Ciberadicción.

Investigación psicológica en México.

Autor: Edgar Vicente Quintana Gardea.

Introducción.

En un mundo con grandes avances tecnológicos y una puerta abierta a la

globalización, se ha dado paso a nuevas tecnologías de información y

comunicación. Estas tecnologías nos han acercado a dispositivos inteligentes, que

suponían llevarnos a un nuevo panorama de conexión informática global, sin

embargo, con este panorama, vino un nuevo paradigma de consumismo y abuso

tecnológico. “Vivimos en un mundo lleno de dispositivos tecnológicos inteligentes,

donde se consume información bajo demanda. Se han creado millones de formatos

de conexión e interactividad que marcan el ritmo de uso, consumo y abuso de las

tecnologías de la información y comunicación (TIC)” (Villafuerte-Garzón, 2017).

El uso de tecnología supone facilitar una tarea o realización de un proceso,

ya sea laboral, académico o simplemente una tarea de la cotidianidad del día a día,

sin embargo, está nueva perspectiva tecnológica no solo ha llegado a sustituir

diversas tareas laborales o facilitar dimensiones académicas, con los cambios que

ha supuesto este nuevo panorama, viene también, una revolución de socialización

e interacción interpersonal, que ha modificado o bien, sustituido la manera en que

estábamos acostumbrados a interactuar. “Casi sin darnos cuenta han interferido en

todas las actividades, obligando a vivir cada instante a través de ellos creando,

mezclando, produciendo y posteando más información de la que se podría consumir

en actividades de trabajo, entretenimiento, comunicación, salud y otras” (Villafuerte-

Garzón, 2017).
Contenido.

Ante un nuevo paradigma de adicción cibernética, la psicología social ha

empleado diversos modelos, para poder medir cuantitativamente los alcances de

esta problemática social y poder entender lo cambios que se generan en la calidad

de vida, ya sea en la dimensión emocional, social e inclusivo en la salud física.

Empíricamente, se ha observado que los cambios en la calidad de vida de los

estudiantes que usan las TIC pueden ser insignificantes o moderados, cuando no

causan ningún cambio en su salud, ni tampoco hay un exceso en el uso de las TIC,

pero si hay un exceso en el uso, frecuencia y atracción tecnológica, se pueden

presentar cambios en la salud, de forma intensa a muy intensa, generando

molestias biológicas, físico musculares y psicosociales. (Zavala Romero, 2018).

Los cambios que suponen las TIC, han despertado el interés de muchas

organizaciones y de algunas vertientes de la psicología. Tal es el caso de la

psicología social y la psicología de la información, que intentan describir y entender

las decisiones de consumo a través de modelos psicosociales modificados. Son los

casos del Modelo de Aceptación de la Tecnología, el Modelo de Adopción del

Comercio y el Modelo del Consumo Electrónico. que se han incorporado a través

de las variables de creencias, actitudes, percepciones e intenciones, las cuales nos

permitirán entender la formación de actitudes. (Javier Carreón Guillén, agosto 2015

– enero 2016).
 Dichos modelos, pretenden describir intenciones de uso de las TIC, más, no

actitudes específicas, sino actitudes mas generales, haciendo una predicción en

base a la intención, creencias y percepciones del individuo, arrojándonos un

bosquejo general del consumo cibernético del individuo. (Javier Carreón Guillén,

agosto 2015 – enero 2016).

Sin embargo, antes de intentar predecir las decisiones en el consumo de las

TIC, es importante entender que clase impacto tiene en la sociedad, por lo que se

debe tener en cuenta los usos, riesgos y beneficios de las mismas. La idea inicial,

de un dispositivo móvil que te permite estar en contacto con tus círculos sociales o

bien tener a tu disposición un sinfín de información y servicios que pretenden facilitar

los procesos y tareas de tu día a día o ser precursores de una mejora substancial

en tu calidad de vida, es muy buena. El problema aparece cuando el uso excesivo

uso de estas tecnologías afectan las relaciones interpersonales y familiares del

individuo, dando pie al aumento de la vulnerabilidad del desarrollo de adicciones,

ya sean de comportamiento o por consumo de sustancias toxicas. (Gloria Besoli,

2018).

Entre las principales repercusiones en la calidad de vida y el estado de salud,

de jóvenes universitarios, por un alto uso de teléfonos celulares, se encuentran:

dolor de cabeza, dolor de oído, sensaciones de aumento de temperatura

corporal, aburrimiento, fatiga, vista cansada, distractor de atención al manejar, y con

síntomas somáticos, de depresión, de ansiedad, trastornos de sueño e insomnio

(Zavala Romero, 2018). Estos cambios pueden producirse por el uso frecuente de

este dispositivo y el alto consumo de información por este medio, lo cual llega a
producir fatiga y sobre carga cognitiva. Al existir una sustitución de la interacción

interacción ambiental del usuario, por una interacción virtual, lo cual genera

sentimientos de dependencia, lo cual provoca un uso excesivo de la navegación por

internet, lo cual en determinados casos de impedimento o una falla en su interacción

virtual, puede generar síntomas negativos y de depresión.

Resulta paradójico, que las herramientas tecnológicas, que pretendían ser

facilitadoras, tengan tantas repercusiones físicas y psicológicas en los usuarios.

Una investigación realizada en el Instituto Politécnico Nacional a una muestra de

144 estudiantes reveló que el 44.4% de las mujeres encuestados y el 34.6% de los

hombres, sufren síntomas de adicción por el celular, conjuntamente, el 31% de los

hombres de la muestra y el 30.6% de las mujeres, demuestran síntomas de

ansiedad, finalmente, el estudio nos indica que el 11.7% de hombres y el 22.4%

experimentan malestares físicos (Zavala Romero, 2018).

A través de las investigaciones, de diversos autores, se puede encontrar al

sector mas vulnerable de la sociedad, en lo que a los modelos de consumo

cibernético respecta, los niños y adolescentes menores a 12 años, se enfrentan a

menudo ante situaciones que generan mas peligro para su integridad física y moral,

ya que pueden estar expuesto a depredadores que utilizan la navegación

cibernética para encontrar victimas o bien, sin menoscabar las repercusiones, se

enfrentan a situaciones de consumo de pornografía y confrontaciones con otros

usuarios de las TIC, que pueden comprometer su salud psicológica. Por el contrario,

los usuarios de mayor edad, pueden obtener mayor provecho de estas tecnologías,

si bien, también sufren los estragos, tales como un mal aprovechamiento de su

tiempo, distracciones al conducir, entre otros factores, pueden encontrar en las TIC,

beneficios escolares o laborales, tales como coordinación de tareas y procesos y la

facilitación y elaboración de contenido digital (Gloria Besoli, 2018).

En los últimos años, se ha detectado un incremento de usuarios adolescentes

de las TIC, estas herramientas ofrecen una infinita cantidad de posibilidades,

empero, entre las posibilidades, también existen numerosos riesgos, como el ciber-

bullying. El uso excesivo de estas herramientas puede provocar en el niño una falla

en su desarrollo, muy probablemente provocada por la dependencia producida o

una falla en la adaptación de su medio. Esta situación puede desembocar en el

consumo de sustancias, depresión, trastornos del sueño e inmunológicos, malestar

psicológico, agresividad, aislamiento, problemas de adaptación social y reducción

del rendimiento académico (Pilar Arnaiz, 2016).

A diferencia del bullying en el medio físico del adolescente, el medio virtual,

concede al atacante medios como el anonimato en el momento de perpetuar el

ataque. La utilización de las TIC puede ser usada como una herramienta para

violentar a una persona, dando lugar al ciber-bullying, este tipo de ciber ataque,

puede provocar e el niño un fuerte sentimiento de humillación y repercutir en

aislamiento social o provocar que el adolescente se vea inmerso en sentimientos

angustiosos ante la confrontación social en un medio físico, provocando una

desadaptación social (Pilar Arnaiz, 2016).

 Es indudable que el aumento del consumo tecnológico va en ascenso, no

solo por consumidores adultos, sino, por consumidores jóvenes, sin embargo, estos

consumidores jóvenes, lo hacen de la mano de sus padres. Es claro que las TIC

pueden ser de gran ayuda en el ámbito escolar, empero, una irresponsabilidad por

parte de los padres a detonado gran parte de estas problemáticas, en las que los

infantes, pierden habilidades sociales acordes a su edad. Esto se da a lugar por una

mala percepción de los riesgos por parte de los padres (Gloria Besoli, 2018).

Generalmente cuando se habla de las TIC se considera que en el ámbito

escolar ofrecen grandes ayudas, empero, esto no siempre es cierto. Por el contrario,

a menudo los jóvenes estudiantes, dedican gran parte de su tiempo para hacer

deberes, en el teléfono móvil, quitándoles la oportunidad de mejorar su nivel

académico, esto no acaba solo en el tiempo dedicado para hacer los deberes, en

horas clase, muchos estudiantes suelen desviar su atención para utilizar sus

celulares. El tiempo utilizado para revisar las diversas redes sociales, no solo quita

tiempo de los deberes, sino, que impide al usuario, realizar otro tipo de actividades

recreativas que sean de su interés (Díaz-Vicario, 2019).

Una investigación realizada a una muestra de 112 alumnos del centro

universitario UAEM Temascaltepec, nos permite ver la distinción que existe en el

uso de dispositivos móviles, sin embargo, aunque existe una ligera variación, no se

puede apreciar una distinción significativa.

(Mendoza Méndez, 2017).
Conclusión.

Se habla con mucha frecuencia del ritmo de vida que se vive en el tiempo

actual, es común escuchar que los niveles de estrés, ansiedad y depresión en la

población mexicana van en aumento. La explicación habitual es que no hay tiempo

suficiente para realizar todas las tareas del día. Me parece que esta premisa, esboza

una verdad.

Lo cierto es que la tecnología es una herramienta, que te debe ayudar a

realizar alguna tarea de la manera mas sencilla y es justo a si como se venden las

TIC, todas ellas pretenden ser precursoras para alcanzar una mejor calidad de vida,

empero, muy a menudo, son utilizadas para satisfacer necesidades que no

corresponden a esa herramienta. Solemos sustituir el descanso, el deporte o

muchas actividades recreativas de nuestro interés, tales como la lectura, la

escritura, el deporte, entre otras, por un alivio inmediato y superfluo del cansancio,

el aburrimiento y las ganas de querer hacer algo nuevo.

Llevar a cabo esta practica no es sano y termina mermando nuestra calidad

de vida. No se si esta practica es producto de la mercadotecnia del consumismo o

una decisión colectiva, inducida por la cultura de lo provisional, de lo rápido y lo fácil.

Existe mucho que explorar, en lo que respecta al uso desmedido del ciber-

consumo. En general todos los autores menoscaban los beneficios que las TIC

pueden ofrecer, pero esto solo es el producto de una marcada irresponsabilidad

social y personal.
Referencias.
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