Leyes y Tribunales
Leyes y Tribunales
Leyes y Tribunales
Leyes: Son los instrumentos de la sociedad para gobernar el comportamiento. Suele trazarse
una distinción importante entre la ley penal y la ley civil, pero en ocasiones, ambas se sirven
y se entrelazan, por ejemplo la responsabilidad civil derivada de la penal.
En la ley o derecho penal: se establecen los límites del comportamiento permisible, se
definen los delitos y se especifican los castigos.
Un delito: Es una ofensa contra el orden público; la disputa en los procedimientos penales
se establece, por lo tanto, entre el Estado, que es el acusador, y el defensor, que representa al
acusado, y con la leve actuación procesal del ofendido y terceros.
Ejemplo: El delito de homicidio, el defensor puede negar que su cliente fue el
homicida, o puede admitir el hecho pero alegar que fue excusable, o puede negar que
el homicidio fue premeditado o puede alegar fue accidental típicamente, un crimen
de asesinato involucrará a una persona muerta y la intención o estado mental del actor.
Derecho Civil: Se exponen las normas de conducta para determinar cuándo se está
legalmente obligado a cumplir con un determinado acuerdo (o contrato) o para determinar
cuándo se puede imputar a alguien una defensa hecha como resultado de negligencia o de
otra falta que implique responsabilidad civil.
Procedimiento Civil: Es una disputa entre particulares, aunque cuando se trate de convenios
celebrados por un ente público con capacidad para suscribir convenios, éste lo hace sin la
investidura para que en caso de controversia exista la paridad procesal.
I. Actora: La parte quejosa o demandante puede alegar que se ha roto de manera
indebida, o que se produjo una ofensa ya sea a personas o a la propiedad privada
por conducta negligente o no autorizada.
II. Demandada: La otra parte, o demandada, puede cuestionar los reclamos factuales
que se le hacen, o alegar que su conducta estuvo justificada por algún otro
precepto legal o tratar de mostrar que su conducta no resultó perjudicial para el
demandante
El derecho civil como el penal, la resolución de disputas es una función principal del sistema
judicial, puede necesitarse un juicio para asegurar que la resolución sea definitiva y justa. En
este proceso, los principios de la lógica son utilizados de manera muy importante. La validez
y la invalidez, las reglas básicas de la deducción, los principios para la evaluación de
inferencias inductivas y así sucesivamente, siguen siendo fundamentalmente los mismos y
no cambian cuando se aplican en un contexto legal.
Al pensar cerca de los usos de la lógica en el Derecho, se deben tener en mente tres
distinciones; la naturaleza de las leyes, las fuentes de las leyes y los tipos de leyes.
I. Las leyes del Estado o de la comunidad (llamadas, generalmente, la ley positiva o
derecho positivo) hay reglas acerca de la conducta correcta leyes “morales” que
pueden o no ser apoyadas por la comunidad. El desacuerdo acerca del contenido y la
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aplicabilidad de las leyes morales es común; ya que por su compleja formación varían
en su interpretación, por lo que se deja al señalamiento de la sociedad y a las sanciones
administrativas.
II. Leyes de la comunidad tienen diferentes fuentes. Más comúnmente, pensamos en las
leyes como producto de algún tipo de legislación, sea nacional, estatal o local. Estas
son las leyes estatutarias; un ejemplo es en definición el delito de homicidio. Las
disputas sobre la interpretación o aplicación de las leyes requieren, con frecuencia,
de tribunales de apelación para formular principios que tienen la fuerza de la ley.
III. Derecho Penal debe distinguirse del civil, como se ha observado arriba. La Suprema
Corte de Justicia de Minnesota. Al decidir una acción civil contra un médico que
realizó una cirugía necesaria a un paciente sin el conocimiento de éste, escribió lo
siguiente:
a) Si (la operación) no fue autorizada, entonces fue… ilegal. Fue un asalto violento,
no una mera falta de cuidado, y aun cuando no se mostró negligencia, fue
equivocada y contraria a la ley.
b) El caso es como una persecución criminal por asalto violento, porque se ha
mostrado la existencia de un lícito. Pero esta regla no se aplica a una acción civil,
para cuyo mantenimiento es suficiente mostrar que el alegado asalto fue erróneo
o ilegal o resultado de negligencia.
Al resolver disputas, un sistema legal debe aplicar algún principio o regla, para un conjunto
de circunstancias factuales llegar en algún momento a algún juicio cerca de la culpabilidad o
responsabilidad.
Esos argumentos pretenden ser lógicamente correctos, esto es, se pretende que las premisas
ofrecidas proporcionen apoyo, deductivo a inductivo, a las conclusiones.
EL LENGUAJE EN EL DERECHO
Lenguaje: El lenguaje puede ser informativo, expresivo y directivo o imperativo. En el
Derecho el lenguaje rara vez se usa solamente para expresar actitudes, a veces, se usa tan
sólo para informar pero con más frecuencia se utiliza para ordenar.
El lenguaje imperativo: puede tomar la forma de órdenes explícitas (“Debes pagar una
multa de…”) o explicarlo cómo algunas cosas se deben hacer (“Si tu ingreso fue de más
de dos mil dólares, ya no te puedes considerar dependiente de tus padres o estudiante
de tiempo completo, si tienes más de 19 años…”) o dando noticia de actos permitidos
(“Puede hacer aportaciones voluntarias para reducir la deuda externa”) o notificando
que ciertos actos o ciertas omisiones son punibles y de qué forma se castigan.
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Falacias jurídicas: De atinencia o de ambigüedad; son tan problemáticas en el Derecho
como en cualquier otro contexto en el que buscamos juicios confiables. Pero lo que pueden
parecer errores del razonamiento en el discurso ordinario, pueden convertirse, a causa de las
condiciones especiales impuestas por los procesos legales, en buenos argumentos.
El abogado litigante ante un proceso penal, civil o laboral se vale de las falacias para que el
contrincante caiga en el error y en perjuicio del mismo, no obstante que en la legislación
Mexicana está prohibido expresamente es muy común su utilización.
I. Cuando la prueba de cierto tipo es esencial para resolver un caso, el énfasis en la falta
de esa evidencia que puede parecer una apelación a la ignorancia (el argumento ad
ignorantiam), puede ser lógicamente correcto. La inocencia de un acusado de cierto
delito se puede considerar y establecerse en ausencia de pruebas definitivas en su
contra.
Esta situación es frecuente aun en los casos de violaciones superficiales a la ley. Muy
comúnmente, hay una carga positiva en la parte que entra en una disputa legal para
probar algo; entonces, el argumento de la parte opuesta, basado en la ausencia de lo
que es la prueba, viene a ser, en cierto sentido, un argumento ad ignorantiam.
II. La gran confianza en la autoridad es una característica especial del razonamiento legal
lo que ordinariamente puede parecer una apelación falaz a la autoridad el argumento
ad verecundiam, puede resultar correcto y hasta persuasivo en el proceso legal.
IV. Un argumento ad hominem puede no ser falaz dentro de una disputa legal. El
testimonio y la evidencia que se presenten en un juicio pueden entrar en conflicto.
Los jueces (o los jurados, en su caso) frecuentemente deciden en qué testimonio se
debe confiar y qué testigos son signos de crédito.
a) El testigo puede ser impugnado, esto es, puede cuestionarse su honestidad o
integridad, o su conocimiento o claridad acerca de las materias en discusión.
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b) Los argumentos ad hominem, sean del tipo abusivo o del circunstancial
pueden ser ataques poderosos en el contexto de un tribunal.
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RAZONAMIENTO INDUCTIVO EN EL DERECHO
La mayor parte del razonamiento en la vida cotidiana es una mezcla de inducción y
deducción. En el razonamiento inductivo, utilizamos las conclusiones inductivas como
premisas en los argumentos deductivos, integramos las conclusiones deductivas con
resultados inductivos adicionales, deducimos más, y así sucesivamente. El producto final es,
comúnmente, una mezcla de elementos deductivos estrechamente ligados. En las disputas
legales, la solidez de este producto es lo que determina el éxito o fracaso.
I. Los hechos se deben determinar, como primer paso, en los tribunales de primera
instancia, y al establecer argumentos causales, la posibilidad y los métodos científicos
esencialmente inductivos juegan un papel primordial (pruebas en general y de
especial importancia como pueden ser la prueba pericial).
II. En los tribunales Locales, Estatales O Federales donde se juzgan los casos legales
se hace una distinción entre quienes discuten los hechos y quienes aplican
directamente la ley a esos casos.
III. Las disputas en los tribunales no son acerca de leyes, sino de asuntos de hechos sobre
los cuales hay profundos desacuerdos. ¿Fue entregado a tiempo el trabajo encargado?
¿La negligencia del sujeto X ocasionó el daño Y? ¿Es culpable la persona acusada
del delito de homicidio? Cuestiones de este tipo son fundamentales para que los
investigadores de los hechos (las partes) decidan, luego de escuchar las pruebas y
argumentos.
MÉTODO DE LA INVESTIGACIÓN EN DERECHO
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II. Casualidad en el razonamiento legal: Las relaciones de causa y efecto juegan un papel
central en muchas controversias legales. Para ser responsable de un daño a otra
persona, normalmente se requiere haberlo ocasionado. Para ser convicto de un delito,
uno debe haber actuado de tal suerte que haya causado ciertas consecuencias ilegales.
Lo que se buscan no son leyes causales, como en la mayor parte de los estudios
científicos, sino conexiones particulares causales, como en la Historia.
a. “CAUSA”: causa remota y próxima, causa como condición suficiente, causa
como condición suficiente, causa como condición necesaria y causa como lo
que, en presencia de condiciones normales, es un factor crítico para obtener
el resultado en cuestión.
Cuando una causa es necesaria para un evento es el sine qua non de ese evento una expresión
latina que significa “sin la cual no”. La regla causal frecuentemente aplicada en la ley se
llama la regla “sine qua non” que la conducta de un acusado no es la causa del evento si el
evento podría haber ocurrido sin ella.
Ciertamente el interés en los argumentos legales se centra en las condiciones necesarias.
Aunque no todas las condiciones necesarias conducen a la atribución de responsabilidad
legal.
III. Razonamiento analógico en el argumento legal: Los argumentos analógicos se
encaminan a conclusiones de hechos. El hecho en cuestión puede ser la intención de
los legisladores de promulgar un reglamento o la interpretación de una disposición
constitucional que debe lograr determinados propósitos. Pese a su novel de
abstracción, tales argumentos son, sin embrago, inductivos. Sus premisas apoyan a
sus conclusiones no son certeza, sino solamente con cierto grado de probabilidad.
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Si en un juicio civil el demandado se encuentra responsable de causar cierto daño al quejoso
o demandante, deberá compensar adecuadamente a la parte ofendida; si el acusado se
encuentra culpable en un juicio penal, se le debe imponer un castigo apropiado.
La estructura total del argumento central es clara en cualquiera de los dos casos: es un
argumento deductivo que consiste de una regla junto con los hechos del caso como premisas
y la sentencia del tribunal como conclusión.
Determinación de la ley que se debe aplicar:
La aplicación a un tribunal superior normalmente se basa en la pretensión de que alguna regla
ha sido aplicada impropiamente o que la regla incorrecta se ha aplicado de cualquier forma.
La regla en cuestión puede ser procesal o sustantiva.
I. Las reglas procesadas son fundamentales en la ley, porque la confianza en todo el
sistema judicial requiere que los pasos para alcanzar una decisión sean adecuados a
cada una de las partes en conflicto; a ellas se debe dar una oportunidad igual de
presentar su caso, normalmente con ayuda de un asesor legal. Los reclamos deben ser
manejados por las autoridades propias, en la forma apropiada, usando los estándares
adecuados. La evidencia presentada debe ser relevante y se debe proporcionar la
misma oportunidad de presentarla a las dos partes.
a. El hecho de “comparecer” o presentarse ante el tribunal, por la relación que
se tenga con el caso en discusión, puede ser crítico respecto al uso apropiado
del sistema judicial y puede ser objeto de desacuerdos y controversias.
b. Las personas comunes perciben como “tecnicismos legales” suelen ser
importantes cuestiones procesales que determinan si se ha hecho justicia o no.
El proceso judicial, que se puede entender en su superficie como una mera aplicación de
reglas de hecho, se convierte en realidad en una tarea de enorme complejidad. No solamente
deben identificarse las reglas apropiadas y luego formularse de maneras acorde con los
propósitos de la ley, sino que debe haber un ordenamiento previo de los hechos ya
establecidos y una selección de los hechos sobre los cuales deben reformularse las leyes
directamente. Solamente entonces se puede extraer la conclusión para el caso de discusión.