Album de Nicolás Bravo PDF
Album de Nicolás Bravo PDF
Album de Nicolás Bravo PDF
1020001973
If \i \ i r r p t ?
BRAT
ALBUM LITERARIO </
DBOICADO
IT E.MIXB.NTE PATRICIO
EN EL
CENTENARIO DE SU »ACIMIENTO
SETIEMBRE IO DE 1886
POR EL
G E N E R A L F R A N C I S C O O. A R C E v
G98ERXJD0R DEL ESTADO DE G0E8RER0
PARA
MÉXICO y
OFICINA T I R DE L A SECRETARÍA DE FOMENTO ^
Calle d e S a n A n d r é s n ú m e r o 15.
1886 J
f / 2 3 ^
Ò IX
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pectáculos grandiosos y llenos de atractivo, y qne inspiran al alma los elevados senti- h a consignado desde aquella época, y que hizo aparecer la f i g u r a de Morelos con pro-
mientos de la admiración y de la simpatía. • •, ,.„ porciones gigantescas, D. Nicolás Bravo debió dispersarse como tantos otros y encon
Nació D. Nicolás Bravo el 10 de Setiembre de 1786, en Clnlpancingo, c udad de las tra.se durante algunos meses errante, perseguido é inseguro. A esta situación des*ra-
más importantes del Estado de Guerrero, y á la que boy se le h a añadido el n o m b e ciada vino a poner el colmo la noticia, que sin duda recibió oportunamente, de la prisión
Los s L s , por haber estado en ella radicada la tamba, bastante numerosa, de qne de su padre I). Leonardo, á quien D. Nicolás amaba con acendrado carino y filial ve
J
neracion.
formaba parte nuestro héroe. .:'., , 1
Los primeros años de su vida basta entrar á los albores de la p n m e r a Estas calamidades inmensas que h u b i e r a n determinado la postración moral de cual-
ben haberse d e s l i a d o p a r a el que habia de ser poco despues uno de los quiera otro cuya alma hubiera estado ménos enérgicamente templada, no hicieron ceiar
notables de la insurrección nacional, entre las tranquilas ocupaciones del campo, hasta. un solo paso a nuestro héroe eu la gloriosa empresa en que habia tomado parte Ad
: : : su p a d r e I . ...,—... y - ti« ... Miguel, D. Yictor y D. M á p g se vieron m , r a c o r t a m e n t e que despues de tanto desastre, el jóven Bravo, que en los primeros
l e c h a d o s á declararse abiertamente p o r la revolución, despues de h a b e r batido al eo k m0I al SÓ1 K
X idad h , ^ ^ ' ^ ° completa
m a n d a n t e Garrote el hacienda que pertenecía a la familia de os Bravo v m h d a d , haya podido permanecer con ánimo firme, y no quebrantar sns primeros pro-
á la qne se tabiíTÜS^lo desde Chilpancingo para sustraerse á los estimulos de
definitivamente vencidos despues de la o c u p a r o n de Cuautla
los jefes españoles que procuraban atraerlos á s u causa, y adonde fue a buscarlos Ga-
leana en solicitud de auxilios p a r a su fuerza. gj : - N o d i o tal p r u e b a de debilidad el ardoroso y heróico jóven. Se reunió en Chautla
Morelos l l l i CHchibualco dos dias despues de la acción h a t a d a en esta toca, e con otros muchos dispersos del famoso sitio en que t a n t a gloria habían alcanzado, y ya
• c o u o c i m i e n t O T Ü B T - o , que desde entónces fueron sus oficiales de mayor con- n Agosto de 1812 sal,a de Tehuacan, en cuyo importante p u n t o había situado M u e l o s
fianza, siendo sin duda tan alto el aprecio que hizo de las sobresalientes dotes del jov n su cuartel general, para dirigir p o r sí mismo y llevar k cabo victoriosamente ]a expedi-
D. Nicolás, que ya en Agosto de 1811 le confió el m a n d o de la guarnición de Tixtla en g importante de San A g u s t i u del P a l m a r , i la que fué destinado como genera", en
unión del jefe m á s caracterizado, D . H e r m e n e g i l d o Galeana. jefe de las fuerzas independ,entes que debían operar en la provincia de Veracruz
T a á las órdenes de este ilustre jefe, ya 4 las de D. Leonardo Bravo, continuo el he-
roico joven D. Nicolás expedieionando por los mismos r u m b o s que aquellos, y slgmen- la e x p e d í « que acabamos de mencionar. Allí, la intrepidez y pericia militar que des-
do la suerte que les tocaba en las vicisitudes de aquella guerra, ,„ . . _ SÓ1 PUd C mPetir k e
L a expedición de Morelos al valle de Toluca tuvo lugar en E n e r o de 1812, y en esta f S S r f ° ° ° l *— -a-
campaña de pocos dias, rápida é impreviste como acostumbraba á veces el g r a n d e hom- ™ aCt° d e k ™ a d e B r a ™ ™ r < M ™ conocido de
b r e , se verifico el glorioso ataque y toma de Tenaucingo, de donde tuvo que retirarse todo el m u n d o , y que sm otro precedente en la sangrienta historia de la revolución de
con graves pérdidas el realista Porlier. E n ese ataqne, dice D. Lúeas A l a m a u , llevaron Independencia, tampoco tuvo despues imitadores.
« dispuesto, no sólo el perdonarles la vida en aquel momento, sino darles una entera
«libertad para que marchasen á donde les conviniera: á esto respondieron llenos de go-
« zo que nadie se quería ir, que todos quedaban al servicio de mi división, lo que veri-
« ficaron, á excepción de cinco comerciantes de Veraeruz, que por las atenciones de sus
« intereses se les extendieron pasaportes para aquella ciudad f entre éstos se hallaba un
«zas q u é obraron por el Astado ae . « Sr. Madariaga, que despues, en unión de sus compañeros, me manifestó su reeonoci-
T e ordenó que sa-
„ L a b a q u i salía de Drizaba para P u e g con u n a d „ o ^ g g ^ * - « miento con la remesa de paños suficientes para el vestuario de un batallón.»
.Hese inmediatamente 4 b a « r l o por ^ n e t ^ — i o n e s de ¡ste pue- « E l coronel Rincón, de que vd. me habla, estaba encargado del m a n d o de las fuerzas
. que anduve t o d , la noche me e n c o n t , ^ , ^ y logtó, « del Estado de Veraeruz, y á mi llegada puse en libertad á un español que ya iban á
« fusilar: mi m a d r e estuvo en Tehuacan despues de la muerte de mi padre, y no la vi
•r t f c ^ r S ^ - X n . l ' U l e t a victoria, haciendo doscien-
. despues de cuarenta y ocno ^ VeracraZ) y regrese con « por estar yo por Veraeruz.»
„ t o s prisioneros, que armas que se me con- H é aquí referida con la grandiosa sencillez de un h o m b r e de Plutarco, una de las ac-
de la a c c i m de
, todos mis heridos para Tehuacan a dar ^ , a i r ¡ ¡r ciones más nobles que dió alto prestigio á la causa nacional, y que ilustró el nombre de
, f l ó . E n esta entrevista que tuve con el » ^ M u n o de los caudillos que la defendían. Todos, hasta los adversarios políticos del grande
. una comunicación al virey regresé para h o m b r e , han hecho justicia á su rara magnanimidad, elogiándola como merece.
Ie ltatto
« prisioneros españoles, y que m e avrsana su ® , Tetaaoall tuve otra ac-
III
Alto renombre de caudillo valiente y capaz habia dado á D. Meólas Bravo el ata-
que de San Agustín del Palmar, y no ménos prestigio habia adquirido con la noble ac-
ción de Medellin. Estas circunstancias hicieron que muchos jefes independientes, xle
ménos importancia, se reuniesen en derredor del vencedor de Labaqui, buscando en él
los valerosos guerrilleros, así como los que deseaban que la revolución se prestigiase,
u n jefe superior á cuyas órdenes sirviesen á la causa de la Independencia, que tanto ne-
cesitaba del valor y de la unidad de acción de sus propugnadores.
A u m e n t a d a de este modo la división de Bravo, éste se decidió, en Noviembre de 1812,
a p a n
«° f < ? r i u r e n d o tomar el sueño en toda ella, m e ocupé en refiexmnar que dos meses despues del suceso de Medellin, á atacar la villa de Jalapa. Esta poblacion
. e n la noche, no p u t o d o ten ^ e l e r é d i t 0 d e l a causa que
habia sido asediada en el mes de Mayo anterior por las partidas de Rincón, Ochoa y
"^ f e S j contraria 4 la del virey p o d r i a y o consegurr algunos otros, que batidos en Coatepec por el realista Fajardo,' liabian tenido que reti-
,, defendía, y que obsen r e s o l u c i o n ; pero se me
rarse abandonando su artillería, dejando que Llano, á su paso para Veraeruz, proveye-
se de víveres á Jalapa, que por entonces quedó á cubierto de todo riesgo.
Bravo quiso intentar á su vez la toma de Jalapa, y al efecto se presentó delante de
dicha villa el 11 de Noviembre con todas las fuerzas de que habia podido disponer. Man-
daba la plaza el mismo I). Antonio Fajardo, que no teniendo más grado en el ejército
realista que el de comandante del Fijo de Veraeruz, quiso ceder el m a n d o á Porlier y
á Hévia, que le eran superiores en graduación: n o habiendo éstos admitido, Fajardo se
decidió á resistir el ataque de Bravo, contando con las fuerzas de los citados jefes. Los
insurgentes, mandados por Bravo, Rincón, Martínez, U t r e r a y Zuzúnaga, ocuparon las
alturas que dominan á la poblacion, y -comenzaron á las dos de la m a ñ a n a u n vigoroso
ataque que se prolongó hasta las diez, hora en que se retiraron los asaltantes, á causa
de habérseles desmontado u n canon de grueso calibre con que batían la plaza más efi-
cazmente.
Despues de la retirada, Bravo f u é á situarse á la importante posicion del P u e n t e Na- IV
cional.
Interceptando completamente el camino de Veracruz á Jalapa, D. Nicolás Bravo lo-
graba u n doble objeto: hacer difíciles las comunicaciones de los realistas entre ambos P r o n t o iba Bravo á tomar u n a brillante revancha y á levantar de nuevo su prestigio.
Situado en la interesante posicion de San J u a n Coscomatepec, la conservó por muchos
puntos, y procurar él mismo para sus fuerzas abundantes recursos por medio de u n a
meses, y sostuvo por más de treinta dias u n empeñado sitio que formalmente pusieron
contribución que impuso á cada fardo de los que se hiciesen pasar por el puente. El ca-
las tropas realistas mandadas por A n d r a d e , Conti, Cándano, Aguila y algunos otros
rácter personal de Bravo, reconocido ya como generoso y magnánimo, n o sólo hacia
jefes de los que más gozaban la confianza del gobierno dé México.
fácil la percepción de aquel impuesto, sino que atraía á sus filas la gran cantidad de
L a situación ventajosa de Coscomatepec, de cuya ocupacion dependía la seguridad
desertores y prisioneros de las tropas realistas, que con gusto cambiaban de bandera
de las villas de Córdoba y Orizaba y la fácil comunicación con Veracruz por el camino
cuando veian que la que Bravo tremolaba, era la bandera de la Independencia, no man-
que pasa por ellas, era u n motivo poderoso para que á la causa realista fuese absoluta-
chada con excesos ni indignidades.
mente indispensable desalojar á Bravo de la posicion que habia tomado.
E n el P u e n t e Nacional, Bravo se vió en aptitud de detener por muchos dias, desde
E l primer intento con esa m i r a fué ordenado por el comandante de Orizaba, Andra-
el 14 de Enero de 1813, el paso de una conducta de cuatro millones de pesos, que el
de, quien dispuso que el teniente coronel D. Antonio Conti saliese de aquella villa con
comercio de México remitía á España bajo la custodia del brigadier Olazábal, y que és-
trescientos cincuenta infantes de la guarnición, cincuenta de la de Córdoba y ochenta
te sólo p u d o hacer llegar á Veracruz despues de u n a fatigosa marcha, y empleando en
caballos. E l 28 de J u l i o de 1813 salió la expedición de Orizaba, y en la tarde del mis-
ella todos los recursos estratégicos que le sugería el grande Ínteres del valioso convoy
mo dia atacó la posicion de Bravo. Dejemos hablar á éste, porque sus relaciones mi-
que conducia. litares tienen todo el carácter de la verdad histórica:
Abandonó Bravo la posicion del P u e n t e Nacional para situarse en Tlalixcoyan, des-
« M e hallaba en dicho pueblo (Coscomatepec) con cuatrocientos cincuenta hombres,
de donde se dirigió á Alvarado con el intento de apoderarse de aquel puerto. Atacólo
« cuando se m e presentó Conti: atacóme despues de haber caido u n recio aguacero, y lo
vigorosamente el dia 30 de A b r i l de 1813, pero fué rechazado por el teniente de navio
« hizo con tanta rapidez, que llegó á la bayoneta; mis soldados se defendieron con los
D . Gonzalo de Ulloa que mandaba la guarnición. E l empuje de Bravo f u é terrible, se- « fusiles dándoles de garrotazos á los suyos, y aun les echaron lodo en la cara. Logré
g ú n expresión textual del parte que dió Ulloa, al Gobierno vireinal, y sólo una eventua- « rechazarlo en ménos de media hora, y m e dejaron porcion de muertos. Hecho este
lidad inesperada hizo que tuviese mal éxito una empresa en que, como siempre, Bravo « ataque brusco, todavía quedaron detrás de las paredes del pueblo y de los árboles, de
demostró valor á toda p r u e b a y consumada pericia. « modo que continuó la acción hasta las tres de la tarde que se retiraron. Cargó entón-
Son tan escasas las relaciones originales, escritas por el mismo Bravo, de los sucesos « ees u n a de mis partidas sobre ellos, y con la oscuridad de la noche, dispersos por aquel
en que tomó parte en aquella época de la Independencia, que las pocas que nos han que- « barreal, se les tomaron varios fusiles, principalmente de los muertos que dejaron, con
dado, merecen conservarse como documentos históricos de alto precio. H é aquí lo que « más, dos cargas de parque que m e vinieron m u y bien: por fin, entraron en la villa al
dice el Sr. Bravo respecto del ataque de Alvarado: « dia siguiente, bien escarmentados.»
« Estando acampado en el pueblo de Tlalixcoyan, dispuse salir con cuatrocientos in- E l descalabro de Conti, que volvió á Orizaba al dia siguiente, 29 de Julio, hizo que
« fantes y doscientos caballos para tomar por asalto el puerto de A l v a r a d o : marché en el conde de Castro Terreño, comandante superior de la provincia, pensase seriamente
« 28 de Abril de 1813: dormí en la hacienda de Xolueo, de los padres betlemitas de Ve- en formalizar el sitio de Coscomatepec, pues las noticias que sobre las fortificaciones
« racruz: seguí m i m a r c h a en la mañana del 29, haciendo alto en el Mezquitero para del pueblo dió u n soldado de Bravo que se pasó á los realistas, hicieron comprender al
« marchar durante la noche: toda ella caminé, y n o logré el asalto por haber llegado al gobierno que no era empresa fácil apoderarse de la posicion que nuestro héroe habia
« amanecer á dicho puerto, donde fui descubierto: no obstante, m i tropa avanzó con in- elegido con tanto acierto.
t r e p i d e z ; forzó la trinchera del enemigo; pero un gran foso y estacada que tenia al E r a , no obstante, indispensable el impedir que Bravo se hiciese más y más fuerte ca-
« pié, no permitió tomarla. Allí resistimos un fuego vivo por espacio de tres horas, que da dia en Coscomatepec, pues desde el sitio de Cuautla, cuyas dificultades y sacrificios
« nos obligó á retirar, con pérdida de veinticinco hombres y varios heridos. Mandaba el habian sido patentes á Calleja, se habia decidido por el gobierno de México que no se
«trozo de m i caballería D. Pascual Machorro; pero esta arma nada pudo obrar, porque dejase tiempo á los insurgentes de fortificarse en ningún punto.
« no lo permitía el terreno.»
V . E. que es imposible evitar que se vayan si lo i n t e n t a n , pues la circunferencia del
A n i m a d o de estas i d e a v y cumpliendo eon las expresas p j — ^ cerro es de m á s de l e g u a y m e d i a p o r su base.»
el conde de Ca'stro T e r r e n o hizo f o r m a r u n a diviston compuesta del b a t a t o d e A * t u
« M i antecesor (Cándano) dirigió juiciosamente su ataque p o r la parte del Oeste, y
rias y d e varios destacamentos de otros cuerpos. E l tenrente coronel fe. J u a n C á n d a n o
h a b i a construido u n a batería y e m p e z a d o la trinchera. Y o h e seguido en u n todo su
c o m a n d a n t e de, referido bata,Ion, f u é n o m b r a d o j e f e de l a divtston, a l a que poco des-
plan.»
i S rW A S * ^ - . - « r e de 181B; y en vein « L a fortificación consiste en u n cuadro de cajas d e p i e d r a terraplenadas que flanquean,
y en la iglesia situada en lo más b a j o del pueblo y fortificada, que apoya en u n a barran-
ca: todo el recinto lo c u b r e n dos fosos. L a guarnición es d e ochocientos h o m b r e s , la
m a y o r p a r t e desertores, entre ellos cien europeos. Y o h e continuado la t r i n c h e r a , que
tiene y a dos retornos. E s t a n o c h e desembocamos en el foso p r i m e r o á cubierto, que no
tienen defendido, y quedará convertido en u n a excelente plaza de a r m a s p a r a la guar-
dia de l a trinchera: q u e d a r á construida la batería á u n a s c u a r e n t a y cinco toesas del
á n g u l o saliente del frente atacado, y batirá de enfilada el frente adyacente. D e aquí á
u e c t d a u o tenia, p a r a disculpar el m a l éxito d e sus operaciones, en exagerar el un-
ocho dias h a b r e m o s llegado á poder m i n a r el ángulo citado desembocando á la zapa en
el segundo foso, único medio de poder conseguir algo, pues las piezas d e á ocho no son
capaces de destruir las obras. T e n g o la f o r t u n a d e no h a b e r tenido u n herido.»
era de poco m á s d e mil h o m b r e s , y que la que B r a v o tema dentro de la plaza Ue 0
« L a empresa es difícil, y no lisonjearé á Y . E . con su logro; pero el único m e d i o ra-
cional es el adoptado: de todos modos cuesta m á s de lo que vale.»
" i r l l r t fortificación que B r a v o babia h e c h o levantar en Coscomatepec deben
« M i escasez d e todos artículos es extremada: Y . E . sabe que n o saqué de esa más que
diez y seis mil pesos y quince m i l raciones. Dos mil se d a n diarias; j u z g u e Y . E . m i si-
tuación: m a ñ a n a envió á C ó r d o b a p o r auxilio. Llueve sin cesar: todos estamos con el
f a n g o h a s t a la rodilla; pero estamos en el conflicto de seguir, ó r e n u n c i a r á las villas si
i p i l i i c s s s r ? ^ ^ se h a de dejar p e q u e ñ a guarnición, ó r e n u n c i a r á otras empresas si se deja m u c h a , N o
p u e d o d e s p r e n d e r m e de u n h o m b r e . H u a t u s c o es pueblo g r a n d e que dista cinco leguas
d e aquí y ocho de Jalapa.»
« Si de aquella villa se p o n e guarnición, q u e d a segura Córdoba, evitada toda reunión,
s e g u r a la derecha del camino de J a l a p a al P u e n t e del R e y , y tranquilo este país; si 110,
T u l de la A g u i l a , militar facultativo que g o z a b a g r a n d e r c p u t a c o n como m g e m e r o y la t o m a d e Coscomatepec de n a d a sirve.»
H e m o s insertado con alguna extensión u n a p a r t e del i n f o r m e dirigido p o r A g u i l a al
virey Calleja en 2 de Octubre de 1813, porque ella da á conocer q u e la posicion que
B r a v o h a b i a t o m a d o en Coscomatepec estuvo bastante bien elegida p a r a inspirar gran-
des inquietudes al g o b i e r n o español. P o r la descripción que el j e f e de la división sitia-
dora hace d e las fortificaciones de Coscomatepec, se echa d e ver que á la construcción
C
T c „ T c o m a t e p e c está fondado sobre u n a l o m a d e tierras de acarreo del volcan d e OrU d e esas obras habian precedido u n a pericia é inteligencia que a d m i r a ciertamente encon-
z i r C fija de, cerro es p r o — . cono ti—£ t r a r en u n j o v e n caudillo, cuya educación de h o m b r e d e campo debe h a b e r sido m u y
e x t r a ñ a á los conocimientos militares facultativos. E l mérito d e las fortificaciones de
Coscomatepec recae exclusivamente en D . Nicolás B r a v o , pues no se sabe que h a y a te-
t s r : d
;:Lt « i * m u y « r r j b * nido consigo persona alguna que ejerciese la profesión d e ingeniero, y á cuyos consejos
ó indicaciones p u e d a atribuirse dicho mérito.
Loa últimos párrafos que h e m o s insertado del informe de A g u i l a , revelan t a m b i é n la
i m p o r t a n c i a de la posicion de B r a v o en Coscomatepec, pues de ella resultaba u n costo-
so esfuerzo p o r p a r t e del gobierno realista p a r a apoderarse de aquel p u n t o , y la alter-
I X t t l : p o r todas partes p o r , a noche á t r e i n t a varas del pueblo. P e r o debo d e c r á
« sobre el enemigo, y le atacaron, obligándole á dejar el destacamento que tenia en el
nativa fatal de empl'ear en su seguridad g conservación una fuerza considerable que se « rio: retiróse con algún destrozo, porque se le cargaron recio. E l 29 de Setiembre llegó
distraía de otras empresas. „ el coronel D. Luis del Aguila á recibir el mando del ejército sitiador, para el que tra-
E l coronel Aguila habia apreciado perfectamente desde el principio la situación y « j o no poco refuerzo de artillería gruesa, hombres y toda clase de auxilios: de éstos ca,
circunstancias respectivas de las fuerzas contendientes, pues ya en oficio de 27 de Se- « recia yo, en términos que h u b o dia en que racioné á m i tropa con chayotes, f r u t a que
tiembre habia informado al virey que el sitio de Coscomatepee se encontraba ese dia en « abunda m u c h o en aquel pueblo, que en breve se acabó. Escaseábame el parque, y era
el mismo estado que el primero, y aun peor, porque la tropa sitiadora se hallaba desa- « necesario ocultar esta falta á la tropa de mi mando para no desalentarla. Hice desba-
nimada y fatigada; que la caballería realista habia acabado, y que en el desgraciado ata- « ratar los saquetes de mis cañones y encartuchar la pólvora para los fusiles; mas con
que de Conti, las armas del rey habían empañado no poco su brillo.
J esta economía apéñas me bastó para dar u n a parada de cartuchos por plaza. E n tal con-
E n vista del mal resultado de ese ataque de Conti y de la inutilidad de las operaciones « flicto, y conociendo por las disposiciones que noté en el nuevo sitiador, que me iba á
de Cándano, Aguila habia llevado al sitio de Coscomatepee refuerzos de todo género, y « atacar'de u n modo irresistible, me decidí á romper el sitio la noche del 4 de Octubre.
especialmente de artillería de grueso calibre. D. Nicolás Bravo, qué habia ya logrado
« Sólo yo supe este secreto.»
su noble objeto, de dar prestigio á la causa de la Independencia, haciendo ver que las fuer-
« A las once de la noche, despues de enterrada m i artillería chica y clavada la gran-
zas insurgentes eran capaces de resistir un asedio formal de los realistas, y de distraer
« de, que eran dos cañones, avisé á la gente del pueblo: todos nos decidimos á morir ó
en una empresa inútil para el gobierno español las tropas que debían destinarse á otras
« escapar. Tomamos el camino de San P e d r o Ixhuatlan: nos encontramos con el desta-
expediciones de mayor importancia, se resolvió por fin á abandonar la posicion que tan
« camento del rio, destrozado ántes por Machorro, y por allí salimos en rigorosa forma-
esforzada é inteligentemente habia defendido y conservado por tanto tiempo. Salió de
« cion sin disparar u n tiro. Bajamos al pueblo de Ocotlan, donde comió la tropa, y con-
Coscomatepee en la noche del 4 de Octubre de 1813, despues de haber enterrado la ar-
«tinué la m a r c h a para Huatusco: llegué al tercer dia, y allí descansó la división. Aguila
tillería pequeña y clavado la grande. Dispuesta la salida con todas las precauciones y
« no tardó en retirarse para O rizaba.»
astucia propias de u n militar consumado, tomó el camino de San P e d r o Ixhuatlan, pa-
E l sitio de Coscomatepee que acabamos de reseñar, forma u n a de las más brillantes
só en buen orden cerca del destacamento de realistas destrozado anteriormente por Ma-
páginas de la vida militar de D . Nicolás Bravo, y figura en la historia de nuestra guerra
chorro, y llegó por fin á Huatusco sin haber sido molestado en el camino, no obstante
de Lidependencia, como un verdadero desastre p a r a l a causa realista. Las tropas reales,
que se destacaron fuerzas en su alcance.
dice D. Lúeas Alaman, perdieron en este sitio tiempo, gente y crédito, sin aventajar
P a r a completar los datos históricos que nos han quedado sobre el célebre sitio de Cos- otra cosa, que apoderarse de u n cerro que tuvieron luego que abandonar, verificándose
comatepee, que tanto levantó el prestigio de la causa nacional, como la reputación mi- los pronósticos de Aguila; Bravo adquirió m u c h a reputación; y habiendo atraído y ocu-
litar de Bravo, insertamos en seguida la relación que hizo él mismo. Ella se distingue, pado p o r tanto tiempo en aquel punto las fuerzas del ejército del Sur, destinadas á for-
como todas las relaciones que Bravo nos h a dejado de los actos de su vida militar, por m a r la división que habia de ocupar á Tehuacan, desconcertó enteramente las medidas
una sobriedad y modestia que las hacen m u y apreciables. de Calleja, y dió motivo á consecuencias todavía más funestas para la causa realista.
« Comprometido el honor militar (habla del descalabro de Conti), formalizaron u n si-
« tio sobre la plaza. Conti y D. J u a n Cándano se me dejaron ver en 5 de Setiembre con
« más de mil ochocientos hombres: yo contaba con quinientos para defenderme. E n el
« mismo dia hicieron u n a tentativa bruscamente, de la que salieron tan lucidos como de V
«la primera. Cándano dispuso luego establecer obras en todo el frente de la línea, y al
« Oeste del pueblo levantó u n a batería obrando en sitio. E l 15 de Setiembre le llegó un
« refuerzo al mando del teniente coronel Martínez. E l 16 h u b o u n movimiento general
Despues de la retirada de Coscomatepee á Huatusco, permaneció D . Nicolás Bravo
« en toda la línea, y m e atacaron con tanta tuerza, que al pié de mis parapetos y dentro
en la provincia de Veraeruz, hasta que á principios de Noviembre recibió orden de Mo-
« del foso, despues de rechazados, quedaron tantos cadáveres, que fué necesario arras-
relos para que la división que aquel mandaba, unida á la de Matamoros, marchase á T e -
« trarlos y sepultarlos para que no nos apestasen. E n este dia fué herido Conti, D. To-
pecoaeuilco, con el objeto ostensible de desalojar de este punto al jefe español Moreno
« más Layzaca, los subalternos Novoa, Toledo y el capitan de Asturias Severias. Y o
Daoiz que lo ocupaba. Bravo ignoraba el verdadero objeto de esta marcha, que no era
«tuve doce muertos y diez y ocho heridos; entre éstos el capitan I). Nicolás Anzures,
otro que la expedición á Valladolid, largo tiempo meditada, y proyectada p o r Morelos.
« D. Nicolás Agüero, que hacia de mayor de plaza, y el capitan de la primera de fusile-
E n Cutzamala se reunieron las divisiones de Bravo y Matamoros á la de Galeana, y to-
« ros D. J u a n Galindo. E l fuego sobre la plaza, á pesar de esto, era sin interrupción de
das juntas se dirigieron á Valladolid, á éuyas puertas se presentó Morelos el dia 22 de
« dia y de noche. E l 27 de Setiembre, los capitanes Machorro y Montiel aparecieron
Diciembre; y en los siguientes 23 y 24, Bravo tomó parte en el ataque de la plaza, con útil, é imposible su conformidad con la desatentada conducta de Terán, por lo que rehu-
la bizarría de que antes babia dado tantas pruebas. sando, como era natural, el ofrecimiento que éste le hacia de que se quedase á su lado
Obligados los insurgentes á retirarse hácia P u r u a r á n despues de haber sufrido un en calidad de segundo jefe, dispuso Bravo marchar á Coscomatepee, despues de haber
fuerte descalabro á las inmediaciones de Valladolid, Bravo se encontró en el desastroso tenido mil dificultades para que Terán le devolviese el armamento de que había despo-
combate del pueblo mencionado últimamente; y despues de haber hecho prodigios de j a d o á su tropa.
valor, pudo forzar el paso por en medio del ejército realista, y en compañía de Galeana Habia dejado Bravo en Coscomatepee bastantes recuerdos y simpatías, para que la
se dirigió á las montañas del Sur, que en todo tiempo han sido el último baluarte de la poblacion entera, al tenerlo de nuevo en su seno, le hiciese grandes instancias para que
libertad y el lugar de refugio de sus defensores. permaneciera en u n punto que dos años ántes habia sido testigo de su gloria, Condes-
D u r a n t e todo el año de 1814 y la mayor parte del de 1815, D. Nicolás Bravo perma- cendió Bravo con los deseos de aquellos habitantes; pero Victoria, que hacia tiempo
neció combatiendo constantemente por la causa nacional, ya á las inmediatas órdenes habia adquirido bastante influencia en toda la provincia de Veraeruz, desde que de ella
de Morelos, ya en las expediciones que éste le confiaba. Los hechos de Bravo son poco faltó D. Nicolás Bravo, tuvo celos de éste al saber el buen acogimiento de que habia si-
conocidos durante ese período; pero lo volvemos á encontrar el 5 de Noviembre de 1815 do objeto en Coscomatepee, y le escribió suplicándole se retirase de la provincia y se
dirigiese al Sur, donde hacia falta y adonde pronto le remitiría algunos fusiles.
en la desgraciada acción de Tesmalaca, en que f u é hecho prisionero el generalísimo
Bravo habia dado ya en su dilatada carrera mil pruebas de grandeza de alma. Per-
Morelos.
donando la vida en Medellin á los prisioneros españoles en los momentos mismos de
Obligado éste á empeñar u n combate en dicho pueblo con el objeto de salvar al Con-
recibir la noticia de la ejecución capital de D. Leonardo Bravo, padre de nuestro héroe,
greso de Chilpancingo en su difícil retirada á Tehuacan, presentó al enemigo su línea
había mostrado una generosidad y nobleza sin ejemplo. Defendiendo á Coscomatepee
de batalla dividida en tres cuerpos. E l de la izquierda era mandado por D. Nicolás
con u n puñado de valientes contra un ejército aguerrido y numeroso, habia dado un
Bravo.
testimonio irrefragable de su valor é inteligencia.
Éste f u é el único que por algún tiempo sostuvo el choque de las fuerzas realistas.
Tenia ahora que dar la última prueba de su heroica magnanimidad. L a terminante
Puestos en f u g a los demás cuerpos independientes, Bravo se vió obligado al fin á reti- insinuación de Victoria, tanto más dolorosa para Bravo cuanto que éste habia sido el
rarse, tomando á su cargo la dificultosa y delicada tarea de seguir custodiando á los re- que con los esfuerzos de su valor, con las muestras de su generosidad y con la pruden-
presentantes de la Nación. cia y moderación de su conducta, habia ganado toda la comarca de Veraeruz para la
Desde este m o m e n t o la Historia no precisa detalladamente los actos de la vida de causa nacional atrayendo hácia ésta las simpatías y el entusiasmo de los habitantes;
Bravo hasta su prisión en el rancho de Dolores. Como por incidente se hace mención aquel desaire de que era objeto, decimos, debió poner en terrible lucha las pasiones y
de su n o m b r e u n a que otra vez, y a por sus entrevistas con Victoria en el fuerte de Pal- los sentimientos del héroe.
millas, ya p o r sus relaciones con Guerrero en el Sur, ya p o r la segunda defensa de A u n cuando Bravo podia tener fundados resentimientos contra un caudillo que com-
Cóporo. batía p o r la misma causa, dominó en su alma exclusivamente el amor á la Patria, y sa-
Sin embargo, nadie mejor que el mismo Bravo podia referir los acontecimientos de crificó su justa susceptibilidad retirándose de Coscomatepee, en secreto, para no dar
esa parte de su vida militar. lugar á u n a conmocion en el pueblo que tanto lo amaba, y dirigiéndose de nuevo á las
D e la relaeion escrita por el héroe y dirigida á u n amigo suyo, vamos á tomar la par- regiones del Sur en solicitud de otro héroe que allí luchaba por la Independencia: D.
t e que sea necesaria para dar idea de los acontecimientos en que figuró durante el pe- Vicente Guerrero.
ríodo de Noviembre de 1815 á Diciembre de 1817. Marchó Bravo con su tropa tomando el camino de San A n d r é s Chalchicomula y de
Habiendo llegado á Tehuacan con algunos miembros del Congreso que se le reunie- Tepeji de la Seda, pues quiso evitar el paso por Tehuacan para no dar lugar á un con-
ron despues de la derrota de Tesmalaca, Bravo filé de opinion que el Cuerpo que repre- flicto con Terán que allí se encontraba,
sentaba á la Nación no se retirase á Coxcatlan, sino á Cerro Colorado. L a conducta de A los pocos dias de una marcha rápida encontró por fin al f u t u r o héroe de Acatém-
D. Manuel Terán parecía sospechosa á la lealtad de nuestro héroe; y á pesar de que pan; recibió de él auxilios de pertrechos de g u e r r a y dinero; combinaron de común
aquel quería disuadirlo de que acompañase al Congreso en su retirada, Bravo creyó de acuerdo algunos movimientos y medidas en favor de la causa que ambos defendían, y
su deber hacerlo así, y lo custodió hasta Coxcatlan, donde tuvo efectivamente que de- Bravo se separó de Guerrero, dirigiéndose á las inmediaciones de Cuautla, donde se
fenderlo contra la agresión de Terán, hasta que los diputados mismos lo exhortaron á proporcionó algunos recursos.
que cesase en su resistencia. D e allí continuó su m a r c h a hácia el Mexcala, de cuyas riberas no se separó, haciendo
U n a vez hechos prisioneros p o r Terán los miembros del Congreso y conducidos de jornadas dobles y generalmente de noche, para evitar u n ataque de A r m i j o que se en-
nuevo á Tehuacan, Bravo comprendió que su presencia en aquel punto era del todo in-
El célebre D. Benedicto López intentó, sin resultado, la introducción de víveres á la
contraba en Chilapa con u n a fuerte división. Llegó, por fin, despues de muchos días de
plaza, pero f u é capturado el convoy que conducía, y el mismo López quedó prisionero,
m a r c h a fatigosa v difícil, al pueblo de Ajuchitlan, donde permaneció algún tiempo.
habiendo sido despues fusilado p o r orden expresa del virey. E n tan angustiada situa-
Allí reunió las diferentes partidas que expedicionaban por aquellos rumbos, las dis-
ción, desmoralizada la guarnición del fuerte, y estrechado el sitio hasta colocarse los
ciplinó y municionó convenientemente, y ántes de dos meses habia ya logrado formar
sitiadores á tiro de pistola, Márquez Donallo dió el asaltó el día 1? de Diciembre al
una división de más de mil hombres, regularmente arreglada y en la mejor disposición
anochecer. Todo f u é en aquel momento eonfusion y desorden: los sitiados intentaron
para batirse. Confiado en estos buenos elementos, dispuso Bravo fortificar el cerro del
salvarse dejándose caer por el derrumbadero llamado las Cuevas de Pastrana; pero allí
Aguila, y marchar á I l u e t a m o sobre el comandante realista D. P i ó María Ruis. No perecieron muchos, y otros fueron alcanzados y muertos en la persecución que les hizo
pudo dar alcance á éste p o r haberse retirado luego precipitadamente, pero entro en re- Barradas.
laciones con U r b i z u , compañero de Ruiz, quien le ofreció tropas y presentarle u n plan
Bravo logró salvarse, aunque m u y maltratado por la caída que había dado desde una
para que se apoderase de Zitácuaro, con el auxilio del mismo Urbizu, que debía pasar-
grande altura: oculto desde luego entre unas peñas, se dirigió despues á pié y sin tener
se á los independientes. Exigió U r b i z u á Bravo, para llevar á cabo esté proyecto, que
con que alimentarse, al rancho del Atascadero, distante más de treinta leguas de Có-
se alejase por algunos dias: hízolo así D. Nicolás Bravo, pero U r b i z u faltó á su promesa.
poro, y cuyos habitantes le proporcionaron u n caballo para llegar á H u e t a m o , donde
Entonces se decidió nuestro héroe á situarse en Cóporo, célebre posicion que en otro
se proponía reunir los dispersos.
tiempo habia fortificado y defendido D. R a m ó n Rayón. E l gobierno del virey com-
A este tiempo'se habia presentado entre las tropas insurgentes D. J u a n Antonio de
prendió cuán importante era n o permitir que Bravo permaneciese en aquella posicion
la Cueva, bajo pretexto de venderles algunas mercancías y baratijas, pero en realidad
militar: recordaba que el p u n t o era formidable y el actual defensor inteligente, ardoro-
comisionado por el gobierno de México para procurar la aprehensión de D. Ignacio
so y tenaz.
Rayón y del Dr. Verduzco. Bravo se dejó engañar al principio por las apariencias
Envióse u n a gruesa división á atacar á Bravo, pero f u é derrotada completamente; y de Cueva, pero habiendo tenido noticia de la prisión de Yerduzeo, marchó sobre los
entusiasmado con este triunfo, se empeñó Bravo más y más en reconstruir las fortifi- aprehensores, cuya retaguardia alcanzó al pasar el rio del Carrizal.
caciones de Cóporo, que habían sido destruidas totalmente despues que las entrego
Reunido con las fuerzas de Guerrero, Catatan, Zavala y Elizalde, componiendo un
Rayón. total de quinientos hombres, Bravo siguió en persecución del enemigo hasta las inme-
E n esta época apareció en las costas de Tamaulipas la expedición del general M m a . diaciones de Ajuchitlan; pero habiendo sabido que A r m i j o habia llegado á este pueblo,
L a gloriosa intentona de éste, que principió con u n éxito tan brillante, hizo renacer se retiró Bravo á San Miguel A m u c o , donde entregó el m a n d o de todas las fuerzas al
las esperanzas de los independientes en todo el país, y comenzaron á buscar á los cau- Sr. Guerrero, dirigiéndose despues, con objeto de atender á su quebrantada salud, al
dillos que habían quedado sosteniendo la noble causa. Bravo se decidió á defender bi- rancho de Dolores.
zarramente á Cóporo. P o r noticia de un prisionero, tuvo A r m i j o conocimiento del lugar en donde Bravo
Relevado del m a n d o Mora, que habia atacado á Bravo sin éxito, tuvo p o r sucesor á se encontraba, y se dirigió allá desde luego con el objeto de aprehenderlo, lo que logró
D. José Barradas, que llevando de refuerzo su batallón Ligero de San Luis, intentó efectivamente el 22 de Diciembre de 1817.
u n a sorpresa sobre el ftierte p o r una vereda desconocida, pero fué descubierto y recha- H a b i a dado orden el virey de que Rayón y Verduzco fueran remitidos á su disposi-
zado con bastante pérdida. Pidió mayor número de tropas, que le fueron enviadas, al ción, y habiendo sido conducidos á Teloloapan, lo f u é también Bravo, cuya prisión ha-
mismo tiempo que se dió el m a n d o de todas las que obraban sobre Cóporo, ai coronel bia sido puramente accidental, sin haber entrado en el plan proyectado contra Rayón
Márquez Donallo, que salió de México el 13 de Noviembre de 1817, llevando consigo y Verduzco. L a prisión de Bravo era, sin embargo, la más importante, y en el parte
su batallón de Lobera, doscientos caballos y artillería de grueso calibre. Despues se Je que A r m i j o dió al virey, decia que nuestro héroe «era mandarín del mayor concepto
reunió una parte del Regimiento de Ordenes militares. « entre los de su clase, y de influjo indecible en toda la Tierracaliente, p o r su astucia,
Todas estas fuerzas eran ya superiores á la defensa que Bravo podia hacer de la for- « por su mal encaminada constancia, por su sagacidad, atrevimiento, antigüedad en su
taleza de Cóporo. Siguiéndose las indicaciones" de D. R a m ó n Rayón, que ántes había « fatal causa y arbitrios de formar reuniones.»
fortificado y defendido el mismo punto, y acompañaba ahora á Márquez Donallo, el si- Llevados los presos á Cuernavaca, el comandante de este punto recibió orden del vi-
tio se hizo cada dia más estrecho, se impidió toda comunicación de los sitiados con el rey para formar sumaria á los eclesiásticos y para proceder contra los demás, sin otra
exterior del fuerte, y los horrores del h a m b r e comenzaron á sentirse en el interior. «Mis formalidad que la identificación de las personas, conforme á lo prevenido en los diver-
J sitiadores, dice Bravo, abundaban de todo, cuando yo de todo carecia: el perro muer- sos bandos de Venegas y de Calleja. Esto era tanto como condenar á muerte á Bravo
« t o y el caballo, fueron el plato más regalado con que muchos dias satisfice m i ham- irremisiblemente; pero A r m i j o y toda la oficialidad de su División suscribieron una re-
« bre, pasando algunos sin alimentarme.»
doñde^legaron á sus oídos las noticias del'nuevo plan de Independencia proclamado en
presentación a! virey . .. favor del ilustre prisionero, por cuya vida todos se interesaban
Iguala por B . Agustín de Iturbide. , , , . „ . , .
vivamente. , , . No podia ser grande la confianza que inspirara este caudillo a los jefes de la prime-
A r m i i o llevó á México apresuradamente la representación, y obtuvo del virey que r a época de Independencia, Su constante adhesión á la causa realista, y la persistencia
variase'los términos de la orden, previniendo que también se formase sumaria a los se- llevada frecuentemente hasta la crueldad, con que I t u r b i d e habia perseguido y comba-
culares. E l mismo virey Apodaca, al entregar esta eontra-órden á Armijo, le advxrtio tido á los insurgentes, había hecho que su solo nombre fuese para estos un objeto de
que la vida de Bravo dependia de la rapidez con que aquella fuese llevada a Guernava- horror Iturbide escribió una caita á D. Nicolás Bravo invitándolo á que tomase parte
ca donde conforme á la orden de 12 de Enero, debia procederse sin demora a a im- en la realización del proyecto que aquel habia concebido. A n i m a d o de u n sentimiento
posicion de la p e n a de muerte. E n pocas horas llegó I Cuernavaca la contra-orden de de prudencia, Bravo no contestó esa carta; pero Iturbide insistió haciéndole entregar
17 del mismo mes, en los momentos en que ya todo estaba dispuesto para la ejecu- otra por un comisionado especial, D. Antonio M i e r ; y entonces Bravo se d m g i o a Igua-
la á conferenciar con Iturbide. Manifestóle éste sus ideas favorables, al parecer, al bien
F o r m a r u n a sumaria á B . Nicolás Bravo por sus actos y participación en la g u e r r a de la P a t r i a , que fueron adoptadas por nuestro héroe, á quien I t u r b i d e expidió desde
de Independencia, era lo mismo que salvarle la vida. P o r grande que fuera la obceca- luego un despacho de Coronel, diciéndole que no lo restablecía en el anterior empleo de
ción del gobierno vireinal, y por terrible que fuera el anatema que hacia pesar sobre a Teniente-general que habia tenido en la primera época de la revolución, porque no po-
causa independiente, n o podía atribuir á Bravo otros crímenes que los de u n acendrado dia conferirle u n grado superior al que el mismo I t u r b i d e tenia. L a contestación de
amor á su patria, y los de u n a nobleza y heroicidad sin ejemplo, manifestadas constan- Bravo f u é digna de él al decir: «no aspiro á distinciones; m e presento á servir como sol-
temente en todos sus actos. Así es que ni aun se llegó á pronunciar sentencia en la « dado, y sólo deseo contribuir á realizar la independencia de m i patria.»
causa de nuestro héroe, sino que trasladado el día 9 de Octubre de 1818 a la cárcel de Marchó luego Bravo á Chilpancingo; y en este punto, en Tixtia y en Chilapa, logro
Corte de México, permaneció allí hasta que el restablecimiento de la Constitución espa- reunir más de cien hombres que se le desertaron prontamente, pues el espíritu de las
ñola de 1812 produjo el decreto de 13 de Octubre de 1820, por el que f u é puesto Bra- dos últimas poblaciones era decidido á favor d é l a causa real.
vo en libertad. Bravo se dirigió entonces á Izúear, adonde llegó con una tuerza de quinientos hom-
E n la dilatada prisión de eerca de tres años que sufrió D. Nicolás Bravo, grandes bres que en el camino se le reunieron; y habiendo sabido que el coronel realista Hévia
fueron las penalidades á que estuvo sujeto. E n la cárcel de Corte, donde permaneció habia sido destinado para perseguirlo, dejó la infantería fortificada en Izúear y pasó á
dos años, n o fué aliviado del tormento de tener en los piés u n a barra de grillos, y ha- Atlixco con la caballería. Allí se fueron agrupando al rededor del esclarecido caudillo,
bía necesidad de sacarlo en hombros fuera del calabozo para que tomase diariamen- Osorno y otros de los jefes independientes que expedicionaban por los Llanos de A p a m .
t e un poco de sol. Confiscada su hacienda de Chiehihualeo, careciendo por lo mismo Recogiendo Bravo la infantería que habia dejado en Izúear, se situó en Huejotzingo,
su familia de todo recurso, D. Nicolás Bravo se vió precisado á recurrir en la cárcel, de donde, para burlar la persecución tenaz de Hévia, se dirigió luego á Tlaxcala y á
para obtener una insignificante ganancia, que empleaba en comprar tabaco y choco- Huamantla, dejando á su paso encendido por todas partes el fuego de la revolución.
late á esa mezquina industria de los presos que consiste en manufacturar algunos • Besde Izúear habia avisado Bravo á B . José Joaquín de Herrera, que Hévia perse-
objetos de curiosidad, productos de la paciencia y del fastidio. B . Nicolás Bravo hacia guía al primero con tenacidad; y el segundo, corriendo en su auxilio, se situó en Tepea-
cigarreras de cartón que adornaba con papel de colores y marcaba con su cifra: estos ca, adonde Hévia se dirigió inmediatamente. H e r r e r a hizo avisar á Bravo para que se
objetos fueron despues conservados por los amigos del héroe, y por todas aquellas per- le reuniese en aquel punto, lo que efectivamente verificó, despues de haber intentado
sonas para quienes eran u n sagrado recuerdo de los sufrimientos de u n o de los mas no- en vano persuadir á H e r r e r a de que debia más bien retroceder á H u a m a n t l a y reunirse
bles caudillos de la Independencia, con él. Bravo presentía ya la derrota de Tepeaca.
Así como jamas decayó el ánimo de Bravo en medio de los azares de la guerra y en A l frente de este pueblo se presentó Hévia el 22 de Abril de 1821, y el 24 se empeñó
las vicisitudes de una tremenda lucha, tampoco se doblegó á impulsos de la desgracia la reñida acción en que frieron derrotados los independientes, teniendo que abandonar
cuando estuvo preso. E l virey Apodaca se admiró más de una vez de la actitud de no- el punto, y cubriendo Bravo con la caballería la retirada de H e r r e r a hasta la hacienda
bleza y magnanimidad que Bravo tenia constantemente en la prisión. Nada pedia, de de la Rinconada, d e donde se separó de éste para dirigirse á Zacatlan.
nada se quejaba, y sufría con tan tranquila resignación sus padecimientos, que solía de- Marchó de allí á Tulancingo, de donde el realista Concha salió precipitadamente.
cir el mismo virey «que Bravo le hacia la misma impresión que le hiciera un príncipe Ocupó Bravo la poblacion, reuniéndosele el coronel Castro con cuarenta dragones de la
cautivo." , división enemiga, é incorporándose también B . Guadalupe Victoria, Siguieron en per-
Puesto en libertad, como hemos dicho, á consecuencia del decreto de 13 de Octubre secución de Concha hasta San Cristóbal Ecatepee, de donde Bravo volvió apresurada-
de 1820, eligió para su residencia el pueblo de Izúear, pasando poco despues á Cuantía,
mente sobre Paebnea y se apoderó de la artillería y municiones que habia dejado Con- D e allí, tratando de ponerse de acuerdo eon D. Antonio León, para propagar la re-
cha en aquella villa, regresando despues á Tulaneingo, en cuyo p u n t o organizó y vistió volución en la Mixteca, se dirigió á H u a j u a p a n , donde conferenció con León, y no pu-
la tropa que tenia, estableció una fábrica de pólvora, y una imprenta en que comenzó á diendo obtener de éste desde luego el que tomase un partido decisivo, y sabiendo que
publicarse u u periódico y otros papeles que propagasen la revolución. A r m i j o se preparaba á atacarlo, se situó en ia Junta, de los Rios, sufriendo una deserción
E l 14 de J u n i o se encontró Bravo en disposición de salir de Tulaneingo con tres mil que apénas podían contener los esfuerzos del coronel Castro. Pronunciado, por fin, D.
hombres para sitiar la ciudad de Puebla. A inmediaciones de esta ciudad se reunieron Antonio León en H u a j u a p a n el 1? de F e b r e r o de 1823, Bravo se reunió á él dirigiéndo-
á Bravo varias partidas, y el sitio quedó establecido con tres mil seiscientos hombres. se ambos á Oaxaca, donde Bravo fué recibido con aplauso, é instaló una J u n t a de go-
Situado Bravo en el cerro de San J u a n , supo allí la defección de que habia sido vic- bierno.
tima el virey Apodaca en la capital; y á f u e r de agradecido por las consideraciones de E n Marzo de 1823, Bravo salió de Oaxaca para México con las tropas que habia reu-
que habia sido objeto por parte de aquel gobernante, dió sus órdenes para que si caia nido en aquella provincia, y acampó en San Agustín de las Cuevas (hoy Tlalpam), donde
el virey en poder de alguna partida independiente, fuese tratado con toda especie de mi- se habian j u n t a d o la mayor parte de las fuerzas que habian secundado el movimiento
ramientos y distinciones. de S a n t a - A n n a en Veracruz contra Iturbide. Estando á punto de verificarse u n rom-
En 10 de J u l i o de 1821 Bravo intimó rendición á la plaza de Puebla, lo que no tuvo pimiento entre dichas fuerzas y las imperiales, que se hallaban en la capital, Gómez
efecto, y sí un armisticio, mientras trataban directamente los sitiados con D. Agustín Pedraza promovió u n a J u n t a de guerra, en la que se acordó, el dia 26 de Noviembre,
de Iturbide; y habiendo llegado éste á las inmediaciones de la ciudad, se arregló u n a u n convenio cuyo artículo 2? fijó la salida de Iturbide para Tulaneingo tres dias despues,
capitulación, de lo que resultó que el ejército independiente ocupase la plaza el día 2 bajo la custodia del general Bravo, como lo habia pedido el nuevo emperador. «Nada
de Agosto. « h a y en la vida de Bravo, dice Alaman, que le sea tan honroso, como esta elección que
Mes y medio despues de la terminación del sitio de Puebla, Bravo veia coronado el « hizo I t u r b i d e para confiar á su honor y probidad su propia persona y familia, cuando
supremo deseo de toda su vida, y entraba en México con el Ejército Trigarante vitorean- «todos le habian faltado.»
do la Independencia nacional, y siendo él mismo proclamado como uno de sus héroes. Conducido I t u r b i d e á Tulaneingo, y de allí á Veracruz, para ser embarcado en la
fragata inglesa "Rowllins," Bravo se condujo noblemente con su prisionero, guardán-
dole toda especie de consideraciones, y no permitiendo que se registrase el equipaje del
VI ilustre desterrado. L u e g o que Bravo cumplió la eomision de hacer embarcar á Iturbi-
de, fué invitado por las autoridades de Veracruz, que deseaban conocerlo, á que pasase
á la ciudad, donde fué objeto de todo género de atenciones.
Aquí termina el p r i m e r período de la vida militar y heroica del General Bravo. E n Y a en la sesión tenida p o r el Congreso el 29 de Marzo, habia sido nombrado Bravo
cuanto á sus actos posteriores al año de 1821, los señalarémos rápidamente para dar ci- miembro del " P o d e r Ejecutivo," compuesto del mismo Bravo y de los generales Vic-
m a á la tarea que hemos tomado á nuestro cargo, y seguiremos á grandes pasos la ca- toria y Negrete. Habiendo tomado en Guadalajara una actitud hostil al Gobierno de
rrera pública del Sr. Bravo hasta su muerte, acaecida en 1854. México los generales Quintanar y Bustamante, Bravo salió, con u f a división de dos mil
E n el arreglo que se hizo del ejército en E e b r e r o de 1822, Bravo fué nombrado coro- hombres, con el objeto de reprimir cualquiera intentona, lo que consiguió de pronto,
nel del primer regimiento de caballería, formado de las escoltas de Bravo y de Guerre- teniendo una entrevista en Lagos con los referidos generales, y situándose en Celaya
ro, y de los dragones de México. E n esta capital permaneció hasta el 5 de E n e r o de con u n cuerpo de observación. Más tarde, en J u n i o de 1824, ñié preciso acercarse á
1823, en que en compañia de Guerrero salió de ella, para ir á t o m a r parte en el movi- Guadalajara y ocuparla militarmente, haciendo prisioneros á los generales Quintanar y
miento iniciado en Veracruz p o r S a n t a - A n n a contra el emperador Iturbide. Bustamante, que fueron remitidos á Acapulco. U n historiador hace, por la prisión de
Dirigiéndose á Chilapa los dos generales, despues de habérseles reunido el coronel dichos generales, un reproche á Bravo. E l carácter de éste, reconocido en mil antece-
D. Antonio Castro con u n destacamento de caballería, llegaron á aquella villa, de don- dentes como leal y magnánimo, lo pone á cubierto de toda sospecha, y hoy está bien
de salieron al encuentro de A r m i j o que habia sido enviado en su persecución, y á quien probado en la historia, que la conducta de Bravo en toda la expedición de Guadalajara
esperaron en la fuerte posicion de Almolonga, cuya altura fortificada defendió Bravo, se ciñó estrictamente á las instrucciones que recibió del " P o d e r Ejecutivo."
y Guerrero los atrincheramientos que se habian formado en el descenso de la loma. Bravo regresó á México á t o m a r parte en el gobierno con los generales Victoria y
Herido gravemente Guerrero, abandonaron los suyos el campo, sin que fuesen bas- Guerrero; y habiéndose verificado poco despues las elecciones de Presidente y Vicepre-
tantes á contener la f u g a los esfuerzos de D. Nicolás Bravo. Éste se retiró hácia P u t l a sidente de la República, con arreglo á la Constitución de 24, Victoria f u é nombrado
eon los dispersos que pudo recoger, y se situó despues en el rancho de Santa Rosa. para el primer cargo, y Bravo para el segundo, en competencia con Guerrero.
L a resistencia de Chapultepec fué heroica pero inútil: el fuerte fué tomado por asal-
L o s sucesos políticos de esa época le obligaron á marchar á Guayaquil; de allí pasó á
to, y Bravo quedó prisionero.
Guatemala, regresando á su país en 1829. S a n t a - A n n a le confirió el m a n d o del Ejérci-
Bespues de la catástrofe, Bravo no volvió ya á figurar en la escena militar ni política.
to del Norte, del que se separó en 1836 en virtud de los sucesos de Tejas, y se retiró á Su vida pública terminó con aquella desgracia de la Patria, como siete años despues su
la vida privada á Chilpancingo. vida privada debia terminar por u n crimen. Este hecho, si bien causa indignación y
N o m b r a d o en 1839 Presidente del Consejo, tuvo que t o m a r en calidad de tal las rien- dolorosa tristeza, n o es, por otra parte, de extrañarse. L a vida de los hombres eminen-
das del Gobierno, el 10 de Julio, no obstante que al tomar posesion de aquel cargo, re- tes siempre h a estado amenazada por los tiros de la calumnia y de la envidia.
nunció espontáneamente el derecho que la Constitución le daba para ejercer la suprema Retirado á Chilpancingo, donde pasaba en la tranquilidad del hogar doméstico los
magistratura. Pocos dias permaneció el general Bravo al frente de la Administración, últimos años de su vida, el 22 de A b r i l de 1854 morían, casi repentinamente y con la
y en ella demostró cualidades estimables en u n gobernante, distinguiéndose por su pru- diferencia de sólo algunas horas, el Sr. Bravo y su esposa.
dencia, laboriosidad y b u e n a fe. Sus restos descansan en el lugar que le vió nacer, y que se enorgullece de llevar h o y
Volvió á la vida privada, hasta 1841, en que electo Diputado al Congreso general por su nombre.
el Estado de México, la Cámara lo designó para presidente del Consejo, de cuyo cargo Así concluyó la existencia de aquel hombre, cuya figura se destaca imponente y ma-
jestuosa en la Historia, y que siempre digno por mil títulos, ilustre por sus hazañas,
no llegó á tomar posesion, pues el Presidente provisional de la República lo nombró sus-
esclarecido por sus sentimientos levantados, es y será en todo tiempo la h o n r a y la glo-
tituto suyo, é hizo se encargase de la Administración en 26 de Octubre de 1842, en cuyo
ria de la Patria.
puesto permaneció hasta 5 de Mayo de 1843.
LORENZO AGOITIA.
E n 1844 f u é comisionado el Sr. Bravo para apaciguar la sublevación de los indígenas
de Chilapa, que amenazaban envolver las regiones del Sur en u n a horrorosa guerra de
castas. L o g r ó el ilustre General llevar á buen término su delicado encargo, merced á la
justa influencia de que gozaba en aquellas comarcas, y prestó en esta vez u n notable
servicio á la patria y á la civilización.
E n 1846, al iniciarse el amago de la invasión norte-americana, se le confió la orga-
nización de la defensa nacional en la zona de los departamentos de Puebla, Veraeruz,
Oaxaca y Tabasco. Situado el cuartel general de Bravo en Veraeruz, hizo allí podero-
sos esfuerzos para levantar el espíritu público, abatido p o r la desgraciada suerte de nues-
tras armas. Expidió proclamas que respiraban patriótico ardor, y en las que se conju-
r a b a á los mexicanos á la unión, y á deponer los odios de partido en presencia del gran
peligro que amenazaba á la Nación.
Poco despues, Bravo ñxé nombrado Vicepresidente de la República en la elección
que elevó á Paredes á la Presidencia, Este general obtuvo permiso para separarse de la
suprema magistratura á fin de tomar personalmente el mando del ejército, y Bravo to-
m ó posesion del poder, en el que m u y pocos dias permaneció, por haber triunfado com-
pletamente el plan de Jalisco, que llamó á S a n t a - A n n a del destierro y puso en sus ma-
nos los destinos de México.
Bespues de la derrota de Cerro Gordo fué nombrado Comandante general del Estado de
Puebla, y al replegarse todas las fuerzas que podían oponerse á la invasión, hácia el V a -
lle de México, Bravo quedó encargado del m a n d o de la línea del Sur, y pocos dias despues
tuvo que sostener la heroica defensa de Chapultepec hasta e l 13 de Setiembre de 1847.
Aquí Bravo volvió á ser el héroe de la primera Independencia: aquí desplegó el mis-
mo valor intrépido que treinta y cinco años ántes lo habia hecho triunfar en el P a l m a r
y defender bizarramente á Coscomatepee; pero B r a v o tuvo que participar de la fatal
desgracia que, por circunstancias particulares y que son de todos conocidas, pesaba so-
b r e nuestro ejército y agobiaba á la Nación.
HOJA DE SERVICIOS
HOJA DE SER VICIOS dd C. General de División Nicolás Bravo; su edad sesenta y nueve años;
natural de Chilpancingo, del Estado de Guerrero; su estado casado; sus servicios y cireunstan-
• das las que & continuación se expresan.
P E C H A S E N Q U E O B T U V O L O S E M P L E O S Y T I E M P O Q U E H A S E R V I D O E N CADA U N O .
Total. 54
1?
:
En la toma de la plaza de Tixtla, el 26 del mismo mes, haciendo seiscientos prisioneros armados;
CUERPOS E N QUE H A SERVIDO Y CLASIFICACION DEL TIEMPO.
y además ocho acciones.
Años. Meses. Dias. En la derrota del jefe realista Fuentes, á inmediaciones de Tixtla, en el mes de Agosto.
En la toma de la plaza de Chiautla, el 4 de Diciembre, quedando prisionero el jefe realista Musi-
En los antiguos patriotas, de 25 de Setiembre de 1810 á 31 de Diciembre de
tu, y también cuatro cañones, armamento y gran cantidad de municiones.
1817 7 3 7
Prisionero de guerra, de 1? de Enero de 1818 á 1? de Marzo de 1821 3 2 En la toma de la plaza de Izúcar (hoy de Matamoros), en el mismo mes.
»
Con los mandos de las Divisiones, 7? del Ejército, la de Operaciones y la del En la derrota del jefe realista Soto Maceda, en la Galarza, el 17 del mismo mes, en la que murió
Sur, de 2 de Marzo de 1821 á 31 de Enero de 1833 11 11 »
dicho jefe.
o
En cuartel, de I de Febrero de 1833 á 1? de Octubre de 1834 En la acción de Tenango, el 29 del citado mes.
1 8
Con el mando de la División del Sur, de 2 de Octubre de 1834 á 28 de Mayo A Ñ O D E 1812.
de 1837 2 7 27
En la ocupacion. de la plaza de Taxco, el 1? de Enero.
En cuartel, de 29 de Mayo de 1837 á 9 de Diciembre de 1838 1 6 11
En la defensa de la Hacienda de Tecualoya, el 17 del mismo mes.
De Comandante General del Estado de Puebla, de 10 de Diciembre de 1838 á
En la toma de la plaza de Tenancingo, los dias 23 y 24 del propio Enero, habiéndole quitado al
9 de Julio de 1839 » 7 !»
enemigo una culebrina y tres cañones.
Encargado de la Presidencia de la República y otras comisiones del servicio, de
En el sitio de la plaza de Cuautla (hoy de Morelos), del 19 de Febrero al 2 de Mayo, dia en que
10 de Julio de 1839 á 16 de Junio de 1844 4 11 7
rompieron el sitio.
De Comandante General del Sur y de General en Jefe del Ejército de operacio-
En la derrota de los jefes realistas Cerro y Afiorve, á inmediaciones de Chilapa, en el mes de Ma-
nes, de 17 de Junio de 1844 á 3 de Febrero de 1845 y? 7 17
yo, de la que resultó la toma de esa plaza.
De miembro del Consejo de Gobierno, de 4 de Febrero de 1845 á 27 de Julio
En la derrota de los jefes realistas Régules y Caldelas, á inmediaciones de Huajuapam, el 23 de
de 1846 i 5 24
Julio, habiéndoles quitado catorce cañones y más de mil fusiles.
Encargado del Poder Ejecutivo, de 28 de Julio á 1? de Setiembre de 1846 J! 1 4
En la derrota del jefe realista Labaqui, en San Agustín del Palmar, en el mes de Agosto, en la
En cuartel, de 2 de Setiembre de 1846 á 13 de Abril de 1847 JJ 7 12
que murió dicho jefe y quedó prisionera toda la fuerza; y la mandó en jefe.
De Comandante General del Estado de Puebla, del 14 al 30 de Abril de 1847. >? 17
En el ataque y toma de la plaza de Orizaba, el 26 de Octubre.
De General en Jefe de las fuerzas del Distrito Federal y Estado de México, de
En el combate de las Cumbres de Acultzingo, en Noviembre.
I o de Mayo á 26 de Julio de 1847 Jj 2 26-
En el ataque y asalto de la plaza de Oaxaca, el 25 de Noviembre, quedando en su poder sesenta
Encargado del Poder Ejecutivo y otras comisiones del servicio, de 27 de Julio
cañones, mil fusiles y gran número de prisioneros, entre ellos el Teniente general González Saravia,
de 1847 á 30 de Abril de 1848 )> 9 4 jefe de la Brigada Régules. y los coroneles Bonavia y Aristi.
En cuartel, de 1? de Mayo de 1848 á 22 de Abril de 1854, en que se cierra es-
A Ñ O D E 1813.
ta Hoja por haber fallecido el interesado.... 5 11 22
Abono de tiempo doble conforme al decreto de 21 de Marzo de 1822, de 25 de En la defensa y derrota de las fuerzas realistas, en Santa Rita, el 8 de Enero, haciéndoles treinta
11 »: 3 y cuatro prisioneros y quitándoles algunas armas.
En la defensa del Puente del Rey (hoy Nacional), el 14 del mismo mes.
Total de servicios hasta 22 de Abril de 1854.. » 54
En la ocupacion de la plaza de Acapulco, el 12 de Abril.
En el sitio y toma del Castillo de San Diego, en Acapulco, el 20 de Agosto.
En el sitio de la plaza de Coscomatepec, en el mes de Octubre.
En la defensa y derrota sufrida en la plaza de Valladolid (hoy Morelia), en los dias 23, 24 y 25
CAMPABAS Y ACCIONES DE G U E R R A EN QUE SE HA HALLADO.
de Diciembre.
En toda su carrera militar concurrió á cincuenta acciones de guerra y cinco sitios de plazas. A Ñ O D E 1815.
A Ñ O D E 1810.
En el ataque de la plaza de Tepantitlan, el 13 de Julio.
En la derrota sufrida en Texmalaca, el 5 de Noviembre, en la que fué hecho prisionero el E. S.
Eif el combate de Veladero (Estado de Guerrero), contra el Gobernador Carrefio.
D. José María Morelos.
A Ñ O D E 18U. A Ñ O D E 1816.
En la derrota del jefe realista Páris, la noche del 4 de Enero. En la derrota sufrida en las Mixtecas, mandando en jefe.
En la acción de la Hacienda de Chichihualco, contra el jefe realista Garrote, en el mes de Mayo, En la retirada del Cerro de Hueyapa, el 19 de Mayo, mandando en jefe.
LICENCIAS QUE HA USADO.
A S O D E 1821.
Ninguna.
En el sitio y toma de la plaza de Puebla, el 2 de Agosto, mandando en jefe.
A Ñ O D E 1847.
Quedo satisfecho del tiempo y servicios que se me anotan.
En la defensa del Castillo de Chapultepee, los dias 12 y 13 de Setiembre, en la que mandaba en
jefe, y fué hecho prisionero.
NOTAS.
Valor.
Capacidad.
COMISIONES QUE H A DESEMPEÑADO Y SERVICIOS MERITORIOS QUE HA PRESTADO.
Instrucción en Ordenanza.
Idem en ejercicios.
En Setiembre de 1821 fué nombrado miembro del Poder Ejecutivo.
Idem en Matemáticas.
En Febrero de 1822 fué nombrado Regente del Imperio.
Idem en Geografía del país.
En el mismo año fué nombrado miembro del Consejo de Estado.
Idem en Estadística de idem.
En Mayo de 1823 fué nombrado miembro del Poder Ejecutivo.
Conducta militar.
En 10 de Octubre de 1824 fué electo Vicepresidente de la República.
Idem civil.
En el año de 1839 fué nombrado Vicepresidente del Consejo de Estado.
Salud.
En 10 de Julio del mismo año se encargó de la Presidencia de la República.
En 10 de Octubre de 1841 fué nombrado sustituto del Presidente de la República.
En 26 de Octubre de 1842 se encargó de la Presidencia de la República.
En 4 de Febrero de 1845 fué nombrado miembro del Consejo de Estado.
En 12 de Junio de 1846 fué electo Vicepresidente de la República.
En 28 de Julio de 1846 se encargó del Poder Ejecutivo.
En 27 de Julio de 1847 se encargó del Poder Ejecutivo. El General de Brigada Ignacio Revueltas, Oficial mayor de la Secretaría de Guerra y Marina, cer-
tifico: Que la Hoja de servicios que antecede, cerrada hasta el dia 22 de Abril de 1854, y compuesta
de cuatro fojas, selladas con el sello de esta Secretaría y rubricadas por mí, ha sido formada al C.
General de División Nicolás Bravo, en vista de los documentos que existen en su expediente.
México, 22 de Febrero de 1 8 8 6 — I . Revueltas.—(Firmado.)
PREMIOS QUE H A OBTENIDO POR ACCIONES MILITARES.
Téngase por válida la presente Hoja de servicios.—-El Secretario de Guerra y Marina.—Por enfer-
medad del Secretario, I. Revueltas.—-(Firmado.)
Por decreto de 23 de Noviembre de 1822, fué declarado Benemérito de la Patria, así como bue-
Un sello que dice: " Departamento del Cuerpo Especial de Estado Mayor.—México."—Confron-
nos sus servicios desde el año de 1810.
tada por el Jefe del Departamento del Cuerpo Especial de Estado Mayor.
Por decreto de 16 de Febrero de 1831, el Congreso lo obsequió con una espada de honor por la
México, 22 de Febrero de 1886.—Francisco Troncoso.—(Firmado.)
acción del Molino.
Medallas de honor de 1.a y 2.a época, creadas por decreto de 21 de Marzo de 1822.
Medalla de honor por la defensa de la integridad de la República, creada por decreto de 11 de No-
viembre de 1846.
Cruz por la defensa del castillo de Chapultepee los dias 8, 12 y 13 de Setiembre de 1847, creada
por decreto de 23 de Diciembre del mismo año.
Cruz de Constancia, de 1.* clase, creada por decreto de 25 de Junio de 1841.
EL ESTADO DE GUERRERO
S I E N D O S U G O B E R N A D O R E L G. F R A N C I S C O 0 . A R C E
ERIGIO ESTE MONUMENTO
A LA MEMORIA DEL MAGNANIMO GENERAL
NICOLAS BRAVO.
10 D E S E T I E M B R E D E 1886.
D E S P U E S D E S A B E R Q U E SU I L U S T R E P A D R E •
EL GENERAL DON LEONARDO BRAVO
H A B I A PERECIDO EN EL CADALSO
POR ORDEN DEL VIRE Y
DIÓ LIBERTAD Á 300 P R I S I O N E R O S ESPAÑOLES.
RELATIVA AL CENTENARIO
Bravos, etc.—Muy estimado señor y —El General D. Nicolás Bi;avo, benemérito de la patria
y héroe distinguido de nuestra Independencia, es una de las glorias más puras del Estado de Guerre-
ro, que le vió nacer en esta ciudad de Chilpancingo el 10 de Setiembre de 1786.
Acercándose el centenario de esta memorable fecha, el Gobierno de mi cargo ha creido de su de-
ber tomar la iniciativa en la celebración de este glorioso aniversario, promoviendo que sea solemni-
zado en toda la República, y á la vez preparando una gran festividad patriótica en esta Capital.
Con el indicado objeto tengo la honra de dirigirme á vd., primero para suplicarle que, si á bien lo
tiene, se sirva excitar el patriotismo de los habitantes de ese Estado, á efecto de que se preparen an-
ticipadamente á celebrar como corresponde el memorable natalicio del General Bravo, y despues in-
vitar á los hombres de letras para que contribuyan á la formación de un Album literario que en ho-
nor del esclarecido patriota se propone publicar este Gobierno, cuya obra será repartida el dia del
centenario.
Del reconocido patriotismo de vd. espero que seservirá aceptar la invitación que le hago, y dicta-
rá las medidas que crea convenientes para organizar los trabajos preparatorios de la festividad dicha.
Me permito suplicar á vd., que al hacer la invitación á los escritores de ese Estado, para que con-
tribuyan con sus producciones, en prosa ó verso, á la formación del Album, se les recomiende que
éstas sean remitidas á este Gobierno ántes de finalizar el mes de Junio.
Soy con toda atención, de vd., señor Gobernador, afectísimo amigo y —Francisco O.
Arce.—Firmado.
CORRESPONDENCIA
RELATIVA AL CENTENARIO
Bravos, etc.—Muy estimado señor y —El General D. Nicolás Bi;avo, benemérito de la patria
y héroe distinguido de nuestra Independencia, es una de las glorias más puras del Estado de Guerre-
ro, que le vió nacer en esta ciudad de Chilpancingo el 10 de Setiembre de 1786.
Acercándose el centenario de esta memorable fecha, el Gobierno de mi cargo ha creido de su de-
ber tomar la iniciativa en la celebración de este glorioso aniversario, promoviendo que sea solemni-
zado en toda la República, y á la vez preparando una gran festividad patriótica en esta Capital.
Con el indicado objeto tengo la honra de dirigirme á vd., primero para suplicarle que, si á bien lo
tiene, se sirva excitar el patriotismo de los habitantes de ese Estado, á efecto de que se preparen an-
ticipadamente á celebrar como corresponde el memorable natalicio del General Bravo, y despues in-
vitar á los hombres de letras para que contribuyan á la formación de un Album literario que en ho-
nor del esclarecido patriota se propone publicar este Gobierno, cuya obra será repartida el dia del
centenario.
Del reconocido patriotismo de vd. espero que seservirá aceptar la invitación que le hago, y dicta-
rá las medidas que crea convenientes para organizar los trabajos preparatorios de la festividad dicha.
Me permito suplicar á vd., que al hacer la invitación á los escritores de ese Estado, para que con-
tribuyan con sus producciones, en prosa ó verso, á la formación del Album, se les recomiende que
éstas sean remitidas á este Gobierno ántes de finalizar el mes de Junio.
Soy con toda atención, de vd., señor Gobernador, afectísimo amigo y —Francisco O.
Arce.—Firmado.
ántes de que termine el mes de Junio próximo, para que el Gobierno de ese Estado pueda publicar-
las en el Album que desea formar para conmemorar el natalicio del General Bravo, y cuya obra se-
CONTESTACIONES rá repartida el dia que tenga lugar la solemnidad del centenario.
Esta oportunidad, señor Gobernador, m e proporciona la grata satisfacción de ofrecerme á las órde-
Morelia, Enero 21 de 1886.—Señor Gobernador, General Francisco O. Arce.—Bravos.—Muy fino nes de vd. como su afectísimo amigo, compañero y S. S.—Rafael Oto-a,—Firmado.
amigo y estimado compañero.
Acojo con gran entusiasmo la brillante idea que se sirve vd. indicarme en su carta última, para
celebrar el primer centenario del nacimiento de nuestro General D. Nicolás Bravo. Sin duda es
Aguascalientes, Enero 23 de 1886.—Señor General Francisco O. Arce, Gobernador del Estado de
una de las glorias más puras, no sólo de ese Estado, sino de la República, y muy justo que, agrade-
Guerrero.—Bravos.—Muy señor mió de mi aprecio.
cidos los mexicanos á todos sus sacrificios, consagren un recuerdo á sus proezas, manifestándolo de
Ha sido en mi poder su recomendable, fecha 14 del actual, en la que se sirve invitar al Gobierno
la manera más significativa.
de este Estado, á efecto de que coopere á celebrar de una manera digna el centenario del natalicio del
A este efecto ofrezco á vd. excitar el conocido patriotismo de los michoacanos, é interponer toda benemérito de la patria y héroe de nuestra Independencia, el C. General Nicolás Bravo, nacido en
mi influencia para que, unidos sus esfuerzos á los de este Gobierno, celebremos con gran fiesta el 10
esa ciudad el 10 de Setiembre de 1786.
de Setiembre de 1886.
Con gusto procuraré obsequiar el patriótico pensamiento de vd., y al efecto, ya he dispuesto se
Y aunque son pocos los literatos que hay ahora en Michoacan, estoy seguro que para objeto tan trascriba su carta á las redacciones de los periódicos de esta ciudad, con objeto de que sus redacto-
noble contribuirán todos con sus producciones á formar el Album conmemorativo del héroe. res contribuyan á formar parte de "El Album literario" en honor de aquel esclarecido mexicano; así
Los deseos de vd. serán obsequiados; despidiéndome por ahora, no sin felicitarlo cordialmente por como á la Junta patriótica y sociedades obreras, para que preparen la solemnidad del glorioso cente-
la oportunidad con que una vez más manifiesta vd. su patriotismo. nario del héroe.
Soy con toda atención, de vd., señor Gobernador, afectísimo amigo y compañero.—M. Jiménez, Aprovecho esta ocasion para ofrecerme de vd. su más afectísimo amigo y atento S. S.—Francisco
—Firmado.
G. Hornedo.—Firmado.
Chihuahua, Enero 26 de 1886.—Señor Gobernador, General Francisco O. Arce.—Guerrero.—Muy Saltillo, México, Febrero 6 de 1886.—Señor General Francisco O. Arce, Gobernador del Estado
estimado señor. de Guerrero.—Muy estimado compañero.
Con positivo agrado me he impuesto del contenido de su favorecida fecha 14 del corriente, y ase- La celebración del centenario del natalicio del General D. Nicolás Bravo, es digna de ser encomiada
guro á vd. que, secundando su muy laudable y patriótico pensamiento, procuraré por todos los medios y apoyada por todos los mexicanos. Esa gran figura de la Independencia es la gloria más legítima de
que estén á mi alcance excitar el patriotismo de los habitantes de este Estado á efecto de que se pre- nuestra patria, y ante el mundo todo la presentamos envanecidos y entusiasmados.
paren con la debida anticipación á celebrar como corresponde el memorable natalicio del benemé- Si para el mencionado dia permaneciera yo en este Gobierno, ayudaría con todo lo que pudiera para
rito de la patria General D. Nicolás Bravo, é invitaré á la vez á los literatos para que contribuyan con el esplendor de la fiesta que está vd. preparando; pero como para esa fecha habré entregado ya al
sus producciones en prosa ó verso á la formación del Album que en honor de aquel esclarecido pa- Gobernador nuevamente electo, recomendaré con celo la solicitud de vd. á dicho señor, y yo en lo
tricio se propone vd. publicar el dia del centenario. particular haré cuanto de mí dependa para tan loable objeto.
Soy de vd. con toda atención afectísimo amigo y atento S. S.—Félix Francisco Maceyra.—Firmado. Felicitando á vd. cordialmente por su noble empresa, me repito á sus órdenes como su afectísimo
compañero y S. S.—Julio Cervantes.—Firmado.
Gustoso correspondo á su estimable carta de 14 del mes próximo anterior, manifestándole: que Esta oportunidad me proporciona la satisfacción de ofrecerme á las órdenes de vd. como atento
aplaudo y acojo con entusiasmo la idea de su Gobierno de celebrar el centenario de D. Nicolás Bra- amigo y afectísimo S. S.—F. Cañedo.—Firmado.
vo con todo el esplendor que sea posible. Al efecto, invitaré á los hombres de letras de este Estado,
para que contribuyan con su trabajo á la formación del Album literario que se propone vd. publicar,
y haré lo que me sea dable para pagar el justo tributo de admiración y respeto á la memoria de uno
Cuernavaca, Marzo 16 de 1886.—Señor General Francisco O. Arce.—Chilpancingo.—Muy apre-
de nuestros héroes más grandes y más gloriosos.
ciable general y fino amigo.
Con sentimientos de amistad quedo de vd., señor Gobernador, compañero afectísimo y S. S — J o - Con el mayor agrado ha sido en mi poder la favorecida de vd. fecha 13 del que cursa, misma que
sé M. Ramírez.—Firmado. hace de mi conocimiento la patriótica iniciativa de vd. para que, tanto en el Estado de mi cargo como
en los demás de la República, se solemnice como corresponde en su aniversario el natalicio del hé-
roe de nuestra Independencia, el General D. Nicolás Bravo.
Dando por mi parte la mejor acogida á tan loable pensamiento, ya me dirijo á los distritos de esta
entidad, para que tanto en sus cabeceras como en las municipalidades de cada uno de ellos, tenga
verificativo la solemnidad de tan memorable fecha, que no pasará desapercibida asimismo en esta CONTESTACION.
capital.
A fin de obsequiar de igual manera la recomendación de vd. respecto de las inscripciones para el Olinalá, Enero 24 de 1886.—Señor General y Gobernador del Estado, D. Francisco O. Arce.—
Album dedicado á la memoria del héroe mencionado, ya ocurro á los pocos hombres de letras que Bravos.—Muy señor mió y amigo de mi distinguida estimación.
tenemos por acá, en demanda de su concurso. Por su muy atenta del 19 del corriente, que ayer me fué remitida de Chilapa, se digna vd. parti-
Quedo como siempre de vd. afectísimo amigo, atento y S. S.—Jesus H. Preciado.—Firmado. ciparme la aproximación del Centenario del natalicio del benemérito General Nicolás Bravo, quien
vió la luz primera el 10 de Setiembre de 1786 en esa ciudad histórica de Chilpancingo, que hoy se
honra en llevar el nombre del mismo distinguido patriota y de otros miembros de eSa honorable fa-
milia, que derramaron su sangre en favor de la santa causa de nuestra gloriosa Independencia.
CARTA CON FECHA 19 DE ENERO, DIRIGIDA POR EL GOBERNADOR DEL ESTADO,
Además, se digna vd. manifestarme que el Gobierno de su cargo trata de solemnizar debidamente
AL SESOR O B I S P O DE CHILAPA.
aquella fecha memorable, ocupándose de hacer los preparativos necesarios para tal festividad; que si
bien será celebrada en toda la República, deberá ser más espléndida en este nuestro Estado, en cuya
. Ilustrisimo Señor D. Buenaventura Portillo.—Chilapa.-—Muy señor mió y amigo de mi atención.
capital se meció la cuna del Ilustre Caudillo, y que entre los preparativos que se hacen, se ha dis-
Se acerca la fecha del Centenario del nacimiento de uno de los más esclarecidos héroes de nuestra
puesto la erección de un monumento conmemorativo, que será inaugurado solemnemente el dia del
Independencia, el benemérito General D. Nicolás Bravo, que vió la luz primera el 10 de Setiembre
Centenario. Pero que, como esa obra monumental demanda cuantiosos gastos, que el tesoro del Es-
de 1786 en esta histórica ciudad de Chilpancingo, que en la actualidad se honra con llevar el nom-
tado no puede sufragar por sí solo, ha ocurrido vd. al patriotismo de los habitantes del mismo, á fin
bre de este distinguido patriota y de los otros miembros de esa honorable familia, que derramaron de que con sus donativos voluntarios concurran á la ejecución de la obra, valiéndose de las autori-
su sangre en favor de la santa causa de nuestra gloriosa emancipación. dades de los Distritos para que organicen una suscricion entre los vecinos de las poblaciones respec-
El Gobierno de mi cargo trata de solemnizar debidamente aquella fecha memorable, y se ocupa tivas. Y que para obtener mejor resultado, ha creido vd. que será más conducente la cooperacion de
hace algunos meses en preparar lo necesario para esta festividad que será celebrada en toda la Re- los párrocos, auxiliando con su influencia los trabajos de las autoridades y comisionados que éstas
pública, pero que debe ser más brillante y espléndida en nuestro querido Estado, en cuya capital se nombren.
meció la cuna del ilustre caudillo.
"Muy bien, señor Gobernador; el proyecto y los medios de realizarlo, son muy dignos de su objeto,
Entre los preparativos que se están haciendo, se ha dispuesto la erección de un monumento con- verdaderamente grandioso y acreedor á todos los esfuerzos patrióticos de cuantos nos honramos en
memoratorio que será inaugurado solemnemente el dia del Centenario. Como la construcción de es- pertenecer al Estado que vió nacer al héroe insigne, cuyo Centenario está para cumplirse. Por mi
ta obra de arte que está ejecutándose ya, demanda cuantiosos gastos que el tesoro del Estado no parte, y acogiendo con plena voluntad la muy respetable y dignísima recomendación de vd. para exci-
puede sufragar por sí solo, me ha parecido conveniente acudir al patriotismo de los habitantes en tar á los señores párrocos y demás personas que me son sometidas, á contribuir con sus donativos
demanda de donativos voluntarios, y con ese objeto me he dirigido ya á las autoridades de los dis- particulares y á prestar su cooperacion con las autoridades respectivas en los trabajos de la suscri-
tritos para que organicen una suscricion entre todos los vecinos de las poblaciones, á efecto de reunir cion; ya doy los pasos correspondientes, disponiendo al señor Gobernador de la Mitra, que cuanto
la cantidad necesaria para cubrir los gastos expresados. antes circule nuestra excitativa á todos los párrocos y sacerdotes de la diócesis, expresándoles mis
Para alcanzar mejor resultado de esta suscricion, he creido que seria muy conducente la coopera- más vivos deseos por que con verdadero empeño y solicitud se apronten con sus donativos y se pon-
cion de los párrocos, auxiliando con su influencia los trabajos de las autoridades y de los comisiona- gan de acuerdo con las autoridades políticas para formar la suscricion de los vecinos y fieles de sus
dos que éstas nombraren. parroquias.
Con este objeto, me ha parecido conveniente dirigirme á vd., como lo verifico, para recomendarle De donde, con la satisfacción de secundar los elevados designios de vd. y de ofrecerle mi coope-
que, si lo tiene á bien, se sirva excitar el patriotismo de los señores Curas y de todas las personas que racion para llevar á efecto la obra conmemorativa á que se refiere su atenta carta, que tengo á la
le están subordinadas, ya para que contribuyan con sus donativos al aumento de la suscricion, ya para vista, me es muy grato reiterar á vd. mi particular aprecio, como su verdadero amigo y S. S.—Bue-
que auxilien á las autoridades en sus trabajos á este objeto. naventura, Obispo de Chilapa.—Firmado.
La ilustración de vd. y su reconocido patriotismo me hacen esperar que dará á este asunto la im-
portancia que merece y secundará los designios patrióticos del Gobierno al acordar la celebración del
Centenario del General Bravo. CARTA QCE EL GOBERNADOR DEL ESTADO DIRIGIÓ AL PRESIDENTE DEL "LICEO HIDALGO."
Aprovecho esta ocasion para repetirme de vd., señor Obispo, afectísimo amigo y S. S.— Francisco
O. Arce.—Firmado. Bravos, etc.—Mi estimado señor: Una Sociedad que ha tomado por nombre el del respetable ini-
ciador de nuestra Independencia, no ha de ser indiferente á las glorias de los héroes que, siguiendo
las huellas de aquel caudillo, sostuvieron constante lucha contra el Gobierno colonial, hasta obtener
el triunfo de la santa causa de nuestra emancipación.
vo, uno de los grandes hijos del Sur y de los héroes más esclarecidos de la Independencia Nacional,
Uno de estos beneméritos patriotas fué el General D. Nicolás Bravo, hijo de esta histórica ciudad,
y I t o con motivo del centenario de su nacimiento, que se celebrará el 10 de Setiembre próximo.
nacido el 10 de Setiembre de 1786, cuyo primer Centenario será celebrado en igual fecha del pre-
Crea vd., General, que semejante empeño honra á vd. altamente, y será uno de los títulos de glo-
sente año, por iniciativa que ha tenido la honra de hacer el Gobierno de mi cargo.
ria de su gobierno en Guerrero, y uno de los motivos más grandes que el pueblo suriano agregará á
Con ocasion de esta solemnidad, me propongo publicar un Album conmemorativo, que contenga
los muchos que ya tiene para profesarle eterna gratitud.
los pensamientos y las composiciones literarias en prosa ó verso que tengan á bien consagrar á la
Honrar á los Padres de la Patria es honrarse á sí mismo y mostrar que se es digno de sucederles
querida memoria del héroe, nuestros más distinguidos escritores.
Me permito, con tal objeto, invitar á esa honorable Asociación de literatos y sabios que vd. digna- en el amor del pueblo.
mente preside, para que se digne concurrir, con las producciones de sus estimables miembros, á la Agradezco y estimo altamente la distinción con que vd. me honra, comisionándome para hacer las
formación de este libro, que legarémos á la posteridad como el monumento de nuestra gratitud á inscripciones que debe llevar el pedestal de la estatua del héroe. El encargo es difícil, pero procura-
uno de los más esclarecidos autores de la Independencia. Sírvase vd.. señor Presidente, ser el intér- ré desempeñarlo con eficacia, pues lo que me falta de talento para él, lo suplen mi entusiasmo y mi
prete de estas ideas y de estos sentimientos para con esa Sociedad, y dígnese remitirme las compo- patriotismo.
siciones que le sean presentadas; recomendando á sus autores se sirvan entregarlas ántes del dia úl- A fines de este mes remitiré á vd. esas inscripciones, que serán cuatro, para los cuatro lados del
timo del próximo mes de Junio.
pedestal.
Soy de vd. afectísimo y seguro servidor.—Francisco O. Arce.—Firmado, No sólo contribuiré con una composicion mia para el Album, sino que el "Liceo Hidalgo," Socie-
dad que se compone de los escritores y literatos de más nombre que hay en México, tomará por su
cuenta el empeño de formar una coleccion para remitirla á vd. oportunamente. El Presidente del
Liceo contesta á vd. sobre el particular.
CARTA QUE EL GOBERNADOR DEL E S T A D O DIRIGIÓ AL S R . LIC. IGNACIO M . ALTAMIRANO.
Tratándose de honrar la memoria de un ilustre compatriota mió, deseo que vd. cuente con mi
Bravos, Febrero 27 de 1886.—Sr. Lic. Ignacio M. Altamirano.—México.—Mi querido amigo: Su- cooperacion en el pequeño círculo en que puedo prestarla.
pongo que tiene vd. noticia de que está siendo un hecho la erección del monumento con que el Estado Dando á vd. las gracias por su amistosa distinción, quedo de vd. afectísimo amigo Q. B. S. M.—
de Guerrero quiere perpetuar la memoria de nuestro benemérito D. Nicolás Bravo. Ahora bien, ese Ignacio M. Altamirano.—Firmado.
monumento debe llevar una inscripción, y yo deseo que vd. la haga; suplicándole me la envie cuan-
to ántes, porque van avanzando rápidamente los trabajos y pronto será necesario tener á la vista la
inscripción para determinar el sitio en que ha de ser colocada. C A R T A CON FECHA 2 7 DE F E B R E R O DE 1 8 8 6 , QUE EL G O B E R N A D O R DEL E S T A D O
Vamos á otra cosa. El dia del Centenario se ha de distribuir un Album conmemorativo, en el cual DIRIGIÓ Á LOS DIRECTORES DE LOS PERIÓDICOS "LA P A T R I A , " " E L M O N I T O R , " ETC., ETC.
no debe faltar alguna de esas brillantes producciones de vd. Le requiero, por lo mismo, en toda for-
Mi estimado señor: Al acercarse el diez de Setiembre, fecha en que nació, en el año de 1786, el
ma, como dicen ustedes los abogados, para que concurra á la formación del libro expresado con alguna
ilustre General D. Nicolás Bravo, el Gobierno de mi cargo está haciendo preparativos para que este
de las buenas producciones de su fecundo ingenio; recomendándole que me la envie ántes de Junio
Centenario sea solemnizado como corresponde en esta capital, en donde se meció la cuna del ilustre
próximo.
caudillo. Me propongo, entre otras cosas, publicar un Album conmemorativo en honor del héroe,
También le suplico invite y comprometa á todas las eminencias literarias de esa capital, á que que contenga pensamientos y otras producciones literarias en su alabanza. Con este objeto he invi-
presten su importante contingente para la realización de un pensamiento que tiene por objeto ensal- tado á los señores Gobernadores de los Estados, para que se sirvan excitar el patriotismo de los hom-
zar á un héroe tan esclarecido. bres de letras, á fin de que, con sus escritos en prosa ó verso, concurran á la formación de este libro,
Le adjunto la invitación que dirijo al " Liceo Hidalgo " con el mismo objeto, recomendando á vd. que será uno de los conductos por donde trasmitirémos á la posteridad las glorias del esclarecido
que personalmente la presente. patriota.
Ya sabe cuánto le estima su afectísimo amigo y seguro servidor.—Francisco O. Arce.—Firmado.
Para que esta invitación tenga mayor publicidad, me permito hacer un llamamiento al patriotismo
de vd., señor Director, suplicándole se sirva trasmitirla por medio del periódico que dirige, advir-
tiendo que las composiciones literarias que hayan de honrar el Album deberán ser remitidas á este
CONTESTACION. Gobierno en todo el mes de Junio á más tardar, para que haya el tiempo necesario para la impresión
de la obra.
Un sello que dice: "Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística."—México, Marzo 10 de 1886. Aprovecho esta ocasion para ofrecerme á las órdenes de vd. como su afectísimo y seguro servidor.
—Sr. Gobernador del Estado de Guerrero, General D. Francisco O. Arce.—Bravos—Muy querido
—Francisco O. Arce.—Firmado.
amigo y señor: He recibido la grata de vd. de 27 del pasado Febrero. En debida contestación, quiero
decirle: que, en efecto, he sabido con satisfacción y con placer, que vd., siempre inspirándose en ideas
elevadas y patrióticas, ha tenido empeño en erigir un monumento al ilustre General D. Nicolás Bra-
CONTESTACION DEL S R . JÜAN DE DLOS PEZA.
CARTA CON FECHA 2 7 DE FEBRERO DE 1 8 8 6 , QDE EL GOBERNADOR DEL ESTADO
DIRIGIÓ Á LAS PERSONAS DE LETRAS. México, 3 de Marzo de 1886.—Sr. General Francisco O. Arce, Gobernador del Estado de Guerre-
rro. —Bravos. —Muy estimado señor: Acabo de recibir la grata de vd., de 27 de Febrero próximo
Bravos, etc.—Mi estimado señor: En celebración del próximo Centenario del nacimiento de uno
pasado, y me apresuro á contestarla desde luego.
de los más esclarecidos héroes de nuestra Independencia, el General D. Nicolás Bravo, y con el ob-
Nada es más obligatorio, para los que cultivamos las bellas letras, que enaltecer y honrar la me-
jeto de honrar la memoria de este ilustre caudillo, he dispuesso publicar un Album conmemorativo,
moria de los héroes que nos legaron sublimes ejemplos de abnegación y de santo patriotismo.
que deberá estar impreso el dia 10 de Setiembre próximo, fecha del expresado Centenario.
Perpetuar lo nuestro es formar la literatura nacional, y yo, sin dotes ni fuerzas, he procurado, ya
La merecida reputación que vd. tiene adquirida en el mundo de las letras, me hace desear que el
en unión de un distinguido poeta, cantar las tradiciones y leyendas de la ciudad de México, obra que
Album de Bravo registre en sus páginas alguna de las brillantes composiciones literarias que vd.
está concluyendo de publicarse; ya solo, escribir el romancero de la Guerra del Imperio, que próxi-
sabe escribir.
mamente saldrá á luz.
Me permito, pues, suplicarle tenga á bien prestar su valioso concurso á esta obra; recomendando
Usted, que tantas pruebas ha dado de su amor á la patria y á la causa liberal, nos proporciona
á vd. que la composicion que se sirva escribir, me sea remitida ántes de que termine el próximo
hoy, con legítimo motivo, otra ocasion para ensalzar á uno de nuestros más esclarecidos héroes.
mes de Junio.
Crea vd., señor General, que con todo gusto habré de complacerle, agradeciéndole la señalada dis-
Esperando se digne vd. aceptar esta invitación, me repito su afectísimo y seguro servidor.—Fran-
tinción que me hace, acordándose de mi laúd humilde y de mi oscuro nombre.
cisco O. Arce.—Firmado.
Soy, con el mayor respeto, su adicto y seguro servidor Q. B. S. M . — J u a n de Dios Peza.—Fir-
mado.
México, Marzo 2 de 1886.—Sr. General D. Francisco O. Arce, Gobernador del Estado de Guerre- Sr. General D. Francisco O. Arce, Gobernador del Estado de Guerrero. — Bravos. — México, 8 de
rro.—Bravos.—Muy distinguido señor: Tengo el honor de contestar la grata fecha 27 del pasado, y Marzo de 1886.—Muy apreciado señor mió: Pocos dias há llegó á mis manos su grata fecha 1? del
en la cual se sirve bondadosamente invitarme á contribuir á la formación del Album conmemorati- corriente, en que se digna invitarme, como lo ha hecho con otros poetas, para cooperar al Album
vo del primer Centenario del General Bravo. conmemorativo del famoso General D. Nicolás Bravo, que deberá publicarse el dia y con motivo de
De todos mis humildes trabajos literarios, tanto en México como en Europa, los que más me han la celebridad de su Centenario, en el Estado que vd. dignamente rige.
satisfecho en las horas que les dedicaba, son los que consagraba al estudio y popularización de nues- Agradezco la inmerecida honra con que se sirve favorecerme; y si de aquí á la época oportuna mi
tros héroes patrios, de modo que no sólo corresponderé gustoso al patriótico llamámiento de vd., si- vieja y empolvada musa me inspira algo no indigno del justo homenaje á tan noble caudillo, me
no que me apresuro á darle las gracias por haberme recordado en estas circunstancias, y á felicitarlo apresuraré á ponerlo en manos de vd.
por una iniciativa que honra sus sentimientos de mexicano y de gobernante. Desgraciadamente ocupaciones prosaicas, y no poco largas dolencias, apagaron las osadías de me-
Quizás entre todas las figuras que surgieron en la grandiosa epopeya de la Independencia, la del jores años; y desconfio, aun más que nunca, de mis fuerzas. Las ensayaré de nuevo: y si sucumbo
General Bravo entrañe uno de los más distintivos caracteres de la raza criolla, la magnanimidad y en la prueba, rogaré á vd. que me permita resignarme al silencio. Ménos malo que deslucir á los
quizás también se preste á la leyenda arropado en un manto de gloriosa tradición, á la cual tengan buenos ingenios que honrarán la memoria del generoso patricio.
que rendir igualmente párias todos los que con diferente criterio se ocupen de su vida. Repitiendo á vd. las gracias por el favor con que me distingue, me ofrezco á sus órdenes como su
Honrar los hechos del General Bravo, trasmitirlos á la posteridad como un ejemplo, recordar có- adicto y seguro servidor Q. B. S. M.—C. del Collado.—Firmado.
mo consagró su juventud á la conquista de la Independencia, y sus últimos años á la defensa de la
patria injustamente agredida, es una acción que enaltece al que la inicia y que honrará á los que
CONTESTACION DEL S R . Lic. RAFAEL GÓMEZ.
coadyuven á ella.
Por esto, señor General, me permito reiterar á vd. mis más sinceras felicitaciones, agregando mi México, Marzo 10 de 1886.—Sr. General D. Francisco O. Arce.—Bravos.—Muy señor mió de mi
gratitud por su bondadosa invitación, y suplicándole acepte las seguridades de la más distinguida aprecio y consideración: Hasta ayer recibí su favorecida del dia 3 del corriente, en la que tiene
consideración con que soy su atento y afectísimo seguro servidor Q. B. S. M.—Gustavo Baz.—Fir- vd. la bondad de invitarme, á fin de que escriba alguna composicion literaria en elogio del insigne
mado. General D. Nicolás Bravo, con motivo del Centenario de su nacimiento, que va á celebrarse el diez
de Setiembre de este año.
Nada valgo como hombre de letras; sin embargo, tratándose de honrar la memoria del valiente y
denodado, del noble y generoso caudillo, que bien puede llamarse el Bayardo mexicano, porque nun-
ca sintió miedo ni consintió mancha, no puedo rehusarme á tan honorífica invitación. Demás de totalidad, me ha parecido conveniente hacer un llamamiento al patriotismo de los habitantes del Es-
esto, obra poderosamente en mi ánimo para prestarme á rendir el sincero homenaje de mi admira- tado, para que contribuyan con donativos voluntarios á los gastos del monumento expresado.
ción al héroe que forma una de nuestras pocas verdaderas glorias nacionales, la circunstancia de que Con tal objeto, me dirijo á vd. para recomendarle que, asociándose de las personas principales de
vd., sin conocerme, se ha fijado bondadosamente en mi pequefiez. ese Distrito que tenga vd. á bien nombrar, promueva una suscricion voluntaria entre los vecinos de
Así pues, pensaré lo que haya de escribir, para que se publique en el Album de Bravo, y le ofrez- cada una de las poblaciones de ese mismo Distrito; cuidando de que la colecta se haga, no sólo en-
co que remitiré á vd. mi composicion con toda oportunidad. tre las personas acomodadas, sino entre los pobres, porque la experiencia me ha enseñado que el
Con este motivo, señor General, quedo á sus órdenes en esta su casa, número 11 de la calle del óbolo de los pobres produce más en esta clase de suscriciones que las ofrendas de los ricos.
Puente del Correo Mayor, como su afectísimo y seguro servidor.—Rafael Gómez.—Firmado. El modo de hacer la colecta de donativos es, á mi juicio, nombrar en las poblaciones principales
dos ó tres personas de las más bien recibidas, y en los pueblos pequeños y cuadrillas el encargo á
los alcaldes ó comisarios, recomendándoles tomen el mayor empeño en que la colecta se haga ex-
CONTESTACION DEL S i t . LlC. V. RLVA PALACIO. tensiva para todos los vecinos, y que lo verifiquen á la mayor brevedad posible.
Yo deseo que en todo el mes de Febrero estén reunidos los ya repetidos donativos y entregado su
México, Marzo 18 de 1886—Sr. General D. Francisco O. Arce.—Muy distinguido amigo: Recibí
importe al recaudador de Rentas, y así recomiendo á vd. procure que se haga, estimulando á los co-
su grata, y mucho me satisface el que vd. se haya acordado de mí, y tengo por eso gran deseo de
misionados para que pongan todo el empeño y eficacia que esta comision exige.
servirle en lo que me indica, pues sabe que no de ahora, sino mucho tiempo há, le quiero y estimo
Independientemente de esta cooperacion que el Gobierno pide á los habitantes del Estado, desea
como vd. se merece.
que el Centenario se solemnice en todas las poblaciones, y á ese efecto recomiendo á vd. que propa-
Procuraré escribir algo que merezca figurar en el Album que en honra del héroe D. Nicolás Bra-
gue la idea en el Distrito de su mando, y excite á los ayuntamientos para que, de la manera que
vo piensa vd. publicar, y luego que termine le enviaré la composicion, si sale bien, y si no, la ver-
crean conveniente, preparen con anticipación á los vecinos para esta solemnidad, y hagan todo cuan-
dad no mando nada.
to sea posible para que tenga el mayor brillo y lucimiento.
Me repito su amigo que mucho le quiere y desea serle útil.— V. Riva Palacio.—Firmado.
Del patriotismo de vd. y de su reconocida eficacia espero que secundará los designios del Gobier-
no, en la celebración del Centenario, prestando desde luego la cooperacion que por ahora se le pide.
CONTESTACION DEL S R . D. NLCÉFORO GÜERRERO.
Soy de vd. afectísimo amigo y —Francisco O. Arce.—Firmado.
CONCEPCIÓN AVELLANO DE A R T A L E J O .
L u z G . NÚÑEZ DE G A R C Í A .
Oaxaca, J u n i o de 1886.
Yo en voz grandilocuente
Cantara el rasgo de piedad sublime,
De vengativa sed el sacrificio,
Con que á presa legión de muerte exime
Del padre tras el bárbaro suplicio.
México.
E l triunfo de mayor merecimiento
Es de sí mismo el arduo vencimiento. C . DEL COLLADO,
Batallas y victorias
E n t r e entonce enemigos, hoy hermanos,
De ardimiento prodigios
Remembrarán apénas las historias,
De liras y pinceles los vestigios.
Con perezoso orin tácito el tiempo
Las proezas más ínclitas deslustra,
Borra los más espléndidos blasones;
Mas la luz de magnánima clemencia,
El fulgor de los hechos generosos
Sobre el turbión de horrores hazañosos
Perdurará con límpida hermosura
De la Historia en los nítidos espacios,
Como reinan eternos resplandores
E n las esferas de los astros grandes,
Aunque turbe los cielos inferiores
Borrasca que estremece en sus furores
Tendidos golfos y empinados Andes.
a l mas b r a y o d e l o s m e x i c a n o s . BRAVO.
Tú, juez de un crimen que estremece al Ande, Al ver aquella heroicidad sin nombre,
Debelas tu pasión, y fuiste solo E l Sér Supremo, al héroe contemplando,
Tan B R A V O al perdonar, como antes BRAVO. Encuentra justa la creación del hombre!
J a l a p a , H a y o 80 de 1886.
Jalapa, J u n i o U de 1886.
G. BATORONI.
PEDRO COYDLA.
Que la nación llenaba, y á la aurora
De futura grandeza anunciadora
Que alumbraba las frentes
De aquellos destinados por los cielos
A ser del Anahuác libertadores,
Te alzaste con los tuyos, sin temores
Bajo la sombra augusta de Morelos.
AL HEROICO GENERAL
E N S A Y O É P I C O .
IV
I
Trescientos españoles prisioneros
Las brisas del Atlántico cercano E n el Palmar, en buena lid cogidos
Empiezan á orear con sus frescuras Y en el Puente del Rey, son los primeros
De Medellin las calles, soberano Que sufrirán la ley de los vencidos
Verjel de flores, de fragancias puras Si de la ira á los consejos fieros
Perenne manantial. E l sol ufano L a voluntad inclina y los oídos,
Sus fuegos templa, al declinar á oscuras Si del injusto agravio la grandeza
Regiones, y los hombres que allí habitan De su alma sobrepuja á la nobleza.
E n paz descansan ó en placer se agitan.
V
II
VI
VII
VIII
XII
XIII XVI
XIY XVII
XXI
XVIII
XXII
XIX
XXIII
XX
XXIY XXYII
XXY XXYIII
"Recibe, pues, el soplo omnipotente " A n d a d , le dice, andad, ántes que estalle
De la alta Majestad que aquí me envia; La ira feroz; ordeno ¡andad! Ordeno
Sigue el impulso generoso, ardiente Que toda tropa que á mi mando se halle,
De tu gran corazon y tu hidalguía. Forme cuadro en la plaza. ¡Bueno! ¡bueno!
Perdona á triste desolada gente Y así formada, en gran silencio calle
Que morir teme con el nuevo dia; Y que en el centro estoy de juicio ajeno!
No hay que perder de tiempo punto ni hora, Los que en Puente del Rey fueron vencidos
>>
Y a del mar surge espléndida la aurora.' Y los que en el Palmar, formen unidos."
XXYI XXIX
XXXIV
XXXI
XXXV
XXXII
XL
XXXYII
XLI
XXXVIII
" E l hombre derrotado con afrenta "¡Bárbaro! no pensó que, á sus furores,
Allá en Almonacid, á la adorada Sacrificando la existencia sola
P a t r i a que quiere libertad, intenta De un padre, las de mil, dignas de'amores,
E n sangre de sus hijos derramada Sacrificaba á un tiempo; y que una ola
Ahogar. ¡ Guerra franca le amedrenta Pequeña alza en el mar otras mayores.
Y el empuje de un pueblo le anonada! Aquel á quien servísteis os inmola.
Por esto mata sin piedad alguna H o y rie de vosotros sobre el trono
Al vil pechero y al de noble cuna." Y os entrega á mis iras Yo os perdono.
XLIII XLVI
" P o r esto á la existencia más preciosa Al decir "os perdono," las miradas
Hirió con rudo golpe, al padre caro, Se anublan de los bravos prisioneros,
Que en la escarpia pendiente, de una fosa Y á las mejillas por la pena ajadas
No tendrá ni el abrigo, ni el amparo. Afluyen en riquísimos veneros
Ya sabéis mi desgracia; es horrorosa. Lágrimas que tenían olvidadas.
Huérfano estoy; me encuentro en desamparo. Y el pueblo todo y los soldados fieros
E n m i padre mató Yenegas fiero Con gozo aplaudirían, si no fuera
Todo mi sér, el corazon entero." Que aun habla el héroe, y ser oido espera.
XLIY XLVII
" M a s no pensó el virey que la cuchilla " M i s amigos, volved á los hogares
Con que segó del padre la cabeza, Donde resuena fúnebre lamento,
Brillara al otro dia, como brilla Y a no de amor idilios, ni cantares,
Con resplandor siniestro, ele fiereza Pues os creen sin vida y sin aliento.
Augurando destrozos á sencilla Calmad de vuestros hijos los pesares,
Gente, escudo leal de su grandeza. Y de vuestras esposas el tormento,
Vuestra adhesión el premio y sacrificio, Respondiendo mañana á sus reclamos:
Poniéndoos camino del suplicio." "Todavía vivimos y os amarnos."
XLVIII
sión, y esperando la muerte con la serenidad de los justos, resucitó á otra vida
mejor, donde al presente goza del premio reservado á los grandes apóstoles de
la Libertad, entre dos guerreros que representan magníficamente la Edad anti-
gua: á la izquierda de Julio César y á la derecha de Alejandro!
De rodillas ante la Historia, y reunidas en su foco las tempestuosas agita-
ciones de nuestra alma, venimos á celebrar el primer glorioso centenario del
esclarecido patriota objeto de estas líneas, porque las virtudes cívicas del hom-
bre, como una especie de dios de las conciencias, deben ser necesariamente con
toda dignidad establecidas, con toda pompa celebradas.
H a y en la vida de los pueblos un punto luminoso que proyecta sus ra-
Porque dejando el vencedor acero
Despues de las batallas estruendosas,
Siempre encontró en^tu boca el prisionero
Palabras de consuelo cariñosas.
H O M E N A J E
Y de entre aquel estruendo, entre la sangre humeante.
En medio del combate, de entre la mortandad,
De aquel campo escarbado, de allí se alzó triunfante,
AL GENERAL D. NICOLÁS BRAVO
Ceñida de laureles, la diosa Libertad.
BENEMÉRITO DE L A PATRIA.
Entonces la Sultana, su auréola de topacios
E n su altanera frente ya pudo colocar,
Y su águila potente mecióse en los espacios;
Y el beso de los cielos la vino á acariciar.
Con música de alondras y al tumbo de las olas
Del mar que la arrullaba en dulce balancear, E n ese instante mismo, el ángel de la gloria
Envuelta entre sus gasas y en cuna de amapolas Bajó á Anahuác sonriente y un nombre recogió,
Dormíase la Sultana, la virgen Anahuác. Y en la hoja más brillante del álbum de su historia
Con letras de oro—"BRAVO"—por siempre lo grabó.
De allá del Viejo Mundo, con ojos envidiosos,
ALEJANDRO DEL AVELLANO.
Audaz aventurero á la Sultana vió,
Y en frágil carabela los mares tumultuosos,
E n pos de su conquista, valiente atravesó.
Aguascalientes, 1886.
JESCS BERNAL, NICOLÁS BE A.V O .
Bedaetor interino del Periódico Oficial del Estado
Aguascalientes, 1886.
JESCS BERNAL, NICOLÁS BE A.V O .
Bedaetor interino del Periódico Oficial del Estado
III
II
M o n t e r e y , 1886.
RAMON TREVISO.
AL GENERAL BRAVO.
A L GENERAL D. NICOLÁS BRAVO.
JOSÉ M . A I Z P D R Ü .
E N E L C E N T E N A R I O
EN ELCENTENARIO D E SU N A C I M I E N T O .
Dos pueblos nobles de grandiosos hechos Escrito por Francisco Yaldés Gómez,
en nombre de la Escuela de Jurisprudencia de Monterey.
Guerra cruel y sangrienta sostenían:
Los mexicanos libertad pedian,
Los iberos respeto á sus derechos.
EN ELCENTENARIO D E SU N A C I M I E N T O .
Dos pueblos nobles de grandiosos hechos Escrito por Francisco Yaldés Gómez,
en nombre de la Escuela de Jurisprudencia de Monterey.
Guerra cruel y sangrienta sostenían:
Los mexicanos libertad pedían,
Los iberos respeto á sus derechos.
Estos son 4 grandes toques, los principales hechos de nuestro ilustre cau-
diüo Once a L s de — t e lucha y de inminentes peligros, mayor numero
t l l oue d n r é el sitio de la famosa Ilion; once aüos de f a ü g a s y de ansom-
n o y a en l " ciudades, y a en los campos, y a en las fragosas . e r r a s , y a en
A B I I V O .
^r^zzzzziz:*. *
Aiin siendo niño, con amor ardiente
É l á la patria consagró su vida;
E m p u ñ a la bandera independiente
Y se lanza á la lucha no temida.
poeta griego: Mil veces vencedor, siempre clemente,
El? oSvJ apioro^ áuweadai r.spi iiárfW
Se le v e perdonar . . . . con su alma herida,
( U , L i b . 12, v e r . 243.)
Y en Coseomatepee asombra al mundo
- N o h a y más que u n supremo augurio, el de pelear por l a patria."
Ofreciendo u n ejemplo sin segundo!
Tanto L debemos á ese ilustre atleta de nuestra Independencia, a qmen
yo S o " saludo con toda la efusión de m i espíritu desde e s t e ^ u n t o ^
Con hierros en los piés, y con pobreza,
E l magnánimo Bravo, prisionero,
Modelo es de valor y de entereza:
Pregúntale el Virey m u y lisonjero:
"¿Quiere algo el Señor B r a v o ? " L a cabeza
^ a á su ilustre memoria u n grandioso monumento,
Con dignidad levanta, no altanero,
A invulnerables columnas, tantas como son ios Estados,
Y sin b a j a r siquiera la mirada,
S S í — : s dne l,oyapreciosa de la América, y cuya soherhiacú Respóndele al Virey: " N o quiero nada."
X a I e r r a un sólo nombre que dice: " L a P a t r i a a g r a d e c í a consagra al
Í « | c o l f e Bravo este eterno y portentoso edificio, por sus eselarec, C h i l p a n c i n g o , 1886.
" M e f s ° o n las honras que merecen los grandes patricios; y ¡Dios querrá que IGNACIO HERRERA BRAVO.
M o n t e r e y , 1886.
F. VALDÉS GÓMEZ.
I N I C O L Á S B ! R A V O .
AL GENERAL DON NICOLAS BRAVO
E N E L CENTENARIO D E SU NACIMIENTO.
M. HERRERA. J a l a p a , 1886.
*
* *
*
EMILIO RABASA.
DEL
A LA MEMORIA DEL ILUSTRE GENERAL
E n t r e este mundo que nos dió el destino Impotentes han sido veinte siglos
Y el otro mundo de la tierra allende, A borrar de este crimen la memoria;
¿ H a y algo de inmortal y de divino No se olvidan tan fácil los vestiglos
Que nuestro humano espíritu no entiende? De la moderna y de la antigua Historia.
Tras de las nubes, en las altas zonas Tú, General, que con honor peleaste
Del cielo de colores y arrebol, E n los campos ¡oh Bravo! de la gloria,
De la inmortalidad áureas coronas, Y cual águila audaz te levantaste
Lauros más bellos que la luz del sol, E n alas de la F a m a y la Victoria:
Ciñen la frente de los grandes hombres Que con tu genio y tu valor profundo,
Con lazo de diamante brillador, ¡Faro de luz, de gloria y libertad!
Y sus ilustres y preclaros nombres P a r a asombrar al Nuevo y Viejo Mundo
Escribe con estrellas el Señor. Surgiste de una inmensa tempestad:
Al caer á tus piés, en sangre tinto
E l poder de la Iberia colosal,
Las sombras de Cortés y Carlos Quinto
Se alzaron para verte, General.
Y del mundo insurgente en la balumba, El estudio de los móviles de las acciones humanas es el elemento generador
Bajo un cielo sereno y tornasol, de la filosofía de la historia; y las observaciones metódicamente científicas de
Que la inmortalidad tu egregia tumba las acciones repetidas con frecuencia, pueden conducir á alguna inducción y á
Alumbre siempre con su eterno sol. alguna ley en psicología y sociología.
Aplicando estas conclusiones se puede predecir con aproximación la mane-
Oaxaca de Juárez, 1886. ra de obrar de un individuo conocido en circunstancias dadas de aquellas que
ERNESTO ADOLFO.
se han presentado con frecuencia. Y digo con aproximación, porque el carác-
ter individual es tan vario, que justifica el proverbio de cada cabeza es un mun-
do, y la misma influencia produce muy diversas determinaciones en cada in-
dividuo, y aun en el mismo varía en resultados con las varias circunstancias
que acompañan al individuo en cada caso, precediendo á la presentación de
las influencias en estudio. Esto podría confirmarse con multitud de ejemplos
que suprimo en este ensayo por creerlos obvios.
Las influencias más caracterizadas y poderosas son las que vienen de los
instintos; y de éstos, los dominantes son el amor al individuo y el amor á la
especie.
El amor á la especie es en cierta manera derivado del amor al individuo
por la ley de las semejanzas: es el que más poderosamente modifica las deter-
minaciones del egoísmo.
Las principales manifestaciones del amor á la especie son las de la hembra
por sus cachorros, rudimentario en los animales inferiores, y que llega subli-
mado en la especie humana hasta el grado que todos los hijos sabemos.
E l amor á la especie se manifiesta más ó ménos exaltado desde el que apé-
Al caer á tus piés, en sangre tinto
E l poder de la Iberia colosal,
Las sombras de Cortés y Carlos Quinto
Se alzaron para verte, General.
Y del mundo insurgente en la balumba, El estudio de los móviles de las acciones humanas es el elemento generador
Bajo un cielo sereno y tornasol, de la filosofía de la historia; y las observaciones metódicamente científicas de
Que la inmortalidad tu egregia tumba las acciones repetidas con frecuencia, pueden conducir á alguna inducción y á
Alumbre siempre con su eterno sol. alguna ley en psicología y sociología.
Aplicando estas conclusiones se puede predecir con aproximación la mane-
Oaxaca de Juárez, 1886. ra de obrar de un individuo conocido en circunstancias dadas de aquellas que
ERNESTO ADOLFO.
se han presentado con frecuencia. Y digo con aproximación, porque el carác-
ter individual es tan vario, que justifica el proverbio de cada cabeza es un mun-
do, y la misma influencia produce muy diversas determinaciones en cada in-
dividuo, y aun en el mismo varía en resultados con las varias circunstancias
que acompañan al individuo en cada caso, precediendo á la presentación de
las influencias en estudio. Esto podría confirmarse con multitud de ejemplos
que suprimo en este ensayo por creerlos obvios.
Las influencias más caracterizadas y poderosas son las que vienen de los
instintos; y de éstos, los dominantes son el amor al individuo y el amor á la
especie.
El amor á la especie es en cierta manera derivado del amor al individuo
por la ley de las semejanzas: es el que más poderosamente modifica las deter-
minaciones del egoísmo.
Las principales manifestaciones del amor á la especie son las de la hembra
por sus cachorros, rudimentario en los animales inferiores, y que llega subli-
mado en la especie humana hasta el grado que todos los hijos sabemos.
E l amor á la especie se manifiesta más ó ménos exaltado desde el que apé-
ñas quiere á su esposa, padres é hijos, hasta los grandes regeneradores de la
humanidad, y los graneles mártires de la caridad.
Este sentimiento es susceptible de educación, como todos los sentimientos
en el hombre; y quizá es el que con más probabilidad se puede exaltar hasta
el heroísmo.
Este amor á la especie, entendido de cierto modo, es el que determina el
amor á una raza, y el que da lugar al patriotismo y al provincialismo con to-
dos los héroes que se registran en la historia y con todas sus fecundas y gran- EN EL PRIMER CENTENARIO
des consecuencias.
Hay un instinto derivado principalmente del amor al individuo, que es el . DEL NATALICIO
orgullo ó estimación del propio valer, el cual conduce por sus excesos á los ac-
tos más nobles y bellos, á los más ridículos y necios. DEL I L U S T R E G E N E R A L D. NICOLÁS B R A V O .
Esta estimación del propio valer, unida al amor á una raza, dan por resul-
tante el noble abolengo, y constituyen el exagerado cariño de familia.
El cariño á la familia es, pues, no instinto complexo, pero en su mayor parte
derivado de los dos dominantes en los séres dotados de sistema nervioso, desa- i
rrollado como en la especie humana, que es la que presenta este carácter más
perfecto. Con 'el corazon profundamente emocionado, dedico estas breves líneas al
E l amor del padre al hijo y del hijo al padre, es un hecho común y de los héroe que nació en la hoy ciudad de Chilpancingo, en 1786; es decir, tres años
que con más frecuencia se pueden observar y estudiar en sus infinitas mani- más tarde que el valiente suriano Vicente Guerrero.
festaciones, y por lo tanto es de aquellos sobre los que la psicología puede con Mis humildes pensamientos los consagro al hombre denodado que se unió
justicia declarar sus leyes casi inmutables. á Golearía para atacar con el gran Morelos y Pavón á Chichihualco.
E l hijo desea la felicidad de su padre tanto ó más que la suya propia; el
Mis desaliñados conceptos van convergidos, en una palabra, á este punto
padre desea la del hijo de la misma manera, y por lo tanto, ambos ponen los
principal: al valiente soldado, al héroe de México, al patriota sin mancha,
medios para conseguir que vivan y que gocen.
honra y prez del Ejército, al inmaculado General Nicolás Bravo.
La vida es el primero de los bienes que se apetecen, porque es el supuesto
forzoso para todos los demás, aun cuando haya circunstancias que obliguen á
los hombres á despreciarla.
II
Lo que atenta contra la felicidad del padre lo siente y lo lamenta el hijo, y
trata de evitarlo como un obstáculo á su propia felicidad. L a s ofensas al hijo
No quiero recordar la célebre victoria del Palmar, en cuya jornada se hizo
ruborizan la frente del padre, y recíprocamente.
más notable Bravo al recibir la infausta noticia del fusilamiento de su queri-
Esto supuesto, vengamos al caso en cuestión. D. Leonardo Bravo y D. Ni-
do padre, sino para poner de relieve el corazon nobilísimo que poseía el hom-
colás Bravo, el primero padre del segundo, se levantaron en armas contra el
bre de que someramente me ocupo, puesto qué la venganza que tomó fué dar
gobierno español, simultánea y espontáneamente: es decir, la misma influen-
libertad á más ele trescientos prisioneros, sin comprender que más tarde él
cia produjo la misma acción en dos personas organizadas de una manera muy
debia de sufrir tres años amargos de reclusión; pero esto lo alentó mucho pa-
semejante puesto que eran padre é hijo; lo que demuestra que era esa una fa-
ra llevar á cabo sus ideas eminentemente sublimes de independencia y liber-
milia de las mejor definidas en biología, que gozaba en toda su amplitud de
tad, siendo, por lo mismo, con el trascurso del tiempo, por su pericia y su va-
las propiedades de familia, que son, por lo que á mi caso se refieren, el mutuo
lor, Consejero de Estado, sin perder en nada sus convicciones republicanas, neral D. Antonio López de Santa-Anna, de infeliz memoria para los mexi-
canos.
como lo demostró muy bien á poco tiempo de haberse expedido el Plan de
Casa Mata. Pocos años despues se halló el benemérito Bravo en la tres veces heroica
defensa de Chapultepec, en donde nuevamente fué arrestado. Despues de su
III prisión se radicó, por último, en su ciudad natal, en cuyo lugar permaneció
ajeno á todas las cuestiones políticas, que tantos martirios le habían causado.
E l ínclito General Bravo, tan integérrimo como sincero, llegó á ocupar, por Cualquiera podrá pensar que ya no seguirían las hostilidades en su contra,
sus relevantes virtudes cívicas, el lugar de la Yicepresidencia de la Repú- maquinadas por séres ambiciosos, llenos de envidia y falsos patriotas,—semi-
blica, donde sostuvo, con positiva dignidad, la candidatura de Gómez Pedra- lla que abunda en nuestro suelo, por desgracia..
za, á ¡quien entregó el mandó supremo de la Nación, con lo que demostró no
ser un ambicioso ni un hombre vulgar. VI
E l ilustre desterrado á la República ecuatoriana fué, por desgracia, mal juz-
De nada absolutamente le valió su retraimiento, puesto que unos viles
gado por un Jurado nacional creado ad Jioc; mas ese ostracismo, esa misma
cuanto politicastros—fiemo inmundo y corrompido de las sociedades—sospe-
iniquidad que en su contra se cometió, le sirvió, empero, para ser altamente
chando de nuestro héroe inmaculado, más bien envidiando las simpatías de
querido, bien apreciado y muy justamente respetado por toda la sociedad
que gozaba aquel astro refulgente de la Independencia, mandaron adminis-
de Guayaquil, donde vivió más de un quinquenio.
trarle una pócima infernal que, á imitación del gran Sócrates apurando 1a, ci-
cuta, tomaron él y su digna esposa, lo que les causó la muerte casi instantá-
IV nea, cuyo infausto suceso acaeció el 22 de Abril de 1854.
De mártires y valientes están llenas las imborrables páginas de la Histo-
Cuando volvió al país de Moctezuma el héroe de que á grandes rasgos me ria: ¡era necesario que hubiera un hombre ménos en el mundo, y un héroe
ocupo, con positiva pena y mortificación supo los lamentables sucesos de Texas, más en el catálogo de los mártires y veteranos de México!
el país clásico de la infidelidad, traidor por excelencia; y con el corazon hen- Por eso el ilustre suriano ocupa justamente un lugar distinguido en ese li-
bro todo verdad, pues en éste se juzga á Bravo con severa imparcialidad, y
chido de amargura y de sentimiento, y con la hiél en el alma, partió á Chil-
todos sus pósteros le rinden la triple corona, símbolo ele su honradez, ele su va-
pancingo, en donde habia resuelto concluir los últimos días de su existencia
lentía y de su nunca desmentida inteligencia.
atribulada.
Pero más tarde, y por indicaciones de sus numerosos partidarios, de sus
VII
buenos amigos y demás correligionarios, se encargó con beneplácito general
Por eso hoy, despues de treinta y dos años que han trascurrido desde la
de la Presidencia de la República, aunque interinamente, pues no estuvo con-
sentida muerte de ese preclaro patricio, el ameritado ciudadano General Fran-
forme con los derroches y abusos que cometían todos los funcionarios públi-
cisco O. Arce, actual Gobernador que con positivo tino y acierto rige los des-
cos en su nombre, y por lo mismo dimitió el alto cargo que desempeñaba,
tinos del Estado á que perteneció Nicolás Bravo, honra en justicia la augusta
dando así un ejemplo tangible del cual pudieran muy bien aprovecharse en
memoria de aquel hijo predilecto de México: por tal circunstancia, úno mi
todo tiempo sus sucesores.
humilde recuerdo en esta vez para celebrar el centenario del natalicio del héroe
V sin tacha, de ese hombre inflexible y bondadoso, de ese patriota incólume é
inimitable, ele ese Bayardo ele la Nación mexicana.
Bajó del poder con la conciencia tranquila y la frente levantada, como lo Aguascalientes, 1886.
RODRIGO A. ESPINOSA.
hace el hombre de honradez acrisolada, y entregó el mando supremo al Ge-
16
A L B U M DE B R A V O .
122
II
CHAPULTEPEC
(SETIEMBRE 13 DE 1847.)
Como la nube que estalla
con siniestro resplandor,
y se desata en torrentes *f>
: TJ
y anubla la luz del sol,
I así por nuestras campiñas,
de guerra al ronco clamor,
oscureció nuestro cielo
E r a aquel tiempo de luto
la nube de la invasión;
en que un grito resonaba
y entre cenizas y muertos
desde el palacio á las chozas,
su marcha triunfal abrió,
desde el llano á las montañas;
y vino á estrellarse un dia
grito sangriento, terrible,
á los piés de ese peñón.
grito de guerra y venganza.
E r a aquel tiempo de luto
en que osado profanaba E n reemplazo de los hombres
nuestro suelo bendecido que la muerte se llevó,
el invasor con su planta; á defenderlo se alzaba
el tiempo que en los hogares, UN ANCIANO, VENCEDOR,
III
Herido el eorazon en lo más vivo
Por la suerte inhumana,
Así el invasor osado,
Viste á tu padre sucumbir cautivo,
á pesar de su altivez,
Del opresor bajo la furia insana.
por cada palmo de tierra
nos entregaba un laurel.
Mas léjos de empapar, con saña impía,
E n la sangre tu acero,
Por nuestra justicia fuertes
De tu dolor sofocas la agonía
y fuertes por nuestra fe,
Y ofreces libertad al prisionero.
no cedimos un instante
frente á la invasora grey,
Así das un ejemplo sin segundo
y hoy en tu bosque sagrado
De virtud y nobleza;
encierras, Chapultepec,
Pues vale más que cuanto encierra el mundo,
un monumento de gloria
De tu alma heroica la sin par grandeza.
bajo de cada ciprés.
M é x i c o , 1886.
M é x i c o , 18S6.
J. M. VlGIL.
GUSTAVO BAZ.
AL G E N E R A L NICOLÁS B R A V O
H O M E N A J E
E N SU CENTENARIO.
A L GENEROSO P A T R I C I O D. NICOLÁS B R A V O .
A L GENEROSO P A T R I C I O D. NICOLÁS B R A V O .
H u e j u q u i l l a ( E s t a d o d e C h i h u a h u a ) , 1886.
TELESFORO CASTAÑEDA I
No deberia ser la pluma la que trazara sobre el papel los rasgos grandiosos
que delinean la fisonomía olímpica de un héroe. Deberia ser un pincel divino
el que con rayo de luz escribiera en el cielo sus hechos inmortales.
P a r a ensalzar la grandeza que es el fondo del heroísmo, es insuficiente la
palabra: se necesita la nota, el canto, el himno: no basta el juicio favorable de
un dia: se necesita la fama duradera y legítima, ese h u r r a grandioso, justo y
perpetuo de las generaciones.
De aquí que, al ocuparnos del héroe que motiva estas líneas, resulte nuestra
torpeza tan grande como nuestro atrevimiento, y esto sólo sea disculpado por
el entusiasmo ardiente de j u n t a r nuestra tosca piedra á los pulidos mármoles
y bruñidos bronces que formarán ese hermoso monumento que con el nombre
de Album, va á levantar el Estado de Guerrero á la memoria de uno de sus
hijos más esclarecidos.
II
H u e j u q u i l l a ( E s t a d o d e C h i h u a h u a ) , 1886.
TELESFORO CASTAÑEDA I
No deberia ser la pluma la que trazara sobre el papel los rasgos grandiosos
que delinean la fisonomía olímpica de un héroe. Deberia ser un pincel divino
el que con rayo de luz escribiera en el cielo sus hechos inmortales.
P a r a ensalzar la grandeza que es el fondo del heroísmo, es insuficiente la
palabra: se necesita la nota, el canto, el himno: no basta el juicio favorable de
un dia: se necesita la fama duradera y legítima, ese h u r r a grandioso, justo y
perpetuo de las generaciones.
De aquí que, al ocuparnos del héroe que motiva estas líneas, resulte nuestra
torpeza tan grande como nuestro atrevimiento, y esto sólo sea disculpado por
el entusiasmo ardiente de j u n t a r nuestra tosca piedra á los pulidos mármoles
y bruñidos bronces que formarán ese hermoso monumento que con el nombre
de Album, va á levantar el Estado de Guerrero á la memoria de uno de sus
hijos más esclarecidos.
II
cia, y despues de ella ocupó distinguidos puestos en los diversos gobiernos que
se sucedieron, y varias veces la primera magistratura del país. GENERAL NICOLÁS BRAVO.
Despues le vemos, cuando la invasión americana, mostrando en Chapulte-
EN SU CENTENARIO.
pec el mismo brío y heroísmo que en los comienzos de su vida, aunque el des-
tino siempre fué entonces fatal para nuestras armas.
Este fué el digno epílogo de la vicia pública del grande hombre, que consa-
Arranca ¡oh musa! de mi ronca lira
gró los albores de su existencia y las aspiraciones de su juventud, la fuerza de
Mil vigorosos tonos,
su edad y el goce de su buena posicion, y hasta el reposo de su vejez, al ser-
Y en mí los cantos de la gloria inspira!
vicio de la Patria.
Mi corazon suspira
III Al soñarme en la rústica cabaña
O cabe la ancha grada de los tronos,
E l respeto y la gratitud hácia los grandes hombres, es el homenaje más san- Escuchando la voz pura y vibrante
De errantes trovadores,
to que les rinden los pueblos dignos.
Que perdidos en áspera montaña,
Éstos cuidan de tener siempre á la vista el recuerdo de esas vidas que ha
Con las ninfas del bosque en blando coro,
ilustrado la grandeza, para que el ejemplo elocuentísimo del pasado los alien-
Cantaban los combates, los amores,
te para vencer el presente y abordar el porvenir.
Con sus templadas cítaras de oro;
Porque ellos comprenden que el heroísmo de los que se han ido, es un per-
O en trovas divinales
petuo remordimiento para las generaciones débiles que no saben imitarlos.
Esculpían en la Historia
Así han creído los que han tenido y realizado el alto pensamiento, merito-
Del paladín las proezas inmortales,
rio ante la sociedad y ante la Patria, de recordar l a memoria del eminente
Que entre sus alas cobijó la gloria!
guerrero que nos ocupa, porque la exaltación de los hijos ilustres de un pue-
blo, levanta á éste de su aminoramiento y estorba su decadencia.
¡Oh ángel consolador de los inmaculados recuerdos! vuela sobre la tumba
del héroe y confia nuestra gratitud eterna á sus manes inmortales; inmortales, * *
sí; que si allí reposan sus huesos, su espíritu vivo está en un altar: el que le
hemos erigido en el sagrado de nuestros corazones! Entone el israelita
Sus cántigas de gloria en alabanza
R o s a r i o (Sinaloa), 1886.
De un ilustre Patriarca, que obediente
Al divinal mandato,
nos artefactos modestísimos para atender con su mezquino producto á sus ne-
cesidades dentro de la cárcel.—Si conmueve el General que perdona á sus
vencidos, hace llorar el cautivo que con la misma mano que esgrimió la espa-
da de la libertad, triunfadora en cien combates, maneja una pobre y humilde
herramienta para obtener algunos cuartos.
Decretada su l i b e ® en Octubre de 1820, militó luego al lado de Iturbide, A LA MEMORIA
quien solicitó con empeño su valioso concurso, hasta realizarse la Independen- DEL
cia, y despues de ella ocupó distinguidos puestos en los diversos gobiernos que
se sucedieron, y varias veces la primera magistratura del país. GENERAL NICOLÁS BRAVO.
Despues le vemos, cuando la invasión americana, mostrando en Chapulte-
EN SU CENTENARIO.
pec el mismo brío y heroísmo que en los comienzos de su vida, aunque el des-
tino siempre fué entonces fatal para nuestras armas.
Este fué el digno epílogo de la vicia pública del grande hombre, que consa-
Arranca ¡oh musa! de mi ronca lira
gró los albores de su existencia y las aspiraciones de su juventud, la fuerza de
Mil vigorosos tonos,
su edad y el goce de su buena posicion, y hasta el reposo de su vejez, al ser-
Y en mí los cantos de la gloria inspira!
vicio de la Patria.
Mi corazon suspira
III Al soñarme en la rústica cabaña
O cabe la ancha grada de los tronos,
E l respeto y la gratitud hácia los grandes hombres, es el homenaje más san- Escuchando la voz pura y vibrante
De errantes trovadores,
to que les rinden los pueblos dignos.
Que perdidos en áspera montaña,
Éstos cuidan de tener siempre á la vista el recuerdo de esas vidas que ha
Con las ninfas del bosque en blando coro,
ilustrado la grandeza, para que el ejemplo elocuentísimo del pasado los alien-
Cantaban los combates, los amores,
te para vencer el presente y abordar el porvenir.
Con sus templadas cítaras de oro;
Porque ellos comprenden que el heroísmo de los que se han ido, es un per-
O en trovas divinales
petuo remordimiento para las generaciones débiles que no saben imitarlos.
Esculpían en la Historia
Así han creído los que han tenido y realizado el alto pensamiento, merito-
Del paladín las proezas inmortales,
rio ante la sociedad y ante la Patria, de recordar l a memoria del eminente
Que entre sus alas cobijó la gloria!
guerrero que nos ocupa, porque la exaltación de los hijos ilustres de un pue-
blo, levanta á éste de su aminoramiento y estorba su decadencia.
¡Oh ángel consolador de los inmaculados recuerdos! vuela sobre la tumba
del héroe y confia nuestra gratitud eterna á sus manes inmortales; inmortales, * *
sí; que si allí reposan sus huesos, su espíritu vivo está en un altar: el que le
hemos erigido en el sagrado de nuestros corazones! Entone el israelita
Sus cántigas de gloria en alabanza
R o s a r i o (Sinaloa), 1886.
De un ilustre Patriarca, que obediente
Al divinal mandato,
Sobre la humeante pira, Y troncha ciego aquel càndido lirio,
Con heroica confianza, E n cumplimiento de indiscreto voto
A su hijo tiende, víctima inocente, Que á Dios hiciera, presa del delirio.
Que resignado mira
Su cuello ante la mística cuchilla * *
£
* * *
* *
*
* * *
íit
* *
Ni el Patriarca israelita en su obediencia,
Ni Jephté con su voto temerario,
Ni Junio Bruto dando su sentencia
Grande es el hombre cuando triunfa su Contra sus hijos, fiero y sanguinario;
Del impulso feroz de las pasiones; Ni del valiente Atrida la inclemencia
Se ciñe entonces vencedora palma, Sacrificando á su hija en el santuario;
Y es capaz de magnánimas acciones. Ni Alonso Pérez, el feroz caudillo,
Tranquilo el corazon late con calma Arrojando á los moros su cuchillo,
E n las grandes, solemnes ocasiones
E n que muestra sus altas cualidades.
O pelea por sus pátrias libertades.
A L ESCLARECIDO PATRICIO
¡NICOLÁS BRAVO!
. . . . E l ínclito guerrero
Que la diadema ciñe de inmortal:
El temido campeón de los iberos, DOJST N I C O L Á S BRAVO.
E l héroe de "El Palmar,"
E n holocausto santo!
C o l i m a , 1886.
MIGUEL G . T O P E T E .
TJISr RECUERDO A BRAVO.
M é x i c o , 1886.
NICOLÁS BRAVO.
R A F A E L ANGEL DE LA P E S A .
¡Gloria á tí, valiente caudillo de la Patria! ¡Gloria á tí, ilustre vencedor del
Palmar! ¡Pero mayor gloria todavía ár tí como sublime vencedor de tí mismo;
á tí, héroe entre los héroes; á tí, que cuando todo te incitaba á la venganza, tu
deber como soldado y tu dolor como hijo, supiste hallar en tu alma elevada al-
go que te hiciera olvidar por un momento tu dolor y tu deber, para recordar-
te sólo que eras hombre, inclinándote á pronunciar esa palabra divina que se
llama perdón! Bravo entre los bravos por tu valor indomable, tienes, sin em-
bargo, en ese terreno numerosos émulos; pero en la mayor de tus hazañas y
heroicidades, en el triunfo que alcanzaste devolviendo en tan terribles circuns-
tancias la vida y la libertad á tus trescientos prisioneros, no tienes ni tendrás
acaso rival en la Historia. Por eso, si México agradecido te ha declarado Pa-
dre de la Independencia y Benemérito de la Patria, la humanidad entera te
proclamó grande, noble y generoso, y la posteridad te admira, te respeta y te
bendice.
M é x i c o , 1886,
R. MANTEROLA,
A L A M E M O R I A
AL BENEMÉRITO
DEL
G E N E R A L NICOLÁS BRAVO.
GENERAL NICOLÁS BRAVO.
D u r a n g o , 1886.
E N E L CENTENARIO DE SU NACIMIENTO.
Y hendiendo el aire con gentil decoro, Diga el que nos dejó sangrientas huellas
E n atrevido y majestuoso vuelo, Y horas eternas de baldón y bruma,
Con ráfagas de sol y átomos de oro Colocando el pendón de las estrellas
Grabe t u nombre en el azul del cielo. E n la régia mansión de Moctezuma:
¿Quién vence más al tiempo y al olvido
Y vive aun á través de las edades;
El que rotas las armas cae vencido,
O el que con ellas rompe libertades?
¿ P a r a qué referir uno por uno Tigre español, que nunca se encontrara
Sus incontables y brillantes lieclios, De sangre mexicana satisfecho,
Si los conserva en sus doradas páginas Sacrifica al anciano venerable
L a Historia gloriosísima de México? De su crueldad en aras, el protervo.
Del insigne patricio el noble padre, Y el que siempre valiente fué en la lucha,
Esclarecido defensor de México, Guardando en su alma su dolor tremendo,
E n hora infausta, en desgraciado dia Se venga perdonando generoso
Trescientos españoles prisioneros.
Cayó jde los realistas prisionero.
Sublime acción, cuyo recuerdo nunca
Se perderá en el curso de los tiempos,
Porque de la creación á nuestros dias
Sólo Dios fué capaz de un hecho idéntico.
P u e b l a , 1880.
Sí, soldado valiente, con anhelo
ROSA CARRETTO. Te consagro mi pobre pensamiento;
Perdona si hasta tí llegó mi vuelo; Su admiración, su amor, su sentimiento?
Perdona si hasta tí llegó mi acento; ¿Quién no quiere probarte
Pero quiero expresarte Que siempre vivirá para admirarte?
Que tengo corazon, y que gozosa
Quisiera tributarte Por eso yo, modesta florecilla,
Encomios y respetos afanosa. Que sin aliño ni cultivo crece,
Mi pobre ofrenda, mi ovacion sencilla
Quisiera en dulce ritmo
A ofrecerte me atrevo, aunque carece
A tus virtudes entonar un himno.
De gusto y melodía;
Como pocos valientes combatiste, Y sólo manifiesto entusiasmada,
Y como pocos, fiel á tu bandera, Que si falta armonía
A la muerte, al peligro no temiste, A mi insonora lira destemplada,
Haciendo que tu fama, no muriera, Sí sabré respetarte,
Y noble y generoso, Que corazon me sobra para amarte.
E n vez de la venganza maldecida,
Perdonaste bondoso Que mi pecho te forma complacido
Y diste libertad al que homicida U n santuario, un altar para adorarte:
Le cortó la existencia Que respeto tu nombre esclarecido,
Al padre que adorabas con vehemencia. Y que sabré homenajes tributarte.
Con entusiasmo ardiente
E s fuerza recordar de tu pasado Guardaré la memoria del que ufano,
La conducta intachable que observaste Honrado, leal, valiente,
Siendo siempre caudillo denodado, E s héroe de mi suelo mexicano.
Y nunca á la ambición te subyugaste. Amor patrio me inflama,
Tu causa defendiste Y llena de placer, canto su fama.
Siempre valiente y leal, siempre con celo:
Como soldado, fuiste Siga grabado en caracteres de oro
Genio preclaro y singular modelo. Tu nombre, General, siga tu gloria;
Honor y loor gritamos; De los vates la voz, que suene en coro
Y á tí, Bravo inmortal, siempre cantemos. Tributándole honor á tu memoria.
Y yo también, uniendo
¿Quién no recuerda con respeto inmenso A ellos mi débil voz, alzando el grito,
Tanto desinteres y tanta gloria? Y mi laúd tañendo,
¿Y quién no quiere tributarte incienso, ¡Que viva Bravo el imortal! repito:
Sin cesar elogiando tu memoria? ¡ Loor eterno sea dado
¿Quién no quiere anhelante A l ilustre campeón, al gran soldado!
Llegarse con afan hasta tu asiento, P u e b l a , 1SS6.
M A R Í A DE LOS ANGELES O T E R O ,
Tributarte constante
Virtudes que el mundo aclama,
Al encender en su llama
De nuestros padres los pechos,
Con más admirables hechos
Han fatigado á la Fama.
P u e b l a , 1886.
E n la región do estás, desconocida
PATRICIO C A R R A S C O . P a r a el pobre mortal, quiero que veas
A tu patria penosa y afligida,
Que en tus recuerdos su consuelo seas;
Deje de estar tan triste y abatida;
Quiero que en mármol tu recuerdo leas
Con letras inmortales esculpido
P o r la mano de un pueblo agradecido.
III
P u e b l a , 1886.
G. MÁRQUEZ.
III
IV
I
II V
A lfin,por el martirio
Tú fuiste en esa guerra
Sublime y redentora L e plugo á nuestra suerte
Glorificar tu nombre
Que á México la bella
Haciéndolo inmortal;
Del yngo libertó,
Y comenzó tu vida
E l más noble caudillo;
Allí donde la muerte
Tu espada vencedora
Quitó á tu grande genio
E n mil combates rudos
La vida material.
Espléndida brilló.
VI
Ya estás transfigurado:
L a justiciera Historia
BRAVO.
Grabó tu nombre ilustre
Con inmortal cincel;
Y al sol de la apoteosis
Que te cubrió de gloria,
.
Ciñó á t u augusta frente
i
L a F a m a su laurel.
II
IX
A. D. NICOLÁS Ti 11AY O.
De sus hechos relevantes
Eterniza la memoria
E n obeliscos de gloria
D o m u i s t i gentes; sed t a r n e n e a vicisti,
Como tus montes gigantes. qute et n a t u r a m et conditionem, u t vtnci
possent, habebant a n i m u m v i n c e r e , ira-
Y en tus senos más distantes, c u n d i a m cohibere: hsec q u i f a c i a t , n o n
e g o e u m c u r a s u m m í s v i r i s c o m p a r o s e d si-
Porque tu amor le reveles, millimum deojudico.
CICERÓN.
Ordena que los cinceles
Tallen en el mármol duro
Grandioso fuiste y digno de memoria
Campos en donde el futuro
Cuando al cortante filo de tu espada
Venga á arrojar sus laureles.
L e dabas á la Patria encadenada
E n cada hazaña tuya una victoria.
X
A - L A M E M O R I A D E B R A V O .
P u e b l a d e Z a r a g o z a , 1886.
JOSÉ DE I¡A L U Z PALAFOX.
manos. La España de Cárlos Y no poclia educar á sus hijos en la escuela
del 93.
La América, levantándose del polvo y de las cadenas, sin pasar por las gra-
daciones políticas de las demás naciones, presenta al Universo l a epopeya
más grandiosa de los modernos tiempos: la revolución más útil que ha con-
movido á la humanidad. L a astronomía, la navegación, la geografía, la in-
dustria y el comercio, perfeccionados por el descubrimiento de l a América,
para su mal, se han convertido, por su independencia, en otros tantos medios
para acelerar, perfeccionar y consolidar la felicidad de ambos mundos. Ella
ha abierto sus brazos á los pueblos de la Europa, que hollados por la políti-
EN EL ALBUM DE BEAVO. ca, ahuyentados por la guerra y acosados por el furor de todas las pasiones,
sedientos de paz y de tranquilidad, han atravesado el Océano, sin la ferocidad
ni la perfidia de los héroes del siglo x v i ; como hermanos y no como tiranos;
como menesterosos y no como señores; no para destruir, sino para ayudarla
Si el descubrimiento del Nuevo Mundo se ha considerado siempre como á levantar ese suntuoso templo que edifica al dios Trabajo.
uno de los acontecimientos más grandiosos de la humanidad, como el broche
A luchar por la idea, á combatir por la libertad, la América es la que ha
de oro con que cerró la Europa su historia de oscurantismo y de barbarie; la
enseñado al Viejo Mundo. L a regeneración política de América es hija pri-
emancipación política de la América será el único hecho que, en el curso de
mogénita de esa idea santa, sublime, que se llama la libertad de los pueblos,
los siglos, pueda disputar la supremacía al atrevido pensamiento del ilustre y que nació (si álguien no lo ha dicho lo diré yo) acá en las abruptas rocas de
genovés. . los Andes, acá en las elevadas cimas de l a Cordillera de Anáhuac y de los
^ La tierra virgen americana, al recibir el fiat lux del inmortal Colon, recibió montes Alleghanis.
también con la civilización europea, todo ese legado de ignominia y de abyec-
¡Con justicia los pueblos americanos se llenan de santo orgullo al recordar
ción que la moribunda E d a d Média esparcía al caer bajo sus envejecidos es-
su Independencia; con razón consagran apoteosis á los héroes de tan bendita
combros, carcomida por la acción poderosa del progreso humano. Los arreos causa!
militares de Cortés y de Pizarro conservaban todavía el polvo y la herrum-
Plutarco elogia el denuedo y las virtudes cívicas de Pelópidas, sus empre-
bre de los castillos feudales: l a lanza que atravesó el corazon de los meas de
sas gigantescas, sus bellas y gloriosas acciones, su conjuración contra los tira-
Manco-Capac y de los aztecas de Cuauhtemoc, fué la misma que se blandió
nos para libertar á su patria; mas ¿á qué distancia no quedan Pelópidas, Ti-
en Edesa Tiro y Tolemaida; en sacrilego maridaje con el lábaro santo de la
moleon, Trasíbulo y todos los héroes del Viejo Mundo que odiaron la tiranía,
redención, recibimos el látigo del Señor, y junto con las máximas del Apóstol
si se comparan con los hombres de la América que concibieron la idea de re-
de Galilea se nos trajo el diezmo, la encomienda, el gremio y todo ese enjam- dimir un Continente de la esclavitud.? ¿Qué fuerza de intención es compara-
bre de instituciones, que allá en remotos tiempos sembraran unos pueblos a ble á la de Washington, Bolívar, Hidalgo, Morelos, Guerrero, Bravo y otros
los que, con justicia, se ha llamado bárbaros. muchos, que encendió en tantas miríadas de corazones el sentimiento de la li-
No hay que culpar por esto á la madre Patria. Los pueblos de Europa no bertad y el deseo de combatir por ella, comunicándoles al mismo tiempo el
habían presenciado todavía los grandes cataclismos operados por las revolu- aliento de acometer empresas heroicas y l a constancia de sufrirlo todo para
ciones del entendimiento: veian á Cario Magno como una encarnación de l a triunfar de todo? ¿No os parece sublime, conmovedor, el espectáculo que pre-
Divinidad, y los estragos de Sajonia herían su imaginación poco ménos que sentarían cien millones de habitantes animados por una sola idea: la libertad
los juegos infantiles: los diez años de conquista que empleó César para sojuz- de su privilegiado suelo?
gar lasGalias, pasaban ante sus ojos como un acontecimiento natural; y la Digna de todo elogio es la conducta del glorioso Estado de Guerrero, de ese
heroicidad de los hijos de Sagunto nada añadía ni quitaba al valor de los ro-
baluarte de las libertades públicas, que, contando entre sus nobles hijos un
héroe de aquella magna causa, le levanta un monumento para conmemorar
su eterna gratitud.
E l advenimiento al mundo de una personalidad que no se pierde en la ple-
yade de los libertadores del Nuevo Continente, más que de regocijo nacional,
merece serlo continental.
D. Nicolás Bravo, lanzándose con denuedo á la revolución que dio por fru-
to la independencia de la América, merece el respeto de todo corazon ameri-
cano; D. Nicolás Bravo, como hijo de México, tierra predilecta de los héroes,
es digno de un altar en todo pecho verdaderamente amante de su Patria; D.
A LA MEMORIA DE BRAVO.
Nicolás Bravo, heroico en el combate, magnánimo en el triunfo, es acreedor
á la gratitud, al cariño y al respeto de la humanidad.
Puebla de Zaragoza, 1886. E n el álbum santo de las memorias de ayer, en ese augusto Legendario que
NICOLÁS MELÉNDEZ. se llama Historia de las contiendas y luchas por las que lia, pasado nuestra
querida cuanto desgraciada patria, encontramos al hojearlo, páginas benditas
que guardan los eminentes nombres y virtudes cívicas de los libertadores y
padres de nuestra independencia nacional. Al leer ese álbum venerando, nos
sentimos movidos á imitar á los antiguos sacerdotes, quienes para consultar
los Sagrados Libros, se ponían de rodillas con un cirio encendido en una ma-
no, y en la otra el libro, todo en señal de respeto y religiosa veneración.
Yo, al escribir estas pobres líneas, consagradas á la memoria de uno de los
más ilustres hijos de México, quisiera fuera dable que viniera, al invocarle, el
ángel tutelar de las naciones libres, para que se posara sobre mi cabeza, y
arrancándose una pluma de sus alas, la pusiera en mi mano y me inspirara
misteriosamente todo cuanto puede escribirse en honor de uno de los apósto-
les de nuestra emancipación política; de esa figura singular que descuella en-
tre los héroes de su época; de ese preclaro hombre que en vida respondiera al
nombre de N I C O L Á S B R A V O .
Pero ya que no me es dado alcanzar la protección de esos manes que invo-
cara, ocurro desde aquí en mi vida oscura, con toda la voluntad de mi corazon,
al cariñoso concurso á que nos ha dado cita el patriótico llamamiento del Sr.
General Francisco O. Arce, digno Gobernador del Estado de Guerrero, y hu-
mildemente me apresto, llevando sólo esta pobre ofrenda de gratitud que ofrez-
co ante el ara santa del altar que se levanta allá en Chilpaiícingo, tierra natal
de nuestro héroe, para solemnizar la apoteosis del centenario ele éste.
Así como el náufrago no sale á la superficie del agua del Océano sino cuan-
do ha muerto, así las virtudes y glorias de los hombres como B R A V O , no bri-
27
a él, á fin de que en ese monumento que se elevará para perpetuar el nombre
lian sino despues que sus dueños han dejado de ser y pasado á otra vida
del ilustre caudillo, se encuentren nuestras pobres ofrendas que la gratitud
mejor.
lleva á depositar en el altar de nuestro libertador.
El gran filósofo del mundo, el Hombre-Dios, fué mofado, burlado y hasta
Yo desde aquí, vuelvo á decir, concurro á esa fiesta á que el reconocimien-
sacrificado en una cruz, allá en el Calvario, por el pueblo deicida, y despues, to convida, y envió estas sencillas líneas, las que simbolizan el humilde
y muy luego, es reconocido como el libertador y redentor de la humanidad, óbolo que el creyente va á depositar en el tesoro que se forma en el centro del
quien le ha levantado templos y altares para rendirle culto y adoración como altar de los templos, cuando se levantan y se van á consagrar éstos al culto de
á su Dios salvador. los dioses.
Allá en la Roma antigua, emporio de las guerras, de las ciencias y de las
Justo, muy justo es consagrar á la memoria del inmortal defensor de nues-
artes, la Historia nos enseña que hubo un César, un Germánico, un K u m a
tra querida patria, no sólo un monumento, sino monumentos dignos que pu-
Pompilio, un Bruto, un Justiniano, un Alejandro, etc., etc., quienes, cada uno
bliquen para las generaciones que están por venir, las virtudes de ese héroe
por su parte, cooperaron con su valor, ciencia y constancia para alzar desde sus
que, cual otro Germánico, merece ser cantado en los himnos de los Sálios, y ser
cimientos ese edificio social, cuyos benéficos resultados de progreso y civiliza-
llevada su estatua en procesion, cual la de este romano, en tocias las fiestas
ción han llegado á sus pósteros, en cuyo número nos hallamos nosotros. ¿Y
populares.
qué hicieron en justicia los contemporáneos de esos genios de la guerra, del
saber y de la actividad? Nada, ó casi nada, en favor de aquellos, hasta que las Sí, ese ilustre hijo del Sur, cual otro Cincinato, aquel campesino romano
generaciones que los siguieron han reconocido el mérito y dado á cada uno el que sólo á la hora del peligro en que su patria se hallaba, deja su azada en
lugar de honor y gloria que le corresponde. su tierra ele labranza, sacude el polvo de sus vestidos, limpia el sudor de su
rostro, viste la loriga que se le presenta, y ocurre presuroso á la defensa de
¿Qué se hizo con Galileo, Colon, Guttemberg, y otros muchos genios escla-
su pueblo que lo llama; á nuestro libertador también, el eco del grito de In-
recidísimos que nos legaron tan sabios descubrimientos, como son el de la re-
dependencia en Dolores le sorprende labrando sus tierras en la Hacienda ele
volución y rotacion de nuestros planetas, el del Nuevo Mundo y el de la im-
Chicliihualco; y aunque muy joven, se enciende en su pecho el santo amol-
prenta? ¡Infamia! Fueron tenidos como locos y charlatanes, y hasta conde-
de libertad, y deja el araclo y va presuroso á tomar participio, con sus her-
nado alguno de ellos como hereje. Pero despues, el mundo entero se descubre
manos, en la lucha emprendida para salvar de la dominación española á
y se inclina reverente ante las gigantescas figuras de esos dioses de la ciencia
nuestra queridísima y nunca bien ensalzada México.
de los milagros.
Despues, cuando dirige los destinos de ésta, dice también como Adriano:
Por último, Washington, Bolívar, Lincoln, Hidalgo, Juárez, Bravo, etc., m e
I propongo gobernar la República, de modo (pie se vea mi acuerdo de que no
fueron los apóstoles redentores de este nuevo Continente americano. ¿ Y qué
" es propiedad mia, y que sólo soy su administrador en nombre de la Nación,'"
se ha hecho hasta aquí que fuera digno y correspondiera á su encumbrada glo-
P o r eso, agradecidos sus hermanos redimidos, hoy asistimos á esa fiesta que
ria, conquistada con tantos sacrificios? Los pueblos americanos nuestros her-
en esa su tierra natal se le consagra, al levantar un monumento conmemora-
manos, tal vez tengan mejor derecho á respondernos nuestra pregunta, porque
tivo al recuerdo del centenario del nacimiento clel benigno y magnánimo hijo
en algo han cumplido con su deber de gratitud liácia aquellos padres de la Pa-
de Guerrero, á quien con razón llamaríamos "el moderno Germánico Mexicano."
tria; pero nosotros casi nos hemos dormido, y así olvidado de nuestros héroes,
conformándonos con medio recordarlos cada año, al ruido de la trivial y mal P u e b l a , 1886.
IR,
E L ESTADO DE MOKELOS
EL GOBERNADOR DEL ESTADO DE MORELoS,
E N ELI P R I M E E C E N T E N A R I O
JESUS H. PRECIADO,
OFRECE
DE D. NICOLÁS BRAVO. A L GOBERNADOR DEL ESTADO DE GUERRERO,
SR. F R A N C I S C O O. A R C E
ESTAS CUANTAS HOJAS
10 PE SETIEMBRE DE 1 7 8 6 . — 1 0 DE SETIEMBRE DE 1886. P A R A L A CORONA QUE L A NACION MEXICANA
DEPOSITARÁ
EN EL MONUMENTO ERIGIDO E N L A CUIDAD DE CHILPANCINGO,
P A R A CELEBRAR
NICOLAI. BRAVO E L D I A 10 D E S E T I E M B R E D E 1886
MEXICANA. STRENVI. HEROIS. SVMMA. L I B E R T A T E LA FIESTA DEL PRIMER CENTENARIO
REBVS. CLARISSIME. GESTIS DEL GENERAL DON NICOLÁS BRAVO,
PRuESERTIM ESFORZADO HÉROE DE NUESTRA INDEPENDENCIA,
Ufi I P V L C H E R R I M O . QVO. M V N D V M . O B S T V P E S C V I T . F A S C I N O R E POR SU VALOR E N LOS COMBATES
HISPANOS. TRECENTOS. BELLO. CAPTOS Y
È: !
INDVLGENDO. AC. MITTENDO POR EL GRANDE ACTO DE MAGNANIMIDAD
CON QUE ASOMBRÓ A L MUNDO,
SI QVANDONE. EJVS. P A T R E M
PERDONANDO L A VIDA YDANDO LA LIBERTAD
SUMMA PRO. LIBERTATE. ETIAM. CERTANTEM
A F . M. C A L L E J A . S V P P L I C I O . E X T I N C T V M . E L N V N T I A T U M A TRESCIENTOS PRISIONEROS ESPAÑOLES,
; PRIMI. CENTENARH. CONCELEBRANDO. FESTVM C U A N D O SUPO QUE SU P A D R E ,
if,
MODERATORI. GVERRERENSI QUE TAMBIEN B A T A L L A B A POR LA INDEPENDENCIA,
FRANCISCO. O. A R C E H A B I A SIDO SACRIFICADO E N EL CADALSO
SERTIS INTEXENDIS POR EL VIREY
QVJS D O N F É L I X M. C A L L E J A . *
APVD. MONVMENTVM. VRBE. CHLLPANCINGO. ERECTVM
CVNCTA. DEPONET. REIPVBLICJE
IV. LDVVM. S E P T E M B R I V M . A N . i M D C C C L X X X V I
HANC. FOLIORVM. PAVCITATEM
MODERATOR. MORELENSIS
JESVS H. PRECIADO
* Esta dedicatoria se refiere á las ocho siguientes piezas literarias con que contribuyó el Estado de Moreloa
p a r a celebrar el Centenario, por conducto del Gobernador de dicho Estado.
Cuando predomine la fuerza del derecho, y no el derecho de la fuerza; cuan-
do deje de haber oprimidos y opresores; cuando todos los hombres, unidos
por los vínculos de la libertad, comprendan que su derecho es la libertad y su
obligación es la justicia, entonces no habrá guerras.
III
¡TODO P O E L A PATRIA! E n t r e la numerosa pléyade de héroes que produjo nuestra guerra de Inde-
pendencia, aparece rodeada de una aureola de luz la figura del insigne caudi-
llo Don Nicolás Bravo.
Magnánimo y valiente á toda prueba, supo hermanar el patriotismo y el
valor con la generosidad y la clemencia.
i
H é aquí la síntesis de su grandeza.
No hay en su vida una sola mancha: el hombre no es Dios.
¿Existe el patriotismo? ¿No se lia extinguido aún entre nosotros? Propo- El siglo X I X no podia morir sin colocar la primera piedra del grandioso
ner estas cuestiones es como si dijéramos: Ya no existe el amor, ni la fami- pedestal que las generaciones del porvenir deben levantar á los que como él
lia, ni los vínculos de la amistad; el egoísmo reina en lo absoluto; ya no hay consagraron su vida entera al servicio de la patria.
lealtad, ni valor, ni abnegación; ya no hay sentimiento, ni dignidad, ni deco- Leónidas fué la gloria ele Esparta.
ro individual; ni gratitud, ni sangre en las arterias; el alma humana es una Bravo es una ele nuestras glorias nacionales, pero muy especialmente del
utopía, una ilusión, una quimera; el hombre una monstruosidad de la natu- Estado ele Guerrero.
raleza; la virtud no existe; la civilización es una mentira.
Quitad el patriotismo, y el edificio social se desploma.
Aman las aves el árbol donde fabrican su nido para alimentar á sus hijue- IV.
los, y la sombra del bosque donde aletean la primera vez, y el lago de azula-
d a ! aguas donde mitigan su sed: ¿y el hombre dejaría de amar la tierra don-
Los héroes se individualizan: como los astros, tiene cada uno su órbita y su
de vio la primera luz?
brillo particular, girando todos al rededor del refulgente sol ele la Libertad.
II ¿Quién es más gránele? Ninguno.
E l patriotismo y el valor, como toelo lo gránele y lo sublime, tienen un gra-
do supremo ele intensidad.
L a vida de los héroes empieza en el sepulcro.
No es posible traspasar la altura á que llegaron Guillermo Tell y Washing-
A su paso por la tierra dejan una huella luminosa; la gratitud les levanta
ton, Bolívar é Hidalgo.
altares; la historia inscribe sus nombres con letras de oro.
Pero sí pueden las grandes almas igualarles, aunque siguiendo un rumbo
Espíritus superiores que se sobreponen á las preocupaciones de la multitud, diferente.
están prontos á derramar su sangre y á dar su vida por la patria.
Bravo tiene su grandeza propia que nadie puede disputarle.
La guerra es el crisol del heroísmo: toca á la moderna civilización resolver Clemente hasta la heroicidad, supo triunfar no sólo de sus enemigos, sino
el problema, de suprimirla en lo absoluto. de sí mismo.
¿Lo conseguirá? No lo sabemos.
Conmemorar solemnemente el centésimo aniversario de su natalicio, es pa-
garle una deuda de gratitud.
E n 1886 comienza, por decirlo así, la verdadera apoteosis del héroe: ¡ojalá
y encuentre en la posteridad muchos imitadores!
¡Generaciones del porvenir! inclinad vuestra frente con respeto ante la mag-
nanimidad y l a clemencia unidas con el valor y el patriotismo, cuyas virtu-
des quedan personificadas por el héroe de San Agustín del Palmar DON NI-
COLÁS B R A V O !
SIN A.
E l generoso é ilustre héroe que libertó el indio suelo del dominio ibero, y
luchó impertérrito con ejército del Norte, merece por su proceder distinguido
y noble, respeto extremo, ser visto com® ejemplo digno de seguirse, y obtener
nuestro profundo reconocimiento; esculpiendo su nombre en nuestros pechos,
como escudo que nos libre de sujeción; siendo sus hijos y su pueblo siempre
dignos, generosos, libres é independientes, según nos enseñó el hombre cuyo
recuerdo recibe hoy justo tributo de nuestro respeto, en estos renglones pues-
tos en el libro que el pueblo reconocido le ofrece.
SIN E.
SIN A.
E l generoso é ilustre héroe que libertó el indio suelo del dominio ibero, y
luchó impertérrito con ejército del Norte, merece por su proceder distinguido
y noble, respeto extremo, ser visto como ejemplo digno de seguirse, y obtener
nuestro profundo reconocimiento; esculpiendo su nombre en nuestros pechos,
como escudo que nos libre de sujeción; siendo sus hijos y su pueblo siempre
dignos, generosos, libres é independientes, según nos enseñó el hombre cuyo
recuerdo recibe hoy justo tributo de nuestro respeto, en estos renglones pues-
tos en el libro que el pueblo reconocido le ofrece.
SIN E.
S I N O.
SIN U.
Si fuera posible escribir en el espacio, con diversos grados de luz, cada uno
de los hechos gloriosos de los héroes de nuestra I N D E P E N D E N C I A , la abnega- Entonces fué cuando empuñaste airado
ción de H I D A L G O al proclamarla, la actividad organizadora de M O R E L O S para L a noble espada de espartano temple,
adquirirla, y la magnanimidad de B R A V O al perdonar á sus enemigos, brilla- Y rasgando las sombras del pasado
rían con tal fuerza, que no seria posible á la vista humana contemplar sus Que oprimieran al indio con su peso,
fulgores. Clamaste: "¡Libertad!" y en las montañas
De la misma manera que si al celebrar el primer centenario del N A T A L I C I O Se oyó tu grito, se sintió tu mano,
D E L G E N E R A L DON N I C O L Á S B R A V O todos los mexicanos imitáramos su ejem- Y fueron tus hazañas
plo, olvidando nuestros rencores, no le seria posible al pensamiento calcular Empujes de león contra el tirano.
el grado de prosperidad á que llegaria nuestra Patria.
F u é entonces, ¿no es verdad? . . . .
Cuernavaca, 1886.
Las auras llevan
LÜIS G. MIRANDA. Como un hilo de luz, el pensamiento;
Y el tuyo, generoso,
Cruzó los valles, traspasó los montes,
Cuando en tu oído resonó el acento
Que clamaba, angustiado,
P o r el humilde hogar arrebatado.
F u é entonces . . . .
L a fiereza castellana
Mil víctimas contó para su encono,
Y puso, como estigmas, en la frente
Del indio audaz, del Cura rebelado,
El nombre de insurgente!
Para, enterrar tus penas y congojas.
Mas ¿qué importaba, si de cada peña,
Acaso fuiste mártir del encono
Del pié del árbol, de la arena misma,
De tus propios hermanos,
Del fondo de la e l l a miserable
Y entonces . . . . ¿Qué pensar de tu fiereza
Brotaban y brotaban
Al combatir por ellos
Nuevos brazos que el arma levantaban?
Sin doblegar al sino la cabeza?
Y si por ella .
Luchaste, como bueno, en la pelea
Siempre te acompañó, como acompaña
La estrella á quien navega en la tormenta
O á quien surca los mares de la idea.
F e y corazon bastaron á tu arrojo
P a r a luchar, y si vencerte pudo
Alguna vez la adversidad siniestra,
Nunca quedó en el campo por despojo
L a noble espada que llevó tu diestra
Acaso tu amargura
F u é cruel y pudieron tus pupilas
Arrojar esas lágrimas ardientes
Que hace verter la decepción h u m a n a
Cuando hace de cenizas, aún calientes,
Brotar, terrible, la primera cana.
Acaso en tu cerebro
Surgió la voluntad del sacrificio;
Y árbol ya sin colores y sin hojas,
Pretendiste, ignorado, ir á la tumba
A BRAVO. -A. I B IR, _A_~V~ O .
MANUEL GALLEGOS,
CECILIO A . ROBELO.
A. 13 E A Y O .
A BRAVO.
i
C u e r a a v a c » , 1886.
JOSÉ F L O R E S VALVERDE,
NICOLÁS BRAUCK
C u e r a a v a c » , 1886.
JOSÉ F L O R E S VALVERDE,
NICOLAS BRAVO.
Michoacau, 1886.
Michoacau, 1886.
M o r e l i a , 1886.
¿Quién soy para cantarte? Yo no tengo
MIGUEL U L L O A .
Ni la armoniosa lira,
Ni el inspirado númen de Tirteo,
Y mi alma, que te admira,
Que tiene por bandera tu trofeo,
Sólo produce débiles acentos
Llevados al acaso por los vientos.
II
AL MAGNÁNIMO
¡Libertador! Tus glorias me conmueven!
Tus heroicas virtudes me enardecen,
GENERAL NICOLÁS BRAVO.
Y arrebatar quisiera de mi seno,
E n el febril trasporte que me alienta,
U n cántico grandioso como el trueno!
Yo quisiera que fueran mis cantares Circula por el tórrido elemento
Como la voz rugiente de los mares! . . . . De la suriana tierra conmovida,
Como las sinfonías de los torrentes, L a ovacion de la Patria agradecida
Que en sonoros arpegios se traducen Que enaltece el humano pensamiento,
Cuando las aguas se despeñan locas! . . . .
Como el eco salvaje que producen Porque recuerda en plácido momento
Al azotar los vientos en las rocas ! Al heroico insurgente que en su vida
Pospuso á la venganza fratricida,
E n Medellin, su noble sentimiento.
Alorelia, 1886.
CARLOS LÓPEZ.
PARA EL ALBUM.
LA VENGANZA DEL INSURGENTE.
Al llegar el Centenario del nacimiento de este héroe admirable, con razón bravo, solo.
lo celebra el Estado de Guerrero donde aquel abrió sus ojos á la luz; con ra-
zón, para perpetuar tan veneranda memoria, erige un digno monumento, y Despues del Palmar, el Puente
se entrega á las efusiones de una muy significativa fiesta cívica. ¡Honor á Del Rey, ¡soberbias jornadas
B R A V O ! ¡Honor al Estado de Guerrero! Que aumentarán el prestigio
Naciente de nuestra causa!
M é x i c o , 1886.
Ya no dirán que mis tropas
IGNACIO CUMPLIDO. Son chusmas desenfrenadas,
PARA EL ALBUM.
LA VENGANZA DEL INSURGENTE.
Al llegar el Centenario del nacimiento de este héroe admirable, con razón bravo, solo.
lo celebra el Estado de Guerrero donde aquel abrió sus ojos á la luz; con ra-
zón, para perpetuar tan veneranda memoria, erige un digno monumento, y Despues del Palmar, el Puente
se entrega á las efusiones de una muy significativa fiesta cívica. ¡Honor á Del Rey, ¡soberbias jornadas
B R A V O ! ¡Honor al Estado de Guerrero! Que aumentarán el prestigio
Naciente de nuestra causa!
M é x i c o , 1886.
Ya no dirán que mis tropas
IGNACIO CUMPLIDO. Son chusmas desenfrenadas,
Turba que empuja á la guerra
Que sólo al botín aspiran
Cólera desesperada
Y en el desorden se embriagan.
Y va buscando en la muerte
Bien vale por un ejército
De libertad la esperanza.
De esos que vienen de España,
Y sin embargo, es mi orgullo
E l que cuenta entre sus jefes
Esa turba, esa canalla,
Hombres del temple de Palma,
E n que cada hombre es un héroe,
E l que se arroja al combate
Mal que pese á quien la infama
Sin temor á la metralla,
¡ Cuántas veces respondiendo
Y para callar cañones
Con una piedra á una bala,
Los conquista á la arma blanca.
Les vi pasar al través
Chusmas, que así las titulen
De divisiones compactas!
Las legiones veteranas
Las enemigas trincheras
De Labaqui, ellas las vieron
Romper, y poner muy alta
E n el P a l m a r cara á cara.
Sobre la vencida torre
Mas, ¡qué mucho así nos juzguen
Su bandera americana!
Las gentes apasionadas,
¡ Cuántas veces les miré
Si á veces yo mismo encuentro
Bajo una lluvia de balas
Nuestras victorias extrañas! (Pensativo.)
Gritando "viva Morelos"
Ellos, los que nos oprimen
Morir gozosos y cuántas (Con a m a r g u r a . )
Y desprecian nuestra raza,
Me pregunté si no es justo
Tienen tantos elementos
Dar rienda suelta á la rabia,
Como á nosotros nos faltan.
Castigando al enemigo
Ellos abundan en todo;
Con severas represalias.
E n municiones, en armas,
¿ P o r qué tan cruel tiranía
E n disciplina, en pericia,
Con un pueblo, cuya falta
Y, sin razón, hasta en fama.
E s sólo su ardiente anhelo
Nosotros, pobres, desnudos,
De libertad y de patria?
H a s t a ayer míseros parias
¿No son los hombres aquí
E n la esclavitud nacidos
Como los hombres dé España?
Y criados en la ignorancia,
Si la conquista es derecho,
Sin más bien que una existencia
Ellos ¿por qué la rechazan?
De continuo amenazada,
Allá, es honor combatir
Y el seco girón de tierra
Al conquistador que avanza;
Donde apoya nuestra planta, (pausa.)
Y aquí, sacudir el yugo
Tropa al azar recogida,
De la conquista, es infamia! (Pausa.)
A la inercia arrebatada,
Cuando en tal error medito,
Con su instinto por pericia
Encuentro dulce la ingrata
Y su valor por coraza.
Tarea de sembrar la muerte Démonos prisa; bien pronto
E n t r e las filas contrarias La tropa estará en la plaza;
A veces la orden severa H a y que no darles ejemplo
De no dar cuartel, no basta De pereza . . . . (Se c a l z a l a s e s p u e l a s , c i ñ e la espa-
d a y v a o r d e n a n d o sus papeles m i é n t r a s recita los versos
A mi rencor, y la juzgo siguientes).
»
Pero querían mi deshonra Mas ¡qué remedio! no soy
Con la traición á mi patria . . . . Yo, sino el jefe que manda:
Y tú, padre, tú el primero Mi deber es la obediencia,
Que me enseñantes' á amarla, Aunque tal deber me mata . . . .
Si yo hubiese consentido, (Se o y e l a m a r c h a m u y c e r c a , y B r a v o s e a s o m a a l b a l c ó n
del fondo.)
Habriasme vuelto la espalda.
Allí están; ¡desventurados!
Caíste! . . . . ya nada puedo
Tal vez la vida esperaban,
Sino llorar mi desgracia,
Y hasta hace quizá un momento
Y desahogar mis dolores,
Les consoló esa esperanza.
Acariciando venganzas.
¡ Cuántas familias sin padres
(Se p o n e d e c o d o s s ó b r e l a m e s a c o n l a c a r a e n t r e l a s m a n o s :
m e d i t a u n i n s t a n t e , y se l e v a n t a luego sobresaltado.) Gemirán tristes mañana!
¡Venganza! . . . . ¡qué es lo que digo! Y ¡con qué vergüenza el sol
¿Así el dolor me arrebata? Alumbrará la matanza!
¿Desde cuándo tan mezquinas Tanta crueldad 110 es derecho!
Ideas concibe mi alma? Tal justicia no es humana!
¿Vengarme? . . . . y ¿quiénesserian La misma victoria tiembla
Las víctimas que aplacaran Ante ese océano de lágrimas . . . .
L a indignación que en mi pecho No morirán . . . . esta orden
Encendió pena tan bárbara? Que sólo el dolor dictara
Las más culpables cabezas De Morelos, no soy yo
E s t á n para mí muy altas, E l que debe ejecutarla . . . .
Y adonde llega mi enojo Perderé, si no obedezco,
Llegar no puede mi espada . . . . O la cabeza ó la banda:
¿Qué importa? simple soldado
(Se o y e u n t a m b o r d e n t r o . )
Sabré morir por mi patria.
Zuzúnaga (A l a p u e r t a l a t e r a l . )
Zuzúnaga, ( L l a m a n d o con viveza.)
¿á dónde va
que conduzcan
Ese piquete que marcha? . . . .
A los presos á esta sala,
¿Conduce á los prisioneros
Quiero que, ántes de morir,
A la capilla? . . . . (vuelve) Olvidaba
Sepan por qué se les mata.
Que he dado órdenes de muerte
(Se s i e n t a & l a m e s a y s e p o n e & e s c r i b i r p r e c i p i t a d a m e n t e ,
Y ya van á ejecutarlas. (Pensativo.) h a s t a que custodiados p o r gente a r m a d a , e n t r a n , dos
á. d o s , los presos.)
¡ Segar trescientas cabezas . . . .
Pensarlo sólo me espanta ! . . . . No os hice llamar aquí
Y vacilo . . . . esa hecatombe Por saciarme en la desgracia;
No puede darnos ventajas . . . . Ni cólera encontraréis,
¡Si es abusar de la fuerza! Ni rencor en mis palabras.
¡Si es cometer una infamia! L a ley de la guerra impone
Obligaciones bien arduas; E s adverso á nuestras armas;
Como soldados, sabéis Si al fin vencida sucumbe
Que mi deber es llenarlas. De la América la causa;
Aprehendido en San Gabriel, Cuando dominéis triunfantes
Fuera de lucha y sin armas, E n las ruinas de mi patria,
F u é mi padre, y de Yenegas Pensad que debeis la vida
Bajo el poder se encontraba. A una insurgente venganza!
Morelos, por esa vida, ( L o s p r i s i o n e r o s s e a r r o j a n & los p i é s d e B r a v o . Telón
Cual de patriota sagrada, rápido.)
D. NICOLAS BRAVO. Sus primeros años debieron resbalar en las infantiles recreaciones de la ni-
ñez. Y a en edad propia para recibir la instrucción elemental, su tio D. Víc-
tor, hombre ilustrado y de liberales ideas, le enseñó á leer, escribir y algunas
nociones de aritmética, despues de cuyo aprendizaje pasó al lado de un vir-
Ardua es en verdad la tarea que nos liemos impuesto, al pretender reseñar tuoso sacerdote que vivía en la hacienda de Mazatlan, inmediata á Chilpan-
los actos más salientes de la vida de un hombre que legó á la posteridad el cingo: allí aprovechó lo bastante para dedicarse á más serios estudios en la
imperecedero recuerdo de sus altas virtudes patrióticas; pálidas las más elo- carrera eclesiástica, para la que no tenia vocación, como lo manifestó á su pa-
cuentes frases que pudieran brotar de uuestra débil pluma, en loor del héroe dre, quien viendo contrariados sus deseos, lo mandó á trabajar en clase de
cuyo nombre h a recogido la Historia para escribirlo en su gran libro con le- operario á su hacienda, de Chichihualco, dando órdenes al mayordomo para
tras d e diamante. Pero si esto es así; si al emprender nuestro atrevido vuelo que le empleara en las m á s rudas fatigas, procurando por este medio incli-
hasta las purísimas regiones donde reposa en excelsa beatitud el genio del va- narlo al sacerdocio. Tal medida se llevó á cabo estrictamente; mas sólo se
ron esclarecido, p o r quien trazamos estas líneas, empaña nuestro aliento las aventajó que el futuro y apuesto insurgente desarrollara notablemente sus
auras de gloria que le circundan, justifique al ménos nuestra osadía, la noble- fuerzas físicas y se habituara á toda suerte de privaciones, constituyendo este
za del fin que nos anima, al poner á la contemplación de todo mexicano las género de vida una pequeña enseñanza donde aprendió á soportar con resig-
proezas legendarias de los que se sacrificaron por legarnos una patria inde- nación las penalidades que le sobrevendrían más tarde.
pendiente y libre. Persuadido D. Leonardo de la inquebrantable firmeza de su hijo, desistió
de sus proposites, y la distinguida dama Doña Antonina Guevara vino á for-
• sH
mar parte de lá familia Bravo, uniéndose en matrimonio con D. Nicolás, quien
establecido en Chilpancingo, se dedicó al comercio, esperando realizar una mo-
Se deslizaba tranquilo el año de 1810. Apénas comenzado su último tercio, desta fortuna. Esto pasaba á fines de 1810, tiempo en que empezaban á llegar
- estalló en Dolores esa chispa sagrada que conmovió profundamente el palacio por este rumbo las gacetas de México, en las que se hablaba del movimiento
de los vireyes, y fué á repercutirse por todos los ámbitos de la entonces Nue- iniciado por Hidalgo: su lectura entusiasmó de tal manera á D. Nicolás, que
va España. una noche, durante el sueño, comenzó á moverse bruscamente en su lecho, y
Chilpancingo era el lugar de residencia de u n a numerosa familia, cuyos se molestó un tanto con su esposa por haberlo despertado de tan grato sueño,
miembros, alejados de los bulliciosos centros de poblacion, habían formado de en el que se imaginaba andar peleando al lado de los insurgentes. Este inci-
las labores del campo una grata ocupacion. Parecería tal vez que hasta ese dente, que de seguro fué aceptado por él como un mandato del cielo, le hizo
apartado rincón del Sur no resonaría el vigoroso acento de la insurrección. tomar una resolución definitiva, á la sazón que los comandantes de Tixtla y
No fué así por fortuna: el destino tenia designados los actores de ese drama Chilapa excitaban á los Bravo para organizar tropas en favor del Gobierno
vireinal, amagado seriamente con la aparición de Morelos por las costas del Mexcala, con excepción de algunos puntos, movió su ejército hácia el rumbo
Sur. Descle luego trasladó D. Nicolás su residencia á Tlacotepec, so pretexto indicado. Se posesionó de Tlapa; dejó allí una guarnición, y pasó á Chiautla
de mudar temperamento; de allí se dirigió á la provincia de Valladolid en á atacar á Musitu, á quien derrotó (Diciembre 14 de 1811). E n esta acción
busca del gran Morelos; y despues de una penosa travesía por la Tierraca- D. Nicolás Bravo peleó bizarramente en unión de Galeana, á quien acompa-
liente, lo encontró en el pueblo de La Union, y se puso á sus órdenes. ñó en su expedición á Taxco. Muy pronto regresó Bravo á auxiliar á More-
Las pequeñas fuerzas de Morelos se movieron hácia Acapulco, consiguien- los que estaba amagado por Soto Maceda en Izúcar, siendo vencido este jefe
do desalojar del Veladero á los realistas mandados por Carreño; mas por las en la Galarza, debido á la actividad del joven insurgente.
sérias dificultades que presentaba la toma de Acapulco, se aplazó para más Nuestro héroe peleaba cada dia con más ardimiento. Atacó á Porlier en el
tarde tal proyecto, y Morelos, despues de haber librado algunas acciones en cerro de Tenango; estuvo con Morelos en la toma ele Taxco á principios de
varios puntos de la costa, marchó con su pequeña división hácia Chilpancin- 1812; asistió á la acción de la barranca de Tecualoya; participó de la esplén-
go. E n el camino le escasearon considerablemente los víveres, y adelantó á dida victoria de Tenancingo; y por último, se encontró en el memorable sitio
D. Hermenegildo Galeana á solicitarlos á Chichihualco de los Sres. Bravo, de Cuautla, que por sí solo ha bastado para inmortalizar á los caudillos inde-
ocultos en la cueva de Micliapa, cercana á dicha finca. L a llegada de este je- pendientes que resistieron heroicamente por más de tres meses los horrores
fe coincidió con la aparición de la tropa del comandante Garrote, de Chilpan- del hambre y de la sed, así como los estragos causados por el ardoroso clima
cingo, que sorprendió á los soldados de Galeana que se estaban bañando en y los proyectiles enemigos.
el rio, y cuyo objeto era apoderarse de los Bravo, sustraídos á la obediencia
*
del Gobierno. Esta circunstancia decidiólos á lanzarse á la revolución. Las
fuerzas enemigas fueron completamente derrotadas por Galeana y sus valien-
tes compañeros, quienes persiguieron sin descanso á los vencidos hasta Tixtla, A la caballeresca cuanto trágica dispersión de Cuautla, sucedió en breve la
que ocuparon sin dificultad. Morelos llegó á Chilpancingo precisamente cuan- pérdida de casi todas las ventajas alcanzadas en favor de la revolución, pér-
do los Bravo y Galeana seguían la pista á Garrote: unido á ellos, llegó hasta dida que sólo la inquebrantable té de nuestros libertadores pudo contrastar,
Tixtla, en donde dejó una corta guarnición al mando de Galeana y D. Nico- y que les valió una nueva serie de triunfos obtenidos despues.
lás Bravo. E l jefe realista Fuentes, que ocupaba á Chilapa, teniendo noticias Reorganizadas las pocas fuerzas de Morelos en Chautla, comenzó una nue-
de que Morelos se holgaba tranquilamente en Chilpancingo, con motivo de la va serie de operaciones que coronaron los más lisonjeros resultados: recobró
festividad del 15 de Agosto (1811), creyó oportuno sorprender la guarnición á Chilapa por medio de su denodado Galeana; prestó oportuno auxilio á Tru-
de Tixtla, como lo verificó el mismo dia 15, y no obstante la vigorosa resis- jano, sitiado por Régules y Caldelas en Huajuapan, y pasó á Tehuacan. E n
tencia de los sitiados, estuvo á punto de tomar la plaza por escasear las mu- este punto recibió orden D. Nicolás Bravo p a r a ir á atacar á Labaqui, que
niciones á los independientes; mas oportunamente se presentó Morelos á la conducía un convoy de Veracruz; veloz como el rayo, marcha Bravo en bus-
vista del enemigo, que cogido entre dos fuegos, sufrió una completa derrota y ca de su competidor, lo sorprende en San Agustín del Palmar, y alcanza una
dispersión. Fuentes y los pocos soldados que le quedaban fueron perseguidos completa victoria, quedando en poder de los insurgentes algunos cañones,
hasta Chilapa, donde 110 pudieron hacer ninguna resistencia, y siguieron su muchos pertrechos, la correspondencia que venia de España, y doscientos pri-
marcha fugitiva rumbo á T i p a . Ya en esta ocasion se hace notar la clemen- sioneros que envió á la provincia de Veracruz. Volvió á Tehuacan á partici-
cia de D. Nicolás Bravo, quien en unión de Galeana no se ocupaba de otra par á Morelos el resultado de su corta expedición, y salió nuevamente rumbo
cosa que de contener á sus soldados que mataban sin piedad á los dispersos. á Veracruz. E n su camino midió otra vez sus fuerzas con las realistas en el
Con tales victorias, dirigió Morelos sus miradas hácia el Sur de Puebla, Puente del Rey, haciéndoles noventa prisioneros que condujo á Medellin,
con el propósito de poder mover sus tropas por diversos puntos, conforme lo donde situó su cuartel general. Allí recibió la fatal noticia de la muerte de
exigieran las circunstancias de la guerra: en consecuencia, teniendo ya con- su padre, hecho prisionero á la salida de Cuautla, y condenado á la pena de
quistada la extensa zona que se dilata desde la costa del Pacífico hasta el garrote vil por el feroz Venegas, que despreció la vida de ochocientos prisio-
ñeros de guerra que se le ofrecieron en canje. Creyó insensatamente que los cesivamente el teatro de sus operaciones militares. E n este último punto se
espectáculos de sangre pueden sofocar las aspiraciones á la libertad de un pue- vió obligado á resistir un formal sitio de más de treinta dias, dirigido por je-
blo esclavizado por tres centurias. ¡Cuánto se engañó! Sucumbe Hidalgo, fes de renombrada pericia militar, tales como Andrade, Conti, Cándano y
Allende, Aldama y Jiménez, y aparece Morelos; mueren trágicamente D. Leo- Águila, quienes encontraron la posicion de Bravo en tal estado de defensa,
nardo Bravo, Matamoros, Galeana, Morelos, Mina y Pedro Asencio, y so- que juzgaron muy difícil tomarla por asalto. Habiendo escaseado los víveres
y municiones, se pensó en abandonar el cerro, cuya ingeniosa salida merece
breviven para consumar la grande obra las arrogantes figuras de Guerrero y
ser ligeramente referida. Sin comunicar á nadie sus intenciones, una noche
Nicolás Bravo.
dió Bravo órdenes para que se pusiesen luminarias en todo el campamento y
se ataran perros á las campanas que servían para las rondas, á fin de que el
enemigo "no sospechara el abandono del punto, evacuado en seguida con toda
la tropa y los moradores de la poblacion, por un camino excusado. Los sitia-
Toda una larga noche de inexplicables dolores consagró I). Nicolás á su in-
dores, despues de tantos dias de asedio, en el que se gastaron grandes sumas
fortunado padre, evocando en amarguísimos trasportes de tristeza, los recuer-
y se sucedieron tantos jefes, alcanzaron como fruto miserable un cerro aban-
dos de su ántes tranquilo y abandonado hogar, arrullado por las celestiales
donado que para nada les servia. Entretanto D. Nicolás Bravo, sin ser mo-
caricias de sus padres. Pagar de alguna manera por un acto de justa indigna-
lestado en su camino, llegó, al cabo de tres dias, á Huatusco.
ción tamaño proceder del tirano, debió ser el pensamiento que le ocupó toda
esa noche, y que le tuvo en constante indecisión sobre si daria ó 110 cumpli- P o r este tiempo (Octubre de 1813) el genio belicoso de Morelos le sugirió
la conquista de Valladolid (hoy Morelia). P a r a tamaña empresa era necesa-
miento á la orden de Morelos, relativa al fusilamiento de trescientos prisio-
rio hacer converger á un solo punto las fuerzas diseminadas de los principa-
neros españoles que tenia en su poder. Esa alma generosa de Bravo, toda ter-
les jefes de la revolución.
nura y bondad, no era posible que se inclinara al primer extremo, no era
posible que viera en un momento apagarse tantas vidas, ni que endureciera Bravo tuvo que abandonar el territorio donde alcanzara tantos triunfos, pa-
los oídos á sus postreros ayes: da sus órdenes para que todo se aliste como si ra ir á prestar su contingente á Morelos, cuyo ejército llevó á las puertas de
fuera á hacerse la ejecución, enjuga sus lágrimas y se presenta á los presos, Valladolid. Comenzado el ataque desde las lomas de Santa María, á fines de
Diciembre de 1813, y situados Galeana y Bravo en la garita cíel Zapote, la
quienes cargados de grillos y cubierta el alma de tristeza, no osaban levantar
toma de la ciudad se hubiera efectuado sin duda, á no haberse presentado las
la vista ante el joven general. Éste se dirige á ellos, les expone el peligro en
fuerzas de Llano é Iturbide, que derrotaron á las de Bravo y Galeana, y en-
que los habia puesto la conducta del Virey, y la gracia que les otorga conce-
traron en la ciudad. Habiendo salido Iturbide á practicar un reconocimiento
diéndoles una libertad absoluta para que puedan dirigirse á donde quieran.
al campo insurgente, trabó combate formal, y regresó á la plaza con algunos
¡Noble rasgo de generosidad, digno de ser cantado por Homero!
cañones. Como la vuelta de este jefe á la ciudad se efectuó por la noche, y
los insurgentes no se apercibieron de ello, sobrevino la confusion en las filas
y siguieron combatiendo unos con otros hasta dispersarse, abandonando arti-
:!: í! llería y municiones.
Los pequeños restos del ejército de Morelos en vano pretendieron resistir
el avance de los realistas en Puruaran, teniendo que retirarse nuevamente
Hasta aquí hemos visto á Bravo militar á las órdenes del gran Morelos;
al Sur.
ahora vamos á seguirle en sus temerarias hazañas por el rumbo de Veracruz.
E n tanto que Morelos se posesiona de Oaxaca y Acapulco, miéntras instala en Léjos de amortiguarse en el héroe, con las recientes desgracias, el fuego sa-
la heroica ciudad de Chilpancingo el primer Congreso Mexicano, nuestro hé- crosanto que le habia impulsado á la revolución, ardió cada vez con más in-
roe lleva sus armas victoriosas por diversos puntos: Jalapa, el Puente del tensidad, y le dió valor para proseguir esa larga lid que justificó la más santa
de las causas.
Rey, Tlalixcoyan, el puerto de Alvarado y San J u a n Coscomatepec fueron su-
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1
unas peñas: pasado el riesgo, tuvo que hacer una travesía de más de treinta
Durante los años de 1814 y 1815, siguió prestando sus importantes serví-
leguas á pié y desfallecido por el hambre, hasta el rancho del Atascadero, don-
cios á la patria. E n Noviembre de este último año acompañó á Morelos en la
de se le proporcionó un caballo para, continuar su camino hácia Huetamo, don-
arriesgada empresa de custodiar al Congreso que se trasladaba á Tehuacan.
de pensaba reunir los dispersos.
Obligados por las fuerzas realistas que les seguían de cerca, tuvieron que em-
Trascurrido algún tiempo, y despues de haber tenido varios encuentros con
p e ñ é un desigual combate en Tezmalaca, donde fué becho prisionero el gran
las fuerzas vireinales, entregó á Guerrero el mando de sus tropas y se retiró
Morelos. Momentos antes de este infausto suceso, viendo Bravo el peligro
al rancho de los Dolores, lugar escondido en la Sierra, para curarse de los gol-
que corria Morelos entre los fuegos enemigos, le bizo presente su deseo de
pes que recibió á su salida de Cóporo. No faltó un miserable que le hubiera'
morir combatiendo á su lado, á lo que contestó Morelos: " V a y a vd. á escol-
delatado á Armijo, quien se apresuró á realizar la captura de jefe de tanta no-
tar al Congreso, que yo poco importo."
ta, poniéndose inmediatamente en marcha por tortuosos senderos hácia el pa-
¡Imán irresistible de la idea! ¡Sublime abnegación del uno y generoso pro-
raje indicado, que mandó rodear por todas partes á fin de que no pudiera
ceder del otro! ¡Almas abrillantadas en un solo haz de gloria, regocijaos! escapársele su presa. El 22 de Diciembre de 1817 fué hecho prisionero D.
¡Vuestra obra está terminada! Nicelás Bravo, juntamente con otras personas notables que lo acompañaban.
í Conducidos todos los presos á Cuernavaca, el vi rey dispuso que fueran pasa-
dos por las armas sin más requisito que la identificación de las personas; pero
habiéndose interesado por la vida de Bravo el mismo Armijo con toda la ofi-
Cumplió Bravo tan delicada misión, logrando llegar con el Congreso á Te-
cialidad, modificó el virey sus órdenes, mandando que á todos se les formase
huacan, de donde se retiró poco despues á Coscomatepec con motivo de los
causa. Trasladado D. Nicolás á la cárcel de Corte de la ciudad de México, su-
disgustos que tuvo con Terán. frió con valerosa resignación una larga y dura prisión, en la que con una ba-
E l grande ascendiente y la alta nombradla de que gozaba por ese rumbo, r r a de grillos en los piés, no podía salir á tomar sol sino sacado en hombros
provocaron los celos de Victoria, quien le suplicó se retirase al Sur donde era de su oscuro calabozo. Confiscados todos sus bienes, su abandonada familia
necesaria su presencia. No era extraño que quien habia dado tantas pruebas de vivía, en la miseria, y él entretenía sus obligados ocios, haciendo cigarreras de
generosidad y grandeza de alma se opusiera á tal insinuación, anteponiendo cartón, de las que sacaba una ínfima ganancia para comprar chocolate y taba-
las comodidades personales á la salvación de su patria. Marchó casi solo en co; y sin embargo, nada pedia, de nada se quejaba, y cuando el virey visitaba
busca del indómito Guerrero, quien le proporcionó pertrechos de guerra y al- la prisión, Bravo le causaba el mismo efecto que un monarca destronado.
gún dinero, despues de haber conferenciado ambos para desarrollar un nuevo
plan de operaciones. Siguió Bravo su marcha; en Cuantía adquirió algunos
recursos y se dirigió luego á Ajuchitlan, donde permaneció algunos chas or-
ganizando nuevas tropas que pronto hizo ascender á más de mil hombres;
con tales elementos se fortificó en Cóporo, y resistió, como otras veces, un lar-
El restablecimiento en España de la liberal Constitución de 1812, trajo con-
o-o sitio que los realistas se afanaban por llevar á feliz término. Acosados los
sigo la libertad de los reos políticos. D. Nicolás Bravo, en compañía de otros
sitiados por el hambre, pues los perros y caballos muertos eran su alimento presos notables, la obtuvo bajo de fianza, yéndose á residir á Cuantía (Diciem-
más regalado, no les quedaba otra esperanza de salvación, en vista de la cos- bre de 1820).
tumbre 0 de los caudillos insurgentes de no entrar jamas en contestaciones
Invitado por Iturbide por medio de una carta qiie le dirigió para que le
deshonrosas con el enemigo, que abandonar la posicion circunvalada por to-
ayudase á continuar la guerra de Independencia, juzgó prudente no contestar-
das partes. Hubo, pues, que tomar una última resolución: dejarse caer por
la, recelando de la buena fe del antiguo rival de los insurgentes, que en su fa-
un derrumbadero llamado las Cuevas de Pastrana, en cuyo acto perecieron
nático furor no les daba otro epíteto que el de rebeldes y descomulgados. So-
muchos de los fugitivos á manos de los sitiadores.
licitada su ayuda segunda vez, se presentó á Iturbide en Iguala, conferenció
Bravo, aunque estropeado por la caida, se salvó por esta vez oculto entre
con él, y éste le confirió el grado de coronel. Cuando le manifestó que no po- de partido en pro de la defensa nacional. El General Bravo abandonó las de-
licias del hogar y acudió al llamado de la patria en peligro; pero esta vez sü
día restituirlo en su antiguo empleo de teniente general, Bravo contestó: "que
astro protector se iba á esconder entre las espesas brumas del cielo de Méxi-
no había ido á solicitar honores ni distinciones, sino á ofrecer sus servicios
co, y sus patrióticos manifiestos no pudieron levantar el espíritu público, bas-
como soldado por la independencia de su patria,"
tante decaído por las desgraciadas acciones ele Palo Alto, Angostura y Cerro
Pronto logró organizar una fuerte división, con la que en unión de Herrera
Gordo. Habiéndosele confiado la defensa de Chapultepec, último reducto de
y de Victoria sometió gran parte del Estado.de México y toda la provincia
las tropas mexicanas, resistió cuanto pudo la toma del fuerte. E n esta. Vez se
de Puebla, con lo que allanó á Iturbide las puertas de esta ciudad, a l a que
aquilató su valor y presencia de ánimo: tranquilo escuchaba, el aterrador es-
" entró con su ejército de las Tres Garantías en són de triunfo. truendo de las baterías enemigas. Habiendo notado los instintivos movimien-
Tocó, pues, en suerte á nuestro héroe la incomparable dicha de arribar al tos de uno de sus ayudantes bastante acobardado, se dirigió á él diciéndole
anhelado puerto despues de tantas borrascas. E l 27 de Setiembre de. 1821, en- con extrañeza: —¿Qué sucede con usted?
tre las entusiastas aclamaciones del pueblo, vio realizados todos sus ideales,
—Señor, respondió el interpelado, las balas pasan muy cerca de noso-
mirando surgir de los carcomidos restos de la antigua colonia, los gérmenes
tros, y . . . .
de la nueva nación vivificados al calor de la libertad.
Pues cuando vea usted venir otra bala, avíseme para esconderme, repuso
el General.
* *
Ya en momentos de consumarse el asalto, se desbandó toda su tropa, espe-
rando él solo el desenlace de tan funestos acontecimientos. Sin ninguna resis-
Si grande habia sido la obra de independer á México de la madre patria, tencia de parte de nuestras armas, ocupan el castillo las fuerzas enemigas,
si inmensos los sacrificios de sus preclaros hijos inmolados ante sus aras, más intiman rendición á su heroico defensor, y éste les indica con un ademan el
grande y difícil aún era la tarea de constituir la nueva nación por medio tle lugar cercano donde habia clavado su espada, pues conceptuaba indigno de su
un sistema de gobierno estable y en armonía con las progresivas ideas del si- grandeza tener que entregarla por sus manos.
glo X I X . De allí esa prolongada serie de agitaciones políticas que han con- L a fama del héroe habia recorrido el mundo; su solo nombre bastó para
movido nuestro querido suelo por más de cincuenta años. que los norte-americanos le hubieran dispensado toda clase de considera-
ciones.
Quien habia sido actor en el drama sangriento de independencia, no podia
ser espectador en la obra de reconstrucción: Bravo continuó siendo el fiel ser- Despues de estas gloriosas escenas, se retiró al Sur á pasar al lado cíe su
vidor de su patria. E n 1828 contribuyó eficazmente á derrocar la primera familia en tranquila paz, los últimos años de su vida.
testa coronada que intentó bastardear las aspiraciones nacionales (nos referi- Dejó de existir el 22 de Abril de 1854, y sus restos venerandos fueron de-
mos al tristemente célebre D. Agustín de Iturbide); desempeñó varias veces positados en la iglesia parroquial de Chilpancingo, frente al altar mayor.
con acierto la primera magistratura de la nación, no obstante las debilidades ¡Tal fué el hombre extraordinario, que al perdonar la vida de trescientos
que se le atribuyen y de las cuales es disculpable, si se atiende á que todos españoles, celebró por sí mismo su apoteosis!
los gobernantes las han tenido, dada la falibilidad humana, así como al espí-
*
t u inquieto y turbulento de su tiempo, en el que los pronunciamientos se sus-
citaban con frecuencia. Jefe de un partido, tuvo necesidad de hacer el papel Hemos terminado á grandes rasgos este humilde trabajo que se nos enco-
de disidente encabezando algún plan político. E n una ocasion en que la cosa mendó. A l abordarlo, no fué otro el móvil que nos guió que el deseo de coo-
pública quedó en manos del partido dominante, tuvo que ir al extranjero á perar con nuestros débiles esfuerzos á la solemnización del primer centenario
saborear el amargo pan del destierro. de Bravo, iniciada por el progresista y patriota Gobernador de Guerrero.
L a desastrosa invasión norte-americana de 47 vino á calmar por breve C h i l p a n c i n g o d e l o s B r a v o s , 1886.
tiempo las guerras intestinas que asolaban el país, haciendo deponer los odios IGNACIO SEVERO CARDENA.
NICOLÁS BR-A-VO. BRAVO EN 1812.
Generoso y leal, noble y valiente, Entiendo que ya se ha dicho, y es una verdad fácilmente demostrable, que la
Combatió por la patria esclavizada, acción sublime de D. Nicolás Bravo, de libertar á trescientos prisioneros espa-
Siendo en su diestra la guerrera espada, ñoles al recibir la noticia de que su padre habia sido ignominiosamente ejecuta-
P a r a el tirano, rayo omnipotente. do por orden del gobierno vireinal, 110 tiene paralelo en la Historia, y levanta al
héroe mexicano encima de los más esclarecidos héroes antiguos y modernos. No
Del gran Morelos ínclito teniente, hay en esto exageración alguna. Basta para convencerse de ello, recordar lige-
Supo alcanzar en desigual jornada ramente las circunstancias del hecho que dió á Bravo tan alto renombre entre
Más de una vez la gloria señalada naturales y extranjeros, entre amigos y enemigos, comparándolo de preferen-
De ceñir los laureles á su frente. cia con algunos de los más celebrados en la Historia romana ó la española.
Consideremos, en primer lugar, los móviles que podían obrar en el ánimo
E n la batalla, intrépido soldado, de nuestro héroe, las pasiones que en él debían ejercer su influjo.
Ejemplo fué de arrojo y de vehemencia Bravo tenia, para ejecutar á sus prisioneros, que conservaba en su poder
Hasta adquirir el triunfo ambicionado. como garantía de la vida de su padre, cuantas sugestiones pudieran arrastrar-
lo á un acto en apariencia de la más legítima represalia, y cuantas excusas
Despues de la victoria, la clemencia pudiera encontrar en los más nobles sentimientos. Tenia el natural deseo de
Que brota de su pecho lastimado, venganza contra el enemigo, pasión terriblemente exaltada por el amor, por
P a r a mostrar lo puro de su esencia. el culto que consagraba á un padre tan venerable, tan querido como para él
lo era D. Leonardo. Tenia hasta el remordimiento de haberle tal vez causado
M é x i c o , 1886. la muerte, rechazando, por dignidad y adhesión á su bandera (ó desconfiando
de la buena fe con que se le proponía), el indulto que le ofreció el Virey, con
EDUARDO DEL V A L L E .
la amenaza de que, si lo rehusaba, su padre seria ejecutado en México. Tenia
(ó así podia figurárselo) l a necesidad ineludible de dar al mundo entero una
satisfacción, una prueba de que amaba tiernamente á su padre, de que no es-
timaba en poco la vida del anciano, por más que la ofreciese en aras del ho-
nor y de la patria; una prueba de que resentía en lo más íntimo del alma el
rudo golpe que le asestaba su enemigo; y para ello era preciso mostrar ente-
fuese á verificarse, y colocados éstos en el centro del cuadro, les manifestó que
reza varonil, vigor, indignación sin limites, ahogando en torrentes de sangre
su padre habia perdido la vida en México en el cadalso, poniendo con tal he-
el remordimiento, la ira, la horrible pesadumbre.
cho el Virey. en riesgo la vida de todos ellos, pues habia recibido orden de
Tenia Bravo la sugestión del patriotismo, que le mostraba como un acto me-
Morelos de quitársela; pero que, muy léjos de ejecutarla, no sólo no ilevaria
ritorio el sacrificio de sus contrarios, conforme á las leyes, bárbaras sin duda,
á efecto la sentencia que les habia hecho saber, sino que á todos los dejaba en
pero admitidas en la guerra para los casos de represalia y de rehenes. Y él
libertad para que se fueran adonde les conviniese; lo que ellos, en el traspor-
no era un moralista, ni un filósofo, ni un santo; era sólo un guerrero, un pa-
te del más vivo reconocimiento por tan generosa conducta, rehusaron, que-
triota, un hijo enloquecido por el dolor.
dándose á su servicio, excepto los pocos á quienes sus negocios obligaron á
Tenia, por último, aun la excusa de la disciplina militar y el justísimo te-
volver á Veracruz . . . . " (Historia de México, tomo I I I , pág. 260.)
mor de disgustar á su jefe, el gran Morelos, quien (por sentimientos y consi-
deraciones de índole diversa) le daba la orden terminante de fusilar á aque- Esta fiel narración, con las calificaciones que envuelve, hechas por un his-
llos españoles. ¿Qué más necesitaba para hacerlo? ¿Qué más quería para toriador nada inclinado al elogio de los.insurgentes de 1812, se halla confir-
excusar y hacer plausible esa conducta, y para justificarla á los ojos de la hu- mada por una carta del mismo Bravo, que el autor publica en su apéndice.
manidad? ¿Quién podía hacerle cargo de ella? Nadie, nadie más que su no- (Doc. núm. 5.)
ble corazon, que enternecido y sangrando al presentársele como en un espejo Prieto, nuestro inspirado cantor patriótico, en su "Romancero Nacional"
la agonía, las postreras angustias de su padre en el garrote, retrocede horrori- pinta aquella escena sublime del modo siguiente:
zado ante la idea de nuevas crueldades, de hecatombes sangrientas é inhuma-
¡ En illa extensa, junto al aneto rio,
nas. Y lucha Bravo, y resiste en aquella noche tremenda precursora del fusi-
Esperan los dolientes extranjeros
lamiento en masa de los prisioneros, ordenado por él p a r a el siguiente dia, Llegue la mano del destino impío ;
¿Cómo evitarlo? Debían arrastrarlo sus instintos de guerrero, avezado á la Rasgan el aire acentos lastimeros ;
sangre, al furor del combate y á la muerte, que mil y mil veces desafiara, que Bravo no es dueño ya de su albedrío,
habia visto dar y recibir en el combate y aun fuera de la acción, en medio de Habla su corazon y . . . . " ¡ Prisioneros ! —
bárbaros tormentos, por hombres como fieras, indisciplinados ó crueles, por Clama en resuelto y conmovido tono—
En nombre de mi padre yo os perdono."
fanáticos del rey ó de la patria.
Mas no; en tan ardua pelea consigo mismo, entre el generoso instinto de su
esforzado corazon y sus hábitos de insurgente, de guerrillero de aquella épo- Tal fué el hecho glorioso, para México y para la humanidad entera, que con
ca ruda y estragosa, con los impulsos é ideas entonces dominantes, dejó Bravo legítimo orgullo podemos señalar los mexicanos en uno de nuestros héroes.
al fin que triunfase el corazon; y en la memoria de su padre ajusticiado, en ese Imposible parece que haya habido compatriotas nuestros que se complacieran
acto de provocacion y de crueldad, no encontró aquel valiente la inspiración en negarlo ó rebajar su mérito; pero á tanto suele arrastrar la pasión de par-
del rencor ó la venganza, sino el dictado sublime de la misericordia. Diría- tido, la cual no sólo atropella con lo que aconseja el patriotismo, sino aun con
se que en la soledad de aquella noche, en medio del silencio y las tinieblas, su lo que estrictamente se deba á la justicia. Da pena vér que D. Lorenzo de
mismo padre vino desde el cielo á sostenerlo en la lucha cuando ya flaqueaba, Zavala, sin referir el hecho mas que de un modo incidental, lo califique así en
y se erigió en su presencia, no como la sombra de Banquo ó la de Hamlet, tono sarcàstico: " Y i r t u d (exclama) digna de un santo padre de la Iglesia,
para anunciar venganza y muertes, sino como un ángel de luz que le inspiraba pero falta notable de un general, que podia sacar mayores ventajas de los
tierno, con mirada celestial, el desenlace divino del perdón. enemigos canjeándolos con otros, ó armándolos en sus filas." (Ensayo sobre
las Revoluciones de México, tomo I , cap. V I I I , pág. 147.) E n su ceguedad
Lo que pasó al dia siguiente de aquella noche memorable, de insomnio y
ni siquiera advierte Zavala que Bravo sacó la ventaja, que él insinúa, de ar-
tortura para el héroe, lo refiere así D. Lúeas Alaman:
m a r en sus filas á los prisioneros, y no por la fuerza, sino por la voluntad en-
"Reservando, sin embargo (Bravo), su determinación, mandó formar la .
tusiasta de ellos mismos, que así se convirtieron en sus más fieles servidores,
tropa á las ocho de la mañana y sacar á los prisioneros como si la ejecución
conozco que la admiración de la antigüedad» á tan severo republicano descan-
sin los inconvenientes de un soldado que odia á su jefe y la causa á cuya de-
sa en sólidos fundamentos. Lo que sostengo es que el género de afectos reve-
fensa se le obliga.
lados en la sentencia que pronunció contra sus hijos, y á cuya ejecución se
Don José María Luis Mora, más imparcial y sólido que el inteligente, si
complació en estar presente, se presta á diversas interpretaciones, no todas
bien muy apasionado yucateco, se expresa en el particular como sigue: " E l
en honra y gloria de aquel varón insigne. La prueba es que Virgilio, no obs-
espíritu de partido ha querido disminuir el mérito de esta acción, suponiendo
tante su entusiasmo poético, atribuye en parte el inhumano proceder de Bru-
gratuitamente ser un puro efecto de vanidad. Nada hay que pueda acreditar
to al deseo inmediato de alabanzas:
semejante suposición; pero aun cuando ella fuese cierta, la acción no seria por
esto ménos heroica ni humana, en un hombre que acababa de saber la muerte
" Vincet amor patrias, laudumque immensa cupido."
de su propio padre; que debia suponerse animado de la venganza tan natural ( E n . l i b r o V I , v e r s o S23.)
en casos semejantes, y á la cual supo sobreponerse; en un hombre, finalmen-
te, que se hallaba rodeado de otros que habian erigido en principio el supues-
N a d a de esto sucede con la conducta de Bravo libertando á sus prisioneros.
to derecho de represalias, y lo aplicaban por el uso frecuente de ejecuciones
E n ella todo es claro, todo puro y hermoso: se ven, casi se palpan los móviles
sangrientas." (México y sus Revoluciones, tomo 4?, pág. 382.)
que lo impulsaron, y no se descubre uno solo bastardo ó ruin, ni un solo im-
Veamos ya otros hechos que por su heroicidad y grandeza pudieran com-
pulso egoísta ó de mero ínteres personal. No puede suponérsele ni aun el de
pararse en la Historia con el que ahora nos ocupa, Apénas deberíamos aludir
la ambición de gloria (bien que fuese tan legítimo), porque era muy dudoso
al de M u l o Scévola, quemándose el brazo por haber errado el golpe al rey
que la alcanzara con un rasgo de clemencia, en aquel período de exaltación y
de los etruscos; primero, porque se duda de la autenticidad del suceso, y se-
ciegas atrocidades de uno y otro bando. Tampoco pudo tener la mira de riva-
gundo, porque, suponiéndolo acaecido, sólo prueba resistencia inaudita al do-
lizar con Morelos, puesto que la gran preponderancia de aquel genio, exclu-
lor físico, y es un acto de crueldad consigo mismo sin objeto y sin razón, un
sivamente guerrero, no había de disminuir por medios semejantes. Lo único
rasgo de despecho brutal por el malogro de un asesinato; que eso fué lo in-
que Bravo podia esperar de su conducta, era el enojo terrible de su jefe, pro-
tentado contra Porsenna, aun cuando tuviese un fin noble y atenuara su feal-
vocado por su desobediencia.
dad la audacia del asesino. No es posible detenerse á comparar un acto de
Incuestionables el desinteres y la magnanimidad de Bravo, su acción brilla
ferocidad insana, por más que su autor buscara la salvación de Roma, con un
y atrae más que 1a. de Bruto, también por otra razón, y es que el dulce méri-
arranque de generosidad que halaga, en vez de herir, los sentimientos hu-
to de la piedad siempre ha de sobreponerse en el concepto de los hombres,
manos.
siempre ha de mover más el corazon, cautivando mejor las simpatías genera-
E l otro hecho que vamos á considerar es el de Bruto, condenando y hacien-
les, que el frió y austero Ínteres de la justicia. Esta nos infunde respeto, en
do ejecutar en su presencia á sus propios hijos por conspiradores. Esto nos
tanto que el otro nos arrebata. H é aquí por qué Bravo, perdonando á sus
admira y sorprende, no tanto porque revela una acendrada devoción á la re-
contrarios generosamente, se presenta con mejores títulos á los ojos de la hu-
pública, cuanto porque nos parece, sentimos, que encierra algo de contrana-
manidad, que Bruto gozándose en el sacrificio de sus hijos por la justicia y el
tural. E l amor á la patria se funda en el cariño á los nuestros, en el amor á
bien público. L a sublimidad del primero es la del cristiano, volviendo bien
la familia. No podemos concebirlo como superior á este último, sino herma-
por mal á sus enemigos; la del segundo es la del hebreo, castigando á los im-
nándolo con la sumisión absoluta, el respeto supremo á la justicia. Cierto que
píos sin distinción, hombres, mujeres y niños, en nombre de la ley y de Jeho-
en el caso de Bruto existían, al parecer, esos nobles sentimientos para justifi-
vá. Y así como se reconoce la superioridad del Evangelio sobre la ley mosái-
car su acción; pero, cuando ménos, seria siempre posible dudar sobre el orí-
ca, ó sobre la moral de los filósofos gentiles, así también debe reconocerse que
gen de semejante fanatismo patriótico, atribuyéndolo á las pasiones que ordi-
nuestro héroe cristiano descuella sobre los paganos sus predecesores.
nariamente lo engendran, la ambición y el orgullo, cuando no sea los rencores
Vamos ahora á examinar otro caso de heroicidad sublime, y éste y a de la
de partido.
historia moderna: el grande hombre que en él figura se llamó Guzman el
No quiero decir que esos móviles fueran precisamente los de Bruto, y re-
Bueno. Durante el cerco de Tarifa por Don Juan, sublevado contra su her- cía de los sitiados. Fairfax, general del ejército del Parlamento, cita á Lord
mano el rey Don Sancho IY, y á la cabeza de un ejército de moros, propúso- Capel, defensor de la ciudad, á una conferencia. E n ella agota inútilmente los
le el sitiado que entregase la villa, ó de lo contrario mataría á un hijo suyo medios de seducción, y al fin hace salir al hijo único de Capel entre soldados,
que tenia prisionero. Pérez de Guzman le contestó indignado que no lo haría, uno de los cuales tiene un puñal desnudo sobre el pecho del niño, á quien
aunque muriese al punto su hijo, y le arrojó su daga para que, si era necesa- amenaza con muerte inmediata si no consigue de su padre que entregue la
rio, con ella le diese muerte. Rasgo ciertamente admirable, que yo no tildaré plaza. " P a d r e mió (exclama el hijo), este hombre no me arrancará una pa-
de feroz, no obstante que, según D. José Quintana, otros han tenido el atre- labra contraria á los sentimientos que me habéis inspirado. Dejad que me
vimiento de hacerlo. Por mi parte creo que el ilustre biógrafo ha sabido vin- asesine; moriré digno de mi padre." Capel le contestó llorando: "Sabes cuán-
dicar á su héroe de la nota de ferocidad ; pero indudablemente el hecho es de to te amo, hijo mió; pero me deshonraría, deshonrándote también, si por tu
causa traicionase á mi Dios, mi rey y mis juramentos." Y se retiró al instan-
la clase á que pertenece el de Bruto, que acabamos de tomar en cuenta.
te. Al advertir el efecto que en sus subordinados produjo esta escena, Fairfax
Ambos demuestran, si se quiere, un profundo y acalorado sentimiento del
respetó la vida del mancebo.
deber, completo fanatismo por la causa que sus autores defendían, bien mar-
cado en la divisa que adoptaron los descendientes de Guzman: " M á s pesa el Este género de heroicidades, sin embargo, se avenía perfectamente con el
rey que la sangre." Probarán igualmente esos hechos un temple de alma su- paganismo, y en su tiempo era inspirado por la filosofía estoica, cuyo princi-
perior, verdaderamente heroico; m a s — y a lo advertimos en el caso de Bru- pal triunfo consistía en infundir á sus adeptos desprecio absoluto al dolor y
t o — tienen los dos algo de inhumano y contrario á la naturaleza. Justiñcanse la muerte; mas no sólo á la muerte y los sufrimientos propios, sino también
sólo por el levantado fin que, con más ó ménos razón, se supone en quienes á los ajenos, porque no conocía la piedad. A h í está la diferencia entre ese
los ejecutaron; pero en sí mismos son harto duros y violentos, demasiado heroísmo y el apoyado en el Evangelio, que hace de la caridad la base de todas
opuestos al modo de sentir de todo padre, de todo hombre, p a r a poder com- las virtudes, la condicion indispensable de toda bondad y grandeza. Así es
como Jesús vino á dulcificar entre los hombres lo que tenia de duro y, por
pararse con la acción humana y generosa de un Bravo; acción cuyo mérito se
decirlo así, brutal la heroicidad antigua, la de aquellos gentiles con entrañas
halla á nuestro alcance, que nos halaga y conmueve, porque no contradice
d e pantera, que se complacían en los espectáculos del Circo, en la carnicería
ningún sentimiento natural, sino, al contrario, los concilia todos, simpatizan-
de los tigres devorando á los cristianos.
do con los afectos más puros y nobles de nuestra alma.
E l rasgo de Alfonso Pérez de Guzman, sacrificando la vida de su hijo á un ¿ Y qué—se dirá—no hay en los anales de otros pueblos un rasgo de mag-
deber militar y patriótico, tiene su paralelo en el de Bravo haciendo el sacri- nanimidad ó clemencia tan desinteresado y meritorio como el de Bravo? Se-
ficio de su padre por dar cumplimiento al mismo deber, que le dictaba rehu- rá tal vez por mi ignorancia; pero yo no encuentro ninguno que le sea com-
sar el indulto, no obstante que Morelos le diera el permiso de aceptarlo. Has- parable en mérito moral, elevación y pureza. Ni los más celebrados de César
ta aquí no existe marcada diferencia entre los dos héroes, y sus dos hechos que motivaron en Roma la erección de un templo á la Clemencia; ni los de
principales á que me refiero, guardan entre sí notable semejanza. L a guardan Tito, que hicieron llamar su reinado las delicias de la humanidad; ni los del
virtuoso Marco Aurelio; ni los de Luis I X el Santo; ni los de Luis X I I , ape-
también con los otros que he citado anteriormente y con otros más, igualmen-
llidado padre del pueblo en Francia; ni los semifabulosos de Tancredo, ó
te encomiados en la historia por advertirse en ellos grande energía moral ó
los de d'Orte y Montmorin, el primero perdonando miles de prisioneros mu-
entusiasta abnegación en favor de una causa.
sulmanes, y los segundos multitud de protestantes que tenían la orden de
H a y en la historia de Inglaterra un episodio no ménos, quizá más sorpren-
sacrificar; ninguno puede competir con el que distinguió á nuestro héroe, por-
dente que el del español Guzman, supuesto que en él brillan dos héroes á un
que para ninguno de ellos fué preciso (ó al ménos no se sabe que lo fuera)
tiempo, siendo uno de ellos un jovencito de diez y seis años. Voy á recordar-
vencer tantos y tan poderosos obstáculos como en el corazon de Bravo se opo-
lo, ya que entre nosotros no es muy conocido, y ejemplos de esta especie cau-
nían al perdón de sus prisioneros.
san siempre en nuestros corazones una impresión tan dulce como saludable.
Trátase igualmente de un sitio, el de Colchester, célebre por la tenaz resisten- Si el heroísmo consiste en vencer obstáculos inmensos para dar el triunfo
al bien con la menor mezcla de mal posible, entonces no cabe duda en que
Bravo se mostró más heroico que Scévola, y que Bruto ó Guzman, ó Lord
Capel. Aun puede asegurarse, que bajo cierto aspecto, lo fué más que el mis-
mo Colon lanzándose á un mar poblado sólo de peligros y de espantos; más
que Hernán Cortés quemando sus naves para obligarse á morir ó vencer. Es-
tos son rasgos de intrepidez admirables, sublimes; pero no importan al mismo
tiempo un acto de virtud, pues pudieran ser efecto de una ambición desenfre-
nada de gloria ó de poder, resultados de un móvil que á los ojos de rígida
VENGANZA DE INSURGENTE.
moral fuese merecedor de censura. " L a raíz del mal se halla en la vanidad
(dice un escritor elocuente), y la raíz del bien en la caridad; de suerte que las
pasiones viciosas son siempre un compuesto de.orgullo, y las pasiones virtuo-
sas un compuesto de amor.' 1 ROMANCE HEROICO.
Convengamos en que si los indicados y otros semejantes, son los más he-
roicos hechos de que se envanece la Historia, no hay ninguno, al ménos en su
especie, que pueda rivalizar con el de Bravo, ni en mérito moral ni en condi-
DOS PALABRAS.
ciones para despertar un entusiasmo puro y virtuoso.
Hoy, al cumplirse una centuria desde el nacimiento de Bravo, séanos per-
mitido proclamar esta verdad ante el mundo entero. No será un arranque de Historiadores y cronistas, prosistas y romanceros están de acuerdo en que
el perdón de los trescientos prisioneros del General Bravo se verificó en la vi-
vanidad mezqiúna, fundada en que el héroe nació en suelo mexicano; pues
lla de San Miguel de Medellin; y no pretendo destruir, ni siquiera refutar, lo
reconocemos que los grandes hombres, sobre todo los que descuellan por sus
que consignan la Historia y la tradición; pero convenia á mis intereses de
sentimientos generosos, pertenecen propiamente á la familia humana, y á to-
autor colocar la acción en otro lugar, para poder tributar un elogio á esos pa-
da ella la honran y ensalzan con sus hechos. Son como otros tantos oasis en
triotas que en el rango de la clase de tropa, consuman actos de abnegación y
medio del desierto, espantoso y árido, que ofrece á los ojos del filósofo la His-
heroísmo, y mueren distantes de su hogar y de su familia, sin que nadie les
toria, ese triste relato de opresiones, vicios y crueldades que afligen ó aver-
consagre despues un recuerdo; ¿y qué mejor ocasion que aquella en que se
güenzan al filántropo. Personajes como 1). Nicolás Bravo en 1812 reconcilian
recuerda el nacimiento de un varón esclarecido? Quise también, como un ho-
con la humanidad al misántropo más sombrío. Su noble figura se eleva sobre
menaje á la memoria del magnánimo General D . N I C O L Á S B R A V O , anatemati-
el campo de nuestra historia nacional como un coloso resplandeciente, como
zar la frecuente imposición de la pena de muerte, que tan pródigamente vemos
el verdadero símbolo de la virtud nombrada Fortaleza, feliz combinación de
llevan á cabo desde el jefe más caracterizado hasta el último jefe de rurales,
valor y constancia ante el peligro con la magnanimidad y clemencia que tan-
y esto sin observar los principios más elementales de un juicio, pues basta en
to ilustran la victoria, muchos casos con la sola identificación de la persona; ¿y qué mejor oportuni-
M é x i c o , 1886.
dad que la de realizarse la glorificación de un héroe que tuvo abnegación bas-
tante para sacrificar agravios propios en aras de la causa que defendía?
IGNACIO MARISCAL.
Por otra parte, si de los cantares del poeta no han de brotar sino simples
relatos sin comentarios y la expresión de sentimientos y deseos propios, déje-
se la tarea á los formadores de crónicas y cierre su boca el que canta, pues no
tiene derecho de importunar á la humanidad con sus lamentaciones, ni mere-
ce los honores de la rima aquello que puede ser dicho y admirado en buena
al bien con la menor mezcla de mal posible, entonces no cabe duda en que
Bravo se mostró más heroico que Scévola, y que Bruto ó Guzrnan, ó Lord
Capel. Aun puede asegurarse, que bajo cierto aspecto, lo fué más que el mis-
mo Colon lanzándose á un mar poblado sólo de peligros y de espantos; más
que Hernán Cortés quemando sus naves para obligarse á morir ó vencer. Es-
tos son rasgos de intrepidez admirables, sublimes; pero no importan al mismo
tiempo un acto de virtud, pues pudieran ser efecto de una ambición desenfre-
nada de gloria ó de poder, resultados de un móvil que á los ojos de rígida
VENGANZA DE INSURGENTE.
moral fuese merecedor de censura. " L a raíz del mal se halla en la vanidad
(dice un escritor elocuente), y la raíz del bien en la caridad; de suerte que las
pasiones viciosas son siempre un compuesto de.orgullo, y las pasiones virtuo-
sas un compuesto de amor.' 1 ROMANCE HEROICO.
Convengamos en que si los indicados y otros semejantes, son los más he-
roicos hechos de que se envanece la Historia, no hay ninguno, al ménos en su
especie, que pueda rivalizar con el de Bravo, ni en mérito moral ni en condi-
DOS PALABRAS.
ciones para despertar un entusiasmo puro y virtuoso.
Hoy, al cumplirse una centuria desde el nacimiento de Bravo, séanos per-
mitido proclamar esta verdad ante el mundo entero. No será un arranque de Historiadores y cronistas, prosistas y romanceros están de acuerdo en que
el perdón de los trescientos prisioneros del General Bravo se verificó en la vi-
vanidad mezqiúna, fundada en que el héroe nació en suelo mexicano; pues
lla de San Miguel de Medellin; y no pretendo destruir, ni siquiera refutar, lo
reconocemos que los grandes hombres, sobre todo los que descuellan por sus
que consignan la Historia y la tradición; pero convenia á mis intereses de
sentimientos generosos, pertenecen propiamente á la familia humana, y á to-
autor colocar la acción en otro lugar, para poder tributar un elogio á esos pa-
da ella la honran y ensalzan con sus hechos. Son como otros tantos oasis en
triotas que en el rango de la clase de tropa, consuman actos de abnegación y
medio del desierto, espantoso y árido, que ofrece á los ojos del filósofo la His-
heroísmo, y mueren distantes de su hogar y de su familia, sin que nadie les
toria, ese triste relato de opresiones, vicios y crueldades que afligen ó aver-
consagre despues un recuerdo; ¿y qué mejor ocasion que aquella en que se
güenzan al filántropo. Personajes como 1). Nicolás Bravo en 1812 reconcilian
recuerda el nacimiento de un varón esclarecido? Quise también, como un ho-
con la humanidad al misántropo más sombrío. Su noble figura se eleva sobre
menaje á la memoria del magnánimo General D . N I C O L Á S B R A V O , anatemati-
el campo de nuestra historia nacional como un coloso resplandeciente, como
zar la frecuente imposición de la pena de muerte, que tan pródigamente vemos
el verdadero símbolo de la virtud nombrada Fortaleza, feliz combinación de
llevan á cabo desde el jefe más caracterizado hasta el liltimo jefe de rurales,
valor y constancia ante el peligro con la magnanimidad y clemencia que tan-
y esto sin observar los principios más elementales de un juicio, pues basta en
to ilustran la victoria, muchos casos con la sola identificación de la persona; ¿y qué mejor oportuni-
M é x i c o , 1886.
dad que la de realizarse la glorificación de un héroe que tuvo abnegación bas-
tante para sacrificar agravios propios en aras de la causa que defendía?
IGNACIO MARISCAL.
Por otra parte, si de los cantares del poeta no han de brotar sino simples
relatos sin comentarios y la expresión de sentimientos y deseos propios, déje-
se la tarea á los formadores de crónicas y cierre su boca el que canta, pues no
tiene derecho de importunar á la humanidad con sus lamentaciones, ni mere-
ce los honores de la rima aquello que puede ser dicho y admirado en buena
prosa; y si de los cantares del poeta no ha de deducirse alguna enseñanza,
alguna máxima, algún consejo, alguna censura, encaminado todo á un buen
fin, déjese cantar á las aves, pues nadie puede igualarlas en sentimiento, be- *
lleza y melodía; déjese á los panegiristas asalariados, pues nadie como éstos
para loar y enaltecer los mayores desaciertos.
Arenas que formáis robusto dique
Además, he tenido en cuenta que escribía un Romance y no una Historia,
E n fuerza de ser tantas,
y de ahí resulta que, con excepción del hecho memorable del perdón de los tres-
Nada importa si sois como los pueblos,
cientos prisioneros, no haya otra cosa en mi composicion, que no sea pura fan-
tasía. Innúmeras y mansas;
E n cuanto á la exactitud é imparcialidad de las pocas apreciaciones que ha- Que brilléis como polvo diamantino
go, no me toca juzgar. Cuando el sol os abrasa,
Nada digo respecto de pobreza y defectos del trabajo, porque jamas he Volviendo á ser arena, y sólo arena,
pretendido ocultar lo que está á la vista: m i insuficiencia. E n la noche callada;
Que en esta vez, como en otra, me disculpe el respeto que guardo á la me- Como los pueblos que parecen libres
moria de aquellos que nos dieron Patria. Con leyes soberanas
Que les dan apariencia de grandeza
EL AUTOR. Cuando es justo el que manda;
Pero si este pronuncia un yo lo quiero,
¡Pobre grandeza humana!
Libertad, pueblo y ley, son, todos juntos,
Arena, polvo . . . . ¡nada!
s §
INVOCACION.
P u r a s y hermosas gotas de rocío
Que elejáis esmaltadas
Bayos de sol, nacidos en Oriente Las verdes hojas del rosal frondoso,
E n corona de llamas, L a bienhechora parra,
Que ilumináis las insondables simas L a sazonada espiga sarracena,
Repletas por las aguas L a mazorca dentada;
Del mar, que azota cuotidianamente Venid también, que sois como el aliento
Las rocas socavadas; Del pobre que trabaja,
Que convertís en iris las espumas Pues que prestáis gustosas á las flores
Que mueren en la playa; Vuestras mejores galas,
Dacl claridad y brillo y valentía Y si queréis brillar por cuenta propia
A mi oscura palabra. Y ver del sol la cara,
A l primer resplandor que llega á heriros
Quedáis evaporadas: Perfume vespertino que despide
Así para otros trabajando el pobre La caléndula blanca,
Su mejor vida gasta, Llégate aquí: sutil como la idea,
Y si quiere salirse de su esfera, Yuela, penetra, embriaga,
Buscando otra más alta, Fascina y enloquece; que te sigan
Cuando le mira airado el poderoso, E n falange sagrada,
Se humilla, sufre y calla. Resplandores, y nieblas, y crepúsculos,
Tempestades y calmas,
Brisas, ciclones, montes y llanuras,
* Abismos y montañas;
Muchedumbres que vengan pisoteando
Coronas destrozadas,
Lorigas rotas, abollados yelmos
Ansia del niño que impaciente corre
Y quebrantadas lanzas,
Fijando las miradas
Fragmentos de cadenas y picotas,
E n el insecto volador que cruza,
Bonetes y tiaras
De deslumbrantes alas;
Y de naciones mil las mil banderas
Que si tropieza sigue su carrera
Flotando sobre un asta,
Y si cae se levanta,
Con un lema que diga á todo el mundo
E l deseo asomándole á los ojos,
"Serémos siempre hermanas;"
Y en la sonrisa franca
Y brote de esa mezcla heterogénea
E l gozo que retoza y culebrea
U n a canción extraña
P o r su boca de grana;
De múltiples cadencias que se buscan,
Eres igual á la ilusión del hombre,
Se encuentran y se abrazan,
¡Oh ansia malhadada!
P a r a formar un todo incomprensible
Pues cuando el niño mira entre sus dedos
Que conmueve y espanta.
E l polvo de oro y plata
Con gritos y suspiros y lamentos,
Que llevaba la pobre mariposa
Blasfemias y amenazas,
E n sus alas de gasa,
Y sonrisas, y lágrimas, y dudas,
L a arroja descontento por el suelo
Temores y esperanzas;
Sin brillo y estropeada:
Así el hombre, nutrido de ilusiones, Y despues, suavizándose las notas,
Si realidades palpa. Suenen ténues y vagas
Los sentimientos nobles y sublimes Como el pió del ave que dormita
Del corazon arranca, Soñolienta en la rama,
Y éste se encuentra herido y moribundo, Como murmurio de naciente arroyo,
Y . . . . palpitante . . . . ¡salta! Como vaivén de palmas;
Y despertados todos los silencios Y las lavas gritaron: "paso libre,
Que duermen eu la nada, Que somos el emblema de la fuerza,"
Resuene, al fin, un himno majestuoso, Las aguas respondieron: "poco importa;
U n patriótico "hosanna," E n nuestro territorio no penetra
E n justa loa del varón egregio Quien da, en vez de razones, amenazas,
A quien mi musa predilecta canta. Quien, en vez de crear, destruye y quema;
Y las lavas al punto se lanzaron
Impetuosas é hirvientes, por sorpresa
I Pretendiendo ganar al enemigo:
Como el corcel herido por la espuela,
Irguiéronse las aguas tumultuosas,
AGUA Y FTJEGO.
Y comenzó la lucha, grande, excelsa
Y las lavas taladran las entrañas
Un poco más acá de Tlalixcóyan, De las aguas que próximas encuentran,
Quedando Medellin á la derecha, Y éstas, en parte, retroceden y huyen,
Las aguas caudalosas del J a m a p a Miéntras otras sucumben como buenas;
Se dividen en forma de Y griega, Y las lavas avanzan deslumbrantes,
Formando en medio de tupido monte, Y al avanzar se tuercen y flaquean,
Ancho y espeso, impenetrable delta, Sintiendo que las aguas van robando
Y de una á otra márgen se levantan E l calor que circula por sus venas;
De oscuras lavas caprichosas crestas, Y en tanto que columnas de vapores
Dejando presumir que de la cima Se escapan de las aguas y se elevan,
Del gran Citlaltepetl, en otra éra, Y en tanto que detonan mil burbujas.
Brotaron mares de candente lava De lavas que abandonan la pelea,
Que recorrieron l a distancia extensa Sigue aquella candente catarata
Hasta el lugar que queda señalado, Entrando á lo profundo de la brecha
Sin duda no menor de treinta leguas, Que forma el álveo del extenso rio,
Y al llegar á los álveos de los rios Pretendiendo llenarlo, cual si ñiera
Se debieron erguir, bravos, soberbios, E l metal en fusión que el estatuario
Y para comprobar la conjetura, Despide sobre el molde. ¡Vana empresa!
H é aquí lo que consigna la leyenda: Que aunque haya material por toneladas,
Aquel inmenso molde no se llena.
Al verse detenidas en su curso • ••t
P o r trasparente y líquida barrera,
U n mugido de lavas arrojaron, De pronto cesan todos los chirridos,
Y las aguas hicieron una mueca De pronto todo movimiento cesa,
Acompañada de ruidosas risas Y nada más se notan los hervores
De travesura y de malicia llenas, De las aguas, que bravas, 110 se aquietan.
Aquella inmensa soledad le abruma,
Y á la entrada del cauce se divisa
Y oyendo el eco de una voz secreta,
Ancha franja de lavas, que presenta
Por miedo, por instinto ú otra causa,
El aire de serpiente quebrantada
Quien nunca rogó á Dios, allí le ruega.
Que sobre sus anillos se refleja;
Y, al irse amortiguando sus colores,
Se va quedando convertida en piedra.
II
I I
Todo está listo ya: las tropas forman
E n el llano que queda frente al rio,
"¡Qué bello salió el sol! Globo de fuego,
Llevando cada cuerpo á su cabeza
Asciende, recorriendo el infinito,
Su banda ele tambores y de pitos
Dando luz y calor y vida á todos,
Y de cornetas, que con gran estruendo
A gérmenes, embriones y organismos.
Van desfilando hasta tomar su sitio.
¡ Qué verdor, qué frescura, qué perfumes!
Vienen despues, seguros y escoltados,
¡Cuánta diafanidad y cuánto brillo!"
Los prisioneros que más ántes vimos,
Así pensaban varios insurgentes
Y con ellos el viejo sacerdote
Al estarse arreglando con ahinco
Que h a de prestarles el postrer auxilio.
E l vestido de gala: hay gran parada,
Y á las siete ya deben estar listos.
Baten marcha las bandas, y á caballo,
"¡Qué triste salió el sol! Cómo parece
Por varios batidores precedido,
Que de un lago de sangre sale tinto,
E l general en jefe se presenta:
Y como mensajero de desgracias,
Viene pálido, triste y pensativo.
Nos viene á recordar nuestro suplicio!"
E l jefe que preside la parada
Así pensaban varios prisioneros
Llega á ofrecerle el mando, y sus servicios.
Al acercar su rostro á los carrizos
Que forman la prisión en que se hallan.
Tal es el mundo: panorama visto
A través de dos lentes, en la forma,
Formando el cuadro está de tres en fondo; " I d libres, ya no sois mis prisioneros,
Y al contemplar el formidable erizo " Vuestros salvo-conductos están listos."
De bayonetas que relampaguean
Del sol á los fulgores matutinos, Como si fuera bomba que cayera
Cualquiera lo creyera inmensa sierpe Cercana á los repuestos, de improviso,
De plata que prolonga sus anillos, Estallando en el acto en mil fragmentos,
O astuto puerco-espin que se recoge, Y, al disiparse el humo, ni un herido,
Sus púas presentando al enemigo. Ni un contuso siquiera se encontrara,
Ni sombra alguna del menor peligro,
E n el centro se ve á los prisioneros, Así fué la emocion que se produjo
Serenos, resignados y contritos, E n t r e aquellos que oyeron al caudillo.
Pues al mirar perdida la esperanza, ¡Qué angustias, qué tormentos, qué terrores!
Parece que adoptaron el partido ¡Qué sorpresa despues! ¡Qué regocijo!
De morir como mueren los que cumplen ¡Trescientas voces aclamando al héroe,
U n deber: entregándose al destino. Unidas todas en un solo grito!
" Presentarme desnuda ante las gentes, Cada vez que los ángeles agitan .
" Y lo hago, como hoy, por causa justa, Sus blancas alas, de ellas se desprenden
Porque allí sobrevive y permanece;
Estrellas que se esparcen como el polvo
Consuélete mirar que fué tu alma
Sobre aquel cortinaje trasparente.
Tan magnánima, grande, y de tal temple,
Y avanza el grupo hasta tocar la roca, •
Que hazaña cual la tuya no registra
Y M É X I C O también, grave y solemne,
Ninguna nuestro siglo diez y nueve.
Llega hasta Bravo, le apellida hijo,
U n ósculo de amor posa en su frente,
H . V e r a c r u z , 1886.
Y como regio manto de monarca
E n la bandera tricolor le envuelve. REGINO A G C I R R E .
A^ 3E> R A_ V O .
M é x i c o , 1886.
Á N G E L DE C A M P O .
(Del Liceo Mexicano.)
PENSAMIENTOS. A B E A Y O.
Al no vengar la muerte de su padre sacrificando á sus prisioneros, demos, ¿Cuál de los rasgos de ínclita grandeza
tro que era u n gran filósofo: debe así venerarlo la humanidad.—L. R . Puedo elegir para cantar tu gloria.
Si cuantos forman t u inmortal historia —
Son conjunto de honor y de nobleza?
Los críticos acerbos pueden censurar alguno de sus hechos; los envidiosos
pueden pretender opacar su gloria; mas sobre esas envidias y murmuraciones ¿ H o m b r e ? . . . . ¡indomable fué tu fortaleza!
brillarán siempre, majestuosas y serenas, la magnanimidad y la grandeza de ¿Patriota? . . . . ¡limpia vive tu memoria!
su alma.—VERITAS.
¿Soldado? . . . . ¡dominaste la victoria!
Y político, ejemplo de firmeza.
L a gloria de Bravo es inmortal, porque es la del héroe y la del justo.—AN-
TONIO D E L A P E Ñ A Y R E Y E S . Fuiste t ú generoso, sin aliño;
Lleno de compasion hácia el esclavo,
Mexicano, dió muestras de su genial nobleza: guerrero, j a m a s empañó su Trataste al adversario con cariño
espada con sangre de vencidos: héroe esclarecido, el polvo de los años no po-
drá borrar su nombre de la Historia,—F. F L O R E S . Sin causar ni al magnate menoscabo . . . .
A l triunfar, fuiste dulce, como un niño;
Vencido, sin segundo, siempre un Bravo.
Venció al mayor de los enemigos, la pasión de la venganza.—Luis GONZA
L E Z O BREGON. M é x i c o , 1886.
IRENEO PAZ.
JOAN DE D I O S P E Z A ,
P a c h a c a , 18S6.
*
* *
ENRIQUE L . ABOGADO.
Y el fulgor del heroísmo,
Fulgor que nunca decrece,
Sobre la niebla aparece
Del vireinal despotismo.
Con la fe del patriotismo,
Tras la luctuosa pelea,
Se levantan con la tea
Que enciende su porvenir
Mártires que han de vivir
Simbolizando la idea.
G-uzman, heroico puñal
Al moro en Tarifa arroja . . . .
Del hijo en sangre se moja . . . .
Mas aquella acción no canto,
Porque el númen de Lepanto
Verá, de vergüenza lleno,
Que si fué Guzman el B U E N O ,
Tú eres Nicolás el S A N T O .
AL GENERAL
P a e h u c a , 1886.
T O M Á S DOMÍNGUEZ ILLANES.
P a c h a c a , 1886.
I B IR, A " V O .
DOS PALABRAS.
( E N E L C E N T E N A R I O D E SU N A C I M I E N T O . )
t ^ i i l p a i i c i n g o d e B r a v o s , 1886.
FRANCISCO O. ARCE.
I N D I C E
Páginas
Páginas
Cortés J. M 39
Agoitia E. (Biografia tomada de este escri- César J. N 45
tor y extractada para el Album) v Castañeda Telesforo 140
Altamirano Ignacio xxxv Carreto Rosa 181
Avellano de Artalejo Concepción 17 Carrasco Patricio 192
Avellano Alejandro del 72 Castillo F 196
Idem idem 74 Cordero J . M 203
Aizpuru J. M 88 Callejo Bernardo M. del 212
Idem idem 89 Casarin José 227
Adolfo Ernesto 109 Cumplido Ignacio 246
Aguirre Regino 277 Cardeña Ignacio Severo. 258
Arce Francisco 0 329 Campo Ángel de 315
Abogado Enrique L 321
O H
IB Chavero Alfredo 162
Baturoni G 27
Bernal Jesus 76
HD
Baz Gustavo 122
Baronesa de Wilson 127 Dávalos Ventura 178
Barron Heriberto 168 Domínguez Illanes Tomás 324
Béistegui Félix 204 Idem idem 327
O
IES
Gollado G. del 22
Coyula Pedro 26 Espinosa Rodrigo A 119
bernante, á tocia la humanidad, á bendecir la memoria de ese hombre admi-
rable, cuyos hechos pertenecen á la Historia del mundo.
E l Gobernador de Guerrero ofrece á los habitantes del globo este precioso
Album, que guarda los pensamientos, los afectos y la admiración de mexica-
nos y extranjeros.
¡Que este libro eternice la memoria del General Nicolás Bravo, honra de la
Patria y de la humanidad !
t ^ i i l p a i i c i n g o d e B r a v o s , 1886.
FRANCISCO O. ARCE.
I N D I C E
Páginas
Páginas
Cortés J. M 39
Agoitia E. (Biografia tomada de este escri- César J. N 45
tor y extractada para el Album) v Castañeda Telesforo 140
Altamirano Ignacio xxxv Carreto Rosa 181
Avellano de Artalejo Concepción 17 Carrasco Patricio 192
Avellano Alejandro del 72 Castillo F 196
Idem idem 74 Cordero J . M 203
Aizpuru J. M 88 Callejo Bernardo M. del 212
Idem idem 89 Casarin José 227
Adolfo Ernesto 109 Cumplido Ignacio 246
Aguirre Regino 277 Cardeña Ignacio Severo. 258
Arce Francisco 0 329 Campo Ángel de 315
Abogado Enrique L 321
O H
IB Chavero Alfredo 162
Baturoni G 27
Bernal Jesus 76
ID
Baz Gustavo 122
Baronesa de Wilson 127 Dávalos Ventura 178
Barron Heriberto 168 Domínguez Illanes Tomás 324
Béistegui Félix 204 Idem ídem 327
O
IES
Gollado C. del 22
Coyula Pedro 26 Espinosa Rodrigo A 119
1P O
Págiuas
Fenochio Adolfo 90
%
Otero María de los Ángeles 185
Fernández de Lara José 199 Ojeda Verduzco Ignacio 235
Flores Valverde José 232
Mern idein 233
L L T
Llórente Vicente Daniel 84 Treviflo Ramón 86
Topete Miguel G 158
~ML Trejo Joaquin 354
Muñoz Lumbier José 129
Manterola R jgy TT
Monroy A 188 Ulloa Miguel 239 i
Márquez G 193
Meléndez Nicolás 206 "V
Miranda Luis G... 226 Valdés Gómez Francisco 91
Mariscal Ignacio 269
Vigil J. M 125
Valencia Leopoldo 143
2sT Villalon Juan de Dios 161
Núñez de García Luz G 20
Valle Eduardo del 268
Noriega Luis G 223 Varios autores (Pensamientos sueltos) 316