Cultura Material Moderna 2013
Cultura Material Moderna 2013
Cultura Material Moderna 2013
ESCENARIOS
ISBN: 978-84-7737-781-8
Depósito Legal: M-11477-2013
II
Espacios domésticos
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III
Proyectos y escenarios
1. Una propuesta1
1
Proyecto de Investigación Fundamental (Plan Nacional de I+D+i) HAR2010-21325-C05-05: Familia, identi-
dad social, transmisión hereditaria y cultura material. Patrimonios, consumos y apariencias en la Castilla interior:
1600-1850; y GIR de la UVa: Grupo estudios sobre familia, cultura material y formas de poder en la España
Moderna.
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uniformidad como a los conflictos). Todo ello a partir de varios pilares clave interconecta-
dos: el mundo de las estrategias matrimoniales y las prácticas sucesorias, el de la movilidad
socioideológica y cultural (que se retroalimentaba de las críticas suscitadas en torno a la
“apariencia”), el de la demostración pública y privada, material, de tales directrices y el
de consumos aparentes y “vicarios” vinculados a patrimonios o a identidades diferentes.
Interesa relacionar al “individuo ilustrado” y al “antiguo” con los nuevos conceptos
de buen gusto, consumo, lujo, emulación, civilización y revolución: “revistiendo la fa-
milia”, pues al conjugar las identidades colectivas derivadas del consumo, la moda y las
apariencias con la cultura material popular y con la propia evolución familiar, se redes-
cubrirán los principales momentos de cambio de mentalidad experimentados durante la
Edad Moderna.
Significando el mantenimiento de las variables seculares, el giro ideológico ilustrado
provocó la aceleración de las transformaciones rupturistas de muchos valores identitarios,
cuyo resultado será la aparición de una serie de “tipos humanos” definidos por imitacio-
nes nobiliarias o marcando claramente ya las diferencias, y sin olvidar los argumentos
omnipresentes de la moral pública sacralizada y las pautas religiosas rectoras entonces de
tantos comportamientos, por debajo de cualquier impulso inmaterial propiciatorio de
aquel auge de “gustos aleatorios”.
Sin olvidar los estudios seriales, en una compleja simbiosis de criterios cuantitativos
y cualitativos, del recuento numérico se pasará al “análisis de caso” para conocer mejor
aspectos clave de análisis e investigación desde nuevos planteamientos. En concreto, se
plantean las siguientes propuestas y perspectivas de futuro: los ritmos de reposición de los
ajuares familiares a partir de las almonedas públicas de bienes tras las particiones heredi-
tarias (“gratuidades” de segunda mano) y de los gastos de tutoría y curaduría de menores;
los pleitos por el control testamentario; las críticas ilustradas y clericales: reformismo
legal, moral y eclesiástico; el protagonismo femenino dentro de la casa (¿la viuda en su es-
trado?); ¿hasta qué punto los “mundos de referencia” de la nobleza o de la burguesía eran
determinantes?; las pautas de consumo específicas en la niñez, la juventud o la vejez; la di-
fusión de modas culturales hacia estratos inferiores y el mundo de las criadas –“cuentas de
servicio” y trikle down–; la evolución del consumo en cantidad, calidad y variedad sobre
“atuendos imprescindibles”, el mundo de las representaciones artísticas de los interiores
domésticos y de la apariencia exterior; el contenido costumbrista de sainetes y otros textos
literarios de época; la diferenciación entre Madrid y la periferia urbana o rural castellana,
comparándola con el caso portugués; la visión extranjera: los libros de viajes y sus apre-
ciaciones exógenas repletas de extrañezas y críticas despectivas; o la relación entre política,
familia y moda (“vestir a la antigua significa pensar a la antigua”).
Un intento que parte de nuevas preguntas pero que entronca con los grandes temas
de la historiografía internacional ligados a la historia social y vinculados a la comprensión
de la importancia que en el pasado tenían las apariencias heredadas y/o las nuevas adqui-
siciones materiales como forma de identificación pública de una familia o colectivo (y de
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género, edad, estado civil o “urbanidad individual”); además de las marcadas implicacio-
nes de tales consumos y modas con la transformación ideológica, económica y política
del Antiguo Régimen.
Así, se relaciona con la actual reformulación de la historia de la familia, ligada a la
orientación, significado y tranformaciones del reparto de las herencias entre la descen-
dencia (origen del posterior desarrollo del consumo de vestiduras y tejidos y del acon-
dicionamiento del interior de los hogares); lo que permitirá profundizar, dentro de un
marco social dinámico, en la cultura material, las conductas cotidianas y la calidad de vida
existentes durante el Antiguo Régimen en la Castilla interior. Los complejos enfoques
ligados al proceso de acumulación, pérdida y distribución de bienes en el transcurso del
ciclo familiar o a la evolución de las necesidades materiales individuales y colectivas (o a
la importancia de la demanda comercial urbana o rural) han estado en la penumbra de
muchas consideraciones históricas para valorar la transición hacia una familia conyugal
más moderna. Desde esta nueva óptica, interesa apreciar no solo el progreso consumista
sino los mecanismos que lo articulaban, los vínculos entre las economías familiares y el
mercado tanto como la capacidad adquisitiva, las líneas sucesorias privilegiadas tanto
como las igualitarias; y sin olvidar la influencia cultural e ideológica de los cambios en el
gusto, la propensión a aparentar de cada individuo y sector social, el influjo del grado de
urbanización, el nivel cultural, el avance ilustrado, los impulsos político-institucionales o
el papel singularizado desarrollado por hombres y mujeres, jóvenes y mayores.
Se centrará en una relectura moderna de fuentes históricas con replanteamientos me-
todológicos para comprender los mecanismos que estaban detrás de la movilidad cultural
y la evolución del patrimonio material familiar. Desde esta óptica se abordarán: la cerca-
nía a las grandes rutas comerciales y culturales como causa explicativa de la difusión de
ciertos “hábitos sociales de moda”; las fases de especialización de las vestimentas (con el
consumo de géneros textiles de origen extranjero) o los segmentos de la demanda en que
se concentraba: los “patrones y ritmos femeninos” en la difusión para la pañolería y las
mantillas de las indianas catalanas, por ejemplo; aunque el estado de conservación de los
bienes ya es un indicativo importante sobre su reemplazo en el largo plazo más lo son las
cuentas de curaduría o los presupuestos familiares para ratificar el ritmo de reposición de
los trajes por encima de la producción doméstica y su consumo en términos dinámicos; o
cómo las modas y el “efecto emulación” explican los cambios en el consumo, la difusión
de patrones de demanda entre los grupos intermedios y privilegiados y el proceso de sus-
titución progresiva de las prendas caseras heredadas por otras adquiridas en el mercado
para satisfacer las nuevas necesidades públicas.
Profundizando en las transformaciones operadas en el consumo específico tanto del
traje como del mobiliario del hogar, no solo se establecen las variaciones de su peso re-
lativo en la demanda del conjunto familiar –y en el ajuar femenino– y las razones a que
obedecen –cambios en el gusto, imitación social o precios– , sino también la evolución de
la tipología de la propia idea de casa dentro del proceso reformador ilustrado. El avance
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época: la obra de los moralistas4. Y hasta las expresiones y usos sociales del ocio como aspectos
específicos de la vida cotidiana5: entre los territorios de la privacidad popular y los espacios
públicos compartidos (por eso las autoridades pusieron tanta atención en el control del porte
de los ropajes populares, como demuestran los numerosos bandos y edictos del xviii6).
“La vida cotidiana no está «fuera» de la historia: es la verdadera «esencia» de la sustancia
social”7. Desde la cultura material y el sentido de lo cotidiano hay que aproximarse a lo públi-
co y a lo privado8 para comprender en qué medida el problema de la tensión-confusión entre
espacios personales y colectivos fue resuelto mediante el concepto de sociabilidad.
La cultura material es un campo donde se entrecruzan objetos y prácticas, imágenes y
discursos. Aquellas “representaciones deben ser estudiadas como hechos”9, con referencias
imprescindibles a un “espacio” y un “tiempo”. Todo ello dentro de nuevas formas de concebir
la vida diaria y de modificación del ámbito interior doméstico, con enormes permanencias
e inercias pero también con profundas sensaciones de cambio. A mediados del siglo xvii los
españoles estaban obsesionados por las apariencias, con la representación diaria de su imagen
individual; constituía un permanente cambio del “deseo de parecer bien”, frente a la constan-
te resistencia de los sermones de los predicadores: “todos quieren parecer lo que no son o más
de lo que son [...] el hombre exterior es muy compuesto y aliñado”10.
4
Caben destacarse en este sentido varios de los últimos artículos publicados por Margarita Torremocha. Sobre
la “literatura de casos de conciencia” son obligatorias las lecturas: Teófanes Egido, “Los casos de conciencia
y la conciencia de los casos”, en Manuel Peña (ed.), Las Españas que (no) pudieron ser Herejías, exilios y otras
conciencias (siglos XVI-XX), Huelva, 2009, pp. 93-114; María Ruiz Ortiz, “Pecado y penitencia según los estados:
discursos y prácticas sobre la conciencia”, en Manuel Fernández, Carlos A. González y Natalia Maillard
(comps.), Testigos del tiempo, memoria del universo. Cultura escrita y sociedad en el mundo ibérico (siglos XV-
XVIII), Barcelona, 2009, pp. 424-433; José Antonio Maravall, La literatura picaresca desde la historia social (siglos
XVI Y XVII), Madrid, 1986.
5
Francisco Núñez Roldán (coord.), Ocio y vida cotidiana en el mundo hispánico en la Edad Moderna, Sevilla,
2007. Véase el capítulo introductorio que, precisamente con ese mismo título general, elabora Roger Char-
tier.
6
Algunos de ellos: * “No pueda persona alguna disfrazarse ni mascararse en sus casas” (12-ii-1722). * “Prohibi-
ción de ir de noche con mantos, disfraz, sombreros calados con alas bajas u otro rebozo” (13-iv-1731). * “Pro-
hibición a cualquier persona que en tiempo de carnaval no pudiesen usar máscaras por las calles ni en casa
particular” (7-ii-1752). * “Bando y prohibición que por las noches no anden por calles y plazas de esta capital
con disfraces de vestidos, sombreros grandes calados y otros trajes para no ser reconocidos por las gentes”
(7-x-1753 y 18-viii-1759). * “Bando sobre que ninguna persona de cualquier calidad no pudiese en tiempo de
carnaval usar de disfraces con máscara que disimule el ser conocido” (25-i-1763). * “Bando prohibiendo el an-
dar por las calles de esta ciudad con disfraces, sombreros grandes calados y otros trajes para no ser conocidos
de las gentes” (26-i-1765). * “Bando privando a los hombres de no ir por las calles en las noches con disfraces
de vestidos, sombreros calados y otros trajes para no ser conocidos” (11-x-1768). * “Bando prohibiendo a
todas las personas que visten hábitos largos de sotana y manteo el uso de sombreros gachos o chambergos,
tanto de día como de noche” (24-vii-1770). * “Bando prohibiendo el poder ir por las calles con disfraces, ni
sombreros calados” (18-x-1775).
7
Agnes Heller, Historia y vida cotidiana, Barcelona, 1972; ídem, Sociología de la vida cotidiana, Barcelona, 1977
(2002); Henri Lefèbvre, La vida cotidiana en el mundo moderno, Madrid, 1972.
8
Anton J. Schuurman y Lorena Walsh (eds.), Material culture: consumption, life-style, standard of living, 1500-
1900, Milán, 1994.
9
Dossier “Atravesar el espejo. Representaciones y prácticas”, Historia, antropología y fuentes orales, n.º 38 (2007).
Marcelino Agís y Carlos Baliñas (eds.), Pensar la vida cotidiana, Santiago, 2001.
10
Juan de Zabaleta, El día de fiesta por la mañana y por la tarde (1654-60), Madrid, 1983, pp. 467-468.
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