Los Estilos de Vida Como Herramienta de Comprensión Social
Los Estilos de Vida Como Herramienta de Comprensión Social
Los Estilos de Vida Como Herramienta de Comprensión Social
En 1996, Arellano Marketing realizó en Perú el primer estudio de Estilos de Vida con validez
estadística en un país latinoamericano (capital más 15 ciudades). Años después, en el 2005, se
llevó a cabo el mismo estudio en México (capital más 14 ciudades).
Su principal objetivo fue dar a conocer el comportamiento de los individuos como resultado de
la interacción de muchas variables que –observadas desde la perspectiva funcional y sistémica
de una sociedad de consumo– crean una suerte de “personalidad grupal”.
Estos estudios mostraron la existencia de 6 estilos de vida muy similares en México y Perú con
dos grandes ejes: el nivel de ingreso y el de modernidad–tradición, altamente correlacionado
con una variable de tendencia y resistencia al cambio. Paralelamente se encontró que la
variable sexo también era importante para la clasificación de algunos grupos.
Los 6 EdV básicos existen en muchos países estudiados, con diferentes pesos, pero
guardando ciertas similitudes en sus tamaños. Una extrapolación con base en datos de
diversas fuentes en varios países latinoamericanos, encuentra que los 6 EdV encontrados en
Perú y en México se pueden encontrar de manera similar y con pesos no demasiado diferentes
en Chile, Colombia, Brasil y Costa Rica, mostrando la posibilidad de extensión a otros países.
Los Sofisticados
Segmento mixto, con un nivel de ingresos más altos que el promedio. Son muy modernos,
educados, liberales, cosmopolitas y valoran mucho la imagen personal. Son innovadores en el
consumo y cazadores de tendencias. Le importa mucho su estatus, siguen la moda y son
asiduos consumidores de productos “light”. En su mayoría son más jóvenes que el promedio de
la población.
Los Progresistas
Hombres que buscan permanentemente el progreso personal o familiar. Aunque están en todos
los NSE, en su mayoría son obreros y empresarios emprendedores (formales e informales).
Los mueve el deseo de revertir su situación y avanzar, y están siempre en busca de
oportunidades. Son extremadamente prácticos y modernos, tienden a estudiar carreras cortas
para salir a producir lo antes posible.
Las Modernas
Mujeres que trabajan o estudian y que buscan su realización personal también como madres.
Se maquillan, se arreglan y buscan el reconocimiento de la sociedad. Son modernas, reniegan
del machismo y les encanta salir de compras, donde gustan de comprar productos de marca y,
en general, de aquellos que les faciliten las tareas del hogar. Están en todos los NSE.
Los Formalistas
Hombres trabajadores y orientados a la familia que valoran mucho su estatus social. Admiran a
los Sofisticados, aunque son mucho más tradicionales que estos. Llegan siempre un “poco
tarde” en la adopción de las modas. Trabajan usualmente como oficinistas, empleados de nivel
medio, profesores, obreros o en actividades independientes profesionales.
Las Conservadoras
Los Austeros
Segmento mixto, de bajos recursos económicos, que vive resignado a su suerte. Hay muchas
personas mayores que prefieren la vida simple, sin complicaciones y, si fuese posible, vivirían
en el campo. Son reacios a los cambios, no les gusta tomar riesgos y no les agrada probar
nuevas cosas. Muchos son inmigrantes y tienen el porcentaje más alto de personas de origen
indígena
En resumen:
No existe una relación directa entre modernidad e ingreso, ni tampoco entre orientación al logro
y recursos económicos. Si bien los Sofisticados son los más modernos y más ricos, y los
Austeros los más tradicionales y más pobres, también se observa que hay pobres modernos,
como algunos Progresistas y algunas Modernas, y ricos tradicionales, como algunos
Formales/Adaptados y algunas Conservadoras. Más aún, existen muchos ricos que no
obedecen al estereotipo “occidentalizado-yuppie” propio de los Sofisticados; sino que la
mayoría de ricos en América Latina se encontraría en grupos que no tendrían esas
características tradicionalmente reconocidas en las clases acomodadas.
“El rey del mercado de la papa” o el empresario semi–formal, dueño de una inmensa flota de
camiones, pueden tener niveles de riqueza bastante mayores a la de muchos de la clase alta
clásica, sin compartir con ellos sus costumbres, valores o comportamientos”.