Clamidia

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¿Qué es la infección por clamidia?

La infección por clamidia es una ETS común que puede infectar tanto a los hombres como
a las mujeres. Puede causar daños graves y permanentes en el aparato reproductor de
una mujer y hacer más difícil o imposible que quede embarazada en el futuro. La infección
por clamidia también puede provocar un embarazo ectópico (embarazo que ocurre fuera
del útero) que puede ser mortal.

¿Cuáles son los tratamientos para la clamidia?


La infección se cura con antibióticos. Es posible obtenerlos en una sola dosis, o puede que
tenga que tomar medicamentos durante siete días. Los antibióticos no curarán cualquier
daño permanente que haya causado la enfermedad.

Para evitar infectar a su pareja, usted no debe tener relaciones sexuales hasta que la
infección haya terminado. Si recibió una dosis única de antibióticos, debe esperar siete
días después de tomar la medicina para volver a tener relaciones sexuales. Si usted debe
tomar medicamentos por siete días, no debe tener relaciones sexuales hasta haber
terminado el tratamiento.

Es común volver a contraer la infección, por lo que debe hacerse la prueba de nuevo unos
tres meses después de finalizar el tratamiento.

¿Cuáles son los síntomas de la clamidia?


En general, la clamidia no presenta síntomas, por lo que puede no darse cuenta de que la
tiene. Las personas con clamidia sin síntomas pueden infectar a otros. Si usted tiene
síntomas, éstos pueden aparecer varias semanas después de tener relaciones sexuales
con una pareja infectada.

Los síntomas en las mujeres incluyen:

 Flujo vaginal anormal, que puede tener un fuerte olor


 Sensación de ardor al orinar
 Dolor durante las relaciones sexuales
Si la infección se propaga, es posible presentar dolor abdominal bajo, dolor durante las
relaciones sexuales, náuseas o fiebre.

Los síntomas en los hombres incluyen:

 Secreción del pene


 Sensación de ardor al orinar
 Ardor o picazón alrededor de la abertura del pene
 Dolor e inflamación en uno o ambos testículos, aunque esto es menos común
Si la clamidia infecta el recto puede causar dolor rectal, secreción y/o sangrado tanto en
hombres como en mujeres.

¿Cómo se contrae la clamidia?


Usted puede contraer clamidia durante el sexo oral, vaginal o anal con alguien que tiene la
infección. Una mujer también puede transmitir clamidia a su bebé durante el parto.

Si usted tuvo clamidia y fue tratado en el pasado, puede re-infectarse si tiene relaciones
sexuales sin protección con alguien infectado.

¿Quién está en riesgo de contraer la infección por clamidia?


La clamidia es más común en personas jóvenes, especialmente mujeres. Es más probable
que usted se contagie si no usa siempre un condón, o si tiene múltiples parejas.

¿Cómo se puede prevenir la clamidia?


La única forma segura de prevenir la clamidia es no tener sexo vaginal, anal u oral.

El uso correcto de los condones de látex reduce en gran medida, aunque no elimina, el
riesgo de contraer y contagiar la clamidia.

https://www.cdc.gov/std/spanish/clamidia/stdfact-chlamydia-s.htm
https://medlineplus.gov/spanish/chlamydiainfections.html
La clamidiasis es una enfermedad de transmisión sexual muy frecuente producida por una
bacteria que se llama Chlamydia trachomatis. Se transmite de persona a persona en las
relaciones sexuales tanto vaginales como orales o anales. Es muy frecuente que la persona
infectada no tenga síntomas y que la infección pase desapercibida. El problema es que se
contagia a otras personas, aunque no produzca síntomas.

Se estima que hay más de 100 millones de personas en el mundo que sufren cada año
clamidiasis. Se piensa que entre un 4-8% de las mujeres jóvenes sexualmente activas
tienen clamidiasis, y hasta un 10% de los hombres sexualmente activos, sin presentar
ningún tipo de síntoma. Es especialmente frecuente en personas que tienen múltiples
parejas sexuales u otras enfermedades de transmisión sexual.

Aunque es muy frecuente que no cause ningún tipo de síntomas, cuando aparecen,
pueden ser variados en el área genital: escozor al orinar, sensación de dolor en la parte
baja del abdomen o la pelvis, inflamación del testículo en los hombres, y flujo vaginal
anormal o coito doloroso en las mujeres. También puede afectar al recto, a la boca, la
garganta o los ojos (en forma de conjuntivitis).

Si la infección por clamidia no se diagnostica ni se trata, puede provocar complicaciones y


secuelas como la enfermedad inflamatoria en las mujeres, y a largo
plazo infertilidad o embarazos ectópicos; las posibles secuelas que pueden aparecer en los
hombres son la infertilidad y la prostatitis crónica.

Afortunadamente hay tratamientos antibióticos eficaces para la clamidia, que se puede


diagnosticar de forma relativamente sencilla con unas cuantas preguntas sobre la salud
sexual de la persona y sus síntomas, realizando posteriormente un análisis del exudado
uretral o cervical. Además se pedirían análisis de sangre para comprobar que no haya
presencia de otras enfermedades de transmisión sexual.

La clamidiasis es una enfermedad de transmisión sexual que a menudo no produce


síntomas, aunque puede causar complicaciones graves. Aprende a identificar un contagio
por Clamidia y evitar sus secuelas.

Escrito por Dra. Sari Arponen, Especialista en Medicina Interna y enfermedades infecciosas
del Hospital Universitario de Torrejón
El tracto genital de los infectados es un reservorio de la bacteria que causa la clamidiosis.
La Chlamydia trachomatis es la bacteria que con mayor frecuencia produce infecciones de
transmisión sexual. Como la mayoría de las personas que tienen esta bacteria en su tracto
genital ésta no produce síntomas, se convierten en reservorio de la bacteria, infectando a
aquellas personas con las que tengan relaciones sexuales no protegidas.

En los bebés que nacen de mujeres con infección por clamidia puede
haber conjuntivitis y neumonía. Además, algunos serotipos esta bacteria producen
el tracoma, una infección ocular grave que puede producir ceguera.

Esta bacteria es una pequeña bacteria de tipo gram-negativo que necesita vivir dentro de
las células de las personas. Se transmite por vía sexual, con un período de incubación
desde el contacto sexual hasta que se produce la infección de 1 a 3 semanas. La
transmisión de hombre a mujer es igual de probable que de mujer a hombre en
las relaciones con penetración vaginal o anal. También se transmite por el sexo oral, y en
las relaciones entre hombres en la penetración anal por su presencia en el tejido del recto.
También se pueden producir conjuntivitis (no relacionada con el tracoma) sobre todo con
el sexo oral desprotegido.

Se estima que en el mundo hay unos 100 millones de casos de clamidiasis al año, con unas
cifras en aumento progresivo. Es frecuente que se asocien a otras enfermedades de
transmisión sexual como infección por Mycoplasma, gonorrea y tricomoniasis, además
de herpes, papilomavirus humano o sífilis. Además su presencia aumenta por tres el riesgo
de infección por el VIH.

Factores de riesgo de la clamidia

Los factores de riesgo que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir clamidia son:

 La juventud: la clamidiasis es más frecuente en los menores de 25 años. Se piensa


que puede haber un descenso en la frecuencia con la edad por una inmunidad
parcial tras exposiciones repetidas o bien por cambios en el comportamiento
sexual.

 Tener una nueva pareja sexual o varias parejas sexuales en los tres meses previos.

 Historial previo de infección por Clamidia.

 Utilización irregular de condones.

 Antecedentes de otras enfermedades de transmisión sexual.

 Pertenencia a un grupo socioeconómico desfavorecido.


En los varones la Clamidia puede producir uretritis, que causa escozor al orinar y secreción
por el pene.

Si bien muchas mujeres con clamidiasis no tienen síntomas, es importante saber que el
cérvix o cuello uterino es la localización más frecuentemente afectada. Si esta cervicitis no
se diagnostica y se trata, la infección puede subir y producir una enfermedad inflamatoria
pélvica (cuyas secuelas pueden ser la infertilidad y el dolor pélvico crónico).

En las mujeres embarazadas las complicaciones también pueden ser graves (ruptura
prematura de membranas, parto prematuro). En los casos en los que hay síntomas de
infección por clamidia, estos son poco específicos: cambios del flujo vaginal y sangrado
vaginal tras el coito o entre menstruaciones; también puede haber dolor durante el coito.

La uretritis femenina por Clamidia acontece en un 25% de mujeres con cervicitis. Pueden
aparecer molestias al orinar en forma de escozor. Se puede confundir con una cistitis o
infección de orina, sobre todo porque aparecen leucocitos en orina, aunque el cultivo será
negativo. En cuanto a la enfermedad inflamatoria pélvica, ésta da síntomas con mayor
frecuencia en forma de dolor abdominal bajo con fiebre y malestar general. A largo plazo
puede producir infertilidad o dolor crónico de pelvis.

Otros problemas que puede causar la clamidia en las mujeres son la perihepatitis o
síndrome de Fitz-Hugh-Curtis y la proctitis (inflamación del recto).

Síntomas de clamidiasis en los hombres

En los varones la Clamidia puede producir también distintos síndromes clínicos. La uretritis
consiste en la inflamación de la uretra, provocando escozor al orinar y secreción por el
pene.

Por otro lado, la causa más frecuente de epididimitis en hombres jóvenes es la clamidiasis:
sus síntomas son el dolor testicular con inflamación y sensibilidad palpable del epidídimo y
el testículo. La prostatitis crónica por clamidia puede producir en los varones que la sufren
dolor pélvico crónico, con escozor al orinar y eyaculaciones dolorosas.

La proctitis (inflamación del recto) en los hombres sucede por sexo anal receptivo con
otros hombres. Esta forma de clamidiasis puede suceder por los tipos de clamidia
habituales sin dar síntomas, pero también por los tipos L1, L2 y L3, que causan también el
linfogranuloma venéreo. En estos casos se sufre de dolor en el ano, secreción purulenta,
estreñimiento y sangrado por el reto. A menudo puede haber fiebre y malestar general.

En uno de cada 100 varones con uretritis se desarrolla una inflamación articular reactiva.
En un tercio de estos casos ocurre el llamado síndrome de Reiter, consistente en artritis,
uretritis y uveítis (inflamación del ojo). De todos modos, este síndrome también puede
aparecer de forma secundaria a otras infecciones, no siendo exclusiva de la clamidiasis,
aunque sí sea ésta su causa más frecuente.

En la clamidiasis contagiada por vía oral en ambos sexos es muy fácil confundirla con otro
tipo de infecciones. Los síntomas de clamidia en este caso son dolor de garganta, úlceras o
llagas en la boca y sensación de ardor en la boca y la lengua. Además, se puede producir
conjuntivitis, fundamentalmente por inoculación directa de los ojos con secreciones
genitales infectadas. Esta afectación ocular es distinta del tracoma.

El tratamiento de la infección por Clamidia se basa en la administración de antibióticos.


El objetivo del tratamiento de la clamidia es resolver los síntomas (si los hubiera),
disminuir el riesgo de transmisión (a las parejas sexuales o a los bebés de las mujeres
embarazadas) y prevenir complicaciones de la clamidiasis como la enfermedad
inflamatoria pélvica, la epididimitis o la infertilidad.

El tratamiento de la infección por Clamidia consiste en la administración de antibióticos.


Se utilizan la Doxiciclina y la Azitromicina. La Azitromicina (en la uretritis y la cervicitis)
tiene la ventaja de que se administra una sola dosis de 1 gramo una única vez (tres veces
de forma semanal en la proctitis); la Doxiciclina se toma dos veces al día durante un
mínimo de siete días (la duración depende de la localización de la infección). Otros
antibióticos que se pueden utilizar son las quinolonas.

En pacientes con clamidia es recomendable la abstinencia sexual durante una semana


después del tratamiento. Además, hay que utilizar siempre preservativo en las relaciones
sexuales (también en el sexo oral) con las parejas sexuales no estables (o con las estables
si así se requiere: infidelidades, parejas abiertas…). Si los síntomas se repiten, hay que
volver a consultar al médico. Por otro lado, hay que investigar y tratar a las parejas
sexuales siempre que sea posible.

La única forma de evitar la clamidiasis es practicando el sexo seguro (o bien la


abstinencia). Es importantísimo utilizar preservativo en todas las relaciones de sexo anal,
oral y vaginal con las parejas sexuales no estables. Además, el preservativo permite evitar
otras muchas infecciones de transmisión sexual como la sífilis, la gonorrea, el VIH o
algunas hepatitis.

Lo que más se utiliza para diagnosticar Clamidia son pruebas de PCR (reacción en cadena
de polimerasa).

Si se sospecha una posible infección por Clamidia se debe acudir al especialista para que
realice un diagnóstico, evitar sus complicaciones y posibles nuevos contagios. El hecho de
haber tenido relaciones sexuales sin preservativo ya hace necesario descartar la infección
por Clamidia por el gran número de casos asintomático que hay y las posibles
complicaciones a largo plazo sobre todo en el caso de las mujeres.

La tinción de muestras del tracto genital y el cultivo no son eficaces ni prácticos. El cultivo
es complejo y tiene poca sensibilidad. Para el diagnóstico de clamidia se pueden utilizar
técnicas de biología molecular en muestras de exudado genital como el ELISA o ensayos
de ADN. Lo que más se utiliza hoy en día son pruebas de PCR (reacción en cadena de
polimerasa). Esto permite ampliar el material genético de la bacteria y luego detectarla.

Habría que hacer la prueba para detectar clamidia a los siguientes grupos de personas:

o Todas las personas con relaciones sexuales con síntomas del área genital (escozor
al orinar, dolor testicular, secreción por el pene, dolor abdominal bajo en las
mujeres); y en las personas asintomáticas que sean mujeres jóvenes sexualmente
activas, hombres que tienen sexo con hombres y todas las personas con infección
por VIH.
o En todos los casos de gonorrea.

o Personas con síntomas mantenidos a pesar de un tratamiento adecuado de


clamidiasis.

o Personas con recurrencia de síntomas tras un tratamiento exitoso.

Además de la prueba diagnóstica en busca de Clamidia en muestras de exudado uretral,


semen o exudado cervical, se debe realizar una historia clínica y una exploración física
completas para detectar posibles datos que hagan sospechar la presencia de otras
enfermedades de transmisión sexual. En cualquier caso, hay que hacer un estudio para
descartar presencia de sífilis, hepatitis B y C, VIH y gonorrea.

El diagnóstico diferencial de la clamidiasis se debe hacer con otras infecciones de


transmisión sexual como la gonorrea, la tricomoniasis y la mico plasmosis. La proctitis en
los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres también puede ser producida
por el gonococo, el virus del herpes simple y la sífilis.

https://www.webconsultas.com/salud-al-dia/clamidia/tratamiento-de-la-infeccion-por-
clamidia

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