Catedral de Lisboa

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CATEDRAL DE LISBOA

Es en 1150 cuando se inicia la construcción de la Sé Catedral de Lisboa con una estructura


robusta formando tres naves de seis tramos, dos ábsides a los lados forman sendas capillas.
La luz penetra por un alto triforio con arcadas románicas corridas a lo largo de la nave
central hasta llegar al transepto.

La fachada occidental, se encuentra compuesta de dos grandes torres macizas y elevadas


reforzadas con contrafuertes rectos, tienes un amplio ventanal donde posteriormente
fueron colocadas las campanas, más adelante estas torres fueron coronadas con almenas
defensivas, la nave central más baja coronada con un gran rosetón en la parte central de la
fachada. En el nivel inferior se encuentra el nártex que en este caso es testimonial y en su
fondo se encuentra la portada que penetra en el muro con múltiples arquivoltas. La bóveda
del nártex, es de medio punto. Los fustes y basas de las columnas están decorados con una
floración entrelazada pertenecen al estilo imperante en la última fase del románico, también
se puede contemplar los temas tradicionales del hombre montado sobre el león luchando, el
arcángel San Miguel luchando con el ladrón, todos estas esculturas reflejan una nueva visión
del hombre medieval.

La fachada septentrional. Fue alterada con numerosas actuaciones destaca la figura de una
escultura visigótica sobre el primer contrafuerte.

En el extremo oeste fue añadida la capilla ya en estilo gótico También añadido el


denominado “Camarín del Patriarca”.

La fachada sur dispone de varias ventanas a nivel de las galerías, tiene un rosetón en el
crucero que hace juego con el lado opuesto.

Su aspecto interior es de tres naves con seis tramos cada una, un crucero saliente, en el
centro se alza una linterna de estilo normando.

El ábside con un deambulatorio de estilo gótico fue levantado con posterioridad,


primitivamente, la catedral fue construida con una sencilla capilla mayor. Alfonso IV hizo una
modificación del conjunto con la construcción del deambulatorio con nueve capillas radiales,
a las que se añadió en el lado norte la Capilla del Santísimo Sacramento y, en el lado sur, la
de Sao Vicente.

El triforio construido en cuatro tramos en cada lado de la nave con su correspondiente arco
de descarga. Edificado para acoger en su nivel alto a las mujeres y a los peregrinos para
permitirles participar de los oficios religiosos.

Durante la historia arquitectónica sufrió un rotundo cambio durante el reinado de D. Dinis y


Alfonso IV hacia un nuevo estilo gótico. En lado norte se levantó la capilla del burgués
Bartolomeu Joanes (comerciante de Lisboa) abierta por una amplio portal que contiene el
túmulo funerario del fundador, fallecido en 1324, obra de estilistas franceses. El sepulcro de
Bartolomé Joanes fue construido hacia 1330, con escudos en el frente mezclados con cenefas
con semblante de tranquilidad, casi todos los sepulcros de esta Catedral fueron realizados en
piedra calcárea de Lioz, prevenientes de los arrabales de Lisboa. En la misma capilla se puede
observar una predala barroca (1766) con figuras en terracota, su autor corresponde a
Joaquín Machado de Castro y que decoraba originalmente una de las capillas del
deambulatorio, junto con esta capilla se encuentra el Baptisterio decorada con azulejos
barrocos del Maestre P.M.P.

Un poco más adelante se inició en un lateral la construcción del claustro entre finales del
siglo XIII y principios del XIV, durante el reinado de D. Dinis, siendo necesario la demolición
del barrio residencial instalado en la fachada oriental, seguramente de procedencia
musulmana. En su interior se construyeron diversas capillas revestidas de azulejos donde se
instalaron parte de los túmulos funerarios pertenecientes a la época medieval, como el de D.
Margarida Albernaz, también uno de los obispos no identificado. La Sala Capitular fue
transformada con posterioridad en lo que se llamo “La Santa Sala de la Misericordia”,
fundada por doña Leonor en 1498. En una de las capillas se instalo la imagen de Nuestra
Señora de Betancor, de estilo normado y fechada en el siglo XIV. El claustro de estilo gótico
fue comenzado a construir en 1332 de la mano del maestro Juan Anes, no es ni
proporcionado ni armonioso, las dos largas galerías terminan en el extremo oeste en el
cuerpo románico de la catedral. Esta cubierto en su totalidad de una sencilla crucería cuyos
nervios apoyan en sencillas mensuras, los tramos son irregulares. Los arcos exteriores son
apuntados sobre columnas pareadas de capiteles decorados con temas vegetales, todavía
conserva elementos del estilo románico con imágenes antropomórficas o de animales

La siguiente transformación también en estilo gótico fue realizada durante el reinado de D.


Alfonso IV, la capilla mayor dedicada a San Vicente, trato de convertirla en el Santa Ciudad
del Reino, así se convirtió en el panteón real para él y su familia donde se instaló el Retablo
del Martirio y veneración de San Vicente obra de Nuno Gonçalves del que posteriormente se
trasladaron algunas estatuas para depositarlas en el Museo Nacional de Arte Antiguo,
además también fue construido el nuevo coro. Durante el terremoto de Lisboa la Capilla
Mayor fue totalmente destruida, perdiendo durante el seísmo los túmulos reales. En las
capillas del deambulatorio se encuentran un gran núcleo de túmulos de estilo gótico del siglo
XIV, entre los que podemos destacar: D. Lopo Pacheco, hidalgo de la corte de Alfonso IV y
compañero en la “Batalla del Salado”, el de Doña María de Villalobos, su esposa, y una
infanta portuguesa no identificada. También en una de las capillas se puede ver la grada
medieval de hierro forjado del siglo XIII, que debería de pertenecer al primer proyecto de
estilo románico y que posteriormente fue adaptada a la entrada a la capilla de D. Lopo
Fernández Pacheco, donde podemos contemplar su sepulcro, lleno de un vivo realismo, los
cabellos están recogidos formando trenzas que caen serpenteantes, sus barbas son
onduladas que terminan de forma puntiaguda sobre su abdomen. Su actitud es de
movimiento queriendo sacar la espada de la vaina, en su cinturón podemos contemplar su
escudo familiar.

Durante el reinado de D. Joao III destaca la instalación del retablo de la Capilla del
Bartolomeu Joanes, construida en 1537 por el humanista Pedro Fernandes de Serpa, con sus
ocho tablas donde se representan el Martirio de San Bartolomé y varias escenas de la Vida
de la Virgen y de la Pasión de Cristo, pintados por Cristovao de Figuiredo, Garcia Fernandes y
Diogo de Contreiras..
Entre 1693 y 1712 de la mano de D. Pedro II se construyo el altar dedicado a San Vicente,
obra del arquitecto Joao Antunes, además de la decoración de algunas capillas del claustro.
De esta época es el retablo con tabla barroca y mármoles embutidos de la antigua Capilla de
Santa Ana, primeramente estaba situada en el deambulatorio y posteriormente fue
trasferida al Camarín del Patriarca.

La construcción de la Sacristía en el lado sur durante el siglo XVII, obra del arquitecto Marcos
Magalhaes, destacan los trabajos en mármol de Antonio Vaz de Castro. Sobre la antigua
sacristía de Joao V y la nueva Sala Capitular, actualmente adaptada como Museo de Arte
Sacro, donde esta depositada la famosa custodia de 1760 obra del orfebre Joaquim Caetano
de Carvalho.

Durante el reinado de D. José I (siglo XVIII) se renueva la Capilla Mayor, incorporando una
nueva decoración basada en vistosos mármoles de color con columnas y capiteles de
inspiración neoclásica. En esta época es la nueva construcción de los túmulos de Alfonso IV y
Doña Beatriz que sustituyeron a los iniciales destruidos en el terremoto.

En la siguiente restauración acometida en el último cuarto del siglo XIX trata de devolver una
unidad de estilos que no había sido conseguida en periodos anteriores, dotándola de imagen
medieval.

Mas adelante, en el siglo XX se sucedieron sucesivas campañas de restauración sobre todo a


nivel de la fachada exterior encomendadas al arquitecto Augusto Fuschini, también en la
Capilla de Bartolomé Joanes y la torre anexa junto a esta, obra del arquitecto Antonio do
Couro Abreu.

El interior ha sufrido numerosas alteraciones con la supresión de elementos clásicos,


incorporados en el siglo XVIII. Fueron construidos nuevos pilares, con columnas y capiteles
adosados, también sufrieron actuaciones en la nave central sobre la bóveda, sobre las
galería del reconstruido triforio. Las capillas del Deambulatorio fueron desposeídas de su
revestimiento decorativo, a fin de hacer cumplir con las intenciones de los restauradores de
hacer resaltar la pureza de las líneas de arte gótico además de la decoración con los frescos
de la Capilla Mayor.

A finales del siglo XX se iniciaron las excavaciones para la consolidación del Claustro, donde
apareció material arqueológico de diferentes épocas a partir del siglo VI a.C. hasta el siglo
XIV cuando fue edificado el Claustro. Los vestigios más antiguos se sitúan en la zona norte
donde aparecen casas de origen fenicio con cerámica importada del Mediterráneo. Durante
la ocupación romana del siglo I d.C aparecen numerosas calzadas y el diseño urbanístico de
parte de la ciudad. También de la época musulmana corresponden numerosos restos de
cerámica.

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