10680-Texto Del Artículo-10761-1-10-20110601 PDF
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RESUMEN
La teoría del crecimiento endógeno, que modifica aspectos básicos del modelo de
crecimiento neoclásico, resalta el importante papel que desempeña la inversión en capi-
tal humano y el progreso tecnológico a la hora de explicar la tasa de crecimiento eco-
nómico de los países y el proceso de convergencia entre países desarrollados y países
en vías de desarrollo.
En este sentido, el comercio exterior, tanto de bienes como de activos, puede ayu-
dar a potenciar la acumulación del factor de producción capital, físico y humano, y el
proceso de difusión tecnológica, por lo que puede suponer un elemento acelerador del
crecimiento. Si los países con menores niveles de renta invierten en la formación y
cualificación de los trabajadores y logran adoptar nuevas tecnologías en sus procesos
productivos, alcanzarán niveles de crecimiento más elevados, reduciéndose la brecha
existente entre las tasas de crecimiento de los países desarrollados y la de los paises
en vías de desarrollo.
1. INTRODUCCION
95
Carolina Hernández Rubio La teoría del crecimiento endógeno y el comercio internacional
1 Entre los principales trabajos en este ámbito, podemos resaltar los estudios de GRossMAN
y HELPMAN (1989, 1990 y 1991); HELPMAN (1984 y 1992); LUCAS (1988); RIvERA-BATIZ y ROMER
(1991); ROMER (1986 y 1990).
2 Un estudio presentado por Gould y Ruffin resalta la importancia del capital humano y del
comercio internacional como factores determinantes del crecimiento económico. En dicho estu-
dio se presenta un análisis empírico en el que, teniendo en cuenta el nivel de protección de cada
uno de los países considerados (la muestra incluye tanto países desarrollados como en vías de desa-
rrollo), se muestra la relación existente entre el crecimiento y los efectos externos derivados del
capital humano. Los autores llegan a la conclusión de que cuando una nación ha alcanzado un
nivel de capital humano relativamente alto, medido el mismo a través de las tasas de alfabetiza-
ción, las economías abiertas crecen alrededor del 0,65% al 1,75% más que las economías cerra-
das. Vid. GOULD y RUFFIN (1995), pp. 425-445.
~ En este sentido, Solow manifiesta que aunque el verdadero valor de la teoría del creci-
miento endógeno es, precisamente, su intento de modelizar el componente endógeno del progreso
tecnológico, esta tarea cuenta con claros inconvenientes, entre los que cabe destacar la existen-
cia de elementos que son indiscutiblemente exógenos a los procesos de investigación y desarrollo.
Por ello, campos de investigación se abren y se cierran de manera impredecible, o muchos pro-
yectos de investigación finalizan con el descubrimiento de algo que no era lo previsto cuando se
iniciaron. Según considera Solow, estas críticas no suponen negar que parte de las característi-
cas de la innovación sean parcialmente endógenas, pero sí sugerir que la producción de nueva
tecnología no es simplemente una combinación de inputs y outputs.
Asimismo, Solow reconoce un gran mérito en el proyecto de Alwing YOUNG (1993) al tratar
al «learning by doing» como una forma de elevar los niveles de productividad, pero afirma que
no se trata, en ningún caso, de la única manera para lograrlo. Es un hecho indiscutible que, en
muchos casos, la mejora de los productos o la reducción de costes tienen poco que ver con la acti-
vidad I+D.
Véase al respecto, SoLow (1994), pp. 49-54.
tener un crecimiento constante en el nivel de renta per capita real. Esta nueva
concepción trata de explicar las causas determinantes del crecimiento a largo
plazo basándose en la inversión en capital humano y en nuevas tecnologías.
En segundo lugar, la implicación empírica a que hacíamos referencia se pone
de manifiesto con los llamados nuevos paises industrializados (NPIs) del sudes-
te asiático: Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwan. Se considera que la
apertura al exterior ha sido una medida decisiva en el éxito alcanzado por estas
naciones6.
Al parecer, las altas tasas de crecimiento que, en los últimos años, alcanza-
ron los NPIs apoyan algunas de las premisas básicas de la nueva teoría del cre-
cimiento: el grado de apertura como impulsor del crecimiento, el papel de los
rendimientos crecientes y las ganancias en los niveles de competitividad alcan-
zadas por la exposición a una mayor competencia.
Tanto el modelo de crecimiento de Harrod-Domar como los modelos neo-
clásicos tenían en común la creencia de que el tercer factor de producción, el
progreso tecnológico, estaba exógenamente determinado y carente de coste algu-
no. Así, en los modelos de crecimiento neoclásicos, en los que los límites al cre-
cimiento venían impuestos por el lado de la oferta y, al mismo tiempo, los fac-
tores de producción eran considerados como exógenos, la política económica
no tenía papel que desempeñar en el campo del crecimiento.
El desarrollo de la moderna teoría del crecimiento endógeno trae, como vere-
mos, importantes implicaciones para la política económica.
6 Para un análisis de las causas del rápido crecimiento de los llamados nuevos países indos-
triales —Corea del Sur, Taiwan, Hong Kong y Singapur, en Asia Oriental, y Brasil y México, en
América Latina—, véase Ba¡~zosA (1991) y Bus~ruLo (1986).
‘~‘ Vid., especialmente, ROMER (1986).
que los niveles de renta per capita tiendan a converger en los modelos de
comercio internacional8. Las economías menos desarrolladas experimentarán
tasas de crecimiento más bajas que las economías más avanzadas, y el dis-
tanciamiento entre ambas tenderá a acentuarse. De hecho, el capital y la inver-
sión pueden fluir desde las economías pobres hacia las economías ricas ori-
ginando un incremento de la productividad marginal del capital en estas
últimas9.
Las economías pequeñas presentan claras desventajas en el proceso de cre-
cimiento. Los beneficios de la tecnología parecen traer argumentos positivos
para la integración económica, las uniones económicas y los mercados co-
munes.
~ El análisis de QLJAH (1993) —que supone una crítica profunda a los análisis de regresión
cross-section tradicionales— muestra que la tendencia de la economía mundial en el largo plazo
es la de continuar ensanchando la brecha existente entre los paises muy ricos y los muy pobres,
con la paulatina desaparición de los niveles de rentas medias.
~ Esta tesis ya había sido expuesta por MYRDAL (1970) en su teoría dc la causación acu-
mulativa.
cios obtenidos, y los efectos externos, que se traducen en variaciones en los nive-
les de output. La perspectiva de Romer (1990) tiene un énfasis similar. En su
modelo distingue entre el componente competitivo del conocimiento y el com-
ponente no competitivo, tecnológico. La tecnología es un input no competiti-
vo, ya que su uso por una empresa no excluye del uso a las empresas restantes.
Tratar al conocimiento como un bien no competitivo explica los efectos exter-
nos del mismo y supone, asimismo, un rechazo de la función de producción con
rendimientos a escala constantes.
En el modelo de Romer, el conocimiento es un factor que entra en el pro-
ceso de producción de dos formas distintas. Un nuevo conocimiento, o nue-
va idea, permite la producción de un nuevo input intermedio que estará dis-
ponible para la producción de bienes finales por la empresa que realiza el
descubrimiento. Pero, al mismo tiempo, la nueva idea incrementará el stock
total de conocimiento y, de acuerdo con ello, se elevará la productividad total
del capital humano empleado en el sector de la investigación. El propietario
del nuevo conocimiento tiene ciertos derechos sobre su uso en la producción
de nuevos bienes, pero no sobre su utilización en el campo de la investiga-
cton.
Esta distinción tiene una implicación clara: los beneficios de un nuevo cono-
cimiento son parcialmente retenidos por quien lleva a cabo su descubrimiento.
Por el contrario, la postura de Lucas se aparta del supuesto anterior al conside-
rar que la producción de capital humano genera bienes no competitivos y no
excluyentes. El conocimiento aparece como un bien público cuya producción
no es posible mediante la inversión en I+D por parte de empresas particulares.
Sin embargo, la introducción de la posibilidad de exclusión parcial de los bene-
ficios derivados de actividades I+D, permite la posibilidad de producción de nue-
va tecnología por los agentes económicos privados, guiados por el principio de
maximización del beneficio.
En los modelos I+D se llega a la conclusión de que la investigación lleva-
da a cabo por el sector privado alcanzará un nivel inferior al óptimo por todos
esos beneficios que estarán libremente disponibles. Esta conclusión justifica la
necesidad de intervención del Sector Público a través de subsidios a la investi-
gación.
Debemos destacar que los diferentes autores han interpretado de manera dis-
tinta la existencia de una correlación positiva entre la tasa de crecimiento y las
variables proxy utilizadas como aproximación para cuantificar el stock de capi-
tal humano. Así, al igual que Romer, Grossman y Hellpman10 consideran al capi-
Romer apunta que los países que cuenten con un stock de capital humano
más elevado, disfrutarán, igualmente, de mayores tasas de crecimiento, enla-
zando, en este punto, con ciertos planteamientos clásicos que hacen depender
a la riqueza de las naciones de las características cuantitativas y cualitativas
de la población. También en Grossman y Helpman (1994) aparece recogida esta
misma interpretación, es decir, considerar al capital humano como una medi-
da del tamaño de la población. De esta manera, una nación que cuente con un
volumen de factor trabajo más elevado, podrá emprender tanto más I+D, gene-
rando un ratio creciente de productos innovadores. Estapredicción, aunque con-
sistente con la correlación positiva entre capital humano y crecimiento econó-
mico, supone que cuanto mayor sea una nación, mayores serán las posibilidades
de crecimiento de la misma.
Por último, Romer señala los beneficios que origina la asunción de mayo-
res compromisos en el comercio internacional y en el proceso de integración
económica.
Y=AKaH~Lí-ail (1)
y = A k~ h13
Tomando logaritmos y diferenciando, la ecuación queda expuesta en tasas
de crecimiento de la siguiente forma:
(2)
— skk — (n + ~k) k
— shh— (n + 6h) h
11 Para ello seguimos a MANKIW, N.; ROMER, D., y WEILL, N. (1992), y BARRO, R. J., y SALA-
5-MARTIN, X. (1995).
del crecimiento del factor producción capital, tanto físico como humano, de la
tasa de depreciación de ambos, del nivel de ahorro y de la tasa de crecimiento
de la poblacton.
Podemos afirmar entonces que, ceteris paribus, el crecimiento económico
y la convergencia serán más rápidos cuanto mayor sea la inversión en capital
físico y humano y el grado de innovación tecnológica. El comercio, tanto de
bienes- como de activos, puede ayudar a potenciaría acumuiacton del factor de
producción capital y el proceso de difusión tecnológica. por lo que supone un
elemento acelerador del crecimiento.
Bajo esta perspectiva, toma una especial importancia el papel de la inver-
sión en investigación, preparación y educación, tanto la realizada por las empre-
sas como la favorecida por políticas gubernamentales dirigidas a promover,
mediante incentivos económicos, bien sean impuestos o subsidios, la acumula-
ción de capital físico y humano. Así, la nueva teoría examina cómo las varia-
ciones en dichos subsidios o impuestos pueden tener un efecto permanente en
la tasa de crecimiento del output.
mo. Sin embargo, el primer efecto es dominante cuando se trata de países que
no cuentan con importantes diferencias en términos de composición de recur-
sos y la tecnología puede fluir libremente a lo largo de las fronteras (el deno-
minado efecto catch-up o de acercamiento tecnológico). El problema se plan-
tea en el caso contrario, es decir, cuando se trata de paises con importantes
diferencias o cuando la tecnología no se mueve libremente en sus relaciones
internacionales.
La acumulación de capital tecnológico puede concentrarse de forma espe-
cífica en cada país o puede tener un alcance internacional, y ello juega un papel
muy importante en la determinación de los patrones del comercio y en los dife-
renciales de crecimiento entre las naciones.
La internacionalización de la tecnología conduce a patrones de comercio a
largo plazo y niveles de crecimiento del PIE que están gobernados por fuerzas
tradicionales, como son las diferencias en la composición de los factores. En el
proceso, las diferencias iniciales de ventajas comparativas no afectarán, en el
largo plazo, a los resultados alcanzados. Sin embargo, cuando la acumulación
de tecnología queda localizada, pequeñas diferencias iniciales en dotación de
capital tecnológico pueden conducir a amplios distanciamientos, en el largo pla-
zo, en las estructuras sectoriales, en los patrones de comercio y en los niveles
de crecimiento.
En economías abiertas, las políticas comerciales afectan a la innovación y
al crecimiento, y no sólo influyen sobre el país que las aplica, sino también sobre
sus socios comerciales. Otras medidas políticas, como I+D o subsidios al out-
put, extienden su influencia a través de las fronteras nacionales e influyen sobre
los niveles de innovación y crecimiento de sus socios comerciales.
La Investigación y Desarrollo no tiene por qué estar directamente relacio-
nada con la invención de nuevos productos o procesos productivos. Los paises
en vías de desarrollo invierten un importante volumen de recursos en aprender
a operar con tecnologías originariamente desarrolladas por las economías avan-
zadas. Este proceso de imitación del Sur afecta a los incentivos de innovación
del Norte, y viceversa.
Por ello, la tasa de innovación está conjuntamente determinada y esta inter-
dependencia puede ser realmente complicada. Por ejemplo, si un país que posee
ventajas comparativas en I+D introduce un subsidio a la investigación, debe-
mos esperar que la tasa de crecimiento mundial se eleve. De la misma forma,
un subsidio similar introducido por un país con ventajas comparativas en el sec-
tor industrial produciría un descenso en la tasa de crecimiento mundial.
Como aparece detallado en los estudios de Abramovitz (1979 y 1986),
Grossman y Helpman (1989, 1990 y 1991) y Helpman (1984), aunque en poten-
cia son los paises menos desarrollados los que se benefician en mayor medida
de la libertad de comercio internacional, pues a través de él pueden acceder al
stock tecnológico mundial existente, en la práctica, los flujos de tecnología des-
de los paises más desarrollados hacia los paises en vías de desarrollo no se pro-
ducen, de ninguna manera, de forma automática12.
Además surgen otras complicaciones. Las diferentes economías tienen dis-
tintos ratios capital humano-trabajo no cualificado. La apertura al comercio mun-
dial hará que los niveles de precios relativos entre los dos factores de produc-
ción varíe. La disponibilidad de mano de obra barata para los países en los que
este input tiene mayor coste hará que se reduzcan, en el mismo, los incentivos
para producir inputs no competitivos y, de este modo, se retrasará el proceso de
crecimiento en el país de mayor ratio.
Tradicionalmente, la innovación y los nuevos productos surgen en las eco-
nomías más avanzadas, donde la actividad I+D está más desarrollada. Poste-
riormente, bien por imitación o por transferencia de tecnología, éstos pasan a
ser producidos en los países menos desarrollados y, en última instancia, la pro-
ducción de estos bienes emigra hacia las economías de niveles salariales más
bajos. De acuerdo con esto, el comercio de productos manufacturados tiene lugar
sobre la base del intercambio entre los últimos bienes más innovadores, produ-
cidos solamente en las economías más desarrolladas, y los bienes más tradi-
cionales, elaborados ahora por paises menos desarrollados’3. El ciclo de pro-
ducción internacional responde entonces a un patrón de comercio internacional
en evolución constante, en el que las economías desarrolladas pasan a impor-
tar el mismo tipo de bienes que inicialmente exportaban. En este contexto, el
comercio internacional aparece siempre como un factor beneficioso del creci-
miento económico, tanto para los paises desarrollados como para los menos
desarrollados. En los primeros se liberan recursos para que sean utilizados en
la investigación y desarrollo. Al mismo tiempo, las economías menos avanza-
12 ABRAMOVITZ (1979) subraya al respecto que el proceso de catch-up dista mucho de ser
automático. Aunque el retraso tecnológico ofrece, en principio, un potencial de crecimiento rápi-
do, que éste se alcance dependerá de la capacidad que tenga el país en cuestión por adoptar nue-
vas tecnologías. En este mismo sentido, SALA-I-MARTÍN destaca que la baja convergencia de ren-
tas estimada en diversos estudios, aproximadamente de un 2% anual, es un dato que sugiere que
la tecnología no fluye de forma automática entre los paises; la razón puede ser, precisamente, los
costes de imitación nne han de sonortar los países en vía~s de desarrollo.
13 Berzosa explica cómo se ha acelerado el proceso de transformación de las naciones desa-
rrolladas, pasando de ser economías industriales a economías posindustriales. Así, la competen-
cia a que están siendo sometidas, por parte de los NPIs, las obliga a especializarse en la produc-
ción de innovación de productos y/o de procesos productivos. Asistimos, por tanto, a un nuevo
proceso de especialización internacional. Vid. BERZOSA (1988), p. 88.
das crecerán más deprisa porque los recursos necesarios para aprender y adop-
tar las técnicas importadas son mucho menores que los que serian precisos si
su modelo de desarrollo fuese autónomo, autárquico’4.
Según estos autores, la evidencia muestra que los paises en los que se han
adoptado estrategias orientadas hacia el exterior, se han logrado tasas de creci-
miento y niveles de vida más altos que en aquellos otros que han adoptado medi-
das proteccionistas. Sin embargo, la eficacia sobre las políticas promotoras de
exportaciones no es concluyente. Necesitamos aprender mucho más acerca de
los mecanismos de difusión de conocimiento y tecnología a nivel internacional,
que es la base, al fin y al cabo, para que el comercio internacional potencie el
crecimiento de las naciones, incluyendo aquí el papel que en ello desempeñan
las multinacionales y los organismos internacionales’5.
14 Tal y como señala DE LA FUENTE (1995), los países en vías de desarrollo pasan a ser
«seguidores» del «líder» tecnológico, por lo que estarán en mejores condiciones para crecer más
rápidamente, pues los líderes tendrán que asumir los costes y retrasos asociados al desarrollo de
nuevas tecnologías.
15 Como señala BERZOSA (1988), pp. 84-85, aunque la industrializaciónorientada ala expor-
tación de los NPIs ha tenido unos resultados positivos, no debemos olvidar la fuerte dependencia
que ha generado el hecho de que sus productos incorporen tecnología que sean fruto de las acti-
vidades de I+D efectuadas en los paises desarrollados. En muchas ocasiones, los NPIs no han logra-
do el acceso a la tecnología que han incorporado en sus procesos productivos, y esto ocasiona una
relación de subordinación de dichas economías respecto a sus principales proveedores que se mate-
rializan en el terreno comercial, financiero y tecnológico.
VI. CONCLUSIONES
VII. BIBLIOGRAFÍA
ABRAMOVtTZ, M. (1986): «Catching up, forging ahead and falling behind», Journal
of Economic History, vol. 46, junio.
ARROW, K. J. (1962): «The economic implications of learning by doing», Review of
Economic Studies, vol. 29.