Mitologia Romana

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Mitología romana

Altar consagrado en honor de Júpiter y de Juno, del Palatinado

La mitología romana, es decir, las creencias mitológicas de los habitantes de la


Antigua Roma, puede considerarse formada por dos partes: La primera,
mayoritariamente antigua y ritualista, representaba los mitos y cultos autóctonos. La
segunda, principalmente tardía y literaria, consiste en la fusión de la anterior con varios
préstamos, completamente nuevos, procedentes de la mitología griega.

Índice
 1 Naturaleza de los antiguos mitos romanos
o 1.1 Mitología antigua sobre los dioses
o 1.2 Mitología antigua sobre la historia romana
 2 Dioses nativos romanos e itálicos
 3 Dioses extranjeros
 4 Los principales dioses del panteón romano
 5 Véase también
 6 Enlaces externos

Naturaleza de los antiguos mitos romanos


Los romanos no tenían relatos secuenciales, sus dioses, comparables a la Titanomaquia
o la seducción de Zeus por Hera, hasta que sus poetas comenzaron a adoptar los
modelos griegos a finales del periodo republicano. Sin embargo, lo que sí tenían era:

 Un sistema muy desarrollado de rituales, escuelas sacerdotales y panteones de


dioses relacionados.
 Un rico conjunto de mitos históricos sobre la fundación y auge de su ciudad por
parte de actores humanos con ocasionales intervenciones divinas.
Mitología antigua sobre los dioses

Altar de los doce dioses del Panteón Romano (Museo del Louvre)

El modelo romano incluía una forma muy diferente a la de los antiguos griegos de
definir y concebir a los dioses. Por ejemplo, en la mitología griega Deméter era
caracterizada por una historia muy conocida sobre su dolor por el rapto de su hija
Perséfone a manos de Hades. Los antiguos romanos, por el contrario, concebían a su
equivalente Ceres como una deidad con un sacerdote oficial llamado Flamen, subalterno
de los flamines de Júpiter, Marte y Quirino, pero superior a los de Flora y Pomona.
También se le consideraba agrupado en una tríada con otros dos dioses agrícolas, Liber
y Libera, y se sabía la relación de dioses menores con funciones especializadas que le
asistían: Sarritor (escardado), Messor (cosecha), Convector (transporte), Conditor
(almacenaje), Insitor (siembra) y varias docenas más.

Así pues, la «mitología» romana arcaica, al menos en lo referente a los dioses, no estaba
formada por relatos sino más bien el entrelazamiento y las complejas interrelaciones
entre dioses y humanos.

La religión original de los primeros romanos fue modificada por la adición de


numerosas y contradictorias creencias en épocas posteriores, y por la asimilación de
grandes porciones de la mitología griega. Lo poco que se sabe sobre la religión romana
primitiva no es gracias a relatos de la época sino a escritores posteriores que buscaron
preservar las viejas tradiciones del olvido en el que estaban cayendo, como el estudioso
del siglo I a. C. Marco Terencio Varrón. Otros escritores clásicos, como el poeta Ovidio
en sus Fastos (‘calendario’), fueron fuertemente influidos por los modelos helenísticos,
y en sus obras se recurre con frecuencia a las creencias griegas para rellenar los huecos
de las tradiciones romanas.

Rómulo y Remo amamantados por la loba (Museo Nuovo, Palazzo dei Conservatori,
Roma)

Mitología antigua sobre la historia romana


Los romanos tenían una rica panoplia de leyendas sobre la fundación y primera
expansión de su propia ciudad. Además de estas tradiciones de origen mayoritariamente
local, a este surtido se añadió material procedente de las leyendas heroicas griegas en
una época temprana, haciendo por ejemplo a Eneas antepasado de Rómulo y Remo.

La Eneida y los primeros libros de Livio son las mejores fuentes exhaustivas para esta
mitología romana.

Dioses nativos romanos e itálicos

Estatua de Ceres portando fruta

Las prácticas rituales romanas de los sacerdotes oficiales distinguían claramente dos
clases de dioses: los di indigetes y los di novensides o novensiles. Los indigetes eran los
dioses originales del estado romano (véase Di indigetes), y su nombre y naturaleza están
indicados por los títulos de los sacerdotes más antiguos y por las fiestas fijas del
calendario. Los novensides eran divinidades posteriores cuyos cultos fueron
introducidos en la ciudad en el periodo histórico, normalmente en una fecha conocida y
como respuesta a una crisis específica o necesidad percibida.

Las divinidades romanas primitivas incluían, además de los di indigetes, un montón de


los llamados dioses especialistas cuyos nombres eran invocados al realizar diversas
actividades, como la cosecha. Los fragmentos de los viejos rituales que acompañaban a
estos actos como el arado o la siembra revelan que en cada parte del proceso se
invocaba a una deidad diferente, estando el nombre de cada una de ellas derivado
regularmente del verbo para la operación. Estas divinidades pueden ser agrupadas bajo
el término general de dioses asistentes o auxiliares, que eran invocados junto con las
deidades mayores. Los antiguos cultos romanos eran más un polidemonismo que un
politeísmo: los conceptos que los adoradores tenían de los seres invocados consistían en
poco más que sus nombres y funciones, y el numen o ‘poder’ del ser se manifestaba en
formas altamente especializadas.
Una cabeza de Minerva hallada en las ruinas de los baños romanos de Bath (Inglaterra)

El carácter de los indigetes y sus fiestas muestran que los antiguos romanos no sólo eran
miembros de una comunidad agrícola sino que también estaban orgullosos de luchar y
muy involucrados con la guerra. Los dioses representaban distintivamente las
necesidades prácticas de la vida diaria, como las sentía la comunidad romana a la que
pertenecían. Se entregaban escrupulosamente a los ritos y ofrendas que consideraban
apropiados. Así, Jano y Vesta guardaban la puerta y el hogar, los Lares protegían el
campo y la casa, Pales los pastos, Saturno la siembra, Ceres el crecimiento del grano,
Pomona la fruta, y Consus y Ops la cosecha. Incluso el majestuoso Júpiter, rey de los
dioses, era honrado por la ayuda que sus lluvias daban a las granjas y viñedos. En su
más amplio carácter era considerado, a través de su arma de rayos, el director de la
actividad humana y, por su amplio dominio, el protector de los romanos en sus
expediciones militares allende las fronteras de su propio país. Prominentes en la época
más antigua fueron los dioses Marte y Quirino, que a menudo se identificaban entre sí.
Marte era un dios de la guerra al que se honraba en marzo y octubre. Los investigadores
modernos creen que Quirino fue el patrón de la comunidad militar en tiempos de paz.

A la cabeza del panteón primitivo se encontraba la tríada Júpiter, Marte y Quirino


(cuyos tres sacerdotes, o flamines, tenían el mayor rango), y Jano y Vesta. Estos dioses
antiguos tenían poca individualidad, y sus historias personales carecían de matrimonios
y genealogías. A diferencia de los dioses griegos, no se consideraba que funcionaban de
la misma forma que los mortales, y por ello no existen muchos relatos de sus
actividades. Este culto primitivo está asociado con Numa Pompilio, el segundo rey de
Roma, de quien se creía que tuvo como consorte y consejera a la diosa romana de las
fuentes y los partos, Egeria, a quien a menudo se identifica como una ninfa en las
fuentes literarias posteriores. Sin embargo, se añadieron nuevos elementos en una época
relativamente temprana. A la casa real de los Tarquinios se atribuyó en las leyendas el
establecimiento de la gran Tríada Capitolina, Júpiter, Juno y Minerva, que asumió el
lugar supremo en la religión romana. Otras adiciones fueron el culto a Diana en el
monte Aventino y la introducción de los Libros Sibilinos, profecías de la historia del
mundo que, según la leyenda, fueron compradas por Tarquinio a finales del siglo
IV a. C. a la Sibila de Cumas.
Minerva Tríada Capitolina clásica: Júpiter, Juno y Minerva Juno
Hendrick Goltzius Jacopo Zucchi Jan Nagel

Dioses extranjeros
La absorción de deidades locales vecinas tuvo lugar a medida que el estado romano
conquistaba el territorio vecino. Los romanos solían conceder a los dioses locales del
territorio conquistado los mismos honores que a los dioses antiguos que habían sido
considerados propios del estado romano. En muchos casos las recién adquiridas
deidades eran invitadas formalmente a llevar su domicilio a nuevos santuarios en Roma.
En 203 a. C., la figura de culto representativa de Cibeles fue retirada de Pesino (Frigia)
y acogida ceremoniosamente en Roma. Además, el crecimiento de la ciudad atrajo a
extranjeros, a los que se permitía continuar con la adoración a sus propios dioses. De
esta forma llegó Mitra a Roma y su popularidad en las legiones extendió su culto hasta
tan lejos como Bretaña. El dios Sol Invictus deriva del mitraísmo, tuvo un culto bastante
extendido entre los militares a partir del siglo III, aparece representado en algunas
monedas acuñadas por Constantino I el Grande. Además de Cástor y Pólux, los
asentamientos conquistados en Italia parecen haber contribuido al panteón romano con
Diana, Minerva, Hércules, Venus y otras deidades de menor rango, algunas de las
cuales eran divinidades itálicas, procediendo otras originalmente de la cultura griega de
Magna Grecia. Las deidades romanas importantes fueron finalmente identificadas con
los más antropomórficos dioses y diosas griegos, y asumieron muchos de sus atributos y
mitos.

Los principales dioses del panteón romano


Nombre Nombre Función,
Atributo
romano griego características

Júpiter Zeus Padre de El águila, el rayo y el cetro.


dioses y de los
hombres,
soberano de las
alturas, el que
administra la
justicia, lanza
el rayo y
amontona las
nubes.

Juno Hera Reina de los El pavo real y la corona.


dioses,
protectora del
matrimonio y
de la familia.

Neptuno Poseidón Dios de los El tridente y el carro.


mares, los
caballos y los
terremotos.

Minerva Atenea Diosa de la El casco, el escudo, la lanza, el olivo y el


inteligencia y búho.
de la guerra
justa,
protectora de
las
instituciones
políticas, de
las ciencias y
de las artes,
patrona de los
artesanos.

Marte Ares Dios de la La espada, el escudo y el casco.


guerra
destructiva y
de la lucha.

Venus Afrodita Diosa del amor La paloma, la espada y la concha marina.


y la belleza.

Febo Apolo Dios de la luz, La lira, el arco y la flecha.


de la poesía, de
la música, de
la profecía y
de la medicina.

Diana Artemisa Diosa de la La luna, el arco de plata, la flecha y el carcaj.


caza, de la
virginidad, de
la luna y la
paz.

Mercurio Hermes Dios del El Pegaso, el caduceo, las sandalias aladas y


comercio, el bolso.
protector de
los caminos y
guía del
viajero.

Baco Dioniso Dios del vino y El tirso.


de la danza,
inspirador del
delirio y el
éxtasis.

Vulcano Hefesto Dios de los El yunque y el martillo.


volcanes, de
los incendios y
de la herrería.

Plutón Hades Dios de los La corona de ébano, el trono de ébano y el


muertos, señor carro tirado por cuatro caballos negros.
del
Inframundo.

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