Lamark Mecanismo Del Cambio de Las Especies
Lamark Mecanismo Del Cambio de Las Especies
Lamark Mecanismo Del Cambio de Las Especies
Lamarck en su teoría propuso que la vida evolucionaba “por tanteos y sucesivamente”, “que
a medida que los individuos de una de nuestras especies cambian de situación, de clima, de
manera de ser o de hábito, reciben por ello las influencias que cambian poco a poco la
consistencia y las proporciones de sus partes, de su forma, sus facultades y hasta su misma
organización”.4 Sería la capacidad de los organismos de adaptarnos al medio ambiente y
los sucesivos cambios que se han dado en esos ambientes, lo que habría propiciado la
Evolución y la actual diversidad de especies.
Como mecanismo para traducir esos presupuestos en cambios evolutivos, propuso el
mecanismo conocido como “herencia de los caracteres adquiridos”, refiriéndose a la, hasta
el día de hoy no demostrada, capacidad de los organismos de trasladar a la herencia los
caracteres adquiridos en vida. Esta herencia no sería ni directa ni individual, sino que sería
tras largo tiempo de estar sometidos a parecidas circunstancias y afectarían al conjunto de
los individuos del grupo sometido a esas circunstancias.
La teoría de Lamarck no fue tenida en cuenta en el momento de su formulación, siendo 50
años más tarde, con la publicación de El origen de las especies, cuando los evolucionistas y
el propio Darwin la rescataron para intentar cubrir el vacío que la selección natural dejaba
al no proponer la fuente de la variabilidad sobre la que actuaría la selección.
A principios del siglo XX, con la formulación de la barrera Weismann, que enuncia la
imposibilidad de transferencia de información entre la línea somática y la germinal, el
lamarckismo fue desechado considerándolo erróneo. No obstante, durante el siglo XX han
existido evolucionistas que han defendido el lamarckismo, existiendo en la actualidad voces
desde la biología y el evolucionismo que reivindican su reformulación.
La observación de la gran variedad de especies existentes y su “perfecta” adaptación a las
circunstancias en que se desarrollaban le llevó a formular una disyuntiva: o todas las
especies se habían creado adaptadas a las diferentes condiciones existentes en la Tierra y
estas condiciones no se habían alterado desde esa creación, como era aceptado en su
época, o las especies habían evolucionado para adaptarse a los diferentes cambios que
habrían experimentado los hábitat en los que se desarrollaron.
En la actualidad, el lamarckismo ha quedado simplificado como la teoría de la «herencia de
los caracteres adquiridos». La síntesis (neodarwinismo) formulada en los años 1930, según
la cual, la vida evoluciona a consecuencia de mutaciones aleatorias en el ADN fijadas por la
selección natural, es considerada, por la mayoría del estamento académico, más
satisfactoria para explicar la evolución.