
correspondiente a las cosas santas, es producto profano. R. Elazar bar Sadoq
dice: Se ha de considerar como ofrenda que contamina en dos vueltas y hace
inválido en una.
CAPÍTULO 3
31. Contaminará el aceite con tercer grado de impureza y así lo hará inservible para la
ofrenda.
32. Cuando entran en contacto con una impureza.
33. Después de haberse contaminado.
34. Al descongelarse, la primera gota no puede contraer la impureza del resto, pues éste no
tiene la cantidad mínima presenta, que es el volumen de un huevo, pero al que falta ya una gota.
35. Incluso estando congelado, ya que mantiene siempre cierta humedad.
36. Una masa de aceitunas pegadas que ha contraído impureza.
3 7. Provocando, por el calor, la destilación del aceite.
38. Que, por consiguiente, transmiten la impureza, no sólo por contacto, sino acarreando
la cosa o agitándola.
39. O, símplemente, a través del movimíento.
985 Pwezas - toharot Toh 3, 4-8
ordeña a una cabra, la leche se hace impura, ya que al t1uir la primera gota se
hace impura con el acarreo.
4. Sí un alimento del volumen como de un huevo es puesto al sol y disminu-
ye, igualmente si se trata de un trozo de cadáver como una aceituna de grande,
0 de un trozo de carroña como una aceituna de grande, o de un trozo de reptil
como una lenteja de grande, o de un trozo de (carne) abominable40 del tamaño
de una aceituna, o de un trozo de remanente41 del tamaño de una aceituna, o de
una porción de sebo del tamaño de una aceituna, son puros 42 y no se hace uno
culpable a causa de ellos (por la transgresión de las leyes) de lo abominable, del
remanente y de lo impuro43 • Pero si fueren dejados a la lluvia y se hinchasen,
son impuros y se hace uno culpable a causa de ellos (por la transgresión de las
leyes) de lo abominable, del remanente y de lo impuro.
5. Todas las determinaciones acerca de la impureza se establecen según el
momento en que se encuentran (las cosas): si se encuentran impuras, se consi-
deran como impuras; si se encuentran puras, son consideradas como puras; si
se encuentran cubiertas, son consideradas como cubiertas; si se encuentran des-
cubiertas, son consideradas como descubiertas. Si se encuentra una aguja con
óxido o rota44 , se considera pura, porque todas las detenninaciones acerca de la
impureza se establecen según el momento en que se encuentran (las cosas).
6. Si un sordomudo, o un imbécil, o un menor de edad se encuentra en la
entrada ( a uno de los patios de casas vecinales )45 donde hay una impureza, hay
que presumir que permanecen puros46 • Sin embargo, si es una persona sana de
sentidos, hay que presumir que está impura. Cuando una persona carece del
suficiente conocimiento como para poder ser interrogada (acerca de si hubo o
no impureza), en caso de duda se considera pura.
7. Si un niño se encuentra al lado de una tumba y tiene lirios en sus manos,
se considera puro, a pesar de que sólo haya lirios sobre la tumba, porque uno
puede decir: «Otro los recogió y se los ha entregado». De igual modo, si un
borrico se encuentra entre varias tumbas, sus arreos son puros.
8. Si un niño (que ha contraído impureza) se encuentra junto a una masa de
harina y tiene en su mano un trozo de masa, R. Meír declara (la masa de pan)
pura, mientras que los sabios la declaran impura debido a que los níños acos-
tumbran a manosear (la masa). Si una masa de harina tiene en sí las señales de
picotazos de gallina y hay líquidos impuros en el interior de la casa, en el caso
de que exista entre el líquido y los panes el espacio suficíente como para que las
gallinas limpien su pico en el suelo, los panes se consideran puros o, si se trata
de una vaca o de un perro, cuando hay espacío suficiente para lamerse la len-
gua47; si se trata de otros animales, para que (el líquido) se seque por sí mismo.
R. Eliezar ben Jacob declara (a los panes) puros cuando se trata del perro, ya que
éste es inteligente y no es su hábito dejar el alimento para irse a por agua.
CAPÍTUL04
de unos objetos encontrados 54, duda por razón de un esputo que se encuentraª
(accidentalmente por el camino )55, duda por razón de unos orines de una perso-
na que se encuentran junto a unos orines de un animailó. Si cualquiera de éstos
ba tocado con toda certeza (la ofrenda), de modo que se ha hecho dudosamente
impura, la ofrenda ha de ser quemada. R. Yosé afirma (que lo mismo se aplica)
en el caso de contacto dudoso dentro de una zona de dominio privado. Los sa-
bios, en cambio, enseñan que, si ocurre en zona de dominio privado, (la ofren-
da) queda en suspense 57, mientras que, si ocurre en zona de dominio público,
se considera como pura.
6. Si son dos los esputos, uno (dudosamente) impuro y el otro puro, (la
ofrenda) queda en estado de suspense (si ha sido tocado por uno) que ha toca-
do O transportado o movido uno de ellos en zona de dominio privado, o que
¡0 ha tocado en zona de dominio público cuando todavía estaba húmedo, o lo
ha acarreado, ya estuviere húmedo o seco. Si se trata de un solo esputo58 y lo ha
tocado o acarreado o movido dentro de una zona de dominio público, ha de
ser quemada por su causa la ofrenda, no se diga ya si esto ocurre en zona
de dominio privado.
7. Los siguientes casos de duda han declarado los sabios como puros: duda
por el agua que ha sido recogida para un baño ritual5 9, duda por una impureza
que flota sobre la superficie de las aguas"º; si hay duda de si un líquido ha con-
traído impureza, se le considera impuro; pero si la duda versa sobre si el líquido
ha contaminado (a otros), en este caso se considera puro; si hay duda respecto
de las manos sobre si han contraído impureza, o sobre si han contamínado a
otros, o sobre si se han vuelto puras, se consideran como puras 61 ; duda porra-
zón de ocurrir en zona de dominio público, duda por razón de una prescripción
de los escribas6 2, duda por razón de alimento profano 6>, duda por reptil 64, duda
acerca de las señales de una afección cutánea65 , duda por el nazireato 66 , duda por
razón de un primogénito, duda por razón de un sacrificio67 .
8. Si hay duda acerca de una impureza que flota sobre la supe1iicie de las
aguas, ya estén éstas dentro de un recipiente, ya sobre la tierra, (se considera lo
dudoso como puro). R. Simeón, en cambio, afirma que, si el agua se encuentra
en recipientes, se considera impuro, mientras que, si se encuentra sobre la tie-
rra, se considera puro. R. Yehudá dice: Si la duda68 se tiene cuando la persona
desciende al agua, el caso dudoso se considera ímpuro; pero si la duda se tiene
cuando la persona sale del agua, el caso dudoso se considera puro. R. Yosé afir-
ma que incluso cuando no hubiere allí más que un espacio para aquel hombre
y la impureza, se considera puro.
9. Si hay duda de si un líquido ha contraído impureza, se le considera im-
puro. ¿De qué manera? Si un hombre impuro extiende su pie entre líquidos
puros y hay duda de si los tocó o no los tocó, el caso dudoso se considera como
impuro. Si tiene una hogaza de pan impuro en sus manos y la arroja entre líqui-
dos puros y hay duda de si los tocó o no los tocó, el caso dudoso se considera
como impuro. Si hay duda de si ha contaminado a otros, se considera puro. ¿De
qué manera? Si uno tenía en sus manos un bastón en cuya punta se contiene
líquido impuro y lo arrojó entre panes puros existiendo la duda de si los tocó o
no los tocó, el caso dudoso se considera puro.
l O. R. Yosé enseña que, en caso de duda (sobre la impureza) del líquido, los
alimentos se consideran impuros, mientras que los objetos se consideran puros.
¿De qué manera? Si hay dos jarros (de agua), uno de agua impura y otro de agua
pura y prepara la masa de harina con uno de ellos existiendo la duda de si la
preparó con el jarro de agua impura o con el de agua pura, en este caso se aplica
el principio de que en la duda (sobre la impureza) de los líquidos los alimentos
se consideran impuros, mientras que los objetos se consideran puros 69 •
11. Si hay duda acerca de si las manos han contraído impureza, o de si la
han propagado, o de si se han purificado, el caso dudoso es considerado como
puro. Sí la duda es por razón de ocurrir en zona de dominio público, el caso
dudoso se considera puro. Si la duda surge por razón de una prescripción de
los escribas, como, por ejemplo, si duda de si comió alimentos impuros, o de sí
bebió bebidas impuras, o si inmergió su cabeza o la mayor parte de su cuerpo
en agua sacada artificialmente, o si ha caído sobre su cabeza o sobre la mayor
parte de su cuerpo tres log de agua sacada artificialmente, en tal situación el
caso dudoso se considera puro. Pero si la impureza es originante70 , aunque la
cosa sea de prescripción rabínica, el caso dudoso se considera impuro.
12. Duda por razón de alimentos profanos, esto se refiere a la pureza de la
separacióní 1 . Si la duda es por razón de un reptil, esto se regula conforme al
CAPÍTULO 5
a. R. Aquiba: R. Yehoshúa
91, Una de las dos entidades mencionadas en la misná anterior.
92. En zona de dominio público.
93. Pero sin que se sepa cuál es el puro y cuál el impuro.
94. En los días tercero y séptimo para purificarse de la posible impureza de cadáver.
95. Algunos de ellos son impuros, pero no se puede decir cuáles.
96. Y los primeros alimentos todavía subsisten.
97. Por tratarse de caso dudoso en zona de dominio público.
98. No se les puede llamar puros, ya que uno de ellos es ciertamente imp1u-o.
991 Purezas - toharot Toh 5, 7-6, 1
CAPÍTULO 6
99. Existíeado la duda de que el tal sea un blenorraico y que el vestido, por consiguien-
te, haya contraído impureza.
100. El que está sentado.
101. Cf.4,5.
102. Si la mayoría de los que por allí pasan son impuros, los vestidos son impuros.
103. Cf. Kel 18, 5.6.7; 19, 5.9; 20, 1; 24, 4; 28, 8; 20, 2.6; 22, 8.10; 24, 1-16; Shab 6,
8; Bes 2, 10; Hag 2, 7.
104. Cf. 3, 5; 9, 9; 4. 12.
105. Que no guarda las no1mas eu el periodo de menstruación.
106. Cf. Zab 3, L Se trata de mujer con flujo o menstrnante.
107. Que es, por consiguiente, sacerdote.
I 08. Ya que si fuera impura, tendría cuidado de no contaminar la ropa del sacerdote.
Toh 6, 2-4 Orden sexto. Purezas - tohoror 992
entrase, existe la duda de si estaba allí (la impureza) o no, o incluso, aunque
estuviere allí, existe la duda de si tenía la cantidad prescrita o no, o, aunque
tenga la cantidad prescrita, existe la duda de sí era impura o pura, o, aunque sea
ímpura, existe la duda de si la tocó o no la tocó, el tal caso dudoso se considera
impuro. R. Elazar ensefia que, si existe la duda de si entró, se considera puro;
pero que, sí existe la duda de si tocó una impureza, se considera impuro.
5. Sí uno penetra en un valle en la época de las lluvias 11 s y hay una impu-
reza en un cierto campo y él dice: «Fui a aquel lugar, pero no sé si penetré en
aquel campo o no penetré», al tal lo declara R. Elazar puro, mientras que los
sabios lo declaran impuro.
6. Un caso de duda en zona de dominio privado se considera impuro en tan-
to el afectado no diga: «No lo he tocado». En cambio, un caso dudoso en zona
de dominio público se considera puro en tanto no diga: «Lo he tocado». ¿Qué
se entiende por zona' de dominio público? Los caminos de Bet Guilgul 119 y los
que son semejantes a ellos se consideran zona de dominio privado para lo que
respecta a las leyes del sábado y como zona de dominio público en lo que con-
cierne a la impureza. R. Elazar dice que los caminos de Bet Guilgul no fueron
mencionados sino para enseñar que son considerados tanto por lo que respecta
a las leyes del sábado corno a la impureza como zona de dominio privado. Los
caminos que conducen a cisternas, hoyas, cuevas\ lagares se consideran corno
zona de dominio privado en lo que concierne a las leyes del sábado y como zona
de dominio público en lo que respecta a las leyes de la impureza.
7. En la época del calor se considera un valle como zona de dominio priva-
do en lo que concierne a las leyes del sábado y como zona de dominio público
en lo que respecta a las leyes de la impureza. En cambio, en la época de las
lluvias se considera como zona de dominio privado tanto en lo que concierne a
las leyes del sábado como a las de la impureza.
8. Una basílica 120 se considera como zona de dominio privado en lo con-
cerniente a las leyes del sábado y zona de dominio público en lo que se refiere
a las leyes de la impureza. R. Yehudá dice: Si un hombre está en pie junto a
una puerta y puede ver a los que entran y salen por la otra puerta, se conside-
ra como zona de dominio privado tanto por lo que respecta a las leyes del sá-
bado como a las leyes de la impureza. En caso contrario, se considera como zo-
na de dominio privado por lo que conci eme a las leyes del sábado y como zona
de dominio público por lo que se refiere a las leyes de la impureza.
9. Un foro 121 se considera como zona de dominio privado en lo concernien-
te a las leyes del sábado y zona de dominio público por lo que respecta a la
impureza; del mismo modo, los laterales. R. Meír afirma que los laterales se
consideran zona de dominio privado tanto en lo que concierne a las leyes del
sábado como a las leyes de la impureza. Un pórtico es zona de dominio privado
en Jo que concierne a las leyes del sábado y zona de dorrúnio públíco en lo que
respecta a la ímpureza. Un patio donde la mayoría entra por un lado y sale por
otro se considera como zona de dominio privado en lo que concierne a las leyes
del sábado y como zona de dominio público en lo que respecta a la impureza.
CAPiTULo 7
l. Si un alfarero 122 deja sus ollas (en zona de dominio público) y desciende
a beber, las ollas más interiores 121 se consideran puras, mientras que las más ex-
teriores se consideran impuras 124 . R. Yosé dice: ¿Cuándo se aplica esto? Cuan-
do las ollas están sueltas, pero si están unidas, todas se consideran puras 125 • Si
uno entrega a un ignorante 126 su llave, su casa permanece pura, ya que tan sólo
le ha confiado la vigilancia de la llave 127 •
2. Si uno deja despierto en su casa a un hombre ignorante 128 y lo encuentra
despierto, o dormido y lo encuentra donnido, o despierto y lo encuentra dormi-
do, la casa se considera pura. Pero si lo deja donnído y lo encuentra despierto,
la casa se considera impura. Ésta es enseñanza de R. Meír. Los sabios, en
cambio, dicen que sólo se considera impura aquella parte a la que ha podido
extender la mano y tocarla.
3. Si uno deja en su casa operarios, la casa se considera impura. Ésta es en-
señanza de R. Meír. Los sabios, en cambio, dicen que sólo se considera impura
aquella parte a la que han podido extender su mano y tocarla.
4. Si la mujer de un «asociado» 129 dejó a la mujer de un hombre ignorante
moliendo en su casa y el molino se para, la casa es impura 130 • En cambio, si el
molino no se para, sólo se considera impura aquella parte a la que ha podido
extender su mano y tocarla. Si son dos (mitjeres), en un caso como en otro se
considera la casa impura, pues mientras una está moliendo, la otra puede estar
tocando. Ésta es enseñanza de R. Meir. Los sabios, en cambio, afinnan que sólo
se considera impura la parte a la que han podido extender su mano y tocarla.
5. Si uno deja en su casa a un hombre ignorante para vigilarla, en caso de
que él1 31 pueda ver a todos los que entran y salen de ella 132 , los alimentos, las
CAPilULO 8
horno cuando está provisto de cubierta fija. R. Yosé dice: También el horno es
impuro en tanto no se le haga una separación de diez palmos de alto.
2. Sí uno deposita utensilios junto a una persona ignorante, se consideran
ímpuros con la impureza de cadáver y con la impureza de asiento. Si el igno-
rante le conoce y sabe que come ofrenda, están libres de la impureza de cadá-
ver, pero son impuros con la impureza de asiento. R. Yosé dice: Si le entrega
una caja llena de vestidos, en caso de que estén muy apretados se consideran
impuros con impureza de asiento 13 "; en caso de que no estén muy apretados se
consideran impuros con impureza de «acercamiento»m, incluso a pesar de que
la llave esté en posesión del dueño.
3. Si uno pierde algo en el día y lo encuentra dentro del mismo día, se
considera puro. Pero sí lo pierde en el día y lo encuentra en la noche, o en la
noche y lo encuentra en el día, o en el día y lo encuentra al día siguiente, se
considera impuro. Ésta es la no1ma general: Todo aquello por lo que haya pa-
sado la noche o parte de ella se considera impuro. Si un hombre tiende su ropa
en lugar público, permanece pura; pero si es en Jugar privado, se hace impura.
Sin embargo, si se ha vigilado, permanece pura. Si se cayó y ha ido a recogerla,
es impura 138 • Si le ha caído su caldero en la cisterna de una persona ignorante y
se va en busca de algo para sacarlo, es impuro, porque ha sido dejado durante
un cierto tiempo en una zona del dominio de un ignorante.
4. Si un hombre ha dejado abierta su casa y la encuentra abierta, o cerrada,
y la encuentra cerrada, o abierta, y la encuentra cerrada, se considera pura. Pero
si la dejó cerrada y la encuentra abierta, R. Meír la declara impura, mientras
que los sabios la declaran pura, porque los ladrones estuvieron allí, pero cam-
biaron de parecer y se fueron.
5. Si la mujer de una persona ignorante ha entrado en la casa de un asocia-
do para sacar de ella al hijo, o a la hija, o a la bestia de éste, la casa permanece
pura, porque entró sin su permisoll 9.
6. Se estableció una regla general en relación con la pureza del alimento:
Todo lo que es especial para alimento del hombre es susceptible de impureza14º
en tanto no quede descalificado para servir de alimento al perro y todo lo que
no es especial para alimento del hombre es puro 141 en tanto no sea determinado
especialmente para alimento humano. ¿De qué manera? Si un pichón cae en
un lagar 142 y uno hace la intención de sacarlo para dárselo a un gentil, se hace
impuro; (si lo saca para dárselo) a un perro, es puro. R. Yojanán ben Nurí, en
cambio, lo declara impuro. Sí la intención la hace un sordomudo, o un imbé-
cil, o un menor de edad, no es susceptible de impureza. Pero si lo sacan (para
136. Debido a que es probable que su mlljer se haya sentado sobre ellos.
137. Cf. su significado en Par 1O, 1 (nota 138); Ed 6, 2; Zab 4, 6.
13 8. En el supuesto de que a! ir la ha tenido fuera de su control.
139. Y en tales circunstancias no está para detenerse y tocar los objetos.
140. Uq 3, l.
141. No es susceptible de impureza como alimento.
142. Muriendo abogado y descalificándose así para servir de alímenlo al hombre.
Purezas - toharot Toh 8, 7-9, 1
997
CAPÍTULO 9
CAPiTULO 10
1. Si uno ha cerrado el lagar por razón de los prensadores 172 y hay allí obje-
tos impuros con la impureza de asiento, según R. Meír, el lagar es impuro. En
cambio, R. Yehudá afirma que el lagar es puro. R. Simeón dice: Si son puros pa-
ra ellos 173, el lagar es impuro; si son impuros para ellos, el lagar es puro 174 . Dice
cación? Cuando saca (el vino) con un jarro por separado cada una de las veces.
Pero si lo saca con un cubo y el repti I es encontrado en 1n10 de los jarros, sólo
éste es impuro. ¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando ha examinado (los re-
cipientes), pero no ha cubierto (ni los jarros ni la cisterna), o cuando los ha
cubierto, pero no los ha examinado. Si los ha examinado y cubierto, en caso
de que se encuentre el reptil en un jarro, todo es considerado impuro; si se en-
cuentra en la cisterna, todo es considerado impuro; si se encuentra en el cubo,
todo es considerado impuro.
8. El espacio comprendido entre los cilindros 179 y el hollejo de la uva se
considera zona de dominio público 180• La viña, en tanto se halla delante de los
vendimiadores 161 , es zona de dominio privado. La parte que les queda detrás,
zona de dominio público. ¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando la mayoría
de ellos entra por un lado y sale por otro. Los aparatos de la prensa y del lagar
y la cesta de la prensa del aceite, si son de madera, han de ser secados y enton-
ces se vuelven de nuevo puros; si son de juncos, se les deja sin uso por doce
meses 182 o se les rescalda con agua caliente. R. Yosé dice que es suficiente si
son puestos en la corriente del río.
Miqwaot son los baños rituales mediante los que una persona se purifica o libera de
una impureza. El presente tratado contiene las disposiciones en tomo a estos baños ritua-
les, sus clases, sus condiciones, su uso y los problemas que surgen de ellos.
El tratado contiene diez capítulos:
Cap. 1: Seis tipos de baño ritual en relación con la impureza.
Caps. 2-3: Casos dudosos sobre la inmersión o sobre la cantidad de agua, cantidad
defectiva y consecuencias, agua sacada at1ifícialmente.
Caps. 4-5: Cómo conducir agua a la piscina, fuentes, mares, agua corriente.
Cap. 6: Unión de aguas.
Cap. 7: Qué elementos complementan la cantidad mínima de agua válida y qué otros
no la complementan, líquidos que cambian el color del agua.
Cap. 8: Baños rituales en Israel y fuera de lsrael, inmersión de los que sufren flujo
y de la menstruante.
Cap. 9: Cosas que adheridas a la piel del bañante hacen inválido el bafio.
Cap. 10: Cómo ha de realizarse la inmersión de los objetos.
CAPÍTULO 1
1. Existen seis grados dentro de los baños rituales de inmersión, en los que
cada uno es superior al anterior 1. Agua de aljibe 2 : si un hombre impuro bebe
de ella3 y luego bebe un hombre que está en estado de pureza, éste se hace
impuro. Si un hombre impuro bebe de ella y luego llena de agua un recipiente
puro, éste se vuelve impuro4 • Si un hombre impuro bebe de ella y cae un panª
de ofrenda dentro, en caso de que lo lave, se vuelve impuro'; en caso contra-
rio, pennanece puroó.
2. Si uno saca agua con un recipiente impuro y luego otro en estado de
pureza bebe (del agua de la alberca), éste deviene impuro. Si ha sacado agua
con un recipiente impuro y luego otro saca agua con un recipiente puro, éste
se vuelve impuro. Si ha sacado agua con un recipiente impuro y cae dentro1 un
pan de ofrenda, en caso de que sea lavado el pan, se vuelve impuro; si no es
lavado, permanece puro.
3. Si cae (en el aljibe) agua impura y bebe de él un hombre en estado de
pureza, éste se vuelve impuro. Si cae en él agua impura y luego es sacada agua
con un recipiente puro, éste deviene impuro. Si ha caído en él agua impura y
cae luego un pan de ofrenda, en caso de que éste sea lavado, se vuelve impuro;
en caso contrario, permanece puro. R. Simeón dice: Tanto sí es lavado como si
no, se vuelve impuro.
4. Si ha caído un cadáver (en el agua) o si pasa por ella un hombre en
estado de impureza, y uno, que se encuentra en situación de pureza, bebe de
ella, pem1anece puro 8 . La misma ley vale para las aguas de aljibe que para las
aguas de cisterna, o para las aguas de pozas, o para las aguas de cavernas, o
para las aguas de charcos después que han cesado (las lluvias) o para las aguas
de piscinas del baño ritual que no contienen cuarenra seás: en tanto llueva, son
todas purasª 9 • Después de haber cesado las lluvias, las que están cercanas a la
ciudad o a la carretera se consideran impuras, mientras que las que están ale-
jadas se consideran puras en tanto una buena parte de gente no se haya puesto
en camino 10 •
5. ¿A partir de qué momento vuelven a ser puras? 11 La escuela de Samay
dice: A partir del momento en que (las aguas de la lluvia) han incrementado su
cantidad (más de la que existía originariamente) y han desbordado. La escuela
de Hile!, en cambio, enseña (que se vuelven puras) a partir del momento en que
crecen, pero sin que sea necesario que desborden. R. Simeónb dice: Desde que
desborden, incluso aunque no crezcan. Son válidas para preparar la masa 12 y
para el lavado de las manos 13 .
6. Superior a éstas son las aguas de las charcas de las que no ha cesado (de
manar la corriente que las alimenta). Si bebe de ellas un hombre en estado de
impureza y luego un hombre que está en pureza, éste permanece puro. Si un
impuro bebe de ellas y luego llena un recipiente puro, éste permanece puro. Si
bebe un impuro y cae en el agua un pan de ofrenda, éste permanece puro aun
en el caso de que lo lave. Sí llena de agua un recipiente impuro y luego bebe
un hombre en estado de pureza, éste permanece impuro. Sí llena de agua un
a. puras + Después de haber cesado las l/1.Nias son todas puras b. Simeón dice: desde
que desborden]
7. De la alberca.
8. El cadáver o el hombre impuro no contaminan el agua mientras ésta esté en la hoya.
9. En caso de que un impuro hubiera bebido de ellas, las gotas impuras quedarían neu-
tralizadas por el agua de la lluvia.
10. Cuando ha transcurrido ya un tiempo desde que cesaron las lluvias y seguramente ha
pasado gente junto a las aguas y presW11iblt:mente un impuro ha bebido de ellas.
11. Las aguas en las que ha caído agua impura.
12. Jalá (cf. Ha! 1, lss).
13. Cf. Yad 1, 3.
)005 Baños rituales de inmersión - miqwaot Miqw 1, 7-2, 2
CAPÍTULO 2
14. El hombre impuro, a excepción de.1 que sufre blenorrea, que necesita aguas de
manantial (vivas). Cf. Lv 15, 13.
15. Utensilios impuros y las propias manos impuras.
16. Sumergiendo en ella los objetos.
17. Donde el agua se retiene y no corre.
18. Según Par 8, 9, aguas saladas o termales.
I 9. Sin necesidad de estar recogidas en una fosa o cavidad.
20. Aguas de manantial.
21. Para mezclar con las cenizas de la vaca roja (cf. Nm l 9, 17; Par 3, 2).
22. Es decir, que no contiene la cantidad mínima de cuarenta seás.
23. Desde que se creía que tenía cuarenta seás hasta la medición.
24. En la que el caso dudoso es considerado puro.
Miqw 2, 3-6 Orden sexto: Pureza,· - tohorot 1006
a. invalidez: impureza b. cada una ... artificialmente: con agua sacada de la nieve
25. Así, los actos realizados con aquella pureza se hicieron en condiciones de impureza.
26. Una impureza originante.
27. Variante: «impureza>>.
28. Toh 4, 7.
29. Antes de que la piscina tenga agua válida.
30. Cada una de las cavidades puede considerarse como una piscina y el hecho de que
una piscina no apta esté al lado de otra apta no invalida a esta última.
1007 Baños ritrmles de inmersión - miqwaot Miqw 2, 7-3, 1
son sacados tres lag de agua, se hace inválida. R. Simeón la declara válida, ya
que no se ha tenido la intención de sacar agua por industria humana31 •
7. Si uno ha dejado sobre el tejado unos cántaros para que se sequen y se
llenan de agua (de lluvia), dice R. Eliezer que si era la época de las lluvias y
hay algún poco de agua en la cisterna, pueden ser rotos 32 ; en caso contrario, no
pueden ser rotos. R. Josué dice que tanto en un caso como en otro pueden ser
rotos o volcados, pero no pueden ser vaciados (en la cistema) 33 •
8. Si el enjalbegador ha olvidado en la piscina un cubo y se llena de agua, en
caso de que el agua (de la cisterna) le rebase, por poco que sea, puede ser roto;
en caso contrario, no puede ser roto. Ésta es la opinión de R. Eliezer. R. Josué,
en cambio, afirma que tanto en un caso como en otro puede ser roto.
9. Si uno coloca cántaros (vacíos para el víno)3 4 en W1a cisterna y luego se
llenan por sí mismos de agua, pueden ser rotos 35 aun cuando la cisterna haya
absorbido su agua 36 •
10. Sí una piscina tiene cuarenta seás de agua y lodon, dice R. Eliezer que
pueden sumergirse (los objetos) en el agua, pero no en el lodo. R. Josué, en
cambio, afinna que pueden sumergirse o en el agua o en el lodo. ¿En qué lodo
pueden ser sumergidos? En el lodo sobre el que flota el agua. Sin embargo, si el
agua está a un lado, R. Josué está de acuerdo que se ha de realizar la inmersión
en el agua y no en el lodo. ¿De qué lodo han hablado? De aquel en el que una
caña penetra por sí misma. Ésta es enseñanza de R. Meír. R. Yehudá dice: Aquel
lugar donde la caña de medición no se mantiene en pie. Abá Elazar ben Dolay
dice: Aquel lugar donde se hunde la plomada. R. Eliezer dice que ( el lodo del
que se habla) es aquel que puede penetrar por la boca de un jarro. R. Simeón
di ce: El que penetra por la caña del odre. R. Elazar bar Sadoq dice: El que puede
ser medido con una medida de log 38 •
CAPÍTULO 3
l. R. Yosé enseña que si cae un log y medio (de agua sacada artificial-
mente) en cada una de las dos piscinas, que no contienen ninguna de las dos
cuarenta seás de agua y se mezclan (las aguas de las dos piscinas) 39 , son vá-
lidas, ya que en ningún momento se las ha podido calificar de inválidas. Pero
si en una piscina que no tiene los cuarenta seás caen tres lag ( de agua sacada
3 l. Al sacar el agua con el lodo y dejarla después volver a la piscina es corno si uno
la hubiera sacado con un recipiente y luego vertido de nuevo.
32. Dejando que con-a el agua a la cisterna y considerando al agua como válida.
33. Porque en este caso se trataría de agua sacada artificialmente.
34. A fin de que las paredes del cántaro absorban toda el agua posible.
35. Considerando al agua válida para el baño ritual.
36. De modo que sólo quede el agua contenida en los cántaros.
37. El 1.odo contribuye también a formar los cuarenta seás (cf. 7, 1).
38. Medida para líquidos.
39. De modo que en conjunto tienen tres log de agua sacada artificialmente.
Miqw 3, 2-4 Orden sexto: Purezas - tohorot 1008
CAPÍTULO 4
2. Si uno pone una tabla bajo el canalón54 y tiene bordillos, hace inválida
la piscina. En caso de que carezca de bordillos, no la invalida. Pero si la pone
vertical para enjuagarla, ni en un caso ni en el otro hace a la piscina inválida.
3. Si uno realiza en el canalón una cavidad a fin de que recoja las piedre-
citas, (hace la piscina inválida), en caso de que sea de madera, cualquiera que
sea su capacidad; siendo de arcílla, sí puede contener un cuarto de log. R. Yosé
dice: También siendo de arcilla, cualquiera que sea su capacidad. Hablaron de
un cuarto de log5 5 sólo referido a fragmentos de recipientes de arcilla. Si las
piedrecitas bailotean en la cavidad del canalón, hacen a la piscina inválida. En
caso de que se meta allí tierra y se conglomere56 , la piscina pennanece válida.
Si el canal es estrecho en los dos extremos y ancho en el medio, no hace invá-
lida la piscina, ya que no ha sido hecho para que sirviese de receptáculo.
4. Si agua sacada artificialmente y agua de lluvia se mezclan en el patio, o
en una hoya, o en las gradas de la cueva, en caso de que la mayor parte sea agua
válida, es válida; pero si la mayor parte es inválida, en tal caso no es válida. Si
la mezcla se verifica por partes iguales, es inválida. ¿Cuándo tiene esto apli-
cación? Cuando se mezclan antes de que lleguen a la piscina. Si el agua fluye
hacia el interior de la piscina, en caso de que se sepa que han caído allí cuarenta
seás de agua válida antes de que hayan discunido al núsmo lugar tres log de
agua sacada artificialmente, la piscina es válida; en caso contrarío, no es válida.
CAPÍTULO 5
4. Cualquier mar sirve como piscina ritual de inmersión, ya que está escri-
to: A la congregación de las aguas llamó mares63 • Ésta es enseñanza de R. Meír.
R. Yehudá dice: El gran mar es como una piscina de inmersión; está escrito:
mares, porque en él hay muchas especies de mar. R. Yosé dice: Todos los mares
sirven de purificación debido a que sus aguas son fluidas, pero no son servibles
para los que padecen flujo, tampoco para los leprosos ni para santificar con su
agua el agua de la purificación64 •
5. El agua que corre6 5 se considera como agua de fuente 66 • El agua de go-
teo67 se considera como agua de píscinaó8 • R. Sadoq69 testifica que si el agua
coniente es más abundante que el agua de goteo (y ambas se mezclan), es
válida (como agua corriente) y que si el agua de goteo 70 es conve1tida en agua
corriente 71 , se puede bloquear la corriente aunque sea con un bastón o una
caña, o incluso por un hombre o una mujer que sufren flujo 72; luego puede uno
descender y realizar alH el baño de inmersión. Esta es enseñanza de R. Yehu-
dá. Según R. Yehudá, con aquello que es susceptíble de impureza no se puede
hacer correr el agua73 •
6. Si una ola, con un volumen de cuarenta seás de agua, se desprende
del mar y cae sobre un hombre o sobre unos objetos, quedan purificados.
Cualquier lugar donde estén congregados cuarenta seás de agua es apto para
realizar el baño de inmersión en él y para sumergir (a los objetos). Se puede
sumergir a los objetos en hoyas 74 , fosas o incluso en los charcos que forman
los burros con sus pezuñas, cuando están unidas (y contienen en conjunto cua-
renta seás). La escuela de Samay enseña que se pueden sumergir los objetos
en un torrente. La escuela de Hilel, en cambio, afirma que no se pueden su-
mergir. Sin embargo, están de acuerdo con que un hombre puede poner diques
(a las aguas) sirviéndose de objetos y puede realizar allí el baño de inmersión.
Los objetos, con los cuales hizo los diques, no se consideran como si hubieran
sido sumergidos.
63. Gn 1, JO.
64. Par 8, 8.
65. Como la de los ríos o arroyos.
66. Se puede hacer la inmersión en ella cualquiera que sea su cantidad.
67. Agua de lluvia. No es ésta la interpretación wtánime.
68. Se requieren por tanto cuarenta seós para el baño de inmersión,
69. Ed7,3.
70. Que se encuentra en una alberca, con cuarenta seás de agua.
71. En cuanto se hace un orificio en la alberca y corre.
72. Este texto puede entenderse también de la siguiente fonna: la corriente de agua
puede ser retenida con un bastón y una caña, y entonces incluso uno que sufre t1ujo puede
descender y sumergirse. Únicamente que el que padece flujo ha de purificarse en aguas de
manantial (cf. 1, 8).
73. Así literahnenle. La forma causativa del verbo obliga a entenderlo así. Sin embargo,
por el contexto, la mayor parte de los comentaristas lo entienden en sentido opuesto: \mo se
puede parar la corriente de agua con cualquier objeto susceptible de impureza».
74. Que contengan cuarenta seás de agua, aunque no tengan suficiente profundidad co-
mo para que se pueda sumergir un hombre.
Miqw6, 1-6 Orden sexto: P11rezas - tohorot 1012
CAPÍTIJLO 6
l. Cualquier (congregación de aguas) que está unida (con el agua) de una
piscina de inmersión se considera como piscina de inrnersión75 • Se pueden su-
mergir los objetos en el agua de los hoyos y de las hendiduras de las cavernas
(cuando esté unida con el agua de una piscina de inmersión) por muy pequeña
que sea la franja de unión. No se pueden sumergir los objetos en un hoyo 76 de la
caverna a no ser que tenga un orificio (de comunicación) como el de una caña
de un odre. R. Yehudá dice: ¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando se mantie-
ne por sí misma; pero si no se mantiene por sí misma, se pueden sumergir los
objetos en ella por mínima (quesea la conexión con el agua de la piscina).
2. Si un cubo está lleno de objetos y es sumergido, todos devienen puros.
Pero sí no es sumergido (totalmente), el agua (de su interior) no se considera
como agua unida (con el agua de la piscina de inmersión), a no ser que (el agua
que se contiene en el cubo) esté unida (con el agua de la piscina de inmersión
por un orificio) como el de la caña del odre.
3. Sí hay tres piscinas de inmersión, una con veinte seás (de agua válida),
otra asimismo con veinte seás ( de agua válida) y la otra con veinte seás de agua
sacada artificialmente, hallándose la que contiene agua sacada artificialmente
al lado, en caso de que desciendan tres hombres, se sumerjan y se mezclen (las
aguas de las piscinas), las piscinas son puras y los que se han sumergido en
ellas se han pw-ificado. Pero si la piscina con agua sacada artificialmente se
encuentra en medio y descienden tres hombres y se sumergen en ellas de modo
que sus aguas se mezclan, las piscinas permanecen como eran antes y los que
han realizado la inmersión permanecen como estaban antes.
4. Si una esponja o un cubo, que contienen tres lag de agua (sacada artifi-
cialmente), caen en una piscina de inmersión 77 , no la hacen inválida, ya que ha
sido dicho: «Si caen tres log>> 78 •
5. No se pueden sumergir objetos en una caja o en un cajón que se encuen-
tren en el mar, a no ser que tengan un orificio como el de la caña de un odre.
R. Yehudá dice que si se trata de un recipiente grande, (el orificio ha de tener)
cuatro palmos, y sí se trata de uno pequeño (el orificio ha de ser) mayor que su
mitad. Si se trata de un saco o de un cesto79 , se pueden sumergir los objetos en
ellos, porque el agua allí se mezcla (con el agua del mar). Si éstos son puestos
debajo de un canalón, no hacen inválida a la piscina de inmersión. Se les puede
sumergir y sacarlos de la manera habitual 8º.
6. Si la parte de un recipiente de arcilla81 está en la piscina de inmersión y
se sumergen en ella objetos, éstos quedan purificados de su impureza, pero se
75. Se pueden sumergir en ella tos objetos y complementa la cantidad de agua exigida.
76. Que está al lado de la piscina.
77. Que contenga menos de cuarenta seás de agua.
78. Mientras que aquí wm parte del agua queda en la esponJa o en el cubo.
79. O sumergidos en el mar o en una piscina.
80. Cf. 7, 6.
81. El fondo de un recipiente, impuro, que flota sobre el agua.
1013 Baños rituales de inmersión - miqwaot Miqw 6, 7-9
CAPÍTULO 7
CA.Piruw 8
1. La tierra de Israel se considera pura y sus piscinas son puras. Las piscinas
de los gentiles fuera de Israel son válidas para los que han sufrido una polución,
incluso aun cuando el agua haya sido sacada con una bomba. Las piscinas que
están dentro de Israel, que se encuentran fuera de las entradas de la ciudad, son
válidas incluso para las menstruantes. Las que se encuentran dentro de las en-
tradas de las ciudades son válidas para aquellos que han sufrido una polución,
pero inválidas para todos los otros que están impuros. R. Eliezer dice que las
piscinas cercanas a la ciudad o a la carretera son impuras debido (a que se em-
plean) para el lavado de ropa, mientras que las lejanas son puras.
2. Estos son los que han sufrido una polución que necesitan baño de inmer-
sión: si uno observa que su orina sale al principio a gotas o turbia, es puro 1º1• Sí
esto ocurre en medio o al final, es impuro. Si es así desde el principio hasta el
final, es puro. Si (la segregación) es blanca y continua, es impuro. R. Yosé dice
que lo blanco es como lo turbio.
3. Si uno segrega gruesas gotas del pene, es impuro. Ésta es opinión de
R. Elazarª Jisma. Si uno tiene sueños (obscenos) en la noche y al levantarse
encuentra su carneio2 caliente, es impuro. Si una mujer descarga semen en el
día tercero 103 , es pura 104 • Éstas son palabras de R. Elazar ben Azarías. R. Ismael
dice: A veces son cuatro los periodos 105 , otras veces cinco, otras seis. R. Aqui-
ba dice: Siempre son cinco.
4. Si una mujer gentil descarga semen de un israelita, es (el semen) impuro.
Si una israelita descarga semen de un gentil, es puro. Si una mujer tiene una
unión sexual con su marido y luego desciende y hace un baño de inmersión,
pero no lava su parte íntima, es como si no se hubiera sumergido. Si uno que
ha tenido una polución hace el baño de inmersión, pero no ha orinado antes,
cuando orina vuelve a contaminarse. R. Yosé dice: Si se trata de un enfermo
o de un anciano, vuelve a contanúnarse; pero si se trata de un joven o de un
hombre sano, queda purificado.
5. Si una mujer menstruante pone monedas en su boca y desciende para
hacer el baño de inmersión, queda purificada de su impureza, pero impura por
su saliva 1°". Si mete su pelo en la boca 101, o cierra la mano, o aprieta fuerte-
mente los labios, es como si no hubiera realizado el baño de inmersión. Si uno
sujeta a un hombre o a unos objetos y los sumerge así en el agua, pe1manecen
a. R. E/azar: R. Eliezer
1O1. Porque no es una polución.
I 02. El miembro viril.
103. Después de la unión sexual.
104. C[ Shab 9, 3.
105. Por periodos se entienden aquí espacios de doce horas.
106. La saliva de la menstruante es una impurez.a originante, comaminando a quien la
toca o la lleva. Aunque la mujer se ha purificado, ha quedado en la moneda saliva impura que
le comunica a ella su impureza.
l 07. De modo que no es bañado por el agua.
1017 Baños rituales de inmersión - miqwaot Miqw 9.1-4
impuros 1°8 . Pero si antes ha lavado sus manos en el agua, quedan purificados.
R. Simeón dice: Se ha de sujetar débilmente, de modo que el agua llegue hasta
allí. A las zonas íntimas y Ias arrugas de 1cuerpo no es preciso que llegue el agua.
CAPÍTULO 9
a. debajo: sobre
108. Porque la parte sujetada por la mano no ha sido locada por el agua.
109. Separan el cuerpo del agua, impiden gue ésta bañe la parte del cuerpo afectada,
impidiendo la efectividad del baño de inmersión.
11 O. De frutas o resina de árbol que se ha secado sobre el cuerpo.
111. Que se fom1an frotando sobre una piel sudorosa y sucia.
112. Sal 40, 3.
113. Según algunos: cuando uoo camina sobre los pegotes de barro endurecido recibe la
impresión de que estuviere caminando sobre estacas.
114. Aunque, si se hace, el baño es válido.
115. No endurecida.
Miqw 9, 5-10, 1 Orden sexto: Purezas - tohorot 1018
las uñas, una uña medio caída, la pelusilla de un menor. Todas estas cosas no
son susceptibles de impw-eza ni tampoco la propagan. La membrana que se
forma sobre una herida es susceptible de impureza y también la propaga.
5. Las siguieIJtes cosas constituyen separación en los objetos: la brea y la
mirra en objetos de cristal, ya sea e• la parte interior, ya sea en la exterior. So-
bre una mesa, sobre una tabla o sobre un diván constituyen separación cuando
éstos están limpios, pero no cuando están sucios. Sobre la cama de un propie-
tario de casa constituyen separación, pero no sobre la de un pobre. Sobre la
albarda de un propietario de casa constituyen separación, pero no sobre la del
vendedor de odres. Sobre la enjalma constituyen separación. Rabán Simeón
ben Gamaliel dice: Sólo si es como un isar itálico de grande.
6. En los vestidos, (si la mancha de brea o de mirra se encuentra de un so-
lo) lado, no constituyen separación; de ambos lados, sí constituyen separación.
R. Yebudá afirma en nombre de R. Ismael: También si se encuentra de un solo
lado. R. Yosé dice: (En los vestidos) de los conocedores de la leyi 16 si se en-
cuentra (la mancha) de un solo lado; en los de los ignorantes, si se encuentra
de los dos lados.
7. (Las manchas) en los mandiles de los trabajadores de la brea, de los
alfareros y de los podadores de árboles no constituyen separación. R. Yehudá
dice: Tampoco en los de los secadores de la fruta y semejantes. Ésta es la nor-
ma general: Todo aquello que le resulta a uno fastidioso constituye separación
y todo aquello que no le resulta a uno fastidioso no constituye separación.
CAPÍTULO 10
l. Todas las asas de los objetos que no han sido acopladas (al objeto) del
modo que es habitual, o si han sido acopladas convenientemente, pero no ha
sido ultimado el trabajo, o si siendo ultimado el trabajo se han roto, todas éstas
constituyen separación 117 • Si un recipiente es sumergido con la boca hacia aba-
jo, es como si no hubiera sido sumergido. Si es sumergido del modo habitual,
pero no se ha smnergido el cuello 118 , (no queda purificado) en tanto no sea
inclinado hacia un lado (de modo que pemüta la introducción del agua). Si
un recipiente es estrecho en los dos extremos y ancho en el medio, no queda
purificado en tanto no sea inchnado hacia un lado. Una botella cuya boca esté
metida hacia dentro no queda purificada en tanto no se le haga un orificio en
el costado. Un tintero de la gente privada no queda purificado en tanto no se
le practique un orificio en el costado. El tintero del sacerdote Yosef 11 '' tenía un
orificio en el costado.
CAPÍTULO 1
desde esta hora del día a la hora del día (anterior) cuando esto es menor (que el
tiempo) entre el examen (anterior) y el examen (presente), o desde un examen a
otro cuando (el tiempo inte1111edío) es menor de veinticuatro horas. En las mu-
jeres que tienen periodo estable les basta su tiempo. La que se sirve de pafios,
esto se computa corno si fuera un examen y puede disminuir tanto el intervalo
de las veinticuatro horas como el que media entre un examen y otro.
2. (Si una mujer tiene periodo fijo), ¿cómo se ha de entender que basta
para ella (considerarse impura) desde el momento (en que percibe el flujo)?
Si una mujer está sentada en la cama2 ocupada con objetos en condiciones de
pureza y sí luego se separa 3 y observa (que tiene el flujo de la menstruante),
ella deviene impura, pero todo lo demás permanece puro. A pesar de que di-
jeron que «contamina con valor retroactivo desde las veinticuatro horas», ella
ha de contar (los siete días prescritos por la ley)4 a partir del momento en que
ha percibido (el flujo).
3. R. Elíezer dice: Para cuatro clases de mujer basta (que sean consideradas
impuras) desde el momento (en que perciben el flujo): la virgen, la embaraza-
da, la mujer que da el pecho y la anciana. R. Josué afirma: Sólo lo he oído de
la mujer virgen. La norma legal, sin embargo, es la que sefiala R. Eliezer.
4. ¿Qué se entiende por virgen? Aquella que jamás ha sufrido una mens-
truación, a pesar de que esté casada. ¿Qué se entiende por embarazada? Aque-
lla en la que es perceptible ya la presencia del feto. ¿,Qué se entiende por mujer
que da de pecho? Aquella (que amamanta a su hijo) hasta el momento en que
lo desteta. Si ha dado el hijo a una nodriza (para que lo amamante) o le ha qui-
tado el pecho o ha muerto (el hijo), según R. Meír, propaga impureza desde las
veinticuatro horas, con efecto retroactivo.
3. ¿Qué se entiende por anciana? Aque!la por la que han pasado tres pe•
riodos (sin que haya sufrido flujo de menstruación) en las cercanías ya de su
vejez. R. Eliezer dice: Toda mujer sobre la que han pasado tres periodos basta
(que sea considerada impura sólo desde) el momento (en que percibe el flujo).
R. Yosé enseña que a la mujer embarazada o que da de pecho, que han pasado
sobre ella tres periodos, le basta (que se considere ímpura desde) el momento
(en que percibe el flujo).
6. ¿A qué se refirieron cuando dijeron que le basta (que sea considerada
impura desde) el momento (en que percibe el flujo)? Se refirieron a la primera
percepción (del flujo). Sin embargo, desde la segunda percepción contamina
desde las veinticuatro horas, con efecto retroactivo. Pero si sufrió el primer
flujo por razón de una causa constringente5, entonces le basta también (que se
considere impura desde) el momento (en que percibe el flujo).
2. El ejemplo está escogido para enseñar que con la mujer de periodo fijo la cama per-
manece pura aun cuando se hubiere sentado sobre ella poco antes de percibir el flujo. En la
mujer de periodo inestable, la impureza tiene un efecto retroactivo de veinticuatro horas.
3. De la cama y de 1.os objetos.
4. Lv l4, 19.
5. No natural.
1023 Mestruanle - nidá Nid I, 7-2, 4
7. A pesar de que dijeron: «Le basta ( que sea considerada impura desde) el
momento (en que percibe el flujo)», tiene obligación de examinarse6, a no ser
que sea menstruante 7 o que se halle en el periodo de purificación de la sangreB_
Ha de servirse además de los paños de prueba9 , a excepción de la que se encuen-
tra en el periodo de purificación de la sangre y de la virgen cuya sangre es pura.
Ha de examinarse dos veces, una por la mañana y otra al atardecer, y, además,
en el momento en que se prepara para tener una unión sexual con su marido.
Aparte de esto, las mujeres de los sacerdotes cuando se disponen a comer de la
ofrenda. R. Yehudá dice: Cuando han terminado de comer de la ofrenda.
CAPÍTULO 2
presumen que están puras para ellos. La escuela de Samay dice que ella nece-
sita dos paños (de inspección) para cada unión sexual o en cada unión sexual
(ha de inspeccionar el paño) a la luz de la lámpara. La escuela de Hilel dice: Le
bastan con dos paños de inspección para toda la noche.
5. Los sabios hablaron metafóricamente de la mujer: (hablan) de la habita-
ción 17, la antecámara1s y el piso superior 19 (refiriéndose a ella). La sangre en la
habitación, es impura. Si se encuentra en la antecámara, se considera impura,
aunque es dudosa, porque existe la presunción de que proceda de la fuente 20 •
6. Cinco tipos de sangre son impuros en la mujer: la sangre roja, la negra,
la del color del azafrán, la que es como el agua de la tierra y la parecida al vino
mezclado con agua. La escuela de Samay dice: También la que se parece al agua
del fenogreco y a la salsa de carne asada. La escuela de Hile!, en cambio, de-
clara a éstas puras. Si tiene color amarillento, Aqabias ben Mahalalel la declara
impura, mientras que los sabios la declaran pura. R. Meír dice que aunque no
contamina por razón de ser una mancha, contamina por razón de ser líquido 21 •
R. Yosé, en cambio, afirma que no es ni de una manera ni de otra22 •
7. ¿Qué se entiende por sangre roja? La que es como la sangre de una
herida. ¿La negra? La que es como el sedimento de la tinta. Si es todavía más
oscura', es impura; si es menos oscura, es pura. ¿La del color de azafrán? Co-
mo (el color) del más selecto 23 . ¿La que es como el agua de la tierra? Como la
de la llanura de Bet Kerem24 , cuando se hace flotar el agua (sobre la tierra). ¿La
parecida al vino mezclado con agua? (Cuando se mezclan) dos partes de agua
y una de vino, del vino de Sarón25 •
CAPÍTULO 3
27. Durante siete días será impura y luego estará en casa todavía treinta y tres días, que
es el periodo de su purificación (cf. Lv 12, 2ss).
28. Será impura dos semanas y esperará en casa sesenta y seis días (Lv 12, 5).
29. Será impura por quince días, como si hubiese dado a luz a una niña, pero el periodo
de purificación durará sólo cuarenta dias, como con el varón_
30. Cf. Ker 1, 5.
31. Cf. Ker \, 3.
Nid 4, 1-6 Orden sexto: Purezas - tohorot 1026
CAPÍTUL04
32. Prescripción rabínica, debido a que las samaritanas no observaban las leyes de pureza.
33. Como ocurre al hombre que padece flujo. Los objetos contaminados por un samari•
tano sólo vuelven impuros alimentos y líquidos (cf. Kel 1, 3; Zab 4, 6).
34. Incluso cuando es pura, lo que lleva a errores de creerse pura cuando aún no lo está.
35. En el periodo tras el parto, después de los días de impureza, hasta la purificación.
36. Ed 5, l.
37. Lv 12, 2 Cf. Ed 5, 4.
38. Cf. Hui 4, 1.
39. Cuando una mujer tiene dificultades para el parto y sufre una hemorragia, si se en-
cuentra dentro de !os siete días de la menstruación, se considera menstruante; si esto ocurre en
los once días siguientes, en los que se consideraría flujo anormal, en ella no es contaminante.
40. Libre de los dolores.
41. Cuánto pueden durar las hemorragias dentro de los once días para que puedan ser
consideradas como acompañantes del parto.
42. Hemon-agias en el noveno mes se han de considerar como acompañantes del parto.
1027 Mes/ruante - nidá Nid 4, 7-5, 2
CAPÍTULO 5
1. Si el niño nace por el lado (del útero) 47 , (la madre) no tiene que observar
por su causa los días de impureza y los días de purificación ni está obligada a
ofrecer un sacrificio por su causa48 • R. Simeón dice: El tal es como un nacido
(al modo habitual). Todas las mujeres contraen impureza por razón (de la san-
gre) en la antecámara 49 , puesto que está escrito: Flujo de sangre en su carne'º.
Sin embargo, el hombre que sufre un flujo o una polución no contrae impureza
en tanto no salga su impureza al exterior.
2. Si un hombre está comiendo de la ofrenda y siente que sus miembros
vibran51 , ha de sujetar el miembro genital y tragar la ofrenda. (La eyaculación)
contamina cualquiera que sea su cantidad, aunque sea como un grano de mos-
taza o incluso menor.
3. Una recién nacida de un solo día puede contraer impureza como mens-
trnante52. La niña de diez días puede contraer impureza por razón de un flujo 53 •
El niño de un solo día puede contraer impureza por razón de un flujo, puede
hacerse impuro por razón de la lepra y puede devenir impuro con la impureza de
cadáver. Puede obligar (a su cuñada viuda y sin hijos) al matrimonio del levira-
to54 o puede liberar (a su madre) del matrimonio del levirato 55 . Puede habilitar (a
su madre) para la degustación de la ofrenda sacerdotaP 6 o la puede inhabilitar51 •
Puede heredar y hacer heredar58 . Si alguien lo mata, se hace culpable. Para su
padre, para su madre y para sus familiares es un pariente pleno.
4. Una niña con tres años y un día puede ser desposad.a con una unión se-
xual59. Si el levir tiene con ella unión sexual, la ha adquirido 60 . Se puede hacer
uno culpable a causa de ella por adulterio 61 • Puede hacer impuro al que tiene re-
lación sexual con ella, de modo que él contamina lo que está debajo de él corno
lecho (o asiento) y lo que está encíÍna de él 62 . Si está casada con un sacerdote,
puede comer de laofrenda" 3. Si uno de los no aptos (para casarse con eJla)64 tiene
unión sexual con ella, la incapacita para contraer matrimonio con un sacerdote.
Si un pariente en los grados prohibidos por la ley 65 tiene unión sexual con ella,
será condenado a muerte por su causa, mientras que ella queda libre. Si la niña
tiene menos edad de ésta, es como si uno hubiera puesto un dedo en un ojo 66 •
5. Sí un chico de nueve años y un día tiene una unión sexual con su cuñada
(viuda y sin hijos), la adquiere para sí (como esposa) y no podrá darle el libelo
del divorcio hasta que él no alcance la mayoría de edad. Puede contraer impu-
reza (por la unión) con una menstruante, de modo que contamina lo que está
debajo de él como lecbo (o asiento) y lo que está encima de él. Puede inhabili-
tar (una mujer) para comer de la ofrenda• 67 , pero no la puede habilitar 68 • Puede
hacer a un animal inservible para el altar69 y puede éste ser apedreado por su
a. de la ofrenda]
52. Si tiene un flujo.
53. Si pasados los siete primeros días en la impureza como "menstruante)) continúa con
flujos los días octavo, noveno y décimo.
54. Si ha nacido antes de que haya muerto su hennano (cf. Yeb 2, 1).
55. Cf. Yeb 35b.
56. Si su madre era israelita y su difunto padre sacerdote (Lv 22, 12.13).
57. Cf. Ohal 1, 6.
5 8. Si la viuda muere tras el parto, el niño es heredero. Si él muere, hace herederos a sus
hermanos por parte del padre.
59. Qid 1, l.
60. Corno esposa, cf. Yeb 4, 4.
61. Lv 18, 20.
62. Cf. 4, l.
63. Cf. Lv 22, IOss.
64. Cf. Qid 4, J.
65. Lv 18, 6.
66. Que lagrimea, pero pronto recupera su antiguo estado.
67. Si no siendo apto para casarse con una mujer de la rama sacerdotal, tiene una unión
sexual con una de ellas.
68. Si él fuere sacerdote, no puede habilitar a su mujer israelita para comer de la ofrenda.
69. Cf. Zeb 8, l.
1029 i'.1estruante - nidá Nid 5, 6-9
causa 7°. Si tiene unión sexual con alguna pariente en los grados prohibidos por
la ley, han de ser puestas a muerte, pero él está exento.
6. Los votos de la joven de once años y un día han de ser examinados71 • Si
tiene doce años y un día, sus votos son válidos, pero durante todo el año duo-
décimo deben ser examinados. Los votos del joven de doce años y un día han
de ser examinados. Los votos de un joven de trece años y un día son válidos,
pero han de ser examinados a todo lo largo del año decimotercero. Si son más
jóvenes de lo indicado, a pesar de que digan: «Sabemos a nombre de quién hi-
cimos voto», o «a nombre de quién hemos dedicado», sus votos no son válidos
y sus dedicaciones no son tales. Pero si son mayores de lo indicado, a pesar
de que digan: «No sabemos a nombre de quién hicimos voto •>, o «a nombre de
quién hemos dedicado», sus votos son válidos y sus dedicaciones 72 también
son válidas.
7. Los sabios hablaron metafóricamente de la mujer: Es como un fruto• ver-
de 73, un fruto en trance de madurar y un fruto totalmente maduro. Fruto verde,
cuando es todavía una niña. Fruto en trance de madurez, es decir, los días de
su juventud. Durante uno y otro periodo de su vida tiene su padre derecho a
lo que ella encuentra, al trabajo de sus manos y puede anular sus votos. Fruto
totalmente maduro, cuando llega a la pubertad. En ese estadio el padre no tiene
ningún derecho sobre ella.
8. ¿Cuáles son sus señales? R. Yosé el Galileo dice: Cuando surge una
arruga debajo de los pechos. R. Aquiba dice: Cuando los pechos declinan. Ben
A:z.ay dice: Cuando los pezones ennegrecen. R. Yosé dice: Cuando, colocando
la mano sobre el vértice del pecho, éste se hunde y lentamente vuelve a su
situación primera.
9. La joven de veinte años, a la que todavía no le han crecido dos pelos 74,
ha de aportar pruebas de que tiene veinte años. Si es estéril, no tiene que rea-
lizar la ceremonia de quitar el zapato ni tiene que contraer el matrimonio del
levirato 75 • El joven de veinte años, al que todavía no le han crecido dos pelos,
ha de aportar las pruebas de que tiene veinte años. Si es un eunuco, no puede
someterse a la ceremonia de dejarse quitar el zapato ni puede contraer el ma-
trimonio del levirato. Ésta es enseñanza de la escuela de Hílel. La escuela de
Sarnay dice que en ambos casos se aplica (a los jóvenes) de dieciocho años.
R. Eliezer afirma que a un varón se le aplica lo dicho por la escuela de Hilel y
a una mujer lo dicho por la escuela de Sarnay, ya que la maduración de la mu-
jer es más rápida que la del varón.
a. unfruto verde]
70. Lv 20, 15.
71. Para cerciorarse de ::: era consciente del significado del voto.
72. Consagraciones.
73. Un higo no maduro.
74. Pelos de la pubertad.
75. Yeb8, 5.
Nid 6, 1-8 Orden sexto: Purezas - tohorof 1030
CAPÍTULO 6
9. Todos los peces que tienen escamas tienen aletas, pero los hay que tie-
nen aletas y no tienen escamas. Todos los animales que tienen cuernos tienen
pezuñas, pero los hay que tienen pezuñas y no tienen cuernos.
1O. Todo aquello que requiere una bendición al final la requiere también al
principio; sin embargo, hay cosas que requieren una bendición al principio y
no al final.
11. La joven, a la que han crecido dos pelos 85 , puede realizar la ceremonía
de quitar el zapato o contraer el matrimonio del levirato y está sujeta a todos
los preceptos que se describen en la ley. De igual manera, el joven, al que han
crecido dos pelosª6, está sujeto a todos los preceptos que se nombran en la ley.
Se hace apto para hacerse un «hijo rebelde y contumaw 87 desde el momento
en que le aparecen dos pelos (de la pubertad) hasta que se recubre plenamente
la barba88 , la inferior, no la superior, porque los sabios hablaron con un lengua-
je limpio. La joven, a la que le han crecido dos pelos (de la pubertad), no puede
ejercer el derecho de rehusamiento 89 . R. Yehudá afirma (que puede hacerlo)
mientras que lo negro no prevalezca90 .
12. Los dos pelos de los cuales se habla respecto a la vaca roja91 y a las se-
fiales de la lepra92 , como asimismo cualesquiera otros nombrados en cualquier
otro lugar', han de ser (suficientemente largos) como para doblar la punta hasta
la raíz. Éstas son palabras de R. Ismael. R. Elazar93 dice: (Tan largos) como
para que puedan ser apresados por las uñas. R. Aquiba dice: Como para que
puedan ser cogidos por las tijeras.
13. Si una mujer descubre una mancha de sangre (en su ropa)9', éste es un
caso de confusión 95 y ha de temer que pueda ser un flujo. Éstas son palabras de
R. Meír. Los sabios, en cambio, dicen que a causa de una mancha de sangre no
hay que temer que haya habído flujo de sangre.
14. Si una mujer percibe (un flujo de sangre) en el día undécimo, al atarde-
cer96, o al comienzo del periodo de la menstruación, o al final del periodo de la
menstruación, o al comienzo del periodo en el que una hemorragia se considera
flujo, o al final del periodo en que una hemorragia se considera flujo, o en el
día cuadragésimo ( tras el nacimiento) de un varón o en el día octogésimo ( tras
el nacimiento) de una niña, siempre al atardecer, en todos estos casos la mujer
se encuentra confusa97 . R. Josué dice: Antes de ordenar las cosas de las mujeres
insensatas deberías ordenar las cosas de las mujeres sensatas.
CAPÍTULO 7
CAPÍTULO 8
CAPÍTULO 9
l. Si una mujer hace sus necesidades y observa (que expulsa) sangre (al
orinar), R. Meír dice: Si está en pie, es impura; pero si está sentada, pem1anece
pura. R. Yosé afirma que tanto en un caso como en otro permanece pura.
2. Si un hombre o una mujer orinan en una bacinilla y se encuentra allí san-
gre (mezclada) con los orines, R. Yosé declara (a la mujer) pura. R. Simeón, en
cambio, la declara impura, ya que no es habitual en el hombre descargar sangre
y la presunción de la sangre está por parte de la mujer.
3. Si prestó su camisa a una mujer gentil o a una menstruante, puede atri-
buir (la mancha) a una de ellas. Si tres mujeres se han puesto la misma blusa
o si se han sentado sobre un mismo banco y se encuentra en ella sangre, todas
han de ser consideradas impuras. Si se han sentado sobre un banco de piedra o
sobre un poyo de la casa de baño, R. Nehemías las declara pmas. R. Nehemías
acostumbraba, en efecto, a decir: Todo aquello que no es susceptible de impu-
reza no es susceptible (de impureza) por manchas.
4. Si tres mujeres han estado durmiendo en una misma cama y se encuen-
tra sangre debajo de ellas, todas son consideradas impuras. Si una de ellas se
examina y se encuentra impuraª, ella es impura, mientras que las demás per-
manecen puras. También pueden atribuir (la mancha) una a otra. Sí ninguna
de ellas estaba en condición de sufrir una hemorragia 107 , se considera como si
estuvieran en condición.
5. Si tres mujeres han dormido en una misma cama y se encuentra sangre
debajo de la que ocupa la posición del medio, todas se consideran ímpw-as. Si
se encuentra debajo de la que ocupa la parte más interior, las dos que ocupan la
palie más interior se consideran impuras, mientras que la que ocupa !a parte más
externa se considera pura. Si se encuentra debajo de la que ocupa la posición
más externa, las dos que ocupan la posición más externa se consideran impuras,
mientras que la que ocupa la posición más interna se considera pura. R. Yehudá
diceº: ¿Cuándo tiene esto aplicación? Cuando se han introducido en la cama por
la parte de los pies 1°8 . Pero si las tres pasaronc por la parte (más externa), todas
han de ser consideradas impuras. Si una de ellas se examina y se encuentra
pura, ella es pura y las otras dos impuras. Si dos se examinan a sí mismas y se
a. y se encuentra impura ... puras: y se halla pura, es pura y las otras dos, impuras b. R.
Yehudá dice] c. pasaron: subieron
107. Tal como la embarazada, la mujer que está dando el pecho, la anciana.
108. De modo que la que ocupa la posición más interna no ha pasado por encima del
Jugar donde está la mancha.
1035 Mestruanle - nidá Nid 9, 6-9
encuentran puras, éstas son puras y la otra impura. Pero si se examinan las tres
y las tres se encuentran impuras, todas son consideradas impuras. ¿A qué puede
ser esto comparado? A un montón de escombros impuro 109 que se ha confundi-
do con otros dos montones de escombros puros. Si es examinado uno de ellos
y resulta puro, los otros dos se consideran impuros. Si son examinados dos de
ellos y resultan puros, éstos se consideran puros y el tercero impuro. Pero si son
examinados los tres y resultan puros, todos son considerados impuros. Ésta es
enseñanza de R. Meír. R. Meír, en efecto, solía decir: Todo aquello que tenga
presunción de impureza permanece en la impureza en tanto no te' sea sabido
dónde realmente se encuentra la impureza. Los sabios dicen que se ha de hacer
la inspección basta que se alcanza la roca o la tierra virgen 11 º.
6. Siete sustancias son las que se hacen pasar por la mancha 111 : saliva in-
sípida, agua de habas, orina, nitro, lejía, sosa, saponaria. Si el paño ( en el que
se encuentra la mancha) es sumergido (en el agua) y, colocándolo sobre algo
limpio, pasa por la mancha las siete sustancias y no desaparece, se trata en este
caso de un color. Los objetos limpios 112 permanecen puros y no hay necesidad
de practicarles el baño de inmersión. Si la mancha desaparece o palidece, se
trata de una mancha de sangre. En este caso, los objetos limpios han de ser
considerados impuros y hay necesidad de sumergirlos.
7. ¿Qué se entiende por saliva insípida? La de un hombre que no ha sabo-
reado (precedentemente) nada. ¿Agua de habas? Pasta hecha con granos de
habas pe\adas 113 . ¿Orina? Aquella que ha fermentado. Se necesita frotar tres
veces con cada una de las sustancias. Si no se han pasado las sustancias según
su orden o si han sido pasadas las siete simultáneamente, es como si no se
hubiera hecho nada.
8. Toda mujer que tenga un periodo estable le basta (que sea considerada
impura sólo) en el momento (en que sufre el flujo). Estas son (las señales) de
los pe1iodos estables: cuando bosteza, estornuda, cuando siente dolores en la
barriga o en la parte baja del cuerpo, cuando descarga abundantemente, cuando
es afectada por una especie de estremecimiento y otros síntomas parecidos a
éstos. Cuando cualquiera ( de estos síntomas) se repite en ella tres veces, en tal
caso se considera un periodo estable.
9. Si ella estaba acostumbrada a percibir (el flujo de sangre) al comienzo
del periodo, todas aquellas cosas con las que ha tenído trato mientras dura el
periodo son impuras. Pero (si ella estaba acostumbrada a ver el flujo de san-
gre) al final del periodo, todas las cosas con las que ha tratado durante el perio-
do son puras. R. Yosé dice: El periodo se fija también respecto a días y horas.
Así, si una mujer percibe habitualmente el flujo de sangre con el despuntar de
los rayos del sol, queda prohibida sólo con el despuntar de los rayos del sol.
R. Yehudá dice que todo el día• le pertenece a ella114 •
10. Si habih1almente percibe el flujo de sangre el día quince 115 y si, intro-
duciéndose un cambio, lo percibe el día veinte, tanto un día como otro son
días prohibidos 116 • Si durante dos veces se cambia para el día veinte, tanto un
día como otro son días prohibidos. Si durante tres veces se cambia para el día
veinte, el día quince es día permitido y queda fijado para ella (como día del pe-
riodo) el día veinte. En efecto, ninguna mujer puede detenninar (el tiempo) de
su período en tanto no lo pueda determinar tres veces y no puede considerarse
pura del periodo (en un determinado día) en tanto no se vea libre de él en tres
veces (consecutivas).
11. Las mujeres, respecto a su virginidad 117 , son como las cepas de la vid: al-
gunas cepas tienen vino rojo, otras vino negro; unas tienen vino abundante, otras
escaso. R. Yehudá dice: Toda cepa tiene vino; si no lo tiene, es una viña seca 118 •
CAPÍTULO 10
1. Si una chica, que todavía no ha tenido nunca las reglas, se casa, dice
la escuela de Samay que se le han de conceder cuatro noches 119 • La escuela
de Hilel dice: Hasta que sana la herida (de la desfloración) 12º. Si le Uega el
momento del periodo y se casa, la escuela de Samay dice que se le concede la
p1imera noche 121 • La escuela de Hílel, en cambio, afirma: Hasta el término del
sábado, cuatro noches 122 . Sí ya en casa de su padre había sufrido el periodo, la
escuela de Samay ensefia que se le ha de conceder la cópula de obligaciónin.
La escuela de Hile! dice: Toda la noche.
2. Sí una menstruante se ha inspeccionado a sí misma el día séptimo por la
mañana y se ha encontrado limpia, y al atardecer del mismo día no se ha separa-
do 124, en caso de que después de varios días se inspeccione y descubra que está
impura, se ha de presumir que (hasta ese momento) estaba pma. Si el día sépti-
cual. Luego se cambió de opinión y se dijo: Para las cosas santas la tal es como
una persona que hubiera tocado a un impuro con impureza de cadáver' 33 • Éstas
son palabras de la escuela de Hilel. La escuela de Samay dice: Incluso como
un impuro con impureza de cadáver 134 .
7. Están de acuerdo en que puede comer del (segundo) diezmorn, en que
puede apartar la masa 136 y en que puede acercar (varias masas para apartar de
todas ellas la masa) y designarla con el nombre propio (de masa de ofrenda).
(Están asimismo de acuerdo en que) si cae saliva suya o sangre de su purifi-
cación sobre un pan de ofrenda, éste permanece puro. La escuela de Samay
afirma que ella ha de hacer el baño de inmersión al final (de los días de su
purificación). La escuela de Hilel enseña, por el contrario, que no necesita el
baño de inmersión al final (de los días de su purificación).
8. Si sufre un flujo en el día undécimo 137 y en la tarde realiza el baño de
inmersión y luego tiene una unión sexual, l.a escuela de Samay afinna que
(ambos) vuelven impuro aquello sobre lo que se recuestan o sobre lo que se
sientan y están sujetos a un sacrificio. La escuela de Hilel, en cambio, sostíene
que no están obligados a un sacrificio. Si realiza el baño de inmersión al día si-
guiente, tiene una unión sexual y luego sufre un flujo, dice la escuela de Samay
que (ambos) vuelven impuro aquello sobre lo que se recuestan o sobre lo que
se sientan, pero que estan exentos de ofrecer un sacrificio. La escuela de Hile)
afirma que el tal es un voluptuoso. Están de acuerdo en que si tiene un flujo
dentro de los once días y realiza el baño de inmersión en la tarde y luego tiene
una uníón sexual, vuelven impuro aquello sobre lo que se recuestan o sobre lo
que se sientan y están obligados a un sacrificio. Si realizó el baño de inmersión
al día siguiente y luego tuvo una unión sexual, eso es un comportamiento malo.
Su tocamiento y su unión sexual queda en suspenso 13 ~.
CAPITULO 1
3. Lv 11, 38. Esta fórmula se emplea para expresar que un producto se hace susceptible
de impureza en virtud de la ley de Lv l 1, 38.
4. Al humedecer el producto lo hacen susceptible de impureza y, al mismo tiernpo, por
el contacto lo hacen impuro.
5. Literalmente: «el líquido)>.
6. Cayendo después sobre productos que están debajo del árbol o del arbusto.
7. Que lo haga susceptible de impureza.
8. Lv 11, 38.
1041 Habilitantes - makshirín Maksh 1, 6-2, 3
6. Si uno exhala su aliento sobre unas lentejas para comprobar si son bue-
nas9, dice R. Simeón que no se aplica la ley del Si es echada agua. Los sabios,
en cambio, sostienen que sí se aplica. Si uno come sésamo con su dedo 1°, dice
R. Simeón que a la humedad que hay sobre su dedo no se aplica la ley del Si es
echada agua. Los sabios, en cambio, sostienen que sí se aplica. Si uno esconde
en el agua sus productos a causa de los ladrones, no se aplica la ley del Si es
echada agua. Ocurrió una vez que la gente de Jerusalén ocultó sus tortas de hi-
gos en el agua a causa de los expoliadores 11 , y los sabios declararon que el agua
no las hizo susceptibles de impureza 12 • Si uno pone sus productos en la corriente
del río 13 para llevárselos con él, no se aplica la ley del Si es echada agua.
CAPÍTULO 2
CAPITULO 3
no es posible' que uno no se regocije de ello, sino que (se ha de aplicar la ley)
cuando uno (intencionadamente) se para 36 .
6. Si uno ha puesto sobre el t~jado sus aceitunas y llueve sobre ellas, en
caso de que se regocije se le aplica la ley del Si es echada agua. R. Yehudá dice
que no es posibleº que uno no se regocije, sino que (se ha de aplicar la ley) en
caso de que uno ciegue el canalón o remueva las aceitunas en el agua.
7. Si unos arrieros cruzan un rio y les caen los sacos al agua, en caso de que
se alegren de ello se aplica la ley del Si es echada agua. Según R. Yehudá no es
posible' que no se alegren sino que (sólo se ha de aplicar la ley) en caso de que
aquellos vuelquen los sacos 37 • Si los pies de un caminante están llenos de barro
-o si se trata de las patas de una bestia- y cruza un río, en caso de que se alegre,
se aplica la ley del Si es echada agua (a los frutos mojados con el agua de sus
pies). R. Yehudá dice que no es posibled.que no se alegre de ello, sino que (se ha
de aplicar la ley) cuando él se detiene ( en la corriente del rio) y se lava (los pies).
En los hombres y los animales impuros, el agua es siempre impura38 .
8. Si uno sumerge en agua las ruedas de los carros y los yugos de las vacas
cuando sopla el víento del desie11o 39 con el fin de que las grietas se cierren, en tal
caso se aplica la ley del Si es echada agua4°. Si uno conduce a su ganado a beber,
(a los productos que puedan ser impregnados) con el agua que sacan en sus fau-
ces se les aplica la ley del Si es echada agua. En cambio, (a los que pueden ser
humedecidos con el agua que impregna) sus patas, no se les aplica la ley. Pero
si tuvo en consideración que el animal lavara sus patas, entonces se aplica la ley
del Si es echada agua (a los productos humedecidos con el agua) que impregna
sus patas. Cuando las patas del animal están hinchadas y en el tiempo de la trilla,
(el agua que impregna sus patas) siempre hace a los productos susceptibles de
impureza. Si un sordomudo, o un imbécil, o un menor condujo (al animal para
beber), aun cuando tuvieren la idea de que el animal lavara sus patas, no se apli-
ca la ley del Si es echada agua (a los productos humedecidos con el agua que
impregna sus patas), ya que en ellos hubo acción, pero faltó intención.
CAPÍTULO 4
a, b, c, d. no es posible: es posible
36. Se para en el carrúno para que la lluvia impregne el grano.
37. A fin de que el agua impregne a todo el producto.
38. Es decir, hace a los alimentos susceptibles de impureza.
39. Viento oriental, caluroso y seco, que afecta a la Palestina singulannente en mayo
y octubre, muy adecuado para que los utensilios de madera se agrieten.
40. En caso de que el agua de la rueda o del yugo impregne a algún fruto.
Maksh 4, 2-5 Orden sexto: Purezas - tohorot 1046
la ley del Si es echada agua al agua que impregna a la parte exterior del jarro, o
a la cuerda que rodea su cuello, o a la (parte) de la cuerda necesaria. ¿Cuánto se
necesita obligadamente?41 R. Simeón ben Elazar dice: Un palmo. Si (el jarro)
ha sido puesto debajo de un canalón, no se aplica la ley del Si es echada agua
(al agua que impregna a la parte exterior del jarro o a la cuerda).
2. Si cae agua de lluvia sobre una persona, no se aplica (a tal agua) la ley
del Si es echada agua, incluso aun cuando fuera una impureza originante42 .
Pero si ha agitado (el agua), se le aplica la ley del Si es echada agua. Si se
detuvo debajo de un canalón para refrescarse o para lavarse y estaba en estado
de impureza, el agua es impura 43 • En caso de que estuviera en condiciones de
pureza, se aplica (al agua) la ley del Si es echada agua.
3. Si uno da vuelta a un plato sobre el muro a fin de que sea lavado (por
la lluvia), en tal caso se aplica (al agua) la ley del Si es echada agua. Pero si
lo hace con el fin de que el muro no sufra daño, no se le aplica la ley del Si es
echada agua.
4. Si gotea agua (desde el tejado) sobre un jarro44 , dice la escuela de Samay
que se ha de romper45 • La escuela de Hilel, en cambio, sostiene que el jarro
puede ser vaciado. En todo caso están (ambas escuelas) de acuerdo en que un
hombre puede alargar su mano y coger los frutos del interior del jarro no sien-
do éstos susceptibles de impureza.
5. Si el agua (del tejado) gotea en el interior de una artesa46 , al agua que salta
y a la que se desborda no se le aplica la ley del Si es echada agua 47 . Si se quita
de allí la artesa para vaciarla (en otro lugar), dice la escuela de Samay que se le
aplica la ley del Si es echada agua. La escuela de Hílel, en cambio, enseña que
no se le aplica tal ley. Si ha sido colocada de modo que el agua que gotea (del
tejado) caiga en ella, según la escuela de Samay se ha de aplicar la ley del Si es
echada agua al agua que salta y a la que se desborda 4ª. La escuela de Hilel, en
cambio, enseña que no se aplica la ley del Si es echada agua49 • Pero si la artesa
fue quitada para vaciar (el agua en otro lugar), están de acuerdo tanto unos co-
mo otros que se aplica la ley del Si es echada agua. Si una persona sumerge los
utensilios 50 o si uno lava su vestido (en el agua) de una cueva, al agua que sale
impregnando sus manos se le aplica la ley del Si es echada agua, mientras que
al agua que sale impregnando sus pies no se le aplica la ley. R. Elazar dice que
a. es imposible: es posible
51. Que se encuentra en estado de impureza.
52. Porque el agua de la piscina no los ha hecho susceptibles de impureza.
53. El cesto se vuelve impuro con impureza de primer grado y los altramuces, que
están en contacto con el cesto, devienen impuros con impureza de segundo grado. Estos no
pueden transmitir la impureza cuando son producto profano.
54. Con agua apta para la inmersión.
55. Cf. Yad 3, 2.
56. No son habilitados para recibir la impureza.
57. Con impureza originante.
58. Es decir, es impuro en primer grado.
59. Debido a que los objetos sólo se hacen impuros por una impureza originante.
60. Es decir, si cae en ella un fruto, es hecho susceptible de impureza.
61. Cf. Miqw 8, l. Cubo de madera que se emplea para sacar agua de un pozo profundo.
62. Que sería el tiempo necesario para que el cubo de madera se secara.
Maksh 5. 1-7 Orden sexto: Purezas - tahorot 1048
CAPITULO 5
C..tj>ÍTlJLO 6
1. Si uno sube al tejado sus productos por razón de los gusanos y cae sobre
ellos el rocío, no se les aplica la ley del Si es echada agua. Sin embargo, si lo
hizo con esa íntención, se les aplica la ley del Sí es echada agua. Pero si los
subió un sordomudo, o un idiota, o un menor, no se les aplica la ley del Si es
echada agua a pesar de que tuvieran la intención de que cayera sobre ellos el
rocío, ya que lo que cuenta en ellos es el hecho y no la intención.
2. Si un hombre sube al tejado una brazada (de hortalizas), o higos tallados,
o ajos a fin de que se conserven bien, no se les aplica la ley del Si es echada
agua (en caso de que caiga sobre ellos el rocío). Todos los fajos de hortalizas
en el mercado son irnpuros81 • R. Yehudá los declara puros cuando son horta-
lizas frescas. R. Meír dice: ¿Por qué entonces los declararon impuros? Sólo a
causa del líquido de la boca8'. Todos los tipos de harina y de flor de harina del
mercado se consideran impuros. El grano partido en dos, tres o cuatro partes,
es implll'o en cualquier lugar 83 .
3. Todos los huevos están en la presunción de la pureza, a excepción de los
que pertenecen a los vendedores de líquidos. Pero si venden también productos
secos, son puros. Todos los pescados han de ser presumidos puros. R. Yehudá
dice: Los trozos del ailatit 84 , el pescado egipcio que es traído en cestos y el atún
español tienen la presunción de estar en estado de pureza. En cambio, todo tipo
de salmuera se presume impura. En relación con cualquiera de ellos es digno de
crédito una persona ignorante85 cuando dice: «Son puras»86 , a excepción de la
salmuera de pescado, ya que ésta es confiada a una persona ignorante. R. Elie-
zer ben Jacob dice que, si cae cualquier cantidad de agua sobre una salmuera
pura, se hace susceptible de impureza.
4. Hay siete líquidos 87 : el rocío, el agua, el vino", el aceite, la sangre, la
leche y la miel de abeja. La miel de avispa no hace al producto susceptible de
impureza y está permitida para comida.
5. Los derivados del agua son: lo que fluye del ojo, del oído, de la na1iz, de
la boca; el orín, ya sea de personas mayores o de niños, ya sea expelido volun-
tariamente o involuntariamente. Los derivados de la sangre son: la sangre de
la inmolación de los animales domésticos, de las bestias salvajes y de las aves
puras, y la sangre que se hace salir para bebida. El suero de la leche se considera
como leche. El mosto de la aceituna es como aceite, porque el jugo de la acei-
tuna no se aparta de la categoría del aceite. Éstas son palabras de R. Simeón.
R. Meír dice (que es como aceite) incluso aunque no haya en él aceite. La sangre
de un reptil se considera como su carne: contamina, pero no hace a un producto
susceptible de impureza. No tenemos nada que se le asemeje 88 .
6. Las cosas siguientes propagan impureza y hacen a un producto suscep-
tible de impureza: el flujo del blenorreico, su saliva, su semen, sus orines, un
a. el vino]
81. Ya que se asperjan para conservarlos frescos y porque se tocan con manos impuras.
82. Los vendedores solían deshacer el nudo del manojo sirviéndose de los dientes.
83. A causa de que previamente han sido humedecidos.
84. Nombre de un pescado desconocido.
85. 'Am ha-ares (gente del país), «uno del pueblo».
86. Es decir, que no se han hecho susceptibles de impureza.
87. Que hacen a un producto susceptible de impureza.
88. Que carne y sangre, en la misma cuantía, propaguen impureza.
.051 Habilitantes - makshirín !Vlaksh 6, 7-8
El tratado Zabim (los que sufren de tlujo) es un desarrollo de las leyes de pureza (Lv
15, 1-15) que concierne a los varones que sufren de flujo de semen. La anormalidad se
constata cuando un hombre sufre tres flujos en un solo día o en días consecutivos. El
hombre zab comunica la impureza de asiento (midrás), esto es, hace impuro todo lo que
sirve para recostarse, sentarse o cabalgar, ya estando de pie, sentado, acostado, colgado o
apoyado. Los objetos que han contraído esta impureza contaminan al hombre y sus ropas
de siete maneras. El zab comunica también la impureza de acercamiento (maddaj), es
decir, a lo que está encima de ellos. incluso sin tocarlo. Al zab se asimilan en situación la
mujer que sufre un flujo anormal de sangre, la menstrnante y la parturienta. E! zab tenía
que contar siete días limpios, luego cambiaba sus ropas y realizaba un baño de inmersión
en aguas de rnanantíal. En el día octavo ofrecía un sacrificio de dos tórtolas o dos picho-
nes, uno como sacrificio por el pecado y otro como holocausto.
El tratado comprende cinco capítulos:
Cap. l: Cuándo se puede decir que un hombre padece de flujo.
Cap. 2: Quiénes pueden devenir zabim, casos dudosos, examen de !os factores exter-
nos del flujo, los días que se fijan son de veinticuatro horas, maneras en que propaga la
impureza al asiento o lecho, poder contaminante de éstos,
Cap. 3: Maneras en que un zab contamina a un hombre puro.
Cap. 4: Contínúa lo anterior, impureza de la menstruante, impureza de acercamiento,
diferencia con otras impurezas.
Cap. 5: Efectos contaminantes sobre alimentos, bebidas y objetos susceptibles de
purificación por inmersión.
CAPÍTULO l
J. Si una mujer dentro de los once días que siguen a la semana de la menstruación tiene
un flujo de sangre, tiene que observar si al día siguiente tiene de nuevo el flujo. Durante ese
día hace impuro asiento y lecho. Cf. Pes 8, 5; Meg 2, 4; Níd 4, 7; Hor 1, 3.
2, Cf. Lv 15, 16ss. El tal contamina sólo por contacto.
Zab 1, 2-5 Orden sexto: Purezas • tohorot 1054
es un zab total. La escuela de Hilel dice que el tal contamina lecho y asiento, ha
de sumergirse (para su purificación en un baño) de aguas de manantiaP y está
exento del sacrificío4. R. Elazar ben Yehudá afirma que la escuela de Samay
está de acuerdo en que el tal no es un zab completo. ¿En qué están en desacuer-
do? En que si uno percibe dos flujos o uno tan abundante como si fueran dos, sí
al día siguiente queda interrumpido el flujo y al tercero observa un flujo, según
la escuela de Samay, el tal es un zab completo. En cambio, la escuela de Hile!
enseña que el tal contamina lecho y asiento, necesita el baño de inmersión (en
una fuente) de aguas de manantial, pero está exento del sacrificio.
2. Sí uno observa que sufre una descarga de semen al tercer día del recuento
tras su flujo\ según la escuela de Samay, quedan anulados los dos días ante-
riores. La escuela de Hile!, en cambio, afirma que sólo queda anulado aquel
día6 • R. Ismael dice que si observa que sufre un flujo en el día segundo, queda
anulado el día anterior. R. Aquiba enseña que es lo mismo si uno observa que
sufre el flujo en el día segundo o en el día tercero, ya que la escuela de Samay
afirma que quedan anulados los dos días anteriores y la escuela de Hile! sostiene
que queda sólo anulado aquel día. Pero están de acuerdo en que si uno observa
que sufre el tlujo en el día cuaito, sólo queda anulado aquel día, en caso de que
se trate de una descarga de semen. En cambio, si se trata de un tlujo, quedan
anulados todos los días precedentes, aun cuando comiere en el día séptimo.
3. Sí uno observa que sufre un flujo un día y dos al día siguiente, o dos un
día y uno al día siguiente, o tres en tres días o en tres noches, el tal es un zab
completo.
4. Si uno observa que sufre un flujo, Juego se le inten-umpe el tiempo sufi-
ciente como para poder hacer un baño de inmersión y secarse, y observa des-
pués que sufre dos flujos o uno tan abundante como si fueran dos juntos, o sí
obsen1a que sufre dos flujos o uno tan abundante como si fueran dos, luego se le
interrumpe el tiempo suficiente como para poder hacer un baño de inmersión y
secarse, y luego observa que padece otro flujo, el tal es un zab completo.
5. Si uno obse1va que sufre un flujo tan abundante como si fueran tres jun-
tos, es decir, (tan continuado como el tiempo que se requiere para ír) desde Gad
Yaván 7 a SiloéS, que es tiempo suficiente como para hacer dos inmersiones y
secarse dos veces., el tal es un zab completo. Si m10 observa que sufre una polu-
ción tan abundante como si fueran dos juntas, comunica impureza de lecho y de
asiento9, necesita el baño de inmersión {en una fuente) de aguas de manantial,
pero está exento del sacrificio. R. Yosé afirma que no hablaron de un flujo tan
abundante sino en cuanto que hay suficiente para hacer de él tres.
CAPÍTULO 2
a. se le ha de examinar}
3. Si uno observa que ha tenido una eyaculación 17, no contrae impureza por
flujo en veinticuatro horas. R. Yosé dice: Sólo en aquel día. Si un gentil observa
que ha tenido una eyaculación y se hace a continuación prosélito, contrae inme-
diatamente impureza por razón del flujo. Si una mujer observa que ha tenido un
flujo de sangre 18 o si tiene un parto 19 dificil, (el tiempo prescrito) es de veinti-
cuatro horas 2°. Si uno golpea a su esclavo (y éste continúa viviendo) uno o dos
días 21 , (los días) han de consíderarse de veinticuatro horas. Si un pe1rn come
carne de un cadáver, se consideran los tres días como días de veinticuatro horas.
En ese tiempo es como si estuviera en su condición primitiva22 •
4. El que padece flujo contamina aquello sobre lo que yace23 de cinco mane-
ras de modo que vuelve impuro al hombre y vuelve impuro al vestido: estando
de píe, estando sentado, estando acostado, estando colgado, estando apoyado.
Aquello sobre lo que yace contamina al hombre de modo que vuelve impuros
a los vestídos: estando en pie o sentado, o acostado o colgado, o apoyado o por
contacto o por acarreo.
CAPÍTULO 3
al impuro. Si tiran ambos de unacuerda 2s, (el puro se hace impuro). Los sabios,
en cambio, afirman que (el puro se hace impuro) sólo cuando uno tira hacia un
lado y el otro hacia otro. Si ambos tejen conjuntamente, ya de pie, ya sentados,
o sí ambos muelen conjuntamente, (el puro se vuelve impuro). R. Simeón, en
cambio, declara puro (al que estaba puro) a no ser cuando muelen con un mo-
lino de mano. Si descargan o cargan conjuntamente a un asno, son impuros29
cuando la carga es pesada y puros cuando la carga es ligera. Pero, en cualquier
caso, (el que era puro) permanece puro para los miembros de la comunidad,
pero impuro para aquellos (que comen) ofrenda.
3. Si un hombre que sufre de flujo y un hombre en estado de pureza se sien-
tan conjuntamente en un gran barco -¿Qué se entiende por gran barco? Según
R. Yehudá, aquel que no puede ser bamboleado por un hombre solo-, o si se
sientan sobre un tablón, o sobre un banco, o sobre el armazón de una cama, o
sobre una barra cuando no se bambolean; si trepan ambos a un árbol firme o a
una rama vigorosa, o si suben a una escalera tiría 30 o a una egipcia cuando está
fijada con un clavo, o a una rampa, o a una viga, o a una puerta cuando no ha
sido vigorizada con barro, aunque sólo sea de un lado, (el que estaba puro y
sus vestidos) permanecen puros. Si uno en condiciones de pureza golpea a otro
que está en estado de impureza, aquél permanece puro. Pero sí uno en estado
de impureza golpea a uno que está en condiciones de pureza, éste se vuelve
impuro, ya que si el puro se retirase, el impuro se caería31 .
CAPÍTULO 4
aceite ... , R. Yosé dice: También si golpea la viga del guardián de un baño (de
modo que caiga un pan de ofrenda), éste permanece puro.
3. Si golpea una puerta, o un cerrojo, o un candado, o un remo, o el cesto
del molino, o un árbol endeble, o la rama débil de un árbol robusto, o una esca-
lera egipcia cuando no está fijada con un clavo, o una rampa, o una viga, o una
puerta cuando no está afirmada con barro, éstos se hacen impuros. Si golpea
una caja, o un cajón, o un armario, éstos se vuelven impuros. R. Nehemías y
R. Simeón, en cambio, declaran a éstos puros.
4. Si un hombre que sufre de fütjo se recuesta sobre cinco bancos o sobre
cinco sacos, en caso de que estén dispuestos según su longitud36 , éstos se vuel-
ven impuros 37; pero en caso de que estén dispuestos según su anchura38 , son
puros. Si durmió sobre ellos (según su anchura) y tiene duda de que se haya
cambiado de posición (colocándose a lo largo de su longitud), se consideran
impuros. Si se ha recostado sobre seis sillas, los dos brazos sobre dos de ellas,
las dos piernas sobre dos de ellas, la cabeza sobre una y el cuerpo sobre otra,
sólo contrae impureza la que está bajo su cuerpo. Si está de pie sobre dos sillas,
dice R. Simeón que si están alejadas una de otra, permanecen puras.
5. Si hay diez mantos, uno encima de otro, y duerme encima del más su-
perior, todos se vuelven impuros. Si un hombre que sufre de flujo estuviere en
el platíllo de una balanza y los objetos que pueden servir de lecho o de asiento
estuvieren en el otro platíllo, en caso de que se inclinara la balanza a favor del
zab, aquellos objetos permanecen puros 39 . Pero sí se inclina la balanza a favor
de los objetos, éstos se vuelven impuros. R. Simeón dice: Si se trata de un
único objeto, es impuro; pero si son varios, pennanecen puros, ya que ninguno
soportó la mayor parte (del cuerpo del zab).
6. Si un hombre que sufre de flujo estuviere en el platillo de una balanza y
alimentos y bebidas estuvieren en el otro platillo, éstos se vuelven impuros. Si
estuviere (en un platillo) un cadáver, todo (lo que estuviere en el otro platillo)
permanecería puro40, a excepción del hombre. Aquí se aplica mayor severidad al
hombre que sufre de flujo que al cadáver, pero también se aplica mayor rigurosi-
dad al cadáver que al hombre que padece de flujo, ya que el hombre que padece
de flujo hace a aquello que le sirve de lecho o de asiento (impuro), de modo que
éstos propagan impureza al hombre y a los vestidos y propagan también la im-
pureza de acercamiento41 , de modo que contamina a alimentos y bebidas, impu-
reza que no propaga un cadáver. Pero también se aplica mayor rigor al cadáver,
ya que el cadáver propaga impureza como tienda42 y comunica la impureza de
siete días, impureza que no comunica el hombre que sufre de flujo.
7. Si está sentado sobre la cama y hay cuatro paños debajo de los cuatro
pies de la cama, éstos se vuelven impuros, ya que la cama no puede sostenerse
sobre tres pies. R. Simeón, en cambio, los declara puros. Si cabalga sobre los
lomos de una bestia y hay cuatro paños debajo de las patas de la bestia, aqué-
llos pennanecen puros, ya que la bestia puede sostenerse sobre tres patas. Pero
si hay un solo paño debajo de las dos patas delanteras o de las dos traseras o
debajo de una pata delantera y de otra trasera, se vuelve impuro. R. Yosé dice
que el caballo comunica la impureza con sus patas traseras y el asno con sus
patas delanteras, ya que el caballo se apoya sobre !as patas traseras y el asno
sobre las patas delanteras. Si se sienta sobre la viga de una prensa de aceite, los
objetos que están en el cesto de la prensa se vuelven impuros. Pero si se sienta
sobre la prensa de un lavandero, los objetos que están debajo de ella permane-
cen puros. R. Nehemías, en cambio, los declara impuros.
CAPÍTULO 5
a. apto + para hacer impuro (lo que sirve para echarse .. .)}
munica impureza en dos grados 49 e invalida (la ofrenda) en otro grado 50• Si se
hanª separado 51 , comunica impureza en un grado e invalida en otro grado; 2• Si
el impuro está arriba y el puro debajo 53 , comunica impureza en dos grados e
invalida (la ofrenda) en otro grado. Si se han separado, contamina en un grado
e invalida en otro. Si encima (de la hiiera de piedras) se hallan alimentos o
bebidas u objetos aptos para recostarse o sentarse sobre ellos, o susceptibles
de la impureza de acercamiento54 (y debajo estuviera el dedo del hombre que
sufre de flujo), comunican impureza en dos gradosb e invalidan en otro. Si se
han separado, comunican impureza en un grado e invalidan en otro. Si objetos
aptos para recostarse o sentarse en ellos están debajo, comunican impureza en
dos grados e invalidan en otro. Si se han separado, comunican impureza en dos
grados e invalidan (la ofrenda) en otro. Si alimentos o bebidas o todo lo que es
susceptible de impureza de acercamiento estuvieran debajo, permanecen puros.
3. Debido a que establecieron que todo aquello que transporta o es trans-
portado sobre algo apto para recostarse en ello permanece puroC, a excepción
del hombre. Igualmente, todo aquello que transp01ia o es transportado sobre
una carrofia permanece puro, a excepción del que lo mueve 55. R. Eliezer dice:
También el que lo transporta. Todo aquello que transporta o es transportado
sobre un cadáver permanece puro, a excepción de lo que proyecta su sombra
sobre él y del hombre que lo mueve 56.
4. Si una parte de un hombre impuro 57 descansa sobre uno que se halla en
condiciones de pureza, o si una parte de un hombre puro descansa sobre uno
que es impuro, o si las partes conectadas 5s de un hombre impuro descansan
sobre un hombre puro, o si las partes conectadas de un hombre puro descan-
san sobre un hombre impuro, (el hombre puro) se vuelve impuro. R. Simeón
dice: Si una parte de un hombre impuro descansa sobre un hombre puro, éste se
vuelve impuro; pero si una parte de un hombre puro descansa sobre un hombre
impuro, aquél permanece puro.
5. Si un hombre impuro 59 descansa sobre una parte de algo que es apto
para recostarse sobre ello, o si un hombre puro (o la mayor parte de su cuerpo)
a. Si se han separado ... en otro grado} b. dos grados: un grado e.permanece puro]
49. Contamina al que está sobre las piedras con impureza origínante, es decir, lo hace
padre de impureza. Este comunica a lo profano impureza de primer grado por contacto, que
a su vez comunica por contacto impureza de segundo grado.
50. Lo impuro de segundo grado comunica a la ofrenda impureza de tercer grado, que la
hace inválida (cf. Kel 19, 4).
51. Ya se baje el puro del muro o retire el zab su dedo.
52. Es decir, contrae impureza de primer grado.
53. Aunque sea sólo con un dedo. En este caso es como si el puro transportase al hombre
que sufre de flujo.
54. Cf. Par 10, 1 (nota 123).
55. Kel l.2.
56. Aunque no lo toque.
57. Tal como si un zab coloca su dedo sobre un hombre puro o a la inversa.
58. Pelos, uñas, dientes (cf. Ohal 3, 3).
59. O la mayor parte de su cuerpo.
1061 Los que sufren flujo - zabim Zab 5, 6-10
descansa sobre algo que es apto para recostarse sobre ello, (lo que era puro) se
vuelve impuro. Si una parte de un hombre impuro descansa sobre algo que es
apto para recostarse sobre ello o si una parte de un hombre puro descansa sobre
algo que es apto para recostarse sobre ello, (lo que era puro) permanece puro.
Resulta, pues, que la impureza puede ser introducida o puede salir a través' de
una pequeña parte (de aquello que es apto para recostarse sobre ello). De igual
modo, si un pan de ofrenda es colocado sobre algo que es apto para recostarse
sobre ello y hay un papel en medio, ya se encuentre (la impureza) arriba o aba-
jo, permanece puro. Asimismo, si una piedra estuviese afectada por los signos
de la lepra, (el pan) permanece puro. Sin embargo, R. Simeón lo declara en
este caso impuro.
6. Si W1 hombre toca a otro hombre o mujer que padecen de flujo, o a una
menstruante, o a una parturienta, o a un leproso, o a aquello sobre lo que éstos se
han recostado o sentado, comru1ica impureza en dos grados e invalida (la ofren-
da) en otro 60 • Si se han separado, comunica impureza en un grado e invalida (la
ofrenda) en otro. Es lo mismo el que toca que el que mueve que el que transporta
o es transportado.
7. Si un hombre toca el flujo de uno que sufre de flujo, o su saliva, o su
semen, o sus orines, o la sangre de una menstruante, comunica impureza en dos
grados e invalida (la ofrenda) en otro. Si se separan, comunica impureza en un
grado e invalida (la ofrenda) en otro. Es lo mismo que toque o que lo mueva.
R. Eliezer dice: O si lo transporta.
8. Si uno transporta el carro 61 o si es transportado en él o si lo mueve, co-
munica impureza en dos grados e invalida (la ofrenda) en otro. Si se separa,
contamina en un grado e invalida (la ofrenda) en otro. Si transporta una carroña
o agua de purificación suficiente para una aspersión, comunica impureza en
dos grados e invalida (la ofrenda} en otro. Si se separa, comunica la impureza
en W1 grado e invalida (la ofrenda) en otro.
9. Si un hombre come la carroña de W1a ave pura y (el bocado) está toda vi a
en su faringe 62 , comunica impureza en dos grados e invalida (la ofrenda) en
otro. Si introduce su cabeza63 en el vano de un hornillo 64 permanecen puros él
y el hornillo. Pero si Jo vomita o si lo traga, comunica impureza en un grado e
invalida (la ofrenda) en otro. Mientras está (el bocado) en su boca, en tanto no
lo trague, permanece puro.
10. Si un hombre toca (el cadáver) de un reptil o semen (humano), o uno
que está contaminado con la impureza de cadáver, o a un leproso en los días
de su cuenta65 , o agua de purificación en una cantidad que no es suficíente para
CAPiTULO 1
1. Un sacerdote que amontona las piezas de mnasa)) que recoge de las distintas familias.
2. La jalá, la torta, el bollo o el trozo de masa que se debla ofrecer al sacerdote (cf. el
tratado de la «masa)) [jalá]).
3. De modo que al separar los trozos de una masa se van en otra.
4. El impuro que realizó el bario de inmersión en el día no queda plenamente purificado
hasta la puesta del sol, de modo que no puede comer alimentos santos (Lv 22. 7). No con-
tamina a personas, objetos y comidas profanas antes de la puesta del sol. A la ofrenda y a los
alimentos y bebidas sagradas los hace inválidos para su degustación, pero no los contamina
de modo que éstas propaguen impureza.
5. Que se necesita para la ofrenda.
TebY 1,2-5 Orden sexto: Purezas - tohorol l064
primer hervido de alubias, o espuma de vino nuevo -R. Yehudá dice: También
la del arroz-, enseña la escuela de Samay respecto a estas cosas que constitu-
yen una unión (para comunicar impureza cuando son tocadas) por uno que ha
realizado el baño de inmersión en aquel mismo día. La escuela de Hile\ afirma,
en cambio, que no constituyen una unión. Pero están de acuerdo en que (sirven
de unión cuando son tocadas por otro tipo) de impureza, sea ligera6 o grave 7.
2. Si uno amontona trozos de masa con la intención de no separarlos lue-
go, o si cuece panes finos unos sobre otros en el horno después de que se han
endurecido, o si hay burbujas en el agua que no están huecas 8, o espuma del
segundo hervido de alubias, o espuma de vino viejo, o de aceite en cualquier
circunstancia, o de lentejas -R. Yehudá dice; También la de habas-, los tales
contraen impureza (y sirven de unión para la impureza) en caso de ser tocados
por uno que ha realizado el baño de inmersión en aquel mismo día; no es nece-
sario decir (que devienen impuros si son tocados por otras) impurezas.
3. La punta de detrás del pan9 , o el pequeño grano de sal 10, o la parte
quemada (del pan) de menor extensión que un dedo -R. Yosé afirma: Todo lo
que se come conjuntamente con el pan- contraen impureza (y sirven de unión
para la impureza) cuando son tocados por uno que ha realizado el baño de in-
mersión en aquel día y no se diga ya (cuando son tocados) por otra impureza.
4. Una piedrecita en el pan o un grano grande de sal (en la hogaza), o un
altramuz (en el pan), o una parte quemada (en el pan) más grande que un dedo
-R. Yosé dice: Todo lo que no se come conjuntamente con él- pem1anecen
puros (y no sirven como unión de la impureza) incluso sí son tocados por una
impureza originante y no se necesita decir ya nada sí son tocados por uno que
ha realizado el baño de inmersión en aquel mismo día.
5. Cebada y espelta sin descascarillar, ranúnculo, asafétida, raíces de (una
especie) de asafétida-R Yehudá dice: También guisantes negros-permanecen
puros aun cuando fueren tocados por una impureza originante, no digamos ya
cuando son tocados por uno que ha realizado el baño de inmersión en aquel
mismo día. Éstas son palabras de R. t-.'1eír. Los sabios, en cambio, afirman que
peooanecen puros si son tocados por uno que ha realizado el baño de inmersión
en aquel mismo día, pero que contraen impureza sí son tocados por cualquier
otra impureza. Cebada o espelta descascarillados, grano de trigo, ya esté con su
cascarilla o no, comino negro, sésamo, piruiento 11 -R. Yehudá dice: También
habas blancas-, contraen impureza si son tocados por uno que ha realizado el
baño de inmersión en aquel mismo día y no es necesario decir si son tocados por
cualquier otra impureza.
CAPITULO 2
12. Tales como saliva, orina, lágrimas, sangre de una herida, leche de una mujer,
13. Cf. Par 8, 7.
J4. A saber, el flujo, la saliva y la orina del que sufre de fluJo; el flujo, la saliva y la orina
le la mujer que sufre de flujo, la menstruante o la parturienta, y el semen humano aún húmedo.
15. Ya que la ofrenda que sólo se ha vuelto inválida no comunica impureza.
16. Juntamente con el aceite.
J 7. En la que sólo contrae impureza la parte tocada.
18. Ya que la costra de caldo o jugo coagulado no sirve de unión.
TebY 2, 6-8 Orden sexto: Purezas - tohorot 1066
lo que sea sacado con él sirve de unión entre uno y otro. R. Yojanán ben Nurí
dice, en cambio, que ambos 19 sirven de unión. Lo mismo vale para legumbres
que forman una costra sobre trozos de pan. Las legumbres que están en una olla
no se consideran como unión cuando están separadas, pero cuando forman una
masa se consideran como unión 20 • Si forman muchas masas, se hace cuenta de
ellas 21 , Si flota aceite sobre vino y uno que ha realizado en aquel mismo día el
baño de inmersión toca al aceite, no vuelve ínválido sino al aceite. R. Yojanán
ben Nurí dice: Ambos sirven de unión.
6. Si una jarra (con vino de ofrenda) se sumerge en una cisterna llena de
vino (de producto profano) y la toca uno que ha realizado el baño de inmersión
en aquel mismo día, en caso de que la toque por su boca hacia la parte interna,
sirve de unión 22 ; pero si la toca por su boca hacia la parte externa, no sirve de
unión. R. Yojanán ben Nurí dice que incluso (si el nivel de vino de la cisterna
supera) la altura de un hombre (a la jarra sumergida) y toca (el vino) inmedia-
tamente frente a la boca de la jarra, sirve de unión ( de modo que hace inválido
el vino de la jarra}.
7. Si una jarra (de vino de ofrenda} está agujereada, ya sea en su boca, o
en su fondo, o en su costado, y uno que ha realizado el baño de inmersión en
aquel mismo día toca al orificio, se vuelve impura23 . R. Yehudá dice que (si el
orificio) está en la boca o en el fondo (de la jarra), (el vino)14 se hace inválido;
pero sí está en los costados, ya sea a la derecha o a la izquierda, permanece
puro. Sí es vaciado (un líquido) de un recipiente a otro y uno que ha realizado
el baño de inmersión en aquel mismo día toca el chorro 2 5, en caso de que haya
(suficiente en el recipiente inferior), queda neutralizado (lo que toca) en el
ciento más uno'6 .
8. Si una burbuja27 en la jarra está agujereada por la parte interna y por la
parte externa, ya se encuentreª en la parte alta o ya en la parte baja (de la burbu-
ja), o ya (los dos orificios) estén frente por frente, se hace impura si es tocada
por una impureza originante 28 y se hace impura si se encuentra en una tienda
donde yace un muerto 29 • Si el orificio interior está debajo y el exterior arriba, se
hace impura si es tocada por una impureza OJiginante y se hace también impura
sí se encuentra en una tienda donde yace un muerto. Pero si el orificio interior
está arriba y el exterior abajo, permanece pura en caso de ser tocada por una
impureza originante, aunque se hace impura si se encuentra en una tienda don-
de yace un muerto.
CAPÍTULO 3
1. Todos los asideros de los frutos 30 que sirven de conectivos (para comu-
nicar la impureza) cuando son tocados por una impureza originante, sirven
también de conectivos cuando son tocados por uno que ha realizado el baño de
inmersión en el mismo día. Sí un alimento ha sido dividido, pero queda todavía
una parte unida, dice R. Meír que si uno coge la parte grande y la pequeña es
alzada con aquélla, la pequeña se equipara a la grande 31 • R. Yehudá enseña que
si uno coge la parte pequeña y la grande es alzada con ella, la grande se equi-
para a la pequeña. R. Nehemías dice (que esto se aplica si un.o coge una parte)
que es pura. Los sabios, en cambio, afirman que (se aplica si se agarra la par-
te) que está impura. En todos los demás frutos, cuando es habitual cogerlos por
las hojas, se cogen por las hojas, y cuando es habitual cogerlos por el tallo, se
cogen por el tallo 32 •
2. Si un huevo batido es puesto encima de unas hortalizas de ofrenda y uno
que ha realizado el baño de inmersión en aquel mismo día toca al huevo, no
vuelve inválido sino el tallo (de las hortalizas) que está directamente frente (al
huevo que ha tocado). R. Yosé dice, sin embargo, (que se hace inválido) todo
el estrato superior (de los tallos). Si el huevo queda como si fuera un sombre•
ro 33 , no sirve de conectivo.
3. Si un hilito de huevo ha quedado solidificado en el lateral de una sartén
\' lo toca uno que ha realizado el baño de inmersión en aquel mismo día, en
~aso de que (el hilillo de huevo quede) por la parte del borde hacia adentro,
,irve de conectivo, pero si queda por la parte del borde hacia afuera, no sirve
:le conectivo. R. Yosé dice que sólo el hilillo y lo que se desprenda de él (sir-
ve de conectivo). Lo mismo se aplica a las legumbres que han formado una
~ostra en el bordillo de la olla.
4. Si una masa de harina es mezclada con masa de ofrenda o si es fermenta-
fa con levadura de ofrenda, no es invalidada en caso de ser tocada por uno que
1a realizado el baño de inmersión en aquel mismo día. R. Yosé y R. Simeón,
~n cambio, dicen que la invalida. Si una masa de harina es hecha susceptible
30. El rabillo del que penden las frutas o al que se echa mano para comerlas. Cf. Uq 1, 1.
31. Es decir, las dos sirven de conectivo para comunicar la impureza.
32. Si, en el primer caso, al tomar el producto por las hojas se alza también el tallo, sir-
1en arnbos de conectivo; en caso contrario, no sirven. En el segundo caso ocurre en sentido
nverso.
33. No mezclándose con las hortalizas.
TebY 3, 5--4, 1 Orden sexto: Purezas • tohorot 1068
CAPÍTULO 4
El tratado Yadayim (manos) desarrolla las disposiciones sobre la impureza de las ma•
nos y su purificación. El precepto de purificar las manos es rabínico, no bíblico. El Talmud
atribuye a Salomón la norma de purificar las manos antes de tocar los alimentos (Shab
15a). A principios del siglo I d.C., este rito de purificación aparece entre las dieciocho
disposiciones de la escuela de Samay que prevalecieron sobre la opinión de la de Hile!. Se
establecía allí que las manos debían ser lavadas antes de tocar una ofrenda, pues ellas están
constantemente en contacto con cosas impuras y supone una falta de respeto tocar la ofren-
da sin lavarlas. Para favorecer la observancia de esta norma se estableció luego que las
manos tienen siempre la impureza de segundo grado y que su contacto invalida la ofrenda.
Después, el rito de la purificación se extendió a la ingesta de los alimentos profanos (Hag
2, 4). Con esta pedagogía, se aseguró que la ofrenda no fuese tocada con manos impuras.
El tratado contiene cuatro capítulos:
Cap. 1: Cantidad de agua mínima que emplear en el rociado de las manos, recipientes
que se han de usar, calidad del agua, personas aptas para verter el agua sobre las manos.
Cap. 2: Las dos aguas, efecto del contacto de pan de ofrenda con el agua del rociado,
extensión del rociado en la mano, casos de duda.
Cap. 3: Causas de la impureza de las manos, normas generales. Impureza por con-
tacto con las Escrituras, con las filacterias. Cuestión de sí el Cantar de los Cantares y el
Eclesiastés manchan las manos.
Cap. 4: Decisiones tomadas el día en que R. Elazar ben Azarías fue nombrado jefe
de la academia de Yavne, especialmente en torno a las secciones arameas de Esdras y
Daniel y a las diferencias entre saduceos y fariseos.
CAPÍTULO}
2. Se pueden rociar las manos con cualquier recipiente, incluso con reci-
pientes hechos de estiércol, o de piedra, o de barro. No se puede hacer el rociado
de las manos sirviéndose del costado de un recipiente (roto), o del fondo de un
cántaro, o del tapón (de arcilla) de una jarra. No se pueden rociar las manos del
compañero sirviéndose de los cuencos de las manos, ya que el agua de purifi-
cación no se puede recoger, santificar y asperjar sino con un recipiente, y, del
mismo modo, no se puede rociar (el agua) para las manos sino con un recipiente.
Sólo recipientes con tapadera hermética ofrecen protección (contra la impureza
de la tienda cuando yace en ella un cadáver)3 y sólo recipientes ofrecen protec-
ción contra (la impureza proveniente) de recipientes de arcilla4 •
3. Si el agua no es servible para bebida de los animales y se encuentra en
un recipiente, no es servible (para la purificación de las manos). Sin embargo,
sí se encuentra en el suelo, es servible .. Si cae en el agua tinta, o goma, o vitrio-
lo, y cambian su color, no es servible. Si se ha realizado con ella un trabajo 5 o
si se ha puesto a remojo en ella pan, no es servible. Simeón de Temán 6 dice:
Incluso aun cuando hubiera tenido la intención de poner a remojo ( el pan en un
recipiente), pero hubiere caído en otro, (el agua) es servible1 .
4. Si lavó en ella objetos o limpió en ella utensilios de medida, no es servi-
ble. Sí lavó en ella objetos ya lavados o nuevos, es servible. R. Yosé, en cambio,
declara que no es servible (cuando ha lavado en ella) objetos nuevos.
5. El agua en la que el panadero sumerge la masa del pan8 es inservible. Pe-
ro en la que enjuaga sus manos sirve9• Todos son aptos para echar agua sobre las
manos, incluso un sordomudo, un idiota o un menor. Se puede colocar una jarra
entre las rodillas y recibir así (el agua). Se puede inclinar sobre un costado una
jarra y recibir así (el agua). Incluso un mono puede rociar con agua las manos.
R. Yosé, sin embargo, lo declara inválido en estos dos (últimos) casos.
CAPÍTULO 2
l. Si uno rocía una sola mano con un solo choITO, su mano se vuelve pura.
Pero si son las dos manos con un solo chorro, R. Meír las declara impuras en
tanto no vierta al menos un cuarto de log de agua. Si cae un pan de ofrenda ( en
el agua) 1º, permanece puro 11 • R. Yosé, en cambio, lo declara impuro.
12. Cf. 1, L
13. En el texto, última.
14. La astilla o la piedra supondría una interposición entre el agua y la mano, impidien-
do la purificación de la mano.
15. Cf. Kel 17, 13; Miqw 6, 7.
16. Debido a que la segunda agua se welve impura por la mano no lavada y comunica
la impureza a la mano ya lavada.
17. Para secarla.
18. Dejando caer el agua de unas manos a las de otros.
19. Cf.Toh4, 7.11.
Yad 3, l-2 Oi-den sexto: Purezas - tohorot 1074
y otro puro, tocó uno de ellos y existe la duda de si tocó el impuro o si tocó el
puro; o si tenía una mano impura y la otra pura y había delante de él dos panes,
uno impuro y otro puro, tocó a los dos, pero existe la duda de si tocó al impuro
con la mano impura y al puro con la mano pura o al puro con la mano impura
y al impuro con la mano pura, en tales casos las manos permanecen como esta-
ban antes, y los panesª permanecen también como estaban antes.
CAPiTULO 3
1. Si uno introduce sus manos en una casa afligida por la lepra 20 , sus manos
se vuelven impuras en primer grado 21 • Éstas son palabras de R. Aquiba. Los sa-
bios, en cambio, afirman que adquieren sólo impureza de segundo gradü22. Todo
aquello que vuelve impuros los vestidos en el momento de su tocamiento 23 vuel-
ve también impuras las manos con primer grado de impureza24 • Éstas son pala-
bras de R. Aquiba. Los sabios, en cambio, afirman que sólo se vuelven impuras
con impureza de segundo grado. Le dijeron a R. Aquiba: ¿Dónde encontrarnos
que las manos se vuelvan impuras con impureza de prime1.1, grado? Les respon-
dió: ¿Cómo es posible que se vuelvan impuras con impureza de primer grado
sin que el cuerpo se vuelva impuro a no ser en este caso?25 Los alimentos y los
objetos que han sido vueltos impuros por un líquido vuelven impuras las manos
con impureza de segundo grado. Ésta es enseñanza de R. Josué. Pero los sabios
dicen que lo que es vuelto impuro por el contacto con una impureza originante 26
vuelve impuras las manos, mientras que lo que es vuelto impuro con impureza
origínada27 no vuelve impuras las manos. Rabán Simeón benc Gamaliel refiere
que una vez vino una mujer junto a su padre y le dijo: ,<Se han introducido mis
manos en el vano de un recipiente de arcilla>> 28 • Él le dijo: ,<Hija mía, ¿de dónde
provenía su impureza?». No oí lo que ella le respondió. A esto dijeron los sa-
bios: La cosa está clara: Lo que se vuelve impuro por contacto con una impureza
originante vuelve las manos impuras, mientras que lo que se vuelve impuro con
contacto con una impureza derivada no vuelve las manos impuras.
2. Todo aquello que vuelve inválida a La ofrenda, -vuelve también impuras
las manos con impureza de segundo grado. Una mano puede hacer impura a
la otra mano 29 • Éstas son palabras de R. Josué. Los sabios, en cambio, afirman
que una impureza de segundo grado no vuelve a otra cosa impura con impureza
de segundo grado. Les dijo: ¿Acaso las Sagradas Escrituras no tienen impure-
za de segundo grado 30 y vuelven impuras las manos? 31 Le contestaron: No se
puede inferir nada de las palabras de la Ley con las palabras de los escribas, ni
de las palabras de los escribas con las palabras de la Ley, ni de las palabras de
los escribas con las palabras de los escribas.
3. Las correas de las filacterias con las filacterias v11elven impuras las ma-
nos. R. Simeón, en cambio, afirma que las correas de las filacterias no vuelven
impuras las manos.
4. El margen en el libro de la Ley, arribal 2 y abajo 33 , al príncipio 34 y al
fin 35, vuelve impuras las manos. R. Yehudá dice que el margen final no con-
tamina (las manos) en tanto no le sea puesta una varilla 36 •
5. Si (la escritura) del libro de la Ley se ha borrado, pero quedan todavia en
él ochenta y cinco letras, tal como la pericopa Cuando movían el arca37, vuelve
impuras las manos. Todo rollo en el que estén escritas ochenta y cinco letras,
como la pericopa Cuando movían el arca, vuelve impuras las manos. Todos los
escritos santos vuelven impuras las manos. El Cantar de los Cantares y el Ecle-
siastés v11elven impuras las manos38 . R. Yehudá dice que el Cantar de los Canta-
res vuelve impuras las manos, pero respecto al Eclesiastés está controvertido39 .
R. Yosé afirma, en cambio, que el Eclesiastés vuelve impuras las manos, mien-
tras que respecto al Cantar de los Cantares está controvertido. R. Símeón dice
que el Eclesiastés es una de las cosas a las que la escuela de Samay aplica la nor-
ma más indulgente y la escuela de Hile] la más rigurosa40 . R. Simeón ben Azay
dice: He recibido una tradición de boca de los setenta y dos ancianos41 el día
en que entronaron a R. Elazar benAzarías como (presidente) de la Academia42
de que el Cantar de los Cantares y el Eclesiastés vuelven impuras las manos
y que R. Aquiba exclamó: «¡Dios le libre! Que nadie en Israel ponga en discu-
sión que el Cantar de los Cantares no vuelve impuras las manos, ya que el mun-
do entero no es digno del día en el que fue dado a Israel el Cantar de los Can-
tares, ya que todos los hagióg:rafos 43 son santos, pero el Cantar de los Cantares
CAPiTUL04
a. Homero: Merón
62. Es decir, casarse con un a israelita.
63. Dt 23, 4.
64. fs 10, 13.
65. Jr 49, 6.
66. Jr 30, 3.
67. Perícopas en arameo de Daniel (2, 4-6, 28) y Esdras (4, 8-7, 18).
68. Traducida al hebreo.
69. En la primitiva escritura hebrea que fue cambiada por la «aramea>J en tiempos de
Esdras. Cf. San 21 by 22a.
70. La escritura «cuadrada», de origen arameo.
71. Variante: <\Hamiram,>. Según algunos, se trataría de escritos heréticos.
72. Con intención sarcástica, ya que R. Yojanán era fariseo.
1079 Manos - yodayim Yad 4. 7-8
7. Los saduceos decían: «Os acusamos, fariseos, que declaráis puro el cho-
rro del 1íquido» 73 • A esto decían los fariseos: «Os acusamos a vosotros, sadu-
ceos, porque declaráis puro el canal de agua procedente de un cementerio». Los
saduceos decían: «Os acusamos a vosotros fariseos, que decís: 'Si mi buey o mi
asno han producido daño' son culpables, pero si mí siervo o mi sierva producen
daño no son culpables' 74 . Porque si en relación con mi buey y mi asno, sobre
los que no tengo ninguna responsabilidad por precepto, tengo que cargar con
sus daños, ¿no habrá que inferir que respecto a mi siervo y a mi sierva, sobre
los que tengo una responsabilidad por precepto, tendré que cargar con sus da-
ños?». Les respondieron: «¡No! Si decís tal de mi buey y de mi asno, que no
tienen conocimiento, ¿podréis decir lo mismo de mi siervo y de mi sierva que
tienen conocimiento? Puesto que si yo los encolerizase se irían y encenderían la
gavílla de otro y yo tendría que hacenne responsable de su indemnización».
8. Un saduceob galileo dijo: «Yo os acuso a vosotros, oh fariseos, porque
escribis (el nombre) del regente juntamente con el de Moisés en los libelos de
divorcim> 75. Dijeron los fariseos: Te acusamos, saduceoc galileo, que vosotros
escribísª (el nombre) del gobernante juntamente con el de Dios en una misma
página, y no sólo eso., sino que vosotros escribís incluso el nombre del go-
bernante arríba y el de Dios debajo, puesto que esta escrito: Dijo el Faraón:
¿Quién es el Señor para que yo le obedezca dejando ir a Israel? 76 Cuando fue
castigado, ¿qué dijo?: El Señor es el justo77 ».
a. han producido dafio ... en relación con mí buey o mi asno] b. un saduceo. un hereje
c. saduceo: hereje d. vosotros escribís: tú escribes
73. Cuando un liquido es vaciado de un recipiente puro a uno impuro, el de aniba, puro,
no se vudve impuro, porque el chorro no sirve de conectivo (Maksh 5, 9).
74. Es decir, el dueño no tiene que indemnizar su daño.
75. El escrito se databa según los años del rey reinante y Juego «según la religión de
Moisés». Según esta foima de datar, al saduceo le parecía que se daba tanta importancia al
nombre del gobernante como al de Moisés.
76. Ex 5, 2. En la misma Torá aparece el nombre del gob<!mante delante del nombre
divino; pero esto no significa falta de respeto.
77. Ex 9, 27.
RABILLOS
(uqsín)
Este tratado se llama Uqsín ('uq$in), es decir, rabillos, pedúnculos, por los que se
agarra la frllta, porque trata de estas y otras partes de los frutos que, aunque no son como
tal comestibles, se unen con el resto del fruto para formar la cantidad mínima transmisora
de impureza. El tratado tiene tres capítulos.
Caps. 1-2: Diversas partes de los fiutos que se unen con la parte comestible para
formar la cantidad mínima prohibida o que no se unen (rabillos, tallos, bojas, cáscaras,
raíces, pezones, huesos ... ).
Cap. 3: Productos que necesitan ser hechos susceptibles de impureza mediante un
líquido e intención de ser utilizados como alimentos para que puedan contraer impureza;
otros que no necesitan ser hechos susceptibles o que no necesitan intención (diversas
posibilidades); plantas que pueden recibir la impureza de los alimentos; peces, sebo,
colmenas y su receptividad de la impureza; la paz, máximo bien.
CAPíTIJLO 1
de las verduras de huerto que han sido arrancadas para trasplantarlas nueva-
mente; el tallo de la espiga de trigo, su cascarilla; R. Elazar enseña: También
el polvo (o suciedad) adherido a la raíz. Todos estos contraen impureza, la
comunican y se unen (al resto del fruto para formar la cantidad que propaga
impureza).
3. Los siguientes contraen impureza, la comunican, pero no se unen (ai
resto del fruto): las raíces del ajo, de la cebolla y del puerro cuando están secas;
el bohordo, cuando no está frente a la parte comestible; el asidero del zarcillo
de la vid, un palmo de largo en cada parte; el rabillo del racimo de uvas, cual-
quiera que sea su longitud; la <,cola» del racimo cuando ha sido despojada de
sus gajos; el tallo a modo de penacho de los dátiles hasta cuatro palmos de lon-
gitud; el tallo de la espiga hasta tres palmos de largo; el tal lo de todo (producto)
que es cortado hasta una longitud de tres palmos y, cuando habitualmente no
es cortado, sus tallos y sus raíces, cualquiera que sea su longitud; la gluma de
las espigas. Todos estos contraen impureza y la propagan, pero no se incluyen
(con el resto del fruto para fonnar la cantidad mínima prohibida).
4. Lo siguiente no contrae impureza ni la propaga ni se une (al resto del
fruto para formar la cantidad mínima prohibida): las raíces de los tallos de la
col, nuevos vástagos de la espinaca que crecen de la raíz y los de la remolacha,
que ordinariamente son cortadas, pero que en esta ocasión han sido arrancadas.
R. Yosé declara a todos estos impuros y sólo considera puras las raíces de los
tallos de la col y de la remolacha.
5. Todos los tallos de los frutos que han sido majados en la era son purosº.
R. Yosé, en cambio, los considera impuros. La ramita del. racimo de uvas que
ha sido despojada (de todos sus gajos) no es susceptible de impureza, pero si
pe1manece en ella un solo gajo, es susceptible. El tallo del dátil que ha sido
despojado (de todos los dátiles) no es susceptible de impureza, pero si queda
en él un solo dátil, es susceptible. Del mismo modo ocurre con las legumbres:
cualquier tallo que esté despojado (de su fruto) no es susceptible de impureza,
pero si queda en él un solo fruto, es susceptible. R. Elazar ben Azarías declara
puro el de las alubias, e impuro el de las otras legumbres, ya que es algo desea-
ble en su manejo.
6. Los rabillos de los higos, de los higos secos, de las bellotas y de los
algarrobos contraen impureza, la propagan y se unen (con el resto del froto
para formar la cantidad mínima prohibida). R. Yosé afirma: También el pe-
dúnculo de la calabaza. Los pedúnculos de las peras y de las camuesas 9 , de
los membrillos y de los nísperos, el pedúnculo de la calabaza hasta un palmo
y el pedúnculo de la ::ilcachofa hasta un palmo. R. Elazar bar Sadoq dice: Dos
palmos. Todos estos contraen impureza, la propagan, pero no se unen con el
resto (del fruto a efecto del cálculo). El resto de los pedúnculos no contrae
impureza ni la propaga.
CAPÍTULO 2
1. Si se pone las aceitunas en conserva con sus hojas, las hojas no son sus-
ceptibles de impureza, pues son puestas en conserva sólo por razón de la buena
apariencia. La pelusilla del pepino y su corola no son susceptibles de impureza.
R. Yehuda dice que en tanto estén delante del comerciante son susceptibles.
2. Todos los huesos (de las frutas) pueden contraer impureza y propagarla,
pero no se unen (con el fruto para formar la cantidad que comunica impureza).
El hueso de los dátiles frescos se une ( con el resto del fruto), a pesar de que se
aparta ( de la parte comible). Pero el de los dátiles secos no se une. Por esto, el
tegumento de los dátiles secos se une (al resto del fruto), mientras que el de los
dátiles frescos no. Si sólo una parte del hueso de la fruta se aparta (de la parte
comible), la que está frente a la parte comible se une (con el resto del fruto). Si
un hueso tiene pulpa, la parte que está t1-ente a la parte comible se une. Si sólo
tiene (la pulpa) en un lado, dice R. Ismael que se considera como si lo circunda-
se igual que un anillo. Según los sabios, en cambio, sólo la parte que está frente
a la pulpa se une ( con el resto), como en el berro, el hisopo y el tomillo.
3. Si una parte de una granada o un melón está podrida, no se une (con el
resto para fom1ar la cantidad que comunica impureza). Si está sano en los dos
extremos, pero podrido en el medio, tampoco se wie. El pezón de la granada
se une ( con el resto), pero su corona no se une. R. Elazar dice: Su «peine» 10
tampoco es susceptible de impureza.
4. Todas las capas (o pieles de un fruto) contraen impureza, la propagan y se
unen (con el resto para formar la cantidad que comunica impureza). R. Yehudá
dice que la cebolla tiene tres capas: la interna, esté íntegra o agujereada, se une
(al resto); la capa intermedia, si está íntegra, se une, mas agujereada no se une;
la externa, tanto en un caso como otro, no es susceptible de impureza.
5. Si uno corta un fmto con intención de cocerlo, a pesar de que el corte no
sea completo, (las partes) no se consideran como conectivas. En cambio, (si uno
corta un fruto) con la intención de ponerlo en conserva o a hervir o de servir-
lo a la mesa, en tal caso (las partes) se consideran como conectivas. Si comenzó
a separar del todo, solamente aquellas porciones del fiuto que ha separado to-
talmente no se consideran conectivas. Si las nueces o las cebollas están unidas
unas a otras 11 , se consideran como conectivas una respecto de la otra. Pero si ha
comenzado a separar (las partes) de la nuez o a pelar la cebolla, no se conside-
ran como conectivas. (La cáscara) de las nueces y las almendras se consideran
como conectivas (con la parte comible) en tanto no sean machacadas.
6. (La cáscara) de un huevo pasado por agua 12 (se considera conectiva con
la parte comestible) mientras no sea rota. (La cáscara) de un huevo duro 13, en
cambio, (se considera conectiva) hasta tanto no sea totalmente descuartizada.
Un hueso con meollo constituye un conectivo hasta tanto no sea machacado. (La
cáscara) de una granada que ha sido partida se considera como conectiva hasta
tanto no sea golpeada con una cafi.a 14 • Lo mismo vale para los cosidos de los
lavanderos 1' o para un vestido que está cosido con hilos de diferente semilla: se
consideran corno conectivos en tanto no se comience a soltarlos.
7. Las hojas verdes externas de las hortalizas se tmen (con la parte comible
para formar la cantidad que comunica impureza), pero si están ajadas, no se
unen. R. Elazar bar Sadoq dice que las hojas ajadas de la coliflor se unen por ser
comestibles, así como las de la lechuga, porque custodian las pattes comibles.
8. Si las hojas de las cebollas y de sus retoños tienen jugo en su interior, se
hace una estimación de su cuantía en la condición en que están 16• Si tienen un
hueco en su interior, se ha de comprirnir 17• El pan esponjoso ha de ser estimado
en su cuantía en la condición en que -se encuentra. Si tiene en su interior un
hueco, se comprime el hueco. Si la carne de un ternero se ha hinchado 18 o si
la carne de una bestia vieja ha quedado reducida, se hace la estimación de su
cuantía en la condición en que se encuentra.
9. Si un pepino es plantado en un tiesto 19 y crece y sale fuera del tiesto, no
es susceptible de impureza20 . R. Simeón dice: ¿Cuál es su naturaleza que no
deba de ser susceptible de impureza? Más bien, la parte impura21 permanece
en su impureza y la parte pura puede ser comida.
1O. Los recipientes de estiércol y los de barro, en los que las raíces ( de la
planta) pueden salir fuera de ellos, no hacen a las semillas susceptibles de im-
pureza22. Un tiesto agujereado no hace susceptible a una planta de impureza; en
cambio, si no está agujereado, la hace susceptible". ¿Cuál ha de ser el tamaño del
orificio? Tal que pueda salir por él una raíz pequeña. Si (el tiesto sin orificio) ha
sido llenado de tierra hasta el bordillo, es como una tabla que no tiene bordil102 i.
CAPÍTULO 3
1. Hay cosas que han de ser hechas susceptibles (para devenir impuras)24,
pero que no necesitan intención25 ; otras necesitan intención y ser hechas suscep-
tíbles; otras intención, pero no ser hechas susceptibles; otras, finalmente, ni ser
hechas susceptibles ni intención. Todos los alimentos que son específicos para
el hombre necesítan ser hechos susceptibles, pero no necesitan intención.
2. Todo lo que es cortado de un hombre, o de un animal doméstico, o de
una bestia salvaje, o de un ave, o de la carroña de un ave impura, el sebo de las
aldeas y todas las hierbas silvestres, a excepción de las trufas y los champiño-
nes -R. Yehudá dice: A excepción• de los puerros silvestres, de la portulaca y
del asfodelo; R. Simeón dice: A excepción de las alcachofas silvestres; R. Yosé
dice: A excepción de las bellotas ... -, todos estos necesitan intención 26 y ser
hechos susceptibles de impureza.
3. La carroña de un animal impuro en todo lugar y la canoña de un ave pura
en las aldeas, necesitan intención, mas no necesitan ser hechas susceptibles de
impureza27 • La carroña de un animal puro en todo lugar, y en el mercado la ca-
rroña de un ave pura y el sebo no necesitan intención ni ser hechos susceptibles
de impureza. R. Simeón dice: También el camello, la líebre, el conejo y el cerdo.
4. Una vez que el eneldo 28 ha dado el gusto (al contenido) de la olla, no está
sujeto a las leyes de la ofrenda 29 ni contrae la impureza de los alimentos 30 • Las
ramas del serbal y el lepidio y las hojas de la serpentaria31 no contraen la im-
pureza de los alimentos en tanto no se endulcen 32 • R. Simeón dice: Igualmente
las de la coloquíntida.
5. La menta 33 , el amaranto 34, las mejores especias, el berro, la asafétida, el
pimiento y las pastillas de azafrán silvestre pueden ser comprados con el dinero
del segundo diezmo, pero no contraen la impureza de los alimentos 35 • Ésta es la
enseñanza de R. Aquiba. Le dijo R. Yojanán ben Nurí: Si pueden ser comprados
con dinero del segundo diezmo, ¿por qué no pueden contraer la impureza de los
alimentos? Pero si no pueden contraer la impureza de los alimentos, entonces
tampoco pueden ser adquiridos con el dinero del segundo diezmo.
6. R. Aquiba declara que los higos y las uvas verdes son susceptibles de
impureza (como alimento). Yojanán ben Nurí dice: (Sólo) cuando llegan a la
estación en la que se apartan los diezmos 36 . Las aceitunas y las uvas que están
malogradas 37 son susceptibles de impureza, según la escuela de Samay, mien-
tras que, según la escuela de Hile!, no son susceptibles. Al comino negro lo de-
a. a excepción]
26. Ya que habitualmente no se usan como alimento.
27. Porque ya son impuras.
28. De ofrenda.
29. Si es comido por un laico, no se hace culpable.
30. No se le considera ya alimento.
31. Scolopendrium hemionitis.
32. Entonces son hechas comestibles.
33. Costus.
34. Amomum.
35. Ya que sólo son sustancias aromáticas, no comestibles.
36. En Maas 2, 2s se sefialan las épocas o estaciones del dieimo para los diversos frutos.
37. Por haberse endurecido en el árbol o la vid.
Uq3, 7-12 Orden sexto: Purezas. tohorot 1086
a. por eso necesita ... de la carroña y) b. El Santo. bendito sea, no encontró: no tienes
c. para Israel]
38. Comestible cuando fresca. En invierno se hace dura.
39. Ya que en ellas no son comidos habitualmente.
40. Que está sobre la tierra.
41. Y, como el terreno, puede ser adquirido por dinero, documento y usucapión.
42. Cf. Pea 3, 6; Shebi 1O, J. 7; Ket 9, 9.
43. Para hacer huir las abeJaS.
44. Prov 8, 21. La palabra yesh va!e numéricamente como !O y 300. Este método de
exégesis se llama «gematría».
45. Sal 29, 11.
APÉNDICES
l
AB. Quinto mes del calendario judío que corresponde aproximadamente a julio/agosto.
ABBA. i<l'adre». Título dado a muchos maestros del Talmud como muestra de venera-
ción y afecto.
ADAR. Duodécimo mes del calendario judío (nuestro febrero/marzo). En año intercalar.
se inserta otro mes entre Adar y Nísán (primer mes del año), llamado Adar segundo.
AGADÁ. Cf. Haggadá.
AuYYAT HA-TORA. «Ascensión», «subida,,. En la sinagoga, ínvitación a un miembro de
la comunidad a (isubirn al estrado para hacer la lectura pública de la Torá.
AM HA-ARETS. «Gente de la tierra>>. En la literatura rabínica, designa a la gente inculta
que no observa con rigor las leyes de la pureza y es descuidada a la hora de apartar
los diezmos y ofrendas. En contraste, el judío que observa escrupulosamente las
disposiciones legales es eljaber (compañero).
AMIDÁ. «De pie». Designa la plegaria de las dieciocho bendiciones, que se recita siem-
pre de pie. Tal oración recibe también el nombre de tefil.lá (((la plegaria» por anto-
nomasia) o shemoné esré (dieciocho).
A.MORA. Cf. Amoraíta.
AMORAÍTA. <{Hablante». Designa a los sabios judíos desde el cierre de la Misná hasta el
fin del siglo V d.C., responsables de la Guemará.
ARON HA-QODESH. «Arca santa», donde se guardan los rollos sagrados en la sinagoga.
AsARÁ BA-TEVET. 10 de Tévet, fecha en la que Nabucodonosor sitió Jerusalén (586 a.C.).
AsER.A (ASHERA). Árbol o estaca, objetos de culto idolátrico.
AsQUENAZiEs. «Alemanes». Judíos procedentes de Alemania o Emopa central.
AVELIM. <<De luto». Se consideran de luto los padres, hijos, hermanos y cónyuges de
la persona difunta.
AVELUT. El ritual que rige el luto.
JAMETZ. Producto fermentado que había que apa1tar de la casa antes de que comenzara
la fiesta de Pascua.
JANUCA. Fiesta de la Dedicación del Templo por los Macabeos. Comienza el 25 de
Kislev y se caracteriza por e! encendido de luces.
JARóSET. Mezcla de manzanas, nueces, almendras y pasas o dátiles triturados que re-
cuerda el barro cou que los israelitas fabricaban los ladrillos durante su esclavitud
en Egipto. Es uno de los símbolos de la Pascua.
JAZzAN. Chantre o cantor sinagoga!.
JfREM. «Excomunión». Señala la propiedad dedicada al uso del sacerdote o del Tem-
plo. Aplicado a votos, significa que queda prohibido todo beneficio de las personas
o cosas a las que se aplíca e\jérem.
JoL HA-MOED. Días intermedios semifestivos en las fiestas de Pascua y Tabernáculos .
LAG LA·ÓlvlER. Día trigésimo tercero de ómer, que corresponde al 18 de Iyyar. Día
semifestívo que conmemora que en un día similar cesó la mortandad entre los
discípulos de R. Aquiba.
LETEK. Cf. Apéndice II: Monedas, pesos y medidas (p. 1095).
LEVIRATO. Obligación que tiene un hombre de desposar a su cufiada viuda y tener hijos
con ella cuando el hermano falleció sin haber dejado descendencia.
Lrrn.A. 1) Medida de capacidad equivalente a un kortob. Sexagésima parte de un log.
2) Peso de una libra.
Loo. Cf. Apéndice lI: Monedas, pesos y medidas (p. l 095).
LULA\/. Ramo usado en la fiesta de los Tabernáculos. Cf. Etrog.
1092 Glosario de términos hebreos
ÜMER. Gavilla de cebada que se ofrecía el 16 de Nisán. Antes de realizar esta ofrenda
estaba prohibido el uso de los nuevos cereales (Lv 23, 10),
QADDISH. «Santo>). Breve doxología (en arameo) que se recita al final de cada sección
del sen1icio público.
QADDJSH YATOM. «Qaddish del huérfano». Oración que, en un funeral, recita el hijo o
pariente más próximo del fallecido.
QoRBANOT. Sacrificios.
QUIDDUSH. ,(Santificación», «consagración» del sábado que se hace sobre una copa de
vino o sobre los panesjal. lot al comenzar el día séptimo.
QurNN0T. Elegías que lloran acontecimientos tristes de la historia de Israel.
sínagogal.
SELÁ. Cf. Apéndice II: Monedas, pesos y medidas (p. 1095).
Stt...,LOSH REGALLM. Las tres fiestas de peregrinación: Pascua, Pentecostés y Tabernáculos.
SHEMÁ'. Plegaria del «Oye, Israel» (Dt 6, 4-9; 11, 13-20; Nm 15, 37-41) que se recita
por la mañana y por la tarde.
SHEMINÍ ATZÉRH. Octavo día de la fiesta de las Cabañuelas en el que se realiza la ple-
garia por las lluvias.
SHEMITA. Año sabático, año de la «remisión>).
SHITTUF. <<Asociación» de los vecinos de una misma calle para formar como una unidad
familiar, de modo que en sábado se les permitiera transportar objetos de la calle a
las casas y viceversa. La asociación se anunciaba con la aportación de alimentos.
S1cw. Cf. Apéndice II: Monedas, pesos y medidas (p. 1095).
SIDDUR. Breviario o libro litúrgíco.
SmRÁ. Perícopa de la Torá que se lee semanalmente en la sinagoga. Cf. Parashá.
S1MJAT TORA. Último día de la fiesta de las Cabañuelas. Se lee la última sídrá de la Torá
y comienza a partir de entonces el nuevo ciclo de lecturas.
S1sJT. Borlas que penden de las cuatro esquinas del vestido (Nm 15, 38).
SIT. Medida de longitud, distancia entre los dedos pulgar e índice. Según Maimónides,
entre los dedos índice y medio.
SrvÁN. Tercer mes del calendario judío que corresponde a mayo/junio.
SorAR. Cuerno (de camero) usado como trompeta para fines militares o religiosos,
sobre todo en la fiesta de Año Nuevo y al final del Día de la Expiación.
1094 Glosario de términos hebreos
TALIT. Paño con borlas en cada esquina que se coloca sobre los hombros durante la
recitación de ciertas plegarias.
TALMUD. Comentario de los amoraítas a la Mísná. Cf. Guemará.
TAMMUZ. Cuarto mes del calendario judío que corresponde a junio/julio.
T.~NNA. 1) Cada uno de los maestros mencionados en la Misná. 2) Transmisor de en-
señanzas tannaítas.
TANNAiTA, Lo mismo que Tanna.
TEBEL. Productos de los que, con certeza, no ha sido separado el diezmo.
TmLfN. Las filacterias con que el varón judío, a partir de su mayoría de edad religio-
sa, se orna durante la recitación de las plegarías matinales los días de la semana.
Consiste en dos cápsulas de cuero provistas de correas que se atan una en el brazo
izquierdo, frente al corazón, y otra en la cabeza. En las cápsulas se incluyen dos
rollos de pergamino con las perícopas de Ex 13, 1-16; Dt 6, 4-9 y 11, 13-21.
TEFtL.LÁ. «Plegaria». Oración de las dieciocho bendiciones. Cf 'Amida.
TEREFÁ (TREFA). ,<Despedazado)). Animal muerto a causa de un daño accidental. Está
prohibido consumir su carne aun cuando baya sido sacrificado ritualmente.
TEv.4. Púlpito o estrado sinagoga! desde donde se hace la lectura de la Torá.
T1sHA BE-AB. Día 9 del mes de Ab, fecha luctuosa en la que se conmemora la destruc-
ción de los templos primero y segundo.
TlsRí. Séptimo mes del calendario litúrgico que corresponde a septiembre/octubre.
ToRÁ. «Enseñanza». 1) El Pentateuco. 2) La Misná (Ley oral). 3) Toda la literatura
religiosa.
TosAFOT. ((Glosas», <,adiciones>). Glosas al comentario talmúdico de Rashí, compues-
tas en el n01ie de Francia durante los siglos XIT-XIV
TosEFTA. «Adición». Colección de tradiciones tannaítas paralelas a laMisná. Cf. Baraíta.
II
MONEDAS, PESOS Y MEDIDAS
DENAR!l'S Denario
---~------~-·
r 2
18-~-
I 3 18 72 -TT~
Bet-seá ' 1 6 24 2 500
Bet-kab i 1 4 4T6213--
Bei=robá ' 1 104 116
Ammá 1
1
(cuadrado) 1
·-
2. MrnmAS DE CAPACl(),,D
Abtalión Menajem
Admón Nitay de Arbela
Antígono de Soco Onías el Marcador de círculos
Aqabías ben Mahalalel Semay el Viejo
Baba ben Buti Semaya
Ben Bag-Bag (Yojanán) Simeón (Simón) ben Sataj
Ben He-He Simeón (Simón) el Justo
Hile[ el Viejo' Yohanán e! Sumo Sacerdote
Janán el Egipcio (benAbisalón) Yosé ben Yoezer
Josué ben Perajia Yosé ben Yojanan
Measá Yehuda ben Tabay
El Shema ' constituye la oración judía por excelencia. Engrana tres textos
bíblicos: Dt 6, 4-9; 11, 13-21; Nm 15, 37-41, y va precedida por dos bendicio-
nes y seguida por una. Ya formaba parte de la liturgia del Templo y actualmente
se recita dos veces al día, por la mañana y por la tarde.
«Oye, Israel, el Señor, nuestro Dios, es Señor único. ¡Bendito sea su Nombre y
su reino glorioso por siempre jamás 1Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón,
con toda tu alma, con todo tu poder y llevarás muy dentro del corazón todos estos
mandamientos que yo te doy hoy. Incúlcaselos a tus hijos y cuando estés en tu casa,
cuando viajes, cuando te acuestes, cuando te levantes, habla siempre de ellos. Ata-
telos a tus manos, para que te sirvan de señal; póntelos en la frente, entre tus ojos;
escríbelos en los postes de tu casa y en tus puertas» (Dt 6, 4-9).
«Si vosotros obedecéis los mandamientos que yo os prescribo, amando al Señor,
vuestro Dios, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, yo
daré a vuestra tierra la lluvia a su tíempo, la temprana y la tardía; y tú cosecharás tu
trigo, tu mosto y tu aceite; yo daré también hierba a tus campos para tus ganados y
de ellos comerás y te saciarás. Pero cuidad mucho de que no se deje seducir vuestro
corazón, y, desviándoos, sirváis a otros dioses y os prosternéis ante ellos, porque la
cólera del Señor se encendería contra vosotros y cenaría el cielo y no habría más
lluvia y la tierra no daría más frutos y desapareceríais presto de la buena tierra que el
Señor os da. Poned, pues, en vuestro corazón y en vuestra alma las palabras que yo
os digo; atadlas por recuerdo a vuestras manos y ponedlas como frontal ante vuestros
ojos. Enseñádselas a vuestros hijos, habladles de ellas: ya cuando estés en tu casa,
ya cuando vayas de viaje, al acostarte y al levantarte. Escn'belas en los postes de tu
casa y en tus puertas para que vuestros días y los días de vuestros hijos sobre la tierra
que a vuestros padres el Señor juró darles, sean tan numerosos como los días de los
cielos sobre la tierra» (Dt ll, 13-21).
«El Señor habló a Moisés diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles que de ge-
neración en generación se hagan flecos en los bordes de sus mantos y aten los flecos
de cada borde con un cordón de color jacinto, a fin de que les sirva, cuando lo vean,
para acordarse de todos los mandamientos del Señor; para que los pongan por obra,
sin irse detrás de los deseos de su corazón y de sus ojos, a los que se prostituyen;
porque así, acordándoos de mis p1·eceptos y poniéndolos por obra, seréis santos para
vuestro Dios. Yo, el Señor, vuestro Dios, que os ha sacado de la tierra de Egipto pa-
ra ser vuestro Dios. Yo, el Señor, vuestro Dios» (Nm 15, 37-41).
1100 El shema 'y la tefilá
Bendición del «Yotser Or». «Bendito eres tú, Señor, Dios nuestro, rey del
mundo, que has creado la luz y has formado las tinieblas, tú que estableces la
paz y has creado todas las cosas. Tú, con misericordia, iluminas la tiena y sus
habitantes. Con tu bondad renuevas cada día, de modo continuo, la obra de tu
creación. ¡Qué grandes son tus obras, Señor! Todas las has hecho con sabidu-
ría. La tierra está llena de tus criaturas.
Oh rey, tú solo eres excelso desde el principio, alabado, glorificado, ensal-
zado, desde los tiempos antiguos. Oh Dios eterno, en tu misericordia ten piedad
de nosotros, tú, Señor, que eres nuestra fortaleza, la roca de nuestro refugio, el
escudo de nuestra salvación, nuestro asilo.
El Dios bendito, grande en sabiduria, estableció y creó los rayos del sol.
El que es bueno tributó gloria a su Nombre poniendo las luminarias en tomo a
su poder. Los extremos de sus santos ejércitos, que ensalzan al Omnipotente,
narran de modo constante la gloria de Dios y su santidad.
Seas bendito, Sefior, Dios nuestro, por la excelencia de la obra de tus manos
y por las luminarias esplendorosas que hiciste y que te glorifican.
Seas bendito, nuestra Roca, nuestro rey, nuestro redentor, creador de (los
ángeles) santos.
Sea por siempre alabado tu Nombre, oh rey nuestro, creador de (tus) servi-
dores, Aquel cuyos ministros están todos en pie en la región celeste, que a la
par proclaman con su voz las palabras del Dios vivo, el rey eterno. Todos ellos
son amados, todos ellos son puros, todos ellos son fuertes, todos ellos ejecutan
con temor y terror la voluntad de su Creador. Todos ellos abren su boca en san-
tidad y pureza, con cánticos e himnos, bendiciendo, glorificando, exaltando,
santificando, reconociendo la realeza del Nombre de Dios, el gran rey, fuerte,
temible, santo. Todos ellos aceptan sobre sí el yugo del reino de los cielos,
unos de otros y se hacen mutuamente la invitación para proclamar la santidad
de su Creador, con espíritu sosegado, con labios puros, con acentos melódicos.
Todos a una cantan la santidad; con temor dicen: ¡Santo, santo, santo, Señor de
los ejércitos, llena está la tierra de tu gloria! Las ruedas celestes y los vivientes
santos con gran estrépito se alzan frente a los serafines y proclaman sus alaban-
zas diciendo: ¡Bendita sea la gloria del Señor desde su lugar!
Al Dios bendito ofrezcan dulces melodías; al rey, Dios vivo y eterno, sean
dirigidos himnos y sean proclamadas las alabanzas, porque Él solo obra cosas
poderosas, hace cosas nuevas, triunfa en las batallas, siembra justicia y hace
germinar la salvación, crea la curación, es temible en las alabanzas, es el Señor
de cosas prodigiosas, que en su bondad renueva cada día, de modo constante,
la obra de la creación, tal como está escrito: ¡(Alabad) al que fonnó las grandes
luminarias, porque es eterna su misericordia! Haz que una luz nueva brille so-
bre Sión y que todos nosotros merezcamos (gozar) pronto de su luz. ¡Bendito
eres tú, Señor, creador de las luminarias!».
El shema · y la tefilá 1101
Bendición de <<Ahavá». «Con gran amor nos has amado, oh Sefior, Dios nues-
tro. Con grande, con sobreabundante piedad has tenido compasión de nosotros.
Padre nuestro, nuestro rey, en atención a nuestros padres que confiaron en
ti y a los que tú enseñaste los preceptos de vida, danos tu gracia y enséñanos.
Padre nuestro, padre misericordioso, ten piedad de nosotros; concede a
nuestro corazón la facultad de entender, comprender, escuchar, aprender y en-
señar, guardar y practicar, cumpliendo todas las palabras de la enseñanza de
tu Ley con amor. Ilumina nuestros ojos con tu Ley, ata a nuestro corazón con
tus mandamientos. Haz de nuestro corazón algo único para el amor y el temor
de tu Nombre, de manera que no seamos confundidos por toda la eternidad.
Porque en tu Nombre santo, grande y temible, confiamos. ¡Déjanos alegramos
y regocijamos en su salvación! Llévanos a la paz desde los cuatro ángulos de
la tierra, condúcenos triunfantes a nuestra tierra.
Porque tú eres Dios que obras la salvación y nos has elegido entre todos los
pueblos y entre todas las lenguas, nos acercarás a tu Nombre grande con fideli-
dad para alabarte y proclamar tu unidad con amor. ¡Bendito eres tú, Señor, que
has escogido con amor a tu pueblo Israel!».
los amados, mientras que las aguas cubrieron a sus enemigos no quedando ni
uno solo de ellos con vida.
Por esto los amados alabaron y ensalzaron a Dios, los dilectos entonaron
himnos y alabanzas, bendiciones y acciones de gracias al rey, Dios vivo y eter-
no. Excelso y elevado, grande y temible, humilla a los soberbios y ensalza a los
humildes, libera a los encarcelados, redime a los pobres, socon-e a los débiles
y responde a su pueblo cuando a Él clama.
Alabanzas sean dadas a Dios altísimo, bendito y alabado sea. Moisés y los
hijos de Israel te entonaron con gran alegría este canto: «¿Quién es como tú,
Setlor? ¿Quién como tú poderoso en santidad, temible en las alabanzas, que
realizas maravíllas?». Un cántico nuevo de alabanza entonaron los redirrúdos a
tu Nombre en la orilla del mar; todos a una alabaron y proclamaron tu realeza
diciendo: ¡El Señor reinará por siempre jamás!
Oh roca de Israel, álzate para socorro de Israel. ¡Redime, conforme a tu
palabra, a Judá y a Israel! El redentor nuestro, el Señor de los ejércitos, es su
Nombre, el santo de Israel. ¡Bendito eres tú, Setlor, que redimiste a Israel!>>.
2. LA «TEFIL.LÁ»
PARASHIYYOT H>\FTAROT
Génesis
l. Beresit (1, 1-6, 8) Is 52, 5-53, 10
2. Noab (6, 9-11, 32) Is 54, 1-55, 5
3. Lekleká(l2,1-17,27) Is 40, 27-41, 16
4. Wa-yerá' (18, 1-22, 24) 2R 4, 1-23
5. Hayyé Sará (23, 1-25, 18) IR 1, 1-31
6. Toledot Yi$1:J.aq (25, 19-28, 9) Mal 1, 1-2, 7
7. Wa-ye$é' (28, 10-32, 3) Os 11, 7-12, 12
8. Wa-yi$1ab {32, 4-36, 43) Abd 1, 1-21
9. Wa-yéseb (37, 1-40, 23) Arn 2, 6-3, 8
10. Mí-qe$(41, 1-44, 17) l Re 3, 15-28
11. Wa-yiggas elaw (44, 18-47, 27) Ez 37, 15-28
12. Wa-yehi Ya'aqob (47, 28-50, 26) 1 Re 2, 1-12
Éxodo
13. We-elle semot (1, 1-6, 1) Jr I, 1-2, 3
14. Wa-yeddaber (6, 2-9, 35) Ez 28, 25-29, 21
15. Bo' el par'o (10, 1-13, 16) .Tr 46, 13-28
16. Wa-yehi be-sallab (13, 17-17, 16) Jue5,l-31
l 7. Wa-yisma' Yitro (18, 1-20, 26) Is 6, 1-13
18. Wé-elle mispatim (21, 1-24, 18) Jr 34, 8-22; 33, 25-26
19. Wé-yiqbu li-térumá(25, 1-27, 19) 1 Re 5, 26---6, 13
20. Wé-attá te-5awwé (27, 20-30, 10) Ez 43, 10-27
21. Ki tissá (30, 11-38, 20) 1 Re 18, 20-39
22. Wa-yaqhel (35, 1-38, 20) 1 Re 7, 13-26
23. Elle pequdé (38, 21-40, 38) 1 Re 7, 40-50
1106 Parashiyyot y haftarot
Levítico
24. Wa-yiqrá el-Mosé (l, 1-5, 26) Is 43, 21-44, 23
25. ~aw (6, 1-8, 36) Jr 7, 21-8, 3; 9, 22
26. Seminí (9, 1-11, 47) 1 Sm 6, 1-19
27. Issáki tazria' (12, 1-13, 59) 2 Re 4, 42-5, 19
28. Ha-me;;ora' (15, 1-15, 33) 2 Re 7, 3-20
29. Al).aremot(16, 1-18, 30) Ez 22, 1-16
30. Qedosim (19, 1-20, 27) Am 20, 1-20
31. Emorelha-Kohanim(21, 1-24,23) Ez 44, 15-31
32. Be-har Sinay (25, 1-26, 2) Jr 32, 6-27
33. Be-buqqotay (26, 3-27, 34) Jr 16, 19-17, 14
Números
34. Be-midbar Sínay (1, 1-4, 20) Os 2, 1-22
35. Nasó' et-ros (4, 22-7, 89) Jue 13, 2-25
36. Be-ha-'aloteka (8, 1-12, 16) Zac 2, 14-4, 7
37. Selab leká (13, 1-15, 41) WJos 2, 1-24
38. Wa-yiqab Qora];¡ (16, 1-18, 32) 1 Sm 11, 14-12, 22
39. }:Iuqqat ha-Torá (19, 1-22, 1) Jue 11, 1-32
40. Wa-yar' Balaq (22, 2-25, 9) Miq 5, 6-6, 8
41. Pintias (25, 10-30, 1) 1 Re 18, 46-19, 21
42. Rase ha-maiiot (30, 2-32, 42) Jr 1, 1-2, 3
43. Elle más'e (33, 1-36, 13) Jr 2, 4-28
Deuteronomio
44. Elle ha-debarim (1, 1-3, 22) Is 1, 1-27
45. Wa-etl)annan (3, 23-7, 11) Is 40, 1-26
46. We-haya 'eqeb (7, 12-11, 25) Is 49, 14-51, 1
47. Re'e (11, 26-16, 17) Is 54, 11-55, 5
48. soretim we-soterim (16, 1s-21, 9) Is 51, 12-52, 12
49. Ki te~e la-miltiamá (21, 10-25, 19) Is 54, 1-10
5O. We-haya ki tabo (26, 1-29, 8) Is 60, 1-22
51. Attem ni~$abim (29, 9-30, 20) Is 61, 10-63, 9
52. Wa-yélek (31, 1-30) Os 14,2-10
53. Ha'ázínu (32, 1-52) Miq 18-20
54. We-zot ha-beraká (33, 1-34, 12) 2 Sm 22, 1-51
ÍNDICE DE CITAS BÍBLICAS
- guardián o masajista, Shebi 8, 5; Meil 5, - del Sumo Sacerdote, Yom 7, I; Sot 7, 2.7;
4; Kel 8, 8; 17, l; Zab 4, 2. Tam 3, 8; 7, 2.
- de inmersión, cf. Piscina. - de los sacerdotes, Ber 5, 4; Meg 4, 3.5.
Baraíta introducida en la Misná, Pes 4, 9. 6.7.10; Sot 7, 2; Tam 5, l; 7, 2.
Barco, Ber 4, 6; MSh 5, 9; Ha! 2, 2; Orl 1, - las diec10cho, Ber 4, 3.4; 5, 2; Taan 2, 2.
2; Shab 9, 2; 11, 5; 16, 8; Er 4, 1; Suk 2, - del cántico, Pes 10, 7.
3; Taan 3, 7; Git 3, 4; BB 5, l;AZ 5, 2.4; Bendiciones y maldiciones, Sot 7, S.
Hui 2, 9; Ar 4, 3; Kel 2, 3; 15, 1; Ohol Benjamín, Taan 4, 5.
8, 1.3.5; Neg 11, 11; 12, 1; Par 5, 5; 9, Bet, letra hebrea, Sheq 3, 2.
6; Toh 5, 8; Maksh S, 7; Zab 3, 1.3; 4, 1. Bet Baltín, RhSh 2, 4.
Bartola, Orl 1, 4; Ab 3, 7; TebY 3, 4.5. Bet Din, cf. Tribunal.
Basílica, AZ 1, 7; Toh 6, 8. Bet Garmú, cf. Gannú, casa de (familia).
Bastardo, MSh 5, 14; Hag 1, 7; Yeb 2, 4; 4, Bet Ouilgul, Toh 6, 6.
12.13; 6, 2; 7, 5; 8, 3; 9, 1.2.3; 10, 1.3; Bet ha-Pegarim, Ar 2, 4.
Ket 1, 8.9; 3, 1; 11, 6; Sot 4, l; 8, 3.5; Bet Hiddudo, Yom 6, 8.
Git 8, 5; 9, 2; Qid 2, 3; 3, 12.13; 4, 1.8; Bet Kerem, Nid 2, 7.
Mak 3, !; Hor 1, 4; 3, 8. Bet Labán, Men 8, 6.
Batanero, Pes 4, 6. Bet Namer (casa de la pantera), Pea 4, 5.
Becerro, historia del, Meg 4, 10. Bet Netofá, Shebi 9, 5.
Belén, jarras de, Kel 2, 2. Bet Rimmá, Men 8, 6,
Ben Ajías, oficial del Templo, Sheq 5, 1. Bet Seán, AZ 1, 4; 4, 12.
Ben Arsa, músico, Tam 7, 3. Bet Serefá, casa o familia de, Ed 8, 7.
Ben Azay, cf. Simeón ben Azay. Bet Siporya, Ar 2, 4.
Ben Bag Bag (Yojanán),Ab 5, 22. Bet Tor, Taan 4, 6.
Ben Batiaj, Kel 17, 12. Bet Yaazeq, RhSh 2, 5.
Ben Bebay, oficial del Templo, Sheq 5, l. Beta, letra griega, Sheq 3, 2.
Ben Betera, cf. Simeón Ben Betera. Bétar, Ha! 4, 10.
Ben Dinay, cf. Eleazar ben Dinay. Betíagé, Men 11, 2.
Ben Gamla (Yehosúa, Sumo Sacerdote), Yom Betuseos, Men 10, 3.
3, 9; Yeb 6, 4. Biblia, a qué edad ha de comenzar su estu-
Ben Geber, oficial del Templo, Sheq 5, l. dio, Ab 5, 21.
Ben He-He, Ab 5, 23. Bilga, Suk 5, 8.
Ben Katín, Yom 3, 10; Tam 1, 4; 3, 8. Birá, del Templo, Orl 2, l2; Pes 3, 8; 7, 8;
Ben Megusat, Yeb 8, 4. Zeb 12, 5; Mid 1, 9; Par 3, l.
Ben Nanós, cf. Sirneón ben Nanós. Blasfemia, San 7, 5; Ker 1, 1.2.
Ben Qamsar, Yom 2, 3; 3, 11. Bofetada, penas, BQ 8, 6.
Ben Sión, Ed 8, 7. Brida, partes de una, Kel 11, 5.
Ben Soma, cf. Simeón ben Soma. Buey, que ha de ser apedreado, Qid 2, 9;
Bendiciones, antes y después de recitar el BQ 9, 2; San 1, 4; 7, 4; AZ 5, 9; Zeb 8,
shema ', Ber 1, 4; 2, 2; 3, 4; Meg 4, 3.5; I; Hul 5, 3; Tem 7, 4; Ker 6, 2.
Tam 5, l. Burro, Kil 1, 6; 8, 4; 9, 4; Hal 4, 9; Shab 5, 2;
- en el Templo, Ber 9, 5; Tam 5, L 24, 1; BM 6, 3.5; Bekh 1, 2.6; Zab 4, 7.
- en la lectura de la Ley, Meg 4, 1ss. - anieros, Dem 4, 7; Er 3, 4; 4, I O; Ket 5, 6;
- sobre los alimentos, Ber 6, lss; 7, 5; 8, 1; Qid 4, 14;Ar 6, 3; Kel 26, 5; Maksb 3, 7.
Hal 1, 8; Sot 7, l. - salvaje, Kil 1, 6; 8, 6.
-tras las comidas, Ber 3, 3; Pes 10, 7; Suk
2, 5. Caballo, Kil 1, 6; 8, 4; Shab 5, l; Pes 4, 3;
- enA.iio Nuevo, RhSh 4, 5. Sot 8, !; San 2, 5; 6, l;AZ 1, 6; Bekh 1,
- sobre buenos y malos acontecimientos, 2; Ke! 23, 2; Zab 4, 7.
Ber 5, 3; 9, 2.3.5. Cabello, quiénes pueden cortarse el pelo en
- en días de ayuno, Taan 2, 2ss. día de fiesta, MQ 3, l.
- de los esposos, Meg 4, 3. Cabañas (sukká), Maas 3, 7; Suk 1, 1 el
- de los que están en duelo, Meg 4, 3; MQ passim; Bes 4, 2; Shebu 3, 8.
3, 7. - a quién obliga el precepto de las, Suk 2, 8.
1122 Índice analítico
Dosa ben Harkinas (Arquinas), Shab 20, 4; Toh 7, 7; J.\lfiqw 3, 2; 8, 3; Mah 6, 6; Yad
Er 3, 9; RhSh 2, 8.9; Ket 13, 1.2; Ed 3, 3, 5; 4, 2.3; Uq 1, 5.
1-6; Ab 3, 11; Hu! 1, 7; 11, 2; Bekh 7, 2; Eleazar (Elazar) ben Dinay, Sot 9, 9; Kel
Ohol 3, 1; Neg l, 4; Toh 8, 8. 5, JO.
Dositeo (Dostay) ben Yanay, Er 5, 4; Ab 3, 9. Eleazar(Elazar) ben Dolay,Abá, Miqw 2, 10.
Dositeo (Dostay) de Kefar Yatmá, Orl 2, 5. Eleazar (Elazar) ben Jismá, Ter 3, 5; BM 7,
Dracmas, Sheq 2, 4. S;Ab 3, 18; Neg 7, 2; 13, 3; Miqw 8, 3.
Duelo, luto, Ber 2, 6. 7; 3, 1.2; 8, 6; Ter 11, 1O; Eleazar ben Matías, Yeb 10, 3.
MSh 5, 12; Shab 23, 4.5; Pes 8, 6; Meg 3, Eleazar (Elazar) ben Partá, Git 3, 4.
3; MQ 1, 5.6; 3, 5; Hag 2, 4; Ket 2, 10; 4, Eleazar (Elazar) ben Pila, Toh 7, 9.
4; BB 6, 7; San 2, 1.3; 6, 6; Mak 3, 5; Hor Eleazar (Elazar) ben Samúa, Gít 3, 8; Ab
3, 4; Mt'n JO, 9; Mid 2, 2; Ohol 18, 4. 4, 12.
Eleazar (Elazar) ben Yehudá (de Bartota),
Ebal, monte, Sot 7, 5. Orl 1, 4; Ab 3, 7; Ohol 3, 5; Zab l, 1;
Eclesiastés (Qohelet), Libro del, Ed 5, 3; TebY 3, 4.5.
Yad 3, 5. Eleazar (Elazar) de Modim, Ab 3, 11.
Edad, lo propio para cada, Ab 5, 21. Elefante, Kil 8, 6.
Edén,jardín del, Ab 5, 20. Elena, reina, Yom 3, 10; Naz 3, 6.
Edom, Ket 5, 8. Edornitas, Yeb 8, 3; vinagre Elías, Sbeq 2, 5; Taan 2, 4; Sot 9, 15; BM 1,
edomita, Pes 3, l. 8; 2, 8; 3, 4.5; Ed 8, 7.
Egipcio: Eliezer (ben Hircano), Per 1, 1.2; 4, 4; 5, 2;
- alubias (habas), Kil 2, 11; 3, 4; Shab 9, 7; 7, 5; Pea 3, 6; 4, 9; 5, 2.4; 7, 7; Dem 4,
Ned 7, 1.2. 3; 5, 9; 6, 3; Kil 2, 10; 3, 4; 5, 3.8; 6, 2;
- cerveza, Pes 3, 1. 9, 3; Shebi 5, 3; 8, 9.10; 9, 5.9; 10, 7; Ter
- cesto, Shab 20, 2; Sot 2, 1; 3, l; Kel 26, 1. 2, 1; 4, 7.8.9.10.11; 5, 2.4.5.6; 6, 6; 8,
- pescado, Maksh 6, 3. \.2.3.8.9.10.11; 11, 2; Maas 2, 4; 4, 3.5.6;
- calabazas, Kil l, 5. Hal 1, 3; 2, l.4.8; 4, 7; Orl 1, 7.
- escalera, BB 3, 6; Zab 3, 1.3; 4, 3. Shab 1, 10; 2, 3; 6, 4; 10, 6; 12, 4; 13, l;
- lenteJa, Maas 5, 8; Kel 17, 8. 17, 7; 19, 1.4; 22, l; Er 1, 2; 2, 5.6; 3, 3.6;
- mostaza, Ki! 1, 2. 4, 5.11; 7, 10.11; 9, 2; 10, JO; Pes 1, 7; 3,
- ventana, BB 3, 6. 1.3; 5, 9; 6, 1.2.5.; 9, 2.4; Sheq 3, l; 4, 7;
- cinturón, Sot l, 6. 8, 7; Yom 5, 5; 7, 3; 8, 1; Suk 1, 11; 2, 6;
Egipcios, Pes 10, 5; Yeb 8, 3; Ed 2, IO;Ab 4, 5; Bes 4, 6.7; RhSh 4, l; Taan 1, 1; 3, 9;
5, 4. Meg4, JO; MQ 3, 6; Hag 3, 8.
Egipto, Ber 1, 5; Sheb 6, l; Pes 9, 5; 10, Yeb 3, l; 6, 3.4; 8, 4.6; 12, 2.3; 13,
5.6; Ned 3, 2; BB 8, 3; Ab 5, 4; Yad 4, 3. 2.6.7.11; 16, 2.7; Ket 1, 6.7.8.9; 5, 5.6; 9,
Elat, MSh 5, 2. 4; Ned4, 3; 9, 1.2; 10, 5.6.7; N'az 3, 3.4.S;
Elay,Er2, 6. 6, 7.11; 7, 1; Sot 1, 1; 3, 4; 4, 3; 6, l; 8, 3;
E!eazar, Shebi 2, 8; Sheq 4, 8; Yom 5, 7; RhSh 9, 2.3.4; Git l, l; 3, 2; 4, 7; 6, 3.4; 8, 8; 9,
l, l; Yeb JO, l; Ket 2, 8; 3, 6; Naz 7, 4; BQ 1.4; Qid 1, 4.9; 3, 13; 4, 3.13.
4, 9; Hor 1, 2; Zeb 13, 4.6;Ar 4, 4; 7, 4; 9, BQ 1, 4; 6, 4; BM 6, 8; BB 3, 8; 4, 4.5;
1.8; Tem 2, 3; 3, 3.4; Ker 3, 3; Toh 6, 4-6. 9, 7; San 1, 4; 6, 4; 10, 3; Mak 3, S; She-
Eleazar, oficia! del Templo, Sheq 5, l.2. bu 2, 5; 5, 3; Ed 2, 7; 5, 4.5; 6, 2.3; 7,
Eleazar (El.azar) bar Simeón (ben Yojay), Bes J.5.6.7; 8, 6; AZ 1, 8; 3, 9; Hor 2, 7.
4, 5; Tem 4, 4; Neg 12, 3. Zeb 1, 1.4; 3,3; 7,4;8,4.5.7.8.9.10.11.12;
Eleazar (E lazar) ben Araj, Ab 2, 8.9 .14. 11, 3; Men 3, 1.4; 7, 3; Hui 2, 6.7; 12, 2;
E]eazar (Elazar) ben Azadas, Ber 1, 5; 4, Bekh 1, 5.6; 4, 7; 5, 3; 7, 6; 8, 10; 9, 5;
7; Shebi 1, 8; 3, 3; Maas 5, 1; MSh 5, 9; Ar 3, 2; 6, 1.3; 8, 4; Tem 3, 1.3; 6, 5; Ker
Shab 4, 2; 5, 4; 19, 3; Er 4, l; Yom 8, 9; 3, 10; 4, 2.3; 6, 1.3; Meil 1, 2.3.
Bes 2, 8; MQ 1, 2; Ket 4, 6; 5, 1; Ned 3, Ke12, 8;3,2; 5, JO; 8, 1; JO, 1; 11, 5.8; 14,
11; Naz 6, 2; Sot 9, 15; BQ 6, 4; Mak 1, 1.7.; 15,2; 17, 1; 18, 9;26,2.4.5;27, 5.12;
10; Ed 3, 12; Ab 3, 18; Zeb 1, 3; Men 13, 28, 2; Ohol 2, 2.4; 6, I; 9, 14. 15; 11, 7; 12,
6;Ar8,4; Ker2, 5; Kel 3, 8; Neg 7, 2; 8, 3.8; 14, 4.5; 17, 2.5; Neg 6, 7; 7, 4.5; 9, 3;
9; 13, 6; Toh 7, 7; 1V1íqw 3, 2; 8, 3; 13, 6; 11, 7; JJ, 2.6; 14, 9; Par 1, !; 2, l.3.5; 4,
1126 Índice analítico
Guibeonita, Yeb 2, 4; 6, 2; 8, 3; 9, 3; Ket 1, 8.9; \; Kel 8, 10; 10, 2; Ohol 8, 1; Par 11, 3;
3, l; 11, 6; Sot 4, l; 8, 3.5; Git 9, 2; Qíd 2, Maksh 1, 6; TebY2, 3.
3; 3, 12; 4, 1; Mak 3, !; Hor 1,4; 3, 8. - secos, Pea 8, 5; Dem 5, 5; 7, 3; Ter 2, 4;
Guijón, Pes 4, 9. 11, 1.4; Maas, 1, 8; Shab 17, 2; 22, 3;
Guilgal, Zab 14, 5. Ket 5, 8; Naz 2, l; AZ 5, 2; Meíl 3, 6;
Guryá, Abá, Qid 4, 14. Kel 3, 2; 4, 2; Ohol 6, 2; Uq 1, 6.
Higos, como medida, Shab 7, 4; 9, 7; Er 7,
Habas, Pea 8, 3; K.il 1, 1.2; 2, 11; 3, 2.4; 7, 7; 8; Kel 17, 7. Higos blancos, Dem 1, !;
Shebi 2, 8.9; Maas 4, 6; Ned 7, 1.2; Níd 9, Shebi 5, l; AZ 1, 5; persas, Shebi 5, l;
7; Maksh 5, 9; TebY I, 1.2; Uq 1, 5. silvestres, Dem 1, l.
- como medida, Kel 17, 12; Neg 1, 5; 6, l; Hijas, potestad sobre las, Ket 4, 4s.
Nid 8,2. - mantenimiento, Ket 4, 6.11 ;, 12, 1s; 13, 3;
Habdalá, Ber 5, 2; 8, 5; Hui 1, 7. 8B 8, 8; 9, 1; Bekh 8, 9.
Haftará, :tvleg 4, 1.5. Hijo rebelde y contumaz, San 8, ls.
Hagiógrafos, 16, l. Hijos, procreación, Yeb 6, 6; Sot 4, 3; Git
Halajá, Pea 2, 6; 3, 6; 4, 1.2; Kil 5, 1; Shebi 4, 5; Ed l, 13.
9, 5; Orl 3, 9; Er 4, 8; Hag 1, 8; Yeb 4, Hile! el Viejo, Shebi 10, 3; Hag 2, 2; Git 4,
13; 8, 3; Ned 4, 3; Naz 7, 4; Gít 6, 7; 3; BM 5, 9; Ed 1, 1-4; Ab 1, 12-14; 2,
BQ 3, 9; San 11, 6; Ed 1, 5; 8, 7; Ab 3, 5-7;4,5;5, 17;Ar9,4;Nid !, l.
12.19; 5, 7.8; 6, 3; Men 4, 3; Ker 3, 9; Hile[, escuela de (en disputa con la escuela
OhoJ 16, 1; Nid 1, 3; Yad 4, 3. de Samay), Ber 1, 3; 8, 1-8; Pea 3, l; 6,
- desde el Sinaí, Pea 2, 6; Ed 8, 7; Yad 4, 3. 1.2.5; 7, 6; Dem 1, 3; 6, 6: Kil 2, 6; 4,
Hale! (Sal 1l3-l 18), Pes 5, 7; 9, 3; i0, 5.7; 1.5; 6, I; Shebi 1, l; 4, 3.4.10; 5, 4.8;
Suk 4, l.8; RhSh 4, 7; Taan, 4, 4.5; Med 8, 3; Ter 1, 4; 5, 4; Maas 4, 2; MSh 2,
2, 5; Sot 5, 4. 3.4.7.8.9; 3, 6.7.9.13; 4, 8; 5, 3.6.7; Ha!
Hallazgos, Sheq 7, 1-5. 1, 6; Orl 2, 4; Shab 1, 4-9; 3, l; 21, 3; Er
Hatulím, Men 8, 6. 1, 2; 6, 4.6; 8, 6; Pes 1, 1; 4, 5; 8, 8; 10,
Haurán, RhSh 2, 4. 2.6; Sheq 2, 3; 8, 6; Suk 1, 1.7; 2, 7; 3,
He, letra hebrea, Pes 9, 2. 5.9; Bes l, l.2.3.5.6.7.8.9; 2, 1-5; RhSh
Hebreo, qué ha de recitarse en hebreo, Sot 1, 1; Hag l, 1-3; 2, 3.4; Yeb l, 4; 3, 1.5;
7, 2. Cf. también Lengua santa. 4, 3; 6, 6; 13, I; 15, 2.3; Ket 5, 6; 8, 1.6;
Hebrón, Yom 3, 1; Tam 3, 2. Ned 3, 2.4; Naz 2, 1.2; 3, 6.7; 5, 1.2.3.5.;
Hechicería, San 7, 11. Sot 4, 2; Git 4, 5; 8, 4.8.9; 9, 10; Qid l,
Hel, muro, contrafuerte, terraplén, Pes 5, 10; l; BM 3, 12; BB 9, 8.9; Ed l . 7-14; 4,
Sheq 8, 4; Par 3, 11; Mid 1, 5.7.9; 2, 3; 1-12; 5, 1-5; Zeb4, l; Hui 1, 2; 8, !; 1.1,
Kel 1,8. 2; Bekh 5, 2; Ker 1, 6; Kel 9, 2; 11, 3;
Herejes, Ber 9, 5; RhSh 2, l; Meg 4, 8; Hui 14, 2; 18, 1; 20, 2.6; 22, 4; 26, 6; 28, 4;
2, 9. 29, 8; Ohol 2, 3; 5, l-4; 7, 3; 11, 1.3-6.8;
Herencia, Yeb 4, 3.7; !O, I; 11, 7; Ket 4, 6.10; 13, 1.4; 15, 8; 18, 1.4.8; Par 12, 10; Toh
5, 7; 8, ls; 9, Is; 10, 1; ll, 1; Git 5, 5; 8, 5; 9, 1.5.7; 1O, 4; Miqw 1, 5; 4, I; 5, 6; 10,
BQ 9, 10; BB 3, 3; 4, 9; 8, Is; 9, 2.8.9; San 6; Nid 2, 4.6; 4, 3; 5, 9; 10, l.4.6.7.8;
3, 4; Ed 2, 9; Bekh 8, 1s; 9, 10. Maksh 1, 2-4; 4, 4-5; Zab 1, 1.2; TebY
- orden de preferencia, 88 8, 2. 1, I; Yad 3, 5; Uq 3, 6.8.1 l.
Het, letra hebrea, Shab 12, 5. - escuela de Hile! pasó a enseñar según la
Higos, higueras, Ber 6, 8; Dem 1, l; 2, 5; 7, escuela de Samay, Yeb 15, 2-3.
5; K.il 1, 8; 6, 4; Shebi 1, 3; 4, 5; 8, 3.6; Himno de alabanza, Taan 3, 9.
9, 2; Ter 2, 4; 4, 8.9; 8, 6; l l, 4; Maas 2, Hin, Ed 1, 3; Men 9, 2.
1.2.4.5.6.7; 3, 1.4; 8, 10; MSh 3, 6; Ned Hipoteca, Ket 9, 5.8; 12, 2; Git 5, 2.3; 9, 4;
3,2; Il,5.6.;Qid2, 7;BM9,9;BB2, 7; BB 10, 8; Shebu 7, 7.
6, 2; San 5, 2; AZ 5, 2; Ker 4, 3; Tam 2, Hircanos de Kefar Etán, Yeb 12, 6.
3.5; Par 3, 8; 7, 12; Uq 1, 6; 3, 8. Hisopo, Shab 14, 3; Pes 9, 5; Neg 14, 1.6;
-torta de, Pea 8, 5; Dem 2, 1; 5, 5; Shebí !, Par 3, 1O; 11, 6-9; 12, 1.3.5.1 l.
2.3.4; 11, 1; Ter 2, 1.4; Maas 3, 4; Shab Holocausto, Ter 3, 8; Sbeq 2, 5; 4, 7; 6, 5; 7,
16, 3; 17, 2; Ket 5, 8; Naz 2, 1; BM 2, I; Yom 7, 3; Bes 2, 4; Hag 1, 3.5; 2, 3;
1130 Índice analítico
Ned 1, 4; Naz 4, 4; 6, IO; 8, l; San 10, - por transporte, Kil 8, 5; Shab 9, 1; Naz 7,
6; Zeb 1, 3; 5, 4 et passim; Ar 5, 6; Tem 2.4; Ed 2, 5; 6, 3; AZ 3, 6; Zeb 7, 6; Hui
3, 2.3; 5, 1; Meil 2, 4; 4, 2; Qin 1, lss. 1, l; 9, 4.5; Kel 1, 1.2.3.5; Ohol 1, 8; 2,
-cotidiano, Pes 5, J.3.4; Sheq 4, I; 8, 8; Yom 3.4; 18, 2.3; Par 11, 6; Toh 3, 3; 4, 6; Nid
2, 5; 3, 2.4; 7, 3; Suk 5, 5.7; Taan 4, 6; Ed 10, 4; Zab 2, 2.4; 3, 2; 4, 1; 5, l.
6, \; Zeb 10, \; Men 4, 4; Tam 3, 4.5; 7, 3. -por contacto, Kil 8, 5; Naz 7, 2.4; Ed 3, 1;
- cesación, Taan 4, 6. 6, 2; Zeb 7, 6; 11, 8; Hui 4, 4; 9, 4.5; Ke!
- adicionales, Sheq 4, 1; 8, 8; Suk 5, 5; Taan 1, 1.2.3.4; 3, 4; 4, 3; 5, 3; 7, 3.4.5; 18,
4, 4.5; Zeb 10, l; Men 4, 4. 6-8; 19, 5; 23, 3; 26, 4; 27, 7-10; Ohol l,
Hombre, Sot 3, 8; Qid I, 7; Hor 3, 7; Nid 5, 9. 8; 2, 3.4; 3, I; 18, 2-3; Par I 1, 6; Toh 2,
- miembros del cuerpo humano, Ohol l , 8. !; 4, 5.6; 6, 4; 9, 2.8.9; Nid 10, 6; Maksh
- salvaje, Kil 8, 5. 4, 8; Zab 2, 4; 5, 1.11; TebY 2, 3; 3, 4.5;
Homero, Yad 4, 6. Yad 3, l.
Homicidio, accidental, San 9, 1.2; Mak.2, 1-3. - por entrada (del leproso), Kel 1, 4; Neg
-justificable, San 8, 7; 9, 6. 13, 4.6s; Yad 3, l.
Homosexualidad, Yeb 8, 6. - por proyección de sombra (o <<liacer tien-
Horca, San 6, 4. da»), Kil 8, 5; Shab 2, 3; Naz 7, 2-4; Ed
Huérfano, Shebi 1O, 6; Pes 8, 1; Yeb 13, 6s; 1, 7; 2, 5; 3, 1.7; 6, 3; Kel 1, 4 5; 9, 6; 27,
Ket 3, 6; 6, 5.6; 9, 7.8; 10, 2; 1I, 1; Ned I; Ohol l, 1 etpassim; Neg 13, 12; Toh
11, 10; Git 4, 3; 5, 2.4; Shebu 7, 7; Bekh 4, 4; 5, 1; 6, 2; Miqw 10, 8; Níd 7, 4; 10,
9, 4; Ar 6, J. 5; Zab 4, 6; 5, 3; TebY 2, 8.
Hueso, utensilios de, e impureza, Kel 2, l; 15, - de \a profundidad, Pes 7, 7; Naz 9, 2; Kel
l. Cf. Cordero pascual, Pascua. JO, l; Par 3, 2.3.6
Hugrás ben Leví, Sheq 5, 1; Yom 3, 11. - de siete días, Hui 4, 3; Kel 1, 4; 18, 7;
Huso, Ke! 11, 6; 21, l. 19, 5.6; Ohol 1, 1-3; 5, 4; 7, 2; 15, 2.9;
Zab 4, 6.
Idolatria, Ber 8, 6; 9, 1; Dem 6, 10; Shab 9, 1.6; -hasta el atardecer, Kel 18, 7; 19, 5-6; Ohol,
Ned 2, I; 2, 4; BQ 7, 2.4; San 5, I; 6, 4; 7, 1, 1-3; 7, 2.
4.6.7.IO; 8, 7; 9, 3; 11, 1.6; AZ 1, 3 et pas- - diez grados en el hombre, Kel 1, 5.
sím;Ab 5, 9; Hor 1, 3.5; 2, 2.3.6; Men 9, 7; - en zona de dominio público, y en zona de
Hui 2, 7; 5, 3; 6,2; 8, 5;Tem6, l; Ker 1, l. dominio privado, Toh 4, 5. I 1; 5, 7.9; 6,
Ídolo, Shab 9, l. ls; Miqw 2, 2.
Ila, Bekh 6, 8. - conciencia de haber contraído impureza,
Ila de Yavne, Bekh 4, 5. Shebu 1, lss.
Imágenes,AZ 3, 1-3. - líquidos que hacen a los alimentos sus-
Imbécil, idiota, Ter 1, I; Yeb 4, 6; Sot 4, 5; ceptibles de, Maksh 6, 4 et passim.
Git 2, 6; BQ 4, 4; Bekh 7, 6; Toh 5, 8; - derivada, MSh 3, 9; Pes 1, 6; Sheq 8, 4.6;
Nid 2, l. Ed 2, 1; Meíl 4, 4; Toh 1, 5; Yad 3, l.
Impureza, padres de, MSh 3, 9; Pes 1, 6; Ed -defensa contra la, Kel 10, 1s; Ohol 5. 5; 7,
2, I; Sheq 8, 4.6.7; Mei\ 4, 4; Toh I, 5; 1s; Par 5, 5. Cf. Asiento.
4, 11; Maksh 4, 2.8; TebY 1, 4; 2, 1.8; 3, - de abismo, Pes 7, 7.
1; Yad 3, l. - de la tienda, Shab 2, 3,
- primer grado, Kel 8, 5; Toh 1, 5s; 2, 2s; - por dónde deben caminar los impuros, Sheq
Yad3, l. 8, 1.
- segundo grado, Sot 5, 2; Kel 8, 5; Toh 1, 5s. Incienso, Sheq 6, 5.6; 7, 1; Yom 2, 5; 3, 1O;
- tercer grado, Sot 5, 2; Toh 1, 5s; TebY 4, Sot 2, I; Ed 8, l; AZ 1, 5; Zeb 4, 3.5;
1-3. 13, 4.6; Men 1, 2 et passim; Meil 2, 9;
- cuarto grado, Toh 2, 4. Tam2, 5.
- quinto grado, Toh 2, 5. Indignidad, castigo por la, Ket 3, 7; BQ 8,
-conectivos, Kil 9, 10; Ed 2, 4; Hui 9, 3; Kel 1-3; Ar 3, 4.
3, 6; 5, 2; 18, 2; 19, 1.7.8; 20, 3; 21, 3; 28, Infierno, Gehenna, Qid 4, 14; Ed 2, 10; Ab
7.8-10; 29, 2; Ohol 2, 2; 3, 3.4; 15, 8; Par 1, 5; 5, 19.20.
12, 8-10; Toh 8, 9; Miqw I O, 5; Zab 5, 4; Injerto de plantas, Kil 1, 7.8; Shebi 2, 6.
TebY 1, l; 2, 5.6; 3, 1.3; Uq 2, 5.6. Injuria, penas por, BQ 8, 6.
Índice analítico 1131
Inmersión, tras hacer sus necesidades, Yom 9, 1-6; JO, 1; 11.5.7; 13. 2; 15, 6.7; Ket
3, l; para acto cúltico, Yom 3, 3. Cf. tam- !, 5; 7, 1.2; 11, 6; Sot 3, 7; 4, 1; 7, 5.7;
bién Piscina de inmersión. 8, 3.5; Git 3, 3.4; 5, 5.8; 8, 5; 9, 2; Qid 2,
Inmolación, Zeb 3, 1; Hui 1, 1.2s; 2, lss. 10; 3, l.l2; 4, 1.4.6.7.; San 4, 2; Shebu
Intención, Ber 2, 1; Ere 4, 4; RhSh 3, 7 .8; l. 7; Ed 7, 9; 8, 2: Hor 3, 8; Zeb 10, 8;
Meg 2, 2; MQ 1, 10; 2, 3; Hag 2, 6; Yeb Bekh \, 1; 4, !; 5, 2.4; Ar 1, I; 9, 8; Tem
13, 13; BQ 5, 4; San 9, 2; Zeb \, 1.4; 2, 1, l; Mid 2, 5.6; 5, 1; Kel 1, 8.
2s; 3, 1.4ss; 4, 6; 6, 7; 8, 12; Men 1, 3.4;
Hui 2, 7; Bekh5,3;Ker4,3;Kel 17, 15; Jaber, Cf. Compañeros.
25, 9; 26, 7.8; Ohol 7, 3; Par 9, 4; Toh i, Jacob, BQ 8, 6; BM 7, !; Hu! 7, 4.6,
3; 8, 6; Maksh 3, 8; Yad l, 3; Uq 3, 1s. Jacob (ben Corsay?), Ab 3, 8; 4, 16.17.
Intercalación, del mes, Shebi 10, 2; Er 3, 7; Jadasá, Er 5, 6.
RhSh 2, 8; 3, 1; San 1, 2; 5, 3; 8, 2. Jadid, Ar 9, 6.
~ del año, Meg !, 4; Yeb 16, 7; Ned 8, 5: Jafaraim, Men 8, 1.
BM 8, 8; San 1, 2; Ed 7, 7; Ar 9, 3. Jalafta, Taan 2, 5.
Isaac, BQ 8, 6; BM 7, l. Jalafta ben Dosa de Kefar Jananías, Ab 3, 6.
Isar italiano, Qid !, l; Ed 4, 7; Hui 3, 2. Janamel el egipcio, Par 3, 5.
Ismael (ben Ehsa), Ber 7, 3; Pea 4, 10; Dem Janán el egipcio ben Abísalón, Ket 3, 1.2.
6, 4; Kíl 3, 3.6.7; 6, 4; Shebi 1, 4; Ter 4, 5; Jananías ben Acasias (Aqasya), Mak 3, 16.
Maas 3, 5; Ha\ 4, 4; Shab 2, 2; 15, 3; Er !, Jananías ben Ezequias, cf. Ananíos.
2; Pes 10, 9; Sheq 3, 2; 4, 3.4; Yom 4, l; 6, Jananías ben Gamaliel, Qid 3, 4; BB JO, l;
8;Suk3,4;MQ 3, 8;Ket5,8:Ned3, 11; 9, Mak 3, 15; Meo 5, 8; Bckh 6, 9.
10; Naz 6, 3; BB 3, !; 6, 4; 10, 8; San 1, 2; Jananias ben Jakinay, Kil 4, 8; l\1ak 3, 9; Ab
Shebu 2, 5; 3, 5; Ed 2, 4-6; AZ 1, 2; 2, 5; 4, 3, 4.
l;Ab3, 13;Men3, 7; 10. l;Hul9,4;Bekh Jananías ben Teradión, Taan 2, S; Ab 3, 2.
3, 1; 6, 6.12; 7, 5; Ar 8, 7; Ker 2, 5; Meil 3, Janina. prefecto de los sacerdotes, Pes 1, 6;
3; Kel 2, 2; S, 3; 7, 3; Ohol 3, 5; Neg 1, 2; Sheq 4, 4; 6, 1; Ed 2, 1-3; Ab 3, 2; Zeb
2, 1;8,9;11,5; 12,3;Parl,3;3, 11;8,ll; 9, 3; 12, 4; Men 10, 1; Neg 1, 4; Par 3, l.
Toh 1, 2; Miqw 7, 1; 8, 3; 9, 6; Nid 3, 7; 6, Janina ben Antígonos, Shebi 6, 3; Er 4, 8;
12; Zab 1, 2; Yad 4, 3; Uq 2, 2. Yeb 13, 2; Qid 4, 5; Bekh 6, 3.4.10.11; 7,
Ismael ben Piavi, Sot 9, l5; Par 3, 5. 2.5; Ar 2, 4; Tem 6, S; Nid 8, 2.
Ismael ben Yojanán ben Beroca, BQ 10, 2; Janina ben Aqabya, Ket 8, 1; Ar 1, 3.
San 11, l;Ab4,5. Janina ben Dosa, Ber 5, 5; Sot 9, 15; Ab 3,
Ismael ben Yosé (ben Jalafta), Ab 4, 7 .8. 10.11.
Israel, tierra de, Dem 6, 11; Shebi 6, 1.2; Hal Janina de Onó, Git 6, 7.
4, 8; Orl 3, 9; Sheq 3, 4; Yeb 16, 7; Ket 13, Janucá, cf. Dedicación, fiesta de la.
11; Git 1, 2.3; 3, 5; BQ 7, 7; AZ 1, 8; Kel Jen, Mid 3, 8.
1, 6; 17, 7; Ohol 18, 7; Miqw 8, l. Jerem, Ned 1, 2; 2, 5.
- su santidad, Kel I, 6. Jericó, Pes 4, 8; Men l O, 8; Tam 3, 8.
Israelitas, en cuanto distintos de los gentiles, Jeroboam, San 1O, 2; Ab 5, 18.
Ber 4, 4; 8, 8; Dem 5, 9; 6, l; Shebi 4, 3; Jerusalén, Dem 1, 2; 6, 4; Maas 2, 3.5; 3, 10;
5, 7.9; Ter 1, 1; MSh 5, 14; Ha! 3, 5; 4. 7; MSh !, 1.5; 2, 2.4.9; 3, 1.3.4.5.6.9; 5, 2;
Bik 1, 5; Shab 14, 4; 16, 8; 23, 4; Er 6, l; Hal 4, 11; Bik 2, 2.10; 3, 3; Shab 23, 1; Er
8, 5; Pes 2, 2.3; Yeb 16, 5; Ket 3, 5; 4, 3; 6, 2; 10, 9; Pes 3, 8; 7, 3; 8, 3; Sheq 7, 2-4;
Ned 3, 10.11; Git 4, 9; 5, 9; 9, 8; Qid 4, 7; 8, 1.2; Yom 6, 4.6.8; Suk 3, 8; 4, 5; 5, 3;
BQ 4, 3; BM 5, 6; San 10, !; Mak. 2, 3; 3, RliSh l, 7; 2, 5; 4, 2; Taan 2, 4; 3, 6.8; 4,
16; AZ 2, 4.6.7; 4, 9.11.12; 5, 3.7; Ab 6, 2.8; Meg 1, 11; Hag 1, !; 3, 6; Yeb 4, 13;
U; Men 5, 6; Bekh 2, 1; 8, 1; Neg 2, 1; 8, 4; Ket 2, 9; 4, 12; 13, 1: Ned 1, 3; 3, 10;
Toh 7, 7; Miqw 8, 4; Nid 2, !; 4, 2; 7, 3; Sot 1, 4; 9, 1.2.5.9.10; Git 6, 7; 9, 8; BQ
Maksh 2, 3.5-8.10; Uq 3, 12. 7, 7; San 8, 2; 11, 4; Ed 1, 3.10; 2, 3; 5, 6;
- laicos, Pea 8, 6; Dem 6, 3-5; Ter 6, 2; 7, 2; 6. 1;Ab !, 4; 5, 5; Zeb 14, 8; Men 10, 2.5;
8, 1; 9, 2.3; 11, 9.10; Pes 5, 6; 7, 3; Sheq 13, JO; Ar 5, !; 9, 6; Ker l, 7; 3, 8; Tam 5,
l, 3.6; Yom 6, 3; 7, 1; Suk 5, 4; Taan 4, 6; Kel 1, 8; 6, 2; Neg 12, 4; Par 3, 2; Miqw
2; Hag l, 4; Yeb 2, 4; 6, 2: 7, 2.3.5; 8, 6; 4, 5; Maksh 1, 6.
1132 Índice analitico
Pascua, trabajos permitidos en la vigi Iia, Pes Peligro, tiempo de (persecución), MSh 4, 11;
4, 1.5-8. Shab 19, 1; Er 10, !; Ket 9, 9.
- cordero o cabrito, Pes 8, 2. Pentecostés, fiesta de, Shebi 1, l; 2, 1; Hal
- intencíón, Pes 5, 2. 4, 1O; Bik l, 3.6.10; Sheq 3, 1; Suk 5, 7;
- apuntamiento o asignación de los comen- RhSh 1, 2; Meg 3, 5; MQ 3, 6; Hag 2, 4;
sales, Pes 5, 3; 8, 3. BB 6, 3; Ed 2, 10; Men 3, 6; 4, 2; 5, 6; 7,
- condicíones del cordero, Pes 9, 7. 3; Hui 5, 3; Bekh 9, 5; AI 2, 3.
- cordero defectuoso, Pes 6, 6. Pérdida de objeto o animal, BQ 5, 7; BM 2, 9;
- sustituto del cordero, Pes 9, 6. 3, 6; 6, 7; Shebu 6, I; Hor 3, 7; Kel 27, 12.
- cuándo se sacrifica, Pes 5, 3. Perdón, Día del, cf. Día del Perdón, Expia-
- cómo se ofrecía, Pes 5, 5-1 O. ción.
- asado, Pes 4, 4; 7, l. Perro, Kil 1, 6; 8, 6; Shab 11, 6; 24, 4; Pes 2,
- dónde ha de ser comido, Pes 7, 12. 3; Yom 8, 6; Ned 4, 3; 9, 3; Sot 9, 15; BQ
- quiénes no pueden comerlo, Pes 6, 6. 2, 3; 5, 3; 7,2.7; BM 7, 9; San 9, !; Hui 4,
-hasta cuándo puede comerse, Pes 10, 9. 2.7; Bekh 4, 4; 5, 6; Tem 6, 3 .5; 0hol 11,
- condiciones para comerlo, Pes 5, 3. 7; Toh 3, 8; 4, 3; 8, 6; Zab 2, 3; Hal 1, 8.
- huesos., Pes 7, 1Os. Pescado, Shebi 7, 4; Ter 10, 8; MSh 2, 1;
- las· copas de vino, Pes I O. 1.2s. Shab l, 6; 2, 2; 22, 2; Bes 2, 1; 3, 1.2;
- sacrificio festivo, Pes 6, 3.4. Ned 6, 3.4; Git 5, 8; BM 2, 1; A'Z 2, 6;
- massot, materia de los, Pes 2, 5. Hui 3, 7; 7, 5; Bekh 1, 2; 8, !; Ker l, 5;
- hierbas amargas, Pes 2, 6; 1O, 4; Er 2, 6. 5, 1; Kel 10, l; 16, L; 24, 11; Ohol 11, 7;
- pan con levadura o fe1mentado, prohibi- Nid 3, 2; Maksh 6, 3; Uq 3, 8.9.
ción, Pes 5, 4. - puro e impuro, Hul 3, 7.
- búsqueda, Pes 1, 1ss. Pesos y medidas, BB 5, 10.
- productos fennentados que han de retirar- Petajias, empleado del Templo, Sheq 5, 1.
se, Pes 3, Is; 2, 7.8. Piedras de molino, MQ 1, 9; BM 9, 13; BB
- tiempo de búsqueda, Pes 1, 3. 2, L
- cantidad, Pes 8, 3.6; Bes 1, 1. Pinjas, cámara de, Mid 1, 4.
- hasta cuándo se puede comer o vender, Pinjas, oficial del Templo, Sheq 5, 1.
Pes 2, L Pinjas ben Yair, Sot 9, 15.
- su combustión, Pes L 4.5. Piscina de inmersión, Ter 5, 6; Shab 24, 5;
- anulación en el corazón, Pes 3, 7. Sheq 1, !; Yom 8, 9; Meg 3, 2; MQ 1, 2;
- castigo para quien quebranta el precepto, Ed 1, 3; Hul 1, 7; Tem 1, 4; Par 5, 7; 8, 8;
Pes 2, 4; 3, 5. Toh 4, 7; 8, 9, Miqw 1, 1 et passim; Maksh
- levadura tras la Pascua, Pes 2, 2s. 4,6.8.
- sacrificio pascual, comida en grupos, Pes Placenta, Zeb 3, 5; Hui 4, 7; Bekh 3, 1; 8, 1;
8, 7. Tem 7, 4; Ker 1, 3; Nid 3, 4.
- celebración familíar, séder, Pes 7, 12s; PI.antas, del cuarto año, MSh 5, 4.5.10; Bik
10, Is. 2, 6; BM 4, 8; 7, 7; San 1, 3.
- ínstruccióo del padre de familia, Pes 1O, 4s. Plegaria, Ber 4, 4; 5, 1; 9, 4; Ab 2, 13.
- elementos de la celebración, Pes 10, 5. - por el enfermo, Ber 5, 5.
- significación de la Pascua, Pes 10, S. - posición durante la, Ber 4, 5.6.
- segunda, Hal 4, 11; Pes 7, 6; 8, 2.6; 9, - prohibidas, Meg 4, 8.9.
1-3.9; RhSh, 1, 3. Pobres, alimentar a los, Pea 8, 7; Pes I O, 1.
- la pregunta del hijo menor, Pes 10, 4. - caja de los, Pea 8, 7.
- elementos de la instrucción pascual, Pes - diezmo de los, Pea 5, 4.5; 8, 2.3.8; Dem 4,
JO, 5. 3.4; Ter 9, 3; MSh 5, 6.10; Ab 5, 9; Yad
Pastor, Ha! 1, 8; Bes 5, 3; Qid 4, 14; BQ 6, 4,3.
2; 10, 9; San 3, 2; Hui 4, 3; Bekh 5, 4. Pobreza, Qid 4, 14.
Patio, qué comprende, BB 4, 4. Políglota. Petajias conocía setenta lenguas,
- derechos en el, BB 3, 7. Sheq 5, l.
- pa1tición de un, BB 1, 1.6. Polución, Miq 8, 1s.
Peá, cf. Esquina de tu campo. Postraciones, Sheq 6, 1.3; M1d 2, 3.6.
Pectoral, Pes 7, 7. Precios, BM 5, 1.
1138 Índice analilico
Prefecto de los Sacerdotes, Bik 3, 3; Yom 3, Pueblo Fuerte, cf. Kefar Asís.
9; 4, !; 7, l; Sot 7, 7.8; Tam 7, 3. Puerta, del Agua, Sheq 6, 3; Suk 4, 9; Mid
Prepucio, Ned 3., 11. 1, 4; 2,6.
Presidente del Tribunal, Taan 2, 1; Hag 2, - del Canto, Sheq 6, 3; Mid 2, 6.
2; Ned 5, 5. - de Coponio, Mid 1, 3.
Préstamo, de animales, BM 8, Is. - del Fuego, Sheq 6, 3.
- en especie, BM 5, 8s. - de Julda. Mid 1, 3.
Primicias, Pea 1, l; 3, 6; Ter 3, 6.7; 4, 6; 9, - de la Llama, Mid 1, 5.
4; 11, 3; MSh 5, 6; Hal 4, 9.11; Orl 2, !; - de las Mujeres, Sheq 6, 3; Mid 2, 6.
Bekh 1, 1 el passim; Sheq 8, 8; Sot 7, - de Nicanor, Sheq 6, 3; Yom 3, JO; Sol 1,
2.3; Git 4, 9; BM 4, 8; Mak 3, 3; Men 5, 5; Mid 1, 4; 2, 3.6; Neg 14, 8.
6; 10, 6; Meil 4, 2; Kel 1, 6. -Oriental, Ber 9, 5; Orl 2, 12; Yom 1, 3; Sot
- del esquileo, Hal 4, 9; Ed 3, 3; Hul 11, 1, S; Tam 5, 6; Mid 1, 3.
Is; Nid 6, 7. - de los Primogénitos, Sheq 6, 3; Mid 1, 4;
Primogénitos, BB 9, 3.5; Ed 7, 1; Bekh 1, 2, 6.
6; 8, ls. - de Tadí, Mid 1, 3.9; 2, 3.
- de animales, Shebi 7, 3; MSh 1, 2; Ha! 4, - del Sacrificio, Sheq 6, 3; Mid l, 5; 2, 6
9.11; Orl 3, 3; Pes 9, 8; Sheq 6, 3; 8, 8; Bes - de Yejonias, Sheq 6, 3; iVIid 2, 6.
3, 4; Hag 1, 4; Ed 2, 2; 5, 6; Zeb 1, 2; 5, 8; - Superior, Sheq 6, 3.
8, 2; 10, 3; Men 9, 7; Hui 2, !O; 4, 2; 10, Puga, río, Par 8, 10.
2.3; Bekh 1, 1 et passim; AI 8, 7; Tem 1, Pufiado, medida, [\,fon 1,2; 13,3; Kel 17,11.
l; 3, 5; 5, 1; Mid 2, 6; Neg 2, 5; Par 1, 4. Puñetazo, penas, BQ 8, 6.
-de asno, Ed 7, l;AZ 5, 9; Bekh 1, Is; 2, l. Purificación. Shab 5, 1; Sheq 8, 2; Bes 2, 2;
Proclo, hijo del filósofo: AZ 3, 4. Hag 2, 6; Yom 8. 9.
Procreación, obligación, Yeb 6, 6. Purim, RhSh l, 3; Taan 2, 10; Meg 3, 4.6;
Profetas, Pea 2, 6; Shebu 2, 2; Ab 1, 1; Yad MQ 3, 9; Ed 7, 7.
4, 3.
- primeros, Yom 5, 2; Taan 4, 2; Sot 9, 12. Qohelet, Ed 5, 3.
- lecturas de los, RhSh 4, 6; Meg 4, 1-5. Queso, Shab 17, 2; Ned 6, 5; AZ 2, 4.5; Hul
-falsos, Sao 11, 5. 8, 1-3.
Profesiones, Qid 4, 14. Quinto, añadido, Pea 7, 6; Dem l, 2; Ter 1, 8;
Propiedad, sin propietario, Pea 1, 3.6; 4, 9; 3, 1; 6, 1-4; 7, 2.4; 8, !; 11,2; MSh 4, 3; 5,
6, l; Ter 1, 5; 6, 5; MSh 5, 5; Ha! 1, 3; 3; Hal 3, 6; Bik 1, 8; 2, 1; Yeb 11, 5.7; BQ
Sheq 1, 2; Yeb 13, 1; Ned 4, 8; E<l 4, 3. 9, 6.7; Blv[ 4, 8; Shebu 8, 3; Ed 4, 5; Ar 3,
- disputada, BM 1, 1s; 8, 4.5. 2; 7, 2; 8, Is; Ker 5, 2; 6, 6; Meil 4, 2.
- en común, BB 1, 4.5. Qorbán, MSh 4, 10; Ned 1, 2-4; 2, 2.5; 3,
- repartición de la, BB 1, 1.6. 2.5; 9, 7; l l, 5; Naz 2, 1-3.
Prosbol, Pea 3, 6; Shebí 1O, 3-7; MQ 3, 3;
Ket 9, 9; Git 4, 3; Uq 3, 10. Rabí, cf. Yehudá el Patriarca.
Prosélitos, Pea 4, 6; Dem 6, 10; Shebi 10, 9; Rabinos, mayor severidad que con la Escri-
MSh 5, 14; Ha! 3, 6; Bik 1, 4.5; Pes 8, 8; tura, San 11, 3.
Sheq l, 3.6; 7, 6; Yeb 2, 8; 6, 5; 8, 2; 11, Ratones, MQ l, 4; BM 3, 7; 8B 10, 6; Kel
2; Ket 1, 2.4; 3, 1.2; 4, 3; 9, 9; Git 2, 6; 3, 15, 6; Par 9, 3.
5; Qid 4, 1.6. 7; BQ 4, 7; 5, 4; 9, 11; BM Rayos, bendición sobre los, Ber 9, 2.
4, 10; BB 3, 3; Ed 5_, 2,6; Hor 1, 4; 3, 8; Rebusca, Pes 4, 3.10.11; 5, Is; 6, 5; 8, 1.2.8;
Hui 10, 4; Bekh 8, 1; Ker 2, l; Neg 7, 1; Shebi 9, 7; Ter 1, 5; 6, 5; 9, 2; MSh 5,
Nid 7, 3; Zab 2, 1.3; Yad 4, 4. 10; Ha! l, 3; Ned 11, 3; Git 5, 8.
Prostituta, salario de, Zeb K !; 9, 3; 14, 2; Reguev, Men 8, 3.
Tem 6, 1s; Par 2, 3. Rehusamiento, MQ 3, 8; Yeb 1, 1.2; 2, 1O;
Pubertad, señales de, Ter 1, 3; Yeb 7, 4; Qid 13, 1.2.4.5.7.11; Ket 11, 6; BM l, 8; Sab
1, 2; San 8, 1.4; Nid 5, 8.9; 6, l. lis. 1, 3; Ed 6, l; Hui l, 7; Nid 6, 11.
Publicanos (recaudadores de impuestos), Shab Reino de los cielos, Ber 2, 2.5.
8, 2; Hag 3, 6; Ned 3, 4; BQ 10, 1s; Ab 3, Rekab, Taan 4, 5.
17; Tob 7, 6. Rekem, Git 1, 1.2; Nid 7, 3.
Índice analitico 1139
- cubrimiento de la, Bik 2, 9; Bes l, 2; Ed 4, -de doble sexo (andróginos), Bik 1, 5; 4, Is;
2; Hui 6, Is; 12, l. Shab 19, 3; Hag 1, l; Naz2, 7; Bekh 6, 12;
Sanedrín, Sot 9, 1; Qid 4. 5; San 1, 5.6; 4, 3; Ar 1, 1; Tem 2, 3; 5, 2; Par 5, 4; 12, 10; Nid
Mak L 9. 10; Shebu 2, 2; Mid 5, 4. 3, 5; Zeb 2, l.
- gran, San 1, 6. Sezur, cf. Símeón de Sezur.
- menor, San 1, 6. Cf. Tribunal. Shekina (presencia divina), San 6, 5.
Sanojá, Men 8, 1.2. Shema', Ber 1, Is; 2, 2s; 3, lss; Shab 8, 3;
Sansón, Naz 1, 2; 9, 5; Sot 1, 8. Pes 4, 8; Taan 4, 3; Meg 4, 3.5.6; Sot 5,
Santidad, diez grados de, Kel 1, 6s; en los 4; 7, 1.8; Ab 2, 13; Tam 4, 3; 5, l.
objetos, Meg 3, l. Shemoné esré, cf. Bendiciones, las diecio-
Santificación de manos y pies, Yom 3, 2. cho bendiciones.
Santo de los santos, Ber4, 5.6; 9, 5; Sheq 4, Shittut: Dem 1, 4; Ha! l, 8; Er 3, 1; 6, 8; 7,
4; Yom 5, 1; Mid 4, 5.7; 5, 4; Kel 1, 9; 6.10;8, l.
Neg 14, 10; Par 3, 9; Yad 3, 5. Siclo, tiempo de anuncio, Sheq 1, 1.
Sapájat, Maksh 5, 9. - a quién obliga, Sheq 1, 3.4.7.
Sarafand, Meo 1O, 2. - quiénes pueden pagar sin estar obligados,
Sarón, 1lanura de, Kil 2, 6; Sot 8, 3; BQ I O, Sheq 1, 5.
9; BB 6, 2; Níd 2, 7. - recogida, Shcq 1, l.
Sartabá, RhSh 2, 4. - tiempo, Sheq 1, 3.
Satú ben Yehudá, Taan 4, 5. - cómo se recogía, Sheq 3, 2.3.
Saúl, rey, San 2, 2. - sobretasa, Sheq l, 6.
Saúl, Abá, Pea 8, 5; Kil 2, 3; Shab 23, 3; - no tiene límite fijado, Sheq 2, 4.
Sheq 4, 2; Bes 3, 8; Ket 7, 6; Ned 6, 5; - embargo a los infractores, Sheq 1, 3.5.
Git5,4;Qid4,2.14;BM4, 12;6, 7;BB - desarrollo histórico, Sheq 2, 4.
2, 7.13; San 10, I; Mak 2, 2; Ab 2, 8; - finalidad, Sheq 4, 1-4.
Men 8, 3; 11, 5; Mid 2, 5; 5, 4. - uso de los excedentes, Sheq 2. 3; 4, 3.
Saúl ben Botnit, Aba, Shab 24, 5; Bes 3, 8. Sidón, Ket 7, 10; Git4, 7; 7, 5; AZ 3, 7 (K.el
Sebaot, Shebu 4, 13. 4, 3).
Se baste, Ar 3, 2. Siervos, hebreos, MSh 4, 4; Er 7, 6; Qid 1,
Seboím, montaña, Hal 4, 10; Bík 1, 3. 2; BQ 8, 3; BJvl 1, 5; Bekh 1, 7.
Secuestro, San 11, l. - cananeos, MSh 4, 4; Er 7, 6; Qid 1, 3; BQ
Seducción, Ket 3, Is; Ar 3, 4. 8, 3.5; BM 1, 5; Ar 8, 4.
Séforis, Qid 4, 5; BM 8, 8; BB 6, 7; Ar 9, 6. Silla, susceptibilidad a la impureza, Ed 1,
Sellos, del Templo, Sheq 5, 3.5. 11; 2, 8; Kel 22, 3ss.
Semanas de años, Shebí 4, 7-9; Ned 8, 1; BM Silo, Meg l, 11; Zeb 14, 5.
9, 10-11; San 5, !; Mak 1, 10; Par 8, 9. Siloé, Suk 4, 9.1 O; Par 3, 2; Zab 1, 5.
Semayas, Hag 2, 2; Ed 1, 3; 5, 6; Ab 1, 10. Símaco, Er 3, l; BM 6, 5; Hul 5, 3.
Sen, Sh.ab 12, 3. Simeón, tribu de, Sot 8, 1.
Senaá ben Benjamín, Taan 4, 5. Simeón, hermano de Azarías, Zeb 1, 2; Toh
Senaquerib, Yad 4. 4. 8, 7.
Seol, San 10, 3. S imeón, hijo del Prefecto, Sheq 8, 5; Ket 2,
Sepulcro, p íedra se pulcra!, Er 1, 7 . 8: :tvleo 1J, 9.
Sepulturas, señalización, MSh 5, l; Sheq l, Simeón ben Aqasya, Qin 3, 6.
l;MQ 1,2. Simeón ben Azay, Ber 9, 4; Sheq 3, 1; 4, 6;
Sequía, tiempo de, Taan 3, 1ss. 5, 3; Yom 2, 3; Taan 4, 4; Yeb 4, 13; Sot
Sereda. Sot 9, 9; Ed 8, 4; Ab 1, 4. 3, 4; 9, 15; BB 9, 10;Ab4, 2.3; Hor 1, 2;
Serifin, Men 10, 2. Zeb 1, 3; Bekh 9, 5; Qin 2, 5; 3, 6; Par 1,
Serpiente de bronce, Pes 4, 9. 1.3; Nid 5, 8; Yad 3, S; 4, 2.
Seruyas, Mak 2, 7. Simeón ben Betera, Shnb 16. 1.3; Pes 4, 3;
Sexos, separación de, Qid 4, 12-14. Git 5, 7; Ed 8, !; AZ 1, 6; Zeb 1, 3; [\,[en
- dudoso, Bik 1, 5; 4, 5; Hag 1, l; Yeb 8, 1, 2.
6; Naz 2, 7; BB 9, 2; Bekh 6, 12; Ar 1, Simeón ben Eleazar, Kil 9, 8; Sot 9, 13; Qid
1; Tem 2, 3; 5, 2; Par 12, 10; Nid 3, 5; 4, 14; BM 2, l; AZ 4, 11; Ab 4, 18; Mak-
Zab 2, l. sh 4, I; 6, 7.
1142 jndice analítico
Vi da fu tura, quiénes no tendrán parte en la, Yeb 4, 13; 8, 4; 13, 7; 16, 1.7; Ket 1,
San 10, 1-3. 6 7 .8.9; 2, 2; Ned l O, 6.
Vidrio, utensilios de, susceptibilidad a la Naz 7, 4; 8, J; Sot 1, l; 3, 4; 5, 1.2.5; 6,
impureza, Kel 2, 1; 15, 1; 30, 1ss. I; 9, 12.15.
Vientre, enfermos del, Sheq 5, 1. BB 9, 7; Sab 7, 11; Ed 2, 7; 3, 7; 6, 2.3; 7,
Vino, bendición sobre el, Ber 6, 1.5.6; 7, 5; 1.5.6.7; 8, 3.5.6.7; AZ 2, 5; Ab 2, 8.9.11.
8, I; Pes 10, 2. Zeb 1, 3; 7, 4; 8, 10; 9, 1; Men 3, 4; Hui 2,
- en oblaciones, Men 8, 6s. 4; Bekh 1, 6; 9, 4;l\r 6, I; Tem 3, 1; Ker
- sujeto a diezmo, lvlaas 1, 7. 3, 7.8.9; 4, 2.3; Meil 1, l; 4, 3; Qin 3, 6.
- lagar, Pea 7, 1: Dem 6, 7; Kil 5, 3.4; Sbebi Kel 11, 4; 13, 7; 14, 7; 17, l; 28, 2; Ohol
8, 6; Ter 3, 4; 8, 9; Maas 1, 7; 4, 4; MSh 2, 4; 9, 15; 12, 3.8; 14, 3.4.5; 17, 2; Neg
3, 6.13; 4, I; Shab 1, 9; Er 10, 6; Hag 3, 4, 11; 7, 4; 8, 2; 14, 13; Par 1, 1; 5, 3.4; 9,
4; BM 4, 12; 7, 4; BB 4, 9; Ed 4, 5; AZ 4; 10, 1.2.6; Toh 2, 2; 6, 2; 8. 7.9; Miqw
4, 8.9; 5, 11; Ab 4, 20; Kel 15, 5; 24, 10; 2, 7.8.10; 3, 1; Nid 1, 3: 4, 4; 6, 14; 10, 3;
Ohol 18, 1; Toh 8, 6; 10, 5.8. Maksh 1, 3; Zab 4, l; 5, 1; TebY 3, 4.5; 4,
- normas de pureza en relación con los ge1J• 6; Yad 3, 1.2; 4, 3.4.
tiles, AZ 4, 8s; 5, Jss. Yehosúa ben Gamla, Yeb 6, 4.
Viña, Kil 4, 1-9; 5, 1-8; Pea 4, 1.2; 7, 8; Kil Yehosún ben Hircanos, Sot 5, S.
6, Is; 7, 3; Ed 2, 4; Men 8, 6. Yehosúa ben Qorjá, Ber 2, 2; RhSh 4, 4; Ned
- del cuarto año, Pes 7, 6; Ter 3, 9; MSh 5, 3,ll;Sa.n7,5.
1-3; Ed4, 5; Par 1, 1. Yehoyadá, Sheq 6, S.
Violación, Yeb 9, 1; Ket 1, 3s; Ar 3, 4. Yehoyarib, BQ 9, 12.
Virginidad, Ket l, 1-7. Yehu, abrevadero de, Miqw 4, 5.
Viuda, Yeb 7, 1; Ket 6, 2-7; 13, 5; BB 6, 4. Yehudá (ben Elay), Ber 2, l.2.3; 3, 4.6; 4,
- manutención, Ket 4, 12; 11, 1s; 12, 3s; 1.7; 6, 1.3.4; 7, 2; 9, 2; Pea 1, 3; 2, 2;
Gít 5, 3. 3, 5; 4, 6; 5, 5; 6, 10; 7, 4.5; 8, 1; Dem
Voto, Shebi 9, 7; Ter 1, 3; Hal 1, 2; Shab 24, 1, 1; 2, 2.3; 3, 6; 4, 7; 5, 3.4.5; 6, 1.2.5;
5; Er 3, l; Meg l, 6; Yeb 2, 10; 13, 13; Kil 1, 2.7.9; 3, 1.3; 4, 3.7.9; 8, 4; 9, 10;
Ket7,6.7;Ned 1, 1 etpassim;Git4,3; Shebi 2, 5.6; 3, l; 4, 2.5; 5, 1.5; 7, 4; 9,
Qid 2, 5; San 7, 6; Men 12, 2; Hui 8, 1; l.4.8; 1O, 1; Ter 1, 3; 2, 2.4.5.6; 3, 9; 4,
Ar 5, !; Nid 5, 6. 3; 9, 6.7; 10, 1.3.8.11; 11, 1.10; Maas 1,
- dispensa de, Shab 24, 5; MQ 3, 1.2; Hag 2.7.8; 2, 2.3.5.8; 3, 5.7; 4, 2; 5, 5.6; MSh
1, 8; Ned 2, 5; 9, 1s; Naz 5, 3.4. 3, 10; 4, 7.10; 5, 8; Hal 2, 2; 4, 9; Orl 1,
2; Bik 1, 1.6 7.11; 3, 6.12.
Yadúa el babilonio, BM 7, 9. Shab 1, 11; 2, 4; 3, 5; 4, l; 5, 2; 7, 4; 8,
Yafa, Ned 3, 6. 2.4.6.7; 9, 5.6.7; 10, 4; 13, 5; 15, 2; 16, 7;
Yahaz, cf. Zadad. 17, 4.5; 18, 2; 19, 3; 20, 2.5; 21, I; 22, 1.3;
Yanay,Ab4, 15. 24, 2.4; Er 1, 1.4.1 O; 2, 1.3.4.5; 3, 1.4.5. 7.8;
Yaquín de Hadar, Ed 7, S. 4, 4.5.9.10; 5, 6; 6, 2.4; 7, l l; 8, 2.4.5.6.7;
Yarrnuk, río, Par 8, 1O. 9, 3.4; 10, 2.3.5 .l l.12.15; Pes 1, 3.4.5; 2, l;
Yavne, Sheq 1, 4; RhSh 4, 1.2; Ket 4, 6; Ed 3, 5.8; 4, 2.3; 5, 4.7.8; 8, 7; Sheq 1, 2.4; 2,
2, 4; Bekh 4, 5; 6, 8; Kel 5, 4. 4; 6, 5; 7, 4.6; Yom L l; 4, 5.6; 5, 4; 6, 1.8;
Yebul Yom, cf. Sumergirse. Suk 1, 1.2.6.7; 2, l.2; 3, 1.6.7.8. 15; 4, 5.9;
Yedayas, BQ 9, 13; Mid 3, 8. 5, 8; Bes I, 10; 2, 8.10; 3, 4. 6.8; 4, 2.4; 5,
Yejonías, cf. Puerta. 4; RbSh 3, 5: Taan 1, 2; 2, 3; 4, 7; Meg 1,
Yehosúa, cf. también Josué. 3; 2, 3.4; 3, 1.2.3; 4, 6.7.10; MQ 1, 6.7.9; 2,
Yehosúa, Sumo Sacerdote, Sheq 6, 6. 1.2.5; 3, 4; Hag 3, 7.
Yehosúa (ben Jananías), Ber l, 2; 4, 3. 4; Pes Yeb 2, 9; 4, 7.10; 6, 5; 8, 6; 11, 1; 12. 6; 15,
3, 6; Kil 6, 4; Shebi 1, 8; 2, 3; 3, 10: 5, 3; 1.5; 16, 5; Ket 2, 8; 3, 2; 4, 2.4; 5, 1.7; 6, 6;
9, 5;Ter4, 7.8.9.10.11; 8, 1.2.3.8.9.10.11; 7, 1.2; 8, 1.5; 9, 1; Ned 1, 3.4; 2, 4; 4, 4: 5,
11, 2; MSh 2, 7; 5, 9; Ha! 2, 5; Orl !, 7. 5; 6, 3.6.10; 7, 3; 8, 5; 11, !O; Naz 1, 7; 2,
Shab 12,4; 19,4;Er4, l; 7, lO;Pes 1, 7;3, 1.2; 3, 6; 4, 3; 6, 2.7; Sot 1, 3.5; 2, 2.3; 7,
3; 6, 2.5; 9, 6; Sheq 4, 7; Yom 2, 3; Suk 3, 4 6; 8, 3.7; 9, 1; Git l, 2; 2, 1.4; 3, 2.8; 4,
9; RhSh 2, 8.9; Taan l, 1; 2, 6; 4, 4. 7 .8; 6, 2; 7, 4.6; 9, 3; Qid 2, 8; 4, 3.6.8.14.
1146 Índice analítico
Prólogo ....................................................................................................... 4
Introducción ...................................................................................... ,......... 7
Abreviaturas ...................................................................................... ,...... ... 17
ÜRDfN SEXTO: Purezas (tohorot) ........... ........ ............ ....................... ... ... ...... 837
Utensilios (Kelim - Ke[) ... ........ .. .. ... ... .... .. ... ........ ........ ......... ... ...... .. ....... 839
Tiendas ( Oholot - Ohol) ... .... ... ... .. . .. ... .. .. .. ....... ... ..... .. .. ....... ... .... .. . .. . ...... 895
Plagas (Negaim - Neg) ... ....... ................... ....... ........................... ... ....... 929
Lavacaroja(Pará-Par) ................................................................... 957
Purezas (Toharot - Toh) ................................................................... ....... 979
Bafios 1ituales de inmersión (Miqwaot- Miqw) ..................................... 1003
Menstruante (Nidá - Nid) ...... ..................... .......................................... 1021
Habilitantes (A-fahhirín - Maksh) .......................................................... 1039
Los que sufren flujo (Zabim - Zab) . .. ... .. ... .. ........ .. ..... .... ... .. .... .. .... ... .. .... 1053
El que se sumergió en aquel día (Tebul yom - Teb Y) ...................... ........ 1063
Manos (Yadayim - Yad) .......................................................................... 1071
Rabillos (Uqsín - Uq) ........................... ................................................. 1081
Índice general 1151
Índice de citas bíblicas .................. ... ...... ..... .... .... ... ... .... .... .... ... .... .. .. ..... ... ... 1107
Índice analítico ..... .... .. .. .. .. .............. ................. .... ... ..... .. .. ... ....... ........ .. ... .... 1118