Teoría de La Militancia
Teoría de La Militancia
Teoría de La Militancia
Damián Selci
Teoría de la militancia. Organización y poder popular
Buenos Aires,
Editorial Las Cuarenta y el Río sin Orillas
Colección Cuarenta Ríos
2018
200 páginas
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Profesora en Letras por la Universidad Nacional el Dr. Ignacio Iriarte dentro del grupo de
de Mar del Plata. Becaria de la Universidad investigación “Latinoamérica: literatura y
Nacional de Mar del Plata (beca de iniciación a la sociedad” dirigido por la Dr. Mónica Scarano
investigación) e integrante del proyecto de (CELEHIS). Actualmente cursa la Maestría en
investigación “Anacronismo latinoamericanos: una Letras Hispánicas dictada en UNMdP. Mail de
mirada comparativa de las literaturas y las artes de contacto: rociofernandezunmdp@gmail.com
los entresiglos XIX-XX y XX-XXI”, dirigido por
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La Utopía del país militante
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Rocío Fernández
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De hecho, el epígrafe que abre el libro, Gamboa la organización/ no es la cosa más bella,/
perteneciente a Punctum, el emblemático poemario la organización es la belleza misma”.
de Martín Gambarotta, no deja lugar a dudas: “Para
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lado – es decir, que obedezca y siga la con una filosofía metafísica sino con la
línea, la orgánica y la lógica de su espacio estrategia material de bloquear el campo
de militancia; como contraparte, el Ego de acción del enemigo; si me vuelvo un
experimenta a la Organización como una incorruptible, si me transformo en alguien
sustancia externa que lo obliga a hacer invulnerable a la política del enemigo, ya
determinadas cosas. Siguiendo la no hay hegemonía que pueda
dialéctica hegeliana de la negación, Selci controlarme/convencerme3.
concluye que la superación de esta Todo esto nos conduce a las
contradicción se da con la figura del hipótesis finales del ensayo. Para llegar al
Cuadro Político quien descubre que la punto culmine de su planteo, el autor
Organización está en él y que, por diferencia los conceptos de sujeto y
consiguiente, debe hacerse cargo de la subjetividad: mientras que el primero es
misma; este sujeto que ha dejado que la quien hace las cosas, el segundo indica la
Organización permee completamente su forma en que el primero realiza sus
personalidad y su cuerpo abandona acciones. Esto le permite afirmar que su
entonces su individualidad y adopta una teoría de la militancia es, por tanto, una
vida no-individual. Cuando tenemos la teoría de la subjetividad política en la que
Organización en nosotros, cuando nos el Pueblo sigue siendo el Sujeto – como en
hacemos cargo de la Organización –es la teoría de Laclau- pero en el que la
decir, cuando el Ego la interioriza-, la subjetividad política es la del Militante
Organización se vuelve sujeto –la como sujeto que asume la responsabilidad
Organización interioriza el Ego- y surge la de transformar el Mundo. De esta manera,
responsabilidad de la toma de decisiones Selci logra articular las teorías de Laclau
(133-136). y Badiou a través del materialismo
Planteado en estos términos, la dialéctico para configurar, a su vez, una
noción y la conformación del sujeto estrategia que transforme el populismo en
militante organizado en Cuadro Político Poder Popular, es decir, en la capacidad
pareciera ser una especie de depuración del Pueblo de hacerse cargo de todos los
que, en muchos pasajes, adquiere cierto asuntos que tienen que ver con el gobierno
tono religioso o hagiográfico – incluso, de sí mismo.
hay varias alusiones a la figura de Cristo. En definitiva, lo que parece regresar
No obstante, esto no es algo que ocurra es la utopía. Y no cualquier utopía: es la
sólo en este ensayo en particular sino que Utopía del País Militante. Frente a la
incluso podríamos rastrear en las depresión de la actual crítica cultural,
configuraciones del sujeto revolucionario frente a la duradera sensación de pérdida
y/o comprometido que se empieza a forjar que impuso la derrota de los movimientos
en la década del ´60 y que pone el foco en populares en la década del ´70, frente al
el total sacrificio de lo individual en pos embate de la política neoliberal y de
de la Causa. Selci argumenta que en ultraderecha de los último tiempos, se
realidad esta lucha del sujeto contra sí empieza a vislumbrar una salida que, más
mismo, contra su Ego, no tiene que ver allá de las diversas maneras en las que
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Por eso, frente al Cuadro Político lo único que le
“queda” al Enemigo para mantener su poder es el
exterminio.
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