La INTROYECCION
La INTROYECCION
La INTROYECCION
Los introyectos, a menudo inconscientes, pueden entorpecer el desarrollo libre del individuo.
Un mal mensaje, interiorizado en la infancia, puede contener una creencia obstaculizante,
como por ejemplo, “nunca llegarás a nada”.
Cuando el Rey Sol decía "Francia soy yo", o cuando utilizamos frases como "mi empresa", "mi
partido", "mi equipo", etc., estamos indicando un proceso de identificación introyectiva en el
que asociamos cosas externas a nuestro yo, como si fuesen parte de nosotros mismos. Cuando
la introyección es exagerada, se produce lo que se ha venido a llamar el "canibalismo
psíquico". Así, el celoso desarrolla tanto el sentimiento de posesión del ser amado como parte
de sí mismo, que no puede tolerar ni una simple sonrisa de su pareja hacia alguien del otro
sexo. Así también, el sujeto que no puede tolerar que otro compañero se siente en su mesa o
utilice su teléfono o sus utensilios de trabajo.