Safo Poemas y Testimonios PDF
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Podna. y
119277, Vol:1, Ej: 1, Gonoral
t lllmorlo. / Srlo ; h., ad. y pró|. Aur
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NT:653835
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' Vol: I
Ej:1
Crcneral
ISBN 84-96r76-69-
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El Acantilado, 99
POEMAS Y TESTIMONIOS
SAF'O
POEMAS Y TESTIMOI\IOS
rsBN:8+-s6r36-69-8 POEMAS, r3
orpósrro LEGAL'. B.4.6ot - 20ot
LORD BYRON
&IId ru[6' g]"0', a'ú norcr x&régorra mas ven aquí, si es que otras veces antes,
tag épaE oüócrg d,íoroa nrll,or cuando llegó a tu oído mi voz desde lo lejos,
üxl,ueg, nútgog 6é 6ó¡rov l"inor,oa te pusiste a escuchar y, dejando la casa
xgúor,ov frI0eg de tu padre, viniste,
üep' úncro8eúfcrrco' xól"or, 6é o' &,yov uncido el carro de oro. Veloces te ftaían
óxeeg otqoú0or, neql ydg ¡rel,a[vcg los hermosos gorriones hacia la tierra oscura
núxva 8iwevreE ntéq' d,n' ógúvol'úOe- con un fuerte batir de alas desde el cielo,
qog órcr ¡rÉooor, atravesando el éter:
xihrtr por pól"lora 0él,o yéveoOcu, y qué anhelo ante todo alcanzar en mi pecho
pcu,vól.g Oúpe' riva 6qñre ne[0ú) enloquecido: ¿A quién seduzco ahora
üq, d .iyrln ég Fcrv cpr,l.órcra;úg o", ó y lleuo a tu pasión? ¿Quién es, ob Safo,
Vóncp', d,6r,xr¡er,; la que te perjudica?
r4 rt
xa[ yag cri geúyer, rcrXérrlE ór,ó[er,' Porque si hoy te rebuye, pronto habrá de buscarte;
ai óü óóqcr ¡r1 6éxer', &1.¡.d, óóoeL' si regalos no acepta, en cambio los dará,
ai 6é pn¡ cpúl,er,, ruyi.ag cpr,l.rloe r, y si no siente amor, pronto tendrá que amarte
xr¿oúx é0él.or,oa. aunque no quiera ella.
é1,0e por, xai,vúv, Xcrl.éncrv óé ),úoov Ven a mí también hoy, líbrame de desvelos
éx pegi¡rvo,v, óoocr 6é por, rél.eoooL rigurosos y todo cuanto anhela
0ú¡rog ipéqqer, tÉl.aoov' oü ó'oütcr mi corazón cumplir, cúmplelo y sé tú misma
oúp¡rcrXog éooo. mi aliada en esta lucha.
z \z
(r c) Desde Cretar'
6eúgú W' éx Kgrltcrg énft róvó]e vaúov V." aquí,hasta mí, desde Creta a este templo
cyvov, ónru[g tor,] XcrqLev ¡rév cr].oog puro donde hay un bosque placentero
po),í,[crv],, Bópor 6d re0u¡núpe- de manzanos y altares perfumados
voL [h,]Bcrvórrp' con incienso humeante.
év 6'ü6op tirúXqov xel"óóeL 6r'üo8c¡v Aquí murmura un agua fresca entre la enramada
pcrl.í,vorv, Bgóóoror 6é naiE ó Xóqog de manzanos, procuran los rosales
éox[cror', cri0uooopévo:v óé qú],].olv sombra a todo el recinto; de las hojas, mecidas,
xópcr xcrrégqeL' fluye un sueño letárgico.
t6 r7
évOa 6I oü . . . . él,oloa, Kúnqr, Ven aquí, diosa Cipria, y en doradas
Xgu oúcrr,or,v év xu)"LxeooLv oBgcrlE copas escancia delicadamente
óprpe¡reiXprvov Oal"iaroL véxrcrq néctar entremezclado de alegrías.
oivoXóaroov
3 )
(r c) Prop émp tico
KúnqrL xcrll Nqqrlr,óeg dB),óBq[v por Dioru Cipria y Nereidas, que sin daño
róv zcoi]yvr¡rov 6[ó]re ru[6' ixeo0a[r, mi hermano aquí regrese concededme,
xóoocr F]oL 0ú¡rolr ze 0é)"r1 yéveo0cL y todo lo que quiera rcalizar
r¡óvna te]1,éo0n¡v, en su ánimo se cumpla.
r8 r9
4 4
('r c) Maldición
Kúlirqr, xa[L o]e nu[xgotór]av Éneúq[or,, On Cip ris, ojaláte encuentre muy
pn]6¿ xauXóo[o]no ró6' évvé[ruoroa ^marga
y no pueda ufanarse Dórica hablando así:
A]orgiXcr, ró 6eú[t]eqov óg nó0e]vvov segunda vez una añorada
eiEl égov frI0e. -Una
pasión he conseguido.
5 5
o]i ¡rév innrlolv otgótov oü 6é nÉobov Di..., unos que una rropa de jinetes, otros la infantería
oi 6é vóorv gcrio' én[t] ydv pé],crt[v]av y orros que una escuadra de navíos, sobre la tierca
é]¡r¡revar, xúl"l.totov, éyo 6é x{v'ót- oscura es lo más bello; mas yo digo
Tt¡ ttE éqcrtcrr,' que es lo que una ama.
] .t rn oú óúvarov yéveoOar
] . v irvOetrlrrl. . . ru]e6éXnv ó' cígao0crt
r'¿E á6oxr1[tor.
6 6
Gz c) Himno a Hera
áxre¡"éoocvrsE ¡r[óIa nó],].' üeO].cr, Una vez que cumplieron hazañas valerosas,
ngóta ¡rév nég "I[].rov, üv te ¡róvtor., primero en torno aTrcya y más tarde en el mar,
rutó' ünogpcr0ev[reg 68ov negcr[vr1v y arclbaron aquí, seguir su travesía
oúx éóúvcr,vro, no lograban
zJ
cryva xcrf xcr[],a Sagrada y hermosa...
rulcrq0 [e v la joven...
&lpq,. I en tofno a...
ép¡revaIL
i]g' &nize[o0crL.
7 7
(zz c) Gón gila
tcv xcrtrav' tl yap zatúyolyLE clürcr[g o' a ti, mi hermosa. Este mantón te ha embelesado
énróard lóorocrv, Éyó óé Xaigor' sólo con verlo, y yo siento placer:
xcri. ycrq aüra órino[r'] épépcp[er'ayvcr no lo reprocha ría nila misma
K]ungoyÉv[r1cr, diosa nacida en Chipre.
óg ügcr¡.ra[r
roúro ró[ruog
BlóIIo¡rcrIr
z4 25
8 8
Qt c) No a Hermíone
9 9
Qz c) Coro de boda"
.] xcri, ycrq 6rl oü núr,g nor[ Y uhoru también tú, la niña de otros tiempos,
. . .]rntlg ¡rél,neoO' oyr, raúra[ ven a entonar los cánticos.
. .] LafeEat, xa¡r¡r'&¡rü roróexI Medítalo: con ello nos complaces
ü]óqa XúqLoocrL' hondamente a nosotras.
z6 z7
'
I
.)
ncrlq[0]évoLg an[n]epne, 0éor,[ a las jóvenes envíanos, y que los dioses tengan...
]ev éXorcv
Sendero hacia el alto Olimpo
]ó6oE ¡r[é]yav eig "O],[uprTov no lo hay para los mortales.
&lvOqor[n ]aix. I
IO IO
(to c) Fiesta nocturna
vuxr[..]t l En lu noche
II II
(tt c) La pasión"
cpo[vetcrí ¡ror x{voE ioog 0éoroLv [Jn igual a los dioses me parece
éppev' óntle, 6rrLg évúvrr,óE ror el hombre aquel que frente a ti se sienta,
zB 29
io8crveL xal nl,croLov d,6u cprrlveí-
de cerca y cuando dulcemente hablas
ocrE úncrxoúeL
te escucha, y cuando ríes
I2
I2
b, c)
Las Musas
3o
3r
r3
TJ
Golp e de suerte
bt c)
r4 r4
P lenilunio
b+ c)
rt rt
(lr Rutas de Afrodita
c)
33
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i
T6
"16
b6 c)
r7 r7
bz c)
r8 r 8'k
(18 c)
r9 Í9
bs c) La sandalia de Lidia
i4 J'
I
zo 20
(+o c) Sacrificio
ool E'éyol l,eúxcrE tem,ótrlpov criyog Yo, .r, tu honor, de una cabtablanca sobre un altar...
ZI 2T
(+t c) Lo inrnutable
2Z 2Z
(+, c) Palomas
ralor <6¿> VúXqog pév dyevt'ó Oú¡roE, A eil^s helado se les tornó el aliento
ncrg 6'íeuor rcr ntéqcl y a los costados dejan caer sus alas.
16 37
I
2) 't'3
Las bodas de Héctor Y AndrómAca*
(++ c)
Kunqo. [ ]og'
LlegO un heraldo, Ideo, el veloz mensaiero
xógu! fri,ee ee[ ]e],e[. . .] . 0e6
"Iócrog tcróexü . . . q[. .] . tS talug üyyeilog
deest unus aersus renombre indestructible de Asia toda:
(<...
rúg t' ül"l,crg AoicrE .[ . ]ót . av x].éog ücpOttov' Héctor y sus amigos traen a la de ojos fúlgidos'
"Ert,rtrlq xal ouvétar,g [o] I cryorc' é],txónr'6cr desde Tebas sagrada y Placia,, la de eternas
fuentes: la dulce Andrómaca, en naves' por
la ruta
OúFog é! iéqcrE fll,crxicrg t' & [n' d,r]vcv>úcrr
salada de la mar; aiorcas de oro, ropas
üpgcrv Av8gopúXav Évi vcrÜorv én' ü}.¡rugov
perfumadas, de PúrPura, regalos
nóvtov' nótr)'a Ó' [ÉIi]y¡r,ata Xgúolcr xcrppatcr
primorosor, uurii^s incontables de plata y de marfil'>
ruog cpú g [a] xatcrüt [ ¡"te]vcl, no ixt Á* ü0Ú g pcrta,
&gyúqcr t' &vógr,O¡rcr notúgro xd)técpctr'E' padre'
Así lo relató. Con prontitud se puso en pie su
óE tit" ótgal.étrrg ó'&vóqouot nót[Tl]q cpi]'og' ciudad hasta
qúpcr E'frl.ee xatü ntól.uv eógúXogov cpil'o6' la nueva se extendió por la espaciosa
los suyos.
crütlx"l].icróal ocrtivcrl[g] úrr' ÉutgóXo6
Las de llión, al punto' a sus carros de hermosas
&yov ai¡l,óvotg, én[é]Bcrwt ód ncrig óX]'og
ruedas uncieron mulas, subió el gentío todo
yuvcrixtrrv d üpa nag0evlxcr[v] t . . [' .]ooqúgorv,
de mujeres y niñas de tobillos esbeltos;
Xóers ó'aú llegú¡rouo OÚy[c]"qss[
en grupo separado, las hiias del rey Príamo'
inn[or,g] ó' üv6geg Ünayov úr¡' d,g[¡r'ct-
n[ ]eg fli0eor. PeYó],or[o]tr 6[ A lás *r.o, los hombres uncieron los caballos
y los muchachos con solemnidad
St l. &ví,oxotcP[.... ] . t
n[ ']Ea.o[ y los aurigas...
... apiñadamente
desunt aliquot'uersus
t]xel,or.0éor.[g se pone en movimiento hacia Ilión'
19
38
nóvrcn 6'ñg xar óóo[6 mirra, incienso y canela confundían su aroma,
xgcrrr¡geE cpial,cri r' ó[. . .]ue6e[. .] . . ecrx[ . ] . t las mujeres más viejas ritualmente ululaban,
púgga xo.;i" xo..oLa l,úBcrvóg t' óvepeíXvuto' y elevaban los hombres seductor canto agudo
yúvar,xeg ó' é}"él,uoóov óoar rrQoysvéotegcr[r,, a Peón invocando, el Flechadoq el de la hermosa lira,
ncrvteg 6'civóqeE Énr¡qcrtov icrXov óq0r,ov con himnos en honor de Héctor y de Andrómaca,
IIúov' óvxal.éovrsg éxcrBol"ov eú},úgcv, a dioses semejantes.
üpvr1v ó"'Exroeo x' Av6gopú1crv Oeoelxél"olrE.
z4 z4
(++a c) Himno a Ártemis
4o 4r
z, z,
(+l c)
z6 z6
(+6 c) Reposo
27 27
Gz c) La uiolencia de Eros
z8 z8
(+8 c) Plenitud
42 43
29 2,9
(+g c) Atis
f¡gópcrv pév éyo oÉ0ev Ar0L nól,ar noró. . . . M. enamoré de ti, un día lejano, Atis.
o¡rixgcr por nalg é¡r¡rev' Écpa[veo xcrXagr,g. Me parecías una niña desgarbada y menuda.
3o 3o
(to c) Belleza interior
ó ¡lév ycrg xú),oE óooov'ú6r¡v nél,eroL <xól"og>, P.r., bello es quien es bello en cuant o alamirada.
ó 6¿ xüya0oE aür,txa xal xúl,oE éooetcn. Pero también el bueno ha de ser pronto hermoso.
3f 3r
(r'c) Perfil dudoso
oúx oi6'órrr, 0éo' Eúo por. ra voq¡rpatcr No sé qué decidir: dos son mis pensamientos.
32 3z
G, c) Tocar el cielo
Qaúr1v ó' oú 8oxiprrlp' óqúvo t8uonaXÉcrt Mrt de tocar el cielo inabarcable no me creo c^paz.
44 4t
3J J3
Gt c) A las Gracias
Bgo6oruóXssg cryvcu. Xógr,reE 6eúte Aiog xóqor iSagradas Gracias de brazos de rosa,
hijas de Zeus, venid!
34 34
(r+ c) A Eros
é1"0óvr' é[ óqóvtrl nogcpuqicrv neg0é¡r,evov X].apuv Tru, descender del cielo, ceñido con la clámide purpúrea...
3' 3'
(r c) Las rosas de Pieria
xat0óvoloa Eé xeio¡ oú6é rlorcr, ¡rvcrpooúva oé0ev Y ,rrrr.rta yacerás, y no hafuáun día ni un recuerdo de ti
éooet'oú6é ¡róOa eig üoreqov' oú ycrg ne8ÉXnS Bqóóorv ni nunca en el futuro: porque no participas de las rosas
tóv éx fluegúcrE, &I},' &qúvrlg x&v AiEa 6ó¡rrp de Pieria; mas, invisible incluso en la mansión de Hades,
gor,rao¡g neó' é,pcrúgov vexúov éxnenorapÉvcr. irás errante entre apagados muertos, caída de tu vuelo.
46 47
36 36
$6 c) La insuperable
37 37
$z c) Esa pueblerina
38 38
(r8 c) Mi uejezn
48 49
Ivr 0i¡rtn ot[ú]¡rc[rt] ngóxor.pw de negros han pasado a ser blancos mis cabellos,
Jnov zól"a Eóga nci8eE las rodillas no me llevan,
] cpú,úor,6ov l"uyú gav Xel.úwcrv
como las de los cervatos.
nú]vrcx XQócr yiqqs ri6n Mas, ¿qué puedo hacer yo?
l.eúxaL 6' éyévo]wo tqiXeE Éx pel.crivcv No es posible que llegue a suceder
]4,r,, yóvcr 6' [o]ú cpéqror,or, [Dicen quel la Aurora de rosados brazos,
]rlo0"úoa veBgior,ow aun llevando a los confines
dhl,cr ri xw noeir¡v; de la tierra a Titono,
] oú 6úvcr,rov yéveo0cu, sin embargo lo arrebató...
] Bqo6ón0XUv Aüorv a la esposa inmortal.
éo]Xatcr ydg cpéqor,ocr[
]ov üporE épcrqq,e[ Pero yo amo la vida refinada. Esto también a mí
d,0cv]arav üzow¡,v radiante deseo de sol y de belleza-
-el
me lo tiene asignado el destino.
]r,pévcrv vo¡rioóer
]cng ónóoóoL
éyor 6é q[I1pp'&Bqooúvav, ]roúro xoi poL
tó l"ó[¡rrugov éqog róe],úcrr xal ró xú]].ov lÉ[],]oyXe .
39 )9
(6t c) Desesperanza
to tr
yévono 6é ¡ror,[
to[E nówcr[ Pues si no fuera yo de este talante,
delicias y ...
4o 4o
0' .) A ti yo no uoy a renunciar
4r 4r
(8r c) Coronasn
oü óé otecpóvotE, ó A[xcr, négOeoO'égótor,E cpóBar,oLv Tú, Di.a, ciñe coronas a rus bucles deseables
óqncrxcrE &vqtcrt ouv<cr>éeect,to'd,nól"alor. XégoLv' trenzando tallos de eneldo con tus manos delicadas:
eúóvOea tyag nÉl.etalf zal XaqneE ¡taxcrtect todo está pleno de flor y las venturosas Gracias
pdl,l,ov ngotógr¡v, ú,otecpavótolol 6'd,nuotgécpovtou. en más lo estiman; se apartan de quienes no se coronan.
tz ti
4z 42
(82 c) Comparaciones
eúpogcprrltéga Mvaol8ixc rcrg dnál"crg fugivvrrlg . . . Mnasidica, más bella por tus formas
que la tierna Girino.
43 43
(g'c) Desdén
44 44
(g+ c) Dones de la memorit)'
,4 tt
cri 6¿ pú, d,).),ó d éyo Oél"cr Mas si no, yo quisiera
ópvaLoaL[... ] t...1 ..o, traerte los recuerdos
. t ]xol xaL'ÉncroXopev. de aquellas experiencias hermosas que vivimos:
tr,g[
xrrlüte oü]re rr, y no había ningún
igov oúóut l recinto o santuario
énl.er' ónn[oOev ci¡r] peE d,néoxopev del que nos mantuviéramos ausentes...
oúxül,ooE.I X]ógoS
l.póqos
] . oL8rar
56 t7
4t 45
(sr c) Lotos del Aqueronte
foyyul,a .I Góngila...
46 46
(g6 c) El mar por medio'"
D.rd. Sardes
"u^lt^Íf,ur;tttl [v]óv
É1or,oo, ella su pensamiento aquítiene a menudo.
58 t9
todos los astros y su luz se extiende
navranegqéxolo'aorqra,' qúog> ó'é¡ri-
A r,\ t r t{ ,
oxrr uc^Croocv rfi- cr,AlruQcv
'r i ^ A' ) , -^..--
ro(I)E xcr,r Jro^uc,vurporE crQouQc,lE'
saturadosdeflor;
e]Ü¡raq[eE p]¿v oúx ü¡rpr 0éarot póq- No es fácil que a las diosas
énq[gcrt]ov é[í,ool-
cpcrv por ru hermosura que deseo inspira
oOat ou[..]gog üXr1o0'd,[...] . vlór1ov te puedas tú igualar.
]"o[....]gcrtt- Afrodita
PcI[ ] . uqog el néctar escanciaba
xcrt 6[ . ]p[ ]oS Aqgo8ira de una vasija de oro.
legov iEolp
6o 6t
47 47
(r8 c) Para Cleist'
ool ó'éyo K]"éL nolxt],av Para ti, Cleis, yo, bordado de colores
oúx éXo ¡uóOev éoofial ningún turbante tengo-¿mas dónde lo podría
pr,rqcrv<ov>' d,IId tól MutLl,qvúolr, conseguir?-. Tal vez al mitilenio...
6z 61
48 48
(vg c) El ólisbos"
49 49
(roo c)
á,pqf 6'aBgoLd . . . l,aoloro'eú <F'> i:núxaooe. Co.r tupidos y suaves... la envolvió cuidadosamente.
64 65
to ,lo
(ror c) Ofrenda a Afrodita
,r tr
(ror a voIGT, ALCEo 34ib caunnrll) La cigarra
5z tz
(roz c) Labor d.e Afrodita
yl"úxr1cr póteg, oütor óúvapal xgéxr¡v tóv iotov Drrl.e madre, que no puedo en verdad
nó0cp 6cr¡reuocr ncri6oE Bgcrñivav ór,' Agqo6ltcrv. tejer esta labor:
el deseo de un joven me tiene dominada
por culpa de Afro dftala sutil.
66 67
,3 t3
(roa c) Lucero*
"Eofieqe ¡róvta gégotv óocr cpaivol.rg éoxéóad Estrella vespertina que traes todo aquello gu€, radiante,
aüog, la Aurora ha dispersado:
tgéger,g ór,v, cpégelgt criya, cpéger,E cinu ¡rútegr, traes la oveja, traes la cabra,llevas lejos
naiócr. de la madre a su hija.
&otégolv nóvrcrrv ó xál,l,rcroE . . . ... de entre todos los astros el más bello...
t4 t4
(ro5 c) La manza.na oluidada
olov tó yl,uxúpal.ov éqeú0eraL axqcp én'üo6q, ...Co-o la manzana dulce se vuelve roja en la rama,
d,xgov én' d,xgotcrrq, ),el,crOovro 6é pcrl"oógórrrlsE' alta sobre la más alta y olvidada de los cosechadores
oú pcrv éxle¡,ó0ovr', &ffi oúx Éóúvcrvr' énixeo0ar. no la han dejado por olvido: es que no la pudie-
-pero
ron alcan zat...
-
El jacinto
o'dav tav úóxrvOov Év ógeou no[peveg civógeE ...Co-o el jacinto en las montañas los pastores
nóoor l1,aro.ol.,liBor,or,, Xó¡rar, 6é re nóggugov con sus pies pisotean
d,vOog . . . y por tierra la flor demama púrpura...
68 69
t, t t'"
(ro6 c) El aedo de Lesbos
néqgoloS óg ór'dor8og ó AéoBmE &l.l.oósnoro¿v Sobr.saliente, como el aedo
de Lesbos entre los de otras tierras.
56
56t'.
go7 c)
,7 t7
(ro8 c) Elogio
58 58
(ro9 c)
7o 7t
,9 t9
(rro c) El guardián de la alcoba
6o 6o
(rrr c) El nouio
'út¡ror óTl tó
¡rél,aOgov, Bi.n a lo alto el techo,
úpr"¡vcrov, oh himeneo,
&Éggere,réxtoveg üv6qeE' levantad, carpinteros;
ú¡"rr¡vcrov. oh himeneo.
yópl3qog t (eio)égxsrcr,r iooE t Aqeur,, Entra el novio igual a Ares,
dvógoE peyúl,o nól.u ¡rÉoóorv. oh himeneo,
enorme más que un gigante,
oh himeneo.
6t ,6t
(rrz c) La recompensa de Afrodita
ól,Br,e yúppQe,ool pév 611 ycrpoS óS d,gao Norrio feliz, ya parati la bod a, talcomo suplicabas,
ém,eré)*ot', éX¡E ód ruúqOrvov &v ciqoo . . . cumplida está; posees a la novia, tal como suplicabas.
ool Xúglev ¡rüv ei6og, ó¡rnarcr 6' . . . Agraciado es tu aspecto, pero los ojos de ella
72 73
h a derram ado
: il.:TLT,.i' Joffi'ú:'
e ha recompensado con creces Afrodita.
6z 6z
(rr3 c)
63 63
(rr4 c) Adolescencia
64 64
(rr¡ c)
74 75
6y
'65
(rr6 c)
66
66
Qt7 c)
67
67
gryac)
loúvov nqoOúqorv.
De las esraruas de madera que hay
ante las puertas...
68
68
Qryb vorcr, rNc. 24 cevnnnr)
"EoneEr' ú¡rr1vaov
ó róv Aóóvr,ov V.rp..rino himeneo
ay, el de Adonis.
Z6
77
69 69
(rr8 c)
7o 7o
(rr9 c)
7r 7r
(rzo c)
7z 72
(rzr c) Yo más uieja
z8 79
7J 73
gzz c)
üv0e' ,&pégyoloav ncrT6' t d,yav t &na),av. A .rtu niña muy tierna que recogía flores...
74 74
(t4 c)
7t 7'
jz4 c)
aúra Eé oü Kal.l,róncr, Y t¡ en persona, Calíope...
76 76
(tz5 c)
77 77
(tz6 c) De una amiga
8o 8r
78 78
$27 c)
óeúgo 6qüre Molocn Xgúor,ov l.ínoroal . . . Venid de nuevo aquí,Musas, dejando atrás el dorado...
79 79
(rz8 c)
ó¿úré vuv üBgar, XógneE xcri,l.ixopoi te MoTocn Vr*o, ahora,Gracias de cabellera espléndida
y Musas delicadas...
8o 8o
Qze c)
8r 8r
(r3o + r3r c) Dulce y amargo*
"EeoS 6r¡óté ¡r'ó l,uorpéIqE óóver, M. arrastra-oúavez-Eros, que desmaya los miembros,
yl,uxúnr,x,Qov &púXcrvov ógnetov animal amargo que repta irresistible.
1:t..
8z 83
Ar0u, ool 6' épeOev ¡rév &nr¡X0ero Atis, a ti se te ha hecho odioso
cpgovrí,o6tln, Énl 6' Av6go¡réóa,v nót¡ preocuparte de mí, y vuelas hacia Andrómeda.
8z 8z
(ry2 c) Mi Cleis
éoru pol xól,a nóug Xguoior,or,v &v0époror,v T!.rgo una hermosa niña, a las flores de oro
éppégtl<v> ÉXoloa póqgcrv Kl,élg &ya,narcr, parecida en semblante, mi amada Cleis.
üvrl rdg éycoúóü Au6iav ncriocrv oú6' Égówav . . . A cambio de ella yo ni Lidia entera
ni la digna de amor...
83 83
(tll c)
(r) ü1er, pév Avógopéócr xól,av &poiBcv .. . Bonita recompensa tiene Andrómeda.
(b) Wancpor,, r[ rav no],úo].Bov Acpgo8ircrv ... ;
qué a la dadora de dich a Afrodita...?
-Safo, ¿por ^s,
84 84
0t+ c) En sueños
84 85
85
85
(t¡t c)
La golondrina
86
86
Q36 c)
El ruiseñor
7tt
qeoE óyyeir"og ü¡regógovog &r16ov
El ,n..rrajero de la primavera, el ruiseñor de canto
que deseo inspira...
87
87
Gtz c)
Ditílogo
86
87
88 88
(r38 c) Quédate;'
89 89
(rao c) Llanto por Adonis
xar0vúoxel, KuOéQq', ül3qog'Aóotvtg' r,Lxe 0eipev; muerto, Citerea, el tierno Adonis. iQué podemos
xantúnteo0e, xógcru, xai xoreqe[xeo0e xi0otvcE. -H,hacer?
el pecho, muchacháS, y desgarrad las
-Golpeaos
túnicas.
9o 9o
(r4r c) Las bodas de Tetis y Peleo
88 89
9r 9r
(t4z c) Intimidad*
Aóto xcrl NóBo pól,cr pév g[],ar, frocrv éraugal E.rn Níobe y Leto muy íntimas amigas.
9z
9z
0+t c)
1qúoenu 6' égéBlv0ou É¡r'&Lóvcrrv égúovro Plantas de garbanzos de oro brotaban en las orillas.
9J
9J
(r++ c)
94 94
(r+¡ c) Prouerbio
9o 9r
9' 9'
Qa6 c)
96 96
0+z .)
¡rvúoeoOcri tr,vú qü4rt f xcrf ftegov t &ppéorv. T. ur.g.rro que alguien se acordará de nosomas.
97 '97
(ra8 c) La dicha mtís alta
ó niloúroE üveu t &gÉtaE oúx d,oivr¡g ncrgoltLo;, Riqtr.r. sin excelencia no es un vecino inocente;
d, E' &pqotégorv xgd,or,g t eú6crq"r,ov[ag éXer tó mas la unión de ambas comportala más alta de las
üxgov f dichas.
98 98
('+g c) El poder del sueño
órcr ruówuxoE üogu xctúyger C,r^rdo el que abarca toda la noche se apodera de
ellos...
9z 93
99 99
(r5o c) La casa de las sieruas de las Musas"
roo roo
(r5r c) El negro sueño
ócp0úl,por,E óé pél,crug vúxrog üorgoE . . . C.rbt. los ojos, de noche, el negro sueño.
IOI IOI
(r5z c)
ncrwo6órrcr,ror pe¡relXpéva Xqoiauolv LJr, -urrto doble estampado con tintes multicolores.
roz ro'-
(t¡l c)
94 9t
ro3 ro3
(tr+ c) Ritual nocturno
ro4 ro4
(tr c) Qu, le uaya muy bien
nól,l.a ¡ror tav floll.uavúxtlócr ¡cri8a Xalgr¡v Por mí, que le vayamuy bien
ala chica de los Polianáctidas.
rot rot
(r56 c) Dulce y dorada
to6 to6
Gsz c)
96 97
ro7 r07
i
(r58 c) Safo aconseja
ro8 ro8
(t rs c) Afrodita babla a Safo
ro9 ro9
(r6o c) Para mis compañeras
98 99
IIO .IIO
(r6r c) Casadera
rcrv6egul,aooe¡e ewe[. .]or, yó¡lBeo{. . . . .]u no},[- Por.d atención a ésta,pretendientes y reyes de ciudades.
orv Bcroitrqrg.
III
III
(t6z c)
rt2
r12""
QQ c)
TT3
IT3
$6a c)
II' II'
gG6 c) El hueuo de Ledao
cpcrlol 6r'¡ notcr At1ócrv úaxiv0r,vov C.r.rrr.r, gu€, antaño, Leda encontró un huevo
. . . ór,ov eügr¡v ne¡uxúEp,€vov del color del jacinto, envuelto en sombra.
tt6 tt6
(t67 c)
fr7 rr7
(r68 c)
ro3
I f 8-j'
II8
(r68 a voIGT' r78 c'runnErl)
que Gelo'
, .. Má, aficionad a alas niñas
f él,l.o4 nal6o9 tl'oltéga
II9-,.
ÍÍ9 Duermo sola
(r68 b c)
S. h"tt ocultado Ya
está la noche'
bé6uxe ¡ráv & o¿trúvvct ir; Pi¿rtdes, la lt'nu' mediada
xcñ fll"rltcróeg' ¡léocrt óü-. la hora ProPicia escapa'
vúxteg, ncrgü ü ég1et' óQa' yo duermo sola'
Éyol óé Póvu xateúñol'
Ízo
Í2o^
(r68 c c)
S. udorrra de colores varioPintos
r¡or,x[],],etul Püv Ia tierra que rebosa de
coronas'
ycrla nol.uotécpovoE
ÍLÍ
rzl A Eros
$72 + r88 c)
A
. . . t. .] .or e¡rcr xAqleóvcr[o Arqueanasa, esposa de Gorgo y mía.
ocr fógyú)<.> oúvóuyo(E)'
to6 ro7
TESTIMONIOS
I I
[neqf Xcrng]oúE Acerca de Safo
[Xancpó ró pév yévog] frv Ae[oBicr, nó].eorg 6É Mr,- S.fo era lesbia por su origen, de la ciudad de Mitilene. Su
t]ul,r1vr1g, [ncrtgóg E¿ Xxcrp]úv6gou, xa[rcr 6é rwClE padre era Escamandro, o, según otros, Escamandrónimo.
Xxa]pavóqorvú[por' &Ee],cpoüE 6'] é,oye rgelg, ['Eq]i- Tuvo tres hermanos: Erígüio, Lárico y Caraxo, el mayor,
[yur,ov xal Aú]erxov, nqeoBú[rcr,rov 6é Xóq]crfov, óE que viajó a Egipto y allí tató a una tal Dórica, dilapidan-
nl,eúoaE e[iE Aíyuntov] AogiXat rr,vr, ngooe[veX0e]lg do por su culpa una gran fortuna. A Lárico, el más joven,
xcrteócrncrvr¡oev eig rcrúrr1v nl.eTora. róv óé Aógr,Xov Safo lo estimó mucho. Tuvo una hija, llamada, al igual que
<véov> óvra pdl.l,ov {yórur1oev. Ouycrrégcr ó' É,oye K},etv su madre, Cleis. Algunos la acusan de llevar un modo de
épóvupov rqr Éaur{E prqrQi. x[cr]rr¡yóeqror E' ún' vida disoluto y de ser amante de mujeres. En cuanto a su
év[í,]or[v] óS &raxr,og oó[oa] róv rgónov xcrf yuvcr- aspecto físico, parece que fue poco agtaciada y muy de-
xe[qóo]tgr,a. rrlv óé poqgrlv [eú]xcrrcrcpqóvr1rog Eoxe[ forme, de tez cenicienta y de estatura muy menuda. ...
ye[yov] éva[r, xcr]l óuoer8eorúrq[[v]1, [t]tn pév yag óq.rr,v Escribió nueve libros de poesíalírica y uno de elegías.
gaúEr¡g [ú]nllqXev, ró óé ¡réye0oE pr,xqcr ncrvre],óg. ró
6' aúto [ou]pBéBr1xe xcrl negl róv [...] v é],crmo [...] yu- Papyrus Oxyrbincus t9oo, fr. r
yov<ór>a [...].nv
rrserr [... óo]rueg Xapcu,]"éo[v ...]rLog én],crvr10tq ...]
&n' aúroú l,éyel t... Aiol,í,ór,?] ór,al,éxrorr ltrxelq
yé]yqaqev óé BUBI[ia éwÉcr püv] ],ugr,xó, É],eyeirp[v ód
xal ü],]"ov?] év.
z
Parentescos
Xanqó, Xüporvog, o[ óü Eúpr1vou, o[ 6é 'Hegr,yuiou, oi Sufo' hija de Simón, y según ouos de Eumeno, de Erí-
ó¿ 'Exqrúrou, oi óé Xrlpou, o[ ó¿ Kapolvog, o[ 6é güio, de Ecrito, de Semo, de Camón, de Etarco o de Es-
'Eróg1ou, oi óü Xzcrpcrvógorvúpou' prqreóg 6é Kl,et- camandrónimo. De madre llamada Cleis. Lesbia de la ciu-
6óS' AeoBücr éf 'Eqeoooú, l,ugr,xr1, yeyovuTcr xarcr rrlv dad de Ereso, poetisa lírica nacida en la 42." Olimpiada,
pp' 'Ol,upnr,ó6cr, óre xaü Al,xaIoS ñv xcrl Xrr¡oíXogoE contemporánea de Alceo, Estesícoro y Pítaco. Tenía tres
xal flrrrcxóg. flocrv 6é cúrfl xa[ &6e],cpol rqeig, hermanos: Lárico, Caraxo, Eurigio. Se casó con Cércilas,
AógrXog, XúgcrtoE, Eúgúyr,og. éycrpqOq ó¿ &v6gl un varón muy rico procedente de Andros, y tuvo de él una
Kegxúl.g nl.ouolrrltór<p, ég¡rtrr¡révg dnó'Av6gou, xoi" hija, que fue llamada Cleis. Fueron tres sus amigas y com-
Ouycrrégcr ÉruoLr"¡ocr,ro éf aúroú, fi Kl,eig óvo¡róo0r¡. pañeras: Atis, Telesipa, Mégam. Se la acusó de mantener
Ércrigcrr, óé crúr{g xal g[],crr, yeyóvaol rgeig, Ar0iE, con ellas una relación indecente. Fueron alumnas suyas
Tel"eoinno, Meyúqcr nQóE &E xal ór,aBol,r1v éoXev Anágora de Mileto, Góngila de Colofón y Eunica de Sala-
crioXqdg gr,l,úaE. paOr¡rgLar 6é crür{E Avcryógcr mina. Escribió nueve libros de cantos líricos y fue la prime-
M ul,q o[a, f oyyú ],cr Ko],ocprrlv icr, Eúve í,xcr Xo],cr pr,v [cr. ra que descubrió el plectro. Escribió también epigramas,
éygage 6¿ pel.óv l.uqrxóv Br,Bl"ia 0'. xai, rugórr1 elegías, yambos y poesía monódica.
nl,{xrqov eügev. éygcrtpe E¿ xal Énr,yqú¡rpo,ro xcrl Suda rc7
Él,eyeicr zai iópBoug zcrl ¡rovp6[ag.
El suicidio
Xo,ncpó, AeoBia éx Mnul"tlntlg, gal,tgr,cr. c,üt4 6L' éqcrlta Srfo, lesbia de Mitilene, tañedora de lira. Por amor al mi-
Oútrlvog toú Mlrul"r¡valou i.x roú Aeuxórou xanenóv- tilenio Faón se arrojó almar desde la roca de Léucade. Al
rqosv Écrurr1v. rr,véE 6¿ xcrl rcrúrr¡E eivar l,ugrxrlv gunos documentan que también ella compuso poesía lí-
&véygcrtfrav noúqolv. rica'
suda tog
rr3
Doble Safo
Ouyarégcr
u1v nor,rlrercr,v Xcrncpó rr¡v Xxa,pa,v8qolvú¡rou A S"fo, poetisa, hija de Escamandrónimo, Platón, el hijo
tcrúrqv xcrl fl],ótolv é AqiotrrlvoE oogrlv d,vaygóqer,. de Aristón, la calificó de sabia. Tengo entendido que en
nuv0óvopar, 6ü 6r¡, xai Éréqcx év rfr AéoBq Éyévero Lesbos nació una segunda Safo, hetera y no poetisa.
Xcrruqó, Étcrlga oú nor,r¡tgr,a.
ELrANo, Varia historia rz, rg
Exilio en Sicilia'"
t!?st
crg ou ¿crrcpo éy Mutr,l.r¡vqg eig Xr,xel.iav énl.euoe cpu- ... Srfo, huyendo de Mitilene, navegó hasta Sicilia. Era
yoúocr [ üqXo]vtoE A0rlvqow pév Kgr,riou toú nqoré- entonces Critias el Viejo arconte en Atenas, y en Siracusa
eou, Év XugcrxoúooarE 6é róv ycrpógov xaneyówolv rrlv los terratenientes detentaban el poder.
&exún.
Marmor Parium,Ep.16
Olimpiada +S
Sappho et Alcaeus poetae clari habentur. Oh-piu du +5.r faños 6oo-599 a. C.]: A los poetas Safo y
Alceo ya se los consideraba ilustres.
EUsEBro, Crónica
TT4 II'
-t-
7"
Admiración
ouvúrtpoo€ ó¿ toúrorg [sc. A]"xcrirp xai, flntcrxrp] xol f¡ Er l" misma época que ellos [Alceo y Pítaco], floreció
Xcrncpó, 0aupaotóv rL Xaqpc' oú ycrq iopev Év t(r también Safo: qué cosa tan digna de admiración. Hasta
roooútrp Xeóve r{r pvnpovsuopávcp cpoveioav rrvcr donde alcanza la memoria no sabemos que haya surgido
yuvaixcr évópll,l,ov oúóé xara plxgóv éxeiv¡ norr¡oeolE una mujer que rivalice con ella ni de lejos en la fascinación
xcrqr,v. de su poesía.
rsrR¡sóN , Geografía ri ,2,3
Contemporáneos
Év roúror,g é 'Eqprloróvcr[ ocpóIlrrcr,r ouyxeovelv oió- Hermesianacte se equivo ca al pensar que eran contempo-
psvos Xcrrucpó xal Avcrxqéowa, tóv püv xcrtcr Kúqov ráneos Safo y Anacreonte; él vivió en tiempos de Ciro y
xaf llol.uzgcrrr¡v yevó¡revov, rrlv óé xcrr' Al"uórrqv róv Polícrates y ella, en los de Aliates, el padre de Creso. Came-
Kqoioou natégcr. Xa¡rcrú,éolv E' év rQ neql Xclncpoúg leonte, en su estudio Sobre Safo, dice incluso que-en opi-
xcri l,éyer,v rLvóg qnorv eiE crúrr¡v nenol{o0crL únó nión de algunos-Anacreonte habría dedicado estas líneas
AvoxgéovroE tóóe a Safo:
u6 rr7
l.euxr¡ yópr, xcrtcr¡lépoeraL, yablanca, la desprecia
nQóg E'cil.l,r1v rlvo 1o,oxel. y entreabre su boca en Pos de otfo'
zcrl tr¡v )arucpó 6é fiqóE aúróv raúrcr cpqow eineiv' Y Safo le dirigió las siguientes palabras:
aQuel
xeivov, ó lguoóOeove Moúo', évroneE Musa de trono áureo, pronuncia el himnp
{ipvov, ix :"d.E za},}.lyúvürx,oE Éo0},dE que con tantadelicia cantaba el viejo ilustre
Tr¡uog Xógag óv üeuóe tegnvóg de la isla de Teos, noble tierra excelent€
rugéoBuE &,yauóg. en muieres hermosas.
Ar EN E o, E I banq u e t,
:J
:; r,i'r:-"r:::
Rodopis"
rr8 rr9
IO IO
Aprendizaje tardío
)ól,olv é A0r¡va[og é 'Efqteori6ou naqcr nótov toú Solón de Atenas, hijo de Equecéstides, oyó en un ban-
&0el,gr6oú aúroú pé)"oE tr, XancpoúE goavroE fioOr1 tQ quete a un sobrino suyo entonar un canto de Safo. Dicha
¡rél,e r xal nqooétafe tQ peqaxirp ótóúf crL aútóv' pieza le produjo un gran placer y solicitó al jovencito que
égorrlocrvroE Eé rr,voE 6la noícrv aitiav toúto Éonoú- se la enseñara. Cuando le preguntaron por qué se ocupa-
ócoev, é E¿ éqtl, ívcr pa0óv crútó &¡roOóvor. ba en eso, él contestó: <<Para morir llevándolo apren-
dido.>
ELrANo, según el F lorilegio
de Estobeo,3,29, s8
II II
Monedas
Murll,rlvaior, pév Xcrncpó rQ vop[opcr,rr éveXcrgafowo. Lor mitilenios acuñaron moneda con la efigie de Safo.
tz IZ
Aunque era mujer
nóvreg roúg oocpoúE rrpóolv' flúgr,or, yoúv AgXúl.oXov C^d^cual rinde honores a sus sabios. Así, los de la isla de
xcrirueg Bl,óocpr¡pov óvrcr retr,prlxaor, xcrl Xior, "O¡rr¡gov Paros enaltecen a Arquíloco, aunque fuera un blasfemo.
oúx óvtcr nol.itr'¡v, xal Mutr,l,r¡vcrior, )ancpó xcrineg Los de Quíos enaltecen a Homero, que no era ciudada-
-t
YUV0,LX0, OUOo,V. no, y los habitantes de Mitilene honran a Safo, aun siendo
como era una mujer.
r4 r4
Dórica*
'Hgó6otoE 6' crúqv 'Po6ó¡¿r,v xcrl.ei, áyvoóv ótL Étéga Heródoto llama a Dórica Rodopis, sin caer en la cuenta I
rq; A<ogfur'¡g éorin cr{irr¡, ú xai, toüg negforlrouE de que Dórica no es aquella Rodopis que llevó como 1
óBel,í,oxoug á,vcrOeioa év Ael,cpoiE, óv ¡répvqtar, Kga- ofrendas a Delfos los famosos asadores mencionados por
I
'i
rivog óuü roúrtrrv ... eig óü rr'¡v Aolgilcrv tóó' éruoir¡oe Cratino en estos versos. ... Posidipo dedicó a Dórica el si-
roúníygcppo flooeiórrfioE, xaí,tor xcrl év tfl Aioolnig guiente epigrama, aunque también la menciona^menudo
no)"},óxr,g aútflE pvqpoveúocrE. éotl Eé tóóe' en su obra Esopia. Es éste:
Arogilcr, óotécr pév fo' árual,a xorptloato 6eo¡róv f Hace ya tiempo, Dórica, que reposan tus huesos,
1aútqE fi te púgov éxnvoog d,¡rneXóvr¡, los lazos de tu pelo y el mantón que exhalaba tanto aroma,
rz3
fi nore róv lcgievrcr nsetoté),).ouocr Xágcrfov con que envolvías al gentil Caraxo
oúyXgoug ógOquvóv ti.lroo xroouBlorv' apurando-tu piel junto a su piel-las copas de trasnoche.
XancprlaL óü ¡révouol cpil,r¡g Érl xal pevéouoLv Pero viven aún y seguirán viviendo
las páginas vibrantes y blancas de las odas
óóns ai l.euxal cpOeyyópevar oel.[óeg.
oüvopcr oóv pcrxcrgloróv,6 NcrúxgatLg óóe cpul.ó[et de Safo tan amadas. Dichoso sea tu nombre,
éor'dv t¡ Neíl"ou vaúg ég' á1.óg ruel.é.¡r1. que Náucratis así preservará, mientras avance
el barco por el Nilo hacia el salado mar.
rt It
Hacia Mitilene;'
ó feiv', ei rú ye nl.elE notl xatrIlXogov Mrtu],r1vav Oh .",.anjero, si navegas hacia Mitilene, la de hermosas
rd,v XcrnqoüE lcrqitotv üv0oE évcruoópevo5, pistas de danza, la que encendió la flor
eifieiv óg Moúoor,or, cpúl.av tqvg te Aoxqlg yd de las gracias de Safo,
:'ix:c p'''úocrtE ó' ótt ¡ror roüvo¡ra NoooiE,'ú0t. di que he sido amiga de las Musas
y que la tierra locria me ha engendrado
y sabe que mi nombre es Nosis. Sigue tu camino.
r6 t6
Masculina
'mascula' autem 'Saffo', vel quia in poetico studio est ((Masculina Saforr: o bien porque alcanzl famaen el mun-
<incluta>, in quo saepius viri, vel quia tribas diffamatur do de la poesía, en el que casi siempre destacan los varones,
fuisse. o bien porque fue dífam ada y se la acusó de ser uíbada.
rz4 TZ'
non mollis, nee fractavoluptatibus nec impudica. <<Mrr.,rlina>>: no blanda, ni corrompida por los place-
res, ni impúdica.
DIONISIO L^TINO,
comentario al mismo pasaje
r7 r7
Las quejas de Safo
Aeoliis fidibus querentem Srfo, que acud ía a quejarse a sus liras eolias
Sappho puellis de popularibus... de sus jovencísimas paisanas...
r8 I8
Comparación con Sócrates
é 6¿ t{E Aeopiog (sc. ügog) ... &v e'úr1 ü},},o ii crútó, r¡ El .ro, de la de Lesbos, ¿qué otra cosa podría ser sino el
"i
Xolxqútoug réXvr¡ éqcrlm,xrl; óoxoúor, yúq por, rrlv xcrO' arte erótico de Sócrates? En mi opinión, cada uno se con-
aútóv ÉxótegoE cpr,l.ícrv, i pén yuvcruxóv é óé d,ggÉvorv, sagraba a sus afectos particulares, ella con las mujeres, él
Énr,rr16eúocu,. xcrf ycrg nol.l.óv égóv él.eyov xal únó con los hombres. Y decían que amaban a muchos y se de-
núvrolv á,}"[oxeo0cu, róv xcr].óv' 6 tL yüq éxelvcp A],- jaban dominar por los hermosos. Lo que para Sócrates su-
xr,Br,úór¡g xol Xcrqpí,óqS xsl @crTóQoE, roúro rfl AeoBig ponían Alcibíades, Cármides y Fedro, lo mismo paru la
fug[vvcr xal At0fg xcrl Avcrxroq[a' xol ó rr, neq Xol- lesbia representaban Atis, Girina y Anactoria. Y lo que
xqóter, o[ d,vt[texvor flgóEr,xoE xol Aogyí,ag xal @ga- paru Sócrates venían a ser los rivales Pródico, Gorgias,
oú¡rcrXog xal flqotcryóqcrg, roúro rfr Xcrngoi fogyó xal Trasímaco y Protágoras, lo mismo significaban para Safo
Av8qopé8a' vúv ¡rév éruwr,pQ taúrc6, vüv Eé é},ÉyXer, xcrl Gorgo y Andrómeda: ahora las censura, ahora las interro-
eiporveúetar, aútü éxeiva to XolxpótouE. ga y les habla con ironía al modo de Sócrates.
tz6
<<Saludo a Ión>, dice Sócrates. <<Por mí, que le vaya
'Tóv "Io)vo Xcriqelv' cprlolv é XolzgcrrqE' nól.l,a por, rav
muy bíen ala chica de los Polianáctidas>>, dice Safo [roa].
florl.uavóxtróa naióa Xcriqrlv [t¡c], Xangó tréyel' oú
Sócrates dice que no se acerca a Alclbíades aun amándo-
ngooÉvcrr, cpqolv é XolxQórqE A],xrBLúó¡ Éx ruo],],oü
lo mucho antes de considerar si está capacitado para los
Égóv, nglv fyrlocrto lxcrvóv eivoL neóg ],óyoug' o¡rixqcr
discursos. <<Me parecías una niña desgarbada y menuda>>,
por, nar,g éppev' égaíveo xdXcrgr,g 149, ,c], Xangó l,éyer'
dice Safo lril. Sócrates se burla de la postura en la mesa
xtrrpqóe[ oxqpo nou xal xo,ro.z]yrow oogloroÚ, xal aütr¡
y de los modales del sofist a, y ella bzl,
lsz cl'
¿Qué chica rústica hechiza tu mente
tiE 6'dygotorr,E Oé).yer vóov
llevando encima rústicos vestidos..?
dygoirrltr,v éne¡rpéva oról"crv
Diótima dice a Sócrates que el amor no es hijo, sino acóli-
tóv égoltú cpqor,v f¡ Ar,oripa rQ Xorxgúrer, oú ncrlóa,
to y criado de Afrodita; y así se dirige a Safo Afrodita en
d,IId &xól,ouOov rflg AcpqoóitqE xcrl Oegónovrcr sivaL'
un canto: <<Tú, y también Eros, mi ayudante...>> [¡o8].
l,éyer, nou xal XcrncpoT t Aqqoóirr1 Év cioparr oú te
Diótima dice que el amor florece en la abundan ciay mue-
xüpog Oeqúnolv "EeoE [ttqc].f¡ Alotipa ].Éyel, órr,0ú]"-
re con la penuría; Safo, resumiendo todo esto, lo llama
l,el ¡rüv éQtE eúnogóv, d,no0vrlolcr ód d,noqóv' roúro
<<dulciamargo>> y <<el que obsequia con dolencias>> hzr].
Lxtwq fu),l,oBoúocr elnev yl.uxúnrx,eov [cf. r Jo, zc] xal
Al amor lo llama Sócrates <<sofista>> y Safo <<urdidor de mi-
&l,yeoióolgov lt7 zc). tóv égrotcr Xolxgótqg oogr,otrlv
tos>> [rzr]. Aquél cae en delirio amoroso por Fedro, a ella
l.éyer, Xancpó puOonl.óxov [r 8 8 c]. txlaxyeúeraL éirl
el amor le sacude las entrañas lzTl:
Oaióqrg únó roú éqorrog, { óé é égo4 érivcrfev raE
gqévaE xr,L.la7 cl' Eros ha sacudido mis entrañas
como un viento abatiéndose en el monte
"EQoE ó'érívcrfé ¡ror
sobre las encinas.
cpgévcrg, óg dvepo g xdt óQog 6gúorv épnérttrv.
[Sócrates] reprocha aJantipa que llore porque élva a mo-
d,valOetal rfr Eav0ínn¡ óóuqopévn órl &né0v¡oxev, q
rir; Safo también hace lo mismo con su hija 19il:
óé q Ouyatq[ [r5oc]'
Pues lícito no es que enla casa de aquellas
oü ycrg Oé¡nE év por,oonó),olv olxíg que dan culto a las Musas
Ogflvov ü¡rpev" oü x'üppr ngénor tó6e. haya canto de duelo.
No es cosa que a nosotras nos convenga.
%cri, i
¡rüv Xancpcil yúvcu,ov JfoQvrx,ov tQ0To[rc[vtE, ]¿([t Sufo es una mujerzuela ninfó manay prostituida que can-
rrlv écrur{g &oé}"yac,v góeu ta su propia lujuria.
zo
La discípula Damófile
iigou pt, éqq, ngóqv, ó rt óvo¡ra rlv tfr flcrpcpÚl,rp M. preguntaste anteayer-dijo-cuál era el nombre de
yuvcu,xi, fi 6tl Xcrncpoi e' é¡1,1"{ocn },éyetat xaf toÜE la mujer de Panfilia que, según se cuenta, estuvo vincula-
üpvoug, oüE ÉE trlv 'Agte¡nv tqv llegycricrv g8ouor,, da a Safo y compuso los himnos de estilo eolio y panfilio
luvOeivcru tóv Aiol.éolv ts xol flcr¡rcpúl,cov rqónov que se cantan en honor a Ártemis de Perga. Pues bien: es-
xal,eital tolvuv i ooqn cr{itr¡ Acr¡rocpú},q xal },éyetcrl tóv ta sabia mujer se llama Damófile y dicen que se procuró la
EcrngoúE tgóruov ncrg0évouE 0' épll,r1tgiaE xuloao0al compañía de jóvenes discípulas al modo de Safo, y que com-
nor,rlpcrrú te luv0eivar ta pÉv Éqoltr,xcr, tcr ó' Üpvoug. tú puso tanto poemas eróticos como himnos. Así,los himnos a
ror, ég rr¡v Agte¡rr,v xal ncrq(rór¡tcn aútfi xal &nó tóv Ártemis que imit aDamífile derivan de los de Safo.
XcrncpQtrlv frotcrr,.
rrrósrR¡ro, Vida de Apolonio t, 3o
2,r
,,,
Mujer pública
quattuor milia librorum Didymus grammaticus scripsit: Cuatro mil libros esuibió Dídimo el gram átíco: ay de él
misererer si tam multa supervacua legisset. in his libris si hubiera leído tanto libro hueco. En unos libros cuestio-
de patria Homeri quaeritur, in his de Aeneae matre vera, nabala patria de Homero, en otros la verdadera madre de
in his libidinosior Anacreon an ebriosior vixerit, in his Eneas, en otros se preguntaba si Anacreonte había vivido
an Sappho publica fuerit, et alia quae erant dediscenda más inclinado a los placeres sensuales que a los del vino,
si scires. i nunc et longam esse vitam nega. en otros si acaso Safo había sido una mujer pública, y
r30 T3T
_1 -{
otras cosas que en caso de saberse más valdtía que se ol-
vtdaran. Atrévete a negar ahora que la vida es larga.
z2 22
E l salto de LéucAde;'
üXer, óü tó toú Aeuxcrtcr Anól,l.ovoE legóv xal tó ül.pcr, S. .r..rentra allí el templo de Apolo Leucadio y el salto
ró roúE égortcrg naúelv fiefitortupévov' al que se aribuyelacuración de la pasión amorosa. Como
dice Menandro:
oú a¡ l.Éyetau ngótr¡ Xcncpó,
Desde aquí se cuenta que Safo, pionera,
óE cprlor,v é Mévcrv8eoE, persiguiendo a Faón el orgulloso
en su hiriente deseo se arrojó
tóv únégxopfiov 0r¡qóoa Oúov',
de esa roca visible desde lejos.
oiotgóvtl nóOrp $ir¡.'au nérgcrg
&nó tql.ecpcrvoúg...
Así, Menandro dice que Safo fue la primera en saltar, pe-
ro otros, más versados en antigüedades, dicen que fue Cé-
é pév oév Mévcrv8gog ruqótqv trlv )crn-
é1.éo0ar, tréyet
falo, hijo de Deyoneo, enamorado de Ptérelas. Existía la
cpó, o[ E' étu &q1cu,o],oyr,xótegor Kécpa],óv qoow éqcro-
tradición entre los habitantes de Léucade de arcojar cada
Oévra flregél"cr tóv AqiovérrlE. frv óé xai" nw,gr,ov toiE
año desde el mirador, en sacrificio a Apolo, a algún incul-
Aeuxcró[otg xan,' évlcrutóv Év { Ouolg toú Anó},}.olvog
pado con fines apotropaicos. Le sujetaban alas y pájaros
d,nó {g oxoru{g Qr,nteio0cri twcx tóv év oitlcu,E óvrorv
de todo tipo que fueran capaces de aligerar su caída en el
&ruotqon{g Xagr,v, éfcrntopévolv éf crútoú ncrvtoóanóv
salto. Abajo, situados en círculo en pequeños botes, lo
nregóv xcrl óqvéolv óvaxoucpífer,v óuvcr¡^rÉvolv tfr ntrloer,
aguardaban e intentaban recogerlo y llevarlo sano y salvo
ró ü},¡rcr, únoóéXeo0ar Eé xúto pr,xgalg &l,r,crol xúxl.q
fuera de los límites de la ciudad.
negreotótcE nol.l,oüg xcrl neqroQ(elv eig óúvaptv tóv
ógcrrv é[crr tó'v &vcr].qcp0évta.
psrnasóN , Geografía ro,2,9
r3z Í33
z3 z3
nam Sappho quae sublata de prytanio est dat tibi iustam P.r., la Safo que fue sustraída del pritaneo te da una ex-
excusationem, prope ut concedendum atque ignoscen- cusa tan justifi cada que casi parece que haya que perdo-
dum esse videatur. Sílanionis opus tam perfectum, tam narte y dispensarte. La obra de Silanión es tan perfecta,
elegans, tam elaboratum quisquam non modo privatus, tan elegante, tan refinada... ¿qué ciudad o qué particular
sed populus potius haberet quam homo elegantissimus podría ser su dueño mejor que el elegantísimo y eruditísi-
atque eruditissimus Verres? ... atque haec Sappho subla- mo Verres? Apenas se alcanza a decir la gran añ,oranza
ta quantum desiderium sui reliquerit dici vix potest. que esta Safo robada había dejado tras de sí. Pues cuando
nam cum ipsa fuit egregie f acta, tum epigramma Grae- fue noblemente erigida, se grabó en la base un epigrama
cum pernobile incisum est in basi, quod iste eruditus griego, muy notable. Si este erudito varón helenizado,
homo et Graeculus, qui haec subtiliter iudicat, qui solus que valora las sutilezas en estos asuntos-un entendedor
intellegit, si unam litteram Graecam scisset, certe una único-hubiera entendido una sola ler a griega,, cierta-
sustulisset. nunc enim quod scriptum est inani in basi mente lo habría robado todo alavez. Pues ahora lo que
declarat quid fuerit, et id ablatum indicat. queda escrito en el pedestal vacío declara lo que hubo an-
tes e indica que fue robado.
z4 24
Adiuinanzas
év 6é Xcrngol é Avtrcpúntlg aúrr1v tr"¡v now¡rerc,v r[eo- Et ,., comedia Sofo, Antífanes represe nta ala poetis afor-
Ból,l,ouocrv norci ygicpoug róv8e róv rgónov, énr,- mulando adivinanzas de esta guisa, en tanto que algún
l"uopévou rr,vóg oürolE ... otro las resuelve.
134 135
25 2t
Safo, personaje de comedia
Agli),oXe, ñÉlal rrlvóe ri¡v percrvmrgi6cr Arquíloco , honor de Zeus Salvador, Deidad del
peor¡v Ar,óg oolrflqog, Aycr0oú Aci¡rovog. ^ceptaen
Bien, esta rebosante copa de sobremesa.
z6 z6
Tierra eolia
Xarucpó tol xeúOeuE, XOóv Aiol"[, rav pera Moúoa6 G.rurdus a Safo, tierra eolia, a la Musa mortal
d,0avórcu,g Ovarcrv Moúoav d,elóo¡"r,évcv, cantada entre las Musas no mortales,
&v Kúngr,g xcrl "EQtlE ouvú¡r' ütqagov, &E ¡rétcr fler,0ó la nutrid a alavez por Eros y por Cipris, para quien
énLtx' d,eif crlov llmqióov orécpcrvov, Seducción
'El,l.úóu pév tÉggrv ool 6é xl,Éog. ó tgr,él,rxrov la corona perenne ftenzó de las Piérides,
Moigar, 6lveúoar, v{ pcnto.r' rr¡}"crxótaE, gozo para la Hélade y gloria para ti.
nóg oúx éxl.óoaoOe navacpOutov ñpoq d,or,EQ Moiras que hacéis girar el hilo en vuestra rueca,
ücpOr,rcr ¡rr¡ocrpévg óóe''El.lxovr,ú6olv; ¿cómo no habéis hilado un día eterno
ala cantora que veló los dones
eternos de las Musas Heliconias?
ry6 TJ7
I
z7 27
Epitafio
Aiol,r,xóv ncrpa tÚpBov ióv, fÉve, pú pe OavoÚoav Si pur., junto a la tumba eolia, oh extranjero, nunca digas
rav Murul,qvcriav évvsn' &,olóonól,ov' que yo, de Mitilene la cantora, muerta estoy.
tóv6e yag &vOgónolv éxcrpov XÉQeE, ÉgYo óé cpoltóv La tumbaTa eúgieron las manos de los hombres:
ég rcrXr,vrlv égger, tor,óóe l,r10e6óvcr tales obras mortales corren hacia el olvido.
iiv óÉ ¡.le Mouoóolv Érao¡g Xógr,v, óv &cp' Éxcrotr'¡E Pero si me colocas al lado de las Musas,
Ea[povoE civ0oE Ép¡ 0r1xc nog'éweáót, mis nueve libros dediqué una flor a cada una-
yvóoear, óg Ai8eor oxórov Éxguyov, oú6É tLg éotcrr
-en
sabrás que yo evité las tinieblas de Hades
tflg l,uglx{g XcrnqoúE vóvupoE f¡É}"r,og. y no saldrá ni un sol que desconozca
el nombre de Safo la poetisa.
z8 z8
El libro primero
évóexcroúl,l.aBov Xcrncprxóv, ó tó ngótov 6l,ov El end.casílabo sáfico, en el que está escrito todo el libro
XancpoúE ysyQcrppÉvov. primero de Safo.
Escolio a Píndaro, Pítica t
29 29
Los libros segundo y tercero
xorva ó¿ ouorlpo:,;';xa, d,neg xal é xana otiXov L....rt.ofa común>> es aquella que podría decirse que ha
yeygcrcp0ar, cpúoxolv úyr,ÓE üv )"éyol xal é xatcl oÚotr1pa, Sido escrita verso a verso y estrofa a estrofa, como el libro
óE ró óeúreqov xal tgltov )ancpoúg. segundo y el tercero de Safo.
rl8 r39
I
3o 3o
El libro quinto
(hendecasyllabus phalaecius) apud Sappho frequens est, El .nd.casílabo falecio es frecuente en Safo, en cuyo li-
cuius in quinto libro complures huius generis et conti- bro quinto pueden leerse muchos endecasílabos de este
nuati et dispersi leguntur. tipo tanto en series continuas como intercalados.
Jr 3r
El libro octauo
&veyvóo0r1 éxl,oycrf 6r,úcpogoL év Br,Bl,ioug r,B' XornórQou Varios resúmenes pueden leerse en los doce libros de Só-
oogroroú. ouve[].exrcn óü crürQ ró Br,BIiov éx no].].óv patro el sofista. Su obra ha sido compilad a a paftir de mu-
zcrl ór,crcpóqolv iotogr,óv xcrl ygcrppatcrlv ... é ó¿ óeúreqoE chos relatos y documentos diversos. ... El segundo libro
(Ióyog) éx r,t. róv Xarrr¡gi,6a flcrpcpil,qE Énr,ro¡"róv ngó- contiene pasajes del libro primero de los Epítomes de
tou l.óyou ... xal éx róv AgtépovoE toú MóyvqtoE róv Pánflla, hija de Sotéridas, de los Relatos sobre hazañas de
t4o.r' &getqv yuvcrufl rrerreoypcrreupévolv 6n1yr¡pótorv, mnjeres ualerosas de Artemón de Magnesia, de los Apo-
ftr, ód xcrl éx róv Auoyévoug toú Kuvrxoú &nocpOey- tegmas de Diógenes el Cínico y de otras fuentes variadas,
pótorv, xal prlv xal él ül,l,orv ór,crcpógov, d,l.),ó ye xal en particular del libro octavo de Safo.
&nó óyóóou l,óyou r{g )ancpoúE.
Focro, Biblioteca t6t
32 32
La estrofa sófica'"
... sapphicum metrum ... quod quamvis sit ab Alcaeo in- Lu .rtro fa sáfica, aunque fue inven tadapor Alceo, se de-
ventum, sapphicum tamen hendecasyllabum a numero nomina <<endecasílabo sáfico>> por el número de sílabas y
syllabarum nuncupatur, ideo quod eo frequentius usa sit porque fue usado con mayor frecuencia por Safo que por
Sappho quam Alcaeus repertor. huius mensura quarto su descubridor Alceo. La métrica de esta estrofa culmina
r40. r41
colo concluditur. tres enim, qui sunt pares, hendecasyl- con una cuarta línea. Así, hay tres endecasílabos iguales
labi existunt ita: entre sí:
Iam satis terris nivis atque dirae Nieve bastante y bárbaro granizo
grandinis misit Pater et rubente mandó el Padre a las tierras, y con roja
dextera sacras iaculatus arces' diestra flechando las sagradas cimas...
vides sensum non ese, nisi epodo claudatur... Pero ves que no tienen sentido si no se cierran con un
epodo.
MARro vrcroRrN o, Gramótica 6, t6t
j3 33
Safo uiril
temperat Archilochi musam pede mascula Sappho. Sufo, viril, en su verso suavizala musa de Arquíloco.
34 34
Safo y Erina
Xancpó 6' 'Hgivvr¡E 6ooov pel,éeoolv ü¡reivorv, Sufo supera aErinaen los cantos líricos,
"Hqrwcr XcncpoúE tóooov Év ÉfapéreotE. tanto como Erina a Safo en los hexámetros.
r42 r43
3' 3t
Pequeñas estrofas
o[ ¡rév oúv dglcr[ol ¡re]"onoroi, ],éyol ói A],xcióv, te xcrl Arí, los antiguos líricos-me refiero a Alceo y a Safo-
Xcrncpó, ¡rr,xgaE É¡rorcúwo oreocp o,g, (hor,' év ó},í,yor,g toiE componían en estrofas reducidas, de manera que no apor-
xól,or,g oú nol,l.üg eio{yov petcrBo}.óg, énrp6olE re návu taron demasiadas variaciones en sus escasas líneas, y ade-
éXqówo ó},[yor,g. más recut:.ían poco a los epodos.
DIONISTO DE HALICARNASO,
Sobre la cornposición literaria r9,7
36 36
Un tono trágico
xcrl ú pr.[o],ú6r,og E¿ ncr0qtrxrl úE éorr, tgcrycpóúor,E Y .l mixolidio es untono apasionado, que se adapta bien
&g¡ró(ouocr. Agr,otólevos óé qqor Xcrncpó nqórr1v eü- a las tragedias. Dice Aristóxeno que Safo fue la inventora
gcroOcrt m1v ¡u.fol,uóuori, rrcre' fig roüg tgcryrpóonor,oüg de este tono, y que de ella aprendieron los poetas trágicos.
pcr0eTv.
PLUTARCo, Sobre la música 16, tt36 c
37 J7
Un tipo de lira"
MÉvaLXpoE 6' év roiE negl teXvltóv trlv nqxtióc, fiv ulv M..r..-o, en su tratad o Sobre los artistas, dice que Safo
, t
crúr1v eüvsL
I
tfl
-
,o o , e
¡rcryó6ró1, Xancpó cprlow eúgeIv. inventó la pectis, que era lo mismo que la magadis.
ATENEo , El banquete
de los sofistas r4, 635b
r44 r45
38 j8
Las canciones locrias
Kl,ÉcrgloE 6é év óeutégq 'Egortrxóv tcr égortr,xó gqow Cl.rr.o, en el segundo volumen de su libro Sobre la poe-
clo¡rcrcr xal ta Aoxgr,xcr xcr],oúpeva oúóév tóv Xq,n- sía erótica, dice que las canciones amorosas y las llamadas
qoúS xal Avaxqéovtog ór,crcpégeLv. canciones locrias en nada difieren de las de Safo o de las de
Anacreonte.
J9 J9
Sobre la métrica de Safo
Aqúxrrrv, Xtgc,tovtxtúg,yecrppcr,rwóg... llegl róv )an- Dracón de Estratonicea, gramático, escribió los ratados
qoúE pÉtgclv, fleql tóv Al"xcr[ou pe],óv. Sobre la métrica de Safo y Sobre las canciones de Alceo.
Suda r496
40 40
De Lesbos
xal 'El.l,óvlxog óü AéoBtoE ouyygcrcpeüg xal Kal,l,úcrg é También eran de Lesbos el historiador Helánico y Calias,
tr¡v Xcrncpó xcrf tóv Al,xcrlov éhy1oúpsvoE. el exégeta de Safo y de Alceo.
r46 r47
4r 4r
El estilo elegante
n ó¿ percr, rcúrqv .tt ytroquQo xol OearQrz{q xal ró El estilo que viene a continuación es el refinado y visto-
xo¡rgóv crlgou¡"1évr¡ rugó roú oepvoú ror,crútr1' óvo¡rótolv so, el que antepone la elegan cia a la solemnidad. Prefiere
aiel Boúl.etar l,apBúvelv rcr l.eLótora xal pol.cxxótctcr, escoger los términos más delicados y pulidos, persiguien-
trlv eúgolvicrv Orlgolpévr¡ xaf u¡v eúpél,eLcrv, É[ aúróv 6é do la eufonía y la sonoridad de las que derivala dulzura.
tó f¡6ú. iír¡eLro oúX óE étu1ev d,lr,oi rcrúra n0évar oúói Además, no se considera apropiado disponer estos térmi-
d,neqrcxénrolg ouvagpórrrw Oúregcr roiE ótÉgoLE, d,l,l"cr nos al azar ni ajustar unos a otros de manera descuidada,
8r,crxgúvouocr ta noicr rolg noior,g [xa[] ncxgcrnOé¡revcr sino que habúa que distinguir los que, articulados unos
pouorl¿ú)réqoug norciv 8uvr¡oercu, roüg tixorE, xal oxo- con otros, puedan producir los sonidos más artísticos, y
noúoa xara nolov oxqpo l,r¡cpOévrü XcrQr€orÉgcrg &no- atender a la elección de forma que dé como resultado las
tel.éoer raE ou(uyicrg, oütolE ouvag¡rórrrrv Exoora más gratas combinaciones, de manera que todos los ele-
neqd,rar,, nol.l.r"¡v ocpóógcr nor,oupévr¡ ggovriócr roú mentos armonicen, poniendo un exquisito celo en con-
ouveféo0ar xcrl ouvql.e[cp0crL zal rreorrsrsiE á,núworv juntar y limar los salientes de todos los elementos. Tales
aútóv eívor, tcrE ágpoviag... roraúrá rlva ¡roL xol rcrúrr1g son las catacteústicas de este estilo armónico y como
at\-e,
twOt qowrTcr,r xüQc}¿rrlQroTrxo fTlE crQpovrcr,E. f[cr,Qc- ejemplos de éste considero a los poetas Hesíodo, Safo y
óeiypata ó' crútflE noloú¡ral nolqtóv ¡rév 'Hoioóóv rr Anacreonte, y a Isócrates de Atenas y a sus seguidores en-
xal Xancpó xcrl Avcrxgéovro,, tóv 6ü rrsEfi ],éfeL XQrlo- tre quienes lo emplean en la prosa.
apévorv 'Iooxqór4v rs tóv A0r'¡vaiov xol roüg éxe[vrp
nl.qor,óocr,vrcE. DIONISIO DE HALICARNASO,
Demóstenes 40
42 4z
Las rosas de Safo
¡rol,l.a ¡rév é¡rn),éEGS Avútqg xq,úvcr, nol,l,a 6é Mor,goúg Ent..t.jiendo muchos lirios de Ánite, muchos de Moiró,
l.eiqr,a, xai XangoúE Bar,cr ¡rév d,},),a Qóócr ... y de Safo unas flores escasas, que son rosas...
r48 r49
43 43
El encanto
eiolv 6é ai ¡rüv Év roTg ngúypcx,or, Xógr,reg, oi,ov vu¡.lcpaToL La gracia, a veces, es inherente a los propios objetos: los
x{noq ú¡"révcruou, éqolreE, ótrq f1 Xcrncpoúg nolr¡or,g. huertos de las ninfas, los cantos de himeneo, los amores,
toda la poesía de Safo.
DEMETRT o, Sobre el estilo ryz
44 44
Los amores de los dioses
nol"l,r1 ó¿ lotoqicr roraútq ncrgcr noulrcrlg xcrl ouy- [D. los asuntos amorosos de los diosesl hay abundante
óv xal fú.Un rr¡v xogqyicrv' énr,cprrlvr¡oer,E
yqcrcpeúou, ficx,q' noticia en los poetas y en los historiadores, de quienes to-
óé xal tóv XcrnqoúE Égorrr,xóv xcrl tóv 'O¡rr¡qou xcrl marás tus suministros, pero invocarás también los poemas
'HoLó6ou... eróticos de Safo, los de Homero y los de Hesíodo.
MENANDRo EL nrrónrco,
Sobre la oratoria demostratiua 9,268
4t 4t
Los himnos
xl,qrr,xol ¡lüv oóv énoioi eiolv o[ no],].ol róv re ncrgü tfr Lor himnos cléticos son como la mayoría de los himnos
Xangoi ii Avaxqéovtr, ii rolg ül,l,org perqr,xoig, xl.flolv de Safo, de Anacreonte o de otros poetas, que contienen
élovreg nol,l.óv Oeóv... pérgov péwor, róv rl.r¡ux6¡v invocaciones a muchos dioses. ... Sin embargo, los metros
üpvolv év pév noqoer, Énr,¡rr¡xéorsQov. üpa pév ycrg éx de los himnos cléticos son de mayor extensión. Es posible
nol.)"óv tóncov toüg OeoüE Énr,xal.eiv Éfeotw, óg nago que invoquen a dioses de distintos lugares a la vez, como
rfl Xancpoi- xalI r(l- r¡Al,xpd,vL
^
a t \
ruol,l.aXoú eúqüozo¡rev. rrlv encontramos en muchos pasajes de Safo y de Alcmán.
püv ycrq Agte¡u,v éx ¡"rugirrlv ógéarv, pugí,olv 6ü nól"etllv, Uno invoca a una Ártemis que procede de distintas mon-
rto I'I
3r¿ óÉ norcr¡róv üvcrxal,ei,rrlv 6é Acpgo6ún1v Kúngou, tañas, de distintas ciudades e incluso de distinros ríos;
Kvlóou, Xuqic,g, no]"].aXóOev &],].crXóOev d,vcrxa].ei. oú otro invoca ala Afrodita de Chipre, de Cnido, de Siria y
póvov ye, d,l"l"a xal toüg rónoug crútoüg éfeotl ór,cr- de muchas otras procedencias. Y no sólo esto, sino que
yqccperv, olov, ei ónó noropóv xcrtrel, {i6olq ii óXOcrE xal ocurre también que los himnos pueden describir los luga-
roüE únoneguxó:,o.,g l,eLpóvcrg xal XogoüE Énl toiE ruo- res mismos: por ejemplo, si se invoca a un dios de los ríos,
tcrpoig yevo¡révouE xal rq, roroúrcr, fiQoocrvcrygócpouot. el agua o las orillas, y los prados que crecen en sus márge-
xal ei &nó iegóv, óoaútorg' óote dvóyxq pcrxpoüE nes, y las danzas que se bailan junto a ellos, todo esto se
aútóv yiyveo0or, roüg xl.qrLxoüg üpvoug. añade a la descripción; y si se tratz- de templos se procede
de igual modo. Así que es forzoso que sean muy extensos
los hímnos cléticos de los poetas.
MENANDRo EL nrtóRrco,
Sobre la oratoria demostratiua 9, r3z
46 46
Volup tuos idad
fecere tamen et alii talia, etsi vos ignoratis: apud Graecos Td., versos de amor compusieron también otros, aun-
Teius quidam et Lacedaemonius et Cius eum aliis innu- que vosotros lo desconozcáis: entre los griegos, uno de Teos,
meris, etiam mulier Lesbia, lascive illa quidem tantaque uno de Lacedemonia y otro de Ceos junto a otros incon-
gratía ut nobis insolentiam linguae suae dulcedine car- tables poetas, e incluso una mujer de Lesbos, aquella que
minum commendet... con indudable voluptuosidad y con tanto encanto nos
reconcilia con la insolencia de su lengua por medio de la
dulzura de sus canciones.
APULEYo, Apología 9
rrz I'J
47 47
Instruir en amores
quid, nisi cum multo Venerem confundere vino, Aparte de mezclar pasión con mucho vino,
praecepit lyrici Teia Musa senis? ¿qué oma cosa enseñaba la Musa del anciano
Lesbia quid docuit Sappho, nisi amare, puellas? poeta de Teos? ¿Y en qué sino en amores
instruyó a las muchachas la lesbia Safo?
48 48
Amor a lo bello
Xcrncpó 6¿ póvl yuvcrlxóv petcr l'úgcrg ÉgcroOeiocr Srfo fue la única entre las mujeres que con su lira mostró
<xal.óv> ,, xai 6r,cr toúto Acpqoóit¡ xa,f toig "Eqolot amor a lo bello; y por ello consagró a Afrodita y a los
6l"r¡v &vmioa trlv noiqotv, nagOévou <xál.l,oE> zal Amores toda su poesía, y tomó como pretexto de sus can-
XúgttcrE tóv ¡rel,óv énoLelto tr¡v nqócpcrolv. ciones la belleza y los encantos de una joven.
49 49
Peruiuencia
rt4 r55
to to
Elogio del amado
Xcncpoi pév ycrg xcrf Avcxgéovru ouyxoeoú¡rev &pé- P.rdonamos a Safo y a Anacreonte que se muesmen des-
!retJ4),
TQoUE €wo,r ,to',l ufirelrsreouE €v roúg Éno,Lvor,g róv mesurados y excesivos en sus elogios al eros juvenil. Pues
¡uar6rxóv' orrl¡"ratrrlv yag tiern lórolrrxóv i6lóra,L xal eran individuos que amaban cuerpos individuales, y no
oú6e[g x[vóuvoE én{v ei Xauvol0eiev únó roú é¡ra[vou sobrevenía ningún peligro si los amados se entern ecían
aútolE o[ égó¡revol. év¡crúOcr ói Bcxor]"r,xóE p¿v é éqoE, por los elogios de aquellos. Hasta tal punto el amor es re-
Bcror,l.r,zóE 6é é éqó¡revoE... gio y majestuoso es el amado.
ir tr
En un banquete
is [Antonius Julianus]), ubi eduliis finis et poculis mox É.r. [Antonio JulianoJ, rermina dalacomida y llegad,a ya
sermonibusque tempus fuit, desideravit exhiberi, quos la hora de la bebida y de la conversación, deseó que se ex-
habere eum adulescentem sciebat, scitissimos utriusque hibiera a los expertísimos artistas de ambos sexos que sa-
sexus, qui canerent voce et qui psallerent. ac posteaquam bía que guardaba el joven dueño para que canr aÍan y toca-
introducti pueri puellaeque sunt, iucundum in modum ran Ia cítara. Y una vez que fueron introducidos los
Avazgeóvrera pleraque et Sapphica er poerarum quo- muchachos y muchachas, cantaron con un ritmo placen-
que recentium él,eyelcl quaedam erotica dulcia et venus- tero numerosos poemas de Anacreonte y de Safo, y tam-
ta cecinerunt. bién unas delicadas y elegantes elegías eróticas de poetas
más modernos.
AULo cELro, Noches áticas 19, 9, i-j
156 I17
,2 52.
Un mismo arte
ti 6É; écrv nor,qtlxrlvnúl.w ii ¡rcrvtr,xr¡v ditocpcr[vovteg iY qué? Si, comparando los poemas de Safo con los de
oúX fuÉgcrv ¡rév üv6qóv Étégcrv 6i yuvatxóv oéocrv, Anacreonte y los de la Sibila con los de Bauco, llegamos a
d,I),o m1v ctúr¡v, tcx XcrrucpoúS pétrq toig Avcrxqéovtog ii demostrar que en el afte poético o en el profético no es
tü Xr,BútrtrqE l.óyr,a toIE Bóxr,óoE d,vtr,naqcrBúl.l,or¡rev, uno el de los hombres y oro el de las muieres, sino que se
Éfeu 16 aituóoaoOcru ólxcrúolg tr¡v &nóóeLfr.v...; trata del mismo, ¿será justo que alguien censure la de-
mostración?
PLUTARCo , Virtudes de mujeres z4b
,3 ,J
La no instruida
ei ó' 'Onr,xr¡ xal Ol'ógcr xol oúx c!6ouoa rü ZangoÚg... iY qué, si se llama Flora y es de Italiay no sabe cantar la
obra de Safo?
A n t o to sí a p, t r,,i)7,",iii;
t4 t4
La Musa sáfica
... Sapphica puella fJt, joven más culta que la Musa sáfica...
Musa doctior.
cATULO )5, 16
ri8 r59
tt ,5
Comparación con Homero
oüvopó peu Xoncpó, tóooov ó' úneqÉoXov d,or,óóv
Srfo es mi nombre, y destaqué entre las mujeres
Or1l,erd,v &v6góv óooov é Mar,oví,óag.
con mi poesía tanto como Homero entre los hombres.
56
56
Las bijas de Safo
fióLotov cpll.Éouor. véolg ngooovúxl.tp' Éqótolv
Refugio placentero de jóvenes amantes,
Xancpó, oüv Moúocr,rE ñ ód oe lÍ,eq[r1
Safo, a ti entre las Musas (pues inspiras lo mismo)
ii 'El.r,xóv eüxloooE iocr nveiouocrv éxelvcrq
como musa de Éreso en Eolia
xoo¡"uel trlv'Eqéorp Moúocrv év Aiol.i6r,,
te honran el Helicón de hermosas hiedras y Pieria.
ii xal'Ytlrlv 'Y¡rÉvalog éXow eúcpeyyéa neúxr¡v
Y el divino Himeneo con antorcha radiante
oüv ool vu¡rcpr,óí,ov ÍotaO' únéq Ocrl.ó¡rolv,
las alcobas nupciales junto a ti las preside.
ii KLvúgeo véov égvoE ó6uqopév¡ Acpqoóí,t¡
Contemplas el recinto sagrado de los dioses
oúvOgr¡vog ¡raxúqorv legóv ci],ooE égiE.
acompañando el llanto de Afrodita, doliente
nóvr¡, nótvrcr, Xcriqe OeoIE iocr,, oag ycrg d,or,6crg por el hijo de Cíniras. Salve siempre, señora
d,0avúrcrE ü1opev vúv étu 0uycrtéqcrE.
que igualas a los dioses: tus cantos
como hijas inmortales tenemos todavía.
t6o
t6t
t7 t7
La danza de las lesbias
él,Oete neóg tépevog taugónlóog &yl,cróv "Hqr1g, Venid al luminoso recinto de Hera la de ojos de novilla,
AeoB[óeS, él3qo ¡roóóv Fúpcr0' é],uooó¡revcrr,' mujeres lesbias, moviendo el torbellino de vuestros tier-
üv0cr xal,óv otr¡ocro0e Oefl Xogóv' Üppt ó' ó,nógfer, nos pies,
Xancpó Xguoeiqv Xegolv éXouoa ),úgn¡v. y disponed allí la hermo sa danza para la diosa.
ól,Bucu, óqXq0poú nol"uyr10éoE' fr yl,uxÜv ü¡rvov Safo os ha de guiar con su dorada lira entre las manos.
eioüüelv crú{g 6ó[ete Kcr],],tónr¡g. Dichosas en la muy gozosa danza: en verdad un dulce
himno
parecéis escuchar de la propia Calíope.
58 58
Décima Musa
Éwécr tcrg MoúocLE gcloúv tlveg' ó5 ó},lyóQtrlE' Di..r,unos que nueve son las Musas. Qué negligencia.
f1vi,6e xcrl Xangó AeoBóOev f1 óexótq. aue sepan que la décima es Safo la de Lesbos.
,9 ,9
Musa entre los hombres
Mvapooúvav Él,e 0úppog ót' éxl.ue td,g pel'r,cpóvou Quedó maravillada Mnemósine cuando escuchara a Safo
XangoúE, trt óexctcrv Moúocrv éXouoL Bgotoi. de dulce voz: tienen los hombres a la Musa décima.
ANTIPATRO DE SIDON,
Antología Palatina g, 66
t6z t6j
6o 6o
El paso del tiempo
énel6r1 ncrgavúl,o¡lcr toú Xpóvou éyeyóver, Co-o el paso del tiempo ha dilapidado la obra de Safo,
pÉtrr1,
xcrf f1 Xcrncpó xal ta Xcrncpoúg, r¡ l,úga xal ta su líra y sus cantos y ala propia Safo, te pondremos oros
ü]'].oug.
géQe ooL ngóg noqú6elypcr Orloo¡rev ot[XouE versos como ejemplos.
TZETZ,ES,
Sobre la métrica de Píndaro zo-zz
6t 6t
Alceo a Safo"
ió¡rl,ox' dyvo ¡rel,),tXópeL6e lóncpoL Oh Sufo divina, ornada de violetas, de sonrisa de miel...
t64 t6,
NOTAS Y BIBLIOGRAFIA
NOTAS A LOS POEMAS
t69
ta que sea su aliada en el campo de batalla de Eros. La giosa por lo que ésta vale, sino proporcionando una for-
autora articula su experiencia en diálogo abierto con Ho- ma de experimentar esas ceremonias, de infundir en la
mero: parece <<incitarnos a que nos aproximemos a su participación de las celebrantes los recuerdos de la se-
conciencia como mujer y poeta que conoce a Homero>> xualidad lesbiana. (\X/inkler: t994, zro)
(Sflinkler: 1994, r9¡). Safo reemplaza los intereses del gue-
rrero por los suyos propios y demuestra que existe una s. Lo que una ama. El poema comienzabajo la forma de
areté distinta a la de los héroes de la poesía épica. una priamela: una expresión de varias afirmaciones nega-
das al final por una afftmación principal que las anula o se
z. Desde Creta. Conocido como el poema del óstrakon-su opone a ellas. Los poetas acuden a este recurso pata ex-
texto nos llegó grabado sobre un trozo de cerámica-, Sa- presar con fuerza su propio ideal frente a un canon de va-
fo invoca en este poema a Afrodit a y le pide que acud a ala lores tradicionales. Lo que una ama no es una predilección
fiesta que se celebra en su honor en un santuario situado libre hacia una persona, sino el amor inspirado por Afro-
en el campo. Las apariciones de dioses, frecuentes en la díta. Lo más bello es lo que puede amarse en sentido eró-
poesía arcaica, no deben ser consideradas como meras tico. Afrodita es la clave del poem a: arrastta igualmente a
convenciones literarias. Dichas visiones, como las conteni- Helena hasta Troyay a Safo al recuerdo de Anactoria.}{ay
das en los sueños, corresponden a experiencias personales un despl azamiento del tiempo mítico-ejemplo de Hele-
y reales del poeta, y responden a esquemas culturales tra- na-al tiempo cronológico-el presente de Safo, su nos-
dicionales (Dodds: r98o, ro4). En la línea 8 del texto grie- talgia-(Privitera : r 9 7 4, t 3 r-r 3 6) .
go aparece la palabra kóma, que no se refiere al sueño na-
tural, sino al producido por un encantamiento o por otros 9. Coro de boda. El círculo de Safo pudo haber estado
medios sobrenaturales. En este pasaje alude a un estado de constituido como coro lírico: un grupo de jóvenes dedica-
trance provocado por el rumor del agua y de las hojas den- das a actividades musicales con una finalidad ritual y con
tro del recinto sagrado. implicaciones religiosas y educativas. Safo pudo actuar
El paisaje evocado es inquietantemente solitario (\íil- como instructora o corego.La cultura griega atcaica era
liamson: 1995, r4r), pero es rico en connotaciones eró- una cultura del canto: la poesía cantada o recitada era el
ticas: vehículo para conocer la historia, para fijar las reglas so-
ciales y para determinar los significados de lo religioso.
Virtualmente todas las palabras sugieren un éxtasis sen-
Los coros más abundantemente atestiguados son los inte-
sual al servicio de Afrodita Cipris-manz^n^s, rosas, el es-
grados por chicas adolescentes, y la divinidad en cuyo ho-
tremecimiento seguido por el reposo, el prado para pas-
nor ejecutaban sus danzas era Ártemis. Incluso había un
tar, flores de primavera, rniel, el flujo de néctar-' En
vista de que el lenguaie es tanto religioso como erótico, yo
proverbio al respecto: <<¿Existe algún lugar en el que no
diría que Safo no está describiendo una ceremonia reli- baile Ártemis?" (Ingalls: r9 99, 1'zi Otras obras líricas,
170 17r
como los partenios de Alcmán, atestiguan un lenguaje eró- ban que erala visión de su amada la que provocaba esta
tico paralelo al de Safo. autodescripción. El poema comien za con la fórmula de un
makarismós, una mezcla de plega ria y expresión de bue-
tt. La pasión. Es uno de los poemas menos dañados en su nos deseos (Beatus ille...), como el que pone Homero en
transmisión. Lo recogió el autor del trata do Sobre Io su- boca de Nausícaa dirigido a Odiseo (Odisea VI, rt8-r6r).
blime como ejemplo del recurso a la acumulación que Safo despliega una retórica del elogio y de la sumisión: la
puede utilizarse paru conceder elevación al estilo. Los co- alabanza de la destinataria se opone a la humillación de
mentarios que rodean la cita del poema demuestran qué la que habla. Pero Safo está en pleno control de sí misma
altamente estima da eru la poesía de Safo en los años en como víctima: nunca se describió con tanta elocuencia
que se redacta este tratado, hacia el 4o a.C., época culmi- la paradíjica falta de habla de un enamorado (\X/inkler:
nante, por otro lado, de la literatura nomana: 19g 4, zoz).
Snyder (tg89, zt) da una interpretación distinta ala
¿No provoca tu admiración la forma con que Safo solici- comparación con la hierba del verso t4. Chlorotéra suele
ta, almismo tiempo, el alma, el cuerpo, el oído, la lengua, traducirse como <<más pálida> o <<más verder>, en la idea
la vista, latez, cual si se tratara de cosas que no le perte- de que son los celos o la envidia los que provocan esta sen-
necen yayle fueran extrañas, y cómo, sacudida por sen-
sación, pero chlorós es un adjetivo conectado con laloza-
saciones contrarias, experim enta a la vez fúo y calor, se
níay la frescura del mundo vegetal. Una traducción no in-
siente enajenada y dueña de sí-pues está llena de temor
coherente con el resto de los síntomas de la pasión que
o a un paso de la muerte-y todo de tal modo que no pa-
rece una sola pasión la que exterioriza, sino un cúmulo de
Safo acaba de citar sería <<más húmeda, más llena de savia
ellas? Todos los enamorados experimentan estos sínto- que la hierba>.
mas; pero la elección de los predominantes y su combina-
ción en un solo cuadro han conseguido una obra maestra. r8. [Sin título] En Las Talisias, un idilio de Teócrito, el
mismo verbo del texto sáfico aparece acompañado del com-
Sobre lct sublime ro7 plemento <<por obra de Afrodita>>. Dos versos más arriba
(trad. de J. Alsina) hay una referencia a Mitilene (ed. Brioso: r986, rr3):
Este poema ha sido obstinadamente interpretado como Para Ageanacte feliz travesía habrá hasta Mitilene ... a
un epitalamio que Safo compuso panla boda de una de sus condición de que a Lícidas lo libre de cocerse por obra de
amigas, lo que es incoherente a todas luces en vista de <<esa Afrodita.
maravillosa descripción de síntomas eróticos enraizados
en la más auténtica y atormentada canalidad> (Galiano: 4. Las bodas de Héctor y Andrómaca. El uso como epita-
t98j,39), Los autores antiguos, como Plutarco, considera- Iamio en una ceremonia real ha sido muy discutido, por-
17z 171
que el mito, conocido por todos, acabab a trágicamente: que han impresionado sus sentidos. Sobre este poema,
Aquiles matará a Héctor, Andrómaca vivirá como esclava Gentili rcalíza el siguiente comentario:
y su hijo morirá despeñado en Troya. En esta narración de
lallegada en barco de Andrómaca aTtoya, [La memoria] no es solamente la evocadora de emociones
y sensaciones, ... sino que reactualiza de una manera pa-
una plenitud brillante y dinámica de acontecimientos fes- radigmática las experiencias comunes y ofrecela cefteza
tivos cruza ante nuestros ojos en rápida secuencia . Cada de que la vida compartida existe ... como una realidad ab-
pequeña acción es disuelta inmediatamente por otra. To- soluta. (Gentili ry}5 7)
do está vivo de excitación, transfigurado de belleza, ani-
mado por la participación en la alegría de la parcia. La muerte abtaza fuertemente a eros, y el deseo erótico y
(Fránkel: ry91, 17 4) el deseo de morir se funden con asombrosa intensidad en
los textos sáficos. El poema arranca con un poderoso de-
38. Mi uejez. Fue la vejez quien
arcebató a Titono. La dio- seo de desaparición:
sa Eos solicitó aZeus la inmortalidad pan su amante, pero
olvidó pedir también la juventud eterna. Titono fue enve- De verdad yo quisiera verme muerta
jeciendo hasta acabar, decrépito, en una cuna de mimbre.
La díos Aurora-que lo había raptado cautivada por su La despedida forzosa de la amiga con la que se han com-
belleza-lo metamorfoseó en una cigarra. partido <<experiencias hermosas>> provoca ese deseo radi-
cal.La fruición erótica en la poesía de Safo presenta en su
4t. Coronas. Calasso (r 99o, ro6) señala que la corona, tan reverso una fruición tanática. Eros conduce a la muerte, y
presente en el mundo clásico, en un tiempo primitivo las Musas reconducen ese eros letal a la eternidad una vez
<<contenía lo sagrado y lo separaba del mundo común. Al convertido en palabras en el poema.
final contendrá lo perfecto en su plenitud autosuficien-
te>>. En este fragmento de Safo el uso ritual de coronas pa- a6. El mar por medio. En la erótica sáfica predomina la
rece volverse un pretexto para celebrar lo perfecto en sí, ambigüedad entre el sujeto y el objeto de deseo. En este
en este caso Dica, que atrae las miradas de las Gracias. poem4 por ejemplo, el deseo aparece focalizado en varios
puntos. El amor parece compartirse difusamente con la
44. Dones de Ia memoria. Safo describe en este poema el audiencia: no se percibe un anhelo de posesión privada
amor gue, además de provocar una profunda turbación del objeto de deseo. El deseo circula a través de las can-
de los sentidos, se configura también como memoria de ciones, y la sexualídad rebasa los límites de lo que hoy en-
emociones compartidas. Este amor-memoria se presta a tendemos como esfera privada. <<El reto al leer a Safo es
interpretaciones idealistas; sin embargo, el recuerdo de no separar lo individual de lo colectivo, y, sobre todo, lo
Safo se refiere siempre a objetos reales, concretos, a seres sexual de lo social y religioso, sino reunirlos en términos
174 Í75
que nuestra cultura ha olvidado ya> (\X/illiamson: r99 j, además de los 27, 30 y 44, se consideran fragmentos de
r1z). El amplificado símil de la luna parece no tener rela- epitalamios. Se suele repetir que Safo los compuso <<por
ción alguna con el lamento de Atis ni con el propósito de encargo>>, lo que supone otro artificioso nivel de profe-
consolar su nostalgia. Los prados y jardines florecientes y sionalización-¿compuso acaso Catulo sus cnrmina nup-
húmedos tienen connotaciones eróticas: Homero, Arquí- tialia por encargo de alguna parcja de futuros esposos ro-
loco, Íbi.o describen lugares similares. Con esta técnica, manos?-. La ceremonia y su parafernalia se contemplan
Safo enfatiza la soledad de Atis, pero también la soledad desde un punto de vista muy cauteloso: parecen oírse las
espléndida de su amada, comparuda con la luna. El papel voces de las jóvenes inexpertas que desconfían de la ru-
de Safo como consoladora puede ser otra faceta de su pa- deza de los varones, tanto de los novios desconocidos co-
pel como intermediaria entre sus compañeras y Afrodita mo de los guardianes de la cámara nupcial.
(Hague: t984, 36). Excepto en el fragmento 44, que es una narración de
las bodas de Héctor y Andrómaca muy deudora de la épi-
47. Para Cleis. El tirano Mírsilo fue el responsable del ca, en los restantes epitalamios abunda el recurso a ele-
destierro de Safo en Sicilia durante los años 6o3 a t 9 t. Es- mentos expresivos propios de la poesía popular: itera-
te poema, gue evidencia la dificultad para conseguir obje- ción, diálogos (novio-novia), estribillos...
tos a los que Safo parece que tuvo acceso en otras épocas,
pudo haber sido compuesto durante el destierro. Gentili jj. El aedo de Lesbos. Los nativos de Lesbos eran muy
(r98t, 8o) opina que el poema se hace eco de un decreto conscientes del prestigio de sus poetas autóctonos. Se ce-
del tirano Pítaco que prohlbíala importación de objetos lebraba a Lesbos como la cuna del canto. Orfeo, cuyo
suntuosos de Lidia. canto había vencido a las sirenas, murió descuartizado
por las enfurecidas mujeres de Tracia y su cabeza fue
\ü/est (tg7 o, arrastrad a hasta la costa de Lesbos. La isla se convierte,
+8. El ólisbos. 1zD ha propuesto otro signifi-
cado para ólisbos, en concordancia con cbórdaisi, <<Las cuer- así, en depositaria simbólica de los poderes del arte musi-
das de lalira>>, con lo que ólisbos pasaría a significar no- cal. Dos poetas lesbios casi míticos, Terpandro y Arión,
vedosamente <<plectro>. Giangrande (r983) precisa que el aportaron innovaciones decisivas-perfeccionamiento de
consolad or u ólisbos no era solamente usado en solitario, lalira, fljación de esquemas compositivos-pata la confi-
sino, como confirman las pinturas de la cerámica, también guración de la lírica como un género novedoso y pujante,
en las relaciones homoeróticas femeninas y masculinas. que ilustran el .<fervor experimental>> de la época arcaica
y explican el contexto de efervescencia creativa desde el
53.Lucero. De los nueve libros de que constaba la edición que Safo producirá su obra. Heraclides Póntico, un teóri-
alejandrina de la obra de Safo, uno era una colección de co de la músic a, caracterizaba así a los eolios:
epitalamios o cantos de boda. Los fragmentos roj a ro7,
176 177
Hay en su naturaleza un toque de orgullo y ostentación, y te anahzado. Eros produce languidez y debllitamiento:
también un poco de jactancia, alo que se une su gusto por lysimelés es el término que describe esa disolución de la
la carreras y su magníficahospitalid¿d. No son astutos, sino fuerza de los miembros. Safo hace un recuento magistral
orgullosos y directos, Tienen inclinación por la bebida, una de los síntomas físicos de la pasión erótica en el fragmen-
fuerte sensualidad y una ilimitada ansia de vivir. to rr [o 3r c] temblor, enmudecimiento, sudor, fuego in-
ATENEo t4,624 d
terno bajo la piel, anulación de la vista, de la voz y del oí-
do, palidez extrema, hermanamiento con la muerte. Pero
debemos precavernos cont ra una lectura <<sentimental>>.
La citano casa mal con la figura de Alceo, un poeta con-
Safo describe su pasión como una experiencia, no como
temporáneo de Safo, y en algunos puntos también convie- un sentimiento. No cabe una lectura que separe tajante-
ne a ella esta cara cteúzaciín: el orgullo, la franqueza, el to- mente cuerpo y alma (Fránkel: r99j, 176).
que de jactancia y la fuerte sensualidad son poderosos
atributos de la poesía sáfica. rzr aluden a una relación
88. Quédale. Este fragmento y el
heterosexual. Ateneo indica que Safo se dirigía <<al hom-
16. [Sin título] Un códice registra, en lugar de <virgini- bre que es sobrem anera admirado por su aspecto y es te-
dad>>, la v aúante p ar t h e n i k á s, <<muchachasr>. Jolanda Ins an a nido por bello>. El contexto habla del papel de los ojos en
(r98t, ro5) lo raduce así al italiano: <<Dunque mi getto la relación amorosa: se citan los ejemplos míticos de Hip-
ancora sulle rag zze!>> Una posible traducción castella- nos, el Sueño, gue , enamorado de Endimión, le concede el
na, acorde con el mundo sáfico: don de dormir con los párpados abiertos, o la fascinación
de Hipo damia ante el resplandor de los ojos de Pélope
¿Acaso deseo todavía a las jóvenesT (otra expresión con sujeto femenino, como la de Safo,
acerca de la belleza masculina).
8t. Dulce y amargo.El centro de la poesía de Safo lo ocu-
pa muy poderosamente Eros. Un Eros proyectado en el 9r. Intirnidad. Níobe, hija de Tántalo y madre de siete hi-
presente, el pasado y el futuro, y que impregn a el tempo jor y siete hijas, se enorgullecía de ser superior a Leto, que
de todas las experiencias, de todas las indagaciones y re- sólo había engendrado a Ártemís y a Apolo. Értor venga-
flexiones. El deseo inmediato y puntual es descrito con ron a su madre atravesando con flechas a los hijos de Nío-
eficacia: Érot amécbanon órpeton, animal que repta in- be. Safo puede estar aludiendo, con esta referencia, a una
controlable, Eros violento que se abate como el viento en relación de amistad y posterior rivalidad con alguna mujer
las montañas sobre las encinas. El amor es dulce y amargo de Lesbos. El texto de Ateneo que rodea la cita merece
alavez. El epíteto glykipikros alude a sus efectos conra- ser mencionado:
puestos. El cuerpo acometido por Eros es minuciosamen-
178 179
... aun siendo las heteras las únicas mujeres a las que se lla- Si me estuvierapermitido, como a aquel poeta de Teos, cam-
ma con el título de <<amistad>, o que derivan sus nombres de biar mi forma por la de los pájarcs con una plegaria, no vo-
la llamada entre los griegos <Afrodita Compañera>>. Acerca laúa hacia el Olimpo ni siquiera para expresar mis repro-
de ella afirma el ateniense Apolodoro en su obra Sobre los ches sobre Eros, sino que iría hasta los pies de vuestras
dioses: <La Compañera Afrodita es la que reúne a compa- montañas paru abrazafte a ti, <<el ser por quien me desvelort
ñeros y compañeras, es decir, amigas.>> En cualquier caso, en palabras de Safo.
incluso las mujeres libres, todavía hoy, y las muchachas lla- JULTANo, Epístolas ry3
man <<compañeras>> a sus íntimas y amigas, como Safo.
tr5. El hueuo de Leda. Existen distintas versiones acerca
ATENEO t3,57t d del nacimiento de Helena. Safo se remite a la leyenda que
la hace descender de Némesis, metamorfoseada en ocapa-
99.La casa de las sieruas de las Musas. Este fragmento se ra huir del acoso de Zeus, que se mansformó en cisne para
ha utiliz ado para construir o apuntalar una imagen muy unirse a ella. Leda, esposa de Tindáreo, llevó a su casa el
extendid a de Safo, que la presenta como sacerdotisa al huevo abandonado, del que nacería Helena. Esta variante
frente de una asociación de mujeres dedicadas al culto de del mito se narraba en las Ciprias, poema del ciclo troya-
las Musas o de Afrodita. Esta especie de cofradía recibe el no del siglo vu atribuido a Estásino de Chipre (ed. Berna-
nombre de tíaso, término no atestiguado en Safo. La pro- bé: r 97g, g6 y ro8-ro9).
puesta, respetable y cómoda, envuelve a Safo en una tfan-
qullizadora atmósfera de convento. Las Musas suben a los rr8. [Sin título] En la isla de Lesbos circulaba una leyenda
altares de esta <<abadíapagafia>>: <<La intimidad con las Mu- sobre Gelo, una mujer que, prematuramente fallecida, re-
sas sólo puede explicarse por la hipótesis de un culto real gresaba del Hades para rcbar niños. Es, pues, un genio ma-
en su honor en el interior de su comunidad> (Gentili: r 9 8 5, léfico femenino con el que se amenazaba a los niños. Años
8+). después, Erina en La rueca mencion ará a Mormó, una figu-
En esta línea se ha llegado incluso a comparar los su- ra semejante, símbolo de los terrores infantiles. El verbo
puestos rituales sáficos con los ritos de iniciación de cier- paidofiléo talvez deba entenderse en sentido erótico.
tas tribus africanas. Algunos filólogos reclaman, exaspe-
rados,la abolición del tíaso, que, por otraparte, se inventó rr9. Duermo sola.La palabra óra tiene varios significados:
exclusivamente para Safo y no para otros poetas líricos: las horas de la noche (la noche misma); el tiempo fijado
Alceo tiene amigos, pero Safo tiene una <<capilla>. para una cita; el tiempo en sentido indefinido; la juven-
tud, la flor de la edad y, por último, también estación del
rrz. [Sin título] Los versos de Safo se utilizaron como ci- añ.o.La constelación de las Pléyades se oculta al final de la
ta ornamental en las cartas privadas. He aquí un pasaje en noche en el mes de noviembre. Puede haber aquí una alu-
que se recurre a ella sión vela da al otoño vital (Sider: tg86, sg).
r8o r8r
NOTAS A LOS TESTIMONIOS co de banquetes compartidos con otras mujeres tal vez de
su edad. Píndaro habla de <<los banquetes que celebran las
doncellas>. Safo invoca a las Musas porque es poeta, no
porque oficie un culto en su honor. Safo canta, no reza.
5. Exilio en Sicilia. La historia de Lesbos en el siglo vr a. C.
podría servir de paradigma ilustrativo de los cambios que 9. Rodopzs. Heródoto (II, r35) relata los detalles de la re-
sufren las póleis de Greci a en la época arcaica, tan creati- lación entre Safo y Rodopis. Algunos griegos atribuíanla
vas como ricas en conflictos. Los veloces procesos de cam- erección de una pirámide egipcia a la cortesana Rodopis.
bios políticos dibujan un panorama de inestables gobier- Originaria de Tracia, Rodopis viajó a Egipto conJantes de
nos aristocráticos, de conspiraciones, de luchas por el Samos. El hermano de Safo, Caraxo, enamorado de ella,
poder entre familias nobles rivales-los Pentílidas, los obtuvo su libertad mediante una fuerte suma de dinero.
Cleanáctidas en la Lesbos de Safo-, de ascensiones y ca- Cuenta Heródoto que, gracias a su belleza, amasó una
ídas de tiranos con los consiguientes destierros. gran fortuna, no tan grande, sin embargo, como para per-
mitir la construcción de una pirámide. Rodopis quiso de-
jar memoria de sí en Grecia, y envió a Delfos, como ofren-
7. Admiración. Un análisis sin prejuicios del mundo de
Safo ha de señalar la simetría con Alceo, ateniéndose al da, unos originales asadores de hierro. Caraxo volvió a
hecho obvio de que ambos eran poetas, aristócratas y Mitilene. El propio Heródoto señala que Safo le recrimi-
contemporáneos. Los dos llaman a sus compañeros con nó su conducta en un poema. Rodopis vendría a ser el
la misma palabra: betaíroi y betaírai. El grupo de Alceo nombre de batalla de Dórica.
recibe el nombre de hetería: sus miembros, unidos por
lazos de amistad y lealtad, pertenecen a la misma clase so- t4. Dórica. De la obra titulada Etiopía (o Esopia) de Posi-
cial, tienen edades e intereses parecidos y se reúnen en va- dipo, un autor del siglo ur relacionado con el Egipto ptole-
riados eventos-festivales, certámenes, ceremonias religio- maico, nada queda; en el epigrama conservado, Posidipo
sas-, si bien es el banquete el lugar en el que con más contrapone, desde el punto de vista del lector helenístico,
amplitud prodigan sus canciones. No hay razón para im- lo efímero de la relación erótica entre Dórica y Caraxo y
poner a Safo un grado de ritualización o institucionali- lo eterno de las odas sáficas.
zación mayor que a cualquier otro poeta lírico. También
Arquíloco invoca a las Musas, y Píndaro y Teognis evo- 15. Hacia Mitilene. Lesbos ha sido uno de los territorios
can sacrificios a Afrodita. <<Numerosos poetas han in- más pertinazmente invadidos por la literatora a lo largo
vocado a numerosos dioses. Sólo a Safo se la ha converti- de los tiempos. Desde Longo y Nosis de Locros hasta Re-
do en sacerdotisa>> (Parker: r 993, l'3i. née Vivien, Sylvia Plath o Theo Dorgan, la isla no ha cesa-
Es posible que Safo difundiera sus poemas en el mar- do de recibir homenajes poéticos. Lesbos es carne de leyen-
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da en Las flores del malbaudelairianas (trad. de L' Martí- tud y poder de seducción. Las mujeres de Lesbos se ena-
nez de Merlo): moraron de é1, e incluso la propia Afrodita. Safo era de Les-
bos: el desplazamiento erafácLL. La historia de Faón sigue el
De los deleites griegos y los juegos latinos modelo de los mitos de Adonis, Titono y Endimión, jóve-
madre tú, donde, lánguidos o gozosos los besos nes mortales que fueron amados por diosas poderosas, de-
calientes como el sol, frescos cual las sandías cididas y activas.
ornan días y noches gloriosas... La vinculación novelesca entre Faón y Safo se produ-
ce en la comedía ática. Safo, al igual que otros poetas, se
Y Renée Vivien, heredera tanto de Safo como de Baude- había convertido en un productivo personaje dramático.
laire, compone poemas en los que la isla griega se con- Al menos seis comedias la explotaron como protagonista.
vierte en un lugar del imaginario erótico fernenino (trad. En ellas aparecía como amante de poetas, como Arquí-
de Aurora Luque): loco o Hiponacte. A pesar de los anacronismos, esta Safo
comparte con la histórica al menos un rasgo: Safo adopta
Lesbos de orillas áureas, danos nuestra alma antigua' en el amor un papel más activo qLle el que se consid eruba
Dale, para nosotras, vida nueva a las voces, apropiad o para una mujer convencional. Ovidio sancio-
a las risas antiguas, las liras y ala música
nará la leyenda del suicidio pasional en una de sus Heroi-
que hizo tan penetrantes los besos del pasado...
das,la colección de epístolas ficticias dirigidas por heroí-
Tú que guardas el eco de liras y de voces,
nas míticas a sus amantes. La elegía de Ovidio se situó en
Lesbos de orillas áureas, danos nuestra alma antigua.
la proa de la colosal pseudobtografía de Safo. Como toda
leyenda, también ésta contiene un punto de verdad: en la
zz. El salto de Léucade. La tradición inventó pata Safo
mente de quienes la forjaron perdurab ala ímagen verídi-
una mue fie apatatosa y novelesc a. Las vidas excepciona-
ca de una Safo que había celebrado en sus poemas a las
les de los poetas se remanban con un final no menos ale-
jado de la normalidad. Safo se habría suicidado attoián- mujeres como amantes activas, como sujetos de su deseo.
Y la posteridad la mitificó como tal. Hoy, en la actual Mi-
dose al mar desde la roca de Léucade al verse desdeñada
por su amado Faón. Dos radiciones se confunden en tor- tilene, Faón cuenta con una calle dedicada.
no al salto de Léucade: para unos es el lugar donde se sui-
32. La estrofa sáfica. Los versos pertenecen a Horacio
cidaban los enamorados terminales, Y para otros el gesto
(Odas t, z, 13).
tenía propiedades terapéuticas sobre la pasión amorosa.
Faón es un personaje legendario vinculado al ciclo mí-
tico de Afrodita. Safo no lo menciona, pero se sabe que )7.Un tipo de lira.Lamagadis era un instrumento de vein-
te cuerdas de origen lidio o tracio. La pectis era un tipo de
compuso varios cantos sobre su metamorfosis. A Faón, un
lira semejante aIa magadis.
honrado barquero de Lesbos, Afrodita le concedió juven-
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6t. Alceo a Safo. Los textos de ambos poetas suelen edi- BIBLIOGRAFÍA
tarse conjuntamente. Su poesía es diferente, pero no tan
opuesta como se ha querido hacer creer. Los textos de Al-
ceo, entre los que se leen himnos a los dioses, alabanzas del
vino, quejas airadas contra los rivales políticos y crónicas La presente bibliografía, dadas las características de esta
desde el exilio, han venido considerándose como docu- edición, no pretende ser exhaustiva ni ilustrar el estado
mentos históricos legítimos para bosquejar la historia de actual de los estudios sobre Safo.
Lesbos; los de Safo, en cambio, se tienen por ahistóricos,
a pesar de ser también ella una aristócrata en situación de
crisis, frecuent adora de banquetes, fiestas y santuarios en
Mitilene. La división entre lo privado como femenino y lo FUENTES ANTIGUAS
público como masculino ha producido lecturas distorsio-
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