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RENE ISAI VELAZQUEZ VARGAS

PROCEDIMIENTO ADMINISTRATIVO

DERECHO

MANUEL SOSA BENITEZ

El proceso judicial es básicamente la exigencia constitucional para el desarrollo rogado de


la jurisdicción. El proceso sirve a la satisfacción de los intereses jurídicos socialmente
relevantes, siendo el medio constitucionalmente instituido para ello. En función del
momento al que nos estemos refiriendo, el proceso tendrá diferente significado: En el
momento constitucional, el debido proceso es el instrumento constitucionalmente previsto
para la tutela de los intereses legítimos de las personas. En el momento dinámico o
procesal, el proceso tiene ya un contenido concreto, y se trata de un proceso específico,
que es la articulación concreta que posibilita el rogado desarrollo de la función
jurisdiccional. El procedimiento consiste en el conjunto de normas jurídicas generales que
regulan los trámites, actos y resoluciones a través de los cuales los jueces y tribunales
ejercitan su potestad jurisdiccional juzgando y haciendo ejecutar lo juzgado.

El concepto de proceso es más complejo que el de procedimiento; no siempre que hay


procedimiento existe un proceso. La confusión entre ambos es histórica; pero el Derecho
procesal se ocupa del proceso y no del procedimiento, ya que si se emplea el término
"procedimiento" se pueden producir algunos inconvenientes:

Este término no es exclusivo del derecho procesal, ni tampoco del ámbito jurídico.

Es un término que sólo alude a un aspecto formal o actividad externa, como es la mera
sucesión de actos procesales.

Pero el término “proceso” engloba una realidad más amplia; además del procedimiento
legalmente previsto, incluye también las relaciones entre los sujetos intervinientes, las
relaciones entre éstos y el objeto del proceso, etc. El proceso, además, aspira a una
finalidad, que es la terminación o justa composición del litigio, y para llegar a ella emplea
el procedimiento como medio. Todo proceso implica la existencia de un procedimiento;
pero puede que exista un procedimiento sin que haya proceso alguno. La finalidad de este
procedimiento es resolver todos y cada uno de los problemas presentados ante el tribunal,
los cuales causen agravio a los particulares o hasta a la autoridad misma, presentando
ante un tercero el asunto para que resuelva el problema.

El artículo octavo de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo o


LFPCA establece detalladamente los casos en que será improcedente el Juicio de
Nulidad, es decir, los casos en que no podrá interponerse este juicio. El Juicio de Nulidad
es improcedente, por causales y contra actos: Que no afecten los intereses jurídicos del
demandante salvo en los casos de legitimación expresamente reconocida por las leyes
que rigen al acto impugnado, que no le competa conocer a dicho Tribunal, que hayan sido
materia de sentencia pronunciada por el Tribunal Fiscal y Administrativo siempre que
hubiera identidad de partes y se trate del mismo acto impugnado aunque las violaciones
alegadas sean diversas, cuando haya consentimiento entendiéndose que hay
consentimiento si no se promovió algún medio de defensa en los términos de las leyes
respectivas o juicio ante el Tribunal en los plazos que señala la LFPCA, que sean materia
de un recurso o juicio que se encuentre pendiente de resolución ante una autoridad
administrativa o ante el propio Tribunal, que puedan impugnarse por medio de algún
recurso o medio de defensa excepto aquéllos cuya interposición sea de manera optativa,
conexos a otro juicio o caso que haya sido impugnado por medio de algún recurso o
medio de defensa diferente (para los efectos de este supuesto, se entiende que es
conexo o que hay conexidad siempre que concurran las causas de acumulación previstas
en el artículo 31 de esta Ley, como por ejemplo igualdad de partes), que hayan sido
impugnados en un procedimiento judicial diferente.

Las fases del juicio contencioso administrativo son las que se exponen a continuación:

LA DEMANDA: Conforme al artículo 13 de la LFPCA. El demandante podrá presentar su


demanda, mediante Juicio en la vía tradicional, por escrito ante la sala regional
competente o, en línea, a través del Sistema de Justicia en Línea, para este último caso,
el demandante deberá manifestar su opción al momento de presentar la demanda. Una
vez que el demandante haya elegido su opción no podrá variarla. Cuando la autoridad
tenga este carácter la demanda se presentará en todos los casos en línea a través del
Sistema de Justicia en Línea.

LA CONTESTACIÓN: Una vez admitida la demanda, se correrá traslado de ella al


demandado, emplazándolo para que la conteste dentro de los treinta días siguientes a
aquél en que surta efectos el emplazamiento, conforme al artículo 19 de la LFPCA.

LAS MEDIDAS CAUTELARES: Éstas se tomarán conforme a lo indicado en el artículo 24


de la ley en comento: Articulo 24. Una vez iniciado el juicio contencioso administrativo,
salvo en los casos en que se ocasione perjuicio al interés social o se contravengan
disposiciones de orden público, y con el fin de asegurar la eficacia de la sentencia, el
Magistrado Instructor podrá decretar la suspensión de la ejecución del acto impugnado, a
fin de mantener la situación de hecho existente en el estado en que se encuentra, así
como todas las medidas cautelares positivas necesarias para evitar que el litigio quede sin
materia o se cause un daño irreparable al actor.

LAS PRUEBAS: Conforme a la ley en comento: Articulo 40.- En los juicios que se tramiten
ante este Tribunal, el actor que pretende se reconozca o se haga efectivo un derecho
subjetivo, deberá probar los hechos de los que deriva su derecho y la violación del mismo,
cuando ésta consista en hechos positivos y el demandado de sus excepciones.

En los juicios que se tramiten ante el Tribunal, serán admisibles toda clase de pruebas,
excepto la de confesión de las autoridades mediante absolución de posiciones y la
petición de informes, salvo que los informes se limiten a hechos que consten en
documentos que obren en poder de las autoridades.

LA SENTENCIA: Sobre esta fase, el artículo 49 del citado código señala lo siguiente: La
sentencia se pronunciará por unanimidad o mayoría de votos de los Magistrados
integrantes de la sala, dentro de los cuarenta y cinco días siguientes a aquél en que haya
quedado cerrada la instrucción en el juicio. Para este efecto, el Magistrado Instructor
formulará el proyecto respectivo dentro de los treinta días siguientes al cierre de
instrucción. Para dictar resolución en los casos de sobreseimiento, por alguna de las
causas previstas en el artículo 9o. de esta Ley, no será necesario que se hubiese cerrado
la instrucción.
Origen en los tribunales administrativos franceses de tal nombre, que se caracterizan por
ser órganos de la propia administración que resuelven los litigios entre ella y los
administrados, sin revisión judicial posterior. El proceso contencioso administrativo - PCA.
Se trata de una de las instituciones más importantes del Proceso Contencioso
Administrativo, pues incide en su inicio, desarrollo y culminación.

El contencioso administrativo en México se manifiesta cuando la controversia es generada


por un acto de la administración que lesiona intereses jurídicos de los particulares. El
principio parte de la división de poderes, en el cual el poder judicial no puede inmiscuirse
en los asuntos de la Administración y sólo debe juzgar asuntos del orden común entre los
particulares. La jurisdicción en esta materia implica valorar el interés público y algunas
cuestiones meta jurídica que no podría apreciar el poder judicial

Como señala Bosch, el empleo de la expresión “lo contencioso administrativo” es errado


si con ello se pretende “hablar de jurisdicción o de proceso, porque ambos vocablos ya
indican, de por sí, que estamos en presencia de una actividad de naturaleza jurisdiccional.
Sería por lo menos superfluo interponer la palabra «contencioso» entre las de
«jurisdicción administrativa» o «proceso administrativo.» A nadie se le ocurriría decir
jurisdicción contencioso civil o jurisdicción contencioso penal, proceso (O laboral o lo que
fuere.)” “Pareciera que tampoco para denominar al órgano especial que ejerce jurisdicción
administrativa. Con decir juzgado o cámara o sala «en lo administrativo» es suficiente;
como lo es también decir juzgado «en lo civil,» cámara «en lo penal,» etc., nuestro juicio,
debe hablarse de “derecho procesal administrativo” y “proceso administrativo;” y para
diferenciarlo del trámite ante la Administración Pública, llamaremos a este último
“procedimiento administrativo,” eliminando con referencia al mismo la aplicación tanto del
término “proceso” como “derecho procesal.” El “procedimiento administrativo” será así una
parte del derecho administrativo que estudiará las reglas y principios que rigen la
intervención de los interesados en la preparación e impugnación de la voluntad
administrativa. Toda la doctrina del “contencioso administrativo” tradicional ha sido
estructurada como parte del derecho administrativo tradicional, y como tal adolece de sus
mismos vicios clásicos

La jurisdicción es la función pública, realizada por órganos competentes del Estado, con
las formas requeridas por ley, en virtud de la cual, por acto de juicio, se determina el
derecho de las partes, con el objeto de dirimir sus conflictos y controversias de relevancia
jurídica, mediante decisiones con autoridad de cosa juzgada, eventualmente factibles de
ejecución. La Jurisdicción es la Potestad que tiene el Estado en su conjunto para
solucionar conflictos particulares a través de la imposición de la Ley y el Derecho. Esa
potestad es encargada a un órgano estatal, el Judicial. La jurisdicción es la potestad que
tiene el Estado de administrar justicia por medio de los órganos del Poder Judicial de
acuerdo con la Constitución y las leyes

La competencia de un tribunal o juez para conocer un proceso se determina por razón de


territorio (límite geográfico donde un juzgado tiene competencia), de la naturaleza (pública
o privada-arbitraje-), materia (penal, civil, familiar,) o cuantía (monto de dinero litigado) y
de la calidad de las personas que litigan (casos de corte).

La competencia puede ser pública o privada. Por ejemplo, es competencia privada el de


los jueces árbitros que dirimen controversias en el campo comercial, que es
eminentemente privado. Pueden someterse a arbitraje, las controversias que deriven de
una relación jurídica patrimonial de derecho privado y de naturaleza contractual

COMPETENCIA POR MATERIA. Se traduce en especialidades de los juzgados, unos


conocen sólo procesos en lo penal, otros sólo conocen procesos en lo civil, en lo familiar,
etc.

COMPETENCIA POR CUANTÍA. Por la cantidad del monto de dinero litigado los juzgados
se dividen: Juzgados de Mínima Cuantía (ex - juzgados parroquiales) atendidas por los
comandantes de la Comisaría Policial que conocen hasta montos de 500 Bs; Juzgados de
Instrucción, que conocen montos de 501 a 30.000 Bs; Juzgados de Partido que conocen
de montos de dinero de 30.001 Bs. hacia arriba.

La pretensión de nulidad o ineficacia; la pretensión de reconocimiento o restablecimiento


del derecho; la pretensión de declaración de contraria a derecho y cese de una actuación
material; la pretensión de cumplimiento, y, la pretensión de indemnización.

Al respecto, el destacado procesalista español Jaime Guas del Gado considera que la
pretensión procesal “… es una declaración de voluntad por la que se solicita una
actuación de un órgano jurisdiccional frente a persona determinada y distinta del autor de
la declaración”. Añade que la pretensión es una “declaración petitoria” que contiene el
derecho reclamado y a través de ella “se expone lo que el sujeto quiere”1.

Por su parte, el profesor Hernando devisa Echandi, entiende la pretensión como “…el fi
concreto que el demandante persigue, es decir, las declaraciones que pretende se hagan
en la sentencia”. Precisa que se trata de una “…declaración de voluntad del demandante
para que se sujete o vincule al demandado en determinado sentido y para ciertos efectos
jurídicos concretos mediante una sentencia”2.

Para el procesalista argentino Lino PALACIO, la pretensión es “…el acto en cuya virtud se
reclama ante un órgano jurisdiccional y frente a una persona distinta, la resolución de un
conflicto suscitado entre dicha persona y el autor de la reclamación. Dicho acto
suministra, precisamente, la materia alrededor de la cual el proceso se inicia, desarrolla y
se extingue”3.

A pretensión resulta ser una institución fundamental del proceso que consiste en la
petición concreta que se hace a un órgano jurisdiccional para que ampare la postura del
proponente en relación a una controversia o un asunto de su interés. Es una declaración
petitoria en torno a la cual gira el desarrollo de todo el proceso. Precisamente por ello, la
pretensión termina siendo reconocida como el objeto del proceso, contiene un pedido
concreto

Tales pedidos en el caso del proceso contencioso administrativo pueden ser: La


declaración de nulidad o ineficacia de un acto administrativo, el reconocimiento o
restablecimiento de un derecho, la declaración de contraria a derecho y el cese de
actuaciones materiales ilegítimas, la realización de una actuación debida, el otorgamiento
de una indemnización, etc.

Lo que distingue o define a la pretensión son fundamentalmente tres características: 1) El


llamado a la autoridad jurisdiccional para que resuelva un conflicto en determinado
sentido, 2) La petición concreta efectuada para que se le reconozca, se efectivice o
restablezca un derecho, 3) Que tal petición se formule respecto de una tercera persona
con la cual se tiene una controversia.

Está integrada por dos elementos: 1) Su objeto y, 2) Su razón. El primero de ellos


representa el efecto jurídico que se quiere alcanzar y, el segundo, el fundamento fáctico y
jurídico que respalda la petición4.

El objeto de la pretensión es el pedido que se formula (petito) y su razón son los


argumentos que fundamentan el pedido (causa pretendí).

Sin embargo, la pretensión procesal administrativa tiene ciertas características que la


distinguen de las demás pretensiones procesales. En ese sentido, la pretensión procesal
administrativa es aquella que deduce un administrado frente a la administración pública5.

La pretensión procesal administrativa es una declaración de voluntad que se plantea ante


un órgano jurisdiccional efectuando una petición concreta contra una actuación
presuntamente irregular de una entidad pública, regulada por el derecho administrativo.
Es una declaración petitoria que se formula con el propósito que se ampare la postura del
administrado en relación a la controversia con la administración pública. En torno a esta
declaración petitoria gira el desarrollo de todo el proceso, razón por la cual la pretensión
es el objeto del proceso contencioso administrativo.
El insigne procesalista italiano Piero Salamandria, concebía a la acción como el
“…recurso con el que el ciudadano invoca, en su propio favor, la fuerza pública del
Estado…”. Es decir, la entendía como “…la facultad (…) de dirigirse al Estado para
obtener justicia contra el obligado: Al faltar el voluntario cumplimiento del obligado, el
titular del derecho se dirige al Estado a fi de que como garante de la observancia del
derecho, convierta la obligación en sujeción”6.

Más recientemente, MONTERO AROCA ha señalado que la acción es “… el derecho a la


actividad jurisdiccional”, es decir, el derecho “…a poner en movimiento la actividad
jurisdiccional del Estado”7.

La acción es un derecho a la tutela jurisdiccional, que existe incluso antes de la iniciación


del proceso, mientras que la pretensión es una acto, una petición concreta, específica,
que está contenida en la demanda, que constituye el objeto del proceso y, que en
palabras de Lino PALACIO, es “… la materia alrededor de la cual el proceso se inicia,
desarrolla y extingue”

El magistrado Jorge Payano señala: La pretensión no es un derecho sino un simple acto


de voluntad exteriorizado mediante la presentación de la demanda en ejercicio del
derecho de acción
PARTES DEL PROCESO CARACTERÍSTICAS.
ADMINISTRATIVO
EL DEMANDANTE Es el gobernado afectado de manera
directa por la resolución de la autoridad
administrativa o aquel que solicita la
actuación de la misma para producir la
emisión del acto administrativo por el que
podrá ejercer un derecho.
LOS DEMANDADOS Es el órgano, ente público o dependencia
que de acuerdo a la ley se encuentra
legitimada, por ser la competente para
conocer el asunto motivo del
procedimiento.
Tendrán ese carácter:
a) La autoridad que dictó la resolución
impugnada.
b) El particular a quien favorezca la
resolución cuya modificación o nulidad pida
la autoridad administrativa.
c) El Jefe del Servicio de Administración
Tributaria o el titular de la dependencia u
organismo desconcentrado o
descentralizado que sea parte en los juicios
en que se controviertan resoluciones de
autoridades federativas coordinadas,
emitidas con fundamento en convenios o
acuerdos en materia de coordinación,
respecto de las materias de la competencia
del Tribunal.
Dentro del mismo plazo que corresponda a
la autoridad demandada, la Secretaría de
Hacienda y Crédito Público podrá
apersonarse como parte en los juicios en
que se controvierta el interés fiscal de la
Federación.
TERCERO Es el particular o gobernado que puede
verse afectado indirectamente por la
actuación de la autoridad, como en caso de
embargo o secuestro de bienes que no son
propiedad del particular que ha sido
requerido del cumplimiento de alguna
obligación económica que tiene con la
administración pública

Actividad 3:

Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. c) C. Secretario de


Gobernación. d) C. Director del Diario Oficial de la Federación, y e) Segunda Sección de
la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa. Ley o actos que
de la autoridad responsable se reclaman: a) Del H. Congreso de la Unión, entendiéndose
por éste, a las Cámaras de Senadores y Diputados, se reclama la inconstitucionalidad del
artículo 28 de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en cuanto
hace a la aprobación y expedición del decreto que lo contiene. b) Del Presidente
Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, se reclama la aprobación, promulgación
y publicación del decreto por el que se emite la Ley Federal de Procedimiento
Contencioso Administrativo, en cuanto hace al artículo 28, vigente. c) Del C. Secretario de
Gobernación, reclamo el refrendo y firma del decreto por el cual se promulgó el artículo 28
de la Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo vigente. d) Del C. Director
del Diario Oficial de la Federación, reclamo la publicación en el Diario Oficial de la
Federación, de fecha primero de diciembre de dos mil cinco, de la Ley Federal de
Procedimiento Contencioso Administrativo, en donde se contiene el artículo 28, y e) De la
H. Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, se reclama la emisión de la sentencia interlocutoria de fecha veintinueve
de junio de dos mil diez, en autos del juicio de nulidad número. El Presidente de la
Segunda Sección de la Sala Superior del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y
Administrativa, con residencia en la Ciudad de México, Distrito Federal, al rendir su
informe justificado (foja 43), en lo conducente, manifestó textualmente lo siguiente: Se
manifiesta que el acto reclamado por la quejosa, consiste en la sentencia interlocutoria
dictada por la Segunda Sección de la Sala Superior, el 29 de junio de 2010, en el recurso
de reclamación citado al rubro, resulta constitucional. En efecto, la hoy quejosa no
cumplimentó el requerimiento formulado por la autoridad exactora, en el sentido de que
exhibiera dentro del término de 15 días diversos requisitos relacionados con la calificación
y aceptación de la garantía ofrecida, sin los cuales no se aceptaría la misma. Se aclara
que en autos tampoco obra prueba alguna que demuestre la negativa de la suspensión
por parte de la autoridad ejecutora, del rechazo de la garantía ofrecida por el particular o
el reinicio de la ejecución, y al no cumplirse con los requisitos del artículo 28 de la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, se revocó la sentencia
interlocutoria de 11 de marzo de 2010, dictada por la Primera Sala Regional de Oriente,
en cuya razón, esta Segunda Sección, negó la suspensión definitiva solicitada por la hoy
quejosa. La negativa se funda en la jurisprudencia 2a./J. 68/2010, sustentada por la
Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, con lo cual se actualizan las
hipótesis de improcedencia y sobreseimiento establecidas en los artículos 73, fracción
XVIII y 74, fracción III, de la invocada Ley de Amparo. Finalmente, se solicita que se tenga
por cumplimentado su requerimiento y se deje sin efectos el apercibimiento formulado."
(Foja 43).

De las copias certificadas que se anexaron al informe justificado antes referido, se


desprenden los siguientes antecedentes: Conforme a lo establecido en el párrafo tercero
del artículo 36 de la Ley de Amparo, es competente el Juez de Distrito en cuya jurisdicción
resida la autoridad que hubiere dictado la resolución reclamada, cuando ésta no requiera
ejecución material. Por tanto, cuando de la demanda de amparo se desprenda que el acto
reclamado es un procedimiento administrativo al que se le atribuyen únicamente vicios
propios y no ejecución material, además, de que sólo se señala como autoridad
responsable a la que emitió el acto, debe concluirse que corresponde conocer del asunto
al Juez de Distrito en cuya jurisdicción reside esta autoridad."
En las relatadas condiciones, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 91,
fracción IV y 94 de la Ley de Amparo, procede revocar la sentencia sujeta a revisión y
remitir los autos al Juez de Distrito en Materia Administrativa en el Distrito Federal, en
turno, por conducto de la oficina de correspondencia común respectiva, para el efecto de
que dicte el fallo que en derecho corresponda, en el entendido de que la nulidad de
actuaciones se produce únicamente respecto de la sentencia dictada por el Juez Quinto
de Distrito en el Estado de Puebla, incompetente, y no así por lo que hace a la audiencia
constitucional, ni a las actuaciones anteriores a ella. Tiene aplicación al caso, en lo
conducente, la jurisprudencia P./J. 8/2001, por contradicción de tesis, del Pleno de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en las páginas 5 y 6, Tomo XIII, enero
de 2001, Novena Época del Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, cuyo
contenido es el siguiente: Cabe destacar que si bien la quejosa, en el juicio de amparo de
origen, también indicó como acto reclamado la inconstitucionalidad del artículo 28 de la
Ley Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, para lo cual la impetrante
señaló como autoridades responsables al Congreso de la Unión, al Presidente
Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, al secretario de Gobernación, así como
al director del Diario Oficial de la Federación, a quienes atribuyó la aprobación,
promulgación, expedición, refrendo y publicación del decreto por el que se emite la Ley
Federal de Procedimiento Contencioso Administrativo, en cuanto hace a su artículo 28;
sin embargo, ello no obsta para arribar a la conclusión antes adoptada, porque
independientemente de que todas y cada una de esas autoridades tienen su domicilio en
la Ciudad de México, Distrito Federal, lo cierto es que la inconstitucionalidad del aludido
artículo 28 se planteó con motivo de su acto de aplicación, consistente en la resolución de
veintinueve de junio de dos mil diez, emitida por la Segunda Sección de la Sala Superior
del Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa, con residencia en la Ciudad de
México, Distrito Federal. Por lo expuesto, y con fundamento en los artículos 36, primer
párrafo y 83, fracción IV, de la Ley de Amparo, 35 de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, se resuelve: Notifíquese personalmente a la parte quejosa, en el
domicilio señalado en autos; remítase testimonio de esta resolución al Juzgado de Distrito
de origen y, en su oportunidad, archívese el toca

Así, lo resolvió el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Sexto Circuito,
por mayoría de votos de los Magistrados Jorge Higuera Corona y José Eduardo Téllez
Espinoza, en contra del voto particular del Magistrado Francisco Javier Cárdenas
Ramírez, siendo relator el primero de los nombrados. Conforme a lo previsto en los
artículos 14, fracción IV y penúltimo párrafo, 18, fracción II, y 20, fracción VI, de la Ley
Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, así como a
lo dispuesto en el artículo 92 del Acuerdo General 84/2008 del Pleno del Consejo de la
Judicatura Federal, que establece las atribuciones de los órganos en materia de
transparencia, así como los procedimientos de acceso a la información pública y
protección de datos personales, en esta versión pública se suprime la información
considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos
normativos.

BIBLIOGRAFIA

https://www.derecho.unam.mx/.../Derecho_Procesal_Administrativo_AreaI-Derecho_...

https://www.derecho.unam.mx/investigacion/publicaciones/revista.../CJ2_Art_2.pdf

Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) (2002). Enciclopedia jurídica mexicana.


México: Porrúa.

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2115797.pdf

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catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/ledf/losson_r_o/capitulo5.pdf

https://www.gordillo.com/pdf_tomo5/03/03-capitulo1.pdf

Ley Orgánica del Tribunal Federal de Justicia Administrativa, Nueva Ley publicada
en el Diario Oficial de la Federación el 18 de julio de 2016, recopilado
http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LOTFJA.pdf

http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/112_180518.pdf

DOF: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LFPCA_270117.pdf DOF 09-


04-2012, recopilado: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/6.pdf

http://www.aldf.gob.mx/archivo-a547de7f4dbbab98dbc27199b02c6f35.pdf

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