Asimetrias de Salvador Paniker
Asimetrias de Salvador Paniker
Asimetrias de Salvador Paniker
sociología literaria habría de determinar, por inquietud en la órbita del intelectual catalán: la
tanto, la permanente dialéctica entre sociedad y férrea determinación de construir nexos que nos
literatura. En su recorrido por el análisis cultural, iluminen memoria y perspectivas futuras, en una
político y social de la historia reciente del país, se voluntad de reflexión y diálogo permanentes cuya
distinguen los síntomas de una transformación: el última vocación es el entendimiento.
paso definitivo e irreversible de eso que hemos Tal es, sin duda, la condición sine qua non
dado en llamar nuestra memoria colectiva – para la realización de un efectivo progreso
experiencia unificadora, protección del grupo de de la especie humana, en su mejor y más
pertenencia, identidad con aquellos con quienes solidaria (montalbiana añadiríamos) acepción.
compartimos cimientos y techo de ese edificio en Así, y con esa imprescindible conjunción de
común que supone formar parte de una misma “comunicación y ensimismamiento” que ha de
praxis cultural y social– hacia esa otra clase de impregnar (y volvemos a hacer nuestras sus
conciencia que es la memoria histórica. palabras) el paisaje del comunicador y el artista,
Habitantes de pies a cabeza de esta otra el ensayo de Montalbán nos guía, sin rastro
geografía ontológica, urbanitas bajo ese skyline de desorientación, por su particular universo,
(según definición montalbiana) fragmentado topografía donde la dualidad no está reñida con
y fragmentario que (como continuadora del la clarividencia de las respuestas, y en la que
proceso ya iniciado en el paso de la edad media la contradicción (que no la confusión) se revela
a la moderna), nos ofrece la ciudad posmoderna, profunda y felizmente iluminadora.
nos enfrentamos así a una instancia de una El lector viaja así a través de un esclarecedor
muy distinta naturaleza: un marco más reflexivo recorrido por las alegóricas calles y plazas
y analítico, más libre y también más inseguro, de tres ciudades simbólicas: la socialista, la
pues nos escinde como colectivo para situarnos franquista y la posmoderna, cuya construcción y
en la indefensión del individuo con la potestad deconstrucción vienen a representar el devenir
–al menos aparentemente, pero dejémoslo ahí– del siglo XX y, en última instancia, el deseo de la
de la elección (ya lo ha reiterado lúcidamente superación de todas ellas. A saber: la consecución
Lipovetsky con su análisis de la hipermodernidad). de una ciudad plenamente democrática, “una
Dicha sustitución, entendida como inevitable ciudad libre y exenta de las leyes del mercado
e inexorable evolución de nuestra identidad y de la ley del más fuerte, donde la posibilidad
social, cultural, histórica e ideológica, viene a de inventar, de cambiar, de imaginar, no tuviera
ser la consecución fundamental de un cambio límites”. Con la conmovedora paciencia del
de paradigma, ese eje primordial que nos lleva cicerón y la lucidez del crítico, el ensayista nos
al nacimiento y posterior desarrollo de una conduce de este modo por una topografía hecha
conciencia crítica, distanciadora en fin, de nuestra de utopías y desencantos, en una reflexión bien
realidad presente, pasada y futura. argumentada que, a pesar de encuentros y
“Somos lo que seremos”, decía Levin. “Somos desencuentros, posturas y contraposturas, es
lo que somos y lo que hemos sido”, añadía el capaz de hacer converger polaridades difíciles
comparatista Claudio Guillén. Es en ese puente pero potencialmente reconciliables.
entre pretérito y porvenir (entendidos ambos como En este espacio de las dicotomías, sus
plenas entidades sociales y de realidad histórica), aproximaciones y alejamientos, encontramos
ese nudo gordiano donde se encuentran para algunas de las claves esenciales del
confundirse las coordenadas del ayer, el hoy y comprometido –en el más sartriano sentido
el mañana, donde memoria y deseo (haciendo de la palabra– intelecto de Montalbán. En esta
nuestras las palabras de Montalbán), historia afirmación incluimos todas las manifestaciones
y proyecto, imaginario y expectativa, se dan de su amplio universo teórico, filosófico, literario,
definitivamente la mano. Hablamos de una decisiva político, periodístico, etcétera… que vendrían a
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confluir en su rica, plurisignificativa y hereróglota una sociedad obligada a vivir una “apropiación
capacidad comunicadora). anormal del patrimonio cultural normalizado”, la
Pertrechado en una sólida formación marxiana extraña morbosidad de un pueblo condenando a
pero alejado de todo dogmatismo; herido de vida experimentar una educación lectora “compulsiva
por el desencanto posmoderno e imbuido hasta e ideologizada, desconectada de las sociedades
las trancas por la utopía y sus pulsiones; teórico lectoras democráticas”. Era, en fin, el insano,
y escritor; intelectual y poeta; radical y conciliador; desesperado avance por entre la desazón
periodista y filósofo; idealista y decepcionado; ontológica de quienes se han visto privados
agente de la cultura y la subcultura; novísimo por de una aproximación equilibrada (en libertad)
los pelos; crítico ‘por accidente’ y por (bendita) con la cultura y sus manifestaciones. Y así,
intromisión… Vázquez Montalbán sortea con en esta represión en cuyo vórtice se reparten
paso firme las trampas de la posmodernidad. No protagonismo castraciones de todas las clases
en vano supo como pocos reivindicar su mestizaje y procedencias, ondea con especial virulencia
cultural y llevarlo hasta su máxima expresión, “el valor añadido de lo prohibido”, la perversión
tanto en su obra literaria como periodística y distorsionada (e inevitable) de quien es inducido
ensayística. No en vano, tampoco, defendió las a estimar más lo que le es negado políticamente
nuevas utopías (léase el neozapatismo, del que que lo que es mejor literariamente.
fue excepcional portavoz contra los vientos y Pero la de Vázquez Montalbán es, como
mareas no sólo del neoliberalismo más agresivo, cualquier personalidad cuyo prurito más evidente
sino de cualquier amable condescendencia es el de la sensatez intelectual, la historia de
del ‘moderno’ escepticismo de la izquierda, una constante y honesta superación dialéctica
incluyendo su propio desencanto). que (no podía ser menos en su concepción vital
Hijo directo de esa sociedad “esquizofrénica” e integradora), pugna por conciliar cualquier
que fuera la España de la dictadura, obligado y demoledora disociación. Como muestra, un botón
circunstancial urbanita “a medio camino entre de los tempranos 60: si bien divididos por “una
la ciudad franquista y una ciudad democrática mayor, menor o nula comprensión sociológica
total que nunca llegaría”, tripulante de un país de qué papel cumplía la literatura en realidad
política e intelectualmente a la deriva en el que como elemento transformador de la historia”, no
cualquier esperanza socialista nacía ya truncada fue sino la reivindicación de lo literario uno de
por la decepción histórica y social… Montalbán los aspectos más definitorios de los Novísimos,
creció, como el resto de sus compatriotas, “entre en los que, más acertadamente o menos, estaba
el deseo de la emancipación colectiva y el de la incluido el joven Montalbán.
emancipación individual”. Puede que sea por esta vocación de
Nada mejor que esa oposición Marat-Sade crecimiento, unida a la honradez intelectual que
señalada por el autor para definir tal escisión. fuera una de sus marcas más constantes, por lo
Nada más definitivo que ese otro apéndice a que este izquierdista convencido cuyo parti pris
sumarse a la antinomia, ese menàge á trois que es declaradamente de raíz marxista, comienza
en la España de Franco y sus duraderos efectos su análisis (y su crítica) por la construcción,
colaterales habría de completar el omnipresente desarrollo y muerte de la ciudad socialista (y por
(y omnívoro) dictador: el eterno convidado de extensión, o más bien por reducción, estalinista).
piedra que viniera a triangular (y fagocitar) El escritor, que dedicó gran parte de su
esa relación, ya de por sí enfermiza, entre el pensamiento y praxis intelectual en demostrar, a
hedonista individual y el comprometido colectivo contracorriente, que las izquierdas no encarnaban
que representaba la dialéctica Sade-Marat, para un proyecto ni fosilizado ni obsoleto, declara
llevar hasta el paroxismo intelectual y espiritual sin asomo de mala conciencia el fracaso de la
la conciencia represora. Era la escisión de ciudad moscovita, la urbe santo y seña de un
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Es en esta capacidad de diálogo entre la montalbiano. La misma que, y para acabar por
reflexión crítica y la tenacidad del idealista, en donde comenzábamos, es la responsable de
ese empeño por mantener una dialéctica donde otra dialéctica y su comunión: no podemos dejar
participen ideas y posturas aparentemente de convenir con Kathleen M. Vernon, en que, si
encontradas, donde creemos radica el equilibrio algo distingue al proyecto del intelectual catalán
de un hombre que, sin renunciar a la honestidad es la dialéctica (como ya hemos visto entre otras)
de su praxis intelectual, supo conjugar la crítica entre memoria colectiva y memoria histórica,
más afilada (no por mordaz sino por acertada) esa convivencia en la que vienen a converger
y el desencanto postmoderno con las grandes identificación sentimental con análisis, lucidez
utopías: esa línea del horizonte a la que, en objetiva con emoción subjetiva, recordatorio
palabras de Galeano, no alcanzamos nunca pero familiar con certera y pertinaz reflexión. La misma,
nos sirve para caminar. La misma fuerza motriz, en fin, que es responsable de dar a luz escritos tan
así lo creemos nosotros, que permite a uno de personales, lúcidos e, insistimos, profundamente
los más preclaros ensayistas rubricar frases y altermodernos, en lo que tienen de vocación de
párrafos de cariz eminentemente esperanzador, encuentro entre los grandes relatos modernos y
utópico y revolucionario. Y transcribimos el cierre la era del desencanto posmoderno. La misma,
(siempre los finales tienen algo de declaración también que elige sumar a la novela y el poema
de intenciones, de carta boca arriba en el tapete el ensayo, escritura intergenérica y generosa para
de palabras, ideas y conclusiones) del ensayo crear una cartografía que mezcla sin estridencias:
montalbiano: “Mientras la ciudad democrática la disección de la dictadura franquista (amén
siga siendo una necesidad, que no una utopía, la de una transición profundamente desmitificada
literatura podrá contribuir a construirla, superadas y desmixtificada) con el recuerdo de su madre
las saturaciones del siglo XX, abiertos los y su barrio; la crítica y el método dialéctico
escritores a la misma posibilidad de pureza”… e histórico con la rememoración familiar; el
y aquí citará una de las últimas grandes utopías análisis político con la confesión y la vivencia; la
revolucionarias de su tiempo, “con la que el reflexión imperialista y consumidora de productos
subcomandante Marcos trató de hacer una pseudoculturales con la convivencia de cultura y
revolución después de la revolución”. subcultura; la visión marxista con la ausencia de
Es, en fin, esa incansable y más que todo mecanicismo economicista… una palpable
deseable capacidad conciliadora de un espíritu demostración (una más en el decurso vital e
felizmente generoso en el análisis más crítico intelectual del universo montalbiano), de que, en
y la esperanza menos limitadora, capaz de palabras de Vernon el “rigor teórico (y, añadimos,
conjugar la pérdida de la inocencia histórica con creativo) no está reñido con el compromiso
la ingenuidad de la utopía, lo que define el código personal” y, volvemos a añadir, histórico y social.
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los nombres y los hombres. está pasando, tierra libre, sí, pero tierra compleja
Desde las primeras páginas, en el capítulo en la que se aceptan los límites como pulsión de
titulado “La era del hibridismo” se nos deja claro exploración del margen. Así, hablar de la utopía
que estamos en una era polimórfica y compleja. en Pániker es hablar de la posibilidad de descubrir
Así lo dice el autor: “Se nos antojan cada vez nuevos espacios de libertad al explorar los
más bizantinas las grandes disquisiciones sobre márgenes de manera periódica y retroprogresiva.
conceptos absolutos (nación, patria, religión, etc.). Cabe mencionar aquí ese otro gran libro del autor
Ello es que pertenecemos a la era de la fluidez titulado Aproximación al Origen, texto fundacional
y el hibridismo. Los valores son cada vez más donde los haya para el concepto de retroprogreso,
relativos, móviles, provisionales. Los territorios texto, en verdad, plagado iluminaciones y que
científicos son interdisciplinarios. La misma ética también debería ser rescatado de los anaqueles
es, ante todo, ética aplicada y casuística. Y hablar estos días complejos, híbridos y retroprogresivos.
de hibridismo es hablar de identidades múltiples, Por último, nos gustaría señalar la estructura
pluralismo a la carta, mestizaje cultural, collage” (p. del libro como si de un viaje en tres etapas se
17). Así que todo es un collage, pero con sentido, tratase, algo que se facilita a través de tres
sentido en el sentido, valga la redundancia, grandes secciones que llevan por título: Primeras
de representación de otra cosa, significación Cuadrículas, Apuntes Sobre un Calendario
móvil que no caótica. En estas páginas también (1989-2006) y Fragmentos de un Dietario. Así,
vemos el aliento del científico, del ingeniero, los aspectos más teóricos se desarrollan en las
del conocedor de las teorías de sistemas, no dos primeras, pero el último puerto deviene más
debemos olvidar que Pániker además de filósofo íntimo y crepuscular, también se envuelve de
es doctor en ingeniería industrial. Hay un orden, cierto sesgo místico, como desvela el siguiente
por tanto, palpitando en todo, lo que nos recuerda extracto: “Permanecí un buen rato apoyado en la
a Bohm cuando relataba aquello del orden roca, a la vez atento y absorto, a punto de sonreír,
implicado y el orden explicado. y, de pronto, el cómplice, la cómplice, se hizo tan
real como el paisaje, y me sentí vagamente feliz.
Desde aquí, desde estas primeras páginas,
El cómplice, la cómplice, lo cómplice, vivencias
Pániker va montando un complejo entramado
que al final se diluían en la mar calmada. Aquello
de pensamiento, abundando en las referencias
era la conciencia misma, y era también el tú de
eruditas pero manteniendo un discurso claro y
la conciencia, y el ello, el mundo, el mundo que
cercano a cualquier lector, como suele ocurrir en
no era un monstruoso disparate, es decir, que sí
sus escritos. Pasa algo parecido, pero en otro
lo era, pero también era otra cosa, y a esa otra
sentido, con sus diarios pues estos están escritos cosa, como en tantas ocasiones de mi vida, yo
con la cercanía que pide el género pero abundan le guiñaba el ojo” (p. 342). Aquí vemos que el
en referencias científicas y culturales. Digamos modo discursivo del autor es propiamente lírico,
que la forma y el contenido, de este modo, se de disolución del yo póetico en el objeto que
reflejan de manera especular. Pániker es híbrido observa. Esto hace que la lectura del libro ofrezca
y retroprogresivo en el fondo y en la forma lo que momentos que nos trasladan al corazón del autor
hace que la lectura de Asimetrías sea un goce aunque nunca olvidamos las partes más pródigas
intelectual y estético de alto grado. en referencias científicas, en explicaciones
Así, es interesante destacar que la posible filosóficas. Así, uno llega al final del texto y siente
utopía panikeriana sería un lugar complejo, que ha viajado muy lejos, muy lejos y a la vez muy
híbrido, retroprogresivo, no un mero viaje a una cerca, porque hay algo de movimiento concéntrico
era feliz ya pasada y que se recuerda desde la aquí, de viaje en espiral, de acercamiento al
decadencia a través del mito de la Edad de Oro centro sin dejar de frecuentar el margen (de nuevo
pasada. Para nada, estaríamos entonces ante un se manifiesta así el retroprogreso panikeriano en
lugar muy “moderno”, muy de ahora, de lo que fondo y forma).
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interculturalidad, a las culturas menos “civilizadas”, diálogo con el otro responde a una urgencia de
e incorporarlas al concierto discursivo de la estar ante otro reconociendo que la existencia
pluralidad y la diferencia. tiene un registro y contextualidad ética del
La globalización arrasa con la multiversidad discurso; precisamente, la carencia epistémica
del mundo e impone principios universales del monologisno de la Modernidad hace caso
homogéneos y unívocos. La inmanencia de omiso de esa contextualidad del sentido de
un cierre epistémico de la racionalidad que en responsabilidad pública que porta una ética de
sí mismo es reductor y anula la presencia del los discursos. Pero, también, por otra parte,
otro, pretende un fin inclusivo que da al traste de las condiciones comunicativas que tiende a
con el discernimiento y la deliberación que dotar de subjetividad a los sujetos de la acción
le permite a las diferentes culturas forjar las interlocutiva, en la construcción de los valores y
narrativas de sus identidades. tradiciones que los representan.
Su idea es, entonces, mucho más cristalizada La fuerza deconstructiva de su tesis traza, en
respecto a las hegemonías históricas de unas consecuencia, una ruptura en el mapa comprensivo
de la actualidad de la filosofía de la Modernidad
culturas sobre otras, pues coloca al descubierto
que ha fracasado en los procesos de dialogicidad
los procesos ideológicos del capitalismo global
que requiere la política para democratizar los
para colonizar los imaginarios de otros saberes.
poderes del Estado, y, consecuentemente, para
Por tal motivo, considera que, y esta es su frase
garantizar derechos de vida a los colectivos
más típica, se requiere de una “transformación
ciudadanos en equidad y justicia.
intercultural de la filosofía”, para que el otro en
su permanente emergencia a los cambios no se La subjetivación en el nos-otros es una
pierda en los sistemas de control social que le experiencia existencial de cara al otro con quien
impiden su desarrollo autónomo. se convive a los efectos de una recreación de las
existencias en común. La aparición intersubjetiva
Este proceso de crítica decolonial que marca
y postsubjetiva es concomitante con la presencia
a la Filosofía Intercultural en América Latina,
del universo de voces implícitas en los diálogos
se interpreta –a juicio de Fornet-Betancourt-
donde el mundo se instituye como mundo de vida
como una praxis emancipadora de cualquier
intercultural para todos. Por esta razón la condición
tipo de restricción que pueda sufrir la diversidad
sine qua non es que el diálogo en sí mismo es
racional y sensible de las culturas. Su fuerza
una praxis ético-política que orienta la esfera
contrahegemónica reside y sirve para liberarnos
hermenéutica del discurso hacia consensos que
de nosotros mismos y a la vez, de cualquier otro en
se relegitiman a través de la interacción de todos.
su deseo o interés de subordinación y alienación. Es su apuesta para concebir y poner en práctica
Por consiguiente, nace la Filosofía discursos de recomprensión de los movimientos
Intercultural desde varios origines del pensamiento de resistencia que promueven las culturas
latinoamericano, ya que se inicia con la Filosofía originarias de nuestro continente como respuesta
“nuestraamericanista” de José Martí y las luchas contra hegemónica a la racionalidad eurocéntrica.
emancipadoras de la Teología de la Liberación. La importancia del libro que presentamos al
Para desencadenar y llegar a destino con la público lector, escrito por la Dra. Zulay C. Díaz
propuesta de Fornet-Btancourt que apela a la Montiel, investigadora del Centro de Estudios
superación de la metafísicia de la razón Moderna, Sociológicos y Antropológicos (CESA) de la
al considerar la dialogidad comunicativa con Universidad del Zulia, nos brinda la oportunidad
el otro, el toque de piedra, que hace efectiva la de conocer de primera mano, estas ideas, mucho
polifonía de voces que se encuentran contenidas más tematizadas del pensamiento de Fornet-
en más de una racionalidad de orden filosófico. Betancourt, en su correlato teórico y filosófico.
Esta tesis de Fornet-Betanourt acerca del En efecto, la construcción de la intersubjetividad
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Á. B. MÁRQUEZ-FERNÁNDEZ, LUZ.
La tradición marxista propone una
comprensión de las clases a partir de las las clases sociales, visto que los desprendimientos
relaciones de producción y los intercambios del económicos y políticos de las clases para
mercado. La clase queda enmarcada y definida cuestionar las dinámicas de cambio del mercado
por la determinación de esta estructura de capitalista, provienen de su capacidad para
interacción entre el obrero y la escisión social que reorganizar su intervención pública en los
su condición de productor. espacios de poder del Estado. Ya no provienen
Precisamente, éste, en las relaciones más de su estructura de clase estáticamente
materiales de producción, es explotado, por el situadas en la organización estratificada a causa
modo de producción en general, y siente y vive de las relaciones de la producción y del consumo.
la contradicción de esta conflictividad; entonces, Ahora, por el contrario, las fuerzas sociales
a nivel de la estructura de la sociedad civil y de la inherentes a la disidencia y/o resistencia, es decir,
superestructura de las relaciones ideológicas de los nuevos movimientos disidentes y beligerantes
dominación encubierta, se viene a reproducir la de las clases, de cara a los procesos de
misma conflictividad y antagonismo. resocialización del conflicto y los antagonismos,
La clase se hace emergente en una sociedad generan una movilidad en torno a acciones
clasista, a causa del supuesto imponderable de la colectivas de los trabajadores y otros participantes
economía capitalista que se basa en la producción marginados de la sociedad, capaz de producir un
de la plusvalía. Sin embargo, el desarrollo del espacio de fuerza disociativa en las manos y las
capitalismo periférico, en su expansión global voces, del colectivo de resistencia revolucionaria
y neoliberal del mercado y las integraciones o antisistémica. Desde esta perspectiva se pierde
sociales que promueve para legitimar el estado o diluye, lo homogéneo del concepto de clases,
nacional, termina por desdibujar por no decir por otro más difuso acorde con las mixturas o
anular, la fuerza disruptiva de la teoría marxista de heterogeneidades de praxis sociopolíticas que
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reorientan mucho más puntualmente los cambios de los actores sociales y los autodetermina.
estructurales que afectan a la sociedad en general. Se trata, de comprender la insurgencia de las
Así nos lo hace entender Marcelo Gómez, nuevas fuerzas de movilidad que se generan a partir
autor del libro “El regreso de las clases. Clase, de escenarios de antagonismo y conflictividad que
acción colectiva y movimientos sociales”, cuando develan las formas o estilos donde las dialécticas
afirma que: de la contradicción del sistema apuntan y afectan
“El campo analítico de “clase” no sería la a las subjetividades de los ciudadanos en los
forma social grupal o colectiva que asume ua espacios antrópicos de su marginalidad.
coerción estructural sino la forma misma en La tarea, ambiciosa pero no desmedida, de
que los agentes enfrentan las coerciones tanto Marcelo Gómez, la traza en estas coordenadas:
individual y colectivamente” (p.27) i) examinar críticamente la evolución, los límites
“El análisis dinámico supone que la condición y los problemas teóricos de las teorías de las
de clase se constituye en el conflicto y que clases y de la acción colectiva desde los
es a través del proceso de lucha que las fundamentos propuestos por Marx y Weber
“posiciones estructurales”, las condiciones hasta los desarrollos más recientes;
materiales y sociales de existencia asumen el ii) recuperar la centralidad de los antagonismos
carácter de “poderes causales clasista” (p.29). sociales y el carácter dinámico del análisis
Y, finalmente, señala que “en vez de de clase, sacándolo de la problemática de
analizar las prácticas, la conciencia, etc., desde distribuciones o estructuras para resocializarlo
posiciones estructurales prefiguradas y previas al en la lucha y el conflicto, y;
conflicto y la lucha, fueron las prácticas de lucha iii) proponer un nuevo concepto para un análisis
desplegadas en contextos y situaciones críticas clasista de la acción colectiva, esto es, de la
por los movimientos de asambleístas y ahorrista relación entre las condiciones materiales y
(Argentina) las que permitieron un acceso simbólicas de existencia con las condiciones
privilegiado a la naturaleza de las coerciones de la movilización y las prácticas de lucha.
estructurales que soportan los movilizados”.
Para reinterpretar y reconceptualizar las
Los resultados de su análisis acerca de la significaciones contemporáneas del marxismo,
nueva arqueología de las clases y su arquitectura Marcelo Gómez ha aceptado con el entusiasmo de
de resistencia pública y política, es evidente. quien se forja en las antípodas de los dogmas de la
Asistimos a un cambio hermenéutico del paradigma racionalidad, discernir y analizar desde su praxis
historicista donde la producción material del otro política y epistémica en las Ciencias Sociales los
genera y afecta en su thelos a los roles políticos nuevos rumbos de la ciudadanía latinoamericana.
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