Cuadernos de La Pandemia #1. Oaxaca
Cuadernos de La Pandemia #1. Oaxaca
Cuadernos de La Pandemia #1. Oaxaca
CUADERNOS DE LA
PANDEMIA # 1
CUADERNOS DE LA PANDEMIA 1
Isidoro Yescas Martínez, coord.
Correspondencia: isidoro.yescas@gmail.com
Claudio H. Sánchez Islas, coord.
Correspondencia: klovis44@gmail.com
©Cada autor por su texto.
©Cada autor por sus fotografías.
Cada autor es responsable de sus opiniones.
Imagen de portada: Gráfica del artista Line (atribuida),
2020. Con la cuarentena, apareció pegada en distintas
paredes de casas viejas de la ciudad de Oaxaca.
Este libro es de libre acceso y puede citarse, reproducirse o
reenviarse, solo rogamos se cite la fuente.
Ciudad de Oaxaca, 25 de abril de 2020.
www.carteleseditores.com
PRESENTACIÓN
3
demia será muy útil no solamente como un
ejercicio de análisis de coyuntura, sino para
apuntalar propuestas que permitan hacer con-
trapeso a lo que desde los gobiernos federal
y estatal no se alcanza o no se quiere todavía
reconocer: que el coronavirus llegó para que-
darse y, a no dudarlo, será un factor que revo-
lucionará tanto la vida privada como pública
de los mexicanos y todo el quehacer políti-
co-institucional.
Por lo mismo, y con el apoyo incondicio-
nal de Carteles Editores, Cuadernos de la
Pandemia, como se denominará este proyec-
to editorial digital, se inaugura con artículos
y ensayos de un grupo de periodistas, profe-
sionistas y académicos oaxaqueños, interesa-
dos en compartir vivencias personales y co-
lectivas así como en analizar lo que ocurre en
derredor de los decretos y decisiones guber-
namentales y las reacciones de la sociedad.
Tratándose de un proyecto que pretende
llegar al mayor número de lectores, la cir-
culación de esta y futuras ediciones de Cua-
dernos de la Pandemia será gratuita y podrá
reproducirse total o parcialmente por otros
4
medios, con el único requisito de darle los
créditos correspondientes a la publicación y
a sus autores.
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ÍNDICE
10 I. CRÓNICAS TESTIMONIALES
DE LA TEMPESTAD
6
56 Del trabajo académico
al trabajo doméstico
Olga J. Montes García
64 De cómo la pandemia
vino a hacer comunidad
Olga Rosario Avendaño
73 ¿Qué Casa?
Gerardo Garfias Ruiz
7
120 Es la hora de la ciencia
Néstor Y. Sánchez Islas
8
171 Volver al “atraso”
Araceli Mancilla Zayas
226 Conspiración
Ensayo fotográfico. Fotografía y
manipulación digital: David Yescas
227 Autores
9
I. Crónicas
testimoniales
de la tempestad
LA TEMPESTAD Y LOS DEBERES
DE LA GENERACIÓN
“POST–CORONAVIRUS”
EL DESASTRE DE LA PANDEMIA,
VISTA DESDE CARTELES EDITORES
12
su clientela habitual... Empezaba marzo y era
rarísimo ver a alguien con cubrebocas y el gel
antibacterial y las botellas de alcohol del 96
dormían la siesta en los estantes acalorados
por la canícula. A pesar del estruendo del co-
ronavirus, uno muy extraño, pues es silencio-
so como personaje de novela, aun había mar-
chas y plantones de diverso pelaje sitiando
la ciudad. Cada madrugada y cada atardecer,
yo veía en mi paso hacia Carteles Editores
las aglomeraciones de “enfermos regulares”
afuera del Hospital Civil, quienes no estaban
allí por culpa del coronavirus, sino buscando
atención a todos los “otros” males.
CUBREBOCAS, PRIMERA
PRECAUCIÓN
13
cas. Invertimos un día entero en perfeccionar
la forma: cuando no nos bailaba en la nariz,
quedaba largo o corto en el mentón; los elás-
ticos quedaban guangos o apretados; intenta-
mos hacer algunos con tela que ventilara el
sofoco que produce la retención del aire ca-
liente de la exhalación y fracasamos. Lo más
que logramos fue atenuar el empañado de los
lentes. Un cubrebocas parece sencillo pero no
es una prenda cómoda. Se hacen esquemáticos
y por utilitarios se debe sacrificar su diseño.
Nos quedó en la mente asociar ese rectángulo
con lo siniestro, con la última barrera entre la
vida y la muerte. Por esos días un fabricante
a granel lo ofrecía a un peso la pieza, siempre
y cuando se le comprara medio millón de un
jalón. Una semana después, el precio lo subió
a tres pesos la pieza y se emperraba en su me-
dio millón como pedido mínimo. A los siete
días ya escaseaban en todo el país. El gel se
iba a 800 pesos el litro y supongo que al “es-
cuadrón de la muerte” del barrio vecino de la
Trinidad de las Huertas les daría el soponcio
al saber que ya no había existencias de alcohol
del 96, que es su amado confidente y camara-
14
da. Todos estábamos solos, de una u otra ma-
nera y el “ruido” descalzo de la pandemia ya
nos hacía escuchar cosas que ni existían. Nos
volvimos productores masivos de rumores y
“fake news”, aturdiéndonos unos a otros, en
una pandemia de histeria colectiva.
15
porte público. Establecimos el protocolo de
instalar la Comisión de Higiene que vigilaría
que cada uno llegara a asearse con jabón las
manos, la cara, el calzado, limpiar sus áreas
de trabajo, equipos y máquinas. Cerramos la
puerta a los vendedores ambulantes de los
que somos su ruta de peregrinación mercantil
en escala hormiga; pedimos que todo clien-
te o proveedor que entrara a nuestra oficina
usara cubrebocas y si no traía nosotros le dá-
bamos uno de los que fabricamos. Les hablé
de hacer acopio de provisiones: latería, azú-
car, sal, frijol, habas, lentejas, chiles... lo que
aguantara en la alacena. Una trabajadora de
origen miahuateco se ofreció a surtirnos de
la producción de sus familiares en aquel con-
fín de Valles Centrales. Sentí alivio... hasta
que poco días después nos dijo que su pue-
blo había sido “cerrado con candado” desde
dentro. Se nos cortaba una línea confiable de
suministro de granos. En pocos días, cada co-
munidad de distintas regiones determinó en-
cerrarse, como en el pasado virreinal cuan-
do ocurrían las epidemias... Era natural este
salto al pasado remoto: carecen de médicos,
16
de hospitales, de medicinas para enfrentar al
“silencioso” coronavirus. La mejor estrategia
–y la única posible que hallaron– era el aisla-
miento del mundo. Su economía les facilita-
ría resistir algunas semanas, dado su carácter
agropecuario que les permite alguna autono-
mía, ya sea por trueque o por compra–ven-
ta, sin embargo su aislamiento del dinero en
efectivo, de refresco, tiene limitaciones que
pueden autodestruirlas. En el entorno urbano
es muy distinto. Aislar una ciudad es matar
su economía monetarizada. En su comercio
se aglomera el público; sus fiestas cívicas y
religiosas se acompañan de romerías donde
circula el efectivo, el gasto, el ingreso y los
impuestos. La cadena productor–intermedia-
rios–consumidor no debe estropearse, pero
ante la contingencia el sector de los servicios,
donde el trato era necesariamente cara a cara,
algunos pequeños comerciantes oaxaqueños
copiaron la estrategia de Amazon y, recibien-
do pedidos por el whatsapp o por mail, enfren-
tan la crisis innovando surtiendo a domicilio
víveres y abarrotes. No obstante, al restrin-
girse el circulante, todo se derrumbó.
17
Mi siguiente súplica a mis trabajadores fue
que no pidieran prestado, pues se les pagaría
el mes de abril completo. No pidan ni siquie-
ra créditos con cargo a su nómina; ni se les
ocurra recurrir al “gota a gota” colombiano,
porque pagarán con sangre, sudor y lágrimas
tal dinero. Los bancos ofrecieron tramposa-
mente “facilidades”, pero en realidad ningu-
na lo es. Aplicaron la “ley amlo”: ¡me pagas
a huevo! Créditos, impuestos, deudas, servi-
cios, etcétera. Un mes sin cobrar IVA ¿qué
vamos a pagar? Treinta días sin ingreso ¿cuál
ISR? ¿Cómo llegará el recibo de la luz, si no la
usamos? La “ley amlo” fueron instrucciones
precisas para suicidar a los pequeños nego-
cios. Ante la total carencia de ingresos, recu-
rrimos a los ahorros para pagar salarios, pero
¿por cuánto tiempo sin el renuevo monetario?
¿Cuántos podremos hacerlo? El desempleo
se dejó sentir de inmediato. A la calle cientos
de trabajadores en la ciudad de Oaxaca y mu-
nicipios aledaños... Otros más a medio suel-
do... Los más, con bendiciones y promesas
de recontratación cuando “esto pase”.
18
EL FUNERAL DE UN CREADOR DE
ELEFANTES BLANCOS
19
whatsapp les he enviado mensajes de aliento,
de esperanza a mis trabajadores; recomenda-
ciones de resistir, de no endeudarse a menos
que sea estrictamente necesario. Les he ex-
plicado que se cuiden unos a otros en casa,
para evitar un contagio. En esta crisis tene-
mos a un diabético y dos embarazadas, que
dieron a luz apenas, y están saludables ellas y
sus críos. Tenemos personal vulnerable, con
hijos pequeños ya ancianos en sus casas. Yo
recién fui operado de la próstata, así que tam-
bién estoy en el umbral de la vulnerabilidad.
Sin embargo, palpo, percibo, intuyo, que
todo el personal de Carteles Editores está
puesto a dar la pelea, en los términos que se
nos presente, dado que ese “ruido” impalpa-
ble ha cambiado la “realidad”, que no será
como la dejamos hace unas semanas. Sólo de
entrada: estaremos descapitalizados, gasta-
dos, desgastados... Veremos qué haremos y
cómo cuando reabramos las puertas. Nues-
tro trabajo será sobrevivir a la crisis profun-
da, pero ¿cómo? La tempestad está encima
de nuestras cabezas ahora, arrojándonos una
artillería pesada de malos presagios; nos ha
20
hecho cambiar radicalmente en lo espiritual,
ha nutrido nuestra flaca fe, nos estresa dema-
siado porque pareciera que cuando salgamos
del refugio solo miraremos el desastre. Pero
estas son figuraciones provocadas por el mie-
do. Abajo de estos párpados cerrados hay luz,
en algunos; negación en otros y “mevalema-
dres” en miles.
21
apoya su brazo extendido en el hombro de es-
posa, también ciega, un trompetista mixteco
también ciego al que asiste una hija adolescen-
te sacudiendo una lata vacía. Hay tres o cua-
tro señoras que llevan puestos ambulantes de
tortas y golosinas para las escuelas primarias
“Vicente Guerrero” y “Flavio Pérez Gasga”,
que están en ambos extremos de la sexta. En
esas esquinas se juntan taqueros, vendedores
de “tortas ejecutivas” o tortas de tamal, pa-
naderas artesanales, jugueros y dulceros. Al
medio día extienden sus puestos señoras que
traen “guisos” prácticos: arroz con huevos
duros, chiles rellenos, tacos dorados, frijoles,
tostadas de lo que sea, enchiladas sencillas,
aguas de frutas y los comensales comen de
pie... Pasa doña Tere, quien vende gollorías
y palanquetas; pasa otro señor anciano que
vende lo mismo, otro joven que ofrece gelati-
nas, un mesero de quién sabe qué lejana cafe-
tería que porta mandil y su menú plastificado
para levantar pedidos. Unos pasos más allá
hay un Modelorama con refrigeradores bien
surtidos y vuelve a repetirse la ecuación: ca-
feterías, chocolaterías, un serigrafista, no sé
22
cuantos estilistas, una purificadora de agua,
unas misceláneas, más médicos especialistas,
una Quemen y la parroquia de los Siete Prín-
cipes. Este es el universo social y económico
que gira alrededor de la manzana donde está
Carteles Editores.
ANTE LA “NEO–REALIDAD”
HAY QUE CAMBIAR DE RUMBO
23
presentará de ahora en adelante, pues no hay
líder, ni rumbo, ni medios, excepto la fe y la
imaginación a título personal, mientras que
socialmente el siguiente paso está por verse,
puede ser genial o puede ser caótico...
Solo otro ruido más grande matará a éste:
el de la vacuna eficaz... y es probable que nos
venga del mismo lugar donde empezó esta
tragedia.
En la otra “neo–realidad”, la que tenemos
como imperativo construir los mexicanos
“post-coronavirus”, la investigación médica
–científica, en general– y la invención tecno-
lógica deberán ser prioritarias para el estado
nacional –cualquiera que sea su color polí-
tico– que ahora ve cabizbajo qué equivoca-
dos están y estuvieron al recortar y recortar y
recortar los fondos públicos para educación,
ciencia y tecnología.
Cuando retornemos me sabrán distinto las
gollorías de doña Tere, los laureles de la pa-
nadera Cruz; apreciaré mejor los aromas de
las tortas de tasajo de Yéssica y las tostadas
de salchicha de Ejutla que pregona doña Leti;
y escucharé la marimba y los acordeones no
24
solo con los oídos, sino con las entrañas, y
todo ese universo pequeñito de la sexta de Co-
lón volverá a ser un bálsamo para mi alma...
Cuando retornemos todos para recuperar el
aliento del barrio de los 7 Príncipes.
25
EL DESPERTAR DE OAXACA
EN DÍAS DE MIEDO
27
jados llamativos, porque los tulipanes, las ja-
carandas, y las bugambilias no faltan nunca
a su cita primaveral, y los pájaros alegres lo
celebran, en contraste con las emociones hu-
manas que rayan en la preocupación.
Los relojes no paran, y por fin, los rayos
solares hacen que Oaxaca regrese a la vida.
Se mira alegre el periférico, porque ha de-
jado de ser la pista de fórmula 1, porque se
esfumaron los automovilistas ansiosos, que
son rebasados por los tiempos, ahora aplican,
su propio toque de queda, y su neurosis reta-
cha contra sus cuatro paredes, o es descarga-
da contra quien se ponga enfrente.
Pasaron a mejor vida las equilibristas que
manipulan el bilet, el maquillaje, el celular,
el espejo y el volante al mismo tiempo, y sor-
tean la aglomeración usando un sentido ex-
traño que solo poseen las mujeres.
En un abrir y cerrar de ojos, ocurrió lo ini-
maginable, porque desaparecieron las men-
tadas de madre, o el clásico agandalle sobre
quien circule lento, se borró el vocabulario
florido, salido del diccionario populachero, y
que es producto de la prisa, y el encabrona-
28
miento social, por querer que a las ruedas les
salgan alas, en una ciudad que fue invadida
por miles de vehículos de motor.
Hay una quietud aterradora, que provoca
que el gorgoreo de las palomas se escuche de
esquina a esquina del zócalo, que ahora es
casa de Juan de las Pitayas, y donde tarde que
temprano veremos viviendas estilo Parque
del Amor, con escritura legal, argumentando
persecución política, religiosa, social, racial,
o póngale usted el calificativo que guste.
Pasadas las 9 de la mañana, extrañamente
no se ven pleitos por lugares de estaciona-
miento, ni apartados rabiosos del sitio donde
se fincan negocios callejeros de 9 a 9, no se
ven trifulcas por territorios, porque, los com-
pradores de desechables se encuentran ence-
rrados a piedra y lodo.
Los sabuesos de la mordida, siguen con
rabia la cuarentena, que se multiplica sin pie-
dad.
El desconcierto se va incrementado al paso
de los minutos, y al llegar la hora del Vals
“Dios nunca muere”, se ve la desolación to-
tal. Las miradas de los pocos transeúntes, lle-
29
van el pánico ensimismado, y la ciudad cae
en un trance melancólico.
Llora, porque se abren heridas del pasado,
cuando ha sido ultrajada por grupos de mise-
rables.
Nunca nadie imaginó que los cubre-bocas
serían parte de la vestimenta de quienes lu-
cen a sus Monos de Calenda, y a sus Chinas
Oaxaqueñas en días de Guelaguetza.
La horchata, los chapulines, las carnes, las
nieves, los dulces típicos y las tlayudas espe-
ran a los turistas, que de repente se volvieron
humo, y no regresarán pronto.
Hoy los cubre-bocas de diferentes mode-
los se volvieron escudos, ante un enemigo
que ataca mediante un simple saludo verbal,
tampoco se imaginó que un lavado de manos
consciente, serviría para no caer en las garras
de un ser de tamaño microscópico.
Hay un contraste faraónico entre los em-
peradores y los de abajo, los primeros, en
aviones y helicópteros sacaron a sus familia-
res del peligro, y los enviaron a sus paraísos
privados, con todo y su séquito de sirvientes,
y los segundos, buscan la forma de sobrevi-
30
vir a sus apocalipsis familiares, al ver que no
hay ventas, no hay clientes, no hay materia
prima, no hay moral, no hay comida, no hay
justicia, no hay razones que suavicen tan gra-
ve castigo.
El dinero se encuentra resguardado en bó-
vedas, esperando la orden para despedazar
el quietismo de compradores compulsivos, y
aquellos que lo desean como nunca, y en oca-
siones lo han quemado sin piedad, mientras
que el dinero plástico hace de las suyas.
La desolación se mira de norte a sur, y ya
siendo las 9 de la noche, esto se convierte
en cementerio, porque se desmoronan los ne-
gocitos, ya que nadie quiere confrontar a un
enemigo, que se incrusta hasta en los zapa-
tos, se va a casa con uno, y causa desórdenes
inexplicables.
Los encerrones caseros están llevando al
desquicio colectivo, porque pocos han hecho
comunidad familiar, y no hay planes sobre
qué hacer y cómo, ante ello, los protocolos
son rebasados, las posturas chocan de frente,
y las noticias falsas atrapan a los inseguros.
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Todo ello lleva a la creencia de un holocausto
anticipado.
Los diabéticos, los cocacoleros, los ciga-
rreros, los caguameros, y quienes odian el
ejercicio se dan de topes contra las paredes,
por tanto sedentarismo.
El llamado de la naturaleza, está provo-
cando una guerra interna generalizada, una
especie de revolución de los sentimientos,
que dejará más enseñanzas buenas que ma-
las, y ante el desastre, si no hay mejorías, en-
tonces Oaxaca seguirá siendo el infierno del
desbarajuste diario.
Y mientras sean peras o sean manzanas,
la mortandad se acerca a pasos agigantados,
y se ha metido hasta la cocina de las consi-
deradas Potencias Mundiales, que se ven sa-
randeadas, como nunca, no por sus enemigos
eternos, sino por un minúsculo virus.
En esta guerra, el pudiente se muestra más
confiado, y los olvidados libran batallas cara a
cara contra las despensas vacías, los refrigera-
dores repletos de aire, las bocas hambrientas,
y las miradas tristes. Nadie da crédito a tan-
ta desigualdad, porque mientras el millonario
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deudor exige el rescate a sus empresas, el po-
bre pide un pedazo de pan para su ejército de
chamacos, y ambos comparten el mundo de
los desiguales.
Ésta, es la guerra de los creyentes de la en-
fermedad, contra los ateos de la misma, y mi-
les viven el pánico de los desquiciados crea-
dores de la confusión.
Muchos ilusos no han bajado la guardia, y
siguen abriendo sus negocios, se asoman a la
puerta, con la esperanza de que algún cristia-
no llegue a hacer el gasto, pero nada ocurre,
porque el cristiano busca agua, comida, dine-
ro tirado, abarrotes, gel antibacterial, crédi-
tos y oraciones, algunos llegarán al límite de
empeñar su propia vida.
Las reuniones ya son un mito, por la amena-
za velada de algunos extremistas, en el sentido
de que el COVID 19 es algo así como la lepra,
y se contagia hasta por una mirada, y Oaxaca
se encuentran a nada de convertirse en el valle
romano de los leprosos, en donde los cadáve-
res se confundían con los moribundos.
Los hoteles y restaurantes del centro ya
son cementerios, el corredor turístico y la
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alameda son desiertos, y las luces se mueren
desde muy temprano, aunque en casa reine
el insomnio colectivo, por el hambre y por el
calor.
Tendrá que reinar la cordura, y no la des-
esperación, porque en la segunda se perdería
el respeto a las medidas de prevención.
Desaparecieron los cadeneros, los carte-
ristas, los abrazos y besos costumbristas, y
resucitaron las gesticulaciones y ademanes al
estilo cavernario.
Es raro, pero en estas circunstancias, no
se extraña la calenda, el jolgorio, las ruedas
catarinas, los toritos, las borracheras, y las
aglomeraciones, porque lo que muchos quie-
ren, es dinero para sobrevivir y libertad.
Desaparecieron las pintas de paredes, los
bloqueos, el chantaje, la mordida y el grito.
Los diputados descansan en sus laureles,
con la panza llena y la cartera hasta el tope.
La noche ha llegado, y desde el cerro del
Fortín se cree que la ciudad vuelve a dormir, y
eso es mentira, ya que, el ambiente del presa-
gio catastrófico deambula por las recámaras,
entre calores insoportables, porque apagán-
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dose la luz cada quien crea su propio infierno,
ya que el casero está al acecho, el banquero
urge de la mensualidad de la tarjeta de cré-
dito, la agencia automotriz exige la mensua-
lidad del último modelo, el abonero no des-
cansa, las tienda de autoservicio no se andan
por las ramas con los paguitos, o abonos, y
brota una interminable lista de gruesas cade-
nas del consumismo, donde miles se truenan
los dedos, para que ya acabe el tormento, y
de donde con seguridad, saldrán noctámbulos
contagiados de los virus del miedo y la des-
esperación, porque no se tenía el guardadito.
Pronto regresaremos a vivir mejor, y es-
cucharemos chilenas y sones.
Pronto la ciudad se vestirá de colores, y
será otra, junto a sus hijos que luchan por ver-
la bien.
Y después de esta gran lección, ojalá que
el trato con nuestros semejantes, sea mejor.
35
¿CÓMO ENFRENTAN
LOS MÉDICOS EN OAXACA
AL COVID-19?
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sienta seguro al llegar a la puerta de sus cen-
tros de trabajo y no angustiados por la falta
de insumos y equipos tan necesarios.
Bien recuerdo cuando al hospital donde yo
trabajaba le hicieron ampliaciones. Miraba
con asombro el tipo de estructura que usaban,
las varillas de grueso calibre, grandes trabes,
que yo suponía era demasiado y los ingenie-
ros me explicaron: Doctor así debe ser, son
los hospitales que ante algún terremoto deben
quedar de pie. Desde entonces siempre le dije
a todo el personal: si hay algún terremoto, el
mejor lugar, lo más seguro, es el hospital; lo
afirmaba porque vi su proceso constructivo y
así me tocaron los terremotos del 2017 y el
hospital sin raspones ahí sigue, firme después
de 38 años, esperando nuevas batallas. Hoy
tenemos otra gran prueba, un terremoto que
sacudirá todos los cimientos, los físicos y los
espirituales.
Veo entrando a los hospitales jóvenes mé-
dicos, cargando su mochila en la que llevan
su uniforme blanco, portan en sus rostros an-
gustia que no es para menos, con emoción
también me entero que hay infinidad de perso-
38
nas que activan su creatividad en estos tiem-
pos difíciles y elaboran mascarillas, gel anti-
bacterial, desinfectantes y no se diga grandes
empresas y jóvenes universitarios aportando
y creando material, equipo, innovando y re-
volucionando, todos ellos requieren apoyo de
las instituciones como COFEPRIS para agi-
lizar los trámites de normativa: no corten as-
piraciones, mejor agilicen soluciones.
Es momento, porque estamos en “tiempos
de guerra”: guerra contra el COVID 19, de
que en Oaxaca haya hospitales seguros, per-
sonal seguro, equipo adecuado y suficiente;
no es momento de escatimar recursos, quere-
mos ver al secretario de salud del estado, al
delegado del IMSS, al del ISSSTE haciendo
frente a esta lucha, su presencia siempre for-
talece y anima. Créanme, tienen al ejército
más poderoso que jamás haya habido, el más
preparado, pero hoy con palos y piedras quie-
re enfrentar esta nueva “guerra”. No los dejen
solos, es momento de hacer lo último que nos
queda: reforzarlos y apoyarlos con todo para
esta su gran batalla.
Ayer escuchaba, con dulces palabras: “Esto
39
pasará, estamos en pausa, es solo cuestión de
tiempo, el cielo está intacto”. ¡Noooo! No es-
toy de acuerdo, no es eso, quien lo escribe no
debería estar en pausa, al contrario, debería
ir a marchas forzadas; pasará, estoy seguro
de que así será, pero ese cielo que dice “estar
intacto” no lo está y no lo estará, se teñirá de
rojo si llegan más, miles de almas más, que por
la toma tardía de decisiones, por negligencia,
por capricho de querer cumplir cosas absur-
das les adelantarán su partida de este mundo,
por todo lo que no se hizo.
A nadie le interesa si estoy molesto, lo sé,
pero quiero seguir viendo a los viejitos acom-
pañando a sus viejitas tomados de la mano por
las calles de nuestro hermoso Oaxaca; quie-
ro que todo el personal de los hospitales siga
viendo a su familia que hoy los espera y los
quiere ver de regreso sanos. Estoy molesto
porque a pesar de ver cómo muere el personal
médico en otros países, aún brilla la ignoran-
cia en nuestro pueblo y agreden a los deshi-
dratados médicos y enfermeras que terminan
su turno sin beber un sorbo de agua, sofoca-
dos por el calor que hoy quema al mundo y
40
esos trajes incómodos, calientes, colocados
por temor a contagiarse al manipular pacien-
tes infectados, es hora de ponernos en sus za-
patos… Quiero también ver correr y llenarse
los parques, las calles de familias unidas y
completas, más que nada, completas.
Los hospitales de especialidades hoy nos
dicen: “Por indicaciones de la dirección ge-
neral, solo se reciben pacientes con Diagnós-
tico de COVID 19 y en estado crítico” ... ¿Y
los demás pacientes? ¿Así está la preparación
que hoy en plena guerra contra el virus tene-
mos en Oaxaca?
¡No!, definitivamente no estamos prepara-
dos, no debemos de afrontar esta guerra con
palos y piedras, necesitamos estrategas del
calibre de don Porfirio Díaz, urge preparar la
batalla, ya está cerca el poderoso enemigo y
él sí viene bien armado. Es momento de que
los verdaderos líderes estén a la cabeza y los
que hoy ocupan esos lugares, si no pueden,
también es momento de decirles adiós. Es
tiempo hoy de dejar de hacer obras materia-
les, esas con el paso del tiempo se caen, nece-
sitamos obras que vivan, que vivan siempre
41
en el recuerdo de nuestros pueblos, en el co-
razón de nuestros hermanos, esas que pinten
de verde los paisajes y no de rojo los cielos.
42
MAESTROS DE OAXACA:
DISPUTAS EN EL CIBERESPACIO
44
humanos los vemos desde las ventanas; has-
ta el más directo y lépero como el del indio
Jelipe Jackson que para decir al final que nos
quedemos en casa, utiliza un titipuchal de ve-
ces las mentadas de madre.
Ignoro si el debate es igual de intenso en
otros grupos de WhatsApp, pero en el de los
profesores no hay parangón, dije parangón,
no pangolín. Son muchas las coincidencias
en cuanto cómo se ven las cosas en el mun-
do; el problema empieza cuando se intenta
hacer un repaso de la situación nacional. Mu-
chos defienden al presidente López Obrador.
La mayoría de las veces de manera acrítica.
Le disculpan casi todo, porque lo comparan
con los últimos presidentes depredadores que
ha padecido nuestro país, y casi casi lo san-
tifican. Cuidadito si cuestionas a AMLO di-
ciendo que usa fetiches y figurillas religiosas
para protegerse del contagio, o si lo criticas
por andar besuqueando a niñas y abrazando a
señoras de la tercera edad en plena pandemia
–hasta que en una conferencia mañanera se
lo prohibió el doctor Gatell– ¡uf!, se te viene
el mundo encima. Algunos, quizá en broma o
45
en serio, luego escriben: es el presidente, no
se equivoca, el pueblo lo cuida, la virgen de
Guadalupe lo protege.
Sin embargo, a la hora del debate en serio,
de presentar argumentos finos, sustentados,
algunos tardan en responder, esquivan o se
quieren pasar de listos tratando de desviar mi
atención con simplezas. Porque ¿cómo justi-
ficar la entrega a las televisoras privadas del
tiempo constitucional que por derecho corres-
ponde al pueblo de México?, ¿cómo no apo-
yar una propuesta tan concreta y tan posible
como suspender el pago de la deuda externa
para usar ese dinero en tiempos de la pande-
mia?, ¿cómo no exigir que la fuerza pública,
con la ley en la mano, cierre las fábricas o co-
mercios no esenciales que siguen abiertos y
que obligan a los trabajadores a laborar, con-
tagiarse y morir?, ¿cómo no obligar a los hos-
pitales privados a abrir sus puertas para aten-
der –sin costo alguno– a todos los pacientes
que se requieran mientras dura la pandemia?,
¿cómo no quitarle –constitucionalmente– un
poco de esa inmensa fortuna a los oligarcas
de este país para garantizar medicinas, equipo
46
médico, comida, agua potable y limpia para
todos los necesitados de la patria?, ¿cómo no
encabronarse por la forma en que se doble-
ga ante el magnate Salinas Pliego, dueño de
TV Azteca, y su peón, Javier Alatorre, cuan-
do llaman a la rebelión contra los científicos
que dirigen la lucha contra la pandemia?
Primero los pobres, es primero los pobres,
y no medias tintas, promesas o blandengue-
rías. Debe gobernarse con la Constitución en
la mano y sin temblores en las piernas, les
digo, para eso están allá afuera de palacio na-
cional 30 millones de ciudadanos que lo lle-
vamos al poder. Y se quedan callados, o lo
que es peor, me ponen en el mismo saco de
los estúpidos derechistas que critican por en-
cargo y defienden como perros sus intereses
y los de sus amos capitalistas.
En eso estábamos en el ciberespacio, dis-
frutando de las Décimas para el susto con
Fernando Guadarrama Olivera: “vivimos hoy
asustados, con la muerte a un lado nuestro, y
un microvirus siniestro que nos tiene acorra-
lados…”, y de las parodias muy mexicanas
como la de Los Cadetes de Linares con No
47
hay novedad: “No, no te preocupes por mí,
ya tengo mi bacterial, como el que compraste
tú (…) ya, este virus se manchó, desde Chi-
na nos Llegó…”, cuando de repente, ¡Zas!,
el emperador Moctezuma nos mete a discutir
la viabilidad de las clases por televisión para
salvar el ciclo escolar. Aquí sí que estuvo ca-
nijo, pues mientras unos profesores apoya-
ron la iniciativa con el argumento de que no
nos quedaba de otra, que era una buena ac-
ción de La Cuarta, que los escolares necesi-
taban atención, que los padres lo exigen, en
fin. Otros opinamos que no era una propuesta
sustentada en los intereses de los niños, de
los padres, de la realidad mexicana; que era
discriminatoria y alejada de las pedagogías
para la vida y del aprendizaje significativo.
Y la lluvia de pros y contras comenzó. En
pro, que Moctezuma se apoyó en Frida Díaz
Barriga y su experiencia de diseños tecnope-
dagógicos de portafolios electrónicos con es-
tudiantes universitarios; que sí eran buenas
propuestas porque se sustentan en Cooper y
sus portafolios con los mejores trabajos del
alumno; y hasta el Joint Information Systems
48
Commitiee (JISC) de Inglaterra salió a relu-
cir, pues se había demostrado -según- que los
portafolios exploraban procesos y productos.
En contra, se arguyó la creativa propuesta de
Francisco Tonucci de no perder el precioso
tiempo dando tareas que nada interesan a
los niños, o el argumento de la maestra Gra-
ciela Soto Martínez sobre el regreso a clases
virtual, quien con cifras de INEGI 2019, sos-
tiene que la propuesta de la SEP es inviable,
incongruente, por la realidad concreta en que
viven los niños en todo el territorio nacional.
Hay de todo en el ciberdebate de los maes-
tros de Oaxaca. Desde quienes escribieron
cosas tristes por la muerte de Luis Eduardo
Aute y reenviaron la canción de su preferen-
cia, como aquella con una letra viejísima pero
muy actual llamada Rosas en el mar: “voy pi-
diendo libertad y no quieren oir, es una nece-
sidad, para poder vivir, la libertad, la libertad,
derecho de la humanidad, es más fácil encon-
trar rosas en el mar…” o quienes se sorpren-
dieron con la partida del internacionalista re-
volucionario chileno Luis Sepúlveda al leer
su poema Las mujeres de mi generación o
49
una de sus frases famosas “yo siempre escri-
bía, pero cuando fue necesario coger el arma
la cogí”.
Muy interesante se antoja la discusión res-
pecto al qué hacer cuando los científicos –que
no los burócratas de la SEP, ni del sindicato-
enciendan la luz verde para regresar a clases.
En este punto los mensajes son muy apasio-
nados y hay coincidencias, salvo aquellos co-
mentarios que hablan de volver a la norma-
lidad, como si no hubiera pasado nada, algo
así como regresar a nuestras actividades ru-
tinarias.
El debate está encendido. Casi todos di-
cen que no se puede volver a clases igual que
antes, que es muy urgente revisar las prác-
ticas educativas en las escuelas, que se re-
quiere revolucionarizar todo, aun sabiendo
la dificultad de avanzar en nuestro país, donde
el neoliberalismo todavía tiene sentados sus
reales. Siendo evidente de que la crisis capi-
talista se aceleró con la pandemia, y mostró
sus miserias y que se necesita otra escuela,
otro servicio de salud pública, otro sistema
político, económico y social.
50
Los maestros coinciden en el debate ci-
berespacial, que el famoso PTEO (Plan para
la Transformación de la Educación de Oa-
xaca), del que se discursa mucho pero con
poco conocimiento, se debe revisar, corregir
y completar, principalmente en la parte que
tiene que ver con todo lo educativo y peda-
gógico, para dejar en claro, muy en claro, el
tipo de educación que tenemos que defender,
las corrientes filosóficas y pedagógicas de las
que nos tenemos que apropiar para formar al
hombre nuevo, para la nueva sociedad que
Oaxaca, el país y el planeta requieren.
¿Qué se dice sobre el tema sindical? Mu-
chas cosas. Se habla del virus de la corrupción,
el entreguismo y la ignorancia que penetró a
la cúpula dirigente de la sección 22, pero ese
es otro tema candente que servirá para otro
artículo, en el entendido de que se tienen que
ir –dicen–, los tenemos que exterminar –ano-
tan–, como la pandemia, como los virus que
tanto daño han causado por estos tiempos.
51
A LAVARSE LAS MANOS,
PERO… ¡NO HAY AGUA!
Manuel Esparza
53
reciben sueldo como los agentes o presidentes
municipales, se sienten justificados por usos
y costumbres para discrecionalmente hacer
cobros. Recientemente se ha hecho participe
al mismo agente municipal del reparto de di-
nero al pedir al solicitante de instalación de
agua una constancia de que no adeuda nada a
la Agencia, ésta extiende un documento sim-
ple en que dice que no hay adeudo por ser-
vicios comunales, no da recibo de los 5, 000
pesos por el favor. Así armado de ese oficio el
solicitante tiene que volver hacer cola de ho-
ras para que los reciba el Comisariado en se-
sión con los demás regidores; según se tantee
quién es la persona así se le cobra la instala-
ción, esta pude ser de varios miles de pesos y
si es para casas más lujosas pude ser cientos
de miles. ¿Cuánto habrán pagado los hoteles
y hasta fraccionamientos que continuamente
se construyen en un pueblo donde continua-
mente escasea el agua? ¿De dónde abastece-
rán del líquido cuando abran más a la espe-
culación los terrenos del libramiento norte?
No hay información confiable, pero ya están
trazadas las calles y ya vive gente en un lugar
dizque protegido por la ley.
54
Esa situación donde no hay poder ni de la
ciudad ni estatal que ponga orden queda más en
evidencia ante las restricciones de movilidad
por la pandemia. No se debe salir de la casa
donde puede haber enfermos, ancianos, y si
se es pobre, no se puede compara pipas de
agua. Hay casas en donde no ha llegado el
agua en 5 meses, sí en otras casas.
Lo grave y verdaderamente criminal del
asunto es que la sequía es aprovechada para
obligar a los usuarios a pagar el agua en el
mismo San Felipe, lo cual supone que se ha
tenido que ir a cancelar el contrato en SAPAO
y firmar uno nuevo local. Mientras pasen los
meses de quedarse todos en casa incluida la
mitad del personal, si no es que el todo de
esas oficinas, más quedará expuesta la pobla-
ción a aumentar el número de infectados y de
muertos.
Se pueden seguir haciendo exhortos a la
población de que se lave varias veces al día
las manos por no menos de 20 segundos, no
hay agua con qué, mientras seguirán otros ile-
galmente cobrando a discreción por un ele-
mento vital.
55
DEL TRABAJO ACADÉMICO
AL TRABAJO DOMÉSTICO
57
hay diferencias, desde aquellas personas que
cuentan con un negocio grande aunque infor-
mal, hasta los más humildes, los vendedores
en los cruceros.
Me ubico en el sector formal de la econo-
mía, con un buen salario y con una prepara-
ción académica alta. Mi vida había transcu-
rrido en el trabajo cómodo, aunque no fácil,
de la academia, haciendo algunas labores del
hogar, pero no las pesadas como lavar los ba-
ños o los vidrios. Para la limpieza de la casa
tengo contratada a una persona. Hoy en día,
ante esta emergencia sanitaria, he dejado la
comodidad del estudio para ir a la cocina a
realizar las labores que hacen las personas
“que no estudiaron”, como dice mi madre. Y
lo que la señora del aseo realiza en un día, yo
lo he hecho en varios. Me parece que en esta
situación están varias colegas. De momento
dejo esta situación y la retomaré posterior-
mente.
Como antropóloga, cuando salgo del en-
cierro domiciliario para hacer algunas com-
pras o trámites observo la situación en la ca-
lle, en el banco, en los supermercados. No
58
todos viven la cuarentena de la misma forma,
depende mucho de su condición económica y
social, por ejemplo, en la zona de INFONA-
VIT las medidas sanitarias están más relaja-
das, las mujeres acuden al mercado de la zona
sin protección como si estuviéramos en una
situación “normal”. Lo contrario sucede en el
mercado de la Colonia Reforma, ahí son más
estrictos con las medidas de seguridad sani-
taria. El territorio es apropiado y vivido de
forma diferente por los diversos grupos so-
ciales.
En este involuntario trabajo de campo,
hubo un hecho que hizo que reflexionara sobre
la forma en que esta crisis sanitaria exhibe o
hace más visible la desigualdad, y la violencia
social sobre la que funciona nuestra norma-
lidad. Es una anécdota como tantas que van
a surgir, pero, como dice Pierre Bourdieu, lo
interesante es saber qué hay detrás de lo anec-
dótico. Casualmente en la colonia Reforma
encontré a una mujer que vendía verduras y
frutas, las llevaba en su carro. Me acerqué a
preguntarle sí me podía vender algo, me dijo
que sí, y me comentó que hacia entregas a
59
domicilios. A los pocos minutos se abrió la
puerta de la casa frente a donde estábamos,
salió la dueña, una señora de clase media alta
de Oaxaca. Conversé con ella un poco, me
decía que su familia no salía para nada, los
víveres se los llevaba Abarrotes la Soledad;
la carne de res o de pollo, del mercado de
la Colonia Reforma; y la fruta y verduras, la
persona que estaba con nosotras, una bióloga
por cierto. Hice la compra y me retiré.
Al irme pensé en el clasismo del confina-
miento en esta realidad sangrante que vivi-
mos. La bióloga sale, acompañada de su hijos,
a vender los productos de las comunidades
campesinas de Oaxaca a los hogares que le
solicitan, a pesar de las medidas de contin-
gencia. La señora de clase media alta puede
darse el lujo de pedir todo por teléfono, no
necesita salir a trabajar y mucho menos lle-
var consigo a un hijo. Ella está, junto con su
familia, protegida en su hogar y no es cual-
quier hogar, es una casa grande, con jardín.
Unos, los privilegiados están acostumbrados
a ser servidos, ven como algo normal gozar
de estos privilegios. Los otros “ya están acos-
tumbrados al trabajo”, dirán los primeros.
60
A esta anécdota agrego la situación que
vivo en este momento, en que la señora que
hace el aseo no ha venido, y pienso en que
el confinamiento actual lleva a múltiples for-
mas de vivirlo y que expresan la desigualdad.
Como académica vivo en una casa que cum-
ple con los requerimientos de una vivienda
digna, puedo salir a tomar el sol en el jardín,
la casa está bien iluminada, pero ¿qué pasa
con la población que habita casas de interés
social o bien en viviendas de autoconstruc-
ción en donde conviven más de una familia?
Los metros cuadrados de las casas son im-
portantes. La densidad de habitantes por km2
también importa para calificar sí se tiene un
nivel de vida digno o no. El hacinamiento es
una forma de violencia.
La pandemia, contrario a los que algunos
opinan, NO democratiza a la población. Es
cierto, afecta a toda una sociedad, y las per-
sonas que fallecen pueden ser de todos los
estratos sociales, pero la forma de vivirla es
diferente y desigual. Y no desnuda esta des-
igualdades por el hecho de que yo tenga que
dejar el estudio, para irme a la cocina a hacer
61
las labores que lleva a cabo la trabajadora do-
méstica, sino porque las mujeres que viven
una situación similar a la mía, contamos con
más recursos para aminorar los daños: tene-
mos acceso a la seguridad social, vivimos en
zonas que cuentan con todos los servicios ur-
banos, cerca de mercados, de supermercados,
de hospitales, de restaurantes, contamos con
la capacidad monetaria para solicitar los ví-
veres o la comida preparada. Poseemos un
capital cultural que permite hacer otras ac-
tividades como leer o escuchar música que
vuelvan placentera esta etapa. Por el contra-
rio, las mujeres de la clase trabajadora sufren
esta etapa, ya sea porque las despidieron de
sus trabajos, porque sus viviendas son peque-
ñas y viven hacinadas con sus hijos peque-
ños o jóvenes, sin poder tenerlos ocupados,
porque no cuentan con los servicios urbanos
mínimos, el agua, por ejemplo, tan necesaria
para evitar el contagio y, sobre todo, porque
carecen de seguridad social: si no trabajan,
no ganan y si no ganan no tienen dinero para
comprar sus alimentos y menos para pagar
los servicios médicos en caso de necesitarlos.
62
Y estas formas de vivir esta pandemia se
expresan en el día a día, cuando las trabaja-
doras tienen que salir a trabajar –las que aún
cuentan con un trabajo–, subirse a un autobús
urbano, con el miedo a contagiarse; mientras
la clasemediera si requiere trasladarse utiliza
su automóvil, se protege.
Concluyo diciendo que la crisis que ha pro-
vocado el COVID 19 ha mostrado el rostro
real del capitalismo, un rostro de precariedad
económica, material, sanitaria, social. Mues-
tra el rostro de la violencia que se ejerce so-
bre los grupos subalternos. La esperanza está
en que esta pandemia enseñe cómo convivir
entre los diferentes, en que recobremos la ca-
pacidad de mirar al otro, a la otra para cons-
truir un mundo menos desigual y respetuoso
del ambiente.
63
DE CÓMO LA PANDEMIA VINO
A HACER COMUNIDAD
65
prar en los establecimientos pequeños para
que no cierren y nosotros saber qué es lo que
más tenemos a la mano para acudir cuando se
requiera y no necesariamente ir al supermer-
cado que puede quedar más lejos.
Empezamos a intercambiar números de
celular de algunas tiendas en las que acos-
tumbramos hacer nuestras compras, o el nú-
mero del local del mercado, el del médico, la
fonda, el café, etcétera.
Estos son pequeños actos, que finalmente
nos devuelve la humanidad, algo que parece
se ha perdido, pero cuando veo estos gestos,
intento cantar la canción Yo vengo a ofrecer
mi corazón, para llegar a la frase que dice No
todo está perdido, pero como no canto, mejor
escribo estas líneas.
Porque para cantar, mejor escucho los en-
sayos de mi vecina la soprano, aún no sé dónde
viva, pero por las tardes, en mi departamento
se escucha su voz, escucho también las notas
musicales de otra persona que toca el piano,
también es cerca de mi edificio y una persona
más que toca otro instrumento que no iden-
tifico, son tres personajes anónimos que de
66
alguna manera alegran mi alma durante este
encierro.
Tengo la fortuna de vivir con dos personas
muy lindas, una a veces toca el piano, la otra
la melódica, la guitarra por ahora no suena
porque se le rompió una cuerda e ir a com-
prarla requiere salir y ese es un lujo que por
ahora no podemos darnos; ellas, no son anó-
nimas, es mi hija e hijo, compartimos casa y
me alegran la vida; también están haciendo
comunidad, él a veces me pregunta si a la ve-
cina Gloria se le ofrece algo del súper o del
mercado, le enviamos mensaje y ella nos dice
sí requiere algún producto para ir a comprár-
selo.
Gloria es una mujer de 67 años, es de la
tercera y vive en nuestra colonia, La Narvar-
te, que se ubica en la Alcaldía Benito Juárez,
de la Ciudad de México, la que concentra el
mayor número de personas mayores y el ma-
yor número de casos de contagio de COVID.
De acuerdo a datos de la Alcaldía Benito
Juárez el porcentaje de la población de 60 años
y más en la Ciudad de México es de 11.3%
hombres, 10.0%, mujeres 12.6%, y varía se-
67
gún las diferentes demarcaciones territoriales
que la conforman. La Alcaldía Benito Juárez
cuenta con 59,837 adultos mayores que se
traduce como el 16.9% del total de la pobla-
ción adulta mayor en la Ciudad de México,
convirtiéndose en la demarcación con mayor
porcentaje en dicha entidad, seguida de Co-
yoacán con el 14.6%, Miguel Hidalgo con el
14.5%, Venustiano Carranza con el 13.7% y
Cuauhtémoc con el 13.5%.
De acuerdo a datos de Instituto Nacio-
nal de Estadística, Geografía e Información
(INEGI), la Ciudad de México es la segunda
entidad federativa más poblada y envejecida
del país. La población total de esta entidad es
de 8.8 millones de habitantes (7.9% de la po-
blación total del país). De acuerdo a las cifras
del INEGI, en 2010 el 11.6% de su población
tenía entre 60 años y más, con un registro de
1 ́003,648 personas adultas mayores, de las
cuales 423 554 eran hombres (42.2%) y 580
094 mujeres (57.8). Hacia 2010, el ritmo de
envejecimiento en la Ciudad de México era
más acelerado que en el resto del país.
A estas cifras pertenece Gloria, Mario y
68
muchas otras personas que son mis vecinas
y que como en toda crisis, difícilmente se les
ve, es bien sabido que en nuestro país urge
políticas públicas que atienda a personas de
la tercera edad, pero no sólo a ellas, también a
la niñez y adolescencia, que por el momento
no ahondaré en ello, sólo diré que es el sector
más olvidado en esta pandemia, las autorida-
des piensan que con clases en línea se solu-
cionará todo, a esos que les dicen que pueden
tener clases a través de plataformas son los
que “afortunadamente” pertenecen a un sis-
tema educativo y los que están en situación
de calle, ¿alguien se ha ocupado de ellos?.
Por lo tanto, es urgente que después de la
crisis quienes en este país se dedican a tra-
bajar, establecer e implementar políticas pú-
blicas se pongan a “arrastrar” el lápiz y se
diga qué pasará con esta población, la adulta
mayor, porque para allá vamos todos y todas,
pero tampoco olvidar a la niñez y adolescen-
cia, la siempre olvidada.
Mientras escribo esto, hago cuentas que
llevo un mes con tres días de aislamiento,
tiempo durante el cual sólo he salido tres ve-
69
ces, dos porque había que ir al supermercado
y la otra por una emergencia de salud, tuve
una infección terrible en los ojos y por temor
a pararme en algún consultorio u hospital,
pensé que con algún remedio casero se me
quitaba, pero no fue así y hubo que salir a ver
a una especialista.
Por seguridad, en el hospital, me pedían ir
con un o una acompañante, fui con mi hija, y
otra vez, en esos momentos volví a pensar en
las personas mayores que viven solas en mi
colonia; una de ellas un día, por mensaje per-
sonal de whatsapp me dijo “agradecería que
de vez en cuando me envíe mensaje, porque
vivo sola y ya hablo hasta con el refrigera-
dor”.
Pero dentro de todo esto, hay gestos que
nos hacen sentir cercanos, aunque antes no sa-
bíamos quién era quién, quizá por ahora tam-
poco lo sepamos del todo, pero ya nos nom-
bramos por nuestro nombre, ya nos tenemos
más confianza y nos pedimos ayuda.
Uno de estos fines de semana de encierro,
escuché música en vivo, pregunté en el grupo
de whatsapp si sabían de dónde venía el so-
70
nido de notas musicales de un concierto y las
invité a que pausáramos lo que estuviéramos
haciendo para escuchar.
Después de mi mensaje, un vecino –por
cierto, muy activo en el chat, él cuenta que ya
tiene casi 70 años, además con enfermedades
crónicas– contestó que ignoraba de qué músi-
cos se trataban, pero añadió “el lunes o mar-
tes, vino un pequeño ensamble muy bueno a
traer serenata con música de Queen. Se paró
a media calle, y bastante gente salió a escu-
char y a aplaudir a las ventanas y balcones.
Se me hizo un detalle fabuloso. Terminaron y
se fueron sin pedir nada a cambio”.
Posterior a esta conversación, otra veci-
na envió el vídeo de los músicos por los que
pregunté. En este video se logra ver a tres
personas, vestidas de negro, tocando sus ins-
trumentos e interpretando Mamma Mía. Mis
vecinas y vecinos, salieron a escuchar este
concierto, algunos se solidarizaron dando al-
gunas monedas en retribución por la música
que nos trajeron hasta la colonia. En el video
se ve a personas observando desde sus venta-
nas y también desde ahí enviaban su propina,
71
porque hay que seguir trabajando en la Sana
Distancia. Por favor, cuando todo esto pase,
sigamos igual de humanas y humanos.
72
¿QUÉ CASA?
73
dirigidos y administrados bajo los principios
de una minoría que entre otras cosas se lleva
la casi totalidad de los recursos presupuesta-
les de los tres órdenes de gobierno, las obras
de mayor trascendencia y que todavía en ple-
no siglo XXI al menos 70 de sus cabeceras
municipales no cuenten con un camino que
los comunique con el exterior o sus propias
agencias y más de 200 no tengan uno que sea
transitable todo el año con las consecuen-
cias lamentables que no les permite sacar a
sus enfermos, comercializar directamente su
producción y estar a expensas de una distri-
bución bastante cara en que la paradoja del
capitalismo salvaje imponen mucho de los
precios vigentes haciendo todavía mayor la
dependencia y la injusticia al permitir que los
mejor comunicados adquieran los productos
de primera necesidad a mejores precios.
Después de los 90 del siglo pasado los in-
cipientes pero fructíferos esfuerzos por des-
centralizar la administración pública en mate-
rias de relevancia para los pobladores de estos
pueblos y comunidades como la atención y
solución de sus conflictos –que no solo son
74
ancestrales sino que para su desgracia siguen
causando enfrentamientos violentos, muer-
tos, heridos, desparecidos, huérfanos, viudas
y rencor entre otras atrocidades–, también el
acceso a servicios fundamentales como el re-
gistro civil, permisos y concesiones, trámi-
tes y gestión para obras e inversiones, fueron
disminuidos significativamente si no es que
desaparecidos obligando a que ,además de las
limitantes económicas para desplazarse a la
capital del Estado, sufran humillaciones, dis-
criminación, negativa del derecho de audien-
cia y atención en un espacio urbano ajeno en
que el español, las leyes, costumbres y valores
le son adversos convirtiéndolos en migrantes
en sus propia tierra. Resalta en este panorama
discriminatorio y violatorio de sus derechos
consignados en una Ley Reglamentaria del
artículo 16 de la Constitución Local conoci-
da como Ley Indígena que es letra muerta y
que salvo para la demagogia de los tres pode-
res y hasta los inefables órganos electorales
eufemísticamente denominados ciudadanos,
asuntos de suma importancia como la impar-
tición de la educación formal, la disposición
75
de leyes, normas, ordenamientos y hasta no-
menclatura solo en español fortaleciendo aún
más la discriminación, la vulneración de sus
derechos y el aislamiento de la mayoría de
esta población de los principios constitucio-
nales que nos rigen en los derechos funda-
mentales.
En las escuelas que oficialmente son cla-
sificadas como bilingües en Oaxaca, más del
60% de las personas que imparten la educa-
ción solo cuentan con educación elemental,
más del 30% están ubicados fuera de sus co-
munidades de origen y así podemos ver mix-
tecos como “profesores” en los Valles Centra-
les, a chinantecos de la región de la Cuenca
ejerciendo la “docencia” entre los Zapotecos
del Istmo; y ni qué decir de los métodos, con-
tenidos y libros que se utilizan sin que hasta
la fecha se haya resuelto el falso dilema de
la grafía y vocabularios para la escritura de
las lenguas originarias así como de las defi-
ciencias e ignominiosas condiciones en que
toman las clases y que comparten con una
buena proporción de la población estudiantil
oaxaqueña. La obligatoriedad de contar con
76
un traductor en los procesos judiciales para
los más de 4000 indígenas que están en una
cárcel llevando un proceso a la fecha no hay
un cuerpo oficial y preparado para asistirlos,
y la preparación y capacitación de los que ad-
ministran e imparten una justicia casuística,
espontánea y asistemática más presta a la de-
magogia, modas sexenales o de plano exclu-
yentes ilegalmente, haciendo nugatorio un
derecho elemental y urgente que por supues-
to están en normas, publicaciones y disposi-
ciones escritas en español con terminajos y
procedimientos solo para los iniciados.
Es en este contexto de limitantes, negativa
a los derechos mínimos y exclusión discrimi-
natoria que aparece y evoluciona la pande-
mia y en donde la información, las medidas
de prevención, la prestación de los servicios
necesarios, las disposiciones oficiales en la
materia así como los boletines y llamados ur-
gentes son en casi su totalidad generados en
español, en los medios de información pro-
pios de los espacios citadinos, y lo que es aún
más grave, con conceptos e ideología que no
les son afines e incluso resultan contradic-
77
torios y atentatorios contra sus derechos. Si
bien se pueden escuchar en la radio comer-
cial anuncios en una que otra lengua origina-
ria, sobre todo la de moda sexenal, se hacen
en la capital con coberturas que no van más
allá de parte de los Valles Centrales y sobre
todo con el mensaje estrella de ¡Quédate en
Casa! cuando para los habitantes de más de
400 municipios y 11 mil localidades en que se
asientan estos pueblos y comunidades la casa
es la Comunidad y el concepto es colectivo
y no individual que ,como en los 90 del siglo
pasado, ya causó un enfrentamiento lamen-
table y creó jurisprudencia al menos en ma-
teria de derechos elementales, no exenta de
una discusión con tintes racistas en el mismo
Consejo Ciudadano de la entonces Comisión
Estatal de los Derechos Humanos.
Ante el asalto y muerte del médico de una
comunidad zapoteca del Istmo por 4 jóvenes
que llegaron del exterior, éstos fueron encar-
celados en la cabecera distrital hasta la que
llegó el pueblo enardecido y una grupo gran-
de en que estaban niños, mujeres y hombres
fueron sacados de la cárcel, llevados al pueblo
78
que estaba a unas cuadras y fueron linchados
provocando una reacción airada y condena-
toria de una parte de la opinión pública cita-
dina pidiendo se aplicara “todo el peso de la
ley” para los habitantes que habían participa-
do; que además ,como en Fuente Ovejuna, pi-
dieron procesaran a toda la población siendo
válida la defensa que se presentó al equiparar
como lo contempla la ley vigente en mate-
ria de homologación la norma vigente en el
derecho positivo que cuando alguien entra a
un domicilio particular y pone en peligro la
vida de sus habitantes al proceder en defensa
propia y llegar al extremo de quitarle la vida
el activo no será no solo procesado sino de-
mostrado lo procedente será exculpado que
para el caso de la localidad en comento es
reconocida, asumida y vivida como la casa
de sus habitantes: Ahora, de nueva cuenta, no
solo se desprotege de sus derechos a los ha-
bitantes de los Pueblos y Comunidades sino
que por si hiciera falta es la propia autoridad
que comete omisión y ratifica la Pandemia
del Etnocidio.
79
SEMANA SANTA: EN TEMPLO
VIRTUAL O EN STREAMING
81
co, a petición del propio arzobispo Vázquez
Villalobos para agradecer a Dios la presen-
cia maternal de la Patrona de Oaxaca, porque
durante 400 años ha acompañado al pueblo
en sus sufrimientos y ha animado sus espe-
ranzas.
Aunque dispuso que los templos permane-
cieran abiertos, determinó que los sacerdotes
celebraran la eucaristía en privado, ofrecién-
dola por el pueblo, los enfermos y pidiendo a
Dios librar a todos de esta pandemia, y trans-
mitirlas vía streaming, especialmente a través
de Facebook.
Lo mismo hicieron los obispos de las dió-
cesis de Tehuantepec, Huajuapan de León,
Tuxtepec y Puerto Escondido, Crispín Ojeda
Márquez, Enrique Pino Miranda, José Alber-
to González Juárez y Florencio Colín Cruz,
respectivamente, así como el obispo de la Pre-
latura Mixe de María Auxiliadora, Salvador
Murguía Villalobos.
Al inicio, algunos mitrados enfrentaron
ciertas dificultades técnicas para transmitir,
salvo el arzobispo Vázquez Villalobos, por-
que desde hace un tiempo ha difundido las
82
misas dominicales en Facebook, para las per-
sonas mayores por problemas de movilidad.
Por la fe y por el miedo que ha causado la
pandemia, cientos de usuarios se han conecta-
do y colmado a esa red social por medio de su
teléfono celular, tableta o computadora, para
escuchar al arzobispo Vázquez Villalobos.
En la Pascua, desde su oratorio, el arzobis-
po Vázquez Villalobos se sumó a los llama-
dos de los gobiernos federal y estatal a que-
darse en casa, ante la duda e incredulidad de
muchos sobre la existencia de la pandemia.
“Si el Señor entregó su vida por el perdón
de los pecados, los creyentes también necesi-
tan hacer lo propio por el bien de todos. Hay
que sacrificar gustos, los deseos de pasear, de
descansar, de vacacionar a la orilla del mar
y quedarse en casa para pasar estos días me-
ditando los misterios del Señor por la salud
propia y la salud de los demás”, asentó.
Al inicio de la Semana Santa, volvió a ha-
cer la convocatoria para conmemorar en casa
los misterios de la Pasión, la Muerte y Resu-
rrección de Jesucristo y no participar en actos
masivos de religiosidad popular para no con-
83
tagiarse del coronavirus, ante las iniciativas y
cuestionamientos surgidos en algunas comu-
nidades indígenas, por la cancelación de las
celebraciones litúrgicas, procesiones y ritos.
“En este momento tenemos que cuidar
nuestra vida y la vida del otro”, asentó.
Pero, reconoció que la suspensión de las
misas ordinarias y las celebraciones litúrgi-
cas de la Semana Santa con la presencia de
fieles, fue una determinación difícil, por la
gran fe del pueblo en el Señor
“Nos ha dolido mucho, por esa gran fe del
pueblo, porque los recintos sagrados son de-
masiado importantes en la vida de los fieles,
pero también es fundamental cumplir las dis-
posiciones sanitarias con obediencia y doci-
lidad. Lo hemos hecho porque tenemos que
cuidarnos unos a otros, ustedes y yo, tenemos
que cuidarnos todos”, anotó.
Aunque el pastor religioso confesó que la
suspensión de la celebración de los ritos de
la Semana Santa con la celebración de fieles,
no agradó a muchos católicos, principalmen-
te a mayordomos y a quienes organizaron los
momentos de piedad.
84
“Para muchos no es agradable, al grado
que se han molestado con los sacerdotes y
les han dicho ‘usted sabrá lo que hace, pero
nosotros vamos a hacer esto’. Y el sacerdote
les dice ‘no lo hagan, nos debemos cuidar’,
pero se respira molestia en los pueblos y ahí
los sacerdotes cargan con el sufrimiento, con
el dolor y con la preocupación”, refirió.
De este modo, aceptó que no resultó fácil
convencer a los católicos de quedarse en casa
y desde ahí conmemorar la Pasión, la Muerte
y la Resurrección del Señor.
“Me dicen los sacerdotes: ‘señor arzobis-
po, no está siendo fácil en la comunidad, vie-
ne un grupo de personas, de aquí, de allá y no
sé qué hacer’, pues no quieren hacer caso, ni
quieren aceptar. Muchos no están creyendo,
están pensando que no es verdad, que es un
invento”, añadió.
Finalmente, por el incremento de casos
positivos y el número de fallecimientos en
Oaxaca, salvo algunas excepciones en comu-
nidades indígenas de la Sierra Norte, los cató-
licos conmemoraron la Semana Santa en sus
casas, con la finalidad de dar gracias a Dios
85
y pedir su intercesión, para salvar el peligro
por la pandemia.
“Es más agradable estar en la catedral, vi-
viendo con todos mis hermanos estos días san-
tos, que estar aquí encerrado en este oratorio,
pero hay que hacer caso y pedir al Señor que
nos ayude e ilumine”, dijo el arzobispo, des-
de su oratorio.
86
LOS CAMINOS DE LA VIDA.
NOTAS E IMÁGENES DESDE
SAN AGUSTÍN ETLA, OAXACA
89
lla de Etla: el primero es por el pueblo de San
Sebastián; el segundo a la altura de Liconsa
y, el último, por Santo Domingo Barrio Alto.
Todas estas entradas están debidamente pavi-
mentadas y se podría decir que son los cami-
nos principales. Al efecto, y con el propósito
de controlar este múltiple acceso al pueblo y
principalmente por la pandemia que nos aque-
ja, la autoridad municipal dispuso como única
y exclusiva vía de entrada y salida la de San
Sebastián, precisamente donde se encuentra
establecido el reten del control sanitario.
92
Foto 5. Bloqueo del camino de terracería San Agus-
tín-San Sebastián.
93
Fotos 6 y 7. Bloqueo de los caminos de terracería
San Agustín-San Pablo y Guadalupe, Etla.
94
Foto 8. El Valle de Etla desde las alturas de San
Agustín).
95
3. Derivado que San Agustín tiene abundan-
tes recurso acuíferos y “desde tiempo inme-
morial” es uno de los abastecedores naturales
de agua a la ciudad de Oaxaca, esta comu-
nidad se ha caracterizado por tener diversos
balnearios pero también que muchas perso-
nas, tanto nacionales como extranjeras, la ha-
yan tomado como lugar de residencia, tan-
to temporal como permanente. Si a esto se
suma el hecho de que se haya establecido el
Centro de Artes de San Agustín (CASA), ha
provocado que encuentres una limitada pero
variada oferta gastronómica. La verdad que
salvo algunas novedades que han traído los
“fuereños”, la comida de este municipio no
se diferencia de la que ofrecen otros lugares
del valle eteco: tamales, moles, carnitas, bar-
bacoa, enchiladas, enfrijoladas, entomatadas,
memelas, quesadillas, empanadas, tlayudas
preparadas, tacos, etcétera. A raíz que en este
pueblo se conserva la costumbre del aparato
de sonido para llamar la atención de los veci-
nos, ya sea por algún requerimiento de la au-
toridad municipal pero también para anunciar
a los proveedores de alimentos en los barrios
96
Foto 9. CASA desde el camino de terracería a San
Pablo y Guadalupe, Etla.
97
de San José, La Ferrería, Vista Hermosa y el
barrio central de San Agustín, este domingo
tuve una agradable sorpresa, y que quizá sea
un hallazgo de una vieja tradición culinaria
que jamás había comido. Se trata de un nego-
cio que se especializa en la venta únicamente
el día domingo de empanadas de verde y ama-
rillo; quesadillas de setas y de flor de calaba-
za, memelitas y su especialidad: las empana-
das de recaudo. Como el teléfono de servicio
a domicilio estaba desactualizado, me vi en
la necesidad de ir personalmente al negocio
ubicado en el Barrio de San José y que lle-
va por nombre “Empandas del Carmen”. Su
propietaria me explico que las empanadas de
recaudo podían ser de verde o amarillo pero
que en lugar de pollo, llevaban una mezcla
de riñones y corazón de res. Por supuesto que
pedí una de ellas, y debo confesar que es la
primera vez que las pruebo y la experiencia
es bastante especial. Se las recomiendo…
98
Esta participación, a decir verdad, tiene sen-
timientos encontrados: unos piensan que su
protagonismo se excedió; otros, en cambio,
lo ven como el alma del proyecto. Muestra
de estos últimos es el mural que le hicieron a
raíz de su muerte en la calle principal de Vis-
ta Hermosa, camino a CASA y que también
descubrí en una de mis caminatas. Quizá la
estética deja mucho que desear, pero las pa-
labras que lo acompañan son más que sin-
tomáticas del sentir que este artista plástico
dejó para la posteridad en uno de sus últimos
proyectos culturales.
Finalmente, y más que escribir sobre la
desgracia mundial de la pandemia y su im-
pacto en Oaxaca como se nos pidió, quise ex-
plorar algunos caminos sobre los cuales no
había reflexionado anteriormente. Con una
sola idea en mente que queda como incóg-
nita para el futuro debido al coronavirus, y
que parafraseando el vallenato colombiano
“Los caminos de la vida”, podría expresarse
de esta forma: que si en tiempos normales los
caminos de la vida son difíciles de andarlos
y caminarlos; en tiempos de crisis como los
99
actuales, ¿podremos encontrar la salida? Yo
tengo la esperanza que sí...
100
II. Sociedad
y
Gobierno
COVID-19, EL ENTERRADOR
DE LAS ECONOMÍAS
ESTATALES
EL PLAN DE AMLO Y
LAS REACCIONES
103
en estos momentos es de carácter económi-
co, porque la implementación del programa
Quédate en Casa, que busca la disminución
del menor número de casos por coronavirus a
través de la reclusión domiciliaria, práctica-
mente ha paralizado las actividades producti-
vas de México que en el año 2019 registró una
crecimiento económico del -0.1 por ciento.
El 5 de abril del 2019 el presidente de la
República Andrés Manuel López Obrador
anunció inversiones extraordinarias para am-
pliar los programas sociales, como parte de
la estrategia para enfrentar la crisis sanitaria
por el coronavirus.
Las mismas comprenden apoyo a 200 mil
campesinos que se incorporarán de manera
extraordinaria al programa Sembrando Vida;
apoyo directo para 190 mil pescadores; re-
cursos adicionales a las sociedades de padres
y madres de familia para el mantenimiento de
31 mil planteles escolares; y 25 mil millones
de pesos adicionales para la introducción de
agua potable y drenaje así como la construc-
ción de 50 mil viviendas en zonas margina-
das de 50 municipios del país.
104
Además de 35 mil millones de pesos del
ISSSTE para entregar créditos personales que
van de 20 mil a 56 mil pesos en beneficio de
670 mil trabajadores al servicio del Estado; y
177 mil millones de pesos para otorgar cré-
ditos de vivienda que a través del Fovissste e
Infonavit.
Sin embargo, la Confederación Patronal
de la República Mexicana (Coparmex) soli-
citó al presidente López Obrador un plan de
rescate económico acorde a la realidad de la
nación, “que se construya con base en la cien-
cia económica y las mejores prácticas interna-
cionales, y no sobre prejuicios ideológicos”.
Convocó al Ejecutivo a utilizar las herra-
mientas fiscales, presupuestarias y de concer-
tación social, para evitar que cientos de miles
de personas vean desaparecer sus trabajos y
millones de mexicanos empobrezcan por la
pérdida del ingreso familiar.
Comentó que los gobiernos de Brasil, Perú,
El Salvador, Chile, Colombia, Perú, India, Ca-
nadá, Corea del Sur, Alemania, Estados Uni-
dos, entre otros tantos, han aplicado incenti-
vos a sus economías para lograr una pronta
105
recuperación. No en vano Estados Unidos ha
inyectado a la economía más de dos billones
de dólares, lo que equivale a más de 10 por
ciento de su Producto Interno Bruto (PIB).
Destacó que la mayoría de los países de
la región gasta cantidades históricas para pa-
gar los salarios de empleados, tanto del sec-
tor público como del privado, que no podrán
trabajar durante los periodos de aislamiento.
En cambio, reprochó, en México el gobier-
no no quiere solventar los costos de un buen
plan de mitigación de la crisis por la que ya
atraviesa el país.
Los especialistas también cuestionaron
el plan. “El plan de reactivación económica
que escuchamos es decepcionante”, advirtió
el Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO).
En tanto Valeria Moy, directora de la orga-
nización civil México Como Vamos, afirmó
que la estrategia oficial “es una oportunidad
perdida” para atenuar las consecuencias eco-
nómicas de la pandemia.
106
Y “EL PROGRAMA DE INCENTIVOS”
DE MURAT
107
impulsar un programa propio de apoyo eco-
nómico. Así el 7 de abril del año en curso, el
gobernador Alejandro Murat Hinojosa anun-
ció un Programa de Incentivos y Apoyos para
la Estabilidad Económica de Oaxaca, que en-
tre otras cosas comprende la condonación del
50 o 100 por ciento en el Impuesto sobre Nó-
mina a todas las empresas, negocios y estable-
cimientos, así como la condonación total del
Impuesto al Hospedaje; un fondo de 100 mi-
llones de pesos para créditos en condiciones
preferenciales; un fondo de 10 millones de pe-
sos para financiamiento con créditos de entre
5 mil y 20 mil pesos operado por BanOaxaca;
y 5 millones de pesos para el programa Bécate
de capacitación para el trabajo. Asimismo, 30
millones de pesos para la entrega de 200 mil
canastas de alimentos de primera necesidad
en las zonas más vulnerables del estado que
distribuirá el DIF estatal; fondo de crédito de
190 millones de pesos para dinamizar las ca-
denas productivas y generar más empleos en
el campo a través de FIRA; y el subsidio de la
mitad del costo de envío de hasta 30 mil pedi-
108
dos para restaurantes y negocios que vendan
a domicilio.
También destacó la creación de una bol-
sa de 96 millones de pesos con la aportación
de los trabajadores de confianza del gobierno
estatal; y la puesta en marcha de 48 proyec-
tos de infraestructura por un monto de 648
millones de pesos.
109
tos, será el mercado quien determine los inte-
reses, no la decisiones del gobierno.
Además, pronto los integrantes de la 64 le-
gislatura cuestionaron que el DIF estatal sea
la institución encargada de la entrega de 200
mil canastas de despensa en todo el estado,
cuando la Secretaría de Bienestar estatal co-
rresponde por ley establecer las estrategias,
planes y objetivos de carácter transversal para
el desarrollo social y humano en el estado, así
como proponer el marco jurídico que regula
la participación estatal en los programas so-
ciales de combate a la pobreza.
Asimismo definir estrategias y mecanis-
mos de coordinación, colaboración e induc-
ción y gestión para la ejecución de los progra-
mas, proyectos e iniciativas, para el desarrollo
social y humano; así como, suscribir los con-
venios y acuerdos que resulten necesarios.
Incluso, los legisladores externaron su pre-
ocupación porque estos apoyos sean utiliza-
dos para proselitismo político.
En el caso de la condonación de los im-
puestos de hospedaje y sobre nóminas, los
propios empresarios comentan que si los ho-
110
teles y negocios han sido cerrados por la cua-
rentena, no hay recaudación del impuesto so-
bre hospedaje y el impuesto sobre nóminas es
bastante reducido.
Lo extraño es que el secretario de econo-
mía, Juan Pablo Guzmán Cobián, haya con-
fiado a los diputados locales que el gobierno
estatal prevé una reducción presupuestal de
entre 300 y 400 millones de pesos, por la no
recaudación de estos impuestos.
El funcionario estatal dijo que este recurso
ya estaba contemplado en el programa anun-
ciado por el gobernador y, por tanto, formaba
parte de los mil 270 millones de pesos que
importaba el mismo.
Pero lo que mayor dudas generó en el Con-
greso fue la decisión de poner en marcha 48
proyectos de infraestructura por un monto de
648 millones de pesos, cuando el 3 de oc-
tubre del 2019, la 64 legislatura autorizó al
gobierno del estado la contratación de finan-
ciamiento por un monto de hasta 3 mil 500
millones de pesos, sin incluir intereses, para
destinarlo a inversión pública productiva y a
la constitución de fondos de reserva.
111
Porque no solo cuestionaron que los recur-
sos de estos empréstitos, que ya contrató la
Secretaría de Finanzas, se hayan publicitado
como apoyos en la contingencia, sino exigie-
ron que parte de estos recursos se destinen a
un verdadero programa de apoyo a la pobla-
ción, con mecanismos de participación inte-
rinstitucional, transparencia en la asignación
de los recursos y vigilancia de los mismos
para evitar actos de corrupción.
La verdad es que hasta hoy ninguno de los
programas anunciados se ha puesto en mar-
cha, mientras el coronavirus sigue generando
víctimas en el ámbito familiar y social.
Con 570 municipios, la mayoría de ellos
en condiciones de pobreza y pobreza extre-
ma; carencias en infraestructura, equipo y
material sanitario; producción deficitaria de
alimentos, el 80 por ciento de empleo for-
mal, dependencia presupuestal hasta del 90
por ciento de la federación, Oaxaca tenía las
condiciones para que cualquier crisis se con-
vierta en tragedia.
Hoy el COVID-19 se convirtió en el dis-
parador de una crisis sanitaria y humanitaria
112
que tiene años de cultivo en gobiernos ne-
gligentes, corruptos e irresponsables, por lo
que es hora de cuestionar si los políticos son
capaces de administrar los servicios públicos
con eficacia, gestionar de manera razonable
los recursos asignados, que son de nosotros
o, bien, ¿si hay algo más que deberíamos ha-
cer y no hayamos hecho?
113
MORIR SIN VELORIO…
Y SIN MÚSICA
Isidoro Yescas
115
blecen:
117
Es cierto que el coronavirus no llegará
a los 570 municipios y, según estimaciones
preliminares de SSO, se extendería a 49, fun-
damentalmente de Valles Centrales, Mixteca
e Istmo. No obstante, es recomendable ase-
gurar que las medidas acordadas se cumplan
y, por otro lado ,que por lo menos que cada
una de las autoridades sanitarias o municipa-
les de los 49 municipios en riesgo se les dote
de los insumos requeridos en el Acuerdo ya
comentado.
Por lo demás es indudable que las histó-
ricas costumbres y ritos religiosos y paganos
que caracterizaban a nuestros pueblos para
darles el último adiós a sus deudos tendrán
que modificarse, total o parcialmente.
Por ejemplo, los velorios de cuerpo pre-
sente, acompañados generalmente –sobre
todo en los pueblos– de rezos, música y ser-
vicios de alimentación a los hombres y mu-
jeres que solían acompañar a los dolientes,
y que por lo menos duraban dos días y hasta
más. Los novenarios supongo que sí porque
estos se llevan a cabo generalmente en domi-
cilios particulares, pero bajo estrictos contro-
118
les sanitarios y con la presencia simbólica de
familiares. Y esto siempre y cuando las auto-
ridades municipales lo permitan.
Y al prohibirse los velorios y apresurar-
se la inhumación y/o cremación también des-
aparecen las misas de cuerpo presente, una
costumbre altamente arraigada entre la po-
blación católica.
Con tan severas restricciones, impuestas
por los altos riesgos de contagio del corona-
virus, es indudable que los ritos paganos y
religiosos (que congregaban a decenas y cen-
tenares de personas en las funerarias, casas
particulares y en los cortejos fúnebres) ten-
drán que modificarse, ideando nuevas formas,
materiales y espirituales, para despedir a dis-
tancia a nuestros familiares y amigos porque,
con o sin pandemia, es un hecho que la con-
vivencia humana ya no será la misma y tam-
poco lo será la forma de despedir y recordar
a nuestros muertos.
119
ES LA HORA DE LA CIENCIA
120
probable que, por nuestra edad, no seamos
nosotros los que podamos pronosticar qué pa-
sará porque carecemos de algo que si tienen
los jóvenes: su relación innata con lo digital.
Esta pandemia provocará cambios en to-
dos los campos de la actividad humana, es
deseable que así sea, pero el cambio no será
de un día para otro y lo harán las nuevas ge-
neraciones a quienes hoy, parados en nuestro
pedestal de sabiduría, los descalificamos por
inexpertos. Sí los extremos son malos, no hay
que dejarse llevar ni por la depresión ni por
la euforia, ni por el cúmulo de años o títulos
académicos que no siempre significan sabi-
duría.
En momentos en que creemos que nuestra
vida está en peligro y nuestra situación eco-
nómica en riesgo de pauperizarse es oportu-
no mirar en retrospectiva para ver qué hemos
hecho mal, qué cosas no hemos hecho y de-
bimos hacerlas y, por supuesto, pensar en qué
deberíamos hacer.
En Oaxaca, en los últimos cincuenta años
le hemos dedicado muchas planas y ríos de
tinta en los medios, además de recursos del
121
erario, a la atención de la agitación social en
todas sus modalidades. Fueron los universita-
rios, los maestros y una serie de organizacio-
nes indígenas las que acapararon toda nuestra
atención las últimas décadas.
Sin embargo, hoy que nuestro modo de
vida lo sentimos en riesgo es necesario pre-
guntarse si esos recursos gastados valieron la
pena porque solución que esperamos con an-
sia viene de la ciencia y no de la agitación. A
la ciencia, en Oaxaca no le hemos dedicado
más que migajas de una orgía presupuestal
que ha engordado a funcionarios y líderes,
pero no ha apoyado a quienes debería.
No solo en Oaxaca sino a nivel nacional
debemos replantear un cambio en los mode-
los educativos y aceptar que nos ha faltado
ciencia, muchas ciencias naturales y tecno-
logía.
El magisterio oaxaqueño, al que le entre-
gó el presidente AMLO la educación en pro-
piedad, tiene otros planes que colocan como
prioridad ejercer el control político de los ni-
ños, los padres, los edificios, las plazas y los
trabajadores para mantener sus privilegios
122
neo-feudales. Los utilizan únicamente como
bandera para una supuesta reivindicación so-
cial.
El método paternalista que tenemos para
solucionar los problemas sociales y econó-
micos no ha resultado y, una vez pasada esta
emergencia, sería un error mantenerlo para
disminuir la pobreza porque se ha demostra-
do que no funciona más que para crear clien-
telas políticas.
Se da en Oaxaca mucha atención a lo co-
munitario, al asambleísmo y saberes ancestra-
les que cambian de región a región. La mayo-
ría de las veces confunden añejas tradiciones
con saberes rituales que, en el terreno de la
intimidad individual son válidos, pero no el
terreno de lo público que necesita respuestas
certeras, formales, racionales y científicas.
Es necesario pensar en la educación del
futuro. Estamos viendo que la ciencia y los
expertos son necesarios, en sentido contrario
a los postulados populistas de han decretado
la muerte de los especialistas por “conserva-
dores”.
Oaxaca es tierra fértil para la enseñanza y
123
aprendizaje de las ciencias. Las habilidades
que los niños demuestran tener al aprender a
tocar instrumentos musicales antes de empe-
zar a leer son una muestra de que tienen habi-
lidades para las matemáticas y el pensamien-
to lógico y racional, así como para trabajar
en equipo.
La pandemia evidencia, una vez más, que
la educación es la mejor inversión, introducir
las ciencias y darles el lugar que merecen re-
quiere de cambios en los programas de estu-
dios, amplios equipamientos en las escuelas
y una nueva clase de profesores que hay que
formar.
En Oaxaca ocupamos siempre los últimos
lugares en desempeño educativo, no solo en
la educación básica sino también en la media
y la superior. Y eso hay que cambiar apro-
vechando el empuje que esta pandemia está
dando a la alta tecnología, la medicina, las
matemáticas y la genética.
Es necesario recuperar la rectoría de la
educación no para fines políticos sino para
beneficio de todos, dejar detrás el uso faccio-
so de la ideología para justificar la injustifica-
124
ble y pensar en el futuro porque, desafortuna-
damente, no será esta la última pandemia ni
problema global que ponga en riesgo nuestras
vidas y nuestra economía.
Viene una nueva era, la del petróleo está
empezando a declinar y estamos entrando de
lleno en la cuarta revolución industrial y tec-
nológica. La robótica y la inteligencia artifi-
cial dominarán el mundo.
Vemos en peligro nuestra forma de vida
y no sabemos si solo estamos ante una pau-
sa o el inicio de un cambio radical. Esta in-
certidumbre nos conduce a revisar nuestros
valores culturales, técnicos y científicos por-
que, a pesar de toda la tecnología que hemos
desarrollado, seguimos siendo vulnerables.
La educación y la ciencia, por tanto, debe-
rían darnos las oportunidad de ejercer las dos
caras de la libertad: la emancipación y la au-
tonomía.
Es un excelente momento para echar a an-
dar en profundidad los modelos de educación
a distancia que, por su edad, algunos no son
capaces de comprender. Para empezar, la edu-
cación a distancia desarrolla varios hábitos,
125
entre ellos los muy útiles de la disciplina y la
responsabilidad que tanta falta hacen hoy. A
pesar de las resistencia sindicales, el futuro de
la educación está en las tecnologías virtuales.
No está de más pensar que la inteligencia
artificial no solo habrá de suplir, no suplan-
tar, a muchos profesores, sobre todo a los me-
diocres. Que habrá profesiones y oficios que
desaparecerán; por ejemplo los autos serán
autónomos, las grandes automotrices fabri-
carán otras cosas o quebrarán, las empresas
de tecnología serán las líderes sobre las ma-
nufactureras, que el petróleo no se agotará
pero que dejará de primar en nuestro mun-
do, habrá fuentes renovables de energía que
la harán accesible y barata y, para ese mundo
tecnológico es indispensable que a los niños
oaxaqueños se les prepare no para operar las
máquinas, que cualquiera lo hace, sino para
diseñarlas, para convertirse en protagonistas
del cambio y no quedarse en pasivos espec-
tadores.
126
COVID-19, RETO SANITARIO
PARA MÉXICO
La medicina sirve
«Para que hombres y mujeres vivan jóvenes
y sanos toda su vida, y finalmente mueran sin
sufrimientos y con dignidad, lo más tarde que sea
posible».
Dr. Ruy Pérez Tamayo
128
taria y la educación en salud que debe tener
la sociedad para enfrentarla?
Por lo que respecta a la atención de la sa-
lud en México un gran activo que se ha tenido
desde tiempos remotos es la salud pública, la
cual ha sido un pilar en la elaboración de po-
líticas sanitarias de los diversos gobiernos fe-
derales, en donde han sido clave las áreas de
integración y desarrollo del sector salud, vi-
gilancia epidemiológica, regulación sanitaria,
investigación, prevención y promoción a la
salud; sin embargo, a pesar de contar con ins-
tituciones que conforman el sistema nacional
de salud, entre otras el IMSS, ISSSTE, DIF,
PEMEX, Secretaría de Salud, Secretaría de la
Defensa y Secretaría de Marina, muchos ciu-
dadanos no pueden contar con los servicios
que se ofertan, y ahora el gran reto urgente
es enfrentar al COVID-19, el cual deberá ha-
cerse con profesionalismo y creatividad, sin
partidismos o ideologías.
México es un país que desde hace varias
décadas arrastra grandes rezagos sociales y
materia de salud y es hora que no termina la
lucha contra la desnutrición, diabetes, obe-
129
sidad, hipertensión, tabaquismo, cáncer, etc.,
lo que hace aún más difícil la batalla contra
el coronavirus SARS-COV2; además, la in-
versión que se ha dado para la salud de los
mexicanos en los últimos sexenios ha sido
muy baja: de acuerdo a la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico
(OCDE), de la cual México es miembro, para
el año de 2015 era de 5.6% del PIB frente al
9% del promedio y al 6% del mínimo esta-
blecido.
Se debe reconocer que la presencia de esta
pandemia ha demostrado que el mundo no
estaba preparado para enfrentarla. Así, en los
países más poderosos con grandes inversio-
nes en salud su presencia los tomó de sorpre-
sa y no la han podido evitar. Por ejemplo, la
misma China, país económicamente muy po-
deroso en donde se inició la pandemia, ante
la carencia de infraestructura, principalmente
de camas para hospitalización y atención de
enfermos de COVID-19, tuvo que construir
hospitales y equiparlos de forma urgente para
combatirla.
Ahora que en nuestro país la fuente de ad-
130
quirir la infección es el contagio comunitario,
se percibe que a nivel nacional la infraestruc-
tura hospitalaria existente es insuficiente para
atender a pacientes graves, por lo que es posi-
ble que se genere un colapso en el cuidado de
pacientes que requieran hospitalización con
intubación, respiradores artificiales, áreas de
cuidados intensivos, personal especializado
tanto de enfermeras y enfermeros como de
médicos y médicas.
El desafío es hacer realidad el deseo del
presidente Lic. Andrés Manuel López Obra-
dor de tener un sistema sanitario equiparable
con el de Dinamarca y Canadá, ojalá y algún
día nos podamos comparar con estos países
en la cantidad de camas hospitalarias dispo-
nibles por cada 1,000 habitantes para la aten-
ción de pacientes hospitalizados. Dinamarca
tiene 2.9 (lugar 94 del mundo), Canadá tiene
2.7 (lugar 89), y México tiene en total 1.5 ca-
mas por cada 1,000 habitantes (lugar 125 de
un total de 178 países censados), ¿Nos ima-
ginamos tener la cantidad suficiente de en-
fermeras/enfermeros y médicos/médicas que
tienen estos países por cada 1,000 habitan-
131
tes? Tenerlos significaría un incremento a la
tasa de cobertura de personal sanitario, que
en México está por debajo del mínimo esta-
blecido por la OCDE. Si se llegara a invertir
para mejorar y aumentar la infraestructura sa-
nitaria, como es el deseo del presidente López
Obrador, significaría un aumento en número
de camas, personal sanitario, aparatos, insu-
mos, hospitales o clínicas, etc., todo lo cual
redundará en una atención más profesional al
enfermo y, permitiría a las autoridades y po-
blación enfrentar situaciones como la actual
epidemia sin tantas angustias .
Sin embargo, a pesar de las diversas caren-
cias, la participación de la población mexica-
na ha sido solidaria en la lucha contra la epi-
demia. Su compromiso es tal, que las medidas
restrictivas como el “Quédate en Casa” en lo
general se han cumplido a lo largo de las se-
manas, a pesar de algunos ciudadanos incon-
formes y empresas del capital promotoras del
consumo; el compromiso de la comunidad de
trabajadores de la salud es muy notorio, des-
tacando enfermeras y enfermeros, camilleros,
trabajo social y desde luego el personal médi-
132
co, quienes como bien lo decía el Dr. Ignacio
Chávez Sánchez : «Un médico es un hombre
que se asoma sobre otro hombre, en un afán
de ayuda, ofreciendo lo que tiene, un poco de
ciencia y un mucho de comprensión y simpa-
tía».
Pero ante los mitos y rumores de la epi-
demia, ¿Qué está pasando con personas in-
conformes de la actual política sanitaria de
la presidencia? ¿Es que el coronavirus tam-
bién produce en el individuo la oposición y
el desacuerdo, el encono, la envidia y la bur-
la?. En estos momentos de apremio es común
encontrar por doquiera expertos sabelotodo
del coronavirus y la enfermedad que ocasio-
na, y su accionar más que provocar ayuda ge-
nera desinformación entre la población. Asi-
mismo, no son raras las noticias falsas que se
difunden con gran facilidad y como conse-
cuencia generan irritación, molestia, angustia
y miedo, produciendo cierta inconformidad
social; además, se puede observar en algu-
nos medios de comunicación y en las redes
sociales, la distorsión de la información que
se genera en el día a día, así como de las ac-
133
tividades que se desarrollan para enfrentar la
actual epidemia ocasionada por el coronavi-
rus SARS-COV2, no se nos debe olvidar que
son las estrategias, programas y acciones que
ha establecido el Estado las que nos salvarán
de enfermar o morir, a pesar de que nuestro
pensamiento y actuar estén marcados por la
omisión, ignorancia, imprudencia, o con in-
tensiones diferentes a los trabajos que se han
establecido con profesionalismo y gran áni-
mo, con la firme intención de enfrentar la pre-
sente crisis sanitaria, que hay que reconocer
no solo es mexicana, también es mundial.
Recordemos que el derecho a la salud de
todo mexicano, se establece en diversos artí-
culos de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, destacando el 4º constitu-
cional, en donde se proclama que toda persona
tiene derecho a la protección de la salud, por
lo que el Estado tiene obligación de garantizar
y establecer mecanismos necesarios para que
toda persona goce de un estado de completo
bienestar físico, mental y social para su desa-
rrollo. El Estado actualmente ha establecido
diversos procedimientos para evitar el mayor
134
daño posible de la epidemia en los habitantes
de México; dejemos pues que cumpla con su
obligación, y nosotros como ciudadanos de-
bemos aplicarnos a las acciones planteadas,
y solidariamente en gran unidad con los de-
más ciudadanos y el mismo Estado, contri-
buyamos a la no expansión de la enfermedad
COVID 19.
135
VIRUS DEL TERROR EN EL
REINO DE LAS MENTIRAS
DE MÉXICO
137
Obrador confrontado con los empresarios, y
ahora el nuevo frente de los gobernadores re-
belándose a las estrategias sanitarias y fisca-
les del Gobierno federal.
Ya nada será igual en el mundo. Sin em-
bargo, la peor ironía es que todo cambiará,
para que nada cambie. Todo seguirá igual de
mal, seguramente peor. Gatopardismo puro a
nivel global.
Claro, los súper ricos, los plutócratas que
gobiernan el Nuevo Orden Mundial son ya
más ricos. Cruelmente, los pobres globaliza-
dos son más pobres entre los pobres.
Poco o nada cambiará el mundo el día des-
pués de la crisis humanitaria. Porque poco o
nada cambiarán las actitudes de los seres hu-
manos. Subsistirán la soberbia y la avaricia
mayúsculas.
Para que el actual estado de cosas cam-
bie debemos cambiar todos de manera indi-
vidual, familiar social y nacionalmente. No
lo hacemos ni lo haremos de manera mayori-
tariamente masiva, y menos en Oaxaca.
Aun cuando ya nada será igual, lo peor es
que casi todo seguirá siendo igual. Persistirá
138
el círculo vicioso y perverso de la miseria e
ignorancia. Y será así porque no desaparece-
rá la desigualdad.
Por el contrario, aumenta la pobreza ex-
trema a grados inhumanos. Los ricos son más
ricos. Es, sobre todo, resultado del agrava-
miento de la crisis económica con la quiebra
y cierre de las Mypimes en México.
Una de sus principales secuelas será el dis-
paro exponencial de millones de desemplea-
dos y subempleados y el consecuente creci-
miento de la espiral de la violencia brutal.
Hay, sin embargo, soluciones y salidas a
la crisis. Y éstas no son otras que el espíritu
solidario de La Guelaguetza y del trabajo co-
munitario del Tequio, a través de una econo-
mía social comunalista o comunalizada.
La estrategia consiste en la creación de re-
des ciudadanas con venta directa de produc-
tores a consumidores para evitar el “coyotaje”
y el encarecimiento por el intermediarismo,
con apoyo en la tecnología.
El Armagedón comercial-financiero y bac-
teriológico del Coronavirus COVID-19, ya
139
no armado entre China-Estados Unidos, deja
grandes lecciones de vida y muerte.
Confirmó que los seres humanos nada so-
mos. Exhibió las miserias humanas de los
imperios mundiales. El contagio y muerte de
millones de seres humanos demostró que és-
tos son gigantes con pies de barro.
El contagio de la nueva peste negra ratifi-
có que los seres humanos somos sumamente
vulnerables sin importar raza, sexo, edad o
condición socioeconómica.
Recordó a los ricos y poderosos que tam-
bién enferman y mueren. Boris Johnson, pri-
mer ministro de Gran Bretaña, es claro ejem-
plo de ello. Y en México Jaime Ruiz Sacristán,
Presidente de la Bolsa Mexicana de Valores,
y José Kuri Slim, primo hermano del hombre
más rico en nuestro país, Carlos Slim Helú.
140
MAGISTERIO: LA PANDEMIA,
COMO ANILLO AL DEDO
Los referentes
142
ciones sociales configuran las “dimensiones
ocultas” de la pandemia en México.
El coronavirus ha mostrado un mundo in-
terconectado en multimedia, pero también
disperso, desunido, dentro y fuera de las ca-
sas. Hoy nuevamente nos siguen demostran-
do nuestros pueblos originarios, que el cuerpo
social sólo puede ser inmune en comunidad.
Es paradójico pero nuestra salud depende de
aliviar el daño al otro. Por eso, allí en nuestras
comunidades oaxaqueñas se cierran accesos
y no cobra mucho sentido el arresto domici-
liario. Pero el capitalismo salvaje valora más
el dinero que una vida humana. La pobreza
es negocio para políticos que pactan con el
empresario en turno. La pobreza es rentable
porque financia industrias, sectores y fortu-
nas inimaginables. La pobreza es rentable
porque garantiza millones de votos. (Elena
Maya, 2020).
143
del 20 de abril las clases continuarán en lí-
nea y televisión para darle cumplimiento al
ciclo escolar. Ante las declaraciones del fun-
cionario los directivos de las escuelas solici-
taron a los docentes el diseño de actividades
orientadas a la reflexión, el análisis y la crea-
tividad para el periodo de aislamiento, pero
sin mostrar preocupación alguna por las con-
diciones actuales con las que se encuentran
los alumnos para enfrentar la pandemia: pa-
dres despedidos o sin ingresos, no hay como
pagar el acceso a internet, faltarán los espa-
cios adecuados para desarrollar actividades
escolares, además en la pobreza extrema, sin
derecho a la salud, sin medicinas, sin alimen-
tación.
La coyuntura requiere recursos crecientes
para enfrentar los efectos de la pandemia. Es
un acto criminal malgastar los recursos públi-
cos. Es el momento propicio para airear los
gastos del IEEPO y su flamante Director, se
requiere una auditoría externa que muestre la
aplicación excesiva de: Gastos en autorentas
de oficinas. Gastos en bonos a funcionarios.
Transparencia en los bienes patrimoniales de
144
sus funcionarios. La dotación de la flotilla ve-
hicular del IEEPO a líderes de la Sección 22
del SNTE y el motivo por el cual les fue asig-
nada. El porqué de los bonos al desempeño de
líderes de la sección 22 y bajo qué concepto
reciben tan nutrida cuota, que más parece un
pago de piso para no ser removido.
145
políticas a mantener una actitud de apertura,
cooperación, tolerancia y lealtad a México;
no es tiempo de disputas, es momento de po-
ner el interés colectivo, la salud y la vida de
todas y todos por encima de cualquier otro
interés.
20 de abril del 2020. En videoconferen-
cia con los secretarios de todas las secciones
del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE), Alfonso Cepeda Salas
Secretario General del CEN, informó que se
puso a disposición del Gobierno Federal 250
mil metros cuadrados de instalaciones, entre
salones de usos múltiples, centros recreativos
y casas de jubilados, para habilitar espacios
de atención médica y hospitalaria, con una
capacidad de 15 mil camas, “estamos ratifi-
cando que México cuenta con el SNTE”.
LA CNTE (marzo del 2020). Manifiesta:
…demandamos la implementación de briga-
das médicas que lleguen a todos los rincones
del país para informar, prevenir y atender la
propagación de la pandemia; que se realice
un inversión económica emergente para for-
talecer todos los hospitales públicos del país
146
con personal de salud, infraestructura. En la
Coordinadora Nacional de Trabajadores de
la Educación, así como lo demostramos en las
recientes catástrofes ambientales y en otros
momentos de siniestros, estamos dispuestos
a cumplir nuestro papel solidario junto al
pueblo y a contribuir en todos los protoco-
los establecidos para detener la pandemia,
pero de manera informada, activa y respon-
sable, para superar la situación de pánico,
de inmovilidad social y para contrarrestar el
comportamiento lucrativo de las empresas.
LAS DIRIGENCIAS DISIDENTES de
las Secciones 7,18 y 22 del SNTE, como prin-
cipales contingentes de la CNTE, en abril del
2020, coinciden en manifestar: Sin pretender
evadir la responsabilidad de los trabajadores
de la educación, la inasistencia a la escuela
puede superarse de dos formas, dependiendo
de la evolución de la contingencia sanitaria:
a). Regresar a las aulas a partir del mes de
junio y abordar los contenidos prioritarios.
b. Promover a todos los alumnos, de todos
los niveles de educación básica, al siguiente
grado.
147
Ambos escenarios son viables dado que
más del 60% del período escolar y de los con-
tenidos educativos ya se han cubierto; no hay
ninguna razón para pensar que el ciclo esco-
lar está en riesgo. Y agrega: Una vez supera-
da la parte más crítica de la contingencia, es
importante que maestros, alumnos y padres
de familia exijan que cada escuela tenga las
condiciones sanitarias y pedagógicas para el
retorno a las aulas. Evitar que en los grupos
hayan 30, 40 o hasta 50 alumnos y contar con
los insumos necesarios de higiene en todas
las escuelas del territorio nacional, inhibirá
el riesgo de la reactivación del virus.
148
son viables en el marco de la contingencia.
Las dirigencias disidentes descansan de sus
impugnadores internos y es un respiro para
su menguada capacidad de convocatoria.
En la Sección 7 chiapaneca, están entro-
nizados los “radicales verbales” y es cierto,
tienen cómoda correlación de fuerzas a su fa-
vor. Enfrentan sin embargo tres adversarios
importantes: a los reformistas e instituciona-
les al interior, y al exterior son hostilizados por
un gobernador morenista, que bien asesorado
por un ganso encantador de serpientes, les tie-
ne tomada la medida. Los recursos oficiales
han dejado de fluir, pero a cambio confinados
en casa, toman oxígeno fresco para enfrentar
el nuevo escenario sindical poscoronario.
En la Sección 9ª de la CDMX, el gurú
transformado en ganso tiene encantada y ce-
bada a la disidencia magisterial en la novena.
Las expresiones dominantes ya ha probado las
mieles del poder en la CDMX, acatan acuer-
dos de la CNTE solo si les conviene y no les
afecta en sus pretensiones de promover sus
cuadros a la nomenklatura chilanga de Mo-
149
rena, pero también con vistas a las próximas
elecciones federales intermedias.
En la emergencia sanitaria su posiciona-
miento es opaco, su activismo con los pa-
dres de familia ha sido muy acotado. Muy
atemorizados por la contingencia acatan sin
chistar las disposiciones de la gobernadora
Sheinbaum. Es notable que les preocupa mas
la muy próxima renovación de su dirigencia
seccional, con el nuevo modelo electivo que
sustituye el congreso seccional por la vota-
ción universal directa y secreta.
En la Sección 18 michoacana el paro sa-
nitario también beneficia a los sindicalistas
docentes. Los últimos meses han vivido una
profundización de las diferencias entre refor-
mistas, radicales e institucionales. Es probable
que muy pronto en esa sección tan aguerrida
lleguen a convivir tres dirigencias ejecutivas
en una sola sección. El gobernador Aureo-
les como “aprendiz de brujo” es la mano que
mese la cuna en este conflicto. La mezcla de
la pugna interna de la CNTE michoacana, con
la inseguridad rampante, las politicas públi-
cas erróneas y la contaminación imprudente
150
del Covid-19, resultará un coctel muy explo-
sivo. Silvano y la CNTE michoacana la ten-
drán muy complicada.
En la Sección 22 de Oaxaca la dirigencia
seccional es la mas beneficiada con el paro sa-
nitario. Esta dirigencia acotada mas que nunca
por autoridades federales y estatales segura-
mente estimaba muy complicada la convoca-
toria para la tradicional movilización magis-
terial anual. En los hechos, se ha cumplido
la petición, nunca atendida por la 22, de au-
toridades, padres de familia y sociedad civil
para evitar suspensiones del servicio educati-
vo. Bajo el paraguas de la contingencia, aca-
tando correctamente las indicaciones sanita-
rias son muchos los beneficiados: primero la
salud de los oaxaqueños, luego, la dirigencia
seccional a pesar de su impugnado desempe-
ño sindical y opaco posicionamiento frente a
la pandemia. El gobierno del estado que su-
pera sin presiones la negociación anual de las
demandas de la 22, y el tigre que se anota una
raya mas en su disfraz de ganso.
No hay duda, en la oscuridad del confina-
miento hogareño las fuerzas disidentes esta-
151
rán urdiendo alguna táctica que enfrente la
próxima renovación de sus dirigencias, hoy
con un novedoso modelo electivo. Es notable
distinguir que son los disidentes y los muy
tradicionales cuadros institucionales, los que
objetan el voto universal directo y secreto. En
estos extremos parece que el procedimiento
afectará su mecanismos de control. En la fase
pospandemia veremos los efectos del nuevo
modelo electivo.
El malestar docente
152
habrá clases a distancia, ¿por qué ya hablan
de recuperar los días? ¿cómo se van a evaluar
los aprendizajes?, etc. (G.Antón, 2020).
Frente a este malestar docente, las autori-
dades del IEEPO no pueden imponer la do-
cencia digital en el escenario educativo oaxa-
queño y en medio de una emergencia sanitaria,
una vez regresando a clases, serán los profe-
sores en sus instancias organizativas quienes
decidan cuál será la mejor manera para recu-
perar el ciclo escolar poniendo por delante el
ínterés de los alumnos.
153
UN PUEBLO AYUUK
EN RESISTENCIA
Libertad Ruiz
155
recho al agua. No es que no hayan estado en la
lucha antes de la existencia del coronavirus.
Ya lo hacían, solo que ahora, dadas las condi-
ciones en las que el mundo se encuentra, las
manifestaciones comienzan a ser otras.
A pesar de que el gobierno del estado de
Oaxaca aseveró que habían firmado una mi-
nuta de acuerdo junto con los municipios in-
volucrados en la que supuestamente se acep-
taba y garantizaba el acceso de agua para la
localidad, esto no sucedió. Es más, personas
de Ayutla mencionan que días después de ha-
ber firmado dicho acuerdo se dinamitaron los
tanques de agua que les proporcionaría este
recurso a San Pedro y San Pablo.
A lo largo de la historia hemos visto dis-
tintas formas de manifestarnos y las más vi-
sibles han sido las marchas, las pintas en las
calles, cualquier otra idea que se te venga a la
mente, pero estoy casi segura que muchas de
las cosas que recuerdas las sitúas en los espa-
cios públicos tradicionales, en la calle. Pero
ahora, por las condiciones de escasa movi-
lidad que vivimos, las redes sociales se han
156
convertido en una forma cada vez más fre-
cuente de comunicación y protesta.
Este fue el caso de Ayutla con el festival
que organizaron o con el llamado colectivo
que hicieron en redes sociales bajo el has-
tag #Ilustratona, donde distintas personas se
unieron para ilustrar y demandar con carteles
#AguaParaAyutlaYa.
Se está viviendo una pandemia pero eso
no ha significado que las personas no sigan
en pie de lucha.
La contingencia actual no ha resuelto y
mucho menos evitado los problemas que ya
existían, solo ha sumado a la lista de preca-
riedades que las personas viven día a día. Los
espacios que se están ocupando en las redes
sociales han sido aliados en las luchas de las
poblaciones.
Actualmente, todo parece indicar que la
defensa por los derechos humanos, en este
caso el derecho al agua, tomará más fuerza
en el terreno del internet, impulsado por las
voces y los instrumentos del pueblo de Ayutla.
157
NO IMPORTA LO QUE LA VIDA
TE DÉ... TÚ DA MÁS
159
Queda, para impedir la movilidad, ello en un
país donde la informalidad económica es for-
ma de vida, solo llevaría a la confrontación
y a generar más violencia –al día de hoy ya
desbordada–; por supuesto ello no implica
ignorar el #Quedateencasa y la #SanaDistan-
cia.
Ya en el ámbito de las cifras, según los
reportes, estamos –afortunadamente– lejanos
de Estados Unidos, Italia, España o China, lo
cual –por supuesto– no es para celebrar; en lo
personal considero que el Subsecretario Hugo
López Gatell ha realizado una excelente la-
bor de contención. Sus cifras, más allá de po-
sibles inconsistencias, generan certidumbre
–lo de Salinas Pliego y su testaferro Alatorre,
pensando mal, es un acuerdo para reforzar la
posición del Ejecutivo Federal; “juego de es-
pejos” le llaman, se entiende –además– que
en el contexto de la política “a la mexicana”
y más en un sistema presidencialista –Dicta-
dura Perfecta la llamó Vargas Llosa– hay que
distinguir entre “Fuerza Moral y Fuerza de
Contagio”.
Inmersos ya en la Tercera Fase, el miérco-
160
les 22 de abril el Presidente López Obrador
anunció una serie de medidas que, de entrada,a
juicio de varios analistas, son una copia del
Informe reciente rendido en un solitario patio
central de Palacio Nacional; anula el aguinal-
do a servidores públicos de nivel medio para
arriba, elimina subsecretarías, preserva el fi-
nanciamiento a sus programas sociales y rati-
fica el financiamiento a sus proyectos emble-
máticos: Pemex, Dos Bocas, seis refinerías, el
aeropuerto Felipe Angeles –Santa Lucía– , el
tren Maya, entre otros. Habrá que concederle
el beneficio de la duda pero lo cierto es que el
Presidente Andrés Manuel López Obrador se
está jugando su paso a la Historia, nada más
pero nada menos.
En cuanto a Oaxaca, nuestro mágico Es-
tado, considero que las acciones que se han
tomado contribuyen a paliar la contingencia;
por supuesto asumiendo que el índice de po-
líticos, politólogos, opinadores, analistas de
buena y mala “leche” es –en definición de un
ex-gobernador– como de veinte mil por hec-
tárea, no puede haber consensos absolutos;
sin embargo advierto una disposición a su-
161
mar más que restar; lamento y condeno, eso
sí, con énfasis, la actitud de los bancos y de
la pésima planeación para la entrega de los
apoyos de Procampo para adultos mayores y
demás programas “sociales” que, a juicio de
no pocos, son manipulación clientelar electo-
ral al estilo del alguna vez “partido casi úni-
co” –Carlos Salinas dixit–.
Concluyendo, enfrentamos el mundo y los
oaxaqueños una situación inédita; de la for-
taleza de ánimo y cuidado de las formas con
que lo hagamos saldremos más pronto con
banderas desplegadas. No será fácil, pero me
pregunto, que gran acción es fácil.
En Oaxaca, no olvidemos, Dios Nunca
Muere, la vida nos impone retos permanentes,
juntos somos más que dos... NO IMPORTA
LO QUE LA VIDA TE DÉ... TÚ DA MÁS...
162
III. Leer
y educar
a distancia
ISLAS DE LECTURA
¿Q
ué o cuál libro te llevarías a una isla le-
jana, si tuvieras esa oportunidad? Lle-
gó ese momento aunque de manera muy ab-
surda, sorpresiva, que tal vez no dio tiempo
de acordarse. Queden en casa fue la consigna,
norma social o pacto, y hoy seguimos, ante el
peligro de la calle y de los otros. Pero el hogar
se convirtió en la isla, marte o la luna. Nues-
tra isla del tesoro. ¿Qué libro nos llevamos a
la isla por fin concedida? El libro también re-
sulta una isla, por la manera tan escasa de su
lectura y circulación. Los medios entraron a
casa hace mucho. La televisión es medio pri-
vilegiado en estos casos para poner el libro
por delante; ¿no es más bien un medio al ser-
vicio de la ignorancia? Una interferencia pro-
piamente comercial y abusos de conciencia.
Nos encontramos frente a una crisis de
crisis de múltiples factores y rostros; muchas
máscaras salen a la luz y definen sus oculta-
164
mientos; retorcidas maneras de ir tras el po-
der y la riqueza. No es de hoy, es nuestro lar-
go proceso histórico en la lucha de intereses,
cosa que abarca el de las ideas, los sueños,
la cultura, la palabra. Estas líneas van por la
lectura, pues es algo que he logrado hacer; el
tema me contiene; más bien, lo he permane-
cido conmigo, en la noche, en la madrugada.
Es común decir que México es un país sin
lectura, de no lectores; y encontrarse con per-
sonas que se justifican con el tiempo, que el
trabajo no los deja, que no tienen tiempo. ¿Es-
tamos dispuestos hoy a cambiar ese concepto
y convertirnos al hábito de la lectura desde
nuestra isla, si esa isla le dimos las condicio-
nes previas? ¿Se hará lector el joven, el se-
ñor, la señora, que otro día salgan de casa y
lo primero que busquen sea una librería para
ir por un nuevo libro? ¡Cómo!, si lo que no
tenemos es dinero.
No es para tanto, no es para todos el leer.
Tampoco el escribir. Que lo hagan los maes-
tros y los que estudian, se dice. Que sea para
los que hoy en el encierro encuentren el ocio,
el aburrimiento, el descubrimiento y la poca
165
felicidad en la dichosa e imaginaria isla, que
de cierto modo, uno mismo es esa isla de te-
soros escondidos. No habría que darle tiempo
a la falsedad del tiempo, ni al mexicano falso
y faramalla que se llena la boca con la pala-
bra ajena. Alguna vez nos robaron la palabra.
Lo que hemos hecho es el resultado de hoy.
Nos sorprende, y tenemos esa capacidad, de
mirar por las orillas de cómo es el miedo lo
que hemos llevado a casa. Si eso mismo fue-
ra una huelga, otra cosa sería, que fuera una
declaración lectora: una cuarentena para so-
lamente leer. Hoy es el peligro, la defensa;
el acatamiento general que incluso muchos
no creen, siendo tan creyentes porque dios no
puede darnos tanto mal.
Si recordamos fue una mujer la que desa-
fió todos los males exteriores y se refugió en
una isla, la mejor entonces: un convento; y
ella fue Sor Juana. El mayor promotor de la
lectura ha sido un oaxaqueño, José Vascon-
celos; el más alto intelecto helenista nuestro
ha sido Alfonso Reyes; entre poetas, Octavio
Paz; y entre narradores; Juan Rulfo. Diría que
todos vienen de grandes tiempos de crisis, y
166
en lucha por hacer un México distinto. No los
únicos, pero todos imaginaron un país de lec-
tores. ¿Qué les diríamos hoy de sus empeños;
que todavía estamos en eso, en ser lectores?
Si en el sexenio que corre no hay nuevos
lectores, distintos, críticos, entonces será un
tiempo incompleto. Es absolutamente ne-
cesario, con ello estaremos dando un paso
hacia otro país, porque la mentalidad habrá
cambiado. Y eso, en estos días de aislamien-
to estaríamos haciendo un bien: el bien leer.
La cuestión es, si el sexenio bajo el brazo un
libro te dio, o es uno, los ciudadanos, quien
da su lectura al país. Sin pensarlo más, la lec-
tura es una riqueza. El tesoro de la isla tan
buscada.
La sangrante revolución mexicana nos dio
muchos escritores, vaya, nos dio esta cultu-
ra; ¿Ahora habrá muertos sin revolución? La
lectura viene de allá, de hace más de un si-
glo. Dice el escritor y lector argentino, Jorge
Luis Borges que leer es una suerte de feli-
cidad. Para el escritor de tradición zapoteca
y gran lector, Andrés Henestrosa, que aquel
que lee termina escribiendo. ¿Seremos algo
167
felices con un libro en casa y nos animaría
a escribir en tiempos de cuarentena? Es casi
absolutamente una decisión personal, no se
puede obligar a nadie. Pero si el presidente
de la república comenzara su discurso con un
poema, cuento o novela en dos líneas, y con
el libro en la mano, es posible que de ese acto
muchos lo hicieran, por reconocerlo como un
acto heroico. Que heroica de por sí es la lec-
tura. Ello es una propuesta.
Homero, Borges, Milton, dicen que esta-
ban ciegos; que Sócrates a la hora de su muer-
te seguía aprendiendo (números o música?);
nosotros estamos bajo dura amenaza. Si al-
guien también ha dicho que le gustaría morir
leyendo, lo reafirmo. Como sacar los trapos
al sol, muchas personas se han puesto a leer
frente a una cámara y lo comparten en estos
días. Mexicanos al grito de la Lectura…
Leer es una responsabilidad de ser mexi-
cano, de ponerse una máscara de serpiente,
nuestro símbolo cultural de mayor identidad.
Un lector serpiente es un lector crítico y de
alta palabra.
Falta hace a los que hoy se niegan a pagar
168
impuestos de sus empresas y de actores po-
líticos. Esos que en solidaridad lanzaran una
campaña del libro en casa, que eso sí haría
su propia fuerza contra el gobierno; a ellos,
técnicos de la ganancia material, privilegia-
dos de vivir la prolongación de una conquista
donde son españoles imaginarios y los demás
los indios conquistados. Los privilegiados e
impostores (los oponentes del pago o no pa-
gadores), ¿cuánto leerán en los días de casa y
cuarentena? Si por dinero fuera, algunos lee-
rían por día 100 o 1000 libros; es más bien
una cuestión de la desigualdad social.
Cuándo haremos que esos dos o tres libros
de media nacional se convierta en cinco, diez
libros al año por cada uno. ¿Hará falta liberar
nuestra mente de haber sido esclavos duran-
te siglos? La libertad de leer es algo que se
gana por profunda convicción. ¿Dónde quedó
oculto el dios de la palabra, que hoy lo nece-
sitamos profundamente? Entre el mundo za-
poteco Diidxa, es palabra, lengua, porque esa
deidad quedó presente y constante en ella. Y
es como magia y secreto de una metáfora del
habla en esta tradición.
169
Para cuando termine la cuarentena habría-
mos de preguntarnos por mera voluntad cu-
rioso: ¿y tú, qué leíste? Hay quien habrá leído
unos veinte libros, ¿por qué no?, otros uno;
otros releídos. No lo sé muy bien, pero pasar
el miedo en la isla, haberse aburrido, haber
soñado, haber leído unos libros, ¿nos habrá
convertido en mejores mexicanos? Subjeti-
vamente sí. El peligro y la buena razón de
esperar salir bien librados, ayuda, un libro
también. Algo habrá cambiado en el mundo,
y nos hará pensar que cada uno ha de estar
más vivo que antes; que el libro escogido es
también la isla íntima que puede cargar.
En mi caso, fui a mi pueblo, Ixhuatán, lle-
vé unos treinta libros nuevos para niños, me
dio tiempo de entregarlos a la biblioteca del
lugar, la misma tarde lo compartimos con al-
gunos niños. De pronto vino la cuarentena y
me quedé, pero no en el pueblo, sino en el
monte, en el rancho, desde donde cosecho
ajonjolí y algo de maíz; leo los pocos libros
que acostumbro, sin saber del caso; escribo
algo, platico sí. Tengo la idea que es una es-
pecie de isla, tal como hoy nos encontramos.
170
VOLVER AL “ATRASO”
171
rrección del comunismo (Slavoj Žižek); el fin
del periodo liberal en Europa y el surgimiento
de un control biopolítico, de vigilancia digi-
tal, autoritaria y omnipresente, en una socie-
dad disciplinaria al estilo chino (Byung- Chul
Han); la revisión de las causas estructurales
de la pandemia, del panorama de muerte que
implanta y la no vuelta a una normalidad de
la desigualdad (#HackeoCultural).
En Oaxaca, mientras tanto, variados es-
cenarios se suceden. Por un lado, absorbidos
por el panorama nacional se trata de seguir
las recomendaciones del subsecretario de sa-
lud en México, Hugo López Gatell: la sana
distancia, quédate en casa, a abatir la curva
de contagio.
En medio, se visibiliza, en hechos concre-
tos, el concepto central con el que López-Ga-
tell, funcionario a cargo del control de la emer-
gencia, inició su conferencia más importante,
la del día 28 de marzo, cuando hizo el llamado
urgente, imprescindible, al confinamiento.
El concepto básico al que apeló fue el de
la desigualdad imperante en el país, que tiene
a más de la mitad de la población en situación
172
de pobreza, con escaso acceso a servicios de
salud y en condiciones laborales precariza-
das.
Con una población mexicana que se en-
cuentra, en su mayoría, en ese estado, había
que tomar las medidas que se estaban propo-
niendo para evitar una mortandad similar o
peor a la que estaban viviendo en Milán, Ma-
drid, Guayaquil, Nueva York.
La desigualdad social, económica y de ac-
ceso a servicios públicos indispensables, a que
se refirió López-Gatell aquel día, es la misma
que permite que, en Oaxaca, la vivencia de la
pandemia tenga variados registros:
Del lado del llamado a quedarse en casa,
es claro que buena parte de la población no
puede hacerlo, sigue saliendo a la calle, tra-
bajando, porque si no lo hiciera, no podría
sobrevivir.
No hay posibilidad de elección y sólo quie-
nes se dedican a actividades todavía conside-
radas esenciales, se mantienen en sus tareas.
La mayoría de los pequeños comerciantes,
artesanos y empleados en el sector de ser-
vicios turísticos, quisiera continuar, desde
173
luego, pero están impedidos de hacerlo, se
cerraron sus fuentes de empleo, y, en mu-
chos casos, sus salarios quedaron recortados
o suspendidos.
Habrá que ver hasta qué punto las medi-
das de apoyo económico lanzadas por el go-
bierno estatal están logrando contrarrestar en
algo esta situación.
En el sector cultural, algunos artistas in-
dependientes, mujeres y hombres, vieron
afectados sustancialmente sus quehaceres, y
han hecho varias solicitudes a la secretaría
del ramo para que apoye las actividades que
está en sus manos realizar en las presentes
circunstancias.
A la fecha se ha lanzado un programa que
en principio ha parecido poco claro y cuya
eficacia habrá que evaluar en el futuro. En
este punto vale decir que los llamados de la
comunidad artística han sido, de tiempo atrás,
recurrentes para conocer del destino de re-
cursos que antes se destinaban a programas
diversos de estímulo a la creación artística, y
de los cuales no se tiene noticia desde hace
tiempo: proyectos de coinversión en las dis-
174
tintas disciplinas, becas de creación, proyec-
tos editoriales.
En el área de salud pública llaman la aten-
ción los diferendos institucionales en torno a
la recepción del equipo médico que ha llega-
do al estado para hacer frente a la pandemia.
El mero hecho de que, en una situación de
emergencia, como la que vivimos, los contro-
les administrativos sean tan vulnerables y sea
posible la pérdida del equipo o su extravío,
deja ver las debilidades que enfrenta la ges-
tión gubernamental en este tema prioritario.
Por otra parte, en el ámbito de las comu-
nidades, preocupa que el problema de abas-
tecimiento de agua en la población de San
Pedro y San Pablo Ayutla Mixe continúe sin
solución. La gravedad del asunto en este po-
blado de la sierra se ha convertido en un tema
de alcance internacional: Agua para Ayutla
ya, es un lema que recorre las redes sociales
y los medios digitales con amplio respaldo
cibernético.
Alrededor de lo comunitario, ha llama-
do también la atención el cierre de algunas
poblaciones que imponen límites de acceso
175
a su territorio incluso a personas originarias
del sitio. El sentido de este medida se puede
hallar en la misma desigualdad invocada por
las autoridades federales: frente a la práctica
inexistencia de servicios médicos, las peque-
ñas localidades del estado no se arriesgan a
perder a buena parte de sus habitantes adul-
tos mayores, ni a los hipertensos, diabéticos o
pobladores con deficiencias de salud que los
harían altamente vulnerables al Covid -19.
Las comunidades tienen plena conciencia
de que el cuidado de su bienestar no ha veni-
do de fuera, se lo han procurado desde dentro,
en muchos casos a contracorriente del gobier-
no estatal y federal, y con férreas resistencias
a la amenaza de depredación de sus suelos,
bosques y ríos.
Ante todo esto, algo es ineludible: la pan-
demia ha visibilizado que en el centro de nues-
tra vulnerabilidad como comunidad humana
se encuentra la desigualdad. A su vez, nuestra
interdependencia con la naturaleza se mani-
fiesta como nunca.
Ahora podemos reconocer el valioso re-
servorio de saberes construidos alrededor del
176
cuidado de la tierra, que preservan las pobla-
ciones rurales de Oaxaca. Aquí tenemos la
fortuna de contar con alimentos ricos, varia-
dos, nutritivos que se producen en lugares a
donde no se puede llegar sino con extrema
dificultad, pues los caminos están hechos un
desastre.
Dicen las y los filósofos del mundo que no
podremos, no debemos volver a la normalidad
de antes, después de la pandemia; sin embar-
go, vemos la maquinaria de la “productivi-
dad” ansiosa por reactivar una economía que
ha conseguido que, al menos en nuestro país,
más de la mitad de la población se encuentre
en situación de pobreza.
El desarrollo económico que se ha impul-
sado en México ha permitido que esa pobla-
ción no tenga acceso a una atención médica,
a una vivienda, a una educación ni a un tra-
bajo dignos. Por el contrario, ha contribuido
a que sea de la peor alimentada del mundo:
he ahí las muertes por Covid-19 de mexica-
nos jóvenes que eran hipertensos, obesos o
diabéticos.
Es ineludible que la desigualdad mexica-
177
na es una falla estructural que reta cualquier
normalidad a la que el país quiera volver. Sin
embargo, extrañamente, aparte del subsecre-
tario López-Gatell, nadie más en el gobierno
la pone en el centro de la escena de lo que
hay que combatir.
No se menciona ningún reordenamiento
de prioridades nacionales, por encima de pro-
yectos costos y superfluos: en primer lugar
atención médica digna y accesible para toda
la población; mejoramiento y extensión de
los servicios de telecomunicaciones, de for-
ma gratuita, en donde más se requiere, para
hacer posible una verdadera educación a dis-
tancia, por ejemplo.
No obstante, replantear las prioridades del
país y revalorar las formas de vida que hemos
considerado atrasadas, las ligadas al cuida-
do de la naturaleza y al conocimiento y cul-
tivo de la tierra; imaginar un mundo en don-
de otros no tengan que morir para que unos
pocos seamos inmunes a la fatalidad de una
pandemia, es un acto de mínima congruencia
y la responsabilidad ética que nos queda.
178
* Escritora y gestora cultural.
La autora agradece al Seminario de Geopolíticas
en el que participa por haber desarrollado estas re-
flexiones en el marco de sus trabajos.
179
EL MITO DE LA EDUCACIÓN
A DISTANCIA
EN LICENCIATURA
181
o plan, como: dar acceso a muchos partici-
pantes, compartir escritorio, manejo de audio
y video, ficheros, envío de documentos, pi-
zarra, acceso desde el móvil, chats, bloqueo
de nocivos, grabar la sesión, enviar recorda-
torios, y otras. Casi todas ofrecen versiones
gratuitas y pagadas, y como es lógico, entre
más caras, están mejor complementadas.
Pero… No es lo mismo una charla entre
amigos o una conferencia empresarial, que
una clase universitaria. Especialmente cuan-
do ésta es tutorial y requiere de la conduc-
ción hacia metas tangibles, como extraer una
muela, aplicar un suero, fabricar una maque-
ta, diseñar un edificio, levantar la topografía
de un terreno o practicar la defensa oral en
un juicio. Esto se entiende fácilmente, por-
que una videoconferencia se caracteriza por
funcionar como una exposición con público
pasivo, en la que el presentador aporta infor-
mación y los participantes casi no interactúan
debido a las limitaciones del audio, de la cá-
mara y del chat de la plataforma. Práctica-
mente no hay discusión –y menos grupal–, ni
contacto visual directo entre los participan-
182
tes, y tampoco hay posibilidades de controlar
el orden, porque los asistentes pueden entrar
y salir, apagar y encender el audio o el video
(con ciertas restricciones en algunos casos),
o atender otros asuntos desde su puesto re-
moto.
Por ello, todas las instituciones en Oaxa-
ca que se lanzaron a “salvar el semestre” con
una plataforma como las mencionadas, aun-
que pretendieron algo loable, quizá solo sal-
varon el calendario, pero quizá bajaron la ca-
lidad de sus procesos. Las razones se deben a
que:
183
d. La inestabilidad del internet (muy común)
hace que fallen con frecuencia el sonido,
la imagen o la transferencia de archivos.
e. La pizarra está limitada a lo que se puede
dibujar sobre la marcha, pero no tiene la
versatilidad de una diapositiva o de un ro-
tafolio.
f. No se pueden realizar dinámicas grupales.
g. Tampoco se puede supervisar con efica-
cia el trabajo que se está desarrollando
“on-time” durante el proceso de enseñan-
za–aprendizaje.
h. El docente no puede diagnosticar las nece-
sidades del alumno, porque no lo ve, y por
lo tanto no sabe si es tímido, si es insegu-
ro, si es proactivo, si copia, si fuma, si está
dormitando, si se esconde tras otro, si está
dudoso, si requiere reafirmación, etcéte-
ra… En fin, mucho de lo que el profesor
enseña y que no es la simple transmisión
de información.
i. Adicionalmente, algunas de esas aplica-
ciones son fácilmente hackeables, lo que
pone en riesgo la seguridad de los datos y
los equipos personales.
184
Por estas y otras razones, quienes planea-
ron la real educación a distancia, se trazaron
el reto de diseñar plataformas específicas para
tal fin. La tarea no fue nada fácil, y es por ello
que sólo las instituciones más poderosas se
convirtieron en pioneras, como la UNAM y
el Tecnológico de Monterrey, en los inicios
del siglo XXI. Dos décadas después, ya con-
tamos con una amplia oferta de cursos desde
la web, para muchos niveles y especialidades,
y para todos los bolsillos.
Entre las plataformas que son específica-
mente educativas y que por ello cuentan con
herramientas, versatilidad, soporte técnico y
asistencia pedagógica, se encuentran: Mood-
le, ATutor, Claroline, Chamilo y Sakai, to-
das muy poderosas, que son adaptables a los
perfiles de los alumnos y los maestros, y que
cuentan con plantillas modificables, así como
tutoriales para presentar exámenes, estadísti-
cas internas, foros grupales, mensajeros con
capacidad de subir archivos, administración
de tareas, exámenes en línea con calificación
automática o manual, además de cuantiosas
herramientas administrativas. Estas platafor-
185
mas son “de código abierto”, lo que las pone
al alcance de cualquier institución educativa
en el mundo y permiten la creación de muchos
tipos de cursos virtuales innovadores. Por ello
las aprovechan las principales universidades,
ya que al convidar el “código fuente” a los
usuarios registrados, la plataforma se puede
personalizar, replicando, mejorando, modifi-
cando o redistribuyendo dicho código, siem-
pre que su utilización tenga ética y su fin sea
académico.
También en este ámbito, pero en el terreno
comercial, hay plataformas con más potencia
y más herramientas, que permiten maniobrar
complejos planes de estudio, realizar activi-
dades diacrónicas y sincrónicas (en tiempo
real o diferidas), no tienen límite de usuarios
y llevan el seguimiento de las evaluaciones,
entre muchas otras virtudes. Son caras, pero
seguras y versátiles. Las más conocidas son:
Blackboard, Educativa, NeoLMS, Saba y Al-
magesto. Ciertas universidades privadas pre-
fieren utilizar este software, ya que les permite
crear sus propias comunidades para compartir
el conocimiento en línea, y desarrollar su más
186
conveniente sistema de aprendizaje, con ha-
bilidades para monitorear, administrar, eva-
luar y distribuir el material que se imparte en
cada materia.
A lo anterior hay que añadir las bases de
datos, fundamentalmente las que están en in-
glés, las cuales conforman un inmenso aba-
nico de bibliotecas, hemerotecas, videotecas
y reservorios de información, que superan en
10 o más veces lo que Google ofrece en su
motor de búsqueda popular, y que las escue-
las más prestigiosas ponen a la disposición de
sus alumnos y docentes, gracias a convenios
nacionales e internacionales financiados por
fundaciones altruistas.
Como podemos darnos cuenta, hay todo
un universo en el campo de la educación y
de la investigación académica, aprovechan-
do Internet.
Por ello, aunque las aplicaciones para vi-
deoconferencia hayan ayudado a “salvar” los
ciclos escolares de las clases presenciales, las
universidades deberán esforzarse en recupe-
rar su nivel académico, una vez que haya pa-
sado la contingencia sanitaria y que se haya
187
evaluado el aprovechamiento de los alumnos,
pues de lo contrario nos podría pasar como
aquel alumno que se ahogó después de haber
tomado clases de natación por corresponden-
cia, pues nunca hubo práctica, asesoría, di-
rección ni evaluación adecuada.
De continuar utilizando las APPs diseña-
das para charlas y webinarios (seminarios en
la web), como sucedáneo de las plataformas
educativas especializadas para nivel univer-
sitario, estaremos cayendo en el temido mito
de la educación a distancia, pues aunque la
tecnología funcione bien, el proceso educati-
vo no alcanzará sus objetivos.
188
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
DE LA EDUCACIÓN A
DISTANCIA
Lupita Thomas*
190
por televisión o internet y de alguna forma,
tratar de que se diera la continuidad de las
clases.
Habría que saber después cuál fue el por-
centaje de acceso que tuvo la población esco-
lar. Qué de esa experiencia puede recuperarse
para que pueda ser permanente en cuanto a la
educación básica.
La UNAM, la Universidad de Guadalaja-
ra, el Tecnológico de Monterrey, por citar al-
gunas instancias, ya tienen experiencia en la
educación a distancia.
Habría que tomar como referencia ese es-
quema que tienen para realizar cursos a dis-
tancia, diplomados, licenciaturas y hasta pos-
grados, y que sirva a otros segmentos que no
necesariamente habían pensado en la educa-
ción a distancia, como es la educación básica
o media.
Es cierto que hay defensores de la activi-
dad académica presencial, pero ante la emer-
gencia la educación a distancia es una opción
y se deben romper los mitos, como aquella
de que no funciona si no está presente el pro-
fesor en una aula.
191
La educación a distancia no necesariamen-
te es nulificar la presencia del profesor, al con-
trario, si se sabe acompañar, tendrá muy bue-
nos resultados y esta es un área de oportunidad
para la misma educación, pues la formación
de los docentes también tendrá que ser dis-
ruptiva e incorporarse a los nuevos modelos.
Si en Japón hay maestros robots, aquí porqué
no intentar esos primeros pasos del maestro
detrás de un dispositivo móvil.
Lo ideal sería seguir ejemplos como en
China, que ante la pandemia entregaron ta-
bletas y dispositivos móviles a quienes care-
cían de este para seguir su educación desde
casa, se amplió la banda ancha y se incorporó
a los padres de familia en el proceso. Sí, ya
sé, están abriendo los ojos y levantando las
manos para decir ¡cómo crees, si estamos en
Oaxaca!
Ese es el reto, la integración a la comuni-
dad virtual. Sin este requisito la educación a
distancia será más compleja en nuestra de por
sí rezagada entidad.
Esto de la pandemia, inédito para todos,
debe servir para darnos cuenta que sí reque-
192
rimos retomar lo básico para que pueda ser
posible la convivencia a distancia.
Entender que herramientas como el Face-
book sirven para algo más que un meme, y
que hay múltiples herramientas que nos per-
miten la comunicación a distancia, pero nece-
sitamos conocerlas, entenderlas, integrarlas a
nuestra cotidianidad.
Zoom, por ejemplo, ha sido una de las he-
rramientas más utilizadas para la generación
de webinars, clases a distancia y otros ejerci-
cios.
Como digo, deberían servir de punto de
partida, porque queramos o no, esto ya llegó,
estamos en eso, sin espacio para prever, esta-
mos ya y necesitamos adaptarnos con urgen-
cia.
Las universidades ya anunciaron que ce-
rrarán el ciclo en línea como una medida de
protección a la salud de profesorado y estu-
diantes, otras escuelas quizá estén en esa dis-
posición, organizándose desde lo que tienen.
Y sí, es una realidad también que habrá
muchos niños y niñas que no cuenten con lo
indispensable para esta modalidad, ojalá sean
193
los menos, porque lo ideal, otra vez lo ideal,
es que el acceso a la educación a distancia
fuera más equitativo y universal.
194
IV. Presente
y futuro
de Oaxaca
OAXACA: UNA PROPUESTA
DE DESARROLLO
ALTERNATIVO
197
y de consumo no se pueden cambiar de la no-
che a la mañana, y los gobiernos, tal vez alar-
mados por el nivel de la crisis, o tal vez cons-
cientes de que deben efectuarse “cambios” en
el sistema, estarían dispuestos a cambiar al-
gunas de sus políticas, pero no a dejar de ser
lo que siempre han sido, agentes protectores
de las reglas esenciales del sistema. Debemos
ver, entonces, cómo se puede aprovechar la
crisis para desmontar algunas de las piezas
del modelo, habilitando territorios para acer-
carnos, de manera profunda, a la clave de un
cambio que propone: “construir un sistema
sostenible e inclusivo”.
En este artículo describo lo que, en mi opi-
nión, son las fortalezas y debilidades de Oa-
xaca, con el propósito de trazar una ruta para
iniciar un nuevo estilo de desarrollo. Se trata,
entonces, de esbozar lo que tendría que hacer-
se en nuestra entidad para cambiar, de mane-
ra sustantiva, la relación existente entre so-
ciedad y gobierno, partiendo de una sociedad
que ha sabido y sabe vivir, históricamente, en
el tránsito entre pobreza y bienestar mínimo,
pero apuntando, ahora, a una sociedad que
198
quiere y puede mejorar sus niveles de bien-
estar.
Fortalezas y debilidades
199
dido su empleo, y a las actividades producti-
vas de tipo agrícola, comercial, industrial y
de servicios, con lo cual se daría estabilidad a
una economía que abarca actividades forma-
les e informales, y se detendrían flujos de emi-
gración campo-ciudad, deteniendo, al mismo
tiempo, problemas asociados al crecimiento
de cinturones de miseria en las ciudades.
Segundo. Muchas familias rurales usan a
la familia, la vivienda y sus predios como re-
fugio de las crisis, retornan a las actividades
y formas de producción campesina, y fortale-
cen las relaciones de solidaridad e intercambio
en sus comunidades, las cuales se convierten
en escudo protector para mantener condicio-
nes de vida y sobrevivencia en los territorios
campesinos e indígenas de la entidad.
Tercero. Cuando se retorna a un estado de
“normalidad”, Oaxaca recupera su estrategia
reproductiva habitual: a nivel micro, la familia
vuelve a combinar actividades dentro y fuera
del contexto comunitario, a nivel meso o co-
munitario, se continúa con las fiestas patro-
nales, el tequio y el gobierno con control de
la colectividad, y a nivel macro, se recuperan
200
el nivel de desarrollo que ha tenido en el lar-
go plazo, expuesto por el Ïndice de Desarro-
llo Humano regional (lugar 30 del desarrollo
humano nacional, por encima de Chiapas y
Guerrero, PNUD).
Cuarto. La población rural de Oaxaca ha
sido, históricamente, una forma de reproduc-
ción de tipo campesino, y por eso defiende
asiduamente sus tierras, su forma de vida y
las “costumbres” comunitarias, de tal forma
que se puede hablar de un conservadurismo
de tipo familiar/comunitario, y de una resis-
tencia a los cambios. Pero las cosas no pue-
den continuar así, con condiciones de vida
precarias, en el umbral de la pobreza o de la
pobreza extrema, y siendo utilizadas y some-
tidas por personas e instituciones que tienen
capital y poder político.
Quinto. Así pues, esa resiliencia de la so-
ciedad oaxaqueña, que ha sido tan importan-
te para la sobrevivencia, pero tan corta para
alcanzar mejores niveles de bienestar, deno-
ta una “realidad” que tenemos que encarar
y cuestionar en esta crisis, y utilizarla como
oportunidad para alcanzar un modelo de de-
201
sarrollo territorialmente diversificado, “sus-
tentable e inclusivo” (CEPAL, La Jornada,
17, 04, 2020).
202
se convierte en soliloquio, debido a que se
hace y se acepta lo que dice el poderoso –el
presidente o el gobernador– y no se escucha
a la sociedad, ni en sus propuestas de fondo,
ni en sus críticas a la forma o modos de im-
plementar las acciones de gobierno.
Esta estructura decisional tiene que cam-
biar, pues está anclada a la defensa de los in-
tereses del poder económico y político, y no
a las potencialidades, modalidades y reque-
rimientos de la sociedad. Si se le da voz a
la sociedad y se comparte el poder, se estará
distribuyendo un bien que ha pertenecido ex-
clusivamente a los poderosos, y se crearán las
bases de una nueva forma de pensar y cons-
truir proyectos sobre la realidad; al escuchar,
reconocer y aquilatar una pluralidad de opi-
niones, visiones y propuestas, se caminará
hacia la formación de voces colectivas, que
pueden definir acciones y compromisos ha-
cia destinos colectivos, más acordes con las
condiciones de cada localidad, de cada terri-
torio y del estado en general.
El problema es que las voces del poder
funcionan de manera muy distante en Oa-
203
xaca. El gobernador hace caso al presidente
porque la entidad está ávida de los recursos
que llegan desde el centro, y no puede inci-
dir en decisiones que pueden ser –o parecen–
“importantes” para el estado; los presiden-
tes municipales actúan de la misma forma,
no pueden discutir ni disentir de decisiones
que provienen del poder estatal; el resultado
de esa estructura, son decisiones muy, poco o
nada pertinentes para el estado o para las co-
munidades.
Las decisiones del presidente o del gober-
nador, que se emiten sin consenso social, se-
rán no concluidas si no logran atravesar, con
éxito, una serie de obstáculos de diversa índo-
le, que pueden ser presupuestales, burocráti-
cas, sociales o políticas (ejemplos de esto son
las carreteras a la Costa e Istmo, el Corredor
Transístmico o el fomento a la minería).
Es necesario, entonces, construir marcos
de consenso o de mayoría para que los planes,
proyectos y obras lleguen a buen puerto; para
eso se requiere cambiar la forma tradicional
en que funciona el poder, construyendo es-
pacios territoriales que no sean tan pequeños
204
como los municipios, ni se encuentren tan dis-
tantes como los gobiernos federal o estatal, y
organizar, administrativa, cultural y política-
mente, espacios de escala suficiente para to-
mar decisiones que impactan a grandes zonas
y conglomerados de municipios y población
de Oaxaca.
Serán, pues, los territorios organizados, en
igualdad de poder y de común acuerdo con
los gobiernos centrales –federal y estatal–,
los que permitan planear el desarrollo local,
tomar decisiones de gran, mediano y de pe-
queño impacto, y hacer ejecutables, sin gran-
des escollos, los proyectos que se requieren
para el desarrollo de Oaxaca.
Se trata de construir de abajo hacia arriba,
una gran visión de cada región que, conside-
rando la historia, el sentido de pertenencia y
de narrativas movilizadoras (Yuval Harari),
permitan dotar de integración y sentido a la
acción colectiva y a las decisiones políticas
(ampliamente compartidas) de cada territorio.
Se trata, en una palabra, de desconcentrar
y redistribuir el poder, con el fin de posibili-
205
tar el diálogo y una toma de decisiones com-
partidas entre sociedad y gobierno.
206
social, estructural, geográfica y comunicati-
va (que abarcan infraestructura y capacida-
des de diálogo), recursos naturales y cultura-
les, así como limitaciones y potencialidades
(materiales, ecológicas, formativas y comuni-
cativas), creando las formas de participación
y representación que deberán seguirse para
conseguir inclusividad, establecer los proce-
sos que deben efectuarse para obtener las vi-
siones y narrativas de desarrollo propias de
cada zona y territorio.
Para esto, deben crearse formas adminis-
trativas o de gobierno que viabilicen la interlo-
cución entre gobierno y región, funcionando
con una mecánica de negociación, acuerdos,
desacuerdos y compromisos que permitan de-
finir y concretar formas y estilos de desarro-
llo diversas, con acuerdos y salidas colabora-
tivas entre gobierno y sociedad.
Si entendemos que existen limitaciones en
capacidad y opciones de desarrollo, que pue-
den provenir de la sociedad o del gobierno,
pero que la parte más afectada y desdeñada
de esos dos agentes es la sociedad, que no ha
tenido voz, ni poder, ni recursos para hacerse
207
escuchar y atender su visión o expectativas de
desarrollo, el papel de los gobiernos centra-
les es ahora construir condiciones apropiadas
para organizar, escuchar y apoyar a las so-
ciedades territoriales para que recuperen su
identidad, definan sus propósitos sociales de
largo plazo, y se hagan de los instrumentos
técnicos y políticos que les permitan dialo-
gar, negociar y convenir, con los gobiernos
centrales, los procedimientos y actividades
que son necesarios para construir y soñar el
destino de sus pueblos.
Se trata, entonces, no de destruir el sistema,
sino de desmontarlo y reconstruirlo a partir de
una nueva relación de poder y de administra-
ción, que permita romper con la visión única
del progreso, alentando diversas y el resurgi-
miento de una civilización responsable y no
depredatoria, como la que hoy vivimos.
Se ha dicho que Oaxaca tiene grandes po-
tencialidades, como también grandes y graves
problemas y limitaciones; es, a fin de cuentas,
un estado con territorios de gran diversidad
ecológica y cultural. Su sociedad es la fuen-
te de organización, sobrevivencia y resisten-
208
cia que ha sabido sortear grandes retos a lo
largo de su historia; su estilo de vida es, aún
o por sus mismas restricciones, un modelo
de sobrevivencia y creatividad a nivel local,
así como de interés y reconocimiento a nivel
nacional y mundial. Sus potencialidades han
sido ensombrecidas por un capitalismo y por
poderes concentrados que no le han permi-
tido despegar, así como por desigualdades,
insuficiencias y obstáculos de tipo económi-
co, social y político que no le han permitido
desplegar los estilos de desarrollo latentes a
lo largo de su diversidad territorial. Es nece-
sario ahora que, ante un modelo de que se es-
tropea o se derrumba, podamos crear las con-
diciones y el tipo de organización territorial
que permita, tal vez no cambiar el sistema,
sino aumentar su capacidad de aceptación y
promoción de estilos de desarrollo diversifi-
cados, provenientes más de la sociedad que
del gobierno, más de los territorios que de
la estandarización, y más de un poder redis-
tribuido, que de los poderes omnímodos que
hoy nos oprimen.
209
PANDEMIA, CUARENTENA Y
ACCIÓN DEMOCRÁTICA
211
de los efectos del virus. El nuevo virus pare-
ce tener algunas características epidemiológi-
cas que lo distinguen de otros agentes virales.
En primer lugar no es estacional, es decir no
tiene una temporada en la que se generalice
(epidemia), como por ejemplo el caso de la
gripe común que por lo regular se presenta en
invierno, cuando hace frío. La incubación del
COVID19 requiere relativamente más tiem-
po y por lo tanto, los síntomas se manifies-
tan muy tarde, lo que da lugar a que las per-
sonas contagien a otros sin saberlo. Una vez
que aparecen los síntomas la letalidad es alta;
contraria a su mortalidad que es baja.
Estas características llevan a que el número
de personas infectadas se dispare en un tiempo
y lugar determinados, el famoso “pico” de la
evolución de la pandemia que pone en crisis
a los sistemas de salud ya que obliga a tomar
la decisión de quiénes deben ser atendidos y
quienes no, que a causa de la letalidad de la
enfermedad, podrían morir.
Para no llegar a esa crítica, los gobiernos
han tomado la medida de llamar a la pobla-
ción quedarse en casa, evitar las aglomeracio-
212
nes, salir de casa sólo en caso muy necesario,
lavarse con frecuencia las manos con jabón y
usar cubre-bocas para reducir la probabilidad
de contagio a otros. Otras medidas han sido la
suspensión obligatoria de clases en las escue-
las, el cierre de comercios, el parcial o total
cierre de fronteras y el control de los insumos
de importación y su arribo al país.
Esas medidas en su conjunto están provo-
cando afectaciones a las economías a escala
nacional y mundial. En resumen las medidas
de control sanitario para evitar los contagios
y la muerte, producen los siguientes efectos
en las economías:
213
en 2020. Esto preocupa a los gobiernos del
mundo, pero sobre todo a los de la región,
quienes ya no saben si es peor el remedio que
la enfermedad.
214
Morbilidad por neumonía en México,
2000-2008
216
“El impacto social de la crisis sanitaria
será tan brutal que, por razones distintas o
parecidas, tiende a amenazar también la so-
brevivencia de otros gobernantes en América
Latina, especialmente los que ya viven crisis
profundas, como los de Chile y Venezuela”,
afirma Mario Osava en Inter Press Service.
Pero ha sido el Fondo Monetario Interna-
cional (FMI) quien ha llamado mas la aten-
ción sobre el peligro de una insurrección po-
pular. El diario La Jornada dio a conocer las
declaraciones del señor Vitor Gaspar, jefe del
departamento de asuntos fiscales del FMI. Su
apreciación se resume a lo siguiente:
217
en marcha ayudas económicas y comunicar
sus políticas de manera clara y oportuna a la
población.
Desde luego, poner en práctica la reco-
mendación del FMI requiere recursos finan-
cieros que la mayoría de los países no tienen,
en otras palabras ,seguir las recomendacio-
nes del FMI implicaría contratar más deuda
pública bajo condiciones económicas que no
mejorarán, sino al contrario.
En el caso de México el presidente Andrés
Manuel López Obrador ha decidido aplicar
medidas diferenciadas de contención de la
pandemia, lo que mitigaría un poco los efec-
tos perniciosos sobre la economía mexicana.
Si bien al principio su actitud fue la de “infun-
dir confianza” actuando personalmente con-
tra las recomendaciones de los organismos
internacionales, poco después reconsideró su
actitud y permitió que los expertos dictaran
las medidas, con la condición de no inmovi-
lizar totalmente la economía.
No obstante que el presidente Andrés Ma-
nuel López Obrador descartó contratar más
deuda pública, “...el FMI calcula que ésta es-
218
cale en 8 por ciento y cierre el año en 61.4
por ciento del PIB, que el déficit en el balance
general del gobierno incremente de 2.3 a 4.2
por ciento. Todo mientras las necesidades de
financiamiento bruto en el país se prevén por
arriba del 10 por ciento de PIB” (La Jornada,
16 de marzo 2020).
Más allá del crecimiento de la deuda pú-
blica, los gobiernos del mundo y desde lue-
go el de México, tendrán que tomar medidas
para afrontar la crisis económica mientras los
expertos en salud hacen lo propio para con-
tener al COVID19. En el caso de México, no
sabemos si en los hechos, los recursos que
se orienten a paliar la crisis se irán al rescate
de las empresas multimillonarias de siempre
o se destinarán a la atención de la población.
La preocupación detrás de nuestro texto es
saber ¿Qué puede hacer la ciudadanía de cara
a las posibles desiciones que tomarán sus go-
bernantes para que no mueran de hambre o
mueran a causa del virus?
219
La protesta social
220
se rigen por una norma constitucional y que
no pueden reunirse todos en un lugar para de-
batir, decidir y actuar bajo sus propias formas
de organización.
Las posibilidades de combinar formas de
democracia directa para presionar a las insti-
tuciones de la democracia representativa pue-
den ser muchas y variadas, pero encuentran
su límite en los efectos prácticos de sus ini-
ciativas cuando se intenta escalar a nivel de
toda una nación.
Los problema que la democracia participa-
tiva pretende resolver son los problemas po-
líticos derivados de la representación, que
tienen que ver con la corrupción, las agendas
individuales o la distancia que se construye
entre las decisiones de los representantes y
las necesidades de sus representados.Este tipo
de democracia pugna por impedir la creación
de una clase política. Es decir busca reem-
plaza a políticos de oficio y gestores por ciu-
dadanos, en muchos de los ámbitos de la vida
pública.
Para hacer que la ciudadanía participe en la
conducción del Estado, la democracia partici-
221
pativa promueve: mantener los espacios ins-
titucionales abiertos para que la gente pueda
preguntar y enterarse de lo que significan las
decisiones políticas; formas de ejecución de
las decisiones desde abajo, contraloría social
y apoyos e incentivos para la organización
popular, como ocurre en diarios, radios y pu-
blicaciones comunitarias, democratizando el
acceso a las comunicaciones.
Podemos ahora plantear con suficientes
elementos nuestro problema práctico: ¿Cómo
operar con una democracia participativa en
medio de una pandemia o situación que re-
cluye y aísla a la ciudadanía a la vez que pro-
picia un individualismo irracional que inmo-
viliza mediante el terror, acrecentado por los
medios de comunicación masiva y el propio
internet?
Información, comunicación
y microacción organizada
222
de contagio, requiere de las siguientes condi-
ciones:
223
Uso alternativo de las redes sociales y
las plataformas de internet. La mayoría de
las personas usamos las redes sociales para el
cotilleo, difundir sospechas sin fundamento
o para insultarnos unos a otros. Hoy debemos
emplear las redes sociales de otra manera. Fa-
cebook por ejemplo, tiene opciones para co-
municarnos en caso de desastre, para ofrecer
ayuda o solicitarla.
Además de los objetivos de toda demo-
cracia participativa, en la situación actual los
propósitos con los que complementamos di-
chos objetivos son :
Recuperar la capacidad productiva tan
rápido como sea posible, para ello será de
gran ayuda la correcta aplicación de las me-
didas de control diferenciado de la pandemia
por estados y regiones en el caso de México.
No romper con las medidas de seguri-
dad establecidas para reducir la velocidad
del contagio. Las propuestas de organización
que hemos descrito antes, permiten mantener
las medidas sanitarias de forma diferenciada.
Ya que no se observa la misma incidencia del
virus en los estados y regiones.
224
Presionar para que los sistemas de sa-
lud pública den atención universal y sin
restricciones. El costo económico será alto,
pero la atención universal permitirá recupe-
rar la confianza en el gobierno. El Código de
Bioética impulsado por el gobierno federal
debe revisarse para valorar de igual forma la
vida humana independientemente de la can-
tidad de años-vida futuros.
No permitir que la salud sea una mer-
cancía que sólo adquieren quienes tienen
poder adquisitivo. Si hay algo que nos está
enseñando esta crisis es que nunca debieron
privatizarse los servicios de salud pública.
Y la única manera de garantizar una eco-
nomía y una sociedad sanas, productivas y
resilientes, es dando garantías y seguridad en
el empleo, así como los beneficios de seguri-
dad social correspondientes.
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Ensayo fotográfico.
Fotografía y manipulación digital: David Yescas.
Abril 22 del 2020
LOS AUTORES
IMÁGENES
Ilán Sánchez Moreno. Maestro en Estudios Latinoamericanos.
David A. Yescas Monroy. Fotógrafo.