Brilla Por Su Ausencia Susana Gutierrez PDF
Brilla Por Su Ausencia Susana Gutierrez PDF
Brilla Por Su Ausencia Susana Gutierrez PDF
BRILLA POR
AUSENCIA
Susana Gutiérrez Posse
Personajes
Obra seleccionada entre las cinco finalistas del XXIII PREMIO DE DRAMATURGIA
TIRSO DE MOLINA.España.
"Quiero contarles:
esto no lo sé.
u olvidaba decirles:
sus sombras."
-¿Quién es?
-Shh.
-Tengo miedo.
-Shhh.
-Prendé la luz.
-¡Me va a ver!
-Despacio. Cállense.
LUZ TENUE. ELLAS VESTIDAS CON CAMISÓN Y PIJAMAS. HABLAN MUY DESPACIO.
JULIA: Sí, tranquila chiquita, tranquila, ahora lo llamo. GRITANDO. Juan, Juan,
vení que hay ruidos. ¡Juan! ¿Me escuchás? Parece que hay alguien afuera ¡Juan!
JULIA: Hace frío, no sale bien el gas de la estufa. Algún día habrá que arreglarla.
ENTRA PEPU.
PEPU: ¿Tía, qué pasa?... ¿Vos tampoco estás lista? ¿Nadie va al colegio?
LA NENA: Pero hoy, justo hoy no puedo faltar. Ensayo el momento en que se
aparece la Virgen, es la escena de la gruta. Es la parte más importante, la del
milagro.
JULIA: Sí, pero cuando no se puede, no se puede. Que la Virgen aparezca otro
día. ¡Qué ocurrencia con esta niebla..!
LA NENA: Con Eduardito cruzo. No tiene miedo. El tren a ellos no les hizo nada.
JULIA: Eduardito, pero mirá vos, ese mocoso. Inconscientes tendríamos que
ser...
MAS TARDE.
FRANCISCO: No se enoje Julia, pero hace tanto que no paga. Ya no sé qué decir
en la Empresa.
ABUELA: ¿Y los volados de las colchas? ¿Los vio? Más que una colcha parece un
pájaro sobre la cama.
FRANCISCO: Está linda, Malvina, muy linda. Usted es realmente muy bonita,
pero... ya sabe... yo no me enamoro de usted. No se ofenda, sabe cuánto la
aprecio..
ABUELA: Pero qué ordinario, cómo le dice eso a una mujer. Qué poco caballero.
MIENTRAS PASA EL ESCOBILLON Y LE BARRE LOS PIES. Y ella con esa flor, una flor
natural.
LA NENA: Y... no. ¿No viste la niebla? ¿Vos cómo hiciste para cruzar las vías?
ABUELA: ¿Cómo de dos plantas? Pero usted no pensó en mÍ, ¿cómo hago para
subir y bajar escaleras durante todo el santo día, eh?
FRANCISCO: Tiene razón abuela, disculpe, cómo pude olvidarme. Está bien, la
bajamos. Pepu, por favor, prestame la tijera. CORTA EL PLANO EN DOS.
LA NENA: Pero si la ponés así nos tapás el patio. ¿No dijiste que ahí hacíamos la
piscina?
PEPU: El patio tiene que estar libre. Yo le avisé a Claudio que íbamos a hacer un
baile.
MALVINA: Este cuarto es para mí. Aquí... DIBUJA SOBRE EL PLANO. ...aquí
tendría que estar el ombú para que se vea desde mi ventana.
FRANCISCO: IRRITADO. Pero no, por favor ¿qué hace? No ve que desproporciona
todo. Es una construcción, no se puede agregar así porque sí. Déjeme a mí,
Malvina...TRATA DE CALMARSE. ...borramos y levantamos la pared más atrás...
mire que me hace hacer cada cosa... TRABAJA SOBRE EL PLANO. Si me viera el
arquitecto, en fin.... la cuestión es solucionar con sabiduría práctica los
problemas que plantea la edificación caprichosa que propone el cliente. SE
SORPRENDE A SI MISMO AL EXPRESARSE EN ESOS TÉRMINOS.
ABUELA: No lo conoce.
LA NENA: Podemos plantar rosas aquí. SEÑALA SOBRE EL PLANO. Estoy cansada
de los malvones.
9
JULIA: A mí me gustan.
SILENCIO.
FRANCISCO: Bueno no sé, como diga Julia...LA MIRA. ...yo por mí, encantado,
tengo este horario libre.
JULIA: Y... quédese, adónde va a ir con este frío. Andá, Pepu, decile a Filosi que
te dé huevos y pan rallado.
LA NENA: Francisco, qué bueno, ¡de dulce de leche, de los que le gustan a Lili!..
¿Se los podemos mandar, tía? En el campo no hay kioscos.
ABUELA: Y porque el campo es nada más que pasto... ¿y quién podría vivir sólo
mirando pasto, eh?
LA NENA: SORPRENDIDA ABRE EL PAQUETE. Pero mamá, ¡si dijiste que no tenías
plata! SACA UN VESTIDO.
MALVINA: Ah, Nena qué ganas, un domingo podés quedarte en la cama... Pepu...
LLAMA FUERTE. Pepu, vení que mañana tomo prueba.
MALVINA: Estás loca, las pollerudas no tienen nada que hacer los domingos... por
eso van. Van a ver al cura, ¡deben estar locas por él!
LA NENA: Es muy viejo mamá, no creo. Las monjas los domingos hacen un
montón de cosas. Estamos preparando la fiesta. ¿Vos sabés todo lo que hay que
hacer para que Bernardita se haga “Santa Bernardita”? El lago, los arbustos, ¡es
un decorado enorme! ¡La gruta por donde se aparece la Virgen!
ENTRA PEPU.
PEPU: ¿Qué pasa, tía? ¡Qué lindo vestido!... ¿Nuevo? ¿Qué empeñaste?...Ya te
corregí lo de ayer. Estaba todo mal, tía.
MALVINA: Y lógico, ¿cómo uno va a saber esos disparates, quién sabe a ver, quién
sabe?
MALVINA: Sí, querida, pero prestá atención, no los compliques con aviones,
cohetes espaciales, tratá de plantear problemas terrestres, de autos, trenes. Si
para el caso es lo mismo.
LA NENA: Mamá, no entiendo eso de cuándo tenemos plata, a veces decís que no
tenemos para comer y después traés regalos.
JULIA: Por fin, hace como un mes que no escribe. ABRIENDO EL SOBRE.
ABUELA: SECANDOSE LAS MANOS CON UN REPASADOR. Ella escribe todos los días,
eso dijo.
ABUELA: Sí, pero escribir, escribe todos los días, eso dijo.
JULIA: LEE. "Hoja 1: El campo es enorme. Cuando me doy cuenta lo grande que
es, me da miedo. Como si sintiese que crece y crece mientras yo estoy parada y
se ensancha hacia los cuatro lados. Los lados no están tan claros. Pero necesito
pensarlos así, porque si no, no sabría como hacer y no podría escribir. El otro día
tuve miedo y corrí, me impresionaba porque no sabía si corría acortando o
alejando ese lado. Quise explicarle a Rosa y no me entendió. Le explico a
ustedes que me entienden."
JULIA: Hoja 2, hoja 3, nada, vacías. LAS DA VUELTA DE UNA PAGINA A LA OTRA,
SORPRENDIDA CONTINUA LEYENDO. “Ayer pensé algo que creí que no les iba a
gustar, por eso no lo escribí. Y antes de ayer, también."
JULIA: LEE. "Tomás dice que él distingue cuánto grillos son los que cantan. Dice
que se da cuenta y hay días que hay catorce, otros veintidós y así: nunca más de
veintidós hasta ahora cantaron".
JULIA: Qué raro. Dos hojas más vacías. Hay algo escrito, con letra de hormiga...
dice...
JULIA: Hoja 7. “Anoche salí, no había ni un solo grillo, cero grillo. No sabía como
contarles lo que escuchaba. Por eso casi no escribo. Después escribí. Era eso.."
ABUELA: Un día vas a querer ir. Todos quieren. Uno no puede morirse sin ir al
campo.
JULIA DOBLA LAS HOJAS. LES DA UN BESO Y SE LAS ACERCA AL PECHO. SALE.
ABUELA: No, él siempre fue hombre de ciudad... muy buen mozo tu padre.
Parecía un doctor. Elegantísimo. Ese cabello negro... las mujeres se daban vuelta
para mirarlo, los hombres también. Era un poco soberbio, por la pinta.
LA NENA: ¿Soberbio?
ABUELA: ¿De vos? De vos hablaba todo el tiempo... decía... es un sol. Es mi sol,
tiene los ojos más hermosos que haya visto. Decía: "No sé cómo va a hacer para
mirar con esos ojos"... Eso decía... Parate que te pruebo.
ABUELA: Y claro... Vení, ¡cuidado con el alfiler! Ojo con el espejo que el clavo
está flojo.
ABUELA: ¿Por qué? Es tu tío. Nos espera... Qué ocurrencia.¡Pepu! bajá esa
música, el tenor me está matando.
ABUELA: ¿Qué decís nena, qué tiene que ver eso? Pasa que sos hermosa como él
y lo hermoso es hermoso y da lo mismo que sea hombre o mujer, ya lo decía
Platon, una vez lo dijo.
ABUELA: Pero vos crees que se pueden decir las cosas porque sí, porque a uno se
le ocurre nomás, no m'hijita, a un hombre se le dan explicaciones claras y
precisas.
LA NENA: Y bueno, al campo con Lili, es claro... La Madre Teresa pidió que Juan
se encargue de hacer el lago o la gruta por donde aparece la Virgen, le dije: el
lago.
LA NENA: No es tan difícil, los lagos se hacen con espejos y piedritas alrededor.
LA NENA: Sí, le dije a la Madre Teresa que Juan sabía, que lo iba a hacer.
ABUELA: No, no está. No el señor no está. Sí, llame más tarde... Y a la noche,
por supuesto, después de las 20 horas... Cómo no, hasta luego señorita. Habrase
visto, pretender llamar a una casa de familia a esta hora y encontrar al señor de
la casa. Pero qué se cree... qué es un vago. Qué puede estar haciendo Juan a
esta hora aquí, entre medio de tantas mujeres, qué ocurrencia.
LUISA PREPARA LA MESA PARA EL TE. CON MUCHOS PLATOS Y CUBIERTOS EN UNA
GRAN BANDEJA DE PLATA, CON ALGUNAS TOSTADAS.
PEPU: Y me puso a mí, bien grande con letras de imprenta: "Pepu debe", dice.
Bien colgadito en la puerta.
PEPU: Me da vergüenza. Claudio me miró mucho hoy y seguro que es porque vio
el cartel... ¿No mandó la plata mi papá ?
JULIA: ENOJADA. Y él dijo que había mandado el giro... Esperemos que sea
cierto... MIRA LA BANDEJA DE PLATA.
ABUELA: Vamos, coman las tostadas que frías no son tan ricas. EN VOZ BAJA. Si
se llevan la bandeja de plata me tiro bajo el tren.
PAUSA.
MALVINA: Pero esas monjas están locas y nosotras con el vestido de la santa
listo.
PEPU: ¿Les dijiste que ya sabés toda la obra? ¿Por qué la suspenden?
LA NENA: Sí, eso sí me gusta. Pero me da vergüenza ir solo con una parte.
JULIA: "Querida mamá: esta hoja en la que les escribo estuvo aproximadamente
durante seis días dentro de la planta de tomates. El olor de las plantas de tomate
es mejor que el del tomate solo, por eso la dejé allí. No voy a escribir más para
que no se mezcle con el olor a tinta. Dale la hoja antes que nada a la abuela que
a ella le va a encantar y después a la Nena que me preguntó como era el olor del
campo. Este no es, pero de una parte sí. Un beso para cada una. Lili."
BAJA LA LUZ.
LA NENA: Hoy la Madre Teresa preguntó si algún papá podría ir a colocar las
luces del escenario. Nadie levantaba la mano y yo la levanté‚ y dije: "Juan
puede". No pude dejar la mano quieta, se me fue para arriba. La Madre Teresa
me dijo si no lo estábamos sobrecargando a Juan. Dije que no; que a él le
gustaba, que en casa siempre cambiaba las bombitas del patio que se queman
seguido.
LA NENA: Dice la Madre Teresa que hacen falta treinta lámparas de 100, dice
que le avise si las lleva Juan o las compran ellas. Escalera dice que tienen... ¿qué
les digo?
JULIA: Esa monja está cada día más avivada, encima que lo hace trabajar a Juan
como un burro, que el lago, que las luces, ¿además quiere que se ponga en gasto?
¿No querrá también que lo disfracemos de Santa Bernardita? Decile a la Madre
Teresa que de ninguna manera, que las bombitas las compre ella.
18
ABUELA: ¿Cómo para qué? ¿Para qué se usa un cuchillo? Pelaba naranjas, cortaba
cualquier cosa, carne, lo que veía lo cortaba el tío Albistur. El era muy amigo del
embajador de Santo Domingo.
LA NENA SALE.
ABUELA: Pero por favor, qué ignorancia, Julia, escuchá a tu hija. Albistur daba
unas comidas en su casa, recuerdo una, yo tenía un vestido de terciopelo azul, se
usaba mucho..
JULIA: Cierren bien las puertas. ¡Malvina! LLAMA. ¡Malvina!... ¿Estás segura? ¿Lo
viste bien? ¡Malvina! VUELVE A LLAMAR A SU HERMANA.
LA NENA: Que venga ahora, mamá. EN VOZ BAJA. Ángel de mi guarda dulce
compañía no me desampares ni de noche ni de día, si nos desamparas qué
será de mí, ángel de mi guarda ruega a Dios por mí, por mi mamá, por la abuela,
por la tía Julia, por mi prima Pepu, por mi prima Lili...
JULIA: CERCA DE LA VENTANA CON VOZ FUERTE. ¡Juan, Juan! ELLA MISMA
CONTESTA CON VOZ DE HOMBRE. ¿Qué pasa?
19
JULIA: IMITA LA VOZ DEL HOMBRE. Cansado me tienen, cansado estoy de estos
rateros, ya van a dejarse de joder. TACONEA CONTRA EL PISO EXAGERANDO LOS
RUIDOS.
ABUELA: TRAE FOSFOROS, DESPACIO LE HABLA A JULIA. Tomá, tomá los fósforos.
SILENCIO.
PAUSA.
MALVINA: Menos mal que estábamos nosotras, mirá si estaban las nenas solas.
ABUELA: No es tan tarde y sin embargo, no hay horario para estos sinvergüenzas.
Y eso que saben que una está aquí todo el día. No hay respeto... no hay
respeto... ¿Y a vos, Malvina, no te interesa más dar clases en el colegio?
MALVINA: Ese ingeniero es más sordo, pase lo que pase nunca viene a ayudarnos.
ABUELA: Y era lo mínimo que podía hacer. Sacarle la plata a una mujer sola ya
se trata de alguien sin corazón.
SILENCIO.
JULIA: ¿Y por qué si ya pasó todo? ¿No viste que bien estuvo Juan?
LILI: "Y claro que voy al pueblo. Voy al pueblo cada vez que necesitamos comprar
mercadería. Tía Rosa no se organiza bien y casi vamos día por medio. Ella dice,
falta yerba y nos cambiamos enseguida y nos vamos... También vamos a cargar
nafta. A ella no le gusta poner mucha nafta, dice que puede explotar en
cualquier momento por las chispas que suelen andar por ahí, entonces pone poca
21
y tenemos que cambiarnos otra vez e ir. Tomás dice que le gusta verme pasar. A
mí me gusta pasar siempre de un color diferente. En estos días hubo un cambio.
Cuando termine se los cuento, ahora no porque recién empezó. Comenzó entre
ayer y antes de ayer. Y así no vale. Todavía no es cambio para contar. Lili".
PEPU: LEE. "Bernardita se frota los ojos y ve, en ese remanso inmóvil de luz, que
había alguien, una joven señora de aspecto distinguido, visible en carne y hueso;
la imagen permanece en el angosto óvalo de la gruta. Lucía un vestido blanco
como de novia, un velo caía desde la cabeza hasta la pantorrilla y unos rizos
color castaño escapaban de la caída, sus pies desnudos tienen dos rosas de oro
colocadas encima de sus dedos...”
PEPU: CON VOZ GRAVE. "No crean ustedes que yo y mis capellanes atribuimos
alguna significación religiosa a las llamadas visiones de Bernardita. Tales
deben ser colocadas en el dominio del espiritismo, animismo, conjuro de
fantasmas, de las cuales la iglesia no participa." SILENCIO. Dale, Francisco, vos.
FRANCISCO, DESORIENTADO. Vos, Francisco, a Bernardita: "El tribunal..."
FRANCISCO: Ah, sí, sí..."El tribunal está informado y podemos asegurarte que a
la señora a la que tú ves es pura imaginación infantil, un sueño absurdo."
LA NENA: DE PIE. "La primera ves que vi a la señora yo también creí que era un
sueño, una vez se puede tomar un sueño por realidad pero no seis."
FRANCISCO: "Te pido algo sencillo y quiero que me obedezcas pues represento al
Tribunal. Promete que no irás más a la gruta."
LA NENA: "Esta mañana la Señora me dijo: Por favor ve donde los sacerdotes y
diles que hay que construir una capilla."
PAUSA.
FRANCISCO: Está bien, pero yo era el jurista. "Los mismos caníbales tienen
sacerdotes, nosotros tenemos religiosos, cada uno con su nombre específico."
LA NENA: "Siento molestarlo otra vez Señor, olvidé algo, la Señora dijo..."
PEPU: De susto, no. De... de... y no sé. Vos sos la que tenés que saber. Vos sos la
que hablaste con la Virgen. Dale.
LA NENA: "Señor, olvidé algo, la Señora dijo: "Que vengan hasta aquí las
procesiones"
FRANCISCO: "Me han dicho que en la gruta crece un rosal silvestre. Dile a tu
Señora que se le pide un pequeño milagro, que el rosal florezca ahora al final
del invierno."
PEPU: La letra ya te la sabés, así que mañana ensayamos un poco más la parte
en que se te aparece la Virgen. Sabés que hoy escuché‚ en el almacen de Filosi
que hablaban de los tiros que disparó Juan anoche.
PEPU: La señora del ingeniero, le decía al ingeniero que la termine de una vez
con las alarmas, le decía que haga como hace Juan que dispara dos tiros y listo.
FRANCISCO: Ah, bueno, ésas son realmente inofensivas. ¿Dijo Julia que venía
temprano?
LA NENA: ¿Te querés ir? Te conviene esperar, capaz que mi tía te paga. ¿Cuánto
hace que venís a cobrar?
FRANCISCO: Hace tiempo, he venido todas las veces que las circunstancias lo
hayan requerido.
FRANCISCO: Claro, recuerdo muy bien los sandwiches... ¿eran de pan lactal?
LA NENA: Dos juegos de sábanas, tres toallas, las sábanas rosas, las que se
agujerearon.
LA NENA: CON VOZ SOLEMNE. "El día 25 de febrero fue considerado como el día
del milagro de la rosa. La Señora le hizo señas con el dedo índice, Bernardita
trepó la piedra más cercana y el rosal silvestre comenzó a florecer con
espléndidos brotes rosados..." SALE.
PEPU: JUNTA LIBROS Y CUADERNOS. Qué lío, no compré las hojas cuadriculadas.
Francisco, decile a mamá que me deje plata LE DA UN BESO Y SALE. ¿Por las
dudas, vos tenés un poco de plata?
FRANCISCO: Como tener que hacer tenía, uno siempre tiene algo que hacer,
pero con lo que está pasando en el barrio, Pepu me contó lo de los tiros... de
anoche...
FRANCISCO: ENSOMBRECIDO. ¿La última cuota? No sé‚ no creo que sea la última.
JULIA: Mire, ni se moleste, hace tanto que no voy al cine que seguro no la vi.
JULIA: Bueno.
FRANCISCO: Julia.
FRANCISCO: Pepu, dijo que le deje plata para hojas cuadriculadas, hasta
mañana.
ABUELA: No voy más, ésta fue mi última salida, para ver cosas desagradables
mejor uno se queda en su propia casa, más vale pájaro en mano que cien
volando. ¿Fue a la cocina, Julia?
ABUELA: No se puede servir comida sencilla todos los días, hay días en los que se
supone que una mujer...
ABUELA: No me gustan que piensen que Juan no está bien atendido. Son
detalles, una buena mesa, un buen sabor, detalles femeninos.
ABUELA : Ah no, vivir contando los huevos que se gastan en una torta no es vida.
ABUELA: Son distintos paladares. A las mujeres nos gusta lo sencillo, lo suave en
los sabores, claro, pero para ellos cocinar es condimentar, mucho, mucho
condimento, eso los entusiasma.
ABUELA: Ya me parecía, tonto no es...sabemos tan poco de él, una vez pensé si
bajo esa apariencia de santo no se esconde un asesino. Por ejemplo, ¿alguien
conoce su paradero?
JULIA: MALHUMORADA. Pero qué dice, Luisa, qué son esas fantasías.
me acurruco en la sombra.
28
Muda.*
ABUELA: ¿Muda?
MALVINA: Es una mujer la que escribe. LE MUESTRA EL LIBRO. Me hace bien leer
poesías, es un remedio.
ABUELA: Nunca pude imaginar a un hombre sentado frente a una hoja de papel
buscando la palabra con los ojos húmedos, no puedo; el amor, las poesías y las
mujeres es casi todo lo mismo, pero un hombre... Yo leía años atrás... TRATA DE
RECORDAR. ¿Cómo era? La guardé durante años en mi mesa de luz; antes de ir a
la cama leía esa poesía y a veces hasta lloraba, cómo pude olvidarla. La sabía
entera, y era larga, eso sí me acuerdo bien; la había escrito un hombre, un
poeta, eso era lo que más me hacía llorar, que era un señor. Un señor, que
seguro iba a trabajar todos los días, como todos los señores, cómo era...
largos, largos
JULIA: ¿Hasta cuándo tengo que seguir escuchando esas estupideces, no vieron la
hora?
ABUELA: Debe ser la única mujer que conozco que no le gusta la poesía.
29
JULIA: Ustedes no ven nada, nada de lo que pasa alrededor. ¿Vieron acaso el
desastre que hizo el jardinero?
JULIA: Todo podó. No saben que hay que quedarse al lado, paradas al lado y
seguirlo por todas partes, ¿no saben?
LILI: "Querida mamá : Hoy sentí una palabra nueva: anhelo. Lleva una hache en
el medio, a propósito la pusieron para marcar justamente la separación. En el
campo, como hay espacio, se puede anhelar más tranquilamente. Tomás dice
que las ciudades son inmensas, que la gente se pierde a veces por años o para
siempre. Cuando las visite, después de mucho anhelo, Tomás me acompañará.
Sería feliz peinando a La Nena el día de la fiesta, decile que la Santa Bernardita
llevaba el cabello suelto con aroma a jazmín. Con anhelo, Lili”.
ABUELA: Estuvo bien el jardinero después de todo, con una tormenta como la de
hoy las ramas hubiesen destrozado todas las tejas.
una batalla.
Qué lástima
ABUELA: "Que yo no tenga un abuelo que ganara una batalla", me acordé. Así
seguía... ¡Malvina! ¡Malvina! ...días que vengo repitiendo "una casa solariega y
blasonada", disculpe, Julia, debo seguir adelante,"Qué lástima...
JULIA: ¿Cerraron las ventanas del cuarto del fondo? Con la última lluvia se mojó
todo el mueble.
JULIA: ¿Quién?
ABUELA: Pepu, ya van dos veces que la encuentro llorando, y no le gusta que la
vean llorar, en eso se parece a vos. ¿Probó alguna ves si tenía lágrimas, Julia?
ABUELA: Aquella vez entró agua hasta en los dormitorios, ¿se acuerda Julia?
ABUELA: Nena, con esta lluvia, ¿por qué viniste? TRAE UNA TOALLA. ¡Te
empapaste!
ABUELA: Todo mojado... durante días tuvimos los zapatos húmedos, no se salvó
nada, hasta las valijas de su marido flotaron... ¿se acuerda Julia?
JULIA: No hubo fuego. MIENTRAS JULIA LEVANTA LOS PEDAZOS DE LA TAZA ROTA
E INTENTA ARMARLA.
32
ABUELA: No hubo fuego, difícil, una mujer apasionada como usted siempre
enciende.
JULIA: ¿Apasionada? ¿De dónde sacó eso? Pasión, qué palabra en boca de una
abuela. ENOJADA. Hay palabras, Luisa, que ya no tendría que nombrar más.
ABUELA: Puede ser, puede ser, por eso digo yo, tendríamos que ir a misa.
LA NENA: ENTRANDO. Tía, mamá tiene la puerta cerrada con llave,¿ está con
alguien? Escucho voces...
ABUELA: No, es ella que lee en voz alta, y se compró un libro de cartas de
amor...
LA NENA: El domingo tiene que ir mamá al colegio sin falta, dijo la Madre
Teresa. La parte de Juan está totalmente atrasada.
LA NENA: No pueden venir todas, mamá sí, pero ustedes se tienen que quedar en
casa. Tienen que hacer como las familias que los domingos se quedan todos
juntos.
ABUELA: Pero, querida, muchas familias van así, así nomás. Justamente los
domingos es el día en el cual los hombres se quedan solos para arreglar
veladores, acomodar papeles, archivar cuentas. Albistur no salió un domingo de
su casa, se iba con la caja de herramientas y se paraba enchufe por enchufe. El
sí que era de una responsabilidad intachable.
ENTRA MALVINA.
LA NENA: Mamá, el domingo tenés que ir al colegio sin falta, la Madre Teresa
grita y se pone roja. Está desesperada por verlo a Juan.
ABUELA: No, ¡si hasta las monjas! Son pocas las personas que mantienen la
cordura. Albistur, él sí que era un hombre de gran equilibrio físico y mental, no
sé cómo se pudo morir. Malvina, escuche Malvina: "Qué lástima que yo no tenga
un abuelo que ganara
una batalla
MALVINA: ¡Ah! ¿Se acordó otra parte? A PEPU. Pepu, qué hacés ahí sentada, el
chico se va a helar.
MALVINA: Hasta la puerta podés ir, la lluvia hasta allí no llega. ¿O no te gusta el
chico?
MALVINA: MIRANDO POR LA VENTANA. Parece un buen chico, qué largo es, ¿no?
LA NENA: Mamá, tenés que ir. El papá de Celeste terminó la gruta, quedó
hermosa, parecen rocas de verdad, Juan no hizo nada, nada.
34
ABUELA: A las monjas se les puso una cosa en la cabeza y no hay quien las
detenga, ni les importa que Juan muera electrocutado.
PEPU: No, pero estaba muy serio. Me pareció que estaba pensando en decírmelo.
MALVINA: Vos que sabés, chiquita, vos que sabés lo que el “Largo” va a decir.
LA NENA: ¿Cómo que no sé? Pepu ya se dió cuenta que en cualquier momento el
“Largo” le dice que no viene más.
PEPU: Y hoy estaba más serio que nunca por eso volví rápido.
PEPU: Le dije que a Juan le parecía ya muy tarde, y no me daba más permiso.
MALVINA: Nena, no exageres. Escuche, Luisa, del libro de cartas: "Querida Lou,
tu sabes y comprendes: las buenas gentes a menudo piensan que encerrándose
tras una gruesa puerta dejan afuera el miedo, pero lo que en definitiva nos
cobija es nuestro estar desamparados. Tu viejo Rainer Rilke."
35
MALVINA: Hija, por favor, son cosas de chicos, cosas sin importancia... Tranquila
mi amor.
LILI: "Mamá: Hace días que suspiro, el aire no pasa y vuelvo a suspirar. Un
caballo negro brillante se ahogó. Tiene la piel de un anca abierta con la carne
viva comida por moscas y gusanos. El sol lo ilumina insistiendo en darle una
tibieza inútil. El olor del campo me duele en el pecho. Lili"
MALVINA: Nena, no está bien que hagas eso, no está bien. Es un lindo vestido,
una tela muy hermosa.
ABUELA: Déjala, Malvina. Las ropas tienen un destino como los hombres, sufren
transformaciones, envejecen, tienen aventuras y hasta a veces mueren.
MALVINA: Vamos, hijita, por favor, bajá, es una pena lo que estás haciendo,
dame la tijera, vamos.
ABUELA: Mirá, Pepu, en esta casa, gracias a Dios, no hay escasez de palabras; se
dice "Estoy apetente".
JULIA: ENTRA MUY ENOJADA. ¡Pero qué es esto! ¿Qué hace esa chica ahí arriba?
ABUELA: Y... las monjas enloquecen a las criaturas. Lo mismo le pasó a la tía de
Albistur. Pobre mujer...
ABUELA: Ah, no, eso sí que no. No lo podemos permitir, una persona que no
estudia, con el tiempo se vuelve analfabeta.
37
LA NENA: ¿Cómo no va a pasar nada? ¡Mil personas, mamá, mil personas están
invitadas! SE DA UN CORTE NOTORIO EN EL VESTIDO. CAEN TROZOS DE TELA.
TODAS GRITAN.
MALVINA: DESESPERADA. Julia, por favor, ¡hacé algo! ¡hay que pararla!
JULIA: GRITA. ¿Qué puedo hacer yo? No sé, no sé qué hacer. ¡No sé! GRITA. O no
se dan cuenta que ya no puedo ni hablar.
JULIA: No, claro, ¡yo no puedo! GRITANDO DESBORDADA. Aquí sólo se pueden
decir versos, qué lástima, ¿eh? Qué lástima que yo ya no tenga más palabras...
38
JULIA: Está bien, está bien. MIRA A LA NENA. Vamos, se hace tarde para la fiesta,
tenemos que arreglarnos, miráte cómo estás. Apurate, vamos, a Juan no le gusta
esperar. Dame la tijera, bajá, chiquita, que te tenés que vestir. Malvina, traé el
vestido de la Santa Bernardita... Vamos. GRITA. ¡Apúrense, qué quieren, que
lleguemos todas tarde!
JULIA: Por supuesto y todas las luces se reflejarán bellamente en el lago, vamos.
LE EXTIENDE LOS BRAZOS.
MALVINA: Y yo. Mirá cómo estoy. Después de todo, es una fiesta, ¿no?
SONRIENTE.
SILENCIO.
ABUELA: MIENTRAS LA AYUDA CON LOS VOLADOS DEL VESTIDO. A todas las
personas con cierto sentido común les gustan los milagros. Es así.
ABUELA: Qué lástima, qué lástima... eso decía, Julia. ¡Qué lástima que yo no
tenga una casa! Una casa solariega y blasonada... SE LE QUIEBRA LA VOZ. ...ni el
retrato de mi abuelo que ganara una batalla, ni un sillón viejo de cuero, ni una
mesa.... EMOCIONADA NO PUEDE SEGUIR RECITANDO.
LILI: "Ayer las quise una por una. Duramente todo el día pensé. Primero en una,
después en otra, así como un tatadios saltando de una en otra."
ABUELA: Guiso.
MALVINA: LLEVANDOSE LA CUCHARA A LA BOCA. Está muy frío. Con los guisos
pasa siempre.
ABUELA: Se tendrían que comer de la fuente con cucharas largas como los
chinos.
LA NENA: PROBANDO LA COMIDA. Parece agua, agua tibia. MIRA HACIA TODAS
PARTES COMO BUSCANDO ALGO. Siento olor a gas.
40
LILI: "Me da miedo cuando no las recuerdo claramente. Olvidarse de una persona
debe ser algo muy horrible, no quiero que me pase nunca. Tomás dice que él
olvidó la cara de su hermano. Hace diez años que no lo ve. Siempre que lo veo le
pregunto. Me impresiona que alguien se olvide de la cara del hermano. El otro
día me dijo que le parece que se la acordó. Recordó cómo el hermano se reía
corriendo a las gallinas. Recordó con el ruido de la risa y todo. Pienso que si le
sigo preguntando capaz se lo acuerda entero."
JULIA: No creo.
TODAS LAS MUJERES ESTAN SENTADAS ALGUNAS CON SUS CABEZAS APOYADAS
SOBRE LA MESA, CASI DORMIDAS, OTRAS DESPARRAMADAS EN LAS SILLAS. EL
ESCAPE DE GAS HA INUNDADO EL AMBIENTE.
LA VOZ DE LILI: "Nosotros somos una familia que no nos sacamos fotos. Mañana
me saco una. En la plaza hay una llama y un petiso, la llama es sucia y vieja, no
me conviene pararme al lado, el petiso da un poco impresión. De todas maneras
lo importante es que me vean a mí."
LA VOZ DE LILI: "Pensé en colgar las fotos de ustedes en la galería. Sería lindo
que pudieran estar alrededor de la Santa Bernardita, todas reflejadas en el lago.
Pídanle a la Madre Teresa que les saque una foto. Tomás me besó."
Brilla por ausencia, recibe una mención honorífica del Fondo Nacional de las
Artes del Concurso de Dramaturgia (1993). Seleccionada entre las cinco finalistas
del XXIII Premio Tirso de Molina de España (1993). Seleccionada en el Concurso
de la Fundación Carlos Somigliana para el Ciclo de Teatro Semimontado,(1993).
Brilla por Ausencia se estrena en la Sala Casacuberta del Teatro San Martín, con
dirección de Omar Grasso (1995). Nominada para el Premio ACE a mejor autor
nacional, para el Premio María Guerrero, para el Premio Florencio Sánchez y para
el Premio Municipal Gregorio de Laferrere (1995).
La vida...es otra cosa, seleccionada por concurso del Centro Cultural Ricardo
Rojas, Universidad de Buenos Aires. Se estrena en el Teatro del Pueblo (1997) y
en el Festival Internacional de Teatro de Buenos Aires (1997).
Victoria, recibe el Premio Rosa Guerra para dramaturgas (1995). Se estrena con
dirección de Julio Ordano (1998) en el Auditorium Bauen.
Alfa del Toro, monólogo estrenado en el Auditorium de Mar del Plata, con
dirección de Marcelo Marán. (1999).
www.celcit.org.ar