Restos Romanos
Restos Romanos
Restos Romanos
arquitectura
romana
1. Introducción………………………………………………… 1
2. Arquitectura.………………………………………………… 1
3. Bibliografía………………………………………………… 7
1 INTRODUCCIÓN
Se conoce como arte y arquitectura de Roma al conjunto de manifestaciones artísticas desarrolladas en la antigua Roma y su
Imperio, que en su periodo de máximo apogeo se extendió desde las islas Británicas hasta el mar Caspio. El arte romano más
primitivo comenzó con el derrocamiento de los reyes etruscos y el establecimiento de la República el año 510 a.C. Se considera
que el final del arte romano, y por consiguiente el inicio del arte medieval, llegó con la conversión del emperador Constantino I el
Grande al cristianismo y con el traslado de la capital del Imperio desde Roma a Constantinopla en el año 330. Sin embargo, el
estilo romano e incluso sus temáticas paganas continuaron representándose durante siglos, a menudo bajo la impronta cristiana.
El arte romano se divide tradicionalmente en dos periodos: el arte de la Roma republicana y el de la Roma imperial (desde el año
27 a.C. en adelante), con subdivisiones correspondientes a los emperadores más importantes o a las diferentes dinastías. En la
época de la República, el término romano se aplica casi únicamente al arte realizado en la ciudad de Roma. Durante los dos
últimos siglos antes del nacimiento de Cristo surgió una manera típicamente romana de construir edificios, realizar esculturas y
pintar. Sin embargo, debido a la extraordinaria extensión geográfica del Imperio romano y a sus diversos pobladores, el arte y la
arquitectura romanas fueron siempre eclécticas y se caracterizaron por emplear distintos estilos atribuibles a los gustos regionales
y a las preferencias de sus mecenas. El arte romano no es sólo el arte de los emperadores, senadores y patricios, sino también el
de todos los habitantes del vasto Imperio. A pesar de que subsisten una gran cantidad de ejemplos escultóricos, pictóricos,
arquitectónicos y decorativos, conocemos pocos nombres de sus artistas y arquitectos. En general, los monumentos romanos se
realizaron para glorificar a sus mecenas más que para expresar la sensibilidad artística de sus creadores.
2 LA ARQUITECTURA
Las ruinas del Foro romano de la capital italiana han vuelto a la luz del día gracias a las excavaciones arqueológicas iniciadas en
el siglo XIX. En la foto sólo se aprecia el extremo septentrional del monumento, colindante con el Capitolio.Aeronautica Militare
Podemos hacernos una clara idea de la arquitectura romana a través de los impresionantes vestigios de los edificios públicos y
privados de la Roma antigua y gracias a los escritos de la época, como el De architectura, un tratado en 10 volúmenes compilado
por Vitrubio hacia el final del siglo I a.C.
Basílica de Majencio
La basílica de Majencio fue empezada por el emperador Majencio entre el 307 y el 310 y fue terminada por Constantino después del 312. La
calidad y el alcance de este edificio fue excepcional para su tiempo, considerándose como uno de los monumentos más importantes de la
antigüedad clásica. Todo lo que queda hoy en día son las tres enormes entradas cubiertas por bóvedas de cañón.
En la Hispania romana se ha descubierto, gracias a diferentes excavaciones y a los vestigios arqueológicos, la planificación de
algunas de las más importantes ciudades hispanorromanas, como Gades en Cádiz, Itálica cerca de Sevilla (fundada por Publio
Cornelio Escipión el año 206 a.C.), Emerita Augusta (Mérida), Caesar Augusta (Zaragoza) o Tarraco (Tarragona).
El panteón de Agripa, en Roma Adriano encargó el panteón de Agripa, en Roma (118-128), considerado como uno de los
edificios más importantes del mundo.
El templo principal de las ciudades romanas, el capitolio, estaba por lo general localizado en un extremo del foro. El templo
romano fue el resultado de una combinación de elementos griegos y etruscos: planta rectangular, tejado a dos aguas, vestíbulo
profundo con columnas exentas y una escalera en la fachada dando acceso a su alto podio o plinto. Los romanos conservaron los
tradicionales órdenes o cánones griegos (dórico, jónico y corintio), pero inventaron otros dos: el toscano, una especie de orden
dórico sin estrías en el fuste, y el compuesto, con un capitel creado a partir de la mezcla de elementos jónicos y corintios. La
Maison Carrée de la ciudad francesa de Nimes (c. 16 d.C.) es un ejemplo excelente de la tipología templaria romana. Los templos
romanos no se levantaron únicamente en el foro, sino que aparecen también a lo largo de toda la ciudad y en el campo. Uno de
los ejemplos posteriores más influyentes fue el Panteón (118-128 d.C.) de Roma, que consistió en el habitual vestíbulo o pórtico
hipóstilo cubierto a dos aguas, seguido por un espacio cilíndrico cubierto por una cúpula, sustituyendo la tradicional cella o
habitación principal rectangular. Los templos rotondos, más simples, como el construido hacia el 75 a.C. en Tívoli, cerca de
Roma, basados en prototipos griegos de cellas circulares perípteras, fueron también populares.
En España subsisten algunos restos arqueológicos de templos de época romana en las ciudades de Barcelona, Mérida (dedicado a
la diosa Diana), Córdoba (columnas de la calle Claudio Marcelo) y Sevilla.
Los edificios lúdicos y las tiendas estaban diseminados por toda la ciudad de Roma. Generalmente las tiendas eran unidades de
una habitación (tabernae) abiertas a las aceras. Muchas muestras, incluyendo las que asociaban el molino con la panadería, se
conservan aún en Pompeya y en otros lugares. A veces, se construyó un complejo unificado de tiendas, como los mercados de
Trajano (98-117 a.C.) en la colina del Quirinal en Roma, que incorporaban numerosos locales comerciales (tabernae) en
diferentes niveles y grandes vestíbulos abovedados de dos pisos.
El impresionante Coliseo de Roma (80 d.C.) fue, en su origen, un anfiteatro oval de cuatro niveles
con gradas de mármol para 50.000 personas. Este anfiteatro Flavio se conoce como el Coliseo, por la proximidad de la colosal estatua de Nerón.
Los gladiadores luchaban en la arena y también era éste el lugar en el que los cristianos eran arrojados a los leones.
Los teatros romanos aparecieron por primera vez al final del periodo republicano. Constaban de un alto escenario junto a un foso
semicircular (orchestra) y un área circundante de asientos dispuestos en gradas (cávea). A diferencia de los teatros griegos,
situados en pendientes naturales, los teatros romanos se construyeron sobre una estructura de pilares y bóvedas y de esta manera
pudieron ubicarse en el corazón de las ciudades. Los teatros fueron populares en todos los lugares del Imperio. Podemos
encontrar ejemplos impresionantes en Orange (principios del siglo I d.C., Francia) y en Şabrātah (finales del siglo I d.C., Libia).
Los teatros de Itálica y de Mérida fueron realizados en tiempos de Augusto y de Agripa, respectivamente. El segundo de ellos,
aunque presenta diferentes fases constructivas, destaca por su pórtico a modo de gran fachada trasera del escenario (frons
scaenae) del siglo I d.C. y por su orchestra semicircular.
Los anfiteatros (literalmente, teatros dobles) tenían planta elíptica con una pista (arena) central, donde se celebraban combates
entre gladiadores y animales, y un graderío alrededor similar al de los teatros. El anfiteatro más antiguo conocido es el de
Pompeya (75 a.C.) y el más grande es el Coliseo de Roma (80 d.C.), que podía albergar a unos 50.000 espectadores sentados,
más o menos la capacidad actual de los estadios deportivos. En la Hispania romana destacan los anfiteatros de Mérida, Tarragona
e Itálica. También se construyeron circos o hipódromos en las ciudades más importantes; la piazza Navona de Roma ocupa el
lugar de un circo que fue construido durante el reinado de Domiciano (81-96 d.C.).
Teatro romano de
Trieste
En la imagen se pueden apreciar los restos del teatro romano de Trieste, que datan del siglo I a.C. La ciudad italiana de Trieste, situada en el
extremo nororiental del mar Adriático, junto a la frontera con Eslovenia, es la capital de la región de Friul-Venecia Julia y uno de los principales
centros portuarios del país. Dividida en dos núcleos claramente diferenciados, su parte antigua se halla ubicada a los pies de la colina de San
Giusto, donde se construyó el teatro romano, en tanto que la zona moderna se levanta frente al puerto.
En las ciudades de Tarragona, Sagunto y Toledo pueden hoy día contemplarse algunos restos de antiguos circos romanos.
Entre los diversos proyectos de construcciones públicas de los romanos, la red de puentes y calzadas que facilitaron la
comunicación a través de todo el Imperio y los acueductos que traían el agua a las ciudades desde los manantiales cercanos (Pont
du Gard, siglo I a.C., cerca de Nimes), son los más extraordinarios.
El puente de Alcántara sobre el río Tajo, en Cáceres (España), puede ser considerado como una gran obra de ingeniería, gracias a
la combinación del arco y la bóveda. Fue construido por el arquitecto Lacer en tiempos de Trajano y llevaba asociados un arco de
triunfo y un templo. Aún se yergue el famoso acueducto de Segovia. Está formado por dos series de arquerías (160 arcos en su
totalidad), superpuestas en dos niveles por robustos pilares de granito. Su cometido radicaba en surtir y proveer a la ciudad del
agua necesaria. Fue construido en el siglo I d.C. Debemos destacar también los acueductos de los Milagros y de San Lázaro en
Emerita Augusta (Mérida).
Mérida, España
La ciudad pacense de Mérida, capital de la antigua provincia de Lusitania y de la actual comunidad autónoma de Extremadura, cuenta con una
rica y abundante variedad de restos arquitectónicos romanos, reflejo de su importancia durante la época de mayor esplendor del Imperio. Aquí
vemos el puente construido sobre el río Guadiana, navegable en aquella época.
Tareas
agrícolas junto al acueducto de los Milagros, Mérida
Pasado y presente se dan la mano en esta imagen: el acueducto de los Milagros, uno de los restos arquitectónicos de época romana más
característicos de la ciudad de Mérida, capital de la comunidad autónoma de Extremadura, se alza al fondo mientras un agricultor se dedica al
cuidado de sus tierras de cultivo.
Puente romano de Córdoba
El proceso de romanización de Hispania (península Ibérica) fue especialmente intenso en la provincia de la Bética. La ciudad de Corduba (la
actual Córdoba) se convirtió a partir del siglo I a.C. en uno de los focos económicos y culturales más importantes de esa región dominada por
Roma. En la imagen aparece el puente romano sobre el Guadalquivir, cuya reconstrucción fue acometida durante la edad media, bajo la
dominación musulmana, cuando Córdoba era la principal ciudad de al-Andalus.
Bibliografía