Debido Proceso Administrativo
Debido Proceso Administrativo
Debido Proceso Administrativo
alcances del derecho fundamental al debido proceso desde el ámbito judicial hacia el
ámbito administrativo, comenzándose a hablar de un “debido procedimiento
administrativo”
aplicación del contenido del derecho fundamental al debido proceso en el ámbito de los
procedimientos administrativos, es decir, en el escenario del ejercicio formal de la
función administrativa.
El derecho esencial dentro del ámbito del debido procedimiento, es el de permitir a los
administrados expresar, sea de modo oral o escrito sus argumentos y posiciones con
respecto a sus propias peticiones y a las actuaciones administrativas relativas al trámite
del procedimiento mismo. Este derecho es uno de importancia práctica trascendental,
puesto que implica que en ningún procedimiento administrativo se proceda “inaudita
altera pars”, es decir, sin haber atendido, escuchado o merituado los argumentos del
peticionante en el mismo. Tal como lo hemos indicado, este derecho implica dos cosas:
a) que la autoridad reciba y atienda los argumentos formulados por el administrado
antes de finalizar el procedimiento, y, b) que los argumentos formulados por el
administrado sean incorporados en el razonamiento y justificación en el cual la
autoridad reposa el sentido de su decisión final sobre el procedimiento.
Ahora bien, este derecho bajo análisis, si implica la necesidad de que la autoridad
administrativa tome contacto directo con el procedimiento, y en todo caso, requiera los
informes, aclaraciones y precisiones que requiera por parte del administrado, para tener
en claro el alcance de sus pretensiones y poder tramitar correctamente el trámite del
procedimiento. Debe recordarse que la autoridad administrativa tiene un rol tuitivo en
los procedimientos, y por tanto, debe encauzar de oficio los mismos cuando sea posible,
y brindar la orientación correspondiente, así como requerir al administrado la
información necesaria para resolver el trámite del procedimiento.
Derecho a interponer los recursos administrativos que sean pertinentes
e la “facultad de contradicción” que asiste a todo administrado, por el cual (ex arts. 109°
y 206° de la LPAG), todo afectado en sus derechos o intereses legítimos puede y tiene
el derecho a recurrir contra el acto administrativo, en la forma y términos previstos por
las normas procedimentales26. Claro está entonces, que la facultad de recurrir en sede
administrativa los actos administrativos que afecten derechos o intereses legítimos
(cuando ello sea posible), es parte del derecho al debido proceso en su faz
administrativa, y deben ser hechos valer por los administrados a fin de que puedan
acceder a mecanismos de revisión en sede administrativa (y luego, en aplicación de la
tutela judicial efectiva, en el ámbito judicial).
Sancionadores