Ensayo Alimentos Funcionales
Ensayo Alimentos Funcionales
Ensayo Alimentos Funcionales
Universidad de Caldas
Ingeniería De Alimentos
Ciencias De Los Alimentos I
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• Los orgánicos, que son los que nos aportan vitaminas, grasas, hidratos de carbono y proteínas.
• Los inorgánicos, que nos dan oligoelementos, agua y minerales. Es decir, nos aportan energía.
Grupo I: (Leche y derivados. Son alimentos plásticos. En ellos predominan las proteínas).
Grupo II: (Carnes pescados y huevos. Alimentos plásticos. En ellos predominan las proteínas).
Grupo III: (Legumbres, frutos secos y patatas. Alimentos energéticos, plásticos y reguladores.
En ellos predominan los Glúcidos pero también poseen cantidades importantes de Proteínas,
Vitaminas y Minerales).
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Cada uno de estos alimentos proporciona a nuestro organismo sustancias que le son indispensables
para su funcionamiento y desarrollo.
Los hidratos de carbono (pan, harinas, azúcares, pastas), de alto valor energético.
Las proteínas (carnes, huevos, lácteos, legumbres) necesarios para el crecimiento y
formación de los tejidos.
Los lípidos (grasas y aceites) productores de energía.
Aguas y sales minerales en proporciones variables para el equilibrio de las funciones del
organismo.
Las vitaminas, sustancias químicas complejas, en cantidades mínimas, pero indispensables
para el buen estado del organismo.
Teniendo claro el conocimiento previo, ahora hablaremos de los alimentos funcionales en cuanto a
su definición, importancia y el alcance de los mismos.
Todos los alimentos son funcionales hasta cierto punto porque todos los alimentos proporcionan
sabor, aroma y valor nutritivo. Sin embargo, los alimentos ahora se están examinando intensamente
para obtener beneficios fisiológicos adicionales, que pueden reducir el riesgo de enfermedades
crónicas u optimizar la salud. Son estos esfuerzos de investigación los que han llevado al interés
global en la creciente categoría de alimentos ahora reconocidos como "alimentos funcionales". Es de
aclarar qué los alimentos funcionales no tienen una definición universalmente aceptada.
Los alimentos funcionales vienen de Japón donde en la década de los 80 y gracias a la ayuda del
gobierno de ese país se comenzó la investigación y se propuso el término de alimentos saludables
para uso específico. Este concepto expone por primera vez la existencia de “alimentos con efecto
específico sobre la salud”, y en consecuencia, la población se puede beneficiar de su consumo. (riso,
2014)
Nosotros los vamos a definir como alimentos funcionales a aquellos alimentos que tienen un efecto
potencialmente positivo sobre la salud que brindan más que los nutrientes necesarios y que no es
necesario su consumo para un estilo de vida saludable si no como un complemento para tener una
buena salud. Puede ser considerado funcional si se ha demostrado de manera satisfactoria que posee
un efecto beneficioso sobre una o varias funciones específicas en el organismo, siendo esto relevante
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para la mejoría de la salud y el bienestar y/o la reducción del riesgo de enfermar. FUFOSE – ILSI
(1999)
Según el ILSI, un alimento funcional puede ser: Un alimento natural. Un alimento al que se le ha
agregado o eliminado un componente por alguna tecnología o biotecnología. Un alimento donde la
naturaleza de uno o más componentes ha sido variada. Un alimento en el cual la biodisponibilidad de
uno o más de sus componentes ha sido modificada. Cualquier combinación de las anteriores
posibilidades.
La relación entre alimentación y salud, tiene más importancia que solo solucionar el déficit de
nutrientes en la alimentación, esta relación va mucho más allá de darle solución a esta problemática,
ya que por medio de estudios realizados se ha evidenciado que el consumo de alimentos de origen
vegetal, esencialmente frutas, verduras, cereales integrales y leguminosas y sus efectos preventivos
sobre el cáncer y las enfermedades cardiovasculares (Hasler, 2002). También algunos estudios
epidemiológicos los resultados han tenido asociación inversa entre la prevalencia de estas
enfermedades y el consumo de frutas y verduras.
Estos alimentos son excelentes fuentes de antioxidantes, tales como las vitaminas C, E y A y beta
caroteno, utilizados por la planta para protegerse de la oxidación, especialmente en aquellas partes
expuestas a las radiaciones luminosas. Investigaciones demuestran que estos alimentos aparte de ser
fuentes de antioxidantes también contienen otro tipo de compuestos que no son nutrientes, pero tienen
propiedades saludables, entre los cuales se encuentran los fitoquímicos, compuestos que en su gran
mayoría son antioxidantes y que incluso pueden tener efectos sinérgicos con algunos nutrientes
(Issue, 2002).
A pesar que su consumo no sea indispensable para el organismo, dicho consumo proporciona una
protección adicional contra la acción nociva de sustancias provenientes de la dieta y del entorno
ambiental y que afectan la salud de la población. A este efecto de retardar y/o suprimir procesos
dañinos como la carcinogénesis, se le denomina en conjunto quimio prevención a través de los
alimentos que contienen carotenoides, polifenoles, vitaminas antioxidantes y otros fitoquímicos de
efectos bioquímicos comprobados (AKIRA MURAKAMI, 2009). Actualmente se acepta que una de
las formas a través de las cuales se puede afectar el curso del cáncer es a través de la quimioprevención
mediante la dieta.
Por esa razón las industrias alimentarias al ver la situación deciden abrir nuevos productos, con valor
agregado y de gran receptividad por parte de los consumidores. Existen varios procedimientos para
producir alimentos funcionales. Veamos algunos de ellos según Roberfroid (Issue.6, 2000):
Agregar un componente que no está normalmente presente en la mayor parte de los alimentos,
para el cual se haya demostrado efectos beneficiosos (fito-químicos antioxidantes y
fructanos),
Reemplazar un componente del alimento, generalmente un macronutriente cuya ingesta sea
excesiva y que muestre efectos deletéreos, por ejemplo el reemplazo de grasa por fibra
dietética, componente beneficioso para la salud.
Existen numerosos ejemplos de alimentos saludables y funcionales, para describirlos, los hemos
clasificado en torno a sus características nutricionales complementarias y a su recomendación de
consumo.
1. Alimentos saludables de bajo valor nutritivo: Son alimentos que aportan bajos niveles de
nutrientes, pero contienen otros compuestos con propiedades que ayudan a nuestro organismo a
prevenir y combatir riesgos y enfermedades.
En este grupo podemos encontrar por ejemplo la cebolla y el ajo por su alto aporte de flavonoides
compuestos polifenólicos con propiedades antioxidantes y compuestos organoazufrados, que
intervienen en la disminución de riesgos de enfermedad cardiovascular, stress oxidativo y además
poseen un efecto anticancerígeno. La cebolla contiene altos niveles de inulina lo que permite que este
compuesto no se digiera ni absorbe a nivel del intestino delgado, fermenta a nivel de colon y estimula
selectivamente el desarrollo de los bacilos lácticos que son denominados probióticos y son
beneficiosos para la ecología intestinal; sin embargo, su aporte nutritivo es escaso. En consecuencia,
son alimentos cuyo consumo se justifica por sus propiedades saludables y organolépticas y no por sus
propiedades nutricionales.
También podemos encontrar en este grupo alimentos como el té, el que aporta polifenoles y en forma
específica flavonoides como el kemferol y quercetina, las que se correlacionan con la disminución de
enfermedades crónicas no transmisibles. Las catequinas son fuertes antioxidantes que actúan como
anti-inicio, anti-promoción y anti-progresión de la carcinogénesis (Ivor E. Dreosti, 1996). También
encontramos as catequinas son fuertes antioxidantes que actúan como anti-inicio, anti-promoción y
anti-progresión de la carcinogénesis (Ivor E. Dreosti, 1996). Este producto tampoco aporta elementos
nutritivos, y constituye un excelente representante de la quimoprevención.
2. Alimentos saludables y funcionales con buen valor nutritivo: Son alimentos que aportan altos
niveles de nutrientes y adicional poseen compuestos que ayudan a prevenir y combatir riesgos para
nuestra salud.
Por ejemplo el poroto común o frijol presenta un alto contenido de proteínas, almidones de velocidad
de digestión intermedia, un alto contenido de fibra dietética, fitatos, taninos y oligosacáridos no
digeribles. El yogur lo nombramos como un alimento funcional por su alto contenido de nutritivos,
por su alto aporte de calcio, proteínas de buena calidad, alto contenido de riboflavina y aporte de
probióticos, que le otorgan el sello de alimento funcional.
3. Alimentos saludables no convencionales: Son los alimentos que no necesariamente tenemos que
consumir en la dieta para que nuestro organismo funcione adecuadamente.
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Teniendo en cuenta la información anterior podemos concluir que es necesario consumir alimentos
funcionales, no solo porque permite solucionar el déficit de nutrientes que se presenta por la dieta
sino porque permiten reducir y combatir los riesgos de contraer enfermedades crónicas ya que
proporcionan suplementos que ayudan a cuidar el organismo y su función en condiciones óptimas.
Por eso las industrias alimentarias aprovechando los alcances tecnológicos y los resultados de las
investigaciones, están mejorando día a día estos recursos para poder ofrecérselos a sus consumidores,
ofreciendo alimentos que los nutran y que les ayuden a reducir riesgos causados por malos hábitos de
alimentación y así combatir enfermedades crónicas que presentan una alta tasa de mortalidad.
Por eso hay que educar y concientizar a las personas sobre la existencia de los alimentos funcionales,
los beneficios que aportan al organismo y a la salud, generando así una mayor demanda, producción
y consumo de los mismos.
"Si se quiere mejorar al pueblo, en vez de discursos contra los pecados denle mejores
alimentos. El hombre es lo que come". (Ludwig Feuerbach)
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Bibliografía
AKIRA MURAKAMI, K. K. (12 de Mar de 2009). Obtenido de
https://www.liebertpub.com/doi/abs/10.1089/jmf.1998.1.29
Hasler, C. M. (diciembre de 2002). Functional Foods: Benefits, Concerns and Challenges—A Position
Paper from the American Council on Science and Health. Obtenido de
https://academic.oup.com/jn/article/132/12/3772/4712139
Ivor E. Dreosti, D. (November de 1996). Bioactive ingredients: antioxidants and polyphenols in tea.
. Obtenido de
http://citeseerx.ist.psu.edu/viewdoc/download?doi=10.1.1.916.1280&rep=rep1&type=pd
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