Derecho
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PRESENTADO A:
MITCHELL VILLABONA
La sociedad conyugal es una figura jurídica del régimen patrimonial del derecho en Colombia, que
se encuentra constituida por la unión matrimonial de dos personas y está reglamentada por el
Código Civil, en el artículo 180 y a partir del artículo 1781 y subsiguientes, en los cuales se señalan
disposiciones generales sobre la constitución y características de dicha sociedad.
Hablar de sociedad conyugal es, simplemente, hablar de una de las formas como puede
presentarse dentro del matrimonio el régimen patrimonial definido como el "estatuto que rige las
relaciones pecuniarias de los cónyuges entre sí y con respecto de terceros, y los derechos que ha
de corresponderles al disolverse la sociedad conyugal".
Activos
Pasivos
Distribucion del
Patrimonio
Estado de perdidas o
Ganancias
Liquidacion de la
Patrimonio
sociedad conyugal
1. Noción:
Una vez se disuelva la sociedad conyugal, debe procederse a su liquidación, como manda el artículo
1° de la ley 28 de 1932, deduciéndose de la masa social o de lo que cada cónyuge administre
separadamente, el pasivo respectivo. Los activos líquidos restantes, señala el artículo 4° de la ley,
se sumarán y dividirán conforme al Código Civil, previas las compensaciones y deducciones de que
tal obra trata. Liquidar la sociedad conyugal significa determinar su activo, su pasivo, y los
gananciales (50% a que cada cónyuge tiene derecho). El acto se completa, luego de las
distribuciones correspondientes, con las adjudicaciones de bienes que paguen el pasivo y los
gananciales.
2. Causales
Para la liquidación de la sociedad patrimonial, los compañeros no requieren alegar ningún tipo de
causal de divorcio, ya que como se ha indicado, las mismas sólo hacen parte del divorcio en la
institución del matrimonio.
Por el contrario, si se toma la decisión de dejar de convivir con el otro compañero, con el cual se
tiene una unión marital de hecho, lo único que usted debe saber es que cuenta con el término de un
año a partir de la separación y/o no convivencia, para reclamar los derechos que se hubieren causado
a su favor con respecto a los bienes y patrimonio en general que se adquirió durante la sociedad.
Con respecto a las deudas o pasivo de la sociedad patrimonial, será una situación que también hará
parte de la liquidación, por lo cual, si se encuentra en proceso de separación con su compañero o ya
han establecido un acuerdo en la repartición.
En la sociedad conyugal, con la sentencia que decreta el divorcio, queda disuelto el vínculo en el
matrimonio civil y cesan los efectos civiles del matrimonio religioso. Así mismo, se disuelve la
sociedad conyugal, pero subsisten los deberes y derechos de las partes respecto de los hijos
comunes.
3. Formas Y Competencia
Existe liquidación judicial de la sociedad conyugal, que puede tener lugar en el proceso de sucesión
o en un proceso de liquidación independiente. Igualmente, puede la liquidación efectuarse en el
trámite notarial de liquidación de la herencia o por escritura pública (ley la de 1976, art. 25). No existe
liquidación parcial.
Cuando se producen las anteriores causales comienza a contarse el termino de un año para
presentar la demanda y se logra su admisión y notificación en los plazos legales, sin perjuicio de
emplear formas alternativas de solución de conflictos (Sentencia C-257 de 20015)
4. Porción Conyugal
La porción conyugal es una asignación forzosa que da derecho al cónyuge sobreviviente “pobre”
para reclamar legítimamente en la sucesión del premuerto, sea esta testada o intestada, una parte
de los activos que conforman la masa sucesoral con los que se pretende garantizar una subsistencia
digna, teniendo como parámetro de determinación tanto su riqueza como la del causante.
Es la segunda de las asignaciones forzosas contempladas por el artículo 1226 del Código Civil. Está
definida como tal en el artículo 1230, según el cual “La porción conyugal es aquella parte del
patrimonio de una persona difunta que la ley asigna al cónyuge sobreviviente que carece de lo
necesario para su congrua subsistencia”.
5. Gananciales
Los gananciales son los bienes del haber social, pero también son el derecho universal, de los
cónyuges, en la sociedad conyugal que, liquidado en forma legal, debe ser pagado con aquellos
bienes.
Puede ocurrir, entonces, que el cónyuge no quiera ese derecho. De acuerdo con la ley, podrá
renunciarlo. Anteriormente, se concedía esa posibilidad solo a la mujer, para que se pudiera liberar
de responsabilidad por la administración del marido. Al cesar su incapacidad, con la ley 28 de 1932
y autorizada para administrar ella igualmente, el derecho a la renuncia no tiene ese propósito y,
además, existe para ambos cónyuges.
A tenor del artículo 61 del decreto 2820 de 1974, que subrogó al artículo 1775 del Código Civil,
"Cualquiera de los cónyuges, siempre que sea capaz, podrá renunciar a los gananciales que resulten
a la disolución de la sociedad conyugal, sin perjuicio de terceros".
Por su parte, el artículo 64 de ese decreto, que reemplazó al artículo 1837 del Código Civil dispuso
que "Los cónyuges incapaces y sus herederos en el mismo caso, solo podrán renunciar a los
gananciales con autorización judicial".
Confírmese así que los gananciales son un derecho que mira exclusivamente al interés del cónyuge,
o sea, que su naturaleza no es la del orden público. Pero de ahí no se sigue que puedan afectarse
derechos de terceros, como los acreedores, razón por la cual prescribe el artículo 1775 que la
renuncia no será en perjuicio de ellos. Mas el acto no es inoponible o ineficaz, sino que no envuelve
despojo de la responsabilidad por el pasivo social. Si la renuncia es fraudulenta, los acreedores
pueden promover las acciones correspondientes (la pauliana, por ejemplo) para la defensa de sus
intereses.
La renuncia de gananciales es, pues, procedente. Requiere que el renunciante sea capaz. De no
seda, deberá obtener autorización judicial, cuya ausencia vicia el acto de nulidad relativa.
6. Caso De Estudio
Carlos y Amalia contraen matrimonio católico el 7 de febrero de 1985, al momento de casarse Carlos
tiene un vehículo Dodge, que vale $ 3.000.000 y Amalia es propietaria de un apartamento que vale
$15.000.000.
El matrimonio de Carlos y Amalia se anula el 30 de abril de 2003. En esta fecha, la deuda con el banco
asciende a $ 12.000.000. El ganado existe y vale $ 4.000.000. La finca y el vehículo Fiat todavía hacen
parte del patrimonio conyugal y valen $ 80.000.000
$ 8 .000.000 respectivamente.
1) De los bienes que Carlos y Amalia tienen cuando contraen matrimonio católico el 7 de febrero de
1985: el vehículo, por $ 3.000.000, ingresa al haber relativo de la sociedad conyugal y genera
recompensa por el valor indicado; el apartamento de Amalia, que entonces vale $ 15.000.000, es
propio o exclusivo de ella.
2) De los negocios sucedidos durante la sociedad conyugal:
a) el vehículo Dodge que figuraba a nombre de Carlos era de la sociedad conyugal y también lo es el
Fiat que se compra;
b) en cuanto a la venta del apartamento de Amalia y a la subrogación, se cumplen los requisitos
legales y el nuevo apartamento no es de la sociedad conyugal, aunque se haya adquirido a título
oneroso. El apartamento inicial era de ella y lo vende en $ 20 millones; los otros 10 millones la toma
de la sociedad conyugal. La diferencia entre el precio del nuevo apartamento y el del viejo son $
10.000.000, pero esa diferencia es menor que la mitad del precio del nuevo apartamento (como el
nuevo vale $ 30.000.000, la mitad es $ 15.000.000, Y esto es mayor que aquella diferencia o saldo),
luego según el Código Civil, artículo 1790, inciso tercero, sí hay subrogación. Esos diez millones los
debe Amalia a la sociedad conyugal;
c) la finca comprada es social y la deuda para adquirirla es igualmente un pasivo o deuda social; d) el
ganado heredado es haber relativo y la sociedad conyugal debe recompensa por la suma de
$ 2.500.000, o sea el valor de la herencia (ganado).
Fiat. $ 8.000.000
Finca..................................................................... $ 80.000.000
Ganado $ 4.000.000
Recompensa a cargo de Amalia $ 10.000.000
Total, activo bruto $ 102.000.000
Recompensas a cargo de la sociedad conyugal: se le deben a Carlos, por el vehículo inicial
$3.000.000; Y por el ganado, $ 2.500.000, para un total a cargo de la sociedad conyugal, por
$5.500.000. [206]
Este activo líquido social se divide por dos y cada mitad son los gananciales. Por tanto, los gananciales
de Carlos (y de Amalia) valen $ 42.250.000.
Al liquidar la sociedad conyugal, se adjudican las recompensas a favor de Carlos, la deuda social (por
mitades o como convengan) y los gananciales. Las adjudicaciones se hacen con bienes del activo
bruto. Se adjudica por el pasivo porque la sociedad conyugal se extingue y quien va a pagar es el (los)
cónyuges. Luego la sociedad entrega bienes en razón de ese pago.
a) Recompensa para Carlos por $ 5.500.000: se le puede entregar el ganado (que vale $ 4.000.000)
Y darle $ 1.500.000 en el Fiat (que vale ocho millones, luego de este queda por adjudicar un monto
de $ 6.500.000).
b) Pasivo para Carlos: la mitad de $ 12.000.000. Se le puede entregar $ 6.000.000 en el Fiat; pasivo
para Amalia: $ 6.000.000 que se le pueden adjudicar con cruce con la recompensa que ella debe a la
sociedad conyugal. Luego de esa recompensa resta $ 4.000.000.
c) Gananciales para Carlos: valen $ 42.250.000. Se le pagan $ 500.000 que faltan del Fiat (así queda
totalmente adjudicado) y el resto $ 41.750.000 en la finca.
d) Gananciales para Amalia: por $ 42.250.000; se le pagan $ 4.000.000 con el saldo de la recompensa
que ella debe. Y $ 38.250.000 en la finca.
Recuérdese que por el pasivo social son responsables los cónyuges, frente a los acreedores. Claro
está que entre ellos puede haber convenio sobre la cancelación de las deudas. Si la liquidación la
efectúan por escritura pública, según lo enseñado antes, serán responsables solidariamente por las
obligaciones contraídas antes del registro del respectivo instrumento.