Ley - de - Notariado 1930
Ley - de - Notariado 1930
Ley - de - Notariado 1930
DECRETO Nº 162
EL CONGRESO NACIONAL
DECRETA
la siguiente
Artículo 1.
El Notariado es la institución del Estado que garantiza la seguridad y perpetua
constancia de los actos oficiales y de los contratos y disposiciones entre vivos o por
causa de muerte.
Artículo 2.
El ejercicio del Notariado en cualquiera de sus ramos, es incompatible con todo
cargo público que tenga anexa jurisdicción y goce de sueldo1.
Artículo 3.
Los Notarios usarán en todos los actos en que intervengan, un testimonio de su
autoridad, un sello que exprese su nombre y apellido y su carácter de Notario.
Artículo 4.
CAPITULO II
REQUISITOS PARA EL EJERCICIO
DEL NOTARIADO
Artículo 5.
Para obtener el exequátur el interesado se presentará por escrito ante la Corte
Suprema de Justicia acompañando los documentos que acrediten los extremos a
que se refiere el Artículo anterior, y el Tribunal, con vista de ellos y previa
información de tres testigos idóneos y de notoria buena conducta que depondrán
acerca de la vida y costumbres del peticionario, resolverá lo procedente, ordenando
en su caso la inscripción en el registro del Notariado que deberá abrirse en la
Secretaría de la misma Corte.
Artículo 6.
También se llevará un registro en la Secretaría de la Corte Suprema de Justicia, de
la firma y sello de los Notarios, quedando éstos en la obligación de poner en
conocimiento de dicho Tribunal cualquiera modificación posterior que hagan en su
firma y sello, para los efectos legales.
Artículo 7.
La Corte Suprema de Justicia por medio de la Secretaría, hará conocer a los Jueces
y Tribunales de la República, la firma y sello de los Notarios o las modificaciones
posteriores que hicieren, para lo cual los interesados presentarán las hojas
suficientes de papel de oficio firmadas y selladas, precedidas de una nota que diga
así:
"firma y sello que usará el infrascrito Notario". (Aquí la firma y sello del Notario).
Artículo 8.
Los Notarios son Ministros de Fe Pública, encargados de autorizar los actos y
contratos en los cuales se solicite su intervención y su función la podrán ejercer en
todo el territorio nacional y en cualquier día y hora. Asimismo, podrán ejercer la
Función Notarial en todo tiempo, en países del extranjero, para autorizar
declaraciones, actos y contratos otorgados por hondureños o que hayan de surtir
efectos en Honduras.
Artículo 9.
Son obligaciones de los Notarios:
1. Autorizar los documentos públicos con arreglo a la Ley y de acuerdo con las
instrucciones que de palabra o por escrito les dieren los otorgantes;
2. Formar protocolos de las escrituras que se autoricen y de los documentos y
diligencias que protocolicen;
3. Dar a los interesados testimonio, copias fotostáticas o fotográficas y
certificaciones que pidieren con arreglo a derecho, de los actos y contratos que ante
ellos se hubieren celebrado o de los protocolos que le fueren dados en custodia por
otro Notario;
4. Llevar un Libro Copiador de las cubiertas de los testamentos cerrados que
autoricen; y copias de los instrumentos públicos autorizados en el año anterior que
contenga su protocolo; y,
5. Autorizar los demás actos y diligencias que determinen las Leyes.
Artículo 10.
Los Notarios podrán autorizar, en relación o copia, traslados de documentos no
protocolizados y de testimonios por exhibición, certificar de existencia, dar fe de la
autenticidad de firmas de autoridades, de empleados públicos y de toda clase de
personas, cuando dichas firmas les fuere conocidas o hayan sido puestas a su
presencia, y en general extender y autorizar, a instancia de parte, actas en que se
consignen los hechos y circunstancias que presencien o ante ellos se declaren.
Artículo 11.
Los Notarios son responsables de la integridad y conservación de los protocolos y
los guardarán con el esmero y diligencia que corresponda a la confianza que el
público deposita en ellos.
Artículo 12.
Los Notarios gozarán de los emolumentos que el respectivo Arancel les señala,
salvo convenios que sobre el particular celebren con los interesados.
Artículo 13.
Protocolo es la colección ordenada de las escrituras matrices autorizadas por el
Notario y de las diligencias y documentos que protocolice durante el año. El
protocolo constará de uno o más tomos encuadernados, foliados y con los demás
requisitos que se determinan en esta ley.
Artículo 14.
Cuando en las matrices, testimonios de éstas y demás actos notariales aparezca
indicio de delito, el Juez o Tribunal respectivo deberá, por sí o por delegación,
examinar los instrumentos correspondientes y practicar o dar orden para que se
practiquen, según los casos, las diligencias que estime pertinentes para la
comprobación de los hechos, sin ser permitido desglosar los documentos originales.
Artículo 15.
Los Notarios no permitirán sacar de su archivo ningún documento que se halle bajo
su custodia, por razón de su oficio.
Artículo 16.
Los Notarios abrirán su protocolo el primer día que comiencen a ejercer sus
funciones, extendiendo en el papel sellado correspondiente una nota que diga así:
"Protocolo de los instrumentos públicos autorizados por el infrascrito Notario
durante el año de .....(aquí el año), determinará el lugar donde abra el protocolo,
fechará en letras, sellará, firmará y rubricará". El día último de cada año o en la
fecha en que por cualquier causa cesare en sus funciones, los Notarios cerrarán su
protocolo con la nota siguiente: "Concluye el protocolo de los instrumentos públicos
autorizados por el infrascrito Notario durante el presente año que contiene
.....(tantos instrumentos y tantos folios"). Determinará el lugar donde cierra el
protocolo, fechará en letras, sellará, firmará y rubricará".
Las notas de apertura y cierre de los protocolos se consignarán en pliegos
separados.
Artículo 17.
El protocolo llevará al final un índice que contenga, respecto a cada instrumento, el
número de orden, folio, lugar y fecha, nombre de los otorgantes y testigos y el
objeto del acto o contrato y se extenderá en papel sellado de segunda clase.
Artículo 18.
Los Notarios remitirán, a más tardar dentro de los cuatro primeros meses de cada
año a la Corte Suprema de Justicia, testimonios o copias fotostáticas o fotográficas
de los instrumentos públicos que hubieren autorizado el año inmediato anterior
contenidos en su protocolo, debidamente encuadernados y con su índice respectivo.
Artículo 19.
Los protocolos deben guardarse con la debida reserva y sólo los interesados en una
o más escrituras podrán imponerse de su contenido, en presencia del Notario.
También podrán revisarse los protocolos de orden del Juez o Tribunal competente,
para cotejos, reconocimientos caligráficos, confrontación de firmas y otros fines
análogos.
Artículo 20.
Las disposiciones precedentes no serán aplicables a los testamentos y escrituras de
reconocimientos de hijos naturales, que mientras vivan los otorgantes, sólo a ellos
podrán ser enseñados.
Artículo 21.
Los instrumentos públicos llevarán el número que les corresponda escrito en letras;
y las hojas del protocolo serán foliadas también en letras y guarismos.
Artículo 22.
CAPITULO V
DE LAS ESCRITURAS MATRICES
Art. 22. Escritura matriz es la original redactada por el Notario sobre el acto o
contrato sometido a su autorización, firmada por los otorgantes y testigos, que
sepan y puedan, y firmada y sellada por el Notario.
Artículo 23.
Las escrituras matrices se extenderán en pliegos enteros, una en pos de otra, sin
que quede entre ellas más espacio que el absolutamente indispensable para las
firmas de los otorgantes, testigos y Notarios. En caso de que una escritura termine
en la cuarta plana del pliego, se dejarán tres renglones, cuando menos, para dar
principio a una nueva. Las notas que deban ponerse en una escritura matriz se
consignarán al margen, debiendo principiar por la primera plana en donde comienza
la escritura.
Artículo 24.
Todas las hojas de las escrituras matrices, por la parte que hayan de
encuadernarse, tendrán un margen de veinticinco milímetros. Además, se dejará en
las cuatro planas del pliego otro margen de veinticinco milímetros por la parte
donde comienzan a escribirse los renglones. La primera y tercera planas tendrán
también un margen en blanco de cinco milímetros hacia la derecha.
Artículo 25.
Los instrumentos públicos se redactarán en idioma castellano, usando estilo claro,
puro, preciso, sin frases ni términos oscuros ni ambiguos, observando siempre
como reglas imprescindibles la verdad en el concepto, la propiedad en el lenguaje y
la severidad en la forma.
Artículo 26.
Las escrituras públicas y demás actos notariales deben ser extendidos
observándose las disposiciones de la presente y demás leyes del país; y los
Notarios serán responsables de cualquiera irregularidad cometida en la redacción
de los instrumentos.
Artículo 27.
La escritura pública debe expresar el lugar, día, mes y año de su autorización, el
nombre, apellido y vecindario del Notario, nombres y apellidos de los otorgantes y
testigos, si son mayores de edad, su estado, profesión u oficio y vecindad, la
naturaleza del acto o contrato y su objeto. Cuando la ley lo requiera se consignará
la hora en que se autoriza la escritura.
Artículo 28.
Los Notarios autorizarán las escrituras públicas y demás actos en que intervengan
por razón de su oficio, con su firma entera y sello, que no podrán variar sino
observando lo dispuesto en el artículo 6º de esta ley.
Artículo 29.
No podrán autorizar los Notarios ninguna escritura matriz sin la presencia de dos
testigos de cualquier sexo.
Artículo 30.
No podrán ser testigos en instrumentos públicos los parientes, escribientes o
empleados del Notario autorizante.
Tampoco podrán serlo los parientes de las partes interesadas en los instrumentos,
ni los del Notario; unos y otros dentro del cuarto grado de consanguinidad y
segundo de afinidad.
Artículo 31.
Ningún Notario podrá autorizar contratos que contengan disposiciones en su favor,
o que en alguno de los otorgantes sea pariente suyo, dentro de los grados
expresados en el artículo anterior.
Artículo 32.
Los Notarios darán fe en los instrumentos públicos de conocer a las partes, o de
haberse asegurado de su conocimiento por el dicho de los testigos instrumentales,
o de otros dos que los conozcan y que se llamarán, por lo tanto, testigos de
conocimiento.
Artículo 33.
Los Notarios darán fe de haber leído a las partes y a los testigos instrumentales la
escritura íntegra, o de haberles permitido que la lean a su elección, antes de que la
firmen; y a los de conocimiento lo que a ellos se refiera, y de haber advertido a
unos y a otros que tienen derecho de leerla por sí.
Artículo 34.
Serán nulas las adiciones, apostillas, entrerrenglonaduras, raspaduras y testados en
las escrituras matrices, siempre que no se salven al fin de éstas con aprobación
expresa de las partes y firmadas por los que deban suscribir el instrumento.
Artículo 35.
Lo dispuesto en los artículos que preceden, relativo a la forma de los instrumentos,
al número y cualidades de los testigos, no es aplicable a los testamentos, en los
cuales regirán las respectivas disposiciones del Código Civil.
Artículo 36.
Cuando se hubiere de insertar documento, párrafo, frase o palabra de otro idioma o
dialecto, se extenderá inmediatamente su traducción o se explicará lo que el
otorgante entiende por la frase, palabra o nombre exótico.
Artículo 37.
El otorgamiento de la escritura, firma de los interesados, testigos y Notario, debe
hacerse en un solo acto. El Notario que contraviniere esta disposición, haciendo
firmar a las partes o testigos en actos diferentes o fuera de la presencia de unos y
otros, incurrirá en una multa de veinticinco a cien pesos6, sin perjuicio de las
demás responsabilidades en que pueda incurrir.
Artículo 38.
Si los otorgantes o alguno de ellos no supiere o no pudiere firmar, lo expresará el
Notario y firmará por el que no lo haga, uno de los testigos instrumentales, sin
necesidad de que escriba en la antefirma que lo hace por sí, como testigo y por el
otorgante u otorgantes que no sepan o no puedan hacerlo, porque el Notario
cuidará de expresar estos conceptos en el mismo instrumento.
Artículo 39.
Los testigos deberán firmar el instrumento. Si alguno de los instrumentales no
supiere o no pudiere, firmará el otro por sí y a nombre del que por tal causa no lo
hiciere, y si por último, ninguno de estos testigos supiere o pudiere firmar, bastará
la firma de los otorgantes y la autorización del Notario, expresando éste que los
testigos no firman por no poder o por no saber.
Cuando concurrieren, además, testigos de conocimiento con arreglo al Art. 32, uno,
cuando menos, deberá saber firmar y firmará por sí y por el que no sepa,
expresándose en ambos casos las circunstancias que prescribe el Art. 27 respecto
de los testigos.
Artículo 40.
Los impedimentos de que trata el artículo 30 no se refieren a los testigos de
conocimientos cuando concurran solamente como tales.
Artículo 41.
Cuando los testigos instrumentales conozcan al otorgante u otorgantes que no
conociese el Notario, podrán a la vez ser testigos de conocimiento, en cuyo caso,
uno, cuando menos, deberá saber firmar y firmará. Por el contrario, los testigos de
conocimiento sólo podrán ser a la vez instrumentales cuando en ellos no concurran
los impedimentos de que trata el citado Art. 30. El Notario debe dar fe de que
conoce a los testigos de conocimiento.
Artículo 42.
Para los efectos del artículo 30, se entiende por escribiente o amanuense,
dependiente o criado, al que presta sus servicios mediante un salario o retribución,
o el que vive en la casa del Notario prestando dichos servicios aunque no devengue
salario.
Artículo 43.
Los otorgantes pueden oponerse a que determinadas personas sean testigos
instrumentales de la escritura, a no ser que la otorguen en virtud de ley o
mandamiento judicial.
Artículo 44.
No es preciso que el Notario de fe en cada cláusula de las estipulaciones o
circunstancias que según las leyes exijan este requisito; bastará que consigne al
final de la escritura la siguiente o parecida fórmula: "Y yo, el Notario, doy fe de
conocer a los otorgantes", o a los testigos de conocimiento, en su caso, etc., "y de
todo lo declarado en este instrumento".
Artículo 45.
La fe del conocimiento, de la profesión, edad, estado y vecindad de los otorgantes,
se entiende siempre dada con relación a las pruebas que presenten o a la
notoriedad de las condiciones del interesado.
Artículo 46.
El Notario, cuando no establezca en una escritura derechos a su favor y si solo
obligaciones, puede ser también otorgante con la antefirma por y ante sí, y en igual
caso autorizar las obligaciones de sus parientes.
Artículo 47.
Las actas notariales autorizadas a instancia de parte, se firmarán por los
interesados, testigos y Notario, y si alguno de los primeros no sabe, no puede o
quiere firmar, se hará constar así en el instrumento. Estas actas se extenderán
como las escrituras matrices en el protocolo corriente, salvo lo establecido en
disposiciones especiales, se comprenderán en el índice y se expedirán a los
interesados cuantas copias pidiesen, libradas en legal forma, sin determinar su
calidad de primeras, segundas, etc.
Artículo 48.
Si alguna de las partes o ambas fueren sordomudos, o mudos que sepan escribir, la
escritura debe hacerse de conformidad a una minuta que den los interesados,
firmada por ellos y reconocida la firma ante el Notario que dará fe del acto. Esta
minuta debe quedar también protocolizada.
Artículo 49.
Si los otorgantes fueren representados por otras personas, el Notario debe expresar
y dar fe de que se le han presentado los documentos legales que acrediten tal
carácter, transcribiendo o haciendo mención circunstanciada de dichos documentos;
y expresará en el instrumento, respecto a los comparecientes, lo que preceptúan
los artículos 27 y 32 en relación a los otorgantes.
Artículo 50.
Protocolización es el acto de incorporar al protocolo a solicitud de parte en virtud de
mandato judicial y conforme a la Ley cierta clase de documentos y actuaciones para
que surtan efectos legales.
Artículo 51.
Las protocolizaciones se harán agregando al registro los documentos y diligencias
mandados protocolar, debiendo extenderse el acta respectiva conforme lo prescrito
en el Art. 47, expresándose, además, en dicha acta, el número de hojas que
contengan las diligencias, que rubricará y foliará el Notario.
Artículo 52.
Sin perjuicio de los motivos de nulidad consignados en otras leyes, son nulos los
instrumentos públicos:
Artículo 53.
No podrán tener efecto las disposiciones a favor de los parientes, dentro del grado
anteriormente prohibido, del que autorizó el instrumento en que se hicieron.
Artículo 54.
Los vendedores de bienes inmuebles declararán en las escrituras, si tienen o no
gravámenes que los afecten, indicando en que consisten, caso de haberlos. Los
Notarios están obligados a poner al pie o al margen de los títulos de propiedad de
las fincas, que se le exhiban, una razón que exprese las modificaciones o
gravámenes que sufra la propiedad, según la nueva escritura que ante ellos se
otorgue. También pondrán otra razón al pie o al margen del testimonio de los
poderes, cuando se sustituyan o revoquen, expresando en ella las modificaciones.
Artículo 55.
CAPITULO VI
DE LAS COPIAS QUE CONSTITUYEN INSTRUMENTOS PUBLICOS
Artículo 56.
No podrán expedirse segundas o posteriores copias fotostáticas o fotográficas, ni
testimonios de una escritura matriz, sino en virtud de Mandato Judicial y con
citación de los interesados o del Fiscal del Despacho cuando se ignore la residencia
de aquéllos o estén ausentes del lugar del domicilio habitual del Notario.
No será necesario el mandato judicial en los actos unilaterales y aún en los demás
cuando pidan la copia todos los interesados9.
Artículo 57.
Unicamente los Notarios y los Funcionarios a cuyo cargo estuvieran los protocolos,
podrán dar testimonios y copias fotostáticas o fotográficas de un documento
otorgado10.
Artículo 58.
Los testimonios y las copias fotostáticas o fotográficas, que para los efectos de la
Ley se consideran Instrumentos Públicos, deberán contener la cita del protocolo y
número que en él tenga la matriz, se expedirán indicando lugar y fecha y deberán
ser selladas y firmadas por el Notario.
Pueden expedirse dos o más primeras copias, pero cada interesado no podrá
reclamar del Notario más que una.
Artículo 60.
Al expedirse cualquier primera copia, el Notario anotará al margen de la escritura
matriz con media firma, la persona o personas para quienes expida dicha primera
copia, de conformidad con la ley.
Artículo 61.
Además de cada uno de los otorgantes, tienen derecho a obtener primera copia en
cualquier tiempo, todas las personas a cuyo favor resulte en la escritura consignado
algún derecho, ya sea directamente o ya adquirido por acto posterior. En este
último caso se expresará en la nota de expedición el carácter con que el interesado
pide la copia.
Artículo 62.
Aunque por regla general el testimonio debe ser una copia íntegra y exacta de la
matriz, podrán darse copias de algunas cláusulas solamente, insertando siempre el
preámbulo y parte final de la escritura, cuando ésta contenga varias cláusulas o
capítulos separados como los testamentos, transacciones y otros actos de esta
naturaleza.
Artículo 63.
La persona que hubiere obtenido su primera copia no podrá obtener otra sin las
formalidades del artículo 56. Cada vez que se expidieren segundas o posteriores
copias, se anotarán éstas del mismo modo que se han prescrito para las primeras y
se insertarán antes de la razón de autorización todas las notas que aparezcan en la
escritura matriz. También se mencionará el mandamiento judicial en cuya virtud se
expidiesen las segundas y posteriores copias.
Artículo 64.
Para expedir los primeros o posteriores testimonios y las copias fotostáticas o
fotográficas, se entiende que el protocolo está legalmente:
1. En poder del Notario que autorizó la matriz o de otro Notario en quién él lo
deposite.
2. En poder del Juez de Letras Seccional o Departamental.
Artículo 65.
En caso de pérdida del protocolo o de que el Notario se lo lleve fuera de la
República, la copia de los testimonios a que se refiere el Art. 18, extendida por el
Secretario de la Corte Suprema de Justicia, previo Decreto del Tribunal, tendrá la
misma fuerza que si se hubiese sacado del protocolo.
Artículo 66.
El Notario que no cumpla con lo dispuesto en el Artículo 18, incurrirá en multa de
Cincuenta Lempiras (L.50.00) por mes de retraso que le impondrá la Corte
Suprema de Justicia y, en caso de reincidencia sufrirá la suspensión en el ejercicio
notarial por el tiempo que fije la Corte. Las multas impuestas con motivo de lo
establecido en el párrafo anterior, ingresarán a la Tesorería Especial de la Corte
Suprema de Justicia a beneficio del Fondo de Jubilaciones del Poder Judicial.
Artículo 67.
En caso de ausencia o de impedimento físico del Notario, los testimonios y las
copias fotostáticas o fotográficas de las escrituras, podrán ser autorizadas por otro
Notario en quien se hubiese depositado el Protocolo y no habiéndose hecho
designación, la autorización la hará el Juez de Letras con jurisdicción en el domicilio
del Notario.
Artículo 68.
Si el protocolo estuviere depositado provisionalmente en el Juzgado de Letras, el
Juez extenderá las copias que soliciten los interesados, de conformidad con la ley.
Artículo 69.
CAPITULO VII
DEL ARCHIVO DEL PROTOCOLO
Artículo 70.
En los Juzgados de Letras departamentales o seccionales se depositarán, además,
provisionalmente:
1º Los protocolos de los Notarios contra quienes se haya dictado auto de prisión o
declaratoria de reo; y
2º Los de los Notarios que acepten empleo que lleve anexa jurisdicción con goce de
sueldo.
Artículo 71.
Al cesar la causa que motivó el depósito provisional, los Notarios deberán recuperar
los protocolos, acreditando aquel extremo ante el Juez respectivo, quien hará la
entrega y levantará el acta correspondiente.
Artículo 72.
Están obligados a remitir los protocolos al correspondiente Juzgado de Letras:
1º Los herederos o sus representantes legítimos de los Notarios que fallecieren.
2º Los Notarios que se ausenten de la República para domiciliarse fuera de ella,
debiendo en este caso, a menos de urgencia imprevista, hacer la remisión quince
días antes de su partida; y
3º El Juez o Tribunal que decrete la prisión, que pronuncie la suspensión e
inhabilitación del Notario, dentro de los ocho días inmediatos a la fecha de la
providencia.
Artículo 73.
La remisión de los protocolos debe hacerse dentro de los quince días subsiguientes
al hecho que la motiva.
Artículo 74.
Si en el plazo señalado en el artículo anterior, los obligados a remitir los protocolos
a los Juzgados de Letras no lo hicieren, el Juez de Letras o de Paz de la residencia
del Notario, procederá a recogerlos de oficio, extendiendo el acta respectiva, de la
que dará copia a los interesados, si la pidieren.
Artículo 75.
La infracción de los artículos 11, 69, inciso 4º, 5º y 6º; 72 y 74, será penada con
una multa de veinticinco a cien lempiras, y la del artículo 25, inciso 2º, con una
multa de diez lempiras, sin perjuicio de las demás responsabilidades legales en que
incurra el infractor. La multa la impondrá el Juez de Letras respectivo, de oficio o a
petición de parte, con audiencia del que haya de penarse; y cuando el Juez de
Letras sea el culpable, se impondrá por el superior inmediato.
Artículo 76.
Cuando se extravíe o inutilice en todo o en parte un protocolo el Notario encargado
de su custodia dará cuenta inmediatamente al Juez de Letras de su domicilio para
que instruya averiguación sobre el paradero o causa de la inutilización, así como
respecto a la culpa que en ello haya tenido el Notario.
Artículo 77.
El Notario al dar cuenta al Juez expresará:
1º El año o años a que corresponde el protocolo, acompañando copia que solicitará
de la Corte Suprema, de las escrituras que hubiere remitido a dicho Tribunal y del
respectivo índice.
2º La causa que motivó la pérdida o inutilización del protocolo, y la persona o
personas que considere culpables en el hecho.
Artículo 78.
Terminada la parte informativa el Juez mandará hacer la correspondiente reposición
y proceder criminalmente, si hubiere lugar, contra los que resulten culpables.
Artículo 79.
La pérdida o inutilización de uno o más protocolos podrá ser denunciada por
personas hábiles para el efecto; y si la denuncia se hiciere antes de que el Notario
la haga al Juez respectivo, se iniciará contra el mismo Notario el proceso criminal
que corresponda, estando obligado entonces a probar su inculpabilidad. En caso de
no vindicarse, el Notario sufrirá las penas a la infidelidad en la custodia de
documentos que señala el Código Penal.
Artículo 80.
La reposición de protocolo se verificará citando el Juez a las personas que
aparezcan como otorgantes de las escrituras, o en su defecto, a los interesados en
ellas, previniéndoles la presentación de los testimonios que existan en su poder. La
citación o emplazamiento se verificará en los términos y formas que prescriben las
leyes vigentes.
Artículo 81.
Si no fuere posible la presentación de algunos testimonios y las escrituras fueren
registradas, el Juez compulsará o pedirá certificación de las partidas del Registro, a
fin de que sirvan para reponer dichas escrituras; y si éstas no fueren registrables,
la reposición se hará compulsando el testimonio que se encuentre en el Archivo de
la Corte Suprema Justicia.
Artículo 82.
Si no se encontraren los documentos expresados en el Registro o en la Corte
Suprema, para hacer la reposición, el Juez citará de nuevo a las personas
interesadas para consignar los puntos que tales escrituras contenían.
Artículo 83.
Con todas las copias de los testimonios presentados con las certificaciones del
Registro, con el testimonio del que se encuentre en la Corte Suprema, en su caso, y
con la debida constancia de los puntos en que se hallen de acuerdo los otorgantes,
quedará repuesto el protocolo perdido o inutilizado, que se entregará al Notario a
quien pertenecía.
Artículo 84.
Los Jueces de Letras y de Paz tienen las mismas obligaciones e iguales
responsabilidades que los Notarios, en la guarda o conservación de los protocolos.
Los Jueces de Letras y de Paz, al ser subrogados en sus empleos, entregarán por
inventario a sus sucesores el protocolo que esté en su poder.
Artículo 85.
CAPITULO VIII
DE LA SUSPENSION DE LOS NOTARIOS
Art. 85. Los Notarios podrán ser suspendidos en el ejercicio de sus funciones por la
Corte Suprema de Justicia, cuando observen notoria mala conducta. La suspensión
podrá decretarse de oficio o a instancia de parte, hasta por un año; y para tal
efecto dicho Tribunal seguirá una información, con audiencia del Fiscal y del
indiciado, para comprobar los hechos que motiven la suspensión. La Corte
Suprema, para la instrucción de las diligencias, podrá delegar sus facultades en
cualquiera otra autoridad o funcionario público.
Artículo 86.
Quedará cancelado de derecho el exequátur de los Notarios que hayan sido
suspendidos en el ejercicio de sus funciones conforme el artículo anterior, y los de
aquellos que se encuentren en los casos del inciso tercero del Art. 72. Al cesar las
causas que motivaron la suspensión, que comprobará el interesado ante la Corte
Suprema de Justicia, podrá obtener renovación de su exequátur, de conformidad
con la ley.
Artículo 87.
Los Jueces de Letras y de Paz podrán ejercer el Notariado únicamente en el término
municipal donde residan, siempre que no haya Notario hábil y en ejercicio de sus
funciones residente o domiciliado en el lugar, debiendo dar fe de esta circunstancia
en el instrumento.
Artículo 88.
Los jueces que infrinjan lo preceptuado en el artículo anterior, incurrirán en una
multa de cincuenta a cien pesos16, que les impondrá el superior respectivo, sin
perjuicio de las demás responsabilidades legales.
Artículo 89.
CAPITULO IX
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
Art. 89. Los Notarios que al entrar en vigencia esta ley estén ejerciendo el
Notariado, no están obligados a solicitar la renovación de su exequátur, sino en los
casos especialmente prescritos por la misma.
Artículo 90.
En los protocolos abiertos los Notarios redactarán las escrituras posteriores a la
fecha de la vigencia de esta ley, en la forma que preceptúa el Art. 23.
Artículo 91.
La remisión de los protocolos a que se refiere el inciso 7º del Art. 69, se hará al
Juez de Letras 1º de lo Civil de Tegucigalpa.
Artículo 92.
Cuando el Notario o cartulante cesare en sus funciones antes del último día del año,
queda en la obligación de enviar, a más tardar un mes después, a la Corte
Suprema de Justicia, los testimonios de que habla el Art. 18 de esta ley.
Artículo 93.
Cuando hecha una escritura, por cualquier causa no se firmare por los interesados,
el Notario la cancelará poniendo razón al final de las causas de la cancelación, sin
alterar los folios y ni la numeración.
Artículo 94.
La presente ley comenzará a regir veinte días después de la fecha de su
promulgación, quedando derogada la emitida el 9 de febrero de 1906 y las demás
leyes que se le opongan.
DECRETO Nº 89
EL CONGRESO NACIONAL,
D E C R E T A:
DECRETO Nº 4719
EL CONGRESO NACIONAL
D E C R E T A:
Artículo 1º Queda prohibido a los funcionarios y empleados de nombramiento del
Poder Ejecutivo; a los miembros del Tribunal Superior de Cuentas, a los de la
Oficina de Control de Cambios y a los del Distrito Central; al Fiscal General de
Hacienda; a los Fiscales de las Cortes; a los Secretarios Municipales; y, en general
a todos los que devengan sueldo permanente del Estado, litigar o tener y
desempeñar representaciones, directa o indirectamente, en toda clase de asuntos
que se ventilen o resuelvan en Juzgados, Tribunales de Justicia y demás oficinas
públicas.
Se exceptúan de esta disposición, los que litiguen en asuntos propios, los miembros
del personal docente y administrativo de los establecimientos de Educación Pública,
los funcionarios y empleados públicos que ejerzan cargos con carácter de interino
por tiempo que no pase de tres meses y los estudiantes de la Facultad de
Jurisprudencia y Ciencias Políticas y Sociales que tienen obligación de practicar
conforme a la ley.
Artículo 2º El presente Decreto deroga todas las leyes que se le opongan y entrará
en vigencia veinte días después de su promulgación.
DECRETO Nº 88
EL CONGRESO NACIONAL
D E C R E T A:
Artículo 2º El presente Decreto deroga todas las leyes que se le opongan y entrará
en vigencia veinte días después de su promulgación.
DECRETO Nº 38
EL CONGRESO NACIONAL,
D E C R E T A:
DECRETO Nº 34
EL CONGRESO NACIONAL,
D E C R E T A:
Artículo 75. La infracción de los artículos 11, 69, inciso 4º, 5º y 6º; 72 y 74, será
penada con una multa de veinticinco a cien lempiras, y la del artículo 25, inciso 2º,
con una multa de diez lempiras, sin perjuicio de las demás responsabilidades
legales en que incurra el infractor. La multa la impondrá el Juez de Letras
respectivo, de oficio o a petición de parte, con audiencia del que haya de penarse;
y cuando el Juez de Letras sea el culpable, se impondrá por el superior inmediato".
Dado en Tegucigalpa, D.C., en el Salón de Sesiones, a los veinticuatro días del mes
de enero de mil novecientos cuarenta y nueve.
DECRETO NUMERO 29
EL CONGRESO NACIONAL,
D E C R E T A:
POR TANTO,
D E C R E T A:
Artículo 1. Reformar los Artículos 8, 9, 18, 50, 55, 56, 57, 58, 64, 66 y 67 de la Ley
del Notariado, emitida mediante Decreto Nº 162 por el Congreso Nacional con fecha
26 de marzo de 1930, los cuales deberán leerse así:
Artículo 8º. Los Notarios son Ministros de Fe Pública, encargados de autorizar los
actos y contratos en los cuales se solicite su intervención y su función la podrán
ejercer en todo el territorio nacional y en cualquier día y hora. Asimismo, podrán
ejercer la Función Notarial en todo tiempo, en países del extranjero, para autorizar
declaraciones, actos y contratos otorgados por hondureños o que hayan de surtir
efectos en Honduras.
1. Autorizar los documentos públicos con arreglo a la Ley y de acuerdo con las
instrucciones que de palabra o por escrito les dieren los otorgantes;
No será necesario el mandato judicial en los actos unilaterales y aún en los demás
cuando pidan la copia todos los interesados.
Artículo 57. Unicamente los Notarios y los Funcionarios a cuyo cargo estuvieran los
protocolos, podrán dar testimonios y copias fotostáticas o fotográficas de un
documento otorgado.
Artículo 58. Los testimonios y las copias fotostáticas o fotográficas, que para los
efectos de la Ley se consideran Instrumentos Públicos, deberán contener la cita del
protocolo y número que en él tenga la matriz, se expedirán indicando lugar y fecha
y deberán ser selladas y firmadas por el Notario.
Artículo 64. Para expedir los primeros o posteriores testimonios y las copias
fotostáticas o fotográficas, se entiende que el protocolo está legalmente:
Artículo 66. El Notario que no cumpla con lo dispuesto en el Artículo 18, incurrirá en
multa de Cincuenta Lempiras (L.50.00) por mes de retraso que le impondrá la
Corte Suprema de Justicia y, en caso de reincidencia sufrirá la suspensión en el
ejercicio notarial por el tiempo que fije la Corte. Las multas impuestas con motivo
de lo establecido en el párrafo anterior, ingresarán a la Tesorería Especial de la
Corte Suprema de Justicia a beneficio del Fondo de Jubilaciones del Poder Judicial.
Artículo 67. En caso de ausencia o de impedimento físico del Notario, los
testimonios y las copias fotostáticas o fotográficas de las escrituras, podrán ser
autorizadas por otro Notario en quien se hubiese depositado el Protocolo y no
habiéndose hecho designación, la autorización la hará el Juez de Letras con
jurisdicción en el domicilio del Notario.