Clase 2. Caso Schreber

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PSICOPATOLOGÍA II – CLASE 2 1

5/4/17 – Prof. Norberto Pisoni

CASO SCHREBER

CRONOLOGÍA

1842: 25 de julio nace en Leipzig Daniel Paul Schreber

1861: muerte del padre, Daniel Gotlieb Moritz Schreber, a los 53 años de edad.

1877: Muere su hermano, 3 años mayor que él, a los 38 años de edad.

1878: Se casa

Primera enfermedad

9/1884: Primera internación a los 41 años. Se postula a la cámara baja del Parlamento.
Meses más tarde es internado durante algunas semanas en el asilo Sonnenstein. Papel
determinante del Dr. Flechsig

1885: Es dado de alta. Curación completa

Dr. Paul Flechsig: Diagnostico de acceso grave de hipocondría. Insomnio pertinaz, afección
cardíaca imaginaria.

1886: Inicia su actividad en el tribual regional de Leipzig.

Segunda enfermedad

Momento del enfermar: Se le informa su designación al tribunal superior, y más tarde inicia
su actividad como presidente de ese tribunal. Es Magistrado en Chemnitz. La enfermedad
surge por intenso trabajo intelectual (estrés) desplegado a causa de su selección al
Parlamento.

1893: Nombramiento como presidente del tribunal Dresde. Sueño. Recaída de la


enfermedad. Dolencia: “que agradable ser una mujer en el momento del coito”
(voluptuoso). En estado de conciencia está indignado ante eso.

Dos meses más tarde es internado en la clínica de Flechsig con diagnóstico de insomnio,
reblandecimiento del cerebro, persecución, hipersensibilidad a la luz, táctil y a los ruidos.

1894: Es trasladado al asilo de Lindenhof y luego al de Sonnenstein. Brote delirante


psicótico. Alucinaciones auditivas. Suponerse muerto, putrefacto, enfermo de peste,
sometido a repugnantes manipulaciones y tormentos por causa sagrada. Lo lleva a un
estupor alucinatorio.
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Sale del estupor y se intenta suicidar ahogándose en el baño con ácido prúsico.

El delirio en la mayor parte del tiempo estaba relacionado a Flechsig, eran delirios de
persecución, relacionados con Dios y con el sol.

1889: El Dr. Weber (del Sonnenstein) da en su parte médico registro de algunos síntomas
psicomotores de carácter patológico. NO hay demencia ni inhibición intelectual. Inteligencia
normal. Se interesa por el arte, la política y la ciencia. Hay reconocimiento asertivo en
materia jurídica.

1900-02: Escribe sus memorias e inicia una acción judicial para ser dado de alta. Es
inhabilitado profesionalmente

1902: Recupera su habilitación social y profesional (no su cargo). El tribunal le otorga el alta
y meses más tarde sale del hospicio. Su punto flojo sigue siendo su delirio. Hay resquicios.

1903: Se publican sus memorias.

Tercera enfermedad

1905: Adoptan una hija

1907: Muere su madre a los 92 años. Unos meses después su esposa sufre un ataque e
inmediatamente después él cae enfermo. En noviembre es nuevamente internado.

1911: Muere el 14 de abril de neumonía.

1912: Muere su esposa a los 54 años de edad.

Este texto le da un lugar a la psicosis y a la paranoia, y a los mecanismo psíquicos imperantes en las
psicosis. Hay algunos antecedentes en 1894 de Freud hablando de psicosis (Neuropsicosis de
defensa) y en 1896 (Nuevas aportaciones a las Neuropsicosis de defensa).

Allí Freud le da un criterio y un sentido y modo de funcionamiento o mecanismo propio a la histeria,


y a las enfermedades psíquicas.

Freud va a diferenciar el mecanismo psíquico de la neurosis histérica, fobia y neurosis obsesiva,


destacando el lugar de la psicosis. Freud distingue en ese momento, al pasar, de la defensa enérgica
y eficaz (rechazo). Es enérgica y eficaz porque la representación intolerable no reaparecía en la vida
del sujeto, sino que quedaba totalmente afuera de la persona.

Este es el primer momento en relación a la psicosis y a como se pensaba la psicosis. El segundo


momento es en el caso Schreber, donde va a anticipar conceptos. Le va a dar un enfoque particular,
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va a detallar el momento de ruptura de la realidad del enfermo (vivencia de fin del mundo). Anticipa
la introducción del narcisismo porque Freud está pensando en este momento en fijación y regresión.

Freud en este texto puede hacer hincapié en el concepto de representación intolerable. También
amplia el concepto de rechazo y anticipa el concepto de narcisismo. Toma como referencia la
represión propiamente dicha.

El momento del enfermar

EL momento del enfermar es el momento de frustración. Cuando alguien llega a un tratamiento en


general llega porque algo del orden de su equilibrio se ve interrumpido. En ese síntoma actual se va
a ver el eje sincrónico que es el momento del enfermar. Es por lo general silencioso, y el enfermar
se ve posteriormente, resignificado.

Tomamos el momento del enfermar porque hay algo que nos da pautas en la falla en la subjetividad.
Hay algo del orden del equilibrio psíquico que se pierde, es decir, necesariamente hay ahí una
pregunta para el analista, y por supuesto la “pregunta de Freud”. Se va a preguntar por la
representación intolerable. Es aquella representación que la conciencia no tolera y que
voluntariamente intenta apartar, hay voluntad de olvidar (como si fuera posible). Esto demuestra
que esta voluntad de olvidar, reprimir, tiene sus consecuencias, no es gratuito.

El momento del internarse concuerda con el momento del enfermar. Flechsig destaca el estrés
causado por el trabajo es lo que enferma a Schreber. La curación tras esta internación es completa.

9 años después lo nombran presidente del tribunal de Dresde, y aparece la recaída. En su dolencia
aparece que, medio dormido, tuvo la idea de lo agradable que sería ser una mujer en el momento
del coito (voluptuoso: es lo que siempre quisiéramos pero tiene medidas, porque si no trae
consecuencias. Aparece también en la perversión, el perverso actúa lo que el neurótico fantasea,
goce extralimitado, placer desmedido). Luego muestra indignación al recuperar toda su conciencia.
Para Freud su fantasía entredormido va a ser el delirio primario.

También se vuelve a internar en el 83 con síntomas desmedidos, reblandecimiento del cerebro1,


persecución, hipersensibilidad sensitiva.

En este momento Flechsig se vuelve persecutorio para Schreber y se traslada a la clínica de Weber,
quien diagnostica alucinaciones auditivas, se cree muerto, putrefacto, enfermo de peste, brote
delirante psicótico, tormentos por causa sagrada que lo llevan a estupor alucinatorio. Cuando sale
se quiere suicidar.

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Esto pareciera un síntoma de la esquizofrenia. En ese momento Freud confunde esta paranoia con
parafrenia o demencia paranoide.
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Cuando hablamos de histeria hablamos de la formación sintomática, no necesariamente que no


haya mecanismos defensivos obsesivos o fóbicos; y viceversa. Cuando más claro es el cuadro, más
grave es.

El sistema delirante

El delirio es a la psicosis lo que el síntoma a la neurosis.

La megalomanía en Schreber es el redimir al mundo, devolver el bienestar perdido. Esta es su misión


redentora. ¿Cómo accede a este conocimiento? Por revelación divina. Es Dios quien le comunica
que él va a redimir al mundo. Esta redención será posterior a lo que Freud llama el delirio primario,
porque es aquello que va a quedar persistente, y tiene que ver con su transformación en mujer. Lo
más importante del delirio es su mudanza a mujer. Este es un orden universal del que él no puede
escapar. Esto es lo que no se acepta socialmente, aunque sí la misión redentora (delirio secundario).
El delirio primario aparece en el momento silencioso del enfermar, y el delirio secundario es el
restitutivo, lo que se puede decir. Schreber mezcla ambos delirios.

En cuanto al método, hay dos ideas preponderantes:

1. Desde el punto de vista sincrónico, el momento del enfermar, que tiene que ver con qué
pasó en ese momento, enfermando en momentos en que tiene que ocupar cargos de mucha
exposición, importancia y responsabilidad. Pero Freud no la toma como la responsabilidad
del neurótico obsesivo, sino que lo llama “nombramientos”
2. Freud destaca también la falta de descendencia.

La importancia del todo el desarrollo del padecimiento de Schreber aparece en relación a Flechsig,
porque a partir de él, que es la persona que Schreber más ama, pasa a ser en la segunda internación
una corriente amorosa invertida, pasando a ser objeto de odio, no puede verlo, empieza a sentir
que lo persigue para hacerle cosas aberrantes, ser sometido a abusos y tormentos, incluyéndose en
el lugar de prostituido. Lo acusa también de ser asesino de almas (carácter erótico). Flechsig también
seducía otras almas para también pervertirlas. Nos vamos metiendo entonces en el avance de la
libido homosexual.

Libido homosexual (todavía Freud no conceptualizo Complejo de Edipo y castración, pero ya habla
de identificaciones primarias y secundarias).

En el neurótico el camino de la representación intolerable aparece del lado de lo que es en el adulto


el acercamiento al padre en el hombre y las dificultades que trae la pulsión homosexual reprimida.
Se está refiriendo al vínculo con el propio sexo en la infancia, tanto en la mujer como en el varón.
Eso después lo va a llamar Edipo positivo y negativo (vinculo amoroso con el padre).

Proceso de situación (lacan): Sabemos que en la actualidad en las neurosis el Complejo de Edipo
negativo (el del propio sexo) es el que más inconvenientes trae a la hora del análisis, pero está
fundamentado esto en la pulsión homosexual reprimida, es decir, la relación erótica del varón (no
coartada en su fin) con el padre. Si esa relación vincular con el padre ha sido buena y el padre
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cumplió con su función, el vínculo tendrá un matiz cariñoso. Si hay algo fallido en esa relación, el
vínculo con el padre tendrá otro tipo de consecuencias o incidencias que se pueden ver en la
adolescencia. Esto es en la neurosis, donde hay un proceso represivo donde el erotismo hacia el
padre se mantiene reprimido si las reglas han funcionado y si las relaciones cariñosas también.

En Schreber vemos como esto falló por el desplazamiento amoroso que hace Schreber con Flechsig.
En determinado momento le agradece y lo ama, y es esto lo que para Freud desencadena luego la
patología. Podemos decir que el poder de Flechsig para curarlo se transforma, y esto es típico en la
paranoia, en persecución (tanto amor trae tanta persecución). El poder para curarlo es el mismo
poder que le atribuye delirantemente para perseguirlo, con una característica central: el
mecanismo.

Sabemos que hay mecanismos primarios que anteceden a la represión, y que son importantes en la
constitución: proyección, transformación en lo contrario, vuelta contra sí mismo y, en la neurosis
obsesiva, la formación reactiva.

La regresión lleva al aparato a manejarse con mecanismos primarios, y esto es lo que pasa en la
ruptura con la realidad con Schreber. Proyecta el amor que siente hacia Flechsig, porque le genera
conflicto, y empieza a condicionarlo en un lugar femenino, y esto que en la neurosis podría ser un
síntoma, en la psicosis funciona proyectando al exterior el amor, transformándolo en lo contrario y
retornando como persecución. El amor que siente por el medico cuando siente que lo salvó, en
determinado momento vuelve a sentir esa atracción, pero ahora se siente femenino, y esa es la
representación intolerable, porque se siente afeminado, que quiere ser una mujer en el momento
del coito. Se proyecta el amor hacia el mundo exterior, operan los mecanismos primarios de
proyección, y vuelve (retracción libidinal). En la psicosis el mecanismo es lo insoportable de la
representación amorosa se expulsa hacia el exterior, retorna al Yo pero transformado en su
contrario, y retorna de manera tal que el yo se infla y esa libido que retorna es omnipotente. Así
lo concibe a Flechsig. La persecución es omnipotente y le robó el alma, es un almicida.

Al expulsarse la representación se da la ruptura con la realidad, y vuelve en forma de


transformación en lo contrario.

En la paranoia la fijación no es al autoerotismo sino que es al narcisismo, pero es una fijación al


narcisismo sin que pueda continuar a la otra fase que es la elección de objeto, y ahí es donde fracasa.
La elección de objeto en la paranoia esta fracasada porque no puede salir de la imagen de su
semejante.

En Schreber a partir de ese momento de ruptura con la realidad (reblandecimiento del cerebro)
opera una transformación en mujer prostituida, es el momento donde el medico se abusa, lo
persigue, es Dios, se abusa, aparece la voluptuosidad en el abuso, todo es ultraje, su alma, su cuerpo,
todo su ser. Esto es todo lo primario, que es desestructurante (fase negativa).

El delirio secundario empieza con esta parte social que es el redimir a la humanidad, que Dios le va
a hacer hijos y que esos hijos van a ser los hombres nuevos que apagaran los pecados de la
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humanidad. Esta es la parte restitutiva del delirio, el delirio secundario, y donde comienza a tomar
contacto nuevamente con lo que es más aceptado socialmente.

Clínicamente se marca la representación intolerable, la de ser mujer. Eso que quería olvidar,
mantener a distancia, intolerable, empieza a ser el motor de su sufrimiento. No tiene otra salida
más que ser la mujer ultrajada de Flechsig.

El nombramiento y el complejo paterno

El nombre del padre no aparece metaforizado. En este caso es literal: Gotlieb = amado por Dios.
Pauline = la madre de Schreber. De ahí rescata el nombre del padre. Rescata la “pedagogía negra”
del padre de Schreber. Había inventado unos aparatos con los que se mantenía la buena postura. El
padre de Schreber entonces tiene un lugar en el que podríamos decir que aparece en el delirio de
Schreber como el autoritarismo paterno (los padres funcionan como ídolos y como identificación).
En Schreber hablamos del complejo paterno fallido, hablando de la forclusión del nombre del padre,
como un rechazo, como aquello que no llega a presentarse a término.

El complejo paterno es esa tendencia homosexual intensificada, y lo que retorna como tal,
omnipotente. Entonces es una paternidad no edípica, porque hay una falla a nivel de la constitución
del complejo en cuanto a establecer un lugar de terceridad (de a tres, es porque está el otro, y acá
el padre aparece fallido en su función en cuanto a posibilidad de crear identificaciones secundarias:
“Como el padre debes ser”). De ahí podemos pensar el lugar que tiene Schreber en cuanto a asumir
lugares o posiciones, ser juez, ser juez de jueces, ser padre de padres; y también se ve su
imposibilidad de descendencia.

La fantasía homosexual que aparece en Schreber no es el retorno de lo reprimido, sino que restituye
delirantemente un lugar en la serie paterna: el delirio secundario restitutivo deja a Dios en el lugar
del padre, y él en posición femenina pero teniendo hijos que restituyen el pecado de los hombres.
En el delirio se expresa algo de la subjetividad que no pudo resolverse, esas identificaciones
secundarias que le fueron fallidas.

La homosexualidad se presenta como transformación en mujer, se cumple su fantasía. La


homosexualidad causa la defensa, hay una caída del mundo subjetivo (“lo cancelado o abolido
interiormente retorna como percepción”). En realidad no dice abolido, sino cancelado.

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