AntaAlvarez Jose TD 2009 01de2
AntaAlvarez Jose TD 2009 01de2
AntaAlvarez Jose TD 2009 01de2
autor
JOSE ANTA ÁLVAREZ
bajo la dirección de
A Coruña, Diciembre de 2009
Enrique Peña González
UNIVERSIDADE DA CORUÑA
PROGRAMA DE DOCTORADO DE INGENIERÍA CIVIL
- TESIS DOCTORAL -
POR:
JOSE ANTA ÁLVAREZ
Gracias por su colaboración al Centro de Investigacións Mariñas de Corón, Antonio Villalba, Jose Molares, y
Adoración Sánchez-Mata, así como a Pedro Montero del Intecmar, por la introducción y asesoramiento en el
arte de mantener con vida a los berberechos y por transmitirnos su experiencia en la problemática de estos
moluscos en los Lombos do Ulla. Merece especial mención el Grupo de Microbiología de la Universidade da
Coruña, quienes además de enseñarnos y asesorarnos sobre el cultivo de fitoplancton, cedieron tiempo,
material y laboratorio para desarrollar adecuadamente los cultivos.
Durante estos años en el GEAMA he compartido muchos ratos con investigadores y compañeros del
grupo: Víctor (que metía plastina dentro de los berberechos), Inés, Marta, los Luises, Andrea, Alfredo
Jácome, Juan Cagiao, Judith, Héctor o Manuel Alonso. Con ellas y ellos he crecido profesional y
personalmente. Espero que hayan disfrutado de los buenos momentos como yo lo he hecho.
Quiero agradecer especialmente el trabajo realizado por Eva Martín y Ramón Losada, que participaron
activamente en el diseño y realización de los experimentos, y de la colaboración de Inés Mera, Sabela Pan y
Andrea Louro en la fase final de la experimentación. No me olvido tampoco de Félix Sánchez-Tembleque,
que me enseñó los fundamentos de la técnica PIV.
También quiero aprovechar estas líneas para agradecer a Alberto Varela el haber estado ahí en mi fase de
investigador be-pre-cario de la Xunta de Galicia y siempre que lo necesité. Alberto, ahora te va tocando a ti.
Extiendo el agradecimiento a los Cartolá, especialmente a Lalo, aunque esta vez no haya necesitado
asesoramiento sobre civilizaciones antiguas, y a Dani, con el que levanté muchas tapas en Carral.
Y para el final lo más importante. En primer lugar va el agradecimiento a mi Director de Tesis, el Doctor
Enrique Peña. Aquella llamada telefónica hace cinco años “¿Conoces a alguien a quién le interese trabajar
con el PIV?”, nos coloca en el principio de este documento. Gracias por tu confianza, por dejarme libertad
para trabajar y disfrutar con ello, así como por amoldarte a mis tiempos, especialmente en la recta final del
documento.
También a mis otros dos “tutores” de mi etapa predoctoral. Gracias a Joaquín Suárez y a Jerónimo Puertas
por su apoyo, cariño y por la confianza que depositaron en mí cuando comenzamos con “El Libro”.
Provocasteis mi dispersión (sana) en el ámbito de la hidrología urbana y en vuestro honor van estas palabras:
DSU y TGEU.
A mi familia y amigos, porque todo lo que soy se lo debo en gran parte a ellos. A mis padres por su apoyo y
comprensión (¡Ya está!, ¡Ya está!), y a mi hermano, reconvertido a la vida de Escuela (quién lo diría). Aca,
gracias por tu paciencia, cariño, comprensión y por ayudarme también con esta aventura. Ya sabes lo que me
cuesta cerrar las cosas.
RESUMEN
La hidrodinámica del flujo juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos
físicos que se desarrollan en ríos, lagos y aguas de transición. Además, la estructura y
funcionalidad de las comunidades biológicas en estos ecosistemas acuáticos está fuertemente
ligada y controlada por las relaciones que surgen entre los procesos físicos, químicos y biológicos.
Con objeto de mejorar la gestión y el conocimiento de los ecosistemas acuáticos están surgiendo
nuevas áreas en la Ingeniería Hidráulica y en la Mecánica de los Fluidos relacionadas con la
Hidrodinámica de los Ecosistemas Acuáticos. Estas nuevas disciplinas cubren un amplio rango de
escalas y de ecosistemas terrestres y acuáticos, y representan un buen ejemplo de la
aproximación multidisciplinar de la ciencia moderna.
Para describir los parámetros hidrodinámicos del flujo rugoso que se produce sobre el lecho
irregular y heterogéneo formado por los bivalvos se ha empleado la Metodología del doble
promediado (Double Averaged Methodology). Con este procedimiento se han determinado los
parámetros descriptores del flujo así como las distribuciones de velocidades, intensidades y
tensiones, con sus términos turbulentos y también de forma o dispersivos. El trabajo realizado ha
puesto de manifiesto la importancia de las corrientes secundarias y la tridimensionalidad del flujo
cerca del lecho en las distribuciones de esfuerzos cortantes, y su relación con la distribución de
tamaños y la densidad de los berberechos en el lecho.
En el análisis de los factores que afectan al arrastre de los moluscos se han empleado
técnicas estadísticas habituales en los trabajos de ecología y biología marina como el Análisis de
la Varianza. En el mismo, se han puesto de manifiesto ciertas interacciones entre el transporte del
sedimento del lecho y el arrastre de los moluscos. Por último, la movilización de los bivalvos
también se ha descrito a través del ajuste de funciones de transporte de caudal sólido de fondo, de
aplicación habitual en la Ingeniería Fluvial.
ABSTRACT
Hydrodynamics plays a very important role in most of the physical processes at rivers, lakes
and transitional waters. Moreover, the structure and functionality of the biological communities in
these aquatic ecosystems are largely controlled by an interplay of physical, chemical and biological
processes. New areas associated with Hydrodynamics of the Aquatic Ecosystem are appearing in
Hydraulic Engineering and Fluid Mechanics in order to improve the management and knowledge of
the aquatic ecosystems. These new programs cover a wide range of scales in aquatic and
terrestrial ecosystems, and they represent a good example of a multidisciplinary approach in
modern science.
The main goal of this research is to advance in the knowledge of the phenomenon of the
dragging of the adult cockles. In order to do so, this PhD Dissertation has carried out a
hydrodynamic study in a laboratory of the entrainment of several groups of adult cockles, each with
different recruitment rates and sizes. Particle Image Velocimetry technology has successfully
applied to determine velocity fields and turbulent forces.
In order to describe the hydrodynamic parameters involved in the rough flow that takes place
in irregular and heterogeneous beds of bivalves, the Double Averaged Methodology has been
applied. With this methodʼs support, the parameters that describe the flow have been determined,
as well as velocity, intensity and stress distributions, with its turbulent and drag (or dispersive)
factors. The performed analysis reveal the importance of the secondary currents and the
tridimensional character of the flow close to the river bed in the distribution of shearing stresses,
and their relationship with the distribution of the cockleʼs sizes and densities.
In the analysis of the factors that affect the mollusk movement, common statistic techniques in
ecology and marine biology works have been adopted, like the Analysis of Variance (ANOVA). In
this analysis, certain interactions between the transport of bed sediment and the dragging of the
mollusks have appeared. Lastly, the bivalveʼs mobilization has also been described by adjusting
bed transport functions, commonly used in River Engineering.
ind
ÍNDICE GENERAL
Índice General
ÍNDICE GENERAL
-i-
Índice General
- ii -
Índice General
- iii -
Índice General
NOTACIÓN
ÍNDICE DE FIGURAS
ÍNDICE DE TABLAS
APÉNDICES
APÉNDICE 1. PUBLICACIONES PREVIAS MÁS RELEVANTES
APÉNDICE 2. TÉCNICAS DE ANÁLISIS DE LA VARIANZA EN ECOSISTEMAS ACUÁTICOS
APÉNDICE 3. RESULTADOS DE LOS ENSAYOS DE ARRASTRE DE BERBERECHOS
- iv -
C01
INTRODUCCIÓN
Fotografía de Portada:
1. INTRODUCCIÓN
• Las interacciones físicas entre el flujo y los organismos, como p.ej. la respuesta de un
organismo frente a las fuerzas de arrastre ejercidas por el movimiento del agua.
- C1.1 -
Hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos
Para ello, es importante conocer los métodos y conceptos claves que juegan un papel
importante en la hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos.
Desde la perspectiva de la ingeniería hidráulica, la herramienta habitual de trabajo ha sido el
estudio de la hidrodinámica. En este sentido, en los ecosistemas naturales se deberá tener un
amplio conocimiento de la estructura del flujo, el desarrollo de la capa límite, los procesos de
mezcla y formación de inestabilidades o la mecánica del transporte de sedimentos. Sin
embargo, hay que considerar que el entorno natural, como condición de contorno, posee una
complejidad que en muchos casos no podrá reproducirse en unas condiciones controladas en
laboratorio (p.ej. tridimensionalidad, diferentes escalas de rugosidad, variabilidad espacial y
temporal del flujo, etc.).
Desde un enfoque multidisciplinar no se deben olvidar los aspectos relacionados con la
ecología y la dinámica de los ecosistemas, y sus posibles interacciones con el flujo. Algunas
veces los factores bióticos pueden modificar algunos parámetros hidrodinámicos, como p.ej. la
tensión crítica de arrastre de un lecho de arena, de un modo poco intuitivo. Por ejemplo,
algunas aves migratorias pueden mejorar la estabilidad de las superficies donde se encuentran
algunos tipos de anfípodos (camarones) alimentándose de ellos. El descenso en la capacidad
de erosión se atribuye a que los camarones se alimentan de diatomeas, que a su vez segregan
unos polisacáridos que dan cohesión (trabazón) a los sedimentos (Snelgrove y Butman, 1994).
En los últimos años se ha producido un incremento en la capacidad de determinar la estructura
y propiedades del flujo con la ayuda de nuevas técnicas experimentales que permiten obtener
parámetros más sofisticados que el calado o la velocidad media del flujo. Con los dispositivos
actuales, es posible estimar las tensiones de corte, las fuerzas de arrastre, la estructura de la
capa límite o describir movimientos organizados o estructuras coherentes en estudios
realizados en campo y laboratorio. Estos nuevos parámetros deben incorporarse en los
estudios realizados en los ecosistemas acuáticos para poder seguir avanzando en el
conocimiento de los procesos y dinámicas de estos sistemas (Statzner et al., 1988).
Esta nueva situación plantea un reto a la comunidad científica: cómo procesar y sacar el
máximo provecho a la mayor cantidad y calidad de información ofrecida por las modernas
técnicas experimentales. Muchos autores han estudiado el flujo en los ecosistemas acuáticos y
sus efectos sobre los organismos empleando las ecuaciones de Navier-Stokes para describir el
movimiento del fluido, y las ecuaciones de advección-difusión para el transporte de sustancias
pasivas promediadas en el tiempo (aplicando la descomposición de Reynolds). Sin embargo,
en muchas ocasiones, estas ecuaciones no son prácticas porque el contorno presenta muchas
irregularidades que favorecen la aparición de flujos altamente tridimensionales y heterogéneos
cerca del lecho.
Para resolver este problema, se puede aplicar un nuevo procedimiento de promediado espacial
a las ecuaciones de Navier-Stokes y de advección-difusión, denominado metodología del doble
promediado o Double Averaged Methodology (DAM, Nikora et al., 2007). Las nuevas
ecuaciones que surgen de aplicar este procedimiento, contienen nuevos términos como
tensiones o flujos de cantidad de movimiento inducidos por las formas (dispersivos), y para el
flujo que se produce sobre las rugosidades del lecho, términos de arrastre viscosos y de forma,
así como términos de producción asociados a las estelas que se pueden formar, p.ej., aguas
abajo de un organismo fijado al lecho o al movimiento de una planta sumergida.
- C1.2 -
Capítulo 1. Introducción
- C1.3 -
Objetivos y estructura de la investigación
• Los fundamentos de la velocimetría de imagen de partículas así como una descripción del
equipo PIV empleado en la realización de la campaña experimental se recogen en el
Capítulo 3.
• Las principales conclusiones del estudio así como las líneas de trabajo futuro serán
descritas en el Capítulo 5. Previamente, este Capítulo también recoge una síntesis y
discusión de los principales resultados de la Tesis Doctoral.
- C1.4 -
Capítulo 1. Introducción
Snelgrove, P.V.R. y Butman, C.A. (1994). "Animal-Sediment Relationships Revisited: Cause versus
effects." Oceanography and Marine Biology: an Annual Review 32: 11-177.
Statzner, B., Gore, J.A. y Resh, V.H. (1988). "Hydraulic stream ecology: observed patterns and potential
applications." Journal of the North American Benthological Society 7: 307-360.
Statzner, B. (2008). "How views about Flow adaptations of Benthic Stream Invertebrates changed over the
last century." International Review of Hydrobiology 93(4-5): 593-605.
- C1.5 -
C02
ECUACIONES FUNDAMENTALES
Y DESCRIPCIÓN DE FLUJOS
TURBULENTOS
2.1.1. Introducción
Las ecuaciones que gobiernan el movimiento de los fluidos son las conocidas ecuaciones
de Navier 1-Stokes 2, que junto con la ecuación de continuidad, forman un sistema de cuatro
ecuaciones que contemplan la conservación de la masa y de la cantidad de movimiento o
momentum.
La ecuación de conservación de la masa se puede expresar como 3:
∂ρ ∂ρ ui
+ =0 (2.1)
∂t ∂xi
que para fluidos incompresibles y homogéneos se convierte en:
∂ui
=0 (2.2)
∂xi
Las ecuaciones de Navier-Stokes (N-S) son un juego de tres expresiones, que empleando el
convenio de Einstein 4 se pueden expresar como:
∂ui ∂ui u j 1 ∂p 1 ∂τ ij
+ = gi − + (2.3)
∂t ∂x j ρ ∂xi ρ ∂x j
donde i,j=[1,2,3], xi representa la coordenada espacial y t la temporal, ui es la i-ésima
componente del vector velocidad, p es la presión, gi la i-ésima componente de la aceleración
gravitatoria y ρ y τij, son la densidad del fluido y el tensor de tensiones tangenciales
respectivamente.
Otra forma bastante empleada para las ecuaciones dinámicas es (Monin y Yaglom, 1971),
donde υ es la viscosidad cinemática del flujo:
∂ui ∂u 1 ∂p ∂ ⎛ ∂ui ⎞
+ u j i = gi − + ⎜⎜υ ⎟⎟ (2.4)
∂t ∂x j ρ ∂xi ∂x j ⎝ ∂x j ⎠
1
Claude Louis Marie Henri Navier: * 1785, Dijon (F); † 1836, París (F)
2
Sir George Gabriel stokes: * 1819, Skreen (IRL); † 1903, Cambridge (UK)
3
En la deducción de las ecuaciones generales se emplearán ejes de coordenadas y velocidades
genéricos (xi, ui) para poder aplicar el convenio de Einstein. En el desarrollo de casos prácticos se usarán
el sistema de coordenadas {x, y, z} y las velocidades en coordenadas {u , v, w} .
4
Albert Einstein: * 1879, Ulm (GER); † 1955, Princeton (USA)
- C2.1 -
Ecuaciones fundamentales
⎛ ∂ui ∂u j 2 ∂uk ⎞ ⎛ 1 ∂u ⎞
τ ij = μ ⎜ + − δ ij ⎟⎟ = 2μ ⎜ sij − δ ij k ⎟ (2.5)
⎜ ∂x
⎝ j ∂xi 3 ∂xk ⎠ ⎝ 3 ∂xk ⎠
τ ij = 2μ sij (2.6)
∂ui ∂u 1 ∂p ∂ ⎛1 ⎞
+ u j i = gi − + ⎜ τ ij ⎟ (2.7)
∂t ∂x j ρ ∂xi ∂x j ⎝ρ ⎠
En fluidos incompresibles y homogéneos 5, las 3 ecuaciones de Navier-Stokes (ecuaciones
dinámicas del movimiento de los fluidos) y la ecuación de continuidad forman un sistema de
cuatro ecuaciones con cuatro variables desconocidas: las tres componentes de la velocidad y
la presión. De este modo, conociendo las condiciones iniciales y de contorno se podrían
resolver cualquier situación de flujo.
Sin embargo, las ecuaciones de N-S son un sistema de ecuaciones en derivadas parciales de
segundo orden con una alta no-linealidad. Esta gran no linealidad está relacionada con un
amplio rango de escalas espaciales y temporales que los flujos pueden poseer (Pope, 2000;
Cebeci, 2004) y que se analizará con más detalle los apartados 2.1.3 y 2.1.
En esencia, el caso más general del movimiento de los fluidos es el de los flujos turbulentos.
Una de las características de este tipo de flujos es que poseen un número de Reynolds 6
elevado. A medida que el flujo es más turbulento, su número de Reynolds es mayor, se
generan más inestabilidades y fluctuaciones en las variables que caracterizan al flujo
(velocidades y presiones).
Únicamente existen soluciones analíticas de las ecuaciones de N-S para situaciones donde el
flujo es laminar, lo cual restringe el campo de aplicación de estas soluciones a situaciones
reales, ya que la inmensa mayoría de los flujos en ingeniería son de naturaleza turbulenta.
5
El término homogéneo hace referencia a fluidos sin estratificación térmica o densimétrica (estraficación
neutra). Esto es aplicable a fluidos con temperaturas o densidades constantes. Cuando el campo de
densidades no es homogéneo, aparecen una serie de fuerzas de flotación que producen el ascenso de
las partículas de fluido menos densas y el descenso de las más densas. El desarrollo de las ecuaciones
de N-S para flujos estratificados así como el estudio de la interacción entre las fuerzas de flotación y la
energía turbulenta se puede consultar p.ej. en el Capítulo 4 de Monin, A.S. y Yaglom, A.M. (1971).
Statistical Fluid Mechanics. Mechanics of Turbulence. Massachussetts, MIT Press. 784 págs.
6
Osborne Reynolds: * 1842, Belfast (UK); † 1912, Watchet (UK)
- C2.2 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Para flujos turbulentos no existen soluciones analíticas de las ecuaciones de N-S. Empleando
métodos numéricos se pueden resolver las ecuaciones completas de Navier-Stokes, sin
embargo, el coste computacional es muy elevado y crece a medida que lo hace el número de
Reynolds. En la actualidad, únicamente se pueden resolver geometrías sencillas empleando
esta metodología denominada Direct Numerical Simulation (DNS). Hasta el momento, en
ingeniería hidráulica la aproximación más práctica es la de resolver las ecuaciones de Navier-
Stokes promediadas con la descomposición de Reynolds o Reynolds Averaged Navier Stokes
(RANS), donde la turbulencia se tiene en cuenta con algún modelo de turbulencia en vez de
resolverse.
(a) (b)
Figura 2.1 (a) Representación de la máquina empleada por Reynolds y de sus
observaciones sobre el comportamiento del flujo visualizado en la misma
(Reynolds, 1883), y (b) visualización de una reproducción del experimento
original de Reynolds (Van Dyke, 1982).
7
Otra contribuciones fundamentales fueron las realizadas p.ej. por L. Prandtl en sus trabajos de 1904 y
1925 en los que sentó las bases de la teoría de la capa límite y el modelo de longitud de mezcla que lleva
su nombre empleado para resolver las ecuaciones de N-S (Nezu y Nakagawa, 1993).
- C2.3 -
Ecuaciones fundamentales
ui = ui + ui ´
(2.8)
p = p + p´
donde las variables con la barra hacen referencia al valor del promedio temporal (ensemble
averaged) de la variable y el apóstrofe hace referencia a la parte fluctuante de la variable.
El segundo "ingrediente" son las reglas de promediado de Reynolds (p.ej Monin y Yaglom,
1971):
∂f ∂ f ∂f ∂ f
f +g= f +g ; fg = f g ; a f = af ; = ; =
∂s ∂s ∂s ∂s (2.9)
f '= f − f ; f '= f − f =0
Estas reglas se aplican a las ecuaciones (2.2) y (2.3) obteniéndose así las ecuaciones RANS:
∂ui
=0 (2.10)
∂xi
8
Reynolds (1895) determinó la frontera entre flujo laminar (direct) y turbulento (sinuous) para valores del
DU m
parámetro adimensional K = ρ superiores a 1900 – 2000.
υ
9
Se empleará kE preferentemente para denominar a la intensidad cinética turbulenta (TKE) para
diferenciarla del número de onda k = 2π / L
- C2.4 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
kE =
1
2
( 1
) (
u ' u ' + v ' v ' + w ' w ' = u '2 + v '2 + w '2
2
) (2.13)
∂ui ∂u 1 ∂p ∂
∂t
+ u j i = gi −
∂xi
+ τ − u ´u ´
ρ ∂xi ∂x j ij i j
( ) (2.14)
donde
⎛ ∂ui ∂u j ⎞
τ ij = μ ⎜ + ⎟ (2.15)
⎜ ∂x j ∂xi ⎟
⎝ ⎠
Las tensiones de Reynolds son 6 nuevas incógnitas que se deben calcular para resolver las
ecuaciones RANS. Dado que el número de ecuaciones no ha incrementado (4) y sí el número
de incógnitas (3 velocidades + 1 presión + 6 tensiones de Reynolds), es necesario encontrar 6
nuevas ecuaciones para cerrar la resolución del problema de flujo. Esta situación se conoce en
la literatura como el Turbulence Closure Problem (el problema de cierre) y representa la idea
clave a la que se ha asociado todo el desarrollo de los modelos de turbulencia para las
ecuaciones RANS.
10
Andrey Nikolaevich Kolgomorov: * 1903, Tambov (RUS); † 1987, Moscú (USSR)
- C2.5 -
Ecuaciones fundamentales
Por este motivo es habitual trabajar con formas reducidas de las ecuaciones de Navier-Stokes.
La estrategia empleada para obtener estas ecuaciones consiste en trabajar con versiones
promediadas de las mismas, ya sea trabajando con promedios espaciales, temporales o
ambos.
ECUACIONES
NAVIER-STOKES
promediado de las escalas promediado temporal
espaciales más pequeñas. ( e ns e mb le ave r ag e)
sin promediado temporal. sin promediado espacial.
Direct Numerical
Simulation (DNS)
Large Eddy Reynolds Averaged
Simulation (LES) Navier-Stokes (RANS)
Double Averaged
Navier-Stokes (DANS)
promediado espacial
en toda la sección
ecuaciones de NS 1D
(DANS/RANS)
Figura 2.2. Formas reducidas de las ecuaciones de N-S obtenidas a partir del promediado
de las variables en el tiempo o en el espacio (adaptado de Nikora, 2008b).
En la Figura 2.2 se presenta un esquema con las formas reducidas de las ecuaciones
fundamentales. La característica común de estas aproximaciones es que en vez de abordar el
problema completo, obteniendo la solución por tanto de todas las escalas temporales y
espaciales, éste se resuelve de alguna manera introduciendo algún tipo de simplificación.
La primera alternativa a la resolución completa de las ecuaciones de N-S consiste en resolver
las fluctuaciones del flujo de mayor escala y modelizar la influencia de las menores escalas a
través de algún modelo de turbulencia. Esta aproximación se conoce como Large Eddy
Simulation (LES) o simulación de grandes vórtices.
En la simulación LES se promedian las ecuaciones de N-S en el volumen de cada elemento de
la malla. Las escalas de flujo inferiores a este volumen (denominadas subgrid scales, SGS) se
modelizan. Como en el caso de las DNS, las simulaciones LES son tridimensionales y en
condiciones de flujo no permanente, pero cuentan con la ventaja de reducir el coste
computacional frente a la resolución directa.
Computacionalmente, el problema de la LES está en la región del flujo cercana a las paredes
del contorno (wall region), ya que las estructuras se hacen más pequeñas y es necesario
refinar la malla para resolverlas. Una solución común consiste en resolver las ecuaciones
- C2.6 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
RANS cerca de los contornos (en las regiones internas del flujo) y lejos de los mismos emplear
la solución LES. Esta aproximación se conoce como Detached Eddy Simulations (DES).
La segunda alternativa, ya esbozada en el apartado 2.1.2, consiste en promediar las
ecuaciones de Navier-Stokes empleando la descomposición de Reynolds. Las ecuaciones
RANS son sin lugar a dudas las más empleadas en la simulación de flujos en el campo de la
Ingeniería Hidráulica y Ambiental aplicada. Aunque poseen ciertas limitaciones en los flujos en
los que existen fenómenos de separación o transición, permiten obtener un buen nivel de
compromiso entre precisión y tiempo de cálculo.
En el campo de los CFD, el principal inconveniente de esta aproximación consiste en el modelo
de turbulencia que se debe emplear para poder resolver las ecuaciones RANS. Existen
numerosos modelos de turbulencia, algunos semiempíricos o desarrollados para condiciones
de flujo muy específicas. Sin embargo, ninguno es universalmente aceptado como válido. El
estudio y descripción de estos modelos se escapa del ámbito de esta tesis. Una revisión de los
modelos más empleados en el campo de la hidráulica se recoge por ejemplo en Rodi (1980),
Davison (2003) o en Cea (2005).
Una forma de mejorar el ámbito de aplicación de los modelos RANS a flujos con separación
consiste en simular las fluctuaciones de mayor escala y sus interacciones no-lineales. Este tipo
de modelos, conocidos como Unsteady RANS (URANS), permiten obtener soluciones para
flujos no permanentes incluso con condiciones de contorno fijas. Este tipo de esquema está a
medio camino entre las ecuaciones RANS y los modelos LES. Sin embargo, en la actualidad, la
comunidad científica no comprende completamente el significado de los resultados arrojados
por estos esquemas de resolución, lo que hace las aproximaciones DES/LES sean más
comunes (Cea, 2005).
En la Figura 2.3 se presenta una comparación de las diferentes aproximaciones de resolución
de las ecuaciones de N-S mencionadas anteriormente para el problema del flujo que pasa a
través de un cilindro.
RANS LES/DES (malla gruesa)
Figura 2.3. Simulación del flujo a través de un cilindro con varias aproximaciones. En la
figura se representan las vorticidades (Spalart, 2004).
- C2.7 -
Ecuaciones fundamentales
En la figura anterior se puede apreciar como la aplicación del esquema RANS no permite
analizar la frecuencia de la formación de vórtices que conforman la calle de Kármán 11,12.
Antes de continuar con el análisis de más formas promediadas de las ecuaciones de N-S se
presenta en la Tabla 2.1 un resumen comparativo de las diferentes estrategias
computacionales presentadas en este texto 13, el orden de magnitud de las mallas y los pasos
de tiempo necesarios para resolver un problema tipo que Spalart (2000) define como el análisis
del flujo sobre un automóvil o un avión. En la última columna de la tabla se define un horizonte
temporal aproximado para el cual se dispondrá de ordenadores de suficiente potencia para
poder resolver este flujo tipo.
Tabla 2.1. Resumen de las diferentes estrategias empleadas en la hidráulica
computacional (Spalart, 2000).
A la vista de la información contenida en la Tabla 2.1, parece que todavía quedan unos cuantos
años para que la hidráulica computacional pueda resolver las ecuaciones completas de N-S,
por lo que mientras tanto parece que habrá trabajo para la hidráulica experimental.
Retomando el esquema de la Figura 2.2, y promediando las ecuaciones RANS en el calado o a
lo largo del ancho de la sección del flujo, se llega a los modelos RANS bidimensionales. Los
modelos bidimensionales pueden separarse en lo que se conoce como modelos 2D en la
11
Theodore Von Kármán: * 1881, Budapest (HUN); † 1963, Aachen (GER)
12
Una calle de Kármán es un una estructura de vórtices que se forman, en un rango limitado de números
de Reynolds, por el fenómeno de separación no permanente del flujo detrás de un obstáculo interpuesto
en el flujo.
13
En este trabajo únicamente se ha esbozado el enfoque Euleriano del problema. Debido al incremento
de la potencia de computación en los últimos años se están proliferando los códigos Lagrangianos sin
malla (de partículas) para la resolución de problemas de ingeniería hidráulica y ambiental. Este enfoque
se denomina Smoothed Particle Hydrodinamics (SPH).
A nivel europeo se puede señalar el trabajo del grupo multidisciplicinar SPHERIC, perteneciente a la
European Research Comunity On Flow, Turbulence and Combustion – ERCOFTAC –
(http://wiki.manchester.ac.uk/spheric/index.php/Main_Page). A nivel nacional destacan los trabajos
realizados por el Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera y del Océano de la Universidade de
Vigo o por el CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación en Obras Públicas) del Ministerio de
Fomento.
Una revisión reciente del estado del conocimiento de este campo de trabajo se encuentra en la tesis
doctoral de Crespo, A.J.C. (2008). Application of the Smoothed Particle Hydrodynamics model SPHysics
to free-surface hydrodynamics. Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera y del Océano. Vigo,
University of Vigo. PhD Disertation: 157 págs.
- C2.8 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
vertical (2DV), que son usados cuando el flujo es uniforme en una dirección horizontal, pero
con variaciones significativas en relación a la altura. Los modelos 2D promediados en el calado
(2DH) se usan en situaciones donde no hay variaciones en la vertical y la densidad del fluido es
constante. En Peña (2002) se presenta una revisión de los principales modelos comerciales de
este tipo en aplicaciones en ingeniería hidráulica.
En la parte inferior de la Figura 2.2 se encuentra la aproximación unidimensional de las
ecuaciones de N-S en los que se promedian espacialmente las variables que definen el flujo en
las dimensiones vertical y transversal (en la sección).
Se puede decir que hasta este punto, se ha realizado una descripción convencional de las
ecuaciones de Navier-Stokes y sus métodos de resolución a través de diferentes
simplificaciones de las mismas. Lo cierto es que hasta que las técnicas numéricas más
completas (LES o DNS) sean asequibles computacionalmente, las soluciones ofrecidas por las
ecuaciones RANS son, y seguirán siendo, las más habituales en aplicaciones prácticas o
investigaciones aplicadas.
Además de la turbulencia, otra característica común a la mayoría de los flujos naturales de
canales abiertos (escorrentía superficial, aplicaciones de ingeniería fluvial y/o marítima) y de
flujos geofísicos es que son flujos sobre lechos rugosos, o hidráulicamente rugosos. Aunque
durante los últimos 20 o 30 años se han realizado notables y numerosas investigaciones sobre
este tipo de flujos, el conocimiento de parámetros como las leyes de velocidad o las
características de la turbulencia aún es, todavía, ciertamente limitado (Nezu y Nakagawa, 1993;
Nikora et al., 2007a).
Uno de los problemas que se debe solucionar antes de analizar las leyes de variación de
velocidades y demás variables descriptoras de la turbulencia es la definición de la rugosidad y
posición del lecho. Respecto a la rugosidad del lecho 14, en flujos hidráulicamente lisos,
Nikuradse 15 empleó en sus experimentos de flujos en tuberías el concepto de rugosidad
equivalente ks como el diámetro, la altura, de los granos de arena que pegó a las paredes de
las mismas para analizar la pérdida de carga en tuberías rugosas (Nikuradse, 1933).
Este concepto se ha extendido para otro tipo de lechos no conformados por arenas
densamente pegadas a una superficie lisa a través de la interpolación de la ley logarítmica de
velocidades en la región del flujo cercana al fondo (ver apartado 2.3.2).
El segundo problema consiste en definir la posición del lecho. De nuevo, en flujos
hidráulicamente lisos la definición de la posición del fondo es trivial, ya que no existe
interacción entre el fondo (la rugosidad) y el perfil de velocidades. En esta situación de flujo el
espesor de la subcapa viscosa o capa límite laminar 16 es mayor que la posición de las crestas
del lecho (ver Figura 2.4).
14
Por simplicidad en muchos casos se hablará de flujos rugosos o lisos en referencia a flujos sobre
lechos hidráulicamente rugosos o lisos respectivamente.
15
Johann Nikuradse: * 1894, Samtredia (Georgia, RUS); † 1979, Munich (GER)
16
Los términos capa límite laminar y subcapa viscosa se han empleado indistintamente ya que
históricamente se ha asumido que el flujo en esta región era laminar. Sin embargo, los datos
experimentales han demostrado que aunque el perfil medio de velocidades es lineal, como en el caso del
régimen laminar, el flujo presenta bastantes fluctuaciones, características de un flujo turbulento. Por lo
- C2.9 -
Ecuaciones fundamentales
En lechos rugosos artificiales (arena densa o esferas pegadas a una superficie lisa) parece
existir un consenso entorno a que la posición del fondo se encuentra por debajo del plano
formado por las crestas del lecho una distancia entre 0.15 y 0.3 veces el valor de la rugosidad
equivalente (Nezu y Nakagawa, 1993). Sin embargo, en lechos granulares irregulares, como
los que se pueden encontrar en un cauce aluvial natural, está definición ya no es tan clara
debido a la propia aleatoriedad del fondo (Nikora et al., 2002b).
hidráulicamente liso hidráulicamente intermedio
+ ks
k = <5 5 ≤ ks+ < 70
s
(υ u* )
subcapa viscosa δv ≈ υ δv
ks u* ks
Figura 2.4. Flujo hidráulicamente liso, intermedio y rugoso (sobre lecho regular e irregular).
tanto el término capa límite laminar debe considerarse erróneo. Monin, A.S. y Yaglom, A.M. (1971).
Statistical Fluid Mechanics. Mechanics of Turbulence. Massachussetts, MIT Press. 784 págs.
17
Albert F. Shields: * 1908, Cleveland (US); † 1974, New York (US)
- C2.10 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Sin embargo, en contornos irregulares que pueden cambiar por procesos de transporte de
sedimentos, en flujos con bajas condiciones de sumergencia relativa, definida p.ej. por Manes
et al. (2007) como el ratio entre el calado y la rugosidad del lecho, o en lechos muy
heterogéneos espacialmente, es muy difícil determinar la posición o la propia rugosidad del
lecho. Además, este tipo de flujos son altamente tridimensionales y heterogéneos cerca del
fondo.
El principal inconveniente de las ecuaciones RANS para el análisis de este tipo de escenarios
es que no se puede asociar explícitamente a una distribución espacial de la geometría,
rugosidad o algunos parámetros hidrodinámicos del flujo (Nikora et al., 2007a). Así, algunas
definiciones como la de flujo uniforme, flujo bidimensional o las tensiones tangenciales sobre el
fondo no se pueden definir en condiciones de flujo con baja sumergencia (ver Figura 2.5).
Figura 2.5. Ejemplo de perfil de velocidades sobre fondo liso y rugoso. En el perfil rugoso se
representa la indeterminación del perfil de velocidades promediado en el tiempo
para diferentes posiciones en la dirección de la corriente (adaptado de Nikora,
2008b)
18
Esta metodología se está desarrollando y aplicando con profusión en trabajos experimentales y
numéricos en flujos hidráulicamente rugosos como se puede observar en el número especial del Acta
Geophysica de Septiembre de 2008. Nikora, V. y Rowinski, P.M. (2008). "Rough-bed flows in geophysical,
environmental, and engineering systems: Double-Averaging Approach and its applications." Acta
Geophysica 56(3): 529-533.
- C2.11 -
Metodología del doble promediado
19
Algunos trabajos podrían incluirse en varias categorías
- C2.12 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
artificiales como traviesas o dunas fijas (Coleman et al., 2007a; Coleman et al., 2007b;
Manes et al., 2007; Pokrajac et al., 2007).
Por último, se pueden encontrar también algunos trabajos que emplean la técnica DAM
para analizar resultados numéricos (Coceal et al., 2008; Stoesser y Nikora, 2008) o incluso
códigos numéricos que incorporan las ecuaciones DANS como base para el modelo
matemático (Walters y Plew, 2008).
Por tanto, se puede comprobar como el empleo de la metodología DAM en ingeniería hidráulica
no para de crecer y está siendo usada por numerosos grupos de trabajo e investigadores. Si
esta tendencia continua así, esta herramienta podrá convertirse en un estándar para el análisis,
realización e interpretación de ensayos tanto en hidráulica computacional como experimental,
especialmente en aquellos escenarios donde la superficie sobre la que circula el flujo es
espacialmente heterogénea e interesa conocer la interacción del flujo con estos contornos
rugosos.
- C2.13 -
Metodología del doble promediado
1 ⎫
〈θ 〉 ( x, y, z , t ) =
Vf ∫ ⎪ Vf
θ dV ⎪
⎬ (2.17)
1
〈θ 〉 s ( x, y , z , t ) = ∫ θ dV ⎪
V0 V f ⎪⎭
donde θ es una variable del flujo (escalar, vectorial o una componente tensorial) definida en el
flujo pero no en el espacio ocupado por los elementos del fondo, los paréntesis angulares 〈 〉
indican que la variable está promediada espacialmente en una región de volumen total V0 en la
que el fluido ocupa un volumen Vf.
Los dos operadores 〈•〉 y 〈•〉 s se conocen como intrinsic spatial average y superficial spatial
average, respectivamente (Nikora et al., 2007a). Estos dos operadores se relacionan a través
de la siguiente expresión:
〈θ 〉 s = φs 〈θ 〉 (2.18)
donde φs se debe interpretar como una función de rugosidad de fondo o como una función de la
porosidad (en el apartado 2.3.2.2 se presentará más información sobre la forma de definir la
función de rugosidad de fondo):
Vf
φs = con 0 ≤ φmin ≤ φ ≤ 1 (2.19)
V0
20
El acrónimo PIV 2D-3C, o SPIV (PIV estereoscópico), hace referencia a equipos que miden en un único
plano las 3 componentes de la velocidad. Cómo se describe con más detalle en el Capítulo 3, en la
actualidad existen equipos PIV que realizan medidas 3D en volúmenes de pocos cm de espesor.
- C2.14 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
z, w
y, v
plano láser
x, u
promediado en
paralelelípedo
paralelo al fondo
Figura 2.6. Esquema del volumen de promediado en los ensayos realizados de arrastre de
berberechos con el equipo PIV.
En la región de flujo situada sobre las crestas (máximas elevaciones) del fondo, el promediado
de las ecuaciones de N-S no es complejo ya que se pueden emplear las reglas de Reynolds ya
expuestas en las ecuaciones (2.9). Sin embargo, a la hora de promediar las ecuaciones de
Navier-Stokes en las zonas situadas por debajo de las crestas del fondo, ya sea siguiendo el
orden espacio-tiempo o tiempo-espacio, es necesario usar nuevos teoremas para obtener las
ecuaciones DANS.
En Nikora et al. (2007a) se presentan los teoremas integrales para ambas metodologías. Si se
realiza el promediado primero en el tiempo (obteniendo así las ecuaciones RANS -2.1.2-) y
luego en el espacio, los teoremas integrales a aplicar son:
s
∂θ s ∂〈θ 〉 s 1 s
∂t
=
∂t
+
V0 ∫ ∫ θ v ⋅ ndS
Sint
,y
s
s ∂ θ
∂θ 1 s
= − ∫ ∫ θ n dS (2.20)
s
∂xi ∂xi
i
V0 Sint
∂θ 1 ∂φs φt θ 1 s
φt
∂t
=
φs ∂t
+
Vf ∫ ∫ θ v ⋅ ndS
Sint
,y
∂θ 1 ∂φs 〈φt θ 〉 1 s
φt
∂xi
=
φs ∂xi
+
Vf ∫
Sint
∫ θ ni dS (2.21)
- C2.15 -
Metodología del doble promediado
En la definición de estos teoremas integrales se pueden observar como aparece una porosidad
o función de rugosidad temporal φt, análoga a la función de rugosidad espacial φs, y que
permite contabilizar la variabilidad temporal del lecho. Esta función se define como φt = T f T0 ,
donde Tf representan el tiempo total del intervalo de promediado en el cual un punto está
ocupado por fluido y T0 es el tiempo total del intervalo en el que se realiza el promediado. De
s
modo análogo a las variables promediadas en el espacio 〈θ 〉 y 〈θ 〉 s , θ y θ se definen como
la media temporal intrínseca y superficial. Estas dos medias se realizan de forma similar a las
medias espaciales a través de la porosidad temporal:
s
θ = φt θ (2.22)
El resto de variables que aparecen por primera vez en las ecuaciones (2.20) y (2.21) son el
vector unitario normal a la superficie del fondo n, v es la magnitud vectorial de la velocidad de
movimiento de la superficie del lecho y Sint es la superficie de la interfase entre el lecho y el
fluido.
Para el caso de geometrías de lecho fijas o que se modifican lentamente (a lo largo del período
de tiempo T0 o el volumen V0 en los que se realiza el promedio espacial), como por ejemplo en
el análisis de formas de fondo en un lecho de arena, los teoremas de las ecuaciones (2.20) y
(2.21) se simplifican:
∂θ 1 ∂φs 〈θ 〉
=
∂t φs ∂t
∂θ 1 ∂φs 〈θ 〉 1
∂xi
=
φs ∂xi
+
Vf ∫ ∫ θ n dS
Sint
i (2.23)
θ= θ + θ'
(2.24)
( 〈θ 〉 + θ ) + θ '
es decir, se considera la descomposición de Reynolds θ = θ + θ ' para las variables
instantáneas y la descomposición θ = 〈θ 〉 + θ para las variables promediadas en el espacio. La
barra superior ondulada en θ señala fluctuación espacial en la variable promediada
temporalmente θ . Es decir, la diferencia entre la variable doblemente promediada 〈θ 〉 y la
variable promediada en el tiempo θ . De manera análoga a la descomposición de Reynolds
donde θ ' = θ − θ , θ ' = 0 , tenemos que θ = 〈θ 〉 − θ , 〈θ 〉 = 0 .
- C2.16 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
∂φ ∂φ 〈ui 〉
ρ +ρ =0 (2.25)
∂t ∂xi
1 ∂ ∂u 11 1 s
+
φ ∂x j
φ υ i +
∂x j ρ φ V0 ∫
Sint
∫ pni dS (2.26)
nuevos términos que explícitamente recogen las tensiones dispersivas ρ 〈ui u j 〉 o inducidas por
forma (form-induced). Estos esfuerzos tangenciales están originados por la variabilidad
espacial de los campos vectoriales promediados temporalmente. También aparecen las fuerzas
s
1 1 s
1 1 ⎛ ∂ui ⎞
de arrastre por unidad de volumen, f pi =
φ V0 ∫S ∫ pni dS y fvi = − φ V0 ∫ ∫ ⎜⎜υ ∂x j
Sint ⎝
⎟⎟ n j dS ,
int ⎠
relacionadas con las fuerzas de presión y viscosas respectivamente. Estos esfuerzos
únicamente están definidos por debajo del nivel de las crestas del lecho.
La metodología del doble promediado se puede aplicar, siguiendo el procedimiento señalado
para las ecuaciones de N-S, a las ecuaciones de advección-difusión para el transporte no
reactivo de sustancias o para el transporte de sedimentos (Nikora et al., 2007a). Este
procedimiento también se ha usado para describir ecuaciones de segundo orden como las que
describen los esfuerzos tangenciales (Coleman et al., 2008; Pokrajac et al., 2008) o el balance
de energía cinética turbulenta (Nikora et al., 2007a; Mignot et al., 2008, 2009).
- C2.17 -
Metodología del doble promediado
21
Cheng en 1953 complementó el modelo de Kolgomorov, realizando una división en el subrango inercial
-1 -5/3
en dos zonas donde ∼k y ∼k . En el apartado 2.5.2 y en Nikora (1999) se pueden encontrar más
detalles. Nikora, V. (1999). "Origin of the "-1" spectral law in wall-bounded turbulence." Physical Review
Letters 83(4): 734-736.
22
Una traducción de este trabajo se puede encontrar en Kolgomorov, A. (1991). "The local structure of
turbulence in incompressible viscous fluid for very large Reynolds." Proceedings of the Royal Society of
London A 434: 9-13.
23
Lewis Fry Richardson: * 1881, Newcastle upon Tyne (UK); † 1953, Kilmun, Argyll and Bute (UK)
- C2.18 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Siguiendo esta estructura, y también de forma similar a la división clásica de la capa límite, la
estructura del flujo en canales abiertos se suele dividir en tres regiones (Nezu y Nakagawa,
1993):
i. La región de la pared (wall region), que se corresponde con la región interna del flujo
(siguiendo la notación clásica de capa límite). Esta es una zona caracterizada por las
escalas de longitud y velocidad υ u* y u* respectivamente. Es habitual que estas
escalas se empleen para normalizar las variables del flujo. Así, en U+ y z+, el
superíndice '+' señala que las variables u y z se han normalizado respecto a las
variables internas u* y υ / u* .
ii. La región de la lámina-libre (free-surface region). En esta zona, las variables que
controlan la estructura de la turbulencia son las escalas de velocidad máxima de la
corriente U max y el calado del flujo h, como se indica en la Figura 2.7.
escala escala
z/h longitudes velocidades
Z características características
zws=h 1.0
EXTERNA
~ Umáx lámina
REGIÓN
libre
~ 0.6
REGIÓN
INTERMEDIA
INTERNA
REGIÓN
~ 0.15-0.20
espesor capa velocidad efecto
límite viscosa de corte REGIÓN de la
δv ∼ υ/u* ∼ u* DE PARED fricción
z=0
Figura 2.7. División clásica de la estructura vertical del flujo en canales abiertos con lecho
hidráulicamente liso (elaboración propia a partir de Nezu y Nakagawa, 1993;
López y García, 1999 y Manes et al., 2007).
iii. La región intermedia, que no está ni dominada por la influencia del lecho ni por la
presencia de la lámina libre. Esta región se corresponde, en términos generales, con el
subrango inercial del espectro de velocidades. Comprende la zona situada entre 0.15-
0.2 z/H a 0.6 z/H y también la zona de la pared donde z+>50. En esta región la
producción es igual a la disipación G=ε (Nezu y Nakagawa, 1993).
Al conjunto formado por las regiones intermedia y libre se le denomina región externa (outer
region), y se caracteriza porque los efectos viscosos son despreciables. La wall region a su
vez, está divida en varias capas: la subcapa viscosa, la capa de búfer y la región logarítmica.
De manera similar, en el análisis de capas límites “canónicas” (sin gradiente de presión)
generadas sobre placas lisas, el flujo se divide en tres regiones. La región viscosa, la región de
solape y la región de la estela o wake region (López y García, 1999):
- C2.19 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
a. La región viscosa, que se corresponde con la parte inferior de la región de pared de los
flujos hidráulicos lisos, y está formada por la subcapa viscosa (1 ≤ z+ ≤ 5) y por la capa de
búfer (5 ≤ z+ ≤ 30).
U + = z+ (2.27)
En la capa de búfer, las tensiones turbulentas y las tensiones viscosas son importantes. En
esta zona, que se encuentra en 5 < z+ ≤ 30, la ley de velocidades no es lineal debido al efecto
de las tensiones turbulentas. Aunque no existe una solución analítica para determinar el perfil
de velocidades, se puede deducir una expresión teórica numérica a partir de la definición del
gradiente de velocidades en la región viscosa y el modelo de Van Driest para definir la longitud
de mezcla de Prandtl 24. La ecuación del gradiente de velocidades es, para variables internas
(Nezu, 2005):
dU + 2
+
= (2.28)
dz 1 + 1 + 4lM+
propio Von Kármán quién definió el valor de la constante de proporcionalidad κ, que hoy en día
lleva su nombre.
La ecuación (2.28) se obtiene a partir de la definición de la tensión tangencial en un flujo 2D
uniforme (término de la derecha de la ecuación (2.50)) donde se asume la hipótesis de que la
viscosidad cinemática es igual a la viscosidad de remolino o eddy viscosity, νt. Según la
hipótesis de Prandtl (1925), la viscosidad de remolino vale:
∂u
υt = lM2 (2.29)
∂z
Cómo se ha comentado antes, para la determinación de la ley de velocidades en la región de
búfer se debe integrar la ecuación (2.28) pero empleando, en vez de la relación de la longitud
de mezcla de Prandtl , el modelo propuesto por Van Driest en 1956 (Nezu, 2005):
⎛ z+ ⎞
lM+ = κ z + Γ( z + ), con Γ ( z +
) = −
1 exp ⎜− ⎟ (2.30)
⎝ Bυ D ⎠
donde Bυ D es un factor de amortiguamiento (damping function) que modeliza la importancia de
los efectos viscosos cerca del lecho y que según Van Driest vale ≈ 26.
24
Ludwig Prandtl: * 1875, Freising (GER); † 1953, Göttingen (GER)
- C2.20 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Hay que señalar que en algunos textos la región de búfer se omite y sustituye por la
extrapolación del perfil lineal de velocidades de la región de la pared hasta la intersección con
el perfil logarítmico de velocidades, que se produce para z+ = 11.6 ≈ δv, valor que aparece
reflejado en la literatura con asiduidad. Sin embargo, en la investigación de los flujos
turbulentos se debe prestar una especial atención a la misma ya que está muy relacionada con
los procesos de formación vórtices y otras estructuras coherentes (Nezu, 2005).
b. La región de solape (overlap region), se define como aquella en la que dejan de tener
importancia las tensiones viscosas y porque existe un equilibrio local entre la producción de
turbulencia y el ratio de disipación.
La región de solape se encuentra entre la zona definida por z+ > 30 y por z / δ ≤ 0.2, donde δ
es el espesor de la capa límite, que en flujo en canales abiertos es igual al calado del flujo. En
esta región las velocidades de la capa límite siguen la conocida distribución logarítmica de
velocidades que se obtiene de la integración de ecuación (2.28) asumiendo la hipótesis de la
longitud de mezcla de Prandtl ( lM = κ z ).
+ +
Existen varias formas de expresar esta ley. La siguiente expresión se emplea habitualmente
parar analizar el perfil vertical en capas límites turbulentas desarrolladas sobre una placa (ver
p.ej. Bigillon et al., 2006):
1
U+ = ln z + + B − ΔU + (2.31)
κ
donde B es una constante de integración que para placas lisas se estima en el entorno de 5 y
ΔU + , que es una función del número de Reynolds granular k s + , y representa el descenso en la
velocidad que se produce cuando el flujo se convierte en rugoso (Raupach et al., 1991).
En ingeniería fluvial, donde los flujos son mayoritariamente rugosos, es habitual no emplear la
forma de la ley logarítmica anterior definiendo otras relaciones se utiliza como escala
característica de longitudes la relación entre el calado y ka rugosidad del grano. En el apartado
2.3.2.1 se ampliarán detalles sobre este y otros aspectos del perfil logarítmico de velocidades.
c. La región de la estela (wake region) comprende el resto de la capa límite y se corresponde
con la región de lámina libre en los flujos en canales abiertos. En esta zona el flujo se
desvía de la ley logarítmica siguiendo la que se conoce como velocity defect law, que se
presenta en el apartado 2.3.2.3
Aunque los límites entre las regiones de flujo en las capas límite y en canales abiertos
coinciden, éstos están basado en conceptos diferentes (López y García, 1999). Además, los
límites entre las diferentes regiones pueden variar ligeramente cómo se puede apreciar en la
Tabla 2.2, donde se recoge la definición de las regiones del flujo liso en canales abiertos,
propuesta por Pope (2000).
Como ya se ha comentado, esta estructura en capas, está íntimamente relacionada con la
distribución de esfuerzos tangenciales y con las leyes de variación de velocidad, como se
comprobará en los apartados 2.3 y 2.3.2 a 2.3.4, respectivamente.
Cuando se analiza el flujo en sistemas acuáticos naturales, como ríos o estuarios, se
encuentran diferencias entre estos y la forma canónica de las capas límites, y también con el
- C2.21 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
REGIÓN y + > 30, y / δ < 0.3 Logarítmica Es la región donde se ajusta la ley logarítmica de
LOGARÍTMICA O velocidades.
DE SOLAPE
CAPA DE BÚFER 5 < y + < 30 --- Zona de transición entre la subcapa viscosa y la
región logarítmica
EXTERNA y + > 50; y / δ > 0.3 Log-wake Los efectos viscosos son despreciables. Las
características del flujo dependen de U max y h
En primer lugar se puede hablar de la complejidad de la hidrodinámica del flujo en los sistemas
naturales donde pueden convivir las estructuras de capa límite con capas de mezcla -mixing
layers- originadas p.ej. en la incorporación de un afluente a un cauce principal, con flujos
estratificados originados por diferencias de salinidades o concentraciones de sedimentos, con
estelas originadas p.ej. por la presencia de formas de fondo o de organismos acuáticos, etc.
Cómo ya se ha comentado en el Capítulo 1, existe una fuerte interacción la hidrodinámica y los
ecosistemas acuáticos (Nikora, 2009).
Además, y aunque nos encontrásemos un escenario donde se pudiese clasificar el flujo como
2D uniforme (o cuasi-uniforme), existen ciertas diferencias entre la forma canónica de las capas
límite y un flujo en el media acuático natural. Algunas de estas diferencias se presentan en la
Figura 2.8, en particular (Nikora, 2009): (i) las capas límites en cauces fluviales y en estuarios
25
Por citar algún ejemplo se puede indicar que la mayoría de las ecuaciones de transporte de
sedimentos, las fórmulas para predecir los efectos de erosión local o los trabajos sobre la estructura y
características de los flujos turbulentos en canales abiertos se han obtenido para estas condiciones de
flujo (ver apartado 2.4.1 y posteriores).
- C2.22 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
están a menudo limitadas por el calado, es decir, no se desarrollan por completo 26; (ii)
habitualmente se encuentran varias capas límite generadas por la fricción con el lecho y con el
aire; y (iii) pueden aparecer capas límites superpuestas originadas por zonas con diferente
rugosidad cómo áreas con organismos bentónicos.
Aire
C.Límite limit
ada por el cal
ado Sección
Figura 2.8. (a) Estructura doble de capa límite limitada por el calado en cauces naturales
(Nikora y Rowinski, 2008) y (b), esquema de la formación de varias capas
límites sobre un lecho de mejillones (Nikora et al., 2002a).
Por último, se puede hablar de la rugosidad del fondo y del ratio entre el espesor de la capa
límite (o el calado) y la longitud característica de las rugosidades cómo otros factores
determinantes de la estructura vertical del flujo, y por tanto, de la distribución de velocidades y
tensiones tangenciales.
A diferencia de lo que sucede con la descripción de las capas límites sobre superficies lisas,
que se han estudiado con profusión en túneles de viento desde hace muchas décadas con
ayuda de anemómetros de hilo caliente y desde hace relativamente poco con soluciones DNS
para números de Reynolds bajos, el conocimiento de la estructura de las capas límites
turbulentas rugosas es mucho más reducido.
Esta falta de conocimiento se puede atribuir a varias razones relacionadas con la dificultad de
realizar medidas cerca y en el interior de las rugosidades, la gran variedad de
heterogeneidades que se producen en la zona cercana al lecho o la gran variedad de tipos de
rugosidades que se pueden presentar (Raupach et al., 1991).
Relacionado con la definición de la rugosidad, uno de los problemas radica en intentar emplear
la rugosidad equivalente de Nikuradse como escala característica de la misma. En flujos
rugosos, al contrario de lo que sucede en flujos lisos donde la escala interna de longitudes es
u* / υ , no existe una única escala de rugosidades. Esto se debe a la gran variedad de flujos
que existen, ya que p.ej. una corriente de aire sobre un bosque no se parece demasiado al
flujo que se puede producir sobre un frezadero de gravas.
Por este motivo, se pueden definir varias escalas características como el diámetro del grano, la
separación entre elementos en la dirección de la corriente y en la dirección perpendicular a la
misma, la altura de las formas de fondo, la longitud y forma de las plantas acuáticas o de los
26
Recordemos que por definición una capa límite canónica es aquella región de flujo donde la velocidad
crece desde cero hasta alcanzar la velocidad libre –constante– de la corriente.
- C2.23 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
árboles en flujos atmosféricos, etc. Se puede ver que existen además rugosidades que se
pueden considerar bidimensionales pero otras que deben analizarse como tridimensionales.
En la literatura se recogen algunos intentos para clasificar las rugosidades en varios tipos y así
poder abordar su análisis. Una clasificación muy extendida es la propuesta por Perry et al.
(1969) que clasificaron las rugosidades en función del tipo longitud con la que se escala la
+
función de rugosidad ΔU (o de forma análoga la rugosidad equivalente z0. - Raupach et al.,
1991). Estos autores realizaron experimentos sobre lecho de arena y sobre un lecho cubierto
con pequeñas traviesas transversales de sección cuadrada con diferentes separaciones. Los
flujos tipo -k se producen sobre el lecho de arena y cuando la relación entre la altura de la
traviesa y su separación es grande (el obstáculo está aislado) y se caracterizan porque es la
altura característica del obstáculo o la del grano (ks si se emplea la notación de Nikuradse, de
+
ahí el nombre tipo -k), la que determina ΔU . En los flujos tipo -d, es el calado h (en
ocasiones denotado por d) el que determina la función de rugosidad del lecho (se produce un
flujo rasante y el agua circula sobre las traviesas sin interactuar con las depresiones existentes
en el lecho). Existen numerosos estudios sobre los límites en los que se producen este tipo de
flujos y sobre la estructura de los mismos. Una revisión de los mismos se puede encontrar en
Jiménez (2004) y más recientemente en Coleman et al. (2007b)
Para el análisis de otro tipo de rugosidades cómo árboles o vegetación sumergida, simulada en
laboratorio con cilindros verticales, se deben emplear otro tipo de escalas de rugosidad
(Raupach et al., 1991; López y García, 1999).
Con respecto a los flujos que se producen en medios acuáticos como ríos o estuarios, se
puede indicar que éstos se caracterizan por la presencia de un lecho rugoso, ya sea
impermeable o no, formado por arenas y gravas con rugosidades de diferentes escalas. Estas
rugosidades muchas veces están asociadas a la presencia de organismos vivos, ya sean
vegetación acuática u organismos bentónicos. Otra característica de este tipo de flujo es que
en muchos casos la sumergencia, la relación entre las escalas características de rugosidades y
el calado, es muy reducida.
En estas condiciones, la estructura de de capas expuesta anteriormente se modifica. Es
importante señalar que para bajas condiciones de sumergencia la zona logarítmica puede
llegar a no desarrollarse. Este hecho tiene fuertes implicaciones en la determinación de la
velocidad de fricción a partir del método de Clauser, basado en el ajuste de la ley logarítmica
de velocidades (éste y otros métodos para la estimación de u* se presentarán en el apartado
2.4.5).
Manes et al. (2007) señalan que en estas situaciones de muy baja sumergencia es muy difícil
encontrar argumentos teóricos que postulen la existencia de una ley logarítmica universal. La
principal razón es que las escalas características de las regiones internas y externas son
válidas para todo el calado, así que los análisis dimensionales y de semejanza que se emplean
en la descripción teórica de las capas límites no son válidos. Algunos autores señalan que para
valores de sumergencia H m / Δ < 10 la teoría de la capa límite falla (Katul et al., 2002),
mientras que en la última revisión sistemática de las capas límites turbulentas recogida en el
Annual Review of Fluid Mechanics (Jiménez, 2004), se recomienda que la hipótesis de
semejanza sólo se puede aplicar para relaciones H m / Δ > 40
A continuación, se presenta la revisión de la estructura vertical del flujo propuesta por Nikora et
al. (2001, 2007b). En función de la sumergencia se pueden definir cuatro tipos de flujos
- C2.24 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
27
En algunas ocasiones la longitud característica de la rugosidad de lecho Δ se emplea como sinónimo de
la rugosidad equivalente de Nikuradse ks. Esta rugosidad no debe confundirse con la rugosidad
característica z0 obtenida como la distancia entre el plano z = d y el plano donde la ley logarítmica de
velocidades es nula (ver Figura 2.10). Para flujo bidimensional uniforme rugoso se puede aplicar la
relación ks = z0 / 30 (ver ecuación (2.34)).
- C2.25 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
capa cercana a la superficie, donde la estructura del flujo está determinada por la
amortiguación de la turbulencia y varios tipos de inestabilidades hidráulicas; (ii) la capa externa
o intermedia, donde los efectos viscosos y los efectos dinámicos inducidos por la forma del
lecho, la presencia de organismos y/o la superficie libre son despreciables; (iii) la región
logarítmica, que se diferencia de la anterior porque tiene diferentes escalas de velocidades y
longitudes características; (iv) la capa dominada por las formas o capa dispersiva que se sitúa
bajo la región logarítmica y sobre las crestas del lecho, en esta capa las propiedades
promediadas en el tiempo se ven afectadas espacialmente por la presencia de lecho; (v) la
capa interfásica, que ocupa la región situada en las crestas y los senos del lecho y es una
región donde el flujo de momentum desaparece por efectos de forma de arrastre o presión y
por efectos de forma de fricción o viscosos (los términos f pi y f vi de la ecuación DANS (2.26));
y (vi) la capa subsuperficial, que aparece únicamente en lechos permeables.
Las tres primeras capas son la zona de flujo libre, sobre la que se amplía información en el
apartado 2.3.2. La capa dispersiva y la interfásica forman la capa rugosa, recogida en el
apartado 2.3.3. Por último, en el apartado 2.3.4 se amplia la información sobre la capa
subsuperficial.
Los flujos de Tipo II se producen en situaciones con sumergencia relativa media y presentan
capa subsuperficial (en lechos permeables), capa rugosa, y una zona superior logarítmica que
no tiene por qué ajustarse exactamente a la ley logarítmica universal porque el ratio H m / Δ no
es suficiente grande para que ésta se desarrolle. En los flujos de Tipo III, la sumergencia
relativa es muy baja y la capa rugosa se extiende hasta la superficie, mientras que en los de
Tipo IV, el flujo se produce sobre un lecho parcialmente inundado, sin llegar a superar en
ningún momento las crestas del fondo. A medida que la sumergencia del flujo se reduce, los
esfuerzos tangenciales están dominados por las componentes originadas por el fondo, y no por
las tensiones de Reynolds, llegando incluso a ser estas últimas despreciables en flujos con
muy baja sumergencia (Giménez-Curto y Corniero-Lera, 2003).
Hay que señalar que es muy difícil asignar intervalos de sumergencia relativa a cada uno de los
Tipos de flujo porque, cómo ya se ha comentado, la forma y espaciado de las rugosidades
influye en la estructura del flujo. Por este motivo, un flujo con una baja sumergencia, digamos
H m / Δ =10, puede presentar una estructura de Tipo I si las forma del lecho es similar a la de
las líneas de corriente, p.ej. no presenta protuberancias aisladas que favorezcan la aparición
de estelas.
28
Las corrientes secundarias de Prandtl de segundo orden, a diferencia de las corrientes de Prandtl de
primer orden –asociadas al flujo en curva–, están generadas por la anisotropía y no-homogeneidad de la
turbulencia (Nezu y Nakagawa, 2003). En el apartado 2.4.2 se analizará la formación y caracterización de
este tipo corrientes secundarias.
- C2.26 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
La escala característica de velocidades en esta región es la velocidad máxima del flujo Umax,
aunque en la caracterización de las leyes de velocidades también se emplea la velocidad de
corte u* , que se puede considerar una velocidad característica para todas las zonas del flujo.
1
u+ = ln z + + B (2.32)
κ
nuevamente, en la ecuación anterior el superíndice '+' señala que las variables u y z se han
normalizado respecto a las variables internas u* y υ / u* . Se supone que la constante de Von
Kármám κ y la constante aditiva B son universales, sin embargo no existe mucho consenso
sobre qué valor deben tomar estos parámetros. Cómo se señalaba anteriormente (ver ecuación
(2.31)), en esta expresión de la ley logarítmica se ha omitido el término ΔU +
En flujos lámina libre con gran sumergencia parece que el aceptado de κ es aproximadamente
0.41 (Nezu y Nakagawa, 1993) mientras que numerosas referencias de mecánica de fluidos
clásica que lo sitúa en 0.40, valor derivado de los experimentos realizados por Nikuradse en
- C2.27 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
En este trabajo se adoptará como valores de referencia κ ∼0.41 y de B=8.5, con objeto de
poder comparar los resultados obtenidos con los recogidos en otros trabajos similares, que
emplean estos valores. En estudios de flujos hidráulicamente rugosos es habitual trabajar con
una versión un poco diferente de la ecuación (2.32), que explicita la posición del plano de
referencia z = d:
u 1 z−d u 1 z−d
= ln + B, o de forma equivalente = ln (2.33)
u* κ ks u* κ z0
donde z0 es la longitud hidrodinámica característica del lecho (Nikora et al., 2001; Nikora, 2007).
En la expresión anterior se hace ya referencia a las variables doblemente promediadas, en el
espacio y en el tiempo.
Cómo ya se ha comentado, el valor de d suele situarse entre 0.15 – 0.3 d50 (Nezu y Nakagawa,
1993). Respecto a la rugosidad equivalente de Nikuradse, los trabajos encontrados para lechos
de arena y grava dan valores para ks de entre 1 y 3 veces el diámetro medio del sedimento
(Bigillon et al., 2006; García, 2008; Rodríguez y García, 2008). No existe un consenso claro
sobre qué valor emplear ya que el rango de variación es bastante importante especialmente
para arenas gruesas y gravas, como se puede ver p.ej. en el capítulo 6 de Julien (1994) donde
se pueden encontrar más valores y referencias.
Por último, las dos expresiones recogidas en (2.33) se pueden relacionar a través de la
siguiente expresión cuando el lecho es muy rugoso y no existe subcapa límite viscosa
k s / δ v >> 1 , como sucede en la mayoría de los ríos aluviales (García, 2008):
1 z − d 1 30( z − d )
z0 = 30 ⇒ 〈U + 〉 = ln = ln (2.34)
ks κ z0 κ ks
29
En este trabajo desarrollado por W. George se determina el valor de κ a partir de los resultados de DNS
de flujos en tuberías (κ ∼0.43) y a partir de los resultados experimentales en túnel de viento (κ ∼0.38)
para el caso del desarrollo de una capa límite sobre una placa. Este autor defiende que el valor
mayormente empleado en la literatura (κ ∼0.41) es un compromiso entre ambos tipos de flujo.
- C2.28 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Para flujos de Tipo II (con un sumergencia intermedia) la ecuación anterior se puede emplear
para describir el flujo en esta región de flujo, aunque en este tipo de escenarios se requiere
cierto análisis para asegurar la validez de dicha expresión (Nikora, 2007).
En este tipo de flujos se ha constatado que el valor de la constante de von Kármán tiende a
0.41 a medida que la sumergencia crece, pero para valores muy bajos de sumergencia
(digamos H m / Δ < 3 ), el valor de κ puede alcanzar valores incluso superiores a la unidad
(Bayazit, 1976; Pokrajac et al., 2006).
En cualquier caso, entre los valores máximo y mínimo, la función de rugosidad se define
como la función de probabilidad acumulada (función de distribución de probabilidad) de las
elevaciones o cotas del lecho. De este modo, para lechos impermeables se puede
determinar la posición del plano z = 0 de forma inmediata como φ ( z ) = 0.5 .
30
Este el caso de superficies granulares con partículas suficientemente pequeñas para que el flujo en la
zona intersticial sea despreciable. Un ejemplo típico de este tipo de superficies son los lechos cohesivos o
lechos aluviales arenosos con formas de fondo (p.ej. dunas) donde el tamaño del grano D es mucho
menor que la longitud característica de la rugosidad de fondo Δ : D / Δ <<1.
31
Un ejemplo típico de lecho permeable lo conformaría un fondo de grava unimodal, sin partículas
intersticiales que lo colmaten.
- C2.29 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
Estos tres orígenes no tienen necesariamente por qué coincidir, como habitualmente se asume
en la literatura. En la Figura 2.10 se presenta un esquema con la definición de los mismos.
La justificación de los orígenes de tipo 1 y 3 es bastante sencilla y atiende a parámetros
geométricos así como a consideraciones de balances de masa y cantidad de movimiento
(Nikora et al., 2001). La posición del origen de tipo 2, en lechos irregulares, no se conoce a
priori y por tanto, debe ser inferida.
El procedimiento habitual consiste en ajustar de alguna manera, p.ej. mediante mínimos
cuadrados, las variables u* , d , z0 de la ecuación (2.33) evaluando la bondad del ajuste a partir
de algún estadístico, como el coeficiente de correlación R2. Este método no tiene ninguna base
física, y además, su aplicación puede llevar a estimaciones incorrectas de estos parámetros
(ver p.ej. Dancey y Diplas, 2008).
En la práctica, el plano de desplazamiento cero (origen de tipo 2), se encuentra entre las
crestas y los senos del lecho, y a medida que el flujo es más energético y la densidad de los
elementos del lecho es menor, se desplaza hacia abajo. El valor de z0 indica la posición a la
que el perfil de velocidades logarítmico es nulo, y depende de la rugosidad del lecho (Nikora et
al., 2001).
Nikora et al. (2002b) analizaron varias metodologías para estimar el valor del plano de
desplazamiento nulo (z=d). En este trabajo se sugiere que este plano se corresponde con el
cual los remolinos o movimientos del flujo de mayor escala "notan" la presencia del fondo. Para
- C2.30 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
ilustrar este fenómeno los autores realizan una brillante analogía automovilística representada
en la Figura 2.11. Primero uno debe imaginar que las ruedas de un coche son los remolinos
que ruedan sobre la superficie de la carretera, en este caso el lecho.
Figura 2.11. Esquema del movimiento de los remolinos con escala del calado del flujo sobre
el plano de desplazamiento nulo (Nikora et al., 2002b).
Cuando uno rueda a gran velocidad en un día de lluvia sobre un asfalto liso es probable que se
produzca aquaplaning. Siguiendo el símil, este sería el caso de los vórtices "rodando" sobre la
subcapa límite viscosa en un flujo hidráulicamente liso. El otro extremo sería la conducción
sobre una pista de cubierta de grava. En este caso, el neumático rodaría parcialmente
"sumergido" en la carretera, y si buscásemos el plano de rodadura, éste se encontraría en
algún lugar entre las crestas y los senos de la pista.
Para determinar los parámetros de la ecuación (2.33), Nikora et al. (2002b) proponen emplear
la siguiente relación para estimar los valores de u* y d (integrando esta ecuación se llega a la
ley logarítmica de velocidades expresada anteriormente):
−1
⎛d u ⎞
⎟ = κ z− κ d
d u u*
= ⇒⎜ (2.35)
dz κ ( z − d ) ⎜ dz ⎟ u* u*
⎝ ⎠
Así, identificado términos entre (2.35) y la ecuación de una recta y ( z ) = a ⋅ z − b se tiene que
a = κ / u* , b = (κ / u* )d y d = b / a . La ecuación anterior se obtiene al aplicar el modelo de
mezcla de Prandtl para una distancia z - d genérica l = κ ( z − d ) en la ecuación a la definición
de velocidad de fricción:
τ0 ∂〈u〉 ∂〈u〉
= u* ≈ l = κ (z − d ) (2.36)
ρ ∂z ∂z
Es importante que para aplicar este método correctamente se dispongan de un gran número de
medidas en la región logarítmica del flujo. También es conveniente aplicar algún tipo de filtro
y/o interpolación de la función d u dz , para reducir la incertidumbre en la estimación de estos
parámetros.
En estudios de corrientes de aires sobre vegetación arbustiva o bosques es habitual determinar
d con la aproximación de la absorción de momento. Según esta aproximación, el centroide –
punto de aplicación- de la fuerza de arrastre coincide con la posición del plano de
desplazamiento nulo (Raupach et al., 1991).
- C2.31 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
1
u+ = ln z + + B + w ( z / h ) (2.37)
κ
donde h es el calado (denotado anteriormente como H m ) y w ( z / h ) es la función de estela.
Aunque existen numerosas variantes de la función de estela y de las leyes de velocidades para
la región externa (ver p.ej. Raupach et al., 1991), la más empleada es y sigue siendo la
enunciada por Coles:
2Π ⎛πz ⎞
w( z / h) = sin 2 ⎜ ⎟ (2.38)
κ ⎝ 2h ⎠
De las ecuaciones (2.37) y (2.38) se deriva la velocity defect law o log-wake law:
1 ⎛ z ⎞ 2Π ⎛π z ⎞
u + − U max
+
= − ln ⎜ ⎟ + cos2 ⎜ ⎟ (2.39)
κ ⎝h⎠ κ ⎝ 2h ⎠
En canales abiertos con flujo 2D uniforme Nezu y Rodi (1986) encontraron valores para Π entre
0 y 0.22, Coleman (1981) definió el valor medio de Π en 0.19, mientras que Cardoso et al.
(1989) o Kironoto y Graf (1994) dan valores entre -.077 y +0.02 o entre -.08 y + 0.15 para
lechos lisos y de gravas respectivamente.
Por tanto, en la literatura queda demostrado experimentalmente que existen diferencias entre el
comportamiento del flujo en la región externa de los flujos tipo capa límite turbulenta (ya sea
liso o rugoso) y el flujo en canales abiertos. Estas diferencias se deben atribuir a dos
circunstancias: la existencia de la superficie del agua y la presencia de las paredes laterales del
canal, ya que ambas condiciones confinan el flujo.
- C2.32 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
realizan en el centro del canal y las relaciones de aspectos son altas. Nezu y Nakagawa (1993)
señalan que este ratio se sitúa en B / H >5 , aunque otros autores dan valores un poco
inferiores ( B / H >3.5 , según Song, 1994). En otros trabajos se señala que existe una zona de
transición entre canales estrechos, B / H <5 , con corrientes secundarias, y canales
anchos, B / H >10 , sin corrientes secundarias originadas por la fricción con las paredes
(Rodríguez y García, 2008).
La presencia de la lámina libre evita la formación de una región de velocidad constante, como
en un flujo de capa límite, y además amortigua 32 las fluctuaciones en la dirección vertical w ' ,
modificando las características de la turbulencia en la región más próxima a la superficie.
Como ya se ha comentado al principio de este epígrafe, cuando aparecen corrientes
secundarias, algunos autores proponen emplear el calado en el que se produce la máxima
velocidad δ h o el calado δ ' a partir del cual la intensidad turbulenta u '2 es constante. De este
modo, la ecuación (2.39) se puede reescribir, empleando la metodología del doble promediado,
como:
Para terminar, un simple vistazo a esta ecuación nos señala que las escalas características de
velocidad y longitud en la región externa son U max y el calado (h, δ h , δ ') .
La subcapa interfásica se encuentra entre la parte superior e inferior del lecho φmin ≤ φ ( z ) < 1 .
Para los flujos sobre lechos rugosos, como arenas o gravas, Nikora (2007) indica que la ley de
velocidades en esta capa puede ser lineal o exponencial. Existe otra alternativa más, que es
32
en este sentido, no funciona como el lecho, completamente rígido, que las suprime totalmente
- C2.33 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
una ley de velocidades constante, pero que se suele aplicar a flujos con elementos rugosos
verticales donde la turbulencia es dominada por la separación de flujo y las estelas que se
producen tras estos elementos. El caso típico son cilindros verticales o vegetación total o
parcialmente sumergida en el flujo (Nikora et al., 2007b).
La ley exponencial se puede aplicar cuando el flujo de momento descendente domina sobre las
fuerzas gravitatorias (Nikora et al., 2001):
u ( z ) = u ( zc ) exp ⎡⎣ β ( z − zc ) ⎤⎦ (2.41)
zc y β es un parámetro de ajuste.
El modelo lineal funciona bien para lechos donde la función de fondo φ es monótona
decreciente y la fuerza de arrastre crece a medida que nos acercamos a la parte inferior de
lecho. Este es el caso de lechos de arena o gravas “impermeables” (Detert, 2008).
Este modelo se describe matemáticamente como (Nikora et al., 2001):
u ( z ) − u ( zc ) ( z − zc )
= (2.42)
u* lc
u ( zc ) ⎛ ⎞
=δ ⎜ * ⎟
u
lc = (2.43)
( d u dz ) zc
⎜ u
⎜
⎝ zc
⎟
⎟
⎠
6 Y=X
[<u>(z)-<u>(zc )]/u*
33
También denominado espesor de la vorticidad (Nikora y Rowinski, 2008).
- C2.34 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
En principio, las ecuaciones (2.41) y (2.42) podrían aplicarse a flujos que tengan desde poca a
muy gran sumergencia (Tipos I, II y III). Este hecho se manifiesta en la Figura 2.12. En flujos en
ríos o en escenarios reales es habitual encontrar flujos más complejos en la capa interfásica,
que se deben describir con la ayuda de los tres modelos anteriormente citados (Nikora et al.,
2001).
En la capa dominada por las formas no se conoce con exactitud cuál es el perfil de velocidades
en los Flujos Tipo I y II. Existen algunos trabajos en túnel de viento que señalan que en esta
capa el perfil se ajusta a ley logarítmica de velocidades, aunque otros sostienen que no es de
este tipo (Nikora et al., 2007b).
Nikora et al. (2004) sugieren que en algunos flujos rugosos, como lechos de sedimentos, la
capa dominada por las formas es una zona de transición entre la capa logarítmica y la
interfásica. De este modo, se puede eliminar la capa dominada por las formas y, por tanto, la
capa interfásica alcanza hasta la altura de la zona con un perfil de velocidades logarítmico,
abarcando todo el espesor de la capa rugosa δ R . Valores típicos son δ R = (0.5 − 2)Δ . Para
estos flujos sobre lechos impermeables, la ecuación (2.42) se puede simplificar como (Nikora et
al., 2001):
u ( z) zR
=C (2.44)
u* δR
donde z R es la coordenada vertical del espesor de la capa rugosa (Figura 2.9), tomando como
origen de referencias el plano de desplazamiento nulo de ley logarítmica (ver Figura 2.10). El
valor de la constante C, determinado de un número reducido de experimentos, es
C ≈ (5.3 − 5.6) para lechos de grava y C ≈ 8.5 para lechos de arena uniforme.
La expresión anterior también puede incluir una constante para tener en cuenta el flujo que se
infiltra si estamos en lechos permeables (Detert, 2008):
u ( z) zR
=C + Cφ (2.45)
u* δR
Para concluir, se puede señalar que para el caso de flujos hidráulicamente lisos se puede
asimilar el concepto de subcapa límite viscosa al de la capa interfásica, mientras que el papel
de la capa dominada por las formas se puede asimilar al de la capa de búfer (ver Tabla 2.2).
υk
(d )
2
f =K= (2.46)
g
- C2.35 -
Variaciones de la velocidad en la vertical
u
< 0.25 − 1 (2.47)
u*
z,w
Posición media de z
la lámina libre
zws
y,v
θ x,u zc
zm
zt
φ(z)
Figura 2.13. Definición del sistema de referencia para espacio y velocidades empleado en
este capítulo y en los posteriores.
Para este análisis se mantendrá el sistema de referencias del apartado anterior, que se
esquematiza en la Figura 2.13. La dirección de la corriente es paralela al eje x, mientras que los
calados crecen con el eje z. La dirección y es perpendicular al plano xz, situado en el centro del
flujo (p.ej. canal o cauce de un río), y su sentido está definido por la regla de la mano derecha.
- C2.36 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
∂ ∂ ⎛ ∂u ⎞
0 = gSb +
∂z
( )
τ xz − u´w´ = ρ gSb + ⎜ υ − ρ u´w´ ⎟
∂z ⎝ ∂z
(2.48)
⎠
1 ∂p
0 = −g − (2.49)
ρ ∂z
donde Sb es la pendiente del lecho, definida como Sb = dz/dx = tan θ ≈ sin θ ≈ θ.
Si se integran ambas ecuaciones en el eje z , y se toman como condiciones de contorno que en
la superficie (z = H) las tensiones tangenciales media y las de Reynolds, así como el término de
presiones son nulos se llega a:
∂
ρ g ( H − z ) Sb = υ
∂z
( )
u ( z ) − ρ u´w´( z ) (2.50)
p = ρ g (H − z) (2.51)
34
Esta consideración es equivalente a señalar que el RH ≈ h, hipótesis muy empleada en la derivación de
magnitudes y leyes en hidráulica de canales abiertos e ingeniería fluvial.
- C2.37 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
τ 0 ≡ τ xz ( z = 0) = ρ gHSb (2.52)
La ecuación (2.52) no es más que un balance de fuerzas entre la fuerza gravitatoria que posee
la masa de fluido en una vertical y la reacción, el rozamiento, que se produce en el contacto
fluido-lecho.
Otro aspecto fundamental de la ecuación (2.50) es que señala que las tensiones tangenciales
siguen una distribución lineal con el calado. Cómo las contribuciones del término viscoso de las
tensiones se reducen notablemente a partir del calado correspondiente al espesor de la
subcapa límite viscosa (z+ > 10) -Figura 2.14- y se puede despreciar a partir de z+ ≈ 30, se tiene:
∂u ⎛ z ⎞
τ xz = υ − ρ u´w´ ≈ - ρ u´w´ = ρ gHSb ⎜ 1 − ⎟ (2.53)
∂z ⎝ H⎠
1.0
0.8 u´w ´
(z+ )
0.6
0.4
∂u
0.2 +
( z ) ∂z
0.0
0 10 20 30 40 50 +
60
z
Figura 2.14. Contribución a la tensión tangencial total de los términos viscosos y de
Reynolds. Datos de DNS de un flujo en capa límite desarrollado sobre una placa
lisa para un Re=13750 (Kim et al., 1987; extraído de Pope, 2000)
⎛ z ⎞ 2⎛ z ⎞ ⎛ z ⎞
τ ≈ − ρ u´w´ = ρ gHSb ⎜1 − ⎟ = ρ u* ⎜1 − ⎟ = τ 0 ⎜1 − ⎟ (2.54)
⎝ H ⎠ ⎝ H ⎠ ⎝ H⎠
Debido a que la determinación experimental directa de las tensiones tangenciales es difícil, se
ha aprovechado la relación de linealidad de las tensiones de Reynolds en la región de flujo
alejada de los contornos para extrapolar la ley de la ecuación (2.54) hasta el fondo, y así
obtener la tensión tangencial total que actúa sobre el perímetro mojado (§2.4.5).
Desde la perspectiva del doble promediado, las ecuaciones de partida del análisis de las
tensiones tangenciales son ahora las ecuaciones de N-S doblemente promediadas o
- C2.38 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
∂φτ xz
φρ gSb = f x − (2.55)
∂z
donde por simplicidad se han expresado las tensiones tangenciales totales medias sin la barra
superior y que en el marco del doble promediado son:
⎡υ ∂φ 〈u〉 ⎤
τ xz = ρ ⎢ − 〈u´w´〉 − 〈uw〉 ⎥ (2.56)
⎢⎣ φ ∂z ⎥⎦
Entonces, por encima del nivel de las crestas del lecho (zc) tenemos que f x = 0 y φ =1.
Además, lo suficientemente alejado de este nivel de referencia, fuera de la región rugosa del
flujo ( z > zR, Figura 2.9), las perturbaciones espaciales son nulas y la tensión de forma
− ρ 〈uw〉 ≈ 0 , por lo que la ecuación de la tensión tangencial total (2.56) es equivalente a la
ecuación de la tensión tangencial total derivada de las ecuaciones RANS (ec. (2.53)).
z
tensiones
turbulentas
H u
tensiones
inducidas
δR por forma zR
zc
tensiones
zt
viscosas
Sin embargo, en la región cercana al lecho y por debajo de las crestas del mismo, las tensiones
de forma contribuyen de forma muy significativa a las tensiones totales (Figura 2.15). Por este
motivo, la distribución de tensiones de forma − ρ 〈uw〉 se suele emplear para definir el límite
35
La versión general de la ecuación que define la tensión tangencial sobre el lecho se puede encontrar en
Nikora et al. (2007a), ecuaciones (24) y (25).
- C2.39 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
τ 0 = 〈τ 0 〉 P = ρ gRH Sb
m
(2.57)
De este modo, la tensión tangencial sobre el contorno τ 0 será la suma de la tensión tangencial
sobre el lecho τ b ≡ 〈τ 0 〉 b y la tensión tangencial sobre las paredes τ w ≡ 〈τ 0 〉 w .
B/2 B/2
u/umax
B/2 1.0
0.98
0.95
δh 0.90
0.8
z 0.7
〈τ 0 〉 w
x y
〈τ 0 〉 w
〈τ 0 〉 b
Figura 2.16. Distribución ideal de las tensiones tangenciales sobre el contorno y sus
corrientes secundarias asociadas en un canal recto estrecho (B/H=2) con flujo
uniforme 3D (adaptado de Detert, 2008)
- C2.40 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
En la Figura 2.16 se presenta la distribución ideal de tensiones para un flujo en un canal recto
de relación de aspecto B / H = 2. Se puede apreciar como en las paredes del canal, la
distribución de esfuerzos no es función simétrica respecto al plano z = H/2. Esto provoca que
exista un movimiento de agua hacia arriba y, posteriormente, hacia el centro. Como el nivel de
agua no puede ascender, por el principio de conservación de la masa, desde la parte superior
central se forma una corriente que desplaza al agua en el plano zy hacia las esquinas de la
sección. A consecuencia de este proceso, la posición de la velocidad máxima δh desciende
(produciéndose el fenómeno conocido como velocity dip).
El descenso de la velocidad está asociado entonces a la aparición de las corrientes
secundarias, y aunque hace más de cien años que los investigadores conocen su existencia,
es un proceso que no se entiende demasiado bien y que ni los modelos de turbulencia más
avanzados pueden resolver correctamente (Nezu y Nakagawa, 1993).
Cuando aparecen corrientes secundarias, se habla de que el flujo tiene vorticidad en la
dirección de la corriente. Por tanto, para analizar las corrientes secundarias se puede partir del
análisis de la componente longitudinal de la vorticidad que para flujos en régimen uniforme
queda (Bradshaw, 1987; Nezu, 2005):
A1 A2
término advectivo
∂Ω x ∂Ω x ∂Ω ∂u ∂u ∂u ⎛ ∂ 2 ∂2 ⎞
u +v + w x = Ωx + Ωy + Ωz + ⎜ 2 − 2 ⎟ (−v ' w ')
∂x ∂y ∂z ∂x ∂y ∂z ⎝ ∂y ∂z ⎠
(2.58)
∂2
+ ( v '2 − w ' 2 ) + υ ∇ 2 Ω x
∂y∂z
término
A3 difusivo
∂ w ∂v ⎫
Ωx = − ⎪
∂y ∂z ⎪
∂u ∂ w ⎪⎪
Ωy = − ⎬ (2.59)
∂z ∂x ⎪
∂ v ∂u ⎪
Ωz = − ⎪
∂x ∂y ⎪
⎭
La ecuación (2.58) es válida para cualquier tipo de flujo en régimen uniforme. La versión
general para régimen no uniforme y variable se puede encontrar en Nezu (2005). En esta
ecuación, el término A1 describe la posible amplificación de Ω x por el fenómeno de
“estiramiento” de vórtices, mientras que los términos A2 y A3 están relacionados con las
tensiones de Reynolds y sólo son relevantes en flujos turbulentos.
Las corrientes secundarias se pueden clasificar en función del término A1 que es equivalente a
la fuerza centrífuga en coordenadas curvilíneas (Nezu, 2005). Así, las corrientes secundarias
de Prandtl de Primer Orden, están originadas por la presencia de fuerzas centrífugas,
asociadas por ejemplo al flujo en curva (ver apartado 2.4.4). Este tipo de corrientes se pueden
producir tanto en régimen laminar como en régimen turbulento.
- C2.41 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
z/H
0.0
0.0 y/H 2.0
1.1
b flujo ascendente
b
0.9
b) flujo descendente flujo descendente
Figura 2.17. (a) Esquema de flujo y patrones de las corrientes secundarias y dunas
longitudinales en un río ancho (Nezu, 2005) y (b) representación de las
corrientes secundarias y la variación de la tensión tangencial de fondo con la
expresión de Ikeda (1981) (ver en Nezu y Nakagawa, 1993)
- C2.42 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Es importante señalar la correlación existente entre las tensiones tangenciales sobre el lecho y
la velocidad vertical del flujo. A lo largo de la sección transversal, el comportamiento ideal de
ambos parámetros es sinusoidal. En las zonas de flujo ascendente se produce una reducción
de la tensión tangencial, mientras que en las zonas de mayor tensión tangencial sobre el fondo
el flujo es descendente. Este modelo reproduce bien la variación cíclica de la carga de
sedimentos en suspensión en la sección transversal y la forma ondulada del lecho de los
grandes ríos.
Por lo tanto, el mecanismo físico de aparición y variación cíclica de las corrientes se puede
demostrar a partir de la anisotropía de las fluctuaciones turbulentas y de las tensiones
tangenciales en la dirección perpendicular al flujo (ecuación (2.58)). Las desviaciones
encontradas entre las soluciones analíticas de la distribución de las velocidades v y w y los
datos experimentales deben atribuirse a factores como la geometría del cauce,
heterogeneidades en las rugosidades del lecho y otros efectos de contorno. Estos y otros
aspectos se discuten con mayor profundidad en Rodríguez y García (2008).
Una descripción analítica de las tensiones primarias de Reynolds − ρ u´w´ , para canales rectos
en régimen uniforme fue propuesta por Nezu y Nakagawa (1993). En el marco de las
ecuaciones RANS (no promediadas en el espacio) y despreciando el efecto de las tensiones
viscosas a cierta distancia del lecho se tiene:
SC1 SC2 SCuv '
G
τ b τ xz H
∂u
H
∂u
H
∂u ' v '
= ≈ -u´w´( z ) = gSb ( H − z ) − ∫ w dz − ∫ v dz − ∫ dz (2.60)
ρ ρ z
∂z z
∂y z
∂y
términos originados por las corrientes secundarias
La ecuación (2.60) señala que las tensiones de Reynolds se desvían de la relación lineal
proporcionada por (2.53) debido a la presencia de las corrientes secundarias. Además, y cómo
los términos adicionales no pueden despreciarse, una estimación de las tensiones sobre el
fondo a partir de la extrapolación lineal de − ρ u´w´ no sería correcta ya que ahora la tensión
sobre el fondo tiene más componentes que el término gravitatorio.
- C2.43 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
analiza la región superior esta circunstancia se invierte. El primer término está relacionado con
las velocidades verticales y el segundo con las velocidades en la dirección y. Por tanto, y para
flujos 2D con corrientes secundarias, se puede concluir que las velocidades en la dirección
vertical contribuyen de un modo muy importante a las tensiones de Reynolds cerca del lecho
mientras que el flujo horizontal contribuye a las tensiones en la región externa. Cómo SC2 es
negativo y SC1 ≈0 para δh=0, las tensiones de Reynolds por encima de este calado son
negativas (Nezu y Nakagawa, 1993).
z/H=1
u´w ´ b
en flujo 2D
uniforme
Suv`
δh/H
SC2 G
SC1
-1 0 1 2
u´w ´ b
- C2.44 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
1
y/H = 2.5 y/H = 2.0 y/H = 1.5 y/H = 0.5
y/H = 1.0
0.9
0.8
0.7
0.6
z/H 0.5
0.4
0.3
0.2
0.1
0 '
0 0.5 1 0 0.5 1 -0.2 0.8 -0.2 0.8 -0.4 0.6
u´w ´ 0
Figura 2.19. Distribución de − ρ u´w´ en un canal recto con relación de aspecto B/H=5.
Datos de Imamoto e Ishigaki,1988 (citados en Yang, 2005b)
Cualitativamente, esta distribución de tensiones sobre el lecho concuerda bien con el patrón de
variación recogido en la Figura 2.20 (Nezu y Nakagawa, 1993).
0
Fr = 0.54
1.1 Fr = 1.22
u´w ´
1.0
0.9
Entonces, y recapitulando, hemos visto que las corrientes secundarias afectan a la distribución
de tensiones tangenciales en canales estrechos. Se ha comentado ya en apartados anteriores
(2.3.2.3) que el límite para que aparezcan estos efectos se sitúa habitualmente en una relación
B/H = 5. Para valores inferiores se producen efectos por las corrientes secundarias. Como
existe una zona de transición entre el comportamiento 2D y 3D, se suele señalar que para
canales con B/H >10 se puede considerar que el flujo es bidimensional en la región
comprendida entre ⎜y / H ⎜ < (B/H - 5) / 2 (Nezu y Nakagawa, 1993), o de manera más general
para la relación ⎜y / B ⎜ < 0.25 (Detert, 2008).
- C2.45 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
En cualquier caso, estemos en un canal estrecho o ancho, a medida que nos acercamos a las
paredes laterales tendremos invariablemente la presencia de corrientes secundarias y efectos
sobre la distribución de tensiones y velocidades (Yang y Lee, 2007).
Otros factores que afectan a estos parámetros son la geometría del canal o la relación entre
rugosidad de lecho y paredes. Para el plano y = 0, la posición donde las velocidades son
máximas, y las tensiones de Reynolds − ρ u´w´ nulas se encuentra habitualmente en el rango
0.5 H < δh < H (ver p.ej.Figura 2.19).
No existe ninguna expresión analítica que permita estimar la posición δh, aún para los casos de
flujo más sencillos. En la literatura se pueden encontrar expresiones empíricas que se pueden
emplear para calcular la zona de velocidades máximas para canales rectangulares lisos. Estas
fórmulas salen del ajuste de los datos publicados en la literatura. Un ejemplo es la formula de
Yang et al. (2004) que se basa en el ajuste de los datos de 6 publicaciones y los obtenidos por
los propios autores:
−1
δh ⎛ ⎛ z − B / 2 ⎞⎞
= ⎜1 + 1.3exp ⎜ ⎟ ⎟⎟ (2.61)
⎜
h ⎝ ⎝ h ⎠⎠
Otra expresión que da resultados similares es la de Wang et al. (2001), válida para cualquier
profundidad siempre que 0.5B / H < 2.6:
δh B/2− z ⎛ 2π B / 2 − z ⎞
= 0.44 + 0.212 + 0.05sin ⎜ ⎟ (2.62)
h H ⎝ 2.6 H ⎠
En la Figura 2.21 se presenta una comparación de estas expresiones y se muestran además
los datos de los 9 trabajos empleados por Wang et al. (2001) para obtener la expresión (2.62).
1.0
0.8
0.6
δh/H
0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
[ B /2 − z ]/H
Figura 2.21. Comparación de las ecuaciones (2.61) y (2.62) para obtener la relación δh/ H
junto con los datos experimentales empleados para el ajuste de la segunda
ecuación (datos de Wang et al., 2001)
- C2.46 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
punto de la velocidad máxima. Nezu y Nakagawa (1993) señalan que en la zona central del
canal, y para calados inferiores a δh, el perfil de velocidades sigue la forma de las leyes
logarítmica, ecuación (2.32), y de la ley logarítmica corregida con una función de estela de
Coles, ecuación (2.37), para las regiones logarítmica y externa respectivamente.
A medida que la dimensión lateral crece, las desviaciones respecto a estas leyes también lo
hacen. Cerca de las paredes las velocidades son menores y su distribución se sitúa por debajo
de la ley logarítmica. Hay que señalar que estas afirmaciones se realizaron en base a un
estudio experimental realizado sobre un canal recto liso con relación B/H = 2.
Por encima del valor donde se produce la velocidad máxima no se ha establecido una ley de
velocidades que se aplique con asiduidad. Sarma et al. (1983) propusieron empíricamente un
perfil parabólico (citados en Nezu y Nakagawa, 1993). Termini y Greco (2006), proponen la
siguiente variante empírica de la ley logarítmica, válida para todo el calado:
u δh ⎡⎛ δ h ⎞ 2 δ h δ h z ⎛ 1 − sign( z − δ h ) δ h 1 + sign( z − δ h ) ⎞ ⎤
u =U + * ⎢⎜ ⎟ − ln + ln ⎜ − ⎟ ⎥ (2.63)
κ H ⎢⎣⎝ H ⎠ H H δh ⎝ 2 H 2 ⎠ ⎥⎦
donde U es la velocidad medida promediada sobre el calado y sign(z) es una función que toma
los siguientes valores:
⎧ 1 si z > 0
⎪
x = sign( z ) = ⎨ 0 si z = 0 (2.64)
⎪
⎩−1 si z < 0
Los autores probaron la ecuación (2.63) con varios tipos de perfiles de velocidad (sobre lechos
lisos y rugosos, flujo en curva y flujo no uniforme) y obtuvieron buenos ajustes.
Otra expresión para la determinación de las leyes de velocidades en presencia de corrientes
secundarias en régimen uniforme es la propuesta por Yang (2005a). Este autor desarrolló una
ecuación dinámica para las tensiones tangenciales en un canal recto con flujo 3D a partir de un
análisis de órdenes de magnitud aplicado a las ecuaciones de Reynolds. Aplicando una
variante de relación de longitud de mezcla para la zona externa a las ecuaciones dinámicas, y
tras realizar una serie de integraciones numéricas tomando los 3 primeros términos del
desarrollo en serie de Taylor, obtuvo la siguiente expresión:
u 1 αξ ⎧⎪ z ⎛ αξ ⎞
2
−α
⎡ ⎛ (1 − ξ ) ⎞ α
2 2 ⎤ ⎫⎪
= e ⎨ln − αξ + ⎜ ⎟ − b e ⎢ ln(1 − ξ ) + α (1 − ξ ) + ⎜ α ⎟ − + α ⎥ ⎬ (2.65)
u* κ
1
⎪⎩ z0 ⎝ 2 ⎠ ⎣⎢ ⎝ 2 ⎠ 4 ⎥⎦ ⎪⎭
- C2.47 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
partir de la tensión tangencial sobre el lecho u*b = gHSb y sobre toda la sección
u*0 = gRH Sb :
δh ( uw) z =δ h
+ u*02 (1 + c )
= ,
H u 2
*0 (1 − b1 ) (2.66)
Aunque la expresión anterior cuenta con cierta base física, su principal inconveniente es que
para determinar δh, se debe conocer un coeficiente empírico que varía en función de la forma
del perfil de velocidades, y conocer el valor del producto de uw a la cota δh. Por lo tanto, esta
ecuación únicamente se puede emplear para ajustar la posición δh en registros experimentales
del perfil de velocidad. Es decir, no sirve para predecir dónde se producirán las velocidades
máximas.
Este autor señala que la presencia de velocidades verticales es la causante de que δh < H.
Como se ha visto, estas velocidades están originadas por la presencia de corrientes
secundarias pero otros fenómenos como el transporte de sedimentos (ver apartado 2.4.4) o la
existencia de fuerzas de flotabilidad originados por gradientes de temperatura o densidad,
también pueden propiciar la aparición de velocidades verticales y de este modo, desviaciones
del perfil de velocidades horizontales respecto a las leyes universales para flujos 2D.
Cuando se emplean modelos numéricos 1D o 2D promediados en la vertical, conocer la forma
del perfil de velocidades y de las tensiones tangenciales sobre el fondo es importante para
analizar correctamente el transporte de sedimentos o la dispersión de contaminantes. Por
tanto, para este tipo de flujos, es preciso disponer de expresiones que representen este
fenómeno. La ecuación propuesta por Termini y Greco (2006), ecuación (2.63), sólo requiere 3
parámetros para determinar el perfil de velocidades y dos de ellos, la velocidad de fricción y la
velocidad promediada en la vertical, son proporcionados por el modelo numérico. El principal
inconveniente de esta ecuación, y de la propuesta por Yang, (2.65), es que se debe conocer el
calado en el que se produce la velocidad máxima, y esto a priori no se conoce. Por lo tanto,
para poder utilizarla en un modelo numérico se debe complementar con alguna ecuación
empírica cómo las (2.61) o (2.62), pero que están obtenidas a partir de datos experimentales
en canales rectos.
Desde un punto de vista práctico, p. ej. para el diseño de encauzamientos o canales de
irrigación, también es importante conocer como se reparten los esfuerzos tangenciales entre el
lecho y las paredes del canal. Para analizar este problema, se puede realizar una
descomposición de la fuerza ejercida por el fluido sobre el contorno por unidad de longitud.
Para un canal rectangular se tiene:
F0 = Fb + Fw , o
(2.67)
τ 0 Pm = τ b B + τ w 2 H
Existen numerosos métodos para obtener la relación la contribución de Fb y Fw a la fuerza total,
que puede calcularse directamente en base a la ecuación (2.57). Una revisión de los mismos
se puede encontrar en Cheng y Wua (2005).
- C2.48 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Un método bastante empleado fue propuesto Knight et al. (1984). Estos autores presentaron
una ecuación empírica para determinar el ratio Fw / F0 en función de la rugosidad relativa del
lecho, la relación entre kb y kw, y la relación de aspecto B/H.
Sorprendentemente, la ecuación de Knight et al. señala que el efecto de la rugosidad relativa
del lecho tiene un efecto marginal en la relación Fw / F0. Sin embargo, en las estimaciones de
las tensiones tangenciales sobre un lecho rugoso en canales estrechos se debe contemplar la
existencia de la fuerza de fricción con las paredes, aunque éstas sean lisas. Empleando la
ecuación propuesta por Knight et al., y para un canal de relación de aspecto B/H= 5 y una
rugosidad relativa kb / kw= 103, se llegaría a una relación Fw / F0 = 0.19. Sí se desprecia la
rugosidad de las paredes se sobreestimaría de la tensión real sobre el lecho, en este caso un
23%, mientras que si se asumiese ambas superficies tienen la misma rugosidad, se
subestimaría la tensión sobre el lecho en un 18% (Detert, 2008).
Una expresión con base conceptual para hacer el reparto de las tensiones tangenciales sobre
el lecho y las paredes de un canal trapezoidal liso fue propuesta por Yang (2005b). Según este
autor, la distribución de tensiones en el lecho y en las paredes se puede calcular empleando un
método propuesto por Keulegan (1938) y posteriormente por Einstein (1942, ambos citados en
Yang, 2005b) que consiste en dividir el flujo en tres regiones, en las que tiene influencia el
fondo y las paredes respectivamente. La división propuesta por Yang se recoge en la Figura
2.22 y es válida para canales rectangulares y trapezoidales.
lineas de división
H
lw ln
z
θ
x y
B
Figura 2.22. Distribución de velocidades, células de circulación secundaria y geometría y
líneas de división de las distintas regiones de flujo propuesta por Yang (2005b).
Para calcular la tensión sobre el lecho en función de la distancia al plano central del canal se
emplea la siguiente expresión:
τ b ( y ) = ρ gSbln ( y ) (2.68)
- C2.49 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
donde lw es la distancia entre la pared lateral y la línea que divide las regiones del lecho y de la
pared. A partir de esta ecuación se pueden determinar las áreas de influencia de cada región Ab
y Aw, y así determinar las tensiones promediadas espacialmente sobre el lecho o sobre las
paredes laterales como:
Ab ⎫
τ b = ρ gSb
Pb ⎪⎪
⎬ (2.70)
Aw ⎪
τ w = ρ gSb
Pw ⎪⎭
Los valores obtenidos de la ecuación (2.70) se ajustan bien a los datos experimentales
empleados por Knigth et al. (1984), así como a la expresión propuesta por estos mismos
autores.
τ 0 ( x) dh ⎛ R ⎞
= gSb RH − ⎜ gRH + βU 2 H ⎟ (2.71)
ρ dx ⎝ h ⎠
donde β es el parámetro de no uniformidad de momentun y U es la velocidad media de la
sección. Para flujo 2D uniforme dh / dx = 0, la ecuación (2.71) se convierte en la ecuación
(2.52).
( )
h
1
2 ∫
2 2
β= u + u ' dh (2.72)
U h z0
36
Cuando se analice régimen no uniforme o variable, el calado se denotará con h minúscula con objeto de
remarcar que éste puede variar espacialmente.
- C2.50 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
h ∂p
β= (2.73)
τ o ∂x
donde el gradiente longitudinal de presiones está definido por la diferencia entre la pendiente
motriz y la pendiente del lecho:
∂p ⎛ dh ⎞
= γ ⎜ − Sb + ⎟ (2.74)
∂x ⎝ dx ⎠
Sí se introduce (2.74) en (2.73), y como para régimen uniforme dh / dx = 0, se tiene:
hγ ρ ghSb
β= ( − Sb ) = − = −1 (2.75)
τo ρ ghSb
Repitiendo este procedimiento para un flujo no uniforme, se tiene:
1 ⎛ dh ⎞
β= ⎜ − Sb + ⎟ (2.76)
Sb ⎝ dx ⎠
Entonces, y como se observa en la Figura 2.23, el gradiente longitudinal de presiones
adimensional es menor que -1 para flujos uniformes acelerados y mayor que -1 para el caso de
flujos uniformes decelerados.
z,w dh
z,w dh
>0 <0
dx dx
h y,v h
y,v
θ θ
Sb=tan θ≈sinθ≈θ
(a) (b)
Figura 2.23. Esquema de un flujo no uniforme (a) acelerado y (b) decelerado.
La no uniformidad del flujo afecta a la forma del perfil de velocidades y de las tensiones de
Reynolds. A continuación se comentan los principales trabajos encontrados en la literatura que
analizan los flujos no uniformes. Si se compara con la producción que existe en flujos 2D
uniformes, se verá que el número es prácticamente testimonial.
Cardoso et al. (1991) analizaron la estructura de un flujo gradualmente acelerado en un canal
liso. Sobre lecho rugoso se pueden citar los trabajos realizados por Kironoto y Graf (1995) y
Song (1994) realizados en la École Politechnique Fédérale de Lausanne sobre un lecho de
grava con d50=2.23 y 1.23 cm respectivamente. En los ensayos de Kironoto y Graf se la relación
de aspecto del flujo fue 1.7 ≤ B/H ≤ 2.9, por lo que sus resultados están afectados por la
presencia de corrientes secundarias. En los ensayos de la tesis doctoral de Song se buscaron
relaciones mayores para que el flujo fuese bidimensional. La instrumentación empleada por
Song (1994) fue un perfilador de velocidades por efecto doppler (ADVP).
Hay que señalar que los datos recogidos por este investigador han sido empleados por
numerosos autores en el proceso de validación de aproximaciones conceptuales que describen
las velocidades y las tensiones tangenciales en flujos turbulentos rugosos no uniformes.
- C2.51 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
Así, Dey y Lambert (2005) presentan una ecuación para determinar las tensiones tangenciales
sobre el lecho y la distribución de las tensiones de Reynolds para flujos 2D no uniformes,
desarrollada a partir de las ecuaciones de N-S asumiendo que la ley de velocidades es
logarítmica. Song y Chiew (2001) realizan un análisis similar pero suponiendo una distribución
de velocidades potencial. El resultado propuesto por Song y Chiew es similar al recogido en
Song (1994). Otra serie de trabajos muy interesante en flujo 2D no uniforme en canales rectos,
que se comentarán en párrafos posteriores, fueron realizados por Yang (Yang et al., 2004;
Yang, 2005a; Yang et al., 2006; Yang y Lee, 2007; Yang y Chow, 2008; Yang, 2009).
Como se ha comentado, cuando el flujo no es uniforme se producen modificaciones en la forma
y estructura del perfil de velocidades. Así, en flujos acelerados el perfil de velocidades es
similar al que se produce en un canal recto y estrecho, con la velocidad máxima por debajo de
la lámina libre, mientras que en flujos decelerados el perfil es más cóncavo, parece que el
movimiento de la capa superior es más rápido que el de la zona inferior. Es común que en la
literatura se hable de perfiles convexos y cóncavos, aunque esta diferenciación es mucho más
clara cuando se analiza la forma del perfil de tensiones de Reynolds (Figura 2.25).
1.0 1.0
acelerado, AS00-Q145
0.9 decelerado, DS90-Q79 0.9
uniforme
0.8 0.8
0.7 0.7
0.6 0.6
z/H
0.5 0.5
0.4 0.4
0.3 0.3
0.2 0.2
acelerado
0.1 0.1 decelerado
uniforme
0 0
0 50 100 150 -3 -2 -1 0 1 2 3
u (cm/s) w (cm/s)
Figura 2.24. Distribución típica de la velocidad media horizontal y vertical sobre lecho rugoso
de un flujo no uniforme sin corrientes secundarias y comparación con un caso
hipotético de régimen 2D uniforme (adaptado de Yang y Chow, 2008; datos de
Song, 1994). La nomenclatura empleada está recogida en los experimentos de
Song (1994): AS y DS hace referencia a ensayo de flujo acelerado y decelerado
respectivamente, y Q señala el valor del caudal de ensayo.
Los trabajos de Cardoso et al. (1991) o Kironoto y Graf (1995) señalan que en la región interna
del flujo la ley logarítmica es aplicable hasta z/H < 0.20. Este hecho también fue confirmado por
Song (1994), que además señala que los valores del parámetro B de la ley logarítmica de
velocidades (2.32) son similares, aunque un poco inferiores, al valor obtenido para régimen
uniforme: 8.3 ± 0.2 frente a 8.5 ± 0.2.
En la región externa Kironoto y Graf (1995) señalan que la ley velocidad con la corrección de
estela propuesta por Coles, ecuación (2.39), se puede aplicar, y que para flujo turbulento
rugoso se pueden aplicar las siguientes relaciones para obtener el coeficiente de Coles ∏:
- C2.52 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
acelerado, AS00-Q145
0.9 decelerado, DS90-Q79 0.9
uniforme
0.8 0.8
0.7 0.7
0.6 0.6
0.5 0.5
0.4 0.4
0.3 0.3
ac elerado ⎫ u' w'
⎪-
0.2 0.2 decelerado ⎬
u*2
uniforme 2D ⎪⎭
0.1 0.1 acelerado ⎫ u 'w' + uw
⎬-
decelerado ⎭ u *2
0
-1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
-0.2 0.3 0.8 1.3 u' w'
1.0 - u' w' u'w' + uw
- -
(a) u*2 (b) u*2 u*2
Figura 2.25. (a) Distribución de las tensiones −u´w´ / u* en flujo no uniforme 2D rugoso
2
−u´w´ / u*2 − u⋅w / u*2 para flujo no uniforme 2D rugoso (Yang et al., 2006; datos
de Song, 1994). Se puede observar cómo el término aunque el término de
fluctuaciones adimensionalizado con u*2 no es lineal, la suma de este término
con el producto de las velocidades sí sigue una tendencia lineal.
Sin embargo, si se analiza la Figura 2.25 (b) se puede observar cómo la suma de las tensiones
de Reynolds con el producto de las velocidades, − ρ uw , sí mantiene una relación lineal. Esta
- C2.53 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
circunstancia fue señalada inicialmente por Yang (2005a) en el primer trabajo de una serie en
el que presenta distribuciones de velocidades y tensiones en flujos no uniformes.
Para estudiar el flujo acelerado o decelerado este autor propone en primer lugar una nueva
ecuación para describir la variación de las tensiones tangenciales en la vertical. Para ello
emplea una forma modificada de las ecuaciones RANS para flujos 2D. Integrando la ecuación
dinámica en la dirección z y aplicando una serie de condiciones de contorno llega a la siguiente
relación (ver p.ej. en Yang, 2005b; Yang y Lee, 2007):
u´w´ + uw ⎛ z ⎞ z
− = ⎜1 − ⎟ + b (2.78)
⎝ h⎠
2
u* h
La ecuación (2.78) señala que las tensiones de Reynolds no son lineales en flujos 2D no
uniformes, pero la suma de éstas con el producto de las velocidades sí lo es, cómo se puede
ver en la Figura 2.25. La pendiente de la distribución de tensiones de la ecuación (2.78) será b -
1.
Además, también se puede observar cómo en la región más superficial (~ z/H > 0.75) la
contribución de las velocidades verticales, en la forma del producto u ⋅ w es más importante en
la expresión de las tensiones que el término de Reynolds.
Una forma de obtener el valor del parámetro b es aplicar la condición de contorno que indica
que en la lámina libre el valor de u´w´ es nulo, por tanto, de (2.78) se tiene:
u h wh
b=− (2.79)
u*2
τ 0 ( x) dh d
H
gh − ∫ u dz
2
= gSb h − (2.81)
ρ dx dx z 0
Yang también deriva una serie de expresiones para ajustar el perfil de velocidades en flujos 2D
no uniformes acelerados y decelerados. Para flujos acelerados la expresión propuesta ha sido
obtenida a partir de la integración numérica (aproximada con 3 términos del desarrollo en serie
- C2.54 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
de Taylor) de la ecuación que describe la variación de las tensiones tangenciales con el calado
(2.78), en el que se ha empleado el siguiente modelo de viscosidad turbulenta:
υT
= κξ (1 − ξ ) (2.82)
u*h
De este modo, se puede llegar a (ver detalles en Yang et al., 2006):
u (1 − ξ ) −α ⎛ z α −1 2 b ⎞ b
= ⎜ ln − αξ + α ξ + ⎟− (2.83)
u* κ ⎝ z0 4 α ⎠ κα
donde ξ indica la relación z/h y α es un parámetro empleado para obtener la ley de variación de
la velocidad vertical, que se puede calcular cómo:
1 wh 1 dh u h
α= = (2.84)
κ u* κ dx u*
El parámetro α está relacionado con el parámetro b, ecuación (2.79), mediante:
uh
b = −κα (2.85)
u*
La principal ventaja del juego de ecuaciones anteriores (2.83)-(2.85) radica en que, además de
ajustarse bien a los datos de Song (1994), no es necesario conocer a priori la posición del
calado y del valor de la velocidad máxima.
Para flujos decelerados Yang (2009) realiza un desarrollo similar al recogido en las ecuaciones
anteriores aunque modificando ligeramente el modelo de viscosidad turbulenta. Estas leyes no
se presentarán aquí.
Los trabajos de Yang para flujo no uniforme señalan que las velocidades verticales juegan un
papel muy importante en la estructura de la turbulencia. Esta importancia es analizada en Yang
et al. (2006) a través del análisis de la ecuación de las tensiones tangenciales (2.78), que para
régimen uniforme se reduce a (b=0 si dh/dx=0, ecuación (2.80))
u´w´ ⎛ z ⎞ uw
− = ⎜1 − ⎟ + (2.86)
u*2 ⎝ h ⎠ u*2
En la Figura 2.26 se representa un esquema típico de corrientes secundarias en un canal
estrecho. En la zona superior se puede observar cómo las velocidades verticales son
descendentes, por lo que uw también lo es. A medida que z/h tiende a la superficie libre, el
término derecho de la ecuación (2.86) tiende a cero. Esto significa que cerca de la superficie
las tensiones de Reynolds y uw son similares. Esto implica que las tensiones −u´w´ serán
también negativas, y que la capa de corte nulo (que se corresponde con las máximas
velocidades) se produce por debajo de la superficie.
- C2.55 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
B/2 B/2
u/umax
H
δh
δh
z
x y
Figura 2.26. Relación entre las corrientes secundarias y el fenómeno de descenso de
velocidad en canales estrechos (adaptado de los datos recogidos en Nezu,
2005).
- C2.56 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
z/H=1
y=0 H
∂u
y = ±0.5z/H SC1 ≡ ∫ w dz
z
∂z
∂u
H
SC2 ≡ ∫ v dz
z
∂y
SCuv ' ≡ ∫ dz
∂y
SC1 SC2
z
Suv`
-1 0 1 2
u´w ´ b
Por otra parte, el análisis realizado en Yang et al. (2006) sólo es válido para la zona central del
flujo, ya que parte de ecuaciones bidimensionales, que no tienen en cuenta las células de
corrientes secundarias. Cabe recordar que el estudio de Yang era para régimen permanente no
uniforme 2D.
Por lo tanto, en las situaciones en la que existan corrientes secundarias y variabilidad del flujo,
es decir flujo 3D no uniforme en canales rectos, se produce una interacción entre ambos
procesos. No existen en la literatura estudios sistemáticos de este efecto ya que en los trabajos
encontrados en la literatura (p.ej. Song, 1994; Kironoto y Graf, 1995 y Song y Chiew, 2001) las
medidas se centraron en el centro del canal, y en muchos escenarios (la mayoría) el flujo
podría considerarse 2D. De hecho, este era el objetivo buscado por los investigadores.
La interacción entre la velocidad vertical y la estructura de las tensiones también se puede
apreciar en otros tipos de flujo. Por ejemplo, en los experimentos de Wang y Cheng (2005)
- C2.57 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
a b c d e
1.0
z/H
0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
-4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0
banda rugosa
banda lisa
a b c d e
1.0 1.0 1.0 1.0 1.0
0.8 0.8 0.8 0.8 0.8
0.6 0.6 0.6 0.6 0.6
0.4 0.4 0.4 0.4 0.4
0.2
0.0
a 0.2
0.0
b 0.2
0.0
c 0.2
0.0
d 0.2
0.0
e
0 0.5 1 0 0.5 1 0 0.5 1 0 0.5 1 0 0.5 1
Figura 2.28. Relación entre las corrientes secundarias y la variación de las tensiones de
Reynolds en un canal ancho con bandas de diferentes rugosidad (Wang y
Cheng, 2005).
Otro aspecto que modifica la estructura del flujo es su variabilidad temporal. Existen muy
pocos estudios sobre fenómenos en régimen no permanente, debido fundamentalmente a la
dificultad de sistematizar este tipo de trabajos y a la propia dificultad de realizarlos. Por
ejemplo, se requieren metodologías especiales para promediar las variables hidrodinámicas ya
que en estas condiciones no se puede realizar una media temporal de todos los registros
(Bendat y Piersol, 2000) 37.
37
Por ejemplo, para flujos ondulatorios se puede emplear el método de promediado de fase, poco útil
cuando se quieren analizar ondas largas (con mucho periodo) como el tránsito de una avenida. Para
estos casos se pueden aplicar medias móviles o, mejor aún, métodos basados en la realización de
descomposiciones de Fourier. Una completa revisión de las metodologías de tratamiento de datos no
estacionarios se puede encontrar en el capítulo 12 de Bendat, J.S. y Piersol, A.G. (2000). Random Data.
Analysis and Measurement Procedures. 3rd Ed. New York, Wiley & Sons. Desde un punto de vista más
práctico se puede también revisar la metodología aplicada por Song (1994).
- C2.58 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Esta carencia de estudios en régimen variable se puede extrapolar a otras áreas de trabajo de
la ingeniería hidráulica como el transporte de sedimentos o los fenómenos de erosión local.
Song (1994) realizó algunos ensayos en régimen variable acelerado (buscaron pendientes
adversas para evitar el transporte de las gravas de lecho). Para estas condiciones parece que
la ley logarítmica de velocidades es válida en la región interna del flujo. El valor del coeficiente
B encontrado por Song tiene un rango de variación mucho mayor que para los casos de flujo
uniforme o variado, B=8.5±1.3, siendo los valores ligeramente inferiores a la media durante el
ascenso del hidrograma y ligeramente superiores durante la cola del mismo. En la región
externa, la ley de Coles (2.37) sigue siendo válida, aunque los valores de Π presentan mucha
dispersión y dependen de parámetros como el coeficiente longitudinal de presiones
adimensional β -ecuación (2.73)- y de la relación de aspecto B/H.
Respecto a la distribución de tensiones de Reynolds, Song (1994) encontró que todas tenían
una marcada forma cóncava, aunque en los momentos de menor variabilidad del flujo
( ∂ (..) / ∂t ≈ 0 ), seguían un patrón lineal. Además, la magnitud de las tensiones en la rama de
ascenso del hidrograma es mayor que en la rama de descenso. Por último hay que señalar que
Song propone una ley de variación de las tensiones de Reynolds par flujo variable, basada en
la integración de las ecuaciones RANS bidimensionales empleando una aproximación potencial
de la ley de velocidades. El ajuste de esta ley, que no se presentará aquí, con los valores
experimentales es bastante bueno cuando la pendiente del lecho es reducida.
Transporte de sedimentos
Cuando en un lecho aluvial las tensiones de corte superan a las del umbral de movimiento
de los sedimentos también se producen efectos sobre la forma del perfil de velocidades y sobre
la estructura de las tensiones tangenciales.
Coleman (1981) sugirió que por la presencia de sedimentos en suspensión se produce una
modificación del perfil de velocidades que afecta a la zona cercana al lecho y también al
coeficiente de estela de Coles. Esta desviación con respecto al perfil teórico para flujos 2D
uniformes se acentúa a medida que el caudal sólido se incrementa.
100
Einstein
5 & Chien C .05
4 0
z/H
3 5.44
2 11.3
18.0
10-1
5 Coleman C.05
4
3 0
20 11 6 1 0.403
2 0.966
S5 S4 S2 C4 1.66
10-2
5 10 15 20 25
u/u
Figura 2.29. Variación de los sedimentos en suspensión con varias concentraciones de
sedimentos en suspensión. C0.05 (%) representa la concentración volumétrica de
sedimentos en suspensión para z/H=0.05. El resto de datos y referencias se
pueden consultar en Wang et al., (2001).
- C2.59 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
1 Coleman(1981)
Wang &Qian(1989)
0 Einstein &Chien(1955)
Eq.(2.87)
-1
0.0000 0.0002 0.0004 0.0006 0.0008 0.0010
El descenso de las velocidades cerca del fondo fue cuantificado por Wang et al. (2001) a través
de la siguiente expresión, obtenida a partir del ajuste de los datos recogidos en 3 artículos
(Figura 2.30):
+ U 0.05C − U 0.05 S
ΔU 0.05 = (2.87)
u*
donde los subíndices U 0.05C y U 0.05 S representas las velocidades medias a 0.05 z/H para las
condiciones de aguas claras y con transporte de sedimentos. La expresión anterior se puede
poner en función del número de Reynolds Ret = RH u*/υ, de las densidades del sedimento y del
agua, y de la concentración medida a 0.05 z/H:
0.5
+ 5700 ⎛ ρ s − ρ ⎞
ΔU = ⎜ C0.05 ⎟ (2.88)
Ret ⎝ ρ
0.05
⎠
Con respecto a la distribución de tensiones, en la literatura se ha señalado que la intensidad
2
turbulenta w ' está directamente relacionada con la distribución de sedimentos en suspensión.
De hecho, Song (pág. 3-21, 1994) demuestra que la forma del perfil de concentraciones y del
perfil de intensidades turbulentas en la dirección w es similar.
- C2.60 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
entre otros Shiono y Knight, 1991; Tominaga y Nezu, 1991; Shiono y Muto, 1998; Ervine et al.,
2000; Patra y Kar, 2000; Nicholas y McLelland, 2004; Rameshwaran y Nadem, 2004;
Wormleaton et al., 2004; Wormleaton y Ewunetu, 2006; Knight et al., 2007; Nguyen et al., 2007;
Rameshwaran y Shiono, 2007; Shiono et al., 2009a, b).
Durante los últimos 30 años se han realizado numerosos estudios numéricos y experimentales
con diferentes niveles de aproximación. Se pueden encontrar en la literatura soluciones
analíticas, con base conceptual o empíricas, para analizar la distribución de velocidades o de
tensiones tangenciales entre cauce y llanura. Recientemente se ha publicado un monográfico
de la IAHR (International Association for Hydro-Environment Engineering and Research) en la
que se estudia la influencia de la geometría, rugosidad, distribución de sedimentos, condiciones
de lecho, etc. en la estructura del flujo (Ikeda y McEwan, 2009).
En este tipo de flujos la transferencia de momento entre la llanura y el cauce principal es la
causante de la formación de tensiones de corte en el plano vertical. Estas tensiones, junto con
el fuerte gradiente de velocidades verticales que se forman por la anisotropía de la turbulencia
en el plano de contacto cauce-llanura –ver Figura 2.31–, son las responsables de la generación
de la energía cinética turbulenta.
z/H
z/H
Figura 2.31. Corrientes secundarias en un canal compuesto recto (Tominaga y Nezu, 1991).
Cuando los cauces son curvilíneos, la complejidad del flujo se incrementa debido a la aparición
de fuerzas centrífugas y generación de corrientes en curvas. Además, sí el agua circula sobre
la llanura y el cauce, se produce una fuerte interacción entre el flujo multidireccional que circula
por el cauce y la llanura, especialmente en las zonas donde el agua de la llanura penetra en el
cauce y en las zonas donde el cauce se “desborda” (Figura 2.32).
Como se ha comentado, existe mucha literatura relacionada con este tipo de flujos, que por
otra parte, se escapan del ámbito de esta tesis doctoral. Sin embargo, la mayor parte de los
estudios encontrados en la literatura analizan geometrías simples, como el canal Wallingford,
que tiene planta sinusoidal. Debido a la naturaleza de las simplificaciones adoptadas en la
modelización numérica y física, muchas veces los resultados no siempre son aplicables
directamente a entornos fluviales reales.
- C2.61 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
0.5 m/s
(a) (b)
Figura 2.32. Distribución de velocidades promediada sobre el calado en dos ensayos con
condiciones de cauce lleno y con un desbordamiento de 0.30H realizados en el
canal de Wallingford (Shiono et al., 2009a).
- C2.62 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Figura 2.33. Esquema de un flujo sobre traviesas formando rugosidades de tipo –d y tipo –k.
Para rugosidades tipo -k, λ/Δ>5, a la altura de la capa de corte la distribución de tensiones de
Reynolds presenta un pico abrupto local, que se sale de la tendencia lineal. Estos máximos,
asociados a la separación del flujo, también se han encontrado en trabajos sobre lechos de
dunas. Hay que señalar que a medida que λ/Δ crece, también lo hacen las tensiones de
Reynolds hasta que λ/Δ ~ 8. A partir de este espaciamento, se considera que los obstáculos
funcionan esencialmente como obstáculos aislados, y las tensiones de Reynolds comienzan a
decrecer.
- C2.63 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
Las tensiones de forma − ρ 〈uw〉 por encima de la superficie de las traviesas son
prácticamente nulas, aunque para las mayores separaciones toman valores ligeramente
negativos hasta una distancia de ~3Δ por encima de la traviesa.
Por debajo de z=Δ, las tensiones de forma son positivas, con picos más pronunciados para las
condiciones de flujo rasante, que pueden llegar a tener el orden de magnituda que el de las
tensiones de Reynolds − ρ 〈u ' w '〉 . Para las rugosidades de tipo –k el valor de las tensiones
inducidas por forma es aprodiamente un ~10% del término − ρ 〈u ' w '〉 . Este comportamiento
sin duda afecta a la distribución de tensiones sobre todo el tramo.
En la Figura 2.34 se presenta el flujo de cantidad de movimiento, que es la distribución de
tensiones pero influida por la función de rugosidad de lecho φ, para λ/Δ=2 y λ/Δ=16. En esta
figura se presentan las siguientes componentes del flujo de momentum, derivadas de la
ecuación (2.89) para el caso de flujo en canal recto con flujo no uniforme y con corrientes
secundarias:
1
∫ ∫ p [ n ]dSdz
zws
Las fuerzas de arrastre de presión o de forma, − ∫
z V0 Sint
i =1
zws 1 ⎛ ∂u ⎞
Las fuerzas de arrastre de grano o fricción, + ∫ z V0 ∫ ∫ ⎜⎝υ ∂z ⎟⎠ n dSdz .
Sint
j
En la Figura 2.34 se puede observar cómo la forma del perfil de tensiones es cóncava, por lo
que el flujo está acelerado. También se puede ver cómo la suma de todas las componentes de
la parte derecha de la ecuación (2.89) da un perfil razonablemente similar al proporcionado por
la evaluación del término gravitatorio. Las diferencias entre estos perfiles se atribuyen a errores
experimentales en la determinación de las presiones y también a problemas asociados a la
alineación de los ejes del equipo ADV. Este problema se ha reportado en otros trabajos
encontrados en la literatura (ver p.ej. Nikora y Goring, 1998; Rodríguez y García, 2008)
- C2.64 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
1.0
(z-Δ)/H
gravedad − ρφ 〈u' w' 〉 − ρφ 〈uw 〉
0.8 total arrastre p
0.6
φ
0.4
0.2
0.0
(a)
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 τ / ρ u*2
1.0
(z-Δ)/H
0.6
φ
0.4
0.2
0.0
(b)
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 τ / ρ u*2
Figura 2.34. Contribución de las tensiones de corte en flujo de tipo –d y –k con presencia de
corrientes secundarias: (a) λ/Δ=2 y (b) λ/Δ=16 (Coleman et al., 2007b).
Quizás lo más interesante del trabajo de Coleman et al. (2007b) es que han demostrado la
importancia de las corrientes secundarias en la determinación de las tensiones de corte. Si el
término asociado a las corrientes secundarias no se hubiese determinado, una extrapolación
directa de las tensiones de Reynolds hasta el lecho, o de la suma de las tensiones de Reynolds
y forma (Aberle et al., 2007), habría llevado a subestimar de forma considerable la velocidad de
corte (especialmente para los flujos rasantes) y las tensiones tangenciales sobre el lecho. La
aparición de estas tensiones se puede atribuir a las propias rugosidades que generan un flujo
3D, y también a la relación de aspecto de los ensayos que fue B/H=3.
En las Figura 2.34 también se puede comprobar como la contibución de los esfuerzos de
arrastre de presión, determinados con ayuda de un transductor piezorresitivo, por debajo de la
superficie de la traviesa son muy importantes. Para el flujo rasante, del orden del 40% de la
tensión total, y para el flujo aislado del orden del 70%, ambos determinados al nivel del fondo.
Además, en la figura no se han presentado deliberadamente las tensiones de forma asociadas
al grano o a la fricción (skin friction) ya que su contribución era mínima. En general, en flujos
rugosos, la contribución de este término a los esfuerzos de corte es despreciable (Raupach et
al. 1991).
Como acabos de ver, y como ya se señaló cuando se obtuvieron las ecuaciones DANS
(apartado 2.2.3), las fuerzas de arrastre de presión y fricción son importantes únicamente por
debajo de las crestas del lecho. Su determinación experimental es compleja ya que las
incertidumbres asociadas a la obtención de las presiones y de los gradientes de velocidades en
- C2.65 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
esta región son elevadas (Coleman et al., 2007b; Coleman et al., 2008). Sin embargo su
influencia en algunos procesos hidrodinámicos es fundamental y así, existe mucha literatura
relacionada con su obtención para el análisis de las formas de fondo y el transporte de
sedimentos en lechos aluviales 38.
Para analizar estos esfuerzos, es habitual realizar una parametrización cuadrática de las
fuerzas de arrastre de presión, o de presión y fricción, empleando el coeficiente de arrastre CD
(Coleman et al., 2007a):
Para las tensiones de forma (presión) en flujos bidimensionales se puede hacer la siguiente
parametrización cuadrática de todos los esfuerzos de forma:
1 ⎛ ∂u ⎞ dF
Vf ∫ ∫ ⎜⎜ p [ n ] − υ ∂x n
i =1 j ⎟⎟dS = −
Vf
(2.90)
Sint ⎝ j ⎠
donde el elemento diferencial de fuerza se puede medir experimentalmente o estimar a partir
del coeficiente de arrastre CD sí este es conocido:
dF = 0.5CD ⋅ψ dz ⋅ u 2 (2.91)
dF
CD = (2.92)
0.5ψ dz (〈u 〉 + 〈uu〉 + 〈u ' u '〉 )
2
Otros métodos para determinar las fuerzas de arrastre para flujos bidimensionales sobre otro
tipo de objetos como cilindros o perfiles de ala de avión se pueden ver en Willert, (2007).
Los valores del coeficiente de arrastre para formas de fondo y otras rugosidades cómo
traviesas se pueden consultar en la literatura (Coleman et al., 2007b). Los valores del
coeficiente de arrastre para berberechos enteros aislados sobre un lecho de arena han sido
determinados por miembros del GEAMA (Grupo de Enxeñaría da Auga e do Medio Ambiente)
de la UDC en trabajos anteriores (Peña et al., 2008). En este trabajo también se presenta un
resumen con los valores de los coeficientes de arrastre para otro tipo de moluscos (ver C4.2).
Una variable importante a la hora de estimar, y comparar con otros estudios, el valor de CD es
la velocidad característica con la que este parámetro se determina. Una discusión sobre este
aspecto se puede encontrar en Coleman et al., (2007a) y en Peña et al., (2008).
38
Existen varios métodos para conocer la contribución de los términos de arrastre y fricción a la fuerza
total de arrastre que ejerce un fluido sobre los granos de un lecho. Son los métodos denominados shear
stress partitioning, muy habituales en hidráulica fluvial. Una revisión de los mismos se puede encontrar
p.ej. en el capítulo 2 del Manual 110 de la ASCE: Sedimentation Engineering: Theories, Measurements,
Modeling and Practice: Processes, Management, Modeling and Practice. ASCE Manual and Reports on
Eng. Practice 110. García (2008).
- C2.66 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
En flujos sobre lecho granular, se puede decir que la distribución de tensiones de corte y de las
velocidades en la vertical se encuentra en un punto intermedio entre las rugosidades más
extremas: tipo –d para λ/Δ=0, lecho liso, y tipo –k para λ/Δ>>, lecho aislado sobre un obstáculo,
p.ej. un canto.
Aberle et al. (2007 y 2008), analizaron las tensiones de corte sobre un lecho granular con
condiciones de sumergencia relativa entre 3 y 8. Para estas condiciones encontraron que las
tensiones de forma, así como el perfil de intensidades turbulenta de forma 〈uu 〉 son
independientes del caudal. El incremento en las tensiones de corte para caudales mayores se
realiza en términos de tensiones de Reynolds, por lo que estos autores concluyen que las
microrugosidades en lechos granulares son las causantes de las tensiones inducidas por
forma.
Con respecto a la distribución de velocidades, la forma y distribución de las rugosidades, así
como las condiciones de sumergencia relativa, son los principales parámetros que determinan
la estructura vertical de las mismas.
Mignot et al. (2009), realizaron un análisis del balance de energía cinética turbulenta
doblemente promediada sobre un lecho de gravas d50=2 cm, con ayuda de un perfilador doppler
ADVP, sobre un longitud de 1 m. En el tramo analizado dispusieron 2 macrorugosidades de 10
cm en forma de montón de gravas.
En la Figura 2.35 se presentan los perfiles de velocidad doblemente promediados obtenidos
por estos autores. En la figura se observa la diferencia que existe entre el doble promediado
intrínseco, realizado sobre todo el volumen V0, y el doble promediado superficial, realizado
únicamente sobre la superficie de fluido Vf, ecuación (2.17).
0.5
0.4
0.3
z/H
0.2 z = zc
0.1 superficial
0
intrínseca
–0.1
0 5 10 15
u / u*
Figura 2.35. Velocidades horizontales, intrínsecas y superficiales, y verticales doblemente
promediadas sobre un lecho de grava (Mignot et al. 2009).
Para valores de velocidad por encima de las crestas, ambos perfiles coinciden. Por debajo de
las mismas, el perfil superficial se retarda por efecto de la función de rugosidad. En flujos sobre
vegetación sería esperable que ambos perfiles coincidiesen, debido a que la función de
rugosidad es prácticamente constante y de valor unitario (Lopez y Garcia, 2001). En la Figura
2.35 también se puede apreciar cómo por debajo de las crestas, el perfil de velocidades
intrínseco sigue una distribución casi lineal, de acorde a la zonificación del flujo propuesta por
Nikora et al. (2001), presentada en el apartado 2.3.1.
- C2.67 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
Hoover y Ackerman (2004), tras realizar un estudio de campo en un río de montaña muy
somero, propusieron una clasificación de los perfiles de velocidad que se pueden producir en el
entorno de grandes rugosidades del fondo, donde las condiciones de flujo son habitualmente
de baja sumergencia. Así, según estos autores, los perfiles que se pueden encontrar son del
tipo logarítmico, en forma de S y en forma de cuña. En otros trabajos sobre lechos aluviales se
han identificado otras formas para los perfiles de velocidad en condiciones de baja
sumergencia cómo el perfil doblemente logarítmico (Franca, 2005).
Los perfiles tipo S se suelen encontrar aguas abajo de los grandes cantos, tras las estelas que
se forman en la separación de flujo. Estos perfiles están caracterizados por poseer un punto de
inflexión, condición imprescindible para que se formen las inestabilidades de Kelvin 39-
Helmholtz 40, características de los vórtices que se forman en las capas de cortadura y mezcla.
Bathurst (1985, citado por Termini y Greco, 2006) identificó también este tipo de perfil en flujos
sobre lechos de grava con grandes pendientes (>1%) y con bajas condiciones de sumergencia
(H/d84 ~ 1-4).
En general, los perfiles en S se producen cuando los elementos del lecho no tienen tamaño
uniforme para que se pueda desarrollar la parte inferior del flujo. En estas circunstancias la
velocidad cerca del lecho se retrasa por efecto de las fuerzas de arrastre inducidas por la
presencia de los cantos -aparición de estelas y capas de mezcla-.
Por último, los perfiles en cuña o acelerados se producen habitualmente sobre las grandes
rugosidades. Por encima del nivel de las crestas son similares a los logarítmicos, pero a partir
de este nivel su velocidad cae rápidamente hasta cero. En estas zonas también se suelen
encontrar las tensiones de corte máximas (Hoover y Ackerman, 2004).
Mignot et al. (2009) lograron identificar este tipo de perfiles en su trabajo sobre gravas en
laboratorio, Figura 2.36. En esta figura también se presenta la distribución de tensiones de
Reynolds característica de cada tipo de perfil de velocidades. Respecto a las tensiones se
puede observar que para el perfil tipo S, a una profundidad de z/zc ~0.5 se produce un pico que
se sale de la tendencia del promedio de todas las clases de perfil. Este comportamiento es
similar al encontrado en flujo sobre traviesas cuando estas están aisladas (Coleman et al.,
2007b).
39
William Thomson, desde 1892 1er Varón Kelvin de Largs: * 1824, Belfast (UK); † 1907, Netherhall (UK)
40
Hermann Ludwig Ferdinan von Helmholtz: * 1821, Potsdam (Prusia); † 1894, Charlottenburg (GER)
- C2.68 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
0.05
0.25 m s - 1
0.04
z (m)
perfil acelerado
0.03 perfil log
0.02 perfil en S
0.01
0
(a) –0.01
4.0 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5.0
z/zc
/ ρ u*2
0 1 2 3
10 0 1.0
z/H
− ρφ 〈u' w' 〉
0.8
z = zc
10–1 0.6
0.4
–2
10 0.2
media logarítmico
en S acelerado 0
(b) 10–32 4 6 8 10 12 14
(c) –0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
u / u* z/H
Figura 2.36. (a) Localización de los diferentes tipos de perfil de velocidad encontrados por
Mignot et al. (2009) sobre un lecho de gravas en laboratorio, (b)y (c) distribución
doblemente promediada de las velocidades y tensiones de Reynolds
características de los perfiles logarítmicos, tipo S y acelerados (Mignot et al.,
2009).
2.4.5. Determinación de u*
La velocidad de fricción u* es quizás la escala de velocidades característica más
importante a determinar en la hidráulica de canales abiertos. Esta velocidad se emplea para
escalar las leyes de velocidades medias en la región interna del flujo, y también para
adimensionalizar las leyes de otros momentos estadísticos de orden superior (tensiones,
intensidades turbulentas, etc). A través de esta relación de escala (u+) se produce el colapso
(superposición) de estas leyes (u+) y este el argumento que se emplea para considerarlas
universales.
Además, esta es la escala característica a la que se produce la transferencia de cantidad de
movimiento entre el fluido y el contorno por el que circula, por lo que por definición es el
parámetro empleado para determinar los esfuerzos de corte:
τ 0 ≡ ρ u*2 (2.93)
- C2.69 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
u* = gSb H (2.94)
Recordemos que esta expresión es válida únicamente para flujos 2D en régimen permanente y
uniforme en canales impermeables anchos (RH ~ H). Se puede generalizar para canales
estrechos sustituyendo el valor del calado por el del radio hidráulico.
Cuando el régimen es permanente pero no uniforme en la ecuación anterior se debe sustituir la
pendiente hidráulica por la pendiente motriz:
u* = gSo H (2.95)
⎛ dh ⎞
u* = gH ⎜ Sb − (1 − Fr ) 2 ⎟ (2.96)
⎝ dx ⎠
En estudios en modelo físico el principal inconveniente de este método consiste en la
determinación precisa de la pendiente motriz, especialmente en tramos cortos como la zona de
estudio de un canal de laboratorio. En estas situaciones, la incertidumbre de los registros de los
limnímetros puede llegar a ser del mismo orden de magnitud, o incluso superior, que el
gradiente de calados.
Además, en flujos complejos como el que se produce en tramos curvos o canales compuestos
meandriformes, la determinación de otros parámetros como la pendiente del terreno o el radio
hidráulico está sujeto a subjetividades asociadas a las irregularidades del terreno o a la
correcta definición de las secciones transversales. A pesar de estos inconvenientes, este
método, junto con los dos próximos, es uno de los más empleados en la literatura para estimar
la velocidad de corte (ver entre otros Nezu y Nakagawa, 1993; Kironoto y Graf, 1994; Song,
1994; Kironoto y Graf, 1995; Shiono y Muto, 1998; López y García, 1999; Afzalimehr y Anctil,
2000; Coleman et al., 2007a; Manes et al., 2007).
Otra forma de estimar la velocidad de corte es a través del ajuste de la ley logarítmica de
velocidades o método de Clauser (1956). La metodología consiste en ajustar la ecuación (2.32)
en la región logarítmica. En el apartado 2.3.2.1 se han presentado varias formas de expresar la
ley logarítmica de velocidades, y los valores habituales de las constantes universales de la
misma para flujos lisos y rugosos.
Los principales problemas de este procedimiento surgen cuando el flujo no es 2D uniforme.
Así, las corrientes secundarias en canales estrechos o cerca de los contornos (§2.4.2), la no
uniformidad del flujo (§2.4.3), el transporte de sedimentos o las condiciones de baja
sumergencia (§2.4.4), son factores que alteran la estructura vertical del flujo y reducen la
aplicabilidad de la ley logarítmica.
Además, existen otra serie de problemas relacionados con la obtención de todos los
coeficientes de la ley especialmente en flujos rugosos. Aún asumiendo que los parámetros κ y
B (ecuaciones (2.32) y (2.33), §2.3.2.1) son constantes universales, hay que estimar la
rugosidad equivalente de Nikuradse (las referencias dan un orden de magnitud de entre 0.5 y
4-5 veces el diámetro característico del grano) y la posición del plano z=d (§2.3.2.1 y §2.3.2.2).
Por tanto estamos ante un problema mal condicionado ya que tenemos una única ecuación
para determinar 3 coeficientes. Por este motivo, los coeficientes obtenidos de la regresión lineal
- C2.70 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
de los datos experimentales tienen un error estándar relativamente elevado (Dancey y Diplas,
2008). Un análisis de la sensibilidad de estos parámetros en la estimación de la tensión de
corte sobre el contorno, y por tanto de la velocidad de fricción, se puede consultar en Biron et
al., (1998).
El tercer método más empleado para determinar las tensiones de corte consiste en extrapolar
el tramo lineal de la distribución de tensiones de Reynolds hasta el fondo, ecuación (2.53). Para
evitar el efecto de la anisotropía de la turbulencia cerca de la superficie libre y el efecto del
lecho el tramo, sólo se deben emplear los valores de distribución − ρ 〈u ' w '〉 correspondientes a
la región intermedia del flujo, ~0.2 – 0.7 z/H (Bigillon et al., 2006).
En teoría, esta metodología no se puede aplicar en aquellos escenarios donde le flujo no sea
2D uniforme. Ya se han comentado los efectos sobre la estructura de la distribución de
tensiones provocados por la existencia de corrientes secundarias (§2.4.2) o de flujos no
uniformes (§2.4.3). No tener en cuenta estos fenómenos puede llevar a subestimar
considerablemente la tensión sobre el fondo (Figura 2.34 ; Coleman et al., 2007b).
Otro inconveniente de este método en flujos sobre lechos rugosos radica en la definición del
plano hasta donde se deben extrapolar las tensiones de Reynolds. Pokrajac et al. (2006)
analizan varias alternativas sobre como definir las tensiones en el plano z = zt, en el plano z = -d
o en el plano z = zc, considerando la última opción cómo la menos ambigua y simple.
Además, los resultados de los trabajos sobre la distribución de las tensiones doblemente
promediadas señalan que en esta zona se produce el valor máximo de las tensiones de corte y
de la intensidad de la perturbación espacial de la velocidad 〈uu 〉 , apoyando así las
recomendaciones de Pokrajac et al. (2006), Manes et al., (2007) y Aberle et al., (2008), entre
otros. Algunos autores también recomiendan emplear la suma de las distribuciones de
tensiones de Reynolds e inducidas por forma para ampliar el rango donde los esfuerzos de
corte son lineales (Aberle et al., 2007).
En otros trabajos se emplea el plano definido como la posición media entre las crestas y los
senos del lecho, que también es un parámetro geométrico independiente del tipo de flujo y de
la distribución de velocidades (Pokrajac et al., 2008; Mignot et al., 2009).
Hay que señalar que como los resultados proporcionados por los métodos anteriores no suelen
coincidir es habitual que la velocidad de fricción obtenida a partir del ajuste de la ley logarítmica
se emplee para escalar las velocidades, y el valor de la velocidad de fricción calculada a partir
de la extrapolación de las tensiones de Reynolds se emplee para adimensionalizar las
tensiones, intensidades turbulentas y otros momentos de orden superior (Nezu y Rodi, 1986;
Nezu y Nakagawa, 1993).
De hecho, es una práctica habitual encontrar en los trabajos tablas con los valores estimados
de la velocidad de fricción con al menos, dos de los tres métodos mencionados anteriormente
(ver entre otros Nezu y Rodi, 1986; López y García, 1999; Afzalimehr y Anctil, 2000; Wang et
al., 2001; Biron et al., 2004; Tritico y Hotchkiss, 2005; Bigillon et al., 2006; Pokrajac et al., 2006;
Balachandar y Bhuiyan, 2007; Manes et al., 2007; Cameron et al., 2008; Roussinova et al.,
2008). Por este motivo, a la hora de comparar los valores de las tensiones y velocidad de corte
entre varios trabajos es fundamental indicar el método con el que éstos han sido obtenidos.
Esta práctica no es tan habitual en la literatura.
Por último, también se pueden aplicar otros métodos menos como los siguientes:
- C2.71 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre
• El ajuste de la ley de velocidades en la subcapa viscosa, z+ = u+, válido sólo para flujo
sobre superficies lisas.
• El método espectral, que estima el valor de la velocidad de fricción a partir del ratio de
disipación ε en la región inercial del dominio de la frecuencia:
u* = ( εκ z )
1/3
(2.97)
La disipación se estima a partir del mejor ajuste del espectro 1D a una expresión de la
forma (López y García, 1999):
• El método de López y García (1999), basado en la relación universal obtenida por estos
autores para el flujo vertical de energía cinética turbulenta para la región intermedia del
flujo en canales abiertos lisos o rugosos:
1 2
k E w ' u*3 = A+ ≈ 0.30 (2.99)
2
En la ecuación anterior k E = u ' + v ' + w ' . Esta aproximación cuenta con la ventaja de
2 2 2 2
41
Recordemos que la energía cinética turbulenta vale la mitad de la traza del tensor de tensiones
(ecuación (2.12)). Por definición, la traza de un tensor es un invariante ante giros y rotaciones del sistema
de coordenadas.
- C2.72 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
El origen de este último método se encuentra en estudios oceanográficos. Los valores de las
constantes así cómo una revisión de la aplicabilidad de los mismos a flujos en canales abiertos
lisos y rugosos se encuentra en Biron et al. (2004).
Del mismo modo, cuando miramos hacia la ingeniería hidráulica, también vemos flujos
turbulentos. Así, la circulación de agua por una red de distribución o por una red de
saneamiento se caracteriza por ser turbulenta. En ingeniería fluvial tenemos flujos turbulentos,
y fenómenos de formación de estelas tras los obstáculos que se encuentra el agua (un tronco,
una pila de puente) o de formación de capas de mezcla (mixing layers) en la confluencia o en la
separación de dos brazos de un río. Los flujos estratificados de intercambio que se producen
cuando dos cuerpos de diferente densidad se unen a través de un estrecho, como el que se
produce en la confluencia del Mediterráneo y el Atlántico en Gibraltar, son también flujos
- C2.73 -
Descripción de la turbulencia
turbulentos. También lo son los chorros (jets) que favorecen la mezcla del agua residual tratada
por una depuradora o de la salmuera de rechazo de una planta desaladora, cuando ésta se
inyecta en el mar.
Se podrían poner muchos más ejemplos, pero estos son suficientes para remarcar la
importancia de los flujos turbulentos en ingeniería. Este es el motivo por el cual el conocimiento
y comprensión, así como la capacidad de caracterizar experimental y numéricamente este tipo
de flujos, es un tema de mayor importancia y de actualidad en la ingeniería actual.
La turbulencia es un fenómeno cotidiano, habitual, pero difícil de caracterizar y describir. Tanto
es así que a día de hoy, y a pesar de los avances que se han producido desde la primera
descripción de flujos turbulentos realizada cualitativamente por Leonardo da Vinci 42, no existe
una definición clara y consensuada sobre el concepto de turbulencia.
Sin embargo, sí se reconocen una serie de propiedades comunes a la gran variedad de flujos
turbulentos (Tennekes y Lumley, 1972; García, 1996; Nikora, 2008a):
Irregularidad. Los flujos turbulentos son irregulares, desorganizado y caóticos, parece que
siguen un comportamiento aleatorio. La aleatoriedad no significa que las ecuaciones que
describen el movimiento de los fluidos, las ecuaciones de N-S, sean estocásticas. De
hecho, se han obtenido de un análisis determinista.
No repetitibilidad. Dos escenarios de movimiento de fluido no pueden reproducirse de un
modo idéntico. Las características del flujo (p.ej. velocidades instantáneas) son muy
sensibles a pequeños cambios en las condiciones de contorno (p.ej. distribución,
separación, altura de las rugosidades del lecho) y de las condiciones iniciales (p.ej. nivel
de agua). Esta alta sensibilidad y comportamiento caótico está relacionada con la alta no-
linealidad que presentan las ecuaciones de N-S. Esta no linealidad es la que provoca que
los flujos turbulentos parezcan aleatorios 43.
Gran rango de escalas de longitudes y tiempos (y por tanto, velocidades). El flujo turbulento
está constituido por un gran espectro de escalas que abarcan desde los remolinos de
escalas del calado del flujo, hasta las escalas más pequeñas donde la energía es disipada
por los esfuerzos tangenciales viscosos en energía térmica.
Continuidad. Incluso las escalas más pequeñas son varios órdenes de magnitud superiores
a las escalas que caracterizan el movimiento molecular, por lo que el fluido se tratará como
un medio continuo.
Gran capacidad de difusión y disipación. La difusión (mezcla) turbulenta está mucho más
desarrollada que la que difusión molecular (p.ej. la caracterizada por la ley de Fick). La
turbulencia es siempre disipativa, existe una transferencia de energía cinética desde las
mayores escalas del flujo hacia las más pequeñas a expensas de incrementar la energía
interna. Este el proceso de transferencia de energía en cascada, que se explicará con
mayor detalle en el apartado siguiente.
42
Una descripción de la evolución y estado del estudio de la turbulencia en canales abiertos desde sus
orígines hasta los años 90 se recoge en el Cap. 1 de Nezu y Nakagawa (1993).
43
De hecho, incluso las ecuaciones no-lineales más sencillas pueden tener soluciones que parecen
aleatorias. Se puede ver por ejemplo el comportamiento de las ecuaciones de Lorenz en el Capítulo. 3 de
Pope (2002).
- C2.74 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Grandes números de Reynolds. Los flujos turbulentos se producen para valores elevados
del número de Reynolds.
Los flujos turbulentos son flujos. La turbulencia es una característica del flujo, no del fluido.
Tridimensionalidad. Los flujos turbulentos son siempre tridimensionales y rotacionales. Sin
embargo, cuando se trabaja con las ecuaciones promediadas en el tiempo, algunos se
pueden tratar como flujos bidimensionales.
Intermitencia (en el espacio y el tiempo). El teorema del límite central indica que la función
de probabilidad de una variable continua que es suma de un gran número de variables
independientes, es aproximadamente una distribución normal o Gaussiana.
La mayoría de los procesos naturales o tecnológicos siguen está distribución, y en
consecuencia, existe un gran desarrollo matemático de este tipo de distribuciones.
Desafortunadamente, la turbulencia es una excepción: aunque los flujos turbulentos sean la
suma de un gran número de procesos (que podrían ser los campos de velocidades
asociados a las líneas de corriente), éstos no son independientes.
De hecho, son las pequeñas diferencias con las distribuciones normales las que
proporcionan las propiedades más interesantes a los flujos turbulentos. Así, por ejemplo,
2
los productos triples como u w , que en una distribución Gaussiana deberían ser nulos,
están relacionados con la transferencia de energía turbulenta desde un punto a otro, o
desde un remolino a otro (Bradshaw, 1971).
La mayoría de los estudios relacionados con la turbulencia requieren de aproximaciones
estadísticas y deterministas, sencillamente porque el movimiento instantáneo de los fluidos es
muy difícil de comprender. Estas visiones del proceso han dado lugar a dos grandes “escuelas”
o aproximaciones para describir la turbulencia, ambas derivadas del estudio de las ecuaciones
fundamentales del movimiento.
Las herramientas más difundidas para el estudio de la turbulencia son la de tipo estadístico.
Existe un gran desarrollo matemático para caracterizar estadísticamente las velocidades
instantáneas. La mayoría de estos conceptos parten de la descomposición de Reynolds, que
supone que podemos descomponer la velocidad en una componente media y en una de
fluctuación.
La irrupción del anemómetro del hilo caliente y el auge de la aeronáutica en la década de 1930
propició la aparición de la teoría de la turbulencia isotrópica. Esta teoría estadística de la
turbulencia fue propuesta por Taylor (1935). Taylor consideró que la turbulencia, cómo otro
proceso aleatorio, se podría representar con una serie de parámetros y funciones que se
pueden clasificar en dos grupos Nikora (2008b):
Estadísticos (bulk parameters). Estos estadísticos son los momentos de la distribución de
velocidades en un punto: media, varianza, tensiones de Reynolds, kurtosis, coeficiente de
asimetría, etc. Los principales estadísticos se recogen en la Tabla 2.3.
Funciones de momento o momentos conjuntos. Estas funciones representan la distribución
de probabilidad del vector velocidad en el espacio. Algunos ejemplos son las funciones de
correlación, las funciones espectrales y las de estructura.
- C2.75 -
Descripción de la turbulencia
( )
0.5
Intensidades turbulentas σ i = ui'2 = var(ui )
σ u / u , σ v / u , σ w / u , k 0.5 / u
Intensidades turbulentas relativas
σ u / u* , σ v / u* , σ w / u* , k 0.5 / u*
Coeficiente de Asimetría Sui = ui'3 / σ i3
F2(t)
i=N
F1(t) t
i=2
t
i=1
t1 t1+τ t
Figura 2.38. Definición y media de conjunto de un proceso aleatorio (Bendat y Piersol, 2000).
Entonces, para caracterizar el proceso (la velocidad instantánea en un punto determinado) para
un tiempo t1, se pueden definir los momentos (p.ej. media, ec. (2.101)) o los momentos
- C2.76 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
N
1
Ruu (t1 , t1 + τ ) = Ru (τ ) = lim
N →∞ N
∑ u (t ) ⋅ u (t
i =1
i 1 i 1 +τ ) (2.102)
Para el caso general, el proceso aleatorio será no estacionario si los momentos definidos en las
ecuaciones (2.101) y (2.102) varían con el tiempo. Si por el contrario, todos los momentos de
orden superior y los momentos conjuntos son invariantes en el tiempo, el proceso es
estacionario.
Cuando el proceso es estacionario, se podrán representar los momentos a partir de la media
temporal de una función muestral cualquiera. Considerando la función i-ésima, se tiene:
1 T
T →∞ T ∫o
μu (i ) = lim u (t ) (2.103)
1 T
Ruu (τ , i ) = lim
T →∞ N ∫ 0
u (t )u (t + τ ) (2.104)
Si el proceso es estacionario, y las funciones μu(i) y Ruu(τ,i) no varían cuando se calculan con
otras funciones muestrales, se dice que el proceso es ergódico. Es decir, de las infinitas
realizaciones (repeticiones) de la función muestral podremos emplear una para caracterizar el
proceso aleatorio.
En flujos turbulentos se trabaja con velocidades tridimensionales que podemos caracterizar
vectorialmente como u(x,t). En este caso se habla de campos aleatorios y no de procesos
aleatorios, pero los campos no son más que una extensión del concepto de proceso aleatorio a
las tres dimensiones (Pope, 2000).
Al trabajar con campos aleatorios, se dice que éstos son homogéneos cuando sus estadísticos
(los momentos) son invariantes en el espacio. La definición de turbulencia homogénea es
menos restrictiva, ya que son los estadísticos de las fluctuaciones de la velocidad, y no las
propias velocidades, los que deben ser invariantes en el espacio. Por último, un campo
homogéneo es estadísticamente isotrópico si sus estadísticos son invariantes ante rotaciones y
simetrías del sistema de coordenadas.
Todas estas propiedades simplifican notablemente el desarrollo matemático que subyace al
análisis estadístico de los flujos turbulentos.
Otro aspecto que también se ha estudiado al analizar la turbulencia está relacionado con la
determinación de las incertidumbres asociadas a los estimadores que se pueden obtener de
una realización finita de muestras. Es decir, es importante cuantificar el error que cometemos al
estimar un momento a partir de digamos 10, 100 o 1000 registros de velocidad instantánea.
Cuando se trabaja con registros de alta frecuencia 44, es fundamental realizar un análisis
detallado de la señal para eliminar el ruido y así poder determinar con precisión los estadísticos
44
En flujos de agua en lámina libre podemos hablar de frecuencias del orden de 25-50 Hz a 300 Hz
- C2.77 -
Descripción de la turbulencia
de orden superior. Los primeros trabajos en este campo se deben al análisis de los datos de
anemómetros de hilo caliente instalados en los túneles de viento (ver p.ej. George et al., 1978).
La aplicación de instrumentos de medida “rápidos” comenzó a desarrollarse a partir de la
década de los años 1980 con la irrupción en este área del anemómetro láser por efecto doppler
(LDA, Laser Doppler Anemometer). Estos equipos pueden trabajar sin problemas en un rango
de frecuencias del orden de 100 a 200 Hz y tras su aparición, se produjo un notable incremento
de la calidad y cantidad de trabajos de turbulencia en flujos en lámina libre (ver Nezu y
Nakagawa, 1993).
Uno de los inconvenientes de estos equipos es que su empleo no es demasiado intuitivo y se
requiere cierto tiempo hasta poder obtener buenos registros. La popularización de otra
tecnología de medida, la velocimetría doppler acústica, está asociada a este fenómeno. Los
equipos ADV (Acoustic Doppler Velocimeter) y ADVP (Acoustic Doppler Velocity Profiler)
permiten determinar de un modo rápido y económico las tres componentes de la velocidad en
un punto o una vertical respectivamente. Frente a los LDA, los ADVs son robustos y sencillos
de usar, y aunque su frecuencia de adquisición es más baja (habitualmente 25 o 50 Hz), ésta
es suficiente para resolver la mayoría de las escalas de los flujos en lámina libre habituales en
ingeniería hidráulica.
Los trabajos de Benedict y Gould (1996) y Garcia et al., (2006) son buenas referencias que
versan sobre los aspectos más teóricos del análisis estadístico de los parámetros turbulentos
de los campos de velocidades obtenidos con ADVs y ADVPs. Antes de realizar cualquier
análisis es muy conveniente filtrar la señal con alguno de los métodos presentes en la literatura
(ver p.ej. Nikora y Goring, 1998; García et al., 2002; Goring y Nikora, 2002; Rusello et al., 2002;
Wahl, 2002; Cea et al., 2007).
Todos estos desarrollos se escapan del ámbito de esta tesis doctoral ya que su importancia
aumenta a medida que incrementamos el orden del momento estadístico a analizar. Como se
ha comentado en el Capítulo 1, para determinar los campos de velocidades en el estudio de
arrastre de berberechos se empleará el equipo PIV del CITEEC (Centro de Edificación en
Edificación e Enxeñaría Civil) de la UDC.
En el momento de realizar los experimentos, la frecuencia de adquisición de este equipo era
3.33 Hz 45. Con esta resolución, no se pueden emplear todas las escalas temporales del flujo.
Este ha sido un factor limitante que ha impedido el estudio de estadísticos tercer orden y
superiores, así como el análisis de espectros y funciones de momento. Por este motivo, esta
Tesis Doctoral se ha centrado en los momentos de primer y segundo orden (velocidades y
términos del tensor de Reynolds).
Retomando el análisis de los flujos turbulentos, ya se ha señalado que la turbulencia no es un
proceso gaussiano. Esto se debe a que las componentes de la turbulencia no son
independientes, es decir, están correlacionadas unas con otras tanto en el tiempo como en el
espacio. Los estadísticos empleados para caracterizar la turbulencia, ya sean intensidades o
los momentos de mayor orden, así como el espectro y otras funciones de momento, están
basadas en realizar promedios de larga duración, con un gran número de muestras.
Sin embargo, el análisis de los parámetros surgidos de promediados de larga duración no sirve
para analizar el comportamiento de un remolino o un vórtice. Nezu y Nakagawa (1993)
45
En la actualidad el equipo puede adquirir imágenes a 10 Hz, valor habitual en los últimos equipos PIV
convencionales: ver más detalles en Capítulo 3.
- C2.78 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
describen un vórtice cómo una parcela espacial de la turbulencia, bien correlacionada, y que
tiene un ciclo de “vida”: nace de una inestabilidad que lo forma, se desarrolla, interacciona y por
último desaparece.
En este marco de trabajo es donde se puede inscribir la teoría determinista de la turbulencia,
que se centra en el análisis de las estructuras del flujo que se repiten cíclicamente. Estas
estructuras se definen como regiones del espacio donde al menos una variable del flujo
presenta una correlación o coherencia en un rango espacio-temporal mucho mayor que el
definido por las menores escalas del flujo. Estos patrones se denominan estructuras
coherentes (coherent structures) y fueron descubiertas a través de técnicas de visualización, ya
que el análisis de los momentos promediados de larga duración no permite captar su
existencia.
En la actualidad se comienza a considerar, y a comprobar, que las estructuras coherentes son
las responsables de la producción y disipación de la energía turbulenta, por lo que su análisis y
comprensión es de vital importancia para tener un buen conocimiento de la dinámica de un flujo
turbulento.
Aunque el estudio de las mismas se escapa del ámbito de esta Tesis Doctoral, se ha
considerado importante señalar algunas referencias que puedan servir para avanzar en esta
línea de trabajo. Por ejemplo, en Nezu y Nakagawa (1993) se pueden encontrar en los últimos
capítulos del texto una introducción, clasificación y explicación de los procesos que las
desencadenan. Nezu (2005) da un resumen de las principales características e importancia en
ríos y Adrian (2007) realiza una revisión reciente de las mismas. Las principales herramientas
(medias condicionales, descomposición LES o POD, etc.) para el análisis de las estructuras
coherentes a partir del análisis de campos de velocidades se pueden consultar p.ej en George
(1988) y en Adrian et al. (2000)
Desde un punto de vista más aplicado, se pueden revisar el estado del conocimiento y los
resultados de la tesis doctoral de M. Detert (2008), la de J. de Franca (2005) o la tesina de
Ruijteir (2004), disponibles electrónicamente a través de las bibliotecas de la Universidad de
Karlsruhe, la Escuela Politécnica de Laussane y de T.U. Delft.
Para finalizar el estado del conocimiento se presentará a continuación el concepto de energía
en cascada (§2.5.2) y la definición y distribución de la intensidad turbulenta para flujos en
lámina libre (§2.5.3), haciendo especial énfasis en aquellos que son hidráulicamente rugosos y
en la perspectiva del doble promediado.
Quedan fuera del ámbito de esta tesis otros aspectos del enfoque estadístico de la turbulencia
como el desarrollo y análisis detallado del balance de energía turbulenta y el estudio de las
funciones espectrales y de momento. Para profundizar en estos aspectos se puede recurrir
p.ej. al segundo volumen de Monin y Yaglom (1975) o a Pope (cap. 6 y 7, 2000).
- C2.79 -
Descripción de la turbulencia
forma de calor, a través de la acción de la viscosidad. Sin embargo, como la disipación viscosa
está asociada a procesos moleculares, ésta sólo puede ser efectiva en escalas de muy
pequeña magnitud, es decir, a los vórtices de menor escala.
El proceso a través del cual la energía contenida en los grandes vórtices del flujo es transferida
a los vórtices más pequeños se denomina mecanismo de energía en “cascada” propuesto
inicialmente por Richardson (1922).
De acuerdo con este proceso, la energía turbulenta es transferida hacía las escalas más
pequeñas a través de la generación de vórtices de tamaños progresivamente más pequeños,
hasta que se alcanza una escala adecuada para que la disipación molecular sea efectiva. Es
importante señalar que la tasa a la que viscosidad disipa la energía cinética turbulenta ε, no
depende de la viscosidad sino de la tasa producción de energía desde el flujo.
La cuantificación de las escalas de movimiento más pequeñas se atribuye a Kolgomorov
(1941). Kolgomorov indicó que en las escalas más pequeñas, para grandes números de
Reynolds, la turbulencia es localmente isotrópica. El razonamiento de Kolgomorov señala que
por el proceso de transferencia de energía en cascada y de reducción de escala de los
remolinos, éstos van perdiendo su intermitencia, aleatoriedad y también la “información” del
flujo medio del que provienen. En este sentido, se puede pensar que para las menores escalas,
los estadísticos que las definen serán universales.
En la primera hipótesis de similaridad de Kolgomorov se señala esto mismo, que los
estadísticos para una escala lo suficientemente pequeña tienen una forma universal. Además,
esta forma está determinada por la viscosidad cinemática (responsable de la disipación
molecular de la energía) y por la tasa de disipación de energía cinética turbulenta ε.
El rango de escalas características de longitudes donde se cumple la primera hipótesis de
Kolgomorov se denomina rango de equilibrio universal o rango de quasi-equilibrio. Para esta
región, las escalas que caracterizan a los remolinos son más pequeñas que las que
caracterizan al flujo (L, U, L/U), por lo que éstos son capaces de ir modificando su tamaño y así
mantener un equilibrio con la tasa de transferencia de energía DTυ 46 impuesta por los remolinos
de mayor tamaño.
Las escalas características que definen el rango de equilibrio universal son las escalas más
pequeñas del movimiento, denominadas microescalas de Kolgomorov:
η ≡ (υ / ε ) ⎫
1/4
microescala de longitudes :
⎪
⎪
υη ≡ (υε )
1/4
microescala de velocidades : ⎬ (2.105)
⎪
τη ≡ (υ / ε )
1/2
microescala de tiempo : ⎪⎭
Los ratios entre las escalas más pequeñas y más grandes se pueden determinar de un modo
directo si se asume que ε~U3/H (Pope, 2000):
46
Este es el término de difusión o transporte de energía cinética turbulenta, formado en general por un
término de difusividad viscosa, un término de transporte turbulento y otro término de presión. En este
texto no se analizará la influencia de cada componente y por este motivo se han agrupado en un único
parámetro. Un análisis del balance de la energía cinética turbulenta para flujos 2D se puede consultar en
la pág. 18 de Nezu y Nakagawa (1993).
- C2.80 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
η / L ∼ Re−3/ 4 (2.106)
υη / U ∼ Re−1/4 (2.107)
La relación η / L decrece a medida que el flujo es más turbulento (Re >>) por lo que es
razonable pensar que existe un rango de escalas dentro del rango de equilibrio universal,
determinado por L >> r >> η, donde los efectos viscosos sobre la dinámica de los remolinos
sea despreciable. En este rango de escalas, los estadísticos del flujo son universales y sólo
dependen de la tasa de producción, que es lo que señala la segunda hipótesis de similaridad
de Kolgomorov.
Una consecuencia de esta segunda hipótesis es que la región de equilibrio universal queda
dividida en dos rangos, el inercial, donde los efectos viscosos son despreciables, y el rango de
disipación, donde las escalas características son del orden de las microescalas de Kolgomorov.
subrango
~r inercial
RANGO DE
EQUILIBRIO
UNIVERSAL
subrango
~η disipación - ε disipativo
log
microescala
de Kolmogorov
G = ε + DTυ (2.108)
- C2.81 -
Descripción de la turbulencia
k-5/3
espectro de
velocidad
V2 V3 VH3 Vr3
~ H ~ H ~ ~ = const
TH H H r
~1/ H ~1/r ~1/ log(k)~log(1/L)
En la Figura 2.40 se representa un esquema con el espectro de velocidad y sus rangos. La ley
potencial “-5/3” que describen el espectro en el rango inercial fue propuesta por Kolgomorov en
1941 a partir del análisis de las funciones de estructura de segundo orden, que representan la
autocovarianza de la fluctuación de velocidad entre dos puntos.
Esta expresión también se puede obtener a través de un análisis dimensional del espectro de
velocidades (ver cap. 6.5 en Pope, 2000), que para la región inercial sólo depende de la
disipación y de la escala del movimiento. C es una constante universal que vale ∼0.5.
Para la obtención del espectro de la velocidad se pueden aplicar modelos más prácticos que el
propuesto por Kolgomorov, cómo el recogido en Nikora (1999). Dos aplicaciones a flujos sobre
gravas se pueden consultar en Nikora y Goring (2000) y en Nikora (2005). Los aspectos sobre
el tratamiento y filtrado de las señalas de velocidad para obtener una buena representación
espectral de las velocidades se puede consultar en George (1978).
- C2.82 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
Donde Suu(f) es el espectro de potencia que es una función que describe la distribución de la
densidad de la amplitud de las fluctuaciones al cuadrado en función de la frecuencia o del
número de onda k=2π/L:
2
1 T
Suu ( f ) =
T ∫
0
u '(t )e − i 2π t dt (2.111)
Aunque las relaciones anteriores son muy útiles cuando se realizan análisis espectrales de las
velocidades, la intensidad turbulenta se suele expresar como la raíz del momento de segundo
orden de las velocidades, o desviación típica. De este modo, para la velocidad en la dirección
de la corriente:
1 N
σ u ≡ σ 2 (u ) = ∑ (ui − u )2
N i =1
(2.112)
En flujo en canales abiertos, y para el rango intermedio del flujo (0.15 ≤ z/H ≤ 0.6), se han
propuesto una serie de ecuaciones universales para describir la variación de las intensidades
turbulentas adimensionalizadas con la velocidad de fricción. Las ecuaciones más conocidas
son las propuestas por Nezu y Nakagawa (1993), y se basan en aprovechar la característica de
la región intermedia en la que la producción de turbulencia es aproxidamente igual a la tasa de
disipación G ε . Para esta situación de equilibrio, y aplicando el modelo de turbulencia k-ε al
balance de energía turbulenta en 2D, se puede llegar a:
σu ⎛ z ⎞
i
= Di exp ⎜ −Ci ⎟ (2.113)
u* ⎝ H⎠
donde Ci y Di son constantes empíricas para las tres componentes de la velocidad, ui=[u,v,w].
Nezu y Rodi (1986) sugirieron los siguientes valores para un canal hidráulicamente liso y flujo
2D uniforme (nótese que en el experimento de estos autores no se determinó la velocidad en la
dirección de la profundidad del flujo y):
Di = [ 2.26, −,1.23] ⎫⎪
⎬ (2.114)
Ci = [ 0.88, −, 0.67 ] ⎪⎭
Nezu y Nakagawa (1993) recomiendan emplear unos valores ligeramente diferentes, también
para canales lisos:
Di = [ 2.3,1.63,1.27 ] ⎫⎪
⎬ (2.115)
Ci = C = 1 ⎪⎭
En cualquier caso, se tiene que las fluctuaciones en la dirección de la corriente son superiores
a las de las otras componentes de la velocidad. Además, también se tiene que las
fluctuaciones en la dirección vertical son ligeramente inferiores a las de la dirección de la
profundidad del flujo.
Para flujos hidráulicamente rugosos, los valores de los coeficientes de la ecuación (2.113) han
sido revisados por varios autores como Cardoso et al., (1981) o Kironoto y Graf (1994). Los
coeficientes propuestos por estos autores revelan un descenso en la intensidad turbulenta
- C2.83 -
Descripción de la turbulencia
debido a la presencia de la rugosidad del lecho. Así, Kironoto y Graf (1994) proponen las
siguientes relaciones:
Di = [ 2.04, −,1.14] ⎪⎫
⎬ (2.116)
Ci = [ 0.94, −, 0.76] ⎪⎭
Song (1994) comparó sus datos obtenidos para régimen uniforme 2D en lecho rugoso con las
distribuciones propuestas por Nezu y Nakagawa (1993) y con las Kironoto y Graf (1994). La
distribución de intensidades σu se ajustaba razonablemente bien con la relación de Kironot y
Graf, pero se situaba por debajo de las relación propuesta por Nezu y Nakagawa. En cuanto a
la variación de la intensidad turbulenta en la dirección z, los registros experimentales tienen una
forma convexa, incrementado desde la superficie hasta una cota z/H ~ 0.2-0.3. A partir de este
máximo, sus valores decrecen hasta alcanzar el lecho.
Este comportamiento es ligeramente diferente al que reproduce la ecuación (2.113), que tiene
una forma ligeramente cóncava. Song (1994) atribuye el diferente comportamiento de la
intensidad turbulenta al siguiente proceso físico: los remolinos generados por la rugosidad del
lecho no pueden desarrollarse en la dirección vertical cerca del mismo por el efecto de
contorno establecido por el propio lecho. A medida que los vórtices ascienden, este efecto
desaparece y los remolinos se pueden hacer más grandes y fuertes. A cierta altura, el tamaño
de los remolinos alcanza su valor máximo y a partir de ésta, comienzan a deshacerse por un
proceso de transformación en cascada, hasta que se alcanza la superficie, donde el tamaño e
intensidad de los mismos es mínima.
Otra expresión para calcular el perfil de intensidades turbulentas fue desarrollada por López y
García (1999). Estos autores presentaron una relación universal para el flujo vertical de energía
cinética turbulenta para la región intermedia del flujo en canales abiertos lisos o rugosos,
ecuación (2.99). Asumiendo un modelo de gradiente para el flujo de energía cinética turbulenta
se puede llegar a la siguiente expresión para las intensidades turbulentas:
⎛ σ ui ⎞
2
A+ ⎛ B + z / H ⎞
⎜ ⎟ = C ln ⎜ ⎟ (2.117)
⎝ u * ⎠
i
κ ⎝ 1− z / H ⎠
donde B+≈0.12 y A+≈ es ≈0.27 y ≈0.33 para fondo liso y rugoso respectivamente, aunque se
puede usar un valor universal ≈0.30 para ambos tipos de flujo. El rango de validez de esta
expresión está ente 0.15 ≤ z/H ≤ 0.7 y los valores del coeficiente Ci a adoptar para las distintas
intensidades es:
- C2.84 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
z/H
σu /u* σw /u*
Figura 2.41. Distribución teórica de las intensidades turbulentas en flujo 2D uniforme según
las expresiones de Nezu y Nakagawa (1993), Kironoto y Graf (1994) y López y
García (1999). Se han representado también las tendencias de los datos
experimentales recogidos en Nezu y Rodi (1986) para lecho liso y de Song
(1994) para lecho rugoso.
En el caso de que existan corrientes secundarias, p.ej. flujo 3D en canal recto o flujo no
uniforme, algunos autores proponen emplear otra escala adimensional de longitudes para
poder aplicar las ecuaciones anteriores. Así, Song (1994), Carollo et al. (2005) y Detert (2008)
sugieren emplear la relación z/δh en vez de z/H, para flujos rugosos no uniformes. Recordemos
que δh es el calado al que se produce la velocidad máxima debido al efecto del descenso de
velocidad. Roussinova et al. (2008) sugieren emplear el calado δ' a partir del cuál la relación
entre σu2 y la velocidad máxima al cuadrado es constante u '2 (δ ') U max
2
0.001 ∼ cte .
Sin embargo, aunque se emplee una escalada de longitudes diferente del calado, la estructura
de la turbulencia, y de las intensidades turbulentas, no se consigue representar exactamente
con las ecuaciones anteriores. Así, en flujo no uniforme acelerado, las intensidades turbulentas
adimensionales σu/u* son menores que para flujo uniforme, con un valor máximo cerca del
lecho. A medida que se incrementa el calado su valor decrece hasta δh. Cuanto mayor es la no
uniformidad del flujo, mayor es la diferencia con el valor calculado para régimen uniforme.
Cuando el flujo es decelerado, el valor de la intensidad turbulenta decrece con el calado hasta
alcanzar la lámina de agua. Si se compara con el régimen uniforme, se tienen valores mayores
de intensidad turbulenta adimensional, Figura 2.42. La intensidad turbulenta σw/u* se comporta
de un modo similar al de la intensidad turbulenta σu/u*. Cuando el lecho es rugoso, cerca del
mismo se reproduce el efecto de borde descrito para las intensidades turbulentas en flujo 2D
uniforme.
- C2.85 -
Descripción de la turbulencia
z/H 1.0 1
acelerado, AS00-Q145 acelerado, AS00-Q145
decelerado, DS90-Q79 decelerado, DS90-Q79
0.9 uniforme 0.9 uniforme
0.8 0.8
0.7 0.7
0.6 0.6
0.5 0.5
0.4 0.4
0.3 0.3
0.2 0.2
0.1 0.1
0 0
0 2 4 u' 2 6 0 0.5 1 1.5 v' 2 2
u*2 u*2
Figura 2.42. Distribución típica de las intensidades turbulentas adimensionales para flujos
acelerados, uniformes y decelerados (adaptado de Yang y Chow, 2008; datos
de Song, 1994). La nomenclatura empleada está recogida en los experimentos
de Song (1994): AS y DS hace referencia a ensayo de flujo acelerado y
decelerado respectivamente, y Q señala el valor del caudal de ensayo.
Algunos autores han propuesto revisiones de los parámetros de ajuste de la ecuación universal
exponencial (2.113) para flujos no uniformes 2D. Kironoto y Graf (1995) y Song Chiew (2001)
desarrollaron una fórmula polinómica para definir el valor de Di en función del gradiente
longitudinal de presiones adimensional β, ecuación (2.73). Las fórmulas propuestas por Song y
Chiew son las siguientes:
Cu = 0.6(0.1β 2 + β ) + 3 ⎫⎪
⎬ (2.119)
Cw = 0.3(0.1β 2 + β ) + 1.5 ⎪⎭
Yang y Chow (2005) analizaron la influencia de las velocidades verticales en la distribución de
tensiones e intensidades turbulentas. Como ya se ha comentado en el apartado 2.4.3, cuando
las velocidades verticales son ascendentes (p.ej. flujos decelerados), éstas promueven la
generación de turbulencia y la aparición de un perfil de tensiones de Reynolds y de
intensidades turbulentas convexo. Cuando las velocidades son descendentes, se reduce la
turbulencia y los perfiles son más cóncavos. En este trabajo también se puede encontrar una
ecuación para describir las intensidades turbulentas en función de la relación entre las
tensiones de Reynolds en flujo 2D uniforme y flujo acelerado o decelerado (no presentada
aquí).
Dado que las expresiones para flujo no uniforme o, en general, flujos con corrientes
secundarias, no funcionan demasiado bien, en la literatura se pueden encontrar propuestas de
otros autores. Por ejemplo, para flujo rugoso con baja sumergencia, se puede recurrir a las
distribuciones de Carollo et al. (2005), válidas para las regiones interna y externa del flujo.
En la literatura también se pueden encontrar expresiones para describir las intensidades
turbulentas en la región interna del flujo para canales lisos (Nezu y Rodi, 1986; Nezu y
Nakagawa, 1993) o la expresión de Carollo et al. (2005), para canales rugosos. Para lechos
- C2.86 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
porosos existen pocos trabajos, debido a la dificultad de realizar las medidas experimentales o
de modelizar el mismo numéricamente. Una revisión de los principales trabajos se puede
encontrar en Detert (2008).
Por último hay que señalar que tal y cómo sucedía con el análisis de los perfiles de velocidad y
de tensiones de Reynolds, no se ha encontrado ningún trabajo que analice o describa
sistemáticamente las leyes de variación de las intensidades turbulentas para flujo 3D uniforme
y no uniforme, en canales rectos estrechos, lejos de la zona central del mismo.
- C2.87 -
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- C2.92 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos
- C2.93 -
C03
HIDRÁULICA EXPERIMENTAL
-1-
Fotografía de Portada:
3. HIDRÁULICA EXPERIMENTAL
3.1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo se describirán los fundamentos de instrumentación PIV empleada en los
ensayos de arrastre de berberechos. La herramienta PIV (Particle Image Velocimetry) es una
técnica de visualización de flujo no intrusiva que permite determinar los campos de velocidades
instantáneos en un plano en régimen variable.
La principal característica o potencialidad de esta metodología, frente a otros equipos como los
velocímetros acústicos (ADVs) o los anemómetros láser por efecto doppler (LDV), está en que
la determinación del campo de velocidades se realiza de modo simultáneo en un dominio
bidimensional. De este modo es posible realizar el análisis de las estructuras espaciales del
flujo de forma rápida, y en régimen no permanente. Por tanto, esta tecnología es muy
apropiada para poder estudiar la variabilidad espacial del flujo con la herramienta del doble
promediado, presentada en el capítulo anterior. Además, esta técnica es no intrusita, por lo que
su aplicación no afecta a la estructura del flujo.
En las instalaciones de la Escuela de Caminos (ETSECCP) y del Centro de Investigación
Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil (CITEEC) de la Universidade da Coruña (UDC) se
encuentra disponible un equipo PIV desde el año 2001. Desde esta fecha, se han realizado
varios estudios de transporte de sedimentos (Peña, 2002; Peña et al., 2008b), estudios en
estructuras hidráulicas (Amador et al., 2004; Mouriño, 2007), investigaciones fundamentales
(Anta et al., 2007b) y también aplicadas (Anta et al., 2005; Anta et al., 2007a; Peña et al.,
2008a), entre otras aplicaciones.
El trabajo inicial de descripción del equipo y el estudio preliminar de las capacidades del mismo
ha sido realizada por Félix Sánchez-Tembleque (Sánchez-Tembleque, 2002). En este trabajo
de investigación, Sánchez-Tembleque hace una revisión del estado del arte de la técnica a
principios del 2000, y también una descripción detallada de los fundamentos tecnológicos de la
misma. La descripción del PIV en este texto, está muy enfocada al análisis tecnológico de los
componentes del equipo: partículas, láser, cámaras de grabación, etc. En el trabajo también
existe un buen tratamiento de las distintas técnicas de evaluación de la imagen, así como los
fundamentos matemáticos empleados en las mismas.
Sin lugar a dudas, el trabajo realizado por Sánchez-Tembleque ha facilitado la aplicación de la
técnica en los trabajos posteriores realizados por el GEAMA, y también ha servido de base
para la elaboración de algunas partes de este capítulo, especialmente el apartado dedicado a
los fundamentos físicos y tecnológicos del PIV (§3.3.3).
Las principales aportaciones de este capítulo, y por extensión del trabajo realizado por el autor
de esta tesis, se encuentran en la descripción de los fundamentos de la evaluación de
correlación cruzada así como de los aspectos prácticos de la misma (§3.3.4). El tratamiento de
los factores que influyen en la bondad y precisión de la técnica, el análisis de las técnicas
actuales de correlación cruzada, así como de los procesos de pre y procesado, representa un
tema novedoso en el seno del GEAMA. Este trabajo se ha basado en la experiencia propia y la
recopilada por el autor en varios cursos internacionales celebrados en la ciudad alemana de
Göttingen (Stanislas et al., 2007; LaVision, 2009).
- 3.1 -
Introducción
Antes de acometer la descripción de la técnica y del equipo PIV que está a disposición del
GEAMA, se ha considerado interesante realizar una introducción de las principales
herramientas de visualización de flujo (§3.2).
Tras este apartado, se realizará un revisión de los fundamentos básicos de la técnica centrada
en el PIV 2D, pero también se enumerarán las variantes, principales mejoras y nuevas
aplicaciones que se han desarrollado desde la presentación del trabajo de Sánchez-Tembleque
(§3.3.1 y §3.3.2) hasta la actualidad.
Por último, en el apartado del capítulo (§3.1) se realizará una descripción del equipo PIV
disponible en las instalaciones del CITEEC-ETSEECP.
• Registrando la luz transmitida a través del flujo y comparando sus propiedades con las
características de luz incidente (p.ej. fase o dirección de propagación de las ondas). Los
métodos típicos son la interferometría óptica, el schlieren o la shadowgraphy. Una
descripción de estas técnicas se puede encontrar en el Cap. 6 del Springer Handbook of
Experimental Fluid Mechanics (Tropea et al., 2007).
• Registrando la luz dispersada por el flujo desde una posición determinada. Con estas
técnicas se podrán inferir las propiedades puntuales de los flujos, suponiendo que desde
que se produce la interacción con el flujo, la luz no cambia hasta que es captada. Este tipo
de técnicas serán las que se presentarán brevemente a continuación.
FLUJO
luz incidente
luz transmitida
luz dispersada
Figura 3.1. Interacción de un haz de luz con el movimiento de un fluido sembrado con
partículas.
- 3.2 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Aunque esta clasificación de las técnicas de visualización de flujo está bastante extendida,
existen otras formas de diferenciarlas como p.ej. técnicas con trazadores, técnicas basadas en
medir la variación de densidad del fluido y técnicas en las que se introduce energía en el flujo
(Johansson y Naughtin, 2006).
La parte de la luz que no es transmitida por el flujo se refleja o dispersa en las partículas del
fluido. Como la intensidad de las partículas reflejadas por las moléculas de fluido es muy débil,
es habitual “sembrar” partículas en el flujo para poder visualizar de un modo más sencillo
(Merzkich, 2007). Por este motivo, lo que se visualiza es el movimiento de las partículas, y por
este mismo motivo, una buena técnica de visualización es aquella que emplea partículas que
siguen fielmente el movimiento del fluido.
Las técnicas de visualización pueden ser además de tipo cualitativo, cuando sólo se recoge la
información de la luz dispersada, o de tipo cuantitativo, cuando se hace un seguimiento
(tracking) de ésta. Entre este tipo de técnicas cuantitativas, a veces denominadas Particle
Based Methods, se encuentra la técnica PIV, pero también se pueden incluir otras
metodologías basadas en medir el desplazamiento por efecto Doppler de la luz como p.ej. el
Laser Doppler Anemometer (LDA), que no permite la visualización del flujo.
En otras situaciones, la interacción del flujo con el contorno sobre el que se desplaza puede ser
de tipo mecánica, térmica o química. Algunos métodos de visualización se basan en analizar
los cambios que una pintura u otro tipo de recubrimiento aplicado sobre la superficie de los
modelos ensayados, p.ej. en un túnel de viento, para determinar indirectamente las presiones o
las tensiones tangenciales. Un ejemplo es la técnica Pressure-Sensitive Painting, donde la
superficie del modelo es pintada con una pintura especial permeable al oxígeno (Figura 3.2).
Este recubrimiento se ilumina con una longitud de onda determinada, y con una cámara digital
se analiza la luminancia del modelo, que es inversamente proporcional a la presión ejercida por
el flujo. Más detalles sobre la técnica PSP y otras similares se pueden encontrar p.ej. en Metha
et al.,(2000) o en el apartado 4 del Capítulo 4 y en el Capítulo 7 de Tropea et al. (2007).
a) b)
- 3.3 -
Técnicas de Visualización de Flujo
cilindros, placas planas y hasta perfiles de ala (Figura 3.3). Para la observación del flujo
introducía partículas de mica negra en la superficie del agua (Raffel et al., 2007).
Cambiando los parámetros del experimento (forma del modelo, velocidad de flujo, ángulo de
ataque...), Prandtl adquirió grandes conocimientos en los fundamentos básicos del flujo no
estacionario. Sin embargo la observación era cualitativa y no cuantitativa ya que en este
experimento no se realizaba ninguna medida.
Figura 3.3. Separación de flujo después de un ala. Visualización con una réplica del equipo
de Prandtl (Raffel et al., 2007).
Como se describirá con detalle en el apartado 3.1, noventa años después del experimento de
Prandtl, un esquema similar permite la obtención de datos cuantitativos a partir de la toma de
imágenes, introduciendo del mismo modo partículas en el campo fluido. El desarrollo actual de
la tecnología láser, en equipos de toma de imagen, electrónica e informática ha permitido un
rápido desarrollo de esta técnica.
Pero antes de hablar de exponer la técnica PIV se ha considerado interesante presentar muy
brevemente otras técnicas de visualización de flujo. La importancia de estas técnicas en la
compresión del movimiento del agua ha sido, y sigue siendo, crucial. Por ejemplo, las primeras
estructuras coherentes de flujo no se determinaron con una instrumentación sofisticada como
los equipos LDA o los anemómetros de hilo caliente. Su existencia se determinó a partir de
técnicas de visualización rudimentarias basadas en añadir humo o un tinte al fluido, sí este es
aire y auga, respectivamente (Merzkich, 2007).
En la literatura se pueden encontrar varias obras específicas sobre Técnicas de Visualización
de Flujo, como por ejemplo el texto de Smits y Lim (2000). Una referencia clásica es el Album
of Fluid Motion de Milton van Dyke (1982), que únicamente recoge fotografías sobre distintos
tipos de flujos tomados con las técnicas de la época.
Lo que podemos ver con las técnicas de visualización de flujo depende del tipo de fenómeno
que estemos analizando y de cómo realicemos la inyección del trazador en el flujo. Así, cuando
queremos analizar el movimiento de dos masas de fluido con diferentes velocidades, p.ej. un
chorro o un flujo de intercambio (Figura 3.4), podemos añadir el trazador homogéneamente en
uno de los fluidos y analizar los fenómenos de mezcla o las inestabilidades del flujo en la
interfase entre los dos medios.
- 3.4 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
En otras ocasiones, se puede añadir un trazador de forma continuada en uno o varios puntos
fijos del dominio del flujo para así poder visualizar líneas de corriente, procesos de mezcla
turbulenta o la frecuencia y crecimiento de ciertas inestabilidades (Figura 3.5).
t=0 s t=1 s t=3 s t=5 sg
a)
b)
Figura 3.4. a) Secuencia del inicio de un flujo estratificado sobre un obstáculo submarino.
La visualización se ha realizado añadiendo Rodamina WT al medio con mayor
densidad y la grabación con una cámara de video convencional miniDV (Anta et
al., 2007b); b) Visualización con humo de un chorro axisimétrico adyacente a un
cilindro liso de φ=135, 144 y 148 mm. La apertura del difusor, en forma de
anillo, decrece hacia la derecha (φ7.5, 3 y 1 mm). La iluminación se ha realizado
con un plano láser (Fotografías de F. Peters, recogidas en Merzkich, 2007).
- 3.5 -
Técnicas de Visualización de Flujo
a)
b)
Figura 3.5. a) Visualización con humo de las líneas de corriente sobre un modelo a escala
real de un VW Golf en túnel de viento (Fotografías de la Volskwagen AG en
Wolfsburg, recogidas en Merzkich, 2007); b) Calle de Kármán tras un cilindro
para un Re=140 en un canal con auga a velocidad de 1.4 cm/s. La visualización
se realiza por la precipitación de un humo blanco coloidal iluminado por un
plano láser. En la figura se puede apreciar como las inestabilidades crecen
varios diámetros en anchura (Van Dyke, 1982).
Las técnicas de visualización presentadas en las figuras anteriores (Figura 3.4 y Figura 3.5) se
basan en introducir un trazador que se mezcla de un modo continuo con el fluido. En otras
técnicas de visualización se pueden añadir partículas de algún metal (ver Figura 3.3 y Figura
3.6), burbujas de aire o gotitas de aceite, y trazar su movimiento.
Sí la densidad de partículas no es muy alta, y las fotografías se toman con un tiempo de
exposición elevado, se puede determinar la velocidad del flujo a partir de la longitud de las
partículas (que se ven como estiradas) y el tiempo de exposición. Sin embargo, este tipo de
técnicas están cayendo en desuso por el auge de los modernos sistemas digitales PIV (Particle
Image Velocimetry), y PTV (Particle Tracking Velocimetry), (ver apartado 3.3.1).
- 3.6 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
b)
Figura 3.6. Esfera sedimentando en un tubo relleno con aceite con un Re=0.10 en el que se
han sembrado partículas de magnesio. La escena se ha iluminado con un plano
de luz. a) movimiento relativo: la cámara se mueve a la misma velocidad que la
esfera y b) movimiento absoluto: la cámara está en una posición fija. El
movimiento es de izquierda a derecha. (Vand Dyke, 1982).
Otro tipo de técnicas de visualización permiten observar el movimiento del fluido a lo largo de
un perfil vertical u horizontal. En fluidos acuosos, la más popular es la técnica hydrogen-bubble,
que se basa en generar, por la electrólisis del agua entorno a un cable, un filamento de
burbujas de hidrógeno. Esta hilera de burbujas traza perfectamente el movimiento del agua
(Figura 3.7). La generación de las burbujas se realiza con una fuente de corriente continua
pulsada. El hilo de la sonda funciona como cátodo en la reacción. En el ánodo, el otro extremo
del circuito situado en otra zona del canal, se generan burbujas de oxígeno.
Figura 3.7. Visualización de una capa límite turbulenta mediante la técnica de las burbujas
de hidrógeno. La frecuencia de generación de los filamentos es de 30 Hz y el
Re=2.2x105 (Fotografía de Praisner y Sabatino, recogida en Smith et al.,2000)
- 3.7 -
Técnicas de Visualización de Flujo
Figura 3.8. Evolución del flujo de intercambio sobre un obstáculo submarino. La capa más
densa (inferior, salada) contiene el trazador fluorescente. En la figura se ha
representado la interface entre ambas capas y varios perfiles de velocidad
instantánea (Fouli, 2006).
En los últimos años la tecnología LIF está proliferando en numerosos campos de la ingeniería
hidráulica y ambiental experimental, ya que con un diseño adecuado se pueden analizar
muchas tipologías de flujos. Algunos ejemplos son los siguientes:
47
Como la intensidad del plano de luz láser decae en con la distancia al foco emisor será necesario
realizar una serie de correcciones para eliminar este, y otros efectos, de la imagen registrada. Sólo con un
correcto pretratamiento de las imágenes se podrán estimar campos de concentraciones precisos. El
procedimiento de corrección se puede encontrar p.ej en Aanen, (2002).
- 3.8 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
• Para analizar el proceso de mezcla en la capa límite: la tecnología LIF puede ser
empleada de un modo similar a otras técnicas más antiguas como la inyección de
humo o un colorante. Un ejemplo es el estudio de flujo sobre traviesas de diferente
rugosidad realizado por Djenidi et al., (2008) -Figura 3.9-.
Punto de inyección
a) b)
Desde el GEAMA hemos comenzado a trabajar con la tecnología LIF aplicándola al estudio de
las diluciones obtenidas tras la inyección de un efluente por un emisario en medio marino
(Figura 3.10). En este estudio, realizado para la Administración Hidráulica de Galicia, se ha
analizado con éxito la influencia de la separación de los difusores, el calado y el caudal de
descarga en las diluciones obtenidas en el medio receptor en una serie de ensayos que
representan de un modo realístico las características de los emisarios submarinos gallegos..
- 3.9 -
Técnicas de Visualización de Flujo
fuente laser
efluente
a) inyectado b)
Por último hay que señalar que en la actualidad, y con el auge de la modelización
numérica, también se comienza a aplicar el término visualización de flujo, a aquellas
técnicas relacionadas con la visualización de los resultados de los CFD.
doble fuente
laser
óptica
lente y cámara
CCD
ventana de
interrogación plano de imagen
Figura 3.11 Esquema básico de funcionamiento de las técnicas PIV (LaVision, 2002)
El haz láser emite dos pulsos de duración muy breve (varios nanosegundos) y una o varias
cámaras de video digital captan dos imágenes muy próximas en el tiempo. La variación de la
- 3.10 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
posición en ese tiempo de las partículas en suspensión entre las dos imágenes aproxima con
mucha precisión el campo de velocidades del fluido. El software del sistema utiliza técnicas de
correlación estadística para localizar las partículas y seguir su movimiento.
El sistema consta por tanto de varias partes que se describen a continuación, una fuente de luz
láser, una o varias cámaras y un software de proceso de imágenes. La mayor parte de los
equipos de PIV actuales utilizan fuentes láser de Nd:YAG pulsadas, capaces de concentrar su
energía en varios nanosegundos y de ese modo ‘congelar’ el movimiento de las partículas en
las imágenes que obtienen las cámaras.
Los equipos digitales de PIV toman sus imágenes con cámaras CCD, de modo que éstas se
almacenan inmediatamente en el ordenador sin necesidad de un revelado y digitalizado
posterior. Estas cámaras son capaces de tomar dos imágenes separadas por un intervalo de
tiempo muy breve, para luego transferirlas al ordenador que controla el proceso, tanto de forma
individual o como secuencias para el estudio de un proceso en régimen transitorio.
El sistema se completa con un software de procesado de imágenes que separa en pequeñas
partes el campo de imagen –ventanas de interrogación- y busca en ellas las partículas para
evaluar su desplazamiento en el intervalo de tiempo elegido. Éste puede ajustarse en función
de la velocidad media del flujo para que las partículas no salgan de la ventana de interrogación.
Si se toman dos imágenes consecutivas y se calcula la correlación cruzada entre ambas, la
función tendrá un máximo que se corresponde con el valor del desplazamiento medio de las
partículas (si éstas se mueven de un modo aproximadamente uniforme). Esta idea se
esquematiza en la Figura 3.12.
R: función de
correlación cruzada localización del
pico función R
vector
análisis de una velocidad
ventana de interrogación
Figura 3.12 Esquema de obtención del campo de velocidades con PIV (LaVision, 2007a)
Para obtener los campos de velocidades en unidades del modelo, es necesario realizar un
proceso de calibración. Éste consiste en introducir una plantilla en el medio fluido que el
software del equipo reconoce. De este modo se establece la magnificación, que relaciona las
unidades en la imagen, en píxeles, con las unidades reales, en metros. El resultado de este
proceso es la obtención de campos vectoriales como los de la figura siguiente, donde se
presenta el campo de velocidades obtenido en el ejemplo de la Figura 3.13.
- 3.11 -
Velocimetría PIV
Figura 3.13 Campo de velocidades correspondiente a la Figura 3.3 (Raffel et al., 2007).
Hay que señalar que la densidad de partículas existentes en el campo de la imagen condiciona
su forma de análisis. De este modo, se pueden distinguir tres técnicas de tratamiento bien
diferenciadas (Raffel et al, 2007):
a) Particle Tracking Velocimetry (PTV) o low-image-density PIV. Con densidades bajas de
partículas, como las de la Figura 3.14 (a), se requieren técnicas de trazado de partículas
individuales, para después interpolar o extrapolar los resultados al resto del campo fluido.
Esta herramienta se puede utilizar para comparar los resultados experimentales con los
numéricos obtenidos en una malla regular o adaptativa.
b) Particle Image Velocimetry (PIV). Esta técnica es aplicable a fluidos con densidades
medias de partículas (ver Figura 3.14 (b)), que permiten la separación del campo en
pequeñas ventanas de interrogación con la garantía de encontrar en ellas suficiente
número de partículas para su trazado por correlación estadística. En estas situaciones no
se pueden aplicar procedimientos de búsqueda individual de partículas porque el
desplazamiento de las partículas es mayor que la separación media entre las mismas.
Como se ha comentado, esta técnica se conoce como high-image-density PIV, o PIV a
secas.
Figura 3.14 Diferentes densidades de partículas para PTV (a), PIB (b) y LSV (c), (Raffel et
al., 1998).
- 3.12 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
- 3.13 -
Velocimetría PIV
No es el objetivo de esta tesis realizar una descripción de los fundamentos del SPIV, o del
resto de técnicas que se expondrán a continuación. Una descripción general de las mismas se
puede consultar en el gran libro de Raffel et al., (2007) o en los apuntes de los cursos
especializados que se desarrollan en el Instituto Aeroespacial Alemán (DLR) o en el Instituto
Von Kármán.
La extensión de la tecnología PIV para la determinación de la velocidad en dominios
tridimensionales se ha acometido de varias formas. Una técnica, denominada Multi Plane
Stereoscopic PIV (MPS PIV), emplea 4 cámaras y un sistema de 4 fuentes láser que permiten
determinar las velocidades en dos planos paralelos de modo un simultáneo (Kähler, 2004).
Otros esquemas permiten determinar la velocidad en varios planos de un modo secuencial.
En estos equipos, un espejo rotatorio sobre el que incide el haz láser, hace que este vaya
modificando su posición y describa un movimiento en el que haciendo secciones transversales
o longitudinales del fenómeno estudiado. En la literatura aparece referenciado como scanning
PIV. Esta técnica para mover el plano de luz ha sido aplicada p.ej. por Tian (2002) en sus
experimentos de (cuasi) 3D LIF sobre el proceso de mezcla del campo cercano de emisarios
submarinos en modelo físico.
espejo
beam splitter
polarizado
ADQUISICIÓN
DE LAS
IMÁGENES
PROCESADO
DE LAS
(a) MEMORIA IMÁGENES (b)
Figura 3.15. (a) Esquema de un equipo SPIV (adaptado de McKeon et al., 2007) y (b)
Esquema de un sistema multi-plano con 4 cámaras que registran dos planos
paralelos separados pocos milímetros con una configuración estereoscópica.
Para que el sistema pueda funcionar, la polarización de los planos es diferente
y dos beam-splitter especiales dividen la imagen para cada dos grupos de
cámaras en función de la polarización de la luz (ver detalles en el tesis de
Kähler, 2004)
- 3.14 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
(a) (b)
Figura 3.16. (a) Montaje experimental en el túnel de viento y (b) ejemplo del campo de
vorticidades formado en la estela de un cilindro de 8 mm de diámetro (Elsinga,
2008).
Las primeras aplicaciones de esta nueva herramienta se pueden encontrar p.ej en la tesis
doctoral de Elsinga (2008). A modo de ejemplo se recoge en la Figura 3.16 un montaje
experimental con 4 cámaras en un túnel de viento en el que esta autora ha analizado el patrón
de vórtices formado en la estela originada tras un cilindro. Un trabajo similar en un túnel de
agua ha sido presentado por Scarano y Poelma (2009).
En la actualidad, los factores más limitantes de la técnica son el pequeño tamaño del volumen
de medida, la necesidad de un láser hasta cinco veces más potente que un láser de SPIV, el
tiempo asociado a la evaluación de la imagen (que puede llegar al orden de una hora para una
única imagen) y la capacidad de almacenamiento, que es hasta 10 veces mayor que para un
sistema de PIV convencional (Raffel et al., 2007).
Otro ámbito en el que también han mejorado los sistemas PIV ha sido en la capacidad de éstos
de adquirir imágenes con mayor frecuencia temporal. En las primeras soluciones comerciales,
los equipos no eran capaces de capturar más de un par de imágenes por segundo. Las
mejoras en los equipos de grabación (ver §3.3.3.4) y la utilización nuevas fuentes láser,
permiten en la actualidad resolver algunos flujos con a frecuencias del orden del KHz. Este tipo
de equipos se denominan habitualmente High Speed PIV (HS-PIV) o Time Resolved PIV (TR-
PIV).
El PIV también comienza a aplicarse en fluidos a escala microscópica. Este tipo de flujos tiene
interés en algunos procesos industriales, en la industria aeroespacial y también en la industria
biomédica. La fundamentos de la técnica microPIV (μPIV) son similares a los de la PIV
convencional aunque existen algunas diferencias entre ambos métodos. Las principales
diferencias están originadas en los patrones de difracción de las partículas, en el movimiento
de las mismas que en muchas ocasiones es de tipo Browniano, y en el espesor del plano láser,
que en este tipo de aplicaciones en varios órdenes de magnitud mayor que el plano enfocado
por el microscopio (Raffel et al., 2007).
Una revisión reciente del estado del arte de las investigaciones que emplean la técnica PIV en
una gran variedad de campos de aplicación se puede encontrar en Schröeder y Willer (2008).
En este libro se puede encontrar un resumen de los principales resultados de la red PIVNET 2,
desarrollada a partir del proyecto Europeo “A European collaboration on development, quality
- 3.15 -
Velocimetría PIV
assesment, and standarization of Particle Image Velocimetry for industrial applications”. En las
actividades de esta red, se han desarrollado aplicaciones tan diversas como:
• Flujos bio-médicos
• 3D-PIV
• Turbo-maquinaria
• Combustión interna
• Aerodinámica
• Flujos supersónicos
• Aplicaciones navales
Algunos ejemplos de otras aplicaciones no recogidas en este texto son las investigaciones
aplicadas en el campo de la ingeniería hidráulica y ambiental. A modo de ejemplo se pueden
citar trabajos en el campo de la ingeniería marítima y portuaria (p.ej. Jung et al., 2004; Li et al.,
2005), en el estudio del transporte de sedimentos y fenómenos de erosión local (p.ej Hill y
Younkin, 2006; Radice et al., 2006), o en la determinación de las velocidades de la superficie
del agua en flujos en ríos o canales (p.ej. Weitbrecht et al., 2002), técnica conocida como Large
scale PIV (LPIV), o incluso algunos desarrollos propios que permiten sumergir un pequeño
equipo PIV portátil en un flujo natural como un río o un estuario (Underwater Miniaturized PIV,
ver p.ej. Tritico et al., 2007; Liao y Botsma, 2009), ver Figura 3.17.
Figura 3.17. Ejemplo de aplicación de la técnica UM-PIV en el lago Michigan (a) Ubicación
del equipo sobre un lecho cubierto de un tipo de mejillón de la zona; (b) imagen
con el perfil de velocidades y concentraciones de partículas (en amarillo
continuo y discontinuo respectivamente), y el perfil de tensiones de Reynolds y
flujo turbulento de partículas (en rojo continuo y discontinuo respectivamente);
(c) velocidad instantánea sin la componente de velocidad media sobre un mapa
de vorticidades (Liao y Botsma, 2009).
- 3.16 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Otros campos en el que se está aplicando recientemente las técnicas PIV o μPIV es en la
determinación de los campos de velocidades en el entorno de animales vivos (ver Figura 3.18)
o en el interior de los mismos.
A
0
60
alimento
y posi ti on (mm)
40
40
40
40
20
20
20
20
40 60 80 40 60 80 40 60 80 40 60 80
x position (mm)
(m/sec) 0.00 0.06 0.12 0.18 0.24 0.30 0.36 0.42 0.48 0.54 0.60
Algunas aplicaciones han permitido determinar el campo de velocidades y la estructura del flujo
formada tras mecanismos que simulan el movimiento de insectos o peces (Poelma et al., 2006;
Brücker y Bleckman, 2007), y también con organismos vivos como murciélagos (Hedenström et
al., 2007; Hedenström et al., 2009; Hubel et al., 2009) o peces (Day et al., 2007; Lauder y
Madden, 2007).
(a) (b)
Figura 3.19. Determinación con SPIV del patrón de velocidades tras el aleteo de un
murciélago, ver detalles en (a) (Hedenström et al., 2007) y (b) (Hedenström et
al., 2009).
A nivel microscópico, se pueden citar los trabajos de Poelma en los que se han analizado el
flujo y las tensiones tangenciales en los conductos vitelinos o en el corazón de un embrión de
pollo (Poelma et al., 2008; Poelma et al., 2009).
- 3.17 -
Velocimetría PIV
(a)
(b) (c)
Figura 3.20. Determinación de las velocidades y tensiones tangenciales en el sistema
cardiovascular de un embrión de pollo (a) preparación del huevo para realizar
las medidas con la técnica μPIV; (b) ejemplo de imagen en el conducto de unas
~300μ de diámetro y (c) campo de velocidades (Poelma et al., 2009)
- 3.18 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
ρ p − ρw
ws = d p 2 ⋅ ⋅g (3.1)
18μ
donde ws es la velocidad de sedimentación, dp es el diámetro de la partícula trazadora, μ es la
viscosidad dinámica del fluido, ρp y ρw representan la densidad de las partículas y del fluido
respectivamente, y g es la aceleración de la gravedad.
Haciendo una analogía con la ecuación anterior se puede estimar la diferencia entre la
velocidad de las partículas Up y del fluido cuando éste se mueve con una aceleración constante
a, llegando a (Raffel et al., 2007):
ρp − ρ
U s = U p −U = d p2 ⋅ ⋅a (3.2)
18μ
Si la aceleración del fluido no es constante o aparecen grandes velocidades, la ley de Stokes
no se cumple y por tanto el movimiento de las partículas es mucho más difícil de determinar. El
problema es mucho mayor en los estudios de flujo de aire, al ser mucho menor la viscosidad
cinemática y debido a que las partículas pueden cambiar de diámetro al ser transportados por
la corriente de aire (Raffel et al., 2007).
En cualquier caso se deberá encontrar un compromiso a la hora de decidir el diámetro de las
partículas ya que, si este es muy pequeño, y como se expondrá a continuación, se verá
comprometida la dispersión de la luz y la toma de imágenes de las partículas. Por otra parte, si
el diámetro es muy grande, los dos términos de error anteriores harán la medida poco exacta.
El otro factor que se ha introducido en el análisis es la luz dispersada por parte de las
partículas, puesto que es ésta la que impresiona el medio fotográfico (digital o no) para tomar
las imágenes. En muchas ocasiones será más importante realizar una adecuada selección de
las partículas para elevar la potencia de luz dispersada, y por tanto la definición de éstas en la
imagen, que el proceso de elevar la potencia del láser.
La potencia de luz dispersada depende fundamentalmente de la relación entre el índice de
refracción del material de las partículas frente al medio fluido, así como del ángulo de
polarización y observación.
Para partículas esféricas con diámetro mayor que la longitud de onda de luz (532 nm en los
láser Nd:YAG empleados en PIV, §3.3.3.2) puede aplicarse la teoría de Mie de la dispersión.
Según esta teoría, la dispersión de la luz en torno a las partículas se produce según unos
patrones característicos como los representados en la Figura 3.21. En la figura la luz impacta
en la partícula de izquierda a derecha. Se puede observar como la intensidad depende
fuertemente del ángulo de observación.
El ángulo empleado con mayor frecuencia en los montajes experimentales es el de 90º (la
cámara se sitúa en perpendicular al flujo). Este ángulo se encuentra lejos del óptimo que es
180º. Sin embargo, de estos diagramas puede extraerse otra conclusión para optimizar la
potencia de luz, ya que no sólo el tamaño de las partículas la condiciona, sino también la
cantidad de éstas. Para grandes densidades de partículas, la luz dispersada a 180º se
mantiene en el plano iluminando las partículas adyacentes sin perderse en partículas situadas
en planos fuera del campo de visión (Sánchez-Tembleque, 2002).
- 3.19 -
Velocimetría PIV
(a)
(b)
(c)
Figura 3.21 Dispersión de la luz entorno a partículas de vidrio de varios tamaños en agua:
(a) 1 μm, (b) 10 μm y (c) 30 μm. La intensidad de la luz dispersada se
representa en escala logarítmica. Los círculos concéntricos representan una
diferencia de 100 unidades de intensidad (Raffel et al, 2007).
- 3.20 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Las fuentes láser son el sistema de iluminación más empleado en los equipos PIV porque son
capaces de emitir una luz pulsada monocromática con una alta energía. Los láser empleados
son de estado sólido de tipo Nd:YAG 48 , que típicamente proporcionan un pulso de entre ~10
mJ y un ~1 J, de una duración comprendida entre ~5 y ~15 ns. El láser del sistema PIV
disponible en las instalaciones del CITEEC-ETSECCP es de este tipo.
La longitud de onda fundamental del cristal Nd:YAG, ultravioleta de 1064 nm, es doblada a luz
visible verde de 532 nm en un cristal especial denominado doblador. La máxima potencia que
atraviesa el cristal se produce cuando el haz incidente está alineado con la estructura de red
del cristal, por lo que girándolo se puede ‘sintonizar’, modificando la potencia de salida a la
conveniencia de cada caso.
La arquitectura estándar de los equipos PIV está formada por dos fuentes láser de iguales
características de forma que la separación entre disparos se puede ajustar de un modo muy
sencillo. La separación entre los disparos dependerá de la magnificación de la imagen y de la
velocidad del fluido.
Los haces de las dos fuentes gemelas se alinean en un espejo semitransparente para después
pasar por el cristal doblador. A la salida se disponen dos espejos dicroicos, cuya propiedad
principal es reflejar únicamente una longitud de onda, enviando el resto a un sumidero con un
disipador de calor (Figura 3.22). En el proceso de emisión estimulada los dos fotones
producidos tienen la misma longitud de onda y la misma fase. Este hecho unido a la forma de
producir luz con dos espejos perfectamente alineados hace que la luz láser sea
monocromática, coherente (con todos los haces en fase) y fuertemente direccional o colimada
(Sánchez-Tembleque, 2002).
Figura 3.22 Esquema de operación de un equipo PIV con dos fuentes de luz gemelas
(adaptado de Sánchez-Tembleque, 2002).
48
Nd:YAG: Neodymium Yttrium Aluminum Garnett. En estos sistemas el haz de luz es generado por iones
Nd +3 en una matriz de itrio y aluminio formando un semiconductor. Esta matriz está contenida en una
cavidad cilíndrica de sección elíptica en la que unas fuentes de luz blanca (flash lamps), bombean la
energía necesaria para producir la resonancia. Para que la resonancia se produzca, la cavidad cuenta en
sus extremos con dos espejos, uno de ellos semitransparente, que se corresponde con el foco de emisión
del haz láser. En el interior de la cavidad también se introduce un cristal (Q-switch) que puede permitir o
cortar el paso de luz, de modo que la cavidad sea resonante o no. El tiempo de apertura y la
sincronización de la misma con la fuente de luz permiten controlar la duración y energía del pulso de luz,
congelando así el movimiento de las partículas. Una descripción más detallada de los sistemas láser se
puede encontrar en Sánchez-Tembleque (2002) y en Raffel et al., (2007).
- 3.21 -
Velocimetría PIV
El principal problema de las fuentes laser Nd:YAG es su baja frecuencia de repetición, que está
comprendida entre los 10 y los 50 Hz. Este ratio de repetición limita la frecuencia de
adquisición de imágenes y el tipo de flujos que pueden resolverse completamente es de baja
velocidad (<0.2 m/s, McKeon et al., 2007). Por este motivo, en los sistemas de alta velocidad o
Time Resolved PIV (§3.3.2) se emplean fuentes láser Nd:YLF (Neodymium Yttrium Lithium
Fluoride), que pueden trabajar con ratios de repetición de hasta ~10 kHz, aunque con
densidades de energía menores: ~10-40 mJ (Raffel et al., 2007).
VISTA LATERAL
ángulo de apertura
f
VISTA EN PLANTA
beam
waist
a) b)
f
Figura 3.23 a) Vista lateral y superior de la óptica para producir un plano de luz a partir de
un haz de luz y b) el ajuste de la distancia entre la lente cilíndrica y la esférica
permite ajustar la posición del plano de espesor mínimo o beam waist (LaVision,
2007b)
Para minimizar la variación de energía y espesor del plano de luz es conveniente realizar un
buen ajuste del sistema óptico de forma que el beam waist coincida más allá de la zona de
análisis, ya que en el entorno del mismo es donde se producen mayores fluctuaciones de
energía y del espesor del plano. De este modo se reducirán los problemas con las partículas
que se salen del plano y que reducen la precisión del método (§3.3.4.1). Esto es especialmente
importante cuando se realizan medidas con PIV estereoscópico, con fuertes componentes de la
velocidad en la dirección normal al plano láser (McKeon et al., 2007).
- 3.22 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
En los equipos PIV de alta velocidad los sensores CCD se sustituyen por otro tipo de
tecnología denominada CMOS. Esta tecnología es capaz de transferir la información recogida
en el sensor de un modo mucho más veloz que la arquitectura CCD. El tamaño habitual de los
sensores es de ~20x20 μm.
A pesar de la mayor velocidad de adquisición de los sistemas CMOS, estos cuentan con una
serie de inconvenientes que limitan su aplicabilidad a todos los campos de trabajo. Así, el
mayor tamaño físico de los píxels, puede provocar la aparición de un efecto indeseable en la
estimación de las velocidades (píxel locking, §3.3.4.2). Estos dispositivos tienen menor calidad
e imagen que los CCD y menor sensibilidad (necesitan más luz). Además, la respuesta del
sensor no es del todo lineal (Hain et al., 2007).
No es objeto de este trabajo analizar de un modo pormenorizado el funcionamiento de estas
tecnologías. Una descripción detallada de los diferentes esquemas de adquisición y
transferencia de la imágenes, sincronización de los equipos y comparación de los dispositivos
se puede consultar en le bibliografía (Willert, 2007a). En un plano más práctico, se puede
consultar el reciente trabajo de Falchi y Romano (2009), que compara los momentos
estadísticos de varios órdenes (medias, asimetría, kurtosis,..) en un chorro de agua circular
medido con tecnología PIV (con una cámara CCD) y TR –PIV (con una cámara CMOS).
49
La profundidad de campo se define como el espesor de la imagen real que se encuentra enfocada.
Números grandes de apertura de diafragma Da se corresponden con bajas profundidades de campo y
viceversa, ver ecuación (3.6).
- 3.23 -
Velocimetría PIV
plano
de luz
óptica de
la cámara
dirección
del flujo plano
de la
imagen
Las partículas presentes en el flujo se transformarán en el plano de la imagen (el sensor CCD o
CMOS) por medio de una lente circular sin aberraciones ópticas. La lente se caracterizará por
su distancia focal f, el número de apertura f # (que es el cociente entre la distancia focal y la
apertura del diafragma f / Da). Otro parámetro importante es la magnificación de la imagen M0,
definida como el ratio entre la distancia del plano de la imagen a la lente z0 y la distancia del
plano del objeto real a la lente Z0:
z0
M0 = (3.3)
Z0
El diámetro de las pequeñas partículas de tamaño real dp en el plano de la imagen es dτ, que se
puede estimar como (Adrian, 1991):
dτ ≅ M 02 d p2 + d s2 (3.4)
d s ≅ 2.44 (1 + M 0 ) f # λ (3.5)
- 3.24 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
prácticos, el patrón de difracción del disco de Airy se suele aproximar con una distribución
normal Gausiana (ver p.ej. Cap 2. de Raffel et al., 2007).
Figura 3.25 Discos de Airy para una menor (izquierda ) o mayor (derecha) apertura de
diafragma (Raffel et al., 2007).
50
Como se verá más adelante (§3.3.4.2), otros factores limitantes para definir el valor de f #
están
relacionados con el tamaño de las partículas dτ.
- 3.25 -
Velocimetría PIV
Para calibrar las imágenes se suele introducir en la posición que ocupará el láser un patrón con
una serie de marcas. Estas marcas pueden ser una retícula de cruces, como los de la Figura
3.26, o puntos equiespaciados cuando se trabaja con PIV 2D y SPIV. Para trabajar con PIV
volumétrico, es necesario emplear patrones de calibración con marcas situadas a distintas
alturas.
51
van Doorne y Westeerwel (2007) realizaron medidas de PIV2D-3C en una sección transversal de una
tubería. En este trabajo, los autores señalan que una traslación de ~0.3 mm en el plano de calibración
provoca errores máximos en la determinación de la velocidad del orden del ~5%.
- 3.26 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
A B
C
B
C A
D D
Una forma de compensar estos efectos no ideales es través de las herramientas de pre-
procesado digital de la imagen que, de modo genérico, se pueden consultar en varios tratados
recogidos en la literatura (ver p. ej. González et al., 2009). En la descripción de la metodología
- 3.27 -
Velocimetría PIV
t t+Δt
Figura 3.28. Ejemplo del campo de partículas en una ventana de interrogación. En el
segundo frame se han superpuesto la posición de las partículas del primero.
Para una de las partículas del primer campo, cada una de las partículas del segundo campo o
frame es una posible candidata a ser la primera partícula (ver partícula 1 en la Figura 3.29 (a)).
La probabilidad de que la partícula 1 sea cualquiera de las del segundo frame es la misma, y se
representa en el histograma de la Figura 3.29 (b). Si se analiza lo que pasa con el resto de
partículas, y se suman los histogramas, se llega a la representación de la Figura 3.29 (c). En
esta representación, el valor máximo del histograma representará el desplazamiento más
probable de todas las patículas, sí éstas se mueven de forma más o menos uniforme en la
venta de interrogación (McKeon et al., 2007)
52
El voxel es la extensión del píxel a una espacio tridimensional.
- 3.28 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
1
Δy
y
Δx Δx Δy
(a) x (b)
Figura 3.29. (a) Análisis para encontrar el desplazamiento más probable de la partícula
centrada en el 1. En (b) se refleja el histograma de los desplazamientos posibles
(Δx, Δy ) de la partícula 1 y (c) se extiende el análisis a todas las partículas del
segundo frame (adaptado de Poelma y Weesterwel, 2007).
R ( s ) = ∫ W1 ( x ) I1 ( x )W2 ( x + s ) I 2 ( x + s ) (3.7)
I1 ( X ) = 〈 I1 〉 + I 1' ( X ) (3.8)
53
En el Capítulo 3 de Raffel et al. (2007) se puede encontrar un desarrollo matemático que describe las
funciones W(x), así como el procedimiento generalizado y las transformaciones necesarias para aplicar la
correlación espacial al espacio real del flujo y no a las imágenes capturadas por el equipo digital.
54
Esta metodología de adquisición se denomina double frame-single exposure, porque se toman dos
imágenes consecutivas (con dos exposiciones) sobre el mismo papel o fondo. En la técnica actual de PIV,
este tipo de procedimiento no se emplea. En el Capítulo 4 de Raffel et al. (2007) se puede consultar una
comparación de este y otros esquemas de adquisición de imágenes.
- 3.29 -
Velocimetría PIV
R( s ) = RC ( s ) + RF ( s ) + RD ( s ) (3.9)
RD ( s ) = 〈 RD ( s )〉 + RD '( s ) (3.10)
El término medio de esta componente de la correlación cruzada representa la posición del pico
de la función de correlación, y por tanto, el desplazamiento de las partículas de la imagen
(siempre que estas se muevan de modo uniforme). El término RD '( s ) representa las
correlaciones aleatorias. Esta descomposición se ejemplifica en la Figura 3.30.
RD ( s) 〈 RD ( s )〉 RD '( s) = RD ( s) − 〈 RD ( s )〉
Figura 3.30. Descomposición del término de fluctuación aleatoria RD’(s) en sus componentes
media y de fluctuación (adaptado de Westerweel, 2000).
Para poder identificar el pico de la correlación cruzada, la amplitud del mismo debe ser mayor
que la del ruido aleatorio del término de fluctuación. Cuando esto no sucede, se obtendrá un
vector erróneo o espurio. Otro parámetro relacionado con el funcionamiento del método es la
detectabilidad, o el ratio entre el pico máximo y el segundo pico. Este parámetro representa el
límite inferior de la relación entre la señal y el ruido, SNR.
Si se hace un estudio teórico sobre el análisis de correlación cruzada para un campo de
velocidades cuasi-uniforme en una ventana de interrogación se llega a que el pico de la
correlación 〈 RD ( s )〉 vale (Keane y Adrian, 1990):
- 3.30 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
〈 RD ( s )〉 ∼ N I FI ( s ) FO (Δz ) FΔ (a / dτ ) (3.11)
a)
b)
Figura 3.31. Efecto del número de partículas en la función espacial de correlación cruzada.
Las funciones de (a) y (b) son idénticas, pero las segundas están normalizadas
respecto al pico de la correlación (adaptado de Poelma y Westerweel, 2007).
En la figura también se ve como el ruido (las correlaciones aleatorias) crece con el número de
partículas cuando se analiza la correlación en términos absolutos (Figura 3.31, a). Sin
- 3.31 -
Velocimetría PIV
La pérdida de correlación por el movimiento en el plano contempla que por efecto del flujo,
las partículas visualizadas en el primer frame salgan del área de interrogación en el segundo.
Cuando mayor es este efecto (p.ej. porque el intervalo de disparos del láser es muy alto),
mayor será la pérdida de correlación.
Figura 3.32. Efecto del movimiento en plano (expresado como la relación entre el
desplazamiento de las partículas ΔX y el tamaño de la venta de interrogación DI)
en la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007).
Otro factor que reduce la correlación es el movimiento de las partículas fuera de plano.
Este efecto se puede observar en la Figura 3.33, en la que se representa la reducción del factor
FO con el aumento del desplazamiento en perpendicular Δz relativo al espesor del plano de
luz Δz0 .
Figura 3.33. Efecto del movimiento fuera de plano de las partículas Δz/Δz0 en la correlación
cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007).
- 3.32 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Normas de diseño para obtener una buena correlación con la técnica PIV
RD ( s ) ∼ N I FI FO FΔ (3.12)
- 3.33 -
Velocimetría PIV
100
Frame 1 Frame 2
80
=
60
40
A1
A2
20
0
0 5 10 15
Figura 3.35. Porcentaje de detección de los picos del análisis de correlación cruzada en
función de la densidad de la imagen NI y el movimiento en plano y fuera de
plano, FI y FO, respectivamente (Keane y Adrian, 1990).
De los resultados de este trabajo se han desarrollado las reglas de diseño para la técnica PIV
(Keane y Adrian, 1990, 1992):
N I > 10 ⎫
⎪
ΔX < 1/ 4 DI ⎪
⎬ (3.13)
Δz < 1/ 4Δz0 ⎪
M 0 Δu Δt < dτ ⎭⎪
Cuando los criterios de la ecuación (3.13) se cumplen, al menos el 95% de las ventanas de
interrogación arrojarán un valor de velocidad correcto, y desde un punto de vista práctico las
reglas funcionan muy bien (Poelma y Westerweel, 2007).
55
La generación de imágenes sintéticas es una técnica muy empleada en la literatura para analizar y
validar nuevos algoritmos de correlación avanzados. Con objeto de facilitar y homogeneizar el
procedimiento de generación de campos de partículas, dentro de la red europea PIVNET2 se ha
desarrollado el programa gratuito EUROPIV Synthetic Image Generador (S.I.G.). Lecordier, B. y
Westerweel, J. (2004). The EUROPIV Synthetic Image Generator (S.I.G.). en Particle Image Velocimetry:
recent Improvements. Proc. of the EUROPIV2 workshop. M. Stanislas, J. Westerweel y J. Kompenhans.
Zaragoza, Springer: 145-161.
- 3.34 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Como se ha señalado anteriormente, con las técnicas de correlación actuales se pueden relajar
estos criterios, por lo que cada vez es más sencillo realizar medidas precisas con la técnica
PIV. Sin embargo, ningún método más avanzado (y lento) mejorará el resultado de la técnica
de correlación-cruzada estándar si se cumplen las condiciones expresadas con estas reglas de
diseño.
3.3.4.2. Análisis de correlación cruzada digital: optimización del tamaño de las partículas
El desarrollo realizado en el apartado anterior es válido para imágenes continuas, pero en
realidad las imágenes digitales son discretas. Esta circunstancia tendrá que contemplarse a la
hora de implementar los algoritmos de correlación cruzada en el software de evaluación PIV.
No es objeto de esta Tesis Doctoral tratar los aspectos más teóricos y numéricos del proceso
de implementación de las técnicas PIV en el software (una revisión de esta temática se puede
encontrar p.ej. en Westerweel, 1997 o en Raffel et al., 2007), pero se ha considerado
interesante plantear los principales retos y problemas que surgen en el mismo. Con esta
exposición, se pretenden resaltar aquellos problemas que están relacionados con la práctica de
la técnica PIV para así reducirlos a la hora de diseñar el experimento.
En el proceso de adquisición y digitalización de las imágenes la información se discretiza y
cuantifica. La discretización hace referencia al muestreo de la imagen real en una matriz de
puntos, los pixels del sensor CCD o CMOS, y está relacionada con la resolución del equipo de
grabación. En la técnica PIV las cámaras habituales suelen tener una resolución de 1Mpx
(1280x1024 px2), aunque en la actualidad comienzan a popularizarse cámaras con el doble de
resolución (1600x1280 px2).
La cuantización de la información es también inherente al proceso de digitalización y se
produce porque la intensidad de luz se evalúa en niveles discretos. Las cámaras PIV actuales
trabajan en escala de grises, con rangos dinámicos de 12 o 16 bits, que equivalen a un rango
de 212=4096 y 216=65536 niveles de grises, respectivamente.
Los efectos de la discretización espacial no son importantes según el teorema de Nysquit
cuando el ratio de muestro es al menos el doble del ancho de bando del sistema óptico. La
cuantización de la intensidad se puede ignorar cuando las diferencias entre los niveles
discretos son pequeñas en comparación con la variación de intensidad total (Westerweel,
1997).
Cuando se adquieren imágenes con un equipo PIV se busca que las partículas tengan una
intensidad mucho mayor que la del fondo 56 , por lo que los problemas relacionados con la
cuantización no son esperables. Sin embargo es habitual que el ratio de muestreo espacial de
la imagen sea inferior al ancho de banda óptico del sistema. Afortunadamente, esto no
representa un problema si se tiene un poco de cuidado al realizar el diseño experimental.
Westerweel (1997), señala que la información del desplazamiento de las partículas, o del
movimiento del flujo, se representa con una frecuencia espacial mucho menor que la que
proporciona la posición real de la partícula. Este hecho está relacionado con la metodología
56
En la actualidad es una práctica habitual en preprocesado de las imágenes sustraer el fondo o realizar
una media móvil para uniformizar la intensidad del fondo y resaltar las partículas para mejorar la
correlación. Un caso extremo, empleado en algunas ocasiones en técnicas como la μPIV, consiste en
binarizar la imagen (esto es, convertir el fondo en “ceros” y las partículas en “unos”, eliminado los niveles
de grises intermedios).
- 3.35 -
Velocimetría PIV
empleada por los algoritmos PIV para determinar la posición del pico de la función de
correlación cruzada, o, en definitiva, el desplazamiento de las partículas en la ventana de
interrogación.
Veámoslo con un ejemplo. Sí tenemos una ventana de interrogación típica de 32x32 px2 y el
desplazamiento es del orden de 8 px (es la conocida regla del cuarto de Adrian, ver (3.13)),
podemos estimar la posición con un error de ±0.5 px porque sólo disponemos de información
discreta en cada píxel. Esto nos llevaría a cometer un error de 1/8, que equivaldría a un ≈13%.
Como veremos a continuación, es posible determinar la posición con una precisión inferior a la
del píxel, a través de una serie de técnicas (subpixel interpolation) que sin lugar a dudas, han
permitido el avance y popularización de los sistemas PIV.
Otro aspecto fundamental en el desarrollo del PIV está relacionado con el modo de evaluar la
función de correlación cruzada. Sin entrar en muchos detalles, al discretizar la información, la
integral que define la correlación en la ecuación (3.7) se convierte en un doble sumatorio en el
domino de la ventana de interrogación que supondremos de MxN píxeles. Si se evalúa el
sumatorio de forma directa, el tiempo de cálculo para cada ventana es ∝ (2 M × 2 N ) . Este
2
tiempo se incrementa de modo factorial porque se debe multiplicar por el número de ventanas
en cada imagen (p.ej. para una imagen de 1280 x 1024 px2 y una ventana de interrogación de
32 px2 , sin overlap 57 , tenemos 1280 estimaciones) y el número de imágenes de nuestro
experimento (en la actualidad, se puede trabajar con órdenes de 102 o 103 imágenes).
Por este motivo, es habitual que el software de análisis de los equipos PIV transformen los
datos recogidos en las imágenes del domino del espacio al domino de la frecuencia. Este
técnica, que es habitual en otros campos de trabajo relacionados fundamentalmente con
movimientos ondulatorios, fue introducida por Willert y Gharib (1991) y consiste en trabajar en
el dominio de la frecuencia haciendo uso de las transformadas rápidas de Fourier (FFT). No se
hará un estudio de esta técnica en este trabajo, sin embargo, a efectos prácticos, se puede
indicar que cuando el tamaño de la ventana es de potencia 2 el algoritmo para el cálculo de las
FFT maximiza su eficiencia (con tiempos proporcionales ∝ 4 MN log 2 ( MN ) . Por este motivo,
en la práctica las ventanas de interrogación tienen un tamaño en píxeles de 8x8, 16x16, 32x32,
64x64, etc.
Retomando el problema de la interpolación a nivel de subpixel, se puede señalar que existen
varios métodos para resolver este problema. El más habitual consiste en emplear tres puntos
para ajustar una distribución Gaussiana (Willert y Gharib, 1991; Westerweel, 1993b, a), aunque
inicialmente se emplearon ajustes tipo media-móvil o de tipo parabólico. Para que este método
funcione de un modo óptimo, la relación entre el tamaño de la partícula y el tamaño del píxel,
dr, se debe encontrar en unos rangos determinados. De hecho, se puede demostrar que para
relaciones dτ / dr << 1 o dτ / dr >> 1, el error en la determinación de la posición crece
considerablemente (ver p.ej. Poelma y Westerweel, 2007).
Como se ha comentado, estos algoritmos emplean la información de los píxeles adyacentes al
píxel que presenta el máximo discreto (Figura 3.36). Cuando la partícula tiene un tamaño muy
grande, digamos superior a los ~4 px, se pierde resolución espacial, pero además, el valor de
57
Es habitual que las ventanas de interrogación se solapen o superpongan hasta valores del 50% o 75%
para mejorar la resolución espacial. De este modo se pasaría a una separación entre vectores de 32 px a
16 px u 8 px, respectivamente.
- 3.36 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
los tres puntos empleados para estimar la posición es muy parecido, por lo que las pequeñas
diferencias que existen están más afectadas por el ruido.
dτ∼2-3 px dτ∼4-6px
-2 -1 0 1 2 -2 -1 0 1 2 -2 -1 0 1 2
Figura 3.36. Efecto del tamaño de la partícula sobre la determinación de la posición del pico
de la función de correlación cruzada empleando el algoritmo gaussiano de
precisión inferior al píxel.
Cuando el tamaño de las partículas es inferior al píxel, la magnitud de los puntos adyacentes
está por debajo del nivel de ruido, por lo que estimación de la posición está sesgada hacia la
posición central del píxel (los puntos adyacentes no proporcionan información para el ajuste).
Este fenómeno, denominado píxel peak-locking, es un auténtico problema porque reduce
notablemente la precisión de la técnica.
Algunos problemas están relacionados con la obtención de campos de velocidades sin sentido
físico (Figura 3.37), con la determinación de magnitudes derivadas instantáneas, como p.ej. la
vorticidad, aunque sin embargo, parece no afectar demasiado a los estadísticos medios del
flujo (Christensen, 2004; Angele y Muhammad-Klingmann, 2005).
(a) (b)
No. de vectores
Para reducir el problema del peak-locking, se han propuesto numerosas soluciones basadas en
desenfocar la imagen (de un modo físico o a través de filtros matemáticos) o en el empleo de
nuevos algoritmos de interpolación a escala de subpixel (Fincham y Delerce, 2000). La mayoría
de estos métodos se basa en incrementar de modo artificial el tamaño efectivo de la partícula,
pero no hay que olvidar que la mejor práctica consistirá en escoger una potencia y un
configuración óptica (magnificación, apertura de diafragma) adecuados para que el patrón de
difracción de las partículas se encuentre en el rango adecuado.
- 3.37 -
Velocimetría PIV
Entonces, el siguiente paso consiste en establecer cual es el rango adecuado para optimizar el
diámetro de las partículas dτ. Para la obtención de este valor, en la literatura se pueden
encontrar estudios realizados a partir del análisis de imágenes sintéticas y modelos analíticos,
como el de Westerweel (1997) o los recogidos en el capítulo 5 de Raffel et al. (2007), ver
Figura 3.38.
RMS del error (px)
Figura 3.38. (a) Error cuadrático medio en la estimación del desplazamiento en función del
tamaño de las partículas (Westerweel, 1997); (b) Efecto de peak-locking en el
error sistemático de la estimación del desplazamiento de las partículas en
función de su tamaño (Raffel et al., 2007).
58
En general, las cotas de error de los métodos de evaluación avanzada se han derivado del análisis de
imágenes sintéticas. Con los generadores de imágenes actuales, no se contemplan efectos cambios en
profundidad de las partículas o problemas de alineación de los haces láser, que provocan que la misma
partícula pueda presentar intensidades diferentes en el mismo par de exposiciones. Estos cambios de
intensidad están relacionados con la cota máxima de precisión alcanzable en un diseño experimental real,
que se ha confirmado recientemente en el entorno de ~0.1 px Nobach, H. y Bodenschatz, E. (2009).
- 3.38 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
I2(X+ΔX1)
I1(X) I2(X )
ΔX1
a)
I 2(X+ΔX/2)
I1(X-ΔX/2 )
b) c)
Figura 3.39. Esquema de la técnica del desplazamientos de las ventanas para mejorar la
correlación: (a) Desplazamiento de la segunda ventana de interrogación y (b)
desplazamiento de ambas ventanas para mejorar la correlación; (c) Esquema
del desplazamiento en un grupo de ventanas (adaptado de Scarano, 2002).
"Limitations of accuracy in PIV due to indivual variations of particle image intensities." Experiments in
Fluids in press: 12.
- 3.39 -
Velocimetría PIV
Para resolver el movimiento con este proceso, ya sea con un movimiento entero o con
precisión inferior al píxel, se debe ejecutar el algoritmo de un modo iterativo. Así, a partir de la
información de las primeras pasadas, proporcionar el valor del desplazamiento en iteraciones
sucesivas.
Una variante de este procedimiento consiste en emplear métodos de segundo orden para
mover las ventanas de interrogación, Figura 3.39 (b). Esta segunda alternativa, propuesta por
Wereley y Meinhart (2001), consiste en desplazar ambas ventanas de interrogación de un
modo simétrico y presenta dos ventajas fundamentales: da mayor precisión cuando el tiempo
entre disparos es alto y además proporciona una visión temporal simétrica del flujo.
Figura 3.40. Esquema del procedimiento de refinamiento de malla. Los cuadrados grises del
borde inferior izquierdo señalan el tamaño de la ventana de interrogación que
decrece de 128x128 px2 a 32x32 px2 (Raffel et al., 2007)
59
El rango dinámico espacial (Dynamic Spatial Range, DNR) se define como el ratio entre la mayor (p.ej.
área visualizada) y la menor (p.ej. separación entre vectores) escalas medibles con el equipo. Del mismo
modo, se define el rango dinámico de velocidades (Dynamic Velocity Range, DVR) como el ratio entre la
máxima y mínima velocidad que podemos resolver con la técnica. El objetivo de los algoritmos avanzados
es incrementar ambos rangos, ya que con los procedimientos de correlación cruzada convencionales (ej.
desplazamiento medio ~1/4DI) tienen muchas limitaciones en flujos con altos gradientes de velocidad.
Adrian, R.J. (1997). "Dynamic ranges of velocity and spatial resolution of particle image velocimetry."
Measurement Science and Technology 8: 1393-1398.
- 3.40 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Con este procedimiento, descrito inicialmente por Willert (1997) y Scarano y Riethmuller (1999),
no es necesario cumplir la regla del cuarto (ecuación (3.13)), factor relacionado con el
incremento del rango dinámico del sistema. Este incremento es proporcional al grado de
refinamiento (relación entre la mayor y la menor ventana de interrogación, que habitualmente
se encuentra en 2 y 6. Para flujos bidimensionales, el desplazamiento hasta puede exceder la
dimensión de la ventana de interrogación (excepto la de la primera ventana).
El principal inconveniente de este método reside en su coste computacional, ya que requiere
ejecutar el algoritmo de correlación de forma iterativa con las ventanas decrecientes. Sin
embargo, en la actualidad, y salvo que se empleen las técnicas de deformación de la imagen
como las que se presentarán a continuación, este coste es perfectamente asumible.
Este tipo de métodos intentar eliminar la restricción de que el movimiento de las partículas
dentro de la ventana de interrogación debe ser constante. Ya se ha señalado (Figura 3.34) que
cuando el gradiente de velocidades de las partículas es elevado, el pico de la correlación se
reduce notablemente, y en algunos casos, pueden aparecer varios máximos asociados a los
diferentes desplazamientos que se producen en el domino de interrogación (Figura 3.41).
(a) (b)
Figura 3.41. Ejemplo de una función de correlación cruzada en un flujo en una capa de
cortadura. (a) Algoritmo de correlación básico, sin ningún procedimiento
avanzado y (b) Algoritmo iterativo con múltiples ventanas y deformación de la
imagen (McKeon et al., 2007).
Una forma de reducir este efecto consiste en deformar la imagen, a través de un proceso
iterativo, ajustando su forma al campo de velocidades local. El principio básico de esta técnica
se presenta en la Figura 3.42 y aunque fue propuesta a principios de los años 90 (Huang et al.,
1993b, a), no ha sido hasta hace dos o tres años cuando se ha popularizado porque hasta
ahora, los tiempos de cálculo necesarios para deformar la imagen eran prohibitivos (Kähler,
2007).
Esta técnica se puede implementar con la aproximación de refinación de malla y, frente al
método de desplazamiento de ventanas, presenta como ventaja su mayor robustez y precisión
en flujos con grandes gradientes como las capas de mezcla, las capas límites y, en general,
flujos muy turbulentos. Además, es un método al que el fenómeno del peak locking
prácticamente no le afecta (Scarano y Riethmuller, 2000; Scarano, 2002).
- 3.41 -
Velocimetría PIV
t t+Δt
El principal inconveniente de esta técnica radica en que la imagen debe ser deformada y las
intensidades deben ser interpoladas en un nuevo dominio, diferente de la matriz CCD de la
cámara. Este procedimiento incrementa el coste computacional y además, en función del
método de interpolación, se pueden añadir errores sistemáticos en la estimación del
desplazamiento del pico de la función de correlación.
En la literatura se pueden encontrar diversos trabajos que analizan las funciones de
interpolación empleadas para deformar las imágenes, fundamentalmente B-splines y
polinomios de hasta grado 5 (Astarita, 2006; Jae Kim y Jin Sung, 2006). Una buena alternativa
es emplear B-splines de 4º o 5º orden, aunque, si se requiere más precisión, se puede usar
algún método basado más sofisticado como la reconstrucción de Whitakker (Scarano y
Riethmuller, 2000). El principal problema del método de Whittaker es que incrementa un orden
de magnitud el tiempo de cálculo (Raffel et al, 2007).
En la actualidad, el procedimiento iterativo más empleado para determinar los campos de
velocidades consiste en mezclar el esquema de refinamiento de malla, eliminándose la
restricción de la regla del cuarto, y posteriormente, aplicar un esquema de deformación de la
imagen, únicamente en la ventana más pequeña (Huang et al., 1993b; Scarano y Riethmuller,
1999; Fincham y Delerce, 2000; Scarano, 2002).
Este método presenta un problema de inestabilidad cuando no se realiza un filtrado espacial de
la imagen. Por el procedimiento de filtrado, se puede reducir la precisión espacial si no se
utilizan ventanas de interrogación superpuestas un 75%. Por lo tanto, sólo es efectivo cuando
se configura el procedimiento de cálculo de esta forma (Raffel et al., 2007).
- 3.42 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Con esta técnica se elimina el efecto de filtrado espacial de la información disponible en las
imágenes, ya que se pueden alcanzar resoluciones mayores que las impuestas por el tamaño o
la separación entre las ventanas de interrogación. Otra alternativa propuesta en la literatura
consiste en la recolocación del vector en la ventana de interrogación.
Los algoritmos tradicionales definen la posición del vector en el centro de la ventana, pero
existen metodologías que colocan el vector en una posición diferente, analizando la estructura
del mapa de correlaciones (signal recolocation: PIV/sr). Con esta metodología, y también con la
anterior, la información ya no se estructura en una malla regular, por lo que será necesario
emplear procedimientos para analizar la turbulencia similares a los empleados con otros
equipos que no proporcionan la información de un modo regular, como p.ej. los LDA (ver p.ej.
la tesis de Poelma, 2004).
Otra alternativa que se está desarrollando en la actualidad (Theunissen et al., 2007; Astarita,
2009) son las denominadas adaptative interrogation techniques. Estas técnicas son
especialmente recomendables cuando el sembrado de las partículas no es uniforme en el
dominio de visualización y cuando existen patrones de flujo preferencial. En este procedimiento
iterativo se realiza un análisis del patrón del flujo y de la densidad de las partículas. Con esta
información se construye una malla no regular donde las ventanas de interrogación se ajustan
en tamaño y dirección con las características de la imagen (Figura 3.43).
(a) (b)
- 3.43 -
Velocimetría PIV
(a) (b)
(c) (d)
Figura 3.44. Mejora de la resolución espacial de la técnica PIV cerca de los contornos: (a)
Recolocación del vector velocidad; (b) Empleo de diferentes esquemas de
ventanas de interrogación ajustadas a la superficie; (c) Malla y tamaños de
ventanas para el esquema adaptativo; y (d) Líneas de corriente cerca de una
rampa con una aproximación convencional, una aproximación convencional con
recolocación de vectores y ventanas filtradas y, a la derecha, añadiendo una
técnica adaptativa. Más detallels en Theunissen et al., (2008).
En los trabajos más recientes, se intentan aprovechar las mejores características de las
distintas técnicas para obtener de una única configuración experimental, el mayor rango de
escalas del flujo. Un ejemplo es el trabajo de Theunissen et al., (2008), en el que se presenta
un algoritmo que usa funciones de correlación con una máscara especial cerca de los
contornos para poder obtener información de la zona con flujo 60 , el método de recolocación del
vector en la ventana de interrogación (PIV/sr) y el empleo de ventanas de interrogación
adaptativas a la densidad de las partículas y dirección del flujo.
Sin embargo, los usuarios convencionales de PIV, tendremos que esperar unos años para
poder hacer uso de estas nuevas metodologías de evaluación de las imágenes.
3.3.4.4. Postprocesado
Después de realizar el montaje experimental, la adquisición de imágenes, el preprocesado
de las mismas y la obtención de los campos de velocidades con los algoritmos de correlación
cruzada, es necesario procesar toda la información recogida. Cuando se trabaja con la técnica
PIV es necesario analizar numerosas imágenes y campos vectoriales, y además, es previsible
que este número crezca a la par que las capacidades técnicas de los equipos informáticos 61 .
Un procedimiento genérico de postprocesado consta de las siguientes etapas:
60
Sin este tipo de correcciones, el pico de la correlación se verá inevitablemente desplazado por efecto
del contorno porque este permanece “inmóvil” y se correlacionará muy bien consigo mismo.
61
Por citar un ejemplo, en los primeros experimentos de flujo bicapa en los que ha estado involucrado
este doctorando (Anta et al., 2007), se analizaron del orden de 2-3 Gb de datos (unos pocos CDs). Para
almacenar la información de los experimentos de esta tesis, han sido necesarios unos ~210 Gb. La
información postprocesada sólo ocupa unos ~10 Gb.
- 3.44 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
• Validación de los datos. En esta fase deben eliminar los vectores espurios o incorrectos del
campo de velocidades determinado a través de la correlación cruzada. Lo ideal es trabajar
con algún algoritmo que automatice este proceso.
• Sustitución de los datos incorrectos. Para obtener algunas magnitudes derivadas del flujo
(p.ej. determinación de campos de magnitudes derivadas como vorticidades, determinación
de espectros, funciones de autocorrelación, etc) es necesario disponer de datos en una
malla regular completa. Para este tipo de análisis será necesario interpolar los valores de
los vectores instantáneos en aquellos puntos donde se haya eliminado previamente
información.
Validación de datos
Aunque realicemos un buen montaje experimental, y nos ajustemos a las reglas prácticas
del PIV (ecuación (3.13)), es probable que al procesar un campo de velocidades nos
encontremos con vectores con dirección y módulo muy diferente del que presentan los vectores
de su entorno (Figura 3.45).
Figura 3.45. Campo de vectores instantáneo de un jet en el que se han representado los
vectores espurios de color rojo (Westerweel y Scarano, 2005).
- 3.45 -
Velocimetría PIV
ΔY
ΔX
Figura 3.46. Desplazamientos correspondientes al campo vectorial de la Figura 3.45. La
elipse señala el rango esperable de desplazamientos (McKeon et al., 2007).
- 3.46 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Con el método del histograma global, no se pueden eliminar aquellos vectores que
presentan una fluctuación menor que la global del flujo, pero que sí presentan una gran
fluctuación local. Para estos casos, se suele aplicar algún método de análisis de residuos,
que se basan en analizar el valor de la velocidad en un punto con la velocidad de los
puntos de su entorno.
En general, en estos métodos, un vector es rechazado si su residuo r, o diferencia entre su
velocidad U y una velocidad de referencia Uref, es mayor que un valor umbral ε:
- 3.47 -
Velocimetría PIV
=
X
Figura 3.47. Eliminación de las anomalías multiplicando las correlaciones de dos zonas
adyacentes. En el producto no aparecen las correlaciones aleatorias, mejorando
la calidad de la determinación del desplazamiento (Hart, 200).
Los inconvenientes del método son el elevado tiempo de cálculo, la sensibilidad en zonas
con bajo número de partículas y también la dificultad de asignar la posición al nuevo vector
obtenido.
e) Otros métodos. Otra forma de analizar la validez de los campos vectoriales es a través del
análisis de las propiedades de la mecánica de los fluidos, p.ej. analizando la continuidad en
un región, o con métodos más sofisticados como redes neuronales o a través de la
simulación de estadísticos con alguna técnica bootstrap (Pun et al., 2007).
Cuando el origen de los vectores anómalos es de tipo aleatorio se puede demostrar, si las
condiciones experimentales son adecuadas (p.ej. una distribución uniforme de partículas), que
su porcentaje asciende a un valor en torno al 5% del total de vectores (Westerweel, 1994). En
estas condiciones, la distribución de los vectores espurios sigue una distribución binomial, y
más de un 80% de los datos se puede recuperar con una sencilla interpolación lineal.
En otros casos, cuando p.ej. existen efectos en la imagen relacionados con una iluminación
deficiente o una heterogeneidad en el dominio visualizado, los vectores anómalos tienden a
aparece agrupados. En estas circunstancias será necesario emplear otro tipo de
aproximaciones, como técnicas de interpolación gaussiana con ventanas adaptativas, para
reconstruir la estructura del flujo (Raffel et al, 2007).
- 3.48 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
zona analizada
láser
cámara CCD
El equipo, manufacturado por LaVision ©, está formado por dos fuentes láser Nd:YAG, dos
cámaras y el equipo de adquisición. Para el control del proceso grabación y para la evaluación
de las imágenes con los algoritmos de correlación cruzada se dispone del software DaVis©
versión 7.254 proporcionado por LaVision ©.
Desde la adquisición del equipo, en el año 2001, se han realizado varias actualizaciones del
mismo. En el proceso de actualización del sistema el doctorando ha participado activamente en
el proceso de elección de la nueva configuración del equipo.
Así, en la actualidad, se dispone de una nueva cámara de mayor resolución (2 Mpx.) y
frecuencia de adquisición, que permite realizar experimentos con la máxima frecuencia de las
fuentes láser (10 Hz). Además, se ha actualizado el hardware de gestión y grabación, la unidad
de control del sistema y el software de adquisición desde la versión 6.x a la 7.x. Como se
comentó anteriormente (§3.2)., otra mejora ha sido la conversión del equipo en un sistema PIV-
LIF, que ha permitido y permitirá trabajar en un mayor rango de aplicaciones de ingeniería
hidráulica y ambiental (análisis de procesos de difusión y mezcla de contaminantes en modelos
de emisarios submarinos o vertidos de desaladoras, flujos estratificados de intercambio o
estudio de estructuras coherentes en flujos en lámina libre, entre otros).
A continuación se pasa a describir brevemente cada una de las partes del equipo empleado en
la realización de esta Tesis Doctoral.
- 3.49 -
Descripción del sistema PIV del CITEEC-ETSECCP
Figura 3.49 Forma de los haces láser en el campo cercano medida por el fabricante con
ayuda de un sensor CCD especial y un papel fotosensible.
En el punto de salida del haz láser se ubica un brazo metálico articulado con espejos en los
codos dirige el haz al punto de medida. En el extremo del brazo se dispone de una óptica
especial que transforma el haz láser en un plano para la obtención de todo un campo en dos
dimensiones (Figura 3.50).
sheet
optics
(a) (b)
Figura 3.50. (a) Detalle de las fuentes láser y (b) del brazo articulado con el sistema óptico
que forma el plano de luz.
- 3.50 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental
Al disponer de dos fuentes gemelas, el tiempo entre cada disparo se puede programar con
ayuda del software de adquisición, para así ajustar el desplazamiento de las partículas a los
valores recomendados en las reglas de diseño de los montajes PIV (§3.3.4.1). El principal
inconveniente de este montaje radica en que la alineación entre los dos haces nunca es
perfecta, lo cual puede repercutir en la iluminación de la imagen y en la calidad de los campos
vectoriales obtenidos (ver Capítulo 4.1 y 4.3).
Figura 3.51. Detalle de la cámara CCD FlowMaster 3S© empleada en los experimentos.
- 3.51 -
Descripción del sistema PIV del CITEEC-ETSECCP
vectores en cada par de imágenes, y no entre diferentes pares (empleando el segundo frame
del primer par y el primer frame del segundo 62 ).
El sensor CCD de la cámara tiene un tamaño de 8.6 x 6.9 mm2, con pixels cuadrados de 6.7 x
6.7 μm2. La principal limitación de la cámara FM 3S es que no permite aprovechar al máximo
las fuentes láser disponibles. Así, el sistema láser tiene una frecuencia fija de 10 Hz (tiempo
entre disparos de 100 ms), y la cámara tiene una frecuencia máxima de 8 Hz (aunque para
doble frame se reduce a 4 Hz, o 250 ms). Si ambos sistemas tuviesen frecuencia fija, la
máxima velocidad de adquisición sería de 2 Hz, pero como la frecuencia de la cámara se
puede ajustar (siempre que entre cada par de imágenes pasen 250 ms), se pueden alcanzar
ratios de grabación de 3.33 Hz. Es decir, la cámara toma una imagen cada 300 ms.
La óptica empleada ha sido un objetivo TAMROM con distancia focal variable 17–35 mm. Para
tomar las imágenes PIV se debe colocar un filtro de 532 nm para recoger principalmente la luz
del láser y evitar saturar (e incluso dañar) el sensor CCD.
Para sembrar el flujo se han empleado partículas redondeadas de poliamida de diámetro medio
50 μm de la casa DANTEC ©. El tamaño de las partículas oscila entre las 30 μm y las 70 μm, y
su densidad relativa es de 1.03. Este tipo de partículas se han empleado con éxito en otros
experimentos realizados por el GEAMA.
El sistema de adquisición está compuesto por una unidad externa que se encarga de
sincronizar el funcionamiento de todos los componentes del sistema. Para que la adquisición
de imágenes sea posible, esta unidad denominada Programable Time Unit (PTU) debe ordenar
a cada componente (cámara y fuentes de luz láser) que siga una secuencia determinada. Esta
secuencia, denominada trigger scheme, es bastante estándar y se puede consultar en Raffel et
al. (2007) o en Lavision (2007b).
El software empleado ha sido el paquete Davis © en su versión 7.254. Este sistema permite
realizar la evaluación con algoritmos de correlación cruzada, con ventanas de tamaño
decreciente en varias pasadas (esquemas de refinamiento de malla). Además, en la última
pasada también permite aplicar técnicas de deformación de la imagen con la reconstrucción de
Whittaker. En el Capítulo 4 se presenta una descripción de la metodología y las opciones
empleadas en la evaluación de imágenes de estos experimentos. En el manual de usuario
(Lavision, 2007b) se puede consultar información detallada sobre el resto de opciones del
programa.
62
Esta estrategia de evaluación es habitual en los equipos de alta velocidad TR-PIV porque el tiempo de
transferencia de la imagen es del orden del tiempo entre disparos del láser. Esta característica ha dado
lugar a un sistema de evaluación de imágenes con algoritmos específicos de correlación cruzada
denominados multiframe PIV. Hain, R. y Kähler, C.J. (2007). "Fundamentals of multiframe particle image
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Capítulo 3. Hidráulica Experimental
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- 3.57 -
C04
ANÁLISIS DEL ARRASTRE
BERBERECHO Cerastoderma edule
12
BIVALVOS C.EDULE - GALICIA C.EDULE - AROUSA 17.3%
10
Capturas (miles de ton)
48.9%
6
4
33.8%
Figura 4.1. Evolución de las extracciones de moluscos bivalvos y del berberecho C. edule
en Galicia y en la ría de Arousa (izquierda) y distribución de capturas del
berberecho en el período 1997-2008 (derecha). Datos extraídos de la
Plataforma Tecnolóxica de Pesca, www.pescadegalicia.com
En la Figura 4.2 se presentan los datos de capturas y el importe de las ventas de los
principales moluscos gallegos. Se puede apreciar que aunque el berberecho es el molusco
más importante en términos de extracción, las variedades de almeja babosa (Venerupis
senegalensis), fina (Ruditapes decussatus) y japonesa (Ruditapes philippinarum) poseen una
importancia económica similar a la del berberecho. Se puede indicar que estas cuatro
especies, junto con la coquina (Donax trunculus) y el percebe (Pollicipes pollicipes),
representan las seis especies marisqueras más importantes de la costa gallega (Molares et al.,
2008) .
- C4.1 -
Introducción y antecedentes
Figura 4.2. Volumen e importe de las ventas medios anuales de los principales moluscos
extraídos en los bancos naturales gallegos en los últimos 5 años (2004-2008).
Datos extraídos de www.pescadegalicia.com
En este trabajo se analizará la movilización del berberecho C. Edule de la Ría de Arousa bajo
diferentes velocidades, grados de reclutamiento y para moluscos de tamaño superior a los 15
mm. Este trabajo se puede considerar como una continuación de una primera fase de
experimentos de arrastre de berberechos en los que participó el autor de esta Tesis Doctoral
en el seno del Grupo de Enxeñaría do Auga e do Medio Ambiente –GEAMA– (ver Anta et al.,
2005; Anta, 2006; Anta et al., 2007 y Peña et al., 2008). Los trabajos más relevantes se han
incluido en el Apéndice 1.
Lombos do Ulla
Isla de
Cortegada
- C4.2 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Cómo se puede apreciar en la Figura 4.1, la zona de la ría de Arousa es una de las mayores
productoras de berberecho de Galicia, con unas capturas cercanas al 50% en el período 1997-
2008. Esta ría se sitúa entre las provincias de Coruña y Pontevedra, en Galicia, y pertenece a
las llamadas “Rías Baixas”, desembocando en el océano Atlántico (Figura 4.3). Se trata de la
más extensa de las rías gallegas, con 230 Km2, una longitud de 33 km y ancho muy variable,
con varias ensenadas e incluso islas interiores que complican el estudio de la hidrodinámica.
Los calados son relativamente altos a lo largo del cauce principal, con valores próximos a los
60 metros en la zona cercana al océano, pero hay varias zonas, entre ellas la de la
desembocadura, con calados bajos, muy sensibles al efecto de la marea y que se secan
periódicamente.
En el contacto río-mar de la ría de Arousa, la desembocadura del río Ulla, se encuentra una
zona de sedimentación de arenas conocida como los Lombos do Ulla. Esta zona, caracterizada
por la presencia de formas de fondo (ver Figura 4.4), es uno de los bancos de marisqueo más
importante del área de Arousa, y por extensión, de Galicia. La hidrología de la desembocadura
está dominada por el ciclo mareal, con una carrera de marea CM ~ 4.3 m, y por el régimen de
caudales aportado por el río Ulla.
Lombos do Ulla
Cortegada
Carril
a) b)
Banco marisquero
de los Lombos do Ulla
Cortegada
Carril
c)
Figura 4.4. a) Perspectiva del banco de berberechos y almeja fina de Os Lombos do Ulla, b)
Fotografía satélite del mismo y c) velocidades medias para un caudal de 60 m3/s
y bajamar máxima. La fotografías han sido proporcionadas por los laboratorios
VideaLab y CartoLab de la Escuela de Caminos y los datos de velocidades son
de Cea et al. (2009).
El banco marisquero de los Lombos do Ulla cuenta con una superficie de 1134.7 ha y puede
dividirse en dos áreas. La zona situada al norte y noroeste de Cortegada presenta fondos
- C4.3 -
Introducción y antecedentes
grava
a) grava con fango y arena
grava con arena
b)
arena con grava y fango
arena con grava
arena con fango y poca grava
arena con poca grava
arena
grava con fango
fango con grava
fango con poca grava
fango con arena y poca grava
fango
fango con arena
arena con fango
c)
%MO
En el banco de los Lombos, en la parte más interior predomina la arena con grava, con bajos
contenidos en materia orgánica, MO ≤ 4%. En la parte más profunda, la textura es fangosa,
con mayores contenidos en MO. Entre las dos superficies, existe una zona de transición
arenoso-fangosa.
Si se analiza la serie histórica de capturas desde 1960 del berberecho, representada en la
Figura 4.6, se puede observar cómo se han producido un importante descenso a partir de los
años 80. Así, en el periodo 1960-1977 el promedio de capturas medio se cifró en 11850
ton/año. En 1978 se produjo un descenso brusco hasta alcanzar unos valores mínimos en
1985. A partir de esta fecha, las extracciones se han estabilizado en el entorno de las 2000 a
4000 toneladas por año
- C4.4 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Cerastoderma edule
Figura 4.6. Evolución de la venta de berberecho en Galicia según las estadísticas oficiales
(Molares et al., 2008).
- C4.5 -
Introducción y antecedentes
comercial 63. Además, el descenso de las ventas en los eventos de elevada precipitación parece
amortiguarse con la distancia a la desembocadura del río (Figura 4.7).
Carril Vilaxoán Vilanova Cabo de Cruz A Illa de Arousa Rianxo Cambados Pobra do Caramiñal
1000000
800000
Cabo de Cruz
Rianxo
Ventas (ton)
600000 Carril
Pobra de
Caramiñal
Vilaxoán
400000 Vilanova
Illa de Arousa
Cambados
200000
0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008
Figura 4.7. Efecto de las riadas de 2000 y 2001 sobre las capturas de berberecho en las
principales lonjas de la Ría de Arousa (adaptado de Morales et al. 2008).
TIPO FECHAS
Mortandad moderada Enero 1994; Abril 2000; Invierno 2002-2003; Marzo de 2007
Los episodios de mortandad severa coinciden con dos bajadas de salinidad hasta valores
cercanos a 0 en el fondo al menos durantes dos pleamares consecutivas. Los episodios de
63
Ver p.ej. el análisis de correlación entre la mortalidad del berberecho de una zona cercana a los
Lombos do Ulla con varios parámetros climáticos como la precipitación y temperatura presentado por
Parada y Molares (2008).
- C4.6 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
M* M M* A M M* M* A
Salinidad (‰)
Precipitación Ocupación de Portodemouros
Velocidad del viento Salinidad estimada
En la Figura 4.8 se pueden apreciar además de los eventos de mortandad severa y modera,
dos eventos de arrastre del stock de berberechos. El primer evento documentado de este tipo
se registró en la campaña de Abril de 2003 del Plan de Recuperación dos Lombos do Ulla
(Parada et al., 2006). En esta campaña se observó una gran densidad de berberechos en la
zona externa del banco (ver Figura 4.9, (b)). Los mariscadores del lugar indicaron que el
reclutamiento en la región profunda y fangosa no era habitual, y que no se extraían
berberechos desde hacía décadas en esa zona.
En la Figura 4.9 se representa la distribución espacial de los berberechos de talla comercial en
el banco de los Lombos do Ulla al inicio de la campaña 2002-2003 y al final de la misma.
También se representa el estado del banco al inicio de la campaña de 2003 así como la
distribución promedio de las tallas comerciales en el periodo 2002 a 2006. En la figura se
puede apreciar como la distribución del reclutamiento al final de una campaña afecta a la
distribución inicial al comienzo de la siguiente, Figura 4.9 (a) y (b). Además, de la observación
- C4.7 -
Introducción y antecedentes
- 2002 - 2003
a)
- 2003
b) c)
Por todo lo expuesto, parece que en el banco de los Lombos do Ulla existe una fuerte
interrelación entre la hidrodinámica y la dinámica de la población de berberechos, y
probablemente de las otras especies de moluscos de interés comercial (almeja fina, babosa y
japonesa). Esta relación entre la dinámica de las poblaciones bentónicas y la hidrodinámica del
entorno ha sido, y es, un campo de estudio en la biología marina (ver p. ejemplo las revisiones
de Butman, 1987 o Snelgrove y Butman, 1994). En el apartado 4.2, se profundizará sobre esta
línea de investigación.
- C4.8 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.9 -
Estado del conocimiento
4.2.1. Introducción
Muchos bivalvos marinos comienzan su vida como una larva en la columna de agua. Tras
unas pocas semanas de vida pelágica 64, las larvas comienzan una transición hacia su etapa
bentónica, asentado sobre el sustrato. Tras este proceso, denominado asentamiento primario,
las larvas metamorfosean y se convierten en pequeños bivalvos juveniles (postlarvas). El
término asentamiento “primario” se emplea habitualmente en la literatura porque numerosos
organismos bentónicos sufren una segunda dispersión y posterior asentamiento, “secundario”,
que puede producirse semanas o meses después del primario.
Por ejemplo, Baggerman (1953), indicó en sus estudios pioneros sobre el C.edule que éste
presentaba este tipo de transporte post-larvario o asentamiento secundario en larvas de unos 2
mm, cuando estas sedimentaban en zonas hidrodinámicamente tranquilas. Otros autores más
recientes como de Montaudouin y Bachelet, (1996) encontraron algunas evidencias en campo
sobre la recolocación postlarvaria del berberecho en la bahía de Arcachon (Francia), y también
en una serie de ensayos de laboratorio que se comentarán posteriormente.
Hay que señalar que este proceso de dispersión, o migración vertical, y posterior asentamiento
secundario no tiene porque obedecer a fenómenos meteorológicos extremos: p.ej. una riada o
un temporal. En algunos casos, se ha demostrado que este proceso de recolocación obedece a
un proceso activo por parte del organismo, p.ej., relacionado con la elección de un sustrato
más favorable para su desarrollo.
En la literatura existe un gran debate sobre la importancia de los procesos de asentamiento
activo y pasivo en la configuración de las estructuras de las comunidades bentónicas. Armonies
(1996), en un trabajo de 2 años de duración, señala que en la mayoría de las especies
bentónicas de la zona de la isla de Sylt en el mar de Wadden (ver Figura 4.22), las larvas
inicialmente se ubican en la zona intermareal baja por procesos hidrodinámicos (pasivos). Tras
esta dispersión inicial, los juveniles de la almeja M.balthica presentan una migración secundaria
hacia las zonas altas mientras que los juveniles de navaja (E.americanis) lo hacen hacia las
zonas submareales. Otras especies como el berberecho C.edule, colonizan de un modo
homogéneo la zona intermareal.
Analizando el transporte por fondo en dos zonas del área estudiada encontró que de las
especies analizas, los juveniles de almejas y berberecho, presentan una migración vertical y
dispersión correlacionada con la tasa de transporte de sedimentos. Las navajas sin embargo
no presentan este comportamiento.
Este trabajo ejemplifica el debate existente en la comunidad científica antes mencionado, ya
que parece que la estructura de las comunidades depende de procesos de selección activa
(porque sino todos los juveniles terminarían en lugares similares), pero que también los
aspectos hidrodinámicos juegan un papel determinante en la distribución de las especies. En
este caso particular, Armonies sugiere que la hidrografía tiene un papel fundamental en la
distribución inicial de las comunidades a escala de kilómetros. Las diferencias que se dan
64
Se aplica a la zona del mar que comprende prácticamente su totalidad, a excepción del fondo y las
orillas.
- C4.10 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.11 -
Estado del conocimiento
COLUMNA DE AGUA
dispersión
crecimiento
FASE
PLANCTÓNICA
fertilización sedimentación
y
contacto y
liberación evaluación
metamorfósis
reproducción gamentos del sustrato
FASE
adulto juvenil
BENTÓNICA
crecimiento
SUSTRATO
Figura 4.10. Ciclo de vida (idealizado) de un invertebrado marino bentónico con fases
planctónica larvaria y bentónica juvenil y adulta (elaboración propia a partir de
Eckman, 1996 y Hendriks, 2004).
65
En general, el término reclutamiento se define como el momento en que se considera que tiene lugar la
incorporación del individuo asentado a la población bentónica. El reclutamiento no se refiere a un
momento inherente al ciclo vital del individuo, sino que es fijado arbitrariamente según los objetivos del
estudio y de la especie que se trate. Así, p.ej., en biología pesquera se suele utilizar el concepto de
reclutamiento al arte, que hace referencia al instante en que el individuo alcanza la talla mínima de
capatura (determinada por la selectividad del arte) o de comercialización. En esta fase del ciclo vital del
berberecho, se puede definir el reclutamiento como el momento en que la larva ha superado la primera
fase de mortalidad post-asentamiento. García, B., Pallas, A. y Pan, M. (2002). Reclutamiento, uso del
hábitat y estructura de comunidades bentónicas costeras de crustáceos decápodos. Trabajo de
Investigación Tutelado. Programa de Doctorado de Biología Marina y Acuicultura.
Para el resto de trabajo, como el objetivo es analizar la influencia del número de individuos presentes en
el sustrato en el fenómeno de movilización de los moluscos, se definirá reclutamiento como el número de
individuos adultos que se pueden encontrar por superficie de sustrato. Es decir, el reclutamiento hará
2
referencia a la densidad de organismos por metro cuadrado (ind/m ).
- C4.12 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Este proceso ha sido estudiado por numerosos autores ya desde el primer tercio del siglo XX
(ver p.ej. la revisión de Butman, 1987), es dependiente de las características de cada especie y
su importancia en el ciclo de vida de estos organismos sigue siendo una fuente de debate en la
comunidad científica en la actualidad.
En el apartado 4.2.3 se comentará con mayor profundidad este y otros aspectos de la dinámica
de las poblaciones bentónicas. A continuación se pasan a describir brevemente las fases de
este ciclo.
Figura 4.11. Berberecho C. edule realizando la dispersión de gametos a través de uno de los
sifones. Fotografía de Brian Spencer / JNCC (publicada en MarLIN Web site,
http://www.marlin.ac.uk ).
Respecto al primer parámetro se puede indicar que la viabilidad de los gametos del C. edule es
corta, reduciéndose la fertilización en un 50% tras 2 h de la liberación de los gametos. La
fertilización se paraliza a las 4-8 h (Tyler-Walters, 2007).
Sin embargo, los organismos bentónicos han desarrollado estrategias para incrementar las
tasas de reproducción. Algunos ejemplos son la liberación sincronizada de los gametos en
cortos periodos de tiempo o la agrupación de los individuos adultos (Levitan, 1995). Además,
las estaciones reproductivas se sincronizan con otros eventos de periodos aproximadamente
constantes, como variaciones de luz-oscuridad (diarias), lunares (mensuales), mareales
(semidiurnas/diurnas) o de la amplitud de la marea (Morgan, 1995).
Otros factores que también afectan al proceso de fertilización como las variaciones en la
temperatura del agua, en la insolación, en la hidrodinámica (p. ej. estratificación o dispersión)
se recogen en Eckman (1996).
- C4.13 -
Estado del conocimiento
Los estudios realizados en los Lombos de Ulla en un parque experimental de la villa de Carril,
indican que la gametogénesis de los berberechos comienza en el mes de enero y desde
febrero hasta octubre se encuentran berberechos maduros sexualmente, sin embargo la época
de reproducción en esta zona comprende desde marzo, hasta julio (González y Pérez, 1984a).
Es en esta etapa cuando los ovocitos alcanzan el tamaño máximo, unas ~ 80 micras. Por
último, el período de reposo gonadal abarca el otoño y principios de invierno (Santos, 2001).
66
Son larvas muy longevas con aparato digestivo funcional y que pueden alimentarse de algas
microscópicas, diatomeas o pequeños organismos.
67
Las larvas lecitotróficas reducen su etapa planctónica al mínimo porque no disponen de un aparato
digestivo funcional y por tanto no pueden alimentarse del plancton en suspensión. Para compensar la
carencia de aparato digestivo, disponen de una mayor reserva energética.
68
Al menos para los moluscos bivalvos y poliquetos, ya que para algunos crustáceos si se han observado
procesos de selección activa del hábitat a través de la natación debido a que su capacidad natatoria es
muy superior a la de los primeros organismos (Butman, 1987).
- C4.14 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
0 0 Mov helicoidal
Jonsson et al. (1991) estudiaron la capacidad de natación de la larva del berberecho C.edule
en laboratorio, bajo diferentes condiciones de flujo (ver Tabla 4.2). En agua quieta el
movimiento de la larva es helicoidal, con velocidades de ascenso neto de 0.71 mm/s y un radio
de giro de 0.18 mm. Cuando la larva deja de nadar, desciende con velocidades de 1.3 a 1.7
mm/s. El movimiento helicoidal de esta larva es similar al de la larva de otros tipos de
organismos bentónicos como los poliquetos, y está motivado por la aparición de un momento
torsor originado por la excentricidad que existe entre el centro de masas del organismo (CM) y
el centro de flotación (CF). Esta diferencia se atribuye a la diferente densidad de la concha y de
la vianda o cuerpo de la larva (ver Figura 4.12).
CM
CF
cilio
69
En realidad, en flujos hidráulicamente lisos, en esta zona el perfil de velocidades se puede asumir
lineal, ver Cap. 2 apartado 2.3.2.
- C4.15 -
Estado del conocimiento
Para velocidades mayores (los autores analizaron una velocidad libre U ∞ de 15 cm/s), el flujo es
más rugoso y no hay capa límite viscosa (por donde se movía antes la larva). En esta situación
el movimiento es asimilable al de los sedimentos que se transportan por fondo (saltación,
básicamente) a mucha mayor velocidad. Sin embargo, estos autores señalan que es muy difícil
extrapolar los resultados obtenidos con el flujo de laboratorio, ya que en campo el flujo es
claramente variable, tridimensional y sobre una topografía mucho más compleja.
Hay que señalar que las velocidades ensayadas por Jonsson et al. (1991) representan el rango
habitual encontrado en estuarios y entornos marinos con una hidrodinámica poco energética.
En la zona de los Lombos do Ulla, es habitual encontrar rangos de velocidades superiores
(hasta ~40 cm/s en un ciclo de mareas vivas 70), especialmente cuando los caudales del río
superan los caudales medios. En estas situaciones se han obtenido con el modelo
hidrodinámico realizado para el proyecto “Afecciones a la fauna de las aguas de transición por
las variaciones de caudal originadas por las centrales hidroeléctricas de punta” velocidades
medias de hasta ~50 cm/s (ver Figura 4.4).
La etapa planctónica está marcada además por los parámetros de mortalidad y alimentación
de las larvas. Estos dos aspectos también definirán la dinámica de la población en esta fase del
ciclo de vida de los moluscos.
Así, durante el periodo en el que las larvas se encuentran en suspensión, la mortalidad de las
mismas es muy elevada. Las poblaciones tienden a mantenerse en equilibrio (al menos a largo
plazo) y cada adulto puede llegar a producir millones de ovocitos durante su vida. Como
ejemplo, se puede indicar que las tasas de mortalidad de algunos mejillones pueden llegar
hasta el 99% (Hendriks, 2004).
Los principales agentes que provocan la mortalidad de las larvas son la disponibilidad de
alimento (en cantidad y calidad adecuados), mucho menor en la columna de agua, depredación
por otras especies, condiciones hidrodinámicas desfavorables o episodios de estrés
provocados por cambios en la temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, radiación UV, etc. De
todos estos aspectos el más importante es quizás la depredación, aunque en zonas con
cambios de temperatura o salinidad muy bruscos también se pueden producir episodios de
mortandad importantes (Hendriks, 2004).
Los principales depredadores de las larvas de moluscos son algunas especies de peces,
algunos crustáceos e incluso, otros moluscos adultos de otras o de la misma especie. André et
al. (1993) han reportado en una serie de ensayos en laboratorio descensos en el reclutamiento
larvario de C.edule de hasta un 33% cuando la sedimentación se producía sobre un lecho de
berberechos adultos activos.
70
Velocidades registradas en la plataforma de Cortegada del Intecmar (www.intecmar.es) y Meteogalicia
(www.meteogalicia.es) y con una sonda ADVP Nortek AWAC ASTA fondeada por el GEAMA entre
Novimenbre y Diciembre de 2008.
- C4.16 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
71
El término sustrato blando hace referencia a lechos móviles. Los moluscos que se fijan a estratos
rocosos se denominan de sutrato duro.
- C4.17 -
Estado del conocimiento
años de edad), puesto que tendrían que pasar varios períodos de actividad extractiva sin ser
capturados (Santos, 2001).
Los ratios de crecimiento de las clases 1 y 2 en los Lombos del Ulla son rápidos y similares,
aunque la distribución de la población permanece totalmente separada hasta el mes de
octubre, cuando la clase 2 comienza a ser mariscada (se produce una mortalidad halieútica).
Este fenómeno se reproduce en la Figura 4.13, adaptada de Pérez y González (1984b).
CLASE 2
long (mm)
CLASE 1
a)
40
35
long (mm)
30
25
20
15
10
y = 10.056Ln(x) - 29.111
2
R = 0.9882
5
0
10 100 1000
b) días
- C4.18 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Las principales conclusiones de este trabajo son que la densidad de reclutamiento influye en la
tasa de mortalidad de los moluscos. Así, para densidades superiores a los 500-600 ind/m2, la
mortalidad crece por un fenómeno densodependiente. Este consiste en una competición
intraespecífica, interacción entre adulto-larvas de la misma especie, por el alimento y el espacio
de desarrollo de los moluscos. Los valores encontrados por estos autores son ligeramente
inferiores a otros citados en la literatura, que sitúa la densidad crítica para la carencia de
alimentación en el entorno de 2000 ind/m2 (de Montaudouin y Bachelet, 1996).
La competición por el alimento es uno de los principales factores que afectan al desarrollo de
las comunidades de berberechos, ya que al ser filtradores necesitan procesar grandes
volúmenes de agua para subsistir. Si el reclutamiento es muy elevado la actividad filtradora
puede reducir e incluso terminar con el fitoplancton en la región del flujo cercana al lecho (ver
p.ej. los experimentos en laboratorio de difusión de plancton sobre lechos de mejillón Mytulis
edulis Frechette et al., 1989; Butman et al., 1994). En consecuencia, la existencia de
competencia suele traer asociado un descenso de los ratios de crecimiento y del índice de
condición 72 de los filtradores.
Además, el efecto del espacio reducido provoca la colisión de los moluscos entre si, y que
estos se desentierren y, por tanto, sean más susceptibles a la acción de las fuerzas
hidrodinámicas, y también más vulnerables a los depredadores.
Por último, existen una serie de condiciones ambientales de carácter físico que pueden afectar
a la mortalidad de los moluscos. Estas condiciones están relacionadas con los límites de
tolerancia de estos organismos frente a los cambios de temperatura y salinidad del medio en el
que se desarrollan.
Los principales experimentos sobre los límites de tolerancia del C.edule se han realizado sobre
individuos recogidos y aclimatados a las condiciones de vida del Mar del Norte. En estos
trabajos (ver la revisión de Molares et al., 2008) se establecen los límites inferiores de
temperatura admisible por esta clase de molusco entre 5 y 6° C (valor medio diario) y los
superiores entre 29 y 36° C (valores para exposiciones de 4 a 6 h en laboratorio).
Además, las poblaciones de la parte alta intermareal son probablemente más vulnerables a las
temperaturas extremas debido a que permanecen más tiempo emergidas. El tiempo durante el
cual los moluscos están sumergidos también puede afectar a su tasa de crecimiento.
Montadouin y Bachelet (1996) analizaron el crecimiento del C.edule en dos zonas
intermareales, una cercana al nivel medio y otra a la pleamar, encontrando mayores ratios de
crecimiento e índice de condición en la zona mareal baja.
La salinidad es otro de los factores ambientales que más condiciona la mortalidad de los
berberechos. Los rangos de tolerancia a este parámetro dependen de la duración de la
exposición, de la temperatura y del valor de salinidad alcanzada en el experimento (Molares et
al., 2008). En general, los trabajos de la literatura señalan que el berberecho es capaz de
soportar ambientes con salinidades en el rango comprendido entre 12.5 y 38.5 ‰.
Como se ha comentado, Parada et al. (2007), asocian los episodios de mortalidad severa del
berberecho en los Lombos do Ulla con caídas de salinidad cercanas a 0 ‰ para varias
pleamares consecutivas, mientras que los episodios de mortalidad moderada coinciden en
general con periodos de salinidad de 10 a 20 ‰, pero con una duración más corta.
72
El Índice de Condición relaciona el peso seco de carne del molusco con el peso total del mismo.
- C4.19 -
Estado del conocimiento
4.2.3.1. Introducción
El origen de los trabajos sobre comunidades bentónicas en sustrato blando, como
comunidades con un comportamiento más o menos predecible, está en el estudio pionero que
Petersen (1918) realizó en el mar báltico.
Aunque el objetivo inicial del trabajo fue el de analizar la cantidad de recurso disponible para
poder comercializarlo, acabó desarrollando un informe, basado en 25 años de investigaciones,
en el que se centraba en cómo los patrones de sedimentación larvaria y post-larvaria afectaban
a la distribución de la comunidad de Macoma balthica. Las principales conclusiones del trabajo
de Petersen indicaban por una parte que las comunidades de Macoma se encontraban
dispersas y sin ningún tipo de relación con el tipo de sedimento e inversamente
correlacionadas con la presencia de depredadores. Sin embargo, sus trabajos no conseguían
explicar cómo en ciertas zonas profundas, con las condiciones ambientales ideales para el
desarrollo de la comunidad de Macoma, esta no aparecía (Todd, 1998).
A partir de los trabajos de Petersen, numerosos trabajos de campo y laboratorio intentaron
buscar relaciones entre las características abióticas (físico-químicas) de algunos hábitats y el
tipo de comunidad bentónica que se desarrolla sobre los mismos. Los primeros con proyección
fueron realizados por Sanders en 1958 (ver p.ej. Butman, 1987). Este autor propuso la
hipótesis de que los organismos filtradores o suspensívoros habitarían preferente en sustratos
arenosos porque en este ambiente se favorece la suspensión de partículas, mientras que los
depositívoros se encuentran en fangos debido a la alta concentración de materia orgánica y
microorganismos depositada.
Estudios posteriores desarrollaron otras ideas relacionadas con las relaciones funcionales entre
los organismos. Así, Rhoads y Young, en 1970, propusieron la hipótesis del “Grupo trófico
amensalista 73”, que defiende que las actividades de los depositívoros interfieren en el
asentamiento y mantenimiento de los suspensívoros. Así, los organismos depositívoros
removerían los sedimentos de su entorno y la gran cantidad de finos en suspensión provocaría
73
El amensalismo es la interacción biológica que se produce cuando un organismo se ve perjudicado en la relación y
el otro no experimenta ninguna alteración, es decir, la relación le resulta neutra. P.ej., en algunos bosques de la selva
amazónica, hay árboles de mayor tamaño que impiden la llegada de luz solar a las hierbas que se encuentran a ras del
suelo. Éste es un ejemplo de amensalismo, y se diferencia de la competencia en que las plantas de menor tamaño no
afectan en nada la supervivencia de los árboles de mayor tamaño.
- C4.20 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.21 -
Estado del conocimiento
PROCESOS Y FACTORES
Depredación bentónica
Abordar todos los parámetros incluidos en la Tabla 4.3 en un único modelo parece a día de hoy
una utopía debido a la complejidad de los fenómenos e interacciones que se deberían incluir en
el algoritmo. Sin embargo, en la literatura se pueden encontrar trabajos que intentan reproducir
74
Una sustancia producida por una especie que influencia el comportamiento o el crecimietno de miembros de otras
especies (P. ej. algunas plantas emiten aromas que atraen a insectos predadores).
- C4.22 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
el comportamiento de alguna de etapas del ciclo de vida de los organismos bentónicos (ver
p.ej. entre otras las revisiones de Eckman, 1996 y Tood 1998).
La etapa planctónica
La etapa más estudiada de la vida de los organismos bivalvos es la fase larvaria
planctónica, y una revisión de las principales estrategias de modelización se puede encontrar
en Eckman (1996). Además, existen otros trabajos parciales en los que se analiza la fase de
sedimentación y asentamiento larvario desde una perspectiva física, es decir, tratando a las
larvas como sedimentos en suspensión que poseen una velocidad de caída y un diámetro
característico.
Algunos ejemplos de este tipo de trabajos son p.ej. el modelo numérico 2DV desarrollado por
Gross et al. (1992) para flujos ondulatorios, que permite evaluar la concentración de larvas en
suspensión y el flujo de larvas que sedimentan en el lecho de un modo similar al que lo hacen
los modelos de transporte de sedimentos en suspensión.
Crimaldi et al. (2002) realizaron un estudio experimental en el que analizaron, para dos
velocidades de flujo, las tensiones de Reynolds sobre tres densidades (ind/m2) y dos
rugosidades (altura sobre el lecho) formadas por almejas “hincadas” verticalmente en un lecho
fijo. El objetivo del trabajo era analizar la probabilidad de que las larvas se fijen al sustrato una
vez estas lo alcanzan. Para ello, y sin entrar en consideraciones sobre si la larva es capaz de
seleccionar el sustrato, definieron la probabilidad de que una larva se fije en función de una
tensión crítica de arrastre y de un tiempo mínimo ta para que se produzca la adhesión de la
larva. Una vez superado este tiempo, se puede considerar que la larva no va a entrar en
suspensión, ya que se adherirá o enterrará en el sustrato.
t<ta, la larva no se fija
ta tiempo para la fijación, sí
t>ta, la larva se fija
t<ta t>ta t<ta t>ta t<ta
t0
ψi ⎧t si ti ≥ ta
Pfijación (τ crit , ta ) = con, ψi = ⎨ i
t0 ⎩ 0 si ti < ta
Así, con ayuda de un anemómetro láser LDA determinaron la fluctuación temporal del término
− ρ u ' w ' y, definiendo un umbral o una tensión crítica de arrastre de la larva (de un modo más
o menos arbitrario), evaluaron la probabilidad de encontrar en el registro de tensiones picos
superiores al umbral de arrastre separados intervalos de tiempo superiores a ta (Figura 4.14).
- C4.23 -
Estado del conocimiento
Los resultados de Crimaldi et al. (2000) señalan que para rugosidades características mayores
y menores densidades de reclutamiento, la probabilidad de fijación de la larva aumenta. Estos
resultados concuerdan con lo que cabría esperar en la realidad ya que para estas condiciones,
los moluscos generan más estelas y zonas de recirculación cerca del lecho. Otro aspecto
interesante de este trabajo es que refleja la importancia de la hidrodinámica en la dinámica de
las poblaciones bentónicas.
Siguiendo esta línea de trabajo, y empleando el modelo de sedimentación de partículas
propuesto por McNair et al. (1997), Iris Hendriks (2004) presenta en el Capítulo 7 de su Tesis
Doctoral un modelo probabilístico para analizar la probabilidad de que las larvas permanezcan
en el lecho en función de la velocidad de sedimentación de las mismas, la distribución de los
esfuerzos de corte (a través de la velocidad u*) y el tiempo que tardan las larvas en sedimentar.
Lo más relevante de este trabajo es que permite analizar de un modo cuantitativo la influencia
de los cambios en la velocidad de sedimentación de las larvas (p.ej., si estas nadan o no) así
como cambios en la tensión de arrastre de las mismas en la probabilidad de fijación de las
larvas al sustrato. En definitiva, permite estimar el rango o la capacidad que tienen las larvas
para poder escoger un sustrato de forma activa (van Duren, 2008).
La fijación en el sustrato
Una vez que la larva entra en contacto con el sustrato se puede producir el reclutamiento de la
misma, si esta prospera y se convierte en un juvenil. Desde que la larva entra en contacto con
el lecho hasta que se produce el reclutamiento se puede desarrollar la siguiente secuencia
temporal, esquematizada en la Figura 4.15 (Jonsson et al., 2004; van Duren, 2008):
• La larva entra en contacto con el sustrato y se produce una adhesión inicial de tipo
pasivo o un despegamiento de la superficie por las fuerzas de arrastre y sustentación
que ejerce el fluido sobre la larva, o porque el tiempo de contacto no es suficiente.
adhesión temporal
(activa)
asentamiento
permanente
Figura 4.15. Modelo de los procesos que suceden entre la sedimentación y el reclutamiento
de las larvas de organismos bentónicos. La larva presentada es un tipo de
percebe del Mar del Norte, Balanus improvisus (adaptado de van Duren, 2008).
- C4.24 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.25 -
Estado del conocimiento
La selección pasiva
En sentido estricto, la hipótesis de la selección pasiva implica que las larvas asientan en los
mismos lugares que lo hacen los sedimentos que posean la misma velocidad de caída. Hay
que señalar que esta hipótesis no excluye que una vez asentadas, las larvas se movilicen
sobre el lecho por una serie de mecanismos activos.
El primer trabajo que postuló la importancia sedimentación pasiva lo realizó Baggerman (1953)
que encontró que los patrones de distribución del berberecho C. edule en el Mar del Norte se
correspondían con la de sedimentos de las mismas propiedades. Para ello determinó que la
velocidad de caída de las larvas de berberecho es similar a la velocidad de caída de los
sedimentos del entorno. Otros autores de esta época comenzaron a indicar que las corrientes
fuertes mantienen las larvas en suspensión, mientras que las débiles permitían la deposición
de las mismas sobre el fondo (Butman, 1987). Estudios más recientes (Hannan, 1984; Butman,
1990) también presentan conclusiones similares.
Otros autores, como Birkeland y Chia (1971, citados por Butman, 1987) observaron que el
asentamiento de un tipo de estrella de mar en arenas con parches de guijarros era mayor que
en zonas de arena plana, debido a la rugosidad y su relación con las velocidades desarrollados
sobre los parches. Otros informes ofrecen más indicios indirectos del asentamiento pasivo ya
que se han encontrado grandes acumulaciones de juveniles y adultos en depresiones y en
praderas marinas.
Respecto a la resuspensión o migración vertical en la columna de agua pasiva de las larvas,
por efecto de las corrientes, existen algunas evidencias indirectas de algunos estudios que han
muestreado la composición y el número de organismos sobre el lecho marino antes y después
de un temporal. Palmer y Gust (1985, citados por Butman, 1987) registraron las variaciones de
las tensiones tangenciales sobre el lecho marino en un ciclo de marea y el contenido de
organismos sobre el lecho y en la columna de agua. Su trabajo señala que la abundancia de
organismos en los primeros centímetros de agua es mayor cuando la tensión superaba un valor
crítico.
Un fenómeno similar también ha sido sugerido por Parada et al. (2007) para explicar la
migración, o mejor dicho recolocación, de las poblaciones de berberechos adultos en la
desembocadura del Ulla tras fuertes avenidas (ver apartado 4.1).
La selección activa
Respecto a los procesos de selección activa, éstos se han justificado en base a los
ensayos de asentamiento larvario. Estos ensayos se pueden dividir en dos grandes grupos: 1)
los estudios de selección de hábitat y 2) los estudios sobre los factores ambientales o
biológicos que inducen la metamorfosis de la larva (Butman, 1987).
El análisis de los factores ambientales y biológicos que inducen la metamorfosis de las
larvas comenzó con los primeros trabajos de Wilson en la década de 1930 (Butman, 1987).
Este autor comenzó a realizar estudios sistemáticos que consistían en introducir larvas
competentes (capaces biológicamente de asentarse) en placas de Petri con diferentes tipo de
sustrato y agua. Después de cierto tiempo, se recuentan las larvas metamorfoseadas y con la
ayuda de métodos estadísticos como el Análisis de la Varianza o ANOVA (ver descripción en el
- C4.26 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
apartado 4.3.6 y Apéndice 2), se pueden inferir que tratamientos inducen significativamente la
metamorfosis.
Los trabajos de esta línea revelan que ciertos compuestos orgánicos (agentes aleloquímicos)
pueden inducir la metamorfosis, siendo específicos para cada especie. La ausencia de los
mismos podría retrasarla, y así impedir el asentamiento larvario en sustratos no adecuados.
También se ha descubierto que existen larvas que pueden alimentarse durante la fase
planctónica, lo que amplifica el periodo de competencia de la larva, y también se han
encontrado larvas de algunos corales con metamorfosis reversibles (Butman, 1987).
En la actualidad, para reproducir con más fidelidad la respuesta de las larvas frente a la acción
de los agentes aleloquímicos se están desarrollando nuevos experimentos en laboratorio que
reproducen las condiciones hidrodinámicas naturales. Un ejemplo, es la serie de trabajos
realizados por Koehl y Hadfiel (Hadfiel y Koehl, 2004; Koehl y Reidenbach, 2007; Koehl et al.,
2007) en los que se analiza cómo un metabolito generado por un tipo de coral hawaiano afecta
a la sedimentación de las larvas de un tipo de nudibranquio que habita en los mismos.
En estos trabajos se visualiza con la ayuda de la técnica Laser Induced Fluorescene (LIF), la
difusión del metabolito en el flujo, Figura 4.16. Estos autores, han desarrollado y validado un
modelo numérico para predecir la tasa de transporte de larvas hacia el coral en función del
porcentaje de metabolito presente en el entorno (Koehl et al., 2007). Los ensayos fueron
realizados con calados, velocidades y oleaje similares a los encontrados en la realidad (Koehl y
Reidenbach, 2007)
Figura 4.16. Mapa instantáneo de concentraciones del metabolito expulsado por el coral
Porites compressa y detalle del tamaño y forma de la larva de Phestilla sibogea
inducida por este agente aleloquímico. La imagen se corresponde aun flujo
ondulatorio en laboratorio visualizado con LIF (Kohel et al., 2007).
- C4.27 -
Estado del conocimiento
Figura 4.17. a) y b) Vista lateral de una larva de P. Sibogae sujeta a las mismas condiciones
de flujo, c) y d) representan diagramas de la larva en las posiciones a) y b). En
a) el agua circulante no contenía el inductor de la sedimentación, el pie y el velo
están extendidos y el cilio se mueve. En b) pasa un filamento de metabolito y la
larva retrae el velo y el pie y deja de nadar (Koehl y Reindenbach, 2007).
Este comportamiento también fue constatado en una serie de experimentos sin flujo en los que
pudieron apreciar como en un entorno libre de agente aleloquímico el movimiento de las larvas
era errático, Figura 4.18 (a). Sin embargo, al añadir metabolito, el patrón de sedimentación de
las larvas es similar al de partículas inertes, Figura 4.18 (b).
- C4.28 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.29 -
Estado del conocimiento
1 mm
a) b)
Figura 4.19. a) Secreción de biso de un juvenil 0 de Macoma balthica coloreado con alcano
azul (Hiddink et al., 2002) y b) disección de la vianda de un juvenil un C.edule
con su pie (F), secreción de biso (B), cilio (Ci), talón (H), depresión y surco pedal
(Pg y Pd), músculo abductor posterior (PAM) y masa visceral (VM), adaptado de
Yanksson (1986)
El biso es similar al hilo de las telas de araña. El tamaño de las secreciones está entre 2 y 4
mm tiene un diámetro de unas 10-15 micras. El biso del C.glaucum es más resistente y tiene
varias ramificaciones. Para los juveniles más grandes, los filamentos sedimentan rápidamente
y se entierran en los primeros centímetros del lecho, por lo que capacidad “exploratoria” y de
dispersión horizontal se reduciría con el tamaño del molusco.
Si una especie en su fase postlarvaria funciona de forma pasiva, se podría estimar su hábitat
asimilando que se comportan como sedimentos con la misma velocidad de sedimentación. Sin
embargo, si son organismos capaces de segregar biso, su velocidad de sedimentación decrece
considerablemente y podrían migrar verticalmente en la columna de agua en condiciones
hidrodinámicamente desfavorables, a través de procesos de selección activa.
Algunos estudios en laboratorio demuestran que las larvas de algunas especies pueden reducir
su velocidad de sedimentación a través de la secreción de biso. Por ejemplo, Beukema y de
Vlas (1989) estudiaron la influencia de la secreción de biso en juveniles de hasta 6 mm de
M.balthica y encontraron que los tiempos de sedimentación se pueden duplicar y hasta triplicar,
en función de la longitud del filamento. Estos autores también señalan que este filamento es
muy sensible, y que incluso en bajas condiciones de flujo, el movimiento del agua puede
romperlo incrementándose nuevamente la velocidad de sedimentación. Hiddink et al. (2002),
confirman la fragilidad de las secreciones, indicando además que son díficiles de analizar
porque son transparentes y cuando el organismo percibe un toque, cierra bruscamente las
balbas y corta el filamento.
Olivier y Retière (2006) estudiaron los patrones de sedimentación y la puesta en suspensión
del gusano marino Pectinaria koreni en una columna de sedimentación y en canal de
recirculación Hycobenthos, del Laboratorio de la Estación Marina de Dinard (Francia). En los
ensayos de sedimentación analizaron la velocidad de caída de los poliquetos en función de su
estado (vivo o muerto). Sus conclusiones indican que las velocidades de sedimentación para
los organismos muertos (entre 1 y 6 cm/s) se correlacionan bien con la velocidad de caída de
partículas troncocónicas con una densidad similar. Las velocidades de sedimentación de los
gusanos vivos se reducía sólo si estos segregan biso (asentamiento activo). Si no lo hacían,
éstas eran comparables a los de los moluscos muertos (asentamiento pasivo).
- C4.30 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
5 5 secreción biso
4 4
Ws (cm/s)
Ws (cm/s)
3 3
2 2
1 1
0 0
1-2 2-3 3-4 4-6 6-10 1-2 2-3 3-4 4-6 6-10
Tamaño (mm) Tamaño (mm)
Estos autores también señalan que el patrón de sedimentación era diferente cuando existía el
filamento de biso, ya que en estos casos el descenso era vertical con la cabeza del gusano
hacia arriba (hablan de un patrón tipo paracaídas). Cuando el poliqueto no segregaba biso, el
cuerpo caía irregularmente (ver Figura 4.20).
Para analizar la influencia de la secreción de biso en la movilización de las larvas de este
gusano marino, Olivier y Retèire colocaron individuos aislados (vivos y muertos) en un lecho de
sedimento y midieron la velocidad de corte que los movilizaba (de un modo similar a los
trabajos realizados desde el GEAMA con berberechos muertos, ver 4.2.5 y Apéndice 1). Los
resultados señalan que las velocidades de corte correspondientes al umbral del movimiento
para los poliquetos vivos son significativamente (estadísticamente) inferiores que para los
organismos muertos: u*=1.12±0.03 cm/s vs u*=1.27±0.02 cm/s. Por tallas, la velocidad de corte
media para los organismos de longitud inferior a 5 mm presentaba mucha dispersión y las
diferencias entre estados no fueron significativas. Los autores intentaron representar el umbral
de movimiento de las larvas a través del número densimétrico de Shields, pero el ajuste
presentaba la dispersión habitual que se puede encontrar en algunos trabajos de transporte de
sedimentos (R2=0.41)
Los resultados de Olivier y Retèire (2006) son cualitativamente similares a los descritos en
varios trabajos de X. de Montadouin (de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin, 1997;
de Montaudouin et al., 2003) realizados con juveniles de C.edule de hasta 6 mm de tamaño
(tamaño medio ~2 mm). Estos autores realizaron una serie de experimentos sobre el
asentamiento secundario de este organismo en el canal Hycobentho. En estos ensayos
estudiaron qué influencia poseía el tipo de sustrato, la interacción con otros adultos, el tamaño
y el estado: vivo o muerto (que asociaron con la capacidad de secreción de biso), en el
asentamiento de los bivalvos.
La metodología de los experimentos de selección de hábitat fue similar en los tres trabajos. Los
autores colocaron en una sección situada habitualmente aguas arriba de la zona central del
- C4.31 -
Estado del conocimiento
canal los juveniles, sobre un sustrato de plexiglás (el material con el que está conformado el
canal), o al inicio de la sección de análisis de 0.5 x 1 m (ver Figura 4.21). En los experimentos
la velocidad de ensayo varió entre 10 y 24 cm/s, con velocidades de fricción entre 0.51 y 0.99
cm/s. En las referencias señaladas se pueden encontrar más detalles del montaje
experimental.
a) b)
Los resultados de estos trabajos señalan que los juveniles de C.edule presentan cierta
capacidad de seleccionar el sustrato, ya que una vez que estos abandonan la zona de plexiglás
inicial, tienden a quedar retenidos en la zona de arena. Montadouin (1997), cifra este
asentamiento en un 42±15% y 79±9% para las velocidades de corte de 0.51 y 0.99 cm/s
respectivamente. En experimentos similares con juveniles muertos, sólo el 4±7% y 14±14% se
fijan en esta área que representa un ~8% de la superficie del canal.
En este trabajo, el autor comparó el comportamiento de los juveniles de berberecho con el de
juveniles de almeja japonesa (Ruditapes philippinarum). Los juveniles de esta última especie
vivos prácticamente no se movilizaron, ya que una vez situados sobre el plexiglás, se
adhirieron a esta superficie (el porcentaje de juveniles en la arena fue de un ~0% y un ~3%
para las velocidades ensayadas. Montaudouin et al., (2003) realizaron una serie de ensayos
con individuos de tamaños similares y bajo las mismas velocidades de fricción, empleando dos
sustratos diferentes: uno arenoso y otro fangoso. Las conclusiones de este trabajo indican que
los juveniles de C.edule son capaces de diferenciar el tipo de sustrato, asentando de un modo
más significativo en el arenosos que en el fangoso: 42% y 76% vs 18% y 16% para u*=0.51 y
0.99 cm/s respectivamente.
Tabla 4.4. Comparación de las velocidades de sedimentación activa y pasiva para
juveniles de C.edule (de Montadounouin, 1997).
- C4.32 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En esta serie de estudios, de Montadouin (1997) también estudió la influencia del estado y la
secreción de biso de los juveniles de C.edule y R.philippinarum. Los resultados señalan que los
juveniles de almeja no son capaces de moficar su velocidad de sedimentación, mientras que
los de berberecho, a través de la secreción de biso, pueden reducir su velocidad de caída
hasta 15 veces (Tabla 4.4). En este trabajo también se constataron aceleraciones y
deceleraciones en la caída de algunos organismos vivos vinculados a la rotura y generación del
filamento de biso.
A medida que el tamaño del molusco crece, la capacidad de regular su velocidad de caída
decrece. A partir de ~5 mm, los moluscos vivos se comportan como los muertos. La velocidad
de caída se pude asimilar a la velocidad vertical necesaria para poner en suspensión a las
larvas. Sidgursson et al. (1978) señalan que las corrientes verticales oceánicas, del orden ~1
cm/s cerca del lecho, podrían movilizar juveniles de aquellos organismo que de forma activa,
“redujesen” su peso específico a través de la secreción de biso.
Como conclusión de este epígrafe se puede indicar que existen evidencias que confirman que
algunos tipos de organismos bentónicos pueden presentar en su fase larvaria y postlarvaria
cierta capacidad de selección de hábitat ante ciertos estímulos externos como los agentes
aleloquímicos o la presencia de un determinado sustrato. Sin embargo, a la hora de extrapolar
los resultados a campo se debe ser cauto ya que las escalas involucradas o la complejidad del
flujo en un medio natural no se pueden reproducir fielmente en escala de laboratorio.
Por ejemplo, en los experimentos de selección de sustrato de de Montadouin, los juveniles de
C.edule presentaban predilección por un sustrato arenoso frente a uno fangoso o a una
superficie de plexiglás. Sin embargo, en una situación real, los flujos son hidráulicamente
mucho más rugosos que los analizados en estos y en la mayoría de los trabajos a escala de
laboratorio (§4.2.5). Cómo se ha visto ya en el Cap. 2, y se retomará en el apartado 4.2.4, la
rugosidad del lecho afecta a la estructura del flujo y de las tensiones de arrastre,
incrementándose las fuerzas de arrastre de tipo dispersivas o de forma sobre los elementos del
lecho.
- C4.33 -
Estado del conocimiento
ODDENWATT
Figura 4.22. Situación de las áreas estudiadas en las principales referencias bibliográficas
del Mar de Wadden / Norte.
- C4.34 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
migración está producida por las corrientes de marea, que en esta época presentan un reflujo
de mayor intensidad que el flujo asociado a la marea llenante, pero también por un mecanismo
activo que incrementa el coeficiente de arrastre a través de la secreción de biso (estos mismos
autores lo demostraron en ensayos de columna de sedimentación).
Según Beukama y de Vlas, para los juveniles de M.balthica esta migración hacia zonas
intermareales bajas y submareales es beneficiosa porque reducen los riesgos de acción de
parásitos y también incrementan su capacidad de filtración de alimento. Por el contrario, para la
M.balthica recién nacida en primavera-verano, las zonas mareales altas del abrigado mar de
Wadden, son más beneficiosas porque el sedimento es de menor diámetro (en las zonas
submarales son del mismo orden de magnitud que las larvas) y además es más estable (se
mueve menos por la acción del oleaje). En estas condiciones, las larvas tienen más tiempo
para comer al estar en un ambiente más tranquilo. Además, en las zonas intermareales altas la
presencia de los depredadores como crustáceos es mucho menor que en las zonas
intermareales bajas y submareales. Beukema y de Vlas (1989) también señalan que otras
poblaciones de M.balthica en la bahía de Hudson, Canadá, o en la costa este de Norte América
también presentan una migración similar.
Los trabajos desarrollados por el grupo de W.Armonies en la zona intermareal de Odenwatt,
cerca de la isla de Sylt, en el norte del mar de Wadden (§Figura 4.22), han proporcionado
mucha información sobre la dinámica de varias poblaciones de organismos bentónicos como el
C.edule y principalmente, la M.balthica. En los primeros trabajos consultados de Armonies
(1992), este autor analizó la presencia de larvas y juveniles de estas especies en la columna de
agua en una zona intermareal baja. Los resultados de este trabajo señalan la existencia de
varios patrones en puesta en suspensión de estos bivalvos.
Así, la presencia de juveniles en la columna era mucho mayor por la noche que por el día,
encontrándose hasta ~3 y ~2 veces más berberechos y almejas durante la noche. Armonies
también describe un patrón de variación estacional para el C.edule, con un máximo de
individuos en la columna de agua a finales de Junio y valores mínimos en Septiembre.
Analizando la autocorrelación de la serie también se señala que el berberecho presenta un
patrón de variación lunar, con picos en la cantidad de juveniles en suspensión que coinciden
aproxidamente con las mareas vivas. El análisis de la serie temporal de M.balthica indica que
este molusco no presenta patrones regulares como el C.edule, aunque su presencia en la
columna de agua se reduce de forma gradual desde Junio a Octubre. Otros parámetros, como
la velocidad de viento y el oleaje asociado al mismo, interactúan con los patrones estacionales
y lunares descritos.
Armonies y Hellwig-Armonies (1992) analizaron la variación de la cantidad de gametos, larvas y
juveniles presentes en el sedimento a lo largo de un transecto perpendicular a la línea de costa
en la zona intermareal situada enfrente de la isla de Sylt (en la misma playa que el estudio
anterior). En Mayo, y coincidiendo con la etapa de producción de gónadas y liberación de
gametos de Macoma, la mayor densidad de larvas se concentra cerca de la zona intermareal
baja, reduciéndose su número hacia las zona intermareal alta.
El análisis de la población de juveniles de esta especie en Septiembre-Octubre revela la
existencia de una migración de los mismos hacia las zonas intermareales altas. Esta migración
es atribuible a un proceso activo de secreción de biso que favorecería la migración vertical en
la columna de agua de los juveniles de Macoma. Como se recoge en el trabajo de Armonies
(1992), la mayor cantidad de juveniles de esta especie migrarían en Junio, y el ritmo decrecería
con los patrones señalados anteriormente.
- C4.35 -
Estado del conocimiento
Por tanto, la M.balthica en el mar de Wadden presenta dos migraciones durante su fase
bentónica. La primera migración de primavera se produce entre los meses de Mayo a Junio. En
ésta, las larvas que acaban de ser dispersadas por los adultos en la zona intermareal baja,
migran verticalmente inducidas por un mecanismo activo de secreción de biso, y se movilizan
hacia las zonas intermareales altas (Armonies y Hellwig-Armonies, 1992). La segunda
migración, de invierno, se produce unos 7 u 8 meses después, entre Diciembre y Marzo. En
esta fase, los juveniles de 3 a 7 mm de tamaño, retornan a las zonas intermareales bajas
(Beukema y de Vlas, 1989), como se representa en la Figura 4.23.
PM
migración asentamiento
postlarvaria larvario zona
intermareal
BM
zona
intermareal
BM
z. submareal
MIGRACIÓN DE INVIERNO: Diciembre-Marzo
Ambas migraciones están motivas por procesos de secreción de biso, y, entre otras, permiten a
los organismos reducir la posibilidad de ser ingeridos por depredadores (p.ej. crustáceos y
pájaros, respectivamente). Sin embargo, durante los movimientos migratorios se produce una
alta desaparición de individuos.
Hiddink et al. (2002), señalan que este fenómeno puede estar relacionado con la ingestión de
las larvas y juveniles por la fauna pelágica. Estos autores realizaron una serie de experimentos
en un canal-acuario circular en los que analizaron el efecto de la iluminación (día/noche) y del
movimiento de agua (quieta/corriente) en la capacidad de depredación de varios peces
comunes en la zona del mar del Norte/ de Wadden sobre dos poblaciones de Macoma: una con
tamaño larvario, para representar la migración de primavera, y la otra con tamaño postlarvario,
representando la población de la migración de invierno.
Los resultados obtenidos por estos autores señalan que bajo condiciones de iluminación la
ingesta de Macoma en suspensión es mucho mayor que en condiciones de flujo tranquilo. En
condiciones de oscuridad, las tasas de depredación se reducen notablemente y no existen
diferencias significativas con el factor corriente. Según Hiddink et al. (2002), este fenómeno
explica por qué la dispersión de M.balthica se producen fundamentalmente por la noche
(Armonies, 1992).
Desafortunadamente, los resultados obtenidos en el entorno de la isla de Sylt en el mar de
Wadden sobre la dinámica de las poblaciones bentónicas no son extrapolables a otras latitudes
y/o a otros ambientes marinos más expuestos con una hidrodinámica más energética.
- C4.36 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Por ejemplo, Bouma et al. (2001) estudiaron el asentamiento primario de los gametos de
C.edule y M.balthica (300 a 1000 micras) en la zona intermareal de Plaat van Baarland, en el
estuario de Westerschelde (Holanda, §Figura 4.22). En esta zona intermareal fangoso-arenosa,
la hidrodinámica está dominada por las corrientes de mareas (la carrera de marea es de unos
~4.5 m, mientras que en la zona de la isla de Sylt es de ~2 m), que adquieren velocidades del
orden de ~1 a ~1.5 m/s.
En este trabajo los autores analizaron la variación de larvas reclutadas en función del
transporte de sedimentos, medido en términos de erosión y/o acreción máxima del lecho
intermareal, del reclutamiento de adultos, del contenido de finos y del diámetro medio del
sedimento. Para ello, hicieron un análisis de regresión lineal múltiplo de Pearson sobre los
datos recogidos en una malla rectangular de 700 x 800 m2 (puntos cada 100 m) tras la
gametogénesis de estas especies, entre Mayo y Junio.
Los resultados del estudio señalan que la presencia de individuos está inversamente
correlacionada con la dinámica sedimentaria (en concreto, con los ratios de erosión) y con el
diámetro medio del sedimento. Existe una correlación directa con la cota del lecho, es decir,
mayor cantidad de individuos en la zona intermareal alta. Hay que señalar que los coeficientes
de correlación determinados (Producto Momento de Pearson) tienen significancia estadística
pero su valor no es muy elevado (~0.45 – 0.55). Los autores no encontraron ninguna relación
entre el contenido de finos o la densidad de adultos reclutados y la cantidad de larvas fijadas.
Por tanto, en este trabajo, el reclutamiento temprano se produce en las zonas intermareales
altas, al contrario de lo que se refleja la literatura de la isla de Sylt del mar de Wadden. En el
Plaat van Baarland, en las zonas de menor reclutamiento el diámetro de sedimento es mayor,
existe más proporción de arena, y en general, las corrientes y las fluctuaciones del lecho son
más importantes.
Hunt et al. (2007) analizaron el transporte de bivalvos juveniles de Gemna gemna en el estuario
del río Navesink en New Jersey, EE.UU. En esta zona, dominada por las corrientes de marea,
la velocidad a 50 cm del lecho puede alcanzar valores de hasta 1 m/s y las velocidades de
fricción son del orden de 0.02 a 0.05 m/s. En el trabajo llevado a cabo por estos autores se
señalan correlaciones elevadas entre la hidrodinámica (velocidad a 50 cm del lecho) y el
transporte de sedimentos de fondo (R2~0.78 a 0.81) y entre la hidrodinámica y el transporte de
bivalvos retenidos en la trampa de sedimentos (R2~0.74 a 0.84).
Como en el estudio de Bouma et al. (2001), no se encontró una correlación entre la tasa de
transporte de individuos y la densidad de reclutamiento como sucede p.ej. en otro trabajo
realizado por Heather Hunt en el entorno del puerto de Barnstable, Massachussets (Hunt y
Mullineaux, 2002). En este trabajo, Hunt y Mullineaux estudiaron la dispersión de los juveniles
de almeja Mya arenaria (< 2mm) y encontraron que el transporte de juveniles está relacionado
con el flujo, el transporte de sedimentos y la densidad de reclutamiento de los organismos.
Comminto et al. (1995) realizaron un trabajo una zona intermareal arenosa, con fuertes
corrientes de marea, cercana a Manukau Harbour (Auckland, Nueva Zelanda) en el que
recogieron ejemplares en trampas de sedimentos en el lecho y a diferentes alturas la fauna
bentónica. En su estudio correlacionaron el caudal sólido y la cantidad de juveniles de la
especie dominante, Macoma Liliana, con el viento en condiciones extremales o de temporal.
Para uno de los sucesos analizados, los autores señalan que un incremento en la velocidad del
viento de 12 veces el valor medio, provocaba grandes incrementos en el transporte de
sedimentos (ratios de hasta 285) y en el número de individuos (95 veces) recogidos en las
- C4.37 -
Estado del conocimiento
Recapitulación
Cómo recapitulación se puede indicar que, en general, el impacto de los procesos
biológicos comparados con los físicos es mayor en sistemas intermareales de baja dinámica.
- C4.38 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En sistemas con gran dinámica litoral, los factores biológicos son de menor importancia
(Bouma et al., 2001)
Así, algunos trabajos sugieren que en algunos casos la hidrodinámica domina el proceso de
dispersión de juveniles. Bajo estas condiciones es necesario un buen conocimiento de la
hidrodinámica y de los procesos de transporte de sedimentos. Para ello es fundamental
disponer de un modelo numérico calibrado (Armonies y Hartke, 1995; Armonies, 1996; Bouma
et al., 2001; Hunt et al., 2007). En algunas ocasiones, cuando existan interacciones
significativas entre los adultos y los juveniles, será necesario también conocer la distribución de
la poblaciones bentónicas (Armonies y Hartke, 1995)
En cualquier caso, parece que existe una interacción entre los procesos físicos o pasivos y los
procesos de sedimentación y dispersión activa. Ambos fenómenos deben estar involucrados en
la variabilidad espacial y temporal de las comunidades de invertebrados bentónicos.
Los procesos de selección activa y asentamiento pasivo no son excluyentes. Ambos procesos
pueden operar, pero a diferentes escalas de espacio y tiempo. La importancia relativa de cada
proceso es dependiente de cada especie, del entorno y su energía hidrodinámica, y de la
duración de la etapa planctónica de cada individuo (Butman, 1987).
Así, los organismos situados más cerca o sobre la superficie pueden entrar en la columna de
agua periódicamente durante temporales o avenidas (Commito et al., 1995), o también
regularmente durante los ciclos parciales de mareas vivas o muertas (Armonies, 1992)
Las distribuciones locales de las larvas pueden están determinadas por fenómenos físicos de
pequeña escala como cambios inducidos por la micro topografía del lecho. Además, algunas
larvas podrían seleccionar activamente el sustrato en grandes escalas espaciales, adhiriéndose
o rechazando una zona (p.ej. a través de la segregación de biso o nadando para, intentar
escapar de la capa límite viscosa). Sin embargo, se ha detectado que a medida que una larva
pasa más tiempo en seleccionar su sustrato, la probabilidad de que ésta prospere se reduce,
por lo que a partir de cierto tiempo la selección dejaría de ser activa (Butman, 1987).
Los procesos de selección pasiva podrían explicar la variabilidad interanual de las zonas de
reclutamiento de las larvas y posibles “incoherencias” con las características de lecho
sedimentario, ya que los sedimentos se ordenan en escalas temporales más grandes que las
de las larvas.
Las evidencias de la literatura señalan que las larvas pueden ser depositadas en las escalas
espaciales más grandes (decenas de metros y kilómetros), mientras que pueden emplear
procedimientos de selección activa en hábitats más reducidos (escalas de centímetros y
metros). Así, los procesos hidrodinámicos de mayor escala son los causantes de distribuir las
larvas a lo largo del fondo marino y de que estas encuentren un sustrato determinado, pero es
cada tipo particular de organismo el que decide si lo elige o rechaza.
Lo que todavía está por determinar es la escala a la cual la importancia de estos procesos
cambia y la importancia de los flujos ambientales en el proceso de transición entre ambos
estados (Snelgrove et al., 1999).
- C4.39 -
Estado del conocimiento
- C4.40 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
a)
b)
Figura 4.24. Efecto de la separación de los individuos en la estructura del flujo: a) flujos
sobre un “obstáculo” aislado con una estela aguas abajo y b) flujo rasante sobre
una sucesión de individuos (adaptado de Van Duren, 2008). En estas
condiciones se produce un desacople entre el flujo rasante y el que actúa sobre
los organismos y se reducen los esfuerzos de corte sobre los mismos.
Otro factor que puede afectar a la estructura de la capa límite y de esfuerzos cortantes es la
actividad de los organismos filtradores, ya que los pequeños chorros producidos por los sifones
pueden actuar incrementando la rugosidad del lecho. Este efecto ha sido determinado por van
Duren et al., (2006) estudiando en laboratorio las características del flujo sobre un lecho de
mejillones Mytulis edulis con ayuda de un equipo doppler ADV.
Estos autores determinaron la estructura de las velocidades, esfuerzos de Reynolds y energía
cinética turbulenta bajo tres velocidades y con tres configuraciones de lecho: liso, con los
moluscos inactivos y con los moluscos con las valvas abiertas y en actividad filtradora (este
escenario se estimuló con aportación de alimento).
- C4.41 -
Estado del conocimiento
TENSIONES DE Re (Pa)
velocidad media velocidad media
TENSIONES DE Re (Pa)
velocidad alta velocidad alta
a) b) TENSIONES DE Re (Pa)
Figura 4.25. Efecto de la actividad filtradora del M.edulis sobre la estructura de la energía
cinética turbulenta (a) y sobre las tensiones de Reynolds (b), ((van Duren et al.,
2006).
Los resultados del trabajo indican que bajo el lecho inactivo las velocidades de corte
(determinadas a partir de la ley logarítmica de velocidades), y en consecuencia los esfuerzos
de cortes, son menores que cuando los mejillones están alimentándose (Tabla 4.5). Además,
los chorros producidos durante la actividad filtradora también afectan a la estructura de la
energía cinética turbulenta mientras que sobre las tensiones de Reynolds la influencia es más
reducida, como se puede apreciar en la Figura 4.25. Los autores también apreciaron que a
medida que el flujo es más turbulento, el efecto de la actividad del M.edulis se reduce.
- C4.42 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Tabla 4.5. Resumen de los principales parámetros de los ensayos para determinar la
influencia de la actividad filtradora en la estructura de la capa límite desarrollada
sobre un lecho de Mytulis edulis (van Duren et al., 2006).
Velocidad Configuración u* z0 τ0
del lecho (mm) (Pa)
(cm/s)
BAJA Fondo liso 0.22 0.02 0.005
~5.5 cm/s Mejillón activo 0.68 3.55 0.04
Mejillón inactivo 0.51 1.79 0.03
MEDIA Fondo liso 0.59 0.12 0.04
~10 cm/s Mejillón activo 1.59 5.19 0.24
Mejillón inactivo 1.35 4.09 0.20
ALTA Fondo liso 1.53 0.06
0.24
~35 cm/s Mejillón activo 4.07 4.45
Mejillón inactivo 3.92 3.82
Los procesos de mezcla turbulentos también afectan a la sedimentación larvaria. Por ejemplo,
si se analiza el flujo de partículas o larvas sedimentadas, se puede definir la probabilidad de
que una partícula sedimente como (Crimaldi et al., 2002):
H
c( z )
Φ=∫ dz (4.1)
o
thit ( z )
donde Φ es el flujo de partículas que sedimentan (ind/(m2·s)) en una vertical dada, c(z) es la
concentración volumétrica (ind/m3) y thit(z) representa el tiempo que tarda una partícula en
sedimentar desde una altura z. Este tiempo de sedimentación obviamente está relacionado
inversamente con la velocidad de sedimentación o caída ws.
En flujos turbulentos, los fenómenos de mezcla turbulentos actúan incrementando los tiempos
de golpeo o sedimentación thit de las partículas más densas y pesadas (con mayor ws). El efecto
en las partículas que tienen una densidad cercana a la del medio es el contrario, es decir, la
turbulencia empeora la decantabilidad de las partículas manteniéndolas más tiempo en
suspensión (van Duren, 2008).
Las variables que determinan la transición entre la suspensión o la sedimentación son la
velocidad de sedimentación de la larva, la velocidad de la corriente, y la mezcla turbulenta en la
columna de agua. Para determinar la importancia relativa entre los procesos de advección
vertical (sedimentación) y de mezcla turbulenta se emplea el número de Peclet, definido para
este tipo de flujos cómo (Lucas et al., 1999):
ws H
Pe = (4.2)
Kz
donde Kz es el coeficiente de mezcla vertical turbulenta (m2/s).
- C4.43 -
Estado del conocimiento
Bouma et al. (2001) realizaron una estimación del orden de magnitud del número de Peclet en
la zona intermareal del Plaat van Baarland (§4.2.3.3, Figura 4.22). Tomando una velocidad de
caída para las larvas de Macoma y Cerastorderma de 1.7 mm/s (Jonson et al, 1998), un calado
medio de 2 metros y un coeficiente de mezcla turbulenta de ~10-3 m2/s, orden de magnitud para
zonas estuáricas someras (ver p.ej. McCardell y O'Donnell, 2009), se obtiene un número de
Peclet en el orden de 1, por lo que ninguno de los procesos domina la dinámica de la larva la
columna de agua.
La importancia de la turbulencia generada en los estudios en modelo físico en los procesos de
sedimentación larvaria ha sido analizada por Hendriks (Hendriks, 2004; Hendriks et al., 2006).
En estos trabajos, se analiza la probabilidad de sedimentación larvaria empleando el número
de Rouse:
ws
Ro = (4.3)
κ u*
El número de Rouse relaciona los esfuerzos gravitatorios de sedimentación con los esfuerzos
de corte horizontales, y se emplea habitualmente en los estudios de transporte de sedimentos
para delimitar la barrera entre transporte en suspensión ( w / κ u* < 0.75 ) y de fondo
( w / κ u* > 0.75 ). Realmente el número de Rouse y el número de Peclet proporcionan
información similar sobre el fenómeno de sedimentación de las partículas, y están relacionados
ya que el valor de la difusividad turbulenta o de remolino vertical se puede aproximar como
K z ∼ u*κ H / 4 ∼ 0.1⋅ u* ⋅ H 75
(ver p.ej. Jirka, 2008; van Rijn, 2008). Empleando esta
aproximación en la ecuación (4.2) se llega a que Pe ∝ Ro .
75
Este valor se correspode con el máximo (z=H/2) de la distribución parabólica de la difusivad turbulenta
del agua en un flujo 2D uniforme. Las hipótesis habituales son : ley logarítmica de velocidad, hipótesis de
Boussinesq y distribución de tensiones lineal con el calado (ver con detalle p.ej. en van Rijn, 2008).
- C4.44 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
1
FD = ρ CD AD u u (4.4)
2
1
FL = ρ CL AL u u (4.5)
2
donde CD y CL son los coeficientes de arrastre y sustentación respectivamente, y AD y AL son las
áreas expuestas al flujo en las direcciones de estas fuerzas. El valor de las fuerzas de arrastre
y sustentación depende del valor de los coeficientes de arrastre y sustentación, así como de la
velocidad empleada para estimar dichas fuerzas.
Los estudios previos desarrollados desde el GEAMA fueron en la línea de determinar el
coeficiente de arrastre de berberechos de talla comercial (d~28 mm) de los Lombos do Ulla. En
estos trabajos también se recogen los coeficientes de arrastre para otros moluscos
encontrados en la literatura (ver Tabla 4.7, Anta et al., 2006; Peña et al., 2008).
Respecto a la velocidad empleada para determinar FD y FL, no existe un consenso claro en la
literatura sobre qué valor utilizar (Coleman et al., 2007a), aunque en las referencias de
transporte de sedimentos se manejan parámetros como la velocidad media, la velocidad
medida a 0.15H, la velocidad sobre la partícula o incluso la velocidad de corte (Hoan, 2008).
Como la velocidad presenta fluctuaciones es previsible que los esfuerzos de arrastre y
sustentación también fluctúen. Además, cerca del lecho las fluctuaciones son, en términos
relativos, altas, por lo que u podría ser del mismo orden que u ' , de modo que los términos
de fluctuación de las fuerzas de arrastre y sustentación podrían ser importantes en el fenómeno
de resuspensión.
- C4.45 -
Estado del conocimiento
a) b)
Figura 4.27. Resultados de la simulación DNS de un flujo en capa límite y su interacción con
el transporte de partículas cerca de lecho. (a) Distribución instantánea de las
tensiones de Reynolds, las zonas de mayor tensión se representan en rojo y
están correlacionadas con los eventos Q2-sweeps-, representados en color
dorado, y las zonas de menor tensión se representan en azul y están
correlacionadas con los eventos Q4-ejections-; b) Representación de la
distribución de partículas en el lecho y su correlación con las zonas de menor
tensión tangencial (Soldati, 2004).
- C4.46 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Soldati señala que por efecto de las fuerzas de inercia, la distribución de partículas no es
homogénea en el lecho por la formación de estructuras coherentes y la existencia de regiones
con inyecciones y eyecciones, ver Figura 4.27 (a). En las zonas donde las vorticidades y
velocidades son menores se tienden a concentrar las partículas formándose patrones rayados
o streaks, como se puede ver en la Figura 4.27 (b).
Figura 4.28. Las deformaciones excesivas de los cilios de los juveniles del percebe Balanus
improvisus provocan una reducción de su capacidad de alimentación y un
fenómeno de selección activa hacia entornos con velocidades locales sobre el
organismo (Ux) inferiores a los 5-10 cm/s (Larsson y Jonsson, 2006).
Otros trabajos en modelo físico se han empleado para determinar la capacidad natatoria de las
larvas (Jonsson et al., 1991), o para analizar las interacciones de depredación intraespecíficas
(Andre et al., 1993; Lindegarth et al., 2002) o interespecíficas (Hiddink et al., 2002).
- C4.47 -
Estado del conocimiento
Las características comunes más notables de los estudios realizados en modelo físico hasta la
fecha son: (i) que en los últimos años los trabajos han ido incrementando en complejidad y
también se han mejorado las técnicas experimentales para determinar los parámetros
hidrodinámicos, popularizándose tecnologías como las LDV, ADV, PIV o LIF; y (ii) que aunque
no existen muchos canales específicos para el estudio de organismos bentónicos a nivel
mundial, las instalaciones recogidas en la literatura son variadas y de tipologías diversas.
En los trabajos sobre el bentos marino, se suelen emplear canales de recirculación de flujo con
desarrollos rectos, anulares o en forma de circuito de carreras (Jonsson et al., 2006). Un
esquema con estas tipologías se presenta en la Figura 4.29.
a. canal recto
b. circuito de carreras
c. canal anular
Figura 4.29. Esquema de los principales tipos de canal para el estudio del bentos marino
(Jonsson et al., 2006)
- C4.48 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.49 -
Estado del conocimiento
Figura 4.30. Perfil vertical de velocidades para los canales de la red BioFlow para una
velocidad de la corriente de 5 cm/s. La tipología de los canales es recto: A-G, en
circuito de carreras: H-I y anular; J-K, (Jonsson et al., 2006). El nombre de la
institución y sus características se recogen en la Tabla 4.6.
- C4.50 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Figura 4.31. Perfil vertical de velocidades para los canales de la red BioFlow para una
velocidad de la corriente de 25 cm/s. La tipología de los canales es recto: A-G,
en circuito de carreras: H-I y anular; J-K, (Jonsson et al., 2006). El nombre de la
institución y sus características se recogen en la Tabla 4.6.
Jonsson et al. (2006) estiman la presencia de flujos secundarios a partir de la covarianza entre
las componentes v y w. Para la velocidad de ensayo de 5 cm/s las corrientes secundarias son
pocas o nada importantes en todos los canales. Sin embargo, la velocidad de 25 cm/s, los
canales anulares (SOC y PML), así como los canales rectos KUCORPI, ROSTOCK y GML,
presentan corrientes secundarias. La existencia de estas corrientes en los canales circulares se
explica por el flujo en curva, mientras que en los canales rectos se pueden atribuir a las
relaciones de aspecto B/H.
u* (cm/s)
z0 (m)
a) b)
Figura 4.32. Velocidades de corte (a) y rugosidades características (b) obtenidas a partir del
ajuste de las leyes de velocidades determinadas en los canales de la red
BioFlow. Valores medios ± 95% IC (Jonsson et al., 2006).
Las velocidades de fricción estimadas a partir del perfil logarítmico de velocidades están en los
rangos 0.0016-0.048 m/s y 0.053-0.015 cm/s para las velocidades de 5 y 25 cm/s
- C4.51 -
Estado del conocimiento
mgUsenα
mgUcosα
- C4.52 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Calado (mm)
200
150
100
50
ENSAYO 1
ENSAYO 2
0
- C4.53 -
Estado del conocimiento
En la Figura 4.34 se presenta un ejemplo del campo de velocidades determinado así como los
perfiles de velocidades (n=2 repeticiones) estimados para un berberecho de tamaño
característico b=26.3 mm y factor de forma SF=0.79 76. Los valores de los coeficientes de
arrastre se calcularon con la velocidad media del flujo y con la velocidad tangencial medida
sobre el molusco (ver Tabla 4.7). Otro parámetro importante de este estudio ha sido la
caracterización del ángulo de rozamiento interno entre los berberechos y el lecho de arena,
estimado como tgφ =0.53±0.03.
Otra perspectiva para acometer el estudio de la recolocación de stocks es a través del análisis
de los esfuerzos tangenciales o velocidades de fricción que provocan el movimiento de uno o
varios individuos situados sobre una sección de análisis. Esta metodología es habitual en los
estudios de transporte de sedimentos y, aunque existen numerosas aproximaciones y
formulaciones, ninguna fórmula está universalmente aceptada.
El análisis del transporte de sedimentos se puede acometer desde varios puntos de vista 77.
Desde un punto de vista determinístico, y hablando únicamente del transporte de fondo, existen
fundamentalmente dos tipos de aproximaciones para estimar la movilidad de los sedimentos
(Hoan, 2008):
76
La definición geométrica de los moluscos así como la expresión para la obtención de forma se
presentan en el apartado 4.4.1
77
No es objeto de esta tesis profundizar en los trabajos de transporte de sedimentos. Aquí se introducirá
únicamente algunos conceptos fundamentales de los estudios de transporte de gravas, por tratarse de
fenómenos que presentan cierta analogía con la movilización de moluscos adultos situados sobre un
lecho aluvial. En Peña (2002) se puede encontrar un estado del arte de los estudios de transporte de
sedimentos aluviales en ríos. Entre muchas otras, algunas referencias también destacables son p.ej. las
Lecture Notes de M.H García (2006) o Leo Van Rijn (2008).
- C4.54 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Shields (1936) como un ratio entre las fuerzas tangenciales sobre el lecho (∝ τ b ⋅ d 2 ) y el peso
τb
Ψs = (4.6)
g ( ρ s − ρ )d
Aplicando la conocida relación de la tensión tangencial del lecho con la velocidad de fricción
para los flujos 2D uniformes, se llega a la siguiente definición que también se conoce como
número densimétrico de Froude.
u*2
Ψ s = Fr*Δ = (4.7)
Δgd m
Como la turbulencia juega un papel importante en la determinación del movimiento de las
partículas, se cuestiona si para determinar el umbral de movimiento sólo se debe emplear la
velocidad de corte, especialmente cuando el flujo no es uniforme. Por este motivo, han surgido
nuevas definiciones de parámetros de estabilidad que contemplan la importancia de la
turbulencia p.ej. a través de la incorporación de la energía cinética turbulenta. Para consultar la
definición de estos parámetros de estabilidad se puede consultar p.ej. Hofland (2005) o Hoan
(2008).
Para analizar la estabilidad de un lecho, Shields definió en forma de ábaco (Figura 4.35) los
valores del parámetro de estabilidad que una vez superados, provocaban el arrastre de los
sedimentos, es decir:
τb u*2 u2 ⎛ u2 ⎞
Ψs = = ≤ Ψ s ,c = *,c = f ⎜⎜ *,c ⎟⎟ = f (Re* ) (4.8)
g ( ρ s − ρ )d Δgd Δgd ⎝ Δgd ⎠
Figura 4.35. Curva original de Shields traducida al inglés (1936). El área rayada representa el
valor de la tensión tangencial crítica como función del número de Reynolds
granular Re**.
- C4.55 -
Estado del conocimiento
Φ = f (Ψ ) (4.9)
Las relaciones funcionales suelen ser de tipo potencial, y fundamentalmente se pueden dividir
entre aquellas que contemplan el parámetro de estabilidad crítico y las que no:
Φ = aΨ b ⎫⎪
⎬ (4.10)
Φ = a ( Ψ − Ψc )
b
⎪⎭
El parámetro de movilidad del sedimento debe cuantificar la respuesta del lecho ante el evento
de transporte. Nuevamente, el parámetro de movilidad se puede definir de dos formas: (i) a
partir de un número de elementos (n) desplazados por unidad de área (A) y tiempo (T) o, (ii)
como el número de partículas que atraviesan una sección de análisis por unidad de tiempo. El
primer método se denominar ratio de movilización, E (volume entrainment rate):
nd 3
E= (4.11)
AT
El segundo ratio es el transporte sólido de fondo, definido como:
nd 3
qs = (4.12)
BT
donde B es el ancho de la sección de análisis.
Estos parámetros se pueden relacionar a través de la longitud de desplazamiento del
sedimento l:
qs = E ⋅ l (4.13)
Los ratios definidos en las ecuaciones (4.11) y (4.12) se pueden emplear como indicadores de
la movilidad del sedimento a partir de las siguientes expresiones adimensionales (Hofland,
2005):
qs
Φq = (4.14)
Δgd 3
E
ΦE = (4.15)
Δgd
Algunas relaciones funcionales entre los parámetros de movilidad y de estabilidad para el
transporte de gravas se pueden consultar p.ej. en Hofland (2005) y Hoan (2008).
En la línea de determinar los esfuerzos de arrastre de los moluscos a partir de la determinación
de las tensiones o velocidades de fricción se pueden citar los siguientes trabajos de Roegner et
al. (1995), Hunt (2004) y St-Onge y Miron (2007).
Roegner et al., (1995), determinaron en un canal recto el porcentaje de larvas (de 240 a 270
μm) de la almeja Mya arenaria arrastradas por velocidades de flujo de ~7, ~16, ~29 y ~35 cm/s.
- C4.56 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Las velocidades de fricción, estimadas a partir de la ley logarítmica para estas velocidades, se
correspondieron con los siguientes valores: 0.62, 1.03, 1.62 y 1.75 cm/s. Estos valores, un
tanto reducidos para la velocidad de corte, se deben a que el sedimento empleado en el trabajo
era una arena fina de 175 μm de diámetro medio. El valor del coeficiente de rugosidad z0 de la
ley de logarítmica fue del orden de ~0.1 mm.
Los ensayos consistieron en medir la resistencia a la erosión de larvas de M.arenaria
enterradas en el sustrato en un ensayo de 50 minutos de duración. Una vez transcurrido el
ensayo, contabilizaron las larvas y descubrieron que para las condiciones de flujo 7 y 16 cm/s,
prácticamente el 90% de las larvas permanecían en la sección de análisis, y que además no
existían diferencias significativas entre ambas velocidades. Con la velocidad de 29 cm/s, el
porcentaje de larvas retenidas descendía hasta el 65%, y para la máxima velocidad de ensayo,
la práctica totalidad de las larvas era erosionada. Los autores relacionan el transporte de
sedimentos con la movilización de las larvas, ya que hasta la velocidad de 29 cm/s,
prácticamente no observaron arrastre de sedimentos. Para la velocidad de 29 cm/s, los
sedimentos se movilizaban por saltación, y para la máxima velocidad, el transporte por fondo
era intensivo.
En otra serie de experimentos, Roegner et al. (1995), comprobaron el efecto del enterramiento
de las larvas con las velocidades de 16 y 25 cm/s. Para estos ensayos emplearon larvas vivas
y muertas, y analizaron el número de organismos retenidos en el sustrato. Para la velocidad
más baja, prácticamente no encontraron diferencias entre el estado vivo/muerto o larva
enterrada/en superficie. Sin embargo, para la velocidad de 29 cm/s, la cantidad de larvas
muertas retenidas era prácticamente nulo, entorno al 10-15%, mientras que un 62% de
individuos vivos permanecieron en la sección de análisis.
a) b)
Por tanto, el proceso activo de enterrarse puede reducir las tasas de erosión de las larvas de
esta especie, al menos hasta que las velocidades superan la tensión crítica que supera el
umbral de movimiento del sustrato.
Hunt (2004) realizó un diseño experimental factorial en el que analizó la erosión de los juveniles
de dos especies de almeja, M.arenaria y Mercenaria mercenaria bajo dos velocidades de
fricción (u*=1.1 y 1.6 cm/s, que se corresponde con una velocidad del flujo de 27 y 36 cm/s) y
dos tipos de sustrato (arena muy fina de 180 μm y fina de 325 μm).
- C4.57 -
Estado del conocimiento
La primera serie de experimentos fueron realizados con moluscos de ~1.5 mm, que colocó
sobre un lecho de sedimentos en el que previamente se habían enterrado almejas adultas, en
una densidad de 2500 ind/m2.
Hunt intentó ajustar el arrastre de las larvas de estas especias a las predicciones de las
fórmulas de transporte de Shields (determinando la densidad y el diámetro equivalente de los
juveniles) pero los resultados obtenidos contradecían a la experimentación. Así, las fórmulas de
transporte predecían que la movilización de la Mya sería superior que la de la Mercenaria, pero
como se puede ver en la Figura 4.37, los ensayos dieron el resultado opuesto.
Proporción de juveniles
erosionados
u* (cm/s)
Figura 4.37. Proporción (media±desviación típica) de juveniles de M.arenaria y M.mercenaria
(~1.5 mm) erosionados para velocidades de fricción de 1.1 y 1.6 cm/s en dos
sedimentos de 180 y 325 μm (Hunt, 2004)
- C4.58 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En este trabajo, St-Onge y Miron, emplearon cuatro tipos de sedimentos para analizar la
influencia del sustrato en la movilización de los moluscos. Los sedimentos empleados fueron
fangos (<63 micras), fangoso-arenoso, con la mayoría de partículas entre 125 y 250 micras,
arenoso, con una composición de tamaños fundamentalmente entre 0.5 y 1mm, y gravas, con
más de la mitad de los tamaños por encima de los 2-4 mm. Además, estos autores emplearon
los resultados de los ensayos de erosión para desarrollar un modelo estadístico logístico para
estimar el porcentaje de moluscos erosionados en función de los factores analizados (talla,
velocidad, tipo de sedimento) y sus interacciones (talla x velocidad, talla x sedimento, velocidad
x sedimento y talla x velocidad x sedimento).
z (cm)
u (cm/s)
Figura 4.38. Perfiles de velocidad de los ensayos de St-Onge y Miron (2007). Nótese que
aunque los autores emplearon 4 muestras de sedimento, únicamente emplean
las velocidades de fricción correspondientes a uno de los tipos usados.
Los resultados del análisis de la varianza de los ensayos de St-Onge y Miron señalan que
existen fuertes interacciones significativas entre los factores analizados. Los factores
principales son todos significativos: a mayor velocidad o menor tamaño mayor porcentaje de
erosión, aunque la respuesta variaba en función del tipo de sedimento (ver Figura 4.39).
FANGO FANGO-ARENOSO
% moluscos erosioandos
ARENA GRAVA
u (cm/s)
Figura 4.39. Porcentaje de Mya arenearia erosionada en función de la velocidad de la
corriente, el tamaño y el tipo de ambiente sedimentario en los ensayos de
laboratorio de St-Onge y Miron (2007).
- C4.59 -
Estado del conocimiento
Así, p.ej., las almejas de tamaño superior a los 5 mm, no fueron arrastradas en el ambiente
fangoso, y para los ambientes arenoso-fangoso y arenoso comenzaron a movilizarse para
velocidades de 29 y 16 cm/s respectivamente. Para el ambiente de gravas prácticamente no
existe movilización de esta fracción. Si se analiza el comportamiento de las almejas de menor
talla, parece que siguen un comportamiento parecido en los ambientes fangoso, arenoso-
fangoso y arenoso, con ratios de erosión crecientes con la velocidad y con la rugosidad o
tamaño del sedimento. Sin embargo, estas tasas de erosión se reducen en el ambiente de
gravas. Este comportamiento tan irregular o “poco lineal” se ajusta a los resultados del ANOVA,
que indicaban fuertes interacciones entre los factores del ensayo.
Para comprobar la importancia del estado de las almejas (vivas o muertas), los autores
realizaron una serie de ensayos con los cuatro ambientes sedimentarios, las cinco velocidades
de flujo y almejas muertas (sin repetición). De los 80 escenarios, en 11 encontraron diferencias
significativas en la movilización de los moluscos, 2 de ellos mostrando mayores ratios de
erosión en los individuos vivos y 9 en los muertos.
4.3.1. Introducción
Como se ha comentado, se han realizado dos fases de experimentos de arrastre de
berberechos. La primera fase no es objeto de esta Tesis Doctoral y fue llevada a cabo durante
el año 2004. El estudio consistió en una serie de ensayos en el canal del Laboratorio de
Hidráulica de la Escuela de Caminos (ETSECCP) en los que se analizó el arrastre y puesta en
suspensión de berberechos aislados depositados sobre un lecho de arena. Este trabajo ha sido
un trabajo de investigación tutelada del autor de esta Tesis Doctoral (Anta, 2006) y ya ha sido
publicado en varios congresos y revistas indexadas (Anta et al., 2005; 2007; Peña et al., 2008).
En la segunda fase, llevada a cabo durante el 2008, y que es objeto de esta tesis, se realizaron
nuevos ensayos en un canal de recirculación en forma de hipódromo ubicado en el Centro de
Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil, CITEEC. En estos experimentos se
ha estudiado el comportamiento de grupos de berberechos bajo diferentes velocidades, grados
de reclutamiento y distribución de tamaños. En total se han analizado un total de 144
escenarios.
Tabla 4.8. Resumen de los ensayos realizados y sus parámetros más representativos.
- C4.60 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Como se puede observar en la Tabla 4.8, se han realizado dos tipos de ensayo en función de
la distribución de tamaños de los berberechos. En el primer bloque, denominado de Grupos de
tamaños o de tallas, se han analizado grupos de berberechos de tamaños entre 15 y 35 mm, y
empleando el símil del transporte de sedimentos, de granulometría "uniforme" en husos de 5
mm. Esta es la metodología empleada habitualmente en este tipo de experimentos
encontrados en la bibliografía para juveniles y bivalvos de tamaño inferior a los 15 – 20 mm.
Algunos ejemplos de este tipo de trabajos se han recogido en el apartado anterior (ver, entre
otros, Beukema y de Vlas, 1989; de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin, 1997;
Snelgrove et al., 1998; de Montaudouin et al., 2003; St-Onge y Miron, 2007)
En el segundo tipo se han empleado dos distribuciones tipo de tamaños similares a las
encontradas en la zona de los Lombos do Ulla para una población joven y una adulta. La
distribución para la población joven se corresponde con la que se puede encontrar al principio
de una campaña de marisqueo (Septiembre), y la adulta que es la que se puede encontrar en
el banco al final de campaña (Abril). Esta distribución se presenta en el apartado 4.3.4.2 y ha
sido extraída de los datos del Plan de Recuperación Ambiental de los Lombos do Ulla
desarrollado por la Xunta de Galicia, ver Figura 4.40 (Parada et al., 2006).
a) b)
Figura 4.40. Distribución del tamaño de los berberechos en el banco de los Lombos do Ulla
a) en la campaña 2002-2003, y b) en la campaña 2003-2004 (Parada et al.,
2006)
Hay que señalar que esta última tipología de ensayo es innovadora ya que, desde el
conocimiento del autor, hasta el momento únicamente se había analizado el arrastre de
moluscos en laboratorio con distribuciones de tamaño "uniformes".
Además del tamaño y distribución de los berberechos se han contemplado otras variables
como el «estado» del berberecho o el reclutamiento. El estado hace referencia a si en los
grupos analizados los organismos estaban vivos o muertos. En la literatura se recogen ensayos
con moluscos vivos o muertos (p.ej. de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin et al.,
2003; St-Onge y Miron, 2007) para analizar si el comportamiento de los molusco afecta a su
movilización y también para contrastar las hipótesis de la asentamiento/migración vertical
activa y pasiva (Butman, 1987).
El reclutamiento, o densidad de berberechos por superficie, se seleccionó a partir de los datos
de poblaciones de la zona de estudio (Parada et al., 2006) y en base a reuniones mantenidas
con José Molares y Adoración Sánchez-Mata, investigadores del Centro de Investigacións
Mariñas de Corón (Vilanova de Arousa), responsables del seguimiento del Plan de
Recuperación Ambiental dos Lombos do Ulla. Hay que señalar que los valores seleccionados,
500 y 1000 ind/m2, están en el rango de variación de otros trabajos realizados con este tipo de
- C4.61 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
4.3.2. Instalaciones
Los experimentos se han realizado en un canal de recirculación en forma de hipódromo
construido específicamente para la realización de este proyecto. Como se ha comentado en el
apartado 4.2.5, en los estudios del bentos marino es habitual emplear canales de recirculación
ya sean rectos, anulares o de circuito de carreras (ver Figura 4.29). Una de las principales
ventajas de este tipo de canales frente a los canales con aljibe inferior y depósito elevado en
cabecera de nivel fijo, como los que dispone el Área de Ingeniería Hidráulica del GEAMA en el
Laboratorio de Hidráulica de la Escuela o en la planta de Hidráulica del CITEEC, es que es el
volumen de agua necesario es relativamente pequeño, por lo que es fácil emplear agua salada
o salmueras. El principal inconveniente de este tipo de canales de recirculación radica en
ofrecer un flujo estable y sin corrientes secundarias ni otro tipo de artificios hidráulicos,
especialmente para caudales elevados.
El canal empleado se ha construido con forma de circuito de carreras en acero inoxidable. Para
su diseño se han revisado las recomendaciones recogidas en la literatura relativas a las
características de los canales empleados en estudios biológicos del bentos marinos y en otros
trabajos con canales similares. En especial, se han seguido las recomendaciones generales
recogidas en Nowell y Jumars (1984; 1987) así como otros ejemplos reales desarrollados en
Muschenheim et al. (1986) y en la recopilación de canales de la red de laboratorios europeos
de estudios del bentos marino BioFlow (Jonsson et al., 2006).
En la fase de elaboración del canal se contó con la colaboración de Ramón Losada Quevedo,
investigador visitante del Instituto de Hidráulica Ambiental IH de la Universidad de Cantabria.
1.2 m
R: 1 m
Motor DC 24V
Deflectores
m
5
0.
R:
Caja de sedimento
70 x 40 x 10 cm
0.7 m
0.95 m
- C4.62 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
El canal dispone de unas ventanas de plexiglás transparente en la zona donde se realizan los
experimentos para facilitar la realización de los mismos y para poder emplear técnicas de
visualización de flujo. El desarrollo del canal es de ~9.05 m, y está compuesto por dos
alineaciones rectas de 1.2 m y por dos curvas semicirculares de 1.25 m de radio. El ancho del
canal es de 50 cm y el calado de 40 cm. En las siguientes figuras (Figura 4.41 y Figura 4.42) se
presenta una planta y unas fotografías del mismo.
El movimiento del agua se produce por la fricción de 10 discos de material plástico de 28 cm de
radio y 1 cm de espesor. Los discos giran solidariamente con un eje propulsado por un motor
reductor PARVALUX de 24 V de corriente continua (134W), con un par máximo de 9 N·m y una
velocidad de giro de 98 rpm.
Hay que señalar que en los experimentos correspondientes a las velocidades más bajas (V01 a
V03), el motor empleado fue un modelo Crouzet de 24 V de corriente continua de menor
potencia (24 W) y par motor (< 4 N·m). Cómo las velocidades alcanzadas con este motor no
superaban los ~35 cm/s, se optó por sustituirlo por el modelo mencionado anteriormente. En
ambos casos la regulación de la velocidad de giro se realizó con una señal variable de 0 a 10 V
a través de un potenciómetro.
El canal cuenta en la zona de ensayo con una caja de 70 x 40 x 10 cm que se puede enrasar
con arena hasta alcanzar el nivel del resto de la solera del canal. Se ha empleado arena de la
desembocadura del Ulla ligeramente mezclada con árido uniforme de construcción de diámetro
2 mm. La mezcla obtenida se analizó según la UNE-EN 933 (1998) y tiene un diámetro medio
0.98 mm, un d50=1.42 mm y un coeficiente de gradación
Gr = 0.5 ( d84 / d50 + d50 / d16 ) = 1.89 . Por lo tanto el sedimento analizado es una arena muy
gruesa uniforme (Gr < 3). El contenido de materia orgánica determinado según la norma ASTM
D-2974 (1987) fue inferior al 1%. La curva granulométrica aparece reflejada en la Figura 4.43.
Además, y con objeto de reducir la aparición de artificios hidráulicos y el efecto del flujo en
curva y la generación de corrientes secundarias se instalaron 2 deflectores semicirculares en
cada uno de los tramos curvos (Figura 4.41) similares a los de otros canales de la literatura (ver
Figura 4.29).
- C4.63 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
100%
%Particulas
%Acumulado
80%
40%
20% d50=1.42 mm
d84=1.87 mm
d16=0.57 mm
0%
0,1 1 10
diámetro (mm)
En los ensayos el calado de la lámina de agua fue de 15 cm. De este modo, la relación ancho-
calado es de ~3.34, similar a la empleada en otros estudios de arrastre de organismos bénticos
a escala de laboratorio: 5 en Snelgrove et al. (1998) o Hunt (2004), ~3.34 (de Montaudouin y
Bachelet, 1996; de Montaudouin et al., 2003) o ~2.14 en St-Onge y Miron (2007).
El objetivo de mantener una relación de aspecto alta es el de conseguir un flujo uniforme 2DV,
con un desarrollo adecuado de la capa límite y reducir la aparición de corrientes secundarias
originadas por la asimetría en la resistencia al flujo ya que existen tres paredes metálicas (el
canal) y la lámina libre (Nowell y Jumars, 1987). Sin embargo, y como ya se comentó en el
Capítulo 2, las corrientes secundarias dejan de ser importantes en flujos 2D en canales rectos
cuando la relación ancho:alto B/H es superior a ratios que oscilan entre 4:1 (Song, 1994), 5.2:1
(Kironoto y Graf, 1994) hasta valores de 10:1 (Nezu y Nakagawa, 1993; Rodríguez y García,
2008; Roussinova et al., 2008).
Como se ha señalado en el Capítulo, la aparición de estas corrientes secundarias influye en la
distribución vertical de velocidades (§2.3) y de las tensiones tangenciales (§2.4). Esta
circunstancia se discutirá con detalle en apartados posteriores.
Para poder conservar y alimentar a los berberechos empleados en los experimentos se dispuso
de un acuario de 240 L (ver Figura 4.44). El acuario empleado disponía de sistema de filtrado
(físico-biológico), un regulador de temperatura y un filtro de proteínas.
Para el perfecto mantenimiento de organismos vivos dentro de un acuario, primero hace falta
que este “madure”, es decir, que las bacterias del filtro biológico estén perfectamente
instaladas y sean capaces de degradar los compuestos nitrogenados presentes en los
desechos de los moluscos. El periodo de maduración varía mucho entre acuarios de agua
dulce y de agua salada, siendo en estos últimos de uno a tres meses.
Inicialmente en el acuario se introdujo una muestra de sedimento de la zona de estudio con
~130 L de agua de la Ría de Arousa, que además de la salinidad aportaba materia orgánica
(algas, fitoplancton y materia orgánica disuelta) que al descomponerse acelera el proceso de
maduración del acuario. El volumen restante se rellenó con agua de mar sintética elaborada
para tal fin.
- C4.64 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
(3) (2)
(4)
(1)
Figura 4.44. Acuario de agua salada empleado para la conservación de los berberechos: el
agua captada por el filtro físico-biológico(1) pasa a través del regulador de
temperatura(2) para retornar en forma de cascada al acuario(3) y así favorecer
la aireación. El filtro de proteínas (4) funciona en paralelo a este sistema.
Durante la fase de maduración se realizó un control diario de los parámetros físico-químicos del
acuario (ver Figura 4.45). La salinidad media fue de un 34 ‰, para una temperatura media
14.5º C. El pH medio del acuario es de ~8, similar al del agua de mar. La cantidad de oxígeno
disuelto en el agua depende de la temperatura y salinidad de esta. A saturación, el OD se
puede estimar a partir de la siguiente fórmula semiempírica (Weiss, 1970):
- C4.65 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
40 1.6
35 1.4
Salinidad (‰), Tª(ºC), pH, OD (mg/L)
30 1.2
Nitritos (mg/L)
25 1
20 0.8
15 0.6
10 0.4
5 0.2
0 0
0 5 10 15 20 25 30 35
Días desde llenado (d)
Salinidad Temperatura pH OD Nitratos
Figura 4.45. Evolución de los parámetros físico-químicos del acuario durante la fase de
maduración. Se puede observar como se produce la reducción de los nitratos,
indicador de que se alcanzó la maduración del acuario.
Tras la maduración del acuario se realizaron controles semanales para comprobar que los
parámetros se mantenían estables.
- C4.66 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Para determinar este parámetro se minimizó el RMS (Root Mean Square) de la velocidad
media de una serie de 10 imágenes tomadas con diferentes valores del tiempo de disparo. El
valor inicial de prueba fue determinado con el ayudante incluido en el software Davis 7.2 de
Lavision®. Como se ha comentado en el Capítulo 3 (§3.3.4.3), en la actualidad, con los
algoritmos avanzados de evaluación de malla decreciente, el valor del tiempo de disparo (y por
tanto, del desplazamiento de las partículas), ya no es tan crítico para evaluar de un modo
preciso las velocidades con los algoritmos de correlación cruzada.
Los principales parámetros de la configuración del equipo se recogen en la Tabla 4.9 . Una
descripción detallada de los mismos se encuentra en el desarrollo del Capítulo 3 (§3.3.3 y
§3.3.4), y una descripción más detallada del equipo de la UDC en el apartado 3.4.
Tabla 4.9. Resumen de los principales parámetros de configuración del PIV
Magnificación 0.025
2
Campo de visión ~ 314 x 215 [mm ]
Número de vectores por imagen ~128x82 = 10496, área de ~250x160 mm, con ventanas
2
de interrogación de 32 x 32 [px ], 75% overlap
Durante el desarrollo experimental se detectó una pequeña falta de alineación entre los dos
haces generados por las fuentes láser gemelas 78. Este pequeño desajuste es el responsable
de que la iluminación de las dobles-imágenes capturadas por la cámara del equipo, presenten
una iluminación diferente (Figura 4.46).
Para reducir los efectos de este tipo de no homogeneidades en la iluminación, que repercuten
en la determinación de los campos vectoriales (ver Capítulo 3, §3.3.3.6), es fundamental aplicar
algoritmos de preprocesado de las imágenes para mejorar la precisión del método PIV. Para
ello, se han aplicado una serie de filtros que se describen a continuación.
78
En la Figura 3.22 se recoge un esquema de operación de las fuentes láser y como se alinean antes de
entrar en el cristal doblador.
- C4.67 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
Figura 4.46. Ejemplo de imagen doble capturada con el equipo PIV. Se puede apreciar como
un pequeño problema de alineación del láser provoca una iluminación
diferenciada entre las dos imágenes. Este efecto se puede minimizar con
técnicas de preprocesado de las imágenes.
(d) (e)
Figura 4.47. Ejemplo de aplicación del esquema de preprocesado a las imágenes: (a) y (b)
imagen original, (c) imagen preprocesada, (d) y (e) campo de velocidades de la
imagen original y de la procesada.
- C4.68 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Figura 4.48. Plantilla empleada en el proceso de calibración del plano de medida con el
equipo PIV. El objetivo de la cámara se ve en primer plano
- C4.69 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
• Algoritmo iterativo de tamaño de malla decreciente desde 128x128 a 32x32 px2 con un
solape, overlap, del 75%. De este modo se mejora la resolución espacial de los campos de
vectores, con una malla resultante de ~2x2 mm. Para un solape del 50%, la malla tendría la
mitad de detalle, unos ~4x4 mm.
Históricamente, en la literatura se había señalado que el empleo de solapes entre ventanas
tan grandes (75%) podría provocar un incremento de los errores en la determinación de
variables que involucren los gradientes de velocidades (p.ej. vorticidades o campos de
deformaciones) debido fundamentalmente a un incremento de la correlación del ruido entre
los puntos de análisis y a que prácticamente se emplean las mismas partículas para
obtener las velocidades. En este tipo de aplicaciones el solape máximo recomendable era
del 50 % (Willert, 2007).
Sin embargo, cuando los datos se procesan siguiendo la metodología del Doble
Promediado para la determinación de parámetros como las velocidades y las tensiones
tangenciales, es habitual emplear campos vectoriales con solapes del 75 % (p.ej. Coleman
et al., 2007a; Cameron et al., 2008; Pokrajac et al., 2008).
Esto es posible porque los nuevos métodos numéricos para obtener las derivadas
espaciales están optimizados para funcionar con este solape tan elevado. (Raffel et al.,
2007). Además, como se ha comentado en el Capítulo 3, al emplear técnicas avanzadas de
evaluación con ventanas de interrogación deformables es recomendable emplear un solape
del 75%.
- C4.70 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
La eliminación de vectores o velocidades erróneas debe ser una parte del procedimiento de
análisis de flujos turbulentos con cualquier tecnología experimental ya que, aunque la
presencia de un porcentaje bajo de medidas incorrectas no afectan demasiado a la
determinación de velocidades medias, si que lo hace cuando se estiman los momentos de
orden superior como varianzas, kurtosis y demás estadísticos relacionados con la descripción
de la turbulencia. Si en una zona del campo de velocidades, p. ej. por una reflexión o una
mancha, aparecen sistemáticamente vectores espurios, el análisis estadístico del flujo revelerá
que esa zona un mayor nivel de ruido que se asociará, sino se trata adecuadamente, a un
incremento de la varianza y por tanto, a un incremento de las tensiones tangenciales y energía
turbulenta. Por tanto se puede decir que los datos con ruido generan una "turbulencia artificial".
Por este motivo, tras realizar el cálculo de los campos de velocidad, se realizó un postproceso
consistente en la aplicación del filtro de mediana (median filter) con umbral para el RMS de 3.
Este filtro, aplicado originalmente por Westerweel (1994) es el más empleado en la literatura
para eliminar los vectores espurios. También se tanteó el filtro universal de Westerweel y
Scarano (2005) que tiene como principal característica que no requiere la introducción de un
umbral para realizar el procedimiento como en el caso del filtro de mediana.
Se programó este filtro en MATLAB © y se analizaron los resultados obtenidos con varios
juegos de imágenes de prueba, obteniendo resultados similares a los del filtro de mediana
original. Se consideró que el mayor tiempo de cálculo y el incremento de complejidad del
procedimiento de postprocesado de las imágenes no justificaba su empleo.
Además de este procedimiento, en algunos casos ha sido necesario eliminar manualmente
alguna zona de la imagen para evaluar las velocidades y resto de estadísticos de un modo
correcto (ver apartado 4.4.2, Figura 4.60).
Por último, hay que señalar que el mayor reto del montaje experimental ha sido determinar
los campos de velocidades en el entorno de los berberechos. Los principales problemas que
han surgido son inherentes a cualquier experimento de PIV en el que se desee determinar el
flujo muy cerca de un contorno fijo, o como en este caso, en algunas ocasiones móvil. A
medida que nos acercamos al lecho, existen más problemas con el número de partículas (que
se reduce), con las reflexiones del láser con el contorno, con el incremento del gradiente de
velocidades y también, con el funcionamiento del esquema de evaluación de imágenes con los
algoritmos de correlación cruzada (la ventana contiene información del contorno que también
es evaluada).
A pesar de estos inconvenientes se han determinado en general buenos de campos de
velocidades. Para ello se ha contado con las herramientas disponibles en la actualidad en el
propio software comercial Davis© y también con códigos propios sencillos desarrollados en
Matlab©. Las principales mejoras introducidas en la evaluación de las imágenes brutas han
sido la aplicación de métodos de preprocesado, para homogeneizar la calidad de la imagen, la
aplicación de métodos de evaluación avanzada, especialmente el promediado de las ventanas
de interrogación con una función gaussiana que reducen el efecto de pérdida de señal cerca
del lecho, y también con un procedimiento de postprocesado para eliminar vectores anómalos.
- C4.71 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
varias conversaciones realizadas con técnicos del Centro de Investigacións Mariñas de Corón,
se decidió emplear berberecho de la ría de O Burgo por los siguientes motivos:
- La especie y características de los berberechos son iguales a los existentes en los Lombos
do Ulla.
- La proximidad de la Playa de Santa Cristina (situada a escasos 10 minutos) al CITEEC
reducía el estrés al que se somete a los berberechos.
- Se reducen los tiempos en los que berberecho está fuera de un hábitat adecuado y los
costes de las campañas de campo.
Los berberechos fueron extraídos por miembros de la Cofradía de Pescadores de A Coruña en
la zona libre de marisqueo de la Playa de Santa Cristina. En total fueron necesarias 8
extracciones en las que se recogieron una media de 100 individuos.
Una vez recolectados los berberechos se llevaron al CITEEC, donde se clasificaron con la
ayuda de un calibre de 0.1 mm de precisión. En esta primera identificación únicamente se
midió la dimensión mayor de los moluscos (la anchura c, ver Figura 4.56). Tras tomar nota de
esta dimensión, los berberechos se numeraron pintándolos con laca de uñas. Una vez que la
pintura estaba fijada se introdujeron en el acuario durante un periodo de aclimatación de unas
24 horas, previo a la realización de los ensayos.
Hay que señalar que inicialmente se tantearon otros métodos para seguir la evolución de los
berberechos en el canal. Se realizaron algunos ensayos previos marcando los berberechos con
códigos de colores haciendo además videos cenitales, ver Figura 4.49, para intentar realizar el
seguimiento automático del movimiento de los mismos mediante técnicas de inteligencia
artificial.
(a) (b)
Figura 4.49. Ejemplo de marcado de los berberechos (a) con laca de uñas y (b) con código
de colores.
Esta metodología está siendo empleada con éxito en el seguimiento del remonte de peces en
una escala en el Laboratorio del Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, en un proyecto
dirigido por el profesor Jerónimo Puertas. Sin embargo, para el caso de los berberechos el
seguimiento automático se complica demasiado. Además, existirían interacciones entre el
equipo PIV y la instrumentación dedicada al seguimiento de los berberechos. En definitiva,
aunque no es imposible emplear este tipo de técnicas en ensayos de arrastre de berberechos
similares a los realizados, el desarrollo y validación de esta técnica se alejaba bastante de los
objetivos de esta tesis doctoral, por lo que los resultados de los ensayos previos fueron
desechados, y este procedimiento fue abandonado.
- C4.72 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Durante los experimentos los berberechos fueron alimentados con Tetraselmis suecica, una de
las especies de microalgas más empleadas para satisfacer las necesidades alimenticias de los
bivalvos en laboratorio debido a su elevado contenido proteico.
El cultivo del fitoplancton fue realizado en las instalaciones del Laboratorio de Microbiología de
la Facultad de Ciencias de la UDC por Eva Martín, bióloga contratada a cargo del proyecto de
investigación del Ministerio de Medio Ambiente. El Tretraselmis suecica se cultivó en botellones
como los de la Figura 4.50 en una cámara en condiciones de iluminación de 68.25 µE/(m2·s) en
ciclos de luz-oscuridad de 12:12 h a 18º C. Los cultivos se mantuvieron en medio enriquecido
ALGAL1 aireado con una mezcla enriquecida con CO2. Este es el procedimiento habitual de
cultivo recogido en la bibliografía (ver p.ej. Souto et al., 2008).
(a) (b)
Figura 4.50. (a) Cultivo de Tetraselmis suecica en el laboratorio de microbiología de la UDC,
y (b) vista a microscopio del microalga.
El objetivo del cultivo era el de mantener una población de unos 100 berberechos durante un
periodo de tiempo no superior a una semana. Siguiendo las recomendaciones de Jose Villalba
del CIMA, la dosis diaria para alimentar a los bivalvos se fijo en un 3-6% del peso seco del
molusco.
El peso seco de los berberechos se estimó a partir de los trabajos de González y Pérez (1984a,
b) realizados en la ría de Arousa. Adoptando un tamaño medio de 28 mm, el peso seco de un
molusco es de ~0.372 g. El peso seco de Tretaselmis para las concentraciones del cultivo se
estimó en laboratorio en ~767±23 μg/mL de cultivo. De este modo se pudo estimar el volumen
de cultivo diario necesario para mantener con vida a los moluscos.
Antes de la realización de los ensayos los berberechos fueron preacondicionados durante 24
horas en el acuario de agua marina a una temperatura de 14º C, con la misma salinidad que la
del canal de ensayo, ∼34.5 ‰, en la escala práctica de salinidades (UNESCO, 1981).
En total se analizaron 144 escenarios: los 4 grupos de tallas y las 2 poblaciones con
distribución de tamaños no uniforme, cada una con dos grados de reclutamiento, sometidas a 6
velocidades y con los berberechos vivos y muertos. Cada grupo de berberechos fue ensayado
un máximo de 4 días consecutivos. Al finalizar los ensayos con los berberechos vivos, los
individuos se introdujeron en una solución de formol al 1% para realizar posteriormente los
mismos escenarios con los individuos muertos.
Entre los ensayos con los moluscos vivos y muertos, y también cuando se procedió a cambiar
el motor, se realizó una limpieza del canal. Para facilitar esta labor, los deflectores fueron
retirados. Las pequeñas diferencias en las alineaciones de estas piezas se consideran
- C4.73 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
15-20 mm
90%
20-25 mm
80% 25-30 mm
30-35 mm
70%
% más fino que
60%
50%
40%
30%
d 50=17.3 mm Gr=1.06
20%
d 50=22.1mm Gr=1.06
d 50=26.9 mm Gr=1.05
10%
d 50=31.8 mm Gr=1.04
0%
10 100
Para el análisis del arrastre de cada grupo, los berberechos se situaron en celdas de 15 x 12
cm, con el lado más largo en la dirección de la corriente. Con esta disposición se podían
introducir en el canal 3 grupos simultáneamente, ver la Figura 4.52(a), por lo que en cada
ensayo se consiguió analizar simultáneamente un total de 3 tallas.
Antes de comenzar cada ensayo se niveló la arena. Después, los berberechos fueron
colocados a mano sobre el lecho de forma aleatoria. Una vez colocados, y tras esperar 5
minutos para que se acomodasen, se activaba el motor y se mantenían las velocidades durante
un periodo de 5 minutos.
Una vez finalizado el tiempo de ensayo, se detenía el motor y se procedía a contar los
moluscos arrastrados fuera del área de análisis. Hay que señalar que el modo de movilización
de berberechos es por saltación y también arrastre. En las diferentes repeticiones de los
escenarios, el mismo grupo de moluscos se analizó en diferentes recintos para minimizar los
efectos de la variación de velocidades a lo largo de la sección transversal del canal.
- C4.74 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
7 cm 7 cm
0.7 m 0.7 m
(a) 0.95 m
(b) 0.95 m
Figura 4.52. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones.
- C4.75 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
uniformes (Gr < 3). Sin embargo, al compararlos con una granulometría de los grupos por
tamaños (representados en la Figura 4.51), se observa que en estos últimos la granulometría
es más uniforme, con un coeficiente de gradación medio para los cuatro grupos de ∼1.04
±0.01.
100%
% Berberechos
% Acumulado
80%
% más fino que
60%
40%
d50=22.2 mm
20%
d84=26.5 mm
d16=18.2 mm
0%
1 10 100
diámetro (mm)
(a)
100%
% Berberechos
% Acumulado
80%
% más fino que
60%
40%
20% d50=25.2 mm
d84=16.8 mm
d16=27.3 mm
0%
1 10 100
diámetro (mm)
(b)
Figura 4.53. Distribución por tamaños de los grupos de berberechos analizados en los
ensayos estacionales (a) otoño y (b) primavera.
- C4.76 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Como en los ensayos de grupos de tamaños homogéneos (apartado 4.3.4.1), para seleccionar
la duración del ensayo se realizaron una serie de ensayos previos de mayor duración donde se
constató que para intervalos de ensayo mayores a los 10 minutos, el porcentaje de
berberechos movilizados era igual (en la mayoría de los casos) o ligeramente superior al
movilizado durante los primeros 10 minutos de ensayo.
Una vez terminado el ensayo, se detenía el motor y se contabilizaron los berberechos
arrastrados de cada uno de los grupos analizados. En las diferentes repeticiones de los
escenarios, el mismo grupo de moluscos se analizó en diferentes recintos para minimizar los
efectos de la variación de velocidades a lo largo de la sección transversal del canal.
θi = θi +θi (4.17)
donde los paréntesis angulares denotan promedio espacial, la barra superior promedio
temporal y la tilde fluctuación espacial (Nikora et al., 2007). Esta descomposición es similar a la
descomposición de Reynolds de las variables instantáneas en su promedio temporal y en la
componente de fluctuación, θi = θ i + θi ' .
Aplicando esta metodología para determinar el perfil de velocidades, se pueden definir dos
tipos de promediados en función del operador empleado: la media superficial y la media
intrínseca. Para el análisis de flujos hidráulicamente rugosos, es más correcto emplear la media
79
En este apartado se aplicará un procedimiento de promediado tiempo-espacio para superficies y se
recordarán únicamente las principales ecuaciones de la metodología aplicadas en el análisis de los datos
de los ensayos de arrastre de berberechos. En el Capítulo 2, apartados 2, 3 y 4, se han tratado en
profundidad las bases de la metodología DAM, los perfiles de velocidades y de tensiones tangenciales
respectivamente.
- C4.77 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
1
〈U ( x , t )〉 =
Af ∫∫ Af
U (x + r , t )dS (4.18)
donde Af es el área ocupada por el fluido a una cota determinada z (nótese que Af=1 por
encima del nivel de las crestas del lecho zc ), siendo A0 la superficie total donde se realiza el
promediado para esa misma cota z; r es un vector de posición que describe el valor de Af en el
entorno de un punto con coordenadas x y dS es un elemento diferencial de área.
Para cada uno de los ensayos se ha determinado el perfil de velocidades doblemente
promediado, y a partir de éste, se ha calculado la velocidad de corte ajustando la siguiente ley
logarítmica de velocidades en el tramo situado sobre las crestas del lecho y hasta una altura
inferior a ~0.2·h:
u* z+d
〈U ( z )〉 = ln (4.19)
κ z0
Hay que señalar que la ecuación anterior es válida únicamente para régimen hidráulico
rugoso 81, y que es equivalente a:
+ 〈U ( z )〉 1 z + d
〈U 〉 = = ln + Br (4.20)
u* κ ks
80
El operador superficial (Cap. 2, ecuación 2.17) promedia la variable hidrodinámica sobre todo el
volumen o superficie de control, mientras que el operador intrínseco promedia la variable sobre el
volumen de huecos (ver ecuación 2.17).
81
Recordemos que el flujo es hidráulicamente rugoso cuando ks+ = ks u* / υ > 70 (ver Capítulo 2,
ecuación 2.13).
- C4.78 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
este caso, se ha empleado un valor de d = 0.2·d50 ~ 0.5 mm, que está en el rango habitual
encontrado en la literatura, situado entre 0.15 – 0.3 d50 (Nezu y Nakagawa, 1993).
El valor de la rugosidad equivalente de Nikuradse se ha establecido en 2·d50 (Schlichting,
1979). Valores habituales sitúan a ks entre 1 y 3 veces el diámetro medio del sedimento
(Bigillon et al., 2006; Rodríguez y García, 2008) . No existe un consenso claro sobre qué valor
emplear ya que el rango de variación es bastante importante especialmente para arenas
gruesas y gravas, como se puede ver p.ej. en el capítulo 6 de Julien (1994), donde se pueden
encontrar más valores y referencias.
50
40
30
20
10
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
(a) x (mm)
50
40
30
20
10
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
(b)
50
Media móvil r=5 px
Media móvil r=18 px
40 Media móvil r=40 px
30
20
10
0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
(c) x (mm)
Figura 4.54. Ejemplo de aplicación del algoritmo de detección de fondo con filtros de media
móvil de diferente radio. En (a) se presenta la media de 25 imágenes tomadas
con PIV, en (b) el resultado la determinación de la posición de mayor gradiente
de intensidades y en (c) la posición del fondo filtrada y superpuesta sobre la
imagen original.
- C4.79 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
Para la estimación del perfil y la función de rugosidad de fondo, determinado por la arena y los
berberechos, se ha desarrollado una subrutina para detectar los valores máximos del gradiente
de intensidades de las imágenes capturadas con el PIV. En la Figura 4.54 se presenta un
ejemplo de aplicación del código elaborado para la detección del fondo.
Este código programado en Matlab©, promedia inicialmente una serie de unas 25 imágenes, le
aplica un filtro de mediana a la imagen resultante y después calcula el gradiente de
intensidades.
Estos procedimientos de preprocesado tienen por objeto mejorar la precisión del algoritmo de
detección eliminando la influencia de partículas y reflejos que afectan a imágenes individuales.
La ventaja de utilizar un filtro de mediana es que mantiene los contornos de la imagen y no los
suaviza, como otro tipo de filtros como el de media móvil (González et al., 2009).
Una vez determinada la posición del punto, o puntos, de intensidad máxima en cada columna,
la subrutina estima la posición del fondo en esa columna a partir de la media de los puntos que
tienen una intensidad superior a un umbral, que por defecto se estableció en el 95% de la
intensidad máxima de cada columna, ver Figura 4.54 (b).
Una vez obtenido este mapa de intensidades, se realiza un nuevo suavizado con una media
móvil de varios píxeles (px) de radio, para eliminar el ruido de alta frecuencia. Tras varios
tanteos, se empleó una media móvil de 18 px de radio (unos 4.5 mm), buscando un
compromiso entre la reducción de señal de alta frecuencia (el suavizado) y la eliminación de los
contornos de los moluscos (Figura 4.54 (c))
La posición del fondo así determinada se empleó para estimar la función de rugosidad de
fondo, calculada como la función de distribución de probabilidad acumulada (Nikora et al.,
2001), y también para eliminar de los campos vectoriales todos aquellos vectores erróneos
situados por debajo de este nivel, como se puede apreciar en la Figura 4.55. A pesar de todo,
en algunos ensayos, el código de detección de la posición del fondo no funcionó correctamente
por lo que se tuvo que recurrir a una máscara manual con una poligonal para definir la posición
del fondo.
-15
-20
-25
Para importar y trabajar con los archivos de imagen (*.im7) y con los campos vectoriales (*.vc7)
del software Davis © del equipo PIV se han empleado las bibliotecas readimx, desarrollada por
Lavision (www.lavision.de) y la ToolBox de Matlab© MATPIV desarrollada por Frederic Moisy
(http://www.fast.u-psud.fr/pivmat).
- C4.80 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.81 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
Para realizar este análisis desde un punto de vista estadístico, se podría emplear p.ej. un
contraste t de Student 82 (t-test) para diferencias de la media de los dos niveles del factor
estudiado (vivo o muerto). En este contraste de hipótesis se definiría la hipótesis nula, las
medias son iguales, y se analizaría con ayuda del estadístico t si el contraste se acepta o se
rechaza, en el ejemplo esto indicaría que existen diferencias en la movilización por el factor
estado, para un nivel de significación alfa determinado (habitualmente α=0.05).
Cuando lo que queremos es comparar tres o más grupos empleando el contraste t, debemos
realizar el contraste por parejas. Este procedimiento, además de tedioso, tiene un gran
inconveniente ya que la probabilidad de cometer un error de Tipo I 83 se amplifica a medida que
se incrementa el número de grupos a analizar.
Así, si queremos analizar 3 grupos A, B y C, debemos realizar el contraste de los pares A-B, A-
C y B-C, por lo que la probabilidad de rechazar el contraste cuando en realidad es correcto (por
definición error de Tipo I) es de un 14.3% (1-0.95·0.95·0.95). Cuando existe cuatro grupos,
debemos contrastar 6 pares, por lo que la probabilidad se incrementa hasta un 26.5% 84. Para
10 grupos la probabilidad es de un 90%.
Para estos casos se debe emplear otra herramienta denominada Análisis de la Varianza, o
ANOVA (ANalysis Of VAriance). El ANOVA es un método estadístico que permite realizar este
tipo de test de comparación de varios grupos en un único paso. El análisis de la varianza fue
introducida por Fisher 85 en los años 20 (1920) como una herramienta para el diseño
experimental basada en métodos estadísticos, en un primer momento como aplicación a
investigaciones agronómicas (Sahai y Ageel, 2000). En 1935 el libro The Design of
Experiments (Fisher, 1935), que a la postre se convertiría en un libro clásico sobre estadística,
fue el que expuso de forma pionera los principios y procedimientos del diseño experimental con
las aplicaciones del método ANOVA a una gran cantidad de ejemplos.
Como el contraste t de Student, el ANOVA es un test paramétrico en el que se asumen las
siguientes hipótesis (ver p.ej. en Underwood, 1981):
Los datos del análisis son realizaciones posibles de la población analizada que siguen
una distribución normal de media μ y varianza σ i2 .
Las varianzas de los diferentes grupos analizados son iguales (o al menos similares)
Cada grupo analizado es muestreado de forma independiente
82
El estadístico t fue introducido por Willian S. Gosset: * 1876, Canterbury (UK); † 1937, Beaconsfield
(UK). Gosset firmó su trabajo en Biometrika en 1908 con el alias de Student, ya que derivó el t-test para
poder comparar de forma económica la potencialidad y calidad de varios tipos de cebada para elaborar la
cerveza Guinness, y la empresa le obligó a usar un alias para no desvelar secretos de la marca Box, J.F.
(1987). "Guinnes, Gosset, Fisher, and small samples." Statistical Science 2(1): 45-52.
83
En un contraste de hipótesis se define como un error de Tipo I (α) a la probabilidad de rechazar la
hipótesis nula cuando en realidad es correcta. El error de Tipo II (1-β) o potencia estadística se define
como la probabilidad de retener la hipótesis nula cuando en realidad es falsa.
84
La probabilidad de cometer al menos un error de tipo I en este contraste viene dada por la probabilidad
de la fórmula binomial P = 1 − (1 − α ) , donde k es el número de pares a contrastar que no se calcula
k
- C4.82 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
De la importancia del cumplimiento de estas hipótesis, así como del desarrollo del modelo
general de análisis de la varianza, se da buena cuenta en el Apéndice 2 de esta tesis. Se ha
considerado importante incluir este Apéndice ya que este tipo de análisis cuenta con una jerga
específica, y aunque su uso está bastante proliferado en la industria, en las ciencias biológicas,
de la salud y sociales, en las aplicaciones de Ingeniería Hidráulica no son tan habituales.
El ANOVA permite determinar si la media de la variable dependiente analizada, en nuestro
caso el porcentaje de berberechos movilizados, es igual para todos los niveles o grupos del
factor o factores analizados. En este trabajo, un factor podría ser el estado del berberecho y
sus niveles serían "vivos” y “muertos". Para ello se realiza un contraste de hipótesis donde la
hipótesis nula, todas las medias son iguales, se comprueba a partir del estadístico F, similar al
estadístico t de los test de Student. El estadístico F se compara con el valor de la función F de
Fisher-Snedecor de una cola para un nivel de significación determinado y los grados de libertad
del problema.
Si con el análisis se determina que los efectos son despreciables, es decir, se acepta el
contraste de hipótesis, el problema se termina en este punto. Sin embargo, si la hipótesis nula
se rechaza, todavía tenemos que averiguar cuál de los niveles afecta a la media. Es decir,
necesitamos construir o determinar la hipótesis alternativa.
Por ejemplo, si analizásemos la bondad de varios medicamentos para un tipo de enfermedad,
podríamos determinar sobre una población que algún tratamiento afecta (cura) dicha
enfermedad. Para saber cual de ellos funciona, o en que medida lo hace, será necesario
realizar algún test a posteriori (post hoc test).
En investigaciones marinas, y experimentos biológicos en general, con este fin se aplican los
test de Tukey (1951), Scheffé (1953), aunque quizás es el test secuencial de Student-Newman-
Keuls (SNK) el más empleado (ver p.ej. en Underwood, 1997). Otros test que se encuentran
codificados habitualmente en los paquetes estadísticos más comunes son el test LSD de
Fisher, el test de Bonferroni, el test de Duncan o el de Dunnett. Para los casos en los que las
muestras tengan diferente tamaño (p.ej. número de repeticiones) o varianzas desiguales se
podrán aplicar otros test como el de Tukey-Kramer o Games-Howell, respectivamente (Sahai y
Ageel, 2000).
En aplicaciones ecológicas los test post hoc más empleados son los de Stundet-Neuman-Keuls
y el test de Duncan. Es paradójico que estos contrastes, son quizás los más criticados por los
estadísticos, siendo el test de Duncan el que cuenta con un mayor consenso como contraste
desaconsejado (Day y Quinn, 1989).
El principal problema que se le achaca al test SNK es que la probabilidad de cometer un error
de Tipo I es alta, especialmente cuando los resultados agrupan a los diferentes tratamientos en
grupos 86. En estas circunstancias, se pueden detectar diferencias significativas entre varios
tratamientos cuando en realidad no lo son (Snedecor y Cochran, 1989).
86
Esto sucede cuando las medias analizadas forman grupos. Por ejemplo, si analizásemos el efecto del
tipo de vegetación sobre la rugosidad de un lecho de un río con 5 tipos de vegetación, se podrían formar 3
grupos donde las medias son significativas, digamos de rugosidad baja, media y alta, con p.ej. 2, 1 y 2
tipos de vegetación en cada grupo. Un ejemplo de medias agrupadas se puede encontrar en la pág. 239
de Underwood, A.J. (1997). Experiments in Ecology. Their logical design and interpretaion using analysis
of variance. Cambridge, Cambridge University Press
- C4.83 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
Para solucionar este problema, Ryan (1960, citado por Day y Quinn, 1989) propuso un reajuste
de la probabilidad del error Tipo I cuando se realiza el test SNK. El ajuste consiste en reducir el
valor de α a medida que decrecen el número de medias que se comparan, de forma que si hay
a medias en todo el experimento, y g es el número de medias que se están comparando, el
valor de α' se puede calcular como (Day y Quinn, 1989):
α ' = 1 − (1 − α ) g / a (4.22)
El principal inconveniente de este test es que se necesitan los valores del estadístico Q
(Studientized Range) para cuantiles diferentes de los que se encuentran en las tablas
habituales, α=0.05 y α=0.01 (ver p.ej en Snedecor y Cochran, 1989; Winer et al., 1991) . Para
solucionar este problema, y poder estimar el valor de Q para cualquier α entre 0.05 y 0.01, se
puede emplear el algoritmo recogido en Lund y Lund (1983) o interpolar los valores a partir de
las tablas de α=0.05 y α=0.01, con la siguiente ecuación recogida en Day y Quinn (1989),
válida para menos de 10 medias:
A pesar de los problemas teóricos del método SNK relacionados con el error de Tipo I,
Underwood (1997) señala que en más de 100 trabajos en los que no ajustó inicialmente el valor
de α' siguiendo el procedimiento de Ryan, sólo encontró en uno un problema con errores de
Tipo I. Es decir, el método SNK arrojaba valores similares al de Ryan. Este autor recomienda
emplear el método de Ryan como contraste del método SNK cuando existan más de 5 medidas
y de 3 factores. Otros autores recomiendan sin embargo emplear el procedimiento de Tukey
HSD cuando existen más de tres tratamientos (Day y Quinn, 1989).
En resumen, para la determinación de los niveles que afectan a la movilización de los
berberechos se ha aplicado el contraste t de Student cuando los factores cuentan con dos
niveles: estado y densidad. Para el análisis de los factores con tres o más niveles se ha
aplicado el método de Student-Neuman-Kauls, complementado con el método de Ryan.
Además, los resultados de estos tests se han comparado con los arrojados por el método de
Tukey HSD, que tiene una gran potencia estadística y permite determinar los intervalos de
confianza de las comparaciones realizadas (Day y Quinn, 1989).
Los contrastes t de Student y Tukey HSD están implementados en el paquete SPSS y además
son bastante comunes y se puede encontrar una descripción detallada de los mismos en
referencias clásicas de estadísticas (ver p.ej. Snedecor y Cochran, 1989; Winer et al., 1991;
Sahai y Ageel, 2000). Algunos ejemplos de aplicación del método de comparaciones múltiples
SNK, junto con el método de Ryan se pueden ver en Underwood (1997), tanto para análisis de
un factor (pág. 234), como para varios factores (pág. 331). En el apartado 4.4.3.1 se describe
en detalle el procedimiento de aplicación de este test.
- C4.84 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Como paso previo al ANOVA, se ha realizado en primer lugar un análisis exploratorio de datos
(Exploratory Data Analysis) con ayuda del programa SPSS © v 16.0. En el análisis de datos
multivariantes, el análisis exploratorio debe constar de las siguientes etapas (Pérez, 2004):
Un análisis gráfico de los datos representado los histogramas de frecuencias, gráficos
de cajas y bigotes (whisker box plots), gráficos de dispersión, etc.
Un análisis de datos ausentes. En este caso no se ha contemplado este paso porque
no había datos de este tipo.
Detección de valores atípicos, de las observaciones que no siguen el mismo
comportamiento que el resto de los datos.
Comprobación de las hipótesis subyacentes a los métodos empleados, en este caso,
las hipótesis del análisis ANOVA.
El primer paso del análisis, la inspección visual de los datos, es fundamental ya que se pueden
detectar tendencias, datos anómalos o la forma en la que se distribuyen los datos. La detección
de datos anómalos (outliers), su eliminación y sustitución por un dato "correcto" es una tarea
que debe hacerse con mucha precaución.
La eliminación de los outliers es especialmente útil en el desarrollo de los Análisis de la
Varianza cuando no se cumple la hipótesis de homogeneidad de las varianzas. En esta
circunstancia, si se encuentra un dato anómalo se puede sustituir por la media del resto de
repeticiones de ese tratamiento. En este caso, se debe además reducir en un grado de libertad
en la estimación de la Media Cuadrática de cada tratamiento (Underwood, 1981).
Para estos experimentos, ha sido necesario eliminar menos de media decena de valores
anómalos, que representan un porcentaje inferior al 1.5% del total de datos empleados en el
análisis (6 velocidades x 4 tallas x 2 reclutamientos x 4 repeticiones).
Para comprobar la homogeneidad de las varianzas, también conocida como hipótesis de
homoscedasticidad, es habitual emplear el test de Cochran (Cochran, 1941).
El test de Cochran se basa en realizar un contraste de hipótesis sobre la igualdad de las
varianzas empleando el estadístico C definido como el cociente entre la varianza máxima y la
suma de todas las varianzas muestreadas Si2:
max( Si2 )
C= (4.24)
∑ Si2
a
- C4.85 -
Metodología: Descripción del estudio experimental
Una vez realizado el ANOVA, y detectados factores que producen algún efecto sobre la
movilización de los berberechos, se ejecutaron los test paramétricos a posteriori de SNK, el
método de Ryan y el método de Tukey HSD.
87
Como se recoge en el Apéndice 2, el Análisis de la Varianza es una herramienta robusta que incluso
funciona bien en situaciones en las que no se cumplen las hipótesis de normalidad, de homogeneidad de
las varianzas o independencia del muestreo. Esto es especialmente válido para la hipótesis de
normalidad, ya que la mayoría de no normalidades no afectan al análisis, y para situaciones donde las
varianzas, aunque no homogéneas, tienen el mismo orden de magnitud. La fiabilidad del test se reduce
cuando la varianza de un nivel, o grupo de niveles, es especialmente alta.
- C4.86 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
4.4. RESULTADOS
a b
En la Figura 4.57 se presentan las relaciones entre las longitudes características de los
berberechos analizados. Se han ajustado funciones potenciales, por el método de los mínimos
cuadrados, para las relaciones entre la anchura (c) y la altura (a), anchura (c) y la longitud (b), y
finalmente la altura (a) y la longitud (b).
100
c, anchura - a, altura
c, anchura - b, longitud
a, altura - b, longitud
altura (a), anchura (b) (mm)
- C4.87 -
Resultados
- C4.88 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
d sh a
SF = = (4.28)
d i ·d max b·c
ms + mw ρ sVs + ρ wVw
ρc = = (4.29)
Vt Vt
mw = (Vt − Vs ) ρ w (4.30)
15 3.0
-5 3.3084
m s= 7·10 c
13 R 2 = 0.98 2.5
10 2.0
m s (g)
g/cm 3)
8 1.5
)
ρc, ρs
5
1.0
3 densidad de la
0.5 concha
y = 0.0605x + 0.2235, R2 = 0.88
densidad del
y = 0.0261x + 0.6613, R2 = 0.88
berberechos
0
10 15 20 25 30 35 40 0.0
anchura c (mm) 10 15 20 25 30 35 40
(a) (b) anchura c (mm)
Figura 4.58. Relación entre la anchura del berberecho y (a) la masa de la concha, (b) con la
densidad de la concha y la densidad del berberecho.
Se han determinado algunas relaciones entre la longitud del berberecho y las variables
presentadas anteriormente. Algunas de ellas evidentes, como la relación entre tamaño y peso
- C4.89 -
Resultados
de la concha, y otras menos evidentes, como la relación existente entre la densidad del
berberecho y de las conchas con la anchura (ver Figura 4.58). Otros parámetros, como el factor
de forma, son independientes del tamaño del molusco, siendo prácticamente constantes
(Figura 4.59).
1.00
0.75
SF
0.50
0.25
0.00
10 15 20 25 30 35 40
acnhura c (mm)
Figura 4.59. Relación entre la anchura del berberecho y el coeficiente de forma SF.
Evidentemente, como las longitudes características están correlacionadas (Figura 4.57), las
relaciones encontradas en las figuras anteriores se reproducen con la longitud y altura del
berberecho.
Los valores medios (±desviación típica) del factor de forma y de las densidades de concha y
berberechos han sido 0.73±0.04, 1.69±0.45 g/cm3 y 1.29±0.19 g/cm3 respectivamente. Los
valores del factor de forma y de la densidad del berberecho son similares a los determinados
en trabajos anteriores: 0.77±0.04 y 1.40±0.04 g/cm3 respectivamente (Peña et al., 2008).
Respecto a este último parámetro, se puede señalar que los valores recogidos en la literatura
para las larvas en 1.1 g/cm3 (Jonsson et al., 1991) y para los juveniles de C. edule inferiores a 5
mm oscilan entre 1.036 y 1.040 g/cm3 (de Montaudouin, 1997)
Tabla 4.11. Valores de las densidades de la concha y el berberecho obtenidos en la
caracterización de los moluscos.
- C4.90 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
tamaño de los moluscos analizados, ya que a medida que se aumenta el tamaño de los
moluscos, también lo hace la densidad de la concha y del cuerpo.
En Peña et al. (2008), los berberechos analizados se encontraban entre los ~26 y los ~33 mm.
Por este motivo la densidad de la concha y del berberecho son superiores a los valores medios
de este trabajo, aunque prácticamente idénticos a los encontrados para la talla superior de este
análisis (ver Tabla 4.11).
Figura 4.60. Ejemplo de interacción del fondo de la imagen (izquierda) y de unas gotas
(derecha) en la visualización y determinación de los campos de velocidades. En
algunos escenarios el borde de la placa de visualización (rectángulo con línea
discontinua) ha provocado un descenso artificial de las intensidades turbulentas
en la dirección w (Figura 4.67). En la parte izquierda de la imagen se puede
apreciar la acumulación de arena durante el ensayo aguas arriba de los
moluscos.
- C4.91 -
Resultados
Con estas placas se pretendía definir zonas de análisis diferenciadas, como en otros trabajos
recogidos en la literatura (p.ej. de Montaudouin et al., 2003), y así evitar la interacción entre las
mismas (p.ej. que los moluscos saltasen de una zona a otra). La otra función es la de actuar de
barrera óptica. Así, las placas se emplearon para ocultar de la zona de análisis los moluscos
situados en otras zonas de estudio, ya que su visión podía afectar a la determinación de las
velocidades.
Hay que recordar que la técnica PIV se basa en la detección del movimiento de partículas en el
agua. Estas partículas son iluminadas por el láser Nd:Yag. Si la zona de análisis tiene un fondo
claro, existen elementos con una intensidad similar a la que reflejan las partículas, o existen
patrones fijos (como p.ej. una gota de agua en el cristal del canal), la estimación de las
velocidades se ve comprometida.
Por este motivo, las placas se pintaron de color negro para evitar su interacción con las
partículas y se intentó evitar que el cristal de canal tuviese manchas o gotas de agua. Sin
embargo, en algunos ensayos se detectó alguna mancha en el cristal (ver Figura 4.60). Estas
zonas con velocidades nulas o velocidades erróneas se han eliminado de los análisis porque
provocan la dispersión de los resultados a la altura en la que éstas se producen.
En la Figura 4.61 se presenta un ejemplo de este fenómeno en el perfil de velocidades y en la
intensidad turbulenta en la dirección u determinado para la menor velocidad de corriente sobre
el lecho de arena. Para evitar este efecto, se han filtrado las velocidades que se desvíen más
de 3 veces el RMS del valor medio temporal de la velocidad en cada punto. Este proceso se ha
repetido en 2 iteraciones. Además, para realizar la media espacial de las velocidades también
se han eliminado del análisis aquellos puntos con valores fuera del intervalo proporcionado por
la media espacial ± 3 RMS. Este procedimiento de filtrado también se ha aplicado para la
determinación de los momentos de segundo orden y es habitual en la literatura (LaVision,
2007; Pokrajac et al., 2008).
150 150
Co n vecto res
erró neo s
125 125
Sin vecto res
erró neo s
100 100
z (mm)
75 75
50 50
25 25
0 0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0 1 2 3 4
2 2 -3
<U> (m/s) <u'u'> (m /s ) x10
Figura 4.61. Efecto de la inclusión de zonas localizadas con velocidades mal determinadas
por problemas de visualización en los perfiles de velocidad e intensidades
turbulentas. Se puede observar como eliminando las zonas incorrectas se
elimina el efecto de “peak locking” en los parámetros analizados.
- C4.92 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Con respecto a la caracterización del flujo, se presentan en la Tabla 4.12 un resumen con las
principales características del mismo. Estos datos son útiles para comparar los resultados de
estos ensayos con los de la literatura, donde se dan las propiedades del flujo con el lecho “liso”,
y para ver las diferencias que existen entre éste y el flujo rugoso con menor sumergencia que
se produce sobre los moluscos.
Tanto aquí, como en los siguientes escenarios, los resultados se presentan en función del
escalón de velocidad. Para diferenciar estos resultados de los obtenidos con berberechos, la
nomenclatura empleada ha sido ensayo V01FL a V06FL, donde “FL” hace referencia a Fondo
Liso y “V01” a “V06” al escalón de velocidad ensayado.
Tabla 4.12. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos realizados sobre el lecho
de arena sin moluscos. Los ensayos se han ordenado por velocidades
crecientes: V01FL a V06FL, donde FL hace referencia a que son los ensayos de
Fondo Liso. El resto de variables de la tabla se definen en el texto (§4.4.2.1).
marca ENSAYO
〈U 〉 〈U max 〉 u* ≡ u*,log Re h Re*h ks + Frh Fr*Δ
(m/s) (m/s) (m/s) (x10-3) (x10-3) (-) (-) (-)
- C4.93 -
Resultados
Tabla 4.13. Resumen de los parámetros de corte en los ensayos realizados sobre el lecho
de arena de los Lombos do Ulla.
El valor u*log ha sido seleccionado como valor de control o variable interna de escalado u*. Para
la estimación de este parámetro y del coeficiente Br se ha minimizado el error cuadrático medio
(ECM) existente entre los registros experimentales y los valores arrojados por la ecuación
(4.20). Este error se define como:
(u − ulog )
2
reg
ECM = (4.31)
N
donde ureg y ulog hacen referencia a los valores medidos y aproximados por la ley logarítmica de
velocidades (ecuación (4.20)) y N es el número de puntos analizados.
- C4.94 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
ENSAYO
H δh δ h / H δ h ( 0.99 〈 u m ax 〉 ) / H η
(mm) (mm) (-) (-) (mm)
88 +
En los ensayos V01FL y V02FL el valor de ks es ligeramente inferior a 70, siendo 64.6 y 66.4
respectivamente (Tabla 4.12) por lo que estaríamos en flujo de transición.
- C4.95 -
Resultados
Estos valores están bastante por debajo de lo que predicen las fórmulas empíricas propuestas
por Wang et al. (2001) o Yang et al. (2004), (Cap. §2, ecuaciones (2.62) y (2.62)), que situarían
la posición de la velocidad máxima en δh /H ~0.647 y en ~0.669. El descenso “extra” de la
posición de δh se atribuye a la no-uniformidad del flujo y la posible presencia de corrientes
secundarias de primer orden (asociadas el flujo en curva, §2.4.4), así como a errores en la
determinación de la velocidad máxima. El primer aspecto se discutirá en apartados posteriores
mientras que el segundo se comenta a continuación.
η ≈ H / Re*3/4h (4.32)
El valor resultante η = (0.23 - 0.34) mm no se puede resolver con el equipo PIV, donde la
resolución espacial lograda con la configuración de los ensayos fue de ~2 mm (ver Tabla 4.9).
0.60
V01FL
V02FL
0.50 V03FL
V04FL
V05FL
0.40
V06FL
〈u 〉 (m/s)
0.30
0.20
0.10
0.00
0.01 0.1 1
z / H (-)
Figura 4.62. Perfiles de velocidad doblemente promediados para los ensayos de lecho de
arena o de fondo liso.
- C4.96 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Durante la realización de los ensayos el equipo PIV sufrió varias averías que retrasaron el plan
de ensayos e impidieron disponer de datos de velocidad en todos los escenarios analizados. La
primera avería sucedió un poco antes de terminar con los experimentos con el primer motor del
canal, el que proporcionaba las velocidades más bajas V01 a V03. La rotura se produjo cuando
se iba a comenzar a ensayar el escenario de la población de primavera, por lo que para este
escenario no se disponen de datos de velocidades.
Se optó por no repetir este escenario una vez reparado el PIV por motivos de tiempo, ya que
además del tiempo extra necesario en repetir las medidas, era necesario preparar el canal para
el nuevo motor. Esta operación consistía en rehacer el sistema electrónico de control de
velocidades y adaptar físicamente el motor al canal. Las labores de reparación y de adaptación
del nuevo motor provocaron una parada de dos meses en la realización de los experimentos.
En la segunda fase de la experimentación se realizaron los ensayos correspondientes a las
velocidades más altas, V04 a V06. Al comenzar esta segunda fase experimental se procedió a
recalibrar el equipo y se realizaron unos ensayos de fondo liso preliminares para los nuevos
escalones de velocidad (registrando únicamente 25 imágenes). A continuación se ensayaron
los escenarios de los grupos de tallas y de poblaciones, para todos los estados, densidades y
tamaños.
Al finalizar con esta serie de ensayos, el equipo se volvió a estropear antes de que se
registrasen de forma detallada los campos de velocidades de los ensayos de fondo liso.
Entonces se tenía para los ensayos de las velocidades más bajas de un juego de 1000
imágenes para cada escalón de velocidad, que además fueron tomadas en régimen
permanente (dejando el agua circular a la velocidad de ensayo durante al menos 10 minutos).
La segunda reparación del PIV se prolongó durante otros 2 meses y era necesario
reacondicionar el canal para comenzar cuanto antes con otra fase de experimentos dentro del
proyecto del Ministerio de Medio Ambiente (Anta et al., 2010). Esta fase de experimentos
consistía en estudiar el arrastre de huevos de salmón y podía arrancar sin el equipo PIV, por lo
que se optó por no repetir los ensayos de fondo liso y comenzar a trabajar en la segunda parte
del proyecto.
0.45
0.35
0.25
0 30 60 90 120 150
t (s)
Figura 4.63. Evolución de la velocidad media en los ensayos con el fondo de arena. Cada
punto representa una media de 20 imágenes.
- C4.97 -
Resultados
En los ensayos V04 a V06 sólo se disponían 25 imágenes de los ensayos preliminares de
fondo liso. Por este motivo, para la caracterización de estas velocidades con el fondo liso se
emplearon los campos correspondientes al ensayo de la talla de moluscos menor (15 a 20
mm), con los berberechos muertos y el menor grado de reclutamiento. Se buscaron estos
ensayos para evitar la influencia de los berberechos sobre el perfil de velocidades, ya que bajo
estas condiciones los moluscos estaban práctica o totalmente movilizados.
En estos ensayos, así como en el resto de movilización de berberechos, se registraron 500
imágenes una vez transcurrido un minuto desde el arranque del motor. Como se puede
apreciar en la Figura 4.63, esto ha provocado que en los primeros instantes el flujo no se
estabilizase completamente, por lo que además del efecto de las corrientes y del transporte de
sedimentos, la estructura del flujo puede estar afectada ligeramente por estar en régimen no
permanente. Las diferencias en la velocidad media entre el comienzo del ensayo y la
finalización del mismo, para los ensayos V04 a V06, se han cifrado en ~5 cm/s. Esta magnitud
representa como máximo un ~12% de la velocidad media. También se puede observar que el
flujo se estabiliza a partir de los 50 – 60 s desde el comienzo del ensayo.
V03FL - u [m/s] V03FL - w [m/s]
150 0.02
150 0.5 0 0
0
0
0.45 0.015
[mm]
0
0.25
0.2 -0.005
0.01 1 0. 0
50 50 0.0 1
0.15 0.01
0 01 01 -0.01
0.
0.
0. 3 0.35 0.1
5 0.35 0 0.
01 -0.015
0.3 0.3 0.25 0.3 0.05 0
0. 0.25
0
0.51
0. 0
0.51
[mm]
1 0
0.25
1
0. 5
0.0
0. 51
0.51
0.01
1
0.2 0.0 -0.005
50 0. 5 50 1
0. 51 0.15
0. -0.01
0.51 0.51 0.51 01
0.51 0.1
0. 45
-0.015
0.45 0.45 0.01
0.05
01
0. 4
0.0.4 0. 4 0.4 0.
0.
2 0.2 01
0.2
0
0 0 -0.02
0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100
© [mm] (d) [mm]
Figura 4.64. Velocidades medias u y w para la zona central del dominio visualizado (100x150
mm2) en los ensayos V03FL (a) y (b), y V06FL (c) y (d). Aquellas zonas con
medidas erróneas originadas por problemas como los señalados en la Figura
4.60 se han identificado con un círculo negro.
- C4.98 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
para los ensayos V03FL y V0FFL. En esta figura se puede apreciar como el flujo en el ensayo
V03FL es prácticamente uniforme mientras que en el ensayo V06FL aparecen ciertas
estructuras que denotan una no uniformidad en el dominio visualizado. En los ensayos sobre
los berberechos se reanalizará este fenómeno.
En la Figura 4.65 se presenta el perfil vertical de velocidades u y w doblemente promediados
escalados con la escala interna de velocidades. Tras determinar la velocidad de fricción por el
procedimiento de minimización del error cuadrático se puede observar como las curvas
colapsan en una única curva en la zona logarítmica. En la zona externa se puede observar
cómo las curvas de los ensayos V01FL a V03FL y las de los ensayos V03FL a V06FL colapsan
en dos familias de curvas ligeramente diferentes.
1.00
z / H (-)
0.10
V01FL
V02FL
V03FL
V04FL
V05FL
V06FL
0.01
-5 0 5 10 15 20
〈w 〉/u* 〈u 〉/u*
Figura 4.65. Distribución vertical de las componentes u y w de la velocidad doblemente
promediada en los ensayos con el lecho de arena. Datos escalados con la
variable interna u* y con la externa calado H.
Hay que señalar que la ley logarítmica de velocidades (ecuaciones (4.18) a (4.21)) se ha
desarrollado asumiendo que el flujo es 2D y que por tanto, una única velocidad de fricción
puede representar la transferencia de cantidad de movimiento desde la región externa del flujo
hacia el lecho. En canales con flujo 3D y corrientes secundarias esta aproximación no es
correcta ya que la tensión total se distribuye de forma no lineal en el perímetro mojado de la
sección. Sin embargo, experimentos desarrollados por Nezu y Rodi (1985, citados en Nezu y
Nakagawa, 1993) en un canal hidráulicamente liso muy estrecho (B/H = 2) demuestran que la
ley logarítmica se puede aplicar en toda la sección transversal a excepción de las zonas más
cercanas a la pared. Además, en la extensión -0.4 ≤ y/B 89 ≤0.4, τb(z) solo varía entre 0.98 y
1.1τb(z) (Figura 2.20, §2.4.2.2.). En el apartado 2.4.2 y posteriores (Cap. §2) se presenta una
descripción más detallada de los efectos que produce sobre la distribución de tensiones y
velocidades la presencia de corrientes secundarias.
89
y/B es el ratio entre la posición en la dirección perpendicular a la dirección del flujo y el ancho del canal.
- C4.99 -
Resultados
Los perfiles de las velocidades verticales de la Figura 4.65 indican la presencia de corrientes
secundarias, aunque en comparación con las velocidades en la dirección del flujo son bastante
pequeñas. Así, estas se pueden acotar como 〈 w( z )〉 ≤ u* / 2 .
Por último, se presenta en la Figura 4.66 una comparación de los perfiles de velocidad
obtenidos para los ensayos de fondo liso con los perfiles de velocidad determinados en los
canales de estudios del bentos marino de la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). En la figura
también se presenta un esquema del comportamiento del perfil de velocidades cuando se
produce el fenómeno del velocity dip o cuando la ley sigue la ley de la estela de Coles.
50.00
defect law
log law
30.00
+
U
20.00
10.00
0.00
1 10 100 1000
(z+d)+
Figura 4.66. Comparación entre la distribución de las velocidades horizontales para los
ensayos de fondo liso y las velocidades registradas en los canales de estudios
del bentos de la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). Datos escalados con la
variables interna u* y υ/u*.
- C4.100 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En general se puede indicar que las intensidades turbulentas en la región más externa del flujo
(z/H > ~0.5) para el primer grupo de ensayos siguen la tendencia de un flujo 2D, sin embargo,
por debajo de esta región, la magnitud de las fluctuaciones decrece. La cota a la que se
produce este fenómeno es similar a la posición del máximo de las velocidades verticales
(Figura 4.65). En la región más cercana al lecho, los perfiles de intensidades turbulentas
vuelven a presentar una tendencia creciente, con máximos en el entorno de ~0.05 z/H, posición
similar a la encontrada en otros trabajos sobre lechos de arena hidráulicamente lisos o de
transición (Bigillon et al., 2006).
V01FL
V02FL
V03FL
V04FL
V05FL
V06FL
z / H (-)
NN93 NN93
Kg94 Kg94
(a) 〈σ~u 〉/u* 〈σu 〉/u* (b) 〈σ~w 〉/u* 〈σw 〉/u*
- C4.101 -
Resultados
V01FL V04FL
V02FL V05FL
V03FL V06FL
a) b)
- 〈uw 〉/u*
2
〈u’w’ 〉/u*2
- 〈uw 〉/u 2
* 〈u’w’ 〉/u* 2
z/H=1 1.0
z/H
0.9
y=0
y = ±0.5z/H 0.8
0.7
u´w ´ b
en flujo 2D
uniforme
0.6
0.5
G 0.4
0.3
0.2
-1 0 1 2
u´w´ b 0.1
Figura 4.68. (a) y (b) Perfiles de esfuerzos de corte doblemente promediados en los ensayos
con el lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con la
externa calado H. (c) y (d), ejemplos de la distribución de las tensiones de corte
para un flujo 3D en un canal recto y para un flujo no uniforme 2D (datos de Nezu
y Nakagawa, 1993 y Song, 1994).
En la figura también se presenta una comparación cualitativa de los perfiles con los datos de
Nezu y Nakagawa (1993) para un canal recto de relación B/H = 2, con corrientes secundarias, y
con los datos de flujo rugoso no uniforme acelerado de Song (1994). Aunque existen
diferencias entre los datos experimentales con los de la literatura, se puede concluir que la
tendencia de los mismos se ha recogido con bastante exactitud.
Lo más reseñable del análisis de los esfuerzos de corte está en cuantificar la importancia de la
no uniformidad y de las corrientes secundarias sobre los valores de las tensiones de Reynolds.
Existen pocas referencias en las que se cuantifiquen experimentalmente este fenómeno.
Coleman et al. (2007b) realizaron unos experimentos sobre rugosidades de tipo –k y –d (ver
- C4.102 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
detalles en §2.4.4) en los que cuantificaron la importancia del efecto de las corrientes
secundarias y la no uniformidad en el centro de un canal estrecho (B/H = 3) sobre la
determinación de tensiones totales. Estos autores encontraron que la contribución de este
término oscila entre un 40% y un 70% de la tensión de corte total sobre el lecho τ0.
Asumiendo que la velocidad de corte determinada a partir de la ley logarítmica de velocidades
representa los esfuerzos tangenciales τ 0 (∝ u* ) , en estos ensayos en un plano alejado del
2
Análisis exploratorio
Para realizar el análisis exploratorio los datos registrados en los experimentos se
jerarquizaron empleando los mismos factores y niveles que posteriormente se emplearon en el
análisis de la varianza ANOVA:
Velocidad: 6 niveles, empleando la velocidad media de cada ensayo calculada como se
recoge en el apartado 4.4.2 (0.30, 0.32, 0.35, 0.39, 0.45 y 0.47 m/s)
Talla: 4 niveles (<20 mm, 20-25 mm, 25-30 mm y >30 mm)
Reclutamiento: 2 niveles (500 ind/m2 y 1000 ind/m2)
Estado: 2 niveles (moluscos vivos y muertos)
A partir de estos factores, se ha elaborado una nomenclatura para definir cualquier ensayo de
una manera rápida y concisa. Así, de forma general los experimentos de grupos de talla se
denominarán como una secuencia de 8 caracteres donde los tres primeros hacen referencia a
la velocidad del ensayo (V01 a V06), la talla analizada (T01 a T04), el reclutamiento (B y A,
para el bajo, 500 ind/m2, y el alto, 1000 ind/m2) y el estado (V o M, en referencia a vivo o
muerto). Por ejemplo, el ensayo V03T2AV hace referencia al tercer escalón de velocidad (0.35
m/s), la talla de 20-25 mm con una densidad de reclutamiento de 1000 ind/m2 y con los bivalvos
vivos. Esta nomenclatura se recoge también gráficamente en la Figura 4.69.
V0i Tj X Y
velocidad talla reclutamiento estadoo
⎧VO1 ⎫
⎪VO2⎪
⎪VO3 ⎪
⎧TO1: 15-20 mm ⎫
⎪TO1: 20-25 mm ⎪
⎧B: bajo,500 ind/m 2 ⎫
⎨ 2⎬
⎩A: alto,1000 ind/m ⎭
{V: vivo
M: muerto }
⎨TO1: 25-30 mm ⎬
⎨VO4 ⎬ ⎪TO1: 30′35 mm ⎪
⎪VO5 ⎪ ⎩ ⎭
⎪VO6 ⎪
⎩ ⎭
ejemplo: V03T2AV
Figura 4.69. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
grupos de tamaños
Para realizar el análisis exploratorio se empleó el software SPSS © v17 sobre los datos
originales y también arcsin√x transformados, ecuación (4.25). Como se ha comentado en el
- C4.103 -
Resultados
a) b)
c) d)
La caja central encierra el 50% de los datos y la línea que la divide representa la mediana de la
distribución. Los lados de la caja están situados en los cuartiles (primer y tercer cuartil,
denominados Q1 y Q3 respectivamente) de la distribución. Los extremos de los bigotes se
sitúan a 1.5 veces el rango intercuartílico (Q3-Q1) del borde la caja, y los datos anómalos
- C4.104 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
(outliers) se consideran en este tipo de representación como los situados fuera de los rangos
marcados por los bigotes, y se representan como puntos en la Figura 4.70.
En esta figura, y en las tablas posteriores (Tabla 4.15 a Tabla 4.18) se han representado las
gráficas de cajas y bigotes obtenidas para las variables sin transformar. En el análisis ANOVA
se han empleado los datos arcsin√x transformados, sin embargo, para facilitar la comprensión y
análisis de la movilización de los moluscos se ha preferido mostrar los datos del análisis
exploratorio en la escala 0-100% y no en la escala transformada 0-π/2.
De la observación del porcentaje de berberechos movilizado en función de cada uno de los
factores analizados se pueden extraer varias conclusiones. En general se puede señalar
aunque cada una de las cajas representadas representa un número elevado de muestras (p.ej.,
cada caja de Figura 4.70-a se ha construido en base a 4 repeticiones x 4 tallas x 2 densidades
x 2 estados = 64), se observa cierta desviación respecto al valor medio. Esta variabilidad en los
resultados se atribuye en parte a que se están promediando juegos da datos en los que no se
puede atribuir la variación a un único parámetro. Es decir, la movilización de los moluscos en
los experimentos realizados, aunque depende de la velocidad, también lo hace del estado, talla
o densidad. Por este motivo, al analizar un parámetro sin los otros aparece la dispersión.
Otra fuente de variación se debe atribuir, además de al propio error experimental, al hecho de
que la variable analizada no es una función continua porque los valores posibles del porcentaje
de erosión están cuantizados en intervalos de 11.12% o 5.56%. Estos intervalos de variación
dependen del número total de berberechos ensayados. Para la densidad de ∼500 ind/m2 se
colocaron 9 berberechos, por lo que los valores posibles de la erosión son múltiplos de 1/9
(11.12%). Para la densidad de ∼1000 ind/m2 se colocaron 18 berberechos, siendo los valores
de la erosión múltiplos de 1/18 (5.56%). Esta cuantización de la variable afecta a la precisión y
dispersión de la misma ya que cometer un error en el ensayo, contar un berberecho como
erosionado cuando en realidad se mantuvo en su sitio, implica cometer un error superior al
10% en el peor de los casos.
Las tendencias reflejadas en la Figura 4.70 se cuantifican en la Tabla 4.15 y Tabla 4.16. Del
análisis de cada variable de modo independiente, es decir, promediando sobre todas las
repeticiones y escenarios del resto de variables (p.ej. al analizar el reclutamiento alto, se
promedian todos los escenarios con sus repeticiones donde el reclutamiento fue de 1000
ind/m2, sin importar la velocidad, estado o talla) se pueden extraer las siguientes conclusiones.
Con respecto a la velocidad, tal y como cabría esperar, a mayor velocidad de la corriente,
mayor grado de movilización de los berberechos (ver Tabla 4.15). Así, para una velocidad
media de ∼0.3 m/s el porcentaje de berberechos medio movilizado es de un ∼10% mientras que
para una velocidad de ∼0.5 m/s asciende a un ∼58%. Esta relación es aproximadamente lineal,
con la excepción de lo que sucede en los escalones de velocidad número 2 y 3, donde a pesar
de presentar diferentes velocidades medias (0.315 y 0.346 m/s respectivamente), el porcentaje
de berberechos movilizados es prácticamente el mismo. Esta circunstancia se analizará
estadísticamente después de presentar el análisis de la varianza, pero está relacionada con la
interacción entre el transporte de sedimentos y el de moluscos.
- C4.105 -
Resultados
VELOCIDAD
TALLA % MOVILIZADOS V01 V02 V03 V04 V05 V06 TODOS
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s
Media 25.1% 50.6% 49.0% 71.8% 77.3% 84.5% 59.7%
15-20 mm
SE (n=16, 96) 0.059 0.044 0.076 0.058 0.052 0.038 0.030
Media 12.8% 30.9% 26.0% 22.6% 43.4% 52.0% 31.3%
20-25 mm
SE (n=16, 96) 0.040 0.066 0.056 0.044 0.074 0.063 0.027
Media 2.4% 14.9% 16.3% 10.9% 20.9% 45.3% 18.5%
25-30 mm
SE (n=16, 96) 0.021 0.039 0.046 0.038 0.056 0.061 0.000
Media 0.0% 0.3% 0.0% 18.5% 34.3% 50.0% 17.2%
30 - 35 mm
SE (n=16, 96) 0.000 0.003 0.000 0.060 0.081 0.084 0.029
(TODOS) SE (n=64, 384) 0.022 0.032 0.034 0.039 0.042 0.037 0.016
- C4.106 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
comprendidos entre 25-30 mm es superior para las velocidades más bajas, mientras que para
las velocidades mayores, la movilización de los berberechos de 30-35 mm es ligeramente
superior, quizás por el efecto de la mayor exposición y menor importancia del movimiento de
arena que puede enterrar más a los berberechos más pequeños.
Los parámetros medios de movilización en función del reclutamiento y estado se presentan en
la Tabla 4.16. Respecto al reclutamiento, se puede señalar que en términos medios, la
erosión es superior en los experimentos de menor densidad de individuos por metro cuadrado
(∼37% vs ∼26%), diferencias originadas por la mayor exposición a la que se encuentran
sometidos los berberechos cuando están más aislados.
Tabla 4.16. Porcentaje de berberechos movilizado en función del estado y el reclutamiento.
Valores medios y error estándar (σ/ √n). Los parámetros velocidad de la corriente y talla están
agregados en los anteriores.
ESTADO
DENSIDAD % MOVILIZADOS
Vivos Muertos TODOS
- C4.107 -
Resultados
En estos ensayos no se ha detectado la formación de biso por parte de los berberechos. Esta
circunstancia era previsible ya que los moluscos eran adultos y este fenómeno se ha descrito
fundamentalmente en individuos juveniles (Sidgursson et al., 1976; Yankson, 1986; Olivier y
Retière, 2006). Sin embargo, si se ha observado que cuando los berberechos vivos “sentían” el
movimiento del agua, algunos se recolocaban, ubicando las valvas en perpendicular al lecho y
comenzaban a abrir y cerrar la concha para, con ayuda del pie, anclarse y enterrarse (ver en la
Figura 4.71).
Los datos correspondientes a cada uno de los escenarios analizados se presentan en las
tablas siguientes (Tabla 4.17 y Tabla 4.18 ).
Tabla 4.17. Porcentaje medio de berberechos vivos movilizados en los ensayos por grupos
de tamaños homogéneos. Valores medios y error estándar (σ/ √n).
- C4.108 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Tabla 4.18. Porcentaje medio de berberechos muertos movilizados en los ensayos por
grupos de tamaños homogéneos. Valores medios y error estándar ( σ / n ).
Análisis de la varianza
Todas las tendencias reflejadas en el análisis exploratorio deben ser confirmadas para ver
si realmente tienen significación estadística. Para comprobar este aspecto, se ha realizado un
análisis ANOVA de todos los factores con un modelo de 4 factores fijos en el que se han
incluido todas las interacciones. Los análisis se han realizado con juegos de datos equilibrados.
Antes de ejecutar el ANOVA, se ha realizado el test de Cochran para comprobar la
homogeneidad de las varianzas. Previamente los datos fueron arcsin√x transformados
(§4.3.6, ecuación (4.25)).
El valor del estadístico C, calculado de acuerdo con la ecuación (4.24), ha sido de 0.0562. El
valor de la función de distribución C [ a,υ ;α ] , para a=96 varianzas (6 velocidades x 4 tallas x 2
reclutamientos x 2 estados), υ=3 grados de libertad de cada varianza (n-1 repeticiones) y un
nivel de significancia α=0.05, ha sido 0.0599, superior al valor del estadístico C por lo que se
puede considerar que las varianzas son homogéneas.
En la Tabla 4.19 se recoge el resumen del ANOVA. Una definición del significado de cada
columna se presenta el Apéndice 2. Aquí únicamente nos referiremos al resultado del
contraste, que se puede determinar con los resultados de las dos últimas columnas: el nivel de
significancia y la potencia del test. Así, en el análisis se puede observar cómo cada uno de los
factores individuales afecta significativamente (P<<<0.001) a la movilización de los
berberechos. Sin embargo, también se pueden apreciar que algunas interacciones también
afectan a la movilización. Son significativas (P<0.05) algunas interacciones de primer orden
- C4.109 -
Resultados
SS Suma df MS F P 1-β
de Grados de Media --------------- Nivel Potencia
b
Fuente de Variación Cuadrados libertad cuadrática ------ significancia estadística
a
Modelo 162.290 96 1.691 24.015 < 0.001* >0.999
Velocidad (VEL) 18.566 5 3.713 52.750 < 0.001* >0.999
Talla (TALLA) 22.879 3 7.626 108.338 < 0.001* >0.999
Densidad (DEN) 1.971 1 1.971 28.000 < 0.001* >0.999
Estado (EST) 1.144 1 1.144 16.258 < 0.001* 0.980
VEL x TALLA 3.591 15 0.239 3.401 < 0.001* 0.999
VEL x DEN 0.631 5 0.126 1.794 0.114 0.612
VEL x EST 0.137 5 0.027 0.389 0.856 0.151
TALLA x DEN 0.323 3 0.108 1.531 0.207 0.403
TALLA x EST 0.607 3 0.202 2.875 0.037* 0.684
DEN x EST 0.435 1 0.435 6.180 0.013* 0.698
VEL x TALLA x DEN 2.402 15 0.160 2.274 0.005* 0.979
VEL x TALLA x EST 1.798 15 0.120 1.703 0.050* 0.913
VEL x DEN x EST 0.568 5 0.114 1.614 0.156 0.559
TALLA x DEN x EST 0.307 3 0.102 1.456 0.227 0.384
VEL x TALLA x DEN x EST 1.744 15 0.116 1.652 0.060 0.902
Error 20.273 288 0.070
Total 182.563 384
a 2 2
. R = 0.889 (R ajustado = 0.852)
b
. Potencia 1-β calculada para α= 0.05
*. P<0.05
Además de la significancia (determinada como el error de Tipo I dado por el valor de P), es
importante analizar la potencia del test ANOVA (definida como la unidad menos el error Tipo II).
En la Tabla 4.19 se puede comprobar como la mayoría de los factores, todos los principales y
todas las interacciones que involucran al factor Velocidad x Talla, tienen una elevada potencia
estadística, siempre superior al 90%. Los factores secundarios Talla x Estado y Densidad x
Estado, tienen una potencia cercana al 70%, que está un poco por debajo del límite de lo que
se podría considerar como un resultado significativo 90.
90
Al contrario de lo que ocurre con el Error de Tipo I (que se establece por convenio en α=0.05), no existe
un consenso claro a la hora de definir el Error de Tipo II admisible, y por tanto la potencia estadística.
Valores habituales para la potencia están en el orden de 0.80, aunque es preferible que esta sea superior
a 0.90 – 0.95. Underwood, (1997).
- C4.110 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
posteriori o test post hoc. Hay que señalar que cuando las interacciones de un ANOVA de
varios factores son significativas, el análisis a posteriori debe realizarse con un poco más de
precaución ya que las conclusiones no son tan directas como cuando no existen interacciones
entre los factores (Underwood, 1981).
Sino existen interacciones, los test a posteriori se realizan sobre cada factor de modo
individual. En nuestro caso, podríamos resolver el análisis con cuatro test de comparación
múltiple, uno para cada factor: velocidad, talla, estado y reclutamiento. Sin embargo, cuando
existen interacciones, este procedimiento no proporciona toda la información disponible en el
análisis. Para estas situaciones, se deben realizar test de comparación sobre las medias del
primer factor en cada uno de los niveles del segundo factor con el que interactúa, y viceversa.
Volviendo al análisis de movilización de los berberechos, si p.ej. sólo interactuase la velocidad
y el estado, habría que realizar un total de 6 + 2 tests de comparación. Dos tests compararían
el efecto de las velocidades en los moluscos vivos y muertos (los niveles del factor estado)
respectivamente, y otros 6 contrastes compararían la influencia del estado (vivo/muerto) en
cada escalón de velocidad.
Como se puede apreciar, este procedimiento puede ser largo y tedioso, especialmente cuando
los factores tienen muchos niveles, existen muchos factores involucrados, aparecen
interacciones de orden segundo o tercer orden, o cuando además se van a realizar varios tipos
de test post hoc para cada factor. Por este motivo, en el procedimiento de contraste a posteriori
aquí presentado se ha optado por analizar inicialmente los factores principales como sino
existiesen interacciones. Aunque este procedimiento no proporciona tanta información ni tiene
tanta significancia estadística como el análisis detallado, si que da una idea del
comportamiento del arrastre en los diferentes niveles de cada factor analizado.
Esta comparación se ha realizado con el test SNK, completando con el de Ryan para reducir
los errores de Tipo I, y con el contraste Tukey HSD, para los factores de tres o más niveles;
cuando los factores tienen dos niveles, el contraste empleado es el t de Student (ver apartado
4.3.6 y Apéndice 2).
En la Tabla 4.20 se presenta el cálculo detallado del test SNK y Ryan para el factor velocidad.
Para realizar estos test en primer lugar se deben ordenar en orden creciente las medias 91, de
esta forma se podrán formar las parejas para ejecutar el test.
La idea subyacente de este contraste es que si dos medias son diferentes (porque así lo señala
el ANOVA), lo más probable es que sean las que se corresponden con los valores extremos.
Una vez comprobadas estas medias, se pasa a probar la más baja con la segunda más alta, y
así sucesivamente. El siguiente paso será comprobar la segunda más baja, con la más alta,
con la segunda más alta, etc… Este procedimiento de comprobación se esquematiza en la
Tabla 4.20 , donde en la columna correspondiente a la velocidad con menor media (0.298 m/s),
se van calculando la diferencia de la medida con la media más alta y la media de la primera
columna (6-1), la de la segunda media más alta y la de la primera columna (5-1) y así
sucesivamente. Hay que señalar que la segunda velocidad del test de comparación se
corresponde con el tercer escalón de velocidad V03 de los ensayos. Esto es así, porque en
promedio se movilizaron más berberechos en el segundo escalón V02 que en el tercer escalón
91
Todos los tests de comparación múltiple se han ejecutado con los datos arcsin√x transformados, por las
medias comparadas no reflejan directamente los valores reales de movilización de los moluscos.
- C4.111 -
Resultados
V03 por el efecto del transporte de sedimentos ya comentado (ver en este apartado el
epígrafes sobre el análisis exploratorio, pág. 4.103, y también la Tabla 4.15).
Este es el procedimiento del test. Una vez calculadas las diferencias, se debe estimar el error
estándar de la diferencia entre las medias. Cuando el análisis es de un único factor, el error
estándar SE se estima como:
MSresiduo
SE = (4.33)
n
a
. arcsin √ transformada
b
. para υ=48 grados de libertad
c
. SE=√(MSerror/24)=0.0469
- C4.112 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Los resultados de los test a posteriori confirman la interacción entre la el transporte de arena y
el de sedimentos, ya que los niveles en los que no existen diferencias en la movilización
significativas (2-3-4) son las velocidades en las que comienza el movimiento de arena.
- C4.113 -
Resultados
El mismo análisis se ha realizado para el factor de Talla. Los resultados de los test de
Student-Neuman-Keuls y del contraste de Ryan se encuentran en la Tabla 4.22, mientras que
los resultados del contraste Tukey HSD, en la Tabla 4.23.
Se puede observar como la movilización de los berberechos es significativamente diferente
entre todos los pares de grupos de tallas, a excepción del grupo de tamaño 25-30 y 30-35 mm,
donde estadísticamente el tamaño no influye en el arrastre de los berberechos.
Tabla 4.22. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal talla. La significancia del test (α=0.05) SNK se marca en tipografía
negrita y la del test de Ryan con un asterisco.
a
. arcsin √ transformada
b
. SE=√(MSerror/96)=0.0383
Tabla 4.23. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal talla. La significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.
Para los factores Estado y Densidad se ha aplicado el contraste t de Student con el programa
SPSS ©. El contraste se ha realizado asumiendo, y comprobando, la homogeneidad de
varianzas a través del contraste de Levene.
Los resultados de este test están incluidos en la Tabla 4.24, y señalan que los dos niveles de
cada factor afectan significativamente a la movilización. Es decir, tanto la densidad como el
- C4.114 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
a
. arcsin √ transformada
1 2 3 4 1 2 1 2
1,00
VELOCIDAD 0,75
1 - 0.298 m/s
2 - 0.315 m/s
3 - 0.346 m/s
0,50
4 - 0.391 m/s
5 - 0.446 m/s 0,25
6 - 0.471 m/s
0,00
1,00
0,75
TALLA
0,50 1 - 15-20 mm
2 - 20-25 mm
0,25 3 - 25-30 mm
4 - 30-35 mm
0,00
1,00
0,75
DENSIDAD 0,50
1 - ALTA
2 - BAJA
0,25
0,00
1,00
0,75
0,50 ESTADO
1 - VIVO
2 - MUERTO
0,25
0,00
1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 1 2 1 2
VELOCIDAD TALLA DENSIDAD ESTADO
Figura 4.72. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
grupos de tallas.
- C4.115 -
Resultados
Para representar estos efectos combinados, se debe analizar una gráfica de interacciones,
como la presentada en la Figura 4.72. En estas representaciones de pueden analizar de un
modo rápido e intuitivo las interacciones de primer orden del Análisis de la Varianza. La lectura
de este tipo de gráficas se debe realizar atendiendo a las siguientes indicaciones: (i) la
información sobre los niveles analizados se ordena por filas, (ii) cada fila contiene la
información del factor que se encuentra en la diagonal principal de la matriz y, (iii) la
información relativa al segundo término de la interacción se ordena por columnas.
Así, por ejemplo, si queremos analizar la interacción Talla x Densidad de reclutamiento
debemos analizar la gráfica de la matriz situada en la segundo fila y en la tercera columna,
subfigura (2,3). En esta gráfica se representan para cada Talla el porcentaje de moluscos
movilizados en función de la Densidad. En esta figura se puede comprobar como con la
densidad más baja el arrastre es mayor para todas las tallas. También se aprecia como las
tallas 3 y 4 se movilizan, en promedio, en un porcentaje similar.
Este análisis se puede realizar en la posición simétrica de la matriz, que se corresponde con la
tercera fila y la segunda columna. En este caso, estudiando la interacción Densidad x Talla, se
observa el mismo comportamiento: descenso de la movilización con la talla y con el
reclutamiento. Por tanto, se observa que las conclusiones que se sacan de este par de casillas
de la Figura 4.72, son las que han confirmado el análisis exploratorio y el análisis de la
varianza. Este análisis se puede extrapolar al resto de interacciones.
Además, si recordamos el ANOVA (§Tabla 4.19), se tenía que las interacciones de primer
orden significativas eran la Velocidad x Talla, con una gran potencia estadística (>99.9%), y las
interacciones Talla x Estado y Densidad x Estado, ambas con una potencia poco significativa
(<70%). En los gráficos de interacción también se puede analizar cuando una interacción es
significativa y cuando no lo es.
Si volvemos al ejemplo anterior, se puede observar que las familias de curvas representadas
en la interacción Talla x Densidad y Densidad x Talla son aproxidamente paralelas. Esto
significa que la movilización sólo depende de la talla y de la densidad, pero que el fenómeno de
arrastre no presenta “no linealidades” en estos factores. Es decir, no existe ninguna interacción
entre estos factores. Por el contrario, si analizamos la interacción Talla x Velocidad, se puede
ver como las Tallas 2 y 3 se comportan de un modo más o menos parecido, pero que la Talla 1
y, especialmente la 4, se movilizan con un patrón diferente. Este patrón se había comentado ya
en párrafos anteriores y se corresponde con la fuerte interacción (alta potencia) de estos
factores.
Las interacciones con menor potencia no se “notan” tanto en la gráfica de interacciones. Así,
por ejemplo en la interacción Talla x Estado (subfigura 2,4) se puede apreciar como para las 3
tallas más grandes, la movilización para los dos estados se incrementa en los moluscos
muertos. Sin embargo, los moluscos más pequeños muertos son menos arrastrados que los
vivos. Este comportamiento diferenciado entre los niveles de los factores de la interacción es el
responsable de que sea significativa.
Para poder definir si estos patrones en las interacciones de dos factores son relevantes
estadísticamente hay que recurrir a los tests de comparación múltiple, analizando cada uno de
los niveles de un factor sobre el resto de niveles del otro factor. Tomando el ejemplo de la
interacción Talla x Velocidad, habría que efectuar para cada Talla (15-20, 20-25, 25-30 y 30-35
mm) el análisis sobre que velocidades son relevantes en la movilización de los bivalvos y,
p.ej., el comportamiento podría ser diferente para la talla más baja y la más alta.
- C4.116 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
A la hora de estimar cuales son las combinaciones que afectan a la mediase pueden emplear
los test SNK, Ryan, Tukey o cualquier otro. El principal problema vuelve a surgir en como
gestionar el error de Tipo I, ya que en este caso no existe una metodología consensuada de
actuación, como la que proporcionaba la modificación de Ryan del test SKN, empleado en el
epígrafe anterior (Underwood, 1997).
Ahora, el análisis con test a posteriori es más tedioso porque tenemos que realizar 4 test con 6
medias, para analizar cada talla en función de la velocidad, y 6 test con 4 medias, para analizar
las velocidades en función de las tallas. En este caso, y debido a la gran cantidad de datos a
representar se ha optado por incluir la tabla resumen de grupos homogéneos, con igual media,
que proporciona el SPSS ©.
Así, en la Tabla 4.25, se presentan agrupados los niveles de la velocidad que afectan de igual
modo a la media de los moluscos arrastrados de tamaño comprendido entre 15 y 20 mm.
Además, con objeto de mejorar el funcionamiento de los test a posteriori frente a los errores de
Tipo I, el análisis se ha realizado con el contraste de Bonferroni, siguiendo las
recomendaciones de la literatura (Day y Quinn, 1989; Underwood, 1997). La significancia de
cada grupo homogéneo la proporciona el método de Tukey HSD.
Tabla 4.25. Definición de los niveles de velocidad con igual efecto sobre el porcentaje de
berberechos movilizados de 15 a 20 mm. Ninguno de los grupos tiene una
significación estadística relevante (P<0.05).
MEDIA DE BERBERECHOS
a
EROSIONADOS EN CADA GRUPO
VELOCIDAD (m/s) HOMOGÉNEO
1 2 3
a
. arcsin √ transformada
Si en la Tabla 4.25 existiesen 6 grupos (columnas) esto significaría que todas las velocidades
afectan de modo diferente al arrastre de los berberechos de la talla 15-20 mm. Como
únicamente hay 3 grupos, eso significa que las velocidades V06 y V05 afectan de modo similar
a la movilización, que las velocidades V03-V04-V05 forman otro grupo y que las velocidades
V01-V02-V03 forman otro grupo más. En la última fila se señala la significancia estadística de
cada grupo. Se puede apreciar como ninguno de estos grupos es estadísticamente
significativo, por lo este procedimiento no proporciona ningún tipo de información. Aunque no
presenta aquí, este análisis se ha repetido para el resto de tallas, obteniendo resultados sin
significancia estadística.
- C4.117 -
Resultados
GRUPOS HOMOGÉNEOS
TALLA
1 2 3
Como cabría esperar, para el análisis de cada nivel de velocidad sobre las diferentes tallas no
se ha encontrado ningún grupo homogéneo con diferencias significativas, por lo que
directamente se ha optado por no presentar los resultados.
A continuación se ha realizado un análisis similar con el resto de interacciones de primer orden
significativas (Talla x Estado y Densidad x Estado), así como con las de segundo orden
(Velocidad x Talla x Densidad y Velocidad x Talla x Estado). En ningún análisis se han
encontrado grupos homogéneos, por lo que tampoco se ha optado por presentar las tablas
resumen de grupos homogéneos.
La no existencia de grupos significativos en estos análisis está relacionado con la aparición de
interacciones de segundo y tercer orden, más complejas de analizar o directamente imposibles
de analizar (para el caso de las interacciones de tercer orden o superiores: Underwood, 1997).
Características generales
Siguiendo la metodología presentada en el apartado 4.4.2 se recogen a continuación los
principales estadísticos del flujo en los ensayos por grupos de tallas de berberechos. Antes de
comenzar con la presentación de los resultados hay que señalar que en el análisis de los
estadísticos no se ha podido emplear la técnica ANOVA para buscar patrones de
comportamiento o, para ser más correctos, para analizar si los factores analizados (velocidad,
talla, estado o reclutamiento) influyen en los estadísticos registrados (p.ej. para analizar si la
velocidad de fricción está afectada por el cambio de talla o por el reclutamiento).
Las técnicas de análisis de la varianza convencionales, como las presentadas en el apartado
4.4.3.1, se pueden aplicar cuando existen repeticiones de cada grupo analizado. Debido a la
configuración del experimento (ver Figura 4.52), para cada ejecución se obtuvieron los
porcentajes de arrastre para 3 tallas simultáneamente, pero únicamente un registro de
velocidades. Por este motivo, para el análisis hidrodinámico únicamente se dispuso de un
registro experimental de PIV (en algunos casos hasta dos) para cada uno de los 96 escenarios
analizados (recordemos, 6 velocidades x 4 tallas x 2 reclutamientos x 2 estados).
- C4.118 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Los valores medios obtenidos para las velocidades medias y máximas, así como las variables
derivadas de las mismas (números de Reynolds Reh y de Froude Frh) son similares a los
calculados para los ensayos de fondo liso (§4.4.2.1, Tabla 4.12). Las relaciones lineales, el
ratio medio entre el parámetro para el ensayo de tallas y para fondo liso ± desviación estándar,
92
Ensayos de velocidad V01 a V03 para la talla más pequeña, densidad de reclutamiento alta y estado
vivo, y ensayo V06, talla 4, densidad alta y estado muerto. Ver Apéndice 3.
- C4.119 -
Resultados
vale 0.93±0.03 para la velocidad media doblemente promediada, 0.97±0.05 para la velocidad
máxima y 0.86±0.03 y 0.96±0.03 para los números de Reynolds y Froude respectivamente. En
todos los casos, existe una relación lineal directa de proporcionalidad entre el factor velocidad
(V01 a V06) y el parámetro analizado, y además los valores obtenidos para los ensayos de
tallas son ligeramente inferiores a los de fondo liso.
Se han analizado los valores medios de estos parámetros del flujo (velocidades y magnitudes
derivadas) en función de los factores talla, densidad y estado. No se representan tabulados
aquí estos resultados porque los valores medios obtenidos para cada uno de los niveles de
estos factores son prácticamente constantes, con variaciones respecto al valor medio de cada
factor inferiores al 5% (nótese que las variaciones encontradas para el factor velocidad
recogidas en la Tabla 4.27 están entre un 20% y un 30%).
Únicamente se puede señalar que la velocidad media para la talla más pequeña (~37 cm/s) es
sensiblemente superior al valor medio para el resto de tallas (~34 a ~35 cm/s). Aunque esta
variación no represente más que un 5.10% respecto al valor medio del factor talla se puede
atribuir la menor rugosidad que presentan los berberechos más pequeños (como se recoge
más adelante en la Tabla 4.29) y al hecho de que éstos son arrastrados en mayor porcentaje
que los moluscos más grandes. Por este motivo, el comportamiento de los berberechos de
menor tamaño será parecido al de los ensayos de fondo liso.
Otra diferencia quizás significativa para la velocidad media y máxima de los ensayos se puede
encontrar al analizar los niveles del factor estado. Así, para los berberechos vivos, estos
parámetros son sensiblemente inferiores a los valores medios encontrados para los ensayos
con berberechos muertos: ~33 cm/s vs ~37 cm/s y ~38 cm/s vs ~43 cm/s respectivamente.
Estas diferencias representan un valor de un 6.6% y un 5.8% respecto al valor promedio de
todos los ensayos, pero podrían atribuirse a mecanismos asociados a la actividad del molusco.
Así, p.ej. la actividad filtradora de algunos mejillones altera la estructura de la capa límite ya
que los chorros producidos por los moluscos actúan incrementando la rugosidad del lecho,
modificando los términos de arrastre de la ecuación de conservación de cantidad de
movimiento (van Duren et al., 2006). Sin embargo, es difícil asegurar con certeza estadística
que el factor estado, o talla, afectan significativamente a los estadísticos de velocidad porque
no se ha podido realizar ningún test como el ANOVA y, por ejemplo, las diferencias
encontradas se podrían deber a errores experimentales.
En la Tabla 4.27 también se presentan los valores medios de la velocidad de corte estimada
a partir del ajuste de la ley logarítmica en la región interna del flujo. Los ratios entre los
ensayos de talla y fondo liso para las velocidades de corte, el número de Reynolds para la
escalas características de calado y velocidad de fricción, y el número de Froude densimétrico
son 1.44±0.21, 1.33±0.18 y 4.25±0.79 respectivamente. Se puede observar como este
parámetro, y los números adimensionales derivados del mismo, presentan mayor dispersión
(desviación estándar) que los anteriores. Hay que señalar que el valor del parámetro de Shields
o número de Froude densimétrico se ha estimado con la densidad media de los berberechos
de cada talla, recogida en la Tabla 4.11.
Además, estos parámetros ahora no siguen el comportamiento lineal creciente con el factor
velocidad de ensayo como sucedía con las velocidades. Así, entre las velocidades V03-V04 y
V05-V06 se produce un descenso del valor de la velocidad de fricción y del resto de
magnitudes derivadas (ver Tabla 4.27).
- C4.120 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En la Tabla 4.28 se presentan los valores medios de las velocidades de corte para el resto de
factores analizados. Aunque las diferencias entre los valores de medios de cada nivel con el
valor medio de la velocidad de corte para todos los ensayos (~0.0428 cm/s) no son muy
significativos (<~10% para la talla, <~6% para la densidad y ~1% para el estado) si parece que
existen diferencias sensibles entre este parámetro y el factor talla y densidad, además de las
mencionadas con el factor velocidad en párrafos anteriores. Hay que recordar que aunque las
diferencias no sean demasiado grandes, a veces del orden de los ~mm/s, éstas se propagan
cuadráticamente si lo que se desea es obtener τ 0 (∝ u*2 ) .
Tabla 4.28. Velocidad de fricción media en función de los factores talla, densidad de
reclutamiento y estado para los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación estándar).
u* u*
FACTOR FACTOR
(m/s) (m/s)
Nuevamente, no se han podido determinar con ayuda de test estadísticos si las medias de los
niveles de los factores analizados difieren significativamente unas de otras.
Sin embargo, cuando se realice en este apartado el análisis de las leyes de velocidades (pág
4.173) y de las tensiones y de intensidades turbulentas (pág 4.138) se retomará y profundizará
en el estudio de las velocidades de fricción. Será en estos apartados donde se realice una
comparación entre las velocidades de fricción estimadas a partir de la ley logarítmica con las
estimadas a partir de otros métodos ya mencionados en la descripción de la metodología
(extrapolación de la ley de tensiones de Reynolds o máximo del perfil de tensiones de
Reynolds y/o totales, §4.4.2.1).
A continuación se pasa a analizar la rugosidad del fondo y sus longitudes características.
En la Tabla 4.29 se presentan los principales parámetros que definen la función de rugosidad
del lecho en función de los diferentes factores analizados.
93
En el texto y en las Tabla 4.29 y Tabla 4.45, zm representa la distancia entre los senos del lecho zt y el
plano z=0
- C4.121 -
Resultados
Tabla 4.29. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los factores
analizados para los ensayos por grupos de tallas (valor medio ± desviación
estándar).
zm σz Δ = zc − zt zc z0
FACTOR
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
Por último, se presentan también los valores de la rugosidad característica del lecho
Δ = zc − zt y de la rugosidad equivalente obtenida a partir del ajuste de la ley logarítmica de
velocidades z0 . Estos parámetros dan una idea del espesor de la capa rugosa y de los efectos
de estela que provocan las rugosidades del lecho sobre el flujo en esta capa, respectivamente.
Si se analizan el valor de la posición del fondo zm, o la rugosidad característica del lecho Δ,
respecto del factor velocidad se puede observar cómo a medida que la velocidad del ensayo
crece, la magnitud de estas variables se reduce debido a que en términos medios, existen
menos berberechos en la zona de análisis porque estos son arrastrados (ver Tabla 4.29). El
análisis de estos parámetros respecto a la talla refleja, tal y como cabría esperar, que existe
una relación directa entre la posición zm y la rugosidad equivalente del lecho con el tamaño de
los moluscos. Así, la rugosidad característica vale 8.7±2.8 mm, 14.6±2.4 mm, 17.7±3.3 mm y
23.2±4.4 mm para las tallas de 15-20 mm a 30-35 mm respectivamente. Estas magnitudes
representan unos 7.5±1.5 mm menos que la altura a media de cada grupo, por lo que este valor
se podría tomar como el grado de enterramiento o de asentamiento de los moluscos en el
lecho. En término medio, esta diferencia implica una reducción de la altura característica a en
un ~30%, para las tallas analizadas.
- C4.122 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
zt zc z=0
zt zc
z=0
a)
Densidad zm σz Δ
(mm) (mm) (mm)
Baja 4.0 3.7 12.8
Alta 7.0 2.6 10.8
b)
Figura 4.73. Ejemplo de obtención del perfil del lecho así como de los parámetros
representativos del mismo: (a) imágenes de los ensayos de tamaño 20-25 mm
para con densidades alta y baja (berberechos muertos, velocidad V05) y (b)
función de rugosidad de fondo obtenida a partir del campo de imágenes.
- C4.123 -
Resultados
menor densidad de moluscos (§Figura 4.73). La dispersión de estas medidas respecto al factor
densidad se debe a que se están promediando los valores sobre todas las tallas (§Tabla 4.29).
Como se ha comentado en el Capítulo 2, el límite entre las situaciones de flujo rasante (tipo -d)
y flujo sobre obstáculo (tipo -k) se suele establecer en el ratio λ/Δ=4-5 (Jiménez, 2004). Si se
tiene en cuenta que la zona de ensayo tiene una extensión de ~15 cm, y en ella se dispusieron
tres filas de moluscos aproximadamente equiespaciadas para los ensayos de bajo
reclutamiento, se tiene que los ratios λ/Δ de ~5.7, ~3.4, ~2.8 y ~2.2 para las tallas de 15-20 mm
a 30-35 mm respectivamente. Con esta configuración geométrica únicamente se podrían
esperar flujos tipo –k sobre los moluscos más pequeños. Recordemos que en este tipo de
flujos, las tensiones de Reynolds y las velocidades de fricción son mayores que para los flujos
equivalentes rasantes, la tasa de transferencia de momentum sobre los moluscos será mayor,
y por tanto, se encontrarán más expuestos al efecto de la corriente (§2.4.4.). A medida que los
berberechos son mayores y la relación λ/Δ decrece, se podría decir que las filas de moluscos
interactúan entre si reduciendo el efecto del arrastre (los moluscos se “abrigarían” más entre
si).
Otra forma de medir este efecto es a través del valor de la rugosidad característica de ley
logarítmica de velocidades z0. Este parámetro se puede considerar como un factor que mide la
importancia de los efectos de estela y separación de flujo. A medida que z0 crece, el lecho
penetra más en la estructura de la capa límite y de la región interna del flujo. En la Tabla 4.29
se puede observar cómo este parámetro vale prácticamente el doble en los ensayos de baja
densidad. También es significativo que para la velocidad más alta, así como para la talla más
alta, no toma el valor máximo. Esto se atribuye a dos hechos. Respecto a las velocidades, el
propio fenómeno de la movilización de los moluscos hace que las condiciones del lecho para la
velocidad más alta sean parecidas a las condiciones de lecho liso de arena. Respecto a la talla,
se ha comentado que esta configuración el flujo es muy rasante, por lo que la zona situada por
debajo de las crestas del lecho es una zona poco activa hidráulicamente, y funcionaría como
un lecho virtual situado a una cota superior a del lecho de sedimentos real.
Por último hay que señalar que el factor estado parece no influir demasiado sobre la rugosidad
del lecho, como se puede ver también en las filas inferiores de la Tabla 4.29.
Para finalizar con el análisis general de los estadísticos descriptores del flujo, se presenta en la
Tabla 4.30 los parámetros y escalas geométricas más relevantes en función de los factores
analizados en los ensayos.
En primer lugar se puede señalar que el calado característico, H = zws − zm , para los ensayos
de grupos se reduce a un valor medio de ~139.7±2.8 mm por la presencia de los berberechos.
La posición de la velocidad máxima δh presenta un comportamiento similar al encontrado en
los ensayos con fondo liso, aunque con valores ligeramente inferiores como refleja el ratio de
0.34±0.16 (media±desviación típica). Nuevamente, la posición δh / H se encuentra por debajo
de los valores predichos por la fórmulas empíricas presentadas en el Cap. 2 y en el apartado
4.4.2.1.
En cualquier caso, la posición donde se encuentra la velocidad máxima presenta mucha
dispersión, con desviaciones estándar que pueden llegar a representar hasta casi el 70% del
valor medio de los niveles de cada factor (ver p.ej. la media para la velocidad V06). Esta
dispersión se explica en parte por la dificultad de obtener el valor máximo de la velocidad
porque el gradiente de velocidades en la vertical ( du / dz ) en el entorno del mismo es, en
algunas ocasiones, prácticamente constante.
- C4.124 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Tabla 4.30. Resumen de las escalas geométricas para los ensayos por grupos de tallas
(valor medio ± desviación típica).
H δh δh / H H /Δ η
FACTOR
(mm) (mm) (-) (-) (mm)
Sin embargo, parte de esta variabilidad debe atribuirse a que el flujo presenta diferente
estructura entre los grupos de ensayos de velocidad baja y alta, y entre los ensayos de estado
vivo y muerto. Esta circunstancia se ha comentado en el apartado 4.4.2.2.
El parámetro H/Δ representa el grado de sumergencia relativo del flujo. En este caso, es
interesante analizar el valor de la sumergencia en función de la talla de los moluscos.
Obviamente, a mayor talla, menor es el valor de este ratio, que vale 19.4±13.5, 9.8±1.6,
8.1±1.5 y 6.2±1.1 para las tallas de 15-20 mm a 30-35 mm respectivamente.
Ya se ha comentado en el Capítulo 2 que en situaciones de muy baja sumergencia es muy
difícil encontrar argumentos teóricos que postulen la existencia de una ley logarítmica universal
(Manes et al., 2007). Así, algunos autores señalan que para valores de sumergencia H/Δ <10
la teoría de la capa límite falla (Katul et al., 2002), mientras que en la última revisión sistemática
- C4.125 -
Resultados
de las capas límites turbulentas recogida en el Annual Review of Fluid Mechanics (Jiménez,
2004), se recomienda que la hipótesis de semejanza sólo se puede aplicar para relaciones
H/Δ>40.
En estas condiciones de baja sumergencia puede que el flujo no sea de Tipo I (ver §2.3.1) y
entonces ni las leyes de velocidades, ni la estructura de las tensiones e intensidades
turbulentas, siguen las distribuciones teóricas encontradas para flujos 2D uniformes. En §2.4.4
se han presentado otras formas para las leyes de velocidades encontradas en la literatura
(perfiles en S, doblemente logarítmicos o en forma de cuña).
Hay que señalar que es muy difícil asignar intervalos de sumergencia relativa a cada uno de los
Tipos de flujo porque, como ya se ha comentado, la forma y espaciado de las rugosidades
influye en la estructura del flujo. Por este motivo, flujos con baja sumergencia pueden presentar
una estructura de Tipo I, con una región logarítmica, si la forma del lecho es similar a la de las
líneas de corriente. Es decir, si el lecho no presenta protuberancias aisladas que favorezcan la
aparición de estelas.
En este caso, se puede decir que salvo en los ensayos para la talla más baja, el flujo presenta
unas condiciones de sumergencia bajas, aunque sin llegar a los extremos de flujo Tipo III
(rugoso), que se producirían únicamente para H/Δ<3-4. Estas condiciones, junto con la
existencia de corrientes secundarias en la sección de análisis, han provocado en algunas
ocasiones la validez de la ley logarítmica sea cuestionable. Este hecho retomará al analizar las
intensidades y tensiones de corte (pág 4.138).
Por último, en la Tabla 4.30 se presenta también la microescala de Kolgomorov. La magnitud
de ésta es proporcional al calado y al número de Reynolds calculado con la velocidad de
fricción (ecuación (4.32)). Como sucedía con los ensayos de fondo liso, la resolución del equipo
PIV está aproximadamente un orden magnitud por encima del valor de η.
- C4.126 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
140
0.35
120
0.3
100
80 0.25
y (mm)
60
0.2
40
0.15
20
0.1
0.05
-20
0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
x (mm)
- C4.127 -
Resultados
0.4
140
0.35
120
0.3
100
0.25
80
y (mm )
0.2
60
0.15
40
20 0.1
0
0.05
-20
0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
x (mm)
- C4.128 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
0.4
140
0.35
120
0.3
100
80 0.25
y (mm)
60
0.2
40
0.15
20
0.1
0.05
-20
0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
a) x (mm)
0.4
140
0.35
120
0.3
100
0.25
80
y (mm)
0.2
60
0.15
40
20 0.1
0
0.05
-20
0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
b) x (mm)
- C4.129 -
Resultados
0.05
140
0.04
120
0.03
100
0.02
80
0.01
y (mm)
60
0
40 -0.01
20 -0.02
-0.03
0
-0.04
-20
-0.05
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
a) x (mm)
0.05
140
0.04
120 0.03
0.02
100
0.01
80
y (mm)
0
60
-0.01
40
-0.02
20
-0.03
-0.04
-20
-0.05
-40 -20 0 20 40 60 80 100 120
b) x (mm)
- C4.130 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
ω (s -1)
-50 -20 0 20 50
20
-20
Figura 4.78. Campo vectorial de las perturbaciones espaciales de la velocidad (u, w) para el
ensayo V05T3AV. En la figura se ha representado la vorticidad de dicho campo
entre ω =-50 y 50 s-1 y los vórtices asociados a las estelas persistentes
formadas en el entorno de los berberechos más grandes del lecho.
- C4.131 -
Resultados
El análisis de las perturbaciones espaciales de la componente horizontal revela que el flujo está
ligeramente acelerado sobre la sección de análisis (se puede apreciar un ligero gradiente
positivo en la velocidad de aguas arriba hacia aguas abajo). Otro aspecto reseñable de la
distribución de perturbaciones horizontales es que lejos de las crestas del lecho es
prácticamente nula, y es en el entorno y por debajo del nivel de éstas, donde existen grandes
variaciones en u .
0.25
140 140
0.2
120 120
0.15
100 100
0.1
80 80
0.05
(mm)
(mm)
60 60
0
Z
Z
40 -0.05 40
20 -0.1 20
zc
-0.15
0 0 zm
-0.2 zt
-20 -20
a) -0.25
-60 -40 -20 0 20
x (mm)
40 60 80 100 120 0.0 0.2 0.4
〈u 〉
0.0 1.0
φ(z)
0.25
140 140
0.2
0.05
80 80
Zy (mm)
Z (mm)
mm
0
60 60
-0.05
40 40
-0.1
20 20
-0.15 zc
0 0 zm
-0.2
zt
-20 -20
b) -0.25
φ(z)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120 0.0 0.2 0.4 0.0 1.0
x (mm)
〈u 〉
- C4.132 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
0.05
140 140
0.04
120 120
0.03
100 100
0.02
80 80
0.01
(mm)
Zy (mm)
(mm)
60 60
0
Z
40 -0.01 40
20 -0.02 20
zc
-0.03
0 0 zm
-0.04 zt
-20 -20
a) -0.05
-60 -40 -20 0 20
x (mm)
40 60 80 100 120
w
-0.01 0.0 0.01 0.02 0.03
〈w〉
0.0 1.0
φ(z)
0.05
140 140
0.04
0.01
80 80
y (mm)
(mm)
(mm)
0
60 60
Z
Z
-0.01
40 40
-0.02
20 20
-0.03
zc
0 0 zm
-0.04
zt
-20 -20
b) -0.05
φ(z)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120 -0.01 0.0 0.01 0.02 0.03 0.0 1.0
x (mm)
w 〈w〉
- C4.133 -
Resultados
45
40
35
30
25
z (mm)
z (mm)
20
15
10
5
V01 z<zc
0
V02 z<zc
V03 z<zc
-5
V04 z<zc
-10 V05 z<zc
V06 z<zc
-15
-0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
a) 〈u 〉 (m/s) b) 〈u 〉 (m/s)
Figura 4.81. Comparación de las velocidades doblemente promediadas para la serie de
ensayos con la talla 3 y estado vivo: a) densidad de reclutamiento alta y b)
densidad de reclutamiento baja. Los símbolos rellenos representan la zona
situada bajo las crestas del lecho para cada escenario analizado.
Se puede apreciar nuevamente cómo la posición del lecho zm (z=0) está determinada por la
densidad de reclutamiento (Figura 4.73), y cómo este hecho afecta al calado sobre el cual se
produce el cambio del perfil de velocidades. Así, por encima del nivel de las crestas el flujo se
acelera a una cota de z ~ 5 mm parar los ensayos de alta densidad y z ~10 mm para los de baja
densidad. A partir de esta cota, el perfil se desarrolla en los primeros milímetros con una forma
logarítmica, aunque esta región es muy pequeña, ya que a partir de z ~ 20 - 30 mm (que se
corresponde con 0.15-0.2 z/H) comienza la influencia de la región intermedia y externa del flujo.
También se puede observar cómo la rugosidad afecta al campo de velocidades en la región
externa. Para densidades de reclutamiento bajo, las diferencias entre las velocidades de
ensayo son muy pequeñas, y todos los perfiles, a excepción del V01 y V06, parecen colapsar
en uno único. Sin embargo, para el reclutamiento alto, si que se aprecia la gradación de
velocidades similar a la encontrada para los ensayos de lecho liso (Figura 4.62).
- C4.134 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
30
20
10
-10
-20
a)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
30
20
10
0
(75,85)
(-30,-10)
(25,40)
(-60,-50) (-5,5)
-10
(40,60) (60,70) (100,110)
-20
b)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
0.5
(-60,-50)
0.4 (-30,10)
(-5,5)
(25,40)
0.3 (40,60)
(60,70)
(75,85)
u
0.2
(100,110)
Media
0.1
zc=8.46 mm
c) -0.1
0.01 0.1 1 10 100
z (mm)
Figura 4.82. Evolución del perfil de velocidades sobre el lecho de berberechos en el ensayo
V06T3BV: a) campo de velocidades sobre el módulo de velocidad, b) perfiles de
velocidad horizontal doblemente promediados sobre las coordenadas señaladas
bajo cada perfil y c) comparación de la forma de los diferentes perfiles de
velocidad con el perfil doblemente promediado sobre todo el dominio de análisis.
Como se ha comentado, en la Figura 4.81, se puede observar cómo el flujo por debajo de las
crestas del lecho (símbolos rellenos) está retardado respecto al perfil situado sobre los
moluscos (símbolos vacíos). En la región del lecho o interfásica, la ley de velocidades sigue en
general una tendencia lineal, constada en otros estudios de flujo rugoso sobre p.ej. gravas (ver
- C4.135 -
Resultados
entre otros Nikora et al., 2007 o Detert, 2008). En algunos perfiles se puede apreciar que el
perfil presenta un máximo relativo localizado en dentro del lecho.
Estos máximos relativos se pueden explicar en parte por el hecho de incluir en el promedio de
todo el perfil regiones con un perfil logarítmico desarrollado desde el lecho de arena, regiones
con un perfil desarrollado sobre los berberechos y regiones influenciadas por las estelas
formadas detrás de los moluscos. Estos tipos de perfiles se representan en la Figura 4.82,
donde además se observa como el retardo del perfil es mayor sobre los moluscos (perfiles en
color magenta) y mucho menor al inicio (donde no parece existir influencia del grupo de
berberechos sobre el perfil) y al final de la zona de análisis (perfiles en color azul).
Estas circunstancias se han constatado en el resto de escenarios analizados (tallas y estados),
aunque los patrones de comportamiento no se reproducen con total exactitud en el resto de
ensayos debido a la variabilidad espacial del lecho. Es decir, a pesar del elevado número de
ensayos realizado, no se ha encontrado un patrón de comportamiento “universal” del flujo
sobre los berberechos fundamentalmente porque los lechos analizados son diferentes. Los
procesos de colocación, recolocación y arrastre de los moluscos antes y durante los
experimentos afectan a la estructura del flujo. Para poder analizar con detalle este tipo de
patrones sería necesario realizar los ensayos sobre unas condiciones de lecho fijo (p.ej.
pegando los berberechos al lecho o vaciándolos y rellenándolos de algún material denso como
un mortero o canicas de acero).
Los perfiles de velocidad horizontal doblemente promediados se han empleado para determinar
el valor de la velocidad de fricción con el método del ajuste de la ley logarítmica de
velocidades. Siguiendo la metodología descrita en otros trabajos como Nikora et al., (2001)
Bigillon et al., (2006) o Mignot et al., (2009) se han empleado los puntos del perfil situados por
encima del nivel de las crestas y por debajo de un calado de unos 20 – 25 mm (~0.15 – 0.20
z/H). Para la obtención de las velocidades de fricción se empleó inicialmente la expresión
logarítmica para lecho rugoso, ecuación (4.21)). Esta ecuación en su forma general presenta
tres incógnitas: la velocidad de fricción u*, la rugosidad características z0 y la distancia a la que
se sitúa el plano de velocidad nula d.
En algunos trabajos recientes (Detert, 2008 y Mignot et al., 2009) de flujos rugosos sobre lecho
de gravas la posición z=d coincide prácticamente con la posición del plano z=0 (con variaciones
del orden de ±1 mm), obtenido como la posición media entre los senos y las crestas del lecho.
Por este motivo, se optó por emplear directamente el valor d=0 en la ley logarítmica de
velocidades 94:
u* z
〈U 〉 = ln (4.34)
κ z0
94
La validez de esta hipótesis también se comprobó en una serie de experimentos donde se ajustó la
expresión general logarítmica para lechos rugosos, ecuación (4.19), y se determinó el valor de d en el
orden de ~10-1 mm.
- C4.136 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Al emplear la ecuación (4.34) para estimar la velocidad de fricción, se está asumiendo que el
plano de Nikuradse z=d está situado a una distancia z=-zc (es decir, la distancia entre zm y la
posición de las crestas del lecho, Figura 4.83).
(a) (b)
Figura 4.83. Definición geométrica de la ley logarítmica de velocidades (a) posición general
de los planos y longitudes características, z0: intersección de la ley con las
ordenadas y z=±d: asíntota de la ley logarítmica; (b) sistema de referencia y
posición del plano z=0 en la determinación de las velocidades de corte
estimadas en este trabajo.
Esta distancia se corresponde con ~0.53±0.12 veces el ratio zc / Δ en los ensayos de baja
densidad y 0.38±0.12 zc / Δ para los ensayos de alta densidad, como se recoge en la Tabla
4.31. En esta tabla se presenta la relación de este ratio con la talla de los ensayos, que como
se puede apreciar es decreciente con el tamaño de los moluscos.
Tabla 4.31. Posición del plano z=0 relativa a la longitud característica de la rugosidad Δ y al
diámetro medio de los moluscos en función de los factores talla y densidad de
reclutamiento (valor medio ± desviación típica).
zc / Δ zc / d50
FACTOR
(-) (-)
En la Tabla 4.31 también se presenta el ratio entre la posición del plano z=d y el diámetro
medio de los berberechos para cada talla (ver Figura 4.51). En este caso parece no existir una
relación significativa de este ratio con la talla analizada, encontrándose un valor medio de
zc / d50 ~0.28±0.08. La variación de este ratio con la densidad de reclutamiento parece
significativa, con valores de 0.34±0.08 y 0.24±0.08 para la densidad baja y alta
respectivamente. Se puede decir que los valores encontrados están en el orden de magnitud
de los valores citados en la literatura (0.15 a 0.30 z / d50, ver apartado 4.3.5 y Cap 2, §2.3.2).
- C4.137 -
Resultados
- C4.138 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)
20
15
10
-5
-10
-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0 0.025
a) 〈σu 〉 (m/s)
45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)
20
15
10
-5
-10
-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0.050 0 0.025 0.050
b) 〈σu 〉 (m/s)
- C4.139 -
Resultados
45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)
20
15
10
-5
-10
-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0 0.025
a) 〈σu 〉 (m/s)
45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)
20
15
10
-5
-10
-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0 0.025
b) 〈σu 〉 (m/s)
Hay que señalar que las intensidades turbulentas presentadas en las figuras anteriores no se
han adimensionalizado con la variable interna de cada ensayo o la obtenida para los ensayos
de fondo liso porque sino la dispersión entre las curvas sería mayor. Esta circunstancia también
se ha constatado en algunos trabajos de la literatura de flujo sobre gravas (p.ej. Aberle et al.,
2008). Por otra parte, en la región rugosa e interfásica, muy cerca y por debajo de las crestas
del lecho, las diferencias entre las intensidades turbulentas en los diferentes ensayos son
mayores. Además, parece que con las densidades de reclutamiento más altas, las intensidades
están más retardadas (parecen seguir una distribución cóncava, dσ 〈 u 〉 / dz < 1 ) mientras que
para la densidad baja la distribución es más lineal o incluso convexa.
- C4.140 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En la Figura 4.86 se recogen las intensidades turbulentas σ 〈u〉 para todo el calado,
diferenciando únicamente los perfiles por su velocidad y estado. En la figura se pueden
observar como no existen prácticamente diferencias para los dos reclutamientos analizados
(p.ej. en la Figura 4.86 (a) y (b) las distribuciones de la misma velocidad se solapan). Además,
y al contrario de lo que sucedía para la región rugosa e interfásica, el incremento en las
velocidades se traduce en un aumento de las intensidades turbulentas. Sin embargo, este
incremento no es lineal desde la velocidad más baja a la más alta. Así, por efecto del cambio
de motor, el incremento se produce dentro de los grupos V01 a V03 y V04 a V06.
75
z (mm)
z (mm)
60
45
30
15
-15
0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05
región externa, como sucedía con σ 〈u〉 . En la Figura 4.87(b) también se refleja el
comportamiento anómalo de la distribución de velocidades para la densidad más baja. En esta
situación
- C4.141 -
Resultados
120
105
90
75
z (mm)
z (mm)
60
45
30
V01 z<zc
V02 z<zc
15
V03 z<zc
V04 z<zc
0
V05 z<zc
V06 z<zc
-15
0 0.01 0.02 0.03
- C4.142 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
120 V01
V02
105 V03
V04
90
V05
75 V06
z (mm)
z (mm)
60
45
30
15
-15
0 0.005 0.01 0.015 0.02
z (mm)
z (mm)
- C4.143 -
Resultados
60 60 60
45 45 45
30 30 30
15 15 15
0 0 0
90 90 90
75 75 75
z (mm)
60 60 60
45 45 45
30 30 30
15 15 15
0 0 0
Figura 4.89. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados
(símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de talla
comprendida entre 20 y 25 mm y estado vivo: a)densidad baja y b)densidad alta.
También es significativo que las leyes de tensiones turbulentas presenten varios cambios de
signo en la vertical. Esta estructura podría reflejar la superposición de varias celdas de
recirculación en la sección, asociadas al efecto combinado corrientes secundarias, la no
- C4.144 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
uniformidad del flujo, pero también, relacionadas con la rugosidad del lecho. Así, cuando el
lecho es más rugoso (el flujo es menos rasante), con las densidades de reclutamiento baja,
parece que los cambios de signo de las tensiones de Reynolds se producen más arriba. Así,
p.ej. para la velocidad V06 y el estado vivo -Figura 4.89- , el último tramo con tensiones
positivas comienza en un calado de ~90 mm con la densidad baja y en un calado de ~75mm
con la alta. Esto podría interpretarse como que las velocidades verticales tienen más
importancia relativa y las fluctuaciones en el plano vertical uw son mayores cuando el lecho es
más rugoso y provocan el ascenso de los patrones de recirculación.
a)
60 60 60
45 45 45
30 30 30
15 15 15
0 0 0
90 90 90
75 75 75
z (mm)
60 60 60
45 45 45
30 30 30
15 15 15
0 0 0
Figura 4.90. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados
(símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de talla
comprendida entre 20 y 25 mm y estado muerto: a) densidad baja y b) alta.
Sin embargo, es difícil asegurar con certeza cual o cuales son los factores más importantes
que determinan la estructura vertical del flujo por varios motivos. Por ejemplo, la configuración
del lecho es diferente en cada escenario analizado. Así, aunque mantiene la talla y el grado de
reclutamiento, los berberechos se dispusieron aleatoriamente sobre la arena, y por el propio
proceso de arrastre, la forma del lecho en cada ensayo era única. Este hecho limita en parte la
posibilidad de comparar ensayos de diferente velocidad.
- C4.145 -
Resultados
120
105
90
z (mm)
z (mm)
75
60
45
30
15
-15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0008 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006
a) 〈uw 〉 b) 〈uw 〉
Figura 4.91. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de talla comprendida entre 20 y 25 mm: a) densidad baja y b) densidad alta. El
resto de factores no se diferencian. Se representa la posición media de las
crestas y de los senos del lecho con una línea discontinua.
Como sucedía con las intensidades dispersivas, la variabilidad de los tensiones de Reynolds
asociada al motor o al estado del ensayo desaparece en las tensiones de forma, y aunque se
pueden encontrar distribuciones negativas, la mayoría de las distribuciones son positivas.
Además, y también como sucedía con las intensidades turbulentas de forma, las tensiones
dispersivas son menores para el reclutamiento menor.
El comportamiento de este término dispersivo no está totalmente esclarecido en la literatura.
En algunos trabajos de flujos 2D uniformes rugosos sobre gravas naturales (es habitual que el
término dispersivo represente entorno a un 10-20% del valor de las tensiones de Reynolds y
tenga el mismo signo que éstas (Mignot et al., 2009). Manes et al. (2007) realizaron una serie
de experimentos sobre esferas emulando un lecho de gravas y encontraron que la contribución
de las tensiones dispersivas a la tensión total oscila entre un 20% y un 50%. Además, estos
autores sugieren que a medida que la sumergencia relativa del flujo desciende (H/Δ<<), se
- C4.146 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
produce una redistribución en las tensiones de forma que absorben el incremento de tensión
total. Un fenómeno similar fue sugerido por Giménez-Curto y Corniero-Lera (1996).
Sin embargo, Detert (2008) describe valores positivos para las tensiones de forma para un flujo
rugoso sobre gravas y esferas, con una contribución cercana al 30% del término de Reynolds.
Hay que señalar los experimentos de Detert se realizaron en un canal estrecho con corrientes
secundarias (B/H~ 4.5) y algunos con flujos ligeramente no uniformes.
Otro ejemplo de falta de universidad en las distribuciones de tensiones dispersivas se puede
encontrar en los estudios sobre rugosidades bidimensionales formadas por traviesas. Así,
Coleman et al. (2007b), cuantificaron la contribución de las tensiones de forma en el esfuerzo
tangencial total en un ~20% y un ~5% para rugosidades tipo –d y –k respectivamente, en
ambos casos de sentido negativo. En un estudio similar, Pokrajac et al. (2008), señalan que la
contribución para rugosidades tipo –d es similar a la encontrada por Coleman et al., pero en las
rugosidades que representan los obstáculos aislados, los esfuerzos de forma son positivos y
representan un ~20% de la tensión total.
En flujos sobre lechos de gravas naturales, otros autores como Aberle et al. (2008)
determinaron perfiles dispersivos muy irregulares, con bastantes oscilaciones que se
amplificaban entre las crestas y los senos del lecho, con valores positivos y negativos. Además,
la forma y el signo del perfil dependen fuertemente de la posición del mismo en el lecho. Así,
aguas arriba de un gran canto de gravas la distribución es negativa en el entorno del lecho,
pero en una zona lateral puede ser positiva, como se puede ver en la Figura 4.92. Estos
autores también señalan que la forma de las tensiones no depende de la velocidad del flujo.
z − z 0 [m]
zc
zt
a) b)
−〈 uw〉
Entonces, se podría decir que en general, en los ensayos con los grupos de berberechos se ha
encontrado un comportamiento similar al reflejado por Aberle et al. (2008) sobre lechos
tridimensionales de gravas.
La Figura 4.91 revela también que las tensiones de forma son muy importantes en estos
ensayos, alcanzando valores que en algunos casos son del mismo orden de magnitud que las
tensiones de Reynolds. En promedio, el ratio 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 vale 0.53±0.59. Además, existe
cierta relación entre este ratio y la talla ensayada, siendo las tensiones dispersivas más
importantes cuanto mayor es el tamaño del molusco y, por tanto, mayor es la rugosidad. Así,
- C4.147 -
Resultados
para la talla más pequeña la relación 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 vale 0.36±0.42, y para la talla más grande
0.76±0.62 (para las tallas intermedias vale 0.46±0.70 y 0.54±0.55). También se ha encontrado
que las tensiones dispersivas son más importantes cuando la densidad de reclutamiento es
alta, 0.58±0.55 vs 0.48±0.64, y que los factores velocidad y estado no son significativos.
Por tanto, las tensiones dispersivas en estos experimentos parecen mucho más importantes
que en otros flujos rugosos descritos en la literatura. Sin embargo, en los ensayos consultados
no es frecuente encontrar situaciones con flujos no uniformes o con presencia de corrientes
secundarias, al menos tan alta porque lo habitual es medir el flujo en el plano central del canal.
Respecto a la posición donde se producen los máximos en las distribuciones de tensiones se
puede señalar que estos se producen ligeramente por encima de las crestas del lecho zc,
cuando hablamos de los esfuerzos de Reynolds, y sobre las crestas, cuando se trata de los
términos dispersivos. Así, se ha determinado la posición media de las crestas del lecho en
todos los ensayos en 7.0±2.8 mm y la de los picos de las tensiones 〈u ' w '〉 y 〈uw〉 en
10.9±11.6 mm y 7.7±6.1 mm respectivamente.
25
(zc, zmax〈u’w’ 〉 )
20
(zc, zmax〈uw 〉)
15
z (mm)
10
0
0 5 10 15 20 25
zc (mm)
Figura 4.93. Relación entre la posición de las crestas del lecho y de los máximos de las
distribuciones de esfuerzos de corte de Reynolds y de forma doblemente
promediados. La línea recta representa el ajuste perfecto.
- C4.148 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Por último, se presenta a continuación una comparación entre las velocidades de corte
estimadas a partir de la ley logarítmica de velocidades, u*log, las estimadas a partir de la
extrapolación de los perfiles de esfuerzos de Reynolds hasta los calados zc y zm (z=0), u*uw,(z=zc) y
u*uw,(z=0) y las determinadas a partir de la tensión máxima. − ρ 〈u ' w '〉 − ρ 〈uw〉 , u*max,uw. Con
este objeto, se presenta en primer lugar en la Tabla 4.32 el valor de las velocidades de fricción
así determinadas en función de los factores velocidad-reclutamiento y talla-reclutamiento. En
este análisis no se presenta el factor estado porque no se ha encontrado significativo. Hay que
recordar que los valores medios de la velocidad de fricción característica para los factores
analizados individualmente se recogen en la Tabla 4.27 y en la Tabla 4.28.
Tabla 4.32. Velocidades de fricción en los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación típica) para los factores velocidad-densidad y talla-densidad.
En la Tabla 4.32 se vuelve a comprobar como las velocidades de fricción estimadas a partir de
la ley logarítmica de velocidades crecen con el factor velocidad y talla, aunque no lo hacen de
un modo lineal. Así, para la velocidades V04 y V06 se produce un descenso en la velocidad de
fricción u*log.
- C4.149 -
Resultados
La reducción de este parámetro entre las velocidades V03 y V04 se puede atribuir al proceso
de interacción entre el transporte de berberechos y arena, ya comentado en el apartado
4.4.3.1. Para estas velocidades, se ha constatado visualmente que la movilización de la arena
comenzaba a ser importante y los berberechos eran enterrados progresivamente provocando
una reducción de la tasa de transporte. Para las velocidades más altas, los moluscos se
movilizaban antes de que pudiesen ser enterrados, por lo que el comportamiento velocidad-
velocidad de fricción vuelve a crecer aunque para el último escalón, la velocidad de fricción se
vuelve a reducir debido a que, en este escenario, los moluscos se movilizan con más
intensidad y el lecho se parece más a las condiciones de lecho liso.
Respecto al reclutamiento, se puede apreciar que para la densidad de ensayo baja, la
velocidad de fricción es ligeramente superior a la encontrada para las condiciones de ensayo
con densidad alta, como se puede observar en la Figura 4.94(a). Este fenómeno también se
observa cuando se analiza la influencia del reclutamiento en la talla analizada, Figura 4.94(b).
0.07
0.06
0.05
0.04
u* (m/s)
0.03
0.02
densidad alta
0.01 densidad baja
promedio
fondo liso
0.00
0.25 0.30 0.35 0.40 0.45 0.50
a) 〈u 〉 (m/s)
TALLA 1 TALLA 2 TALLA 3 TALLA 4
0.08 0.08
0.07 0.07
0.06 0.06
u*,log (m/s)
0.05 0.05
0.04 0.04
0.03 0.03
0.02 0.02
densidad alta
0.01 densidad baja 0.01
promedio
b) 0.00 0.00
Figura 4.94. a) Relación entre la velocidad media de ensayo y la velocidad de fricción (±SD)
para diferentes grados de reclutamiento (los datos relativos a la densidad baja y
alta están desplazados ±0.002 m/s en las abscisas para facilitar la
visualización) y b) Gráfica de cajas y bigotes para la velocidad de fricción media
en función del grado de reclutamiento.
- C4.150 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
En cualquier caso, lo que parece común al análisis fricción u*log respecto a cualquier factor es el
grado de dispersión de la velocidad de corte que además se propaga cuadráticamente al
estimar la tensión tangencial sobre el lecho. Esta dispersión se debe atribuir a la variabilidad de
los perfiles de velocidad encontrados en los ensayos, motivada en parte por la disposición
heterogénea del lecho de moluscos. Es decir, la colocación aleatoria de los berberechos, los
movimientos de los mismos durante los ensayos, en definitiva, el haber realizado cada ensayo
con una configuración de lecho diferente, influye de modo notable en la forma de los perfiles de
velocidad doblemente promediados.
Sin embargo, tampoco se debe despreciar aquellos fenómenos que alejan la distribución de
velocidades del perfil logarítmico. Estos aspectos, discutidos en el capítulo 2, son
fundamentalmente el transporte de sedimentos (§2.4.4), la sumergencia relativa del flujo que
para las tallas mayores de 20 mm es H/Δ<10, y, fundamentalmente la no uniformidad (§2.4.3),
el efecto de las corrientes secundarias y la tridimensionalidad del flujo. Otros factores que
también modificar la estructura del flujo son posibles efectos de flujo en curva o la propia
distribución irregular en la rugosidad del lecho (el grado de reclutamiento), también afectan
probablemente a los patrones de recirculación de flujo en los planos yz.
Todos estos factores afectan a la estructura vertical del flujo, es decir, a las leyes de
velocidades, y también a las distribuciones de tensiones de corte e intensidades turbulentas.
Por este motivo, las conocidas leyes para flujo 2D uniforme, presentadas en el apartado 2.4.2,
no pueden aplicarse y además, no son reproducidas por el flujo. Por este motivo, las
velocidades de fricción estimadas a partir de las distribuciones de tensiones son cuestionables,
ya que no contemplan el efecto de las corrientes secundarias.
De hecho, si se analizan los valores de la velocidad de fricción estimada con estos
procedimientos, se puede observar como prácticamente este parámetro no varía ni con la
velocidad del flujo, ni con la talla ni el reclutamiento (Tabla 4.32). Este fenómeno también se
presenta en la Figura 4.95, donde se han representado varios gráficos con la dispersión de las
velocidades de fricción u*log, u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y u*max,uw en función de la velocidad media, máxima
y la velocidad de fricción característica. Hay que señalar que la relación lineal perfecta entre
u*log y u*, es esperable porque las variables son iguales.
En esta figura se puede apreciar la dispersión u*log con la velocidad del ensayo, y como las
velocidades estimadas a partir de los perfiles de tensiones son prácticamente constantes a lo
largo de los ensayos realizados. Así, la velocidad de fricción estimada a la altura la posición
media del lecho de 0.0199±0.0048 m/s, y representa aproximadamente un 48.5%±13.6 de la
velocidad de fricción u*log. Sin embargo, si se analiza su contribución a la tensión tangencial
sobre el lecho τ 0 (∝ u*2 ) ésta se reduce a un 25.3%±13.9%.
- C4.151 -
Resultados
0.04
0.02
0.08 0.00
(m/s)
0.06
u*,uw(z=0)
0.04
0.02
0.00 0.08
(m/s)
0.06
u*,uw(z=zc)
0.04
0.02
0.08 0.00
densidad alta
densidad baja
(m/s)
0.06
0.04
u*max,uw
0.02
0.00
0.3 0.4 0.5 0.02 0.04 0.06 0.08
〈u 〉 (m/s) 〈umax 〉 (m/s) u* (m/s)
Estas cifras señalan la importancia de las corrientes secundarias en la sección analizada. Así,
aproxidamente el 50% de la velocidad de fricción se origina por las fluctuaciones en el plano xz.
El resto de factores que contribuyen al término u*log son la no uniformidad del flujo, las
diferencias en la rugosidad en la dirección y del canal, las corrientes secundarias y también, las
incertidumbres asociadas a la determinación del perfil logarítmico de velocidades como la
posición del plano z=0 o la propia aplicabilidad de esta ley a situaciones de flujo diferentes al
2D uniforme.
- C4.152 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
100%
TALLA 1 densidad baja densidad alta
TALLA 2 densidad baja densidad alta
% MOVILIZADOS
60%
40%
20%
(a)
0%
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
100%
% MOVILIZADOS
80%
60%
40%
20%
(b)
0%
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
- C4.153 -
Resultados
Aunque las velocidades de corte determinadas en las condiciones de lecho sin moluscos
quizás no son tan representativas de la tensión ejercida por el flujo sobre los berberechos en
cada escenario, si que pueden ser útiles para analizar, p.ej. con un modelo numérico, en que
zonas y bajo que caudales es previsible que se produzca la movilización de los bivalvos.
En la Figura 4.96 se ha representado el porcentaje de moluscos movilizados en función del
parámetro de Shields. Se puede apreciar como a medida que el tamaño de los moluscos se
incrementa también lo hace la dispersión de berberechos arrastrados. Además, la dispersión es
menor cuando se emplean las velocidades de corte de los ensayos de fondo liso.
En este análisis, no se emplea una función de caudal sólido que, como se ha comentado en el
apartado 4.2.5, cuantifica la respuesta del lecho ante el evento de transporte. En las figuras
Figura 4.97 y Figura 4.98 se representa la movilización en función de las funciones de
transporte adimensionales Φ q y Φ E (ecuaciones (4.14) y (4.15)), calculadas a partir del
caudal sólido de transporte por fondo y al ratio de movilización E (ecuaciones (4.12) y (4.11)
respectivamente).
1.00E-02
TALLA 1 densidad baja densidad alta
TALLA 2 densidad baja densidad alta
TALLA 3 densidad baja densidad alta
TALLA 4 densidad baja densidad alta
1.00E-03
Φq
1.00E-04
1.00E-05
(a)
1.00E-06
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
1.00E-02
1.00E-03
Φ q = 0.0060849 ⋅ Ψ 0.96082
Φq
1.00E-04
s
2
R =0.756
1.00E-05
(b)
1.00E-06
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
- C4.154 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Nuevamente, se puede apreciar como la relación obtenida con las velocidades de fricción
determinadas para cada ensayo presentan mayor dispersión. Con los datos determinados con
la velocidad de fricción para el lecho sin moluscos, Figura 4.97 (b), se ha ajustado la siguiente
función de transporte de tipo potencial:
Φ q = 0.0060849 ⋅ Ψ 0.96082
s (4.35)
Si se mide la bondad del ajuste a partir del coeficiente de correlación cruzada, R2=0.75,
podemos afirmar que estamos en un nivel de significancia similar al de otros estudios de
transporte de gravas (ver p.ej. Hoan, 2008).
Las funciones de transporte definidas anteriormente están ideadas para situaciones en las que
todo el lecho está formado por sedimentos más o menos uniformes. Existen varias formas de
contemplar la no uniformidad de las granulometrías aluviales. En este trabajo, el lecho está
compuesto por dos materiales con características geométricas e hidrodinámicas muy
diferenciadas.
Para contemplar este efecto, en el ratio de movilidad del sedimento E, definido en la ecuación
(4.11) como E = nd / AT , se ha empleado como área de sedimentos A, el valor
3
correspondiente al área ocupado únicamente por los moluscos. De este modo, se pretende
incluir en la función de transporte el efecto del porcentaje de recubrimiento de la superficie de
arena por los berberechos. De esta forma, para la misma densidad de moluscos, los
organismos de menor tamaño presentan menor cobertura de la superficie, por lo parece que
estarán más expuestos a la corriente porque, p.ej. las fuerzas de trabazón o rozamiento interno
entre cuerpos son menores que cuando el grupo de berberechos ocupa toda la superficie de
análisis.
Para ello, se ha calculado el área ocupada por los moluscos a partir del número de
berberechos ensayados en cada densidad y la proyección de su área en planta, determinada a
partir del área de la elipse de ejes c y b (ver Figura 4.56). Para estimar el área para un molusco
de anchura característica genérica c, se ha ajustado la siguiente relación potencial entre el área
y el valor de c:
Φ E = 0.00018259 ⋅ Ψ1.1104
s (4.37)
Para la determinación de esta expresión, se han eliminado 6 pares (Ψs , ΦE ) tras una
inspección visual de los datos. De este modo, el coeficiente de correlación determinado es
~0.85.
- C4.155 -
Resultados
1.00E-04
TALLA 1 densidad baja densidad alta
TALLA 2 densidad baja densidad alta
TALLA 3 densidad baja densidad alta
TALLA 4 densidad baja densidad alta
ΦE 1.00E-05
1.00E-06
1.00E-07
(a)
1.00E-08
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
1.00E-04
1.00E-05
ΦE
1.00E-06
Φ E = 0.00018259 ⋅ Ψ1.1104
s
2
R =0.849
1.00E-07
(b)
1.00E-08
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
Si se empleasen todos los datos, este coeficiente disminuye hasta ~0.78, obteniéndose así una
relación potencial muy similar a la de la ecuación anterior:
Φ E = 0.000217979 ⋅ Ψ1.1626
s (4.38)
Otra vez, si determinamos la bondad del ajuste a partir del valor del coeficiente de correlación,
las funciones de transporte definidas a partir de la movilidad de los moluscos, tienen una
significación similar a la de otros trabajos de transporte de gravas.
Análisis exploratorio
- C4.156 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
V0i Dj X Y
velocidad reclutamiento estadoo
{ }
población
⎧VO1⎫
⎪VO2 ⎪
⎪VO3 ⎪
{
D21: otoño
D24: primavera } ⎧B: bajo,500 ind/m 2 ⎫
⎨ 2⎬
⎩A: alto,1000 ind/m ⎭
V: vivo
M: muerto
⎨VO4 ⎬
⎪VO5 ⎪
⎪VO6 ⎪
⎩ ⎭
ejemplo: V03D21AV
Figura 4.99. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
poblaciones estacionales.
El primer paso del análisis exploratorio consistió en comprobar la normalidad de cada uno de
los niveles analizados. Los contrastes de Shapiro-Wilk y Kolgomorov-Smirnov señalan los
datos agrupados por factores no presentan no-normalidades.
El siguiente paso fue el de determinar las gráficas de cajas y bigotes para las variables
analizadas. Estas gráficas se presentan en la Figura 4.100. Como en el apartado 4.4.3.1, se ha
optado por presentar los datos referidos a las variables sin transformar, para facilitar su
interpretación.
- C4.157 -
Resultados
a) b)
c) d)
Como sucedía con los datos de los ensayos de tallas (Figura 4.70), las medias de los
berberechos movilizados para cada uno de los factores presenta cierta dispersión, aunque en
este caso menor que para los ensayos anteriores. Esta disminución de la dispersión se
atribuye, principalmente, a dos factores: el número de berberechos ensayados ha sido mayor
ya que el área de ensayo se ha incrementado (ver Figura 4.52) y también al hecho de que los
grupos analizados son similares, ya que tienen una granulometría con un diámetro medio que
no difiere en más de 4 mm.
Tabla 4.33. Porcentaje de berberechos movilizado en función de la velocidad de la corriente
y de la talla. Valores medios y error estándar (σ/√n). Los parámetros estado y
reclutamiento están agregados en los anteriores.
VELOCIDAD
TALLA % MOVILIZADOS
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s TODOS
- C4.158 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Talla 15-20 mm
Talla 20-25 mm
Talla 25-30 mm
80%
dm=21mm
dm=24mm
% MOVILIZADOS
60%
40%
20%
0%
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s
Esta circunstancia se puede comprobar en la Figura 4.101 donde se han comparado los
resultados medios de berberechos movilizados para las Tallas 15-20, 20-25 y 25-30 del ensayo
anterior, con las Tallas de diámetro medio 21 y 24 mm. En esta gráfica se puede comprobar
como la no-linealidad detectada en los ensayos de tallas entre velocidades de 0.31 y 0.39 m/s
no se reproduce en estos ensayos.
Por este motivo, se puede observar como para las velocidades más bajas, la movilización de
los berberechos se asemeja más a la del grupo de 15-20 mm, mientras que para las
velocidades más altas, el comportamiento es más parecido al de la talla de 20-25 mm.
Las diferencias que se producen entre los grupos de tallas y las poblaciones estacionales son
similares a las que se encuentran cuando se estudia el transporte de dos mezclas de
sedimento con el mismo tamaño medio pero diferente distribución granulométrica. Así, una
distribución de sedimento aluvial uniforme será movilizada cuando se supere cierta tensión
tangencial sobre el fondo, p.ej. la proporcionada por el diagrama Shields.
En una mezcla de sedimentos con tamaños de grano variados, se producen fenómenos de
ocultamiento de los granos más pequeños y de exposición de los más grandes. Este proceso,
favorece que los sedimentos más pequeños de la mezcla tengan una tensión crítica mayor que
la equivalente a la de un lecho del mismo tamaño pero con granulometría uniforme. De modo
opuesto, los granos gruesos de una mezcla tienen una tensión crítica relativa menor que
cuando la distribución es uniforme.
- C4.159 -
Resultados
ESTADO
DENSIDAD % MOVILIZADOS
Vivos Muertos TODOS
Este fenómeno se explica porque la rugosidad del lecho con mayor densidad de berberechos
es menor y la estructura del flujo es similar a un flujo rasante sobre traviesas muy poco
espaciadas. En estas circunstancias, las tensiones de corte de Reynolds son menores que las
que se producirían en unas condiciones de flujo similar, pero con un mayor espaciamiento
entre las rugosidades (Coleman et al., 2007b)
- C4.160 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
3.0
(z-zc)/Δ λ/Δ≅5 λ /Δ u * (m/s)
2.0 1 0.0147
λ/Δ=1 2 0.0211
3 0.0244
1.0 4 0.0273
λ/Δ≅8 5 0.0300
6 0.0326
0.0 λ/Δ>5
7 0.0328
8 0.0331
-1.0 10 0.0331
12 0.0317
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 16 0.0311
−〈u ' w '〉 / u*
Figura 4.102. Variación de las tensiones de Reynolds con el espaciamiento λ/Δ en flujo sobre
traviesas de sección cuadrada (adaptado de Coleman et al., 2007b). Se puede
apreciar como a medida que la rugosidad incrementa, λ/Δ crece, el pico de las
tensiones es más pronunciado y las velocidades de fricción también lo hacen
para las mismas condiciones de caudal.
- C4.161 -
Resultados
Tabla 4.35. Porcentaje medio de berberechos vivos movilizados en los ensayos por grupos
de poblaciones. Valores medios y error estándar (σ/ √n).
Tabla 4.36. Porcentaje medio de berberechos muertos movilizados en los ensayos por
grupos de de poblaciones. Valores medios y error estándar ( σ / n ).
Análisis de la varianza
Para corroborar las tendencias reflejadas por el análisis exploratorio de datos se ha realizado
un análisis ANOVA de todos los factores con un modelo de 4 factores fijos de tipo factorial, en
el que se han incluido todas las interacciones. Conceptualmente, el modelo es idéntico al del
apartado 4.4.3.1, y difiere únicamente en el número de factores del nivel Talla que se reduce
de 4 a 2.
Nuevamente, antes de ejecutar el ANOVA, se ha realizado el test de Cochran para comprobar
la homogeneidad de las varianzas. Dado que los datos analizados varían en un rango de 0 al
100%, estos fueron previamente los datos fueron arcsin transformados (ver apartado 4.3.6).
El valor de estadístico C, calculado de acuerdo con la ecuación (4.24), ha sido de 0.0697. El
valor de la función de distribución C [ a,υ ;α ] , para a=48 varianzas (6 velocidades x 2 tallas x 2
reclutamientos x 2 estados), υ=2 grados de libertad de cada varianza (n-1 repeticiones) y un
- C4.162 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
nivel de significancia α=0.05, es de 0.1359, superior al del estadístico C, por lo que se puede
considerar que las varianzas son homogéneas.
En la Tabla 4.37 se presenta el resumen del ANOVA. Se puede observar como todos los
factores principales afectan a la media de una manera muy significativa (p<<0.001) a excepción
de la variable Estado. Además, únicamente aparece un término de interacción de primer orden
significativa, Densidad x Estado, aunque tiene muy poca potencia estadística (<55%).
Tabla 4.37. Análisis de la varianza de 4 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla, reclutamiento y estado sobre
el porcentaje de berberechos movilizados. Ensayo de grupos estacionales.
SS df MS F P 1-β
a 2 2
. R = 0.962 (R ajustado = 0.943)
b
. Potencia 1-β calculada para α= 0.05
*. P<0.05
Por lo tanto, del ANOVA se puede concluir que tanto la velocidad, como la talla y el
reclutamiento influyen significativamente en la movilización de los berberechos. Además, en
estos ensayos, la variable estado no afecta al arrastre de los moluscos para las velocidades,
tallas y densidades analizadas.
Como el factor Estado no es una fuente de variación de la variable analizada, éste se puede
quitar del modelo. Al quitar este término del análisis, pasamos de un modelo factorial de 4
factores: 6 velocidades x 2 tallas x 2 densidades x 2 estados (3 repeticiones), a un modelo
factorial de 3 factores: 6 velocidades x 2 tallas x 2 densidades (6 repeticiones). Este
procedimiento de unir los datos de una fuente de variación no significativa al análisis se
denomina pooling y se describe p. ej. en Underwood (1981).
Esta técnica permite mejorar la potencia de los contrastes ANOVA, pero no debe realizarse con
factores que afecten significativamente a la media, ya que estamos desvirtuando los resultados
- C4.163 -
Resultados
del test. Además, aunque se eliminase un término del modelo, su interacción, si es que existe,
no desaparecerá.
Los resultados del nuevo análisis ANOVA se presentan en la Tabla 4.38. Antes de realizar este
análisis se ha comprobado con el test Cochran la homogeneidad de las varianzas. El valor de
estadístico C ha sido de 0.0968. El valor de la función de distribución C [ a,υ ;α ] , para a=24
varianzas (6 velocidades x 2 tallas x 2 reclutamientos), υ=5 grados de libertad de cada varianza
(n-1 repeticiones) y un nivel de significancia α=0.05, es de 0.1491, superior al del estadístico C
por lo que se puede considerar que las varianzas son homogéneas.
Tabla 4.38. Análisis de la varianza de 3 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla y reclutamiento sobre el
porcentaje de berberechos movilizados. El factor estado se ha agrupado.
SS df MS F P 1-β
a 2 2
. R = 0.955 (R ajustado = 0.947)
b
. Potencia 1-β calculada para α= 0.05
*. P<0.05
El análisis ANOVA con los datos agrupados ofrece los mismos resultados que el realizado
inicialmente, es decir, los factores Velocidad, Talla y Densidad influyen significativamente
(p<<<0.001) en la movilización de los berberechos. Con este nuevo análisis, no se han
encontrado términos de interacción de orden superior, y además, se ha mejorado la potencia
del contraste, aunque sólo ligeramente 95.
95
Se puede comprobar como los ratios F del nuevo contraste (Tabla 4.38) son ligeramente superiores a
los del primer análisis (Tabla 4.37) por lo que la mejora introducida en el contraste no ha sido demasiado
significativa (ver Apéndice 2 y Underwood, 1981).
- C4.164 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Los resultados del test SNK y Ryan para las velocidades se presentan en la Tabla 4.39. En la
Tabla 4.40 se presentan los resultados del contraste Tukey HSD. El procedimiento de
obtención del contraste SNK se recoge en el apartado 4.4.3.1 (pág. 4.112).
Tabla 4.39. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal velocidad. La significancia del test (α=0.05) SNK se marca en tipografía
negrita y la del test de Ryan con un asterisco.
a
VELOCIDAD 0.298 0.346 0.315 0.391 0.446 0.471
TEST SNK TEST RYAN
ORDEN 1 2 3 4 5 6
a
MEDIA 0.204 0 .401 0 .411 0 .537 0 .706 0 .879 g Qb D=Q ·SE c α' Q D=Qα' ·SE
6-1
0.700* 6 4.373 0.103 0.050 4.373 0.103
5-1 6-2
0.503* 0.618* 5 4.166 0.098 0.042 4.277 0.101
4-1 5-2 6-3
COMPARACIONES 0.277* 0.421* 0.529* 4 3.901 0.092 0.034 4.149 0.098
3-1 4-2 5-3 6-4
0.171* 0.195* 0.332* 0.422* 3 3.532 0.083 0.025 3.961 0.094
2-1 3-2 4-3 5-4 6-5
0.082 0.089* 0.106* 0.225* 0.197* 2 2.919 0.069 0.017 3.615 0.085
a
. arcsin √ transformada
b
. para υ=24 grados de libertad
c
. SE=√(MSerror/36)=0.0383
El test SNK señala que todas las comparaciones son significativamente diferentes, es decir,
todos los escalones de velocidad ensayados afectan a la movilización de los moluscos. El
contraste de Ryan indica que todos los escalones son significativamente diferentes, a
excepción de la pareja formada por las velocidades 0.298 m/s y 0.346 m/s, es decir, la media
de berberechos movilizados por la velocidad más baja y la siguiente no son significativamente
diferentes.
Los resultados del contraste de Tukey en este caso no arrojan una hipótesis alternativa a la de
la igualdad de las medias de berberechos movilizados para todas velocidad ya que se forman
grupos similares un tanto extraños. Así, y según los resultados recogidos en la Tabla 4.40, se
pueden formar los grupos similares 1-2, 1-2-3, 3-2-4 y 3-4, que no permiten extraer una
conclusión clara de cómo afectan las velocidades a la movilización de los berberechos.
Únicamente se contrasta la diferencia entre las velocidades de los escalones 5 y 6 con el resto
de velocidades ensayadas.
- C4.165 -
Resultados
Tabla 4.40. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal velocidad. La significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.
- C4.166 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Para los factores Talla y Densidad se ha aplicado el contraste t de Student, también con el
paquete SPSS©. El contraste se ha realizado asumiendo, y comprobando, la homogeneidad de
las varianzas con el test de Levene.
Los resultados del test, recogidos en la Tabla 4.41, señalan que el reclutamiento afecta a la
cantidad de berberechos movilizados, tal y como sucedía con los ensayos de grupos de
tamaños. Sin embargo, el contraste t de Student para el factor talla no es significativo.
Tabla 4.41. Aplicación del contraste t de Student a los factores Densidad y Estado. La
significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.
a
. arcsin √ transformada
Que el contraste t de Student no muestre diferencias entre las tallas cuando el análisis ANOVA
si lo hace parece contradictorio. Sin embargo, es posible que los contrastes múltiples no
arrojen diferencias significativas mientras que el análisis de la varianza si las marque
(Underwood, 1997). Esto se debe a que la potencia estadística del ANOVA, basado en el test
de los ratios F, es mucho mayor que la de los test de contraste múltiple 96. Además, es mucho
más sencillo rechazar la hipótesis nula, las medias son diferentes, que encontrar una hipótesis
alternativa a la misma.
En cualquier caso, también se ha realizado un contraste SNK, que aunque no tiene tanto
sentido en comparación de dos niveles, se puede aplicar a este tipo de casos 97. Los resultados
de este contraste, recogidos en la Tabla 4.42, son iguales a los del contraste t de Student.
Tabla 4.42. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK para el factor principal
talla. La significancia del test (α=0.05) se marca con un asterisco.
MEDIA
a
0.497 0.582 g Q D=Q ·SE b
2-1
COMPARACIONES 0.085 2 3,081 0,1260
a
. arcsin √ transformada
b
. SE=√(MSerror/12)=0.0409
96
Como se indica en el Apéndice 2, que un test tenga mayor potencia permite detectar, para un número
determinado de repeticiones, variaciones menores en las diferencias de las medias de cada factor y/o
nivel analizado. También permitiría reducir el número de repeticiones, respecto a otro test con menor
potencia, para detectar una umbral de varación predeterminado.
97
En este caso el contraste de Ryan si que no tiene sentido, porque ofrece los mismos resultados que el
contraste SNK.
- C4.167 -
Resultados
Por lo tanto, se puede llegar a la conclusión de que, aunque las tallas analizadas se movilizan
de modo diferente, según el análisis ANOVA, las diferencias no son demasiado significativas,
cómo reflejan los contrastes múltiples SNK o el test t.
1 2 1 2
1,00
VELOCIDAD
1- 0.298 m/s 0,75
2- 0.315 m/s
3- 0.346 m/s 0,50
4- 0.391 m/s
5- 0.446 m/s 0,25
6- 0.471 m/s
0,00
1,00
0,75
TALLA
0,50 1 - d=21 mm
2 - d=24 mm
0,25
0,00
1,00
0,75
DENSIDAD 0,50
1 - BAJA
2 - ALTA
0,25
0,00
1,00
0,75
0,50 ESTADO
1 - VIVO
2 - MUERTO
0,25
0,00
1 2 3 4 5 6 1 2
Figura 4.103. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
poblaciones estacionales.
En primer lugar, hay que señalar que el contraste ANOVA no ha revelado ninguna interacción
significativa entre los factores principales, por lo que las siguientes conclusiones son
meramente cualitativas.
Si se analiza la relación entre la velocidad y las tallas se puede observar como a medida que la
velocidad crece, las diferencias entre la talla de 21 mm y la de 24 mm son más importantes
(Figura 4.103, subfigura 1-2). Este fenómeno también sucede, aunque en menor medida, con la
relación velocidad-densidad (Figura 4.103, subfigura 1-3). En las gráficas de relaciones talla-
densidad, se corrobora que la movilización es mayor para el menor índice de reclutamiento y
para la talla más baja. Por último, también se puede apreciar como las curvas de estado vs
velocidad, talla y densidad se solapan (ver celdas 4-1 a 4-3 de la Figura 4.103). Este fenómeno
concuerda con el hecho de que el estado no sea un factor que determine la movilización de los
berberechos, para estos ensayos.
- C4.168 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
Características generales
Como sucedía con el análisis hidrodinámico de los parámetros representativos del flujo
para los ensayos de tallas –apartado 4.4.3.2–, el estudio que se presentará a continuación
sobre las interacciones entre los parámetros hidrodinámicos y los factores analizados se
basará en el análisis exploratorio de los datos y no en contrastes estadísticos. Además, hay
que señalar que por problemas con el equipo PIV no se ha podido determinar las propiedades
hidrodinámicas de las velocidades más bajas (V01 a V03) con la población de berberechos de
mayor tamaño, de diámetro medio ~24 mm.
En la Tabla 4.43 se recogen las principales variables del flujo en función del factor velocidad.
Los valores medios obtenidos para las velocidades medias y máximas, así como los números
adimensionales derivados de éstas, son similares a los calculados en los ensayos de fondo liso
(§4.4.2.1, Tabla 4.12) y de grupos de tamaños (§4.4.3.2,Tabla 4.27).
Tabla 4.43. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica).
Las relaciones lineales, el ratio medio entre el parámetro para el ensayo de tallas y para fondo
liso ± desviación típica, valen 0.91±0.06 para la velocidad media doblemente promediada,
0.95±0.05 para la velocidad máxima y 0.86±0.06 y 0.94±0.05 para los números de Reynolds y
Froude respectivamente. Estos resultados son prácticamente los mismos que los determinados
en los ensayos de grupos de tallas. Además, también presentan una relación lineal directa de
proporcionalidad entre el factor velocidad (V01 a V06) y el parámetro analizado.
En el análisis anterior hay que considerar que para las velocidades más bajas no hay
información de la talla más grande. Por este motivo, al estudiar el comportamiento de las
variables del flujo con respecto a la talla se ha optado por estudiarlas también en función de la
velocidad. Este análisis (no se representa aquí) muestra que las velocidades y variables
adimensionales derivadas no están afectadas por la talla.
Las variables densidad y estado se han analizado en función de la talla, para contemplar el
efecto del menor número de datos en la talla más grande. Con respecto a la densidad, se
puede indicar que este factor no afecta a las velocidades registradas. Sin embargo, se han
determinado velocidades ligeramente mayores en los ensayos con los moluscos muertos
(0.391±0.05 vs 0.330±0.04). Estas diferencias son similares a las encontradas en los ensayos
- C4.169 -
Resultados
u* u* u*
FACTOR FACTOR FACTOR
(m/s) (m/s) (m/s)
El análisis de la densidad refleja como en los ensayos de grupos de tallas, que para las
mayores densidades la velocidad de fricción es inferior. En el factor estado se ha encontrado
que para el estado muerto, las velocidades de fricción son significativamente superiores. Sin
embargo, esto se contradice con los resultados de los trabajos de van Duren et al. (2006)
realizados sobre un lecho de mejillones que cuando estaban en actividad filtradora
incrementaban los valores de la velocidad de fricción (§4.2.5). Esta circunstancia podría estar
relacionada con la velocidad media y máxima del flujo, que para el grupo de berberechos
muertos ha sido un 20% superior en términos medios.
También es significativo que en los ensayos de grupos de tallas el factor estado es
estadísticamente significativo en la movilización de los moluscos (ver ANOVA, Tabla 4.19),
pero las diferencias en las velocidades de fricción medias del análisis exploratorio sólo
arrojaban una diferencia en la velocidad de fricción inferior al ~2% (0.042±0.012 vs 0.043±0.10,
§Tabla 4.28). Por el contrario, en el ensayo de poblaciones estacionales el ANOVA no refleja
- C4.170 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
diferencias significativas con el factor estado (§Tabla 4.37) pero las diferencias en u* son del
orden del ~28% (§Tabla 4.44).
En la Tabla 4.45 se presentan los principales parámetros que definen la función de rugosidad
del lecho (zm, σ0 y z0), la rugosidad característica del mismo Δ y la rugosidad característica de
la ley logarítmica de velocidades z0.
Tabla 4.45. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los factores
analizados para los ensayos de poblaciones estacionales (valor medio ±
desviación típica).
zm σz Δ = zc − zt zc z0
FACTOR
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)
Los resultados obtenidos del análisis de las propiedades geométricas presentan ciertas
diferencias con los obtenidos en los ensayos de grupos de tamaños. Así, la posición del plano
z=0 (zm) o la rugosidad característica del lecho Δ no se reducen con velocidades crecientes,
sino que se incrementan ligeramente, aunque ahora el fenómeno no es tan claro como sucedía
con los ensayos de grupos de tallas. Al estudiar estos parámetros respecto a la talla si se
observa una relación directa con la misma. Nuevamente, por efecto de la carencia de datos
para las velocidades más bajas en la talla de ~24 mm, estas relaciones están ligeramente
afectadas. De echo, si se analizan sólo las velocidades más altas, donde el análisis está
equilibrado, la posición media del lecho se mantiene prácticamente como en la Tabla 4.45
(8.6±2.5 mm vs 9.5±2.7 mm) pero las diferencias en la rugosidad característica prácticamente
desaparecen (16.4±2.1 vs 16.1±4.4 para la población más joven y más vieja respectivamente).
El grado de reclutamiento también afecta a la posición del plano z=0 cómo en los ensayos de
grupo de tamaños: a menor densidad hay más rugosidad, y el plano se sitúa más cerca de la
posición del lecho de arena. Con una densidad alta, el efecto es opuesto.
La rugosidad también se puede medir a través de la escala z0 de la ley de velocidades. Para la
densidad baja la rugosidad es un 50% mayor que la densidad más alta, 0.6±0.4 mm y 0.4±0.3
- C4.171 -
Resultados
H δh δh / H H /Δ η
FACTOR
(mm) (mm) (-) (-) (mm)
El análisis por talla revela la posición relativa δh /H está inversamente relacionada con la talla.
Lo mismo sucede con el reclutamiento, que cuando presenta mayor rugosidad hace más
pronunciado el descenso de la velocidad.
- C4.172 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
El parámetro H/Δ representa el grado de sumergencia relativo del flujo. Con respecto a este
parámetro se puede señalar que la sumergencia en los ensayos de poblaciones estacionales
es intermedia, con un valor medio de 9.1±1.7. Por último, y como era previsible, la microescala
de Kolgomorov tiene el mismo orden de magnitud que la registrada en las otras
configuraciones analizadas.
- C4.173 -
Resultados
0.4
140
0.35
120
0.3
100
0.25
80
y (mm)
60 0.2
40 0.15
20
0.1
0
0.05
-20
0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
x (mm)
0.4
140
0.35
120
0.3
100
0.25
80
y (mm)
0.2
60
0.15
40
0.1
20
0 0.05
-20
0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
x (mm)
- C4.174 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
0.4
140
0.35
120
0.3
100
0.25
80
y (mm)
60 0.2
40 0.15
20
0.1
0
0.05
-20
0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
a) x (mm)
b)
Figura 4.106. Campo de velocidades promediadas en el tiempo para el ensayo V05D21AV: a)
velocidades horizontales y b) velocidades verticales. La flecha amarilla señala la
posición de un berberecho recolocado por el flujo en una dimensión mayor que
el resto del parche.
- C4.175 -
Resultados
140
140
0.2
120
120
0.15
100
100
0.1
80
80 0.05
y (mm)
Z (mm)
0 60
60
-0.05
40 40
-0.1
20
20
zc
-0.15
0 zm
0
-0.2 zt
-20
-20
-0.25
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
x (mm)
0.0 0.2 0.4
〈u 〉
0.0 1.0
φ(z)
(a)
0.05
140
140
0.04
120
120
0.03
100
100
0.02
80
80 0.01
y (mm)
Z (mm)
60
0
60
-0.01 40
40
-0.02 20
20 zc
-0.03 zm
0
0
zt
-0.04
-20
-20
-0.05
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
w
-0.01 0.0 0.01 0.02 0.03
〈w〉
0.0 1.0
φ(z)
(b) x (mm)
- C4.176 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
25
z (mm)
z (mm)
20
15
10
-5
-10
-15
-0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
a) 〈u 〉 (m/s) b) 〈u 〉 (m/s)
Figura 4.108. Comparación de las velocidades doblemente promediadas para la serie de
ensayos de la población de d~21 mm y estado vivo: a) densidad de
reclutamiento alta y b) densidad de reclutamiento baja. Los símbolos rellenos
representan la zona situada bajo las crestas del lecho.
También se puede observar como la velocidad V05 para la densidad baja, Figura 4.108 (b), es
mayor que la velocidad más alta de ensayo V06. Estas diferencias se atribuyen a que en el
momento de hacer la grabación había pocos berberechos en la zona de análisis (ver la Figura
4.105). Esto provoca un incremento de las velocidades, la desaparición del punto de inflexión y
el retardo de las velocidades en el perfil porque no se producen estelas, o éstas son poco
importantes con respecto a toda la zona de promediado, y que la ley de velocidades se
asemeje más a una distribución logarítmica sobre un lecho sin moluscos.
- C4.177 -
Resultados
60 60
45 45
30 30
15 15
0 0
-15 -15
0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05
Figura 4.109. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para los ensayos de
ensayos de la población de d~21 mm y estado vivo: a) intensidades horizontales
y b) intensidades verticales. En la figura se han agregado las dos densidades de
reclutamiento.
- C4.178 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
corresponde con la del ensayo de baja densidad, que como se ha indicado anteriormente,
presenta una velocidad un poco mayor que la de la media de ensayos (ver Figura 4.108).
El resto de características de la distribuciones es similar a la encontrada para los ensayos de
grupos de tallas y puede consultarse en ese apartado (ver Figura 4.84 a Figura 4.87, página
4.139). Lo mismo sucede con las intensidades de forma, que siguen las características
descritas en la Figura 4.88 para los ensayos de grupos de tallas.
Como se puede apreciar en la Figura 4.110, las intensidades turbulentas dispersivas
horizontales y verticales son prácticamente constantes e iguales hasta unos 30 mm por encima
del nivel de la superficie media del lecho. A partir de esta distancia, las intensidades verticales
crecen hasta alcanzan un máximo pocos milímetros por encima de las crestas del lecho.
V01
120 120
V02
V03
105 105
V04
V05
90 90
V06
75 z (mm) 75
z (mm)
60 60
45 45
30 30
15 15
0 0
-15
-15
0 0.01 0.02 0.03
0 0.01 0.02 0.03
a) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s) b) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s)
Comparando los valores de las intensidades de forma para los dos reclutamientos se vuelve a
encontrar, como sucedía con los ensayos de grupos de tallas, que para la mayor densidad de
reclutamiento las intensidades son más elevadas.
El análisis de las tensiones de Reynolds y de forma revela un comportamiento similar al
encontrado en los ensayos anteriores. En la Figura 4.111 se han representado las
distribuciones para el ensayo de la población de otoño en estado vivo. Se puede comprobar
que no siempre un incremento de velocidad se traduce en una mayor tensión de Reynolds.
Este fenómeno se puede observar entre los grupos de velocidades V01-V03 y V04-V06, pero
también dentro de cada grupo (p.ej. para las velocidades más altas y densidad baja, las
mayores tensiones se producen para la V04). Este fenómeno se atribuye a cambios en la
rugosidad relativa entre ensayos que afectan a las distribuciones de esfuerzos de corte.
- C4.179 -
Resultados
a)
75 75 75
z (mm)
60 60 60
45 45 45
30 30 30
15 15 15
0 0 0
120
105
90
75
z (mm)
60
45
30
15
-15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006
Figura 4.111. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados
(símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de la población de
de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad alta.
Las tensiones de forma también reproducen las características de los ensayos de grupos de
tallas. Así, estas son prácticamente constantes y nulas hasta unos 2 o 3 cm por encima de las
crestas del lecho y de signo generalmente positivo, aunque también se han observado
tensiones de forma con signo negativo y con oscilaciones muy pronunciadas (con cambio de
signo) en la región del lecho.
Además, el reclutamiento influye en las distribuciones de modo que las tensiones más grandes
se han encontrado para la densidad alta, ver Figura 4.112. En esta figura también se puede
apreciar como los máximos se producen aproxidamente sobre las crestas del lecho.
- C4.180 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
120 120
105 105
90 90
75 75
z (mm)
60 60
45 45
30 30
15 15
0 0
-15 -15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006
a) 〈uw 〉 b) 〈uw 〉
Figura 4.112. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de la población de de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad
alta. Se representa la posición media de las crestas y de los senos del lecho con
una línea discontinua.
Las tensiones de forma también son muy importantes en estos ensayos, alcanzando valores
que en algunos casos son del mismo orden de magnitud que las tensiones de Reynolds. En
promedio el ratio 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 vale 0.64±0.29, aunque la contribución en la talla más grande
- C4.181 -
Resultados
Por último, se presenta una comparación entre las velocidades de corte estimadas a partir de la
ley logarítmica de velocidades, u*log, las estimadas a partir de la extrapolación de los perfiles de
esfuerzos de Reynolds hasta los calados zc y zm (z=0), u*uw,(z=zc) y u*uw,(z=0), y las determinadas a
partir de la tensión máxima − ρ 〈u ' w '〉 − ρ 〈uw〉 , u*max,uw. Con este objeto, se presenta en
primer lugar en la Tabla 4.47 el valor de las velocidades de fricción así determinadas en función
de los factores velocidad–reclutamiento, talla–reclutamiento y estado–reclutamiento. Además,
los valores medios de la velocidad de fricción característica para los factores analizados
individualmente se recogen en la Tabla 4.43 y en la Tabla 4.44.
Tabla 4.47. Velocidades de fricción en los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica) para los factores velocidad-reclutamiento, talla-
reclutamiento y estado-reclutamiento.
- C4.182 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
0.06
u*,log
0.04
0.02
0.08 0.00
(m/s)
0.06
u*,uw(z=0)
0.04
0.02
0.00 0.08
(m/s)
0.06
u*,uw(z=zc)
0.04
0.02
0.08 0.00
densidad alta
(m/s)
0.04
u*max,uw
0.02
0.00
0.3 0.4 0.5 0.02 0.04 0.06 0.08
〈u 〉 (m/s) 〈umax 〉 (m/s) u* (m/s)
Figura 4.113. Matriz de correlación entre la velocidad doblemente promediada media y
máxima y la velocidad de fricción característica con las velocidades de fricción
estimadas a partir del perfil logarítmico u*log, de la extrapolación de las tensiones
de Reynolds u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y a partir de la tensión tangencial total máxima
u*max,uw. Se han representado los ensayos de poblaciones en función del grado
de reclutamiento.
- C4.183 -
Resultados
En esta figura se puede apreciar como ahora u*log sigue una tendencia de proporcionalidad con
la velocidad con mucha menor dispersión que para los ensayos de grupos de tallas (Figura
4.95). También se observa como las velocidades estimadas a partir de los perfiles de tensiones
son prácticamente constantes a lo largo de los ensayos realizados.
Nuevamente, parece que la velocidad de fricción estimada a partir de las tensiones de
Reynolds es aproxidamente constante, tomando un valor de referencia a la altura de la posición
media del lecho de 0.020±0.004 m/s. Esta velocidad representa aproximadamente un
47.8%±12.7 de la velocidad de fricción u*log aunque si se analiza su contribución a la tensión
tangencial sobre el lecho τ 0 (∝ u*2 ) ésta se reduce a un 20.9%±26.6%. Estas cifras son
similares a las obtenidas en los ensayos de grupos de tallas.
- C4.184 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
% MOVILIZADOS
100%
d~21mm densidad baja densidad alta
d~24mm densidad baja densidad alta
80%
60%
40%
20%
0%
0.0010 0.0100 0.1000
Ψs
Figura 4.114. Relación entre el porcentaje de los moluscos movilizados y el parámetro de
Shields Ψs en función de la densidad de reclutamiento y de la población
analizada. Las velocidades de fricción empleadas son para fondo sin
berberechos, ver Tabla 4.27.
1.00E-02
d~21mm densidad baja densidad alta
d~24mm densidad baja densidad alta
Eq. (4.40)
1.00E-03
Eq. (4.36)
Φq
1.00E-04
1.00E-05
1.00E-06
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
Figura 4.115. Relación entre el caudal sólido de fondo adimensional Φq y el parámetro de
Shields Ψs en función de la densidad de reclutamiento y de la población
analizada. Las velocidades de fricción empleadas son para fondo sin
berberechos, ver Tabla 4.27. Se han representado los ajustes obtenidos para
los ensayos de grupos de tallas, ecuación (4.35), y los de poblaciones, ecuación
(4.40).
- C4.185 -
Resultados
1.00E-04
1.00E-05
ΦE
1.00E-06
Eq. (4.38)
1.00E-08
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
Figura 4.116. Relación entre el ratio de movilización ΦE y el parámetro de Shields Ψs en
función de la densidad de reclutamiento y de la población analizada. Las
velocidades de fricción empleadas son para fondo sin berberechos, ver Tabla
4.27. Se han representado los ajustes obtenidos para los ensayos de grupos de
tallas, ecuación (4.37), y los de poblaciones, ecuación (4.40).
A partir de los pares de puntos representados por el parámetro de Shields y las funciones de
transporte se han ajustado las siguientes funciones de transporte potenciales:
Φ q = 0.055223 ⋅ Ψ1.5338
s (4.40)
Φ E = 0.00061707 ⋅ Ψ1.6546
s (4.41)
La bondad de las ecuaciones anteriores medida a partir del coeficiente de correlación cruzada
es similar a la de otros estudios de transporte de sedimentos, siendo R2=0.83 y R2=0.85 para
las ecuaciones (4.40) y (4.41) respectivamente.
Si se comparan las ecuaciones anteriores con las obtenidas para los ensayos de grupos de
tallas se puede observar como para los ensayos de poblaciones la dispersión es menor.
También se observa como la función de mejor ajuste de esto ensayos es ligeramente diferente
a la de los ensayos de tallas (ecuación (4.38).
Este último resultado confirma nuevamente las diferencias existentes entre la movilización de
los grupos de berberechos de tamaño uniforme y los grupos con una distribución similar a la
encontrada en el banco marisquero de los Lombos do Ulla. Estas diferencias se pueden atribuir
a la “heterogeneidad” del lecho, menor cuando los moluscos se agrupan en una distribución de
poblaciones y cuando el reclutamiento es mayor. En estas condiciones es más factible que la
estructura del flujo siga el perfil logarítmico de velocidades, y por tanto la dispersión encontrada
en la velocidad de fricción sea menor.
- C4.186 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
- C4.187 -
Bibliografía del capítulo
- C4.188 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule
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- C4.195 -
C05
SÍNTESIS DE RESULTADOS Y
CONCLUSIONES
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
Lombos
do Ulla
Lombos do Ulla
RÍA DE
AROUSA Cortegada
Carril
(a) (b)
Figura 5.1. (a) Fotografía satélite de la Ría de Arousa y su situación en Galicia y (b)
perspectiva del banco marisquero de los Lombos do Ulla (Fuente:VideaLab).
- C5.1 -
Introducción
gobierno autonómico, y varios trabajos dirigidos por J. Molares y J. M. Parada del Centro de
Investigacións Mariñas (CIMA), que relacionan la mortalidad con los episodios de lluvias
extremas y los grandes caudales en el río Ulla.
Motivados por este fenómeno, el Grupo de Enxeñaría do Agua e do Medio Ambiente (GEAMA)
de la Universidade da Coruña (UDC) comenzó a trabajar en el análisis del arrastre de los
berberechos de esta zona de Galicia. Los estudios preliminares, realizados con berberechos
muertos aislados colocados sobre un lecho de arena de la zona ya han sido publicados y se
pueden consultar en el Apéndice 1 de esta Tesis Doctoral (Anta et al., 2007; Peña et al., 2008).
Los trabajos presentados aquí continúan esta línea de investigación y forman parte del
Proyecto de Investigación “Afecciones a la fauna de las aguas de transición por las variaciones
de caudal originadas por las centrales hidroeléctricas de punta”, financiado por la Secretaría
General e Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, y
desarrollado por el área de Ingeniería Hidráulica del GEAMA en consorcio con la empresa
SOCOIN, SL.
En esta Tesis Doctoral se ha realizado un estudio hidrodinámico en laboratorio sobre el arrastre
de varios grupos de berberechos adultos, con diferentes reclutamientos y tamaños. Para la
realización de los experimentos, se ha construido en las instalaciones del Centro de
Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil (CITEEC) de la UDC, un canal de
recirculación en forma de circuito de carreras. Para la determinación de los campos de
velocidades se ha empleado la tecnología Particle Image Velocimetry que permite obtener los
campos instantáneos de velocidad así como la posición del lecho cubierto con berberechos.
El principal objetivo de la investigación es mejorar el conocimiento del fenómeno de arrastre de
los stocks de berberechos adultos. Aunque en la literatura existen numerosos trabajos sobre la
influencia de la hidrodinámica en los procesos de dispersión de los individuos más pequeños
(larvas y juveniles, de tamaño inferior a los ~10 mm), prácticamente no existen referencias
sobre poblaciones adultas. Además, en las conversaciones mantenidas con los técnicos del
CIMA, no se manifestó la existencia de problemas con la movilización de los moluscos más
pequeños en el banco marisquero.
Desde un punto de vista hidráulico, el flujo sobre los berberechos es un flujo de tipo rugoso
sobre un lecho irregular y heterogéneo espacialmente. Para poder describir los parámetros
hidrodinámicos en estas condiciones de contorno se ha empleado la metodología del doble
promediado, de reciente aplicación en el ámbito de la ingeniería hidráulica.
Para el análisis de los factores que afectan al arrastre se han empleado técnicas estadísticas
habituales en los trabajos de ecología y biología marina, como el Análisis de la Varianza,
ANOVA. Una descripción de las hipótesis de este método y el desarrollo general del modelo se
recoge en el Apéndice 2 de esta Tesis Doctoral. La movilización de los bivalvos también se ha
descrito a través del ajuste de funciones de transporte de fondo como las utilizadas en los
trabajos de transporte de gravas y en encauzamientos en obras de ingeniería fluvial.
A continuación se recoge una síntesis y discusión de los principales resultados de este estudio.
Además de los resultados meramente experimentales, se ha considerado interesante incluir en
la síntesis las principales contribuciones del estado del conocimiento que han jugado un papel
determinante en la determinación de la metodología y en el enfoque del trabajo. Por último se
presentarán en los apartados 5.3 y 5.4, las principales conclusiones extraídas y algunas
recomendaciones y líneas de trabajo futuras.
- C5.2 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
- C5.3 -
Síntesis y discusión de resultados
z, w
y, v
plano láser
x, u
promediado en
paralelelípedo
paralelo al fondo
Figura 5.2. Esquema del procedimiento del doble promediado aplicado en los ensayos de
arrastre de berberechos con la tecnología PIV.
- C5.4 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
Así, cuando el lecho tiene grandes rugosidades como cantos o gravas, la formación de estelas
y capas de mezcla aguas abajo de las mismas favorece que el flujo se retrase en esta zona.
Esta deceleración modifica la forma de la ley de velocidades, que ya no sigue la distribución
logarítmica (ver p.ej. Mignot et al., 2009). La destrucción de la estructura logarítmica también se
ha constado en flujos con muy baja sumergencia, donde no existiría calado suficiente para que
esta se desarrollase (Manes et al., 2007).
En los flujos rugosos se producen alteraciones en la distribución de tensiones tangenciales de
Reynolds − ρ 〈u ' w '〉 y, por efecto del fondo, aparecen esfuerzos de tipo dispersivo o de forma,
− ρ 〈uw〉 . Como sucedía con las velocidades, la estructura del lecho determina las
distribuciones de estos esfuerzos.
En general, el término de tensiones totales también está afectado por los esfuerzos de arrastre
de presión de forma y viscosos, la no uniformidad del flujo y por las corrientes secundarias.
Una revisión de la importancia de estos efectos en la estructura del flujo se presentará de modo
conjunto con los resultados en apartados posteriores.
Otras contribuciones del estado del conocimiento al análisis experimental han sido las
diferentes metodologías empleadas habitualmente para determinar la velocidad de fricción,
para, a partir de ésta, estimar la tensión tangencial sobre el lecho (§2.4.5). Se ha hecho un
especial hincapié en los métodos más habituales: pendiente motriz, ley logarítmica de
velocidades y extrapolación de las tensiones de Reynolds hasta el lecho. Por último, en el
apartado 2.5, se ha introducido el estudio de la turbulencia y se ha realizado una descripción de
los principales estadísticos empleados para su caracterización.
COLUMNA DE AGUA
dispersión
crecimiento
FASE
PLANCTÓNICA
fertilización sedimentación
y
contacto y
liberación evaluación
metamorfósis
reproducción gamentos del sustrato
FASE
adulto juvenil
BENTÓNICA
crecimiento
SUSTRATO
Figura 5.3. Ciclo de vida (idealizado) de un invertebrado marino bentónico con fases
planctónica larvaria y bentónica juvenil y adulta (elaboración propia a partir de
Eckman, 1996; Hendriks, 2004)
- C5.5 -
Síntesis y discusión de resultados
Como otros organismos bentónicos, el C.edule comienza su vida en la columna de agua como
una larva. Tras esta fase planctónica, las larvas asientan y se fijan al sustrato. Este proceso de
asentamiento primario se define como el momento en que se produce la transición de la vida
planctónica a bentónica. Tras el asentamiento, la larva sufre la metamorfosis a juvenil.
El término de asentamiento primario se emplea en la literatura para diferenciar procesos de los
mecanismos de dispersión, o migración vertical en la columna de agua, y posterior
asentamiento secundario que presentan muchos organismos bentónicos en las fases
postlarvarias y juveniles.
La dispersión y el asentamiento secundario es un mecanismo complejo. En algunas ocasiones
es provocado por episodios metereológicos o hidrodinámicos extremos, como una crecida o un
temporal, pero en otros está favorecido por un proceso activo de migración vertical de las
postlarvas y juveniles.
En el Capítulo 4 se refleja el debate que existe en la comunidad científica sobre los procesos
de selección activa/pasiva y su influencia en la distribución y estructura de las comunidades
bentónicas. También se han recogido algunos trabajos relacionados con el estudio de la
capacidad de algunos organismos bentónicos de cambiar sus propiedades hidrodinámicas para
migrar verticalmente y favorecer su dispersión. Así, las larvas y juveniles de algunos bivalvos y
poliquetos pueden incrementar su coeficiente de arrastre favoreciendo así su resuspensión,
mediante un filamento generado por su glándula de biso, ver (Sidgursson et al., 1976). Este
mecanismo de dispersión por biso - byssus drifting- es dependiente del tipo de especie y de la
edad del individuo. En general, para organismos mayores de 5 mm, la generación de biso es
poco importante (ver p.ej. Yankson, 1986; Hiddink et al., 2002; Olivier y Retière, 2006).
1 mm
Figura 5.4. Secreción de biso de un juvenil de Macoma balthica coloreado con alcano azul
(Hiddink et al., 2002).
Para estudiar la hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos bentónicos como los bivalvos se
han desarrollado numerosos trabajos a escala de laboratorio en canales hidráulicos. Los
principales estudios se han focalizado en la interacción entre la hidrodinámica en la fase de
sedimentación larvaria, en los mecanismos de selección activa y también, aunque en menor
medida, en los procesos de asentamiento secundario y recolocación de adultos y juveniles.
En el texto se ha recogido información sobre los principales centros e instalaciones disponibles
a nivel europeo en la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). Las características más destacables
de los canales de esta red son que los flujos son hidráulicamente lisos, con velocidades de
fricción entre 0.053-0.015 m/s para una velocidad media de 25 cm/s, y, en varias instalaciones,
con corrientes secundarias asociadas al flujo en curva y también a bajas relaciones de aspecto
B/H (canal estrecho).
- C5.6 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
5.2.3.1. Introducción
En la campaña experimental se han analizado un total de 144 escenarios de movilización
de berberechos de tamaños comprendidos entre los ~15 y los ~35 mm bajo 6 velocidades
diferentes, dos reclutamientos 98 (~500 y ~1000 ind/m2) y estados de actividad (con los
moluscos vivos y muertos). Los ensayos se han distribuido en dos grandes bloques en función
de la distribución de tamaños de los bivalvos. En el primer grupo de ensayos se han empleado
berberechos de tamaño uniforme de cuatro tallas: 15-20, 20-25, 25-30 y 30-35 mm. En el
segundo grupo se han analizado dos tallas con mezcla de bivalvos de tamaño entre
comprendido ente ~15 y ~30 mm.
Tabla 5.1. Resumen de los escenarios analizados en los ensayos de movilización de
berberechos realizados en este estudio.
15 – 20 mm
0.29 m/s
Grupo de 20 – 25 mm
0.32 m/s
tamaños 25 – 30 mm
Vivo 500 ind/m2 0.35 m/s
30 – 35 mm
2
Muerto 1000 ind/m 0.39 m/s
98
En este trabajo se ha definido reclutamiento como el número de berberechos presentes por unidad de
superficie de sustrato.
- C5.7 -
Síntesis y discusión de resultados
Para cada configuración analizada se han realizado 4 repeticiones en los ensayos de grupos
de tamaño y 3 repeticiones para las poblaciones de tamaño variable. En la Tabla 5.1 se
presenta un esquema con los escenarios analizados.
En el primer bloque de ensayos, denominado de Grupos de tamaños, los berberechos
presentan un tamaño bastante uniforme y se ha ejecutado siguiendo la metodología
presentada en otros trabajos de la literatura (ver p.ej. St-Onge y Miron, 2007). El segundo
bloque, denominado de Poblaciones estacionales, intenta representar la distribución de
tamaños del C.edule en los Lombos del Ulla al comienzo y al final de la campaña extractiva de
dicho bivalvo (§Figura 4.41). En los experimentos de poblaciones, el grupo más joven de otoño
se caracteriza por un diámetro medio de 20.9, y el de primavera por un diámetro medio de 24.3
mm.
Del mismo modo, los reclutamientos empleados también se seleccionaron en base a los datos
de la zona de estudio (Parada et al., 2006) y a las conversaciones mantenidas con los técnicos
del CIMA de la localidad de Corón, encargados del seguimiento del Plan de Recuperación
Ambiental de los Lombos do Ulla. Como se ha comentado anteriormente, la elección de una
población de tamaño adulto, también atiende a las reuniones mantenidas con los técnicos del
CIMA, que manifestaron el fenómeno de recolocación de los stocks tras fuertes episodios de
precipitación. Por este motivo, las velocidades de ensayo también son elevadas, y se
encuentran en el orden de magnitud de las registradas experimentalmente y evaluadas
numéricamente en los Lombos do Ulla (§4.1).
También hay que señalar que los ensayos con poblaciones estacionales se pueden considerar
innovadores ya que, desde nuestro conocimiento, únicamente se habían analizado hasta el
momento el arrastre de poblaciones con tamaños más o menos uniformes.
99
Al tratarse de un canal construido inicialmente para este trabajo en el proceso de diseño se han
desarrollado varias fases de prueba y error.
- C5.8 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
Caja de sedimento
R:
B=0.5 m
70 x 40 x 10 cm
cámara CCD
0.7 m
(a) (b)
0.95 m
Figura 5.5. (a) Esquema del canal de recirculación y (b) Montaje experimental del equipo
PIV.
- C5.9 -
Síntesis y discusión de resultados
(Stanislas et al., 2008), aunque en montajes experimentales reales se suele dar una cota de
error de ~0.1 px (ver recientemente Nobach y Bodenschatz, 2009).
En los ensayos de esta Tesis Doctoral se ha determinado un desplazamiento medio, del lado
de la seguridad, de unos ~5 px. Aplicando la cota de error más conservadora, para este
desplazamiento se obtiene un error sistemático de un 2%, o de 0.025 mm.
Además, para el desarrollo experimental se han empleado otras instalaciones auxiliares como
un acuario con agua marina para aclimatar y conservar los berberechos durante la realización
de los ensayos. Para la alimentación de los moluscos se ha cultivado, con ayuda del
Laboratorio de Microbiología de la UDC, el alga Tresaselmis suecica adecuada para este tipo
de trabajos.
7 cm 7 cm
0.7 m 0.7 m
(a) 0.95 m
(b) 0.95 m
Figura 5.6. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones.
Antes de comenzar cada ensayo se niveló el lecho. Después, los berberechos fueron
colocados a mano sobre la arena, y tras un periodo de aclimatación de 5 minutos en el canal,
se procedía a arrancar el motor. La duración de los ensayos fue de 5 minutos y 10 minutos,
para los ensayos de grupos de tamaños y de poblaciones estacionales respectivamente. Una
vez finalizado el tiempo de ensayo, se detenía el motor y se procedía a contar los moluscos
arrastrados fuera del área de análisis. Hay que señalar que el modo de movilización de
berberechos es por saltación y también arrastre.
- C5.10 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
Como se puede apreciar en la Figura 5.6, el plano donde se han determinado las velocidades
no está situado en el centro del canal. La elección de este plano de medida atendió a criterios
de visualización del flujo ya que los diferentes recintos experimentales se separaron por una
placa de acero de 2 mm de espesor hincada en la arena, que sobresalía unos 4 cm del mismo.
Las placas separadoras definen zonas de análisis independientes (ver p.ej. de Montaudouin et
al., 2003), y evitan la interacción de los moluscos entre los recintos (p.ej. cambios de región por
saltación). Estas placas también han evitado que la cámara captase los berberechos situados
en las regiones posteriores, ya que su visión habría afectado a las técnicas de evaluación de la
imagen y a la precisión del algoritmo de correlación cruzada.
Al terminar con el estado vivo, los moluscos se introdujeron en una solución de formol al 1%
para matarlos previamente a la repetición de los mismos escenarios con los individuos
muertos. Entre los ensayos con los moluscos vivos y muertos, y también cuando se procedió a
cambiar el motor, se realizó una limpieza del canal. Para facilitar esta labor, los deflectores
fueron retirados. Las pequeñas diferencias en las alineaciones de estas piezas se consideran
responsables de cambios en la estructura del flujo. Estas modificaciones se han percibido en
las distribuciones de tensiones e intensidades turbulentas determinadas experimentalmente
con el equipo PIV.
Además de los ensayos con berberechos, se determinaron los campos vectoriales sobre el
lecho de arena (ensayos de fondo liso). La caracterización hidrodinámica de este escenario ha
permitido comparar las características del flujo que se produce sobre los berberechos con las
del flujo sobre el fondo liso. También han servido para comparar estos resultados con los de la
literatura, ya que en los ensayos de movilización consultados sólo se recoge información de las
velocidades y velocidades de fricción para estas condiciones.
〈U ( z )〉 1 z + d
= ln + Br (5.1)
u* κ ks
- C5.11 -
Síntesis y discusión de resultados
Para determinar el valor de la velocidad de fricción se fijaron los valores del plano de
desplazamiento nulo, d = 0.2·d50 ~ 0.5 mm, y de la rugosidad equivalente de Nikuradse, en 2·d50
~ 2.84 mm. El ajuste se ha realizado empleando el tramo de perfil doblemente promediado
situado entre ~0.08 y ~0.2 z/H con ayuda de la herramienta Solver© de Microsoft Excel©.
En los ensayos con berberechos, donde el flujo es rugoso, se ha empleado la siguiente
expresión para la ley logarítmica de velocidades:
〈U ( z )〉 1 z
= ln (5.2)
u* κ z0
Los campos vectoriales fueron traslados al nuevo origen de coordenadas y antes de proceder
con el tratamiento de los mismos, se eliminaron los vectores situados por debajo de la posición
del lecho. En este proceso también se eliminaron manualmente algunas zonas con vectores
anómalos relacionados con problemas de visualización de gotas o manchas en el cristal del
canal (Figuras 4.60 y 4.61). Esta etapa de preprocesado es una condición imprescindible para
poder obtener unos buenos resultados.
- C5.12 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
posteriori de SNK, Tukey HSD y Bonferroni para determinar qué niveles de cada factor influían
significativamente sobre la movilización de los berberechos
ρc
3
ρt , densidad total [ g/cm ] Lineal 0.0261⋅ c + 0.6613 0.88
Los valores medios (±desviación estándar) de las densidades de concha y berberechos han
sido de 1.69±0.45 g/cm3 y 1.29±0.19 g/cm3 respectivamente. Para la definición de los
parámetros de estabilidad y de movilidad de las fórmulas de transporte de caudal sólido de
fondo se han empleado unas densidades de berberecho de 1.09, 1.24, 1.40 y 1.54 g/cm3, para
las tallas de 15-20, 20-25, 25-30 y 30-35 mm respectivamente. Para los grupos de tamaños, las
- C5.13 -
Síntesis y discusión de resultados
densidades medias de los bivalvos de la población de otoño y primavera han sido 1.20 y 1.29
g/cm3 respectivamente.
Los principales parámetros determinados en este trabajo coinciden con los valores de trabajos
desarrollados en la zona de los Lombos do Ulla (González y Pérez, 1984b, a) y con los
realizados anteriormente por el GEAMA.
ENSAYO
〈U med 〉 〈U max 〉 u* ≡ u*,log u*uw Re h Fr*Δ
-3
(m/s) (m/s) (m/s) (m/s) (x10 ) (-)
- C5.14 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
En la Tabla 5.3 también se puede observar como las velocidades de fricción determinadas a
partir de la extrapolación del perfil de tensiones de Reynolds son inferiores, un 70±4% en
términos medios, a las estimadas a partir del perfil logarítmico. Estas variaciones se atribuyen
fundamentalmente a la presencia de corrientes secundarias que modifican la distribución de
tensiones de Reynolds. Por este motivo, se ha empleado la velocidad de corte determinada con
la ley logarítmica de velocidades como velocidad característica para el análisis de los perfiles
de velocidades y tensiones, ya que, en sentido estricto, la velocidad de corte determinada a
partir de la extrapolación las tensiones de Reynolds sólo es válida para flujos bidimensionales
uniformes (Detert, 2008).
Siguiendo el procedimiento explicado en la metodología, se han determinado las velocidades
de fricción con errores cuadráticos medios inferiores al 1%, y con un valor medio para la
constante de integración integración Br de 8.40±0.11 que se encuentra dentro de los rangos
habituales para régimen rugoso. Hay que señalar que la existencia de transporte de
sedimentos de fondo afecta a la parte inferior del perfil de velocidades que se retrasa
ligeramente, y adquiere forma de S (Wang et al., 2001). Esta circunstancia, así como el efecto
de descenso de velocidades provocado las corrientes secundarias, se han registrado en la
distribución vertical de velocidades, como se puede ver en la Figura 5.7.
0.60
V01FL
V02FL
0.50 V03FL
V04FL
V05FL
0.40
V06FL
〈u 〉 (m/s)
0.30
0.20
0.10
0.00
0.01 0.1 1
z / H (-)
Figura 5.7. Perfiles de velocidad doblemente promediados en los ensayos de fondo liso.
- C5.15 -
Síntesis y discusión de resultados
Respecto a la estructura de las intensidades turbulentas hay que señalar que éstas también
reflejan la existencia de corrientes secundarias, especialmente en la mitad inferior del calado
donde se separan más de las distribuciones empíricas universales para flujo 2D uniforme
recogidas en la literatura (§Figura 4.67; Nezu y Nakagawa, 1993; Kironoto y Graf, 1994). El
valor de las intensidades turbulentas verticales de forma normalizadas con la velocidad de
fricción en la región del lecho, 〈σ w 〉 / u* ∼ 0.2 , es similar al de otros trabajos sobre flujos lisos o
de transición (Cameron et al., 2008). Sin embargo, para la componente horizontal los valores
determinados son ligeramente inferiores a los de la literatura, 〈σ u 〉 / u* ∼ 0.1 vs ∼ 0.4 . En el resto
de la vertical, las tensiones de forma son prácticamente constantes y muy reducidas (~0.05), en
la literatura y para la componente horizontal en estos ensayos. Nuevamente, el valor de la
tensión de forma adimensional vertical (~0.1) es un tanto elevado lejos del contorno. Este
incremento de la intensidad turbulenta y de las tensiones de forma verticales se atribuye al
efecto de las corrientes secundarias sobre la estructura de las velocidades verticales.
Las tensiones de Reynolds también reflejan el efecto de las corrientes secundarias y la no
uniformidad del flujo, especialmente para los ensayos de las velocidades más altas (§Figura
4.68). Se ha cuantificado la contribución de los esfuerzos de Reynolds a la tensión sobre el
lecho (determinada a partir u*log ) en un 51±5%. Este valor es un tanto inferior al recogido por
Detert (2008), que para un lecho de gravas y esferas en unas condiciones de flujo ligeramente
no uniforme en la línea central de un canal de relación B/H=4.5 encontró una relación entorno
al 80% (u*uw/u*log=90±3%). En la literatura se ha cuantificado la importancia de las corrientes
secundarias a través de medidas experimentales de la componente v de la velocidad
transversal. Como se comentará en el apartado 5.2.7, en algunos flujos rugosos este término
puede representar hasta un ~70% de la tensión total (Coleman et al., 2007).
- C5.16 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
VELOCIDAD
TALLA
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s
VELOCIDAD
TALLA
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s
- C5.17 -
Síntesis y discusión de resultados
Para velocidades mayores este efecto desaparece y los ratios de transporte se igualan, aunque
para la población estacional más pequeña son ligeramente superiores a los de la talla de 20-25
mm.
Las diferencias que se producen entre los grupos de tallas y las poblaciones estacionales son
similares a las que se encuentran cuando se estudia el transporte de dos mezclas de
sedimento con el mismo tamaño medio pero diferente distribución granulométrica. En una
mezcla de sedimentos con tamaños de grano variados, se producen fenómenos de
ocultamiento de los granos más pequeños y de exposición de los más grandes. Este proceso,
favorece que los sedimentos más pequeños de la mezcla tengan una tensión crítica mayor que
la equivalente a la de un lecho del mismo tamaño pero con granulometría uniforme. De modo
opuesto, los granos gruesos de una mezcla tienen una tensión crítica relativa menor que
cuando la distribución es uniforme (ver entre otros Parker, 1989; García, 2006):
Si este efecto se reproduce en los ensayos de transporte de berberechos, se tendrá que para
las distribuciones de bivalvos no uniformes la distribución de poblaciones presenta una tensión
de arrastre relativamente mayor que una con el mismo tamaño pero de distribución uniforme.
Por este motivo, los moluscos de poblaciones son más resistentes al arrastre que los de la talla
de 20-25 mm para las velocidades más bajas. Una vez superado el umbral de movimiento de la
distribución no uniforme, las diferencias con la talla homogénea desaparecen.
El factor reclutamiento también afecta al proceso de arrastre de los berberechos, reduciéndose
el porcentaje de movilización con las mayores densidades de reclutamiento. En términos
medios, se pasa del 37% al 26% en los ensayos de tallas, y del 35% al 24% en los ensayos de
poblaciones.
Con respecto al estado de los berberechos, también se ha encontrado un comportamiento
diferenciado entre los ensayos de tallas y poblaciones, ya que en los primeros la movilización
media es superior con los moluscos muertos (35% vs 28%). En los ensayos de poblaciones, el
porcentaje medio de moluscos arrastrados vivos y muertos es prácticamente el mismo, y se
sitúa en el entorno del 29%.
Para confirmar las tendencias encontradas en el análisis exploratorio se realizó un análisis de
la varianza para cada bloque de ensayos. Este análisis confirma que todos los factores
involucrados en los ensayos de tallas influyen la movilización de los moluscos, y además con
niveles de significancia muy altos (p<0.001). En los ensayos de poblaciones, el test refleja que
sólo la velocidad, la talla y el reclutamiento afectan a la media de berberechos arrastrados
(también, con significancia estadística elevada, p<0.001).
En los ensayos de tallas, el ANOVA indica que algunas interacciones también afectan a la
movilización (§Tabla 4.19). Son significativas (p<0.05) las interacciones de primer orden
Velocidad x Talla, Talla x Estado y Densidad x Estado y las de segundo Velocidad x Talla x
Densidad, Velocidad x Talla x Estado. Al analizar la potencia del test se comprueba que todos
los factores e interacciones significativas tienen una potencia elevada, 1-β > 0.9. Son una
excepción las interacciones secundarias Talla x Estado y Densidad x Estado, que tienen una
potencia cercana al 70%, que está un poco por debajo del límite de lo que se podría considerar
como un resultado significativo.
Hay que señalar que la existencia de interacciones no representa ningún problema mayor que
el incremento de la complejidad del análisis. En muchos experimentos se producen
interacciones con factores que no se analizan, y no se conoce de su existencia. Además, la
- C5.18 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
- C5.19 -
Síntesis y discusión de resultados
0.06
u* ≅ 0.08u - 0.01; R =0.99
2
fondo liso
media grupo tallas
talla 20-25 mm
media poblaciones u* ≅ 0.13u - 0.01; R2 =0.92
0.05
(m/s)
0.04
u*
0.03
0.02
0.25 0.30 0.35 0.40 0.45 0.50
〈u 〉 (m/s)
Figura 5.8. Relación entre la velocidad media doblemente promediada y la velocidad de
fricción media determinada a partir de la ley logarítmica de velocidades para los
ensayos de grupos de tallas y poblaciones estacionales.
El análisis de la rugosidad del lecho refleja que con el incremento de la velocidad, la rugosidad
característica y la posición del plano z=0 descienden, cuando nos encontramos en los ensayos
de grupos de tallas. En los ensayos de poblaciones, no parece existir un patrón de
comportamiento con la velocidad, evidenciando nuevamente que no sólo la talla sino también
como ésta se distribuye influyen en los ensayos de movilización. Al analizar estas variables con
la talla y densidad se observa una relación directa con la talla (a mayor talla mayor rugosidad
característica) e inversa con el reclutamiento.
Para los ensayos de grupos de tallas se ha realizado un análisis de la rugosidad relativa λ/Δ en
los escenarios de reclutamiento bajo. Este estudio revela que al disminuir la talla se produce un
incremento en el ratio λ/Δ, por lo que el flujo se asemeja más al que se produce sobre un
obstáculo bidimensional aislado. En estas condiciones la tasa de transferencia de cantidad de
movimiento sobre el lecho aumenta. En la Figura 5.9 se puede observar como para el
reclutamiento bajo el gradiente de velocidades es mayor cerca del lecho, lo que se traduce en
una mayor velocidad de fricción y en un incremento de las sobre el fondo. Al reducirse el
espaciamiento, con tallas mayores o sobre configuraciones de lecho más uniformes
espacialmente como las de mayor densidad o las de los ensayos de poblaciones, la velocidad
de fricción se reduce para las mismas condiciones de flujo, y por tanto, la capacidad e
movilización de los berberechos.
Respecto a las escalas geométricas características los resultados más reseñables se refieren a
la posición del punto de velocidades máximas en la vertical, medido como δh o δh / H, y a la
sumergencia relativa de los experimentos, H/Δ. Las determinaciones experimentales confirman
que la magnitud de las velocidades verticales influyen en la relación δh / H, ya que, a mayor talla
y/o menor reclutamiento, la posición de las velocidades máximas se acerca hacia el lecho. Por
- C5.20 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
ejemplo, la relación entre la posición δh / H para los ensayos de tallas y los de fondo liso ha sido
0.34±0.16 mientras que los ensayos de poblaciones el ratio medio es 0.44±0.17.
0 0.1 0.2 0.3 0.4
m/s
reclutamiento bajo: λ/Δ>>
20
-20
-20
Es decir, el fenómeno del velocity dip es más pronunciado en lechos más rugosos. Este
fenómeno también puede estar relacionado con la importancia de las corrientes secundarias,
que para las mismas condiciones de flujo son más importantes en rugosidades tipo –k (flujo
sobre obstáculo aislado) que en las de tipo –d (flujo rasantes). Coleman et al. (2007),
cuantificaron esta importancia en unos ensayos sobre traviesas cuadradas con diferentes
separaciones relativas λ/Δ en un canal con una relación B/H=3. Estos autores señalan que la
separación de las traviesas influye en la contribución de las corrientes secundarias a la tensión
total, que varía entre un ~40% y en un ~70% para relaciones λ/Δ entre 2 y 16 respectivamente.
Por lo tanto, si el término asociado a las corrientes secundarias no se hubiese determinado,
una extrapolación directa de las tensiones de Reynolds hasta el lecho habría llevado a
subestimar de forma sistemática la velocidad de corte y las tensiones tangenciales sobre el
lecho. La aparición de estas tensiones se puede atribuir a las propias rugosidades que generan
un flujo 3D, y también a la relación de aspecto de los ensayos que fue B/H=3.
Por este motivo, el parámetro δh / H se encuentra por debajo de los valores encontrados en la
literatura y los predichos por las fórmulas empíricas presentadas en el Capítulo 2. Además, en
general para las velocidades más altas la relación δh / H se encuentra por encima o muy cerca
de la mitad del calado, y para las velocidades más bajas, por debajo de la mitad del calado.
- C5.21 -
Síntesis y discusión de resultados
Con respecto a la sumergencia relativa se puede señalar que en los ensayos realizados con la
talla de 15-20 mm se puede considerar alta (H/Δ~20). En los ensayos de poblaciones
estacionales y en las tallas intermedias la sumergencia se encuentra en un rango medio,
H/Δ~8-10, mientras que para la talla de 30-35 mm es ligeramente baja. En cualquier caso, para
esta talla no llega a los extremos de ser un flujo de tipo rugoso (H/Δ<3-4, §Figura 2.9, §2.3.1).
-50 -20 0 20 50
20
-20
Figura 5.10. Campo vectorial de las perturbaciones espaciales de la velocidad (u, w) para el
ensayo con el reclutamiento alto presentado en la Figura 5.9. Se ha
representado la vorticidad del campo y las estelas persistentes formadas en el
entorno de los berberechos más grandes del lecho.
- C5.22 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
- C5.23 -
Síntesis y discusión de resultados
Las tensiones de Reynolds no siguen la distribución lineal de los flujos 2D uniformes. Además,
al observar la distribución de este parámetro es más notable la influencia del tipo de motor y del
estado de los berberechos en la forma de la misma.
120
105
90
z (mm)
z (mm)
75
60
45
30
15
-15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0008 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006
a) 〈uw 〉 b) 〈uw 〉
Figura 5.11. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de talla comprendida entre 20 y 25 mm: a) densidad baja y b) densidad alta.
- C5.24 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
contribución de los esfuerzos dispersivos y la talla ensayada, mayor con tamaños crecientes
(p.ej. para la talla más pequeña del ensayo de grupos vale 0.36±0.42, y para la talla más
grande 0.76±0.62), y con el reclutamiento. Para el reclutamiento bajo/alto, la contribución es un
~10% inferior/superior a la media.
Respecto a las velocidades de corte, se han encontrado diferencias importantes entre las
determinadas a partir del perfil de velocidades, u*log, y las extrapoladas a partir de la distribución
de tensiones de Reynolds, u*uw. En ambos bloques de ensayos la relación u*uw (z=0)/u*log es
prácticamente idéntica ~0.48±0.13. Si se analiza la contribución a la tensión tangencial sobre el
lecho τ 0 (∝ u*2 ) , ésta se reduce a un ~25%.
Al comparar estos datos con los obtenidos para fondo liso se tiene que la relación entre las
velocidades de fricción desciende desde el ~70% al ~50%, y la contribución sobre las tensiones
sobre el lecho del ~50% al ~25%. Este hecho refleja la importancia de las corrientes
secundarias y como el hecho de no contemplarlas conllevaría a subestimar los esfuerzos de
corte sobre el lecho.
Sin embargo, en nuestros experimentos es previsible que el efecto de las corrientes
secundarias sea mucho mayor que en otros estudios de la literatura porque, además de tener
un flujo en un canal estrecho (B/H ~ 3.33), las medidas se realizaron lejos del plano central. Por
tanto, la tridimensionalidad del lecho y el efecto de las corrientes secundarias se consideran los
principales factores responsables de las elevadas contribuciones de las tensiones de forma a la
tensión total y también, de la reducida contribución de las tensiones de Reynolds.
Respecto a las velocidades de fricción estimadas con la ley logarítmica, ya se ha comentado en
en líneas anteriores la correlación de esta variable con el tipo de ensayo, de población o de
tallas, así como con el modo de movilización de los moluscos (ver apartado 5.2.7.1, Figura 5.8).
- C5.25 -
Síntesis y discusión de resultados
Φ q = 0.00684 ⋅ Ψ 0.97742
s (5.3)
Φ E = 0.00020672 ⋅ Ψ1.2311
s (5.4)
donde Φ q , Φ E son las variables adimensionales de transporte de caudal sólido y del ratio de
El coeficiente de correlación cruzada determinado, R2=0.76 y 0.75 para las ecuaciones (5.3) y
(5.4) respectivamente, es ligeramente inferior al de los ajustes realizados individualmente para
los ensayos de grupos de tallas y poblaciones estacionales. También se puede apreciar como
las nuevas funciones se asemejan más a las determinadas para los ensayos de tallas,
especialmente la función de transporte de caudal sólido, porque existen más determinaciones
experimentales en estos ensayos.
1.E-02
poblaciones
tallas
1.E-03
Φq
1.E-04
1.E-05
Φ q = 0.0060849 ⋅ Ψ 0.96082
s R2=0.76
Φ q = 0.055223 ⋅ Ψ s1.5338
R2=0.83
Φ q = 0.00684 ⋅ Ψ s
0.97742 2
R =0.76
1.E-06
0.001 0 .01 0.1 1
a) Ψs
1.E-04
poblaciones
tallas
1.E-05
ΦE
1.E-06
1.E-08
0.001 0.01 0.1 1
b) Ψs
- C5.26 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
5.3. CONCLUSIONES
El principal objetivo de esta tesis es mejorar el conocimiento de los procesos
hidrodinámicos de movilización y recolocación del molusco Cerastoderma edule del banco
marisquero de los Lombos do Ulla. Para ello se han realizado varias series de ensayos en un
canal de recirculación en forma hipódromo en los que se han determinado los porcentajes de
berberechos arrastrados en función de varios factores. Las variables analizadas han sido el
tamaño, la densidad de reclutamiento, el estado y la velocidad de la corriente. La elección de
los parámetros o factores experimentales se ha realizado en base a lo recogido en la literatura,
pero particularizado para la realidad de la zona de estudio.
Para determinar los campos de velocidades y esfuerzos turbulentos se ha aplicado con éxito la
técnica Particle Image Velocimetry. Las determinaciones experimentales realizadas con este
equipo, la interacción entre las variables hidrodinámicas y la movilización de los bivalvos y su
análisis detallado son el núcleo de esta tesis. Además, para el correcto desarrollo de la
metodología experimental se diseñaron y pusieron en funcionamiento una serie de
instalaciones, como el canal de ensayo y un acuario para aclimatar y conservar los
berberechos. Con ayuda del Laboratorio de Microbiología de la UDC se desarrolló un protocolo
para alimentar a los bivalvos durante la fase experimental.
Se ha descrito el procedimiento de evaluación de imágenes PIV, poniendo de manifiesto la
importancia de desarrollar una metodología que contemple: (i) un buen montaje del equipo de
acuerdo con las reglas del PIV, (ii) mecanismos adecuados de preprocesado y postprocesado
de las imágenes, para eliminar efectos como no uniformidades en el campo de visión y, (iii) una
correcta selección de los algoritmos de evaluación de imágenes, adecuado al número de
imágenes a procesar y al tipo de análisis a realizar. En las imágenes adquiridas, ha funcionado
bien un procedimiento de malla decreciente, sin ventanas deformables, y una última, y única,
iteración con una ventana deformable de 32 x 32 px2 con un solape del 75%.
Debido a la configuración geométrica de los ensayos, realizados con una relación B/H~3.33, y a
la posición del plano de medida, las variables hidrodinámicas determinadas en los mismos
estaban afectadas por la presencia de corrientes secundarias. Los principales efectos de las
corrientes secundarias sobre la estructura del flujo descritos en la literatura (descenso de la
posición de la velocidad máxima, cambios en la distribución de tensiones de Reynolds) han
sido correctamente identificados y cuantificados con ayuda de la técnica PIV.
Mediante la metodología del doble promediado se han determinado correctamente los
principales parámetros descriptores del flujo así como las distribuciones de velocidades,
intensidades y tensiones, con sus términos turbulentos o de Reynolds y los términos de forma o
dispersivos. Esta metodología se presenta como una herramienta muy prometedora y versátil
parar estudiar flujos sobre y a través de contornos irregulares. Esta técnica, además se
compenetra muy bien con el PIV, y permite analizar y extraer conclusiones de la información
espacial contenida en los campos vectoriales.
En el análisis realizado se ha puesto de manifiesto la importancia de las corrientes
secundarias, especialmente intensas porque las determinaciones se realizaron fuera del plano
central del canal, y la tridimensionalidad del flujo provocada por la rugosidad introducida en la
sección de análisis por los berberechos. Este análisis ha sido posible porque el montaje
experimental del equipo PIV ha permitido determinar de un modo satisfactorio las componentes
de la velocidad sobre y a través del lecho de berberechos.
- C5.27 -
Conclusiones
de arena y con el lecho cubierto de berberechos. Estas relaciones reflejan que la rugosidad
provocada por los berberechos favorece la tridimensionalidad del flujo que provoca un
incremento de la componente de la tensión de Reynolds fuera del plano vertical uw. Este hecho
también ha sido constatado en la literatura en trabajos de flujos rugosos sobre traviesas
bidimensionales (Coleman et al., 2007).
Por todo lo expuesto, se puede concluir que el fenómeno de arrastre del C.edule es un proceso
complejo en el que interactúan factores como la velocidad de fricción, el transporte de los
sedimentos que forman el sustrato de los organismos bentónicos, el estado (p.ej. capacidad de
enterrarse o de modificar la estructura de la capa límite a través de la actividad filtradora) y el
tamaño y distribución de los bivalvos. Otros factores como la redistribución de la forma del
lecho durante los experimentos por la movilización de los moluscos, también pueden afectar al
grado de exposición o de ocultamiento de los moluscos, y por tanto al arrastre.
A pesar de la complejidad de este fenómeno, se han ajustado varias funciones de transporte de
fondo que permitirán, con ayuda de un modelo numérico, profundizar en el conocimiento de la
dinámica del berberecho en los Lombos do Ulla, así como analizar y predecir situaciones de
arrastre del stock en función de variables como el caudal desaguado por el río Ulla o las
condiciones de marea. Este desarrollo servirá de herramienta para analizar y mejorar la gestión
conjunta de las centrales de punta del tramo bajo del Ulla, ya que se podrá estudiar la
influencia de la explotación conjunta de estos saltos hidroeléctricos en este fenómeno.
- C5.28 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
• Montajes experimentales que contemplen las reglas del PIV, enunciadas en el Capítulo 3.
• Minimizar los efectos y problemas ópticos que afecten a la evaluación de las imágenes:
tamaño adecuado de partículas, manchas y gotas en la pared acristalada del canal,
minimizar las reflexiones a través de un adecuado ajuste del plano y potencia del láser, etc.
- C5.29 -
Trabajos futuros
tridimensionalidad de flujos como los producidos sobre lechos muy rugosos. Sin embargo, con
este fin es necesario disponer de una nueva cámara similar a la adquirida recientemente por el
CITEEC.
- C5.30 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
- C5.31 -
Bibliografía del capítulo
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Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones
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- C5.33 -
NOTACIÓN
Símbolos Latinos
a Desplazamiento de la partícula
CD Coeficiente de arrastre
CL Coeficiente de sustentación
d Diámetro característico.
df Diámetro de poro
dp Diámetro de partícula
dr Tamaño de píxel
D Tamaño de grano
Da Número de diafragma
-a-
Notación
f Distancia Focal
f# Número de apertura
FD Fuerza de arrastre
FL Fuerza de sustentación
Fr Número de Froude
g Aceleración gravitatoria
-b-
Notación
K ui Coeficiente de Kurtósis
M0 Magnificación de la imagen
p Presión
ws H
Pe Número de Peclet, Pe =
Kz
qs Caudal sólido específico de transporte de fondo
r Residuo
Re Número de Reynolds
-c-
Notación
ws
Ro Número de Rouse, Ro =
κ u*
S Superficie
So Pendiente motriz
thit(z) Tiempo que tarda una partícula en sedimentar desde una altura z
Tf Tiempo total del intervalo de promediado en el cual un punto está ocupado por un
fluido
u*,uw( z =0) Velocidad de fricción extrapolada del perfil de tensiones de Reynolds en z=0
-d-
Notación
w ( z / h ) Función de estela
ws Velocidad de sedimentación
xi Coordenada espacial
-e-
Notación
Símbolos Griegos
α Constante de Kolgomorov. Coeficiente de Coriolis. Coeficiente de ajuste. Error
estadístico de Tipo I.
δz Profundidad de campo
λ Longitud de onda
-f-
Notación
ρp Densidad de partícula
σ Intensidad turbulenta
Ψs Parámetro de Shields
-g-
Notación
Matemáticas
〈•〉 Promediado espacial intrínseco. Media de conjunto o ensemble averaged.
x Valor absoluto de x
x Promedio temporal de x
Acrónimos
ADPV,ADP Acoustic Doppler Velocity Profiler
ADV Acoustic Doppler Velocimeter
ANOVA Análisis de la Varianza
ASCE American Society of Civil Engineering
CCD Charged coupled device
CFD Computer Fluid Dinamics
CITEEC Centro de Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñaría Civil
CMOS Complementary Metal/Oxide/Semiconductor
DAM Double Average Methodology
DANS Double Averages Navier Stokes
DES Detached Eddy Simulation
DLR Instituto Aeroespacial Alemán (Instituto Von Kármán)
DSR Dynamic Spatial Range
DNS Direct Numerical Simulation
DVR Dynamic Velocity Range
ERCOFTAC European Research Comunity On Flow, Turbulence and Combustion
ETSECCP Escola Técnica Superior de Enxeñería de Camiños, Canais e Portos
FFT Transformadas rápidas de Fourier
GEAMA Grupo de Enxeñaría da Auga e do Medio Ambiente
-h-
Notación
N−S Navier−Stokes
Nd:YAG Neodymium Yttrium Aluminum Garnett
Nd:YLF Neodymium Yttrium Lithium Fluoride
PIV Particle Image Velocimetry
POD Proper Orthogonal Decomposition
PTV Particle Tracking Velocimetry
PTU Programable Time Unit
PSP Pressure-Sensitive Painting
RANS Reynolds Averaged Navier Stokes
SGS Subgrid Scales
SNR Signal to Noise Ratio
SPH Smoothed Particle Hydrodynamics
SPIV PIV estereoscópico
-i-
ÍNDICE DE FIGURAS
- IF.1 -
Índice de Figuras
- IF.2 -
Índice de Figuras
Figura 2.27. Distribución experimental de en un canal rectangular liso estrecho (B/H=2) con
paredes y lecho de la misma rugosidad. Se han representado los términos de la
ecuación (2.60) para la distribución de tensiones situada en el plano y = 0
(datos de Nezu y Nakagawa, 1993). .............................................................. 2.59
Figura 2.28. Relación entre las corrientes secundarias y la variación de las tensiones de
Reynolds en un canal ancho con bandas de diferentes rugosidad (Wang y
Cheng, 2005). ................................................................................................. 2.60
Figura 2.29. Variación de los sedimentos en suspensión con varias concentraciones de
sedimentos en suspensión. C0.05 (%) representa la concentración volumétrica
de sedimentos en suspensión para z/H=0.05. El resto de datos y referencias se
pueden consultar en Wang et al., (2001). ...................................................... 2.61
Figura 2.30. Relación entre la diferencia de velocidades en flujos con sedimentos en
suspensión y la ecuación (2.88) (datos y referencias de Wang et al., 2001). 2.62
Figura 2.31. Corrientes secundarias en un canal compuesto recto (Tominaga y Nezu, 1991).
2.63
Figura 2.32. Distribución de velocidades promediada sobre el calado en dos ensayos con
condiciones de cauce lleno y con un desbordamiento de 0.30H realizados en el
canal de Wallingford (Shiono et al., 2009a).................................................... 2.64
Figura 2.33. Esquema de un flujo sobre traviesas formando rugosidades de tipo –d y tipo –k.
2.65
Figura 2.34. Contribución de las tensiones de corte en flujo de tipo –k con presencia de
corrientes secundarias: (a) / =2 y (b) / =16 (Coleman et al., 2007b). ......... 2.67
Figura 2.35. Velocidades horizontales, intrínsecas y superficiales, y verticales doblemente
promediadas sobre un lecho de grava (Mignot et al. 2009). .......................... 2.69
Figura 2.36. (a) Localización de los diferentes tipos de perfil de velocidad encontrados por
Mignot et al. (2009) sobre un lecho de gravas en laboratorio, (b)y (c)
distribución doblemente promediada de las velocidades y tensiones de
Reynolds características de los perfiles logarítmicos, tipo S y acelerados
(Mignot et al., 2009)........................................................................................ 2.71
Figura 2.37. La función de distribución de probabilidad de la fluctuación de la luminancia en
puntos separados una distancia de R pixels de cuadros como “Una noche
estrellada” sigue el patrón de la función de distribución de probabilidad de la
diferencia fluctuaciones de velocidad separadas una distancia uR (ver detalles
en Aragón et al., 2008). .................................................................................. 2.76
Figura 2.38. Definición y media de conjunto de un proceso aleatorio (Bendat y Piersol,
2000)............................................................................................................... 2.79
Figura 2.39. Diagrama de funcionamiento del mecanismo de energía en cascada (adaptado
de Pope, 2000 y Nikora, 2008b)..................................................................... 2.84
Figura 2.40. Auto-espectro de velocidad Suu(k) en coordenadas doblemente logarítmicas. ...
....................................................................................................................... 2.85
Figura 2.41. Distribución teórica de las intensidades turbulentas en flujo 2D uniforme según
las expresiones de Nezu y Nakagawa (1993), Kironoto y Graf (1994) y López y
-3-
Índice de Figuras
- IF.4 -
Índice de Figuras
-5-
Índice de Figuras
Figura 3.22 Esquema de operación de un equipo PIV con dos fuentes de luz gemelas
(adaptado de Sánchez-Tembleque, 2002). ....................................................... 31
Figura 3.23 a) Vista lateral y superior de la óptica para producir un plano de luz a partir de
un haz de luz y b) el ajuste de la distancia entre la lente cilíndrica y la esférica
permite ajustar la posición del plano de espesor mínimo o beam waist
(LaVision, 2007b)............................................................................................... 32
Figura 3.24. Esquema de la formación de la imagen en una configuración de PIV estándar
(Westerweel, 1997). Las definiciones de los parámetros se pueden consultar en
el texto................................................................................................................ 33
Figura 3.25 Discos de Airy para una menor (izquierda ) o mayor (derecha) apertura de
diafragma (Raffel et al., 2007). .......................................................................... 34
Figura 3.26 Patrón de calibración de malla de cruces equiespaciadas situada sobre un
obstáculo submarino (Anta et al., 2007). ........................................................... 35
Figura 3.27. Representación de varios fenómenos habituales que se pueden registrar en
imágenes de PIV real: (A) el efecto de la intensidad de luz en franjas inclinadas
es producido por las perturbaciones de la lámina de agua; (B) diferencias en la
iluminación originadas por la forma del plano de luz; (C) la línea de mayor
intensidad está provocada por una pequeña imperfección en los cristales que
guían al haz de luz; y (D) reflexión del plano láser sobre el lecho. ................... 37
Figura 3.28. Ejemplo del campo de partículas en una ventana de interrogación. En el
segundo frame se han superpuesto la posición de las partículas del primero.. 38
Figura 3.29. (a) Análisis para encontrar el desplazamiento más probable de la partícula
centrada en el 1. En (b) se refleja el histograma de los desplazamientos
posibles ( x, y ) de la partícula 1 y (c) se extiende el análisis a todas las
partículas del segundo frame (adaptado de Poelma y Weesterwel, 2007)....... 38
Figura 3.30. Descomposición del término de fluctuación aleatoria RD’(s) en sus
componentes media y de fluctuación (Adaptado de Westerweel, 2000). ......... 40
Figura 3.31. Efecto del número de partículas en la función espacial de correlación cruzada.
Las funciones de (a) y (b) son idénticas, pero las segundas están normalizadas
respecto al pico de la correlación (adaptado de Poelma y Westerweel, 2007). 41
Figura 3.32. Efecto del movimiento en plano (expresado como la relación entre el
desplazamiento de las partículas X y el tamaño de la venta de interrogación
DI) en la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007). ........ 41
Figura 3.33. Efecto del movimiento fuera de plano de las partículas z/ z0 en la correlación
cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007). ......................................... 42
Figura 3.34. Efecto del gradiente de velocidades en la ventana de interrogación en el pico
de la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007). .............. 42
Figura 3.35. Porcentaje de detección de los picos del análisis de correlación cruzada en
función de la densidad de la imagen NI y el movimiento en plano y fuera de
plano, FI y FO, respectivamente (Keane y Adrian, 1990). ................................ 43
- IF.6 -
Índice de Figuras
Figura 3.36. Efecto del tamaño de la partícula sobre la determinación de la posición del pico
de la función de correlación cruzada empleando el algoritmo gaussiano de
precisión inferior al píxel. ................................................................................... 46
Figura 3.37. Histograma del desplazamiento de unas serie de 10 imágenes en una capa
límite turbulenta en la que se ilustra el efecto del peak-locking asociado a un
tamaño insuficiente de partícula (a). Con el preprocesado se puede reducir el
efecto (b), (Raffel et al., 2007)........................................................................... 47
Figura 3.38. (a) Error cuadrático medio en la estimación del desplazamiento en función del
tamaño de las partículas (Westerweel, 1997); (b) Efecto de peak-locking en el
error sistemático de la estimación del desplazamiento de las partículas en
función de su tamaño (Raffel et al., 2007)......................................................... 47
Figura 3.39. Esquema de la técnica del desplazamientos de las ventanas para mejorar la
correlación: (a) Desplazamiento de la segunda ventana de interrogación y (b)
desplazamiento de ambas ventanas para mejorar la correlación; (c) Esquema
del desplazamiento en un grupo de ventanas (adaptado de Scarano, 2002)... 49
Figura 3.40. Esquema del procedimiento de refinamiento de malla. Los cuadrados grises
del borde inferior izquierdo señalan el tamaño de la ventan de interrogación que
decrece de 128x128 px2 a 32x32 px2 (Raffel et al., 2007)............................... 50
Figura 3.41. Ejemplo de una función de correlación cruzada en un flujo en una capa de
cortadura. (a) Algoritmo de correlación básico, sin ningún procedimiento
avanzado y (b) Algoritmo iterativo con múltiples ventanas y deformación de la
imagen (McKeon et al., 2007) ........................................................................... 51
Figura 3.42. Principio básico de la técnica de deformación de la imagen. A la izquierda se
presenta el patrón de las partículas de la primera exposición y a la derecha el
de la segunda (los círculos negros representan las partículas correlacionadas
con la primera imagen). En gris se representa la ventan deformada de acuerdo
con el movimiento del fluido (adaptado de Scarano y Riethmuller, 2000; Raffel
et al., 2007)........................................................................................................ 51
Figura 3.43. (a) Campo de partículas no homogéneas correspondientes al vórtice generado
en el entorno del ala de un avión y (b) Ejemplo de malla desestructurada y
ventanas de interrogación empleadas en un método adaptativo (Theunissen et
al., 2007)............................................................................................................ 53
Figura 3.44. Mejora de la resolución espacial de la técnica PIV cerca de los contornos: (a)
Recolocación del vector velocidad; (b) Empleo de diferentes esquemas de
ventanas de interrogación ajustadas a la superficie; (c) Malla y tamaños de
ventanas para el esquema adaptativo; y (d) Líneas de corriente cerca de una
rampa con una aproximación convencional, una aproximación convencional con
recolocación de vectores y ventanas filtradas y, a la derecha, añadiendo una
técnica adaptativa. Más detallels en Theunissen et al., (2008)......................... 53
Figura 3.45. Campo de vectores instantáneo de un jet en el que se han representado los
vectores espurios de color rojo (Westerweel y Scarano, 2005). ....................... 55
Figura 3.46. Desplazamientos correspondientes al campo vectorial de la Figura 3.45. La
elipse señala el rango esperable de desplazamientos (McKeon et al., 2007). . 56
-7-
Índice de Figuras
Figura 3.47. Eliminación de las anomalías multiplicando las correlaciones de dos zonas
adyacentes. En el producto no aparecen las correlaciones aleatorias,
mejorando la calidad de la determinación del desplazamiento (Hart, 200)....... 57
Figura 3.48 Montaje experimental del PIV en el canal de hidráulica de la ETSECCP......... 59
Figura 3.49 Forma de los haces láser en el campo cercano medida por el fabricante con
ayuda de un sensor CCD especial y un papel fotosensible. ............................. 60
Figura 3.50. (a) Detalle de las fuentes láser y (b) del brazo articulado con el sistema óptico
que forma el plano de luz................................................................................... 60
Figura 3.51. Detalle de la cámara CCD FlowMaster 3S© empleada en los experimentos. .. 61
- IF.8 -
Índice de Figuras
Figura 4.10. Ciclo de vida (idealizado) de un invertebrado marino bentónico con fases
planctónica larvaria y bentónica juvenil y adulta (elaboración propia a partir de
Eckman, 1996 y Hendriks, 2004). .................................................................. 4.12
Figura 4.11. Berberecho C. edule realizando la dispersión de gametos a través de uno de
los sifones Fotografía de Brian Spencer/ JNCC (publicada en MarLIN Web site,
http://www.marlin.ac.uk ). ............................................................................... 4.13
Figura 4.12. Esquema del movimiento helicoidal de la larva de C.Edule (adaptado de
Jonsson et al., 1991). ..................................................................................... 4.15
Figura 4.13. a) Crecimiento en longitud de los berberechos de las clases 1 y 2 registrados
en en una zona explotada en Carril y b) Tasa de crecimiento medio para la
clase 1 en el banco experimental explotado por Pérez y González (1984b). En
(a) se ha señalado el descenso en tamaño de la clase 2 provocado por el inicio
de la etapa marisquera. .................................................................................. 4.18
Figura 4.14. Esquema de un registro temporal de tensiones e identificación de la tensión
umbral y la separación en episodios de fijación y no fijación de la larva en el
sustrato en los experimentos de Crimaldi et al. (2002). ................................. 4.23
Figura 4.15. Modelo de los procesos que suceden entre la sedimentación y el reclutamiento
de las larvas de organismos bentónicos. La larva presentada es un tipo de
percebe del Mar del Norte, Balanus improvisus (adaptado de van Duren,
2008)............................................................................................................... 4.24
Figura 4.16. Mapa instantáneo de concentraciones del metabolito expulsado por el coral
Porites compressa y detalle del tamaño y forma de la larva de Phestilla sibogea
inducida por este agente aleloquímico. La imagen se corresponde aun flujo
ondulatorio en laboratorio visualizado con LIF (Kohel et al., 2007). .............. 4.27
Figura 4.17. a) y b) Vista lateral de una larva de P. Sibogae sujeta a las mismas condiciones
de flujo, c) y d) representan digramas de la larva en las posiciones a) y b). En a)
el agua circulante no contenía el inductor de la sedimentación, el pie y el velo
están extendidos y el cilio se mueve. En b) pasa un filamento de metabolito y la
larva retrae el velo y el pie y deja de nadar (Koehl y Reindenbach, 2007).... 4.28
Figura 4.18. Trayectorias del movimiento de la larva de P.sibogae digitalizados a partir de
una grabación realizada en un ambiente sin flujo: a) movimiento en agua de
mar filtrada y b) movimiento en agua de mar satura con el metabolito generado
por el coral P.compressa (Hadfield y Koehl, 2004). ....................................... 4.28
Figura 4.19. a) Secreción de biso de un juvenil 0 de Macoma balthica coloreado con alcano
azul (Hiddink et al., 2002) y b) disección de la vianda de un juvenil un C.edule
con su pie (F), secreción de biso (B), cilio (Ci), talón (H), depresión y surco
pedal (Pg y Pd), músculo abductor posterior (PAM) y masa visceral (VM),
adaptado de Yanksson (1986) ....................................................................... 4.30
Figura 4.20. Velocidad de sedimentación (media±SE) de las larvas de poliqueto Pectinaria
Koreni en función de su tamaño y estado de segregación de biso: a)
sedimentación pasiva y b) sedimentación activa, con filamento de biso (Olivier y
Retière, 2006). En la figura se presenta también un esquema del patrón de
sedimentación de los poliquetos. ................................................................... 4.31
-9-
Índice de Figuras
- IF.10 -
Índice de Figuras
Figura 4.32. Velocidades de corte (a) y rugosidades características (b) obtenidas a partir del
ajuste de las leyes de velocidades determinadas en los canales de la red
BioFlow. Valores medios ± 95% IC (Jonsson et al., 2006). ........................... 4.52
Figura 4.33. Esquema de la puesta en suspensión e impacto de los moluscos en el fondo
marino (elaborada a partir de Amos et al., 1998)........................................... 4.53
Figura 4.34. (a) Campo de velocidades y, (b) perfil de velocidades correspondientes al
umbral de movimiento para un berberecho situado sobre un lecho de arena de
los Lombos do Ulla (Peña et al., 2008). ......................................................... 4.54
Figura 4.35. Curva original de Shields traducida al inglés (1936). El área rayada representa
el valor de la tensión tangencial crítica como función del número de Reynolds
granular Re**. ................................................................................................. 4.56
Figura 4.36. a) Proporción (media±SD) de larvas de M.arenaria retenidas en un sustrato de
arena fina en función de la velocidad de la corriente y b) Proporción
(media±SD) de larvas de la misma especia retenidas en función de la velocidad
y el grado de enterramiento en el sustrato (Roegener et al., 1995)............... 4.58
Figura 4.37. Proporción (media±desviación típica) de juveniles de M.arenaria y
M.mercenaria (~1.5 mm) erosionados para velocidades de fricción de 1.1 y 1.6
cm/s en dos sedimentos de 180 y 325 m (Hunt, 2004)................................. 4.58
Figura 4.38. Perfiles de velocidad de los ensayos de St-Onge y Miron (2007). Nótese que
aunque los autores emplearon 4 muestras de sedimento, únicamente presentan
las velocidades de fricción correspondientes a uno de los tipos usados....... 4.59
Figura 4.39. Porcentaje de Mya arenearia erosionada en función de la velocidad de la
corriente, el tamaño y el tipo de ambiente sedimentario en los ensayos de
laboratorio de St-Onge y Miron (2007). .......................................................... 4.60
Figura 4.40. Distribución del tamaño de los berberechos en el banco de los Lombos do Ulla
a) en la campaña 2002-2003, y b) en la campaña 2003-2004 (Parada et al.,
2006)............................................................................................................... 4.62
Figura 4.41. Esquema del canal “cockledrome” empleado en la realización de ensayos.. 4.63
Figura 4.42. Vista general de canal y detalle de las ruedas motrices. ............................... 4.64
Figura 4.43. Granulometría de la arena empleada en la realización de los ensayos de
arrastre de berberechos. ................................................................................ 4.64
Figura 4.44. Acuario de agua salada empleado para la conservación de los berberechos: el
agua captada por el filtro físico-biológico(1) pasa a través del regulador de
temperatura(2) para retornar en forma de cascada al acuario(3) y así favorecer
la aireación. El filtro de proteínas (4) funciona en paralelo a este sistema... 4.65
Figura 4.45. Evolución de los parámetros físico-químicos del acuario durante la fase de
maduración. Se puede observar como se produce la reducción de los nitratos,
indicador de que se alcanzó la maduración del acuario. ............................... 4.66
Figura 4.46. Ejemplo de imagen doble capturada con el equipo PIV. Se puede apreciar
como un pequeño problema de alineación del láser provoca una iluminación
diferenciada entre las dos imágenes. Este efecto se puede minimizar con
técnicas de preprocesado de las imágnees. .................................................. 4.68
- 11 -
Índice de Figuras
Figura 4.47. Ejemplo de aplicación del esquema de preprocesado a las imágenes: (a) y (b)
imagen original, (c) imagen preprocesada, (d) y (e) campo de velocidades de la
imagen original y de la procesada. ................................................................. 4.69
Figura 4.48. Plantilla empleada en el proceso de calibración del plano de medida con el
equipo PIV. El objetivo de la cámara se ve en primer plano .......................... 4.70
Figura 4.49. Ejemplo de marcado de los berberechos (a) con laca de uñas y (b) con código
de colores........................................................................................................ 4.73
Figura 4.50. (a) Cultivo de Tetraselmis suecica en el laboratorio de microbiología de la UDC,
y (b) vista a microscopio del microalga........................................................... 4.74
Figura 4.51. Distribución de tamaños de los grupos de berberechos empleados en el ensayo
de tallas........................................................................................................... 4.75
Figura 4.52. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones. ........................................................................... 4.76
Figura 4.53. Distribución por tamaños de los grupos de berberechos analizados en los
ensayos estacionales (a) otoño y (b) primavera............................................ 4.77
Figura 4.54. Ejemplo de aplicación del algoritmo de detección de fondo con filtros de media
móvil de diferente radio. En (a) se presenta la media de 25 imágenes tomadas
con PIV, en (b) el resultado la determinación de la posición de mayor gradiente
de intensidades y en (c) la posición del fondo filtrada y superpuesta sobre la
imagen original................................................................................................ 4.81
Figura 4.55. Ejemplo de aplicación de la máscara de fondo a un campo de velocidades
instantáneo del ensayo de determinación de velocidades sobre lecho de arena.
4.82
Figura 4.56. Longitudes características de los berberechos: altura a, longitud en la dirección
del flujo b y anchura c. .................................................................................... 4.89
Figura 4.57. Relación entre longitudes características de los berberechos analizados..... 4.89
Figura 4.58. Relación entre la anchura del berberecho y (a) la masa de la concha, (b) con
la densidad de la concha y la densidad del berberecho................................. 4.91
Figura 4.59. Relación entre la anchura del berberecho y el coeficiente de forma SF........ 4.92
Figura 4.60. Ejemplo de interacción del fondo de la imagen (izquierda) y de unas gotas
(derecha) en la visualización y determinación de los campos de velocidades. En
algunos escenarios el borde de la placa de visualización (rectángulo con línea
discontínua) ha provocado un descenso artificial de las intensidades turbulentas
en la dirección w (Figura 4.67). En la parte izquierda de la imagen se puede
apreciar la acumulación de arena durante el ensayo augas arriba de los
moluscos. ........................................................................................................ 4.93
Figura 4.61. Efecto de la inclusión de zonas localizadas con velocidades mal determinadas
por problemas de visualización en los perfiles de velocidad e intensidades
turbulentas. Se puede observar como eliminando las zonas incorrectas se
elimina el efecto de “peak locking” en los parámetros analizados. ................ 4.94
Figura 4.62. Perfiles de velocidad doblemente promediados para los ensayos de lecho de
arena o de fondo liso. ..................................................................................... 4.98
- IF.12 -
Índice de Figuras
Figura 4.63. Evolución de la velocidad media en los ensayos con el fondo de arena. Cada
punto representa una media de 20 imágenes................................................ 4.99
Figura 4.64. Velocidades medias u y w para la zona central del dominio visualizado
(100x150 mm2) en los ensayos V03FL (a) y (b), y V06FL (c) y (d). Aquellas
zonas con medidas erróneas originadas por problemas como los señalados en
la Figura 4.60 se han identificado con un círculo negro............................... 4.100
Figura 4.65. Distribución vertical de las componentes u y w de la velocidad doblemente
promediada en los ensayos con el lecho de arena. Datos escalados con la
variable interna u* y con la externa calado H. .............................................. 4.101
Figura 4.66. Comparación entre la distribución de las velocidades horizontales para los
ensayos de fondo liso y las velocidades registradas en los canales de estudios
del bentos de la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). Datos escalados con la
variables interna u* y /u*.............................................................................. 4.102
Figura 4.67. Perfiles de intensidades turbulentas de las componentes u y w, (a) y (b)
respectivamente, de la velocidad doblemente promediada en los ensayos con
el lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con la externa
calado H........................................................................................................ 4.103
Figura 4.68. (a) y (b) Perfiles de esfuerzos de corte doblemente promediados en los
ensayos con el lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con
la externa calado H. (c) y (d), ejemplos de la distribución de las tensiones de
corte para un flujo 3D en un canal recto y para un flujo no uniforme 2D (datos
de Nezu y Nakagawa, 1993 y Song, 1994). ................................................. 4.104
Figura 4.69. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
grupos de tamaños ....................................................................................... 4.105
Figura 4.70. Gráficos de cajas y bigotes con el porcentaje de berberechos movilizados en
cada uno de los factores analizados: a) velocidad, b) talla, c) reclutamiento y d)
estado. .......................................................................................................... 4.106
Figura 4.71. Secuencia de video en la que un berberecho se coloca de forma lateral y
comienza a enterrarse. ................................................................................. 4.109
Figura 4.72. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
grupos de tallas. ........................................................................................... 4.117
Figura 4.73. Ejemplo de obtención del perfil del lecho así como de los parámetros
representativos del mismo: (a) imágenes de los ensayos de tamaño 20-25 mm
para con densidades alta y baja (berberechos muertos, velocidad V05) y (b)
función de rugosidad de fondo obtenida a partir del campo de imágenes... 4.125
Figura 4.74. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05T3AV.Se ha representado
la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización. ......................................................... 4.129
Figura 4.75. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05T3BV. Se ha representado
la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización. ......................................................... 4.130
- 13 -
Índice de Figuras
- IF.14 -
Índice de Figuras
- 15 -
Índice de Figuras
- IF.16 -
Índice de Figuras
- 17 -
Índice de Figuras
Figura 5.1. (a) Fotografía satélite de la Ría de Arousa y su situación en Galicia y (b)
perspectiva del banco marisquero de los Lombos do Ulla.................................. 5.1
Figura 5.2. Esquema del procedimiento del doble promediado aplicado en los ensayos de
arrastre de berberechos con la tecnología PIV. .................................................. 5.4
Figura 5.3. Secreción de biso de un juvenil de Macoma balthica coloreado con alcano azul
(Hiddink et al., 2002). .......................................................................................... 5.6
Figura 5.4. (a) Esquema del canal de recirculación y (b) Montaje experimental del equipo
PIV. ...................................................................................................................... 5.8
Figura 5.5. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones............................................................................... 5.10
Figura 5.6. Perfiles de velocidad doblemente promediados en los ensayos de fondo liso. 5.15
Figura 5.7. Relación entre la velocidad media doblemente promediada y la velocidad de
fricción media determinada a partir de la ley logarítmica de velocidades para los
ensayos de grupos de tallas y poblaciones estacionales. ................................ 5.19
Figura 5.8. Distribución de la velocidad horizontal promediada en el tiempo en el ensayo
realizado con berberechos vivos de 25-30 mm para la velocidad V05 (0.45 m/s)
Se pueden apreciar las diferencias en la distribución espacial de las rugosidades
para el reclutamiento bajo y alto y su efecto sobre la estructura de las
velocidades. En amarillo se han representado zonas de velocidad negativa... 5.20
- IF.18 -
ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 2.3. Resumen de los principales estadísticos que representan la turbulencia. ....... 2.79
- IT.1 -
Índice de Tablas
- IF.2 -
Índice de Tablas
-3-
Índice de Tablas
Tabla 4.41. Aplicación del contraste t de Student a los factores Densidad y Estado. La
significancia del test ( =0.05) se señala con un asterisco. ........................4.169
Tabla 4.42. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK para el factor
principal talla. La significancia del test ( =0.05) se marca con un asterisco.4.169
Tabla 4.43. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica). .........................................4.171
Tabla 4.44. Velocidad de fricción media en función de los factores talla, densidad de
reclutamiento y estado para los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica)..........................................................................4.172
Tabla 4.45. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los
factores analizados para los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica)..........................................................................4.173
Tabla 4.46. Resumen de las escalas geométricas para los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica). .........................................4.174
Tabla 4.47. Velocidades de fricción en los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica) para los factores velocidad-reclutamiento, talla-
reclutamiento y estado-reclutamiento. .......................................................4.184
- IF.4 -
CARACTERIZACIÓN HIDRODINÁMICA DEL ARRASTRE DEL MOLUSCO C.edule CON LA
METODOLOGÍA DEL DOBLE PROMEDIADO. ESTUDIO EN MODELO FÍSICO CON TECNOLOGÍA PIV
La hidrodinámica del flujo juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos físicos que
se desarrollan en ríos, lagos y aguas de transición. Además, la estructura y funcionalidad de las
comunidades biológicas en estos ecosistemas acuáticos está fuertemente ligada y controlada por las
relaciones que surgen entre los procesos físicos, químicos y biológicos. Con objeto de mejorar la
gestión y el conocimiento de los ecosistemas acuáticos están surgiendo nuevas áreas en la Ingeniería
Hidráulica y en la Mecánica de los Fluidos relacionadas con la Hidrodinámica de los Ecosistemas
Acuáticos. Estas nuevas disciplinas cubren un amplio rango de escalas y de ecosistemas terrestres y
acuáticos, y representan un buen ejemplo de la aproximación multidisciplinar de la ciencia moderna.
Para describir los parámetros hidrodinámicos del flujo rugoso que se produce sobre el lecho
irregular y heterogéneo formado por los bivalvos se ha empleado la Metodología del doble promediado
(Double Averaged Methodology). Con este procedimiento se han determinado los parámetros
descriptores del flujo así como las distribuciones de velocidades, intensidades y tensiones, con sus
términos turbulentos y también de forma o dispersivos. El trabajo realizado ha puesto de manifiesto la
importancia de las corrientes secundarias y la tridimensionalidad del flujo cerca del lecho en las
distribuciones de esfuerzos cortantes, y su relación con la distribución de tamaños y la densidad de los
berberechos en el lecho.
En el análisis de los factores que afectan al arrastre de los moluscos se han empleado técnicas
estadísticas habituales en los trabajos de ecología y biología marina como el Análisis de la Varianza. En
el mismo, se han puesto de manifiesto ciertas interacciones entre el transporte del sedimento del lecho
y el arrastre de los moluscos. Por último, la movilización de los bivalvos también se ha descrito a través
del ajuste de funciones de transporte de caudal sólido de fondo, de aplicación habitual en la Ingeniería
Fluvial.
www.geama.org/hidraulica