VIDA CONSAGRADA PROFÉTICA

3 al servicio de los pobres

1 - DIOS NOS LLAMA

Dios nos llama a resignificar nuestra Vida Consagrada a nivel
personal y comunitario, como aporte profético al Reino de Dios,
buscando su justicia, en camino hacia un mundo más fraterno y
solidario, con y desde los pobres.
Dios nos llama a vivir la profecía del proyecto de Dios de una
vida feliz para todas/os, desde la vivencia renovada de nuestra VC.

2 - VER
Vivir nuestra profecía del proyecto de Dios, implica permitir
que Dios nos lleve más allá de nosotras/os mismas/os para
alcanzar nuestro ser más verdadero, convencidas/os de que sólo
el encuentro –o reencuentro– con su amor, nos rescata de nuestra conciencia
aislada, indiferente y autorreferencial que nos hace mirar la realidad de lejos, sin
involucrarnos; nos hace rechazar la profecía de las/os hermanas/os, descalificar a
quien la cuestione, subrayar constantemente los errores ajenos y no alegrarnos
con sus éxitos, orientar el corazón al horizonte cerrado de los propios intereses
con apariencia de bien (Cfr. EG,8 y 97). Cuando actuamos así, las/os
consagradas/os aparecemos tristemente, ante mucha gente, como un grupo
privilegiado que solo se moviliza para defender lo que le beneficia.
En la “Laudato si” (208), el Papa Francisco invita a desarrollar la capacidad de
salir de sí hacia el otro, a cultivar la actitud básica de autotrascenderse,
rompiendo la conciencia aislada y la autorreferencialidad, superando el
individualismo y desarrollando, en un mundo dividido, conflictivo y excluyente,
un estilo de vida alternativo en la vivencia concreta de nuestra vida comunitaria,
de las relaciones pastorales: ¡ésta es nuestra profecía como VC!
Los auténticos encuentros con las/os otras/os y con el OTRO, al sacarnos de
nosotras/os mismas/os, nos forman y nos transforman. Si los vivimos con

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superficialidad, centradas/os en nosotras/os mismas/os, no nos ayudan a salir
proféticamente de lo de siempre, de lo rutinario, y a proyectarnos con audacia y
libertad hacia adelante, hacia el Reino.
Miremos nuestra realidad personal, comunitaria con detenimiento y humildad.
Para que nuestra VC sea auténticamente profética de un mundo como Dios lo
quiere, nos cuestionamos:

¿Cómo vivo y cómo vive mi comunidad el encuentro

1. con la Palabra de Dios?

2. con los desafíos de los consejos evangélicos: pobreza, castidad y
obediencia?

3. con nuestro carismas?

4. entre quienes animan (superiores) y quienes forman la comunidad
(hermanos/as)?
5. entre jóvenes y mayores (intergeneracionalidad)?
6. entre varón y mujer, a nivel de familia religiosa?

Momento de silencio y reflexión personal)

Compartamos en grupos (3 ò 4 integrantes) lo que más nos cuestiona
concretamente de la reflexión personal.
Plenaria de las resonancias

3 - ILUMINAR
Todas las formas de vida en la Iglesia están llamadas a ser
proféticas, a ser luminosas. José Cristo Rey García nos recuerda
que la VC en su interrelación con las demás formas de vida
cristiana no es privilegio, sino una forma de vida humilde y
servidora que potencia la dimensión profética y luminosa de toda
la Iglesia.
Algunos textos que pueden iluminar nuestra reflexión y vida:
a) Lucas 4, 16-20:
Jesús vive el encuentro con la gente, ayudándoles a desentrañar el sentido
profético del texto de Isaías 61, 1-6. Profecía de un mundo distinto, nuevo,
como Dios lo quiere y que es auténtica en la medida que coloca al centro de su
praxis no los propios intereses, sino a las personas que sufren, a los pobres, a
quienes no tienen posibilidad de vivir de manera digna, como hijos e hijas de
Dios.
b) Mateo 5, 13-16:
La profecía ayuda a descubrir el sentido e iluminar las cosas, los
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 acontecimientos. La VC vive su profecía en la medida que ofrece alternativas
de lectura y de praxis del compromiso con la historia, vista desde la
perspectiva del Reino.
A la manera de Jesús, el ministerio profético de las/os consagradas/os debe
proponer cambios radicales en los contextos donde vive y desarrolla su
misión. Porque, no se es profeta por el hecho de ser consagradas/os sino por
anunciar y ayudar a hacer realidad lo que Dios quiere para su pueblo. El/la
consagrado/a profeta reconoce que su deber es mantenerse abierto y
obediente a quien lo envía, por ello no calla aquello que tiene que decir, ni
ignora al Dios que lo envía: es insobornablemente sincero, sabe discernir lo
que es de Dios y lo que es suyo.
Desde esta convicción, la profecía en la VC es contracultural al sistema
dominante que se opone al proyecto de Dios y se hace energía innovadora,
dando paso a la acción del Espíritu que hace nuevas todas las cosas.
En este contexto las/os Consagradas/os estamos llamadas/os a resignificar
nuestra vivencia:
c) de los consejos evangélicos;
§ el uso de los bienes materiales en la superación de la lógica del tener,
acaparar, asegurarse, hacia una experiencia de economía solidaria con
quien menos tienen (pobreza);
§ la vivencia de la sexualidad y la afectividad en una perspectiva madura de
amor auténtico y generoso que se hace entrega, don incondicional,
gratuidad, signo creíble de la misericordia y de la ternura de Dios
(castidad), y,
§ el uso de la libertad personal al servicio valiente de las necesidades de los
demás, del mundo, de la realidad y de la misión de la comunidad
(obediencia).
d) de las relaciones intergeneracionales,
§ como valoración de lo antiguo y apertura a lo nuevo, en un clima de
reciprocidad enriquecedora (ranti-ranti).
§ La VC, está llamada a tomar conciencia y hacer vida las palabras de Jesús:
“todo escriba convertido en discípulo del Reino de los cielos se parece a un dueño
de casa que saca de sus reservas lo nuevo y lo viejo”. (Mt 13,52).
e) La palabra del Papa nos cuestiona:
§ “La justa relación con las personas consiste en reconocer con gratitud su valor…
Cada vida que encontramos es un don y merece acogida, respeto y amor. La
Palabra de Dios nos ayuda a abrir los ojos para acoger la vida y amarla, sobre todo
cuando es débi2l. (Mensaje Cuaresma 2017)
§ Parafraseando las palabras del Papa a los jóvenes en la vigilia de oración
del sábado 8 de abril podríamos decir: La VC de hoy tiene necesidad de
jóvenes que vayan «deprisa», que no se cansen de caminar deprisa; de
jóvenes que tengan la vocación de sentir que la vida les ofrece una misión.
Tenemos necesidad de jóvenes en camino. La VC puede cambiar solamente
si los jóvenes están en camino.

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 § “De nuestras/os mayores hemos heredado un canto de esperanza. Somos
herederas/os de los sueños de nuestras/os mayores, herederas/os de la esperanza que
no desilusionó a nuestras madres y padres fundadores, a nuestros hermanos
mayores. Somos herederas/os de nuestras/os ancianas/os que se animaron a soñar.
Nos hace bien recibir el sueño de nuestras/os mayores para poder profetizar hoy y
volver a encontrarnos con lo que un día encendió nuestro corazón. Sueño y
profecía juntos. Memoria de cómo soñaron nuestras/os ancianas/os, nuestros
padres y madres y coraje para llevar adelante, proféticamente, ese sueño”. (2
febrero 2017)
§ “Los jóvenes y los ancianos son la esperanza de los pueblos. Las/os ancianas/os
aportan la memoria y la sabiduría de la experiencia, que invita a no repetir
tontamente los mismos errores del pasado. Las/os jóvenes nos llaman a despertar y
acrecentar la esperanza, porque llevan en sí las nuevas tendencias de la humanidad
y nos abren al futuro, de manera que no nos quedemos ancladas/os en la nostalgia
de estructuras y costumbres que ya no son cauces de vida en el mundo actual”.
(EG 108)
§ La VC, integrada por jóvenes y mayores, iluminada por el encuentro de
María e Isabel, se hace casa y escuela de comunión, experiencia de Dios,
donde se vive una acogida recíproca que enriquece a todas/os con el
intercambio de dones.
f) de la relación mujer-varón
§ como una relación que, superando el machismo y la desigualdad, orienta
hacia una reciprocidad y complementariedad enriquecedora que debe
marcar todas nuestras relaciones, con el Padre Dios, con las/os demás, con
la madre tierra y con nosotras/os mismas/os.
§ La praxis de Jesús en el evangelio nos ayuda a resignificar nuestras
relaciones, en esta perspectiva.
§ Sus encuentros con mujeres, (adúltera, samaritana...), su amistad sincera
con Marta y María, la Magdalena, la curación de la hemorroisa y de la
suegra de Pedro, ponen de relieve su rechazo a un sistema de poder
masculino que las condena y con su actuar rompe el esquema
discriminador de la religión judía, les devuelve la vida y dignidad y las
acoge como discípulas.

4 - ACTUAR
Resignificar nuestra Vida Consagrada como profecía, a
nivel personal y comunitario, exige de nosotras/os
reflexión y compromisos concretos:

1. ¿Cuál es el rasgo profético propio del carisma de nuestro

Instituto/Congregación? ¿Cómo lo vivimos concretamente?

2. ¿Qué profecía Dios nos pide ser y dar a las personas con quienes
compartimos nuestra praxis pastoral?

3. Compartir experiencias que hayamos vivido últimamente donde hayamos

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 constatado que la misión de las mujeres en la Iglesia necesite crecer y
ser reconocida.

4. Buscar un signo concreto que exprese nuestro compromiso de ser

profetas, como consagradas/os, para presentarlo en la celebración.

5 - CELEBRAR
Guía: Vivir de manera profética la VC es entusiasmar,
contagiar alegría, abrir caminos de esperanza para este
nuestro mundo. Iniciemos este momento de oración
cantando.
5.1. Canto: Grita profeta
Guía: “Ustedes son la luz del mundo; ustedes son la sal de la tierra”… Jesús dice
que Él es la luz del mundo y quiere que sus seguidores también lo sean.
Quiere que sus discípulos sean como la sal que da sabor, sazón al alimento y
sirvan como conservantes, para que el mundo viva de modo más humano el
proyecto de Dios. Acojamos la Palabra en el corazón.
5.2. Lectura: Mt 5, 13-16
a) Momento de silencio y reflexión personal
b) Estamos invitadas/os a compartir la resonancia de la Palabra o algún
mensaje que sentimos el Señor nos está regalando hoy.
Compartir espontáneo de la Palabra de Dios
Guía: También hoy sentimos resonar en nuestra vida las palabras de Jesús en
la sinagoga, al proclamar el texto de Isaías, “hoy se cumple esta profecía”.
Pidamos que Él nos haga gesto, palabra, luz, refugio y techo, paz, apoyo, pan,
cauce de su lluvia, entre la gente que Él nos confía.
5.3. Presentación del Video: Ungidos (Salomé Arricibita)
https://www.youtube.com/watch?v=nMsOqBp_B8U
Guía: Nuestro mundo, nuestros países, nuestras familias y nuestras
congregaciones religiosas necesitan de una VC con iniciativa, que viva la
proximidad, que deje sus seguridades, que salga, atenta a las necesidades de
las y los demás, que cuide la vida que hay en ella y en donde quiera que esté
germinando o tenga posibilidades de darse, una VC vinculada con la tierra y
el cuidado de la casa común (Horizonte Inspirador CLAR, p.4). Presentemos
los signos que expresan nuestro compromiso.
5.4. Presentación de los signos de compromiso.
Guía: Elevemos de manera espontánea nuestra oración: de arrepentimiento,
acción de gracias, petición, alabanza...
Oraciones espontáneas

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5.5. Oración final:
Guía: Rezamos de forma participada las Bienaventuranzas de la Vida
Consagrada. Lo que está en cursiva y negrita un/a solista, el resto la
asamblea.
1) Bienaventuradas/os quienes escuchan la llamada de Dios y descubren que son
elegidas/os por Él, llamadas/os por Él y se dejan guiar por su llamada.
2) Bienaventuradas/os quienes viven con la seguridad y la certeza de que es Dios
quien capacita siempre para dar una respuesta a su llamada, con
compromiso de totalidad.
3) Bienaventuradas/os los que llegan a descubrir y vivir que esa llamada tiene un
contenido y una exigencia, la de que toda su vida gire en torno a Jesucristo
y a su Reino.
4) Bienaventuradas/os los que saben experimentar como gracia que Cristo, muerto y
resucitado, es quien nos introduce en la vivencia del Reino que Él ha
inaugurado.
5) Bienaventuradas/os los que descubren y viven una vida distinta de la que se
construye y se realiza con la fuerza, el poder y con los criterios del mundo.
6) Bienaventuradas/os quienes comprenden, junto al Señor, que la Vida
Consagrada, con su vivencia concreta está llamada a ser profecía de un
mundo nuevo, más fraterno y solidario, a partir de los jóvenes y de los
pobres.
7) Bienaventuradas/os quienes son llamados a ser signos del amor y de la
misericordia de Dios y lo hacen a través de gestos de perdón, de ternura, de
acogida, de inclusión…
8) Bienaventuradas/os los que saben que Dios tiene un sueño con ellos e intentan
vivirlo con dedicación total y absoluta a la realización de este proyecto de
amor, sobre todo con y desde los descartados y excluidos.
5.6. Canto: Más allá de las fronteras (Jesed)
https://www.youtube.com/watch?v=dPyzdrP6C2w