ACASSUSO de Rafael Spregelburd

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S. RIVAROLA: Ah, no, no. hermanos Sagasti?

¿Lo de la pelotita de
básquet?
M. ELIZARRAGA: ¿No escuchaste lo de las
Mazzittelli? ¿Sabés lo del colchón? M. ELIZARRAGA: ¿La pelota? ¿La que le pediste
al cura?
S. RIVAROLA: No.
S. RIVAROLA: Ah, ¿vos te enteraste? No fue tan
M. ELIZARRAGA: ¿Vos podés creer que ahora se
así. Pará. Después te cuento.
agarra de la cuestión de la Chucha y me manda
mensajes de amenaza en código? Me ta-ta- M. ELIZARRAGA: Pero si a mí no me tenés que
taponó la entrada a gabinete con un colchón. Es explicar nada…
el paso previo a cerrar la rama. O sea, yo no soy
una experta en Pichon Rivière, alguna vez lo fui,
pero evidentemente lo que me quiere decir es, a 15 / GOLEADOR
su manera, pa-pa-patológica: “esta valla blanda,
con plumas y estopa, es el prolegómeno a una
valla mayor, insalvable, para vos”. ¡El cierre de la Entra GLADYS RONDÓ, la profesora de educación
rama! ¿Quién te falta firmar el pe-pe-petitorio? física.

S. RIVAROLA: Shh. Después hablamos. Ya llamé a GLADYS: Mmm, pero qué secretivas que están.
reunión para las 12:00. ¿Te enteraste lo de los ¿Cómo les va?
S. RIVAROLA: Ay, Gladys, ¿cómo te va? Ya casi no DELIA: ¡Pero si es el goleador!
coincidimos nunca, en turno mañana.
GLADYS: No te metas, Delia. Goleador o no, si no
GLADYS: Es que estoy todo el tiempo en la come y no refuerza isquiotibiales, no juega. ¡Y no
canchita. se metan en mi banco! (Sale.)
S. RIVAROLA: Eso te quería decir. En cualquier DELIA: Bueno. ¡Pero mirá que Social no tenemos
momento cae la inspectora. No los cruces al más! (Repara en M. ELIZARRAGA, que no ve con
potrero. buenos ojos que vayan eliminando al equipo de
psicología de a poco.) Qué trabajo formidable,
GLADYS: ¿Qué querés? ¿Que entrenemos en el
que hace Gladys, ¿no, chicas?
patio, Susana?
M. ELIZARRAGA: O sea que vos ves como
S. RIVAROLA: ¿Y si pasa un auto y lo pisa a
formidable que saque a los pibes todo el día del
alguno?
aula para entrenar al fútbol y si yo vengo y te
DELIA: (Entrando.) ¿Y, Gladys? ¿Cómo va el digo que estoy haciendo todo un trabajo,
Semillero? respaldado por tests, validado a nivel nacional,
GLADYS: Decile a la Social que Fernández está un seguimiento de integración fonético-sensible
desnutrido. O hablá con la mamá, o lo saco del en primer nivel, resulta que yo soy una pelotuda
interescuelas de Moreno. y mejor cerrar la rama…
DELIA: Ay, Marta, ¡dios quiera que la rama no se M. ELIZARRAGA: Ah. ¿Vos llamás cintura a aliarte
cierre nunca! ¡Nunca! con la inspectora de primer nivel que quiere
cerrar la rama para que después te dé el OK a tu
M. ELIZARRAGA: ¡Bueno, entonces fijate lo que
proyecto de ampliación?
votás en el Consejo!
DELIA: Vos estás muy metereta, Martita. Ya las
DELIA: Mirá, Martita, a vos todas te apreciamos
veo, a ustedes dos, muy grandes amigas. Pero
muchísimo…
créanme que de mi accionar nos vamos a
M. ELIZARRAGA: ¡No como a la Social! beneficiar mucho todas. ¿Te digo algo yo, de
DELIA: No, a la Social, no. Pero ése es otro tema. todos tus proyectos? Nada, te digo. Ni me meto.
Y nos parece muy valiente de tu parte que con M. ELIZARRAGA: ¡Bueno sería! Yo tengo mi
todas tus dificultades vos hayas salido adelante inspectora de psicología. Y si esperás que reciba
igual, en lo tuyo, eso habla muy bien de vos, del órdenes tuyas en lo psicomotriz, yo te juro, con
tesón. Pero no te metas en política. ¿Querés todo el aprecio que te tengo como persona, que
saber qué pienso yo de la rama? Me parece una te vas a encontrar con problemas muy gordos.
idea excelente la rama. Que los chicos vean
Momento muerto. El aire se corta con cuchillo.
psicología. Pero tenés que entender que a veces
hay que tener cintura. DELIA: ¡Cómo me comería un sánguche de
milanesa!
GLADYS: Pelos. Pelos con ADN.
Entra M. GREGORINI.
16 / PELOS S. RIVAROLA: Che, pero contá… Mirá, Marta,
¿escuchaste? Parece que encontraron pelos,
toda la bonaerense está agarrada del
Entran MARTA LOCOCO y GLADYS. microscopio buscando el ADN…
M. LOCOCO: ¡Quién sabe qué no se robaron! GLADYS: Parece que los tipos entran lo más bien
GLADYS: Ahora, ese Seisdedos, qué imbécil, ¿no? vestidos de traje.

M. LOCOCO: ¿Por qué? DELIA: Claro, bien mozos.

GLADYS: Ah, ¿no sabés? ¿No saben, chicas? GLADYS: Como ya tienen los túneles cavados
desde hace semanas, lo único que tienen que
DELIA: No, ¿qué? Contá, contá, turra. hacer es hacer creer a la policía que los tienen a
GLADYS: Ayer hicieron una pericia nueva en el todos de rehenes.
banco. Encontraron pelos. M. LOCOCO: ¿Para qué?
S. RIVAROLA: ¿Cómo que encontraron pelos? GLADYS: ¿Cómo para qué? Para ganar tiempo.
Cierran las puertas. Cae la cana, y les dicen que
piden un helicóptero, sánguches de miga y qué M. LOCOCO: Pará, pará… ¿cómo que se sacan
sé yo qué para fugarse. Todo mentira. Lo que todo?
necesitan es tiempo. Vuelan las cajas de
GLADYS: Tendrán unos shores abajo del traje,
seguridad, agarran la guita, las joyas…
para remar más cómodos…
DELIA: ¡Ay, joyas!
DELIA: …con tantos collares al cuello…
GLADYS: Es un banco de zona norte, imaginate
M. LOCOCO: ¿Cómo sabés que se sacan todo?
qué no habrá metido ahí la gente de Acassuso…
¿Se ponen en cueros? ¿Delante de las rehenes?
Mientras la cana cree que van a ir soltando
rehenes de a poco y llegan refuerzos, los tipos GLADYS: (Afirmando.) ¿No te dije que
meten todo en unos gomones, se sacan el traje, encontraron pelos?
tienen unos shores abajo… TODAS: ¡Nooooo!
DELIA: ¿Cómo? ¿Se sacan todo? (Pausa.) M. ELIZARRAGA: Perdoná, pero… ¿pelos, pelos?
GLADYS: Se quedan en shores… (Pausa.) Para TODAS: (Gritan, entre calientes y
irse en los gomones… escandalizadas.) ¡Nooooo! ¡Pará!
DELIA: (Ensoñada) …cubiertos de joyas… GLADYS: Bueno, a los efectos del análisis del
ADN da lo mismo…
S. RIVAROLA: ¿Te imaginás? ¿Haber estado ahí S. RIVAROLA: Transparenta.
de rehén?
GLADYS: Se llevan toda la guita, las joyas, la
DELIA: Y… por ahí se hicieron ayudar por las ropa, para que no se hagan oler por perros,
rehenes para desvestirse… meten todo en los gomones…
M. ELIZARRAGA: ¿Y cómo… o sea… cómo…? ¿Se DELIA: ¿La ropa interior también?
quedan en short?
GLADYS: Qué sé yo…
M. LOCOCO: ¿No llevan camisetas?
DELIA: No, porque imaginate que un perro bien
GLADYS: Pleno verano. entrenado de la federal… si huele un slip, un slip
de hombre, después de tanta actividad, vos
M. LOCOCO: No, porque los hombres que tienen
imaginate que es como haber dado
mucho pelo en pecho, si se ponen un traje como
prácticamente con el DNI del chorro…
éstos, se tienen que poner una camiseta abajo,
aunque sea finita. Porque la camisa de traje M. GREGORINI: (ensoñada) Claro, tanto olor a
transparenta todo. bola.
(Todas están muy calientes, cada una a su DELIA: Escuchame una cosa: ¿qué son gomones?
manera.) ¿A qué llamás “gomones”? Decís “gomones”
todo el tiempo, como si nosotras tuviéramos que
DELIA: Claro.
entender la jerga criminal. (A MARTA DELIA: (Súbitamente preocupada.) ¿Qué mujer?
GREGORINI, a los gritos) ¿Vos sabés qué son los
GLADYS: No saben. Una mujer. Siempre hay una
gomones?
mujer celosa en el medio. La amante, la suegra,
M. GREGORINI: (Muy tranquila, suspira.) Son qué sé yo.
botes.
DELIA: Ay, por favor. Te juro que me llena de
DELIA: Ahá. alegría que la policía encarne por fin con toda
claridad el papel de la manga de estúpidos que
Silencio.
son. ¿Edgar no llegó, chicas? (Sale a buscarlo.)
S. RIVAROLA: ¿Y la policía qué dice?
GLADYS: Más vale que vaya apareciendo, que yo
DELIA: ¿Qué policía? no tengo toda la mañana, los dejé tirando
S. RIVAROLA: ¿Nadie investiga, no hay penales en el potrero… (La sigue.)
detectives?
GLADYS: Ah, no, escuchen esto porque es genial.
¿Saben lo que dicen los canas? Que en estos
17 / REPULGUE
casos de crímenes tan elaborados, siempre hay
un eslabón que se rompe. ¿Y saben quién viene
a ser ese eslabón? Una mujer.
Se cruzan con S. DOMBER y M. CAAMAÑO, que M. GREGORINI: Acá no perdiste el presentismo.
vienen charlando. Ya te lo expliqué. Se compró Lavandina.
M. CAAMAÑO: ¿Sabés en qué año me recibí yo? M. CAAMAÑO: Ah, bueno. Pero Delia no me dijo
¡Latín, nos daban en el Normal, a nosotras! nada.
Ahora, con eso de los timbres, ese ruido… y sos
S. RIVAROLA: Delia no está avisada de esta
boleta: cada uno hace lo que quiere.
reunión. Ustedes saben que dirección y
S. RIVAROLA: Ah, chicas, qué bueno que las veo. vicedirección en esta escuela no siempre
Ustedes ya están avisadas, ¿no? caminan codo a codo, chicas. Gladys tampoco se
va a quedar.
M. CAAMAÑO: ¿De qué? Miren que si es poner
plata, yo no tengo un centavo. M. LOCOCO: Bueno, yo no sé si debo quedarme.
S. RIVAROLA: No. Nos quedamos cuarenta y S. RIVAROLA: No, quedate. Delia no está avisada
cinco minutos en reunión. pero yo no tengo por qué ocultar lo que hago,
quedate.
M. CAAMAÑO: ¿Reunión de qué? Delia no me
avisó nada, miren que si pierdo el 501 recorrido S. DOMBER: Quedate.
5B no llego a la 24, voy a perder el presentismo
M. CAAMAÑO: Quedate.
en el otro cargo también, Marta…
TODAS: Quedate.
M. LOCOCO: Bueno, me quedo un ratito a ver M. LOCOCO: Uy, pero miren que son una bomba,
qué onda. las del Doble Repulgue. Fortachonas. Te comés
tres seguidas y te puede dar una embolia.
S. RIVAROLA: Seguro. Tus aportes están buenos,
en general. Tenés una mirada… un poco más… S. RIVAROLA: (gesto rápido para que se calle,
aludiendo a MARTA GREGORINI) Marta…
M. LOCOCO: Menos contaminada.
(Todas miran a MARTA GREGORINI. Silencio.)
S. RIVAROLA: Seguro. Quedate, linda.
M. GREGORINI: (Que no se ha enterado de
S. DOMBER: Si se quedan todas, díganme,
nada.) Si llamás con tiempo, te las traen
porque pido empanadas. Hay una promoción.
enseguida. (Todas asienten, para no generarle
M. ELIZARRAGA: ¿Qué incluye? conflictos.) No, no lo hagan porque yo lo digo.
S. DOMBER: Si pedís más de dos docenas te Háganlo porque conviene. Si pedís sin darles
regalan una de humita o carne suave. tiempo, los pibes tienen que correr como locos,
con esas motitos que no tienen casco, ni espejito
M. CAAMAÑO: ¿En serio? (Empieza a contar retrovisor. Seamos solidarias. Entre nosotras. Y
cuántas son, y cuántas empanadas le tocarían a fuera de nosotras. Con los repartidores del Doble
cada una con este arreglo. Una actividad que la Repulgue. ¿Sabés cuántos locales manejan, ya?
ocupa toda la escena.) Yo no los conté, pero en cada parada de
colectivo tenés una sucursal, porque se al jerez -a mí poneme dos de ésas, Susana-, ¡y los
expandieron a lo pavote. Y ahora no dan abasto, chicos sin casco! Sin contar al tipo que mete
así que hay que ayudar. Yo, si tengo que hacer prácticamente las yemas de los dedos en aceite
un pedido, mejor lo hago antes, y no después, y hirviendo, porque si las tirás de lejos te salpican
que no se mate ningún chico. ¿Sabés la cantidad hasta las córneas, ésos sí que se queman las
de locales? Ponele diez, catorce ponele. Y que en pestañas, y no estudiando, porque la vida les da
una dieta criolla como la nuestra la empanada posibilidades muy distintas al pibe que trabaja y
ocupe un lugar… privilegiado. Bueno. “Uy, es el al que los papás lo pueden mandar a la
mediodía. Me comería una empanadita.” universidad. ¿Vos sabés lo que es aceite
¿Cuántas escuelas tiene el distrito? Ponele hirviendo en la córnea? ¿Vos te creés que los
cincuenta, sesenta y tres, ponele. tienen asegurados, a los que trabajan ahí? ¿Con
la cantidad de locales que tuvieron que abrir,
S. RIVAROLA: Ochenta y dos.
todos trabajando a la vez? ¿Qué seguro te da
M. GREGORINI: Y de cada escuela, a la misma abasto para una cosa así? ¿Y para tantas
hora, que es cuando es el cambio de turno, zas, motitos? Por eso van sin casco, para llegar a
“Me comería una empanadita”, te llueven sin tiempo. Porque si una vez, dos veces te llegan
que lo hayas pedido ochenta y dos pedidos, frías, la próxima vez te traés de tu casa una
todos mixtos. De cebolla, de carne suave y lengua a la vinagreta en un tupper, y no los
picante, lo que fuera, de champignon con queso llamás más. Así que los tienen cagando. En cada
local, imaginate, el mismo cuadro., Y vos venís lo S. DOMBER: En cinco minutos te las traen.
más pancha después de haber estado sentada
M. GREGORINI: Pero llamen antes. No después.
tomando prueba en tu aula, y decís “díctenme
Si no… van a llegar cuando ya nos las hayamos
que yo anoto”. Y a mí me da bronca verte así, ver
comido… (Sigue musitando por lo bajo su eterno
que todas son así, y que yo soy la única acá que
razonamiento.)
se preocupa por las motitos, por la llave del
esténcil, el seguro, la responsabilidad, el mío no S. DOMBER: ¿Quién tiene crédito?
es un cargo pasivo, es de una enorme M. LOCOCO: Acá no hay señal.
responsabilidad, y yo no sé hasta qué punto yo
voy a poder… con tantas motos a la velocidad S. RIVAROLA: Yo señal tengo, lo que no tengo es
que están yendo… seguir con esta farsa… como crédito. Y menos para una cosa así, tan banal.
si cada cosa tuviera un sentido… ¿Para qué es la S. DOMBER: Bueno, Susana, pero el teléfono
reunión? ¿Es contra Delia, la reunión? Ah. Me está cortado desde hace dos meses.
quedo. Anotame dos.
S. RIVAROLA: Ah, ¿y no lo sé, yo? Está en el
S. DOMBER: Listo. ¿Las demás comen cualquier temario de la reunión de hoy, chicas.
cosa?
M. CAAMAÑO: Ah, ¿cómo? ¿Es reunión, o es
M. ELIZARRAGA: Pero deciles que lleguen almuerzo?
calientes. Si no, es una bola de aceite.
M. ELIZARRAGA: Bueno, mandemos a un chico DELIA: (entrando, sin mayor explicación) Sí.
de quinto.
M. CAAMAÑO: ¿Es por lo del amigo invisible?
S. RIVAROLA:
S. BRUNETTI: (Entrando.) Ay, Susana, qué suerte
¡Delia!
que te encuentro. ¿Cómo hago la planificación?
¡Delia!
¡Y…!
S. BRUNETTI: Porque yo había planificado
segundo. Ahora me sumaron octavo. Porque ¡Delia! ¡Lo hablás con Delia!
viste que yo soy convertida. Y tengo que dar
música, León Gieco... Y me preguntan por el
diapasón, hoy les mostré uno y me preguntaron
si era un DIU. M. CAAMAÑO: ¿Por el diapasón? ¡Pero qué
jodidos!

¿Yo voy a tener mucho tiempo a los de octavo en


el segundo?
M. ELIZARRAGA: ¿Le contaste lo de los
gomones?
18 / RÍO
DELIA: Ay, no, pará, me olvidé. Parece que los
tipos, todo pelo en pecho, les dicen a los rehenes
Entra DELIA con NAHUEL, el levantaquiniela. -los tienen a todos así, en fila- y les dicen: “Ahora
DELIA: Ay, ese robo, Nahuel… Nos tiene a todas empieza el show”. ¿Podés creer que se ponen en
un poquito como locas… pelotas, ahí, delante de todos? No, si estos tipos
tienen testosterona para tirar al techo. Y se
NAHUEL: ¿Qué robo? ponen unos shores ajustados, como de
DELIA: ¡El de Acassuso, gilún! ¿En qué curva te boxeadores, se llevan los collares de esmeraldas
perdiste, vos? ¿Qué hacen todas acá? ¿Hay al cuello, y se suben a las lanchas, todos túneles
reunión? Miren que yo quedé en que tenía cosas acuáticos subterráneos hasta el Río… Los
que hacer, chicas, ¿eh? Conmigo no cuenten ni persiguen a toda velocidad, con perros
para un truco gallo. Le estaba contando acá a nadadores, porque les olieron la ropa interior…
Nahuel lo que nos contó Gladys. Tu plata no la NAHUEL: Sí. Lo dieron en todos los noticieros.
tengo, todavía. Pero fijate si las chicas te tienen Pero no habían dado tanto detalle.
que pagar algo.
DELIA: Claro, un “detalle”. Como lo de la nota.
M. CAAMAÑO: ¿Qué río? Gladys, que entra.) Ah, Gladys, ¿ya llegó Edgar?
Miren, chicas, tengo que hacer un anuncio…
DELIA: ¡La nota en la bóveda! Ah, ¿qué me
preguntaste? ¿Qué río? El de la Plata, ¿qué río va
a ser? (A las chicas.) ¿Cómo es un gomón,
exactamente?
19 / FALOS
M. CAAMAÑO: Pero, ¿en short y con toda esa
plata?
DELIA: ¡Qué bárbaros, estos tipos! ¡Y nosotras Entran GLADYS y S. BRUNETTI.
acá peleando siempre por mezquindades! GLADYS: ¿Quién se chafó el cuaderno de
S. RIVAROLA: ¡Mezquindades! discursos?

DELIA: Sí, mezquindades. ¡Tironeando de una S. RIVAROLA: Está acá. ¿Para qué lo querés?
inspectora que ni viene porque tiene catorce GLADYS: Tengo que preparar el discurso del día
cuadras de barro! Susana, yo no puedo del Deporte.
quedarme de brazos cuando la vida fuera e esta
escuela ofrece ejemplos de coraje tan S: RIVAROLA: No, no se hace, ese acto.
elocuentes. Esto ya está hecho. (Viendo a S. BRUNETTI: ¿Cómo no se hace?
GLADYS: Delia me dijo que sí. DELIA: Dale, Gladys, ponele onda, que hacer un
lindo discurso es algo que no cuesta nada de
S. BRUNETTI: Yo ya les di hora libre por el acto.
plata…
DELIA: Sí, ahora se hace. ¿Quedaron masitas?
NAHUEL: Hablando de plata… Usted, Delia, me
¿Sobró algo de la mañana? Es para agasajar a
debe una suma importante.
Edgar, vos no te metas, Susana.
DELIA: Soy perfectamente conciente de lo que
RIVAROLA sale, muy ofendida.
debo y de lo que se me debe. Perfectamente
GLADYS: ¿Lo copio del cuaderno? conciente. Igual, antes de pagarle, Nahuel,
M. CAAMAÑO: Ojo que ese cuaderno es de una quiero jugar un numerito. Porque ayer tuve un
editorial mexicana, y hay miles de cosas que no sueño.
se entienden. M. CAAMAÑO: Ah, qué barbardidad. Contá,
GLADYS: No te preocupes, que yo lo aggiorno. Delia. Contá.
Donde dice “mexicano” pongo “argentino”, DELIA: Bueno, pero miren que no tiene principio,
donde dice “chile” pongo “ají puta parió”. (Sale a medio y fin, sino que es como… un sueño. ¿Y
por el librito, vuelve un rato después, y trata de vos, Susana, los dejaste solos?
armar su discurso.)
S. BRUNETTI: Sí, estoy integrando actividades, tiene olor a vino, y un paraguas cerrado, y me
como me sugeriste. Los puse a los de octavo a dice: “Delia te voy a matar. Tengo una bala con
manejar a los de segundo, a aprender a ejercer tu nombre”. Yo trato de no mirar el paraguas,
autoridad. porque creo que vi mal, y que es un chumbo.
Entonces me hago la boluda y miro para otra
DELIA: Me parece bárbaro, al principio te
parte, y hago algún comentario inofensivo. Que
veíamos medio en Babia, pero le estás agarrando
queda flotando en el aire. (Pausa.) Mientras
la mano a la cosa. Bueno. El sueño. Hay unos
estoy mirando por la ventana, haciéndome la
hombres. Por todos lados. Todos peligrosos.
tonta, creo ver por el rabillo del ojo que los
Ceñudos, como si yo les hubiera hecho algo.
hombres éstos están desnudos de la cintura para
M. ELIZARRAGA: Típico. De manual. abajo, y si me diera vuelta y los encarara vería
DELIA: (Comienza a caer presa de un estado de concretamente todo tipo de falos. Encima de
absoluta angustia.) Yo estoy en enagua y se me que la provincia no me paga, tengo estos sueños
transparenta todo, un horror, porque yo trato de de mierda. ¿Qué significa, Nahuel?
hablar con los hombres, parece que les debo NAHUEL: Y… puede jugarle al 52, al 35… El
algo, me gritan, y yo no tengo autoridad, revólver, el 07…
¿entendés?, porque estoy prácticamente toda
DELIA: La verdad, no sé si era un revólver o una
transparente. Uno de los tipos se me acerca,
matraca. ¿Qué número es la matraca?
NAHUEL: No, no tiene número. GLADYS: Son todos deseos reprimidos, Delia.
S. DOMBER: ¿No dijiste que era un paraguas? DELIA: ¿Reprimidos?
DELIA: Era un sueño, Susana. GLADYS: El revólver es un símbolo fálico.
S. BRUNETTI: Ahí las cosas son y no son todo el M. CAAMAÑO: Ah, pero si es por eso, los
tiempo. miembros erécticos también son símbolos
fálicos…
DELIA: Sí. Yo me muero de ganas por saber si mi
inconsciente sabe algo que yo no sé, y está GLADYS: No, símbolos, no. Son falos en sí
tratando de chistarme como puede. mismos.
M. ELIZARRAGA: La psicología… sí, así con todo M. CAAMAÑO: Pero están relacionados, todos
lo que vos la despreciás y todo… tiene los símbolos.
respuestas a todos esos interrogantes.
GLADYS: No son símbolos. El paraguas cerrado es
Respuestas que me guardo para mí hasta que se
un símbolo.
aclare lo de la rama. Cuidate, Delia. Si seguís
teniendo esos sueños. (Se retira.) M. CAAMAÑO: No te entiendo, perdoname. ¿Por
qué el falo es un falo y el paraguas es un
DELIA: ¿Cómo “Respuestas”? ¿Respuestas que
símbolo?
yo pueda entender? Marta, pará, no te vayas así.
GLADYS: El paraguas es un símbolo fálico
justamente porque no es un falo.
Si alguna me quiere contestar a la pregunta
M. CAAMAÑO: Ah. Qué notable. Y una jarra ésta…
vacía, con su manija, su pico, todo, por ejemplo,
¿es un símbolo fálico?
GLADYS: Sí.
O si quieren que lo dejemos para después de la
M. CAAMAÑO: O sea que, para vos, ¿todo lo que
reunión…
no es un falo es un símbolo de un falo?
GLADYS: En un sueño, sí. Pero no para mí sola.
Preguntá a cualquiera. (Por el texto del discurso
que prepara.) Acá me trabé. ¿Qué es
“pecuniario”?
Yo igual tampoco sabría muy bien como formular
la pregunta esta… (Sale.)
M. CAAMAÑO: No sé, chicas… DELIA: (Aún tomada por el estado del sueño.)
Bueno, Nahuel… ¿A qué le pongo diez guitas?
NAHUEL: Porque si te matan le podrías jugar al
47, al Muerto. ¿Hablaste?
DELIA: Y sí, ya te dije, que algo les decía yo, para
NAHUEL: Y… no sé. A ver, ¿diez? Mh. ¿Te
tratar de ocultar mi semidesnudez.
mataban, en el sueño?
NAHUEL: ¿Pero hablabas antes o después de que
te mataran?
DELIA: No, no me mataban. Me mostraban el
S. DOMBER: No te pueden matar en el sueño. Si paraguas, me amenazaban verbalmente… ¿Qué
te matan en el sueño es que morís de verdad. número es la amenaza verbal?
NAHUEL: No, no tiene.
DELIA: ¿Ves por qué no gano? No sueño con
¿No leyeron a Freud? nada que tenga interpretación numérica. No
sueño nada útil. ¿No llegó Edgar? (Sale.)
GLADYS: Perdón, ¿alguien sabe qué significa
“alocución”? ¿Es algo tipo “locución”? ¿Está el
Sopena en portería? (Sale.)
S. DOMBER: Se lo cartonearon. observa con desazón la computadora de cartón.)
Ah, Nahuel, ¡qué justo! Los chicos de tercero
hicieron una vaquita y le quieren jugar al 77.
20 / MOUSE Pierna Mujer.
NAHUEL: ¿Hicieron una vaquita? ¿A ver? (Sale.)
Entra M. GREGORINI con una computadora de S. BRUNETTI: ¿Y qué les enseño, con esta
cartón. computadora?
M. GREGORINI: Computación.
M. GREGORINI: Susana, ¿ustedes, las S. BRUNETTI: ¿En qué eje?
convertidas, hicieron el cursillo de computación,
M. GREGORINI: No sé en qué eje. Yo acá soy la
no?
secretaria. No me hables de ejes.
S. BRUNETTI: Claro. Pero coincidió con el paro, y
S. BRUNETTI: Pero me estás dando una
yo...
computadora de cartón.
M GREGORINI: Acá tenés las herramientas
M. GREGORINI: No. Es una computadora
didácticas. Plan Federal “La Compu al Cole”. Me
educativa. Son las que mandó el ministerio. “La
dijo Delia que quedás a cargo. (S. BRUNETTI
Compu al Cole”.
S. BRUNETTI: ¿Es mientras esperamos las de S. DOMBER: Se parece a las partes… de una
verdad? computadora.
M. GREGORINI: Ponele. M. GREGORINI: Cable… hecho con un piolín.
S. BRUNETTI: ¿Y para qué me sirve? S. DOMBER: CPU. Caja de zapatos.
S. DOMBER: Para miles de cosas, sirve. Para M. GREGORINI: Teclas, con chapitas de Coca.
identificar las partes de la computadora, por
S. BRUNETTI: Pero…
ejemplo. Porque vos imaginate que un buen día
llegan las de verdad. Los pibes nunca vieron una M.GREGORINI: ¿Sabés qué? Dejá. No enseñes
cosa así, la confunden con… no sé… con computación. Listo. Dejá. (Gritando.) ¡Marta!
cualquier cosa, te la hacen pelota en un ¡Susana! ¡Vení que está la Compu al Cole! (Sale.)
santiamén. S.DOMBER: Dejá que los chicos que van a
M. GREGORINI: En cambio si la ven y la escuelas privadas les lleven años de ventaja.
identifican con una computadora, la van a Dejá, que cuando se abra un puesto de trabajo
respetar. ningún chico de esta escuela pueda ir porque no
aprendió Excel.
S. BRUNETTI: Pero… no entiendo… ¿En qué se
parece esto a una computadora? S. BRUNETTI: No es mala voluntad…
S. DOMBER: Es falta de adaptación, Susana. Señores presentes, jueces y autoridades en
Devolveme el mouse. Dejá, ya está. Andá a general, deportistas, docentes, papis, niños:
enseñar cosas teóricas, ya que te gusta tanto.
Soy un hombre rudo, pero de corazón lo declaro,
Dejalos sin la práctica empírica, a los pibes. ¡Ja,
desde luego para que perdonéis la humildad de
regla y escuadra!
mi alocución, en la que huelga la literatura y
abunda en camiones… (lee mejor) abunda en
cambio el sentimiento puro y amontonado.
SUSANA BRUNETTI se va. Apagón sobre S.
DOMBER. El triunfo en el deporte debe ser completo, en
cualquiera de sus ramificaciones. Escojamos una
TERCER ACTO
para dominarla a fuerza de constancia y de
tesón. Y ya que hemos de escoger, escojamos
21 / DEPORTISTA fútbol. El fútbol, por miles de motivos, merece
nuestro esfuerzo, un esfuerzo que -si somos
tesoneros- se verá coronado por el éxito, desde
GLADYS RONDÓ: el pecuniario al trascendental. Tributemos
nuestros cálidos aplausos a este campeón
Nunca queda del todo claro si se trata de una
mexic… argentino que hoy es agasajado,
declaración, de un discurso escolar, o de qué.
recordemos sobre todo en el extranjero a
nuestra querida patria, que la hemos colocado Y aprovecho para repetir –porque ya lo he dicho
muy alto, en un lugar envidiable, y sepamos pero algunos parece que tienen tierra en las
hacer latir con fuerza otros corazones mex… orejas- que el que no traiga el recibo pagado
argentinos en el destierro, que se inflen como taca-taca de la cooperadora no entra nunca más
los nuestros, hoy, aquí, señores, cuando vemos a la canchita. Usted saben que yo no jodo.
jugar a Edgar Fabiani con su balón. (Hace una
Gracias.
seña a EDGAR, que entra aterrado y queda
parado a un costado, vestido de traje, y en
prolija decadencia. Es un muchachón tímido y
demasiado abundante, el único hombre en este
mundo de maestras.) Que esto sirva de estímulo 22 / MORONDANGA
para dedicar nuestra juventud al deporte viril del
siglo XX en que vivimos. Oh, Edgar; héroe del
DELIA, SUSANA RIVAROLA y EDGAR FABIANI en
deporte en el querido suelo que nos vio nacer,
la sala de maestros.
hijo dilecto de nuestra Virgencita de Guadalupe,
gracias por este magnífico espectáculo del deber DELIA: ¿Vos leés, Edgar? ¿Cómo es: Edgar o
cumplido, espectáculo guadalupano del fútbol, Edgard? ¿Es extranjero?
coreografía de una patria grande, pujante y
EDGAR FABIANI: Sí.
tricolor.
DELIA: Sí, ¿qué? DELIA: A ver… Y… ése repitió como cinco veces…
Ahora está en séptimo… Y debe tener…
EDGAR: Sí, directora.
veinticuatro.
DELIA: No, llamame Delia. ¿Sí leés? ¿O “sí, es
Entran M. LOCOCO y S. BRUNETTI.
extranjero”? ¿Y qué leés?
DELIA: Chicas, tengo que presentarles a Edgar.
EDGAR: La Biblia. El Nuevo Testamento. O
Bueno, acá lo tienen. Costó pero se llegó,
folletos.
apilando moneditas. Edgar Fabiani, futbolista.
DELIA: Ah, sos evangelista. Chicas, miren qué Ellas son Marta y Susana, maestras.
copado. No sólo conseguimos un eximio
M. LOCOCO: ¡Ah!, hola. Yo trabajo acá pero no
futbolista, sino que además es culto y creyente.
soy maestra. Soy la Credimart. Marta Lococo.
EDGAR: ¿Cuánto tiempo voy a quedarme acá,
EDGAR: Encantado.
señora Delia? Para saber si voy a jugar o no…
¿Contra quién juego? S. BRUNETTI: Hola. ¿Vas a jugar con los chicos?
¿Y con Gladys? Qué bien. ¿Por qué tenemos un
S. RIVAROLA: El goleador del equipo no está
futbolista, Delia? ¿No era mejor pedir la
viniendo porque tiene sarna. ¿Se lo dijiste, Delia?
bibliotecaria?
EDGAR: ¿Cuántos años tiene?
DELIA: No, no. Él no viene de la rama docente. Lo M. LOCOCO: Si perdía la yegua, había un plan B…
compramos nosotras.
DELIA: Un plan B, dejame a mí…
S. BRUNETTI: ¿Cómo lo compramos?
M. LOCOCO: …de apuestas bajas a pagadoras
DELIA: Claro. Con la plata de la cooperadora. Es menores, y se recuperaba al menos un 80%.
una inversión.
DELIA: (Superpuesta, y tratando de robarse la
S. BRUNETTI: No entiendo. explicación, lo que aumenta el alboroto.) Claro,
con pagadoras menores se recuperaba hasta un
S. RIVAROLA: (Como una obvia alusión al
80%.
disparate de Delia.) Ah, ¡¿no entendés?!
S. BRUNETTI: ¿Qué yegua?
DELIA: Claro, porque vos sos re nuevita.
Silencio.
M. LOCOCO: Mirá, el año pasado invirtieron en
las carreras. DELIA: (Emocionada.) Morondanga. Una yegua
tordilla, una revelación.
DELIA: Es que Susana Domber tenía una fija,
diseñó una trifecta inteligente, que nos dejaba S. RIVAROLA: No ganó. Éste no es el sitio para
cubiertas. Le pusimos toda la plata de la esa discusión. El sitio es el Consejo Docente. Y
cooperadora. justo hoy tengo toda la tarde libre como para ir
hasta allá.
EDGAR: Perdón… yo no corro carreras, ¿eh? DELIA: ¿Ves, Susana? Por lo de la pelota se
impone que vuelvas a hablar con el cura. A lo
DELIA: No, ya sé.
mejor querés pasar por la parroquia antes de ir
EDGAR: Y el medrar y las apuestas son cosas que al Consejo.
Jesús condena con tibieza pero sin dudar.
DELIA: No te preocupes que nosotras también
condenamos con tibieza. No te vamos a poner
en ninguna carrera. Vos sos una inversión. 23 / JENNIFER
EDGAR: ¿Pero con quién voy a jugar? ¿Hay un
equipo de la escuela?
Vuelve GLADYS RONDÓ.
S. RIVAROLA: ¿Qué va a haber? Acá no hay ni un
GLADYS: Hay que hacerle el antidoping.
equipo de yerba y azucarera para el mate,
Edgardo. EDGAR: Pero yo ya no me drogo.

DELIA: Mirá. Acá lo que nos preocupa es tu GLADYS: Sí. Y yo soy Jennifer López. Andá
salud. Tenemos que cuidarte. tomando mucha agua que ahora te consigo un
frasquito. ¿Agarro los de las germinaciones de
EDGAR: ¿Cuándo se entrena? ¿Y la pelota?
cuarto?
DELIA: Y dale, si ya no crecieron en marzo, ahí no S. RIVAROLA: Estabas en remate. ¿No te
florece nada. preguntaste por qué?
GLADYS: Me parece que algunos en vez de EDGAR: Porque me cagué a trompadas con el
porotos plantaron piedritas. (Sale.) árbitro en la final con Deportivo Morón.
EDGAR: No, Delia: usted de esto no me dijo S. RIVAROLA: Ahá. Puede ser.
nada.
DELIA: No lo atosigues, Susana. Que necesita
DELIA: No te preocupes, después yo hago pichín descansar, y reponerse. Mirá, Edgar, vos vas a
y cambiamos los frascos. dormir en el gabinete psicopedagógico. Hasta
que te consigamos una casa de familia.
EDGAR: Es que yo no me drogo.
EDGAR: ¿Pero para qué estoy yo acá?
DELIA: Edgar, yo te creo.
DELIA: Como inversión.
S. RIVAROLA: ¿Cómo te creés que llegamos a
comprarte, Fabiani? EDGAR: No entiendo.
EDGAR: No sé. Eso me pregunto. DELIA: Yo aspiro a venderte a Boca Juniors en un
tiempo, a un precio exorbitante. Ésos sí que
DELIA: Con la plata de la cajita…
pagan fortunas.
EDGAR: (Entusiasmado.) ¿A Boca? M. ELIZARRAGA: (Entra, indignada.) Delia. Las
cuentas claras conservan la amistad. Hay un
DELIA: Pero tenés que portarte bien, entrenar
colchón mugriento en gabinete.
mucho, y dejar las drogas.
DELIA: Sí, claro, son las cosas de Edgar. Edgar,
EDGAR: ¡Yo no me drogo ni me drogaría, salvo
ella es Martita, la fonoaudióloga. Háganse
que Jesús me diera una señal!
amigos que van a compartir el gabinete un
tiempito.
M. ELIZARRAGA: A mí nadie me dijo nada de
24 / TUPPER esto. Ni la inspectora de la rama, ni Susana…
DELIA: Ay, no seas bochinchera, Marta. Es por
unas semanas, nomás.
Durante la escena, en general las maestras
recogen sus cosas, sus tuppers, sus carteras, es M. ELIZARRAGA: ¿Unas semanas, nomás? ¿Por
el fin de la jornada laboral. qué? ¿Ya me sacan? Van a cerrar la rama, ¿no?
¿Vos votaste por el cierre, no?
DELIA: Martita, mirá a quién tenemos ac...
DELIA: ¡Qué sé yo de la rama, Marta, andá y
preguntale a los tuyos, a los psicólogos! Yo lo
que digo es que alguno de los dos, en muy poco GLADYS: ¿Alguien quiere un restito de ensalada
tiempo, ya no va a estar. Y ojalá sea Edgar, rusa?
porque entró a patear la azuldorada.
DELIA: No.
M. ELIZARRAGA: Esto es inadmisible. Es un
GLADYS: (A EDGAR.) ¿Ya hiciste pis, pibe?
atropello co-co-co-contra la rama. Susana, vos
sos la vice, decí algo. EDGAR: No.

S. RIVAROLA: Exacto. Yo soy la vice. Por ahora. GLADYS: ¿Querés hacer acá?
No es con vos, Edgar. Y yo ya dije. Acá se EDGAR: ¡No!
necesitan muchos cambios. Muchos. No es con
vos, Edgar. O por lo menos uno. (Sale y se cruza GLADYS: Dale, no seas maricón, vení que yo te
con GLADYS, que ingresa con un tupper.) tapo.

GLADYS: Delia, las germinaciones están todas sin EDGAR se pone de espaldas y trata de mear en el
tapa, voy a usar este tupper que no parece ser tupper de Marta Caamaño. GLADYS lo tapa. Mal.
de nadie. GLADYS: ¿Estás pudiendo?
DELIA: Sí, usá lo que quieras, Gladys. EDGAR: ¡No! (Pausa.) Tiene mayonesa esto.
GLADYS: Dale, vos meá.
M. GREGORINI: (Entra. Se queda mirando la Entra M. CAAMAÑO.
situación. Luego de una pausa, y refiriéndose a la
caja vacía que trae en sus manos.) ¿Qué es esto?
DELIA: Lo vamos a entrenar y se lo vamos a
vender a Boca por un fangote. ¿No, Gladys? DELIA: Ay, Marta. Mirá, te presento a Edgar.

GLADYS: Vamos a ver cómo anda, primero.


EDGAR: Yo ando bien. Un poco excedido de
peso, pero si entreno…
GLADYS: Porque venderlo por la misma plata no M. CAAMAÑO: ¿Es tu marido, Delia?
es negocio.
DELIA: No seas mompi…
EDGAR: Tengo pique corto, me falta un poco de
fútbol, pero… desbordo.
M. GREGORINI: Delia, ¿quién autorizó el retiro DELIA: Es la inversión de la escuela.
de la plata de la cooperadora para esto?
DELIA: Ay, Marta, si yo te avisé.
M. CAAMAÑO: ¡Ah, el futbolista! ¿Mediocampista?
(EDGAR, después de mear, le da la mano a M.
CAAMAÑO.)
DELIA: Yo leí todo sobre vos, Edgar.
EDGAR: Lo que haga falta.

EDGAR: Tengo buena izquierda.


M. CAAMAÑO: ¿Y usted qué es?
M. CAAMAÑO: Qué bueno, una masa, porque
eso hoy en día es como tener sangre cero
negativa.
¿Delantero?
M. GREGORINI: No me consta.
Y no me importa quién me avisó o no, sino quién Pero se te va a devolver con creces.
lo autorizó.
M. GREGORINI: Y mientras tanto, yo estoy en
rojo…

En carne viva contable, estoy.

Y exijo ahora mismo… DELIA: Marta, ¿por qué no le das a Marta la


blusita ésa que tanto le gustó…

La devolución del importe total de la


cooperadora. Y se la anotás a crédito, y todos contentos?

DELIA: Ahora mismo no se puede. M. LOCOCO: Te va a quedar pintada.


GLADYS: A ver si te empezás a mover. ¿Trajiste
botines?
EDGAR: ¿No me los da el club? (Salen los tres.)
Si tenés un picnic, o un asado en Tortuguitas vas
Hasta luego, señoritas. Y que queden con Dios.
a ser la estrella. Te anoto.
M. GREGORINI: Dudo mucho que nadie me invite
a un picnic. 25 / VALE

DELIA: Marta. (Silencio.) Marta, ¿estás bien?


M. CAAMAÑO: ¿Hay alguna forma de que una M. GREGORINI: (Mostrándole la caja de la
mujer como yo entienda de una vez por todas cooperadora vacía.) ¿Para qué me preguntás si
cómo es la ley del orsay? estoy bien, si sabés que todo esto me roe, me
destruye?
EDGAR: Depende de sus condiciones.
DELIA: Marta: yo, si algo pude aprender de estos
M. CAAMAÑO: No, mis facultades quedaron
tipos, es que no hay que bajar nunca la guardia.
intactas. Lo que no se pudo recuperar nada fue
Acassuso es una lección.
del coche.
M. GREGORINI: Pero… M. GREGRINI: ¡Responsabilizate!
¡Responsabilizate! Te dicto. “Vale por el importe
DELIA: Yo te prometo, escuchame bien, te
total que estaba en la cajita, vale por toda la
prometo que Edgar Fabiani nos va a abrir a un
plata de estos chicos que se usó en una inversión
sinfín de maravillas. Y vamos a estar todas
incierta, que se apostó a goles a futuro”.
juntas, en esto. Porque en el éxito no hay rivales,
sólo en la desgracia. Hoy estás un poquito DELIA: Claro que vale. Vale por eso. Y por mucho
deprimida. más. Vale por todas las horas muertas pasadas
en esta escuela, por la pelea desigual, por la
M. GREGORINI: ¡No!
esperanza. ¿Te quedás más tranquila si te firmo
DELIA: El barro… tu cajita vacía… ese vale?
M. GREGORINI: ¡No! M. GREGORINI: (Llora.) Sí. (Un infernal coro
DELIA: Pero mañana vas a ver las cosas con otros infantil, canta en la cabeza de Marta. Canta
ojos. “Stawberry fields”, mal adaptado al español:
“Vamos a bajar, que es hora de ir, al frutillar, oh-
M. GREGORINI: Haceme un vale. Que si hay que oh, nada es real...”)
declarar ante alguien yo quede cubierta. Que
quede cubierta. DELIA: Te lo firmo.

DELIA: ¿Un vale? M. GREGORINI: Firmalo. Firmalo.


DELIA: Con mi nombre. Con todo de mí. Tomá, MARTA CAAMAÑO:
depositalo en tu cajita. (Lo hacen, en silencioso
Me pongo como loca, cuando pasa eso, señor
ritual.) Soy tan feliz.
juez. Señor Consejo Escolar.
DELIA se derrumba lentamente sobre la silla.
Yo… antes del episodio… qué terrible… se ve que
Estalla en llanto. De pura alegría. Timbre de
había tenido que faltar… por algún problema de
salida.
salud.
Yo ya estoy grande.
Fin del tercer acto
Y éste no es un sistema que respete a las que
CUARTO ACTO estamos grandes.
Yo ya tengo la edad real para jubilarme, pero
como no me reconocen cuatro años de
26/ ZOMBIES
antigüedad que hice en Tres de Febrero porque
parece que perdieron todo, ahora si me quiero
En la oscuridad, se escucha un timbre de entrada jubilar no llego ni al 64% móvil. Así que yo sigo.
a la escuela. Hasta que me reviente el hígado, o algo, yo sigo.
Y así todas, como zombies, como la noche de los
muertos vivos. ¿Qué se creen, que lo que pasó DELIA: Debe ser un error. Esta escuela es un
venía de la nada? teléfono descompuesto.
Acá lo uno afecta a lo otro. M. CAAMAÑO: Bueno, yo lo escuché con todas
las letras… “La policía agarró al hombre del tarje
Y ahí llega Gladys con la noticia. Gladys, la
gris y le están tomando declaración porque…”
educadora física.
DELIA: ¡Mirá, Marta! ¿A vos te parece que yo me
Cuando cayeron los chorros de Acassuso.
puedo dejar llevar por lo que vos escuchaste?
Timbre. ¿Qué traje gris? ¡Gladys!
Entra M. GREGORINI y M. LOCOCO.
DELIA: Ah, Marta, ¿dónde quedó la compu ésa?
27 / CLARÍN La tengo que usar. Quiero leer el Clarín sin
pagarlo. ¿Vos te entendés con internet, Marta?
¿Dónde se conecta?
Entra DELIA. M. GREGORINI: No sirve.
DELIA: ¿Cómo que cayeron, Marta? DELIA: ¿Por qué?
M. CAAMAÑO: No sé, lo escuchó Gladys.
M. GREGORINI: No sé, no sirve. Yo traté de S. RIVAROLA: Sí.
ingresar los datos del coro, estoy reclutando
M. LOCOCO: Chorros.
chicos de los quintos y los sextos, antes de que
les cambie la voz, y la verdad es que este modelo S. RIVAROLA: Y se afanaron un banco.
de computadora debe estar bloqueado para M. LOCOCO: Sí. ¿Lo de Sabato lo sabés? Según
algunas operaciones. O se cayó el sistema. Gladys parece que Sabato tenía valores ahí, en
DELIA: ¡Gladys! (Sale.) una caja de seguridad.
S. RIVAROLA: ¿Norberto Sabato, el escritor?
¿Vive en zona norte?
M. LOCOCO: Sí. Y parece que se afanaron los
28 / RADIO
manuscritos de El Túnel.
S. RIVAROLA: ¿Del túnel o de la bóveda? ¿Qué
S. RIVAROLA: (Que espiaba la escena, esperando hacían los manuscritos en el túnel?
a que saliera DELIA.) ¿Dónde está Gladys, ahora?
M. LOCOCO: Sí, los de El Túnel.
Me tiene que firmar. Marta, ¿vos te enteraste?
S. RIVAROLA: No te puedo creer. ¿No ves? Eran
M. LOCOCO: Bueno, después de todo, eran
tipos cultos, que les gustaba la literatura. O por
chorros.
ahí no les gustaba, pero la valoraban. Yo te S. BRUNETTI: Perdoname, Susana.
confieso que yo leo mucho. Yo leo. Pero a veces
S. RIVAROLA: ¿Venís a buscar la computadora?
no me gusta lo que leo, y lo leo igual, porque lo
Porque lo de la compu se lo dieron a la otra
valoro. Le adjudico un valor. Y eso es lo que
chica; a Susana.
marca la diferencia entre los seres humanos y los
monos. La representación simbólica del valor. S. BRUNETTI: ¿Rosas era bueno o malo?
¿No dijo Gladys por qué los agarraron? S. RIVAROLA: ¿Qué?
M. LOCOCO: Yo ahora iba a la Falconeta, a S. BRUNETTI: Mirá, hay versiones más que
escuchar la radio, me dio las llaves. contradictorias… Yo me estaba manejando por el
S. RIVAROLA: ¿Te dio las llaves de la Falconeta? texto de Dulce de Membrillo, que tiene como
¿Vos manejás, Marta? mejor organizada el área de ciencias naturales,
pero ahora estamos con lo del 25 de mayo y me
preguntan si Rosas era bueno o malo…
S. RIVAROLA: Rosas no tiene mucho que ver con
29 / ROSAS el 25 de mayo.
S. BRUNETTI: ¿No? Pero entra en el mismo eje.
Entra S. BRUNETTI. S. RIVAROLA: ¿Qué eje?
S. BRUNETTI: O sea, yo estoy trabajando con ejes S. RIVAROLA: No seas paranoica, ¿a quién le
diacrónicos, que atraviesan el programa de preguntaste?
manera integradora…
S. BRUNETTI: A la secretaria.
S. RIVAROLA: ¿Eso te enseñaron cuando te
S. RIVAROLA: Ay, almita de dios. ¿No ves que no
convertiste?
entendés nada? Marta Gregorini tiene tareas
S. BRUNETTI: Miren, chicas, yo sé que en esta pasivas desde que se le…
escuela a las convertidas no nos quieren, pero…
M. LOCOCO: No le hagas caso a nada de lo que
S. RIVAROLA: Ay, no estés tan a la defensiva, diga o haga.
¿por qué decís que no te quieren?
S. RIVAROLA: Brunetti, mirame a los ojos.
S. BRUNETTI: Nada. Mejor me voy. Mirame acá. Yo soy la vice de esta escuela y te
guste o no te guste me tengo que enterar de lo
S. RIVAROLA: No, ahora decí.
que pasa en ella, ¿estamos? ¿Qué pasa en ella?
M. LOCOCO: Decí.
S. BRUNETTI: La semana pasada yo cumplí años.
S. BRUNETTI: Bueno, nada, ya me enteré que Y yo veo que acá se pone plata para los regalos
Gladys les contó a todas todo lo que oyó en la de todas, y a mí nadie ni siquiera me cantó o me
radio, y yo me quiero integrar, les pregunto, y dejó una cartita. Igual no me importa. No me
hacen como si oyeran llover.
festejen. Ya me la crucé a Gladys en el patio, me
pidió un alfajor y me contó todo. Yo estoy acá
para hacer méritos. En una escala del 1 al 10,
¿qué le pondríamos a Rosas? 30 / DELACIÓN

S. RIVAROLA: Mirá que sos ocurrente. Ponele un


5. Escuchame una cosa, ¿Marta no te dijo en qué S. RIVAROLA: La va a liquidar. A ésta la arruinó,
anda lo de Sabato? con lo del octavo. Pobrecita. Taca taca. Tan
S. BRUNETTI: Sí. Le afanaron todo. Lo dejaron en nuevita que llegó. Tan convertidita. Mirá. La
calzones. primera en firmarme, fue. (Le exhibe unas
planillas.) Te muestro porque sé que sos
S. RIVAROLA: ¡Qué barbaridad! ¡Uno de nuestros
imparcial. Si no, ni loca. Vengo de Consejo. Me
mejores escritores!
faltan las firmas de las maestras de área para
S. BRUNETTI: Sí, igual Sabato se hizo asegurar los iniciarle un legajo por psiquiatría.
manuscritos en tres palos verdes.
M. LOCOCO: Yo lo que te pido es que me
M. LOCOCO: Imaginate. Son invaluables. informes si la rajan, porque me debe blusas
como para tapizar de acá hasta el Mástil.
S. BRUNETTI: Y… se los van a tener que pagar.
Taca taca. (Sale.) S. RIVAROLA: ¿De qué lado estás, vos, Marta?
M. LOCOCO: ¿Qué me preguntás? seguras de que ninguna de las dos va a decir ni
mu. ¿Y de pronto qué pasa?
S: RIVAROLA: Sí, de qué lado. No te puedo pedir
que firmes porque no sos maestra de la escuela, M. LOCOCO: ¿Qué?
pero si te pidiera, ¿firmarías?
S. RIVAROLA: Un tipo. Ponele, Angie.
M. LOCOCO: ¿Y a vos qué te parece?
M. LOCOCO: Ese Angie es peor que mi ex, ni me
S. RIVAROLA: Sí, claro. llamó, el turro.
M. LOCOCO: Desconfiada. S. RIVAROLA: Por eso mismo. Estás caliente. Y
tenés un as en la manga: sos Falconeta fresca. Lo
S. RIVAROLA: No, realística. Ahora, imaginate.
invitás a dar una vuelta, faaaaaa, la Falconeta a
Vos y yo robamos un banco. Ponele no un banco,
ciento ochenta por Ruta Siete, lo pasan de
algo a escala tuya y mía para que nos
primera, los dos disfrutando a pleno del objeto
entendamos. Nos robamos la Falconeta de
del saqueo; yo, en casa, ignorante del peligro
Gladys. Vos tenés las llaves, vemos la ocasión, la
que se cierne sobre mí. Y después el tipo va y te
chafamos. ¿De qué depende nuestro éxito? De
delata. Caés vos, caigo yo. Sin comerla ni
que vos y yo no abramos la boca, nada más.
beberla. ¿Qué?
Entonces nos hacemos con la Falco, lo más
M. LOCOCO: ¿Qué?
S. RIVAROLA: Es horrendo. Horrendo. Así van a ir M. GREGORINI: No, la cosa no es tan fácil.
cayendo todos. Por una mina que va y los delata. Ponele que sos un escritor de increíble
Una chiruza que primero disfrutó de las joyas, de renombre, ponele que tenés tus manuscritos en
Sabato, y después tuvo pruritos y llamó a la tu casa y ponele que vivís en un país donde no se
cana. ¿Para qué? ¿Para ser tapa de revista? sabe si habrá un futuro. ¿Qué hacés? Metés tus
manuscritos, valiosos, incunables, en una caja de
seguridad de un banco. Punto. Entonces yo digo:
si ya los metiste en el banco, pagando unos
31 / SABATO onerosos doscientos o trescientos pesos por mes
de mantenimiento de la caja, un básico de una
portera, ponele, y ya está, ni se te ocurre que te
Entra M. GREGORINI. los puedan robar del banco, ¿para qué los vas a
asegurar en tres palos verdes?
S. RIVAROLA: ¿Estás bien, Marta?
S. RIVAROLA: Es cierto.
M. GREGORINI: A mí hay algo que no me cierra.
Acá hay gato encerrado. M. GREGORINI: No sólo es cierto, es vergonzoso.
Porque, ¿qué se deduce de todo esto? Que
S. RIVAROLA: ¿Querés sentarte, te falta el aire?
Sabato tenía una caja de seguridad, que a lo
mejor ahí tenía algunas joyas de su señora, o
algún premio enchapado en 18 kilates, lo que reprimen al pobre? Todo esto me da náuseas,
quieras, pero ningún manuscrito. No hay díganme si el mundo en el que nos movemos no
manuscrito, ¿entienden? es como para querer vomitar a cada paso. Y te
digo más: seguro que ahora la policía persigue a
S. RIVAROLA: Te entiendo perfectamente. El tipo
los chorros y no a Sabato. Porque en este país,
no escribió nada, y aprovecha el robo para que el
los ladrones de guante blanco están a la orden
seguro le pague tres palos verdes. Es un genio. O
del día… (Sale.)
sea, yo como escritor no sé si me gusta, igual lo
valoro, pero planeándose una jubilación de S. RIVAROLA: Y a éstos no los perdonan. Porque
privilegio me parece un genio. ahora no son chorros, son un símbolo. Con lo
que le hicieron a la literatura nacional…
M. GREGORINI: ¿Y quién soy yo para desbaratar
sus planes? ¿Quién soy yo si sus novelas M. LOCOCO: ¡Cadena perpetua!
entraron en una especie de cono de sombra y ya
DELIA: (Entra demudada, parece veinte años más
no vende lo que necesita para llevar ese ritmo de
vieja que en el primer acto.) Con lo que se
vida exultante que tiene Sabato? ¿Quién vengo a
burlaron de la policía. ¡Pobres muchachos! (Se
ser yo? ¿Quién me va a creer a mí si llevo mi
sirve una taza de té, se sienta en silencio. Toma
hipótesis a los detectives? ¿Y además por qué
un par de sorbos. Pega con toda la mano abierta
haría yo una cosa así? ¿Por qué simpatizaría yo
sobre la mesa. Se levanta. Sale.)
con los que guardan la propiedad del rico y
S. RIVAROLA: ¿Firmarías? DELIA está superada, entra, abre un cajón, saca
el alcohol del esténcil, se toma un buen trago.
M. LOCOCO: Ya te dije que sí. (Revisando la
documentación.) A ver. ¡Te firmaron todas! Ah, M. LOCOCO: ¡Ay, mirá, Marta (GREGORINI)!
no. Todas, no. ¡Apareció el alcohol del esténcil! (Ve a DELIA
bebiendo del frasco.) Delia, te va a hacer un mal
S. RIVAROLA: No, me falta las de artística y…
tremendo.
M. LOCOCO: No. Vos no firmaste. (Silencio.) ¿Por
DELIA: (Estalla en llanto histérico.) ¿Qué me va a
qué no firmaste? (Silencio. S. RIVAROLA está
hacer más mal? ¿Agarrarme una cirrosis
muy turbada. Se da cuenta de que no sabe por
fulminante o que me fulminen mis propias
qué no firmó. No puede hablar.)
compañeras, minándome el camino, socavando,
S. RIVAROLA: Voy a escuchar la radio. A ver si socavándome todo lo que hago? Yo sé quién
dicen. Lo de… lo de… (Sale, muy perturbada.) está atrás de todo esto. (La llama con un grito.)
¡Susana!
M. LOCOCO: Tranquila. Que no te vea así.

32 / ESTÉNCIL DELIA: ¿Así, cómo? (Por el alcohol.) Esto está


bajo control. Hace años que tomo esto. Empecé
ese invierno que la provincia no pagó la luz y no
teníamos ni estufitas de cuarzo. Un chorrito en el DELIA: ¿Qué nos escuchás hablar?
té, para calentarme de a poco. ¿Esto? Esto no es
M. LOCOCO: Susana dice que estás loca y que te
nada. ¡Susana!
va a hacer un sumario por psiquiatría y junta
M. LOCOCO: Pará, Delia. No te conviene firmas de todas, y aprovecha cada desastre tuyo
encararla así. Le vas a dar motivos. para ganarse una firmita.
DELIA: ¿Motivos de qué? (Súbitamente DELIA: No. Yo estoy loca. ¿Pero eso qué tiene
intrigada.) ¿Qué sabés vos? ¿Vos de qué lado que ver? ¿Cada desastre, decís? ¿No llevé esta
estás? escuela adelante, pese a cada escollo que se nos
puso? Me refiero a Solá, pero también a los
M. LOCOCO: (Estalla en llanto, confiesa.) Con vos
designios de dios, porque la población que dios
cuando estoy con vos. Con Susana cuando estoy
puso en este distrito es prácticamente
con Susana.
alarmante. ¿Y ahora me quieren remover, como
DELIA: Pero… ¿y así me lo decís? a un sticker viejo? ¿Como a un Fido Dido?
M. LOCOCO: No lo puedo evitar. M. LOCOCO: Y después te escucho hablar a vos,
DELIA: Si serás falluta. con todos tus grandes proyectos… La ampliación,
Edgar Fabiani, todo, y entonces digo: “será
M. LOCOCO: Yo las escucho hablar y me parece jodida, pero tiene razón”.
que las dos tienen razón.
DELIA: Claro, yo seré jodida. Pero mirá vos esta tomo el alcohol del esténcil, y después reptar
caterva, este criadero de Judas. ¿Quiénes por mi escuela, con todos tus productos a
firmaron? cuestas, armando acá tu Duty Free Shop del
demonio, esclavizando a mis chicas a crédito?
M. LOCOCO: Y… un poco todas. Por hache o por
be. M. LOCOCO: ¡Y a vos!
DELIA: ¿Vos también? DELIA: ¡Ah! ¡Y a mí misma! Creándome una
deuda originada en sweaters, tricotas que no
M. LOCOCO: Delia, yo no soy maestra.
necesito, tentaciones que establecen una
DELIA: No. Vos no sos maestra. ¿Pero firmarías? dependencia horrenda…
M. LOCOCO: Bueno, vos ahora me lo preguntás y M. LOCOCO: Perdón. Perdón. Yo soy consciente
digo “no”, pero cuando ella me lo pide, digo “sí”. de todo lo que me decís. ¿Te pensás que no lo
DELIA: ¿Vos qué sos? sé? ¿A vos te parece que a mí me gusta este rol
que me toca? Yo tenía horizontes, ¿sabés? Yo no
M. LOCOCO: Yo no soy nada. nací haciendo marketing. Yo tengo dos años
DELIA: (Toma distancia.) ¿Qué clase de alimaña cursados de Hotelería o Turismo. Mirá,
sos? ¿Quién sos para venir a dividir, a surcar, a preguntame capitales. Pero me desvié. No sé
espoletear el terreno, a juzgarme a mí si me cómo pasó. Tuve una oportunidad. Y la agarré.
Maldito el día. Mi cuñado vendió unas colmenas, DELIA: Yo no sabía que esto funcionaba así.
en Lezica y Torrezuri, y nos regaló a Charly y a mí
M. LOCOCO: ¡No me digas que no sabías!
una plata. No alcanzaba para nada, no daba ni
para el depósito de una prefabricada, pero sí DELIA: Bueno, no te pongas nerviosa. Después
para un lote de prendas. Así que ahí compré mi de todo qué ibas a hacer, ¿no? Estaba la remesa.
primera remesa. ¿Cómo compré la segunda? Es No ibas a dejar pasar la oportunidad.
fácil, hasta un chico de segundo grado alumno M. LOCOCO: Mi primera remesa. Mi condena.
de la convertida se da cuenta: aumentando un Todavía me acuerdo. Remeritas Hendy. Fue el
poco el precio de la primera mercadería, para año ése que se usaba todo borravino y verde
que te quede para comer ese día, y también para musgo.
comprar la próxima remesa.
DELIA: (Estalla en quieto llanto.) ¿Te acordás de
DELIA: Especuladora. Negrera. Pérfida. ese año?
M. LOCOCO: Sí. Luego viene la otra fuente de M. LOCOCO: Sí.
ingreso: la línea de crédito. Si la maestra no
cobró, pero se enamoró del sweater, se lo dejás DELIA: Yo me estaba separando, ese año bordó y
igual. Y se lo das a crédito, disfrazado de acto de musgo.
amor. Pero cada día que pasa, el precio le va M. LOCOCO: Yo no lo hago con mala intención.
subiendo. Yo vivo del crédito, sí. Pero yo a ustedes las re-
quiero y también me parece que las chicas algo Se abrazan confusamente. Luego se reponen un
aprenden de mí. poco. Pero no mucho.
DELIA: Sos emprendedora… DELIA: ¿La convertida también firmó? ¿Y la
tartamuda?
M. LOCOCO: Tengo mi propio negocio…
M. LOCOCO: ¿Y cómo no van a firmar, si estás
DELIA: Sos independiente…
reloca, Delia?
M. LOCOCO: Toco mi propio tambor…
DELIA: Eso sí. ¿Sabés qué? Yo les voy a enseñar
DELIA: Y hacés que la plata se mueva. Los países una lección de amor y de decencia. De devoción.
donde la plata no se mueve se estancan. ¿Son todas Judas? Muy bien. Yo seré Jesús. A mí
M. LOCOCO: Mirá Cuba. me podrán echar de esta escuela, pero yo antes
de irme voy a dar el gran golpe.
DELIA: Un pantanal. Vení, dame un beso.
M. LOCOCO: ¿Qué golpe, Delia?
M. LOCOCO: No, dámelo vos, no ves que estoy
hecha mierda. DELIA: Lo vendo a Edgar Fabiani a Boca Juniors,
aunque sea lo último que haga en esta tierra. Yo
DELIA: Vení. Pobrecita. te lo juro. Andá, secate que parecés una portera.
(M. LOCOCO sale.) Acá hay que ordenar. Hay NAHUEL: No, yo no retengo. Ése es el problema.
tanto que hacer. (Ordena y tira papeles). Si alguna de ustedes ahora va y gana, ¿yo con
qué les pago? Lo único que puedo hacer es ir
tachándoles de la deuda que tienen. Pero
mientras tanto, ¿de qué vivo yo?
33 / GOPHER DELIA: De la especulación, vivís vos, pichón. Yo
ya te lo dije mil veces.

Entran S. DOMBER, GLADYS y NAHUEL. NAHUEL: No es negocio.


DELIA: ¿Sabés qué? Estás a esto de que no te
paguemos nunca más.
S. DOMBER: ¿Cómo te voy a deber todo eso,
Nahuel? Lo de San Cono, del cero tres, te lo S. DOMBER: Porque una tiene un número, un
pagué. pálpito, lo juega, pierde, después tiene otro,
pierde de nuevo, ¿hasta cuándo se puede seguir
NAHUEL: No, no me pagaste. así?
S. DOMBER: Te lo pagué al ganar. Lo retuviste. GLADYS: El día que ganás, ¿para qué es? ¿Para
pagar la deuda que acumulaste?
NAHUEL: Bueno, ella se compró un “Up-shaper”. S. DOMBER: Ni lo usé, ni lo saqué de la caja.
Pensé que era otra cosa, que había visto en la
S. DOMBER: Pero yo no sabía que te debía.
tele, me clavé.
NAHUEL: ¿Y cómo no me ibas a deber? Si estás
GLADYS: Lo habrás confundido con un gopher.
apostada a un número, es que me debés.
Son la gloria.
S. DOMBER: Yo pensé que Marta anotaba todo.
S. DOMBER: Me costó una fortuna.
Y lo volcaba en la planilla del contralor.
NAHUEL: A mí no me sirve para nada, tu “Up-
NAHUEL: No, miren, chicas: para ser claros. El
shaper”.
Estado Provincial es una cosa, y yo soy otra. Yo
tengo mi negocio. Y punto. Ningún contralor. Yo DELIA: Nahuel, de un tiempo a esta parte te
no soy socio de Solá. vemos con una actitud más que negativa. Y no
entendemos el por qué.
GLADYS: ¿Qué, y nosotras sí?
NAHUEL: Porque no me están pagando.
S. DOMBER: Bueno, te traigo el aparato que me
compré y quedamos a mano. Ahora quiero jugar DELIA: Es que los números no están saliendo.
otro numerito.
NAHUEL: No es mi culpa.
NAHUEL: No te puedo aceptar el aparato.
DELIA: ¿Y de quién va a ser? ¿Mía? A ver: ¿quién DELIA: ¿Qué sabés vos de nosotras? ¿Nos estás
nos vende los números, acá? amenazando? ¿Qué sabés qué día vengo forrada
yo a la escuela?
NAHUEL: Me parece que ustedes no entienden
el sistema básico de la quiniela. NAHUEL: Ustedes me dijeron que venga del 7 al
10.
S. DOMBER: ¿Cómo no lo vamos a entender, si
hace años que hacemos esto? DELIA: Y te voy a decir otra cosa: no veo con
buenos ojos que levantes apuestas entre los
NAHUEL: Bueno, yo no lo puedo seguir haciendo
chicos.
más.
NAHUEL: ¿Qué? ¿Y para qué vengo yo acá?
DELIA: Ah. Es una limitación tuya, entonces. Así
que te voy a pedir que no vengas acá a volcar tus DELIA: No lo veo con buenos ojos. Todo esto se
incapacidades. Esto es una escuela, ¿qué te ha vuelto… abstracto. Te voy a pedir que te
pensás, Nahuel? (Encuentra lo que busca.) Uy, retires si no querés meterte en problemas.
acá encontré lo de los puchos de Marta.
NAHUEL: ¿No me van a pagar?
NAHUEL: Justamente. Vengo los días de pago
DELIA: Te vamos a pagar cuando ganemos.
porque sé que todas tienen el efectivo encima…
NAHUEL: Si no pagan antes no van a ganar
nunca.
DELIA: Ah, nos amenazás. Perfecto. Rajá de acá. EGDGAR FABIANI: ¡No, señor! ¡No, señor! Ya se
Rajá de acá ahora mismo o llamo a los hermanos lo dije mil veces. ¡La línea del orsay no es
Sagasti, que te agarren en el peaje. No me ninguna de las que están dibujadas en el campo!
obligues.
M. CAAMAÑO: ¿Ve? Eso es lo que me confunde,
NAHUEL: Esto no va a quedar así. (Se va.) a mí. Que la línea más importante, más visceral,
la que define todo el espíritu del juego de pelota,
DELIA: Rajá. ¡Y ni se te ocurra meterte en los
no aparezca dibujada.
grados a levantar quiniela! Qué barbaridad.
Resultó un chanta, chicas. EDGAR: Yo se lo voy a maquetar, a ver si me la
saco de encima. Suponga que usted es un
Salen GLADYS y DELIA tras él.
jugador del contrario.
M. CAAMAÑO: Del Deportivo Morón, pongo por
caso.
34 / ESCOBA EDGAR: Eso mismo, mierda de cloaca, que El-
Que-No-Se-Nombra me perdone, y avanza para
defender el arco.
Entran M. CAAMAÑO y EDGAR.
M. CAAMAÑO: Soy del Gallo y avanzo para M. CAAMAÑO: ¿La blanca?
defender. Perfecto.
EDGAR: ¡No! ¡La blanca es el área!
EDGAR: (A S. BRUNETTI, que entra.) A ver, vení,
M. CAAMAÑO: ¿El área de orsay?
Rulo, vos vas al arco de Morón.
EDGAR: No. Dame la escoba ésa, Blusita. (Por M.
S. BRUNETTI: Mirá que yo de esto no entiendo
LOCOCO, que entró hace un instante. Ella le
nada…
alcanza la escoba. EDGAR se la da a M.
EDGAR: Te parás acá y tratás de atajar, ¿qué CAAMAÑO, y la pone paralela a la línea del arco.)
tenés que entender, Rulo? Eso. Ahora yo avanzo Ahora ésta es la línea del último jugador de
con la pelota. (Por Susana Domber.) Vení, Jopito, Morón, que es Carterita. Si Carterita avanza, la
vos sos la pelota. línea del orsay avanza.
S. DOMBER: ¿Yo, la pelota, Edgar? ¿Y qué hago? M. CAAMAÑO: Ah, ya entendí, y te aprisiono y
no podés avanzar.
EDGAR: Nada. ¡Nadie haga nada! Es una
maqueta. Es como un pesebre con pelota. Y vos EDGAR: ¡Cómo no voy a poder avanzar si Morón
sos la pelota. Yo avanzo. Acá está Carterita (se tiene una defensa de mierda! ¡Si vengo del
refiere a M. CAAMAÑO). ¿Hasta dónde puedo mediocampo esquivando muertos! Si ya tengo la
avanzar yo? Hasta la línea del orsay. pelota, avanzo. Y te juro que lo voy a hacer.
M. CAAMAÑO: Perdoname, Susana, pero ¿te M. CAAMAÑO: Tiene razón.
puedo hacer una pregunta?
EDGAR: Dejala que entre. Es un ejemplo.
S. DOMBER: Claro.
S. BRUNETTI: Bueno buscate otro ejemplo. Uno
M. CAAMAÑO: ¿Vos sos la pelota? que no me deje a mí siempre como la tarada
nueva. Y eso va para todas, ¿me oyeron?
S. DOMBER: Sí.
Meteme un gol por tus propios medios, ¿a ver?
M. CAAMAÑO: OK. Ya entendí. (Entra DELIA.) ¡Y a ver quién de ustedes se
EDGAR: ¿Qué entendiste? Si llegué hasta acá te arregla con un segundo y un octavo sin ninguna
cago goleando. (Agarra la “pelota”, patea a S. orientación y sin planillas! ¡Me calenté!
DOMBER, que se tira sobre S. BRUNETTI.) DELIA: Susana, no exageres.
¡Gooool!
EDGAR: (A BRUNETTI.) Vos jugá conmigo, tenés
S. BRUNETTI: ¡No fue gol, atajé! garra, Rulo.
EDGAR: Dejala que entre, así ésta entiende. DELIA: Vos acá sos nueva y te tenés que adaptar
S. BRUNETTI: ¿Por qué la voy a dejar que entre si un poquito, me parece.
me dijiste que tenía que atajar, y por poco me S. BRUNETTI: ¿Ah, sí? Bueno, ahora la nueva
trataste de retrasada mental? juega para Edgar, miren qué bien.
DELIA: Yo también. ¿Qué hago, Edgar? DELIA: Ay, bestia. ¿Vos para qué equipo jugás?
Encargate de lo tuyo, Marta.
EDGAR: Cubrí el mediocampo para Morón. (A M.
GREGORINI.) Vení, Cajita. Vas vos al arco. Sos M. ELIZARRAGA: Ya me encargué de lo mío, no te
Morón. preocupes. Acabo de llamar a la 501. Se la llevan
a la Chucha.
M. GREGORINI: Yo estoy en contra de todos los
deportes que supongan contacto físico. DELIA: (Que logró distraerla y arrebata la
“pelota”.) ¡Pero Morón intercepta la pelota y la
EDGAR: Bueno. Vos vas al arco, si querés la
manda derecho hacia el arco! (Le rompe el
atajás, si no querés, a mí no podría importarme
guardapolvos a DOMBER).
menos. Ahora veamos la siguiente situación.
Rulo juega conmigo y tiene la pelota. (A S. DOMBER: ¿Qué hacés?
DOMBER.) Andá con Rulo.
DELIA: Uy, esto es porque lo lavás con lavandina,
M. ELIZARRAGA: (Que ha entrado hace un ratito te queda hecho una babita.
y se entusiasma mucho con la escena.) Uy, se
S. DOMBER: ¿Una babita? (La desafía.) ¿Sabés
largó… (Trata de hacer algún jueguito y se choca
que todavía lo estoy pagando, babita?
con DELIA.)
DELIA, por su parte, reprocha por lo bajo a M.
LOCOCO por la calidad del guardapolvos.
EDGAR: (Agarra a DOMBER por detrás.) ¡Paren! M. ELIZARRAGA: ¿Y nosotras qué hacemos,
¡Paren! Delia, usted no agarra la pelota. Usted se Edgar?
queda ahí esperando, y yo explico la ley del
S. RIVAROLA: ¿Qué pasa acá? ¿Qué es esto,
orsay.
Delia? ¿Otra de tus vivarachadas?
DELIA: Yo me quedo acá esperando. Después
DELIA: Es la ley del orsay, Susana. Y correte que
Marta te lo cose, Susana.
estoy cubriendo el mediocampo.
M. ELIZARRAGA: Che, Su, si estás cansada yo
S. RIVAROLA: ¿Ahora me tengo que correr? ¿Por
hago la pelota.
qué a vos se te antoja? Supongamos que fuera
M. LOCOCO: ¡O yo! un número 2 del equipo de Edgar. Un líbero en
su salsa. Ergo: me gusta quedarme acá,
S. DOMBER: No, estoy bien, ni me lastimé.
esperando la pelota.
EDGAR: Muy bien. Andá con Rulo. (Le toca el
DELIA: Lo vas a pagar muy caro, te lo aviso. Dale,
culo para que vaya con S. BRUNETTI. Toda la
Marta, avanzá.
situación las pone a DOMBER y a ELIZARRAGA
muy cachondas.) Le hago señas al Rulo para que M. CAAMAÑO: Yo busco interponerme.
me pase la pelota. (Lo hace.)
S. DOMBER: Esperen, díganme para dónde voy.
DELIA: Sos la pelota, vas para donde va la fuerza. M. GREGORINI: No, no, a él, contra él,
(Con doble intención.) Andá para donde van ¡marmota!
todas, ¿no?
M. CAAMAÑO: ¡Ah, me interpongo!
S. RIVAROLA: ¿Por qué no hacés vos de pelota,
EDGAR: ¡No! No es necesario. Si usted avanza en
Delia?
su recta, la línea se mueve paralela al arco. Si me
DELIA: Ya está, la pelota es Susana. Correte de veo del otro lado de la línea sin la pelota, estoy
mi sitio. en orsay.
S. RIVAROLA: ¿Tu sitio? ¿Esta zona de la cancha M. CAAMAÑO: ¡Ah! ¡Ya entendí! Sin la pelota,
tiene tu nombre en algún lado? Porque no lo usted no puede pasar la escoba. Y con la pelota,
veo. sí.
DELIA: Y vos salile, Marta, salile que te va a EDGAR: No. Acá hay que mirar a Rulo. Cuando
meter un gol. Rulo patea, y la pelota está en el aire, ¡Rulo!
(BRUNETTI patea a DOMBER), avanzo, recibo, te
M. CAAMAÑO: ¿Le salgo? ¿Me le salgo? ¿Me
cago a goles igual. (EDGAR patea a DOMBER,
tengo que correr?
GREGORINI se corre a un lado, es gol.) Golazo.
DELIA: ¡No, salile, salile! ¿Fui claro o no fui claro? (DOMBER está un poco
M. CAAMAÑO: ¡Y bueno, me salgo! lastimada, BRUNETTI y EDGAR festejan,
CAAMAÑO festeja también.) ¿Qué festejás? M. CAAMAÑO: Bueno, en este caso fue Morón,
¿Qué festejás? sí, de donde soy oriunda, y un jugador equis
convierte un gol en estas mismas circunstancias
M. CAAMAÑO: Festejo porque fue gol.
que usted me explica ahora, pero la escoba,
EDGAR: Fue nuestro, el gol. señorito, estaba acá. (Avanza la escoba,
M. CAAMAÑO: Festejo al deporte. queriendo decir que les aceptaron un gol en
offside).
EDGAR: ¿Nuestro gol, festejás?
EDGAR: ¿Qué decís?
M. CAAMAÑO: ¿Fue gol en contra?
S. BRUNETTI: Y… estás en orsay, macho.
EDGAR: No, ¿por qué en contra? Te lo metimos.
¿Qué festejás? M. CAAMAÑO: ¿Qué digo? Digo lo que vi.

M. CAAMAÑO: Correcto. Y ahora que esto queda EDGAR: ¿Qué viste, vos? ¿Ves más que el referí?
claro, yo le voy a decir otra cosa. Y es otra cosa M. CAAMAÑO: El réferi estaba arreglado, nos
que no le va a gustar nada. Ayer Deportivo Merlo cobraron mal.
se enfrenta a un equipo equis…
EDGAR FABIANI: No, se cobró bien. Y el jugador
EDGAR: A Morón, sí. equis se llama Peroni y es mi amigo y no estaba
adelantado.
M. CAAMAÑO: Peroni es un pelotudo y el réferi M. CAAMAÑO: Ya ven, hay una parte de esta ley,
estaba untado. supuestamente tan geométrica, que queda
librada a la prepotencia de la interpretación
EDGAR FABIANI: (Que cada vez que putea pide
subjetiva. (A EDGAR, amenazándolo con la
perdón al cielo.) El DT de Morón juega con la ley
escoba.) De una manga de matones.
del orsay.
EDGAR: ¿Matones?
M. CAAMAÑO: ¿Qué? ¿Al achique?
DELIA: (Le arrebata la escoba a CAAMAÑO.)
EDGAR: Sí y el hijo de puta de Peroni…
Marta, ojo con Edgar. Me lo llegan a lesionar y lo
DELIA: Bueno, no subamos el tono… van a pagar todas muy caro, porque no se
M. CAAMAÑO: Fue orsay. recupera un centavo de la cooperadora, ¿eh? (Le
deja la escoba a GREGORINI.)
EDGAR: No, fue un acto de justicia divina, una
enmienda. M. GREGORINI: Y yo tengo toda la
responsabilidad de esa plata que se usó para el
M. CAAMAÑO: No me digas “mierda” que te voy mal.
a dar un coscazo.
M. ELIZARRAGA: No te te-te-te-te-nés que
EDGAR: ¡Enmienda! ¡Enmienda! angustiar, Marta.
M. GREGORINI: ¿Angustia? No, Marta. Yo ya peligrosas. Inversionistas despiadadas. Y yo debo
estoy más allá de toda angustia. Yo tuve un lazo aprender a vivir con esto.
con esa cajita. ¡Y qué lazo! Tuve un lazo con el
M. ELIZARRAGA: ¡Marta!
contralor. Tuve lazo con miles de cosas que
ustedes ni saben, porque no preguntan, no M. GREGORINI: ¡¿Qué?!
preguntan nada, y avanzan, como fantasmas,
fantasmas de guardapolvos que atraviesan las
paredes de la secretaría y piden cosas. (A S. M. GREGORINI: Vos estás viendo una fo-fo-fo-fo-
BRUNETTI.) “¿Cuándo cobro, Marta?”, (a S. tografía…
DOMBER) “Dame la llave del botiquín, Marta”, (a muy negra de to-to-to-to-do lo que…
DELIA) “Dame la plata para comprar un
mediocampista, Marta.”
Con la “traducción” de S. DOMBER.
S. RIVAROLA: ¿Qué decís, Marta?
S. DOMBER: Una foto.
M. GREGORINI: Sí, porque esto se hizo así. Y ya
está. Yo fui cómplice de este latrocinio. Tengo un De todo.
vale. Soy una ladrona. Como todas ustedes.
Edgar es mi botín. Así que no nos comportemos
acá como si fuéramos damas de tertulia. Somos
DELIA: ¡Ay por el amor de dios, si querés decirle S. RIVAROLA: Ah, qué bien, Delia.
algo, decilo, Marta!
M. ELIZARRAGA: Se lo estoy di-di-di-di-di-
Lo de siempre. (Tratando de buscar adeptas, que
ciendo… Vos tenés que recuperar la ca-ca-ca…
no halla.) Vos te mandás la macana, y después
¡La calma!
salís a buscar quién te arregle las cosas.
M. CAAMAÑO: ¡Lo que hace falta recuperar acá
es la honestidad, Delia!
DELIA: ¿Ustedes me hablan de honestidad, a mí?
¿En serio, chicas? ¿En serio, Susana?
EDGAR: ¿Sabés lo que hacemos en el Depo con
la honestidad de Morón? ¿Querés ver por dónde Vos dejás que esto pase.
nos la pasamos en el vestuario?

DELIA: ¡Gladys, vení a poner orden! (Sale


buscando a Gladys. Las demás ven a S. RIVAROLA (A las demás.) Ella deja que las cosas se salgan
con desconfianza.) de control.
M. LOCOCO: Bueno, no se lastimó nadie. M. CAAMAÑO: (Completamente relajada.) Ay,
ese lenguaje, me hacés acordar a la cancha.
S. DOMBER: ¡Yo sí!
M. LOCOCO toma partido, dirige una mirada
acusadora a S. RIVAROLA y sale en busca de Yo iba mucho, en una época.
DELIA.
S. DOMBER: ¡Yo sí me lastimé!
S. RIVAROLA: Jodete. Por hacerle caso.

EDGAR FABIANI: ¿A qué cancha ibas vos?


Te dicen que hagas de pelota, y vas y hacés. ¿Por
MARTA CAAMAÑO: A la de Nueva Chicago.
qué no dejás que haga ella de pelota… si tanto
quiere aprender los misterios del orsay?
EDGAR: ¿Sabés lo que hice en Chicago?
Yo limpiaba los baños, ahí.
Limpiar un baño es fácil, lo difícil es limpiar la
escoria del alma humana.

Fui y copié sesenta líneas del Deuteronomio


arriba de los mingitorios. M. CAAMAÑO: No, yo imagínese que los
mingitorios no los vi. A veces me comía un
pancho, veía un poco de fútbol, después me
volvía a casa, sola. A corregir pruebas. Como una
boluda.

Y el que todo lo ve seguro que me vio, EDGAR: Y bueno: si es una boluda, a lo mejor por
difundiendo la palabra. eso no entiende la decisión del referí.
M. CAAMAÑO: A mí no me va a venir a espolear DELIA: (Vuelve, seguida de GLADYS y M.
así, caballerito, que para algo hace 50 años que LOCOCO, que tratan de detenerla. DELIA trae
estoy al frente de un grado. ¡Yo le voy a enseñar una pistola, y pega un tiro al aire para calmar el
con esta escoba cómo se mueve una línea de bochinche.) Acá se van a calmar todos, uno por
orsay! uno. (A EDGAR FABIANI.) Te trajimos como
segundas madres. Nos jugamos el pellejo. Yo
EDGAR: (Le arrebata la escoba.) Vos movela y yo
tenía grandes planes para vos, chiquito.
te cago a patadas.
EDGAR: Disculpe.
S. RIVAROLA: Edgar Fabiani: ¡bajás esa escoba ya
mismo o te vas a arrepentir! DELIA: Al final vas a resultar peor que
Morondanga.
EDGAR: ¿Arrepentir? ¿Quieren ver lo que es vivir
en el verdadero arrepentimiento? (Las amenaza EDGAR: Disculpe, pero ella dijo que
con la escoba en alto.) Mastrángelo…
DELIA: ¿Quién dijo? (Apunta con el arma.)
Nombrá como se debe…
EDGAR: Bueno… Marta dijo que Mastrángelo…
35 / PISTOLA
M. CAAMAÑO: Dije que el juez estaba untado…
DELIA: ¡Ay, Marta! Vos… también… Todas señalan en distintas direcciones. Y
comentan vaguedades: “Una cartera
EDGAR FABIANI aprovecha la distracción. Y le
verdecita…”, “¿Hoy trajiste el bolsito con
arrebata el revólver a DELIA.
tachitas?”
DELIA: (Sin comprender el nuevo giro de los
EDGAR FABIANI agarra a MARTITA ELIZARRAGA.
acontecimientos.) ¿Qué hacés, ahora?
Lleva el arma a su cabeza y va disparar.
EDGAR apunta a MARTA CAAMAÑO.
DELIA: (Se pone de pie.) ¡A cualquiera menos a
Todas gritan en desorden y se acurrucan en un ella!
rincón. EDGAR devuelve a CAAMAÑO al grupo.
EDGAR FABIANI la suelta y agarra a DELIA LOBO.
EDGAR: Denme toda la guita que tienen encima. MARTITA ELIZARRAGA vuelve victoriosa al grupo.
Y la ponen acá. ¿Qué se piensan? ¿Que van a
DELIA: Yo lamento que nunca nos hayamos
tratar así a la gente? (Agarra a MARTITA
entendido, Marta. Pero a mí la rama en serio me
ELIZARRAGA y la arrastra por el piso.)
parece una cosa hermosa.
M. ELIZARRAGA: La que tiene plata es Lococo.
S. RIVAROLA: ¡No! ¡Sin Delia esta escuela se cae
(Todas menos ésta asienten.)
a cachos! Susana, vos sos la más nueva.
EDGAR: ¿Y cuál es su cartera?
S. DOMBER: ¿Qué? La más nueva es ella.
S. BRUNETTI: ¡No tengo plata! ¡No tengo plata! rol? Pero me van a tener que ir dando la plata,
los relojes.
EDGAR: (Muy tranquilo. Suelta a DELIA, que se
derrumba como una hoja a los pies de Edgar.) M. CAAMAÑO: Ah, mirá vos. Él de los relojes no
Vení, Rulo. Acercate. No tengas miedo. dijo nada.
S. BRUNETTI: ¡No tengo plata! ¡No tengo EDGAR: Relojes, teléfonos. Vos, Tetas, las llaves
tarjetas! No entré en contralor, cobro como del auto.
suplente, todavía no me pagan…
GLADYS: ¿Qué auto?
M GREGORINI: A lo mejor le pagan el 20, Edgar.
EDGAR: ¿Qué auto? (Vuelve a apuntar a DELIA.
TODAS: Sí, sí, el 20. Griterío.)
EDGAR: Mirá, Rulo, yo sé que vos me vas a S. BRUNETTI: Dame el teléfono, Susana.
entender. Shh. Ahora vas a ir para allá, con tus
S. RIVAROLA: Yo no tengo celular.
amigas y les vas a pedir que te den la guita,
¿estamos? Háblenlo. M. LOCOCO: Sí que tenés, si dijiste que no tenías
crédito para llamar a las empanadas.
S. BRUNETTI: Bueno, chicas, yo sé que ustedes
no son mis amigas, pero ya oyeron. O sea, EDGAR: Dáselo. Dámelo, Rulo. (Se lo pasan.)
¿ustedes se creen que me gusta a mí ocupar este Seguí juntando. (Llama por teléfono.)
S. RIVAROLA: Ay, mirá, ¿tiene crédito? Yo pensé póngase una mano en el corazón, Pelloni, y
que… ¿sabés lo que debe ser? ¿Hoy es 8? Me dígame si no estaba del otro lado de la escoba…
parece que el mes de CTI corre de 8 a 8.
EDGAR: Parece que no lo entiende.
EDGAR: (Apuntándolas, habla por teléfono.)
DELIA: Basta, Marta. Se cobró bien.
Hola, señora. ¿Está Héctor Peroni?… ¡Héctor!
Partidazo, ayer, ¿eh? … Che, acá dicen que vos
indujiste el orsay. ¿Se lo podés explicar? (Llama a EDGAR FABIANI: (Volviendo al teléfono.) ¿Cómo
MARTA CAAMAÑO.) andás de guita vos?
M. CAAMAÑO: (Al resto.) Ya vamos a resolver Ahá.
nuestras diferencias. No se preocupen.
Ahá.
MARTA CAAMAÑO habla por teléfono con
Peroni. Sí.

M. CAAMAÑO: Hola… Sí, de ayer. (…) (A las ¿No te querés dar una vuelta?
maestras.) Se hace el otario. (…) (A Peroni.) Si, en Por la 78. Dale.
el segundo tiempo. (A las maestras.) Ahora de
(Corta. La situación parece normalizarse.)
pronto nadie se acuerda de cómo son las cosas.
(A Peroni.) No, no, si yo eso lo entiendo, pero
M. CAAMAÑO: No. ¿Qué? ¿La prepotencia ahora dé pasos importantes. Cuando entendí que mi
va hacer que el blanco sea negro y el negro sea lazo con la cajita era algo que me hacía mal. Se
blanco? Yo le doy la plata, Edgar, acá tiene lo apareció este perro, grande, desnutrido, que no
mío, y acá si quiero la ayudo a Susana a juntar lo tenía a nadie y ahora tengo un lazo. Le tengo que
de todas. Pero no me digan una cosa por otra. dar de comer. Él depende de mí. Entendé mi
situación, Edgar.
EDGAR: Yo la entiendo.
M. GREGORINI: Robé, quemé las velas, no hay
M. GREGORINI: (Levantándose como si nada.) Lo
vuelta atrás. Pero ese perro me necesita. Quiero
siento, Edgardo. Lamento tu resentimiento.
ser clara con vos.
EDGAR: (Agarrándola para que no se vaya.) Sí, yo
EDGAR: Muy bien. Pero esperá un cachito. Te
también lo lamento.
quiero enseñar otra cosita más. Sentate.
M. GREGORINI: Igualmente yo me voy de acá
EDGAR FABIANI agarra a MARTITA ELIZARRAGA y
habiendo aprendido cosas. Me voy a casa. Yo
la mata de un tiro.
ahora tengo un perro. Un perro enorme. De la
calle. Lo agarré. Con mis alergias, y todo. Lo
agarré. Me dije: las alergias se van a ir cuando yo
36 / CORPIÑOS DELIA: Yo te amo desde que te vi en el campito.
EDGAR FABIANI: Yo pienso que todas ustedes
están desesperadas. Si podías lo comprabas a
EDGAR: A ver si me sienten. Hay un camino que
Peroni, vos. Pero no: yo era la opción más
se abre en otros y uno duda. Yo acá tengo ocho
barata, ¿no? Miren, maestras, les doy una
opciones. Esta prueba es muy difícil. Parece que
lección: anoten esto. “Lo barato sale caro”.
todavía me falta algo por hacer. ¿Qué quiero yo?
¿La plata? ¿Matar Martas? ¿Asesinar Susanas? DELIA: Anoten, chicas, hagan lo que dice…
¿Arreglar alguna cuenta? ¿Con quién? ¿Cajita?
Por lo bajo, se escuchan algunos comentarios:
¿Tetas? ¿Jopito? ¿La Rulo? ¿Ésta?
GLADYS: ¿Una birome?
S. RIVAROLA: ¡Hacé algo, Delia!
M. GREGORINI: ¡No, ahí no anotes que es el
DELIA: (Heroica, llorando, frágil.) ¿Vos me querés
contralor!
violar, Edgar? ¿Vos querés sexo?
S.DOMBER: Yo después hago fotocopia.
EDGAR: No. El sexo sin amor no va.
EDGAR: Eso, anoten. Cien veces, anoten. “El
DELIA: Yo te amo, Edgar.
tiempo se agota. El tiempo nos es dado para que
EDGAR: ¿Qué? hagamos grandes cosas. Y si las cosas que
hacemos son chiquitas, el tiempo es chiquito.”
¿Están anotando? ¿Terminaron? (Súbitamente, a habrá siempre… Aunque nos caigamos a cachos,
MARTA GREGORINI.) Vos te podés ir. escuelas va a seguir habiendo…
M. GREGORINI: Bueno, chicas, yo llamo el EDGAR: Mirá, yo la primera vez que agarré la
martes. A ver si se solucionó todo. Ah, y que Biblia no entendí nada. Le tenés que poner el
aparezca la llave. (A EDGAR FABIANI.) Si te dicen corazón. Andate, Rulo. No seas giluna, no avises
quién tiene la llave, buenísimo. (Sale.) a la cana, que por ahí salvás a alguna de éstas. Y
mejorá la zurda. Y ponele más garra a los pibes.
EDGAR: (A SUSANA BRUNETTI.) Rulo, ¿vos
manejás? S. BRUNETTI: Bueno. No digo nada. Chau, chicas.
(Se va.)
S. BRUNETTI: Yo quería ser maestra jardinera.
M. LOCOCO: Bueno, yo tengo que seguir con mis
EDGAR: ¿Y qué pasó?
asuntos, también.
S. BRUNETTI: ¿Viste lo de los ocho caminos que
EDGAR: Vos te sentás en el piso.
dijiste? Yo era una chica confundida, ¿qué iba a
hacer? Cuando una por ahí necesita un consejo M. LOCOCO: No, es que vos no entendés. Yo no
posta, lo único que yo tuve fue la Guía del soy maestra de acá.
Estudiante. La hojeé, la miré, no sé, tantas
EDGAR: Yo lo que entiendo es que estás entre
opciones sin ninguna salida laboral… Escuelas
mis primeras opciones.
M. LOCOCO: Y yo te entiendo. Yo en tu situación, M. LOCOCO: ¿Estás loco?
qué no sé cuál es, haría lo mismo, que tampoco
EDGAR: Todas. En pelotas.
sé qué es. Lo que estás haciendo. Mirá, Edgar:
esto es un negocio. Dejá ir a dos, y yo te doy el S. RIVAROLA: De ninguna manera.
diez por ciento de lo que entre los dos EDGAR apunta a S. DOMBER. Mientras, DELIA ha
recuperamos de lo que me deben en blusas. reptado hasta volver a sumarse al grupo de
EDGAR: No, mejor la mato a ésta. (Le apunta a S. maestras temblorosas.
DOMBER.) S. DOMBER: ¡Por lo que más quieras, Marta,
M. LOCOCO: ¡El quince, te doy el quince! sacate todo!

EDGAR: Ahá. ¿Y a cuántas tengo que matar para M. LOCOCO: Muy bien, tranquilo. Estamos
que me des el 20% de la plata que YO les estoy negociando. Nos sacamos las blusas y vos
chafando? cambiás tu actitud. Si no, nada, chicas. (Tiempo.)
OK. (M. LOCOCO comienza a desvestirse. El resto
M. LOCOCO: Si me repetís la pregunta seguro
de las maestras la sigue.)
que podemos llegar a un número que nos cierre
a todas. EDGAR las apunta, se apresuran a sacarse la
ropa.
EDGAR: Sacate la blusa.
EDGAR: Los zapatos no hace falta. A ver qué más Las maestras se miran los corpiños. Por lo bajo,
aparece, acá. (Recuenta el botín.) Es magro. se escuchan comentarios: “¿Éste se lo compraste
Doce pesos. Un reloj Tissot. a Marta?”, “No, es del Once”, “Las que tienen
buenas cosas son las bolivianas de Morón”, “Uy,
GLADYS: Sí, ése lo puse yo.
yo hace seis meses que no voy a Morón”.
EDGAR: Gracias. (Vuelve a llamar a Peroni.) El
cronómetro no anda.
GLADYS: No. Es más para cancherear.
TODAS: ¡No! ¡No!
EDGAR: ¿Y las que se fueron?
EDGAR: (Al teléfono.) Che, Peroni. No vengas. No
se recaudó nada. (…) ¿Vos decís? (…) No sé, no TODAS: No, no, tampoco.
me parece. (…)
EDGAR: A la paliducha la dejé ir porque me
(A las maestras) mataba de lástima. ¿Qué es lo que le pasó?
¿Ustedes me van a denunciar? DELIA: Ella…
S. RIVAROLA: Resulta que…
EDGAR: ¿Qué le pasó, Tetas?
GLADYS: Bueno, parece que hace un año… EDGAR: ¿Cómo? No las oigo.
S. RIVAROLA: No, ya hace como dos… TODAS: ¡No! ¡No!
EDGAR: Me mataba de lástima. Encerradita en M. CAAMAÑO: No, que yo una vez salí de testigo
secretaría, tarareando Yesterday. Adoptó un de tránsito y me robaron un llavero cortauñas.
perrito. Nunca se sabe qué es lo que te salva, por
EDGAR: (Apunta a S. RIVAROLA.) ¿Y vos?
qué El-Que-No-Se-Nombra-En-Vano te elige o te
deja a un lado. Pero ustedes son unas yeguas S. RIVAROLA: No, yo no.
increíbles, con el mayor de los respetos. Ustedes EDGAR: ¿Segura?
son yeguas en mi camino. El-Que-No-Se-Nombra
ha querido que nuestros caminos se toquen. S. RIVAROLA: Claro, me ves cara de buchona…
Tóquense. pero te juro que no…

Las maestras quedan en corpiño, se tocan DELIA: Mirá, Edgar: ella estuvo levantando
sollozando unas sobre otras, apiladas en un firmas para hacerme una denuncia en Consejo,
rincón. es cierto.

EDGAR: ¿Van a ir a la cana? M. LOCOCO: Yo se lo dije. ¡Fui yo!

TODAS: ¡No! S. RIVAROLA: No, Delia, mirá.


DELIA: Pero también es porque yo le di motivo… mundo no es de los cobardes. Ya aprendí mi
lección. Y yo no voy a ser más una cobarde.
S. RIVAROLA: No, Delia, mirá. Mirá, Edgar. Miren.
El petitorio con las firmas. (Lo rompe.) Ya está. M. LOCOCO: ¡Y yo no voy a ser más una
Libre, por fin. Nunca me sentí más yo misma que correveideile!
en este momento.
EDGAR: Eso, eso, tóquense. (A S. DOMBER.) Vos
EDGAR: ¿Así que no vas a decir nada? tocate con Tetas.
S. RIVAROLA: ¡Pero no! Si acá prácticamente no
hay delito. Si nosotras te compramos.
DELIA: No, Susana, tenías razón, fue mi culpa, yo
37 / INDIA
me cegué.
S. RIVAROLA: No, Delia. Yo pude haberte parado
y no lo hice. DELIA intenta irse arrastrándose por el suelo.
EDGAR FABIANI la retiene, la agarra de un tobillo
DELIA: ¿Por qué? ¿Por qué nadie me para,
y la arrastra.
nunca?
DELIA LOBO: ¿Qué querés de mí? ¿Por qué todos
S. RIVAROLA: Porque vos… vos tenés razón… Hay
quieren algo de mí?
que estar loca para dirigir una escuela. Y el
EDGAR: ¡Ah! Hoy es tu día de suerte. ¿Qué EDGAR FABIANI la escucha un instante: el
quiero yo? ¿Qué quiere Él de vos? Mirá. Acá discurso de DELIA es desesperado y enigmático.
tengo un encendedor que le gané a un pibe de EDGAR lo escucha y luego se va, solo,
cuarto en los penales. Si prende, te salvás. Si no confundido. Abandona su botín y sale. DELIA
prende, te mato. LOBO sigue hablando sin darse cuenta de que se
ha ido.
EDGAR FABIANI le pone el revólver en la nuca.
DELIA LOBO no repara en nada. Sacude la cabeza DELIA: Quiero ser una india, cubierta de joyas,
negativamente. quiero sentir el frío de la esmeralda entre mis
senos, y remar, remar hacia el sur, a donde van
EDGAR: ¿Vos qué querés, directora?
las almas cuando ya han cumplido la tarea en
Prueba el encendedor. No anda. Apuntando a esta tierra. Tierra de penumbras… y de barro...
DELIA, da un paso hacia atrás.
DELIA LOBO: Yo quiero un gomón que me saque
de todo esto.
38 / SEISDEDOS
EDGAR: Cuando te toca, te toca.
DELIA: Quiero remar, desnuda, río abajo.
SUSANA RIVAROLA se levanta para contener a DELIA: Como en la banda de Seisdedos.
DELIA LOBO.
GLADYS: Seisdedos es el policía.
S. RIVAROLA: Mirá cómo tenés acá.
Pausa general.
DELIA: Ay, sí, estoy hecha un cocoliche.
DELIA: ¿Cómo?
S. RIVAROLA: Sos una gran mujer
GLADYS: El detective… se llama Seisdedos.
Se abrazan.
DELIA: ¿Cómo?
DELIA: Y vos sos mi mano derecha. Mirá si
GLADYS: El que los agarró. No el chorro.
entraba algún pibe, Susi. Si este loco lastimaba a
alguno yo voy sumariada y presa. S. RIVAROLA: ¿Cómo?

S. RIVAROLA: ¡Yo comparto la responsabilidad M. CAAMAÑO: ¿Cómo?


con vos, Delia! GLADYS: Que el policía…
DELIA: Dejá, dejá, Susana. Si vuelve a pasar, DELIA: ¿Y los hombres desnudos…?
salvate, vos. Viví.
GLADYS: Uruguayos, eran. Al de traje gris lo
S. RIVAROLA: No. Chicas, acá, si una cae, caemos agarraron en Aeroparque.
todas. Como en una banda.
M. CAAMAÑO: ¿A dónde se quería ir? S. DOMBER: Porque Cajita dice que es mentira
que Sabato haya escrito “El Túnel”…
GLADYS: No se quería ir a ningún lado: vino de
Uruguay. M. CAAMAÑO: En tres palos verdes, lo aseguró.
¿Sabés qué racha? ¿Cobrar tres palos verdes por
S. RIVAROLA: ¿Cómo?
algo que nunca te tomaste el trabajo de escribir?
DELIA: Yo debo haber entendido todo mal. Todo
GLADYS: ¿Qué? Lo escuché hoy en la radio. La
mal.
mujer de uno. Los entregó a todos, estaban
S. DOMBER: ¿Pero y el túnel? ¿Era mentira? detrás del tipo de traje gris que aparece en los
GLADYS: ¿Qué túnel? videos de seguridad del banco, y el detective
Seisdedos…
DELIA: Me quiero morir. ¿No cavaron un túnel?
M. CAAMAÑO: ¿Pero Seisdedos quién es?
S. DOMBER: Lo de Sabato…
DELIA: Basta, no sigan. No sigan, chicas. No se
GLADYS: Entraron por un túnel… entiende lo que pasó. Dejémoslo acá.

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