El Ensayo Argumentativo
El Ensayo Argumentativo
El Ensayo Argumentativo
El ensayo es un género que nace en el seno de las profundas reflexiones que hacían los filósofos
sobre todo aquello que “aquejaba” a la humanidad. Es considerado de corte literario por el uso del
lenguaje: se embellece con las múltiples figuras retóricas utilizadas.
Uno de los ensayos que más se realiza es el argumentativo, porque esencialmente es un tipo de
texto en el que predomina este orden discursivo; es una tarea muy común en la vida académica.
Este tipo de texto es muy útil y práctico, no solo te permite decir qué piensas sobre un tema, sino
que reflexivamente hilas tus ideas para generar empatía con el lector.
Veamos a continuación la definición de un ensayo argumentativo.
¿Qué es un ensayo argumentativo?
El ensayo argumentativo es un tipo de texto, generalmente académico, en el cual el autor presenta
sus ideas con respecto a un tema específico a la vez que explica las razones por las cuales ha
asumido una determinada postura ante el mismo.
En el ensayo argumentativo siempre se busca dar a conocer un tema, las ideas que de él se tienen
y defenderlas en función a una determinada postura sobre otra contraria que pueda existir. Así el
lector tiene la oportunidad de conocer tanto la temática como las razones por las cuales el autor
esgrime sus planteamientos y construir su propia opinión al respecto.
Características del ensayo argumentativo:
Por ser un texto cuya finalidad es dar a conocer el planteamiento del autor el ensayo argumentativo
es un tipo de texto libre que transita los géneros discursivos de la descripción, la exposición y la
argumentación. Sus principales características son:
Tema libre: la temática elegida para tratar en el ensayo depende de los intereses del autor, sus
conocimientos y experiencia en la materia así como su pasión por el mismo.
Por ello el tema es siempre de libre elección para el autor. Claro que en casos de ensayos
asignados previamente por un docente, quizás no habrá mucha libertad a la hora de elegir el tema,
pero si en el modo de abordarlo.
Lenguaje formal: siempre al momento de redactar un texto académico y en especial un ensayo
con argumento, el lenguaje debe ser formal, respetando las formas estructurales de la gramática y
sin hacer uso de coloquialismos que dificulten la lectura.
Argumentos: la argumentación es la clave del ensayo argumentativo. Consiste en la sustentación
de las ideas expresadas con el apoyo de planteamientos sólidos que permitan convencer al lector.
Los argumentos pueden valerse de citas textuales de otros autores, siempre respetando las
normas de citado y los derechos de autor. Incluso siempre es recomendable que existan citas que
permitan apoyar las ideas del autor.
También se pueden usar citas que se contraponen, esto con el fin de rebatir tales ideas
aumentando así la credibilidad sobre el planteamiento central del ensayo.
Coherencia: la coherencia es parte fundamental de todo texto escrito. Se trata de mantener una
ilación acorde entre las ideas que faciliten la lectura y comprensión por parte del lector.
Para que un texto sea coherente hay que mantener orden a la hora de esgrimir los argumentos y a
su vez construir correctamente las oraciones, respetando la gramática y la ortografía.
Extensión: la extensión de todo ensayo suele ser igual o superior a las 5 cuartillas. De ser más
corto no se trata propiamente de un ensayo si no de un análisis, un artículo de opinión, un papel de
trabajo o de cualquier otro tipo de ejercicio del pensamiento.
Si bien la extensión del ensayo argumentativo es variable y depende de los planteamientos del
autor, la temática abordada y las referencias citadas, suelen ser superiores a las cinco cuartillas,
pues se requiere de un espacio amplio de texto para poder desarrollar las ideas.
Para qué sirve un ensayo argumentativo
Si quieres encaminarte hacia una fluida y pulcra redacción de un texto de esta naturaleza, debes
saber para qué se hace.
Más allá de reflexionar concienzudamente sobre un tema, debes convencer y persuadir a tus
potenciales lectores de que tus planteamientos son los más acertados.
¿Sabes la diferencia entre “convencer” y “persuadir”?
Cuando convencemos, hacemos que la otra persona crea que es verdad lo que decimos.
Más allá de reflexionar concienzudamente sobre un tema, debes convencer y persuadir a tus
potenciales lectores de que tus planteamientos son los más acertados.
¿Cómo hacer un ensayo argumentativo?
Un ensayo argumentativo se realiza seleccionando un tema a abordar y que permita esgrimir sobre
él tanto la posición del autor principal como de autores de apoyo a fin de dar validez al mismo.
Antes de seriar los pasos a seguir para su elaboración, tienes que conocer la estructura básica de
un texto argumentativo, que puede ser ligeramente modificada en función de las intenciones
comunicativas.
1. Elección de un tema
Debes saber sobre qué vas a hablar. Jamás podrás empezar a escribir si no tienes un norte
definido. No hay que confundir tema con título: el tema es el ámbito donde se inserta el texto; el
título resume la especificidad con que será tratada la temática.
2. Documentación
¿Puedes escribir sobre lo que no conoces o no dominas lo suficiente? Pese a que el ensayo es
una opinión propia, siempre es bueno que indagues un poco más. Esto le dará mayor fuerza de
convencimiento y solidez a los argumentos.
3. Esquema o guion de trabajo
¿Es más fácil hacer una casa sin armazón o con ella? Pues eso constituye el esquema de trabajo:
un “esqueleto” sobre el que vas a construir el texto final.
4. Borrador
Una vez que organizas las ideas a desarrollar, pones por escrito la información.
¿Qué aspectos debo tener presente al momento de redactar el borrador?
5. Títulos apropiados
Para el tema a desarrollar, la intención comunicativa y el público lector para lograr atrapar la
atención desde el principio.
6. Coherencia
Las ideas debes desarrollarlas con un orden lógico interno que garantice su significado; las
oraciones que conforman un párrafo y los párrafos que constituyen el texto deben tener sentido.
7. Cohesión
Los mecanismos cohesivos procuran el orden y la vinculación externa de ideas en el texto.
El uso adecuado de conectores (marcadores textuales), signos de puntuación y la elipsis
(supresión de palabras o frases) ayudan con la fluidez del escrito.
El uso de pronombres y sinónimos evitan las repeticiones innecesarias.
8. Armonía estilística
El estilo del texto debe ser uniforme en cuanto al lenguaje utilizado y la forma como se presentan
las ideas; si empiezo siendo formal (con un léxico estándar-formal), lo ideal es que este tono se
mantenga en toda la redacción.
9. Sintaxis impecable
Debes cuidar cómo estructuras gramaticalmente los enunciados, procurando siempre que éstos se
ajusten a las reglas ya conocidas.
10. Ortografía perfecta
Escribir o hablar bien es nuestra mejor carta de presentación, si queremos impresionar
positivamente al otro. Además, el uso correcto de los signos de puntuación garantiza que tus ideas
sean plasmadas e interpretadas tal cual las concibes.
11. Revisión
Una vez que has redactado el ensayo, lo revisas.
¿Qué aspectos debes revisar? Ortografía (acentuación y puntuación), coherencia (fondo), cohesión
(forma), sintaxis.
Debemos “pulir” el texto de repeticiones, contradicciones y ambigüedades.
Otro aspecto a considerar: tipos de argumentos
Cuando redactemos un ensayo argumentativo, es bueno saber qué tipos de argumentos podemos
utilizar y así lograr mayor afinidad con nuestros lectores. Una tipología básica y sencilla los agrupa
de la siguiente manera:
Argumentos de autoridad
¿Cuántas veces has leído un texto y contiene citas de frases y pensamientos de personajes
ilustres? ¿Percibes una información más confiable, cierto?
El fin de este argumento es otorgarle mayor credibilidad a nuestro razonamiento, al sustentar los
planteamientos propios en lo que otros (personas con reconocimiento público y de prestigio) han
dicho sobre el tema.
Sentir general de la sociedad
Recurrimos a la clásica estrategia de insertar en nuestro discurso situaciones de la vida cotidiana
que hemos vivido por experiencia propia o ajena, con la intención de que el lector se identifique con
tal realidad.
Este argumento, más allá de ser un registro anecdótico, lo conviertes en una herramienta poderosa
para mover la fibra emocional de tu lector y que se conmueva ante las razones expuestas.
El sentirnos identificados con lo que leemos, genera en nosotros una conexión y aceptación
especial, por lo que apelar al sentir general de la sociedad siempre será un recurso invaluable para
conseguir la persuasión.
Consejos útiles
-Usa el esquema básico para organizar los textos e inserta en él los aspectos fundamentales a
desarrollar en un ensayo argumentativo; a saber:
Hemos visto en los últimos días como se ha armado cierto revuelo por la solicitud de disculpas del
actual presidente de México al gobierno de España y al Vaticano, por el proceso de conquista de
latinoamérica.
Si revisamos un poco la historia contemporánea veremos que esta solicitud no es nueva, ya a
inicios de su mandato el difunto presidente de Venezuela Hugo Chávez, había entablado la misma
demanda y bajo un discurso cargado de resentimiento expresó sus opiniones al respecto.
Si vamos aún más atrás, en el año 1971 el escritor uruguayo Eduardo Galeano en su ensayo «Las
venas abiertas de América Latina» analiza y fija posición sobre el proceso de conquista española
de Latinoamérica.
De igual forma realiza un detallado análisis de cómo los diferentes países con mayor poder
económico se han aprovechado de los recursos de Latinoamérica desangrándola a través de los
años.
Ahora bien, sin negar el hecho de que la conquista fue un atropello desde todo punto de vista y que
ciertamente a lo largo de la historia, no solo de América sino del mundo, los países poderosos se
han aprovechado siempre de los más pequeños; resulta un anacronismo juzgar el pasado con el
pensamiento actual.
Todo lo que ha ocurrido a lo largo de la historia tanto en política, economía y religión, ha obedecido
a momentos propios de la historia. Cada paso ha sido dado en función a situaciones propias de
ese momento y de esa realidad.
Juzgar el pasado en base al pensamiento actual es un error si lo hacemos para generar polémica o
desencuentros y no para aprender de los errores y evitar su repetición.
La Iglesia Católica se ha disculpado ya con anterioridad por las actuaciones durante el proceso de
conquista, aunque su disculpa obedezca más a una forma de mantener la paz que a un pasado
turbio, pues la conquista violenta fue por parte de los conquistadores que usaron el estandarte de
la fe como excusa.
Si revisamos bien la historia, podremos encontrar en México frailes y sacerdotes que se oponían a
la violencia de Cortés y sus tropas. Veremos cómo incluso los sacerdotes abogaban por la defensa
de una cultura que sabían rica, autóctona e irrepetible.
Exigir en la actualidad disculpas por un proceso de conquista cuando no hay en el mundo una sola
población que no haya sido conquistada e invadida por otra, es un absurdo.
Pretender que los pueblos se disculpen o que se deconstruya la historia para reescribirla de un
modo más favorecedor es un sin sentido.
Todo el proceso de crecimiento de Europa parte también de sus conflictos, de sus guerras e
invasiones, de los flujos migratorios de sus pueblos.
Si vamos aun más atrás, veremos que la Antigua Grecia fue grande también justo por ello, por sus
intercambios culturales, sus guerras, su comercio y las conquistas que hacían sobre otros pueblos.
Pretender que en la actualidad se esgriman disculpas por sucesos de la historia acontecidos hace
más de 500 años es un anacronismo. Un sin sentido y más aún cuando a pesar de las
circunstancias ese mismo proceso abrió las puertas de una vida más estable y desarrollada para
sus pueblos.
Toda mirada sobre el pasado debe llevarnos a la reflexión para evitar cometer los mismos errores,
no para estancarnos en discusiones que ya carecen de sentido.
Lo que sí debe en la actualidad llamar nuestra atención, es el pretender imponer a las sociedades
modelos caducados de organización política que ya han demostrado ser un fracaso total en otras
naciones.
Mirar el pasado para criticarlo y repetirlo, es un error. Mirar el pasado para comprenderlo y a partir
de allí desarrollar políticas nuevas que permitan el avance de los pueblos es el verdadero camino.
Álvarez, Miriam (1995). Tipos de escrito II: Exposición y argumentación. 2da.edición. Madrid: Arco
Libros.
Bas, Alcira et al. (2001). Escribir: Apuntes sobre una práctica. Buenos Aires: Eudeba.
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