Clase 1 Freud y El Psicoanálisis PDF
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Carl Clauss
Trabajó en el laboratorio de un gran
fisiólogo de esa época Ernst Brücke, de
1876 a 1882, en donde el propio Freud
dice: “logré por fin tranquilidad y
Dr.Ernst von Brücke satisfacción completas.”
Brücke le encarga un trabajo relativo
a la histología del sistema nervioso.
Conoce a un prominente médico
vienés, quien será muy importante,
posteriormente, en los orígenes del
psicoanálisis, el Dr. Joseph Breuer.
a) El Consciente (Consc.)
b) El Preconsciente (Prec.)
c) El Inconsciente (Inc.) .
Etapa Oral
Etapa Anal
Etapa Fálica
Etapa de Latencia
Etapa Genital
Etapa Oral:
De 3 a 6 años aproximadamente.
En ésta etapa, la líbido se concentra en el falo y ahora las
gratificaciones libidinales tienen un carácter más cercano a lo
genital.
El termino ‘falo’ se utiliza, normalmente, como sinónimo de
‘pene’, sin embargo en la teoría psicoanalítica se utiliza para
diferenciarlo del pene. Cuando hablamos de ‘pene’ nos referimos,
obviamente al órgano sexual masculino. Al hablar de ‘falo’ se
hace referencia a la representación psíquica que poseen los
niños de dicho órgano.
De ésta manera, la líbido se
concentra ahora en la región de
los genitales, pero referida a
esa representación psíquica
denominada ‘falo’.
Al tiempo, se presentan
curiosidades por los órganos
sexuales, e incluso se llegan a
presentar conductas de
masturbación, lo cual no debe
de extrañarnos, si
consideramos que el órgano
genital se encuentra cargado de
líbido, y por lo tanto se busca su
gratificación.
En ésta etapa comienzan
varios procesos, siendo el
primero de ellos, y el que es
quizá el más importante, la
diferenciación sexual.
Anteriormente a ésta etapa,
los niños suponen que todos
los seres humanos son
exactamente iguales que él
(o ella en el caso de la niña).
Así, en el caso del niño
varón, él supone que todos,
niños y niñas poseen pene,
impulsándole esto a la
investigación y tratando de
observar (para corroborar su
idea) a los demás con el fin
de compararse con ellos.
En este tipo de observaciones
pueden incluso observar a una
niña, y ante la no posesión de
pene de la niña, ellos pueden llegar
a explicarla, negando la evidencia
de su observación y ajustándose a
su idea de que todos deben ser
iguales, como la plantea Freud en
su “caso Juanito”.
Algo similar ocurre en el caso de
la niña, sólo que en ella se
manifiesta lo que Freud dio en
nombrar ‘la envidia del pene’,
definida como un sentimiento de
devaluación producido por la no
posesión de falo (pene), la cual
será fundamental para el desarrollo
del complejo de Edipo.
Complejo de Edipo
Uno de los aspectos mas debatidos y
difundidos de la teoría de Freud, y
casualmente, menos comprendido, es
precisamente este
Se le ha minimizado, diciendo que
ocurre cuando éstas enamorado de tu
mamá y odias a tu papá, en el caso del
varón. Y en el caso de la niña, ésta
enamorada de su papá y odia a su mamá.
Alguno autores han propuesto a ésta última
relación el nombre de ‘Complejo de
Electra’ pero eso, amén de incorrecto, no
fue aceptado por el propio Freud, quien
estableció que debería de llamarse
‘Complejo de Edipo masculino’, en el
caso del varón y ‘Complejo de Edipo
femenino’, en el caso de la niña.
Incluso se le ha llegado a
plantear como algo muy
negativo, malo , inmoral y
sucio, sin que nada de esto
sea en realidad.
Veremos como es de vital
importancia este complejo,
y nada tiene de sucio e
inmoral, representando por
el contrario, cuestiones
importantísimas para el
adecuado desarrollo de los
individuos.
Freud se basa en la tragedia de
Sófocles “Edipo Rey” en la cual Edipo
mata a su padre y se casa con su madre,
pero debemos de recordar que Edipo,
cuando comete estos hechos no sabe lo
que está haciendo (es decir, es
inconsciente).
El ‘Complejo de Edipo masculino’
ocurre de la siguiente manera:
El niño tiene un objeto de amor, el cual
es la madre, desde que nació.
Ahora que se ha libidinizado la zona
del falo, el niño sobrevalora su pene,
gratificándose con el.
Así, el desea a la madre pues
quiere gratificarse con ella, igual
que ocurrió en las etapas previas.
De ésta manera, el niño desea
sexualmente a la madre, pero ésta
no está ‘disponible’ pues se
encuentra presente el padre, y
como el niño no desea ‘compartir’
a la madre, desarrolla por él un
deseo de desaparecerlo (deseo de
muerte).
A este cuadro, donde el niño
desea sexualmente a la madre y la
muerte del padre, Freud le da el
nombre genérico de ‘complejo de
edipo’.
Sin embargo, el padre no va a aceptar
tranquilamente el deseo de muerte, y el
niño piensa (cree) que si el padre se llega
a enterar de lo que él le desea, este lo va
a castigar, y fuertemente. ¿Cómo?
Despojándolo de aquello que el niño más
quiere: su falo
Ante ésta nueva situación el niño se
enfrenta a dos caminos terribles ambos:
por un lado, de perpetuarse en su deseo
por la madre, puede perder su falo a
manos del padre. Del otro lado, para
conservar su falo, debe de renunciar al
deseo por la madre.
Es en este punto, cuando
entra a lo que Freud denominó
‘complejo de castración’. y es
en donde se empieza a resolver
el conflicto.
Enfrentado a dos alternativas,
ambas tremendamente
displacenteras, el niño
encuentra una tercera vía que
será fundamental para su
futuro: se identifica con el
padre.
Esto es, se equipara al padre,
trata de ser como el padre y por
lo tanto, trata de copiarlo en
todo lo que puede
De ésta manera, logra
preservar su posesión del falo,
y al mismo tiempo, no debe de
renunciar al deseo por la
madre.
Este punto de la identificación
es fundamental, posteriormente,
para la asunción del ‘rol’ sexual
masculino. Es hacia ésta edad
(6 años aproximadamente) que
el niño ingresa en la siguiente
etapa del desarrollo
psicosexual.
En el caso del Complejo de Edipo negativo, no se
puede realizar la identificación con el padre, por ser
este de poca valía, cuasi insignificante y la madre es
demasiado dominante, provocándose con esto que el
niño se identifique con la madre y asuma
características del rol sexual femenino
El ‘Complejo de Edipo
femenino’ ocurre a la inversa
que en el varón.
Si en el caso del niño
hablábamos de que primero
ocurre el complejo de edipo y
después el complejo de
castración, en la niña primero
ocurre el complejo de castración
y después el complejo de edipo.
Ya vimos que en ésta etapa la
niña entra en una fase
denominada ‘la envidia del pene’.
En el pensamiento mágico de la
niña, ella se siente desposeída
por la madre, quien no la proveyó
de ‘falo’ (pene), es decir, la ha
hecho incompleta.
Esto es vivenciado por la niña como
algo tan terrible que transforma su
deseo libidinal hacia la madre (el mismo
que tiene el niño varón hacia la madre
por ser su primer objeto de amor) en un
desprecio hacia la madre por no haberla
hecho ‘completa’.
De ésta manera, la niña desea la
desaparición de la madre (su muerte).
En este punto la niña busca a alguien
que le proporcione ese falo que la
madre le quitó, y en ese proceso
‘encuentra’ que el padre se lo puede
proporcionar, por lo cual desarrolla su
deseo sexual por el padre.
Aquí culmina el ‘complejo de castración’ y
comienza el ‘complejo de edipo’, pues la
niña descubre que para poder lograr que el
padre le proporcione el falo que la madre le
quitó es más sencillo si se parece a mamá, y
por lo tanto podrá llamar mejor su atención.
Así, la niña, que deseaba la muerte de la
madre, se identifica con ella para poder
acceder de mejor manera al padre. Con
esto, la niña empieza a sumir el rol sexual
femenino, pues comienza a copiar los
patrones de comportamiento de la madre, y
en este momento, también ella entra en la
siguiente etapa del desarrollo psicosexual.
Ésta también es la descripción de lo que pasa
‘normalmente’ en lo que denominaríamos
‘Complejo de Edipo femenino positivo’,
Complejo de Edipo Femenino Negativo
Cuando la madre no es
un modelo suficiente para
identificarse con ella o el
padre es mucho más
imponente que la madre,
identificándose la niña
con él.
En este caso, al igual
que en el caso del varón
vemos los gérmenes de la
homosexualidad en el
Complejo de Edipo.
Etapa de Latencia: