Paul Singer - Economia Politica de La Urbanizacion

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El profesor Paul Singer reúne aquí ensayos acerca de la

problemática del crecimiento urbano, especialmente en


América Latina. Se trata de un análisis crítico de las teorías y
recomendaciones relativas a la expansión de las ciudades en el
mundo contemporáneo: crecimiento explosivo de la población,
desordenada migración rural, son los temas prioritarios y
repetidos en los últimos años en conferencias, simposios y
publicaciones; sus corolarios simétricos son el aumento del
desempleo y del subempleo y el deterioro del medio ambiente.
De estos temas deriva una escatología que por último se
consume en la inminente decadencia de la "calidad de la vida"
y en la instalación del caos social. Enfoques estrictamente
demográficos y ecológicos forman el sistema de referencia que
describe ese proceso apocalíptico, y recomiendan con urgencia,
concomitantemente, la sombría terapéutica de la contención
demográfica y económica. Paul Singer retoma los datos del
problema y los explica a la luz de una concepción que
efectivamente vincule la dinámica de la población con el
desarrollo económico y correlacione la estructura de las
ciudades con las contradicciones de las clases sociales y las
formas de dominación.

Paul Singer es economista del Centro Brasileiro de Análise e


Planejamento y autor de numerosos trabajos, entre ellos Curso
de introducción a la economía política publicado por esta
editorial.

UAM XOCHIMILCO • BIBUOTICA

L2Q7872

m
HT 321 88616
Economía política da la urbaniiaclOn siglo
W^'NRIMWNR I W >— . V -
V •- — veintiuno
editores editores
traducción de
STELLA MASTRANGELO

ECONOMIA POLITICA
DE LA
URBANIZACIÓN^
por

PAUL/ SINGER

m
siglo
veintiuno
editores
m
siglo ventiuno editores, s.a. de c.v.
ÍNDICE
267872
CERRO DEL AGUA 248, DELEGACIÓN COYOACÁN, 04310 MÉXICO, D.F.

siglo veintiuno de españa editores, s.a. A M O D O DE INTRODUCCION: URBANIZACION Y


PRÍNCIPE DE VERGARA, 78 2O DCHA., MADRID, ESPAÑA CLASES SOCIALES 7

MIGRACIONES INTERNAS: CONSIDERACIONES


T E Ó R I C A S S O B R E SU E S T U D I O 31
Mr 1. El carácter histórico de las migraciones internas,
31; 2. Industrialización y migración, 32; 3. Capitalis-
s3 a . / mo y migración, 34; 4. Capitalismo, desarrollo regional
y migraciones internas, 40; 5. Las migraciones internas
frente al mercado de trabajo, 44; 6. Migración e indus-
t j S G l Y
trialización en los países no desarrollados, 50; 7. Mi-
graciones internas y desarrollo, 54; 8. Proposiciones
para el estudio de las migraciones internas, 57

URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y M A R G I N A L I D A D
EN A M É R I C A L A T I N A 71
1. Introducción, 71; 2. Dependencia: ¿rasgo histórico
<¿ - z o t i Q
común de América Latina? , 72; 3. " M a c r o c e f a l i a " me-
tropolitana, desarticulación de la red urbana y desni-
veles internacionales, 80; 4. "Marginalidad" y depen-
dencia, 95

edición al cuidado de alejandra gómez lara CAMPO Y CIUDAD EN EL CONTEXTO HISTORICO


portada de maría Cristina oscos LATINOAMERICANO 109
1. Introducción, 109; 2. D e la ciudad de la conquista,
primera edición en español, 1975 a la ciudad comercial, 112; 3. De la ciudad comercial,
undécima edición en español, 1998 a la ciudad industrial, 126
© siglo xxi editores, s.a. de c.v.
isbn 968-23-0318-4 U R B A N I Z A C I Ó N Y D E S A R R O L L O : E L C A S O DE S A N
PABLO 137
primera edición en portugués, 1975 1. Introducción, 137; 2. La crítica antiurbana, 138; 3.
© editora brasiliense - edifCes cebrap La urbanización c o m o proceso de movilización del
s3o paulo, brasil ejército industrial de reserva, 141; 4. Metropolización
título original: economía política de urbanizagáo y concentración del capital, 146; 5. Velocidad de cre-
cimiento y problemática urbana, 150; 6. L a anticríti-
derechos reservados conforme a la ley ca, 155
impreso y hecho en méxico/printed and made in mexico
ECONOMÍA U R B A N A A M O D O DE INTRODUCIÓN:
1. La ciudad en la estructura económica, 161; 2. Las URBANIZACION Y CLASES SOCIALES
funciones económicas de las ciudades, 163; 3. La red
urbana, 166; 4. Estructura interna de la economía ur-
bana, 168

ASPECTOS E C O N Ó M I C O S D E L P L A N E A M I E N T O ME-
TROPOLITANO
Cuando se piensa en cualquier sociedad humana que
1. La economía metropolitana en la división interre-
haya alcanzado la etapa de la civilización urbana — e n
gional del trabajo, 171; 2. El acceso interno a la pro-
ducción metropolitana, 174; 3. El acceso externo a la que la producción y/o la captura de un excedente de
producción metropolitana, 175; 4. El empleo en la alimentos permite a una parte de la población vivir
metrópoli, 176 aglomerada, dedicándose a otras actividades que la
producción de alimentos— la división entre urbe y cam-
p o aparece claramente a los ojos. T a m b i é n son evidentes
las relaciones que se establecen entre los que viven en
las zonas urbanas y los que viven en la zona rural, me-
diante las cuales los segundos proporcionan a los prime-
ros parte de su producción, a trueque de productos de la
ciudad o de determinados servicios reales o imaginarios
(gobierno, seguridad, religión, e t c . ) . L a división de esas
mismas sociedades en clases, en cambio, no siempre apa-
rece con la misma claridad. Aunque siempre existe una
estructura social explícita, en castas, estamentos, grupos
raciales o religiosos, etc., en general la división en clases
no es obvia. U n asalariado, por ejemplo, pertenece a
una clase distinta de la de su empleador, pero si ambos
son habitantes de la ciudad ( o del c a m p o ) su status
de miembros de la misma comunidad ecológica es más
" e v i d e n t e " que su participación en clases diferentes. Sólo
en determinados momentos cruciales de la historia,
cuando la dinámica de la sociedad inclusiva da lugar
al enfrentamiento global de una clase contra otra, sola-
mente en esos momentos aparece a la luz la estructura
de clases, sobrepujando a las demás divisiones sociales,
incluso la ecológica. Cuando los campesinos de Francia
arrasaban castillos, en apoyo de los "sans-culottes" de
París, o cuando los Junkers prusianos se aliaron a los
industriales del R u h r en apoyo del nazismo — p a r a no
señalar sino un momento revolucionario y otro contra-

di
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URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES

rrevolucionario— nadie dejó de percibir que el antago- hitantes y por grande que sea (de hecho, no puede ser
nismo entre campo y ciudad o entre agricultura e in- muy grande, debido al carácter extensivo de las activi-
dustria— tenía un carácter históricamente mucho menos dades primarias) no puede ser considerada una ciudad. 1
decisivo que las contradicciones de clase. L o que caracteriza al campo, por lo tanto, en contraste
Sucede, sin embargo, que incluso durante el desarro- con la ciudad, es que puede ser — y efectivamente mu-
llo " n o r m a l " d e las sociedades d e clases, las relacio- chas veces ha sido— autosuficiente. L a economía natu-
nes entre las clases constituyen el proceso que moldea la ral es un fenómeno esencialmente rural. En el campo
evolución de la sociedad, decidiendo la forma como se se practica la agricultura y, en determinadas condicio-
desarrollan y se relacionan entre sí las comunidades eco- nes, todas las demás actividades necesarias para el man-
lógicas, y la oposición de campo y ciudad no es más que tenimiento material de la sociedad. El campo puede, de
un efecto secundario, "superestructura!", por así decirlo, esta manera, subsistir sin la ciudad y en realidad prece-
de ese proceso básico. Este hecho fundamental casi siem- de a la ciudad en la historia. Ésta sólo puede surgir a
pre resulta oscurecido por la f o r m a como se analiza partir del momento en que el desarrollo de las fuerzas
la organización ecológica d e la sociedad. L a historia productivas es suficiente, en el campo, para permitir que
de las relaciones entre campo y ciudad se escribe casi el productor primario produzca más de lo estrictamen-
siempre abstrayendo las relaciones de clase, o bien en te necesario para su subsistencia. Es solamente de ahí
el supuesto de que existen dos sistemas de clases, uno en adelante que el campo puede transferir a la ciu-
urbano y otro rural, que se contraponen. L a historia, dad el excedente de alimentos que posibilita su exis-
formulada así, se vuelve ininteligible en la medida en tencia.
que las relaciones de dominación entre ciudad 'y campo
L a producción de un excedente de alimentos es una
apenas dejan entrever, sin revelarlas en su totalidad, las
condición necesaria pero no suficiente para el surgimien-
relaciones d e dominación de clases que, éstas sí, " e x -
to de la ciudad. Además es necesario que se creen ins-
plican" las diversas formas asumidas por las primeras.
tituciones sociales, una relación de dominación y por
L a ciudad es, en general, la sede del poder y por lo último de explotación, que asegure la transferencia del
tanto de la clase dominante. Ello se entiende fácilmente excedente del campo a la ciudad. Eso significa que la
teniendo presente la diferencia fundamental entre cam- existencia de la ciudad presupone una participación di-
p o y ciudad. " C a m p o " es el lugar donde se da la ac- ferenciada de los hombres en los procesos de producción
tividad primaria, donde el hombre entra en contacto y distribución, es decir, una sociedad de clases. Pues,
directo, primario, con la naturaleza, extrayendo de ella de otra manera, la transferencia del excedente no sería
las sustancias que han de satisfacer sus necesidades. L a posible. U n a sociedad igualitaria, en la que todos parti-
transformación final de esas sustancias puede darse ciparan del mismo m o d o en la producción y en la apro-
en el campo o en la ciudad, pero su producción primera, piación del producto, podría, en realidad, producir un
su separación del medio natural, mediante extracción, excedente, pero no habría cómo hacer que una parte de
cultivo o cría, se da necesariamente en el campo. Este
tipo de actividad es, por lo tanto, monopolio del campo. 1. Las ciudades de mineros constituyen una excepción, que
N o importa que en la ciudad también vivan agriculto- confirma la regla. L a minería es una actividad primaria, pero
res; la agricultura no se incluye entre las actividades carece de la posibilidad de ser autosuficiente. D e eso deriva
el que, en determinadas condiciones, la minería cree ciudades
urbanas fundamentales. U n a comunidad de agriculto-
que, como las demás, tienen que contar con un suministro
res, por más densamente aglomerados que vivan sus ha-
de alimentos exterior.
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URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 17

la sociedad se dedicara solamente a su producción, para dotes, guerreros, jueces, administradores, etc., transfor-
que la otra parte se apropiara de él. mándose así en clase dominante.
En el análisis de este proceso de constitución de la C o m o quiera que sea, la diferenciación social tenía
ciudad a partir de la diferenciación de una sociedad ru- que preceder a la diferenciación ecológica. En las pala-
ral autosuficiente, es preciso ver como segundo momento bras de V . G o r d o n Ghilde: " A h o r a es preciso admitir
la división del trabajo entre campo y ciudad. Esta divi- que la realización de la segunda revolución (la revolu-
sión de hecho se da, pero solamente después que la ciu- ción urbana) requería la acumulación de capital en pri-
dad ya existe. En el momento de su creación, la ciudad mer lugar en f o r m a de alimentos, que la acumulación
no puede surgir con una actividad productiva propia. de alimentos debía ser en cierta medida concentrada
Ésta se desarrolla,, poco a poco, como resultado de un para hacerla efectivamente disponible para fines sociales
proceso de constitución de una clase que, por ser do- y que en Egipto la primera acumulación y concentra-
minante, está libre de las obligaciones de la produc- ción fue aparentemente resultado de una conquista. Pero
ción directa. no se puede demostrar que esa conquista haya sido en
El origen de la ciudad se confunde, por lo tanto, con todos los casos la causa efectiva de la necesaria acumu-
el origen de la sociedad de clases, la cual, sin embargo, lación y concentración de capital. En Mesopotamia ve4<
la precede históricamente. En ciertas sociedades rurales, remos que fue nominalmente un dios nativo (en la prác-
en diversas formas, se diferencia una clase que pasa a tica, es claro, una corporación de sacerdotes suyos
dedicarse totalmente a actividades no productivas, en ge- autodesignados) que administraba la riqueza acumulada
neral la guerra y la religión, y recibe su sustento mate- de una ciudad sumeria. . , " 2 Childe sostiene que la es-
rial del resto de la sociedad. Esta diferenciación no se tructura de clases podría haber surgido tanto como re-
completa, sin embargo, mientras soldados y sacerdotes sultado de una diferenciación interna como de una
permanecen en el medio rural, haciendo cultivar sus conquista extema. D e cualquier forma, lo que importa
campos por siervos o esclavos. Sólo cuando la residen- aquí es que la creación de la ciudad requería una acu-
cia de los guerreros se transforma en fuerte y la de los mulación previa, entendida no como la formación de
sacerdotes en templo, agrupándose a su alrededor las ca- una cantidad inicial (lo que no tendría sentido para la
sas de sus siervos especializados, es decir, que han deja- existencia continua de una población urbana no pro-
do también de ser productores directos, se consolida la ductora de alimentos), sino como un f l u j o permanente
estructura de clases y se establece el principio de la di- de un excedente de alimentos del campo a la ciudad.
ferenciación entre campo y ciudad. Otra forma por la Ese f l u j o permanente, que crea y mantiene las condicio-
cual se establecieron sociedades de clases fue la conquis- nes de supervivencia de la ciudad, presupone la existen-
ta exterior. U n a comunidad se impone, por la fuerza cia de una estructura de clases y, además^ de una clase
de las armas, a otra, y pasa a extraerle un excedente. dominante que ha resuelto aislarse, con su séquito, es-
Imponiéndole a la comunidad conquistada una organi- pacialmente del resto de la sociedad. Y sólo a partir d e
zación centralizada, que permite la realización de obras esa resolución, que presupone, repitámoslo, la domina-
de irrigación y otras que elevan el nivel de las fuerzas ción, es posible especular sobre la "racionalidad" o la
productivas, el pueblo dominador eleva el volumen de los " f u n c i o n a l i d a d " de la segregación urbana.
tributos, lo que le permite, poco a poco, abandonar el
U n a de esas especulaciones es la de que la ciudad
ejercicio de las actividades productivas, dedicándose ex-
clusivamente a la tarea de la dominación, como sacer-
2. Man makes himself, p. 107.
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URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 17
surgió en torno al mercado como lugar (market-place), del espacio. Parte de esa gente está f o r m a d a por solda-
en función del desarrollo del comercio, y en numerosos dos, que representan una potencia militar considerable
lugares puede haber sido así. Pero la ciudad comercial frente a una población rural dispersa por el territorio.
presupone, para poder surgir, otro tipo de ciudad, que Además de poder reunir un mayor número de comba-
asegure a las caravanas de mercaderes contra robo y a tientes, la ciudad aumenta su eficacia profesionalizán-
los mercaderes individualmente contra el fraude. L a ciu- dolos. D e esa manera, la ciudad proporciona a la clase
dad comercial es fruto, por lo tanto, de una ciudad-Es- dominante la posibilidad de ampliar territorialmente su
tado que domina determinado territorio, extrayéndole un dominio, hasta encontrarse frente a un poder armado
excedente de producción que pueda ser cambiado por equivalente, es decir, la esfera de dominio de otra ciu-
el excedente de producción de otros territorios. L a ciu- dad. Así, la ciudad es el modo de organización espacial
dad no inventa el comercio, pero modifica su carácter, que permite a la clase dominante maximizar la transfor-
transformándolo de mero trueque irregular de excedentes mación del excedente de alimentos que no consume direc-
agrícolas en intercambio regular de bienes suntuarios, en tamente en poder militar, y éste en dominación política.
general manufacturados. C o n la ciudad surge la produc-
A esta altura conviene plantear una pregunta: ¿de
ción regular y especializada de bienes más sofisticados
dónde provienen los soldados y artífices gracias a cuya
(amuletos, joyas, armas) de cuyo intercambio generali-
actividad se expande la economía urbana? Es necesario
zado se destaca una mercadería que, poco a poco, se
considerar que, en los modos de producción anteriores
transforma en equivalente general de todas las demás,
al capitalismo, las relaciones de producción se constitu-
convirtiéndose en moneda, y es el trueque monetario lo
yen de tal manera que: 1] los productores se apropian
que finalmente hace posible la ampliación de la división
de las condiciones de producción, empezando por el
social del trabajo. Pero por detrás de todo eso, es bueno
suelo, de manera directa, en el sentido de asegurarse su
tenerlo presente, se encuentra necesariamente una clase
uso; y 2] ese uso tiene siempre como finalidad primordial
dominante, capaz de extraer del campo un excedente
la producción de valores de uso. Es para preservar las
de alimentos suficientemente grande para sostener no
condiciones de apropiación, defendiéndolas de amenazas
sólo a sí misma, sino a los artífices, cuya producción
externas y subordinándolas internamente a determinadas
constituye la razón de ser del comercio. Donde la clase
reglas que aseguren su continuidad, que el campesino se
dominante se mostró impotente para concentrar un ex-
somete al vasallaje, disponiéndose a producir más valo-
cedente agrícola suficiente, ni se desarrolló la manufac-
res de uso de los necesarios para su supervivencia y
tura ni prosperó el comercio. E l largo intervalo entre el
disponiéndose además a ofrecer su brazo, o el de su
surgimiento de la ciudad-fortaleza, al comienzo de la
hijo, para las tareas de la guerra y el mantenimiento
Edad M e d i a europea, y el surgimiento de la ciudad co-
del orden.
mercial, a fines de la misma, da testimonio de la impor-
tancia de esta condición. C o n el crecimiento de la población y la población en
f o r m a cada vez más densa del suelo cultivable, se multi-
L a constitución de la ciudad es, al mismo tiempo, una plican las exigencias derivadas de esas actividades de
innovación en la técnica de la dominación y en la orga- preservación: los choques más frecuentes con pueblos
nización de la producción. A m b o s aspectos del hecho vecinos hacen incompatible el ejercicio simultáneo de la
urbano son analíticamente separables pero, en la reali- producción y la defensa ( o a t a q u e ) , lo que lleva a la
dad, suelen hallarse intrínsecamente vinculados. L a ciu- profesionalización de una parte de los productores como
dad, en primer término, concentra gente en un punto soldados; en el mismo sentido actúan los choques inter-
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URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 17

nos que se producen en la medida en que el aumento de Es, en el fondo, el éxito en el sentido más profundo,
la demanda agota la capacidad de las fuerzas producti- histórico y casi biológico, de lo que M a r x llama "anti-
vas para satisfacerla. N o sólo crece la población de los gua colectividad", es decir, de modos de producción que
productores: también crece la familia de los señores y de se basan en la apropiación directa de las condiciones
sus agregados (servidores domésticos, sacerdotes, buró- de producción por el productor; es este éxito lo que hace
cratas) que exigen del campesino un volumen cada vez posible la explosión demográfica trayendo consigo exi-
mayor de exceso de producción. L a conscripción del hijo gencias cuya satisfacción requiere la disolución de las
del campesino crea las condiciones de coerción que per- "antiguas relaciones de producción", o sea, la separación
miten que ese volumen mayor de excedente de produc- (inicialmente parcial) del productor de las condiciones
ción sea expropiado. En las palabras de M a r x : "El fin objetivas de su actividad.
de todas estas colectividades es la preservación, es decir, L a situación básica de tensión entre el crecimiento de
la reproducción de los individuos que las forman como la población y la etapa alcanzada por las fuerzas pro-
propietarios, o sea, en el mismo modo objetivo de exis- ductivas sólo conoce dos salidas: o los conflictos resul-
tencia, que, al mismo tiempo, crea la relación de los tantes abren camino a un nuevo desarrollo de las fuerzas
miembros entre sí y por lo tanto la comunidad misma. productivas, o acarrean hambres y epidemias que de-
Esta reproducción, sin embargo, es al mismo tiempo pro- tienen el crecimiento de 1a. población diezmándola. De
ducción renovada y destrucción de la forma antigua. una forma u otra, es necesario retirar parte de la po-
Por ejemplo, donde cada individuo debe poseer deter- blación del campo. Es su salida para la ciudad lo que
minada extensión de terreno cultivable, ya el aumento posibilita el salto hacia adelante de las fuerzas pro-
de la población se atraviesa en el camino. Si se debe po- ductivas.
sibilitarlo, entonces es necesario emprender la coloniza- L a transformación de la ciudad en centro de produc-
ción, lo que hace necesaria la guerra de conquista. C o n ción (y no sólo de explotación del c a m p o ) sólo puede
ella esclavos, etc. Ampliación del ager publicus (área resultar de una lueha de clases entre señores y siervos
de uso c o m ú n ) , por ejemplo, y con ella patricios que o entre patricios y plebeyos, en el curso de la cual am-
representan a la colectividad, etc. D e este modo, la pre- bos lados se redefinen, redefiniendo el conjunto de sus
servación de la vieja colectividad comprende la destruc- relaciones. En ese proceso, parte del excedente de pro-
ción de las condiciones en que se basa, transformándose ducción, que todavía v e la luz como valor de uso, se
en su contrario. Si se piensa por ejemplo que es posible transforma, en manos de una nueva clase dominante,
aumentar la productividad en la misma área mediante en valor de cambio, en mercadería. Es con base en
el desarrollo d e las fuerzas productivas etc. (en la agri- esta transformación que la ciudad se inserta en la divi-
cultura tradicional esto es precisamente lo más l e n t o ) , sión social del trabajo, alterándola por la base. Surge
esta alternativa presupondría nuevos modos y condicio- una nueva clase de productores urbanos, retirada ori-
nes de trabajo, la utilización de gran parte del día en ginalmente del campo, y que, por estar en la ciudad,
la agricultura etc., y con eso las antiguas condiciones puede elevar a las fuerzas productivas a un nuevo nivel.
económicas de la colectividad serían también su- Por encima de éste, surge una nueva clase dominante
peradas". 3 que, en contraste con la antigua, no se apropia de un
excedente de producción formado por valores de uso,
3. Grundisse der Kritik der Politischen Ókonomie, Europa sino que acumula riqueza " m u e b l e " , valores de cam-
V e r l a g , W i e n s/d, pp. 393-4. Subrayado en el original: P. S. bio, que pueden reingresar al circuito productivo en la
I(> URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 17

medida en que se encuentran, en el mercado, trabajado- a cambio de manufacturas; éstas también acaban sien-
res que de alguna manera han sido desligados de la do deseadas por el campesino, que procura llevar al
"antigua comunidad" y que, por eso, ya no son propie- mercado un mayor volumen de sus productos para po-
tarios de sus condiciones de producción, viéndose obli- der adquirirlas.
gados, por lo tanto, a alienar o el fruto de su trabajo
T o d o eso planteó los presupuestos sociales y econó-
o su fuerza de trabajo. Es importante comprender que
micos que posibilitaron un notable avance de las fuerzas
el origen de esta " n u e v a " relación de producción sólo
productivas. V e a m o s ahora como sucedió eso.
podia darse en la ciudad, es decir, en un lugar en el
L a aglomeración urbana permite una inmensa expan-
que la práctica de la economia natural es, por defini-
sión de la división del trabajo. G o m o ya lo demostró
ción, imposible. En las condiciones en que el campo aún
A d a m Smith, el límite de la división del trabajo es el
sigue dominado por las "antiguas" relaciones de pro-
tamaño del mercado. Ese tamaño es determinado por
ducción, el m o d o de asegurar que el productor se dedi-
las fronteras políticas y por el costo de los transportes.
que sistemática y definitivamente a la producción de
L a ciudad rompe esta última barrera, al aglomerar
valores de cambio es separarlo de su f o n d o de subsis-
en un espacio limitado una población numerosa. L a
tencia, obligándolo a obtener, mediante la venta, los me-
atención de los mercados urbanos permite la especiali-
dios para comprar los víveres que necesita.
zación de los oficios, con el consecuente desarrollo de
En esta fase, la ciudad deja de ser meramente la las técnicas (metalúrgica, cerámica, vidriería, etc.), que
sede de la antigua clase dominante para convertirse en llega a alcanzar gran esplendor aún en la Antigüedad.
el centro de una nueva clase rival de mercaderes, usu- Hasta el surgimiento del transporte mecanizado, el
reros, especuladores, cobradores de impuestos, etc. N o costo del transporte constituye un impedimento efectivo
se trata todavía de capitalistas, pues su existencia de- de la expansión de los mercados, salvo para los pro-
pende, en el fondo, de la simbiosis entre las antiguas ductos de gran densidad de valor (generalmente bienes
y las nuevas relaciones de explotación. L a gran mayo- suntuarios). E n tales condiciones, la proximidad entre
ría de la población vive en el campo y produce un productores y consumidores, propiciada por la conviven-
excedente de alimentos que todavía pasa en gran parte cia urbana, reúne en un mismo mercado una masa de
a ser propiedad de la antigua clase dominante, la cual población considerable, cuya demanda permite la mul-
pasa, sin embargo, a alienarlo a trueque de los produc- tiplicación de las actividades especializadas. El efecto
tos suntuarios traídos del exterior por los mercaderes. sobre el desarrollo de las fuerzas productivas es tan im-
Éstos, a su vez, usan la parte del excedente de alimen- portante que es lícito pensar en una "revolución urba-
tos así obtenido para obtener del artesanado urbano local n a " en un sentido análogo al de la revolución indus-
(organizado generalmente en corporaciones) mercade- trial.
rías que, exportadas, proporcionan recursos con los
Pero la expansión de la división del trabajo intraur-
que es posible importar nuevos cargamentos de artículos
bana, ocasionada por el crecimiento de la ciudad, se
suntuarios. A l mismo tiempo, el campesino es inducido
desdobla, a partir de cierto punto, en la constitución
a aumentar la producción de alimentos de diversos mo-
de una división del trabajo entre diferentes núcleos ur-
dos: los mercaderes le traen nuevas variedades de plan-
banos. Ese desdoblamiento eleva a las fuerzas produc-
tas y de animales (introducción de la papa en Europa,
tivas a un nuevo nivel, pues permite el surgimiento de
del azúcar en América, e t c . ) ; los terratenientes elevan
actividades especializadas que suplen una demanda
las rentas, para disponer de más productos para alienar
mucho mayor que la del mercado local. L a condición
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URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 17
URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES

para ello, sin embargo, es que la red urbana integrada


mica manufacturada en Italia se ha encontrado en Asia
en esta división del trabajo se halle políticamente unifi-
M e n o r , Palestina, Chipre, Egipto, el norte de África,
cada, es decir, b a j o el dominio de un poder centraliza-
España y el sur de Rusia; los productos de las fábricas
do. A u n q u e haya habido desde la Antigüedad cierto
de Francia alcanzaban el norte de Á f r i c a y Egipto, así
comercio "internacional", es decir, transacciones entre
como España, Italia y Sicilia". 4
sociedades políticamente independientes, ese comercio
Es posible que el Imperio romano haya sido la ma-
estaba sujeto a una serie d e acuerdos (casi siempre
yor economía urbana preindustrial que existió jamás,
precarios) entre estados, lo que limitaba su expansión.
entendiendo por economía urbana una organización de
Es la unificación de una serie de ciudades-Estado en im-
la producción basada en la división del trabajo entre
perios lo que de hecho crea las condiciones para el flo-
campo y ciudad y entre diferentes ciudades. L a econo-
recimiento de una amplia división del trabajo inter-
mía urbana, al mismo tiempo que requiere un espacio
urbana. E n este sentido, el e j e m p l o de R o m a es uno
político para su desarrollo, proporciona las bases mate-
de los más señalados. Acerca de la constitución y apo-
riales para la constitución de ese espacio. U n a vez es-
geo del I m p e r i o romano, dice C h i l d e : "Julio y Augus-
tablecida, la economía urbana integra las distintas par-
to pusieron fin a los peores excesos de los gobernadores
tes del territorio, al especializarlas productivamente,
senatoriales. L e dieron al I m p e r i o una constitución ra-
volviéndolas interdependientes, lo que refuerza su unifi-
zonablemente eficiente y honesta. Por encima de todo
cación política. D e esta manera es posible entender
le dieron paz. Por cerca de 250 años la gran unidad
cómo el resurgimiento de la economía urbana en Euro-
gozó de paz interna en un grado hasta entonces desco-
pa, al fin de la Edad M e d i a , coincide con la creación
nocido en un área tan grande. . . El resultado inme-
de los primeros estados nacionales.
diato f u e un renacimiento de la prosperidad y, por lo
menos en las provincias del oeste, un aumento de la Cuando la división del trabajo entre ciudad y campo
población. En todas las nuevas provincias de Galia se establece firmemente, la ciudad deja de ser simple-
(Francia y B é l g i c a ) , Alemania (.el valle del R i n ) y Bri- mente el asiento de la clase dominante, donde el exce-
tania ( I n g l a t e r r a ) , así como en España y en el norte dente de producción del campo sólo es consumido (in
de África, se establecieron ciudades de tipo grecorro- natura o transformado), para insertarse en el circuito
mano . . . Rostonzeff calificó a las nuevas ciudades de metabòlico hombre-naturaleza. L a transformación de
'colmenas de zánganos', pero también fueron colmenas los elementos de la naturaleza por el hombre pasa a ser
de la industria y el comercio. Los oficios ejercidos en apenas iniciada en el campo pero se completa en la ciu-
ellas no sólo suplían a los ciudadanos y la población dad. D e este m o d o , el hombre de campo pasa a ser
rural de las inmediaciones de bienes manufacturados, consumidor de productos urbanos, estableciéndose un
sino también a bárbaros mucho más allá de las fronte- verdadero trueque entre ciudad y campo.
ras del Imperio. Cacerolas de bronce hechas en Capua, El establecimiento de la división del trabajo entre
por ejemplo, se han hallado en Escocia, Dinamarca, ciudad y campo es un proceso largo, que depende, en
Suecia, H u n g r í a y R u s i a . . . El comercio circulaba li- último análisis, del ritmo de desarrollo de las fuerzas
bremente a través del Imperio. Las ciudades estaban productivas urbanas. El centro dinámico del proceso
comunicadas por una red de soberbios caminos. En to- es la ciudad, que multiplica sus actividades de dos ma-
dos los lugares se mejoraron o se construyeron puertos
y las vías marítimas ya estaban libres de piratas. Cerá- 4. What happened, in history, New York, Penguin Bookx,
1946, pp. 256 y 258.
17
URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES
20 I(> U R B A N I Z A C I Ó N Y CLASES SOCIALES
Cuando se examinan realidades históricas concretas,
ñeras: a ) apoderándose de actividades antes ejercidas
se percibe que en la civilización urbana coexisten, fre-
en el campo e incorporándolas a su economía y b )
cuentemente, diferentes modos de producción. En R o m a ,
creando nuevas actividades mediante la producción de
la producción simple de mercaderías, practicada por
nuevas técnicas y/o de nuevas necesidades. L a distin-
campesinos y artesanos, se desarrolló paralelamente a
ción entre las dos maneras se dificulta por el hecho
la economía esclavista. En Europa, durante la Edad
de que las actividades anteriormente ejercidas en el
M e d i a , la servidumbre en el campo y las corporacio-
campo resurgen, en la ciudad, transformadas por inno-
nes en las ciudades continuaron durante mucho tiempo,
vaciones técnicas y/u organizativas, de m o d o que se
mientras el capitalismo comercial, basado en la industria
confunden con actividades enteramente nuevas, de ca-
doméstica y en el sistema del putting-out, se desarro-
rácter exclusivamente urbano. Comoquiera que sea, el
llaba en las aldeas. E n todo momento y lugar, la estruc-
establecimiento de esta división del trabajo es asistido,
tura de clases concreta resulta de la presencia simultánea
o m e j o r dicho, aceptado pasivamente por el campo. En
de diferentes modos de producción. Las tensiones y
la medida en que las fuerzas productivas urbanas se
conflictos entre clases son producidas por dos diferentes
desarrollan, el campesino aumenta la producción de
líneas de ruptura, que se entrecruzan. Por un lado,
mercaderías que vende a la ciudad a cambio de pro-
existe la contradicción entre dominadores y dominados:
ductos urbanos. Es claro que ese proceso raramente
señores y esclavos, señores y siervos, maestros u oficiales
es espontáneo, en el sentido de que el comportamiento
(en las corporaciones), etc. Por el otro, surge la contra-
del campesino se rija por algún tipo de cálculo econó-
dicción entre las clases dominantes de los diferentes
mico de "costos y beneficios". E n general, el campesino
modos de producción coexistentes en la misma sociedad
aumenta su producción de mercaderías porque le au-
y que se disputan la apropiación de las mismas condi-
mentan la renta que paga por la tierra, la carga tribu-
ciones de producción (fundamentalmente tierra y fuer-
taria o los intereses. En casos extremos es expropiado,
za de t r a b a j o ) : dueños de esclavos y maestros de oficio,
transformándose en esclavo, siervo o asalariado.
señores feudales y comerciantes capitalistas, etc.
El desarrollo de las fuerzas productivas urbanas, a
Este último tipo de lucha de clases puede ser visto
su vez, no puede ser considerado como un proceso úni-
como un conflicto entre distintos modos de producción,
camente económico. Es condicionado por la expansión
cada uno de los cuales incorpora una cierta potenciali-
de la división del trabajo intra e interurbana, y por lo
dad en lo que se refiere al desarrollo de las fuerzas pro-
tanto por el tamaño y la calidad del espacio político en
ductivas. D e l resultado de ese conflicto, que no siempre
el cual se inserta la ciudad. Entendemos por " c a l i d a d "
constituye la hegemonía de un m o d o de producción y
del espacio político la naturaleza de las relaciones de
la destrucción de los demás, pudiendo darse varios tipos
producción que se establecen en el campo y en la ciu-
de compromiso y de coexistencia conflictiva, depende la
dad, que condicionarán la composición y el tamaño del
continuidad o no del desarrollo de las fuerzas produc-
excedente de producción, extraído de los productores
tivas. L a lucha entre dominadores y dominados, dentro
directos del campo y de la ciudad, y la proporción de
de cada m o d o de producción, influye poderosamente en
éste que vuelve al proceso productivo con el fin de am-
ese resultado, en la medida en que debilita a la clase
pliarlo o diversificarlo. Las relaciones de producción
dominante de un m o d o de producción y puede reforzar
derivan de los modos de producción prevalecientes en
al grupo dominante rival.
el campo o en la ciudad que colocan determinadas ba-
rreras a la expansión de las fuerzas productivas. Se puede interpretar de ese m o d o el surgimiento del
I(>
17
URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES

capitalismo en el seno de la sociedad feudal, su larga


día una contradicción esencial o principal, disolvente
lucha por desarrollarse y su triunfo final como una
o sobre todo destructiva, pero dinámica, pues concentra-
etapa histórica del desarrollo de las fuerzas productivas
ba y resolvía los demás conflictos. Esa contradicción era
urbanas. El capitalismo surge en la ciudad, en el centro
más poderosa que aquélla, que impresiona a primera
dinámico de una economía urbana, que lentamente se
vista, entre los siervos y los (señores) feudales, los cam-
reconstituye en Europa, a partir del siglo xni. Durante
pesinos y los señores.""'
los siglos siguientes, la liberación de ciertas ciudades del
dominio feudal, la fuga de los siervos hacia esas ciu- V a l e la pena destacar el hecho de que la burguesía
dades, el establecimiento de las ligas de ciudades co- comercial empezó a desarrollarse a base del excedente de
merciales y el surgimiento de una clase de comerciantes producción del artesanado, organizado en corporaciones.
y banqueros preparan el terreno para la revolución co- Pero el interés de los maestros de oficio, protegido y
mercial, en el siglo xvi, que establece, finalmente, una preservado por los reglamentos corporativos, se opuso
división del trabajo interurbana a nivel mundial, ase- pronto a la expansión de las fuerzas productivas, que
gurando un amplio y continuo desarrollo de las fuerzas requería el comercio a escala mundial. L a posición y los
productivas. En ese proceso, la capacidad asociativa de privilegios de los maestros se basaban en la rigurosa
la ciudad medieval, o mejor dicho, de su clase dominan- observación de las mismas e inmutables reglas técnicas
te — l a burguesía— en el sentido de unirse dentro de la de producción. D e ese modo se limitaba el número de
ciudad contra las demás clases y de asociarse a otras ciu- maestros y se eliminaba la competencia entre ellos. A ú n
dades en un sistema cada vez más amplio de división del cuando se multiplicaba el número de trabajadores urba-
trabajo, es decir, de constituirse como clase, desempeña nos —oficiales, aprendices y jornaleros— el número f i j o
un papel fundamental. " E n realidad, esa capacidad apa- de maestros y su capacidad de producción restringida
rece como una contradicción destructiva en el interior limitaba severamente el volumen de productos puestos
de la sociedad medieval; el 'modo de producción' en la a disposición del mercader.
medida en que llega a constituirse con sus funciones y L a burgesía comercial se hallaba, pues, entre dos
estructuras, en la medida en que el pensamiento teórico barreras: el monopolio sobre el excedente de alimentos
llega a concebirlo como un todo, implica una jerarquiza- ejercido por la aristocracia feudal y el monopolio sobre
ción (tan estricta como múltiple: las órdenes, la nobleza, la producción manufacturera ejercida por la élite cor-
el clero) que utiliza aplastando las relaciones conflictivas porativa. L a primera barrera se mostró inicialmente más
(entre campesinos y señores, entre señores y burgueses, frágil. L a servidumbre campesina, corroída por dentro
entre príncipes y reyes, entre el Estado naciente y los por la creciente comercialización del excedente de ali-
'súfoditos', etc.). Se verifica que la relación 'ciudad- mentos, liberada m a n o de obra en las aldeas, que el
campo' resiste a ese aplastamiento, y en consecuencia comerciante pasó a aprovechar para la producción de
ocasiona el derrumbe de una poderosa arquitectura socio- manufacturas. Surge así la industra doméstica: con ma-
política. El carácter asociativo inherente a la ciudad terias primas y (muchas veces) herramientas proporcio-
termina por arrastrar al campo, por engendrar formas nadas por el comerciante, los miembros de la familia
nuevas que lo superan. T r i u n f ó , no sin luchas, sobre campesina pasan a producir mercaderías en escala cada
la jerarquización inherente al feudalismo y los conflictos vez mayor, sin estar sujetos a los reglamentos corporati-
sin salida (los de los campesinos contra los señores, entre
otros). El m o d o de producción, como totalidad, compren-
5. H . L e f e b v r e , La Pensée Marxiste et la Ville, Casterman,
T o u r n a i , 1972, subrayado en el original.
I(> 17
URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES

vos, cuya vigencia estaba limitada a la zona urbana. L a manufactura, cuya extensa división del trabajo tendía
división del trabajo se ahonda con el surgimiento de nue- a desmembrar a los antiguos oficios, reduciéndolos a
vas funciones especializadas, elevándose el nivel de las una miríada de funciones especializadas y mutuamente
fuerzas productivas. Es la revolución de la manufactura, dependientes, se hacía posible emplear a hombres sin
que se da fuera de la ciudad y contra la ciudad. L a pro- un largo aprendizaje anterior, que eran adiestrados en
ducción manufacturera cae cada vez más, b a j o el dominio el trabajo con relativa rapidez 'y que participaban en el
del capital comercial, cuya fuerza política crece en la proceso productivo apenas como asalariados. Esos hom-
misma proporción que su poderío. Se f o r j a la alianza bres ya no dominaban las condiciones de produc-
entre el capital comercial y la autocracia real, que se ción ni poseían los instrumentos de trabajo, que eran
dirige simultáneamente contra la aristocracia feudal, puestos a su disposición por el empleador. A partir de
cuyo particularismo local traba el comercio, y contra las ese momento, están creadas las condiciones para separar
corporaciones urbanas, cuya resistencia a la ampliación al productor de sus condiciones de producción, subor-
de la escala de producción obstaculiza el desarrollo de dinándolas al capital. Surge el " f a b r i c a n t e " , cuya meta
las fuerzas productivas. es la valorización de su capital, tanto en su forma f i j a
L a política económica puesta en práctica por esa como circulante, dando siempre preferencia a las técni-
alianza, inspirada en las doctrinas mercantilistas, se cas de producción que permiten obtener determinado
orientaba hacia la creación de monopolios comerciales valor de uso con el menor gasto de tiempo de trabajo
mediante la expansión colonial, la abolición de los ( v i v o y muerto) socialmente necesario. Esta nueva clase
privilegios feudales en el campo y de la reglamentación de fabricantes "descubre" que la aplicación de las inno-
corporativa en las ciudades. L a abolición de las barreras vaciones técnicas — l a energía del vapor, el telar me-
internas al comercio, las conquistas allende los mares cánico, la máquina de hilar, e t c . — proporciona lucros
y el debilitamiento de las corporaciones fueron los prin- remuneradores, dado que la economía de capital v i v o
cipales instrumentos de esa política. Fue así que el (fuerza de t r a b a j o ) proporcionada por las nuevas técni-
capital comercial "triunfó sobre la jerarquización in- cas compensa con creces los gastos en capital constante
herente al feudalismo", abriendo el camino a nuevos y (máquinas).
formidables avances de las fuerzas productivas.
El resultado de este proceso — l a moderna unidad de
Si la revolución manufactuarera se orientó, por lo producción, la fábrica,— es necesariamente un fenómeno
menos en principio, contra la ciudad, conquistándola, urbano. Exige la presencia en sus inmediaciones de un
de afuera hacia adentro, la Revolución industrial tuvo gran número de trabajadores. Su gran volumen de pro-
por escenario, desde el principio, el área urbana. L a ducción requiere servicios de infraestrura (transportes,
Revolución industrial tiene por base una alteración del almacenamiento, energía etc.), que constituyen la mé-
modo de producción, que convierte en inversión a dula de la moderna economía urbana. Cuando la fábri-
los instrumentos de producción, ya no sólo a la materia ca no surge ya en la ciudad, es la ciudad la que se f o r m a
prima y el producto acabado, altamente lucrativo. Hasta a su alrededor. Pero, en ambos casos, es una ciudad
entonces los instrumentos de producción (en general, diferente. En contraste con la antigua ciudad comercial,
simples herramientas) eran de propiedad del productor que le imponía al campo su dominio político, para
directo, que las manejaba. Éste era explotado por el explotarlo mediante una intrincada red de monopolios,
maestro de oficio, en la ciudad, o por el comerciante, la ciudad industrial se impone gracias a su superiori-
en los suburbios y aldeas. Pero con la expansión de la dad productiva. L a burguesía industrial toma el poder
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URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 17

en la ciudad en nombre del liberalismo y barre con la escala, no es posible amortizar la inversión en capital
competencia de las formas arcaicas de explotación. El f i j o . Este hecho se encuentra en la base del carácter
capital comercial pierde sus privilegios monopolistas y desigual y contradictorio asumido por la Revolución
termina por subordinarse al capital industrial, reducido industrial en el plano mundial, prácticamente desde sus
al papel d e mero intermediario. comienzos. L a gran industria siguió siendo atributo
Cuando se da la Revolución industrial, la economía británico durante cerca, de un siglo — d e s d e fines del
mundial, en el sentido de una amplia división del traba- siglo XVIII hasta el último cuarto del siguiente. Durante
j o que abarca ciudad y campo de múltiples países, ya todo ese período, la economía urbana inglesa se man-
estaba dada. En esa economía mundial, la posición de tuvo como centro dinámico de un sistema internacional
los diversos países no era la misma. El acceso de cada de división del trabajo que tenía al campo de la mayor
país al mercado externo dependía de su poder político, parte de los demás países como gran área periférica. A
sobre todo de su capacidad d e monopolizar colonial- partir de alrededor de 1875 ese cuadro se modifica, pero
mente territorios allende el mar y rutas marítimas. En apenas en el sentido de la sustitución del monopolio
ese sentido la Gran Bretaña despunta, a fines del siglo industrial inglés por el monopolio análogo de un puñado
x v m , como la potencia líder de la economía mundial. de naciones —Estados Unidos, Alemania, Japón, Fran-
El dominio inglés de una amplia gama de mercados cia, además de la propia Inglaterra, e t c . — cuya econo-
externos es la condición clave de la Revolución indus- mía urbana se industrializa, pasando a absorber del
trial, que se inicia en ese país. C o m o lo destacaran M a r x campo de sus propios países y de otros, materias primas
y Engels: " L a concentración del comercio y de la y alimentos, a trueque de bienes industrializados. C o m o
manufactura, que se desarrolla sin pausa en el siglo x v n , la concentración es la característica esencial de la indus-
en un país, Inglaterra, creó paulatinamente un mercado tria fabril, que el progreso técnico de los últimos dos-
mundial para ese país y, con él, una demanda de los cientos años no ha hecho sino acentuar, era inevitable
productos manufacturados de ese país que ya no podía que los países que no pudieran contar con un acceso
ser satisfecha por las fuerzas productivas industriales privilegiado a amplias secciones del mercado mundial
de entonces. Esa demanda que sobrepasaba la. capacidad no se industrializaran, pasando a constituir, en un sen-
de las fuerzas productivas fue la fuerza motriz que hizo tido muy amplio de la expresión, el " c a m p o " de las
surgir el tercer período de la propiedad privada desde "ciudades" industriales del mundo. T o m a n d o la indus-
la E d a d M e d i a , al producir la gran industria — l a utili- trialización como f o r m a " n o r m a l " de desarrollo, se pasó
zación de fuerzas elementales para fines industriales, la a aceptar que esos países — l a gran mayoría de la
maquinaria y la más extensa división del trabajo". 6 h u m a n i d a d — habían permanecido "subdesarrollados".

El uso de nuevas formas de energía y de maquinaria Para que la industrialización se generalizase, haciendo
no sólo correspondió a las exigencias de una demanda posible el surgimiento de centros industriales en nume-
concentrada sino que a su vez exigió, para ser rentable, rosos países, era preciso que la demanda de productos
en comparación con las técnicas manufactureras prac- industriales se ampliase extraordinariamente y pudiera
ticadas hasta entonces, una demanda muy amplia y, así ser repartida en f o r m a menos concentrada. Y eso
por lo tanto, concentrada. Sin una producción en gran fue lo que sucedió, en virtud, en primer término, del
cambio que la Revolución industrial introdujo en las
relaciones entre campo y ciudad. C o m o ya hemos visto,
6. Die Deutsche Ideologie, Dietz Verlag, Berlín, 1957,
pp. 58-59. la población rural ya había llegado a ser, aún antes del
28 URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES
URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES 29
surgimiento de la industria fabril, consumidora de pro-
das a satisfacerla. Es preciso destacar que, aunque la
ductos manufacturados de origen urbano. Pero, hasta
"industrialización" de la agricultura se da hace ya casi
que la gran industria abarató esos productos, la división
un siglo, sus efectos sobre la productividad y el empleo
del trabajo entre campo y ciudad siguió siendo suma-
en el campo sólo se han hecho sentir, en la, mayoría de
mente limitada.. Los campesinos efectivamente adquirían
los países industrializados, hace unas pocas décadas.
bienes manufacturados en las ciudades, pero aún man-
tenían una amplia producción (especialmente de ali- L a división del trabajo entre campo y ciudad sufrió,
mentos, instrumentos de trabajo, construcción) para su así, una transformación tan amplia que hoy es lícito
autoconsumo. C o n el advenimiento de la industria, la plantearse la duda en cuanto a la validez de la distin-
superioridad del producto urbano, tanto en precio como ción entre campo y ciudad. N o es difícil prever una
en calidad, eliminó poco a poco la producción de subsis- situación en que la mayoría de la población " r u r a l " en
tencia en el campo, transformando al campesino en sentido ecológico, se dedique a actividades urbanas y
agricultor especializado. A partir de cierto momento, la la práctica de la agricultura —mecanizada, automatiza-
industria urbana revolucionó la tecnología agrícola, pa- da, computarizada— no se distinga en nada de las demás
sando a suministrar al campo sus principales instrumen- actividades urbanas. Éste ciertamente no es el lugar
tos de producción: arados de hierro, fertilizantes, trac- para profundizar en ese tema. Basta indicar que la
tores, cosechadoras, energía eléctrica, vacunas, etc. población del campo en los países industrializados f u e
totalmente integrada en el mercado de la gran indus-
Dos fueron los efectos más generales de ese proceso de
tria: tanto emigrando para la ciudad (alcanzada por
"industrialización" de la agricultura. Por un lado eliminó
el desempleo tecnológico) como permaneciendo en el
completamente la producción de subsistencia del campo,
campo. En los países no industrializados surgieron (de-
por lo menos en los países industrializados: cada explo-
bidamente fomentados por los representantes de la
tación agrícola pasó a dedicarse a sólo unos pocos
demanda) importantes sectores de mercado externo,
cultivos, pasando, de ahí en adelante, a no poder ya
integrados en la división internacional del trabajo y
siquiera producir alimentos para sus trabajadores. L a
cuya población pasó también a exigir productos de la
sustitución de los animales de tiro por el tractor con-
gran industria. Si, además de eso, recordamos el fuerte
tribuyó mucho en ese sentido, al permitir disociar
crecimiento de la población mundial, a partir de los
agricultura de la cría de ganado. D e ese modo, la
dos últimos siglos por lo menos, no es difícil comprender
ciudad quedó como el lugar donde se concentra no
cómo fue posible expandir la demanda de productos
sólo el excedente de alimentos producido por el campo,
industriales a un ritmo tan rápido que posibilitó, al
sino toda producción agrícola, la cual es comercializada,
mismo tiempo, el avance de la tecnología (y por lo
transformada industrialmente y, en parte, redistribuida
tanto de la escala de producción) y la difusión de la
al c a m p o a partir de la ciudad. P o r otra parte, la
industria por gran número de países, inclusive de A m é -
"industrialización" de la agricultura permitió una in-
rica Latina, Asia y Á f r i c a .
mensa expansión de las fuerzas productivas en el campo
o, más precisamente, un aumento formidable de la Los países que llegaron tarde al escenario industrial
productividad del trabajo agrícola. L a consecuencia de tienden a sufrir t o d o ese proceso de cambio en su
ese hecho fue un amplísimo desempleo tecnológico en estructura social, económica y ecológica en forma con-
la agricultura, pues la demanda de productos del campo centrada. Muchos d e esos países no pasaron por la fase
creció mucho menos que las fuerzas productivas destina- de la economía urbana manufacturera (preindustrial)
y los que llegaron a tener este m o d o de producción lo
30 URBANIZACIÓN Y CLASES SOCIALES
MIGRACIONES INTERNAS: CONSIDERACIONES
vieron ser exterminado por las fuerzas de penetración, T E Ó R I C A S SOBRE SU E S T U D I O *
inicialmente político-militares y posteriormente económi-
cas, de los países donde ya predominaba la gran indus-
tria. En las ciudades de esos países, la aparición de
una burguesía capaz de "resistir el aplastamiento y
provocar el derrumbe d e la poderosa arquitectura socio-
política" del antiguo régimen colonial se dio tardía- 1. E L CARÁCTER H I S T O R I C O DE L A S MIGRACIONES
mente y en condiciones completamente distintas de las INTERNAS
que presidieran su aparición original en Europa. Para
no mencionar sino una de esas nuevas condiciones: C o m o cualquier otro fenómeno social de gran significa-
mientras la burguesía medieval europea se enfrentaba, ción en la vida de las naciones, las migraciones internas
dentro de las ciudades, a una mano de obra constituida son siempre históricamente condicionadas, resultando de
por siervos escapados de la gleba, incapaces de organizar- un proceso global de cambio, del cual no se debe sepa-
se como clase, la burguesía de los países que recién se in- rarlas. Por lo tanto, hallar los límites de la configuración
dustrializan ya se enfrenta a un proletariado que se histórica que dan sentido a determinado f l u j o migratorio
constituye como clase al mismo tiempo que la burguesía. es el primer paso para su estudio. Ravenstein, 1 por ejem-
plo, estudió las migraciones internas en G r a n Bretaña en
el contexto de la Revolución industrial. Sus "leyes de
Los ensayos que siguen tratan de los problemas de la la migración" difícilmente serían aplicables a las grandes
urbanización en el contexto "del desarrollo. T o d o s ellos migraciones de los pueblos germánicos que pusieron fin
tienen, como rasgo teórico común, un enfoque globali- al Imperio romano o a las migraciones de los amerin-
zante: la problemática urbana sólo puede ser analizada dios de norte a sur del continente en el período preco-
como parte de un proceso más amplio de cambio lombino. En cambio, son razonablemente aplicables a
estructural, que afecta tanto a la ciudad como al campo, las migraciones del campo a la ciudad de numerosos
y no se agota en sus aspectos ecológicos y demográficos. países en proceso de industrialización, incluso varios de
En realidad, hoy más que en el pasado, esos espectos América Latina. Eso lleva a formular la hipótesis de la
no pasan de ser una primera apariencia de un proceso existencia de tipos históricamente definidos de migra-
más p r o f u n d o de transformación de la estructura de ciones, condicionadas por la industrialización.
clases y de los modos de producción presentes. Es por El análisis del proceso de industrialización muestra,
eso que el análisis del proceso de urbanización no pasa, sin embargo, que su carácter ha sufrido modificacio-
muchas veces, de un abordaje inicial que se ve obligado nes profundas, que llevan a distinguir por lo menos tres
a superar su propio tema si efectivamente intenta eluci- modalidades de industrialización: a ) la Revolución in-
darlo. Por lo tanto, cuando se piensa en urbanización
en una sociedad que se industrializa, es preciso buscar
el papel que desempeñan en ella las clases sociales, pues, * P r e p a r a d o especialmente para el G r u p o d e T r a b a j o sobre
de lo contrario, tiende a ser tomada como un proceso M i g r a c i o n e s Internas d e la C o m i s i ó n d e P o b l a c i ó n y D e s a r r o l l o
autónomo, fruto de cambios de actitudes y valores de del CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales).
1. Ravenstein,• E. G . , " T h e laws of m i g r a t i o n " , Journal of
la población rural, perdiéndose de vista su significado
the Royal Statistical Society, XLVIII, P a r t . 2 ( J u n i o de 1885).
esencial para el conjunto de la sociedad.

[31]
MIGRACIONES INTERNAS 33
32 MIGRACIONES INTERNAS
U n a vez iniciada la industrialización de un sitio ur-
dustrial " o r i g i n a l " , que comenzara en en siglo x v m en
bano, éste tiende a atraer población de zonas generalmen-
Inglaterra y se extendiera rápidamente por la Europa
te próximas. El crecimiento demográfico de la ciudad
occidental y central y A m é r i c a del norte, de la cual
la convierte, a su vez, en un mercado cada vez más
resultó el sistema económico de los países capitalistas
importante para bienes y servicios de consumo, lo que
desarrollados de hoy; b ) la industrialización de los paí-
pasa a constituir un factor adicional de atracción de ac-
ses de economía planificada centralmente, iniciada en
tividades productivas que, por su naturaleza, disfrutan
la U n i ó n Soviética con el Primer Plan Quinquenal (al-
de ventajas cuando se localizan junto al mercado de sus
rededor de 1930) y que hoy tiene lugar en varios países
productos. Es el caso de las industrias de bienes de con-
de Europa oriental, Asia y A m é r i c a ( C u b a ) ; c ) la in-
sumo no durables, de los servicios de consumo colectivo
dustrialización en moldes capitalistas, igualmente re-
(escuelas, hospitales, etc.), de ciertos servicios de pro-
ciente, de las ex-colonias europeas en América Latina,
ducción (comercio al por m a y o r ) y otros.
Asia y África. U n a primera cuestión importante a
examinar, por lo tanto, es en qué medida diferentes Las ciudades que terminaron por industrializarse fue-
modalidades de industrialización condicionan o no ti- ron, generalmente, las que ya tenían relativa expresión
pos correspondientemente diferentes de flujos migra- urbana por haber sido antes importantes centros comer-
torios. ciales. Tales centros, casi siempre, ya poseían parte de
los servicios de infraestructura necesarios para la indus-
tria. L a industrialización, a su vez, hizo surgir una gran
variedad de nuevos servicios (de educación, de investi-
gación científica, gubernamentales, de finanzas, conta-
2. INDUSTRIALIZACIÓN Y MIGRACION bilidad, etc.) además de hacer crecer enormemente a
muchos de los ya existentes. C o m o los servicios son acti-
El proceso de industrialización no consiste solamente en vidades que deben ser ejecutadas junto a los usuarios, la
un cambio de técnicas de producción y en una diver- ciudad terminó por ser el lugar donde se realizaban to-
sificación mayor de productos, sino también en una das esas actividades. Incluso hubo una transferencia a
profunda alteración de la división social del trabajo. la ciudad de numerosos servicios que antes se ejecutaban
Numerosas actividades manufactureras, que antes se en áreas rurales. En la sociedad preindustrial el campe-
combinaban con actividades agrícolas, son separadas de sino transporta sus productos hasta el mercado donde
éstas, pasando a ser realizadas en forma especializada en él mismo los vende (generalmente en ferias periódicas).
establecimientos espacialmente aglomerados. L a aglome- Además, la educación y el cuidado de la salud son aten-
ración espacial de la actividad industrial se debe a la didos por miembros de la misma comunidad. C o n la
necesidad de utilización de una misma infraestructura industrialización, esos servicios pasan a ser cumplidos
de servicios especializados ( d e energía, agua, desagües, por establecimientos especializados, a partir de una base
transporte, comunicaciones, etc.) y a las economías ex- urbana.
teriores que derivan de la complementariedad entre los
T o d a esta transferencia de actividades del campo a la
establecimientos industriales. Para reducir los costos de
ciudad parece ser motivada por una exigencia técnica
transporte que consustancian esas economías exteriores,
de la producción industrial: la aglomeración espacial de
las empresas que realizan intenso intercambio de merca-
las actividades — q u e se traduce en su urbanización—
derías tienden a localizarse próximas las unas de las
parece ser un requisito de su creciente especialización y
otras. Surge de ahí la ciudad industrial.
34 MIGRACIONES INTERNAS 35
MIGRACIONES INTERNAS
consecuente complementariedad. Agregúese además el
neamente bajar los costos de producción, mediante la
inmenso crecimiento de las escalas de producción, que
libre importación de alimentos y materias primas, y
hace económicamente rentable la especialización y lleva
ampliar los mercados externos de la industria inglesa.
al surgimiento de establecimientos de gran porte. El gi-
En cambio el proteccionismo aduanal puesto en práctica
gantismo de las unidades productivas trae consigo, evi-
por Alemania y Estados Unidos fue necesario para que
dentemente, una concentración espacial aún más acen-
la industria de esos países pudiera defenderse del supe-
tuada.
rior poder de competencia de Gran Bretaña. Y a en el
En este contexto, las migraciones internas (sin hablar
siglo x i x el desarrollo del mercado de capitales en base
de las internacionales, que en buena parte podrían ser
a la sociedad anónima fue un elemento importante para
explicadas del mismo m o d o ) no parecen ser más que un
la reducción del costo del capital para las empresas en
mero mecanismo de redistribución de la población que
expansión.
se adapta, en último análisis, al reordenamiento espa-
E n los países que llegaron tarde a la carrera industrial,
cial de las actividades económicas. Los mecanismos de
la manipulación de los precios para favorecer la indus-
mercado que, en el capitalismo, orientan los flujos de in-
trialización se hizo más directa y, por eso, más obvia.
versiones hacia las ciudades y al mismo tiempo crean
L a reserva del mercado interno para la industria nacio-
los incentivos económicos para las migraciones del cam-
nal pasó a ser garantizada por medio de la fijación de
p o a la ciudad, no harían más que expresar la racio-
tasas privilegiadas de cambio por el Estado y, muchas
nalidad macroeconómica del progreso técnico que cons-
veces, por la imposición de cuotas de importaciones. El
tituiría la esencia de la industrialización misma, sin que
abaratamiento del capital, en ausencia de un mercado
las características institucionales e históricas de la misma
de capitales suficientemente desarrollado, pasó a ser
tuviesen papel alguno en la determinación de ese pro-
asegurado mediante el crédito estatal a interés b a j o e
ceso. V a l e la pena, con todo, examinar cómo influyen
incluso negativo y subsidios de toda especie, principal-
esas características en el proceso de industrialización para
mente en forma de exenciones fiscales. T a m b i é n el costo
ver si realmente las migraciones no pasan de ser conse-
de la mano de obra pasó a ser indirectamente subsidiado
cuencias demográficas del cambio técnico.
mediante el suministro de servicios sociales — d e salud,
seguro social, educación, alimentación, habitación— en
parte o enteramente pagados por el Estado. Es necesario
contar también la extensa serie de servicios de infraes-
3. CAPITALISMO Y MIGRACION tructura —transporte, energía, agua, desagües, comuni-
caciones— que se proporcionan a las empresas a precios
Las teorías económicas corrientes, en general, ponen el subvencionados.
énfasis en la determinación de los precios por los meca-
L a industrialización en moldes capitalistas está lejos
nismos de mercado, ocultando de esa manera la consi-
de ser un proceso espontáneo, promovido exclusivamen-
derable manipulación " p o l í t i c a " de los precios que
te por el espíritu de iniciativa de empresarios innova-
desempeñó y sigue desempeñando un papel fundamental
dores. Sólo se hace posible merced a ajustes institucio-
en la industrialización de molde capitalista. El libre-
nales que permiten, por un lado, acelerar la acumulación
cambismo fue en la Gran Bretaña del siglo pasado un
del capital y, por el otro, encaminar el excedente acu-
instrumento importante en el sentido de promover una
mulable hacia las empresas, que incorporan los nuevos
división del trabajo internacional que permitía simultá-
métodos industriales de producción. C o m o ya se ha
36 MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS 37

visto, los ajustes institucionales no son siempre los mis- taligta lleva a una concentración del capital mucho
mos, dependiendo su naturaleza del contexto histórico: la ma; or aún, 2 al favorecer una acumulación del capital
industrialización británica exigió una política de comer- en escala geométrica dentro de las empresas y al permi-
cio exterior (el librecambismo), al paso que la alemana tir que, en los períodos de baja, las empresas mayores
y la norteamericana requirieron otra, opuesta (protec- absorban a un gran número de empresas medianas y
cionismo). N o obstante, la intervención institucional en pequeñas.
el juego económico es imprescindible para la industriali. Desde el punto de vista puramente tecnológico, los
zación capitalista, haciéndose más amplia, multiforme y modernos métodos de producción exigen el crecimiento
directa en la medida en que el avance tecnológico y la del establecimiento y una creciente coordinación entre
concentración del capital hacen más inoperantes los me- los establecimientos, que supera los límites de la acción
canismos clásicos de mercado c o m o reguladores de la dis- rutinaria de los mecanismos de mercado. El cuadro ins-
tribución de los recursos y de los beneficios. titucional del capitalismo monopolista prevé los medios
Los ajustes institucionales que influyen sobre los pre- por los cuales se puede dar esa coordinación por el cre-
cios relativos tienen por finalidad hacer más lucrativas cimiento de la firma, que asume la f o r m a del "conglo-
las empresas industriales, aumentando su participación merado", cuyo tamaño es determinado antes por las ne-
en la renta. Pero de esa manera se favorece también la cesidades de valorización del capital que por las del
concentración del capital, pues las mismas medidas ins- proceso productivo en cuanto tal.
titucionales debilitan a las acitvidades menos favoreci- Sin insistir más en este asunto, ya bastante discutido
das. Así, por ejemplo, en la medida en que el gobierno en la literatura económica corriente, es preciso conside-
subsidia (directa o indirectamente) ciertas actividades rar que la concentración del capital y la concentración
industriales, la carga fiscal sobre el conjunto de las de- espacial de las actividades poseen, en el capitalismo, un
mas actividades se hace más pesada. En la medida en nexo causal común. Así como la concentración tiende
que el gobierno controla el precio de los alimentos, los a superar los límites mínimos impuestos por la tecnolo-
términos de intercambio entre ciudad y campo se van gía industrial, también la. concentración espacial tiende
haciendo cada vez más desfavorables al campo. Y así a ser mucho mayor que la derivada de las necesidades
en general. técnicas del proceso productivo. L a razón básica de esa
El progreso técnico y la concentración del capital son concentración espacial exagerada es que las empresas
dos procesos que se alimentan mutuamente. El progreso únicamente usufructúan las economías de aglomeración,
técnico requiere escalas de producción cada vez más mientras que las deseconomías del congestionamiento y
grandes, proporcionando así ventajas a las empresas ma- del vaciamiento son soportadas por el conjunto de la
yores. Éstas, a su vez, tratan de acelerar al m á x i m o el sociedad, en particular por las clases más pobres. Esto
progreso tecnológico, en la medida en que una oferta sucede debido a los mismos ajustes institucionales que
de capital abundante (proporcionada por el subsidio crean condiciones propicias para la industrialización y
estatal y/o por el perfeccionamiento del sistema finan- que, en la práctica, eximen a las empresas de las cargas
ciero) hace económicamente ventajosa la sustitución de derivadas de las irracionalidades del proceso de indus-
trabajo por capital. Es innegable que la concentración
del capital es una condición necesaria para el progreso 2. Bain, J. (Barriers to new competition, Cambridge, 1965)
tecnológico, pero también es innegable que el cuacjro demostró que, en los Estados Unidos, en numerosos ramos
industriasles las mayores empresas tenían un tamaño varias veces
institucional apropiado para la industrialización capi-
mayor que el " m í n i m o tamaño ó p t i m o " .
36
38
MIGRACIONES INTERNAS
MIGRACIONES INTERNAS

trialización. Los ejemplos ilustrativos de ese hecho pue-


T a m b i é n hay en esas áreas un evidente desperdicio de
den multiplicarse a voluntad. Se admite que, en la me-
recursos humanos, en la medida en que la emigración
dida en que aumenta la densidad de la ocupación
de las actividades no es seguida inmediata y plenamente
humana y económica del espacio urbano, las autoridades
por la emigración de la población. Sin embargo, la carga
públicas locales deben invertir sumas cada vez mayores
resultante de ese desperdicio no es sentida por las em-
en la ampliación de los servicios urbanos, recurriendo
presas, pues ellas están protegidas por el marco institu-
a soluciones cada vez más caras: trenes subterráneos,
cional que redistribuye las pérdidas derivadas de las
vías elevadas, tratamiento de las aguas residuales, desvío
irracionalidades del sistema por el conjunto de la socie-
de corrientes de agua a distancias cada vez mayores, etc.
dad, alcanzando en forma más grave a los grupos "desa-
C o m o los fondos gubernamentales para tales realizacio-
justados" : los recién llegados a la ciudad y los que se
nes provienen de los tributos, sería de esperar que las
quedaron atrás, en las áreas vaciadas.
empresas participaran de esa carga en proporción a su
Es claro que todo proceso de industrialización implica
poder económico. Sucede, sin embargo, que las empre-
una amplia transferencia de actividades ( y por lo tanto
sas industriales frecuentemente disfrutan de exenciones
de personas) del campo a la ciudad. Pero, en los moldes
fiscales y que buena parte de los impuestos son indirec-
capitalistas, esa transferencia tiende a darse en favor
tos, por lo que pueden ser pasados en cadena, hasta el
de sólo algunas regiones en cada país, vaciando a las
consumidor final. Además de eso, las carencias de los
demás. Esos desequilibrios regionales son bien conocidos
servicios urbanos, síntomas visibles del congestionamien-
y se agravan en la medida en que las decisiones de lo-
to, recaen sobre las capas más pobres de la población,
calización son tomadas teniendo como criterio único la
pues el mercado inmobiliario encarece el suelo de las
perspectiva de la empresa privada. Es sabido que, con
áreas m e j o r atendidas, que quedan así "reservadas" a
frecuencia, la ubicación que sería " r a c i o n a l " en el sen-
los individuos dotados de mayores recursos y, natural-
tido de minimizar los costos para la empresa presenta
mente, a las empresas.3 Por otra parte, el vaciamiento
varias alternativas económicamente equivalentes. La de-
de actividades económicas y de población de muchas
cisión que se adopta casi siempre, sin embargo, es la
zonas implica un evidente desperdicio de recursos, en la
elección de la ubicación donde ya sea m a y o r la urbani-
medida en que habitaciones y equipos de servicios son
zación. Esa decisión se debe frecuentemente a motivos
abandonados entera o parcialmente y en que recur-
subjetivos: el tipo de vida que ofrece la gran ciudad es
sos naturales —espacio sobre t o d o — son subutilizados.
más atractivo para quienes toman la decisión y, muchas
veces, tendrán que residir en las inmediaciones de la
nueva empresa. T o d o lleva a creer que la urbanización
3. En la m e d i d a en que el terreno sube de precio, las em- asume características propias en el capitalismo, en la
presas industriales se ven llevadas a desconcentrar sus activi-
medida en que éste trae una escisión de las perspectivas
dades en el espacio. Pero lo hacen dentro de la misma área
urbana, meramente ampliando su perímetro, pues sus necesi-
micro y macroeconómicas, haciendo que las decisiones
dades de servicios urbanos — b á s i c a m e n t e vías de transporte, de localización sean tomadas sólo en función de las pri-
energía y, a veces, a g u a — son m u c h o más modestas que las meras. L a reacción contra ese estado de cosas tomó la
de la población, que necesita también medios de transpor- forma de las diversas tentativas de "desarrollo regional",
te, de comunicación, servicios de educación, de salud, etc. D e
cuyo modus operandi es intervenir una vez más en el
este modo, los terrenos industriales siempre alcanzan precios
más bajos que los residenciales, aun cuando se hallen al borde marco institucional para hacer que el sistema de precios
de las grandes aglomeraciones urbanas. reoriente las inversiones hacia regiones nuevas, haciendo
40
36 MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS

menos heterogénea la distribución de las actividades en derivan de la introducción de relaciones de producción


el espacio. capitalistas en esas áreas, lo cual provoca expropiaciones
a campesinos, expulsión de agregados, aparceros y de-
más agricultores no propietarios, con el objetivo de
aumentar la productividad del trabajo y disminuir con-
4. C A P I T A L I S M O , DESARROLLO REGIONAL Y MIGRACIONES secuentemente el nivel de empleo (enclosures en In-
INTERNAS glaterra, desarrollo d e la ganadería comercial en las
pampas argentinas, expropiación de las tierras comuna-
L a creación de desigualdades regionales puede ser vista les indígenas durante el " p o r f i r i a t o " en M é x i c o , etc.) ; y
como el motor principal de las migraciones internas que factores de estancamiento, que se manifiestan en forma
acompañan a la industrialización de moldes capitalistas. de una creciente presión populacional sobre una dispo-
C o m o muestra Gunnar Myrdal, 4 las regiones favorecidas nibilidad de áreas cultivables pue puede ser limitada
no dejan de acumular ventajas y los efectos de difusión tanto por la insuficiencia física de la tierra aprovecha-
del progreso se hacen sentir en un ámbito espacial rela- ble como por la monopolización de gran parte de ésta
tivamente escaso. L a población de las áreas menos fa- por los grandes propietarios ( c o m o en la zona agreste
vorecidas sufre, en consecuencia, un empobrecimiento del Nordeste brasileño, o en el caso de las comunidades
relativo: el ajuste institucional las hace participar en el indígenas de los indios peruanos y colombianos.)
proceso de acumulación sin que lleguen a beneficiarse Desde el punto de vista económico, los factores de
de sus frutos. L a forma concreta en que se manifiesta ese cambio tienen sentido contrario a los de estancamiento.
proceso de vaciamiento puede variar, de acuerdo a las Los factores de cambio f o r m a n parte del mismo proceso
circunstancias locales y regionales. En algunos lugares, de industrialización, en la m e d i d a en que éste alcanza a
la economía se especializa en la producción de una o la agricultura, trayendo consigo cambios en la técnica
unas pocas materias primas, reproduciendo dentro de los y, en consecuencia, aumentos de la productividad del
países la dicotomía "desarrollados-subdesarrollados" que trabajo. L o s factores de estancamiento resultan de la
se observa en el plano internacional. C u a n d o esas mate- incapacidad de los productores en economía de subsis-
rias primas se destinan a la industria nacional, es cos- tencia para elevar la productividad de la tierra. Los fac-
tumbre hablar de "colonialismo interno". En otros luga- tores de cambio provocan un f l u j o masivo de emigración
res, la economía se halla al margen de la división que trae como consecuencia una reducción del tamaño
interregional del trabajo, cerrándose sobre sí misma en absoluto de la población rural. L o s factores de estanca-
base a la producción para la subsistencia, cuyo mediocre miento llevan a la emigración de parte o la totalidad
excedente anima una débil vida urbana local. del aumento de la población d e b i d o al crecimiento ve-
En cualquier circunstancia, el nivel de vida de la po- getativo de la población rural, cuyo tamaño absoluto se
blación se mantiene bajo, los hcrizontes culturales per- mantiene estancado o crece muy lentamente.
manecen cerrados y las oportunidades económicas casi A primera vista, los factores de cambio y de estanca-
no existen. L o s factores de expulsión que llevan a las miento pueden parecer análogos a los efectos "propulso-
migraciones son de dos órdenes: factores de cambio, que res" (spread effects) y "regresivos" (backwash effects)
de M y r d a l ( o p . cit.). En realidad, son completamente
distintos. M y r d a l considera los efectos que la concentra-
4. M y r d a l , G., Teoría económica e regioes subdesenvolvi-
das, cap. III. ción industrial en determinadas áreas tiene sobre las
36 42
MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS

demás. L o s efectos propulsores irradian el progreso hacia Las regiones de emigración provocada por los factores
nuevas áreas, convirtiéndolas en áreas de inmigración y de estancamiento suelen tener densidades demográficas
no de emigración. Los efectos regresivos vacían las áreas elevadas y, por eso, disponen de un considerable poten-
que alcanzan, haciéndolas económicamente decadentes. cial de movilización política. Cuando ese potencial es
Los efectos de M y r d a l explican los desniveles regionales activado, la reivindicación del "desarrollo regional" ad-
en gran escala, a nivel nacional (el ejemplo que cita quiere expresión y, en las últimas décadas, ha llevado
es el norte y el sur de I t a l i a ) . Los factores de ex- a numerosos gobiernos nacionales a desarrollar esfuerzos
pulsión aquí analizados se refieren específicamente a las deliberados para encaminar hacia algunas de esas áreas
áreas rurales, que originan corrientes migratorias aún recursos públicos e inversiones privadas. E n general, los
cuando son alcanzadas por efectos propulsores. L a uti- programas de "desarrollo regional" de los países capita-
lidad de los conceptos de factores de cambio y de estan- listas han puesto el énfasis en el desarrollo de la infraes-
camiento está en mostrar que los efectos propulsores tructura de servicios en las áreas estancadas —transpor-
tienden efectivamente a crear nuevos polos de expan- te, energía, comunicaciones, etc.— y el ofrecimiento de
sión que acarrean, sin embargo, una intensificación de la incentivos económicos, generalmente de carácter fiscal y
migración del campo a la ciudad, al paso que los efectos crediticio, a las empresas que se f i j a n en tales áreas. D e
regresivos, al limitar la expansión de la demanda de ese modo, una vez más se altera el marco institucional
fuerza de trabajo, dan lugar también a migraciones, pero en la tentativa de eliminar un desequilibrio creado por
de distinto tipo, por razones y con consecuencias com- el propio proceso de industrialización institucionalmente
pletamente diferentes. En suma, los efectos de M y r d a l condicionado.
se refieren al movimiento de las actividades productivas, C o m o la concentración espacial de actividades que re-
al paso que los factores de expulsión se refieren al mo- sulta de la industrialización capitalista es, en general,
vimiento de seres humanos. mucho mayor que la exigida por la tecnología industrial,
L a diferencia entre áreas de emigración sujetas a fac- los esfuerzos en pro del "desarrollo regional" son, en
tores de cambio y áreas sujetas a factores de estanca- principio, económicamente viables. En este caso, sin em-
miento permite visualizar m e j o r las consecuencias de bargo, se reproduce en las nuevas áreas favorecidas el
la emigración. Las primeras pierden población pero la mismo fenómeno de concentración espacial urbana aca-
productividad aumenta, lo que, en principio, permite rreado por la industrialización capitalista a nivel
una m e j o r a de las condiciones de vida locales, depen- nacional. L a gran mayoría de las nuevas actividades
diendo del sistema de fuerzas sociales y políticas que con- productivas suscitadas por las medidas de "desarrollo
dicionan el reparto de la renta. En cambio las segundas regional" terminan por localizarse en una o dos áreas
presentan estancamiento o incluso deterioro de las con- urbanas, desviando hacia ellas los flujos migratorios
diciones de vida, funcionando a veces como "viveros de provocados por factores de estancamiento que antes se
mano de o b r a " para los latifundistas y las grandes ex- dirigían, directamente o por etapas, hacia los grandes
plotaciones agrícolas capitalistas. Es sabido que las áreas centros nacionales. Además, es corriente que el "desarro-
de minifundios, donde actúan típicamente los factores llo regional" facilite la penetración del capitalismo en
sedimentarios de estancamiento, son origen de importan- la agricultura de las áreas a desarrollar, lo que tiende
tes flujos migratorios de estación: muchos trabajadores a alterar el carácter de los factores de expulsión que,
se desplazan hacia otras áreas agrícolas, donde partici- originalmente causados por el estancamiento, pasan a ser
pan en las cosechas, y después regresan a su gleba. consecuencia del cambio, aumentando considerablemente
36 44
MIGRACIONES INTERNAS
MIGRACIONES INTERNAS

esos flujos. L a ironía de la situación reside en que, de


en la lucha competitiva que se traba dentro del mercado
este modo, el "desarrollo regional", concebido original-
urbano de trabajo. N o es raro, por ejemplo, que los mi-
mente con el fin de reducir las migraciones internas,
grantes ya lleguen endeudados, obligándoseles a trabajar
acaba por intensificarlas. Cada nuevo " p o l o de desarro-
durante determinado período por un salario b a j o para
l l o " así creado acorta la distancia recorrida por los
pagar el costo del v i a j e .
emigrantes, que, en otras condiciones, acudirían a los
L a cuestión que se plantea es la de saber si el hecho
centros nacionales, pero, al mismo tiempo, contribuye
de que numerosos migrantes no sean absorbidos por el
a la concentración regional de actividades y, en conse-
mercado de trabajo se explica por su inferioridad eco-
cuencia, a la multiplicación del número de emigrantes.
nómica o desajuste frente a las condiciones exigidas por
la economía industrial, o si los flujos migratorios susci-
tados por la industrialización capitalista tienden inhe-
rentemente a producir, en las áreas urbanas, una oferta
5. I.AS MIGRACIONES I N T E R N A S FRENTE AL MERCADO DE de fuerza de trabajo superior a la demanda. Si la pri-
TRABAJO mera hipótesis fuera correcta, el desequilibrio entre oferta
y demanda de fuerza de trabajo puede ser considerado
transitorio, pues los obstáculos que se oponen a la inte-
Los factores de expulsión definen las áreas desde donde
gración del migrante en el proceso productivo capitalista
se origina el f l u j o migratorio, pero son los factores de
tienden a ser superados con el tiempo, en la medida en
atracción los que determinan la orientación de esos flu-
que el migrante pasa por un período de aprendizaje y
jos y las áreas a las cuales se destinan. Entre los facto-
aculturación en el m e d i o urbano. L a s investigaciones he-
res de atracción, el más importante es la demanda de
chas en Monterrey y la ciudad de M é x i c o , por ejemplo,
fuerza de trabajo, entendiendo por ello no sólo la genera-
muestran que el nivel ocupacional y el d e renta aumen-
da por las empresas industriales sino también la que
tan proporcionalmente al período de permanencia del
resulta de la expansión de los servicios, tanto de los eje-
migrante en la ciudad. 5 E n cambio, si la segunda hipó-
cutados por empresas capitalistas c o m o los prestados por
tesis fuera la correcta, la "marginalización" del migrante
reparticiones gubernamentales, empresas públicas o indi-
( o de gran parte de ellos) pasa a ser un resultado nece-
viduos autónomos. En general, esa demanda de fuerza
sario del proceso de individualización capitalista.
de trabajo es interpretada c o m o proporcionando "opor-
tunidades económicas", que constituyen un factor de E n realidad, la economía capitalista no dispone de me-
atracción en la medida en q u e ofrecen una remunera- canismos que aseguren la proporcionalidad entre el
ción más elevada que la que podría percibir el emigrante número de personas aptas para el trabajo que los flujos
en la zona de que proviene. migratorios llevan a la ciudad y el número de lugares
de trabajo creados por las nuevas actividades implanta-
Naturalmente, hay una serie de obstáculos que se
das en el medio urbano. El número de migrantes que
interponen entre el emigrante y la "oportunidad econó-
contribuye a expandir la oferta de fuerza de trabajo de-
m i c a " que, en teoría, le ofrece la ciudad industrial: por
un lado, no siempre el emigrante posee las calificaciones
necesarias ni el bagaje cultural exigido por las nuevas 5. M u ñ o z García, H u m b e r t o ; O l i v e i r a , O r l a n d i n a y Stern,
empresas: por otro, la insuficiencia d e recursos impide Claudio, Categorías de migrantes y nativos y algunas de sus
a determinado número de migrantes alcanzar el éxito características socioeconómicas: Comparaciones entre las ciu-
dades de Monterrey y México (mimeosrafiado).
46 MIGRACIONES INTERNAS 47
MIGRACIONES INTERNAS

pende, en forma preponderante, de los factores de ex- excedente de fuerza de trabajo y a lanzarlo abiertamente
pulsión: los factores de cambio crean una especie de al mercado de t r a b a j o : al mismo tiempo, el sector mo-
desempleo tecnológico en el área rural, cuya dimensión derno se expande antes importando máquinas que em-
es una función del aumento de la productividad y la pleando un mayor número de gentes. Éste es probable-
especialización en el trabajo agrícola, al paso que los mente el principal factor del creciente desempleo. .
factores de estancamiento producen un f l u j o migratorio Es dudoso, sin embargo, que los salarios excesivamen-
cuyo volumen depende de la tasa de crecimiento vege- te elevados sean la causa más importante de la insufi-
tativo de la población en economía de subsistencia en ciente absorción de migrantes por el mercado de traba jo
relación con su disponibilidad de tierra. L a demanda de urbano. El nivel de los salarios es un factor importante
fuerza de trabajo suscitada por la expansión de la eco- que influye sobre el reparto de la renta. U n a reducción
nomía urbana, a su vez, depende de la estructura de la del nivel de salarios causaría una redistribución regresiva
demanda atendida por esa economía y de las técnicas de la renta, disminuyendo la participación de las capas
aplicadas en cada ramo, que determinan la productivi- más pobres en f a v o r de las capas más ricas, que obtiene
dad física del trabajo en la producción de cada mer- sus réditos de la propiedad o de conocimientos especia-
cadería. lizados. C o m o es sabido, la propensión a consumir de
D e acuerdo a la teoría económica convencional, el los pobres es mucho mayor que la de los ricos, de ma-
mercado de trabajo tendría medios para equilibrar de- nera que una b a j a de los salarios bien puede acarrear
manda y oferta de fuerza de trabajo mediante la varia- una reducción del consumo y, por lo tanto, de la deman-
ción de su precio, es decir, del nivel de salarios. Así, en da efectiva. Si eso sucediera, el aumento de la demanda
la hipótesis de la existencia de un exceso de oferta en de fuerza de trabajo derivado de la adopción de técnicas
comparación con la demanda de fuerza de trabajo, los que emplean mano de obra más intensivamente podría
salarios bajarían, reduciendo el costo del factor trabajo ser más que compensado por la reducción de la demanda
en comparación con el costo del factor capital, lo que in- de fuerza de trabajo causada por la caída del nivel de
duciría a las empresas a utilizar técnicas que empleen actividad, debido a la menor demanda global.
mano de obra más intensamente, de donde derivaría una Lo que parece suceder, más frecuentemente, en ei
elevación de la demanda de fuerza de trabajo, haciéndo- curso de la industrialización capitalista, es que el nivel
la. igual a la oferta. Este tipo de solución, sin embargo, del salario real se mantiene constante o crece muy len-
generalmente no puede ser aplicado, salvo en forma muy tamente, aunque menos que la productividad. L a tasa
limitada, debido a los obstáculos institucionales (salario de salarios, es decir, la participación de los asalariados
mínimo, indemnización a los despedidos, etc.) y a la en el producto, decrece. En otras palabras, la mayor
resistencia de los trabajadores organizados. D e ahí con- parte del aumento de la renta resultante del aumento
cluyen los partidarios de la teoría convencional que la de la productividad del trabajo es apropiado por quie-
" r i g i d e z " del nivel de salarios es la causa principal del nes detentan el capital. Es eso lo que vuelve dinámica
desempleo y el subempleo que se manifiesta en las áreas la economía capitalista, desde el punto de vista tecno-
urbanas en países en los que hay grandes migraciones
del campo a la ciudad. A r t h u r Lewis, por ejemplo, con-
cluye que "en suma, salarios elevados en industrias mo- 6. Lewis, W . Arthur, Unemployment in developing coun-
tries, Lecture to M i d w e s t Research Conference, octubre, 1964
dernas llevan al sector tradicional a no preservar ya el
(mimeogr.)
46 MIGRACIONES INTERNAS
MIGRACIONES INTERNAS 47

lógico, pues las empresas son estimuladas a aplicar cam- trabajo. Esa plusvalía es, en su mayor parte, apropiada
bios tecnológicos siempre que el costo del capital (gene- inicialmente por las empresas, que la redistribuyen entre
ralmente subsidiado, c o m o hemos visto) lo permite. D e sus propietarios, acreedores, el gobierno, etc. Según el
ese m o d o , la demanda de fuerza de trabajo crece menos uso que estos personajes y entidades den al aumento de
que el producto, resultando la diferencia del cambio la renta del q u e son beneficiarios, el desempleo tecno-
técnico, y, en determinadas circunstancias, del cam- lógico será o no compensado por la creación de nuevo
bio en la composición del producto. empleo. L a división del aumento de la renta entre con-
El punto importante en esta discusión es que la de- sumo y ahorro en determinada proporción hace que el
manda d e fuerza de trabajo en la ciudad, dados los aumento del consumo así suscitado provoque un aumento
cambios técnicos resultantes de la industrialización, es de la capacidad de producción mediante inversiones de
una función del tamaño y de la composición del pro- orden tal que el nuevo empleo creado compensa el
ducto generado por la economía urbana. Guando las desempleo tecnológico.
migraciones son causadas por factores de cambio, hay un L a experiencia histórica de la industrialización capita-
nexo causal, aunque indirecto, entre el volumen de fuer- lista hasta la segunda guerra mundial mostró que las
za de trabajo liberado por la agricultura y la demanda tendencias espontáneas del sistema, gobernadas por los
del producto urbano. Guando la agricultura se vuelve mecanismos de mercado y por los estímulos instituciona-
capitalista, expande ampliamente su demanda de mer- les, llevaban a una subutilización sistemática de los re-
caderías oriundas de la economía urbana: instrumentos cursos humanos disponibles, cuya gravedad variaba de
de trabajo, consumos industriales (energía eléctrica, acuerdo a la fase del ciclo de coyuntura en que se ha-
combustibles, abonos químicos, insecticidas, raciones, llara la economía. E n los períodos de industrialización
e t c . ) , bienes de consumo y servicios industrializados ( d e más intensa, en Europa, en que se acentuaba ]a pene-
transporte, comerciales, financieros, e t c . ) , producidos a tración del capitalismo en las áreas rurales, el volumen
partir de la ciudad. L a división del trabajo entre el de desempleo creado fue considerable, lo que ocasionó
campo y la ciudad se ahonda, lo que trae c o m o conse- fuertes flujos migratorios hacia las Américas, Australia
cuencia un aumento de la demanda del producto urba- y Á f r i c a en la segunda mitad del siglo x i x y las primeras
no por parte de la agricultura, que no puede dejar de décadas del x x . A partir de la depresión de los años
reflejarse en un crecimiento de la búsqueda de fuerza treinta, sin embargo, muchos gobiernos pasaron a adop-
de trabajo en la clase. Es claro que ese nexo causal entre tar políticas anticíclicas y de pleno empleo, cuyo éxito
el desempleo tecnológico generado en el campo y la crea- relativo demostró que las variables de las que depende
ción de nuevo empleo en la ciudad no asegura por sí la compensación del desempleo tecnológico pueden ser
solo el volumen de empleos creados en la economía ur- condicionadas mediante reordenamientos institucionales:
bana. Sin embargo, crea las condiciones de posibilidad expansión de la oferta de medios de pago, tributación
de que esa compensación se dé. progresiva, inversiones públicas, crédito selectivo, des-
arrollo regional, etc. En suma, la experiencia reciente
L o que decidirá, en último análisis, si el proceso de in-
de los países capitalistas desarrollados muestra que una
dustrialización capitalista crea o no un volumen de
política económica de corte "keynesiano" es capaz de
empleo que guarde alguna correspondencia con el volu-
conciliar, durante períodos considerables, rápidos y pro-
men de mano de obra disponible (concepto de por sí algo
fundos cambios técnicos con niveles de empleo relativa-
a m b i g u o ) es el destino d a d o a la plusvalía que puede
mente elevados. L a situación de los países no desarro-
ser creada gracias al aumento de la productividad del
llados, en cambio, es muy distinta.
50 MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS 2 6 7 8 "7 ^

6. MIGRACIÓN E I N D U S T R I A L I Z A C I Ó N E N LOS PAÍSES NO camiento sobre la economía urbana. E n la medida en


DESARROLLADOS
que una parte considerable de la población permanece
en economía de subsistencia y en la medida en que,
El proceso de cambio tecnológico en los países capita- gracias a la caída de la mortalidad, su ritmo de creci-
listas desarrollados difiere considerablemente de la in- miento vegetativo aumenta, los factores de estancamien-
dustrialización capitalista en los países no desarrollados. to pueden provocar un f l u j o migratorio considerable. L a
En primer lugar, el ritmo de cambio tecnológico y sus parte de ese f l u j o migratorio que se dirige hacia las ciu-
efectos socioeconómicos son mucho más amplios en los dades dependerá, naturalmente, de la disponibilidad de
últimos en comparación con los primeros. Mientras en nuevas tierras que puedan ser ocupadas por el excedente
los países desarrollados el cambio se da a medida que de población. En países que poseen amplias reservas de
determinadas innovaciones " m a d u r a n " , en los países no tierra cultivable o aprovechable c o m o pastura, como el
desarrollados se implantan ramos de producción enteros Brasil por ejemplo, los factores de estancamiento pueden
de una sola vez, sometiendo a la estructura económica a generar importantes flujos migratorios q u e se dirigen de
choques mucho más profundos. E n segundo lugar, desde las zonas rurales más antiguas hacia otras más nuevas.
que un país atraviesa el umbral del desarrollo, deja En los países cuya disponibilidad de tierras se ha ago-
jie tener un sector de subsistencia o éste permanece ape- tado, sea por estar siendo todas efectivamente utilizadas
nas en forma de bolsones de atraso de pequeña expre- O por estar ya monopolizadas p o r latifundistas, los fac-
sión. L a regla general es que, en un país desarrollado, el tores de estancamiento terminan por generar flujos mi-
conjunto de la población está integrado en la economía gratorios que se dirigen casi exclusivamente hacia las
de mercado. Obviamente la situación es la opuesta en los ciudades, pudiendo incluso éstas estar situadas en el ex-
países no desarrollados, en los que buena parte de la terior, como en el caso de los emigrantes de Puerto R i c o
población aún se encuentra en economía de subsistencia. y Jamaica, que se dirigen a N u e v a Y o r k y Londres.
En la medida en que se procesa el desarrollo, partes
L a llegada a la ciudad de migrantes q u e provienen de
cada vez mayores de la población van incorporándose a
áreas en economía de subsistencia, débilmente ligadas
la economía de mercado. L a proporción de fuerza de
B la división nacional del trabajo, no p r o v o c a ninguna
trabajo que permanece en el sector de subsistencia es,
elevación de la demanda del producto d e la economía
en cierto modo, una indicación del camino que el país
Urbana. Antes por el contrario, el a f l u j o de esos migran-
todavía debe recorrer hasta completar su desarrollo.
t e s tiene un efecto depresivo sobre esa demanda, por
En estas condiciones, es fácil comprender que el vo- Varios motivos: 1] cierto n ú m e r o de migrantes, que
lumen de migraciones internas, provocadas por cambios, logra incorporarse al proceso de producción urbano, re-
estructurales y espaciales de la economía, es proporcio- mite parte de sus ganancias a los parientes que perma-
nalmente mucho mayor en los países no desarrollados Í Iiecen en las áreas en economía de subsistencia, redu-
que están industrializándose, que en los desarrollados. En je Biendo el volumen de demanda efectiva en la ciudad. Si
aquéllos, los factores de cambio tienen efectos más am- £ lOB que reciben esos envíos los gastan c o m p r a n d o pro-
plios, y a ellos se suman los factores de estancamiento, I d u c t o s oriundos de la ciudad, este e f e c t o se anula; sin
que en los países desarrollados prácticamente no se ha- ratelbargo, en la medida en que esos recursos se gastan en
cen sentir. j- I t compra de productos de la e c o n o m í a local, son sus-
Es importante, en este contexto, analizar los efectos traídos a la economía urbana. L o mismo sucede cuando
de las migraciones provocadas p o r los factores de estan- ]ot migrantes retornan, con cierto peculio reunido en la
MIGRACIONES INTERNAS 53
52 MIGRACIONES INTERNAS
economía de mercado. Es claro que, desde el punto de
ciudad, a las áreas de subsistencia; 2] parte de los
vista del lugar de destino, parece irrelevante distinguir
migrantes que no logran integrarse a la economía urbana
a los migrantes según los factores de expulsión por los
reproducen en la ciudad ciertos rasgos de la economía
que hayan sido alcanzados. T a n t o los que vienen de
de subsistencia en forma de actividades autónomas, ge-
áreas de cambio c o m o los provenientes de áreas estan-
neralmente servicios: vendedores ambulantes, cargado-
cadas intentan penetrar en el mismo mercado de traba-
res, servicios de reparación, etc. Aunque esas actividades
j o urbano. El carácter de los factores de expulsión tiene
se desarrollen en el ámbito espacial de la ciudad, no es-
importancia en la determinación del grado general en
tán integradas en la economía urbana capitalista. En la
que la fuerza de trabajo de los migrantes es absorbida
medida en que, debido a los bajísimos niveles de remu-
por la economía urbana. T o m a n d o , como caso extremo,
neración que se ven obligados a aceptar sus ejecutantes,
un país en el que toda la población no urbana pertenece
logran competir con empresas capitalistas, su efecto es
al sector de subsistencia y que únicamente debido a
realizar la demanda del producto de la economía capi-
factores de estancamiento 8 una parte del aumento de
talista y, por lo tanto, su demanda de fuerza de tra-
esa población, resultante de su crecimiento vegetativo,
b a j o : el comercio ambulante limita la actividad y el
emigra a la ciudad, es de esperar que la economía ur-
empleo en el comercio organizado según el modelo ca-
bana, en lenta expansión, absorba una proporción redu-
pitalista, los lavadores de coches reducen la clientela
cida de los migrantes, quedando la mayoría al margen
de las estaciones de servicio y así en otros casos; 3] en
de la división social del trabajo, usufructuando parte del
buena medida, la oferta de fuerza de trabajo resultante
excedente producido por la economía urbana mediante
de la migración a la ciudad es absorbida por el servicio
la prestación de servicios domésticos o actividades autó-
doméstico, cuyo significado es nulo desde el punto de
nomas, etc. En el otro extremo, podemos concebir un
vista de la producción social capitalista, 7 pudiendo ser
país con amplias reservas de tierras en donde puede
encarado como un "falso empleo". Aunque el servicio
establecerse todo excedente demográfico del sector de
doméstico en nada contribuya a la generación del pro-
susbsistencia; en ese país, la migración a la ciudad es
ducto urbano, su efecto sobre el monto de ese producto
provocada únicamente por factores de cambio, en la
es negativo en la medida en que sustituye a equipos
medida en que áreas en economía de subsistencia son
que forman parte de ese producto: la empleada domés-
incorporadas a la economía capitalista. E n esas condi-
tica hace innecesario el uso de la máquina de lavar, el
ciones, la economía urbana se expande con mayor vigor
chofer particular permite a la familia prescindir de un
y presenta mejores posibilidades de absorber productiva-
segundo automóvil, etc.
mente la fuerza de trabajo traída por la migración.
T o m a n d o en conjunto el efecto de la migración a la L a gran mayoría de los países no desarrollados se
ciudad, proveniente de áreas que permanecen en econo- halla entre esos dos extremos. En algunos, sin embargo,
mía de subsistencia, sobre el producto urbano, es fácil el sector de subsistencia es proporcionalmente grande, y
ver que ese efecto es neutro o negativo, lo cual explica la mayor parte del f l u j o migratorio hacia el área urbana
que gran parte de esos migrantes no sea absorbida por la
8. Esto significa que prácticamente no hay penetración
7. Desde el punto de vista de la producción, pero no del del capitalismo en el área rural y, en consecuencia, ni la es-
sistema como tal. El servicio doméstico (igual que los traba- pecialización de la agricultura ni el aumento de la producti-
jadores autónomos) integra el ejército industrial de reserva, vidad del trabajo agrícola llevan a la liberación de mano de
c o m o se verá más adelante, desempeñando la función de dis- obra.
ponibilidad de mano de obra para la economía capitalista.
36
MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS 55

es producida por factores de estancamiento. En éstos, la problemática suscitada por ellas. C o m o el desarrollo
cabe esperar que los problemas de marginalización del económico repercute en el plano social en primer término
migrante sean particularmente graves. Posiblemente es en forma de transformaciones demográficas — m i g r a c i o -
ésa la situación del Perú, d e Colombia y del Nordeste nes internas, urbanización, aceleración del crecimiento de
brasileño. H a y países no desarrollados, sin embargo, en la población debido a la caída de la m o r t a l i d a d — cuya
que el sector de subsistencia ya es reducido o está siendo intensificación " p a r e c e " ser la causa principal de los
rápidamente penetrado por relaciones de producción desniveles económicos y de las tensiones sociales que
capitalistas. En esos países el f l u j o migratorio resulta configuran la marginalidad urbana, se pasa a concluir
sobre todo de factores de cambio y los problemas de que es necesario aminorar el ritmo de desarrollo y de
marginalización del migrante presentan más bien carácter progreso técnico para reducir la intensidad de las trans-
transitorio. Es posible que la Argentina y el centro y sur formaciones demográficas, que aparentemente "superan"
del Brasil se hallen en ese caso. el ritmo de crecimiento económico o, más específica-
mente, de la creación de empleos en la economía capita-
lista urbana.
Por lo que se ha visto, efectivamente el desarrollo, al
7. MIGRACIONES I N T E R N A S Y DESARROLLO
crear factores de cambio en áreas rurales, hace crecer
los flujos de migración interna, aunque esos flujos existan
Por las ideas expuestas hasta aquí, debemos concluir que incluso donde no hay desarrollo. L o que importa consi-
las migraciones derivadas de la industrialización actual derar, sin embargo, es que sólo el desarrollo crea las
de los países no desarrollados constituyen fenómenos his- condiciones que permiten una vigorosa expansión de
tóricamente condicionados, cuyas manifestaciones con- la economía urbana de la cual puede resultar la absorción
cretas dependen de las condiciones específicas en que se productiva, aunque sea retardada, d e m a n o de obra
dé esa industrialización. Analizar las migraciones en traída a la ciudad por las migraciones.
cuestión con el instrumental teórico desarrollado a partir Es verdad que en muchos países no desarrollados la
de la observación y el estudio de las migraciones inter- economía urbana ha sido animada por el comercio
nas de los países desarrollados entraña el riesgo de per- exterior. En esos casos, la expansión de la economía
der de vista aspectos esenciales del fenómeno. urbana ha dependido principalmente del crecimiento de
Gran parte de los actuales estudios es motivada por la demanda exterior de los productos d e esos países
la preocupación por la incapacidad de la economía ur- (incluyendo la venta de servicios en f o r m a de turismo).
bana de absorber, en plazo corto, la fuerza de trabajo de A u n q u e las relaciones económicas con el "resto del
los migrantes. El surgimiento de poblaciones marginales, m u n d o " , lo que prácticamente significa los países capita-
por lo menos desde el punto de vista de la residencia listas desarrollados, no pueden ser ignoradas en el análisis
( " f a v e l a s " , "callampas", "barriadas", " v e c i n d a d e s " ) , en de la problemática concerniente a la integración de los
prácticamente todas las ciudades importantes de América migrantes en la economía de mercado, la experiencia
Latina (sin hablar de Asia y África, donde las condicio- de las últimas décadas en la mayoría de los países no
nes de marginalidad urbana suelen ser aún más graves), desarrollados indica que esas relaciones tampoco presen-
ha llevado a muchos investigadores a encarar las migra- tan perspectivas de solución para esa problemática. En
ciones c o m o un fenómeno social nefasto, cuyas dimensio- términos muy simples, el ritmo de crecimiento de la
nes es necesario reducir para, poder empezar a solucionar demanda exterior por los productos de los países no
36 56
MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS

desarrollados f u e muy inferior al a f l u j o humano hacia 8, PROPOSICIONES PARA EL ESTUDIO DE LAS MIGRACION ES
las áreas urbanas de esos países. Fue precisamente INTERNAS
porque el comercio exterior d e j ó de representar, en la
Considerando las líneas teóricas desarrolladas hasta aquí,
industrialización de los países no desarrollados, el papel
que intentan determinar las características históricas
dinámico que efectivamente desempeñó en la indus-
específicas del fenómeno de la migración interna en el
trialización de los países hoy desarrollados, que los países
contexto del desarrollo, es posible sugerir algunas pro-
que actualmente anhelan industrializarse tuvieron que
posiciones para futuros estudios. Aunque existe ya una
volverse hacia el mercado interno y lanzarse por la
considerable cantidad de investigaciones acerca de las
vía del desarrollo "para adentro". Sin negar que una
migraciones en países no desarrollados, la mayor parte
eventual expansión de la demanda externa pueda cons-
se basa en fundamentos teóricos diferentes de los expues-
tituir un estímulo adicional para el crecimiento de la
tos aquí. Tales fundamentos encaran las migraciones
economía urbana en los países no desarrollados, no
esencialmente como parte integrante de un proceso de
cabe duda de que el resorte fundamental de ese creci-
modernización, 9 lo que lleva a enfoques que no iluminan
miento es la expansión y profundización de la división
el carácter histórico del fenómeno ni sus condicionan-
social del trabajo dentro del país. L a única excepción
tes de clase. Las proposiciones que siguen pretenden
son los países muy pequeños, cuya población diminuta
presentar un enfoque distinto, cuyo mérito sería el de
ofrece un mercado interno demasiado limitado, que tiene
revelar el significado de las migraciones en la constitu-
mejores perspectivas en la integración de sus economías
ción de una economía capitalista con su correspondien-
en áreas de libre comercio, mercados comunes, etc.,
te estructura de clases en los países que actualmente
con países de características semejantes.
pasan por el desarrollo.
Así, la solución de la problemática no parece hallarse
en una limitación del ritmo de desarrollo (aquí enten-
a) Causas y motivos de las migraciones
dido como resultante del avance tecnológico) con el ob-
jeto de reducir la intensidad de las migraciones internas,
L a mayor parte de las informaciones disponibles so-
sino por el contrario en una aceleración de ese ritmo,
bre movimientos migratorios proviene de levantamien-
aunque eso provoque flujos migratorios aún mayores.
tos (censos, mustreos, etc.) en los que la unidad a
N a d a (salvo las apariencias) justifica la noción simplista
que se refieren los datos es el individuo o, en el mejor
de que la " m a r g i n a l i d a d " urbana derive fundamental-
de los casos, la familia. En la elaboración teórica de
mente del número " e x c e s i v o " de migrantes que se fijen
esas informaciones, su origen ya insinúa que la unidad
en la ciudad. Es necesario considerar el mecanismo que
actuante en el proceso migratorio es el individuo o la
puso en marcha los flujos migratorios y sus consecuencias
familia. D e esa manera, b a j o el título de "causa de
para la economía urbana. Sólo así se puede explicar
las migraciones" se inscriben y discuten las verbaliza-
el hecho de que no siempre sean las ciudades que cre-
ciones de los migrantes sobre las razones que los habrían
cen más rápidamente las que presentan mayores propor-
llevado a migrar. El examen crítico de este material
ciones de población marginada.

9. Eso no contradice la actitud tan frecuentemente pesi-


mista frente a las migraciones, cuya función modernizadora
sería anulada por el tamaño " e x c e s i v o " d e los flujos que lle-
gan a las áreas urbanas.
36 58
MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS

empírico se centra, casi siempre, en la indagación de momento, aunque algunos puedan ser inducidos a hacer-
la fidedignidad de las respuestas: ¿en qué medida el lo más tarde, por n o poseer los recursos necesarios para
migrante es capaz de reproducir los motivos que lo acompañar el c a m b i o de la técnica de producción. Cabe
llevaron a adoptar la decisión de migrar? ¿cuánto hay esperar que haya aumento de la producción y descenso
en las respuestas de estereotipo o de racionalización? de los precios, arruinando a los pequeños estableci-
Es imprescindible, sin embargo, someter a este tipo mientos, cuyos costos de producción se mantienen más
de procedimiento a una crítica más radical. L o más pro- elevados que los d e los grandes, que se mecanizan. En
bable es que la migración sea un proceso social, cuya este ejemplo, la primera ola de emigrantes está formada
unidad actuante no es el individuo sino el grupo. Cuando por desempleados, la segunda por campesinos prole-
se desea investigar procesos sociales, las informaciones tarizados.
recogidas con base individual conducen, la. mayoría de A u n q u e un grupo social sea llevado, por determinadas
las veces, a análisis psicologizantes, en los cuales las condiciones estructurales, a migrar, es lógico que no
principales condicionantes macrosociales son desfigu- todos sus miembros lo hagan de inmediato. En el ejem-
radas cuando no omitidas. En el caso específico de las plo anterior, la mecanización reduce la demanda de
migraciones internas, el carácter colectivo del proceso es, fuerza de trabajo, pero no la hace desaparecer por
tan pronunciado que casi siempre las respuestas de los completo. Cierto número de trabajadores conserva su
migrantes caen en sólo dos categorías: 1] motivación empleo. D e l mismo m o d o , la ruina de los pequeños
económica (búsqueda de trabajo, m e j o r a de condiciones propietarios y arrendatarios no los alcanza a todos
de vida, etc.) y 2] para acompañar al esposo, a la f a m i - al mismo tiempo. E n ese sentido hay una especie de
lia o algo por el estilo. L a f o r m a estereotipada de las selectividad de los factores de expulsión (los trabaja-
respuestas indica que la indagación no se dirigió a nadie dores más nuevos son despedidos antes, los propietarios
que pueda ofrecer una respuesta capaz de determinar que se han endeudado más se arruinan antes) que puede
los factores que condicionan el fenómeno. ser asimilada a una variedad de motivos individuales
Si se admite que la migración interna es un proceso que llevan a unos a migrar y a otros no. A esta selecti-
social, hay que suponer que hay causas estructurales que v i d a d objetiva se agregan razones subjetivas: parte de
impulsan a determinados grupos a ponerse en movimien- los desempleados permanece en el mismo lugar, a la es-
to. Esas causas son casi siempre de f o n d o económico pera d e mejores días, sostenidos por miembros de la
—desplazamiento de actividades en el espacio, creci- familia que trabajan o realizando servicios ocasionales;
miento diferencial de la actividad en lugares distintos, otros trabajadores, aun cuando no hayan sido despe-
etc.— y alcanzan a los grupos que componen la estruc- didos, prefieren emigrar porque esperan encontrar me-
tura social del lugar de origen de m o d o diferenciado. jores oportunidades en otra parte.
Así, si en un área determinada la mecanización de la Conviene siempre distinguir los motivos (individua-
agricultura reduce su demanda de mano de obra, los les) para migrar d e las causas (estructurales) de la
desempleados tienen que migrar hacia otra área en migración. L o s motivos se manifiestan en el cuadro
busca de medios de vida. Esos desempleados que migran general d e condiciones socioeconómicas que llevan a
son, en su gran mayoría, ex-asalariados, jornaleros, peo- migrar. Es obvio que los motivos, aunque subjetivos
nes, es decir, forman un grupo que no tiene derechos en parte, corresponden a las características de los indi-
de propiedad sobre el suelo. Los propietarios y arrenda- viduos: los jóvenes pueden ser más propensos a migrar
tarios no se ven obligados a migrar, en un primer que los viejos, los alfabetos más que los analfabetos, los
60 MIGRACIONES INTERNAS
MIGRACIONES I N T E R N A S 61
solteros más que los casados, etc. L o que importa es no
olvidar que la primera determinación de quien se v a y tado, tienden a dirigirse a las ciudades más próximas,
quien se queda es social o, si se quiere, de clase. Dadas cuya economía también está estancada debido a la de-
determinadas circustancias, una clase social se pone en cadencia de la principal actividad productiva de la
movimiento. En un segundo momento, condiciones obje- región. Allí, los inmigrantes constituyen un proletaria-
tivas y subjetivas determinan qué miembros de esa do de b a j a calificación, cuyo a f l u j o deprime los salarios
clase migrarán antes y cuáles quedarán atrás. de los trabajadores urbanos, parte de los cuales es
llevada, por eso, a migrar hacia ciudades mayores. Este
segundo movimiento es posibilitado por la mayor dis-
b) El estudio de la migración como proceso social
ponibilidad de recursos y de información por parte de
los trabajadores que ya poseen cierta experiencia urbana.
Si la unidad migratoria deja de ser el individuo para
Es posible que se desencadenen sucesivos movimientos
ser el grupo, también deja de tener sentido investigar
migratorios, de las ciudades menores hacia las mayores,
la migración como un movimiento de individuos en
hasta que gran parte de los migrantes alcance las áreas
determinado período entre dos puntos, convencional-
donde se esté dando un desarrollo industrial más intenso,
mente considerados como el de origen y el de destino.
cuyos efectos directos e indirectos determinan un aumen-
Guando una clase social se pone en movimiento, crea
to de la demanda de mano de obra que ofrece a los
un f l u j o migratorio que puede ser de larga duración
inmigrantes oportunidades de integración en la econo-
y que describe un trayecto que puede abarcar varios
mía urbana. Incluso es posible que esa industrializa-
puntos de origen y de destino. Es el f l u j o migratorio
ción responda a la necesidad de sustituir importaciones,
originado por determinados factores estructurales, que
que dejaron de ser accesibles debido a la decadencia de
determinan su alcance en el espacio y en el tiempo,
la actividad agrícola de exportación que provocó el
el primer objeto de estudio. U n a vez comprendidos el
impulso inicial del proceso migratorio. Es fácil ver que,
flujo y sus causas y factores condicionantes, determina-
en un caso así, comenzar la investigación por un eslabón
dos movimientos que lo componen pueden ser estudia-
de la cadena significa renunciar desde ya a una com-
dos aisladamente. L a hipótesis básica, sin embargo, es
prensión global del proceso.
que el f l u j o determina los movimientos unitarios y que
éstos sólo pueden ser comprendidos en el cuadro general Explorando más las condiciones antes ejemplificadas,
de aquél. es concebible que, en el área cuyo Sector de M e r c a d o
Admitamos, a título de ejemplo, que en determinada Externo está en decadencia, la pequeña burguesía rural,
área la principal actividad agrícola, de carácter comer- constituida por pequeños propietarios y arrendatarios,
cial, entra en decadencia debido al agotamiento de también da principio a un f l u j o migratorio, cuyas carac-
la fertilidad del suelo. L a productividad física del tra- terísticas, sin embargo, serán diferentes. L o s migrantes
b a j o disminuye, reduciendo la rentabilidad de los esta- de la pequeña burguesía no son, c o m o los trabajadores,
blecimientos. Los grandes propietarios abandonan la expulsados del área por el aniquilamiento de sus medios
plantación y pasan a usar la tierra para pasturas o de vida. Huyen del estancamiento económico y social, de
silvicultura, actividades que requieren menos m a n o de la falta de perspectivas de movilidad social. C o m o
obra, lo que determinará la migración de los trabaja- poseen más recursos y un horizonte cultural más am-
dores sin tierra. D a d o que estos emigrantes poseen plio, su trayectoria podrá llevarlos de inmediato a ciu-
escasísimos recursos y un horizonte cultural muy limi- dades mayores. Muchos migrantes de ese grupo serán
jóvenes solteros ( a l contrario de los migrantes proleta-
64 MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES I N T E R N A S 64

rios, cuyas características demográficas estarán más fuera del país. D e ese modo, una misma área es lugar
próximas a las del conjunto de la población de o r i g e n ) , de destino para un f l u j o migratorio y lugar de origen
que tentarán su suerte en el medio urbano amparados para otro.
por la familia que permanece en la propiedad rural. U n a consecuencia metodológica de este enfoque es
Parte de los que fracasan regresarán al lugar de origen, que el estudio de la migración limitado apenas a un
posibilidad que es mucho menor para los migrantes de presumible lugar de destino o de origen es incap;i/
condición proletaria. de poner al descubierto el movimiento global de los
Las consideraciones anteriores son puramente hipoté- flujos que transiten por él.
ticas, pero ilustran la importancia de considerar el f l u j o
migratorio como un todo que explica pero no es expli- c) Consecuencias de las migraciones internas
cado por los movimientos que lo componen. El tipo
de abordaje aquí propuesto sugiere como cuestión ini- Es sabido que el desarrollo no sólo transforma l;i
cial la determinación misma del f l u j o migratorio en el estructura económica sino también ocasiona cambios
tiempo y en el espacio, lo que lleva a una revisión de profundos en la estructura social. Nuevas clases socia-
los conceptos de área de origen y área de destino. El les surgen al paso que otras, más antiguas, se atrofian.
área de origen, en este sentido, no es obviamente el Alteraciones de importancia en las relaciones de pro-
lugar de donde proviene determinado grupo de inmi- ducción pueden llevar a la desaparición de ciertas clascN
grantes, ni siquiera (necesariamente) el lugar donde se (abolición de la esclavitud, por e j e m p l o ) y al crecimien-
originó su movimiento, es decir, su lugar de nacimiento. to acelerado de otros mediante la incorporación de ION
El área de origen de un f l u j o migratorio es aquella don- antiguos miembros de la clase eliminada. Las migra-
de se dieron transformaciones socieconómicas que lle- ciones internas desempeñan un papel de gran importan-
varon a uno o varios grupos sociales a migrar, siempre cia en esas transformaciones de las estructuras econó-
que esas transformaciones no sean resultado de otros micas y sociales. El paso de partes de la población dr
movimientos migratorios concomitantes o anteriores. una clase a otra se da muchas veces mediante movimien-
tos en el espacio. Así, por ejemplo, la proletarizar ión
D e l mismo modo, nada justifica considerar a priori
de los ex-esclavos, en el Brasil, se dio en buena mediil.i
una determinada área como la de destino, c o m o se hace
mediante su migración a las ciudades. 10
generalmente. A u n cuando el área tenga un saldo mi-
gratorio positivo, es muy posible que sea sólo una etapa Las investigaciones sobre migraciones se han ocupado,
de determinados flujos migratorios. Es preciso distin- en general, del problema de la absorción del migranlr
guir, en el conjunto de los migrantes que afluyen a esa por la economía y sociedad del lugar de destino. Sin
área, los diversos flujos, mediante criterios sociológicos embargo, c o m o generalmente no se toma en cuenta l.i
precisos, y verificar para cuál de ellos es esta área el situación d e clase de migrante, su integración es anali-
punto final. Es posible, por ejemplo, que determinada zada desde el punto de vista individual, comparándose
ciudad industrial sea el punto de destino de los traba- su situación con la de los nativos en términos de ocu-
jadores rurales que se integran al proletariado urbano, pación, nivel de ingreso, etcétera. D e esa manera, xr
pero que la pequeña burguesía en busca de oportunida-
des de educación superior y trabajo especializado, con
10. El proceso es minuciosamente analizado y discutido
frecuencia en el sector terciario, esté migrando d e esa
por Florestán Fernandes, A integra¡ao do Negro a Sociedaih•
ciudad en dirección a áreas metropolitanas dentro y de Classes, San P a b l o , 1964.
64 MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS 65

pierde de vista la función del proceso migratorio en Monterrey, 1 1 por ejemplo, muestra que el nivel de in-
la constitución de la sociedad de clases, producida por greso a la fuerza de trabajo es, en gran medida, fun-
el desarrollo. ción de la escolaridad, la cual a su vez es condicionada
por el nivel ocupacional del padre y por la escolaridad
L a adaptación del migrante recién llegado al medio
del padre y de la madre. En casos como éste, cuando
social se da frecuentemente mediante mecanismos de
la investigación revela la existencia de elevadas propor-
ayuda mutua y de solidaridad de migrantes más anti-
ciones de inmigrantes en las clases media y alta, eso no
guos. Esto significa que el lugar que el nuevo migrante
puede ser considerado prueba suficiente de que haya
ocupará en la estructura social ya está en buena medida
habido movilidad ascensional, pues no todos los migran-
predeterminado por su relacionamiento social, es decir,
tes provienen del proletariado rural o del campesinado
por su situación de clase anterior. L a forma c o m o el
arruinado, como muchas veces se supone implícitamente.
migrante se integra a la sociedad de destino se ha expli-
cado por medio de sus características individuales: así. Cuando el lugar de destino es una ciudad industrial
la proletarización de los migrantes de origen rural suele o una metrópoli en expansión acelerada y cambio es-
ser atribuida a la ausencia de calificación profesional, tructural, su estructura de clases también está en trans-
el analfabetismo, etc. Sería importante considerar que la- formación. El impacto de la migración, tanto económi-
zos de solidaridad familiar, de origen común, etc., que co como social y político, sobre el lugar de destino, de-
reflejan situaciones de clase social, desempeñan un pa- bería ser encarado c o m o uno de los elementos de ese
pel de suma importancia en la integración del migrante proceso de transformación. Así, la proletarización de
a la economía y a la sociedad del lugar de destino. una masa campesina mediante la migración expande la
Valdría la pena, también, investigar en qué medida exis- clase obrera en el lugar de destino, aumenta la oferta
ten organizaciones formales e informales — d e s d e agen- de m a n o de obra no calificada en el mercado de tra-
cias de empleo i^sta ruedas de café—• que encaminan b a j o , reduce el nivel de organización y, por lo tanto, el
a los migrantes hacia los sectores del mercado de tra- poder de regateo de la clase, con repercusiones sobre su
b a j o donde tienen mayores posibilidades de encontrar remuneración y condiciones de trabajo. D a d o que la
compradores para su fuerza de trabajo. acumulación de capital en los lugares de destino no es
directamente afectada por la migración, c o m o ya se ha
En este contexto, es válido recordar que no todos los
visto, el desequilibrio entre oferta y demanda de fuerza
migrantes provienen del proletariado rural o del campe-
de trabajo puede dar como resultado una caída de la
sinado. Buen número de ellos es de origen burgués y la
composición orgánica del capital, o sea, en varios ramos,
migración no les hace perder su condición de clase. A u n -
técnicas que utilizan menor volumen de capital por tra-
que esos migrantes no lleguen a su lugar de destino
bajador pueden volverse más rentables para el propieta-
munidos de amplios recursos financieros, mecanismos de
rio — y por lo tanto pasar a ser más aplicadas. En la
solidaridad de clase les permiten, muchas veces, ocupar
medida en que eso se da, migrantes originarios de la pe-
una posición en la estructura social que a los migrantes
queña burguesía, poseedores de limitados recursos de
de clase jerárquicamente inferiores les cuesta mucho al-
capital, encuentran mejores posibilidades de integrarse a
canzar. Si se comprueba que esta hipótesis es verdade-
la burguesía del lugar de destino explotando extensiva-
ra, habrá que concluir que la idea de que la migración
es un importante medio de ascensión social, derivada de
estudios comparativos entre migrantes y nativos, es pol- 11. Balan, J., Browning, H . L., y Jelin, E., Men in a de-
lo menos exagerada. El estudio de los migrantes en veloping society: a Mexican case, ( m i m e o g r . ) a ser publicado.
64 66
MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS

mente la fuerza de trabajo de otros migrantes (y tam- en los lugares de destino. Es preciso señalar, desde ya,
bién de nativos, como es o b v i o ) . Es lo que se verifica que la " m a r g i n a l i d a d " es conceptuada en general como
generalmente en servicios de reparación, en servicios
no integración a la economía capitalista y no partici-
personales y en otras actividades, organizadas en forma
pación en organizaciones sociales y en el usufructo de
empresarial pero que requieren reducido volumen de ca-
ciertos servicios urbanos. N u e v a m e n t e los criterios son
pital. E n lugares de destino constituidos por ciudades
individuales y escamotean la situación de clase de los
pequeñas que no posean una rigurosa economía urbana,
llamados "marginales". A h o r a bien, es sabido que el
en cambio, los migrantes de origen rural que se prole-
capitalismo industrial, desde su origen, requiere, y pol-
tarizan tienden a ejercer ese mismo tipo de actividades
lo tanto constituye, reservas de capacidad productiva
por cuenta propia. L a diferencia resulta del hecho de
y de fuerza de trabajo, que sólo son utilizadas en los
que la organización capitalista de la producción es ne-
momentos en que la economía se expande con mayor
cesaria y ventajosa sólo cuando la demanda es suficiente-
vigor. Convendría examinar la "marginalización" desde
mente concentrada y dotada de cierto poder adquisitivo.
este ángulo antes de saltar a la conclusión de que una
Para elucidar m e j o r este aspecto, convendría investigar
parte de la oferta de trabajo, constituida sobre todo
qué condiciones llevan a que esas actividades sean ejer-
por migrantes, simplemente no es aprovechada por el
cidas predominantemente en empresas en ciertos luga-
sistema.
res e individualmente en otros. En la medida en que
El capitalismo mantiene también en existencia una
empresas presuponen especialización y, por lo tanto, ma-
parte de la fuerza de trabajo, como ejército industrial
yor división social del trabajo, la proposición clásica de
de reserva. M a n t e n e r significa aquí " p r e s e r v a r " y "sos-
A d a m Smith, de que "el grado de división del trabajo
tener". U n a parte del excedente es utilizada para satis-
es una función del tamaño del mercado", posiblemente
facer las necesidades de subsistencia de personas que
ofrece la, explicación de esa diferencia. Este aspecto de
no contribuyen al producto. En los países capitalistas
la organización de los servicios en relación con la ab-
desarrollados, esa parte del excedente es transferida
sorción de la fuerza de trabajo de los migrantes tiene
a los trabajadores en reserva en forma de auxilio a los
notable significación económica y social, pues de ella
desempleados o mediante subvenciones de la beneficen-
depende el grado de productividad del trabajo, de la
cia pública. E n los países capitalistas no desarrollados
producción ( o n o ) de un excedente y de su acumula-
la transferencia se hace individualmente, mediante la
ción c o m o capital.
compra de servicios producidos por trabajadores autó-
El estudio de las migraciones a partir de un ángulo de nomos. En estos países, por lo tanto, el ejército industrial
clase debe permitir por lo tanto un análisis de la contri- de reserva está f o r m a d o no tanto por desempleados, en
bución de las migraciones a la formación de estructuras sentido estricto, c o m o por servidores domésticos, traba-
sociales diferentes y para la constitución de nuevos seg- jadores de ocasión y ambulantes de toda clase (vende-
mentos de la economía capitalista. dores, lustrabotas, etc.)
N o todos los. que se encuentran " a l m a r g e n " de la
d) Migración y "marginalidad"
economía capitalista forman, sin embargo, parte del
ejército industrial de reserva. Para serlo es preciso que
U n a de las proposiciones hechas con mucha frecuen- las personas estén físicamente en el mercado de trabajo,
cia respecto a la migración en América Latina es que dispuestas a ofrecer su fuerza de trabajo p o r el precio
contribuye a la formación de la población "marginal" habitual. N o tendría sentido considerar parte del ejér-
64 MIGRACIONES INTERNAS MIGRACIONES INTERNAS 69

cito industrial de reserva, por ejemplo, a quienes, in- pales medios de expansión de esos mecanismos de trans-
tegrados en la economía de subsistencia, poseen medios ferencia. Es preciso no olvidar, por otra parte, que los
de producción propios y como m á x i m o ofrecen un exce- reducidísimos niveles de consumo de las masas que
dente de producción en el mercado capitalista. Las mi- constituyen el ejército industrial de reserva permiten la
graciones internas contribuyen a traer al mercado de formación de comunidades económicamente cerradas en
trabajo capitalista a personas que estaban anteriormen- el medio ubano, que requieren apenas una mínima can-
te integradas a la economía de subsistencia. Parte de tidad de bienes producidos por la economía capitalista,
esas personas tienen posibilidades de integrarse al pro- 'y satisfacen la mayor parte de sus necesidades mediante
ceso de producción social, c o m o empresarios o asalaria- su propia producción. El estudio de la economía de esas
dos. Otros se ven obligados a ejercer actividades que se comunidades ( " f a v e l a s " , "callampas", "villas miserias",
hallan fuera del ámbito de la economía capitalista, pero, etc.) y sus relaciones con la economía capitalista podrá
debido a su bajísimo nivel de rendimiento, constituyen mostrar cómo una pequeña parte de su población parti-
un potencial de fuerza de trabajo prontamente aprove- cipa directamente de la economía capitalista o de su ex-
chable, cuándo y dónde le convenga al sistema. L a aspi- cedente, redistribuyéndose los recursos así obtenidos me-
ración a una empleo estable y a la protección de la diante una extensa red de intercambio de bienes y ser-
legislación laboral las hace parte integrante ( c o m o vicios dentro de la comunidad. D e este modo, la forma
cualquier otra reserva) de la oferta en el mercado (de peculiar de expansión del capitalismo en los países no
trabajo). desarrollados podría explicar la aparente paradoja de
que los servicios ocupen un lugar prominente en la es-
Para no perder de vista el significado de las migra-
tructura de consumo tanto de las capas más ricas como
ciones en el proceso de desarrollo, es necesario evitar
de las más pobres de la sociedad.
el error de considerar la migración como una simple
transferencia de personas de sectores no capitalistas ru- En esta línea de razonamiento, las migraciones en
rales y otros sectores no capitalistas urbanos. Esa trans- dirección a los grandes centros urbanos pueden ser vistas
ferencia constituye una etapa, necesaria en las condi- como productos de la "terciarización", antes que como
ciones capitalistas, de la integración de la población a su causa, en la medida en que ésta crea condiciones de
la sociedad de clases. C o m o ya hemos visto, el capita- supervivencia en el medio urbano para quienes no lo-
lismo no posee ningún mecanismo deliberado de ajuste gran integrarse a la economía capitalista. Sería conve-
de la demanda de mano de obra a la oferta de la misma. niente que las investigaciones sobre el destino de los mi-
C o m o contrapartida, posee mecanismos de transferencia grantes en el medio urbano y su eventual "marginaliza-
del excedente que aseguran la supervivencia (en condi- ción" de la economía capitalista encararan el fenómeno
ciones miserables, naturalmente) de la fuerza de traba- también desde el ángulo de la formación del "ejército
j o no aprovechada. Sería importante investigar esos industrial de reserva", prestando cierta atención a las
mecanismos de transferencia y su relación con las migra- relaciones económicas y sociales a largo plazo entre la
ciones. U n a hipótesis probable es que la llamada "tercia- sociedad " m a r g i n a l " y la inclusiva. V a l d r í a la pena
rización" de las grandes ciudades latinoamericanas es examinar, por ejemplo, los modos de reclutamiento
la manifestación más obvia de la expansión de esos me- de trabajadores "marginales" por la economía capita-
canismos. M u y posiblemente la difusión de ciertos tipos lista en sus momentos de expansión.
de consumo que requieren uso complementario de servi- Por otra parte, conviene estudiar con mayor pro-
cios (el automóvil, n n ' °¡emn1o) sea uno de los princi- fundidad los factores de atracción del medio urbano
70 MIGRACIONES INTERNAS URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINA-
sobre los migrantes. El lugar común de que los migraiv LIDAD EN A M É R I C A LATINA*
tes llegan a la gran ciudad ilusionados, con falsas es-:
peranzas de integrarse rápidamente a la sociedad ' de
consumo, merece ya una crítica bien fundamentada.
U n a hipótesis que valdría la pena verificar es la de que
los principales factores d e atracción de la ciudad son los
lazos sociales, derivados de una situación de olaké- LT INTRODUCCION I
; 1 ; i
común, entre migrantes antiguos y nuevos. L o s pri-,
meros migrantes, al asegurar su sustento, aunque séa Los últimos datos censuales revelan que continúa, en
c o m o servidores doméstipos o trabajadores autónomos, forma intensa, la migración niral-yrbana en casi todos
" l l a m a n " a otros migrantes, generalmente parientes b los países de A m é r i c a L a t i n a . Las glandes tensiones so-
amigos, ofreciéndoles no sólo el beneficio de su experien- ciales, que se suponía existían en el campo, apárente-
cia sino también apoyo material y, eventualmente, opor- mente están siendo llevadas a las ciudades por los mi-
tunidades d e trabajo. Si esta hipótesis es confirmada, el grantes. L a población urbana crece á saltos, los servicios
papel de las migraciones internas en los países no desa- urbanos, especialmente la habitación, atienden a las
rrollados en lo que se refiere a la redistribución espacial necesidades del ¡ público en forma cada vez más preca-
de la oferta de fuerza de trabajo y a la constitución ria, y los indicios exteriores de la miseria — m e n d i c i -
del ejército industrial de reserva podrá ser apreciado dad, prostitución, comercio ambulante, etc.— se multi-
mejor. ' plican. T o d o esó' alimenta, la controversia sobre la
urbanización en 'lós países no desarrollados, cuyas ca-
racterísticas sociales nefastas ocasionan un pesimismo
que adquiere diversas tonalidades ideológicas según las
preferencias del autor. H a y quienes atribuyen los " m a -
les" de la urbanización al excesivo crecimiento demo-
gráfico, a la falta ¿de reforma agraria, al carácter
demasiado avanzado de la tecnología industrial y demás.
En estas páginas nos proponemos examinar las pre-
misas teóricas de esas críticas a l a urbanización en
A m é r i c a Latina, especialmente las qué procuran Redu-
cir el m o d o cómo se está d a n d o de situaciones generales
de dependencia, que supuestamente caracterizan a todos
los países de A m é r i c a Latina. Se examinarán, en ese
contexto, las contribuciones de M a n u e l ' Castells ( " L '
Urbanisation Dependente en Amcpique L a t i n a " , Espaces

* Preparado originalmente para! i un® ;'<obb .¡colectiva sobre


Imperialismo y urbanización en j\m¿r,icq ,,¿atina, a ser publi-
cada por la Editorial G u s t a v o - G i l ¡ ¡ de Baffcelona.

[?1] I''1'
102 URBANIZACIóN, DEPENDENCIA Y MARcINAliDAD U R B A N I Z A C I ó N , DEPENDENCIA Y MaROINAI.IDAD 73

et Sociétés, N o . 3, Juillet 1971) y de A n í b a l Quijar» un análisis histórico s e m e j a n t e ál d e Castells, aunque


( " L a F o r m a t i o n d ' u n U n i v e r s M a r g i n a l dans les Villes menos p o r m e n o r i z a d o , reconoce q u e los focos principa-
d ' A m é r i q u e L a t i n e " , m i s m o n ú m e r o de Espaces et So- les d e desarrollo u r b a n o durante los primeros dos siglos
ciétés, y " D e p e n d e n c i a , C a m b i o social y Urbanización de colonización se concentraron "sobré la base de la
en L a t i n o a m é r i c a " , America Latina: Ensayos de i n - existencia p r e v i a d e sociedades indígenas desarrolladas'".
terpretación Sociológico-Pol'itica, E d . Universitaria, S;in- C a b r i a a g r e g a r q u e la urbanización, aun en el p e r í o d o
tiago, 1970). colonial, f u e c o n d i c i o n a d a p o r la localización y natu-
raleza d e recursos naturales, p o r la t o p o g r a f í a de las
distintas regiones, lo q u e c o n d i c i o n ó t a m b i é n la red d e
comunicaciones, etc. A pesar de t o d o eso, el p r e d o m i n i o
2. D E P E N D E N C I A : ¿RASGO HISTORICO G O M I ' N PE AMERICA colonial podría; ser a c e p t a d o , en este p e r í o d o , . c o m o la
LATINA? principal "fuente de determinación" de la, urbaniza-
ción d e l continente.
Castells inicia su artículo j u s t i f i c a n d o su a b o r d a j e de P e r o c u a n d o posamos al segundo t i p o de dependen-
la urbanización de A m é r i c a L a t i n a c o m o un fenómeno cia — l a d o m i n a c i ó n capitalista-comercial—• ya se torna
social específico, p o r poseer "una m a r c a c o m ú n , una m u c h o más d i f í c i l r e d u c i r a ella los factores condicio-
misma fuente, de d e t e r m i n a c i ó n social, a u n q u e sea mul- nantes de la urbanización. Castells r e c o n o c e que, des-
tiforme: su m o d o de articulación al colonialismo- pfi-- pués d e la i n d e p e n d e n c i a y de la inserción de.América
m e r o y al imperialismo después" ( p . 5, subrayado en el Latina en el m e r c a d o capitalista mundial, hubo una
original). En la segunda parte del trabajo, el autor f u e r t e d i v e r s i f i c a c i ó n de la d e p e n d e n c i á con el surgi-
trata de concretar esa proposición, distinguiendo dife- m i e n t o de distintas m o d a l i d a d e s : e c o n o m í a de enclave,
rentes épocas y f o r m a s de d e p e n d e n c i a en A m é r i c a La- e c o n o m í a a g r í c o l a y de cría para la e x p o r t a c i ó n , eco-
tina y atribuyéndole a cada una de ellas una forma , n o m í a d e p l a n t a c i ó n , etc., d a n d o l u g a r c a d a m o d a l i d a d
específica de urbanización. Sería fácil criticar un análi- a ú n foiTna específica d e urbanización. P e r o esta tipo-
sis c o m o ése por su esquematismo y superficialidad, pero logía es insuficiente. Es preciso r e c o r d a r , e n p r i m e r lu-
hay a l g o más básico que d e b e ser d i s c u t i d o : ¿en qué gar, las largas luchas de cuyos resultados d e p e n d i ó la
m e d i d a fes legítimo suponer q u e la historia latinoameri- c o n f i g u r a c i ó n del actual m a p a político' d e l continente.
cana ñ o es más que una sucesión de dependencias (co- F u e en f u n c i ó n d e , e s a s luchas q u e se' «dio la relativa
lonial, c a p i t a l i s t a - c o m e r c i a r e i m p e r i a l i s t a ) ? N o se poné "bakanización" d e la a n t i g u a A m é r i c a E s p a ñ o l a y se
en discusión la existencia de- esos (u otros) tipos de m a n t u v o la u n i d a d d e la antiguas A m é r i c a Portuguesa,
d e p e n d e n c i a , el énfasis está e n el no es más: ¿es po- hechos d e e n o r m e signifÍCacióh| para él m o d o c o m o se
sible en realidad concluir de las distintas situaciones • da hasta hoy la urbanización (y «nichos otros fenó-
de dependencia —y esencialmente sólo de ellas— fe- menos) en los disintos países latíhóá^riericanos. Es v e r -
nómenos de tal c o m p l e j i d a d c o m o la organización en dad que potencias imperialistas, especialmente Gran
el espacio de los diversos países? Bretaña, intervinieron en esas luchas, a veces d e m a n e r a
Admitamos,'para resumir el tema, que la urbaniza» decisiva (fifi la c r e a c i ó n dél Uruguay como país inde-
ción colonial haya sido e f e c t i v a m e n t e d e t e r m i n a d a por pendiente, p o r e j e m p l o ) . P e r o sería una exageración
la política y las necesidades de las potencias dominan- • a d m i t i r q u e la d e t e r m i n a c i ó n de las fronteras políticas
tes. Q u i j a n o ( " D e p e n d e n c i a , e t c . " , p. 106) al realizar en A m é r i c a L a t i n a resultó d e las distintas situaciones
————ra I * III Li

URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD 7R)


74 L/RFLANIZACION, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD

de dependencia capitalista-comercial, que a esa altura la A m é r i c a Central y el Brasil antes de 1920. D e acuer-
( p r i m e r a mitad del siglo x i x ) estaban apenas comen- do con el autor, esa modalidad de dependencia "deter-
zando a estructurarse. Es innegable que la formación de mina un nivel de urbanización.:extremadamente débil - '
las oligarquías rurales, que se halla en la base de tantos (p. 1 7 ) . C a b e objetar que, en primer lugar, en el Bvasil
estados nacionales latinoamericanos, resultó de un largo no había una economía "centrada en la utilización de
proceso de luchas de clases, en el que las pretensiones una numerosa m a n o de obra agrícola trabajando di-
de otras clases sociales' ("según el caso: la libertad; la rectamente para ' firmas extranjeras y sin ningún inter-
propiedad de la tierra ó el poder político) fueron aplas- mediario social entre la actividad productiva y los lu-
tadas, a veces con y otras veces sin el auxilio del im- cros de las grandes compañías", c o m ò caracteriza Cas-
perialismo. tells a la "econo'mía^de plantación". En realidad, las
haciendas de café, cacao, azúcar, etc., que producían
Es preciso recordar también que, a pesar d e la de-
para el mercado externo, eran de propiedad de la oli-
pendencia en que se encontraban casi todos los países
garquía nacional y había un considerable aparato de
del- continente en relación con el mercado capitalista
intermediación comercial y financiera en las ciudades
internacional, muchos momentos decisivos de su histo-
costeras ( R í o , I i e c i f e , Bahía, Santos). EK bajo nivel
ria fueron fruto de luchas de clases en cuyo desenlace
de urbanización del país se debía, ante todo, al hecho de
pesaron sobre todo condiciones internas..Sería difícil, si
que gran parte de la población vivía, en ese' período,
no artificioso, argumentar que la confiscación de los
fuera de la " e c o n o m í a de plantación'.', en una econo-
bienes de la Iglesia en M é x i c o o la abolición de la esr
mía de subsistencia, sin producir caM ningún excedente
clavitud en el Brasil (tan retardada, pese a las presio-
capaz de alimentar la vida urbana. En tales condicio-
nes inglesas) derivaron de situaciones de dependencia.
nes, el b a j o nivel de urbanización rio es el fruto de la
Es claro que siempre es posible hallar alguna relación
dependencia: sino del hecho de que gran parte de la eco-
entre la dependencia y cualquier acontecimiento histó-
nomía no estaba integrada en ninguna división supralo-
rico ocurrido en un país " d e p e n d i e n t e " ; basta con ope-
cal (nacional o internacional) ; del trabajo.
rar a un nivel de abstracción suficientemente elevado.
L o que importa, sin embargo, es determinar cuáles fue- En este sentido, Q ú i j a r f o ,("£)epe)n,dencia, etc.", pp.
r.on los factores decisivos en el desarrollo de la historia 109 y 110) hace un análisis más acertado, al vincular
latinoamericana eii ese período. Si bien es posible anotar el desarrollo urbano a la majyor o m e n o r integración
a la dependencia c o m o uno de esos factores en uria de los varios países en el mercado Capitalista interna-
serie d e acontecimientos (la independencia de Cuba, cional.- "Éste es, en términos generales, el proceso que
la creación de Panamá c o m o país independiente serían explica la. p r o f u n d a alteración del p e r f i l urbano de
algunos e j e m p l o s ) , el. tamaño, la fuerza y los intereses A m é r i c a Latina entre el período colonial y el período
de las distintas clases y grupos regionales d e n t r o . de ' siguiente. M é x i c o , Brasil, Argentina, C h i l e y Uruguay,
cada país y de los varios países enfrentados fueron se- principalmente, pudieron mantener su desarrollo capita-
guramente decisivos en muchos otros momentos. • lista dependiente, y la importancia dè sui relaciones de
Para dar idea de cuan escasamente adecuado a Ta dependencia comercial fortaleció la urbanización de su
comprensión de la urbanización es el nivel de abstrac- población, mientras en los demás,países se daba.el pro-
ción desde el cual ésta es determinada por la depen- ceso inverso" (p. 1 1 0 ) . Eso está'muy .bien, pero no ex-
dencia, veamos apenas un e j e m p l o : ei de la economía " plica por qué el nivel de urbanización', de la. Argentina
de plantación, en el cual se encuadran, según Castells, ' .era ya de 3 8 % en 1914, mientras que el del Brasil era
•m

76 URBANIZACION, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y M AROIN ALIDAI) 77

apenas de 11.3% en 1920 y el de M é x i c o de 18.1% tinoamericanas, en que la capitalista-industrial es rem-


en 1930 (Castells, p. 1 8 ) . Sería necesario, para dxplicaV plazada por la imperialista. L a industrialización pasa a
estas diferencias, tomar en consideración la estructura ser dominada por los monopolios internacionales, que
económica de cada uno de esos países, el tamaño, y la "desarrollan los mercados internos y efectúan, por su
naturaleza de su sector d e subsistencia, etc. propia cuenta, el proceso de sustitución de importacio-
T a n t o Q u i j a n o ( " D e p e n d e n c i a , etc.", p. 124) como nes, creando nuevos lazos de dependencia tecnológica,
Castells (p. 19) distinguen, después de la independen- financiera y de decisión económica". (Castells, p. 19,
cia capitalista-comercial, una etapa de industrialización • subrayadb en el o r i g i n a l ) . Según este autor, la moder-
más " a u t ó n o m a " o " n a c i o n a l " en la historia de Amé- nización de los aparatos de producción de los países
rica Latina. Esta etapa sería resultado de la crisis de> dependientes se da mediante " l a intervención de las
las relaciones de dependencia provocada por las dos" gue- grandes firmas multinacionales cuyas decisiones son to-
rras mundiales y por la depresión de los años 30, y se madas en función de una estrategia mundial y cuya ló-
habría caracterizado por una industrialización mediante gica escapa, en consecuencia, á lá economía del país y
sustitución de exportaciones realizada por empresas de más aún a la, coyuntura de cada formación social. Se
capital nacional. Ambos autores atribuyen a este tipo comprenden pues fácilmente sus. efectos perturbadores
de industrialización un proceso de urbanización más en el interior de la sociedad, en la medida en que los
equilibrado. Según Castells, " u n proceso semejante dé diferentes pedazos así producidos* por, la desintegración
industrialización nacional refuerza considerablemente las" y desarticulación nacional son reordenkdbs, en el seno de
aglomeraciones existentes y acelera el crecimiento ur- una integración y una orientaciójri a espala internacio-
bano, sin provocar," sin embargo, un f l u j o migratorio, nal, a partir de los intereses a largo pjázo de las gran-
excesivo en la medida en que este desarrollo no se hace des f i r m a s " (p. 19). \ ¡vV.
por golpes exteriores, sino que parte de la necesidad E l m o d o como se da todo esó no se hace explícito. En
de cierto equilibrio económico definido en el cuadro de realidad, entre la premisa y'laiconclusión hay una con-
cada país" (p. 1 9 ) , Para Q u i j a n o ( " D e p e n d e n c i a , etc.' - ; tradicción - evidente. Si los monopolios internacionales
p. 125) "el crecimiento de la producción industrial y el desarrollan los mercados internos en los países én los que
crecimiento urbano d e m o g r á f i c o podrían marchar de penetran, no jiay por qué postular efectos perturbadores
manera no muy desnivelada y, además, la expansión que desintegran, desarticulan, etc., pues lAs empresas así
industrial urbana constituía un canal bastante efectivo formadas no pueden sino insertarse en Ja división social
de la integración de 5a sociedad, en el sentido de que te- del trabajo, tal c o m o se desarrolla' én qíida país. L a
nía capacidad de incorporar m a y o r cantidad de pobla- estrategia mundial de esas firmas sólo puede referirse s
ción a los moldes predominantes en el sistema". . , al m o d o c o m o distribuyen sus inversiones entre distintos
Para los dos autores este estado casi idílico de in- países, pero no puedo déiemiiiiaV; la >estructura in-
dustrialización nacional autónoma', con urbanización dustrial de esos países, en la m e d i d a ' en que éstos, al
equilibrada e incluyente, es perturbado y finalmente' sustituir importaciones, cierran sus íneírados internos
pervertido por el restablecimiento de relaciones de de- y constituyen su estructura industrial (;n función de la
pendencia, después de la segunda guerra mundial, que . demanda interna. L a integración internacional de "los
propició la entrada masiva de capital extranjero en la' diferentes pedazos así producidos", o sea, de los secto-
industria de los países de A m é r i c a Latina. Se inicia así • res industriales dominados por el capital extranjero,
una nueva etapa en la historia de las dependencias la- puede darse en el plano financiero y .tecnológico, pero
'•^ip1

URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y M ARGIN A U P A D 79


78 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARCINALIDAT)

n o en el sentido d e una división supranacional del tra-. ("Dependencia, etc.", p. 127). Sólo que le atribuye
b a j o y p o r eso no p u e d e causar efectos perturbadores, ese c o m p o r t a m i e n t o exclusivamente a las empresas de
salvo los q u e n o r m a l m e n t e existen en el sistema capita- capital e x t r a n j e r o , c o m o si las nacionales n o l o adoptasen
lista de p r o d u c c i ó n . A l f i n , en los países desarrollado» • cada v e z q u e t i e n e n * e l t a m a ñ o y los m e d i o s necesarios.
"centrales" o "dominantes" la presencia d e los mono- Es v e r d a d q u e , e n A m é r i c a L a t i n a , las empresas nacio-
polios internacionales es p o r lo menos tan destacada nales son en general menores y m á s débiles q u e las
c o m o e n los países " d e p e n d i e n t e s " . Si el autor, en cam- extranjeras y, por ello, menos capaces de prácticas
bio, p r e t e n d e referirse a los efectos perturbadores del monopolistas, p e r o ese h e c h o no las salva, del destino
capitalismo en sí, no hay m a n e r a de no atribuírselos que la propia evolución del sistema, les reserva: o
tarftbicn al capitalismo nacional de la etapa anterior, crecen ( e n asociación con el capital e x t r a n j e r o o n o ) y
cuyas decisiones obedecerían a una estrategia d e mer- adquieren condiciones de empresas monopolistas, o se.
c a d o tanto c o m o la d e los m o n o p o l i o s internacionales. vvielven incapaces d e c u m p l i r su p a p e l histórico, es de-
En Q u i j a n o ( " D e p e n d e n c i a , e t o " ) la tendencia a una cir, d e desarrollar las fuerzas productivas. S u p o n e r que
cierta y limitada a p o l o g í a del capitalismo nacional, que. la p e q u e n e z d e la e m p r e s a nacional es uqa virtud, sería
suponía "una relativa autonomía dentro de la cual revi,vir las peores ilusiones de la' é,conornía liberal, que
los intereses nacionales — l é a s e 'los intereses d e los gru- la e v o l u c i ó n d e l ' sistema y a h a ' dé|truiidp ; ; hace mucho.
pos dominantes n a c i o n a l e s ' — eran p r e d o m i n a n t e s " (p. L l e g a r n o s ahora al f o n d o de ¡la cuestión. D e acuerdo
124, subrayado en el o r i g i n a l ) es- aún más clara. Ha-- a los autores q u e estamos analizando!, ;el capitalismo
b l a n d o del capital extranjero,, el auto?; señala q u e "los nacional p r o d u j o u n a urbanización e q u i l i b r a d a q u e la
grupos empresariales monopolistas no o p e r a n en función, penetración del Capital e x t r a n j e r o p e r v i r t i ó . A n t e s la ur-
de las necesidades económico-sociales d e la población"* banización no era excesiva, ahora l o es. Antes la
(p. 1 2 7 ) . P e r o , cabe preguntarse ¿ q u é grupos empre- p o b l a c i ó n q u é rriigrabg. a las ciudades era i n t e g r a d a so-
sariales capitalistas, monopolistas o no, nacionales o' cial y e c o n ó m i c a m e n t e , ahora q u e d a m a r g i n a d a . Y a n o
extranjeros, obraron a l g u n a v e z en f u n c i ó n de las nece- es el capitalismo el q u e p r o d u c e las " d i s t o r s i o n e s " :
sidades d e la población? P o r l o q u é sabemos, aperan- ahora es e l - c a p i t a l e x t r a n j e r o quien lo hace. L a crítica
en f u n c i ó n de.su p r o p i a necesidad de l u c r ó ; , E n s e ñ a l a V • de los clásicos al i m p e r i a l i s m o se centraba en dos aspec-
e c o n o m í a convencional ( o v u l g a r ) que,' c o n d e t e r m i n a ^ ' tos-. la e x p l o t a c i ó n , o sea la transferencia d e l e x c e d e n t e
da o r g a n i z a c i ó n de los mercados, es posible q u e la perse- ; dél país d o m i n a d o al país d o m i n a d o r y en la transfe-
c u c i ó n d e l p r o p i o interés l l e v e a las empx-esas a satisfacer rencia de vuelta, del d o m i n a n t e al d o m i n a d o , de las
además las necesidades de la p o b l a c i ó n . Y la experien- contradicciones del p r o p i o c a p i t a l i s m o ; crisis, desempleo,
cia enseña q u e el desarrollo del capitalismo, al excluir etc. L a actualización d e esta crítica^ f í e n t e a tas con-
la posibilidad d e que los mercados se organicen en ' diciones actuales, y su a p l i c a c i ó n c o n c r e t a a A m é r i c a
f o r m a ideal (competencia p e r f e c t a ) , termina p o r cotí- /• L a t i n a son una tarea necesaria, que las ciencias sociales
( d e l continente y de a f u e r a ) mal han e m p e z a d o . P e r o
d i c i o n a r la p r o p i a m a n i f e s t a c i ó n d e las necesidades de-
es m u y d i f e r e n t e i m p u t a r l e al i m p e r i a l i s m o las contra-
la p o b l a c i ó n a las necesidades d e las grandes empresas.
dicciones del c a p i t a l i s m o en sí y a l m i s m o t i e m p o
Q u i j a n o reconoce este h e c h o p e r f e c t a m e n t e , al escriba'
c o n t r a p o n e r l o a un capitalismo nacional e x e n t o d e con-
q u e las e m p f e s a s desarrollan los ramos de producción ' tradiccíones. Este t i p o de crítica peR¿v;por -falta de base
de mayor rentabilidad "incluso imponiéndolos íirti- - teórica y d e c o m p r o b a c i ó n e m p í r i c a : : N o f u e el imperia-
f i c i a l m e n t e en el, m e r c a d o p o r m e d i o de la p r o p a g a n d a "
URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARCINALIDAD 81
80 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARCINALIDAD

lismo industrial y financiero el q u e trajo el,capitalismo fuerzo de atribuirle esas "distorsiones" de la urbaniza-
a A m é r i c a L a t i n a después de la segunda guerra mun- ción a la situación d e dependencia en que sé hallan los
dial. El capitalismo f u e implantado aquí m u c h o antes, países de A m é r i c a L a t i n a . Sucede sin embargo^ que antes
por lo menos en los principales países, y alcanzó efecti- de condenar el proceso d e urbanizáción és conveniente
vamente la etapa industrial entre las dos guerras analizarlo en forma global, a la luz de las condiciones de
£l mundiales, de manera relativamente " a u t ó n o m a " . Si sus desarrollo capitalista, para determinar el significado real
contradicciones específicamente urbanas sólo se manifes- de sus características.
taron claramente, en las últimas dos décadas, ello se debe Así, no es difícil percibir que la urbanización se acele-
a varios factores, que examinaremos ahora, entre los ra en aquellos países cuya estructura económica está
cuales la. " d e p e n d e n c i a " no es el principal. sufriendo transformaciones por el¡, desarrollo d e nuevas
actividades, industriales y de . seii^viciós, 'que necesaria-
mente son practicadas 3. partir 1 d e Jiria base urbana.
L a urbanización en sí misma, 1 por lo ¡t.^nto, nada tiene
3. "MACROCEFALIA" METROPOLITANA, DESARTICULACIÓN de excesiva y, en realidad, está en, correlación con el
DE LA RED URBANA Y D E S N I V E L E S INTERNACIONALES.
desarrollo de las fuerzas productivas. ¡Es, preciso notar,
sin embargo, que la velocidad del proceso también sufre
la influencia del crecimiento d e . la¡ población, que se
Castells caracteriza la urbanización en A m é r i c a Latipa
aceleró en A m é r i c a L a t i n a después d e j a última guerra
con los siguientes rasgos: aceleración creciente, des- •
mundial, y de los factores d'e expulsióii qjíie actúan en
nivel entre el débil desarrollo de las fuerzas productivas
las zonas rurales, provocando flujos, de migración urba-
y 1 la acelerada concentración espacial de la población,
na. E n cuanto al crecimiento demográfico", la urbani-
formación d e una red urbana trunca y desarticulada
zación misma tiende a detenerlo, en .la m e d i d a en que
" q u e no jerarquiza las aglomeraciones según una diví-.
la población urbana, en casi todos, Jos países, presenta
sión técnica d e actividades" ( p . 10). Q u i j a n o , a su vez ; '
una fertilidad más b a j a que la rural y en disminución.
ve el proceso de urbanización de A m é r i c a L a t i n a como
Los datos disponibles indican q¡úe, gn. la mayoría de
fuente de " e n o r m e desequilibrio interregional, urbano-
A m é r i c a Latina, la transición d e m o g r á f i c a iniciada hace
rural e intenirbano", tremenda concentración de los
30 o 40 años con la reducción de l a ; W ó r t a l i d a d está en
beneficios en las regiones y ciudades más profundamente
vías de completarse con la recién .iniciada caída de la
vinculadas a las metrópolis exteriores, acabando por
fertilidad. 'i
atribuirle una "acentuación del subdesarrollo" ( " D e p e n -
dencia, etc.", p. 131). L a migración rural es producida , p o r (Jos tipos dife^
Es preciso observar, en primer lugar, que estas críticas rentes d e factores d e . expulsión. U n o resulta de la
son comunes y cotidianas entre los estudiosos académi- presión demográfica sobre la t i p i p q n él saneamiento
cos y los planificadores que temen una "explosión de áreas rurales o simplemente la difusión d e vacunas
u r b a n a " en América Latina. H a y casi un consenso d¿ y antibióticos reduce la| mortalidad,,' p r o v o c a d o el
que la urbanización del continente es excesiva, de quií aumento de la población que se enfrenta a una disponi-
escapa a la " n o r m a l i d a d " indicada por las normas de.; bilidad de tierra limitada física o. soicialhiente. En mu-
los países ya desarrollados, etc. Castells y Q u i j a n o acep- chos lugares no hafy reserva^ 1 de ;Suel¡o cultivable, en
tan en general los postulados d e la crítica antiurbany. otros lo moríopplizan los Jatifyildjós. F í e n t e a ese desa-
Su contribución particular reside únicamente en el es'-' fío, la población se ve 1 obligada a adoptar técnicas de
82 URBANIZACIÓN, DKI'F.NDF.NC.IA Y M ARGINALIDAD URBANIZACIÓN, OFPF.NDF.NCIA Y M ARI M N AI .[DAD 83

c u l t i v o o d e cría q u e a u m e n t e n la p r o d u c t i v i d a d de la L a acelerada urbanización q u e se v e r i f i c a actualmente


tierra. C u a n d o es posible responder al desafío con técni- en A m é r i c a L a t i n a p u e d e ser considerada c o m o resulta-
cas q u e requieren m a y o r v o l u m e n de productos indus- d o d e la acción c o n j u n t a d e estos factores. L a caída
triales —fertilizantes, insecticidas, irrigación p o r medios de la m o r t a l i d a d en las ciudades aceferp el c r e c i m i e n t o
mecánicos (bombas movidas por m o t o r e s ) — hay una v e g e t a t i v o d e su p o b l a c i ó n . El m i s m o . f e n ó m e n o en el
elevación simultánea de la productividad del suelo y c a m p o d e b e h a b e r p r o v o c a d o f l u j o s m i g r a t o r i o s causa-
del t r a b a j o . Pero casi nunca es éste el caso en comuni- dos p o r factores d e estancamiento^ F i n a l m e n t e , la ex-
dades del sector de subsistencia, cuya f a l t a de recursos pansión de la red d e transporte, p r i n c i p a l m e n t e carre-
provoca un e m p o b r e c i m i e n t o general d e la población teras, alcanzó sucesivamente a áreas nuevas, ligándolas
en la medidaüert que ésta se multiplica. L a salida, más a la e c o n o m í a de m e r c a d o , lo que d e b e h a b e r ocasionado
tarde o más temprano, es la m i g r a c i ó n hacia las ciuda- migraciones p o r factores d e cambioU N a d a d e eso tiene
des del excedente de población, cuyo desplazamiento necesariamente que ver c o n la d e p e n d e n c i a . Durante
es p r o d u c i d o p o r factores de estancamiento de las fuer- p e r í o d o de " c a p i t a l i s m o n a c i o n a l " , de 1920 o 1930
zas productivas. hasta 1950, más o menos, el proceso asumió estas carac-
terísticas, q u e l u e g o se acentuaron en e l p e r í o d o siguien-
El otro tipo de f a c t o r d e expulsión se d a en el con-
te, en el cual h u b o Una f u e r t e p e n e t r a c i ó n del capital
t e x t o d e una reestructuración d e las relaciones de pro-
e x t r a n j e r o , p e r o q u e se habrían 1 a c e n t u a d o aún sin él.
ducción f r e n t e a las imposiciones del desarrollo de las'
Reformas agrarias en algunos países, especialmente
fuerzas productivas en el sistema capitalista.' Cuando•
México, Bolivia y hace pocos años el Perú, hicieron
se conectan al m e r c a d o áreas en e c o n o m í a d e subsisten?
accesibles a la p o b l a c i ó n tierras antes monopolizadas
cia, d e b i d o a la expansión d e la red d e transporte, se
p o r latifundios, lo q u e d e b e haber r e t a r d a d o la acción
desencadenan fue'rtes presiones tendientes a integrarlas
d e los factores d e estancamiento, j P e r o tanto en esos
a la e c o n o m í a de m e r c a d o . Esas presiones tanto pueden
países c o m o e n los demás, las transformaciones estruc-
l l e v a r a una e x p r o p i a c i ó n del suelo p o r parte d e em-
turales producidas p o r el desarrollo i m p o n e n la " u r b a n i -
presarios capitalistas c o m o d a r lugar a un proceso de
zación d e la e c o n o m í a " , e n ' la a d e c u a d a expresión de
diferenciación dentro de la misma c o m u n i d a d , de la
Q u i j a n o , y, p o r 1q tanto, la urbanización d e la p o b l a -
cual acaban surgiendo campesinos ricos y propietarios
ción. L a f o r m a c o n c r e t a ¡que ese proceso asume en el
medios, q u e se a p r o p i a n p o r c o m p r a , a r r e n d a m i e n t o o
capitalismo es la d e a m p l i o s f l u j o s m i g r a t o r i o s p r o v o c a -
e j e c u c i ó n de deudas de tierras y más tierras, cuyos anti-
dos p o r factores d e c à m b i o . P a r a erifcendér, p o r lo tanto,
guos dueños, son proletarizados. E n u n o u o t r o caso, la
la significación histórica de la urbanización e n cada u n o
p r o d u c c i ó n se e n c a m i n a c a d a v e z más hacia el mercado,
de los países latinoamericanos, río basta con verificar
especializándose p o r l o tanto, restringiéndose o aban-
su m a g n i t u d . Es preciso Verificar," ejn p r i m a r lugar, si
donándose los cultivos p a r a el m e r o consumo local. L á
la m i g r a c i ó n rural és p r o v ó c á d a p o r factores d e c a m b i o
c o m u n i d a d pasa a consumir mercaderías en m a y o r can-
o de estancamiento. > <!, j ' «
tidad, incluso bienes industrializados, lo que tiende
e l i m i n a r la artesanía local. E l resultado, en general, es E n el p r i m e r caso, la urbanización: g? un aspecto nece-
una liberación de fuerza de t r a b a j o , que se v e obligada sario del desarrollo d e las fuerzas productivas, cuya in-
a e m i g r a r . El desplazamiento d e la p o t a c i ó n es pro- tensidad se r e f l e j a 'en el. r i t m o de crecimiento de las
d u c i d o , en este caso, p o r factores de cambio de las r e l a - ciudades. . E n el segundo caso,/la, urbanización refleja
ciones d e producción. s i m p l e m e n t e la i n c a p a c i d a d del s i s t o l a para responder
84 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD URBANI7. A C I Ó N , DEPENDENCIA Y ,MARCINALIDAD 85
\

positivamente al desafío representado por el crecimiento ción urbana. Se han hecho dos tentativas dignas de ser
de la población. registradas, una teórica y una empírica, ¡ambas sin resul-
Las transformaciones de la estructura económicá oca- tados concluyentes. L a primera- es la teoría del lugar
sionadas por el desarrollo no sólo provocan una rápida central, que parte del supuesto d e que cada tipo de
urbanización sino también una fuerte concentración ur- actividad presenta una escala mínima óptima de
bana. Castells presenta la "preponderancia despropor- operación; siendo así, las actividades en las que ésa
cionada de las grandes' aglomeraciones y en particular : escala mínima es pequeña (comercio minorista por
la concentración del crecimiento urbano en una gran e j e m p l o ) pueden estar presentes en gran número de
región metropolitana" c o m o la " m a r c a más chocante" "lugares centrales" cada uno atendiendo a la población
de la formación de una red urbana trunca y desarticu- de una pequeña área circular a su a l r e d e d o r ; las acti-
lada (p. í l , subrayado en el o r i g i n a l ) . L a elección de vidades en las que la escala mínima es m a y o r se hallan
los -adjetivos — p r e p o n d e r a n c i a desproporcionada, marea concentradas en un número mucho ,me¡nor de "lugares
más c h o c a n t e — provoca la indignación del analista centrales", y atienden a la población en un círculo
frente al fenómeno. Pero ¿desproporcionada en relación mucho mayor- las actividades de ésCala mínima muy
a qué? ¿Cuál es la norma, dentro de qué limites la grande están todas concentradas en un único "lugar
preponderancia de la metrópoli se mantiene "propor- central" y atienden a toda la población del país (sin
c i o n a d a " ? E l hecho de que M o n t e v i d e o concentre un considerar la demanda e x t e r n a ) . L a trnría del lugar
tercio de la población uruguaya ¿es mucho?, ¿ p o r qué? central explica asi la jerarquía funcional de las ciuda-
L a s cifras y la indignación de Castells se oyen y se des en la red urbana, cuyo grado de concentración
leen con mucha frecuencia, cuando se discute la prima- depende de la importancia relativa; ;de las varias acti-
cía urbana en los países no desarrollados y siempre se vidades de diferentes escalas mínimas d e operación.
establece una complicidad de sobreentendidos entre los C o m o esas escalas son una función de la tecnología,
que comulgan en el temor a la "explosión u r b a n a " : se variable eminentemente dinámica, la teoría tiende antes
admite, sin hacerlo explícito nunca, que la enormidad a ratificar la concentración urbana existente en cada
de la cifra en sí sea suficiente justificación d e la in^ momento, al explicarla, que a ofrecer un patrón que
dignación y el temor. Castells todavía es modestó':, permita evaluar la adecuación ! de determinado grado
apenas presenté las proporciones de la población urbana Reconcentración. • Í,¡ 1 j
sobre el total en varios países. Es preciso dar testimonip. i L a otra tentativa f u e la íle encontrar una relación
del espanto suscitado por los números absolutos: Ííán empírica entre el tamaño de cada cilidad y su lugar
Pablo tendrá al f i n del siglo más d e 25 millones de én el ordenamiento de todas las ciudades, de mayor
habitantes, la ciudad de M é x i c o tal vez aún m á s . . . Y a menor, Es la rank-iize canelqtwn q i ^ e . e n algunos
gentes que en otros asuntos nunca aceptarían un juicio lugares dio c o m o patrón la r e g l a ¡ d q i q u e i l á ciudad más
de v a l o r sin un examen o b j e t i v o de los hechos, se dejan grande es dos veces m a y o r que la áéjgunda en tamaño,
fascinar p o r los grandes números, actuales o proyecta-, tres veces mayor que la tercera y :í¡.sí. Obviamente, si
dos, incapaces de conservar la sangre fría y preguntarse:' en algunas regiones o países ésa regla ¡pncpntró compro-
¿ p o r qué 25 millones es m u c h o ? ¿ C o n qué patrón esta- bación, en muchos otros la rank-Hzé porrelation es
mos comparando qué? completamente diferente, y nada permite afirmar la
E n verdad, no existen patrones científicos que per r superioridad de un tipo de correlación, sobre cualquier
mitán considerar excesivo ningún grado de concentra-- • otro. .....
I

URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA V ,MARGINAI.IDAD . 87


86 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD

sin anularla; b ) los costos de los servicios de infraes- .'*


L o que corresponde, p o r lo tanto, es examinar los
tructura llevan a la concentración espacial, hasta el
factores que llevan a la concentración urbana para, 'a
punto en que su saturación pasaba r e f l e j a r desecono-
continuación, poder f o r m u l a r indagaciones adecuadas
ihías de aglomeración; pero, en ese punto, la ampliación
respecto a sus consecuencias. L a T e o r í a del L u g a r Cen-
de la capacidad d e esos servicios es pagaida, en forma
tral ilumina algunos de esos factores: los requisito»
de gasto público, por el conjunto d e la economía, de
tecnológicos de escala mínima de operación, que im-
modo que esas deseconomías son por así decirlo sociali-
ponen objetivamente cierta concentración espacial en
zadas, al paso que las economías extérnjas sori usufruc-
una o pocas unidades de determinadas actividades. "Lá'
tuadas por las empresas; c ) en la m e d i d a en que la
industria ofrece numerosos ejemplos de actividades que
localización de la empresa condiciona la localización de
requieren una amplia escala de producción: siderurgia/
las residencias de sus dirigentes, la atraccción que ejerce
refinerías de petróleo, industria automovilística, etc. A
la vida metropolitana sobre quienes tienen poder para
este factor debe agregarse, o t r o : los beneficios de escalá
influir en la decisión de localización termina por favore-
que es posible obtener en los servicios llámados de infra-
cer también la concentración espacial,' d ) finalmente, la
estructura —transportes, energía, servicio de agua; dé
carga de la concentración espacial representada por el
desagües, de comunicaciones, etc.—• y que llevan,, prin-
vaciamiento económico y, en menor eSCála, d e m o g r á f i c o
cipalmente en los países que sufren escasez de esos
de ciertas regiones, d o n d e recursos; naturales, estructuras
servicios y deben, por lo tanto, aprovechar al máximo
urbanas y servicios de infraestructura, pasan a ser cada
la capacidad instalada, a una concentración espacial
vez más subutilizados, es soportado prímordiálmente-
de actividades en las áreas en que esos servicios están
por la población más pobre ' s i n hacerse sentir en la
disponibles.
lógica d e la localización de' la émpítesa capitalista. D e
T o d o s éstos son factores objetivos, que favorecen )á
esa manera', es necesario concluir fqüís él capitalismo
concentración espacial de actividades económicas y, por
tiende a producir un igrado'>'¡dé c o n i c ó t í a c i ó n urbana
lo tanto, la concentración urbana. A h o r a es preciso
superior al que deriva d e las 4hi{}os:i;¿i$»\e.s de la t e m o -
verificar c ó m o esos factores y otros condicionan la loca-
lización de las actividades en áreas metropolitanas.
C o m o la empresa capitalista es autónoma en su decisión
logífU •]', • íiltóiV '
de localización, la toma en función de estímulos de los
1 Es necesario notar qüe la; téhdétic$a?&.;id'.$u/>er<-0Mr<?«-
iración urtáñá, entendida porfió, Cón&riírációri de activi-
mercados y de las preferencias .subjetivas de sus dirigen-
dades y población en una o'pp'cSs- ühidades, en detri-
tes. A m b a s circunstancias llevan a la concentración de
mento d e t e s t o de la red ürbjankí; fiar' encima de los
actividades en áreas metropolitanas. Para resumir uu
réquisitos dé la tecnología, es úná ¿óritrádicción que el
tema demasiado largo, para los límites de este trabajo,
capitalismo presenta tanto en países desarrollados ( I n -
basta con referir lo siguiente: a ) los estímulos de mer-
glaterra, Francia, I t a l i a ) c ó m o en países no desarrolla-
cado traducen y refuerzan los requisitos de escala míni-
dos. O t r a cosa a observar es que hó se . trata de una
m a de operación, al favorecer la concentración empré-- contradicción insuperable del sistema. L a tendencia a
¿ sarial del capital; en la m e d i d a en que las empresas se la superconcentración resulta del libre funcionamiento
agigantan, tienden a concentrar la mayor parte de sus de los mecanismos: de mercado, q u e ' p r o t e g e a las micro-
establecimientos en la misma área para facilitar su. decisiones de localización de sus consécuencias vinacro-'
control administrativo. E l desarrollo d e mejores técni- económicas. Pero, .Cuando esas coiisecueiic'ias se vuelven
cas de. comunicación tiende a atenuar esta tendencia económica y políticamente insoportables, el estado ca-
• • Mk

88 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MAROINALIDAD URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGIN ALIDAD 89

pitalista puede intervenir y ha intervenido en los meca- redistribuye c o m o capital acumulado p o r el territorio
nismos de mercado, en el sentido de descentralizar nacional, de acuerdo a sus intereses.
espacialmeñte la acumulación de capital. N o hay, en A m b a s limitaciones son lo que cabía esperar en las
principio, ninguna razón para que los programas de condiciones capitalistas. Para evitárlás tendría que ha-
desarrollo regional no den los resultados que se pueden' ber un proceso de expropiación de parte del capital de
esperar d e ellos. En el Brasil, p o r e j e m p l o , la macroce- San Pablo, para transferirlo al Nordeste en f o r m a
falia industrial de San Pabló ha sido enfrentada me- de capital público, lo que contradice fr'ontalmente la
diante la transferencia de recursos públicos, provenien- lógica del sistema. Es dudoso, por otra parte, que a un
tes del impuesto a la renta, a los empresarios qué se país d e b a j o nivel d e capitalización', /les convenga una
propongan invertirlos en las áreas menos favorecidas, áínplia descentralización espacial de ,1a acumulación, al
especialmente en el Nordeste. El resultado (10 años punto de incorporar a todas las árpas atrasadas, dados
después de la aplicación de esas medidas) ha sido los costos de implantación de servici:osi de infraestructu-
cierto brote de industrialización en esa región. ra q u e eso traería aparejado. Una, industrialización con
Es importante observar tanto el éxito c o m o las limj-' máxima economía: de capital tiende, independiente-
taciones del programa. Efectivamente, se consiguió crear mente del sistema, a concentrarse en un número redu-
una corriente de capitales que fluyen de San Pabló cido d e polos urbanos, lo que no alcanza para conver-
hacia el Nordeste, utilizando el Estado su p o d e r tribu*, tirla en una red urbana trunca y. desarticulada. L o que
tario para reorientar los flujos de inversiones. Se crea- 5e da, d e hecho, es un proceso,,de,(desarrollo 'desigual,
ron, así, condiciones para eliminar algunas de las pér- del q u e resulta el rápido cre^iiiilétítOj algunas ciuda-
didas derivadas de la superconcentración urbana. Pero des y la decadencia d e otrc^i ,|?!í^].;]a;;fl:ecadencia de
la descentralización obtenida se limitó a la creación 3e porciones entecas; d e la red de la ¡diná-
dos nuevos polos industriales en el área — R e c i f e y Ba- mica del desarrollo (.capitalista; de ^ ' /uérzás producti-
h í a — quedando el resto del Nordeste en las mismas con- vas y nfida tiene que ver cpn. (tesiptegración de la
diciones miserables de antes. L a macrocefalia resultó algo economía nacional en virtud de la dependencia del ca-
disminuida, pero una verdadera incorporación de todo pital monopolista internacional. Éste se comporta, fren-
el Nordeste a la economía industrial no se dio ni podía te a las decisiones de localización,, cóij^o cualquier otro
darse. E n segundo lugar, no hubo ninguna descentrali- capital, presentándo las mismas tendencias a la super-
zación del poder económico. El capital paulista fue concentración y mostrándose iguajrnénte susceptible de
inducido a invertir en el Nordeste, y en consecuencia ser reorientado mediante adfecuadqs estímulos guberna-
el conjunto industrial así creado está d o m i n a d o por' mentales. En el Brasil, las empresas de capital extranjero
ese capital. A p l i c a n d o a las relaciones entre San Pablo localizadas fundamentalmente en ,San Pablo,, abrieron
y el Nordeste los esquemas de la dependencia, se podría sucursales en el Nordeste con el, mismo afán de haéer
decir que, hasta 1960, el Nordeste dependía de San buenos negocios que las empresas de f a p i t a l nacional.
Pablo en términos capitalistas-comerciales, trocando sus E n sumía, la concentración urbana y la primacía me-
productos agrícolas por bienes industrializados paulistas, tropolitana son falsos problemas, en, la hiedida én que
al paso que con el programa de desarrollo regional su eventual " c o r r e c c i ó n " no requiere más que cierto
la dependencia se v o l v i ó capitalista-financiera., Esto' perfeccionamiento (jlel aparato de planeamiento, territo-
significa q u e la plusvalía producida en el Nordeste es, rial,' dentro de los límites del sistema.. Es importante
en buena parte, apropiada por el capital paulista que la. no asimilar los desniveles que se originan' en la super-
96 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD . URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINAI.IDAD 91

concentración urbana a los que derivan de la concen- rioridad económica de las relaciones de producción ca-
tración del capital. Estos últimos son contradicciones pitalistas. Es v e r d a d que, en. muchos casos,' la. " p e n e -
centrales del capitalismo contemporáneo, que sólo pue- tración de los productos de procedencia u r b a n a " se da
den ser superados momentáneamente, para replantearé por el. camino de la violencia expropiadora, que re-
con m a y o r gravedad al m o m e n t o siguiente. L a signifi- produce en suelo latinoamericano, en el siglo x x , las
cación de los primeros y a se reduce bastante, siempre vicisitudes de la " a c u m u l a c i ó n p r i m i t i v a " que precedió
que no se parta de patrones preconcebidos de "norma-- a la R e v o l u c i ó n industrial inglesa. !Sea c o m o fuere, no
l i d a d " urbana. I •'; hay p o r qué d e r r a m a r lágrimas por lá desintegración
Si pasamos ahora de los desniveles dentro d e la red de una écoriómía cúyo equilibrio social se basaba en el
urbana a los desniveles que ocurren d e b i d o a la trans- atraso tecnológico, en el aislamiento cultura! y el m a n -
formación de las relaciones entre el c a m p o y la ciudad) tenimiento de sistemas de dominación f i j a d o s en la
entramos en ün tema m u c h o más henchido de significa- tradición y el ihmovilismo. ;
ciones. Para vplver una vez más a los autores qi^e é.sla'- , El problema que verdaderamente se plantea es que
mos examinando, Castells observa, sintetizando, "dn la penetración del capitalisriíQ "en; ! la ,e;cbnomíá rural,
refuerzo de la distancia social y cultural entre la anti- en la m a y o r í a de los'' p ^ í s e s j : n o provo-
gua sociedad urbana y el m u n d o rural que no sola có la revolifeióji agríc6la;?qu¡si '¡"^aw^^píérar. A u n q u e
permanece atrasado sino que entra en un proceso de haya excepciones 'locales, la regla es qufc en esos países
desintegración" (p. 11"). Castells no especifica este pro- . la agricultura continúa tecriológiúfiíttéWté 'atrasada, con
ceso de desintegración, pero Q u i j a n o ( " D e p e n d e n c i a , bajos niveles1 dé ; p r o d u c t i v i d a d <ñéí t r a b a j a ' y rentabili-
etc.", p. 129) lo. hace de la siguiente m a n e r a : " L a di- dad del suelo. Eso se v¿erifíca v tá'nibM'ft eh las áreas de
fusa y molecular, en algunos casos, drástica y rápida en agricultura comercial, que parece haber heredado de la
otros, penetración en el m e r c a d o de productos de proce- , economía de subsistencia no sólo; Sus'tefem'entós- produc-
dencia urbana en el campo, la consecuente formación • tivos sino t a m b i é n 1 sus riiétodos! de1 ciliít'ivo y de cría.
de una red de mercados rurales y semiurbanos, pequeños' L a explicación más general dé' '.eáé'Cáfeksó "de la agri-
si se los considera aisladamente pero importantes ert Sü' cultura (aunque debe de haber ''otras,1 más específicas)
conjunto, tiende a desarticular la estructura de la eco- parece sér que el, ¿ l e v a d o crecimiento-'vegetativo de la
nomía de las zonas rurales no incorporadas inmediata- población rural, « f u e coincidió en líneas generales con
mente a la producción exportadora, d a d o el enorme "y lá penetración del^capitalismo'en las zonas rurales, pro-
creciente desnivel de esas zonas con las zonas urbanas én d u j o Una elevación de la oferta d e s f u e r z a de trabajo,
expansión económica". N o s encontramos, pues, frente reduciendo su precio al nivel de mera subsistencia f i -
a. un proceso casi clásico de penetración del capitalismo siológica, lo que hizo e c o n ó m i c a m e n t e desventajosa la
en una economía no capitalista de subsistencia, que la adopción de técnicas más avanzadas, que en general
desintegra en una primera fase para después incorpo- requieren el usó de fenayor capital en lugar de mano de
rar sus elementos productivos. Este proceso es uncí obra. Es claro' que los niveles espantosamente bajos
de los aspectos esenciales del desarrollo capitalista y. de remuneración del t r a b a j o agrícola én casi todos los.
asume diferentes modalidades según la región, el país países d e A m é r i c a L a t i n a se deben también a la au-
y la época. L a economía que se desintegra se ha mos- sencia de todo vestigio de organización del proletariado
trado incapaz de desarrollar las fuerzas productivas y-' rural, que es rigurosamente reprimida al menor inten-
sucumbe, como lo muestra Q u i j a n o , frente a la supe- • to. C h i l e era, en ese sentido, una ekcépcióri significativa.
96 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD . URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINAI.IDAD 92

Si esto es así, el escaso desarrollo de las fuerzas pro- nológica de la agricultura, lia cual podrá tener c o m o
ductivas en la agricultura latinoamericana se debe, dadas consecuencia la f o r m a c i ó n d e un proletariado rural y
las condiciones institucionales d e compra y venta de el desarrollo de la lucha de clases en el campo. En la
la fuerza de trabajo, a la insuficiencia de las migracio- • actualidad, las condiciones de la agricultura latinoame-
nes rurales, que terminan por constituirse en la única ricana favorecen la acumulación de capital en las ciu-
alternativa para la gran masa d e trabajadores sin tierra dades, al posibilitar una oferta d é alimentos a precios
frente a su notable inferioridad de poder de regateo, en bajos, c o m o consecuencia del precio irrisorio de la
el mercado de trabajo. Así, en vez de postular el pnv mano de obra agrícola, lo que ¡permite mantener a
palado exceso de las migraciones del c a m p o a la cui- b a j o nivel el costo de r e p r o a ^ c d ó n . d e fn^no obra
dad, visto desde un ángulo urbano y, además, conser- urbana, la cual se vé, a d e j b i á . ^ ' . j r é f c ^ r z a d á pbr el
vador, la visión de conjunto de la economía de los continuo a f l i j o , d e m i ^ r a n f e ' ^ i ^ l ^ l V - l y . v t o d ó / . e s o sin
países, latinoamericanos permite detectar un exceso dé q u e ' la agricultura requiera: itiyersió^psi^jgnificativaá.
población en el campo, exceso dentro de los límites Es precisó señalar, finalícente, j u é ^ ^isSnivel de las
de la agricultura capitalista, naturalmente, y todavíá condiciones de vida entre la. ciucfád, y ; campo resulta
marcada por una elevada concentración d e la propie- básicamente de la profundizácioñi dé l,a división del
dad, de la tierra. D e ese m o d o , la indagación correcta trabajo entre ellos, que consiste, en su esencia, en la
no es por qué emigra tanta gente del campo, sino por • transferencia a la ciudad de actividades que antes eran
el contrario, por qué no e m i g r a más. L a respuesta está realizadas con técnicas artesanaleS en él medio rural.
léjos de ser conocida debido a una serie de motivos,, Este vaciamiento .pconómico del iiíécíio rural, que se
uno d e los cuales es que hasta ahora nunca se ha plan- reduce cada vez más a la ésjí>ecialÍ7¡ációrv única en
teado .seriamente en ninguna d e las copiosas investiga- actividades primáriás, no es a c o m p a s a d o por una trans-
ciones sobre migraciones internas en A m é r i c a Latina'. • ferencia proporcitínalmente rápida á la c i u d a d . d e la
Es probable, sin embargo, que el relativo inmóvilisniQ fuerza dé trabajó así convertida en excedente. L a per-
de la masa rural, que exporta a las ciudades, casi siem- manencia en el c a m p o de tina abundante mano de
pre, apenas una parte de su crecimiento demográfico, obra, desprovista 1 de' la propiedad de, medios de pro-
esté ligado a su pobreza, a su limitado horizonte cultu- ducción, permite ía supervivencia d e formas de explota-
ral y al carácter reciente de los flujos migratorios, que ción precapitalistas, c o m o la aparcería, lá renta-trabajo,
requieren tiempo para crecer. L a mecánica ,de las mi- etc., que persisten él lado de la forma capitalista de
graciones aún está lejos de ser bien conocida, pero se' explotación, el asalariado, y a veces se combinan con
sabe que hay una interacción entre migrantes antiguos él. Las condiciones ecológico-demográficas determinan,
y nuevos que asegura la continuidad y la expansión de así, ajustes institucionales qué sofocan todo intento de
los flujos migratorios y les confiere cierto ritmo. Dado introducir, en el agro latinoamericano;, relaciones de pro-
este ritmo, es probable que en el futuro p r ó x i m o el vo- ducción características del capitalismo, de hoy.
lumen de las migraciones rurales alcance, en muchos Es difícil imaginar en qué medida la comprensión de
países del continente, volumen suficiente para reducir,. todo este proceso se facilita al encuadrarlo en esquemas
en términos absolutos, la población rural, y por lo tan- de dependencia. Q u i j a n o ( " D e p e n d e n c i a , etc.", p. 130),
to la oferta de fuerza de trabajo en el capipo. Es posi- por e j e m p l o , ve en 'la transformación de' las relaciones
ble que1, entonces, la mecanización de las actividades' campo-ciudad el establecimiento de una doble depen-
agrícolas abra el camino a una amplia renovación tec- dencia: por un lado, la expansión de .la dependencia
i, '
102 94
URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARCInALIDAD URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MAROINAi.IDAD

g l o b a l d e l país; p o r el otro, la d e p e n d e n c i a del campd el proceso no f u e r a n el resultado de lá acentuación y


en relación a la ciudad. C o n c l u y e q u e " e l colonialismo, la expansión de las relaciones ¡ de dependencia". La
interno se a m p l í a y se a h o n d a " . E n esta observación, lá proposición es p o r l o inenos a m b i g u a al presentarse en
palabra "dependencia" designa dos conjuntos de reía-,- f o r m a n e g a t i v a : si los principales» factores . . . n o fueran
ciones bastante diferentes. Una es la que contrapone, el resultado etc. N o q u e d a c í k p cuál ¡es.la alternativa
los países latinoamericanos a ltis países capitalistas des- contemplada* U n a d e ellas 'podr||j s é r r ü n planeamiento
arrollados, que exportan hacia los p r i m e r o s , capital, y de la urbanización y d e la iiqdustrialí¿a'cióh, conducido
tecnología, a d q u i r i e n d o de ese m o d o cierto g r a d o de do- p o r un p o d e r p o l i t i c ò represen,tdtivó d e la l ' g r a i j m a y o -
m i n i o sobre su e c o n o m í a , q u e les p e r m i t e explotarla. El ría de la p o b l a c i ó n " . E n estp casó nc): h^bjría' n a d a que
o t r o es el que c o n t r a p o n e la c i u d a d , c o m o sede del ca- oponer al r a z o n a m i e n t o , salvo q u e j c ' ó h v e h d r í á aclarar
pitalismo industrial en expansión, al c a m p o , cuya es- que ese p l a n e a m i e n t o no p b d r í a darse en el sistema de
tructura e c o n ó m i c a es m o d i f i c a d a (y vaciada) en fun- p r o d u c c i ó n capitalista, de m o d o que la m e r a elimina-
ción de las necesidades de la economía urbana. La ción de la d e p e n d e n c i a , en sí, no se^ía íüficierí,te. O t r a
ciudad invierte p o c o en el c a m p o , al m e n o s hasta ahora, alternativa sería, un c a p i t a l i s m o h'ációria! nó d e p e n d i e n -
y su d o m i n i o deriva d e su superioridad económica y te, lo cual yá es p'ór sí sólo aígo-.utofilco. P o r el análisis
política. E n último análisis, la d e p e n d e n c i a d e l campo que presenta Q u i j a n o del p e r í o d o cíe "''crisis de las re-
en relación a la ciudad d e r i v a d e la " u r b a n i z a c i ó n de laciones d e d e p e n d e n c i a " , se* p o d r í a ¿Oncluir que ésta
la e c o n o m í a " , rasgo esencial del desarrollo, capitalista , es la alternátiva'/jponterti'píada por, ¡'el 'qútor. En este
o no, al paso que la d e p e n d e n c i a d e los países d e Amé- caso, aun a d m i t i e n d o q u e f u e r a ' u n a gTterhativa realista.
rica L a t i n a d e l imperialismo d e r i v a única y exclusiva- es; s u m a m e n t e dúdosó, para défc'irló' e?h ''foi^ma m o d e r a d a ,
mente del carácter capitalista de su desarrollo. No qùe un desarrOllo^cá.piíáiista nacional " a u t ó n o m o " pu-
negamos que los dos tipos d e relaciones puedan en? diera producir una urbanización sin '"que hubiese
cuadrarse en el. mismo c o n c e p t o d e d e p e n d e n c i a , pero ¡a enormes desequilibrios interregionales, urbano-rurales,
un nivel d e abstracción q u e n o revela, si es q u e no vela" interurbanos y t o d o l o demás. Sería curióso un capita-
las características esenciales de ambos. lismo, a u t ó n o m o o no, c a p a z d e i m p e d i r q u é los frutos
del desarrollo f a v o r e c i e s e n a unos pocos én - d e t r i m e n t o
Un análisis a nivel i n a d e c u a d o d e abstracción con-
de la gran mayoría. Por lo menos, el desarrolló del
duce fácilmente a conclusiones discutibles. Quijano
capitalismo en E u r o p a y A m é r i c a d¿l N o r t e , q u e por
( " D e p e n d e n c i a , e t c . " , p. 1 3 1 ) , al establecer u n a suce-
fin es t o d o l o a u t ó n o m o que se quiera, no -autoriza
sión d e dependencias n o sólo en el t i e m p o sino tarn-
semejante construcción del espíritu^
bién en el espacio, no p u e d e d e j a r de concluir q u e "este
proceso no se presentaría con sus actuales rasgos de
enorme desequilibrio interregional, urbano-rural e iii-'.
terurbano, en proceso de t r e m e n d a concentración de los
beneficios del proceso en las regiones y ciudades más 4. "MARrilNAUDAn" Y DEPENDENCIA' ''
p r o f u n d a m e n t e vinculadas a las metrópolis exteriores y',* I' " .• •
1 •
por lo tanto, c o m o desarrollo u r b a n o en f a v o r d e virios Si desde el p u n t o d e vista de. las transformaciones eco-
pocos y en d e t r i m e n t o d e la gran m a y o r í a de la pobla-'
nómicas y sociales en el campa, el v o l u m e n de emigra-
ción o, en otros términos, c o m o acentuación del subde-
ción es insuficiente, lav conclusión opuesta parece i m p o -
sarrollo, si los principales factores q u e a l i m e n t a n todo
nerse cuando se ertcara el desplazamiento migratorio
jÉ*.

96 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD . URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINAI.IDAD 97

I' : l, '
desde el ángulo de la c i u d a d . Castells constató que,, a
la d e p e n d e n c i a es el g r a n fac.tor^causa-1 de esta división
pesar del desarrollo industrial habido, se m a n t i e n e "ijin
de la e c o n o m í a y d e la sociedad? ]>i
desnivel entre el débil desarrollo d e las fuerzas product
En cuanto ál p r i m e r problpma, és preciso observar
tivas y la aceleración d e la concentración espacial dé
que el dualismo de las sociedades q u e han sufrido una
la p o b l a c i ó n en las c i u d a d e s " ( p . 7 ) . El autor preteride
penetración parcial del capitalismo ya ha sido1 señalado
documentar este h e c h o mediante el crecimiento más
hace mucho tiempo y corresponde á ú'na importante
a c e l e r a d o del e m p l e o en el sector terciario y, dentro
fase histórica del pasado d e muchos países l a t i n o a m e r i -
d e él, en los "servicios", q u e se supone q u e abrigan, un
canos. M á s precisamente, esos paíéés presentaban una
elevado desempleo disimulado. Castells considera que
fase " d u a l " en él p e r í o d o en que su' e c o n o m í a era ín-
"las transferencias de p o b l a c i ó n n o son suscitadas por
t e g r a m e n t e colonial, es decir, en ;, q y ^ sé1 c o m p o n í a úni-
el d i n a m i s m o p r o d u c t i v o sino p o r la a c u m u l a c i ó n pro-
c a m e n t e de un sector d e subsistencia . y ,un sector de
gresiva d e masas' rurales desarraigadas y d e poblaciones
m e r c a d o externo.! E l desarrollo sigñifipó, p a r a esos p a í -
d e las pequeñas ciudades' q u e huyen de la miseria' y el •
ses, el surgimiento y la a m p l i a c i ó n ¡^é u n ' t e r c e r sector, el ,
desempleo" ( p . 1 0 ) . S e crea, d e est§ m o d o , " u n sector
sector d e mercácjo interno, debid'ó; a la industriáliza-
l l a m a d o ' m a r g i n a l ' c o m p u e s t o tanto p o r las masas cada
ción por sustitución ,de importaciones. Gracias a las
vez mayores alcanzadas p o r la descomposición interna
transformaciones,^estructurales, qüe constituyen una f a -
d e la sociedad como por las q u e continúan presas en
ceta d e l desarrollo, la b i p o l a r i d a d económica.y social
las zonas del sistema p r o d u c t i v o (y sus d e r i v a d o s ) no
fue, o está siendo, s u p e r a d a : el sector d e m e r c a d o in-
rentables en la estrategia local de las f i r m a s multina-•
terno sustituye al lÜle m e r c a d o externo como líder del
dónales" ( p . 20, subrayado en el o r i g i n a l ) . Este sector
sistema, pasando a utilizar las divisas producidas p o r el
l l a m a d o " m a r g i n a l " se c o n t r a p o n d r í a a un " s e c t o r mo-
sector de mercado externo para acumular capital,
d e r n o i n t e g r a d o b a j o el control de los monopolios".
m e d i a n t e la i m p o r t a c i ó n d e medios d e p r o d u c c i ó n ; al
Estas ideas son desarrolladas con más detalle por mismo tiempo, el sector d e m e r c a d o interno, al am-
Q u i j a n o , ( " L a Formation d'un Univers M a r g i n a l etc.") pliarse, suscita la a p a r i c i ó n d e un Considerable m e r c a d o
q u e distingue- en el sistema de p r o d u c c i ó n dependiente u r b a n o d e artículos d e subsistencia (fundamentalmente
un " n ú c l e o central h e g e m ó n i c o " y un " p o l o marginal", a l i m e n t o s ) , e r e a n d o de esa manera' las condiciones para
a m b o s interdependientes. L a f o r m a c i ó n del p o l o mar- la p e n e t r a c i ó n paulatina d e las relaciones capitalistas
ginal se da m e d i a n t e un proceso d e marginalización, de p r o d u c c i ó n en ¡el sectór de subsistencia, cuya natu-
que consiste en la p é r d i d a d e s i g n i f i c a d o d e cierto nú- raleza d e e c o n o m í a semicerrada d e s a p a r é t e p o c o a p o c o ,
mero de papeles económicos. Surgen de este modo incorporándose sus actividades al séctor del mercado
" e m p l e o s marginalizados p o r las relaciones hegemónicas • interno. | , , .. j ' .
de p r o d u c c i ó n " , que en el m e d i o urbano consisten en
A h o r a se p r e t e n d e distinguir énj la nueva economía
las, artesanías, las pequeñas empresas d e servicios y- el creada p o r el desarrollo o, njiás;específicamente, en el
pequeño comercio (p. 73). sector d e m e r c a d o interno, dos ^ectdres, q u e , »para sim-
: Estos planteamientos sugieren dos órdenes de proble- p l i f i c a r , l l a m a r e m o s " h e g e m ó n i c o " y " m a r g i n a l " . El
mas: 1] ¿es lícito y científicamente válido distinguir p r i m e r o estaría d o m i n a d o p o r el' capital e x t r a n j e r o ,
.utilizaría técnicas a v a n z a d a s y presentaría e l e v a d a pro-
en la e c o n o m í a de los' países .de A m é r i c a L a t i n a dos
d u c t i v i d a d , mientras q u e el segundo' tendría caracterís-
sectores o polos, el urio m a r g i n a l y el o t r o integrado y
ticas opuestas: capital nacional, técnicas Atrasadas, ha ¡a
moderno? 2] aceptada la distinción ¿ e n .qué medida
i;'

98 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDA1' U R B A N I Z A C I Ó N , DEPENDENCIA Y MAROINULIDAD 99

productividad. L a primera crítica a formular es que los de A m é r i c a Latina, sino también de Europa y N o r -
esos criterios son apenas descriptivos y no fundamentan teamérica, un sector monopolista y otro competitivo.
una distinción que se sostenga teóricamente. Así, para D a d a la gran importancia de los cambios en Jas formas
empezar, una buena mitad de la gran industria, qup de organización del capitalismo contemporáneo, la dis-
utiliza técnicas avanzadas y presenta alta productivi- tinción entre la parte de la economía ya integrada al
dad, está dominada, en el Brasil, por el capital estatal capitalismo monopolista y la pr.Vte todavía competitiva
—-energía eléctrica, extracción y refinación de petróleo, permitiría verificar en qué medida'; el desarrollo, en
siderurgia, petroquímica, etc. L a tendencia es que estas A m é r i c a 'Latina, 1 recorre los caminos históricas de la
empresas se expandan, a la misma velocidad q u e ' la evolución de esá^'formas o eventualrnerite salta etapas.
otra mitad, dominada por el capital extranjero. N o Es preciso observar, sin embargo, qué esta distinción
coinciden, por lo tanto,, las actividades " m o d e r n a s " con nó es convenientfe para los abordajes teóricos que dan
el dominio del capital extranjero por lo menos en uno preferencia a la, dependencia c o m o factor causal básico,
de los grandes países latinoamericanos, y es probable pues, en A m é r i c a Latina, el comienzo de la sustitución
que lo mismo se aplique por lo meno^ también a Mé- de importaciones p r o v o c ó el surgimiento de numerosos
xico, Argentina y Perú (después de 1968). mercados monopolistas b a j o la .égida del capital nacio-
nal (público o p r i v a d o ) . En muchos de esos mercados,
Además, lá presencia del capital estatal en el "sector
el capital extranjero logró penetrar e, incluso conquistar
h e g e m ó n i c o " no es casual. Se debe a una políticá,
posiciones hegemónicas. En otros, en cambio, está sien-
puesta en práctica por numerosos países de América-
, do expulsado (los ejemplos más frecuentes se hallan en
Latina, dirigida a no* permitirle al capital extranjero
Ips sectores del petróleo, la energía eléctrica y las tele-
la conducción exclusiva del proceso de industrialización.
comunicaciones). D e este modo, las relaciones entre la
O t r o aspecto de la misma política es la de buscar nuevas
expansión d e l qapital monopolista, que marcha a la par,
formks de control del capital extranjero, mediante la
con la industrialización en A m é r i c a L a t i n a , y la pro-
formación de empresas mixtas con participación de ca-
fundización de la dependencia, son mucho más proble-
pital privado extranjero y nacional y de capital estatal.
máticas de ,1o que muchas veces dejah entrever las
H a y , en suma, cierta lucha, unas veces abierta y otras,
generalizaciones. , , j
latente, por el control del llamado "sector hegemonía
c o " , cuyo resultado está lejos de favorecer siempre El problema fundamental e,s' la génesis del capita-
capital extranjero, aunque esté claro que su presencia, lismo monopolista en A m é r i c a : L a t i n a ' y ¡los .factores que
en este sector se está acentuando en varios países del . condicionan su expansión. En lqs paísfes que iniciaron
continente. ' • su desarrollo antes de í 9 5 0 j cuando, el capital extranje-
O t r o elemento de la distinción que merecería alguna ro inició su penetración masiva en la industria de los
países que se desarrollaban, el capitalismo monopolista
crítica es el- que le atribuye al "sector hegemónico"'
surge inicialmente d o m i n a d o por el .capital nacional,
determinadas' características económicas y técnicas, en.
privado y público. L o s monopolios internacionales, de
contraposición al "sector m a r g i n a l " . En realidad, caái
base norteamericana, europea y japonesa, -ya encontra-
siempre se deja de lado la más significativa de esas
ron en esqs países una estructura de m e r c a d o adecuada,
características: el tipo de organización del mercado
para su penetración, que sé veía sumamente facilitada
•—monopolista o de c o m p e t e n c i á — de cada sector. To- '
por su monopolio de ciertos procedimientos técnicos
m a n d o c o m o , base esta característica, se podría distin- -
y por su capacidad de movilizar recursos; financieros en.
guir en la economía de todo país capitalista, no sólo
.. " l í I ,
I I
I •'

100 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARCINALIDAD U R B A N I Z A C I Ó N , DEPENDEN CHA Y MARCINALIDAD 101


J .
gran escala. L a entrada del capital e x t r a n j e r o consti- la diversificación p r o d u c t i v a y e| a v a n c e t e c n o l ó g i c o en
tuyó en esos países, uno d e los factores d i n á m i c o s que ciertos países, p e r o n o tiene condiciones p a r a e n g e n d r a r
contribuyeron a la expansión y d i v e r s i f i c a c i ó n d e los por sí solo esaS transformaciones, salvo e n colonias o
ramos d o m i n a d o s p o r el capitalismo monopolista, pero • semicolonias ( c o m o Puerto Rico, por , e j e m p l o ) .
no el principal. M á s i m p o r t a n t e , sin d u d a , f u e la con- El desarrollo "precoz" del capitalismo monopolista
centración d e la renta, c o n d i c i o n a d a p o r factores po- en A m é r i c a L a t i n a se d e b e a numerosos factores, d e los
lítico-sociales internos, que propició el c r e c i m i e n t o dé- que uno se vincula a la d e p e n d e n c i a : la innovación
la d e m a n d a d e bienes de consumo durables, cuya pro-, tecnológica. C o m o casi todas las innovaciones. prtivieneri
ducción es el sustento del "sector hegemónico", así dé países capitalistas adelantados," i m p l i c a n elevadas
c o m o el desarrollo de una red de servicios d e infraes- escalas d e p r o d u c c i ó n y, d a d o el r e d u c i d o t a m a ñ o de
tructura —transporte, energía, comunicaciones, etc.— los m e r c a d o s nacionales d e los distintos países latino-
que p e r m i t i ó , e n - c a d a país, u n i f i c a r el m e r c a d o interno americanos, resultan en una organización monopolista
y aplicar técnicas de p r o d u c c i ó n en masa a la fabrica- de esos mercados. L a s empresas multinacionales tienen
ción de esos bienes. El análisis del proceso d e industria- un e l e v a d o p o d e r de c o m p e t e n c i a m o n o p o l i s t a , que c o n
lización en esos países lleva a concluir que, si p o r algún frecuencia les p e r m i t e asumir posiciones hegemónicas
m o t i v o la presencia de los m o n o p o l i o s internacionales en los mercados en 'cuestión*, en la m e d i d a en que la
fuese drásticamente reducida, manteniéndose ceteris pa- competencia 1 entre monopolios requiere' continuas in-
ribus las relaciones capitalistas de p r o d u c c i ó n , la diná- novaciones tecnológicas, no sólo nuevoá procesos de
mica del sector monopolista n o sería a f e c t a d a decisiva- prodücción y nuevos productos, > sinp también nueva
mente. presentación de productos antiguos y . nuevos argu-
mentos en favor del consúmo de esos productos. El
E n los países latinoamericanos que iniciaron su indus-
costo d e la p r o d u c c i ó n de innóvacionesí tecnológicas es
trialización más recientemente, después de 1950, la pre-
r e l a t i v a m e n t e e l e v a d o , lo que 1 e x i g e <í|Ue su amortiza-
sencia del capital extranjero fue más actuante desde •
ción se haga a escala m u n d i a l . ¡La ventaja específica
el p r i n c i p i o , si bien no p o r eso su p a p e l f u e fundamen-
de los m o n o p o l i o s internacionales consiste en eso, en
talmente d i f e r e n t e del d e s e m p e ñ a d o en los países de
su e n o r m e escala d e operaciones. Pé'ro esa v e n t a j a es
industrialización más antigua. E n términos m á s genera-
también su d e b i l i d a d . Los monopolios, para explotar
les, los m o n o p o l i o s internacionales, al penetrar en cada
í n t e g r a m e n t e las innovaciones q u e d o m i n a n , n o pueden
e c o n o m í a nacional, se a p r o v e c h a n del g r a d o de desarro-
limitarse a utilizarlas ú n i c a m e n t e en1 las, empresas de
llo en q u e se hallan esas e c o n o m í a s p a r a alcanzar sus
cuya p r o p i e d a d p a r t i c i p a n . El uso de las innovaciones,
objetivos (de ellos, los m o n o p o l i o s ) . Así, en muchos
es t a m b i é n vendido, arrendado O cedido, a trueque
países d o n d e la e c o n o m í a se m a n t i e n e colonial, los mo-
de v e n t a j a s equivalentes, p o r los m o n o p o l i o s . Este hecho
nopolios siguen hasta hoy i m p l a n t a n d o enclaves (plan-
p e r m i t i ó a varios países latinoarnerican'osi.reservar para
taciones, explotaciones mineras, e t c . ) y no industrias de.
el capital público ramos s u m a m e n ^ dependientes del
t r a n s f o r m a c i ó n . En otros, q u e "ya han a l c a n z a d o d i v e r ;
avance t e c n o l ó g i c o , $in q u e la' oposición de los m o n o -
sos grados de desarrollo,' los m o n o p o l i o s inician o par-,
polios internacionales a su exclusión de esos ramos pu-
ticipan e n empresas, en general industriales, cuya via-
diera impedir que las empresas estatales adquirieran
bilidad deriva del hecho de adecuarse al nivel del
el know-how indispensable. Este ' h e c h o c o m p r u e b a la
desarrollo de la división social d e l t r a b a j o d e c a d a país.. •
hipótesis de que el sector monopolista de las economías
Es claro que. así, el capital e x t r a n j e r o p u e d e acelerar •
96
URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD . URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINAI.IDAD 103

latinoamericanas presentaría las mismas características que le impiden al capital monopolista dominar toda la
que actualmente presenta aunque no estuviera dominado economía, es decir, penetrar en los ramos cuyos merca-
por el capital extranjero. dos todavía son competitivos. H a y dos especies distintas
V o l v á m o n o s ahora al o t r o sector de la economía, de factores: una vinculada a la e s c a l a . d e producción,
donde predomina el capitalismo competitivo o formas la otra derivada del costo relativo de los factores de
de organización que corresponden a la producción sim- producción. En cuanto a , la prirüerá, se trata de acti-
ple de mercaderías. Su origen no es, c o m o supone Qui- vidades que por su naturaleza sólo pueden ser ejercidas
jano, " l a pérdida de significado de cierto número dé en pequeña escala, lo que le quita a lá organización
países económicos, en función ya de una b a j a producti- monopolista (tal c o m o se practica én él capitalismo de
v i d a d del trabajo, ya de la desaparición de los medios hoy) su misma razón de ser. L a artesanía o la presta-
de producción necesarios o d e un mercado para absor- ción de servicios personales son actividades organizadas
ber los productos" ( " L a Formation etc.", p. 7 2 ) . Estás en unidades pequeñas ,o inedias. L á concentración del
características de degradación de ciertos ramos de acti- capital en estos ramos presenta m e n o s ' v e n t a j a s que en
vidad constituirán su marginalización por el "núcleo lá industria ó ios transportes, por e j e m p l o , lo que di-
hegemónico". ficulta la reducción del número dé establecimientos.
O b v i a m e n t e , la dinámica normal de cualquier eco- Aun así, la comercialización ele los, productos artesana-
nomía capitalistá produce la decadencia de ciertos ra- les tiende a ser monopolizada v, en los países más
mos y lá expansión de otros. H a y ramos condenados, industrializados, empiezan a predominar redes de ho-
por la transformación tecnológica, como por ejemplo el teles, restaurantes, lavanderías, etc., 'jen ciertos merca-
transporte por tracción animal, el pequeño comertip das. L a s ventajas de los monopolios,'jén estos casos, son
minorista y la producción artesanal de productos que muchas veces financieras: tienen más facilidad para
no sean de lujo. Otros ramos pierden mercado debido ' movilizar grandes capitales para invertir en ramos que
al suVgimientó dé productos nuevos, c o m o es el casó dé se expanden rápidamente. N o obstante, los estableci-
los tejidos de fibras naturales, sustituidos por 1 los' sin- mientos menores resisten por más tiempo, a su absorción
téticos, o de la prensa escrita que sufre la competencia por los monopolios,- precisamente porque?; éstos no dis-
de lá prensa trasmitida por TV O radio. Pero los ramos ponen de una v e n t a j a técnica sólida que, en general.
en decadencia rio forman un sector de la economía, ni Sé traduce én costos más bajos que los de los estable-
coinciden cori el Conjunto de las actividades que no es-
cimientos menores.
tán én el sector monopolista. R a m o s organizádos en
L a otra especie de factores que liríütan la expansión
f o r m a monopolista también decaen (el cine, por ejem-
del Capitalismo monopolista se refiere á las situaciones
plo, a f e c t a d o por la competencia de la TV) y ramos
en que existe una abundante oferta de 'fuerza, de traba-
competitivos, en muchos casos, se expanden. Basta re-
jo a precios muy bajos, lo que tiende a í e d u c i r las
cordar la gran expansión de servicios personales (hote-
ventajas de la producción en mása, 'que utiliza menor
les, restaurantes) y de la artesanía, organizados en mer-
cantidad de trabajo por unitiad de producto. En tales
cados competitivos, c o m o consecuencia del crecimiento
condiciones el avance tecnológico es más lento, de-
del turismo, en varios países latinoamericanos.
morándose la concentración del capital y preserván-
El problema verdaderamente significativo, suscitado dose, por lo tanto, el carácter competitivo del meicado.
por la división de la economía en una parte monopó-- E j e m p l o típico, en A m é r i c a Latiría^ es la .construcción
lista y otra competitiva, es el de determinar los factores civil, principalmente residencial, donde el uso extenso
<

104 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MAROINALIDAD URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MAROLNALIDAD ... 105

de m a n o de obra poco calificada y de b a j o precio im- sector competitivo crecen rápidamente, estimulados por
pide la mecanización d e la actividad mediante el uso la expansión de la d e m a n d a de su producto, pueden
de elementos prefabricados. ' crearse, condiciones favorables a su monopolización. En
En la mayoría de los países latinoamericanos, excep* éste caso, la entrada del capital monopolista en el mer-
ción hecha probablemente d é Argentina y Uruguay; cado trae como consecuencia la ruina de los estableci-
la economía capitalista dispone de una amplia oferta mientos pequeños; los que no p e r r a n inmediatamente
d e fuerza de trabajo, proveniente de la disolución (leí se estancan, el uso de técnicas más' productivas por las
sector de subsistencia y de la aceleración del crecimietv unidades monopolistas trae corisigó '¡desempleo tecno-
to d e m o g r á f i c o . El precio de la fuerza d e trabajo poco lógico, creándose simultáneamente uh; grjüpo de empre-
calificada, en esos países, es muy b a j o debido no sólo sarios proletarizados y un g r u p o ' ' m a y o r de proletarios
a su gran número sino también a su reducido nivel dé desempleados. En los países, la't'inóámericahos, cuya eco-
organización, que limita m u c h o su poder de regateo en' nomía está sufriendo rápidas ' t rá hsfo rm ac i o n es estruc-
el m e r c a d o de trabajo. E n esas circunstancias, en los turales, siempre hay ciérto 1 húmero dfe'ràrlrios en proceso
ramós en que ese tipo de m a n o de obra se utiliza eri de monopolización. Esté proceso suélé' ser demorado y,
gran cantidad —agricultura, construcción civil, servicio* mientras no se complèta, esos rarn'ós presentan cierto
personales, comercio y ciertas industrias, c o m o las de número de establecimientos que sufren' d e " u n a b a j a
ropa y alimentos— las técnicas en uso son poco avan- productividad del trabajó, la desaparición de los me-
zadas, la escala de producción es pequeña, con reducida dios d e producción necesarios o de un mercado para
concentración dé capital y mercados en general Compe- absorber sus productos". N o se justifica, 1 sin embargo,
titivos. Es preciso notar que en algunas de esas activi- suponer que el conjunto' de las acti'vídad|fe que no in-
dades aún no se han desarrollado con éxito técnicas de tegran el sector monopolista presentan eátas caracterís-
producción en masa, o esas técnicas requieren una de- ticas de "marginalización". Antes por el contrario, la
manda espa.cialmente concentrada con elevado poder expansión del sector monopolista crek, directa o indi-
adquisitivo, c o m o es el caso del comercio minorista eh rectamente, condiciones para la multipilicàción de acti-
grandes establecimientos. En otros ramos, sin embargo;, vidades competitivas innegablemente 'próspèras, donde
las técnicas de producción disponibles prescinden de! la acumulación del capital se procesa mediante la ex-
uso en proporciones elevadas de m a n o de obra poco plotación extensiva d e trabajadores p ò c o calificados.
calificada, imponiéndose la utilización extensiva de ca-' Para tener idea de la amplitud de ese1 fenómeno, basta
pital y, casi siempre, la producción en gran escala. Esos pensar en las consecuencias del desarrollo de la indus-
ramos —industrias de bienes de consumo durables, de tria automovilística en algunos países latinoamericanos:
equipos, de bienes intermedios, transporte aéreo, tele-, se multiplicaron los talleres de reparaciones, tiendas de
comunicaciones, etc.— componen necesariamente el sec- piezas de repuesto, gasolineras, garages y estacionamien-
tor monopolista de la economía. . ' ' tos, sin hablar del creciente número de lavadores de
V e m o s así que la división de la economía capitalista autos, etc. y de la expansión d¿l comercio (éste com-
en dos sectores obedece a factores objetivos, derivados- p e t i t i v o ) de autos usados. N i n g u n a de., estas activida-
de las diferencias entre los diversos ramos, en lo que' se des está organizada en forma monopolista,, pero tampo-
reEiere a la composición orgánica del capital, al costó, co presentan eas marcas de ¿la '^niarginalizacián".
de la reproducción de la fuerza de trabajo y al tama-
Es verdad, que el sector monopolista explota .al resto
ño de la demanda solvente. C u a n d o ciertos ramos del
d e la economía, en la m e d i d a c;i q\ie l'ás relaciones de in-
1

106 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGINALIDAD. URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARGII^ A EL DAD 107

t e r c a m b i o entre las dos partes sufren la influencia da cional, en la mayoría, de los países d e A m é r i c a Latina,
los sobreprecios que los monopolistas p u e d e n imponer hace ya muchos años q u e se centra 1 én el m e d i o urbano,
precisamente p o r ser monopolistas. D e esa m a n e j a , "una d o n d e n o se observan señales de descomposición.
parte del excedente p r o d u c i d o e n la e c o n o m í a no mo- M á s interesante, con t o d o , q u e la discusión del carác-
nopolista es transferida al sector m o n o p o l i s t a , el cual,- ter d e la " d e s c o m p o s i c i ó n " (sería m e j o r h á b l a r de c a m -
por eso, tiende a a c u m u l a r más capital y p o r ello ne- bio en las relaciones de producción), que provoca el
cesita siempre nuevas esferas d e inversión, lo cual íe] a f l u j o de masas a los centros urbanos ^ mayores, es veri-
c o n f i e r e un carácter e x t r e m a d a m e n t e d i n á m i c o . E n tér-'. f i c a r si existe un desnivel e n t r e ^ s e ' a f l u j o y el desarrollo
minos generales, la e c o n o m í a no m o n o p o l i s t a tiende a de las fuerzas productivas. E f é c t i v a m e n t e , ése parece ser
presentar un crecimiento más lento, salvo en los ramos el caso, aunque p o r indicaciones diferentes d e las apun-
más d i r e c t a m e n t e vinculados al sector monopolista. - tadas p o r Gastells, es decir, el crecimjiento más rápido
Se plantean, p o r lo tanto, las siguientes alternativas: del e m p l e o en el sector terciario que en el secundario.
o el sector " m a r g i n a l " e n g l o b a las actividades que no Este f e n ó m e n o no se d a sólo en A m é r i c a Latina sino
integran el sector m o n o p o l i s t a , 'y en este caso n o pre- en casi todos los países y se debe al a u m e n t o más rájiido
senta las características descritas p o r Q u i j a n o (pérdidá de la p r o d u c t i v i d a d en la industria q u e e'pii la m a y o r í a
de s i g n i f i c a d o de cierto n ú m e r o d e papeles e c o n ó m i c o s ) , de los servicios ( e x c e p t o transportes y c o m u n i c a c i o n e s ) .
o si no, únicamente pertenecen al sector " m a r g i n á l " los En r e a l i d a d , no h a y i n f o r m a c i o n e s suficientes sobre los
establecimientos que sufren la presión c o m p e t i t i v a del- niveles de d e s e m p l e o a b i e r t o y o c u l f o en las ciudades
capital monopolista. Es lo q u e posiblemente piensa el latinoamericanas para sacar iconclusidhesj seguras res-
autor c u a n d o menciona c o m o empleos marginalizados p e c t o al t a m a ñ o del e j é r c i t o industrial d e reserva que
en el m e d i o urbano los d e artesanos, pequeñas empre- se está f o r m a n d o en las graiides ciudades del continen-
- sas de s e r v i d o s y p e q u e ñ o c o m e r c i o ; P e r o , en éste caso, te, pero la gran expansión del s e r v i c i o d o m é s t i c o (que
entre el " n ú c l e o h e g e m ó n i c ó " y el sector " m a r g i n a l " se constituye un " f a l s o e m p l e o " desde p u n t o de vista
interpone t o d o un c o n j u n t o de actividades, q u e p o r ne de la e c o n o m í a c a p i t a l i s t a ) tiende a irídicar q u e es con-
estar organizadas en f o r m a monopolista no pertenecen siderable. . •
al núcleo h e g é m ó n i c o y p o r n o sufrir p é r d i d a de sig- Es preciso, sin e m b a r g o , i n d a g a r las causas de este
nificación etc. tampoco son marginalizadas. Es pues insuficiente desarrollo d e las fuerzas p r o d u c t i v a s . D a d o
e v i d e n t e q u e la visión d i c o t ó m i c a presentada p o r el au- el carácter capitalista de las. e c o n o m í a s latinoamerica-
tor n o corresponde a la r e a l i d a d m u c h o más compleja nas, sólo se" puede atribuir a una insuficiente acumula-
de A m é r i c a L a t i n a . ción de capital, la cual su(re de griives limitaciones
R e s t a c o m e n t a r b r e v e m e n t e la a f i r m a c i ó n de. Gastells' ' debidas a p o r lo men¡os dos f a c t o r e s : 1] la existencia de
de q u e el sector " m a r g i n a l " estaría compuesto p o r las amplios sectores de p r o d u c c i ó n t e c n o l ó g i c a m e n t e atra-
masas " a l c a n z a d a s p o r la descomposición interna de lái' sados, d o n d e la p r o d u c c i ó n e ^ i b a j a ^ y ,.que p o r ello se
sociedad, n a c i o n a l " (además de las q u e continúan ea- ven reducidos a la produccijón 'dej',exceden te acumula-
las zonas no rentables del sistema p r o d u c t i v o ) . E n pri r ble ( l a agricultura e¡¡ el más i/npon'a^te; d e esos Secto-
m e r lugar, parece e x a g e r a d o asimilar la descomposición v res) ; 2] la e x p o r t a c i ó n de , capital p o r los monopolios
del sector d e subsistencia, que e f e c t i v a m e n t e libera internacionales, qne se apiíópian • d é b u e n a parte del
m a n o de obra y p r o v o c a m i g r a c i o n e s rurales, a la des-, excedente p r o d u c i d o en los sectores eñ q u e la producti-
composición dé la sociedad nacional. L a sociedad na- \ v i d a d es elevada. Así, c o n c o r d a m o s con Gastells en que
108 URBANIZACIÓN, DEPENDENCIA Y MARCINALIDAB C A M P O Y C I U D A D EN EL C O N T E N T O HISTÓ-
RICO LATINOAMERICANO*!
efectivamente la dependencia es, parcialmente, respon-
sable de la marginalización d e una parte de la población
de los países latinoamericanos, pero no porque provo-
que desempleo tecnológico al emplear técnicas que re-
quieren elevada composición orgánica del capital, sino
•porque el excedente así producido no se acumula en- 1. INTRODUCCIÓN
teramente dentro de esos países. Esta constatación, sin
I
embargo, no debe llevar* a la conclusión de que un ca- Para poder formarse una idea adecuada del papel que
pitalismo " n á c i o n a l " probablemente* produciría una. desempeñaron el c a m p o y la ciudad en el í|ontexto his-
mayor acumulación de capital en cada país. D a d o el tórico latinoamericano, es preciso, para empezar, aban-
nivel de industrialización ya alcanzado por los princi- donar la distinción ecológico-demográfica formal entre
pales países del continente, un capitalismo "nacional" las dos categorías. A d m i t i r un límite cualquiera; de ta-
(si f u e r a f a c t i b l e ) tendría necesariamente que organizar- maño de !a población o de densidad" demográfica, para
se en mercados monopolistas, d a n d o lugar a la creación • distinguir campo y ciudad, sólo, tiene Sentido en una
de monopolios de base nacional. T a l e s monopolios, su- situación histórica dada. Si el problema consiste, en
puestamente privados y consagrados a la maximización . c a m b i o , en analizar c a m p o y ciudad a lo largo de un
de su tasa de lucro, tenderían a entrar en el mercado "período histórico, el criterio formal t i e n e ' q u e ser susti-
mundial de capitales, redistribuyendo su tajada de l a ' ' tuido por una noción más amplia y multiforme. Esta
plusvalía nacional por los países que presentaran me- noción debe ser a la vez política y económica, partiendo
jores posibilidades de lucro. Además, tal es el compor- • de una división de poderes y de actividades entre cam-
tamiento de los pocos monopolios de base latinoameri- p o y ciudad.
cana que ya existen. Así, se puede admitir que el poder político nacional
E n suma, aunque haya relaciones causales significa- . y regional tiene que tener por sede una base urbana.
tivas entre dependencia y marginalidad, esas relaciones En la m e d i d a en que el ejercicio del poder requiere la
pueden ser estudiadas y analizadas en f o r m a más ade- ( existencia y el uso de un aparato administrativo y de
cuada a un nivel dé concreción mayor, en que la depen- _ fuerza armada, impone la reunión' en un mismo .lu-
dencia d e j a de ser la principal fuente de determinación gar de un cuerpo de funcionarios^civiles y militares, que,
s o c i a l p a r a convertirse en un factor entre los varios que de ese m o d o , " c r e a n " la ciudad,' ¡cuando lísta no éxiste
influyen en el desarrollo, la urbanización y la margina- ya. El poder político, en el campo, es i hecesariamente
lización en sociedades c o m o las latinoamericanas. descentralizado, y alcanza un areq mucho 1 más limitada.
Es el poder local ejercido por quienes retienen la pro-
piedad de la tierra o, si no, por los representantes 'del
poder central. En este sentido, campo y ciudad se dis-

i
* P r e p a r a d o o r i g i n a l m e n t e para, el I V Sifnposio sobre U r -
banización, realizado en el X I C o n g r e s o de Americanistas" en
R o m a , en • septiembre de 1971?. . .

. i..;
f

110 ' CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD I , ' ' ' ^'
¡ ' • '• ;

tinguen por el ámbito y, por l o tanto, por la naturaleza der de los productos de la ciudad del mismo m o d o que
del poder que encuentra abrigo en ellos. L a ciudad, que ésta depende de los productos del campo. •
alberga el poder c o m o una de sus razones de ser, do- C i u d a d y campo constituyen, pues, dos modos distin-
mina políticamente al c a m p o , imponiéndole su autori- gos de organización de la vida social. 1 L a ciudad, para
dad y su ley. En esos casos, la ciudad, sede del poder, poder subsistir, tiene que dominar el campo, para ex-
recibe un f l u j o de productos del campo, generalmente traerle un excedente. Ese dominio púedfe ser político,
c o m o tributos, parte de los cuales, por lo menos, es re- incluyendo en ese concepto la dominación ideológica.
tenida en ella y sirve al sustento de una parte de la po- C a e n en este caso, por lo tanto, las ciudades formada?
blación urbana. alrededor de un centro religioso. L a s . ofrendas de los
Desde él punto, de vista económico, la división del campesinos aseguran, en esp casó, láí v i d a d e la ciudad.
trabajo entre campo y ciudad se caracteriza, a un nivel O si no, se crea una auténtica interdependencia econó-
elevado de abstracción, por la ausencia de actividades mica entre el c a m p o y ¡a ciudad. En este caso, que sólo
primarias —-agrícolas y extractivas— en la ciudad. Este se configura c o m o f o r m a general de"'relación entre cam-
tipo de actividades requiere, en general, una utilización p o y ciudad a partir de la Revolución industrial, la di-
extensiva del espacio, incompatible con la ocupación visión de trabajo entre c a m p o y ciudad' se define a par-
más densa del suelo que caracteriza a la ciudad. L a ex- tir de la dinámica d e la ecoh'omía urbana. Es en su seno
plotación mineral puede constituir una excepción a esta que se f o r j a n las innovaciones técnicas, incluso las que
ley, pero sólo en términos relativos. A ú n cuando la pre- afectan a actividades típicas del campo, es decir, las
sencia d e núcleos mineros llega a constituirse én ciuda- agrícolas y las, extractivas. ' N o es .excesivo, por lo tanto,
des, la actividad extractiva se efectúa, en general, fuera hablar de una 'dominación d e l ' c a m p ó por la ciudad, do-
de los límites urbanos'. minación que se hace más completa cuando N MI as-
T a m p o c o se puede desconocer la presencia" de ciertas pecto político se agrega el económico. . ' . ¡
actividades agrícolas en ciudades. Sin embargo, se prac-- En-este trabajo se pretende examinar Jas transforma-
tican en la periferia urbana y, en general, constituye^ dones ocurridas, en el c o n t r i t o histórico latinoamerica-
actividades de poca importancia en £l contexto ciu- no, ,en las relaciones campo-ciudad. | Las ^imitaciones de
dadano. tiempo y espacio imponen qué ef examen se haga a un
En la medida, por lo tanto, en que la economía ur- nivel algo elevado de abstracción: no se pretende más
bana excluye el contacto directo con la naturaleza,- la que distinguir algunas transformaciones típicas que ocu-
ciudad no puede ser económicamente autosuficiente y, rrieron en ciertos lugares en détérñíiinados contextos
de hecho, casi nunca lo es. El campo, por el contrario históricos.
incluye entre las actividades que en él se realizan a las N o se intentará evaluar en qué medidas esas trans-
primarias, lo que le, permite, en principio, ser econó-
micamente autosuficiente. D e este modo, la ciudad
1. Así ha sido, por lo menos hasta las últimas décadas, cuan-
prácticamente siempre depende del campo para su sub- do el impacto de la especializac.ión y d e j avance tecnológico
sistencia, mientras que el c a m p o sólo depende de la alcanzó a la agricultura, en los paises más adelantados, pro-
ciudad a partir de cierto grado de especializadór. de v o c a n d o una v e r d a d e r a " u r b a n i z a c i ó n " del c a m p o . E n la me-
las actividades que en él se desarrollan. M á s específi- dida en que esos cambios llevan a la desaparición del campe-
sinado (proceso que aún no parece haberse c o m p l e t a d o en
camente, sólo cuando en el c a m p o la actividad prima-
ningún p a í s ) , tiende a desaparecer también e j " c a m p o " como
ria se convierte en la única o casi es que pasa a deperi-.
f o r m a distinta de Organización de la vida socal.
112 CAMPO Y CIUDAD CAMP.O Y CIUDAD. 113

formaciones fueron generalizadas, pero se pondrá mayor ducción de mercaderías destinadas al ext|rior, domina-
énfasis en los mecanismos que las condicionaron. do p o r las metrópolis. 1

La segunda condición era más difícil de cumplir,


debido a la limitada capacidad , d e consumo de las
—2. DE LA CIUDAD DE LA CONQUISTA,
economías europeas, en que la gran mayoría de la
A L A CIUDAD COMERCIAL población todavía permanecía en comunidades rurales
casi autosuficientes. El exceso de producción que se
El sistema económico implantado por los europeos en extraía de estás comunidades, en forma d e excedente de
lo que después sería A m é r i c a L a t i n a tenía c o m o objetivo alimentos, servía para sostener a una; población urbana
general la obtención de un excedente comercializable. restringida f o r m a d a por artesanos y ;g,ran número de
E r a éste el que confería sentido a la colonización. La- consumidores improductivos: • soldados, funcionarios, sa-
empresa militar yf misionera tenía c o m o objetivo más cerdotes, comerciantes, dignatarios. L o s aristócratas ven-
inmediato establecer, en tierras americanas, un modo dían parte de sus rentas en especie y compraban los
de producción capaz de producir un excedente que pu- productos de los artesanos, en buena parte bienes de
diese ser apropiado por la metrópoli y rápidamente lujo. D o b b 2 llama la atención hacia el hecho de que,
vendido en los mercados europeos. Para lograr ese durante la segunda- mitad det siglo Xvr y por lo menos
objeto, era imprescindible reordenar las relaciones de la primera del x v n , hubo una íuerte caída del salario
producción, donde ello fuese factible, o introducir nue* realf tanto en Inglaterra c o m o jen Francia, Alemania
vas, donde fuera necesario, para asegurar: a ) la pro- y Holanda. Dada la gran expansión mercantil de la
duccción de un valor m a y o r que el necesario para la cpoca, de lasque la colonización de.^fojérirá fue una de
supervivencia de los productores directos y b ) que los las facetas r^ás importantes, se pre^Untá: 1 " ¿ C ó m o , en
bienes que formaban el excedente fuesen valores de uso esas circunstanciás, }si el consumó, ¡real d e , las >masas
con efectiva demanda en Europa. declinó, p o d í k haber subido el nivel de .precios permi-
L a primera condición impuso soluciones diferentes tiendo que los elevados lucros del p e r í o d o (dependientes
según el grado de desarrollo de las fuerzas productivas esencialmente del margen entre precio? y salarios mone-
alcanzado p o r las sociedades indígenas. D o n d e ese grado tarios, multiplicado por el movimiento de marcaderías)
era suficientemente elevado, c o m o en M é x i c o o en el se efectuasen con éxito? En. otras palabras ¿de dónde
Perú, se establecieron relaciones de producción de tipo la demanda en expansión?" L a respuesta es obviamente
servil, que permitía a los colonizadores extraer un exce-. el gasto d e las capas ricas, favorecidas por la concen-
dente en f o r m a de renta-trabajo (la m i t a ) o en fbrma tración de la renta. " M u c h a s de las industrias en expan-
de renta-producto (la e n c o m i e n d a ) . E n otras partes, sión de ese período se destinaban al consumo suntuario
c o m o en el Brasil, donde el desarrollo de las fuerzas de quienes se hallaban en la m e j o r ,'situación".
productivas indígenas era insuficiente para permitir lá N o era fácil ertcontrar, en esa situación, valores de
producción sistemática de un excedente, parte del suelo uso en los que se- pudiera f i j a r el :excédente extraído
f u e directamente apropiada; estableciéndose en ella de las colonias, 'especialmente cu'ancló las actividades
la gran h a c i e n d a azucarera trabajada por esclavos. De
artesanales, que suministraban bienes suntuarios, eran
esla manera se creó en varios lugares del continente lo
que sería la marca específica de la economía colonial:-,
2. D o b b , .M., A Evoíiifao do capitalismo, Rio de Janeiro,
un sector de mercado externo, especializado en la pro-
Zahar Editgfres, ' 1965, p. I5Ü ( n o t a ) .
, : . ..
114 CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD . 115

célosaménte defendidas, por reglamentos corporativos uso que despertasen nuevas necesidades de lujo en la
y mercantiles, de la competencia exterior. Escribiendo aristocracia europea. '
sobre la v i d a urbana en Europa, en 1750, Dietz 3 dice i En esas circuñstancias, al conquistador le quedaban
" L o s niveles de vida más elevados, en la corte, que .pocas alternativas, abiertas. U n a de ellas era la obten-
alcanzaron su apogeo en Versalles, afectaron a todos ción de un excedente comercializabíé en o r o y plata,
los grupos de población.' Se basaban, en gran medida, metales que ya eran ampliamente utilizados c o m o ma-
en el uso de nuevos productos dfe origen colonial, tajes terial monetario, en Europa, y por l o tanto gozaban
c o m o chocolate, té, café, azúcar, especias, maderas colo- de gran liquidez. L o s valores en oro o plata podrían ser
rantes, tabaco, sédas, tejidos d e algodón, joyas, muebles rápidamente metamorfóseados en cualquier otro valor
finos, porcelana, alfombras orientales, esclavos y pieles.-"' de uso existente en el mercado. A esa v e n t a j a , de por
N o cabe duda de que varios de-los artículos menciona* sí decisiva, sé agregaba él hecho d e que los metales
d o s , — j o y a s , muebles, sedas, alfombras, e t c — eran frutó preciosos tienen elevada densidad de valor, es decir,
del trabajo artesanal. Però es revelador el que esos su valor de trueque se, f i j a b a en cantidades 'relativai
bienes provenían de Asia, donde la penetración europea, mente-, reducidas, en térmimis de vdlumen y peso, lo
hasta ese momento, apenas había establecido enclaves que reducía!Considerablementé la incidencia d e los cos-
comerciales y nó de A m é r i c a , donde españoles y por- tos de transjijort^e. En el'iriismo sentido1 operaba "también
tugueses asumieron el control político d e las sociedades otra característica de los metales preciosos-: su inaltera-
indígenas1. E n el fondo, los artículos asiáticos no eran bilidad en el t'iémjio, q u é les corifería una evidente
propiamente coloniales, 4 al resultar de un intercambio superioridad sotare otros bienes más perecibles. Era,
comercial entre economías que trocaban bienes destina- pues, bastante racional el entusiasmo con que españoles
dos al consumo de las clases dominantes. Esos artículos y'portugueses se lanzaron en busca de áreas que con¿
provenientes de la China, la I n d i a y otras partes del. tuvieran depósitos explotables de oro y plata. Lbs pri-
E x t r e m o Orienté, érañ frutos de tradiciones culturales meros tuvieron éxiito, principalmente eñ la N u e v a Es-
distintas de las europeas, lo que se expresaba en formla paña y en el Perú, d o n d e organizaron sectores d e
d e valores de Uso distintos de los producidos por la, mercado externo dedicados casi exclusivamente a la
artesanía europea, con la cual no competía. E n América; producción d e esos metales. Los portugueses sólo ter-
en cambió, el colonizador no encontró una artesanía minarían por descubrir depósitos auríferos, en el Brasil,
igualmente desarrollada, capaz de producir valores de a partir de fines del siglo x v n , A n t e s ; d e eso, organizaron
en el nordeste brasileño la producción de azúcar en
grandes haciendás, en basé al b r a z o ' e s c l a v o traído de
3. D i e t z , F.C,. The Industrial Revolution, N e w Y o r k , Hen-
Á f r i c a . El azucar era un producto " n u e v o " , que susti-
ry H o l t & C o . , 1927, p. 5.
4. Consideramos artículos coloniales a los productos prove- tuía a la miel en la dieta de las clases ricas" y ya había
nientes d e economías coloniale», cuyo sector de mercado tsx-'- sido introducido ent el mercado europeo anteriormenté
t e m o se inserta en una división d e l t r a b a j o que ì o hace com- por los portugueses, que dominaban Su; técnica de pro-
p l e m e n t a r i o a la economía m e t r o p o l i t a n a , sin c o m p e t i r con. ducción. ' .
actividades q u e se desarrollan en ésta. A partir de la segunda-
• €
mitad del siglo x v i l i , cuando se c o m p l e t a la conquista británica
P o r curioso que parezca, durante! los dos- primeros
de la I n d i a , las manufacturas d e ese país son deliberadamente siglos de colonización, en toda Arnéíiea L a t i n a , el sec-
sofocadas para abrir camino a la penetración d e los productos tor de mercado externo sé mantuvo, extremadamente
industriales ingleses. Este hecho ilustra b i e n , la lógica econó- •especializado. Casi todo el excedente ¡tomaba la forma
mica de lá colonización europea. ' *
X.

116 CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD J 117

de oro, plata o azúcar. Las demás exportaciones fueron desempeñar un papel esencial en la constitución y, más
insignificantes. En el siglo x v u i hubo una diversifícacíón tarde, en el mantenimiento del sistema colonial. Su
algo m a y o r : junto a esos productos, que aún entonces papel consistía esencialmente en concentrar, y así poten-
no pierden la primacía, surgen con cierta importancia ciar, la fuerza de persuasión y la fuerza de coerción de
el cacao (sobre todo en V e n e z u e l a ) , el algodón (prin- la metrópoli en el c u e r p o ' d e la sociedad colonial. El
cipalmente en M é x i c o y en el nordeste brasileño), el instrumento básico de lá fuerza de persuasión era la
tabaco (en las Antillas y el Brasil) y el cuero (sobré Iglesia, el de la fuerza de coerción; eran los cuerpos de
todo, en el P l a t a ) en las pautas de exportación. L o que. tropa y la burocracia civil. Ambos, para ser eficientes,
importa aquí 'es que todas esas actividades eran agríco- necesitaban una base urbana. (Jomo reconoce Gibson"',
las o extractivas y, por lo tanto, afectaban directamente "si los españoles iban a utilizas la estructura política
al campo. Es verdad q u e la producción del azúcar sobreviviente de la sociedad nbtiyájiqni $1,mantenimiento
requería actividades manufactureras, pero éstas se reali- de su propio dominio, eso tendría ^fie; ser hecho presu-
zaban ( d e b i d o a la alta perecibilidad de la caña ma- miblemente a p a r t j r de c e n a o s urbanos, pqujyalentes."'
d u r a ) en ingenios localizados dentro de la propiedad En. la Nuevji. España, tanto I c o m o e n . el Perú, las
agrícola. Así, la conquista y la colonización bperaron sociedades precolombinas ya estaban organizadas de
un reordenamiento relativamente limitado de las acti- modo de asegurar una transferencia sistemática del
vidades primarias, haciendo surgir en cada región al excedente del campo a la ciudad, sede de la clase
m á x i m o una actividad especializada, orientada hacia d dominante sacerdotal. L o s españoles heredaron esa or-
mercado externo. El resto de las actividades primarias ganización y trataron de utilizarla para, sus propios fines.
fue menos afectado, por lo menos en los comienzos de Para eso establecieron ciudades, de españoles -al lado
la colonización. D e él se extraía, generalmente por de las comünidades indígenas, transformada^ en enco-
medios tributarios, un excedente de alimentos, parte miendas. En el caso específico de la ciudad de M é x i c o ,
del cual se destinaba a mantener a los trabajadores fue fundada erí el lugar de la antigua capital azteca
(siempre forzados: siervos o esclavos) del sector de •Tenochtitlan, cóii el o b j e t i v o de que heredara sus fun-
mercado externo. Se organizó en esa forma un sistema ciones. En las palabras de su f u n d a d o r Cortés: "Así
que permitía explotar al mismo tiempo a los trabaja-
como esta ciudáci f u e antes el señor y la amante de
dores del sector de mercado externo y a los que per-
todas estas provincias, así lo será en el f u t u r o . " En el
manecían en el sector de subsistencia. L i excedente asi
Brasil, los portugueses no encontraron, lina civilización
obtenido, era apropiado en parte por la Corona, «n
urbana preexistente y, por eso, tuvieron menos urgencia
forma de impuestos, en parte por los mercaderes que
por organizar la explotación colonial a partir Üe bases
disponían de posiciones monopolistas ,'y, finalmente, po'r
urbanas. Pero cuando el orden esclavócrata filialmente
las bases del nilevo orden colonial: soldados, funcio-
echó raíces y la economía, en él basada prosperó, el
narios, sacerdotes.
problema esencial de mantener a los esclavos uncidos
E n este sistema, el papel económico de las ciudades
era esencialmente estéril. N o se había establecido una
verdadera división del trabajó entr'e campo y ciudad. 5. Gibson, C., "Spanisli-indian institutions and colonial ur-
banism in N e w S p a i n " . ( E n : H a r d o y & Schaedel ( e d s . ) , El
Ésta absorbía parte del. excedente extraído del campti,
proceso de urbanización en América désfie -sus..orígenes hasta
pero a cambio no le suministraba nada que tuviese valor' nuestros días, Buenos Aires, Editorial del Instituto, 1969, p.
económico. N o por eso dejaba la ciudad colonial de 226), '.', ;
3 1B .• CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD 119

a la hacienda pasó a requerir fuerzas de represión de capitalista financiero. Es claro que la apropiación
concentradas en centros urbanos. L a formación de qui- del excedente por sus beneficiarios "legales" no era,
lombos de esclavos escapados — v e r d a d e r a s comunidades en general, pacífica. Las diversas porciones estaban
autónomas establecidas en tierras vacantes y que ofre- constantemente amenazadas pór la acción de contraban-
cían a los cautivos una alternativa de l i b e r t a d — p^SÓ distas y corsarios. Para cohibirla, el excedente de vastas
a representar una amenaza cada vez m a y o r a la esta- áreas se concentraba en unos Jpócos plintos, fáciles de
bilidad del sistema. H u b o quilombos en todas las árfeas fiscalizar y de defender. D e ahí 1 Táí; importancia de las
y en todas las épocas que predominó la esclavitud en d«js gratides capitales mineras — M é x i c o y L i m a — en
el Brasil. Los mayores se imponían a los poderes locales, el imperio ; hispánico, así c o m o la transferencia de la
asaltaban haciendas y . liberaban a los cautivos, acep- capital del imperio lusobrasileñ'ó piará R í o , en el siglo
tando incluso a indios hostiles a los colonos. El mayoi jtvni, cuando se convirtió en el úni¿o canal permitido
y más célebre de los quilombos — e l de los Palmares— del o r o de las Generales.
duró casi un siglo y llegó a contar con 20 000 habitan- D e este m o d o , surge en A m é r i c a un sistema urbano,
tes. L a continua lucha contra los quilombos, condición creado con el o b j e t i v o básico de sostener el sistema de
sine qua non para el mantenimiento del orden esclavó.- explotación colonial. L a ciudad de la conquista es im-
crata, exigía tropas, que sólo podían ser reclutadas; plantada c o m o punto fortificado, a partir del cual se
armadas y aprovisionadas con recursos concentrados irradia el poder" colonizador, sometiendo a las pobla-
en las ciudades. L a concentración del excedente en -la ciones indígenas a la autoridad política del rey e
ciudad era la única manera de reunir recursos que pu- ideológica de la?. Iglesia, expropiando y redistribuyendo
dieran ser usados para la movilización de fuerzas capa- tierras, aniquilando quilombos, reprimiendo el contra-
ces de defender el sistema de explotación colonial de bando y las incursiones de corsarios y fuerzas colonialis-
las amenazas de fuera y de dentro. 0 tas rivales.
Pero la ciudad desempeñaba un papel estratégico fio Pero, si la red urbana creada por la conquista se
sólo én el mantenimiento del sistema de explotación, limitaba al désert^peño de esos papeles; se constituyó
sino también en el reparto del excedente. L a parte de én piedra angular de un sistema que p o c o a poco pasó
la Corona era colectada por un sistema fiscal de base a desarrollar las fuerzas prqductivas, lo que no podía
urbana. El resto se distribuía entre los mercaderes que d e j a r de acarrear vina gradual ampliación y diversifi-
disponían, en general, de posiciones monopolistas y cación de sus funciones. El punto de partida de ese
la Iglesia, que no pocas veces desempeñaba funciones proceso fue, probablemente, la propia expansión de los
sectores de mercado externo, a lq^ que se incorporaba
6. " E n todas las partes d e la C o l o n i a en que surgía la agri-
un volumen, creciente de trabajadores, produciendo un
cultura y la esclavitud, i n m e d i a t a m e n t e aparecían los quilom- excedente cada vez mayor. En la segunda mitad del si-
bos, l l e n a n d o las selvas y sobresaltando a los señores de tie- glo XVII, el m o n o p o l i o lusobrasileño >del mercado del
rras", M o u r a , C., Rebelioes da Senzala, San Pablo, E d . Zumbi, azúcar se rompe con el surgimiento de una próspera
1959, p. 69. V . el mismo autor para un amplio relato de las
competidora en las Antillas. En compensación, el mono-
luchas de los negros contra la esclavitud en todo el Brasil y
de las formas de • represión utilizadas — e n t r a d a s , bandeiras., polio español de la producciójn de metales preciosos
y expediciones policiales— p r á c t i c a m e n t e siempre por inicia- es aniquilado, en la primera 1 mjtad 'del' siglo xvui, por
tiva de los virreyes, gobernadores y cámaras municipales, es el descubrimiento de grandes : yaóimíén tos auríferos en el
decir, del poder residente en áreas urbanas.
Brasil. C o m o ya se ha señalado,, la expansión de las
120 ;| CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD > ¡,S 1 121
I i I' Í' .
fuerzas productivas en Europa a partir del siglo XVHI trar, mediante un ¡ritercapibip Comercial, un excedente
abre mercados para nuevos productos coloniales, lo que de alimentos a los ¡ingenios a'zufcaféros de la costa. E n
permitió que áreas hasta entonces intactas o relegadas México, los sistemas de encomienda y repartimiento
a una mísera economía de subsistencia pudieran ser fueron siendo paulatinamente complementados primero
incorporadas al sector de mercado externo. y sustituidos después por la hacienda colonial, cuyos
Es claro que esta continua expansión del sector de trabajadores nominalmente libres •— los peones—• esta-
mercado externo tenía que repercutir sobre el sector ban de hecho presos a la tierra mediante la institución
de subsistencia. A l principio, desastrosamente: la ere« del endeudamiento perpetuo. Ei siglo x v m — y más aún
ciente demanda de m a n o de obra fue ciertamente una el siglo x i x — asiste a la continua dilatación de la ha-
de las principales causas d e la terrible mortandad de cienda productora de excedent¡e de, alimentos y de
indígenas, en los dos primeros siglos de colonización, animales de tracción en toda A m é r i c a Latina: surgen
que en muchas áreas alcanzó proporciones de hecatom- las haciendas ganaderas en el sur del Brasil, en las
be. 7 , El casi exterminio de poblaciones enteras tenía que pampas platenses, en las planicies venezolanas (llanos),
llevar, forzosamente, a una regresión de las fuerzas así c o m o en C o l o m b i a , Cuba, etc. ¡ t
productivas, principalmente allí donde habían alcan- El latifundio <j¡g subsistencia expande las fuerzas pro-
zado mayor desarrollo: entre los aztecas y los incas. ductivas agrícola,s¡ básicamente porque se destinan a pro-
Pero, a partir de un punto considerablemente más bajo, ducir un excedente que se vende, es decir, que vuelve
las fuerzas productivas del sector de subsistencia vol- "
a él en forma de moneda, valor intercambiable. Su
vieron a crecer. El sector de mercado externo consti-
producción entra é'n un circuito de trueques, lo que le
tuye un mercado en fuerte expansión, que ya no puede
permite cierta especialización. Es claró que este desarro-
sostenerse exclusivamente mediante el excedente arran-
llo tiene límites muy estrechos: las técnicas de produc-
cado a las comunidades indígenas depauperadas íne-,
ción siguen siendo primitivas, la mayor'parte del
diante las encomiendas. L o s portugueses, que nunca •
excedente agrícola es desperdiciada, en lujos inconcebi-
contaron con un excedente de alimentos nativo obtenido
bles, por la nueva élite de "criollos''' en Europa o en
en esa forma, establecieron desde el comienzo haciendas
otras ciudades {principales. Sin embargo, cierto avance
ganaderas en el sertao nordestino, capaces de suminis-
es innegable. Aguilar Monteverde8 aporta abundantes
elementos que dan testimonio de que hubo progresos
7. " . . . l a hecatombe d e m o g r á f i c a que los europeos desenca- sensibles en la agricultura mexicana a1 fines del sigloxvnt
denaron cuando entraron en contacto con la población amerin- y comienzos del siguiente. Donghi" ¡ofrece indicios de
dia y trasmitieron enfermedades epidémicas — v i r u e l a , saram-
que un desarrollo análogo se producía en Qhile, en la
pión, t i f o i d e a , en particular la p r i m e r a — a pueblos que care-
cían de inmunidad. L a población se estabilizó sólo hasta la sierra del norte peruano y ien ¡ otras' áreas periféricas
primera mitad del siglo x v n . M i e n t r a s que aún hay oposición a la migración. I 1 .' 1 ; '
a aceptar los recientes cálculos d e la población del Nuevfl C o m p a r a n d o la hacienda' *! c.d.n tá «j'.omunidad indí-
M u n d o en vísperas de la conquista, no hay duda alguna de
que el descenso de la población amerindia alrededor de 1600 H. A g u i l a r M o n t e v e r d e , A., La dialittica ile la economía
fue tremendo. Algunos a f i r m a n que la proporción de despo- mexicana, Méxií'o, lid. Nuestro T i e m p o , "196(1, pp. 46-50.
blación — l a existente antes de la conquista a la existente en 9. D o n g h i , T . H . , Historia Contempot Anea de América La-
1650- f u e de una magnitud de 20 a 1, o quizá más," Stein ilina, M a d r i d , Alianza Kditorial, 196ÍT, pp. £6-37.
Barbara, H . y Stanley, J., La herenciU colonial de América' 10. Distinguimos conceptualmcnte a la "hacienda" de la
Latina, M é x i c o , Siglo X X I Editores, p. 64. " .
" p l a n t a c i ó n " , por 'estar la primera orientada sdbre todo hacia
_

122 CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD 123

gena, resalta la superioridad de la p r i m e r a en cuanto m e t á l i c o río era el único aporte posible, d e las colonias

a la p r o d u c c i ó n d e excedente. L a . c o m u n i d a d sólo lo a la m e t r ó p o l i " , siendo igua'lménté i m p o r t a n t e s "las p o -


p r o d u c e en la m e d i d a en q u e los tributos lo requieren. sibilidades de las colonias c o m o m e r c a d o c o n s u m i d o r " . 1 1
L a h a c i e n d a , p o r el c o n t r a r i o , es d i r i g i d a p o r intereses C o m i e n z a a surgir, en las ciudades, una nueva clase
q u e l o e m p r e n d e n t o d o — o p e r a c i o n e s en m a y o r escala, de comerciantes, financistas (usureros), transportado-
reducción al m í n i m o del c o n s u m o del t r a b a j a d o r — para res. L a f u n c i ó n c o m e r c i a l d e la c i u d a d a d q u i e r e c a d a
lqgrar la m a x i m i z a c i ó n d e l excedente. El surgimiento vez m a y o r importancia. Con el a d v e n i m i e n t o d e una
d e la hacienda p u e d e ser considerado, pues, c o m o el mayor libertad de comercio, otorgada por España a
c o m i e n z o de un proceso de p r o f u n d a reorganización de fines del siglo ..xvnr, y p a u l a t i n a m e n t e concedida por
las fuerzas productivas en el sector de subsistencia Portugal, incapaz de resistir a las presiones inglesas,
latinoamericano. una clase de comerciantes adventicios a d q u i e r e peso cre-
ciente en la sociedad colonial. C o m o tís u n a clase urba-
L a p r i n c i p a l consecuencia d e esta reorganización, pará
na, el p r e d o m i n i o d e la c i u d a d sobre el c a m p o se acen-
la v i d a urbana, es q u e el e x c e d e n t e d e alimentos pro-
túa. E n la m e d i d a en q u e algunas ciudades se^enríque-
d u c i d o p o r la e c o n o m í a d e subsistencia v a a alimentar
cen, las comodidades y el brillo de la vida urbana
ahora una v i d a comercial cada v e z más a m p l i a , por
atraen a grandes propietarios q u e : pasan a residir en
u n l a d o , p o r la c o m e r c i a l i z a c i ó n del e x c e d e n t e de ali-
ellas, gastando en servicios urbanos crecientes porciones
mentos y p o r el otro, d e b i d o a los gastos d e la clase
de su renta. L a c i u d a d se convierte, en f i n , en el crisol d e
señorial en todo tipo de bienes suntuarios, generalmente
la v i d a política colonial y la cuna d e los m o v i m i e n t o s
importados. Esta clase señorial, compuesta tanto por
q u e d e f l a g r a n la lucha p o r la i n d e p e n d e n c i a , en el pri-
plantadores y mineros q u e producen para el mercado
m e r cuarto del siglo x i x . Son ciertos intereses comer-
externo, c o m o p o r hacendados q u e producen para el
ciales urbanos, a f r e n t a d o s por la t e n t a t i v a de recolo-
m e r c a d o interno, retiene una p o r c i ó n considerable del
nización después del f i r j de la: o c u p a c i ó n napoleónica
e x c e d e n t e colonial q u e se gasta, en su m a y o r parte, den-
de la m e t r ó p o l i , los q u e se, levantan, ainido.s a la clase
tro d e la Colonia.' Ésta pasa a absorber un v o l u m e n cada
latifundista criolla, en p r i m e r lugar e n Buenos Aires,
* v e z "mayor d e mercaderías importadas de E u r o p a , hasta
Caracas, S a n t i a g o y B o g o t á c ó q t r a lsts autoridades m e -
el p u n t ó de que las r e f o r m a s q u e establecen el libre co-
tropolitanas. 1 2 . ' ;".'. i; ;
m e r c i o , en 1778-82, entre España y sus colonias ame-
ricanas, implican el r e c o n o c i m i e n t o de que- " e l tesoro Es c l a r o que, en la A m e r i c a Española, la larga y
sangrienta serie d e . luchas,-'que teirimjinan d a n d o como
la producción de un' excedente agrícola comercializable en el
mercado interno,* mientras que la segunda se dedica a la pro-
ducción de productos destinados al mercado externo. En ambas* 11. D o n g h i , T . H . , op. cit., p. Ift.
había producción para el consumo de sus moradores, pero 12. A lo que parece, los comerciantes del T i n o , ligados a
ésta, en general, es más importante en la hacienda, de cultivos " los antiguos privilegios monopolistas, favorecían la vuelta al
más variados y dónde los mismos productos (básicamente ali- estatuto colonial. A ello se oponían, sin embargo, los nuevos
mentos y animales de t i r o ) son tanto usados y consumidos intereses comerciales que se desarrollaran .bíijo la vigencia de
dentro d e ella como vendidos afuera, mientras que en la plan- jure o de jacto del libre cambio y principalmente los latifun-
tación la producción destinada a la venta es sumamente espe- distas criollos, que deseaban Ja reducción de la carga de la
cializada ( m o n o c u l t i v o ) y sólo factores residuales —-tierras intermediación. D e n t r o de las ciudades, la coalición que lu-
y b r a z o s — se emplean en la producción de bienes para- el chaba por el libre c a m b i o y, por lo tanto, por la independen-
autoconsumo. cia, era hegemónica.
»
124 CAMPO Y C.U'DAD CAMPO Y CIUDAD 125

resultado no sólo la independencia sino también lá minaron por aplastar una y otra vez las sublevaciones
fragmentación del continente en numerosas nacioríes, locales. T a l vez no sea exagerado decir que fueron las
acaba por movilizar a las masas rurales, mucho más rentas derivadas de las crecientes exportaciones de café
importantes numéricamente y que imprimen a la lucha el f a c t o r decisivo que permitió a la unidad nacional
su sello distintivo. N o cabe, en los límites de este traba- sobrevivir a Ia^ prolongada Guerra de los Farrapos.13
jo, entrar al análisis de todos esos episodios, de impor- N o tenemos ¿datos que permitan validar o invalidar
tancia decisiva para la configuración de la América la generalización del procéso brasileño al resto d e A m é -
L a t i n a de hoy. Alcanza con destacar que, al fin de to- rica Latina. Pero, en un plano muy general, es cierto
das las peripecias políticas y militares, surge en la Amé-: que (después de conquistada la independencia) en todas
rica L a t i n a cierto número d e naciones, cada una • de partes las fuerzas'centralistas, de base urbana, termina-
las cuales se organiza alrededor de un importante nú- ron triunfando sobre las fuerzas autonómicas o federa-
cleo urbano: Argentina en función de Buenos Aires, listas, d e base rural. Ese triunfo era, por último, una
Chile en función de Santiago, Venezuela en función de condición necesaria para el establecimiento de la sobe-
Caracas, etc. Sería m o n ó t o n o multiplicar los ejemplos. ranía nacional sobre vastas áreas escasamente provo-
Interesa más. preguntarse si pudo haber sido d e otra . cadas y muy integradas económicamente. C o m p a r a n d o
manera. Posiblemente sí. Las fuerzas centrífugas, que a la A m é r i c a Latina de hace 150 , años con el África
arruinaron el plan de Bolívar de mantener políticamen- recién descolonizada, lo que impresiona es que el pro-
te unificada la región andina, podían haber llevado a ceso de fragmentación nacional no haya llegado aquí
subdivisiones aún más extremas. Del mismo- modoi mucho más lejos. L a respuesta se Encuentra en la ca-
el antagonismo entre Buenos Aires y las provincias pla- pacidad aglutinadora de determinadas, ciudades clave,
tenses del interior podría haber desmembrado aún más que, al adquirir preeminencia comercial sobre amplias
el antiguo Virreinato del R í o de la Plata, del que ter- áreas rurales, no pudieron o 1 no quisieron
seguir siendo
minaron destacándose solamente Bolivia, el Paraguay - eslabones de transmisión de!un,sis|íima d e dominación
y el U r u g u a y . externo, pasando aparentemente a Incorporar
en sí to-
das las funciones d e dominación, l^1 de explotación in-
T a l vez el ejemplo que m e j o r elucida el proceso "sea
mediata del c a m p o y la más, elevada d e cúpula de
el Brasil, país demasiado vasto para haber surgido sim-
todo el sistema. D e ese m o d o , el carácter cada vez más
plemente de la polarización de un único centro urbano.
En realidad, la unidad política brasileña fue poco más
que-formal en las primeras décadas de su v i d a nacional 13. El bootn del café, la expiración del -acuerdo tarifario
independiente. Importantes movimientos secesionistas con I n g l a t e r r a ( 1 8 4 4 ) y, más tarde, el f i n d e P t r á f i c o d e escla-
estallaron en el nordeste ( 1 8 2 4 ) y en el sur (1835-1848), vos ( 1 8 5 0 ) , contribuyeron al f i n a n c i a m i e n t o d e las victoria.s
además de otros menores. Su fracasó se debió funda- domésticas y extranjeras de C a x i a s . . . " C a m p o s , P . M . , " O
exército e o I m p é r i o " ( E n : O Brasil Monárquico, t. H, vol. 4"
mentalmente a la capacidad del gobierno central "de
de la Historia Ceral da Civiliza<¡'ao. Brásileira, San Pablo, D i -
imponer su autoridad por medios militares, cuya base fusáo Européia d o L i v r o , 1971, p. 245.). El m i s m o autor mues-
era la centralización, heredada de la colonia, de gran tra c ó m o la " r e v i t a l i z a c i ó n " del e j é r c i t o , a¡ partir d e 1837, con
parte del excedente en la capital. Si no hubiera sido .el a u m e n t o de sus efectivos de 6 000 a "15 000 - hombres en
t i e m p o d e paz y a 18 000 en tiempo: di? guerra permitió l^s
por la preeminencia comercial y financiera de R í o de '
victorias d e Gaxias sobre la Balaiada, éri ? ' l M'aranhSo ' ( e n 1840^
Janeiro el gobierno central no habría tenido recunos y f i n a l m e n t e sobre la Farroupilha, e r i g i ó ^Grande del Suv.'
para armar y aprovisionar sucesivos ejércitos, que ter- en 1845 ( p p . ^44-51.
CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD® 127
126

comercial que algunas ciudades venían adquiriendo en. pués de la independencia se acentuó. E n el periodo co-
A m é r i c a Latina entraba en contradicción con su ca- lonial, la capacidad d e importar de la colonia se veía
rácter de ciudad de la conquista, es decir, de prolonga- severamente limitada por el hecho de que buena parte
ción instrumental de un poder metropolitano que se vol- del excedente d e la renta era apropiado por la metró-
vía cada vez más externo hasta volverse extranjero. Esa poli. Esa limitación! tenía p o r efecto preservar el mer-
contradicción era inevitable y estaba destinada a estallar c a d o interno de la colonia para las manufacturas loca-
más tarde o más temprano: a la ciudad de la conquista • les, parte de las cuales terminó instalándose y, dentro
le correspondía exportar sin contrapartida el máximo d e ciertos límites, prosperando en la ciudad. Se podría
posible del excedente colonial, al paso que a la ciudad decir, por lo tanto, q u e la ciudad cóloíiial había adqui-
comercial le convenía venderlo al m e j o r precio, maxi- rido, p o c o antes dé la independenciá, un carácter arte-
mizando el retorno. D e este m o d o , la ciudad comercial.. ' sarial d e cierta significación; aunque secundario en
se hizo portavoz de todos los intereses que anhelaban- relación a sus funciones políticas yí Coínerciales. L a in-
transformar el excedente comercial izable en excedente dependencia, por sí misma, no alteró ésa situación. A n -
comercial y, en alianza con ellos, enfrentó y venció a tes por el contrario, las largas ljichas¡':términaron 'por
la ciudad de la conquista. desorganizar, en cierta medida, al sector d e mercado
externo, ocasionando cierta c o n t r i c i ó n d e las expor-
taciones hasta mediados del siglo x i x , lo q u e debe haber
estimulado lá producción artesanáí.'pjó'hjghi (op. cit.)
atribuye ese hecho a factores' externos, a la falta de
3. DE L A CIUDAD COMERCIAL, A L A CIUDAD INDUSTRIAL
capitales europeos o d é su interés 'pbr.' dedicarse a la
rehabilitación de las economías de ékportación latino-
El triunfo de las fuerzas urbanas y centralistas no sólo
americanas. Parece más probab!e : que el ambiente de
aseguró la formación de cierto número de naciones de
inseguridad política, que caracteriza las primeras dé-
amplio territorio en A m é r i c a L a t i n a : también aseguró
dádas de vida independiente en la mayoría de los países
el mantenimiento, en sus rasgos esenciales, del sistema-
del continente, haya contribuido décisivártj^nte a retar-
de explotación colonial en el campo, no tanto " p o r "
dar él recomienzo y la expansión de las actividades
sino " m e d i a n t e " la ciudad. C o m o nadie ignora, la inde-
exportadoras. Sea c o m o fuere,, en la segunda mitad del
pendencia no significó, d é inmediato, para las nuevas
siglo pasado, el sector de mercado externo pasa a cre-
naciones mucho más que un cambio de metrópoli, sien-
c e r ' a ritmos inéditos en varias ; partes dé A m é r i c a Lati-
.do sustituidos España y Portugal por Inglaterra. La '
na. L a R e v o l u c i ó n industrial, que ya 'Se, halla entonces
ciudad, si bien ahora sede de un poder nacional, en el
muy avanzada en el occidente de E u r o p a - y en Estados
plano económico continuó desempeñando dos funciones: -
Unidos, crea condiciones para una vaste; ofensiva co-
el d e sostén del orden y- el d e canal de intermediación
mercial y financiera de las nuevas potencias industria-
comercial y financiera por el cual pasaba el mismo tipo,-
les, a la vanguardia de las cuales sé halla G r a n Bretaña
en general, de excedente de productos agrícolas y extrac-;
y que v a n a alcanzar en forina intensa al continente.
tivos. L a contrapartida se hacía algo mayor, ya que la
E n la Argentina surge, por primera i ? Véz, un vigoroso
porción antes tributada del excedente permanecía dentro
sector de mercado externo basado én iá exportación
de las fronteras- nacionales, principalmente en la pro-. •
de carne y cereales. E n el Brasil'ise^éxpándén simultá-
pia ciudad, donde aparece una nueva burocracia estatal.
neamente, en distintas áreas, cúltivüá'de café y de cacao
En el fondo, el carácter parasitario de la ciudad des- •
f

CAMPO Y CIUDAD 129


128 CAMPO Y CIUDAD-

y la extracción de la goma. E l café, el cacao, el algo- de la ciudad comienzan a construirse sistemas de trans-
dón y el azúcar serán la base para el establecimiento, porte que sirven, p o r un lado, para la penetración de
de importantes sectores de mercado externo en M é x i - las actividades d e exportación en otras: áreas y, por el
co, en las Antillas, en Venezuela, en C o l o m b i a , etc.. otro, para la solidificación de la unidad política na-
A l g o más tarde, la explotación de nuevos minerales cional. P o r esos sistemas penetran también las merca-
valorizados por el progreso $ tecnológico —petróleo, caderías extranjeras, cuyo triunfo e n " los mercados del
cobre, estaño, etc.— tendrá el mismo efecto. interior se asegura mediante la reducción de los costos
T o d o eso llevará a una inmensa ampliación de la de transporte. ,
capacidad de importar, que ya no es gravada por tri- Las líneas de crecimiento colonial; q u é dan las carac-
butos recaudados por las metrópolis europeas. Su terísticas básicas de la implantación urbana en A m é r i -
resultado es una sustitución de importaciones al revés: ca L a t i n a , se mantienen y, en' cierto m o d o , se acentúan.
bienes industriales importados sustituyen en los merca- La extracción de excedente de alimentos del campo,
dos locales a los productos d e la artesanía, que tiende dedicado a la manutención dé l o s J q i j e "trabajan en el
a arruinarse. L a ciudad comercial revela entonces su. sector de mercado externo y j de Jos: que viven en la
carácter fundamentalmente colonial: utiliza su hege- ciudad, es perfeccionada constantemente por la expan-
monía política sobre el c a m p o para imponer la libertad sión del latifundio, en tierras vírgenes (como en el
de cambio, que favorece sus ganancias de intermedia- Brasil) o a costa de las comunidades indígenas. ( c o m o
ción a expensas de la manufactura nativa. 14 A partir- en M é x i c o y en el P e r ú ) . A u m e n t a el número de peo-
nes, sujetos a la servidumbre de la deuda, pese a que
surgen también, en áreas lirtiitadas, campesinos de ori-
14. El triunfo del librecambismo en la mayoría de los países-
latinoamericanos podría ser interpretado también c o m o resul- gen europeo, cuya economía es, relativamente menos
tado de la hegemonía de los intereses " a g r a r i o s " sobre los abierta que la del latifundio. L a ciudad se, apropia ahora
"industriales", lo que configuraría una situación d e h e g e m o n í a ' de una parte considerable de un excedente cada vez
del c a m p o sobre la ciudad, Para n o caer en una discusión me--
mayor. Crece en f o r m a contradictoria. V a n a ella to-
ramente terminológica, es necesario destacar que el grupo
victorioso en las luchas que se trabaron, durante la primera dos quienes poseen elevadas rentas para gastar, inclusive
mitad d e l siglo pasado, en t o r n o al carácter q u e tendrían* agentes comerciales, y financieros d e l capitalismo euro-
las nuevas sociedades nacionales, f u e el de los latifundistas" peo y norteamericano. Pero también atrae a una masa
del sector de mercado externo, que se convirtieron en la nue-
de migrantes del campo, inicialmenté del campo euro-
va clase dominante. L o s hacendados (ligados al sector dé
subsistencia y productores de excedentes para el m e r c a d o in- peo, en el cual la penetración del capitalismo disuelve
terno) fueron asociados a! e j e r c i c i o del poder, p e r o en un antiguas relaciones de p>oducción y . libera fuerza de
papel secundario. Véase, a ese respecto, Cardoso, F . H . & Fa- trabajo. M u c h o más tarde, ya en plenó siglo actual, la.
letto, E., Dependencia e Desenvolvimento na América Latina, ,
difusión de normas sanitarias modernais reduce la mor-
R í o de Janeiroj Z a h a r Editores, 1970, C a p . ni. E n la mayor,
parte del continente, plantadores y - m i n e r o s explotaban el-'
talidad también en las áreas rurales latinoamericanas,
campo, pero integraban una constelación de intereses poli ti- . ocasionando un f l u j o de migraciófi á' la ciudad que se
»eos, comerciales y financieros d e innegable extracción urbana
(la " o l i g a r q u í a " ) . N o habiendo industria moderna, tam-
poco p o d í a haber burguesía industrial urbana. Las manufac- v el " c a m p o " . L a clase artesanal urbana;,existente era dema-
turas existentes se localizaban sobre todo en las áreas dq más siado, débil para, poder enfrentar, sola, ja la coalición" latifun-
difícil acceso para las mercaderías importadas, es decir, en el dista-comercial, a no ser appyáij¡,clos'e, ¿n ; fuerzas rebeldes ru-
interior de Cada país, en lo q u e p o d r í a llamarse genéricamente . • rales, Sin embargo, aún cuando éso ¿uce^ió, te'rmir-.á vencida,
130 CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD 131

acentúa con el tiempo. Surge, por lo tanto, en la nes-muy primitivas, c o m o se puede observar en el inte-
ciudad, un proletariado precariamente ocupado en rior del nordeste brasileño a partir de la decadencia
servicios, pero que tendrá importancia c o m o elemento de la economía; azucarera. En la ciudad, el mismo hecho
constitutivo de un mercado interno para productos da lugar a brotes más o menos efímeros d e industria-
industriales. lización por sustitución de exportaciones. Esos brotes
El florecimiento de la economía colonial en la Amé- retroceden cuando a la depresión sigue nuevamente
rica L a t i n a independiente es menos paradojal de lo un boom de exportaciones, peco d e j a n , huellas. Ciertas
que parece. Eso se comprende cuando se considera que actividades industriales echan raíces. én lá economía
el rrióvimiento por la emancipación política no trajo urbana, beneficiándose de la j proximidad del mercado
consigo ningún cambio en la relación ^de fuerza entre y del b a j o costo d e la ma.no de obrá.!. Cp.be señalar que
las clases. Las promesas de liberación de los esclavos el p r o p i o desarrollo urbano proporciona importantes eco-
y división de los latifundios no se cumplieron ni se nomías externas a esa industria de ocasión: energía
podían cumplir, pues las clases que se hubieran bene- eléctrica, transporte, finanzas. Sé consolidan de ese
ficiado de ellas no tenían capacidad de organizar un m o d o intereses industriales en algunas de las grandes
poder nacional. Peones, esclavos, indios, vivían en co- ciudades del continente. H?iy casos en qtye esos intere-
munidades aisladas y su particularismo local los hacía ses son ya suficientemente poderosos para oponer trabas
políticamente impotentes, salvo cuando eran organiza- a la libertad de cambio, en defensa de sus posiciones
dos por intereses urbanos, que naturalmente los. utiliza- en el mercado interno. C o n la crisis general que la pri-
ban para, sus propios fines. 15 D e este modo, no hubo mera guerra mundial representó para el comercio de
( t o d a v í a ) una revolución latinoamericana, y los tipos de todo e! mundo, esas tendencias se acentuaron , produ-
estructura de dominación que se consolidaron después ciendo, en la posguerra, una fractura<del consenso po-
de la independencia sólo podían promover el crecimiento • lítico urbano de los países que habíítn experimentado
de la economía en moldes coloniales. cierta industrialización durante i(el ¡¿conflicto: a la oli-
L a crisis de la economía colonial se inicia a partir garquía comeréial-latifundistá pasó , a oponérsele una
del exterior, siendo un r e f l e j o de la crisis general por la naciente burguesía industrial.
que pasa, el capitalismo, en escala mundial, desde 1914. En este puhto, la posibilidad de generalizar para el
Y a antes, crisis de coyuntura habían reducido periódi- conjunto dé A m é r i c a L a t i n a , aún a .un elevado nivel de
camente la capacidad de importar de los países latino- abstracción, deja de existir. El continente pasa por una
americanos, con consecuencias diarnctralinente opuestas diferenciación creciente: en algunos países, la burguesía
en el c a m p o y en la ciudad. En el campo, la. reducción industrial conquista la hegemonía, p Inaugura una era
de la disponibilidad de mercaderías extranjeras llevaba de desarrollo industrial ; en otirof;, la, oligarquía mantie-
a un precario renacimiento de la artesanía, en condicio- ne su dominio y la economía colonial ; se conserva en
sus lincamientos esenciales; <^n C u t a , finalmente, bur-
15. Bolívar, principalmente, m o v i l i z ó a buena parte de sif!»
contingentes en capas rurales que se oponían al sistema de
guesía y oligarquía son derribadas por una revolucfcn
explotación colonial. Pero, una vez obtenida la independencia! que inauguró, en suelo ! am.erifjmfy una experiencia
la " o l i g a r q u í a " poco a poco estableció su hegemonía, contando inédita. ., . 4;
para ello con ayuda exterior en algunas ocasiones y sobre todo
Es interesantp 1 abalizar l a . j r e l ^ i ó i i j ^ n t p e el f i j a d o de
gracias al hecho de ser el único g r u p o cuyos intereses supé»'
raban las fronteras locales. En la' película " Q u e í m a d a " se ex-., desarrollo urbano alcanzado p o l los,1, diversos países la-
presa muy bien esa contradicción. tinoamericanos y el comienzo de su proceso de indus-
w

CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CtCoAll 133


132

trializaeión. C o m o hemos visto, la ciudad, a esa altura también en los países de mayor territorio y población:
(1914-1930.), es básicamente antiindustrial. Es el bas- Argentina, Brasil y M é x i c o . , ! '
tión de los intereses oligárquicos, que favorecen la in-_ E n áfgunos de los países m'édiosv cóteo Chile y C o -
legración creciente del país en ía división internacional lombia por e j e m p l o , mercadok. urbanos algo menores,
del trabajo; como productor especializado de productos pero aún asi considerables, pudieron servir antes de
primarios. Pero no por eso d e j a la ciudad de ser tam- base al proceso de industrialización r a d i a n t e la sustitu-
bién el gran mercado interno de productos industriales, ción de importaciones. E n esos países, sin embargo, la
en general importados. C u a n d o se manifiesta la escasez industrialización fue más precaria, sufriendo severas
de esos productos, por crisis inducidas en el exterior, limitaciones debido a la estrechez del m e r c a d o interno.
la población urbana no tiene c ó m o resucitar formas En otros países, de base urbana a grosso ¿yodo equiva-
muertas de producción artesanal, proceso que eft el- lente, la industrialización comenzó mucHt) más. tarde,
c a m p o es viable porque en él la artesanía nunca fue c o m o en el caso de Venezuela, ei Perú y Cuba. Los
enteramente exterminada, conservando cierta cliente- países pequeños, no casualmente, !se mostearon incapaces
la entre las capas más pobres de la población. Las de mantener un proceso sistemático de sustitución de
normas de cónsumo del mercader d e la ciudad, sin importaciones. 1 " "f ;
embargo, ya no pueden ser atendidas por productos C o m o la industria es una actividad, eminentemente
artesanales. 1 ( G o m o la vida urbana moderna ya es ún urbana, su aparición y expansión: vuelven a la ciudad
producto de la industrialización, exige bienes indus- latinoamericana, por primera vez desde !a conquista,
triales: energía eléctrica, transporte motorizado, uten- productiva. En su intercambio con él campo, la ciudad
silios domésticos, e t c . ) . : puede finalmente ofrecer una contrapartida económica
E n tales Condiciones, la sustitución de importaciones a cambio del excedente d e alimentos. Sólo a partir de
se hace casi inevitable, desde que el mercado urbano entonces se establece una verdadera división-del. traba-
sea suficientemente amplio para justificar la instalación j o entre ciudad y c a m p o . Pero esa división estaba fun-
de unidades fabriles modernas. D e manera' que el co- damentalmente viciada por la situación de explotación
mienzo d e la industrialización y principalmente su pro- preexistente. Los mecanismos por los cuales la ciudad
secusión más allá de la etapa de sustitución de bienes , extraía del campo el excedente de alimentos, en. forma
de consumo no durables dependen del grado de desarro- de tributos, retribución por servicios d e intermediación
llo urbano alcanzado anteriormente. Las raíces del (lucros comerciales e interesas) y renta" de la tierra,
proceso sé encuentran, por lo tanto, en el pasado colo- mecanismos heredados del perfbdo 1 polonial y perfeccio-
nial, en la capacidad que la ciudad comercial tuvo, a nados después dé la independencia, nb fueron abolidos
comienzos del siglo x i x , de organizar políticamente una de una vez por ,1a industrialización.;J)é este m o d o , la
mayor o menor área territorial y, con el tiempo, de con- contrapartida dé productos industriales ofn*»"ídos por
vertirla en una nación. Porque no hay duda de que el •la ciudad a cambio del excedente de alimentos obtenido
tamaño de la economía urbana de cada país latinoame- • del c a m p o tendía a ser muy pequefík ¡Fundamentalmente
ricano era básicamente una función del tamaño de su
territorio y de su población. en e! que fue
Así, el pe- , '' ' . i i •
16. L a reciente institución d e mercados <;otnunes en A m é -
-

ríodo decisivo para la industrialización en la mayor rica L a t i n a , especialmente el C e n t r o a m e r i c a n o y el Bloque


parte de estos países, entre la primera y !a segunda gue- A n d i n o , constituye una " c o r r e c c i ó n " a p'psl'firiori del mapa
rra mundial, los ninvores mercados urbanos se situaban político del continente, en el cual las vacÍQne^ínie.riias.y peque-
ñas presentan reducida viabilidad industria!...
•- 1-.
134 CAMPO Y CIUDAD CAMPO Y CIUDAD 135

debido a.1 reducido poder adquisitivo de la población excepción de Cuba, único país en que las relaciones
rural. Sólo en una etapa mucho más avanzada de la entre campo y ciudad sufrieron modificaciones funda-
industrialización, cuando la ciudad crece con tasas muy mentales.
elevadas, ampliando aceleradamente su demanda de
El desarrollo capitalista tiende en sí a favorecer mar-
alimentos y materias primas agrícolas o extractivas, las
cadamente a la ciudad en perjuicio del campo. Éste va
viejas formas de explotación del campo son parcial-
siendo paulatinamente despojado de una actividad pro-
mente abandonadas, surgiendo en las áreas de m e j o r
ductiva tras otra, hasta que sólo quedan en él las acti-
acceso al mercado urbano una agricultura capitalista,
vidades primarias. C a d a ramo que así se desprende de
cuyos productos alcanzan precios que cubren sus costos
la agricultura reaparece en la ciudad tecnológicamente
y proporcionan al capital tasas de lucro apropiadas.
revolucionado: industria, comercio, finanzas, etc. A
Es por eso que durante un largo período (que en el esta migración de actividades sigue (aunque no siempre
Brasil, por ejemplo, aún no ha terminado) la industria- con el mismo r i t m o ) la migración de mano de obra que
lización se hace al margen del campo, es decir, sin que lleva, por último, al vaciamiento demográfico del cam-
el mercado representado por la población rural y de po, creando así las condiciones para un desarrollo igual-
las pequeñas ciudades desempeñe ningún papel decisi- mente revolucionario de las fuerzas productivas en la
vo. En un país de gran territorio irregularmente poblado agricultura. El desarrollo capitalista en América Latina,
como el Brasil, la unificación del mercado interno sig- considerando solamente a los países que efectivamente
nifica en la práctica sólo la intercomunicación del prin- se lanzaron a él entre las dos guerras mundiales, se cir-
cipal p o l o industrial (San P a b l o ) con las capitales re- cunscribió a la ciudad durante un largo período, sin
gionales más importantes: R í o de Janeiro, Porto Ale- provocar cambios concomitantes en el campo. El ca-
gre, R e c i f e , Bahía, Belo Horizonte. rácter cerrado de la hacienda de subsistencia retardó el
En el fondo, el mantenimiento de los viejos mecanis- desprendimiento de las actividades manufactureras de
mos de explotación y de transferencia del excedente, del la agricultura, obstaculizando al mismo tiempo la mi -
campo a la ciudad, resultó del hecho de que en la ma- gración de los trabajadores. D e ese m o d o se creó un
yoría de los países latinoamericanos la industrialización foso aún más p r o f u n d o entre campo y ciudad, cuya
no fue el resultado de una transformación revolucio- industrialización prescindía del mercado rural para sus
naria d e la antigua estructura de dominación, sino de productos, dado el insignificante poder adquisitivo de
un ajuste de la misma. L a oligarquía consiguió retener sus habitantes. C o m o esa incapacidad adquisitiva del
la propiedad del suelo y las formas de explotación se- hombre de campo resultaba de relaciones de producción
miservil de la mano de obra. El latifundio se mantuvo semiserviles, impuestas a partir de la ciudad, su man-
como forma fundamental de organización productiva tenimiento encontraba en la hegemonía política de la
en el sector de subsistencia. Incluso en M é x i c o , donde ciudad un importante punto de apoyo. Dentro de
la Revolución desencadenó, aunque con atraso, una la ciudad, la hegemonía de las clases propietarias de-
amplia reforma agraria, las viejas relaciones de pro- pendía, muchas veces, de su alianza con la oligarquía
ducción persisten aún en el campo, aunque atenuadas, o grupos de ella. Esa alianza, reforzada por lazos econó-
y el latifundio se mantuvo o se reconstituyó en muchas micos entre ambos grupos, tendía a ser más efectiva
áreas. El hecho fundamental es que la pobreza del hom- que la que podía unir a los trabajadores del campo
bre de campo no ha sido tocada, pese a la industriali- y la ciudad.
zación, en ningún país latinoamericano, con la notable
Esto es lo que muestra el análisis histórico. L a trans-
136 CAMPO Y CIUDAD

formación de la ciudad de la conquista en ciudad co- URBANIZACIÓN Y DESARROLLO: E L C A S O DE


mercial se hace mediante una superación dialéctica, en SAN PABLO*
la que la característica fundamental de la primera — e x -
plotación del campo mediante su dominio p o l í t i c o —
fue preservada ( " a u f g e h o b e n " ) en la segunda. Del mis-
m o modo, cuando la ciudad comercial se transforma en
ciudad industrial, tiene lugar la misma superación-pre-
servación ( " a u f h e b u n g " ) . 1. INTRODUCCIÓN
Resta agregar que la limitación del proceso de desa-
rrollo al ámbito urbano más tarde o más temprano acaba Se intenta en este trabajo analizar el papel de la urba-
por trabar su prosecución. Es evidente que, en muchos nización en el proceso de desarrollo capitalista de paí-
países del continente, en la actualidad, el latifundio ses que iniciaron su industrialización con gran atraso.
ya no consigue retener a 1a. mano de obra en el campo. El análisis explora fundamentalmente la función de
Las inmensas olas de inmigrantes que llegan a la ciu- las grandes ciudades o metrópolis en el proceso de for-
dad rompen el equilibrio estático de las relaciones entre mación del ejército industrial de reserva, a la luz de la
campo y ciudad. El tumultuoso crecimiento de la po- experiencia reciente de San Pablo (Brasil). Es claro
blación urbana crea, más tarde o más temprano, la que no se pretende generalizar las características de la
necesidad de revolucionar las técnicas de producción evolución de la metrópoli paulista para todas las ciuda-
agrícola. E n esas condiciones, las formas tradicionales des de los países que pasan hoy en día por el desarrollo.
de explotación en el campo empiezan a dejar de ser Antes por el contrario, el papel de San Pablo en el
viables, lo que lleva a creer que nos encontramos frente Brasil (así como el de algunos grandes centros urbanos
a una nueva etapa de las relaciones entre campo y ciu- en otros países: Buenos Aires, Santiago, la ciudad de
dad en América Latina. M é x i c o , Caracas, e t c . ) , es más bien "opuesto" al
de las restantes ciudades del país; en la medida en que
la acumulación de capital tiende a concentrarse en una
o pocas áreas urbanas. San Pablo es una de esas áreas
donde se concentra el capital, vaciando económicamente
a otras regiones y, naturalmente, también las ciudades
contenidas en ellas. A pesar de su "excepcionalidad",
sin embargo, San Pablo es un foco adecuado para el
análisis, en la medida en que ofrece una visión escla-
recedora del proceso de acumulación a nivel nacional.
El crecimiento acelerado de las metrópolis en los paí-
ses no desarrollados acentuó e hizo más perceptible una
serie de desequilibrios, principalmente entre la oferta y

* Preparado originalmente para una obra colectiva sobre


Urbanización en A m é r i c a L a t i n a a ser editada por Doubleday.
en los Estados Unidos.

[137]
138 URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO 15!)

la demanda de habitación y servicios urbanos, que com- gan que prevalecía anteriormente: " S a n Pablo no pue-
ponen una problemática urbana específica. L a percep- de parar", que evidenciaba cuánto se enorgullecía el
ción de esa problemática y del rápido crecimiento de paulista del dinamismo de su metrópoli.
la población " m a r g i n a d a " en los grandes centros ha L a posición del alcalde coincide, en f o r m a general,
suscitado abundantes apreciaciones críticas de la urba- con el temor manifestado por numerosos analistas de
nización en los países no desarrollados, buena parte de la problemática urbana ante el gigantismo de las metró-
las cuales se dirigen al proceso como tal, revelándose, polis modernas, particularmente en los países no desa-
en el fondo, como una crítica antiurbana. E l análisis rrollados. 1 La tesis de la superurbanización de los países
que sigue se dirige contra ese tipo de crítica, sin negar que recién se industrializan encuentra en el caso de
la gravedad de la problemática urbana y sus consecuen- San Pablo una ilustración muy expresiva. E n 1940, la
cias para la población que la sufre, debido a su incapa- mancha urbana continua no ocupaba todo el territorio
cidad de insertar a la urbanización en el contexto de de la capital, y contenía 1 326 261 habitantes. Sólo 30
un desarrollo que se procesa en f o r m a contradictoria. años después se extendía por 37 municipios reuniendo
El carácter reaccionario del tipo de análisis que parte en su interior 8 106 250 habitantes. Durante ese período
del concepto de "explosión urbana" se hace más evi- la población creció a tasas anuales medias de 5.5 — 6 % ,
dente cuando se verifica que es hermano de las corrien- duplicándose cada doce años.
tes que se agitaron contra la "explosión d e m o g r á f i c a "
Por último ¿qué se objeta a este fulminante creci-
y contra la industrialización que, por emplear técnicas
miento urbano? Obviamente, el continuo agravamiento
avanzadas, emplea " p o c a " mano de obra. Este tipo de
de la problemática urbana: escasez de habitación que
crítica del desarrollo capitalista, en vez de apuntar sus
lleva a la expresión de ciudades perdidas y fauelas, sa-
contradicciones, se vuelve contra las consecuencias de
turación de las vías de tránsito, insuficiencia de los ser-
la transformación estructural, condenándola por su rit-
vicios urbanos básicos como el abastecimiento de agua
m o "excesivo". Las opciones que esa crítica explícita
entubada y desagües, que atienden a proporciones cada
o implícitamente propone — c o n t r o l de la urbanización,
vez menores de la población total, falta de teléfonos, de
control de la población, industrialización con técnicas
lugar en las escuelas, de camas en los hospitales, etc.
menos avanzadas ("intermediarias") orientada hacia
Se admite también un aumento continuo del desempleo,
a f u e r a — son utópicas y tienden a desviar la atención
de la delicuencia, de la incidencia de perturbaciones
de la verdadera problemática del desarrollo.
mentales, de la contaminación del m e d i o ambiente.

1. U n a buena bibliografía sobre este tema es la de Richard


M o r s e ( " T r e n d s and Issues in L a t i n A m e r i c a n U r b a n R e -
2. L A CRÍTICA ANTIURBANA search, 1965-1970", en Latin American Research Review, vol.
i v , n" 1 y 2, p r i m a v e r a y verano de 1 9 7 1 ) , que divide a los
autores que buscan una terapia para " u n a tercerización real
El nuevo alcalde (designado) de San Pablo adquirió
o imaginaria entre los preocupados por políticas (subdivididos
notoriedad al declarar, poco después de tomar posesión entre los que se retuercen las manos ( " h a n d w r i n g e r s " ) y los
del cargo, que la ciudad necesita parar de crecer, pues pensadores positivos) y los que están más interesados en iden-
de lo contrario podría sucumbir b a j o el peso de los tificar configuraciones duraderas de la sociedad en vez de
inventar panaceas para corregir el caso latinoamericano según
problemas generados por su expansión demasiado rá-
la experiencia de O c c i d e n t e . " L a crítica antiurbana proviene
pida. L a declaración del alcalde contrasta con el eslo- sobre todo de los " h a n d w r i n g e r s " .
140 URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO 15!)

Desde el punto de vista económico, los críticos de la se cuenta del f o n d o del problema: ¿es el gigantismo
urbanización encaran la migración hacia las ciudades de las metrópolis, en los países no desarrollados, la
como un proceso de transformación de trabajadores principal causa de agravamiento de sus problemas? Por
agrícolas productivos en vendedores ambulantes, lustra- último, no es evidente por sí mismo que, si la pobla-
botas y vagabundos. Desde el punto de vista social, los ción de San Pablo fuera menor, por ejemplo, y por lo
mismos críticos señalan el desarraigo de integrantes de tanto las necesidades de empleos y de servicios de todo
comunidades rurales, que se convierten en "margina- tipo también fueran menores, la actual disponibilidad
les" en la sociedad metropolitana. de empleos y de servicios sería la misma. En otras pa-
Alrededor de esta crítica a la urbanización, que se labras : el supuesto fundamental de la crítica de la
complace muchas veces en el temor suscitado por los urbanización es que no hay una relación necesaria en-
grandes números ( ¡ San Pablo deberá alcanzar los 20 tre el crecimiento de la población y la expansión de la
millones de habitantes antes del fin del siglo!) surgen economía de la metrópoli.
las discusiones más divertidas. L a derecha, defensora
del status quo, le atribuye todos los males a los fenó-
menos demográficos •—el crecimiento excesivo de la
población y su migración masiva a las metrópolis— 3. LA URBANIZACIÓN COMO PROCESO DE MOVILIZACION
y llega así a la conocida moral malthusiana según la DEL EJÉRCITO INDUSTRIAL DE RESERVA
cual los pobres son los principales responsables, por su
comportamiento reproductivo y migratorio, del agra- U n a de las características básicas de la economía colo-
vamiento de sus infortunios. L a izquierda, que adopta nial que prevalecía en el Brasil ( c o m o en otros países
como evidentes las constataciones de la crítica antiur-
bana, intenta atribuir a la anarquía de producción, sin desarrollo e q u i v a l e n t e d e la capacidad p r o d u c t i v a , a partir
propia del capitalismo, el crecimiento desmesurado de del é x o d o rural y sin asimilar a los migrantes en el sistema
las grandes ciudades. 2 D e este modo, nadie parece dar- e c o n ó m i c o urbano, con la f o r m a c i ó n de una red urbana trunca
y desarticulada. Según Castells, los males urbanos del conti-
nente p r o v i e n e n todos d e la d e p e n d e n c i a d e l capitalismo inter-
n a c i o n a l : " P o r otra parte, en la m e d i d a en q u e hay desinte-
2. U n buen e j e m p l o del p u n t o de vista conservador es el g r a c i ó n nacional del sistema p r o d u c t i v o , es l ó g i c o q u e la red
expuesto p o r V í c t o r U r q u i d i ( " T h e U n d e r d e v e l o p e d C i t y " , en urbana sea desarticulada y trunca. P e r o su desarticulación no
R . Eells y C . W a l t o n ( e d s . ) Man in the city of the es más que el resultado d e una desarticulación d e la estruc-
future, T h e M a c m i l l a n Co., L o n d r e s , 1 9 6 8 ) , que desarrolla tura social, f o r m a d a tanto p o r la sociedad d o m i n a n t e c o m o
la tesis de q u e " l a urbanización en los países menos desarro- p o r la sociedad d e p e n d i e n t e " ( p . 2 1 ) . A este nivel de abstrac-
llados es necesaria p a r a el desarrollo m o d e r n o , p e r o está asu- ción, la d e p e n d e n c i a p u e d e ser responsabilizada d e lo que se
m i e n d o algunos de los peores aspectos del c r e c i m i e n t o de las quiera.
ciudades en las naciones industriales y está siendo a g r a v a d a 3. El razonamiento es, en el f o n d o , s e m e j a n t e al del neo-
por el c a m b i o social sin precedentes, d e r i v a d o de los elevados malthusianismo: el d e s e m p l e o ( r e a l o supuesto) resulta de un
índices de c r e c i m i e n t o de la p o b l a c i ó n y d e los masivos m o v i - excedente de población en relación al capital acumulado, de
mientos de g e n t e de las áreas rurales a las urbanas" ( p . 7 5 ) . d o n d e se sigue que si h u b i e r a menos p o b l a c i ó n no habría
U n e j e m p l o de crítica antiurbana d e izquierda o f r e c e M a n u e l desempleo. Se ve a la p o b l a c i ó n y la e c o n o m í a c o m o evolu-
Castells ( " L ' u r b a n i s a t i o n d e p e n d e n t e en A m é r i q u e L a t i n e " , c i o n a n d o en f o r m a separada, lo que casi nunca sucede en
en Espaces et Societés, n" 3, j u l i o d e 1 9 7 1 ) . Castells caracte- realidad. P a r a un análisis a nivel nacional v. m i libro Diná-
riza la urbanización de A m é r i c a L a t i n a c o m o d e aceleración mica Populacional e Desenvolvimento, Edicoes CEBRAP, San
creciente, constituyendo grandes concentraciones de p o b l a c i ó n Pablo, 1970.
142 URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO 15!)

latinoamericanos) era un colosal desperdicio de fuerza del Sur y Santa C a t a r i n a ) . L a inmigración europea
de trabajo aunado a una permanente escasez de mano de aumentó grandemente, alcanzando su apogeo poco ¡Hi-
obra en la parte de la economía integrada en el tes de la primera gran guerra, integrándose los inmi-
mercado mundial, es decir, en el sector de mercado grantes en la cafeicultura y en las nuevas actividades
externo. Cuando, a mediados del siglo x i x , empezó a del sector de mercado interno. Se inició un tímido pro-
crecer la exportación de café brasileño, la mayor parte ceso de urbanización, con crecimiento proporcionalnicn-
de la población estaba dispersa en pequeñas unidades de te más rápido de las capitales que eran centros de mer-
economía de subsistencia o encerrada en los deca- cados regionales: R í o , San Pablo, Porto Alegre, Reo. i fe
dentes ingenios azucareros del nordeste o en las estan- y Belo Horizonte. San Pablo, en particular, disponía de
cias ganaderas del sur. Los trabajadores de las haciendas un importante mercado regional mayor que las demás,
de café eran esclavos importados de Á f r i c a y, cuando pues el cultivo del café se había desplazado hacia su
terminó el tráfico negrero en 1850, esclavos traídos de hinterland.
otras partes del país. Cuando la mano de obra esclava Sin embargo el cambio más profundo se dio después
empezó a escasear, se recurrió al inmigrante europeo, de 1930: antagonismos interregionales cada vez más
lo que por último forzó, dada la incompatibilidad del fuertes, combinados con repetidas revueltas de la ofi-
trabajo esclavo y el trabajo libre en el mismo sector cialidad joven, llevaron al derrocamiento de la oligar-
de actividad, la abolición de la esclavitud. L o que im- quía cafetalera del poder, que fue asumido por una coa-
porta destacar, en este contexto, es la reducida capa- lición de políticos y "tenientes" oriundos de las regiones
cidad de movilización de la fuerza de trabajo de la periféricas (el Nordeste y R í o Grande del S u r ) . Los
economía colonial, cuyo sector de mercado externo gobiernos surgidos de la Revolución de 1930 (dirigidos,
generalmente importaba su mano de obra del exterior. hasta 1945, por Getulio V a r g a s ) , además de poner en
L a economía colonial no disponía de un sistema de in- práctica una política de industrialización más decidida,
centivos capaz de atraer a la mano de obra integrada trataron de desarmar a los "ejércitos del sertao", limi-
en el sector de subsistencia, a no ser cuando la tierra tando la omnipotencia de los hacendados, 4 y al mismo
utilizada en ese sector era de propiedad de hacendados tiempo crearon una legislación del trabajo aplicable
que también producían para el mercado externo. En únicamente a las áreas urbanas (en realidad, apenas a
este caso, el excedente- de producción obtenido de los las ciudades m a y o r e s ) , que proporcionó a los trabaja-
trabajadores asumía frecuentemente la f o r m a de mer- dores urbanos un nivel de vida sustancialmente más
caderías exportables.

Entre la abolición de la esclavitud (1888) y la R e - 4. En el Brasil de antes de 1930, la movilidad de la mano


volución de 1930, hubo en el Brasil importantes trans- de obra rural era restringida por una serie de lazos económicos
y psicosociales que sujetaban a los agregados, aparceros, co-
formaciones económicas, sociales y políticas. Se inició
lonos, etc., al señor de la tierra. Esos lazos eran garantizados
el proceso de desarrollo mediante sustitución de expor- por bandas de capangas armados, encabezadas por hacenda-
taciones, con la constitución de una industria impor- dos, que en algunas áreas llegaban a constituir verdaderos
tante productora de bienes de consumo no durables "ejércitos del sertao", disueltos después de 1930. L a elimina-
ción del recurso a la fuerza armada para asegurar el dominio
(tejidos, ropas, alimentos) principalmente en R í o de
de los terratenientes sobre los trabajadores se da paulatina-
Janeiro y en San Pablo, y de una amplia agricultura co-
mente y está lejos de ser completa. L o mismo se aplica a la
mercial orientada hacia el mercado interno, en los es- sustitución de las relaciones de producción serviles por rela-
tados de colonización alemana e italiana ( R í o Grande ciones capitalistas monetarias (arrendamiento o salario).
145 15!)
URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO

elevado que el de las masas rurales. Surge así un sistema m e n t e a un nivel cercano a los 200 000. Es preciso ob-
de incentivos que atrae a una porción creciente de los servar que aún la i n m i g r a c i ó n más abundante entre
trabajadores rurales hacia las ciudades. L a gran masa 1950 y 1959 representó poco, pues en ese p e r í o d o la
rural, c o n f i n a d a en la e c o n o m í a de subsistencia, pasa población total del país a u m e n t ó en casi 20 millones.
a constituir para la e c o n o m í a capitalista industrial una Pues bien, a pesar de esa caída de la i n m i g r a c i ó n del
v e r d a d e r a reserva de m a n o de obra o, en la expresión exterior, la absorción d e m a n o de obra p o r la econo-
clásica de M a r x , un ejército industrial de reserva. m í a capitalista se aceleró cada vez más, gracias a un
L a m o v i l i z a c i ó n de ese e j é r c i t o se hizo paulatinamen- a u m e n t o cada vez m a y o r de las migraciones internas,
te, entre 1930 y 1945, a partir de la abolición de la cuyo componente principal era la migración rural-
autonomía de los estados, que sirvió tanto para unificar urbana.
el m e r c a d o interno c o m o para d e r r o c a r a las oligarquías Es claro que la m o v i l i z a c i ó n del e j é r c i t o industrial de
locales, cuyo p o d e r sobre la población rural f u e asi con- reserva, constituido p o r las masas rurales sumergidas en
siderablemente debilitado. L a construcción de una red una e c o n o m í a de subsistencia precapitalista, n o se dio
de carreteras, que pasó a comunicar las principales re- exclusivamente m e d i a n t e la urbanización, p e r o ésa f u e
giones del país, facilitó las comunicaciones y estimuló su f o r m a predominante. E l capitalismo industrial ge-
enormemente las migraciones internas. F i n a l m e n t e , es neralmente se origina en las ciudades y d e ahí penetra
preciso agregar que, a partir de esa época, la sistemá- en el campo. El Brasil no es una excepción a esa regla.
tica caída de la mortalidad, que se inició en las ciu- L a sustitución de i m p o r t a c i o n e s ' p r o v o c ó , en p r i m e r lu-
dades pero alcanzó rápidamente el interior, aceleró gar, la ampliación y diversificación de los ramos de la
sobremanera el crecimiento d e la población y, p o r lo indüstria de transformación," l o que d e t e r m i n ó una fuer-
tanto, del ejército industrial de reserva. El a u m e n t o de té expansión de la e c o n o m í a urbana. H a b i é n d o s e cons-
la p o b l a c i ó n rural en zonas y a densamente pobladas (en tituido, de esta m a n e r a , un a m p l i o mercado urbano
la zona de la selva y en la zona agreste nordestinas p a r a productos agrícolas, principalmente alimentos, se
y en las zonas de colonización del sur, p o r ejemplo) crearon las condiciones p a r a la penetración (hasta hoy
ocasionó presión sobre la tierra, a g r a v a n d o la d i c o t o m í a l i m i t a d a ) del capitalismo en la agricultura. 5
latifundio-minifundio y provocando fuertes corrientes El desarrollo capitalista d e la e c o n o m í a brasileña f u e
migratorias hacia zonas agrícolas pioneras y hacia las
profundamente marcado p o r esa a m p l i a movilización
ciudades. d e l e j é r c i t o industrial d e reserva, que d i o lugar a una
D e 1930 en adelante, la i n m i g r a c i ó n e x t r a n j e r a , por
razones tanto internas c o m o externas, p e r d i ó casi toda 5. L a migración hacia la ciudad tiene un doble efecto so-
importancia. E l n ú m e r o de inmigrantes llegados al Bra- bre el crecimiento del ejército industrial de reserva: los mi-
sil era de 622 397 entre 1900 y 1909, alcanzando su grantes se incorporan a él al instalarse en las áreas urbanas
m á x i m o entre 1910 y 1919: 815 463. E n la década si- y al mismo tiempo expanden la demanda urbana (solvente)
de productos agrícolas, lo que confiere carácter de mercade-
guiente (1920-29) el total se mantuvo cerca de ese
rías, es decir, de excedente vendible, a una parte creciente
nivel: 788 170. Sin e m b a r g o , de ahí en adelante el de la producción del sector de subsistencia. Es a través de la
n ú m e r o de inmigrantes cae drásticamente: 332 768 en- expansión del mercado urbano de productos agrícolas que el
tre 1930 y 1939, y 114 405 entre 1940 y 1949. E n la capitalismo penetra en la agricultura, pues ésta posibilita y
década d e los 50 hay cierta recuperación (586 6 7 0 ) p e r o hace ventajosa para el propietario la sustitución de la renta-
producto o renta-trabajo por la renta-dinero o por el lucro
en la última década el total de inmigrantes cae nueva-
proveniente de la explotación del trabajo asalariado.
147 15!)
URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO

abundante disponibilidad de m a n o de obra poco califi- espacialmente, el mercado se amplia para cada una,
cada pero dócil y de aspiraciones modestas. Surgió de posibilitando así mayor concentración empresarial del
esa manera una importante diferencia entre el costo capital, y en la medida en que éste se da, las ventajas
de la mano de obra especializada y no especializada, limi- de la concentración espacial se acentúan.
tada apenas por la legislación del trabajo, principal- E n el Brasil, la concentración espacial del capital
mente por el salario mínimo. Eso explica el b a j o grado
se dio primordialmente en San Pablo por una variedad
de mecanización alcanzado por las actividades agríco-
de motivos, de los cuales el más importante es que el
las y de construcción civil y el carácter tecnológico
capital paulista ya poseía el ma'yor conjunto industrial
relativamente obsoleto, de los ramos industriales más
del país, por la razón apuntada antes: el gran mercado
antiguos, como el textil y de confección de vestimenta.
regional formado por la cafeicultura. Guando ésta se
L a persistencia de numerosas pequeñas empresas arte-
desplazó, a partir d e los años 40, para el norte del
sanales y semi-artesanales y del gran volumen de fuerza
estado de Paraná, siguió estando fuertemente ligada a
de trabajo en el servicio doméstico también se explica
San Pablo, cuya hegemonía en el mercado nacional
por el b a j o costo de la m a n o de obra.
ya era irreversible.
A partir de 1950, el proceso de sustitución de impor-
taciones alcanzó a las industrias de bienes de consumo
durables (automóviles, artefactos electrodomésticos), bie-
4. METROPOLIZACIÓN Y CONCENTRACION DEL CAPITAL
nes de capital (máquinas, equipos) y productos interme-
dios (siderurgia, productos químicos, d e goma, p a p e l ) .
L a unificación del mercado nacional, tanto física c o m o
L a implantación de esas industrias se dio en gran parte
política, a partir de 1930 creó las condiciones para una
mediante inversiones de capital extranjero, que trajo
creciente concentración del capital, antes impedida por
al país técnicas de producción en masa. Así, los nuevos
la fragmentación regional del mercado. L a concentra-
ramos industriales ya surgieron fuertemente concentra-
ción del capital se presenta b a j o dos aspectos diferentes,
dos y la mayor parte d e los establecimientos se localizó
que se refuerzan mutuamente:
en el área metropolitana de San Pablo o en sus
inmediaciones: la B a j a d a de Santos, Campiñas y el
a ) la concentración de actividades en establecimientos
V a l l e del río Paraíba. Esta formidable concentración de
y firmas cada vez mayores, causada por la ven-
actividades industriales condicionó, a su vez, una extra-
tajas financieras, comerciales, productivas, etc, que
ordinaria expansión de actividades terciarias en la
proporciona una escala de operaciones m a y o r ;
región: la actividad comercial, además de ampliarse,
b) la concentración de actividades en determinadas
se especializó, y lo mismo sucedió con la actividad
áreas, causada por las llamadas economías externas
financiera: la red de enseñanza formal creció bastante,
de gastos de transporte y comunicaciones entre em-
surgiendo a su lado una gran cantidad de cursos pro-
presas complementarias y por el uso en mayor escala,
fesionalizantes : los servicios personales también se
l o que reduce sus costos, de servicios industriales
ampliaron, multiplicándose los establecimientos de l u j o :
(energía, agua, desagües), de servicios financieros,
hoteles, salones d e belleza, clubes campestres, saunas,
comerciales, etc.
escuelas de judo, de yoga, etc. Sin hablar de la amplia
gama de servicios exigida por el automóvil y el automo-
E n la medida en que las empresas se concentran
vilista y el de los servicios semi-domésticos en edificios
149 15!)
URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO

y áreas residenciales suburbanas. Es importante observar U n a de las características de la economía capitalista


que, en 1a. Gran San Pablo (área metropolitana), es que las desventajas de la aglomeración, aunque cau-
el porcentaje de fuerza de trabajo empleado en servicios sadas fundamentalmente por las empresas privadas,
subió de cerca del 5 0 % en 1940 y 1950 al 6 0 % en 1960. terminan por ver sus costos socializados, ya que la
Es interesante discutir, en este contexto, en qué solución de los problemas así suscitados cabe a los
medida la gran concentración de actividades de la Gran poderes públicos, que financian las obras con fondos
San Pablo correspondió a ventajas económicas generales, tributarios recaudados de toda la población. Así, la
es decir, que hayan permitido el desarrollo de las fuerzas industria automovilística, mayor responsable por los
productivas, y en qué medida resultó de las caracterís- problemas de tránsito que sus productos ocasionan, no
ticas capitalistas de la economía brasileña. Parece no contribuye proporcionalmente más que cualquier otro
haber duda de que a las ventajas efectivas de la aglome- " m u n í c i p e " para su solución.
ración corresponden también desventajas, que resultaron
Es preciso considerar, sin embargo, que las activida-
sumamente agravadas por la ausencia de un adecuado
des concentradas en la metrópoli paulista proporcionan,
planeamiento a largo plazo. C o m o las decisiones de loca-
gracias a 7 su mayor productividad, el excedente requeri-
lización de actividades se toman en forma descentra-
d o para la solución de los problemas que generan. En
lizada ese planeamiento es sumamente difícil, si no
ese sentido sería erróneo pensar que la economía paulis-
imposible. Así, los principales manantiales de agua de
ta está volviéndose inviable. Su problemática, que oca-
la ciudad, el río T i e t é y sus afluentes, fueron utilizados
siona incontables sufrimientos a la población (largas
para diluir las aguas residuales, creando una grave
horas de espera en el transporte colectivo, malas condi-
escasez de agua, que exige costosas obras hidráulicas
ciones de saneamiento en las áreas de población pobre,
para traer el líquido de zonas más distantes. T a m b i é n el
cuyos alojamientos son precarios y alejados de los servi-
uso irrestricto del automóvil en todas las vías de la
cios esenciales, pues la especulación inmobiliaria trata
ciudad creó un volumen excesivo de tránsito dificul-
de repartir los recursos escasos de acuerdo al poder
tando el transporte colectivo y exigiendo un considerable
adquisitivo de los individuos) proviene antes por el atra-
volumen de obras de ensanche de las calles, construcción
so en la adopción de medidas que por la ausencia de
de pasos elevados, etc. L a fuerte concentración de activi-
recursos para financiarlas.
dades terciarias en el centro histórico de la ciudad
contribuye a aumentar el volumen de determinados
flujos de tránsito, lo que no deja de aumentar sus
problemas. Es preciso mencionar, en este contexto, la
dificultad para construir una red de transporte sub-
terráneo debido a los elevados costos de expropiación
de inmuebles. 6 7. Solución en el sentido de superación de los problemas
derivados de la oferta insuficiente de servicios, que afectan
el desarrollo ulterior de esas actividades. L a insuficiencia de
6. Es obvio que la dificultad para planificar no sólo pro- servicios afecta la actividad económica al hacerla menos pro-
viene de la descentralización de las decisiones sino también ductiva (debido, por ejemplo, a la fatiga de los obreros oca-
del antogonismo de los intereses de las distintas clases. Cual- sionada por la deficiencia de los transportes colectivos) o ele-
quier reglamentación del uso del suelo urbano, ya sea para vando sus costos ( e n la medida por ejemplo en que el costo más
construir o para transitar o estacionar, interfiere con los de- alto de la habitación obrera impone el pago de salarios ma-
rechos de los propietarios del terreno y/o de vehículos. yores ) .
150 URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO 15!)

5. VELOCIDAD DE CRECIMIENTO Y PROBLEMATICA URBANA en general deberían equilibrar demanda y oferta, sim-
plemente fallan en el cumplimiento de su papel. Y
Se podría pensar ( c o m o lo hace el alcalde de San fallan porque la oferta pierde elasticidad a corto plazo
Pablo) que el problema reside fundamentalmente en la cuando se agota la capacidad de producción. N o es
excesiva velocidad del crecimiento de la población me- posible atender a una demanda rápidamente creciente de
tropolitana, lo que hace crecer a.1 mismo ritmo la teléfonos, de conexiones a la red de agua y desagües,
demanda de servicios urbanos, velocidad ésta que supera de habitaciones, de vías transitables, etc., cuando las
la capacidad de acumular recursos para atenderla. Pero, relativas redes teléfonicas, de agua, etc. están saturadas.
en realidad, la demanda de servicios, en una economía D e m o d o que las únicas maneras de reducir los des-
capitalista, es sólo la demanda solvente, y por lo tanto niveles entre demanda y oferta de servicios urbanos
aumenta en función de la renta y no en función de serían, o detener la expansión de la economía urbana o
la población. U n a familia que llega a San Pablo sin planificarla a largo plazo. T o d o lleva a creer que ni
que ninguno de sus miembros encuentre empleo y que la una ni la otra son compatibles con el m o d o de pro-
no dispone de ninguna otra fuente de ingreso no puede ducción caitalista, tal como se presenta en el Brasil
ni siquiera demandar una habitación, constituyendo al actualmente. 8
máximo una carga para la asistencia social, cuando no O t r a parte del argumento antiurbano es que el cre-
es acogida por parientes o amigos, como sucede la mayor cimiento excesivo de la población de las ciudades (en
parte de las veces. En cambio, cuando una familia pasa
los países no desarrollados) se manifiesta en forma de
a disfrutar de una renta que utiliza para alojarse,
una oferta de fuerza de trabajo que crece con mayor
comprar un automóvil, etc., entonces sí contribuye
rapidez que la demanda, generando un volumen cre-
a aumentar la demanda de servicios urbanos. Pero, en
ciente de desempleo (abierto, oculto, disimulado) y de
este caso, esa renta fue generada en algún punto de
subempleo. Es preciso, en primer lugar, constatar que
la economía (por la actividad de miembros de esa
el volumen de desempleo abierto y oculto en San Pablo
familia o de alguien) de m o d o que el volumen de
no parece estar en aumento, de acuerdo a los datos
recursos de la economía urbana también ha aumentado.
(precarios) de que se dispone. T a m p o c o debe ser muy
Es preciso, en este contexto, no confundir la pro- grande. En 1953, en el Distrito de San Pablo (enton-
blemática de una ciudad c o m o San Pablo con la de ces la mayor parte de la Gran San P a b l o ) , los desem-
otras en las que existen mecanismos de transferencia pleados constituían el 10% de los hombres y el 5%
que garantizan solvencia a la demanda vital mínima de las mujeres de más de 15 años. M á s recientemente,
de cualquier nuevo morador. Esos mecanismos no exis- en 1969, en el estado de San Pablo (del cual cerca
ten, a no ser en términos casi simbólicos, y quienes no
consiguen integrarse de m o d o legal y moralmente san-
cionado en la economía son, al máximo, encargo de 8. M o r s e ( o p . cit.) presenta datos de gran interés sobre el
planeamiento urbano en Cuba, donde la concentración espacial
los servicios de mantenimiento del orden. Por lo tanto,
de actividades (sobre todo en la H a b a n a ) está dando lugar
si existe una demanda "explosiva" de servicios urbanos a la creación de una red urbana de ciudades medias y peque-
de toda especie, que permanece en gran medida insatis- ñas. A u n q u e sea aún demasiado pronto para aquilatar los re-
fecha, eso no sucede porque la población crezca dema- sultados del experimento, es indudable que la reordenación
radical del uso del espacio en Cuba sólo se hizo posible gracias
siado a prisa sino porque el ingreso urbano se eleva en
a la socialización de los medios de producción, particularmente
forma " e x p l o s i v a " y los mecanismos de mercado, que del suelo urbano.
153 15!)
URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO

del 5 0 % de la población se encontraba en la Gran demanda de los productos de este ramo, la escasez de
San P a b l o ) , los porcentajes seguían siendo casi los mis- otros factores de producción tales como capital, fuerza de
mos: 10% entre los hombres y 3.6% entre las mujeres. trabajo calificada, etc. En general, ni el mercado
Aunque no se disponga de datos recientes sobre la región, de trabajo ni los demás mercados de la economía
es probable que el desempleo (abierto y oculto) no sea metropolitana presentan las características de la libre
exagerado para una economía capitalista (en los Estados competencia. Así, las actividades que utilizan mano de
Unidos, la tasa correspondiente sería de 9 a 13% en obra poco calificada —construcción, bares, edificios,
los últimos años, esto es, el doble de la tasa de desem- comercio minorista— tienen posibilidades de pagar sala-
pleo a b i e r t o ) . rios muy reducidos sin sentirse estimulados a aumentar
En cuanto al desempleo disimulado, no se dispone el empleo hasta agotar toda oferta de fuerza de trabajo
de informaciones ni directas ni indirectas, pues el de este tipo.
concepto en sí no se presta mucho a mediciones. U n Cualquiera que sea el volumen de desempleo disimu-
desempleado disimulado sería ' alguien cuya producti- lado o total en San Pablo es fácil v e r que debe ser
vidad marginal es nula o incluso negativa. El ejemplo mucho menor que en la mayoría de las ciudades brasi-
clásico es el sexto vendedor en una tienda en que 5 leñas cuya población crece más lentamente o simple-
podrían atender perfectamente a la clientela. E n ausen- mente decrece.* Visitando esas ciudades, la desocupación
cia de estimadores directos, generalmente se intenta de numerosas personas, en sus variadas formas, salta
avaluar el desempleo disfrazado por el número de los a los ojos. Obviamente una gran parte de los inmigran-
que perciben ingresos muy bajos. El supuesto subyacen- tes vienen a San Pablo de esas ciudades. Si hubiera
te a este procedimiento es que la remuneración de alguna forma de impedirles que vinieran a San Pablo
cada uno es proporcional a su productividad marginal. a tentar su suerte en el mercado de trabajo, el desem-
Este teorema neoclásico requiere tales características pleo en San Pablo tal vez disminuyera algo, pero el de-
de mercado que su aplicabilidad práctica es extremada- sempleo urbano en el país sería aún mayor. En el
mente limitada. Numerosos trabajadores no calificados fondo, el gran movimiento migratorio hacia la Gran
ganan muy mal (en la construcción civil, por e j e m p l o ) San Pablo no significa más que el desplazamiento de
pero eso no demuestra que tengan baja productividad la oferta de fuerza de trabajo hacia el lugar donde
marginal. Cabría preguntar: si la diferencia entre la más crece la demanda.
productividad marginal y el salario es considerable, ¿ por
qué no se amplía el empleo en la construcción civil por
ejemplo? H a y varias 9 razones: la limitación de la expandiesen su producción hasta el punto de igualdad de
productividad marginal y salario, dado un determinado
nivel de precios de sus productos, pueden prever que un vo-
lumen mayor de inmuebles sólo podría ser v e n d i d o a precios
9. En un mercado competitivo se supone que la parte de inferiores, de m o d o que cuando oferta y demanda estuvieran
cada empresa en la oferta total es tan reducida que el au- nuevamente en equilibrio, la productividad marginal sería
mento de esa parte no afecta el precio. D e ahí se sigue que. inferior al salario (ya p a g a d o ) . En estos casos, la empresa
debido a la competencia entre las empresas, cada una de ellas oligopolista tiene en consideración la elasticidad-precio de la
expande el empleo hasta el punto en que la productividad demanda al determinar su volumen de producción y, por lo
marginal ( q u e se supone siempre decreciente) se iguala al tanto, el de empleo.
salario pagado. En cambio, cuando el mercado no es compe-
* Lamentablemente, no se dispone de datos sobre el vo-
titivo, la expansión de la oferta de las grandes empresas tien-
lumen del desempleo en las ciudades brasileñas. Esos datos
de a deprimir los precios. Así, si las grandes constructoras
sólo se reúnen en f o r m a regional.
154 URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO 15!)

Eso no quiere decir, naturalmente, que no haya ciu- ver que el ejército industrial de reserva asume en el
dades brasileñas en que la inmigración causa una expan- Brasil proporciones formidables, ya que la gran mayoría
sión de la oferta de fuerza de trabajo mucho mayor que de los migrantes se desplaza en busca de trabajo. Es un
la demanda. Se trata sobre todo de capitales regionales inmenso esfuerzo dedicado a la localización de las
(Belém, Fortaleza, R e c i f e ) , que concentran en sí un áreas donde se da la acumulación de capital y donde,
número de desempleados que estaba disperso en 'un nú- en consecuencia, crece la demanda de fuerza de trabajo.
mero mayor de localidades. N o parece haber argumen- Es bastante común que el mero anuncio del comienzo
tos válidos para intentar preservar la dispersión. de la construcción de una fábrica atraiga al local a
V a l e la pena distinguir aquí dos tipos de desempleo numerosos trabajadores.
que ocurren en economías capitalistas aún no completa- El rápido crecimiento demográfico de la Gran San
mente desarrolladas: uno es el que deriva de la movili- Pablo es consecuencia de la amplitud del desempleo
zación de grupos sociales anteriormente no integrados estructural en el país y del hecho de que efectivamente
a la fuerza de trabajo capitalista (principalmente mu- la acumulación se procesa en gran escala dentro de sus
jeres y personas provenientes del sector de subsistencia, límites. En comparación con otras ciudades, es probable
además de los jóvenes que ingresan al mercado de que una proporción mayor de los migrantes que acuden
trabajo) ; el otro deriva de la liberación de fuerza al área metropolitana logre de hecho integrarse al
de trabajo que ya estaba ocupada, por cambios en la proceso productivo. Esto se explica, por un lado, por
técnica de producción o en la estructura de la demanda el hecho de que las corrientes migratorias cubren, en
efectiva. Este tipo de desempleo ocurre con mayor general, distancias cortas. D e los 8 403 444 migrantes
frecuencia en los países capitalistas desarrollados, tiene que residían en San Pablo en 1970, 5 373 965 (es
dimensiones limitadas y asume el carácter de desempleo decir, 6 4 % ) provenían del mismo Estado y 888 615
de fricción, siendo consecuencia de la remanipulación de ( 1 0 . 5 % ) del vecino estado de Minas Gerais. L a inca-
mano de obra entre diferentes empresas y sectores de pacidad (económica y social) de los migrantes brasileños
producción, salvo en los períodos de baja ocasional de abarcar el conjunto del territorio en su búsqueda de
de las actividades, en que su volumen aumenta consi- trabajo en realidad limita el crecimiento de la pobla-
derablemente. Pero es el primer tipo el que predomina ción de la Gran San Pablo, permitiendo que aparezcan
en países c o m o el Brasil, dando como resultado la incor- diferencias en el nivel de empleo entre distintas regiones
poración al ejército industrial de reserva de importantes del país. Desde este punto de vista, el crecimiento de
masas humanas que aspiran a participar en la tan la población paulista sería aún mayor de lo que es, si la
propalada sociedad de consumo. Este tipo de desempleo, movilidad espacial de la fuerza de trabajo fuese perfecta.
que puede ser llamado estructural, resulta, en último
análisis, de la insuficiencia de la acumulación de capital
previa, que no permite utilizar inmediatamente la fuerza
de trabajo hecha disponible por cambios sociales bási- 6. LA ANTICRÌTICA
cos en las áreas rurales y en las pequeñas ciudades.
Si se observan los vastos flujos migratorios que cruzan Podemos, ahora, retomar la discusión inicial. Parece
el territorio brasileño, los cuales, según el censo de claro que la problemática de áreas metropolitanas como
1970, englobaban a más de 30 millones de personas en la Gran San Pablo resulta de una concentración espacial
una población de poco más de 93 millones, es fácil de actividades ( y no de población) que, en términos
157 15!)
URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO

económicos, se justifica, dentro de ciertos límites. N o tendencia a la excesiva concentración espacial de las
hay datos que permitan definir, en el plano macroeco- actividades, parece coincidir, a primera vista, con la
nómico y social, un grado " ó p t i m o " de aglomeración crítica de la urbanización que mencionáramos al co-
( o de dispersión) de actividades. N o se puede concluir mienzo de este trabajo. Esta coincidencia, sin embargo,
de ahí, sin embargo, que la aglomeración producida no 6s más que aparente. En realidad, el orden causal
por las decisiones tomadas aisladamente por los empre- que presenta la crítica antiurbana, que v e en el cre-
sarios, en función de indicadores de mercado e inclina- cimiento urbano de los países no desarrrollados una
ciones personales, sea la óptima. H a y dos razones, pol- "hinchazón" representada por un aumento de la pobla-
lo menos, que invalidan esa hipótesis. En primer lugar, ción sin la expansión correspondiente de la economía
los indicadores de mercado fallan en la medida en que metropolitana, es opuesta a la que revela el análisis
cada empresario ignora las decisiones de los demás del caso de la Gran San Pablo. L o que en realidad
y las consecuencias económicas y sociales del conjunto sucede es que la acumulación de capital se da en forma
de ellas. D a d o el elevado valor de las inversiones en concentrada en el espacio, lo que atrae grandes flujos
terrenos y construcciones, la corrección de decisiones migratorios. El ejército industrial de reserva, que está
erróneas, aún desde el punto de vista interno de la siendo construido por una gran parte de la población,
empresa, suele ser inviable a corto plazo. D e ahí los la cual se hace móvil en la medida en que se rompen
embotellamientos de tránsito, las líneas telefónicas sobre- los cepos que la sujetaban a las áreas rurales, se dirige
cargadas, los cortes de energía eléctrica y demás dese- hacia las metrópolis que ofrecen mejores perspectivas
conomías de la aglomeración. En segundo lugar, la de empleo.
preferencia personal de los empresarios y de la alta
N o es verdad, pues, que la " m a r g i n a l i d a d " urbana
dirección de los establecimientos pesa en las decisiones
sea un producto del desarrollo capitalista, por lo menos
referentes a su localización, pues ésta obviamente condi-
en el sentido de que no existía antes en la economía
ciona el lugar de residencia de sus dirigentes. Por más
colonial. Esa proposición, a pesar de formularse como
que se hable contra la calidad de la vida en las metró-
crítica al capitalismo, es reaccionaria. El capitalismo,
polis, es en ellas que se encuentran las mejores escuelas,
al destruir en el campo relaciones de producción que
la asistencia médica especializada, una vida cultural
le son anteriores y antagónicas, pone en movimiento
más activa y demás cosas por el estilo. D e este modo,
masas humanas que en una primera fase se integran
cuando la localización no es predeterminada por algún
al ejército industrial de reserva. C o m o la acumulación
factor, c o m o la proximidad de la fuente de materias
de capital es determinada en forma descentralizada, la
primas, la opción que acaba por ser preferida es la que
función del ejército de reserva es ampliar la libertad de
permite a los dirigentes residir en una "buena ciudad",
decisión de los capitalistas, que expanden la actividad
lo cual significa casi siempre una ciudad grande. Se
económica en las áreas que mejor responden a sus in-
puede deducir que el sistema descentralizado de toma
tereses. Pero eso apenas significa que la eliminación del
de decisiones, propio del capitalismo, tiende a presen-
desperdicio de fuerza de trabajo, que antes estaba su-
tarse como favorable a la superaglomeración de acti-
mergida en el sector de subsistencia, se hase en forma
vidades en áreas metropolitanas, inclinación ésta que
contradictoria: es preciso movilizar a millones de tra-
es reforzada por la socialización de las deseconomías
bajadores para que el capital pueda utilizar a una parte
de aglomeración.
de ellos, manteniendo a los restantes en formas de
La conclusión de que, en el capitalismo, hay una empleo menos visibles.
158 URBANIZACION Y DESARROLLO URBANIZACIÓN Y DESARROLLO 15!)

Del mismo modo, no se le puede atribuir al capita- contribuyentes de impuesto a la renta en proporción
lismo la caída de la mortalidad y la consecuente acele- a sus deudas fiscales. Se verifica, de esta manera, una
ración del crecimiento demográfico ( p o r lo menos mien- incipiente industrialización del Nordeste (y tal vez, en
tras la fertilidad se mantenga e l e v a d a ) , pues es resultado el futuro, del n o r t e ) , siendo la propiedad de las nuevas
de la aplicación irreversible de conquistas científicas a la empresas detenida por los capitalistas de San Pablo o
preservación de la vida humana. El sistema, frente al de otras áreas de industrialización más antiguas. Cuando
aumento de la fuerza de trabajo así creado, trata de las nuevas industrias se vuelvan lucrativas, el excedente
aprovecharlo, manteniendo b a j o el nivel de los salarios generado por ellas tenderá a refluir hacia San Pablo,
y empleando la mano de obra en forma extensiva siem- reforzando la acumulación de capital en esa área. D e
pre que haya técnicas de producción que no requieran este modo, el sistema ha creado mecanismos que le per-
elevado volumen de capital por trabajador. En la indus- miten al capital paulista explotar la fuerza de trabajo
tria de transformación esas técnicas son cada vez más nordestina sin tener necesidad de desplazarse de San
raras, pero en el sector de servicios aún son abundantes. Pablo.
En San Pablo, la expansión desmesurada del empleo C o m o perspectiva futura, San Pablo tiende a conver-
en el sector terciario es consecuencia, como se ha visto, tirse dentro del Brasil en una metrópoli también en el
del aumento de ciertos servicios personales, incluso el sentido de apropiarse y acumular una creciente porción
doméstico, que utilizan mano de obra poco calificada. de la plusvalía producida en las áreas que están siendo
El problema real no está en la movilización de las industrializadas actualmente. Con eso la hipertrofia eco-
masas rurales, lo que significa su urbanización, sino en nómica de la metrópoli paulista no hará más que aumen-
la movilidad insuficiente del ejército de reserva. D a d o tar, haciendo su problemática cada vez más compleja y
el bajo poder adquisitivo y el limitado horizonte cultu- difícil de solucionar. Y a están siendo echadas las bases
ral de la mayoría de los migrantes, éstos sólo se mueven para la constitución de un amplio mercado de capitales
a distancias relativamente cortas, promoviendo su urba- en San Pablo, cuya bolsa de valores presenta un movi-
nización muchas veces en ciudades que no han sido esco- miento diario de cerca de diez millones de dólares, el
gidas por el capital para acumularse en ellas/ En el Brasil, mayor del país. Este mercado de capitales tendrá fun-
algunas ciudades del norte y del Nordeste, como Belém ciones nacionales, lo que significa que San Pablo va a
y Fortaleza, han crecido más rápidamente en los exportar recursos financieros hacia el resto del país. El
últimos años, que San Pablo. El capitalismo no dispone aumento de renta así captado por la metrópoli beneficia
de mecanismos a no ser la intervención estatal, que obli- sobre todo a las capas de apreciable poder adquisitivo
guen al capital a orientarse hacia las zonas donde hay (corredores de bolsa, banqueros, especuladores, rentistas)
disponibilidad de fuerza de trabajo. C o m o la movilidad cuya demanda de servicios urbanos de mayor calidad
de la fuerza de trabajo no es perfecta, el sistema terminó aumenta aceleradamente. Y a se nota una incipiente sub-
por adoptar planes de desarrollo regional que tienen urbanización, cuyo desarrollo previsible absorberá una
como finalidad principal suscitar flujos de capital hacia apreciable porción de los recursos públicos, haciendo
las áreas más atrasadas. Se crean así nuevos centros aún mayor la penuria de las áreas donde reside la po-
de concentración espacial del capital, como es el caso de blación más pobre. D e este modo, la metrópoli se va
Bahía y R e c i f e en el Nordeste brasileño. Estos nuevos adaptando a las formas de consumo conspicuo importa-
flujos de capital son constituidos en su mayor parte por das de los países capitalistas desarrollados, la más impor-
fondos públicos reprivatizados, que son entregados a los tante de las cuales es el uso ilimitado del automóvil,
160 URBANIZACIÓN Y DESARROLLO

mientras las necesidades de la gran mayoría de la ECONOMÍA URBANA


población reciben prioridades cada vez menores.
Es muy claro que San Pablo no va a parar de crecer,
pues es el símbolo y el epicentro del desarrollo capita-
lista brasileño. El contraste que presente sólo manifiesta
las contradicciones de un sistema que, para desarro-
1. L A CIUDAD E N L A ESTRUCTURA ECONOMICA
llar las fuerzas productivas, v a suscitando cada vez
nuevos problemas. L a crítica de la urbanización, al no
Por mucho que varíen las definiciones de lo que consti-
tomar en consideración esta característica esencial del
tuye una " c i u d a d " , la mayoría de- ellas concuerda en
capitalismo, incurre en el error de tratar de evitar esos
un punto: se trata de una aglomeración humana, de un
problemas mediante la reducción del dinamismo del
conjunto de personas que viven próximas las unas a
sistema, que constituye, por último, su única justifica-
las otras. Las discusiones giran en torno al tamaño mí-
ción histórica. U n capitalismo sin contradicciones y sin
nimo de esa aglomeración: algunos pretenden que sea
movimiento no pasa de ser una utopía reaccionaria
de 2 000 habitantes, otros proponen 5 000, etc. L a ciu-
inspirada en el examen de problemas aislados, por parte
dad es constituida, por lo tanto, por una población re-
de quienes se niegan a analizar la esencia del sistema
lativamente grande, que habita en f o r m a compacta en
que los genera.
un territorio pequeño.
A partir de esta concepción de lo urbano, podemos
tratar de descubrir la función económica de la ciudad.
¿ H a b r á alguna razón económica que lleve a grandes
masas humanas (sólo el Brasil poseía en 1970 once
ciudades de más de 500 000 habitantes) a agruparse
en áreas bastante reducidas? L a respuesta parece ser
que determinadas actividades exigen la cooperación de
un elevado número de personas, qüe tienen que vivir
próximas las unas a las otras para desempeñarlas. Exa-
minemos algunas de esas actividades.
L a industria de transformaciones la actividad urbana
por excelencia. L a técnica industrial moderna requiere
el uso de equipos muy grandes, cuyo movimiento exige
enorme cantidad de brazos. Para producir barato es
necesario producir en masa. Eso hace que no sólo las
fábricas sean de grandes dimensiones sino también que
muchas de ellas — q u e ejercen actividades complemen-
tarias— se agrupen en la misma área. Las industrias
de montaje, c o m o la automovilística, atraen hacia su
proximidad a numerosas fábricas de piezas y componen-
tes. Es lo que se verifica en la zona del ABC, en San
162 ECONOMÍA URBANA ECONOMÍA URBANA

Pablo. Las industrias de procesamiento, c o m o las refi-


dos, intermediarios de toda especie (agencias de em-
nerías de petróleo o las usinas de acero, atraen, a su
pleos, de casamientos, de inmuebles), charlatanes y
vez, a empresas que utilizan c o m o materias primas a
estafadores, mendigos, prostitutas y toda clase de pa-
los productos de aquéllas. Es por eso que la industria
rásitos que siempre se hacen presentes en los lugares en
petroquímica está instalándose en la Bajada de Santos,
que la riqueza social se acumula.
cerca de la refinería Presidente Bernardes, al paso que
H a y que considerar además la actividad administra-
otro núcleo petroquímico está siendo implatado en Ba-
tiva y de mantenimiento del orden ejercida por el
hía, cerca de la Refinería de Mataripe. Estas tenden-
Estado y que exige, igualmente, una extenso ejército
cias a la aglomeración industrial, que acarrean el sur-
de funcionarios concentrados en algunos puntos, que se
gimiento y la expansión de núcleos urbanos, se explican
vuelven sedes de los gobiernos federales, estatales y mu-
básicamente por la necesidad de economizar costos de
nicipales. E n el Brasil, la extensión de la función urba-
transporte. Si por algún milagro el transporte de per-
nizadora de la actividad pública federal puede ser aqui-
sonas 'y productos fuera gratuito, cada establecimiento
latada por el tamaño ya alcanzado por Brasilia. Nuestra
podría localizarse en espléndido aislamiento de los de-
nueva capital federal, que aún está lejos de congregar
más y los obreros podrían residir en la zona rural, en
a la mayor parte de los órganos de gobierno de la
chacras y lugares de veraneo. Pero nuestra época no
U n i ó n , ya reúne más de 500 000 habitantes y todo lleva
es de milagros.
a creer que va a crecer mucho más en el futuro.
El comercio es otra actividad que exige la concentra-
ción espacial de quienes se dedican a ella. L a división
social del trabajo fractura la actividad productiva en
millares de núcleos especializados, cuya producción
2. LAS FUNCIONES ECONOMICAS DE L A S CIUDADES
debe ser transportada, concentrada, financiada y final-
mente redistribuida en determinadas áreas de mercado,
Considerada en abstracto, " l a ciudad" ejerce funciones
generalmente localizadas en entronques ferroviarios o
industriales, comerciales, de servicios de todo tipo, in-
carreteros, puertos, etc. Actualmente, por ejemplo, la
clusive religiosos, administrativos, militares, sanitarios,
producción agrícola de vastas áreas es concentrada en
etc. M á s concretamente, las numerosas ciudades de un
determinadas centrales de abastecimiento — c o m o el
país ejercen, según su tamaño, apenas algunas de esas
CEASA en San P a b l o — donde es procesada, clasificada,
funciones. Las pequeñas ciudades del interior son, en
reembalada y comercializada. E n este caso no hay eco-
general, centros de comercialización de los productos
nomía en los gastos de transporte (antes por el contra-
agrícolas de la zona circunvecina (llamada su hinter-
rio, pues una parte de la producción agrícola v a al
land), siendo además muchas veces la sede del gobier-
centro y luego regresa a las zonas donde fue produ-
no municipal. Algunas también albergan guarniciones
c i d a ) , pero la gran escala de las operaciones abarata
militares, otras son sede de escuelas medias o incluso
los costos de comercialización. L a ciudad, por poseer
superiores, de hospitales, de distritos judiciales o de
una gran población que v i v e agrupada, ofrece un am-
diócesis. D e esta manera, estas ciudades de porte relati-
plio mercado a los comerciantes, que acuden a ella,
vamente reducido prestan servicios comerciales, admi-
contribuyendo a aumentar su tamaño. L o mismo es
cierto para banqueros y financistas, para barberos, ho- nistrativos, de mantenimiento del orden, educacionales,
teleros, tintoreros, médicos, sacerdotes, artistas, aboga- etc., no sólo a su propia población sino también a la
que habita su hinterland.
164 ECONOMÍA URBANA ECONOMÍA URBANA

Ciudades de porte medio suelen ser "cabezas de grandes ventajas al localizarse próximas a la fuente de
zona", prestando los mismos tipos de servicios, aunque sus materias primas: usinas siderúrgicas, frigoríficos,
algo más especializados a un área mucho mayor. En lacticinios, refinerías de maíz, etc. El resto de las in-
estas ciudades se encuentra algún comercio mayorista, dustrias se agrupa cada vez más en ciudades grandes
tiendas que trabajan con mercadería de m e j o r calidad, (de más de 100 000 habitantes) y sobre todo en áreas
los lugares de diversión son más numerosos, hay mé- metropolitanas.
dicos y clínicas especializadas, escuelas de m e j o r nivel, Así como las industrias tienden a concentrarse cada
algunas sucursales bancarias. etc. Cuando esas ciudades vez más en ciudades grandes, éstas suelen desempeñar
son portuarias, el comercio de importación y exporta- cada vez con mayor frecuencia funciones industriales.
ción les confiere una fisonomía especial. T a m b i é n se P e r o hay excepciones. E n áreas donde se registra una
encuentran en esta categoría las ciudades de veraneo, de intensa migración del campo a la ciudad, núcleos ur-
litoral o de montaña, que suelen recibir en ciertas épocas banos medios con funciones apenas "terciarias" (comer-
de año una población flotante varias veces mayor que ciales, administrativas, etc.) pueden ver en pocos años
la fija. a su población crecer rápidamente, volviéndose ciuda-
Finalmente tenemos las grandes ciudades, que en ge- des grandes sin que su economía industria] se haya
neral desempeñan todas las funciones mencionadas y expandido. Fortaleza y Belém son ejemplos brasileños
además la industrial. Es verdad que algunas ciudades de ciudades grandes sin función industrial significativa.
medias y hasta pequeñas también albergan industrias-, Es común suponer que esas ciudades, que en general
pero este hecho tiende a hacerse cada vez más excep- tienen una elevada porción de población subempleada,
cional, salvo cuando los núcleos urbanos menores se viviendo en condiciones miserables, son pobres porque
encuentran en la periferia y b a j o la influencia de alguna no poseen industrias. Esa suposición, sin embargo, es,
gran ciudad. Las ciudades industiales del ABO, en San si no falsa, simplista. Sería más correcto decir que esas
Pablo, se hallan en este caso. Cuando la periferia in- ciudades no poseen industrias porque son pobres. Es
dustrial de una gran ciudad supera sus límites, invadien- preciso recordar que estas ciudades, llamadas "hincha-
do los municipios vecinos, lo m e j o r es considerarlos a das", se encuentran en regiones no desarrolladas, en
todos como un único conjunto urbano. Esto la demuestra cuyo hinterland, la productividad agrícola es baja y el
la teoría y la práctica de la planeación actual, que pre- mercado para productos industriales casi inexistente. L a
fiere ocuparse de áreas metropolitanas, como el Gran ausencia de industrias, en esas circunstancias, es tanto
Río, la Gran San Pablo, el Gran Recife, etc. causa como consecuencia del bajo nivel de desarrollo
En el pasado, era común que empresas de gran porte económico. Cuando se instalan industrias en esas ciu-
como hilanderías y tejedurías fuesen a establecerse en dades, como lo ha demostrado la experiencia reciente de
pequeñas comunidades, especializándolas en una acti- la SUDENE en el Nordeste brasileño, los productos ter-
vidad industrial. Fue el caso de Paulista en Pernambuco minan por ser vendidos, por lo menos en la fase inicial,
y R í o T i n t o en Paraíba. H o y en día, los factores que en el área más industrializada y rica del país (en el caso
favorecen la aglomeración industrial se han hecho tan brasileño, el centro-sur). Es posible concebir, al menos
fuertes que dificultan la supervivencia de grandes in- en teoría, ciudades grandes prósperas carentes de fun-
dustrias en pequeñas ciudades aisladas, salvo las indus- ción industrial significativa. T a l vez Brasilia (y Washing-
trias extractivas que dependen de la localización de re- ton) sean ejemplos de ese tipo de ciudad. Pero, aunque
cursos naturales y algunos tipos de industrias que tienen la presencia de la industria no sea una condición indis-
166 ECONOMÍA URBANA ECONOMÍA URBANA 167

pensable para que una economía urbana presente ele- — l a agricultura y la industria extractiva— deben desa-
vada productividad, un núcleo urbano rico tiende a rrollarse junto a los recursos naturales, lo que impone
atraer a la industria, a no ser que una distribución zonal una amplia dispersión en el espacio de quienes se ocu-
rigurosa impida su establecimiento. pan de ellas. Por eso, son incompatibles con las condi-
ciones urbanas ( p o r lo menos mientras no esté más
desarrollada la producción sintética de alimentos y ma-
terias primas).

3. LA RED U R B A N A N o pudiendo producir alimentos ni materias primas,


la red urbana los capta mediante sus tentáculos, consti-
El hecho de que un país o una región presente numero- tuidos por las ciudades pequeñas, que penetran en
sas ciudades, la mayoría pequeñas, un número menor la zona rural. L a red urbana obtiene los productos de la
de medias y apenas algunas grandes, se debe a razones agricultura y de la industria extractiva cambiándolos
históricas, derivadas del proceso de poblamiento del te- por los productos de la economía urbana: bienes indus-
rritorio. U n a vez establecido cierto número de núcleos trializados y servicios. U n a gran parte de los productos
urbanos, cada uno de ellos tiende a especializarse en urbanos son a su vez suministrados por las ciudades me-
una o varias funciones, en parte debido a su localización dias, que los obtienen de las grandes, a las pequeñas.
geográfica en relación a la red de transportes, en parte D e este modo, los alimentos y materias primas van pe-
debido al tipo de actividades que se desarrollan en su netrando en la red urbana y distribuyéndose a lo largo
hinterland y en parte, finalmente, debido al azar, es del recorrido hasta alcanzar su lugar de consumo.
decir, a una gran cantidad de razones imposibles de ana- El proceso puede ser ilustrado por la industria auto-
lizar : carácter y origen de su población, incidentes movilística, situada, por supuesto, en una ciudad grande.
políticos, alteraciones en otras partes de la economía Parte de su producción se vende a ciudades medias. És-
y una miríada de otros hechos que pueden contribuir tas retienen parte de los automóviles que compran, re-
a que determinada ciudad se convierta en un importante vendiendo los restantes a las ciudades pequeñas, junto
centro industrial, mientras que las demás no pasan de con servicios de comercialización y financiación de los
centros comerciales medios y pequeños. Comoquiera que propios vehículos, de piezas de repuesto, de asistencia
sea, una vez " f i j a d a " , por lo menos por cierto período, técnica, etc. Las ciudades pequeñas también consumen
la especialización de cada ciudad, que en buena medida una parte de los vehículos, y revenden el resto a los agri-
habrá de determinar su ritmo de crecimiento y por lo cultores, a quienes ofrecen también servicios de trans-
tanto su tamaño, el conjunto de las ciudades desarrolla porte, de abastecimiento de combustible, de reparación,
un extenso sistema de intercambio que configura, desde de comercialización de piezas, de licénciamiento de los
el punto de vista económico, la red urbana. coches, etc. El camino inverso es recorrido por los ali-
mentos, por los minerales, fibras, resinas, etc., producidos
Para comprender el funcionamiento de la red urbana,
fuera de la economía urbana y que son necesarios para
es preciso partir de la constatación de que ninguna
la fabricación de automóviles. Es claro que no todos los
economía urbana, ni la de una ciudad aislada ni la
productos recorren todo este via crucis, siendo común
de un conjunto de ciudades, puede ser autosuficiente.
que algunos salten ciertas etapas. Las materias primas
Eso porque la ciudad no puede producir ni los alimen-
industriales tienden, por lo general, a ser importadas di-
tos para su población ni la materia prima para su in-
rectamente por los grandes centros urbanos, sin pasar
dustria. Las actividades que suministran esos productos
168 ECONOMÍA URBANA ECONOMÍA URBANA 1W)

por las ciudades pequeñas y medias. En la medida en 4. ESTRUCTURA INTERNA DE LA ECONOMÍA URBANA
que esta tendencia a excluir a los centros menores del
circuito afecta a mayor número de productos, esos cen- Si examinamos ahora la economía de una ciudad por
tros menores se van atrofiando, lo que naturalmente dentro, verificamos que se divide en dos partes: activi-
acentúa la hegemonía de las grandes ciudades en la red dades que se destinan al exterior y actividades que
urbana. atienden al consumo interno. Son las primeras las que
L a red urbana puede ser encarada como un complejo que definen la función económica de la ciudad. Si una
sistema circulatorio entre núcleos de funciones diferen- ciudad posee un conjunto industrial amplio, es obvio
tes. Ciudades pequeñas y medias transmiten a las grandes que parte de la producción será consumida por la po-
no sólo una parte del execedente agrícola que captan blación de la propia ciudad. Pero el hecho de que parte
sino que también pueden venderles servicios. Servicios importante de la producción industrial sea exportada
turísticos, por ejemplo, son proporcionados por T e r e - (hacia otras partes del país o hacia el exterior) es lo
sópolis a la población carioca y por Guarujá a la po- que le confiere a la ciudad carácter industrial. Incluso
blación paulista. Rentas acumuladas en las ciudades una ciudad no industrial casi siempre tiene alguna in-
pequeñas y medias pueden ser aplicadas a la industria dustria de consumo local: panaderías, construcción
en los grandes centros. En este caso, una parte del ex- civil, fábricas de ladrillos, etc. L o mismo es verdad
cedente producido en los centros industriales se incor- acerca de los servicios: cualquier ciudad posee, para
pora a la renta de las ciudades de menor tamaño. O b - la atención de su propia población, comercio minorista,
viamente el movimiento contrario — c a p i t a l que se servicios de recreación, servicios religiosos, etc. Sin em-
dirige del centro a la periferia de la red y beneficios bargo, son los servicios que exporta los que definen su
que toman la dirección opuesta— también se verifica. función económica.
L a distribución no siempre perfecta del sistema escolar
L a relación entre las actividades de exportación y
en la red urbana provoca movimiento de estudiantes
las de consumo interno en el seno de la economía ur-
(y de recursos, por lo tanto) entre las ciudades que la
bana son bastante complejas. C o m o la ciudad no es
forman. L o mismo puede decirse en relación al equipo
autosuficiente, su tamaño es determinado, en último
de asistencia sanitaria. L a concentración, de las instan-
análisis, por su "capacidad de importar", que resulta
cias jurídicas más elevadas en el centro de la red urba-
primordialmente del valor de su exportación. Si éste
na también provoca el desplazamiento centrípeto de
es elevado, el nivel de ingreso en alto, lo que general-
recursos económicos en pago de servicios jurídicos, y
mente atrae a inmigrantes, acarreando el aumento de
así sucede en muchos otros casos.
su población y, en consecuencia, el desarrollo de las
C o m o la red urbana está en permanente proceso de actividades de consumo interno. Sin embargo, como la
transformación, se verifican en su seno frecuentes trans- distinción entre los dos tipos de actividad es bastante
ferencias de funciones que perturban la circulación abstracta (salvo en casos extremos), pues la ciudad en
de recursos, haciendo surgir puntos de estrangulamien- general exporta excedentes de su producción para con-
to cuya superación requiere nuevas transformaciones. L a sumo interno, su crecimiento puede ? ümentar su ex-
decadencia de algunas ciudades y el congestionamiento portación constituyéndose así un proceso acumulativo
de otras son síntomas de esos desequilibrios que corres- de crecimiento. Así, si una ciudad aplica recursos al
pondería evitar a un planeamiento eficaz. perfeccionamiento de su equipo escolar o de asistencia,
a la salud con el objeto de atender a su población, la
170 ECONOMÍA URBANA

consecuencia (inesperada) puede ser que surja una ASPECTOS ECONÓMICOS DEL PLANEAMIENTO
clientela de afuera dispuesta a aprovechar esos ser- METROPOLITANO*
vicios.
Es claro que el proceso acumulativo también se da
en el otro sentido. U n a ciudad que pierde mercado
externo para sus productos ve estancarse o incluso dis-
minuir su ingreso, con consecuencias negativas también
para sus actividades de consumo interno. El tan debati- 1. LA ECONOMÍA METROPOLITANA EN LA DIVISION IN-
do "vaciamiento de Guanabara" puede haber tenido TERREGIONAL DEL TRABAJO
un origen de este tipo. L a transferencia de la capital
federal a Brasilia significó para R í o de Janeiro la pér- L a existencia misma de áreas metropolitanas en un país
dida de servicios administrativos que la ciudad " e x p o r - ya implica una división interregional del trabajo. En
taba" al resto del país. L a renta que d e j ó de fluir hacia ésta corresponden a las áreas metropolitanas determina-
R í o puede haber acarreado una reducción del mercado das funciones industriales, comerciales, financieras, etc..
para las actividades de consumo local, volviendo a la L a industria es, en general, una actividad típicamente
ciudad menos atractiva para nuevas industrias, que urbana (excepto las llamadas agroindustriales). Pero hay
"exportarían" parte de su producción. Aunque Gua- determinadas industrias que casi necesariamente se lo-
nabara tenga excelentes posibilidades de compensar las calizan en áreas metropolitanas, siendo inclusive uno
pérdidas sufridas por la transferencia de órganos de de los importantes factores de formación de esas áreas.
alta administración federal a Brasilia, a corto plazo Es el caso de la " g r a n industria", principalmente de
su potencial económico debe haber sido afectado en las actividades de montaje (de automóviles, navios,
forma negativa. aviones, aparatos electrónicos) que polarizan un número
En suma, es imposible comprender la economía de considerable de establecimientos suministradores de com-
una ciudad sin situarla en el contexto de la red urba- ponentes. Del mismo modo, el comercio mayorista se
na a la cual pertenece, y sin determinar las funciones localiza casi siempre en áreas metropolitanas, cuando
especializadas que ejerce. Es el número y la importan- éstas ya existen, por el simple hecho de que el tamaño
cia de esas funciones lo que determina el tamaño de la del mercado metropolitano reduce los costos de trans-
ciudad, el vigor de su economía y sus perspectivas de porte, cuando el centro de redistribución de los pro-
desarrollo. ductos se halla próximo a él. L o mismo sucede con
los costos de comunicación, por lo que se refiere a las
actividades financieras: matrices de bancos, de compa-
ñías de seguros, de financieras, etc., necesariamente se
hallan en áreas metropolitanas. Siempre en el área de
servicios, hay algunos que atienden necesidades de una
parte restringida de la población, generalmente de ma-

* Preparado originalmente para el Seminario sobre Planea-


miento M e t r o p o l i t a n o , realizado en San P a b l o en julio de
1972.

[171]
172 EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO I 7Ii

yor poder adquisitivo, o necesidades eventuales de toda de quien rige sus destinos. L a racionalidad del planea-
la población, pero que se manifiestan raramente. Estos miento consiste en promover las actividades que corres-
servicios especializados —teatros, comercios de lujo, ponden a la vocación de la metrópoli superando even-
clínicas médicas especializadas, agencias de turismo, tuales obstáculos que la economía de mercado no puede
etc.— son atraídos a las áreas metropolitanas por la vencer espontáneamente. Se requiere buscar, entre las
gran densidad y tamaño de la población de esas áreas, variadas oportunidades que ofrece el progreso tecnoló-
que les proporciona mercado suficiente para desarrollar gico, las que m e j o r pueden ser aprovechadas por cada
sus actividades, a pesar de que sólo atienden a una área metropolitana.
pequeña parte de la población. Es preciso no confundir la vocación de determinada
Es importante señalar que las metrópolis también área metropolitana con las tendencias históricas de su
poseen todas las actividades que encuentran en cual- evolución económica. Esas tendencias pueden invertirse
quier otro centro urbano: comercio minorista, pequeña y es posible que eso sea conveniente. Las áreas metro-
industria, agencias bancarias, etc., que atienden a las politanas de las regiones menos desarrolladas del país
necesidades de su población. Éstas son actividades de presentan, en general, una especialización meramente
mercado interno. En cuanto a las de exportación, para comercial que deriva de su propio atraso. Para averiguar
que la economía metropolitana desempeñe adecuada- si un área, en esas condiciones, tiene vocación industrial,
mente su papel en la división interregional del trabajo, por ejemplo, no alcanza con analizar únicamente su
conviene que se especialize en las funciones específica- evolución pretérita. Es necesario, antes que nada, hacer
mente metropolitanas, dejando a los centros urbanos un pronóstico de c ó m o deberá evolucionar el conjunto
menores las actividades de exportación que no les son de la economía regional. Es en función de los resultados
propias. En caso contrario, la metrópoli no estará utili- del pronóstico que será posible aquilatar la verdadera
zando sus recursos del mejor m o d o posible y al mismo potencialidad del área. Así, Bahía, la menos industrial
tiempo determinará un vaciamiento económico y demo- de las grandes ciudades brasileñas, ha presentado recien-
gráfico de las demás áreas de su zona de influencia. temente índices bastante elevados de industrialización,
Así, por ejemplo, no hay ventaja alguna en que los que resultan, evidentemente, de todo el programa de
frigoríficos se localicen en áreas metropolitanas, —es industrialización del Nordeste puesto en marcha en los
mejor que se establezcan en las áreas de engorde de últimos diez años.
ganado. Por otra parte, conviene tener siempre presente que
Aunque sea fácil enunciar en forma abstracta . las un área metropolitana comporta una gran variedad de
actividades metropolitanas en general, cada área metro- actividades económicas. L o normal es que tenga más de
politana difiere de las demás y el planeamiento requiere una vocación, lo que permite al planeamiento explotar
el conocimiento específico de su " v o c a c i ó n " , que puede ganancias derivadas de la complementariedad interin-
ser definida como el conjunto de bienes y servicios que dustrial. El turismo, por ejemplo, no requiere solamente
puede suministrar, en mejores condiciones, al resto del servicios de hospedaje y de transporte. Proporciona
país o al exterior. San Pablo tiene (entre otras) voca- mercado a las artes de comunicación, a la artesanía y
ción industrial, por ejemplo, mientras que Río de a determinadas líneas de comercio. L a industria, a su
Janeiro tiene vocación turística. L a vocación de un área vez, exige servicios de transporte, energía, investigación
metropolitana depende de su historia, de sus recursos tecnológica, etc. A l fin de cuentas, el verdadero pro-
naturales, de su localización y de la voluntad política blema del planeamiento es menos encontrar la vocación
174 EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO I 7Ii

económica de la metrópoli que desarrrollar una meto- Es probable, con todo, que el acceso interno a In
dología (posiblemente un tipo de análisis de costos y producción de la metrópoli sea dificultado, en muchos
beneficios) que permita seleccionar las actividades que casos, por la carencia de instituciones adecuadas. El
podrán contribuir m e j o r al crecimiento de la economía mercado de trabajo puede servir de ejemplo una vez
metropolitana. más. Generalmente, la demanda de fuerza de trabajo
se hace mediante anuncios en los periódicos o en la
puerta de las empresas o por canales informales, lo
que muchas veces no llega a conocimiento de los intere-
2. EL ACCESO I N T E R N O A L A PRODUCCION sados. L a oferta de fuerza de trabajo, a su vez, rara-
METROPOLITANA mente es divulgada, limitándose a responder a los llama-
dos de la demanda. Falta evidentemente en cualquier
N o siempre la población de la metrópoli logra disfrutar mercado de trabajo metropolitano un órgano público
de las ventajas que ofrece la economía metropolitana. —bolsa de trabajo o algo por el estilo— que organice el
Muchas veces las barreras son físicas: el sistema de contacto sistemático entre oferta y demanda de fuerza
transporte en la metrópoli es inadecuado o la localiza- de trabajo. D e l mismo modo, otros tipos de carencias
ción de las actividades dificulta su acceso. El mercado institucionales pueden ser identificadas y resueltas por
de trabajo de la metrópoli es de los más diversificados, el planeamiento, tales como servicios de orientación
ofreciendo mejores condiciones de satisfacción tanto profesional, centros de información al consumidor, etc.
a las empresas.en busca de talento o especialización H a y que agregar, aunque sea obvio, que la localiza-
fuera de lo común como a quienes procuran ejercer ción de las actividades productivas en el espacio debe
actividades en condiciones favorables. Es por eso que la obedecer también a otros criterios, tales como el aisla-
metrópoli alberga, en general, establecimientos de acti- miento de las actividades contaminadoras, la descentra-
vidad creadora —talleres de arte, agencias de publi- lización de actividades que producen congestionamientb
cidad, centros de investigación— y por el mismo m o t i v o del tránsito, la preservación de áreas verdes, etc.
acuden a ella artistas, científicos, pensadores, etc. Pero
no siempre es fácil la comunicación entre demanda y
oferta de fuerza de trabajo, por la precariedad de los
medios de transporte. El agrupamiento de actividades
3. EL ACCESO E X T E R N O A LA PRODUCCION
en determinadas áreas, que ya se da en cierta medida en
METROPOLITANA
forma espontánea, puede facilitar esa comunicación. Es-
tudiando cada caso en sí, el planeamiento puede regla-
L a salud económica de la metrópoli depende, en parte,
mentar el uso del suelo de modo de facilitar no sólo el
del quantum de bienes y servicios que logra exportar,
contacto en el mercado de trabajo sino también entre
cuyo valor determinará el quantum de bienes y servicios
quienes proporcionan y quienes usufructúan bienes y ser-
recibidos de afuera. El planeamiento de las actividades
vicios. Para este fin, el agrupamiento puede ser deseable
productivas de la metópoli debe, por eso, conceder
en algunos casos y desaconsejado en otros. El acceso, por
cierta prioridad a las actividades exportadoras.
la población más pobre, a los equipos culturales que la
Además de estímulos y subvenciones a actividades
metrópoli posee, puede estar condicionado a su disper-
"naturalmente" exportadoras, como la gran industria
sión por las áreas en que reside esa población.
por ejemplo, el planeamiento debe considerar el acceso
176 EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO
I 7Ii

externo a determinados servicios que, siendo exclusivos pleo, es casi seguro que será aún mayor en las áreas
de la metrópoli, deben ser consumidos por la población urbanas menores y en el campo. En este sentido, no hay
no metropolitana in loco, donde son producidos. D e esta cómo resolver el problema dentro de los límites de la
situación, la economía metropolitana puede derivar con- economía metropolitana, a n o ser que se desee eliminar
siderables ventajas. Así, el planeamiento puede proponer el desempleo metropolitano a toda la población.* Esto
convenios entre la metrópoli y municipios no metropoli- significa solamente que la elevación del nivel de empleo
tanos en el sentido de la utilización por los habitantes es una cuestión que concierne al planeamiento, según el
de éstos de ciertos servicios especializados de la metró- caso, regional o nacional.
poli: clínicas especializadas, escuelas superiores, labora- Eso no quiere decir, sin embargo, que el papel de la
torios, espectáculos artísticos. Es claro que la exportación metrópoli en la absorción de una considerable parte de
de esos servicios siempre se da, en cierta medida, la fuerza de trabajo regional puede ser descuidada por
espontáneamente. C o n todo, su organización puede au- e) planeamiento. L a tendencia prácticamente universal,
mentar el volumen de esa exportación de servicios y, en todas las regiones que se desarrollan, es a que una
al mismo tiempo, reducir los costos tanto para los creciente parte de la población se desplace hacia la me-
usuarios de afuera como para los de adentro de la trópoli. Sería una miopía indefendible, para no hablar
metrópoli. C u a n d o se trata de servicios públicos gra- de injusticia e inhumanidad, que el planeamiento opu-
tuitos, es normal que los costos se repartan entre todas siera barreras selectivas al a f l u j o de migrantes, vedando
las comunidades que los utilizan. o dificultando la fijación en la metrópoli de quienes,
En último análisis, el planeamiento puede organizar aparentemente, tienen menos oportunidades de colo-
mejor las relaciones de la metrópoli con el exterior, con carse en el mercado de trabajo. L o que se impone es
provecho para ambas partes. Para eso, es necesario que una acción positiva del planeamiento, en el sentido de
el planeamiento determine la naturaleza y la importancia facilitar la absorción, por la economía metropolitana,
de las actividades de exportación de la metrópoli, sus de la oferta de fuerza de trabajo proveniente tanto de
posibilidades de expansión, e indentifique las "áreas- la inmigración c o m o del crecimiento vegetativo de la
problema" y el tipo de solución que se les puede aplicar. población. Para eso, es indispensable estimar la evolución
futura de la demanda de fuerza de trabajo," no sólo
global sino por niveles de calificación, de manera de
poder tomar medidas concretas, en el campo de la educa-
ción y el entrenamiento profesional, para adecuar la
4. EL E M P L E O E N LA METROPOLI
oferta de mano de obra a los requisitos de la demanda.

Debido a la amplitud de la economía metropolitana, O t r a tarea del planeamiento específicamente metro-


suele ofrecer oportunidades de empleo más amplias y politano en el área del empleo consiste principalmente
variadas que otras áreas, lo que acarrea en general un en perfeccionar el mercado de trabajo, mejorando las
mayor grado de participación en la fuerza de trabajo.
Es más frecuente que mujeres y jóvenes que aún están
* En la medida en que el nivel de empleo se elevase más
estudiando también ejerzan actividades remuneradas en
rápidamente en la metrópoli que en su zona de influencia,
la metrópoli. Por eso, no hay un " p r o b l e m a " de empleo sería mayor el f l u j o de migración hacia la metrópoli, cuyo
en la metrópoli, que sea específico de ella. Si en deter- resultado sería transferir para dentro de la metrópoli el
minadas áreas metropolitanas hay considerable desem- desempleo de afuera.
178 EL P L A N E A M I E N T O METROPOLITANO

instituciones existentes o creando otras nuevas. L a suge-


rencia, hecha más arriba, de la creación de bolsas de
trabajo, parece ser de aplicación general en todas las
áreas metropolitanas, pues, debido al tamaño de éstas,
la organización informal del mercado de trabajo es
demasiado ineficiente. Así como quienes ofrecen su fuer-
za de trabajo, en una metrópoli, no pueden leer todos
los periódicos ni ver todos los anuncios a la puerta de los
establecimientos, tampoco éstos pueden someter a
pruebas de selección a todos los candidatos posibles.
U n a organización que centralizase esa actividad ahorra-
ría esfuerzos considerables d e ambos lados y podría
promover la especialización de la m a n o de obra, median-
te cursos de entrenamiento y re-entrenamiento bastante
adaptados a las necesidades de la demanda de fuerza de
trabajo.
El registro y la orientación de todos los que ofrecen
su fuerza de trabajo en la metrópoli por un órgano
que recibiera al mismo tiempo todas las solicitudes de
la demanda tendría como efecto lateral, pero no des-
preciable, la reunión de informaciones vitales para el
planeamiento de los equipos "sociales" de la metrópoli:
escuelas, centros de salud, áreas de recreación, etc.

impreso en castillo hermanos, s.a.


fresno 7 col. el manto
del iztapalapa - c.p. 09830, d.f.
quinientos ejemplares y sobrantes
18 de mayo de 1998
MOVIMIENTOS SOCIALES URBANOS
Manuel Castells

En todos los países p o d e m o s observar c o m o aumentan el número y la


intensidad d e las movilizaciones populares en t o m o a los problemas d e la
organización colectiva del m o d o d e vida, en torno a los llamados "proble-
mas urbanos" que afectan a la inmensa mayoría d e la población que habi-
ta las ciudades: condiciones d e vivienda y transporte, acceso a los servi-
cios colectivos (escuelas, hospitales, guarderías, jardines, zonas deporti-
vas, centros culturales), etc. Nuevos problemas en la vida cotidiana,
nuevas contradicciones y conflictos sociales, a partir d e los cuales surgen
los actuales "movimientos sociales urbanos".
Manuel Castells afronta el tema en una doble dirección.
De un lado,analiza teórica y políticamente el problema.De otro,estudia
minuciosamente cuatro movimientos significativos que al autor ha conoci-
d o a través d e investigaciones precisas y d e experiencias vividas perso-
nalmente en el seno d e esos movimientos: la lucha contra la renovación
urbana de París, los comités d e ciudadanos d e Montreal, el movimiento
e c o l ó g i c o en los Estados Unidos y las luchas del "Movimiento d e Poblado-
res" en el Chile d e la Unidad Popular.
París, Montreal, Estados Unidos y Chile son, para el autor, expresiones
históricas particulares d e un proceso a la vez general y complejo: aquél
por el cual la lucha política y los problemas urbanos se ligan en forma
estrecha desarrollando nuevas contradicciones sociales que se en-
cuentran en el centro d e .nuestra vida cotidiana.

L O S P O B R E S DE L A C I U D A D EN L O S
ASENTAMIENTOS ESPONTÁNEOS
Jorge Montaño

Hasta fechas recientes, el tratamiento del fenómeno urbano


se limitó a resolver aquellos problemas inmediatos que
constituían fuentes d e descontento en los estratos privile-
giados d e la sociedad. Sistemáticamente se soslayó a los
pobres d e la ciudad, quienes se concretaban a protestar
contra el sistema desigual dominante cambiando su miseria
rural sin esperanza por un amplio panorama d e expectati-
vas que a la postre resulta contener más limitaciones. Re-
cientemente, sin embargo, han empezado a reconocer sus
potencialidades d e oposición, unas v e c e s en forma desarti-
culada y en otras con cierta organización a fin d e obtener
un mínimo d e satisfactores.
267872
instrumental teórico susceptible d e analizar concretamente las nuevas
La presente investigación está dedicada a determinar a
contradicciones sociales denominadas urbanas, teniendo en cuenta tres
grandes rasgos los mecanismos y el tipo de relación que ha niveles: la crítica de la ideología urbana, el desarrollo de los elementos teó-
establecido el aparato gubernamental y político con los ricos del materialismo histórico y el análisis de situaciones concretas e n
pobres de la ciudad, así como a explicar las actitudes polí- varias sociedades (Francia, Estados Unidos, diversos países d e América
ticas d e éstos. El análisis a través del trabajo de campo per- Latina, Canadá, etc.). De esta forma ¡a obra se estructura en una serie de
temas ordenados teóricamente: el proceso d e urbanización, la ideología
mitió'comprender los cambios y variaciones que ha sufrido
urbana, la estructura urbana, planificación urbana, los movimientos so-
la interrelación desde sus inicios y se ha puesto especial in- ciales urbanos.
terés en los escasos momentos en que reciben la atención Manuel Castells, nacido en España en 1942, se doctoró en sociología en
del aparato gubernamental (las largas campañas electora- la Universidad de París en 1967. En ¡a actualidad es profesor de sociolo-
les, por ejemplo, que una vez concluidas dan paso a una si- gía en la École Pratique des Hautes Études (Sorbonne, París). Ha sido
profesor y consultor d e la U N E S C O en la Facultad Latinoamericana d e
tuación real de abandono). Hay que pensar que los pobres
Ciencias Sociales y profesor-visitante en el C e n t r o d e Desarrollo Urbano
d e la ciudad participan activamente en el desequilibrado d e la Universidad Católica d e Chile. Es autor, entre otros trabajos, d e
proceso social, político y económico, aunque su actividad Problemas de investigación en sociología urbana y Movimientos so-
cotidiana representa una forma diferente d e actuación, d e ciales urbanos, publicados por Siglo XXI Editores.
la cual se desprenden nuevos términos de incorporación.
Jorge Montaño realizó estudios de licenciatura en las facul-
tades de Ciencias Políticas y Sociales y en la d e Derecho C Ó M O SOBREVIVEN L O S M A R G I N A D O S
de la U N A M , así como de maestría y doctorado en So- Larissa A. d e Lomnitz
ciología Política en la Universidad d e Londres. Actualmen-
U n p o c o más d e dos décadas han pasado d e s d e los primeros estudios la-
te es profesor por oposición de la Facultad de Ciencias Po-
tinoamericanos sobre la marginalidad, cuando se hizo notorio el creci-
líticas ( U N A M ) y jefe del Departamento d e Sociología d e la miento d e las barriadas en torno a las grandes ciudades c o m o Lima, Mé-
Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metro- xico, Buenos Aires y Río d e Janeiro. Pero las barriadas siguen expandién-
politana. Ha publicado Partidos y política en A m é r i c a dose en torno a los espacios urbanos y la segunda generación d e pobla-
Latina, U N A M , así como artículos en diversas revistas es- dores : tampoco ha logrado acceso al proletariado industrial. Este libro se
basa en el estudio antropológico de una barriada d e la ciudad d e México,
pecializadas.
enfocado primordialmente en los mecanismos de supervivencia, más que
d e subsistencia, d e los marginados, pues debido a lo inestable y precario
d e su situación laboral, el aspecto de la seguridad económica reviste una
importancia desusada para el marginado: es un asunto d e vida o muerte.
LA CUESTIÓN URBANA
La doctora Larissa A d l e r d e Lomnitz, chilena residente en México, es in-
Manuel Castells vestigadora titular del C e n t r o d e Investigaciones en Matemáticas Aplica-
das y Sistemas d e la Universidad Nacional Autónoma d e México.
Los problemas urbanos están d e moda, tanto en los discursos oficiales co-
mo en la experiencia cotidiana d e la gente. ¿ S e trata d e una moda o d e
un problema real? Y si es un problema real, ¿cuáles son sus raíces rea-
les?; ¿cuál su relación con las nuevas contradicciones del capitalismo en
su fase actual?; ¿cuál su impacto sobre los movimientos sociales y los pro-
cesos políticos? Estos son los interrogantes más importantes a los que pre-
tende dar respuesta el presente libro.
Las nuevas condiciones d e reproducción d e la fuerza d e trabajo suscitan
conflictos y contradicciones (conocidos c o m o urbanos en la práctica so-
cial) que es necesario conocer para transformar.
Situándose en esta perspectiva, La cuestión urbana intenta elaborar un

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