Debido Proceso Administrativo

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El Tribunal Constitucional inició una tendencia jurisprudencial dirigida a extender los

alcances del derecho fundamental al debido proceso desde el ámbito judicial hacia el
ámbito administrativo, comenzándose a hablar de un “debido procedimiento
administrativo”

aplicación del contenido del derecho fundamental al debido proceso en el ámbito de los
procedimientos administrativos, es decir, en el escenario del ejercicio formal de la
función administrativa.

En la doctrina clásica del derecho administrativo, el procedimiento era apenas un


cumulo de formalidades que concluían en el principal asunto de su interés, vale decir el
acto administrativo.
Precisamente la doctrina actual sobre la materia3, nos informa que uno de los objetos
actuales de atención del derecho administrativo es el procedimiento administrativo, en
conexión con lo la “constitucionalización del derecho administrativo” y con lo que se ha
denominado “derecho a la buena administración”,
El procedimiento administrativo es un instrumento de participación de los ciudadanos
en el ejercicio de las funciones administrativas. Justamente, gracias al procedimiento,
los administrados pueden ejercer un principio de inmediación con las autoridades, de tal
suerte que se puede tener una mejor calidad y eficacia en la decisión a adoptarse,
gracias a la participación de los interesados y/o afectados por la medida administrativa

En tal sentido, en la medida que exista un procedimiento predeterminado, habrá un


menor margen de discrecionalidad, lo que consiguientemente logra un mayor ajuste a la
constitucionalidad de las actuaciones administrativas.

doctrina europea se habla de un derecho a la “buena administración”, lo que implica


precisamente que el vehículo de las decisiones administrativas sea seguido y realizado
de modo idóneo, puesto que “a buen procedimiento, una buena decisión administrativa”
PONCE SOLE, Juli (España).

es tal vez la institución central de la relación entre las entidades de la Administración


Pública y los ciudadanos

Precisamente se apuesta por un procedimiento administrativo garantista, que posibilite


un escenario tutelar de las posiciones subjetivas de los administrados, en la consigna de
conseguir mejores decisiones administrativas, con eficiencia y calidad

profesor alemán Eberhard Schmidt-Assman,

Los procedimientos administrativos desempeñan un papel muy importante para la


construcción del Derecho administrativo por dos razones: por un lado, son fenómenos
concretos, y, por otro, proporcionan un esquema de ordenación. En cuanto al primer
aspecto, se trata de articular correctamente las reglas procedimentales contenidas en las
Leyes y referidas, entre otras materias, a la competencia, las partes o la notificación y
publicación. Sin embargo, desde el punto de vista sistemático es más importante la
función del procedimiento como esquema ordenador. Los procedimientos son procesos
divididos en fases específicas, que señalan los distintos puntos clave en el
procesamiento de la información, marcan los momentos de inflexión en los que se
decide la trayectoria de todo el proceso, y evidencian la necesidad de reglas que
garanticen la neutralidad, la eficacia y la regularidad de la acción administrativa. (...) El
procedimiento administrativo actual no se centra sólo ni exclusivamente en posibilitar el
control posterior, ante una segunda instancia, de las decisiones administrativas una vez
adoptadas. Se trata, más bien, de condicionar a priori el modo en que se toman las
decisiones administrativas. Lo que se intenta es que la Administración prepare con
cuidado sus decisiones. Los destinatarios de las resoluciones o quienes han iniciado el
procedimiento presentando una solicitud tienen la oportunidad de defender sus intereses
eficazmente. Este segundo tipo de procedimiento se configura con elementos típicos
tales como el derecho de audiencia y vista del expediente y el deber de asesoramiento e
información de la Administración, pero también con deberes de colaboración de los
interesados, por ejemplo, en el esclarecimiento de los hechos. Es un procedimiento
preventivo y dirigido a la garantía de los derechos”8.

“tutela administrativa efectiva” al ciudadano en el inicio, la ordenación, la instrucción y


el término del procedimiento, e inclusive en la eventual fase impugnatoria del mismo,
así como en la ejecución de las decisiones administrativas

no habrá procedimiento regular, si es que no se permite al particular dentro del


procedimiento, la posibilidad de ser oído, de ofrecer y producir prueba y de que se
resuelvan sus peticiones de manera motivada y fundada en Derecho

a) Derecho a exponer argumentos (derecho a ser oído):

el derecho a la defensa, es un requisito esencial de todo debido proceso, e implica


conocer los cargos o cuestiones imputadas a las conductas de los administrados, para
luego poder expresar las posiciones, argumentos y alegatos que sean posibles para
lograr una decisión que se ajuste a la legalidad vigente.

El derecho a la publicidad del procedimiento,

El derecho esencial dentro del ámbito del debido procedimiento, es el de permitir a los
administrados expresar, sea de modo oral o escrito sus argumentos y posiciones con
respecto a sus propias peticiones y a las actuaciones administrativas relativas al trámite
del procedimiento mismo. Este derecho es uno de importancia práctica trascendental,
puesto que implica que en ningún procedimiento administrativo se proceda “inaudita
altera pars”, es decir, sin haber atendido, escuchado o merituado los argumentos del
peticionante en el mismo. Tal como lo hemos indicado, este derecho implica dos cosas:
a) que la autoridad reciba y atienda los argumentos formulados por el administrado
antes de finalizar el procedimiento, y, b) que los argumentos formulados por el
administrado sean incorporados en el razonamiento y justificación en el cual la
autoridad reposa el sentido de su decisión final sobre el procedimiento.

Ahora bien, este derecho bajo análisis, si implica la necesidad de que la autoridad
administrativa tome contacto directo con el procedimiento, y en todo caso, requiera los
informes, aclaraciones y precisiones que requiera por parte del administrado, para tener
en claro el alcance de sus pretensiones y poder tramitar correctamente el trámite del
procedimiento. Debe recordarse que la autoridad administrativa tiene un rol tuitivo en
los procedimientos, y por tanto, debe encauzar de oficio los mismos cuando sea posible,
y brindar la orientación correspondiente, así como requerir al administrado la
información necesaria para resolver el trámite del procedimiento.
Derecho a interponer los recursos administrativos que sean pertinentes
e la “facultad de contradicción” que asiste a todo administrado, por el cual (ex arts. 109°
y 206° de la LPAG), todo afectado en sus derechos o intereses legítimos puede y tiene
el derecho a recurrir contra el acto administrativo, en la forma y términos previstos por
las normas procedimentales26. Claro está entonces, que la facultad de recurrir en sede
administrativa los actos administrativos que afecten derechos o intereses legítimos
(cuando ello sea posible), es parte del derecho al debido proceso en su faz
administrativa, y deben ser hechos valer por los administrados a fin de que puedan
acceder a mecanismos de revisión en sede administrativa (y luego, en aplicación de la
tutela judicial efectiva, en el ámbito judicial).

b) Derecho a ofrecer y producir prueba: La prueba es un elemento esencial del


procedimiento administrativo, en cuanto es el vehículo formal para la comprobación de
los hechos y afirmaciones que se viertan en el mismo. Por su clara connotación de
garantía procesal, el derecho a la prueba ha adquirido una relevancia insospechada para
el ámbito del procedimiento administrativo, hecho que se ve afirmado por la mejor
doctrina27

c) Derecho a obtener una decisión motivada y fundada en derecho:


Consideración expresa de los argumentos y de las consideraciones propuestas por los
administrados en el procedimiento.

Consideración expresa de los argumentos y de las consideraciones propuestas por los


administrados en el procedimiento.
es decir, aquellas alegaciones y defensas relevantes para la adopción de la decisión
administrativa correspondiente y aplicable al caso concreto. La autoridad administrativa
tiene el deber de decidir expresamente las peticiones que se le formulen (inclusive las
simples denuncias).
En caso no se brinde una respuesta o se brinden respuestas parciales o incongruentes
con las pretensiones procedimentales de los administrados, se considerará que existe
una afectación al debido procedimiento, en la variable de afectación del derecho a
obtener una decisión fundada en Derecho. Cabe recordar inclusive, que el deber de
resolver por parte de las autoridades es una regla general, solamente exceptuada por la
aplicación del silencio positivo, o por la decisión del administrado de someter su asunto
a instancias superiores o al ámbito jurisdiccional (caso de la aplicación del silencio
administrativo negativo). Obligación de fundar y motivar las decisiones, por parte de la
autoridad administrativa. La motivación del acto administrativo es un elemento
fundamental del acto administrativo30, que implica que la Administración realice un
discurso argumentativo justificatorio de sus decisiones, a fin de eliminar de las mismas
cualquier rezago de arbitrariedad o de injusticia. Implica una suerte de proscripción del
mero “porque si”, en cuanto a los razonamientos que justifican o fundamentan las
decisiones de la Administración.

Sancionadores

En tal sentido, en el ámbito de los procedimientos sancionadores, consideramos que, a


la par de la aplicación de las normas que rigen al debido proceso en el ámbito del
procedimiento administrativo, serán de aplicación aquellas garantías y principios del
derecho de defensa en el orden penal con una extensión o aplicación modulada al
ámbito del derecho administrativo sancionador.
.

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