Principales Edificaciones de La Civilización Romana
Principales Edificaciones de La Civilización Romana
Principales Edificaciones de La Civilización Romana
ARQUITECTURA RELIGIOSA
Los Templos
Son generalmente de planta rectangular, pero más reducidos. Bastantes pormenores los
diferencian.
El estilóbato está reemplazado por un podio o pared que levanta el templo a mayor altura.
Una escalinata permite el acceso y da un aspecto peculiar a la fachada.
ARQUITECTURA CIVIL
La Basílica
Los Teatros
La Orchestra romana no se utiliza para el coro y los actores; viene a ser una especie de
patio de butacas para los asistentes distinguidos. Es menor que la griega y queda
reducida a un semicírculo.
La Scena es más grande; se eleva y se adorna. En ella representan los actores ante un
fondo fijo. Tal vez sea ésta la modificación más notable. Lo constituye un alto muro
plantado detrás del escenario, ornamentado con esculturas, columnas y frescos alusivos,
que hace el oficio de telón de fondo.
Para recoger y ampliar la voz de los actores algunas veces el muro de fondo suele
presentarse hundido en forma de concha. La gran diferencia entre el teatro griego y el
romano estriba en el modo de emplazarlo. Los griegos aprovechan las laderas de las
colinas.
El arquitecto romano no se preocupa tanto por el terreno ni sus declives; el teatro es un
edificio urbano, por eso prescinde de las vistas del mar o del llano.
Los romanos edifican sus teatros en terreno liso y le dan la forma de un edificio
semicircular.
Teatro Marcelo
El teatro de Marcelo es un teatro edificado en la Antigua Roma, parcialmente conservado.
Se calcula que la cavea (129,80 metros de diámetro) podía albergar entre 15 000 y 20
000 espectadores, convirtiéndose así en el segundo teatro más grande de la Roma de
los Césares, por detrás del de Pompeyo. El espacio destinado al coro tiene 37 metros de
diámetro; el escenario, del que no quedan restos, estaba flanqueado por dos salas con
ábside, de una de las cuales quedan aún en pie una pilastra y una columna. Detrás del
escenario había una gran exedra semicircular con los dos pequeños templos.
En la antigüedad poseía un aforo para unos 50 000 espectadores, con ochenta filas de
gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a
medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo
tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos. Se construyó justo al este
del Foro Romano, y las obras empezaron entre 70 d. C. y 72 d. C., bajo el mandato del
emperador Vespasiano. El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose en él los
últimos juegos de la historia en el siglo VI, bastante más tarde de la tradicional fecha de
la caída del Imperio romano de Occidente en 476 d. C.
Coliseo de Roma
Circo romano
Circo romano.
Las Termas
El edificio, inmenso y complejo, tenía un recinto exterior y un cuerpo que albergaba los
departamentos destinados a los baños calientes, templados y fríos. Existía también el
“sudatorium”, dependencia destinada a los baños de vapor.
Tenían también palestras o gimnasios para los ejercicios de cultura física. Y a menudo,
una biblioteca, pórticos y galerías donde celebrar reuniones y conversar los intelectuales.
Viene a ser como la réplica del ágora griega.Solía ser una plaza espaciosa, en un lugar
céntrico de la ciudad.
En torno a ella se alzaban los principales edificios públicos, lo cual le daba un riquísimo
aspecto arquitectónico.
Los romanos eran muy aficionados a las reuniones; el foro era el lugar elegido para ellas.
En él se llevaban a cabo los actos importantes de la República, como los comicios. Pero
el foro podía ser también mercado, tribuna para los oradores, academia de los filósofos
y hasta mentidero público.
En esta sección entran las vías romanas, los puentes, los acueductos y las mansiones.
Las vías o calzadas tenían una parte o zona central, de losas. Se destinaba para los
carruajes y las caballerías con cascos herrados. A los lados existían sendos caminos de
tierra destinados a las caballerías sin herrar.
La Domus Romana,
ARQUITECTURA CONMEMORATIVA
Columnas - Arcos del Triunfo
Los romanos fueron un pueblo esencialmente militar; tuvieron, por tanto, la obsesión
glorificadora de los triunfos de sus generales y de su ejércitos. A están mentalidad
obedecen los trofeos, las columnas conmemorativas y los arcos de triunfo. Los arcos
triunfales eran monumentos conmemorativos de alguna victoria militar o en honor del
César, u otro personaje importante.
Generalmente se levantaban en alguna vía pública. Sus cuatro caras - frente y costados
- estaban concebidas a manera de fachadas, profusamente adornadas con medallones,
estatuas y bajorrelieves. En la parte superior del entablamento o ático solían llevar una
inscripción que relataba el hecho que motivó su erección.
Los que más abundaron fueron los arcos de tres huecos o portadas; el central suele ser
siempre mayor. Los hay también, pero son muy raros, de cuatro arcos. Los de dos
huecos, también poco numerosos, solían estar adosados a las paredes o murallas. Para
celebrar la toma de Jerusalén, el año 70 d.C. se erigió el Arco de Tito, frente, al Coliseo.
Otro arco notable es el de Constantino, que conmemora su victoria sobre Majencio. A
pesar de su profusa decoración tiene muy poco valor artístico, pues pertenece a la época
de decadencia.
Sepulcros romanos.