Texto Narrativo
Texto Narrativo
Texto Narrativo
A.- Narrador: Puede haber un narrador o más. Puede ser un personaje dentro de la historia
(relatará en primera o segunda persona) u omnisciente (narrará en tercera persona).
Explicaremos los tipos de narrador:
- Narrador protagonista
En este caso narrador y personaje están fundidos. El narrador protagonista también puede ser
un personaje de la historia. Puede hablar en primera persona singular o –en los casos en que
dos personajes compartan una misma visión- en primera persona plural.
- Narrador omnisciente
- Narrador testigo
Puede usar la primera o la tercera persona. No sabe nada acerca de los personajes; tan solo
observa sus movimientos y los cuenta.
B- Personajes:
Son quienes realizan las acciones. Se puede distinguir entre personajes principales y
secundarios. los personajes principales son los protagonistas y el resto son los secundarios.
Al analizar una obra literaria es importante no solo identificar al protagonista y a los demás
personajes sino también caracterizarlos. Los alumnos tienen que reflexionar sobre cómo son
los personajes, que refleja cada uno, qué importancia tienen en el cuento. Con sus
intervenciones y actuaciones dentro de la narración, los personajes revelan una norma de
conducta, un comportamiento a seguir.
Ejemplo
“En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que
vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor.
Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los
sábados, lantejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres
partes de su hacienda.
El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas, con sus pantuflos
de lo mesmo, y los días de entresemana se honraba con su vellorí de lo más fino.”
“Aquel hombre con tanta práctica no distinguía la diferencia de los sentimientos bajo la
igualdad de las expresiones.
Porque labios libertinos o venales le habían murmurado frases semejantes, no creía sino
débilmente en el candor de las mismas; había que rebajar, pensaba él, los discursos
exagerados que ocultan afectos mediocres; como si la plenitud del alma no se desbordara a
veces por las metáforas más vacías, puesto que nadie puede jamás dar la exacta medida de
sus necesidades, ni de sus conceptos, ni de sus dolores, y la palabra humana es como un
caldero cascado en el que tocamos melodías para hacer bailar a los osos, cuando quisiéramos
conmover a las estrellas.”
“Nodriza querida- dijo Penélope- no eleves todavía tus súplicas ni te alegres en exceso. Sabes
bien cuán bienvenido sería en el palacio para todos, y en especial para mí y para nuestro hijo,
a quien engendramos, pero no es verdadera esta noticia que me anuncias, sino que uno de los
inmortales ha dado muerte a los ilustres pretendientes, irritado por su insolencia dolorosa y
sus malvadas acciones; pues no respetaban a ninguno de los hombres que pisan la tierra, ni
al del pueblo ni al noble, cualquiera que se llegara a ellos.”