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11 DE JULIO DE 2019

UNIVERSIDAD JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI

“ELIMINACIÓN URINARIA”
CAPÍTULO 45

INTEGRANTES
NOVA VALDEZ GUADALUPE L.
ORTIZ CUAYLA GIMENA P.
La eliminación normal de los residuos urinarios es una función básica que, la
mayor parte de las veces, se da por asumida. Cuando el sistema urinario no
funciona adecuadamente, los órganos se ven afectados. Los pacientes con
alteraciones en la eliminación urinaria a menudo sufren en el plano emocional,
ya que la imagen corporal cambia. Es importante conocer las causas de los
problemas de eliminación urinaria, para que puedan encontrarse soluciones
aceptables y proporcionar comprensión y sensibilidad a las necesidades de
todos los pacientes.
1. BASE DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO
La eliminación urinaria depende de la función de los riñones, los uréteres, la
vejiga y la uretra. Los riñones eliminan los residuos de la sangre para formar la
orina. Los uréteres la transportan desde los riñones hasta la vejiga. La vejiga
almacena la orina hasta que aparece la necesidad de micción. La orina sale del
organismo a través de la uretra. Todos los órganos del sistema urinario deben
funcionar correctamente para lograr la eliminación de los desechos.

1.1 Riñones
 Los riñones son órganos retroperitoneales.
 Normalmente, el riñón izquierdo está más elevado que el derecho debido a
la posición anatómica del hígado.
 Los riñones filtran los residuos del metabolismo que se acumulan en la
sangre.
 La sangre llega a cada riñón a través de la arteria renal, que es rama de la
aorta abdominal.
 Aproximadamente, el 20-25% del gasto cardíaco por minuto circula por los
riñones.
 La nefrona, la unidad funcional del riñón, forma la orina. Se compone del
glomérulo, la cápsula de Bowman, el túbulo contorneado proximal, el asa de
Henle, el túbulo contorneado distal y el conducto colector.
 Un grupo de vasos sanguíneos forma la red de capilares del glomérulo, que
es el sitio donde se inicia la filtración de la sangre y comienza la formación de
orina.
 Los capilares glomerulares permiten la filtración de agua, glucosa,
aminoácidos, urea, creatinina y los principales electrólitos en la cápsula de
Bowman.
 Las proteínas grandes y las células sanguíneas normalmente no se filtran a
través del glomérulo. La presencia de proteínas grandes en la orina
(proteinuria) es un signo de lesión glomerular.
 El glomérulo filtra aproximadamente 125 ml de líquido por minuto. No todo
el filtrado glomerular se excreta en forma de orina.
 Los riñones desempeñan un papel clave en el equilibrio de líquidos y
electrólitos. Aunque depende de la ingesta, el promedio de gasto urinario
normal en el adulto es de 1.200-1.500 ml/día. Una diuresis menor de 30 ml/h
indica una posible alteración circulatoria, del volumen de la sangre o renales.
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 Los riñones producen varias sustancias que son esenciales para la creación
de glóbulos rojos, la regulación de la presión arterial y la mineralización ósea.
Son responsables de mantener un volumen normal de glóbulos rojos
mediante la producción de eritropoyetina.
 La función de la eritropoyetina en la médula ósea es la de estimular la
producción y maduración de glóbulos rojos y prolongar la vida de los glóbulos
rojos maduros (Huether y cois., 2008).
 Los pacientes con alteraciones renales crónicas son propensos a la anemia.
 Las hormonas renales afectan a la regulación de la presión arterial de varias
maneras.
 Los riñones intervienen en la regulación de calcio y de fosfato mediante la
producción de una sustancia que transforma la vitamina D en su forma activa.
 Los pacientes con alteraciones crónicas en la función renal son propensos a
desarrollar la enfermedad ósea de origen renal que da lugar a la
desmineralización del hueso, causada por la absorción deficiente de calcio.

1.2 Uréteres
 Los uréteres son estructuras tubulares que llegan a la vejiga urinaria.
 La orina que circula desde los uréteres hasta la vejiga es generalmente
estéril. Las ondas peristálticas hacen que la orina entre en la vejiga en forma
de chorro.
 Los uréteres se insertan de manera oblicua a través de la pared posterior de
la vejiga. Esta disposición impide el reflujo de orina desde la vejiga hacia los
uréteres durante el acto de la micción por la compresión del uréter en la unión
ureterovesical (la unión de los uréteres con la vejiga).
 Una obstrucción de uréter, como la causada por una piedra en el riñón
(cálculo renal) da lugar a fuertes ondas peristálticas que tratan de desplazar
la obstrucción hacia la vejiga. Estas ondas producen dolor, conocido como
cólico renal.

1.3 Vejiga
 La vejiga urinaria es un órgano muscular distensible y hueco (músculo
detrusor) que almacena y excreta la orina.
 La vejiga se expande a medida que se llena de orina.
 La presión dentro suele ser baja, incluso cuando está parcialmente llena, lo
que protege contra la infección.
 En una mujer embarazada, el feto en desarrollo presiona la vejiga, reduciendo
la capacidad vesical y provocando sensación de llenado. Este efecto es más
probable que se dé durante el primer y el tercer trimestre de gestación.
 El trígono (un área triangular lisa en la superficie interna de la vejiga) se
encuentra en la base de la vejiga. Existe un orificio en cada uno de los tres
ángulos del trígono. Dos corresponden a los uréteres y el otro a la uretra.

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1.4 Uretra
 La orina sale de la vejiga a través de la uretra y sale del cuerpo a través del
meato uretral.
 En condiciones normales, el flujo turbulento de orina a través de la uretra la
deja libre de bacterias.
 En las mujeres, la uretra mide aproximadamente de 4 a 6,5 cm de largo.
 La corta longitud de la uretra femenina predispone a las mujeres y niñas a la
infección. Es fácil que las bacterias penetren en la uretra desde el área
perineal.
 En los hombres, la uretra, que es a la vez un canal urinario y un conducto de
paso para las células y las secreciones de los órganos reproductores, mide
unos 20 cm de largo. La uretra masculina tiene tres secciones: prostática,
membranosa y peneana.

1.5 Micción
 La función de la vejiga es regulada por varias estructuras cerebrales, como
son la corteza cerebral, el tálamo, el hipotálamo y el tronco del encéfalo.
 Funcionan en conjunto, inhibiendo o permitiendo las ganas de orinar. La
micción normal conlleva la contracción de la vejiga y la relajación coordinada
del esfínter uretral y los músculos del suelo pélvico.
 La capacidad vesical varía en función del individuo, pero generalmente oscila
entre 600 y 1.000 ml de orina (Lewis y cois., 2011).
 Un adulto normalmente orina cada 2-4 horas; sin embargo, se puede sentir
el deseo de orinar cuando la vejiga contiene una menor cantidad de orina (de
150 a 200 ml en un adulto y de 50 a 100 ml en un niño).
 Es importante enseñar a los padres que los niños no tienen el suficiente
desarrollo neurológico como para ir al baño hasta después de los 24 meses
y algunos, que no se han desarrollado lo suficiente, hasta los 36
 Si la persona decide no orinar, el esfínter urinario externo permanece
contraído, provocando la inhibición del reflejo de micción. Sin embargo,
cuando la persona está preparada para orinar, el esfínter externo se relaja, el
reflejo de micción estimula que el músculo detrusor se contraiga y se
produzca el vaciamiento eficaz de la vejiga. Es de vital importancia entender
este proceso para poder evaluar y determinar qué tipo de incontinencia o
problemas vesicales se pueden estar dando.

1.5.1. TIPOS DE INCONTINENCIA URINARIA:

 REBOSAMIENTO
Existe obstrucción uretral. La vejiga es
incapaz de vaciar correctamente existiendo
así goteos postmiccionales.

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 ESFUERZO
Ésta es la más común en los pacientes.
Generalmente el piso pélvico está relajado y en
cada aumento de la presión abdominal se le
escapa la orina como al toser, saltar,
estornudar, reír o al hacer ejercicio.

 URGENCIA
Existe hipersensibilidad vesical a infecciones,
puede ser causado por un trastorno
neurológico. El paciente experimenta deseos
urgentes de orinar y no es capaz de “retener” y
llegar al baño a tiempo.

 INCONTINENCIA REFLEJA
El paciente encontrará que su vejiga se vacía sin ninguna
advertencia o, en algunos de los casos, sin cualquier sensación
de que esto ha ocurrido. Puede ser el resultado de una lesión
de la médula espinal.

1.5.2. FACTORES QUE INFLUYEN EN LA MICCIÓN:

 Hay muchos factores que influyen en la cantidad y la calidad de


la orina, así como en la capacidad del paciente para orinar.
 Algunas anomalías fisiopatoló- gicas son agudas y reversibles
(infección del tracto urinario [ITU]), mientras que otras son
crónicas e irreversibles (desarrollo lento y progresivo de una
insuficiencia renal).
 Los factores socioculturales y psicológicos, el equilibrio hídrico
y los procedimientos quirúrgicos y diagnósticos inciden de
diversas maneras sobre la orina y la micción.
 Además, los medicamentos, incluidos los anestésicos,
interfieren tanto en la producción como en las características
de la orina, afectan al acto de la micción y a la capacidad para
vaciar completamente la vejiga o controlar la micción.

Procesos patológicos:
 Los procesos patológicos que afectan a la eliminación
urinaria inciden en la función renal (cambios en el
volumen o la calidad de la orina), en el acto de la
eliminación urinaria o en ambos.
 Las enfermedades que causan daños irreversibles en el
tejido renal dan lugar a enfermedad renal en etapa

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terminal (ERET). Finalmente, el paciente tiene síntomas
de síndrome urémico. Este síndrome se caracteriza por
un aumento de desechos nitrogenados en la sangre,
marcadas alteraciones hidroelectrolíticas, náuseas,
vómitos, dolor de cabeza, coma y convulsiones.
 A medida que los síntomas urémicos empeoran, se
necesita un tratamiento más agresivo para aumentar la
supervivencia. Este tratamiento es la terapia renal
sustitutiva. La diálisis y el trasplante de órganos son dos
métodos de sustitución renal. La diálisis puede ser de
dos clases: diálisis peritoneal o hemodiálisis.
Factores socioculturales:
 El grado de intimidad necesario para la micción varía
según la cultura. Por ejemplo, los norteamericanos
esperan que los baños sean de carácter privado,
mientras que algunas culturas europeas aceptan que
las instalaciones sean compartidas.
Factores psicológicos:
 La ansiedad y el estrés emocional causan sensación
de urgencia y un aumento de la frecuencia de la
micción.
 La ansiedad a menudo impide que una persona sea
capaz de orinar por completo y, como consecuencia,
la necesidad de evacuar regresa poco después de la
micción.
 La tensión emocional hace que sea difícil relajar los
músculos abdominales y perineales.
Medicamentos:
 Muchos medicamentos directa o indirectamente
contribuyen a la disfunción urinaria. Los
antipsicóticos, los antidepresivos, los agonistas
alfa-adrenérgicos y los betabloqueantes pueden
causar retención urinaria e incontinencia por
rebosamiento.
Pruebas diagnósticas:
 El examen del sistema urinario puede influir en la
micción. Algunos procedimientos como la
pielografía intravenosa (PIV) requieren que los
pacientes limiten la ingesta de líquidos antes de la
prueba.

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2. BASE DEL CONOCIMIENTO DE ENFERMERÍA
La eliminación urinaria es una función básica y suele ser un proceso
privado. Muchos pacientes necesitan asistencia fisiológica y psicológica
por parte de la enfermera. Si un paciente tiene un problema urinario, real
o potencial, se debe ser sensible a sus necesidades de eliminación. Es
necesario tener conocimientos de los conceptos más allá de la anatomía
y fisiología del sistema urinario para dar la atención adecuada. Además,
es necesario comprender y aplicar los conocimientos sobre los principios
de control de infecciones.

 Control de infecciones e higiene


El tracto urinario es estéril. Se deben utilizar los principios de control
de infecciones para ayudar a prevenir el desarrollo y la propagación
de las ITU y tratar las existentes. La E. coli, una bacteria común
que se encuentra en las heces, causa muchas ITUAC. La infección
puede ocurrir en cualquier parte del tracto urinario.

 Factores que influyen en la micción:


Los factores de la historia de un paciente que, normalmente,
afectan a la micción son la edad, los factores ambientales, la
historia farmacológica, los factores psicológicos, el tono muscular,
el equilibrio de líquidos, los procedimientos quirúrgicos o de
diagnóstico actuales y la presencia de patologías.

3. PROCESO DE ENFERMERÍA:
A Se debe aplicar el proceso de enfermería y dar un enfoque de
pensamiento crítico a los cuidados de los pacientes. El proceso de
enfermería proporciona una perspectiva de toma de decisiones clínicas
para desarrollar e implementar un plan de cuidados individualizado.

3.1. VALORACIÓN
Durante el proceso de valoración, se debe evaluar a fondo a cada
paciente y analizar críticamente los hallazgos para asegurar que se toman
las decisiones clínicas centradas en el paciente que se requieren para
unos cuidados seguros.

 A través de los ojos del paciente


. A lo largo del proceso de valoración hay que considerar si el
paciente entiende el marco de referencia de su experiencia de la
enfermedad. También si entiende
La enfermera

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debe ser consciente de sus actitudes y valores en el trabajo con
pacientes de diversos orígenes étnicos, sociales y culturales. La
elección de las intervenciones enfermeras apropiadas está
influenciada por la cultura del paciente. En algunas culturas, el
pudor relacionado con los problemas de eliminación urinaria es tan
grande que muchos pacientes, especialmente mujeres, se niegan
a buscar atención sanitaria. En otras, los pacientes prefieren
ponerse en cuclillas sobre un receptáculo en lugar de sentarse en
uno. La cultura dicta cuándo y dónde es apropiado orinar. También
determina si es apropiado que un hombre cuide de las necesidades
urinarias de una mujer o si se necesita una atención congruente
con el género del paciente

 Identificar alteraciones urinarias.


Para identificar un problema de eliminación urinaria y recopilar
datos para un plan de cuidados, la enfermera debe usar los
conocimientos científicos y de enfermería, realizar una historia de
enfermería, llevar a cabo una evaluación física, evaluar la orina del
paciente y revisar la información de las pruebas diagnósticas.

 Historia de enfermería.
La historia de enfermería incluye una revisión de los patrones y los
síntomas de las alteraciones urinarias del paciente y una valoración
de otros factores que probablemente puedan afectar a la capacidad
de orinar normalmente. La enfermera usa preguntas para ayudar al
paciente a centrarse en problemas urinarios específicos
- Patrón de micción
- Síntomas de alteraciones urinarias

 Valoración física
La valoración física proporciona datos para determinar la
presencia y la gravedad de los problemas de eliminación urinaria.
Las estructuras principales que hay que evaluar son la piel y las
membranas mucosas, los riñones, la vejiga y el meato uretral.
También es importante evaluar la ingesta de líquidos así como el
patrón y las cantidades eliminadas, que son datos objetivos
- Piel y membranas mucosas.
Se debe observar el estado de la piel y las
membranas mucosas. Los problemas con la
eliminación urinaria se asocian frecuentemente con
alteraciones en líquidos y electrólitos. Mediante la
valoración de la turgencia de la piel y la mucosa oral
se obtienen datos sobre el estado de hidratación del
paciente. La incontinencia urinaria aumenta el riesgo

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de úlceras cutáneas. Se debe observar el periné para
determinar si hay erupciones, ampollas, irritación o
heridas.

- Riñones
Las enfermeras con habilidades avanzadas de
valoración aprenden a palpar los riñones durante la
exploración abdominal. La posición, la forma y el
tamaño de los riñones revelan problemas como
tumores; un tacto blando indica inflamación. La
auscultación se realiza a veces para detectar la
presencia de un soplo de la arteria renal (sonido
originado por un flujo sanguíneo turbulento a través
de una arteria estrechada).

- Vejiga
En los adultos, la vejiga se sitúa por debajo de la
sínfisis púbica. Cuando se distiende, se eleva por
encima de la sínfisis del pubis en la línea media del
abdomen y con frecuencia se extiende hasta justo por
debajo del ombligo. En la inspección se puede notar
una tumefacción o curvatura convexa de la parte
inferior del abdomen. Se debe palpar suavemente el
bajo abdomen. La vejiga parcialmente llena es
normalmente lisa y redondeada. Una palpación suave
de una vejiga que está distendida hace que el
paciente sienta la necesidad de orinar, sensibilidad o
incluso dolor. En la percusión de la vejiga llena se
obtiene un sonido sordo.

- Meato uretral
Se debe observar el meato urinario para detectar
cualquier tipo de secreción, inflamación o lesión. Para
examinar a mujeres, la posición en decúbito dorsal
proporciona una exposición completa de los
genitales. Se deben usar guantes limpios y separar
los pliegues labiales para ver el meato uretral.
Normalmente es de color rosa y aparece como una
pequeña hendidura en forma de ranura por debajo del
clitoris y por encima del orificio vaginal sin exudado.
Si lo presenta, es necesario obtener una muestra del
mismo antes de que la paciente orine.

 Valoración de la orina:

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La valoración de la orina implica la observación de sus
características y la medición de las E/S de líquido del paciente.
- Características de la orina
- Análisis de orina
- Análisis de orina habituales

4. DIAGNÓSTICO DE ENFERMERÍA
Una valoración completa de la función de eliminación urinaria de un
paciente revela patrones de datos que permiten hacer diagnósticos
relevantes y precisos. La enfermera utiliza el pensamiento crítico para
reflexionar sobre el tratamiento de pacientes anteriores, aplicar sus
conocimientos sobre la función urinaria y los efectos de las patologías,
revisar definiciones y características y hacer un diagnóstico enfermero
específico.

Algunos diagnósticos enfermeros frecuentes en los pacientes con


alteraciones de la eliminación urinaria son los siguientes:
• Aislamiento social.
• Trastorno de la imagen corporal.
• Incontinencia urinaria (funcional, de esfuerzo, de urgencia, por
rebosamiento).
• Dolor (agudo, crónico).
• Riesgo de infección.
• Déficit de autocuidado: baño.
• Deterioro de la integridad cutánea.
• Deterioro de la eliminación urinaria
• Estreñimiento.
• Retención urinaria.

5. PLANIFICACIÓN
Durante la fase de planificación, la enfermera debe integrar los
conocimientos de la valoración, la información sobre los recursos
disponibles y los tratamientos para desarrollar un plan de cuidados
individualizado. Es necesario cubrir las necesidades del paciente con los
estándares clínicos y profesionales recomendados en la literatura. Es
importante construir una relación de confianza con el paciente porque la
implementación de los cuidados implica una interacción de naturaleza
muy personal.

5.1. Objetivos y resultados.


Un plan de cuidados para las alteraciones de la eliminación urinaria debe
incluir objetivos realistas e individualizados junto a resultados relevantes.
La enfermera y el paciente deben colaborar para establecer objetivos y
resultados y, finalmente. Un objetivo general suele ser conseguir una
eliminación urinaria normal, pero a veces el objetivo individual difiere

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dependiendo del problema. Los objetivos son a corto o largo plazo. Por
ejemplo, la retención urinaria tras cirugía requiere de un objetivo a corto
plazo: El paciente tendrá una eliminación urinaria normal con vaciado
completo de la vejiga en 24 horas. Entre los resultados relevantes y
esperados para este objetivo se encuentran los siguientes:
• El paciente orinará en el plazo de 4 horas.
• La eliminación de orina será de 300 mi o más en cada micción.
• La vejiga del paciente no está distendida a la palpación.
El paciente con incontinencia de esfuerzo suele tener un objetivo a largo
plazo que depende de algunas semanas de ejercicio del suelo pélvico
para conseguir el control de la orina.
Establecer prioridades.
Se debe establecer una relación con el paciente que permita el análisis y la
intervención. Mientras se colabora con el paciente, sus prioridades se
hacen evidentes y el paciente logra la comprensión de todos los objetivos.
Cuando un paciente tiene múltiples diagnósticos enfermeros, es importante
reconocer el problema de salud primario y su influencia en los otros
problemas.

Trabajo en equipo y de colaboración.


Se debe considerar el entorno familiar del paciente y los hábitos normales
de eliminación para la planificación de las terapias. Es necesario colaborar
con otras ciencias de la salud, con el paciente y su familia. Un médico
prescribe un sondaje. La enfermera debe controlarlo durante el tiempo
que el paciente deba llevarlo y comunicar su evolución al médico. Se debe
evaluar la necesidad de servicios de cuidados domiciliarios y hacer las
derivaciones necesarias.

5.2. IMPLEMENTACIÓN
La enfermera debe realizar intervenciones independientes y de
colaboración para ayudar al paciente a lograr los resultados y objetivos
deseados. Las actividades independientes son aquellas que las
enfermeras utilizan bajo su propio criterio. Un ejemplo de ello sería la
enseñanza de las actividades de autocuidado para el paciente.

 Promoción de la salud.
La promoción de la salud ayuda al paciente a comprender y a participar en
las prácticas de autocuidado para conservar y proteger la función
adecuada del sistema urinario.

 Educación del paciente.


primero se debe centrar la enseñanza en sus problemas de eliminación
específicos. Por ejemplo, en pacientes con prácticas de higiene
insuficientes, el aprendizaje debe centrarse en la esterilidad del tracto

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urinario, la frecuencia en el lavado de manos y de la zona perineal para
reducir el riesgo de posibles infecciones.

 Promoción de la micción normal.


El mantenimiento de la eliminación urinaria normal ayuda a prevenir
muchos problemas urinarios.

 Estimular el reflejo de micción. Se debe enseñar a los pacientes


a relajarse y estimular el reflejo de micción, ayudándoles a adoptar
la posición normal para la micción. La mujer puede orinar de
cuclillas o sentada.

 Mantener los hábitos de eliminación. Es necesario integrar los


hábitos de los pacientes en el plan de cuidados para fomentar la
micción normal y ayudar a prevenir los problemas relacionados.

 Mantener una ingesta adecuada de líquidos. Un método sencillo


para estimular la eliminación normal es mantener una ingesta
adecuada de líquidos.

 Promover el vaciado vesical completo. En condiciones


normales, una pequeña cantidad de orina queda en la vejiga
después de la micción (orina residual). Se debe aconsejar a los
pacientes que esperen hasta que la orina deje de fluir o que
intenten orinar de nuevo (doble micción) para mejorar el vaciado
de la vejiga

 Prevenir la infección. Es esencial una buena higiene perineal,


incluyendo la limpieza del meato uretral después de cada micción
o defecación. Una ingesta diaria mínima de líquidos de 1.200-1.500
mi diluye la orina, favorece la micción normal y arrastra
microorganismos de la uretra. Es recomendable orinar después del
coito, no utilizar jabón en exceso ni tomar baños de espuma, usar
ropa interior de algodón y beber suficiente líquido.

CUIDADOS AGUDOS

 Mantener los hábitos de eliminación.


Normalmente, los pacientes suelen orinar al despertarse o antes de las
comidas, por lo que es importante ofrecer la posibilidad de ir al baño en
esos momentos. También es importante contemplar la necesidad de
responder y anticiparse a que el paciente tenga ganas de orinar. Muchas
personas necesitan privacidad para mocionar. Si un paciente no puede

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llegar al baño y utiliza un inodoro portátil o una cuña, la enfermera debe
asegurarse de que la cortina está echada.

 Fármacos.
El tratamiento farmacológico, solo o junto a otras terapias, suele ayudar
con los problemas de incontinencia o retención. La vejiga está inervada
por el sistema nervioso parasimpático. Fármacos. El tratamiento
farmacológico, solo o junto a otras terapias, suele ayudar con los
problemas de incontinencia o retención. La vejiga está inervada por el
sistema nervioso parasimpático.

 Sondaje. El sondaje de la vejiga implica la introducción de un tubo


de látex o de plástico, a través de la uretra, hasta el interior de la
vejiga. La sonda posibilita un flujo continuo de orina en pacientes
incapaces de controlar la micción o los que sufren obstrucciones.

-Tipos de sondaje. Existen dos tipos de sondaje: intermitente y


permanente. En la técnica intermitente se introduce una sonda recta de
un solo uso el tiempo suficiente para drenar la vejiga (de 5 a 10 min). Una
vez que la vejiga esté vacía, se debe retirar inmediatamente el catéter. Se
puede repetir el sondaje intermitente según sea necesario, pero a cada
inserción de la sonda aumenta el riesgo de traumatismo e infección. Es
frecuente que las personas con lesión medular u otros problemas
neurológicos, como la esclerosis múltiple, realicen un autosondaje
intermitente cada 4 horas durante meses o años.

Un catéter permanente o sonda Foley se mantiene puesto durante un


período de tiempo más prolongado, hasta que el paciente sea capaz de
orinar voluntariamente o ya no sea necesario medir continuadamente el
volumen de orina de forma precisa. La sonda permanente Foley tiene un
pequeño globo hinchable que rodea el catéter justo por encima de la
punta. Una vez inflado el globo, se apoya contra el cuello vesical para
anclar el catéter en su posición.

 INDICACIONES PARA EL SONDAJE

Sondaje intermitente
• Aliviar el malestar de la distensión de la vejiga, descomprimiéndola
• Obtener una muestra de orina estéril cuando no se puede obtener una
muestra limpia
• Evaluar la orina residual después de la micción.
• Tratar a los pacientes con lesiones de médula espinal, degeneración
neuromuscular o vejiga hipo activa a largo plazo.
Sondaje permanente a corto plazo

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• Obstrucción del flujo de orina (ejem. por agrandamiento de la próstata)
• Reconstrucción quirúrgica de la vejiga, la uretra y estructuras circundantes
• Prevención de la obstrucción uretral por coágulos de sangre después de
una cirugía genitourinaria
• Medición de la producción de orina en pacientes críticos
• Irrigaciones vesicales continuas o intermitentes.
Sondaje permanente a largo plazo
• Retención urinaria grave con episodios recurrentes de ITU
• Erupciones en la piel, úlceras o irritación de heridas por el contacto con la
orina
• En la enfermedad terminal, cuando los cambios de ropa de cama son
dolorosos para los pacientes.
-Inserción de la sonda. Los pasos para la inserción de un catéter
permanente y de una sonda recta de un solo uso son básicamente los
mismos. La diferencia radica en el procedimiento adoptado para inflar el
globo de la sonda permanente y asegurar el catéter.

-Sistemas de drenaje cerrado. Después de la inserción de una sonda


permanente, se debe mantener un sistema de drenaje cerrado para
minimizar el riesgo de infección. Las bolsas de drenaje estándar son de
plástico y tienen capacidad para contener aproximadamente 1.000-1.500
mi de orina.
En pacientes con sondaje permanente se pueden obtener muestras sin
necesidad de abrir el sistema de drenaje mediante un puerto especial en
el tubo. Una alternativa a una bolsa colectora de gran volumen sería una
bolsa de pierna de pequeño volumen. Esta bolsa unida a la pantorrilla o
el muslo del paciente le proporciona una mayor movilidad. Se usan
generalmente durante el día y se sustituyen por la noche por una bolsa de
drenaje estándar. La mayoría de bolsas colectoras contienen una válvula
antirre- flujo para evitar que la orina vuelva a entrar en la sonda y
contamine la vejiga del paciente. Una llave en la base de la bolsa de
drenaje permite vaciarla.

-Higiene perineal. La acumulación de secreciones o costras en el punto


de inserción del catéter es una fuente de irritación y de infección potencial.
Se debe proporcionar higiene perineal por lo menos 3 veces al día o según
sea necesario, a los pacientes portadores de sonda. El agua y el jabón
son eficaces en la reducción del número de microorganismos de la zona
circundante a la uretra. El desplazamiento del catéter hacia el interior de
la vejiga de manera accidental durante la limpieza aumenta el riesgo de
introducir bacterias en ésta.

-Cuidados de la sonda. Además de la higiene perineal de rutina, muchas


instituciones recomiendan que los pacientes con catéteres reciban
cuidados especiales 3 veces al día y después de defecar, o tras un

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episodio de incontinencia intestinal, para ayudar a minimizar las molestias
y la infección

-Ingesta de líquidos. Los pacientes sondados deben tener una ingesta


diaria de aproximadamente 2.000-2.500 mi si les está permitido. Los
pacientes pueden hacerlo a través de la ingesta oral o por perfusión
intravenosa. Una gran ingesta de líquidos produce un gran volumen de
orina que limpia la vejiga y mantiene la sonda sin sedimentos.

-Prevenir la infección. Mantener cerrado el sistema de drenaje urinario es


importante para el control de las infecciones. Una rotura en el sistema
conlleva la entrada de microorganismos.
Del mismo modo, se debe controlar la permeabilidad del sistema para evitar
la acumulación de orina dentro de la sonda. La orina almacenada en la
bolsa colectora es un medio propicio para el crecimiento de
microorganismos. Las bacterias pueden ascender por la sonda y crecer
en las acumulaciones de orina
Irrigaciones e instilaciones por la sonda Si un catéter se obstruye con pus
o sedimento, lo mejor es cambiarlo ya que la irrigación arrastra el pus y el
sedimento hacia la vejiga, empeorando la infección. Es importante
cambiar el catéter si es necesario. La irrigación es apropiada para disolver
los coágulos de sangre después de la cirugía y también en el uso de
catéteres a corto plazo, pero, para catéteres de uso prolongado, puede
crear problemas crónicos de sedimentos y de pus, requiriendo de
irrigaciones crónicas. A los pacientes con infecciones vesicales se les
prescriben irrigaciones con antibióticos o antisépticos para lavar la vejiga
o tratar la infección local. En ambos tipos de irrigaciones hay que seguir
una técnica estéril.

Se recomienda mantener un sistema cerrado durante las irrigaciones o


instilaciones intermitentes. Esta técnica es efectiva para irrigar un catéter
parcialmente obstruido o para instilaciones vesicales. Un sistema de
irrigación vesical cerrado permite irrigaciones intermitentes frecuentes o
continuas sin vulnerar la esterilidad del sistema de sondaje a través del
uso de un catéter de tres vías

 Extracción de la sonda permanente. Para proceder a su


extracción se necesita una toalla limpia desechable, un recipiente
para residuos y una jeringa estéril del mismo tamaño que el volumen
de solución que hay dentro del globo inflado del catéter. Es
necesario lavarse las manos y ponerse guantes limpios antes de
retirar la sonda. El extremo de cada catéter debe tener puesta una
etiqueta que indique el volumen de solución (de 5 a 30 mi) dentro del
globo. Si se ha utilizado un volumen diferente, debe haber una
anotación en los registros del paciente.

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Alternativas al sondaje uretral. Para evitar los riesgos asociados con
el sondaje, existen dos alternativas para el drenaje urinario.

-Sondaje supra púbico. El sondaje supra púbico implica la


colocación quirúrgica de un catéter en la vejiga a través de la pared
abdominal por encima de la sínfisis púbica. El médico lleva a cabo
el procedimiento bajo anestesia local o general. El catéter se fija en
su lugar con suturas, un sello de anillo preparado comercialmente
o ambos. La orina fluye hacia una bolsa de drenaje urinario. El
mantenimiento del catéter y de la bolsa de drenaje es el mismo que
para un catéter permanente.

APLICACIÓN DE UN CATETER DE TIPO CONDON


Delegación de tareas Después de evaluar si el paciente presenta alergia al
látex, la enfermera puede delegar la técnica de insertar un catéter de tipo
condón al personal auxiliar de enfermería. La enfermera instruye al
personal auxiliar para:
• Ser sensible a las necesidades de privacidad de los pacientes.
• Asegurarse de que la piel del cuerpo del pene esté intacta y libre de
inflamación, enrojecimiento o lesiones abiertas antes de aplicar el catéter
de tipo condón.
• Pedir ayuda si tienen dudas sobre cómo colocar la cinta adhesiva que
sujeta el catéter tipo condón.

Equipamiento:
Catéter tipo condón (a veces viene con autoadhesivo o un adhesivo
elástico), bolsa de recogida, preparado para la piel, cuenco con agua
caliente, toallita y paño, guantes limpios, tijeras, toalla de baño y sábana.
1. Comprobar la prescripción médica. Identificar al paciente utilizando dos
identificadores de acuerdo con la política de la institución.
2. Realizar la higiene de manos.
3. Evaluar los patrones de eliminación urinaria, la capacidad del paciente
para orinar voluntariamente y la continencia.
4. Valorar el estado mental del paciente y explicarle el procedimiento.
5. Propiciar intimidad cerrando la puerta de la habitación o la cortina de la
cama. Elevar la cama para trabajar a una altura cómoda y bajar la
barandilla lateral.

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6. Preparar el catéter de tipo condón, la bolsa de drenaje y el tubo.
7. Ayudar al paciente a permanecer en decúbito supino o sentado. Colocar
una toalla sobre el tórax y doblar una sábana sobre el abdomen de forma
que solamente quede el pene al descubierto.
8. Ponerse guantes limpios, realizar la higiene perineal y secar a fondo. Si
el paciente no está circuncidado, volver el prepucio a su posición normal.
9. Si es necesario, cortar el vello de la base del cuerpo del pene. No afeitar
el área púbica. Una alternativa para el recorte de vello púbico es colocar
un protector de vello sobre el pene antes de aplicar el catéter.
10. Valorar el estado del pene y el escroto. Utilizar la guía de medición del
fabricante para medir el diámetro del pene en estado flácido. El cuerpo del
pene debe tener al menos 2 cm de longitud para garantizar el éxito de la
aplicación.
11. Opcional: Aplicar un preparado para la limpieza de la piel del cuerpo del
pene y dejar secar.
12. Sostener el pene por el cuerpo con la mano no dominante. Con la mano
dominante, colocar la funda del condón en la punta del pene y
desenrollarla suavemente sobre el pene. Permitir que haya de 2,5 a 5 cm
de espacio entre la punta del pene y el final del catéter
13. Fijar el catéter según las instrucciones del fabricante. a. Si se utiliza
adhesivo elástico, envolver la tira de adhesivo sobre el condón para
asegurarlo en su lugar mediante el uso de la técnica en espiral.
14. Conectar el tubo de drenaje al final del catéter tipo condón. Asegurarse
de que el catéter no esté girado. Conectarlo a la bolsa de drenaje de gran
volumen o a la bolsa de pierna. Colocar la bolsa de drenaje en el marco
inferior de la cama y enrollar el tubo sobrante.
15. Hacer que el paciente esté cómodo, bajando la cama y colocando las
barandillas si es adecuado.
16. Desechar el material contaminado, quitarse los guantes y realizar la
higiene de manos.
17. Observar el drenaje urinario, la permeabilidad del tubo de drenaje, la
condición del pene y la colocación de la cinta.
Cuidados de recuperación. En algunos casos, puede utilizarse el
autosondaje para restaurar una medida de control para el paciente.

Fortalecimiento de los músculos del suelo pélvico.


Los pacientes con incontinencia urinaria de esfuerzo o de urgencia, o
dificultad para iniciar y detener la micción, pueden realizar ejercicios del
suelo pélvico, también conocidos como ejercicios de Kegel. Estos
ejercicios son útiles para incrementar la fuerza de los músculos del suelo
pélvico y consisten en la contracción repetida de los grupos musculares.
Estos ejercicios han demostrado ser eficaces en el tratamiento de la
incontinencia de esfuerzo, la VHA y la incontinencia urinaria de causa
mixta.

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La mejoría suele ser gradual.
Los pacientes deben estar alerta y tener motivación para realizar los
ejercicios. Necesitan continuar practicándolos para mantener la eficacia

Reentrenamiento vesical.
El objetivo del reentrenamiento vesical es reducir la frecuencia de la
micción y quizá la capacidad de la vejiga. Este método es un programa
específico para los pacientes que tienen disminuida la necesidad de orinar
o tienen incontinencia de esfuerzo, ya que mantienen la vejiga llena, por
lo que hay menos goteo. En última instancia, el objetivo general sería
restablecer un patrón normal de micción enseñando a los pacientes a ser
continentes.
Como parte de los cuidados de rehabilitación, los pacientes con diferentes
tipos de incontinencia pueden beneficiarse de medidas específicas que
abordan situaciones de continencia particulares. Estas directrices ayudan
a los pacientes a controlar los factores que afectan al número de episodios
de incontinencia.

Las siguientes medidas pueden ayudar a los pacientes con incontinencia


urinaria de esfuerzo a obtener el control sobre la micción:
• Aprender ejercicios para fortalecer el suelo pélvico
• Establecer un horario para ir al baño al despertarse, al menos cada 2
horas durante el día, por la noche antes de acostarse y cada 4 horas
durante la noche (se establece un intervalo de tiempo según se necesite).
• Evitar que la vejiga esté demasiado llena porque esto aumenta las
probabilidades de incontinencia relacionadas con el aumento de la presión
vesical.
• Minimizar el té, el café y las bebidas con cafeína (aumentan la producción
de orina y la frecuencia y ganas de orinar) y el alcohol (aumenta la
producción de orina).
• Tomar la medicación diurética prescrita por la mañana temprana.
• Seguir un programa de control de peso en caso de obesidad, ya que es
un problema que causa aumento de la presión abdominal.

Entrenamiento de los hábitos. Un paciente con incontinencia funcional se


puede beneficiar con el entrenamiento del hábito, ya que ayuda a mejorar
el control voluntario sobre la micción. El paciente establece un horario
flexible para ir al baño basado en su patrón de eliminación. La enfermera
debe hacer que el paciente determine su patrón registrando los episodios
de incontinencia y establezca los momentos de orinar a intervalos de
tiempo que eviten llegar a sentir ganas. El objetivo es mantener al paciente
seco.

Autosondaje. Algunos pacientes con enfermedades crónicas como lesión


medular pueden aprender a realizar el autosondaje. El paciente debe

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poder manipular físicamente el equipo y asumir una posición correcta para
un sondaje adecuado.
Mantenimiento de la integridad cutánea. La acidez normal de la orina es
irritante para la piel. Si permanece en contacto con la piel se vuelve más
alcalina, provocando incrustaciones y precipitados en ella, lo que favorece
su ruptura. El lavado con agua tibia y un jabón suave es la mejor manera
de eliminar la orina de la piel. El uso de lociones corporales mantiene la
piel hidratada y los ungüentos a base de petróleo proporcionan una
barrera contra la orina.

Promoción del bienestar. Los pacientes con alteraciones urinarias se


sienten incómodos a consecuencia de los síntomas. La micción frecuente
o impredecible, la disuria y la distensión dolorosa son causa de malestar.
El paciente incontinente se sentirá más cómodo teniendo la ropa limpia y
seca. Cuando el problema es la incontinencia de esfuerzo, el uso de
compresas protege contra la suciedad. La ropa mojada se adhiere a la
piel y puede causar roces e irritación.

6. EVALUACIÓN
A través de los ojos del paciente. El paciente es la mejor fuente de
evaluación de los resultados y las respuestas a los cuidados enfermeros.
La enfermera debe observar las respuestas.

o Conocimiento
• Signos clínicos de la micción normal
• Características de la orina normal
• Conductas que demuestran conocimiento

o Experiencia
• Respuestas previas de pacientes a intervenciones
enfermeras planificadas para promoverla eliminación
urinaria
• Reevaluar el patrón urinario del paciente y los signos y
síntomas de alteraciones
• Inspeccionar las características de la orina del paciente
• Hacer que el paciente y su familia demuestren sus
habilidades de autocuidado
• Hacer que el paciente analice sus sentimientos respecto
a los cambios permanentes en la eliminación
• Preguntar al paciente si se están cumpliendo las
expectativas

o Estándares

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• Utilizar los resultados esperados establecidos en el plan de
cuidados del paciente
• Utilizar los resultados esperados establecidos por
organizaciones profesionales, como la ANA y la AHCPR,
para evaluarla respuesta del paciente a los cuidados

o Actitudes
• Buscar explicaciones y ser responsable de la aparición de
cualquier complicación relacionada con el cuidado
• Demostrar perseverancia cuando sea necesario ya que
algunas intervenciones pueden tardar semanas o meses
para que se note algún cambio • Adaptar y revisar los
enfoques si las intervenciones no son efectivas.

 Resultados del paciente.


Se debe valorar la eficacia de las intervenciones
enfermeras comparando los objetivos con el resultado. Es
necesario evaluar los cambios en el patrón miccional del
paciente y la presencia continua de alteraciones en el tracto
urinario. Los resultados reales se comparan con los
esperados para determinar el éxito total o parcial en la
consecución de los objetivos.

La evaluación de una intervención que puede tardar


semanas en conseguirse, como es el caso de los
ejercicios del suelo pélvico, requiere seguimiento tras el
alta del hospital o el centro de rehabilitación. La
información específica sobre cómo una intervención ha
cumplido con la necesidad determina si es necesario
revisar el plan de cuidados del paciente.

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