Procesos Cognositivos, Introducción Al Tema
Procesos Cognositivos, Introducción Al Tema
Procesos Cognositivos, Introducción Al Tema
com/doc/187597302/Quiz-y-Reconocimiento-de-Unidad-Psicodiagnostico-de-Las-Funciones-Cognoscitivas
https://www.goconqr.com/en/p/4461993-procesos-cognoscitivos-mind_maps
PROCESOS COGNOSITIVOS
La memoria es la capacidad de retener en la mente los acontecimientos pasados y poder recordarlos para usarlos en el futuro. Best (2001) enfatiza el sentido de
la memoria como depósito de almacenamiento para mantener o almacenar cosas. Para él, la memoria está dividida en tres almacenes que son: almacén
sensorial, almacén a corto plazo y almacén a largo plazo. Se tuvo en cuenta en este estudio el almacén a corto plazo, llamado también por Schunk (1997)
memoria a corto plazo y memoria de trabajo. En el almacén a corto plazo el material está organizado acústicamente, la duración del material no elaborado es de
unos 30 segundos y el que no es repasado se desvanece, y los códigos almacenados pueden ser trasferidos al “almacén de largo plazo” (Best, 2001).
El lenguaje es el medio por el cual nos comunicamos, según Santrock (2001) “El lenguaje es una forma de comunicación, ya sea oral, escrita o mediante señas,
que se basa en un sistema de símbolos” (p. 70). El lenguaje, en términos funcionales de comprensión verbal, implica el desarrollo sintáctico y semántico. La
sintaxis estudia la manera como las palabras se combinan para formar frases o enunciados aceptables y la semántica se refiere al significado de las palabras y las
oraciones (Santrock, 2001).
En cuanto a la sintaxis u orden de las palabras en frases u oraciones; Woolfolk (1999) afirma que los niños pronto dominan los fundamentos del orden de las
palabras, pero necesitan mayor tiempo para dominar las formas más complicadas como la voz pasiva. Alcanzan a comprender y luego usar las estructuras
gramaticales complejas como artículos, adjetivos y conjunciones. Respecto del desarrollo semántico (significado de las palabras y las oraciones) afirma que entre
los dos y los seis años el niño promedio aprende de seis a diez palabras al día, lo que significa que para los seis años tiene un léxico de 8000 a 14000 palabras.
Entre los nueve y once años agrega 5000 nuevas palabras a su repertorio.
El pensamiento es la capacidad de analizar, comparar, evaluar, ordenar, clasificar, hacer inferencias, hacer juicios, aplicar adecuadamente los conocimientos,
trascender la información recibida, generar nuevas ideas y resolver problemas. Según Santrok (2001) “El pensamiento significa manipular y transformar la
información en la memoria. Esto a menudo se hace para formar conceptos, razonar, pensar críticamente y resolver problemas” (p. 75).
Según Robledo, R. (2010), los alumnos, dependiendo del curso en el que estén y la especialidad que eligen, presentan unos intereses y motivaciones diferentes
hacia el aprendizaje, así como unos estilos de pensamiento específicos y delimitados que se deben considerar a la hora de trabajar con ellos de manera efectiva.
Procesos cognitivos
Reporte de lectura 1: Procesos Cognitivos
Dra. M soledad Gallegos
PS María Elena Gorostegui
_____________________________________________________________________
María Elena Gorostegui
Investigadora de la Universidad Pontificia Católica de Chile, Licenciada en Literatura. Psicóloga. Magíster en Psicología Infanto - Juvenil,
Postítulo en Psicopedagogía. Diplomada en Hipnosis Clínica;
Dra. M. Soledad Gallegos (No se obtuvo información)
______________________________________________________________________
Introducción
Este artículo, por demás interesante, nos permite entender los mecanismos de adquisición de conocimientos y apunta con bastante claridad
aquellas funciones mentales complejas que operan sobre las representaciones perceptivas o recobradas de la memoria a largo plazo.
Al comparar las funciones del corazón, del estómago y de otros órganos del hombre con aquellos en los animales se encuentran ciertas
similitudes, pero la actividad nerviosa superior del hombre al los animales es la que distingue de manera tan brillante al hombre del reino
animal y lo eleva tan alto sobre éste. Sin embargo, como lo señala Edgar Morin1 se debe considerar que hay conocimiento que no esté en
algún grado amenazado por la ilusión o por el error. La importancia del fantasma y del imaginario en el ser humano es inimaginable; dado
que las vías de entrada y de salida del sistema neuro-cerebral que conectan el organismo con el mundo exterior representan sólo el 2% de
todo el conjunto, mientras que el 98% implica al funcionamiento interior, se ha constituido en un mundo síquico relativamente
independiente donde se fermentan necesidades, sueños, deseos, ideas, imágenes, fantasmas, y este mundo se infiltra en nuestra visión o
concepción del mundo exterior. Por lo tanto un conocimiento no es el espejo de las cosas o del mundo exterior y ningún dispositivo
cerebral permite distinguir la alucinación de la percepción, el sueño de la vigilia, lo imaginario de lo real, lo subjetivo de lo objetivo.
De aquí la importancia de entender los procesos cognitivos simples (sensación, percepción, atención, concentración y memoria) y
complejos (pensamiento, lenguaje e inteligencia) que nos permitan identificar estrategias de aprendizaje que podamos enseñar a nuestros
estudiantes para que potencien razonamientos más críticos y perciban un mundo más real.
Cognición
La palabra cognición corresponde a la etimología latina de los términos conocimiento y conocer. El significado de la palabra conoceres
“captar o tener la idea de una cosa, llegar a saber su naturaleza, cualidades y relaciones, mediante las facultades mentales”
Para Neisser El término cognición se refiere a los procesos mediante los cuales el input sensorial es transformado, reducido, elaborado,
almacenado, recobrado o utilizado. Los términos sensación, percepción, imaginación, recuerdo, solución de problemas, etc. se refieren a
etapas o aspectos hipotéticos de la cognición.
Cognición, por lo tanto, es el conjunto de procesos mentales que tienen lugar entre la recepción de estímulos y la respuesta a éstos. Desde
los datos aportados por los sentidos, o datos de entrada, pasando por todas las etapas internas de retraducción, elaboración y
almacenamiento para su eventual utilización posterior, la Psicología ha descrito una serie de etapas interdependientes, que definen
diferentes momentos del procesamiento. Estas etapas pueden agruparse para efectos de su estudio, en procesos cognitivos simples, y
procesos cognitivos superiores
1. Procesos cognitivos básicos o simples:
1. Sensación
2. Percepción
3. Atención y concentración
4. Memoria
2. Procesos cognitivos superiores
1. Pensamiento
2. Lenguaje
3. Inteligencia
1. Sensación
Es el efecto inmediato de los estímulos en el organismo (recepción del estímulo) y está constituida por procesos fisiológicos simples. Es un
fenómeno biológico y en general se refiere al impacto de los estímulos externos e internos en los receptores sensoriales y a la primera etapa
de reconocimiento por el cerebro, que se correlaciona con la memoria sensorial de los modelos de procesamiento de la información. Para
que se produzca la sensación, las estimulaciones externas deben ser trasmitidas y transformadas en vivencias. Esta función la realizan los
órganos de los sentidos (sistemas aferentes) que en colaboración con el SNC, son los receptores del ser viviente que capacitan para tener
conciencia del mundo exterior.
Las sensaciones son una condición necesaria pero no suficiente de la percepción sensible, ya que es imposible vivenciar una sensación en
forma aislada. Por lo general, lo que llega a la conciencia son configuraciones globales de sensaciones.
2. Percepción
Es la interpretación del estímulo como objeto significativo y se refiere a aquellas experiencias psicológicas que constituyen los datos de
entrada, tales como los códigos del SNC (diferentes formas de energía: luz, sonido, calor, etc.), modalidades de sentido (tacto, presión,
dolor, temperatura, etc.), umbrales (características del estímulo; calidad, duración, intensidad, distancia, etc.), percepción sin estimulación,
interacciones sensoriales, adaptación, nivel de adaptación; alucinación y delirio, así como de percepción extrasensorial.
Los hechos que dan origen a la percepción no están fuera de nosotros, sino en nuestro sistema nervioso.
3. Atención y concentración
La atención es la capacidad de seleccionar la información sensorial y dirigir los procesos mentales. La concentración es el aumento de la
atención sobre un estímulo en un espacio de tiempo determinado, por lo tanto, no son procesos diferentes.
La capacidad de selección de la información depende a) de las características del estímulo b) del sujeto: necesidades, experiencias y c)
demandas del medio. La atención puede ser: focalizada, sostenida, alterna, selectiva o dividida. Las alteraciones de la atención pueden ser
ocasionadas por la fatiga, estrés, emociones diversas y también por trastornos de la conciencia, la afectividad, la psicomotricidad, el daño
orgánico cerebral, etc.
4. La memoria
La memoria es la facultad que permite traer el pasado al presente, dándole significado, trascendente de la experiencia actual, y proveyéndolo de
expectativas para el futuro. Se habla de memoria grupal: La historia es la memoria de la humanidad, y de memoria individual: la cultura (valores,
conceptos, significados. Se define como el proceso por medio del cual la información se codifica, se almacena y se recupera.
La memoria se subdivide en memoria sensorial, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo.
1. Edgar Morin (1999). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Organización de las Naciones Unidas
para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Ed. Santillana
Los orígenes culturales de la cognición humana
MICHAEL TOMASELLO
Traducción castellana de Alfredo Negrotto
Jonathan Echeverri Álvarez1
Universidad de Antioquia
1
Psicólogo egresado de la Universidad de Antioquia. Medellín-Colombia. E-mail: jonathanech@gmail.com
Es trágico que tan pocas personas "posean su alma" antes de morir. Dijo Emerson: "En el hombre nada hay más raro que un acto propio". Es
absolutamente cierto. La mayoría de la gente es otra. Sus pensamientos son ajenos, sus vidas remedos, sus pasiones una cita Oscar Wilde,
Epístola: in carcere et vinculis (""De Profundis")
Quien adquiere una enciclopedia no adquiere cada línea, cada párrafo, cada página, cada grabado; adquiere la mera posibilidad de conocer alguna de
esas cosas. Si ello acontece con un ente concreto y relativamente sencillo, dado el orden alfabético de las partes, ¿qué no acontecerá con un ente
abstracto y variable, ondoyant
et divers, como la mágica memoria del muerto? A nadie le está dado abarcar en un solo instante la plenitud del pasado. Ni a Shakespeare, que yo
sepa, ni a mí, que fui su parcial heredero, nos depararon ese don. La memoria del hombre no es una suma; es un desorden de posibilidades
indefinidas Jorge Luis Borges, La memoria de Shakespeare
Ante la dicotomía obsoleta que opone la naturaleza a la cultura, Tomasello propone el estudio de una tensión dialéctica crucial: la línea individual y
cultural del desarrollo cognitivo. El autor expone la necesidad de complementar los estudios filogenéticos de la cognición con una aproximación
histórica y ontogenética. Esta idea no es ninguna novedad en los avatares de la psicología moderna. La psicología soviética en los inicios de Siglo XX,
liderada por Vigotsky y Luria, articuló su teoría de las denominadas funciones psíquicas superiores en semejantes aproximaciones. Esta necesidad,
señalada por Tomasello, tiene como objeto dar respuesta a un enigma evolutivo: la velocidad con la cual la mente humana adquirió características
funcionales con implicaciones conductuales de enorme trascendencia. La investigación en paleoantropología demuestra que "las primeras señales
convincentes de habilidades cognitivas exclusivas de la especie se verifican sólo en los últimos 250.000 años, con el Homo Sapiens moderno"
(Tomasello, 2007, p. 14).
El gradualismo de la evolución orgánica por selección natural es demasiado lento para considerarse responsable de dichas manifestaciones. Este es
precisamente el enigma a resolver. La hipótesis ofrecida como solución en el texto: la evolución cultural acumulativa. La tesis principal se resume en
las siguientes palabras:
(...) cualquier investigación seria de de la cognición humana debe incluir una descripción de esos procesos históricos y ontogenéticos, posibilitados
pero de ningún modo determinados por la adaptación biológica de los seres humanos a una forma especial de cognición social. (...) fueron esos
procesos -y no, en forma directa, adaptaciones biológicas especializadas -las que crearon muchos, sino todos, los productos y procesos cognitivos
más característicos e importantes de la especie Homo Sapiens (2007, p. 23).
Estos procesos configuran la evolución cultural en la especie con características biológicas exclusivas. La cultura es ubicua en la conducta de una
cantidad considerable de especies animales. Sin embargo, en la cognición humana adquiere matices especiales. La retención de aprendizaje
acumulado y la innovación a gran escala son expresiones culturales infrecuentes en el reino animal. La experiencia humana en su desarrollo, desde la
infancia, convive entre la convención del aprendizaje acumulado y la posible introducción de novedades en los artefactos culturales de corte material
y simbólico que circundan. El fenotipo de un organismo maduro es el resultado de la herencia biológica y cultural que asimila. El autor enfatiza en la
herencia cultural de la cognición. Adquisición que no suscita las habilidades básicas de la mente, pero las transforma. Sin dicha transformación el
fenotipo, en términos de sus respectivas funciones universales, sencillamente no sería el mismo.
Investigar la mente humana en su dimensión evolutiva sugiere, en los círculos académicos ortodoxos, apelar de inmediato a la actuación en
retrospectiva de la selección natural. El objetivo consiste en realizar un inventario de los módulos o facultades universales que han sido esculpidos
por este proceso biológico. Por otro lado, la postura de Tomasello indica una clara oposición a esta agenda programática de trabajo. Puesto que
desconoce y subestima un orden distinto de evolución biológica, el orden de la evolución cultural. El libro traza una introducción teórica -compuesta
por siete capítulos- a la incidencia de esta forma de evolución no sujeta al funcionamiento de la selección natural. La teoría del cambio evolutivo por
selección natural, propuesta por Charles Darwin, describe la evolución orgánica de los seres vivos, y las habilidades básicas/universales de la
cognición; en cambio, la propuesta histórico/cultural sobre la génesis de la conciencia en Vigotsky señala el funcionamiento de la evolución cultural
en la especie humana.
El autor retoma la propuesta teórica de Vigotsky y realiza unas puntualizaciones adicionales a partir de sus investigaciones. La evolución cultural
acumulativa, en su expresión histórica y ontogenética, requiere del aprendizaje social y la innovación. Estos dos elementos están apoyados en un
"efecto de trinquete" que consiste en lo siguiente: las nuevas generaciones retoman los artefactos previamente diseñados y son exploradas nuevas
posibilidades prácticas a partir de éstos. No es indispensable saber con exactitud las propiedades funcionales que hacen permisible la existencia de
los artefactos culturales. Basta con reconocer la utilidad intencional de los mismos, y manipularlos ya sea para los mismos propósitos con los cuales
han sido convencionalmente usados, o con el fin de crear nuevos usos u otros artefactos. Por lo tanto, la retención y la novedad impulsan las
variaciones permanentes a gran velocidad de la cultura humana. Con serias consecuencias para el funcionamiento de la cognición.
Conforme a estas variaciones vayan surgiendo es de esperar que las generaciones subsiguientes, en términos de la manifestación de una conducta o
cognición, experimente modificaciones importantes. Tomasello profundiza en los mecanismos que, desde temprana edad, posibilitan el aprendizaje; y
concibe la innovación como una consecuencia indirecta de la cooperación. A esta serie de ideas, claramente Vigotskianas, el autor introduce la
relevancia de la comprensión intencional, o el reconocimiento de metas intencionales en el desarrollo cognitivo del infante. El reino animal comparte
variadas formas de aprendizaje: la exposición, la intensificación de un estímulo, la mímesis y el aprendizaje emulativo. Dadas las potencialidades
biológicas y cognitivas, cada especie aprovecha una u otra posibilidad de aprendizaje. No obstante, la especie humana cuenta con otras posibilidades
de aprender sujetas a la comprensión de actos intencionales: la imitación, la instrucción y la colaboración. Estas últimas dimensiones del aprendizaje
dependen exclusivamente del reconocimiento intencional.
Es decir, la imitación, la instrucción y la colaboración requieren por defecto la interacción con un semejante sobre la base de escenas atencionales
conjuntas. Estas escenas atencionales son el requerimiento cognitivo fundamental para las mencionadas formas novedosas de aprendizaje. Atención
conjunta que adquiere una complejidad admirable en la cognición humana expresada de manera social desde temprana edad. Esto es, comprobación
(dedicación conjunta en relación a un obstáculo social, entre los 9 y 12 meses); seguimiento (seguir la mirada como forma de aprendizaje imitativo,
entre los 11 y 14 meses); y dirección de la atención (señalamiento imperativo o declarativo, entre los 13 y 15 meses). La modalidad de atención, que
involucra directamente a los pares, relaciona de forma bidireccional la autocomprensión y la comprensión de los otros. Este acontecimiento
ontogenético es llamado "la revolución cognitivo-social de los nueve meses". En palabras del autor:
En general, el argumento es que, al tratar de entender a otras personas, los infantes humanos aplican la experiencia que ya tienen de sí mismos, y
esta experiencia de sí mismos cambia durante el desarrollo temprano, especialmente en relación con la experiencia de ser un agente de la propia
acción. (.) el resultado directo de esta nueva experiencia es el resultado de una nueva comprensión de los demás. Por lo tanto, este enfoque puede
ser considerado una versión de un modelo de simulación en la que los individuos, en cierto sentido, comprenden a otras personas por analogía con
ellos mismos -puesto que los otros son "como yo"-, de un modo que no comprenden, por lo menos no de idéntica manera, a los objetos inanimados,
dados que estos son mucho menos "como yo" (2007, p. 94).
Este escenario constituye la base para la adquisición de otras habilidades indispensables como: la comunicación lingüística y la representación
simbólica; la construcción lingüística y la cognición de los sucesos; y la manipulación discursiva y redescripción representacional. Tomasello dedica a
cada aspecto un respectivo capítulo. Asimismo, para dilucidar esta categoría de análisis básica en el desarrollo -configuración de escenas atencionales
conjuntas-, el autor plantea una diferencia gradual entre la cognición de los mamíferos, los primates y seres humanos. Los mamíferos cuentan con el
recurso cognitivo de la representación sensoriomotriz para relacionarse con el entorno; los primates tienen una comprensión parcial de las relaciones
sociales en las cuales no se involucran directamente; y la especie humana, al igual que los primates, es una especie cuyas acciones son causales e
intencionales, pero, a diferencia de éstos, se comprende a sí misma en semejantes términos.
En los demás primates no existe esta habilidad cognitiva que permita distinguir con claridad entre acciones causales e intencionales. La investigación
sólo indica que los chimpancés cuentan con una intencionalidad de primer y dudoso segundo orden. Es decir, disponen de creencias y deseos acerca
de un objeto o acción, y al parecer creencias y deseos en relación a otras creencias y deseos. Esta distinción de la cognición humana en relación a
otras formas de cognición es vital, en tanto que:
Básicamente, esta forma de pensar requiere que un individuo comprenda las relaciones de antecedente-consecuente entre acontecimientos externos
en los que no ha participado directamente, cosa que evidentemente los primates son capaces de hacer.
Pero, además, la comprensión de la intencionalidad y la causalidad requiere que el individuo comprenda las fuerzas determinantes que explican "por
qué" en estos acontecimientos externos una secuencia antecedente-consecuente particular se produce del modo en que lo hace; y, comúnmente,
esas fuerzas determinantes no son fáciles de observar. Esta comprensión parece ser exclusiva de los seres humanos" (2007, p. 37).
La manipulación de estas fuerzas determinantes expone lo que Luria (1980) -en Introducción evolucionista a la psicología- caracterizó como una
manifestación de la actividad consciente del hombre, que "puede guiarse no por la impresión directa de la situación externa, sino por un
conocimiento más profundo de las leyes intrínsecas que hay tras ella; de ahí que haya todas las razones para decir que la conducta del hombre
basada en el conocimiento de la necesidad es libre" (p. 101). A la manipulación de herramientas, el trabajo social y el lenguaje -condimentos
evolutivos que permitieron la emergencia de la conciencia-, se añade un nuevo aspecto: la comprensión intencional. No es permisible trascender con
plenitud a la "vida como un remedo", a las "pasiones como una cita", o al "desorden de posibilidades indefinidas" de la memoria; al menos la
conciencia, con este obrar libre de manipulación, ofrece algunas alternativas; exploradas de manera introductoria en Los orígenes culturales de la
cognición humana (2007).