Propuestas para El Tema de Educación Guatemaltecos

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Introducción

En el siguiente trabajo se analizará el tema de la deserción escolar en Guatemala y


las estrategias propuestas para la retención. Como parte de dicho análisis se
discutirá el contenido de algunos escritos importantes sobre el tema. Haremos
referencia a estudios tanto de individuos particulares y de instituciones oficiales
como el Consejo General de Educación y el Propio Departamento. Junto con dichos
informes, se recoge valiosa información que identifica el perfil del estudiante
desertor, así como el estudiante en riesgo. También se recogen alternativas
generales que sirvan de estrategias específicas para atender dicho problema.

Por décadas la deserción escolar es uno de los problemas de mayor preocupación


para todas las administraciones que han pasado por el Departamento de Educación.
A pesar de esto, cada año aumenta el número de estudiantes que abandonan la
escuela sin completar un grado, ya sea en el nivel intermedio o superior.

Estudios recientes sobre el tema de la deserción escolar en las escuelas públicas


de Guatemala y sus regiones, coinciden en sus hallazgos con estudios realizados
en décadas pasadas. Este hecho debe preocupar ya que, si bien es cierto que el
tema ha sido estudiado a profundidad con propuestas específicas para atender el
mismo, la realidad es que hemos entrado al siglo XXI con el mismo problema de la
deserción. Dicho problema sigue aumentando y las estrategias no han tenido los
resultados esperados si comparamos las cifras del pasado con las cifras del
presente.
Estadísticas e informes sobre la deserción:

En agosto de 1974, el Departamento de Instrucción, hoy Departamento de


Educación, preparó estadísticas sobre el tema de la deserción escolar que recogía
información desde la década de los años treinta hasta 1974.

De acuerdo a dicho informe durante finales de la década del treinta y toda la década
del cuarenta, el porciento de estudiantes desertores según la matricula acumulada
de primer grado a duodécimo, se mantenían sobre el 81%. Durante la década del
cincuenta se nota una marcada disminución de la deserción pero manteniendo una
constante sobre el 70%. La tendencia continuó bajando para fines de la década del
cincuenta y principios de la década del sesenta.

Preocupados por los índices de deserción escolar dentro del sistema de educación
de Puerto Rico, en 1985, el Departamento de Instrucción, hoy Departamento de
Educación, llevó a cabo una investigación con el propósito de identificar las
características o perfil del estudiante desertor. De igual manera dicho estudio tenía
la intención de explorar las razones que provocaban dichas bajas.

En términos del efecto que la deserción tiene en el estudiante, está el hecho de que
las oportunidades de estos, para competir en el mercado de empleos, se verán
reducidas. De los veintiocho mil trabajadores que perdieron sus empleos para el
año de 1982, veintidós mil de estos no tenían una preparación académica mayor a
la de noveno grado.

Desde el punto de vista del impacto de la deserción en la sociedad, dicho estudiante


obliga al gobierno a tener que invertir fondos públicos en nuevos programas de
estudio que ayuden a estos estudiantes a completar un grado escolar. Adicional a
eso, la mayor parte de los desertores permanecen en las filas de desempleo,
demandando servicios públicos, a la vez que no aportan al fisco.

El informe presenta un perfil del estudiante desertor. En el mismo se señala que la


edad promedio en que el estudiante abandona la escuela, es a la edad de quince
años. Hay una diferencia en el grado en que los niños y las niñas abandonan la
escuela ya que los primeros lo hacen en el séptimo grado y las estudiantes en
décimo.

Las causas principales para las bajas o la deserción escolar, fueron las ausencias
frecuentes. La segunda causa fue para contraer matrimonio. Un tercio del total de
los estudiantes viven con ambos padres, mientras que el restante 66% vivía con
uno de los padres, o había formado un hogar separado. En el caso de los padres
de estos estudiantes, los mismos reflejaron tener un promedio de escolaridad igual
que la de sus hijos. A ese dato tenemos que sumarle que el nivel de empleabilidad
de los padres está bajo el salario mínimo, lo que los ubica en un índice económico
bajo el nivel de pobreza.
Como resultado de la investigación se desprende que hay varios factores que
influyen para que un estudiante abandone la escuela y las características del mismo.
Dichas características aunque se dividieron entre hembras y varones, ambos tienen
en común varios aspectos.

Entre estos se señala la edad de quince años como la edad promedio para
abandonar la escuela. La razón principal fue las ausencias frecuentes. Ambos
tenían planes de regresar a la escuela, y al momento del estudio, la mayoría de ellos
se encontraba desempleados.

Entre las diferencias marcadas, se destaca el hecho que mientras la escolaridad de


los padres de la hembra desertora llegaba al nivel secundario, en el caso de los
varones la mayoría había llegado hasta el nivel elemental.

Entre las conclusiones del estudio encontramos que la responsabilidad de la


deserción escolar no necesariamente recae en su totalidad en el estudiante. Los
expedientes escolares no reflejan las verdaderas razones para las bajas escolares.

La mayoría de los desertores estaba sobre el grado, y manifestó que la escuela no


lo preparó adecuadamente para el mundo del trabajo y mucho menos para
encontrar y conservar un empleo. Este hecho se suma a que los estudiantes
manifestaron que la escuela no les preparó para el futuro. La mayoría reveló su
interés en regresar a la escuela en horario nocturno para poder trabajar durante el
día.

El estudio identifica las ausencias frecuentes como la causa principal de la


deserción, sin entrar a analizar las causas específicas que provocan las ausencias
de los estudiantes. Las ausencias frecuentes no se dan en el vacío y deben
responder a causas más profundas.

Identificar dichas causas puede ayudar a profundizar en la deserción y de esa


manera lograr una mayor retención de estudiantes que caen dentro del perfil de
desertor. La mayor retención a su vez redunda en una economía para el país a largo
plazo ya que el gobierno no tendría que asignar dinero para programas de estudio
para estudiantes desertores, cuando ya se habían asignado fondos para atenderlos
en el programa regular. Aunque el gobierno invierta millones en el programa regular
de enseñanza, la deserción existe, es un problema y como tal tiene que ser atendido
por el gobierno.
La Deserción Escolar
Deserción escolar: estrategias efectivas

Educación, la revista oficial del Departamento, en su número 56 de noviembre de


1993 publicó un ensayo editorial titulado Deserción escolar: estrategias efectivas.

Comienza señalando que limitar el problema de la deserción al ámbito escolar, es


producto de desconocimiento de conceptos elementales de lo que es la escuela
dentro de la sociedad puertorriqueña.

Coincide dicho artículo con el hecho de que el estudiante desertor tendrá falta de
destrezas para el mundo del trabajo lo que lo llevará a la dependencia de servicios
sociales, salud, entre otros.

Se identifica al estudiante en riesgo, definiendo al mismo como aquel que presenta


las mismas características del desertor pero que se mantiene en la escuela.

De acuerdo al ensayo, el perfil de este estudiante lo identifica como uno de bajo


aprovechamiento, problemas de disciplina, hijo de padres que no terminaron la
escuela superior, problemas con la justicia, adolece de motivación e interés para
realizar la labor escolar, de un nivel socio económico bajo, problemas de
ausentismo, problemas de salud, esta sobre la edad del grado y tienen problemas
en sus relaciones interpersonales.

Ante ese cuadro se recogen seis estrategias propuestas por los superintendentes
de escuela. Estas son:

Estrategia I

Atender el progreso académico y social de los niños, con énfasis en el nivel


preescolar y en forma preventiva en los grados de transición. Señala el estudio que
las características del estudiante en riesgo se puede identificar en tercer grado.
Identificar a este estudiante y atenderlo adecuadamente redundará en una mayor
retención.

Estrategia II

Desarrollar un ambiente escolar positivo con directores y personal efectivo capaces


de brindar atención a jóvenes en riesgo. Bajo esta estrategia se le brindará atención
personal al estudiante en riesgo ya que muchos estudiantes manifiestan que la falta
de atención de los maestros y directores ha sido causa principal del abandono de la
escuela.
Estrategia III

Establecer expectativas altas en las áreas de asistencia, aprovechamiento


académico y disciplina. Se ha comprobado que al mantener una expectativa alta de
las ejecutorias de los estudiantes, estos desarrollan la autoestima indispensable
para el éxito académico.

El absentismo a clases sin razones justificadas se identifica como un síntoma de


insatisfacción con la escuela. En el caso de los desertores, estos presentan
problemas de absentismo desde los grados primarios.

Entre la alternativa que se sugiere dentro de esta estrategia está extender el horario
escolar, clases los fines de semana, escuela de verano, tutorías, programas
transaccionales, ayuda remediatiba y programas motivacionales.

Estrategia IV

Seleccionar y adiestrar maestros receptivos a las necesidades del estudiante en


riesgo. Es importante que los maestros tengan la capacidad de escuchar para poder
orientarlos en forma adecuada. Un punto importante que se señala en esta
estrategia es la colaboración entre las universidades dedicadas a la preparación de
futuros maestros. Se propone currículos de calidad y mayor rigurosidad en la
aceptación de estudiantes candidatos a maestros.

Estrategia V

Proveer diversidad de programas instruccionales para el estudiante en riesgo.

Por cuanto el joven en riesgo puede tener bajo aprovechamiento, provenir de un


hogar en desventaja económica y tener problemas con la justicia, es necesario el
diseño de programas efectivos para que los estudiantes en riesgo ataquen dichos
problemas desde diferentes puntos. Se sugiere entre otras alternativas, escuelas
magnéticas, escuelas alternativas, programa para niños que dominan el inglés,
educación compensatoria, y experiencias de estudio y trabajo como un esfuerzo de
reducir la deserción escolar.

Estrategia VI

Coordinar esfuerzos con los diferentes sectores públicos y privados para desarrollar
programación coordinada.

El ensayo concluye haciendo una exhortación para que reflexionemos sobre el


problema y cuán cerca lo tenemos.
Ausentismo Escolar
n otro orden de ideas, vale la pena destacar que en el plano educativo, se utiliza el
término “deserción” para hacer referencia a aquellos alumnos que abandonan sus
estudios por diferentes causas; entendiéndose por estudios a toda educación que
se encuentra dentro del sistema educativo establecido precisamente, por el
gobierno que administra el país (primaria, secundaria, universidad, etc.). Aquellas
personas que dejan de estudiar, se convierten entonces en los denominados:
desertores escolares. Inclusive, puede definirse como desertor a aquella persona
que abandona, desiste o renuncia a una causa, meta u objetivo que lo mantenía
incorporado a una institución o grupo social; con la cual se había comprometido a
realizar funciones en pro de la institución y de él mismo, como individuo.

Según Erika Corvetto Castro “la deserción escolar es un fenómeno social


ocasionado por diversas causas ya sean políticas, económicas, familiares, etc. Lo
cual debe ser estudiado detenidamente para determinar las posibles soluciones, así
como también todas aquellas actividades académicas relacionadas con la
institución educativa”.

MynorVilladelobos concibe la deserción como “el Apocalipsis del sistema educativo


formal, cuya única cura es una reestructuración del currículum, de lo contrario la
institución educativa pasará a ser un mito en vez de una realidad palpable”.

Por lo general, suele suceder que la deserción escolar sucede después de que se
han presentado evidencias como retraso escolar, provocando que el alumno
paulatinamente vaya perdiendo interés por todas aquellas actividades académicas
relacionadas con la institución educativa. Cuando el alumno presenta cuadros de
ausentismo, reprobación de exámenes, repetición de cursos, desinterés por las
clases etc. Estos pueden ser indicadores de que el estudiante corre riesgo de
abandonar sus estudios.

Es muy común que la sociedad y la misma institución, perciban a la deserción como


un fracaso para el adolescente; sin embargo, para algunos desertores, el hecho de
abandonar sus estudios lo consideran como una oportunidad para realizar otros
propósitos ya establecidos, como trabajar o dedicarse a algo específico dentro de
su hogar.

Los estudiantes pueden interpretar su abandono como un paso positivo hacia la


consecución de una meta, sus interpretaciones de un determinado abandono son
distintas porque sus metas e intereses difieren de los funcionarios o agentes de la
educación.
Por medio de las opiniones de varios autores sobre el tema, se comprende entonces
que la deserción escolar es un problema educativo que afecta al desarrollo de
cualquier sociedad, no quedando exenta de esta problemática, la sociedad
guatemalteca, especialmente en lo que atañe a los sectores del área rural, donde
sin duda alguna, no sólo existen menos posibilidades para que los adolescentes
asistan a un centro educativo, sino que también suelen ser lo más vulnerables en lo
que respecta a la problemática de la cual se viene haciendo alusión.
Matricula

Ciudad de Guatemala, 18 may (AGN).- La cantidad de alumnos inscritos este año


en el sistema educativo público incrementó 2,17 por ciento en los niveles de
preprimaria y primaria, en comparación con el 2017, según datos del Sistema de
Registro Educativo (Sire), del Ministerio de Educación.

“Este aumento es derivado de varias acciones efectuadas por el Ministerio de


Educación, como eje principal del gobierno del presidente Jimmy Morales, entre
estas la encuesta escolar domiciliar y el incentivo a la población por las autoridades
locales en sus comunidades”, indicó el ministro de Educación, Óscar Hugo López.

Las cifras dan cuenta de que en 2017 los alumnos inscritos en preprimaria fueron
500.106 y este año aumentaron a 518.036. En primaria la cifra subió de 2,03
millones a 2,07 millones de estudiantes.

En el nivel básico se mantuvo la cantidad de 341.045 estudiantes y en diversificado


también se registró un aumento de 1.501 alumnos más que el año anterior, de
90.699 estudiantes a 92.200.

La cartera de Educación matriculó este año a 3,02 millones de estudiantes en los


diferentes niveles académicos de los centros de aprendizaje del Estado.

El ciclo escolar 2018 fue inaugurado por el presidente Jimmy Morales y autoridades
educativas en la Escuela Oficial Rural Mixta El Jícaro, en la aldea Boca del Monte,
Villa Canales, del departamento de Guatemala.
Conclusión

Si analizamos las estadísticas relacionadas con matricula y bajas y el porciento de


bajas en las escuelas del Sistema de Educación puede seguir el rastro sobre el nivel
de retención de estudiantes desde que entró en el primer grado hasta completar el
cuarto año.

El estudiante que se graduó en mayo de 2018, ingresa en primer grado para agosto
de 1990.Para ese año, ingresaron 56,758 nuevos estudiantes, De ese total,
terminaron 29,740 lo que representa una retención de solo el 57% porciento. Estas
cifras indican que 27,018 estudiantes no completaron su duodécimo grado en el año
correspondiente, lo que representa una cifra alarmante si tomamos en
consideración que al no haber completado el grado, no tienen la preparación, ni las
destrezas mínimas para integrarse al mercado de empleos en posición bien
remuneradas que los alejen de los programas de asistencia social.

Para el año anterior el porciento de retención fue de solo 56%. Resulta del análisis
que los tres primeros años del siglo XX no completaron su cuarto año un total de
setenta y nueve mil, setecientos cuarenta y un estudiantes lo que representa el 1%
de la población general del país según el censo de 2000.

Como vemos, el problema continúa con tendencias a incrementarse. Esto sumado


al hecho de que muchos de los estudiantes retenidos con características en riesgo
completa el grado pero sin las destrezas mínimas para continuar estudios. Esto nos
lleva a reflexionar si la retención por la retención misma como alternativa a la
deserción es una meta del sistema y de la sociedad.
Bibliografía

Temas eje
https://www.monografias.com/trabajos22/desercion-escolar/desercion-escolar.shtml

https://www.agn.com.gt/guatemala-aumenta-matricula-estudiantil-en-niveles-de-preprimaria-y-
primaria-en-2018/

http://fashonsmartgroup.blogspot.com/

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