L. J. Smith - Mundo de La Noche - 3
L. J. Smith - Mundo de La Noche - 3
L. J. Smith - Mundo de La Noche - 3
LJ Smith
Saga Mundo de la Noche
03 - Encantada
Indice
- Capítulo 1
- Capítulo 2
- Capítulo 3
- Capítulo 4
- Capítulo 5
- Capítulo 6
- Capítulo 7
Por venir
- Capítulo 8
- Capítulo 9
- Capítulo 10
- Capítulo 11
- Capítulo 12
- Capítulo 13
- Capítulo 14
- Capítulo 15
- Capítulo 16
- Capítulo 17
Capítulo 1
Traducción Beleth
E
xpulsada.
Era de las palabras más aterradoras de la escuela en
la que podía pensar, y no paraba de resonarle a Thea en la
cabeza mientras el coche de su abuela se acercaba al edificio.
- Esta -dijo la abuela Harman desde el sitio del copiloto- es tu
última oportunidad. Te das cuenta, ¿Verdad?”
Mientras el conductor se acercó hacia el bordillo, continuó. - No
sé porqué te expulsaron de la última escuela, y no quiero saberlo. Pero
si tienes un solo problema en esta escuela, desistiré y os enviaré a
ambas con vuestra tía Úrsula. Y no quieres eso, ¿Cierto?
Sacudió negativamente la cabeza vigorosamente.
La tía Úrsula era el apodo que le daban al Convento, una fortaleza
gris en lo alto de una montaña desierta. Padres de piedra por todas
partes, y una atmósfera espeluznante mientras la tía Úrsula vigilaba
con atención cada movimiento. Thea prefería morir antes de ir allí.
En el asiento trasero junto a ella estaba Blaise, la prima de Thea,
sacudiendo también la cabeza. Pero Thea sabía que no la escuchaba.
Ella misma tenía problemas para concentrarse. Se sentía mareada,
como si una mitad de ella todavía estuviera en New Hampshire, en la
oficina del director. No paraba de ver las caras que decían que ella y
Blaise estaban a punto de ser expulsadas de nuevo.
Pero esta vez había sido la peor. Nunca olvidaría la forma en la que
el coche de policía estaba afuera con las sirenas y luces encendidas,
o la forma en que el humo seguía saliendo de los restos del ala de
Capítulo 2
Traducción Galatea
L
a multitud entró en pánico.
Todo sucedió de golpe; Thea no pudo discernir las
diferentes impresiones. La mitad de la gente que había
ante ella se fue corriendo. La otra mitad gritaba.
- Llamad al 9-1-1
- Ha cogido a Eric…
- ¡Te dije que la mataras!
El chico pelirrojo estaba avanzando con el palo. Otros chicos
estaban a su alrededor, buscando rocas. El grupo se había convertido
en una multitud enfurecida.
La serpiente se agitaba violentamente, emitiendo un terrible siseo.
Estaba lista para atacar de nuevo – y no había nada que Thea pudiera
hacer.
- ¡Hey! - Una voz la sorprendió. Venía de Eric, el chico que había
sido mordido. - Tranquilidad, chicos. Josh, dame eso.- Le estaba
hablando al pelirrojo que tenía la rama. - No me ha mordido. Ha sido
solo un golpe.
Thea le miró. ¿Acaso este chico estaba loco?
Pero la gente le escuchaba. Una chica con pantalones anchos y
un top se dejó de coger una roca.
- Dejad que yo me ocupe… Para poderla llevar a los matorrales
donde no le hará daño a nadie.
Definitivamente loco. Estaba hablando tan seguro de sí mismo,
de una manera tan razonable e iba a tratar de coger la serpiente con el
palo. Alguien tenía que hacer algo rápido.
un grande y calva criatura, con piel falsa… Pero ahora ella se vio a sí
misma como Eric la veía. Una niña de rodillas con el cabello suelto de
color amarillo sobre sus hombros suaves y con ojos marrones. Una
cara que era demasiado suave, con una expresión muy preocupada.
- Eres… Hermosa. - dijo Eric, todavía con dudas. - Nunca he
visto a nadie… Pero es como si hubiera una neblina a tu alrededor.
Eres tan misteriosa...
Una gran quietud parecía rodear el desierto. El corazón de Thea
golpeaba tan fuerte que sacudía su cuerpo. ¿Qué estaba ocurriendo?
- Es como si todo fueras parte de todo. -dijo en ese sabio tono de
voz infantil- Perteneces a esto. Y hay tanta paz....
- No. - dijo Thea. No había paz e en ella. Ella estaba aterrorizada.
Ella no sabía lo que estaba pasando, pero sabía que tenía que
escapar.
- No te vayas. -dijo, cuando ella se movió. Tenía la expresión de
un cachorro con el corazón roto.
Y entonces... se acercó a ella. No bruscamente. Sus dedos no se
cerraron sobre su muñeca. Sólo rozaron la parte de atrás de su mano,
alejándose cuando se estremeció.
Pero no importaba. Un simple roce le había puesto todos los
pelos del antebrazo de Thea de punta. Y cuando miró de nuevo a los
moteados ojos de color gris-verde, supo que él sentía lo mismo.
Una especie de dulce rasguño, un vertiginoso regocijo. Y una
conexión. Como si hubiera algo más profundo que comunicarse con
palabras.
Te conozco. Veo lo que ves….
Casi sin saber lo que estaba haciendo, Thea levantó la mano.
Con los dedos un un poco extendidos, como si fuera a tocar un espejo
o un fantasma. Él acercó a su mano también. Estaban mirándose el
uno al otro.
Y entonces, justo antes de los dedos se tocaran, Thea sintió una
sacudida de pánico como agua helada.
¿Qué estaba haciendo? ¿Ella había perdido la cabeza?
De repente todo estaba claro - demasiado claro. Su futuro se
extendía ante de ella, cada detalle claro. Muerte por romper las normas
del Mundo de la Noche. En el centro de la Cámara Circular, tratando de
explicar que no había querido traicionar sus secretos, que no quería…
intimar con un ser humano. Que todo era un error, un momento de
Capítulo 3
Traducción Beleth
E
staba perdido. Blaise le había elegido a él, y era sólo
cuestión de tiempo ver cómo iba a jugar él.
Un desfile de nombres de personas atravesaron
la mente de Thea. Randy Marik. Jake Batista. Kristoffer Milton. Troy
Sullivan. Daniel Xiong.
Y ahora: Brie Ross.
Pero Eric estaba hablando, sonaba animado. - ¿Tu prima? ¿Es
esa otra chica nueva? ¿Thea?
- Sí. Ahora…
- Mira, ¿Sabes dónde está? Realmente quiero hablar con ella.
-Su mirada vaga descendió de nuevo, y Eric miraba hacia la distancia.
- Ella es simplemente... Nunca he conocido a nadie como ella....
Blaise soltó el cuaderno y le miró.
Desde su escondite, Thea miraba también.
Eso nunca había ocurrido antes. Este hombre ni siquiera parecía
ver Blaise.
Eso era lo suficientemente extraño. Pero por la diosa de la
curiosidad con cabeza de mono azul, Thea lo que realmente quería
saber era por qué se sentía tan aliviada por eso.
Una campana sonó. Blaise estaba todavía ahí atónita. Eric metió
el cuaderno en su mochila.
- ¿Podrías simplemente decirle que he preguntado por ella?
- ¡A ella no le importara que hayas preguntado por ella!- Blaise
soltó, la voz ya no era tan melosa. - Ella me dijo muy claramente que
nunca quería verte otra vez. Yo tendría cuidado en tu lugar. Porque ella
Thea asintió. - Sí, la gente viene de todas partes para tomar sus
clases, o para comprar sus cosas y amuletos. Pero no siempre es fácil
convivir con ella.- Añadió irónicamente Thea. - Ella tiene un par de
aprendices al año.-
- ¿Asi que va a enderezar a Blaise?
- No creo que nadie pueda. Lo que hace Blaise - es sólo su
naturaleza, de la forma en que un gato juega con un ratón. Si tenemos
problemas de nuevo, nuestra abuela dice que nos enviará con nuestra
tía Úrsula al convento de Connecticut.
- ¿Al convento?
- Sí.
- Entonces más os vale manteneros lejos de los problemas.
- Lo sé. Dani, ¿Cómo es esta escuela? Quiero decir, ¿Es el tipo
de lugar donde Blaise puede mantenerse lejos de los problemas?
- Bueno...- Dani se veía consternada. - Bueno - te lo dije antes,
sólo hay otras dos brujas en nuestra clase, y son ambas del Círculo
de Medianoche. Tal vez las conoces... ¿Vivienne Morrigan y Selene
Lucna?
El corazón de Thea se hundió. Vivienne y Selene – las había visto
en los Círculos de verano, llevando las túnicas más oscuras de todas
las niñas del Círculo de medianoche. Ellas dos y Blaise….serían una
combinación letal.
- Tal vez si les explicas lo importante que es, que podrían ayudarte
a mantener bajo control a Blaise.- dice Dani. - ¿Quieres ir a hablar con
ellas ahora? Estarán en el patio de la cafetería - yo suelo comer con
ellas.
- Um...- Thea dudó. Hablar con las dos así, dudaba de que fuera
útil. Pero, por otra parte, no tenía una idea mejor. - ¿Por qué no?
En el camino hacia la cafetería, ella vio algo que la hizo frenar
en seco. Adherido a la pared de estuco había un gigante trozo de
papel de envolver, pintado de naranja y negro en los márgenes. En el
centro había una figura grotesca: una anciana con un vestido negro,
despeinado cabello blanco, y cubierta de verrugas. Iba a caballo sobre
una escoba y llevaba un puntiagudo sombrero. Debajo ponía:
Capítulo 4
Traducción Beleth
E
n ese momento Thea casi odiaba su prima.
Pero no tenía otra elección. Cuatro pares de ojos
estaban mirándola: los ojos grises de Blaise, los
verde esmeralda de Vivienne, los azules de Selene, y los oscuros y
aterciopelados de Dani. Estaban esperando.
Thea se levantó y comenzó el largo camino a través del patio.
Se sentía como si todo el mundo la estuviera viendo a ella. Ella
trató de mantener sus pasos medidos y confiados, su rostro sereno.
No fue fácil. Cuanto más cerca estaba del pelo color arena, más quería
girarse y echar a correr. Tenía la visión de túnel ahora: todo a los lados
estaba desenfocado, la única cosa clara era el perfil de Eric.
Justo cuando estaba cerca, él se giró y la vio venir.
Se veía asustado. Por un momento sus ojos se encontraron: un
verde más profundo que el de Vivienne, más intenso y más inocentes.
Luego, sin decir una palabra, él se giró rápidamente y caminó
hacia un camino que había entre dos edificios. Se había marchado
antes de que Thea supiera lo que estaba sucediendo.
Ella se quedó inmóvil sobre el suelo. Había un gran espacio vacío
en su interior, con sólo su corazón tratando de llenarlo.
Bueno, él me odia. No le culpo. Tal vez sea bueno, quizás Blaise
diga que todos podemos olvidarle ahora. Pero cuando regresó a la
mesa, Blaise fruncía el ceño pensativa.
- Simplemente todavía no dominas la técnica.- dijo. - No importa.
Puedo entrenarte.
no había lugar para los animales en la vida de las brujas, no desde que
se habían proscrito durante la Época Quemada.
solo de pensarla. Pero tenía que hacer algo. Sin querer, se acerco a él,
y estaba mirando en su cara. Ahora solo estaban a escasos centímetros
uno del otro y estaba sintiéndose vertiginosa.
- Tengo que irme - wow. Te veré más tarde. -murmuró ella, y se
obligó a retroceder. - Más tarde. -dijo. Todavía estaba brillando. Thea
escapó.
Miércoles, jueves y viernes, trató de hacer caso omiso de él.
Evitarle en los pasillos, fingiendo que estaba lo más ocupada posible.
Parecía entenderlo, y no la persiguió. Ella sólo deseaba que no pareciera
tan de ensueño y feliz todo el tiempo.
Y luego estaba Blaise. Blaise ya tenía un par de fornidos jugadores
de fútbol que la seguían por todas partes, Duane y Buck - pero ninguno
de ellos estaba invitado al baile. Blaise tenía un método único de elección
de pareja. Les decía a todos que se fueran.
- No me quieres. - Le dijo a una bello asiático-americano que
llevaba un pendiente.
Era la hora del almuerzo del jueves, las brujas tenía una mesa
entera para ellas solas: Vivienne y Selene con Blaise a un lado; Thea
con Dani en el otra. El chico hermoso tenía una rodilla sobre la silla y
se veía nervioso.
- No te puedes permitir estar conmigo, Kevin. Te arruinaría. Será
mejor que te marches. – Dijo Blaise, mientras le miraba con sus grises
ojos.
Kevin se giró. - Pero yo soy rico. -Dijo que simplemente, sin
afectación.
- No estoy hablando de dinero. -dijo Blaise. Ella le dedicó una
sonrisa. - Y de todos modos, no creo que estás realmente interesado.
- ¿Estás bromeando? Estoy loco por ti. Cada vez que te veo... no
sé, me vuelvo loco.
Él miró a las demás chicas y Thea sabía que él estaba incómodo
de tener una audiencia. Incómodo, pero no lo suficiente como para
dejar de hablar. – Haría cualquier cosa por ti.
- No, no lo creo. - Blaise jugaba con un anillo en su dedo índice
izquierdo.
- ¿Qué es eso? - Vivienne interrumpió indiferentemente.
- Hm? Oh, sólo un pequeño diamante. - dijo Blaise. Extendió su
mano y la luz se reflejó. – Stuart Mac-Ready me lo dio esta mañana.
Capítulo 5
¿
Qué?- Dijo Thea. Esto era algo sobre lo que podía hablar.
-¿Blaise, estás loca?
-Espero que no estés diciendo que no quieres hacer
hechizos.-Dijo Blaise peligrosamente. - Es parte de ello, lo sabes.
-Lo que estoy diciendo es que no hay forma de que podamos
conseguir suficiente sangre para llenar esto sin que ellos lo noten. ¿Qué
les vamos a decir? Solo quiero que lo tengas en mente.
-Utiliza tu ingenio. - Vivienne dijo musicalmente, jugando con un
mechón de cabello oro rojizo con sus dedos.
- En cualquier caso siempre podríamos utilizar la copa de Lethe.
- Blaise añadió tranquilamente. - Después no importa lo que hagamos,
no lo recordaran.
Thea casi se cayó. Lo que Blaise sugería era como usar una bomba
nuclear para matar una mosca. –Estás loca.- Dijo ella calladamente.
-Sabes que las novatas no tienen permitido usar ese tipo de hechizos,
y probablemente no seamos siquiera capaces de utilizarlos cuando
seamos mayores, y probablemente no cuando seamos brujas del todo.
Esas cosas son para los ancianos.- Ella miró a Blaise hasta que sus
grises ojos desistieron.
-Yo no creo en clasificar algunos hechizos como prohibidos.- Dijo
Blaise altivamente. Pero no miró a Thea y ella no siguió con el tema.
Cuando ella y Dani se fueron del patio, Thea notó que Dani había
cogido uno de los pequeños frascos.
-¿Vas al baile?
de color morado oscuro que hacía destacar lo rubia que era. Las dos
parecían estar pasando en grande.
Dani bostezó. –Creo que probablemente me marche temprano a
casa.- Ella comenzó, y luego se detuvo.
Un tipo de disturbio había comenzado al otro lado de la sala, en
frente de la entrada principal. La gente estaba peleando. Primero, Thea
pensó que era solo otro alboroto por Blaise - pero después una figura
apareció bajo de las luces de la pista de baile.
-Quiero saber - la voz dijo en tonos disonantes que sonaron sobre
la música. –Quiero sabeeeer…
La banda se detuvo. Las personas se dieron vuelta. Algo en esa
voz les obligó a hacerlo. Era tan obviamente anormal, incluso anormal
para alguien que estuviese borracho. Este era alguien que estaba
loco.
Thea se levantó.
-Quiero sabeeeer.- La figura dijo de nuevo, sonando perdida y
petulante. Luego se volteo y Thea sintió hielo recorrer su espalda.
La persona llevaba una máscara de Halloween.
Una máscara de plástico de niño que mostraba un jugador
de football, del tipo de las que se sostiene con una goma elástica.
Perfectamente apropiada para un baile de Halloween. Pero para uno
de una fiesta era grotesco.
Oh, Eileithyia, pensó Thea.
-¿Puedes decírmelo?- la figura le preguntó a una pequeña niña
que estaba en la parte trasera. Ella se echo hacia atrás, alcanzando a
su pareja de baile.
El Sr. Adkins, el profesor de física de Thea, vino corriendo, su
corbata aleteando. Ninguno de los demás vigilantes parecía estar cerca-
probablemente porque estaban en algún lugar tratando de controlar las
peleas por Blaise, Thea pensó.
- Vale, tranquilicémonos; tranquilos. - El Sr. Adkins dijo, haciendo
gestos como si la figura fuera un estudiante rebelde. - Vamos a tomarlo
con calma...
El chico en la máscara de Halloween sacó algo de su chaqueta.
Brilló como un arco iris bajo la luz de la pista de baile, reflejando como
un espejo.
- Una navaja de afeitar. - Dani dijo en un tono de voz bajo. –Dios
mío, ¿de dónde habrá sacado eso?
Algo sobre el arma - tal vez el hecho de que eso era muy extraña,
antigua – lo hacía parecer más peligroso que un cuchillo. Thea se
imaginó la manera en que la navaja podría cortar la piel.
El Sr. Adkins estaba retrocediendo, sus brazos hacia fuera tratando
de proteger a los estudiantes que había detrás de él. Sus ojos eran de
susto.
Tengo que parar esto, Thea pensó. El problema era que ella no
tenía ni idea de cómo. Si hubiera sido un animal, ella podría haberse
acercado y tratar de controlar su mente. Pero ella no podía controlar la
de una persona.
Ella empezó a caminar hacia allí, lentamente, para no atraer la
atención. Llegó al borde de la multitud en la pista de baile hasta que
estuvo cerca del hombre de la máscara.
Quien ahora había cambiado a una nueva pregunta. – ¿La habéis
visto?- dijo él. Seguía preguntando mientras caminaba, y las personas
seguían retrocediendo, Vivienne y Selene se colocaron a cada lado de
sus citas. La navaja brilló.
Thea miró hacia el lado contrario de la pista de baile, donde Blaise
estaba parada con Kevin Imamura.
Sin un Buck o Duane para protegerla. Pero Blaise tampoco
parecía estar asustada. Esto era típico de Blaise - ella tenía mucho
coraje. Tenía una mano sobre su cadera y Thea podía notar que ella
sabía exactamente quien venía hacia ella.
Entre las parejas moviéndose, Thea se dio cuenta de algo más.
Eric estaba del otro lado de la pista, sosteniendo tres vasos de ponche
con ambas manos. El le seguía el paso al hombre de la máscara, igual
que ella.
Ella trato de captar su mirada, pero la multitud era demasiado
abundante.
-¿La habéis visto?- el hombre de la máscara le preguntó a una
pareja que estaba justo en frente de Blaise. –Quiero sabeeeer. …
La pareja se separó como un grupo de bolos. Blaise quedó
expuesta, alta y elegante con su traje negro, las luces brillando sobre
su cabello oscuro.
-Aquí estoy, Randy.- Dijo ella. -¿Qué es lo que quieres saber?
Randy Marik se detuvo, jadeante. Su aliento hizo un bufido contra
el plástico.
El resto de la gigantesca sala estaba en silencio.
Capítulo 6
K
evin gritó, tocándose con una mano su mejilla. - ¡Me
ha cortado ¡ ¡Este individuo me ha cortado! - La sangre
recorrió sus dedos.
Randy levantó la cuchilla otra vez.
Thea extendía su mente. No llegaba. Ella saltó. Era totalmente
instintivo; la asustaron a muerte, y todo lo que ella podía pensar era en
que él iba a matar a Kevin, y quizá también a Blaise.
Ella captó algo. Dolor, pena y furia parecían brotar a su alrededor
como un babuino en una jaula. Ella podría contenerlo por un instante
solamente, pero en ese momento Eric lanzó dos tazas de ponche sobre
la cara de Randy. Randy gritó y se apartó de Kevin, hacia Eric.
Thea sintió una oleada del terror puro. Randy atacó radicalmente
con la maquinilla de afeitar, pero Eric era rápido; él saltó para retirarse
de su camino, consiguiendo aparecer detrás de Randy. Randy se giró
y atacó de nuevo. Hacían un baile macabro, dando vueltas.
Thea sentía como si el miedo serpenteara fuerte en su interior con
cada vuelta. Pero Eric se mantuvo apartado de la maquinilla de afeitar
que destellaba hasta que un movimiento rápido en la pista de baile
captó su atención. Era el Sr. Adkins y otros dos profesores. Agarraron a
Randy y hubo mucha confusión. Cuando terminaron, Randy estaba en
el suelo.
Las sirenas sonaban afuera, cada vez más cerca. Eric caminó
lejos del montón.
Respirando con dificultar, miró a Thea. Ella cabeceó mostrando
que estaba bien, después cerró sus ojos.
Sobre cómo todo olía bien en este minuto, y que bien se sentía que le
rascaran detrás de la oreja.
Buenos sentimientos, sentimientos felices…. Realmente me gusta
este perro calvo… Me pregunto quien de nosotros será el dominante.
El perrito la mordió y Thea jugo a morderlo de vuelta.
- Mal; yo soy la lider de la manada. - ella le informó, sosteniéndole
las mandíbulas.
Había solamente una cosa extraña. Ella podía ver en la manera en
que veía el perrito y no había nada hacia la derecha. Solo un vacío.
- ¿Le pasa algo en los ojos?
- Notaste la catarata. Mucha gente no ve eso enseguida. Sí, él
está ciego del ojo derecho. Cuando él este más viejo podrá volver para
cirugía.- Eric se sentó cómodamente contra la pared, haciendo muecas.
- Tú entiendes de alguna manera a los animales. - él dijo. - ¿Pero no
tienes ninguna mascota?
La pregunta era apacible, no quería molestar. Thea dijo de forma
ausente. - Bueno, generalmente solo son temporales. Los recojo y
cuando están curados los devuelvo o les hallo un hogar si ellos quieren
ser mascotas.
- Tú los curas.
De nuevo, la pregunta era apacible, pero Thea sentía un poco
de sorpresa. ¿Por qué no podría ella sujetarse la lengua alrededor de
este chico? Ella miró hacia arriba y se encontró con que él la miraba
constantemente y minuciosamente, con sus ojos verdes alertas.
Ella respiró. - Los alimento, los llevo el veterinario si lo necesitan.
Entonces espero hasta que estén sanos.
Él cabeceó, pero la mirada interrogativa no desapareció. - ¿Nunca
has pensado en ser veterinaria?
Thea tuvo que mirar hacia abajo. Ella fanfarroneó besando el
perrito.
- Uh, no realmente. - ella murmuró en la piel rubia.
- Pero tu tienes un don. Mira, yo tengo un poco de material de la
U.C. Davis. Tienen un gran programa estudiantil y su escuela es una
de las mejores en el país. No es fácil entrar, pero tú podrías hacerlo. Se
que tu puedes.
-No apostaría por ello. - Thea murmuró. Ella tenía varias
manchas dramáticas en su expediente académico, por ejemplo cuatro
expulsiones.
Pero ése no era el problema real. El problema real era que las
brujas no eran veterinarias. Ellas simplemente no lo eran.
Podría elegir especializarse en gemas o hierbas o en ropa ritual;
en cantos o runas o investigación o amuletos… en centenares de cosas,
pero nada enseñada en la U.C. Davis.
- Es difícil de explicar. - Thea dijo. Ella no tenía mucho espacio
para ser sorprendida, o le hubiera sorprendido tener ganas de contarle
eso a un humano. - Es solo que mi familia realmente no lo aprobaría.
Quiere que sea otra cosa.
Eric abrió su boca, después la cerró otra vez.
El perrito estornudó.
- Bueno a lo mejor tu podrías ayudarme con mi solicitud algún
día. - Eric dijo por último. - Estoy intentando hacer las preguntas del
examen y me estoy muriendo.
Cotilla, pensó Thea.
-Quizá. - ella dijo.
En ese momento un timbre sonó a lo lejos pero de forma insistente.
Bud ladró.
- Qué… ese es el timbre exterior. - Eric dijo. - Pero nadie debería
estar aquí a esta hora de la noche.- Él se levantó y se dirigió hacia la
parte delantera del edificio. Thea le siguió, sus yemas de los dedos
apenas rozaban la cabeza de Bud para controlarlo.
Eric abrió la puerta, después se paro sorpresivamente.
-¿Rosamund… que haces aquí? ¿Mamá sabe que estas fuera?
Algo como un torbellino en miniatura entró en la sala de espera.
Era una niña, una pequeña niña con un pelo de estropajo de color
arenoso que aparecía debajo de una gorra de béisbol. Ella llevaba una
manta azul enrollada, y se podía ver que su expresión debajo del pelo
era feroz.
- Mamá ha dicho que la señora Curie no estaba realmente
enferma, pero lo está. Llama a la Dra. Joan. - Con eso, la niña se
marchó a la oficina y descargó la manta azul en el mostrador, apartando
un sujetapapeles y algunas tarjetas del recordatorio de la vacunación.
-Hey. No.- Cuando ella lo ignoró, Eric miró a Thea. - Uh, es mi
hermana Rosamund. Y no sé como ella llego aquí.
- Monté en mi bici y quiero que cures a Madame Curie ahora.
Bud se alzaba hacia arriba intentando oler la manta azul. Thea lo
empujó hacia abajo suavemente. -¿Quién es la señora Curie?
del miedo que habían sentido parecían de alguna manera estallar como
fuegos artificiales y sentir de nuevo regocijo.
Su mejilla estaba contra la de Eric. Ella nunca había sentido antes
una cosa tan fantástica. La mejilla de Eric era lisa y firme y ella estaba
segura aquí, amada aquí. Ella podría descansar así por siempre. La
paz la llenaba como el agua fresca. Eran dos pájaros juntando sus
alas.
Los cisnes se acoplan de por vida… y cuando ven a su compañero,
ellos lo saben, ella pensó. Eso es lo que sucedió en el patio. Nos
conocíamos el uno al otro; era como si cada uno pudiéramos ver el
alma del otro. Una vez que tu ves en el alma de alguien, estas atado
para siempre.
Sí, y existe una palabra para eso en el Mundo de la Noche, dijo
parte de su mente, intentando destrozar su paz. El principio de las
almas gemelas. ¿Estás intentando decir que tu único amor es un ser
humano?
Pero Thea no se podía asustarse, no ahora. Ella se sentía
aislada del Mundo de la Noche y del mundo humano también. Ella y
Eric formaban su propia realidad; y era suficiente estar aquí, respirar y
sentir su respiración, sin la preocupación del futuro…
Una puerta crujió y una ráfaga de aire fresco inundó el interior.
Los ojos de Thea se abrieron de golpe. Y después su corazón dio
una sacudida terrible y comenzó a hacer un ruido sordo y doloroso.
No era la puerta a través de la cual Rosamund había pasado. Era
la puerta principal, que Eric debía de haberse dejado abierta. Y Blaise
estaba allí de pie en la sala de espera.
Capítulo 7
Traducción Lizbeth y Beleth.
T
e he estado buscando por todas partes. - Blaise dijo. -
Tuve que llamar a la señora Ross para descubrir que
estabas aquí.
Su pelo negro estaba salvaje y revuelto, cayendo sobre sus
hombros. Ella se había quitado su corbata roja y había desabrochado
el botón superior de su vestido. Tenía cierto color en sus mejillas y una
luz oscura en sus ojos grises. Ella parecía extremadamente hermosa y
muy, muy bruja.
Thea y Eric se habían separado y Thea tenía la sensación que
ambos se habían ruborizado.
- Solo estábamos...- Eric dijo. - Um. Heh.- Mientras que Blaise lo
examinaba, él cogió la manta azul y comenzó a doblarla. -¿Uh, puedo
mostrarte el lugar?
- No me importan mucho los animales a menos que hayan sido
hechos carne picada.- Blaise examinó el cuarto con una mano en su
cadera.
Oh, ella estaba de un humor fabuloso.
Las palmas de Thea estaban húmedas. Ella no estaba segura de
qué pensaba Blaise del abrazo mientras ella caminaba adentro… pero
Thea suponía que Eric iba delante, ¿o no?
Su mirada se posó en el Kleenex embadurnado con la sangre de
Eric. Discretamente, ella lo alcanzó y lo arrugó en su mano.
- Asi que te marchaste del baile. - ella le dijo a Blaise. - Donde
está...-¿Quién había sido realmente la cita de Blaise de esta noche?
¿Sergio? ¿Kevin? ¿Algún otro?
Ella se detuvo otra vez, esta vez porque Blaise se había quedado
congelada. Por un momento ambas solo estaban sentadas, y entonces,
muy lentamente, Blaise retiro la mano de Thea.
- ¿Has encontrado… a tu… alma gemela? - ella dijo.
El calor brilló en los ojos de Thea. Ella nunca se había sentido tan
sola. -Eso creo. - ella susurró
Blaise se dio la vuelta para hacer frente al parabrisas. La luz
púrpura brilló en su pelo negro. -Esto es más serio de lo que pensaba.
Los miedos sobrevolaron. -¿Pero me ayudarás?
Blaise golpeó ligeramente con sus dedos delgados el volante
algunas veces. Finalmente ella dijo. - Claro que te ayudaré. Tengo que
hacerlo. Somos como hermanas yo nunca te abandonaría cuando estás
en problemas.
Aquí era adonde el verdadero genio salía a la luz. Blaise puso cada
elemento de las piezas con un propósito en mente. Las gemas habían
sido elegidas para realzarse cada una de ellas: rubí para el deseo,
ópalo negro para la obsesión, topacio para el deseo vivo, granate para
el calor. Y asteria, la forma de humo gris de zafiro con una estrella de
seis picos. La piedra de Blaise, del color de sus ojos.
Blaise los coloco flojos. Pero su magia no estaba solo en las gemas.
Estaba entretejid en cada pedazo de la hierba, en los compartimientos
minúsculos que se podían llenar de las pociones o de polvos. Ella podría
arrasar literalmente en la joyería de brujería.
Incluso el diseño mismo podía ser un hechizo. Cada línea, cada
curva, cada vástago de la flor podría tener un significado, podría hacer
que el ojo siguiera un patrón que fuera tan poderoso como cualquier
símbolo remontado en el piso en tiza. Solo con mirar la pieza podría
hechizarte.
Ahora Blaise trabajaba en un collar para dejarte fuera de
combate.
Thea podía verlo tomar de forma. Blaise utilizó el método perdido
de la cera de la fabricación de la joyería, que significó que ella talló sus
pedazos en cera azul tiesa antes del bastidor ellos en plata o cobre
u oro. Lo qué ella ahora tallaba era impresionante. Para detener el
corazón. Una obra maestra intrincada que iba a tener el mismo efecto
que la faja mágica de Afrodita que significó que ningún hombre iba a
poder mirarla sin caer en el hechizo.
Y ella tenía algo de la sangre de Eric. El ingrediente vital que
significaba que tenía poder para personalizar este encanto para él.
Lo único bueno era que Blaise tardaría algunos días en acabar
este pedazo. Pero una vez que estuviera hecho…
Eric no tendría ninguna oportunidad.
Thea retrocedió, sin saber y sin importarle si Blaise la había visto.
Ella se dirigió a ciegas hacia su dormitorio.
Ella y Eric eran almas gemelas. Pero Blaise era, en cierto modo,
Afrodita. ¿Y quién podía resistir eso?
-¿Qué es lo que voy a hacer?
Ella tenía un poco de la misma sangre de Eric en la esquina del
pañuelo. Pero ella nunca podría igualar a Blaise en crear encantos de
amor. Blaise tenía años de experiencia y un talento natural que dejaba
a cualquiera en polvo.
Tengo que pensar tan en algo más. Algo para alejarla de conseguirlo
a el. Para protegerlo….
Thea se enderezó.
No puedo. Es demasiado peligroso. Los hechizos que convocan
no son para las doncellas. Incluso el círculo íntimo tiene que tener
cuidado con eso.