Teoría de Vygotsky
Teoría de Vygotsky
Teoría de Vygotsky
TEORÍA DE VYGOTSKY
Vygotsky fue el iniciador de una corriente cognitiva en la Unión Soviética que, como no seguía la
orientación fisiologista de Pablov y sus continuadores, fue poco tenida en cuenta. Por ello, a pesar de ser
contemporáneo de Piaget y de los teóricos de la Gestalt sólo es conocido por el resto de la comunidad
científica cuando se expanden las concepciones cognitivas estructuralistas y organicistas. Comparte con
estas el punto de partida contrario al asociacionismo y el mecanicismo pero con una orientación distintiva:
su concepción dialéctica de la relación entre aprendizaje y desarrollo. Sus aportes quedaron truncados por
su temprana muerte en 1934, pero fueron continuados por varios discípulos (entre ellos, Luria y Leontiev),
por lo que se la conoce también como la “escuela soviética”.
La teoría de Vygotsky es conocida como “teoría del desarrollo cultural de las funciones psíquicas”. El
proceso de formación de las funciones psicológicas superiores se dará, para Vygotsky, a través de la
actividad práctica e instrumental, pero no individual, sino en interacción o cooperación social.
En este sentido, la teoría de Vygotsky plantea que las funciones psicológicas superiores son fruto del
desarrollo cultural y no del biológico; es decir que se originan en las relaciones sociales a través de un
proceso de mediación, (el cual se haya constituido, por la mediación instrumental y la mediación social) y
mediante un proceso de interiorización.
Mediación instrumental1
Vygotsky utiliza el concepto de instrumentos psicológicos para caracterizar la actividad humana.
Denomina instrumentos psicológicos a todos aquellos objetos cuyo uso sirve para ordenar y reposicionar
exteriormente la información de modo que el sujeto pueda escapar de la dictadura del aquí y ahora y
utilizar su inteligencia, memoria o atención en lo que podríamos llamar una situación de situaciones. Una
re- presentación de los estímulos que podemos operar cuando queremos tener éstos en nuestra mente y
no sólo cuando la vida real nos los ofrece. Son ejemplos de instrumentos psicológicos: la moneda, una
regla o un semicírculo graduado, una agenda, un semáforo, etc.; y por encima de todo, los sistemas de
signos, el conjunto de instrumentos fonéticos, gráficos, táctiles, etc. que constituimos como gran sistema
de mediación instrumental: el lenguaje.
A lo largo del proceso de desarrollo el sujeto abandona la necesidad de marcas externas y comienza
a utilizar signos internos, es decir, representaciones mentales, que sustituyen los objetos del mundo real.
La propia idea de que el hombre es capaz de operar mentalmente sobre el mundo, hacer relaciones,
planear, comparar, recordar, etc, supone un proceso de representación mental. Esa capacidad de lidiar con
representaciones que sustituyen al objeto real es lo que posibilita al hombre liberarse del espacio y el
1 ALVAREZ, AMELIA Y DEL RÍO, PABLO: “Educación y Desarrollo: La teoría de Vygotsky y la zona de desarrollo próximo”. En:
COLL, CÉSAR: “Desarrollo Psicológico y Educación”. Tomo II. Cap. 6.
IES. PROF. MANUEL MARCHETTI. PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA EN HISTORIA. 1° AÑO. PSICOLOGÍA EDUCACIONAL.
tiempo presentes, hacer relaciones mentales en ausencia de las cosas relacionadas, imaginar, hacer planes
y tener intenciones. Liberando al hombre de la necesidad de interacción concreta con los objetos de su
pensamiento.
“Pero los signos no se mantienen como marcas externas aisladas, referidas a objetos desconectados,
ni como símbolos usados por individuos particulares. Pasan a ser signos compartidos por el conjunto de los
miembros de un grupo social, permitiendo la comunicación entre los individuos y el mejoramiento de la
interacción social. Cuando uno aprende por ejemplo, el significado de “caballo”, ese concepto internalizado
por el sujeto y compartido por otros usuarios de la lengua castellana, pasa a ser una representación mental
que sirve como signo mediador en su comprensión del mundo.
Los sistemas de representación de la realidad –y el lenguaje es el sistema simbólico básico de todos
los grupos humanos- son, por tanto, socialmente dados. Es el grupo cultural donde el individuo se
desarrolla quien procura formas de percibir y organizar lo real, los cuales van a constituir los instrumentos
psicológicos que realizan la mediación entre el individuo y el mundo.
Como mediadores entre el individuo y el mundo real, esos sistemas de representación de la realidad
constituyen una especie de “filtro” a través del cual el hombre será capaz de ver el mundo y operar en él”2
Mediación social3
Es por ello que la mediación instrumental converge en otro proceso de mediación que la hace posible
y sin el cual el hombre no habría desarrollado la representación externa con instrumentos. Es el proceso
de mediación social.
Es a partir de su experiencia con el mundo, y del contacto con las formas culturales determinadas
para la organización de lo real, y con los signos provistos por la cultura, que los individuos van construyendo
su sistema de significados, el cual consistirá en una especie de código para descifrar el mundo. Vygotsky
habla del grupo cultural como procurando al individuo un ambiente estructurado, donde todos los elementos
están cargados de significado.
La mediación social sería precisamente, la mediación instrumental interpersonal, entre dos o más
personas que cooperan en una actividad conjunta o colectiva, lo que constituye el proceso de mediación
que el sujeto pasa a emplear más tarde como actividad individual.
Este proceso de mediación social es el que Vygotsky define en su ley de la doble formación de
los procesos psicológicos:
Una operación que inicialmente representa una actividad externa se reconstruye y comienza a
suceder internamente, un proceso interpersonal queda transformado en otro intrapersonal.
“En el desarrollo cultural de niño toda función aparece dos veces: primero a nivel social y, más tarde,
a nivel individual; primero entre personas – interpsicológica- y después en el interior del propio niño -
intrapsicológica-. Esto puede aplicarse igualmente a la atención voluntaria, la memoria lógica y la formación
2KOHL DE OLIVEIRA, MARTA: “La mediación simbólica: Aproximación al pensamiento de Lev Vygotsky”. Revista Novedades
Educativas. N° 38. Pag. 43.
3 ALVAREZ, AMELIA Y DEL RÍO, PABLO: “Educación y Desarrollo: La teoría de Vygotsky y la zona de desarrollo próximo”. En:
COLL, CÉSAR: “Desarrollo Psicológico y Educación”. Tomo II. Cap. 6.
IES. PROF. MANUEL MARCHETTI. PROFESORADO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA EN HISTORIA. 1° AÑO. PSICOLOGÍA EDUCACIONAL.
de conceptos. Todas las funciones psicológicas superiores se originan como relaciones entre seres
humanos” (Vygotsky).
“La interacción cara a cara entre sujetos individuales desempeña un papel fundamental en la
construcción del ser humano. Es a través de la relación interpersonal concreta con otros hombres que el
individuo va a interiorizar las formas culturalmente establecidas de funcionamiento psicológico. Es por ello
que la interacción social, sea directamente con otros miembros de la cultura o a través de los diversos
elementos del ambiente culturalmente estructurados, procura la materia prima para el desarrollo
psicológico del individuo”.
Vygotsky analiza la actividad conjunta padre- hijo y la interacción entre ambos, señalando que, el
adulto impone al niño el proceso de comunicación y representación aprovechando las acciones naturales
de éste. De esa manera, por ejemplo, convierte su movimiento para alcanzar un objeto inalcanzable o
difícilmente alcanzable en un gesto para señalar, en la medida que el niño advierte que siempre que hace
tal movimiento el adulto le alcanza el objeto. Por eso dice Vygotsky que el camino de la cosa al niño y de
éste a aquel, pasa a través de otra persona. Puede apreciarse indirectamente así la estrecha articulación
entre ambos tipos de mediación, instrumental y social.
El proceso de interiorización
“Al igual que otros autores como Piaget, Vygotsky concebía la interiorización como un proceso donde
ciertos aspectos de la estructura de la actividad que se ha realizado en un plano externo pasan a ejecutarse
en un plano interno. A diferencia de otros autores, sin embargo, Vygotsky definía la actividad externa en
términos de procesos sociales mediatizados semióticamente y argumentaba que las propiedades de esos
procesos proporcionaban la clave para entender la aparición del funcionamiento interno”4.
Además es necesario tener en cuenta, como dice Leontiev, que “el proceso de interiorización no es
la transferencia de una actividad externa a un “plano de conciencia” interno preexistente: es el proceso en
el que se forma ese plano de conciencia. Es decir que este proceso de interiorización no consiste en una
simple traslación o reflejo en el plano interno de lo que en un principio se manifiesta a nivel externo, sino
que implica una verdadera reconstrucción.
“El proceso por el cual el individuo internaliza la materia prima provista por la cultura no es, pues un
proceso de observación pasiva, sino de transformación, de síntesis (Mata Kohl de Olivera)”.
“La zona de desarrollo próximo es la distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por
la capacidad de resolver independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado
a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero
más capaz”.
“El punto de partida de los análisis sobre esta temática por parte de Vygotsky consiste en la
constatación de que el aprendizaje del niño comienza mucho antes del aprendizaje escolar. Para decirlo en
sus propias palabras, “el aprendizaje escolar jamás parte de cero. Todo el aprendizaje del niño en la escuela
tiene una prehistoria”. Así, según el ejemplo del propio Vygotsky, cuando el niño comienza a estudiar
aritmética en la escuela, tiene tras de sí una cierta experiencia de la cantidad, de operaciones de adición y
sustracción; “el niño –dice Vygotsky- ha tenido ya una pre- escuela de aritmética, y el psicólogo que lo
ignorase estaría ciego”.
De acuerdo con el análisis de Vygotsky, el error que más frecuentemente se comete cuando se
analizan las relaciones entre aprendizaje y desarrollo, estriba en prestar atención sólo a uno de los niveles
de desarrollo que el niño posee. Es aquí donde hay que distinguir entre el nivel de desarrollo efectivo,
actual, que el niño presenta, y el nivel de desarrollo potencial, el que puede alcanzar”.
El primero de ellos, el nivel de desarrollo efectivo, como es bien conocido, se refiere al nivel de
desarrollo que el niño ya ha conseguido como resultado de su desarrollo y experiencias previas.
El nivel de desarrollo potencial se refiere a los procesos de desarrollo que están ocurriendo y
progresando, o a aquellos que están a punto de ocurrir y empezar a progresar.
Para Vygotsky, el nivel de desarrollo de un niño sólo puede determinarse refiriéndose como mínimo
a esos dos niveles: el nivel de desarrollo efectivo y el nivel de desarrollo posible.
Según lo entiende Vygotsky, una enseñanza orientada hacia la etapa de desarrollo ya realizado es
ineficaz desde el punto de vista del desarrollo general del niño; no es capaz de dirigir el proceso de
desarrollo, sino que le va a la zaga. Por el contrario, la teoría de la zona de desarrollo potencial sostiene
que “la única buena enseñanza es la que se adelanta al desarrollo”.
De acuerdo con Vygotsky, el proceso de desarrollo va a remolque del proceso de aprendizaje a
condición de que ese aprendizaje actúe sobre la zona de desarrollo próximo que el sujeto ya tenía. Dicho
de otra forma: el aprendizaje no produce desarrollo en cualquier circunstancia, sino sólo en aquellas en las
que el niño ha alcanzado ya un determinado nivel de desarrollo potencial.
Bibliografía
ALVAREZ, AMELIA Y DEL RÍO, PABLO: “Educación y Desarrollo: La teoría de Vygotsky y la zona de desarrollo próximo”.
En: COLL, CÉSAR: “Desarrollo Psicológico y Educación”. Tomo II. Cap. 6.
KOHL DE OLIVEIRA, MARTA: “La mediación simbólica: Aproximación al pensamiento de Lev Vygotsky”. Revista Novedades
Educativas. N° 38. Pag. 43.
PALACIOS, JESÚS: Reflexiones en torno a las implicaciones educativas de la obra de Vygotsky. En: SIGUÁN, Miguel.
“Actualidad de Lev. S. Vygotsky”. Anthropos Editorial del Hombre, Barcelona (1987).