AntaAlvarez Jose TD 2009 01de2

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- TESIS DOCTORAL -

Departamento de Métodos Matemáticos y de Representación


Programa de Doctorado en Ingeniería Civil

CARACTERIZACIÓN HIDRODINÁMICA DEL


ARRASTRE DEL MOLUSCO C.edule CON LA
METODOLOGÍA DEL DOBLE PROMEDIADO.
ESTUDIO EN MODELO FÍSICO CON
TECNOLOGÍA PIV

autor
JOSE ANTA ÁLVAREZ

bajo la dirección de
A Coruña, Diciembre de 2009
Enrique Peña González
UNIVERSIDADE DA CORUÑA
PROGRAMA DE DOCTORADO DE INGENIERÍA CIVIL

- TESIS DOCTORAL -

CARACTERIZACIÓN HIDRODINÁMICA DEL ARRASTRE


DEL MOLUSCO C.edule CON LA METODOLOGÍA DEL
DOBLE PROMEDIADO. ESTUDIO EN MODELO FÍSICO
CON TECNOLOGÍA PIV

POR:
JOSE ANTA ÁLVAREZ

BAJO LA DIRECCIÓN DE:


ENRIQUE PEÑA GONZÁLEZ

A Coruña, Diciembre de 2009


SIEMPRE ACABAMOS LLEGANDO A
DONDE NOS ESPERAN
- Libro de los itinerarios -
José Saramago
AGRADECIMIENTOS
Esta Tesis Doctoral ha sido posible gracias a la colaboración de muchas personas y entidades. Espero
que no se escape ninguno. Gran parte del trabajo se ha desarrollado dentro del proyecto “Afecciones a la
fauna de las aguas de transición por las variaciones de caudal originadas por las centrales hidroeléctricas de
punta”, financiado por la Secretaría General e Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural
y Marino, desarrollado por el área de Ingeniería Hidráulica del GEAMA en consorcio con la empresa
SOCOIN, SL.

Gracias por su colaboración al Centro de Investigacións Mariñas de Corón, Antonio Villalba, Jose Molares, y
Adoración Sánchez-Mata, así como a Pedro Montero del Intecmar, por la introducción y asesoramiento en el
arte de mantener con vida a los berberechos y por transmitirnos su experiencia en la problemática de estos
moluscos en los Lombos do Ulla. Merece especial mención el Grupo de Microbiología de la Universidade da
Coruña, quienes además de enseñarnos y asesorarnos sobre el cultivo de fitoplancton, cedieron tiempo,
material y laboratorio para desarrollar adecuadamente los cultivos.

También han colaborado en el desarrollo de la experimentación los miembros de la Cofradía de Pescadores


de A Coruña y los vigilantes del Servizo de Conservación da Naturaza de la Xunta de Galicia, que nos
proporcionaron los berberechos para los ensayos y colaboraron en la recogida de sedimentos de la zona.
Gracias también a Cristina Martínez del Departamento de Ecología y Biología Animal de la Universidad de
Vigo por proporcionarme un punto de partida para la revisión bibliográfica de las comunidades bentónicas. A
Noela Sánchez del Fismare, por su revisión de la parte “biológica” del documento.

Durante estos años en el GEAMA he compartido muchos ratos con investigadores y compañeros del
grupo: Víctor (que metía plastina dentro de los berberechos), Inés, Marta, los Luises, Andrea, Alfredo
Jácome, Juan Cagiao, Judith, Héctor o Manuel Alonso. Con ellas y ellos he crecido profesional y
personalmente. Espero que hayan disfrutado de los buenos momentos como yo lo he hecho.

Quiero agradecer especialmente el trabajo realizado por Eva Martín y Ramón Losada, que participaron
activamente en el diseño y realización de los experimentos, y de la colaboración de Inés Mera, Sabela Pan y
Andrea Louro en la fase final de la experimentación. No me olvido tampoco de Félix Sánchez-Tembleque,
que me enseñó los fundamentos de la técnica PIV.

También quiero aprovechar estas líneas para agradecer a Alberto Varela el haber estado ahí en mi fase de
investigador be-pre-cario de la Xunta de Galicia y siempre que lo necesité. Alberto, ahora te va tocando a ti.
Extiendo el agradecimiento a los Cartolá, especialmente a Lalo, aunque esta vez no haya necesitado
asesoramiento sobre civilizaciones antiguas, y a Dani, con el que levanté muchas tapas en Carral.

Y para el final lo más importante. En primer lugar va el agradecimiento a mi Director de Tesis, el Doctor
Enrique Peña. Aquella llamada telefónica hace cinco años “¿Conoces a alguien a quién le interese trabajar
con el PIV?”, nos coloca en el principio de este documento. Gracias por tu confianza, por dejarme libertad
para trabajar y disfrutar con ello, así como por amoldarte a mis tiempos, especialmente en la recta final del
documento.

También a mis otros dos “tutores” de mi etapa predoctoral. Gracias a Joaquín Suárez y a Jerónimo Puertas
por su apoyo, cariño y por la confianza que depositaron en mí cuando comenzamos con “El Libro”.
Provocasteis mi dispersión (sana) en el ámbito de la hidrología urbana y en vuestro honor van estas palabras:
DSU y TGEU.

A mi familia y amigos, porque todo lo que soy se lo debo en gran parte a ellos. A mis padres por su apoyo y
comprensión (¡Ya está!, ¡Ya está!), y a mi hermano, reconvertido a la vida de Escuela (quién lo diría). Aca,
gracias por tu paciencia, cariño, comprensión y por ayudarme también con esta aventura. Ya sabes lo que me
cuesta cerrar las cosas.
RESUMEN

La hidrodinámica del flujo juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos
físicos que se desarrollan en ríos, lagos y aguas de transición. Además, la estructura y
funcionalidad de las comunidades biológicas en estos ecosistemas acuáticos está fuertemente
ligada y controlada por las relaciones que surgen entre los procesos físicos, químicos y biológicos.
Con objeto de mejorar la gestión y el conocimiento de los ecosistemas acuáticos están surgiendo
nuevas áreas en la Ingeniería Hidráulica y en la Mecánica de los Fluidos relacionadas con la
Hidrodinámica de los Ecosistemas Acuáticos. Estas nuevas disciplinas cubren un amplio rango de
escalas y de ecosistemas terrestres y acuáticos, y representan un buen ejemplo de la
aproximación multidisciplinar de la ciencia moderna.

Un ejemplo aplicado de la interacción de la hidrodinámica en los ecosistemas acuáticos se


puede encontrar en la desembocadura del río Ulla, en la ría de Arousa (Galicia). En el banco
marisquero de los Lombos do Ulla se han registrado importantes episodios de mortandad del
molusco Cerastoderma eduele, asociados a fuertes descensos de salinidad y al arrastre de los
stocks de este berberecho provocados por los episodios de precipitaciones y las crecidas del río.

El principal objetivo de esta investigación es mejorar el conocimiento del fenómeno de arrastre


de los berberechos adultos. Para ello, en esta Tesis Doctoral se ha realizado un estudio
hidrodinámico en laboratorio sobre el arrastre de varios grupos de berberechos adultos, con
diferentes tamaños y número de individuos por superficie. Para la determinación de los campos de
velocidades y esfuerzos turbulentos se ha empleado con éxito la tecnología Particle Image
Velocimetry.

Para describir los parámetros hidrodinámicos del flujo rugoso que se produce sobre el lecho
irregular y heterogéneo formado por los bivalvos se ha empleado la Metodología del doble
promediado (Double Averaged Methodology). Con este procedimiento se han determinado los
parámetros descriptores del flujo así como las distribuciones de velocidades, intensidades y
tensiones, con sus términos turbulentos y también de forma o dispersivos. El trabajo realizado ha
puesto de manifiesto la importancia de las corrientes secundarias y la tridimensionalidad del flujo
cerca del lecho en las distribuciones de esfuerzos cortantes, y su relación con la distribución de
tamaños y la densidad de los berberechos en el lecho.

En el análisis de los factores que afectan al arrastre de los moluscos se han empleado
técnicas estadísticas habituales en los trabajos de ecología y biología marina como el Análisis de
la Varianza. En el mismo, se han puesto de manifiesto ciertas interacciones entre el transporte del
sedimento del lecho y el arrastre de los moluscos. Por último, la movilización de los bivalvos
también se ha descrito a través del ajuste de funciones de transporte de caudal sólido de fondo, de
aplicación habitual en la Ingeniería Fluvial.
ABSTRACT

Hydrodynamics plays a very important role in most of the physical processes at rivers, lakes
and transitional waters. Moreover, the structure and functionality of the biological communities in
these aquatic ecosystems are largely controlled by an interplay of physical, chemical and biological
processes. New areas associated with Hydrodynamics of the Aquatic Ecosystem are appearing in
Hydraulic Engineering and Fluid Mechanics in order to improve the management and knowledge of
the aquatic ecosystems. These new programs cover a wide range of scales in aquatic and
terrestrial ecosystems, and they represent a good example of a multidisciplinary approach in
modern science.

An applied example of the interaction of hydrodynamics in aquatic ecosystems can be found at


the mouth of the Ulla river, located in the Arousa ria (Galicia). In the shellfish bed of Lombos do
Ulla, important episodes of mortality of the Cerastoderma eduele mollusk have been recorded,
which have been associated with the strong decreases in salinity and dragging of the stocks of this
cockle due to precipitation episodes and rising of the riverʼs level.

The main goal of this research is to advance in the knowledge of the phenomenon of the
dragging of the adult cockles. In order to do so, this PhD Dissertation has carried out a
hydrodynamic study in a laboratory of the entrainment of several groups of adult cockles, each with
different recruitment rates and sizes. Particle Image Velocimetry technology has successfully
applied to determine velocity fields and turbulent forces.

In order to describe the hydrodynamic parameters involved in the rough flow that takes place
in irregular and heterogeneous beds of bivalves, the Double Averaged Methodology has been
applied. With this methodʼs support, the parameters that describe the flow have been determined,
as well as velocity, intensity and stress distributions, with its turbulent and drag (or dispersive)
factors. The performed analysis reveal the importance of the secondary currents and the
tridimensional character of the flow close to the river bed in the distribution of shearing stresses,
and their relationship with the distribution of the cockleʼs sizes and densities.

In the analysis of the factors that affect the mollusk movement, common statistic techniques in
ecology and marine biology works have been adopted, like the Analysis of Variance (ANOVA). In
this analysis, certain interactions between the transport of bed sediment and the dragging of the
mollusks have appeared. Lastly, the bivalveʼs mobilization has also been described by adjusting
bed transport functions, commonly used in River Engineering.
ind
ÍNDICE GENERAL
Índice General

ÍNDICE GENERAL

C01. INTRODUCCIÓN.................................................................................... 1.1


1.1. HIDRODINÁMICA DE LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS.......................................... 1.1
1.2. OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN ............................................ 1.3
1.3. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO .................................................................................. 1.4

C02. ECUACIONES FUNDAMENTALES Y DESCRIPCIÓN DE FLUJOS


TURBULENTOS..................................................................................... 2.1
2.1. ECUACIONES FUNDAMENTALES.............................................................................. 2.1
2.1.1. Introducción ...................................................................................................... 2.1
2.1.2. Descomposición de Reynolds. Ecuaciones RANS. ......................................... 2.3
2.1.3. Otras formas reducidas de las ecuaciones de Navier-Stokes ......................... 2.5
2.2. METODOLOGÍA DEL DOBLE PROMEDIADO........................................................... 2.12
2.2.1. Aspectos previos ............................................................................................ 2.13
2.2.2. Teoremas y procedimiento de promediado.................................................... 2.13
2.2.3. Ecuaciones DANS .......................................................................................... 2.16
2.3. VARIACIONES DE LA VELOCIDAD EN LA VERTICAL ............................................ 2.18
2.3.1. Estructura vertical del flujo turbulento en canales abiertos............................ 2.18
2.3.2. Zona de flujo libre ........................................................................................... 2.27
2.3.2.1. Zona logarítmica ................................................................................................. 2.27
2.3.2.2. Determinación del plano de referencia z=0 ....................................................... 2.29
2.3.2.3. Zona externa...................................................................................................... 2.32
2.3.3. Zona rugosa.................................................................................................... 2.33
2.3.4. Capa subsuperficial ........................................................................................ 2.35
2.4. TENSIONES TANGENCIALES EN FLUJOS EN LÁMINA LIBRE.............................. 2.36
2.4.1. Flujo 2D uniforme ........................................................................................... 2.37
2.4.2. Flujo 3D uniforme en canales rectos.............................................................. 2.40
2.4.2.1. Influencia de las corrientes secundarias ............................................................. 2.40
2.4.2.2. Distribución de tensiones y velocidades ............................................................. 2.43
2.4.3. Flujo 2D y 3D no uniforme.............................................................................. 2.50
2.4.4. Otros factores que pueden afectar a la distribución de tensiones y veloc..... 2.56
2.4.5. Determinación de u* ....................................................................................... 2.69
2.5. DESCRIPCIÓN DE LA TURBULENCIA ..................................................................... 2.73
2.5.1. Introducción. Descripción estadística de la turbulencia. ................................ 2.73
2.5.2. Energía en cascada........................................................................................ 2.79
2.5.3. Intensidad turbulenta ...................................................................................... 2.82
2.6. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO ................................................................................ 2.87

C03. HIDRÁULICA EXPERIMENTAL ............................................................ 3.1


3.1. INTRODUCCIÓN........................................................................................................... 3.1
3.2. TÉCNICAS DE VISUALIZACIÓN DE FLUJO ............................................................... 3.2
3.3. VELOCIMETRÍA PIV ................................................................................................... 3.10
3.3.1. Introducción: Fundamentos básicos............................................................... 3.10

-i-
Índice General

3.3.2. Principales tipologías y aplicaciones .............................................................. 3.13


3.3.3. Fundamentos físicos y tecnológicos............................................................... 3.18
3.3.3.1. Partículas trazadoras .......................................................................................... 3.18
3.3.3.2. Fuentes de luz. El láser Nd: YAG ....................................................................... 3.20
3.3.3.3. Formación del plano de luz ................................................................................. 3.22
3.3.3.4. Adquisición digital de imágenes......................................................................... 3.23
3.3.3.5. Formación de la imagen ..................................................................................... 3.23
3.3.3.6. Procesado digital de la imagen .......................................................................... 3.25
3.3.4. Fundamentos de la evaluación de las imágenes ........................................... 3.28
3.3.4.1. Fundamentos del análisis de correlación espacial.............................................. 3.28
Efecto de la densidad de partículas en la imagen, NI................................... 3.31
Efecto del movimiento en plano, FI................................................................ 3.32
Efecto del movimiento fuera de plano, FO. .................................................... 3.32
Efecto del gradiente de velocidades, FΔ. ....................................................... 3.33
Normas de diseño para obtener una buena correlación con la técnica PIV .. 3.33
3.3.4.2. Análisis de correlación cruzada digital: optimización del tamaño de las partículas....
............................................................................................................................ 3.35
3.3.4.3. Algoritmos avanzados de correlación cruzada.................................................... 3.38
Algoritmos iterativos con desplazamiento de la segunda ventana de
interrogación.................................................................................................. 3.39
Esquemas de refinamiento de malla ............................................................. 3.40
Esquemas de deformación de la imagen ...................................................... 3.41
Otros métodos avanzados ............................................................................ 3.42
3.3.4.4. Postprocesado .................................................................................................... 3.44
Validación de datos ....................................................................................... 3.45
Sustitución de datos incorrectos.................................................................... 3.48
3.4. DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA PIV DEL CITEEC-ETSECCP ................................... 3.49
3.4.1. Fuentes láser .................................................................................................. 3.50
3.4.2. Cámaras y sistema de adquisición ................................................................. 3.51
3.5. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO................................................................................. 3.53

C04. ANÁLISIS DEL ARRASTRE DEL BERBERECHO C. edule ................. 4.1


4.1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES ......................................................................... 4.1
4.2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO ................................................................................ 4.10
4.2.1. Introducción .................................................................................................... 4.10
4.2.2. Aspectos biológicos: el ciclo de vida de los bivalvos...................................... 4.11
4.2.2.1. Producción de gónadas y fertilización de la columna de agua............................ 4.13
4.2.2.2. Etapa planctónica ............................................................................................... 4.14
4.2.2.3. Etapa de asentamiento larvario .......................................................................... 4.16
4.2.2.4. Crecimiento: etapas de juvenil y adulto .............................................................. 4.17
4.2.3. Dinámica de las poblaciones bentónicas ....................................................... 4.20
4.2.3.1. Introducción ........................................................................................................ 4.20
4.2.3.2. Procesos y factores involucrados ....................................................................... 4.22
La etapa planctónica ..................................................................................... 4.23
La fijación en el sustrato................................................................................ 4.24
4.2.3.3. Las hipótesis de la selección activa y pasiva ...................................................... 4.26
La selección pasiva ....................................................................................... 4.26
La selección activa ........................................................................................ 4.26
Las evidencias en los trabajos de campo...................................................... 4.33
Recapitulación............................................................................................... 4.38
4.2.4. La hidrodinámica y las poblaciones bentónicas ............................................. 4.39

- ii -
Índice General

4.2.5. Estudios en modelo físico............................................................................... 4.47


4.3. METODOLOGÍA: DESCRIPCIÓN DEL ESTUDIO EXPERIMENTAL ........................ 4.60
4.3.1. Introducción .................................................................................................... 4.60
4.3.2. Instalaciones................................................................................................... 4.62
4.3.3. Instrumentación empleada ............................................................................. 4.66
4.3.4. Campaña experimental .................................................................................. 4.71
4.3.4.1. Ensayos por grupos de tamaños ........................................................................ 4.74
4.3.4.2. Ensayos de poblaciones estacionales ................................................................ 4.75
4.3.5. Análisis hidrodinámico.................................................................................... 4.77
4.3.6. Análisis estadístico de los resultados............................................................. 4.81
4.3.6.1. Ensayos por grupos de tamaños ........................................................................ 4.84
4.3.6.2. Ensayos por grupos de poblaciones................................................................... 4.86
4.4. RESULTADOS ............................................................................................................ 4.87
4.4.1. Caracterización de los berberechos............................................................... 4.87
4.4.2. Análisis hidrodinámico: lecho de arena.......................................................... 4.91
4.4.2.1. Características generales ................................................................................... 4.91
4.4.2.2. Velocidades doblemente promediadas............................................................... 4.96
4.4.2.3. Intensidades turbulentas y tensiones de corte...................................................4.100
4.4.3. Ensayos por grupos de tamaños.................................................................. 4.103
4.4.3.1. Análisis estadístico ............................................................................................4.103
Análisis exploratorio .....................................................................................4.103
Análisis de la varianza .................................................................................4.109
Análisis a posteriori de los factores principales............................................4.110
Análisis a posteriori de las interacciones .....................................................4.115
4.4.3.2. Análisis hidrodinámico .......................................................................................4.118
Características generales ............................................................................4.118
Velocidades doblemente promediadas ........................................................4.126
Intensidades turbulentas y tensiones de corte .............................................4.138
4.4.3.3. Desarrollo de funciones de transporte de fondo ...............................................4.152
4.4.4. Ensayos por poblaciones estacionales ........................................................ 4.156
4.4.4.1. Análisis estadístico ............................................................................................4.156
Análisis exploratorio .....................................................................................4.156
Análisis de la varianza .................................................................................4.162
Análisis a posteriori de los factores principales............................................4.164
Análisis a posteriori de las interacciones .....................................................4.168
4.4.4.2. Análisis hidrodinámico .......................................................................................4.169
Características generales ............................................................................4.169
Velocidades doblemente promediadas ........................................................4.173
Intensidades turbulentas y tensiones de corte .............................................4.178
4.4.4.3. Desarrollo de funciones de transporte de fondo ...............................................4.184
4.5. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO .............................................................................. 4.187

C05. SINTÉSIS DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES............................... 5.1


5.1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES......................................................................... 5.1
5.2. SINTÉSIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS .............................................................. 5.3
5.2.1. Ecuaciones fundamentales y metodología del doble promediado................... 5.3
5.2.2. Dinámica de las poblaciones bentónicas ......................................................... 5.5
5.2.3. Materiales y métodos ....................................................................................... 5.7
5.2.3.1. Introducción .......................................................................................................... 5.7
5.2.3.2. Instalaciones e Instrumentación ........................................................................... 5.8

- iii -
Índice General

5.2.3.3. Campaña experimental ....................................................................................... 5.10


5.2.3.4. Análisis hidrodinámico ........................................................................................ 5.11
5.2.3.5. Análisis estadístico de los resultados ................................................................. 5.12
5.2.3.6. Funciones de transporte de fondo ...................................................................... 5.13
5.2.4. Caracterización de los berberechos ............................................................... 5.13
5.2.5. Caracterización del flujo en los ensayos de fondo liso................................... 5.14
5.2.6. Análisis estadístico de la movilización de los berberechos............................ 5.16
5.2.7. Caracterización del flujo sobre los berberechos............................................. 5.19
5.2.7.1. Características generales ................................................................................... 5.19
5.2.7.2. Velocidades doblemente promediadas ............................................................... 5.22
5.2.7.3. Intensidades turbulentas y tensiones de corte .................................................... 5.23
5.2.8. Desarrollo de funciones de transporte de fondo............................................. 5.25
5.3. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 5.27
5.4. TRABAJOS FUTUROS ............................................................................................... 5.29
5.5. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO................................................................................. 5.31

NOTACIÓN

ÍNDICE DE FIGURAS

ÍNDICE DE TABLAS

APÉNDICES
APÉNDICE 1. PUBLICACIONES PREVIAS MÁS RELEVANTES
APÉNDICE 2. TÉCNICAS DE ANÁLISIS DE LA VARIANZA EN ECOSISTEMAS ACUÁTICOS
APÉNDICE 3. RESULTADOS DE LOS ENSAYOS DE ARRASTRE DE BERBERECHOS

- iv -
C01
INTRODUCCIÓN
Fotografía de Portada:

Imagen doble en falsa escala de colores


capturada con el equipo PIV durante la
preparación de uno de los ensayos de arrastre
de berberechos (la intensidad está realzada).
Capítulo 1. Introducción

1. INTRODUCCIÓN

1.1. HIDRODINÁMICA DE LOS ECOSISTEMAS ACUÁTICOS


La hidrodinámica juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos físicos que
se desarrollan en ríos, lagos y aguas de transición. Así, los mecanismos de erosión, transporte
y sedimentación de partículas o las variaciones morfológicas de cauces y lechos están
íntimamente ligados a las características del flujo. También los procesos de intercambio de
masa y momento entre el flujo y los intersticios de la zona hiporréica (p.ej. el volumen de
huecos en lechos granulares) están ligados a la hidrodinámica. En estas zonas el movimiento
del agua juega un papel fundamental en la calidad del hábitat para los microorganismos como
insectos o larvas, para los juveniles en los frezaderos de especies piscícolas y para los
organismos bentónicos de las aguas de transición.
Además, la hidráulica regula la cinética de muchos procesos reactivos de la biomasa
microbiana (algas, bacterias y hongos), afecta a los procesos de alimentación, reproducción,
dispersión, oxigenación de microorganismos (invertebrados, organismos bentónicos) así como
a la movilización y propagación de contaminantes (reactivos o conservativos) como metales
pesados, dioxinas o vertidos.
En los ecosistemas de bivalvos marinos, la hidrodinámica juega un papel vital en los procesos
de dispersión y recolocación de los individuos. Estos movimientos, favorecidos por las
corrientes de agua, no responden siempre a un proceso pasivo sino que en algunos casos se
ha constatado que los organismos pueden favorecer la dispersión a través de una serie de
mecanismos para, p.ej., seleccionar un sustrato más favorable para su desarrollo. En el campo
de la ecología marina, existe cierta controversia sobre qué mecanismo de selección, activo o
pasivo, determina la estructura de las comunidades bentónicas (ver entre otros Butman, 1987).
Por tanto, se puede decir que la estructura y funcionalidad de las comunidades biológicas en
lagos, ríos, cauces, estuarios y en el entorno marino en general, está fuertemente ligada y
controlada por las relaciones que surgen entre los procesos físicos, químicos y biológicos
(Butman, 1987; Statzner et al., 1988; Snelgrove y Butman, 1994; Hart y Finelli, 1999;
Boudreauy y Jorgensen, 2001; Nikora et al., 2002; Statzner, 2008).
Con objeto de mejorar la gestión y el conocimiento de los ecosistemas acuáticos han surgido
nuevas áreas de la hidráulica y de la mecánica de fluidos con diversos nombres como la
ecohidraúlica, ecohidrología o hidráulica ambiental, entre otros (Nikora, 2007). Estas nuevas
disciplinas cubren un amplio rango de escalas y de ecosistemas terrestres y acuáticos, en ríos,
lagos y estuarios, y representan un buen ejemplo de la aproximación multidisciplinar de la
ciencia moderna.
La hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos juega un papel fundamental en estas nuevas
áreas de conocimiento, y debe responder a dos grandes cuestiones que están interconectadas
(Nikora, 2009):

• Las interacciones físicas entre el flujo y los organismos, como p.ej. la respuesta de un
organismo frente a las fuerzas de arrastre ejercidas por el movimiento del agua.

• Los procesos de transferencia y dispersión de masa ecológicamente relevantes, como


los relacionados con la difusión molecular o turbulenta.

- C1.1 -
Hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos

Para ello, es importante conocer los métodos y conceptos claves que juegan un papel
importante en la hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos.
Desde la perspectiva de la ingeniería hidráulica, la herramienta habitual de trabajo ha sido el
estudio de la hidrodinámica. En este sentido, en los ecosistemas naturales se deberá tener un
amplio conocimiento de la estructura del flujo, el desarrollo de la capa límite, los procesos de
mezcla y formación de inestabilidades o la mecánica del transporte de sedimentos. Sin
embargo, hay que considerar que el entorno natural, como condición de contorno, posee una
complejidad que en muchos casos no podrá reproducirse en unas condiciones controladas en
laboratorio (p.ej. tridimensionalidad, diferentes escalas de rugosidad, variabilidad espacial y
temporal del flujo, etc.).
Desde un enfoque multidisciplinar no se deben olvidar los aspectos relacionados con la
ecología y la dinámica de los ecosistemas, y sus posibles interacciones con el flujo. Algunas
veces los factores bióticos pueden modificar algunos parámetros hidrodinámicos, como p.ej. la
tensión crítica de arrastre de un lecho de arena, de un modo poco intuitivo. Por ejemplo,
algunas aves migratorias pueden mejorar la estabilidad de las superficies donde se encuentran
algunos tipos de anfípodos (camarones) alimentándose de ellos. El descenso en la capacidad
de erosión se atribuye a que los camarones se alimentan de diatomeas, que a su vez segregan
unos polisacáridos que dan cohesión (trabazón) a los sedimentos (Snelgrove y Butman, 1994).
En los últimos años se ha producido un incremento en la capacidad de determinar la estructura
y propiedades del flujo con la ayuda de nuevas técnicas experimentales que permiten obtener
parámetros más sofisticados que el calado o la velocidad media del flujo. Con los dispositivos
actuales, es posible estimar las tensiones de corte, las fuerzas de arrastre, la estructura de la
capa límite o describir movimientos organizados o estructuras coherentes en estudios
realizados en campo y laboratorio. Estos nuevos parámetros deben incorporarse en los
estudios realizados en los ecosistemas acuáticos para poder seguir avanzando en el
conocimiento de los procesos y dinámicas de estos sistemas (Statzner et al., 1988).
Esta nueva situación plantea un reto a la comunidad científica: cómo procesar y sacar el
máximo provecho a la mayor cantidad y calidad de información ofrecida por las modernas
técnicas experimentales. Muchos autores han estudiado el flujo en los ecosistemas acuáticos y
sus efectos sobre los organismos empleando las ecuaciones de Navier-Stokes para describir el
movimiento del fluido, y las ecuaciones de advección-difusión para el transporte de sustancias
pasivas promediadas en el tiempo (aplicando la descomposición de Reynolds). Sin embargo,
en muchas ocasiones, estas ecuaciones no son prácticas porque el contorno presenta muchas
irregularidades que favorecen la aparición de flujos altamente tridimensionales y heterogéneos
cerca del lecho.
Para resolver este problema, se puede aplicar un nuevo procedimiento de promediado espacial
a las ecuaciones de Navier-Stokes y de advección-difusión, denominado metodología del doble
promediado o Double Averaged Methodology (DAM, Nikora et al., 2007). Las nuevas
ecuaciones que surgen de aplicar este procedimiento, contienen nuevos términos como
tensiones o flujos de cantidad de movimiento inducidos por las formas (dispersivos), y para el
flujo que se produce sobre las rugosidades del lecho, términos de arrastre viscosos y de forma,
así como términos de producción asociados a las estelas que se pueden formar, p.ej., aguas
abajo de un organismo fijado al lecho o al movimiento de una planta sumergida.

- C1.2 -
Capítulo 1. Introducción

1.2. OBJETIVOS Y ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN


Esta Tesis Doctoral se centra en el estudio de los procesos hidrodinámicos que inducen el
arrastre de un grupo de berberechos (Cerastoderma edule) expuestos a una corriente de agua.
Para ello, se ha realizado una extensa campaña de ensayos a escala de laboratorio,
empleando moluscos vivos expuestos a diferentes velocidades de flujo bajo dos densidades de
individuos por superficie diferentes.
El principal objetivo de la investigación es mejorar el conocimiento de este fenómeno de
arrastre que, como se detallará en el texto, tiene implicaciones socioeconómicas en algunas
villas costeras gallegas (Molares et al., 2008). En particular, este estudio nace motivado por los
problemas de mortalidad de los stocks de berberecho producidos en el banco marisquero de
los Lombos do Ulla, situado en la desembocadura del Ulla en la ría de Arousa. Estos episodios
de mortalidad están ligados a los cambios de salinidad y a los fenómenos de arrastre de los
moluscos producidos tras grandes lluvias y crecidas del río (Parada et al., 2006; Parada et al.,
2007; Parada y Molares, 2008).
Para cumplir este objetivo, se han realizado una serie de ensayos en los que se ha
determinado con la ayuda de la tecnología Particle Image Velocimetry (PIV) el campo de
velocidades y las tensiones de arrastre sobre los moluscos. Con ayuda de herramientas
estadísticas, como el Análisis de la Varianza (ANOVA), se ha analizado qué factores de los
analizados (velocidad del flujo, densidad o grado de reclutamiento, tamaño de los berberechos
y estado, vivo o muerto) son significativos en el proceso de movilización de los bivalvos.
Desde un punto de vista hidráulico, el flujo sobre los berberechos es un flujo de tipo rugoso
sobre un lecho irregular y heterogéneo espacialmente. Para poder describir los parámetros
hidrodinámicos relacionadas con el arrastre, se ha empleado la metodología del doble
promediado, de reciente aplicación en el ámbito de la hidráulica (Nikora et al., 2007). La
metodología del doble promediado se presenta como una herramienta muy prometedora y
versátil parar estudiar flujos sobre y a través de contornos irregulares. Esta técnica además se
compenetra muy bien con el PIV, y permite analizar y extraer conclusiones de la información
espacial contenida en los campos vectoriales.
Con ayuda de esta técnica se han determinado, a partir de los registros del PIV, los esfuerzos
de Reynolds y las velocidades de corte, pero también se han podido estimar otros parámetros
relacionados con esta herramienta como las fluctuaciones espaciales de los términos de
velocidad o las tensiones dispersivas de corte. Un aspecto importe que se ha tratado es el de la
relación entre la rugosidad del lecho (medida en función del grado de reclutamiento) y las
tensiones de corte, y su influencia en el porcentaje de movilización de moluscos. El estudio
también ha puesto de manifiesto la importancia de las corrientes secundarias en la estructura
de las velocidades y tensiones de Reynolds.
La estructura y contenido de este documento es el siguiente:

• En el Capítulo 2 se presentan las ecuaciones fundamentales y se realiza una descripción


de los flujos turbulentos. En esta revisión del estado del conocimiento, se presenta la
metodología del doble promediado y también se realiza una descripción de la estructura
vertical del flujo y su relación con la presencia de corrientes secundarias en la sección.

- C1.3 -
Objetivos y estructura de la investigación

• Los fundamentos de la velocimetría de imagen de partículas así como una descripción del
equipo PIV empleado en la realización de la campaña experimental se recogen en el
Capítulo 3.

• En el Capítulo 4 se exponen los antecedentes de la investigación realizada, la metodología


experimental y los resultados de la misma. Los resultados experimentales se comparan con
el estado del arte presentado en el Capítulo 2, así como con los estudios de movilización
de moluscos recogidos en la descripción de la dinámica de las comunidades bentónicas del
Capítulo 4.
El análisis de los datos se desarrolla fundamentalmente con las metodologías del doble
promediado y del análisis de la varianza. Una descripción de esta técnica estadística se
presenta en el Apéndice 2. En el Apéndice 3 se presenta un resumen con los parámetros
hidrodinámicos y con las distribuciones verticales de las velocidades y tensiones obtenidas
en la campaña experimental.

• Las principales conclusiones del estudio así como las líneas de trabajo futuro serán
descritas en el Capítulo 5. Previamente, este Capítulo también recoge una síntesis y
discusión de los principales resultados de la Tesis Doctoral.

1.3. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO


Boudreauy, B. y Jorgensen, B.B. (2001). The benthic boundary layer. Oxford, Oxford University Press
Butman, C.A. (1987). "Larval settlement of soft-sediment invertebrates: the spatial scales of pattern
explained by active habitat and the emerging role of hydrodinamical processes." Oceanographic
and Marine Biology. Annual Review 25: 113-165.
Hart, D.D. y Finelli, C.M. (1999). "Physical-biological coupling in streams: the pervasive effects of flow on
benthic organisms." Annual Review of Ecology and Systematics 30: 363-395.
Molares, J., Parada, J.M., Navarro-Pérez, E. y Fernandez, A. (2008). "Variabilidad internaual de las ventas
de los principales recursos marisqueros de Galicia y su relación con las condiciones
ambientales." Revista Galega dos Recursos Mariños 2(1): 1-42.
Nikora, V., Green, M.O., Thrush, S.F., Hume, T.M. y Goring, D. (2002). "Structure of the internal boundary
layer over a patch of pinnid bivalves (Atrina zelandica) in an estuary." Journal of Marine Research
60(1): 121-150.
Nikora, V. (2007). "Hydrodynamics of aquatic ecosystems: spatial-averaging techniques." Acta
Geophysica 55(1): 3-10.
Nikora, V., McEwan, I., McLean, S., Coleman, S., Pokrajac, D. y Walters, R. (2007). "Double-averaging
concept for rough-bed open-channel and overland flows: Theoretical background." Journal of
Hydraulic Engineering 133(8): 873-883.
Nikora, V. (2009). "Hydrodynamics of Aquatic Ecosystems: An interface between ecology, biomechanics
and environmental fluid mechanics." River Research and Applications(in press).
Parada, J.M., Molares, J., Sánchez-Mata, A., Martínez, G., Darriba, C. y Mariño, J. (2006). "Plan de
actuación para la recuperación del banco "Lombos do Ulla": Campañas marisqueras desde 2002
a 2005." Revista Galega dos Recursos Mariños 1(1): 1-37.
Parada, J.M., Molares, J. y Otero, X. (2007). Episodios de mortalidad en el banco marisquero "Lombos do
Ulla" (Ría de Arousa - NO de España) deducidos a partir de datos metereológicos de los últimos
45 años. XI Congreso Nacional de Acuicultura. Vigo: 943-946 págs.
Parada, J.M. y Molares, J. (2008). "Natural mortality of the cockle Cerastoderma edule (L.) from the Ria of
Arousa (NW Spain) intertidal zone." Revista de Biología Marina Y Oceanografía 43(3): 501-511.

- C1.4 -
Capítulo 1. Introducción

Snelgrove, P.V.R. y Butman, C.A. (1994). "Animal-Sediment Relationships Revisited: Cause versus
effects." Oceanography and Marine Biology: an Annual Review 32: 11-177.
Statzner, B., Gore, J.A. y Resh, V.H. (1988). "Hydraulic stream ecology: observed patterns and potential
applications." Journal of the North American Benthological Society 7: 307-360.
Statzner, B. (2008). "How views about Flow adaptations of Benthic Stream Invertebrates changed over the
last century." International Review of Hydrobiology 93(4-5): 593-605.

- C1.5 -
C02
ECUACIONES FUNDAMENTALES
Y DESCRIPCIÓN DE FLUJOS
TURBULENTOS

En este capítulo se presenta


una revisión de la literatura
relativa a los principales
procesos hidrodinámicos en
flujos en lámina libre sobre
lechos rugosos. Se presentarán
las ecuaciones fundamentales
incluyendo una nueva meto-
dología, denominada del doble
promediado, que resulta espe-
cialmente útil para caracterizar
la hidrodinámica de lechos
rugosos. En el texto se analizará
la estructura vertical de las
velocidades, zonificando el flujo
en una región libre, otra rugosa
y otra subsuperficial. También
se analizarán las distribuciones
de tensiones de corte y de
intensidades turbulentas en el
perfil, analizando la influencia de
la trimensionalidad o la
variabilidad del flujo en las
mismas. En el último apartado
se ha realizado una pequeña
introducción al estudio de la
turbulencia.
Fotografía de Portada:

Desarrollo de una capa límite turbulenta.


Imagen realizada con una técnica de
visualización de humo para un número de
Reynolds basado en la escala de espesor de
momento Re=3500 (Van Dyke, 1982).
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

2. ECUACIONES FUNDAMENTALES Y DESCRIPCIÓN DE FLUJOS


TURBULENTOS

2.1. ECUACIONES FUNDAMENTALES

2.1.1. Introducción
Las ecuaciones que gobiernan el movimiento de los fluidos son las conocidas ecuaciones
de Navier 1-Stokes 2, que junto con la ecuación de continuidad, forman un sistema de cuatro
ecuaciones que contemplan la conservación de la masa y de la cantidad de movimiento o
momentum.
La ecuación de conservación de la masa se puede expresar como 3:

∂ρ ∂ρ ui
+ =0 (2.1)
∂t ∂xi
que para fluidos incompresibles y homogéneos se convierte en:

∂ui
=0 (2.2)
∂xi
Las ecuaciones de Navier-Stokes (N-S) son un juego de tres expresiones, que empleando el
convenio de Einstein 4 se pueden expresar como:

∂ui ∂ui u j 1 ∂p 1 ∂τ ij
+ = gi − + (2.3)
∂t ∂x j ρ ∂xi ρ ∂x j
donde i,j=[1,2,3], xi representa la coordenada espacial y t la temporal, ui es la i-ésima
componente del vector velocidad, p es la presión, gi la i-ésima componente de la aceleración
gravitatoria y ρ y τij, son la densidad del fluido y el tensor de tensiones tangenciales
respectivamente.
Otra forma bastante empleada para las ecuaciones dinámicas es (Monin y Yaglom, 1971),
donde υ es la viscosidad cinemática del flujo:

∂ui ∂u 1 ∂p ∂ ⎛ ∂ui ⎞
+ u j i = gi − + ⎜⎜υ ⎟⎟ (2.4)
∂t ∂x j ρ ∂xi ∂x j ⎝ ∂x j ⎠

1
Claude Louis Marie Henri Navier: * 1785, Dijon (F); † 1836, París (F)
2
Sir George Gabriel stokes: * 1819, Skreen (IRL); † 1903, Cambridge (UK)
3
En la deducción de las ecuaciones generales se emplearán ejes de coordenadas y velocidades
genéricos (xi, ui) para poder aplicar el convenio de Einstein. En el desarrollo de casos prácticos se usarán
el sistema de coordenadas {x, y, z} y las velocidades en coordenadas {u , v, w} .
4
Albert Einstein: * 1879, Ulm (GER); † 1955, Princeton (USA)

- C2.1 -
Ecuaciones fundamentales

En la ecuación (2.3) los términos de la izquierda de la igualdad representan la aceleración local


y convectiva del flujo, mientras que los términos de la derecha representan las fuerzas
gravitatorias, las de presión y los esfuerzos tangenciales debidos a los efectos viscosos. Estos
últimos, se representan habitualmente a partir del tensor de tensiones tangenciales τij,

⎛ ∂ui ∂u j 2 ∂uk ⎞ ⎛ 1 ∂u ⎞
τ ij = μ ⎜ + − δ ij ⎟⎟ = 2μ ⎜ sij − δ ij k ⎟ (2.5)
⎜ ∂x
⎝ j ∂xi 3 ∂xk ⎠ ⎝ 3 ∂xk ⎠

que para fluidos incompresibles se reduce a:

τ ij = 2μ sij (2.6)

donde μ es la viscosidad dinámica del agua, δij es la función delta de Kronecker y


sij = 1 2 ⋅ ( ∂ui ∂x j + ∂u j ∂xi ) .

Si introducimos la ecuación (2.5) en la ecuación (2.3), las ecuaciones de N-S quedan,

∂ui ∂u 1 ∂p ∂ ⎛1 ⎞
+ u j i = gi − + ⎜ τ ij ⎟ (2.7)
∂t ∂x j ρ ∂xi ∂x j ⎝ρ ⎠
En fluidos incompresibles y homogéneos 5, las 3 ecuaciones de Navier-Stokes (ecuaciones
dinámicas del movimiento de los fluidos) y la ecuación de continuidad forman un sistema de
cuatro ecuaciones con cuatro variables desconocidas: las tres componentes de la velocidad y
la presión. De este modo, conociendo las condiciones iniciales y de contorno se podrían
resolver cualquier situación de flujo.
Sin embargo, las ecuaciones de N-S son un sistema de ecuaciones en derivadas parciales de
segundo orden con una alta no-linealidad. Esta gran no linealidad está relacionada con un
amplio rango de escalas espaciales y temporales que los flujos pueden poseer (Pope, 2000;
Cebeci, 2004) y que se analizará con más detalle los apartados 2.1.3 y 2.1.
En esencia, el caso más general del movimiento de los fluidos es el de los flujos turbulentos.
Una de las características de este tipo de flujos es que poseen un número de Reynolds 6
elevado. A medida que el flujo es más turbulento, su número de Reynolds es mayor, se
generan más inestabilidades y fluctuaciones en las variables que caracterizan al flujo
(velocidades y presiones).
Únicamente existen soluciones analíticas de las ecuaciones de N-S para situaciones donde el
flujo es laminar, lo cual restringe el campo de aplicación de estas soluciones a situaciones
reales, ya que la inmensa mayoría de los flujos en ingeniería son de naturaleza turbulenta.

5
El término homogéneo hace referencia a fluidos sin estratificación térmica o densimétrica (estraficación
neutra). Esto es aplicable a fluidos con temperaturas o densidades constantes. Cuando el campo de
densidades no es homogéneo, aparecen una serie de fuerzas de flotación que producen el ascenso de
las partículas de fluido menos densas y el descenso de las más densas. El desarrollo de las ecuaciones
de N-S para flujos estratificados así como el estudio de la interacción entre las fuerzas de flotación y la
energía turbulenta se puede consultar p.ej. en el Capítulo 4 de Monin, A.S. y Yaglom, A.M. (1971).
Statistical Fluid Mechanics. Mechanics of Turbulence. Massachussetts, MIT Press. 784 págs.
6
Osborne Reynolds: * 1842, Belfast (UK); † 1912, Watchet (UK)

- C2.2 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Para flujos turbulentos no existen soluciones analíticas de las ecuaciones de N-S. Empleando
métodos numéricos se pueden resolver las ecuaciones completas de Navier-Stokes, sin
embargo, el coste computacional es muy elevado y crece a medida que lo hace el número de
Reynolds. En la actualidad, únicamente se pueden resolver geometrías sencillas empleando
esta metodología denominada Direct Numerical Simulation (DNS). Hasta el momento, en
ingeniería hidráulica la aproximación más práctica es la de resolver las ecuaciones de Navier-
Stokes promediadas con la descomposición de Reynolds o Reynolds Averaged Navier Stokes
(RANS), donde la turbulencia se tiene en cuenta con algún modelo de turbulencia en vez de
resolverse.

2.1.2. Descomposición de Reynolds. Ecuaciones RANS.


No es una exageración asegurar que los dos principales trabajos de Osborne Reynolds de
finales del XIX en turbulencia marcaron la dirección a seguir en los estudios de Mecánica de
los Fluidos 7 (Jackson y Launder, 2007).

(a) (b)
Figura 2.1 (a) Representación de la máquina empleada por Reynolds y de sus
observaciones sobre el comportamiento del flujo visualizado en la misma
(Reynolds, 1883), y (b) visualización de una reproducción del experimento
original de Reynolds (Van Dyke, 1982).

En el primer trabajo de 1883, Reynolds analizó experimentalmente la transición entre flujo


laminar y turbulento empleando un dispositivo compuesto por una tubería de cristal en la que
inyectó un trazador pudiendo visualizar los distintos tipos de flujo. En este estudio relacionó la

7
Otra contribuciones fundamentales fueron las realizadas p.ej. por L. Prandtl en sus trabajos de 1904 y
1925 en los que sentó las bases de la teoría de la capa límite y el modelo de longitud de mezcla que lleva
su nombre empleado para resolver las ecuaciones de N-S (Nezu y Nakagawa, 1993).

- C2.3 -
Ecuaciones fundamentales

aparición de remolinos y la desaparición de líneas de corriente rectas con el número


adimensional que hoy en día lleva su nombre (Figura 2.1). Sin embargo, la frontera entre
régimen laminar y turbulento no sería definida por Reynolds hasta su artículo de 1895 8.
Será en este trabajo (Reynolds, 1895) donde se propone una nueva versión de las ecuaciones
de Navier-Stokes, denominadas ecuaciones de Navier-Stokes promediadas con la
descomposición de Reynolds (Reynolds Averaged Navier Stokes o RANS equations).
Para la obtención de estas ecuaciones es necesario emplear dos "ingredientes". El primero es
la descomposición de las velocidades y presiones instantáneas en sus componentes medios y
promediados en el tiempo, la llamada descomposición de Reynolds:

ui = ui + ui ´
(2.8)
p = p + p´

donde las variables con la barra hacen referencia al valor del promedio temporal (ensemble
averaged) de la variable y el apóstrofe hace referencia a la parte fluctuante de la variable.
El segundo "ingrediente" son las reglas de promediado de Reynolds (p.ej Monin y Yaglom,
1971):

∂f ∂ f ∂f ∂ f
f +g= f +g ; fg = f g ; a f = af ; = ; =
∂s ∂s ∂s ∂s (2.9)
f '= f − f ; f '= f − f =0

Estas reglas se aplican a las ecuaciones (2.2) y (2.3) obteniéndose así las ecuaciones RANS:

∂ui
=0 (2.10)
∂xi

∂ui ∂u 1 ∂ p ∂ui ´u j ´ ∂ ⎛ ∂ui ⎞


+ u j i = gi − − + ⎜⎜ υ ⎟⎟ (2.11)
∂t ∂xi fuerzas
ρ ∂xi ∂x j ∂x j ⎝ ∂x j ⎠
ac .local ac .convectiva gravit . fuerzas fuerzas fuerza tang .
presión turbulencia viscosa

Si se compara el juego de ecuaciones dinámicas RANS con el juego de ecuaciones dinámicas


de N-S (2.3) se observa que aparece un nuevo término. Los términos ui ´u j ´ aparecen como
resultado de aplicar la descomposición de Reynolds al término no lineal de la ecuación de N-S
y se denominan tensiones de Reynolds. ui ´u j ´ es un tensor de tensiones cuya traza vale el
doble de la energía cinética turbulenta kE o k 9,

8
Reynolds (1895) determinó la frontera entre flujo laminar (direct) y turbulento (sinuous) para valores del
DU m
parámetro adimensional K = ρ superiores a 1900 – 2000.
υ
9
Se empleará kE preferentemente para denominar a la intensidad cinética turbulenta (TKE) para
diferenciarla del número de onda k = 2π / L

- C2.4 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

u 'u ' u 'v ' u 'w'


−u 'i u ' j = − v ' u ' v 'v ' v ' w' (2.12)
w'u ' w'v ' w' w '

kE =
1
2
( 1
) (
u ' u ' + v ' v ' + w ' w ' = u '2 + v '2 + w '2
2
) (2.13)

Otra forma habitual de expresar las ecuaciones dinámicas RANS es la siguiente:

∂ui ∂u 1 ∂p ∂
∂t
+ u j i = gi −
∂xi
+ τ − u ´u ´
ρ ∂xi ∂x j ij i j
( ) (2.14)

donde

⎛ ∂ui ∂u j ⎞
τ ij = μ ⎜ + ⎟ (2.15)
⎜ ∂x j ∂xi ⎟
⎝ ⎠
Las tensiones de Reynolds son 6 nuevas incógnitas que se deben calcular para resolver las
ecuaciones RANS. Dado que el número de ecuaciones no ha incrementado (4) y sí el número
de incógnitas (3 velocidades + 1 presión + 6 tensiones de Reynolds), es necesario encontrar 6
nuevas ecuaciones para cerrar la resolución del problema de flujo. Esta situación se conoce en
la literatura como el Turbulence Closure Problem (el problema de cierre) y representa la idea
clave a la que se ha asociado todo el desarrollo de los modelos de turbulencia para las
ecuaciones RANS.

2.1.3. Otras formas reducidas de las ecuaciones de Navier-Stokes


Como ya se ha comentado, sólo existen soluciones analíticas de las ecuaciones de N-S
para situaciones donde el flujo es laminar. Para buscar soluciones a las ecuaciones completas
de Navier-Stokes en flujos turbulentos hay que recurrir a la hidráulica computacional, conocida
comúnmente como Computer Fluid Dynamics (CFD).
La solución más directa consiste en resolver las ecuaciones instantáneas de Navier-Stokes.
Esta técnica conocida como DNS (Direct Numerical Simulation) cuenta con el inconveniente de
que debe resolver todas las escalas espaciales y temporales que posee el flujo. Para que esto
ocurra, es necesario que la malla espacial tenga una resolución inferior a la de la menor escala
de longitudes del flujo, y que el paso de tiempo sea lo suficientemente pequeño para resolver
los movimientos de mayor frecuencia. Hay que tener en cuenta que las menores escalas de
movimiento (las microescalas de Kolgomorov 10) suelen ser varios órdenes de magnitud
inferiores a las escalas de movimiento del flujo, especialmente para valores elevados del
número de Reynolds. Además, como la resolución directa se realiza siempre en mallas
tridimensionales, el tamaño de la misma crece enormemente. Cea (2005) señala que para
modelizar un flujo convencional mediante DNS en un escenario común de ingeniería hidráulica
la malla del modelo podría tener del orden de 1012 a 1016 puntos.

10
Andrey Nikolaevich Kolgomorov: * 1903, Tambov (RUS); † 1987, Moscú (USSR)

- C2.5 -
Ecuaciones fundamentales

Por este motivo es habitual trabajar con formas reducidas de las ecuaciones de Navier-Stokes.
La estrategia empleada para obtener estas ecuaciones consiste en trabajar con versiones
promediadas de las mismas, ya sea trabajando con promedios espaciales, temporales o
ambos.

ECUACIONES
NAVIER-STOKES
promediado de las escalas promediado temporal
espaciales más pequeñas. ( e ns e mb le ave r ag e)
sin promediado temporal. sin promediado espacial.
Direct Numerical
Simulation (DNS)
Large Eddy Reynolds Averaged
Simulation (LES) Navier-Stokes (RANS)

promediado temporal en promediado espacial (superficial


todas las escalas del flujo. o volumétrico) en un dominio paralelo al lecho

Double Averaged
Navier-Stokes (DANS)

promediado espacial promediado espacial


en la vertical. a lo largo del ancho del flujo

ecuaciones de NS 2DH ecuaciones de NS 2DV


(DANS/RANS) (DANS/RANS)

promediado espacial
en toda la sección

ecuaciones de NS 1D
(DANS/RANS)

Figura 2.2. Formas reducidas de las ecuaciones de N-S obtenidas a partir del promediado
de las variables en el tiempo o en el espacio (adaptado de Nikora, 2008b).

En la Figura 2.2 se presenta un esquema con las formas reducidas de las ecuaciones
fundamentales. La característica común de estas aproximaciones es que en vez de abordar el
problema completo, obteniendo la solución por tanto de todas las escalas temporales y
espaciales, éste se resuelve de alguna manera introduciendo algún tipo de simplificación.
La primera alternativa a la resolución completa de las ecuaciones de N-S consiste en resolver
las fluctuaciones del flujo de mayor escala y modelizar la influencia de las menores escalas a
través de algún modelo de turbulencia. Esta aproximación se conoce como Large Eddy
Simulation (LES) o simulación de grandes vórtices.
En la simulación LES se promedian las ecuaciones de N-S en el volumen de cada elemento de
la malla. Las escalas de flujo inferiores a este volumen (denominadas subgrid scales, SGS) se
modelizan. Como en el caso de las DNS, las simulaciones LES son tridimensionales y en
condiciones de flujo no permanente, pero cuentan con la ventaja de reducir el coste
computacional frente a la resolución directa.
Computacionalmente, el problema de la LES está en la región del flujo cercana a las paredes
del contorno (wall region), ya que las estructuras se hacen más pequeñas y es necesario
refinar la malla para resolverlas. Una solución común consiste en resolver las ecuaciones

- C2.6 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

RANS cerca de los contornos (en las regiones internas del flujo) y lejos de los mismos emplear
la solución LES. Esta aproximación se conoce como Detached Eddy Simulations (DES).
La segunda alternativa, ya esbozada en el apartado 2.1.2, consiste en promediar las
ecuaciones de Navier-Stokes empleando la descomposición de Reynolds. Las ecuaciones
RANS son sin lugar a dudas las más empleadas en la simulación de flujos en el campo de la
Ingeniería Hidráulica y Ambiental aplicada. Aunque poseen ciertas limitaciones en los flujos en
los que existen fenómenos de separación o transición, permiten obtener un buen nivel de
compromiso entre precisión y tiempo de cálculo.
En el campo de los CFD, el principal inconveniente de esta aproximación consiste en el modelo
de turbulencia que se debe emplear para poder resolver las ecuaciones RANS. Existen
numerosos modelos de turbulencia, algunos semiempíricos o desarrollados para condiciones
de flujo muy específicas. Sin embargo, ninguno es universalmente aceptado como válido. El
estudio y descripción de estos modelos se escapa del ámbito de esta tesis. Una revisión de los
modelos más empleados en el campo de la hidráulica se recoge por ejemplo en Rodi (1980),
Davison (2003) o en Cea (2005).
Una forma de mejorar el ámbito de aplicación de los modelos RANS a flujos con separación
consiste en simular las fluctuaciones de mayor escala y sus interacciones no-lineales. Este tipo
de modelos, conocidos como Unsteady RANS (URANS), permiten obtener soluciones para
flujos no permanentes incluso con condiciones de contorno fijas. Este tipo de esquema está a
medio camino entre las ecuaciones RANS y los modelos LES. Sin embargo, en la actualidad, la
comunidad científica no comprende completamente el significado de los resultados arrojados
por estos esquemas de resolución, lo que hace las aproximaciones DES/LES sean más
comunes (Cea, 2005).
En la Figura 2.3 se presenta una comparación de las diferentes aproximaciones de resolución
de las ecuaciones de N-S mencionadas anteriormente para el problema del flujo que pasa a
través de un cilindro.
RANS LES/DES (malla gruesa)

URANS LES/DES (malla fina)

Figura 2.3. Simulación del flujo a través de un cilindro con varias aproximaciones. En la
figura se representan las vorticidades (Spalart, 2004).

- C2.7 -
Ecuaciones fundamentales

En la figura anterior se puede apreciar como la aplicación del esquema RANS no permite
analizar la frecuencia de la formación de vórtices que conforman la calle de Kármán 11,12.
Antes de continuar con el análisis de más formas promediadas de las ecuaciones de N-S se
presenta en la Tabla 2.1 un resumen comparativo de las diferentes estrategias
computacionales presentadas en este texto 13, el orden de magnitud de las mallas y los pasos
de tiempo necesarios para resolver un problema tipo que Spalart (2000) define como el análisis
del flujo sobre un automóvil o un avión. En la última columna de la tabla se define un horizonte
temporal aproximado para el cual se dispondrá de ordenadores de suficiente potencia para
poder resolver este flujo tipo.
Tabla 2.1. Resumen de las diferentes estrategias empleadas en la hidráulica
computacional (Spalart, 2000).

TIPO RÉGIMEN NO MODELIZACIÓN DE TAMAÑO PASOS DE AÑO DE


PERMANENTE LA TURBULENCIA DE MALLA TIEMPO APLICACIÓN
7 3
3DRANS No Sí 10 10 1990

3DURANS Sí Sí 107 103.5 1995


8 4
DES Sí Sí 10 10 2000
11.5 6.7
LES Sí Sólo SGS 10 10 2045

DNS Sí No 1016 107.7 2080

A la vista de la información contenida en la Tabla 2.1, parece que todavía quedan unos cuantos
años para que la hidráulica computacional pueda resolver las ecuaciones completas de N-S,
por lo que mientras tanto parece que habrá trabajo para la hidráulica experimental.
Retomando el esquema de la Figura 2.2, y promediando las ecuaciones RANS en el calado o a
lo largo del ancho de la sección del flujo, se llega a los modelos RANS bidimensionales. Los
modelos bidimensionales pueden separarse en lo que se conoce como modelos 2D en la

11
Theodore Von Kármán: * 1881, Budapest (HUN); † 1963, Aachen (GER)
12
Una calle de Kármán es un una estructura de vórtices que se forman, en un rango limitado de números
de Reynolds, por el fenómeno de separación no permanente del flujo detrás de un obstáculo interpuesto
en el flujo.
13
En este trabajo únicamente se ha esbozado el enfoque Euleriano del problema. Debido al incremento
de la potencia de computación en los últimos años se están proliferando los códigos Lagrangianos sin
malla (de partículas) para la resolución de problemas de ingeniería hidráulica y ambiental. Este enfoque
se denomina Smoothed Particle Hydrodinamics (SPH).

A nivel europeo se puede señalar el trabajo del grupo multidisciplicinar SPHERIC, perteneciente a la
European Research Comunity On Flow, Turbulence and Combustion – ERCOFTAC –
(http://wiki.manchester.ac.uk/spheric/index.php/Main_Page). A nivel nacional destacan los trabajos
realizados por el Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera y del Océano de la Universidade de
Vigo o por el CEDEX (Centro de Estudios y Experimentación en Obras Públicas) del Ministerio de
Fomento.

Una revisión reciente del estado del conocimiento de este campo de trabajo se encuentra en la tesis
doctoral de Crespo, A.J.C. (2008). Application of the Smoothed Particle Hydrodynamics model SPHysics
to free-surface hydrodynamics. Grupo de Investigación de Física de la Atmósfera y del Océano. Vigo,
University of Vigo. PhD Disertation: 157 págs.

- C2.8 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

vertical (2DV), que son usados cuando el flujo es uniforme en una dirección horizontal, pero
con variaciones significativas en relación a la altura. Los modelos 2D promediados en el calado
(2DH) se usan en situaciones donde no hay variaciones en la vertical y la densidad del fluido es
constante. En Peña (2002) se presenta una revisión de los principales modelos comerciales de
este tipo en aplicaciones en ingeniería hidráulica.
En la parte inferior de la Figura 2.2 se encuentra la aproximación unidimensional de las
ecuaciones de N-S en los que se promedian espacialmente las variables que definen el flujo en
las dimensiones vertical y transversal (en la sección).
Se puede decir que hasta este punto, se ha realizado una descripción convencional de las
ecuaciones de Navier-Stokes y sus métodos de resolución a través de diferentes
simplificaciones de las mismas. Lo cierto es que hasta que las técnicas numéricas más
completas (LES o DNS) sean asequibles computacionalmente, las soluciones ofrecidas por las
ecuaciones RANS son, y seguirán siendo, las más habituales en aplicaciones prácticas o
investigaciones aplicadas.
Además de la turbulencia, otra característica común a la mayoría de los flujos naturales de
canales abiertos (escorrentía superficial, aplicaciones de ingeniería fluvial y/o marítima) y de
flujos geofísicos es que son flujos sobre lechos rugosos, o hidráulicamente rugosos. Aunque
durante los últimos 20 o 30 años se han realizado notables y numerosas investigaciones sobre
este tipo de flujos, el conocimiento de parámetros como las leyes de velocidad o las
características de la turbulencia aún es, todavía, ciertamente limitado (Nezu y Nakagawa, 1993;
Nikora et al., 2007a).
Uno de los problemas que se debe solucionar antes de analizar las leyes de variación de
velocidades y demás variables descriptoras de la turbulencia es la definición de la rugosidad y
posición del lecho. Respecto a la rugosidad del lecho 14, en flujos hidráulicamente lisos,
Nikuradse 15 empleó en sus experimentos de flujos en tuberías el concepto de rugosidad
equivalente ks como el diámetro, la altura, de los granos de arena que pegó a las paredes de
las mismas para analizar la pérdida de carga en tuberías rugosas (Nikuradse, 1933).
Este concepto se ha extendido para otro tipo de lechos no conformados por arenas
densamente pegadas a una superficie lisa a través de la interpolación de la ley logarítmica de
velocidades en la región del flujo cercana al fondo (ver apartado 2.3.2).
El segundo problema consiste en definir la posición del lecho. De nuevo, en flujos
hidráulicamente lisos la definición de la posición del fondo es trivial, ya que no existe
interacción entre el fondo (la rugosidad) y el perfil de velocidades. En esta situación de flujo el
espesor de la subcapa viscosa o capa límite laminar 16 es mayor que la posición de las crestas
del lecho (ver Figura 2.4).

14
Por simplicidad en muchos casos se hablará de flujos rugosos o lisos en referencia a flujos sobre
lechos hidráulicamente rugosos o lisos respectivamente.
15
Johann Nikuradse: * 1894, Samtredia (Georgia, RUS); † 1979, Munich (GER)
16
Los términos capa límite laminar y subcapa viscosa se han empleado indistintamente ya que
históricamente se ha asumido que el flujo en esta región era laminar. Sin embargo, los datos
experimentales han demostrado que aunque el perfil medio de velocidades es lineal, como en el caso del
régimen laminar, el flujo presenta bastantes fluctuaciones, características de un flujo turbulento. Por lo

- C2.9 -
Ecuaciones fundamentales

En lechos rugosos artificiales (arena densa o esferas pegadas a una superficie lisa) parece
existir un consenso entorno a que la posición del fondo se encuentra por debajo del plano
formado por las crestas del lecho una distancia entre 0.15 y 0.3 veces el valor de la rugosidad
equivalente (Nezu y Nakagawa, 1993). Sin embargo, en lechos granulares irregulares, como
los que se pueden encontrar en un cauce aluvial natural, está definición ya no es tan clara
debido a la propia aleatoriedad del fondo (Nikora et al., 2002b).
hidráulicamente liso hidráulicamente intermedio
+ ks
k = <5 5 ≤ ks+ < 70
s
(υ u* )

subcapa viscosa δv ≈ υ δv
ks u* ks

hidráulicamente rugoso hidráulicamente rugoso


+ cauce rugoso natural
k ≥ 70
s

0.15 - 0.30 ks z=0?


ks

Figura 2.4. Flujo hidráulicamente liso, intermedio y rugoso (sobre lecho regular e irregular).

Aunque en el apartado 2.1 se analizará con detalle el perfil de velocidades (y la determinación


de la posición del fondo en flujos hidráulicamente rugosos), en la Figura 2.4 se han
representado las fronteras entre los regímenes liso, intermedio y rugoso:

lecho hidráulicamente liso: k s+ = ks u* υ > 5 ⎫



lecho hidráulicamente intermedio: 5 ≤ k s+ < 70 ⎬ (2.16)

lecho hidráulicamente rugoso: k s+ ≥ 70 ⎭

Este frontera se determina en función de k s+ , que representa la relación entre la escalas de


longitudes ks o longitud equivalente de Nikuradse, que es una la longitud característica de la
rugosidad, y υ / u* , que es proporcional a la longitud característica de la subcapa viscosa. Este
número adimensional es una versión del número de Reynolds, que en estudios de transporte
de sedimentos se denomina número de Reynolds granular Re* y fue empleado ya por
Shields 17 en la construcción del famoso ábaco empleado para analizar el transporte de fondo
que lleva su nombre (Shields, 1936)
Retomando el problema del análisis de los flujos turbulentos sobre lechos granulares, y al igual
que en flujos hidráulicamente lisos, la herramienta más empleada para su análisis son las
ecuaciones RANS.

tanto el término capa límite laminar debe considerarse erróneo. Monin, A.S. y Yaglom, A.M. (1971).
Statistical Fluid Mechanics. Mechanics of Turbulence. Massachussetts, MIT Press. 784 págs.
17
Albert F. Shields: * 1908, Cleveland (US); † 1974, New York (US)

- C2.10 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Sin embargo, en contornos irregulares que pueden cambiar por procesos de transporte de
sedimentos, en flujos con bajas condiciones de sumergencia relativa, definida p.ej. por Manes
et al. (2007) como el ratio entre el calado y la rugosidad del lecho, o en lechos muy
heterogéneos espacialmente, es muy difícil determinar la posición o la propia rugosidad del
lecho. Además, este tipo de flujos son altamente tridimensionales y heterogéneos cerca del
fondo.
El principal inconveniente de las ecuaciones RANS para el análisis de este tipo de escenarios
es que no se puede asociar explícitamente a una distribución espacial de la geometría,
rugosidad o algunos parámetros hidrodinámicos del flujo (Nikora et al., 2007a). Así, algunas
definiciones como la de flujo uniforme, flujo bidimensional o las tensiones tangenciales sobre el
fondo no se pueden definir en condiciones de flujo con baja sumergencia (ver Figura 2.5).

Figura 2.5. Ejemplo de perfil de velocidades sobre fondo liso y rugoso. En el perfil rugoso se
representa la indeterminación del perfil de velocidades promediado en el tiempo
para diferentes posiciones en la dirección de la corriente (adaptado de Nikora,
2008b)

Para estas situaciones es especialmente recomendable emplear le metodología del doble


promediado o Double Average Methodology (DAM) 18 que consiste en analizar las variables y
desarrollar ecuaciones de movimiento del fluido promediadas tanto en el tiempo como en el
espacio. Para esto último se emplean planos o volúmenes paralelos a la posición media del
fondo.
En la Figura 2.2 se puede apreciar cómo aplicando la DAM se pueden desarrollar unas nuevas
ecuaciones de N-S, denominadas en la literatura anglosajona Double Averaged Navier Stokes
o DANS. Esta metodología también puede aplicarse a las ecuaciones de advección-difusión
para elementos no reactivos (contaminantes) o para el transporte de sedimentos.
En el siguiente apartado (2.2) se establecerán las bases de esta metodología y se expondrán
estas ecuaciones DANS.

18
Esta metodología se está desarrollando y aplicando con profusión en trabajos experimentales y
numéricos en flujos hidráulicamente rugosos como se puede observar en el número especial del Acta
Geophysica de Septiembre de 2008. Nikora, V. y Rowinski, P.M. (2008). "Rough-bed flows in geophysical,
environmental, and engineering systems: Double-Averaging Approach and its applications." Acta
Geophysica 56(3): 529-533.

- C2.11 -
Metodología del doble promediado

2.2. METODOLOGÍA DEL DOBLE PROMEDIADO


La metodología del doble promediado, DAM en adelante, se empleó inicialmente en
problemas de flujo multifásico (p.ej. Whitaker, 1999) y en hidráulica de medios porosos (p.ej.
Pedras y de Lemos, 2001; de Lemos, 2008). Originalmente fue aplicada únicamente a las
variables instantáneas, es decir, sin realizar un pre o post-promediado temporal, como el
empleado para desarrollar las ecuaciones RANS.
En el ámbito de la hidráulica de lechos rugosos (hidráulicamente rugosos), las primeras
aplicaciones de esta metodología se encuentran en estudios de corrientes atmosféricas sobre y
a través de vegetación terrestre como bosques o matorrales (Wilson y Shaw, 1977; Rapauch y
Shaw, 1982; Raupach et al., 1991; Finnigan, 2000). En estos trabajos pioneros el promediado
espacial se empleó para suavizar el valor de las variables hidrodinámicas promediadas
temporalmente (Nikora et al., 2007a). En la actualidad, y al igual que sucede en las
aplicaciones de flujo de canales abiertos, la metodología DAM se emplea para identificar y
analizar nuevos términos dispersivos (o de arrastre) y viscosos en las tensiones tangenciales
sobre y a través de la vegetación (Finnigan y Shaw, 2008).
En hidráulica fluvial, la idea del promediado espacial fue empleada inicialmente por Smith y
McLean en 1977, que analizaron perfiles de velocidad promediados a lo largo de líneas
equiespaciadas de un lecho ondulado (citados en Nikora y Rowinski, 2008). En la actualidad,
las aplicaciones en ingeniería hidráulica siguen la tendencia marcada en los trabajos de flujos
atmosféricos donde el promediado se aplica en coordenadas cartesianas.
En hidráulica de canales abiertos las bases conceptuales de esta metodología así como
algunos ejemplos de aplicación se pueden revisar en una serie de dos artículos publicados en
el Journal of Hydraulic Engineering – ASCE (Nikora et al., 2007a; Nikora et al., 2007b).
A continuación se presenta una lista no exhaustiva sobre los principales temas y trabajos 19 en
los que se ha aplicado la DAM en el ámbito de la ingeniería hidráulica y ambiental:
Estudio de flujos sobre vegetación acuática y la relación de ésta con la rugosidad del lecho,
la aparición de esfuerzos tangenciales y la modificación de los flujos de cantidad de
movimiento (Lopez y Garcia, 1998; Nepf y Ghisalberti, 2008; Poggi y Katul, 2008; Riggeti,
2008).
El análisis de flujos sobre lechos naturales de grava. En esta categoría se pueden citar
algunos trabajos realizados por el grupo del profesor Vladimir Nikora (p.ej. Nikora et al.,
2001; Cameron et al., 2008), la tesis de Martin Detert (2008), dirigida por el profesor
Gerhard H. Jirka, y otros artículos del Science Citation Index (Aberle et al., 2008; Cooper y
Tait, 2008; Mignot et al., 2008, 2009).
Otro grupo de trabajos están relacionados con el flujo sobre lechos de arena lisos o con
formas de fondo (Giménez-Curto y Corniero-Lera, 1996; McLean et al., 1999; Coleman et
al., 2008; McLean et al., 2008; Radice y Ballio, 2008).
El cuarto grupo de estudios están relacionados con el flujo de momentum y el análisis de
las tensiones de corte sobre y a través de lechos constituidos por gravas y rugosidades

19
Algunos trabajos podrían incluirse en varias categorías

- C2.12 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

artificiales como traviesas o dunas fijas (Coleman et al., 2007a; Coleman et al., 2007b;
Manes et al., 2007; Pokrajac et al., 2007).
Por último, se pueden encontrar también algunos trabajos que emplean la técnica DAM
para analizar resultados numéricos (Coceal et al., 2008; Stoesser y Nikora, 2008) o incluso
códigos numéricos que incorporan las ecuaciones DANS como base para el modelo
matemático (Walters y Plew, 2008).
Por tanto, se puede comprobar como el empleo de la metodología DAM en ingeniería hidráulica
no para de crecer y está siendo usada por numerosos grupos de trabajo e investigadores. Si
esta tendencia continua así, esta herramienta podrá convertirse en un estándar para el análisis,
realización e interpretación de ensayos tanto en hidráulica computacional como experimental,
especialmente en aquellos escenarios donde la superficie sobre la que circula el flujo es
espacialmente heterogénea e interesa conocer la interacción del flujo con estos contornos
rugosos.

2.2.1. Aspectos previos


Como sucedía con las ecuaciones RANS (ver 2.1.2) para poder desarrollar las expresiones
de las ecuaciones de N-S doblemente promediadas, DANS en adelante, es necesario aplicar
una serie de herramientas. En este caso, los ingredientes necesarios serán los operadores o
reglas de promediado y la descomposición de las variables hidrodinámicas en sus partes
medias e instantáneas, con una versión revisada de la descomposición de Reynolds. El
procedimiento a seguir será aplicar la descomposición DAM a las ecuaciones de N-S y aplicar
los operadores de promediado a estas ecuaciones.
Llegados a este punto, se puede optar por realizar un promediado espacial a las ecuaciones
RANS, que ya están promediadas en el tiempo, o aplicar primero un promediado espacial para
posteriormente efectuar el promediado temporal. La primera alternativa, denominada time-
space averaging, parece la más apropiada para describir flujos hidráulicos en lámina libre ya
que es consistente con el desarrollo del conocimiento en esta área, y se podrán aprovechar así
todas las nociones sobre turbulencia adquiridas durante más de un siglo de trabajos (Nikora,
2008a).
Sin embargo, parece existir cierto debate en la comunidad científica sobre cuál procedimiento
de promediado (tiempo-espacio o espacio-tiempo) es más idóneo, ya que aunque deben ser
conmutativos, en el desarrollo de las expresiones de los esfuerzos tangenciales aparecen una
serie de términos que no tienen una explicación física demasiada clara y que pueden tener
cierta implicación en la obtención de modelos de turbulencia para hidráulica computacional.
Una discusión sobre estas consideraciones se puede encontrar en Nikora et al. (2007a) y en
Pokrajac et al. (2008)
En este texto se desarrollarán las ecuaciones promediadas primero en el tiempo y
posteriormente en el espacio, citando en caso necesario los resultados obtenidos empleando el
análisis espacio-tiempo.

2.2.2. Teoremas y procedimiento de promediado


En primer lugar se definen los operadores para realizar la media espacial (volumétrica) de
una variable hidrodinámica como:

- C2.13 -
Metodología del doble promediado

1 ⎫
〈θ 〉 ( x, y, z , t ) =
Vf ∫ ⎪ Vf
θ dV ⎪
⎬ (2.17)
1
〈θ 〉 s ( x, y , z , t ) = ∫ θ dV ⎪
V0 V f ⎪⎭

donde θ es una variable del flujo (escalar, vectorial o una componente tensorial) definida en el
flujo pero no en el espacio ocupado por los elementos del fondo, los paréntesis angulares 〈 〉
indican que la variable está promediada espacialmente en una región de volumen total V0 en la
que el fluido ocupa un volumen Vf.

Los dos operadores 〈•〉 y 〈•〉 s se conocen como intrinsic spatial average y superficial spatial
average, respectivamente (Nikora et al., 2007a). Estos dos operadores se relacionan a través
de la siguiente expresión:

〈θ 〉 s = φs 〈θ 〉 (2.18)

donde φs se debe interpretar como una función de rugosidad de fondo o como una función de la
porosidad (en el apartado 2.3.2.2 se presentará más información sobre la forma de definir la
función de rugosidad de fondo):

Vf
φs = con 0 ≤ φmin ≤ φ ≤ 1 (2.19)
V0

En aplicaciones hidráulicas es más conveniente usar el operador intrínseco (promediado sobre


el volumen de fluido Vf), por lo que será el que se empleará en los desarrollos de las
ecuaciones DANS. Por encima de la máxima elevación del lecho, no existen diferencias entre
〈θ 〉 y 〈θ 〉 s porque todo el volumen está relleno de fluido.

Los operadores de la ecuación (2.17) se han definido para realizar el promediado en un


volumen de fluido paralelo la posición del fondo (ver en la Figura 2.6 o Figura 2.13 el sistema
de referencia). De manera análoga se podrían definir operadores para realizar el promediado
superficial sobre planos paralelos al fondo. Sin embargo, en este desarrollo se emplearán los
operadores volumétricos por los siguientes motivos (Nikora et al., 2007a):
1) El registro de las variables hidrodinámicas siempre se realiza en un volumen finito de fluido.
Así, empleando técnicas de velocimetría doppler acústica o láser (ADV o ADVP y LDA
habitualmente, ver Capítulo 3) las medidas se realizan siempre sobre un volumen de control de
varios mm3. En el caso de la tecnología Particle Image Velocimetry, incluso con equipos PIV 2D
o 2D-3C 20, las medidas se realizan en pequeños volúmenes de interrogación que tienen el
espesor del plano láser.
2) Las operaciones matemáticas son más sencillas y elegantes; y, lo más importante,
3) Las ecuaciones promediadas en volúmenes se pueden aplicar igualmente a planos,
haciendo rebanadas paralelas al fondo de un espesor reducido. De manera análoga, este

20
El acrónimo PIV 2D-3C, o SPIV (PIV estereoscópico), hace referencia a equipos que miden en un único
plano las 3 componentes de la velocidad. Cómo se describe con más detalle en el Capítulo 3, en la
actualidad existen equipos PIV que realizan medidas 3D en volúmenes de pocos cm de espesor.

- C2.14 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

procedimiento se podrá aplicar a pequeños paralelepípedos paralelos al fondo, como se


representa en la Figura 2.6.

z, w
y, v
plano láser
x, u

dirección del flujo


rebanada
paralela
al fondo

promediado en
paralelelípedo
paralelo al fondo

Figura 2.6. Esquema del volumen de promediado en los ensayos realizados de arrastre de
berberechos con el equipo PIV.

En la región de flujo situada sobre las crestas (máximas elevaciones) del fondo, el promediado
de las ecuaciones de N-S no es complejo ya que se pueden emplear las reglas de Reynolds ya
expuestas en las ecuaciones (2.9). Sin embargo, a la hora de promediar las ecuaciones de
Navier-Stokes en las zonas situadas por debajo de las crestas del fondo, ya sea siguiendo el
orden espacio-tiempo o tiempo-espacio, es necesario usar nuevos teoremas para obtener las
ecuaciones DANS.
En Nikora et al. (2007a) se presentan los teoremas integrales para ambas metodologías. Si se
realiza el promediado primero en el tiempo (obteniendo así las ecuaciones RANS -2.1.2-) y
luego en el espacio, los teoremas integrales a aplicar son:
s
∂θ s ∂〈θ 〉 s 1 s

∂t
=
∂t
+
V0 ∫ ∫ θ v ⋅ ndS
Sint
,y

s
s ∂ θ
∂θ 1 s
= − ∫ ∫ θ n dS (2.20)
s

∂xi ∂xi
i
V0 Sint

empleando las variables superficiales, mientras que si se emplean variables intrínsecas:

∂θ 1 ∂φs φt θ 1 s
φt
∂t
=
φs ∂t
+
Vf ∫ ∫ θ v ⋅ ndS
Sint
,y

∂θ 1 ∂φs 〈φt θ 〉 1 s
φt
∂xi
=
φs ∂xi
+
Vf ∫
Sint
∫ θ ni dS (2.21)

- C2.15 -
Metodología del doble promediado

En la definición de estos teoremas integrales se pueden observar como aparece una porosidad
o función de rugosidad temporal φt, análoga a la función de rugosidad espacial φs, y que
permite contabilizar la variabilidad temporal del lecho. Esta función se define como φt = T f T0 ,
donde Tf representan el tiempo total del intervalo de promediado en el cual un punto está
ocupado por fluido y T0 es el tiempo total del intervalo en el que se realiza el promediado. De
s
modo análogo a las variables promediadas en el espacio 〈θ 〉 y 〈θ 〉 s , θ y θ se definen como
la media temporal intrínseca y superficial. Estas dos medias se realizan de forma similar a las
medias espaciales a través de la porosidad temporal:
s
θ = φt θ (2.22)

El resto de variables que aparecen por primera vez en las ecuaciones (2.20) y (2.21) son el
vector unitario normal a la superficie del fondo n, v es la magnitud vectorial de la velocidad de
movimiento de la superficie del lecho y Sint es la superficie de la interfase entre el lecho y el
fluido.
Para el caso de geometrías de lecho fijas o que se modifican lentamente (a lo largo del período
de tiempo T0 o el volumen V0 en los que se realiza el promedio espacial), como por ejemplo en
el análisis de formas de fondo en un lecho de arena, los teoremas de las ecuaciones (2.20) y
(2.21) se simplifican:

∂θ 1 ∂φs 〈θ 〉
=
∂t φs ∂t

∂θ 1 ∂φs 〈θ 〉 1
∂xi
=
φs ∂xi
+
Vf ∫ ∫ θ n dS
Sint
i (2.23)

2.2.3. Ecuaciones DANS


Una vez definidos los teoremas para realizar las medias espaciales de las variables
promediadas en el tiempo, el siguiente paso para poder obtener las ecuaciones doblemente
promediadas (DANS, en adelante), consiste en definir una versión modificada de la
descomposición de Reynolds que contemple las fluctuaciones espaciales.

Para ello, cualquier variable hidrodinámica θ (escalar, vectorial o componente de tensor) se


expresará como:

θ= θ + θ'
(2.24)
( 〈θ 〉 + θ ) + θ '
es decir, se considera la descomposición de Reynolds θ = θ + θ ' para las variables
instantáneas y la descomposición θ = 〈θ 〉 + θ para las variables promediadas en el espacio. La
barra superior ondulada en θ señala fluctuación espacial en la variable promediada
temporalmente θ . Es decir, la diferencia entre la variable doblemente promediada 〈θ 〉 y la
variable promediada en el tiempo θ . De manera análoga a la descomposición de Reynolds
donde θ ' = θ − θ , θ ' = 0 , tenemos que θ = 〈θ 〉 − θ , 〈θ 〉 = 0 .

- C2.16 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

En las ecuaciones presentadas a continuación se ha realizado además la suposición de que la


porosidad φt, o variabilidad temporal del lecho es independiente, o no presenta correlación, con
las variables hidrodinámicas promediadas en el tiempo (p. ej. 〈φtθ 〉 = 〈φt 〉〈θ 〉 ). Esta hipótesis,
razonable para la mayoría de las aplicaciones, permite simplificar las ecuaciones (2.25) y (2.26)
ya que el producto de las porosidades φs 〈φt 〉 se puede sustituir por un único símbolo
φ = φs 〈φt 〉 . Además, para lechos fijos se tiene directamente que φt = 1 y entones φ = φs (Nikora,
2008b).
Entonces, aplicando los teoremas de promediado espacial (ecuaciones (2.20) y (2.21)) a las
ecuaciones de continuidad y cantidad de movimiento promediadas en el tiempo (ecuaciones
RANS (2.10) y (2.11)) se llega a las siguientes expresiones (Nikora, 2008a):

∂φ ∂φ 〈ui 〉
ρ +ρ =0 (2.25)
∂t ∂xi

∂〈ui 〉 ∂〈ui 〉 1 ∂φ 〈 p〉 1 ∂φ 〈ui ' u j '〉 1 ∂φ 〈ui u j 〉


+ 〈u j 〉 = gi − − −
∂t ∂xi fuerzas
φρ ∂xi φ ∂x j φ ∂x j
ac .local gravit .
ac .convectiva fuerzas fuerzas fuerzas originadas
presión turbulencia por las formas
de fondo

1 ∂ ∂u 11 1 s
+
φ ∂x j
φ υ i +
∂x j ρ φ V0 ∫
Sint
∫ pni dS (2.26)

fuerza tangencial f pi ≡ fuerzas de arrastre de presión


viscosa
s
1 1 ⎛ ∂ui ⎞

φ V0 ∫ ∫ ⎜⎜υ ∂x j
Sint ⎝
⎟⎟ n j dS

f vi ≡ fuerzas de arrastre viscosas

En comparación con las ecuaciones RANS convencionales, se puede observar que en la


ecuación de conservación de cantidad de movimiento doblemente promediada (2.26) aparecen,
además de los esfuerzos de Reynolds turbulentos - ρ 〈u 'i u ' j 〉 promediados espacialmente,

nuevos términos que explícitamente recogen las tensiones dispersivas ρ 〈ui u j 〉 o inducidas por
forma (form-induced). Estos esfuerzos tangenciales están originados por la variabilidad
espacial de los campos vectoriales promediados temporalmente. También aparecen las fuerzas
s
1 1 s
1 1 ⎛ ∂ui ⎞
de arrastre por unidad de volumen, f pi =
φ V0 ∫S ∫ pni dS y fvi = − φ V0 ∫ ∫ ⎜⎜υ ∂x j
Sint ⎝
⎟⎟ n j dS ,
int ⎠
relacionadas con las fuerzas de presión y viscosas respectivamente. Estos esfuerzos
únicamente están definidos por debajo del nivel de las crestas del lecho.
La metodología del doble promediado se puede aplicar, siguiendo el procedimiento señalado
para las ecuaciones de N-S, a las ecuaciones de advección-difusión para el transporte no
reactivo de sustancias o para el transporte de sedimentos (Nikora et al., 2007a). Este
procedimiento también se ha usado para describir ecuaciones de segundo orden como las que
describen los esfuerzos tangenciales (Coleman et al., 2008; Pokrajac et al., 2008) o el balance
de energía cinética turbulenta (Nikora et al., 2007a; Mignot et al., 2008, 2009).

- C2.17 -
Metodología del doble promediado

En cualquier caso, en las ecuaciones obtenidas aplicando la metodología DAM, aparecen


nuevos términos dispersivos de transporte, generación y disipación de la energía del flujo
relacionados con las heterogeneidades espaciales del flujo, con los procesos de formación de
estelas (wakes) tras los obstáculos del fondo, la interacción del flujo superficial con el sub-
superficial en el entorno del lecho y/o con el propio movimiento del lecho, ya sean el
movimiento de partículas o de otros elementos, como por ejemplo plantas sumergidas.
En el momento de escribir esta Tesis Doctoral, la definición y comprensión del significado de
estos nuevos términos es todavía un reto pendiente para la comunidad científica, aunque ya
existen trabajos que comienzan a asentar ciertos conocimientos relacionados, p.ej., con las
distribuciones de las tensiones tangenciales sobre lechos rugosos (p.ej. Manes et al., 2007;
Aberle et al., 2008; Cooper y Tait, 2008; Pokrajac et al., 2008), el análisis de estructuras
coherentes en el flujo (Pokrajac et al., 2007; Detert, 2008) o el balance de energía cinética
turbulenta (Mignot et al., 2008, 2009).

2.3. VARIACIONES DE LA VELOCIDAD EN LA VERTICAL

2.3.1. Estructura vertical del flujo turbulento en canales abiertos


La estructura vertical de un flujo en lámina libre está relacionada con los tres 21 rangos
espectrales de las fluctuaciones de la velocidad definidos por Kolmogorov en su famoso trabajo
de 1941 22:
a) El rango de producción, donde el patrón del espectro no sigue una representación
específica.
b) El subrango inercial, donde el espectro sigue la conocida ley de los "-5/3". En este
rango no existen efectos viscosos (por eso se denomina inercial).
c) El rango viscoso, donde el espectro decae mucho más rápido que en el rango inercial
debido a la disipación.
Según este esquema, la energía turbulenta es extraída del flujo medio en el subrango de
producción, para ser transferida a escalas turbulentas cada vez de menor tamaño, en el
subrango inercial. La energía turbulenta se disipa en forma de calor en el subrango viscoso, en
las menores escalas de movimiento. Este es el conocido proceso de transformación de la
energía en cascada, propuesto inicialmente por Richardson (1922) 23 y cuantificado por
Kolgomorov en 1941, en particular, identificando las menores escalas del movimiento que hoy
en día llevan su nombre (ver Apartado 2.5.2).

21
Cheng en 1953 complementó el modelo de Kolgomorov, realizando una división en el subrango inercial
-1 -5/3
en dos zonas donde ∼k y ∼k . En el apartado 2.5.2 y en Nikora (1999) se pueden encontrar más
detalles. Nikora, V. (1999). "Origin of the "-1" spectral law in wall-bounded turbulence." Physical Review
Letters 83(4): 734-736.
22
Una traducción de este trabajo se puede encontrar en Kolgomorov, A. (1991). "The local structure of
turbulence in incompressible viscous fluid for very large Reynolds." Proceedings of the Royal Society of
London A 434: 9-13.
23
Lewis Fry Richardson: * 1881, Newcastle upon Tyne (UK); † 1953, Kilmun, Argyll and Bute (UK)

- C2.18 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Siguiendo esta estructura, y también de forma similar a la división clásica de la capa límite, la
estructura del flujo en canales abiertos se suele dividir en tres regiones (Nezu y Nakagawa,
1993):
i. La región de la pared (wall region), que se corresponde con la región interna del flujo
(siguiendo la notación clásica de capa límite). Esta es una zona caracterizada por las
escalas de longitud y velocidad υ u* y u* respectivamente. Es habitual que estas
escalas se empleen para normalizar las variables del flujo. Así, en U+ y z+, el
superíndice '+' señala que las variables u y z se han normalizado respecto a las
variables internas u* y υ / u* .

ii. La región de la lámina-libre (free-surface region). En esta zona, las variables que
controlan la estructura de la turbulencia son las escalas de velocidad máxima de la
corriente U max y el calado del flujo h, como se indica en la Figura 2.7.

escala escala
z/h longitudes velocidades
Z características características
zws=h 1.0

calado velocidad REGIÓN efecto


~h máxima LÁMINA - LIBRE de la

EXTERNA
~ Umáx lámina

REGIÓN
libre
~ 0.6

REGIÓN
INTERMEDIA

INTERNA
REGIÓN
~ 0.15-0.20
espesor capa velocidad efecto
límite viscosa de corte REGIÓN de la
δv ∼ υ/u* ∼ u* DE PARED fricción
z=0

Figura 2.7. División clásica de la estructura vertical del flujo en canales abiertos con lecho
hidráulicamente liso (elaboración propia a partir de Nezu y Nakagawa, 1993;
López y García, 1999 y Manes et al., 2007).

iii. La región intermedia, que no está ni dominada por la influencia del lecho ni por la
presencia de la lámina libre. Esta región se corresponde, en términos generales, con el
subrango inercial del espectro de velocidades. Comprende la zona situada entre 0.15-
0.2 z/H a 0.6 z/H y también la zona de la pared donde z+>50. En esta región la
producción es igual a la disipación G=ε (Nezu y Nakagawa, 1993).

Al conjunto formado por las regiones intermedia y libre se le denomina región externa (outer
region), y se caracteriza porque los efectos viscosos son despreciables. La wall region a su
vez, está divida en varias capas: la subcapa viscosa, la capa de búfer y la región logarítmica.
De manera similar, en el análisis de capas límites “canónicas” (sin gradiente de presión)
generadas sobre placas lisas, el flujo se divide en tres regiones. La región viscosa, la región de
solape y la región de la estela o wake region (López y García, 1999):

- C2.19 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

a. La región viscosa, que se corresponde con la parte inferior de la región de pared de los
flujos hidráulicos lisos, y está formada por la subcapa viscosa (1 ≤ z+ ≤ 5) y por la capa de
búfer (5 ≤ z+ ≤ 30).

En la subcapa viscosa las tensiones turbulentas son despreciables en comparación con la


transferencia de momentum vertical de tipo molecular, y la ley de velocidades es de tipo lineal.
En variables internas tenemos:

U + = z+ (2.27)

En la capa de búfer, las tensiones turbulentas y las tensiones viscosas son importantes. En
esta zona, que se encuentra en 5 < z+ ≤ 30, la ley de velocidades no es lineal debido al efecto
de las tensiones turbulentas. Aunque no existe una solución analítica para determinar el perfil
de velocidades, se puede deducir una expresión teórica numérica a partir de la definición del
gradiente de velocidades en la región viscosa y el modelo de Van Driest para definir la longitud
de mezcla de Prandtl 24. La ecuación del gradiente de velocidades es, para variables internas
(Nezu, 2005):

dU + 2
+
= (2.28)
dz 1 + 1 + 4lM+

donde lM es la longitud de mezcla de Prandtl en unidades internas que vale lM = κ z . Fue el


+ + +

propio Von Kármán quién definió el valor de la constante de proporcionalidad κ, que hoy en día
lleva su nombre.
La ecuación (2.28) se obtiene a partir de la definición de la tensión tangencial en un flujo 2D
uniforme (término de la derecha de la ecuación (2.50)) donde se asume la hipótesis de que la
viscosidad cinemática es igual a la viscosidad de remolino o eddy viscosity, νt. Según la
hipótesis de Prandtl (1925), la viscosidad de remolino vale:

∂u
υt = lM2 (2.29)
∂z
Cómo se ha comentado antes, para la determinación de la ley de velocidades en la región de
búfer se debe integrar la ecuación (2.28) pero empleando, en vez de la relación de la longitud
de mezcla de Prandtl , el modelo propuesto por Van Driest en 1956 (Nezu, 2005):

⎛ z+ ⎞
lM+ = κ z + Γ( z + ), con Γ ( z +
) = −
1 exp ⎜− ⎟ (2.30)
⎝ Bυ D ⎠
donde Bυ D es un factor de amortiguamiento (damping function) que modeliza la importancia de
los efectos viscosos cerca del lecho y que según Van Driest vale ≈ 26.

Una explicación más detallada de este procedimiento para la obtención de la ley de


velocidades en la capa de búfer se puede encontrar en Nezu y Nakagawa (1993). Hay que
señalar que el mismo fue aplicado y validado para describir el perfil de velocidades en flujos en
canales abiertos hidráulicamente lisos por Nezu y Rodi (1986).

24
Ludwig Prandtl: * 1875, Freising (GER); † 1953, Göttingen (GER)

- C2.20 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Hay que señalar que en algunos textos la región de búfer se omite y sustituye por la
extrapolación del perfil lineal de velocidades de la región de la pared hasta la intersección con
el perfil logarítmico de velocidades, que se produce para z+ = 11.6 ≈ δv, valor que aparece
reflejado en la literatura con asiduidad. Sin embargo, en la investigación de los flujos
turbulentos se debe prestar una especial atención a la misma ya que está muy relacionada con
los procesos de formación vórtices y otras estructuras coherentes (Nezu, 2005).
b. La región de solape (overlap region), se define como aquella en la que dejan de tener
importancia las tensiones viscosas y porque existe un equilibrio local entre la producción de
turbulencia y el ratio de disipación.

La región de solape se encuentra entre la zona definida por z+ > 30 y por z / δ ≤ 0.2, donde δ
es el espesor de la capa límite, que en flujo en canales abiertos es igual al calado del flujo. En
esta región las velocidades de la capa límite siguen la conocida distribución logarítmica de
velocidades que se obtiene de la integración de ecuación (2.28) asumiendo la hipótesis de la
longitud de mezcla de Prandtl ( lM = κ z ).
+ +

Existen varias formas de expresar esta ley. La siguiente expresión se emplea habitualmente
parar analizar el perfil vertical en capas límites turbulentas desarrolladas sobre una placa (ver
p.ej. Bigillon et al., 2006):

1
U+ = ln z + + B − ΔU + (2.31)
κ
donde B es una constante de integración que para placas lisas se estima en el entorno de 5 y
ΔU + , que es una función del número de Reynolds granular k s + , y representa el descenso en la
velocidad que se produce cuando el flujo se convierte en rugoso (Raupach et al., 1991).
En ingeniería fluvial, donde los flujos son mayoritariamente rugosos, es habitual no emplear la
forma de la ley logarítmica anterior definiendo otras relaciones se utiliza como escala
característica de longitudes la relación entre el calado y ka rugosidad del grano. En el apartado
2.3.2.1 se ampliarán detalles sobre este y otros aspectos del perfil logarítmico de velocidades.
c. La región de la estela (wake region) comprende el resto de la capa límite y se corresponde
con la región de lámina libre en los flujos en canales abiertos. En esta zona el flujo se
desvía de la ley logarítmica siguiendo la que se conoce como velocity defect law, que se
presenta en el apartado 2.3.2.3
Aunque los límites entre las regiones de flujo en las capas límite y en canales abiertos
coinciden, éstos están basado en conceptos diferentes (López y García, 1999). Además, los
límites entre las diferentes regiones pueden variar ligeramente cómo se puede apreciar en la
Tabla 2.2, donde se recoge la definición de las regiones del flujo liso en canales abiertos,
propuesta por Pope (2000).
Como ya se ha comentado, esta estructura en capas, está íntimamente relacionada con la
distribución de esfuerzos tangenciales y con las leyes de variación de velocidad, como se
comprobará en los apartados 2.3 y 2.3.2 a 2.3.4, respectivamente.
Cuando se analiza el flujo en sistemas acuáticos naturales, como ríos o estuarios, se
encuentran diferencias entre estos y la forma canónica de las capas límites, y también con el

- C2.21 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

flujo 2D uniforme en canales abiertos que es el más estudiado en el ámbito de la ingeniería


hidráulica 25.
Tabla 2.2. Estructura vertical de un flujo hidráulicamente liso en canales abiertos:
regiones, capas y características [δ: espesor de la capa límite, y+= y·u*/υ calado
adimensionalizado respecto a la longitud característica de la capa límite viscosa
δv], (Pope, 2000).

REGIÓN POSICIÓN LEY DE CARACTERÍSTICAS


VELOCIDADES

INTERNA y / δ < 0 .1 --- Las características del flujo dependen de u* y

υ u* , y son independientes de U max y h

REGIÓN DE LA y + < 50 --- La contribución de la viscosidad (fricción) a las


PARED tensiones tangenciales es apreciable

SUBCAPA y+ < 5 Lineal Las tensiones de Reynolds (turbulentas) son


VISCOSA despreciables en comparación con las viscosas

REGIÓN y + > 30, y / δ < 0.3 Logarítmica Es la región donde se ajusta la ley logarítmica de
LOGARÍTMICA O velocidades.
DE SOLAPE

CAPA DE BÚFER 5 < y + < 30 --- Zona de transición entre la subcapa viscosa y la
región logarítmica

EXTERNA y + > 50; y / δ > 0.3 Log-wake Los efectos viscosos son despreciables. Las
características del flujo dependen de U max y h

CAPA DE y + > 50 --- Región de superposición entre las regiones


SUPERPOSICIÓN internas y externas (para elevados números de
Re).

En primer lugar se puede hablar de la complejidad de la hidrodinámica del flujo en los sistemas
naturales donde pueden convivir las estructuras de capa límite con capas de mezcla -mixing
layers- originadas p.ej. en la incorporación de un afluente a un cauce principal, con flujos
estratificados originados por diferencias de salinidades o concentraciones de sedimentos, con
estelas originadas p.ej. por la presencia de formas de fondo o de organismos acuáticos, etc.
Cómo ya se ha comentado en el Capítulo 1, existe una fuerte interacción la hidrodinámica y los
ecosistemas acuáticos (Nikora, 2009).

Además, y aunque nos encontrásemos un escenario donde se pudiese clasificar el flujo como
2D uniforme (o cuasi-uniforme), existen ciertas diferencias entre la forma canónica de las capas
límite y un flujo en el media acuático natural. Algunas de estas diferencias se presentan en la
Figura 2.8, en particular (Nikora, 2009): (i) las capas límites en cauces fluviales y en estuarios

25
Por citar algún ejemplo se puede indicar que la mayoría de las ecuaciones de transporte de
sedimentos, las fórmulas para predecir los efectos de erosión local o los trabajos sobre la estructura y
características de los flujos turbulentos en canales abiertos se han obtenido para estas condiciones de
flujo (ver apartado 2.4.1 y posteriores).

- C2.22 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

están a menudo limitadas por el calado, es decir, no se desarrollan por completo 26; (ii)
habitualmente se encuentran varias capas límite generadas por la fricción con el lecho y con el
aire; y (iii) pueden aparecer capas límites superpuestas originadas por zonas con diferente
rugosidad cómo áreas con organismos bentónicos.

Aire
C.Límite limit
ada por el cal
ado Sección

a) b) “liso” “rugoso” “liso” “rugoso” “liso”

Figura 2.8. (a) Estructura doble de capa límite limitada por el calado en cauces naturales
(Nikora y Rowinski, 2008) y (b), esquema de la formación de varias capas
límites sobre un lecho de mejillones (Nikora et al., 2002a).

Por último, se puede hablar de la rugosidad del fondo y del ratio entre el espesor de la capa
límite (o el calado) y la longitud característica de las rugosidades cómo otros factores
determinantes de la estructura vertical del flujo, y por tanto, de la distribución de velocidades y
tensiones tangenciales.
A diferencia de lo que sucede con la descripción de las capas límites sobre superficies lisas,
que se han estudiado con profusión en túneles de viento desde hace muchas décadas con
ayuda de anemómetros de hilo caliente y desde hace relativamente poco con soluciones DNS
para números de Reynolds bajos, el conocimiento de la estructura de las capas límites
turbulentas rugosas es mucho más reducido.
Esta falta de conocimiento se puede atribuir a varias razones relacionadas con la dificultad de
realizar medidas cerca y en el interior de las rugosidades, la gran variedad de
heterogeneidades que se producen en la zona cercana al lecho o la gran variedad de tipos de
rugosidades que se pueden presentar (Raupach et al., 1991).
Relacionado con la definición de la rugosidad, uno de los problemas radica en intentar emplear
la rugosidad equivalente de Nikuradse como escala característica de la misma. En flujos
rugosos, al contrario de lo que sucede en flujos lisos donde la escala interna de longitudes es
u* / υ , no existe una única escala de rugosidades. Esto se debe a la gran variedad de flujos
que existen, ya que p.ej. una corriente de aire sobre un bosque no se parece demasiado al
flujo que se puede producir sobre un frezadero de gravas.
Por este motivo, se pueden definir varias escalas características como el diámetro del grano, la
separación entre elementos en la dirección de la corriente y en la dirección perpendicular a la
misma, la altura de las formas de fondo, la longitud y forma de las plantas acuáticas o de los

26
Recordemos que por definición una capa límite canónica es aquella región de flujo donde la velocidad
crece desde cero hasta alcanzar la velocidad libre –constante– de la corriente.

- C2.23 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

árboles en flujos atmosféricos, etc. Se puede ver que existen además rugosidades que se
pueden considerar bidimensionales pero otras que deben analizarse como tridimensionales.
En la literatura se recogen algunos intentos para clasificar las rugosidades en varios tipos y así
poder abordar su análisis. Una clasificación muy extendida es la propuesta por Perry et al.
(1969) que clasificaron las rugosidades en función del tipo longitud con la que se escala la
+
función de rugosidad ΔU (o de forma análoga la rugosidad equivalente z0. - Raupach et al.,
1991). Estos autores realizaron experimentos sobre lecho de arena y sobre un lecho cubierto
con pequeñas traviesas transversales de sección cuadrada con diferentes separaciones. Los
flujos tipo -k se producen sobre el lecho de arena y cuando la relación entre la altura de la
traviesa y su separación es grande (el obstáculo está aislado) y se caracterizan porque es la
altura característica del obstáculo o la del grano (ks si se emplea la notación de Nikuradse, de
+
ahí el nombre tipo -k), la que determina ΔU . En los flujos tipo -d, es el calado h (en
ocasiones denotado por d) el que determina la función de rugosidad del lecho (se produce un
flujo rasante y el agua circula sobre las traviesas sin interactuar con las depresiones existentes
en el lecho). Existen numerosos estudios sobre los límites en los que se producen este tipo de
flujos y sobre la estructura de los mismos. Una revisión de los mismos se puede encontrar en
Jiménez (2004) y más recientemente en Coleman et al. (2007b)
Para el análisis de otro tipo de rugosidades cómo árboles o vegetación sumergida, simulada en
laboratorio con cilindros verticales, se deben emplear otro tipo de escalas de rugosidad
(Raupach et al., 1991; López y García, 1999).
Con respecto a los flujos que se producen en medios acuáticos como ríos o estuarios, se
puede indicar que éstos se caracterizan por la presencia de un lecho rugoso, ya sea
impermeable o no, formado por arenas y gravas con rugosidades de diferentes escalas. Estas
rugosidades muchas veces están asociadas a la presencia de organismos vivos, ya sean
vegetación acuática u organismos bentónicos. Otra característica de este tipo de flujo es que
en muchos casos la sumergencia, la relación entre las escalas características de rugosidades y
el calado, es muy reducida.
En estas condiciones, la estructura de de capas expuesta anteriormente se modifica. Es
importante señalar que para bajas condiciones de sumergencia la zona logarítmica puede
llegar a no desarrollarse. Este hecho tiene fuertes implicaciones en la determinación de la
velocidad de fricción a partir del método de Clauser, basado en el ajuste de la ley logarítmica
de velocidades (éste y otros métodos para la estimación de u* se presentarán en el apartado
2.4.5).
Manes et al. (2007) señalan que en estas situaciones de muy baja sumergencia es muy difícil
encontrar argumentos teóricos que postulen la existencia de una ley logarítmica universal. La
principal razón es que las escalas características de las regiones internas y externas son
válidas para todo el calado, así que los análisis dimensionales y de semejanza que se emplean
en la descripción teórica de las capas límites no son válidos. Algunos autores señalan que para
valores de sumergencia H m / Δ < 10 la teoría de la capa límite falla (Katul et al., 2002),
mientras que en la última revisión sistemática de las capas límites turbulentas recogida en el
Annual Review of Fluid Mechanics (Jiménez, 2004), se recomienda que la hipótesis de
semejanza sólo se puede aplicar para relaciones H m / Δ > 40

A continuación, se presenta la revisión de la estructura vertical del flujo propuesta por Nikora et
al. (2001, 2007b). En función de la sumergencia se pueden definir cuatro tipos de flujos

- C2.24 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

hidráulicamente rugosos que aparecen esquematizados en la Figura 2.9. En esta zonificación


se ha despreciado la influencia de la subcapa límite viscosa formada sobre la superficie de los
elementos del lecho (como la presentada en la Figura 2.4).

z Posición media de la lámina libre


zws

CAPA EXTERNA (o intermedia)


zL
CAPA LOGARÍTMICA Flujo
zR Tipo I
Subcapada dominsda por las formas
zc
φ =1 CAPA
Capa interfásica Flujo
δ
RUGOSA R Flujo
Tipo III Flujo
Tipo II
Tipo IV
φ =0
zt
φ (z)
0 1
z Posición media de la lámina libre
zws

CAPA EXTERNA (o intermedia)


zL
CAPA LOGARÍTMICA Flujo
zR Tipo I
CAPA Subcapada dominada por las formas
zc RUGOSA Capa interfásica Flujo
zt Flujo
Tipo III Flujo
Tipo II
CAPA SUBSUPERFICIAL Tipo IV
d φ =0
zf dz
φ(z)
0 φmin 1
Figura 2.9. División de la estructura de flujos hidráulicamente rugosos siguiendo la
metodología del doble promediado: (a) lecho impermeable y (b) lecho
permeable Nikora et al. (2007b).

Los flujos de Tipo I se producen en situaciones de gran sumergencia relativa H m / Δ donde Hm


es el calado máximo (definido como la diferencia entre la posición del lecho de mayor
profundidad zt y la superficie del agua zws), y la rugosidad del lecho Δ 27 (ver Figura 2.9). Este
tipo de flujo contiene la estructura de capas más densa, diferenciándose hasta 6 capas: (i) la

27
En algunas ocasiones la longitud característica de la rugosidad de lecho Δ se emplea como sinónimo de
la rugosidad equivalente de Nikuradse ks. Esta rugosidad no debe confundirse con la rugosidad
característica z0 obtenida como la distancia entre el plano z = d y el plano donde la ley logarítmica de
velocidades es nula (ver Figura 2.10). Para flujo bidimensional uniforme rugoso se puede aplicar la
relación ks = z0 / 30 (ver ecuación (2.34)).

- C2.25 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

capa cercana a la superficie, donde la estructura del flujo está determinada por la
amortiguación de la turbulencia y varios tipos de inestabilidades hidráulicas; (ii) la capa externa
o intermedia, donde los efectos viscosos y los efectos dinámicos inducidos por la forma del
lecho, la presencia de organismos y/o la superficie libre son despreciables; (iii) la región
logarítmica, que se diferencia de la anterior porque tiene diferentes escalas de velocidades y
longitudes características; (iv) la capa dominada por las formas o capa dispersiva que se sitúa
bajo la región logarítmica y sobre las crestas del lecho, en esta capa las propiedades
promediadas en el tiempo se ven afectadas espacialmente por la presencia de lecho; (v) la
capa interfásica, que ocupa la región situada en las crestas y los senos del lecho y es una
región donde el flujo de momentum desaparece por efectos de forma de arrastre o presión y
por efectos de forma de fricción o viscosos (los términos f pi y f vi de la ecuación DANS (2.26));
y (vi) la capa subsuperficial, que aparece únicamente en lechos permeables.
Las tres primeras capas son la zona de flujo libre, sobre la que se amplía información en el
apartado 2.3.2. La capa dispersiva y la interfásica forman la capa rugosa, recogida en el
apartado 2.3.3. Por último, en el apartado 2.3.4 se amplia la información sobre la capa
subsuperficial.

Los flujos de Tipo II se producen en situaciones con sumergencia relativa media y presentan
capa subsuperficial (en lechos permeables), capa rugosa, y una zona superior logarítmica que
no tiene por qué ajustarse exactamente a la ley logarítmica universal porque el ratio H m / Δ no
es suficiente grande para que ésta se desarrolle. En los flujos de Tipo III, la sumergencia
relativa es muy baja y la capa rugosa se extiende hasta la superficie, mientras que en los de
Tipo IV, el flujo se produce sobre un lecho parcialmente inundado, sin llegar a superar en
ningún momento las crestas del fondo. A medida que la sumergencia del flujo se reduce, los
esfuerzos tangenciales están dominados por las componentes originadas por el fondo, y no por
las tensiones de Reynolds, llegando incluso a ser estas últimas despreciables en flujos con
muy baja sumergencia (Giménez-Curto y Corniero-Lera, 2003).

Hay que señalar que es muy difícil asignar intervalos de sumergencia relativa a cada uno de los
Tipos de flujo porque, cómo ya se ha comentado, la forma y espaciado de las rugosidades
influye en la estructura del flujo. Por este motivo, un flujo con una baja sumergencia, digamos
H m / Δ =10, puede presentar una estructura de Tipo I si las forma del lecho es similar a la de
las líneas de corriente, p.ej. no presenta protuberancias aisladas que favorezcan la aparición
de estelas.

A continuación se presentan las características de las diferentes regiones en los flujos


hidráulicamente rugosos, así como la distribución de velocidades en las mismas. Las siguientes
ecuaciones consideran flujo 2D doblemente promediado, aunque también son válidas para
flujos 3D con corrientes secundarias de Prandtl de segundo orden 28. En el caso de la región
externa, existen ciertas diferencias que se comentarán en el apartado 2.3.2 y 2.4.2.

28
Las corrientes secundarias de Prandtl de segundo orden, a diferencia de las corrientes de Prandtl de
primer orden –asociadas al flujo en curva–, están generadas por la anisotropía y no-homogeneidad de la
turbulencia (Nezu y Nakagawa, 2003). En el apartado 2.4.2 se analizará la formación y caracterización de
este tipo corrientes secundarias.

- C2.26 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

2.3.2. Zona de flujo libre


Esta zona está formada por las capas externa y logarítmica. En esta región la contribución
de las fuerzas viscosas y de forma a las tensiones tangenciales son despreciables.
Tradicionalmente, la escala característica de longitud es el calado total h o H (medido desde el
nivel de referencia z=0 para el origen Tipo 1 definido en el apartado 2.3.2.2). Sin embargo, en
flujos con corrientes secundarias (p.ej. en canales estrechos), se emplean otras escalas como
el calado en el que se produce la velocidad máxima δh (Detert, 2008) o el calado δ' a partir del
2
cuál la relación entre la intensidad turbulenta de la componente principal de la velocidad u ' o
intensidad turbulenta (apartado 2.5.3), y la velocidad máxima al cuadrado es constante:
u '2 (δ ') U max
2
∼ cte (Roussinova et al., 2008).

La escala característica de velocidades en esta región es la velocidad máxima del flujo Umax,
aunque en la caracterización de las leyes de velocidades también se emplea la velocidad de
corte u* , que se puede considerar una velocidad característica para todas las zonas del flujo.

La velocidad de corte es un parámetro de vital importancia en la caracterización del flujo que se


emplea para analizar la universalidad de las leyes de velocidades y otros momentos de orden
superior (como intensidades turbulentas, kurtosis, etc. ver Tabla 2.3). Sin embargo, en la
literatura no existe un consenso generalizado sobre la determinación de esta escala de
velocidades. Cómo se explicará con detalle en el epígrafe 2.4.5, la velocidad de corte no es un
parámetro que se pueda medir de manera directa (es habitual emplear métodos indirectos a
partir del ajuste de leyes de velocidades o extrapolaciones del perfil de tensiones tangenciales).
En caso de flujos hidráulicamente rugosos, donde los esfuerzos tangenciales no son
homogéneos y la determinación de la posición del fondo no es directa, las incertidumbres
asociadas a su medida y al método empleado para realizarla, son todavía mayores (Pokrajac et
al., 2006).

2.3.2.1. Zona logarítmica


Siguiendo el concepto de longitud de mezcla de Prandtl, el perfil vertical de velocidades en
la región logarítmica (que abarca desde la capa rugosa hasta un calado aproximado de 0.15–
0.20 z/Hm) se puede describir con la conocida ley logarítmica:

1
u+ = ln z + + B (2.32)
κ
nuevamente, en la ecuación anterior el superíndice '+' señala que las variables u y z se han
normalizado respecto a las variables internas u* y υ / u* . Se supone que la constante de Von
Kármám κ y la constante aditiva B son universales, sin embargo no existe mucho consenso
sobre qué valor deben tomar estos parámetros. Cómo se señalaba anteriormente (ver ecuación
(2.31)), en esta expresión de la ley logarítmica se ha omitido el término ΔU +

En flujos lámina libre con gran sumergencia parece que el aceptado de κ es aproximadamente
0.41 (Nezu y Nakagawa, 1993) mientras que numerosas referencias de mecánica de fluidos
clásica que lo sitúa en 0.40, valor derivado de los experimentos realizados por Nikuradse en

- C2.27 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

tuberías (Streeter y Wylie, 1980). Recientemente, el valor de κ ha sido cuestionado y los


trabajos de la literatura lo sitúan entre 0.38 y 0.45 (George, 2007) 29.
Analizando el valor de la constante B recogida en la literatura uno se encuentra con menos
consenso. El valor de B es función del número de Reynolds granular. Así, los valores
tradicionales para flujos hidráulicamente lisos sitúan a B entre 4.9 y 5.1, aunque estimaciones
recientes amplían el abanico hasta valores que oscilan entre 4 y 10 (George, 2007). Para flujos
hidráulicamente rugosos, los valores habituales de B están en el rango 8.5 ± 0.2 (Song, 1994).
Estos valores son válidos para flujo bidimensional uniforme. Cómo se verá en el epígrafe sobre
la determinación de las tensiones tangenciales (2.3), la estructura del flujo, y por tanto las leyes
de velocidades, se verá afectada por la presencia de corrientes secundarias y la existencia de
régimen no uniforme y variable.
Evidentemente, desde un punto de vista de la función representada en la ecuación (2.32), los
valores de B y κ están interrelacionados. Sin embargo, los trabajos parecen centrarse en
estimar con mayor precisión el valor de la constante de Von Kármán, restándole importancia a
la universalidad del valor de B.

En este trabajo se adoptará como valores de referencia κ ∼0.41 y de B=8.5, con objeto de
poder comparar los resultados obtenidos con los recogidos en otros trabajos similares, que
emplean estos valores. En estudios de flujos hidráulicamente rugosos es habitual trabajar con
una versión un poco diferente de la ecuación (2.32), que explicita la posición del plano de
referencia z = d:

u 1 z−d u 1 z−d
= ln + B, o de forma equivalente = ln (2.33)
u* κ ks u* κ z0

donde z0 es la longitud hidrodinámica característica del lecho (Nikora et al., 2001; Nikora, 2007).
En la expresión anterior se hace ya referencia a las variables doblemente promediadas, en el
espacio y en el tiempo.
Cómo ya se ha comentado, el valor de d suele situarse entre 0.15 – 0.3 d50 (Nezu y Nakagawa,
1993). Respecto a la rugosidad equivalente de Nikuradse, los trabajos encontrados para lechos
de arena y grava dan valores para ks de entre 1 y 3 veces el diámetro medio del sedimento
(Bigillon et al., 2006; García, 2008; Rodríguez y García, 2008). No existe un consenso claro
sobre qué valor emplear ya que el rango de variación es bastante importante especialmente
para arenas gruesas y gravas, como se puede ver p.ej. en el capítulo 6 de Julien (1994) donde
se pueden encontrar más valores y referencias.
Por último, las dos expresiones recogidas en (2.33) se pueden relacionar a través de la
siguiente expresión cuando el lecho es muy rugoso y no existe subcapa límite viscosa
k s / δ v >> 1 , como sucede en la mayoría de los ríos aluviales (García, 2008):

1 z − d 1 30( z − d )
z0 = 30 ⇒ 〈U + 〉 = ln = ln (2.34)
ks κ z0 κ ks

29
En este trabajo desarrollado por W. George se determina el valor de κ a partir de los resultados de DNS
de flujos en tuberías (κ ∼0.43) y a partir de los resultados experimentales en túnel de viento (κ ∼0.38)
para el caso del desarrollo de una capa límite sobre una placa. Este autor defiende que el valor
mayormente empleado en la literatura (κ ∼0.41) es un compromiso entre ambos tipos de flujo.

- C2.28 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Para flujos de Tipo II (con un sumergencia intermedia) la ecuación anterior se puede emplear
para describir el flujo en esta región de flujo, aunque en este tipo de escenarios se requiere
cierto análisis para asegurar la validez de dicha expresión (Nikora, 2007).
En este tipo de flujos se ha constatado que el valor de la constante de von Kármán tiende a
0.41 a medida que la sumergencia crece, pero para valores muy bajos de sumergencia
(digamos H m / Δ < 3 ), el valor de κ puede alcanzar valores incluso superiores a la unidad
(Bayazit, 1976; Pokrajac et al., 2006).

2.3.2.2. Determinación del plano de referencia z=0


La ecuación (2.32) y las ecuaciones (2.33) y (2.34), ambas válidas para la zona
logarítmica, contienen explícitamente o implícitamente el valor de la cota d que se corresponde
con el origen del perfil logarítmico de velocidades. Ya se ha comentado que la determinación
de este plano de referencia no es una tarea trivial en flujos hidráulicamente rugosos sobre
lechos irregulares, como los aluviales. En lechos lisos o incluso en lechos rugosos regulares
(como los constituidos por arenas de tamaño unimodal o por esferas artificiales) este plano se
ubica por debajo de la parte superior del lecho a una distancia de entre 0.15 a 0.30,
habitualmente 0.2, veces el diámetro característico de los elementos que conforman el lecho
(ver Figura 2.4).
Para los lechos rugosos irregulares, se pueden reconocer al menos tres tipos de orígenes
"hidrodinámicos" (Nikora et al., 2002b):
El origen de tipo 1, que se corresponde con el nivel de referencia empleado para
determinar los calados y las tensiones tangenciales. Empleando la metodología del doble
promediado la posición de este plano se encuentra entre los puntos de mayor y menor
elevación del lecho, en particular en la posición media del lecho (Nikora et al., 2001).
Ya se ha comentado en el apartado 2.2.2 (pág 2.13) que la función de rugosidad de lecho
φs se debe interpretar como una función de porosidad. Por encima de los elementos que
conforman el fondo, el valor de esta función es unitario. Cuando el lecho es impermeable, o
cuasi-impermeable 30, el valor de φs es cero por debajo de los senos del lecho. Si el lecho
es permeable 31, y el flujo intersticial es significativo, el valor de la función de rugosidad no
llega a cero, sino que alcanza un valor mínimo φmin como se refleja en la Figura 2.9.

En cualquier caso, entre los valores máximo y mínimo, la función de rugosidad se define
como la función de probabilidad acumulada (función de distribución de probabilidad) de las
elevaciones o cotas del lecho. De este modo, para lechos impermeables se puede
determinar la posición del plano z = 0 de forma inmediata como φ ( z ) = 0.5 .

30
Este el caso de superficies granulares con partículas suficientemente pequeñas para que el flujo en la
zona intersticial sea despreciable. Un ejemplo típico de este tipo de superficies son los lechos cohesivos o
lechos aluviales arenosos con formas de fondo (p.ej. dunas) donde el tamaño del grano D es mucho
menor que la longitud característica de la rugosidad de fondo Δ : D / Δ <<1.
31
Un ejemplo típico de lecho permeable lo conformaría un fondo de grava unimodal, sin partículas
intersticiales que lo colmaten.

- C2.29 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

El origen de tipo 2, que se corresponde con el origen de la ley logarítmica de velocidades,


que como se puede apreciar en la Figura 2.10, no coincide con el plano donde la velocidad
es nula.
El origen de tipo 3, que se puede definir para la capa de flujo rugosa en las distribuciones
de velocidades promediadas espacialmente. Este origen puede determinarse como la
posición de los senos (parte inferior) del lecho o la posición superior de la capa rugosa, que
nunca puede estar por debajo de las crestas del lecho, pero sí por encima (Nikora et al.,
2002b)
z
zws
CAPA
EXTERNA ORÍGENES
zL
CAPA TIPO 3: Capa rugosa
zR LOGARÍTMICA
ley logarítmica
zc
φ =1 CAPA zR TIPO 1: Calados/tensiones
RUGOSA z0 z=d TIPO 2: Ley logarítmica
φ =0 TIPO 3: Capa rugosa
zt
φ(z) z=0
z= 0 0.5 1
Figura 2.10. Definición de los diferentes orígenes del lecho: esquema del lecho y función de
forma del fondo y perfil de velocidades. A la derecha se presenta la definición
geométrica de los diferentes orígenes.

Estos tres orígenes no tienen necesariamente por qué coincidir, como habitualmente se asume
en la literatura. En la Figura 2.10 se presenta un esquema con la definición de los mismos.
La justificación de los orígenes de tipo 1 y 3 es bastante sencilla y atiende a parámetros
geométricos así como a consideraciones de balances de masa y cantidad de movimiento
(Nikora et al., 2001). La posición del origen de tipo 2, en lechos irregulares, no se conoce a
priori y por tanto, debe ser inferida.
El procedimiento habitual consiste en ajustar de alguna manera, p.ej. mediante mínimos
cuadrados, las variables u* , d , z0 de la ecuación (2.33) evaluando la bondad del ajuste a partir
de algún estadístico, como el coeficiente de correlación R2. Este método no tiene ninguna base
física, y además, su aplicación puede llevar a estimaciones incorrectas de estos parámetros
(ver p.ej. Dancey y Diplas, 2008).
En la práctica, el plano de desplazamiento cero (origen de tipo 2), se encuentra entre las
crestas y los senos del lecho, y a medida que el flujo es más energético y la densidad de los
elementos del lecho es menor, se desplaza hacia abajo. El valor de z0 indica la posición a la
que el perfil de velocidades logarítmico es nulo, y depende de la rugosidad del lecho (Nikora et
al., 2001).
Nikora et al. (2002b) analizaron varias metodologías para estimar el valor del plano de
desplazamiento nulo (z=d). En este trabajo se sugiere que este plano se corresponde con el
cual los remolinos o movimientos del flujo de mayor escala "notan" la presencia del fondo. Para

- C2.30 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

ilustrar este fenómeno los autores realizan una brillante analogía automovilística representada
en la Figura 2.11. Primero uno debe imaginar que las ruedas de un coche son los remolinos
que ruedan sobre la superficie de la carretera, en este caso el lecho.

Figura 2.11. Esquema del movimiento de los remolinos con escala del calado del flujo sobre
el plano de desplazamiento nulo (Nikora et al., 2002b).

Cuando uno rueda a gran velocidad en un día de lluvia sobre un asfalto liso es probable que se
produzca aquaplaning. Siguiendo el símil, este sería el caso de los vórtices "rodando" sobre la
subcapa límite viscosa en un flujo hidráulicamente liso. El otro extremo sería la conducción
sobre una pista de cubierta de grava. En este caso, el neumático rodaría parcialmente
"sumergido" en la carretera, y si buscásemos el plano de rodadura, éste se encontraría en
algún lugar entre las crestas y los senos de la pista.
Para determinar los parámetros de la ecuación (2.33), Nikora et al. (2002b) proponen emplear
la siguiente relación para estimar los valores de u* y d (integrando esta ecuación se llega a la
ley logarítmica de velocidades expresada anteriormente):
−1
⎛d u ⎞
⎟ = κ z− κ d
d u u*
= ⇒⎜ (2.35)
dz κ ( z − d ) ⎜ dz ⎟ u* u*
⎝ ⎠

Así, identificado términos entre (2.35) y la ecuación de una recta y ( z ) = a ⋅ z − b se tiene que
a = κ / u* , b = (κ / u* )d y d = b / a . La ecuación anterior se obtiene al aplicar el modelo de
mezcla de Prandtl para una distancia z - d genérica l = κ ( z − d ) en la ecuación a la definición
de velocidad de fricción:

τ0 ∂〈u〉 ∂〈u〉
= u* ≈ l = κ (z − d ) (2.36)
ρ ∂z ∂z
Es importante que para aplicar este método correctamente se dispongan de un gran número de
medidas en la región logarítmica del flujo. También es conveniente aplicar algún tipo de filtro
y/o interpolación de la función d u dz , para reducir la incertidumbre en la estimación de estos
parámetros.
En estudios de corrientes de aires sobre vegetación arbustiva o bosques es habitual determinar
d con la aproximación de la absorción de momento. Según esta aproximación, el centroide –
punto de aplicación- de la fuerza de arrastre coincide con la posición del plano de
desplazamiento nulo (Raupach et al., 1991).

- C2.31 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

2.3.2.3. Zona externa


Los datos experimentales han demostrado que la aproximación de la longitud de mezcla
de Prandtl (la ley logarítmica de velocidades) sólo es válida en la región logarítmica del flujo,
por debajo de calados inferiores a 0.2·h. Por este motivo, la ecuación (2.32) debe ser
modificada para que funcione en la zona externa.
Independientemente del tipo de flujo (liso o rugoso), la corrección que se emplea fue propuesta
por Coles (1956), quien propuso la adición de una función de estela (wake function) a la ley
logarítmica de velocidades:

1
u+ = ln z + + B + w ( z / h ) (2.37)
κ
donde h es el calado (denotado anteriormente como H m ) y w ( z / h ) es la función de estela.
Aunque existen numerosas variantes de la función de estela y de las leyes de velocidades para
la región externa (ver p.ej. Raupach et al., 1991), la más empleada es y sigue siendo la
enunciada por Coles:

2Π ⎛πz ⎞
w( z / h) = sin 2 ⎜ ⎟ (2.38)
κ ⎝ 2h ⎠

De las ecuaciones (2.37) y (2.38) se deriva la velocity defect law o log-wake law:

1 ⎛ z ⎞ 2Π ⎛π z ⎞
u + − U max
+
= − ln ⎜ ⎟ + cos2 ⎜ ⎟ (2.39)
κ ⎝h⎠ κ ⎝ 2h ⎠

donde Π es el parámetro de estela de Coles y se puede interpretar como una medida de la


desviación de las velocidades respecto a ley logarítmica. Coles fijó el valor de Π en 0.55, tras
sus trabajos en capas límites desarrolladas en sobre placas lisas y para números de Reynolds
elevados.
Sin embargo, para flujo en canales abiertos, los valores registrados en la literatura para este
parámetro son positivos o negativos y dependen, entre otros factores, del número de Reynolds
(sigue una relación directa), del tipo de flujo (liso o rugoso) o del tipo de régimen (uniforme,
acelerado o decelerado), (ver entre otros Nezu y Nakagawa, 1993; Wang et al., 2001; Termini y
Greco, 2006; Roussinova et al., 2008).

En canales abiertos con flujo 2D uniforme Nezu y Rodi (1986) encontraron valores para Π entre
0 y 0.22, Coleman (1981) definió el valor medio de Π en 0.19, mientras que Cardoso et al.
(1989) o Kironoto y Graf (1994) dan valores entre -.077 y +0.02 o entre -.08 y + 0.15 para
lechos lisos y de gravas respectivamente.
Por tanto, en la literatura queda demostrado experimentalmente que existen diferencias entre el
comportamiento del flujo en la región externa de los flujos tipo capa límite turbulenta (ya sea
liso o rugoso) y el flujo en canales abiertos. Estas diferencias se deben atribuir a dos
circunstancias: la existencia de la superficie del agua y la presencia de las paredes laterales del
canal, ya que ambas condiciones confinan el flujo.

Los laterales, y en particular relaciones de aspecto B / H bajas, favorecen la aparición de


corrientes secundarias. Por efecto de estas corrientes secundarias, la velocidad máxima no se
produce en la lámina libre (es el efecto conocido como dip phenomenon). Como se discutirá
con detalle en el apartado 2.4.2, este fenómeno no es significativo cuando las medidas se

- C2.32 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

realizan en el centro del canal y las relaciones de aspectos son altas. Nezu y Nakagawa (1993)
señalan que este ratio se sitúa en B / H >5 , aunque otros autores dan valores un poco
inferiores ( B / H >3.5 , según Song, 1994). En otros trabajos se señala que existe una zona de
transición entre canales estrechos, B / H <5 , con corrientes secundarias, y canales
anchos, B / H >10 , sin corrientes secundarias originadas por la fricción con las paredes
(Rodríguez y García, 2008).
La presencia de la lámina libre evita la formación de una región de velocidad constante, como
en un flujo de capa límite, y además amortigua 32 las fluctuaciones en la dirección vertical w ' ,
modificando las características de la turbulencia en la región más próxima a la superficie.
Como ya se ha comentado al principio de este epígrafe, cuando aparecen corrientes
secundarias, algunos autores proponen emplear el calado en el que se produce la máxima
velocidad δ h o el calado δ ' a partir del cual la intensidad turbulenta u '2 es constante. De este
modo, la ecuación (2.39) se puede reescribir, empleando la metodología del doble promediado,
como:

u − U max 1 ⎛z⎞ 2Π ⎛πz ⎞


= − ln ⎜ ⎟ + cos2 ⎜ ⎟ , o
u* κ ⎝h⎠ κ ⎝ 2h ⎠
u − U max 1 ⎛ z ⎞ 2Π ⎛ πz ⎞
= − ln ⎜ ⎟ + cos2 ⎜ ⎟, o (2.40)
u* κ ⎝ δh ⎠ κ ⎝ 2δ h ⎠
u − U max 1 ⎛ z ⎞ 2Π ⎛ πz ⎞
= − ln ⎜ ⎟ + cos2 ⎜ ⎟
u* κ ⎝δ '⎠ κ ⎝ 2δ ' ⎠

Para terminar, un simple vistazo a esta ecuación nos señala que las escalas características de
velocidad y longitud en la región externa son U max y el calado (h, δ h , δ ') .

2.3.3. Zona rugosa


La zona rugosa está conformada por la subcapa dominada por las irregularidades del
lecho (form induced sublayer) y la subcapa interfásica (interfacial sublayer). Las escalas que
dominan esta zona son la velocidad de corte u* y un juego de escalas espaciales que
caracterizan el lecho: ks, d, el diámetro del grano, la forma del grano, los espacios
intersticiales,…
La capa dominada por las formas se ubica desde la parte superior del lecho hasta una
distancia a la que las estelas formadas por la separación de flujo que se produce sobre el
mismo dejan de influir en los esfuerzos tangenciales. Se puede decir que esta zona termina
cuando se alcanza el máximo en las tensiones de Reynolds (Nikora et al., 2002b; Pokrajac et
al., 2008). Un orden de magnitud de la posición superior para flujos hidráulicamente rugosos
fue establecida por Rapauch et al. (1991) en 4 Δ.

La subcapa interfásica se encuentra entre la parte superior e inferior del lecho φmin ≤ φ ( z ) < 1 .
Para los flujos sobre lechos rugosos, como arenas o gravas, Nikora (2007) indica que la ley de
velocidades en esta capa puede ser lineal o exponencial. Existe otra alternativa más, que es

32
en este sentido, no funciona como el lecho, completamente rígido, que las suprime totalmente

- C2.33 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

una ley de velocidades constante, pero que se suele aplicar a flujos con elementos rugosos
verticales donde la turbulencia es dominada por la separación de flujo y las estelas que se
producen tras estos elementos. El caso típico son cilindros verticales o vegetación total o
parcialmente sumergida en el flujo (Nikora et al., 2007b).
La ley exponencial se puede aplicar cuando el flujo de momento descendente domina sobre las
fuerzas gravitatorias (Nikora et al., 2001):

u ( z ) = u ( zc ) exp ⎡⎣ β ( z − zc ) ⎤⎦ (2.41)

donde u ( zc ) es la velocidad doblemente promediada a la altura de la parte superior del lecho

zc y β es un parámetro de ajuste.

El modelo lineal funciona bien para lechos donde la función de fondo φ es monótona
decreciente y la fuerza de arrastre crece a medida que nos acercamos a la parte inferior de
lecho. Este es el caso de lechos de arena o gravas “impermeables” (Detert, 2008).
Este modelo se describe matemáticamente como (Nikora et al., 2001):

u ( z ) − u ( zc ) ( z − zc )
= (2.42)
u* lc

donde lc es la longitud de corte 33 que caracteriza el flujo en la capa interfásica:

u ( zc ) ⎛ ⎞
=δ ⎜ * ⎟
u
lc = (2.43)
( d u dz ) zc
⎜ u

⎝ zc


y δ sería el espesor de la capa interfásica.

6 Y=X
[<u>(z)-<u>(zc )]/u*

4 Interfacial Bead-covered beds


2 sublayer Cube-covered beds
0 Spherical-segment bed
-2 Gravel-covered beds
-4
Flow region above Fixed 2-d bedforms
-6 the interfacial Rock-type bed
sublayer 2-d triangle bars
-8
Crushed stones
-10
-10 -8 -6 -4 -2 0 2 4 6 8 10
(z-zc )/lc
Figura 2.12. Distribución vertical de la velocidad para varios tipos de flujo y rugosidades en
coordenadas ⎡ u ( z ) − u ( zc )⎤ / u* = f [ ( z − zc ) / lc ] (los datos se describen en Nikora et
⎣ ⎦
al., 2004). Las desviaciones de los datos respecto a la recta Y=X son
consistentes con la ley exponencial (2.41).

33
También denominado espesor de la vorticidad (Nikora y Rowinski, 2008).

- C2.34 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

En principio, las ecuaciones (2.41) y (2.42) podrían aplicarse a flujos que tengan desde poca a
muy gran sumergencia (Tipos I, II y III). Este hecho se manifiesta en la Figura 2.12. En flujos en
ríos o en escenarios reales es habitual encontrar flujos más complejos en la capa interfásica,
que se deben describir con la ayuda de los tres modelos anteriormente citados (Nikora et al.,
2001).
En la capa dominada por las formas no se conoce con exactitud cuál es el perfil de velocidades
en los Flujos Tipo I y II. Existen algunos trabajos en túnel de viento que señalan que en esta
capa el perfil se ajusta a ley logarítmica de velocidades, aunque otros sostienen que no es de
este tipo (Nikora et al., 2007b).
Nikora et al. (2004) sugieren que en algunos flujos rugosos, como lechos de sedimentos, la
capa dominada por las formas es una zona de transición entre la capa logarítmica y la
interfásica. De este modo, se puede eliminar la capa dominada por las formas y, por tanto, la
capa interfásica alcanza hasta la altura de la zona con un perfil de velocidades logarítmico,
abarcando todo el espesor de la capa rugosa δ R . Valores típicos son δ R = (0.5 − 2)Δ . Para
estos flujos sobre lechos impermeables, la ecuación (2.42) se puede simplificar como (Nikora et
al., 2001):

u ( z) zR
=C (2.44)
u* δR

donde z R es la coordenada vertical del espesor de la capa rugosa (Figura 2.9), tomando como
origen de referencias el plano de desplazamiento nulo de ley logarítmica (ver Figura 2.10). El
valor de la constante C, determinado de un número reducido de experimentos, es
C ≈ (5.3 − 5.6) para lechos de grava y C ≈ 8.5 para lechos de arena uniforme.

La expresión anterior también puede incluir una constante para tener en cuenta el flujo que se
infiltra si estamos en lechos permeables (Detert, 2008):

u ( z) zR
=C + Cφ (2.45)
u* δR

Para concluir, se puede señalar que para el caso de flujos hidráulicamente lisos se puede
asimilar el concepto de subcapa límite viscosa al de la capa interfásica, mientras que el papel
de la capa dominada por las formas se puede asimilar al de la capa de búfer (ver Tabla 2.2).

2.3.4. Capa subsuperficial


La capa subsuperficial existe únicamente en aquellos flujos que transcurren sobre lechos
permeables, y se identifica cuando se alcanza un valor mínimo no nulo para la función de
rugosidad de fondo (ver Figura 2.9). La velocidad del flujo en esta capa es prácticamente
constante. Las escalas características son la velocidad de corte y el diámetro del poro df,
relacionado con la permeabilidad del medio kf a través de la siguiente expresión (Breugem,
2004):

υk
(d )
2
f =K= (2.46)
g

donde K es la permeabilidad intrínseca del medio.

- C2.35 -
Variaciones de la velocidad en la vertical

Aunque se han realizado un número importante de estudios experimentales y numéricos para


analizar el intercambio de flujo entre medios porosos y en lámina libre, la mayoría son para
flujos laminares y muy pocos son específicos para flujo sobre lechos de grava (Detert, 2008).
En los trabajos desarrollados en esta tesis, la influencia de este tipo de flujo es nula ya que los
lechos analizados se pueden considerar impermeables con los movimientos intersticiales son
despreciables. Por este motivo no se describirá con detalle este tipo de flujos. Una revisión de
los aspectos teóricos se puede encontrar por ejemplo en Breugem (2004) o en Pokrajac y
Manes, (2008). Como orden de magnitud de la velocidad del flujo subsuperficial en lechos de
grava se puede señalar la siguiente relación obtenida por Detert et al. (2007) en unos ensayos
de flujo sobre grava en la que se realizaron medidas con un sistema tridimensional de
seguimiento de partículas (3D PTV):

u
< 0.25 − 1 (2.47)
u*

2.4. TENSIONES TANGENCIALES EN FLUJOS EN LÁMINA LIBRE


En los flujos turbulentos en lámina libre, la transferencia de momentum está directamente
relacionada con las fuerzas de arrastre y de fricción generadas en el perímetro mojado. Como
se verá a continuación, esta interacción también determina la forma del perfil de velocidades.
Por este motivo, para conocer la estructura de este tipo de flujos es necesario tener un
conocimiento del comportamiento del flujo de cantidad de movimiento. Para ello, se analizarán
a continuación la distribución de las diferentes componentes de las tensiones en flujos bi- y
tridimensionales así como flujos uniformes y variados. Este análisis se realizará desde la
perspectiva tradicional de la descomposición de Reynolds, aunque también se hará hincapié en
introducir los nuevos términos que aparecen cuando se aplica la metodología del doble
promediado.

z,w
Posición media de z
la lámina libre
zws
y,v

θ x,u zc
zm
zt

φ(z)
Figura 2.13. Definición del sistema de referencia para espacio y velocidades empleado en
este capítulo y en los posteriores.

Para este análisis se mantendrá el sistema de referencias del apartado anterior, que se
esquematiza en la Figura 2.13. La dirección de la corriente es paralela al eje x, mientras que los
calados crecen con el eje z. La dirección y es perpendicular al plano xz, situado en el centro del
flujo (p.ej. canal o cauce de un río), y su sentido está definido por la regla de la mano derecha.

- C2.36 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

La posición del plano de referencia z=0 se ha discutido en el apartado 2.3.2.2 y resumiendo se


puede decir que depende del tipo de flujo y parámetro que se pretenda analizar. Salvo que se
haga una indicación contraria, la posición z=0 vendrá dada por la cota zm, definida
geométricamente como la posición media entre los senos y las crestas del lecho. El origen de
referencias x=0 se situará en un punto de interés como p.ej. el centro de la sección de medida
o su extremo aguas arriba. Este es el sistema que se empleará en los capítulos posteriores de
esta Tesis Doctoral.

2.4.1. Flujo 2D uniforme


En primer lugar se presentará el escenario de flujo bidimensional para régimen
permanente y uniforme que se produce en un canal recto y ancho, en la zona central del mismo
(lejos del efecto de corte que provocan las paredes laterales sobre el flujo.). En esta situación,
que es la más sencilla y más estudiada en la literatura, el flujo es independiente de la
dimensión lateral y del mismo (v = 0), y en lechos homogéneos espacialmente, que son los que
se analizan en el marco de las ecuaciones de N-S, también de la posición longitudinal x. Por
este motivo, los términos ∂ (...) / ∂x = 0 . Además, como estamos en régimen permanente
tenemos que ∂ (...) / ∂t = 0 .
En este escenario, las ecuaciones de conservación de cantidad de movimiento (o dinámicas)
del juego de ecuaciones de RANS –ecuación (2.14)– se reducen a las ecuaciones sobre los
ejes x y z (ver p.ej. Aberle et al., 2008):

∂ ∂ ⎛ ∂u ⎞
0 = gSb +
∂z
( )
τ xz − u´w´ = ρ gSb + ⎜ υ − ρ u´w´ ⎟
∂z ⎝ ∂z
(2.48)

1 ∂p
0 = −g − (2.49)
ρ ∂z
donde Sb es la pendiente del lecho, definida como Sb = dz/dx = tan θ ≈ sin θ ≈ θ.
Si se integran ambas ecuaciones en el eje z , y se toman como condiciones de contorno que en
la superficie (z = H) las tensiones tangenciales media y las de Reynolds, así como el término de
presiones son nulos se llega a:


ρ g ( H − z ) Sb = υ
∂z
( )
u ( z ) − ρ u´w´( z ) (2.50)

p = ρ g (H − z) (2.51)

La ecuación (2.51) indica que la distribución de presiones en régimen uniforme y permanente


es hidrostática. La expresión (2.50) señala que la tensión tangencial media a una altura
cualquiera sobre un elemento de fluido es igual al término de presiones. Dado que estamos en
un flujo 2D donde no hay efectos de fricción con las paredes laterales del canal 34, la tensión
tangencial sobre el lecho τ0 es constante sobre la dimensión lateral del flujo y :

34
Esta consideración es equivalente a señalar que el RH ≈ h, hipótesis muy empleada en la derivación de
magnitudes y leyes en hidráulica de canales abiertos e ingeniería fluvial.

- C2.37 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

τ 0 ≡ τ xz ( z = 0) = ρ gHSb (2.52)

La ecuación (2.52) no es más que un balance de fuerzas entre la fuerza gravitatoria que posee
la masa de fluido en una vertical y la reacción, el rozamiento, que se produce en el contacto
fluido-lecho.
Otro aspecto fundamental de la ecuación (2.50) es que señala que las tensiones tangenciales
siguen una distribución lineal con el calado. Cómo las contribuciones del término viscoso de las
tensiones se reducen notablemente a partir del calado correspondiente al espesor de la
subcapa límite viscosa (z+ > 10) -Figura 2.14- y se puede despreciar a partir de z+ ≈ 30, se tiene:

∂u ⎛ z ⎞
τ xz = υ − ρ u´w´ ≈ - ρ u´w´ = ρ gHSb ⎜ 1 − ⎟ (2.53)
∂z ⎝ H⎠
1.0

0.8 u´w ´
(z+ )
0.6

0.4
∂u
0.2 +
( z ) ∂z
0.0
0 10 20 30 40 50 +
60
z
Figura 2.14. Contribución a la tensión tangencial total de los términos viscosos y de
Reynolds. Datos de DNS de un flujo en capa límite desarrollado sobre una placa
lisa para un Re=13750 (Kim et al., 1987; extraído de Pope, 2000)

Además, y por definición, la velocidad de corte u* es aquella velocidad representativa de la


transferencia de cantidad de movimiento en la interfase del fluido con el contorno sobre el que
fluye ( τ 0 ≡ ρ u*2 ). Aplicando esta definición e introduciendo (2.52) en (2.53) se llega a la
conocida relación lineal entre las tensiones de Reynolds con la tensión tangencial sobre el
lecho.

⎛ z ⎞ 2⎛ z ⎞ ⎛ z ⎞
τ ≈ − ρ u´w´ = ρ gHSb ⎜1 − ⎟ = ρ u* ⎜1 − ⎟ = τ 0 ⎜1 − ⎟ (2.54)
⎝ H ⎠ ⎝ H ⎠ ⎝ H⎠
Debido a que la determinación experimental directa de las tensiones tangenciales es difícil, se
ha aprovechado la relación de linealidad de las tensiones de Reynolds en la región de flujo
alejada de los contornos para extrapolar la ley de la ecuación (2.54) hasta el fondo, y así
obtener la tensión tangencial total que actúa sobre el perímetro mojado (§2.4.5).
Desde la perspectiva del doble promediado, las ecuaciones de partida del análisis de las
tensiones tangenciales son ahora las ecuaciones de N-S doblemente promediadas o

- C2.38 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

ecuaciones DANS recogidas en (2.26). Para la situación de flujo 2D uniforme y permanente la


ecuación dinámica en la dirección del eje x se puede escribir como (Manes et al., 2007) 35:

∂φτ xz
φρ gSb = f x − (2.55)
∂z
donde por simplicidad se han expresado las tensiones tangenciales totales medias sin la barra
superior y que en el marco del doble promediado son:

⎡υ ∂φ 〈u〉 ⎤
τ xz = ρ ⎢ − 〈u´w´〉 − 〈uw〉 ⎥ (2.56)
⎢⎣ φ ∂z ⎥⎦

y el término f x es igual a la suma de las fuerzas de arrastre por unidad de volumen


relacionadas con las fuerzas de presión f p y f v con las fuerzas viscosas (ver ecuación (2.26)).
Como se ha comentado, estos esfuerzos aparecen únicamente por debajo del nivel de las
crestas del lecho, ya que actúan como sumideros del flujo de cantidad de movimiento.

Entonces, por encima del nivel de las crestas del lecho (zc) tenemos que f x = 0 y φ =1.
Además, lo suficientemente alejado de este nivel de referencia, fuera de la región rugosa del
flujo ( z > zR, Figura 2.9), las perturbaciones espaciales son nulas y la tensión de forma
− ρ 〈uw〉 ≈ 0 , por lo que la ecuación de la tensión tangencial total (2.56) es equivalente a la
ecuación de la tensión tangencial total derivada de las ecuaciones RANS (ec. (2.53)).

z
tensiones
turbulentas

H u
tensiones
inducidas
δR por forma zR
zc
tensiones
zt
viscosas

Figura 2.15. Distribución vertical de las tensiones y velocidades en un flujo 2D uniforme y


permanente (elaboración propia a partir de Detert, 2008).

Sin embargo, en la región cercana al lecho y por debajo de las crestas del mismo, las tensiones
de forma contribuyen de forma muy significativa a las tensiones totales (Figura 2.15). Por este
motivo, la distribución de tensiones de forma − ρ 〈uw〉 se suele emplear para definir el límite

35
La versión general de la ecuación que define la tensión tangencial sobre el lecho se puede encontrar en
Nikora et al. (2007a), ecuaciones (24) y (25).

- C2.39 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

superior de la capa rugosa z R , y con éste el espesor de esta capa δ R = zR − zt . Además, se


ha demostrado analítica (Giménez-Curto y Corniero-Lera, 1996) y experimentalmente (p.ej.
Nikora et al., 2001; Aberle et al., 2008; Detert, 2008) que a medida que el flujo tiene mayor
sumergencia relativa la importancia de las tensiones de forma se incrementa.
Otra forma de definir el espesor de la capa rugosa es a partir de la varianza de la perturbación
espacial de las velocidades 〈uu 〉 , que es otra medida de la heterogeneidad espacial del flujo
(Nikora et al., 2004; Aberle et al., 2008). Esta varianza es el análogo del marco DAM a la
intensidad turbulenta de la velocidad en la dirección de la corriente. En el apartado 2.5.3 se
podrá encontrar una definición de éste y otros parámetros empleados para caracterizar la
turbulencia (sobre la que se hablará en el apartado 2.4, pág. 2.73).

2.4.2. Flujo 3D uniforme en canales rectos

2.4.2.1. Influencia de las corrientes secundarias


En las consideraciones del apartado anterior no teníamos en consideración la dimensión
lateral del flujo y, ya que no habíamos considerado la influencia de la presencia de las paredes
del canal. Sin embargo, cómo se comentará a continuación, las paredes juegan un papel
importante en la estructura del flujo, o al menos, cerca de las mismas.
Para tener en cuenta la presencia de las paredes a la hora de definir la tensión tangencial
sobre el contorno por el que circula el flujo (lecho y paredes) debemos sustituir en la ecuación
(2.52) el calado H por el radio hidráulico de la sección (RH = A / Pm). Así, la tensión tangencial
sobre el contorno τ 0 será la media espacial de la tensión sobre el perímetro mojado:

τ 0 = 〈τ 0 〉 P = ρ gRH Sb
m
(2.57)

De este modo, la tensión tangencial sobre el contorno τ 0 será la suma de la tensión tangencial
sobre el lecho τ b ≡ 〈τ 0 〉 b y la tensión tangencial sobre las paredes τ w ≡ 〈τ 0 〉 w .

B/2 B/2

u/umax
B/2 1.0
0.98
0.95
δh 0.90
0.8
z 0.7

〈τ 0 〉 w
x y
〈τ 0 〉 w
〈τ 0 〉 b

Figura 2.16. Distribución ideal de las tensiones tangenciales sobre el contorno y sus
corrientes secundarias asociadas en un canal recto estrecho (B/H=2) con flujo
uniforme 3D (adaptado de Detert, 2008)

- C2.40 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

En la Figura 2.16 se presenta la distribución ideal de tensiones para un flujo en un canal recto
de relación de aspecto B / H = 2. Se puede apreciar como en las paredes del canal, la
distribución de esfuerzos no es función simétrica respecto al plano z = H/2. Esto provoca que
exista un movimiento de agua hacia arriba y, posteriormente, hacia el centro. Como el nivel de
agua no puede ascender, por el principio de conservación de la masa, desde la parte superior
central se forma una corriente que desplaza al agua en el plano zy hacia las esquinas de la
sección. A consecuencia de este proceso, la posición de la velocidad máxima δh desciende
(produciéndose el fenómeno conocido como velocity dip).
El descenso de la velocidad está asociado entonces a la aparición de las corrientes
secundarias, y aunque hace más de cien años que los investigadores conocen su existencia,
es un proceso que no se entiende demasiado bien y que ni los modelos de turbulencia más
avanzados pueden resolver correctamente (Nezu y Nakagawa, 1993).
Cuando aparecen corrientes secundarias, se habla de que el flujo tiene vorticidad en la
dirección de la corriente. Por tanto, para analizar las corrientes secundarias se puede partir del
análisis de la componente longitudinal de la vorticidad que para flujos en régimen uniforme
queda (Bradshaw, 1987; Nezu, 2005):
A1 A2
término advectivo

∂Ω x ∂Ω x ∂Ω ∂u ∂u ∂u ⎛ ∂ 2 ∂2 ⎞
u +v + w x = Ωx + Ωy + Ωz + ⎜ 2 − 2 ⎟ (−v ' w ')
∂x ∂y ∂z ∂x ∂y ∂z ⎝ ∂y ∂z ⎠
(2.58)
∂2
+ ( v '2 − w ' 2 ) + υ ∇ 2 Ω x
∂y∂z
término
A3 difusivo

donde Ω = (Ω x , Ω y , Ω z ) es el vector de vorticidad media definido cómo:

∂ w ∂v ⎫
Ωx = − ⎪
∂y ∂z ⎪
∂u ∂ w ⎪⎪
Ωy = − ⎬ (2.59)
∂z ∂x ⎪
∂ v ∂u ⎪
Ωz = − ⎪
∂x ∂y ⎪

La ecuación (2.58) es válida para cualquier tipo de flujo en régimen uniforme. La versión
general para régimen no uniforme y variable se puede encontrar en Nezu (2005). En esta
ecuación, el término A1 describe la posible amplificación de Ω x por el fenómeno de
“estiramiento” de vórtices, mientras que los términos A2 y A3 están relacionados con las
tensiones de Reynolds y sólo son relevantes en flujos turbulentos.
Las corrientes secundarias se pueden clasificar en función del término A1 que es equivalente a
la fuerza centrífuga en coordenadas curvilíneas (Nezu, 2005). Así, las corrientes secundarias
de Prandtl de Primer Orden, están originadas por la presencia de fuerzas centrífugas,
asociadas por ejemplo al flujo en curva (ver apartado 2.4.4). Este tipo de corrientes se pueden
producir tanto en régimen laminar como en régimen turbulento.

- C2.41 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

En régimen uniforme en canales rectos el término A1 desaparece porque el primer sumando es


nulo y Ω y ∂u −Ω z ∂u (Bradshaw, 1987). Por este motivo, las corrientes secundarias sólo
∂y ∂z
se pueden formar por contribuciones de los términos A2 y A3. Esta es la razón de que estas
corrientes secundarias, de Prandtl de Segundo Orden, también se denominen corrientes
inducidas por las tensiones de Reynolds ya que no pueden producirse en régimen laminar. En
canales abiertos el módulo de las corrientes secundarias de segundo orden se puede acotar en
el 5% de la velocidad media del flujo (Detert, 2008).
Cómo la ecuación (2.58) no puede resolverse analíticamente, es necesario emplear algún
modelo de turbulencia para hacerlo. En Nezu y Nakagawa (1993) se señalan algunos
procedimientos para resolver esta ecuación para el caso de flujo uniforme en canales rectos.
Para el caso de canales infinitamente anchos una solución bastante empleada para
caracterizar las leyes de variación de las velocidades v y w a lo largo de la dimensión y del
canal es la propuesta por Ikeda en 1981 (ver p.ej. en Nezu y Nakagawa, 1993; Rodríguez y
García, 2008).
La solución de Ikeda representa de forma ideal la aparición de las células de recirculación que
se pueden observar en canales aluviales anchos y que están relacionadas con la formación de
dunas en la dirección de la corriente, cómo se puede apreciar en la Figura 2.17.
línea de burbujas
línea de espumas
flujo

arena gruesa duna longitudinal


de arena
λ=2H
a)
w/u*, v/u* 0.2
1.0

z/H

0.0
0.0 y/H 2.0
1.1
b flujo ascendente

b
0.9
b) flujo descendente flujo descendente

Figura 2.17. (a) Esquema de flujo y patrones de las corrientes secundarias y dunas
longitudinales en un río ancho (Nezu, 2005) y (b) representación de las
corrientes secundarias y la variación de la tensión tangencial de fondo con la
expresión de Ikeda (1981) (ver en Nezu y Nakagawa, 1993)

- C2.42 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Es importante señalar la correlación existente entre las tensiones tangenciales sobre el lecho y
la velocidad vertical del flujo. A lo largo de la sección transversal, el comportamiento ideal de
ambos parámetros es sinusoidal. En las zonas de flujo ascendente se produce una reducción
de la tensión tangencial, mientras que en las zonas de mayor tensión tangencial sobre el fondo
el flujo es descendente. Este modelo reproduce bien la variación cíclica de la carga de
sedimentos en suspensión en la sección transversal y la forma ondulada del lecho de los
grandes ríos.
Por lo tanto, el mecanismo físico de aparición y variación cíclica de las corrientes se puede
demostrar a partir de la anisotropía de las fluctuaciones turbulentas y de las tensiones
tangenciales en la dirección perpendicular al flujo (ecuación (2.58)). Las desviaciones
encontradas entre las soluciones analíticas de la distribución de las velocidades v y w y los
datos experimentales deben atribuirse a factores como la geometría del cauce,
heterogeneidades en las rugosidades del lecho y otros efectos de contorno. Estos y otros
aspectos se discuten con mayor profundidad en Rodríguez y García (2008).

2.4.2.2. Distribución de tensiones y velocidades


Cómo se ha demostrado, en flujo en canales abiertos, incluso aunque estos sean rectos, el
comportamiento tridimensional del mismo en forma de corrientes secundarias es esencial para
entender la distribución de las tensiones tangenciales.

Una descripción analítica de las tensiones primarias de Reynolds − ρ u´w´ , para canales rectos
en régimen uniforme fue propuesta por Nezu y Nakagawa (1993). En el marco de las
ecuaciones RANS (no promediadas en el espacio) y despreciando el efecto de las tensiones
viscosas a cierta distancia del lecho se tiene:
SC1 SC2 SCuv '
G
τ b τ xz H
∂u
H
∂u
H
∂u ' v '
= ≈ -u´w´( z ) = gSb ( H − z ) − ∫ w dz − ∫ v dz − ∫ dz (2.60)
ρ ρ z
∂z z
∂y z
∂y
términos originados por las corrientes secundarias

La ecuación (2.60) señala que las tensiones de Reynolds se desvían de la relación lineal
proporcionada por (2.53) debido a la presencia de las corrientes secundarias. Además, y cómo
los términos adicionales no pueden despreciarse, una estimación de las tensiones sobre el
fondo a partir de la extrapolación lineal de − ρ u´w´ no sería correcta ya que ahora la tensión
sobre el fondo tiene más componentes que el término gravitatorio.

En la Figura 2.18 se presenta la distribución de tensiones − ρ u´w´ para un canal recto


rectangular liso de relación B / H = 2 (Nezu y Nakagawa, 1993). Se puede apreciar cómo las
tensiones de Reynolds siguen siendo aproximadamente lineales, aunque por encima de la
posición de la velocidad máxima toman valores negativos. Este hecho está relacionado con el
fenómeno de descenso de la velocidad, ya que para la velocidad máxima se tiene que
∂u / ∂z = 0 , y entonces el término SC1 de la ecuación (2.60) es nulo. En la figura se han
representado también los términos G, SC1, SC2 y Suw’ de la ecuación (2.60) para la
distribuciones de tensiones situada a medio camino entre la pared del canal y su plano central.
Se puede observar cómo el valor absoluto del término SC1 es mucho mayor que el valor
absoluto del término SC2 cuando estamos en la región inferior del flujo (z / H < 0.5). Cuando se

- C2.43 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

analiza la región superior esta circunstancia se invierte. El primer término está relacionado con
las velocidades verticales y el segundo con las velocidades en la dirección y. Por tanto, y para
flujos 2D con corrientes secundarias, se puede concluir que las velocidades en la dirección
vertical contribuyen de un modo muy importante a las tensiones de Reynolds cerca del lecho
mientras que el flujo horizontal contribuye a las tensiones en la región externa. Cómo SC2 es
negativo y SC1 ≈0 para δh=0, las tensiones de Reynolds por encima de este calado son
negativas (Nezu y Nakagawa, 1993).

z/H=1

y = 0 (plano central del canal)


y = ±0.5B/H

u´w ´ b
en flujo 2D
uniforme

Suv`
δh/H
SC2 G

SC1
-1 0 1 2
u´w ´ b

Figura 2.18. Distribución experimental de − ρ u´w´ en un canal rectangular liso estrecho


(B/H=2) con paredes y lecho de la misma rugosidad. Se han representado los
términos de la ecuación (2.60) para la distribución de tensiones situada en el
plano y = ±0.5 B/H (datos de Nezu y Nakagawa, 1993).

En la Figura 2.18 también se presenta la contribución del término gravitatorio G y la ley de


variación parra un flujo 2D uniforme. Se puede observar como el término gravitatorio en este
caso duplica al valor del término gravitatorio para flujo bidimensional − ρ u´w´ / τ b . Esto se
produce porque en la configuración de la figura (un canal con igual rugosidad en el fondo y las
paredes y con B/H = 2) la tensión tangencial sobre el lecho es la mitad que la tensión
tangencial sobre todo el contorno τb τw 2τ 0 . En este caso los términos SC1, SC2 y Suw’
compensan la diferencia que existe entre los términos gravitatorios para los flujos en 2D y 3D
(Nezu y Nakagawa, 1993).
A medida que nos acercamos a las paredes del canal, la influencia de las corrientes
secundarias sobre la distribución de tensiones es mayor, como se puede apreciar en la Figura
2.19 donde se presentan los registros obtenidos por Imamoto e Ishigaki (1988, citados en
Yang, 2005b) en un canal con una relación B/H = 5. En la figura se aprecia como, a medida que
nos acercamos a la pared, la tensión tangencial sobre el lecho se reduce.

- C2.44 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

1
y/H = 2.5 y/H = 2.0 y/H = 1.5 y/H = 0.5
y/H = 1.0
0.9

0.8

0.7

0.6

z/H 0.5

0.4

0.3

0.2

0.1

0 '
0 0.5 1 0 0.5 1 -0.2 0.8 -0.2 0.8 -0.4 0.6
u´w ´ 0

Figura 2.19. Distribución de − ρ u´w´ en un canal recto con relación de aspecto B/H=5.
Datos de Imamoto e Ishigaki,1988 (citados en Yang, 2005b)

Cualitativamente, esta distribución de tensiones sobre el lecho concuerda bien con el patrón de
variación recogido en la Figura 2.20 (Nezu y Nakagawa, 1993).
0

Fr = 0.54
1.1 Fr = 1.22
u´w ´

1.0

0.9

2z/B -1.0 -0.5 0.0


Figura 2.20. Distribución de tensiones tangenciales sobre el lecho en un canal (Nezu y
Nakagawa, 1993).

Entonces, y recapitulando, hemos visto que las corrientes secundarias afectan a la distribución
de tensiones tangenciales en canales estrechos. Se ha comentado ya en apartados anteriores
(2.3.2.3) que el límite para que aparezcan estos efectos se sitúa habitualmente en una relación
B/H = 5. Para valores inferiores se producen efectos por las corrientes secundarias. Como
existe una zona de transición entre el comportamiento 2D y 3D, se suele señalar que para
canales con B/H >10 se puede considerar que el flujo es bidimensional en la región
comprendida entre ⎜y / H ⎜ < (B/H - 5) / 2 (Nezu y Nakagawa, 1993), o de manera más general
para la relación ⎜y / B ⎜ < 0.25 (Detert, 2008).

- C2.45 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

En cualquier caso, estemos en un canal estrecho o ancho, a medida que nos acercamos a las
paredes laterales tendremos invariablemente la presencia de corrientes secundarias y efectos
sobre la distribución de tensiones y velocidades (Yang y Lee, 2007).
Otros factores que afectan a estos parámetros son la geometría del canal o la relación entre
rugosidad de lecho y paredes. Para el plano y = 0, la posición donde las velocidades son
máximas, y las tensiones de Reynolds − ρ u´w´ nulas se encuentra habitualmente en el rango
0.5 H < δh < H (ver p.ej.Figura 2.19).

No existe ninguna expresión analítica que permita estimar la posición δh, aún para los casos de
flujo más sencillos. En la literatura se pueden encontrar expresiones empíricas que se pueden
emplear para calcular la zona de velocidades máximas para canales rectangulares lisos. Estas
fórmulas salen del ajuste de los datos publicados en la literatura. Un ejemplo es la formula de
Yang et al. (2004) que se basa en el ajuste de los datos de 6 publicaciones y los obtenidos por
los propios autores:
−1
δh ⎛ ⎛ z − B / 2 ⎞⎞
= ⎜1 + 1.3exp ⎜ ⎟ ⎟⎟ (2.61)

h ⎝ ⎝ h ⎠⎠
Otra expresión que da resultados similares es la de Wang et al. (2001), válida para cualquier
profundidad siempre que 0.5B / H < 2.6:

δh B/2− z ⎛ 2π B / 2 − z ⎞
= 0.44 + 0.212 + 0.05sin ⎜ ⎟ (2.62)
h H ⎝ 2.6 H ⎠
En la Figura 2.21 se presenta una comparación de estas expresiones y se muestran además
los datos de los 9 trabajos empleados por Wang et al. (2001) para obtener la expresión (2.62).
1.0

0.8

0.6
δh/H

Nezu & Rodi(1986)


Murphy(1904)
Girbson(1909)
0.4 Wang & Fu(1991)
Cardoso et al.(1989)
Song & Graf(1994)
Coleman(1981)
Wang & Qian(1989)
0.2 Kironoto & Graf(1995)
Wang et al. (2001)
Yang et al. (2004)

0.0
0.0 0.5 1.0 1.5 2.0 2.5 3.0
[ B /2 − z ]/H

Figura 2.21. Comparación de las ecuaciones (2.61) y (2.62) para obtener la relación δh/ H
junto con los datos experimentales empleados para el ajuste de la segunda
ecuación (datos de Wang et al., 2001)

Un aspecto que se ha desarrollado en los últimos años ha sido la búsqueda de alguna


expresión analítica, ya sea con base conceptual o de tipo empírica, que describa el perfil de
velocidades de la corriente cuando aparecen las corrientes secundarias y el descenso del

- C2.46 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

punto de la velocidad máxima. Nezu y Nakagawa (1993) señalan que en la zona central del
canal, y para calados inferiores a δh, el perfil de velocidades sigue la forma de las leyes
logarítmica, ecuación (2.32), y de la ley logarítmica corregida con una función de estela de
Coles, ecuación (2.37), para las regiones logarítmica y externa respectivamente.
A medida que la dimensión lateral crece, las desviaciones respecto a estas leyes también lo
hacen. Cerca de las paredes las velocidades son menores y su distribución se sitúa por debajo
de la ley logarítmica. Hay que señalar que estas afirmaciones se realizaron en base a un
estudio experimental realizado sobre un canal recto liso con relación B/H = 2.
Por encima del valor donde se produce la velocidad máxima no se ha establecido una ley de
velocidades que se aplique con asiduidad. Sarma et al. (1983) propusieron empíricamente un
perfil parabólico (citados en Nezu y Nakagawa, 1993). Termini y Greco (2006), proponen la
siguiente variante empírica de la ley logarítmica, válida para todo el calado:

u δh ⎡⎛ δ h ⎞ 2 δ h δ h z ⎛ 1 − sign( z − δ h ) δ h 1 + sign( z − δ h ) ⎞ ⎤
u =U + * ⎢⎜ ⎟ − ln + ln ⎜ − ⎟ ⎥ (2.63)
κ H ⎢⎣⎝ H ⎠ H H δh ⎝ 2 H 2 ⎠ ⎥⎦

donde U es la velocidad medida promediada sobre el calado y sign(z) es una función que toma
los siguientes valores:

⎧ 1 si z > 0

x = sign( z ) = ⎨ 0 si z = 0 (2.64)

⎩−1 si z < 0
Los autores probaron la ecuación (2.63) con varios tipos de perfiles de velocidad (sobre lechos
lisos y rugosos, flujo en curva y flujo no uniforme) y obtuvieron buenos ajustes.
Otra expresión para la determinación de las leyes de velocidades en presencia de corrientes
secundarias en régimen uniforme es la propuesta por Yang (2005a). Este autor desarrolló una
ecuación dinámica para las tensiones tangenciales en un canal recto con flujo 3D a partir de un
análisis de órdenes de magnitud aplicado a las ecuaciones de Reynolds. Aplicando una
variante de relación de longitud de mezcla para la zona externa a las ecuaciones dinámicas, y
tras realizar una serie de integraciones numéricas tomando los 3 primeros términos del
desarrollo en serie de Taylor, obtuvo la siguiente expresión:

u 1 αξ ⎧⎪ z ⎛ αξ ⎞
2
−α
⎡ ⎛ (1 − ξ ) ⎞ α
2 2 ⎤ ⎫⎪
= e ⎨ln − αξ + ⎜ ⎟ − b e ⎢ ln(1 − ξ ) + α (1 − ξ ) + ⎜ α ⎟ − + α ⎥ ⎬ (2.65)
u* κ
1
⎪⎩ z0 ⎝ 2 ⎠ ⎣⎢ ⎝ 2 ⎠ 4 ⎥⎦ ⎪⎭

donde α y b1 son coeficientes a determinar, z0 es la rugosidad característica del lecho de la ley


logarítmica de velocidades y ξ es igual a la relación δh / H.

La ecuación (2.65) se convierte en la ley logarítmica (2.32) si α y b1 son nulos. En su trabajo,


Yang (2005a), realiza un análisis matemático que justifica la aparición del fenómeno del
descenso del punto de velocidad máxima en base al análisis de las tensiones − ρ u´w´ , y la
interacción entre la contribución de la tensión tangencial sobre el fondo y sobre las paredes de
un canal rugoso. También presenta una relación analítica para estimar la posición del punto de
velocidad máxima, en función del producto de las velocidades medias a una altura δh, del
coeficiente b1 determinado en la ecuación (2.65), y de las velocidades de fricción calculadas a

- C2.47 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

partir de la tensión tangencial sobre el lecho u*b = gHSb y sobre toda la sección
u*0 = gRH Sb :

δh ( uw) z =δ h
+ u*02 (1 + c )
= ,
H u 2
*0 (1 − b1 ) (2.66)

con c= ( u*2b − u*02 ) / u*02

Aunque la expresión anterior cuenta con cierta base física, su principal inconveniente es que
para determinar δh, se debe conocer un coeficiente empírico que varía en función de la forma
del perfil de velocidades, y conocer el valor del producto de uw a la cota δh. Por lo tanto, esta
ecuación únicamente se puede emplear para ajustar la posición δh en registros experimentales
del perfil de velocidad. Es decir, no sirve para predecir dónde se producirán las velocidades
máximas.

Este autor señala que la presencia de velocidades verticales es la causante de que δh < H.
Como se ha visto, estas velocidades están originadas por la presencia de corrientes
secundarias pero otros fenómenos como el transporte de sedimentos (ver apartado 2.4.4) o la
existencia de fuerzas de flotabilidad originados por gradientes de temperatura o densidad,
también pueden propiciar la aparición de velocidades verticales y de este modo, desviaciones
del perfil de velocidades horizontales respecto a las leyes universales para flujos 2D.
Cuando se emplean modelos numéricos 1D o 2D promediados en la vertical, conocer la forma
del perfil de velocidades y de las tensiones tangenciales sobre el fondo es importante para
analizar correctamente el transporte de sedimentos o la dispersión de contaminantes. Por
tanto, para este tipo de flujos, es preciso disponer de expresiones que representen este
fenómeno. La ecuación propuesta por Termini y Greco (2006), ecuación (2.63), sólo requiere 3
parámetros para determinar el perfil de velocidades y dos de ellos, la velocidad de fricción y la
velocidad promediada en la vertical, son proporcionados por el modelo numérico. El principal
inconveniente de esta ecuación, y de la propuesta por Yang, (2.65), es que se debe conocer el
calado en el que se produce la velocidad máxima, y esto a priori no se conoce. Por lo tanto,
para poder utilizarla en un modelo numérico se debe complementar con alguna ecuación
empírica cómo las (2.61) o (2.62), pero que están obtenidas a partir de datos experimentales
en canales rectos.
Desde un punto de vista práctico, p. ej. para el diseño de encauzamientos o canales de
irrigación, también es importante conocer como se reparten los esfuerzos tangenciales entre el
lecho y las paredes del canal. Para analizar este problema, se puede realizar una
descomposición de la fuerza ejercida por el fluido sobre el contorno por unidad de longitud.
Para un canal rectangular se tiene:

F0 = Fb + Fw , o
(2.67)
τ 0 Pm = τ b B + τ w 2 H
Existen numerosos métodos para obtener la relación la contribución de Fb y Fw a la fuerza total,
que puede calcularse directamente en base a la ecuación (2.57). Una revisión de los mismos
se puede encontrar en Cheng y Wua (2005).

- C2.48 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Un método bastante empleado fue propuesto Knight et al. (1984). Estos autores presentaron
una ecuación empírica para determinar el ratio Fw / F0 en función de la rugosidad relativa del
lecho, la relación entre kb y kw, y la relación de aspecto B/H.
Sorprendentemente, la ecuación de Knight et al. señala que el efecto de la rugosidad relativa
del lecho tiene un efecto marginal en la relación Fw / F0. Sin embargo, en las estimaciones de
las tensiones tangenciales sobre un lecho rugoso en canales estrechos se debe contemplar la
existencia de la fuerza de fricción con las paredes, aunque éstas sean lisas. Empleando la
ecuación propuesta por Knight et al., y para un canal de relación de aspecto B/H= 5 y una
rugosidad relativa kb / kw= 103, se llegaría a una relación Fw / F0 = 0.19. Sí se desprecia la
rugosidad de las paredes se sobreestimaría de la tensión real sobre el lecho, en este caso un
23%, mientras que si se asumiese ambas superficies tienen la misma rugosidad, se
subestimaría la tensión sobre el lecho en un 18% (Detert, 2008).
Una expresión con base conceptual para hacer el reparto de las tensiones tangenciales sobre
el lecho y las paredes de un canal trapezoidal liso fue propuesta por Yang (2005b). Según este
autor, la distribución de tensiones en el lecho y en las paredes se puede calcular empleando un
método propuesto por Keulegan (1938) y posteriormente por Einstein (1942, ambos citados en
Yang, 2005b) que consiste en dividir el flujo en tres regiones, en las que tiene influencia el
fondo y las paredes respectivamente. La división propuesta por Yang se recoge en la Figura
2.22 y es válida para canales rectangulares y trapezoidales.

lineas de división

H
lw ln
z
θ
x y
B
Figura 2.22. Distribución de velocidades, células de circulación secundaria y geometría y
líneas de división de las distintas regiones de flujo propuesta por Yang (2005b).

Para calcular la tensión sobre el lecho en función de la distancia al plano central del canal se
emplea la siguiente expresión:

τ b ( y ) = ρ gSbln ( y ) (2.68)

donde ln es la distancia entre el fondo y la línea de división de las regiones. La pendiente de


línea de división se calcula como:
3 2
⎛z⎞ ⎛ H ⎞ ⎛z⎞ H
2⎜ ⎟ ⎜ sin θ + cos θ ⎟ − 2 ⎜ ⎟ − sin θ = 0 (2.69)
⎝ lw ⎠ ⎝ B ⎠ ⎝ lw ⎠ B

- C2.49 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

donde lw es la distancia entre la pared lateral y la línea que divide las regiones del lecho y de la
pared. A partir de esta ecuación se pueden determinar las áreas de influencia de cada región Ab
y Aw, y así determinar las tensiones promediadas espacialmente sobre el lecho o sobre las
paredes laterales como:

Ab ⎫
τ b = ρ gSb
Pb ⎪⎪
⎬ (2.70)
Aw ⎪
τ w = ρ gSb
Pw ⎪⎭

Los valores obtenidos de la ecuación (2.70) se ajustan bien a los datos experimentales
empleados por Knigth et al. (1984), así como a la expresión propuesta por estos mismos
autores.

2.4.3. Flujo 2D y 3D no uniforme


El desarrollo realizado hasta el momento es válido únicamente para situaciones de
régimen uniforme, es decir, cuando dh 36 / dx = 0. En este escenario la ecuación (2.52) que
define la tensión tangencial sobre el lecho en flujos 2D uniformes, no es válida.
Sí se extiende la ecuación dinámica se puede llegar a la siguiente ecuación válida para flujos
3D en canales rectos (Detert, 2008):

τ 0 ( x) dh ⎛ R ⎞
= gSb RH − ⎜ gRH + βU 2 H ⎟ (2.71)
ρ dx ⎝ h ⎠
donde β es el parámetro de no uniformidad de momentun y U es la velocidad media de la
sección. Para flujo 2D uniforme dh / dx = 0, la ecuación (2.71) se convierte en la ecuación
(2.52).

El parámetro de no uniformidad de momentum β, o factor de corrección de Boussinesq, tiene


en cuenta que en la derivación de las ecuaciones dinámicas el flujo no se comporta de un
modo ideal. Es el equivalente en las ecuaciones dinámicas al factor de corrección de
corrección de Coriolis (α), que se aplica en el desarrollo de la ecuación de conservación de la
energía. Para flujos turbulentos β se define cómo (Fenton, 2005):

( )
h
1
2 ∫
2 2
β= u + u ' dh (2.72)
U h z0

Hay que señalar que aunque β se denomine parámetro de no uniformidad de momentum, no es


un buen indicador de la no uniformidad de un flujo ya que su valor es ≈ 1 aún para flujos
gradualmente variados (Kironoto y Graf, 1995; Yang, 2009). Además, no hay que confundir
este parámetro con el gradiente adimensional de presión, empleado p.ej. por Kironoto y Graf
(1995) y Song (1994) para determinar la no uniformidad del flujo:

36
Cuando se analice régimen no uniforme o variable, el calado se denotará con h minúscula con objeto de
remarcar que éste puede variar espacialmente.

- C2.50 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

h ∂p
β= (2.73)
τ o ∂x
donde el gradiente longitudinal de presiones está definido por la diferencia entre la pendiente
motriz y la pendiente del lecho:

∂p ⎛ dh ⎞
= γ ⎜ − Sb + ⎟ (2.74)
∂x ⎝ dx ⎠
Sí se introduce (2.74) en (2.73), y como para régimen uniforme dh / dx = 0, se tiene:

hγ ρ ghSb
β= ( − Sb ) = − = −1 (2.75)
τo ρ ghSb
Repitiendo este procedimiento para un flujo no uniforme, se tiene:

1 ⎛ dh ⎞
β= ⎜ − Sb + ⎟ (2.76)
Sb ⎝ dx ⎠
Entonces, y como se observa en la Figura 2.23, el gradiente longitudinal de presiones
adimensional es menor que -1 para flujos uniformes acelerados y mayor que -1 para el caso de
flujos uniformes decelerados.
z,w dh
z,w dh
>0 <0
dx dx

h y,v h

y,v
θ θ
Sb=tan θ≈sinθ≈θ
(a) (b)
Figura 2.23. Esquema de un flujo no uniforme (a) acelerado y (b) decelerado.

La no uniformidad del flujo afecta a la forma del perfil de velocidades y de las tensiones de
Reynolds. A continuación se comentan los principales trabajos encontrados en la literatura que
analizan los flujos no uniformes. Si se compara con la producción que existe en flujos 2D
uniformes, se verá que el número es prácticamente testimonial.
Cardoso et al. (1991) analizaron la estructura de un flujo gradualmente acelerado en un canal
liso. Sobre lecho rugoso se pueden citar los trabajos realizados por Kironoto y Graf (1995) y
Song (1994) realizados en la École Politechnique Fédérale de Lausanne sobre un lecho de
grava con d50=2.23 y 1.23 cm respectivamente. En los ensayos de Kironoto y Graf se la relación
de aspecto del flujo fue 1.7 ≤ B/H ≤ 2.9, por lo que sus resultados están afectados por la
presencia de corrientes secundarias. En los ensayos de la tesis doctoral de Song se buscaron
relaciones mayores para que el flujo fuese bidimensional. La instrumentación empleada por
Song (1994) fue un perfilador de velocidades por efecto doppler (ADVP).
Hay que señalar que los datos recogidos por este investigador han sido empleados por
numerosos autores en el proceso de validación de aproximaciones conceptuales que describen
las velocidades y las tensiones tangenciales en flujos turbulentos rugosos no uniformes.

- C2.51 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

Así, Dey y Lambert (2005) presentan una ecuación para determinar las tensiones tangenciales
sobre el lecho y la distribución de las tensiones de Reynolds para flujos 2D no uniformes,
desarrollada a partir de las ecuaciones de N-S asumiendo que la ley de velocidades es
logarítmica. Song y Chiew (2001) realizan un análisis similar pero suponiendo una distribución
de velocidades potencial. El resultado propuesto por Song y Chiew es similar al recogido en
Song (1994). Otra serie de trabajos muy interesante en flujo 2D no uniforme en canales rectos,
que se comentarán en párrafos posteriores, fueron realizados por Yang (Yang et al., 2004;
Yang, 2005a; Yang et al., 2006; Yang y Lee, 2007; Yang y Chow, 2008; Yang, 2009).
Como se ha comentado, cuando el flujo no es uniforme se producen modificaciones en la forma
y estructura del perfil de velocidades. Así, en flujos acelerados el perfil de velocidades es
similar al que se produce en un canal recto y estrecho, con la velocidad máxima por debajo de
la lámina libre, mientras que en flujos decelerados el perfil es más cóncavo, parece que el
movimiento de la capa superior es más rápido que el de la zona inferior. Es común que en la
literatura se hable de perfiles convexos y cóncavos, aunque esta diferenciación es mucho más
clara cuando se analiza la forma del perfil de tensiones de Reynolds (Figura 2.25).
1.0 1.0
acelerado, AS00-Q145
0.9 decelerado, DS90-Q79 0.9
uniforme
0.8 0.8

0.7 0.7

0.6 0.6
z/H

0.5 0.5

0.4 0.4

0.3 0.3

0.2 0.2
acelerado
0.1 0.1 decelerado
uniforme
0 0
0 50 100 150 -3 -2 -1 0 1 2 3
u (cm/s) w (cm/s)
Figura 2.24. Distribución típica de la velocidad media horizontal y vertical sobre lecho rugoso
de un flujo no uniforme sin corrientes secundarias y comparación con un caso
hipotético de régimen 2D uniforme (adaptado de Yang y Chow, 2008; datos de
Song, 1994). La nomenclatura empleada está recogida en los experimentos de
Song (1994): AS y DS hace referencia a ensayo de flujo acelerado y decelerado
respectivamente, y Q señala el valor del caudal de ensayo.

Los trabajos de Cardoso et al. (1991) o Kironoto y Graf (1995) señalan que en la región interna
del flujo la ley logarítmica es aplicable hasta z/H < 0.20. Este hecho también fue confirmado por
Song (1994), que además señala que los valores del parámetro B de la ley logarítmica de
velocidades (2.32) son similares, aunque un poco inferiores, al valor obtenido para régimen
uniforme: 8.3 ± 0.2 frente a 8.5 ± 0.2.
En la región externa Kironoto y Graf (1995) señalan que la ley velocidad con la corrección de
estela propuesta por Coles, ecuación (2.39), se puede aplicar, y que para flujo turbulento
rugoso se pueden aplicar las siguientes relaciones para obtener el coeficiente de Coles ∏:

Π = 0.08β para flujo 3D, B / H ≈ 2 ⎫


⎬ (2.77)
Π = 0.08β + 0.23 para flujo 2D, B / H > 5 ⎭

- C2.52 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

donde β es el gradiente longitudinal de presiones, ecuación (2.73), y que es una media de la


no uniformidad del flujo. Para régimen uniforme ∏ vale 0.15 para flujos 2D y -0.03 para el flujo
con la relación de aspecto de 2.2, que fue el ensayado por Kironoto y Graf (1995). Hay que
señalar que las relaciones de la ecuación (2.77) se han ajustado sobre datos con mucha
dispersión, por lo que pueden considerarse cómo meramente indicativas.
Yang y Chow (2008) indican que la principal característica de los flujos no uniformes es que la
componente vertical de las velocidades no es nula (Figura 2.24). Cuando el flujo es acelerado
la velocidad vertical media es negativa mientras que si los flujos son decelerados, la
componente vertical es positiva. En flujos uniformes 2D la velocidad vertical es nula, al menos
en la región interna. Por último, en un canal recto con flujo uniforme 3D aparecen corrientes
secundarias, a las que se asociada una velocidad vertical.
Cómo se verá a continuación, y también en el apartado 2.5.3, cuando la velocidad tiene
componente vertical la estructura de la ley de velocidades en la dirección de la corriente, y en
general, la estructura de los parámetros que caracterizan la turbulencia, cambia. Y como
hemos visto, esto puede producirse por la no uniformidad del flujo, por aparición de corrientes
secundarias de Prandtl de primer o segundo orden, por superarse el umbral de movimiento de
las partículas del lecho, por gradientes de temperaturas o densidades, etc.
Si analizamos las leyes de variación de las tensiones tangenciales, cómo las presentadas en la
Figura 2.25 (a), se observa como las tensiones de Reynolds − ρ u´w´ se desvían respecto la
distribución que se produce en flujo 2D uniforme. También se puede apreciar cómo para el
caso de flujo acelerado la distribución es cóncava mientras que para el flujo decelerado es
convexa.
1.0 1.0
z/H

acelerado, AS00-Q145
0.9 decelerado, DS90-Q79 0.9
uniforme
0.8 0.8

0.7 0.7

0.6 0.6

0.5 0.5

0.4 0.4

0.3 0.3
ac elerado ⎫ u' w'
⎪-
0.2 0.2 decelerado ⎬
u*2
uniforme 2D ⎪⎭
0.1 0.1 acelerado ⎫ u 'w' + uw
⎬-
decelerado ⎭ u *2
0
-1.5 -1 -0.5 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5
-0.2 0.3 0.8 1.3 u' w'
1.0 - u' w' u'w' + uw
- -
(a) u*2 (b) u*2 u*2

Figura 2.25. (a) Distribución de las tensiones −u´w´ / u* en flujo no uniforme 2D rugoso
2

(datos de Song, 1994) y (b) distribución de las tensiones −u´w´ / u* y de


2

−u´w´ / u*2 − u⋅w / u*2 para flujo no uniforme 2D rugoso (Yang et al., 2006; datos
de Song, 1994). Se puede observar cómo el término aunque el término de
fluctuaciones adimensionalizado con u*2 no es lineal, la suma de este término
con el producto de las velocidades sí sigue una tendencia lineal.

Sin embargo, si se analiza la Figura 2.25 (b) se puede observar cómo la suma de las tensiones
de Reynolds con el producto de las velocidades, − ρ uw , sí mantiene una relación lineal. Esta

- C2.53 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

circunstancia fue señalada inicialmente por Yang (2005a) en el primer trabajo de una serie en
el que presenta distribuciones de velocidades y tensiones en flujos no uniformes.
Para estudiar el flujo acelerado o decelerado este autor propone en primer lugar una nueva
ecuación para describir la variación de las tensiones tangenciales en la vertical. Para ello
emplea una forma modificada de las ecuaciones RANS para flujos 2D. Integrando la ecuación
dinámica en la dirección z y aplicando una serie de condiciones de contorno llega a la siguiente
relación (ver p.ej. en Yang, 2005b; Yang y Lee, 2007):

u´w´ + uw ⎛ z ⎞ z
− = ⎜1 − ⎟ + b (2.78)
⎝ h⎠
2
u* h
La ecuación (2.78) señala que las tensiones de Reynolds no son lineales en flujos 2D no
uniformes, pero la suma de éstas con el producto de las velocidades sí lo es, cómo se puede
ver en la Figura 2.25. La pendiente de la distribución de tensiones de la ecuación (2.78) será b -
1.
Además, también se puede observar cómo en la región más superficial (~ z/H > 0.75) la
contribución de las velocidades verticales, en la forma del producto u ⋅ w es más importante en
la expresión de las tensiones que el término de Reynolds.
Una forma de obtener el valor del parámetro b es aplicar la condición de contorno que indica
que en la lámina libre el valor de u´w´ es nulo, por tanto, de (2.78) se tiene:

u h wh
b=− (2.79)
u*2

Esta expresión se puede poner en función de la velocidad horizontal en superficie u h y de la


pendiente de la lámina de agua aplicando la siguiente relación, obtenida de la integración de la
ecuación de continuidad en la dirección z (Yang, 2005b):
2
dh ⎛ u h ⎞ dh
wh = u h ⇒ b = −⎜ ⎟ (2.80)
dx ⎝ u* ⎠ dx
En la ecuación anterior se puede determinar b directamente. Se puede ver cómo para flujos
acelerados (dh/dx < 0) b toma un valor positivo mientras que para flujos decelerados (dh/dx > 0)
toma un valor negativo. Estos resultados son consistentes con los datos mostrados en la Figura
2.25.
Yang también proporciona una relación para obtener la tensión tangencial sobre el fondo en
flujos no uniformes bidimensionales. La siguiente relación (Yang et al., 2006) es similar a la
ecuación (2.71) válida para flujos 3D o a otras recogidas en la literatura como la propuesta por
Kironoto y Graf (1995):

τ 0 ( x) dh d
H
gh − ∫ u dz
2
= gSb h − (2.81)
ρ dx dx z 0

Yang también deriva una serie de expresiones para ajustar el perfil de velocidades en flujos 2D
no uniformes acelerados y decelerados. Para flujos acelerados la expresión propuesta ha sido
obtenida a partir de la integración numérica (aproximada con 3 términos del desarrollo en serie

- C2.54 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

de Taylor) de la ecuación que describe la variación de las tensiones tangenciales con el calado
(2.78), en el que se ha empleado el siguiente modelo de viscosidad turbulenta:

υT
= κξ (1 − ξ ) (2.82)
u*h
De este modo, se puede llegar a (ver detalles en Yang et al., 2006):

u (1 − ξ ) −α ⎛ z α −1 2 b ⎞ b
= ⎜ ln − αξ + α ξ + ⎟− (2.83)
u* κ ⎝ z0 4 α ⎠ κα
donde ξ indica la relación z/h y α es un parámetro empleado para obtener la ley de variación de
la velocidad vertical, que se puede calcular cómo:

1 wh 1 dh u h
α= = (2.84)
κ u* κ dx u*
El parámetro α está relacionado con el parámetro b, ecuación (2.79), mediante:

uh
b = −κα (2.85)
u*
La principal ventaja del juego de ecuaciones anteriores (2.83)-(2.85) radica en que, además de
ajustarse bien a los datos de Song (1994), no es necesario conocer a priori la posición del
calado y del valor de la velocidad máxima.
Para flujos decelerados Yang (2009) realiza un desarrollo similar al recogido en las ecuaciones
anteriores aunque modificando ligeramente el modelo de viscosidad turbulenta. Estas leyes no
se presentarán aquí.
Los trabajos de Yang para flujo no uniforme señalan que las velocidades verticales juegan un
papel muy importante en la estructura de la turbulencia. Esta importancia es analizada en Yang
et al. (2006) a través del análisis de la ecuación de las tensiones tangenciales (2.78), que para
régimen uniforme se reduce a (b=0 si dh/dx=0, ecuación (2.80))

u´w´ ⎛ z ⎞ uw
− = ⎜1 − ⎟ + (2.86)
u*2 ⎝ h ⎠ u*2
En la Figura 2.26 se representa un esquema típico de corrientes secundarias en un canal
estrecho. En la zona superior se puede observar cómo las velocidades verticales son
descendentes, por lo que uw también lo es. A medida que z/h tiende a la superficie libre, el
término derecho de la ecuación (2.86) tiende a cero. Esto significa que cerca de la superficie
las tensiones de Reynolds y uw son similares. Esto implica que las tensiones −u´w´ serán
también negativas, y que la capa de corte nulo (que se corresponde con las máximas
velocidades) se produce por debajo de la superficie.

- C2.55 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

B/2 B/2

u/umax

H
δh
δh
z
x y
Figura 2.26. Relación entre las corrientes secundarias y el fenómeno de descenso de
velocidad en canales estrechos (adaptado de los datos recogidos en Nezu,
2005).

Siguiendo este razonamiento se llega a la conclusión de que en flujos acelerados, donde la


componente de la velocidad vertical también es negativa, se produce también el fenómeno de
descenso de la velocidad. Además, en este tipo de flujos este fenómeno es más pronunciado
porque la velocidad vertical tiene mayor magnitud. Esta explicación es consistente con los
datos de Kironoto y Graf (1995) que encontraron que la posición de máxima velocidad para un
flujo uniforme 3D en un canal estrecho se producía para δh/H ≈ 0.75, mientras que para la
misma relación de aspecto (≈ 2.2) y flujo no uniforme acelerado era para δh/H ≈ 0.6.

El razonamiento anterior también nos lleva a la conclusión de que en flujos 2D donde la


velocidad vertical sea positiva, cómo en el caso de los no uniformes decelerados, nunca se
produce el fenómeno de descenso de velocidad, ver Figura 2.24. Este hecho también está bien
documentado en los datos experimentales recogidos en la literatura (Kironoto y Graf, 1995;
Song, 1994, Song y Chiew, 2001).

2.4.4. Otros factores que pueden afectar a la distribución de tensiones y velocidades


Antes de pasar a comentar en el siguiente apartado los métodos empleados habitualmente
para determinar la velocidad de fricción, y de forma indirecta la tensión de corte sobre el lecho,
se hará una pequeña recapitulación con las principales desviaciones que pueden producirse en
las leyes de velocidades y tensiones de Reynolds cuando se analizan escenarios diferentes a
los del flujo bidimensional uniforme.
En primer lugar se ha señalado en el apartado 2.4.2, que asociado a la presencia de corrientes
secundarias de segundo orden de Prandtl en canales estrechos se produce un descenso del
punto de mayor velocidad del flujo y una modificación en la distribución de tensiones de corte.
Según el análisis presentado por Nezu y Nakagawa (1993) –ver Figura 2.18 y ecuación (2.60)–,
las velocidades en la dirección vertical contribuyen de un modo muy importante a las tensiones
de Reynolds cerca del lecho mientras que el flujo horizontal contribuye a las tensiones en la
región externa.
Este análisis parece contradecir al desarrollado por Yang et al. (2006), realizado a partir del
análisis de la ecuación (2.80). Según Yang, la contribución de las velocidades verticales

- C2.56 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

descendentes, asociadas a las células de recirculación superior que se producen en los


canales estrechos, son las responsables del fenómeno de descenso de velocidad y también de
la modificación de la distribución de tensiones de corte (ver Figura 2.25 y Figura 2.26).
Una inspección detallada de ambos análisis nos lleva a pensar que lo indicado por las dos
referencias señaladas es correcto. De hecho, la afirmación de Nezu y Nakagawa (1993) está
fundamentada en el análisis de las contribuciones que los términos SC1, SC2 y Suw’ a las
tensiones de corte para una zona de flujo no situada en el centro del canal.
En la Figura 2.27 se presentan las mismas distribuciones de tensiones que fueron presentadas
en la Figura 2.18, aunque en este caso se dibujan únicamente las contribuciones de los
términos SC1, SC2 y Suw’ de la ecuación (2.60) para el plano central del canal (y = 0). Para este
plano se puede ver cómo la mayor contribución a las tensiones de corte en la parte superior del
fluido se corresponde con el término SC1, asociado a las velocidades verticales.

z/H=1
y=0 H
∂u
y = ±0.5z/H SC1 ≡ ∫ w dz
z
∂z
∂u
H

SC2 ≡ ∫ v dz
z
∂y

δh/H ∂u ' v '


H

SCuv ' ≡ ∫ dz
∂y
SC1 SC2
z

Suv`

-1 0 1 2
u´w ´ b

Figura 2.27. Distribución experimental de − ρ u´w´ en un canal rectangular liso estrecho


(B/H=2) con paredes y lecho de la misma rugosidad. Se han representado los
términos de la ecuación (2.60) para la distribución de tensiones situada en el
plano y = 0 (datos de Nezu y Nakagawa, 1993).

Por otra parte, el análisis realizado en Yang et al. (2006) sólo es válido para la zona central del
flujo, ya que parte de ecuaciones bidimensionales, que no tienen en cuenta las células de
corrientes secundarias. Cabe recordar que el estudio de Yang era para régimen permanente no
uniforme 2D.
Por lo tanto, en las situaciones en la que existan corrientes secundarias y variabilidad del flujo,
es decir flujo 3D no uniforme en canales rectos, se produce una interacción entre ambos
procesos. No existen en la literatura estudios sistemáticos de este efecto ya que en los trabajos
encontrados en la literatura (p.ej. Song, 1994; Kironoto y Graf, 1995 y Song y Chiew, 2001) las
medidas se centraron en el centro del canal, y en muchos escenarios (la mayoría) el flujo
podría considerarse 2D. De hecho, este era el objetivo buscado por los investigadores.
La interacción entre la velocidad vertical y la estructura de las tensiones también se puede
apreciar en otros tipos de flujo. Por ejemplo, en los experimentos de Wang y Cheng (2005)

- C2.57 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

realizados en un canal ancho con bandas de diferente rugosidad longitudinal, se puede


observar la relación entre la velocidad vertical y la forma de las tensiones de Reynolds (ver
Figura 2.28).

a b c d e
1.0
z/H

0.8
0.6
0.4
0.2
0.0
-4.0 -3.5 -3.0 -2.5 -2.0 -1.5 -1.0 -0.5 0.0
banda rugosa
banda lisa
a b c d e
1.0 1.0 1.0 1.0 1.0
0.8 0.8 0.8 0.8 0.8
0.6 0.6 0.6 0.6 0.6
0.4 0.4 0.4 0.4 0.4
0.2
0.0
a 0.2
0.0
b 0.2
0.0
c 0.2
0.0
d 0.2
0.0
e
0 0.5 1 0 0.5 1 0 0.5 1 0 0.5 1 0 0.5 1

Figura 2.28. Relación entre las corrientes secundarias y la variación de las tensiones de
Reynolds en un canal ancho con bandas de diferentes rugosidad (Wang y
Cheng, 2005).

Este comportamiento también se pude observar en los experimentos de Rodríguez y García


(2008) que analizaron el patrón de las corrientes secundarias sobre un canal muy rugoso.
Debido a la configuración geométrica de estos experimentos, en los que se empleó un
velocímetro ADV, la región más cercana a la superficie no se ha podido medir (z/H>0.6) por lo
que la interacción no se aprecia tan claramente cómo en los experimentos de Wang y Cheng
(2005).

Flujos en régimen variable

Otro aspecto que modifica la estructura del flujo es su variabilidad temporal. Existen muy
pocos estudios sobre fenómenos en régimen no permanente, debido fundamentalmente a la
dificultad de sistematizar este tipo de trabajos y a la propia dificultad de realizarlos. Por
ejemplo, se requieren metodologías especiales para promediar las variables hidrodinámicas ya
que en estas condiciones no se puede realizar una media temporal de todos los registros
(Bendat y Piersol, 2000) 37.

37
Por ejemplo, para flujos ondulatorios se puede emplear el método de promediado de fase, poco útil
cuando se quieren analizar ondas largas (con mucho periodo) como el tránsito de una avenida. Para
estos casos se pueden aplicar medias móviles o, mejor aún, métodos basados en la realización de
descomposiciones de Fourier. Una completa revisión de las metodologías de tratamiento de datos no
estacionarios se puede encontrar en el capítulo 12 de Bendat, J.S. y Piersol, A.G. (2000). Random Data.
Analysis and Measurement Procedures. 3rd Ed. New York, Wiley & Sons. Desde un punto de vista más
práctico se puede también revisar la metodología aplicada por Song (1994).

- C2.58 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Esta carencia de estudios en régimen variable se puede extrapolar a otras áreas de trabajo de
la ingeniería hidráulica como el transporte de sedimentos o los fenómenos de erosión local.
Song (1994) realizó algunos ensayos en régimen variable acelerado (buscaron pendientes
adversas para evitar el transporte de las gravas de lecho). Para estas condiciones parece que
la ley logarítmica de velocidades es válida en la región interna del flujo. El valor del coeficiente
B encontrado por Song tiene un rango de variación mucho mayor que para los casos de flujo
uniforme o variado, B=8.5±1.3, siendo los valores ligeramente inferiores a la media durante el
ascenso del hidrograma y ligeramente superiores durante la cola del mismo. En la región
externa, la ley de Coles (2.37) sigue siendo válida, aunque los valores de Π presentan mucha
dispersión y dependen de parámetros como el coeficiente longitudinal de presiones
adimensional β -ecuación (2.73)- y de la relación de aspecto B/H.

Respecto a la distribución de tensiones de Reynolds, Song (1994) encontró que todas tenían
una marcada forma cóncava, aunque en los momentos de menor variabilidad del flujo
( ∂ (..) / ∂t ≈ 0 ), seguían un patrón lineal. Además, la magnitud de las tensiones en la rama de
ascenso del hidrograma es mayor que en la rama de descenso. Por último hay que señalar que
Song propone una ley de variación de las tensiones de Reynolds par flujo variable, basada en
la integración de las ecuaciones RANS bidimensionales empleando una aproximación potencial
de la ley de velocidades. El ajuste de esta ley, que no se presentará aquí, con los valores
experimentales es bastante bueno cuando la pendiente del lecho es reducida.

Transporte de sedimentos

Cuando en un lecho aluvial las tensiones de corte superan a las del umbral de movimiento
de los sedimentos también se producen efectos sobre la forma del perfil de velocidades y sobre
la estructura de las tensiones tangenciales.
Coleman (1981) sugirió que por la presencia de sedimentos en suspensión se produce una
modificación del perfil de velocidades que afecta a la zona cercana al lecho y también al
coeficiente de estela de Coles. Esta desviación con respecto al perfil teórico para flujos 2D
uniformes se acentúa a medida que el caudal sólido se incrementa.

100
Einstein
5 & Chien C .05
4 0
z/H

3 5.44
2 11.3
18.0
10-1

5 Coleman C.05
4
3 0
20 11 6 1 0.403
2 0.966
S5 S4 S2 C4 1.66
10-2
5 10 15 20 25

u/u
Figura 2.29. Variación de los sedimentos en suspensión con varias concentraciones de
sedimentos en suspensión. C0.05 (%) representa la concentración volumétrica de
sedimentos en suspensión para z/H=0.05. El resto de datos y referencias se
pueden consultar en Wang et al., (2001).

- C2.59 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

En la Figura 2.29 se presentan varios perfiles de velocidad para diferentes concentraciones


volumétricas de sedimentos medidas a una distancia de 0.05 z/H del fondo (Wang et al., 2001).
En la gráfica se puede comprobar cómo la presencia de sedimentos reduce las velocidades del
flujo de un modo significativo hasta una distancia de ~0.4 z/H.
6

1 Coleman(1981)
Wang &Qian(1989)
0 Einstein &Chien(1955)
Eq.(2.87)
-1
0.0000 0.0002 0.0004 0.0006 0.0008 0.0010

Figura 2.30. Relación entre la diferencia de velocidades en flujos con sedimentos en


suspensión y la ecuación (2.88) (datos y referencias de Wang et al., 2001).

El descenso de las velocidades cerca del fondo fue cuantificado por Wang et al. (2001) a través
de la siguiente expresión, obtenida a partir del ajuste de los datos recogidos en 3 artículos
(Figura 2.30):

+ U 0.05C − U 0.05 S
ΔU 0.05 = (2.87)
u*

donde los subíndices U 0.05C y U 0.05 S representas las velocidades medias a 0.05 z/H para las
condiciones de aguas claras y con transporte de sedimentos. La expresión anterior se puede
poner en función del número de Reynolds Ret = RH u*/υ, de las densidades del sedimento y del
agua, y de la concentración medida a 0.05 z/H:
0.5
+ 5700 ⎛ ρ s − ρ ⎞
ΔU = ⎜ C0.05 ⎟ (2.88)
Ret ⎝ ρ
0.05

Con respecto a la distribución de tensiones, en la literatura se ha señalado que la intensidad
2
turbulenta w ' está directamente relacionada con la distribución de sedimentos en suspensión.
De hecho, Song (pág. 3-21, 1994) demuestra que la forma del perfil de concentraciones y del
perfil de intensidades turbulentas en la dirección w es similar.

Geometrías complejas: canales compuestos y flujo en curva

En canales compuestos (p.ej. con cauce y llanura de inundación), la estructura de la


turbulencia se corresponde con la de un flujo 3D más complejo que para canales rectos (Nezu,
2005). Existen muchos trabajos en modelo físico, tanto en canales rectos como meandriformes,
debido a la importancia de este tipo de flujos que se encuentran en la ingeniaría fluvial (ver

- C2.60 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

entre otros Shiono y Knight, 1991; Tominaga y Nezu, 1991; Shiono y Muto, 1998; Ervine et al.,
2000; Patra y Kar, 2000; Nicholas y McLelland, 2004; Rameshwaran y Nadem, 2004;
Wormleaton et al., 2004; Wormleaton y Ewunetu, 2006; Knight et al., 2007; Nguyen et al., 2007;
Rameshwaran y Shiono, 2007; Shiono et al., 2009a, b).
Durante los últimos 30 años se han realizado numerosos estudios numéricos y experimentales
con diferentes niveles de aproximación. Se pueden encontrar en la literatura soluciones
analíticas, con base conceptual o empíricas, para analizar la distribución de velocidades o de
tensiones tangenciales entre cauce y llanura. Recientemente se ha publicado un monográfico
de la IAHR (International Association for Hydro-Environment Engineering and Research) en la
que se estudia la influencia de la geometría, rugosidad, distribución de sedimentos, condiciones
de lecho, etc. en la estructura del flujo (Ikeda y McEwan, 2009).
En este tipo de flujos la transferencia de momento entre la llanura y el cauce principal es la
causante de la formación de tensiones de corte en el plano vertical. Estas tensiones, junto con
el fuerte gradiente de velocidades verticales que se forman por la anisotropía de la turbulencia
en el plano de contacto cauce-llanura –ver Figura 2.31–, son las responsables de la generación
de la energía cinética turbulenta.

z/H

z/H
Figura 2.31. Corrientes secundarias en un canal compuesto recto (Tominaga y Nezu, 1991).

Cuando los cauces son curvilíneos, la complejidad del flujo se incrementa debido a la aparición
de fuerzas centrífugas y generación de corrientes en curvas. Además, sí el agua circula sobre
la llanura y el cauce, se produce una fuerte interacción entre el flujo multidireccional que circula
por el cauce y la llanura, especialmente en las zonas donde el agua de la llanura penetra en el
cauce y en las zonas donde el cauce se “desborda” (Figura 2.32).
Como se ha comentado, existe mucha literatura relacionada con este tipo de flujos, que por
otra parte, se escapan del ámbito de esta tesis doctoral. Sin embargo, la mayor parte de los
estudios encontrados en la literatura analizan geometrías simples, como el canal Wallingford,
que tiene planta sinusoidal. Debido a la naturaleza de las simplificaciones adoptadas en la
modelización numérica y física, muchas veces los resultados no siempre son aplicables
directamente a entornos fluviales reales.

- C2.61 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

0.5 m/s

Profundidad del cauce

(a) (b)

Figura 2.32. Distribución de velocidades promediada sobre el calado en dos ensayos con
condiciones de cauce lleno y con un desbordamiento de 0.30H realizados en el
canal de Wallingford (Shiono et al., 2009a).

Influencia de la rugosidad del lecho. Aproximación DAM

Ya se ha comentado que cuando el lecho es rugoso y/o las condiciones de sumergencia


relativa son muy bajas, la estructura de las regiones de flujo se modifica con respecto al caso
de flujo 2D uniforme. Asociado a este cambio de la estructura del lecho la forma de las leyes de
velocidades y de las distribuciones de las tensiones de corte también lo hace.
En esta situación, y de forma general, la distribución de las tensiones de corte se puede
obtener de la integración de la ecuación dinámica doblemente promediada en la dirección z
(2.26). Esta integración se define cómo el sumatorio de las rebanadas, o paralelepípedos, del
dominio analizado desde los senos del lecho (en lechos impermeables) hasta la cota de la
lámina de agua (Coleman et al., 2007b):

zws zws ⎡ ∂〈ui 〉 1 ∂φ 〈 p〉 ∂φ 〈u ' ui '〉 ∂φ 〈uu i 〉 ⎤


gSo ∫ φ dz = ∫ ⎢φ 〈ui 〉 + + + ⎥dz
z z
⎣ ∂xi ρ ∂x ∂xi ∂xi ⎦
(2.89)
zws 1 ⎡p ∂u ⎤
−∫ ∫S ∫ ⎢⎣ ρ ni=1 − υ ∂xi ⎥⎦dSdz
z V0 int

En esta expresión se ha tenido en cuenta la no uniformidad del flujo, la presencia de corrientes


secundarias y la existencia de esfuerzos de corte de arrastre de grano y forma (a través de la
segunda integral del lado derecho de la ecuación). También hay que señalar que la
contribución de los esfuerzos viscosos a las tensiones de corte se ha supuesto despreciable.
Con objeto de comentar la influencia de cada término de la ecuación en el balance del flujo de
cantidad de movimiento, en definitiva, su contribución a las leyes de esfuerzos de corte, se
presentarán a continuación los principales resultados del trabajo realizado por Coleman et al.
(2007b).
Estos autores realizaron una serie de experimentos de flujo sobre rugosidades de tipo -k y de
tipo –d (ver Figura 2.33), traviesas cuadradas de Δ=1.5 x 1.5 cm2 de sección, analizando la
influencia de la separación relativa de las mismas (λ/Δ) para una sumergencia relativa alta

- C2.62 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

(H/Δ=10). En este tipo de flujos, la separación relativa de las rugosidades determina la


estructura del mismo. Habitualmente la barrera entre las rugosidades tipo –d y tipo –k, flujo
rasante o aislado sobre cada obstáculo, se sitúa en λ/Δ=4-5 (Jiménez, 2004).
flujo sobre traviesas tipo -d

flujo sobre traviesas tipo -k :

Figura 2.33. Esquema de un flujo sobre traviesas formando rugosidades de tipo –d y tipo –k.

Coleman et al. (2007b) determinaron los perfiles de velocidades y de tensiones de corte


doblemente promediados sobre una longitud de onda de rugosidad con ayuda de un ADV. Para
evaluar las fuerzas de arrastre de presión sobre la superficie horizontal de las traviesas
emplearon un transductor de presión. Estos autores señalan que no han podido determinar
correctamente la no uniformidad del flujo porque miden una longitud de onda de rugosidad.
Para poder estimar la influencia de la no uniformidad de un modo correcto se tendría que
ampliar el dominio del promediado espacial a 3 o 4 longitudes de onda.

El comportamiento de las tensiones de Reynolds doblemente promediadas − ρ 〈u ' w '〉 es


máximo a la altura de la capa de corte que se forma aguas abajo de la superficie horizontal de
las traviesas, siguiendo hasta esta zona una tendencia lineal. A medida que la separación de
las traviesas crece, también lo hace la tendencia lineal de las tensiones. Este patrón es similar
al encontrado en flujos sobre lechos rugosos de gravas (Aberle et al., 2008; Mignot et al., 2009)

Para rugosidades tipo -k, λ/Δ>5, a la altura de la capa de corte la distribución de tensiones de
Reynolds presenta un pico abrupto local, que se sale de la tendencia lineal. Estos máximos,
asociados a la separación del flujo, también se han encontrado en trabajos sobre lechos de
dunas. Hay que señalar que a medida que λ/Δ crece, también lo hacen las tensiones de
Reynolds hasta que λ/Δ ~ 8. A partir de este espaciamento, se considera que los obstáculos
funcionan esencialmente como obstáculos aislados, y las tensiones de Reynolds comienzan a
decrecer.

- C2.63 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

Las tensiones de forma − ρ 〈uw〉 por encima de la superficie de las traviesas son
prácticamente nulas, aunque para las mayores separaciones toman valores ligeramente
negativos hasta una distancia de ~3Δ por encima de la traviesa.

Por debajo de z=Δ, las tensiones de forma son positivas, con picos más pronunciados para las
condiciones de flujo rasante, que pueden llegar a tener el orden de magnituda que el de las
tensiones de Reynolds − ρ 〈u ' w '〉 . Para las rugosidades de tipo –k el valor de las tensiones

inducidas por forma es aprodiamente un ~10% del término − ρ 〈u ' w '〉 . Este comportamiento
sin duda afecta a la distribución de tensiones sobre todo el tramo.
En la Figura 2.34 se presenta el flujo de cantidad de movimiento, que es la distribución de
tensiones pero influida por la función de rugosidad de lecho φ, para λ/Δ=2 y λ/Δ=16. En esta
figura se presentan las siguientes componentes del flujo de momentum, derivadas de la
ecuación (2.89) para el caso de flujo en canal recto con flujo no uniforme y con corrientes
secundarias:

Las tensiones de Reynolds, − ρφ 〈u ' w '〉

Las tensiones inducidas por forma o dispersivas, − ρφ 〈uw〉

1
∫ ∫ p [ n ]dSdz
zws
Las fuerzas de arrastre de presión o de forma, − ∫
z V0 Sint
i =1

zws 1 ⎛ ∂u ⎞
Las fuerzas de arrastre de grano o fricción, + ∫ z V0 ∫ ∫ ⎜⎝υ ∂z ⎟⎠ n dSdz .
Sint
j

El efecto de las corrientes secundarias y no uniformidad del flujo, cuantificado


zws
⎡ ∂〈u〉 ∂〈u〉 ∂φ 〈u ' v '〉 ∂φ 〈uv〉 ⎤
conjuntamente cómo ∫ ⎢⎣ ρφ 〈v〉
z
∂y
+ ρφ 〈 w〉
∂z

∂y
+ +ρ
∂y ⎦

En la Figura 2.34 se puede observar cómo la forma del perfil de tensiones es cóncava, por lo
que el flujo está acelerado. También se puede ver cómo la suma de todas las componentes de
la parte derecha de la ecuación (2.89) da un perfil razonablemente similar al proporcionado por
la evaluación del término gravitatorio. Las diferencias entre estos perfiles se atribuyen a errores
experimentales en la determinación de las presiones y también a problemas asociados a la
alineación de los ejes del equipo ADV. Este problema se ha reportado en otros trabajos
encontrados en la literatura (ver p.ej. Nikora y Goring, 1998; Rodríguez y García, 2008)

- C2.64 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

1.0

(z-Δ)/H
gravedad − ρφ 〈u' w' 〉 − ρφ 〈uw 〉
0.8 total arrastre p

0.6
φ
0.4

0.2

0.0

(a)
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 τ / ρ u*2
1.0
(z-Δ)/H

gravedad − ρφ 〈u' w' 〉 − ρφ 〈uw 〉


0.8 total arrastre p

0.6
φ
0.4

0.2

0.0

(b)
-0.2 0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0 1.2 1.4 τ / ρ u*2
Figura 2.34. Contribución de las tensiones de corte en flujo de tipo –d y –k con presencia de
corrientes secundarias: (a) λ/Δ=2 y (b) λ/Δ=16 (Coleman et al., 2007b).

Quizás lo más interesante del trabajo de Coleman et al. (2007b) es que han demostrado la
importancia de las corrientes secundarias en la determinación de las tensiones de corte. Si el
término asociado a las corrientes secundarias no se hubiese determinado, una extrapolación
directa de las tensiones de Reynolds hasta el lecho, o de la suma de las tensiones de Reynolds
y forma (Aberle et al., 2007), habría llevado a subestimar de forma considerable la velocidad de
corte (especialmente para los flujos rasantes) y las tensiones tangenciales sobre el lecho. La
aparición de estas tensiones se puede atribuir a las propias rugosidades que generan un flujo
3D, y también a la relación de aspecto de los ensayos que fue B/H=3.
En las Figura 2.34 también se puede comprobar como la contibución de los esfuerzos de
arrastre de presión, determinados con ayuda de un transductor piezorresitivo, por debajo de la
superficie de la traviesa son muy importantes. Para el flujo rasante, del orden del 40% de la
tensión total, y para el flujo aislado del orden del 70%, ambos determinados al nivel del fondo.
Además, en la figura no se han presentado deliberadamente las tensiones de forma asociadas
al grano o a la fricción (skin friction) ya que su contribución era mínima. En general, en flujos
rugosos, la contribución de este término a los esfuerzos de corte es despreciable (Raupach et
al. 1991).
Como acabos de ver, y como ya se señaló cuando se obtuvieron las ecuaciones DANS
(apartado 2.2.3), las fuerzas de arrastre de presión y fricción son importantes únicamente por
debajo de las crestas del lecho. Su determinación experimental es compleja ya que las
incertidumbres asociadas a la obtención de las presiones y de los gradientes de velocidades en

- C2.65 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

esta región son elevadas (Coleman et al., 2007b; Coleman et al., 2008). Sin embargo su
influencia en algunos procesos hidrodinámicos es fundamental y así, existe mucha literatura
relacionada con su obtención para el análisis de las formas de fondo y el transporte de
sedimentos en lechos aluviales 38.
Para analizar estos esfuerzos, es habitual realizar una parametrización cuadrática de las
fuerzas de arrastre de presión, o de presión y fricción, empleando el coeficiente de arrastre CD
(Coleman et al., 2007a):
Para las tensiones de forma (presión) en flujos bidimensionales se puede hacer la siguiente
parametrización cuadrática de todos los esfuerzos de forma:

1 ⎛ ∂u ⎞ dF
Vf ∫ ∫ ⎜⎜ p [ n ] − υ ∂x n
i =1 j ⎟⎟dS = −
Vf
(2.90)
Sint ⎝ j ⎠
donde el elemento diferencial de fuerza se puede medir experimentalmente o estimar a partir
del coeficiente de arrastre CD sí este es conocido:

dF = 0.5CD ⋅ψ dz ⋅ u 2 (2.91)

En la ecuación (2.91), ψ = ∑ dy es la suma de todas las rugosidades en la dirección y en el


volumen total Vo de espesor dz. Entonces ψ dz es el área frontal del elemento a la altura a la

que se realiza el promediado. Sustituyendo u = 〈u 〉 + u + u ' en la ecuación anterior y


considerando que las correlaciones cruzadas son de segundo orden se tiene:

dF
CD = (2.92)
0.5ψ dz (〈u 〉 + 〈uu〉 + 〈u ' u '〉 )
2

Otros métodos para determinar las fuerzas de arrastre para flujos bidimensionales sobre otro
tipo de objetos como cilindros o perfiles de ala de avión se pueden ver en Willert, (2007).
Los valores del coeficiente de arrastre para formas de fondo y otras rugosidades cómo
traviesas se pueden consultar en la literatura (Coleman et al., 2007b). Los valores del
coeficiente de arrastre para berberechos enteros aislados sobre un lecho de arena han sido
determinados por miembros del GEAMA (Grupo de Enxeñaría da Auga e do Medio Ambiente)
de la UDC en trabajos anteriores (Peña et al., 2008). En este trabajo también se presenta un
resumen con los valores de los coeficientes de arrastre para otro tipo de moluscos (ver C4.2).
Una variable importante a la hora de estimar, y comparar con otros estudios, el valor de CD es
la velocidad característica con la que este parámetro se determina. Una discusión sobre este
aspecto se puede encontrar en Coleman et al., (2007a) y en Peña et al., (2008).

38
Existen varios métodos para conocer la contribución de los términos de arrastre y fricción a la fuerza
total de arrastre que ejerce un fluido sobre los granos de un lecho. Son los métodos denominados shear
stress partitioning, muy habituales en hidráulica fluvial. Una revisión de los mismos se puede encontrar
p.ej. en el capítulo 2 del Manual 110 de la ASCE: Sedimentation Engineering: Theories, Measurements,
Modeling and Practice: Processes, Management, Modeling and Practice. ASCE Manual and Reports on
Eng. Practice 110. García (2008).

- C2.66 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

En flujos sobre lecho granular, se puede decir que la distribución de tensiones de corte y de las
velocidades en la vertical se encuentra en un punto intermedio entre las rugosidades más
extremas: tipo –d para λ/Δ=0, lecho liso, y tipo –k para λ/Δ>>, lecho aislado sobre un obstáculo,
p.ej. un canto.
Aberle et al. (2007 y 2008), analizaron las tensiones de corte sobre un lecho granular con
condiciones de sumergencia relativa entre 3 y 8. Para estas condiciones encontraron que las
tensiones de forma, así como el perfil de intensidades turbulenta de forma 〈uu 〉 son
independientes del caudal. El incremento en las tensiones de corte para caudales mayores se
realiza en términos de tensiones de Reynolds, por lo que estos autores concluyen que las
microrugosidades en lechos granulares son las causantes de las tensiones inducidas por
forma.
Con respecto a la distribución de velocidades, la forma y distribución de las rugosidades, así
como las condiciones de sumergencia relativa, son los principales parámetros que determinan
la estructura vertical de las mismas.
Mignot et al. (2009), realizaron un análisis del balance de energía cinética turbulenta
doblemente promediada sobre un lecho de gravas d50=2 cm, con ayuda de un perfilador doppler
ADVP, sobre un longitud de 1 m. En el tramo analizado dispusieron 2 macrorugosidades de 10
cm en forma de montón de gravas.
En la Figura 2.35 se presentan los perfiles de velocidad doblemente promediados obtenidos
por estos autores. En la figura se observa la diferencia que existe entre el doble promediado
intrínseco, realizado sobre todo el volumen V0, y el doble promediado superficial, realizado
únicamente sobre la superficie de fluido Vf, ecuación (2.17).
0.5

0.4

0.3
z/H

0.2 z = zc

0.1 superficial

0
intrínseca
–0.1
0 5 10 15
u / u*
Figura 2.35. Velocidades horizontales, intrínsecas y superficiales, y verticales doblemente
promediadas sobre un lecho de grava (Mignot et al. 2009).

Para valores de velocidad por encima de las crestas, ambos perfiles coinciden. Por debajo de
las mismas, el perfil superficial se retarda por efecto de la función de rugosidad. En flujos sobre
vegetación sería esperable que ambos perfiles coincidiesen, debido a que la función de
rugosidad es prácticamente constante y de valor unitario (Lopez y Garcia, 2001). En la Figura
2.35 también se puede apreciar cómo por debajo de las crestas, el perfil de velocidades
intrínseco sigue una distribución casi lineal, de acorde a la zonificación del flujo propuesta por
Nikora et al. (2001), presentada en el apartado 2.3.1.

- C2.67 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

En lechos de grava también es interesante analizar la forma de la estructura de velocidades


que se forma localmente sobre las rugosidades del lecho. Una forma de hacerlo es a través del
estudio del campo de la perturbación espacial de la velocidad doblemente promediada u , w . ( )
Estas perturbaciones son un indicador de patrones y estructuras “coherentes” del flujo (ver
apartado 2.5.1 y p.ej. Coleman et al., 2007b, o Pokrajac et al., 2007). Aberle et al. (2008)
señalan que aguas arriba de los cantos más prominentes del lecho se producen las zonas de
mayor velocidad w ascendente.

Hoover y Ackerman (2004), tras realizar un estudio de campo en un río de montaña muy
somero, propusieron una clasificación de los perfiles de velocidad que se pueden producir en el
entorno de grandes rugosidades del fondo, donde las condiciones de flujo son habitualmente
de baja sumergencia. Así, según estos autores, los perfiles que se pueden encontrar son del
tipo logarítmico, en forma de S y en forma de cuña. En otros trabajos sobre lechos aluviales se
han identificado otras formas para los perfiles de velocidad en condiciones de baja
sumergencia cómo el perfil doblemente logarítmico (Franca, 2005).
Los perfiles tipo S se suelen encontrar aguas abajo de los grandes cantos, tras las estelas que
se forman en la separación de flujo. Estos perfiles están caracterizados por poseer un punto de
inflexión, condición imprescindible para que se formen las inestabilidades de Kelvin 39-
Helmholtz 40, características de los vórtices que se forman en las capas de cortadura y mezcla.
Bathurst (1985, citado por Termini y Greco, 2006) identificó también este tipo de perfil en flujos
sobre lechos de grava con grandes pendientes (>1%) y con bajas condiciones de sumergencia
(H/d84 ~ 1-4).
En general, los perfiles en S se producen cuando los elementos del lecho no tienen tamaño
uniforme para que se pueda desarrollar la parte inferior del flujo. En estas circunstancias la
velocidad cerca del lecho se retrasa por efecto de las fuerzas de arrastre inducidas por la
presencia de los cantos -aparición de estelas y capas de mezcla-.
Por último, los perfiles en cuña o acelerados se producen habitualmente sobre las grandes
rugosidades. Por encima del nivel de las crestas son similares a los logarítmicos, pero a partir
de este nivel su velocidad cae rápidamente hasta cero. En estas zonas también se suelen
encontrar las tensiones de corte máximas (Hoover y Ackerman, 2004).
Mignot et al. (2009) lograron identificar este tipo de perfiles en su trabajo sobre gravas en
laboratorio, Figura 2.36. En esta figura también se presenta la distribución de tensiones de
Reynolds característica de cada tipo de perfil de velocidades. Respecto a las tensiones se
puede observar que para el perfil tipo S, a una profundidad de z/zc ~0.5 se produce un pico que
se sale de la tendencia del promedio de todas las clases de perfil. Este comportamiento es
similar al encontrado en flujo sobre traviesas cuando estas están aisladas (Coleman et al.,
2007b).

39
William Thomson, desde 1892 1er Varón Kelvin de Largs: * 1824, Belfast (UK); † 1907, Netherhall (UK)
40
Hermann Ludwig Ferdinan von Helmholtz: * 1821, Potsdam (Prusia); † 1894, Charlottenburg (GER)

- C2.68 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

0.05
0.25 m s - 1
0.04

z (m)
perfil acelerado
0.03 perfil log

0.02 perfil en S
0.01
0

(a) –0.01
4.0 4.1 4.2 4.3 4.4 4.5 4.6 4.7 4.8 4.9 5.0
z/zc

/ ρ u*2
0 1 2 3
10 0 1.0
z/H

− ρφ 〈u' w' 〉
0.8
z = zc
10–1 0.6

0.4
–2
10 0.2
media logarítmico
en S acelerado 0
(b) 10–32 4 6 8 10 12 14
(c) –0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5
u / u* z/H

Figura 2.36. (a) Localización de los diferentes tipos de perfil de velocidad encontrados por
Mignot et al. (2009) sobre un lecho de gravas en laboratorio, (b)y (c) distribución
doblemente promediada de las velocidades y tensiones de Reynolds
características de los perfiles logarítmicos, tipo S y acelerados (Mignot et al.,
2009).

2.4.5. Determinación de u*
La velocidad de fricción u* es quizás la escala de velocidades característica más
importante a determinar en la hidráulica de canales abiertos. Esta velocidad se emplea para
escalar las leyes de velocidades medias en la región interna del flujo, y también para
adimensionalizar las leyes de otros momentos estadísticos de orden superior (tensiones,
intensidades turbulentas, etc). A través de esta relación de escala (u+) se produce el colapso
(superposición) de estas leyes (u+) y este el argumento que se emplea para considerarlas
universales.
Además, esta es la escala característica a la que se produce la transferencia de cantidad de
movimiento entre el fluido y el contorno por el que circula, por lo que por definición es el
parámetro empleado para determinar los esfuerzos de corte:

τ 0 ≡ ρ u*2 (2.93)

A pesar de la universalidad de este parámetro, en la literatura se pueden encontrar numerosos


métodos para su determinación.
En hidráulica fluvial y de canales abiertos, el método más empleado para determinar la
velocidad de fricción consiste en igualar la tensión de corte definida en la ecuación (2.93) con la
fuerza gravitatoria que ejerce el fluido sobre el contorno, ecuación (2.52). De este modo:

- C2.69 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

u* = gSb H (2.94)

Recordemos que esta expresión es válida únicamente para flujos 2D en régimen permanente y
uniforme en canales impermeables anchos (RH ~ H). Se puede generalizar para canales
estrechos sustituyendo el valor del calado por el del radio hidráulico.
Cuando el régimen es permanente pero no uniforme en la ecuación anterior se debe sustituir la
pendiente hidráulica por la pendiente motriz:

u* = gSo H (2.95)

Empleando las ecuaciones de Saint-Vennant, para canales rectos y flujo 2D gradualmente


variado, se puede llegar a (Afzalimehr y Anctil, 2000):

⎛ dh ⎞
u* = gH ⎜ Sb − (1 − Fr ) 2 ⎟ (2.96)
⎝ dx ⎠
En estudios en modelo físico el principal inconveniente de este método consiste en la
determinación precisa de la pendiente motriz, especialmente en tramos cortos como la zona de
estudio de un canal de laboratorio. En estas situaciones, la incertidumbre de los registros de los
limnímetros puede llegar a ser del mismo orden de magnitud, o incluso superior, que el
gradiente de calados.
Además, en flujos complejos como el que se produce en tramos curvos o canales compuestos
meandriformes, la determinación de otros parámetros como la pendiente del terreno o el radio
hidráulico está sujeto a subjetividades asociadas a las irregularidades del terreno o a la
correcta definición de las secciones transversales. A pesar de estos inconvenientes, este
método, junto con los dos próximos, es uno de los más empleados en la literatura para estimar
la velocidad de corte (ver entre otros Nezu y Nakagawa, 1993; Kironoto y Graf, 1994; Song,
1994; Kironoto y Graf, 1995; Shiono y Muto, 1998; López y García, 1999; Afzalimehr y Anctil,
2000; Coleman et al., 2007a; Manes et al., 2007).
Otra forma de estimar la velocidad de corte es a través del ajuste de la ley logarítmica de
velocidades o método de Clauser (1956). La metodología consiste en ajustar la ecuación (2.32)
en la región logarítmica. En el apartado 2.3.2.1 se han presentado varias formas de expresar la
ley logarítmica de velocidades, y los valores habituales de las constantes universales de la
misma para flujos lisos y rugosos.
Los principales problemas de este procedimiento surgen cuando el flujo no es 2D uniforme.
Así, las corrientes secundarias en canales estrechos o cerca de los contornos (§2.4.2), la no
uniformidad del flujo (§2.4.3), el transporte de sedimentos o las condiciones de baja
sumergencia (§2.4.4), son factores que alteran la estructura vertical del flujo y reducen la
aplicabilidad de la ley logarítmica.
Además, existen otra serie de problemas relacionados con la obtención de todos los
coeficientes de la ley especialmente en flujos rugosos. Aún asumiendo que los parámetros κ y
B (ecuaciones (2.32) y (2.33), §2.3.2.1) son constantes universales, hay que estimar la
rugosidad equivalente de Nikuradse (las referencias dan un orden de magnitud de entre 0.5 y
4-5 veces el diámetro característico del grano) y la posición del plano z=d (§2.3.2.1 y §2.3.2.2).
Por tanto estamos ante un problema mal condicionado ya que tenemos una única ecuación
para determinar 3 coeficientes. Por este motivo, los coeficientes obtenidos de la regresión lineal

- C2.70 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

de los datos experimentales tienen un error estándar relativamente elevado (Dancey y Diplas,
2008). Un análisis de la sensibilidad de estos parámetros en la estimación de la tensión de
corte sobre el contorno, y por tanto de la velocidad de fricción, se puede consultar en Biron et
al., (1998).
El tercer método más empleado para determinar las tensiones de corte consiste en extrapolar
el tramo lineal de la distribución de tensiones de Reynolds hasta el fondo, ecuación (2.53). Para
evitar el efecto de la anisotropía de la turbulencia cerca de la superficie libre y el efecto del
lecho el tramo, sólo se deben emplear los valores de distribución − ρ 〈u ' w '〉 correspondientes a
la región intermedia del flujo, ~0.2 – 0.7 z/H (Bigillon et al., 2006).
En teoría, esta metodología no se puede aplicar en aquellos escenarios donde le flujo no sea
2D uniforme. Ya se han comentado los efectos sobre la estructura de la distribución de
tensiones provocados por la existencia de corrientes secundarias (§2.4.2) o de flujos no
uniformes (§2.4.3). No tener en cuenta estos fenómenos puede llevar a subestimar
considerablemente la tensión sobre el fondo (Figura 2.34 ; Coleman et al., 2007b).
Otro inconveniente de este método en flujos sobre lechos rugosos radica en la definición del
plano hasta donde se deben extrapolar las tensiones de Reynolds. Pokrajac et al. (2006)
analizan varias alternativas sobre como definir las tensiones en el plano z = zt, en el plano z = -d
o en el plano z = zc, considerando la última opción cómo la menos ambigua y simple.
Además, los resultados de los trabajos sobre la distribución de las tensiones doblemente
promediadas señalan que en esta zona se produce el valor máximo de las tensiones de corte y
de la intensidad de la perturbación espacial de la velocidad 〈uu 〉 , apoyando así las
recomendaciones de Pokrajac et al. (2006), Manes et al., (2007) y Aberle et al., (2008), entre
otros. Algunos autores también recomiendan emplear la suma de las distribuciones de
tensiones de Reynolds e inducidas por forma para ampliar el rango donde los esfuerzos de
corte son lineales (Aberle et al., 2007).
En otros trabajos se emplea el plano definido como la posición media entre las crestas y los
senos del lecho, que también es un parámetro geométrico independiente del tipo de flujo y de
la distribución de velocidades (Pokrajac et al., 2008; Mignot et al., 2009).
Hay que señalar que como los resultados proporcionados por los métodos anteriores no suelen
coincidir es habitual que la velocidad de fricción obtenida a partir del ajuste de la ley logarítmica
se emplee para escalar las velocidades, y el valor de la velocidad de fricción calculada a partir
de la extrapolación de las tensiones de Reynolds se emplee para adimensionalizar las
tensiones, intensidades turbulentas y otros momentos de orden superior (Nezu y Rodi, 1986;
Nezu y Nakagawa, 1993).
De hecho, es una práctica habitual encontrar en los trabajos tablas con los valores estimados
de la velocidad de fricción con al menos, dos de los tres métodos mencionados anteriormente
(ver entre otros Nezu y Rodi, 1986; López y García, 1999; Afzalimehr y Anctil, 2000; Wang et
al., 2001; Biron et al., 2004; Tritico y Hotchkiss, 2005; Bigillon et al., 2006; Pokrajac et al., 2006;
Balachandar y Bhuiyan, 2007; Manes et al., 2007; Cameron et al., 2008; Roussinova et al.,
2008). Por este motivo, a la hora de comparar los valores de las tensiones y velocidad de corte
entre varios trabajos es fundamental indicar el método con el que éstos han sido obtenidos.
Esta práctica no es tan habitual en la literatura.
Por último, también se pueden aplicar otros métodos menos como los siguientes:

- C2.71 -
Tensiones tangenciales en flujos en lámina libre

• El método del “contorno característico”, que se basa en la estimación del espesor de


desplazamiento y de momento, parámetros habituales en trabajos de flujos de aire,
aplicado por Afzalihmer y Anctil (2000) a flujo gradualmente acelerado sobre lecho de
gravas (datos de Song, 1994).

• El ajuste de la ley de velocidades en la subcapa viscosa, z+ = u+, válido sólo para flujo
sobre superficies lisas.

• El método espectral, que estima el valor de la velocidad de fricción a partir del ratio de
disipación ε en la región inercial del dominio de la frecuencia:

u* = ( εκ z )
1/3
(2.97)

La disipación se estima a partir del mejor ajuste del espectro 1D a una expresión de la
forma (López y García, 1999):

E11 (k ) = αε 2/3 k −5/3 (2.98)

donde k es el número de onda, E11 es la función de densidad espectral en el subrango


inercial y α la constante de Kolgomorov que vale aproxidamente 0.55 en la región externa y
0.51 en la interna de flujos en lámina libre.

• El método de López y García (1999), basado en la relación universal obtenida por estos
autores para el flujo vertical de energía cinética turbulenta para la región intermedia del
flujo en canales abiertos lisos o rugosos:

1 2
k E w ' u*3 = A+ ≈ 0.30 (2.99)
2

En la ecuación anterior k E = u ' + v ' + w ' . Esta aproximación cuenta con la ventaja de
2 2 2 2

que el método no es sensible a problemas de alineación de los equipos de medida (p.ej.


ADVs) porque el valor de la energía cinética turbulenta se mantiene constante 41 y los
errores asociados a una mala alineación de la componente vertical de la velocidad suelen
ser inferiores a los de las componentes horizontales (López y García, 1999). El principal
inconveniente de este procedimiento está en determinación del momento de tercer orden
k E 2 w ' . Al elevar el orden del estadístico, se requieren más muestras para que su
incertidumbre sea comparable a la de otros momentos de menor orden, como las tensiones
de Reynolds o las velocidades medias
Por último, se pueden citar los métodos de estimación de las tensiones de corte sobre el lecho
a partir de la energía cinética turbulenta, o de su componente vertical con expresiones de la
forma:

τ 0 = cte1 (u '2 + v '2 + w '2 ) cte2 w '2 (2.100)

41
Recordemos que la energía cinética turbulenta vale la mitad de la traza del tensor de tensiones
(ecuación (2.12)). Por definición, la traza de un tensor es un invariante ante giros y rotaciones del sistema
de coordenadas.

- C2.72 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

El origen de este último método se encuentra en estudios oceanográficos. Los valores de las
constantes así cómo una revisión de la aplicabilidad de los mismos a flujos en canales abiertos
lisos y rugosos se encuentra en Biron et al. (2004).

2.5. DESCRIPCIÓN DE LA TURBULENCIA

2.5.1. Introducción. Descripción estadística de la turbulencia.


La mayoría de los flujos con los que nos encontramos en cualquier parte son flujos
turbulentos. Existen numerosos ejemplos como las corrientes de aire que pasan a través de
coches, aviones o edificios, aunque también lo son las estelas y los vórtices que se forman
cuando se produce la separación del flujo detrás de estos objetos. Otros flujos como los
generados en la combustión interna de un motor o en una turbina de gas también son
altamente turbulentos. Incluso trabajos recientes han demostrado que los patrones de
luminancia de algunos cuadros impresionistas de van Gogh (Figura 2.37) siguen la estructura
matemática de los flujos turbulentos desarrollado por Kolgomorov (Aragón et al., 2008).

Figura 2.37. La función de distribución de probabilidad de la fluctuación de la luminancia en


puntos separados una distancia de R pixels de cuadros como “Una noche
estrellada” sigue el patrón de la función de distribución de probabilidad de la
diferencia fluctuaciones de velocidad separadas una distancia δuR (ver detalles
en Aragón et al., 2008).

Del mismo modo, cuando miramos hacia la ingeniería hidráulica, también vemos flujos
turbulentos. Así, la circulación de agua por una red de distribución o por una red de
saneamiento se caracteriza por ser turbulenta. En ingeniería fluvial tenemos flujos turbulentos,
y fenómenos de formación de estelas tras los obstáculos que se encuentra el agua (un tronco,
una pila de puente) o de formación de capas de mezcla (mixing layers) en la confluencia o en la
separación de dos brazos de un río. Los flujos estratificados de intercambio que se producen
cuando dos cuerpos de diferente densidad se unen a través de un estrecho, como el que se
produce en la confluencia del Mediterráneo y el Atlántico en Gibraltar, son también flujos

- C2.73 -
Descripción de la turbulencia

turbulentos. También lo son los chorros (jets) que favorecen la mezcla del agua residual tratada
por una depuradora o de la salmuera de rechazo de una planta desaladora, cuando ésta se
inyecta en el mar.
Se podrían poner muchos más ejemplos, pero estos son suficientes para remarcar la
importancia de los flujos turbulentos en ingeniería. Este es el motivo por el cual el conocimiento
y comprensión, así como la capacidad de caracterizar experimental y numéricamente este tipo
de flujos, es un tema de mayor importancia y de actualidad en la ingeniería actual.
La turbulencia es un fenómeno cotidiano, habitual, pero difícil de caracterizar y describir. Tanto
es así que a día de hoy, y a pesar de los avances que se han producido desde la primera
descripción de flujos turbulentos realizada cualitativamente por Leonardo da Vinci 42, no existe
una definición clara y consensuada sobre el concepto de turbulencia.
Sin embargo, sí se reconocen una serie de propiedades comunes a la gran variedad de flujos
turbulentos (Tennekes y Lumley, 1972; García, 1996; Nikora, 2008a):
Irregularidad. Los flujos turbulentos son irregulares, desorganizado y caóticos, parece que
siguen un comportamiento aleatorio. La aleatoriedad no significa que las ecuaciones que
describen el movimiento de los fluidos, las ecuaciones de N-S, sean estocásticas. De
hecho, se han obtenido de un análisis determinista.
No repetitibilidad. Dos escenarios de movimiento de fluido no pueden reproducirse de un
modo idéntico. Las características del flujo (p.ej. velocidades instantáneas) son muy
sensibles a pequeños cambios en las condiciones de contorno (p.ej. distribución,
separación, altura de las rugosidades del lecho) y de las condiciones iniciales (p.ej. nivel
de agua). Esta alta sensibilidad y comportamiento caótico está relacionada con la alta no-
linealidad que presentan las ecuaciones de N-S. Esta no linealidad es la que provoca que
los flujos turbulentos parezcan aleatorios 43.
Gran rango de escalas de longitudes y tiempos (y por tanto, velocidades). El flujo turbulento
está constituido por un gran espectro de escalas que abarcan desde los remolinos de
escalas del calado del flujo, hasta las escalas más pequeñas donde la energía es disipada
por los esfuerzos tangenciales viscosos en energía térmica.
Continuidad. Incluso las escalas más pequeñas son varios órdenes de magnitud superiores
a las escalas que caracterizan el movimiento molecular, por lo que el fluido se tratará como
un medio continuo.
Gran capacidad de difusión y disipación. La difusión (mezcla) turbulenta está mucho más
desarrollada que la que difusión molecular (p.ej. la caracterizada por la ley de Fick). La
turbulencia es siempre disipativa, existe una transferencia de energía cinética desde las
mayores escalas del flujo hacia las más pequeñas a expensas de incrementar la energía
interna. Este el proceso de transferencia de energía en cascada, que se explicará con
mayor detalle en el apartado siguiente.

42
Una descripción de la evolución y estado del estudio de la turbulencia en canales abiertos desde sus
orígines hasta los años 90 se recoge en el Cap. 1 de Nezu y Nakagawa (1993).
43
De hecho, incluso las ecuaciones no-lineales más sencillas pueden tener soluciones que parecen
aleatorias. Se puede ver por ejemplo el comportamiento de las ecuaciones de Lorenz en el Capítulo. 3 de
Pope (2002).

- C2.74 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Grandes números de Reynolds. Los flujos turbulentos se producen para valores elevados
del número de Reynolds.
Los flujos turbulentos son flujos. La turbulencia es una característica del flujo, no del fluido.
Tridimensionalidad. Los flujos turbulentos son siempre tridimensionales y rotacionales. Sin
embargo, cuando se trabaja con las ecuaciones promediadas en el tiempo, algunos se
pueden tratar como flujos bidimensionales.
Intermitencia (en el espacio y el tiempo). El teorema del límite central indica que la función
de probabilidad de una variable continua que es suma de un gran número de variables
independientes, es aproximadamente una distribución normal o Gaussiana.
La mayoría de los procesos naturales o tecnológicos siguen está distribución, y en
consecuencia, existe un gran desarrollo matemático de este tipo de distribuciones.
Desafortunadamente, la turbulencia es una excepción: aunque los flujos turbulentos sean la
suma de un gran número de procesos (que podrían ser los campos de velocidades
asociados a las líneas de corriente), éstos no son independientes.
De hecho, son las pequeñas diferencias con las distribuciones normales las que
proporcionan las propiedades más interesantes a los flujos turbulentos. Así, por ejemplo,
2
los productos triples como u w , que en una distribución Gaussiana deberían ser nulos,
están relacionados con la transferencia de energía turbulenta desde un punto a otro, o
desde un remolino a otro (Bradshaw, 1971).
La mayoría de los estudios relacionados con la turbulencia requieren de aproximaciones
estadísticas y deterministas, sencillamente porque el movimiento instantáneo de los fluidos es
muy difícil de comprender. Estas visiones del proceso han dado lugar a dos grandes “escuelas”
o aproximaciones para describir la turbulencia, ambas derivadas del estudio de las ecuaciones
fundamentales del movimiento.
Las herramientas más difundidas para el estudio de la turbulencia son la de tipo estadístico.
Existe un gran desarrollo matemático para caracterizar estadísticamente las velocidades
instantáneas. La mayoría de estos conceptos parten de la descomposición de Reynolds, que
supone que podemos descomponer la velocidad en una componente media y en una de
fluctuación.
La irrupción del anemómetro del hilo caliente y el auge de la aeronáutica en la década de 1930
propició la aparición de la teoría de la turbulencia isotrópica. Esta teoría estadística de la
turbulencia fue propuesta por Taylor (1935). Taylor consideró que la turbulencia, cómo otro
proceso aleatorio, se podría representar con una serie de parámetros y funciones que se
pueden clasificar en dos grupos Nikora (2008b):
Estadísticos (bulk parameters). Estos estadísticos son los momentos de la distribución de
velocidades en un punto: media, varianza, tensiones de Reynolds, kurtosis, coeficiente de
asimetría, etc. Los principales estadísticos se recogen en la Tabla 2.3.
Funciones de momento o momentos conjuntos. Estas funciones representan la distribución
de probabilidad del vector velocidad en el espacio. Algunos ejemplos son las funciones de
correlación, las funciones espectrales y las de estructura.

- C2.75 -
Descripción de la turbulencia

Tabla 2.3. Resumen de los principales estadísticos que representan la turbulencia.

Estadístico Definición matemática

Velocidad media conjunta (ensemble average) u , v, w

( )
0.5
Intensidades turbulentas σ i = ui'2 = var(ui )

Energía cinética turbulenta kE =


2
(
1 2
σ u + σ v2 + σ w2 )

σ u / u , σ v / u , σ w / u , k 0.5 / u
Intensidades turbulentas relativas
σ u / u* , σ v / u* , σ w / u* , k 0.5 / u*
Coeficiente de Asimetría Sui = ui'3 / σ i3

Coeficiente de Kurtósis K ui = ui'4 / (σ i4 − 3)

Tensiones de Reynolds −ui ´u j ´


Coeficiente de Correlación −ui ´u j ´ / σ iσ j
υ
∑ ( ∂u ´/ ∂x − ∂u j ´/ ∂xi )
2
Disipación de Energía i j
2 i, j

La teoría estadística de la turbulencia homogénea isotrópica se basa en asumir que las


velocidades son representaciones de una variable aleatoria estacionaria y ergódica. Si la
velocidad en un punto y una dirección es un proceso es aleatorio, éste se podrá representar
por distintas realizaciones de la variable u(t). Para este conjunto de realizaciones o funciones
muestrales ui(t) se puede hacer una media de conjunto (ensemble average) que definirá el
proceso aleatorio, Figura 2.38.
FN(t)

F2(t)

i=N
F1(t) t

i=2
t

i=1
t1 t1+τ t

Figura 2.38. Definición y media de conjunto de un proceso aleatorio (Bendat y Piersol, 2000).

Entonces, para caracterizar el proceso (la velocidad instantánea en un punto determinado) para
un tiempo t1, se pueden definir los momentos (p.ej. media, ec. (2.101)) o los momentos

- C2.76 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

conjuntos (la función de autocorrelación, ecuación (2.102)) a partir de la media de los


momentos obtenidos para cada realización de la variable (Bendat y Piersol, 2000):
N
1
μu (t1 ) = lim
N →∞ N
∑ u(t )
i =1
1 (2.101)

N
1
Ruu (t1 , t1 + τ ) = Ru (τ ) = lim
N →∞ N
∑ u (t ) ⋅ u (t
i =1
i 1 i 1 +τ ) (2.102)

Para el caso general, el proceso aleatorio será no estacionario si los momentos definidos en las
ecuaciones (2.101) y (2.102) varían con el tiempo. Si por el contrario, todos los momentos de
orden superior y los momentos conjuntos son invariantes en el tiempo, el proceso es
estacionario.
Cuando el proceso es estacionario, se podrán representar los momentos a partir de la media
temporal de una función muestral cualquiera. Considerando la función i-ésima, se tiene:

1 T
T →∞ T ∫o
μu (i ) = lim u (t ) (2.103)

1 T
Ruu (τ , i ) = lim
T →∞ N ∫ 0
u (t )u (t + τ ) (2.104)

Si el proceso es estacionario, y las funciones μu(i) y Ruu(τ,i) no varían cuando se calculan con
otras funciones muestrales, se dice que el proceso es ergódico. Es decir, de las infinitas
realizaciones (repeticiones) de la función muestral podremos emplear una para caracterizar el
proceso aleatorio.
En flujos turbulentos se trabaja con velocidades tridimensionales que podemos caracterizar
vectorialmente como u(x,t). En este caso se habla de campos aleatorios y no de procesos
aleatorios, pero los campos no son más que una extensión del concepto de proceso aleatorio a
las tres dimensiones (Pope, 2000).
Al trabajar con campos aleatorios, se dice que éstos son homogéneos cuando sus estadísticos
(los momentos) son invariantes en el espacio. La definición de turbulencia homogénea es
menos restrictiva, ya que son los estadísticos de las fluctuaciones de la velocidad, y no las
propias velocidades, los que deben ser invariantes en el espacio. Por último, un campo
homogéneo es estadísticamente isotrópico si sus estadísticos son invariantes ante rotaciones y
simetrías del sistema de coordenadas.
Todas estas propiedades simplifican notablemente el desarrollo matemático que subyace al
análisis estadístico de los flujos turbulentos.
Otro aspecto que también se ha estudiado al analizar la turbulencia está relacionado con la
determinación de las incertidumbres asociadas a los estimadores que se pueden obtener de
una realización finita de muestras. Es decir, es importante cuantificar el error que cometemos al
estimar un momento a partir de digamos 10, 100 o 1000 registros de velocidad instantánea.
Cuando se trabaja con registros de alta frecuencia 44, es fundamental realizar un análisis
detallado de la señal para eliminar el ruido y así poder determinar con precisión los estadísticos

44
En flujos de agua en lámina libre podemos hablar de frecuencias del orden de 25-50 Hz a 300 Hz

- C2.77 -
Descripción de la turbulencia

de orden superior. Los primeros trabajos en este campo se deben al análisis de los datos de
anemómetros de hilo caliente instalados en los túneles de viento (ver p.ej. George et al., 1978).
La aplicación de instrumentos de medida “rápidos” comenzó a desarrollarse a partir de la
década de los años 1980 con la irrupción en este área del anemómetro láser por efecto doppler
(LDA, Laser Doppler Anemometer). Estos equipos pueden trabajar sin problemas en un rango
de frecuencias del orden de 100 a 200 Hz y tras su aparición, se produjo un notable incremento
de la calidad y cantidad de trabajos de turbulencia en flujos en lámina libre (ver Nezu y
Nakagawa, 1993).
Uno de los inconvenientes de estos equipos es que su empleo no es demasiado intuitivo y se
requiere cierto tiempo hasta poder obtener buenos registros. La popularización de otra
tecnología de medida, la velocimetría doppler acústica, está asociada a este fenómeno. Los
equipos ADV (Acoustic Doppler Velocimeter) y ADVP (Acoustic Doppler Velocity Profiler)
permiten determinar de un modo rápido y económico las tres componentes de la velocidad en
un punto o una vertical respectivamente. Frente a los LDA, los ADVs son robustos y sencillos
de usar, y aunque su frecuencia de adquisición es más baja (habitualmente 25 o 50 Hz), ésta
es suficiente para resolver la mayoría de las escalas de los flujos en lámina libre habituales en
ingeniería hidráulica.
Los trabajos de Benedict y Gould (1996) y Garcia et al., (2006) son buenas referencias que
versan sobre los aspectos más teóricos del análisis estadístico de los parámetros turbulentos
de los campos de velocidades obtenidos con ADVs y ADVPs. Antes de realizar cualquier
análisis es muy conveniente filtrar la señal con alguno de los métodos presentes en la literatura
(ver p.ej. Nikora y Goring, 1998; García et al., 2002; Goring y Nikora, 2002; Rusello et al., 2002;
Wahl, 2002; Cea et al., 2007).
Todos estos desarrollos se escapan del ámbito de esta tesis doctoral ya que su importancia
aumenta a medida que incrementamos el orden del momento estadístico a analizar. Como se
ha comentado en el Capítulo 1, para determinar los campos de velocidades en el estudio de
arrastre de berberechos se empleará el equipo PIV del CITEEC (Centro de Edificación en
Edificación e Enxeñaría Civil) de la UDC.
En el momento de realizar los experimentos, la frecuencia de adquisición de este equipo era
3.33 Hz 45. Con esta resolución, no se pueden emplear todas las escalas temporales del flujo.
Este ha sido un factor limitante que ha impedido el estudio de estadísticos tercer orden y
superiores, así como el análisis de espectros y funciones de momento. Por este motivo, esta
Tesis Doctoral se ha centrado en los momentos de primer y segundo orden (velocidades y
términos del tensor de Reynolds).
Retomando el análisis de los flujos turbulentos, ya se ha señalado que la turbulencia no es un
proceso gaussiano. Esto se debe a que las componentes de la turbulencia no son
independientes, es decir, están correlacionadas unas con otras tanto en el tiempo como en el
espacio. Los estadísticos empleados para caracterizar la turbulencia, ya sean intensidades o
los momentos de mayor orden, así como el espectro y otras funciones de momento, están
basadas en realizar promedios de larga duración, con un gran número de muestras.
Sin embargo, el análisis de los parámetros surgidos de promediados de larga duración no sirve
para analizar el comportamiento de un remolino o un vórtice. Nezu y Nakagawa (1993)

45
En la actualidad el equipo puede adquirir imágenes a 10 Hz, valor habitual en los últimos equipos PIV
convencionales: ver más detalles en Capítulo 3.

- C2.78 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

describen un vórtice cómo una parcela espacial de la turbulencia, bien correlacionada, y que
tiene un ciclo de “vida”: nace de una inestabilidad que lo forma, se desarrolla, interacciona y por
último desaparece.
En este marco de trabajo es donde se puede inscribir la teoría determinista de la turbulencia,
que se centra en el análisis de las estructuras del flujo que se repiten cíclicamente. Estas
estructuras se definen como regiones del espacio donde al menos una variable del flujo
presenta una correlación o coherencia en un rango espacio-temporal mucho mayor que el
definido por las menores escalas del flujo. Estos patrones se denominan estructuras
coherentes (coherent structures) y fueron descubiertas a través de técnicas de visualización, ya
que el análisis de los momentos promediados de larga duración no permite captar su
existencia.
En la actualidad se comienza a considerar, y a comprobar, que las estructuras coherentes son
las responsables de la producción y disipación de la energía turbulenta, por lo que su análisis y
comprensión es de vital importancia para tener un buen conocimiento de la dinámica de un flujo
turbulento.
Aunque el estudio de las mismas se escapa del ámbito de esta Tesis Doctoral, se ha
considerado importante señalar algunas referencias que puedan servir para avanzar en esta
línea de trabajo. Por ejemplo, en Nezu y Nakagawa (1993) se pueden encontrar en los últimos
capítulos del texto una introducción, clasificación y explicación de los procesos que las
desencadenan. Nezu (2005) da un resumen de las principales características e importancia en
ríos y Adrian (2007) realiza una revisión reciente de las mismas. Las principales herramientas
(medias condicionales, descomposición LES o POD, etc.) para el análisis de las estructuras
coherentes a partir del análisis de campos de velocidades se pueden consultar p.ej en George
(1988) y en Adrian et al. (2000)
Desde un punto de vista más aplicado, se pueden revisar el estado del conocimiento y los
resultados de la tesis doctoral de M. Detert (2008), la de J. de Franca (2005) o la tesina de
Ruijteir (2004), disponibles electrónicamente a través de las bibliotecas de la Universidad de
Karlsruhe, la Escuela Politécnica de Laussane y de T.U. Delft.
Para finalizar el estado del conocimiento se presentará a continuación el concepto de energía
en cascada (§2.5.2) y la definición y distribución de la intensidad turbulenta para flujos en
lámina libre (§2.5.3), haciendo especial énfasis en aquellos que son hidráulicamente rugosos y
en la perspectiva del doble promediado.
Quedan fuera del ámbito de esta tesis otros aspectos del enfoque estadístico de la turbulencia
como el desarrollo y análisis detallado del balance de energía turbulenta y el estudio de las
funciones espectrales y de momento. Para profundizar en estos aspectos se puede recurrir
p.ej. al segundo volumen de Monin y Yaglom (1975) o a Pope (cap. 6 y 7, 2000).

2.5.2. Energía en cascada


En flujos turbulentos existe una amplia escala de longitudes. Las escalas mayores están
determinadas por el calado mientras que las menores lo están por la difusión molecular. Para
determinar las menores escalas de movimiento hay que recurrir al balance de producción y
disipación de energía cinética turbulenta.
Básicamente, la energía turbulenta es obtenida del flujo medio a través de la acción de los
vórtices de mayor escala presentes en el flujo. Esta energía es eventualmente disipada, en

- C2.79 -
Descripción de la turbulencia

forma de calor, a través de la acción de la viscosidad. Sin embargo, como la disipación viscosa
está asociada a procesos moleculares, ésta sólo puede ser efectiva en escalas de muy
pequeña magnitud, es decir, a los vórtices de menor escala.
El proceso a través del cual la energía contenida en los grandes vórtices del flujo es transferida
a los vórtices más pequeños se denomina mecanismo de energía en “cascada” propuesto
inicialmente por Richardson (1922).
De acuerdo con este proceso, la energía turbulenta es transferida hacía las escalas más
pequeñas a través de la generación de vórtices de tamaños progresivamente más pequeños,
hasta que se alcanza una escala adecuada para que la disipación molecular sea efectiva. Es
importante señalar que la tasa a la que viscosidad disipa la energía cinética turbulenta ε, no
depende de la viscosidad sino de la tasa producción de energía desde el flujo.
La cuantificación de las escalas de movimiento más pequeñas se atribuye a Kolgomorov
(1941). Kolgomorov indicó que en las escalas más pequeñas, para grandes números de
Reynolds, la turbulencia es localmente isotrópica. El razonamiento de Kolgomorov señala que
por el proceso de transferencia de energía en cascada y de reducción de escala de los
remolinos, éstos van perdiendo su intermitencia, aleatoriedad y también la “información” del
flujo medio del que provienen. En este sentido, se puede pensar que para las menores escalas,
los estadísticos que las definen serán universales.
En la primera hipótesis de similaridad de Kolgomorov se señala esto mismo, que los
estadísticos para una escala lo suficientemente pequeña tienen una forma universal. Además,
esta forma está determinada por la viscosidad cinemática (responsable de la disipación
molecular de la energía) y por la tasa de disipación de energía cinética turbulenta ε.
El rango de escalas características de longitudes donde se cumple la primera hipótesis de
Kolgomorov se denomina rango de equilibrio universal o rango de quasi-equilibrio. Para esta
región, las escalas que caracterizan a los remolinos son más pequeñas que las que
caracterizan al flujo (L, U, L/U), por lo que éstos son capaces de ir modificando su tamaño y así
mantener un equilibrio con la tasa de transferencia de energía DTυ 46 impuesta por los remolinos
de mayor tamaño.
Las escalas características que definen el rango de equilibrio universal son las escalas más
pequeñas del movimiento, denominadas microescalas de Kolgomorov:

η ≡ (υ / ε ) ⎫
1/4
microescala de longitudes :


υη ≡ (υε )
1/4
microescala de velocidades : ⎬ (2.105)

τη ≡ (υ / ε )
1/2
microescala de tiempo : ⎪⎭

Los ratios entre las escalas más pequeñas y más grandes se pueden determinar de un modo
directo si se asume que ε~U3/H (Pope, 2000):

46
Este es el término de difusión o transporte de energía cinética turbulenta, formado en general por un
término de difusividad viscosa, un término de transporte turbulento y otro término de presión. En este
texto no se analizará la influencia de cada componente y por este motivo se han agrupado en un único
parámetro. Un análisis del balance de la energía cinética turbulenta para flujos 2D se puede consultar en
la pág. 18 de Nezu y Nakagawa (1993).

- C2.80 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

η / L ∼ Re−3/ 4 (2.106)

υη / U ∼ Re−1/4 (2.107)

La relación η / L decrece a medida que el flujo es más turbulento (Re >>) por lo que es
razonable pensar que existe un rango de escalas dentro del rango de equilibrio universal,
determinado por L >> r >> η, donde los efectos viscosos sobre la dinámica de los remolinos
sea despreciable. En este rango de escalas, los estadísticos del flujo son universales y sólo
dependen de la tasa de producción, que es lo que señala la segunda hipótesis de similaridad
de Kolgomorov.
Una consecuencia de esta segunda hipótesis es que la región de equilibrio universal queda
dividida en dos rangos, el inercial, donde los efectos viscosos son despreciables, y el rango de
disipación, donde las escalas características son del orden de las microescalas de Kolgomorov.

Calado RANGO QUE


producción - G CONTIENE
~L ~L LA ENERGÍA
transferencia hacia
las escalas más
pequeñas - DTn

subrango
~r inercial
RANGO DE
EQUILIBRIO
UNIVERSAL
subrango
~η disipación - ε disipativo
log

microescala
de Kolmogorov

Figura 2.39. Diagrama de funcionamiento del mecanismo de energía en cascada (adaptado


de Pope, 2000 y Nikora, 2008b).

En la Figura 2.39 se presenta un esquema con el funcionamiento del mecanismo de energía en


cascada. La generación de energía turbulenta es realizada a expensas de la energía del flujo
medio. En flujos 2D uniformes, el ratio de producción o generación es G = −u´w´ ⋅ ∂〈u 〉 / ∂z .
Representando la disipación como ε y DTυ como la transferencia turbulenta y viscosa de la
energía turbulenta, el balance de energía cinética turbulenta queda:

G = ε + DTυ (2.108)

El concepto de energía en cascada se puede representar a través de espectros de energía.


Según Kolgomorov, el espectro de energía de la velocidad, p.ej. en la dirección de la corriente
Suu(k), está formado por tres rangos: (1) el de producción, (2) el subrango inercial, donde el
espectro sigue la conocida ley potencial “-5/3” y (3) el subrango viscoso o de disipativo. Las
variables involucradas en la representación espectral son la velocidad espectral Suu, que tiene

- C2.81 -
Descripción de la turbulencia

unidades de frecuencia, y el número de onda k, que es inversamente proporcional a la escala


de longitudes del flujo k=2π/L.
Tcheng (1953) completó el modelo de Kolgomorov, realizando una división en el subrango
inercial en dos zonas donde la velocidad espectral es proporcional a ∼k-1 y ∼k-5/3. Nikora (1999),
justifica que en la región donde se aplica la ley “-1” existe una fuerte interacción entre el flujo
medido y la fluctuación de la velocidad, mientras que en la zona de aplicación de la ley “-5/3”
esta interacción es muy débil.
log(Suu)~log(1/s)

RANGO DE RANGO QUASI-EQUILIBRIO (ε,ν)


PRODUCCIÓN subrango inercial subrango
k-1 disipativo
Su ( k ) = Cu' k-

k-5/3
espectro de
velocidad

V2 V3 VH3 Vr3
~ H ~ H ~ ~ = const
TH H H r
~1/ H ~1/r ~1/ log(k)~log(1/L)

Figura 2.40. Auto-espectro de velocidad Suu(k) en coordenadas doblemente logarítmicas.

En la Figura 2.40 se representa un esquema con el espectro de velocidad y sus rangos. La ley
potencial “-5/3” que describen el espectro en el rango inercial fue propuesta por Kolgomorov en
1941 a partir del análisis de las funciones de estructura de segundo orden, que representan la
autocovarianza de la fluctuación de velocidad entre dos puntos.

Suu (k ) = Cε 2/3 k −5/3 (2.109)

Esta expresión también se puede obtener a través de un análisis dimensional del espectro de
velocidades (ver cap. 6.5 en Pope, 2000), que para la región inercial sólo depende de la
disipación y de la escala del movimiento. C es una constante universal que vale ∼0.5.
Para la obtención del espectro de la velocidad se pueden aplicar modelos más prácticos que el
propuesto por Kolgomorov, cómo el recogido en Nikora (1999). Dos aplicaciones a flujos sobre
gravas se pueden consultar en Nikora y Goring (2000) y en Nikora (2005). Los aspectos sobre
el tratamiento y filtrado de las señalas de velocidad para obtener una buena representación
espectral de las velocidades se puede consultar en George (1978).

2.5.3. Intensidad turbulenta


Una de las características básicas de la turbulencia son sus intensidades. Por definición, la
varianza de una componente de la velocidad, p.ej. la correspondiente a la dirección de la
corriente, está relacionada con su espectro de densidad a partir de la siguiente expresión:

σ u2 ≡ ∫ Suu dk (2.110)
0

- C2.82 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

Donde Suu(f) es el espectro de potencia que es una función que describe la distribución de la
densidad de la amplitud de las fluctuaciones al cuadrado en función de la frecuencia o del
número de onda k=2π/L:
2
1 T
Suu ( f ) =
T ∫
0
u '(t )e − i 2π t dt (2.111)

Aunque las relaciones anteriores son muy útiles cuando se realizan análisis espectrales de las
velocidades, la intensidad turbulenta se suele expresar como la raíz del momento de segundo
orden de las velocidades, o desviación típica. De este modo, para la velocidad en la dirección
de la corriente:

1 N
σ u ≡ σ 2 (u ) = ∑ (ui − u )2
N i =1
(2.112)

donde N es el número registros temporales que se dispone

En flujo en canales abiertos, y para el rango intermedio del flujo (0.15 ≤ z/H ≤ 0.6), se han
propuesto una serie de ecuaciones universales para describir la variación de las intensidades
turbulentas adimensionalizadas con la velocidad de fricción. Las ecuaciones más conocidas
son las propuestas por Nezu y Nakagawa (1993), y se basan en aprovechar la característica de
la región intermedia en la que la producción de turbulencia es aproxidamente igual a la tasa de
disipación G ε . Para esta situación de equilibrio, y aplicando el modelo de turbulencia k-ε al
balance de energía turbulenta en 2D, se puede llegar a:

σu ⎛ z ⎞
i
= Di exp ⎜ −Ci ⎟ (2.113)
u* ⎝ H⎠
donde Ci y Di son constantes empíricas para las tres componentes de la velocidad, ui=[u,v,w].
Nezu y Rodi (1986) sugirieron los siguientes valores para un canal hidráulicamente liso y flujo
2D uniforme (nótese que en el experimento de estos autores no se determinó la velocidad en la
dirección de la profundidad del flujo y):

Di = [ 2.26, −,1.23] ⎫⎪
⎬ (2.114)
Ci = [ 0.88, −, 0.67 ] ⎪⎭
Nezu y Nakagawa (1993) recomiendan emplear unos valores ligeramente diferentes, también
para canales lisos:

Di = [ 2.3,1.63,1.27 ] ⎫⎪
⎬ (2.115)
Ci = C = 1 ⎪⎭
En cualquier caso, se tiene que las fluctuaciones en la dirección de la corriente son superiores
a las de las otras componentes de la velocidad. Además, también se tiene que las
fluctuaciones en la dirección vertical son ligeramente inferiores a las de la dirección de la
profundidad del flujo.
Para flujos hidráulicamente rugosos, los valores de los coeficientes de la ecuación (2.113) han
sido revisados por varios autores como Cardoso et al., (1981) o Kironoto y Graf (1994). Los
coeficientes propuestos por estos autores revelan un descenso en la intensidad turbulenta

- C2.83 -
Descripción de la turbulencia

debido a la presencia de la rugosidad del lecho. Así, Kironoto y Graf (1994) proponen las
siguientes relaciones:

Di = [ 2.04, −,1.14] ⎪⎫
⎬ (2.116)
Ci = [ 0.94, −, 0.76] ⎪⎭
Song (1994) comparó sus datos obtenidos para régimen uniforme 2D en lecho rugoso con las
distribuciones propuestas por Nezu y Nakagawa (1993) y con las Kironoto y Graf (1994). La
distribución de intensidades σu se ajustaba razonablemente bien con la relación de Kironot y
Graf, pero se situaba por debajo de las relación propuesta por Nezu y Nakagawa. En cuanto a
la variación de la intensidad turbulenta en la dirección z, los registros experimentales tienen una
forma convexa, incrementado desde la superficie hasta una cota z/H ~ 0.2-0.3. A partir de este
máximo, sus valores decrecen hasta alcanzar el lecho.
Este comportamiento es ligeramente diferente al que reproduce la ecuación (2.113), que tiene
una forma ligeramente cóncava. Song (1994) atribuye el diferente comportamiento de la
intensidad turbulenta al siguiente proceso físico: los remolinos generados por la rugosidad del
lecho no pueden desarrollarse en la dirección vertical cerca del mismo por el efecto de
contorno establecido por el propio lecho. A medida que los vórtices ascienden, este efecto
desaparece y los remolinos se pueden hacer más grandes y fuertes. A cierta altura, el tamaño
de los remolinos alcanza su valor máximo y a partir de ésta, comienzan a deshacerse por un
proceso de transformación en cascada, hasta que se alcanza la superficie, donde el tamaño e
intensidad de los mismos es mínima.
Otra expresión para calcular el perfil de intensidades turbulentas fue desarrollada por López y
García (1999). Estos autores presentaron una relación universal para el flujo vertical de energía
cinética turbulenta para la región intermedia del flujo en canales abiertos lisos o rugosos,
ecuación (2.99). Asumiendo un modelo de gradiente para el flujo de energía cinética turbulenta
se puede llegar a la siguiente expresión para las intensidades turbulentas:

⎛ σ ui ⎞
2
A+ ⎛ B + z / H ⎞
⎜ ⎟ = C ln ⎜ ⎟ (2.117)
⎝ u * ⎠
i
κ ⎝ 1− z / H ⎠
donde B+≈0.12 y A+≈ es ≈0.27 y ≈0.33 para fondo liso y rugoso respectivamente, aunque se
puede usar un valor universal ≈0.30 para ambos tipos de flujo. El rango de validez de esta
expresión está ente 0.15 ≤ z/H ≤ 0.7 y los valores del coeficiente Ci a adoptar para las distintas
intensidades es:

Ci = [1.10, 0.56, 0.34] (2.118)

En la Figura 2.41 se presenta una comparación de las distintas expresiones teóricas


empleadas para describir los perfiles de intensidades turbulentas u y w, junto con la tendencia
que reflejan los datos experimentales de la literatura.

- C2.84 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

z/H

σu /u* σw /u*
Figura 2.41. Distribución teórica de las intensidades turbulentas en flujo 2D uniforme según
las expresiones de Nezu y Nakagawa (1993), Kironoto y Graf (1994) y López y
García (1999). Se han representado también las tendencias de los datos
experimentales recogidos en Nezu y Rodi (1986) para lecho liso y de Song
(1994) para lecho rugoso.

En el caso de que existan corrientes secundarias, p.ej. flujo 3D en canal recto o flujo no
uniforme, algunos autores proponen emplear otra escala adimensional de longitudes para
poder aplicar las ecuaciones anteriores. Así, Song (1994), Carollo et al. (2005) y Detert (2008)
sugieren emplear la relación z/δh en vez de z/H, para flujos rugosos no uniformes. Recordemos
que δh es el calado al que se produce la velocidad máxima debido al efecto del descenso de
velocidad. Roussinova et al. (2008) sugieren emplear el calado δ' a partir del cuál la relación
entre σu2 y la velocidad máxima al cuadrado es constante u '2 (δ ') U max
2
0.001 ∼ cte .

Sin embargo, aunque se emplee una escalada de longitudes diferente del calado, la estructura
de la turbulencia, y de las intensidades turbulentas, no se consigue representar exactamente
con las ecuaciones anteriores. Así, en flujo no uniforme acelerado, las intensidades turbulentas
adimensionales σu/u* son menores que para flujo uniforme, con un valor máximo cerca del
lecho. A medida que se incrementa el calado su valor decrece hasta δh. Cuanto mayor es la no
uniformidad del flujo, mayor es la diferencia con el valor calculado para régimen uniforme.
Cuando el flujo es decelerado, el valor de la intensidad turbulenta decrece con el calado hasta
alcanzar la lámina de agua. Si se compara con el régimen uniforme, se tienen valores mayores
de intensidad turbulenta adimensional, Figura 2.42. La intensidad turbulenta σw/u* se comporta
de un modo similar al de la intensidad turbulenta σu/u*. Cuando el lecho es rugoso, cerca del
mismo se reproduce el efecto de borde descrito para las intensidades turbulentas en flujo 2D
uniforme.

- C2.85 -
Descripción de la turbulencia

z/H 1.0 1
acelerado, AS00-Q145 acelerado, AS00-Q145
decelerado, DS90-Q79 decelerado, DS90-Q79
0.9 uniforme 0.9 uniforme

0.8 0.8

0.7 0.7

0.6 0.6

0.5 0.5

0.4 0.4

0.3 0.3

0.2 0.2

0.1 0.1

0 0
0 2 4 u' 2 6 0 0.5 1 1.5 v' 2 2
u*2 u*2

Figura 2.42. Distribución típica de las intensidades turbulentas adimensionales para flujos
acelerados, uniformes y decelerados (adaptado de Yang y Chow, 2008; datos
de Song, 1994). La nomenclatura empleada está recogida en los experimentos
de Song (1994): AS y DS hace referencia a ensayo de flujo acelerado y
decelerado respectivamente, y Q señala el valor del caudal de ensayo.

Algunos autores han propuesto revisiones de los parámetros de ajuste de la ecuación universal
exponencial (2.113) para flujos no uniformes 2D. Kironoto y Graf (1995) y Song Chiew (2001)
desarrollaron una fórmula polinómica para definir el valor de Di en función del gradiente
longitudinal de presiones adimensional β, ecuación (2.73). Las fórmulas propuestas por Song y
Chiew son las siguientes:

Cu = 0.6(0.1β 2 + β ) + 3 ⎫⎪
⎬ (2.119)
Cw = 0.3(0.1β 2 + β ) + 1.5 ⎪⎭
Yang y Chow (2005) analizaron la influencia de las velocidades verticales en la distribución de
tensiones e intensidades turbulentas. Como ya se ha comentado en el apartado 2.4.3, cuando
las velocidades verticales son ascendentes (p.ej. flujos decelerados), éstas promueven la
generación de turbulencia y la aparición de un perfil de tensiones de Reynolds y de
intensidades turbulentas convexo. Cuando las velocidades son descendentes, se reduce la
turbulencia y los perfiles son más cóncavos. En este trabajo también se puede encontrar una
ecuación para describir las intensidades turbulentas en función de la relación entre las
tensiones de Reynolds en flujo 2D uniforme y flujo acelerado o decelerado (no presentada
aquí).
Dado que las expresiones para flujo no uniforme o, en general, flujos con corrientes
secundarias, no funcionan demasiado bien, en la literatura se pueden encontrar propuestas de
otros autores. Por ejemplo, para flujo rugoso con baja sumergencia, se puede recurrir a las
distribuciones de Carollo et al. (2005), válidas para las regiones interna y externa del flujo.
En la literatura también se pueden encontrar expresiones para describir las intensidades
turbulentas en la región interna del flujo para canales lisos (Nezu y Rodi, 1986; Nezu y
Nakagawa, 1993) o la expresión de Carollo et al. (2005), para canales rugosos. Para lechos

- C2.86 -
Capítulo 2. Ecuaciones fundamentales y descripción de flujos turbulentos

porosos existen pocos trabajos, debido a la dificultad de realizar las medidas experimentales o
de modelizar el mismo numéricamente. Una revisión de los principales trabajos se puede
encontrar en Detert (2008).
Por último hay que señalar que tal y cómo sucedía con el análisis de los perfiles de velocidad y
de tensiones de Reynolds, no se ha encontrado ningún trabajo que analice o describa
sistemáticamente las leyes de variación de las intensidades turbulentas para flujo 3D uniforme
y no uniforme, en canales rectos estrechos, lejos de la zona central del mismo.

2.6. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO


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- C2.93 -
C03
HIDRÁULICA EXPERIMENTAL

En este capítulo se realiza


una pequeña introducción a las
principales técnicas de visuali-
zación del flujo para, a
continuación, describir los
fundamentos de la velocimetría
de imagen de partículas o
Particle Image Velocimetry
(PIV). Se mostrarán las tipo-
logías y aplicaciones de estos
equipos, los fundamentos tecno-
lógicos de los mismos así como
las bases de la técnica de
evaluación de imágenes con los
algoritmos de correlación cru-
zada. El enfoque del capítulo
intenta ser práctico, presen-
tando los aspectos más
importantes que contribuyen a
mejorar la precisión de la
técnica. En el último apartado se
ha realizado una descripción del
equipo empleado en esta tesis.

-1-
Fotografía de Portada:

Chorro circular descargando con Re=3800


sobre un flujo con relación de velocidad
agua/chorro de ~5. La visualización se realiza
con dos colorantes que permiten ver la capa de
corte del chorro y como ésta asciende
formando vórtices en anillo (Smits y Lim, 2000).
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

3. HIDRÁULICA EXPERIMENTAL

3.1. INTRODUCCIÓN
En este capítulo se describirán los fundamentos de instrumentación PIV empleada en los
ensayos de arrastre de berberechos. La herramienta PIV (Particle Image Velocimetry) es una
técnica de visualización de flujo no intrusiva que permite determinar los campos de velocidades
instantáneos en un plano en régimen variable.
La principal característica o potencialidad de esta metodología, frente a otros equipos como los
velocímetros acústicos (ADVs) o los anemómetros láser por efecto doppler (LDV), está en que
la determinación del campo de velocidades se realiza de modo simultáneo en un dominio
bidimensional. De este modo es posible realizar el análisis de las estructuras espaciales del
flujo de forma rápida, y en régimen no permanente. Por tanto, esta tecnología es muy
apropiada para poder estudiar la variabilidad espacial del flujo con la herramienta del doble
promediado, presentada en el capítulo anterior. Además, esta técnica es no intrusita, por lo que
su aplicación no afecta a la estructura del flujo.
En las instalaciones de la Escuela de Caminos (ETSECCP) y del Centro de Investigación
Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil (CITEEC) de la Universidade da Coruña (UDC) se
encuentra disponible un equipo PIV desde el año 2001. Desde esta fecha, se han realizado
varios estudios de transporte de sedimentos (Peña, 2002; Peña et al., 2008b), estudios en
estructuras hidráulicas (Amador et al., 2004; Mouriño, 2007), investigaciones fundamentales
(Anta et al., 2007b) y también aplicadas (Anta et al., 2005; Anta et al., 2007a; Peña et al.,
2008a), entre otras aplicaciones.
El trabajo inicial de descripción del equipo y el estudio preliminar de las capacidades del mismo
ha sido realizada por Félix Sánchez-Tembleque (Sánchez-Tembleque, 2002). En este trabajo
de investigación, Sánchez-Tembleque hace una revisión del estado del arte de la técnica a
principios del 2000, y también una descripción detallada de los fundamentos tecnológicos de la
misma. La descripción del PIV en este texto, está muy enfocada al análisis tecnológico de los
componentes del equipo: partículas, láser, cámaras de grabación, etc. En el trabajo también
existe un buen tratamiento de las distintas técnicas de evaluación de la imagen, así como los
fundamentos matemáticos empleados en las mismas.
Sin lugar a dudas, el trabajo realizado por Sánchez-Tembleque ha facilitado la aplicación de la
técnica en los trabajos posteriores realizados por el GEAMA, y también ha servido de base
para la elaboración de algunas partes de este capítulo, especialmente el apartado dedicado a
los fundamentos físicos y tecnológicos del PIV (§3.3.3).
Las principales aportaciones de este capítulo, y por extensión del trabajo realizado por el autor
de esta tesis, se encuentran en la descripción de los fundamentos de la evaluación de
correlación cruzada así como de los aspectos prácticos de la misma (§3.3.4). El tratamiento de
los factores que influyen en la bondad y precisión de la técnica, el análisis de las técnicas
actuales de correlación cruzada, así como de los procesos de pre y procesado, representa un
tema novedoso en el seno del GEAMA. Este trabajo se ha basado en la experiencia propia y la
recopilada por el autor en varios cursos internacionales celebrados en la ciudad alemana de
Göttingen (Stanislas et al., 2007; LaVision, 2009).

- 3.1 -
Introducción

Antes de acometer la descripción de la técnica y del equipo PIV que está a disposición del
GEAMA, se ha considerado interesante realizar una introducción de las principales
herramientas de visualización de flujo (§3.2).
Tras este apartado, se realizará un revisión de los fundamentos básicos de la técnica centrada
en el PIV 2D, pero también se enumerarán las variantes, principales mejoras y nuevas
aplicaciones que se han desarrollado desde la presentación del trabajo de Sánchez-Tembleque
(§3.3.1 y §3.3.2) hasta la actualidad.
Por último, en el apartado del capítulo (§3.1) se realizará una descripción del equipo PIV
disponible en las instalaciones del CITEEC-ETSEECP.

3.2. TÉCNICAS DE VISUALIZACIÓN DE FLUJO


Las técnicas de visualización del flujo permiten observar directamente las estructuras o el
propio movimiento de un fluido como el agua. Como la mayoría de los fluidos, líquidos o
gaseosos, son medios transparentes, las técnicas de visualización deben permitirnos
“descubrir” el movimiento.
Existen una gran variedad de técnicas de visualización, pero la característica común a todas
ellas es que se basan en añadir algún tipo de trazador, p.ej. un colorante o humo, de modo que
lo que observamos es el trazador y no el movimiento del fluido (2007). Por este motivo, las
diferencias entre el movimiento del fluido y el trazador deben ser mínimas.
Para la visualización del flujo es necesario iluminar la escena. Por este motivo, el flujo
visualizado es el resultado de la interacción del movimiento del agua y de la luz que lo ilumina.
La luz puede ser modificada cuando interactúa con el flujo, y de este modo nos proporciona
información que podemos adquirir de dos formas (Figura 3.1):

• Registrando la luz transmitida a través del flujo y comparando sus propiedades con las
características de luz incidente (p.ej. fase o dirección de propagación de las ondas). Los
métodos típicos son la interferometría óptica, el schlieren o la shadowgraphy. Una
descripción de estas técnicas se puede encontrar en el Cap. 6 del Springer Handbook of
Experimental Fluid Mechanics (Tropea et al., 2007).

• Registrando la luz dispersada por el flujo desde una posición determinada. Con estas
técnicas se podrán inferir las propiedades puntuales de los flujos, suponiendo que desde
que se produce la interacción con el flujo, la luz no cambia hasta que es captada. Este tipo
de técnicas serán las que se presentarán brevemente a continuación.

FLUJO
luz incidente

luz transmitida

luz dispersada

Figura 3.1. Interacción de un haz de luz con el movimiento de un fluido sembrado con
partículas.

- 3.2 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Aunque esta clasificación de las técnicas de visualización de flujo está bastante extendida,
existen otras formas de diferenciarlas como p.ej. técnicas con trazadores, técnicas basadas en
medir la variación de densidad del fluido y técnicas en las que se introduce energía en el flujo
(Johansson y Naughtin, 2006).
La parte de la luz que no es transmitida por el flujo se refleja o dispersa en las partículas del
fluido. Como la intensidad de las partículas reflejadas por las moléculas de fluido es muy débil,
es habitual “sembrar” partículas en el flujo para poder visualizar de un modo más sencillo
(Merzkich, 2007). Por este motivo, lo que se visualiza es el movimiento de las partículas, y por
este mismo motivo, una buena técnica de visualización es aquella que emplea partículas que
siguen fielmente el movimiento del fluido.
Las técnicas de visualización pueden ser además de tipo cualitativo, cuando sólo se recoge la
información de la luz dispersada, o de tipo cuantitativo, cuando se hace un seguimiento
(tracking) de ésta. Entre este tipo de técnicas cuantitativas, a veces denominadas Particle
Based Methods, se encuentra la técnica PIV, pero también se pueden incluir otras
metodologías basadas en medir el desplazamiento por efecto Doppler de la luz como p.ej. el
Laser Doppler Anemometer (LDA), que no permite la visualización del flujo.
En otras situaciones, la interacción del flujo con el contorno sobre el que se desplaza puede ser
de tipo mecánica, térmica o química. Algunos métodos de visualización se basan en analizar
los cambios que una pintura u otro tipo de recubrimiento aplicado sobre la superficie de los
modelos ensayados, p.ej. en un túnel de viento, para determinar indirectamente las presiones o
las tensiones tangenciales. Un ejemplo es la técnica Pressure-Sensitive Painting, donde la
superficie del modelo es pintada con una pintura especial permeable al oxígeno (Figura 3.2).
Este recubrimiento se ilumina con una longitud de onda determinada, y con una cámara digital
se analiza la luminancia del modelo, que es inversamente proporcional a la presión ejercida por
el flujo. Más detalles sobre la técnica PSP y otras similares se pueden encontrar p.ej. en Metha
et al.,(2000) o en el apartado 4 del Capítulo 4 y en el Capítulo 7 de Tropea et al. (2007).

a) b)

Figura 3.2. a) Operarios pintando el ala de un modelo de avión comercial en un túnel de


viento y b) resultados de las presiones sobre un modelo completo de avión de
combate (Cap. 4.4. de Tropea et al., 2007).

Históricamente, quizás la primera aproximación al problema de la observación de la estructura


de un flujo fuese el experimento realizado por L. Prandtl en 1904. Prandtl dispuso un canal
horizontal de agua para su uso a modo de túnel de viento, con una sección de ensayo y una
sección de retorno con un molinete accionado a mano. En este canal ensayó estructuras como

- 3.3 -
Técnicas de Visualización de Flujo

cilindros, placas planas y hasta perfiles de ala (Figura 3.3). Para la observación del flujo
introducía partículas de mica negra en la superficie del agua (Raffel et al., 2007).
Cambiando los parámetros del experimento (forma del modelo, velocidad de flujo, ángulo de
ataque...), Prandtl adquirió grandes conocimientos en los fundamentos básicos del flujo no
estacionario. Sin embargo la observación era cualitativa y no cuantitativa ya que en este
experimento no se realizaba ninguna medida.

Figura 3.3. Separación de flujo después de un ala. Visualización con una réplica del equipo
de Prandtl (Raffel et al., 2007).

Como se describirá con detalle en el apartado 3.1, noventa años después del experimento de
Prandtl, un esquema similar permite la obtención de datos cuantitativos a partir de la toma de
imágenes, introduciendo del mismo modo partículas en el campo fluido. El desarrollo actual de
la tecnología láser, en equipos de toma de imagen, electrónica e informática ha permitido un
rápido desarrollo de esta técnica.
Pero antes de hablar de exponer la técnica PIV se ha considerado interesante presentar muy
brevemente otras técnicas de visualización de flujo. La importancia de estas técnicas en la
compresión del movimiento del agua ha sido, y sigue siendo, crucial. Por ejemplo, las primeras
estructuras coherentes de flujo no se determinaron con una instrumentación sofisticada como
los equipos LDA o los anemómetros de hilo caliente. Su existencia se determinó a partir de
técnicas de visualización rudimentarias basadas en añadir humo o un tinte al fluido, sí este es
aire y auga, respectivamente (Merzkich, 2007).
En la literatura se pueden encontrar varias obras específicas sobre Técnicas de Visualización
de Flujo, como por ejemplo el texto de Smits y Lim (2000). Una referencia clásica es el Album
of Fluid Motion de Milton van Dyke (1982), que únicamente recoge fotografías sobre distintos
tipos de flujos tomados con las técnicas de la época.
Lo que podemos ver con las técnicas de visualización de flujo depende del tipo de fenómeno
que estemos analizando y de cómo realicemos la inyección del trazador en el flujo. Así, cuando
queremos analizar el movimiento de dos masas de fluido con diferentes velocidades, p.ej. un
chorro o un flujo de intercambio (Figura 3.4), podemos añadir el trazador homogéneamente en
uno de los fluidos y analizar los fenómenos de mezcla o las inestabilidades del flujo en la
interfase entre los dos medios.

- 3.4 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

En otras ocasiones, se puede añadir un trazador de forma continuada en uno o varios puntos
fijos del dominio del flujo para así poder visualizar líneas de corriente, procesos de mezcla
turbulenta o la frecuencia y crecimiento de ciertas inestabilidades (Figura 3.5).
t=0 s t=1 s t=3 s t=5 sg

t=7 s t=10 s t=20 s t=30 s

a)

b)
Figura 3.4. a) Secuencia del inicio de un flujo estratificado sobre un obstáculo submarino.
La visualización se ha realizado añadiendo Rodamina WT al medio con mayor
densidad y la grabación con una cámara de video convencional miniDV (Anta et
al., 2007b); b) Visualización con humo de un chorro axisimétrico adyacente a un
cilindro liso de φ=135, 144 y 148 mm. La apertura del difusor, en forma de
anillo, decrece hacia la derecha (φ7.5, 3 y 1 mm). La iluminación se ha realizado
con un plano láser (Fotografías de F. Peters, recogidas en Merzkich, 2007).

- 3.5 -
Técnicas de Visualización de Flujo

a)

b)
Figura 3.5. a) Visualización con humo de las líneas de corriente sobre un modelo a escala
real de un VW Golf en túnel de viento (Fotografías de la Volskwagen AG en
Wolfsburg, recogidas en Merzkich, 2007); b) Calle de Kármán tras un cilindro
para un Re=140 en un canal con auga a velocidad de 1.4 cm/s. La visualización
se realiza por la precipitación de un humo blanco coloidal iluminado por un
plano láser. En la figura se puede apreciar como las inestabilidades crecen
varios diámetros en anchura (Van Dyke, 1982).

Las técnicas de visualización presentadas en las figuras anteriores (Figura 3.4 y Figura 3.5) se
basan en introducir un trazador que se mezcla de un modo continuo con el fluido. En otras
técnicas de visualización se pueden añadir partículas de algún metal (ver Figura 3.3 y Figura
3.6), burbujas de aire o gotitas de aceite, y trazar su movimiento.
Sí la densidad de partículas no es muy alta, y las fotografías se toman con un tiempo de
exposición elevado, se puede determinar la velocidad del flujo a partir de la longitud de las
partículas (que se ven como estiradas) y el tiempo de exposición. Sin embargo, este tipo de
técnicas están cayendo en desuso por el auge de los modernos sistemas digitales PIV (Particle
Image Velocimetry), y PTV (Particle Tracking Velocimetry), (ver apartado 3.3.1).

- 3.6 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

b)
Figura 3.6. Esfera sedimentando en un tubo relleno con aceite con un Re=0.10 en el que se
han sembrado partículas de magnesio. La escena se ha iluminado con un plano
de luz. a) movimiento relativo: la cámara se mueve a la misma velocidad que la
esfera y b) movimiento absoluto: la cámara está en una posición fija. El
movimiento es de izquierda a derecha. (Vand Dyke, 1982).

Otro tipo de técnicas de visualización permiten observar el movimiento del fluido a lo largo de
un perfil vertical u horizontal. En fluidos acuosos, la más popular es la técnica hydrogen-bubble,
que se basa en generar, por la electrólisis del agua entorno a un cable, un filamento de
burbujas de hidrógeno. Esta hilera de burbujas traza perfectamente el movimiento del agua
(Figura 3.7). La generación de las burbujas se realiza con una fuente de corriente continua
pulsada. El hilo de la sonda funciona como cátodo en la reacción. En el ánodo, el otro extremo
del circuito situado en otra zona del canal, se generan burbujas de oxígeno.

Figura 3.7. Visualización de una capa límite turbulenta mediante la técnica de las burbujas
de hidrógeno. La frecuencia de generación de los filamentos es de 30 Hz y el
Re=2.2x105 (Fotografía de Praisner y Sabatino, recogida en Smith et al.,2000)

- 3.7 -
Técnicas de Visualización de Flujo

A través de la determinación de la distancia entre los hilos visualizados se puede inferir la


velocidad del agua, aunque en la actualidad esta técnica también ha dejado de emplearse
como un método experimental cuantitativo. En los capítulos 2 y 3 de Smits y Lim (2000) se
pueden consultar los aspectos más tecnológicos de las técnicas de generación de burbujas de
hidrógenos y de las de visualización de humo y colorantes (Lim, 2000; Smith et al., 2000).
En algunas ocasiones el trazador se mezcla tan rápido en el medio que es imposible
determinar las estructuras y los procesos de mezcla con el fluido en el cual es inyectado. Para
evitar esto se puede mejorar la visibilidad del flujo empleando trazadores fluorescentes. Para
inducir la fluorescencia se suelen emplear fuentes láser, tecnologías LIF (Laser Induced
Flurescence), o fuentes de UV (Merzkich, 2007).
Desde comienzos de 2008, el equipo PIV del CITEEC-ETSCCP (ver descripción en apartado
3.1), ha sido actualizado para poder ser empleado como un equipo LIF. El principio de
funcionamiento de esta técnica consiste en la iluminación, por medio del mismo haz de luz
láser empleado en la técnica PIV, de un flujo en el que se ha diluido un trazador, en concreto la
Rodamina 6G en nuestro equipo. Cuando el trazador es excitado por el láser, que emite su luz
a una longitud de onda de 532 nm, la rodamina emite una luz fluorescente con una longitud de
onda de unos ~560 nm. La intensidad de la luz emitida depende de la concentración de
trazador y de la intensidad de luz que es absorbida por la Rodamina. Entonces, a partir de la
intensidad de luz registrada con una cámara CCD se podrá estimar la concentración del
trazador 47 .

Figura 3.8. Evolución del flujo de intercambio sobre un obstáculo submarino. La capa más
densa (inferior, salada) contiene el trazador fluorescente. En la figura se ha
representado la interface entre ambas capas y varios perfiles de velocidad
instantánea (Fouli, 2006).

En los últimos años la tecnología LIF está proliferando en numerosos campos de la ingeniería
hidráulica y ambiental experimental, ya que con un diseño adecuado se pueden analizar
muchas tipologías de flujos. Algunos ejemplos son los siguientes:

47
Como la intensidad del plano de luz láser decae en con la distancia al foco emisor será necesario
realizar una serie de correcciones para eliminar este, y otros efectos, de la imagen registrada. Sólo con un
correcto pretratamiento de las imágenes se podrán estimar campos de concentraciones precisos. El
procedimiento de corrección se puede encontrar p.ej en Aanen, (2002).

- 3.8 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

• Flujos estratificados: estudio de los procesos de intercambio de las masas de agua,


generación (frecuencia y amplitud) de las inestabilidades que se producen en la capa
de mezcla (Figura 3.8) y efecto de las rugosidad del lecho en la mezcla (p.ej. Fouli,
2006; Negretti, 2007; Negretti et al., 2008; Querzoli et al., 2008). Los campos de
concentraciones y velocidades (con el uso conjunto de PIV) en chorros o jets de agua
(Aanen, 2002). Un caso particular es el estudio de la inyección de un efluente a través
de un emisario submarino (p.ej. Tian, 2002; Tian et al., 2004).

• Para analizar el proceso de mezcla en la capa límite: la tecnología LIF puede ser
empleada de un modo similar a otras técnicas más antiguas como la inyección de
humo o un colorante. Un ejemplo es el estudio de flujo sobre traviesas de diferente
rugosidad realizado por Djenidi et al., (2008) -Figura 3.9-.

Punto de inyección

a) b)

Figura 3.9. Determinación de la estructura de la capa límite turbulenta en la zona rugosa de


un flujo sobre traviesas de tipo –k (obstáculo aislado) con ayuda de la técnica
LIF: a) evolución temporal de las estructuras coherentes en perfil y b) vista en
planta. (Djenidi et al., 2008).

Desde el GEAMA hemos comenzado a trabajar con la tecnología LIF aplicándola al estudio de
las diluciones obtenidas tras la inyección de un efluente por un emisario en medio marino
(Figura 3.10). En este estudio, realizado para la Administración Hidráulica de Galicia, se ha
analizado con éxito la influencia de la separación de los difusores, el calado y el caudal de
descarga en las diluciones obtenidas en el medio receptor en una serie de ensayos que
representan de un modo realístico las características de los emisarios submarinos gallegos..

En el momento de escribir esta Tesis Doctoral, el autor de la misma está involucrado en la


realización de una nueva serie de ensayos de flujo estratificado (ver Figura 3.4) sobre dos
configuraciones geométricas de lecho: una sucesión de dunas con diferentes ratios de λ/Δ
y sobre una pendiente con una geometría similar a la del contacto río-ría en la
desembocadura del Ulla. El objetivo de esta serie de estos ensayos es mejorar el
conocimiento sobre los procesos de mezcla que se producen en la zona de los Lombos do
Ulla, que como se verá en el Capítulo 4, están relacionados con los fenómenos de
mortandad de berberechos en esta zona.

- 3.9 -
Técnicas de Visualización de Flujo

brazo y monitor de energía

fuente laser

efluente
a) inyectado b)

Figura 3.10. a) Ejemplo de un experimento de LIF en un modelo físico de un emisario


submarino realizado por el GEAMA en el CITEEC y b) ejemplo de campo
diluciones obtenidas.

Por último hay que señalar que en la actualidad, y con el auge de la modelización
numérica, también se comienza a aplicar el término visualización de flujo, a aquellas
técnicas relacionadas con la visualización de los resultados de los CFD.

3.3. VELOCIMETRÍA PIV

3.3.1. Introducción: Fundamentos básicos


El montaje experimental de un equipo de Velocimetría de Imágenes de Partículas (PIV)
puede verse en la Figura 3.11. La base de la técnica consiste en introducir en el medio fluido
un plano de luz láser e iluminar con él las partículas en suspensión del mismo, ya sean éstas
introducidas artificialmente o no.
plano de luz en flujo con
partículas trazadoras

doble fuente
laser
óptica

lente y cámara
CCD

ventana de
interrogación plano de imagen

Figura 3.11 Esquema básico de funcionamiento de las técnicas PIV (LaVision, 2002)

El haz láser emite dos pulsos de duración muy breve (varios nanosegundos) y una o varias
cámaras de video digital captan dos imágenes muy próximas en el tiempo. La variación de la

- 3.10 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

posición en ese tiempo de las partículas en suspensión entre las dos imágenes aproxima con
mucha precisión el campo de velocidades del fluido. El software del sistema utiliza técnicas de
correlación estadística para localizar las partículas y seguir su movimiento.
El sistema consta por tanto de varias partes que se describen a continuación, una fuente de luz
láser, una o varias cámaras y un software de proceso de imágenes. La mayor parte de los
equipos de PIV actuales utilizan fuentes láser de Nd:YAG pulsadas, capaces de concentrar su
energía en varios nanosegundos y de ese modo ‘congelar’ el movimiento de las partículas en
las imágenes que obtienen las cámaras.
Los equipos digitales de PIV toman sus imágenes con cámaras CCD, de modo que éstas se
almacenan inmediatamente en el ordenador sin necesidad de un revelado y digitalizado
posterior. Estas cámaras son capaces de tomar dos imágenes separadas por un intervalo de
tiempo muy breve, para luego transferirlas al ordenador que controla el proceso, tanto de forma
individual o como secuencias para el estudio de un proceso en régimen transitorio.
El sistema se completa con un software de procesado de imágenes que separa en pequeñas
partes el campo de imagen –ventanas de interrogación- y busca en ellas las partículas para
evaluar su desplazamiento en el intervalo de tiempo elegido. Éste puede ajustarse en función
de la velocidad media del flujo para que las partículas no salgan de la ventana de interrogación.
Si se toman dos imágenes consecutivas y se calcula la correlación cruzada entre ambas, la
función tendrá un máximo que se corresponde con el valor del desplazamiento medio de las
partículas (si éstas se mueven de un modo aproximadamente uniforme). Esta idea se
esquematiza en la Figura 3.12.
R: función de
correlación cruzada localización del
pico función R

vector
análisis de una velocidad
ventana de interrogación

Figura 3.12 Esquema de obtención del campo de velocidades con PIV (LaVision, 2007a)

Para obtener los campos de velocidades en unidades del modelo, es necesario realizar un
proceso de calibración. Éste consiste en introducir una plantilla en el medio fluido que el
software del equipo reconoce. De este modo se establece la magnificación, que relaciona las
unidades en la imagen, en píxeles, con las unidades reales, en metros. El resultado de este
proceso es la obtención de campos vectoriales como los de la figura siguiente, donde se
presenta el campo de velocidades obtenido en el ejemplo de la Figura 3.13.

- 3.11 -
Velocimetría PIV

Figura 3.13 Campo de velocidades correspondiente a la Figura 3.3 (Raffel et al., 2007).

Hay que señalar que la densidad de partículas existentes en el campo de la imagen condiciona
su forma de análisis. De este modo, se pueden distinguir tres técnicas de tratamiento bien
diferenciadas (Raffel et al, 2007):
a) Particle Tracking Velocimetry (PTV) o low-image-density PIV. Con densidades bajas de
partículas, como las de la Figura 3.14 (a), se requieren técnicas de trazado de partículas
individuales, para después interpolar o extrapolar los resultados al resto del campo fluido.
Esta herramienta se puede utilizar para comparar los resultados experimentales con los
numéricos obtenidos en una malla regular o adaptativa.
b) Particle Image Velocimetry (PIV). Esta técnica es aplicable a fluidos con densidades
medias de partículas (ver Figura 3.14 (b)), que permiten la separación del campo en
pequeñas ventanas de interrogación con la garantía de encontrar en ellas suficiente
número de partículas para su trazado por correlación estadística. En estas situaciones no
se pueden aplicar procedimientos de búsqueda individual de partículas porque el
desplazamiento de las partículas es mayor que la separación media entre las mismas.
Como se ha comentado, esta técnica se conoce como high-image-density PIV, o PIV a
secas.

Figura 3.14 Diferentes densidades de partículas para PTV (a), PIB (b) y LSV (c), (Raffel et
al., 1998).

- 3.12 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

c) Láser Speckle Velocimetry o Speckle Interferometry. Con densidades elevadas la reflexión


de la luz en las propias partículas hace que éstas puedan confundirse formando una
imagen moteada, no siendo posible detectar partículas individuales
Los programas de software actuales suelen permitir las dos primeras posibilidades con el
mismo equipo físico, variando únicamente el tratamiento matemático de las imágenes. Los
equipos modernos de grabación de imagen y las técnicas actuales de determinación de picos
de intensidad hacen que sea posible detectar cada vez mayores densidades de partículas, con
lo cual la tercera de las opciones tiende a desaparecer.
En los equipos actuales es habitual disponer del orden de ~103-105 vectores de velocidad por
cada imagen analizada (dependiendo de la resolución de la cámara y el tamaño de las
ventanas de interrogación), con una precisión media en el entorno del 1% (Stanislas et al.,
2005).
Además de la no intrusividad, una de las principales ventajas de la técnica PIV es que permite
determinar el campo de velocidades completo en un plano. Como se posee información de
todo el campo, es posible determinar además de las componentes de la velocidad otras
magnitudes derivadas como los gradientes de velocidad o la vorticidad en la dirección
perpendicular al plano de medida. A partir del análisis de los campos de velocidad instantáneo
y de estas magnitudes derivadas es posible estudiar el comportamiento de las estructuras
coherentes del flujo (Adrian et al., 2000; Perry y Chong, 2000; Vollmers, 2001).

3.3.2. Principales tipologías y aplicaciones


Con el esquema mostrado en el apartado anterior, la técnica PIV se puede emplear para
determinar las componentes de la velocidad en un plano. Existen sin embargo, otras variantes
que permiten ampliar el rango de aplicación de este dispositivo. En este apartado, se
describirán las principales tipologías de los equipos PIV actuales así como sus principales
ámbitos de aplicación.
En primer lugar hay que señalar que el origen de la técnica PIV se remonta a principios de los
años 80. En esta época, en los trabajos sobre Laser Speckle Velocimetry de R. Meynart del
Von Kármán Institute (Bruselas), aparecían fotografías con partículas individuales en el flujo. La
importancia de las imágenes de partículas, y su utilidad para trazar las velocidades del flujo
comenzó a partir de entonces a ponerse de relieve. Se puede indicar que la primera referencia
a la técnica PIV que se puede encontrar en la literatura es de 1984 (Adrian, 2005).
Sin lugar a dudas, el desarrollo de la fotografía y grabación de video digital, y las técnicas de
procesado de imágenes con equipos informáticos, permitió el desarrollo de este nuevo método
que permitía la descripción cuantitativa de un campo de velocidades instantáneo (Adrian,
1991).
Tras estos 25 años, la técnica PIV está sumamente extendida en los estudios de flujos de agua
y aire, y su campo de aplicación crece de una forma exponencial con el paso del tiempo. La
primera mejora sustancial del esquema inicial, o PIV 2D, consistió en el empleo de 2 cámaras
para así obtener una visión estereoscópica del flujo que permitía determinar la componente de
la velocidad en la dirección perpendicular al plano iluminado por el láser (p.ej. Willert, 1997).
Esta técnica se denomina PIV estereoscópico, SPIV, o también PIV2D-3C (haciendo referencia
a que se obtienen las tres componentes de la velocidad en un único plano).

- 3.13 -
Velocimetría PIV

No es el objetivo de esta tesis realizar una descripción de los fundamentos del SPIV, o del
resto de técnicas que se expondrán a continuación. Una descripción general de las mismas se
puede consultar en el gran libro de Raffel et al., (2007) o en los apuntes de los cursos
especializados que se desarrollan en el Instituto Aeroespacial Alemán (DLR) o en el Instituto
Von Kármán.
La extensión de la tecnología PIV para la determinación de la velocidad en dominios
tridimensionales se ha acometido de varias formas. Una técnica, denominada Multi Plane
Stereoscopic PIV (MPS PIV), emplea 4 cámaras y un sistema de 4 fuentes láser que permiten
determinar las velocidades en dos planos paralelos de modo un simultáneo (Kähler, 2004).
Otros esquemas permiten determinar la velocidad en varios planos de un modo secuencial.
En estos equipos, un espejo rotatorio sobre el que incide el haz láser, hace que este vaya
modificando su posición y describa un movimiento en el que haciendo secciones transversales
o longitudinales del fenómeno estudiado. En la literatura aparece referenciado como scanning
PIV. Esta técnica para mover el plano de luz ha sido aplicada p.ej. por Tian (2002) en sus
experimentos de (cuasi) 3D LIF sobre el proceso de mezcla del campo cercano de emisarios
submarinos en modelo físico.

espejo

beam splitter
polarizado

ADQUISICIÓN
DE LAS
IMÁGENES

PROCESADO
DE LAS
(a) MEMORIA IMÁGENES (b)

Figura 3.15. (a) Esquema de un equipo SPIV (adaptado de McKeon et al., 2007) y (b)
Esquema de un sistema multi-plano con 4 cámaras que registran dos planos
paralelos separados pocos milímetros con una configuración estereoscópica.
Para que el sistema pueda funcionar, la polarización de los planos es diferente
y dos beam-splitter especiales dividen la imagen para cada dos grupos de
cámaras en función de la polarización de la luz (ver detalles en el tesis de
Kähler, 2004)

La medida simultánea del campo tridimensional de velocidades en un volumen de interrogación


no se ha conseguido hasta el desarrollo de la Tomografía PIV (T-PIV). Esta tecnología requiere
del empleo de 4 cámaras (para un correcto funcionamiento) que se enfocan hacia un volumen
de control de poco tamaño (de unos 5 x 5 x 1.5 cm3). Para la reconstrucción del campo de
intensidades de luz se aplica un algoritmo específico que da el nombre a la técnica (Geisler,
2007).

- 3.14 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

(a) (b)
Figura 3.16. (a) Montaje experimental en el túnel de viento y (b) ejemplo del campo de
vorticidades formado en la estela de un cilindro de 8 mm de diámetro (Elsinga,
2008).

Las primeras aplicaciones de esta nueva herramienta se pueden encontrar p.ej en la tesis
doctoral de Elsinga (2008). A modo de ejemplo se recoge en la Figura 3.16 un montaje
experimental con 4 cámaras en un túnel de viento en el que esta autora ha analizado el patrón
de vórtices formado en la estela originada tras un cilindro. Un trabajo similar en un túnel de
agua ha sido presentado por Scarano y Poelma (2009).
En la actualidad, los factores más limitantes de la técnica son el pequeño tamaño del volumen
de medida, la necesidad de un láser hasta cinco veces más potente que un láser de SPIV, el
tiempo asociado a la evaluación de la imagen (que puede llegar al orden de una hora para una
única imagen) y la capacidad de almacenamiento, que es hasta 10 veces mayor que para un
sistema de PIV convencional (Raffel et al., 2007).
Otro ámbito en el que también han mejorado los sistemas PIV ha sido en la capacidad de éstos
de adquirir imágenes con mayor frecuencia temporal. En las primeras soluciones comerciales,
los equipos no eran capaces de capturar más de un par de imágenes por segundo. Las
mejoras en los equipos de grabación (ver §3.3.3.4) y la utilización nuevas fuentes láser,
permiten en la actualidad resolver algunos flujos con a frecuencias del orden del KHz. Este tipo
de equipos se denominan habitualmente High Speed PIV (HS-PIV) o Time Resolved PIV (TR-
PIV).
El PIV también comienza a aplicarse en fluidos a escala microscópica. Este tipo de flujos tiene
interés en algunos procesos industriales, en la industria aeroespacial y también en la industria
biomédica. La fundamentos de la técnica microPIV (μPIV) son similares a los de la PIV
convencional aunque existen algunas diferencias entre ambos métodos. Las principales
diferencias están originadas en los patrones de difracción de las partículas, en el movimiento
de las mismas que en muchas ocasiones es de tipo Browniano, y en el espesor del plano láser,
que en este tipo de aplicaciones en varios órdenes de magnitud mayor que el plano enfocado
por el microscopio (Raffel et al., 2007).
Una revisión reciente del estado del arte de las investigaciones que emplean la técnica PIV en
una gran variedad de campos de aplicación se puede encontrar en Schröeder y Willer (2008).
En este libro se puede encontrar un resumen de los principales resultados de la red PIVNET 2,
desarrollada a partir del proyecto Europeo “A European collaboration on development, quality

- 3.15 -
Velocimetría PIV

assesment, and standarization of Particle Image Velocimetry for industrial applications”. En las
actividades de esta red, se han desarrollado aplicaciones tan diversas como:

• μPIV y aplicaciones en microsistemas

• Flujos bio-médicos

• 3D-PIV

• Desarrollos específicos no comerciales

• Comparación y validación con CFD

• Turbo-maquinaria

• Combustión interna

• Aplicaciones en la industria del automóvil

• Aerodinámica

• Flujos supersónicos

• Aplicaciones navales
Algunos ejemplos de otras aplicaciones no recogidas en este texto son las investigaciones
aplicadas en el campo de la ingeniería hidráulica y ambiental. A modo de ejemplo se pueden
citar trabajos en el campo de la ingeniería marítima y portuaria (p.ej. Jung et al., 2004; Li et al.,
2005), en el estudio del transporte de sedimentos y fenómenos de erosión local (p.ej Hill y
Younkin, 2006; Radice et al., 2006), o en la determinación de las velocidades de la superficie
del agua en flujos en ríos o canales (p.ej. Weitbrecht et al., 2002), técnica conocida como Large
scale PIV (LPIV), o incluso algunos desarrollos propios que permiten sumergir un pequeño
equipo PIV portátil en un flujo natural como un río o un estuario (Underwater Miniaturized PIV,
ver p.ej. Tritico et al., 2007; Liao y Botsma, 2009), ver Figura 3.17.

(a) (b) (c)

Figura 3.17. Ejemplo de aplicación de la técnica UM-PIV en el lago Michigan (a) Ubicación
del equipo sobre un lecho cubierto de un tipo de mejillón de la zona; (b) imagen
con el perfil de velocidades y concentraciones de partículas (en amarillo
continuo y discontinuo respectivamente), y el perfil de tensiones de Reynolds y
flujo turbulento de partículas (en rojo continuo y discontinuo respectivamente);
(c) velocidad instantánea sin la componente de velocidad media sobre un mapa
de vorticidades (Liao y Botsma, 2009).

- 3.16 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Otros campos en el que se está aplicando recientemente las técnicas PIV o μPIV es en la
determinación de los campos de velocidades en el entorno de animales vivos (ver Figura 3.18)
o en el interior de los mismos.
A

0
60

alimento
y posi ti on (mm)

40

40
40

40
20

20

20

20
40 60 80 40 60 80 40 60 80 40 60 80
x position (mm)

(m/sec) 0.00 0.06 0.12 0.18 0.24 0.30 0.36 0.42 0.48 0.54 0.60

Figura 3.18. Campo de velocidades producido durante la alimentación de un róbalo (Day et


al., 2007)

Algunas aplicaciones han permitido determinar el campo de velocidades y la estructura del flujo
formada tras mecanismos que simulan el movimiento de insectos o peces (Poelma et al., 2006;
Brücker y Bleckman, 2007), y también con organismos vivos como murciélagos (Hedenström et
al., 2007; Hedenström et al., 2009; Hubel et al., 2009) o peces (Day et al., 2007; Lauder y
Madden, 2007).

(a) (b)

Figura 3.19. Determinación con SPIV del patrón de velocidades tras el aleteo de un
murciélago, ver detalles en (a) (Hedenström et al., 2007) y (b) (Hedenström et
al., 2009).

A nivel microscópico, se pueden citar los trabajos de Poelma en los que se han analizado el
flujo y las tensiones tangenciales en los conductos vitelinos o en el corazón de un embrión de
pollo (Poelma et al., 2008; Poelma et al., 2009).

- 3.17 -
Velocimetría PIV

(a)

(b) (c)
Figura 3.20. Determinación de las velocidades y tensiones tangenciales en el sistema
cardiovascular de un embrión de pollo (a) preparación del huevo para realizar
las medidas con la técnica μPIV; (b) ejemplo de imagen en el conducto de unas
~300μ de diámetro y (c) campo de velocidades (Poelma et al., 2009)

3.3.3. Fundamentos físicos y tecnológicos

3.3.3.1. Partículas trazadoras


El método PIV, en contraposición a otras medidas de la velocidad que la determinan a
partir de ciertas propiedades físicas del medio, está basado directamente en la medición del
espacio y el tiempo. Se trata de una técnica indirecta al medir la velocidad de las partículas en
lugar de la del fluido, por lo que la concordancia de ambas deberá ser comprobada.
Por tanto, las propiedades fundamentales de las partículas empleadas en esta técnica son las
siguientes (Poelma y Westerweel, 2007): (i) deben ser suficientemente pequeñas para seguir
las trayectorias del flujo, (ii) deben ser suficientemente grandes para poder ser visualizadas, (iii)
deben estar homogéneamente distribuidas y, (iv) no deben alterar las ni propiedades del fluido
ni del flujo.
Una primera fuente de error en esta técnica aparece cuando las densidades del medio y las
partículas no coinciden. De este modo, las fuerzas gravitatorias que afectan a las partículas
inducen una componente ascensional en las mismas que perturba los resultados. La
determinación de esta velocidad de sedimentación no es nada trivial ya que ésta depende de
factores como la velocidad y nivel de turbulencia presente en el flujo analizado, régimen de
caída de la partícula, y de su forma y/o tamaño.
Una estimación de la velocidad de sedimentación (ws) se puede realizar a partir de la ley de
Stokes, válida para partículas esféricas y bajos números de Reynolds de sedimentación. Bajo
estas premisas:

- 3.18 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

ρ p − ρw
ws = d p 2 ⋅ ⋅g (3.1)
18μ
donde ws es la velocidad de sedimentación, dp es el diámetro de la partícula trazadora, μ es la
viscosidad dinámica del fluido, ρp y ρw representan la densidad de las partículas y del fluido
respectivamente, y g es la aceleración de la gravedad.
Haciendo una analogía con la ecuación anterior se puede estimar la diferencia entre la
velocidad de las partículas Up y del fluido cuando éste se mueve con una aceleración constante
a, llegando a (Raffel et al., 2007):

ρp − ρ
U s = U p −U = d p2 ⋅ ⋅a (3.2)
18μ
Si la aceleración del fluido no es constante o aparecen grandes velocidades, la ley de Stokes
no se cumple y por tanto el movimiento de las partículas es mucho más difícil de determinar. El
problema es mucho mayor en los estudios de flujo de aire, al ser mucho menor la viscosidad
cinemática y debido a que las partículas pueden cambiar de diámetro al ser transportados por
la corriente de aire (Raffel et al., 2007).
En cualquier caso se deberá encontrar un compromiso a la hora de decidir el diámetro de las
partículas ya que, si este es muy pequeño, y como se expondrá a continuación, se verá
comprometida la dispersión de la luz y la toma de imágenes de las partículas. Por otra parte, si
el diámetro es muy grande, los dos términos de error anteriores harán la medida poco exacta.
El otro factor que se ha introducido en el análisis es la luz dispersada por parte de las
partículas, puesto que es ésta la que impresiona el medio fotográfico (digital o no) para tomar
las imágenes. En muchas ocasiones será más importante realizar una adecuada selección de
las partículas para elevar la potencia de luz dispersada, y por tanto la definición de éstas en la
imagen, que el proceso de elevar la potencia del láser.
La potencia de luz dispersada depende fundamentalmente de la relación entre el índice de
refracción del material de las partículas frente al medio fluido, así como del ángulo de
polarización y observación.
Para partículas esféricas con diámetro mayor que la longitud de onda de luz (532 nm en los
láser Nd:YAG empleados en PIV, §3.3.3.2) puede aplicarse la teoría de Mie de la dispersión.
Según esta teoría, la dispersión de la luz en torno a las partículas se produce según unos
patrones característicos como los representados en la Figura 3.21. En la figura la luz impacta
en la partícula de izquierda a derecha. Se puede observar como la intensidad depende
fuertemente del ángulo de observación.
El ángulo empleado con mayor frecuencia en los montajes experimentales es el de 90º (la
cámara se sitúa en perpendicular al flujo). Este ángulo se encuentra lejos del óptimo que es
180º. Sin embargo, de estos diagramas puede extraerse otra conclusión para optimizar la
potencia de luz, ya que no sólo el tamaño de las partículas la condiciona, sino también la
cantidad de éstas. Para grandes densidades de partículas, la luz dispersada a 180º se
mantiene en el plano iluminando las partículas adyacentes sin perderse en partículas situadas
en planos fuera del campo de visión (Sánchez-Tembleque, 2002).

- 3.19 -
Velocimetría PIV

(a)

(b)

(c)

Figura 3.21 Dispersión de la luz entorno a partículas de vidrio de varios tamaños en agua:
(a) 1 μm, (b) 10 μm y (c) 30 μm. La intensidad de la luz dispersada se
representa en escala logarítmica. Los círculos concéntricos representan una
diferencia de 100 unidades de intensidad (Raffel et al, 2007).

3.3.3.2. Fuentes de luz. El láser Nd: YAG


Como la base de la técnica PIV radica en la observación de las partículas que están
presentes en el flujo, es necesario disponer una fuente de luz que ilumine la escena durante un
corto intervalo de tiempo δt. Un criterio práctico es escoger la duración máxima que permita
observar las partículas como puntos circulares y no como elipses o filamentos alargados. La
segunda característica de la fuente de luz es que debe formar un plano luminoso de potencia
suficiente para que la luz dispersada por las partículas contenidas en el plano sea captada por
el sistema de grabación de imágenes (McKeon et al., 2007).
La cantidad de energía requerida E es proporcional a la longitud de la zona a iluminar. McKeon
et al., (2007) señalan que unos 100 mJ son capaces de iluminar una zona de 10 cm en un flujo
de aire y unos 20 cm en un flujo de agua. Además, también indican que el espesor del plano
debe ser del orden del 1% de las dimensiones de la zona iluminada.

- 3.20 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Las fuentes láser son el sistema de iluminación más empleado en los equipos PIV porque son
capaces de emitir una luz pulsada monocromática con una alta energía. Los láser empleados
son de estado sólido de tipo Nd:YAG 48 , que típicamente proporcionan un pulso de entre ~10
mJ y un ~1 J, de una duración comprendida entre ~5 y ~15 ns. El láser del sistema PIV
disponible en las instalaciones del CITEEC-ETSECCP es de este tipo.
La longitud de onda fundamental del cristal Nd:YAG, ultravioleta de 1064 nm, es doblada a luz
visible verde de 532 nm en un cristal especial denominado doblador. La máxima potencia que
atraviesa el cristal se produce cuando el haz incidente está alineado con la estructura de red
del cristal, por lo que girándolo se puede ‘sintonizar’, modificando la potencia de salida a la
conveniencia de cada caso.
La arquitectura estándar de los equipos PIV está formada por dos fuentes láser de iguales
características de forma que la separación entre disparos se puede ajustar de un modo muy
sencillo. La separación entre los disparos dependerá de la magnificación de la imagen y de la
velocidad del fluido.
Los haces de las dos fuentes gemelas se alinean en un espejo semitransparente para después
pasar por el cristal doblador. A la salida se disponen dos espejos dicroicos, cuya propiedad
principal es reflejar únicamente una longitud de onda, enviando el resto a un sumidero con un
disipador de calor (Figura 3.22). En el proceso de emisión estimulada los dos fotones
producidos tienen la misma longitud de onda y la misma fase. Este hecho unido a la forma de
producir luz con dos espejos perfectamente alineados hace que la luz láser sea
monocromática, coherente (con todos los haces en fase) y fuertemente direccional o colimada
(Sánchez-Tembleque, 2002).

Figura 3.22 Esquema de operación de un equipo PIV con dos fuentes de luz gemelas
(adaptado de Sánchez-Tembleque, 2002).

48
Nd:YAG: Neodymium Yttrium Aluminum Garnett. En estos sistemas el haz de luz es generado por iones
Nd +3 en una matriz de itrio y aluminio formando un semiconductor. Esta matriz está contenida en una
cavidad cilíndrica de sección elíptica en la que unas fuentes de luz blanca (flash lamps), bombean la
energía necesaria para producir la resonancia. Para que la resonancia se produzca, la cavidad cuenta en
sus extremos con dos espejos, uno de ellos semitransparente, que se corresponde con el foco de emisión
del haz láser. En el interior de la cavidad también se introduce un cristal (Q-switch) que puede permitir o
cortar el paso de luz, de modo que la cavidad sea resonante o no. El tiempo de apertura y la
sincronización de la misma con la fuente de luz permiten controlar la duración y energía del pulso de luz,
congelando así el movimiento de las partículas. Una descripción más detallada de los sistemas láser se
puede encontrar en Sánchez-Tembleque (2002) y en Raffel et al., (2007).

- 3.21 -
Velocimetría PIV

El principal problema de las fuentes laser Nd:YAG es su baja frecuencia de repetición, que está
comprendida entre los 10 y los 50 Hz. Este ratio de repetición limita la frecuencia de
adquisición de imágenes y el tipo de flujos que pueden resolverse completamente es de baja
velocidad (<0.2 m/s, McKeon et al., 2007). Por este motivo, en los sistemas de alta velocidad o
Time Resolved PIV (§3.3.2) se emplean fuentes láser Nd:YLF (Neodymium Yttrium Lithium
Fluoride), que pueden trabajar con ratios de repetición de hasta ~10 kHz, aunque con
densidades de energía menores: ~10-40 mJ (Raffel et al., 2007).

3.3.3.3. Formación del plano de luz


El haz láser producido por las fuentes mostradas de Nd:YAG tiene forma
aproximadamente cilíndrica. En el caso del PIV disponible en las instalaciones de la UDC el
diámetros es del orden de los 7 mm de diámetro (§3.1).
Para producir un plano será necesario disponer una serie de lentes que lo estrecharán en un
sentido y lo ampliarán en forma de abanico en el otro. Existen varias combinaciones de lentes
para producir este efecto (ver p.ej. Raffel et al., 2007), aunque sólo se presentará una de ellas
a modo de ejemplo (Figura 3.23 (a)). En este caso se emplea una lente cilíndrica para formar el
plano de luz combinada con dos de tipo teleobjetivo (dos lentes esféricas, una divergente y otra
convergente). La distancia entre la lente cilíndrica y la lente convergente es variable, y de este
modo la lente puede enfocarse para que la mínima anchura del plano (beam waist) coincida en
el lugar deseado (Figura 3.23 (b)).

VISTA LATERAL

ángulo de apertura

f
VISTA EN PLANTA
beam
waist

a) b)
f

Figura 3.23 a) Vista lateral y superior de la óptica para producir un plano de luz a partir de
un haz de luz y b) el ajuste de la distancia entre la lente cilíndrica y la esférica
permite ajustar la posición del plano de espesor mínimo o beam waist (LaVision,
2007b)

Para minimizar la variación de energía y espesor del plano de luz es conveniente realizar un
buen ajuste del sistema óptico de forma que el beam waist coincida más allá de la zona de
análisis, ya que en el entorno del mismo es donde se producen mayores fluctuaciones de
energía y del espesor del plano. De este modo se reducirán los problemas con las partículas
que se salen del plano y que reducen la precisión del método (§3.3.4.1). Esto es especialmente
importante cuando se realizan medidas con PIV estereoscópico, con fuertes componentes de la
velocidad en la dirección normal al plano láser (McKeon et al., 2007).

- 3.22 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

3.3.3.4. Adquisición digital de imágenes


El desarrollo reciente de dispositivos capaces de registrar imágenes directamente sobre un
soporte digital ha evolucionado el campo de la fotografía y el video en todas sus facetas. Lo
mismo ha sucedido con la técnica PIV.
Los dispositivos empleados en los equipos PIV estándar son sistemas de tipo CCD (charged
coupled device). Básicamente un CCD es un dispositivo que transforma la luz en energía
eléctrica. Cuando se habla de un sensor CCD se hace referencia a la matriz de sensores
individuales, que no son más que los pixels. Por tanto, cada uno de los sensores individuales
del CCD recoge la información impresa en cada píxel de la imagen. El tamaño habitual de los
sensores es de ~8x8 μm.

En los equipos PIV de alta velocidad los sensores CCD se sustituyen por otro tipo de
tecnología denominada CMOS. Esta tecnología es capaz de transferir la información recogida
en el sensor de un modo mucho más veloz que la arquitectura CCD. El tamaño habitual de los
sensores es de ~20x20 μm.

A pesar de la mayor velocidad de adquisición de los sistemas CMOS, estos cuentan con una
serie de inconvenientes que limitan su aplicabilidad a todos los campos de trabajo. Así, el
mayor tamaño físico de los píxels, puede provocar la aparición de un efecto indeseable en la
estimación de las velocidades (píxel locking, §3.3.4.2). Estos dispositivos tienen menor calidad
e imagen que los CCD y menor sensibilidad (necesitan más luz). Además, la respuesta del
sensor no es del todo lineal (Hain et al., 2007).
No es objeto de este trabajo analizar de un modo pormenorizado el funcionamiento de estas
tecnologías. Una descripción detallada de los diferentes esquemas de adquisición y
transferencia de la imágenes, sincronización de los equipos y comparación de los dispositivos
se puede consultar en le bibliografía (Willert, 2007a). En un plano más práctico, se puede
consultar el reciente trabajo de Falchi y Romano (2009), que compara los momentos
estadísticos de varios órdenes (medias, asimetría, kurtosis,..) en un chorro de agua circular
medido con tecnología PIV (con una cámara CCD) y TR –PIV (con una cámara CMOS).

3.3.3.5. Formación de la imagen


Si en un extremo del sistema se sitúa la óptica que forma el plano láser, en el otro se
tienen la óptica de la cámara que registra las imágenes. Como veremos a continuación, será
necesario considerar los fenómenos ópticos en el proceso de formación de la imagen.
En la Figura 3.24 se presenta un esquema de la configuración óptica de un sistema PIV
convencional. El plano de luz tiene un espesor Δz0 que se supone homogéneo en la zona de
análisis (Westerweel, 1997). Para que todas las partículas estén enfocadas, el espesor del
plano debe ser inferior a la profundidad de campo δz 49 (Adrian, 1991).

49
La profundidad de campo se define como el espesor de la imagen real que se encuentra enfocada.
Números grandes de apertura de diafragma Da se corresponden con bajas profundidades de campo y
viceversa, ver ecuación (3.6).

- 3.23 -
Velocimetría PIV

plano
de luz

óptica de
la cámara

dirección
del flujo plano
de la
imagen

Figura 3.24. Esquema de la formación de la imagen en una configuración de PIV estándar


(Westerweel, 1997). Las definiciones de los parámetros se pueden consultar en
el texto.

Las partículas presentes en el flujo se transformarán en el plano de la imagen (el sensor CCD o
CMOS) por medio de una lente circular sin aberraciones ópticas. La lente se caracterizará por
su distancia focal f, el número de apertura f # (que es el cociente entre la distancia focal y la
apertura del diafragma f / Da). Otro parámetro importante es la magnificación de la imagen M0,
definida como el ratio entre la distancia del plano de la imagen a la lente z0 y la distancia del
plano del objeto real a la lente Z0:

z0
M0 = (3.3)
Z0
El diámetro de las pequeñas partículas de tamaño real dp en el plano de la imagen es dτ, que se
puede estimar como (Adrian, 1991):

dτ ≅ M 02 d p2 + d s2 (3.4)

donde M0dp es el tamaño geométrico de la partícula en la imagen y ds es el diámetro máximo


limitado por la difracción, que se calcula con la siguiente expresión en la que λ es la longitud de
onda de la luz que provoca el fenómeno de la difracción:

d s ≅ 2.44 (1 + M 0 ) f # λ (3.5)

El diámetro de la partícula limitado por la difracción, diffraction-limited spot diameter, es un


patrón de difracción formado cuando la luz de un foco puntual (dp→0) se proyecta en un plano
lejano, como el plano de la imagen (Mo→0). En estas situaciones, la luz capturada por el
objetivo es un patrón disperso sobre un pequeño punto conocido como disco de Airy. De la
ecuación (3.5) se tiene que a menores aperturas corresponderá un mayor grado de difracción y
una imagen mayor de la partícula, como puede verse en la Figura 3.25. Además, a efectos

- 3.24 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

prácticos, el patrón de difracción del disco de Airy se suele aproximar con una distribución
normal Gausiana (ver p.ej. Cap 2. de Raffel et al., 2007).

Figura 3.25 Discos de Airy para una menor (izquierda ) o mayor (derecha) apertura de
diafragma (Raffel et al., 2007).

En una configuración tipo de PIV, el diámetro de la partícula en la imagen definido por la


ecuación (3.4) está dominado por el efecto de la difracción, dτ ≈ d s , y es prácticamente
independiente del tamaño real de las partículas (McKeon et al., 2007). Para reducir los efectos
de las aberraciones ópticas es recomendable emplear aperturas y distancias focales
adecuadas para que el valor de f # no sea muy bajo 50 .
Para que el diámetro de la partícula siga la relación de la ecuación (3.4), esta debe estar
enfocada. Como se ha comentado, para que esto ocurra, el espesor del plano de luz debería
ser inferior a la profundidad de campo δz (Adrian, 1991):
2
⎛ 1 ⎞ #2
δ z ≅ 4 ⎜1 + ⎟ f λ (3.6)
⎝ M0 ⎠
Como es habitual trabajar con profundidades de campo reducidas, digamos del orden de pocos
mm, y como además existe una fuerte relación entre el tamaño de las partículas y el error de
las medidas, es muy importante enfocar correctamente el sistema.
Aunque se puede ajustar el enfoque de forma manual, observando la nitidez de la imagen en el
monitor del equipo, los textos recientes indican otros métodos más objetivos para poder realizar
esta operación. Por ejemplo, McKeon et al., (2007), indican que una buena práctica puede ser
evaluar el contraste de la imagen, definido con la desviación estándar del gris divido por su
valor medio. Este valor depende de la posición del plano focal. La posición óptima se
encontrará cuando el contraste sea máximo.

3.3.3.6. Procesado digital de la imagen


Antes de comenzar a evaluar la imagen adquirida será necesario transformarla del dominio
de la imagen (en pixels) al dominio del espacio (en metros). Este proceso se conoce como
calibración y forma parte del montaje del experimento.

50
Como se verá más adelante (§3.3.4.2), otros factores limitantes para definir el valor de f #
están
relacionados con el tamaño de las partículas dτ.

- 3.25 -
Velocimetría PIV

Para calibrar las imágenes se suele introducir en la posición que ocupará el láser un patrón con
una serie de marcas. Estas marcas pueden ser una retícula de cruces, como los de la Figura
3.26, o puntos equiespaciados cuando se trabaja con PIV 2D y SPIV. Para trabajar con PIV
volumétrico, es necesario emplear patrones de calibración con marcas situadas a distintas
alturas.

Figura 3.26 Patrón de calibración de malla de cruces equiespaciadas situada sobre un


obstáculo submarino (Anta et al., 2007).

El primer método de calibración empleado en la técnica PIV ha sido un modelo de ajuste


bilineal entre las coordenadas de la imagen y las de la realidad. Para ello, se suele emplear el
método de los mínimos cuadrados para obtener los coeficientes de los polinomios de cuarto
orden de la transformación.
La calibración en sistemas de PIV que proporcionan las tres componentes de la velocidad es
mucho más compleja ya que pequeñas desviaciones del plano de medida con el plano de
calibración (giros y traslaciones) se amplifican considerablemente 51 (van Doorne y Westerweel,
2007). Otro factor que puede afectar a la precisión del método está relacionado el orden con el
que se realizan los cálculos: p.ej. si primero se realiza la transformación de la imagen y
después la evaluación con las técnicas de correlación o se emplea el procedimiento contrario
(ver p.ej. Lin et al., 2008).
Por este motivo, en la actualidad suele recurrirse a otro tipo de transformaciones denominadas
pin-hole camera models. Estas transformaciones intentan reproducir el comportamiento de un
sistema óptico sin aberraciones y permiten determinar la posición geométrica real de la cámara
en el modelo. Comparando la posición real con la predicha por estos modelos se puede
conocer la bondad del ajuste (Willert, 2006, 2007b). En Raffel et al. (2008), se presenta un
listado de recomendaciones para elegir el modelo de calibración así como para realizar el
montaje experimental en configuraciones de PIV 2D-3C. El procedimiento de calibración y
transformación de la imagen para el PIV 3D (tomográfico) difiere sustancialmente de los
procedimientos de velocimetría plana. Una buena revisión de estos métodos se puede

51
van Doorne y Westeerwel (2007) realizaron medidas de PIV2D-3C en una sección transversal de una
tubería. En este trabajo, los autores señalan que una traslación de ~0.3 mm en el plano de calibración
provoca errores máximos en la determinación de la velocidad del orden del ~5%.

- 3.26 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

encontrar o en Geisler (2007) en la tesis de Elinga (2008), disponible electrónicamente a


través de la biblioteca de T.U. Delft.
Además del proceso de transformación de la imagen para dotar a esta de escala, y también
eliminar problemas de perspectiva y reducir los efectos de las aberraciones ópticas, es cada
vez más común utilizar otro grupo de funciones de transformación para mejorar la calidad de
las imágenes.
Así, para que los métodos de correlación espacial empleados en la técnica PIV para determinar
las velocidades funcionen correctamente se deben cumplir las siguientes hipótesis (Poelma y
Westerweel, 2007):

• Las partículas trazadoras deben estar distribuidas homogéneamente

• Las partículas trazadoras deben describir la dirección del flujo

• El desplazamiento de las partículas debe ser homogéneo dentro de la ventana de


interrogación
Sin embargo, es habitual que no se consiga el cumplimiento de las mismas. Por ejemplo, en
flujos de alta velocidad o cerca de las paredes es habitual que el sembrado de partículas no
sea homogéneo. Por problemas de alienación o de desgaste de las lámparas de flash, la
iluminación en la imagen puede tampoco ser homogénea. Otras veces las diferencias en la
iluminación de las imágenes son provocadas por las reflexiones del plano láser con el lecho por
donde fluye el agua o sobre los contornos del modelo analizado. Cuando se analiza un plano
longitudinal en un canal, las pequeñas ondulaciones de la lámina libre también provocan
diferencias en la iluminación del plano de luz (Figura 3.27).

A B
C

B
C A

D D

Figura 3.27. Representación de varios fenómenos habituales que se pueden registrar en


imágenes de PIV real: (A) el efecto de la intensidad de luz en franjas inclinadas
es producido por las perturbaciones de la lámina de agua; (B) diferencias en la
iluminación originadas por la forma del plano de luz; (C) la línea de mayor
intensidad está provocada por una pequeña imperfección en los cristales que
guían al haz de luz; y (D) reflexión del plano láser sobre el lecho.

Una forma de compensar estos efectos no ideales es través de las herramientas de pre-
procesado digital de la imagen que, de modo genérico, se pueden consultar en varios tratados
recogidos en la literatura (ver p. ej. González et al., 2009). En la descripción de la metodología

- 3.27 -
Velocimetría PIV

experimental de los ensayos realizada en el Capítulo 4, apartado 4.3.3, se presentarán una


pequeña descripción de los filtros empleados para mejorar la calidad de las imágenes
adquiridas en los ensayos realizados.
El preprocesado de imágenes tiene como objetivo incrementar la detección de vectores válidos
obteniendo así campos vectoriales con mayor resolución, mayor SNR (Signal to Noise Ratio) y
menor número de vectores espurios o erróneos. Este tipo de procedimientos se han mostrado
muy efectivos en la reducción del ruido de fondo de la imagen, y en la mejora de la precisión y
resolución espacial de la técnica PIV (Stanislas et al., 2008).

3.3.4. Fundamentos de la evaluación de las imágenes

3.3.4.1. Fundamentos del análisis de correlación espacial


Las imágenes tomadas con PIV se dividirán en subáreas o ventanas de interrogación para
su evaluación. Estas ventanas no tienen porque coincidir en las dos imágenes. La parte del
campo de visión que corresponde a cada una de ellas se denominará en adelante ventana, o
siendo más correctos, volumen de interrogación o voxel 52 .
Como se ha comentado, con esta técnica se registran dos imágenes consecutivas, realmente
con un intervalo de adquisición muy bajo entre ambas, que se analizarán a través de un
análisis de correlación espacial. Para explicar este procedimiento, vamos a analizar lo que
sucede en una ventana de interrogación como la de la Figura 3.28.

t t+Δt
Figura 3.28. Ejemplo del campo de partículas en una ventana de interrogación. En el
segundo frame se han superpuesto la posición de las partículas del primero.

Para una de las partículas del primer campo, cada una de las partículas del segundo campo o
frame es una posible candidata a ser la primera partícula (ver partícula 1 en la Figura 3.29 (a)).
La probabilidad de que la partícula 1 sea cualquiera de las del segundo frame es la misma, y se
representa en el histograma de la Figura 3.29 (b). Si se analiza lo que pasa con el resto de
partículas, y se suman los histogramas, se llega a la representación de la Figura 3.29 (c). En
esta representación, el valor máximo del histograma representará el desplazamiento más
probable de todas las patículas, sí éstas se mueven de forma más o menos uniforme en la
venta de interrogación (McKeon et al., 2007)

52
El voxel es la extensión del píxel a una espacio tridimensional.

- 3.28 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

1
Δy

y
Δx Δx Δy
(a) x (b)

Figura 3.29. (a) Análisis para encontrar el desplazamiento más probable de la partícula
centrada en el 1. En (b) se refleja el histograma de los desplazamientos posibles
(Δx, Δy ) de la partícula 1 y (c) se extiende el análisis a todas las partículas del
segundo frame (adaptado de Poelma y Weesterwel, 2007).

El análisis estadístico para identificar el desplazamiento entre partículas más probable es


equivalente a encontrar el desplazamiento con la función de correlación cruzada espacial R ( s )
de las ventanas de interrogación W1 ( x ) I1 ( x ) y W2 ( x ) I 2 ( x ) :

R ( s ) = ∫ W1 ( x ) I1 ( x )W2 ( x + s ) I 2 ( x + s ) (3.7)

donde W1 ( x ) y W2 ( x ) son funciones que determinan el dominio de la ventana de

interrogación en cada imagen I1 ( x ) e I 2 ( x ) , respectivamente 53 .

El análisis teórico de la aplicación de los algoritmos de correlación espacial a la técnica PIV se


puede encontrar en Adrian (1988), aunque en este texto el desarrollo se centra en imágenes
con doble exposición adquiridas con técnicas de fotografía convencional 54 . Jerry Westerweel
extendió esta teoría estadística a pares de imágenes consecutivas tomadas con técnicas
digitales en los trabajos conducentes a realizar su tesis doctoral (Westerweel, 1993b). El
desarrollo presentado en este apartado se basa en estos trabajos y algunos posteriores
(Westerweel, 1997, 2000; Poelma y Westerweel, 2007).
Para entender el principio del análisis de correlación espacial es conveniente hacer una
descomposición de las imágenes similar a la descomposición de Reynolds. Así, cada imagen
I1 ( X ) e I 2 ( X ) , se podrán definir como la suma de su media de conjunto o ensemble
averaged y una componente de fluctuación:

I1 ( X ) = 〈 I1 〉 + I 1' ( X ) (3.8)

53
En el Capítulo 3 de Raffel et al. (2007) se puede encontrar un desarrollo matemático que describe las
funciones W(x), así como el procedimiento generalizado y las transformaciones necesarias para aplicar la
correlación espacial al espacio real del flujo y no a las imágenes capturadas por el equipo digital.
54
Esta metodología de adquisición se denomina double frame-single exposure, porque se toman dos
imágenes consecutivas (con dos exposiciones) sobre el mismo papel o fondo. En la técnica actual de PIV,
este tipo de procedimiento no se emplea. En el Capítulo 4 de Raffel et al. (2007) se puede consultar una
comparación de este y otros esquemas de adquisición de imágenes.

- 3.29 -
Velocimetría PIV

En la ecuación (3.8) el operador 〈•〉 hace referencia a la media de conjunto y no al


promediado espacial, como en el Capítulo 2. En este caso, la media de conjunto se aplicaría a
varias imágenes que representan el mismo campo de velocidades, pero que tienen patrones de
partículas diferentes. Si se asume que las imágenes tienen una distribución de partículas
homogéneas, la media de conjunto 〈 I1 〉 es una constante.

Obviamente, la descomposición anterior también puede aplicarse a la segunda imagen I 2 ( X ) .


Aplicando la ecuación (3.8) en la expresión (3.7), se llega a (Keane y Adrian, 1992):

R( s ) = RC ( s ) + RF ( s ) + RD ( s ) (3.9)

Donde RC es la correlación cruzada de la imagen media, RF la de la media con la fluctuación y


RD la correlación cruzada de la fluctuación. Se puede demostrar que los términos RC y RF no
contribuyen a determinar la posición del pico o máximo de la correlación-cruzada (el
desplazamiento en la ventana de interrogación), y que se pueden eliminar del análisis restando
a las imágenes el valor de la media (Westerweel, 2000).
El término correspondiente a la correlación cruzada de las fluctuaciones, RD, se puede
descomponer en una parte media y otra de fluctuación (Poelma y Westerweel, 2007):

RD ( s ) = 〈 RD ( s )〉 + RD '( s ) (3.10)

El término medio de esta componente de la correlación cruzada representa la posición del pico
de la función de correlación, y por tanto, el desplazamiento de las partículas de la imagen
(siempre que estas se muevan de modo uniforme). El término RD '( s ) representa las
correlaciones aleatorias. Esta descomposición se ejemplifica en la Figura 3.30.

RD ( s) 〈 RD ( s )〉 RD '( s) = RD ( s) − 〈 RD ( s )〉
Figura 3.30. Descomposición del término de fluctuación aleatoria RD’(s) en sus componentes
media y de fluctuación (adaptado de Westerweel, 2000).

Para poder identificar el pico de la correlación cruzada, la amplitud del mismo debe ser mayor
que la del ruido aleatorio del término de fluctuación. Cuando esto no sucede, se obtendrá un
vector erróneo o espurio. Otro parámetro relacionado con el funcionamiento del método es la
detectabilidad, o el ratio entre el pico máximo y el segundo pico. Este parámetro representa el
límite inferior de la relación entre la señal y el ruido, SNR.
Si se hace un estudio teórico sobre el análisis de correlación cruzada para un campo de
velocidades cuasi-uniforme en una ventana de interrogación se llega a que el pico de la
correlación 〈 RD ( s )〉 vale (Keane y Adrian, 1990):

- 3.30 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

〈 RD ( s )〉 ∼ N I FI ( s ) FO (Δz ) FΔ (a / dτ ) (3.11)

donde NI es el número de partículas de la ventana de interrogación, FO es un factor que


contempla la pérdida de correlación por el movimiento de las partículas fuera de plano (en la
dirección perpendicular al mismo), FI es un factor que la pérdida de correlación por el
movimiento de las partículas en el plano y contabiliza las partículas que se salen del área de
interrogación por el movimiento del flujo, y por último, FΔ la pérdida de correlación por la
existencia de un gradiente de velocidades dentro de la ventana.
Por tanto, los términos de la parte derecha de la ecuación (3.11) son una serie de factores que
se deben maximizar para que el pico de la correlación se detecte de una forma óptima. En
Keane y Adrian (1990, 1992), Westerweel (2000) y Poelma y Westerweel (2007), se puede
encontrar una descripción detallada de cada uno de estos factores así como expresiones
analíticas para obtenerlos desde un punto de vista teórico.
En este texto, se pretende reflejar su importancia y como influyen en la optimización del
montaje experimental. Para ello, a continuación se analizará cada término individualmente para
posteriormente presentar unas reglas de diseño que tendrán como objetivo mejorar la calidad
de los campos vectoriales obtenidos con la técnica PIV. Por tanto, el análisis teórico se dejará
de lado y se desarrollarán los aspectos más prácticos del mismo.

Efecto de la densidad de partículas en la imagen, NI.

En la Figura 3.31 se presenta el efecto del número de partículas en la función de


correlación cruzada, manteniendo constantes los parámetros de movimiento en el plano y fuera
de plano. Se puede observar como el pico de la correlación crece con el número de partículas
así como el SNR del análisis.

NI=5 NI=10 NI=25

a)

b)

Figura 3.31. Efecto del número de partículas en la función espacial de correlación cruzada.
Las funciones de (a) y (b) son idénticas, pero las segundas están normalizadas
respecto al pico de la correlación (adaptado de Poelma y Westerweel, 2007).

En la figura también se ve como el ruido (las correlaciones aleatorias) crece con el número de
partículas cuando se analiza la correlación en términos absolutos (Figura 3.31, a). Sin

- 3.31 -
Velocimetría PIV

embargo, si se analiza en términos relativos al pico de correlación, el ruido decrece con el


número de partículas (Figura 3.31, b).

Efecto del movimiento en plano, FI.

La pérdida de correlación por el movimiento en el plano contempla que por efecto del flujo,
las partículas visualizadas en el primer frame salgan del área de interrogación en el segundo.
Cuando mayor es este efecto (p.ej. porque el intervalo de disparos del láser es muy alto),
mayor será la pérdida de correlación.

ΔX/DI=0 0.28 0.56 0.85


FI=1 0.64 0.36 0.16

Figura 3.32. Efecto del movimiento en plano (expresado como la relación entre el
desplazamiento de las partículas ΔX y el tamaño de la venta de interrogación DI)
en la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007).

En la Figura 3.32 se presenta este efecto en función de la relación entre el desplazamiento de


las partículas ΔX y el tamaño de la ventana de interrogación DI, que se ha supuesto cuadrada.
Se puede apreciar como el pico decrece a medida que se incrementa el movimiento en el plano
y el nivel de ruido permanece, en términos absolutos, constante. Posteriormente, en el
apartado 3.3.4.3, se presentarán métodos que permitirán maximizar el número de partículas
en plano desplazando la segunda ventana de interrogación en la dirección del flujo una
distancia igual a la velocidad media por el tiempo entre disparos del láser (las denominadas
shift techniques).

Efecto del movimiento fuera de plano, FO.

Otro factor que reduce la correlación es el movimiento de las partículas fuera de plano.
Este efecto se puede observar en la Figura 3.33, en la que se representa la reducción del factor
FO con el aumento del desplazamiento en perpendicular Δz relativo al espesor del plano de

luz Δz0 .

Δz/Δz0=0 0.19 0.29 0.42


FO=1 0.75 0.50 0.25

Figura 3.33. Efecto del movimiento fuera de plano de las partículas Δz/Δz0 en la correlación
cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007).

- 3.32 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Efecto del gradiente de velocidades, FΔ.

El gradiente local de velocidades también afecta al pico de la correlación cruzada y por


tanto, a la precisión de la técnica PIV. Todo el desarrollo realizado hasta el momento ha
contemplado que todas las partículas se mueven con una velocidad más o menos uniforme en
la ventana de interrogación, pero pueden aparecer situaciones (p.ej. en una capa de
cortadura), en la que exista un gran gradiente de velocidades.
En estas situaciones, el efecto del gradiente reduce el pico de la correlación, aunque como se
puede apreciar en la Figura 3.34, el ancho del mismo crece (manteniéndose el volumen bajo la
función de correlación más o menos constante).

a/DI=0 0.05 0.1 0.15


a/dτ=0 0.50 1.0 1.50

Figura 3.34. Efecto del gradiente de velocidades en la ventana de interrogación en el pico de


la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007).

En esta figura, la variación local del gradiente de velocidades se expresa como a ≡ M 0 Δu Δt


(donde M0 es la magnificación, y Δu y Δt las variaciones de la velocidad y el tiempo entre
disparos respectivamente). Se puede observar como este parámetro, que es una medida de la
diferencia que existe entre el desplazamiento de las partículas, se relaciona con el tamaño de
la ventana y el tamaño de la partícula visualizada en la imagen dτ. Para valores altos del
desplazamiento a, el valor del pico se reduce ostensiblemente y, además, pueden aparecer
varios picos que reflejarían los diferentes desplazamientos medios de los grupos de partículas.
Como regla de diseño, se recomienda que el valor de a no supere el ~3- 5% del tamaño de la
ventana de interrogación y que tampoco supere el tamaño de las partículas visualizadas
(Poelma y Westerweel, 2007. Con el empleo de técnicas avanzadas de correlación (usando
ventanas de interrogación deformables, §3.3.4.3), es posible recuperar el pico de la correlación
para valores de a> dτ.

Normas de diseño para obtener una buena correlación con la técnica PIV

Como resumen, se puede indicar que la amplitud de la función de correlación cruzada es


función de:

RD ( s ) ∼ N I FI FO FΔ (3.12)

Para incrementar el SNR de la expresión anterior, y por tanto la precisión de la técnica, se


deben incrementar el número de partículas y minimizar los efectos de pérdida de correlación
por el movimiento en plano y fuera de plano, así como el efecto del gradiente local de
velocidades.
Keane y Adrian (1990), realizaron un estudio en el que analizaron la probabilidad de detectar el
pico de la correlación (definida para una detectabilidad D0 o relación entre los dos picos
máximos mayor que 1.1) para diferentes valores de los parámetros NI, FI y FO. Los resultados

- 3.33 -
Velocimetría PIV

de este trabajo muestran que para diferentes configuraciones, la detección colapsa


aproxidamente en una única curva, representada en la Figura 3.35.

100

Frame 1 Frame 2
80
=

60

40
A1
A2

20

0
0 5 10 15

Figura 3.35. Porcentaje de detección de los picos del análisis de correlación cruzada en
función de la densidad de la imagen NI y el movimiento en plano y fuera de
plano, FI y FO, respectivamente (Keane y Adrian, 1990).

Los datos de la Figura 3.35 se obtuvieron a partir de la evaluación de imágenes sintéticas


generadas con la ayuda de simulaciones de Montecarlo 55 y muestran que la probabilidad de
detección del análisis de correlación cruzada para un gradiente local de velocidades nulo
(FΔ=1) alcanza un valor cercano al 100% para valores de N I FI FO > ∼ 7.5 .

De los resultados de este trabajo se han desarrollado las reglas de diseño para la técnica PIV
(Keane y Adrian, 1990, 1992):

N I > 10 ⎫

ΔX < 1/ 4 DI ⎪
⎬ (3.13)
Δz < 1/ 4Δz0 ⎪
M 0 Δu Δt < dτ ⎭⎪

Cuando los criterios de la ecuación (3.13) se cumplen, al menos el 95% de las ventanas de
interrogación arrojarán un valor de velocidad correcto, y desde un punto de vista práctico las
reglas funcionan muy bien (Poelma y Westerweel, 2007).

55
La generación de imágenes sintéticas es una técnica muy empleada en la literatura para analizar y
validar nuevos algoritmos de correlación avanzados. Con objeto de facilitar y homogeneizar el
procedimiento de generación de campos de partículas, dentro de la red europea PIVNET2 se ha
desarrollado el programa gratuito EUROPIV Synthetic Image Generador (S.I.G.). Lecordier, B. y
Westerweel, J. (2004). The EUROPIV Synthetic Image Generator (S.I.G.). en Particle Image Velocimetry:
recent Improvements. Proc. of the EUROPIV2 workshop. M. Stanislas, J. Westerweel y J. Kompenhans.
Zaragoza, Springer: 145-161.

- 3.34 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Como se ha señalado anteriormente, con las técnicas de correlación actuales se pueden relajar
estos criterios, por lo que cada vez es más sencillo realizar medidas precisas con la técnica
PIV. Sin embargo, ningún método más avanzado (y lento) mejorará el resultado de la técnica
de correlación-cruzada estándar si se cumplen las condiciones expresadas con estas reglas de
diseño.

3.3.4.2. Análisis de correlación cruzada digital: optimización del tamaño de las partículas
El desarrollo realizado en el apartado anterior es válido para imágenes continuas, pero en
realidad las imágenes digitales son discretas. Esta circunstancia tendrá que contemplarse a la
hora de implementar los algoritmos de correlación cruzada en el software de evaluación PIV.
No es objeto de esta Tesis Doctoral tratar los aspectos más teóricos y numéricos del proceso
de implementación de las técnicas PIV en el software (una revisión de esta temática se puede
encontrar p.ej. en Westerweel, 1997 o en Raffel et al., 2007), pero se ha considerado
interesante plantear los principales retos y problemas que surgen en el mismo. Con esta
exposición, se pretenden resaltar aquellos problemas que están relacionados con la práctica de
la técnica PIV para así reducirlos a la hora de diseñar el experimento.
En el proceso de adquisición y digitalización de las imágenes la información se discretiza y
cuantifica. La discretización hace referencia al muestreo de la imagen real en una matriz de
puntos, los pixels del sensor CCD o CMOS, y está relacionada con la resolución del equipo de
grabación. En la técnica PIV las cámaras habituales suelen tener una resolución de 1Mpx
(1280x1024 px2), aunque en la actualidad comienzan a popularizarse cámaras con el doble de
resolución (1600x1280 px2).
La cuantización de la información es también inherente al proceso de digitalización y se
produce porque la intensidad de luz se evalúa en niveles discretos. Las cámaras PIV actuales
trabajan en escala de grises, con rangos dinámicos de 12 o 16 bits, que equivalen a un rango
de 212=4096 y 216=65536 niveles de grises, respectivamente.
Los efectos de la discretización espacial no son importantes según el teorema de Nysquit
cuando el ratio de muestro es al menos el doble del ancho de bando del sistema óptico. La
cuantización de la intensidad se puede ignorar cuando las diferencias entre los niveles
discretos son pequeñas en comparación con la variación de intensidad total (Westerweel,
1997).
Cuando se adquieren imágenes con un equipo PIV se busca que las partículas tengan una
intensidad mucho mayor que la del fondo 56 , por lo que los problemas relacionados con la
cuantización no son esperables. Sin embargo es habitual que el ratio de muestreo espacial de
la imagen sea inferior al ancho de banda óptico del sistema. Afortunadamente, esto no
representa un problema si se tiene un poco de cuidado al realizar el diseño experimental.
Westerweel (1997), señala que la información del desplazamiento de las partículas, o del
movimiento del flujo, se representa con una frecuencia espacial mucho menor que la que
proporciona la posición real de la partícula. Este hecho está relacionado con la metodología

56
En la actualidad es una práctica habitual en preprocesado de las imágenes sustraer el fondo o realizar
una media móvil para uniformizar la intensidad del fondo y resaltar las partículas para mejorar la
correlación. Un caso extremo, empleado en algunas ocasiones en técnicas como la μPIV, consiste en
binarizar la imagen (esto es, convertir el fondo en “ceros” y las partículas en “unos”, eliminado los niveles
de grises intermedios).

- 3.35 -
Velocimetría PIV

empleada por los algoritmos PIV para determinar la posición del pico de la función de
correlación cruzada, o, en definitiva, el desplazamiento de las partículas en la ventana de
interrogación.
Veámoslo con un ejemplo. Sí tenemos una ventana de interrogación típica de 32x32 px2 y el
desplazamiento es del orden de 8 px (es la conocida regla del cuarto de Adrian, ver (3.13)),
podemos estimar la posición con un error de ±0.5 px porque sólo disponemos de información
discreta en cada píxel. Esto nos llevaría a cometer un error de 1/8, que equivaldría a un ≈13%.
Como veremos a continuación, es posible determinar la posición con una precisión inferior a la
del píxel, a través de una serie de técnicas (subpixel interpolation) que sin lugar a dudas, han
permitido el avance y popularización de los sistemas PIV.
Otro aspecto fundamental en el desarrollo del PIV está relacionado con el modo de evaluar la
función de correlación cruzada. Sin entrar en muchos detalles, al discretizar la información, la
integral que define la correlación en la ecuación (3.7) se convierte en un doble sumatorio en el
domino de la ventana de interrogación que supondremos de MxN píxeles. Si se evalúa el
sumatorio de forma directa, el tiempo de cálculo para cada ventana es ∝ (2 M × 2 N ) . Este
2

tiempo se incrementa de modo factorial porque se debe multiplicar por el número de ventanas
en cada imagen (p.ej. para una imagen de 1280 x 1024 px2 y una ventana de interrogación de
32 px2 , sin overlap 57 , tenemos 1280 estimaciones) y el número de imágenes de nuestro
experimento (en la actualidad, se puede trabajar con órdenes de 102 o 103 imágenes).
Por este motivo, es habitual que el software de análisis de los equipos PIV transformen los
datos recogidos en las imágenes del domino del espacio al domino de la frecuencia. Este
técnica, que es habitual en otros campos de trabajo relacionados fundamentalmente con
movimientos ondulatorios, fue introducida por Willert y Gharib (1991) y consiste en trabajar en
el dominio de la frecuencia haciendo uso de las transformadas rápidas de Fourier (FFT). No se
hará un estudio de esta técnica en este trabajo, sin embargo, a efectos prácticos, se puede
indicar que cuando el tamaño de la ventana es de potencia 2 el algoritmo para el cálculo de las
FFT maximiza su eficiencia (con tiempos proporcionales ∝ 4 MN log 2 ( MN ) . Por este motivo,
en la práctica las ventanas de interrogación tienen un tamaño en píxeles de 8x8, 16x16, 32x32,
64x64, etc.
Retomando el problema de la interpolación a nivel de subpixel, se puede señalar que existen
varios métodos para resolver este problema. El más habitual consiste en emplear tres puntos
para ajustar una distribución Gaussiana (Willert y Gharib, 1991; Westerweel, 1993b, a), aunque
inicialmente se emplearon ajustes tipo media-móvil o de tipo parabólico. Para que este método
funcione de un modo óptimo, la relación entre el tamaño de la partícula y el tamaño del píxel,
dr, se debe encontrar en unos rangos determinados. De hecho, se puede demostrar que para
relaciones dτ / dr << 1 o dτ / dr >> 1, el error en la determinación de la posición crece
considerablemente (ver p.ej. Poelma y Westerweel, 2007).
Como se ha comentado, estos algoritmos emplean la información de los píxeles adyacentes al
píxel que presenta el máximo discreto (Figura 3.36). Cuando la partícula tiene un tamaño muy
grande, digamos superior a los ~4 px, se pierde resolución espacial, pero además, el valor de

57
Es habitual que las ventanas de interrogación se solapen o superpongan hasta valores del 50% o 75%
para mejorar la resolución espacial. De este modo se pasaría a una separación entre vectores de 32 px a
16 px u 8 px, respectivamente.

- 3.36 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

los tres puntos empleados para estimar la posición es muy parecido, por lo que las pequeñas
diferencias que existen están más afectadas por el ruido.

dτ∼2-3 px dτ∼4-6px

-2 -1 0 1 2 -2 -1 0 1 2 -2 -1 0 1 2
Figura 3.36. Efecto del tamaño de la partícula sobre la determinación de la posición del pico
de la función de correlación cruzada empleando el algoritmo gaussiano de
precisión inferior al píxel.

Cuando el tamaño de las partículas es inferior al píxel, la magnitud de los puntos adyacentes
está por debajo del nivel de ruido, por lo que estimación de la posición está sesgada hacia la
posición central del píxel (los puntos adyacentes no proporcionan información para el ajuste).
Este fenómeno, denominado píxel peak-locking, es un auténtico problema porque reduce
notablemente la precisión de la técnica.
Algunos problemas están relacionados con la obtención de campos de velocidades sin sentido
físico (Figura 3.37), con la determinación de magnitudes derivadas instantáneas, como p.ej. la
vorticidad, aunque sin embargo, parece no afectar demasiado a los estadísticos medios del
flujo (Christensen, 2004; Angele y Muhammad-Klingmann, 2005).

(a) (b)
No. de vectores

Desplazamiento (px) Desplazamiento (px)


Figura 3.37. Histograma del desplazamiento de unas serie de 10 imágenes en una capa
límite turbulenta en la que se ilustra el efecto del peak-locking asociado a un
tamaño insuficiente de partícula (a). Con el preprocesado se puede reducir el
efecto (b), (Raffel et al., 2007).

Para reducir el problema del peak-locking, se han propuesto numerosas soluciones basadas en
desenfocar la imagen (de un modo físico o a través de filtros matemáticos) o en el empleo de
nuevos algoritmos de interpolación a escala de subpixel (Fincham y Delerce, 2000). La mayoría
de estos métodos se basa en incrementar de modo artificial el tamaño efectivo de la partícula,
pero no hay que olvidar que la mejor práctica consistirá en escoger una potencia y un
configuración óptica (magnificación, apertura de diafragma) adecuados para que el patrón de
difracción de las partículas se encuentre en el rango adecuado.

- 3.37 -
Velocimetría PIV

Entonces, el siguiente paso consiste en establecer cual es el rango adecuado para optimizar el
diámetro de las partículas dτ. Para la obtención de este valor, en la literatura se pueden
encontrar estudios realizados a partir del análisis de imágenes sintéticas y modelos analíticos,
como el de Westerweel (1997) o los recogidos en el capítulo 5 de Raffel et al. (2007), ver
Figura 3.38.
RMS del error (px)

error de sesgo (px)


(a) dτ (px) (b) desplazamiento (px)

Figura 3.38. (a) Error cuadrático medio en la estimación del desplazamiento en función del
tamaño de las partículas (Westerweel, 1997); (b) Efecto de peak-locking en el
error sistemático de la estimación del desplazamiento de las partículas en
función de su tamaño (Raffel et al., 2007).

Basados en estos trabajos teóricos, y también en consideraciones prácticas, el valor óptimo


recomendado en la bibliografía está en el orden de ~ 2 px, aunque por consideraciones
prácticas un buen rango de trabajo serían de ~ 2 a 4 px. Para estas situaciones, con los
algoritmos de interpolación Gaussiana se pueden alcanzar precisiones de hasta 0.05 o 0.10 px,
que equivalen a un error en la determinación del desplazamiento y de la velocidad del orden
del ~1% (McKeon et al., 2007).

3.3.4.3. Algoritmos avanzados de correlación cruzada


En los últimos años los algoritmos de evaluación de PIV han avanzado de un modo muy
notable, impulsados por los certámenes “Internacional PIV Challange” (Stanislas et al., 2003;
Stanislas et al., 2005; Stanislas et al., 2008) organizados por la redes PIVNET y PIVNET2
(www.univ-lille1.fr/pivnet/ y www.pivnet2.dlr.de), la European Research Comunity On Flow,
Turbulence and combustión (ERCOFTAC) y el Japanesse Standard Image Project
(www.vsj.or.jp/piv) en los años 2001, 2003 y 2005. La implementación de técnicas de
correlación iterativas con ventanas de interrogación de tamaño decreciente y con deformación
de la imagen, permiten obtener una mayor resolución espacial en las zonas de altos gradientes
de velocidades. Con este tipo de procedimientos, la precisión de la determinación de las
partículas se puede reducir hasta ~0.03 px en ensayos bien realizados. Con un desplazamiento
dinámico de unos 10 px, es posibles alcanzar cotas de error sistemático rms, en la
determinación de los vectores instantáneos, del orden del ~0.3% 58 (Schröeder et al., 2005).

58
En general, las cotas de error de los métodos de evaluación avanzada se han derivado del análisis de
imágenes sintéticas. Con los generadores de imágenes actuales, no se contemplan efectos cambios en
profundidad de las partículas o problemas de alineación de los haces láser, que provocan que la misma
partícula pueda presentar intensidades diferentes en el mismo par de exposiciones. Estos cambios de
intensidad están relacionados con la cota máxima de precisión alcanzable en un diseño experimental real,
que se ha confirmado recientemente en el entorno de ~0.1 px Nobach, H. y Bodenschatz, E. (2009).

- 3.38 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

La proliferación de métodos y nomenclaturas es tal, que en algunas ocasiones resulta difícil


conocer cual es la situación actual de las técnicas de evaluación de imágenes. Además, la
publicación de trabajos no cesa, y aunque existen buenas referencias bibliográficas que
intentan clasificar y describir las principales técnicas (ver p.ej. Kähler, 2007; McKeon et al.,
2007; Raffel et al., 2007), éstas se pueden quedar obsoletas en poco tiempo (al menos, en lo
relativo a las técnicas más actuales).
Además, aunque el software de procesado incorpore los nuevos algoritmos, la gran cantidad de
parámetros y opciones que se presentan a la hora de realizar la evaluación PIV, hace
necesario que se conozcan los fundamentos de cada técnica, cuando conviene aplicarlas y
cuando se obtienen realmente mejoras con ellas. A continuación se presentarán las técnicas
avanzadas más relevantes y que mayor aceptación han tenido en la comunidad científica.

Algoritmos iterativos con desplazamiento de la segunda ventana de interrogación

Una forma de mejorar el pico de la correlación cruzada consiste en desplazar la segunda


ventana de interrogación una distancia igual al desplazamiento de las partículas (Figura 3.39).
Esta técnica, denominada genéricamente window shift method, presenta dos ventajas:

• Se reduce la pérdida de correlación por movimiento en el plano (FI, ecuación (3.12)),


porque se minimiza el número de partículas que se salen de plano (Westerweel et al.,
1997).

• Al desplazar la segunda ventana, es esperable que la evaluación de la función de


correlación cruzada señala un desplazamiento nulo o muy bajo. De este modo, se
aprovecha la robustez del algoritmo de interpolación gaussiano a nivel de subpixel, que
funciona mucho mejor en el entorno del cero (Kähler, 2007). Esto es especialmente cierto
cuando se emplea un desplazamiento de la ventana con precisión de subpixel. El principal
inconveniente de esta alternativa es que es necesario realizar una interpolación de la
imagen, que puede causar una degradación de la misma (y una pérdida de precisión),
especialmente cuando las partículas son inferiores a los 2 px (Scarano, 2002).

I2(X+ΔX1)
I1(X) I2(X )

ΔX1
a)

I 2(X+ΔX/2)

I1(X-ΔX/2 )

b) c)

Figura 3.39. Esquema de la técnica del desplazamientos de las ventanas para mejorar la
correlación: (a) Desplazamiento de la segunda ventana de interrogación y (b)
desplazamiento de ambas ventanas para mejorar la correlación; (c) Esquema
del desplazamiento en un grupo de ventanas (adaptado de Scarano, 2002).

"Limitations of accuracy in PIV due to indivual variations of particle image intensities." Experiments in
Fluids in press: 12.

- 3.39 -
Velocimetría PIV

Para resolver el movimiento con este proceso, ya sea con un movimiento entero o con
precisión inferior al píxel, se debe ejecutar el algoritmo de un modo iterativo. Así, a partir de la
información de las primeras pasadas, proporcionar el valor del desplazamiento en iteraciones
sucesivas.
Una variante de este procedimiento consiste en emplear métodos de segundo orden para
mover las ventanas de interrogación, Figura 3.39 (b). Esta segunda alternativa, propuesta por
Wereley y Meinhart (2001), consiste en desplazar ambas ventanas de interrogación de un
modo simétrico y presenta dos ventajas fundamentales: da mayor precisión cuando el tiempo
entre disparos es alto y además proporciona una visión temporal simétrica del flujo.

Esquemas de refinamiento de malla

Una forma de mejorar el procedimiento de desplazar las ventanas de interrogación


consiste en emplear un proceso iterativo con ventanas de interrogación decrecientes. Con
estas metodologías, denominas multigrid schemes o múltiple pass interrogation windows, se
puede incrementar el rango dinámico espacial 59 en aquellas configuraciones de flujo con
mucho gradiente de velocidades (Raffel et al, 2007).

Figura 3.40. Esquema del procedimiento de refinamiento de malla. Los cuadrados grises del
borde inferior izquierdo señalan el tamaño de la ventana de interrogación que
decrece de 128x128 px2 a 32x32 px2 (Raffel et al., 2007)

59
El rango dinámico espacial (Dynamic Spatial Range, DNR) se define como el ratio entre la mayor (p.ej.
área visualizada) y la menor (p.ej. separación entre vectores) escalas medibles con el equipo. Del mismo
modo, se define el rango dinámico de velocidades (Dynamic Velocity Range, DVR) como el ratio entre la
máxima y mínima velocidad que podemos resolver con la técnica. El objetivo de los algoritmos avanzados
es incrementar ambos rangos, ya que con los procedimientos de correlación cruzada convencionales (ej.
desplazamiento medio ~1/4DI) tienen muchas limitaciones en flujos con altos gradientes de velocidad.
Adrian, R.J. (1997). "Dynamic ranges of velocity and spatial resolution of particle image velocimetry."
Measurement Science and Technology 8: 1393-1398.

- 3.40 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Con este procedimiento, descrito inicialmente por Willert (1997) y Scarano y Riethmuller (1999),
no es necesario cumplir la regla del cuarto (ecuación (3.13)), factor relacionado con el
incremento del rango dinámico del sistema. Este incremento es proporcional al grado de
refinamiento (relación entre la mayor y la menor ventana de interrogación, que habitualmente
se encuentra en 2 y 6. Para flujos bidimensionales, el desplazamiento hasta puede exceder la
dimensión de la ventana de interrogación (excepto la de la primera ventana).
El principal inconveniente de este método reside en su coste computacional, ya que requiere
ejecutar el algoritmo de correlación de forma iterativa con las ventanas decrecientes. Sin
embargo, en la actualidad, y salvo que se empleen las técnicas de deformación de la imagen
como las que se presentarán a continuación, este coste es perfectamente asumible.

Esquemas de deformación de la imagen

Este tipo de métodos intentar eliminar la restricción de que el movimiento de las partículas
dentro de la ventana de interrogación debe ser constante. Ya se ha señalado (Figura 3.34) que
cuando el gradiente de velocidades de las partículas es elevado, el pico de la correlación se
reduce notablemente, y en algunos casos, pueden aparecer varios máximos asociados a los
diferentes desplazamientos que se producen en el domino de interrogación (Figura 3.41).

(a) (b)
Figura 3.41. Ejemplo de una función de correlación cruzada en un flujo en una capa de
cortadura. (a) Algoritmo de correlación básico, sin ningún procedimiento
avanzado y (b) Algoritmo iterativo con múltiples ventanas y deformación de la
imagen (McKeon et al., 2007).

Una forma de reducir este efecto consiste en deformar la imagen, a través de un proceso
iterativo, ajustando su forma al campo de velocidades local. El principio básico de esta técnica
se presenta en la Figura 3.42 y aunque fue propuesta a principios de los años 90 (Huang et al.,
1993b, a), no ha sido hasta hace dos o tres años cuando se ha popularizado porque hasta
ahora, los tiempos de cálculo necesarios para deformar la imagen eran prohibitivos (Kähler,
2007).
Esta técnica se puede implementar con la aproximación de refinación de malla y, frente al
método de desplazamiento de ventanas, presenta como ventaja su mayor robustez y precisión
en flujos con grandes gradientes como las capas de mezcla, las capas límites y, en general,
flujos muy turbulentos. Además, es un método al que el fenómeno del peak locking
prácticamente no le afecta (Scarano y Riethmuller, 2000; Scarano, 2002).

- 3.41 -
Velocimetría PIV

t t+Δt

Figura 3.42. Principio básico de la técnica de deformación de la imagen. A la izquierda se


presenta el patrón de las partículas de la primera exposición y a la derecha el de
la segunda (los círculos negros representan las partículas correlacionadas con
la primera imagen). En gris se representa la ventana deformada de acuerdo con
el movimiento del fluido (adaptado de Scarano y Riethmuller, 2000; Raffel et al.,
2007).

El principal inconveniente de esta técnica radica en que la imagen debe ser deformada y las
intensidades deben ser interpoladas en un nuevo dominio, diferente de la matriz CCD de la
cámara. Este procedimiento incrementa el coste computacional y además, en función del
método de interpolación, se pueden añadir errores sistemáticos en la estimación del
desplazamiento del pico de la función de correlación.
En la literatura se pueden encontrar diversos trabajos que analizan las funciones de
interpolación empleadas para deformar las imágenes, fundamentalmente B-splines y
polinomios de hasta grado 5 (Astarita, 2006; Jae Kim y Jin Sung, 2006). Una buena alternativa
es emplear B-splines de 4º o 5º orden, aunque, si se requiere más precisión, se puede usar
algún método basado más sofisticado como la reconstrucción de Whitakker (Scarano y
Riethmuller, 2000). El principal problema del método de Whittaker es que incrementa un orden
de magnitud el tiempo de cálculo (Raffel et al, 2007).
En la actualidad, el procedimiento iterativo más empleado para determinar los campos de
velocidades consiste en mezclar el esquema de refinamiento de malla, eliminándose la
restricción de la regla del cuarto, y posteriormente, aplicar un esquema de deformación de la
imagen, únicamente en la ventana más pequeña (Huang et al., 1993b; Scarano y Riethmuller,
1999; Fincham y Delerce, 2000; Scarano, 2002).
Este método presenta un problema de inestabilidad cuando no se realiza un filtrado espacial de
la imagen. Por el procedimiento de filtrado, se puede reducir la precisión espacial si no se
utilizan ventanas de interrogación superpuestas un 75%. Por lo tanto, sólo es efectivo cuando
se configura el procedimiento de cálculo de esta forma (Raffel et al., 2007).

Otros métodos avanzados

En la actualidad, se están desarrollando otra serie de métodos de evaluación de imágenes


que pretenden mejorar la resolución espacial de los campos vectoriales registrados con la
técnica PIV. Algunos métodos, conocidos como técnicas de super – resolución, son algoritmos
que mezclan las técnicas de trazado individual de partículas (PTV) con la metodología PIV
(Adrian, 1997). En esta metodología, se emplean las técnicas de correlación cruzada para
trazar el movimiento en las ventanas de interrogación, empleando los vectores de velocidad
así obtenidos como estimadores de la velocidad individual de las partículas más iluminadas.

- 3.42 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Con esta técnica se elimina el efecto de filtrado espacial de la información disponible en las
imágenes, ya que se pueden alcanzar resoluciones mayores que las impuestas por el tamaño o
la separación entre las ventanas de interrogación. Otra alternativa propuesta en la literatura
consiste en la recolocación del vector en la ventana de interrogación.
Los algoritmos tradicionales definen la posición del vector en el centro de la ventana, pero
existen metodologías que colocan el vector en una posición diferente, analizando la estructura
del mapa de correlaciones (signal recolocation: PIV/sr). Con esta metodología, y también con la
anterior, la información ya no se estructura en una malla regular, por lo que será necesario
emplear procedimientos para analizar la turbulencia similares a los empleados con otros
equipos que no proporcionan la información de un modo regular, como p.ej. los LDA (ver p.ej.
la tesis de Poelma, 2004).
Otra alternativa que se está desarrollando en la actualidad (Theunissen et al., 2007; Astarita,
2009) son las denominadas adaptative interrogation techniques. Estas técnicas son
especialmente recomendables cuando el sembrado de las partículas no es uniforme en el
dominio de visualización y cuando existen patrones de flujo preferencial. En este procedimiento
iterativo se realiza un análisis del patrón del flujo y de la densidad de las partículas. Con esta
información se construye una malla no regular donde las ventanas de interrogación se ajustan
en tamaño y dirección con las características de la imagen (Figura 3.43).

(a) (b)

Figura 3.43. (a) Campo de partículas no homogéneas correspondientes al vórtice generado


en el entorno del ala de un avión y (b) Ejemplo de malla desestructurada y
ventanas de interrogación empleadas en un método adaptativo (Theunissen et
al., 2007).

- 3.43 -
Velocimetría PIV

(a) (b)

(c) (d)

Figura 3.44. Mejora de la resolución espacial de la técnica PIV cerca de los contornos: (a)
Recolocación del vector velocidad; (b) Empleo de diferentes esquemas de
ventanas de interrogación ajustadas a la superficie; (c) Malla y tamaños de
ventanas para el esquema adaptativo; y (d) Líneas de corriente cerca de una
rampa con una aproximación convencional, una aproximación convencional con
recolocación de vectores y ventanas filtradas y, a la derecha, añadiendo una
técnica adaptativa. Más detallels en Theunissen et al., (2008).

En los trabajos más recientes, se intentan aprovechar las mejores características de las
distintas técnicas para obtener de una única configuración experimental, el mayor rango de
escalas del flujo. Un ejemplo es el trabajo de Theunissen et al., (2008), en el que se presenta
un algoritmo que usa funciones de correlación con una máscara especial cerca de los
contornos para poder obtener información de la zona con flujo 60 , el método de recolocación del
vector en la ventana de interrogación (PIV/sr) y el empleo de ventanas de interrogación
adaptativas a la densidad de las partículas y dirección del flujo.
Sin embargo, los usuarios convencionales de PIV, tendremos que esperar unos años para
poder hacer uso de estas nuevas metodologías de evaluación de las imágenes.

3.3.4.4. Postprocesado
Después de realizar el montaje experimental, la adquisición de imágenes, el preprocesado
de las mismas y la obtención de los campos de velocidades con los algoritmos de correlación
cruzada, es necesario procesar toda la información recogida. Cuando se trabaja con la técnica
PIV es necesario analizar numerosas imágenes y campos vectoriales, y además, es previsible
que este número crezca a la par que las capacidades técnicas de los equipos informáticos 61 .
Un procedimiento genérico de postprocesado consta de las siguientes etapas:

60
Sin este tipo de correcciones, el pico de la correlación se verá inevitablemente desplazado por efecto
del contorno porque este permanece “inmóvil” y se correlacionará muy bien consigo mismo.
61
Por citar un ejemplo, en los primeros experimentos de flujo bicapa en los que ha estado involucrado
este doctorando (Anta et al., 2007), se analizaron del orden de 2-3 Gb de datos (unos pocos CDs). Para
almacenar la información de los experimentos de esta tesis, han sido necesarios unos ~210 Gb. La
información postprocesada sólo ocupa unos ~10 Gb.

- 3.44 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

• Validación de los datos. En esta fase deben eliminar los vectores espurios o incorrectos del
campo de velocidades determinado a través de la correlación cruzada. Lo ideal es trabajar
con algún algoritmo que automatice este proceso.

• Sustitución de los datos incorrectos. Para obtener algunas magnitudes derivadas del flujo
(p.ej. determinación de campos de magnitudes derivadas como vorticidades, determinación
de espectros, funciones de autocorrelación, etc) es necesario disponer de datos en una
malla regular completa. Para este tipo de análisis será necesario interpolar los valores de
los vectores instantáneos en aquellos puntos donde se haya eliminado previamente
información.

• Evaluación de la información. En esta etapa se podrán analizar magnitudes derivadas o


integrales del flujo (p.ej. vorticidad, líneas de corriente), estadísticos representativos de la
turbulencia (p.ej. tensiones de Reynolds) o detectar estructuras de flujo.

• Representación de la información a través de gráficos, campos vectoriales y escalares y


animaciones.
En este apartado se presentarán los principales métodos de validación de datos y eliminación
de vectores incorrectos, así como las estrategias para reemplazarlos por vectores interpolados.
Las técnicas de evaluación de la información empleadas en esta tesis se describirán en el
Capítulo 4, en el apartado referente a la Metodología.
Para el análisis de otras técnicas que no se han empleado en este texto, como determinación
de magnitudes derivadas o determinación de estructuras coherentes, se puede recurrir
respectivamente a Raffel et al., (2007) o Willert (2007c), y a Adrian et al., (2000) y Vollmers,
(2001), entre otros.

Validación de datos

Aunque realicemos un buen montaje experimental, y nos ajustemos a las reglas prácticas
del PIV (ecuación (3.13)), es probable que al procesar un campo de velocidades nos
encontremos con vectores con dirección y módulo muy diferente del que presentan los vectores
de su entorno (Figura 3.45).

Figura 3.45. Campo de vectores instantáneo de un jet en el que se han representado los
vectores espurios de color rojo (Westerweel y Scarano, 2005).

- 3.45 -
Velocimetría PIV

Estos vectores en general se originan cuando la amplitud de un pico aleatorio de la función de


correlación cruzada supera el valor máximo que se corresponde con el desplazamiento real.
Además, suelen ser el resultado de un número insuficiente de partículas en la ventana de
interrogación, de un desplazamiento excesivo en el plano o fuera de plano o por un excesivo
gradiente de velocidades. Otras causas que pueden provocar la aparición de vectores erróneos
son fuertes intensidades de luz, p.ej. por una reflexión cerca del fondo o del contorno del
modelo ensayado, por una heterogeneidad en la iluminación, como una sombra o una
fluctuación en la lámina de agua, o también por alguna mancha en la zona visualizada (ver
discusión en §4.4.2).
Existen varios métodos para detectar los vectores espurios, siendo los más habituales los
siguientes (Poelma y Westerweel, 2007):
a) La inspección visual del campo de velocidades. Que no es útil desde un punto de vista
práctico.
b) Métodos basados en la detectabilidad. Que se basan en analizar la calidad de la
correlación, medida en términos del ratio entre los dos picos máximos de la función de
correlación (la detectabilidad D0) o a través del SNR. Sin embargo, pueden aparecer
situaciones con una alta detectabilidad en las que el vector es espurio, especialmente con
el número de partículas es bajo (Westerweel, 1994). Por este motivo, este método no es
muy recomendable.
c) Métodos basados en el análisis de la coherencia del campo de velocidades. Estos métodos
se basan en suponer que el flujo tiene una estructura “coherente”, y que los vectores
espurios no responden a la misma.
Un ejemplo de este tipo de métodos es el del análisis del histogramas de velocidades,
como el presentado en la Figura 3.46. Para cada tipo de flujo, se puede analizar la región
en la caen los desplazamientos o velocidades correctas, y tras definir una superficie o área
de aceptación, se procede a eliminar aquellos vectores que se sitúan fuera de la misma
(Raffel et al., 2007).

ΔY

ΔX
Figura 3.46. Desplazamientos correspondientes al campo vectorial de la Figura 3.45. La
elipse señala el rango esperable de desplazamientos (McKeon et al., 2007).

- 3.46 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Con el método del histograma global, no se pueden eliminar aquellos vectores que
presentan una fluctuación menor que la global del flujo, pero que sí presentan una gran
fluctuación local. Para estos casos, se suele aplicar algún método de análisis de residuos,
que se basan en analizar el valor de la velocidad en un punto con la velocidad de los
puntos de su entorno.
En general, en estos métodos, un vector es rechazado si su residuo r, o diferencia entre su
velocidad U y una velocidad de referencia Uref, es mayor que un valor umbral ε:

⎧ < ε el vector se acepta


r = U − U ref = ⎨ (3.14)
⎩≥ ε el vector se rechaza
Westerweel, (1994), analizó el funcionamiento del filtro de media (que considera el vector
de referencia la media de los 8 vectores del entorno del analizado) y el filtro de mediana
(que toma como vector de referencia a la mediana). Las conclusiones de este trabajo
indican que el filtro de media es muy sensible a la presencia de un vector espurio en el
entorno del punto analizado.
El filtro de mediana es mucho más robusto ante este fenómeno, y hoy en día es el más
referenciado en la literatura como herramienta de postprocesado. El umbral de aceptación
dependerá de las características del flujo, pero es habitual emplear un valor proporcional a
la desviación típica de los vectores del entorno (eliminando p.ej. aquellos valores extremos
para evitar la influencia de posibles vectores espurios), que suele establecerse entre 2 y 6
(LaVision, 2007a).
La correcta elección del umbral de detección es importante ya que un valor muy bajo puede
etiquetar vectores correctos como espurios (si el umbral es muy bajo se puede reducir de
un modo artificial la fluctuación de la velocidad en ese punto y por tanto su nivel de
turbulencia); si por el contrario es muy alto, se tomarán vectores espurios como válidos. En
función del flujo y de los parámetros a analizar, cometer un error de un tipo o de otro puede
ser poco o muy importante (p.ej., tener algún vector erróneo en la determinación de la
media de, digamos 500 vectores, es poco relevante).
Una variante de esta metodología fue propuesta por Westerweel y Scarano (2005). Estos
autores presentan una versión normalizada de la expresión anterior que permite emplear
un valor universal para el umbral de detección. Es decir, el valor de ε no dependería de las
características del flujo.
d) Multiplicación de correlaciones. Una forma de reducir el número de vectores anómalos
consiste en aplicar el método propuesto por Hart (Hart, 1999; Hart, 2000) que consiste en
multiplicar la función de correlación de dos zonas adyacentes para así obtener una nueva
función de correlación con mayor amplitud. Como el ruido aleatorio no está correlacionado,
el producto de ambas funciones únicamente reflejará el pico del desplazamiento que si lo
está (Figura 3.47).

- 3.47 -
Velocimetría PIV

=
X
Figura 3.47. Eliminación de las anomalías multiplicando las correlaciones de dos zonas
adyacentes. En el producto no aparecen las correlaciones aleatorias, mejorando
la calidad de la determinación del desplazamiento (Hart, 200).

Los inconvenientes del método son el elevado tiempo de cálculo, la sensibilidad en zonas
con bajo número de partículas y también la dificultad de asignar la posición al nuevo vector
obtenido.
e) Otros métodos. Otra forma de analizar la validez de los campos vectoriales es a través del
análisis de las propiedades de la mecánica de los fluidos, p.ej. analizando la continuidad en
un región, o con métodos más sofisticados como redes neuronales o a través de la
simulación de estadísticos con alguna técnica bootstrap (Pun et al., 2007).

Sustitución de datos incorrectos

Cuando el origen de los vectores anómalos es de tipo aleatorio se puede demostrar, si las
condiciones experimentales son adecuadas (p.ej. una distribución uniforme de partículas), que
su porcentaje asciende a un valor en torno al 5% del total de vectores (Westerweel, 1994). En
estas condiciones, la distribución de los vectores espurios sigue una distribución binomial, y
más de un 80% de los datos se puede recuperar con una sencilla interpolación lineal.
En otros casos, cuando p.ej. existen efectos en la imagen relacionados con una iluminación
deficiente o una heterogeneidad en el dominio visualizado, los vectores anómalos tienden a
aparece agrupados. En estas circunstancias será necesario emplear otro tipo de
aproximaciones, como técnicas de interpolación gaussiana con ventanas adaptativas, para
reconstruir la estructura del flujo (Raffel et al, 2007).

- 3.48 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

3.4. DESCRIPCIÓN DEL SISTEMA PIV DEL CITEEC-ETSECCP


En esta sección se describirán los componentes del equipo PIV disponible en las
instalaciones del CITEEC-ETSECCP. En la Figura 3.48 se presenta un montaje tipo en un
experimento llevado a cabo en el laboratorio de hidráulica de la Escuela de Caminos.

brazo y óptica del


láser

zona analizada
láser

cámara CCD

Figura 3.48 Montaje experimental del PIV en el canal de hidráulica de la ETSECCP.

El equipo, manufacturado por LaVision ©, está formado por dos fuentes láser Nd:YAG, dos
cámaras y el equipo de adquisición. Para el control del proceso grabación y para la evaluación
de las imágenes con los algoritmos de correlación cruzada se dispone del software DaVis©
versión 7.254 proporcionado por LaVision ©.
Desde la adquisición del equipo, en el año 2001, se han realizado varias actualizaciones del
mismo. En el proceso de actualización del sistema el doctorando ha participado activamente en
el proceso de elección de la nueva configuración del equipo.
Así, en la actualidad, se dispone de una nueva cámara de mayor resolución (2 Mpx.) y
frecuencia de adquisición, que permite realizar experimentos con la máxima frecuencia de las
fuentes láser (10 Hz). Además, se ha actualizado el hardware de gestión y grabación, la unidad
de control del sistema y el software de adquisición desde la versión 6.x a la 7.x. Como se
comentó anteriormente (§3.2)., otra mejora ha sido la conversión del equipo en un sistema PIV-
LIF, que ha permitido y permitirá trabajar en un mayor rango de aplicaciones de ingeniería
hidráulica y ambiental (análisis de procesos de difusión y mezcla de contaminantes en modelos
de emisarios submarinos o vertidos de desaladoras, flujos estratificados de intercambio o
estudio de estructuras coherentes en flujos en lámina libre, entre otros).
A continuación se pasa a describir brevemente cada una de las partes del equipo empleado en
la realización de esta Tesis Doctoral.

- 3.49 -
Descripción del sistema PIV del CITEEC-ETSECCP

3.4.1. Fuentes láser


El equipo PIV dispone de un sistema de dos fuentes láser pulsada Nd:YAG Twins Brilliant
B fabricadas por Quantel©. Las fuentes láser tienen emiten una luz en el espectro invisible a
1064 nm, que por medio de un generador harmónico es doblada a una luz verde de 532 nm.
Cada fuente emite pulsos a una frecuencia constante de 10 Hz que se alinean un haz por
medio de un sistema de espejos (ver Figura 3.22). La energía máxima de cada pulso de 532
nm es de ~350 mJ, aunque por el desgaste y las pérdidas producidas por el sistema óptico ésta
se reduce ligeramente. Recientemente se ha medido la potencia real del sistema en unos ~270
mJ. La duración del pulso es de 6 ns.
El diámetro del haz láser a la salida de la mesa óptica es de unos ~7 mm, y, aunque la forma
del mismo debería ajustarse a una distribución gaussiana, en realidad no es perfectamente
circular. En la Figura 3.49 se presentan la forma de los haces láser medidos por el fabricante
en el campo cercano con ayuda de un sensor especial, así como los patrones de los haces
impresos sobre un papel especial fotosensible (burning papers).

Y10B (primario) Y09B (secundario)

Figura 3.49 Forma de los haces láser en el campo cercano medida por el fabricante con
ayuda de un sensor CCD especial y un papel fotosensible.

En el punto de salida del haz láser se ubica un brazo metálico articulado con espejos en los
codos dirige el haz al punto de medida. En el extremo del brazo se dispone de una óptica
especial que transforma el haz láser en un plano para la obtención de todo un campo en dos
dimensiones (Figura 3.50).

sheet
optics

(a) (b)

Figura 3.50. (a) Detalle de las fuentes láser y (b) del brazo articulado con el sistema óptico
que forma el plano de luz.

- 3.50 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

Al disponer de dos fuentes gemelas, el tiempo entre cada disparo se puede programar con
ayuda del software de adquisición, para así ajustar el desplazamiento de las partículas a los
valores recomendados en las reglas de diseño de los montajes PIV (§3.3.4.1). El principal
inconveniente de este montaje radica en que la alineación entre los dos haces nunca es
perfecta, lo cual puede repercutir en la iluminación de la imagen y en la calidad de los campos
vectoriales obtenidos (ver Capítulo 4.1 y 4.3).

3.4.2. Cámaras y sistema de adquisición


La adquisición de las imágenes en el sistema comercial de la UDC se realiza con una
cámara digital fabricada por PCO©, aunque es distribuida por LaVision© bajo el nombre
comercial de FlowMaster 3S (FM 3S). Esta cámara CCD permite adquirir imágenes en double
frame (dos imágenes, una para cada disparo del láser) con una resolución de 1280x1024 px2.
La cámara trabaja en escalas de grises, con un rango dinámico de 12 bits (28=4096 niveles de
gris). La frecuencia de grabación máxima de la cámara es de 8 Hz, que se reducen a la mitad
cuando se trabaja en doble frame.

Figura 3.51. Detalle de la cámara CCD FlowMaster 3S© empleada en los experimentos.

La primera imagen que se toma no es transferida directamente al equipo de adquisición, sino


que se almacena en la propia cámara. Tras un periodo de unos 0.4 ms (separación mínima
entre dos frames, y por tanto, valor teórico mínimo del tiempo entre disparos de las fuentes
láser), el sensor CCD vuelve a captar la luz del entorno durante un periodo de 125 ms. En este
periodo de tiempo se debe producir el disparo de la fuente secundaria. Como el tiempo de
exposición del segundo frame es mucho mayor que el del primero, la segunda imagen es
necesariamente más clara.
El tiempo de transferencia (read out) del doble frame al sistema de adquisición es de unos 250
ms, valor que marca la frecuencia máxima de adquisición de la cámara. Como los tiempos
entre disparo del láser son habitualmente del orden de 10 ms, solo es posible evaluar los

- 3.51 -
Descripción del sistema PIV del CITEEC-ETSECCP

vectores en cada par de imágenes, y no entre diferentes pares (empleando el segundo frame
del primer par y el primer frame del segundo 62 ).
El sensor CCD de la cámara tiene un tamaño de 8.6 x 6.9 mm2, con pixels cuadrados de 6.7 x
6.7 μm2. La principal limitación de la cámara FM 3S es que no permite aprovechar al máximo
las fuentes láser disponibles. Así, el sistema láser tiene una frecuencia fija de 10 Hz (tiempo
entre disparos de 100 ms), y la cámara tiene una frecuencia máxima de 8 Hz (aunque para
doble frame se reduce a 4 Hz, o 250 ms). Si ambos sistemas tuviesen frecuencia fija, la
máxima velocidad de adquisición sería de 2 Hz, pero como la frecuencia de la cámara se
puede ajustar (siempre que entre cada par de imágenes pasen 250 ms), se pueden alcanzar
ratios de grabación de 3.33 Hz. Es decir, la cámara toma una imagen cada 300 ms.
La óptica empleada ha sido un objetivo TAMROM con distancia focal variable 17–35 mm. Para
tomar las imágenes PIV se debe colocar un filtro de 532 nm para recoger principalmente la luz
del láser y evitar saturar (e incluso dañar) el sensor CCD.
Para sembrar el flujo se han empleado partículas redondeadas de poliamida de diámetro medio
50 μm de la casa DANTEC ©. El tamaño de las partículas oscila entre las 30 μm y las 70 μm, y
su densidad relativa es de 1.03. Este tipo de partículas se han empleado con éxito en otros
experimentos realizados por el GEAMA.
El sistema de adquisición está compuesto por una unidad externa que se encarga de
sincronizar el funcionamiento de todos los componentes del sistema. Para que la adquisición
de imágenes sea posible, esta unidad denominada Programable Time Unit (PTU) debe ordenar
a cada componente (cámara y fuentes de luz láser) que siga una secuencia determinada. Esta
secuencia, denominada trigger scheme, es bastante estándar y se puede consultar en Raffel et
al. (2007) o en Lavision (2007b).
El software empleado ha sido el paquete Davis © en su versión 7.254. Este sistema permite
realizar la evaluación con algoritmos de correlación cruzada, con ventanas de tamaño
decreciente en varias pasadas (esquemas de refinamiento de malla). Además, en la última
pasada también permite aplicar técnicas de deformación de la imagen con la reconstrucción de
Whittaker. En el Capítulo 4 se presenta una descripción de la metodología y las opciones
empleadas en la evaluación de imágenes de estos experimentos. En el manual de usuario
(Lavision, 2007b) se puede consultar información detallada sobre el resto de opciones del
programa.

62
Esta estrategia de evaluación es habitual en los equipos de alta velocidad TR-PIV porque el tiempo de
transferencia de la imagen es del orden del tiempo entre disparos del láser. Esta característica ha dado
lugar a un sistema de evaluación de imágenes con algoritmos específicos de correlación cruzada
denominados multiframe PIV. Hain, R. y Kähler, C.J. (2007). "Fundamentals of multiframe particle image
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- 3.52 -
Capítulo 3. Hidráulica Experimental

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- 3.57 -
C04
ANÁLISIS DEL ARRASTRE
BERBERECHO Cerastoderma edule

En este capítulo se presenta


la problemática de la mortalidad y
arrastre de los stocks de
berberecho en el banco
marisquero de los Lombos do
Ulla. Con objeto demostrar la
relación entre la hidrodinámica y
la estructura de las comunidades
bentónicas se ha realizado una
revisión del estado del
conocimiento que recoge los
principales trabajos sobre la
movilización de esta clase de
moluscos. A continuación se
describirá la metodología
experimental y los principales
resultados de los ensayos
realizados en un canal de
recirculación. En los ensayos, se
ha analizado la influencia de
varios factores como el tamaño y
distribución de los berberechos
en el proceso de arrastre, y su
relación con los parámetros
hidrodinámicos descriptores del
flujo.
Fotografía de Portada:

Berberecho C. edule extendiendo los sifones en un


acuario. Fotografía de Brian Spencer/ JNCC (publicada
en MarLIN Web site, http://www.marlin.ac.uk).
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

4. ANÁLISIS DEL ARRASTRE DEL BERBERECHO C. edule

4.1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES


Una de las principales fuentes de ingresos de la economía de las villas costeras gallegas
reside en las actividades de pesca y marisqueo. Así, las actividades de marisqueo tradicional
emplean a más 10000 mariscadores en todo Galicia que extraen entre 6000 y 12000 toneladas
anuales de marisco (datos correspondientes al periodo 1997-2008, ver Figura 4.1).
Una de las principales especies en Galicia es el berberecho Cerastoderma edule, con un
porcentaje cercano al 50% de todas las extracciones de bivalvos. En el período de los últimos
años (2004-2008), el volumen de extracción medio de berberecho representó el 44% del total
de moluscos extraídos de los bancos naturales gallegos. Este porcentaje representa el 24% del
importe de las ventas de moluscos en este periodo, que ascienden en total a unos 70 millones
de euros anuales.

12
BIVALVOS C.EDULE - GALICIA C.EDULE - AROUSA 17.3%

10
Capturas (miles de ton)

48.9%
6

4
33.8%

0 AROUSA MUROS E NOIA RESTO


1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Figura 4.1. Evolución de las extracciones de moluscos bivalvos y del berberecho C. edule
en Galicia y en la ría de Arousa (izquierda) y distribución de capturas del
berberecho en el período 1997-2008 (derecha). Datos extraídos de la
Plataforma Tecnolóxica de Pesca, www.pescadegalicia.com

En la Figura 4.2 se presentan los datos de capturas y el importe de las ventas de los
principales moluscos gallegos. Se puede apreciar que aunque el berberecho es el molusco
más importante en términos de extracción, las variedades de almeja babosa (Venerupis
senegalensis), fina (Ruditapes decussatus) y japonesa (Ruditapes philippinarum) poseen una
importancia económica similar a la del berberecho. Se puede indicar que estas cuatro
especies, junto con la coquina (Donax trunculus) y el percebe (Pollicipes pollicipes),
representan las seis especies marisqueras más importantes de la costa gallega (Molares et al.,
2008) .

- C4.1 -
Introducción y antecedentes

Figura 4.2. Volumen e importe de las ventas medios anuales de los principales moluscos
extraídos en los bancos naturales gallegos en los últimos 5 años (2004-2008).
Datos extraídos de www.pescadegalicia.com

En este trabajo se analizará la movilización del berberecho C. Edule de la Ría de Arousa bajo
diferentes velocidades, grados de reclutamiento y para moluscos de tamaño superior a los 15
mm. Este trabajo se puede considerar como una continuación de una primera fase de
experimentos de arrastre de berberechos en los que participó el autor de esta Tesis Doctoral
en el seno del Grupo de Enxeñaría do Auga e do Medio Ambiente –GEAMA– (ver Anta et al.,
2005; Anta, 2006; Anta et al., 2007 y Peña et al., 2008). Los trabajos más relevantes se han
incluido en el Apéndice 1.

Lombos do Ulla

Isla de
Cortegada

Figura 4.3. Situación y batimetría de la Ría de Arousa. En la desembocadura, conocida


como Os Lombos do Ulla, se encuentra uno de los bancos de berberecho más
importantes de Galicia.

- C4.2 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Cómo se puede apreciar en la Figura 4.1, la zona de la ría de Arousa es una de las mayores
productoras de berberecho de Galicia, con unas capturas cercanas al 50% en el período 1997-
2008. Esta ría se sitúa entre las provincias de Coruña y Pontevedra, en Galicia, y pertenece a
las llamadas “Rías Baixas”, desembocando en el océano Atlántico (Figura 4.3). Se trata de la
más extensa de las rías gallegas, con 230 Km2, una longitud de 33 km y ancho muy variable,
con varias ensenadas e incluso islas interiores que complican el estudio de la hidrodinámica.
Los calados son relativamente altos a lo largo del cauce principal, con valores próximos a los
60 metros en la zona cercana al océano, pero hay varias zonas, entre ellas la de la
desembocadura, con calados bajos, muy sensibles al efecto de la marea y que se secan
periódicamente.
En el contacto río-mar de la ría de Arousa, la desembocadura del río Ulla, se encuentra una
zona de sedimentación de arenas conocida como los Lombos do Ulla. Esta zona, caracterizada
por la presencia de formas de fondo (ver Figura 4.4), es uno de los bancos de marisqueo más
importante del área de Arousa, y por extensión, de Galicia. La hidrología de la desembocadura
está dominada por el ciclo mareal, con una carrera de marea CM ~ 4.3 m, y por el régimen de
caudales aportado por el río Ulla.

Lombos do Ulla

Cortegada
Carril
a) b)

Banco marisquero
de los Lombos do Ulla

Cortegada

Carril
c)

Figura 4.4. a) Perspectiva del banco de berberechos y almeja fina de Os Lombos do Ulla, b)
Fotografía satélite del mismo y c) velocidades medias para un caudal de 60 m3/s
y bajamar máxima. La fotografías han sido proporcionadas por los laboratorios
VideaLab y CartoLab de la Escuela de Caminos y los datos de velocidades son
de Cea et al. (2009).

El banco marisquero de los Lombos do Ulla cuenta con una superficie de 1134.7 ha y puede
dividirse en dos áreas. La zona situada al norte y noroeste de Cortegada presenta fondos

- C4.3 -
Introducción y antecedentes

arenosos y una batimetría de +1 a -1 m sobre el NMM en el 91% de la superficie. La zona


situada al noroeste de Cortegada presenta fondos de naturaleza fangosa, con profundidades
de 2 a 4 m en el 90.4% de su superficie (Parada et al., 2006).
De hecho, la Ría de Arousa es una de las rías más heterogéneas en cuanto a su composición
sedimentaria (Vilas et al., 2005). La parte más interna y profunda de la ría está cubierta de
fangos con diferentes contenidos en arena y grava. Una característica de los lechos fangosos
es que contienen grandes cantidades de biodeposiciones de los mejillones cultivados en el
interior de la ría. En la parte más externa, los fangos se encuentran únicamente en la canal de
la ría (ver Figura 4.5).

grava
a) grava con fango y arena
grava con arena
b)
arena con grava y fango
arena con grava
arena con fango y poca grava
arena con poca grava
arena
grava con fango
fango con grava
fango con poca grava
fango con arena y poca grava
fango
fango con arena
arena con fango

c)

%MO

Figura 4.5. a) Distribución de la textura sedimentaria superficial en la ría de Arousa, b)


detalle del banco de los Lombos do Ulla y c) distribución del contenido en
materia en el mismo (Vilas et al., 2005).

En el banco de los Lombos, en la parte más interior predomina la arena con grava, con bajos
contenidos en materia orgánica, MO ≤ 4%. En la parte más profunda, la textura es fangosa,
con mayores contenidos en MO. Entre las dos superficies, existe una zona de transición
arenoso-fangosa.
Si se analiza la serie histórica de capturas desde 1960 del berberecho, representada en la
Figura 4.6, se puede observar cómo se han producido un importante descenso a partir de los
años 80. Así, en el periodo 1960-1977 el promedio de capturas medio se cifró en 11850
ton/año. En 1978 se produjo un descenso brusco hasta alcanzar unos valores mínimos en
1985. A partir de esta fecha, las extracciones se han estabilizado en el entorno de las 2000 a
4000 toneladas por año

- C4.4 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Cerastoderma edule

Figura 4.6. Evolución de la venta de berberecho en Galicia según las estadísticas oficiales
(Molares et al., 2008).

Como se señalará posteriormente, las poblaciones de berberecho sufren elevadas


mortalidades asociadas a los descensos de salinidad. En la Ría de Arousa, cuando las fuertes
lluvias asociadas a los vientos de componente Sur coinciden con mareas muertas, que
dificultan la mezcla y renovación del agua del mar en la desembocadura, provocan fuertes
descensos de salinidad (Casteleiro et al., 2006; Navarrina et al., 2008). En numerosas
ocasiones coincide con episodios de mortalidad de moluscos (Parada et al., 2007; Molares et
al., 2008). En estos eventos se han producido inundaciones y riadas, como las del año 2001.
Otro factor que afecta a la cantidad de berberechos extraídos son los fenómenos
densodependientes. Es decir, grandes densidades de berberechos adultos pueden reducir el
asentamiento de las larvas por ingestión y la viabilidad de los juveniles fijados por bioturbación
(Andre et al., 1993; de Montaudouin y Bachelet, 1996). En el mar de Wadden (Dinamarca), se
han detectado descensos en la producción del berberecho C. edule 3 años después de un año
con una fuerte fijación de estos moluscos (Beukema y Dekker, 2006; citados por Molares et al.,
2008).
La reducción reciente en la extracción de bivalvos, especialmente tras las riadas del año 2001,
propició la puesta en marcha de un plan de recuperación por parte de la Xunta de Galicia de
Los Lombos do Ulla en el año 2003. Desde entonces, se han realizado varios trabajos para
analizar las causas de la elevada mortandad de los bivalvos así como un fuerte programa de
muestreo de los stocks de moluscos de la ría (Parada et al., 2006).
Las principales conclusiones de estos trabajos señalan como causantes de este fenómeno los
fuertes cambios de salinidad que se producen tras los aguaceros más intensos y los cambios
en la hidrodinámica de las zonas de marisqueo. Así, las caídas de producción de berberecho
en 2001 coinciden con las grandes riadas producidas en este año, y el descenso de 2006 se
puede asociar a fenómenos densodependientes. También se ha constatado que en la ría de
Arousa, los fenómenos de descenso de berberechos están inversamente correlacionados con
la precipitación caída durante el ciclo de vida del molusco, hasta que este alcanza una talla

- C4.5 -
Introducción y antecedentes

comercial 63. Además, el descenso de las ventas en los eventos de elevada precipitación parece
amortiguarse con la distancia a la desembocadura del río (Figura 4.7).
Carril Vilaxoán Vilanova Cabo de Cruz A Illa de Arousa Rianxo Cambados Pobra do Caramiñal
1000000

800000
Cabo de Cruz
Rianxo
Ventas (ton)

600000 Carril
Pobra de
Caramiñal
Vilaxoán

400000 Vilanova
Illa de Arousa
Cambados
200000

0
1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008

Figura 4.7. Efecto de las riadas de 2000 y 2001 sobre las capturas de berberecho en las
principales lonjas de la Ría de Arousa (adaptado de Morales et al. 2008).

La elevada mortalidad de los berberechos en la desembocadura del Ulla es un problema


complejo. Existen varios informes internos de la Consellería de Pesca y Asuntos Marítimos y
los trabajos de José Molares y José Manuel Parada del Centro de Investigacións Mariñas,
CIMA, que relacionan la mortalidad con los episodios de lluvias extremas y grandes caudales
en el río Ulla. Algunos informes han documentado los principales episodios de mortalidad de
berberecho y almeja en las últimas dos décadas (Parada et al., 2007; Fismare, 2008).
Parada et al. (2007) elaboraron un modelo de regresión lineal múltiple para predecir la salinidad
en el fondo del banco de los Lombos do Ulla durante la pleamar en función de la precipitación,
la dirección y velocidad del viento, y la amplitud de la marea. Para calibrar el modelo emplearon
los registros de salinidad de una sonda que ubicaron en los Lombos. Mediante la superposición
de los episodios de mortalidad registrados y las fluctuaciones de salinidad definieron dos
categorías de episodios: (a) Mortandad severa, que implica una mortalidad total de berberecho
y almeja babosa y una mortalidad alta de almeja japonesa y fina, y (b) Mortandad moderada,
que implica mortalidad total de almeja babosa, moderada de berberecho y prácticamente nula
de almeja japonesa y fina.
Tabla 4.1. Episodios de mortandad severa y moderada en el banco de los Lombos do Ulla
Parada et al. (2007).

TIPO FECHAS

Mortandad moderada Enero 1994; Abril 2000; Invierno 2002-2003; Marzo de 2007

Diciembre 1981 y 1987, Octubre 1987, Diciembre 1989,


Mortandad severa Enero 1991, Diciembre de 1995, Invierno 2000 y 2001

Los episodios de mortandad severa coinciden con dos bajadas de salinidad hasta valores
cercanos a 0 en el fondo al menos durantes dos pleamares consecutivas. Los episodios de

63
Ver p.ej. el análisis de correlación entre la mortalidad del berberecho de una zona cercana a los
Lombos do Ulla con varios parámetros climáticos como la precipitación y temperatura presentado por
Parada y Molares (2008).

- C4.6 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

mortandad moderada coinciden con niveles de salinidad de entre 10 y 20 ‰, o incluso con


valores inferiores pero para episodios de corta duración. Las fechas de los episodios de
mortandad documentadas por estos autores se recogen en la Tabla 4.1.
El criterio simple propuesto por Parada et al. (2007) para discernir y predecir los episodios de
mortandad de los berberechos funciona razonablemente bien, aunque en Marzo de 2006 se
produjo un episodio de mortandad severa y la salinidad en el fondo se mantuvo entre 10 y 20
‰. Por el contrario, en Diciembre de ese mismo año, se registraron persistentes niveles de
salinidad cercanos al cero, sin que se registrasen mortandades severas, ver Figura 4.8.
Estos autores también señalan la actividad de la central de Portodemouros, situada a 83 Km de
la desembocadura, como un factor externo que puede afectar a la salinidad de agua en la
zona. Así, la mortandad severa de Marzo de 2006 podría justificarse, o al menos agravarse, por
la suelta de agua que se produjo desde la presa. En las dos semanas de precipitaciones el
nivel descendió desde el 74.9 % al 56.4%, según los registros disponibles en la web de Augas
de Galicia (Parada et al., 2007).
Velocidad del viento (m/s)

M* M M* A M M* M* A

Ocupación Portodemouros (%)


Precipitación (mm)

Salinidad (‰)
Precipitación Ocupación de Portodemouros
Velocidad del viento Salinidad estimada

Figura 4.8. Evolución de la velocidad del viento, precipitación, nivel de agua en


Portodemouros y salinidad en los Lombos do Ulla. En la figura también se han
marcado los episodios de mortandad moderada (M*), mortandad severa (M) y
de arrastre del stock de berberecho (A) (Parada et al. 2007).

En la Figura 4.8 se pueden apreciar además de los eventos de mortandad severa y modera,
dos eventos de arrastre del stock de berberechos. El primer evento documentado de este tipo
se registró en la campaña de Abril de 2003 del Plan de Recuperación dos Lombos do Ulla
(Parada et al., 2006). En esta campaña se observó una gran densidad de berberechos en la
zona externa del banco (ver Figura 4.9, (b)). Los mariscadores del lugar indicaron que el
reclutamiento en la región profunda y fangosa no era habitual, y que no se extraían
berberechos desde hacía décadas en esa zona.
En la Figura 4.9 se representa la distribución espacial de los berberechos de talla comercial en
el banco de los Lombos do Ulla al inicio de la campaña 2002-2003 y al final de la misma.
También se representa el estado del banco al inicio de la campaña de 2003 así como la
distribución promedio de las tallas comerciales en el periodo 2002 a 2006. En la figura se
puede apreciar como la distribución del reclutamiento al final de una campaña afecta a la
distribución inicial al comienzo de la siguiente, Figura 4.9 (a) y (b). Además, de la observación

- C4.7 -
Introducción y antecedentes

de la distribución media, se concluye que en promedio, en la etapa en la que se disponen


datos, la mayor concentración de berberechos se encuentra al norte de la isla de Cortegada,
concretamente en el margen sur del estuario.

- 2002 - 2003

a)

- 2003

b) c)

Figura 4.9. a) Distribución espacial de los berberechos de talla comercial durante la


campaña de 2002-2003 b) distribución espacial al inicio de la campaña de 2003-
2004 y c) distribución espacial promedio durante los años 2002 a 2006 (Parada
et al. 2006b).

Por todo lo expuesto, parece que en el banco de los Lombos do Ulla existe una fuerte
interrelación entre la hidrodinámica y la dinámica de la población de berberechos, y
probablemente de las otras especies de moluscos de interés comercial (almeja fina, babosa y
japonesa). Esta relación entre la dinámica de las poblaciones bentónicas y la hidrodinámica del
entorno ha sido, y es, un campo de estudio en la biología marina (ver p. ejemplo las revisiones
de Butman, 1987 o Snelgrove y Butman, 1994). En el apartado 4.2, se profundizará sobre esta
línea de investigación.

- C4.8 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Motivados por el problema de la mortalidad y arrastre del berberecho, el Grupo de Ingeniería


del Agua y del Medio Ambiente comenzó a trabajar en el análisis del arrastre de los
berberechos de esta zona de Galicia.
Los trabajos presentados aquí continúan esta línea de investigación y forman parte del
Proyecto de Investigación “Afecciones a la fauna de las aguas de transición por las variaciones
de caudal originadas por las centrales hidroeléctricas de punta”, financiado por la Secretaría
General e Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, desarrollado
por el área de Ingeniería Hidráulica del GEAMA en consorcio con la empresa SOCOIN, SL.
Una de las líneas de trabajo de este proyecto consiste en analizar el efecto de las centrales
hidroeléctricas de punta sobre las especies productivas de la desembocadura del río Ulla.
En esta Tesis Doctoral se ha realizado un estudio hidrodinámico en laboratorio sobre el arrastre
de varios grupos de berberechos adultos con diferentes tamaños y velocidades. Para la
realización de los experimentos, se ha construido en las instalaciones del Centro de
Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil (CITEEC) de la UDC, un canal de
recirculación de 9 metros de cuerda en forma de circuito de carreras. Para la determinación de
los campos de velocidades se ha empleado la tecnología Particle Image Velocimetry (ver
Capítulo 3), que permite obtener los campos instantáneos de velocidad así como la posición
del lecho cubierto con berberechos.
A continuación, en el apartado 4.2, se presentará una revisión del estado del conocimiento
sobre la interacción entre la dinámica de las poblaciones bentónicas, focalizado en el
berberecho C. edule, y la hidrodinámica de este tipo de ecosistemas. Se recogen los
principales trabajos que relacionan estos factores la movilización de esta clase de moluscos.
En los apartados 4.2 y 4.4 se describirán respectivamente la metodología experimental y los
principales resultados de los ensayos.
Aunque en la literatura existen numerosos trabajos sobre la influencia de la hidrodinámica en
los procesos de dispersión de los individuos más pequeños (larvas y juveniles, de tamaño
inferior a los ~10 mm), prácticamente no existen referencias sobre poblaciones adultas.
Además, en las conversaciones mantenidas con los técnicos del CIMA, no se manifestó ningún
problema con la fijación de las larvas de las especies productivas del banco y si con el arrastre
de stocks durante algunas riadas (ver episodios de mortandad de tipo (A) en la Figura 4.8).
El objetivo último de la Tesis es el de mejorar el conocimiento sobre los procesos de
movilización de los berberechos adultos bajo diferentes condiciones de arrastre, reclutamiento
y tamaño. Tanto el estado del conocimiento como los resultados experimentales de este y otros
trabajos recogidos en la literatura servirán para desarrollar un módulo ecohidráulico para el
código de volúmenes finitos de aguas someras Turbillón, desarrollado por el área de Ingeniería
Hidráulica del GEAMA (Cea, 2005).
Este módulo (no presentado aquí, ver avance en Cea et al., 2010) permitirá profundizar en el
conocimiento de la dinámica del berberecho en los Lombos do Ulla, así como analizar y
predecir situaciones de arrastre del stock en función de variables como el caudal desaguado
por el río Ulla o las condiciones de marea. Además, servirá de herramienta para analizar y
mejorar la gestión conjunta de las centrales de punta del tramo bajo del Ulla (Portodemouros,
Brandariz y Touro), ya que se podrá estudiar la influencia de los caudales turbinados desde
estos saltos hidroeléctricos.

- C4.9 -
Estado del conocimiento

4.2. ESTADO DEL CONOCIMIENTO

4.2.1. Introducción
Muchos bivalvos marinos comienzan su vida como una larva en la columna de agua. Tras
unas pocas semanas de vida pelágica 64, las larvas comienzan una transición hacia su etapa
bentónica, asentado sobre el sustrato. Tras este proceso, denominado asentamiento primario,
las larvas metamorfosean y se convierten en pequeños bivalvos juveniles (postlarvas). El
término asentamiento “primario” se emplea habitualmente en la literatura porque numerosos
organismos bentónicos sufren una segunda dispersión y posterior asentamiento, “secundario”,
que puede producirse semanas o meses después del primario.
Por ejemplo, Baggerman (1953), indicó en sus estudios pioneros sobre el C.edule que éste
presentaba este tipo de transporte post-larvario o asentamiento secundario en larvas de unos 2
mm, cuando estas sedimentaban en zonas hidrodinámicamente tranquilas. Otros autores más
recientes como de Montaudouin y Bachelet, (1996) encontraron algunas evidencias en campo
sobre la recolocación postlarvaria del berberecho en la bahía de Arcachon (Francia), y también
en una serie de ensayos de laboratorio que se comentarán posteriormente.
Hay que señalar que este proceso de dispersión, o migración vertical, y posterior asentamiento
secundario no tiene porque obedecer a fenómenos meteorológicos extremos: p.ej. una riada o
un temporal. En algunos casos, se ha demostrado que este proceso de recolocación obedece a
un proceso activo por parte del organismo, p.ej., relacionado con la elección de un sustrato
más favorable para su desarrollo.
En la literatura existe un gran debate sobre la importancia de los procesos de asentamiento
activo y pasivo en la configuración de las estructuras de las comunidades bentónicas. Armonies
(1996), en un trabajo de 2 años de duración, señala que en la mayoría de las especies
bentónicas de la zona de la isla de Sylt en el mar de Wadden (ver Figura 4.22), las larvas
inicialmente se ubican en la zona intermareal baja por procesos hidrodinámicos (pasivos). Tras
esta dispersión inicial, los juveniles de la almeja M.balthica presentan una migración secundaria
hacia las zonas altas mientras que los juveniles de navaja (E.americanis) lo hacen hacia las
zonas submareales. Otras especies como el berberecho C.edule, colonizan de un modo
homogéneo la zona intermareal.
Analizando el transporte por fondo en dos zonas del área estudiada encontró que de las
especies analizas, los juveniles de almejas y berberecho, presentan una migración vertical y
dispersión correlacionada con la tasa de transporte de sedimentos. Las navajas sin embargo
no presentan este comportamiento.
Este trabajo ejemplifica el debate existente en la comunidad científica antes mencionado, ya
que parece que la estructura de las comunidades depende de procesos de selección activa
(porque sino todos los juveniles terminarían en lugares similares), pero que también los
aspectos hidrodinámicos juegan un papel determinante en la distribución de las especies. En
este caso particular, Armonies sugiere que la hidrografía tiene un papel fundamental en la
distribución inicial de las comunidades a escala de kilómetros. Las diferencias que se dan

64
Se aplica a la zona del mar que comprende prácticamente su totalidad, a excepción del fondo y las
orillas.

- C4.10 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

posteriormente en el reclutamiento de los juveniles se deben a procesos de migración vertical


activa, a diferencias locales en las condiciones hidrodinámicas y a mortalidades diferenciales
(p.ej. zonas con mayor concentración de depredadores).
Estos y otros aspectos que determinan la configuración de la estructura de las comunidades
bentónicas serán tratados en esta revisión bibliográfica. Para ello, se presentará en primer
lugar en el apartado 4.2.2 una pequeña descripción del ciclo de vida de los moluscos bivalvos.
Dado que el objetivo de esta Tesis Doctoral está relacionado con el análisis del arrastre del
berberecho C.edule, en este, y en el resto de apartados de esta revisión, se presentarán con
mayor detalle datos relacionados con este molusco.
Tras la exposición del ciclo de vida de los moluscos, se realizará una descripción general de la
dinámica de estas poblaciones en el apartado 4.2.3. Se revisarán los principales procesos y
factores que determinan la estructura espacial de las comunidades (§4.2.3.1y §4.2.3.2). En el
apartado 4.2.3.3 se hará un especial hincapié en los procesos de selección activos y pasivos.
Después de presentar las evidencias y resultados de algunos trabajos de campo, se analizará
con mayor detalle la influencia de la hidrodinámica en el ciclo de vida de los organismos
bentónicos, así como las interacciones entre la hidráulica y la ecología (§4.2.4). En el último
apartado del estado del arte, el 4.2.5, se presentarán la principales tipologías y resultados de
los trabajos realizados en modelo físico parar determinar el arrastre de moluscos bivalvos. En
este epígrafe también se ha considerado interesante presentar las características de los
canales de laboratorio empleados en los trabajos sobre el bentos marino que pertenecen a la
red europea BioFlow.

4.2.2. Aspectos biológicos: el ciclo de vida de los bivalvos


La mayoría de los bivalvos de las zonas intermareales presentan un complejo ciclo de vida
que incluye varias fases: larvaria planctónica, bentónica juvenil y fase adulta. Para comprender
y predecir los cambios espaciales y temporales en las distribuciones, ratios de crecimiento y
estructura de una población de una especie como el C. edule es fundamental conocer la
influencia que ejercen individualmente los procesos físicos, químicos y biológicos sobre las
fases larvaria y bentónica. Para ello es fundamental conocer, para así poder modelizar, el ciclo
de vida de estos animales (Eckman, 1996).
En la Figura 4.10 se representa el ciclo de vida de una especie bentónica con fases larvaria
planctónica y bentónica juvenil y adulta. El ciclo comienza cuando los adultos en fase
reproductiva liberan los gametos u ovocitos en la columna de agua, donde tiene lugar la
fertilización y desarrollo larvario. A partir de aquí comienza un periodo de dispersión de las
larvas en el medio marino, que para el caso del C.edule, suele finalizar a las 3 semanas. En
esta fase se produce el crecimiento y desarrollo de varias fases larvarias (Hendriks, 2004).
Finalmente, la larva asienta sobre el sustrato y es capaz de evaluar la potencialidad del mismo.
La larva puede rechazar el lugar, a través de un proceso de migración vertical (o resuspensión)
en la columna de agua, o aceptarlo, comenzando así la metamorfosis en la forma bentónica
(Hendriks, 2004). A este proceso se le denomina asentamiento primario (primary settlement).

- C4.11 -
Estado del conocimiento

COLUMNA DE AGUA
dispersión
crecimiento

FASE
PLANCTÓNICA

fertilización sedimentación
y
contacto y
liberación evaluación
metamorfósis
reproducción gamentos del sustrato

FASE
adulto juvenil
BENTÓNICA
crecimiento
SUSTRATO

Figura 4.10. Ciclo de vida (idealizado) de un invertebrado marino bentónico con fases
planctónica larvaria y bentónica juvenil y adulta (elaboración propia a partir de
Eckman, 1996 y Hendriks, 2004).

El crecimiento, desde la fase juvenil hasta la adulta pre-reproductiva y reproductiva, completa el


ciclo de vida de estas especies. Cuando las larvas se fijan y prosperan, se habla del proceso
de reclutamiento, aunque este término también se puede emplear para indicar la densidad y el
número de individuos que se pueden encontrar por superficie de sustrato 65.
Algunos organismos bentónicos, como algunos moluscos y poliquetos (gusanos de mar),
pueden presentar un proceso de migración vertical y posterior asentamiento secundario. Así, y
ya en la fase postlarvaria (con tamaños del orden de 1-10 mm), algunos individuos pueden
modificar sus propiedades hidrodinámicas y reentrar en la columna de agua para, p.ej., buscar
un nuevo asentamiento más propicio para su desarrollo. Este fenómeno es, en este caso, un
proceso activo, ya que son los organismos los que de alguna forma deciden migrar hacia
nuevas ubicaciones.

65
En general, el término reclutamiento se define como el momento en que se considera que tiene lugar la
incorporación del individuo asentado a la población bentónica. El reclutamiento no se refiere a un
momento inherente al ciclo vital del individuo, sino que es fijado arbitrariamente según los objetivos del
estudio y de la especie que se trate. Así, p.ej., en biología pesquera se suele utilizar el concepto de
reclutamiento al arte, que hace referencia al instante en que el individuo alcanza la talla mínima de
capatura (determinada por la selectividad del arte) o de comercialización. En esta fase del ciclo vital del
berberecho, se puede definir el reclutamiento como el momento en que la larva ha superado la primera
fase de mortalidad post-asentamiento. García, B., Pallas, A. y Pan, M. (2002). Reclutamiento, uso del
hábitat y estructura de comunidades bentónicas costeras de crustáceos decápodos. Trabajo de
Investigación Tutelado. Programa de Doctorado de Biología Marina y Acuicultura.

Para el resto de trabajo, como el objetivo es analizar la influencia del número de individuos presentes en
el sustrato en el fenómeno de movilización de los moluscos, se definirá reclutamiento como el número de
individuos adultos que se pueden encontrar por superficie de sustrato. Es decir, el reclutamiento hará
2
referencia a la densidad de organismos por metro cuadrado (ind/m ).

- C4.12 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Este proceso ha sido estudiado por numerosos autores ya desde el primer tercio del siglo XX
(ver p.ej. la revisión de Butman, 1987), es dependiente de las características de cada especie y
su importancia en el ciclo de vida de estos organismos sigue siendo una fuente de debate en la
comunidad científica en la actualidad.
En el apartado 4.2.3 se comentará con mayor profundidad este y otros aspectos de la dinámica
de las poblaciones bentónicas. A continuación se pasan a describir brevemente las fases de
este ciclo.

4.2.2.1. Producción de gónadas y fertilización de la columna de agua


Cuando los gametos son liberados (ver Figura 4.11), la probabilidad de que un
espermatozoide fecunde una hueva es baja, ya que factores como la supervivencia de los
gametos o los procesos de dispersión hidrodinámicos pueden dificultar este proceso.

Figura 4.11. Berberecho C. edule realizando la dispersión de gametos a través de uno de los
sifones. Fotografía de Brian Spencer / JNCC (publicada en MarLIN Web site,
http://www.marlin.ac.uk ).

Respecto al primer parámetro se puede indicar que la viabilidad de los gametos del C. edule es
corta, reduciéndose la fertilización en un 50% tras 2 h de la liberación de los gametos. La
fertilización se paraliza a las 4-8 h (Tyler-Walters, 2007).
Sin embargo, los organismos bentónicos han desarrollado estrategias para incrementar las
tasas de reproducción. Algunos ejemplos son la liberación sincronizada de los gametos en
cortos periodos de tiempo o la agrupación de los individuos adultos (Levitan, 1995). Además,
las estaciones reproductivas se sincronizan con otros eventos de periodos aproximadamente
constantes, como variaciones de luz-oscuridad (diarias), lunares (mensuales), mareales
(semidiurnas/diurnas) o de la amplitud de la marea (Morgan, 1995).
Otros factores que también afectan al proceso de fertilización como las variaciones en la
temperatura del agua, en la insolación, en la hidrodinámica (p. ej. estratificación o dispersión)
se recogen en Eckman (1996).

- C4.13 -
Estado del conocimiento

Los estudios realizados en los Lombos de Ulla en un parque experimental de la villa de Carril,
indican que la gametogénesis de los berberechos comienza en el mes de enero y desde
febrero hasta octubre se encuentran berberechos maduros sexualmente, sin embargo la época
de reproducción en esta zona comprende desde marzo, hasta julio (González y Pérez, 1984a).
Es en esta etapa cuando los ovocitos alcanzan el tamaño máximo, unas ~ 80 micras. Por
último, el período de reposo gonadal abarca el otoño y principios de invierno (Santos, 2001).

4.2.2.2. Etapa planctónica


El desarrollo y dispersión de las larvas de los bivalvos intermareales se produce en la
columna de agua. La duración del estado planctotrófico de las larvas es variable y depende
tanto de la latitud como de las condiciones ambientales del momento. En el caso del
berberecho C.edule, este periodo dura aproximadamente entre 2 y 4 semanas.
Inicialmente las larvas tienen un tamaño de 120 micras y crecen hasta que asientan, con
tamaños no inferiores a las 280 micras (se han encontrado larvas no metamorfoseadas de
hasta ~800 μm, Tyler-Walters, 2007). La densidad de las larvas es aproxidamente ~1.1 g/cm3
(Jonsson et al., 1991) y los ratios de crecimiento oscilan entre las 15 y las 20 μm/día (Creek,
1960 , citados en Huxham y Richards, 2003).
Este proceso de dispersión a gran escala se considera como un proceso pasivo, donde las
larvas se comportan como sedimentos finos en suspensión (Hannan, 1984; Butman, 1987) y
pueden ser transportadas durante largas distancias.
La duración de esta fase pelágica y la escala espacial de la dispersión está relacionada con el
tipo de desarrollo larvario. Así, se supone que el grado de dispersión de las larvas
planctotróficas 66, que pueden alimentarse durante un periodo de semanas-meses antes de
metamorfosear, es mucho mayor que el de las larvas lecitotróficas 67, que metamorfosean en
horas-días (Todd, 1998).
La dispersión es un proceso fundamentalmente advectivo, en el que fenómenos como la
mezcla turbulenta promovida por las corrientes de marea, las corrientes asociadas a viento, las
variaciones en la amplitud mareal (p.ej. mareas vivas y muertas) y en general, todos los
procesos hidrodinámicos que ocurren en la zona más próxima a la costa (nearshore
hydrodynamics), juegan un papel fundamental. Otros factores que van a marcar fuertemente
este mecanismo será la disposición de las rugosidades del lecho, y la presencia de canales y
zonas de recirculación. En definitiva, es un proceso marcadamente hidrodinámico.
Las larvas de los organismos bentónicos suelen tener capacidad natatoria. Sin embargo, en
general ésta no es suficientemente grande como para oponerse al flujo o para resuspenderse
cuando se asientan en el sustrato 68.

66
Son larvas muy longevas con aparato digestivo funcional y que pueden alimentarse de algas
microscópicas, diatomeas o pequeños organismos.
67
Las larvas lecitotróficas reducen su etapa planctónica al mínimo porque no disponen de un aparato
digestivo funcional y por tanto no pueden alimentarse del plancton en suspensión. Para compensar la
carencia de aparato digestivo, disponen de una mayor reserva energética.
68
Al menos para los moluscos bivalvos y poliquetos, ya que para algunos crustáceos si se han observado
procesos de selección activa del hábitat a través de la natación debido a que su capacidad natatoria es
muy superior a la de los primeros organismos (Butman, 1987).

- C4.14 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Tabla 4.2. Resumen de los parámetros de ensayo, velocidad libre U∞ y de corte u*


(media±intervalo de confianza del 95%) y de las velocidades de natación
(media±desviación típica) de la larva de C.edule en los ensayos realizados por
Jonsson et al. (1991).

U∞ u* ( x ± 95% IC ) ularvas ( x ± SD)


(cm/s) (cm/s) (cm/s)

0 0 Mov helicoidal

2 0.19±0.010 0.045±0.0255 (n=26)

5 0.22±0.018 0.090±0.036 (n=22)

10 0.36±0.031 0.16±0.060 (n=40)

Jonsson et al. (1991) estudiaron la capacidad de natación de la larva del berberecho C.edule
en laboratorio, bajo diferentes condiciones de flujo (ver Tabla 4.2). En agua quieta el
movimiento de la larva es helicoidal, con velocidades de ascenso neto de 0.71 mm/s y un radio
de giro de 0.18 mm. Cuando la larva deja de nadar, desciende con velocidades de 1.3 a 1.7
mm/s. El movimiento helicoidal de esta larva es similar al de la larva de otros tipos de
organismos bentónicos como los poliquetos, y está motivado por la aparición de un momento
torsor originado por la excentricidad que existe entre el centro de masas del organismo (CM) y
el centro de flotación (CF). Esta diferencia se atribuye a la diferente densidad de la concha y de
la vianda o cuerpo de la larva (ver Figura 4.12).

CM

CF

cilio

Figura 4.12. Esquema del movimiento helicoidal de la larva de C.edule (adaptado de


Jonsson et al., 1991).

Con el agua en movimiento, el movimiento helicoidal no es importante, ya que aunque se


produce, está totalmente distorsionado por la dirección del flujo. En los ensayos de Jonsson et
al., para flujos de entre 5 y 10 cm/s, las larvas se desplazaban sobre el lecho, confinadas en la
subcapa límite viscosa, donde la velocidad es nula si se asume que todo el perfil de
velocidades es logarítmico 69. Para la velocidad de 2 cm/s el comportamiento de las larvas está
a medio camino entre el agua en reposo y los escalones de 5 o 10 cm/s.

69
En realidad, en flujos hidráulicamente lisos, en esta zona el perfil de velocidades se puede asumir
lineal, ver Cap. 2 apartado 2.3.2.

- C4.15 -
Estado del conocimiento

Para velocidades mayores (los autores analizaron una velocidad libre U ∞ de 15 cm/s), el flujo es
más rugoso y no hay capa límite viscosa (por donde se movía antes la larva). En esta situación
el movimiento es asimilable al de los sedimentos que se transportan por fondo (saltación,
básicamente) a mucha mayor velocidad. Sin embargo, estos autores señalan que es muy difícil
extrapolar los resultados obtenidos con el flujo de laboratorio, ya que en campo el flujo es
claramente variable, tridimensional y sobre una topografía mucho más compleja.
Hay que señalar que las velocidades ensayadas por Jonsson et al. (1991) representan el rango
habitual encontrado en estuarios y entornos marinos con una hidrodinámica poco energética.
En la zona de los Lombos do Ulla, es habitual encontrar rangos de velocidades superiores
(hasta ~40 cm/s en un ciclo de mareas vivas 70), especialmente cuando los caudales del río
superan los caudales medios. En estas situaciones se han obtenido con el modelo
hidrodinámico realizado para el proyecto “Afecciones a la fauna de las aguas de transición por
las variaciones de caudal originadas por las centrales hidroeléctricas de punta” velocidades
medias de hasta ~50 cm/s (ver Figura 4.4).
La etapa planctónica está marcada además por los parámetros de mortalidad y alimentación
de las larvas. Estos dos aspectos también definirán la dinámica de la población en esta fase del
ciclo de vida de los moluscos.
Así, durante el periodo en el que las larvas se encuentran en suspensión, la mortalidad de las
mismas es muy elevada. Las poblaciones tienden a mantenerse en equilibrio (al menos a largo
plazo) y cada adulto puede llegar a producir millones de ovocitos durante su vida. Como
ejemplo, se puede indicar que las tasas de mortalidad de algunos mejillones pueden llegar
hasta el 99% (Hendriks, 2004).
Los principales agentes que provocan la mortalidad de las larvas son la disponibilidad de
alimento (en cantidad y calidad adecuados), mucho menor en la columna de agua, depredación
por otras especies, condiciones hidrodinámicas desfavorables o episodios de estrés
provocados por cambios en la temperatura, salinidad, oxígeno disuelto, radiación UV, etc. De
todos estos aspectos el más importante es quizás la depredación, aunque en zonas con
cambios de temperatura o salinidad muy bruscos también se pueden producir episodios de
mortandad importantes (Hendriks, 2004).
Los principales depredadores de las larvas de moluscos son algunas especies de peces,
algunos crustáceos e incluso, otros moluscos adultos de otras o de la misma especie. André et
al. (1993) han reportado en una serie de ensayos en laboratorio descensos en el reclutamiento
larvario de C.edule de hasta un 33% cuando la sedimentación se producía sobre un lecho de
berberechos adultos activos.

4.2.2.3. Etapa de asentamiento larvario


Como se ha comentado, la dispersión se concibe como un transporte pasivo por las corrientes
oceánicas, ya que la escala de velocidades horizontales es mucho mayor que la de las
velocidades horizontales de natación de las larvas. Durante el asentamiento de las larvas las
consideraciones físicas más importantes son la velocidad de caída y el tamaño de la larva.

70
Velocidades registradas en la plataforma de Cortegada del Intecmar (www.intecmar.es) y Meteogalicia
(www.meteogalicia.es) y con una sonda ADVP Nortek AWAC ASTA fondeada por el GEAMA entre
Novimenbre y Diciembre de 2008.

- C4.16 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Como se ha indicado anteriormente, se definen dos tipos de asentamiento, el primario y el


secundario. El asentamiento primario es aquel que se produce cuando la larva toca el sustrato.
Si este no es adecuado, los organismos pueden, a través de algún proceso activo que se
describirán en el siguiente apartado, realizar una migración vertical en la columna de agua y
posponer su metamorfosis hasta encontrar un emplazamiento que considere más propicio para
su desarrollo.
En algunas ocasiones, este proceso de rechazo de sustrato se produce tras algún estadio de
metamorfosis y algún tiempo de residencia en el emplazamiento inicial. Después la migración
vertical, se produce el asentamiento secundario. Hay que señalar que no todos los moluscos
presentan fenómenos de migración vertical en la columna de agua y asentamiento secundario
activos.
El contexto temporal de la dispersión de las larvas del C. edule, así como de otros moluscos
bivalvos, se encuentra en general entre los meses de Abril a Junio. En la Ría de Arousa, y en
general en Galicia, las poblaciones de berberecho se renuevan mediante un reclutamiento
anual que se inicia en los meses de Junio y Julio. Los reclutamientos medios registrados en el
banco de los Lombos se pueden cifrar entre ~100 y ~6000 ind/m2, y varían fuertemente
espacial y temporalmente, especialmente de forma interanual (González y Pérez, 1984b).
La densidad de la semilla fijada en los primeros días es elevada, pudiendo llegar a ser de
10000 individuos por metro cuadrado. Esta semilla parece que es más abundante en los
niveles intermareales más bajos, donde el riesgo de estar un largo tiempo de exposición al aire
es bajo (Santos, 2001).
Por último, hay que señalar que la densidad del cuerpo de los juveniles es similar a la de las
larvas 1.05±0.01 g/cm3 (de Montaudouin et al., 2003)

4.2.2.4. Crecimiento: etapas de juvenil y adulto


Tras el asentamiento, las larvas y postlarvas metamorfosean y comienzan a crecer hasta
desarrollarse como adultos y así cerrar su ciclo de vida. En esta etapa de juvenil y adulto, los
moluscos de sustrato blando 71 se suelen agrupar en parches o grupos de varios metros de
diámetro. Huxham y Richards, (2003), analizaron la población de C.edule y de la almeja
Macoma balthica en la zona intermareal del estuario de Forth, en Escocia, y a través de
análisis de autocorrelación acotaron los parches en esta zona en diámetros de 5 a 10 m.
En el banco marisquero de los Lombos do Ulla (1134.7 ha), los berberechos tienden a
agruparse en zonas relativamente pequeñas del mismo, formando grandes parches de ~200 a
~500 ha (Parada et al., 2006). Sin embargo, no se disponen datos sobre la distribución de los
mismos a pequeña escala.
Respecto a la estructura de las poblaciones adultas, éstas suelen estar constituidas por 3
grupos de individuos, que se corresponden a los de la clase 0 (los nacidos en el año), clase 1
(con un año de edad) y los de la clase 2 (con dos años de edad). Estos últimos representan un
pequeño porcentaje de la población integrada por individuos viejos, cuyo crecimiento es más
lento que el de los jóvenes. Raramente se pueden observar individuos de la clase 3 (con 3

71
El término sustrato blando hace referencia a lechos móviles. Los moluscos que se fijan a estratos
rocosos se denominan de sutrato duro.

- C4.17 -
Estado del conocimiento

años de edad), puesto que tendrían que pasar varios períodos de actividad extractiva sin ser
capturados (Santos, 2001).
Los ratios de crecimiento de las clases 1 y 2 en los Lombos del Ulla son rápidos y similares,
aunque la distribución de la población permanece totalmente separada hasta el mes de
octubre, cuando la clase 2 comienza a ser mariscada (se produce una mortalidad halieútica).
Este fenómeno se reproduce en la Figura 4.13, adaptada de Pérez y González (1984b).

CLASE 2
long (mm)

CLASE 1

a)
40

35
long (mm)

30

25

20

15

10
y = 10.056Ln(x) - 29.111
2
R = 0.9882
5

0
10 100 1000
b) días

Figura 4.13. a) Crecimiento en longitud de los berberechos de las clases 1 y 2 registrados en


una zona explotada en Carril y b) Tasa de crecimiento medio para la clase 1 en
el banco experimental explotado por Pérez y González (1984b). En (a) se ha
señalado el descenso en tamaño de la clase 2 provocado por el inicio de la
etapa marisquera.

Las principales causas de mortalidad del C.edule son la depredación, problemas de


alimentación, fenómenos de mortalidad densodependientes y, como se ha visto, por la
extracción marisquera. Respecto a los depredadores, se pueden señalar que las principales
especies que afectan al C.edule en zonas intermareales son algunos tipos de ostra, algunas
especies de aves, crustáceos, algunos gasterópodos y equinodermos.
Parada y Molares, (2008) realizaron un estudio sobre la mortalidad del berberecho C.edule en
dos playas de la Ría de Arousa. Estas playas, Barraña y Mañóns, no se encuentran en el
banco de los Lombos sino en la cercana península de Abanqueiro.

- C4.18 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Las principales conclusiones de este trabajo son que la densidad de reclutamiento influye en la
tasa de mortalidad de los moluscos. Así, para densidades superiores a los 500-600 ind/m2, la
mortalidad crece por un fenómeno densodependiente. Este consiste en una competición
intraespecífica, interacción entre adulto-larvas de la misma especie, por el alimento y el espacio
de desarrollo de los moluscos. Los valores encontrados por estos autores son ligeramente
inferiores a otros citados en la literatura, que sitúa la densidad crítica para la carencia de
alimentación en el entorno de 2000 ind/m2 (de Montaudouin y Bachelet, 1996).
La competición por el alimento es uno de los principales factores que afectan al desarrollo de
las comunidades de berberechos, ya que al ser filtradores necesitan procesar grandes
volúmenes de agua para subsistir. Si el reclutamiento es muy elevado la actividad filtradora
puede reducir e incluso terminar con el fitoplancton en la región del flujo cercana al lecho (ver
p.ej. los experimentos en laboratorio de difusión de plancton sobre lechos de mejillón Mytulis
edulis Frechette et al., 1989; Butman et al., 1994). En consecuencia, la existencia de
competencia suele traer asociado un descenso de los ratios de crecimiento y del índice de
condición 72 de los filtradores.
Además, el efecto del espacio reducido provoca la colisión de los moluscos entre si, y que
estos se desentierren y, por tanto, sean más susceptibles a la acción de las fuerzas
hidrodinámicas, y también más vulnerables a los depredadores.
Por último, existen una serie de condiciones ambientales de carácter físico que pueden afectar
a la mortalidad de los moluscos. Estas condiciones están relacionadas con los límites de
tolerancia de estos organismos frente a los cambios de temperatura y salinidad del medio en el
que se desarrollan.
Los principales experimentos sobre los límites de tolerancia del C.edule se han realizado sobre
individuos recogidos y aclimatados a las condiciones de vida del Mar del Norte. En estos
trabajos (ver la revisión de Molares et al., 2008) se establecen los límites inferiores de
temperatura admisible por esta clase de molusco entre 5 y 6° C (valor medio diario) y los
superiores entre 29 y 36° C (valores para exposiciones de 4 a 6 h en laboratorio).
Además, las poblaciones de la parte alta intermareal son probablemente más vulnerables a las
temperaturas extremas debido a que permanecen más tiempo emergidas. El tiempo durante el
cual los moluscos están sumergidos también puede afectar a su tasa de crecimiento.
Montadouin y Bachelet (1996) analizaron el crecimiento del C.edule en dos zonas
intermareales, una cercana al nivel medio y otra a la pleamar, encontrando mayores ratios de
crecimiento e índice de condición en la zona mareal baja.
La salinidad es otro de los factores ambientales que más condiciona la mortalidad de los
berberechos. Los rangos de tolerancia a este parámetro dependen de la duración de la
exposición, de la temperatura y del valor de salinidad alcanzada en el experimento (Molares et
al., 2008). En general, los trabajos de la literatura señalan que el berberecho es capaz de
soportar ambientes con salinidades en el rango comprendido entre 12.5 y 38.5 ‰.
Como se ha comentado, Parada et al. (2007), asocian los episodios de mortalidad severa del
berberecho en los Lombos do Ulla con caídas de salinidad cercanas a 0 ‰ para varias
pleamares consecutivas, mientras que los episodios de mortalidad moderada coinciden en
general con periodos de salinidad de 10 a 20 ‰, pero con una duración más corta.

72
El Índice de Condición relaciona el peso seco de carne del molusco con el peso total del mismo.

- C4.19 -
Estado del conocimiento

Otro efecto asociado al descenso de salinidad descrito en la literatura es el ascenso o


desenterramiento de los berberechos. Sánchez-Mata et al., (2006) realizaron una serie de
experimentos para analizar el estrés que los descensos de salinidad prolongados (24h)
producían en una serie de C.edule de los Lombos do Ulla. Los principales resultados de este
trabajo señalan que para los descensos entre 0–5 ‰ prácticamente no se desentierran
moluscos (<10%), y para el rango de salinidad 28.5–35 ‰ el número es similar (10-20%). Sin
embargo, para descensos intermedios, salinidades de ~17.5 ‰, se constaron las tasas de
desenterramiento más altas: 30-77% al finalizar el ensayo y de 12-45% tras 8 h de ensayo.
Por tanto, los cambios de salinidad además de afectar al descenso de actividad y al
“ahogamiento” del molusco, pueden estar relacionados con una mayor exposición o
vulnerabilidad frente al arrastre por las corrientes.

4.2.3. Dinámica de las poblaciones bentónicas

4.2.3.1. Introducción
El origen de los trabajos sobre comunidades bentónicas en sustrato blando, como
comunidades con un comportamiento más o menos predecible, está en el estudio pionero que
Petersen (1918) realizó en el mar báltico.
Aunque el objetivo inicial del trabajo fue el de analizar la cantidad de recurso disponible para
poder comercializarlo, acabó desarrollando un informe, basado en 25 años de investigaciones,
en el que se centraba en cómo los patrones de sedimentación larvaria y post-larvaria afectaban
a la distribución de la comunidad de Macoma balthica. Las principales conclusiones del trabajo
de Petersen indicaban por una parte que las comunidades de Macoma se encontraban
dispersas y sin ningún tipo de relación con el tipo de sedimento e inversamente
correlacionadas con la presencia de depredadores. Sin embargo, sus trabajos no conseguían
explicar cómo en ciertas zonas profundas, con las condiciones ambientales ideales para el
desarrollo de la comunidad de Macoma, esta no aparecía (Todd, 1998).
A partir de los trabajos de Petersen, numerosos trabajos de campo y laboratorio intentaron
buscar relaciones entre las características abióticas (físico-químicas) de algunos hábitats y el
tipo de comunidad bentónica que se desarrolla sobre los mismos. Los primeros con proyección
fueron realizados por Sanders en 1958 (ver p.ej. Butman, 1987). Este autor propuso la
hipótesis de que los organismos filtradores o suspensívoros habitarían preferente en sustratos
arenosos porque en este ambiente se favorece la suspensión de partículas, mientras que los
depositívoros se encuentran en fangos debido a la alta concentración de materia orgánica y
microorganismos depositada.
Estudios posteriores desarrollaron otras ideas relacionadas con las relaciones funcionales entre
los organismos. Así, Rhoads y Young, en 1970, propusieron la hipótesis del “Grupo trófico
amensalista 73”, que defiende que las actividades de los depositívoros interfieren en el
asentamiento y mantenimiento de los suspensívoros. Así, los organismos depositívoros
removerían los sedimentos de su entorno y la gran cantidad de finos en suspensión provocaría

73
El amensalismo es la interacción biológica que se produce cuando un organismo se ve perjudicado en la relación y
el otro no experimenta ninguna alteración, es decir, la relación le resulta neutra. P.ej., en algunos bosques de la selva
amazónica, hay árboles de mayor tamaño que impiden la llegada de luz solar a las hierbas que se encuentran a ras del
suelo. Éste es un ejemplo de amensalismo, y se diferencia de la competencia en que las plantas de menor tamaño no
afectan en nada la supervivencia de los árboles de mayor tamaño.

- C4.20 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

la colmatación de las estructuras filtradoras y el enterramiento de las larvas de los


suspensívoros (Snelgrove y Butman, 1994). Sin embargo, estas relaciones no consiguen
explicar satisfactoriamente la ubicación y dinámica de algunas comunidades bentónicas o la
coexistencia de suspensívoros y depositívoros en determinados ambientes.
La principal revisión de trabajos que analizaban la interacción entre el tipo de sustrato y las
comunidades bentónicas fue realizada por Snelgrove y Butman (1994). Estos autores señalan
que algunos organismos pueden aparecer en varios tipos de ambientes sedimentarios (p.ej.
arenas y fangos), y que las evidencias de estas relaciones se asentaron en los resultados de
los trabajos pioneros de selección de sustrato realizados a partir de la segunda mitad del siglo
XX. Estos trabajos consistían en analizar la preferencia de larvas y juveniles de una especie a
sedimentar o asentar sobre un tipo de particular de sedimento de entre una gama de, digamos,
2 a 4 tipos de sedimento que podía encontrar en una placa de Petri. Sin embargo, existen
pocas evidencias de que esta selectividad se estimule únicamente con el tamaño del grano ya
que otros aspectos como el contenido en MO, el contenido en microorganismos o incluso la
hidrodinámica pueden afectar a este proceso.
Además, existirían otros mecanismos que podrían explicar la asociación entre el tipo de
sedimento y la comunidad larvaria, como por ejemplo el tipo de de sedimentos que los
organismos prefieren ingerir o retener para su alimentación. Así, los depositívoros adultos son
capaces de ingerir sedimentos mayores que los juveniles, lo cual puede marcar cierto patrón de
distribución espacial. Otros factores son la preferencia por lechos con cubiertas proteicas, con
mayor contenido de materia orgánica o angulosidad del grano. Estos factores están
relacionados con la alimentación de la especie y no con el tamaño del sedimento directamente.
En varios estudios de laboratorio se ha demostrado que existe selección activa de algunas
larvas por sustratos con altos contenidos de materia orgánica, y que esta predilección
desaparece a medida que el individuo se hace adulto y pierde afinidad. En trabajos de campo
se ha comprobado que muchos depositívoros se encuentran en mayores concentraciones en
zonas con mayor contenido en MO, aunque el tamaño de sedimento sea similar (Snelgrove y
Butman, 1994).
Otro proceso que puede afectar a la distribución espacial de algunas comunidades bentónicas
está relacionado con la “estabilización” de un sustrato se puede producir por efecto de la
actividad de algunos organismos que fijan el suelo y mejoran su capacidad. Así, existen
evidencias físicas de estabilización local de lechos de arena que impiden la formación de
formas de fondo por parte de algunos poliquetos. Esta estabilización, que se atribuye a la
generación de una película de mucus sobre el sedimento por parte de los organismos, puede
modificar los patrones de aparición de otros organismos como algunas diatomeas que sólo se
encontrarían en lechos más profundos, poco afectados por el transporte de sedimentos y la
acción del oleaje (Snelgrove y Butman, 1994).
Por todo esto, en la actualidad se trabaja con otros tipos de interacciones más complejas entre
la alimentación, la dispersión y estructura de las comunidades bentónicas y la hidrodinámica de
los sistemas acuáticos. Así, factores como la rugosidad del lecho, los niveles de turbulencia, el
transporte y la sedimentación de partículas, o la estructura de la capa límite pueden interactuar
con la dinámica de las poblaciones de los organismos bentónicos, como se explicará a
continuación.

- C4.21 -
Estado del conocimiento

4.2.3.2. Procesos y factores involucrados


Durante prácticamente el siglo de diferencia entre los trabajos de Petersen y la actualidad,
los biólogos marinos conocen mucho más sobre el ciclo de vida de los invertebrados
bentónicos, su desarrollo larvario o sobre la dinámica de estas poblaciones, especialmente
para las fases planctónica de los organismo de sustrato duro (Todd, 1998).
Aunque sin duda, el conocimiento de las fases pelágicas de los organismos bentónicos es
fundamental para el desarrollo de herramientas que permitan analizar y predecir la dinámica y
estructura de las poblaciones, conocer cómo se produce la sedimentación larvaria y
postlarvaria, también lo es ya que el ciclo de vida de los invertebrados se produce a lo largo de
todos estos procesos.
Para el desarrollo de herramientas que permitan analizar la estructura de las comunidades
bentónicas sería necesario contemplar un gran número de factores y procesos. Un resumen de
los mismos se encuentra en la Tabla 4.3.
Tabla 4.3. Resumen de los procesos y factores implicados en la estructura de las
comunidades bentónicas producidos durante las etapas previas a la
sedimentación, durante la sedimentación y las etapas posteriores a la misma.
(Todd, 1998).

PROCESOS Y FACTORES

ANTES SEDIMENTACIÓN DURANTE LA SEDIMENTACIÓN DESPUÉS DE LA SEDIMENTACIÓN


(segundos – meses) (minutos – horas) (segundos – décadas)
Depredación de la larva (en la Sedimentación / fijación adecuada Competición inter- o intra-específica
columna de agua) en el sustrato
Existencia de amensalismo en
Oceanográficos (corrientes, Interacción con propiedades del sustratos blandos
afloramientos, etc) sustrato (tamaño partículas,
Interacciones bióticas (depredación,
existencia bacterias, biofilms,
Factores hidrodinámicos compensación mortalidad, …)
textura del sustrato,..)
locales (mareas, escorrentía
Parasitismo y enfermedades
hiposalina,..) Existencia de organismos
gregarios Alteraciones físicas (ej.
Calidad de las lavas
hidrodinámicas)
Existencia de predadores
Comportamiento larvario
Tasas de reproducción
(migración vertical, respuesta Respuesta ante agentes
74
a la salinidad) aleloquímicos Estrés abiótico

Capacidad de escoger Producción de una metamorfosis Inmigración/emigración de otros


sustrato (asentamiento completa. juveniles y adultos.
primario)

Depredación bentónica

Abordar todos los parámetros incluidos en la Tabla 4.3 en un único modelo parece a día de hoy
una utopía debido a la complejidad de los fenómenos e interacciones que se deberían incluir en
el algoritmo. Sin embargo, en la literatura se pueden encontrar trabajos que intentan reproducir

74
Una sustancia producida por una especie que influencia el comportamiento o el crecimietno de miembros de otras
especies (P. ej. algunas plantas emiten aromas que atraen a insectos predadores).

- C4.22 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

el comportamiento de alguna de etapas del ciclo de vida de los organismos bentónicos (ver
p.ej. entre otras las revisiones de Eckman, 1996 y Tood 1998).

La etapa planctónica
La etapa más estudiada de la vida de los organismos bivalvos es la fase larvaria
planctónica, y una revisión de las principales estrategias de modelización se puede encontrar
en Eckman (1996). Además, existen otros trabajos parciales en los que se analiza la fase de
sedimentación y asentamiento larvario desde una perspectiva física, es decir, tratando a las
larvas como sedimentos en suspensión que poseen una velocidad de caída y un diámetro
característico.
Algunos ejemplos de este tipo de trabajos son p.ej. el modelo numérico 2DV desarrollado por
Gross et al. (1992) para flujos ondulatorios, que permite evaluar la concentración de larvas en
suspensión y el flujo de larvas que sedimentan en el lecho de un modo similar al que lo hacen
los modelos de transporte de sedimentos en suspensión.
Crimaldi et al. (2002) realizaron un estudio experimental en el que analizaron, para dos
velocidades de flujo, las tensiones de Reynolds sobre tres densidades (ind/m2) y dos
rugosidades (altura sobre el lecho) formadas por almejas “hincadas” verticalmente en un lecho
fijo. El objetivo del trabajo era analizar la probabilidad de que las larvas se fijen al sustrato una
vez estas lo alcanzan. Para ello, y sin entrar en consideraciones sobre si la larva es capaz de
seleccionar el sustrato, definieron la probabilidad de que una larva se fije en función de una
tensión crítica de arrastre y de un tiempo mínimo ta para que se produzca la adhesión de la
larva. Una vez superado este tiempo, se puede considerar que la larva no va a entrar en
suspensión, ya que se adherirá o enterrará en el sustrato.
t<ta, la larva no se fija
ta tiempo para la fijación, sí
t>ta, la larva se fija
t<ta t>ta t<ta t>ta t<ta

t0
ψi ⎧t si ti ≥ ta
Pfijación (τ crit , ta ) = con, ψi = ⎨ i
t0 ⎩ 0 si ti < ta

Figura 4.14. Esquema de un registro temporal de tensiones e identificación de la tensión


umbral y la separación en episodios de fijación y no fijación de la larva en el
sustrato en los experimentos de Crimaldi et al. (2002).

Así, con ayuda de un anemómetro láser LDA determinaron la fluctuación temporal del término
− ρ u ' w ' y, definiendo un umbral o una tensión crítica de arrastre de la larva (de un modo más
o menos arbitrario), evaluaron la probabilidad de encontrar en el registro de tensiones picos
superiores al umbral de arrastre separados intervalos de tiempo superiores a ta (Figura 4.14).

- C4.23 -
Estado del conocimiento

Los resultados de Crimaldi et al. (2000) señalan que para rugosidades características mayores
y menores densidades de reclutamiento, la probabilidad de fijación de la larva aumenta. Estos
resultados concuerdan con lo que cabría esperar en la realidad ya que para estas condiciones,
los moluscos generan más estelas y zonas de recirculación cerca del lecho. Otro aspecto
interesante de este trabajo es que refleja la importancia de la hidrodinámica en la dinámica de
las poblaciones bentónicas.
Siguiendo esta línea de trabajo, y empleando el modelo de sedimentación de partículas
propuesto por McNair et al. (1997), Iris Hendriks (2004) presenta en el Capítulo 7 de su Tesis
Doctoral un modelo probabilístico para analizar la probabilidad de que las larvas permanezcan
en el lecho en función de la velocidad de sedimentación de las mismas, la distribución de los
esfuerzos de corte (a través de la velocidad u*) y el tiempo que tardan las larvas en sedimentar.
Lo más relevante de este trabajo es que permite analizar de un modo cuantitativo la influencia
de los cambios en la velocidad de sedimentación de las larvas (p.ej., si estas nadan o no) así
como cambios en la tensión de arrastre de las mismas en la probabilidad de fijación de las
larvas al sustrato. En definitiva, permite estimar el rango o la capacidad que tienen las larvas
para poder escoger un sustrato de forma activa (van Duren, 2008).

La fijación en el sustrato
Una vez que la larva entra en contacto con el sustrato se puede producir el reclutamiento de la
misma, si esta prospera y se convierte en un juvenil. Desde que la larva entra en contacto con
el lecho hasta que se produce el reclutamiento se puede desarrollar la siguiente secuencia
temporal, esquematizada en la Figura 4.15 (Jonsson et al., 2004; van Duren, 2008):

• La larva entra en contacto con el sustrato y se produce una adhesión inicial de tipo
pasivo o un despegamiento de la superficie por las fuerzas de arrastre y sustentación
que ejerce el fluido sobre la larva, o porque el tiempo de contacto no es suficiente.

• Si la larva supera la adhesión inicial, ésta puede reorientarse y adherirse de forma


temporal y activa al sustrato. En esta fase, el organismo no está exento de la acción de
las fuerzas de arrastre que pueden ponerla nuevamente en suspensión.
arrastre

contacto arrastre migración vertical


activa

adhesión inicial adhesión inicial


(pasiva) exploración adhesión
temporal

adhesión temporal
(activa)
asentamiento
permanente

Figura 4.15. Modelo de los procesos que suceden entre la sedimentación y el reclutamiento
de las larvas de organismos bentónicos. La larva presentada es un tipo de
percebe del Mar del Norte, Balanus improvisus (adaptado de van Duren, 2008).

- C4.24 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

• La adhesión inicial permite a la larva explorar el territorio y analizar la idoneidad del


sustrato. Ante los posibles estímulos que reciba, podrá seleccionar activamente la zona
como óptima y realizar la metamorfosis, o rechazarla, y buscar una nueva ubicación.

• La fijación al sustrato permite a la larva crecer y permanecer en este sustrato. Si los


bivalvos son de sustrato duro, aquí se termina el ciclo. Sin embargo, si el organismo es
de sustrato blando, en algunos casos podrá intentar migrar verticalmente en la columna
de agua de un modo activo, o pasivo si es arrastrada.
Es indudable que la etapa planctónica, previa al asentamiento y a la metamorfosis de las
larvas, así como el proceso de fijación de las larvas al sustrato está íntimamente relacionada
con factores de tipo hidrodinámicos, ya que cómo se ha señalado la capacidad de natación de
las larvas es muy limitada. En la literatura, se reconoce la existencia de procesos activos que
permitirían escoger a las larvas, y también juveniles, en cierta medida el sustrato (ver p.ej. la
revisión de Butman, 1987).
En el siguiente apartado se discutirán estos aspectos, y la importancia de los mismos en varios
trabajos realizados sobre diferentes ambientes y comunidades bentónicas. Otros factores
importantes que condicionan el asentamiento de las larvas es la presencia de otros organismos
de la misma o distinta especie.
Desde el punto de vista de las comunidades, las relaciones de competencia y depredación
entre los organismos que pueden determinar la estructura de la misma. Estos fenómenos se
escapan del ámbito de esta tesis doctoral, pero los aspectos más importantes se recogen en la
revisión realizada por Wilson (1991). Desde una perspectiva más hidrodinámica, se pueden
producir una serie de interacciones entre adultos y larvas que pueden afectar al proceso de
fijación de los organismos planctónicos.
Así, los berberechos, por ejemplo, se consideran como “ingenieros del ecosistema” (Hendriks,
2004), ya que aunque probablemente no actúen como elementos biogénicos de rugosidad, los
chorros emitidos por sus sifones si pueden interactuar con la estructura de la capa. Ertman y
Jumars (1988), analizaron el flujo bombeado por el sifón del berberecho Clinocardium nuttallii y
concluyeron que la interferencia de este era similar a la originada por un cilindro en el flujo.
Además, estas interacciones pueden modificar los patrones de flujo y afectar a los patrones de
sedimentación de los individuos en estado larvario. Lindegarth et al. (2002) demostraron que la
acción de un único berberecho C. edule puede reducir la sedimentación de las larvas hasta un
20% en su entorno (en una superficie de 2.5 cm2).
Andre et al., (1993), realizaron estudios similares y comprobaron que la presencia de adultos
de este tipo de berberecho reducían la probabilidad de sedimentación hasta un 33% en un área
de 5 cm2. También comprobaron que la reducción de larvas, cuando estas eran ingeridas por
los adultos, podía alcanzar hasta un 75%. Otro efecto de la interacción-larva adulto está
relacionado con la posibilidad de que la actividad de los adultos pueda enterrar y ahogar a las
larvas recién sedimentadas (Woodin, 1976; citado por de Montaudouin y Bachelet, 1996).
Esta interacción a pequeña escala podría también afectar en los procesos de dispersión de las
larvas a mayor escala (decenas-centenas de metros), explicados en la literatura por procesos
de sedimentación activa y pasiva.

- C4.25 -
Estado del conocimiento

4.2.3.3. Las hipótesis de la selección activa y pasiva

La selección pasiva
En sentido estricto, la hipótesis de la selección pasiva implica que las larvas asientan en los
mismos lugares que lo hacen los sedimentos que posean la misma velocidad de caída. Hay
que señalar que esta hipótesis no excluye que una vez asentadas, las larvas se movilicen
sobre el lecho por una serie de mecanismos activos.
El primer trabajo que postuló la importancia sedimentación pasiva lo realizó Baggerman (1953)
que encontró que los patrones de distribución del berberecho C. edule en el Mar del Norte se
correspondían con la de sedimentos de las mismas propiedades. Para ello determinó que la
velocidad de caída de las larvas de berberecho es similar a la velocidad de caída de los
sedimentos del entorno. Otros autores de esta época comenzaron a indicar que las corrientes
fuertes mantienen las larvas en suspensión, mientras que las débiles permitían la deposición
de las mismas sobre el fondo (Butman, 1987). Estudios más recientes (Hannan, 1984; Butman,
1990) también presentan conclusiones similares.
Otros autores, como Birkeland y Chia (1971, citados por Butman, 1987) observaron que el
asentamiento de un tipo de estrella de mar en arenas con parches de guijarros era mayor que
en zonas de arena plana, debido a la rugosidad y su relación con las velocidades desarrollados
sobre los parches. Otros informes ofrecen más indicios indirectos del asentamiento pasivo ya
que se han encontrado grandes acumulaciones de juveniles y adultos en depresiones y en
praderas marinas.
Respecto a la resuspensión o migración vertical en la columna de agua pasiva de las larvas,
por efecto de las corrientes, existen algunas evidencias indirectas de algunos estudios que han
muestreado la composición y el número de organismos sobre el lecho marino antes y después
de un temporal. Palmer y Gust (1985, citados por Butman, 1987) registraron las variaciones de
las tensiones tangenciales sobre el lecho marino en un ciclo de marea y el contenido de
organismos sobre el lecho y en la columna de agua. Su trabajo señala que la abundancia de
organismos en los primeros centímetros de agua es mayor cuando la tensión superaba un valor
crítico.
Un fenómeno similar también ha sido sugerido por Parada et al. (2007) para explicar la
migración, o mejor dicho recolocación, de las poblaciones de berberechos adultos en la
desembocadura del Ulla tras fuertes avenidas (ver apartado 4.1).

La selección activa
Respecto a los procesos de selección activa, éstos se han justificado en base a los
ensayos de asentamiento larvario. Estos ensayos se pueden dividir en dos grandes grupos: 1)
los estudios de selección de hábitat y 2) los estudios sobre los factores ambientales o
biológicos que inducen la metamorfosis de la larva (Butman, 1987).
El análisis de los factores ambientales y biológicos que inducen la metamorfosis de las
larvas comenzó con los primeros trabajos de Wilson en la década de 1930 (Butman, 1987).
Este autor comenzó a realizar estudios sistemáticos que consistían en introducir larvas
competentes (capaces biológicamente de asentarse) en placas de Petri con diferentes tipo de
sustrato y agua. Después de cierto tiempo, se recuentan las larvas metamorfoseadas y con la
ayuda de métodos estadísticos como el Análisis de la Varianza o ANOVA (ver descripción en el

- C4.26 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

apartado 4.3.6 y Apéndice 2), se pueden inferir que tratamientos inducen significativamente la
metamorfosis.
Los trabajos de esta línea revelan que ciertos compuestos orgánicos (agentes aleloquímicos)
pueden inducir la metamorfosis, siendo específicos para cada especie. La ausencia de los
mismos podría retrasarla, y así impedir el asentamiento larvario en sustratos no adecuados.
También se ha descubierto que existen larvas que pueden alimentarse durante la fase
planctónica, lo que amplifica el periodo de competencia de la larva, y también se han
encontrado larvas de algunos corales con metamorfosis reversibles (Butman, 1987).
En la actualidad, para reproducir con más fidelidad la respuesta de las larvas frente a la acción
de los agentes aleloquímicos se están desarrollando nuevos experimentos en laboratorio que
reproducen las condiciones hidrodinámicas naturales. Un ejemplo, es la serie de trabajos
realizados por Koehl y Hadfiel (Hadfiel y Koehl, 2004; Koehl y Reidenbach, 2007; Koehl et al.,
2007) en los que se analiza cómo un metabolito generado por un tipo de coral hawaiano afecta
a la sedimentación de las larvas de un tipo de nudibranquio que habita en los mismos.
En estos trabajos se visualiza con la ayuda de la técnica Laser Induced Fluorescene (LIF), la
difusión del metabolito en el flujo, Figura 4.16. Estos autores, han desarrollado y validado un
modelo numérico para predecir la tasa de transporte de larvas hacia el coral en función del
porcentaje de metabolito presente en el entorno (Koehl et al., 2007). Los ensayos fueron
realizados con calados, velocidades y oleaje similares a los encontrados en la realidad (Koehl y
Reidenbach, 2007)

Figura 4.16. Mapa instantáneo de concentraciones del metabolito expulsado por el coral
Porites compressa y detalle del tamaño y forma de la larva de Phestilla sibogea
inducida por este agente aleloquímico. La imagen se corresponde aun flujo
ondulatorio en laboratorio visualizado con LIF (Kohel et al., 2007).

También realizaron unos ensayos en un microcanal de pocos centímetros de espesor que


disponía de un microscopio electrónico. Los resultados señalan que con el paso de los
filamentos que contenían el metabolito, las larvas retraían el velo y dejaban de nadar, para así
facilitar el proceso de asentamiento (Figura 4.17).

- C4.27 -
Estado del conocimiento

Figura 4.17. a) y b) Vista lateral de una larva de P. Sibogae sujeta a las mismas condiciones
de flujo, c) y d) representan diagramas de la larva en las posiciones a) y b). En
a) el agua circulante no contenía el inductor de la sedimentación, el pie y el velo
están extendidos y el cilio se mueve. En b) pasa un filamento de metabolito y la
larva retrae el velo y el pie y deja de nadar (Koehl y Reindenbach, 2007).

Figura 4.18. Trayectorias del movimiento de la larva de P.sibogae digitalizados a partir de


una grabación realizada en un ambiente sin flujo: a) movimiento en agua de mar
filtrada y b) movimiento en agua de mar satura con el metabolito generado por el
coral P.compressa (Hadfield y Koehl, 2004).

Este comportamiento también fue constatado en una serie de experimentos sin flujo en los que
pudieron apreciar como en un entorno libre de agente aleloquímico el movimiento de las larvas
era errático, Figura 4.18 (a). Sin embargo, al añadir metabolito, el patrón de sedimentación de
las larvas es similar al de partículas inertes, Figura 4.18 (b).

- C4.28 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Respecto a la línea de trabajos de selección de hábitat o sustrato, se puede señalar que


también los primeros estudios se deben a Wilson, aunque estos comenzaron a realizarse un
poco más tarde, en la década de 1950 (Butman, 1987). Éste, y otros trabajos, se realizaron en
placas Petri de entre 3 y 9 cm de diámetro, donde las larvas debían seleccionar entre varios
montones de sustrato de unos 0.75 a 1.5 cm de diámetro. Las conclusiones de estos trabajos
van en la línea de demostrar que los organismos prefieren asentarse en un tipo de sedimento
más que en caracterizar su hábitat natural en fases adultas.
Además, en estos estudios, las larvas tenían que seleccionar el tipo de sustrato nadando unos
pocos centímetros ya que los experimentos se desarrollaron en placas de Petri de pocos
centímetros de diámetro (Huxham y Richards, 2003). En los trabajos más recientes de
selección activa se han empleado acuarios de pocos centímetros (p.ej. Sidgursson et al., 1976;
Yankson, 1986), columnas de sedimentación (Beukema y de Vlas, 1989; Olivier y Retière,
2006), o canales con áreas de ensayo para realizar la selección activa no superiores al metro
de longitud (de Montaudouin, 1997; de Montaudouin et al., 2003).
El principal problema de los primeros ensayos de selección de hábitat es se realizaban en
pequeña escala y en escenarios de flujo poco realistas. La importancia de reproducir el medio
natural fue constatada por Snelgrove et al.(1998) en una serie de ensayos de elección de
hábitat realizados en un canal de recirculación en forma de circuito de carreras o hipódromo
(ver Figura 4.29).
Estos autores hicieron unos ensayos con una larva de un tipo de almeja, Spisula solidissima,
que habitualmente viven en sustratos arenosos, en condiciones de flujo y en agua en reposo.
Sus conclusiones indican que en condiciones de flujo (u* = 0.26 cm/s), la larva si presenta
selección activa de sustrato, prefiriendo los sustratos arenosos, aunque en condiciones de
aguas tranquilas, el proceso de selección no funciona y sedimenta más en lechos fangosos.
Además, hay que señalar que al contrario que en los sustratos duros, donde la macrofauna es
más sedentaria, es habitual que las poblaciones de juveniles no se encuentren en las zonas
donde inicialmente se produjo el asentamiento de las larvas (Armonies, 1992; Armonies y
Hellwig-Armonies, 1992; Armonies y Hartke, 1995; de Montaudouin y Bachelet, 1996; de
Montaudouin, 1997; Hiddink et al., 2002; Huxham y Richards, 2003). Este fenómeno se
produce porque algunas especies de sustrato blando presentan varias etapas de asentamiento
a lo largo de su vida. Esto les permitiría migrar entre zonas con diferentes tasas de
depredación o de disponibilidad de comida (Beukema y de Vlas, 1989).
El mecanismo de selección de hábitat de los moluscos bivalvos se apoya en la capacidad que
estos tienen de cambiar sus propiedades hidrodinámicas a través de la secreción de un
filamento con su glándula de biso, denominado byssus thread, Figura 4.19 (a). Este filamento,
que puede ser varios ordenes de magnitud superior a la larva o al juvenil, incrementa la fuerza
de arrastre viscoso ejercida sobre el bivalvo de forma que éste es resuspendido con
velocidades de corte inferiores a las que provocarían su resuspensión para escenarios en los
que no segregase el biso. Este fenómeno se conoce como en la literatura como byssus drifting,
o dispersión por biso, y fue descrito por primera vez por Sigurdsson et al. (1976) en un trabajo
realizado sobre 20 especies marinas publicado en la revista Nature.
Yankson (1986) realizó una serie de experimentos sobre las glándulas de generación de biso
de dos tipos de berberecho: el C. edule y el C.glaucum, analizando la forma de los filamentos
secretados por organismos juveniles de entre 1 y 6.5 mm (Figura 4.19 (b)). Los juveniles de
C.edule segregan un biso transparente, elástico, no esclerotizado que puede ser empleado

- C4.29 -
Estado del conocimiento

para arrastrarse, modificar su coeficiente de arrastre y dispersarse horizontal, o incluso para


escalar por las paredes del acuario donde se realizaron las pruebas.

1 mm
a) b)

Figura 4.19. a) Secreción de biso de un juvenil 0 de Macoma balthica coloreado con alcano
azul (Hiddink et al., 2002) y b) disección de la vianda de un juvenil un C.edule
con su pie (F), secreción de biso (B), cilio (Ci), talón (H), depresión y surco pedal
(Pg y Pd), músculo abductor posterior (PAM) y masa visceral (VM), adaptado de
Yanksson (1986)

El biso es similar al hilo de las telas de araña. El tamaño de las secreciones está entre 2 y 4
mm tiene un diámetro de unas 10-15 micras. El biso del C.glaucum es más resistente y tiene
varias ramificaciones. Para los juveniles más grandes, los filamentos sedimentan rápidamente
y se entierran en los primeros centímetros del lecho, por lo que capacidad “exploratoria” y de
dispersión horizontal se reduciría con el tamaño del molusco.
Si una especie en su fase postlarvaria funciona de forma pasiva, se podría estimar su hábitat
asimilando que se comportan como sedimentos con la misma velocidad de sedimentación. Sin
embargo, si son organismos capaces de segregar biso, su velocidad de sedimentación decrece
considerablemente y podrían migrar verticalmente en la columna de agua en condiciones
hidrodinámicamente desfavorables, a través de procesos de selección activa.
Algunos estudios en laboratorio demuestran que las larvas de algunas especies pueden reducir
su velocidad de sedimentación a través de la secreción de biso. Por ejemplo, Beukema y de
Vlas (1989) estudiaron la influencia de la secreción de biso en juveniles de hasta 6 mm de
M.balthica y encontraron que los tiempos de sedimentación se pueden duplicar y hasta triplicar,
en función de la longitud del filamento. Estos autores también señalan que este filamento es
muy sensible, y que incluso en bajas condiciones de flujo, el movimiento del agua puede
romperlo incrementándose nuevamente la velocidad de sedimentación. Hiddink et al. (2002),
confirman la fragilidad de las secreciones, indicando además que son díficiles de analizar
porque son transparentes y cuando el organismo percibe un toque, cierra bruscamente las
balbas y corta el filamento.
Olivier y Retière (2006) estudiaron los patrones de sedimentación y la puesta en suspensión
del gusano marino Pectinaria koreni en una columna de sedimentación y en canal de
recirculación Hycobenthos, del Laboratorio de la Estación Marina de Dinard (Francia). En los
ensayos de sedimentación analizaron la velocidad de caída de los poliquetos en función de su
estado (vivo o muerto). Sus conclusiones indican que las velocidades de sedimentación para
los organismos muertos (entre 1 y 6 cm/s) se correlacionan bien con la velocidad de caída de
partículas troncocónicas con una densidad similar. Las velocidades de sedimentación de los
gusanos vivos se reducía sólo si estos segregan biso (asentamiento activo). Si no lo hacían,
éstas eran comparables a los de los moluscos muertos (asentamiento pasivo).

- C4.30 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Además, el porcentaje de organismos que segregaban biso era inversamente proporcional a su


tamaño. De hecho, para gusanos superiores a los 5 mm la secreción de biso era prácticamente
inapreciable y las relaciones entre Ws,pasivo / Ws,activo se reducía de ~3.8 para el menor tamaño
hasta ~1.22 – 1.03 para las dos clases mayores, como se puede apreciar en la Figura 4.20.
(a) 6 (b) 6
sedimentación pasiva sedimentación activa

5 5 secreción biso

4 4
Ws (cm/s)

Ws (cm/s)
3 3

2 2

1 1

0 0
1-2 2-3 3-4 4-6 6-10 1-2 2-3 3-4 4-6 6-10
Tamaño (mm) Tamaño (mm)

Figura 4.20. Velocidad de sedimentación (media±SE) de las larvas de poliqueto Pectinaria


Koreni en función de su tamaño y estado de segregación de biso: a)
asentamiento pasivo y b) asentamiento activo, con filamento de biso (Olivier y
Retière, 2006). En la figura se presenta también un esquema del patrón de
sedimentación de los poliquetos.

Estos autores también señalan que el patrón de sedimentación era diferente cuando existía el
filamento de biso, ya que en estos casos el descenso era vertical con la cabeza del gusano
hacia arriba (hablan de un patrón tipo paracaídas). Cuando el poliqueto no segregaba biso, el
cuerpo caía irregularmente (ver Figura 4.20).
Para analizar la influencia de la secreción de biso en la movilización de las larvas de este
gusano marino, Olivier y Retèire colocaron individuos aislados (vivos y muertos) en un lecho de
sedimento y midieron la velocidad de corte que los movilizaba (de un modo similar a los
trabajos realizados desde el GEAMA con berberechos muertos, ver 4.2.5 y Apéndice 1). Los
resultados señalan que las velocidades de corte correspondientes al umbral del movimiento
para los poliquetos vivos son significativamente (estadísticamente) inferiores que para los
organismos muertos: u*=1.12±0.03 cm/s vs u*=1.27±0.02 cm/s. Por tallas, la velocidad de corte
media para los organismos de longitud inferior a 5 mm presentaba mucha dispersión y las
diferencias entre estados no fueron significativas. Los autores intentaron representar el umbral
de movimiento de las larvas a través del número densimétrico de Shields, pero el ajuste
presentaba la dispersión habitual que se puede encontrar en algunos trabajos de transporte de
sedimentos (R2=0.41)
Los resultados de Olivier y Retèire (2006) son cualitativamente similares a los descritos en
varios trabajos de X. de Montadouin (de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin, 1997;
de Montaudouin et al., 2003) realizados con juveniles de C.edule de hasta 6 mm de tamaño
(tamaño medio ~2 mm). Estos autores realizaron una serie de experimentos sobre el
asentamiento secundario de este organismo en el canal Hycobentho. En estos ensayos
estudiaron qué influencia poseía el tipo de sustrato, la interacción con otros adultos, el tamaño
y el estado: vivo o muerto (que asociaron con la capacidad de secreción de biso), en el
asentamiento de los bivalvos.
La metodología de los experimentos de selección de hábitat fue similar en los tres trabajos. Los
autores colocaron en una sección situada habitualmente aguas arriba de la zona central del

- C4.31 -
Estado del conocimiento

canal los juveniles, sobre un sustrato de plexiglás (el material con el que está conformado el
canal), o al inicio de la sección de análisis de 0.5 x 1 m (ver Figura 4.21). En los experimentos
la velocidad de ensayo varió entre 10 y 24 cm/s, con velocidades de fricción entre 0.51 y 0.99
cm/s. En las referencias señaladas se pueden encontrar más detalles del montaje
experimental.

a) b)

Figura 4.21. Canal de ensayos Hycobenthos a) fotografía y b) esquema de los ensayos de


selección de sustrato (adaptado de de Montaudouin y Bachelet, 1996; de
Montaudouin, 1997; de Montaudouin et al., 2003).

Los resultados de estos trabajos señalan que los juveniles de C.edule presentan cierta
capacidad de seleccionar el sustrato, ya que una vez que estos abandonan la zona de plexiglás
inicial, tienden a quedar retenidos en la zona de arena. Montadouin (1997), cifra este
asentamiento en un 42±15% y 79±9% para las velocidades de corte de 0.51 y 0.99 cm/s
respectivamente. En experimentos similares con juveniles muertos, sólo el 4±7% y 14±14% se
fijan en esta área que representa un ~8% de la superficie del canal.
En este trabajo, el autor comparó el comportamiento de los juveniles de berberecho con el de
juveniles de almeja japonesa (Ruditapes philippinarum). Los juveniles de esta última especie
vivos prácticamente no se movilizaron, ya que una vez situados sobre el plexiglás, se
adhirieron a esta superficie (el porcentaje de juveniles en la arena fue de un ~0% y un ~3%
para las velocidades ensayadas. Montaudouin et al., (2003) realizaron una serie de ensayos
con individuos de tamaños similares y bajo las mismas velocidades de fricción, empleando dos
sustratos diferentes: uno arenoso y otro fangoso. Las conclusiones de este trabajo indican que
los juveniles de C.edule son capaces de diferenciar el tipo de sustrato, asentando de un modo
más significativo en el arenosos que en el fangoso: 42% y 76% vs 18% y 16% para u*=0.51 y
0.99 cm/s respectivamente.
Tabla 4.4. Comparación de las velocidades de sedimentación activa y pasiva para
juveniles de C.edule (de Montadounouin, 1997).

Tamaño Ws, activa Ws,pasiva Ws,p / Ws,a


(mm) (cm/s) (cm/s) (-)

~ 0.7 ~ 0.08 ~ 1.22 ~ 15

~ 2.1 ~ 0.52 ~ 3.46 ~7

~3-4 ~ 3.3 – 4.9 ~ 6.7 ~1-2

- C4.32 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En esta serie de estudios, de Montadouin (1997) también estudió la influencia del estado y la
secreción de biso de los juveniles de C.edule y R.philippinarum. Los resultados señalan que los
juveniles de almeja no son capaces de moficar su velocidad de sedimentación, mientras que
los de berberecho, a través de la secreción de biso, pueden reducir su velocidad de caída
hasta 15 veces (Tabla 4.4). En este trabajo también se constataron aceleraciones y
deceleraciones en la caída de algunos organismos vivos vinculados a la rotura y generación del
filamento de biso.
A medida que el tamaño del molusco crece, la capacidad de regular su velocidad de caída
decrece. A partir de ~5 mm, los moluscos vivos se comportan como los muertos. La velocidad
de caída se pude asimilar a la velocidad vertical necesaria para poner en suspensión a las
larvas. Sidgursson et al. (1978) señalan que las corrientes verticales oceánicas, del orden ~1
cm/s cerca del lecho, podrían movilizar juveniles de aquellos organismo que de forma activa,
“redujesen” su peso específico a través de la secreción de biso.
Como conclusión de este epígrafe se puede indicar que existen evidencias que confirman que
algunos tipos de organismos bentónicos pueden presentar en su fase larvaria y postlarvaria
cierta capacidad de selección de hábitat ante ciertos estímulos externos como los agentes
aleloquímicos o la presencia de un determinado sustrato. Sin embargo, a la hora de extrapolar
los resultados a campo se debe ser cauto ya que las escalas involucradas o la complejidad del
flujo en un medio natural no se pueden reproducir fielmente en escala de laboratorio.
Por ejemplo, en los experimentos de selección de sustrato de de Montadouin, los juveniles de
C.edule presentaban predilección por un sustrato arenoso frente a uno fangoso o a una
superficie de plexiglás. Sin embargo, en una situación real, los flujos son hidráulicamente
mucho más rugosos que los analizados en estos y en la mayoría de los trabajos a escala de
laboratorio (§4.2.5). Cómo se ha visto ya en el Cap. 2, y se retomará en el apartado 4.2.4, la
rugosidad del lecho afecta a la estructura del flujo y de las tensiones de arrastre,
incrementándose las fuerzas de arrastre de tipo dispersivas o de forma sobre los elementos del
lecho.

Las evidencias en los trabajos de campo


Como sucede en otros campos de la ciencia y la ingeniería, es habitual realizar trabajos en
campo para comparar los resultados con los obtenidos en laboratorio y comprobar hasta que
medida estos son extrapolables. En otras ocasiones, los trabajos de campo son indispensables
porque la realidad es demasiado compleja para reproducir experimental o numéricamente en
entornos controlados.
Por este motivo, la principal ventaja que poseen los trabajos de campo es que ofrecen, si están
bien desarrollados y analizados, resultados reales. Sin embargo, debido a la complejidad de los
fenómenos reales, estos trabajos cuentan con la limitación de la instrumentación empleada
para caracterizar, por ejemplo, los procesos de asentamiento y fijación. Para realizar estos
análisis es habitual emplear trampas de sedimentos colocadas a cierta altura sobre el lecho
(p.ej. Butman, 1987, 1990; Armonies, 1992; Commito et al., 1995), con bombas sumergibles
fondeadas desde una embarcación (Snelgrove et al., 1999), o sobre el propio lecho (ver p.ej.
Armonies y Hellwig-Armonies, 1992; Commito et al., 1995; Armonies, 1996; Huxham y
Richards, 2003; Hunt et al., 2007)
Independientemente del método de recolección de muestras, es imposible determinar de un
modo distribuido (no agregado) las diferentes fases de la migración vertical y asentamiento

- C4.33 -
Estado del conocimiento

larvario: asentamiento primario, mortalidad, migraciones verticales en la columna de agua (ya


sean debidas a procesos de selección activos o pasivos) y recolocaciones (Butman, 1987). Por
este motivo, es difícil inferir la verdadera importancia de la capacidad de selección de hábitat
de las especies estudiadas (Snelgrove et al., 1999).
Otra limitación de los trabajos de campo es que se deben seleccionar escalas (temporales y
espaciales) adecuadas para poder analizar los fenómenos que realmente se desean estudiar.
Así, hay procesos como el asentamiento secundario (de tipo pasivo) o la depredación que
pueden necesitar escalas cortas (del orden de días, Snelgrove et al., 1999) y otros como, la
dispersión por efecto de biso que suceden 10 o 15 después de que las larvas asienten
(Armonies y Hellwig-Armonies, 1992; Bouma et al., 2001). También la escala espacial debe ser
adecuada, ya que la mayoría de los trabajos se focalizan en áreas del orden del km2 y en
algunos ecosistemas se han detectado variaciones en las poblaciones del orden de la decenas
de km, sin que estén involucrados climas extremales (Armonies, 2000).
En los trabajos de campo, los movimientos migratorios de los juveniles de muchas especies
han sido registrado en la literatura en numerosas ocasiones: p.ej Armonies (1992) o Armonies y
Armonies y Hellwigig-Armonies (1992) estudiaron los movimientos migratorios de juveniles de
C.edule y M.Balthica en el mar de Wadden. En esta región también se pueden citar los trabajos
de Armonies y Hartke (1995), que estudiaron el proceso de migración en época estival del
caracol de mar Hydrobia ulvae, o el de Armonies(1996) que analizó los patrones de migración
anuales de cinco especies: M.balthica, C.edule, la almeja Mya arenaria, el mejillón Mytulis
edulis y la navaja Ensis americanis..

Mar de Wadden septentrional


Armonies (1992) Isla de Sylt

Armonies y H-Armonies (1992)


Armonies (1996)
NMM
BM

ODDENWATT

Mar de Wadden occidental


Beukema y de Vlas (1989)
L
R DE
E
estuario de Westerschelde M A O RT
Bouma et al. (2001) N

Figura 4.22. Situación de las áreas estudiadas en las principales referencias bibliográficas
del Mar de Wadden / Norte.

Beukema y de Vlas (1989) descubrieron un movimiento migratorio de la M.balthica desde la


zona más occidental del mar de Wadden (§Figura 4.22) hacia el mar del Norte a través de una
de las bocanas que existen en las islas barrera del cordón litoral que encierra al mar de
Wadden. Este movimiento migratorio se produce en otoño-invierno, cuando las larvas que
asentaron inicialmente en primavera-verano, sufren un asentamiento secundario. Esta

- C4.34 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

migración está producida por las corrientes de marea, que en esta época presentan un reflujo
de mayor intensidad que el flujo asociado a la marea llenante, pero también por un mecanismo
activo que incrementa el coeficiente de arrastre a través de la secreción de biso (estos mismos
autores lo demostraron en ensayos de columna de sedimentación).
Según Beukama y de Vlas, para los juveniles de M.balthica esta migración hacia zonas
intermareales bajas y submareales es beneficiosa porque reducen los riesgos de acción de
parásitos y también incrementan su capacidad de filtración de alimento. Por el contrario, para la
M.balthica recién nacida en primavera-verano, las zonas mareales altas del abrigado mar de
Wadden, son más beneficiosas porque el sedimento es de menor diámetro (en las zonas
submarales son del mismo orden de magnitud que las larvas) y además es más estable (se
mueve menos por la acción del oleaje). En estas condiciones, las larvas tienen más tiempo
para comer al estar en un ambiente más tranquilo. Además, en las zonas intermareales altas la
presencia de los depredadores como crustáceos es mucho menor que en las zonas
intermareales bajas y submareales. Beukema y de Vlas (1989) también señalan que otras
poblaciones de M.balthica en la bahía de Hudson, Canadá, o en la costa este de Norte América
también presentan una migración similar.
Los trabajos desarrollados por el grupo de W.Armonies en la zona intermareal de Odenwatt,
cerca de la isla de Sylt, en el norte del mar de Wadden (§Figura 4.22), han proporcionado
mucha información sobre la dinámica de varias poblaciones de organismos bentónicos como el
C.edule y principalmente, la M.balthica. En los primeros trabajos consultados de Armonies
(1992), este autor analizó la presencia de larvas y juveniles de estas especies en la columna de
agua en una zona intermareal baja. Los resultados de este trabajo señalan la existencia de
varios patrones en puesta en suspensión de estos bivalvos.
Así, la presencia de juveniles en la columna era mucho mayor por la noche que por el día,
encontrándose hasta ~3 y ~2 veces más berberechos y almejas durante la noche. Armonies
también describe un patrón de variación estacional para el C.edule, con un máximo de
individuos en la columna de agua a finales de Junio y valores mínimos en Septiembre.
Analizando la autocorrelación de la serie también se señala que el berberecho presenta un
patrón de variación lunar, con picos en la cantidad de juveniles en suspensión que coinciden
aproxidamente con las mareas vivas. El análisis de la serie temporal de M.balthica indica que
este molusco no presenta patrones regulares como el C.edule, aunque su presencia en la
columna de agua se reduce de forma gradual desde Junio a Octubre. Otros parámetros, como
la velocidad de viento y el oleaje asociado al mismo, interactúan con los patrones estacionales
y lunares descritos.
Armonies y Hellwig-Armonies (1992) analizaron la variación de la cantidad de gametos, larvas y
juveniles presentes en el sedimento a lo largo de un transecto perpendicular a la línea de costa
en la zona intermareal situada enfrente de la isla de Sylt (en la misma playa que el estudio
anterior). En Mayo, y coincidiendo con la etapa de producción de gónadas y liberación de
gametos de Macoma, la mayor densidad de larvas se concentra cerca de la zona intermareal
baja, reduciéndose su número hacia las zona intermareal alta.
El análisis de la población de juveniles de esta especie en Septiembre-Octubre revela la
existencia de una migración de los mismos hacia las zonas intermareales altas. Esta migración
es atribuible a un proceso activo de secreción de biso que favorecería la migración vertical en
la columna de agua de los juveniles de Macoma. Como se recoge en el trabajo de Armonies
(1992), la mayor cantidad de juveniles de esta especie migrarían en Junio, y el ritmo decrecería
con los patrones señalados anteriormente.

- C4.35 -
Estado del conocimiento

Por tanto, la M.balthica en el mar de Wadden presenta dos migraciones durante su fase
bentónica. La primera migración de primavera se produce entre los meses de Mayo a Junio. En
ésta, las larvas que acaban de ser dispersadas por los adultos en la zona intermareal baja,
migran verticalmente inducidas por un mecanismo activo de secreción de biso, y se movilizan
hacia las zonas intermareales altas (Armonies y Hellwig-Armonies, 1992). La segunda
migración, de invierno, se produce unos 7 u 8 meses después, entre Diciembre y Marzo. En
esta fase, los juveniles de 3 a 7 mm de tamaño, retornan a las zonas intermareales bajas
(Beukema y de Vlas, 1989), como se representa en la Figura 4.23.

PM
migración asentamiento
postlarvaria larvario zona
intermareal

BM

MIGRACIÓN DE PRIMAVERA: Mayo-Junio


PM

zona
intermareal

BM
z. submareal
MIGRACIÓN DE INVIERNO: Diciembre-Marzo

Figura 4.23. Migraciones durante la fase bentónica de la Macoma balthica en el mar de


Wadden (adaptado de van Duren, 2008).

Ambas migraciones están motivas por procesos de secreción de biso, y, entre otras, permiten a
los organismos reducir la posibilidad de ser ingeridos por depredadores (p.ej. crustáceos y
pájaros, respectivamente). Sin embargo, durante los movimientos migratorios se produce una
alta desaparición de individuos.
Hiddink et al. (2002), señalan que este fenómeno puede estar relacionado con la ingestión de
las larvas y juveniles por la fauna pelágica. Estos autores realizaron una serie de experimentos
en un canal-acuario circular en los que analizaron el efecto de la iluminación (día/noche) y del
movimiento de agua (quieta/corriente) en la capacidad de depredación de varios peces
comunes en la zona del mar del Norte/ de Wadden sobre dos poblaciones de Macoma: una con
tamaño larvario, para representar la migración de primavera, y la otra con tamaño postlarvario,
representando la población de la migración de invierno.
Los resultados obtenidos por estos autores señalan que bajo condiciones de iluminación la
ingesta de Macoma en suspensión es mucho mayor que en condiciones de flujo tranquilo. En
condiciones de oscuridad, las tasas de depredación se reducen notablemente y no existen
diferencias significativas con el factor corriente. Según Hiddink et al. (2002), este fenómeno
explica por qué la dispersión de M.balthica se producen fundamentalmente por la noche
(Armonies, 1992).
Desafortunadamente, los resultados obtenidos en el entorno de la isla de Sylt en el mar de
Wadden sobre la dinámica de las poblaciones bentónicas no son extrapolables a otras latitudes
y/o a otros ambientes marinos más expuestos con una hidrodinámica más energética.

- C4.36 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Por ejemplo, Bouma et al. (2001) estudiaron el asentamiento primario de los gametos de
C.edule y M.balthica (300 a 1000 micras) en la zona intermareal de Plaat van Baarland, en el
estuario de Westerschelde (Holanda, §Figura 4.22). En esta zona intermareal fangoso-arenosa,
la hidrodinámica está dominada por las corrientes de mareas (la carrera de marea es de unos
~4.5 m, mientras que en la zona de la isla de Sylt es de ~2 m), que adquieren velocidades del
orden de ~1 a ~1.5 m/s.
En este trabajo los autores analizaron la variación de larvas reclutadas en función del
transporte de sedimentos, medido en términos de erosión y/o acreción máxima del lecho
intermareal, del reclutamiento de adultos, del contenido de finos y del diámetro medio del
sedimento. Para ello, hicieron un análisis de regresión lineal múltiplo de Pearson sobre los
datos recogidos en una malla rectangular de 700 x 800 m2 (puntos cada 100 m) tras la
gametogénesis de estas especies, entre Mayo y Junio.
Los resultados del estudio señalan que la presencia de individuos está inversamente
correlacionada con la dinámica sedimentaria (en concreto, con los ratios de erosión) y con el
diámetro medio del sedimento. Existe una correlación directa con la cota del lecho, es decir,
mayor cantidad de individuos en la zona intermareal alta. Hay que señalar que los coeficientes
de correlación determinados (Producto Momento de Pearson) tienen significancia estadística
pero su valor no es muy elevado (~0.45 – 0.55). Los autores no encontraron ninguna relación
entre el contenido de finos o la densidad de adultos reclutados y la cantidad de larvas fijadas.
Por tanto, en este trabajo, el reclutamiento temprano se produce en las zonas intermareales
altas, al contrario de lo que se refleja la literatura de la isla de Sylt del mar de Wadden. En el
Plaat van Baarland, en las zonas de menor reclutamiento el diámetro de sedimento es mayor,
existe más proporción de arena, y en general, las corrientes y las fluctuaciones del lecho son
más importantes.
Hunt et al. (2007) analizaron el transporte de bivalvos juveniles de Gemna gemna en el estuario
del río Navesink en New Jersey, EE.UU. En esta zona, dominada por las corrientes de marea,
la velocidad a 50 cm del lecho puede alcanzar valores de hasta 1 m/s y las velocidades de
fricción son del orden de 0.02 a 0.05 m/s. En el trabajo llevado a cabo por estos autores se
señalan correlaciones elevadas entre la hidrodinámica (velocidad a 50 cm del lecho) y el
transporte de sedimentos de fondo (R2~0.78 a 0.81) y entre la hidrodinámica y el transporte de
bivalvos retenidos en la trampa de sedimentos (R2~0.74 a 0.84).
Como en el estudio de Bouma et al. (2001), no se encontró una correlación entre la tasa de
transporte de individuos y la densidad de reclutamiento como sucede p.ej. en otro trabajo
realizado por Heather Hunt en el entorno del puerto de Barnstable, Massachussets (Hunt y
Mullineaux, 2002). En este trabajo, Hunt y Mullineaux estudiaron la dispersión de los juveniles
de almeja Mya arenaria (< 2mm) y encontraron que el transporte de juveniles está relacionado
con el flujo, el transporte de sedimentos y la densidad de reclutamiento de los organismos.
Comminto et al. (1995) realizaron un trabajo una zona intermareal arenosa, con fuertes
corrientes de marea, cercana a Manukau Harbour (Auckland, Nueva Zelanda) en el que
recogieron ejemplares en trampas de sedimentos en el lecho y a diferentes alturas la fauna
bentónica. En su estudio correlacionaron el caudal sólido y la cantidad de juveniles de la
especie dominante, Macoma Liliana, con el viento en condiciones extremales o de temporal.
Para uno de los sucesos analizados, los autores señalan que un incremento en la velocidad del
viento de 12 veces el valor medio, provocaba grandes incrementos en el transporte de
sedimentos (ratios de hasta 285) y en el número de individuos (95 veces) recogidos en las

- C4.37 -
Estado del conocimiento

trampas de sedimentos colocada en el lecho. Además, la mayoría de individuos eran bivalvos y


gasterópodos, lo que sugiere que los individuos con concha pueden tener propiedades
hidrodinámicas similares a las de los sedimentos.
En este entorno tan marcado por la hidrodinámica, Commito et al. (1995) encontraron
correlación positiva muy fuerte ente las condiciones de viento con la velocidad del agua, con el
caudal sólido (R2=0.88) y la dispersión de las postlarvas (R2=0.73 a 0.95), especialmente
cuando se analiza el transporte de fondo.
Respecto a los estudios de preferencia o elección de sustrato en campo, el número de
referencias es más limitado que el de trabajos en laboratorio, aunque parece que el proceso de
elección de sustrato es muy dependiente del tipo de especie y de las condiciones
hidrodinámicas.
Snelgrove (1999) analizó la capacidad de selección de las larvas de un tipo de almeja del
Atlántico oriental (Spisula solidissima) y de poliquetos capitélidos. En los experimentos, que
consistían básicamente en contar los organismos que se fijan a un disco de 100 cm2 con
sedimento defaunado al cabo de 3 o 4 días, las larvas de almeja demostraron preferencia
sobre arena y las de los poliquetos sobre fangos, mostrando una capacidad de selección
consistente con los sustratos donde viven las poblaciones adultas y con los ensayos de
laboratorio realizados anteriormente (Snelgrove et al., 1998).
En estos ensayos Senelgrove también determinó que la variación espacial de la intensidad de
sedimentación de las larvas de S.solidissima estaba relacionada con la cantidad de plancton
disponible en la columna de agua. Esto indica que los patrones de sedimentación son también
función de la circulación y del transporte pasivo (como el que sufre el plancton, Lucas et al.,
1999), pero que el fenómeno de selección de hábitat por parte de las larvas también juega un
papel importante.
Huxhman y Richards (2003) realizaron un trabajo sobre el reclutamiento de juveniles de
M.balthica y C.edule en un área intermareal fangosa del estuario de Forth. Estos autores
colocaron una serie de discos de Petri de ~60 cm2 con diferentes composiciones de sedimento
y tras un periodo de dos días no encontraron evidencias sobre la capacidad de selección de
sustrato de estas especies. En las campañas de campo, los autores señalan que los juveniles
tempranos (300-1000 micras) no se ubican preferente sobre arena o fango, aunque los adultos
(a escala de ~1000 m2) de berberecho y almeja si aparecen preferente sobre arena y fango
respectivamente. Por tanto, en este trabajo no se encuentran evidencias de que el proceso de
colocación se origine en fases larvarias, sino que se debe a factores fundamentalmente
hidrodinámicos de fases posteriores (postjuveniles) o a la interacción con depredadores.
Conclusiones similares para estas especies han sido descritas en Armonies y Hellwig-Armonies
(1992), Armonies (1996) o Bouma et al. (2001).
Por lo tanto, en algunas especies, el proceso de selección del hábitat puede estar determinado
por los procesos de asentamiento secundario (puede existir más de uno, como se ha visto con
la Macoma) que se producen en las fases postlarvarias y juveniles. Cuando la dispersión
secundaria sea importante, el proceso de asentamiento primario puede no tener importancia en
la determinación de la estructura de la comunidad bentónica (Huxham y Richards, 2003).

Recapitulación
Cómo recapitulación se puede indicar que, en general, el impacto de los procesos
biológicos comparados con los físicos es mayor en sistemas intermareales de baja dinámica.

- C4.38 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En sistemas con gran dinámica litoral, los factores biológicos son de menor importancia
(Bouma et al., 2001)
Así, algunos trabajos sugieren que en algunos casos la hidrodinámica domina el proceso de
dispersión de juveniles. Bajo estas condiciones es necesario un buen conocimiento de la
hidrodinámica y de los procesos de transporte de sedimentos. Para ello es fundamental
disponer de un modelo numérico calibrado (Armonies y Hartke, 1995; Armonies, 1996; Bouma
et al., 2001; Hunt et al., 2007). En algunas ocasiones, cuando existan interacciones
significativas entre los adultos y los juveniles, será necesario también conocer la distribución de
la poblaciones bentónicas (Armonies y Hartke, 1995)
En cualquier caso, parece que existe una interacción entre los procesos físicos o pasivos y los
procesos de sedimentación y dispersión activa. Ambos fenómenos deben estar involucrados en
la variabilidad espacial y temporal de las comunidades de invertebrados bentónicos.
Los procesos de selección activa y asentamiento pasivo no son excluyentes. Ambos procesos
pueden operar, pero a diferentes escalas de espacio y tiempo. La importancia relativa de cada
proceso es dependiente de cada especie, del entorno y su energía hidrodinámica, y de la
duración de la etapa planctónica de cada individuo (Butman, 1987).
Así, los organismos situados más cerca o sobre la superficie pueden entrar en la columna de
agua periódicamente durante temporales o avenidas (Commito et al., 1995), o también
regularmente durante los ciclos parciales de mareas vivas o muertas (Armonies, 1992)
Las distribuciones locales de las larvas pueden están determinadas por fenómenos físicos de
pequeña escala como cambios inducidos por la micro topografía del lecho. Además, algunas
larvas podrían seleccionar activamente el sustrato en grandes escalas espaciales, adhiriéndose
o rechazando una zona (p.ej. a través de la segregación de biso o nadando para, intentar
escapar de la capa límite viscosa). Sin embargo, se ha detectado que a medida que una larva
pasa más tiempo en seleccionar su sustrato, la probabilidad de que ésta prospere se reduce,
por lo que a partir de cierto tiempo la selección dejaría de ser activa (Butman, 1987).
Los procesos de selección pasiva podrían explicar la variabilidad interanual de las zonas de
reclutamiento de las larvas y posibles “incoherencias” con las características de lecho
sedimentario, ya que los sedimentos se ordenan en escalas temporales más grandes que las
de las larvas.
Las evidencias de la literatura señalan que las larvas pueden ser depositadas en las escalas
espaciales más grandes (decenas de metros y kilómetros), mientras que pueden emplear
procedimientos de selección activa en hábitats más reducidos (escalas de centímetros y
metros). Así, los procesos hidrodinámicos de mayor escala son los causantes de distribuir las
larvas a lo largo del fondo marino y de que estas encuentren un sustrato determinado, pero es
cada tipo particular de organismo el que decide si lo elige o rechaza.
Lo que todavía está por determinar es la escala a la cual la importancia de estos procesos
cambia y la importancia de los flujos ambientales en el proceso de transición entre ambos
estados (Snelgrove et al., 1999).

4.2.4. La hidrodinámica y las poblaciones bentónicas


En los apartados anteriores se ha descrito el importante papel que juega la hidrodinámica
en los procesos de dispersión y migración vertical de larvas y juveniles, así como en los
fenómenos de recolocación de algunas especies adultas. Esta fuerte interacción entre los

- C4.39 -
Estado del conocimiento

ecosistemas acuáticos y la hidrodinámica (ver introducción en el Cap. 1), es especialmente


intensa cerca del lecho, al menos para las comunidades bentónicas. Por este motivo, los
investigadores de ámbito biológico y ecológico, han comenzado paulatinamente a incorporar
aspectos de la dinámica de fluidos en varios estudios de ecosistemas para mejorar el
conocimiento de las teorías ecológicas (Statzner et al., 1988).
La importancia del papel de la hidrodinámica de la capa límite en los procesos de configuración
de la estructura de los ecosistemas bentónicos marinos comenzó a calar en la comunidad
científica después de la revisión realizada por Anne Butman (1987), aunque son
fundamentalmente los primeros trabajos de Novell y Jumars (1984; 1987) los que revisan los
principales conceptos sobre la estructura del flujo y de la capa límite, y los acercan a los
biólogos y ecólogos marinos.
En primer lugar, se puede hablar de la importancia de la hidrodinámica de la capa límite en la
etapa del asentamiento larvario. La estructura de la capa límite viene marcada por el tipo de
flujo (liso, rugoso o intermedio) y es importante porque hasta que la larva la alcanza, desciende
con una velocidad horizontal neta prácticamente constante. A partir de la capa límite, la larva
entra en una zona donde se amplifican los esfuerzos cortantes y se reducen las velocidades,
hasta llegar muy cerca de la superficie, la subcapa viscosa, donde la larva prácticamente
puede maniobrar a velocidad nula o prácticamente nula.
Cuando la larva se encuentra fuera de esta región de flujo, prácticamente no puede hacer nada
por decidir su ubicación, ya que el orden de magnitud de las velocidades del flujo es una o dos
veces superior al de la velocidad de las larvas (~ mm/s). En flujos rugosos, aunque las
velocidades cerca del lecho son más reducidas por efecto de la fricción, es difícil saber como
va a funcionar la capacidad de natación los organismos, ya que en la capa límite turbulenta
rugosa existen grandes fluctuaciones de velocidad que pueden hacer salir a la larva de una
zona de velocidades medias favorables. Cuando la larva nada en capas limites laminares y
viscosas no es previsible que existan fluctuaciones importantes en las velocidades (Butman,
1987).
Dentro de la región viscosa, las larvas podrían emplear su capacidad de natación para salir de
esta zona (migración vertical) y ser arrastrada por la corriente hacia otras ubicaciones. Otros
mecanismos de escape presentes en los moluscos son los de generación de biso. También es
posible que las larvas no sean capaces de seleccionar de este modo mixto (activo + pasivo) su
hábitat, sino que sencillamente puedan arrastrarse para poder escoger entre varios micro-
hábitats, de modo que la escala de longitudes de la selección activa es muy pequeña (Butman,
1987).
En cualquier caso, y como ya se ha señalado en el Cap. 2, la forma de la capa límite canónica
dista mucho de la realidad del flujo (Nikora, 2009): (i) las capas límites en cauces fluviales y en
estuarios están a menudo limitadas por el calado, es decir, no se desarrollan por completo; (ii)
habitualmente se encuentran varias capas límite generadas por la fricción con el lecho y con el
aire; y (iii) pueden aparecer capas límites superpuestas originadas por zonas con diferente
rugosidad cómo áreas con organismos bentónicos o formas de fondo. En entornos marinos, se
pueden desarrollar capas límites asociadas a diferentes tipos de fuerzas generadoras: oleaje
de fondo, mareas o, a mayores escalas, provocadas por la rotación planetaria (Butman, 1987).
El efecto que produce la rugosidad del lecho sobre la estructura de la capa límite y la
desviación con respecto a una capa límite canónica será inferior si el flujo es menos turbulento,
esto es, si su número de Reynolds es menor (van Duren, 2008). Sin embargo, y como se ha

- C4.40 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

comentado ya en el capítulo 2, la estructura de las rugosidades también juega un papel


fundamental y, aún para Reynolds reducidos, los esfuerzos dispersivos dependerán de
parámetros como la rugosidad característica del lecho Δ, el grado de sumergencia del flujo Δ/H,
la forma y separación relativa de las rugosidades λ/Δ (ver Figura 4.24).

a)

b)

Figura 4.24. Efecto de la separación de los individuos en la estructura del flujo: a) flujos
sobre un “obstáculo” aislado con una estela aguas abajo y b) flujo rasante sobre
una sucesión de individuos (adaptado de Van Duren, 2008). En estas
condiciones se produce un desacople entre el flujo rasante y el que actúa sobre
los organismos y se reducen los esfuerzos de corte sobre los mismos.

Otro factor que puede afectar a la estructura de la capa límite y de esfuerzos cortantes es la
actividad de los organismos filtradores, ya que los pequeños chorros producidos por los sifones
pueden actuar incrementando la rugosidad del lecho. Este efecto ha sido determinado por van
Duren et al., (2006) estudiando en laboratorio las características del flujo sobre un lecho de
mejillones Mytulis edulis con ayuda de un equipo doppler ADV.
Estos autores determinaron la estructura de las velocidades, esfuerzos de Reynolds y energía
cinética turbulenta bajo tres velocidades y con tres configuraciones de lecho: liso, con los
moluscos inactivos y con los moluscos con las valvas abiertas y en actividad filtradora (este
escenario se estimuló con aportación de alimento).

- C4.41 -
Estado del conocimiento

velocidad baja velocidad baja


Lecho liso
M. inactivo
M. activo

TENSIONES DE Re (Pa)
velocidad media velocidad media

TENSIONES DE Re (Pa)
velocidad alta velocidad alta

a) b) TENSIONES DE Re (Pa)

Figura 4.25. Efecto de la actividad filtradora del M.edulis sobre la estructura de la energía
cinética turbulenta (a) y sobre las tensiones de Reynolds (b), ((van Duren et al.,
2006).

Los resultados del trabajo indican que bajo el lecho inactivo las velocidades de corte
(determinadas a partir de la ley logarítmica de velocidades), y en consecuencia los esfuerzos
de cortes, son menores que cuando los mejillones están alimentándose (Tabla 4.5). Además,
los chorros producidos durante la actividad filtradora también afectan a la estructura de la
energía cinética turbulenta mientras que sobre las tensiones de Reynolds la influencia es más
reducida, como se puede apreciar en la Figura 4.25. Los autores también apreciaron que a
medida que el flujo es más turbulento, el efecto de la actividad del M.edulis se reduce.

- C4.42 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Tabla 4.5. Resumen de los principales parámetros de los ensayos para determinar la
influencia de la actividad filtradora en la estructura de la capa límite desarrollada
sobre un lecho de Mytulis edulis (van Duren et al., 2006).

Velocidad Configuración u* z0 τ0
del lecho (mm) (Pa)
(cm/s)
BAJA Fondo liso 0.22 0.02 0.005
~5.5 cm/s Mejillón activo 0.68 3.55 0.04
Mejillón inactivo 0.51 1.79 0.03
MEDIA Fondo liso 0.59 0.12 0.04
~10 cm/s Mejillón activo 1.59 5.19 0.24
Mejillón inactivo 1.35 4.09 0.20
ALTA Fondo liso 1.53 0.06
0.24
~35 cm/s Mejillón activo 4.07 4.45
Mejillón inactivo 3.92 3.82

Los procesos de mezcla turbulentos también afectan a la sedimentación larvaria. Por ejemplo,
si se analiza el flujo de partículas o larvas sedimentadas, se puede definir la probabilidad de
que una partícula sedimente como (Crimaldi et al., 2002):
H
c( z )
Φ=∫ dz (4.1)
o
thit ( z )

donde Φ es el flujo de partículas que sedimentan (ind/(m2·s)) en una vertical dada, c(z) es la
concentración volumétrica (ind/m3) y thit(z) representa el tiempo que tarda una partícula en
sedimentar desde una altura z. Este tiempo de sedimentación obviamente está relacionado
inversamente con la velocidad de sedimentación o caída ws.
En flujos turbulentos, los fenómenos de mezcla turbulentos actúan incrementando los tiempos
de golpeo o sedimentación thit de las partículas más densas y pesadas (con mayor ws). El efecto
en las partículas que tienen una densidad cercana a la del medio es el contrario, es decir, la
turbulencia empeora la decantabilidad de las partículas manteniéndolas más tiempo en
suspensión (van Duren, 2008).
Las variables que determinan la transición entre la suspensión o la sedimentación son la
velocidad de sedimentación de la larva, la velocidad de la corriente, y la mezcla turbulenta en la
columna de agua. Para determinar la importancia relativa entre los procesos de advección
vertical (sedimentación) y de mezcla turbulenta se emplea el número de Peclet, definido para
este tipo de flujos cómo (Lucas et al., 1999):

ws H
Pe = (4.2)
Kz
donde Kz es el coeficiente de mezcla vertical turbulenta (m2/s).

El número de Peclet representa la relación entre las escalas de tiempo de mezcla τ ≈ H 2 / K z y


el tiempo de sedimentación ≈ H / ws . Para valores por encima de la unidad, la sedimentación
controla el flujo de larvas presentes en la columna de agua, mientras que valores por debajo de
la unidad, implican que la mezcla turbulenta domina el proceso, y la distribución de partículas
en prácticamente constante en la vertical.

- C4.43 -
Estado del conocimiento

Bouma et al. (2001) realizaron una estimación del orden de magnitud del número de Peclet en
la zona intermareal del Plaat van Baarland (§4.2.3.3, Figura 4.22). Tomando una velocidad de
caída para las larvas de Macoma y Cerastorderma de 1.7 mm/s (Jonson et al, 1998), un calado
medio de 2 metros y un coeficiente de mezcla turbulenta de ~10-3 m2/s, orden de magnitud para
zonas estuáricas someras (ver p.ej. McCardell y O'Donnell, 2009), se obtiene un número de
Peclet en el orden de 1, por lo que ninguno de los procesos domina la dinámica de la larva la
columna de agua.
La importancia de la turbulencia generada en los estudios en modelo físico en los procesos de
sedimentación larvaria ha sido analizada por Hendriks (Hendriks, 2004; Hendriks et al., 2006).
En estos trabajos, se analiza la probabilidad de sedimentación larvaria empleando el número
de Rouse:

ws
Ro = (4.3)
κ u*
El número de Rouse relaciona los esfuerzos gravitatorios de sedimentación con los esfuerzos
de corte horizontales, y se emplea habitualmente en los estudios de transporte de sedimentos
para delimitar la barrera entre transporte en suspensión ( w / κ u* < 0.75 ) y de fondo
( w / κ u* > 0.75 ). Realmente el número de Rouse y el número de Peclet proporcionan
información similar sobre el fenómeno de sedimentación de las partículas, y están relacionados
ya que el valor de la difusividad turbulenta o de remolino vertical se puede aproximar como
K z ∼ u*κ H / 4 ∼ 0.1⋅ u* ⋅ H 75
(ver p.ej. Jirka, 2008; van Rijn, 2008). Empleando esta
aproximación en la ecuación (4.2) se llega a que Pe ∝ Ro .

Como se ha señalado, la hidrodinámica también juega un papel fundamental en los procesos


de asentamiento secundario y recolocación de juveniles y adultos. En estas situaciones,
los esfuerzos ejercidos por el fluido sobre los organismos se traducen en una serie de fuerzas
de arrastre y sustentación que tienden a transportar a los organismos bentónicos (ver Figura
4.26, Peña et al., 2008). Las fuerzas que se oponen al movimiento son el peso propio
sumergido y los esfuerzos de fricción con el lecho (Olivera y Wood, 1997; Amos et al., 2000;
Thompson y Amos, 2002; Olivier y Retière, 2006).
Si los organismos están situados sobre el lecho, la fricción se puede determinar a partir del
ángulo de rozamiento interno entre el molusco y la arena (Thompson y Amos, 2002; Anta et al.,
2008; Peña et al., 2008), aunque puede que los organismos se encuentren formando parches,
apareciendo así fuerzas de interacción entre los mismos que serán más difíciles de evaluar de
forma determinista. En algunos casos, los organismos podrán anclarse al sustrato a través de
algún mecanismo biológico, incrementando así el valor de las fuerzas de fricción.

75
Este valor se correspode con el máximo (z=H/2) de la distribución parabólica de la difusivad turbulenta
del agua en un flujo 2D uniforme. Las hipótesis habituales son : ley logarítmica de velocidad, hipótesis de
Boussinesq y distribución de tensiones lineal con el calado (ver con detalle p.ej. en van Rijn, 2008).

- C4.44 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Figura 4.26. Esquema de fuerzas actuantes sobre un berberecho aislado en el umbral de


movimiento: FD: fuerza da arrastre, FW: peso sumergido y FF: rozamiento (Peña
et al., 2008). En este esquema no aparecen las fuerzas de sustentación FL
porque se consideraron despreciables (ver apartado 4.2.5.).

Cuando se analiza la movilización de partículas u organismos bentónicos a partir de esta


aproximación la determinación de las fuerzas de arrastre y sustención a través de una
parametrización cuadrática del tipo:

1
FD = ρ CD AD u u (4.4)
2
1
FL = ρ CL AL u u (4.5)
2
donde CD y CL son los coeficientes de arrastre y sustentación respectivamente, y AD y AL son las
áreas expuestas al flujo en las direcciones de estas fuerzas. El valor de las fuerzas de arrastre
y sustentación depende del valor de los coeficientes de arrastre y sustentación, así como de la
velocidad empleada para estimar dichas fuerzas.
Los estudios previos desarrollados desde el GEAMA fueron en la línea de determinar el
coeficiente de arrastre de berberechos de talla comercial (d~28 mm) de los Lombos do Ulla. En
estos trabajos también se recogen los coeficientes de arrastre para otros moluscos
encontrados en la literatura (ver Tabla 4.7, Anta et al., 2006; Peña et al., 2008).
Respecto a la velocidad empleada para determinar FD y FL, no existe un consenso claro en la
literatura sobre qué valor utilizar (Coleman et al., 2007a), aunque en las referencias de
transporte de sedimentos se manejan parámetros como la velocidad media, la velocidad
medida a 0.15H, la velocidad sobre la partícula o incluso la velocidad de corte (Hoan, 2008).
Como la velocidad presenta fluctuaciones es previsible que los esfuerzos de arrastre y
sustentación también fluctúen. Además, cerca del lecho las fluctuaciones son, en términos
relativos, altas, por lo que u podría ser del mismo orden que u ' , de modo que los términos
de fluctuación de las fuerzas de arrastre y sustentación podrían ser importantes en el fenómeno
de resuspensión.

- C4.45 -
Estado del conocimiento

En la literatura sobre el estudio de estabilidad de lechos de grava o de escollera es habitual


emplear este tipo de parametrizaciones cuadráticas para estimar las fuerzas de arrastre y
existen formulaciones que contemplan las fluctuaciones de la velocidad en la determinación de
los coeficientes de arrastre y de los parámetros de estabilidad de los sedimentos (ver p.ej. las
Tesis Doctorales de Hofland, 2005; Detert, 2008; Hoan, 2008).
En Peña et al., (2008) también se presenta un análisis sobre la influencia de la elección de la
velocidad característica en la determinación del coeficiente de arrastre de adultos de C.edule y
en Coleman et al., (2007a) se presenta una metodología para incorporar el procedimiento del
doble promediado en la estimación de las fuerzas de arrastre en un lecho de dunas.
El comportamiento fluctuante de las fuerzas de arrastre y sustentación está relacionado con las
estructuras coherentes del flujo, y en particular, con los movimientos de eyección e inyección
de paquetes de agua hacia el lecho. Estos movimientos, denominados bursts o ejections y
sweeps, se corresponden con los cuadrantes Q2 y Q4 del espacio u ' - w ' , respectivamente.

Estas estructuras coherentes pueden afectar además a la distribución de las partículas en el


lecho, ya que las partículas con mayor inercia tenderán a acumularse en aquellas regiones del
flujo con menores velocidades y tensiones de corte. Así, en las zonas de eventos Q2 se
produce la inyección de paquetes de flujo con gran cantidad de movimiento o momentum
desde la región intermedia del flujo hacia la región de la pared mientras que en los eventos Q4
se producen eyecciones de paquetes de flujo con baja cantidad de movimientos desde la
región del lecho hacia la región intermedia.
Soldati (2004), analizó la estructura de de una capa límite a través de una simulación numérica
completa de las ecuaciones de N-S (DNS) y la interacción de las estructuras coherentes y los
eventos Q2 y Q4 con los patrones de sedimentación de partículas.

a) b)

Figura 4.27. Resultados de la simulación DNS de un flujo en capa límite y su interacción con
el transporte de partículas cerca de lecho. (a) Distribución instantánea de las
tensiones de Reynolds, las zonas de mayor tensión se representan en rojo y
están correlacionadas con los eventos Q2-sweeps-, representados en color
dorado, y las zonas de menor tensión se representan en azul y están
correlacionadas con los eventos Q4-ejections-; b) Representación de la
distribución de partículas en el lecho y su correlación con las zonas de menor
tensión tangencial (Soldati, 2004).

- C4.46 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Soldati señala que por efecto de las fuerzas de inercia, la distribución de partículas no es
homogénea en el lecho por la formación de estructuras coherentes y la existencia de regiones
con inyecciones y eyecciones, ver Figura 4.27 (a). En las zonas donde las vorticidades y
velocidades son menores se tienden a concentrar las partículas formándose patrones rayados
o streaks, como se puede ver en la Figura 4.27 (b).

4.2.5. Estudios en modelo físico


Los estudios en modelo físico en canal de laboratorio se han convertido en los últimos
años, especialmente, en una herramienta de investigación en el campo de la ecología acuática
ya que permiten relacionar y analizar en ambientes controlados las interacciones entre los
procesos biológicos e hidrodinámicos.
En el ámbito de la ecología marina bentónica, los estudios en canales hidráulicos han ido
incrementando en número, calidad e importancia. Cómo se ha visto a lo largo de este apartado,
existen diversas aplicaciones en las que se han utilizado canales para estudiar el
comportamiento de alguna comunidad bentónica o al menos, de alguna de sus etapas de su
ciclo vital.
Los principales trabajos revisados tenían como objetivo analizar las hipótesis de la selección
activa a través del estudio de factores ambientales y biológicos que induzcan la metamorfosis
de las larvas (ver p.ej. Hadfiel et al., 2006), o a través de trabajos de selección de hábitat. El
número de trabajos presentados en esta última línea es más elevado y variado, y en ellos se
analizan aspectos como la capacidad de selección de sustrato de las especies en estado
larvario (p.ej. Snelgrove et al., 1998), la capacidad de generación de biso de larvas y juveniles
en columna de sedimentación (de Montaudouin, 1997; Olivier y Retière, 2006) o en canales de
recirculación (de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin, 1997; de Montaudouin et al.,
2003; Olivier y Retière, 2006).
Los flujos en modelo físico también han sido empleados por los investigadores para analizar
otras aspectos relacionando por ejemplo, la reducción de la capacidad de alimentación de
algunos organismos filtradores con el incremento de las velocidades del flujo (Frechette et al.,
1989; Butman et al., 1994). Este provoca que algunas especies de percebe no se fijen en
zonas con velocidades locales sobre sus cilios superiores a los 5-10 cm/s, ver (Larsson y
Jonsson, 2006).

Figura 4.28. Las deformaciones excesivas de los cilios de los juveniles del percebe Balanus
improvisus provocan una reducción de su capacidad de alimentación y un
fenómeno de selección activa hacia entornos con velocidades locales sobre el
organismo (Ux) inferiores a los 5-10 cm/s (Larsson y Jonsson, 2006).

Otros trabajos en modelo físico se han empleado para determinar la capacidad natatoria de las
larvas (Jonsson et al., 1991), o para analizar las interacciones de depredación intraespecíficas
(Andre et al., 1993; Lindegarth et al., 2002) o interespecíficas (Hiddink et al., 2002).

- C4.47 -
Estado del conocimiento

Las características comunes más notables de los estudios realizados en modelo físico hasta la
fecha son: (i) que en los últimos años los trabajos han ido incrementando en complejidad y
también se han mejorado las técnicas experimentales para determinar los parámetros
hidrodinámicos, popularizándose tecnologías como las LDV, ADV, PIV o LIF; y (ii) que aunque
no existen muchos canales específicos para el estudio de organismos bentónicos a nivel
mundial, las instalaciones recogidas en la literatura son variadas y de tipologías diversas.
En los trabajos sobre el bentos marino, se suelen emplear canales de recirculación de flujo con
desarrollos rectos, anulares o en forma de circuito de carreras (Jonsson et al., 2006). Un
esquema con estas tipologías se presenta en la Figura 4.29.

a. canal recto

b. circuito de carreras

c. canal anular

Figura 4.29. Esquema de los principales tipos de canal para el estudio del bentos marino
(Jonsson et al., 2006)

En la literatura se pueden encontrar recomendaciones y reglas de buena práctica para la


construcción de este tipo de canales. Es especialmente interesante el trabajo realizado por
Nowell y Jumars (1984; 1987) así como otros ejemplos reales desarrollados en Muschenheim

- C4.48 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

et al. (1986). En estas referencias se pueden encontrar recomendaciones sobre la longitud de


las instalaciones para el correcto desarrollo de la capa límite, se dan relaciones entre el
ancho:calado B/H de 5:1, o mejor 10:1, para evitar la aparición de corrientes secundarias
(§2.4.2.) y sobre la correcta disposición de deflectores y dispositivos para homogeneizar el flujo
y desarrollar una capa límite adecuada.
Si se analizan las características de los canales recogidos en la literatura, se puede observar
como en muchos casos se ha tenido que llegar a una solución de compromiso entre la
optimización hidráulica y las limitaciones económicas asociadas a la construcción de una
infraestructura de este tipo.
Este hecho se puede constatar en Jonsson et al., (2006) que presentan las características de
los 17 canales que pertenecen a un grupo de 17 instituciones europeas dedicadas al estudio de
las relaciones entre la hidrodinámica y la ecología de las comunidades bentónicas marinas.
Este grupo de instituciones forman la red europea BioFlow: Flume Facility Co-operation
Network for Biological Boundary Layer Research. El objetivo de esta red es compartir el
conocimiento y las instalaciones del grupo de Instituciones presentes.
Con objeto de comparar el flujo desarrollado en los canales de esta red de trabajo, los
miembros de la misma realizaron una serie de ensayos con condiciones de flujo similares. Los
detalles de este estudio se pueden consultar en Jonsson et al. (2006), pero se ha considerado
conveniente recoger algunas detalles en este texto, con objeto de poder comparar el canal de
recirculación en forma de circuito de carreras construido para realizar los experimentos de esta
Tesis Doctoral (ver detalles en apartado 4.3.2).
Tabla 4.6. Descripción de los canales de la red BioFlow. El resto de características se
pueden encontrar en Jonsson et al. (2006).

Instituto o Centro de I+D Tipo de Material Longitud Ancho B/H


canal* del
(m) (m) (-)
lecho

Gatty Marine LAb., Univ. of St. Andrews


GML Recto Acero 7.0 1.3 1.3
(UK)
TMBL Tjärnö Mar. Biological Lab. (Suecia) Recto Plexiglás 5.5 4.0 4.0
Arena
MPI-MM MAx Planck Inst. for Mar. Microbiol., (GER) Recto 5.4 2.5 2.5
200 μm
CREMA C. de Rech. en Ecol. Mar. et Aquacult. (FR) Recto PVC 3.0 2.7 2.7
ROSTOC Arena
Mar. Biology Station, Univ. of Rostock (GER) Recto 3.0 2.0 2.0
K 200 μm
KUCORPI Klapeida Coastal Res. And Plann. Inst, (LIT) Recto Cristal 2.3 3.4 3.4
Centre d’Océanologie de Marseille
LOB Recto PCV 1.7 4.0 4.0
Inst.de Rech. sur les Phen. Hors. Equilibre
Circuito de Fibra de
NIOO Netherlands Instute of Ecology, (HOL) 9.0 1.5 1.5
carreras vidrio
Estación Marina de Dinard, Muséum Circuito de
MNHN Plexiglás 6.0 3.3 3.3
nacional de l’ Historie NAturalle, (FR) carreras
Southampton Oceanography Centre, Univ.
SOC Anular PVC 6.0** 0.3 0.3
of Southampton (UK)
PML Plymouth Mar. Lab., (UK) Anular Plexiglás 0.5** 0.3 0.3
*
.No se presentan los canales construidos en campo
**
.Hace referencia al diámetro

- C4.49 -
Estado del conocimiento

En la Tabla 4.6 se presentan las características de los canales de laboratorio disponibles en la


red BioFlow. Como se puede apreciar, existen 12 canales rectos, 2 en forma de circuito de
carreras y 2 de tipo anular. Los ensayos presentados en Jonsson et al., (2006) se
corresponden con una serie de medidas realizada para dos velocidades de flujo libre de 5 cm/s
y 25 cm/s. Cuando se disponían de equipos ADV o LDA, se realizaban al menos 8 medidas en
la zona cercana al lecho para poder determinar la velocidad de fricción a partir de la ley
logarítmica de velocidades. Además, en el artículo también se presentan los valores de las
tensiones de Reynolds y de la energía cinética turbulenta para un calado de 5 cm y de 0.20 z/H.
Respecto a los perfiles de velocidad, se pueden indicar que la mayoría presentaban una región
logarítmica, por lo que se pudo determinar la velocidad de corte a partir de la interpolación de la
ley de velocidades. Los perfiles de velocidad determinados en los canales se presentan en las
figuras Figura 4.30 y Figura 4.31. En estas figuras se puede apreciar la presencia de corrientes
secundarias observando el fenómeno de descenso de velocidad con calados creciente o
velocity dip. En los canales circulares era previsible la aparición de este tipo de corrientes por el
efecto del flujo en curva, y de la inspección visual de los perfiles se puede intuir que los canales
rectos GML y CREMA, así como ambos canales de recirculación presentan este fenómeno. Sin
embargo, al no disponer de los datos de toda la columna de agua y de las condiciones de
ensayo (p.ej. tipo de régimen permanente o acelerado) es difícil extraer unas conclusiones más
detalladas.

Figura 4.30. Perfil vertical de velocidades para los canales de la red BioFlow para una
velocidad de la corriente de 5 cm/s. La tipología de los canales es recto: A-G, en
circuito de carreras: H-I y anular; J-K, (Jonsson et al., 2006). El nombre de la
institución y sus características se recogen en la Tabla 4.6.

- C4.50 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Figura 4.31. Perfil vertical de velocidades para los canales de la red BioFlow para una
velocidad de la corriente de 25 cm/s. La tipología de los canales es recto: A-G,
en circuito de carreras: H-I y anular; J-K, (Jonsson et al., 2006). El nombre de la
institución y sus características se recogen en la Tabla 4.6.

Jonsson et al. (2006) estiman la presencia de flujos secundarios a partir de la covarianza entre
las componentes v y w. Para la velocidad de ensayo de 5 cm/s las corrientes secundarias son
pocas o nada importantes en todos los canales. Sin embargo, la velocidad de 25 cm/s, los
canales anulares (SOC y PML), así como los canales rectos KUCORPI, ROSTOCK y GML,
presentan corrientes secundarias. La existencia de estas corrientes en los canales circulares se
explica por el flujo en curva, mientras que en los canales rectos se pueden atribuir a las
relaciones de aspecto B/H.
u* (cm/s)

z0 (m)

a) b)
Figura 4.32. Velocidades de corte (a) y rugosidades características (b) obtenidas a partir del
ajuste de las leyes de velocidades determinadas en los canales de la red
BioFlow. Valores medios ± 95% IC (Jonsson et al., 2006).

Las velocidades de fricción estimadas a partir del perfil logarítmico de velocidades están en los
rangos 0.0016-0.048 m/s y 0.053-0.015 cm/s para las velocidades de 5 y 25 cm/s

- C4.51 -
Estado del conocimiento

respectivamente. En promedio, estas velocidades representaban un ~5% de la velocidad libre


de la corriente. La rugosidad característica de la ley logarítmica de velocidades (z0) varía hasta
en cuatro órdenes de magnitud, aunque en todos los casos se puede hablar de régimen
turbulento liso (z0 ~< 1mm).
Como se ha comentado en la introducción, el principal objetivo de esta Tesis Doctoral es
proporcionar información sobre las velocidades y esfuerzos de corte que pueden provocar la
recolocación de los stocks de berberechos en la desembocadura del río Ulla. Por este motivo,
para terminar con la revisión del estado del conocimiento, se presentarán a continuación los
principales trabajos de la literatura encontrados relativos al estudio del arrastre de moluscos
bivalvos juveniles o adultos.
La realidad es que en el ámbito de la recolocación de moluscos adultos no existen demasiados
estudios ya que la mayoría se focalizan en el análisis de la capacidad activa de selección de
hábitat larvas o juveniles (p.ej. los trabajos de de Montadouin) o, fundamentalmente, en el
análisis de la sedimentación de los organismos en la fase planctónica (p.ej. Beukema y de
Vlas, 1989; Crimaldi et al., 2002; de Montadouin, 1997). En estos estudios no se proporcionan
valores de velocidades o tensiones de corte que provocan el movimiento de los organismos,
porque, fundamentalmente, no fueron diseñados con este objetivo.
El estudio del arrastre, y en definitiva, del problema de la recolocación de los stocks, se puede
acometer desde una perspectiva de trabajo similar al estudio del transporte de partículas
parcial o totalmente expuestas a una corriente (Peña et al., 2008). Como se ha comentado en
el apartado 4.2.4, un enfoque determinista para estimar el umbral del movimiento de los
moluscos es a través del análisis de las fuerzas que actúan sobre el cuerpo sumergido (ver
Figura 4.26). En el ámbito de los moluscos, el origen de estos trabajos está relacionado con el
estudio del incremento de la capacidad de erosión del flujo bifásico constituido por arena y
partículas gruesas, en este caso fragmentos y conchas sueltas de moluscos, en los lechos
marinos, especialmente si estos son cohesivos.
Este incremento en las tasas de erosión ha sido descrito por Amos et al. (1998) y se conoce
como Ballistic Momentum Flux. Como resultado de la puesta en suspensión de los moluscos,
se produce una deformación y posterior erosión del lecho marino. Tras el impacto del molusco
contra el suelo, éste rueda por el fondo hasta que nuevamente se pone en suspensión. En la
Figura 4.33 se esquematiza este proceso.
saltación deslizamiento saltación

mgUsenα

mgUcosα

Figura 4.33. Esquema de la puesta en suspensión e impacto de los moluscos en el fondo


marino (elaborada a partir de Amos et al., 1998).

- C4.52 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

La importancia y la influencia del movimiento de las conchas de diversos tipos de moluscos en


los procesos de erosión en zonas costeras ha sido objeto de diversos y numerosos trabajos. A
continuación se presentan los más importantes así como una pequeña descripción de los
mismos.
Olivera y Wood (1997), determinaron las propiedades hidrodinámicas de 11 conchas de
distintas familias de moluscos expuestas a una corriente de agua. Hay que indicar en este
punto que, al igual como sucede con el trabajo presentado en líneas posteriores (Thompson y
Amos, 2002), estos autores estudiaron medio molusco (una concha). Empleando técnicas de
visualización de flujo, y a través de la medición de la presión alrededor de la concha, los
autores determinaron los coeficientes de arrastre y sustentación de las conchas para las
condiciones correspondientes al umbral del movimiento. Además de los coeficientes de arrastre
y sustentación, presentados en la Tabla 4.7, una conclusión importante de este estudio es que
las fuerzas de sustentación para moluscos con secciones interpuestas al flujo (AL) inferiores a
los 35 cm2, como ocurre con los berberechos de tamaño inferior a los 3.5 cm (el tamaño
máximo ensayado en este trabajo y otros como Peña et al., 2008), las fuerzas de sustentación
son despreciables.
Thompson y Amos (2002), determinaron coeficiente de arrastre de conchas de berberechos
depositadas en un fondo cohesivo. Para ello emplearon un anillo cilíndrico en el que se
provocaba un flujo radial. Estos autores también determinaron el coeficiente de arrastre de
sedimentación de las conchas y la influencia de los procesos de erosión y saltación de las
conchas en la erosión de suelos cohesivos. En esta línea también se puede citar el trabajo de
Amos et al. (2000), que cuantifica los efectos que provoca la saltación de minchas o bígaros
(Littorina litorrea), sobre la erosión de fondos marinos cohesivos. Con este propósito, estos
autores determinaron el coeficiente de arrastre de sedimentación de este tipo de organismo.
Por último, también se puede citar los trabajos realizados desde GEAMA (ver Apéndice 1), en
los que analizaron los coeficientes de arrastre de puesta en movimiento y el coeficiente de
arrastre de sedimentación para berberechos de la zona de estudio de tamaño comercial. En
este trabajo se empleó la tecnología PIV para determinar los campos de velocidades sobre el
berberecho en el instante correspondiente al umbral del movimiento del mismo.

Calado (mm)
200

150

100

50

ENSAYO 1
ENSAYO 2
0

a) b) 0.00 0.20 0.40 0.60


Velocidad (m/s)

Figura 4.34. (a) Campo de velocidades y, (b) perfil de velocidades correspondientes al


umbral de movimiento para un berberecho situado sobre un lecho de arena de
los Lombos do Ulla (Peña et al., 2008).

- C4.53 -
Estado del conocimiento

En la Figura 4.34 se presenta un ejemplo del campo de velocidades determinado así como los
perfiles de velocidades (n=2 repeticiones) estimados para un berberecho de tamaño
característico b=26.3 mm y factor de forma SF=0.79 76. Los valores de los coeficientes de
arrastre se calcularon con la velocidad media del flujo y con la velocidad tangencial medida
sobre el molusco (ver Tabla 4.7). Otro parámetro importante de este estudio ha sido la
caracterización del ángulo de rozamiento interno entre los berberechos y el lecho de arena,
estimado como tgφ =0.53±0.03.

Tabla 4.7. Coeficientes de arrastre (media±desviación típica) correspondientes al umbral


de movimiento de movimiento de varios cuerpos biogénicos (adaptado de Peña
et al., 2008).

CUERPO LECHO CD ( x ± SD ) REFERENCIA

Berberechos del Ulla Sedimentos 0.43 ± 0.06*


** Peña et al., 2008
de tamaño comercial granulares 0.59 ± 0.13
Conchas sueltas de
Canal hidráulico 0.1 – 1.1 Olivera y Wood, 1997
moluscos
Conchas sueltas de Sedimentos
0.27 ± 0.15 Thompson y Amos, 2002
berberechos cohesivos
*
.Valor obtenido con la velocidad media del flujo
**
.Valor obtenido con la velocidad tangencial sobre el molusco

Otra perspectiva para acometer el estudio de la recolocación de stocks es a través del análisis
de los esfuerzos tangenciales o velocidades de fricción que provocan el movimiento de uno o
varios individuos situados sobre una sección de análisis. Esta metodología es habitual en los
estudios de transporte de sedimentos y, aunque existen numerosas aproximaciones y
formulaciones, ninguna fórmula está universalmente aceptada.
El análisis del transporte de sedimentos se puede acometer desde varios puntos de vista 77.
Desde un punto de vista determinístico, y hablando únicamente del transporte de fondo, existen
fundamentalmente dos tipos de aproximaciones para estimar la movilidad de los sedimentos
(Hoan, 2008):

• A partir de la determinación de un parámetro de estabilidad crítico

• A partir de la definición de funciones de transporte de caudal sólido que se relacionan


con el parámetro de estabilidad.
El parámetro de estabilidad relaciona los esfuerzos ejercidos por el fluido sobre las partículas
con las fuerzas que estabilizan o fijan la partícula al lecho. El más conocido fue el definido por

76
La definición geométrica de los moluscos así como la expresión para la obtención de forma se
presentan en el apartado 4.4.1
77
No es objeto de esta tesis profundizar en los trabajos de transporte de sedimentos. Aquí se introducirá
únicamente algunos conceptos fundamentales de los estudios de transporte de gravas, por tratarse de
fenómenos que presentan cierta analogía con la movilización de moluscos adultos situados sobre un
lecho aluvial. En Peña (2002) se puede encontrar un estado del arte de los estudios de transporte de
sedimentos aluviales en ríos. Entre muchas otras, algunas referencias también destacables son p.ej. las
Lecture Notes de M.H García (2006) o Leo Van Rijn (2008).

- C4.54 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Shields (1936) como un ratio entre las fuerzas tangenciales sobre el lecho (∝ τ b ⋅ d 2 ) y el peso

sumergido del sedimento (∝ g (ρ s − ρ )d 3 ) :

τb
Ψs = (4.6)
g ( ρ s − ρ )d
Aplicando la conocida relación de la tensión tangencial del lecho con la velocidad de fricción
para los flujos 2D uniformes, se llega a la siguiente definición que también se conoce como
número densimétrico de Froude.

u*2
Ψ s = Fr*Δ = (4.7)
Δgd m
Como la turbulencia juega un papel importante en la determinación del movimiento de las
partículas, se cuestiona si para determinar el umbral de movimiento sólo se debe emplear la
velocidad de corte, especialmente cuando el flujo no es uniforme. Por este motivo, han surgido
nuevas definiciones de parámetros de estabilidad que contemplan la importancia de la
turbulencia p.ej. a través de la incorporación de la energía cinética turbulenta. Para consultar la
definición de estos parámetros de estabilidad se puede consultar p.ej. Hofland (2005) o Hoan
(2008).
Para analizar la estabilidad de un lecho, Shields definió en forma de ábaco (Figura 4.35) los
valores del parámetro de estabilidad que una vez superados, provocaban el arrastre de los
sedimentos, es decir:

τb u*2 u2 ⎛ u2 ⎞
Ψs = = ≤ Ψ s ,c = *,c = f ⎜⎜ *,c ⎟⎟ = f (Re* ) (4.8)
g ( ρ s − ρ )d Δgd Δgd ⎝ Δgd ⎠

Figura 4.35. Curva original de Shields traducida al inglés (1936). El área rayada representa el
valor de la tensión tangencial crítica como función del número de Reynolds
granular Re**.

- C4.55 -
Estado del conocimiento

Cuando se emplean el concepto de la función de transporte de sedimentos, el procedimiento


habitual consiste en relacionar a través de una relación funcional el parámetro de estabilidad
con un parámetro de movilidad del sedimentoΦ, (Hoan, 2008):

Φ = f (Ψ ) (4.9)

Las relaciones funcionales suelen ser de tipo potencial, y fundamentalmente se pueden dividir
entre aquellas que contemplan el parámetro de estabilidad crítico y las que no:

Φ = aΨ b ⎫⎪
⎬ (4.10)
Φ = a ( Ψ − Ψc )
b
⎪⎭
El parámetro de movilidad del sedimento debe cuantificar la respuesta del lecho ante el evento
de transporte. Nuevamente, el parámetro de movilidad se puede definir de dos formas: (i) a
partir de un número de elementos (n) desplazados por unidad de área (A) y tiempo (T) o, (ii)
como el número de partículas que atraviesan una sección de análisis por unidad de tiempo. El
primer método se denominar ratio de movilización, E (volume entrainment rate):

nd 3
E= (4.11)
AT
El segundo ratio es el transporte sólido de fondo, definido como:

nd 3
qs = (4.12)
BT
donde B es el ancho de la sección de análisis.
Estos parámetros se pueden relacionar a través de la longitud de desplazamiento del
sedimento l:

qs = E ⋅ l (4.13)

Los ratios definidos en las ecuaciones (4.11) y (4.12) se pueden emplear como indicadores de
la movilidad del sedimento a partir de las siguientes expresiones adimensionales (Hofland,
2005):

qs
Φq = (4.14)
Δgd 3

E
ΦE = (4.15)
Δgd
Algunas relaciones funcionales entre los parámetros de movilidad y de estabilidad para el
transporte de gravas se pueden consultar p.ej. en Hofland (2005) y Hoan (2008).
En la línea de determinar los esfuerzos de arrastre de los moluscos a partir de la determinación
de las tensiones o velocidades de fricción se pueden citar los siguientes trabajos de Roegner et
al. (1995), Hunt (2004) y St-Onge y Miron (2007).
Roegner et al., (1995), determinaron en un canal recto el porcentaje de larvas (de 240 a 270
μm) de la almeja Mya arenaria arrastradas por velocidades de flujo de ~7, ~16, ~29 y ~35 cm/s.

- C4.56 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Las velocidades de fricción, estimadas a partir de la ley logarítmica para estas velocidades, se
correspondieron con los siguientes valores: 0.62, 1.03, 1.62 y 1.75 cm/s. Estos valores, un
tanto reducidos para la velocidad de corte, se deben a que el sedimento empleado en el trabajo
era una arena fina de 175 μm de diámetro medio. El valor del coeficiente de rugosidad z0 de la
ley de logarítmica fue del orden de ~0.1 mm.
Los ensayos consistieron en medir la resistencia a la erosión de larvas de M.arenaria
enterradas en el sustrato en un ensayo de 50 minutos de duración. Una vez transcurrido el
ensayo, contabilizaron las larvas y descubrieron que para las condiciones de flujo 7 y 16 cm/s,
prácticamente el 90% de las larvas permanecían en la sección de análisis, y que además no
existían diferencias significativas entre ambas velocidades. Con la velocidad de 29 cm/s, el
porcentaje de larvas retenidas descendía hasta el 65%, y para la máxima velocidad de ensayo,
la práctica totalidad de las larvas era erosionada. Los autores relacionan el transporte de
sedimentos con la movilización de las larvas, ya que hasta la velocidad de 29 cm/s,
prácticamente no observaron arrastre de sedimentos. Para la velocidad de 29 cm/s, los
sedimentos se movilizaban por saltación, y para la máxima velocidad, el transporte por fondo
era intensivo.
En otra serie de experimentos, Roegner et al. (1995), comprobaron el efecto del enterramiento
de las larvas con las velocidades de 16 y 25 cm/s. Para estos ensayos emplearon larvas vivas
y muertas, y analizaron el número de organismos retenidos en el sustrato. Para la velocidad
más baja, prácticamente no encontraron diferencias entre el estado vivo/muerto o larva
enterrada/en superficie. Sin embargo, para la velocidad de 29 cm/s, la cantidad de larvas
muertas retenidas era prácticamente nulo, entorno al 10-15%, mientras que un 62% de
individuos vivos permanecieron en la sección de análisis.

a) b)

Figura 4.36. a) Proporción (media±SD) de larvas de M.arenaria retenidas en un sustrato de


arena fina en función de la velocidad de la corriente y b) Proporción
(media±SD) de larvas de la misma especia retenidas en función de la velocidad
y el grado de enterramiento en el sustrato (Roegner et al., 1995).

Por tanto, el proceso activo de enterrarse puede reducir las tasas de erosión de las larvas de
esta especie, al menos hasta que las velocidades superan la tensión crítica que supera el
umbral de movimiento del sustrato.
Hunt (2004) realizó un diseño experimental factorial en el que analizó la erosión de los juveniles
de dos especies de almeja, M.arenaria y Mercenaria mercenaria bajo dos velocidades de
fricción (u*=1.1 y 1.6 cm/s, que se corresponde con una velocidad del flujo de 27 y 36 cm/s) y
dos tipos de sustrato (arena muy fina de 180 μm y fina de 325 μm).

- C4.57 -
Estado del conocimiento

La primera serie de experimentos fueron realizados con moluscos de ~1.5 mm, que colocó
sobre un lecho de sedimentos en el que previamente se habían enterrado almejas adultas, en
una densidad de 2500 ind/m2.
Hunt intentó ajustar el arrastre de las larvas de estas especias a las predicciones de las
fórmulas de transporte de Shields (determinando la densidad y el diámetro equivalente de los
juveniles) pero los resultados obtenidos contradecían a la experimentación. Así, las fórmulas de
transporte predecían que la movilización de la Mya sería superior que la de la Mercenaria, pero
como se puede ver en la Figura 4.37, los ensayos dieron el resultado opuesto.
Proporción de juveniles
erosionados

arena muy fina


arena fina

u* (cm/s)
Figura 4.37. Proporción (media±desviación típica) de juveniles de M.arenaria y M.mercenaria
(~1.5 mm) erosionados para velocidades de fricción de 1.1 y 1.6 cm/s en dos
sedimentos de 180 y 325 μm (Hunt, 2004)

Para analizar estadísticamente que factores afectaban al movimiento, Hunt desarrolló un


Análisis de la Varianza de tipo factorial. Los resultados de este análisis señalan que todos los
factores principales (velocidad de fricción, especie y sedimento) afectaban significativamente a
la media de juveniles movilizados. Además, el efecto combinado de los tres factores también
era significativo. En resumen, el trabajo de Hunt indica que la erosión es mayor para
velocidades de fricción más altas, para la larva de mercenaria y para el sedimento más fino.
En otra serie de experimentos Hunt analizó la influencia del tamaño en la movilización de estas
especies, empleando individuos de 4.9 mm, para la Mya, y de 3.3 mm, para la Mercenearia. En
este experimento, también de 50 minutos de duración, se analizó el comportamiento en el
lecho de arena más fino y con la mayor velocidad. El porcentaje de larvas movilizadas
descendió desde el 28.5% al 4.0% para la Mya arenaria, y desde el 42.9% al 14.9%.
Los trabajos anteriores están limitados al estudio de moluscos de pocos milímetros de tamaño.
St-Onge y Miron (2007) realizaron un estudio de arrastre en un pequeño canal de recirculación
en forma de hipódromo (20 cm de ancho de sección y 75 cm de longitud en el tramo recto) con
almejas Mya arenaria con tamaños comprendidos entre 0 y 20 mm.
Las almejas fueron clasificadas en 4 grupos de tamaños (0-5, 5-10, 10-15 y 15-20 mm) y fueron
expuestas a velocidades de 7, 16, 29 y 25 cm/s. Para estas velocidades, las velocidades de
fricción determinadas con la ley logarítmica fueron de 0.91, 1.05, 2.01 y 2.35 cm/s, ver Figura
4.38. Los ensayos se realizaron enterrando, a mano, las almejas en el sustrato y contabilizando
aquellas que eran arrastradas y/o quedaban al descubierto durante la duración del mismo, que
fue de 60 minutos.

- C4.58 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En este trabajo, St-Onge y Miron, emplearon cuatro tipos de sedimentos para analizar la
influencia del sustrato en la movilización de los moluscos. Los sedimentos empleados fueron
fangos (<63 micras), fangoso-arenoso, con la mayoría de partículas entre 125 y 250 micras,
arenoso, con una composición de tamaños fundamentalmente entre 0.5 y 1mm, y gravas, con
más de la mitad de los tamaños por encima de los 2-4 mm. Además, estos autores emplearon
los resultados de los ensayos de erosión para desarrollar un modelo estadístico logístico para
estimar el porcentaje de moluscos erosionados en función de los factores analizados (talla,
velocidad, tipo de sedimento) y sus interacciones (talla x velocidad, talla x sedimento, velocidad
x sedimento y talla x velocidad x sedimento).

z (cm)

u (cm/s)
Figura 4.38. Perfiles de velocidad de los ensayos de St-Onge y Miron (2007). Nótese que
aunque los autores emplearon 4 muestras de sedimento, únicamente emplean
las velocidades de fricción correspondientes a uno de los tipos usados.

Los resultados del análisis de la varianza de los ensayos de St-Onge y Miron señalan que
existen fuertes interacciones significativas entre los factores analizados. Los factores
principales son todos significativos: a mayor velocidad o menor tamaño mayor porcentaje de
erosión, aunque la respuesta variaba en función del tipo de sedimento (ver Figura 4.39).
FANGO FANGO-ARENOSO
% moluscos erosioandos

ARENA GRAVA

u (cm/s)
Figura 4.39. Porcentaje de Mya arenearia erosionada en función de la velocidad de la
corriente, el tamaño y el tipo de ambiente sedimentario en los ensayos de
laboratorio de St-Onge y Miron (2007).

- C4.59 -
Estado del conocimiento

Así, p.ej., las almejas de tamaño superior a los 5 mm, no fueron arrastradas en el ambiente
fangoso, y para los ambientes arenoso-fangoso y arenoso comenzaron a movilizarse para
velocidades de 29 y 16 cm/s respectivamente. Para el ambiente de gravas prácticamente no
existe movilización de esta fracción. Si se analiza el comportamiento de las almejas de menor
talla, parece que siguen un comportamiento parecido en los ambientes fangoso, arenoso-
fangoso y arenoso, con ratios de erosión crecientes con la velocidad y con la rugosidad o
tamaño del sedimento. Sin embargo, estas tasas de erosión se reducen en el ambiente de
gravas. Este comportamiento tan irregular o “poco lineal” se ajusta a los resultados del ANOVA,
que indicaban fuertes interacciones entre los factores del ensayo.
Para comprobar la importancia del estado de las almejas (vivas o muertas), los autores
realizaron una serie de ensayos con los cuatro ambientes sedimentarios, las cinco velocidades
de flujo y almejas muertas (sin repetición). De los 80 escenarios, en 11 encontraron diferencias
significativas en la movilización de los moluscos, 2 de ellos mostrando mayores ratios de
erosión en los individuos vivos y 9 en los muertos.

4.3. METODOLOGÍA: DESCRIPCIÓN DEL ESTUDIO EXPERIMENTAL

4.3.1. Introducción
Como se ha comentado, se han realizado dos fases de experimentos de arrastre de
berberechos. La primera fase no es objeto de esta Tesis Doctoral y fue llevada a cabo durante
el año 2004. El estudio consistió en una serie de ensayos en el canal del Laboratorio de
Hidráulica de la Escuela de Caminos (ETSECCP) en los que se analizó el arrastre y puesta en
suspensión de berberechos aislados depositados sobre un lecho de arena. Este trabajo ha sido
un trabajo de investigación tutelada del autor de esta Tesis Doctoral (Anta, 2006) y ya ha sido
publicado en varios congresos y revistas indexadas (Anta et al., 2005; 2007; Peña et al., 2008).
En la segunda fase, llevada a cabo durante el 2008, y que es objeto de esta tesis, se realizaron
nuevos ensayos en un canal de recirculación en forma de hipódromo ubicado en el Centro de
Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil, CITEEC. En estos experimentos se
ha estudiado el comportamiento de grupos de berberechos bajo diferentes velocidades, grados
de reclutamiento y distribución de tamaños. En total se han analizado un total de 144
escenarios.
Tabla 4.8. Resumen de los ensayos realizados y sus parámetros más representativos.

TIPO DE ENSAYO TAMAÑOS ANALIZADOS ESTADO DEL RECLUTAMIENTO VELOCIDAD DE


(NÚMERO DE BERBERECHO LA CORRIENTE
REPETICIONES)
15 – 20 mm
0.29 m/s
Grupo de 20 – 25 mm
0.32 m/s
tamaños (4) 25 – 30 mm
2
Vivo 500 ind/m 0.35 m/s
30 – 35 mm
2
Muerto 1000 ind/m 0.39 m/s

Poblaciones Población de Otoño 0.44 m/s


estacionales (3) Población de Primavera 0.47 m/s

- C4.60 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Como se puede observar en la Tabla 4.8, se han realizado dos tipos de ensayo en función de
la distribución de tamaños de los berberechos. En el primer bloque, denominado de Grupos de
tamaños o de tallas, se han analizado grupos de berberechos de tamaños entre 15 y 35 mm, y
empleando el símil del transporte de sedimentos, de granulometría "uniforme" en husos de 5
mm. Esta es la metodología empleada habitualmente en este tipo de experimentos
encontrados en la bibliografía para juveniles y bivalvos de tamaño inferior a los 15 – 20 mm.
Algunos ejemplos de este tipo de trabajos se han recogido en el apartado anterior (ver, entre
otros, Beukema y de Vlas, 1989; de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin, 1997;
Snelgrove et al., 1998; de Montaudouin et al., 2003; St-Onge y Miron, 2007)
En el segundo tipo se han empleado dos distribuciones tipo de tamaños similares a las
encontradas en la zona de los Lombos do Ulla para una población joven y una adulta. La
distribución para la población joven se corresponde con la que se puede encontrar al principio
de una campaña de marisqueo (Septiembre), y la adulta que es la que se puede encontrar en
el banco al final de campaña (Abril). Esta distribución se presenta en el apartado 4.3.4.2 y ha
sido extraída de los datos del Plan de Recuperación Ambiental de los Lombos do Ulla
desarrollado por la Xunta de Galicia, ver Figura 4.40 (Parada et al., 2006).

a) b)
Figura 4.40. Distribución del tamaño de los berberechos en el banco de los Lombos do Ulla
a) en la campaña 2002-2003, y b) en la campaña 2003-2004 (Parada et al.,
2006)

Hay que señalar que esta última tipología de ensayo es innovadora ya que, desde el
conocimiento del autor, hasta el momento únicamente se había analizado el arrastre de
moluscos en laboratorio con distribuciones de tamaño "uniformes".
Además del tamaño y distribución de los berberechos se han contemplado otras variables
como el «estado» del berberecho o el reclutamiento. El estado hace referencia a si en los
grupos analizados los organismos estaban vivos o muertos. En la literatura se recogen ensayos
con moluscos vivos o muertos (p.ej. de Montaudouin y Bachelet, 1996; de Montaudouin et al.,
2003; St-Onge y Miron, 2007) para analizar si el comportamiento de los molusco afecta a su
movilización y también para contrastar las hipótesis de la asentamiento/migración vertical
activa y pasiva (Butman, 1987).
El reclutamiento, o densidad de berberechos por superficie, se seleccionó a partir de los datos
de poblaciones de la zona de estudio (Parada et al., 2006) y en base a reuniones mantenidas
con José Molares y Adoración Sánchez-Mata, investigadores del Centro de Investigacións
Mariñas de Corón (Vilanova de Arousa), responsables del seguimiento del Plan de
Recuperación Ambiental dos Lombos do Ulla. Hay que señalar que los valores seleccionados,
500 y 1000 ind/m2, están en el rango de variación de otros trabajos realizados con este tipo de

- C4.61 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

berberecho en otras localizaciones, como por ejemplo el trabajo de de Montadouin y Bachelet


en Francia (1996).
En resumen, se puede indicar que la elección de estos parámetros como variables de análisis
se realizó en base a la literatura existente revisada en el apartado 4.2 pero particularizados
para la zona de los Lombos do Ulla.

4.3.2. Instalaciones
Los experimentos se han realizado en un canal de recirculación en forma de hipódromo
construido específicamente para la realización de este proyecto. Como se ha comentado en el
apartado 4.2.5, en los estudios del bentos marino es habitual emplear canales de recirculación
ya sean rectos, anulares o de circuito de carreras (ver Figura 4.29). Una de las principales
ventajas de este tipo de canales frente a los canales con aljibe inferior y depósito elevado en
cabecera de nivel fijo, como los que dispone el Área de Ingeniería Hidráulica del GEAMA en el
Laboratorio de Hidráulica de la Escuela o en la planta de Hidráulica del CITEEC, es que es el
volumen de agua necesario es relativamente pequeño, por lo que es fácil emplear agua salada
o salmueras. El principal inconveniente de este tipo de canales de recirculación radica en
ofrecer un flujo estable y sin corrientes secundarias ni otro tipo de artificios hidráulicos,
especialmente para caudales elevados.
El canal empleado se ha construido con forma de circuito de carreras en acero inoxidable. Para
su diseño se han revisado las recomendaciones recogidas en la literatura relativas a las
características de los canales empleados en estudios biológicos del bentos marinos y en otros
trabajos con canales similares. En especial, se han seguido las recomendaciones generales
recogidas en Nowell y Jumars (1984; 1987) así como otros ejemplos reales desarrollados en
Muschenheim et al. (1986) y en la recopilación de canales de la red de laboratorios europeos
de estudios del bentos marino BioFlow (Jonsson et al., 2006).
En la fase de elaboración del canal se contó con la colaboración de Ramón Losada Quevedo,
investigador visitante del Instituto de Hidráulica Ambiental IH de la Universidad de Cantabria.
1.2 m

R: 1 m

Motor DC 24V
Deflectores
m
5
0.
R:

Caja de sedimento
70 x 40 x 10 cm

0.7 m

0.95 m

Figura 4.41. Esquema del canal “cockledrome” empleado en la realización de ensayos.

- C4.62 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

El canal dispone de unas ventanas de plexiglás transparente en la zona donde se realizan los
experimentos para facilitar la realización de los mismos y para poder emplear técnicas de
visualización de flujo. El desarrollo del canal es de ~9.05 m, y está compuesto por dos
alineaciones rectas de 1.2 m y por dos curvas semicirculares de 1.25 m de radio. El ancho del
canal es de 50 cm y el calado de 40 cm. En las siguientes figuras (Figura 4.41 y Figura 4.42) se
presenta una planta y unas fotografías del mismo.
El movimiento del agua se produce por la fricción de 10 discos de material plástico de 28 cm de
radio y 1 cm de espesor. Los discos giran solidariamente con un eje propulsado por un motor
reductor PARVALUX de 24 V de corriente continua (134W), con un par máximo de 9 N·m y una
velocidad de giro de 98 rpm.

Figura 4.42. Vista general de canal y detalle de las ruedas motrices.

Hay que señalar que en los experimentos correspondientes a las velocidades más bajas (V01 a
V03), el motor empleado fue un modelo Crouzet de 24 V de corriente continua de menor
potencia (24 W) y par motor (< 4 N·m). Cómo las velocidades alcanzadas con este motor no
superaban los ~35 cm/s, se optó por sustituirlo por el modelo mencionado anteriormente. En
ambos casos la regulación de la velocidad de giro se realizó con una señal variable de 0 a 10 V
a través de un potenciómetro.
El canal cuenta en la zona de ensayo con una caja de 70 x 40 x 10 cm que se puede enrasar
con arena hasta alcanzar el nivel del resto de la solera del canal. Se ha empleado arena de la
desembocadura del Ulla ligeramente mezclada con árido uniforme de construcción de diámetro
2 mm. La mezcla obtenida se analizó según la UNE-EN 933 (1998) y tiene un diámetro medio
0.98 mm, un d50=1.42 mm y un coeficiente de gradación
Gr = 0.5 ( d84 / d50 + d50 / d16 ) = 1.89 . Por lo tanto el sedimento analizado es una arena muy
gruesa uniforme (Gr < 3). El contenido de materia orgánica determinado según la norma ASTM
D-2974 (1987) fue inferior al 1%. La curva granulométrica aparece reflejada en la Figura 4.43.
Además, y con objeto de reducir la aparición de artificios hidráulicos y el efecto del flujo en
curva y la generación de corrientes secundarias se instalaron 2 deflectores semicirculares en
cada uno de los tramos curvos (Figura 4.41) similares a los de otros canales de la literatura (ver
Figura 4.29).

- C4.63 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

100%

%Particulas
%Acumulado
80%

% más fino que 60%

40%

20% d50=1.42 mm
d84=1.87 mm
d16=0.57 mm

0%
0,1 1 10
diámetro (mm)

Figura 4.43. Granulometría de la arena empleada en la realización de los ensayos de


arrastre de berberechos.

En los ensayos el calado de la lámina de agua fue de 15 cm. De este modo, la relación ancho-
calado es de ~3.34, similar a la empleada en otros estudios de arrastre de organismos bénticos
a escala de laboratorio: 5 en Snelgrove et al. (1998) o Hunt (2004), ~3.34 (de Montaudouin y
Bachelet, 1996; de Montaudouin et al., 2003) o ~2.14 en St-Onge y Miron (2007).
El objetivo de mantener una relación de aspecto alta es el de conseguir un flujo uniforme 2DV,
con un desarrollo adecuado de la capa límite y reducir la aparición de corrientes secundarias
originadas por la asimetría en la resistencia al flujo ya que existen tres paredes metálicas (el
canal) y la lámina libre (Nowell y Jumars, 1987). Sin embargo, y como ya se comentó en el
Capítulo 2, las corrientes secundarias dejan de ser importantes en flujos 2D en canales rectos
cuando la relación ancho:alto B/H es superior a ratios que oscilan entre 4:1 (Song, 1994), 5.2:1
(Kironoto y Graf, 1994) hasta valores de 10:1 (Nezu y Nakagawa, 1993; Rodríguez y García,
2008; Roussinova et al., 2008).
Como se ha señalado en el Capítulo, la aparición de estas corrientes secundarias influye en la
distribución vertical de velocidades (§2.3) y de las tensiones tangenciales (§2.4). Esta
circunstancia se discutirá con detalle en apartados posteriores.
Para poder conservar y alimentar a los berberechos empleados en los experimentos se dispuso
de un acuario de 240 L (ver Figura 4.44). El acuario empleado disponía de sistema de filtrado
(físico-biológico), un regulador de temperatura y un filtro de proteínas.
Para el perfecto mantenimiento de organismos vivos dentro de un acuario, primero hace falta
que este “madure”, es decir, que las bacterias del filtro biológico estén perfectamente
instaladas y sean capaces de degradar los compuestos nitrogenados presentes en los
desechos de los moluscos. El periodo de maduración varía mucho entre acuarios de agua
dulce y de agua salada, siendo en estos últimos de uno a tres meses.
Inicialmente en el acuario se introdujo una muestra de sedimento de la zona de estudio con
~130 L de agua de la Ría de Arousa, que además de la salinidad aportaba materia orgánica
(algas, fitoplancton y materia orgánica disuelta) que al descomponerse acelera el proceso de
maduración del acuario. El volumen restante se rellenó con agua de mar sintética elaborada
para tal fin.

- C4.64 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

(3) (2)
(4)
(1)

Figura 4.44. Acuario de agua salada empleado para la conservación de los berberechos: el
agua captada por el filtro físico-biológico(1) pasa a través del regulador de
temperatura(2) para retornar en forma de cascada al acuario(3) y así favorecer
la aireación. El filtro de proteínas (4) funciona en paralelo a este sistema.

Durante la fase de maduración se realizó un control diario de los parámetros físico-químicos del
acuario (ver Figura 4.45). La salinidad media fue de un 34 ‰, para una temperatura media
14.5º C. El pH medio del acuario es de ~8, similar al del agua de mar. La cantidad de oxígeno
disuelto en el agua depende de la temperatura y salinidad de esta. A saturación, el OD se
puede estimar a partir de la siguiente fórmula semiempírica (Weiss, 1970):

ODsat = 14.6244 − 0.367134T + 0.0044972T 2 − 0.0966S


(A2.16)
+ 0.00205ST + 0.0002739 S 2
donde ODsat es el oxígeno disuelto a saturación (mg/L), T es la temperatura del agua (º C) y S
es la salinidad (g/kg o ‰)
Para hallar el punto de saturación se toma como referencia los valores medios de temperatura
y salinidad (14.5º C y 34 ‰) y obtenemos que para estos valores la concentración máxima de
oxígeno disuelto en agua es 12.26 mg/L (100%). Es importante que la concentración de
oxígeno esté próxima al punto de saturación para asegurarnos que los organismos que
introduzcamos no van a estar sometidos a un estrés por falta del mismo.
Para estimar el porcentaje de ODsat existente en el acuario se empleó una sonda de oxígeno
Hach HQ40D. El OD medio disponible en el acuario registrado fue de 7.85 mg/L. Este valor, y
los anteriores, se obtuvieron en la fase de maduración del acuario, representada en la Figura
4.45.
En esta figura también se representa la evolución de los nitritos, que aumentan desde la
instalación hasta un valor máximo de 1 mg/L. A partir del vigésimo segundo día decrecen hasta
desaparecer. También se llevó un control de nitrógeno amoniacal, que se encontró siempre por
debajo de los límites de detección de los test empleados para su determinación (~0.1 mg/L).

- C4.65 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

40 1.6

35 1.4
Salinidad (‰), Tª(ºC), pH, OD (mg/L)

30 1.2

Nitritos (mg/L)
25 1

20 0.8

15 0.6

10 0.4

5 0.2

0 0
0 5 10 15 20 25 30 35
Días desde llenado (d)
Salinidad Temperatura pH OD Nitratos

Figura 4.45. Evolución de los parámetros físico-químicos del acuario durante la fase de
maduración. Se puede observar como se produce la reducción de los nitratos,
indicador de que se alcanzó la maduración del acuario.

Tras la maduración del acuario se realizaron controles semanales para comprobar que los
parámetros se mantenían estables.

4.3.3. Instrumentación empleada


En los experimentos se buscado caracterizar de la forma más completa el perfil de
velocidades y esfuerzos de corte, especialmente cerca del lecho, para cada una de las
configuraciones de flujo. En la fase inicial de la experimentación se empleó un velocímetro
acústico de efecto doppler (ADV) Sontek microADV® para analizar de un modo casi cualitativo
que el flujo fuese bidimensional y obtener un orden de magnitud de la velocidad de la corriente
para diferentes valores de voltaje regulado en el motor.
Este tipo de equipos ha sido empleado con éxito en numerosos trabajos realizados
anteriormente por otros miembros del GEAMA en diversas tipologías de flujo como escalas de
peces (Cea, 2005), en estructuras hidráulicas y en aplicaciones de transporte de sedimentos
(Peña, 2002) o en flujo en modelo físico de un meandro inundable (Mera et al., 2008). Una
descripción detallada del mismo, su funcionamiento y procedimiento para el postprocesado de
las velocidades se desarrolla en Lohrman et al. (1994) y p.ej en Nikora y Goring (1998), García
et al. (2005) y Cea et al. (2007) respectivamente.
Sin embargo, la instrumentación principal que se empleó para determinar los campos de
velocidades y la distribución de las tensiones ha sido la tecnología Particle Image Velocimetry
(PIV). El equipo PIV empleado es de la casa LaVision®. En los ensayos se realizó la
adquisición de las imágenes con una cámara FlowMaster 3S de 1Mpx (1280 x 1024 px2) de
resolución a un frecuencia de 3.33Hz. El flujo se sembró con partículas de Poliamida de 50
micras de la casa DANTEC DYNAMICS ®. El intervalo entre disparos se fijó en función de la
velocidad de la corriente a valores que oscilaron entre los 2000 y los 4500 μs.

- C4.66 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Para determinar este parámetro se minimizó el RMS (Root Mean Square) de la velocidad
media de una serie de 10 imágenes tomadas con diferentes valores del tiempo de disparo. El
valor inicial de prueba fue determinado con el ayudante incluido en el software Davis 7.2 de
Lavision®. Como se ha comentado en el Capítulo 3 (§3.3.4.3), en la actualidad, con los
algoritmos avanzados de evaluación de malla decreciente, el valor del tiempo de disparo (y por
tanto, del desplazamiento de las partículas), ya no es tan crítico para evaluar de un modo
preciso las velocidades con los algoritmos de correlación cruzada.
Los principales parámetros de la configuración del equipo se recogen en la Tabla 4.9 . Una
descripción detallada de los mismos se encuentra en el desarrollo del Capítulo 3 (§3.3.3 y
§3.3.4), y una descripción más detallada del equipo de la UDC en el apartado 3.4.
Tabla 4.9. Resumen de los principales parámetros de configuración del PIV

Partículas Poliamida, 50 [μm]

Intervalo de disparo entre fuentes láser 2000 a 4500 [μs]

Distancia de trabajo ~ 1.12 [m]

Distancia focal, f ~ 28 [mm]

Apertura del diafragma, Da 8 [mm]


2
Resolución de la imagen 1280 x 1020 [px ]
2
Tamaño del CCD 8.6 x 6.9 [mm ]

Rango dinámico cámara 12 bits. 4096 niveles de gris (counts)

Magnificación 0.025
2
Campo de visión ~ 314 x 215 [mm ]

Factor de escala 4.1 [px/mm]


2
Número máx. de vectores por imagen 160x120 = 28800, ventanas de 32 x 32 [px ], 75% overlap

Número de vectores por imagen ~128x82 = 10496, área de ~250x160 mm, con ventanas
2
de interrogación de 32 x 32 [px ], 75% overlap

Frecuencia de adquisición 3.33 [Hz]

Número de imágenes adquiridas 500 imágenes por ensayo - 150 [s]

Software de evaluación Davis 7.2.254

Durante el desarrollo experimental se detectó una pequeña falta de alineación entre los dos
haces generados por las fuentes láser gemelas 78. Este pequeño desajuste es el responsable
de que la iluminación de las dobles-imágenes capturadas por la cámara del equipo, presenten
una iluminación diferente (Figura 4.46).
Para reducir los efectos de este tipo de no homogeneidades en la iluminación, que repercuten
en la determinación de los campos vectoriales (ver Capítulo 3, §3.3.3.6), es fundamental aplicar
algoritmos de preprocesado de las imágenes para mejorar la precisión del método PIV. Para
ello, se han aplicado una serie de filtros que se describen a continuación.

78
En la Figura 3.22 se recoge un esquema de operación de las fuentes láser y como se alinean antes de
entrar en el cristal doblador.

- C4.67 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

Figura 4.46. Ejemplo de imagen doble capturada con el equipo PIV. Se puede apreciar como
un pequeño problema de alineación del láser provoca una iluminación
diferenciada entre las dos imágenes. Este efecto se puede minimizar con
técnicas de preprocesado de las imágenes.

En primer lugar, para eliminar el problema de la falta de homogeneidad en la intensidad de la


imagen se aplicó un filtro de media móvil (sliding background). La media móvil funciona como
un filtro de alta frecuencia, filtrando las grandes fluctuaciones del fondo y manteniendo las
intensidades de pequeña amplitud (2-3 px) de las partículas (LaVision, 2007). Para que
funcione correctamente, el radio de la media móvil debe ser al menos el doble del tamaño de la
partícula. Para la configuración óptica del montaje experimental se ha empleado un radio de 8
a 16 px. Con la aplicación de este filtro se consiguen imágenes con una señal de fondo
constante eliminando la falta de homogeneidad en la iluminación de la imagen, lo que redunda
en una mejora de la correlación obtenida.
Después de aplicar este filtro, se ha utilizado un filtro para normalizar la intensidad de las
partículas (min/max filter) de radio 6 px. De este modo, las partículas contribuyen de un modo
más homogéneo a la correlación. Este filtro aplica una corrección local de la intensidad,
mejorando el número de partículas reconocidas por el software, y por tanto el número de
vectores válidos, cuando existen variaciones importantes en la intensidad de la luz (p.ej.
presencia de partículas de diámetros no homogéneos o con diferente iluminación). De esta
forma las partículas más pequeñas también contribuyen a la correlación (LaVision, 2007).

(a) (b) (c)

(d) (e)

Figura 4.47. Ejemplo de aplicación del esquema de preprocesado a las imágenes: (a) y (b)
imagen original, (c) imagen preprocesada, (d) y (e) campo de velocidades de la
imagen original y de la procesada.

- C4.68 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Gracias a la aplicación de este esquema de preprocesado, se ha mejorado notablemente el


número de vectores válidos, como se puede ver en el ejemplo de la Figura 4.47.
Por tanto, con el preprocesado se incrementa la detección de vectores válidos obteniendo así
campos vectoriales con mayor resolución, mayor SNR (Signal to Noise Ratio) y menor número
de vectores espurios o anómalos. Este tipo de procedimientos, junto a otros como substracción
de la imagen de fondo, se muestran muy efectivos en la reducción del ruido de fondo y en la
mejora de la precisión y resolución espacial de la técnica PIV (Stanislas et al., 2008).
Para el cálculo de los campos de velocidades se aplicó una máscara que redujo el área de
cálculo a una zona cuadrada de ~250x160 mm2, eliminando aquellas zonas sin flujo y zonas
próximas a los bordes de la imagen. De este modo se pretendía reducir el tiempo de cálculo y
además reducir los errores producidos por las aberraciones ópticas, mayores lejos del centro
de la imagen (Raffel et al., 2007).
Para transformar la imagen de la escala de píxeles a la escala del modelo físico se realizó una
calibración empleando una plantilla formada por una malla de cruces de 8 mm separadas 20
mm (Figura 4.48). El procedimiento consistió en promediar 50 imágenes y al resultado se le
aplicó una transformación bilineal. El RMS de la transformación fue de 0.21 px (~0.05 mm),
valor inferior al mínimo recomendable establecido en ~1 px (LaVision, 2007).

Figura 4.48. Plantilla empleada en el proceso de calibración del plano de medida con el
equipo PIV. El objetivo de la cámara se ve en primer plano

La evaluación de las imágenes se realizó con un algoritmo de correlación cruzada con


ventanas de interrogación de 32x32 px y 75% de overlap. Con objeto de mejorar la correlación
se aplicaron las siguientes opciones del software Davis 7.2®:

• Función de promediado de la ventana de interrogación de tipo gaussiana redondeada. Las


funciones de promediado permiten adaptar la forma de la ventana a las características del
flujo. El software incluye otro tipo de funciones de promediado como ventanas elípticas con
diferentes grados de excentricidad y dirección (para p.ej. adaptarse a un lecho con una
fuerte pendiente), pero los mejores resultados ha sido proporcionado la función circular.
Con esta técnica se incrementa notablemente la precisión del método ya que detectan y
localizan mejor las partículas (LaVision, 2007). La principal desventaja de este método es
que incrementa el tiempo de cálculo notablemente.

- C4.69 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

• Algoritmo iterativo de tamaño de malla decreciente desde 128x128 a 32x32 px2 con un
solape, overlap, del 75%. De este modo se mejora la resolución espacial de los campos de
vectores, con una malla resultante de ~2x2 mm. Para un solape del 50%, la malla tendría la
mitad de detalle, unos ~4x4 mm.
Históricamente, en la literatura se había señalado que el empleo de solapes entre ventanas
tan grandes (75%) podría provocar un incremento de los errores en la determinación de
variables que involucren los gradientes de velocidades (p.ej. vorticidades o campos de
deformaciones) debido fundamentalmente a un incremento de la correlación del ruido entre
los puntos de análisis y a que prácticamente se emplean las mismas partículas para
obtener las velocidades. En este tipo de aplicaciones el solape máximo recomendable era
del 50 % (Willert, 2007).
Sin embargo, cuando los datos se procesan siguiendo la metodología del Doble
Promediado para la determinación de parámetros como las velocidades y las tensiones
tangenciales, es habitual emplear campos vectoriales con solapes del 75 % (p.ej. Coleman
et al., 2007a; Cameron et al., 2008; Pokrajac et al., 2008).
Esto es posible porque los nuevos métodos numéricos para obtener las derivadas
espaciales están optimizados para funcionar con este solape tan elevado. (Raffel et al.,
2007). Además, como se ha comentado en el Capítulo 3, al emplear técnicas avanzadas de
evaluación con ventanas de interrogación deformables es recomendable emplear un solape
del 75%.

• Empleo de ventanas de interrogación deformables, con reconstrucción de la imagen por el


método de Whittaker. Esta técnica mejora notablemente la correlación en flujos con altos
gradientes y vorticidades. Para flujos con gradientes menos pronunciados la mejora es
menor, aunque perceptible (Fincham y Delerce, 2000; Scarano, 2002).
A medida que se incrementa el número de operaciones realizadas para obtener un campo de
velocidades, el tiempo de procesado se incrementa notablemente, ya que en total se
procesaron más de 33000 imágenes (unos 66 juegos de 500 imágenes). Por este motivo, para
reducir el tiempo de cálculo de las imágenes brutas (es decir, sin realizar ningún tipo de
postprocesado o cálculo de magnitudes derivadas como medias, perfiles de velocidad,
intensidades turbulentas, etc.) se intentó buscar un compromiso entre la mejora del campo de
vectores y el tiempo de cálculo analizando la mejora en términos del RMS (Root Mean Square)
de cada campo vectorial.
Se tantearon varias imágenes de diferentes ensayos y se analizó el RMS de cada imagen.
Como recomendaciones para futuros usos del PIV, se puede señalar que para una imagen
convencional, la no aplicación de los algoritmos de función de promediado gaussiano y de
deformación de la imagen reducía los tiempos de cálculo en aproximadamente un factor de 3,
sin embargo, el RMS de la imagen se incrementaba en un valor de casi el doble (0.10 a 0.18).
Incrementar el número de iteraciones en el tamaño final de la venta de interrogación,
incrementa el tiempo linealmente con el número de iteraciones, pero el RMS apenas variaba (y
si lo hacía era en la precisión del tercer o cuarto decimal), por lo que se optó por realizar una
única iteración en este paso.
En los pasos iniciales, cuando la ventana va decreciendo de tamaño, se utilizó un solape del
50%, con ventas de interrogación cuadradas. Este procedimiento apenas incrementa el tiempo
de cálculo, y si proporciona información sobre el desplazamiento de las partículas que mejora
la precisión del algoritmo de cálculo en la ventana de menor tamaño.

- C4.70 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

La eliminación de vectores o velocidades erróneas debe ser una parte del procedimiento de
análisis de flujos turbulentos con cualquier tecnología experimental ya que, aunque la
presencia de un porcentaje bajo de medidas incorrectas no afectan demasiado a la
determinación de velocidades medias, si que lo hace cuando se estiman los momentos de
orden superior como varianzas, kurtosis y demás estadísticos relacionados con la descripción
de la turbulencia. Si en una zona del campo de velocidades, p. ej. por una reflexión o una
mancha, aparecen sistemáticamente vectores espurios, el análisis estadístico del flujo revelerá
que esa zona un mayor nivel de ruido que se asociará, sino se trata adecuadamente, a un
incremento de la varianza y por tanto, a un incremento de las tensiones tangenciales y energía
turbulenta. Por tanto se puede decir que los datos con ruido generan una "turbulencia artificial".
Por este motivo, tras realizar el cálculo de los campos de velocidad, se realizó un postproceso
consistente en la aplicación del filtro de mediana (median filter) con umbral para el RMS de 3.
Este filtro, aplicado originalmente por Westerweel (1994) es el más empleado en la literatura
para eliminar los vectores espurios. También se tanteó el filtro universal de Westerweel y
Scarano (2005) que tiene como principal característica que no requiere la introducción de un
umbral para realizar el procedimiento como en el caso del filtro de mediana.
Se programó este filtro en MATLAB © y se analizaron los resultados obtenidos con varios
juegos de imágenes de prueba, obteniendo resultados similares a los del filtro de mediana
original. Se consideró que el mayor tiempo de cálculo y el incremento de complejidad del
procedimiento de postprocesado de las imágenes no justificaba su empleo.
Además de este procedimiento, en algunos casos ha sido necesario eliminar manualmente
alguna zona de la imagen para evaluar las velocidades y resto de estadísticos de un modo
correcto (ver apartado 4.4.2, Figura 4.60).
Por último, hay que señalar que el mayor reto del montaje experimental ha sido determinar
los campos de velocidades en el entorno de los berberechos. Los principales problemas que
han surgido son inherentes a cualquier experimento de PIV en el que se desee determinar el
flujo muy cerca de un contorno fijo, o como en este caso, en algunas ocasiones móvil. A
medida que nos acercamos al lecho, existen más problemas con el número de partículas (que
se reduce), con las reflexiones del láser con el contorno, con el incremento del gradiente de
velocidades y también, con el funcionamiento del esquema de evaluación de imágenes con los
algoritmos de correlación cruzada (la ventana contiene información del contorno que también
es evaluada).
A pesar de estos inconvenientes se han determinado en general buenos de campos de
velocidades. Para ello se ha contado con las herramientas disponibles en la actualidad en el
propio software comercial Davis© y también con códigos propios sencillos desarrollados en
Matlab©. Las principales mejoras introducidas en la evaluación de las imágenes brutas han
sido la aplicación de métodos de preprocesado, para homogeneizar la calidad de la imagen, la
aplicación de métodos de evaluación avanzada, especialmente el promediado de las ventanas
de interrogación con una función gaussiana que reducen el efecto de pérdida de señal cerca
del lecho, y también con un procedimiento de postprocesado para eliminar vectores anómalos.

4.3.4. Campaña experimental


Para realizar los ensayos, inicialmente se pretendía recoger los moluscos en la zona de
estudio para posteriormente analizarlos en las instalaciones del CITEEC. Sin embargo, y tras

- C4.71 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

varias conversaciones realizadas con técnicos del Centro de Investigacións Mariñas de Corón,
se decidió emplear berberecho de la ría de O Burgo por los siguientes motivos:
- La especie y características de los berberechos son iguales a los existentes en los Lombos
do Ulla.
- La proximidad de la Playa de Santa Cristina (situada a escasos 10 minutos) al CITEEC
reducía el estrés al que se somete a los berberechos.
- Se reducen los tiempos en los que berberecho está fuera de un hábitat adecuado y los
costes de las campañas de campo.
Los berberechos fueron extraídos por miembros de la Cofradía de Pescadores de A Coruña en
la zona libre de marisqueo de la Playa de Santa Cristina. En total fueron necesarias 8
extracciones en las que se recogieron una media de 100 individuos.
Una vez recolectados los berberechos se llevaron al CITEEC, donde se clasificaron con la
ayuda de un calibre de 0.1 mm de precisión. En esta primera identificación únicamente se
midió la dimensión mayor de los moluscos (la anchura c, ver Figura 4.56). Tras tomar nota de
esta dimensión, los berberechos se numeraron pintándolos con laca de uñas. Una vez que la
pintura estaba fijada se introdujeron en el acuario durante un periodo de aclimatación de unas
24 horas, previo a la realización de los ensayos.
Hay que señalar que inicialmente se tantearon otros métodos para seguir la evolución de los
berberechos en el canal. Se realizaron algunos ensayos previos marcando los berberechos con
códigos de colores haciendo además videos cenitales, ver Figura 4.49, para intentar realizar el
seguimiento automático del movimiento de los mismos mediante técnicas de inteligencia
artificial.

(a) (b)
Figura 4.49. Ejemplo de marcado de los berberechos (a) con laca de uñas y (b) con código
de colores.

Esta metodología está siendo empleada con éxito en el seguimiento del remonte de peces en
una escala en el Laboratorio del Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX, en un proyecto
dirigido por el profesor Jerónimo Puertas. Sin embargo, para el caso de los berberechos el
seguimiento automático se complica demasiado. Además, existirían interacciones entre el
equipo PIV y la instrumentación dedicada al seguimiento de los berberechos. En definitiva,
aunque no es imposible emplear este tipo de técnicas en ensayos de arrastre de berberechos
similares a los realizados, el desarrollo y validación de esta técnica se alejaba bastante de los
objetivos de esta tesis doctoral, por lo que los resultados de los ensayos previos fueron
desechados, y este procedimiento fue abandonado.

- C4.72 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Durante los experimentos los berberechos fueron alimentados con Tetraselmis suecica, una de
las especies de microalgas más empleadas para satisfacer las necesidades alimenticias de los
bivalvos en laboratorio debido a su elevado contenido proteico.
El cultivo del fitoplancton fue realizado en las instalaciones del Laboratorio de Microbiología de
la Facultad de Ciencias de la UDC por Eva Martín, bióloga contratada a cargo del proyecto de
investigación del Ministerio de Medio Ambiente. El Tretraselmis suecica se cultivó en botellones
como los de la Figura 4.50 en una cámara en condiciones de iluminación de 68.25 µE/(m2·s) en
ciclos de luz-oscuridad de 12:12 h a 18º C. Los cultivos se mantuvieron en medio enriquecido
ALGAL1 aireado con una mezcla enriquecida con CO2. Este es el procedimiento habitual de
cultivo recogido en la bibliografía (ver p.ej. Souto et al., 2008).

(a) (b)
Figura 4.50. (a) Cultivo de Tetraselmis suecica en el laboratorio de microbiología de la UDC,
y (b) vista a microscopio del microalga.

El objetivo del cultivo era el de mantener una población de unos 100 berberechos durante un
periodo de tiempo no superior a una semana. Siguiendo las recomendaciones de Jose Villalba
del CIMA, la dosis diaria para alimentar a los bivalvos se fijo en un 3-6% del peso seco del
molusco.
El peso seco de los berberechos se estimó a partir de los trabajos de González y Pérez (1984a,
b) realizados en la ría de Arousa. Adoptando un tamaño medio de 28 mm, el peso seco de un
molusco es de ~0.372 g. El peso seco de Tretaselmis para las concentraciones del cultivo se
estimó en laboratorio en ~767±23 μg/mL de cultivo. De este modo se pudo estimar el volumen
de cultivo diario necesario para mantener con vida a los moluscos.
Antes de la realización de los ensayos los berberechos fueron preacondicionados durante 24
horas en el acuario de agua marina a una temperatura de 14º C, con la misma salinidad que la
del canal de ensayo, ∼34.5 ‰, en la escala práctica de salinidades (UNESCO, 1981).
En total se analizaron 144 escenarios: los 4 grupos de tallas y las 2 poblaciones con
distribución de tamaños no uniforme, cada una con dos grados de reclutamiento, sometidas a 6
velocidades y con los berberechos vivos y muertos. Cada grupo de berberechos fue ensayado
un máximo de 4 días consecutivos. Al finalizar los ensayos con los berberechos vivos, los
individuos se introdujeron en una solución de formol al 1% para realizar posteriormente los
mismos escenarios con los individuos muertos.
Entre los ensayos con los moluscos vivos y muertos, y también cuando se procedió a cambiar
el motor, se realizó una limpieza del canal. Para facilitar esta labor, los deflectores fueron
retirados. Las pequeñas diferencias en las alineaciones de estas piezas se consideran

- C4.73 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

responsables de pequeños cambios en la estructura del flujo. Estas modificaciones se han


percibido en las distribuciones de tensiones e intensidades turbulentas determinadas
experimentalmente con el equipo PIV y se mostrarán posteriormente.
Una vez terminados los experimentos, cada individuo fue pesado y medido para determinar los
parámetros geométricos característicos de los berberechos (diámetro medio, factor de forma,
densidad de la concha). La metodología empleada es la misma que la recogida en otros
trabajos similares (Amos et al., 2000; Thompson y Amos, 2002; Peña et al., 2008) y se
describe en el apartado 4.4.1.

4.3.4.1. Ensayos por grupos de tamaños


Los berberechos se clasificaron por tamaños en 4 grupos: 15-20 mm, 20-25 mm, 25-30
mm y de 30 a 35 mm. El diámetro medio de cada talla y el coeficiente de gradación se señalan
en la distribución por tamaños de la Figura 4.51. El tamaño representativo empleado para
definir los grupos ha sido la anchura del molusco c. Se ha empleado esta dimensión porque es
fácil de determinar y además, como se verá en el apartado 4.4.1, se correlaciona muy bien el
resto de dimensiones y parámetros geométricos del bivalvo.
100%

15-20 mm
90%
20-25 mm

80% 25-30 mm
30-35 mm
70%
% más fino que

60%

50%

40%

30%

d 50=17.3 mm Gr=1.06
20%
d 50=22.1mm Gr=1.06
d 50=26.9 mm Gr=1.05
10%
d 50=31.8 mm Gr=1.04
0%
10 100

dimensión mayor (mm)

Figura 4.51. Distribución de tamaños de los grupos de berberechos empleados en el ensayo


de tallas.

Para el análisis del arrastre de cada grupo, los berberechos se situaron en celdas de 15 x 12
cm, con el lado más largo en la dirección de la corriente. Con esta disposición se podían
introducir en el canal 3 grupos simultáneamente, ver la Figura 4.52(a), por lo que en cada
ensayo se consiguió analizar simultáneamente un total de 3 tallas.
Antes de comenzar cada ensayo se niveló la arena. Después, los berberechos fueron
colocados a mano sobre el lecho de forma aleatoria. Una vez colocados, y tras esperar 5
minutos para que se acomodasen, se activaba el motor y se mantenían las velocidades durante
un periodo de 5 minutos.
Una vez finalizado el tiempo de ensayo, se detenía el motor y se procedía a contar los
moluscos arrastrados fuera del área de análisis. Hay que señalar que el modo de movilización
de berberechos es por saltación y también arrastre. En las diferentes repeticiones de los
escenarios, el mismo grupo de moluscos se analizó en diferentes recintos para minimizar los
efectos de la variación de velocidades a lo largo de la sección transversal del canal.

- C4.74 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Caja de sedimento Caja de sedimento


70 x 40 x 10 cm 70 x 40 x 10 cm
Área de análisis Área de análisis
15 x 12 cm 22.5 x 18 cm

7 cm 7 cm

Plano láser Plano láser


14.5 cm 14.5 cm

0.7 m 0.7 m
(a) 0.95 m
(b) 0.95 m
Figura 4.52. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones.

Es importante señalar que la duración de estos ensayos es inferior a la de otros ensayos


recogidos en la literatura, realizados siempre con moluscos mucho más pequeños, en fases
larvaria e incluso juvenil. Por ejemplo, Hunt (2004), ensayó juveniles de dos especies de almeja
(de ∼1 a ∼5 mm) con velocidades de ∼27 y ∼36 cm/s durante 50 minutos. St-Onge y Miron
(2007) ensayaron también almejas de hasta 20 mm en un canal de recirculación durante 60
minutos. Estos autores comenzaban los experimentos con los moluscos previamente
enterrados. En varios trabajos dirigidos por de Montadouin (de Montaudouin y Bachelet, 1996;
de Montaudouin, 1997; de Montaudouin et al., 2003), juveniles de berberechos fueron
sometidos a ciclos de 4 horas de velocidad constante.
En este trabajo se consideró adecuado realizar experimentos de menor duración porque tras
varios ensayos previos de larga duración (hasta 50 minutos), se constató que para intervalos
de ensayo mayores a los 5 minutos (hasta 30 minutos), el porcentaje de berberechos
movilizados era igual (en la mayoría de los casos) o ligeramente superior al movilizado durante
los primeros 5 minutos de ensayo. Además, reduciendo la duración de cada ensayo, se
consiguió realizar un número mayor de ensayos.

4.3.4.2. Ensayos de poblaciones estacionales


El objetivo de estos ensayos fue el de analizar la influencia de la distribución de tamaños
en la movilización de los berberechos. Para ello, se ensayaron dos poblaciones de berberechos
con dos tamaños predominantes bien diferenciados: uno centrado en el grupo de 19 a 22 mm
el otro en el de los 26 a 28 mm. Las características de la distribución de tamaños de las
poblaciones analizadas se presentan en la Figura 4.53, y pretenden reflejar la variabilidad del
berberecho en la zona estudio analizada, representado la primera distribución una población
tipo de Septiembre y la segunda una distribución tipo de Abril. Sin embargo, y debido a la
dificultad de extraer berberechos inferiores a 18 mm en un número suficiente, la población de
Septiembre es un poco más vieja que la cabría esperar en esta época, como se puede
comprobar en la Figura 4.40, extraída de los datos recogidos por Parada et al., (2006).
El diámetro (anchura c) medio de la población de otoño es de ~20.9 mm, mientras que el
diámetro medio de la población de Abril es de ~24.3 mm. Los coeficientes de gradación
( Gr = 0.5 ( d84 / d 50 + d 50 / d16 ) ) para estas poblaciones son de 1.2 y 1.3 respectivamente, por lo
que si se analizan como muestras de sedimentos se podría concluir que son bastante

- C4.75 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

uniformes (Gr < 3). Sin embargo, al compararlos con una granulometría de los grupos por
tamaños (representados en la Figura 4.51), se observa que en estos últimos la granulometría
es más uniforme, con un coeficiente de gradación medio para los cuatro grupos de ∼1.04
±0.01.

100%
% Berberechos
% Acumulado
80%
% más fino que

60%

40%

d50=22.2 mm
20%
d84=26.5 mm
d16=18.2 mm

0%
1 10 100

diámetro (mm)
(a)
100%
% Berberechos
% Acumulado
80%
% más fino que

60%

40%

20% d50=25.2 mm
d84=16.8 mm
d16=27.3 mm
0%
1 10 100
diámetro (mm)
(b)

Figura 4.53. Distribución por tamaños de los grupos de berberechos analizados en los
ensayos estacionales (a) otoño y (b) primavera.

En este bloque de experimentos se analizaron 6 velocidades x 2 reclutamientos x 2


distribuciones de tamaños, realizando 3 repeticiones y analizando la población con
berberechos vivos y muertos. De este modo queda un total de 120 escenarios diferentes. Hay
que señalar que debido a una avería del equipo PIV, el registro de las velocidades en los
escenarios con las 3 velocidades más bajas para el grupo de berberechos de mayor tamaño no
pudo realizarse. Sin embargo, si que fueron determinados los porcentajes de bivalvos
movilizados.
Como en el caso anterior, antes de comenzar cada ensayo se niveló la arena. Después, los
berberechos fueron colocados a mano sobre el lecho de forma aleatoria. Las parcelas donde
se ubicaron los berberechos en este ensayo fueron de 22.5 x 18 cm, con la dirección más
larga en la dirección de la corriente (Figura 4.53). Una vez colocados, y tras esperar 5 minutos,
se activaba el motor y se mantenían las velocidades durante un periodo de 10 minutos.

- C4.76 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Como en los ensayos de grupos de tamaños homogéneos (apartado 4.3.4.1), para seleccionar
la duración del ensayo se realizaron una serie de ensayos previos de mayor duración donde se
constató que para intervalos de ensayo mayores a los 10 minutos, el porcentaje de
berberechos movilizados era igual (en la mayoría de los casos) o ligeramente superior al
movilizado durante los primeros 10 minutos de ensayo.
Una vez terminado el ensayo, se detenía el motor y se contabilizaron los berberechos
arrastrados de cada uno de los grupos analizados. En las diferentes repeticiones de los
escenarios, el mismo grupo de moluscos se analizó en diferentes recintos para minimizar los
efectos de la variación de velocidades a lo largo de la sección transversal del canal.

4.3.5. Análisis hidrodinámico


Para el análisis de los campos de velocidades y de los perfiles de intensidades turbulentas
y tensiones tangenciales, se ha empleado la Metodología del Doble Promediado o DAM
(Double Averaged Methodology), explicada en el Capítulo 2. Esta metodología es
especialmente útil cuando se trabaja en flujos sobre lechos rugosos, como el que se analiza en
este trabajo, y, como se ha comentado ya, ha sido aplicada en otras aplicaciones de ingeniería
como flujos atmosféricos, flujos de aire sobre masas de árboles u otras superficies rugosas
(p.ej. edificaciones), flujos hidráulicamente rugosos, e incluso flujos subsuperficiales (Nikora y
Rowinski, 2008).
Una de las aportaciones más importantes de esta metodología es que elimina la incertidumbre
de la posición del plano z=0 en lechos rugosos ya que éste se define en términos de la función
de rugosidad de fondo φs(z). Otra ventaja, ya señalada, es que permite analizar las leyes de
velocidades y de distribuciones de tensiones tangenciales para flujos sobre lechos
heterogéneos.
De un modo resumido 79, se puede indicar que esta metodología se basa en promediar las
ecuaciones de Reynolds en un volumen o superficie de control. El procedimiento de
promediado se basa en descomponer las variables promediadas temporalmente en su
componente de media y fluctuación espacial de manera que la media temporal cualquier
variable hidrodinámica θi se puede escribir como:

θi = θi +θi (4.17)

donde los paréntesis angulares denotan promedio espacial, la barra superior promedio
temporal y la tilde fluctuación espacial (Nikora et al., 2007). Esta descomposición es similar a la
descomposición de Reynolds de las variables instantáneas en su promedio temporal y en la
componente de fluctuación, θi = θ i + θi ' .

Aplicando esta metodología para determinar el perfil de velocidades, se pueden definir dos
tipos de promediados en función del operador empleado: la media superficial y la media
intrínseca. Para el análisis de flujos hidráulicamente rugosos, es más correcto emplear la media

79
En este apartado se aplicará un procedimiento de promediado tiempo-espacio para superficies y se
recordarán únicamente las principales ecuaciones de la metodología aplicadas en el análisis de los datos
de los ensayos de arrastre de berberechos. En el Capítulo 2, apartados 2, 3 y 4, se han tratado en
profundidad las bases de la metodología DAM, los perfiles de velocidades y de tensiones tangenciales
respectivamente.

- C4.77 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

intrínseca 80 (Nikora et al., 2007). La velocidad horizontal u intrínseca doblemente promediada


se puede definir como (ver p.ej. en Mignot et al., 2009):

1
〈U ( x , t )〉 =
Af ∫∫ Af
U (x + r , t )dS (4.18)

donde Af es el área ocupada por el fluido a una cota determinada z (nótese que Af=1 por
encima del nivel de las crestas del lecho zc ), siendo A0 la superficie total donde se realiza el
promediado para esa misma cota z; r es un vector de posición que describe el valor de Af en el
entorno de un punto con coordenadas x y dS es un elemento diferencial de área.
Para cada uno de los ensayos se ha determinado el perfil de velocidades doblemente
promediado, y a partir de éste, se ha calculado la velocidad de corte ajustando la siguiente ley
logarítmica de velocidades en el tramo situado sobre las crestas del lecho y hasta una altura
inferior a ~0.2·h:

u* z+d
〈U ( z )〉 = ln (4.19)
κ z0

Donde U ( z ) es la velocidad horizontal doblemente promediada a la cota z, u* es la velocidad

de corte, κ es la constante de Von Kármán (~0.41), z0 es la rugosidad característica de la ley


logarítmica y d es la altura del plano de desplazamiento nulo (ver con detalle en el apartado
2.3.2.2. del Capítulo 2).
La ecuación (4.19) se empleó para estimar la velocidad de corte y la rugosidad característica
de la ley logarítmica en los ensayos con berberechos (§4.4.3.2 y §4.4.4.2). El origen
geométrico de las coordenadas z=0 se ha tomado como el plano definido por el valor donde la
función de rugosidad de fondo φs(z)=0.5, es decir, la cota media del fondo zm.

Hay que señalar que la ecuación anterior es válida únicamente para régimen hidráulico
rugoso 81, y que es equivalente a:

+ 〈U ( z )〉 1 z + d
〈U 〉 = = ln + Br (4.20)
u* κ ks

donde ks es la rugosidad equivalente de Nikuradse y Br es una constante que se establece en


8.5 ± 0.2 (Song, 1994). Para este valor de Br la ecuación se puede reescribir como (García,
2006):
+ 1 30( z + d )
〈U 〉 = ln (4.21)
κ ks

La expresión de de la ley logarítmica de velocidades de la ecuación (4.20) fue utilizada en la


determinación de la velocidad de corte en el análisis del lecho liso, sin berberechos (§4.4.2). En

80
El operador superficial (Cap. 2, ecuación 2.17) promedia la variable hidrodinámica sobre todo el
volumen o superficie de control, mientras que el operador intrínseco promedia la variable sobre el
volumen de huecos (ver ecuación 2.17).

81
Recordemos que el flujo es hidráulicamente rugoso cuando ks+ = ks u* / υ > 70 (ver Capítulo 2,
ecuación 2.13).

- C4.78 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

este caso, se ha empleado un valor de d = 0.2·d50 ~ 0.5 mm, que está en el rango habitual
encontrado en la literatura, situado entre 0.15 – 0.3 d50 (Nezu y Nakagawa, 1993).
El valor de la rugosidad equivalente de Nikuradse se ha establecido en 2·d50 (Schlichting,
1979). Valores habituales sitúan a ks entre 1 y 3 veces el diámetro medio del sedimento
(Bigillon et al., 2006; Rodríguez y García, 2008) . No existe un consenso claro sobre qué valor
emplear ya que el rango de variación es bastante importante especialmente para arenas
gruesas y gravas, como se puede ver p.ej. en el capítulo 6 de Julien (1994), donde se pueden
encontrar más valores y referencias.

50

40

30

20

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
(a) x (mm)

50

40

30

20

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
(b)
50
Media móvil r=5 px
Media móvil r=18 px
40 Media móvil r=40 px

30

20

10

0
0 20 40 60 80 100 120 140 160
(c) x (mm)

Figura 4.54. Ejemplo de aplicación del algoritmo de detección de fondo con filtros de media
móvil de diferente radio. En (a) se presenta la media de 25 imágenes tomadas
con PIV, en (b) el resultado la determinación de la posición de mayor gradiente
de intensidades y en (c) la posición del fondo filtrada y superpuesta sobre la
imagen original.

- C4.79 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

Para la estimación del perfil y la función de rugosidad de fondo, determinado por la arena y los
berberechos, se ha desarrollado una subrutina para detectar los valores máximos del gradiente
de intensidades de las imágenes capturadas con el PIV. En la Figura 4.54 se presenta un
ejemplo de aplicación del código elaborado para la detección del fondo.
Este código programado en Matlab©, promedia inicialmente una serie de unas 25 imágenes, le
aplica un filtro de mediana a la imagen resultante y después calcula el gradiente de
intensidades.
Estos procedimientos de preprocesado tienen por objeto mejorar la precisión del algoritmo de
detección eliminando la influencia de partículas y reflejos que afectan a imágenes individuales.
La ventaja de utilizar un filtro de mediana es que mantiene los contornos de la imagen y no los
suaviza, como otro tipo de filtros como el de media móvil (González et al., 2009).
Una vez determinada la posición del punto, o puntos, de intensidad máxima en cada columna,
la subrutina estima la posición del fondo en esa columna a partir de la media de los puntos que
tienen una intensidad superior a un umbral, que por defecto se estableció en el 95% de la
intensidad máxima de cada columna, ver Figura 4.54 (b).
Una vez obtenido este mapa de intensidades, se realiza un nuevo suavizado con una media
móvil de varios píxeles (px) de radio, para eliminar el ruido de alta frecuencia. Tras varios
tanteos, se empleó una media móvil de 18 px de radio (unos 4.5 mm), buscando un
compromiso entre la reducción de señal de alta frecuencia (el suavizado) y la eliminación de los
contornos de los moluscos (Figura 4.54 (c))
La posición del fondo así determinada se empleó para estimar la función de rugosidad de
fondo, calculada como la función de distribución de probabilidad acumulada (Nikora et al.,
2001), y también para eliminar de los campos vectoriales todos aquellos vectores erróneos
situados por debajo de este nivel, como se puede apreciar en la Figura 4.55. A pesar de todo,
en algunos ensayos, el código de detección de la posición del fondo no funcionó correctamente
por lo que se tuvo que recurrir a una máscara manual con una poligonal para definir la posición
del fondo.

-15

-20

-25

Posición del Lecho en la imagen *.IM7


Posición del Lecho en el campo vectorial *.VC7
Campoo de Velocidades Instantáneo sobre el lecho
-30
20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75

Figura 4.55. Ejemplo de aplicación de la máscara de fondo a un campo de velocidades


instantáneo del ensayo de determinación de velocidades sobre lecho de arena.

Para importar y trabajar con los archivos de imagen (*.im7) y con los campos vectoriales (*.vc7)
del software Davis © del equipo PIV se han empleado las bibliotecas readimx, desarrollada por
Lavision (www.lavision.de) y la ToolBox de Matlab© MATPIV desarrollada por Frederic Moisy
(http://www.fast.u-psud.fr/pivmat).

- C4.80 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

A partir de los campos de velocidades se han determinado los perfiles de intensidades


turbulentas doblemente promediados 〈u '2 〉 0.5 y 〈 w '2 〉 0.5 , los perfiles promediados
2 2
espacialmente de las intensidades turbulentas de forma 〈u 〉 0.5 y 〈 w 〉 0.5 así como las
tensiones tangenciales doblemente promediadas de Reynolds, de forma y totales. También se
ha obtenido la velocidad de corte a partir del análisis del perfil de fluctuaciones −〈u ' w '〉 o
tensiones de Reynolds, y a partir de la suma de las tensiones de Reynolds y de forma −〈uw〉 .
El tramo lineal del perfil de tensiones tangenciales se ha prolongado hasta la altura
correspondiente a la cota de las crestas de lecho zc, siguiendo los procedimientos recogidos en
la literatura (ver Cap. 2, apartado 2.4 y p.ej. Pokrajac et al., 2006; Aberle et al., 2008; Cameron
et al., 2008).
La velocidad de corte u*log, estimada a partir del análisis de velocidades, se ha empleado como
la escala característica para el análisis de los perfiles de velocidad. Para el análisis de los
perfiles de intensidades turbulentas y tensiones tangenciales se puede emplear la velocidad de
fricción u*uw, estimada a partir de las tensiones tangenciales, como velocidad característica (ver
p.ej.Nezu y Rodi, 1986; Bigillon et al., 2006). Con esta metodología, la velocidad de fricción se
estima extrapolando el tramo lineal del perfil de tensiones de Reynolds, tomando los datos
entre 0.7·H y 0.2·H, donde la contribución de los efectos viscosos y la presencia de la lámina
libre son efectos despreciables (ver este y otros métodos de determinación de la velocidad de
fricción en el apartado 2.4.5 del Capítulo 2).
Sin embargo, en este trabajo se ha decido emplear como velocidad de corte característica u*log
ya que en sentido estricto, la velocidad de corte determinada a partir de la extrapolación las
tensiones de Reynolds (o tensiones de Reynolds y de forma), sólo es válida para flujos
bidimensionales. En los flujos con corrientes secundarias o en flujos no uniformes o no
permanentes (Capítulo 2, §2.4.2, §2.4.3 y §2.4.4), aparecen más contribuciones en la ecuación
de conservación de cantidad de movimiento y las tensiones tangenciales dejan de ser lineales.

4.3.6. Análisis estadístico de los resultados


El análisis estadístico tiene como objetivo determinar cuales son las variables (velocidad
del flujo, tamaño, reclutamiento y estado del berberecho), así como las interacciones entre las
mismas, que afectan significativamente al porcentaje de moluscos erosionados. Para realizar
este tipo de análisis se deben emplear una serie de herramientas y tests estadísticos, que
aunque son habituales en la biología y ecología en general, y en la marina en particular, no lo
son tanto en ingeniería hidráulica.
Las herramientas aquí empleadas se basan en el contraste de hipótesis y se emplean para
analizar si dos o más grupos (niveles) de una determinada variable (factor) afectan al valor
medio de la variable respuesta analizada. Así, en el ejemplo que manejamos, nos interesa
saber si el porcentaje de berberechos movilizados está afectado por el estado de los moluscos
(es decir, si son importantes efectos de comportamiento como p.ej. el enterramiento o la
generación de biso).

- C4.81 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

Para realizar este análisis desde un punto de vista estadístico, se podría emplear p.ej. un
contraste t de Student 82 (t-test) para diferencias de la media de los dos niveles del factor
estudiado (vivo o muerto). En este contraste de hipótesis se definiría la hipótesis nula, las
medias son iguales, y se analizaría con ayuda del estadístico t si el contraste se acepta o se
rechaza, en el ejemplo esto indicaría que existen diferencias en la movilización por el factor
estado, para un nivel de significación alfa determinado (habitualmente α=0.05).
Cuando lo que queremos es comparar tres o más grupos empleando el contraste t, debemos
realizar el contraste por parejas. Este procedimiento, además de tedioso, tiene un gran
inconveniente ya que la probabilidad de cometer un error de Tipo I 83 se amplifica a medida que
se incrementa el número de grupos a analizar.
Así, si queremos analizar 3 grupos A, B y C, debemos realizar el contraste de los pares A-B, A-
C y B-C, por lo que la probabilidad de rechazar el contraste cuando en realidad es correcto (por
definición error de Tipo I) es de un 14.3% (1-0.95·0.95·0.95). Cuando existe cuatro grupos,
debemos contrastar 6 pares, por lo que la probabilidad se incrementa hasta un 26.5% 84. Para
10 grupos la probabilidad es de un 90%.
Para estos casos se debe emplear otra herramienta denominada Análisis de la Varianza, o
ANOVA (ANalysis Of VAriance). El ANOVA es un método estadístico que permite realizar este
tipo de test de comparación de varios grupos en un único paso. El análisis de la varianza fue
introducida por Fisher 85 en los años 20 (1920) como una herramienta para el diseño
experimental basada en métodos estadísticos, en un primer momento como aplicación a
investigaciones agronómicas (Sahai y Ageel, 2000). En 1935 el libro The Design of
Experiments (Fisher, 1935), que a la postre se convertiría en un libro clásico sobre estadística,
fue el que expuso de forma pionera los principios y procedimientos del diseño experimental con
las aplicaciones del método ANOVA a una gran cantidad de ejemplos.
Como el contraste t de Student, el ANOVA es un test paramétrico en el que se asumen las
siguientes hipótesis (ver p.ej. en Underwood, 1981):
ƒ Los datos del análisis son realizaciones posibles de la población analizada que siguen
una distribución normal de media μ y varianza σ i2 .
ƒ Las varianzas de los diferentes grupos analizados son iguales (o al menos similares)
ƒ Cada grupo analizado es muestreado de forma independiente

82
El estadístico t fue introducido por Willian S. Gosset: * 1876, Canterbury (UK); † 1937, Beaconsfield
(UK). Gosset firmó su trabajo en Biometrika en 1908 con el alias de Student, ya que derivó el t-test para
poder comparar de forma económica la potencialidad y calidad de varios tipos de cebada para elaborar la
cerveza Guinness, y la empresa le obligó a usar un alias para no desvelar secretos de la marca Box, J.F.
(1987). "Guinnes, Gosset, Fisher, and small samples." Statistical Science 2(1): 45-52.
83
En un contraste de hipótesis se define como un error de Tipo I (α) a la probabilidad de rechazar la
hipótesis nula cuando en realidad es correcta. El error de Tipo II (1-β) o potencia estadística se define
como la probabilidad de retener la hipótesis nula cuando en realidad es falsa.
84
La probabilidad de cometer al menos un error de tipo I en este contraste viene dada por la probabilidad
de la fórmula binomial P = 1 − (1 − α ) , donde k es el número de pares a contrastar que no se calcula
k

como el número combinatorio de n grupos tomados de 2 en dos, es decir n !/ (( n − 2)!2!)


85
Ronald A. Fisher: * 1890, East Finchley, Londres (UK); † 1962, Adelaida (AUS)

- C4.82 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

De la importancia del cumplimiento de estas hipótesis, así como del desarrollo del modelo
general de análisis de la varianza, se da buena cuenta en el Apéndice 2 de esta tesis. Se ha
considerado importante incluir este Apéndice ya que este tipo de análisis cuenta con una jerga
específica, y aunque su uso está bastante proliferado en la industria, en las ciencias biológicas,
de la salud y sociales, en las aplicaciones de Ingeniería Hidráulica no son tan habituales.
El ANOVA permite determinar si la media de la variable dependiente analizada, en nuestro
caso el porcentaje de berberechos movilizados, es igual para todos los niveles o grupos del
factor o factores analizados. En este trabajo, un factor podría ser el estado del berberecho y
sus niveles serían "vivos” y “muertos". Para ello se realiza un contraste de hipótesis donde la
hipótesis nula, todas las medias son iguales, se comprueba a partir del estadístico F, similar al
estadístico t de los test de Student. El estadístico F se compara con el valor de la función F de
Fisher-Snedecor de una cola para un nivel de significación determinado y los grados de libertad
del problema.
Si con el análisis se determina que los efectos son despreciables, es decir, se acepta el
contraste de hipótesis, el problema se termina en este punto. Sin embargo, si la hipótesis nula
se rechaza, todavía tenemos que averiguar cuál de los niveles afecta a la media. Es decir,
necesitamos construir o determinar la hipótesis alternativa.
Por ejemplo, si analizásemos la bondad de varios medicamentos para un tipo de enfermedad,
podríamos determinar sobre una población que algún tratamiento afecta (cura) dicha
enfermedad. Para saber cual de ellos funciona, o en que medida lo hace, será necesario
realizar algún test a posteriori (post hoc test).
En investigaciones marinas, y experimentos biológicos en general, con este fin se aplican los
test de Tukey (1951), Scheffé (1953), aunque quizás es el test secuencial de Student-Newman-
Keuls (SNK) el más empleado (ver p.ej. en Underwood, 1997). Otros test que se encuentran
codificados habitualmente en los paquetes estadísticos más comunes son el test LSD de
Fisher, el test de Bonferroni, el test de Duncan o el de Dunnett. Para los casos en los que las
muestras tengan diferente tamaño (p.ej. número de repeticiones) o varianzas desiguales se
podrán aplicar otros test como el de Tukey-Kramer o Games-Howell, respectivamente (Sahai y
Ageel, 2000).
En aplicaciones ecológicas los test post hoc más empleados son los de Stundet-Neuman-Keuls
y el test de Duncan. Es paradójico que estos contrastes, son quizás los más criticados por los
estadísticos, siendo el test de Duncan el que cuenta con un mayor consenso como contraste
desaconsejado (Day y Quinn, 1989).
El principal problema que se le achaca al test SNK es que la probabilidad de cometer un error
de Tipo I es alta, especialmente cuando los resultados agrupan a los diferentes tratamientos en
grupos 86. En estas circunstancias, se pueden detectar diferencias significativas entre varios
tratamientos cuando en realidad no lo son (Snedecor y Cochran, 1989).

86
Esto sucede cuando las medias analizadas forman grupos. Por ejemplo, si analizásemos el efecto del
tipo de vegetación sobre la rugosidad de un lecho de un río con 5 tipos de vegetación, se podrían formar 3
grupos donde las medias son significativas, digamos de rugosidad baja, media y alta, con p.ej. 2, 1 y 2
tipos de vegetación en cada grupo. Un ejemplo de medias agrupadas se puede encontrar en la pág. 239
de Underwood, A.J. (1997). Experiments in Ecology. Their logical design and interpretaion using analysis
of variance. Cambridge, Cambridge University Press

- C4.83 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

Para solucionar este problema, Ryan (1960, citado por Day y Quinn, 1989) propuso un reajuste
de la probabilidad del error Tipo I cuando se realiza el test SNK. El ajuste consiste en reducir el
valor de α a medida que decrecen el número de medias que se comparan, de forma que si hay
a medias en todo el experimento, y g es el número de medias que se están comparando, el
valor de α' se puede calcular como (Day y Quinn, 1989):

α ' = 1 − (1 − α ) g / a (4.22)

El principal inconveniente de este test es que se necesitan los valores del estadístico Q
(Studientized Range) para cuantiles diferentes de los que se encuentran en las tablas
habituales, α=0.05 y α=0.01 (ver p.ej en Snedecor y Cochran, 1989; Winer et al., 1991) . Para
solucionar este problema, y poder estimar el valor de Q para cualquier α entre 0.05 y 0.01, se
puede emplear el algoritmo recogido en Lund y Lund (1983) o interpolar los valores a partir de
las tablas de α=0.05 y α=0.01, con la siguiente ecuación recogida en Day y Quinn (1989),
válida para menos de 10 medias:

log(0.05) − log(α ')


Qα ' = Qα = 0.05 + (Qα = 0.01 − Qα = 0.05 ) (4.23)
log(0.05) − log(0.01)

A pesar de los problemas teóricos del método SNK relacionados con el error de Tipo I,
Underwood (1997) señala que en más de 100 trabajos en los que no ajustó inicialmente el valor
de α' siguiendo el procedimiento de Ryan, sólo encontró en uno un problema con errores de
Tipo I. Es decir, el método SNK arrojaba valores similares al de Ryan. Este autor recomienda
emplear el método de Ryan como contraste del método SNK cuando existan más de 5 medidas
y de 3 factores. Otros autores recomiendan sin embargo emplear el procedimiento de Tukey
HSD cuando existen más de tres tratamientos (Day y Quinn, 1989).
En resumen, para la determinación de los niveles que afectan a la movilización de los
berberechos se ha aplicado el contraste t de Student cuando los factores cuentan con dos
niveles: estado y densidad. Para el análisis de los factores con tres o más niveles se ha
aplicado el método de Student-Neuman-Kauls, complementado con el método de Ryan.
Además, los resultados de estos tests se han comparado con los arrojados por el método de
Tukey HSD, que tiene una gran potencia estadística y permite determinar los intervalos de
confianza de las comparaciones realizadas (Day y Quinn, 1989).
Los contrastes t de Student y Tukey HSD están implementados en el paquete SPSS y además
son bastante comunes y se puede encontrar una descripción detallada de los mismos en
referencias clásicas de estadísticas (ver p.ej. Snedecor y Cochran, 1989; Winer et al., 1991;
Sahai y Ageel, 2000). Algunos ejemplos de aplicación del método de comparaciones múltiples
SNK, junto con el método de Ryan se pueden ver en Underwood (1997), tanto para análisis de
un factor (pág. 234), como para varios factores (pág. 331). En el apartado 4.4.3.1 se describe
en detalle el procedimiento de aplicación de este test.

4.3.6.1. Ensayos por grupos de tamaños


Para evaluar la influencia de las variables analizadas sobre el porcentaje de berberechos
movilizados, en los ensayos por grupos de tamaños se ha construido un modelo ANOVA
factorial de cuatro factores fijos (velocidad, talla, reclutamiento y estado), con todas sus
interacciones.

- C4.84 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Como paso previo al ANOVA, se ha realizado en primer lugar un análisis exploratorio de datos
(Exploratory Data Analysis) con ayuda del programa SPSS © v 16.0. En el análisis de datos
multivariantes, el análisis exploratorio debe constar de las siguientes etapas (Pérez, 2004):
ƒ Un análisis gráfico de los datos representado los histogramas de frecuencias, gráficos
de cajas y bigotes (whisker box plots), gráficos de dispersión, etc.
ƒ Un análisis de datos ausentes. En este caso no se ha contemplado este paso porque
no había datos de este tipo.
ƒ Detección de valores atípicos, de las observaciones que no siguen el mismo
comportamiento que el resto de los datos.
ƒ Comprobación de las hipótesis subyacentes a los métodos empleados, en este caso,
las hipótesis del análisis ANOVA.
El primer paso del análisis, la inspección visual de los datos, es fundamental ya que se pueden
detectar tendencias, datos anómalos o la forma en la que se distribuyen los datos. La detección
de datos anómalos (outliers), su eliminación y sustitución por un dato "correcto" es una tarea
que debe hacerse con mucha precaución.
La eliminación de los outliers es especialmente útil en el desarrollo de los Análisis de la
Varianza cuando no se cumple la hipótesis de homogeneidad de las varianzas. En esta
circunstancia, si se encuentra un dato anómalo se puede sustituir por la media del resto de
repeticiones de ese tratamiento. En este caso, se debe además reducir en un grado de libertad
en la estimación de la Media Cuadrática de cada tratamiento (Underwood, 1981).
Para estos experimentos, ha sido necesario eliminar menos de media decena de valores
anómalos, que representan un porcentaje inferior al 1.5% del total de datos empleados en el
análisis (6 velocidades x 4 tallas x 2 reclutamientos x 4 repeticiones).
Para comprobar la homogeneidad de las varianzas, también conocida como hipótesis de
homoscedasticidad, es habitual emplear el test de Cochran (Cochran, 1941).
El test de Cochran se basa en realizar un contraste de hipótesis sobre la igualdad de las
varianzas empleando el estadístico C definido como el cociente entre la varianza máxima y la
suma de todas las varianzas muestreadas Si2:

max( Si2 )
C= (4.24)
∑ Si2
a

donde a es el número de poblaciones muestreadas. El valor de este estadístico, se debe


comparar con el valor de la Tabla de percentiles de la distribución C para un nivel de
significación determinado (α=0.05), el número de poblaciones muestreadas y los grados de
libertad del experimento ν (que no son más que el número de repeticiones realizadas para cada
nivel menos uno, n-1).
Si el contraste es significativo, existen evidencias de que aparecerán problemas porque las
varianzas no son homogéneas (no se cumple la hipótesis de homoscedasticidad). Esto sucede
cuando el valor de C calculado con la ecuación (4.24) es superior al valor del estadístico
C [ a,υ ;α ] . Para obtener el valor de la función de distribución C se puede recurrir p.ej. a la tabla
recogida en Sahai y Ageel (2000). En este trabajo se ha empleado un sencillo código libre de

- C4.85 -
Metodología: Descripción del estudio experimental

cálculo de la función C para Matlab© disponible en el repositorio de Mathworks:


http://www.mathworks.com/matlabcentral/fileexchange/
Aunque el contraste se desarrolló inicialmente para análisis ANOVA de un factor, su
extrapolación a ANOVAs de varios factores es inmediata. Un ejemplo se recoge en Underwood
(1981). Se ha empleado este contraste porque está especialmente indicado en casos en los
que una o varias varianzas son mucho mayores que el resto 87 y el tamaño de las muestras es
el mismo (es un experimento equilibrado).
Cuando se trabaja con variables que reflejan porcentajes es habitual que no se cumpla la
hipótesis homoscedaticidad porque los datos estarán siempre acotados entre 0 y 1. En este
caso las varianzas de las muestras se hacen más bajas a medida que la media se aproxima a
los valores máximos y mínimos, por lo que es previsible que las distribuciones tengan
asimetrías y varianzas heterogéneas (ver Apéndice 2).
En este caso se ha aplicado la siguiente transformación a los datos para conseguir que las
varianzas sean homogéneas (Bartlett, 1947):

x ' = arcsin x (4.25)

Una vez realizado el ANOVA, y detectados factores que producen algún efecto sobre la
movilización de los berberechos, se ejecutaron los test paramétricos a posteriori de SNK, el
método de Ryan y el método de Tukey HSD.

4.3.6.2. Ensayos por grupos de poblaciones


Como en el apartado anterior, para evaluar la influencia de las variables analizadas sobre
el porcentaje de berberechos movilizados, se ha construido un modelo ANOVA factorial de
cuatro factores fijos (velocidad, talla, reclutamiento y estado), con todas sus interacciones.
En primer lugar se ejecutó un análisis exploratorio de datos para observar tendencias o
posibles datos anómalos. En este experimento no ha sido necesario eliminar ningún outlier.
Antes de realizar el ANOVA, se comprobó la hipótesis de homogeneidad de las varianzas
sobre los datos arcsin-√ transformados. Una vez realizado el test, y detectados los factores que
producen algún efecto sobre la movilización de los berberechos, se ejecutaron los test
paramétricos a posteriori de SNK, el método de Ryan y el método de Tukey HSD.

87
Como se recoge en el Apéndice 2, el Análisis de la Varianza es una herramienta robusta que incluso
funciona bien en situaciones en las que no se cumplen las hipótesis de normalidad, de homogeneidad de
las varianzas o independencia del muestreo. Esto es especialmente válido para la hipótesis de
normalidad, ya que la mayoría de no normalidades no afectan al análisis, y para situaciones donde las
varianzas, aunque no homogéneas, tienen el mismo orden de magnitud. La fiabilidad del test se reduce
cuando la varianza de un nivel, o grupo de niveles, es especialmente alta.

- C4.86 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

4.4. RESULTADOS

4.4.1. Caracterización de los berberechos


Para realizar la caracterización geométrica de los berberechos se tomaron un total de 80
individuos de todas las tallas empleadas en los ensayos. En primer lugar se midieron las
longitudes principales en los tres ejes con un calibre de resolución de 0.1 mm. En la Figura
4.56 se representan las longitudes características de los berberechos. Respecto a este
parámetro, se puede indicar que la longitud máxima de los berberechos analizados oscila entre
los 12 y 38 mm.
c

a b

Figura 4.56. Longitudes características de los berberechos: altura a, longitud en la dirección


del flujo b y anchura c.

En la Figura 4.57 se presentan las relaciones entre las longitudes características de los
berberechos analizados. Se han ajustado funciones potenciales, por el método de los mínimos
cuadrados, para las relaciones entre la anchura (c) y la altura (a), anchura (c) y la longitud (b), y
finalmente la altura (a) y la longitud (b).

100
c, anchura - a, altura

c, anchura - b, longitud

a, altura - b, longitud
altura (a), anchura (b) (mm)

a = 0.4866 ⋅ c1.1106 , R 2 = 0.98


b = 0.9681 ⋅ c0.9745 , R 2 = 0.99
a = 1.881 ⋅ b0.8658 , R 2 = 0.98
10
10 100
longitud (c), altura (a) (mm)

Figura 4.57. Relación entre longitudes características de los berberechos analizados.

- C4.87 -
Resultados

Las expresiones obtenidas poseen un elevado coeficiente de correlación (R2=0.95-0.97) y son


similares a las recogidas en González y Pérez (1984b). También se ha podido constatar que
las relaciones entre la longitud y la anchura, y la longitud y altura son alométricas, es decir, a
medida que el molusco incrementa de tamaño lo hace con mayor rapidez en la dirección de la
longitud. Sin embargo, la relación entre altura y anchura es isométrica, ya que la velocidad de
crecimiento en estas direcciones es prácticamente idéntica.
El análisis de la alometría se ha realizado a partir del análisis de la pendiente de la recta de
regresión entre las longitudes características del berberecho. Cuando el crecimiento es
isométrico la pendiente de dicha recta es unitaria. Los valores obtenidos se presentan en la
Tabla 4.10 junto con los resultados medios obtenidos para los berberechos Cerastoderma
edule y C. glaucum en 24 zonas del mediterráneo (Mariani et al., 2002)
Tabla 4.10. Valor de la pendiente del análisis de regresión para el análisis de la alometría
tomando como variable independiente la longitud y comparación con los valores
medios obtenidos de la literatura (valor medio ± desv. estándar).

(Mariani et al., 2002)


Variable Este trabajo
C. edule C. glaucum
2
Altura 0.87, R =0.99 0.884±0.079 1.060±0.017

Anchura 0.77, R2=0.97 0.910±0.038 1.034±0.010

En los estudios de transporte de sedimentos, los parámetros fundamentales que caracterizan la


movilización de las partículas son el diámetro medio y la densidad de las mismas. Del mismo
modo, para determinar la movilidad de los berberechos o caracterizar su sedimentación, es
necesario conocer estos parámetros.
Respecto al diámetro del berberecho, hay que indicar que la forma de este tipo de moluscos no
es totalmente esférica, por lo que habrá definir algún longitud característica para el diámetro.
En estos casos, es habitual que el diámetro medio se calcule como el diámetro de la esfera que
ocupa el mismo volumen que el cuerpo analizado (Swamee y Ojha, 1989; Anta et al, 2007):
1
⎛ 6V ⎞ 3
Dn = ⎜ t ⎟ (4.26)
⎝ π ⎠
donde Dn y Vt son el diámetro medio y el volumen total del berberecho
El diámetro medio se ha determinado en función de la anchura del berberecho c, a partir del
ajuste de una recta por mínimos cuadrados obteniendo la siguiente expresión válida para
tamaños comprendidos entre 15 y 35 mm (el rango analizado):

Dn 0.62 ⋅ c + 4.67 (4.27)

El coeficiente de correlación cruzada R2 de la expresión anterior es de 0.97.


Para definir la asimetría de los cuerpos se suele usar el factor de forma (SF). El factor de forma
se ha empleado, y se emplea, en trabajos de transporte de sedimentos (ver p.ej. Swamee y
Ojha, 1989) y también en estudios hidrodinámicos de conchas de moluscos (Thompson y
Amos, 2002):

- C4.88 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

d sh a
SF = = (4.28)
d i ·d max b·c

donde dsh, di y dmax son el diámetro menor, intermedio y máximo respectivamente.


Para determinar la densidad de los moluscos, se ha empleado la siguiente ecuación:

ms + mw ρ sVs + ρ wVw
ρc = = (4.29)
Vt Vt

donde ρw y ρs son la densidad del agua y la concha respectivamente, Vs el volumen desplazado


únicamente por la concha y Vt el volumen total desplazado por todo el berberecho (cuando se
encuentra cerrado).
En esta fórmula se asume implícitamente que la densidad de las viandas (el cuerpo comestible
de los berberechos), posee la misma densidad que el agua. De este modo, en la fórmula
anterior se expresa que todo el interior del berberecho está lleno de agua.
Para confirmar esta hipótesis, se realizó un experimento con 60 viandas para determinar su
densidad. Para ello, se pesaron tras extraerlas de los berberechos y se midió el volumen
desplazado por las mismas. De este ensayo se obtuvo una densidad media para las viandas de
1.03±0.09 g/cm3, muy similar a la del agua por lo que hipótesis anterior se asume como válida.
Para calcular la densidad de los berberechos en primer lugar se determinó el volumen
desplazado por cada pareja de conchas y se pesaron. A continuación se estimó el volumen
total de cada molusco. Para ello cada uno de los berberechos se rellenó de plastilina y se cerró
para, posteriormente, medir el volumen de agua desplazado. Para la realización de estas
determinaciones se empleó una pipeta con una precisión de 0.1 mL.
En último lugar, y a partir de la fórmula siguiente, se calculó la masa del agua existente en el
interior de cada berberecho, asumiendo que los berberechos estaban rellenos de agua dulce:

mw = (Vt − Vs ) ρ w (4.30)

15 3.0

-5 3.3084
m s= 7·10 c
13 R 2 = 0.98 2.5

10 2.0
m s (g)

g/cm 3)

8 1.5
)
ρc, ρs

5
1.0

3 densidad de la
0.5 concha
y = 0.0605x + 0.2235, R2 = 0.88
densidad del
y = 0.0261x + 0.6613, R2 = 0.88
berberechos
0
10 15 20 25 30 35 40 0.0
anchura c (mm) 10 15 20 25 30 35 40
(a) (b) anchura c (mm)

Figura 4.58. Relación entre la anchura del berberecho y (a) la masa de la concha, (b) con la
densidad de la concha y la densidad del berberecho.

Se han determinado algunas relaciones entre la longitud del berberecho y las variables
presentadas anteriormente. Algunas de ellas evidentes, como la relación entre tamaño y peso

- C4.89 -
Resultados

de la concha, y otras menos evidentes, como la relación existente entre la densidad del
berberecho y de las conchas con la anchura (ver Figura 4.58). Otros parámetros, como el factor
de forma, son independientes del tamaño del molusco, siendo prácticamente constantes
(Figura 4.59).

1.00

0.75
SF

0.50

0.25

0.00
10 15 20 25 30 35 40
acnhura c (mm)

Figura 4.59. Relación entre la anchura del berberecho y el coeficiente de forma SF.

Evidentemente, como las longitudes características están correlacionadas (Figura 4.57), las
relaciones encontradas en las figuras anteriores se reproducen con la longitud y altura del
berberecho.
Los valores medios (±desviación típica) del factor de forma y de las densidades de concha y
berberechos han sido 0.73±0.04, 1.69±0.45 g/cm3 y 1.29±0.19 g/cm3 respectivamente. Los
valores del factor de forma y de la densidad del berberecho son similares a los determinados
en trabajos anteriores: 0.77±0.04 y 1.40±0.04 g/cm3 respectivamente (Peña et al., 2008).
Respecto a este último parámetro, se puede señalar que los valores recogidos en la literatura
para las larvas en 1.1 g/cm3 (Jonsson et al., 1991) y para los juveniles de C. edule inferiores a 5
mm oscilan entre 1.036 y 1.040 g/cm3 (de Montaudouin, 1997)
Tabla 4.11. Valores de las densidades de la concha y el berberecho obtenidos en la
caracterización de los moluscos.

Densidad de la Densidad del


TALLA concha, ρs berberecho, ρc
(mm) (g/cm3) (g/cm3)
15-20 1.23±0.15 1.09±0.06

20-25 1.57±0.18 1.24±0.08

20-25 1.86±0.15 1.40±0.10

30-35 2.30±0.27 1.54±0.11

Media 1.69±0.45 1.29±0.19

Sin embargo, la densidad media de la concha es inferior a la determinada en trabajos


anteriores, que se estimó en 2.27±0.07 g/cm3 (Peña et al., 2008). Como se ha comentado ya, y
se puede apreciar en la Figura 4.58 y en la Tabla 4.11, esta diferencia está originada en el

- C4.90 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

tamaño de los moluscos analizados, ya que a medida que se aumenta el tamaño de los
moluscos, también lo hace la densidad de la concha y del cuerpo.
En Peña et al. (2008), los berberechos analizados se encontraban entre los ~26 y los ~33 mm.
Por este motivo la densidad de la concha y del berberecho son superiores a los valores medios
de este trabajo, aunque prácticamente idénticos a los encontrados para la talla superior de este
análisis (ver Tabla 4.11).

4.4.2. Análisis hidrodinámico: lecho de arena

4.4.2.1. Características generales


A continuación se presentan las estadísticos generales (bulk parameters) del flujo en la
sección analizada sin la presencia de berberechos. Como ya se ha comentado, el plano donde
se realizaron las determinaciones no se corresponde con el centro del canal (§Figura 4.52) y se
caracteriza por la presencia de corrientes secundarias que modifican la forma habitual de las
leyes de velocidades e intensidades turbulentas.
La elección de un plano no situado en la típica posición central atendió a criterios de
visualización del flujo sobre los berberechos ya que los diferentes recintos de análisis, dos en el
caso de los ensayos de poblaciones estacionales y tres en el caso de de grupos de tamaños
(ver Figura 4.52), se separaron por una placa de acero inoxidable de 2 mm de espesor.

Figura 4.60. Ejemplo de interacción del fondo de la imagen (izquierda) y de unas gotas
(derecha) en la visualización y determinación de los campos de velocidades. En
algunos escenarios el borde de la placa de visualización (rectángulo con línea
discontinua) ha provocado un descenso artificial de las intensidades turbulentas
en la dirección w (Figura 4.67). En la parte izquierda de la imagen se puede
apreciar la acumulación de arena durante el ensayo aguas arriba de los
moluscos.

- C4.91 -
Resultados

Con estas placas se pretendía definir zonas de análisis diferenciadas, como en otros trabajos
recogidos en la literatura (p.ej. de Montaudouin et al., 2003), y así evitar la interacción entre las
mismas (p.ej. que los moluscos saltasen de una zona a otra). La otra función es la de actuar de
barrera óptica. Así, las placas se emplearon para ocultar de la zona de análisis los moluscos
situados en otras zonas de estudio, ya que su visión podía afectar a la determinación de las
velocidades.
Hay que recordar que la técnica PIV se basa en la detección del movimiento de partículas en el
agua. Estas partículas son iluminadas por el láser Nd:Yag. Si la zona de análisis tiene un fondo
claro, existen elementos con una intensidad similar a la que reflejan las partículas, o existen
patrones fijos (como p.ej. una gota de agua en el cristal del canal), la estimación de las
velocidades se ve comprometida.
Por este motivo, las placas se pintaron de color negro para evitar su interacción con las
partículas y se intentó evitar que el cristal de canal tuviese manchas o gotas de agua. Sin
embargo, en algunos ensayos se detectó alguna mancha en el cristal (ver Figura 4.60). Estas
zonas con velocidades nulas o velocidades erróneas se han eliminado de los análisis porque
provocan la dispersión de los resultados a la altura en la que éstas se producen.
En la Figura 4.61 se presenta un ejemplo de este fenómeno en el perfil de velocidades y en la
intensidad turbulenta en la dirección u determinado para la menor velocidad de corriente sobre
el lecho de arena. Para evitar este efecto, se han filtrado las velocidades que se desvíen más
de 3 veces el RMS del valor medio temporal de la velocidad en cada punto. Este proceso se ha
repetido en 2 iteraciones. Además, para realizar la media espacial de las velocidades también
se han eliminado del análisis aquellos puntos con valores fuera del intervalo proporcionado por
la media espacial ± 3 RMS. Este procedimiento de filtrado también se ha aplicado para la
determinación de los momentos de segundo orden y es habitual en la literatura (LaVision,
2007; Pokrajac et al., 2008).

150 150
Co n vecto res
erró neo s
125 125
Sin vecto res
erró neo s
100 100
z (mm)

75 75

50 50

25 25

0 0
0 0.1 0.2 0.3 0.4 0 1 2 3 4
2 2 -3
<U> (m/s) <u'u'> (m /s ) x10

Figura 4.61. Efecto de la inclusión de zonas localizadas con velocidades mal determinadas
por problemas de visualización en los perfiles de velocidad e intensidades
turbulentas. Se puede observar como eliminando las zonas incorrectas se
elimina el efecto de “peak locking” en los parámetros analizados.

- C4.92 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Con respecto a la caracterización del flujo, se presentan en la Tabla 4.12 un resumen con las
principales características del mismo. Estos datos son útiles para comparar los resultados de
estos ensayos con los de la literatura, donde se dan las propiedades del flujo con el lecho “liso”,
y para ver las diferencias que existen entre éste y el flujo rugoso con menor sumergencia que
se produce sobre los moluscos.
Tanto aquí, como en los siguientes escenarios, los resultados se presentan en función del
escalón de velocidad. Para diferenciar estos resultados de los obtenidos con berberechos, la
nomenclatura empleada ha sido ensayo V01FL a V06FL, donde “FL” hace referencia a Fondo
Liso y “V01” a “V06” al escalón de velocidad ensayado.
Tabla 4.12. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos realizados sobre el lecho
de arena sin moluscos. Los ensayos se han ordenado por velocidades
crecientes: V01FL a V06FL, donde FL hace referencia a que son los ensayos de
Fondo Liso. El resto de variables de la tabla se definen en el texto (§4.4.2.1).

marca ENSAYO
〈U 〉 〈U max 〉 u* ≡ u*,log Re h Re*h ks + Frh Fr*Δ
(m/s) (m/s) (m/s) (x10-3) (x10-3) (-) (-) (-)

V01FL 0.294 0.342 0.0228 44.7 3.5 64.6 0.241 0.033

V02FL 0.315 0.351 0.0234 48.0 3.6 66.4 0.258 0.035

V03FL 0.346 0.383 0.0262 52.8 4.0 74.5 0.283 0.044

V04FL 0.391 0.437 0.0305 58.6 4.6 86.7 0.322 0.060

V05FL 0.446 0.487 0.0346 67.8 5.3 98.2 0.365 0.077

V06FL 0.471 0.515 0.0363 69.6 5.4 103.0 0.391 0.085

En la Tabla 4.12 se recogen los valores de la velocidad media y máxima doblemente


promediada 〈U 〉 y 〈U max 〉 , la velocidad de fricción característica (u* ≡ u*log), los números de
Reynolds calculados para el calado del flujo y con las velocidades media y de fricción, el valor
de la rugosidad adimensional (que tiene estructura de número de Reynolds calculado con la
rugosidad equivalente de Nikuradse y la velocidad de fricción), el número de Froude
〈U med 〉
Frh = y el número densimétrico de Froude igual al parámetro de Shields
gH
u*2 ρ
Fr*Δ = , calculado con el diámetro medio y Δ = s − 1 .
Δgd m ρ
La relación entre la velocidad máxima y media del flujo es de 1.11±0.03 (media±desviación
estándar) y la relación entre la velocidad media y la de corte es de 0.077±0.001, por lo que se
encuentra dentro del rango habitual establecido para ríos naturales en u* = (0.05 – 0.10)U
(Detert, 2008).
El número de Froude está por debajo de 1, por lo que las condiciones de flujo son subcríticas.
El número densimétrico de Froude oscila entre 0.033 y 0.085. El valor de Fr*Δ para el umbral
+
de movimiento en régimen turbulento rugoso (ks >70) fue establecido por Shields en ~0.056
(Shields, 1936). Sin embargo, hay que tener en cuenta que el ábaco de Shields cuenta con
mucha dispersión, y algunos autores proponen valores para la tensión tangencial crítica

- C4.93 -
Resultados

adimensional en el rango 0.030-0.086 (Buffington y Montgomery, 1997), siendo la cota inferior


0.030 un valor habitual en la literatura (Wong y Parker, 2006). Otros factores que afectan a la
definición del inicio del transporte por fondo son factores como el ocultamiento de partículas o
acorazamiento, que se produce cuando las mezclas de sedimentos no son uniformes (Julien,
1994; García, 2006).
De hecho, en los ensayos se observó arrastre de los sedimentos y, como se verá en el
apartado 4.4.3.1, este fenómeno ha interactuado con el proceso de movilización de los
moluscos. Hay que señalar que el transporte de sedimentos también modifica la forma de las
leyes de velocidades en la zona más cercana al lecho, provocando un efecto similar al de una
capa de mezcla con perfiles de velocidades en forma de S, (§2.4.4., Figura 2.29). Esta
modificación de la estructura de las velocidades también repercute en la estructura de la
turbulencia (Wang et al., 2001).
A continuación se presentan en la Tabla 4.13 los valores de las velocidades de fricción
obtenidos a partir de la extrapolación del perfil logarítmico de velocidades, u*log, y a partir de la
extrapolación de la suma de tensiones de Reynolds y de forma hasta la cota z=0, u*uw. La
determinación de este valor está sujeto a ciertas incertidumbres ya que con la influencia de las
corrientes secundarias es difícil definir el “tramo lineal” de la ley de tensiones (Figura 4.68).
Como valor de control, también se presenta el valor determinado a partir del máximo registrado
en el perfil − ρ 〈u ' w '〉 − ρ 〈uw〉 , u*max,uw. En la última columna se ha calculado el valor de la
tensión tangencial sobre el lecho como τ 0 = ρu 2 *,log

Tabla 4.13. Resumen de los parámetros de corte en los ensayos realizados sobre el lecho
de arena de los Lombos do Ulla.

u*,log Br ECM u*uw u*max,uw u* τ0


ENSAYO
(m/s) (-) (-) (m/s) (m/s) (m/s) (N/m2)

V01FL 0.0228 8.572 0.38% 0.0158 0.0117 0.0228 0.52

V02FL 0.0234 8.498 0.23% 0.0159 0.0124 0.0234 0.55

V03FL 0.0262 8.344 0.23% 0.0176 0.0144 0.0262 0.69

V04FL 0.0305 8.356 0.18% 0.0230 0.0203 0.0305 0.93

V05FL 0.0346 8.359 0.28% 0.0256 0.0201 0.0346 1.20

V06FL 0.0363 8.422 0.49% 0.0239 0.0204 0.0363 1.32

El valor u*log ha sido seleccionado como valor de control o variable interna de escalado u*. Para
la estimación de este parámetro y del coeficiente Br se ha minimizado el error cuadrático medio
(ECM) existente entre los registros experimentales y los valores arrojados por la ecuación
(4.20). Este error se define como:

(u − ulog )
2
reg
ECM = (4.31)
N
donde ureg y ulog hacen referencia a los valores medidos y aproximados por la ley logarítmica de
velocidades (ecuación (4.20)) y N es el número de puntos analizados.

- C4.94 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

La minimización se ha realizado con ayuda de la herramienta Solver® de la hoja de cálculo


Microsoft Excel®. El tramo de perfil doblemente promediado empleado en el análisis se
encuentra situado entre ~0.08 y ~0.2 z/H. El límite superior está bien documentado en la
literatura y está relacionado con el fin de la zona de influencia de la región logarítmica del flujo
(ver apartado 2.3), mientras que el límite inferior se ha impuesto para contemplar la afección
del transporte de sedimentos por fondo (ver apartado 2.4.4). La ecuación de velocidades
empleada ha sido la de flujo rugoso y se ha estimado conjuntamente el valor de la velocidad de
corte y de la constante de integración Br, que se encuentra dentro de unos límites razonables
(8.40±0.11), ya que nos encontramos en el caso de régimen hidráulico rugoso 88. El valor de la
rugosidad equivalente de Nikuradse se ha estimado en 2 d50 ~ 2.84 mm y el plano de
velocidades nulas se ha determinado por debajo de las crestas de los granos a una altura de
0.2d50 ~ 0.5 mm.
La diferencia entre el u*uw y u* es del orden de ~mm/s. Aunque no parezca una diferencia
demasiado importante, ésta se propaga si lo que se desea es obtener τ 0 (∝ u*2 ) . Así, aunque
la relación u*uw/u* está en 70±4%, la obtención de τ0 diferiría entre un 56% y un 44%. El hecho
de que la velocidad de fricción estimada a partir de la ley logarítmica de velocidades sea
superior al valor estimado a partir de las tensiones de Reynolds corrobora la hipótesis de la
existencia de las corrientes secundarias. Por este motivo se debe considerar que u*log aproxima
mejor la tensión total sobre el fondo mientras que u*uw sólo proporciona una medida de la
tensión originada por el movimiento del fluido en el plano vertical de análisis (aunque en
promedio la mayor contribución a la tensión tangencial sea esta).
Para terminar con los parámetros generales descriptores del flujo, la Tabla 4.14 recoge los
parámetros y escalas geométricas más relevantes. El calado se fijo en ~150 mm sobre la
posición del fondo de arena. La posición de la velocidad máxima δh se ha determinado a partir
del perfil de velocidades doblemente promediado. En todos los casos hay un fuerte fenómeno
de descenso de la posición de la velocidad máxima (velocity dip) originado por la existencia de
corrientes secundarias. Los valores de δh /H están en el rango 0.35±0.08.
Tabla 4.14. Parámetros y escalas geométricas en los ensayos realizados sobre el lecho de
arena de los Lombos do Ulla.

ENSAYO
H δh δ h / H δ h ( 0.99 〈 u m ax 〉 ) / H η
(mm) (mm) (-) (-) (mm)

V01FL 152.2 57.99 0.381 0.329 0.460 0.337

V02FL 152.5 55.00 0.361 0.295 0.433 0.331

V03FL 152.6 49.77 0.326 0.282 0.393 0.303

V04FL 150.0 73.08 0.487 0.333 0.707 0.269

V05FL 151.9 40.03 0.263 0.197 0.329 0.246

V06FL 147.8 42.84 0.290 0.223 0.406 0.236

88 +
En los ensayos V01FL y V02FL el valor de ks es ligeramente inferior a 70, siendo 64.6 y 66.4
respectivamente (Tabla 4.12) por lo que estaríamos en flujo de transición.

- C4.95 -
Resultados

Estos valores están bastante por debajo de lo que predicen las fórmulas empíricas propuestas
por Wang et al. (2001) o Yang et al. (2004), (Cap. §2, ecuaciones (2.62) y (2.62)), que situarían
la posición de la velocidad máxima en δh /H ~0.647 y en ~0.669. El descenso “extra” de la
posición de δh se atribuye a la no-uniformidad del flujo y la posible presencia de corrientes
secundarias de primer orden (asociadas el flujo en curva, §2.4.4), así como a errores en la
determinación de la velocidad máxima. El primer aspecto se discutirá en apartados posteriores
mientras que el segundo se comenta a continuación.

Así, determinar δh experimentalmente tiene cierta incertidumbre ya que un análisis detallado de


los perfiles de velocidad revela que el intervalo definido por 0.99 〈u max 〉 se encuentra
aproxidamente en la posición δh ± 0.09δh /H. Esto se debe al hecho de que en el entorno de δh
el gradiente vertical de las velocidades es prácticamente nulo y es fácil cometer errores de
cierta magnitud. Estas diferencias son mayores en el caso del ensayo V04FL, donde el rango
de variación se ha situado en δh /H = (0.333–0.707), es decir δh ± 0.18δh /H.

El último parámetro presentado en la Tabla 4.14 es la escala de longitudes es la microescala


de Kolgomorov η. Según Nezu y Nakagawa (1993) esta microescala se puede aproximar como

η ≈ H / Re*3/4h (4.32)

El valor resultante η = (0.23 - 0.34) mm no se puede resolver con el equipo PIV, donde la
resolución espacial lograda con la configuración de los ensayos fue de ~2 mm (ver Tabla 4.9).

4.4.2.2. Velocidades doblemente promediadas


Los perfiles de velocidad horizontal doblemente promediadas recogidos en la Figura 4.62
reflejan claramente la influencia de las corrientes secundarias sobre la forma de los mismos así
como sobre la posición de la velocidad máxima. También se puede observar cierta diferencia
en la forma (z/H > ~0.3 ) entre los perfiles correspondientes a los ensayos de las tres
velocidades más bajas, V01 a V03, y los tres de mayor velocidad, V04 a V06.

0.60
V01FL
V02FL
0.50 V03FL
V04FL
V05FL
0.40
V06FL
〈u 〉 (m/s)

0.30

0.20

0.10

0.00
0.01 0.1 1
z / H (-)
Figura 4.62. Perfiles de velocidad doblemente promediados para los ensayos de lecho de
arena o de fondo liso.

- C4.96 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Durante la realización de los ensayos el equipo PIV sufrió varias averías que retrasaron el plan
de ensayos e impidieron disponer de datos de velocidad en todos los escenarios analizados. La
primera avería sucedió un poco antes de terminar con los experimentos con el primer motor del
canal, el que proporcionaba las velocidades más bajas V01 a V03. La rotura se produjo cuando
se iba a comenzar a ensayar el escenario de la población de primavera, por lo que para este
escenario no se disponen de datos de velocidades.
Se optó por no repetir este escenario una vez reparado el PIV por motivos de tiempo, ya que
además del tiempo extra necesario en repetir las medidas, era necesario preparar el canal para
el nuevo motor. Esta operación consistía en rehacer el sistema electrónico de control de
velocidades y adaptar físicamente el motor al canal. Las labores de reparación y de adaptación
del nuevo motor provocaron una parada de dos meses en la realización de los experimentos.
En la segunda fase de la experimentación se realizaron los ensayos correspondientes a las
velocidades más altas, V04 a V06. Al comenzar esta segunda fase experimental se procedió a
recalibrar el equipo y se realizaron unos ensayos de fondo liso preliminares para los nuevos
escalones de velocidad (registrando únicamente 25 imágenes). A continuación se ensayaron
los escenarios de los grupos de tallas y de poblaciones, para todos los estados, densidades y
tamaños.
Al finalizar con esta serie de ensayos, el equipo se volvió a estropear antes de que se
registrasen de forma detallada los campos de velocidades de los ensayos de fondo liso.
Entonces se tenía para los ensayos de las velocidades más bajas de un juego de 1000
imágenes para cada escalón de velocidad, que además fueron tomadas en régimen
permanente (dejando el agua circular a la velocidad de ensayo durante al menos 10 minutos).
La segunda reparación del PIV se prolongó durante otros 2 meses y era necesario
reacondicionar el canal para comenzar cuanto antes con otra fase de experimentos dentro del
proyecto del Ministerio de Medio Ambiente (Anta et al., 2010). Esta fase de experimentos
consistía en estudiar el arrastre de huevos de salmón y podía arrancar sin el equipo PIV, por lo
que se optó por no repetir los ensayos de fondo liso y comenzar a trabajar en la segunda parte
del proyecto.

V01FL V02FL V03FL


0.55
V04FL V05FL V06FL
〈u 〉 (m/s)

0.45

0.35

0.25
0 30 60 90 120 150

t (s)
Figura 4.63. Evolución de la velocidad media en los ensayos con el fondo de arena. Cada
punto representa una media de 20 imágenes.

- C4.97 -
Resultados

En los ensayos V04 a V06 sólo se disponían 25 imágenes de los ensayos preliminares de
fondo liso. Por este motivo, para la caracterización de estas velocidades con el fondo liso se
emplearon los campos correspondientes al ensayo de la talla de moluscos menor (15 a 20
mm), con los berberechos muertos y el menor grado de reclutamiento. Se buscaron estos
ensayos para evitar la influencia de los berberechos sobre el perfil de velocidades, ya que bajo
estas condiciones los moluscos estaban práctica o totalmente movilizados.
En estos ensayos, así como en el resto de movilización de berberechos, se registraron 500
imágenes una vez transcurrido un minuto desde el arranque del motor. Como se puede
apreciar en la Figura 4.63, esto ha provocado que en los primeros instantes el flujo no se
estabilizase completamente, por lo que además del efecto de las corrientes y del transporte de
sedimentos, la estructura del flujo puede estar afectada ligeramente por estar en régimen no
permanente. Las diferencias en la velocidad media entre el comienzo del ensayo y la
finalización del mismo, para los ensayos V04 a V06, se han cifrado en ~5 cm/s. Esta magnitud
representa como máximo un ~12% de la velocidad media. También se puede observar que el
flujo se estabiliza a partir de los 50 – 60 s desde el comienzo del ensayo.
V03FL - u [m/s] V03FL - w [m/s]
150 0.02
150 0.5 0 0
0
0
0.45 0.015

0.4 0.0 1 0.01


0.01 0. 0 0.01
1
0.35 100
100 0.005
0 .350. 35 0. 35 0. 3 5 0.3 0.02
0.35
[mm]

[mm]

0
0.25

0.2 -0.005
0.01 1 0. 0
50 50 0.0 1
0.15 0.01
0 01 01 -0.01
0.
0.

0. 3 0.35 0.1
5 0.35 0 0.
01 -0.015
0.3 0.3 0.25 0.3 0.05 0
0. 0.25
0

2 0.2 0.20.25 0 0.01 0


0 0 -0.01
0 -0.02
0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100
(a) [mm] (b) [mm]

V06FL - u [m/s] V06FL - w [m/s]


150 150 0
0.02
0.5 0 0
1
0.45 0. 0 0. 0 0.015
1
0.
01

0.4 0.01 0.01


0.35 0.01
100 100 0. 0
1 0.005
0.51
0.3
1

0.51
0. 0

0.51
[mm]

1 0
0.25
1

0. 5
0.0

0. 51
0.51
0.01

1
0.2 0.0 -0.005
50 0. 5 50 1
0. 51 0.15
0. -0.01
0.51 0.51 0.51 01
0.51 0.1
0. 45
-0.015
0.45 0.45 0.01
0.05
01
0. 4

0.0.4 0. 4 0.4 0.
0.

2 0.2 01
0.2
0

0 0 -0.02
0 20 40 60 80 100 0 20 40 60 80 100
© [mm] (d) [mm]

Figura 4.64. Velocidades medias u y w para la zona central del dominio visualizado (100x150
mm2) en los ensayos V03FL (a) y (b), y V06FL (c) y (d). Aquellas zonas con
medidas erróneas originadas por problemas como los señalados en la Figura
4.60 se han identificado con un círculo negro.

Esta variabilidad también ha contribuido a la aparición de una no uniformidad espacial en la


sección de análisis. En la Figura 4.64 se presentan los mapas de velocidades la dirección x y z

- C4.98 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

para los ensayos V03FL y V0FFL. En esta figura se puede apreciar como el flujo en el ensayo
V03FL es prácticamente uniforme mientras que en el ensayo V06FL aparecen ciertas
estructuras que denotan una no uniformidad en el dominio visualizado. En los ensayos sobre
los berberechos se reanalizará este fenómeno.
En la Figura 4.65 se presenta el perfil vertical de velocidades u y w doblemente promediados
escalados con la escala interna de velocidades. Tras determinar la velocidad de fricción por el
procedimiento de minimización del error cuadrático se puede observar como las curvas
colapsan en una única curva en la zona logarítmica. En la zona externa se puede observar
cómo las curvas de los ensayos V01FL a V03FL y las de los ensayos V03FL a V06FL colapsan
en dos familias de curvas ligeramente diferentes.
1.00
z / H (-)

0.10

V01FL
V02FL
V03FL
V04FL
V05FL
V06FL

0.01
-5 0 5 10 15 20

〈w 〉/u* 〈u 〉/u*
Figura 4.65. Distribución vertical de las componentes u y w de la velocidad doblemente
promediada en los ensayos con el lecho de arena. Datos escalados con la
variable interna u* y con la externa calado H.

Hay que señalar que la ley logarítmica de velocidades (ecuaciones (4.18) a (4.21)) se ha
desarrollado asumiendo que el flujo es 2D y que por tanto, una única velocidad de fricción
puede representar la transferencia de cantidad de movimiento desde la región externa del flujo
hacia el lecho. En canales con flujo 3D y corrientes secundarias esta aproximación no es
correcta ya que la tensión total se distribuye de forma no lineal en el perímetro mojado de la
sección. Sin embargo, experimentos desarrollados por Nezu y Rodi (1985, citados en Nezu y
Nakagawa, 1993) en un canal hidráulicamente liso muy estrecho (B/H = 2) demuestran que la
ley logarítmica se puede aplicar en toda la sección transversal a excepción de las zonas más
cercanas a la pared. Además, en la extensión -0.4 ≤ y/B 89 ≤0.4, τb(z) solo varía entre 0.98 y
1.1τb(z) (Figura 2.20, §2.4.2.2.). En el apartado 2.4.2 y posteriores (Cap. §2) se presenta una
descripción más detallada de los efectos que produce sobre la distribución de tensiones y
velocidades la presencia de corrientes secundarias.

89
y/B es el ratio entre la posición en la dirección perpendicular a la dirección del flujo y el ancho del canal.

- C4.99 -
Resultados

Los perfiles de las velocidades verticales de la Figura 4.65 indican la presencia de corrientes
secundarias, aunque en comparación con las velocidades en la dirección del flujo son bastante
pequeñas. Así, estas se pueden acotar como 〈 w( z )〉 ≤ u* / 2 .

Por último, se presenta en la Figura 4.66 una comparación de los perfiles de velocidad
obtenidos para los ensayos de fondo liso con los perfiles de velocidad determinados en los
canales de estudios del bentos marino de la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). En la figura
también se presenta un esquema del comportamiento del perfil de velocidades cuando se
produce el fenómeno del velocity dip o cuando la ley sigue la ley de la estela de Coles.

50.00

defect law
log law

40.00 velocity dip

30.00

+
U
20.00

10.00

0.00
1 10 100 1000
(z+d)+
Figura 4.66. Comparación entre la distribución de las velocidades horizontales para los
ensayos de fondo liso y las velocidades registradas en los canales de estudios
del bentos de la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). Datos escalados con la
variables interna u* y υ/u*.

4.4.2.3. Intensidades turbulentas y tensiones de corte.


En la Figura 4.67 se presentan los perfiles de intensidades turbulentas doblemente
promediadas 〈σ u i 〉 así como las intensidades turbulentas dispersivas o de forma 〈σ u 〉 , ambas
i

adimensionalizadas con la velocidad de fricción. En la figura también se han representado las


ecuaciones universales propuestas por Nezu y Nakagawa (1993) y Kironoto y Graf (1994), para
flujo 2D sobre lecho liso y rugoso respectivamente (ver §2.5.3).
En esta figura se puede apreciar claramente el efecto de las corrientes secundarias y la no
uniformidad del flujo sobre el perfil de intensidades turbulentas en ambas direcciones, u y w.
Este es el motivo por el cuál no se parecen a los valores de referencia para flujo bidimensional.
También se puede apreciar nuevamente como las curvas se solapan en dos familias, unas
correspondientes a los ensayos V01 a V03 y el otro correspondiente a los ensayos V04 a V06.

- C4.100 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En general se puede indicar que las intensidades turbulentas en la región más externa del flujo
(z/H > ~0.5) para el primer grupo de ensayos siguen la tendencia de un flujo 2D, sin embargo,
por debajo de esta región, la magnitud de las fluctuaciones decrece. La cota a la que se
produce este fenómeno es similar a la posición del máximo de las velocidades verticales
(Figura 4.65). En la región más cercana al lecho, los perfiles de intensidades turbulentas
vuelven a presentar una tendencia creciente, con máximos en el entorno de ~0.05 z/H, posición
similar a la encontrada en otros trabajos sobre lechos de arena hidráulicamente lisos o de
transición (Bigillon et al., 2006).

V01FL
V02FL
V03FL
V04FL
V05FL
V06FL
z / H (-)

NN93 NN93
Kg94 Kg94

(a) 〈σ~u 〉/u* 〈σu 〉/u* (b) 〈σ~w 〉/u* 〈σw 〉/u*

Figura 4.67. Perfiles de intensidades turbulentas de las componentes u y w, (a) y (b)


respectivamente, de la velocidad doblemente promediada en los ensayos con el
lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con la externa
calado H.

El comportamiento de las intensidades turbulentas en la dirección de la corriente de la segunda


familia de ensayos se aleja más de los valores esperados para flujo bidimensional,
probablemente porque en estos ensayos la no uniformidad del flujo juega un papel más
importante. La distribución de intensidades de la velocidad vertical es casi constante, aunque a
la altura de ~0.20 z/H, presenta un pequeño retroceso. Este fenómeno se atribuye a un efecto
provocado por la visualización de la chapa que separaba las zonas de análisis de berberechos
(Figura 4.60), que provoca un incremento artificial de la correlación de los vectores calculados y
por tanto, un descenso de la turbulencia.
El valor de las intensidades turbulentas verticales de forma normalizadas con la velocidad de
fricción en la región del lecho, 〈σ w 〉 / u* ∼ 0.2 , es similar al de otros trabajos sobre flujos lisos o
de transición (Cameron et al., 2008). Sin embargo, para la componente horizontal los valores
determinados son ligeramente inferiores a los de la literatura, 〈σ u 〉 / u* ∼ 0.1 vs ∼ 0.4 . En el resto
de la vertical, las tensiones de forma son prácticamente constantes y muy reducidas (~0.05), en
la literatura y para la componente horizontal en estos ensayos. Nuevamente, el valor de la
tensión de forma adimensional vertical (~0.1) es un tanto elevado lejos del contorno. Este
incremento de la intensidad turbulenta y de las tensiones de forma verticales se atribuye al
efecto de las corrientes secundarias sobre la estructura de las velocidades verticales.

- C4.101 -
Resultados

En la Figura 4.68 se presentan los esfuerzos de corte de Reynolds y de forma doblemente


promediados. En la figura se puede nuevamente apreciar el efecto de las corrientes
secundarias sobre la distribución de tensiones y el agrupamiento en dos familias de ensayos.

V01FL V04FL

V02FL V05FL

V03FL V06FL

a) b)
- 〈uw 〉/u*
2
〈u’w’ 〉/u*2
- 〈uw 〉/u 2
* 〈u’w’ 〉/u* 2

z/H=1 1.0
z/H

0.9
y=0
y = ±0.5z/H 0.8

0.7
u´w ´ b
en flujo 2D
uniforme
0.6

0.5

G 0.4

0.3

0.2
-1 0 1 2
u´w´ b 0.1

c) d) -0.2 0.3 0.8 1.3 u' w'


1.0 -
u*2

Figura 4.68. (a) y (b) Perfiles de esfuerzos de corte doblemente promediados en los ensayos
con el lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con la
externa calado H. (c) y (d), ejemplos de la distribución de las tensiones de corte
para un flujo 3D en un canal recto y para un flujo no uniforme 2D (datos de Nezu
y Nakagawa, 1993 y Song, 1994).

En la figura también se presenta una comparación cualitativa de los perfiles con los datos de
Nezu y Nakagawa (1993) para un canal recto de relación B/H = 2, con corrientes secundarias, y
con los datos de flujo rugoso no uniforme acelerado de Song (1994). Aunque existen
diferencias entre los datos experimentales con los de la literatura, se puede concluir que la
tendencia de los mismos se ha recogido con bastante exactitud.
Lo más reseñable del análisis de los esfuerzos de corte está en cuantificar la importancia de la
no uniformidad y de las corrientes secundarias sobre los valores de las tensiones de Reynolds.
Existen pocas referencias en las que se cuantifiquen experimentalmente este fenómeno.
Coleman et al. (2007b) realizaron unos experimentos sobre rugosidades de tipo –k y –d (ver

- C4.102 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

detalles en §2.4.4) en los que cuantificaron la importancia del efecto de las corrientes
secundarias y la no uniformidad en el centro de un canal estrecho (B/H = 3) sobre la
determinación de tensiones totales. Estos autores encontraron que la contribución de este
término oscila entre un 40% y un 70% de la tensión de corte total sobre el lecho τ0.
Asumiendo que la velocidad de corte determinada a partir de la ley logarítmica de velocidades
representa los esfuerzos tangenciales τ 0 (∝ u* ) , en estos ensayos en un plano alejado del
2

centro del canal se ha cuantificado la contribución de las tensiones de Reynolds en un


51%±5% de las tensiones totales (ver apartado 4.4.2.1).

4.4.3. Ensayos por grupos de tamaños

4.4.3.1. Análisis estadístico

Análisis exploratorio
Para realizar el análisis exploratorio los datos registrados en los experimentos se
jerarquizaron empleando los mismos factores y niveles que posteriormente se emplearon en el
análisis de la varianza ANOVA:
ƒ Velocidad: 6 niveles, empleando la velocidad media de cada ensayo calculada como se
recoge en el apartado 4.4.2 (0.30, 0.32, 0.35, 0.39, 0.45 y 0.47 m/s)
ƒ Talla: 4 niveles (<20 mm, 20-25 mm, 25-30 mm y >30 mm)
ƒ Reclutamiento: 2 niveles (500 ind/m2 y 1000 ind/m2)
ƒ Estado: 2 niveles (moluscos vivos y muertos)
A partir de estos factores, se ha elaborado una nomenclatura para definir cualquier ensayo de
una manera rápida y concisa. Así, de forma general los experimentos de grupos de talla se
denominarán como una secuencia de 8 caracteres donde los tres primeros hacen referencia a
la velocidad del ensayo (V01 a V06), la talla analizada (T01 a T04), el reclutamiento (B y A,
para el bajo, 500 ind/m2, y el alto, 1000 ind/m2) y el estado (V o M, en referencia a vivo o
muerto). Por ejemplo, el ensayo V03T2AV hace referencia al tercer escalón de velocidad (0.35
m/s), la talla de 20-25 mm con una densidad de reclutamiento de 1000 ind/m2 y con los bivalvos
vivos. Esta nomenclatura se recoge también gráficamente en la Figura 4.69.

V0i Tj X Y
velocidad talla reclutamiento estadoo
⎧VO1 ⎫
⎪VO2⎪
⎪VO3 ⎪
⎧TO1: 15-20 mm ⎫
⎪TO1: 20-25 mm ⎪
⎧B: bajo,500 ind/m 2 ⎫
⎨ 2⎬
⎩A: alto,1000 ind/m ⎭
{V: vivo
M: muerto }
⎨TO1: 25-30 mm ⎬
⎨VO4 ⎬ ⎪TO1: 30′35 mm ⎪
⎪VO5 ⎪ ⎩ ⎭
⎪VO6 ⎪
⎩ ⎭

ejemplo: V03T2AV
Figura 4.69. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
grupos de tamaños

Para realizar el análisis exploratorio se empleó el software SPSS © v17 sobre los datos
originales y también arcsin√x transformados, ecuación (4.25). Como se ha comentado en el

- C4.103 -
Resultados

apartado 4.3.6.1, esta transformación es necesaria en los análisis de la varianza cuando se


trabaja con variables que reflejan porcentajes.
El análisis exploratorio constó de varios pasos. El primero consistió en comprobar la
normalidad de cada nivel analizado a través de los test de Shapiro-Wilk y Kolgomorov-
Sminornov (ver p.ej. en Pérez, 2004), encontrado únicamente problemas con la distribución del
quinto nivel de velocidad (velocidad media de 0.45 m/s) empleando los datos transformados.
Hay que señalar que el rechazo de la hipótesis de normalidad se produjo únicamente con el
contraste K-S. Además, y como se señala en el apartado 4.3.6 y en el Apéndice 2, trabajar con
no-normalidades no repercute demasiado en la fiabilidad de los análisis ANOVA.
A continuación se analizó la distribución de las determinaciones realizadas con la ayuda de
gráficos de cajas y bigotes. En este tipo de figuras (ver Figura 4.70) se dividen los datos en
cuatro áreas de igual frecuencia, una caja central dividida en dos zonas por una línea vertical y
otras dos áreas representadas por dos segmentos horizontales (los bigotes).

a) b)

c) d)

Figura 4.70. Gráficos de cajas y bigotes con el porcentaje de berberechos movilizados en


cada uno de los factores analizados: a) velocidad, b) talla, c) reclutamiento y d)
estado.

La caja central encierra el 50% de los datos y la línea que la divide representa la mediana de la
distribución. Los lados de la caja están situados en los cuartiles (primer y tercer cuartil,
denominados Q1 y Q3 respectivamente) de la distribución. Los extremos de los bigotes se
sitúan a 1.5 veces el rango intercuartílico (Q3-Q1) del borde la caja, y los datos anómalos

- C4.104 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

(outliers) se consideran en este tipo de representación como los situados fuera de los rangos
marcados por los bigotes, y se representan como puntos en la Figura 4.70.
En esta figura, y en las tablas posteriores (Tabla 4.15 a Tabla 4.18) se han representado las
gráficas de cajas y bigotes obtenidas para las variables sin transformar. En el análisis ANOVA
se han empleado los datos arcsin√x transformados, sin embargo, para facilitar la comprensión y
análisis de la movilización de los moluscos se ha preferido mostrar los datos del análisis
exploratorio en la escala 0-100% y no en la escala transformada 0-π/2.
De la observación del porcentaje de berberechos movilizado en función de cada uno de los
factores analizados se pueden extraer varias conclusiones. En general se puede señalar
aunque cada una de las cajas representadas representa un número elevado de muestras (p.ej.,
cada caja de Figura 4.70-a se ha construido en base a 4 repeticiones x 4 tallas x 2 densidades
x 2 estados = 64), se observa cierta desviación respecto al valor medio. Esta variabilidad en los
resultados se atribuye en parte a que se están promediando juegos da datos en los que no se
puede atribuir la variación a un único parámetro. Es decir, la movilización de los moluscos en
los experimentos realizados, aunque depende de la velocidad, también lo hace del estado, talla
o densidad. Por este motivo, al analizar un parámetro sin los otros aparece la dispersión.
Otra fuente de variación se debe atribuir, además de al propio error experimental, al hecho de
que la variable analizada no es una función continua porque los valores posibles del porcentaje
de erosión están cuantizados en intervalos de 11.12% o 5.56%. Estos intervalos de variación
dependen del número total de berberechos ensayados. Para la densidad de ∼500 ind/m2 se
colocaron 9 berberechos, por lo que los valores posibles de la erosión son múltiplos de 1/9
(11.12%). Para la densidad de ∼1000 ind/m2 se colocaron 18 berberechos, siendo los valores
de la erosión múltiplos de 1/18 (5.56%). Esta cuantización de la variable afecta a la precisión y
dispersión de la misma ya que cometer un error en el ensayo, contar un berberecho como
erosionado cuando en realidad se mantuvo en su sitio, implica cometer un error superior al
10% en el peor de los casos.
Las tendencias reflejadas en la Figura 4.70 se cuantifican en la Tabla 4.15 y Tabla 4.16. Del
análisis de cada variable de modo independiente, es decir, promediando sobre todas las
repeticiones y escenarios del resto de variables (p.ej. al analizar el reclutamiento alto, se
promedian todos los escenarios con sus repeticiones donde el reclutamiento fue de 1000
ind/m2, sin importar la velocidad, estado o talla) se pueden extraer las siguientes conclusiones.
Con respecto a la velocidad, tal y como cabría esperar, a mayor velocidad de la corriente,
mayor grado de movilización de los berberechos (ver Tabla 4.15). Así, para una velocidad
media de ∼0.3 m/s el porcentaje de berberechos medio movilizado es de un ∼10% mientras que
para una velocidad de ∼0.5 m/s asciende a un ∼58%. Esta relación es aproximadamente lineal,
con la excepción de lo que sucede en los escalones de velocidad número 2 y 3, donde a pesar
de presentar diferentes velocidades medias (0.315 y 0.346 m/s respectivamente), el porcentaje
de berberechos movilizados es prácticamente el mismo. Esta circunstancia se analizará
estadísticamente después de presentar el análisis de la varianza, pero está relacionada con la
interacción entre el transporte de sedimentos y el de moluscos.

- C4.105 -
Resultados

Tabla 4.15. Porcentaje de berberechos movilizado en función de la velocidad de la corriente


y de la talla. Valores medios y error estándar (σ/√n). Los parámetros estado y
reclutamiento están agregados en los anteriores.

VELOCIDAD
TALLA % MOVILIZADOS V01 V02 V03 V04 V05 V06 TODOS
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s
Media 25.1% 50.6% 49.0% 71.8% 77.3% 84.5% 59.7%
15-20 mm
SE (n=16, 96) 0.059 0.044 0.076 0.058 0.052 0.038 0.030
Media 12.8% 30.9% 26.0% 22.6% 43.4% 52.0% 31.3%
20-25 mm
SE (n=16, 96) 0.040 0.066 0.056 0.044 0.074 0.063 0.027
Media 2.4% 14.9% 16.3% 10.9% 20.9% 45.3% 18.5%
25-30 mm
SE (n=16, 96) 0.021 0.039 0.046 0.038 0.056 0.061 0.000
Media 0.0% 0.3% 0.0% 18.5% 34.3% 50.0% 17.2%
30 - 35 mm
SE (n=16, 96) 0.000 0.003 0.000 0.060 0.081 0.084 0.029

15 - 35 mm Media 10.1% 24.2% 22.8% 30.9% 44.0% 57.9% 31.7%

(TODOS) SE (n=64, 384) 0.022 0.032 0.034 0.039 0.042 0.037 0.016

Otro comportamiento no lineal, que sólo se observa si se analiza el porcentaje de berberechos


movilizados en los pares talla-velocidad, consiste en una reducción de los berberechos
movilizados entre el segundo y tercer escalón (0.315 y 0.346 m/s) de velocidad para la talla
más pequeña, entre el tercer y el cuarto escalón de velocidad (0.346 y 0.391 m/s) para las
tallas de 20-25 y 25-30 mm, (ver gráficamente en la Figura 4.72, pág.4.115 ). Para la talla
mayor este efecto no se observa.
Este descenso de la movilización de los berberechos se debe al inicio del transporte de la
arena del lecho. Para estas velocidades, se ha constatado visualmente que la movilización de
la arena comenzaba a ser importante y los berberechos eran enterrados progresivamente
provocando una reducción de la tasa de transporte.
Como se ha comentado en el apartado 4.4.2.1 (Tabla 4.12), el número de Froude densimétrico
o parámetro de Shields para los ensayos de fondo liso superar al del umbral de movimiento
entorno al segundo / tercer escalón de velocidad (adoptando un parámetro de Shields crítico de
~0.030 propuesto por ejemplo por Wong y Parker, 2006). Por tanto, para estas condiciones de
velocidad, los moluscos pueden quedar parcial o totalmente enterrados por la arena antes de
que se produzca su arrastre. Sin embargo, cuando la potencia del flujo aumenta, los bivalvos
son arrastrados antes de que puedan ser enterrados Además, como los berberechos más
pequeños son más fácilmente erosionables, el descenso de la movilización se reduce sólo al
segundo y tercer nivel de velocidad.
Si se analiza la evolución de la erosión media en cada talla se puede observar una relación
inversa entre el porcentaje de berberechos movilizados y el tamaño del mismo. Así, para la
menor talla, se puede indicar que en promedio para todas las velocidades estudiadas, se
movilizaron un ∼60% de los moluscos, mientras que los moluscos de mayor tamaño, la
movilización se redujo hasta un ∼18%.
También se puede comprobar en la Tabla 4.15 cómo el porcentaje medio de los berberechos
movilizados entre 25-30 mm y 30-35 mm es prácticamente el mismo. Sin embargo, si se
analiza a través de los pares de velocidad – talla, la movilización de los moluscos

- C4.106 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

comprendidos entre 25-30 mm es superior para las velocidades más bajas, mientras que para
las velocidades mayores, la movilización de los berberechos de 30-35 mm es ligeramente
superior, quizás por el efecto de la mayor exposición y menor importancia del movimiento de
arena que puede enterrar más a los berberechos más pequeños.
Los parámetros medios de movilización en función del reclutamiento y estado se presentan en
la Tabla 4.16. Respecto al reclutamiento, se puede señalar que en términos medios, la
erosión es superior en los experimentos de menor densidad de individuos por metro cuadrado
(∼37% vs ∼26%), diferencias originadas por la mayor exposición a la que se encuentran
sometidos los berberechos cuando están más aislados.
Tabla 4.16. Porcentaje de berberechos movilizado en función del estado y el reclutamiento.
Valores medios y error estándar (σ/ √n). Los parámetros velocidad de la corriente y talla están
agregados en los anteriores.

ESTADO
DENSIDAD % MOVILIZADOS
Vivos Muertos TODOS

Media 30.9% 43.2% 37.0%


2
BAJA (500 ind/m )
SE (n=96, 192) 0.032 0.030 0.022
Media 24.7% 27.9% 26.3%
ALTA (1000 ind/m2)
SE (n=96, 192) 0.033 0.032 0.023
Media 27.8% 35.5% 31.7%
TODOS
SE (n=192, 384) 0.045 0.022 0.016

También se ha constado que el comportamiento o estado de los berberechos parece influir en


los ratios de movilización. Así, los berberechos vivos se mantienen o fijan más que los muertos
(porcentajes de movilización medio de ∼28%. y ∼36%. respectivamente). Ya se ha comentado
en el apartado 4.2.3 que en la dinámica de las poblaciones de los organismos bentónicos
factores como la sedimentación activa, p.ej. a través de la generación de biso o a través de la
natación de algunas larvas, pueden influir en el proceso de selección del sustrato.

Figura 4.71. Secuencia de video en la que un berberecho se coloca de forma lateral y


comienza a enterrarse.

- C4.107 -
Resultados

En estos ensayos no se ha detectado la formación de biso por parte de los berberechos. Esta
circunstancia era previsible ya que los moluscos eran adultos y este fenómeno se ha descrito
fundamentalmente en individuos juveniles (Sidgursson et al., 1976; Yankson, 1986; Olivier y
Retière, 2006). Sin embargo, si se ha observado que cuando los berberechos vivos “sentían” el
movimiento del agua, algunos se recolocaban, ubicando las valvas en perpendicular al lecho y
comenzaban a abrir y cerrar la concha para, con ayuda del pie, anclarse y enterrarse (ver en la
Figura 4.71).
Los datos correspondientes a cada uno de los escenarios analizados se presentan en las
tablas siguientes (Tabla 4.17 y Tabla 4.18 ).
Tabla 4.17. Porcentaje medio de berberechos vivos movilizados en los ensayos por grupos
de tamaños homogéneos. Valores medios y error estándar (σ/ √n).

DENSI VELOCIDAD (m/s)


DAD TALLA % MOVILIZADOS
0.298 0.315 0.346 0.391 0.446 0.471

15-20 Media 26.7% 52.1% 66.7% 81.5% 81.5% 85.2%


mm SE (n=4) 0.129 0.076 0.141 0.026 0.094 0.069
20-25 Media 11.1% 37.8% 37.8% 8.3% 25.0% 59.3%
BAJA mm SE (n=4) 0.035 0.125 0.083 0.053 0.178 0.026
500
ind/m2 25-30 Media 0.0% 11.1% 15.6% 13.9% 5.6% 55.6%
mm SE (n=4) 0.000 0.086 0.097 0.028 0.032 0.079
30-35 Media 0.0% 0.0% 0.0% 14.8% 11.1% 37.0%
mm SE (n=4) 0.000 0.000 0.000 0.052 0.079 0.114
15-20 Media 21.9% 43.8% 47.5% 79.6% 85.2% 92.6%
mm SE (n=4) 0.133 0.136 0.193 0.130 0.148 0.049
20-25 Media 1.1% 7.8% 6.7% 33.3% 50.0% 22.2%
ALTA mm SE (n=4) 0.011 0.038 0.021 0.060 0.171 0.138
1000
ind/m
2 25-30 Media 0.0% 6.7% 0.0% 1.9% 18.5% 35.2%
mm SE (n=4) 0.000 0.032 0.000 0.013 0.080 0.114
30-35 Media 0.0% 1.1% 0.0% 3.7% 20.4% 46.3%
mm SE (n=4) 0.000 0.011 0.000 0.026 0.086 0.206

- C4.108 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Tabla 4.18. Porcentaje medio de berberechos muertos movilizados en los ensayos por
grupos de tamaños homogéneos. Valores medios y error estándar ( σ / n ).

DENSI VELOCIDAD (m/s)


DAD TALLA % MOVILIZADOS
0.298 0.315 0.346 0.391 0.446 0.471

15-20 Media 43.6% 46.9% 65.0% 58.3% 73.3% 75.0%


mm SE (n=4) 0.055 0.067 0.048 0.045 0.072 0.000
20-25 Media 37.0% 51.1% 50.0% 33.3% 50.0% 55.6%
BAJA mm SE (n=4) 0.098 0.092 0.041 0.166 0.114 0.115
500
ind/m2 25-30 Media 6.7% 28.9% 26.7% 25.0% 40.0% 52.8%
mm SE (n=4) 0.067 0.044 0.097 0.123 0.130 0.146
30-35 Media 0.0% 0.0% 0.0% 44.4% 77.8% 77.8%
mm SE (n=4) 0.000 0.000 0.000 0.280 0.128 0.101
15-20 Media 20.0% 66.9% 37.7% 66.7% 75.9% 85.2%
mm SE (n=4) 0.048 0.081 0.108 0.192 0.165 0.093
20-25 Media 1.9% 27.8% 30.3% 15.3% 48.6% 73.6%
ALTA mm SE (n=4) 0.012 0.117 0.125 0.116 0.164 0.105
1000
ind/m2 25-30 Media 0.9% 15.7% 18.5% 2.8% 18.1% 37.5%
mm SE (n=4) 0.009 0.087 0.059 0.028 0.069 0.153
30-35 Media 0.0% 0.0% 0.0% 13.9% 27.8% 38.9%
mm SE (n=4) 0.000 0.000 0.000 0.048 0.118 0.195

Análisis de la varianza
Todas las tendencias reflejadas en el análisis exploratorio deben ser confirmadas para ver
si realmente tienen significación estadística. Para comprobar este aspecto, se ha realizado un
análisis ANOVA de todos los factores con un modelo de 4 factores fijos en el que se han
incluido todas las interacciones. Los análisis se han realizado con juegos de datos equilibrados.
Antes de ejecutar el ANOVA, se ha realizado el test de Cochran para comprobar la
homogeneidad de las varianzas. Previamente los datos fueron arcsin√x transformados
(§4.3.6, ecuación (4.25)).
El valor del estadístico C, calculado de acuerdo con la ecuación (4.24), ha sido de 0.0562. El
valor de la función de distribución C [ a,υ ;α ] , para a=96 varianzas (6 velocidades x 4 tallas x 2
reclutamientos x 2 estados), υ=3 grados de libertad de cada varianza (n-1 repeticiones) y un
nivel de significancia α=0.05, ha sido 0.0599, superior al valor del estadístico C por lo que se
puede considerar que las varianzas son homogéneas.
En la Tabla 4.19 se recoge el resumen del ANOVA. Una definición del significado de cada
columna se presenta el Apéndice 2. Aquí únicamente nos referiremos al resultado del
contraste, que se puede determinar con los resultados de las dos últimas columnas: el nivel de
significancia y la potencia del test. Así, en el análisis se puede observar cómo cada uno de los
factores individuales afecta significativamente (P<<<0.001) a la movilización de los
berberechos. Sin embargo, también se pueden apreciar que algunas interacciones también
afectan a la movilización. Son significativas (P<0.05) algunas interacciones de primer orden

- C4.109 -
Resultados

(Velocidad x Talla, Talla x Estado y Densidad x Estado) y también algunas de segundo


(Velocidad x Talla x Densidad, Velocidad x Talla x Estado).
Tabla 4.19. Análisis de la varianza de 4 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla, reclutamiento y estado sobre
el porcentaje de berberechos movilizados. Ensayo de grupos de tallas.

SS Suma df MS F P 1-β
de Grados de Media --------------- Nivel Potencia
b
Fuente de Variación Cuadrados libertad cuadrática ------ significancia estadística
a
Modelo 162.290 96 1.691 24.015 < 0.001* >0.999
Velocidad (VEL) 18.566 5 3.713 52.750 < 0.001* >0.999
Talla (TALLA) 22.879 3 7.626 108.338 < 0.001* >0.999
Densidad (DEN) 1.971 1 1.971 28.000 < 0.001* >0.999
Estado (EST) 1.144 1 1.144 16.258 < 0.001* 0.980
VEL x TALLA 3.591 15 0.239 3.401 < 0.001* 0.999
VEL x DEN 0.631 5 0.126 1.794 0.114 0.612
VEL x EST 0.137 5 0.027 0.389 0.856 0.151
TALLA x DEN 0.323 3 0.108 1.531 0.207 0.403
TALLA x EST 0.607 3 0.202 2.875 0.037* 0.684
DEN x EST 0.435 1 0.435 6.180 0.013* 0.698
VEL x TALLA x DEN 2.402 15 0.160 2.274 0.005* 0.979
VEL x TALLA x EST 1.798 15 0.120 1.703 0.050* 0.913
VEL x DEN x EST 0.568 5 0.114 1.614 0.156 0.559
TALLA x DEN x EST 0.307 3 0.102 1.456 0.227 0.384
VEL x TALLA x DEN x EST 1.744 15 0.116 1.652 0.060 0.902
Error 20.273 288 0.070
Total 182.563 384
a 2 2
. R = 0.889 (R ajustado = 0.852)
b
. Potencia 1-β calculada para α= 0.05
*. P<0.05

Además de la significancia (determinada como el error de Tipo I dado por el valor de P), es
importante analizar la potencia del test ANOVA (definida como la unidad menos el error Tipo II).
En la Tabla 4.19 se puede comprobar como la mayoría de los factores, todos los principales y
todas las interacciones que involucran al factor Velocidad x Talla, tienen una elevada potencia
estadística, siempre superior al 90%. Los factores secundarios Talla x Estado y Densidad x
Estado, tienen una potencia cercana al 70%, que está un poco por debajo del límite de lo que
se podría considerar como un resultado significativo 90.

Análisis a posteriori de los factores principales


Una vez determinados los factores que afectan significativamente a la movilización de los
berberechos, se deben analizar que niveles de cada factor (p.ej. velocidades) repercuten sobre
el arrastre de los moluscos. Con este fin, se aplicarán a continuación una serie de contrastes a

90
Al contrario de lo que ocurre con el Error de Tipo I (que se establece por convenio en α=0.05), no existe
un consenso claro a la hora de definir el Error de Tipo II admisible, y por tanto la potencia estadística.
Valores habituales para la potencia están en el orden de 0.80, aunque es preferible que esta sea superior
a 0.90 – 0.95. Underwood, (1997).

- C4.110 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

posteriori o test post hoc. Hay que señalar que cuando las interacciones de un ANOVA de
varios factores son significativas, el análisis a posteriori debe realizarse con un poco más de
precaución ya que las conclusiones no son tan directas como cuando no existen interacciones
entre los factores (Underwood, 1981).
Sino existen interacciones, los test a posteriori se realizan sobre cada factor de modo
individual. En nuestro caso, podríamos resolver el análisis con cuatro test de comparación
múltiple, uno para cada factor: velocidad, talla, estado y reclutamiento. Sin embargo, cuando
existen interacciones, este procedimiento no proporciona toda la información disponible en el
análisis. Para estas situaciones, se deben realizar test de comparación sobre las medias del
primer factor en cada uno de los niveles del segundo factor con el que interactúa, y viceversa.
Volviendo al análisis de movilización de los berberechos, si p.ej. sólo interactuase la velocidad
y el estado, habría que realizar un total de 6 + 2 tests de comparación. Dos tests compararían
el efecto de las velocidades en los moluscos vivos y muertos (los niveles del factor estado)
respectivamente, y otros 6 contrastes compararían la influencia del estado (vivo/muerto) en
cada escalón de velocidad.
Como se puede apreciar, este procedimiento puede ser largo y tedioso, especialmente cuando
los factores tienen muchos niveles, existen muchos factores involucrados, aparecen
interacciones de orden segundo o tercer orden, o cuando además se van a realizar varios tipos
de test post hoc para cada factor. Por este motivo, en el procedimiento de contraste a posteriori
aquí presentado se ha optado por analizar inicialmente los factores principales como sino
existiesen interacciones. Aunque este procedimiento no proporciona tanta información ni tiene
tanta significancia estadística como el análisis detallado, si que da una idea del
comportamiento del arrastre en los diferentes niveles de cada factor analizado.
Esta comparación se ha realizado con el test SNK, completando con el de Ryan para reducir
los errores de Tipo I, y con el contraste Tukey HSD, para los factores de tres o más niveles;
cuando los factores tienen dos niveles, el contraste empleado es el t de Student (ver apartado
4.3.6 y Apéndice 2).
En la Tabla 4.20 se presenta el cálculo detallado del test SNK y Ryan para el factor velocidad.
Para realizar estos test en primer lugar se deben ordenar en orden creciente las medias 91, de
esta forma se podrán formar las parejas para ejecutar el test.
La idea subyacente de este contraste es que si dos medias son diferentes (porque así lo señala
el ANOVA), lo más probable es que sean las que se corresponden con los valores extremos.
Una vez comprobadas estas medias, se pasa a probar la más baja con la segunda más alta, y
así sucesivamente. El siguiente paso será comprobar la segunda más baja, con la más alta,
con la segunda más alta, etc… Este procedimiento de comprobación se esquematiza en la
Tabla 4.20 , donde en la columna correspondiente a la velocidad con menor media (0.298 m/s),
se van calculando la diferencia de la medida con la media más alta y la media de la primera
columna (6-1), la de la segunda media más alta y la de la primera columna (5-1) y así
sucesivamente. Hay que señalar que la segunda velocidad del test de comparación se
corresponde con el tercer escalón de velocidad V03 de los ensayos. Esto es así, porque en
promedio se movilizaron más berberechos en el segundo escalón V02 que en el tercer escalón

91
Todos los tests de comparación múltiple se han ejecutado con los datos arcsin√x transformados, por las
medias comparadas no reflejan directamente los valores reales de movilización de los moluscos.

- C4.111 -
Resultados

V03 por el efecto del transporte de sedimentos ya comentado (ver en este apartado el
epígrafes sobre el análisis exploratorio, pág. 4.103, y también la Tabla 4.15).
Este es el procedimiento del test. Una vez calculadas las diferencias, se debe estimar el error
estándar de la diferencia entre las medias. Cuando el análisis es de un único factor, el error
estándar SE se estima como:

MSresiduo
SE = (4.33)
n

donde n es el número de repeticiones.


Cuando se realiza un análisis de varios factores, n debe representar el número de medidas
empleadas en el análisis. En el caso del análisis de la velocidad serían 6 velocidades x 4
repeticiones (ver Underwood (1981) para el caso general).
Tabla 4.20. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal velocidad. La significancia del test (α=0.05) SNK se marca en tipografía
negrita y la del test de Ryan con un asterisco.

VELOCIDAD 0.298 0.346 0.315 0.391 0.446 0.471


TEST SNK TEST RYAN
ORDEN 1 2 3 4 5 6
a
MEDIA 0.204 0.401 0.537 0.706 0.879 g Qb D=Q ·SE c α' Q D=Qα' ·SE
6-1
0.675* 6 4.197 0.197 0.050 4.197 0.197
5-1 6-2
0.502* 0.479* 5 4.008 0.188 0.042 4.104 0.192
4-1 5-2 6-3
COMPARACIONES 0.335* 0.306* 0.468* 4 3.764 0.176 0.034 3.981 0.187
3-1 4-2 5-3 6-4
0.207* 0.138 0.295* 0.341* 3 3.42 0.160 0.025 3.802 0.178
2-1 3-2 4-3 5-4 6-5
0.196* 0.011 0.127 0.167* 0.173* 2 2.843 0.133 0.017 3.481 0.163

a
. arcsin √ transformada
b
. para υ=48 grados de libertad
c
. SE=√(MSerror/24)=0.0469

A continuación, se debe estimar el número de medias que se comparan g. En la primera fila se


compara a lo largo de 6 medias, en la segunda, a lo largo de cinco, y así sucesivamente (ver
Tabla 4.20). Para cada comparación se debe estimar el valor del estadístico Q o Studiantized Q
range, que es función de g y de los grados de libertad υ del análisis. En el caso de las
velocidades υ = 48 = 4 repeticiones x 4 tallas x 2 densidades x 2 estados. Como ya se ha
indicado, el valor de Q (para un valor de α=0.05) se puede encontrar tabulado p.ej. en Winer
(1991). El último paso es comparar el valor estimado de la diferencia de cada pareja con el
valor del producto del estadístico Q por el error estándar. Si la diferencia es mayor que Q · SE
se tiene que las medias de la pareja comparada son significativamente diferentes, con un nivel
α=0.05.
Por último, para aplicar el método de Ryan, el procedimiento es similar, salvo que en vez de
emplear el valor de Qα=0.05 se emplea el valor Qα' calculado con el procedimiento explicado en el
apartado 4.3.6 (ver ecuación (4.23)).
Los resultados del contraste SNK señalan que todas las velocidades afectan de un modo
significativamente diferente a la movilización de los berberechos, a excepción del grupo
formado por las velocidades 2, 3 y 4 (0.346, 0.315 y 0.391 o V03, V02 y V04). Se puede decir

- C4.112 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

la diferencia en el porcentaje de berberechos erosionados no es estadísticamente significativo


para estas velocidades.
Los resultados del contraste de Ryan son los mismos que los arrojados con el test SNK. Los
datos del contraste Tukey HSD, realizado con SPSS ©), aparecen en la Tabla 4.21. Según este
test, las medias de los niveles 2-3 son similares, y la del nivel 2-4, sin embargo si que
encuentra diferencias significativas entre el nivel 3 y el 4.
Tabla 4.21. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal velocidad. La significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.

Diferencia P - Nivel I.C. 95%


VELOCIDAD (i) (j)
media (i-j) significancia Lím. inf. Lím. sup.

2 -0.207* <0.001 -0.342 -0.073


3 -0.196* 0.001 -0.331 -0.062
0.298 m/s 1 4 -0.334* <0.001 -0.469 -0.200
5 -0.502* <0.001 -0.637 -0.367
6 -0.675* <0.001 -0.810 -0.541
1 0.207* <0.001 0.073 0.342
3 0.011 1.000 -0.123 0.146
0.346 m/s 2 4 -0.127 0.076 -0.262 0.007
5 -0.295* <0.001 -0.429 -0.160
6 -0.468* <0.001 -0.603 -0.334
1 0.196* 0.001 0.062 0.331
2 -0.011 1.000 -0.146 0.123
0.315 m/s 3 4 -0.138* 0.040 -0.273 -0.004
5 -0.306* <0.001 -0.440 -0.171
6 -0.479* <0.001 -0.614 -0.345
1 0.334* <0.001 0.200 0.469
2 0.127 0.076 -0.007 0.262
0.391 m/s 4 3 0.138* 0.040 0.004 0.273
5 -0.167* 0.006 -0.302 -0.033
6 -0.341* <0.001 -0.475 -0.206
1 0.502* <0.001 0.367 0.637
2 0.295* <0.001 0.160 0.429
0.446 m/s 5 3 0.306* <0.001 0.171 0.440
4 0.167* 0.006 0.033 0.302
6 -0.173* 0.004 -0.308 -0.039
1 0.675* <0.001 0.541 0.810
2 0.468* <0.001 0.334 0.603
*
0.471 m/s 6 3 0.479 <0.001 0.345 0.614
*
4 0.340 <0.001 0.206 0.475
*
5 0.173 0.004 0.039 0.308

Los resultados de los test a posteriori confirman la interacción entre la el transporte de arena y
el de sedimentos, ya que los niveles en los que no existen diferencias en la movilización
significativas (2-3-4) son las velocidades en las que comienza el movimiento de arena.

- C4.113 -
Resultados

El mismo análisis se ha realizado para el factor de Talla. Los resultados de los test de
Student-Neuman-Keuls y del contraste de Ryan se encuentran en la Tabla 4.22, mientras que
los resultados del contraste Tukey HSD, en la Tabla 4.23.
Se puede observar como la movilización de los berberechos es significativamente diferente
entre todos los pares de grupos de tallas, a excepción del grupo de tamaño 25-30 y 30-35 mm,
donde estadísticamente el tamaño no influye en el arrastre de los berberechos.
Tabla 4.22. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal talla. La significancia del test (α=0.05) SNK se marca en tipografía
negrita y la del test de Ryan con un asterisco.

TALLA 30-35 mm 25-30 mm 20-25 mm 15-20 mm


TEST SNK TEST RYAN
ORDEN 1 2 3 4
a b
MEDIA 0.299 0.344 0.534 0.917 g Q D=QxSE α' Q D=Qα'xSE
4-1
0.619* 4 3.701 0.1417 0.050 3.701 0.142
3-1 4-2
COMPARACIONES 0.235* 0.574* 3 3.500 0.1340 0.038 4.104 0.157
2-1 3-2 4-3
0.045 0.190* 0.384* 2 2.808 0.1075 0.025 3.518 0.135

a
. arcsin √ transformada
b
. SE=√(MSerror/96)=0.0383

Tabla 4.23. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal talla. La significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.

Diferencia P - Nivel I.C. 95%


TALLA (i) (j)
media (i-j) significancia Lím. inf. Lím. sup.

2 0.384* <0.001 0.285 0.483

15-20 mm 1 3 0.574* <0.001 0.475 0.673

4 0.619* <0.001 0.520 0.718

1 -0.384* <0.001 -0.483 -0.285

20-25 mm 2 3 0.190* <0.001 0.091 0.289

4 0.235* <0.001 0.136 0.334

1 -0.574* <0.001 -0.673 -0.475

25-30 mm 3 2 -0.190* <0.001 -0.289 -0.091

4 0.045 0.642 -0.054 0.144

1 -0.619* <0.001 -0.718 -0.520

30-35 mm 4 2 -0.235* <0.001 -0.334 -0.136

3 -0.045 0.642 -0.144 0.054

Para los factores Estado y Densidad se ha aplicado el contraste t de Student con el programa
SPSS ©. El contraste se ha realizado asumiendo, y comprobando, la homogeneidad de
varianzas a través del contraste de Levene.
Los resultados de este test están incluidos en la Tabla 4.24, y señalan que los dos niveles de
cada factor afectan significativamente a la movilización. Es decir, tanto la densidad como el

- C4.114 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

estado de los berberechos influyen en su movilización. Así, el arrastre es mayor para la


densidad más baja y para los berberechos muertos.
Tabla 4.24. Aplicación del contraste t de Student a los factores Densidad y Estado. La
significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.

t df P -Nivel I.C. 95%


diferencia SE
Factor Grados de significancia a a
media diferencia Lím. inf. Lím. sup.
libertad (t dos colas)

Densidad -3.160 382 <0.002* -0.143 0.045 -0.232 -0.054

Estado -2.395 382 0.017* -0.109 0.046 -0.199 -0.020

a
. arcsin √ transformada

Análisis a posteriori de las interacciones


Aunque en las tablas anteriores (Tabla 4.20 a Tabla 4.24) se han aplicado contrastes
múltiples a los niveles de los factores primarios, hay que señalar que los resultados arrojados
por estos test no son concluyentes, ya que se existen interacciones entre varios factores. Por
este motivo, la interpretación de los test sobre los factores principales, aunque proporciona
cierta información, puede llegar a desorientar sobre las conclusiones ya que los efectos de un
factor varían en los niveles del otro(s) factor(es) con el que interactúa(n), y viceversa
(Underwood, 1981). Un ejemplo de esta interacciones se encuentra entre las velocidades y las
tallas. Ya se ha comentado, que el efecto de cada nivel (escalón) de velocidad afecta de modo
diferente sobre el número de berberechos arrastrados en función de su talla.

1 2 3 4 1 2 1 2
1,00
VELOCIDAD 0,75
1 - 0.298 m/s
2 - 0.315 m/s
3 - 0.346 m/s
0,50
4 - 0.391 m/s
5 - 0.446 m/s 0,25
6 - 0.471 m/s
0,00
1,00
0,75
TALLA
0,50 1 - 15-20 mm
2 - 20-25 mm
0,25 3 - 25-30 mm
4 - 30-35 mm

0,00
1,00

0,75
DENSIDAD 0,50
1 - ALTA
2 - BAJA
0,25
0,00
1,00
0,75

0,50 ESTADO
1 - VIVO
2 - MUERTO
0,25

0,00
1 2 3 4 5 6 1 2 3 4 1 2 1 2
VELOCIDAD TALLA DENSIDAD ESTADO

Figura 4.72. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
grupos de tallas.

- C4.115 -
Resultados

Para representar estos efectos combinados, se debe analizar una gráfica de interacciones,
como la presentada en la Figura 4.72. En estas representaciones de pueden analizar de un
modo rápido e intuitivo las interacciones de primer orden del Análisis de la Varianza. La lectura
de este tipo de gráficas se debe realizar atendiendo a las siguientes indicaciones: (i) la
información sobre los niveles analizados se ordena por filas, (ii) cada fila contiene la
información del factor que se encuentra en la diagonal principal de la matriz y, (iii) la
información relativa al segundo término de la interacción se ordena por columnas.
Así, por ejemplo, si queremos analizar la interacción Talla x Densidad de reclutamiento
debemos analizar la gráfica de la matriz situada en la segundo fila y en la tercera columna,
subfigura (2,3). En esta gráfica se representan para cada Talla el porcentaje de moluscos
movilizados en función de la Densidad. En esta figura se puede comprobar como con la
densidad más baja el arrastre es mayor para todas las tallas. También se aprecia como las
tallas 3 y 4 se movilizan, en promedio, en un porcentaje similar.
Este análisis se puede realizar en la posición simétrica de la matriz, que se corresponde con la
tercera fila y la segunda columna. En este caso, estudiando la interacción Densidad x Talla, se
observa el mismo comportamiento: descenso de la movilización con la talla y con el
reclutamiento. Por tanto, se observa que las conclusiones que se sacan de este par de casillas
de la Figura 4.72, son las que han confirmado el análisis exploratorio y el análisis de la
varianza. Este análisis se puede extrapolar al resto de interacciones.
Además, si recordamos el ANOVA (§Tabla 4.19), se tenía que las interacciones de primer
orden significativas eran la Velocidad x Talla, con una gran potencia estadística (>99.9%), y las
interacciones Talla x Estado y Densidad x Estado, ambas con una potencia poco significativa
(<70%). En los gráficos de interacción también se puede analizar cuando una interacción es
significativa y cuando no lo es.
Si volvemos al ejemplo anterior, se puede observar que las familias de curvas representadas
en la interacción Talla x Densidad y Densidad x Talla son aproxidamente paralelas. Esto
significa que la movilización sólo depende de la talla y de la densidad, pero que el fenómeno de
arrastre no presenta “no linealidades” en estos factores. Es decir, no existe ninguna interacción
entre estos factores. Por el contrario, si analizamos la interacción Talla x Velocidad, se puede
ver como las Tallas 2 y 3 se comportan de un modo más o menos parecido, pero que la Talla 1
y, especialmente la 4, se movilizan con un patrón diferente. Este patrón se había comentado ya
en párrafos anteriores y se corresponde con la fuerte interacción (alta potencia) de estos
factores.
Las interacciones con menor potencia no se “notan” tanto en la gráfica de interacciones. Así,
por ejemplo en la interacción Talla x Estado (subfigura 2,4) se puede apreciar como para las 3
tallas más grandes, la movilización para los dos estados se incrementa en los moluscos
muertos. Sin embargo, los moluscos más pequeños muertos son menos arrastrados que los
vivos. Este comportamiento diferenciado entre los niveles de los factores de la interacción es el
responsable de que sea significativa.
Para poder definir si estos patrones en las interacciones de dos factores son relevantes
estadísticamente hay que recurrir a los tests de comparación múltiple, analizando cada uno de
los niveles de un factor sobre el resto de niveles del otro factor. Tomando el ejemplo de la
interacción Talla x Velocidad, habría que efectuar para cada Talla (15-20, 20-25, 25-30 y 30-35
mm) el análisis sobre que velocidades son relevantes en la movilización de los bivalvos y,
p.ej., el comportamiento podría ser diferente para la talla más baja y la más alta.

- C4.116 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

A la hora de estimar cuales son las combinaciones que afectan a la mediase pueden emplear
los test SNK, Ryan, Tukey o cualquier otro. El principal problema vuelve a surgir en como
gestionar el error de Tipo I, ya que en este caso no existe una metodología consensuada de
actuación, como la que proporcionaba la modificación de Ryan del test SKN, empleado en el
epígrafe anterior (Underwood, 1997).
Ahora, el análisis con test a posteriori es más tedioso porque tenemos que realizar 4 test con 6
medias, para analizar cada talla en función de la velocidad, y 6 test con 4 medias, para analizar
las velocidades en función de las tallas. En este caso, y debido a la gran cantidad de datos a
representar se ha optado por incluir la tabla resumen de grupos homogéneos, con igual media,
que proporciona el SPSS ©.
Así, en la Tabla 4.25, se presentan agrupados los niveles de la velocidad que afectan de igual
modo a la media de los moluscos arrastrados de tamaño comprendido entre 15 y 20 mm.
Además, con objeto de mejorar el funcionamiento de los test a posteriori frente a los errores de
Tipo I, el análisis se ha realizado con el contraste de Bonferroni, siguiendo las
recomendaciones de la literatura (Day y Quinn, 1989; Underwood, 1997). La significancia de
cada grupo homogéneo la proporciona el método de Tukey HSD.
Tabla 4.25. Definición de los niveles de velocidad con igual efecto sobre el porcentaje de
berberechos movilizados de 15 a 20 mm. Ninguno de los grupos tiene una
significación estadística relevante (P<0.05).

MEDIA DE BERBERECHOS
a
EROSIONADOS EN CADA GRUPO
VELOCIDAD (m/s) HOMOGÉNEO
1 2 3

1 V06 ≡ 0.471 0.485

2 V05 ≡ 0.446 0.786 0.786

3 V04 ≡ 0.391 0.799

4 V03 ≡ 0.346 1.067 1,067

5 V02 ≡ 0.315 1,145

6 V01 ≡ 0.298 1,223

Nivel Sig. P 0,064 0.102 0.690

a
. arcsin √ transformada

Si en la Tabla 4.25 existiesen 6 grupos (columnas) esto significaría que todas las velocidades
afectan de modo diferente al arrastre de los berberechos de la talla 15-20 mm. Como
únicamente hay 3 grupos, eso significa que las velocidades V06 y V05 afectan de modo similar
a la movilización, que las velocidades V03-V04-V05 forman otro grupo y que las velocidades
V01-V02-V03 forman otro grupo más. En la última fila se señala la significancia estadística de
cada grupo. Se puede apreciar como ninguno de estos grupos es estadísticamente
significativo, por lo este procedimiento no proporciona ningún tipo de información. Aunque no
presenta aquí, este análisis se ha repetido para el resto de tallas, obteniendo resultados sin
significancia estadística.

- C4.117 -
Resultados

En la Tabla 4.26 se presenta un resumen con los grupos de velocidades homogéneos en


función de las tallas. De la observación de los datos de la tabla se puede concluir que no
existen grupos homogéneos significativos porque los contrastes no lo son y además, los grupos
están formados por niveles que se repiten en varios grupos.
Tabla 4.26. Grupos de velocidad homogéneos sobre la movilización de los berberechos
para todos los niveles de tallas analizadas. Ninguno de los grupos tiene una
significación estadística relevante (p<0.05).

GRUPOS HOMOGÉNEOS
TALLA
1 2 3

10-15 mm 1-2, p=0.064 2-3-4, p=0.102 4-5-6, p=0.690

20-25 mm 1-4-3-2, p=0.06 3-2-5, p=0.146 5-6, p=0.872

25-30 mm 1-4, p=0.216 4-2-3-5, p=0.583 5-6, p>0.999

30-35 mm 1-3-2, p>0.999 2-4-5, p=0.327 5-6, p=0.345

Como cabría esperar, para el análisis de cada nivel de velocidad sobre las diferentes tallas no
se ha encontrado ningún grupo homogéneo con diferencias significativas, por lo que
directamente se ha optado por no presentar los resultados.
A continuación se ha realizado un análisis similar con el resto de interacciones de primer orden
significativas (Talla x Estado y Densidad x Estado), así como con las de segundo orden
(Velocidad x Talla x Densidad y Velocidad x Talla x Estado). En ningún análisis se han
encontrado grupos homogéneos, por lo que tampoco se ha optado por presentar las tablas
resumen de grupos homogéneos.
La no existencia de grupos significativos en estos análisis está relacionado con la aparición de
interacciones de segundo y tercer orden, más complejas de analizar o directamente imposibles
de analizar (para el caso de las interacciones de tercer orden o superiores: Underwood, 1997).

4.4.3.2. Análisis hidrodinámico

Características generales
Siguiendo la metodología presentada en el apartado 4.4.2 se recogen a continuación los
principales estadísticos del flujo en los ensayos por grupos de tallas de berberechos. Antes de
comenzar con la presentación de los resultados hay que señalar que en el análisis de los
estadísticos no se ha podido emplear la técnica ANOVA para buscar patrones de
comportamiento o, para ser más correctos, para analizar si los factores analizados (velocidad,
talla, estado o reclutamiento) influyen en los estadísticos registrados (p.ej. para analizar si la
velocidad de fricción está afectada por el cambio de talla o por el reclutamiento).
Las técnicas de análisis de la varianza convencionales, como las presentadas en el apartado
4.4.3.1, se pueden aplicar cuando existen repeticiones de cada grupo analizado. Debido a la
configuración del experimento (ver Figura 4.52), para cada ejecución se obtuvieron los
porcentajes de arrastre para 3 tallas simultáneamente, pero únicamente un registro de
velocidades. Por este motivo, para el análisis hidrodinámico únicamente se dispuso de un
registro experimental de PIV (en algunos casos hasta dos) para cada uno de los 96 escenarios
analizados (recordemos, 6 velocidades x 4 tallas x 2 reclutamientos x 2 estados).

- C4.118 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En estas circunstancias, cuando los experimentos se realizan sin repeticiones, no se puede


estimar la varianza de cada tratamiento y tampoco las interacciones entre factores
(Underwood, 1981). Para este tipo de experimentos existen variantes del ANOVA clásico
presentado en este texto que se escapan del ámbito de esta tesis, pero que se pueden
consultar en cualquier libro de diseño estadístico de experimentos (ver p.ej. Fisher, 1935;
Cochran y Cox, 1957; Snedecor y Cochran, 1989).
A este hecho, hay que añadir que 4 92 de los 96 escenarios se han desechado del análisis
porque los campos de velocidades registrados no eran de buena calidad y cerca del lecho
apenas había vectores válidos. Como no hay el mismo número de datos para cada tratamiento,
se dice que el experimento es desequilibrado. En estos casos, tampoco se podría aplicar el
ANOVA.
Para estas situaciones se debe recurrir al Modelo Lineal Generalizado (Generaliced Linear
Model, GLM), que emplea estadísticos similares a los del ANOVA, para realizar los contrastes
de hipótesis sobre las medias. Las nociones básicas sobre los modelos generalizados para el
análisis de la varianza ase pueden consultar p.ej en Sahai y Ageel (2000) o en el manual
electrónico del software SPSS ® (SPPS, 2007). Nuevamente, este método de análisis se
considera fuera del ámbito de esta tesis doctoral.
Por este motivo se ha optado por analizar visualmente y a través de análisis exploratorios la
interacción entre los distintos factores y los valores de los principales estadísticos analizados.
Para detectar estas tendencias e interacciones también se ha empleado el conocimiento previo
adquirido en el análisis estadístico de la movilización de los berberechos realizado en el
apartado anterior.
En primer lugar, en la Tabla 4.27, se recogen las principales propiedades del flujo , agrupando
los resultados por la variable o factor velocidad de ensayo.
Tabla 4.27. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos por grupos de tallas (valor
medio ± desviación estándar).

FACTOR 〈U med 〉 〈U max 〉 u* Re h Re*h Frh Fr*Δ


VELOCIDAD
(m/s) (m/s) (m/s) (x10-3) (x10-3) (-) (-)

V01 0.283±0.02 0.341±0.03 0.0377±0.008 40.0±3.4 5.3±1.1 0.240±0.02 0.114±0.20

V02 0.312±0.02 0.380±0.03 0.0382±0.008 43.7±3.2 5.4±1.1 0.267±0.02 0.182±0.26

V03 0.319±0.02 0.384±0.02 0.0446±0.010 44.8±3.3 6.3±1.4 0.272±0.02 0.217±0.35

V04 0.359±0.03 0.415±0.03 0.0434±0.011 50.0±4.9 6.0±1.6 0.307±0.03 0.209±0.29

V05 0.399±0.04 0.455±0.04 0.0495±0.013 55.3±5.8 6.8±1.8 0.342±0.03 0.277±0.38

V06 0.434±0.04 0.486±0.04 0.0426±0.010 60.2±6.3 5.9±1.4 0.373±0.04 0.421±0.89

Los valores medios obtenidos para las velocidades medias y máximas, así como las variables
derivadas de las mismas (números de Reynolds Reh y de Froude Frh) son similares a los
calculados para los ensayos de fondo liso (§4.4.2.1, Tabla 4.12). Las relaciones lineales, el
ratio medio entre el parámetro para el ensayo de tallas y para fondo liso ± desviación estándar,

92
Ensayos de velocidad V01 a V03 para la talla más pequeña, densidad de reclutamiento alta y estado
vivo, y ensayo V06, talla 4, densidad alta y estado muerto. Ver Apéndice 3.

- C4.119 -
Resultados

vale 0.93±0.03 para la velocidad media doblemente promediada, 0.97±0.05 para la velocidad
máxima y 0.86±0.03 y 0.96±0.03 para los números de Reynolds y Froude respectivamente. En
todos los casos, existe una relación lineal directa de proporcionalidad entre el factor velocidad
(V01 a V06) y el parámetro analizado, y además los valores obtenidos para los ensayos de
tallas son ligeramente inferiores a los de fondo liso.
Se han analizado los valores medios de estos parámetros del flujo (velocidades y magnitudes
derivadas) en función de los factores talla, densidad y estado. No se representan tabulados
aquí estos resultados porque los valores medios obtenidos para cada uno de los niveles de
estos factores son prácticamente constantes, con variaciones respecto al valor medio de cada
factor inferiores al 5% (nótese que las variaciones encontradas para el factor velocidad
recogidas en la Tabla 4.27 están entre un 20% y un 30%).
Únicamente se puede señalar que la velocidad media para la talla más pequeña (~37 cm/s) es
sensiblemente superior al valor medio para el resto de tallas (~34 a ~35 cm/s). Aunque esta
variación no represente más que un 5.10% respecto al valor medio del factor talla se puede
atribuir la menor rugosidad que presentan los berberechos más pequeños (como se recoge
más adelante en la Tabla 4.29) y al hecho de que éstos son arrastrados en mayor porcentaje
que los moluscos más grandes. Por este motivo, el comportamiento de los berberechos de
menor tamaño será parecido al de los ensayos de fondo liso.
Otra diferencia quizás significativa para la velocidad media y máxima de los ensayos se puede
encontrar al analizar los niveles del factor estado. Así, para los berberechos vivos, estos
parámetros son sensiblemente inferiores a los valores medios encontrados para los ensayos
con berberechos muertos: ~33 cm/s vs ~37 cm/s y ~38 cm/s vs ~43 cm/s respectivamente.
Estas diferencias representan un valor de un 6.6% y un 5.8% respecto al valor promedio de
todos los ensayos, pero podrían atribuirse a mecanismos asociados a la actividad del molusco.
Así, p.ej. la actividad filtradora de algunos mejillones altera la estructura de la capa límite ya
que los chorros producidos por los moluscos actúan incrementando la rugosidad del lecho,
modificando los términos de arrastre de la ecuación de conservación de cantidad de
movimiento (van Duren et al., 2006). Sin embargo, es difícil asegurar con certeza estadística
que el factor estado, o talla, afectan significativamente a los estadísticos de velocidad porque
no se ha podido realizar ningún test como el ANOVA y, por ejemplo, las diferencias
encontradas se podrían deber a errores experimentales.
En la Tabla 4.27 también se presentan los valores medios de la velocidad de corte estimada
a partir del ajuste de la ley logarítmica en la región interna del flujo. Los ratios entre los
ensayos de talla y fondo liso para las velocidades de corte, el número de Reynolds para la
escalas características de calado y velocidad de fricción, y el número de Froude densimétrico
son 1.44±0.21, 1.33±0.18 y 4.25±0.79 respectivamente. Se puede observar como este
parámetro, y los números adimensionales derivados del mismo, presentan mayor dispersión
(desviación estándar) que los anteriores. Hay que señalar que el valor del parámetro de Shields
o número de Froude densimétrico se ha estimado con la densidad media de los berberechos
de cada talla, recogida en la Tabla 4.11.
Además, estos parámetros ahora no siguen el comportamiento lineal creciente con el factor
velocidad de ensayo como sucedía con las velocidades. Así, entre las velocidades V03-V04 y
V05-V06 se produce un descenso del valor de la velocidad de fricción y del resto de
magnitudes derivadas (ver Tabla 4.27).

- C4.120 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En la Tabla 4.28 se presentan los valores medios de las velocidades de corte para el resto de
factores analizados. Aunque las diferencias entre los valores de medios de cada nivel con el
valor medio de la velocidad de corte para todos los ensayos (~0.0428 cm/s) no son muy
significativos (<~10% para la talla, <~6% para la densidad y ~1% para el estado) si parece que
existen diferencias sensibles entre este parámetro y el factor talla y densidad, además de las
mencionadas con el factor velocidad en párrafos anteriores. Hay que recordar que aunque las
diferencias no sean demasiado grandes, a veces del orden de los ~mm/s, éstas se propagan
cuadráticamente si lo que se desea es obtener τ 0 (∝ u*2 ) .
Tabla 4.28. Velocidad de fricción media en función de los factores talla, densidad de
reclutamiento y estado para los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación estándar).

u* u*
FACTOR FACTOR
(m/s) (m/s)

15-20 mm 0.039±0.009 BAJA 0.045±0.011


DENSIDAD
20-25 mm 0.041±0.008 ALTA 0.040±0.010
TALLA
25-30 mm 0.047±0.012 VIVO 0.042±0.012
ESTADO
30-35 mm 0.044±0.012 MUERTO 0.043±0.010

Nuevamente, no se han podido determinar con ayuda de test estadísticos si las medias de los
niveles de los factores analizados difieren significativamente unas de otras.

Sin embargo, cuando se realice en este apartado el análisis de las leyes de velocidades (pág
4.173) y de las tensiones y de intensidades turbulentas (pág 4.138) se retomará y profundizará
en el estudio de las velocidades de fricción. Será en estos apartados donde se realice una
comparación entre las velocidades de fricción estimadas a partir de la ley logarítmica con las
estimadas a partir de otros métodos ya mencionados en la descripción de la metodología
(extrapolación de la ley de tensiones de Reynolds o máximo del perfil de tensiones de
Reynolds y/o totales, §4.4.2.1).
A continuación se pasa a analizar la rugosidad del fondo y sus longitudes características.
En la Tabla 4.29 se presentan los principales parámetros que definen la función de rugosidad
del lecho en función de los diferentes factores analizados.

La variable zm 93 representa la posición media del lecho y se ha empleado para definir la


posición del lecho z=0. Es importante señalar que este parámetro no tiene por qué coincidir, y
de hecho no coincide, con la posición media entre los senos y las crestas del lecho, zc y

zt respectivamente (ver Figura 4.73). El parámetro σ z representa la desviación estándar de la


función de distribución de probabilidad acumulada de las cotas del lecho, que es a su vez la
función de rugosidad de fondo φs(z) (Nikora et al., 2001)

93
En el texto y en las Tabla 4.29 y Tabla 4.45, zm representa la distancia entre los senos del lecho zt y el
plano z=0

- C4.121 -
Resultados

Tabla 4.29. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los factores
analizados para los ensayos por grupos de tallas (valor medio ± desviación
estándar).

zm σz Δ = zc − zt zc z0
FACTOR
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)

V01 11.1±4.4 5.0±1.9 17.8±4.9 6.7±2.4 0.8±0.7

V02 10.2±5.0 4.7±1.8 17.2±7.0 7.0±3.1 0.5±0.4

V03 10.6±5.2 4.7±1.6 17.3±5.6 6.7±1.8 0.9±0.7


VELOCIDAD
V04 8.1±4.7 4.5±1.8 15.3±6.8 7.2±3.4 0.6±0.6

V05 7.8±4.2 4.7±2.1 15.7±6.4 7.8±3.4 0.6±0.6

V06 7.6±4.7 3.9±1.7 14.1±5.6 6.3±2.3 0.2±0.3

15-20 mm 3.8±2.2 2.4±0.7 8.7±2.8 4.7±1.5 0.4±0.4

20-25 mm 7.5±2.3 4.0±0.9 14.6±2.4 7.1±2.1 0.5±0.5


TALLA
25-30 mm 10.5±3.1 5.2±1.5 17.7±3.3 7.3±2.5 0.9±0.7

30-35 mm 14.6±3.4 6.2±1.4 23.2±4.4 8.5±3.4 0.6±0.6

BAJA 7.5±3.9 5.3±1.6 15.8±5.2 8.1±2.6 0.8±0.7


DENSIDAD
ALTA 10.7±5.1 4.0±1.7 16.6±6.8 5.9±2.5 0.4±0.4
VIVO 10.0±4.6 4.5±1.8 16.8±5.3 6.8±2.3 0.7±0.7
ESTADO
MUERTO 8.5±4.9 4.6±1.8 15.6±6.7 7.1±3.2 0.5±0.4

TODOS LOS ENSAYOS 9.2±4.8 4.6±1.8 16.2±6.1 7±2.8 0.6±0.6

Por último, se presentan también los valores de la rugosidad característica del lecho
Δ = zc − zt y de la rugosidad equivalente obtenida a partir del ajuste de la ley logarítmica de
velocidades z0 . Estos parámetros dan una idea del espesor de la capa rugosa y de los efectos
de estela que provocan las rugosidades del lecho sobre el flujo en esta capa, respectivamente.

Si se analizan el valor de la posición del fondo zm, o la rugosidad característica del lecho Δ,
respecto del factor velocidad se puede observar cómo a medida que la velocidad del ensayo
crece, la magnitud de estas variables se reduce debido a que en términos medios, existen
menos berberechos en la zona de análisis porque estos son arrastrados (ver Tabla 4.29). El
análisis de estos parámetros respecto a la talla refleja, tal y como cabría esperar, que existe
una relación directa entre la posición zm y la rugosidad equivalente del lecho con el tamaño de
los moluscos. Así, la rugosidad característica vale 8.7±2.8 mm, 14.6±2.4 mm, 17.7±3.3 mm y
23.2±4.4 mm para las tallas de 15-20 mm a 30-35 mm respectivamente. Estas magnitudes
representan unos 7.5±1.5 mm menos que la altura a media de cada grupo, por lo que este valor
se podría tomar como el grado de enterramiento o de asentamiento de los moluscos en el
lecho. En término medio, esta diferencia implica una reducción de la altura característica a en
un ~30%, para las tallas analizadas.

- C4.122 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

zt zc z=0

zt zc
z=0

a)

Densidad zm σz Δ
(mm) (mm) (mm)
Baja 4.0 3.7 12.8
Alta 7.0 2.6 10.8

b)
Figura 4.73. Ejemplo de obtención del perfil del lecho así como de los parámetros
representativos del mismo: (a) imágenes de los ensayos de tamaño 20-25 mm
para con densidades alta y baja (berberechos muertos, velocidad V05) y (b)
función de rugosidad de fondo obtenida a partir del campo de imágenes.

Otro aspecto que se ha cuantificado con el análisis de la función de rugosidad es el grado de


reclutamiento de los moluscos. Así, para las densidades más bajas existe mayor superficie de
lecho liso y la rugosidad de los berberechos se asemeja más a una rugosidad de tipo –k (flujo
sobre obstáculo, §2.4.4), mientras que para las densidades de reclutamiento más altos, la
rugosidad se parece más a una de tipo –d. Una medida indirecta de este fenómeno la
proporciona la posición del lecho zm, que se sitúa más arriba para las densidades altas,
10.7±5.1 vs 7.5±3.9 mm para la densidad más baja. También el análisis de la desviación
estándar de la función de rugosidad refleja que σz es superior para las configuraciones con

- C4.123 -
Resultados

menor densidad de moluscos (§Figura 4.73). La dispersión de estas medidas respecto al factor
densidad se debe a que se están promediando los valores sobre todas las tallas (§Tabla 4.29).
Como se ha comentado en el Capítulo 2, el límite entre las situaciones de flujo rasante (tipo -d)
y flujo sobre obstáculo (tipo -k) se suele establecer en el ratio λ/Δ=4-5 (Jiménez, 2004). Si se
tiene en cuenta que la zona de ensayo tiene una extensión de ~15 cm, y en ella se dispusieron
tres filas de moluscos aproximadamente equiespaciadas para los ensayos de bajo
reclutamiento, se tiene que los ratios λ/Δ de ~5.7, ~3.4, ~2.8 y ~2.2 para las tallas de 15-20 mm
a 30-35 mm respectivamente. Con esta configuración geométrica únicamente se podrían
esperar flujos tipo –k sobre los moluscos más pequeños. Recordemos que en este tipo de
flujos, las tensiones de Reynolds y las velocidades de fricción son mayores que para los flujos
equivalentes rasantes, la tasa de transferencia de momentum sobre los moluscos será mayor,
y por tanto, se encontrarán más expuestos al efecto de la corriente (§2.4.4.). A medida que los
berberechos son mayores y la relación λ/Δ decrece, se podría decir que las filas de moluscos
interactúan entre si reduciendo el efecto del arrastre (los moluscos se “abrigarían” más entre
si).
Otra forma de medir este efecto es a través del valor de la rugosidad característica de ley
logarítmica de velocidades z0. Este parámetro se puede considerar como un factor que mide la
importancia de los efectos de estela y separación de flujo. A medida que z0 crece, el lecho
penetra más en la estructura de la capa límite y de la región interna del flujo. En la Tabla 4.29
se puede observar cómo este parámetro vale prácticamente el doble en los ensayos de baja
densidad. También es significativo que para la velocidad más alta, así como para la talla más
alta, no toma el valor máximo. Esto se atribuye a dos hechos. Respecto a las velocidades, el
propio fenómeno de la movilización de los moluscos hace que las condiciones del lecho para la
velocidad más alta sean parecidas a las condiciones de lecho liso de arena. Respecto a la talla,
se ha comentado que esta configuración el flujo es muy rasante, por lo que la zona situada por
debajo de las crestas del lecho es una zona poco activa hidráulicamente, y funcionaría como
un lecho virtual situado a una cota superior a del lecho de sedimentos real.
Por último hay que señalar que el factor estado parece no influir demasiado sobre la rugosidad
del lecho, como se puede ver también en las filas inferiores de la Tabla 4.29.
Para finalizar con el análisis general de los estadísticos descriptores del flujo, se presenta en la
Tabla 4.30 los parámetros y escalas geométricas más relevantes en función de los factores
analizados en los ensayos.

En primer lugar se puede señalar que el calado característico, H = zws − zm , para los ensayos
de grupos se reduce a un valor medio de ~139.7±2.8 mm por la presencia de los berberechos.
La posición de la velocidad máxima δh presenta un comportamiento similar al encontrado en
los ensayos con fondo liso, aunque con valores ligeramente inferiores como refleja el ratio de
0.34±0.16 (media±desviación típica). Nuevamente, la posición δh / H se encuentra por debajo
de los valores predichos por la fórmulas empíricas presentadas en el Cap. 2 y en el apartado
4.4.2.1.
En cualquier caso, la posición donde se encuentra la velocidad máxima presenta mucha
dispersión, con desviaciones estándar que pueden llegar a representar hasta casi el 70% del
valor medio de los niveles de cada factor (ver p.ej. la media para la velocidad V06). Esta
dispersión se explica en parte por la dificultad de obtener el valor máximo de la velocidad
porque el gradiente de velocidades en la vertical ( du / dz ) en el entorno del mismo es, en
algunas ocasiones, prácticamente constante.

- C4.124 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Tabla 4.30. Resumen de las escalas geométricas para los ensayos por grupos de tallas
(valor medio ± desviación típica).

H δh δh / H H /Δ η
FACTOR
(mm) (mm) (-) (-) (mm)

V01 141.2±1.5 42.2±12.6 0.30±0.09 8.6±2.6 0.232±0.036

V02 139.8±2.2 40.7±11.7 0.29±0.08 9.4±3.7 0.229±0.035

V03 140.5±2.4 40.6±11.3 0.29±0.08 9.0±3.0 0.205±0.033


VELOCIDAD
V04 139.4±2.7 79.6±16.5 0.57±0.12 14±16.5 0.211±0.037

V05 138.6±3.2 32.1±16.8 0.23±0.12 10.3±4.6 0.192±0.039

V06 138.6±3.6 45.3±28.0 0.32±0.20 12.4±7.7 0.213±0.037

15-20 mm 140.1±3.9 51.1±23.3 0.36±0.17 19.4±13.5 0.225±0.035

20-25 mm 139.9±2.1 48.4±23.4 0.35±0.17 9.8±1.6 0.219±0.033


TALLA
25-30 mm 139.0±2.7 45.3±23.1 0.33±0.17 8.1±1.5 0.200±0.040

30-35 mm 139.7±2.4 43.3±22.2 0.31±0.16 6.2±1.1 0.212±0.041

BAJA 140.9±2.7 52.8±25.4 0.37±0.18 11.3±10.3 0.205±0.037


DENSIDAD
ALTA 138.6±2.5 41.5±18.9 0.30±0.14 10.1±5.4 0.221±0.038
VIVO 138.8±2.1 43.8±29.3 0.32±0.21 9.5±4.4 0.216±0.040
ESTADO
MUERTO 140.4±3.2 49.9±13.7 0.36±0.10 11.8±10.5 0.211±0.036

TODOS LOS ENSAYOS 139.7±2.8 46.9±22.8 0.34±0.16 10.7±8.1 0.214±0.038

Sin embargo, parte de esta variabilidad debe atribuirse a que el flujo presenta diferente
estructura entre los grupos de ensayos de velocidad baja y alta, y entre los ensayos de estado
vivo y muerto. Esta circunstancia se ha comentado en el apartado 4.4.2.2.

Analizando las tendencias de la posición máxima o la relación δh /H se puede apreciar como


para todas las velocidades, a excepción de la velocidad V04, la posición relativa δh /H se
encuentra siempre en la mitad inferior del calado. El análisis por talla revela que, en promedio,
a medida que la talla crece, la posición relativa δh /H desciende, posiblemente porque las
velocidades verticales son mayores y el flujo se encuentra con un elemento de rugosidad
relativa mayor. Se ha comentado en el Cap. 2 (§2.4.2 y §2.4.3) la relación existente entre las
velocidades verticales y la posición del punto de velocidades máximas o velocity dip (ver entre
otros Yang, 2005). Este efecto también se detecta al analizar la densidad de reclutamiento,
siendo la relación δh /H inferior para las densidades más bajas (es decir, las que presentan
mayor rugosidad).

El parámetro H/Δ representa el grado de sumergencia relativo del flujo. En este caso, es
interesante analizar el valor de la sumergencia en función de la talla de los moluscos.
Obviamente, a mayor talla, menor es el valor de este ratio, que vale 19.4±13.5, 9.8±1.6,
8.1±1.5 y 6.2±1.1 para las tallas de 15-20 mm a 30-35 mm respectivamente.
Ya se ha comentado en el Capítulo 2 que en situaciones de muy baja sumergencia es muy
difícil encontrar argumentos teóricos que postulen la existencia de una ley logarítmica universal
(Manes et al., 2007). Así, algunos autores señalan que para valores de sumergencia H/Δ <10
la teoría de la capa límite falla (Katul et al., 2002), mientras que en la última revisión sistemática

- C4.125 -
Resultados

de las capas límites turbulentas recogida en el Annual Review of Fluid Mechanics (Jiménez,
2004), se recomienda que la hipótesis de semejanza sólo se puede aplicar para relaciones
H/Δ>40.
En estas condiciones de baja sumergencia puede que el flujo no sea de Tipo I (ver §2.3.1) y
entonces ni las leyes de velocidades, ni la estructura de las tensiones e intensidades
turbulentas, siguen las distribuciones teóricas encontradas para flujos 2D uniformes. En §2.4.4
se han presentado otras formas para las leyes de velocidades encontradas en la literatura
(perfiles en S, doblemente logarítmicos o en forma de cuña).
Hay que señalar que es muy difícil asignar intervalos de sumergencia relativa a cada uno de los
Tipos de flujo porque, como ya se ha comentado, la forma y espaciado de las rugosidades
influye en la estructura del flujo. Por este motivo, flujos con baja sumergencia pueden presentar
una estructura de Tipo I, con una región logarítmica, si la forma del lecho es similar a la de las
líneas de corriente. Es decir, si el lecho no presenta protuberancias aisladas que favorezcan la
aparición de estelas.
En este caso, se puede decir que salvo en los ensayos para la talla más baja, el flujo presenta
unas condiciones de sumergencia bajas, aunque sin llegar a los extremos de flujo Tipo III
(rugoso), que se producirían únicamente para H/Δ<3-4. Estas condiciones, junto con la
existencia de corrientes secundarias en la sección de análisis, han provocado en algunas
ocasiones la validez de la ley logarítmica sea cuestionable. Este hecho retomará al analizar las
intensidades y tensiones de corte (pág 4.138).
Por último, en la Tabla 4.30 se presenta también la microescala de Kolgomorov. La magnitud
de ésta es proporcional al calado y al número de Reynolds calculado con la velocidad de
fricción (ecuación (4.32)). Como sucedía con los ensayos de fondo liso, la resolución del equipo
PIV está aproximadamente un orden magnitud por encima del valor de η.

Velocidades doblemente promediadas


A continuación se presentarán las principales características de los campos de velocidades
determinados en los ensayos realizados. En el Apéndice 3 se presentan unas fichas con la
representación gráfica de los perfiles doblemente promediados de velocidad, intensidades
turbulentas y distribución de tensiones para los 96 ensayos de tallas de poblaciones y para los
36 de grupos estacionales. En ese Apéndice también se puede encontrar varias Tablas
resumen con todos los estadísticos analizados en los epígrafes de Características generales de
los Análisis hidrodinámicos (§4.4.3.2 y §4.4.4.2).
Como el análisis detallado de los campos de velocidades de los 96 ensayos de tallas es
inabordable, en este apartado se mostrarán los campos de velocidades y los perfiles en varios
casos que ilustran el comportamiento general de los ensayos. Así, los escenarios analizados a
continuación son representativos del resto de ensayos.
Para ello, en los campos de vectores y magnitudes escalares se ha seleccionado una velocidad
media-alta, una talla media y un estado cualquiera. El factor más importante en términos
relativo para el estudio espacial de las velocidades es el reclutamientos por lo que en las
siguientes figuras (Figura 4.74 a Figura 4.80) se presentan siempre los resultados para las dos
densidades analizadas. En las representaciones gráficas de las distribuciones de velocidad y
tensiones de corte (Figura 4.81 a Figura 4.91), se ha optado por presentar las magnitudes
doblemente promediadas de un talla media, en función del reclutamiento y del estado. Las
conclusiones extraídas de este análisis son extrapolables al resto de tallas.

- C4.126 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En primer lugar se presentarán los campos de velocidades para el ensayo de la velocidad


V05, con berberechos vivos de talla entre 25 y 30 mm (Talla T3), para los dos reclutamientos
analizados: alto, en la Figura 4.74, y bajo, en la Figura 4.75. De modo abreviado, los ensayos
se denominarán ensayos V05T3AV y V05T3BV, donde AV y BV hace referencia a la densidad
alta y baja con los moluscos vivos respectivamente (ver nomenclatura de la Figura 4.69, pág
4.103). Con esta serie de figuras se pretende analizar la influencia del grado de reclutamiento,
o rugosidad del lecho, en la estructura del campo de velocidades medias y velocidades
doblemente promediadas.
0.4

140

0.35
120

0.3
100

80 0.25
y (mm)

60
0.2

40
0.15

20

0.1

0.05

-20

0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
x (mm)

Figura 4.74. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05T3AV.Se ha representado


la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización.

- C4.127 -
Resultados

0.4

140

0.35

120

0.3

100

0.25

80
y (mm )

0.2
60

0.15
40

20 0.1

0
0.05

-20
0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
x (mm)

Figura 4.75. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05T3BV. Se ha representado


la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización.

En los campos de velocidades medias promediadas en el tiempo se puede observar como el


flujos se acelera cuando pasa sobre los berberechos de la sección de análisis. Este fenómeno
se aprecia al analizar las isolíneas de velocidad cerca del lecho (rango de color azul a rojo),
que se comprimen al superar el primer bivalvo situado aguas arriba (ver flecha amarilla).
Esta aceleración provoca un incremento de las velocidades horizontales sobre los moluscos en
la dirección de la corriente como se puede apreciar en la Figura 4.76. En esta figura también se
pueden apreciar pequeñas diferencias en la estructura de las velocidades provocadas por las
diferencias en la rugosidad del lecho. Así, el flujo sobre el lecho denso es mucho más rasante,
mientras que para la densidad baja, es más parecido al flujo sobre un obstáculo aislado. De
todas formas, y como se comentó anteriormente, para la talla representada en la figura en la
densidad de reclutamiento baja, Figura 4.76(b), la relación H/Δ es ~3. De este modo, y si la
rugosidad introducida por los berberechos fuese como una rugosidad bidimensional, nos
encontraríamos en un flujo tipo –d o rasante. Se puede observar además cómo el flujo se
estabiliza hacia aguas abajo. Así, entre el primer y segundo grupo de berberechos el flujo
penetra más entre los berberechos, e incluso se forma una zona de recirculación (con
velocidades negativas representadas en color amarillo). Entre el segundo y el tercer grupo, la
penetración parece menor, es decir, el flujo es más rasante.
Este fenómeno de adaptación de la corriente al cambio de sección originada por los
berberechos provoca que el flujo no sea uniforme espacialmente. De echo, y hasta el final del
parche de berberechos, se puede considerar que el movimiento está ligeramente acelerado
(las velocidades horizontales crecen hacia aguas abajo). Como se señalado en el Capítulo 2
(§), este tipo de no uniformidades afecta a la estructura de velocidades y tensiones de corte.

- C4.128 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

0.4

140

0.35
120

0.3
100

80 0.25
y (mm)

60
0.2

40
0.15

20

0.1

0.05

-20

0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
a) x (mm)

0.4

140

0.35

120

0.3

100

0.25

80
y (mm)

0.2
60

0.15
40

20 0.1

0
0.05

-20
0
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
b) x (mm)

Figura 4.76. Campo de velocidades horizontales promediadas en el tiempo a) para el ensayo


V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. En la figura correspondiente al ensayo
V05T3BV se ha representado en amarillo las zonas de velocidades negativas
(inferiores a ~1 cm/s).

- C4.129 -
Resultados

0.05

140

0.04

120

0.03

100
0.02

80
0.01
y (mm)

60
0

40 -0.01

20 -0.02

-0.03
0

-0.04
-20

-0.05
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120
a) x (mm)

0.05

140
0.04

120 0.03

0.02
100

0.01
80
y (mm)

0
60

-0.01

40

-0.02

20

-0.03

-0.04

-20
-0.05
-40 -20 0 20 40 60 80 100 120
b) x (mm)

Figura 4.77. Campo de velocidades verticales promediadas en el tiempo a) para el ensayo


V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. Se ha representado la magnitud de la
velocidad media entre -5 y 5 cm/s.

- C4.130 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En la Figura 4.77 se presentan los campos de velocidades verticales medias promediadas en


el tiempo. Para las dos densidades de reclutamiento se pueden observar la importancia de las
aceleraciones verticales producidas cuando el flujo se encuentra con el primer molusco. En la
Figura 4.77(a) se observa una zona importante de succiones aguas sobre la superficie del
primer berberecho (en color azul oscuro). Además, tras el parche de berberechos se produce la
readaptación del flujo al lecho liso, donde también se han registrado velocidades negativas.
La estructura de las velocidades sobre los berberechos también se puede analizar a partir de
los campos de las perturbaciones o fluctuaciones espaciales de velocidad (u , w) ,

calculados como la diferencia entre la velocidad promediada espacialmente (u , w) y los

perfiles de velocidad doblemente promediados 〈u 〉 y 〈 w〉 . En la Figura 4.78 se presenta el


campo vectorial con la perturbación espacial de la velocidad representada sobre la vorticidad
de dicho campo para el ensayo V05T3AV.

ω (s -1)

-50 -20 0 20 50

20

-20

-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120

Figura 4.78. Campo vectorial de las perturbaciones espaciales de la velocidad (u, w) para el
ensayo V05T3AV. En la figura se ha representado la vorticidad de dicho campo
entre ω =-50 y 50 s-1 y los vórtices asociados a las estelas persistentes
formadas en el entorno de los berberechos más grandes del lecho.

La representación de este campo permite visualizar patrones organizados de flujo, provocados


por la disposición de los moluscos, superpuestos al flujo medio. De forma similar al estudio de
las estructuras coherentes en el dominio del tiempo, la representación vectorial de las
perturbaciones de la velocidad permite observar estructuras y vórtices formados sobre los
berberecho (Coleman et al., 2007b; Pokrajac et al., 2007).
Para la obtención de la perturbación espacial de la velocidad es necesario calcular en primer
lugar el perfil de velocidad doblemente promediado para cada componente, u y w. En la Figura
4.79 y en la Figura 4.80 se recogen los campos escalares de las perturbaciones espaciales u
y w respectivamente. En cada figura se han representado además los perfiles de velocidad
doblemente promediados, 〈u 〉 y 〈 w〉 junto con la función de rugosidad de lecho φ(z).

- C4.131 -
Resultados

El análisis de las perturbaciones espaciales de la componente horizontal revela que el flujo está
ligeramente acelerado sobre la sección de análisis (se puede apreciar un ligero gradiente
positivo en la velocidad de aguas arriba hacia aguas abajo). Otro aspecto reseñable de la
distribución de perturbaciones horizontales es que lejos de las crestas del lecho es
prácticamente nula, y es en el entorno y por debajo del nivel de éstas, donde existen grandes
variaciones en u .
0.25

140 140

0.2

120 120

0.15

100 100
0.1

80 80
0.05
(mm)

(mm)
60 60
0
Z

Z
40 -0.05 40

20 -0.1 20

zc
-0.15
0 0 zm

-0.2 zt
-20 -20

a) -0.25
-60 -40 -20 0 20
x (mm)
40 60 80 100 120 0.0 0.2 0.4
〈u 〉
0.0 1.0
φ(z)
0.25

140 140
0.2

120 0.15 120

100 0.1 100

0.05
80 80
Zy (mm)

Z (mm)
mm

0
60 60

-0.05

40 40

-0.1

20 20

-0.15 zc
0 0 zm
-0.2
zt

-20 -20

b) -0.25

φ(z)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120 0.0 0.2 0.4 0.0 1.0

x (mm)
〈u 〉

Figura 4.79. Campo de la perturbación espacial de la velocidad horizontal u a) para el


ensayo V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. Se ha representado la
magnitud de la velocidad media entre -25 y 25 cm/s. A la derecha de cada mapa
de velocidades se presenta el perfil doblemente promediado 〈ū〉 así como la
función de rugosidad del lecho φ(z).

- C4.132 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

0.05

140 140

0.04

120 120

0.03

100 100
0.02

80 80
0.01
(mm)
Zy (mm)

(mm)
60 60
0

Z
40 -0.01 40

20 -0.02 20

zc
-0.03
0 0 zm

-0.04 zt
-20 -20

a) -0.05
-60 -40 -20 0 20
x (mm)
40 60 80 100 120

w
-0.01 0.0 0.01 0.02 0.03
〈w〉
0.0 1.0
φ(z)
0.05

140 140
0.04

120 0.03 120

100 0.02 100

0.01
80 80
y (mm)

(mm)
(mm)

0
60 60
Z
Z

-0.01

40 40

-0.02

20 20

-0.03
zc
0 0 zm
-0.04
zt

-20 -20

b) -0.05
φ(z)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120 -0.01 0.0 0.01 0.02 0.03 0.0 1.0
x (mm)
w 〈w〉

Figura 4.80. Campo de la perturbación espacial de la velocidad vertical w a) para el ensayo


V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. Se ha representado la magnitud de la
velocidad media entre -25 y 25 cm/s. A la izquierda de cada mapa de
velocidades se presenta el perfil doblemente promediado 〈 w〉 así como la
función de rugosidad del lecho φ(z).

El comportamiento de la perturbación vertical de velocidades es ligeramente diferente al de la


perturbación horizontal, ya que el efecto de la rugosidad de la sección de análisis se nota en
todo el calado, especialmente sobre el primer y último molusco de la sección de análisis (ver
Figura 4.80).

- C4.133 -
Resultados

La metodología del doble promediado se ha aplicado sobre un dominio rectangular de unos


~16-17 cm de ancho sobre todo el calado del flujo. Esta sección es ligeramente más grande
que la zona sobre la que se colocaron los berberechos (~15 cm). De esta forma, se ha tenido
en cuenta en todos los ensayos la posición del lecho original de arena. Si se hubiesen tomado
15 cm en las configuraciones de densidad de reclutamiento alto, no se analizarían las zonas
situadas inmediatamente aguas arriba y aguas abajo de la zona de estudio, y la función de
rugosidad no reflejaría la posición del lecho de arena.
En la Figura 4.81 se muestran las velocidades horizontales doblemente promediadas para
la serie de ensayos con la Talla 3 y los berberechos vivos. Se puede observar como no existe
una tendencia o patrón muy claro de comportamiento del perfil en la región del lecho y en la
región rugosa en función de la velocidad de ensayo o en función del tipo de reclutamiento.

45

40

35

30

25
z (mm)

z (mm)

20

15

10

5
V01 z<zc
0
V02 z<zc
V03 z<zc
-5
V04 z<zc
-10 V05 z<zc
V06 z<zc
-15
-0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5

a) 〈u 〉 (m/s) b) 〈u 〉 (m/s)
Figura 4.81. Comparación de las velocidades doblemente promediadas para la serie de
ensayos con la talla 3 y estado vivo: a) densidad de reclutamiento alta y b)
densidad de reclutamiento baja. Los símbolos rellenos representan la zona
situada bajo las crestas del lecho para cada escenario analizado.

Se puede apreciar nuevamente cómo la posición del lecho zm (z=0) está determinada por la
densidad de reclutamiento (Figura 4.73), y cómo este hecho afecta al calado sobre el cual se
produce el cambio del perfil de velocidades. Así, por encima del nivel de las crestas el flujo se
acelera a una cota de z ~ 5 mm parar los ensayos de alta densidad y z ~10 mm para los de baja
densidad. A partir de esta cota, el perfil se desarrolla en los primeros milímetros con una forma
logarítmica, aunque esta región es muy pequeña, ya que a partir de z ~ 20 - 30 mm (que se
corresponde con 0.15-0.2 z/H) comienza la influencia de la región intermedia y externa del flujo.
También se puede observar cómo la rugosidad afecta al campo de velocidades en la región
externa. Para densidades de reclutamiento bajo, las diferencias entre las velocidades de
ensayo son muy pequeñas, y todos los perfiles, a excepción del V01 y V06, parecen colapsar
en uno único. Sin embargo, para el reclutamiento alto, si que se aprecia la gradación de
velocidades similar a la encontrada para los ensayos de lecho liso (Figura 4.62).

- C4.134 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

0 0.05 0.1 0.15 0.2 0.25 0.3 0.35 0.4

30

20

10

-10

-20

a)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120

30

20

10

0
(75,85)
(-30,-10)
(25,40)
(-60,-50) (-5,5)
-10
(40,60) (60,70) (100,110)
-20

b)
-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120

0.5
(-60,-50)

0.4 (-30,10)
(-5,5)
(25,40)
0.3 (40,60)
(60,70)
(75,85)
u

0.2
(100,110)
Media
0.1

zc=8.46 mm
c) -0.1
0.01 0.1 1 10 100

z (mm)
Figura 4.82. Evolución del perfil de velocidades sobre el lecho de berberechos en el ensayo
V06T3BV: a) campo de velocidades sobre el módulo de velocidad, b) perfiles de
velocidad horizontal doblemente promediados sobre las coordenadas señaladas
bajo cada perfil y c) comparación de la forma de los diferentes perfiles de
velocidad con el perfil doblemente promediado sobre todo el dominio de análisis.

Como se ha comentado, en la Figura 4.81, se puede observar cómo el flujo por debajo de las
crestas del lecho (símbolos rellenos) está retardado respecto al perfil situado sobre los
moluscos (símbolos vacíos). En la región del lecho o interfásica, la ley de velocidades sigue en
general una tendencia lineal, constada en otros estudios de flujo rugoso sobre p.ej. gravas (ver

- C4.135 -
Resultados

entre otros Nikora et al., 2007 o Detert, 2008). En algunos perfiles se puede apreciar que el
perfil presenta un máximo relativo localizado en dentro del lecho.
Estos máximos relativos se pueden explicar en parte por el hecho de incluir en el promedio de
todo el perfil regiones con un perfil logarítmico desarrollado desde el lecho de arena, regiones
con un perfil desarrollado sobre los berberechos y regiones influenciadas por las estelas
formadas detrás de los moluscos. Estos tipos de perfiles se representan en la Figura 4.82,
donde además se observa como el retardo del perfil es mayor sobre los moluscos (perfiles en
color magenta) y mucho menor al inicio (donde no parece existir influencia del grupo de
berberechos sobre el perfil) y al final de la zona de análisis (perfiles en color azul).
Estas circunstancias se han constatado en el resto de escenarios analizados (tallas y estados),
aunque los patrones de comportamiento no se reproducen con total exactitud en el resto de
ensayos debido a la variabilidad espacial del lecho. Es decir, a pesar del elevado número de
ensayos realizado, no se ha encontrado un patrón de comportamiento “universal” del flujo
sobre los berberechos fundamentalmente porque los lechos analizados son diferentes. Los
procesos de colocación, recolocación y arrastre de los moluscos antes y durante los
experimentos afectan a la estructura del flujo. Para poder analizar con detalle este tipo de
patrones sería necesario realizar los ensayos sobre unas condiciones de lecho fijo (p.ej.
pegando los berberechos al lecho o vaciándolos y rellenándolos de algún material denso como
un mortero o canicas de acero).
Los perfiles de velocidad horizontal doblemente promediados se han empleado para determinar
el valor de la velocidad de fricción con el método del ajuste de la ley logarítmica de
velocidades. Siguiendo la metodología descrita en otros trabajos como Nikora et al., (2001)
Bigillon et al., (2006) o Mignot et al., (2009) se han empleado los puntos del perfil situados por
encima del nivel de las crestas y por debajo de un calado de unos 20 – 25 mm (~0.15 – 0.20
z/H). Para la obtención de las velocidades de fricción se empleó inicialmente la expresión
logarítmica para lecho rugoso, ecuación (4.21)). Esta ecuación en su forma general presenta
tres incógnitas: la velocidad de fricción u*, la rugosidad características z0 y la distancia a la que
se sitúa el plano de velocidad nula d.
En algunos trabajos recientes (Detert, 2008 y Mignot et al., 2009) de flujos rugosos sobre lecho
de gravas la posición z=d coincide prácticamente con la posición del plano z=0 (con variaciones
del orden de ±1 mm), obtenido como la posición media entre los senos y las crestas del lecho.
Por este motivo, se optó por emplear directamente el valor d=0 en la ley logarítmica de
velocidades 94:

u* z
〈U 〉 = ln (4.34)
κ z0

Para determinar el valor de la velocidad de fricción y de la rugosidad característica de la ley


logarítmica, se he empleado la ToolBox de Matlab para interpolar nubes de de puntos con
expresiones arbitrarias de ajuste Ezyfit® desarrollada por Frederic Moisy (http://www.fast.u-
psud.fr/eazyfit).

94
La validez de esta hipótesis también se comprobó en una serie de experimentos donde se ajustó la
expresión general logarítmica para lechos rugosos, ecuación (4.19), y se determinó el valor de d en el
orden de ~10-1 mm.

- C4.136 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Al emplear la ecuación (4.34) para estimar la velocidad de fricción, se está asumiendo que el
plano de Nikuradse z=d está situado a una distancia z=-zc (es decir, la distancia entre zm y la
posición de las crestas del lecho, Figura 4.83).

(a) (b)

ley logarítmica ley logarítmica d=zc


d z0 z0 z=0 (z )
z=0 m

Figura 4.83. Definición geométrica de la ley logarítmica de velocidades (a) posición general
de los planos y longitudes características, z0: intersección de la ley con las
ordenadas y z=±d: asíntota de la ley logarítmica; (b) sistema de referencia y
posición del plano z=0 en la determinación de las velocidades de corte
estimadas en este trabajo.

Esta distancia se corresponde con ~0.53±0.12 veces el ratio zc / Δ en los ensayos de baja

densidad y 0.38±0.12 zc / Δ para los ensayos de alta densidad, como se recoge en la Tabla
4.31. En esta tabla se presenta la relación de este ratio con la talla de los ensayos, que como
se puede apreciar es decreciente con el tamaño de los moluscos.

Tabla 4.31. Posición del plano z=0 relativa a la longitud característica de la rugosidad Δ y al
diámetro medio de los moluscos en función de los factores talla y densidad de
reclutamiento (valor medio ± desviación típica).

zc / Δ zc / d50
FACTOR
(-) (-)

15-20 mm 0.57±0.13 0.29±0.07

20-25 mm 0.49±0.13 0.32±0.10


TALLA
25-30 mm 0.41±0.13 0.27±0.09

30-35 mm 0.37±0.11 0.27±0.11

BAJA 0.53±0.12 0.34±0.08


DENSIDAD
ALTA 0.38±0.12 0.24±0.08

En la Tabla 4.31 también se presenta el ratio entre la posición del plano z=d y el diámetro
medio de los berberechos para cada talla (ver Figura 4.51). En este caso parece no existir una
relación significativa de este ratio con la talla analizada, encontrándose un valor medio de
zc / d50 ~0.28±0.08. La variación de este ratio con la densidad de reclutamiento parece
significativa, con valores de 0.34±0.08 y 0.24±0.08 para la densidad baja y alta
respectivamente. Se puede decir que los valores encontrados están en el orden de magnitud
de los valores citados en la literatura (0.15 a 0.30 z / d50, ver apartado 4.3.5 y Cap 2, §2.3.2).

- C4.137 -
Resultados

En el apartado siguiente, tras exponer las principales características de las leyes de


intensidades turbulentas y tensiones, se presentará una comparación de las velocidades de
corte estimadas con esta metodología y con las determinadas a partir de los perfiles de
tensiones de Reynolds y de forma.

Intensidades turbulentas y tensiones de corte


A continuación se presenta el análisis de las intensidades y tensiones de Reynolds y forma
para los ensayos realizados con la talla de berberechos comprendidos entre los 20 y los 25
mm. Las tendencias encontradas para esta talla son extrapolables a los resultados obtenidos
para resto de tallas analizadas, que se encuentran en el Apéndice 3.
En general, en este apartado se comprobará como la estructura de las tensiones e
intensidades está afectada por una serie de factores. El primero será la presencia de
corrientes secundarias, motivas por el ratio B/H y porque las medidas no se realizaron en el
centro del canal. Otro fenómeno que afectará a la estructura de tensiones e intensidades es la
no uniformidad del flujo, provocado por la presencia del parche de berberechos y el incremento
de velocidades localizado sobre el mismo (ver p.ej. Figura 4.77). La forma, tamaño,
reclutamiento y distribución de los berberechos también se relacionará con la
tridimensionalidad del flujo cerca del lecho, y esta tridimensionalidad también afectará a la
distribución de tensiones e intensidades turbulentas de Reynolds y/o de forma.
Además de estos variables experimental, la variabilidad entre los perfiles se puede atribuir a
dos aspectos del desarrollo experimental. El primero es el tipo de motor empleado, que como
se ha comentado en los experimentos de lecho liso, provoca que las distribuciones de las
velocidades más bajas (V01 a V03) y las de las más altas (V04-V06) se asemejen entre ellas.
El segundo factor son los pequeños cambios de alineación que pudieron sufrir los deflectores
del canal, desmontados para las operaciones de limpieza efectuadas cuando se terminaban los
experimentos con moluscos vivos (§4.3.4, §4.4.2).
En la Figura 4.84 y en la Figura 4.85 se presentan las intensidades turbulentas horizontales
doblemente promediadas σ 〈u〉 para los ensayos realizados con los moluscos de talla
comprendida entre los 20 y los 25 mm.
El análisis de los perfiles revela que existe solape de las intensidades turbulentas en las dos
familias de velocidades por encima del nivel de las crestas del lecho. Unos ~5 o ~10 mm por
encima de este nivel (z~15 mm y z~10 mm para las densidades bajas y altas respectivamente),
el colapso es todavía mayor y las diferencias entre los grupos de velocidades V01 a V03 y V04
a V06 (asociadas al tipo de motor) son ligeramente más claras.
Fuera de esta región, que se corresponde aproxidamente con la zona interfásica y rugosa, las
intensidades turbulentas para las velocidades más bajas son ligeramente superiores a las de
los escenarios equivalentes con las tres velocidades superiores. Sin embargo, en la región
rugosa, donde se producen los valores máximos de las intensidades turbulentas, parece existir
una relación de proporcionalidad entre la velocidad de ensayo y el pico de la intensidad
turbulenta (ver Figura 4.85, a).

- C4.138 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)
20

15

10

-5

-10

-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0 0.025
a) 〈σu 〉 (m/s)
45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)

20

15

10

-5

-10

-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0.050 0 0.025 0.050
b) 〈σu 〉 (m/s)

Figura 4.84. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente


horizontal de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25 mm
con los moluscos vivos: a) densidad baja y b) densidad alta.

- C4.139 -
Resultados

45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)

20

15

10

-5

-10

-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0 0.025
a) 〈σu 〉 (m/s)
45
V01 z<zc V01-V03 V04-V06
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35
V04 z<zc
30 V05 z<zc
V06 z<zc
25
z (mm)

20

15

10

-5

-10

-15
0 0.025 0.05 0.075 0 0.025 0 0.025
b) 〈σu 〉 (m/s)

Figura 4.85. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente


horizontal de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25 mm
con los moluscos muertos: a) densidad baja y b) densidad alta.

Hay que señalar que las intensidades turbulentas presentadas en las figuras anteriores no se
han adimensionalizado con la variable interna de cada ensayo o la obtenida para los ensayos
de fondo liso porque sino la dispersión entre las curvas sería mayor. Esta circunstancia también
se ha constatado en algunos trabajos de la literatura de flujo sobre gravas (p.ej. Aberle et al.,
2008). Por otra parte, en la región rugosa e interfásica, muy cerca y por debajo de las crestas
del lecho, las diferencias entre las intensidades turbulentas en los diferentes ensayos son
mayores. Además, parece que con las densidades de reclutamiento más altas, las intensidades
están más retardadas (parecen seguir una distribución cóncava, dσ 〈 u 〉 / dz < 1 ) mientras que
para la densidad baja la distribución es más lineal o incluso convexa.

- C4.140 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En la Figura 4.86 se recogen las intensidades turbulentas σ 〈u〉 para todo el calado,
diferenciando únicamente los perfiles por su velocidad y estado. En la figura se pueden
observar como no existen prácticamente diferencias para los dos reclutamientos analizados
(p.ej. en la Figura 4.86 (a) y (b) las distribuciones de la misma velocidad se solapan). Además,
y al contrario de lo que sucedía para la región rugosa e interfásica, el incremento en las
velocidades se traduce en un aumento de las intensidades turbulentas. Sin embargo, este
incremento no es lineal desde la velocidad más baja a la más alta. Así, por efecto del cambio
de motor, el incremento se produce dentro de los grupos V01 a V03 y V04 a V06.

120 V01 z<zc


V02 z<zc
V03 z<zc
105
V04 z<zc
V05 z<zc
90
V06 z<zc

75
z (mm)

z (mm)
60

45

30

15

-15
0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05

a) 〈σu 〉 (m/s) b) 〈σu 〉 (m/s)

Figura 4.86. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente


horizontal de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25
mm: a) moluscos vivos y b) moluscos muertos. En la figura se presentan las
dos densidades de reclutamiento ensayadas y se puede apreciar como no
existen prácticamente diferencias en el perfil atribuibles a este factor.

Las intensidades turbulentas en la dirección vertical σ 〈 w〉 , también para los moluscos de


talla comprendida entre los 20 y los 25 mm, se presentan en la Figura 4.87 . Respecto a este
parámetro, se puede apreciar como no existen prácticamente diferencias en el perfil para las
dos densidades de reclutamiento, dentro de las familias de velocidades V01-V03 y V04-V06.
Sin embargo, en la Figura 4.87(a) se puede observar como para el estado vivo las dos familias
de intensidades son diferentes a las del estado muerto, Figura 4.87(b). En esta ocasión, el
aumento de velocidades no se traduce de una forma tan clara en un incremento de σ 〈 w〉 en la

región externa, como sucedía con σ 〈u〉 . En la Figura 4.87(b) también se refleja el
comportamiento anómalo de la distribución de velocidades para la densidad más baja. En esta
situación

- C4.141 -
Resultados

120

105

90

75

z (mm)
z (mm)

60

45

30
V01 z<zc
V02 z<zc
15
V03 z<zc
V04 z<zc
0
V05 z<zc
V06 z<zc
-15
0 0.01 0.02 0.03

a) 〈σw 〉 (m/s) b) 〈σw 〉 (m/s)

Figura 4.87. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente


vertical de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25 mm:
a) moluscos vivos y b) moluscos muertos. En la figura se presentan las dos
densidades de reclutamiento ensayadas y se puede apreciar como no existen
prácticamente diferencias en el perfil atribuibles a este factor.

En la Figura 4.88 se representan los perfiles de intensidades turbulentas de forma o de las


perturbaciones espaciales también para el ensayo de la talla comprendida entre los 20 y los 25
mm. En la figura se puede apreciar como para cada ensayo desde la lámina libre hasta un
calado de unos ~40 o ~50 mm, los perfiles para las tensiones de forma de la componente
horizontal y vertical prácticamente se solapan.
Al analizar por separado las intensidades horizontales y verticales se puede observar como las
primeras son prácticamente constantes en todo el calado, o para ser más exactos, crecen
ligeramente con la profundidad hasta llegar al entorno de zc, donde alcanzan su valor máximo.
Como se ha comentado, las intensidades de forma verticales comienzan a separarse de las
horizontales entorno a un calado de ~40 mm, medido desde zm, alcanzado picos que doblan o
triplican a las intensidades de forma horizontales, a una cota de unos ~15 mm. El máximo de
las intensidades turbulentas verticales es mayor y mucho más pronunciado que su valor
homólogo en intensidades de forma horizontales. Este hecho debe estar relacionado con el
cambio provocado por la presencia de berberechos en la estructura de las velocidades, que es
mucho más intenso y de mayor calado (afecta a una región vertical mucho mayor) en la
componente vertical que en la horizontal de velocidades (ver Figura 4.80).
Respecto a las diferencias entre las configuraciones de los ensayos se puede señalar que para
la densidad de reclutamiento más alta, parece que las tensiones de forma son mayores.
Comparando el efecto del estado, parece que en los ensayos con berberechos muertos las
intensidades turbulentas son menores a sus homólogas para los moluscos vivos.

- C4.142 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

120 V01
V02
105 V03
V04
90
V05
75 V06
z (mm)

z (mm)
60

45

30

15

-15
0 0.005 0.01 0.015 0.02

a) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s) b) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s)

z (mm)
z (mm)

c) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s) d) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s)

Figura 4.88. Perfiles de las intensidades turbulentas de forma horizontales y verticales


(símbolos vacíos y rellenos respectivamente) para el ensayo de talla
comprendida entre 20 y 25 mm: Moluscos vivos con densidad de reclutamiento
baja (a) y alta (b) y moluscos muertos con densidad de reclutamiento baja (c) y
alta (d).

Además, la variabilidad de los perfiles que se había encontrado en el apartado anterior en


función del motor empleado (V01-V03 y V04-V06), la velocidad media de ensayo o el estado,
desaparece. Parece por tanto que el estudio de las intensidades de forma no permite apreciar
las pequeñas diferencias de configuración del canal de ensayo o incluso de velocidad de
ensayo que si se determinaban al estudiar las intensidades turbulentas de Reynolds. Es decir,
la estructura de las intensidades de forma es independiente de las velocidades y está
fuertemente correlacionado con la estructura del lecho. Esta circunstancia ha sido constatada
en otros trabajos de flujos rugosos como el de Aberle et al. (2008), que analizaron varios

- C4.143 -
Resultados

caudales sobre un lecho fijo acorazado de gravas y no encontraron diferencias significativas en


los perfiles de intensidades y tensiones de forma.
Los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados para los berberechos
de 20 – 25 mm para el estado vivo y muerto, en la Figura 4.89 y Figura 4.90 respectivamente.
En estas figuras se aprecia el efecto combinado de las corrientes secundarias y de la no
uniformidad del flujo en la zona de análisis, en la estructura de las tensiones de Reynolds. De
hecho, la forma atípica de las distribuciones se podría asimilar a la suma o interacción entre las
distribuciones habituales de flujo 3D uniforme en canal estrecho y flujo 2D (o 3D) acelerado. En
la Figura 4.68 (c) y (d) se pueden encontrar dos ejemplos extraídos de Nezu y Nakagawa
(1993) y Song, (1994).
va)

V01 〈u’w’ 〉 〈uw 〉


120 120 120
V02 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
V03 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
105 105 105
V04 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
V05 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 90 90 90
V06 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
75 75 75
z (mm)

60 60 60

45 45 45

30 30 30

15 15 15

0 0 0

-15 -15 -15


0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉


b)

120 120 120

105 105 105

90 90 90

75 75 75
z (mm)

60 60 60

45 45 45

30 30 30

15 15 15

0 0 0

-15 -15 -15


0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉

Figura 4.89. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados
(símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de talla
comprendida entre 20 y 25 mm y estado vivo: a)densidad baja y b)densidad alta.

También es significativo que las leyes de tensiones turbulentas presenten varios cambios de
signo en la vertical. Esta estructura podría reflejar la superposición de varias celdas de
recirculación en la sección, asociadas al efecto combinado corrientes secundarias, la no

- C4.144 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

uniformidad del flujo, pero también, relacionadas con la rugosidad del lecho. Así, cuando el
lecho es más rugoso (el flujo es menos rasante), con las densidades de reclutamiento baja,
parece que los cambios de signo de las tensiones de Reynolds se producen más arriba. Así,
p.ej. para la velocidad V06 y el estado vivo -Figura 4.89- , el último tramo con tensiones
positivas comienza en un calado de ~90 mm con la densidad baja y en un calado de ~75mm
con la alta. Esto podría interpretarse como que las velocidades verticales tienen más
importancia relativa y las fluctuaciones en el plano vertical uw son mayores cuando el lecho es
más rugoso y provocan el ascenso de los patrones de recirculación.
a)

V01 〈u’w’ 〉 〈uw 〉


120 120 120
V02 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
V03 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
105 105 105
V04 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
V05 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 90 90 90
V06 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
75 75 75
z (mm)

60 60 60

45 45 45

30 30 30

15 15 15

0 0 0

-15 -15 -15


0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉


b)

120 120 120

105 105 105

90 90 90

75 75 75
z (mm)

60 60 60

45 45 45

30 30 30

15 15 15

0 0 0

-15 -15 -15


0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉

Figura 4.90. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados
(símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de talla
comprendida entre 20 y 25 mm y estado muerto: a) densidad baja y b) alta.

Sin embargo, es difícil asegurar con certeza cual o cuales son los factores más importantes
que determinan la estructura vertical del flujo por varios motivos. Por ejemplo, la configuración
del lecho es diferente en cada escenario analizado. Así, aunque mantiene la talla y el grado de
reclutamiento, los berberechos se dispusieron aleatoriamente sobre la arena, y por el propio
proceso de arrastre, la forma del lecho en cada ensayo era única. Este hecho limita en parte la
posibilidad de comparar ensayos de diferente velocidad.

- C4.145 -
Resultados

Además, también aparecen otros factores el agrupamiento de las distribuciones en familias en


función del motor empleado (V01 a V03 y V04 a V06) o en función del estado (cambios
originados en las diferencias en la alineación de los deflectores tras la limpieza del mismo). Así,
analizando las tensiones de Reynolds también se puede observar que en general, y dentro de
cada familia, el incremento de la velocidad de ensayo provoca un incremento en estos
esfuerzos de corte. También se puede observar como las familias de tensiones del mismo
grupo de ensayos talla x reclutamiento x estado no son directamente comparables ya que un
incremento neto de la velocidad no tiene porque provocar un incremento de las tensiones (p.ej.
en la Figura 4.89 (a) las tensiones de Reynolds para las velocidades V02 y V03 son superiores
a las de las velocidades V04 y V05).
Respecto a las tensiones de forma, se puede indicar que en la mayoría de los escenarios son
similares, con valores prácticamente nulos unos 2 o 3 cm por encima de las crestas del lecho.
En la Figura 4.91 se presenta la distribución de esfuerzos de corte dispersivos en función del
reclutamiento. Se puede apreciar como, en general, las tensiones de forma son positivas, de
signo opuesto a las tensiones de Reynolds y con los valores máximos en el entorno de zc.

120

105

90
z (mm)

z (mm)

75

60

45

30

15

-15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0008 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

a) 〈uw 〉 b) 〈uw 〉

Figura 4.91. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de talla comprendida entre 20 y 25 mm: a) densidad baja y b) densidad alta. El
resto de factores no se diferencian. Se representa la posición media de las
crestas y de los senos del lecho con una línea discontinua.

Como sucedía con las intensidades dispersivas, la variabilidad de los tensiones de Reynolds
asociada al motor o al estado del ensayo desaparece en las tensiones de forma, y aunque se
pueden encontrar distribuciones negativas, la mayoría de las distribuciones son positivas.
Además, y también como sucedía con las intensidades turbulentas de forma, las tensiones
dispersivas son menores para el reclutamiento menor.
El comportamiento de este término dispersivo no está totalmente esclarecido en la literatura.
En algunos trabajos de flujos 2D uniformes rugosos sobre gravas naturales (es habitual que el
término dispersivo represente entorno a un 10-20% del valor de las tensiones de Reynolds y
tenga el mismo signo que éstas (Mignot et al., 2009). Manes et al. (2007) realizaron una serie
de experimentos sobre esferas emulando un lecho de gravas y encontraron que la contribución
de las tensiones dispersivas a la tensión total oscila entre un 20% y un 50%. Además, estos
autores sugieren que a medida que la sumergencia relativa del flujo desciende (H/Δ<<), se

- C4.146 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

produce una redistribución en las tensiones de forma que absorben el incremento de tensión
total. Un fenómeno similar fue sugerido por Giménez-Curto y Corniero-Lera (1996).
Sin embargo, Detert (2008) describe valores positivos para las tensiones de forma para un flujo
rugoso sobre gravas y esferas, con una contribución cercana al 30% del término de Reynolds.
Hay que señalar los experimentos de Detert se realizaron en un canal estrecho con corrientes
secundarias (B/H~ 4.5) y algunos con flujos ligeramente no uniformes.
Otro ejemplo de falta de universidad en las distribuciones de tensiones dispersivas se puede
encontrar en los estudios sobre rugosidades bidimensionales formadas por traviesas. Así,
Coleman et al. (2007b), cuantificaron la contribución de las tensiones de forma en el esfuerzo
tangencial total en un ~20% y un ~5% para rugosidades tipo –d y –k respectivamente, en
ambos casos de sentido negativo. En un estudio similar, Pokrajac et al. (2008), señalan que la
contribución para rugosidades tipo –d es similar a la encontrada por Coleman et al., pero en las
rugosidades que representan los obstáculos aislados, los esfuerzos de forma son positivos y
representan un ~20% de la tensión total.
En flujos sobre lechos de gravas naturales, otros autores como Aberle et al. (2008)
determinaron perfiles dispersivos muy irregulares, con bastantes oscilaciones que se
amplificaban entre las crestas y los senos del lecho, con valores positivos y negativos. Además,
la forma y el signo del perfil dependen fuertemente de la posición del mismo en el lecho. Así,
aguas arriba de un gran canto de gravas la distribución es negativa en el entorno del lecho,
pero en una zona lateral puede ser positiva, como se puede ver en la Figura 4.92. Estos
autores también señalan que la forma de las tensiones no depende de la velocidad del flujo.
z − z 0 [m]

zc
zt
a) b)
−〈 uw〉

Figura 4.92. a) Distribución de las tensiones dispersivas en un lecho acorazado de gravas y


su relación con b) la posición del punto de medida (Aberle et al., 2008). La
flecha azul señala la dirección del flujo.

Entonces, se podría decir que en general, en los ensayos con los grupos de berberechos se ha
encontrado un comportamiento similar al reflejado por Aberle et al. (2008) sobre lechos
tridimensionales de gravas.
La Figura 4.91 revela también que las tensiones de forma son muy importantes en estos
ensayos, alcanzando valores que en algunos casos son del mismo orden de magnitud que las
tensiones de Reynolds. En promedio, el ratio 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 vale 0.53±0.59. Además, existe

cierta relación entre este ratio y la talla ensayada, siendo las tensiones dispersivas más
importantes cuanto mayor es el tamaño del molusco y, por tanto, mayor es la rugosidad. Así,

- C4.147 -
Resultados

para la talla más pequeña la relación 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 vale 0.36±0.42, y para la talla más grande

0.76±0.62 (para las tallas intermedias vale 0.46±0.70 y 0.54±0.55). También se ha encontrado
que las tensiones dispersivas son más importantes cuando la densidad de reclutamiento es
alta, 0.58±0.55 vs 0.48±0.64, y que los factores velocidad y estado no son significativos.
Por tanto, las tensiones dispersivas en estos experimentos parecen mucho más importantes
que en otros flujos rugosos descritos en la literatura. Sin embargo, en los ensayos consultados
no es frecuente encontrar situaciones con flujos no uniformes o con presencia de corrientes
secundarias, al menos tan alta porque lo habitual es medir el flujo en el plano central del canal.
Respecto a la posición donde se producen los máximos en las distribuciones de tensiones se
puede señalar que estos se producen ligeramente por encima de las crestas del lecho zc,
cuando hablamos de los esfuerzos de Reynolds, y sobre las crestas, cuando se trata de los
términos dispersivos. Así, se ha determinado la posición media de las crestas del lecho en
todos los ensayos en 7.0±2.8 mm y la de los picos de las tensiones 〈u ' w '〉 y 〈uw〉 en
10.9±11.6 mm y 7.7±6.1 mm respectivamente.

25
(zc, zmax〈u’w’ 〉 )
20
(zc, zmax〈uw 〉)

15
z (mm)

10

0
0 5 10 15 20 25
zc (mm)
Figura 4.93. Relación entre la posición de las crestas del lecho y de los máximos de las
distribuciones de esfuerzos de corte de Reynolds y de forma doblemente
promediados. La línea recta representa el ajuste perfecto.

En la Figura 4.93 se ha representado la relación entre la posición de las crestas y la posición


de los máximos de las distribuciones de tensiones, que como puede apreciarse, también
presenta mucha dispersión. El análisis de las posiciones de los máximos de las intensidades
turbulentas de Reynolds y forma también revela que estos datos presentan mucha
incertidumbre. Así, el calado para las intensidades σ 〈 u 〉 , σ 〈 w〉 , σ 〈 u 〉 y σ 〈 w〉 es de 9.0±14.1
mm, 41.9±37.3 mm, 18.3±11.2 mm y 11.7±6.9 mm respectivamente. A pesar de esta
dispersión, parece que existe una relación en la posición de las intensidades turbulentas
horizontales y las intensidades dispersivas con la posición de las crestas del lecho, y una
relación del pico de intensidades turbulentas verticales (41.9±37.3 mm) y el calado donde se
produce la velocidad máxima, δh, ubicado a 47.3±22.9 mm.

- C4.148 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Por último, se presenta a continuación una comparación entre las velocidades de corte
estimadas a partir de la ley logarítmica de velocidades, u*log, las estimadas a partir de la
extrapolación de los perfiles de esfuerzos de Reynolds hasta los calados zc y zm (z=0), u*uw,(z=zc) y
u*uw,(z=0) y las determinadas a partir de la tensión máxima. − ρ 〈u ' w '〉 − ρ 〈uw〉 , u*max,uw. Con
este objeto, se presenta en primer lugar en la Tabla 4.32 el valor de las velocidades de fricción
así determinadas en función de los factores velocidad-reclutamiento y talla-reclutamiento. En
este análisis no se presenta el factor estado porque no se ha encontrado significativo. Hay que
recordar que los valores medios de la velocidad de fricción característica para los factores
analizados individualmente se recogen en la Tabla 4.27 y en la Tabla 4.28.
Tabla 4.32. Velocidades de fricción en los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación típica) para los factores velocidad-densidad y talla-densidad.

u*,log u*,uw ( z =0) u*,uw ( z = zc ) u*max,uw


FACTOR
(m/s) (m/s) (m/s) (m/s)

V01 0.0418±0.01 0.0177±0.00 0.0159±0.00 0.0164±0.01

V02 0.0413±0.01 0.0183±0.00 0.0166±0.00 0.0155±0.00

VELOCIDAD V03 0.0442±0.01 0.0178±0.01 0.0161±0.00 0.0153±0.00

D.BAJA V04 0.0476±0.01 0.0188±0.00 0.0132±0.01 0.0145±0.00

V05 0.0508±0.01 0.0241±0.00 0.0166±0.01 0.0175±0.01

V06 0.0448±0.01 0.0210±0.01 0.0143±0.01 0.0176±0.00

V01 0.0342±0.01 0.0177±0.00 0.0162±0.00 0.0172±0.01

V02 0.0356±0.01 0.0183±0.00 0.0167±0.00 0.0211±0.02

VELOCIDAD V03 0.045±0.01 0.0207±0.01 0.0184±0.00 0.0167±0.01

D.ALTA V04 0.0392±0.01 0.0199±0.00 0.0172±0.00 0.0179±0.01

V05 0.0482±0.01 0.0234±0.01 0.0183±0.00 0.02±0.010

V06 0.0407±0.01 0.0203±0.00 0.0172±0.00 0.0151±0.01

15-20 mm 0.0367±0.00 0.0199±0.00 0.0106±0.01 0.017±0.00

TALLA 20-25 mm 0.0430±0.01 0.0189±0.01 0.0161±0.00 0.016±0.00

D.BAJA 25-30 mm 0.0525±0.01 0.0206±0.01 0.0177±0.00 0.015±0.01

30-35 mm 0.0467±0.01 0.0193±0.00 0.0161±0.00 0.0167±0.01

15-20 mm 0.0414±0.01 0.0196±0.00 0.0176±0.00 0.0176±0.01

TALLA 20-25 mm 0.0385±0.01 0.0191±0.00 0.0166±0.00 0.0140±0.01

D.ALTA 25-30 mm 0.0412±0.01 0.0206±0.00 0.0181±0.00 0.0217±0.01

30-35 mm 0.0408±0.01 0.0209±0.01 0.017±0.00 0.0188±0.01

En la Tabla 4.32 se vuelve a comprobar como las velocidades de fricción estimadas a partir de
la ley logarítmica de velocidades crecen con el factor velocidad y talla, aunque no lo hacen de
un modo lineal. Así, para la velocidades V04 y V06 se produce un descenso en la velocidad de
fricción u*log.

- C4.149 -
Resultados

La reducción de este parámetro entre las velocidades V03 y V04 se puede atribuir al proceso
de interacción entre el transporte de berberechos y arena, ya comentado en el apartado
4.4.3.1. Para estas velocidades, se ha constatado visualmente que la movilización de la arena
comenzaba a ser importante y los berberechos eran enterrados progresivamente provocando
una reducción de la tasa de transporte. Para las velocidades más altas, los moluscos se
movilizaban antes de que pudiesen ser enterrados, por lo que el comportamiento velocidad-
velocidad de fricción vuelve a crecer aunque para el último escalón, la velocidad de fricción se
vuelve a reducir debido a que, en este escenario, los moluscos se movilizan con más
intensidad y el lecho se parece más a las condiciones de lecho liso.
Respecto al reclutamiento, se puede apreciar que para la densidad de ensayo baja, la
velocidad de fricción es ligeramente superior a la encontrada para las condiciones de ensayo
con densidad alta, como se puede observar en la Figura 4.94(a). Este fenómeno también se
observa cuando se analiza la influencia del reclutamiento en la talla analizada, Figura 4.94(b).
0.07

0.06

0.05

0.04
u* (m/s)

0.03

0.02
densidad alta
0.01 densidad baja
promedio
fondo liso
0.00
0.25 0.30 0.35 0.40 0.45 0.50
a) 〈u 〉 (m/s)
TALLA 1 TALLA 2 TALLA 3 TALLA 4
0.08 0.08

0.07 0.07

0.06 0.06
u*,log (m/s)

0.05 0.05

0.04 0.04

0.03 0.03

0.02 0.02
densidad alta
0.01 densidad baja 0.01
promedio
b) 0.00 0.00

Figura 4.94. a) Relación entre la velocidad media de ensayo y la velocidad de fricción (±SD)
para diferentes grados de reclutamiento (los datos relativos a la densidad baja y
alta están desplazados ±0.002 m/s en las abscisas para facilitar la
visualización) y b) Gráfica de cajas y bigotes para la velocidad de fricción media
en función del grado de reclutamiento.

- C4.150 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

En cualquier caso, lo que parece común al análisis fricción u*log respecto a cualquier factor es el
grado de dispersión de la velocidad de corte que además se propaga cuadráticamente al
estimar la tensión tangencial sobre el lecho. Esta dispersión se debe atribuir a la variabilidad de
los perfiles de velocidad encontrados en los ensayos, motivada en parte por la disposición
heterogénea del lecho de moluscos. Es decir, la colocación aleatoria de los berberechos, los
movimientos de los mismos durante los ensayos, en definitiva, el haber realizado cada ensayo
con una configuración de lecho diferente, influye de modo notable en la forma de los perfiles de
velocidad doblemente promediados.
Sin embargo, tampoco se debe despreciar aquellos fenómenos que alejan la distribución de
velocidades del perfil logarítmico. Estos aspectos, discutidos en el capítulo 2, son
fundamentalmente el transporte de sedimentos (§2.4.4), la sumergencia relativa del flujo que
para las tallas mayores de 20 mm es H/Δ<10, y, fundamentalmente la no uniformidad (§2.4.3),
el efecto de las corrientes secundarias y la tridimensionalidad del flujo. Otros factores que
también modificar la estructura del flujo son posibles efectos de flujo en curva o la propia
distribución irregular en la rugosidad del lecho (el grado de reclutamiento), también afectan
probablemente a los patrones de recirculación de flujo en los planos yz.
Todos estos factores afectan a la estructura vertical del flujo, es decir, a las leyes de
velocidades, y también a las distribuciones de tensiones de corte e intensidades turbulentas.
Por este motivo, las conocidas leyes para flujo 2D uniforme, presentadas en el apartado 2.4.2,
no pueden aplicarse y además, no son reproducidas por el flujo. Por este motivo, las
velocidades de fricción estimadas a partir de las distribuciones de tensiones son cuestionables,
ya que no contemplan el efecto de las corrientes secundarias.
De hecho, si se analizan los valores de la velocidad de fricción estimada con estos
procedimientos, se puede observar como prácticamente este parámetro no varía ni con la
velocidad del flujo, ni con la talla ni el reclutamiento (Tabla 4.32). Este fenómeno también se
presenta en la Figura 4.95, donde se han representado varios gráficos con la dispersión de las
velocidades de fricción u*log, u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y u*max,uw en función de la velocidad media, máxima
y la velocidad de fricción característica. Hay que señalar que la relación lineal perfecta entre
u*log y u*, es esperable porque las variables son iguales.
En esta figura se puede apreciar la dispersión u*log con la velocidad del ensayo, y como las
velocidades estimadas a partir de los perfiles de tensiones son prácticamente constantes a lo
largo de los ensayos realizados. Así, la velocidad de fricción estimada a la altura la posición
media del lecho de 0.0199±0.0048 m/s, y representa aproximadamente un 48.5%±13.6 de la
velocidad de fricción u*log. Sin embargo, si se analiza su contribución a la tensión tangencial
sobre el lecho τ 0 (∝ u*2 ) ésta se reduce a un 25.3%±13.9%.

No es habitual encontrar este fenómeno en la literatura donde habitualmente se reproducen


relaciones de proporcionalidad y ratios elevados entre las velocidad de fricción estimadas a
partir del perfil logarítmico y las estimadas a partir de las tensiones tangenciales.

- C4.151 -
Resultados

0.3 0.4 0.5


0.08
(m/s)
0.06
u*,log

0.04

0.02

0.08 0.00
(m/s)

0.06
u*,uw(z=0)

0.04

0.02

0.00 0.08
(m/s)

0.06
u*,uw(z=zc)

0.04

0.02

0.08 0.00
densidad alta
densidad baja
(m/s)

0.06

0.04
u*max,uw

0.02

0.00
0.3 0.4 0.5 0.02 0.04 0.06 0.08
〈u 〉 (m/s) 〈umax 〉 (m/s) u* (m/s)

Figura 4.95. Matriz de correlación entre la velocidad doblemente promediada media y


máxima y la velocidad de fricción característica con las velocidades de fricción
estimadas a partir del perfil logarítmico u*log , de la extrapolación de las tensiones
de Reynolds u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y a partir de la tensión tangencial total máxima
u*max,uw, para los ensayos de tallasen función del grado de reclutamiento.

Estas cifras señalan la importancia de las corrientes secundarias en la sección analizada. Así,
aproxidamente el 50% de la velocidad de fricción se origina por las fluctuaciones en el plano xz.
El resto de factores que contribuyen al término u*log son la no uniformidad del flujo, las
diferencias en la rugosidad en la dirección y del canal, las corrientes secundarias y también, las
incertidumbres asociadas a la determinación del perfil logarítmico de velocidades como la
posición del plano z=0 o la propia aplicabilidad de esta ley a situaciones de flujo diferentes al
2D uniforme.

4.4.3.3. Desarrollo de funciones de transporte de fondo


En este apartado se intentará buscará una relación entre la velocidad de fricción y el grado
de movilización de los berberechos. Para ello, se empleará un parámetro adimensional que
representa dicha movilización, el número de Froude densimétrico o parámetro de Shields
definido previamente en la ecuación (4.7), y las funciones de transporte de caudal sólido
adimensional establecidas en las ecuaciones (4.14) y (4.15).

- C4.152 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

El parámetro de Shields es proporcional a la tensión tangencial sobre el lecho e inversamente


proporcional al peso sumergido del “sedimento”, que en nuestro caso son los berberechos.
Para determinar la tensión sobre el lecho se han empleado las velocidades de fricción
calculadas a partir de la ley logarítmica de velocidades en los ensayos de transporte (§4.4.3.2)
y también las velocidades de corte críticas correspondientes a la configuración con el lecho sin
berberechos (§4.4.2.1). Para determinar el peso sumergido se han empleado los datos de
densidad de los moluscos correspondientes al diámetro medio de cada talla (Tabla 4.11) y para
caracterizar el diámetro, se ha usado el diámetro nominal Dn, estimado en función de la
anchura del berberecho c con la expresión (4.27).
Se han usado las velocidades de fricción estimadas a partir de las leyes logarítmicas porque se
consideran más representativas de la tensión tangencial del fondo (recordemos que debido a la
presencia de las corrientes secundarias, las tensiones de Reynolds no representan
correctamente la tensión total). Como se puede apreciar en las figuras siguientes, si se
emplean las velocidades de fricción para lecho liso, el análisis tiene menos dispersión.

100%
TALLA 1 densidad baja densidad alta
TALLA 2 densidad baja densidad alta
% MOVILIZADOS

TALLA 3 densidad baja densidad alta


TALLA 4 densidad baja densidad alta
80%

60%

40%

20%

(a)
0%
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
100%
% MOVILIZADOS

80%

60%

40%

20%

(b)
0%
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs

Figura 4.96. Relación entre el porcentaje de los moluscos movilizados y el parámetro de


Shields Ψs en función de la densidad de reclutamiento, de la talla y de la
velocidad de fricción: (a) velocidades de fricción determinadas en los ensayos
con berberechos y (b) velocidades de fricción para fondo sin berberechos, ver
Tabla 4.27.

- C4.153 -
Resultados

Aunque las velocidades de corte determinadas en las condiciones de lecho sin moluscos
quizás no son tan representativas de la tensión ejercida por el flujo sobre los berberechos en
cada escenario, si que pueden ser útiles para analizar, p.ej. con un modelo numérico, en que
zonas y bajo que caudales es previsible que se produzca la movilización de los bivalvos.
En la Figura 4.96 se ha representado el porcentaje de moluscos movilizados en función del
parámetro de Shields. Se puede apreciar como a medida que el tamaño de los moluscos se
incrementa también lo hace la dispersión de berberechos arrastrados. Además, la dispersión es
menor cuando se emplean las velocidades de corte de los ensayos de fondo liso.
En este análisis, no se emplea una función de caudal sólido que, como se ha comentado en el
apartado 4.2.5, cuantifica la respuesta del lecho ante el evento de transporte. En las figuras
Figura 4.97 y Figura 4.98 se representa la movilización en función de las funciones de
transporte adimensionales Φ q y Φ E (ecuaciones (4.14) y (4.15)), calculadas a partir del
caudal sólido de transporte por fondo y al ratio de movilización E (ecuaciones (4.12) y (4.11)
respectivamente).

1.00E-02
TALLA 1 densidad baja densidad alta
TALLA 2 densidad baja densidad alta
TALLA 3 densidad baja densidad alta
TALLA 4 densidad baja densidad alta
1.00E-03
Φq

1.00E-04

1.00E-05

(a)
1.00E-06
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000

1.00E-02

1.00E-03

Φ q = 0.0060849 ⋅ Ψ 0.96082
Φq

1.00E-04
s
2
R =0.756

1.00E-05

(b)
1.00E-06
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000

Ψs

Figura 4.97. Relación entre el caudal sólido de fondo adimensional Φq y el parámetro de


Shields Ψs en función de la densidad de reclutamiento, de la talla y de la
velocidad de fricción: (a) velocidades de fricción determinadas en los ensayos
con berberechos y (b) velocidades de fricción para fondo sin berberechos, ver
Tabla 4.27.

- C4.154 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Nuevamente, se puede apreciar como la relación obtenida con las velocidades de fricción
determinadas para cada ensayo presentan mayor dispersión. Con los datos determinados con
la velocidad de fricción para el lecho sin moluscos, Figura 4.97 (b), se ha ajustado la siguiente
función de transporte de tipo potencial:

Φ q = 0.0060849 ⋅ Ψ 0.96082
s (4.35)

Si se mide la bondad del ajuste a partir del coeficiente de correlación cruzada, R2=0.75,
podemos afirmar que estamos en un nivel de significancia similar al de otros estudios de
transporte de gravas (ver p.ej. Hoan, 2008).
Las funciones de transporte definidas anteriormente están ideadas para situaciones en las que
todo el lecho está formado por sedimentos más o menos uniformes. Existen varias formas de
contemplar la no uniformidad de las granulometrías aluviales. En este trabajo, el lecho está
compuesto por dos materiales con características geométricas e hidrodinámicas muy
diferenciadas.
Para contemplar este efecto, en el ratio de movilidad del sedimento E, definido en la ecuación
(4.11) como E = nd / AT , se ha empleado como área de sedimentos A, el valor
3

correspondiente al área ocupado únicamente por los moluscos. De este modo, se pretende
incluir en la función de transporte el efecto del porcentaje de recubrimiento de la superficie de
arena por los berberechos. De esta forma, para la misma densidad de moluscos, los
organismos de menor tamaño presentan menor cobertura de la superficie, por lo parece que
estarán más expuestos a la corriente porque, p.ej. las fuerzas de trabazón o rozamiento interno
entre cuerpos son menores que cuando el grupo de berberechos ocupa toda la superficie de
análisis.
Para ello, se ha calculado el área ocupada por los moluscos a partir del número de
berberechos ensayados en cada densidad y la proyección de su área en planta, determinada a
partir del área de la elipse de ejes c y b (ver Figura 4.56). Para estimar el área para un molusco
de anchura característica genérica c, se ha ajustado la siguiente relación potencial entre el área
y el valor de c:

Acb 0.7623 ⋅ c1.9738 (4.36)

donde Acb es la proyección en planta de los moluscos en mm2. El coeficiente de correlación


obtenido en el ajuste anterior es de 0.96.
A partir del ratio de movilidad así definido y del parámetro de Shields, se ha determinado las
funciones de transporte representadas en la Figura 4.98. La relación Φ E ajustada con las
velocidades de fricción determinadas en los ensayos sin moluscos quedaría como :

Φ E = 0.00018259 ⋅ Ψ1.1104
s (4.37)

Para la determinación de esta expresión, se han eliminado 6 pares (Ψs , ΦE ) tras una
inspección visual de los datos. De este modo, el coeficiente de correlación determinado es
~0.85.

- C4.155 -
Resultados

1.00E-04
TALLA 1 densidad baja densidad alta
TALLA 2 densidad baja densidad alta
TALLA 3 densidad baja densidad alta
TALLA 4 densidad baja densidad alta
ΦE 1.00E-05

1.00E-06

1.00E-07

(a)
1.00E-08
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000

1.00E-04

1.00E-05
ΦE

1.00E-06

Φ E = 0.00018259 ⋅ Ψ1.1104
s
2
R =0.849
1.00E-07

(b)
1.00E-08
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000

Ψs

Figura 4.98. Relación entre el ratio de movilización ΦE y el parámetro de Shields Ψs en


función de la densidad de reclutamiento, de la talla y de la velocidad de fricción:
(a) velocidades de fricción determinadas en los ensayos con berberechos y (b)
velocidades de fricción para fondo sin berberechos, ver Tabla 4.27. En (b) se
han representado dentro de una elipse los datos eliminados en el ajuste de la
función de transporte.

Si se empleasen todos los datos, este coeficiente disminuye hasta ~0.78, obteniéndose así una
relación potencial muy similar a la de la ecuación anterior:

Φ E = 0.000217979 ⋅ Ψ1.1626
s (4.38)

Otra vez, si determinamos la bondad del ajuste a partir del valor del coeficiente de correlación,
las funciones de transporte definidas a partir de la movilidad de los moluscos, tienen una
significación similar a la de otros trabajos de transporte de gravas.

4.4.4. Ensayos por grupos estacionales

4.4.4.1. Análisis estadístico

Análisis exploratorio

- C4.156 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

A continuación se presenta el análisis realizado para los ensayos de grupos estacionales,


que sigue la misma metodología y esquema que el análisis para grupos de tamaños
presentado en el apartado 4.4.3.1. Para realizar el análisis exploratorio los porcentajes de
berberechos movilizados se han jerarquizado empleando los mismos factores y niveles que
posteriormente se emplearon en el ANOVA:
ƒ Velocidad: 6 niveles, empleando la velocidad media de cada ensayo calculada como se
recoge en el apartado 4.4.2 (0.30, 0.32, 0.35, 0.39, 0.45 y 0.47 m/s)

ƒ Talla: 2 niveles correspondientes al grupo de media aritmética ∼21 y ∼24 mm.


ƒ Reclutamiento: 2 niveles: bajo (500 ind/m2) y alto (000 ind/m2).
ƒ Estado: 2 niveles: moluscos vivos y muertos.
A partir de estos factores, se ha elaborado una nomenclatura similar a la empleada en los
ensayos de tamaños (Figura 4.69), para definir cualquier ensayo de una manera rápida y
concisa. Así, de forma general los experimentos poblaciones estacionales se denominarán
como una secuencia de 8 caracteres donde los tres primeros hacen referencia a la velocidad
del ensayo (V01 a V06), la población analizada (D21 para la de otoño y D24 para la primavera),
el reclutamiento (B y A, para el bajo, 500 ind/m2, y el alto, 1000 ind/m2) y el estado (V o M, en
referencia a vivo o muerto). Por ejemplo, el ensayo V03D21AV hace referencia al tercer
escalón de velocidad (0.35 m/s), la población de primavera con una densidad de reclutamiento
de 1000 ind/m2 y con los bivalvos vivos. Esta nomenclatura se recoge también gráficamente en
la Figura 4.99.

V0i Dj X Y
velocidad reclutamiento estadoo
{ }
población
⎧VO1⎫
⎪VO2 ⎪
⎪VO3 ⎪
{
D21: otoño
D24: primavera } ⎧B: bajo,500 ind/m 2 ⎫
⎨ 2⎬
⎩A: alto,1000 ind/m ⎭
V: vivo
M: muerto
⎨VO4 ⎬
⎪VO5 ⎪
⎪VO6 ⎪
⎩ ⎭

ejemplo: V03D21AV
Figura 4.99. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
poblaciones estacionales.

El primer paso del análisis exploratorio consistió en comprobar la normalidad de cada uno de
los niveles analizados. Los contrastes de Shapiro-Wilk y Kolgomorov-Smirnov señalan los
datos agrupados por factores no presentan no-normalidades.
El siguiente paso fue el de determinar las gráficas de cajas y bigotes para las variables
analizadas. Estas gráficas se presentan en la Figura 4.100. Como en el apartado 4.4.3.1, se ha
optado por presentar los datos referidos a las variables sin transformar, para facilitar su
interpretación.

- C4.157 -
Resultados

a) b)

c) d)

Figura 4.100. Gráficos de cajas y bigotes con el porcentaje de berberechos movilizados en


cada uno de los factores: a) velocidad, b) talla, c) reclutamiento y d) estado.

Como sucedía con los datos de los ensayos de tallas (Figura 4.70), las medias de los
berberechos movilizados para cada uno de los factores presenta cierta dispersión, aunque en
este caso menor que para los ensayos anteriores. Esta disminución de la dispersión se
atribuye, principalmente, a dos factores: el número de berberechos ensayados ha sido mayor
ya que el área de ensayo se ha incrementado (ver Figura 4.52) y también al hecho de que los
grupos analizados son similares, ya que tienen una granulometría con un diámetro medio que
no difiere en más de 4 mm.
Tabla 4.33. Porcentaje de berberechos movilizado en función de la velocidad de la corriente
y de la talla. Valores medios y error estándar (σ/√n). Los parámetros estado y
reclutamiento están agregados en los anteriores.

VELOCIDAD
TALLA % MOVILIZADOS
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s TODOS

Media 8.5% 13.7% 20.1% 29.6% 53.1% 72.7% 33.0%


dm∼21 mm SE (n=12, 72)
0.021 0.026 0.026 0.038 0.041 0.034 0.026
Media 8.0% 9.8% 15.0% 24.1% 41.2% 57.4% 25.9%
dm∼24 mm
SE (n=12, 72) 0.026 0.019 0.015 0.035 0.048 0.042 0.022
Media 8.3% 11.8% 17.6% 26.9% 47.2% 65.1% 29.4%
TODOS
SE (n=24, 144) 0.023 0.026 0.011 0.018 0.023 0.021 0.012

- C4.158 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Nuevamente, las tendencias reflejadas en la Figura 4.100 se cuantifican en la Tabla 4.33 y


Tabla 4.34, donde se presentan los porcentajes de berberechos movilizados en función de la
velocidad de la corriente y talla, y en función del estado y densidad respectivamente.
Con respecto a la velocidad se puede señalar que a mayor velocidad de la corriente, mayor
grado de movilización de los berberechos (ver Tabla 4.33). Así, para una velocidad media de
∼0.3 m/s el porcentaje de berberechos medio movilizado es de un ∼8% mientras que para una
velocidad de ∼0.5 m/s asciende a un ∼65%. Al contrario que lo que sucedía en el ensayo de
tallas, donde se detectó cierta interacción el transporte de fondo de la arena y la movilización
de los berberechos en los escalones 2 y 3 de velocidades, en el análisis de poblaciones el
número de berberechos arrastrados es siempre proporcional a la velocidad de la corriente.
100%

Talla 15-20 mm
Talla 20-25 mm
Talla 25-30 mm
80%
dm=21mm
dm=24mm
% MOVILIZADOS

60%

40%

20%

0%
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s

Figura 4.101. Comparación de la media de berberechos movilizados en función de la


velocidad de la corriente y del tipo de ensayo.

Esta circunstancia se puede comprobar en la Figura 4.101 donde se han comparado los
resultados medios de berberechos movilizados para las Tallas 15-20, 20-25 y 25-30 del ensayo
anterior, con las Tallas de diámetro medio 21 y 24 mm. En esta gráfica se puede comprobar
como la no-linealidad detectada en los ensayos de tallas entre velocidades de 0.31 y 0.39 m/s
no se reproduce en estos ensayos.
Por este motivo, se puede observar como para las velocidades más bajas, la movilización de
los berberechos se asemeja más a la del grupo de 15-20 mm, mientras que para las
velocidades más altas, el comportamiento es más parecido al de la talla de 20-25 mm.
Las diferencias que se producen entre los grupos de tallas y las poblaciones estacionales son
similares a las que se encuentran cuando se estudia el transporte de dos mezclas de
sedimento con el mismo tamaño medio pero diferente distribución granulométrica. Así, una
distribución de sedimento aluvial uniforme será movilizada cuando se supere cierta tensión
tangencial sobre el fondo, p.ej. la proporcionada por el diagrama Shields.
En una mezcla de sedimentos con tamaños de grano variados, se producen fenómenos de
ocultamiento de los granos más pequeños y de exposición de los más grandes. Este proceso,
favorece que los sedimentos más pequeños de la mezcla tengan una tensión crítica mayor que
la equivalente a la de un lecho del mismo tamaño pero con granulometría uniforme. De modo
opuesto, los granos gruesos de una mezcla tienen una tensión crítica relativa menor que
cuando la distribución es uniforme.

- C4.159 -
Resultados

Para cuantificar la influencia de este proceso, se puede emplear la siguiente expresión


simplificada generalizada válida para lechos aluviales de gravas no uniformes (ver detalles en
Parker, 1989; García, 2006):
1− β 0.1
⎛ D ⎞ ⎛ D ⎞
τ bc ,i = τ bc , sg ⎜ i ⎟⎟ ≅ τ bc , sg ⎜ i ⎟⎟ (4.39)
⎜D ⎜D
⎝ sg ⎠ ⎝ sg ⎠
donde τ bc ,i y τ bc , sg son las tensiones sobre el lecho críticas (no adimensionales) que movilizan
una fracción de sedimento cualquiera i de tamaño Di que pertenece a una mezcla de media
geométrica Dsg, respectivamente. El parámetro β es un indicador del efecto de la gradación de
la mezcla en su erosión, y vale ≈0.9 para sedimentos no uniformes y ≈0 para sedimentos
uniformes.
Así, si tenemos un sedimento uniforme de tamaño cuatro veces superior a otro, de la ecuación
(4.39) se tiene que la tensión crítica de arrastre es también cuatro veces mayor. Sin embargo,
para esta diferencia en una mezcla de sedimentos no uniforme, la tensión crítica para el
sedimento más grueso es de 40.1~1.15 veces superior a la del tamaño más fino. Por tanto, en
mezclas de sedimentos, las diferencias entre los diferentes tamaños se reducen de un modo
muy notable.
Si este efecto se reproduce en los ensayos de transporte de berberechos, se tendrá que para
las distribuciones de bivalvos no uniformes la distribución de poblaciones presenta una tensión
de arrastre relativamente mayor que una con el mismo tamaño pero de distribución uniforme.
Por este motivo, los moluscos de poblaciones son más resistentes al arrastre que los de la talla
de 20-25 mm para las velocidades más bajas. Una vez superado el umbral de movimiento de la
distribución no uniforme, las diferencias con la talla homogénea desaparecen.
Por último, también se aprecian diferencias entre la talla de las dos poblaciones analizadas,
siendo la de menor diámetro medio la más fácilmente movilizable. Esta última circunstancia se
probará en líneas posteriores, a través del análisis ANOVA.
Tabla 4.34. Porcentaje de berberechos movilizado en función del estado y el reclutamiento.
Valores medios y error estándar (σ/ √n). Los parámetros velocidad de la
corriente y talla están agregados en los anteriores.

ESTADO
DENSIDAD % MOVILIZADOS
Vivos Muertos TODOS

Media 37.0% 32.8% 34.9%


BAJA (500 ind/m2)
SE (n=96, 192) 0.071 0.065 0.048
Media 22.2% 25.8% 24.0%
ALTA (1000 ind/m2)
SE (n=96, 192) 0.060 0.062 0.016
Media 29.6% 29.3% 29.4%
TODOS
SE (n=192, 384) 0.084 0.017 0.012

Este fenómeno se explica porque la rugosidad del lecho con mayor densidad de berberechos
es menor y la estructura del flujo es similar a un flujo rasante sobre traviesas muy poco
espaciadas. En estas circunstancias, las tensiones de corte de Reynolds son menores que las
que se producirían en unas condiciones de flujo similar, pero con un mayor espaciamiento
entre las rugosidades (Coleman et al., 2007b)

- C4.160 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

3.0
(z-zc)/Δ λ/Δ≅5 λ /Δ u * (m/s)

2.0 1 0.0147
λ/Δ=1 2 0.0211
3 0.0244
1.0 4 0.0273
λ/Δ≅8 5 0.0300
6 0.0326
0.0 λ/Δ>5
7 0.0328
8 0.0331
-1.0 10 0.0331
12 0.0317
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 16 0.0311
−〈u ' w '〉 / u*

Figura 4.102. Variación de las tensiones de Reynolds con el espaciamiento λ/Δ en flujo sobre
traviesas de sección cuadrada (adaptado de Coleman et al., 2007b). Se puede
apreciar como a medida que la rugosidad incrementa, λ/Δ crece, el pico de las
tensiones es más pronunciado y las velocidades de fricción también lo hacen
para las mismas condiciones de caudal.

Esta circunstancia, que también se ha constatado en los ensayos de grupos de tamaños, se


refleja en la Figura 4.102 en la que se ha representado la distribución de tensiones de
Reynolds en un flujo sobre traviesas y diferentes relaciones λ/Δ. Además de la contribución
relativa de los esfuerzos de Reynolds a la tensión total, en la figura también se han
representado las velocidades de fricción que aumentan con la rugosidad para las mismas
condiciones de calado y caudal. Al incrementar la velocidad de corte también se produce un
incremento cuadrático de las tensiones sobre el lecho.
Los parámetros medios de movilización en función del reclutamiento y el estado se presentan
en la Tabla 4.34. Como en los experimentos anteriores, se puede indicar que la movilización es
mayor en términos medios para el menor reclutamiento, ∼35% frente al ∼24% para la mayor
densidad.
Estos valores son prácticamente idénticos a los obtenidos en el ensayo anterior (recordemos,
∼37% vs ∼26%). Sin embargo, y al contrario que para los grupos de tallas, en este experimento
parece que el estado de los berberechos no influye sobre la movilización de los mismos.
Nuevamente, esta circunstancia se comprobará en el ANOVA.
Los datos correspondientes a cada uno de los escenarios analizados se presentan en las
tablas siguientes (Tabla 4.35 y Tabla 4.36).

- C4.161 -
Resultados

Tabla 4.35. Porcentaje medio de berberechos vivos movilizados en los ensayos por grupos
de poblaciones. Valores medios y error estándar (σ/ √n).

DENSI VELOCIDAD (m/s)


DAD TALLA % MOVILIZADOS
0.298 0.315 0.346 0.391 0.446 0.471

Media 13.3% 15.0% 21.7% 41.7% 58.3% 80.0%


BAJA dm∼21
SE (n=3) 0.044 0.029 0.060 0.101 0.120 0.050
500
Media 12.5% 16.7% 18.8% 40.0% 56.7% 70.0%
ind/m2
dm∼24
SE (n=3) 0.072 0.072 0.012 0.050 0.117 0.115
Media 3.3% 6.5% 13.8% 13.4% 51.2% 61.8%
ALTA dm∼21
SE (n=4) 0.022 0.022 0.022 0.063 0.125 0.089
1000
Media 5.1% 8.2% 14.2% 16.3% 24.2% 48.3%
ind/m2
dm∼24
SE (n=4) 0.029 0.035 0.024 0.007 0.058 0.147

Tabla 4.36. Porcentaje medio de berberechos muertos movilizados en los ensayos por
grupos de de poblaciones. Valores medios y error estándar ( σ / n ).

DENSI VELOCIDAD (m/s)


DAD TALLA % MOVILIZADOS
0.298 0.315 0.346 0.391 0.446 0.471

Media 10.0% 23.3% 31.7% 33.3% 56.7% 77.6%


BAJA dm∼21
SE (n=3) 0.000 0.017 0.044 0.073 0.060 0.108
500
Media 6.2% 6.2% 11.6% 30.0% 50.0% 56.7%
ind/m2
dm∼24
SE (n=3) 0.042 0.020 0.055 0.076 0.050 0.017
Media 7.5% 10.0% 13.3% 30.1% 46.3% 71.5%
ALTA dm∼21
SE (n=4) 0.043 0.038 0.046 0.041 0.106 0.035
1000
Media 8.2% 8.2% 15.3% 10.9% 35.7% 54.7%
ind/m2
dm∼24
SE (n=4) 0.035 0.012 0.041 0.026 0.087 0.059

Análisis de la varianza
Para corroborar las tendencias reflejadas por el análisis exploratorio de datos se ha realizado
un análisis ANOVA de todos los factores con un modelo de 4 factores fijos de tipo factorial, en
el que se han incluido todas las interacciones. Conceptualmente, el modelo es idéntico al del
apartado 4.4.3.1, y difiere únicamente en el número de factores del nivel Talla que se reduce
de 4 a 2.
Nuevamente, antes de ejecutar el ANOVA, se ha realizado el test de Cochran para comprobar
la homogeneidad de las varianzas. Dado que los datos analizados varían en un rango de 0 al
100%, estos fueron previamente los datos fueron arcsin transformados (ver apartado 4.3.6).
El valor de estadístico C, calculado de acuerdo con la ecuación (4.24), ha sido de 0.0697. El
valor de la función de distribución C [ a,υ ;α ] , para a=48 varianzas (6 velocidades x 2 tallas x 2
reclutamientos x 2 estados), υ=2 grados de libertad de cada varianza (n-1 repeticiones) y un

- C4.162 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

nivel de significancia α=0.05, es de 0.1359, superior al del estadístico C, por lo que se puede
considerar que las varianzas son homogéneas.
En la Tabla 4.37 se presenta el resumen del ANOVA. Se puede observar como todos los
factores principales afectan a la media de una manera muy significativa (p<<0.001) a excepción
de la variable Estado. Además, únicamente aparece un término de interacción de primer orden
significativa, Densidad x Estado, aunque tiene muy poca potencia estadística (<55%).
Tabla 4.37. Análisis de la varianza de 4 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla, reclutamiento y estado sobre
el porcentaje de berberechos movilizados. Ensayo de grupos estacionales.

SS df MS F P 1-β

Suma de Grados de Media --------------- Nivel Potencia


b
Fuente de Variación Cuadrados libertad cuadrática ------ significancia estadística
a
Modelo 51.993 48 1.083 50.491 <0.001* >0.999

Velocidad (VEL) 8.514 5 1.703 79.374 <0.001* >0.999


Talla (TALLA) 0.262 1 0.262 12.223 0.001* 0.933
Densidad (DEN) 0.670 1 0.670 31.235 <0.001* >0.999
Estado (EST) 0.001 1 0.001 0.009 0.924 0.051
VEL x TALLA 0.083 5 0.017 0.774 0.571 0.268
VEL x DEN 0.097 5 0.019 0.901 0.484 0.310
VEL x EST 0.003 5 0.001 0.029 1.000 0.056
TALLA x DEN 0.011 1 0.011 0.508 0.478 0.109
TALLA x EST 0.064 1 0.064 2.961 0.088 0.399
DEN x EST 0.091 1 0.091 4.221 0.043* 0.530
VEL x TALLA x DEN 0.140 5 0.028 1.301 0.270 0.443
VEL x TALLA x EST 0.053 5 0.011 0.497 0.778 0.179
VEL x DEN x EST 0.037 5 0.007 0.347 0.883 0.135
TALLA x DEN x EST 0.019 1 0.019 0.896 0.346 0.155
VEL x TALLA x DEN x EST 0.081 5 0.016 0.755 0.584 0.261
Error 2.060 96 0.021
Total 54.053 144

a 2 2
. R = 0.962 (R ajustado = 0.943)
b
. Potencia 1-β calculada para α= 0.05
*. P<0.05

Por lo tanto, del ANOVA se puede concluir que tanto la velocidad, como la talla y el
reclutamiento influyen significativamente en la movilización de los berberechos. Además, en
estos ensayos, la variable estado no afecta al arrastre de los moluscos para las velocidades,
tallas y densidades analizadas.
Como el factor Estado no es una fuente de variación de la variable analizada, éste se puede
quitar del modelo. Al quitar este término del análisis, pasamos de un modelo factorial de 4
factores: 6 velocidades x 2 tallas x 2 densidades x 2 estados (3 repeticiones), a un modelo
factorial de 3 factores: 6 velocidades x 2 tallas x 2 densidades (6 repeticiones). Este
procedimiento de unir los datos de una fuente de variación no significativa al análisis se
denomina pooling y se describe p. ej. en Underwood (1981).
Esta técnica permite mejorar la potencia de los contrastes ANOVA, pero no debe realizarse con
factores que afecten significativamente a la media, ya que estamos desvirtuando los resultados

- C4.163 -
Resultados

del test. Además, aunque se eliminase un término del modelo, su interacción, si es que existe,
no desaparecerá.
Los resultados del nuevo análisis ANOVA se presentan en la Tabla 4.38. Antes de realizar este
análisis se ha comprobado con el test Cochran la homogeneidad de las varianzas. El valor de
estadístico C ha sido de 0.0968. El valor de la función de distribución C [ a,υ ;α ] , para a=24
varianzas (6 velocidades x 2 tallas x 2 reclutamientos), υ=5 grados de libertad de cada varianza
(n-1 repeticiones) y un nivel de significancia α=0.05, es de 0.1491, superior al del estadístico C
por lo que se puede considerar que las varianzas son homogéneas.
Tabla 4.38. Análisis de la varianza de 3 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla y reclutamiento sobre el
porcentaje de berberechos movilizados. El factor estado se ha agrupado.

SS df MS F P 1-β

Suma de Grados de Media --------------- Nivel Potencia


b
Fuente de Variación Cuadrados libertad cuadrática ------ significancia estadística
a
Modelo 51,645 24 2,152 107,252 <0,001* >0,999

Velocidad (VEL) 8,514 5 1,703 84,871 <0,001* >0,999


Talla (TALLA) 0,262 1 0,262 13,069 <0,001* 0,948
Densidad (DEN) 0,670 1 0,670 33,399 <0,001* >0,999
VEL x TALLA 0,083 5 0,017 0,828 0,532 0,289
VEL x DEN 0,097 5 0,019 0,963 0,443 0,334
TALLA x DEN 0,011 1 0,011 0,543 0,462 0,113
VEL x TALLA x DEN 0,140 5 0,028 1,392 0,232 0,477
Error 2,408 120 0,020
Total 54,053 144

a 2 2
. R = 0.955 (R ajustado = 0.947)
b
. Potencia 1-β calculada para α= 0.05
*. P<0.05

El análisis ANOVA con los datos agrupados ofrece los mismos resultados que el realizado
inicialmente, es decir, los factores Velocidad, Talla y Densidad influyen significativamente
(p<<<0.001) en la movilización de los berberechos. Con este nuevo análisis, no se han
encontrado términos de interacción de orden superior, y además, se ha mejorado la potencia
del contraste, aunque sólo ligeramente 95.

Análisis a posteriori de los factores principales


Como no existen términos de interacción significativos, los contrastes de comparación
múltiples se deben realizar sobre los factores principales. Como en el apartado 4.4.3.1, se han
empleado los test SNK, complementado con el de Ryan, y el contraste Tukey HSD, para el
análisis de la velocidad. Para los factores talla y estado, que cuentan únicamente con dos
niveles, se ha empleado el contraste t de Student.

95
Se puede comprobar como los ratios F del nuevo contraste (Tabla 4.38) son ligeramente superiores a
los del primer análisis (Tabla 4.37) por lo que la mejora introducida en el contraste no ha sido demasiado
significativa (ver Apéndice 2 y Underwood, 1981).

- C4.164 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Los resultados del test SNK y Ryan para las velocidades se presentan en la Tabla 4.39. En la
Tabla 4.40 se presentan los resultados del contraste Tukey HSD. El procedimiento de
obtención del contraste SNK se recoge en el apartado 4.4.3.1 (pág. 4.112).
Tabla 4.39. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal velocidad. La significancia del test (α=0.05) SNK se marca en tipografía
negrita y la del test de Ryan con un asterisco.

a
VELOCIDAD 0.298 0.346 0.315 0.391 0.446 0.471
TEST SNK TEST RYAN
ORDEN 1 2 3 4 5 6
a
MEDIA 0.204 0 .401 0 .411 0 .537 0 .706 0 .879 g Qb D=Q ·SE c α' Q D=Qα' ·SE
6-1
0.700* 6 4.373 0.103 0.050 4.373 0.103
5-1 6-2
0.503* 0.618* 5 4.166 0.098 0.042 4.277 0.101
4-1 5-2 6-3
COMPARACIONES 0.277* 0.421* 0.529* 4 3.901 0.092 0.034 4.149 0.098
3-1 4-2 5-3 6-4
0.171* 0.195* 0.332* 0.422* 3 3.532 0.083 0.025 3.961 0.094
2-1 3-2 4-3 5-4 6-5
0.082 0.089* 0.106* 0.225* 0.197* 2 2.919 0.069 0.017 3.615 0.085

a
. arcsin √ transformada
b
. para υ=24 grados de libertad
c
. SE=√(MSerror/36)=0.0383

El test SNK señala que todas las comparaciones son significativamente diferentes, es decir,
todos los escalones de velocidad ensayados afectan a la movilización de los moluscos. El
contraste de Ryan indica que todos los escalones son significativamente diferentes, a
excepción de la pareja formada por las velocidades 0.298 m/s y 0.346 m/s, es decir, la media
de berberechos movilizados por la velocidad más baja y la siguiente no son significativamente
diferentes.
Los resultados del contraste de Tukey en este caso no arrojan una hipótesis alternativa a la de
la igualdad de las medias de berberechos movilizados para todas velocidad ya que se forman
grupos similares un tanto extraños. Así, y según los resultados recogidos en la Tabla 4.40, se
pueden formar los grupos similares 1-2, 1-2-3, 3-2-4 y 3-4, que no permiten extraer una
conclusión clara de cómo afectan las velocidades a la movilización de los berberechos.
Únicamente se contrasta la diferencia entre las velocidades de los escalones 5 y 6 con el resto
de velocidades ensayadas.

- C4.165 -
Resultados

Tabla 4.40. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal velocidad. La significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.

Diferencia P - Nivel I.C. 95%


VELOCIDAD (i) (j)
media (i-j) significancia Lím. inf. Lím. sup.

2 -0.082 0.345 -0.200 0.036

3 -0.171* 0.001 -0.289 -0.053


0.298 m/s 1 4 -0.277* <0.001 -0.396 -0.159

5 -0.503* <0.001 -0.621 -0.384

6 -0.700* <0.001 -0.818 -0.581

1 0.082 0.345 -0.036 0.200

3 -0.089 0.257 -0.207 0.029


0.315 m/s 2 4 -0.195* <0.001 -0.314 -0.077

5 -0.421* <0.001 -0.539 -0.302

6 -0.618* <0.001 -0.736 -0.499

1 0.171* 0.001 0.053 0.289

2 0.089 0.257 -0.029 0.207


0.346 m/s 3 4 -0.106 0.105 -0.225 0.012

5 -0.332* <0.001 -0.450 -0.213

6 -0.529* <0.001 -0.647 -0.410


1 0.277* <0.001 0.159 0.396

2 0.195* <0.001 0.077 0.314


0.391 m/s 4 3 0.106 0.105 -0.012 0.225

5 -0.225* <0.001 -0.344 -0.107

6 -0.422 <0.001 -0.541 -0.304

1 0.503* <0.001 0.384 0.621


2 0.421* <0.001 0.302 0.539
0.446 m/s 5 3 0.332* <0.001 0.213 0.450

4 0.225* <0.001 0.107 0.344

6 -0.197* <0.001 -0.315 -0.079

1 0.700* <0.001 0.581 0.818

2 0.618* <0.001 0.499 0.736


0.471 m/s 6 3 0.529* <0.001 0.410 0.647

4 0.422* <0.001 0.304 0.541

5 0.197* <0.001 0.079 0.315

- C4.166 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Para los factores Talla y Densidad se ha aplicado el contraste t de Student, también con el
paquete SPSS©. El contraste se ha realizado asumiendo, y comprobando, la homogeneidad de
las varianzas con el test de Levene.
Los resultados del test, recogidos en la Tabla 4.41, señalan que el reclutamiento afecta a la
cantidad de berberechos movilizados, tal y como sucedía con los ensayos de grupos de
tamaños. Sin embargo, el contraste t de Student para el factor talla no es significativo.
Tabla 4.41. Aplicación del contraste t de Student a los factores Densidad y Estado. La
significancia del test (α=0.05) se señala con un asterisco.

t df P -Nivel I.C. 95%


diferencia SE
Factor Grados de significancia a a
media diferencia Lím. inf. Lím. sup.
libertad (t dos colas)

Talla 1,767 142 0,079 0,085 0,048 -0,010 0,181

Densidad 2,875 142 0,005* 0,136 0,047 0,043 0,230

a
. arcsin √ transformada

Que el contraste t de Student no muestre diferencias entre las tallas cuando el análisis ANOVA
si lo hace parece contradictorio. Sin embargo, es posible que los contrastes múltiples no
arrojen diferencias significativas mientras que el análisis de la varianza si las marque
(Underwood, 1997). Esto se debe a que la potencia estadística del ANOVA, basado en el test
de los ratios F, es mucho mayor que la de los test de contraste múltiple 96. Además, es mucho
más sencillo rechazar la hipótesis nula, las medias son diferentes, que encontrar una hipótesis
alternativa a la misma.
En cualquier caso, también se ha realizado un contraste SNK, que aunque no tiene tanto
sentido en comparación de dos niveles, se puede aplicar a este tipo de casos 97. Los resultados
de este contraste, recogidos en la Tabla 4.42, son iguales a los del contraste t de Student.
Tabla 4.42. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK para el factor principal
talla. La significancia del test (α=0.05) se marca con un asterisco.

TALLA dm∼21 dm∼24


TEST SNK
ORDEN 1 2

MEDIA
a
0.497 0.582 g Q D=Q ·SE b
2-1
COMPARACIONES 0.085 2 3,081 0,1260
a
. arcsin √ transformada
b
. SE=√(MSerror/12)=0.0409

96
Como se indica en el Apéndice 2, que un test tenga mayor potencia permite detectar, para un número
determinado de repeticiones, variaciones menores en las diferencias de las medias de cada factor y/o
nivel analizado. También permitiría reducir el número de repeticiones, respecto a otro test con menor
potencia, para detectar una umbral de varación predeterminado.
97
En este caso el contraste de Ryan si que no tiene sentido, porque ofrece los mismos resultados que el
contraste SNK.

- C4.167 -
Resultados

Por lo tanto, se puede llegar a la conclusión de que, aunque las tallas analizadas se movilizan
de modo diferente, según el análisis ANOVA, las diferencias no son demasiado significativas,
cómo reflejan los contrastes múltiples SNK o el test t.

Análisis a posteriori de las interacciones


Siguiendo la metodología de los ensayos de tallas uniformes, se ha elaborado una gráfica
de interacciones entre los factores del análisis. De la lectura de esta gráfica, representada en la
Figura 4.103, se pueden extraer ciertos resultados interesantes.

1 2 1 2
1,00
VELOCIDAD
1- 0.298 m/s 0,75
2- 0.315 m/s
3- 0.346 m/s 0,50
4- 0.391 m/s
5- 0.446 m/s 0,25
6- 0.471 m/s
0,00
1,00

0,75
TALLA
0,50 1 - d=21 mm
2 - d=24 mm
0,25

0,00
1,00
0,75
DENSIDAD 0,50
1 - BAJA
2 - ALTA
0,25
0,00
1,00
0,75

0,50 ESTADO
1 - VIVO
2 - MUERTO
0,25
0,00
1 2 3 4 5 6 1 2

Figura 4.103. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
poblaciones estacionales.

En primer lugar, hay que señalar que el contraste ANOVA no ha revelado ninguna interacción
significativa entre los factores principales, por lo que las siguientes conclusiones son
meramente cualitativas.
Si se analiza la relación entre la velocidad y las tallas se puede observar como a medida que la
velocidad crece, las diferencias entre la talla de 21 mm y la de 24 mm son más importantes
(Figura 4.103, subfigura 1-2). Este fenómeno también sucede, aunque en menor medida, con la
relación velocidad-densidad (Figura 4.103, subfigura 1-3). En las gráficas de relaciones talla-
densidad, se corrobora que la movilización es mayor para el menor índice de reclutamiento y
para la talla más baja. Por último, también se puede apreciar como las curvas de estado vs
velocidad, talla y densidad se solapan (ver celdas 4-1 a 4-3 de la Figura 4.103). Este fenómeno
concuerda con el hecho de que el estado no sea un factor que determine la movilización de los
berberechos, para estos ensayos.

- C4.168 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

4.4.4.2. Análisis hidrodinámico

Características generales
Como sucedía con el análisis hidrodinámico de los parámetros representativos del flujo
para los ensayos de tallas –apartado 4.4.3.2–, el estudio que se presentará a continuación
sobre las interacciones entre los parámetros hidrodinámicos y los factores analizados se
basará en el análisis exploratorio de los datos y no en contrastes estadísticos. Además, hay
que señalar que por problemas con el equipo PIV no se ha podido determinar las propiedades
hidrodinámicas de las velocidades más bajas (V01 a V03) con la población de berberechos de
mayor tamaño, de diámetro medio ~24 mm.
En la Tabla 4.43 se recogen las principales variables del flujo en función del factor velocidad.
Los valores medios obtenidos para las velocidades medias y máximas, así como los números
adimensionales derivados de éstas, son similares a los calculados en los ensayos de fondo liso
(§4.4.2.1, Tabla 4.12) y de grupos de tamaños (§4.4.3.2,Tabla 4.27).
Tabla 4.43. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica).

FACTOR 〈U med 〉 〈U max 〉 u* Re h Re*h Frh Fr*Δ


VELOCIDAD -3 -3
(m/s) (m/s) (m/s) (x10 ) (x10 ) (-) (-)

V01 0.282±0.02 0.338±0.03 0.0262±0.01 41.0±5.0 3.8±0.9 0.237±0.02 0.040±0.02

V02 0.317±0.03 0.371±0.04 0.0367±0.01 46.0±5.2 5.3±0.8 0.265±0.03 0.083±0.03

V03 0.320±0.03 0.373±0.03 0.0380±0.01 46.2±5.2 5.5±0.2 0.269±0.02 0.098±0.02

V04 0.364±0.03 0.414±0.03 0.0437±0.01 51.2±4.2 6.1±1.1 0.310±0.03 0.113±0.06

V05 0.378±0.04 0.437±0.05 0.0481±0.01 53.2±5.3 6.8±1.5 0.322±0.04 0.126±0.06

V06 0.413±0.04 0.476±0.05 0.0538±0.02 57.9±5.2 7.5±2.0 0.352±0.03 0.217±0.19

Las relaciones lineales, el ratio medio entre el parámetro para el ensayo de tallas y para fondo
liso ± desviación típica, valen 0.91±0.06 para la velocidad media doblemente promediada,
0.95±0.05 para la velocidad máxima y 0.86±0.06 y 0.94±0.05 para los números de Reynolds y
Froude respectivamente. Estos resultados son prácticamente los mismos que los determinados
en los ensayos de grupos de tallas. Además, también presentan una relación lineal directa de
proporcionalidad entre el factor velocidad (V01 a V06) y el parámetro analizado.
En el análisis anterior hay que considerar que para las velocidades más bajas no hay
información de la talla más grande. Por este motivo, al estudiar el comportamiento de las
variables del flujo con respecto a la talla se ha optado por estudiarlas también en función de la
velocidad. Este análisis (no se representa aquí) muestra que las velocidades y variables
adimensionales derivadas no están afectadas por la talla.
Las variables densidad y estado se han analizado en función de la talla, para contemplar el
efecto del menor número de datos en la talla más grande. Con respecto a la densidad, se
puede indicar que este factor no afecta a las velocidades registradas. Sin embargo, se han
determinado velocidades ligeramente mayores en los ensayos con los moluscos muertos
(0.391±0.05 vs 0.330±0.04). Estas diferencias son similares a las encontradas en los ensayos

- C4.169 -
Resultados

de tallas y podrían estar relacionadas con la actividad filtradora de los moluscos en la


estructura de las velocidades.
Las velocidades de corte y las magnitudes derivadas recogidas en la Tabla 4.43 (número de
Reynolds para la escala característica de calado y velocidad de fricción, y número de Froude
densimétrico), también presentan una relación de proporcionalidad con los parámetros
estimados para los ensayos de fondo liso. En este caso, de 1.42±0.11, 1.33±0.11 y 2.07±0.47
para u*, Re*h y Fr*Δ, respectivamente. Estas relaciones presentan más dispersión que las
determinadas con las velocidades del flujo, pero si se comparan con la de los ensayos de
grupos de tallas, es aproxidamente la mitad.
También es importante señalar que ahora las relaciones de proporcionalidad son prácticamente
lineales, y no presentan un descenso en ningún escalón de velocidad como para los ensayos
de grupos de tallas. De hecho, el ajuste por mínimos cuadrados del ratio velocidad de fricción
para poblaciones estacionales y fondo de liso tiene una coeficiente de correlación muy
significativo, R2=0.88.
En la Tabla 4.44 se presentan los valores medios de las velocidades de corte para el resto de
factores analizados. Hay que señalar que las diferencias en el factor talla no son reales porque
en el análisis de las talla más grande sólo se han promediado las velocidades más altas, por
eso el valor reflejado es mayor. Al repetir este análisis en las dos tallas con las velocidades
mayores, los valores medios de la velocidad de fricción son de 0.048±0.01 y 0.050±0.01 m/s
para la más pequeña y grande respectivamente. Por tanto, se puede apreciar una pequeña
diferencia en las velocidades de fricción, ligeramente superiores para la distribución de bivalvos
de mayor edad.
Tabla 4.44. Velocidad de fricción media en función de los factores talla, densidad de
reclutamiento y estado para los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica).

u* u* u*
FACTOR FACTOR FACTOR
(m/s) (m/s) (m/s)

~21 mm 0.0406±0.01 BAJA 0.0475±0.01 VIVO 0.0380±0.01


TALLA DENSIDAD ESTADO
~24 mm 0.0495±0.01 ALTA 0.0397±0.01 MUERTO 0.0498±0.01

El análisis de la densidad refleja como en los ensayos de grupos de tallas, que para las
mayores densidades la velocidad de fricción es inferior. En el factor estado se ha encontrado
que para el estado muerto, las velocidades de fricción son significativamente superiores. Sin
embargo, esto se contradice con los resultados de los trabajos de van Duren et al. (2006)
realizados sobre un lecho de mejillones que cuando estaban en actividad filtradora
incrementaban los valores de la velocidad de fricción (§4.2.5). Esta circunstancia podría estar
relacionada con la velocidad media y máxima del flujo, que para el grupo de berberechos
muertos ha sido un 20% superior en términos medios.
También es significativo que en los ensayos de grupos de tallas el factor estado es
estadísticamente significativo en la movilización de los moluscos (ver ANOVA, Tabla 4.19),
pero las diferencias en las velocidades de fricción medias del análisis exploratorio sólo
arrojaban una diferencia en la velocidad de fricción inferior al ~2% (0.042±0.012 vs 0.043±0.10,
§Tabla 4.28). Por el contrario, en el ensayo de poblaciones estacionales el ANOVA no refleja

- C4.170 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

diferencias significativas con el factor estado (§Tabla 4.37) pero las diferencias en u* son del
orden del ~28% (§Tabla 4.44).
En la Tabla 4.45 se presentan los principales parámetros que definen la función de rugosidad
del lecho (zm, σ0 y z0), la rugosidad característica del mismo Δ y la rugosidad característica de
la ley logarítmica de velocidades z0.
Tabla 4.45. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los factores
analizados para los ensayos de poblaciones estacionales (valor medio ±
desviación típica).

zm σz Δ = zc − zt zc z0
FACTOR
(mm) (mm) (mm) (mm) (mm)

V01 8.4±1.5 3.1±0.3 13.4±1.8 5.1±0.9 0.2±0.1

V02 8.2±1.5 3.8±0.9 14.5±1.2 6.2±1.7 0.4±0.2

V03 7.2±1.2 3.6±0.8 14.1±3.2 7±2.2 0.4±0.1


VELOCIDAD
V04 9.3±2.8 4.5±1 16.9±3.5 7.6±1.6 0.5±0.4

V05 9.8±2.5 4.9±1.1 17.9±3.0 8.1±2.7 0.6±0.5

V06 8.0±2.5 4.5±0.5 16.3±2.0 8.2±1.5 0.6±0.5

~21 mm 8.3±2.0 4.0±0.9 15.2±2.4 6.9±1.9 0.5±0.4


TALLA
~24 mm 9.5±2.7 4.9±1.0 17.6±3.4 8.1±2.2 0.6±0.3

BAJA 9.8±2.6 4.4±1.1 16.7±3.8 6.9±2.3 0.5±0.4


DENSIDAD
ALTA 7.6±1.4 4.2±0.9 15.4±1.6 7.8±1.7 0.5±0.4

VIVO 8.9±2.5 4.1±0.8 15.6±2.7 6.7±1.9 0.4±0.3


ESTADO
MUERTO 8.4±2.2 4.5±1.2 16.5±3.3 8.1±1.9 0.6±0.4

TODOS LOS ENSAYOS 8.7±2.3 4.3±1.0 16.0±3.0 7.3±2.0 0.5±0.4

Los resultados obtenidos del análisis de las propiedades geométricas presentan ciertas
diferencias con los obtenidos en los ensayos de grupos de tamaños. Así, la posición del plano
z=0 (zm) o la rugosidad característica del lecho Δ no se reducen con velocidades crecientes,
sino que se incrementan ligeramente, aunque ahora el fenómeno no es tan claro como sucedía
con los ensayos de grupos de tallas. Al estudiar estos parámetros respecto a la talla si se
observa una relación directa con la misma. Nuevamente, por efecto de la carencia de datos
para las velocidades más bajas en la talla de ~24 mm, estas relaciones están ligeramente
afectadas. De echo, si se analizan sólo las velocidades más altas, donde el análisis está
equilibrado, la posición media del lecho se mantiene prácticamente como en la Tabla 4.45
(8.6±2.5 mm vs 9.5±2.7 mm) pero las diferencias en la rugosidad característica prácticamente
desaparecen (16.4±2.1 vs 16.1±4.4 para la población más joven y más vieja respectivamente).
El grado de reclutamiento también afecta a la posición del plano z=0 cómo en los ensayos de
grupo de tamaños: a menor densidad hay más rugosidad, y el plano se sitúa más cerca de la
posición del lecho de arena. Con una densidad alta, el efecto es opuesto.
La rugosidad también se puede medir a través de la escala z0 de la ley de velocidades. Para la
densidad baja la rugosidad es un 50% mayor que la densidad más alta, 0.6±0.4 mm y 0.4±0.3

- C4.171 -
Resultados

mm respectivamente. Además, la rugosidad es similar a la encontrada para las tallas 15-20 y


20-25 mm de valor 0.4±0.4 y 0.5±0.5 mm respectivamente.
Por último, se presenta en la Tabla 4.46 los parámetros y escalas geométricas más relevantes
en función de los factores estudiados.
Tabla 4.46. Resumen de las escalas geométricas para los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica).

H δh δh / H H /Δ η
FACTOR
(mm) (mm) (-) (-) (mm)

V01 145.0±7.1 40.0±15.7 0.27±0.10 10.9±1.1 0.306±0.044

V02 145.1±2.3 37.3±14.4 0.26±0.10 10.1±0.7 0.236±0.028

V03 144.3±3.9 38.2±13.5 0.26±0.09 10.7±2.7 0.227±0.006


VELOCIDAD
V04 140.7±3.5 85.1±25.8 0.60±0.18 8.6±1.5 0.207±0.035

V05 140.8±3.3 65.4±46.5 0.46±0.33 8.0±1.1 0.195±0.040

V06 140.1±2.6 69.6±49.9 0.50±0.36 8.7±0.9 0.18±0.033

~21 mm 143.3±4.3 54.5±30.2 0.38±0.21 9.6±1.6 0.229±0.053


TALLA
~24 mm 139.3±1.2 76.2±48.5 0.55±0.35 8.2±1.4 0.187±0.023

BAJA 142.0±3.7 66.3±44.5 0.47±0.31 9.0±2.1 0.229±0.054


DENSIDAD
ALTA 141.9±4.5 56.7±29.7 0.40±0.22 9.3±1.1 0.199±0.039

VIVO 142.2±4.2 75.1±48.0 0.53±0.34 9.4±1.7 0.235±0.05


ESTADO
MUERTO 141.7±4.0 46.8±11.0 0.33±0.08 8.9±1.6 0.192±0.038

TODOS LOS ENSAYOS 141.9±4.0 61.7±38 0.44±0.27 9.1±1.7 0.215±0.049

Por la presencia de los berberechos el calado característico, H = z ws − zm , se reduce a un


valor medio de ~141.9±4.0 mm, valor ligeramente superior al encontrado en los ensayos de
tallas: ~139.6±0.8 mm. La posición de la velocidad máxima δh presenta un comportamiento
más irregular que el encontrado en los ensayos con fondo liso y en los ensayos de grupos de
tallas. En estos ensayos la posición con respecto de la velocidad tiene más dispersión como
refleja el ratio δh / H: 0.44±0.27. Además, en general para las velocidades más altas la relación
δh / H se encuentra por encima o muy cerca de la mitad del calado, aunque por debajo de los
valores predichos por la fórmulas empíricas presentadas en el Cap. 2 y en el apartado 4.4.2.1.
Como se ha comentado, la posición donde se encuentra la velocidad máxima presenta mucha
dispersión, con desviaciones estándar que pueden llegar a representar hasta más del 70% del
valor medio de los niveles de cada factor (ver p.ej. la media para la velocidad V06). Como se
ha comentado, esta dispersión se explica en parte por la dificultad de obtener el máximo
correctamente en una zona con poco gradiente, pero también por las diferencia en la estructura
del entre los grupos de ensayos de velocidad baja y alta, y entre los ensayos de estado vivo y
muerto.

El análisis por talla revela la posición relativa δh /H está inversamente relacionada con la talla.
Lo mismo sucede con el reclutamiento, que cuando presenta mayor rugosidad hace más
pronunciado el descenso de la velocidad.

- C4.172 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

El parámetro H/Δ representa el grado de sumergencia relativo del flujo. Con respecto a este
parámetro se puede señalar que la sumergencia en los ensayos de poblaciones estacionales
es intermedia, con un valor medio de 9.1±1.7. Por último, y como era previsible, la microescala
de Kolgomorov tiene el mismo orden de magnitud que la registrada en las otras
configuraciones analizadas.

Velocidades doblemente promediadas


A continuación se presentarán las principales características de los campos de velocidades
determinados en los ensayos de poblaciones estacionales. En el Apéndice 3 se recogen unas
fichas con la representación gráfica de los perfiles doblemente promediados de velocidad,
intensidades turbulentas y distribución de tensiones para los 36 de grupos estacionales así
como varias Tablas resumen con todos los estadísticos analizados en el epígrafe anterior.
Como en el apartado 4.4.3.2, únicamente se presentarán los campos de velocidades de
algunos ensayos para reflejar la influencia de la rugosidad, medida como el grado de
reclutamiento, en la estructura de las velocidades medias y doblemente promediadas.
En las figuras Figura 4.104 y Figura 4.105 se representa el campo de velocidades medias
promediadas en el tiempo para el ensayo realizado con la población de otoño, con la velocidad
de ~0.44 m/s y los moluscos vivos, para los reclutamientos alto y bajo respectivamente. De
modo abreviado, se denominarán ensayos V05D21AV y V05D21BV.
Las características generales de los campos de velocidades en los ensayos de grupos de
poblaciones son similares a las de los ensayos realizados con las tallas intermedias y con la
densidad alta. En los ensayos de poblaciones de baja densidad, el lecho de berberechos es
más homogéneo espacialmente que en los ensayos de grupos de baja densidad por la
gradación de tamaños y la disposición de los berberechos. Así, si se comparan las Figura 4.73
y la Figura 4.105, se puede observar como la separación entre las rugosidades es mucho
menor en los ensayos de poblaciones (~30-40 mm vs ~10-20 mm), por lo que el flujo será más
rasante y uniforme en estos ensayos.
Además, las diferencias en la estructura y características del flujo en los ensayos de
poblaciones originadas por el factor reclutamiento son menores que en los ensayos de grupos
de tallas. Por este motivo, el análisis se realizará a partir de este momento únicamente para el
escenario de reclutamiento alto (V05D21AV).

- C4.173 -
Resultados

0.4

140

0.35

120

0.3

100

0.25
80
y (mm)

60 0.2

40 0.15

20
0.1

0
0.05

-20

0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
x (mm)

Figura 4.104. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05D21AV.Se ha representado


la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización.

0.4

140
0.35

120

0.3

100

0.25

80
y (mm)

0.2

60

0.15
40

0.1
20

0 0.05

-20
0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
x (mm)

Figura 4.105. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05D21BV.Se ha representado


la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización.

- C4.174 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

0.4

140

0.35

120

0.3

100

0.25
80
y (mm)

60 0.2

40 0.15

20
0.1

0
0.05

-20

0
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
a) x (mm)

b)
Figura 4.106. Campo de velocidades promediadas en el tiempo para el ensayo V05D21AV: a)
velocidades horizontales y b) velocidades verticales. La flecha amarilla señala la
posición de un berberecho recolocado por el flujo en una dimensión mayor que
el resto del parche.

- C4.175 -
Resultados

En la Figura 4.106 se representa el campo escalar de las velocidades horizontales y


verticales promediadas en el tiempo. Se puede apreciar como un berberecho recolocado por
la corriente altera la estructura del flujo en horizontal, éste se acelera y comprime sobre el
bivalvo, y en la vertical, se producen aceleraciones verticales aguas arriba del bivalvo y
succiones aguas abajo del mismo.
El análisis de las perturbaciones espaciales de la velocidad, presentado en la Figura 4.107,
revela que el flujo está ligeramente acelerado aguas arriba del parche de berberechos, y que
en la zona de generación de estelas (en la flecha amarilla) las velocidades se reducen. Como
sucedía con los ensayos de grupos de tallas, las velocidades horizontales son espacialmente
uniformes a poca distancia de las crestas del lecho.
0.25

140
140
0.2

120
120
0.15

100
100
0.1

80
80 0.05
y (mm)

Z (mm)
0 60
60

-0.05
40 40

-0.1
20
20
zc
-0.15
0 zm
0

-0.2 zt
-20
-20

-0.25
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
x (mm)
0.0 0.2 0.4
〈u 〉
0.0 1.0
φ(z)
(a)
0.05

140
140
0.04

120
120
0.03

100
100
0.02

80
80 0.01
y (mm)

Z (mm)

60
0
60

-0.01 40
40

-0.02 20
20 zc

-0.03 zm
0
0
zt
-0.04
-20
-20

-0.05
-100 -80 -60 -40 -20 0 20 40 60 80 100
w
-0.01 0.0 0.01 0.02 0.03
〈w〉
0.0 1.0
φ(z)
(b) x (mm)

Figura 4.107. (a) Campo de la perturbación espacial de la velocidad horizontal 〈u 〉 y (b)


vertical 〈 w〉 para el ensayo V05D21AV. La flecha amarilla señala la posición de
un berberecho recolocado por el flujo en una dimensión mayor que el resto del
parche. A la derecha se represente el perfil de velocidades doblemente
promediado así como la función de rugosidad de lecho φ(z).

- C4.176 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

Las perturbaciones espaciales de la velocidad vertical presentan un patrón similar al


encontrado en los ensayos de grupos de tallas para el reclutamiento más bajo, con velocidades
ascendentes antes de los principales obstáculos (el primer berberecho y el recolocado), y
descendentes fundamentalmente hacia aguas abajo de la sección de estudio. En este caso, la
estructura vertical se ve afectada hasta casi la totalidad del calado, aunque menos que en los
ensayos de grupos de tamaño de baja densidad.
La estructura de la velocidad para los ensayos de poblaciones estacionales con el menor grado
de reclutamiento (no presentado aquí) es similar al mostrado en las figuras anteriores (Figura
4.104, Figura 4.106 y Figura 4.107).
En la Figura 4.108 se muestran las velocidades horizontales doblemente promediadas en el
tercio inferior del calado para el ensayo realizado con la población más joven viva. Ahora, y al
contrario de lo que sucedía con los ensayos de grupos de tallas, parece que la forma del perfil
de velocidades y la magnitud de las mismas no depende del reclutamiento. Esto se puede
atribuir a que las diferencias en la rugosidad del lecho para los ensayos de poblaciones
estacionales no son tan pronunciadas como en los ensayos anteriores.
45
V01 z<zc
40 V02 z<zc
V03 z<zc
35 V04 z<zc
V05 z<zc
30 V06 z<zc

25
z (mm)

z (mm)

20

15

10

-5

-10

-15
-0.1 0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5

a) 〈u 〉 (m/s) b) 〈u 〉 (m/s)
Figura 4.108. Comparación de las velocidades doblemente promediadas para la serie de
ensayos de la población de d~21 mm y estado vivo: a) densidad de
reclutamiento alta y b) densidad de reclutamiento baja. Los símbolos rellenos
representan la zona situada bajo las crestas del lecho.

También se puede observar como la velocidad V05 para la densidad baja, Figura 4.108 (b), es
mayor que la velocidad más alta de ensayo V06. Estas diferencias se atribuyen a que en el
momento de hacer la grabación había pocos berberechos en la zona de análisis (ver la Figura
4.105). Esto provoca un incremento de las velocidades, la desaparición del punto de inflexión y
el retardo de las velocidades en el perfil porque no se producen estelas, o éstas son poco
importantes con respecto a toda la zona de promediado, y que la ley de velocidades se
asemeje más a una distribución logarítmica sobre un lecho sin moluscos.

- C4.177 -
Resultados

Los perfiles de velocidades horizontales doblemente promediados se han empleado para


determinar la velocidad de fricción a partir de la ley logarítmica de velocidades. Se ha seguido
el mismo procedimiento que el seguido en los ensayos de grupos de tallas (§4.4.3.2).
En los ensayos de poblaciones, la relación entre la posición de las crestas del lecho y la
rugosidad características zc / Δ ~0.46±0.11 se encuentra entre los valores de las tallas 20-25
mm y 25-30 mm de los ensayos anteriores, 0.49±0.13 y 0.41±0.13 (Tabla 4.31). No se han
encontrado diferencias significativas entre las poblaciones de otoño y primavera, 0.47±0.11 y
0.47±0.10 respectivamente, pero si entre los índices de reclutamiento, 0.51±0.08 y 0.42±0.11
para el bajo y alto respectivamente. En general, se puede concluir que el comportamiento de
este parámetro, así como la relación d 50 / Δ , es similar a la observada en los ensayos de
grupos de tallas.

Intensidades turbulentas y tensiones de corte


A continuación se presentará la estructura de las tensiones e intensidades turbulentas en
los ensayos realizados. Nuevamente, la estructura del flujo dependerá del tipo de velocidad
ensayada (V01-V03 y V04-V06 ) y de si los ensayos son de estado vivo o muerto. Como la
estructura de las intensidades turbulentas y tensiones es similar a la encontrada en los ensayos
de tallas, en este apartado únicamente se presentarán algunas gráficas que confirmen las
tendencias descritas en el apartado 4.4.3.2.

120 120 V01 z<z c


V02 z<z c
105 105 V03 z<z c
V04 z<z c
90 90 V05 z<z c
V06 z<z c
75 75
z (mm)

60 60

45 45

30 30

15 15

0 0

-15 -15
0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05 0 0.01 0.02 0.03 0.04 0.05

a) 〈σu 〉 (m/s) b) 〈σw 〉 (m/s)

Figura 4.109. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para los ensayos de
ensayos de la población de d~21 mm y estado vivo: a) intensidades horizontales
y b) intensidades verticales. En la figura se han agregado las dos densidades de
reclutamiento.

En la Figura 4.109 se presenta la distribución de las intensidades turbulentas horizontales y


verticales para el ensayo de la población de otoño y el estado vivo. En las figuras se puede
apreciar como prácticamente no existen diferencias en las distribuciones originadas por la
velocidad ni el grado de reclutamiento. Además, en la velocidad V05 existe una distribución de
intensidades horizontales y verticales ligeramente mayor que el resto. Esta distribución se

- C4.178 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

corresponde con la del ensayo de baja densidad, que como se ha indicado anteriormente,
presenta una velocidad un poco mayor que la de la media de ensayos (ver Figura 4.108).
El resto de características de la distribuciones es similar a la encontrada para los ensayos de
grupos de tallas y puede consultarse en ese apartado (ver Figura 4.84 a Figura 4.87, página
4.139). Lo mismo sucede con las intensidades de forma, que siguen las características
descritas en la Figura 4.88 para los ensayos de grupos de tallas.
Como se puede apreciar en la Figura 4.110, las intensidades turbulentas dispersivas
horizontales y verticales son prácticamente constantes e iguales hasta unos 30 mm por encima
del nivel de la superficie media del lecho. A partir de esta distancia, las intensidades verticales
crecen hasta alcanzan un máximo pocos milímetros por encima de las crestas del lecho.

V01
120 120
V02
V03
105 105
V04
V05
90 90
V06

75 z (mm) 75
z (mm)

60 60

45 45

30 30

15 15

0 0

-15
-15
0 0.01 0.02 0.03
0 0.01 0.02 0.03
a) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s) b) 〈σu 〉, 〈σw 〉 (m/s)

Figura 4.110. Perfiles de las intensidades turbulentas de forma horizontales y verticales


(símbolos vacíos y rellenos respectivamente) para el ensayo de la población de
de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad alta.

Comparando los valores de las intensidades de forma para los dos reclutamientos se vuelve a
encontrar, como sucedía con los ensayos de grupos de tallas, que para la mayor densidad de
reclutamiento las intensidades son más elevadas.
El análisis de las tensiones de Reynolds y de forma revela un comportamiento similar al
encontrado en los ensayos anteriores. En la Figura 4.111 se han representado las
distribuciones para el ensayo de la población de otoño en estado vivo. Se puede comprobar
que no siempre un incremento de velocidad se traduce en una mayor tensión de Reynolds.
Este fenómeno se puede observar entre los grupos de velocidades V01-V03 y V04-V06, pero
también dentro de cada grupo (p.ej. para las velocidades más altas y densidad baja, las
mayores tensiones se producen para la V04). Este fenómeno se atribuye a cambios en la
rugosidad relativa entre ensayos que afectan a las distribuciones de esfuerzos de corte.

- C4.179 -
Resultados

a)

V01 〈u’w’ 〉 〈uw 〉


120 120 120
V02 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
V03 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
105 105 105
V04 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
V05 〈u’w’ 〉 〈uw 〉
90 90 90
V06 〈u’w’ 〉 〈uw 〉

75 75 75
z (mm)

60 60 60

45 45 45

30 30 30

15 15 15

0 0 0

-15 -15 -15


0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉


b)

120

105

90

75
z (mm)

60

45

30

15

-15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉 〈u’w’ 〉 〈uw 〉

Figura 4.111. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente promediados
(símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de la población de
de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad alta.

Las tensiones de forma también reproducen las características de los ensayos de grupos de
tallas. Así, estas son prácticamente constantes y nulas hasta unos 2 o 3 cm por encima de las
crestas del lecho y de signo generalmente positivo, aunque también se han observado
tensiones de forma con signo negativo y con oscilaciones muy pronunciadas (con cambio de
signo) en la región del lecho.
Además, el reclutamiento influye en las distribuciones de modo que las tensiones más grandes
se han encontrado para la densidad alta, ver Figura 4.112. En esta figura también se puede
apreciar como los máximos se producen aproxidamente sobre las crestas del lecho.

- C4.180 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

120 120

105 105

90 90

75 75
z (mm)

60 60

45 45

30 30

15 15

0 0

-15 -15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

a) 〈uw 〉 b) 〈uw 〉

Figura 4.112. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de la población de de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad
alta. Se representa la posición media de las crestas y de los senos del lecho con
una línea discontinua.

Las tensiones de forma también son muy importantes en estos ensayos, alcanzando valores
que en algunos casos son del mismo orden de magnitud que las tensiones de Reynolds. En
promedio el ratio 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 vale 0.64±0.29, aunque la contribución en la talla más grande

es ligeramente superior, 0.71±0.29 vs 0.61±0.30 respectivamente. Lo mismo sucede con el


reclutamiento mayor, 0.69±0.29 vs 0.62±0.32. Nuevamente, las tensiones dispersivas
determinadas en estos experimentos parecen mucho más importantes que en otros flujos
rugosos descritos en la literatura, sin embargo, no hay que olvidar el marcado componente
tridimensional de estos ensayos que puede haber potenciado este fenómeno.
Como se ha comentado, los valores máximos de las tensiones de Reynolds se producen
ligeramente por encima de las crestas del lecho mientras que los máximos de las tensiones de
forma parecen producirse sobre la altura zc. Así, se ha determinado la posición media de las
crestas del lecho en todos los ensayos en 7.6±2.3 mm y la de los picos de las tensiones
〈u ' w '〉 y 〈uw〉 en 9.1±2.3 mm y 4.9±4.0 mm respectivamente.
Si se analizan gráficamente de estas relaciones (no presentado aquí) se observa que existe
mucha dispersión entre las mismas, similar a la encontrada en los ensayos anteriores (§Figura
4.93). El análisis de las posiciones de los máximos de las intensidades turbulentas de Reynolds
y forma también revela que estos datos también presentan mucha dispersión. Así, el calado
para las intensidades σ 〈 u 〉 , σ 〈 w〉 , σ 〈 u 〉 y σ 〈 w〉 es de 5.3±4.5 mm, 59.5±28.3 mm, 10.9±6.8 mm
y 8.7±4.5 mm respectivamente. Como sucedía con los ensayos de tallas, parece que existe
una relación en la posición de las intensidades turbulentas horizontales y las intensidades
dispersivas con la posición de las crestas del lecho, y una relación del pico de intensidades
turbulentas verticales (59.5±28.3 mm) y el calado donde se produce la velocidad máxima, δh,
ubicado a 61.7±38.0 mm.

- C4.181 -
Resultados

Por último, se presenta una comparación entre las velocidades de corte estimadas a partir de la
ley logarítmica de velocidades, u*log, las estimadas a partir de la extrapolación de los perfiles de
esfuerzos de Reynolds hasta los calados zc y zm (z=0), u*uw,(z=zc) y u*uw,(z=0), y las determinadas a
partir de la tensión máxima − ρ 〈u ' w '〉 − ρ 〈uw〉 , u*max,uw. Con este objeto, se presenta en
primer lugar en la Tabla 4.47 el valor de las velocidades de fricción así determinadas en función
de los factores velocidad–reclutamiento, talla–reclutamiento y estado–reclutamiento. Además,
los valores medios de la velocidad de fricción característica para los factores analizados
individualmente se recogen en la Tabla 4.43 y en la Tabla 4.44.
Tabla 4.47. Velocidades de fricción en los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica) para los factores velocidad-reclutamiento, talla-
reclutamiento y estado-reclutamiento.

u*,log u*,uw( z =0) u*,uw( z = zc ) u*max,uw


FACTOR
(m/s) (m/s) (m/s) (m/s)

V01 0.031±0.002 0.018±0.004 0.017±0.003 0.015±0.003

V02 0.041±0.004 0.017±0.003 0.016±0.003 0.014±0.002

VELOCIDAD V03 0.038±0.002 0.016±0.006 0.014±0.004 0.018±0.009

D.BAJA V04 0.048±0.007 0.020±0.003 0.018±0.003 0.017±0.004

V05 0.048±0.006 0.019±0.003 0.016±0.003 0.019±0.003

V06 0.063±0.017 0.024±0.002 0.02±0.002 0.023±0.005

V01 0.022±0.002 0.016±0.001 0.015±0.001 0.016±0.005

V02 0.033±0.004 0.017±0.001 0.015±0.001 0.015±0.001

VELOCIDAD V03 0.038±0.001 0.020±0.002 0.018±0.003 0.019±0.003

D.ALTA V04 0.040±0.009 0.020±0.003 0.017±0.002 0.020±0.004

V05 0.045±0.017 0.021±0.005 0.02±0.002 0.018±0.004

V06 0.045±0.007 0.020±0.003 0.017±0.002 0.016±0.003

TALLA ~21 mm 0.046±0.016 0.020±0.004 0.017±0.003 0.018±0.005

D.BAJA ~24 mm 0.034±0.008 0.019±0.004 0.017±0.002 0.016±0.003

TALLA ~21 mm 0.050±0.006 0.020±0.004 0.016±0.003 0.019±0.005

D.ALTA ~24 mm 0.049±0.011 0.020±0.003 0.017±0.003 0.020±0.004

ESTADO Vivo 0.046±0.009 0.021±0.004 0.018±0.003 0.017±0.005

D.BAJA Muerto 0.034±0.008 0.020±0.003 0.017±0.003 0.017±0.003

ESTADO Vivo 0.049±0.016 0.019±0.004 0.016±0.003 0.019±0.005

D.ALTA Muerto 0.045±0.013 0.019±0.003 0.017±0.002 0.018±0.004

En la Tabla 4.47 se puede observar como el comportamiento de las velocidades de fricción


estimadas a partir de la ley logarítmica es creciente con las velocidades, y ligeramente mayor
para la densidad de reclutamiento y la talla más baja. También se observa que la dispersión de

- C4.182 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

la velocidad de fricción en estos ensayos es, en general, un orden de magnitud inferior a la


propia velocidad de fricción. Recordemos que en los ensayos de grupos, la dispersión de la
velocidad de corte era del mismo orden que la propia velocidad de fricción (Tabla 4.32),
probablemente porque en el caso anterior se estaban promediando escenarios con mayores
diferencias.
Al analizar las velocidades de fricción estimadas a partir de la ley logarítmica con las
determinadas partir de las tensiones de Reynolds se vuelve a observar como éstas últimas son
menores y prácticamente constantes con la velocidad del flujo. Este fenómeno también se
presenta en la Figura 4.113, donde se han representado varios gráficos con la dispersión de las
velocidades de fricción u*log, u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y u*max,uw en función de la velocidad media, máxima
y la velocidad de fricción característica. Hay que señalar que la relación lineal perfecta entre
u*log y u*, es esperable porque las variables son iguales.
0.3 0.4 0.5
0.08
(m/s)

0.06
u*,log

0.04

0.02

0.08 0.00
(m/s)

0.06
u*,uw(z=0)

0.04

0.02

0.00 0.08
(m/s)

0.06
u*,uw(z=zc)

0.04

0.02

0.08 0.00
densidad alta
(m/s)

0.06 densidad baja

0.04
u*max,uw

0.02

0.00
0.3 0.4 0.5 0.02 0.04 0.06 0.08
〈u 〉 (m/s) 〈umax 〉 (m/s) u* (m/s)
Figura 4.113. Matriz de correlación entre la velocidad doblemente promediada media y
máxima y la velocidad de fricción característica con las velocidades de fricción
estimadas a partir del perfil logarítmico u*log, de la extrapolación de las tensiones
de Reynolds u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y a partir de la tensión tangencial total máxima
u*max,uw. Se han representado los ensayos de poblaciones en función del grado
de reclutamiento.

- C4.183 -
Resultados

En esta figura se puede apreciar como ahora u*log sigue una tendencia de proporcionalidad con
la velocidad con mucha menor dispersión que para los ensayos de grupos de tallas (Figura
4.95). También se observa como las velocidades estimadas a partir de los perfiles de tensiones
son prácticamente constantes a lo largo de los ensayos realizados.
Nuevamente, parece que la velocidad de fricción estimada a partir de las tensiones de
Reynolds es aproxidamente constante, tomando un valor de referencia a la altura de la posición
media del lecho de 0.020±0.004 m/s. Esta velocidad representa aproximadamente un
47.8%±12.7 de la velocidad de fricción u*log aunque si se analiza su contribución a la tensión
tangencial sobre el lecho τ 0 (∝ u*2 ) ésta se reduce a un 20.9%±26.6%. Estas cifras son
similares a las obtenidas en los ensayos de grupos de tallas.

4.4.4.3. Desarrollo de funciones de transporte de fondo


Por último, y con objeto de encontrar alguna relación entre la velocidad de fricción y el
grado de movilización de los moluscos, se presenta en este apartado un análisis similar al
realizado en el apartado 4.4.3.3. Se han planteado nuevamente las función de estabilidad de
los berberechos con el parámetro de Shields, ecuación (4.7), y las funciones de transporte de
caudal sólido adimensional establecidas en el apartado 4.2.5, ecuaciones (4.14) y (4.15).
Para determinar la tensión sobre el lecho se han empleado las velocidades de fricción
calculadas a partir de la ley logarítmica de velocidades en los ensayos de transporte (§4.4.3.2).
No se presentarán los resultados obtenidos con las velocidades de corte críticas
correspondientes a la configuración con el lecho sin berberechos (§4.4.4.2) porque, como
sucedía en los ensayos de grupos de tallas, las funciones de transporte así determinadas
presentan mayor dispersión.
Para determinar el peso sumergido se han empleado los datos de densidad de los moluscos
correspondientes a la anchura media de cada población, ~20.9 mm y ~24.3 mm para las
poblaciones de otoño y primavera respectivamente ( ρc≈1.207 y 1.295 g/cm3). Para
caracterizar el diámetro se ha usado el diámetro nominal Dn asociado a las dimensiones antes
señaladas, estimado en función de la anchura del berberecho c con la expresión (4.27).
En la Figura 4.114 se ha representado el porcentaje de moluscos movilizados en función del
parámetro de Shields. Si se compara esta figura con la obtenida en los ensayos de grupos de
tallas, Figura 4.96, se puede observar como los datos determinados en este apartado
presentan menor dispersión. También se puede comprobar como empleando la misma
velocidad de fricción para las dos tallas, el valor del parámetro de Shields es menor para la
población mayor (parece que los datos se agrupan más o menos en dos rectas paralelas). Este
comportamiento parece lógico porque el parámetro de Shields es inversamente proporcional a
la densidad relativa y diámetro característico del sedimento, superiores para la población de
primavera.

- C4.184 -
Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

% MOVILIZADOS
100%
d~21mm densidad baja densidad alta
d~24mm densidad baja densidad alta

80%

60%

40%

20%

0%
0.0010 0.0100 0.1000

Ψs
Figura 4.114. Relación entre el porcentaje de los moluscos movilizados y el parámetro de
Shields Ψs en función de la densidad de reclutamiento y de la población
analizada. Las velocidades de fricción empleadas son para fondo sin
berberechos, ver Tabla 4.27.

En el análisis presentado en la Figura 4.114 no se contempla la respuesta del lecho ante el


evento de transporte. En las figuras Figura 4.115 y Figura 4.116 se representa la movilización
en función de las funciones de transporte se adimensionales Φ q y Φ E calculadas con la
misma metodología que en los ensayos de grupos de tamaños (§4.4.3.3) .

1.00E-02
d~21mm densidad baja densidad alta
d~24mm densidad baja densidad alta

Eq. (4.40)
1.00E-03
Eq. (4.36)
Φq

1.00E-04

1.00E-05

1.00E-06
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
Figura 4.115. Relación entre el caudal sólido de fondo adimensional Φq y el parámetro de
Shields Ψs en función de la densidad de reclutamiento y de la población
analizada. Las velocidades de fricción empleadas son para fondo sin
berberechos, ver Tabla 4.27. Se han representado los ajustes obtenidos para
los ensayos de grupos de tallas, ecuación (4.35), y los de poblaciones, ecuación
(4.40).

- C4.185 -
Resultados

1.00E-04

d~21mm densidad baja densidad alta


d~24mm densidad baja densidad alta

1.00E-05
ΦE

1.00E-06

Eq. (4.38)

1.00E-07 Eq. (4.41)

1.00E-08
0.0010 0.0100 0.1000 1.0000
Ψs
Figura 4.116. Relación entre el ratio de movilización ΦE y el parámetro de Shields Ψs en
función de la densidad de reclutamiento y de la población analizada. Las
velocidades de fricción empleadas son para fondo sin berberechos, ver Tabla
4.27. Se han representado los ajustes obtenidos para los ensayos de grupos de
tallas, ecuación (4.37), y los de poblaciones, ecuación (4.40).

A partir de los pares de puntos representados por el parámetro de Shields y las funciones de
transporte se han ajustado las siguientes funciones de transporte potenciales:

Φ q = 0.055223 ⋅ Ψ1.5338
s (4.40)

Φ E = 0.00061707 ⋅ Ψ1.6546
s (4.41)

La bondad de las ecuaciones anteriores medida a partir del coeficiente de correlación cruzada
es similar a la de otros estudios de transporte de sedimentos, siendo R2=0.83 y R2=0.85 para
las ecuaciones (4.40) y (4.41) respectivamente.
Si se comparan las ecuaciones anteriores con las obtenidas para los ensayos de grupos de
tallas se puede observar como para los ensayos de poblaciones la dispersión es menor.
También se observa como la función de mejor ajuste de esto ensayos es ligeramente diferente
a la de los ensayos de tallas (ecuación (4.38).
Este último resultado confirma nuevamente las diferencias existentes entre la movilización de
los grupos de berberechos de tamaño uniforme y los grupos con una distribución similar a la
encontrada en el banco marisquero de los Lombos do Ulla. Estas diferencias se pueden atribuir
a la “heterogeneidad” del lecho, menor cuando los moluscos se agrupan en una distribución de
poblaciones y cuando el reclutamiento es mayor. En estas condiciones es más factible que la
estructura del flujo siga el perfil logarítmico de velocidades, y por tanto la dispersión encontrada
en la velocidad de fricción sea menor.

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Capítulo 4. Análisis del arrastre del berberecho C.edule

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- C4.195 -
C05
SÍNTESIS DE RESULTADOS Y
CONCLUSIONES
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

5. SINTÉSIS DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES

5.1. INTRODUCCIÓN Y ANTECEDENTES


La hidrodinámica del flujo juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos
físicos que se desarrollan en ríos, lagos y aguas de transición, y en el entorno marino en
general. Además, la estructura y funcionalidad de las comunidades biológicas en estos
ecosistemas acuáticos está fuertemente ligada y controlada por las relaciones que surgen entre
los procesos físicos, químicos y biológicos (ver p.ej. Nikora, 2009).
Con objeto de mejorar la gestión y el conocimiento de los ecosistemas acuáticos han surgido
nuevas áreas de la hidráulica y de la mecánica de fluidos con diversos nombres como
ecohidraúlica, ecohidrología o hidráulica ambiental. Estas nuevas disciplinas cubren un amplio
rango de escalas y de ecosistemas terrestres y acuáticos, en ríos, lagos y estuarios, y
representan un buen ejemplo de la aproximación multidisciplinar de la ciencia moderna.
Un ejemplo aplicado de la interacción de la hidrodinámica en los ecosistemas acuáticos se
puede encontrar en la desembocadura del río Ulla, en la ría de Arousa (Galicia). En el banco
marisquero de los Lombos do Ulla (Figura 5.1) se han registrado importantes episodios de
mortandad del molusco Cerastoderma eduele, asociados a fuertes descenso de salinidad y al
arrastre de los stocks de este berberecho, provocados por los episodios de precipitaciones y
crecidas del río (ver p.ej. Parada et al., 2007; Parada y Molares, 2008).

Lombos
do Ulla

Lombos do Ulla

RÍA DE
AROUSA Cortegada
Carril
(a) (b)

Figura 5.1. (a) Fotografía satélite de la Ría de Arousa y su situación en Galicia y (b)
perspectiva del banco marisquero de los Lombos do Ulla (Fuente:VideaLab).

La repercusión de estos eventos en la economía de muchas villas gallegas, como la de Carril


situada a escasos kilómetros de la desembocadura, es muy importante. Así, las actividades de
marisquero proporcionan empleo directo en Galicia a más 10000 personas que extraen entre
6000 y 12000 toneladas anuales de marisco. Una de las principales especies extraídas es el C.
edule, con un porcentaje cercano al 50% de todas las extracciones de bivalvos. Este porcentaje
representa el 24% del importe de las ventas de moluscos en este periodo, que ascienden en
total a unos 70 millones de euros anuales para el periodo comprendido entre 2004-2008 (datos
de la Plataforma Tecnolóxica de Pesca, www.pescadegalicia.com).
La elevada mortalidad de los berberechos en la desembocadura del Ulla es un problema
complejo. Existen varios informes internos de la Consellería de Pesca y Asuntos Marítimos, del

- C5.1 -
Introducción

gobierno autonómico, y varios trabajos dirigidos por J. Molares y J. M. Parada del Centro de
Investigacións Mariñas (CIMA), que relacionan la mortalidad con los episodios de lluvias
extremas y los grandes caudales en el río Ulla.
Motivados por este fenómeno, el Grupo de Enxeñaría do Agua e do Medio Ambiente (GEAMA)
de la Universidade da Coruña (UDC) comenzó a trabajar en el análisis del arrastre de los
berberechos de esta zona de Galicia. Los estudios preliminares, realizados con berberechos
muertos aislados colocados sobre un lecho de arena de la zona ya han sido publicados y se
pueden consultar en el Apéndice 1 de esta Tesis Doctoral (Anta et al., 2007; Peña et al., 2008).
Los trabajos presentados aquí continúan esta línea de investigación y forman parte del
Proyecto de Investigación “Afecciones a la fauna de las aguas de transición por las variaciones
de caudal originadas por las centrales hidroeléctricas de punta”, financiado por la Secretaría
General e Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, y
desarrollado por el área de Ingeniería Hidráulica del GEAMA en consorcio con la empresa
SOCOIN, SL.
En esta Tesis Doctoral se ha realizado un estudio hidrodinámico en laboratorio sobre el arrastre
de varios grupos de berberechos adultos, con diferentes reclutamientos y tamaños. Para la
realización de los experimentos, se ha construido en las instalaciones del Centro de
Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñería Civil (CITEEC) de la UDC, un canal de
recirculación en forma de circuito de carreras. Para la determinación de los campos de
velocidades se ha empleado la tecnología Particle Image Velocimetry que permite obtener los
campos instantáneos de velocidad así como la posición del lecho cubierto con berberechos.
El principal objetivo de la investigación es mejorar el conocimiento del fenómeno de arrastre de
los stocks de berberechos adultos. Aunque en la literatura existen numerosos trabajos sobre la
influencia de la hidrodinámica en los procesos de dispersión de los individuos más pequeños
(larvas y juveniles, de tamaño inferior a los ~10 mm), prácticamente no existen referencias
sobre poblaciones adultas. Además, en las conversaciones mantenidas con los técnicos del
CIMA, no se manifestó la existencia de problemas con la movilización de los moluscos más
pequeños en el banco marisquero.
Desde un punto de vista hidráulico, el flujo sobre los berberechos es un flujo de tipo rugoso
sobre un lecho irregular y heterogéneo espacialmente. Para poder describir los parámetros
hidrodinámicos en estas condiciones de contorno se ha empleado la metodología del doble
promediado, de reciente aplicación en el ámbito de la ingeniería hidráulica.
Para el análisis de los factores que afectan al arrastre se han empleado técnicas estadísticas
habituales en los trabajos de ecología y biología marina, como el Análisis de la Varianza,
ANOVA. Una descripción de las hipótesis de este método y el desarrollo general del modelo se
recoge en el Apéndice 2 de esta Tesis Doctoral. La movilización de los bivalvos también se ha
descrito a través del ajuste de funciones de transporte de fondo como las utilizadas en los
trabajos de transporte de gravas y en encauzamientos en obras de ingeniería fluvial.
A continuación se recoge una síntesis y discusión de los principales resultados de este estudio.
Además de los resultados meramente experimentales, se ha considerado interesante incluir en
la síntesis las principales contribuciones del estado del conocimiento que han jugado un papel
determinante en la determinación de la metodología y en el enfoque del trabajo. Por último se
presentarán en los apartados 5.3 y 5.4, las principales conclusiones extraídas y algunas
recomendaciones y líneas de trabajo futuras.

- C5.2 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

5.2. SINTÉSIS Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS

5.2.1. Ecuaciones fundamentales y metodología del doble promediado


Para la determinación de los principales parámetros hidrodinámicos de un flujo, ya sea en
modelo físico o en un entorno natural, es habitual recurrir a las ecuaciones del movimiento de
Navier-Stokes promediadas en el tiempo o ecuaciones RANS (Reynolds Averaged Navier
Stokes equations). Su publicación facilitó un creciente desarrollo de la mecánica de los fluidos,
y en particular, de los flujos turbulentos.
Sin embargo, en muchas ocasiones estas ecuaciones no son del todo prácticas porque el
movimiento del fluido se realiza sobre, y en ocasiones a través, de contornos que presentan
muchas irregularidades. Estas irregularidades favorecen la aparición de flujos altamente
tridimensionales y heterogéneos cerca del lecho. Para resolver este problema y facilitar el
análisis de este tipo de flujos hidráulicamente rugosos, se ha aplicado un nuevo procedimiento
que combina el promediado temporal de las ecuaciones de Navier-Stokes con el promediado
espacial de las mismas.
Esta metodología del doble promediado, Double Averaged Methodology o DAM, se desarrolló
inicialmente para problemas de flujo multifásico (Whitaker, 1999), flujos en medios porosos
(Pedras y de Lemos, 2001) y para estudiar las corrientes de aire que circulan sobre y a través
de vegetación terrestre (Rapauch y Shaw, 1982; Finnigan, 2000).
En el ámbito de la ingeniería hidráulica su aplicación es más reciente, pero el número de
publicaciones en los últimos 3 o 4 años está creciendo de un modo muy notable (ver p.ej. el
número especial del Acta Geophisyca, Nikora y Rowinski, 2008). Los fundamentos del
procedimiento del doble promediado se pueden consultar en el Capítulo 2 y en las referencias
allí citadas (p.ej. Nikora et al., 2007a; Nikora, 2008).
Las nuevas ecuaciones que surgen de aplicar esta metodología, a veces denominadas DANS o
Double Averaged Navier Stokes equations, contienen nuevos términos como tensiones o flujos
de cantidad de movimiento inducidos por las formas, también denominados dispersivos.
Además, para el flujo que se produce entre las rugosidades del lecho, aparecen términos de
arrastre viscoso y de forma (ver ecuaciones (2.25) y (2.26) en el Capítulo 2).
Para el desarrollo de este procedimiento habitualmente se realiza en primer lugar una media
temporal de las variables hidrodinámicas, y a continuación un promedio espacial en planos o
paralelepípedos paralelos al lecho (Figura 5.2). De este modo, además de las variables medias
temporales y su fluctuación (p.ej. θ = θ + θ ' ) aparecen nuevos términos como las variables
promediadas espacialmente así como a las fluctuaciones espaciales de las mismas (p.ej.
θ = 〈θ 〉 + θ ). Además de la información espacial de las variables hidrodinámicas, las
ecuaciones DANS contienen información sobre la estructura del lecho. Esta información se
expresa con una función de porosidad o rugosidad del lecho φ, que no es más que la función
de distribución de probabilidad acumulada de las posiciones de las crestas del fondo.

- C5.3 -
Síntesis y discusión de resultados

z, w
y, v
plano láser
x, u

dirección del flujo


rebanada
paralela
al fondo

promediado en
paralelelípedo
paralelo al fondo

Figura 5.2. Esquema del procedimiento del doble promediado aplicado en los ensayos de
arrastre de berberechos con la tecnología PIV.

Como esta metodología es relativamente reciente, en el momento de redactar esta tesis, la


definición y comprensión de los nuevos términos que surgen de esta metodología es un reto
para la comunidad científica. Sin embargo, en la literatura, y también en este texto, se pueden
encontrar un número creciente de trabajos que comienzan a asentar conocimientos sobre la
estructura espacial de las velocidades y los esfuerzos de corte producidos sobre lechos
rugosos, sobre los esfuerzos dispersivos y demás distribuciones de forma, como las
intensidades turbulentas.
Otros aspectos revisados relacionados con el desarrollo experimental son la formación y
desarrollo de las corrientes secundarias, y como éstas afectan a la estructura vertical del flujo,
modificando las distribuciones de velocidades y tensiones de corte características de los flujos
2D uniformes. En un segundo bloque de análisis, en los apartados 2.3 y 2.4, se ha descrito la
aparición de este fenómeno en canales estrechos (p.ej. con ratios ancho:calado B/H<5) y
también en planos alejados de la sección longitudinal central del flujo.
En la revisión realizada, se ha puesto de manifiesto como la formación las corrientes
secundarias modifica la forma del perfil de velocidades, produciendo un descenso del punto
donde se produce la velocidad máxima del flujo (velocity dip). También se han discutido otros
factores que afectan a la distribución de velocidades y tensiones como la no uniformidad del
flujo, el transporte de sedimentos o la propia estructura de las rugosidades del lecho.
En lo relativo a la determinación de los esfuerzos de corte, los trabajos consultados confirman
que en flujos que no se puedan considerar bidimensionales y uniformes, estos esfuerzos no se
corresponden directamente con el valor obtenido de la extrapolación de la ley lineal de
tensiones de Reynolds (ver p.ej. Coleman et al., 2007; Detert, 2008). Además, en flujos 2D en
canales estrechos, o cerca de las paredes laterales en canales anchos, la distribución de
tensiones turbulentas se ve alterada por las corrientes secundarias (Nezu y Nakagawa, 1993).
También se ha revisado la influencia de la rugosidad del lecho en la forma de los perfiles de
velocidades y tensiones. Respecto a las velocidades, se puede señalar que la forma, tamaño y
distribución de las mismas así como las condiciones de sumergencia relativa del flujo (ratio
entre la longitud de la rugosidad característica y el calado Δ/H), son los principales parámetros
que determinan la estructura vertical de las mismas (Raupach et al., 1991; Jiménez, 2004).

- C5.4 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

Así, cuando el lecho tiene grandes rugosidades como cantos o gravas, la formación de estelas
y capas de mezcla aguas abajo de las mismas favorece que el flujo se retrase en esta zona.
Esta deceleración modifica la forma de la ley de velocidades, que ya no sigue la distribución
logarítmica (ver p.ej. Mignot et al., 2009). La destrucción de la estructura logarítmica también se
ha constado en flujos con muy baja sumergencia, donde no existiría calado suficiente para que
esta se desarrollase (Manes et al., 2007).
En los flujos rugosos se producen alteraciones en la distribución de tensiones tangenciales de
Reynolds − ρ 〈u ' w '〉 y, por efecto del fondo, aparecen esfuerzos de tipo dispersivo o de forma,

− ρ 〈uw〉 . Como sucedía con las velocidades, la estructura del lecho determina las
distribuciones de estos esfuerzos.
En general, el término de tensiones totales también está afectado por los esfuerzos de arrastre
de presión de forma y viscosos, la no uniformidad del flujo y por las corrientes secundarias.
Una revisión de la importancia de estos efectos en la estructura del flujo se presentará de modo
conjunto con los resultados en apartados posteriores.
Otras contribuciones del estado del conocimiento al análisis experimental han sido las
diferentes metodologías empleadas habitualmente para determinar la velocidad de fricción,
para, a partir de ésta, estimar la tensión tangencial sobre el lecho (§2.4.5). Se ha hecho un
especial hincapié en los métodos más habituales: pendiente motriz, ley logarítmica de
velocidades y extrapolación de las tensiones de Reynolds hasta el lecho. Por último, en el
apartado 2.5, se ha introducido el estudio de la turbulencia y se ha realizado una descripción de
los principales estadísticos empleados para su caracterización.

5.2.2. Dinámica de las poblaciones bentónicas


Con objeto de identificar las principales interacciones entre la hidrodinámica y las
comunidades bentónicas, como la población de berberechos del banco marisquero de los
Lombos del Ulla, en el apartado 4.2 del Capítulo 4 se han descrito las principales etapas del
ciclo vital de estos organismos, esquematizados en la Figura 5.3.

COLUMNA DE AGUA
dispersión
crecimiento

FASE
PLANCTÓNICA

fertilización sedimentación
y
contacto y
liberación evaluación
metamorfósis
reproducción gamentos del sustrato

FASE
adulto juvenil
BENTÓNICA
crecimiento
SUSTRATO

Figura 5.3. Ciclo de vida (idealizado) de un invertebrado marino bentónico con fases
planctónica larvaria y bentónica juvenil y adulta (elaboración propia a partir de
Eckman, 1996; Hendriks, 2004)

- C5.5 -
Síntesis y discusión de resultados

Como otros organismos bentónicos, el C.edule comienza su vida en la columna de agua como
una larva. Tras esta fase planctónica, las larvas asientan y se fijan al sustrato. Este proceso de
asentamiento primario se define como el momento en que se produce la transición de la vida
planctónica a bentónica. Tras el asentamiento, la larva sufre la metamorfosis a juvenil.
El término de asentamiento primario se emplea en la literatura para diferenciar procesos de los
mecanismos de dispersión, o migración vertical en la columna de agua, y posterior
asentamiento secundario que presentan muchos organismos bentónicos en las fases
postlarvarias y juveniles.
La dispersión y el asentamiento secundario es un mecanismo complejo. En algunas ocasiones
es provocado por episodios metereológicos o hidrodinámicos extremos, como una crecida o un
temporal, pero en otros está favorecido por un proceso activo de migración vertical de las
postlarvas y juveniles.
En el Capítulo 4 se refleja el debate que existe en la comunidad científica sobre los procesos
de selección activa/pasiva y su influencia en la distribución y estructura de las comunidades
bentónicas. También se han recogido algunos trabajos relacionados con el estudio de la
capacidad de algunos organismos bentónicos de cambiar sus propiedades hidrodinámicas para
migrar verticalmente y favorecer su dispersión. Así, las larvas y juveniles de algunos bivalvos y
poliquetos pueden incrementar su coeficiente de arrastre favoreciendo así su resuspensión,
mediante un filamento generado por su glándula de biso, ver (Sidgursson et al., 1976). Este
mecanismo de dispersión por biso - byssus drifting- es dependiente del tipo de especie y de la
edad del individuo. En general, para organismos mayores de 5 mm, la generación de biso es
poco importante (ver p.ej. Yankson, 1986; Hiddink et al., 2002; Olivier y Retière, 2006).

1 mm
Figura 5.4. Secreción de biso de un juvenil de Macoma balthica coloreado con alcano azul
(Hiddink et al., 2002).

Para estudiar la hidrodinámica de los ecosistemas acuáticos bentónicos como los bivalvos se
han desarrollado numerosos trabajos a escala de laboratorio en canales hidráulicos. Los
principales estudios se han focalizado en la interacción entre la hidrodinámica en la fase de
sedimentación larvaria, en los mecanismos de selección activa y también, aunque en menor
medida, en los procesos de asentamiento secundario y recolocación de adultos y juveniles.
En el texto se ha recogido información sobre los principales centros e instalaciones disponibles
a nivel europeo en la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). Las características más destacables
de los canales de esta red son que los flujos son hidráulicamente lisos, con velocidades de
fricción entre 0.053-0.015 m/s para una velocidad media de 25 cm/s, y, en varias instalaciones,
con corrientes secundarias asociadas al flujo en curva y también a bajas relaciones de aspecto
B/H (canal estrecho).

- C5.6 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

Los trabajos de arrastre de conchas y bivalvos jóvenes-adultos recogidos en la literatura


analizan este problema desde dos enfoques diferentes. Por un lado, en varios estudios se ha
determinado el umbral del movimiento de organismos y conchas individuales a través el
coeficiente de arrastre, empleando para ello una parametrización cuadrática de las fuerzas de
arrastre y sustentación (Olivera y Wood, 1997; Thompson y Amos, 2002; Peña et al., 2008).
Por otra parte, en otra serie de trabajos se estudia la movilización de los moluscos agrupados
en parches con diferente densidad de reclutamiento, estado y tipo de sustrato (Roegner et al.,
1995; Hunt, 2004; St-Onge y Miron, 2007). Esta metodología consiste básicamente en
determinar el porcentaje de moluscos movilizados, y su relación con la velocidad del flujo o la
velocidad de corte, y con los factores anteriormente mencionados.
En algunos trabajos se ha intentado buscar alguna relación entre el arrastre y la tensión de
fondo empleando el ábaco de Shields (Olivier y Retière, 2006; Hunt et al., 2007), obteniendo
resultados poco alentadores. En la literatura no se han encontrado trabajos que relacionen el
transporte de los moluscos adultos con funciones de transporte de fondo como las empleadas
en esta Tesis Doctoral.

5.2.3. Materiales y métodos

5.2.3.1. Introducción
En la campaña experimental se han analizado un total de 144 escenarios de movilización
de berberechos de tamaños comprendidos entre los ~15 y los ~35 mm bajo 6 velocidades
diferentes, dos reclutamientos 98 (~500 y ~1000 ind/m2) y estados de actividad (con los
moluscos vivos y muertos). Los ensayos se han distribuido en dos grandes bloques en función
de la distribución de tamaños de los bivalvos. En el primer grupo de ensayos se han empleado
berberechos de tamaño uniforme de cuatro tallas: 15-20, 20-25, 25-30 y 30-35 mm. En el
segundo grupo se han analizado dos tallas con mezcla de bivalvos de tamaño entre
comprendido ente ~15 y ~30 mm.
Tabla 5.1. Resumen de los escenarios analizados en los ensayos de movilización de
berberechos realizados en este estudio.

TIPO DE TAMAÑOS ANALIZADOS ESTADO DEL RECLUTAMIENTO VELOCIDAD DE


ENSAYO BERBERECHO LA CORRIENTE

15 – 20 mm
0.29 m/s
Grupo de 20 – 25 mm
0.32 m/s
tamaños 25 – 30 mm
Vivo 500 ind/m2 0.35 m/s
30 – 35 mm
2
Muerto 1000 ind/m 0.39 m/s

Poblaciones Población de Otoño 0.44 m/s


estacionales Población de Primavera 0.47 m/s

98
En este trabajo se ha definido reclutamiento como el número de berberechos presentes por unidad de
superficie de sustrato.

- C5.7 -
Síntesis y discusión de resultados

Para cada configuración analizada se han realizado 4 repeticiones en los ensayos de grupos
de tamaño y 3 repeticiones para las poblaciones de tamaño variable. En la Tabla 5.1 se
presenta un esquema con los escenarios analizados.
En el primer bloque de ensayos, denominado de Grupos de tamaños, los berberechos
presentan un tamaño bastante uniforme y se ha ejecutado siguiendo la metodología
presentada en otros trabajos de la literatura (ver p.ej. St-Onge y Miron, 2007). El segundo
bloque, denominado de Poblaciones estacionales, intenta representar la distribución de
tamaños del C.edule en los Lombos del Ulla al comienzo y al final de la campaña extractiva de
dicho bivalvo (§Figura 4.41). En los experimentos de poblaciones, el grupo más joven de otoño
se caracteriza por un diámetro medio de 20.9, y el de primavera por un diámetro medio de 24.3
mm.
Del mismo modo, los reclutamientos empleados también se seleccionaron en base a los datos
de la zona de estudio (Parada et al., 2006) y a las conversaciones mantenidas con los técnicos
del CIMA de la localidad de Corón, encargados del seguimiento del Plan de Recuperación
Ambiental de los Lombos do Ulla. Como se ha comentado anteriormente, la elección de una
población de tamaño adulto, también atiende a las reuniones mantenidas con los técnicos del
CIMA, que manifestaron el fenómeno de recolocación de los stocks tras fuertes episodios de
precipitación. Por este motivo, las velocidades de ensayo también son elevadas, y se
encuentran en el orden de magnitud de las registradas experimentalmente y evaluadas
numéricamente en los Lombos do Ulla (§4.1).
También hay que señalar que los ensayos con poblaciones estacionales se pueden considerar
innovadores ya que, desde nuestro conocimiento, únicamente se habían analizado hasta el
momento el arrastre de poblaciones con tamaños más o menos uniformes.

5.2.3.2. Instalaciones e Instrumentación


Los experimentos se han realizado en una canal de recirculación en forma de circuito de
carreras de acero inoxidable. Para su construcción se han seguido las recomendaciones
recogidas en la literatura sobre el diseño de canales para el estudio del bentos marino (Nowell
y Jumars, 1984; Nowell y Jumars, 1987) y también se han contemplado las características de
otras instalaciones similares (Jonsson et al., 2006).
La zona de análisis dispone de unas ventanas de plexiglás transparente para facilitar la
realización de los experimentos y para poder emplear técnicas de visualización de flujo. En la
Figura 5.5 (a) se presenta un esquema del canal de ensayo con sus dimensiones geométricas
más importantes. Para producir el movimiento del agua se han empleado un sistema de discos
que giran solidariamente con un eje propulsado por un motor. En la realización de los ensayos
se han empleado dos motores diferentes, uno para las velocidades más bajas (que
denominaremos V01, V02 y V03) y otro más potente para las velocidades de ensayo más altas
(V04 a V06). Se han necesitado dos motores porque con el primero, las velocidades medias del
flujo se consideraron insuficientes 99 .
El canal está provisto en la zona de ensayo de una caja de 70 x 40 x 10 cm, que se llenó con
arena de la desembocadura del Ulla con un diámetro medio 0.98 mm y un d50=1.42 mm. El
canal se llenó con agua de mar bruta filtrada (∼200 μm) hasta una altura de ~15 cm). La

99
Al tratarse de un canal construido inicialmente para este trabajo en el proceso de diseño se han
desarrollado varias fases de prueba y error.

- C5.8 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

relación de aspecto ancho-calado B/H es de ~3.33, similar a la de otros estudios de arrastre de


organismos bénticos a escala de laboratorio (ver p.ej. la Tabla 4.6). En estas condiciones, el
flujo está afectado por la presencia de corrientes secundarias asociadas a la estrechez del
canal.
1.2 m
Sistema de discos que generan
el movimiento del agua brazo y óptica
R: 1 m
láser Nd:YAG

Motor DC 24V plano


Deflectores láser
m
.5
0

Caja de sedimento
R:

B=0.5 m
70 x 40 x 10 cm
cámara CCD

0.7 m
(a) (b)
0.95 m

Figura 5.5. (a) Esquema del canal de recirculación y (b) Montaje experimental del equipo
PIV.

Para determinar los campos de velocidades en la sección de análisis se ha utilizado un equipo


de velocimetría de imagen de partículas PIV de la casa Lavision©, Figura 5.5 (b). El equipo
registró en cada determinación experimental un total de 500 campos de velocidad a una
frecuencia de 3.33 Hz. La adquisición de las imágenes comenzó un minuto después del
arranque de los experimentos. La configuración óptica, el diseño experimental y la evaluación
de imágenes se realizaron en base a las reglas de buena práctica descritas en el Capítulo 3
(§3.3.4.1 y §3.3.4.2) y en el apartado 4.3.3.
El mayor reto del montaje experimental ha sido determinar los campos de velocidades en el
entorno de los berberechos. Los principales problemas que han surgido son inherentes a
cualquier experimento de PIV en el que se desee determinar el flujo muy cerca de un contorno
fijo, o como en este caso, en algunas ocasiones móvil. A medida que nos acercamos al lecho,
existen más problemas por la reducción del número de partículas, con las reflexiones del láser
con el contorno, con el incremento del gradiente de velocidades y también, con el
funcionamiento del esquema de evaluación de imágenes con los algoritmos de correlación
cruzada. Así, la ventana contiene información del contorno que también es evaluada. Este
efecto comienza a notarse a una distancia de 32 px del lecho, unos 8 mm, por lo que vectores
de esta región se verán afectados por este fenómeno.
Otro factor que influye en la calidad de los datos es el número de imágenes disponible para
calcular los estadísticos que describen el flujo. En los experimentos se han empleado juegos de
500 imágenes, un número suficiente para caracterizar sin problemas las velocidades medias y
sus fluctuaciones temporales y espaciales.
Con respecto a la precisión del equipo hay que señalar que el orden de magnitud del error
cometido con la técnica PIV es muy difícil de estimar y depende de numerosos parámetros
como la tridimensionalidad del flujo, el desplazamiento medio, el número de partículas en cada
ventana de interrogación y tamaño. En la actualidad, con las técnicas avanzadas de evaluación
y con juegos de imágenes sintéticas se habla de cotas de error del orden de hasta ~0.03 px

- C5.9 -
Síntesis y discusión de resultados

(Stanislas et al., 2008), aunque en montajes experimentales reales se suele dar una cota de
error de ~0.1 px (ver recientemente Nobach y Bodenschatz, 2009).
En los ensayos de esta Tesis Doctoral se ha determinado un desplazamiento medio, del lado
de la seguridad, de unos ~5 px. Aplicando la cota de error más conservadora, para este
desplazamiento se obtiene un error sistemático de un 2%, o de 0.025 mm.
Además, para el desarrollo experimental se han empleado otras instalaciones auxiliares como
un acuario con agua marina para aclimatar y conservar los berberechos durante la realización
de los ensayos. Para la alimentación de los moluscos se ha cultivado, con ayuda del
Laboratorio de Microbiología de la UDC, el alga Tresaselmis suecica adecuada para este tipo
de trabajos.

5.2.3.3. Campaña experimental


Los berberechos utilizados en los experimentos fueron recogidos por miembros de la
Cofradía de Pescadores de A Coruña en la playa de Santa Cristina, a escasos 10 minutos de
las instalaciones del CITEEC. Una vez recolectados, se clasificaron con la ayuda de un calibre
de precisión de 0.1 mm. En esta primera identificación únicamente se midió la dimensión mayor
(c) de los moluscos. Tras tomar nota de esta dimensión, los berberechos se etiquetaron y se
introdujeron en el acuario relleno con agua de mar durante un periodo de aclimatación de unas
24 horas, previo a la realización de los ensayos.
El área de análisis se dividió en 3 celdas de 15 x 12 cm2 en los ensayos de Grupos de tamaños
y un área de 22.5 x 18 cm2 en los ensayos de Poblaciones estacionales (ver Figura 5.6). De
este modo se han podido analizar simultáneamente 3 tallas en los ensayos de grupos y los dos
tamaños en los ensayos de poblaciones.
Caja de sedimento Caja de sedimento
70 x 40 x 10 cm 70 x 40 x 10 cm
Área de análisis Área de análisis
15 x 12 cm 22.5 x 18 cm

7 cm 7 cm

Plano láser Plano láser


14.5 cm 14.5 cm

0.7 m 0.7 m
(a) 0.95 m
(b) 0.95 m
Figura 5.6. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones.

Antes de comenzar cada ensayo se niveló el lecho. Después, los berberechos fueron
colocados a mano sobre la arena, y tras un periodo de aclimatación de 5 minutos en el canal,
se procedía a arrancar el motor. La duración de los ensayos fue de 5 minutos y 10 minutos,
para los ensayos de grupos de tamaños y de poblaciones estacionales respectivamente. Una
vez finalizado el tiempo de ensayo, se detenía el motor y se procedía a contar los moluscos
arrastrados fuera del área de análisis. Hay que señalar que el modo de movilización de
berberechos es por saltación y también arrastre.

- C5.10 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

Como se puede apreciar en la Figura 5.6, el plano donde se han determinado las velocidades
no está situado en el centro del canal. La elección de este plano de medida atendió a criterios
de visualización del flujo ya que los diferentes recintos experimentales se separaron por una
placa de acero de 2 mm de espesor hincada en la arena, que sobresalía unos 4 cm del mismo.
Las placas separadoras definen zonas de análisis independientes (ver p.ej. de Montaudouin et
al., 2003), y evitan la interacción de los moluscos entre los recintos (p.ej. cambios de región por
saltación). Estas placas también han evitado que la cámara captase los berberechos situados
en las regiones posteriores, ya que su visión habría afectado a las técnicas de evaluación de la
imagen y a la precisión del algoritmo de correlación cruzada.
Al terminar con el estado vivo, los moluscos se introdujeron en una solución de formol al 1%
para matarlos previamente a la repetición de los mismos escenarios con los individuos
muertos. Entre los ensayos con los moluscos vivos y muertos, y también cuando se procedió a
cambiar el motor, se realizó una limpieza del canal. Para facilitar esta labor, los deflectores
fueron retirados. Las pequeñas diferencias en las alineaciones de estas piezas se consideran
responsables de cambios en la estructura del flujo. Estas modificaciones se han percibido en
las distribuciones de tensiones e intensidades turbulentas determinadas experimentalmente
con el equipo PIV.
Además de los ensayos con berberechos, se determinaron los campos vectoriales sobre el
lecho de arena (ensayos de fondo liso). La caracterización hidrodinámica de este escenario ha
permitido comparar las características del flujo que se produce sobre los berberechos con las
del flujo sobre el fondo liso. También han servido para comparar estos resultados con los de la
literatura, ya que en los ensayos de movilización consultados sólo se recoge información de las
velocidades y velocidades de fricción para estas condiciones.

5.2.3.4. Análisis hidrodinámico


Debido a la alta rugosidad del lecho originada por la presencia de los berberechos se ha
aplicado la metodología del doble promediado (DAM) para definir, entre otros parámetros, el
origen (z=0) de los perfiles de velocidad, los perfiles de velocidad doblemente promediados y
las velocidades de corte causantes del movimiento de los moluscos. Con esta técnica también
se han obtenido los perfiles de tensiones e intensidades turbulentas doblemente promediados,
así como los esfuerzos e intensidades de forma o dispersivas.
Para cada uno de los ensayos (fondo liso, poblaciones y grupos de tamaño uniforme) se ha
determinado el perfil de velocidades doblemente promediado. A partir de éste, y con el método
de Clauser, se estimó la velocidad de fricción.
Para los ensayos de fondo liso se ha empleado la siguiente expresión para ajustar la ley
logarítmica de velocidades:

〈U ( z )〉 1 z + d
= ln + Br (5.1)
u* κ ks

donde 〈U ( z )〉 es la velocidad horizontal doblemente promediada, u* es la velocidad de fricción,


κ es la constante de von Kármán, fijada en 0.41, d representa el plano de desplazamiento
nulo, k s es la rugosidad equivalente de Nikuradse y Br es una constante de integración que en
lechos rugosos se establece habitualmente en 8.5±0.2 (Song, 1994).

- C5.11 -
Síntesis y discusión de resultados

Para determinar el valor de la velocidad de fricción se fijaron los valores del plano de
desplazamiento nulo, d = 0.2·d50 ~ 0.5 mm, y de la rugosidad equivalente de Nikuradse, en 2·d50
~ 2.84 mm. El ajuste se ha realizado empleando el tramo de perfil doblemente promediado
situado entre ~0.08 y ~0.2 z/H con ayuda de la herramienta Solver© de Microsoft Excel©.
En los ensayos con berberechos, donde el flujo es rugoso, se ha empleado la siguiente
expresión para la ley logarítmica de velocidades:

〈U ( z )〉 1 z
= ln (5.2)
u* κ z0

donde z0 es la rugosidad característica de la ley de velocidades logarítmica y cuantifica el


efecto de las rugosidades y de la formación de estelas en el lecho.
Empleando esta expresión se asume que la posición del plano de desplazamiento se encuentra
en el origen de coordenadas. El origen z=0 se fijó en la posición media del lecho zm
determinada a partir de la función de rugosidad del mismo φ(z). Este procedimiento se ha
aplicado en base a trabajos recientes sobre lechos de grava donde la posición del plano z=d
coincide prácticamente (con un orden de aproximación inferior a ~1 mm) con la posición del
plano definido por la posición media del lecho (Detert, 2008; Mignot et al., 2009). La validez de
esta hipótesis se comprobó en una serie de experimentos donde se ajustó la expresión
logarítmica para lechos rugosos general (Ecuación (4.19)).
La función de rugosidad de lecho se obtuvo con un algoritmo de detección del fondo
programado en Matlab©. Una vez determinada la posición del lecho y de la superficie de
berberechos, se obtuvo la función de rugosidad de fondo φ(z).

Los campos vectoriales fueron traslados al nuevo origen de coordenadas y antes de proceder
con el tratamiento de los mismos, se eliminaron los vectores situados por debajo de la posición
del lecho. En este proceso también se eliminaron manualmente algunas zonas con vectores
anómalos relacionados con problemas de visualización de gotas o manchas en el cristal del
canal (Figuras 4.60 y 4.61). Esta etapa de preprocesado es una condición imprescindible para
poder obtener unos buenos resultados.

5.2.3.5. Análisis estadístico de los resultados


Para poder cuantificar estadísticamente la interacción de los diferentes factores analizados
(flujo, tamaño, reclutamiento y estado) en la movilización de los berberechos se ha empleado la
técnica del Análisis de la varianza o ANOVA. Este test permite determinar si la media de la
variable analizada, en este caso el porcentaje de berberechos movilizados, es igual para todos
los niveles o grupos del factor o factores analizados, p.ej. el reclutamiento que podría tener los
reclutamientos bajo o alto.
El análisis estadístico de los dos bloques de ensayos se ha realizado con un test ANOVA
factorial, con todos los factores involucrados y sus interacciones. Este modelo se ha
desarrollado con ayuda del software SPSS©. Previamente, se ha realizado un análisis
exploratorio de los datos empleando varios test de normalidad, representación de histogramas
y gráficas de cajas y bigotes. El objetivo del análisis exploratorio es el de analizar tendencias.
Siguiendo las indicaciones de la literatura, los datos fueron transformados (arcsin√x) y con
ayuda del test de Cochran, se comprobó la homogeneidad de las varianzas (Underwood,
1997). Una vez realizado el contraste ANOVA, se aplicaron los test de comparación múltiple a

- C5.12 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

posteriori de SNK, Tukey HSD y Bonferroni para determinar qué niveles de cada factor influían
significativamente sobre la movilización de los berberechos

5.2.3.6. Funciones de transporte de fondo


Para relacionar las velocidades de fricción y las tensiones tangenciales sobre el lecho con
la movilización de los berberechos se ha aplicado una metodología determinista para la
obtención de fórmulas de transporte de sedimentos de fondo. En concreto, se ha empleado el
concepto de función de transporte que consiste en definir una relacional funcional,
habitualmente potencial, entre un parámetro de estabilidad Ψ, en este estudio el parámetro de
Shields, con un parámetro de movilidad del lecho. Se han empleado dos variables
adimensionales de movilidad Φq y ΦE, definidas a partir del caudal sólido y del ratio de
movilización volumétrico. En los apartados 4.2.5., 4.4.3.3 y 4.4.4.3 se pueden consultar el resto
de detalles de esta metodología.

5.2.4. Caracterización de los berberechos


La caracterización geométrica tiene como objetivo determinar las propiedades de los
berberechos que pueden emplearse para caracterizar su arrastre por una corriente de agua,
fundamentalmente su tamaño y densidad. Para realizar esta caracterización se han empleado
un grupo de 80 individuos de todas las tallas empleadas en los ensayos.
La metodología empleada para determinar la densidad de las conchas y del resto de parámetro
geométricos es similar a la utilizada en trabajos anteriores (ver p.ej. Anta, 2006). Se ha
encontrado que la densidad de los berberechos y de las conchas se ajusta bien, con una
aproximación lineal, al tamaño característico c, que representa la anchura del cuerpo. Ésta y
otras relaciones como el diámetro nominal o el peso de la concha se recogen en la Tabla 5.2.
Tabla 5.2. Principales relaciones entre la anchura del berberecho c y las principales
variables geométricas (la definición de las mismas se encuentra en §4.4.1).

VARIABLES TIPO DE AJUSTE ECUACIÓN R2

a, altura [mm] Potencial a 0.4866 ⋅ c1.1106 0.98


b, anchura [mm] Potencial b 0.9681 ⋅ c0.9745 0.99

Dn, diámetro nominal [mm] Lineal Dn 0.6197 ⋅ c + 4.6695 0.97

Scb, área en planta [mm2] Potencial Scb 0.7623 ⋅ c1.9738 0.99

Vc, volumen total [mL] Potencial Vc 0.032 ⋅ c 2.2436 0.97

ms, masa de la concha [g] Potencial ms 7 ⋅10−5 c 3.3084 0.98

ρ s , densidad de la concha [ g/cm3] Lineal ρs 0.0605 ⋅ c + 0.2235 0.88

ρc
3
ρt , densidad total [ g/cm ] Lineal 0.0261⋅ c + 0.6613 0.88

Los valores medios (±desviación estándar) de las densidades de concha y berberechos han
sido de 1.69±0.45 g/cm3 y 1.29±0.19 g/cm3 respectivamente. Para la definición de los
parámetros de estabilidad y de movilidad de las fórmulas de transporte de caudal sólido de
fondo se han empleado unas densidades de berberecho de 1.09, 1.24, 1.40 y 1.54 g/cm3, para
las tallas de 15-20, 20-25, 25-30 y 30-35 mm respectivamente. Para los grupos de tamaños, las

- C5.13 -
Síntesis y discusión de resultados

densidades medias de los bivalvos de la población de otoño y primavera han sido 1.20 y 1.29
g/cm3 respectivamente.
Los principales parámetros determinados en este trabajo coinciden con los valores de trabajos
desarrollados en la zona de los Lombos do Ulla (González y Pérez, 1984b, a) y con los
realizados anteriormente por el GEAMA.

5.2.5. Caracterización del flujo en los ensayos de fondo liso


Los principales parámetros hidrodinámicos de los ensayos realizados sobre el lecho sin
berberechos se presentan en la Tabla 5.3. En la misma se recogen los valores de la velocidad
media y máxima doblemente promediada 〈U med 〉 y 〈U max 〉 , la velocidad de fricción
característica u*log, estimada a partir de la ley logarítmica de velocidades, y la velocidad de
fricción determinada de la extrapolación lineal del perfil de tensiones tangenciales u*uw. En las
u
últimas columnas también se ha incluido el número de Reynolds Re ≡ y el parámetro de

u*2
Shields o número densimétrico de Froude Fr*Δ ≡ , calculado con el diámetro medio
Δgd m
ρs
del sedimento y Δ = −1.
ρ
La relación entre la velocidad máxima y media del flujo es de 1.11±0.03 (media±desviación
estándar) y la relación entre la velocidad media y la de corte es de 0.077±0.001, por lo que se
encuentra dentro del rango habitual establecido para ríos naturales en u* = (0.05 – 0.10)U. El
valor del parámetro de Shields umbral para que comience el transporte de sedimentos se
establece habitualmente en 0.056. Según este criterio el movimiento de los granos de arena
comenzaría para la velocidad de 0.39 m/s, aunque en los ensayos se detectó movimiento de
arena en el segundo y en el tercer escalón de velocidad (0.32 y 0.35 m/s). Este hecho es
consistente con el rango de variación del parámetro de Shields que se puede encontrar en la
literatura, 0.030-0.086 (Buffington y Montgomery, 1997).
Tabla 5.3. Resumen de los principales propiedades del flujo en los ensayos realizados
sobre fondo liso. La nomenclatura de los ensayos ha sido V01FL a V06FL,
donde donde “FL” hace referencia a Fondo Liso.

ENSAYO
〈U med 〉 〈U max 〉 u* ≡ u*,log u*uw Re h Fr*Δ
-3
(m/s) (m/s) (m/s) (m/s) (x10 ) (-)

V01FL 0.294 0.342 0.0228 0.0158 44.7 0.033

V02FL 0.315 0.351 0.0234 0.0159 48.0 0.035

V03FL 0.346 0.383 0.0262 0.0176 52.8 0.044

V04FL 0.391 0.437 0.0305 0.0230 58.6 0.060

V05FL 0.446 0.487 0.0346 0.0256 67.8 0.077

V06FL 0.471 0.515 0.0363 0.0239 69.6 0.085

- C5.14 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

En la Tabla 5.3 también se puede observar como las velocidades de fricción determinadas a
partir de la extrapolación del perfil de tensiones de Reynolds son inferiores, un 70±4% en
términos medios, a las estimadas a partir del perfil logarítmico. Estas variaciones se atribuyen
fundamentalmente a la presencia de corrientes secundarias que modifican la distribución de
tensiones de Reynolds. Por este motivo, se ha empleado la velocidad de corte determinada con
la ley logarítmica de velocidades como velocidad característica para el análisis de los perfiles
de velocidades y tensiones, ya que, en sentido estricto, la velocidad de corte determinada a
partir de la extrapolación las tensiones de Reynolds sólo es válida para flujos bidimensionales
uniformes (Detert, 2008).
Siguiendo el procedimiento explicado en la metodología, se han determinado las velocidades
de fricción con errores cuadráticos medios inferiores al 1%, y con un valor medio para la
constante de integración integración Br de 8.40±0.11 que se encuentra dentro de los rangos
habituales para régimen rugoso. Hay que señalar que la existencia de transporte de
sedimentos de fondo afecta a la parte inferior del perfil de velocidades que se retrasa
ligeramente, y adquiere forma de S (Wang et al., 2001). Esta circunstancia, así como el efecto
de descenso de velocidades provocado las corrientes secundarias, se han registrado en la
distribución vertical de velocidades, como se puede ver en la Figura 5.7.
0.60
V01FL
V02FL
0.50 V03FL
V04FL
V05FL
0.40
V06FL
〈u 〉 (m/s)

0.30

0.20

0.10

0.00
0.01 0.1 1
z / H (-)
Figura 5.7. Perfiles de velocidad doblemente promediados en los ensayos de fondo liso.

La posición de la velocidad máxima δh se encentra en el rango δh /H ~0.35±0.08. Este valor es


sensiblemente inferior a lo que cabría esperar según la descripción y relaciones empíricas
encontradas en la literatura, que lo situarían en el entorno de ~0.65·H. Esta posición tan baja
puede estar originada en el efecto combinado del transporte de sedimentos y la no uniformidad
del flujo, con las corrientes secundarias originadas por la estrechez del canal. Tampoco se
pueden descartar corrientes secundarias por efectos de flujo en curva.
En la Figura 5.7 se puede apreciar como el perfil de velocidades presenta dos formas
diferentes entre los ensayos V01 a V03 y V04 a V06. Este efecto ha sido provocado por la
necesidad de emplear dos motores diferentes durante la realización de los ensayos. Sin
embargo, estas diferencias se producen fundamentalmente en la zona externa del flujo
(z/H>0.2-0.3), por lo que la determinación de las velocidades de fricción y las tensiones sobre el
lecho a partir de la ley logarítmica de velocidades no se ha visto afectada por esta
circunstancia.

- C5.15 -
Síntesis y discusión de resultados

Respecto a la estructura de las intensidades turbulentas hay que señalar que éstas también
reflejan la existencia de corrientes secundarias, especialmente en la mitad inferior del calado
donde se separan más de las distribuciones empíricas universales para flujo 2D uniforme
recogidas en la literatura (§Figura 4.67; Nezu y Nakagawa, 1993; Kironoto y Graf, 1994). El
valor de las intensidades turbulentas verticales de forma normalizadas con la velocidad de
fricción en la región del lecho, 〈σ w 〉 / u* ∼ 0.2 , es similar al de otros trabajos sobre flujos lisos o
de transición (Cameron et al., 2008). Sin embargo, para la componente horizontal los valores
determinados son ligeramente inferiores a los de la literatura, 〈σ u 〉 / u* ∼ 0.1 vs ∼ 0.4 . En el resto
de la vertical, las tensiones de forma son prácticamente constantes y muy reducidas (~0.05), en
la literatura y para la componente horizontal en estos ensayos. Nuevamente, el valor de la
tensión de forma adimensional vertical (~0.1) es un tanto elevado lejos del contorno. Este
incremento de la intensidad turbulenta y de las tensiones de forma verticales se atribuye al
efecto de las corrientes secundarias sobre la estructura de las velocidades verticales.
Las tensiones de Reynolds también reflejan el efecto de las corrientes secundarias y la no
uniformidad del flujo, especialmente para los ensayos de las velocidades más altas (§Figura
4.68). Se ha cuantificado la contribución de los esfuerzos de Reynolds a la tensión sobre el
lecho (determinada a partir u*log ) en un 51±5%. Este valor es un tanto inferior al recogido por
Detert (2008), que para un lecho de gravas y esferas en unas condiciones de flujo ligeramente
no uniforme en la línea central de un canal de relación B/H=4.5 encontró una relación entorno
al 80% (u*uw/u*log=90±3%). En la literatura se ha cuantificado la importancia de las corrientes
secundarias a través de medidas experimentales de la componente v de la velocidad
transversal. Como se comentará en el apartado 5.2.7, en algunos flujos rugosos este término
puede representar hasta un ~70% de la tensión total (Coleman et al., 2007).

5.2.6. Análisis estadístico de la movilización de los berberechos


En el análisis exploratorio de los datos se ha constatado que al estudiar la movilización de los
berberechos respecto a un único factor, como la velocidad, ésta presenta cierta dispersión
(p.ej. desviación estándar). Además, la dispersión es mayor en los ensayos de tallas que en los
ensayos de poblaciones estacionales. Este fenómeno se atribuye a la influencia de las
interacciones que se producen entre factores, p.ej. en la movilización no sólo influye la
velocidad sino también la talla del individuo.
Respecto al análisis de los factores individuales para el ensayo de grupos de tamaños, o tallas,
se puede señalar que a medida que la velocidad aumenta y/o la talla disminuye, se incrementa
el porcentaje de berberechos arrastrados de la sección de análisis. Los valores medios son del
10% y del 58% para la velocidad más baja y más alta respectivamente, y del 60%, 31%, 18% y
17% para las tallas de 15-20, 20-25, 25-30 y 30-35 mm respectivamente.
Para la talla de 15-20 mm y las velocidades de ~0.30 y ~0.35 m/s (u* = 0.0228 y 0.0262 m/s),
los porcentajes de berberechos movilizados son del 25% y 50%. St-Onge y Miron (2007),
realizaron varios ensayos de arrastre de la almeja M.balthica bajo velocidades de corriente
similares (~0.29 y ~0.35 m/s), aunque con una velocidad de fricción ligeramente inferior (0.0201
y 0.0235 m/s). Para estas condiciones, el porcentaje de bivalvos movilizado era prácticamente
constante y dependía del tipo de sedimento, produciéndose un arrastre del 10% y del 40% para
un lecho de gravas y arenas respectivamente. Por tanto, parece que el fenómeno de arrastre
de estos moluscos es similar. No se han encontrado en la literatura trabajos para comparar con
los resultados obtenidos para las tallas y velocidades mayores.

- C5.16 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

Tabla 5.4. Porcentaje de berberechos movilizados en función de la velocidad de la


corriente y de la talla. Ensayos de grupos de tamaños.

VELOCIDAD
TALLA
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s

15-20 mm 25.1% 50.6% 49.0% 71.8% 77.3% 84.5%

20-25 mm 12.8% 30.9% 26.0% 22.6% 43.4% 52.0%

25-30 mm 2.4% 14.9% 16.3% 10.9% 20.9% 45.3%

30 - 35 mm 0.0% 0.3% 0.0% 18.5% 34.3% 50.0%

En la Tabla 5.4 se puede apreciar como el porcentaje de berberechos movilizados desciende


ligeramente entre el segundo y tercer escalón de velocidad, para la talla más pequeña, y entre
el segundo y cuarto escalón, para las tallas intermedias. Esta no linealidad se atribuye al
comienzo del transporte de fondo de arena (recordemos que para estos niveles de velocidad
estamos en el terreno del umbral de Shields). En estas condiciones, los moluscos pueden
quedar parcial o totalmente enterrados por la arena antes de que se produzca su arrastre. Sin
embargo, cuando la potencia del flujo aumenta, los bivalvos son arrastrados antes de que
puedan ser enterrados Además, como los berberechos más pequeños son más fácilmente
erosionables, el descenso de la movilización se reduce sólo al segundo y tercer nivel de
velocidad.
La talla más grande presenta un comportamiento cuasi-lineal a partir de los ~0.40 m/s. Para
velocidades inferiores, el número de berberechos arrastrados es prácticamente nulo. Además,
también es reseñable que el porcentaje de berberechos arrastrados de esta talla es mayor que
el de la talla de 25-30 mm. Este fenómeno se debe probablemente a que están más expuestos
a la corriente (por su mayor superficie de exposición) y también a que es más difícil, por su
mayor volumen, que queden enterrados como los individuos de menor talla.
Los resultados de los ensayos de poblaciones estacionales reflejan también que la velocidad y
la talla son factores que afectan a la movilización de los moluscos (Tabla 5.5). Sin embargo,
para estos ensayos no se ha detectado un menor ratio de arrastre por efecto del transporte de
arena. Sin embargo, sí que es significativo que las dos poblaciones estacionales para las
velocidades más bajas presenten una mayor resistencia al flujo que la ofrecida por la talla
equivalente en el ensayo de tamaños (la talla de 20-25 mm). Si se compara la movilización
media para estas velocidades se observa p.ej. que para la segunda velocidad, un ~30 % de los
berberechos de la talla de 20-25 mm son arrastrados mientras que para las poblaciones el
porcentaje asciende a un ~10-14%. Estos porcentajes de movilización se parecen más a los de
la talla de 25-30 mm que a los de la talla de 20-25 mm.
Tabla 5.5. Porcentaje de berberechos movilizados en función de la velocidad de la
corriente y la talla. Ensayos de poblaciones estacionales.

VELOCIDAD
TALLA
0.298 m/s 0.315 m/s 0.346 m/s 0.391 m/s 0.446 m/s 0.471 m/s

Otoño dm∼21 mm 8.5% 13.7% 20.1% 29.6% 53.1% 72.7%

Primavera dm∼24 mm 8.0% 9.8% 15.0% 24.1% 41.2% 57.4%

- C5.17 -
Síntesis y discusión de resultados

Para velocidades mayores este efecto desaparece y los ratios de transporte se igualan, aunque
para la población estacional más pequeña son ligeramente superiores a los de la talla de 20-25
mm.
Las diferencias que se producen entre los grupos de tallas y las poblaciones estacionales son
similares a las que se encuentran cuando se estudia el transporte de dos mezclas de
sedimento con el mismo tamaño medio pero diferente distribución granulométrica. En una
mezcla de sedimentos con tamaños de grano variados, se producen fenómenos de
ocultamiento de los granos más pequeños y de exposición de los más grandes. Este proceso,
favorece que los sedimentos más pequeños de la mezcla tengan una tensión crítica mayor que
la equivalente a la de un lecho del mismo tamaño pero con granulometría uniforme. De modo
opuesto, los granos gruesos de una mezcla tienen una tensión crítica relativa menor que
cuando la distribución es uniforme (ver entre otros Parker, 1989; García, 2006):
Si este efecto se reproduce en los ensayos de transporte de berberechos, se tendrá que para
las distribuciones de bivalvos no uniformes la distribución de poblaciones presenta una tensión
de arrastre relativamente mayor que una con el mismo tamaño pero de distribución uniforme.
Por este motivo, los moluscos de poblaciones son más resistentes al arrastre que los de la talla
de 20-25 mm para las velocidades más bajas. Una vez superado el umbral de movimiento de la
distribución no uniforme, las diferencias con la talla homogénea desaparecen.
El factor reclutamiento también afecta al proceso de arrastre de los berberechos, reduciéndose
el porcentaje de movilización con las mayores densidades de reclutamiento. En términos
medios, se pasa del 37% al 26% en los ensayos de tallas, y del 35% al 24% en los ensayos de
poblaciones.
Con respecto al estado de los berberechos, también se ha encontrado un comportamiento
diferenciado entre los ensayos de tallas y poblaciones, ya que en los primeros la movilización
media es superior con los moluscos muertos (35% vs 28%). En los ensayos de poblaciones, el
porcentaje medio de moluscos arrastrados vivos y muertos es prácticamente el mismo, y se
sitúa en el entorno del 29%.
Para confirmar las tendencias encontradas en el análisis exploratorio se realizó un análisis de
la varianza para cada bloque de ensayos. Este análisis confirma que todos los factores
involucrados en los ensayos de tallas influyen la movilización de los moluscos, y además con
niveles de significancia muy altos (p<0.001). En los ensayos de poblaciones, el test refleja que
sólo la velocidad, la talla y el reclutamiento afectan a la media de berberechos arrastrados
(también, con significancia estadística elevada, p<0.001).
En los ensayos de tallas, el ANOVA indica que algunas interacciones también afectan a la
movilización (§Tabla 4.19). Son significativas (p<0.05) las interacciones de primer orden
Velocidad x Talla, Talla x Estado y Densidad x Estado y las de segundo Velocidad x Talla x
Densidad, Velocidad x Talla x Estado. Al analizar la potencia del test se comprueba que todos
los factores e interacciones significativas tienen una potencia elevada, 1-β > 0.9. Son una
excepción las interacciones secundarias Talla x Estado y Densidad x Estado, que tienen una
potencia cercana al 70%, que está un poco por debajo del límite de lo que se podría considerar
como un resultado significativo.
Hay que señalar que la existencia de interacciones no representa ningún problema mayor que
el incremento de la complejidad del análisis. En muchos experimentos se producen
interacciones con factores que no se analizan, y no se conoce de su existencia. Además, la

- C5.18 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

presencia de interacciones es habitual en los estudios consultados en la literatura (ver entre


otros Roegner et al., 1995; Hunt, 2004; St-Onge y Miron, 2007) .
Al existir interacciones significativas entre los factores principales, la información que
proporcionan los tests de comparaciones múltiples no es tan valiosa ya que no se están
contemplando las mismas. A pesar de esta limitación, se realizaron varios tests de
comparación múltiple (SNK, SNK modificado, Tukey HSD y Bonferroni) que arrojan resultados
similares. Así, para las velocidades donde se produce la interacción entre el arrastre y el
transporte de sedimentos (0.30, 0.32 y 0.35 m/s), las diferencias en las medias no son
significativas. Estos tests tampoco encuentran diferencias significativas entre las dos tallas más
grandes. Los contrastes t de Student confirman las tendencias descritas en el análisis
exploratorio para los factores reclutamiento y estado.
Con respecto a los ensayos de poblaciones, hay que señalar que no se han encontrado
interacciones significativas. Los tests a posteriori señalan que todos los escalones de velocidad
y el reclutamiento producen un efecto significativo sobre el arrastre de los grupos de
berberechos analizados. Sin embargo, estos contrastes no encuentran diferencias significativas
para el factor talla. Esto se debe a que la potencia del test ANOVA es mucho mayor que la de
los test de contraste múltiple, es decir, es capaz detectar diferencias en la media menores
(Underwood, 1997).

5.2.7. Caracterización del flujo sobre los berberechos

5.2.7.1. Características generales


Las características del flujo en los ensayos de grupos de tamaños y de poblaciones
estacionales se han comparado con los ensayos de fondo liso. También se ha realizado un
análisis exploratorio y de tendencias de los principales parámetros (propiedades del flujo,
escalas características y rugosidad del lecho) en función de los factores analizados: velocidad,
talla, reclutamiento y estado. Este análisis no se ha podido complementar con contrastes
estadísticos para determinar la significancia de los factores que influyen en los parámetros,
porque las características hidrodinámicas están determinadas sin repeticiones y no es posible
aplicar un contraste ANOVA convencional.
Las velocidades registradas en ambos tipos de ensayo son ligeramente inferiores a las
determinadas con el lecho sin berberechos, con una diferencia media del 93±3% y 91±6% para
los grupos y las poblaciones estacionales respectivamente. El análisis de las velocidades, y los
números de Re y Fr, revelan que estos parámetros no varían sustancialmente con la talla, el
reclutamiento o la densidad (las variaciones entre niveles son inferiores al 5% del valor medio).
Como variaciones relevantes se puede señalar, en primer lugar, que los parámetros de la talla
de 15-20 mm se parecen más a los valores de fondo liso, hecho relacionado con la reducida
rugosidad que introducen estos bivalvos y porque además son arrastrados rápidamente y en
mayor número. También se ha encontrado que para el estado muerto, las velocidades del flujo
son superiores que para el estado vivo. En términos medios, y para los dos tipos de ensayo, las
diferencias son de unos 6 cm/s, ~0.39 cm/s vs ~0.33 cm/s. Estas diferencias podrían estar
relacionadas con la actividad filtradora de los moluscos en la estructura de las velocidades.
El descenso de las velocidades de fricción para los ensayos de grupos de tallas puede estar
relacionado con la interacción entre el transporte de sedimentos y la movilización de los
berberechos. Como se ha comentado en el apartado anterior y en el Capítulo 4, por efecto del

- C5.19 -
Síntesis y discusión de resultados

transporte de fondo de la arena se produce un descenso de la cantidad de moluscos


movilizados. En la Figura 5.8 se puede observar que en las velocidades en las que se produce
este fenómeno, también se reducen las velocidades de corte. En los ensayos de poblaciones,
el arrastre de bivalvos es proporcional a la velocidad y lo mismo sucede con la velocidad de
fricción.

0.06
u* ≅ 0.08u - 0.01; R =0.99
2
fondo liso
media grupo tallas
talla 20-25 mm
media poblaciones u* ≅ 0.13u - 0.01; R2 =0.92
0.05
(m/s)

0.04
u*

0.03

0.02
0.25 0.30 0.35 0.40 0.45 0.50

〈u 〉 (m/s)
Figura 5.8. Relación entre la velocidad media doblemente promediada y la velocidad de
fricción media determinada a partir de la ley logarítmica de velocidades para los
ensayos de grupos de tallas y poblaciones estacionales.

El análisis de la rugosidad del lecho refleja que con el incremento de la velocidad, la rugosidad
característica y la posición del plano z=0 descienden, cuando nos encontramos en los ensayos
de grupos de tallas. En los ensayos de poblaciones, no parece existir un patrón de
comportamiento con la velocidad, evidenciando nuevamente que no sólo la talla sino también
como ésta se distribuye influyen en los ensayos de movilización. Al analizar estas variables con
la talla y densidad se observa una relación directa con la talla (a mayor talla mayor rugosidad
característica) e inversa con el reclutamiento.

Para los ensayos de grupos de tallas se ha realizado un análisis de la rugosidad relativa λ/Δ en
los escenarios de reclutamiento bajo. Este estudio revela que al disminuir la talla se produce un
incremento en el ratio λ/Δ, por lo que el flujo se asemeja más al que se produce sobre un
obstáculo bidimensional aislado. En estas condiciones la tasa de transferencia de cantidad de
movimiento sobre el lecho aumenta. En la Figura 5.9 se puede observar como para el
reclutamiento bajo el gradiente de velocidades es mayor cerca del lecho, lo que se traduce en
una mayor velocidad de fricción y en un incremento de las sobre el fondo. Al reducirse el
espaciamiento, con tallas mayores o sobre configuraciones de lecho más uniformes
espacialmente como las de mayor densidad o las de los ensayos de poblaciones, la velocidad
de fricción se reduce para las mismas condiciones de flujo, y por tanto, la capacidad e
movilización de los berberechos.
Respecto a las escalas geométricas características los resultados más reseñables se refieren a
la posición del punto de velocidades máximas en la vertical, medido como δh o δh / H, y a la
sumergencia relativa de los experimentos, H/Δ. Las determinaciones experimentales confirman
que la magnitud de las velocidades verticales influyen en la relación δh / H, ya que, a mayor talla
y/o menor reclutamiento, la posición de las velocidades máximas se acerca hacia el lecho. Por

- C5.20 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

ejemplo, la relación entre la posición δh / H para los ensayos de tallas y los de fondo liso ha sido
0.34±0.16 mientras que los ensayos de poblaciones el ratio medio es 0.44±0.17.
0 0.1 0.2 0.3 0.4

m/s
reclutamiento bajo: λ/Δ>>

20

-20

-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120


x (mm)
reclutamiento alto: λ/Δ<<
20

-20

-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120


x (mm)

Figura 5.9. Distribución de la velocidad horizontal promediada en el tiempo en el ensayo


realizado con berberechos vivos de 25-30 mm para la velocidad V05 (0.45 m/s)
Se pueden apreciar las diferencias en la distribución espacial de las rugosidades
para el reclutamiento bajo y alto y su efecto sobre la estructura de las
velocidades. En amarillo se han representado zonas de velocidad negativa.

Es decir, el fenómeno del velocity dip es más pronunciado en lechos más rugosos. Este
fenómeno también puede estar relacionado con la importancia de las corrientes secundarias,
que para las mismas condiciones de flujo son más importantes en rugosidades tipo –k (flujo
sobre obstáculo aislado) que en las de tipo –d (flujo rasantes). Coleman et al. (2007),
cuantificaron esta importancia en unos ensayos sobre traviesas cuadradas con diferentes
separaciones relativas λ/Δ en un canal con una relación B/H=3. Estos autores señalan que la
separación de las traviesas influye en la contribución de las corrientes secundarias a la tensión
total, que varía entre un ~40% y en un ~70% para relaciones λ/Δ entre 2 y 16 respectivamente.
Por lo tanto, si el término asociado a las corrientes secundarias no se hubiese determinado,
una extrapolación directa de las tensiones de Reynolds hasta el lecho habría llevado a
subestimar de forma sistemática la velocidad de corte y las tensiones tangenciales sobre el
lecho. La aparición de estas tensiones se puede atribuir a las propias rugosidades que generan
un flujo 3D, y también a la relación de aspecto de los ensayos que fue B/H=3.

Por este motivo, el parámetro δh / H se encuentra por debajo de los valores encontrados en la
literatura y los predichos por las fórmulas empíricas presentadas en el Capítulo 2. Además, en
general para las velocidades más altas la relación δh / H se encuentra por encima o muy cerca
de la mitad del calado, y para las velocidades más bajas, por debajo de la mitad del calado.

- C5.21 -
Síntesis y discusión de resultados

Con respecto a la sumergencia relativa se puede señalar que en los ensayos realizados con la
talla de 15-20 mm se puede considerar alta (H/Δ~20). En los ensayos de poblaciones
estacionales y en las tallas intermedias la sumergencia se encuentra en un rango medio,
H/Δ~8-10, mientras que para la talla de 30-35 mm es ligeramente baja. En cualquier caso, para
esta talla no llega a los extremos de ser un flujo de tipo rugoso (H/Δ<3-4, §Figura 2.9, §2.3.1).

5.2.7.2. Velocidades doblemente promediadas


Se han analizado los campos de velocidades medias horizontales, verticales y totales,
promediadas en el tiempo para diferentes grados de reclutamiento en los ensayos de grupos y
de poblaciones. En los campos de velocidades se refleja el proceso de adaptación del flujo a la
rugosidad localizada que produce la presencia de los berberechos. Así, en la zona aguas arriba
de la sección de análisis, a la altura del primer molusco, las velocidades son ascendentes pero
ligeramente más lentas que las del promedio de la sección. Sobre los moluscos se produce una
aceleración del flujo, y al final de la zona de análisis, en la expansión, las velocidades
adquieren una componente descendente y vuelven a reducirse ligeramente.
El análisis de las componentes de la velocidad confirma que para las densidades altas el flujo
es más rasante y que para la densidad más baja, en los ensayos de tallas, el flujo se asemeja
al flujo sobre un obstáculo aislado. Para este tipo de escenarios, se ha llegado apreciar zonas
velocidades horizontales negativas tras los moluscos, asociadas probablemente al proceso de
separación del flujo y formación de estelas sobre estos cuerpos (ver Figura 5.9). En los
ensayos de poblaciones, la diferencia de rugosidad asociada a cada densidad de reclutamiento
no es tan pronunciada como en los ensayos de tallas, porque las características del lecho
(altura característica y distribución de las mismas) son más homogéneas al estar formado éste
por moluscos de tamaños muy diversos.
La representación de este campo permite visualizar patrones organizados de flujo, provocados
por la disposición de los moluscos, superpuestos al flujo medio (Coleman et al., 2007; Pokrajac
et al., 2007).. De forma similar al estudio de las estructuras coherentes en el dominio del
tiempo, la representación vectorial de las perturbaciones de la velocidad permite observar
estructuras y vórtices formados sobre los berberechos como los presentados en la Figura 5.10.
ω (s -1)

-50 -20 0 20 50

20

-20

-60 -40 -20 0 20 40 60 80 100 120

Figura 5.10. Campo vectorial de las perturbaciones espaciales de la velocidad (u, w) para el
ensayo con el reclutamiento alto presentado en la Figura 5.9. Se ha
representado la vorticidad del campo y las estelas persistentes formadas en el
entorno de los berberechos más grandes del lecho.

- C5.22 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

El análisis de las componentes horizontales y verticales de la perturbación de la velocidad


demuestra la correlación que existe entre el flujo y la forma del lecho. Así, inmediatamente
aguas arriba y aguas abajo de los moluscos en los ensayos de talla con el reclutamiento bajo,
se ha registrado que la componente u es negativa y positiva, representado el proceso de
frenado y aceleración del flujo (§Figura 4.78-b). Cuando el flujo es más rasante, grupos de talla
con densidad alta y poblaciones estacionales, este proceso no es tan marcado y sólo se puede
percibir al comienzo y final de la sección de análisis o sobre algún berberecho que haya sido
recolocado y sobresalga del lecho (§Figura 4.78-a, 4.103a). Las perturbaciones verticales w
son positivas aguas arriba de los moluscos que sobresalen del parche, o de todos los moluscos
en las configuraciones de talla y baja densidad, y negativas aguas abajo de los mismos. El
estudio de las perturbaciones de la velocidad también indica que el efecto de la rugosidad en
las velocidades horizontales es más reducido, y se produce entre los senos del lecho y pocos
centímetros por encima de las crestas. En la vertical, la afección sobre la estructura del flujo es
mucho mayor, y está relacionada con la rugosidad del fondo. Así, en los ensayos de talla con el
reclutamiento bajo el efecto alcanza casi todo el calado, y con el reclutamiento alto y en los
ensayos de poblaciones, llega hasta ~1/2 o ~2/3 de la vertical.
Se han intentando analizar los perfiles de velocidad de modo conjunto pero se ha encontrado
mucha variabilidad en la forma de los perfiles. Así, no se ha encontrado una forma “genérica”
para el perfil p.ej. en función de la rugosidad o el grado de reclutamiento. Este hecho se achaca
a que en cada ensayo el lecho presentaba una forma diferente. Así, aunque mantiene la talla y
el grado de reclutamiento, los berberechos se dispusieron aleatoriamente sobre la arena, y por
el propio proceso de arrastre, la forma del lecho en cada ensayo era única.

5.2.7.3. Intensidades turbulentas y tensiones de corte


En los apartados 4.4.3.2 y 4.4.4.2 se ha mostrado la importancia de las corrientes
secundarias y la rugosidad provocada por el parche de berberechos (forma, espaciamiento y
talla) sobre las distribuciones de las intensidades turbulentas y tensiones de Reynolds y forma.
Además de estos factores, se ha vuelto a confirmar que otros aspectos externos como el
cambio del motor o pequeñas alteraciones en la alineación de los deflectores también afectan a
la distribución de tensiones.
El comportamiento de las distribuciones de intensidades de forma es similar en las distintas
configuraciones de lecho ensayadas. Así, las intensidades horizontales y verticales coinciden
prácticamente desde la lámina libre hasta una profundidad de 30-40 cm. A partir de este punto,
las intensidades horizontales siguen una ligera tendencia creciente y las verticales aumentan
de un modo considerable, multiplicando su valor en 2-3 veces al de las intensidades
horizontales. Este comportamiento difiere del encontrado en los trabajos de flujos lisos o de
transición, donde las intensidades de forma horizontales suelen duplicar a las verticales y
donde además, la variación de la distribución se produce únicamente en la parte más próxima
al lecho, entre un 3 – 5% del calado (Cameron et al., 2008).
En los dos bloques de ensayos, el incremento de las intensidades verticales está relacionado
con el grado de reclutamiento, siendo mayor para la densidad más alta. Estos hechos reflejan
la importancia del flujo ascendente y descendente cerca del fondo en nuestros experimentos,
que se produce por el efecto combinado de la tridimensionalidad del lecho y de las corrientes
secundarias de la sección.

- C5.23 -
Síntesis y discusión de resultados

Las tensiones de Reynolds no siguen la distribución lineal de los flujos 2D uniformes. Además,
al observar la distribución de este parámetro es más notable la influencia del tipo de motor y del
estado de los berberechos en la forma de la misma.

120

105

90
z (mm)

z (mm)
75

60

45

30

15

-15
0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006 0.0008 0.0006 0.0004 0.0002 0 -0.0002 -0.0004 -0.0006

a) 〈uw 〉 b) 〈uw 〉

Figura 5.11. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de talla comprendida entre 20 y 25 mm: a) densidad baja y b) densidad alta.

Las tensiones de forma reproducen en general el comportamiento de las intensidades de forma


verticales, con valores positivos (opuestos a las tensiones de Reynolds) y magnitudes
superiores para el reclutamiento alto (ver Figura 5.11). Sin embargo, en algunas ocasiones se
han determinado perfiles con intensidades de forma positivas y en otros casos con fuertes
oscilaciones y cambios de signo entre las crestas y los senos del lecho. Esta alta variabilidad
de las tensiones de forma esta relacionada con la estructura del lecho, diferente en cada
ensayo, las escalas características de rugosidades del mismo y también con la
tridimensionalidad del flujo.
En la revisión de los trabajos de la literatura también se ha constatado esta falta de
universalidad en las tensiones dispersivas, incluso en escenarios de flujo similares (ver entre
otros Coleman et al., 2007; Nikora et al., 2007b; Detert, 2008; Pokrajac et al., 2008). En
referencia a este fenómeno, también se pueden señalar los trabajos de Aberle et al. (2008) en
lechos de gravas acorazados. En este estudio se señala que la distribución de las tensiones de
forma no varía con el caudal, manteniéndose prácticamente constante para diferentes
velocidades y sumergencias. Además, la distribución de tensiones dispersivas presentaba
varios máximos relativos con signos contrarios entre las crestas y los senos del lecho, y su
forma dependía fuertemente de la ubicación del perfil en el lecho (p.ej. se encontraron
diferencias entre las distribuciones aguas arriba o en el lateral de un canto, ver Figura 4.92).
Las principales conclusiones del trabajo de Aberle se reproducen en nuestros ensayos de
berberechos. Otro aspecto que refuerza este resultado es el hecho de que las diferencias
encontradas en los perfiles asociadas al cambio de motor no se reproducen en las
distribuciones de tensiones dispersivas. Por tanto, las tensiones dispersivas podrían
considerarse como una característica intrínseca de cada configuración espacial de las
rugosidades del fondo.
En los ensayos de tallas y poblaciones se ha determinado la contribución media de las
tensiones de forma a las tensiones de Reynolds 〈uw〉 / 〈u ' w '〉 en 0.53±0.59 y 0.64±0.29

respectivamente. Además, como se ha comentado, se ha encontrado una correlación entre la

- C5.24 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

contribución de los esfuerzos dispersivos y la talla ensayada, mayor con tamaños crecientes
(p.ej. para la talla más pequeña del ensayo de grupos vale 0.36±0.42, y para la talla más
grande 0.76±0.62), y con el reclutamiento. Para el reclutamiento bajo/alto, la contribución es un
~10% inferior/superior a la media.
Respecto a las velocidades de corte, se han encontrado diferencias importantes entre las
determinadas a partir del perfil de velocidades, u*log, y las extrapoladas a partir de la distribución
de tensiones de Reynolds, u*uw. En ambos bloques de ensayos la relación u*uw (z=0)/u*log es
prácticamente idéntica ~0.48±0.13. Si se analiza la contribución a la tensión tangencial sobre el
lecho τ 0 (∝ u*2 ) , ésta se reduce a un ~25%.
Al comparar estos datos con los obtenidos para fondo liso se tiene que la relación entre las
velocidades de fricción desciende desde el ~70% al ~50%, y la contribución sobre las tensiones
sobre el lecho del ~50% al ~25%. Este hecho refleja la importancia de las corrientes
secundarias y como el hecho de no contemplarlas conllevaría a subestimar los esfuerzos de
corte sobre el lecho.
Sin embargo, en nuestros experimentos es previsible que el efecto de las corrientes
secundarias sea mucho mayor que en otros estudios de la literatura porque, además de tener
un flujo en un canal estrecho (B/H ~ 3.33), las medidas se realizaron lejos del plano central. Por
tanto, la tridimensionalidad del lecho y el efecto de las corrientes secundarias se consideran los
principales factores responsables de las elevadas contribuciones de las tensiones de forma a la
tensión total y también, de la reducida contribución de las tensiones de Reynolds.
Respecto a las velocidades de fricción estimadas con la ley logarítmica, ya se ha comentado en
en líneas anteriores la correlación de esta variable con el tipo de ensayo, de población o de
tallas, así como con el modo de movilización de los moluscos (ver apartado 5.2.7.1, Figura 5.8).

5.2.8. Desarrollo de funciones de transporte de fondo


Como se ha comentado, se han ajustado varias fórmulas adimensionales para relacionar el
transporte de fondo de los bivalvos, en términos de los parámetros de movilidad
adimensionales Φq y ΦE, con el parámetro de estabilidad de Shields Ψ.
Las variables relacionadas con la geometría y densidad de los moluscos fueron determinadas
previamente en el estudio de caracterización de los berberechos (§5.2.4, §Tabla 5.1). Las
velocidades de fricción empleadas para determinar el parámetro de Shields son las calculadas
a partir de la ley logarítmica de velocidades. El procedimiento se aplicó con las velocidades de
fricción de los ensayos de fondo liso (sin moluscos), porque las velocidades de corte
correspondientes a cada configuración experimental presentaban más dispersión. Además, de
este modo las funciones de transporte se podrán aplicar para evaluar, p.ej. con un modelo
numérico, en qué áreas de la desembocadura del Ulla y bajo qué caudales es previsible que se
produzca la movilización de los moluscos.
Las funciones de transporte de mejor ajuste para los ensayos de grupos de tallas y de
poblaciones no son las mismas, como se puede observar en la Figura 5.12. Las diferencias
están relacionadas fundamentalmente con la pendiente de la relación Ψ - Φ, mayor para los
ensayos de poblaciones. Esta mayor pendiente físicamente significa que la respuesta del lecho
ante incrementos en la tensión tangencial sobre el fondo es más rápida.
En la Figura 5.12 (en color negro) también se han representado las nuevas funciones de
transporte ajustadas con todos los datos:

- C5.25 -
Síntesis y discusión de resultados

Φ q = 0.00684 ⋅ Ψ 0.97742
s (5.3)

Φ E = 0.00020672 ⋅ Ψ1.2311
s (5.4)

donde Φ q , Φ E son las variables adimensionales de transporte de caudal sólido y del ratio de

movilización volumétrica y Ψ s es el parámetros de Shields (ver más detalles en 4.2.5.)

El coeficiente de correlación cruzada determinado, R2=0.76 y 0.75 para las ecuaciones (5.3) y
(5.4) respectivamente, es ligeramente inferior al de los ajustes realizados individualmente para
los ensayos de grupos de tallas y poblaciones estacionales. También se puede apreciar como
las nuevas funciones se asemejan más a las determinadas para los ensayos de tallas,
especialmente la función de transporte de caudal sólido, porque existen más determinaciones
experimentales en estos ensayos.

1.E-02
poblaciones
tallas
1.E-03
Φq

1.E-04

1.E-05
Φ q = 0.0060849 ⋅ Ψ 0.96082
s R2=0.76
Φ q = 0.055223 ⋅ Ψ s1.5338
R2=0.83
Φ q = 0.00684 ⋅ Ψ s
0.97742 2
R =0.76
1.E-06
0.001 0 .01 0.1 1

a) Ψs

1.E-04

poblaciones
tallas
1.E-05
ΦE

1.E-06

1.E-07 Φ E = 0.00018259 ⋅ Ψ1.1104


s
2
R =0.85
Φ E = 0.00061707 ⋅ Ψ1.6546
s
2
R =0.85
Φ E = 0.00020672 ⋅ Ψ s R =0.75
1.2311 2

1.E-08
0.001 0.01 0.1 1

b) Ψs

Figura 5.12. Funciones de transporte de a) caudal sólido adimensional Φq y b) de ratio de


movilización volumétrico ΦE y el parámetro de Shields Ψs obtenidas en los
ensayos de tallas (color rojo), de poblaciones (color azul) y con todos los datos
disponibles (en color negro).

- C5.26 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

5.3. CONCLUSIONES
El principal objetivo de esta tesis es mejorar el conocimiento de los procesos
hidrodinámicos de movilización y recolocación del molusco Cerastoderma edule del banco
marisquero de los Lombos do Ulla. Para ello se han realizado varias series de ensayos en un
canal de recirculación en forma hipódromo en los que se han determinado los porcentajes de
berberechos arrastrados en función de varios factores. Las variables analizadas han sido el
tamaño, la densidad de reclutamiento, el estado y la velocidad de la corriente. La elección de
los parámetros o factores experimentales se ha realizado en base a lo recogido en la literatura,
pero particularizado para la realidad de la zona de estudio.
Para determinar los campos de velocidades y esfuerzos turbulentos se ha aplicado con éxito la
técnica Particle Image Velocimetry. Las determinaciones experimentales realizadas con este
equipo, la interacción entre las variables hidrodinámicas y la movilización de los bivalvos y su
análisis detallado son el núcleo de esta tesis. Además, para el correcto desarrollo de la
metodología experimental se diseñaron y pusieron en funcionamiento una serie de
instalaciones, como el canal de ensayo y un acuario para aclimatar y conservar los
berberechos. Con ayuda del Laboratorio de Microbiología de la UDC se desarrolló un protocolo
para alimentar a los bivalvos durante la fase experimental.
Se ha descrito el procedimiento de evaluación de imágenes PIV, poniendo de manifiesto la
importancia de desarrollar una metodología que contemple: (i) un buen montaje del equipo de
acuerdo con las reglas del PIV, (ii) mecanismos adecuados de preprocesado y postprocesado
de las imágenes, para eliminar efectos como no uniformidades en el campo de visión y, (iii) una
correcta selección de los algoritmos de evaluación de imágenes, adecuado al número de
imágenes a procesar y al tipo de análisis a realizar. En las imágenes adquiridas, ha funcionado
bien un procedimiento de malla decreciente, sin ventanas deformables, y una última, y única,
iteración con una ventana deformable de 32 x 32 px2 con un solape del 75%.
Debido a la configuración geométrica de los ensayos, realizados con una relación B/H~3.33, y a
la posición del plano de medida, las variables hidrodinámicas determinadas en los mismos
estaban afectadas por la presencia de corrientes secundarias. Los principales efectos de las
corrientes secundarias sobre la estructura del flujo descritos en la literatura (descenso de la
posición de la velocidad máxima, cambios en la distribución de tensiones de Reynolds) han
sido correctamente identificados y cuantificados con ayuda de la técnica PIV.
Mediante la metodología del doble promediado se han determinado correctamente los
principales parámetros descriptores del flujo así como las distribuciones de velocidades,
intensidades y tensiones, con sus términos turbulentos o de Reynolds y los términos de forma o
dispersivos. Esta metodología se presenta como una herramienta muy prometedora y versátil
parar estudiar flujos sobre y a través de contornos irregulares. Esta técnica, además se
compenetra muy bien con el PIV, y permite analizar y extraer conclusiones de la información
espacial contenida en los campos vectoriales.
En el análisis realizado se ha puesto de manifiesto la importancia de las corrientes
secundarias, especialmente intensas porque las determinaciones se realizaron fuera del plano
central del canal, y la tridimensionalidad del flujo provocada por la rugosidad introducida en la
sección de análisis por los berberechos. Este análisis ha sido posible porque el montaje
experimental del equipo PIV ha permitido determinar de un modo satisfactorio las componentes
de la velocidad sobre y a través del lecho de berberechos.

- C5.27 -
Conclusiones

Respecto a la movilización de los berberechos se puede señalar que se ha aplicado una


metodología estadística, basada en el análisis exploratorio y las técnicas de análisis de la
varianza, que ha permitido discernir qué factores contribuyen al proceso de arrastre de los
bivalvos. Se ha revelado un comportamiento diferenciado de los berberechos en los ensayos
de grupos de tallas y de poblaciones estacionales respecto a la velocidad de flujo. Así, en los
ensayos de tamaños homogéneos se ha comprobado que la interacción entre el transporte de
sedimentos y de moluscos, se refleja en un descenso relativo de la velocidad de fricción y de la
movilización de los berberechos de las tallas menores de 30 mm para las velocidades
intermedias. Este descenso se atribuye a que el transporte de fondo de arena puede enterrar a
los moluscos antes de que estos sean arrastrados. En las poblaciones estacionales la relación
entre velocidad y movilización es aproxidamente proporcional.
También se ha encontrado una correlación entre la velocidad de fricción y el grado de
movilización de los moluscos con el reclutamiento. Así, con las densidades más bajas se
produce un incremento medio de las velocidades de corte y del transporte de moluscos. Con
respecto a la talla, en términos medios el arrastre es inversamente proporcional al tamaño de
los moluscos. El factor estado (vivo/muerto) ha sido el menos determinante en la movilización.
Como se ha comentado, los parámetros hidrodinámicos y las distribuciones de velocidades,
intensidades turbulentas y tensiones están afectados por las corrientes secundarias y la
tridimensionalidad del flujo cerca del lecho. Así, se ha encontrado que la posición del punto de
velocidad máxima, la magnitud de las intensidades turbulentas de forma verticales y de las
tensiones de forma están afectadas por el grado de reclutamiento. Se ha demostrado que los
resultados obtenidos están dentro del orden de magnitud que se maneja en los trabajos de la
literatura sobre lechos rugosos.
Se ha hecho patente la importancia de las corrientes secundarias en la determinación de los
esfuerzos de Reynolds, y su extrapolación para la obtención de la tensión total sobre el lecho.
Si no se contemplase este efecto, se podrían subestimar las tensiones sobre el lecho,
determinadas como τ ≡ ρ u*2 , entre un ~50% y ~75% para los ensayos de fondo con el lecho
b

de arena y con el lecho cubierto de berberechos. Estas relaciones reflejan que la rugosidad
provocada por los berberechos favorece la tridimensionalidad del flujo que provoca un
incremento de la componente de la tensión de Reynolds fuera del plano vertical uw. Este hecho
también ha sido constatado en la literatura en trabajos de flujos rugosos sobre traviesas
bidimensionales (Coleman et al., 2007).
Por todo lo expuesto, se puede concluir que el fenómeno de arrastre del C.edule es un proceso
complejo en el que interactúan factores como la velocidad de fricción, el transporte de los
sedimentos que forman el sustrato de los organismos bentónicos, el estado (p.ej. capacidad de
enterrarse o de modificar la estructura de la capa límite a través de la actividad filtradora) y el
tamaño y distribución de los bivalvos. Otros factores como la redistribución de la forma del
lecho durante los experimentos por la movilización de los moluscos, también pueden afectar al
grado de exposición o de ocultamiento de los moluscos, y por tanto al arrastre.
A pesar de la complejidad de este fenómeno, se han ajustado varias funciones de transporte de
fondo que permitirán, con ayuda de un modelo numérico, profundizar en el conocimiento de la
dinámica del berberecho en los Lombos do Ulla, así como analizar y predecir situaciones de
arrastre del stock en función de variables como el caudal desaguado por el río Ulla o las
condiciones de marea. Este desarrollo servirá de herramienta para analizar y mejorar la gestión
conjunta de las centrales de punta del tramo bajo del Ulla, ya que se podrá estudiar la
influencia de la explotación conjunta de estos saltos hidroeléctricos en este fenómeno.

- C5.28 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

5.4. TRABAJOS FUTUROS


Algunos de los trabajos y mejoras experimentales que se podrán desarrollar en los ámbitos
que propone esta Tesis Doctoral son los siguientes:

Sobre la experimentación y la aplicación de la técnica PIV

En primer lugar se propone la realización de nuevos ensayos para caracterizar el flujo en el


canal de ensayo de recirculación en varios planos verticales y horizontales para estimar los
efectos de las corrientes secundarias sobre la estructura del flujo. Estos ensayos se podrían
emplear para fijar de forma definitiva los deflectores a la estructura del canal.
Además, se debe seguir trabajando para mejorar las metodologías de adquisición de
imágenes para poder aprovechar toda la potencialidad del equipo PIV. Aunque desde las
primeras experiencias de este doctorando con esta herramienta se han logrado grandes
avances (p.ej. en la determinación de parámetros turbulentos, mejora de la resolución espacial,
reducción de la incertidumbre experimental), es necesario desarrollar nuevos procedimientos y
metodologías de análisis de la información que permitan sacar más partido a este equipo.
Algunos aspectos que se deben contemplar son los siguientes:

• Montajes experimentales que contemplen las reglas del PIV, enunciadas en el Capítulo 3.

• Minimizar los efectos y problemas ópticos que afecten a la evaluación de las imágenes:
tamaño adecuado de partículas, manchas y gotas en la pared acristalada del canal,
minimizar las reflexiones a través de un adecuado ajuste del plano y potencia del láser, etc.

• Reducir el efecto de las variaciones de la lámina libre en la intensidad de las imágenes


colocando una forma aerodinámica sobre la superficie libre, p.ej. con forma de ala de avión.
Esta metodología se ha aplicado con éxito en varios trabajos encontrados en la literatura.

• Aplicar de un modo sistemático procedimientos de pre y postprocesado de las imágenes y


campos vectoriales para reducir el número de vectores anómalos en los campos de
imágenes.
La máxima de estos procedimientos se puede resumir en intentar mejorar todos los aspectos
previos a la captura de imágenes (magnificación adecuada, reducción de reflexiones, número y
tamaño adecuado de partículas, etc.) porque una vez registrada la imagen, es más difícil y
costoso mejorar la calidad de los resultados.
Además, al procesar un gran número de imágenes es imprescindible realizar un análisis de
los tiempos de cálculo y la precisión de los campos obtenidos, porque el incremento de tiempo
en refinar el procedimiento es factorial. En un futuro, con los nuevos algoritmos de ventanas
adaptativas será imprescindible realizar este procedimiento.
También es fundamental seguir al tanto de las mejoras que se producen en las técnicas de
evaluación de imágenes y realizar un adecuado mantenimiento del equipo para minimizar los
problemas que, siempre surgen, cuando se realizan los experimentos.
Otras asignaturas pendientes en las que se trabaja en la actualidad son la realización de
medidas simultáneas con el equipo PIV y la técnica LIF (Laser Induced Fluorescente). De este
modo se podrán estudiar mejor los procesos de mezcla y flujos de cortadura en algunas
investigaciones aplicadas sobre los procesos de dilución y dispersión de contaminantes de
vertidos por emisario submarino o el estudio de flujos estratificados. También seria conveniente
desarrollar experimentos de PIV estereoscópico, SPIV, para evaluar la importancia de la

- C5.29 -
Trabajos futuros

tridimensionalidad de flujos como los producidos sobre lechos muy rugosos. Sin embargo, con
este fin es necesario disponer de una nueva cámara similar a la adquirida recientemente por el
CITEEC.

Sobre la metodología del doble promediado y su aplicación a nuevos ensayos

La metodología del doble promediado se podría aplicar en nuevos ensayos de arrastre de


otro tipo de molusco, o también sobre lechos rugosos fijos constituidos por gravas o por
parches de moluscos pegados a un sustrato arenoso. De este modo, empleando el mismo
lecho para todos los ensayos, sería posible buscar distribuciones genéricas o universales para
las velocidades y tensiones en función de la talla o el grado de reclutamiento. Otras nuevas
líneas para los ensayos de arrastre consistirían en ampliar el número de organismos y especies
analizadas, emplear tamaños más pequeños y diferentes tipos de sustrato (fangos, arenas
finas, etc).
Estos, y otros ensayos, deben ir en la línea de aprovechar e incrementar las capacidades
del equipo PIV y de la técnica DAM. Así, se podría realizar un análisis mas detallado de flujos
con menor sumergencia, con resoluciones espaciales del orden o incluso inferiores al
milímetro. Se podrían analizar nuevas configuraciones de lechos bi o tridimensionales como
traviesas o dunas, y estudiar el efecto de la separación o el grado de sumergencia en la
estructura de las tensiones turbulentas y dispersivas. Además del equipo PIV, las
determinaciones experimentales se pueden complementar con sensores de presión, para
evaluar los esfuerzos de arrastre de forma y viscosos sobre el lecho, y con los nuevos equipos
ADV y ADVP disponibles en el CITEEC. De este modo, se podrían integrar la información
espacial detallada proporcionado por la técnica de visualización del flujo con la información
temporal de estas herramientas (~30 Hz para el perfilador y hasta ~200 Hz con el nuevo ADV
Nortek© Vectrino).
Un nuevo campo a explorar para el estudio de la turbulencia lo proporcionan las herramientas
deterministas de análisis de estructuras coherentes y patrones organizados esbozados en el
Capítulo 2. En la actualidad se comienza a considerar, y a comprobar, que las estructuras
coherentes son las responsables de la producción y disipación de la energía turbulenta, por lo
que su análisis y comprensión es de vital importancia para tener un buen conocimiento de la
dinámica de un flujo turbulento. Estas herramientas de análisis en el dominio del tiempo, p.ej. el
estudio de cuadrantes y eventos de inyección y eyección de paquetes de fluido en la capa
límite, se puede completar con el análisis de patrones persistentes en el espacio a través de los
campos de perturbaciones espaciales de la velocidad y de los esfuerzos de corte, introducidos
en esta Tesis Doctoral.

Sobre el estudio de movilización de berberechos

En lo relativo al estudio de arrastre de berberechos se pueden realizar nuevos


experimentos como los propuestos en líneas anteriores, que permitan analizar el proceso en
tallas más pequeñas, en otras mezclas de tamaños, en nuevos organismos como p.ej. almejas
y también, con otros sustratos representativos de otros bancos marisqueros.
Además de estos trabajos, queda pendiente el introducir las funciones de transporte aquí
determinadas, o incluso otras más sofisticadas basadas en otros conceptos como el transporte
lagrangiano o formulaciones estocásticas, en un modelo numérico. En la actualidad se está
desarrollando un módulo de hábitat para este molusco que se implementará en el código de
volúmenes finitos bidimensional del GEAMA, y que permitirá profundizar en los fenómenos de
arrastre y recolocación del stock de berberechos en los Lombos do Ulla.

- C5.30 -
Capítulo 5. Síntesis de resultados y conclusiones

5.5. BIBLIOGRAFÍA DEL CAPÍTULO


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- C5.33 -
NOTACIÓN

Símbolos Latinos
a Desplazamiento de la partícula

A Área de una sección

Ab , Aw Área de la sección correspondiente al área de influencia del lecho y la pared


respectivamente, ver ecuación (2.70)
B Constante de integración de la ley logarítmica de velocidades. Anchura de la sección

Br Constante de integración de la ley logarítmica para lechos rugosos

BυD Factor de amortiguamiento de la función de la función de Van Driest

c(z) Concentración volumétrica

C Constante de integración para la ley lineal de velocidades en la zona rugosa.


Constante universal de Kolgomorov para el autoespectro de velocidades en el rango
inercial C ∼ 0.5

C0.05 Concentración volumétrica de sedimentos en suspensión para z/H=0.05

CD Coeficiente de arrastre

CL Coeficiente de sustentación

Ci = [Cu , Cv , Cw ] Constante empírica para definir las intensidades turbulentas

Cφ Constante de almacenamiento para la ley lineal de velocidades en la zona rugosa en


lechos permeables

d Diámetro característico.

df Diámetro de poro

dp Diámetro de partícula

dr Tamaño de píxel

ds Diámetro máximo limitado por la difracción

dτ Tamaño de la partícula visualizada en la imagen

D Tamaño de grano

Da Número de diafragma

Di = [ Du , Dv , Dw ] Constante empírica para definir las intensidades turbulentas

DTυ Transferencia turbulenta y viscosa de la energía turbulenta

DO Detectabilidad del desplazamiento del pico de la función de correlación cruzada

-a-
Notación

E Ratio de movilización volumétrico de sedimentos

E11 Función de densidad espectral en el subrango inercial

f Distancia Focal

f pi Fuerzas de arrastre de presión

f vi Fuerzas de arrastre viscosas

fx Suma de las fuerzas de arrastre por unidad de volumen

f# Número de apertura

FD Fuerza de arrastre
FL Fuerza de sustentación

FI Factor que la pérdida de correlación por el movimiento de las partículas en el plano

FO Factor que contempla la pérdida de correlación por el movimiento de las partículas


fuera de plano

FΔ Pérdida de correlación por la existencia de un gradiente de velocidades dentro de la


ventana

Fr ≡ Frh Número de Froude

Fr Número de Froude

Fr*Δ Número de Froude densimétrico o Parámetro de Shields Ψs

G Ratio de producción o generación de energía

g Aceleración gravitatoria

gi i−ésima componente de la aceleración gravitatoria

h, H , H m Calado del flujo

Hm / Δ ≡ H / Δ Sumergencia relativa del flujo

(i, j, k) Direcciones principales en el sistema de referencia cartesiano.

I1 ( X ) , I 2 ( X ) Campos de intensidades del primer y segundo frame

〈 I1 〉 Campos medio de la de intensidades del primer frame

I 1' ( X ) Fluctuación de la de intensidades del primer frame

k Número de onda. Energía cinética turbulenta

kb , k w Rugosidad equivalente del lecho y de la pared del cauce

kE Energía cinética turbulenta

-b-
Notación

kf Permeabilidad del medio

ks Longitud o rugosidad equivalente de Nikuradse

K Permeabilidad intrínseca del medio

K ui Coeficiente de Kurtósis

Kz Coeficiente de mezcla vertical turbulenta

lc Longitud de corte que caracteriza el flujo en la capa interfásica

lM+ Longitud de mezcla de Prandtl en coordenadas internas

M0 Magnificación de la imagen

ni i−ésima componente del vector normal a la superficie

n, N Número de registros temporales/experimentales disponibles

NI Número de partículas de la ventana de interrogación

p Presión

p Valor promedio temporal de la variable presión

p´ Parte fluctuante de la variable presión

Pm Perímetro mojado de una sección

ws H
Pe Número de Peclet, Pe =
Kz
qs Caudal sólido específico de transporte de fondo

r Residuo

R2 Coeficiente de correlación estadística

R(s) Función de correlación cruzada espacial

RC (s) Correlación cruzada de la imagen media

RD (s) Correlación cruzada de la fluctuación

RD'(s) Término de la correlación que representa las correlaciones aleatorias

Re Número de Reynolds

Re* Número de Reynolds granular, también definido como k s+

RF (s) Correlación cruzada de la media con la fluctuación

RH Radio hidráulico de una sección

-c-
Notación

ws
Ro Número de Rouse, Ro =
κ u*
S Superficie

Sb Pendiente del lecho

S int Superficie de la interfase entre el lecho y el fluido

So Pendiente motriz

Sui Coeficiente de Asimetría

Suu Velocidad espectral

SF Factor de forma del sedimento


t Tiempo

thit(z) Tiempo que tarda una partícula en sedimentar desde una altura z

Tf Tiempo total del intervalo de promediado en el cual un punto está ocupado por un
fluido

T0 Tiempo total del intervalo en el que se realiza el promediado

( u,v,w ) Vector de velocidades instantáneas

( u',v',w' ) Fluctuaciones temporales de las tres componentes del vector velocidad

(u,v,w) Media temporal de las tres componentes del vector velocidad

(u,v,w) Perturbación espacial de las tres componentes del vector velocidad

u* Velocidad de corte o de fricción característica

u*0 Velocidad de corte o de fricción característica estimada a partir de la pendiente motriz

u*b Velocidad de corte o de fricción característica estimada a partir de la tensión


tangencial total sobre el lecho para un flujo cualquiera

u*,log Velocidad de fricción estimada a partir de la ley logarítmica

u*,uw( z =0) Velocidad de fricción extrapolada del perfil de tensiones de Reynolds en z=0

u*,uw( z = zc ) Velocidad de fricción extrapolada del perfil de tensiones de Reynolds en z=zc

u*max,uw Velocidad de fricción determinadas a partir de la tensión máxima.

− ρ 〈u ' w '〉 − ρ 〈uw〉


2
u' Intensidad turbulenta en la dirección horizontal

-d-
Notación

〈uu〉 2 Intensidad turbulenta de forma en la dirección horizontal

U Velocidad media de la sección

U max Velocidad máxima de la corriente

Up Velocidad de las partículas

U ref Velocidad de referencia

Us Diferencia entre la velocidad de las partículas y la del fluido

U 0.05C Velocidad media a 0.05 z/H para aguas claras

U 0.05S Velocidad media a 0.05 z/H con transporte de sedimentos

U+ Variable U normalizada con la escala interna

Vf Volumen que ocupa un fluido

V0 Volumen total de una región

w ( z / h ) Función de estela

w' 2 Intensidad turbulenta en la dirección vertical

〈 ww〉 2 Intensidad turbulenta de forma en la dirección vertical

ws Velocidad de sedimentación

W(x) Función de promediado que determina el dominio de la ventana de interrogación en


cada imagen I (x)

(x, y,z) Sistema de coordenadas cartesianas

xi Coordenada espacial

y Dimensión lateral del flujo

z+ Calado adimensionalizado respecto a la longitud característica de la capa límite


viscosa

z0 Rugosidad característica equivalente de la ley logarítmica de velocidades. Distancia


del plano de la imagen a la lente

zt Altura de la posición de los senos del lecho

zws Altura media de la superficie del agua

zc Altura de la parte superior del lecho

zR Altura de la capa rugosa

Z0 Distancia del plano del objeto real a la lente

-e-
Notación

Símbolos Griegos
α Constante de Kolgomorov. Coeficiente de Coriolis. Coeficiente de ajuste. Error
estadístico de Tipo I.

β Parámetro de no uniformidad de momentum. Gradiente adimensional longitudinal de


presiones. Parámetro de ajuste. Error estadístico de Tipo II.
γ Peso específico del fluido

δ Espesor de la capa límite

δij Delta de Kronecker

δh Calado en el que se produce la velocidad máxima

δh / H Posición relativa del punto de velocidad máxima

δR Espesor de la capa rugosa

δt , Δt Intervalo de tiempo entre disparos de las dos fuentes láser Nd:YAG

δv Longitud característica de la capa límite viscosa

δz Profundidad de campo

δ´ Calado a partir del cual la relación entre la intensidad turbulenta y la velocidad


máxima al cuadrado es constante ( u' 2 ( δ' ) U max
2
: cte )

Δ Rugosidad del lecho Δ = zc − zt

Δu Variación de la velocidad entre disparos de las dos fuentes láser Nd:YAG

ΔU + Descenso de la velocidad interna cuando el flujo se convierte en rugoso

Δz0 Espesor del plano de luz

Δz Aumento del desplazamiento de las partículas en perpendicular al plano de luz láser

ε Tasa de disipación de energía cinética turbulenta. Umbral de aceptación de un vector


en los algoritmos de postprocesado.
η Microescala de Kolgomorov de longitud

θ Variable genérica del flujo

θ Media temporal intrínseca de una variable genérica del flujo


s
θ Media temporal superficial de una variable genérica del flujo

θ' Fluctuación temporal de una variable genérica del flujo

θ Perturbación espacial de una variable genérica del flujo

κ Constante universal de Von Kármán

λ Longitud de onda

-f-
Notación

μ Viscosidad dinámica del fluido

φ Función de rugosidad del lecho

φt Función de rugosidad temporal del lecho

φs Función de rugosidad espacial del lecho

Φ Flujo de partículas que sedimentan

Φ = f (Ψ ) Función de movilidad del sedimento, Φ q , Φ E

Π Parámetro de estela de Coles


ρ Densidad del fluido

ρp Densidad de partícula

ρw Densidad del fluido

σ Intensidad turbulenta

σz Desviación estándar de la función de rugosidad de lecho

τb Tensión tangencial sobre el lecho

τij Tensor de tensiones tangenciales

τ0 Tensión tangencial sobre el contorno

τc Tensión tangencial crítica

τw Tensión tangencial sobre las paredes

τ xz = −u ' w ' Esfuerzos de Reynolds

τη Microescala de Kolgomorov de tiempos

υ Viscosidad cinemática del fluido

υt Viscosidad de remolino o eddy viscosity

υη Microescala de Kolgomorov de velocidades

ω Frecuencia angular. Función empírica de estela.

ψ = ∑ dy Suma de todas las rugosidades en la dirección y en el volumen total Vo

Ψs Parámetro de Shields

Ω = (Ωx ,Ωy ,Ωz ) Vector de vorticidad

-g-
Notación

Matemáticas
〈•〉 Promediado espacial intrínseco. Media de conjunto o ensemble averaged.

〈•〉 s Promedio espacial superficial

x Valor absoluto de x

x Promedio temporal de x

xmax Valor máximo de x

xmin Valor mínimo de x

Acrónimos
ADPV,ADP Acoustic Doppler Velocity Profiler
ADV Acoustic Doppler Velocimeter
ANOVA Análisis de la Varianza
ASCE American Society of Civil Engineering
CCD Charged coupled device
CFD Computer Fluid Dinamics
CITEEC Centro de Investigación Tecnolóxica en Edificación e Enxeñaría Civil
CMOS Complementary Metal/Oxide/Semiconductor
DAM Double Average Methodology
DANS Double Averages Navier Stokes
DES Detached Eddy Simulation
DLR Instituto Aeroespacial Alemán (Instituto Von Kármán)
DSR Dynamic Spatial Range
DNS Direct Numerical Simulation
DVR Dynamic Velocity Range
ERCOFTAC European Research Comunity On Flow, Turbulence and Combustion
ETSECCP Escola Técnica Superior de Enxeñería de Camiños, Canais e Portos
FFT Transformadas rápidas de Fourier
GEAMA Grupo de Enxeñaría da Auga e do Medio Ambiente

HS−PIV High Speed PIV (HS-PIV)

IAHR International Association of Hydro-Environment Engineering and Research


LDA, LDV Laser Doppler Anemometer
LES Large Eddy Simulation

-h-
Notación

LIF Laser Induced Flurescence


LPIV Large scale PIV
LSV Láser Speckle Velocimetry
MPS PIV Multi Plane Stereoscopic PIV

N−S Navier−Stokes
Nd:YAG Neodymium Yttrium Aluminum Garnett
Nd:YLF Neodymium Yttrium Lithium Fluoride
PIV Particle Image Velocimetry
POD Proper Orthogonal Decomposition
PTV Particle Tracking Velocimetry
PTU Programable Time Unit
PSP Pressure-Sensitive Painting
RANS Reynolds Averaged Navier Stokes
SGS Subgrid Scales
SNR Signal to Noise Ratio
SPH Smoothed Particle Hydrodynamics
SPIV PIV estereoscópico

T−PIV Tomographic PIV

TR−PIV Time Resolved PIV


UDC Universidade da Coruña
URANS Unsteady RANS

-i-
ÍNDICE DE FIGURAS

C02. ECUACIONES FUNDAMENTALES Y DESCRIPCIÓN DE


FLUJOS TURBULENTOS
Figura 2.1 (a) Representación de la máquina empleada por Reynolds y de sus
observaciones sobre el comportamiento del flujo visualizado en la misma
(Reynolds, 1883), y (b) visualización de una reproducción del experimento
original de Reynolds (Van Dyke, 1982). ........................................................... 2.3
Figura 2.2. Formas reducidas de las ecuaciones de N-S obtenidas a partir del promediado
de las variables en el tiempo o en el espacio (adaptado de Nikora, 2008b).... 2.6
Figura 2.3. Simulación del flujo a través de un cilindro con varias aproximaciones. En la
figura se representan las vorticidades (Spalart, 2004)..................................... 2.7
Figura 2.4. Flujo hidráulicamente liso, intermedio y rugoso (sobre lecho regular e irregular).
....................................................................................................................... 2.10
Figura 2.5. Ejemplo de perfil de velocidades sobre fondo liso y rugoso. En el perfil rugoso
se representa la indeterminación del perfil de velocidades promediado en el
tiempo para diferentes posiciones en la dirección de la corriente (adaptado de
Nikora, 2008b) ................................................................................................ 2.11
Figura 2.6. Esquema del volumen de promediado en los ensayos realizados de arrastre de
berberechos con el equipo PIV. ..................................................................... 2.15
Figura 2.7. División clásica de la estructura vertical del flujo en canales abiertos con lecho
hidráulicamente liso (elaboración propia a partir de Nezu y Nakagawa, 1993;
López y García, 1999 y Manes et al., 2007)................................................... 2.20
Figura 2.8. (a) Estructura doble de capa límite limitada por el calado en cauces naturales
(Nikora y Rowinski, 2008) y (b), esquema de la formación de varias capas
límites sobre un lecho de mejillones (Nikora et al., 2002a)............................ 2.23
Figura 2.9. División de la estructura de flujos hidráulicamente rugosos siguiendo la
metodología del doble promediado: (a) lecho impermeable y (b) lecho
permeable Nikora et al. (2007b). .................................................................... 2.26
Figura 2.10. Definición de los diferentes orígenes del lecho: esquema del lecho y función de
forma del fondo y perfil de velocidades. A la derecha se presenta la definición
geométrica de los diferentes orígenes. .......................................................... 2.31
Figura 2.11. Esquema del movimiento de los remolinos con escala del calado del flujo sobre
el plano de desplazamiento nulo (Nikora et al., 2002b). ................................ 2.32
Figura 2.12. Distribución vertical de la velocidad para varios tipos de flujo y rugosidades en
coordenadas (los datos se describen en Nikora et al., 2004). Las desviaciones
de los datos respecto a la recta Y=X son consistentes con la ley exponencial
(2.41)............................................................................................................... 2.36
Figura 2.13. Definición del sistema de referencia para espacio y velocidades empleado en
este capítulo y en los posteriores. .................................................................. 2.38

- IF.1 -
Índice de Figuras

Figura 2.14. Contribución a la tensión tangencial total de los términos viscosos y de


Reynolds. Datos de DNS de un flujo en capa límite desarrollado sobre una
placa lisa para un Re=13750 (Kim et al., 1987; extraído de Pope, 2000)...... 2.40
Figura 2.15. Distribución vertical de las tensiones y velocidades en un flujo 2D uniforme y
permanente (elaboración propia a partir de Detert, 2008). ............................ 2.41
Figura 2.16. Distribución ideal de las tensiones tangenciales sobre el contorno y sus
corrientes secundarias asociadas en un canal recto estrecho (B/H=2) con flujo
uniforme 3D (adaptado de Detert, 2008) ........................................................ 2.42
Figura 2.17. (a) Esquema de flujo y patrones de las corrientes secundarias y dunas
longitudinales en un río ancho (Nezu, 2005) y (b) representación de las
corrientes secundarias y la variación de la tensión tangencial de fondo con la
expresión de Ikeda (1981) (ver en Nezu y Nakagawa, 1993) ........................ 2.44
Figura 2.18. Distribución experimental de en un canal rectangular liso estrecho (B/H=2) con
paredes y lecho de la misma rugosidad. Se han representado los términos de la
ecuación (2.60) para la distribución de tensiones situada en el plano y = ±0.5
z/H (datos de Nezu y Nakagawa, 1993). ........................................................ 2.46
Figura 2.19. Distribución de en un canal recto con relación de aspecto B/H=5. Datos de
Imamoto e Ishigaki,1988 (citados en Yang, 2005b) ....................................... 2.46
Figura 2.20. Distribución de tensiones tangenciales sobre el lecho en un canal (Nezu y
Nakagawa, 1993)............................................................................................ 2.47
Figura 2.21. Comparación de las ecuaciones (2.61) y (2.62) para obtener la relación h/ H
junto con los datos experimentales empleados para el ajuste de la segunda
ecuación (datos de Wang et al., 2001) ........................................................... 2.48
Figura 2.22. Distribución de velocidades, células de circulación secundaria y geometría y
líneas de división de las distintas regiones de flujo propuesta por Yang (2005b).
2.51
Figura 2.23. Esquema de un flujo no uniforme (a) acelerado y (b) decelerado.................. 2.53
Figura 2.24. Distribución típica de la velocidad media horizontal y vertical sobre lecho rugoso
de un flujo no uniforme sin corrientes secundarias y comparación con un caso
hipotético de régimen 2D uniforme (adaptado de Yang y Chow, 2008; datos de
Song, 1994). La nomenclatura empleada está recogida en los experimentos de
Song (1994): AS y DS hace referencia a ensayo de flujo acelerado y
decelerado respectivamente, y Q señala el valor del caudal de ensayo. ...... 2.54
Figura 2.25. (a) Distribución de las tensiones en flujo no uniforme 2D rugoso (datos de
Song, 1994) y (b) distribución de las tensiones y de para flujo no uniforme
2D rugoso (Yang et al., 2006; datos de Song, 1994). Se puede observar cómo
el término aunque el término de fluctuaciones adimensionalizado con no es
lineal, la suma de este término con el producto de las velocidades sí sigue una
tendencia lineal. .............................................................................................. 2.55
Figura 2.26. Relación entre las corrientes secundarias y el fenómeno de descenso de
velocidad en canales estrechos (adaptado de los datos recogidos en Nezu,
2005). .............................................................................................................. 2.57

- IF.2 -
Índice de Figuras

Figura 2.27. Distribución experimental de en un canal rectangular liso estrecho (B/H=2) con
paredes y lecho de la misma rugosidad. Se han representado los términos de la
ecuación (2.60) para la distribución de tensiones situada en el plano y = 0
(datos de Nezu y Nakagawa, 1993). .............................................................. 2.59
Figura 2.28. Relación entre las corrientes secundarias y la variación de las tensiones de
Reynolds en un canal ancho con bandas de diferentes rugosidad (Wang y
Cheng, 2005). ................................................................................................. 2.60
Figura 2.29. Variación de los sedimentos en suspensión con varias concentraciones de
sedimentos en suspensión. C0.05 (%) representa la concentración volumétrica
de sedimentos en suspensión para z/H=0.05. El resto de datos y referencias se
pueden consultar en Wang et al., (2001). ...................................................... 2.61
Figura 2.30. Relación entre la diferencia de velocidades en flujos con sedimentos en
suspensión y la ecuación (2.88) (datos y referencias de Wang et al., 2001). 2.62
Figura 2.31. Corrientes secundarias en un canal compuesto recto (Tominaga y Nezu, 1991).
2.63
Figura 2.32. Distribución de velocidades promediada sobre el calado en dos ensayos con
condiciones de cauce lleno y con un desbordamiento de 0.30H realizados en el
canal de Wallingford (Shiono et al., 2009a).................................................... 2.64
Figura 2.33. Esquema de un flujo sobre traviesas formando rugosidades de tipo –d y tipo –k.
2.65
Figura 2.34. Contribución de las tensiones de corte en flujo de tipo –k con presencia de
corrientes secundarias: (a) / =2 y (b) / =16 (Coleman et al., 2007b). ......... 2.67
Figura 2.35. Velocidades horizontales, intrínsecas y superficiales, y verticales doblemente
promediadas sobre un lecho de grava (Mignot et al. 2009). .......................... 2.69
Figura 2.36. (a) Localización de los diferentes tipos de perfil de velocidad encontrados por
Mignot et al. (2009) sobre un lecho de gravas en laboratorio, (b)y (c)
distribución doblemente promediada de las velocidades y tensiones de
Reynolds características de los perfiles logarítmicos, tipo S y acelerados
(Mignot et al., 2009)........................................................................................ 2.71
Figura 2.37. La función de distribución de probabilidad de la fluctuación de la luminancia en
puntos separados una distancia de R pixels de cuadros como “Una noche
estrellada” sigue el patrón de la función de distribución de probabilidad de la
diferencia fluctuaciones de velocidad separadas una distancia uR (ver detalles
en Aragón et al., 2008). .................................................................................. 2.76
Figura 2.38. Definición y media de conjunto de un proceso aleatorio (Bendat y Piersol,
2000)............................................................................................................... 2.79
Figura 2.39. Diagrama de funcionamiento del mecanismo de energía en cascada (adaptado
de Pope, 2000 y Nikora, 2008b)..................................................................... 2.84
Figura 2.40. Auto-espectro de velocidad Suu(k) en coordenadas doblemente logarítmicas. ...
....................................................................................................................... 2.85
Figura 2.41. Distribución teórica de las intensidades turbulentas en flujo 2D uniforme según
las expresiones de Nezu y Nakagawa (1993), Kironoto y Graf (1994) y López y

-3-
Índice de Figuras

García (1999). Se han representado también las tendencias de los datos


experimentales recogidos en Nezu y Rodi (1986) para lecho liso y de Song
(1994) para lecho rugoso................................................................................ 2.88
Figura 2.42. Distribución típica de las intensidades turbulentas adimensionales para flujos
acelerados, uniformes y decelerados (adaptado de Yang y Chow, 2008; datos
de Song, 1994). La nomenclatura empleada está recogida en los experimentos
de Song (1994): AS y DS hace referencia a ensayo de flujo acelerado y
decelerado respectivamente, y Q señala el valor del caudal de ensayo. ...... 2.89

C03. HIDRÁULICA EXPERIMENTAL


Figura 3.1. Interacción de un haz de luz con el movimiento de un fluido sembrado con
partículas............................................................................................................ 11
Figura 3.2. a) Operarios pintando el ala de un modelo de avión comercial en un túnel de
viento y b) resultados de las presiones sobre un modelo completo de avión de
combate (Cap. 4.4. de Tropea et al., 2007)....................................................... 12
Figura 3.3. Separación de flujo después de un ala. Visualización con una réplica del equipo
de Prandtl (Raffel et al., 2007). .......................................................................... 13
Figura 3.4. a) Secuencia del inicio de un flujo estratificado sobre un obstáculo submarino.
La visualización se ha realizado añadiendo Rodamina WT al medio con mayor
densidad y la grabación con una cámara de video convencional miniDV (Anta et
al., 2007b); b) Visualización con humo de un chorro axisimétrico adyacente a
un cilindro liso de =135, 144 y 148 mm. La apertura del difusor, en forma de
anillo, decrece hacia la derecha ( 7.5, 3 y 1 mm). La iluminación se ha realizado
con un plano láser (Fotografías de F. Peters, recogidas en Merzkich, 2007)... 14
Figura 3.5. a) Visualización con humo de las líneas de corriente sobre un modelo a escala
real de un VW Golf en túnel de viento (Fotografías de la Volskwagen AG en
Wolfsburg, recogidas en Merzkich, 2007); b) Calle de Kármán tras un cilindro
para un Re=140 en un canal con auga a velocidad de 1.4 cm/s. La visualización
se realiza por la precipitación de un humo blanco coloidal iluminado por un
plano láser. En la figura se puede apreciar como las inestabilidades crecen
varios diámetros en anchura (Van Dyke, 1982). ............................................... 15
Figura 3.6. Esfera sedimentando en un tubo relleno con aceite con un Re=0.10 en el que
se han sembrado partículas de magnesio. La escena se ha iluminado con un
plano de luz. a) movimiento relativo: la cámara se mueve a la misma velocidad
que la esfera y b) movimiento absoluto: la cámara está en una posición fija. El
movimiento es de izquierda a derecha. (Vand Dyke, 1982).............................. 16
Figura 3.7. Visualización de una capa límite turbulenta mediante la técnica de las burbujas
de hidrógeno. La frecuencia de generación de los filamentos es de 30 Hz y el
Re=2.2x105 (Fotografía de Praisner y Sabatino, recogida en Smith et al.,2000)
16
Figura 3.8. Evolución del flujo de intercambio sobre un obstáculo submarino. La capa más
densa (inferior, salada) contiene el trazador fluorescente. En la figura se ha
representado la interface entre ambas capas y varios perfiles de velocidad
instantánea (Fouli, 2006). .................................................................................. 17

- IF.4 -
Índice de Figuras

Figura 3.9. Determinación de la estructura de la capa límite turbulenta en la zona rugosa


de un flujo sobre traviesas de tipo –k (obstáculo aislado) con ayuda de la
técnica LIF: a) evolución temporal de las estructuras coherentes en perfil y b)
vista en planta. (Djenidi et al., 2008). ................................................................ 18
Figura 3.10. a) Ejemplo de un experimento de LIF en un modelo físico de un emisario
submarino realizado por el GEAMA en el CITEEC y b) ejemplo de campo
diluciones obtenidas. ......................................................................................... 19
Figura 3.11 Esquema básico de funcionamiento de las técnicas PIV (LaVision, 2002) ...... 20
Figura 3.12 Esquema de obtención del campo de velocidades con PIV (LaVision, 2007a)21
Figura 3.13 Campo de velocidades correspondiente a la Figura 3.3 (Raffel et al., 2007). .. 21
Figura 3.14 Diferentes densidades de partículas para PTV (a), PIB (b) y LSV (c), (Raffel et
al., 1998)............................................................................................................ 22
Figura 3.15. (a) Esquema de un equipo SPIV (adaptado de McKeon et al., 2007) y (b)
Esquema de un sistema multi-plano con 4 cámaras que registran dos planos
paralelos separados pocos milímetros con una configuración estereoscópica.
Para que el sistema pueda funcionar, la polarización de los planos es diferente
y dos beam-splitter especiales dividen la imagen para cada dos grupos de
cámaras en función de la polarización de la luz (ver detalles en el tesis de
Kähler, 2004) ..................................................................................................... 24
Figura 3.16. (a) Montaje experimental en el túnel de viento y (b) ejemplo del campo de
vorticidades formado en la estela de un cilindro de 8 mm de diámetro (Elsinga,
2008).................................................................................................................. 24
Figura 3.17. Ejemplo de aplicación de la técnica UM-PIV en el lago Michigan (a) Ubicación
del equipo sobre un lecho cubierto de un tipo de mejillón de la zona; (b) imagen
con el perfil de velocidades y concentraciones de partículas (en amarillo
continuo y discontinúo respectivamente), y el perfil de tensiones de Reynolds y
flujo turbulento de partículas (en rojo continuo y discontinúo respectivamente);
(c) velocidad instantánea sin la componente de velocidad media sobre un mapa
de vorticidades (Liao y Botsma, 2009). ............................................................. 26
Figura 3.18. Campo de velocidades producido durante la alimentación de un róbalo (Day et
al., 2007) ............................................................................................................ 26
Figura 3.19. Determinación con SPIV del patrón de velocidades tras el aleteo de un
murciélago, ver detalles en (a) (Hedenström et al., 2007) y (b) (Hedenström et
al., 2009)............................................................................................................ 27
Figura 3.20. Determinación de las velocidades y tensiones tangenciales en el sistema
cardiovascular de un embrión de pollo (a) preparación del huevo para realizar
las medidas con la técnica PIV; (b) ejemplo de imagen en el conducto de unas
~300 de diámetro y (c) campo de velocidades (Poelma et al., 2009).............. 27
Figura 3.21 Dispersión de la luz entorno a partículas de vidrio de varios tamaños en agua:
(a) 1 m, (b) 10 m y (c) 30 m. La intensidad de la luz dispersada se
representa en escala logarítmica. Los círculos concéntricos representan una
diferencia de 100 unidades de intensidad (Raffel et al, 2007). ........................ 29

-5-
Índice de Figuras

Figura 3.22 Esquema de operación de un equipo PIV con dos fuentes de luz gemelas
(adaptado de Sánchez-Tembleque, 2002). ....................................................... 31
Figura 3.23 a) Vista lateral y superior de la óptica para producir un plano de luz a partir de
un haz de luz y b) el ajuste de la distancia entre la lente cilíndrica y la esférica
permite ajustar la posición del plano de espesor mínimo o beam waist
(LaVision, 2007b)............................................................................................... 32
Figura 3.24. Esquema de la formación de la imagen en una configuración de PIV estándar
(Westerweel, 1997). Las definiciones de los parámetros se pueden consultar en
el texto................................................................................................................ 33
Figura 3.25 Discos de Airy para una menor (izquierda ) o mayor (derecha) apertura de
diafragma (Raffel et al., 2007). .......................................................................... 34
Figura 3.26 Patrón de calibración de malla de cruces equiespaciadas situada sobre un
obstáculo submarino (Anta et al., 2007). ........................................................... 35
Figura 3.27. Representación de varios fenómenos habituales que se pueden registrar en
imágenes de PIV real: (A) el efecto de la intensidad de luz en franjas inclinadas
es producido por las perturbaciones de la lámina de agua; (B) diferencias en la
iluminación originadas por la forma del plano de luz; (C) la línea de mayor
intensidad está provocada por una pequeña imperfección en los cristales que
guían al haz de luz; y (D) reflexión del plano láser sobre el lecho. ................... 37
Figura 3.28. Ejemplo del campo de partículas en una ventana de interrogación. En el
segundo frame se han superpuesto la posición de las partículas del primero.. 38
Figura 3.29. (a) Análisis para encontrar el desplazamiento más probable de la partícula
centrada en el 1. En (b) se refleja el histograma de los desplazamientos
posibles ( x, y ) de la partícula 1 y (c) se extiende el análisis a todas las
partículas del segundo frame (adaptado de Poelma y Weesterwel, 2007)....... 38
Figura 3.30. Descomposición del término de fluctuación aleatoria RD’(s) en sus
componentes media y de fluctuación (Adaptado de Westerweel, 2000). ......... 40
Figura 3.31. Efecto del número de partículas en la función espacial de correlación cruzada.
Las funciones de (a) y (b) son idénticas, pero las segundas están normalizadas
respecto al pico de la correlación (adaptado de Poelma y Westerweel, 2007). 41
Figura 3.32. Efecto del movimiento en plano (expresado como la relación entre el
desplazamiento de las partículas X y el tamaño de la venta de interrogación
DI) en la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007). ........ 41
Figura 3.33. Efecto del movimiento fuera de plano de las partículas z/ z0 en la correlación
cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007). ......................................... 42
Figura 3.34. Efecto del gradiente de velocidades en la ventana de interrogación en el pico
de la correlación cruzada (adaptado de Poelma y Weterweel, 2007). .............. 42
Figura 3.35. Porcentaje de detección de los picos del análisis de correlación cruzada en
función de la densidad de la imagen NI y el movimiento en plano y fuera de
plano, FI y FO, respectivamente (Keane y Adrian, 1990). ................................ 43

- IF.6 -
Índice de Figuras

Figura 3.36. Efecto del tamaño de la partícula sobre la determinación de la posición del pico
de la función de correlación cruzada empleando el algoritmo gaussiano de
precisión inferior al píxel. ................................................................................... 46
Figura 3.37. Histograma del desplazamiento de unas serie de 10 imágenes en una capa
límite turbulenta en la que se ilustra el efecto del peak-locking asociado a un
tamaño insuficiente de partícula (a). Con el preprocesado se puede reducir el
efecto (b), (Raffel et al., 2007)........................................................................... 47
Figura 3.38. (a) Error cuadrático medio en la estimación del desplazamiento en función del
tamaño de las partículas (Westerweel, 1997); (b) Efecto de peak-locking en el
error sistemático de la estimación del desplazamiento de las partículas en
función de su tamaño (Raffel et al., 2007)......................................................... 47
Figura 3.39. Esquema de la técnica del desplazamientos de las ventanas para mejorar la
correlación: (a) Desplazamiento de la segunda ventana de interrogación y (b)
desplazamiento de ambas ventanas para mejorar la correlación; (c) Esquema
del desplazamiento en un grupo de ventanas (adaptado de Scarano, 2002)... 49
Figura 3.40. Esquema del procedimiento de refinamiento de malla. Los cuadrados grises
del borde inferior izquierdo señalan el tamaño de la ventan de interrogación que
decrece de 128x128 px2 a 32x32 px2 (Raffel et al., 2007)............................... 50
Figura 3.41. Ejemplo de una función de correlación cruzada en un flujo en una capa de
cortadura. (a) Algoritmo de correlación básico, sin ningún procedimiento
avanzado y (b) Algoritmo iterativo con múltiples ventanas y deformación de la
imagen (McKeon et al., 2007) ........................................................................... 51
Figura 3.42. Principio básico de la técnica de deformación de la imagen. A la izquierda se
presenta el patrón de las partículas de la primera exposición y a la derecha el
de la segunda (los círculos negros representan las partículas correlacionadas
con la primera imagen). En gris se representa la ventan deformada de acuerdo
con el movimiento del fluido (adaptado de Scarano y Riethmuller, 2000; Raffel
et al., 2007)........................................................................................................ 51
Figura 3.43. (a) Campo de partículas no homogéneas correspondientes al vórtice generado
en el entorno del ala de un avión y (b) Ejemplo de malla desestructurada y
ventanas de interrogación empleadas en un método adaptativo (Theunissen et
al., 2007)............................................................................................................ 53
Figura 3.44. Mejora de la resolución espacial de la técnica PIV cerca de los contornos: (a)
Recolocación del vector velocidad; (b) Empleo de diferentes esquemas de
ventanas de interrogación ajustadas a la superficie; (c) Malla y tamaños de
ventanas para el esquema adaptativo; y (d) Líneas de corriente cerca de una
rampa con una aproximación convencional, una aproximación convencional con
recolocación de vectores y ventanas filtradas y, a la derecha, añadiendo una
técnica adaptativa. Más detallels en Theunissen et al., (2008)......................... 53
Figura 3.45. Campo de vectores instantáneo de un jet en el que se han representado los
vectores espurios de color rojo (Westerweel y Scarano, 2005). ....................... 55
Figura 3.46. Desplazamientos correspondientes al campo vectorial de la Figura 3.45. La
elipse señala el rango esperable de desplazamientos (McKeon et al., 2007). . 56

-7-
Índice de Figuras

Figura 3.47. Eliminación de las anomalías multiplicando las correlaciones de dos zonas
adyacentes. En el producto no aparecen las correlaciones aleatorias,
mejorando la calidad de la determinación del desplazamiento (Hart, 200)....... 57
Figura 3.48 Montaje experimental del PIV en el canal de hidráulica de la ETSECCP......... 59
Figura 3.49 Forma de los haces láser en el campo cercano medida por el fabricante con
ayuda de un sensor CCD especial y un papel fotosensible. ............................. 60
Figura 3.50. (a) Detalle de las fuentes láser y (b) del brazo articulado con el sistema óptico
que forma el plano de luz................................................................................... 60
Figura 3.51. Detalle de la cámara CCD FlowMaster 3S© empleada en los experimentos. .. 61

C04. ANÁLISIS DEL ARRASTRE DEL BERBERECHO C.edule


Figura 4.1. Evolución de las extracciones de moluscos bivalvos y del berberecho C. edule
en Galicia y en la ría de Arousa (izquierda) y distribución de capturas del
berberecho en el período 1997-2008 (derecha). Datos extraídos de la
Plataforma Tecnolóxica de Pesca, www.pescadegalicia.com.......................... 4.1
Figura 4.2. Volumen e importe de las ventas medios anuales de los principales moluscos
extraídos en los bancos naturales gallegos en los últimos 5 años (2004-2008).
Datos extraídos de www.pescadegalicia.com .................................................. 4.2
Figura 4.3. Situación y batimetría de la Ría de Arousa. En la desembocadura, conocida
como Os Lombos do Ulla, se encuentra uno de los bancos de berberecho más
importantes de Galicia. ..................................................................................... 4.2
Figura 4.4. a) Perspectiva del banco de berberechos y almeja fina de Os Lombos do Ulla,
b) Fotografía satélite del mismo y c) velocidades medias para un caudal de 60
m3/s y bajamar máxima. La fotografías han sido proporciadonas por los
laboratorios VideaLab y CartoLab de la Escuela de Caminos y los datos de
velocidades son de Cea et al. (2009). .............................................................. 4.3
Figura 4.5. a) Distribución de la textura sedimentaria superficial en la ría de Arousa, b)
detalle del banco de los Lombos do Ulla y c) distribución del contenido en
materia en el mismo (Vilas et al., 2005). .......................................................... 4.4
Figura 4.6. Evolución de la venta de berberecho en Galicia según las estadísticas oficiales
(Molares et al., 2008). ....................................................................................... 4.5
Figura 4.7. Efecto de las riadas de 2000 y 2001 sobre las capturas de berberecho en las
principales lonjas de la Ría de Arousa (adaptado de Morales et al. 2008). ..... 4.6
Figura 4.8. Evolución de la velocidad del viento, precipitación, nivel de agua en
Portodemouros y salinidad en los Lombos do Ulla. En la figura también se han
marcado los episodios de mortandad moderada (M*), mortandad severa (M) y
de arrastre del stock de berberecho (A) (Parada et al. 2007). ......................... 4.7
Figura 4.9. a) Distribución espacial de los berberechos de talla comercial durante la
campaña de 2002-2003 b) distribución espacial al inicio de la campaña de
2003-2004 y c) distribución espacial promedio durante los años 2002 a 2006
(Parada et al. 2006). ......................................................................................... 4.8

- IF.8 -
Índice de Figuras

Figura 4.10. Ciclo de vida (idealizado) de un invertebrado marino bentónico con fases
planctónica larvaria y bentónica juvenil y adulta (elaboración propia a partir de
Eckman, 1996 y Hendriks, 2004). .................................................................. 4.12
Figura 4.11. Berberecho C. edule realizando la dispersión de gametos a través de uno de
los sifones Fotografía de Brian Spencer/ JNCC (publicada en MarLIN Web site,
http://www.marlin.ac.uk ). ............................................................................... 4.13
Figura 4.12. Esquema del movimiento helicoidal de la larva de C.Edule (adaptado de
Jonsson et al., 1991). ..................................................................................... 4.15
Figura 4.13. a) Crecimiento en longitud de los berberechos de las clases 1 y 2 registrados
en en una zona explotada en Carril y b) Tasa de crecimiento medio para la
clase 1 en el banco experimental explotado por Pérez y González (1984b). En
(a) se ha señalado el descenso en tamaño de la clase 2 provocado por el inicio
de la etapa marisquera. .................................................................................. 4.18
Figura 4.14. Esquema de un registro temporal de tensiones e identificación de la tensión
umbral y la separación en episodios de fijación y no fijación de la larva en el
sustrato en los experimentos de Crimaldi et al. (2002). ................................. 4.23
Figura 4.15. Modelo de los procesos que suceden entre la sedimentación y el reclutamiento
de las larvas de organismos bentónicos. La larva presentada es un tipo de
percebe del Mar del Norte, Balanus improvisus (adaptado de van Duren,
2008)............................................................................................................... 4.24
Figura 4.16. Mapa instantáneo de concentraciones del metabolito expulsado por el coral
Porites compressa y detalle del tamaño y forma de la larva de Phestilla sibogea
inducida por este agente aleloquímico. La imagen se corresponde aun flujo
ondulatorio en laboratorio visualizado con LIF (Kohel et al., 2007). .............. 4.27
Figura 4.17. a) y b) Vista lateral de una larva de P. Sibogae sujeta a las mismas condiciones
de flujo, c) y d) representan digramas de la larva en las posiciones a) y b). En a)
el agua circulante no contenía el inductor de la sedimentación, el pie y el velo
están extendidos y el cilio se mueve. En b) pasa un filamento de metabolito y la
larva retrae el velo y el pie y deja de nadar (Koehl y Reindenbach, 2007).... 4.28
Figura 4.18. Trayectorias del movimiento de la larva de P.sibogae digitalizados a partir de
una grabación realizada en un ambiente sin flujo: a) movimiento en agua de
mar filtrada y b) movimiento en agua de mar satura con el metabolito generado
por el coral P.compressa (Hadfield y Koehl, 2004). ....................................... 4.28
Figura 4.19. a) Secreción de biso de un juvenil 0 de Macoma balthica coloreado con alcano
azul (Hiddink et al., 2002) y b) disección de la vianda de un juvenil un C.edule
con su pie (F), secreción de biso (B), cilio (Ci), talón (H), depresión y surco
pedal (Pg y Pd), músculo abductor posterior (PAM) y masa visceral (VM),
adaptado de Yanksson (1986) ....................................................................... 4.30
Figura 4.20. Velocidad de sedimentación (media±SE) de las larvas de poliqueto Pectinaria
Koreni en función de su tamaño y estado de segregación de biso: a)
sedimentación pasiva y b) sedimentación activa, con filamento de biso (Olivier y
Retière, 2006). En la figura se presenta también un esquema del patrón de
sedimentación de los poliquetos. ................................................................... 4.31

-9-
Índice de Figuras

Figura 4.21. Canal de ensayos Hycobenthos a) fotografía y b) esquema de los ensayos de


selección de sustrato (adaptado de de Montaudouin y Bachelet, 1996; de
Montaudouin, 1997; de Montaudouin et al., 2003). ........................................ 4.32
Figura 4.22. Situación de las áreas estudiadas en las principales referencias bibliográficas
del Mar de Wadden / Norte............................................................................. 4.34
Figura 4.23. Migraciones durante la fase bentónica de la Macoma balthica en el mar de
Wadden (adaptado de van Duren, 2008). ...................................................... 4.36
Figura 4.24. Efecto de la separación de los individuos en la estructura del flujo: a) flujos
sobre un “obstáculo” aislado con una estela aguas abajo y b) flujo rasante
sobre una sucesión de individuos (adaptado de Van Duren, 2008). En estas
condiciones se produce un desacople entre el flujo rasante y el que actúa sobre
los organismos y se reducen los esfuerzos de corte sobre los mismos......... 4.41
Figura 4.25. Efecto de la actividad filtradora del M.edulis sobre la estructura de la energía
cinética turbulenta (a) y sobre las tensiones de Reynolds (b), ((van Duren et al.,
2006). .............................................................................................................. 4.42
Figura 4.26. Esquema de fuerzos actuantes sobre un berberecho aislado en el umbral de
movimiento: FD: fuerza da arrastre, FW: peso sumergido y FF: rozamiento
(Peña et al., 2008). En este esquema no aparecen las fuerzas de sustentación
FL porque se consideraron despreciables (ver apartado 4.2.5.).................... 4.45
Figura 4.27. Resultados de la simulación DNS de un flujo en capa límite y su interacción con
el transporte de partículas cerca de lecho. (a) Distribución instantánea de las
tensiones de Reynolds, las zonas de mayor tensión se representan en rojo y
están correlacionadas con los eventos Q2-sweeps-, representados en color
dorado, y las zonas de menor tensión se representan en azul y están
correlacionadas con los eventos Q4-ejections-; b) Representación de la
distribución de partículas en el lecho y su correlación con las zonas de menor
tensión tangencial (Soldati, 2004). ................................................................. 4.46
Figura 4.28. Las deformaciones excesivas de los cilios de los juveniles del percebe Balanus
improvisus provocan una reducción de su capacidad de alimentación y un
fenómeno de selección activa hacia entornos con velocidades locales sobre el
organismo (Ux) inferiores a los 5-10 cm/s (Larsson y Jonsson, 2006). ......... 4.47
Figura 4.29. Esquema de los principales tipos de canal para el estudio del bentos marino
(Jonsson et al., 2006) ..................................................................................... 4.48
Figura 4.30. Perfil vertical de velocidades para los canales de la red BioFlow para una
velocidad de la corriente de 5 cm/s. La tipología de los canales es recto: A-G,
en circuito de carreras: H-I y anular; J-K, (Jonsson et al., 2006). El nombre de la
institución y sus características se recogen en la Tabla 4.6. ......................... 4.50
Figura 4.31. Perfil vertical de velocidades para los canales de la red BioFlow para una
velocidad de la corriente de 25 cm/s. La tipología de los canales es recto: A-G,
en circuito de carreras: H-I y anular; J-K, (Jonsson et al., 2006). El nombre de la
institución y sus características se recogen en la Tabla 4.6. ......................... 4.51

- IF.10 -
Índice de Figuras

Figura 4.32. Velocidades de corte (a) y rugosidades características (b) obtenidas a partir del
ajuste de las leyes de velocidades determinadas en los canales de la red
BioFlow. Valores medios ± 95% IC (Jonsson et al., 2006). ........................... 4.52
Figura 4.33. Esquema de la puesta en suspensión e impacto de los moluscos en el fondo
marino (elaborada a partir de Amos et al., 1998)........................................... 4.53
Figura 4.34. (a) Campo de velocidades y, (b) perfil de velocidades correspondientes al
umbral de movimiento para un berberecho situado sobre un lecho de arena de
los Lombos do Ulla (Peña et al., 2008). ......................................................... 4.54
Figura 4.35. Curva original de Shields traducida al inglés (1936). El área rayada representa
el valor de la tensión tangencial crítica como función del número de Reynolds
granular Re**. ................................................................................................. 4.56
Figura 4.36. a) Proporción (media±SD) de larvas de M.arenaria retenidas en un sustrato de
arena fina en función de la velocidad de la corriente y b) Proporción
(media±SD) de larvas de la misma especia retenidas en función de la velocidad
y el grado de enterramiento en el sustrato (Roegener et al., 1995)............... 4.58
Figura 4.37. Proporción (media±desviación típica) de juveniles de M.arenaria y
M.mercenaria (~1.5 mm) erosionados para velocidades de fricción de 1.1 y 1.6
cm/s en dos sedimentos de 180 y 325 m (Hunt, 2004)................................. 4.58
Figura 4.38. Perfiles de velocidad de los ensayos de St-Onge y Miron (2007). Nótese que
aunque los autores emplearon 4 muestras de sedimento, únicamente presentan
las velocidades de fricción correspondientes a uno de los tipos usados....... 4.59
Figura 4.39. Porcentaje de Mya arenearia erosionada en función de la velocidad de la
corriente, el tamaño y el tipo de ambiente sedimentario en los ensayos de
laboratorio de St-Onge y Miron (2007). .......................................................... 4.60
Figura 4.40. Distribución del tamaño de los berberechos en el banco de los Lombos do Ulla
a) en la campaña 2002-2003, y b) en la campaña 2003-2004 (Parada et al.,
2006)............................................................................................................... 4.62
Figura 4.41. Esquema del canal “cockledrome” empleado en la realización de ensayos.. 4.63
Figura 4.42. Vista general de canal y detalle de las ruedas motrices. ............................... 4.64
Figura 4.43. Granulometría de la arena empleada en la realización de los ensayos de
arrastre de berberechos. ................................................................................ 4.64
Figura 4.44. Acuario de agua salada empleado para la conservación de los berberechos: el
agua captada por el filtro físico-biológico(1) pasa a través del regulador de
temperatura(2) para retornar en forma de cascada al acuario(3) y así favorecer
la aireación. El filtro de proteínas (4) funciona en paralelo a este sistema... 4.65
Figura 4.45. Evolución de los parámetros físico-químicos del acuario durante la fase de
maduración. Se puede observar como se produce la reducción de los nitratos,
indicador de que se alcanzó la maduración del acuario. ............................... 4.66
Figura 4.46. Ejemplo de imagen doble capturada con el equipo PIV. Se puede apreciar
como un pequeño problema de alineación del láser provoca una iluminación
diferenciada entre las dos imágenes. Este efecto se puede minimizar con
técnicas de preprocesado de las imágnees. .................................................. 4.68

- 11 -
Índice de Figuras

Figura 4.47. Ejemplo de aplicación del esquema de preprocesado a las imágenes: (a) y (b)
imagen original, (c) imagen preprocesada, (d) y (e) campo de velocidades de la
imagen original y de la procesada. ................................................................. 4.69
Figura 4.48. Plantilla empleada en el proceso de calibración del plano de medida con el
equipo PIV. El objetivo de la cámara se ve en primer plano .......................... 4.70
Figura 4.49. Ejemplo de marcado de los berberechos (a) con laca de uñas y (b) con código
de colores........................................................................................................ 4.73
Figura 4.50. (a) Cultivo de Tetraselmis suecica en el laboratorio de microbiología de la UDC,
y (b) vista a microscopio del microalga........................................................... 4.74
Figura 4.51. Distribución de tamaños de los grupos de berberechos empleados en el ensayo
de tallas........................................................................................................... 4.75
Figura 4.52. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones. ........................................................................... 4.76
Figura 4.53. Distribución por tamaños de los grupos de berberechos analizados en los
ensayos estacionales (a) otoño y (b) primavera............................................ 4.77
Figura 4.54. Ejemplo de aplicación del algoritmo de detección de fondo con filtros de media
móvil de diferente radio. En (a) se presenta la media de 25 imágenes tomadas
con PIV, en (b) el resultado la determinación de la posición de mayor gradiente
de intensidades y en (c) la posición del fondo filtrada y superpuesta sobre la
imagen original................................................................................................ 4.81
Figura 4.55. Ejemplo de aplicación de la máscara de fondo a un campo de velocidades
instantáneo del ensayo de determinación de velocidades sobre lecho de arena.
4.82
Figura 4.56. Longitudes características de los berberechos: altura a, longitud en la dirección
del flujo b y anchura c. .................................................................................... 4.89
Figura 4.57. Relación entre longitudes características de los berberechos analizados..... 4.89
Figura 4.58. Relación entre la anchura del berberecho y (a) la masa de la concha, (b) con
la densidad de la concha y la densidad del berberecho................................. 4.91
Figura 4.59. Relación entre la anchura del berberecho y el coeficiente de forma SF........ 4.92
Figura 4.60. Ejemplo de interacción del fondo de la imagen (izquierda) y de unas gotas
(derecha) en la visualización y determinación de los campos de velocidades. En
algunos escenarios el borde de la placa de visualización (rectángulo con línea
discontínua) ha provocado un descenso artificial de las intensidades turbulentas
en la dirección w (Figura 4.67). En la parte izquierda de la imagen se puede
apreciar la acumulación de arena durante el ensayo augas arriba de los
moluscos. ........................................................................................................ 4.93
Figura 4.61. Efecto de la inclusión de zonas localizadas con velocidades mal determinadas
por problemas de visualización en los perfiles de velocidad e intensidades
turbulentas. Se puede observar como eliminando las zonas incorrectas se
elimina el efecto de “peak locking” en los parámetros analizados. ................ 4.94
Figura 4.62. Perfiles de velocidad doblemente promediados para los ensayos de lecho de
arena o de fondo liso. ..................................................................................... 4.98

- IF.12 -
Índice de Figuras

Figura 4.63. Evolución de la velocidad media en los ensayos con el fondo de arena. Cada
punto representa una media de 20 imágenes................................................ 4.99
Figura 4.64. Velocidades medias u y w para la zona central del dominio visualizado
(100x150 mm2) en los ensayos V03FL (a) y (b), y V06FL (c) y (d). Aquellas
zonas con medidas erróneas originadas por problemas como los señalados en
la Figura 4.60 se han identificado con un círculo negro............................... 4.100
Figura 4.65. Distribución vertical de las componentes u y w de la velocidad doblemente
promediada en los ensayos con el lecho de arena. Datos escalados con la
variable interna u* y con la externa calado H. .............................................. 4.101
Figura 4.66. Comparación entre la distribución de las velocidades horizontales para los
ensayos de fondo liso y las velocidades registradas en los canales de estudios
del bentos de la red BioFlow (Jonsson et al., 2006). Datos escalados con la
variables interna u* y /u*.............................................................................. 4.102
Figura 4.67. Perfiles de intensidades turbulentas de las componentes u y w, (a) y (b)
respectivamente, de la velocidad doblemente promediada en los ensayos con
el lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con la externa
calado H........................................................................................................ 4.103

Figura 4.68. (a) y (b) Perfiles de esfuerzos de corte doblemente promediados en los
ensayos con el lecho de arena. Datos escalados con la variable interna u* y con
la externa calado H. (c) y (d), ejemplos de la distribución de las tensiones de
corte para un flujo 3D en un canal recto y para un flujo no uniforme 2D (datos
de Nezu y Nakagawa, 1993 y Song, 1994). ................................................. 4.104
Figura 4.69. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
grupos de tamaños ....................................................................................... 4.105
Figura 4.70. Gráficos de cajas y bigotes con el porcentaje de berberechos movilizados en
cada uno de los factores analizados: a) velocidad, b) talla, c) reclutamiento y d)
estado. .......................................................................................................... 4.106
Figura 4.71. Secuencia de video en la que un berberecho se coloca de forma lateral y
comienza a enterrarse. ................................................................................. 4.109
Figura 4.72. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
grupos de tallas. ........................................................................................... 4.117
Figura 4.73. Ejemplo de obtención del perfil del lecho así como de los parámetros
representativos del mismo: (a) imágenes de los ensayos de tamaño 20-25 mm
para con densidades alta y baja (berberechos muertos, velocidad V05) y (b)
función de rugosidad de fondo obtenida a partir del campo de imágenes... 4.125
Figura 4.74. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05T3AV.Se ha representado
la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización. ......................................................... 4.129
Figura 4.75. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05T3BV. Se ha representado
la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización. ......................................................... 4.130

- 13 -
Índice de Figuras

Figura 4.76. Campo de velocidades horizontales promediadas en el tiempo a) para el


ensayo V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. En la figura correspondiente al
ensayo V05T3BV se ha representado en amarillo las zonas de velocidades
negativas (inferiores a ~1 cm/s).................................................................... 4.131
Figura 4.77. Campo de velocidades verticales promediadas en el tiempo a) para el ensayo
V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. Se ha representado la magnitud de la
velocidad media entre -5 y 5 cm/s. ............................................................... 4.132
Figura 4.78. Campo vectorial de las perturbaciones espaciales de la velocidad para el
ensayo V05T3AV. En la figura se ha representado la vorticidad de dicho campo
entre =-50 y 50 s-1 y los vórtices asociados a las estelas persistentes
formadas en el entorno de los berberechos más grandes del lecho............ 4.133
Figura 4.79. Campo de la perturbación espacial de la velocidad horizontal a) para el
ensayo V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. Se ha representado la
magnitud de la velocidad media entre -25 y 25 cm/s. A la derecha de cada
mapa de velocidades se presenta el perfil doblemente promediado ū así
como la función de rugosidad del lecho (z). ................................................ 4.134
Figura 4.80. Campo de la perturbación espacial de la velocidad verticall a) para el ensayo
V05T3AV y b) para el ensayo V05T3BV. Se ha representado la magnitud de la
velocidad media entre -25 y 25 cm/s. A la izquierda de cada mapa de velocides
se presenta el perfil doblemente promediado así como la función de rugosidad
del lecho (z). ................................................................................................ 4.135
Figura 4.81. Comparación de las velocidades doblemente promediadas para la serie de
ensayos con la talla 3 y estado vivo: a) densidad de reclutamiento alta y b)
densidad de reclutamiento baja. Los símbolos rellenos representan la zona
situada bajo las crestas del lecho para cada escenario analizado............... 4.136
Figura 4.82. Evolución del perfil de velocidades sobre el lecho de berberechos en el ensayo
V06T3BV: a) campo de velocidades sobre el módulo de velocidad, b) perfiles
de velocidad horizontal doblemente promediados sobre las coordenadas
señaladas bajo cada perfil y c) comparación de la forma de los diferentes
perfiles de velocidad con el perfil doblemente promediado sobre todo el dominio
de análisis. .................................................................................................... 4.137
Figura 4.83. Definición geométrica de la ley logarítmica de velocidades (a) posición general
de los planos y longitudes características, z0: intersección de la ley con las
ordenadas y z=±d: asíntota de la ley logarítmica; (b) sistema de referencia y
posición del plano z=0 en la determinación de las velocidades de corte
estimadas en este trabajo............................................................................. 4.139
Figura 4.84. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente
horizontal de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25
mm con los moluscos vivos: a) densidad baja y b) densidad alta................ 4.141
Figura 4.85. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente
horizontal de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25
mm con los moluscos muertos: a) densidad bajay b) densidad alta. .......... 4.142
Figura 4.86. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente
horizontal de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25

- IF.14 -
Índice de Figuras

mm: a) moluscos vivos y b) moluscos muertos. En la figura se presentan las


dos densidades de reclutamiento ensayadas y se puede apreciar como no
existen prácticamente diferencias en el perfil atribuibles a este factor. ....... 4.143
Figura 4.87. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para la componente
vertical de la velocidad para el ensayo de talla comprendida entre 20 y 25 mm:
a) moluscos vivos y b) moluscos muertos. En la figura se presentan las dos
densidades de reclutamiento ensayadas y se puede apreciar como no existen
prácticamente diferencias en el perfil atribuibles a este factor..................... 4.144
Figura 4.88. Perfiles de las intensidades turbulentas de forma horizontales y verticales
(símbolos vacíos y rellenos respectivamente) para el ensayo de talla
comprendida entre 20 y 25 mm: Moluscos vivos con densidad de reclutamiento
baja (a) y alta (b) y moluscos muertos con densidad de reclutamiento baja (c) y
alta (d)........................................................................................................... 4.145
Figura 4.89. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente
promediados (símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de
talla comprendida entre 20 y 25 mm y estado vivo: a)densidad baja y
b)densidad alta. ............................................................................................ 4.146
Figura 4.90. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente
promediados (símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de
talla comprendida entre 20 y 25 mm y estado muerto: a) densidad baja y b) alta.
4.147
Figura 4.91. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de talla comprendida entre 20 y 25 mm: a) densidad baja y b) densidad alta. El
resto de factores no se diferencian. Se representa la posición media de las
crestas y de los senos del lecho con una línea discontinua......................... 4.148
Figura 4.92. a) Distribución de las tensiones dispersivas en un lecho acorazado de gravas y
su relación con b) la posición del punto de medida (Aberle et al., 2008). La
flecha azul señala la dirección del flujo. ....................................................... 4.149
Figura 4.93. Relación entre la posición de las crestas del lecho y de los máximos de las
distribuciones de esfuerzos de corte de Reynolds y de forma doblemente
promediados. La línea recta representa el ajuste perfecto. ......................... 4.150
Figura 4.94. a) Relación entre la velocidad media de ensayo y la velocidad de fricción (±SD)
para diferentes grados de reclutamiento (los datos relativos a la densidad baja y
alta están desplazados ±0.002 m/s en las abscisas para facilitar la
visualización) y b) Gráfica de cajas y bigotes para la velocidad de fricción media
en función del grado de reclutamiento. ........................................................ 4.152
Figura 4.95. Matriz de correlación entre la velocidad doblemente promediada media y
máxima y la velocidad de fricción característica con las velocidades de fricción
estimadas a partir del perfil logarítmico u*log , de la extrapolación de las
tensiones de Reynolds u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y a partir de la tensión
tangencial total máxima u*max,uw, para los ensayos de tallasen función del
grado de reclutamiento. ................................................................................ 4.154
Figura 4.96. Relación entre el porcentaje de los moluscos movilizados y el parámetro de
Shields s en función de la densidad de reclutamiento, de la talla y de la

- 15 -
Índice de Figuras

velocidad de fricción: (a) velocidades de fricción determinadas en los ensayos


con berberechos y (b) velocidades de fricción para fondo sin berberechos, ver
Tabla 4.27. .................................................................................................... 4.155
Figura 4.97. Relación entre el caudal sólido de fondo adimensional q y el parámetro de
Shields s en función de la densidad de reclutamiento, de la talla y de la
velocidad de fricción: (a) velocidades de fricción determinadas en los ensayos
con berberechos y (b) velocidades de fricción para fondo sin berberechos, ver
Tabla 4.27. .................................................................................................... 4.156
Figura 4.98. Relación entre el ratio de movilización E y el parámetro de Shields s en
función de la densidad de reclutamiento, de la talla y de la velocidad de fricción:
(a) velocidades de fricción determinadas en los ensayos con berberechos y (b)
velocidades de fricción para fondo sin berberechos, ver Tabla 4.27. En (b) se
han representado dentro de una elipse los datos eliminados en el ajuste de la
función de transporte. ................................................................................... 4.158
Figura 4.69. Esquema con la nomenclatura empleada en la denominación de los ensayos de
poblaciones estacionales.............................................................................. 4.159
Figura 4.99. Gráficos de cajas y bigotes con el porcentaje de berberechos movilizados en
cada uno de los factores analizados: a) velocidad, b) talla, c) reclutamiento y d)
estado. .......................................................................................................... 4.160
Figura 4.100. Comparación de la media de berberechos movilizados en función de la
velocidad de la corriente. .............................................................................. 4.161
Figura 4.101. Variación de las tensiones de Reynolds con el espaciamiento / en flujo sobre
traviesas de sección cuadrada (adaptado de Coleman et al., 2007b). Se puede
apreciar como a medida que la rugosidad incrementa, / crece, el pico de las
tensiones es más pronunciado y las velocidades de fricción también lo hacen
para las mismas condiciones de caudal. ...................................................... 4.163
Figura 4.102. Gráfica de interacciones entre los factores principales del análisis. Ensayo de
poblaciones estacionales.............................................................................. 4.170
Figura 4.103. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05D21AV.Se ha representado
la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización. ......................................................... 4.176
Figura 4.104. Campo de velocidades obtenido para el ensayo V05D21BV.Se ha representado
la magnitud de la velocidad media (0-0.4 cm/s) y únicamente 1 de cada 3
vectores para facilitar la visualización. ......................................................... 4.176
Figura 4.105. Campo de velocidades promediadas en el tiempo para el ensayo V05D21AV: a)
velocidades horizontales y b) velocidades verticales. La flecha amarilla señala
la posición de un berberecho recolocado por el flujo en una dimensión mayor
que el resto del parche. ................................................................................ 4.177
Figura 4.106. (a) Campo de la perturbación espacial de la velocidad horizontal y (b) vertical
para el ensayo V05D21AV. La flecha amarilla señala la posición de un
berberecho recolocado por el flujo en una dimensión mayor que el resto del
parche. A la derecha se represente el perfil de veloidades doblemente
promediado así como la función de rugosidad de lecho (z)........................ 4.178

- IF.16 -
Índice de Figuras

Figura 4.107. Comparación de las velocidades doblemente promediadas para la serie de


ensayos de la población de d~21 mm y estado vivo: a) densdidad de
reclutamiento alta y b) densidad de reclutamiento baja. Los símbolos rellenos
representan la zona situada bajo las crestas del lecho................................ 4.179
Figura 4.108. Perfiles de intensidad turbulenta doblemente promediados para los ensayos de
ensayos de la población de d~21 mm y estado vivo: a) intensidades
horizontales y b) intensidades verticales. En la figura se han agregado las dos
densidades de reclutamiento........................................................................ 4.180
Figura 4.109. Perfiles de las intensidades turbulentas de forma horizontales y verticales
(Símbolos bacíos y rellenos respectivamente) para el ensayo de la población de
de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad alta. ................ 4.181
Figura 4.110. Perfiles de los esfuerzos de corte de Reynolds y forma doblemente
promediados (símbolos rellenos y vacíos respectivamente) para el ensayo de
la población de de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad alta.
4.182
Figura 4.111. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo
de la población de de d~21 mm y estado vivo: a) densidad baja y b) densidad
alta. Se representa la posición media de las crestas y de los senos del lecho
con una línea discontinua. ............................................................................ 4.183
Figura 4.112. Matriz de correlación entre la velocidad doblemente promediada media y
máxima y la velocidad de fricción característica con las velocidades de fricción
estimadas a partir del perfil logarítmico u*log, de la extrapolación de las
tensiones de Reynolds u*uw,(z=zc), u*uw,(z=0) y a partir de la tensión
tangencial total máxima u*max,uw, para los ensayos de poblaciones en función
del grado de reclutamiento. .......................................................................... 4.185
Figura 4.113. Relación entre el porcentaje de los moluscos movilizados y el parámetro de
Shields s en función de la densidad de reclutamiento y de la población
analizada. Las velocidades de fricción empleadas son para fondo sin
berberechos, ver Tabla 4.27......................................................................... 4.187
Figura 4.114. Relación entre el caudal sólido de fondo adimensional q y el parámetro de
Shields s en función de la densidad de reclutamiento y de la población
analizada. Las velocidades de fricción empleadas son para fondo sin
berberechos, ver Tabla 4.27. Se han representado los ajustes obtenidos para
los ensayos de grupos de tallas, ecuación (4.35), y los de poblaciones,
ecuación (4.40). ............................................................................................ 4.187
Figura 4.115. Relación entre el ratio de movilización E y el parámetro de Shields s en
función de la densidad de reclutamiento y de la población analizada. Las
velocidades de fricción empleadas son para fondo sin berberechos, ver Tabla
4.27. Se han representado los ajustes obtenidos para los ensayos de grupos de
tallas, ecuación (4.37), y los de poblaciones, ecuación (4.40)..................... 4.188

- 17 -
Índice de Figuras

C05. SINTÉSIS DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Figura 5.1. (a) Fotografía satélite de la Ría de Arousa y su situación en Galicia y (b)
perspectiva del banco marisquero de los Lombos do Ulla.................................. 5.1
Figura 5.2. Esquema del procedimiento del doble promediado aplicado en los ensayos de
arrastre de berberechos con la tecnología PIV. .................................................. 5.4
Figura 5.3. Secreción de biso de un juvenil de Macoma balthica coloreado con alcano azul
(Hiddink et al., 2002). .......................................................................................... 5.6
Figura 5.4. (a) Esquema del canal de recirculación y (b) Montaje experimental del equipo
PIV. ...................................................................................................................... 5.8
Figura 5.5. Configuración geométrica de los ensayos: (a) ensayos por grupos de tamaño y
(b) ensayos de poblaciones............................................................................... 5.10
Figura 5.6. Perfiles de velocidad doblemente promediados en los ensayos de fondo liso. 5.15
Figura 5.7. Relación entre la velocidad media doblemente promediada y la velocidad de
fricción media determinada a partir de la ley logarítmica de velocidades para los
ensayos de grupos de tallas y poblaciones estacionales. ................................ 5.19
Figura 5.8. Distribución de la velocidad horizontal promediada en el tiempo en el ensayo
realizado con berberechos vivos de 25-30 mm para la velocidad V05 (0.45 m/s)
Se pueden apreciar las diferencias en la distribución espacial de las rugosidades
para el reclutamiento bajo y alto y su efecto sobre la estructura de las
velocidades. En amarillo se han representado zonas de velocidad negativa... 5.20

Figura 5.9. Campo vectorial de las perturbaciones espaciales de la velocidad (u , w


i ) para el
ensayo con el reclutamiento alto presentado en la Figura 5.8. Se ha representado
la vorticidad del campo y las estelas persistentes formadas en el entorno de los
berberechos más grandes del lecho. ................................................................ 5.22
Figura 5.10. Perfiles de los esfuerzos dispersivos doblemente promediados para el ensayo de
talla comprendida entre 20 y 25 mm: a) densidad baja y b) densidad alta....... 5.23

Figura 5.12. Funciones de transporte de a) caudal sólido adimensional Φq y b) de ratio de


movilización volumétrico ΦE y el parámetro de Shields Ψs obtenidas en los
ensayos de tallas (color rojo), de poblaciones (color azul) y con todos los datos
disponibles (en color negro). ............................................................................. 5.26

- IF.18 -
ÍNDICE DE TABLAS

C02. ECUACIONES FUNDAMENTALES Y DESCRIPCIÓN DE FLUJOS


TURBULENTOS

Tabla 2.1. Resumen de las diferentes estrategias empleadas en la hidráulica computacional


(Spalart, 2000). .................................................................................................... 2.8
Tabla 2.2. Estructura vertical de un flujo hidráulicamente liso en canales abiertos: regiones,
capas y características [δ: espesor de la capa límite, y+= y·u*/υ calado
adimensionalizado respecto a la longitud característica de la capa límite viscosa
δv], (Pope, 2000). ............................................................................................... 2.22

Tabla 2.3. Resumen de los principales estadísticos que representan la turbulencia. ....... 2.79

C04. ANÁLISIS DEL ARRASTRE DEL BERBERECHO C.edule


Tabla 4.1. Episodios de mortandad severa y moderada en el banco de los Lombos do
Ulla Parada et al. (2007). ............................................................................... 4.6
Tabla 4.2. Resumen de los parámetros de ensayo, velocidad libre U∞ y de corte u*
(media±intervalo de confianza del 95%) y de las velocidades de natación
(media±desviación típica) de la larva de C.edule en los ensayos realizdos por
Jonsson et al. (1991). .................................................................................. 4.15
Tabla 4.3. Resumen de los procesos y factores implicados en la estructura de las
comunidades bentónicas producidos durante las etapas previas a la
sedimentación, durante la sedimentación y las etapas posteriores a la misma.
(Todd, 1998). ............................................................................................... 4.22
Tabla 4.4. Comparación de las velocidades de sedimentación activa y pasiva para
juveniles de C.edule (de Montadonuin, 1997). ............................................ 4.33
Tabla 4.5. Resumen de los principales parámetros de los ensayos para determinar la
influencia de la actividad filtradora en la estructura de la capa límite
desarrollada sobre un lecho de Mytulis edulis (van Duren et al., 2006)...... 4.43
Tabla 4.6. Descripción de los canales de la red BioFlow. El resto de características se
pueden encontrar en Jonsson et al. (2006). ................................................ 4.49
Tabla 4.7. Coeficientes de arrastre (media±desviación típica) correspondientes al umbral
de movimiento de movimiento de varios cuerpos biogénicos (adaptado de
Peña et al., 2008)......................................................................................... 4.54
Tabla 4.8. Resumen de los ensayos realizados y sus parámetros más representativos.4.61
Tabla 4.9. Resumen de los principales parámetros de configuración del PIV.............. 4.68
Tabla 4.10. Valor de la pendiente del análisis de regresión para el análisis de la alometría
tomando como variable independiente la longitud y comparación con los
valores medios obtenidos de la literatura (valor medio ± desv. estándar). . 4.90

- IT.1 -
Índice de Tablas

Tabla 4.11. Valores de las densidades de la concha y el berberecho obtenidos en la


caracterización de los moluscos. .................................................................4.92
Tabla 4.12. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos realizados sobre el
lecho de arena sin moluscos. Los ensayos se han ordenado por velocidades
crecientes: V01FL a V06FL, donde FL hace referencia a que son los ensayos
de Fondo Liso. El resto de variables de la tabla se definen en el texto
(§4.4.2.1). .....................................................................................................4.95
Tabla 4.13. Resumen de los parámetros de corte en los ensayos realizados sobre el lecho
de arena de los Lombos do Ulla. .................................................................4.96
Tabla 4.14. Parámetros y escalas geométricas en los ensayos realizados sobre el lecho
de arena de los Lombos do Ulla. .................................................................4.97
Tabla 4.15. Porcentaje de berberechos movilizado en función de la velocidad de la
corriente y de la talla. Valores medios y error estándar ( / n). Los parámetros
estado y reclutamiento están agregados en los anteriores. ......................4.108
Tabla 4.16. Porcentaje de berberechos movilizado en función del estado y el
reclutamiento. Valores medios y error estándar ( / n). Los parámetros
velocidad de la corriente y talla están agregados en los anteriores. .........4.109
Tabla 4.17. Porcentaje medio de berberechos vivos movilizados en los ensayos por
grupos de tamaños homogéneos. Valores medios y error estándar ( / n).4.110
Tabla 4.18. Porcentaje medio de berberechos muertos movilizados en los ensayos por
grupos de tamaños homogéneos. Valores medios y error estándar ( ).....4.111
Tabla 4.19. Análisis de la varianza de 4 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla, reclutamiento y estado
sobre el porcentaje de berberechos movilizados. Ensayo de grupos de tallas.4.112
Tabla 4.20. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal velocidad. La significancia del test ( =0.05) SNK se marca en
tipografía negrita y la del test de Ryan con un asterisco. ..........................4.114
Tabla 4.21. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal velocidad. La significancia del test ( =0.05) se señala con un
asterisco. ....................................................................................................4.115
Tabla 4.22. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal talla. La significancia del test ( =0.05) SNK se marca en tipografía
negrita y la del test de Ryan con un asterisco. ..........................................4.116
Tabla 4.23. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal talla. La significancia del test ( =0.05) se señala con un asterisco.4.116
Tabla 4.24. Aplicación del contraste t de Student a los factores Densidad y Estado. La
significancia del test ( =0.05) se señala con un asterisco. ........................4.117
Tabla 4.25. Definición de los niveles de velocidad con igual efecto sobre el porcentaje de
berberechos movilizados de 15 a 20 mm. Ninguno de los grupos tiene una
significación estadística relevante (P<0.05)...............................................4.119

- IF.2 -
Índice de Tablas

Tabla 4.26. Grupos de velocidad homogéneos sobre la movilización de los berberechos


para todos los niveles de tallas analizadas. Ninguno de los grupos tiene una
significación estadística relevante (p<0.05)............................................... 4.120
Tabla 4.27. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos por grupos de tallas
(valor medio ± desviación estándar).......................................................... 4.121
Tabla 4.28. Velocidad de fricción media en función de los factores talla, densidad de
reclutamiento y estado para los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación estándar).................................................................................. 4.123
Tabla 4.29. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los
factores analizados para los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación estándar).................................................................................. 4.124
Tabla 4.30. Resumen de las escalas geométricas para los ensayos por grupos de tallas
(valor medio ± desviación típica). .............................................................. 4.127
Tabla 4.31. Posición del plano z=0 relativa a la longitud característica de la rugosidad y
al diámetro medio de los moluscos en función de los factores talla y densidad
de reclutamiento (valor medio ± desviación típica). .................................. 4.139
Tabla 4.32. Velocidades de fricción en los ensayos por grupos de tallas (valor medio ±
desviación típica) para los factores velocidad-densidad y talla-densidad. 4.151
Tabla 4.33. Porcentaje de berberechos movilizado en función de la velocidad de la
corriente y de la talla. Valores medios y error estándar ( / n). Los parámetros
estado y reclutamiento están agregados en los anteriores. ...................... 4.161
Tabla 4.34. Porcentaje de berberechos movilizado en función del estado y el
reclutamiento. Valores medios y error estándar ( / n). Los parámetros
velocidad de la corriente y talla están agregados en los anteriores.......... 4.162
Tabla 4.35. Porcentaje medio de berberechos vivos movilizados en los ensayos por
grupos de poblaciones. Valores medios y error estándar ( / n). .............. 4.164
Tabla 4.36. Porcentaje medio de berberechos muertos movilizados en los ensayos por
grupos de de poblaciones. Valores medios y error estándar ( )................ 4.164
Tabla 4.37. Análisis de la varianza de 4 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla, reclutamiento y estado
sobre el porcentaje de berberechos movilizados. Ensayo de grupos
estacionales. .............................................................................................. 4.165
Tabla 4.38. Análisis de la varianza de 3 factores con un modelo factorial con todas las
interacciones para el análisis de la velocidad, talla y reclutamiento sobre el
porcentaje de berberechos movilizados. El factor estado se ha agrupado.4.166
Tabla 4.39. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK y Ryan para el factor
principal velocidad. La significancia del test ( =0.05) SNK se marca en
tipografía negrita y la del test de Ryan con un asterisco........................... 4.167
Tabla 4.40. Aplicación del método de comparaciones múltiples Tukey HSD para el factor
principal velocidad. La significancia del test ( =0.05) se señala con un
asterisco..................................................................................................... 4.168

-3-
Índice de Tablas

Tabla 4.41. Aplicación del contraste t de Student a los factores Densidad y Estado. La
significancia del test ( =0.05) se señala con un asterisco. ........................4.169
Tabla 4.42. Aplicación del método de comparaciones múltiples SNK para el factor
principal talla. La significancia del test ( =0.05) se marca con un asterisco.4.169
Tabla 4.43. Resumen de las propiedades del flujo en los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica). .........................................4.171
Tabla 4.44. Velocidad de fricción media en función de los factores talla, densidad de
reclutamiento y estado para los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica)..........................................................................4.172
Tabla 4.45. Resumen de las características geométricas del lecho en función de los
factores analizados para los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica)..........................................................................4.173
Tabla 4.46. Resumen de las escalas geométricas para los ensayos de poblaciones
estacionales (valor medio ± desviación típica). .........................................4.174
Tabla 4.47. Velocidades de fricción en los ensayos de poblaciones estacionales (valor
medio ± desviación típica) para los factores velocidad-reclutamiento, talla-
reclutamiento y estado-reclutamiento. .......................................................4.184

C05. SINTÉSIS DE RESULTADOS Y CONCLUSIONES

Tabla 5.1. Resumen de los escenarios analizados en los ensayos de movilización de


berberechos realizados en este estudio.............................................................. 5.7
Tabla 5.2. Principales relaciones entre la anchura del berberecho c y las principales
variables geométricas (la definición de las mismas se encuentra en §4.4.1). .. 5.13
Tabla 5.3. Resumen de los principales propiedades del flujo en los ensayos realizados
sobre fondo liso. La nomenclatura de los ensayos ha sido V01FL a V06FL, donde
donde “FL” hace referencia a Fondo Liso. ........................................................ 5.14
Tabla 5.4. Porcentaje de berberechos movilizados en función de la velocidad de la corriente
y de la talla. Ensayos de grupos de tamaños.................................................... 5.16
Tabla 5.5. Porcentaje de berberechos movilizados en función de la velocidad de la corriente
y la talla. Ensayos de poblaciones estacionales. .............................................. 5.17

- IF.4 -
CARACTERIZACIÓN HIDRODINÁMICA DEL ARRASTRE DEL MOLUSCO C.edule CON LA

METODOLOGÍA DEL DOBLE PROMEDIADO. ESTUDIO EN MODELO FÍSICO CON TECNOLOGÍA PIV

La hidrodinámica del flujo juega un papel muy importante en la mayoría de los procesos físicos que
se desarrollan en ríos, lagos y aguas de transición. Además, la estructura y funcionalidad de las
comunidades biológicas en estos ecosistemas acuáticos está fuertemente ligada y controlada por las
relaciones que surgen entre los procesos físicos, químicos y biológicos. Con objeto de mejorar la
gestión y el conocimiento de los ecosistemas acuáticos están surgiendo nuevas áreas en la Ingeniería
Hidráulica y en la Mecánica de los Fluidos relacionadas con la Hidrodinámica de los Ecosistemas
Acuáticos. Estas nuevas disciplinas cubren un amplio rango de escalas y de ecosistemas terrestres y
acuáticos, y representan un buen ejemplo de la aproximación multidisciplinar de la ciencia moderna.

Un ejemplo aplicado de la interacción de la


hidrodinámica en los ecosistemas acuáticos se
puede encontrar en la desembocadura del río
Ulla, en la ría de Arousa (Galicia). En el banco
marisquero de los Lombos do Ulla se han
registrado importantes episodios de mortandad
del molusco Cerastoderma eduele, asociados a
fuertes descensos de salinidad y al arrastre de los
stocks de este berberecho provocados por los
episodios de precipitaciones y las crecidas del río.

El principal objetivo de esta investigación es


mejorar el conocimiento del fenómeno de arrastre
de los berberechos adultos. Para ello, en esta
Tesis Doctoral se ha realizado un estudio hidrodinámico en laboratorio sobre el arrastre de varios
grupos de berberechos adultos, con diferentes tamaños y número de individuos por superficie. Para la
determinación de los campos de velocidades y esfuerzos turbulentos se ha empleado con éxito la
tecnología Particle Image Velocimetry.

Para describir los parámetros hidrodinámicos del flujo rugoso que se produce sobre el lecho
irregular y heterogéneo formado por los bivalvos se ha empleado la Metodología del doble promediado
(Double Averaged Methodology). Con este procedimiento se han determinado los parámetros
descriptores del flujo así como las distribuciones de velocidades, intensidades y tensiones, con sus
términos turbulentos y también de forma o dispersivos. El trabajo realizado ha puesto de manifiesto la
importancia de las corrientes secundarias y la tridimensionalidad del flujo cerca del lecho en las
distribuciones de esfuerzos cortantes, y su relación con la distribución de tamaños y la densidad de los
berberechos en el lecho.

En el análisis de los factores que afectan al arrastre de los moluscos se han empleado técnicas
estadísticas habituales en los trabajos de ecología y biología marina como el Análisis de la Varianza. En
el mismo, se han puesto de manifiesto ciertas interacciones entre el transporte del sedimento del lecho
y el arrastre de los moluscos. Por último, la movilización de los bivalvos también se ha descrito a través
del ajuste de funciones de transporte de caudal sólido de fondo, de aplicación habitual en la Ingeniería
Fluvial.

www.geama.org/hidraulica

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