El paladio es un metal precioso escaso con propiedades que lo hacen ideal para usos como catalizador en automóviles. Tiene la propiedad única de absorber grandes cantidades de hidrógeno molecular, lo que lo hace perfecto para catalizadores. Rusia produce aproximadamente la mitad del paladio mundial y su escasez y costos de procesamiento lo hacen un metal muy valioso.
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El paladio es un metal precioso escaso con propiedades que lo hacen ideal para usos como catalizador en automóviles. Tiene la propiedad única de absorber grandes cantidades de hidrógeno molecular, lo que lo hace perfecto para catalizadores. Rusia produce aproximadamente la mitad del paladio mundial y su escasez y costos de procesamiento lo hacen un metal muy valioso.
El paladio es un metal precioso escaso con propiedades que lo hacen ideal para usos como catalizador en automóviles. Tiene la propiedad única de absorber grandes cantidades de hidrógeno molecular, lo que lo hace perfecto para catalizadores. Rusia produce aproximadamente la mitad del paladio mundial y su escasez y costos de procesamiento lo hacen un metal muy valioso.
El paladio es un metal precioso escaso con propiedades que lo hacen ideal para usos como catalizador en automóviles. Tiene la propiedad única de absorber grandes cantidades de hidrógeno molecular, lo que lo hace perfecto para catalizadores. Rusia produce aproximadamente la mitad del paladio mundial y su escasez y costos de procesamiento lo hacen un metal muy valioso.
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PALADIO
El paladio nunca ha sido un metal barato. Es escaso y tiene
un sinfín de aplicaciones, y en estas circunstancias son las leyes del mercado las que mandan. La escasa oferta y la importante demanda solo pueden acarrear una consecuencia: su precio necesariamente será alto. Aun así, que a principios del pasado mes de enero haya conseguido superar el precio del oro, algo que no sucedía desde 2002, y se haya colocado como el metal precioso más cotizado del planeta, sorprende. Sí, el paladio es escaso, pero… ¿por qué es tan valioso? Sencillamente, porque sus propiedades fisicoquímicas lo hacen idóneo para ser utilizado en los catalizadores de los coches de gasolina y diésel. Y también en los condensadores y otros componentes de nuestros dispositivos electrónicos. Estas son las dos aplicaciones más frecuentes, pero tiene otras también importantes. Hay quien incluso asigna a este metal un rol esencial en ese bonito sueño que es la fusión fría, y que, por el momento, no tiene visos de hacerse realidad. Al menos a medio plazo. Estas son algunas de las razones por las que merece la pena que conozcamos un poco mejor el paladio.
Un metal precioso por derecho: qué
es y dónde se encuentra El paladio es un elemento químico con número atómico 46, lo que significa que un átomo de este elemento tiene 46 protones en su núcleo y otros tantos electrones orbitando en torno a él. La coincidencia entre el número de protones, que tienen carga eléctrica positiva, y el de electrones, que tienen carga eléctrica negativa, es una propiedad que provoca que la carga eléctrica global del átomo sea neutra. El símbolo que nos permite localizarlo en la tabla periódica de elementos es Pd, y forma parte del grupo del platino, que está constituido por seis metales, debido a que sus propiedades fisicoquímicas son muy similares.
EN XATAKA
Fusión nuclear y energía: de la teoría girocinética a la fusión con muones,
pasando por su impacto medioambiental
Su color plateado y su escasez han provocado que desde la
antigüedad el paladio haya sido considerado un metal precioso, pero lo que lo hace tan apreciado más allá de su aspecto son sus propiedades. Y es que en contacto con el aire no se oxida, es blando y maleable, es el metal del grupo del platino menos denso y con el punto de fusión más bajo, y, lo que es mucho más sorprendente, es capaz de absorber unas cantidades enormes de hidrógeno molecular (H2) a temperatura ambiente. Precisamente, esta última propiedad es la que en gran medida lo coloca como el candidato ideal para ser utilizado en los catalizadores de los coches, como veremos en la siguiente sección del artículo, debido a que puede absorber hasta 900 veces su propio volumen en hidrógeno molecular. No es necesario que profundicemos mucho más en las propiedades fisicoquímicas de este elemento, pero nos viene bien tener unas ligeras nociones acerca del carácter químico del paladio porque pueden ayudarnos a entender por qué resulta tan valioso para algunas industrias, como la automovilística o la electrónica, entre otras. El paladio tiene una propiedad muy interesante: es capaz de absorber hasta 900 veces su propio volumen en hidrógeno molecular. Esto es lo que lo hace especial
Solo un apunte más antes de dejar la química atrás: en la
naturaleza podemos encontrarlo bajo la forma de siete isótopos, seis de ellos estables, y, por tanto, no radiactivos. Los isótopos son átomos que pertenecen a un mismo elemento químico, por lo que tienen el mismo número de protones, pero difieren en el número de neutrones, lo que provoca que su masa sea distinta. Curiosamente, las propiedades químicas de los isótopos son las mismas, pero sus propiedades físicas no son idénticas como consecuencia de su distinta masa atómica. Ya tenemos algunas nociones acerca de las propiedades fisicoquímicas del paladio que nos ayudan a intuir por qué es un metal valioso, pero aún tenemos pendiente confirmar que realmente es escaso. En la naturaleza casi siempre se encuentra bajo la forma de aleaciones con otros metales del grupo del platino, como el propio platino, el rodio o el rutenio, e, incluso, en aleación con el oro. El problema es que para obtener una pequeña cantidad de paladio es necesario procesar cantidades enormes de mineral, lo que encarece aún más su obtención. Eso sí, la buena noticia es que debido a que suele encontrarse junto a otros metales valiosos, como los que he mencionado en este mismo párrafo, el níquel o el cobre, el esfuerzo que es necesario llevar a cabo para extraerlo y procesarlo se ve recompensado por la posibilidad de obtener varios metales muy apreciados. Los depósitos de paladio más abundantes que se conocen están en los montes Urales, lo que explica que actualmente Rusia produzca aproximadamente el 50% del paladio que podemos encontrar en el mercado mundial. Otros países que también tienen minas importantes de este metal son Sudáfrica, Canadá, Estados Unidos, Etiopía y Australia, que se reparten el 50% restante. Si sumamos su escasez, su costoso procesado y el hecho de que está en manos de unos pocos países, es fácil intuir por qué es tan caro, actualmente más incluso que el oro. Un apunte curioso es que es posible obtener paladio en los reactores de fisión nuclear actuales a partir de los desechos del combustible nuclear, pero el elevado nivel de radiación emitida por este material y su complejo procesado han provocado que este método de producción no se utilice.